La historia de Gerónimo González Garza - conapred.org.mx · la igura migratoria de mi tío y a...
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Un vaquero cruza la frontera en silencio La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Diego Enrique Osorno
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Cuidado editorial
Leonardo Castillo
Diseo y formacin
Paula Montenegro
Coordinacin editorial
Leticia Muoz
Ensayo fotogrfico El vaquero que no escucha los caballos relinchar
Rodrigo Vzquez
Primera edicin: noviembre de 2011
2011. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminacin
Dante 14, col. Anzures,
del. Miguel Hidalgo,
11590 Mxico, D. F.
www.conapred.gob.mx
2011. Diego Enrique Osorno.
ISBN: En trmite.
Se permite la reproduccin total o parcial del material incluido en esta obra,
previa autorizacin por escrito de la institucin.
Ejemplar gratuito: prohibida su venta.
Impreso en Mxico Printed in Mexico
http:www.conapred.gob.mx -
Para Nelly, Martha y Carlos, con quienes conoc el mar, en Veracruz.
Para mi hijo Marcos, que lo conoci conmigo, en Sonora.
-
Por qu siempre ests viendo el ro, Dolores?
No lo veo: lo oigo.
El ruido del agua en las piedras?
No. Lo que trae el agua: voces que vienen desde muy lejos.
Yo no oigo nada.
La piedra y el ro, Eduardo Antonio Parra
Un pobre vaquero solitario que regresa a su casa, que es la maravilla.
Hacer aparecer las nuevas sensaciones: subvertir la cotidianeidad.
Primer manifiesto infrarrealista, Roberto Bolao
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ndice
Agradecimientos, 11
Presentacin, 13 Ricardo Bucio Mjica
Fronteras indecibles, 17 Hermann Bellinghausen
Alfabeto del lenguaje de seas mexicano, 21
Mapa de la regin noreste de Mxico y del sur de Estados Unidos, 22
I. Un vaquero cruza la frontera en silencio, 23
II. El vaquero que no escucha los caballos relinchar, 81 Rodrigo Vzquez
Habla San Fernando. Eplogo, 97
Para saber ms
Recopilacin de material histrico y de contexto sobre los sordos, 121
Semblanza del autor, 123
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Agradecimientos
El compositor y cantante Tom Waits dijo alguna vez: cuando uno escribe
una cancin, la idea es construir un camino por el que alguien ms pueda
circular alguna vez. Este libro fue pensado y construido as, despus de
que la periodista Valeria Berumen me propusiera contar la historia de mi
to Gernimo Gonzlez Garza para el Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminacin (Conapred).
La importancia de este relato se debe a que describe un caso de discri
minacin multifactorial, ya que la condicin de discapacidad auditiva de
Gernimo le cerr el acceso a varios derechos (al trabajo, a la educacin, a
un nivel de vida digno y a la salud), lo cual lo orill a integrarse a las filas
de otro grupo en situacin de vulnerabilidad: los migrantes.
No tena muy claro el andamiaje conceptual anterior, porque siempre
he visto a mi to con bastante admiracin, nunca como una vctima. Lle
gar al concepto de discriminacin multifactorial que haba padecido me
fue posible tras reuniones de trabajo con dos personas que aprecio y ad
miro: Ricardo Bucio, presidente y Marcela Azuela, directora de Educacin,
Divulgacin y Comunicacin Social del Conapred, a quienes debo eso y
ms para la realizacin de este libro.
Durante la investigacin para hacer la historia cont con mucha ayuda
valiosa. Carmen Luca Mungua me facilit una buena cantidad de lec
turas previas sobre el mundo de los sordos, el cual yo conoca emprica
mente y no por referencias tericas. Gael Garca me ayud a redescubrir
la figura migratoria de mi to y a encarar el reto narrativo que significaba,
en especial, su vida como sordo mojado. Debido a mi falta de destreza
para hablar lengua de seas mexicana, otro auxilio fundamental fue el
de Nayeli Cervantes, intrprete y amiga de mi to, y ahora ma tambin.
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Georgina Carrillo y Araceli Franco del Conapred fueron grandes aliadas
en este proceso de indagacin realizado de forma intermitente, en medio
de otras tareas y largos viajes, tratando de acoplar mi agenda nmada,
con la agenda tambin nmada de mi to.
En realidad, durante el camino cont con la ayuda de muchsima gente,
sobre todo, de familiares que me regalaron su tiempo para precisar suce
sos ocurridos en torno a la familia. De todos ellos debo hacer un agradeci
miento especial a mi prima Maricela Sosa Gonzlez por haber conseguido
unas videograbaciones que fueron de gran vala.
Mi abuela Mara de Jess Garza, madre de Gernimo, fue incondicional
en este proyecto, pero no alcanz a ver concretado el libro, ya que unos
meses antes decidi irse a bailar un huapango infinito all con su adorado
Guadalupe Gonzlez.
En el proceso de reflexin y escritura de la crnica tuve la suerte de con-
tar con el ojo implacable y brillante de Guillermo Osorno, el mejor editor
que he conocido hasta la fecha. La escritora Cristina Rivera Garza tambin
me ayud mucho a dimensionar la historia mientras la estaba escribiendo.
Lolita Bosch dio una revisada final al texto y me aconsej ideas claves.
A Hermann Bellinghaunsen, un joven periodista que admiro y leo des
de que estaba en la secundaria, le doy las gracias por su prlogo, y a Ro
drigo Vzquez, por haber sido un excelente compaero de viaje y prestar
su enorme talento para este proyecto.
Por ltimo, quiero agradecer de forma muy especial la generosidad de Da
niel Gershenson, quien ayud a que durante el tiempo de escritura de Un
vaquero cruza la forntera en silencio, yo pudiera tener ms que tranquilidad para
trabajar en este y otros proyectos que an no ven la luz, pero que algn da
la encontrarn.
Veo este libro con la misma filosofa que Tom Waits: es un camino para
que alguien ms lo pueda caminar, o incluso, por qu no?, en un futuro
me gustara a m mismo recorrerlo de nuevo.
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Presentacin Ricardo Bucio
Cuando Gernimo lleg al otro lado era un ilegal,
pero eso era menos dramtico
que lo que le pasaba en Mxico,
donde la discriminacin haca que algunos
lo consideraran un imbcil.
Diego Enrique Osorno
Un vaquero cruza la frontera en silencio es la historia de Gernimo Gonzlez
Garza, un hombre sordo que ha vivido incluido en la sociedad gracias a su
familia que lo acogi como a un hijo ms y que lo impuls a crecer, a incre
mentar su tenacidad y su esfuerzo diario por dcadas, todo en un contexto
desgraciadamente no en Mxico sino en Estados Unidos que le permiti
oportunidades y le dio la posibilidad de un desarrollo integral.
Gernimo es to de Diego Enrique Osorno, estupendo periodista y na
rrador mexicano, quien ms all de la nota periodstica busca explicacio
nes, recrea las historias, presenta consecuencias, da voz a las personas,
describe los ambientes, expresa las emociones y las sensaciones, y nos
ayuda a adentrarnos en ese pedazo de Mxico, aquel espacio vital en el
que vive Gernimo. Diego no slo es sobrino de Gernimo: a travs de este
texto es, de alguna manera, su voz tambin.
Diego descubri la discapacidad, el valor de la aceptacin y lo que un
contexto puede ayudar u obstaculizar la vida de una persona, mirando
a Gernimo desde pequeo, con esos ojos y avidez que hoy lo han hecho
un profesional del periodismo. Un da se prometi contar esa historia, y
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Un vUn vaqaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garzauero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
ahora tenemos en papel la oportunidad de que las palabras nos cuenten
la infancia, la juventud y la madurez de un hombre con discapacidad au
ditiva que naci en una familia amorosa asentada en un ambiente rural
de la frontera noreste de Mxico.
Como miles y miles de familias de personas con discapacidad, la de
Gernimo enfrent esa condicin con sus propios recursos y formas. Aun
que de pequeo no aprendi el lenguaje de seas, s aprendi a comuni
carse con su entorno vital que tambin aprendi a comunicarse con l; al
respecto, Diego nos cuenta: le pregunt si los sordos deban adaptarse a
la sociedad o la sociedad deba adaptarse a los sordos. Hay que cambiar la
pregunta. Lo mejor sera que nada ms hablramos de comunicarnos;
con eso empezaramos a hacer algo diferente respondi [Gernimo].
Con este relato, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminacin
(Conapred) inaugura una nueva coleccin: Crnicas periodsticas, misma
que ofrecer a las y los lectores historias de vida, historias de personas que
narran las mltiples formas en que los seres humanos somos afectadas
y afectados por la discriminacin y los mltiples caminos que creamos
para tratar de evadirla, y para intentar seguir respirando y abrazando y
esperando, pese a lo que representa ser visto como inferior, como menos,
y ser tratado de manera desigual y desventajosa en casi todos los espa
cios, y durante casi toda la vida.
Aunque no es un relato escrito en primera persona, logra expresar una
vida que pudiera parecernos fuera de lo ordinario, pero que lamentable
mente es una realidad cotidiana: aquella de la mltiple discriminacin.
Gernimo no slo naci con una triple condicin que en su contexto re
presenta una triple desventaja: ser pobre, vivir en el campo y tener una
discapacidad sino que, en el intento por abrir un horizonte diferente para
su vida, se convirti en un migrante indocumentado, experimentando la
discriminacin tambin por esa condicin.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez GarzaUn vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Por eso Diego refleja que la historia de Gernimo es la de las fronteras
creadas de tantas maneras por nuestras sociedades, que suponen obst
culos para el desarrollo de las personas, para el ejercicio de los derechos
humanos y para el proyecto personal de vida. To ha vivido siempre cru
zando las fronteras del silencio, de la migra, de la pobreza, del estigma
sobre la discriminacin y, ahora tambin, de la violencia. Vive cruzando
fronteras y poniendo su rostro firme, serio y silencioso a una vida que
cada da le pone retos complejos.
Segn datos del Censo de Poblacin y Vivienda 2010, en Mxico existen
alrededor de 400 mil personas con discapacidad auditiva, quienes enfrentan
una enorme cantidad de restricciones que les impiden contar con mecanis
mos de interaccin y relacin con la sociedad, an y cuando desde 2003 la
Lengua de Seas Mexicana (lsm) es reconocida legalmente como lengua na
cional. Las personas con discapacidad auditiva en Mxico se enfrentan a sus
propias fronteras cotidianamente: en las ventanillas del servicio pblico, en
los comercios, en el transporte, en las escuelas y en los empleos, construidos
todos por personas sin discapacidad y para personas sin discapacidad.
Ahora, para tratar de construir un entorno que no ponga los ojos en las
limitaciones de las personas sino en que la sociedad sea un espacio comn
y accesible, la Convencin sobre los Derechos de las Personas con Discapaci
dad (cdpd) incluye en su definicin de la comunicacin a los lenguajes oral,
la lengua de seas y otras formas de comunicacin no verbal y establece la
responsabilidad que tenemos todas las personas, como parte de una co
munidad, a procurar, por todos los medios, que se promuevan y respeten
los derechos reconocidos en la Carta Internacional de Derechos Humanos.
La Convencin establece el derecho a expresarnos en nuestros lengua
jes, y ser escuchados: sin lenguaje, la libertad queda mucho ms lejos. El
lenguaje es lo que hace posible el pensamiento, marca la diferencia entre
lo que es humano y lo que no lo es. El lenguaje devela misterios.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
La vida de Gernimo nos ha sido develada por Diego Enrique Osor
no, historia de rechazo y de aceptacin, de exclusin pero tambin de
comunidades y redes que se constituyen en la bsqueda de hacerse un
lugar en la sociedad que les deja fuera y que incluso les amenaza, como
es el caso de la situacin de violencia en la zona noreste del pas.
Espero que la lectura de este texto nos devele tambin el teln de fondo
de la historia de este vaquero que cruza mltiples fronteras en silencio, de
estos pueblos amenazados por la desesperanza y los riesgos cotidianos.
Que nos devele lo que el propio Diego, de la mano de Gernimo, y de las
expresivas y profundas imgenes de Rodrigo Vzquez ha descubierto y
plasmado en este texto: que con discriminacin y sin entornos accesibles,
la dignidad y la libertad nos quedan mucho ms lejos. Nos quedan mu
chas fronteras muy difciles de cruzar.
Noviembre, 2011.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Fronteras indecibles Hermann Bellinghausen
Qu decir de la frontera ahora? No hay nada qu decir, dira Gernimo
Gonzlez Garza, pero no lo dice. l nunca dice nada. Es sordo, y en conse
cuencia mudo.Y as se las ha arreglado por 58 aos para hacerse toda una
vida como viajero incesante entre dos mundos que pese a su proximidad
geogrfica siguen alejados por abismos que Gernimo en su vida sorda
aprendi a sortear de ida y vuelta.
El primero de esos mundos es el llano mexicano, donde Gernimo tie-
ne su rancho, cerca de la llamada Frontera Chica que gravita hacia la
ciudad de Monterrey, Nuevo Len, aunque buena parte de la regin perte
nezca a Coahuila y Tamaulipas. Y por el otro lado durante ms de treinta
aos ha recorrido lo que va de Texas y Arizona para adentro hasta Ne
braska, Carolina del Norte, Washington, en un camino que lo llev a una
apacible vida domstica con mujer e hijos en San Antonio, Texas.
De este to suyo alguien que nunca ha hablado ni odo extrae Diego
Enrique Osorno una historia de vida notable, pero no slo eso. Encuentra
una poderosa metfora para esa parte de Mxico donde sencillamente
hoy no se puede hablar. Donde en poco tiempo la vida se volvi atroz y
mortfera, desde que apareci Guerra, uno de los personajes de la historia
de Gernimo, que lo mismo tiene a Germn, Guadalupe, Nimo y Ana, que
a Frontera, Madre, Padre, Casa, Hipoteca, Van, To.
Con el casi animal instinto periodstico que lo caracteriza, y una narra
cin depurada, seca, de llano, Diego Enrique Osorno crea una pieza que
tambin es un retazo de memoria familiar, un viaje al pas de su pasado,
de donde procede este to Gernimo. En lo que tambin es un ejercicio
cumplido de gratitud y un homenaje a la perseverancia y la alegra de vi
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
vir por algo, Un vaquero cruza la frontera en silencio es un retrato contempo
rneo de la atroz realidad mexicana, en particular, en esas llanuras de la
Frontera Chica, valle en trnsito continuo de personas, animales y cosas
entre Mxico y Estados Unidos hasta que en esa regin, algo conocida,
pero poco documentada, se desat una guerra en febrero de 2010, cuan
do una decena de cabeceras municipales fueron atacadas por hombres
armados que llegaban en caravanas de camionetas pick-up.
El rancho de To est en una zona donde la violencia ahora es mayor
que en Tijuana, Sonora y hasta que en Ciudad Jurez. Parte de una guerra,
dice Osorno, en la que ha habido masacres, desplazamientos forzados
de poblacin, fosas clandestinas, prisioneros, combate, leva, magnicidios,
mucho dolor y muchas mentiras, como en cualquier guerra.
To es un hombre a la altura de su tiempo. Una poca difcil para l,
como para todos; ms para quien se mueve de un lado al otro de la fron
tera en carros de aspecto lo ms inocente posible, a caballo o andando.
Pero precisamente el nomadismo le permiti descubrir desde joven
que era posible cambiar la vida, incluso la de un sordo no rico nacido en
Mxico. Y esto porque Estados Unidos, ese imn para tantos millones de
mexicanos, es el mejor pas para los sordos. se es dato de primer orden
prctico. Si gracias a encontrar el lenguaje de seas mexicano supo que
poda decir y escuchar, y que no estaba totalmente aislado en su esfera
de silencio, lo verdaderamente liberador fue recorrer el vecino pas en con
dicin de sordomudo y en compaa de iguales, lo cual le daba un lugar,
como un derecho humano ya conquistado por la sociedad civil all y que
en Mxico sigue muy atrasado, por ms Teletn que le metan. Gernimo
encontr all una cultura de sordos y de mudos casi cool, medio de moda.
El relato nos lleva al tiempo en que los migrantes mexicanos se benefi
ciaron de un movimiento de orgullo sordo estadunidense que reivindicaba
la lengua de seas. Aunque tambin descubri que all se habla otro sor
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Fronteras indecibles
do, el Ameslan (American Signal Lenguage), distinto del sordo mexicano.
Sucede con todas las lenguas, incluso con las que no hablan o lo hacen con
las manos y el rostro. Durante una fiesta en una discoteca exclusiva para
sordos en Atlanta conoci a una sorda americana que entenda el mexica
no. Hoy es su mujer, y tienen dos hijos que no son sordos pero hablan muy
bien los cuatro idiomas (castellano, ingls, y sus respectivos sordos), se co
munican con naturalidad con sus padres y les sirven de intrpretes. Aun
que basta ver los periplos de Gernimo para comprender que no necesita
de puentes para cruzar con autosuficiencia por la vida y de un pas al otro.
Tan slo en agosto llevaba once cruces fronterizos en lo que iba de 2011.
Una historia de superacin, de esas tan caras en el norte regiomonta
no, como un verdadero rasgo de identidad cultural, y tambin valoradas
en la tradicin de Estados Unidos. Mas una historia singular. El self made
man que guarda silencio: su vida es su obra.
Osorno es un reportero que donde pone el ojo pone la bala, y lo sabe.
Todos sabemos que es uno de los reporteros ms vivaces y menos in
genuos de estos oscuros tiempos mexicanos. A su movilidad agrega un
pulso literario, periodsticamente contenido. Una curiosidad que en este
reportaje de To recurre con eficacia a una irona que no ignora que tam
bin de callar se oye, que de morir se vive, que de estar all se est ac.
Una balacera en la flamante comandancia de polica en Los Ramones en
julio de 2010, cerca del rancho de Gernimo, se oy a varios kilmetros de
distancia. Y lleg Guerra. Hay quien dice que se hicieron mil tiros, regis
tra Reportero. Gernimo no la escuch.
La experiencia de hablar de los que no hablan, escribir de los sordos
desde el mundo de los que se supone escuchamos, trae a la memoria aquel
documental de Werner Herzog, El pas de la oscuridad y el silencio (1971), que
con el lenguaje audiovisual del cine exploraba los inaccesibles territorios
de los que no oyen ni ven: los sordociegos. Como la epopeya de los sordos
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
que no hablan, la suya fue una de comunicacin y superacin, represen
tada por Fini Straubinger quien, como la famosa Helen Keller, aquella nia
de La tejedora de milagros (pelcula de Arthur Penn, 1962, basada en la obra
teatral de William Gibson), debi romper el muro invisible que la separaba
del mundo exterior. Toda una vida de aprender a comunicarse y encontrar
qu decir y lograr que otros as de aislados tambin lo hagan. Fini, como
Hellen Keller, es todo un monumento a la comunicacin humana.
Slo desde la paradoja pueden contarse historias como la del vaquero
silencioso.Y con el mayor sentido del humor posible. En ocasiones hilaran
te, otras, uno qu mas quisiera. Osorno ilustra por ejemplo la validez de
una herradura en la pared de la casa de To como amuleto infalible, ahora
que la supersticin vive un auge en la frontera: Quizs es necesaria para
no ser sorprendido por la barbarie, para no ser parte de ella tambin, para
poder morir en paz en estos tiempos en los que el ruido de la frontera es
tan fuerte. (Y al menos desde el punto de vista de Gernimo, tan intil).
Parco que es por lo visto To, y locuaz y preguntn como sali Sobrino,
digo, Reportero, el encuentro que origina este relato es el juego de unos
espejos que chocan sin romperse. Y entonces el principal hallazgo de Un
vaquero cruza la frontera en silencio: La frontera noreste de Mxico carece de
un lenguaje propio en estos tiempos de guerra. El lenguaje es lo que hace
posible el pensamiento, marca la diferencia entre lo que es humano y lo
que no lo es. Pero, aade Reportero, la frontera noreste no puede hablar.
Quin mejor que un to querido que no habla ni oye para servir de
gua en esas tierras de Frontera Chica, estruendo y miedo, donde nada se
puede decir, donde la libertad de expresin no existe, donde la barbarie no
tiene nombres, y los de sus causantes son impronunciables.
La leccin final de Gernimo Gonzlez Garza es que siempre hay modo
de romper el silencio, aun callando.
Octubre, 2011.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Alfabeto de lengua de seas mexicano
A B C D E
F G H I J
K L M N
O P Q R S
T U V W X
Y Z
21
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Mapa de la regin noreste de Mxico y del sur de Estados Unidos
Ciudad Victoria
Tampico
Monterrey Matamoros
TEXAS
TAMAULIPAS
COAHUILA
NUEVO LEN
Nuevo Laredo
Torren Saltillo
Reynosa
Monclova
Piedras Negras Corpus
Christi
San Antonio
Austin
Houston
DallasFort Worth
San Fernando
Aldama
Victoria
San Marcos
Alpine
San Angelo
Killeen
Waco
Spring
Conroe Beaumon
HuntsvilleCollege Satation
Pecos
Monahans Odessa
Midland
Big SpringAndrews Abilene
Hondo
Uvalde
Ciudad Acua
Fort Stokton
Linares
Valle Hermoso
Sabinas
San Pedro
Francisco I. Madero
Parras de la Fuente
CadereytaJimnez
Sabinas Hidalgo
Ciudad Mante
-
I. Un vaquero cruza la fontera en silencio
Cero
0 Madre arroja la panza de la vaca y salta el agua hirviente de la olla de pel
tre azul. Lanza una pequea cosa deforme que debe ser la pata de la res.
Vienen luego los tomates, el romero, la yerbabuena, el ajo y el organo.
Casa tiene una fragancia de especias los fines de semana. Cuando percibo
el aroma de ciertos condimentos naturales suelo recordar la crisis econ
mica de diciembre de 1994 en Mxico.
Padre se levanta temprano y vaca el cocido de la olla en platos de hielo
seco. Los mete con mucho cuidado en el carro, como si fueran un tesoro
recin desenterrado: que no se derrame ni una gota, que no se caiga nin
guna piedra preciosa, que el menudo, la sopa de estmago, llegue a salvo
a su destino.
En Monterrey suele comerse barbacoa los domingos, pero los amigos
de Padre son amigos de a de veras. Las maanas de los domingos de
1995 en lugar de comer barbacoa, prueban el menudo que le compran
a Padre.
Entre semana, Madre mete otras cosas a la olla que siempre parece
tener agua hirviendo. Mete pollos, mete arroces, mete verduras. Despus
Padre los acomoda entre los delgados recipientes y el destino de los plati
llos ahora queda ms cerca que las alejadas casas de sus amigos. Va uno
para la vecina de junto, otro para la de enfrente, para los de la vuelta,
para el que se acaba de cambiar a la cuadra, para la seora enojona que
poncha pelotas de futbol y para las amigas de Madre, que tambin son sus
amigas de a de veras.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
La cocina de Casa es la cocina del barrio. En el noreste de Mxico no
hay fondas. No se usa la palabra fonda. Pero Casa es una fonda. Una fonda
que ofrece servicio de comidas a domicilio. De haber tenido un nombre, la
fonda se hubiera llamado Comidas Martha.
El tema de todos los das en la fonda es Casa. S, Casa es al mismo tiem
po la fonda, pero Casa es tambin otra cosa que nada tiene que ver con las
paredes y los techos entre los que transcurri mi infancia y adolescencia.
Entonces, la palabra Casa remite a problema. Casa significa incertidum
bre, banco, riesgo, mal, desempleo, pelea y, sobre todo, una extraa y muy
agresiva palabra: Hipoteca. Hipoteca es la palabra que nadie quiere or, de
cir, en Casa.
Alguna avanzada civilizacin del futuro habr de conseguir borrar esa
palabra de los diccionarios. Pero en aquel ao, la palabra Hipoteca est ah,
en el habla de todos los das, aunque se pronuncie poco.
La olla hirviendo de Madre desafa a la palabra Hipoteca, los platos de
hielo seco de Padre desafan a la palabra Hipoteca, sin embargo, en estos
tiempos de crisis (se dice que todo por un error de diciembre que deva
lu el peso y mand al cielo las tasas de inters) la palabra Hipoteca es
muy poderosa. No se le gana con el aroma del organo ni con amistades
de a de veras.
Para que la palabra Hipoteca nos deje tranquilos hace falta algo ms.
Un da To enva quince mil dlares desde algn lugar de Estados Uni
dos. Ese da la palabra Hipoteca pierde una batalla y deja en paz a Casa.
To es un vaquero que cruza la frontera en silencio. Se llama Gernimo
Gonzlez Garza.
Promet que alguna vez relatara su historia.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
i. Un vaquero cruza la frontera en silencio
Uno
1
Desmontaron. Amarraron los caballos alazanes bajo la sombra del mismo
rbol. Caminaron. Cada uno con su escopeta. Hablaban en voz baja con
frases parcas. Ojos negros alertas de Magdaleno y ojos caf claro aler
tas de Gernimo. Media hora, unos kilmetros despus, no encontraban
a qu animal disparar, no se vea ningn alma. Ni siquiera una tarntula.
El viento caluroso resecaba la vida en el monte.
Se despegaron para tener ms posibilidades de que apareciera la bue
na suerte mientras exploraban. Pas un rato y se oy al fin el primer dis
paro de la cacera. El nico disparo. Magdaleno corri a mirar entre el
matorral, pero en vez del animal vio tirado el sombrero de Gernimo. Se
qued de piedra. La faz se le ensombreci: Gernimo estaba hincado y
tena un orificio de bala en el cuello. Sangraba y estiraba el cuello como
un gallo mudo. Muri pronto.
Magdaleno volvi a buscar el caballo. Lo desat y despus fue a entregar
lo, junto con el sombrero y el cadver an tibio de su mejor amigo. Cont con
detalle lo que haba pasado y dijo que podan hacer con l lo que quisieran.
No se trataba de uno de esos hombres de mala entraa. La familia
Gonzlez desterr a Magdaleno de Sabinas Hidalgo, Nuevo Len. No se le
volvi a ver nunca ms. Algunos dijeron que cruz a Estados Unidos por
el ro Bravo y luego, luego se colg en un mezquite del rancho ganadero
de Texas donde empezaba a trabajar como pen.
Pasaron los aos.
El 24 de mayo de 1953, en su casa en los alrededores de la terminal
camionera de Monterrey, Mara de Jess Garza alumbr a un beb de poco
ms de dos kilos, con mucho pelo cuando se apareci por el mundo, rojo
25
-
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
de sangre, y con ese fulgor con el que llega cualquier ser humano recin
parido. Al beb le cortaron el ombligo y lo enterraron cerca de donde naci.
El padre, Guadalupe Gonzlez, estaba contento de que fuera varn. Que
ra uno para ponerle el nombre de Gernimo, como se llam su hermano
muerto de forma trgica por una bala salida del rifle de su mejor amigo.
Dos
2 Gernimo gatea unos segundos y luego se desploma. Es un beb vivaz
que, sin embargo, en ocasiones parece distrado. Pasa algo raro y sus pa
dres creen saber qu es, pero deciden llevarlo al hospital para enterarse
bien. Madrugan y los atiende un mdico del Seguro Social. Examina al
beb, le toca la nariz, los sobacos, las piernas, el pene, las manos y los pies
hasta detenerse en las orejas. Habla frente a l con distintos tonos, graves
y agudos. Despus se pone serio y pide a los paps que vayan a un labora
torio para que le practiquen estudios del odo a Gernimo.
Diez das despus regresan.
El mdico los recibe con la misma voz seria de la otra vez. Pero aho
ra la usa para darles la noticia de que segn los estudios de audiometra
Gernimo no escucha ni va a escuchar nunca, que cuando mira las cosas
no tiene conciencia del sonido: es sordo profundo. Todo ser para l una
pelcula muda. Van a tener que hablarle con las manos para que no se
vuelva loco. Como mmica. Le van a mostrar que no hay que comer con la
boca abierta, o que cuando quiera beber leche tiene que indicarlo con su
manita. Ellos lo harn, el pequeo Gernimo los ver y esperarn a que
los imite. Hay que tener paciencia. No es cualquier cosa: debern crear un
lenguaje propio para comunicarse. As le tendrn que ir mostrando la vida.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
i. Un vaquero cruza la frontera en silencio
Los padres escuchan los consejos del mdico. Ms o menos saben lo
que tienen que hacer. Graciela, otra de sus hijas, tambin vino sorda al
mundo. Cuando Graciela naci investigaron un poco y se enteraron de
que en la familia Gonzlez hay ms sordos de nacimiento, por lo menos
desde dos generaciones atrs.
Debido a la sordera profunda, el pequeo Gernimo tambin ser
mudo, no podr usar la cuerdas vocales de su laringe para producir so
nidos, aunque stas no se encuentran daadas. Todas las personas que
nacen sordas no pueden hablar, porque no conocen ni conocern nunca
el sonido: es algo que para ellos no existe.
Si el pequeo Gernimo pudiera or, antes de los dos aos de edad le
ocurrira el maravilloso proceso de creacin de su voz. Un da cualquiera
empezaran a brotar de su boca sonidos escuchados a su alrededor. La voz
surge de la imitacin y de un proceso natural que comienza con la respi
racin, recorre luego los bronquios y la trquea hasta llegar a la laringe,
donde las cuerdas vocales (que en realidad no tienen forma de unas cuer
das, sino de unos labios) producen un sonido que se amplifica de acuerdo
con la forma particular de cada nariz, boca y lengua.
Pero la voz del pequeo Gernimo, aunque est dentro de l, perma
necer prisionera.
Tres
3 El pap de los pequeos Gernimo y Graciela se llama Guadalupe Gonzlez.
Trabaja de lunes a viernes en Trilers de Monterrey, S.A. de C.V. La pequea
empresa tiene un galpn en el que atracan todos los das camiones ruidosos
provenientes de Estados Unidos. En la carga llevan aceitosas transmisiones
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
de coches, equipo mdico obsoleto, cables multicolores descarapelados, tu
bera hidralica rota, muebles hechos pedazos El trabajo de Guadalupe es
pesar la chatarra y regatear lo ms que se pueda el pago con los chatarreros.
La mam de Gernimo y Graciela se llama Mara de Jess Garza. Ella
trabaja preparando chorizo rojo que vende en el barrio de Monterrey donde
viven. Antes haban pasado largo tiempo en Rancho Nuevo, un ejido de Los
Ramones, Nuevo Len, a unos ciento cincuenta kilmetros al norte de la
ciudad, donde construyeron una casa principal con adobe, levantaron unos
establos de madera para el puado de reses y cabritos que tenan, y con
siguieron lminas para hacer corrales angostos en los que criaban cerdos.
La agricultura no era buena idea. Aunque se trataba de una buena por
cin de tierra que Mara de Jess hered, tena el suelo fracturado, de esos
que no se dejan sembrar con facilidad.
Tras el nacimiento de ms hijos y las dificultades de la modesta vida
ganadera, sin fastidio ni iras cultivadas, Guadalupe y Mara de Jess de
cidieron emigrar a la ciudad, con la esperanza de regresar algn da a
Rancho Nuevo y hacerlo funcionar como un autntico rancho.
Cuatro
4 Una vez instalado junto con toda su familia en Monterrey, los fines de
semana, para completar los gastos de la casa, Guadalupe recorre en una
camioneta pick-up Ford guinda las dos horas de camino a Rancho Nuevo,
acompaado por un paisaje solitario, un mezquite aqu, otro por all. Ah
mata cerdos que luego comercia en la ciudad.
La hoja del cuchillo se mueve con delicadeza sobre la piel rosa recin
mojada con agua hirviente. Los cerdos tienen una carne blanda y jugosa;
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
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la de las hembras suele ser dura al momento de morir debido a que so
breviven un poco ms de tiempo porque paren puercos y ms puercos.
A Guadalupe, su pequeo hijo Gernimo lo ayuda acomodando en una
vasija los intestinos que sustrae del animal. La rara ternura del sacrificio:
el pap de Gernimo est tranquilo y concentrado, no debe daar de ms el
estmago del puerco.
Los cerdos machos de crianza empiezan la cuenta regresiva de sus fu
gaces y montonas vidas en Rancho Nuevo cuando llegan a los noventa
kilos. A partir de ese momento, que suele equivaler a los seis meses de
vida, la muerte est muy cerca, ronda. Que un cerdo viva ms de un ao
es tan raro como un eclipse de luna. El ritual de su muerte comienza
cuando los sacan del corral y se les deja de dar sorgo o cualquier otro
alimento durante catorce horas. Una vez pasado ese lapso, Guadalupe
lo deja inconsciente con el golpe de un mazo en el crneo (todava no
existen las pistolas aturdidoras o pinzas elctricas de las granjas indus
triales). Tras el golpe, el cuerpo del animal se desploma al instante. Un
edificio hecho estallar se derrumba en cmara lenta y un cerdo sacrifica
do cae como rayo. A uno lo sostienen varillas y cemento, al otro, energa.
Despus de que el animal cae de manera sbita, Guadalupe lo desangra
cortndole las venas y las arterias a la altura del cuello. Sangre fluye a
borbotones hacia una vasija que vigila Gernimo.
El temperamento en el campo ante la sangre no es el mismo que en
la ciudad.
A continuacin, en tan slo unos minutos, el cuerpo del animal queda
desmembrado, el cerdo ya no tiene cabeza ni cola ni patas ni vsceras ni
rganos. De hecho, para ese entonces, ya no se llama cerdo: le dicen canal.
A canal lo cuelgan para que se seque, antes de que se lo lleven a la ciudad
para terminar embolsado como el chorizo rojo que vende Mara de Jess
en la colonia Terminal de Monterrey.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Pero si es el cumpleaos de alguno de sus hijos u otra fecha en ver
dad especial, Guadalupe mata una de las vacas o uno de los cabritos que
comen en los raquticos pastizales del rancho. De la panza de la res sale
mucha barbacoa y un menudo que les dura varios das y los pone conten
tos a todos.
En ocasiones, en lugar de matar a los animales en Rancho Nuevo, el sa
crificio se hace en la casa de Monterrey. No es raro que aparezcan cabritos
muertos tendidos en el patio de la pequea vivienda, como si fueran ropa
recin lavada esperando a secarse.
Cinco
5 Los seis hijos de la familia Gonzlez Garza son Mara de la Luz, Gracie
la, Teresa, Gernimo, Guadalupe y Martha. Gernimo es el que colabora
ms con las matanzas animales de los fines de semana; sus hermanos
estudian y su otra tarea es ayudar en la venta del chorizo. Tratan a Ge
rnimo con normalidad. Se tuercen para jugar con l al burro bala va,
corren para las escondidas o brincan la bebeleche. Gernimo pasa as su
infancia, sin saber el lenguaje de seas. Tampoco sus padres ni hermanos.
Toda la comunicacin que hay es moviendo las manos o haciendo gestos.
La voz de Gernimo no emite sonido alguno pero se ve. En su casa se usa
ese alfabeto del silencio creado por ellos. Los padres de Gernimo no le
imponen el mundo de los que s oyen, tratan de entender el suyo. Es una
familia normal, alegre, con vitalidad.
No es raro ver a Gernimo con su pantaln de mezclilla ensangrenta
do, despus de pasar todo el da con su padre en el improvisado rastro ca
sero. Matar a un chivo es arduo: primero hay que ponerlo quieto, despus
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enterrarle un cuchillo en la yugular, dejarlo que muera entre los grititos
que lanza, colgarlo para que le escurra todo el chorro de sangre en una
vasija, sacarle las tripas con las manos y quitarle el pelaje.
Hay un sbado en que Gernimo mata solo, sin ayuda de su padre, los
dieciocho chivos que se comern los invitados de una boda por celebrarse
esa misma noche en Monterrey. Tiene diez aos.
Seis
6 Alguien toc a la puerta cierta noche del verano de 1965. Guadalupe sali
a ver. El visitante era un joven veinteaero que le acerc una tarjeta blan
ca en la que se vean muchas pequeas manos dibujadas de diferentes
formas. Era el abecedario del lenguaje de seas. Al reverso, un mensaje de
texto: Soy sordomudo. Te pido una cooperacin para mi escuela. El padre
de Gernimo sac un poco de morralla y se la dio al muchacho. Guard la
tarjeta y a la tarde siguiente llev a su hijo a la direccin que vena en ella.
La escuela estaba sobre la calzada Madero, una de las avenidas impor
tantes del antiguo Monterrey a la que por las noches le brillaban elegan
tes farolas encendidas y la animaba el sonido de la cumbia. El domicilio
marcado en la tarjeta era una casa grande donde se enseaba el lenguaje
de seas, un idioma que la enciclopedia Britnica define como una espe
cie de escritura de imgenes en el aire. La casona tena pocas ventanas,
tres habitaciones y un rea comn espaciosa donde se haba acondicio
nado en 1951 la primera escuela para sordos del noreste de Mxico. Al
entrar daba la bienvenida un cartel con la definicin griega del hombre:
zon lgon jon, animal provisto de la palabra, as como fotos de un lucha
dor sordo que por esos aos comparta el cuadrlatero de vez en vez con
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Guadalupe Gonzlez y Mara de Jess Garza.
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El Santo o Blue Demon. Se llamaba El Prisionero. Tambin haba imgenes
de David Sordomudo Rodrguez, otro artista del pancracio con una volun
tad de hierro, aunque menos conocido que El Prisionero. El Prisionero era el
nombre que haba elegido Ral Fuentes, nacido con sodera en el Distrito
Federal el 3 de diciembre de 1936, para dedicarse a la lucha libre profe
sional.
En los setenta, El Prisionero abandon los cuadrlateros y se convirti en
un intelectual sordo mexicano. Ral Fuentes escribi una decena de libros
sobre el lenguaje de seas nacional y se dedic al teatro y la pintura. Por su
trabajo dramatrgico fue premiado y reconocido, sobre todo en Noruega
y Dinamarca, donde las redes escandinavas de sordos lo recibieron como
uno de los ms grandes artistas sordos latinoamericanos. Por lo menos
veinte seas del lenguaje mexicano fueron inventadas por l, un luchador
espiritifutico que acab siendo el pez gua en las turbulentas navegacio
nes de la comunidad sorda mexicana que trataba de abrirse paso.
Siete
7 La escuela de la calzada Madero estaba afiliada a la Agrupacin Mexicana
de Sordo-Mudos, A.C. Su smbolo era una ardilla. El movimiento incesante
de las manos del simptico roedor comenueces le pareci al profesor Abel
Sauza similar al de los sordos durante sus tertulias, por ello se emple
como logotipo. Fue el profesor Sauza quien involucr a Gernimo en las
actividades de la escuela. El lugar funcionaba al mismo tiempo como agen
cia de trabajo. Los jvenes sordos que recorran los populosos barrios re
giomontanos pidiendo dinero para la escuela estaban atentos por si vean
a ms sordos y los invitaban a integrarse a la naciente comunidad que
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trataba de organizarse, convencindolos a ellos o a sus familiares de que
sus vidas podan estar sujetas a un destino mayor.
Entre otras actividades, los estudiantes sordos, una vez que aprendan
a comunicarse con el lenguaje de seas, formaban equipos de futbol y
competan en torneos amateurs o bien salan en grupo a conocer otras
ciudades de Mxico en las que vendan llaveros, plumas o juguetes que
ofrecan junto con tarjetas con frases con seas, como Te quiero (mano
derecha con dos dedos doblados que hacen una especie de cuernos y se
coloca en el pecho, a la altura del corazn) o Dios te bendiga (mano iz
quierda y mano derecha simtricas en forma de cuernos).
Los profesores presentaban estos viajes a los padres como una forma
de integrar a sus alumnos con el mundo, aunque incluan una lgica mer
cantil, ya que una parte de las ventas iba para la escuela y otra, menor, se
la quedaban los jvenes sordos emprendedores.
No se trataba de lobos detrs de un rebao de ovejas. Era en verdad un
proyecto solidario.
Ocho
8 Gernimo hizo su primer viaje fuera de Nuevo Len a los catorce aos,
como parte de los tours de trabajo organizados en la escuela de la calzada
Madero. Fue como ir a otro planeta: el asfalto interminable de la hincha
da urbe del Distrito Federal contrastaba con el terregal en el que haba
crecido, tanto en Rancho Nuevo como en Monterrey. Ah pas cuatro me
ses. Hizo visitas cortas a Guanajuato, Puebla y Aguascalientes. Conoci a
sordos chilangos que tenan fama de ser abusivos con los de provincia,
pero algunos se convirtieron en buenos amigos durante el tiempo que
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pas en la capital. Particip en una protesta en la que se exiga cesar la
discriminacin hacia los sordos mexicanos y se demandaba proveer de
mayor apoyo econmico a la Escuela Nacional de Sordos. Le toc estar en
la vanguardia de la manifestacin que comenz en la Alameda, a la altu
ra del Mausoleo a Benito Jurez, y que sigui hacia la calle Madero, por el
Sanborns de los Azulejos, hasta llegar al Zcalo.
La Escuela Nacional de Sordos fue fundada en 1867 por el maestro
sordo francs, Edouard Huet. Se trata de una institucin muy importante
en la historia de los sordos latinoamericanos.
En la hemeroteca de la Universidad de La Habana hay un ejemplar
de la Revista Universal de Poltica, Literatura y Comercio, fechado el 30 de
noviembre de 1875, en el cual aparece una crnica titulada: Escuela Na
cional de Sordomudos de Mxico. El autor que la conoci a finales del
siglo xix es Jos Mart y el artculo que escribi tras la visita comienza as:
Las sombras tienen sus poemas, el espritu sus conmociones, y la com
pasin sus lgrimas. Todo esto se siente, y muchas cosas se aman, ante
esos seres abrazados por su propia luz, sin sentidos con que transmitirla,
ni aptitudes para recibir el calor vivificante de la ajena. Nacidos como ca
dveres, el amor los transforma, porque la enseanza a los sordomudos
es una sublime profesin de amor. Se abusa de esta palabra sublime; pero
toda ternura es sublimidad, y el sordomudo enseado es la obra tenaz de
lo tierno. La paciencia exquisita, el ingenio excitado, la palabra suprimida,
elocuente el gesto, vencido el error de la naturaleza, y vencedor sobre la
materia torpe el espritu benvolo, por la obra de la calma y de la bondad.
El profesor se convierte en la madre: la leccin ha de ser una caricia; todo
nio lleva en s un hombre dormido; pero los sordomudos estn encerrados
en una triple crcel perpetua. Inevitablemente las lgrimas se agolpaban a
los ojos en el examen de sordomudos de antier. Hay en la escuela un nio,
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Labastida, de cabellos negros y brillantes, con los ojos vivaces de candor, la
frente espaciosa, la boca sonriente, la expresin dcil y franca. Escriba con
notable rapidez definiciones de ciencias; llenaba su pizarra velozmente; pe
da ms que hacer cuando los dems no haban concluido todava. Labasti
da tiene doce aos, y como la luz de su alma est comprimida, lleva toda la
luz en su rostro, y su cara infantil es hermosa, animada y brillante. Seduce
ese nio: invita a abrazarlo. A su lado trabajaba Ponciano Arriaga, hijo del
hombre ilustre que incrust principios de oro en la hermosa Constitucin
mexicana. Arriaga cumplir pronto dieciocho aos. Tiene todos los conoci
mientos de la instruccin primaria; expresa fcilmente los pensamientos
que concibe; estudia botnica bajo la hbil direccin de Mr. Huet; resuelve
problemas complicados de aritmtica superior; dibuja con pureza de con
tornos, y con delicadeza y morbidez de sombras. Tiene la frente espaciosa,
y como que desciende en ademn pensativo sobre sus ojos pequeos y ani
mados: su nariz aguilea y sus labios finos revelan una distincin natural.
Dicen que Arriaga tiene una extraordinaria facilidad de comprensin; y en
verdad, aquella frente parece hecha para soportar graves pensamientos.
Otro nio resuelve, al lado de stos, problemas de aritmtica, con rapidez
que aun en nios dotados de todos sus sentidos llamara la atencin. Es
Luis Gutirrez el alumno ms aventajado en clculo. Su frente voluminosa
se levanta en curva desde sus ojos investigadores y severos hasta su cabello
abundante y rizado. Es un nio grave, en que se presiente al hombre. Sin
quererlo, somos injustos.
Gernimo fue slo un par de veces a la Escuela Nacional de Sordos, a
reuniones convocadas por el grupo con el que lleg a la capital. Su viaje
al Distrito Federal estaba lejos de las aulas y de tener como objetivo el
recibir la enseanza de los sordomudos, esa sublime profesin del amor.
El Monumento a la Revolucin Mexicana era el sitio preferido por Ge
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
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rnimo para vender llaveros. Los turistas se portaban generosos, sobre
todo los parroquianos vespertinos de las cantinas aledaas. En cambio,
en las oficinas vecinas de la Direccin Federal de Seguridad (dfs), si bien
estaban especializados en hacer hablar a la gente que era detenida bajo
sospecha de oponerse al gobierno, la vendimia era poca.
Antes de regresar del Distrito Federal a Monterrey, el grupo viaj a Gua
dalajara por unas semanas. Gernimo decidi ah que se ira de mojado a
Estados Unidos.
Nueve
9 Hay una foto Polaroid de mi to Gernimo tomada en los setenta, en la
que se le ve el aire de forastero con el que dio sus primeros pasos en Esta
dos Unidos. Aparece en una casa en construccin en pleno valle de Texas.
Trae puestos un pantaln de mezclilla y una camisa blanca. Listo para
trabajar. Parece que lo har con una sonrisa: es un moreno flaco del que
resaltan el pelo largo, oscuro y brilloso, as como un bigote que apenas
asoma entre sus gruesos labios.
En 1969, Gernimo cruz por primera vez la frontera junto con sus
amigos Leobardo y Germn, a quienes conoci en el viaje a Guadalajara.
Llegaron a Laredo en busca de trabajos de albailera o de lo que hubiera
para unos muchachos sordos de diecisis aos. No encontraron tantas
oportunidades y las pocas que haba se las daban a migrantes mexicanos
oyentes. Entonces se fueron de aventn a San Antonio, la ciudad ms ca
tlica de Texas, mucho ms poblada y a tan slo dos horas de distancia.
Empezaron a vender llaveros en el downtown. Semanas despus, se topa
ron con un grupo de sordos texanos a los que no les agradaba la idea de
tener competencia de vendedores mexicanos. Los texanos les hicieron la
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
vida imposible, retndolos a golpes y amedrentndolos hasta que logra
ron que la migra los deportara.
Entre ese momento y 1971, los detuvieron y deportaron unas cuantas
veces. Pero en ese tiempo era comn que un mexicano fuera y viniera
al otro lado sin tanto problema. No se hablaba de instalar muros, ni de
rancheros armados para vigilar las rutas de los migrantes en busca de
trabajo ni de hacer visas lser. La frontera entre Mxico y Estados Unidos
era un vasto y movedizo territorio de personas.
En una de las deportaciones, Gernimo, Germn y Leobardo no fueron
a dar a Nuevo Laredo, Tamaulipas, sino hasta Ciudad Jurez, Chihuahua,
frontera con El Paso, Texas. Vagaron unos das en el centro, cerca de ba
res famosos como el Kentucky, donde haba parroquianos que afirmaban
haber visto emborrachndose a Marilyn Monroe con Al Capone. Luego
consiguieron un aventn a Monterrey con un trailero. Los paps de Ger
nimo haban dejado de tener noticias de su hijo durante un buen rato y
reaccionaron emocionados cuando lo vieron regresar a la casa cercana de
la terminal de autobuses de Monterrey. Trataron de convencerlo de que
se fuera a Rancho Nuevo a hacer vida de vaquero, algo que saban que le
gustaba tanto como viajar. Pero por esos aos hubo sequa y con sequa
por ms dadivosa que sea la buena fama que en general tiene la vida del
campo, no se puede sembrar ni criar ganado y por lo tanto no se puede
vivir.
Adems Gernimo miraba con aoranza los das en Estados Unidos. Se
haba dado cuenta de que all poda tener empleos que nunca tendra de
este lado, y haba visto que los sordos estadunidenses hacan cosas tan
sencillas que por la discriminacin parecan increbles en Mxico, como
conducir un coche.
Gernimo era un migrante que no slo buscaba salir de la pobreza.
Tambin le interesaba vivir.
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Diez
10 Mientras decida qu hacer con su vida, ahora que era mayor de edad,
Gernimo fue a tramitar su cartilla de servicio a la oficina de recluta
miento de la Sptima Zona Militar en Monterrey. El 13 de agosto de 1971,
el teniente coronel de infantera, Alejandro Snchez Martnez, determin
as su situacin ante la milicia mexicana:
Jernimo [sic] Gonzlez Garza, se encuentra intil para el Servicio Militar
Nacional, por padecer: sordomudez [sic], enfermedad registrada en la Tabla
de Enfermedades y Defectos Fsicos anexa a la Ley del Servicio Militar Na
cional, con el nmero 8, perteneciente al Grupo C, segn certificado mdico
expedido por el Hospital Militar Regional de esta Plaza. De conformidad con
el Oficio Superior 21935 de fecha 6 de julio de 1948, los intiles no estn
obligados a visar sus cartillas.
Semanas despus, Gernimo volvi a cruzar la frontera. Sali de la
casa de sus padres con unos tacos de harina que le prepar su mam
Mara de Jess para el camino y con la decisin de no volver a Mxico en
un buen rato.
Ahora el viaje sera ms all, mucho ms all de ese antiguo territorio
de Mxico que ahora se llama Texas.
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De izquierda a derecha: Gernimo, Leobardo y Germn
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i. Un vaquero cruza la frontera en silencio
Once
11 Fue un viaje de varios das, muy lento, por el caluroso noroeste mexica
no. Gernimo, acompaado de nuevo por Leobardo y Germn, viaj en
autobs de Monterrey a Torren, Coahuila, de ah a Ciudad Jurez y as
hasta llegar a Tijuana, por las carreteras rectas de Sonora, a largos ratos
desoladas. Por Tijuana cruz a California. Iban a Los ngeles atrados por
una noticia que les haba llegado de buena fuente: all estaba un grupo
de jvenes sordos mexicanos bien instalado, que organizaba caravanas
por todo Estados Unidos. Una especie de comuna mvil, muy ad hoc con el
momento hippie enmarcado por la guerra de Vietnam.
La historia result cierta. Apenas llegaron, la comuna los acogi y en
poco tiempo estaban viajando en vans desvencijadas, primero por ciuda
des y pueblos del oeste estadunidense, luego atravesaron el pas, hasta
que llegaron a Nueva York. Eran unos jvenes emocionados, de rostros
barbados como revolucionarios cubanos, que viajaban apretujados y mi
raban de reojo, por las ventanillas, su nuevo pas, mientras conversaban
con las manos y con algaraba.
Algunas veces los diriga un sordo pionero que ya haba estado antes
en el pueblo o en la ciudad visitada. l indicaba a qu lugar haba que ir
a dormir hechos bola y en qu zona vala la pena ponerse a vender ar
tilugios o buscar algn trabajo de campo, comercial, incluso industrial, si
es que se los daban. Permanecan equis tiempo y despus emprendan la
marcha de nuevo.
Algunos sordos del grupo conseguan buenos empleos en maquilado
ras y abandonaban la caravana, pero eran los menos. Los sordos sin pape
les competan con los obreros estadunidenses y con los obreros migran
tes, tambin sin papeles, pero oyentes. Llevaban la de perder.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Aunque la venta de juguetes en plazas y parques pblicos era su ac
tividad principal, Gernimo sola conseguir trabajos como albail, car
pintero o tablajero. Otras veces, ninguno de los viajeros conoca el sitio
recin arribado, pero llevaban consejos de otros sordos mexicanos que
haban pasado por ah: los lugares que tenan que evitar porque haba
vendedores sordos estadunidenses o bien a cules ir porque encontraran
gente dispuesta a darles un dlar a cambio de un artilugio y un carioso
mensaje en lenguaje de seas.
Luego reanudaban el viaje en busca de un nuevo sitio donde aterrizar.
Si les iba bien, enviaban dinero a sus padres o a sus hijos o se compraban
ropa bonita o se daban una buena comilona. La caravana tambin iba
dejando sordos cansados, que se frustraban y caan en el alcoholismo
o que desaparecan con sus hombros heridos de viajeros. No se volva a
saber ms de ellos.
Gernimo, Germn y Leobardo eran felices viajando. En sus andanzas
se relacionaban, sobre todo con otros sordos, pero tambin conocan mi
grantes mexicanos oyentes, desplazados de Oaxaca, Puebla y Guerrero. Si
haba modo, Gernimo platicaba con ellos sobre la siembra, con la idea
de volver un da a Mxico, a trabajar las tierras yermas de su familia, en
Rancho Nuevo.
Hubo un momento en que la caravana se detuvo y cada quien se ins
tal por su cuenta. Gernimo regres a San Antonio tras enamorarse en
Atlanta. Leobardo tambin se instal en tierras texanas, mientras que
Germn prefiri Carolina del Norte. La relacin entre los tres permaneci
firme.
Gernimo, una vez instalado en San Antonio, regres a Monterrey en
un viaje relmpago por Graciela, su hermana sorda, para incluirla tam
bin en el sueo americano.
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Doce
12 Gernimo no se rob a su hermana Graciela, pero la familia no estaba se
gura de que fuera correcto que una joven sorda partiera a Estados Unidos,
as noms, a la aventura, aunque fuera con su hermano. En Monterrey,
Graciela se dedicaba a coser vestidos para fiestas de quince aos y bodas
en la casa de sus padres.
Guadalupe y su esposa Mara de Jess despidieron a su hija Graciela
con el ceo fruncido. Graciela se fue a Estados Unidos y con el paso del
tiempo se enamor de Germn. Se cas con el amigo de su hermano Ge
rnimo y ambos hicieron su vida en Carolina del Norte. De llevar una vida
enclaustrada entre telas y vestidos, Graciela se convirti en una autntica
nmada que le ha dado ms de una vuelta completa a Estados Unidos,
vendiendo llaveros y juguetes.
A diferencia de Gernimo, Graciela nunca ha dejado de recorrer el pas
haciendo ese trabajo. Ahora se enfoca en los eventos de la Serie nascar
(National Association for Stock Car Auto Racing), una organizacin esta
dunidense que organiza las carreras de automviles de serie ms concu
rridas del pas.
Trece
13 En febrero de 2011 mi ta Graciela, quien es catlica prcticante, viaj a la
ciudad de Mxico para participar en la peregrinacin anual de los sordos
mexicanos que se hace ao con ao desde la iglesia de San Judas Tadeo
hasta la baslica de Guadalupe.
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Despus de ese viaje parti al Mardi Gras, carnaval celebrado en Nuevo
Orleans, uno de los eventos preferidos por los sordos estadunidenses para
vender llaveros y juguetes debido a la fama de generosos que tienen los
asistentes al festejo que ocurre entre el 4 de febrero y el 9 de marzo. Otro
de los sitios de buena fama entre los vendedores sordos es Los ngeles y
sus calles; en contraste, el peor sitio de Estados Unidos para ellos es Nue
va York, una ciudad imparable, indiferente a todo.
Acompa a mi ta durante la peregrinacin a la baslica de Guadalupe.
Tambin se sum Guillermo Osorno, quien public en los das siguientes
en El Universal, una crnica de ese recorrido, con el ttulo Coro de sordos.
Mientras caminbamos por el peregrindromo, Ana Lilia Sekiguchi se
nos acerc a ofrecernos protector para el sol. Era una de las organizado
ras de la peregrinacin y le pregunt si los sordos deban adaptarse a la
sociedad o la sociedad deba adaptarse a los sordos.
Hay que cambiar la pregunta. Lo mejor sera que nada ms hablramos
de comunicarnos, con eso empezaramos a hacer algo diferente respondi.
Ana Lilia, adems de maestra, es madre de un joven y una nia, ambos
sordos de nacimiento.
La gente debera saber por lo menos unas cuantas palabras en len
guaje de seas, no crees? le dije.
Exacto. Si t vieras lo que pasa en la prepa donde estudia mi hijo:
los compaeros de Gamaliel, que saben dos o tres palabras en lengua de
seas y el abecedario, cmo se comunican con l. Y l se puede quedar a
veces solo en clases y todo, pero por lo regular yo voy a interpretarle por
que adems no tenemos esa facilidad con l, no hay intrpretes.
T vas a sus clases?
S, yo voy a las clases a interpretarle lo que dicen los maestros.
Pens que haba una clase especial para sordos, un bachillerato es
pecial.
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i. Un vaquero cruza la frontera en silencioUn vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
No, de hecho fue muy complicado conseguirle a Gamaliel una prepa
ratoria fuera del mbito. Y pues por necesidad, Gamaliel se integr al Tec
de Monterrey, y ha sido muy complicado pues la metodologa la hemos
ido armando nosotros, entre l y yo. Ha sido a ver cmo te pongo esta
sea porque adems no hay tantas seas.
El lenguaje de seas mexicano tiene muchos cals regionales Por
ejemplo, mi to Gernimo dice Monterrey as [me toco el codo]. As es
Monterrey tambin para ti?
Monterrey es as para m [Ana Lilia hace sea con tres dedos mo
vindose en la frente]. Se llaman regionalismos. La lengua de seas es
toda una lengua, o sea, es un idioma completo. Como idioma tiene na
cionalismos, regionalismos, extranjerismos. Entonces, te puedo contar de
algunos. Por ejemplo embarazada es as [hace sea como indicando un
vientre], pero ahora lo han hecho as [hace sea con el brazo izquierdo
flexionado y moviendo la mano derecha simulando una panza]. Pero es
un extranjerismo, lo han copiado de Estados Unidos!
Va evolucionando muchsimo, no?
Exacto, exacto, como todo idioma, va evolucionando, se va mejoran
do. Antes se usaba espaol signado, hablaban con las frases con, en y as
iban pero era muy lento. Entonces ellos (los sordos) se reunieron como
comunidad y dijeron: vamos a quitarles tantos movimientos, vamos a ha
cer algo que se llame lengua de seas. Y hay lengua de seas mexicana,
americana, libans, pakistan, japons
El pas ms tolerante con los sordos es Estados Unidos?
Pues mira, entre s. Estados Unidos les tiene intrpretes certifica
dos, el gobierno les da intrpretes. O sea, si Gamaliel estuviera en Esta
dos Unidos, bueno ya con decirte, ni siquiera tendra un intrprete, para
empezar, tienen una escuela especial donde tendra su intrprete. Eso lo
dara el gobierno, no tendran que ser recursos de los paps.
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Gernimo construyendo su casa en las afueras de San Antonio, Texas.
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Mi ta Graciela y mi to Gernimo se fueron de mojados a Estados
Unidos justo porque aqu noms no haba cmo
Exacto, no hay.
No haba oportunidad. Sus paps, mis abuelos, son personas muy
trabajadoras, pero del campo, con poca instruccin Pero t que tenas
educacin pudiste ayudar ms a tus hijos
Yo estudi educacin especial precisamente porque tengo a los dos
nios sordos. Cuando supe que la nia tambin era sorda, dije: No, a ver,
qu voy a hacer? Y aqu en Mxico haces todo un peregrinar para las
cosas ms simples: vas a un hospital y no te dicen nada, vas a otro hospi
tal y te dicen otras cosas, no te dan como expectativas y eso como que no
est bien. Tambin mi rea es mdica, pero en la educacin especial y
pues como van, han ido saliendo adelante.
Y la expectativa que tienes es que Gamaliel termine la prepa y des
pus estudie algo ms?
Gamaliel est en la prepa porque l su expectativa era la universi
dad. Cuando me dijo eso, le contest que tena que pasar por la prepa, y
por una prepa con oyentes tena que ser. Y l me deca: No, yo quiero ir
directo a la universidad, a la univesidad de Gallaudet, en Washington, una
universidad exclusiva para sordos. La nica en el mundo. Me imagino
que la conoces?
No Y cmo le vas a hacer para que se vaya para all?
No tengo la menor idea. As como no tena la menor idea de cmo iba
a entrar al Tec y ahorita est en el cuarto semestre.
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i. Un vaquero cruza la frontera en silencio
Catorce
14 Pasaron diez aos para que Gernimo, Germn y Leobardo regularizaran
su situacin migratoria. A principios de los ochenta se beneficiaron de le
yes especiales y dejaron de ser indocumentados en Estados Unidos, som
bras fugitivas. Gernimo adquiri la ciudadana estadunidense despus
de que se cas con su actual esposa, Ana, a la que durante la gira hippie
conoci en Atlanta en una fiesta celebrada en una discoteca exclusiva
para sordos. Ana, rubia, de cuerpo atltico y sorda de nacimiento, tuvo
una educacin distinta a la de Gernimo y aprendi desde nia a hablar
el lenguaje de seas. La comunicacin entre ambos se dio rpidamente
porque Ana hablaba muy bien el lenguaje de seas mexicano.
Podra pensarse que hay un solo lenguaje de seas para todos los
sordos del mundo, pero no es as. Hay bastantes diferencias entre el de
un pas y otro. Los sordos gringos hablan el Ameslan (American Signal
Language), donde cada letra tiene una representacin particular con las
manos, y varios movimientos forman una palabra y muchos ms una
oracin. El de los sordos mexicanos, adems, cuenta con su propio cal
regional: un sordo regiomontano no habla igual que un sordo maya.
En los setenta y ochenta, los sordos migrantes mexicanos se estaban
beneficiando de un movimiento de orgullo sordo estadunidense que rei
vindicaba la lengua de seas, aunque esto Gernimo no lo supo, porque
su vida de migrante estaba lejos del movimiento intelectual sordo ame
ricano. Por esos aos se promovieron en Estados Unidos obras de tea
tro, libros, programas de televisin y pelculas. En Star Trek, el actor sordo
Howie Seago interpretaba a un embajador de otro planeta que era sordo
y hablaba por seas. En Broadway se present con xito Hijos de un dios
menor, dirigida al pblico sordo. La cspide fue la llamada revolucin de
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Gernimo con su madre y hermanas.
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i. Un vaquero cruza la frontera en silencio
los sordos que consigui que la Universidad Gallaudet, en Washington, se
convirtiera en una escuela de altos estudios exclusiva para sordos.
De lo que s se dio cuenta Gernimo durante aquella vida nmada que
dur casi todos los setenta, fue que era posible cambiar la vida, incluso la
de un sordo no rico nacido en Mxico. Cuando Gernimo lleg al otro lado
era un ilegal, pero eso era menos dramtico que lo que le pasaba en Mxi
co, donde la discriminacin haca que algunos lo consideraran un imbcil.
Quince
15 La revolucin de los sordos estadunidenses de la que se benefici Ger
nimo y otros sordos migrantes mexicanos es retratada por el neurlo
go y escritor Oliver Sacks, en Veo una voz: viaje al mundo de los sordos. El
punto culminante de la revuelta fue marzo de 1988, cuando se produjo
un autntico levantamiento de los sordos de la Universidad Gallaudet de
Washington, quienes exigan que el nuevo rector de la institucin fuera
un sordo, como la totalidad de los estudiantes. El jueves 10 de marzo de
ese ao, el investigador ingls acudi a la universidad para mirar de for
ma directa la huelga de los sordos. As describe su arribo:
Un taxi me deja en la calle Octava frente a la universidad. Las puertas de
entrada llevan cuarenta y ocho horas bloqueadas. Lo primero que veo es una
multitud inmensa, nerviosa, pero alegre y cordial, de centenares de estudian
tes que obstaculizan la entrada al campus y que llevan enseas y pancartas
y hablan por seas entre ellos con gran animacin. Uno o dos coches policia
les vigilan fuera con los motores en marcha, aunque parecen una presencia
amable. Los coches que pasan tocan mucho la bocina y esto me desconcierta,
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pero luego veo un cartel que dice: toque la bocina por un rector sordo.
La multitud es al mismo tiempo extraamente silenciosa y estruendosa: las
conversaciones y discursos por seas son abruptamente silenciosos, pero los
interrumpen curiosos aplausos, un nervioso sacudir de manos por encima de
la cabeza, acompaado de gritos y vocalizaciones agudas.
Oliver Sacks, quien ha hecho libros sobre personas que padecen migra
a o que han perdido una pierna en un accidente, as como de personas
ciegas y esquizfrenicas, explica que decidi adentrarse en el mundo de
la sordera profunda, porque el estudio de los sordos nos demuestra que
gran parte de lo que es en nosotros caractersticamente humano (el ha
bla, el pensamiento, la comunicacin y la cultura) no se desarrolla de un
modo automtico, no son funciones puramente biolgicas sino tambin
en principio funciones sociales e histricas, son el legado (el ms maravi
lloso de todos) que una generacin transmite a otra. Y eso nos revela que
la cultura es tan fundamental como la naturaleza.
No slo hablamos explica para decir a los otros lo que pensamos,
sino tambin para decrnoslo a nosotros mismos. El habla es una pieza
del pensamiento. De acuerdo con Sacks, el sordo sin lenguaje puede ser
en realidad como un imbcil, y de un modo particularmente cruel, porque
la inteligencia, aunque presente y quizs abundante, permanece ence
rrada tanto tiempo como dure la ausencia de lenguaje. El escritor cita al
abate Sicard cuando ste hablaba de la enseanza del lenguaje de seas
diciendo que abre las puertas de la inteligencia por primera vez.
Segn la visin de Sacks, los sordos no se consideran impedidos, sino
miembros de una minora lingstica y cultural que necesitan (y tienen
realmente derecho a) estar juntos, ir juntos a clase, aprender en un len
guaje accesible a ellos y vivir en compaa y comunidad con otros que
son como ellos.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
i. Un vaquero cruza la frontera en silencio
Antes de su visita a la insurreccin sorda de marzo de 1988, Sacks ha
ba estado antes en la Universidad de Gallaudet, en 1986 y 1987, y en esa
ocasin haba comprendido que la sea poda ser un lenguaje completo,
un lenguaje igualmente apropiado para hacer el amor y hacer discur
sos, para flirtear y para ensear matemticas. Sacks qued impresionado
tras ver clases de filosofa y de qumica en lenguaje de seas:
Tuve que ver funcionar un Departamento de Matemticas absolutamente
silencioso; tuve que ver bardos sordos, poesa por seas en el campus y la
amplitud y profundidad del teatro de Gallaudet; tuve que ver el maravilloso
escenario social del bar de los estudiantes, con las manos volando en todas
direcciones, cien conversaciones independientes en marcha.
Diecisis
16 Es abril de 1991. Gernimo ya no es nmada, se ha establecido en San An
tonio, Texas, con sus dos hijos y su esposa Ana, aunque en este momento
est en el corral del rancho de Los Ramones, entre vacas y becerros que
dan vueltas en crculo, mugen o estornudan estentreamente con el sol
de frente. Gernimo laza una vaca. Otros dos vaqueros, un primo con
bigote de morsa y un sobrino barbado, ayudan a Gernimo para que le
ponga en la cadera su sello mientras el animal est apersogado: las tres
iniciales de su nombre. La vaca se cae y Gernimo, lentamente, deja que
le caiga el ardiente trinche de fierro con las letras g.g.g. La vaca se queda
callada. No emite sonido alguno. Ya qued marcada. Ahora sigue un bece
rro de ojos salvajes, despus otra vaca inexpresiva. Ser una larga tarde.
Mara, la hermana mayor de Gernimo, graba el ritual ranchero con una
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cmara de formato vhs. Una toma montona, abierta, en la que no dejan
de caer vacas y un vaquero silencioso las marca con su fierro ardiente.
A partir de 1991, Gernimo empieza a cumplir su sueo de ir ms se
guido a Mxico, de hacer la vida de vaquero que en cierta forma tuvo que
posponer a causa de sus viajes por Estados Unidos. Quiere darle vida al
rancho de sus padres.
Diecisiete
17 El rancho de mi to queda cerca de lo que aqu llamamos la Frontera Chi
ca, la regin que comprende los municipios de Guerrero, Ciudad Mier,
Miguel Alemn, Camargo y Daz Ordaz. Esa pequea zona forma parte
de una frontera ms grande, integrada por ciudades y pueblos de Nuevo
Len, Coahuila y Tamaulipas que se extienden a lo largo de un valle en
trnsito continuo de personas, animales y cosas, donde lo que se conside
ra legal o ilegal va y viene de Mxico a Estados Unidos, a travs de Texas.
En este rincn tan poco conocido de Mxico se desat una guerra en
febrero de 2010, cuando una decena de cabeceras municipales fueron ata
cadas por hombres armados que llegaban en caravanas de camionetas
pick-up. Cuando escribo Guerra no estoy haciendo uso de la retrica o del
sensacionalismo para describir lo que pasa. Se trata de una guerra en serio,
en la que ha habido masacres, desplazamientos forzados de poblacin, fo
sas clandestinas, prisioneros, combates, leva, magnicidios, mucho dolor y
muchas mentiras, como en cualquier guerra. Adems de muchas muertes.
Si un da alguien decidiera guardar un minuto de silencio continuo por
cada una de las personas asesinadas en este lugar, se quedara mudo un
mes.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
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La violencia que se desat aqu ha sido mayor que en otras zonas fron
terizas del pas. Es mucho mayor que la de la Tijuana actual, mayor que la
de Sonora, e incluso que la de Ciudad Jurez.
Sin embargo, esta regin es una zona que parece no usar su voz. Del
dolor causado por la violencia en Tijuana, Sonora y Ciudad Jurez ha na
cido un lenguaje propio. Un lenguaje a veces hasta poderoso, que se oye a
travs de constantes reportajes hechos por periodistas nativos o llegados
de fuera, o bien de novelas que cuentan la vida ntima de esas zonas.
Ac en la frontera noreste no pasa eso.
Bajo la atmsfera que prevalece ni siquiera es posible hacer diarismo
de forma adecuada. De la realidad amenazante, la que se topan todos
los das los reporteros locales, han quedado como constancia trgica los
ataques con granadas a instalaciones de peridicos, as como el asesinato
y la desaparicin de periodistas. Sin embargo, gran parte de las intimida
ciones no se conocen, ni siquiera aparecen en los registros de los organis
mos internacionales que han abierto oficinas en la ciudad de Mxico los
ltimos aos, alarmados por el aumento de las agresiones a la libertad
de expresin.
La frontera noreste de Mxico carece de un lenguaje propio en estos
tiempos de guerra. Y sin lenguaje, la libertad queda mucho ms lejos. El
lenguaje es lo que hace posible el pensamiento, marca la diferencia entre
lo que es humano y lo que no lo es. El lenguaje devela misterios.
Pero la frontera noreste no puede hablar.
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
Dieciocho
18 La nueva sede de la comandancia de la polica de Los Ramones, Nuevo
Len, donde est el rancho de Gernimo, fue inaugurada a mediados de
julio de 2010, en plena guerra. Entre tierra dura, rodeado por una cerca
de aluminio, las autoridades construyeron un edificio de una sola planta,
pintado de blanco con algunas rayas naranjas, para que operara la fuerza
de seguridad pblica local. Tres das despus, el viernes 22, poco antes de
las nueve de esa noche, cinco camionetas se estacionaron enfrente. Baj
una decena de hombres que tomaron suficiente distancia para que las
balas no rebotaran cuando empezaron a descargar el contenido de los ri
fles que llevaban. Quin sabe cuntos disparos hicieron. La balacera dur
veinte minutos y se lanzaron por lo menos cinco granadas. La fachada
principal del edificio nuevo qued como queso gruyre y la corporacin
entendi el mensaje: a partir de ese da la polica municipal de Los Ramo
nes desapareci.
Gernimo estaba a unos kilmetros de ah, revisando el techo de una
bodega de forraje para animales, algo deteriorada debido a la poca acti
vidad del rancho que hered de sus padres y que desde los noventa ha
tratado de levantar. Algunas veces me ha tocado acompaarlo. Hacemos
largos recorridos silenciosos. Trato de imaginar lo que Gernimo piensa
sobre estos tiempos con tanto ruido.
Aquella balacera contra la comandancia municipal de Los Ramones se
oy a varios kilmetros a la distancia. Hay quienes dicen que se hicieron
mil tiros. Gernimo no la escuch.
Dos meses despus del ataque a la comandancia, converso con Ger
nimo en el comedor de su casa de San Antonio. Es una noche muy tran
quila, aunque afuera se oye una tromba y por la ventana de la cocina se
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mira el zigzagueo de unos rayos en el cielo. Le pregunto sobre la violencia
en las carreteras y los pueblos por los que conduce. Me contesta que al
gunos rancheros le han contado de desapariciones forzadas de personas,
de ranchos abandonados empleados como campos de entrenamiento de
sicarios, de militares arrasando rancheras y otras cosas que ocurren en
los alrededores, pero que l no presta demasiado inters en ello. Su filoso
fa es que si algo no tiene solucin, entonces ni siquiera es un problema.
Gernimo est en contra de la legalizacin de las drogas como la
abrumadora mayora de los habitantes de Texas porque cree que los ni
os haran suya esa adiccin y todo se vendra abajo. No le caen bien
los sabihondos que la promueven como la solucin. Gernimo es un
texano en eso y otras cosas ms. Sabe disparar un rifle, y supongo que
no dudara en usarlo si se viera amenazado durante uno de sus viajes en
carretera entre Monterrey y San Antonio. Le planteo esa posibilidad y me
responde sealando una herradura colgada en la pared de su casa. Est
algo oxidada, pero veo que tiene inscritas las letras g.g.g., las iniciales de
su nombre. Como muchos de aqu, Gernimo cree que el calzado de los
caballos es un amuleto para la buena suerte. La supersticin vive un auge
en la frontera. Quizs es necesaria para no ser sorprendido por la barba
rie, para no ser parte de ella tambin.
Gernimo me explica que para l no todo se trata de fuerza. Siempre
habr alguien mejor que t para disparar o alguien tendr una mejor
arma que la tuya. Lo importante es que t tengas la razn en lo que haces
y que no la sacrifiques por la fuerza.
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Gernimo y su esposa Ana, recin casados.
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Diecinueve
19 En la mesa hay pur de papa, tocino crujiente, arroz y pavo. Bebemos t
helado. Antes de sentarnos a comer en el da de Accin de Gracias, que
este 2010 toc que fuera el 25 de noviembre, Gernimo se pas la tarde
arreglando el techo de la casa que construy con sus propias manos hace
ventids aos en las afueras de San Antonio. Gernimo puso tambin por
la maana un barandal nuevo alrededor de la fachada principal y en la
parte trasera agreg un cobertizo al garaje.
Platicamos de esos arreglos a la vivienda donde vive junto con su es
posa Ana y una pequea manada de perros chihuahueos. Entre los mi
nsculos e inquietos animales el consentido es Dumb. Dumb tonto es
tambin la forma en la que antes se les llamaba a los sordos en Estados
Unidos.
El plan de Gernimo es hacer la mayor cantidad de arreglos que pueda
a la casa donde vive. Luego quiere venderla y comprar una ms pequea
y barata en el centro de la ciudad, adonde se mudar con su esposa Ana.
Quin sabe qu pasar con las mascotas. Con el dinero que le quede de
la venta, Gernimo planea comprar otra casa, arreglarla y luego venderla
ms cara. Hace unos das, Gernimo y su hijo mayor que tambin se
llama Gernimo, aunque todos le dicen Nimo encontraron una vivienda
muy descompuesta, pero bien ubicada, que se venda en treinta y cinco
mil dlares. El sitio ideal para el plan de jubilacin de Gernimo. Fueron
al banco a conseguir el dinero, pero en lo que cumplan los requisitos,
alguien se les adelant y compr la casa vieja.
El otro hijo de Gernimo se llama Guadalupe y le dicen Lupi. Es un
veinteaero que vive en Austin, dibuja estupendos cmics estilo japons
en sus ratos libres y trabaja con Nimo colocando escritorios y alfombras
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
en las oficinas de las agencias de seguridad estadunidenses a lo largo de
la frontera. La mayora de las cosas que platico con Gernimo tienen que
ser traducidas por su hijo Nimo, porque no s hablar el lenguaje de seas.
Tanto Nimo como Lupi oyen y hablan perfecto ingls, aunque el espaol
les cuesta un poco de trabajo.
En el comedor est enmarcado el Padre Nuestro en Lenguaje de Seas
y platos que recuerdan los viajes de Gernimo. Platos de Arizona, Caro
lina del Norte, Georgia, Indiana, Florida, Nebraska, Kentucky, Oklahoma,
Missouri, Texas, Nuevo Mxico, Washington, Las Vegas, Myrtle Beach,
Alabama, Hawai... Un televisor enorme est encendido en la sala, con el
Western Channel sintonizado. Gernimo se va para all, se quita las botas
vaqueras y se sienta a ver una pelcula de John Wayne. Salgo con Lupi a
disparar un rifle en el monte. Es un 22, la sensacin de la bala que parece
salir de tu pecho es peligrosamente aliviadora: te da cierto poder, vaca
tu miedo.
Regreso y ha cado la oscuridad total en el valle.
Me siento de nuevo a platicar con Gernimo. He convivido con personas
sordas desde que soy nio y los que conozco no paran de hablar. Ape
nas los ves y estn relatando una historia tras otra, o preguntando cosas.
Sin embargo, creo que si Gernimo pudiera usar sus cuerdas vocales para
hablar, hablara poco. Es parco, como muchos paisajes de la frontera. En
general, habla slo lo necesario. Le cuento que estoy residiendo una tem
porada en Nueva York y que quiero saber qu piensa de Estados Unidos,
ya que tengo sentimientos encontrados. Me dice que l se enter de lo
que sucedi en las Torres Gemelas y no lo crea, que no ha querido ver las
imgenes de los aviones estrellndose contra los edificios, que en Estados
Unidos no hay tanto racismo como se dice, aunque recuerda a un sordo
mexicano asesinado en Virginia por una de esas pandillas de negros que
acosan a los latinos: su amigo se top con ellos en la calle y lo insultaron
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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza
i. Un vaquero cruza la frontera en silencio
sin saber que era sordo y no poda escucharlos. Lo golpearon hasta que
muri. Me dice que en Estados Unidos tratan mejor a los sordos que en
Mxico, aunque ha sabido que ahora hay empresas grandes en Monte
rrey, como Gamesa y Whirlpool, que dan empleos a sordos, y que en San
ta Catarina, Nuevo Len, el gobierno puso una escuela tcnica exclusiva
para sordos. Pero que, por mucho, Estados Unidos es el mejor pas para los
sordos. Que en Las Vegas hubo del 18 al 23 de julio de 2010 un Congreso
Mundial de Sordos. Sesenta mil sordos venidos de todo el mundo: sordos
de la India, sordos africanos, sordos de Francia, de cualquier lugar que te
imagines. Que quiso ir pero no pudo porque tena trabajo, aunque su her
mana Graciela s fue y le platic despus sobre aquello, una cosa increble,
maravillosa. Que tambin hubo un concurso de belleza, Miss Deaf Inter
national, para escoger a la sorda ms bella del mundo. Que gan una sor
da de Blgica, alta y delgada, con el pelo del color de la hierba amarilla, en
segundo qued una chica de Sudfrica, despus una triguea de Lituania
(que por las fotos que vio, para l era la que mereca ganar), y en cuarto y
quinto lugares, una de Irn y una de Brasil. Que admira a Estados Unidos.
Que George W. Bush y Barack Obama no le importan.
Luego toco un tema medio escabroso: el de los Paoletti, la familia de
sordos mexicanos de ascendencia italiana que fue detenida y procesada
en julio de 1997 en Nueva York por dirigir una red que se encargaba de
traer sordos mexicanos a Estados Unidos y los pona a trabajar vendiendo
llaveros en las calles. Gernimo me dice que por supuesto supo de ese caso
que le dio la vuelta al mundo. Que los Paoletti tenan fama de maltratar
a los sordos. Le comento que varios profesores sordos del Distrito Federal
me dijeron que ellos crean que en realidad el operativo contra los sordos
mexicanos tena como finalidad persuadir a los sordos mexicanos para
que no se vinieran a Estados Unidos a trabajar ilegalmente. Que activistas
sordos que entrevist en el Distrito Federal me dijeron que por supuesto
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que los sordos migrantes vivan en condiciones infrahumanas, como las
que exhibi The New York Times en unas fotos de una de sus portadas, don-
de se vean camas y colchonetas amonontonadas en diminutos espacios,
pero que estas condiciones infrahumanas son las que suelen tener mu
chos migrantes mexicanos, sean sordos o no, cuan do llegan a Estados Uni
dos. Gernimo dice que l no sabe qu decir, que la familia Paoletti tena
mala fama desde antes de que pasara todo lo que pas. Que por suerte, l
tuvo la posibilidad de salir adelante en Estados Unidos. Que lo que l sabe
es que los Paoletti fueron juzgados, y al parecer ya estn por salir y se dice
que contarn su versin de las cosas en un libro preparado en todos estos
das transcurridos en prisiones mexicanas y estadunidenses. Que habr
que leer ese libro para conocer su versin.
Veinte
20 Gernimo estaciona su cam