La Coyuntura de La Península Itálica Entre 1850-1914

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La Coyuntura de la península itálica entre 1850-1914 Apuntes de libro de HISTORIA UNIVERSAL editado por EL PAÍS. Tomo 17. La liquidación del período napoleónico por el Congreso de Viena había dejado a la península Italia sojuzgada y divida. Austria conservaba Lombardía y el Véneto como provincias del Imperio. Los ducados de Parma, Módena y Toscana estaban regidos por archiduques austriacos; el Papa no sólo gobernaba como en la Edad Media los Estados Pontificios, sino que extendía su gobierno a las provincias del Adriático llamadas legaciones. Nápoles y Sicilia volvían a estar gobernada por los Borbones y sus métodos tradicionales. Hasta fines del siglo XIX Italia no era una unidad política, fragmentada en múltiples estados. Aún hubo conflictos durante la primera mitad del siglo XIX, siglo en el que apareció el sentimiento nacionalista italiano que desembocará en la Unificación de Italia, materializada el 17 de marzo de 1861, cuando los estados de la península itálica y las Dos Sicilias se unieron formando el Reino de Italia, el cual sería organizado por el monarca Víctor Manuel II, de la dinastía Saboya, hasta entonces gobernante en Piamonte y rey de Cerdeña. El artífice de la unificación italiana, sin embargo, fue el Conde Camillo Benso di Cavour, el ministro en jefe del rey. Roma, por su parte, se mantuvo separada del resto de Italia bajo el mando del Papa y no fue parte del reino de Italia hasta el 20 de septiembre de 1870, fecha final de la unificación italiana, luego fue hecho un plebiscito en el cual se eligió a Roma como la capital de dicho Reino. Los orígenes. Probablemente los genoveses fueron los primeros italianos asentados en Buenos Aires; si nos remontamos a 1810 había 42 de ellos en la ciudad,

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Resumen sobre la Italia de fines del siglo XIX

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La Coyuntura de la pennsula itlica entre 1850-1914

Apuntes de libro de HISTORIA UNIVERSAL editado por EL PAS. Tomo 17.

La liquidacin del perodo napolenico por el Congreso de Viena haba dejado a la pennsula Italia sojuzgada y divida. Austria conservaba Lombarda y el Vneto como provincias del Imperio. Los ducados de Parma, Mdena y Toscana estaban regidos por archiduques austriacos; el Papa no slo gobernaba como en la Edad Media los Estados Pontificios, sino que extenda su gobierno a las provincias del Adritico llamadas legaciones. Npoles y Sicilia volvan a estar gobernada por los Borbones y sus mtodos tradicionales.

Hasta fines del siglo XIX Italia no era una unidad poltica, fragmentada en mltiples estados. An hubo conflictos durante la primera mitad del siglo XIX, siglo en el que apareci el sentimiento nacionalista italiano que desembocar en la Unificacin de Italia, materializada el 17 de marzo de 1861, cuando los estados de la pennsula itlica y las Dos Sicilias se unieron formando el Reino de Italia, el cual sera organizado por el monarca Vctor Manuel II, de la dinasta Saboya, hasta entonces gobernante en Piamonte y rey de Cerdea. El artfice de la unificacin italiana, sin embargo, fue el Conde Camillo Benso di Cavour, el ministro en jefe del rey. Roma, por su parte, se mantuvo separada del resto de Italia bajo el mando del Papa y no fue parte del reino de Italia hasta el 20 de septiembre de 1870, fecha final de la unificacin italiana, luego fue hecho un plebiscito en el cual se eligi a Roma como la capital de dicho Reino.

Los orgenes.

Probablemente los genoveses fueron los primeros italianos asentados en Buenos Aires; si nos remontamos a 1810 haba 42 de ellos en la ciudad, aos despus con motivo de las sangrientas revueltas de 1820 y 1821 ya incorporada Gnova al Reino de Cerdea, se asilaron muchos en las Provincias Unidas del Ro de la Plata, ms precisamente en la Boca del Riachuelo por entonces puerto de ultramar, donde constituyeron una poblacin exclusivamente de ligures. Refiere Ncolo Cneo, que en 1838 cerca de ocho mil poblaban sus costas, tres mil de los cuales se dedicaban a la navegacin. En esa poca el puerto de Buenos Aires estaba bloqueado por la flota francesa, obligando a los genoveses de la Boca para eludirlo, a ondear en sus mstiles el pabelln de la Casa de Saboya, lo que al Gobernador de Buenos Aires y Representante de las Relaciones Exteriores de la Confederacin, D. Juan Manuel de Rosas, le resultaba de gran utilidad (6)De esta forma los genoveses convirtieron al barrio de La Boca, en un pequeo puerto italiano, con sus tpicas casas de madera y chapa multicolores, absorbiendo con sus goletas, tartanes y otros navos, la casi totalidad del comercio internacional argentino, llegando con sus embarcaciones hasta los EEUU, las Antillas y Brasil. Eso provoc la aparicin de gran cantidad de astilleros, armadores y almacenes navales.La posicin de esta temprana elite italiana haba adquirido una dimensin poltica explcita, el surgimiento del movimiento nacional - liberal en la pennsula y del liberalismo poltico en la Argentina, pusieron sobre el tapete afinidades ideolgicas entre aquellos, vehementes nacionalistas liberales y anticlericales, slo superficialmente reconciliados con la monarqua de Saboya y la nueva conduccin poltica del Ro de la Plata, que tambin emparent por matrimonio a Bartolom Mitre, Presidente de la Argentina unificada (1862), con Giancinto Caprile, cuyo patrimonio ascenda a un milln de pesos papel (unas 15.000 libras) y no necesariamente el ms opulento de la colectividad, pero integr a su seno familiar a familias como los Drago y a los Asteso.

Este fenmeno se dio, porque en el lapso comprendido entre 1876 y 1976, hubo un desplazamiento humano increble, emigrando desde Italia aproximadamente 25 millones de personas, parte de las cuales se radicaron en argentina. Ello ha hecho risueamente sostener que "los argentinos somos italianos, que hablamos en espaol y pretendemos comportarnos como ingleses, pero que a diferencia de otros pueblos de la Amrica morena "descendemos de los barcos". Lo cual en parte no deja de ser cierto, si tomamos en cuenta que en el Censo Nacional de 1914, el 49 por ciento de la poblacin de la hoy Ciudad Autnoma de Buenos Aires, era extranjera.

En el periodo 1871-1900 llegaron a la Argentina 2.700.000 inmigrantes, de los cuales se radicaron 1.700.000, pues muchos de ellos eran los denominados golondrinas, que luego de levantar las cosechas, regresaban a sus lugares de origen, convertidos en obreros temporarios. En el periodo 1900-1914 llegaron otros 3.100.000, de los que se radicaron, por la misma causa, slo la mitad.

En el referido Censo la poblacin de la Repblica era de 7.900.000 habitantes, de los cuales el 43 por ciento eran extranjeros, de ellos el 50,1 por ciento italianos, el 20,2 por ciento espaoles, el 9,6 por ciento franceses y el 3,2 ingleses. En el cuadro N. 1 se puede ver la cantidad de italianos residentes en la Capital de Argentina y distintas provincias, en 1914 como as el porcentaje de estos sobre la poblacin total de la Repblica y el porcentaje de inmigrantes sobre la misma. Cuadro 1.Distribucin de italianos en el censo de 1914.

LugarCantidad de italianos% de inmigrantess/ poblacin total% de italianoss/ poblacin total

Capital Federal320.0004919,8

Buenos Aires285.0003413,8

Santa Fe164.0003518,3

Crdoba83.0002011,3

Mendoza28.6003210,3

Fuente: Elaboracin propia, tomando como base el Censo Nacional de 1914.

Estas grandes migraciones tuvieron su origen remoto en el difcil trnsito del Setteceto a la primera mitad del siglo XIX, en que la economa itlica hubo de adecuarse a los ritmos de la revolucin industrial inglesa y las nacientes relaciones capitalistas europeas impuestas a los procesos de modernizacin, lgica consecuencia de su sector agrcola y respuesta a una gran presin demogrfica. En tanto que otros fueron los factores que incidieron sobre esa inmigracin entre mediados de aquel siglo y la Segunda Guerra Mundial. A ello hay que agregar el papel subordinado de la agricultura peninsular a su desarrollo industrial (precios relativos, flujos financieros, compensacin de su balanza de pagos, etc.) y el conjunto de modelo de desarrollo que marc su crisis agraria de 1880, la expulsin de masas, aunado a las decisiones librecambistas luego de 1860, lo que debilit su atrasado sector textil manufacturero preindustrial. Adems la calidad sub-remunerada de esta mano de obra, permiti llenar nichos vacos de la economa argentina, caracterizndose en muchos casos por hacer frente a desarrollos marginales singularizados por una decreciente economicidad y por qu no, por el propio rechazo de la clase trabajadora nacional a adaptarse, sobre todo en el ltimo ciclo inmigratorio, a condiciones laborales muchas veces penosas o riesgosas.

Separamos la oscilacin del flujo entre 1857 - 1914 y podemos dividir el periodo en cinco partes:

1857-1874, lento pero ininterrumpido aumento de la inmigracin, a excepcin de 1871, que correspondi a la epidemia de fiebre amarilla que asol la Ciudad de Buenos Aires.

1875-1880: Se caracteriza por ser un periodo de crisis econmica e inestabilidad poltica por la federalizacin de la Ciudad de Buenos Aires, con enfrentamientos militares y la campaa al desierto. Hubo un decrecimiento de la tasa migratoria, con 249.090 entradas y 116.348 salidas, de lo que resulta un saldo de 132.742 inmigrantes residentes.

1881-1889: Constante aumento de inmigrantes, cuyo total es de 979.256 personas, permaneciendo 824.595. Slo en el ao de 1889 ingresaron 260.909.

1890-1903: La crisis econmica argentina de 1990 produce una depresin con 1.369.290 entradas y 842.043 salidas, lo que arroja un saldo de 527.247 inmigrantes radicados en el periodo sealado.

1904-1913: Marca el periodo expansivo de los inmigrantes. 2.895.025 entradas contra 1.356.875 salidas, con un saldo de 1.538.240 (11)

El apoyo a la inmigracin por parte del Gobierno. La llamada ley Avellaneda

Durante el gobierno de Nicols Avellaneda (1874/1880), cuando la frontera con el indio estaba en el ro Salado a cien kilmetros al sur de Buenos Aires y slo existan asentamientos poblacionales de italianos en Baha Blanca, de criollos en Carmen de Patagones y de Galeses en el Valle del ro Chubut, a los que no se poda acceder por tierra; el Congreso sancion la llamada Ley de Colonizacin y Tierras Pblicas, que hubo de llevar como curiosidad jurdica e histrica por el olvido del empleado que la protocolizara la nmero 817 y 1/2 (nico caso en la legislacin); esta ley permiti la creacin luego de 1886 de grandes centros de asentamiento humano, hoy verdaderas ciudades de provincia.Esas inmensas llanuras hasta el ro Negro en plena Patagonia, hubieron de ser colonizadas las ms de las veces con ovinos y en ellas ms que la inmigracin italiana tuvieron gran importancia por la acumulacin de tierras, la irlandesa y la vasca, muchas de las veces adquiridas las tierras a bajo precio a soldados que las haban recibido en pago de sus salarios.

Pero ello en modo alguno implica que en Argentina a la colectividad italiana le fuera mejor que a la radicada en EEUU, tal como pretende el profesor Herbert Klein (12), pues si bien accedi a la propiedad urbana en Buenos Aires (13) donde en conjunto era titular del 32 por ciento de los inmuebles, a poco de analizarla se observa que se reduce al 14 por ciento en la Circunscripcin 12, el centro de la Ciudad, y al 13 por ciento en el rea cercana y barrio residencial de la zona norte (Circunscripciones 13 y 20); pero en el distrito 1 el 41 por ciento era propiedad de italianos, en esa poca era un lugar inmenso, fangoso de reciente asentamiento de clases bajas, que si bien estaba situado dentro de los lmites de la ciudad era prcticamente un suburbio.

La cuestin poltica en la colectividad italiana en Argentina

Luego de la diferenciacin ideolgica surgida en la Internacional Socialista entre marxistas y anarquistas sostenedores de las ideas de Bakunn, la polica italiana apunt a estos ltimos, pues los reputaba ms peligrosos por su aspiracin a la supresin violenta del estado. As en 1874, se celebraron numerosos procesos que, por su injusticia e iniquidad tuvieron el efecto no querido de propagar las ideas que pretendan combatir. Luego de ello, las autoridades peninsulares, tomaron diversas lneas operativas, una de las cuales y que al presente trabajo interesa, fue el llamado exilio voluntario libre que ofreca a los anarquistas una eleccin coactiva entre la privacin de libertad o el otorgamiento de pasaporte para un alejado pas, por lo general EEUU o Argentina. La vigilancia de estos emigrantes politizados era efectuada por los agentes diplomticos o consulares, que con la colaboracin de las policas locales, mantenan informado al Ministerio del Interior Italiano, por intermedio del de Asuntos Exteriores (14). Si bien los llamados agitadores de la colonia de Buenos Aires, no slo eran los anarquistas sino tambin republicanos que, en nombre de los principios mazzinianos, se reunan en el Centro Republicano de Buenos Aires, bregando por la creacin de una repblica itlica una vez derrocada la monarqua de Saboya.Esto llev a una poltica de acuerdos con el gobierno argentino (1894), pues la clase dirigente italiana haba llegado a asimilar este tipo de peligrosidad, sea que se tratara de un profesional de la poltica o de un trabajador politizado que emigraba. Recordaban que el mismo Mazzini antes de la unificacin se haba empeado en formar colonias en el exterior, que pudieran ser utilizadas en el momento oportuno para derrocar violentamente a los diferentes reinos de la pennsula e implantar la repblica (15)

Otro tema a destacar, es la llamada Ley de Residencia sancionada por el Parlamento Argentino (1902), a propuesta del Senador Miguel Can, con el fin de expulsar por va administrativa a inmigrantes ante las amenazas de huelgas y el fermento creciente del proletariado. Promulgada la ley fueron automticamente arrestados seiscientos extranjeros, entre los cuales no menos de cuatrocientos eran italianos, para ser deportados. Pese a que mediante esta norma hubo el pretexto para expulsar a personas que por una razn u otra eran antipticas a la autoridad local y por ello proscritas, no se formul protesta alguna por parte del gobierno peninsular (16).

DATOS CUANTITATIVOS EN LAS EMIGRACIONES ITALIANAS

La magnitud de las emigraciones europeas fue realmente impresionante durante el siglo XIX, se ha dicho que el gran xodo desde Europa ha sido ... quizs el mayor de toda la historia humana. Entre 1820 y 1930 emigraron 62 millones de europeos, 46 millones de los cuales dejaron su pas de origen entre 1861 y 1920.Italia fue uno de los pases europeos mayormente afectados por el fenmeno de la emigracin a lo largo de los siglos XIX y XX. La intensificacin del proceso emigratorio italiano se inici en la dcada de 1880. Entre 1876 (ao en que empez la recoleccin estadstica oficial de las emigraciones en Italia) y 1976, se expatriaron ms de 25 millones 800 mil personas. Ms de la mitad de ese gran xodo (el 54%) ya se haba realizado en vsperas de la Primera Guerra Mundial. Entre fines del siglo XIX y el comienzo de la Gran Guerra se dio el mximo incremento en el flujo de expatriados: efectivamente, ms de un tercio del total de emigrados en el transcurso de los cien aos mencionados sali de Italia durante los primeros aos del siglo XX; el perodo de entreguerras vio un desaceleracin del movimiento migratorio, y se dio una reanudacin del proceso al finalizar el segundo conflicto mundial; adems, se observ un estancamiento casi absoluto relacionado con las dos guerras mundiales y un descenso correspondiente al perodo fascista (1922-1945).Las tendencias arriba mencionadas encuentran su expresin en los ndices de la tasa emigratoria: sta subi del 3,8 por mil en 1876 al 24 por mil en 1913, ao en que la emigracin alcanz 872.598 expatriados; en el perodo entreguerras empez a bajar desde el 16,5 por mil de 1920 para estabilizarse alrededor del 1,5 por mil luego de 1933; a fines de la Segunda Guerra Mundial volvi a subir en forma modesta hasta casi el 8 por mil en los inicios de los aos 60, para luego bajar al 3 por mil a principios de la dcada siguiente.Las regiones italianas que proporcionaron el mayor nmero de emigrados fueron: en el norte Vneto, Lombarda y Piamonte; en el sur Campania, Sicilia y Calabria. Los varones representaron el 75% de la emigracin global en el transcurso de los cien aos mencionados y el 80% del total de expatriados estaba en edad laboral; de stos, el 60% haba tenido un trabajo activo, procediendo de la agricultura el 35% de ellos. En cuanto a los puntos de destino de la emigracin global italiana en el curso de cien aos de estadsticas (1876-1976) se ha registrado que el 32,5% de los emigrados se dirigi hacia los pases europeos, el 64% hacia Amrica (ms de 4 millones al Norte y 6 millones al Sur), el 2% hacia frica y el 1,5% hacia Oceana. De los emigrados a Amrica del Sur, el 63,5% fue acogido (en este caso no se puede decir absorbido, puesto que las frecuencias absolutas no indican la naturaleza del fenmeno, si temporal o permanente) por Argentina, el 23,5% por Brasil, el 50% de estos emigrados, debido a la dificil adaptacion en suelo brasilero, produjo una migracion golondrina hacia Argentina, radicandose definitivamente en distintas provincias, el 5,5% por Venezuela y el 7,5% restante (personas) por los dems pases latinoamericanos.

POR QU SE INTENSIFIC LA EMIGRACIN ITALIANA

Si bien la emigracin desde territorios italianos fue una realidad y una constante desde tiempos ancestrales por un enjambre de determinadas condiciones histricas bastante mutables (invasiones y dominaciones extranjeras constantes, crisis de subsistencia, revolucin comercial, expansin europea y bsqueda de nuevas rutas), la explicacin del fenmeno emigratorio masivo italiano de finales del siglo XIX tiene un patrn ms homogneo. Su causa hay que buscarla en el difcil momento entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX, perodo en el cual se tuvo que decidir sobre la capacidad de la economa italiana para adecuarse a los cambios impuestos por los procesos de modernizacin de la revolucin industrial. Esa capacidad era particularmente escasa especialmente en el campo agrcola, en cuanto ste se basaba ms en la expansin de la tierra cultivada que en el aumento de la productividad; adems, la comercializacin agrcola favoreca una proliferacin de intermediarios y especuladores que desfavorecan a los campesinos. Se mantuvieron, a lo largo del siglo XIX, los aspectos ms negativos del Antiguo Rgimen: carestas (en 1816 y 1855), epidemias (la del clera en 1854-55) y ms tarde las enfermedades debidas a la desnutricin. Es ilustrativo de esa situacin un testimonio de 1868 que, al buscar la causalidad de las emigraciones, relataba las condiciones del agricultor y bracero italiano: La poblacin italiana tiene una alimentacin escasa, poco nutritiva y debilitante. El resultado es una menor produccin en el trabajo del bracero y sta influye y deprime mayormente el bajo curso de los salarios.

Hasta 1880, el movimiento natural de la poblacin italiana haba conservado los caracteres tpicos de una sociedad predominantemente agrcola y todava atrasada desde el punto de vista higinico, sanitario y alimentario: altas tasas de natalidad y mortalidad, con oscilaciones menores. En el quinquenio 1876-80 se inici, en Italia, una disminucin constante de la mortalidad ordinaria, que se acentu ms en el lustro siguiente. Esa disminucin fue determinada por los progresos sanitarios e higinicos, la mayor disponibilidad de alimentos y el mejoramiento de las condiciones de vida (vivienda y calefaccin entre otros), aunque con intensidad distinta en el campo y la ciudad. Eso era efecto de la formacin de un mercado nacional, de relaciones ms intensas con el exterior y del progreso general de la civilizacin. A partir de 1885 empez a disminuir la natalidad, pero a un ritmo ms lento que la mortalidad. Este fenmeno es tpico de una fase de transicin de una estructura agrcola prevaleciente a una estructura industrial prevaleciente y deriva del hecho de que, en una fase de disminucin de la mortalidad, la baja en la natalidad es el resultado de la limitacin voluntaria de los nacimientos. En Italia, el fenmeno de la disminucin de la natalidad fue particularmente lento, porque fue lento el proceso de industrializacin, adems de ser tardo en comparacin con otros pases europeos.Sin embargo, la ms rpida disminucin de la mortalidad con respecto a la natalidad determin, en las dos ltimas dcadas del siglo XIX, un aumento del excedente de nacimientos sobre las muertes, o sea un aumento poblacional, en una medida que no se verificaba desde haca mucho. En 1881 se inici un perodo nuevo, que dur alrededor de cincuenta aos, durante el cual el aumento natural de la poblacin italiana se mantuvo superior al 10 por mil al ao, salvo la gran merma durante la Primera Guerra Mundial. Se ha observado que hubo una relacin directa entre el desarrollo de la economa italiana y el nmero de emigrantes. En efecto, al desarrollarse especialmente la industria, como en la dcada de 1880, entre 1896 y 1907 y en los primeros aos de la dcada de 1920, los italianos dejaban su pas en nmero creciente. Esta aparente paradoja acercaba a Italia a una experiencia europea ya consolidada, segn la cual era normal que un pas industrial en desarrollo asistiera al mismo tiempo a fenmenos migratorios, como en el caso de Inglaterra y Alemania. Este hecho era debido al impacto del sistema fabril y de la reorganizacin agrcola, pero tambin a la contradiccin entre oferta y demanda de mano de obra, tpica de una fase de cambio en cuanto a condicin profesional y social, como en el caso de agricultores y artesanos. Italia estaba en condiciones de proporcionar fuerza de trabajo creciente y era un hecho que a nivel mundial se estaba gestando un desarrollo extensivo de la economa, especialmente a lo largo del perodo 1850-1914. Ese desarrollo econmico mundial conllevaba una demanda de mano de obra que en algunos casos era excepcional, como por ejemplo para ferrocarriles o edificios pblicos. El trabajador italiano era apreciado, de l se escriba el siglo pasado:... Adems de adaptarse rpidamente a las costumbres de otro pas y de aprender con facilidad otro idioma, los italianos tienen la inteligencia viva, la cordialidad, el carcter abierto y sociable, el espritu ahorrador, el orden y la sobriedad...

CONDICIONES QUE OFRECA AMRICA LATINA A LOS INMIGRANTES

Respecto a las condiciones receptivas de Amrica Latina, luego del perodo prohibitivo colonial, los liberales del siglo XIX fomentaron la inversin extranjera y la inmigracin, especialmente la europea, que traera la experiencia y la tecnologa. Adems, el inmigrante era parte de la poltica de poblacin de las repblicas agrarias de Amrica Latina, puesto que se conceba que la abundancia de ciudadanos simbolizaba grandeza. Aunque el espritu liberal original renegara de la intervencin estatal, los gobiernos latinoamericanos participaron activamente en las obras de infraestructura, especialmente los ferrocarriles, cuya construccin requera una cantidad excepcional de mano de obra. En lo que se refiere a la afinidad del emigrante italiano con Amrica Latina, es interesante lo que se pensaba al respecto, de una manera fatalista, hacia fines del siglo XIX:... No se puede parar el curso de la corriente inmigratoria de la raza latina, y ms especialmente la italiana, porque ella corresponde a una tendencia natural, como lo es la emigracin alemana e inglesa a los Estados Unidos de Norte Amrica; y porque la raza latina tiende a poblar Amrica del Sur, donde las tradiciones, la lengua, el clima mejor le conforman...

Notas

(1) Diario Pgina / 12. - Buenos Aires, febrero 4 de 2001. p. 14.

(3) Sobre los temas generales de dicha inmigracin se puede consultar: BROSSAR, A. Consideraciones histricas y polticas sobre las Repblicas del Plata en sus relaciones con Francia e Inglaterra. Pars, 1850. Camara italiana de Comercio de Buenos Aires. La presenza dellItalia in Argentina. Buenos Aires: Edicin de la Cmara, 1963. CUNEO, N. Storia dellemigrazione italiana in Argentina (1810-1870) Miln: Garzante Editore, 1940. DEVOTO, F. Ideologas y conflictos en la comunidad italiana y argentina (1860-1914) IDES. Buenos Aires, 1984. DEVOTO F. / ROSOLI, G. (compiladores). La inmigracin italiana en la Argentina. 2 ed. Buenos Aires. Biblos, 2000. DEVOTO F. / ROSOLI, G. (compiladores). LItalia nella societ argentina. Centro Studi Migrazzione. Roma, 1980. GERMANI, G. Estructura social de la Argentina. Buenos Aires: Raigal, 1955. NASCIMBERE, M. C. Historia De los italianos en la Argentina. Buenos Aires. CEMLA, 1968. NASCIMBERE, M. C. Los italianos y la integracin nacional. Buenos Aires. Seleccin SRL. 1968. SERGI, J. Historia De los italianos en la Argentina. Buenos Aires: Italo-Argentina, 1940.

(4) Ver: AAVV. Extranjeros en la Argenta. Pasado, presente y futuro. Buenos Aires: CONICET, Prigeo, 1994. AGUIRRE, J. M. Influencia de la inmigracin en el idioma de los argentinos. En: La inmigracin en la Argentina. San Miguel de Tucumn: Universidad de Tucumn, 1979. BRIANI, V. Emigrazione e lavoro allestero. Elementi per un repertorio bibliografico generale. Roma: Ministerio de Asuntos Exteriores, 1967. BUCICH, J. A. Los viajeros descubren la Boca del Riachuelo. Buenos Aires: MCBA, 1961. BUCICH, J. A. El barrio de la Boca. Buenos Aires: MCBA, 1970. CMIKELEVICH, W. Rosario 1884. Ao de la vida de Edmundo DAmicis. Revista histrica de Rosario. n. 36. Rosario, 1884. DEL PINO, D. A. Clemente Onelli, el verdadero sabio que am la Patagonia. Todo es historia. n. 281. Buenos Aires, 1990. DESTEFANI, L. El corso en nuestro desarrollo histrico. Buenos Aires: Fundacin de intereses martimos, 1970. GARCIA JIMNEZ, F. et al. As nacieron los tangos. Buenos Aires: Losada, 1965. GOBELLO, J. Crnica general del tango. Buenos Aires: Fraterna, 1980. LAPPAS, A. La Masonera a travs de sus hombres. 1, ed. Buenos Aires: Edicin del autor, 1956. MARGULIS, M. Migracin y marginalidad en la sociedad argentina. Buenos Aires: Paids, 1968. ROMERO, L.A. / BERTONI, L. A. Movimientos migratorios en el Cono Sur (1810-1930). Europa, Asia y frica en Amrica Latina y el Caribe. Pars: UNESCO, 1989. WAPUIR, S. Hombres y pasiones de la Argentina. Buenos Aires: Claridad. 1966.-(12) Klein, H. La integracin de los italianos en la Argentina, Un anlisis comparativo. En: Desarrollo econmico. Volumen 21 Nro. 81. abril junio 1981 p.3/2, referido por Halpern Doghi. Obra citada, p. 87 nota 1.

(15) Sobre el tema ver: Mazzini, G. Scritti editi de inediti. Volumen XVII. Imola, 1914. P- 325. Correspondencia a dirigida a Luigi Amadeo Melegari, en fecha 30 de diciembre de 1838.

(16) Conf.: ASMAE Serie poltica (1891/1916) b.323. Argentina. Reporte Polici (1902) Buenos Aires a MAE. 1/12/1902, en nota 61 de Ostuni, ya citado.

(29) Diario Clarn. Editorial: Los expulsados de la Argentina. Buenos Aires, 30/01/2001. / Clarn. Com: http://ar.clarn.dom/diario/hoy/o-01601.htm.