LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES...

download LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRÁFICAS

of 18

Transcript of LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES...

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    1/18

    Martin Tanaka. editor

    50 aospensandoel Per:una reflexin crticaEl Inst i tuto de Estudios Peruanos. 1964-2014

    Patricia Ames Jorge Aragn Julio Cotler Marcos Cueto

    Jrgen Golte Efran Gonzales de Olarte Mara Isabel Remy

    Pablo Sandoval * Jos Luis Rnique Guillermo Rochabrn

    Martin Tanaka Vctor Vich

    wsrmno dr.s7uto:. H R U A M O S

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    2/18

    Serie: Per Problema, 40

    IEP Institu to de Estudios PeruanosHoracio Urteaga 694. Lima 11Telf. (511) 332-6194Fax (511) 332-6173Correo-e.

    Web:

    ISBN: 978-9972-51-464-7ISSN: 0079-1075

    Impreso en el PerPrimera edicin. Lima, julio de 20141000 ejemplares

    Hecho el depsito legalen la Biblioteca Nacional del Per N 2 2014-08858

    Registro de Proyecto Editorialen la Biblioteca Nacional del Per N.2 11501131400546

    Fotografa de cartula:Diseo y diagramacinde interiores:Diseo de cartula:Composicin de cartula:Correccin de pruebas:Cierre de edicin:Revisin de textosy cuidado de edicin:

    Cecilia Blondet

    ErickRagas.comFiorella Yaksetig (Falcom imagen + comunicaciones)Gino Becerrascar HidalgoSilvana Uzarbe/Gino Becerra

    Odln del Pozo

    Prohibida la reproduccin total o parcial de este libro por cualquier medio sin permiso delinstituto de Estudios Peruanos.

    Tanaka. Martin, ed.

    50 aos pensando el Per: una reflexin crtica. El Instituto de Estudios Peruanos,1964-2014. Lima, IEP. 2014 (Per Problema, 40)

    L IEP. INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS; 2. HISTORIA; 3. PRODUC CION BIBLIOGRF ICA:

    4. ESTUDIOS RURALES; 5. MIGRACIN; 6. URBANIZACION; 7. EDUCACIN; 8. POLTICA;

    9. ECONOMA; 10. VIOLENCIA; 11. MEMORIA; 12. CIENCIAS SOCIALES; 13. PER

    W/02.04.01/P/40

    NDICE

    Prlogo, por Roxana Barrantes 9

    In t r oducc in

    El itinerario del I nstituto de Estudios Peruanos:algunos hitos fund am ent ale s......................................................................................... 15

    Julio Cotler

    Pensando el Per desde la literatura:el aporte del Inst ituto de Estudios Peruan os............................................................... 23

    Vctor Vich

    P r imera part e

    Lo rural y lo urbano: escuela, migracin y debatesobre la modernizacin en el Per

    50 aos de reorientac in de los trabajos del IEP: las sociedades campesinasy la migracin a las ciudades.............................................................. .......................... 35

    Jrgen Golte

    50 aos de investigaciones sobre la sociedad ruralen el Instituto de Estudios Peruanos................................................. e........................ 63

    Mara Isabel Remy

    B B H m N M I

    mailto:[email protected]://www.iep.org.pe/http://www.iep.org.pe/mailto:[email protected]
  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    3/18

    LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL

    INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS:

    LOS CICLOS DE LAS

    REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    Ma r c o s C u et o

    Ins t i tu to deE studios P eruanos

    i^ scribo estas pginas vencien do mis recelos de que una visin parcia

    lizada com o es la ma no sea profunda, critica y justa.1De todos

    modos, una suerte de adaptacin de los supuestos de la observacin

    participante, de la que se enorgullecen los antroplogos, me permite argu

    mentar que espero ofrecer un testimonio til a la historia de una institucin a

    la que pertenezco desde comienzos de la dcada de 1990. Justifica el hacer

    este trabajo el papel destacado que ha cumplido el IEP en la produccin y

    publicacin de trabajos originales y relevantes de historia peruana, andina

    L Estudios recientes sobre la historiografa peruana son los siguientes: Bonilla, Heraclio.La historia econmica en el Per en los ltimos 25 aos. En Socialismo y Participacin,

    n.9 76. 1996, pp. 117-124; Chocano. Magdalena. Ucronla y frustracin en la concie ncia

    histrica peruana. En Mrgenes. n.fi 2, 1987, pp. 43-60; Mndez. Cecilia. La historiografa peruana en debate. En Apuntes.n.s 33, 1993; Aguirre. Carlos. La historia social

    del Per republicano (1821-1930}: un balance historiogrfico. En Histrica, vol. XXVI, n.0i*******

    1 y 2. 2002. pp. 445-501 ; Walker, Charles. La historiografa en ingls sob re los Andes:

    balance de la dcada del 80. En Revista Andina, vol. 9, n.92 .1991, pp. 513-528; Drinot,

    Paulo. After the Nueva Historia: Recent Trends in Peruvian Historiography. En European

    Review of Latn American and Caribbean Studies.n.9 68, 2000, pp. 65-76; Burga, Manuel.

    La historia y los historiadore s en el Per. Lima: UNMSM. 2005: y Pereyra Chvez. Nelson E.La historiografa de la subalternidad y la historiografa peruana: un necesario balance. EnSumma Humanitatis.vol. 4. n.91. 2010. Disponible en .

    http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/summa_humanitatis/article/view/2308http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/summa_humanitatis/article/view/2308http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/summa_humanitatis/article/view/2308http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/summa_humanitatis/article/view/2308
  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    4/18

    Ma r c o sC ue t o

    y latinoamericana. Aunque no siempre sean producto de investigaciones

    hechas en su seno, sus libros de historia encabezan los rankingsde los libros

    ms vendidos, como lo demuestra recientemente el xito de Historia de la

    corrupcin en el Per (2013) de Alfonso Quiroz.

    La encomiable labor del IEP en los ltimos cincuenta aos tambin ha sido

    la de crear un espacio libre y creativo tanto para la conversacin entre histo

    riadores como para la emergencia de nuevas subespecialidades histricas.

    Menos conocida es su importante contribucin para la identificacin y orga

    nizacin de nuevas colecciones documentales para investigaciones en la his

    toria rural (de la que trataremos en este ensayo). Todo ello ha enriquecido sin

    duda la historiografa peruana y latinoamericana.

    Las fuentes principales de este ensayo son las propias publicaciones del

    IEP hechas por historiadores de la casa (tan solo un tercio de las publica

    ciones en historia del IEP fueron producidas por sus historiadores), las reseas

    y estudios de estas obras, y las entrevistas con investigadores representativos

    de aquellas actividades.2Algunos de estos libros fueron publicados original

    mente en castellano pero luego por el reconocimiento que alcanzaron fueron

    traducidos y publicados en ingls, el latn acadmico de nuestra poca.

    INTRODUCCIN

    La idea central de este texto est inspirada en la nocin de estructura de las

    revoluciones cientficas, utilizada por historiadores de la ciencia como Tho-

    mas Kuhn, especialmente.3*Segn esta idea, las ciencias atraviesan por ciclos

    de formulacin de grandes paradigmas tericos sucedidos por periodos en

    que predominan una serie de estudios focalizados, especializados, que aun

    que no son meramente empricos o descriptivos gustan de cuestionar las

    generalizaciones, vacos y hasta fuentes de tos anteriores, y que a la postre

    acaban creando las condiciones para la emergencia de renovadas propuestas

    tericas holsticas. Ambas partes del ciclo permiten, a sus practicantes, tener

    2. Investigadores que colab oraron con este estudio fueron los siguientes: Carlos Contreras,

    Heraclio Bonilla. Jos Deustua. Christine Hunefeldt. Luis Miguel Glave, Miguel Len. Peter

    Klaren, Baltazar Caravedo. Jos Luis Rnique. John Fisher. Herbert S. Klein, Antonio Mitre

    y Paul Gootenberg. Elizabeth Andrade del Fondo Editorial del IEPme ayud tambi n. Ade

    ms, historiadores jvenes cuya afiliaci n prin cipal es el IEP, com o Ral H. Asensio, Marcos

    Garfias y Rolando Rojas, me permitieron entender qu esta ocurriendo actualmente.

    3. Kuhn, Thomas S. The Structure of Scientifc Revolutions.Chicago: University of Chicago

    Press. 1962. Una obra a su vez inspirada en un libro del mdico polaco Ludwik Fleck,publicado en alemn en 1935: The Gnesis and Development oa Scientifc Fact.Chicago:

    University o f Chicag o Press, 1979.

    La h is t o r i aoe l ah is t o r i aenel In s t i t u t o deE stud ios P eruanos

    explcita o implcitamente referentes y un marco te rico dond e disear y orga

    nizar sus estudios y encuadrar sus evidencias y anlisis. Los defensores de la

    nocin de revoluciones cientficas no pretenden argumentar que un periodo

    de este ciclo es mejor que el otro, sino que ambos son parte de una dinmica

    intelectual que se entrelaza con factores institucionales y contextales.

    Creo que, a partir de 1970, el IEP tuvo un papel de liderazgo en la formu

    lacin y desarrollo de tres ambiciosos paradigmas historiogrficos que cons

    tituyeron una verdadera revo lucin en la disciplina. Aunque estos paradigmas

    no tienen una denom inacin com n entre los especialistas si son distinguibles

    por ellos. En este trabajo los llamar la nueva historia econmica, el enfo

    que sobre el mercado interno y la etnohistoria. Estos paradigmas tenan,

    en comn, la conviccin de que las ciencias sociales tenan una dimensin

    histrica, es decir, que era imposible comp render los problema s del presente

    sin remitirse a sus orgenes e identificar c mo se desarrollaron lo que resultan

    ser sus legados actuales. Asimismo, algunos tenan en comn la aspiracin de

    combinar teora e historia, o que sus estudios iluminasen aspectos centrales

    de la teora de las ciencias sociales.

    Estas propuestas sobre el pasado fueron sucedidas hacia comienzos dela dcada de 1990 por estudios ms acotados que criticaban las general!- 141

    zaciones que a veces tenan estos paradigmas, revelaban nuevos hechos y

    proponan sugerentes interpretaciones, pero que carecan de las ambicio

    nes tericas de los estudios iniciales. Para estos estudios no era tan impor

    tante contribuir a historizar las ciencias sociales; era ms importante discutir

    con otros historiadores, muchas veces tambin especializados, y tradiciones

    historiogrficas del pas y del extranjero (lo que a veces, lamentablemente,

    resultaba en dilogos parroquiales po co relevantes para otros investigadores

    sociales). Era tambin fundamental darle importancia a la veracidad de los

    hechos histricos, antes que perderse en elaboraciones tericas, pues consi

    deraban que la disciplina todava no estaba todava preparada para ello.

    El contexto de este ciclo tuvo influencia en el desarrollo de la historia en

    el IEP. En un primer mo men to, al impulso de tos fundadores, se sum la aten

    cin mundial que causaron las reformas del rgimen militar de Juan Velasco

    Alvarado (1969-1975) y el hech o de que, en esos aos, la mayora de pases

    sudamericanos viva en dictaduras autoritarias conservadoras, en las que haba

    muy poco espacio para la libertad acadmica. Aunque el IEP y sus historia

    dores tuvieron, en general, una posicin critica al rgimen militar desde la

    izquierda, el contexto a nteriormente citado los favoreci. En cambio, a fines de

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    5/18

    142

    la dcada de 1980, el pas estaba abrumado por la crisis econmica y poltica.

    Esta ltima se expresaba no solo en Sendero Luminoso y la dictadura civil de

    Alber to Fujimori, sino en las grandes dificultades que experimentaba el que

    hacer cientfico en general y el alejamiento de los donantes del pas, circuns

    tancias que minaron las investigaciones grupales, el dilogo entre los cientfi

    cos y el financiamiento de nuevas investigaciones. Ms an, el neoliberalismo

    aplicado en la versin de Fujimori produjo en la sociedad el individualismo y la

    intimidacin, segn la cual cada uno deba ocuparse de s mismo y no del bien

    com n para subsistir. Esta tendencia percol en tre los cientficos sociales y susorganizaciones. El Per se fue convirtiendo en un pas donde haba cientficos

    e instituciones cientficas pero no haba comunidades cientficas, ni mucho

    menos una poltica de apoyo estatal a la investigacin cientfica.

    En ese momento, el IEP como institucin tuvo mayores dificultades en

    mantener internamente un rea de historia y muchos his toriadores as como

    otros investigadores del IEP y del pasacabaron migrando a otras profesio

    nes, a otras instituciones e, inclusive, a otros pases. De todos modos, el IEP

    sigui publicando valiosos libros de historia y alentado algunas iniciativas hs-

    toriogrficas puntuales y valiosas.

    LA HISTORIA EN.LOS ORGENES DEL IEP

    El funda dor y primer direc tor del IEP, el antrop logo Jos Matos Mar, era un

    gran aficionado a la historia, as como lo eran otros fundadores como Luis

    E. Vatcrcel y Jos Mara Arguedas, que imaginaron la institucin como un

    centro de investigacin sobre la trayectoria y multiplicidad de los problemas

    sociales y econmicos del pas, entre los cuales estaba el origen de la oli

    garqua y la persistencia de las comunidades indgenas que no haban sido

    asimiladas a una economa capitalista.4En casi todos ellos haba una eclctica

    combinacin de criticas tanto al dualismo de la teora de la modernizacin

    como a la teora de la dependencia con un tipo de marxismo que le daba

    relevancia a las estructuras econmicas y a conceptos como el de enclave

    para describir las inversiones de capital extranjero en actividades de exporta

    cin de materias primas. Este concepto acentuaba la idea de un pas desarticulado, donde los sectores modernos no tenan eslabonamientos ni creaban

    un efecto multiplicador en los sectores pobres. Asimismo, se consideraba que

    4. Osterling, Jorge; Hctor Martnez, Tefilo Altamirano; Henry Oobyns, Paul Doughty. Benjamn Orlove, Henning Sverts, William Sten y James Wallace. Notes for a H story of

    Peruvian Social Anthropology. 1940-1980. En Current Anthropology.vol. 24. n.s 3.1983.pp. 343-360.

    La HISTORIA 06 LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUOIOS PERUANOS

    estos ltimos eran objeto de dominacin de una lite de la que era difcil

    liberarse. Ello, a su vez, explicaba la rigidez y poco cambio de las estructuras

    de la sociedad, una perspectiva comn en los movimientos polticos progre

    sistas como el que estuvo relacionado con el IEP en sus inicios, fervientes

    creyentes en el desarrollismo.

    Por otro lado, Arguedas tena una notable trayectoria como investigador

    de una antropologa que dialogaba con la historia, como lo demuestra su

    rol en la identificacin del famoso mito de Inkarri. Matos mantuvo su intersen la historia durante los varios aos en que fue director, como lo atestigua

    una carta de 1982 que le escribi al presidente de la Fundacin Rockefeller,

    en la que le explicaba las diversas investigaciones sincrnicas y diacrni-

    cas del IEP que se basaban en el siguiente supuesto: (...) una adecuada

    comprensin de los problemas contemporneos requiere la reflexin hist

    rica porque se reconoce la presencia del pasado en instituciones y procesos

    contemporneos.5 De igual manera, el primer captulo de su renomb rado

    libro El desborde popular (1984) es un buen resumen de la perspectiva his

    trica que fue formando desde mediados de la dcada de 1960 hasta fines

    de los aos setenta.

    Al mism o tiemp o, los fundadores del IEP buscaron una nueva versin del

    indigenismo, as como del reconocimiento de la multiplicidad y complejidaddel pasado andino en el presente. Esta perspectiva la cultiv Valcrcel en la

    Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) desde que, en 1946, cre

    y dirigi el Instituto de Etnologa y Arqueologa (en el que se formaron algu

    nos de los investigadores del IEP como Matos que fue su primer graduado en

    1948). En parte por sus orgenes provincianos. Matos Mar, Valcrcel y Argue

    das le daban importancia al estudio de la historia ocurrida fuera de Lima. Esta

    tendencia tambin era parte de una visin integral de las ciencias sociales en la

    que ellos crean que estas deban dialogar entre ellas y con el presente. Algu

    nos investigadores de los primeros aos intentaron incorporar, con relativo

    xito, una perspectiva histrica en sus publicaciones. Por ejemplo, muchos de

    los primeros trabajos antropolgicos, sociolgicos o lingsticos trataban de

    los antecedentes histricos del tema estudiado, a pesar de que sus autores notuvieran una form acin histrica.

    5. Jos Matos Mar a Richard W. Lyman, Lima. 30 de marzo de 1982. Rockefe ller Archiv es

    Centre.

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    6/18

    Ma r c o s C ueto

    144

    HERACLIO BONILLA Y LA HISTORIA EN EL IEP

    Con el ingreso al IEP del historiador Heraclio Bonilla en julio de 1970, se inici

    formalme nte una lnea de investigacin y un grupo de historia en la institucin.

    Previamente, Bonilla haba estudiado antropologa en la UNMSM y gradun

    dose a mediados de la dcada de 1960 con un trabajo sobre las comunidades

    campesinas de Chancay, realizado bajo la supervisin de Matos.6 Posterior

    mente, Bonilla estudi en la prestigiosa cole de Hautes tudes en Scien

    ces Socialesde Pars con estrellas de la historia e conm ica c omo Pierre Vilar

    y Ruggiero Romano. Durante este periodo conoci al entonces estudiante

    Nathan Wachtel, que aos despus pblico libros fundamentales que resal

    taban la visin de los conquistados indgenas sobre la de los conquistadores

    europeos.7 Desde entonces estuvo influen ciado por la Escuela de los Anales,

    una de las principales corrientes historiogrficas d el siglo XX. Fue fundada por

    los historiadores Luden Febvre y Marc Bloch en 1929, y su nombre se debe a

    la publicacin de la emblemtica revista francesaAnnales d histo ire co no-

    mique et sociale.La Escuela de los Anales se asoci a estudios holisticos que

    buscaban integrar el anlisis de los acontecimientos polticos del pasado al

    contexto econmico, sociolgico y hasta geogrfico en que haban ocurrido.

    El ao de 1969 lo pas Bonilla en Inglaterra, principalmente en la Universidad de Oxford, donde hizo amistad con cientficos sociales notables como

    Eric Hobsbawm, Perry Anderson y Eward Thom pson, que impulsaron una his

    toria social que se apoyaba acentuadamente en el marxismo para dar cuenta

    de los grandes momentos de cambio y continuidad en los siglos XIX y XX. En

    el caso especfico de Thompson, adems, se trataba de resaltar el papel sub

    jetiv o por ejemp lo, el de los discursos en la fo rma cin de la conciencia

    de clase de los proletarios, con lo que se intentaba superar el supuesto de

    que esta clase estaba solo definida por factores econmicos. Es importante

    destacar que, en 1962, Hobsbawm haba estado en el Per, donde conoci

    a Arguedas y se interes en la rebelin de los campesinos en el valle de la

    Convencin del Cuzco (durante ese ao se produjo la toma de tierras de las

    haciendas encabezada por Hugo Blanco), un tema sobre el cual publicaraun artculo aos despus.8Tambin en Inglaterra. Bonilla tuvo co ntacto con

    6. Bonilla. Heraclio. Las comunidades campesinas tradicionales del valle de Chancay. Lima:Museo Nacional de la Cultura Peruana, 1965.

    7. Wachtel, Nathan. Sociedad e ideologa: ensayos de historia y antropologa andinas. Lima:IEP, 1973.

    8. Hobsbawm, Eric. A Case of Neo-Feudali sm: La Convenci n, Per. EnJournal of LatnAmerican Studies.vol. 1, n.s 1,1969, pp. 31-50.

    Lah i s t o r i adel ah is t o r i aen el In s t i t u t o de Estud ios P eruanos

    historiadores latinoamericanos notables como el historiador Tulio Halperin

    y el terico marxista e historiador Ernesto Laclau, ambos argentinos, entre

    otros. Gracias a una visita del soci logo Anbal Quijano a Inglaterra y una con

    versacin con l, se convenci de que deba regresar al Per para seguir desa

    rrollando su carrera profesional.

    La formacin de Bonilla, centrada en lo econmico y en el estudio de las

    fuentes extranjeras (hasta entonces poco exploradas), p ermiti el lanzamiento

    en el IEP de ambiciosos proyectos comparativos en el rea andina que tuvie

    ron una resonancia internacional. Para entonces, el IEP ya haba recibido por

    periodos cortos a destacados historiadores extranjeros como el ingls John

    Fisher de Liverpool, especialista en el periodo colonial tardo, quien haba

    estado antes con el historiador Pablo Macera en la UNMSM. Sin embargo,

    Fisher encontr acartonado el ambiente de esa universidad y descubri que

    existan ms debates acadmicos y perspectivas de publicacin de sus obras

    en espaol en el IEP. De hecho, hacia comienzos de la dcada de 1970, la auto

    noma de los investigadores sociales en las universidades pblicas peruanas, y

    en menor medida las privadas, se redujo significativamente por las interven

    ciones del rgimen mil itar a travs de una ley que inten t y en parte cons i

    guireorganizar com pletame nte la estructura acadmica. Ello se debi a la

    creciente influencia de grupos de ultraizquierda entre los gremios estudianti

    les, que reclamaban definiciones ideolgicas de sus profesores.

    Aunque hub o miembros fundadores del IEP que participaron en las refor

    mas de los militares, como Augusto Salazar Bondy que jug un rol funda

    mental en la reforma educativa, la posicin de la mayora de los miembros

    de la institucin hacia Velasco fue de cierta independencia y flexibilidad, y

    vari desde el apoyo crtico hasta la crtica desde la izquierda. Asimismo, haba

    la conviccin de que los resultados de las investigaciones deban discutirse

    libremente y publicarse, algo que diferenciaba al IEP de las universidades de la

    poca. Fueron precisamente estas caractersticas similares a las que existan

    en los ambientes acadmicos europeos y norteam ericanos lo que hizo del

    IEP un centro atractivo para los historiadores extranjeros que pasaban una

    temporada en el Per. Gracias a ello, en los aos siguientes se fue formando

    una estrecha relacin con historiadores norteamericanos y europeos, perua-

    nistas y andinistas, como Karen Spalding, Peter Klaren, Paul Gootenberg, Her-

    bert S. Klein, Frank Salomn, Steve Stern, Mark Thurner, Ascensin Martnez,

    Antonio Acosta, Ana Mara Presta y Pilar Garca Jordn, en tre otros (que fueron

    convencidos por Bonilla o Carlos Contreras este ltimo director de publica

    ciones en diversos consejos directivos de pu blicar sus libros en el IEP).

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    7/18

    M a r c o sC ueto

    Entre las primeras personas en ser reclutadas por Bonilla para el IEP estu

    vieron Karen Spalding y Baltazar Caravedo (aunque antes Bonilla haba traba

    jado con Alberto Flores-Galindo y Manue l Burga). Spald ing conoca el Per

    desde fines de la dcada de 1960 por las investigaciones de su tesis de doc

    torado sobre la vida indgena en el Huarochr colonial, defendida en la Uni

    versidad de Berkeley, y particip, junto con otras dos mil personas, en el XXXIX

    Congreso Internacional de Americanistas que organizo el IEP en 1970 (el pre

    sidente de honor del congreso fue Valcrcel y el presidente en e jercicio Matos

    Mar). Aunque la tesis no se public como libro hasta muchos aos despus,

    Spalding desarroll en el IEP un traba jo innovado r sobre los cambio s en las

    sociedades campesinas coloniales que apareci como libro a mediados de

    la dcada de 1970.9Por su parte, Caravedo haba estudiado economa en la

    Pontificia Universidad Catlica del Per (PUCP) entre 1969 y 1972, y llevado

    cursos tanto con Bonilla como con Flores-Galindo. Fue asistente de Bonilla en

    un trabajo de revisin de los poco explorados boletines del Cuerpo de Inge

    nieros de Minas y en el anlisis de las series de produccin minera del Per.

    Bonilla le sugiri ingresar a trabajar al IEP, luego de graduarse de bachiller en

    Economa, lo que hizo en 1975.10*Otros asistentes que haban llegado poco

    antes para estudios en antropologa com o Christine Hu nefeldt (que recibi su

    doctorado en historia pocos aos despus en la Universidad de Bonn) tam

    bin se incorporaron al grupo que Bonilla iba formando. El hecho de que

    Bonilla nunca dejase de ser profesor en la PUCP (lleg al departamento de

    Economa gracias a Richard Webb) y en la UNMSM le permiti reclutar estu

    diantes de talen to que realizaran carreras destacadas en el IEP.

    El nfasis en la historia econmica fue producto, en parte, de la misma

    formacin de Bonilla en Europa. Era un tipo de historia econmica diferente

    a la que surga en los Estados Unidos, con la cliometra, que enfatizaba el uso

    de bien organizadas bases de datos y de complejas operaciones estadsticas

    como las regresiones mltiples. La influencia de la historia econmica pro

    vena tambin del marxismo, segn el cual la estructura econmica de una

    sociedad converta en epifenmenos intrascendentes todo los otros aconteci

    mientos del pasado. Adems, algunos historiadores crean que en el Per, conla monumental historia republicana de Jorge Basadre (quien en 1968 haba

    9. Spalding, Karen. De indio a campesino: cambios en la estructura social del Per colonial.Lima: IEP, 1974. La tesis de docto rad o de Spalding para la Universidad de Cali fornia, Ber

    keley, se titul Indian rural society in colonial Per: the example of Huarochr (1967) yse public como Huarochiri, an Andean society under Inca and Spanish rule.Palo Alto:Stanford University Press, 1984.

    En 1976. Caravedo publicara con el IEPsu Burguesa e industria en el Per (1933-1945).

    tu

    10.

    La h i s t o r i ade.a h i s t o r i aen el In s t i t u t o oe E s t u d i o s P eruanos

    completado la versin definitiva sextade su Historia de la Repblica),ya se

    haba hecho bastante historia poltica. Esta era una historia que aunque nadie

    se atreva a decirlo en pblico era considerada enciclopdica y descriptiva.

    Por ejemplo, careca de bibliografa y de referencias (aunque para subsanarlo

    Basadre se encarg de publicar a comienzos de la dcada de 1970 dos sus

    tanciosos volmenes que sustentaban sus afirmaciones e interpretaciones).11

    Una ltima razn que explica la importancia dada a la historia econmica

    entonces tiene que ver con el contexto. El gobierno de Velasco asegurabaque estaba forjando la segunda emancipacin del Per: la econmica. Ello

    representaba una oportunidad nica para analizar el problema del cambio

    y la continuidad, siempre esencial para los historiadores, y que este anlisis

    fuese parte de un debate nacional; ms an si el momento poltico pareca

    contradecir uno de los hilos centrales del pensamiento de Basadre, es decir,

    que el Per haba interrumpido su desarrollo social, poltico y econmico por

    el predominio de la anarqua y la arbitrariedad durante regmenes autoritarios

    de coroneles y generales. Este supuesto lo llev a criticar los periodos que

    denomin primero, segundo y tercer militarismo (el primero se inau

    gur poco despus de la Independencia y se caracteriz por la lucha entre

    los caudillos militares; el segundo sucedi a la derrota en la guerra con Chile

    a mediados de la dcada de 1880; y el tercero se inic i con la cada de Legua 147a fines de la dcada de 1920).

    De esta manera, la serie Estudios Histricos fue inaugurada en 1972 con el

    libro del socilo go Ernesto Yepes, profesor de la Universidad Nacional Agraria

    La Molina, que mejor su tesis universitaria para producir: Per. 1820-1920:

    un siglo de desarrollo capitalista. Este audaz estudio era una revisin critica

    del primer siglo de la historia peruana republicana, que como su ttulo sugiere

    era escrito desde una perspectiva marxista para la que eran fundamentales

    las tendencias de las estructuras y el legado colonial ms que la crnica de

    eventos y personajes especficos.

    En el mismo ao y en esta misma serie, apareci la provocativa colec

    cin de ensayos La independencia en el Per(1972), organizada por HeraclioBonilla y Karen Spalding. Este xito editorial inmedia to sign ific una verdadera

    ruptura con la historiografa tradicional peruana, al cuestionar las versiones

    oficiales del inicio de la repblica que asuman que este era producto de una

    conciencia nacional mestiza y al resaltar el contexto internacional en que se

    i. Basadre, Jorge. Introduccin a las bases documentales para la historia de la Repblica delPer con algunas reflexiones.2 vols. Lima: Ediciones P. L. ViUanueva, 1971.

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    8/18

    M a r c o s C ueto

    148

    dio, en el que habla crecido la injerencia del imperialismo britnico y se haba

    opacado el podero espaol, y en el que la invasin francesa napolenica a

    Espaa en 1808 desat cambios polticos en sus colonias (con estudios de

    Tulio Halperin, Pierre Chaunu. Pierre Vilar y Eric Hobsbawm). Fue una res

    puesta crtica a las trompetas triunfalistas de los ensayos que acompaaban

    los documen tos de la Comisin Nacional del Sesquicentenario de la Indepen

    dencia del Per, cuyos textos reunidos en ms de ochenta volmenes eran,

    sin embargo, valiossimos.

    Bonilla y Spalding h icieron clebre con este libro la tesis de que la procla

    macin de la independencia fue concedida o importada por los soldados

    argentinos y venezolanos de San Martn y Bolvar que necesitaban acabar con

    el ltimo reducto del poder espao l en Sudamrica, ms que resultado de los

    esfuerzos propios de los peruanos. Ello sugera el carcter elitista del origen

    y posterior celebracin de julio de 1821, una fecha simblica para la historia

    oficial. Segn el libro del IEP, en ese ao no se haba materializado el triunfo

    de algn proyecto nacional que incluyese los sectores populares y superase

    la pesada herencia colonial. En parte, por ello, la discriminacin en contra de

    los indgenas en las primeras dcadas de la repblica se mantuvo o acentu.

    Segn el libro, los criollos limeos quizs queran liberarse de los peninsula

    res espaoles pero tenan, ms bien, temor a los indgenas especialmente

    luego del levantamiento de Tpac Amaru de fines del siglo XVIIIy buscaron

    que en la indepe ndencia se diese una nueva forma de c ontrol sobre estos.

    A pesar de que la noci n de indep endencia concedida acab generando

    un debate periodstico en el que los argumentos histricos estuvieron ausen

    tes, es importan te sealar que el supuesto e nfrentamie nto entre el libro y las

    celebraciones del rgimen militar no eran tan agudas. En ltima instancia,

    ambos grupos criticaban el carcter dubitativo de la lite econmica peruana

    que para Bonilla y Spalding se haba acomodado a una realidad econmica

    y poltica impuesta desde afuera, como segn ellos lo hara muchas veces

    despus y como segn los militares lo haba hecho hasta antes del golpe que

    dieron en 1968. Por otro lado, a pesar de que esta idea fue controversia! entrelos historiadores, contribu y a fortalecer una nocin que se hizo por entonces

    popular entre los grupos de izquierda: el Per era una sociedad con una clase

    domina nte pero que no era dirigente y que careca de un proyecto integral de

    desarrollo de la sociedad.

    Asimismo, aparecieron estudios fundamentales de Bonilla en 1974 (Guano

    y burguesa, de 1974, en parte basado en su tesis presentada en Pars) y. a

    La h is t o r i ade l a h i s t o r i aenel In s t i t u t o oe E stuoios P eruanos

    partir de 1975, los cuatro volmenes de informes consulares britnicos entre

    1975 y 1977, que l se haba encargado de com pila r cuidadosamente.12Casi al

    mismo tiempo, los historiadores Jos Luis Rnique y Jos Deustua trabajaron

    bajo la batuta de Matos en un gnero poco explorado en el IEP: la biogra

    fa. Hacia 1978, recopilaron, ordenaron y reescribieron los materiales de las

    Memoriasde Luis E. Valcrcel.13Al term inar ese proyecto , Rnique trabaj con

    Julio Cotler en un estudio sobre desarrollo poltico en el rea andina.

    Gracias a la habilidad y legitimidad de los proyectos histricos de Bonilla,

    se obtuvo donaciones del exterior c om o las de la Tinker Foundation para rea

    lizar investigaciones sobre conflictos en comunidades de Ayacucho y las de

    la John Simn Guggenheim para estudiar la economa poltica del arrieraje.

    Adems, cuan do el apoyo de la Ford e mpe z a llegar con cada vez mayor

    regularidad (con los aos seria fundamental para el IEP y quedara claro que

    se concentrara en ciencia poltica y sociologa). Bonilla lleg a recibir ayuda

    de la Ford para estudiar el devenir de los mineros de Julcani, en Huancavelica,

    y realizar una pasanta en la facultad de Economa de Cambridge, Inglate

    rra. Sin embargo, tamb in h ubo trop iezos. Por ejemplo, se frustraron intentos

    de que el IEP participase en dos proyectos coordinados desde el extranjero:

    uno dirigido por el historiador italiano Marcello Carmagnani, que analizara la

    construccin de ferroca rriles en Amrica Latina; y otro encabezado por el his

    toriador sueco Magnus Mrner, que abord los cambios en la sociedad rural

    del Cuzco entre los siglos XVIII y XX.

    LA IMPORTANCIA DEL MERCADO INTERNO Y DE LAS FUENTES

    En relacin con lo que hadan los historiadores en los primeros aos de la

    dcada de 1970 es necesario destacar otro paradigma historiogrfico con

    centrado en los mercados y circulacin local de mercancas. A pesar de que

    algunas de las proposiciones de este segundo paradigma cuestionaban la

    importancia asignada por Bonilla al mercado internacional, l tuvo la visin de

    alentar este paradigma, probablemente porque lo consideraba complemen

    tario al que haba contribuido a forjar. Este nuevo paradigma consista en elenfoque en el mercado intern o colo nial y se desarroll a partir de un proyecto

    12. De Bonilla como autor o editor, vanse algunas de sus obras de los setenta: Guano y bur

    guesa en el Per.Lima: IEP, 1974; El minero de tos Andes: una aproximacin a su estudio.

    Lima: IEP. 1974. Los informes de los cnsules aparecieron en varios volmenes titulados

    Gran Bretaa y el Per. 1826-1919. 5 vols. Lima: IEP. 1975-1977.

    13. Valcrcel, Luis E. Memorias.E dicin de Jos Matos Mar, Jos Deustua y Jos Luis Rnique.

    Lima: IEP, 1981.

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    9/18

    Ma r c o s C ueto

    sobre la historia de la minera. El proyecto examin el impac to local que tuvo la

    produccin de plata, una mercanca crucial en la sustentacin de la economa

    colonial y de buena parte del primer siglo republicano. En este proyecto, as

    como en el nuevo paradigma, tuvo un rol de liderazgo el historiador argen

    tino Carlos Sempat Assadourian, quien cont con la participacin de Jos

    Deustua, Carlos Contreras, Margarita Surez y, por un breve perio do, el desa-

    paiecido prematuramente Alfonso Quiroz. Tambin lleg, algo despus de

    iniciado el proyecto, Luis Miguel Glave con una visin compleja y novedosa

    del desarrollo econmico y cultural del sur andino, forjada durante los aosen que fue investigador del Centro Bartolom de las Casas en el Cuzco.

    Carlos Sempat Assadourian, quien estuvo en el IEP entre 1973 y 1975, arrib

    al Per con una importante experiencia de investigacin en la historia colo

    nial, iniciada en su Crdoba natal a mediados de la dcada de 1960. Desde

    una perspectiva internacional ya haba analizado asuntos complejos como la

    nocin de modo de produccin y el comercio de esclavos. Por problemas

    polticos y universitarios en su pas, Assadourian parti a Chile, donde perma

    neci bsicamente en los aos de la presidencia de Salvador Allende (1970-

    1973); luego tu vo que salir por el go lpe del general P inochet (despus del Per

    concluy su carrera en Mxico, donde empez a vivir desde 1975).150

    Durante su estancia en el IEP formul el enunciado central de su paradigma sobre el mercado interno andino en el contexto colonial, que se enfo

    caba en cmo las redes econmicas coloniales locales tuvieron interacciones

    interregionales a travs de los virreinatos y que sostena que el nfasis en el

    mercado internacional era unilateral y equivo cado.14**Segn Assadourian. se

    haba formado un mercado interno colonial desde el siglo XVI por los efectos

    de arrastre del principal puerto del Pacfico, en el Callao, y por su interac

    cin con el principal centro productor de plata. Potos. Este centro minero

    no deba ser entendido como un mero enclave dependiente del exterior, que

    generaba a su alrededor modos de produccin semifeudal, sino como un

    elemento de cambio en la economa agraria. Una propuesta que daba mayor

    protagonismo a agentes econmicos provinciales como los comerciantes,

    mediadores entre diversas producciones realizadas entre las economas inter-

    14. Assadourian. Carlos Sempat. El sistema de la economa colonial: mercado interno, regiones y espacio econmico.Lima: IEP. 1982. El siguiente ao esta obra fue publicada conel mismo titu lo por la editorial Nueva imagen en Mxico. Se debe consignar tambin deeste autor (con la colaboracin de Bonilla. Mitre y Platt) su Minera y espacio econmicoen los Andes, siglos xvi-xx. Lima: IEP. 1980. Posteriormente public, en Mxico, un libroqje fue una coedicin con el iP: Transiciones hacia el sistema colon ial andino. Mxico,D. F.: El Colegio de Mxico/Fideicomiso Historia de las Amricas/Lima: IEP. 1994.

    ranfcwiiwwrv.' t: w__...................

    La h is t o r i aoe l ah i s t o r i aenel I n s t i t u t o oe E s t u d i o s Peruanos

    as, y entre estas y tas de la metrpoli . Adems, Assadourian hacia uso, ju nto a

    otros historiadores de entonces, de nuevas fuentes como las actas notariales,

    la correspondencia entre comerciantes y los procesos judiciales. Esto no sig

    nificaba que despreciara el valor de la informacin cualitativa y oficial como la

    consignada en tos registros de cronistas y de viajeros, y los informes oficiales.

    Otra actividad en el rea de historia del IEP de comienzos de la dcada

    de 1970 fue la generacin y uso de colecciones novedosas para la historia

    econmica. Ello ocurri, en gran parte, gracias al economista e historiador

    espaol Joan Martnez Alier, becario investigador del St. Antony's College dela Universidad de Oxford a fines de la dcada de 1960. l estuvo en el pas

    por diferentes temporadas en los aos de 1971 y 1972, interesado en conocer

    de cerca las reformas del gobierno de Juan Velasco Atvarado que llamaban

    la atencin mundialmente y porque hacia 1969 conoci en Oxford a Bonilla.

    Aunque Martnez Alier no permaneci por mucho tiempo en el pas, tuvo

    un papel de liderazgo en el rescate de la documentacin de las haciendas

    expropiadas por los militares a partir de la reforma agraria de 1969. Para

    ello consigui el apoyo de fundaciones norteamericanas, especialmente

    del Social Science Research Council y de la Fundacin Ford. Martnez Alier

    y Bonilla convencie ron a estas institu cione s de que uno de los principales 151

    problemas de la reforma agraria era la sorda resistencia de los hacendadosque se manifestaba en la lentitud en el cumplimiento de las disposiciones

    legales. Segn ellos, esta lentitud y resistencia estaban vinculadas al hecho

    de que los latifundistas no queran entregar sus archivos administrativos. Al

    mismo tiempo argumentaron que el tener esa memoria de las haciendas era

    fundamental para comprender la magnitud del cambio que significaba la

    reforma y comprender los antecedentes de los abusos contra el campesinado.

    Ms especficamente, Martnez Alier y Bonilla establecieron vnculos con el

    presidente del Tribunal Agrario y el director del Sistema Nacional de Apoyo

    a la Movilizacin Social (SINAMOS) para que la entrega de los archivos ayu

    dase a agilizar la reforma, y el espaol estuvo directamente relacionado con la

    obtencin, proteccin y elaboracin de catlogos de documentos de hacien

    das y organizaciones como la Sociedad Nacional Agraria y la Asociacin deGanaderos. Es importante reproducir la vivida descripcin de Martnez Alier

    de cmo llego a una de las primeras colecciones, una tarea en que lo acom

    pa un notable historiador ingls:

    Con Hobsbawm... fuimos a Huancayo y a las oficinas de la Ganadera delCentro (que se estaba convirtiendo en SAIS (sociedad agrcola de inters

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    10/18

    Ma r c o s C ueto

    social) Cahuide). Encontramos un armario Heno de correspondencia, p

    parte marcada confidencial, y documentos contables, lo leimos all mismoi

    era correspondencia entre Barreda y Laos y sus ingenieros en Laive. Ac-;

    palca etc., explicando la cria de ovejas !...) la matanza de 1947 en Chofi-

    gos Altos... De ah. Guillermo Figallo (presidente del Tribunal Agrario] (cortf

    intervencin de Heraclio Bonilla) nos hizo una carta que podamos recoger

    archivos de haciendas para formar un archivo. Interpret que la expropia

    cin de enseres inclua los papeles... Yo flet un camin con los papeles U)'

    Inici alm ente e so fue al IEP.15

    Asimismo, es interesante deducir de la siguiente cita como Martnez Alief.

    perciba su rol como el de alguien que sobre to do ayudaba a crear un espaci;

    para la investigacin profesional en historia, que podra sobrevivir a los ata

    ques o indiferencias de las autoridades actuales o pasadas. En una carta a un

    directivo de una fundacin norteamericana explicaba:

    El Archivo, entonc es, n o corre ningn riesgo, desde mi punto de vista, de -

    escapar al control acadmico, a pesar que esto no ha sido institucionalizado

    todava por una ley U) es mejor mantener las cosas tranquilas hasta que,

    muy pronto, se haga tan grande y tan conocido en el exterior, y los catlo

    gos tan voluminosos y con una apariencia tan cientfica, que los hipotticos

    enemigos del archivo, ya sea hacendados, generales o administradores de

    las exhaciendas queden c onfu ndid os y derrotados. 16

    Los fondos que llegaron del exterio r para esta tarea de organ izar los pape

    les agrarios, apenas un par de miles de dlares, fueron canalizados por el IEP,

    y este fue considerado un momento como un posible repositorio permanente

    para conservarlos, posibilidad que fue desechada para buscar un centro de

    documentacin especfico. Esos fondos permitieron que materiales valiosos

    no se perdieran o fuesen vctimas del fuego y constituyeran un centro de

    docum entacin agraria despus llamado Archivo Agrario. Gracias al apoyo

    de Pablo Macera, el material inicialmente depositado en el IEP fue a un primer

    local en un edificio de la UNMSM en el distrito del Rmac, donde gracias al

    trabajo de estudiantes de historia voluntarios y la denodada labor de jve

    nes historiadores como Lorenzo Huertas (quien estaba de sabtico por su

    15. Correo electr nico de Joan Martnez Alier a Marcos Cueto, 9 de diciem bre de 2014.

    16. Traduccin espaola del origina l ingls: The archive, then. runs no risk whatever. in myview, of escaping academic control, although it has not yet been institutionalized by law(...) it is better to keep things quiet until, in a very short while. the project gets so big and sowetbknown abroad, and the catalogues so thick and scientific looking, that the hypotheti-cal enemies of the archive, be they landowners, generis or administrators of exhaciendas,become confunded and defeated (carta de Juan Martnez Alier, del 6 de noviembre de1972, a Bryce Wood. Documentos det rea extranjera del programa de becas del SocialScience Research Council, bajo el ttulo de Papers from Peruvian haciendas, entrada 2,caja 26, carpeta 3086, Rockefeler Archive Center).

    Lah is t o r i aoe l ah is t o r i aen el In s t i t u t o oe E stud ios P eruanos

    Universidad en Ayacucho) y, sobre todo. Hum berto Rodrguez Pastor, se orga-

    y^f.nrz este fondo documental en un centro de documentacin agraria que, con

    J f^ e l tiempo, se vinculara al Archivo General de la Nacin. Ello ocu rri al mismo

    jf ^ je m p o que se p rofesionali zaban e institu cionaliza ban los archivos dep arta -

    / S mentales que abrieron nuevas y ricas fuentes para el estudio del pasado, sobre

    todo el rural, y tambin se producan mejoras en los archivos del pas (en 1972

    ;||se reform el Archivo Nacional, una denominacin que persista desde 1861.

    ' 0r 7 se cre el Archivo General de la Nacin, co n poder de supervisin sobre losarchivos departamentales).'vSJMp':'m

    m

    Los materiales agrarios fueron tiles para varios investigadores del IEP, del

    |S::;..-Per y del extranjero. Entre los primeros que hicieron uso de ellos estuvo el

    : ^ :. .rnismo Martnez Alier, quien trabaj sobre los huacch illeros. Su nombre es la

    denominacin que daban los hacendados andinos a tos pastores de las ovejas

    Mi|:ms pobres o abandonadas, que vienen a formar parte de lo que se conoce

    SW.como ganado wakcha.El trabajo sobre los huacchilleros se concentr en el valle

    del Mantaro desde 1930 y fue, primero, una ponencia que se present en even-

    :|$|$hos de historia econmica de la poca y, luego, se public como libro en 1973.

    m p -Esta obra bien puede ser considerada la primera de una serie de trabajos

    sobre la resistencia de los actores subalternos y la forma en que las clases^Impopulares hicieron poltica en el pasado con autonoma de las preferencias

    v^ .d e los hacendados.17Se conc entr en la descripcin y el anlisis del prota go-

    nismo de los pastores al ser despojados por una poderosa empresa ganadera

    del centro. Asimismo, gracias a Martnez Alier y a Bonilla estuvo en el IEP, a

    j' fme dia dos de 1971 y vin cula do al p royecto de o rgan izacin de los materiales

    Sffed 13$haciendas, el conn otad o histo riador ingls Eric Hobsbawm. quien estu-

    di las invasiones de haciendas, sobre todo la larga lucha de la comunidad

    IM^'Huasicancha con la hacienda Tucle, y escribi un articulo al respecto en una

    ^-p res tigio sa revista inglesa.18

    En otras palabras, en la dcada de 1970, al mismo tiempo que algunos

    jb historiadores del IEP enfati zaban las estru ctura s y analizaban aspectos nove -

    dosos de la relacin econmica del Per con el mercado mundial, como

    . ;;-'X Bonilla, o form ulab an nuevos paradigmas de la historia econ mica que

    le daban mayor relevancia a los actores locales, como Assadourian, otros

    17. Thurner. Mark. Peasant Polltics and Andean Haciendas in the Transition to Capi talism: AnEthnographic History. En Latn American Research Review,vol. 28, n.3.1993, pp. 41-82.

    18. Hobsbawm, Eric. Peasant occupation. En Past and Present. n.62, vol. 1,1974 pp 120-152.

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    11/18

    M a r c o sC ueto

    154

    historiadores daban importancia a los actores sociales populares, y, a partir

    del lEP, creaban nuevas fuentes para el estudio de la historia del pas. Como

    lo sugiere un breve compendio sobre el Per de fines de la dcada de 1970.

    titulado Nueva historia general del Per, el pas estaba experimentando

    entonces cambios imp ortantes en su historiogra fa.19

    Es cierto que no todo en esta compleja revolucin historiogrfica de

    comienzos de la dcada de 1970 en el Per puede atribuirse al IEP. En verdad

    comprenda diversos historiadores y publicaciones. En un periodo de cinco

    aos (de mediados de la dcada de 1970 a comienzos de la de 1980). se rea

    lizaron estudios y publicaciones fundamentales dentro y fuera del IEP como

    el libro de Manuel 8urga, de inspiracin braudeliana, sobre Jequetepeque; el

    estudio de la movilizacin campesina en las rebeliones andinas (que iban ms

    all de lo analizado con la rebelin de Tpac Amaru, del antro plo go del IEP

    Jrgen Golte, titulado Repartos y rebeliones:la coleccin de captulos sobre

    Tpac Amaru que organiz Alberto Flores-Galindo; el inn ovador lib ro de Ne-

    son Manrique sobre las guerrillas caceristas en los aos finales de la guerra

    con Chile; y el novedoso estudio de Burga y Flores-Galin do sobre la Repblica

    Aristocr tica (entre otras pub licac iones histricas relevantes).20 Ms que un

    caso de excelencia en la periferia, fue un caso de circulacin internacional de

    ideas, libros y especialistas, donde los historiadores peruanos establecieron

    una relacin horizontal con sus pares del extranjero.

    De hecho, una generacin de historiadores andinistas norteamericanos,

    entre los que destacan Steve Stern, Florencia Malon y Brooke Larson (cuyos

    estudios fueron publicados en su versin en castellano por el IEP). estuvieron

    muy influenciados por estos trabajos del IEP e introdujero n en el debate histo-

    riogrfico peruano, con mayor coherencia, la diversidad de acuerdos entre las

    lites espaolas e indgenas durante el per iodo colonial, y el uso que los lide

    res indgenas y mestizos hicieron de los recursos legales oficiales, as como

    la nocin de la economa moral de los campesinos inspirada en las ideas

    del antes citado Thomp son y de James C. Scott y la nocin de los actores

    13. Aranibar, Carlos (ed.). Nueva historia general del Per: un compendio. Lima: Mosca Azul

    Editores. 1979.

    20. Burga. Manuel. De la encomienda a la hacienda capitalista: el valle del Jequetepeque delsiglo xvi al xx.Urna: lEP. 1976; Manrique, Nelson. Campesinado y nacin: las guerrillas indgenas en la guerra con Chile.Lima: Centro de Investigacin y Capacitacin. 1981: Burga.

    Manuel y Alberto Flores-Galindo. Apoge o y crisis de la Repblica aristocrtica. Urna: Ediciones Rikchay Per. 1984; y Golte. Jrgen. Repartos y rebe liones: Tpac Amaru y las contradicciones de la economa colonial. Lima: IEP. 1980.

    Lah istor iao l a h i s t o r i aen el In s t i t u t ooeE s t u d i o sP e ru anos

    subalternos de la historia.21El prime ro de estos concepto s aluda al hec ho de

    que las sociedades campesinas con bienes escasos tenan una regulacin y

    unos valores culturales en sus relaciones econmicas que no podan redu

    cirse a lo moneta rio sino a las percepcion es y discursos morales de l uso de

    la venta de bienes en tiempos de crisis. Los estudios de historia subalternos

    proponan estudiar los actores hasta entonces poco considerados en la his

    toria: los sectores populares que eran ms marginalizados que los proletarios

    debido a su raza, gnero, religin u orientacin sexual.

    Hacia inicios de 1980 existan proyectos, publicaciones y planes futuros

    de historia en el IEP que enfatizaban la historia econmica del siglo XIX. Otras

    caractersticas eran que los historiadores del IEP lean fluidamente ingls, fran

    cs y a veces otro idioma, y que asistan a congresos internacionales donde

    interactuaban horizontalmente con los lderes de la historia. Este hecho se

    manifest tambin en la efmera revista que Bonilla alent desde Lima, pero

    que tuvo una resonancia con tinenta l entre los especialistas; HISLA.subtitulada

    Revista de Historia Econmica y Social de Amr ica Latina.Esta empez a apa

    recer en 1983 con un consejo editorial en el que brillaban los mejores histo

    riadores mundiales de entonces. Igualmente clave en el reconocimiento del

    rol central, y no perifrico, que tenia la historia del IEP en las redes de historia

    econmica y social int erna ciona l fue la realiza cin en el IEP, en 1986, del Vil

    Simposio Internacional de Historia Econmica del Consejo Latinoamericano

    de Ciencias Sociales (CLACSO), titulado El Sistema Colonial en Mesoamrica

    y los Andes. Fue una reunin sobresaliente por la calidad de los debates y de

    los participantes, con ponencias de personalidades de la historia econmica

    latinoamericana como Ruggiero Romano, el francs Frangois Chevalier, los

    argentinos Enrique Tandeter y Juan Carlos Garvaglia, el nortea merica no Klein

    y el espaol Josep Fontana, entre o tros .22

    Formalmente, el lder del grupo de historiadores en el IEP era Bonilla, a

    pesar de que Assadourian dej una huella propia por la presencia de sus ideas

    21. Por ejemplo, Larson, Brooke. Indgenas, lites y Estado en la formac in de las repblicas

    andinas.Lima: IEP. 2002.

    22. Romano. Ruggie ro. Mcanismes de la conqute coloniale: les conquistadores. Pars; Flam-

    marion. 1972; Chevalier, Frangois. Formation des grands domaines au Mexique: terre et

    socit aux XVIe-XVIle sicles.Pars: Institut d'ethnologie, 1952; Enrique Tandeter. Trabajoforzado y trabajo libre en et Potos colonial tardo. Buenos Aires: Centro de Estudios deEstado y Sociedad. 1980; Klein. Herbert S. fue autor con John 0. Tepaske de la voluminosa

    obra Royal treasuries o f the Spanish Empire in America. Durham: Duke University Press.

    1982; Garavaglia. Juan Carlos. El mundo rural rioplatense a nes de la poca colonial: estudios sobre produccin y mano de obra.8ueno s Aires: Editorial Biblos, 1989; y Fontana.

    Josep. Historia: anlisis del pasado y proye cto social.Barcelona: Editorial Critica. 1982.

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    12/18

    M a r c o s C ue t o

    y su liderazgo en el tiempo que estuvo en la institucin. Otros historiadores'^

    jvenes del extra njero cont ribu yero n a ex tender los estudios de los dos ante- -

    riormente citados, aunque sus perspectivas se acercaban ms a las de Assa-'

    dourian. El historiador econmico boliviano Antonio Mitre y el antroplogo

    e historiador de Inglaterra, Tristan Platt, ayudaron a revelar el protagonismo.5

    poltico de los campesinos del siglo XIX. Ambos publicaron en Lima libros )>

    enteramente dedicados a Bolivia, hecho que signific una internacionaliza- %

    cin de los trabajos de historia del IEP.23

    El origen de la breve relacin de Mitre con el IEP se inici en una mesa

    verde realizada en 1978, donde present sus ideas de la vigencia de circuitos

    mercantiles regionales por los que circulaba la moneda boliviana con un dina

    mismo que contradeca la imagen de una depresin generalizada durante el

    siglo XIX. Bonilla lo anim a transforma r la charla en un captulo que hizo parte

    de un libro sobre el espacio econmico de la regin, publicado en 1980, del

    cual participaron tambin Assadourian y Platt (Minera y espacio econmico

    en los Andes, sig los XVl-XX). La tesis de la Universidad de Columbia de Mitre,

    donde haba sido alumno de Herbert S. Klein, fue publicada un ao despus

    con el sugerente titulo Los patriarcas de la plata: estructura socioeconmica

    de la minera boliviana en el siglo XIX,y se convirti en una referencia en la

    historiografa boliviana so bre el tema.24El trabajo de Platt, por su parte, exami

    naba cm o los c ampesinos bolivianos ejercieron con relativo xito su capaci

    dad de negociacin con el Estado republicano para seguir pagando el tributo

    solo a cambio del reconocimiento oficial de sus tierras. Ello cuestionaba la

    pasividad que se atribua a los campesinos andinos despus de la derrota de

    Tpac Amaru y explicaba m ejor el fracaso del liberalismo decimon nico que

    busco intilmente crear un m ercado de tierras.

    Investigadores de otras reas del IEP, como el economista Jos Mara

    Caballero quien desde 1978 era investiga dor de planta del IEP ampliaron

    su agenda de investigaciones hacia la historia, y eso se reflej en un trabajo

    fundamental de Caballero sobre la agricultura peruana antes de la reforma

    agraria.2SEl esfuerzo ms sobresal iente en este sentido fue el de Ju lio Cotler

    23. Mitre, Antonio. Los patriarcas de la plata: estructura socioeconmica de la minera boliviana en el siglo XIX.Lima: IEP, 1981; y Platt, Tristan. Estado boliviano y ayllu andino: tierraytributo en el norte de Potos.Lima: IEP 1982.

    24. Mitre, Antonio. The Economic and Social Strueture of Silver Mining in XiX Century Bolivia.Tesis de doctorado. Nueva York: Universidad de Columbia, 1977.

    25. Cabal lero, Jos Mara. Economa agraria de la sierra peruana antes de la reform a agraria de1969.Lima: IEP. 1981.

    La h i s t o r i ade l ah is t o r i aenel I n s t i t u t o oe E s t u o i o sP eruanos

    que escribi y public, en 1978, el renombrado ensayo de sociologa histrica

    titulado: Clases, Estado y naci n en e l Per.

    Hacia 1977 o 1978, Matos le pedia a Bonilla que publicara un libro y for

    malizara un rea de historia. La respuesta del historiador fue la publicacin en

    1980 de Un siglo a la deriva,que resuma buena parte de sus trabajos sobre

    el siglo XIX. Sin embargo, no institucionaliz el rea solicitada al interior del

    IEP. Adems, haba surgid o en el IEP otra lnea de investigacin his trica quese legitim por s misma (la etnohistoria), y la influencia de una fundacin

    norteamericana se hizo cada vez ms fuerte.

    LA FUNDACIN FORD Y EL IEP

    Sobre la Ford vale la pena hacer un alcance complementario a la discusin

    hstoriogrfica. A comienzos de la dcada de 1970, la Fundacin Ford cre una

    nueva unidad sobre Amrica Latina como parte de una divisin internacional

    en la que trabajaban funcionarios que haban vivido en Lima y eran amigos de

    investigadores del IEP como Abraham Lowenthal. l fue brevemente repre

    sentante de la Fundacin en el Per, editor del libro The Peruvian Experiment:

    Continuity and Change under Military Rule (1975) y, posteriormente, profe

    sor en Princeton y fundador del Programa Latinoamericano del prestigioso

    Woodrow Wilson Center, en Washington D. C. (donde llegaron a ser invitados

    como investigadores visitantes algunos miembros del IEP).

    Esta unidad de la Ford, con cinco oficinas regionales, una de las cuales

    comprenda a Per, Bolivia y Ecuador, realiz una donacin significativa para

    el IEP en 1971: 162.000 dlares. Ese monto se destin a la investigacin,

    entrenamiento y publicacio nes en ciencias sociales. En ese mismo periodo,

    solo otra institucin peruana super el monto recibido por el IEP: el Insti

    tuto Nacional de Planificacin con 177.500 dlares. La Facultad de Ciencias

    Sociales de la PUCP solo recibi en ese perodo 15.000 dlares (aunque, en

    otros aos, las donaciones de la Ford a la formacin e investigacin en cien

    cias sociales para dicha universidad fueron significativas).

    La Ford tena recelos de las universidades pblicas latinoamericanas y pre

    ferencia por las facultades de Ciencias Sociales de las universidades catlicas

    de Amrica Latina, as como por unos pocos centros privados de investiga

    cin como el IEP. Adems, la Ford tena un respeto a la libertad acadmica y

    supona que sus donaciones dejaran un legado si se concentraban en unos

    pocos centros de excelencia acadmica donde haba investigadores de pri

    mer nivel y que formaran parte de una red de conocimiento de la que fuese

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    13/18

    Ma r c o sCune

    parte el mundo acadmico norteamericano y europeo. Es pertinente agre

    gar que la misma Ford reconoca que. en la dcada de 1970, la gran mayora

    de cientficos sociales de las universidades pblicas era abiertamente hostil a

    cualquier apoyo privado o bilateral norteamericano, generalmente justificado

    en una ideolog a antiimperialista. El IEP y la PUCP fueron a veces injustamente

    tratados en el contexto peruano por recibir fondos de la Ford. En la dcada de

    1970, la oficina de Lima de la Ford se convirti en un punto neurlgico de la

    fundacin en la regin sudamericana porque gran parte de sus operaciones

    fueron limitadas o se cerraron en otros pases de la regin por causa de lasdictaduras militares.

    Tradicionalmente, la Ford haba apoyado los programas de planificacin

    familiar y la demografa en el Per hasta antes del gobierno militar pero el pro

    natalismo de los militares en el poder desde 1968 hizo despus muy difcil

    la existencia de estos programas. Casi al mismo tiempo, desde fines de la

    dcada de 1970, los programas de control de la natalidad fueron cuestiona

    dos en todo el mundo, sobre todo por su carcter compulsivo.

    A partir de comienzos de la dcada de 1970, los func iona rios de la Ford

    anunciaban con orgullo que haran un cambio radical en los programas que

    apoyaran en el exterior. Este cambio consista en un apoyo a la profesiona-

    lizacin y a la investigacin de calidad en las ciencias sociales, no solo a las

    que se consideraban ms desarrolladas en trminos de mtodos matemti

    cos o ms orientadas a polticas pblicas como la economa, la demografa

    y la ciencia poltica, sino a las que se denominaban, entre los funcionarios,

    soft social Sciences

    (ciencias sociales blandas) como la antropologa, la

    sociologa y, en menor medida, la historia. Esta era una visin amplia de las

    ciencias sociales que benefici al IEP.

    Al mismo ti emp o, c onform e avanzaba la dcada de 1970, los funcionarios

    de la Ford empezaron a ser ms cautelosos en su apoyo al reform ismo militar

    peruano y a considerar que sus esfuerzos de modernizacin necesitaban de

    una crtica y evaluacin externas al rgimen, en especial en relacin con su

    verdadero impacto en el alivio a la pobreza, una tarea en la que poda ayudarel IEP. En parte alentados por los cien tfico s sociales peruanos, y latinoa meri

    canos, los propios funcionarios de la Ford fueron cambiando sus expectati

    vas sobre las ciencias sociales y hacia mediados de la dcada de 1970 reco

    nocan que las investigaciones deban sobre todo brindar una comprensin

    general de los orgenes, pa trones y procesos generales de la sociedad, y que

    esta comprensin no tenia que alinearse con las polticas del Departamento

    La h i s t o r i ade l a h is t o r i aen el In s t i t u t o oe E s t u d i o sP eruanos

    de Estado de los Estados Unidos. Esta actitud de la Ford reflejaba el desen

    canto posterior a la Alianza para el Progreso, al fracaso de las ideas de la

    modernizacin basadas en una imitacin lineal de la historia de los Estados

    Unidos, as como al distanciamiento de la institucin filantrpica norteame

    ricana del controversial periodo de gob ierno del presidente norteamericano

    Richard Nixon (1969-1974).26

    Los investigadores del IEP establecieron, con la Ford, una relacin cercana,

    en la que crean que pod an exten der las expectativas inicia lmente planteadasdesde su oficina central. Por ejemplo, pensaban que la critica que realizaran

    no tena que ser funcional a un mejoramiento de las polticas pblicas, sino

    que tenia valor en s misma y que la ayuda a las ciencias no consideradas ver

    tebrales de las ciencias sociales podra recibir m ayor apoyo .27

    En la dcada de 1980, el IEP sigui recibien do un tratamien to preferencial

    de la Ford pero con donaciones ms dirigidas a temas especficos y de carc

    ter poltico, don de los historiadores tenan menos posibilidades. Entre 1986 y

    1990, el IEP recepcion donaciones significativas (de 44.300 y 206.000 dla

    res en el primero de esos aos y de 114.800 en 1990) para investigaciones en

    la radicalizacin poltica y la violencia urbana entre los jvenes, los estudios

    de gnero, la poltica econ mica y la democracia, y los partidos polticos con - 159

    temporneos.28A unqu e en los siguientes aos la Ford sigui siendo vital para

    la vida del IEP y para las investigaciones en ciencia poltica, antropologa y eco

    noma, no lo fue para el rea de historia. Un factor que provoc un cambio en

    la relacin de la institucin con la fundacin y que hizo ms difcil el apoyar

    reas que empezaban a tener un rol marginal en las donaciones extranjeras,

    fue la decisin de la Ford tomada a comie nzos de la dcada de 1990 de

    reubicar su oficina reg ional en Santiago de Chile, en gran parte po r la preoc u

    pacin por los posibles problemas de seguridad que le poda causar el con

    flicto armado interno .

    26. fora Foundation Report 005065, 8ox 187736 report Kalman Silvert The Foundation, the

    Social Sciences and Latin Americ. O l ac Social Science Meeting April 26-28.1976 Rocke-eller Archive Center.

    2.7. Ford Foundation. The Ford Foundation Reports. Octobe r 1 1971 to September 30 1972.

    New York, 1972. Biblioteca del Rockefeller Archive Center, p. 65.

    28. Andean Regin and the Southern Cone Grants 1986-1990. Carpeta Andean Regin Sou

    thern Cone 1990 Ford Foundation Latin America, archivos del funcionario Joan Dassin,caja 1. Rockefeller Archive Center.

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    14/18

    Ma r c o sC ue t o

    LA ETNOHISTORIA

    Independientemente de la influencia de la Fundacin Ford, desde fines de

    la dcada de 1970, Mara Rostworowski tuvo mayor participacin en el IEP y

    cre una nueva lnea de investigaciones originales y de gran impacto en el

    ambiente cultural peruano: la etnohistoria. Ella fue una de las fundadoras del

    IEP pero, en la segunda mitad de la dcada de 1970, fue directora del Museo

    Nacional de Historia, al que dedic buena parte de su tiempo. Siempre vale

    la pena recordar su indomable empuje y talento personal que se reflej en elhecho de que ella era autodidacta y haba ganado un premio nacional por su

    Pachacutec Inca Yupanqui.Hacia fines de la dcada de 1970, empez a tener

    una vida de trabajo cotidiana en el IEP gracias a Matos Mar, quien le asegur un

    salario y el concurso de asistentes, intuyendo que poda ser una investigadora

    que abriese nuevos derroteros en los estudios de la institucin y que sera una

    autora de xito editorial. En 1977 public con el IEP su libro Etnia y sociedad:

    costa peruana prehispnica.Posteriormente, su presencia se consolid en el

    IEP gracias a la serie editorial Historia Andina, que tie ne cerca de cuarenta ttu

    los de libros, la gran mayora de los cuales estn escritos por ella.

    Su perspectiva coincida con la de otros fundadores como Valcrcel, que

    en 1959 haba publica do libros sobre historia del Per precolo mbino.29 Asimismo, empalmaba con una tradicin de estudios peruanistas que combina

    ban la antropologa y la historia com o la de los franceses Alfred Mtraux y Oean

    Vellard, y la de los norteamericanos Julin H. Steward, Wendell C. Bennett,

    George Kublery John Rowe.30El trabajo de Mara Rostworowski tambin le dio

    continuidad a publicaciones del IEP, en especial a los de la serie, inaugurada en

    1966, de Fuentes e Investigaciones para la Historia del Per, que tuvo como

    ttulo estelar el documento colonial Dioses y hombres de Huarochiri,del cura

    extirpador de idolatras Francisco de vila, escrito parcialmente en quechua,

    traducido por Arguedas, coeditado con el Museo Nacionaly con un estudio bio-

    biblio grfico del historia dor francs Pierre Duviols.31Este libro reforz la pers

    pectiva etnohistrica. Posteriormente se hicieron versiones mejoradas porque

    se consideraba a la de 1966 incompleta, un esfuerzo en el que participaron

    29. Como, por ejemplo , los tres volmenes: Valcrcel, Luis E. Historia del Per antiguo.Lima:Editorial J. Meja 8aca. 1964.

    30. Osterling, Jorge P., et al. Notes for a History of Peruvian Social Anthrop ology. 1940-8 0..,ob. cit.

    31. vila, Francisco de. Diosesy hombres de Huarochiri: narracin quechua recogida porFrancisco de vila.Edicin bilinge. Lima: Museo Nacional de Historia e IEP, 1966. Estedocumento fue publicado parcialmente en 1873 por Markham.

    . , _ e z _ j a e 1 0 U i "

    Lah is t o r i aoe l a h i s t o r i aen el In s t i t u t o deE stuoios P eruanos

    estudiantes de historia como Guillermo Cock y Laura Gutirrez, entre otros.

    Tuvieron que pasar varios aos para que el IEP, con el concurso del Instituto

    Francs de Estudios Andinos (IFEA) y de Gerald Taylor, publicara la versin que

    hoy es la aceptada co mo definitiva entre los especialistas.32

    La etnohistoria cuestionaba la tradicin anacrnica de la historia oficial

    que idealizaba el pasado precolombino, en parte inspirada en los Comenta

    rios realesdel Inca Garcilaso, para inventar una sociedad inca utpica e irreal

    que se asemejaba a los patrones medievales y renacentistas de tos reinos delviejo continente. Este cuestionamiento llev a buscar modelos propios y reva

    lor nuevas fuentes en la historiografa peruana que hasta entonces se haba

    basado en. documentos oficiales. Se empez a buscar testimonios que fue

    sen lo ms cercanos posibles a las visiones de los indgenas y prximos a los

    primeros momentos de la conquista. Las visitas, por ejemplo, empezaron a

    ser consideradas testimonios fundamentales, porque fueron hechas no pen

    sando en la posteridad sino en el registro de la administracin de los recursos

    de la poblacin sometida.

    En los aos siguientes Rostworowski public su famosa Historia del

    Tahuantinsuyu (1988) un trabajo encargado y apoyado en su investigacin

    previa por Matos que gan recon ocimiento s nacionales e internacionales.La primera edicin sali en enero de 1988 con un tiraje de 3000 ejemplares.

    Tres meses despus se imprimieron 2000 ejemplares ms. Para el ao 2013

    se haba realizado ya la 9.5reimpresin de la 2.aedicin, con un total de tiraje

    total 60.700 ejemplares vendidos (con una edicin especial para Bolivia de

    1300 ejemplare s en el ao 1995).33 Era la poca en la que el IEP poda arr ies

    garse a publicar entre 2000 y 10.000 ejemplares de sus libros, algo que tanto

    la institucin como el resto de las editoriales peruanas tuvieron que reducir

    con el tiempo, en gran parte debido al abuso de las fotocopias y las llamadas

    copias piratas de los libros.

    El trabajo de Rostworowski no siempre interactuaba con el gru po de his

    toria formado con Bonilla o con Assadourian, sino que era ms individual y

    contribua a otra disciplina, la etnohistoria, que no tena como nico c entro el

    32. Con ocida com o Ritos y tradiciones de Huarochiri del siglo XVII. Versin paleogrfica,interpretacin fonolgica y traduccin al castellano. Estudio biogrfico sobre Francisco de

    vila de Antoni o Acosta. Lima: i f e a /IEP, 1987.

    33. El libro fue traducido a varios idiomas como, por ejemplo, History of (he Inca realm.NuevaYork: Cambridge University Press, 1999. Entre los libros de Mara que fueron xitos editoriales tambin estuvieron: Doa Francisca Pizarro: una ilustre mestiza. 1534-1598 (Lima: IEP.1989) y Pachacamac y el seor de los milagros: una trayectoria milenaria(Lima: IEP. 1992).

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    15/18

    Ma r c o sC ueto

    162

    IEP y que contaba con el respaldo de John Murra. amigo de Arguedas, estre

    chamente vinculado al Per desde mediados de la dcada de 1950. Murra

    era autor de trabajos sobre la organizacin econmica y social de los incas,

    y propona que en la sociedad precolombina haban existido racionalidad y

    complementariedad, a travs de normas de intercambio, reciprocidad y con

    trol vertical de los diversos productos relacionados con los grupos humanos

    que habitaban los distintos pisos ecolgicos de los Andes. Era, asimismo, un

    defensor de la historia oral; de la atencin prestada a los nombres, lugares

    y usos indgenas que se remontasen al pasado; y del uso de mtodos de laantropologa en la investigacin histrica. Al prestigio de Murra se sum, en la

    dcada de 1970, el trabajo y liderazgo del joven y dinmico historiador de la

    PUCP Franklin Pease, que pub lic uno de sus primeros libros en el IEP.34Murra

    fue en esos aos una figura preponderante en parte por su libro Formaciones

    econmicas y polticas del mu ndo andino(1975).

    Tambin a fines de la dcada de 1980 ingres a trabajar en etnohisto-

    ria en el IEP Rafael Varn, un historiador colonial identificado con la etno-

    historia, pero tambin con formacin en la historia econmica. Formado

    en las universidades de Londres y de Texas, Austin, paso cerca de diez aos

    investigando en archivos de Espaa y del Per para reconstruir la historia de

    la fortuna de la familia de Pizarro, el conqu istad or del Per.35 Gracias a l,

    y al valioso concurso de su coeditor Javier Flores-Espinoza, la etnohistoria

    alcanz uno de sus ltimos logros en trminos de trabajo grupal con la com

    pilacin de la monumentalArqueologa, antro polo ga e historia en tos Andes:

    homenaje a Mara Rostworowski de 1997, realizada cuando la homenajeada

    cumpla ochenta aos y presentada en una impresionante ceremonia en el

    Museo de Arte de Lima, en la que participaron conocidos autores extranjeros

    (luego muchos de ellos siguieron publicando sus libros en el IEP). El libro era

    un verdadero panorama del estado d el arte de la especialidad en los Andes.36

    Tambin haba tensiones cordiales, nunca explcitas, entre los historia

    dores y los etnohistoriadores. La relacin con la antropologa era casi natural

    porque muchos antroplogos escriban textos de historia y porque era claro

    que la indagacin del proceso histrico de la sociedad andina no se poda

    34. Pease G. Y., Frankl in. Del Tawantinsuyu a la historia del Per. Lima: IEP. 1978. Este librocont con una introduccin de Bonilla.

    35. Varn Gabai. Rafael. La ilusin del pod er: apo geo y decad encia de los Pizarro en la con-quista del Per.Urna: 1FEA/1EP, 1996. Una obra que despus fue traducida al ingls.

    36. Varn Gabai. Rafael y Javier Flores Espinoza (eds.J.Arqueologa , antro polog a e historia enlos Andes: homenaje a Mara Rostworowski.Lima: 8CRP/IEP, 1997.

    La h is t o r i ade l ah is t o r i aen el I n s t i t u t o oe E s t u d i o sP eruanos

    hacer solo en archivos y bibliotecas, sino que deba ser complementado con

    trabajo de campo y con entrevistas (de una manera parecida a la que investi

    gaban sus temas los antroplogos). Como resultado de sus visitas al Per, su

    familiaridad con los estudios sobre el frica y su carisma, Murra haba conven

    cido a distintos historiadores coloniales y antroplogos de que haba que crear

    una subdisciplina para estudiar los pueblos grafos de los Andes, que en ver

    siones similares ya estaba descolland o en los Estados Unidos y Europa: la etno

    historia.37 Esta explicara mejo r sus dinmicas propias, su relac in c on Europa,

    apelara a una combinacin de metodologas histricas y antropolgicas, ypermitira conocer la perspectiva de los vencidos en sus propios trminos.

    Sin embargo, para algunos historiadores, la etnohistoria relanzaba, de

    manera subrepticia, un mensaje esencialista que provena del indigenismo,

    que buscaba la reificacin de lo andino o la idealizacin de lo indgena.

    Algunos historiadores sociales y econmicos sospechaban, adems, de las

    ideas de intercambio y reciprocidad, que a veces parecan prestadas de la

    monumental obra sobre el Mediterrneo del historiador francs Fernand

    Braudel.38 Es importante registrar que los his toriador es no se aferraban a la

    denominacin y que algunos de ellos, como Pease, incursionaban en la histo

    ria social y poltica sin mayores problemas. De todos modos sigue la pregunta

    no resuelta en este ensayo; por qu la etnohistoria se fue apagando en el

    Per de comien zos de l siglo XXI despus de fu lgo r que tuvo en las dcadas de

    1980 y 1990 del siglo XX?

    LA HISTORIA DEL IEP EN LA ADVERSIDAD

    Despus de 1986, B onilla pas a ser profe sor en univers idades de los Estados

    Unidos y Ecuador, y algunos aos despus dejo de ser miembro del IEP y se

    afinc como profesor universitario en Colombia. A pesar de ello, la investiga

    cin en historia sigui activa en el IEP, incluso sin importar la crisis econmica

    y poltica en la que se empezaba a hundir el Per. Ello ocurri, tambin, a

    pesar de que Deustua y Contreras, los discpulos ms reconocidos de Boni

    lla y de Assadourian, pasaron algunas temporadas en el exterior para prose

    guir sus estudios de posgrado. Contreras fue. entre 1983 y 1984, a estudiar

    37. Harkin. Michael E. Ethnohis lory's Ethnohistory. En Social Science History,voi. 34, n - 2,2010, pp. 113-128. Desde mediados de la dcada de 1960, existe en los Estados Unidos laAmerican Society for Ethnohistory.

    38. En el extranjero aparecieron ms claras estas criticas, por ejem plo,-en el siguiente trabajo:Schadel, Richard P. Andean World View: Hierarchy and Reciprocity, Regulation or Control?. En Current Anthropology.vol. 29, n.95 ,1988 . pp. 768-775.

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    16/18

    Ma r c o s C ue t o

    una maestra en Historia Andina en la Facultad Latinoamericana de Ciencias

    Sociales de Quito y posteriormente, a comienzos de la dcada de 1990, un

    doctorado en El Colegio de Mxico. En 1983, Deustua se fue en bsqueda de

    un do ctorad o a Pars, dond e estud i con Ruggiero Romano y Nathan Wachtel.

    regresando al IEP en 1988 donde permaneci por casi dos aos para trabajar

    en un proyecto sobre del siglo XIX. Los primeros libros de estos historiadores,

    de una serie de trabajos que realizaran con el IEP, son sobre minera y espacio

    econ mic o y fueron p ublicados en 1986 y 1987, respectivamente.39Desde fines de la dcada de 1980, se desarrollaron algunas de las tradi

    ciones de los paradigmas mencionados anteriormente pero sobre todo apa

    recieron estudios que cuestionaban los supuestos totalizadores de algunos

    de los primeros trabajos que surgieron en la dcada de 1970 y los criticaban

    por haber acomodado hechos histricos en beneficio de una teora. A partir

    de fines de la dcada de 1989, el contexto poltico y las prioridades de los

    donantes no fueron favorables a las investigaciones histricas. Buena parte delas fundaciones enfatizaron proyectos y consultoras de corta duracin que

    fuesen potencialmente insumos para las polticas pblicas. Todo ello contri

    buy a la progresiva declinacin de la presencia de historiadores del IEPy en

    las series editoriales dedicadas a la historia. Varios historiadores enfatizaron su

    trabajo en la universidad, donde anteriormente eran profesores pero no ejercan muchas labores administrativas o docentes debido a que restaba tiempo

    a la investigacin. Lo hicieron porque en la universidad haba un sueldo fijo y

    se creaban posibilidades de realizar investigacin. O tro efecto lamentable de

    esta poca es que por razones que no son del todo claras para el autor de

    este ensayo se debilit la relacin entre la historia y la antropologa que hablasustentado el florecimiento de la etnohistoria.

    Algunos historiadores dei IEP mostraron una gran flexibilidad para man

    tener a su vocacin en la adversidad. De hecho, a pesar de la crisis, exista

    una fuerte necesidad de historia en las personas, las comunidades y la sociedad como lo mostr el investigador del IEP Antonio Zapata, que inaugur

    un programa en la televisin estatal en las postrimeras del periodo de Fujimori, Sucedi en el Per,que inicialmente fue pensado como un segmento

    de humanidades, artes y ciencias sociales del canal de televisin nacional

    pero que luego Zapata tuvo la habilidad de conducir con xito y con poco

    39. Deustua. Jos. Minera peruana y la inicia cin de la repblica. 1820-1840,y Contreras,Carlos. Mineros y campesinos en los Andes, merca do laboral, econ oma campesina en lasierra central, siglo XIX.Urna: lP, 1986 y 1987, respectivamente.

    La h i s t o r i aoe l ah i s t o r i aenel In s t i t u t o oe E stuoios P eruanos

    presupuesto por casi diez aos pasando por diferentes gobiernos, con lo

    que trascendi los objetivos inicialm ente planteados p or el Estado. Otros his-

    toriadores que quedaron en el IEP hicieron de todo un poco, generalmente

    ;; como asistentes de reas mejor financiadas como economa, educacin o

    sociologa, y publica ron, p or ejemplo , valiosos textos escolares sobre algu-

    ?':nos departamentos y ganaron concursos de investigacin diseados para

    | : reas de las ciencias sociales distintas de la historia. Otros se apoyaron en el

    j IEP com o un lugar desde don de p articipar en consultoras sobre diferentesT asuntos, establecer conta ctos profesionales, tener acceso a una de las mejo-

    S .res bibliotecas de ciencia s sociales de Lima y contar con respaldo institucio -

    T nal para asistir a congresos.

    Un desarrollo notable del periodo posterior a los tres grandes paradigmas

    historiogrficos de la dcada de 1970 fue la elabo racin y publicacin de una

    sntesis sobre la historia del Per como la de Peter Klaren, titulada Nacin y

    sociedad en la historia del Per {que apareci en el ao 2 004 y tuvo una sexta

    reimpresin en marzo de 2014), y otra del Per republicano que publicamos

    junto con Contreras (Historia del Per contemporneo). Ambos libros son xi-

    tos editoriales (la primera edicin de Contreras y Cueto apareci en diciem bre

    de 1999, y en el ao 2013 se public la 5.2 edicin, con un total de 24.000

    ejemplares impresos). Es interesante mencionar que la obra de Contreras yCueto fue inicia lmente un encarg o de la Fundacin Ford de elaborar trabajos

    que funcionasen como un puente entre la investigacin y la enseanza universitaria. Inicialm ente se disearon esquemas y produjeron borradores para

    economa y sociologa, pero estos nunca se publicaron debido a que no se

    lleg a un texto definitivo. En el caso de la antropologa, Carlos Ivn DegregoriL. produjo una excelente colecci n de trabajos que daban cuenta del estado del

    arte de su disciplina.40*Sin embargo, las brechas entre investigacin y ense

    anza universitaria siguen pendientes de ser cubiertas, un problema que enltima instancia debilita a las ciencias sociales y a la formacin de una com u

    nidad cientfica en el Per.

    Los libros de Klaren, de Contreras y Cueto, y el de etnohistoria editadopor Varn y Flores Espinoza reflejaban lo que se haba hecho en las dca

    das inmediatamente p recedentes antes que revelar nuevas fuentes o hechos

    histricos. Casi al mismo tiempo aparecieron estudios historiogrficos quehacan un necesario balance, como el libro editado por Paulo Drinot y Leo

    165

    40. Degregori, Carlos Ivn (ed.). No hay pas ms diverso: compe ndio de antropologa peruana.Lima: IEP. 2000.

    M C L h i i d l h i i l I i d E i P

  • 7/26/2019 LA HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS: LOS CICLOS DE LAS REVOLUCIONES HISTORIOGRFICAS

    17/18

    M a r c o s C ue to

    Garfao, y el de Mark Thurner.41 Estas publicaciones indicaban un momento

    de reflexin en la historiografa peruana y se preguntaban si los paradigmas de

    la dcada de 1970 significaron realmente una ruptura con la manera de hacer

    historia en el pas. Con flexibilidad, el IEP public textos de autores externos

    que de algn modo criticaban los supuestos de los estudios de sus primeros

    libros de historia o simplemente seguan otra ruta. Incluso, algunos de ellos

    afirmaban que era imposible com prend er a las clases populares sin entender

    a las lites y sus discursos, y otros trabajos histricos tenan interpretaciones

    opuestas entre s sobre un mismo periodo histrico.

    Desde una perspectiva historiogrfica, los estudios de fines y comienzos

    del siglo XXI, realizados por investigadores del IEP y por historiadores extranje

    ros peruanistas, tienen el mr ito de haber d escontam inado las rigideces neo-

    marxistas o estructuraras que existan en algunos de los primeros estudios.

    Asimismo, le diero n mayor importa ncia a la diversidad de actores subalter

    nos y a la multiplicida d cultural, que coincid entem ente estaba en auge en los

    Estados Unidos y Europa.

    Existi una beneficiosa continuidad en la historia econmica, pero se

    abrieron, adems, nuevas subespecialidades de la historia como una nueva

    historia poltica, la historia de los actores subalternos, la historia regional y la

    historia de la medicina, entre otras. Se trataba reas en que las investigaciones

    y publicaciones del IEP recibieron financiamento internacional y reconoci

    miento a cadmico. Entre el apoyo que recibieron estas reas estuvieron el de

    la Fundacin Guggenheim y el de la red inte rnaciona l South-So uth Exchange

    Programe for Research on the History of Development (SEPHIS), que a partir

    de 1994 pro movi los estudios sobre el d esarrollo y las clases populares entre

    los pases en vas de desarrollo.

    Un xito indudable fue mantener en el IEP algo de la histrica econmica

    gracias a la creacin, en el ao 2009, de una de las ms emprendedoras series

    editoriales de la institucin: Historia Econmica. Esta iniciativa se realiz gra

    cias a un convenio con el Banco Central de Reserva del Per (BCRP). Hasta

    ahora tiene diecinueve ttulos, que incluyen libros individuales y cuatro vol

    menes del Compendio de Historia Econmica.

    41. Drlno t. Pauto y Leo Garfa o (eds.). Ms all de la dom inaci n y la resistencia: estudios dehistoiia peruana, siglos XVI-XX.y Thurner. Mark. El nombre d el abismo: meditaciones sobrela historia de la historia.Lima: IEP. 2005 y 2012, respectivamente.

    Lah i s to r i ade l ah i s to r i aen el In s t i t u t o de E s tuo i o s P e r ua no s

    Algo que tiene n en comn estos estud ios especficos fue que ya no aspira

    ban a propo ner un paradigma integral del pasado p eruano, sino que, en parte,

    cuestionaban algunas de las generalizaciones anteriores y planteaban nuevas

    interpretaciones. Esas se inscriban en tradiciones especficas de subespe-

    ciaidades histricas y en fuentes nuevas que hacan ms compleja nuestra

    percepcin del pasado. Su emergencia no fue una obliteracin del quehacer

    histrico sino parte de un ciclo normal por el que pasan todas las ciencias.

    REFLEXIONES FINALES

    Es necesario recono cer y justo celebrar la posici n de liderazgo en la historio

    grafa peruana que tuvo el IEP en dcadas pasadas, un liderazgo que sin llegar

    a ser exclusivo, s tuvo a la institucin como uno de sus referentes indiscuti

    bles. Ello ocurri gracias a la formulacin de tres paradigmas historiogrficos

    (la nueva historia econmica, el enfoque sobre el mercado interno y la etno-

    historia) que proponan nuevos problemas, descubran y organizaban nue

    vas fuentes, se arriesgaban a elaborar interpretaciones generales de buena

    parte del pasado peru