La Generación Del 18

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La generación del 18 De contornos difusos; sobrevalorada en cuanto generación, no en lo que respecta a algunos de sus autores; dilatando su aparición pública, o su constitución grupa! libros mediante, a lo Jargo de más de un decenio - en el que surge, además, una nueva generación: la del 28-, la generación del 18 no es, como hemos visto, la que introduce la modernidad lírica en Venezuela, aunque sí contribuyó decisivamente a liquidar los restos del modernismo. De hecho, como generación es la primera en elaborar una poesía nueva. Revisando planteamientos anteriores -los suyos incluidos-, José Ramón Medina pone en discusión la denominación "del 18": 27 La primera peculiaridad de la generación del 18 es no tener nada fundamental que ver con dicho año. o tener que ver fundamen- talmente tanto o tan poco con toda otra serie de años: la fundación del Círculo de Bellas Artes en 1912; la publicación de Primeros poemas de Enrique Planchart en 1919; la premiación del "Canto a España" de Andrés Eloy Blanco en 1923 o la edición, al fin, de los libros iniciales de sus miembros -salvo Planchart, Blanco y, si se quiere, Ramos Sucre, que ya habían publicado; y Moleiro y Enriqueta Arvelo, que no lo harían aún- entre finales de los años veinte y comienzos de los treinta. En apoyo de la datación "del 18", se esgrime el paralelismo entre las manifestaciones estudiantiles contra Gómez en dicho año y el í? Jos¿ Ramón Medina: "Contribución a una historia de la poesía venezolana”, en Revista Iberoamericana. 166-167, enero-junio 1094. Por otra pane, llamarla generación “de 1920”. como hacen Mariano Picón-Salas en la introducción y Otto De Sola en su Antología Je la moderna poesía \xnezolana (Caracas: Ministerio de Educación. 1940), viene a ser lo mismo.

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Poesía

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  • La generacin del 18 De contornos difusos; sobrevalorada en cuanto generacin, no en lo

    que respecta a algunos de sus autores; dilatando su aparicin pblica, o

    su constitucin grupa! libros mediante, a lo Jargo de ms de un decenio -

    en el que surge, adems, una nueva generacin: la del 28-, la generacin

    del 18 no es, como hemos visto, la que introduce la modernidad lrica en

    Venezuela, aunque s contribuy decisivamente a liquidar los restos del

    modernismo. De hecho, como generacin es la primera en elaborar una

    poesa nueva.

    Revisando planteamientos anteriores -los suyos incluidos-, Jos

    Ramn Medina pone en discusin la denominacin "del 18":27

    La primera peculiaridad de la generacin del 18 es no tener nada

    fundamental que ver con dicho ao. o tener que ver fundamen-

    talmente tanto o tan poco con toda otra serie de aos: la fundacin

    del Crculo de Bellas Artes en 1912; la publicacin de Primeros

    poemas de Enrique Planchart en 1919; la premiacin del "Canto a

    Espaa" de Andrs Eloy Blanco en 1923 o la edicin, al fin, de los

    libros iniciales de sus miembros -salvo Planchart, Blanco y, si se

    quiere, Ramos Sucre, que ya haban publicado; y Moleiro y

    Enriqueta Arvelo, que no lo haran an- entre finales de los aos

    veinte y comienzos de los treinta.

    En apoyo de la datacin "del 18", se esgrime el paralelismo entre las

    manifestaciones estudiantiles contra Gmez en dicho ao y el

    ?Jos Ramn Medina: "Contribucin a una historia de la poesa venezolana, en

    Revista Iberoamericana. 166-167, enero-junio 1094. Por otra pane, llamarla generacin de 1920. como hacen Mariano Picn-Salas en la introduccin y Otto De Sola en su Antologa Je la moderna poesa \xnezolana (Caracas: Ministerio de Educacin. 1940), viene a ser lo mismo.

  • intento de alzamiento organizado por universitarios y oficiales jvenes,

    descubierto a comienzos del ao siguiente; la publicacin del primer

    libro de dos de sus miembros. El huerto de la epopeya

    (1918) , drama alegrico en verso de Andrs Eloy Blanco, y Primeros

    poemas (1919) de Planchart; y los recitales, artculos y poemas sueltos

    con que la gente del 18 comenz a hacerse presente por entonces. Sin

    ignorar tales acontecimientos, es probable que se quiera constituir esta

    generacin como del 18 siguiendo el modelo de la del 28 -coincidencia

    de la Semana del Estudiante como marca poltica y la aparicin del nico

    nmero de la revista vlvula como marca literaria-, dejando entre ellas el

    lapso cannico de diez aos.

    En cualquier caso, la generacin del 18, pese a la losa del go-

    mecismo que aplasta al pas durante su formacin y maduracin

    individual y grupal. se desenvuelve en un medio en que se manifiesta

    espordicamente la presencia de lo nuevo. Tanto Ral Agudo Freites2*

    como -sobre todo- Nelson Osorio en su libro veces citado, rastrean

    hechos tales como la aparicin en la revista El Cojo Ilustrado, el 15 de mayo de 1909, de un artculo sin firma sobre "El futurismo de Marinear, que cita fragmentos del manifiesto publicado en Pars menos

    de tres meses antes; la fundacin del Crculo de Bellas Artes en 1912, en

    ruptura contra la enseanza acadmica, defendiendo la pintura al aire

    libre, la copia de modelos vivos y las lecciones del impresionismo y el

    postimpresionismo, reaccin a la que contribuyeron poetas del 18 como

    Paz Castillo y Planchart: en las tertulias entre pintores y escritores se

    discuta el cubismo y el futurismo, se hablaba de Apollinaire y de Tristan

    Tzara. mientras que Paz Castillo, por su parte, tradujo un tomo de

    poemas de Marinctti, en 1914, que el azar dej indito; la famosa conferencia dictada en Mrida por un Mariano Picn-

    lamosa conterencia dictada en Merida por un Mariano ncon- Salas

    adolescente, en octubre de 1917, elogiando -es su ttulo- "Las nuevas

  • corrientes del arte" con un bro en el que resuenan ideas futuristas

    (virilidad de la guerra, iconoclastial exaltacin de la fbrica, el

    aeroplano, el submarino como temas); la estancia en Caracas de Jos

    Juan Tablada, en 1919, publicndose incluso un poemario suyo. Un da...

    (Poemas sintticos), poniendo en contacto a los escritores del 18 con dos

    planteamientos clave de la nueva esttica: la concepcin del lenguaje potico como sugerencia y la incorporacin del espacio como factor

    expresivo del poema".29

    Cuando algunos de estos autores (Paz Castillo, Ramos Sucre. Fombona

    Pachano, Pedro Sotillo) comiencen a publicar artculos y poemas en la

    revista Elite, fundada en septiembre de 1925 y que, pese a no ser

    exclusivamente literaria, se convirti en la prctica en rgano de la

    vanguardia antes de Vlvula, encontraremos en sus textos una clara

    actitud a favor de las corrientes renovadoras, con "ms audacia y

    apertura -como seala Osorio- que los miembros de la generacin del 28 tambin presentes en las pginas de con "ms audacia y apertura -como seala Osorio- que los miembros de la generacin del 28 tambin

    presentes en las pginas de Elite. Esto no desmiente las calificaciones de

    "heterognea" y "transiciona!" aplicadas por Arturo Uslar Pietri, Jos

    Ramn Medina y otros a una generacin de tan amplio espectro creativo

    y nmina francamente abigarrada, que vara segn los comentaristas.

    Mezclando diversas opiniones, tendramos un ncleo inicial

    conformado por Ramos Sucre, Femando Paz Castillo (1893-1981),

    Enrique Planchart (1894-1953), Andrs Eloy Blanco (1896-1955) y Luis

    Enrique Mrmol (1897-1926), al que se agregaran pronto Rodolfo

    Moleiro (1897-1970), Luis Barrios Cruz (1898-1969), Jacinto Fombona

    Pachano (1901 -1951) y Pedro Sotillo (1902). Pero tambin se incluye -o

    no- a Queremel, Enriqueta Arvelo Larriva (1886-1962), Hctor Cuenca

    (1897-1961), ngel Corao (1898- 1951), Gonzalo Carnevali (1898-

    1957), Samuel Barreto Pea (1899), Luisa del Valle Silva (1902-( 1952),

    Antonio Arriz (1903- 1962), Manuel Felipe Rugeles (1903-1959) y una

  • docena ms. Si de poesa se trata, y no de mera cronologa, es obvio que

    Ramos Sucre y Arriz -y desde luego Queremel- poco tienen que ver con

    la lrica del 18; el mismo Andrs Eloy Blanco quedara bastante al

    margen; mientras que Enriqueta Arvelo y Luisa del Valle, sin lazos

    grupales con los otros, elaboraran no obstante obras que les resultan

    cercanas.

    Aunque Andrs Eloy Blanco sea el primero en publicar, ni El huerto

    de la epopeya (1918) ni Tierras que me oyeron (1921) definen la poesa

    de su generacin como lo har Primeros poemas

    (1919) de Planchart. Sus cambios formales tan frecuentes,10

    su

    variadsima tematizacin -acentuando lo poltico, en general ajeno a los

    del 18-, hasta su popularidad en vida -y su canonizacin tras la muerte-,'1

    todo lo distingue -militancia incluida- de sus compaeros, lo que no

    implica soslayar los hermosos poemas que, desechando mucha hojarasca,

    se podran encontrar en Poda (1934), Barco de piedra (1937), Baedeker

    2000 (1938) y Giraluna (1955).

    Planchart, sin embargo, es generacionalmente central.Ya se la

    califique de "tmida", ya se agote el discurso crtico en el elogio de su

    finura, buen gusto, rigor, plasticidad y musicalidad, es un hecho que la

    voz que se expresa en Primeros poemas marca un cambio y abre la senda

    por la que transcurrirn Paz Castillo, Moleiro y otros:

    Ouin escribi este adis

    Con fuego y con cenizas

    Sobre mi corazn?

    Tambin la luz suspira En la

    trmula llama Que alumbra

    ni vigilia.

    Esta turbacin Es como un

    misterio Que aumenta el

  • amor.

    Muriera en tal tormento, Si no se renovase De

    momento en momento.

    As canta el "Primer Violn" de su "Cuarteto de cuerdas, exquisitamente enamorado.

    Se ha dicho que Primeros poemas establece la ruptura definiti- blor frente al enigma del amor y de la vida; clasicismo moderno. Luego Paz Castillo, en una trayectoria extensa y desigual,

    52 ahondar la indagacin

    metafsica y el despojamiento que culmina en El muro (1964), mientras que Rodolfo Moleiro, con slo cinco ttulos, entregar probablemente la poesa ms concentrada y a la vez ms esplndida, la actual y perfecta de su generacin. Pero ya Planchar! haba creado el mbito de transparencia generacional. Se ha visto en su obra -lo mismo valdra para gran parte del 18- la influencia del simbolismo francs; pero igualmente podra acercrsele a poetas de la generacin espaola del 27 como Salinas o Guillen. Agudo Freites, en el libro mencionado, lo considera el punto de enlace entre el posmodemismo y la vanguardia del 28. Por otra parte, en los tercetos del "Cuarteto de cuerdas" pareciera resonar la poesa mstica espaola, por ejemplo la de un San Juan de la Cruz, que alentar, sesenta aos ms tarde, a Armando Rojas Guardia, pasando antes por la llamada "reaccin hispanizante de la generacin del 40 o 42. Hay mucho, pues, en la "tmida voz de Planchart (hoy prcticamente olvidado, o recordado ms como crtico de artes plsticas: su poesa no se ha vuelto a editar desde 1958),33 quien fue tambin casi coplero a veces, casi lorquiano; es-cuchemos a la Viola del "Cuarteto de cuerdas: Por el cielo pequeo/ Pasa una noche enorme/ Sin luna ni lucero.// cuntos das de pronto,/ De pronto, cuntas noches!/ Todo el tiempo es ahora. Planchart, desgraciadamente, tard doce aos en volver a publicar (Dos suites en verso blanco y Poema a Muchy Gtz, ambos en 1931), coincidiendo entonces y al ao siguiente con la salida de los primeros libros de Paz Castillo (La voz de los cuatro vientos), Barrios Cruz (Respuesta a las piedras), Pablo Rojas Guardia (Poemas sonmbulos) y el segundo de Fombona Pachano (Virajes), quedando indito el resto de su poesa (Bajo

  • su mirada, que contiene tambin los ttulos anteriores, se edit pstumamente en 1954).

    Postulados de la generacin del / 8 Aunque no hayan publicado un

    manifiesto ni nada semejante, los abundantes escritos de algunos de sus

    miembros (Paz Castillo y Fombona Pachano sobre todo, pero tambin

    Planchart), las declaraciones de Paz Castillo y la bibliografa que se le ha

    dedicado, permiten resumir su potica en los siguientes postulados:15

    1) Rechazo de la retrica modernista, apoyndose en la fusin de influencias dispersas: desde los romnticos franceses y espaoles

    y los simbolistas franceses, hasta las generaciones espaolas del

    98 y el 27, con algunos autores privilegiados: Juan Ramn

    Jimnez, Antonio Machado, Guilln, Salinas, Lorca y sin olvidar

    tampoco a Daro.

    2) Realizacin de una poesa pura, entre reflexiva y contemplativa, despojada de metforas y con una sobria elasticidad -de ndole

    impresionista-en las imgenes. El despoja- miento puede llegara

    la discursividad conceptual.

    3) Versolibrismo, atento siempre a la musicalidad; algunos de sus miembros permanecern fieles a la rima y el metro.

    4) Tono sereno, equilibrado, sin altibajos emotivos, aspirando a un clasicismo moderno.

    5) Idealismo filosfico, de vaga raigambre bcrgsoniana. 6) Desmaterializacin del cuerpo: es una poesa a veces amorosa,

    nunca ertica.

    7) Interiorizacin, subjetivi/.acin o espiritualizacin del paisaje: una poesa de atardeceres, con una naturaleza tamizada que es casi un

    parque para la meditacin. Se intenta, sin embargo, cantar los matices

    del paisaje nacional.

    8) Frecuente evocacin de la infancia. 9) Religiosidad o bsqueda de un sentido metafsico, aunque se

    manifieste ms en preguntas que en afirmaciones.

    10) Apoliticidad ("Ante la vida dura opusimos el verso", escribi Paz

  • Castillo; dejemos el mundo a la puerta", afirm Moleiro), con la excepcin de Andrs Eloy Blanco y de un par de libros sacudidos por

    la guerra civil espaola y la segunda mundial (Las iones

    desprevenidas de Fombonal; Entre sombras y luces, 1945. de Paz

    Castillo).