La Chanca camina sola a la escuela. Anuska Benítez Fernández (revista Foco Sur)

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FOCO SUR / 26 gando en la calle y es mejor que vengas al colegio, a divertirte con tus amigos, aprender muchas cosas, y cuando crezcas que puedas tener un futuro, ser ma- estro, ser médico, hay muchos futuros», asegura, «hay que venir al colegio pa- ra encontrar tu futuro». Para otro de los niños cooperantes, Manuel, «lo más difícil es conseguir que sus padres nos dejen traer a los niños al colegio». Lo mismo afirma Antonio, tam- bién cooperante del proyecto, quien destaca que ha habido niños que han con- seguido regresar al colegio gracias a su esfuerzo. «Unos cuatro o cinco ya están viniendo al colegio, y ya están sacando buenas notas», apunta. Fátima tiene claro que, una vez que concluyan sus estudios de Primaria en el CEIPde La Chanca, irán al instituto, pero también que van a seguir implica- dos con el proyecto para acabar con el absentismo. «No podemos dejar a la ma- estra Aurora», sentencia Fátima, «cuando nos vayamos, seguiremos ayudando, es imposible dejar a la maestra Aurora, tenemos que conseguir este sueño, nuestro sueño y su sueño». En el proyecto continúa implicada una antigua alumna que ya pasó al instituto y que ahora estu- dia primero de ESO, Lucía Castro, que ayuda a los más pequeños a elaborar sus discursos para difundir su mensaje a través de conferencias, co- mo las que se impartieron el año pasado en la Carpa Juan Goytisolo, o el pasado mes de ene- ro en la Universidad de Almería, con la colabo- ración de la profesora Lola Rodríguez, tam- bién vecina de La Chanca. UN PROYECTO QUE SERÁ REALIDAD EN SEPTIEMBRE El proyecto, que está terminando de ponerse a punto, se pondrá en marcha durante el próximo curso escolar, a partir de septiembre de este año, y ya cuen- ta con el reconocimiento a nivel nacional que otorga el Premio ‘Federico Ma- yor Zaragoza’ de la Unesco (ver recuadro a la izquierda). Aurora y los pequeños cooperantes cierran ahora los últimos flecos del proyec- to, con distintas visitas al barrio para detectar posibles obstáculos, repasar los conceptos de educación vial y elaborar un protocolo de actuación. «Vamos a ir todos juntos a la casa del niño con petos naranjas, le ponemos al niño absentista un peto verde y nos lo llevamos con mucho cuidado al colegio», adelanta Manuel, «antes, le diremos que le va a gustar mucho la escuela». Por su parte, Aurora asegura que «ahora nos encontramos en fase de investi- gación de los trayectos por las mañanas, vamos con callejeros del barrio, sali- mos desde la escuela y vamos a la casa del niño cooperante, desde donde co- menzamos a contar el trayecto hasta la escuela, pasando por la casa de un niño veces la historia da vuelcos inesperados. Tenemos la costumbre de ver cómo siempre ganan los más fuertes, pero, de vez en cuando, también David consigue superar a Goliat, también el pequeño ratoncito logra escapar con inteligencia de las fauces del león. Así está ocurriendo en el barrio almeriense de La Chanca, donde los niños y niñas, abocados a vivir unas condiciones que no son las más deseables, luchan por sí mismos contra el absentismos escolar, una de las principales lacras que afectan, junto con otros problemas, a los barrios de la periferia de Almería capital, como tantas otras ciudades españolas. En el Centro de Educación Infantil y Primaria de La Chanca, niños y niñas de tan sólo 11 o 12 años han comprendido que, para salir adelante, tienen que tra- bajar juntos y que nadie va a venir desde fuera a solucionarles los problemas. Han tomado conciencia de que su futuro está en sus propias manos, y que de ellos depende mejorar, poco a poco y día a día, el entorno en el que viven. A través del proyecto ‘La Chanca camina sola hacia a la Escuela’, alumnos y alumnas de 5º y 6º de Primaria se han puesto manos a la obra para lograr reducir el absentismo con su propio esfuerzo. ¿Y cómo lo piensan conseguir? Con- venciendo a sus compañeros, convenciendo a padres y madres de que no hay nada mejor que ir al colegio a aprender a leer y a escribir, a apren- der lo básico para saber defenderse en la vida. Yendo casa por casa a recoger a sus compañeros con sus propias manos, a aquellos que se quedan en la cama porque sus padres no los levantan, a aquellos que prefieren quedar- se tirados en el sofá o jugando en la calle, a aquellos que todavía no han apren- dido a disfrutar del hecho en sí de ir a la escuela. «Un niño tuvo la idea de este proyecto, en el que llevamos trabajando más de un año», revela Fátima, una de las cooperantes que participan en el mismo, ba- jo la dirección de la maestra de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, Aurora Bolívar, «tenemos que ir de casa en casa los cooperantes re- cogiendo a los absentistas, y llevarlos con esta mano al colegio», dice, levan- tando su palma. Carmen, otra de las cooperantes, asegura que lo que más le gusta del proyecto es hacer posible que los niños vayan al colegio. «Si no van, los sociales se los llevan», explica, «tenemos que preocuparnos por ellos». Tan- to Carmen como Fátima tiene amigos absentistas. «Les digo, no está bien que estés en la calle jugando, porque ¿qué estás haciendo ahora? ¡Nada! Estás ju- A REPORTAJE LA CHANCA CAMINA SOLA A LA ESCUELA PROYECTO CONTRA EL ABSENTISMO ESCOLAR ANUSKA BENÍTEZ FERNÁNDEZ FOTOGRAFÍA: A. B. F. / FOCO SUR La Chanca continúa la lucha para mejorar la calidad de vida de sus vecinos. El desempleo, la falta de recursos y el histórico abandono que sufre este barrio de la capital almeriense se han convertido en el caldo de cultivo perfecto para que el absentismo escolar se convierta en un caballo de batalla más. Una maestra y un grupo de niños y niñas del colegio de La Chanca pelean cada día para cambiar esta realidad: se han convertido en los nuevos héroes del barrio. Ese trabajo ha sido ahora reconocido por la Unesco.

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gando en la calle y es mejor que vengas al colegio, a divertirte con tus amigos,aprender muchas cosas, y cuando crezcas que puedas tener un futuro, ser ma-estro, ser médico, hay muchos futuros», asegura, «hay que venir al colegio pa-ra encontrar tu futuro». Para otro de los niños cooperantes, Manuel, «lo más difícil es conseguir que suspadres nos dejen traer a los niños al colegio». Lo mismo afirma Antonio, tam-bién cooperante del proyecto, quien destaca que ha habido niños que han con-seguido regresar al colegio gracias a su esfuerzo. «Unos cuatro o cinco ya estánviniendo al colegio, y ya están sacando buenas notas», apunta. Fátima tiene claro que, una vez que concluyan sus estudios de Primaria en elCEIP de La Chanca, irán al instituto, pero también que van a seguir implica-dos con el proyecto para acabar con el absentismo. «No podemos dejar a la ma-estra Aurora», sentencia Fátima, «cuando nos vayamos, seguiremos ayudando,es imposible dejar a la maestra Aurora, tenemos que conseguir este sueño,

nuestro sueño y su sueño». En el proyecto continúa implicada una antiguaalumna que ya pasó al instituto y que ahora estu-dia primero de ESO, Lucía Castro, que ayuda alos más pequeños a elaborar sus discursos paradifundir su mensaje a través de conferencias, co-mo las que se impartieron el año pasado en laCarpa Juan Goytisolo, o el pasado mes de ene-ro en la Universidad de Almería, con la colabo-ración de la profesora Lola Rodríguez, tam-bién vecina de La Chanca.

UN PROYECTO QUE SERÁ REALIDAD EN SEPTIEMBREEl proyecto, que está terminando de ponerse a punto, se pondrá en marcha

durante el próximo curso escolar, a partir de septiembre de este año, y ya cuen-ta con el reconocimiento a nivel nacional que otorga el Premio ‘Federico Ma-yor Zaragoza’ de la Unesco (ver recuadro a la izquierda). Aurora y los pequeños cooperantes cierran ahora los últimos flecos del proyec-to, con distintas visitas al barrio para detectar posibles obstáculos, repasar losconceptos de educación vial y elaborar un protocolo de actuación. «Vamos a ir todos juntos a la casa del niño con petos naranjas, le ponemos alniño absentista un peto verde y nos lo llevamos con mucho cuidado al colegio»,adelanta Manuel, «antes, le diremos que le va a gustar mucho la escuela». Por su parte, Aurora asegura que «ahora nos encontramos en fase de investi-gación de los trayectos por las mañanas, vamos con callejeros del barrio, sali-mos desde la escuela y vamos a la casa del niño cooperante, desde donde co-menzamos a contar el trayecto hasta la escuela, pasando por la casa de un niño

veces la historia da vuelcos inesperados. Tenemos la costumbre de vercómo siempre ganan los más fuertes, pero, de vez en cuando, tambiénDavid consigue superar a Goliat, también el pequeño ratoncito lograescapar con inteligencia de las fauces del león. Así está ocurriendo en

el barrio almeriense de La Chanca, donde los niños y niñas, abocados a vivirunas condiciones que no son las más deseables, luchan por sí mismos contra elabsentismos escolar, una de las principales lacras que afectan, junto con otrosproblemas, a los barrios de la periferia de Almería capital, como tantas otrasciudades españolas.En el Centro de Educación Infantil y Primaria de La Chanca, niños y niñas detan sólo 11 o 12 años han comprendido que, para salir adelante, tienen que tra-bajar juntos y que nadie va a venir desde fuera a solucionarles los problemas.Han tomado conciencia de que su futuro está en sus propias manos, y que deellos depende mejorar, poco a poco y día a día, el entorno en el queviven.A través del proyecto ‘La Chanca camina solahacia a la Escuela’, alumnos y alumnas de 5º y6º de Primaria se han puesto manos a la obrapara lograr reducir el absentismo con su propioesfuerzo. ¿Y cómo lo piensan conseguir? Con-venciendo a sus compañeros, convenciendo apadres y madres de que no hay nada mejor queir al colegio a aprender a leer y a escribir, a apren-der lo básico para saber defenderse en la vida.Yendo casa por casa a recoger a sus compañeroscon sus propias manos, a aquellos que se quedanen la cama porque sus padres no los levantan, a aquellos que prefieren quedar-se tirados en el sofá o jugando en la calle, a aquellos que todavía no han apren-dido a disfrutar del hecho en sí de ir a la escuela.«Un niño tuvo la idea de este proyecto, en el que llevamos trabajando más deun año», revela Fátima, una de las cooperantes que participan en el mismo, ba-jo la dirección de la maestra de Educación para la Ciudadanía y los DerechosHumanos, Aurora Bolívar, «tenemos que ir de casa en casa los cooperantes re-cogiendo a los absentistas, y llevarlos con esta mano al colegio», dice, levan-tando su palma. Carmen, otra de las cooperantes, asegura que lo que más legusta del proyecto es hacer posible que los niños vayan al colegio. «Si no van,los sociales se los llevan», explica, «tenemos que preocuparnos por ellos». Tan-to Carmen como Fátima tiene amigos absentistas. «Les digo, no está bien queestés en la calle jugando, porque ¿qué estás haciendo ahora? ¡Nada! Estás ju-

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● REPORTAJE

LA CHANCA CAMINA SOLA A LA ESCUELA

PROYECTO CONTRA EL ABSENTISMO ESCOLAR

ANUSKA BENÍTEZ FERNÁNDEZFOTOGRAFÍA: A. B. F. / FOCO SUR

La Chanca continúa la lucha para mejorar lacalidad de vida de sus vecinos. El desempleo, lafalta de recursos y el histórico abandono quesufre este barrio de la capital almeriense se hanconvertido en el caldo de cultivo perfecto paraque el absentismo escolar se convierta en uncaballo de batalla más. Una maestra y un grupo deniños y niñas del colegio de La Chanca peleancada día para cambiar esta realidad: se hanconvertido en los nuevos héroes del barrio. Esetrabajo ha sido ahora reconocido por la Unesco.

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absentista que hayamos detectado». Todos son conscientes de que cuentan con cier-ta desventaja, por el analfabetismo que en otra época predominaba en La Chanca.Las abuelas de algunos de ellos no saben leer ni escribir, y son ellos mismos los quelas ayudan cuando les llegan todo tipo de cartas, incluso las facturas del agua o de laluz. E incluso hay quienes tampoco hablan español, como la madre de Fátima, aquien su hija le hace de traductora para resolver todo tipo de cuestiones. Sin embargo, todas sus familias apoyan totalmente esta idea y el proyecto, les gustaque sus hijos se impliquen en una labor tan necesaria en La Chanca. «El proyecto se-rá de ocho y media a nueve», señala Aurora, «tenemos niños ya en primero de ESOque ya no están en el colegio, pero fueron quienes originaron esta idea, por eso si-guen vinculados al proyecto, aunque no puedan trabajar como cooperantes, sí quepueden seguir viniendo a las reuniones de formación de cooperantes, ofreciéndonossu ayuda para hablar con las familias». Más que el hecho de que el proyecto en sí salga adelante, lo que le importa a Auro-ra es que en La Chanca se quede una base bien asentada de conciencia de que ellospueden luchar contra los problemas de su barrio y de que la educación es un derechoque nadie les puede arrebatar. «Yo me conformo con la idea de pensar que estos ni-ños, cuando tengan más de 14 años, sean capaces de crear una asociación infantil pa-ra el desarrollo de la infancia en el barrio», dice ilusionada.

LA EDUCACIÓN COMO HERRAMIENTA DE TRANSFORMACIÓN SOCIALAurora asegura que siempre ha creído que, para cambiar el barrio, hay que implicara los niños y niñas como cooperantes activos. «No sólo que tengan ideas, sino quesean los auténticos protagonistas en cualquier proyecto que se haga, en este caso,contra el absentismo, pero se podrían hacer también proyectos contra otros proble-mas, como la drogadicción, contra los embarazos en preadolescentes...», afirma,«hay tantas cosas que trabajar en La Chanca, que estoy convencida de que tiene seruna vía de transformación social en un barrio desfavorecido». Ella confía plena-mente en sus alumnos y alumnas. «Yo les digo que les puedo dar las bicicletas, pe-ro que los que tienen que pedalear contra los problemas de su barrio son ellos mis-mos, y si no, la bicicleta se va a caer».Esta joven maestra, que entiende la educación como una herramienta de transfor-mación social, ha vivido su profesión docente en entornos aún más conflictivos, co-mo El Salvador, donde trabajó como cooperante. Al proyecto ‘La Chanca camina sola hacia la Escuela’, cuyos detalles están en su blog(http://aurora-educationwithoutborders.blogspot.com), hay que añadir el documen-tal oficial que ha realizado la docente Ana González, mano derecha de Aurora en to-do momento. Junto a las conferencias de los niños, está ayudando mucho a darle di-fusión al trabajo que se está haciendo en el CEIP de La Chanca. Ahora, su próximoobjetivo es grabar un CD de canciones con los artistas del barrio, como Nono Cor-tés, que ha compuesto la canción oficial del proyecto, al que van a adjuntar una guía

Premio ‘Federico Mayor Zaragoza’La delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía,Isabel Arévalo, felicitó el pasado mes al Centro de Educación Infantil y Primaria ‘LaChanca’, por la obtención del Primer Premio ‘Federico Mayor Zaragoza’ de la Unes-co -en la categoría de centros escolares-, que en esta séptima edición se celebra-ba con la temática ‘Ciudadanos y ciudades libres y responsables’. El centro público almeriense obtuvo el galardón con el proyecto ‘La Chanca cami-na sola hacia la Escuela’, que ha estado coordinado por la maestra Aurora Bolívary que tiene como protagonistas a los niños y niñas del barrio, que pretenden re-coger a partir del próximo curso, casa a casa, a sus compañeros para acompañar-los al centro de enseñanza, con el objeto de combatir el absentismo escolar. El

proyecto está incluido enla red almeriense Escue-la Espacio de Paz. El objetivo de estos pre-mios es dar a conocer ypotenciar acciones yexperiencias de escue-las, institutos y entida-des que contribuyan aformar personas li-bres y responsables,comprometidas, críti-cas, solidarias y acti-

vas socialmente, que densentido a los valores democráticos. Hacer visibles y reconocer accio-

nes y experiencias innovadoras y creativas que aportan herramientas de transfor-mación personal y social. El acto de entrega del premio tuvo lugar el pasado sá-bado 24 de mayo en el Parador Nacional Castillo de la Zuda de Tortosa, y estuvopresidido por el exdirector general de la UNESCO y Presidente de la Fundación Cul-tura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, que hizo entrega de los galardones.

En la página ante-rior, foto de familiade los protago-nistas del proyecto‘La Chanca caminasola a la escuela’.De izquierda a de-recha y de arriba aabajo, Aurora Bolí-var, maestra delCEIP La Chanca ycoordinadora delproyecto; el poetay maestro jubiladodel CEIP La ChancaJuan José Ceba; lasniñas Carmen y Fá-tima; el presidentede la Asociación deVecinos ‘La Traíña’,José García Rueda;la directora del cen-tro, InmaculadaMartínez Yélamos;y los niños Manuel,Antonio y Alí.

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didáctica sobre cómo trabajar la lectoescritura a través de las canciones quehan inventado los niños cooperantes a raíz de este proyecto.

UNA LARGA LUCHA SIN CUARTEL CONTRA EL ABSENTISMOLa Chanca lleva viviendo el problema del absentismo escolar desde hace dé-cadas, pero con el tiempo, los porcentajes han ido reduciéndose considera-blemente gracias a diversos factores. Este proceso lo ha vivido Juan José Ce-ba, poeta y maestro en el CEIP de La Chanca durante más de treinta años,ya jubilado. «He vivido todo el proceso de intentar mejorar el barrio en to-dos los sentidos, estoy convencido de que la educación ha aportado muchísi-mo al barrio y sigue aportando, lo iremos viendo conforme vayan saliendopersonas licenciadas del barrio, que ya las hay», remarca Juan José. Las razones por las que se produce este hecho son claras para él. «Aquí hayuna primera razón, y es que hay muchas personas que han sido víctimas deabandonos históricos, de desprecios sociales, y también de desprecios educa-tivos», apunta, «pedirle a unas personas que lleven a sus hijos a la escuela,cuando tienen toda una serie de carencias con respecto a la educación, es al-go muy complejo y muy difícil». La directora del CEIP de La Chanca, Inmaculada Martínez Yélamos, expli-ca que en el colegio se está aplicando el Protocolo de Absentismo, que co-mienza cuando un niño tiene 5 faltas injustificadas y se le incluye en la listade absentistas. «Un caso puede llegar a pasar a la Fiscalía de Menores, y encasos muy graves, incluso puede haber una retirada temporal de la custodialos hijos y una sanción económica», aclara.Dentro de la larga historia del colegio de La Chanca, para Juan José ha ha-bido varios elementos clave para la reducción del absentismo. El primero deellos, fue el hecho de que el anterior director, Pedro García López, se deci-diera a cambiar de manera radical el comedor del colegio. Hasta ese mo-mento había un cátering, con comida que los niños no se tomaban, y enton-ces empezaron a hacer la comida las propias madres de los alumnos. «Los ni-ños comen en el colegio lo mismo que en sus casas, lo que ha conseguido re-ducir el absentismo de forma extraordinaria», refiere Juan José, «aunque elcurso que viene podría peligrar este comerdor, ya que parece que la Conse-jería de Educación quiere volver a implantar el cátering».Otro factor importante ha sido la estrecha colaboración del colegio con laasociación de vecinos de La Chanca, La Traíña. «Durante muchísimas dé-cadas han sido prolongación lo uno de lo otro», revela Juan José, «esa rela-ción también ha contribuido a reducir el absentismo». No en balde, La Tra-íña lleva muchísimos años organizando las Escuelas de Verano. Tampoco ol-vida Juan José la labor desempeñada durante muchísimos años por equipos

de absentismo formados por gente del barrio. «Lo llevaban Agustín y Blan-ca», recuerda, «la idea era que ellos iban a hablar con las familias paraconcienciarlos, estimularlos, preguntar por qué no se llevaba a los niños a laescuela. Han hecho un trabajo precioso». Pero todo esto no es suficiente. Hacen falta más iniciativas como el proyec-to ‘La Chanca camina sola hacia la Escuela’. «En La Chanca se vive un dra-ma atroz, la exclusión injusta y terrible de tantísimas familias», denuncia JuanJosé, «no tienen derechos de nada». Aquí han visto echar a familias fuera desus casas, han visto cortar el agua a más de 200 familias que no podían pa-garla, gente que tiene hambre, que lleva cinco años sin trabajar. «Hay zonasen el barrio con 65% de los vecinos en el paro, y zonas con hasta el 80% dedesempleo», afirma.En la misma línea se expresa el presidente de la asociación de vecinos de LaChanca, La Traíña, José García Rueda. «El problema de fondo no es si losniños van o no al colegio, detrás de eso hay un problema de desestructura-ción de la propia familia, de falta de empleo, lo que impide que el resto decosas vayan bien», manifiesta. José recuerda que en los años 80 había un 30%de analfabetos absolutos en el barrio, pero poco a poco va mejorando la si-tuación. «Eso ha cambiado, hay absentismo, pero en menor medida, de he-cho, el primer físico nuclear de Almería ha salido de aquí, de La Chanca»,asegura. «Aquí hay un problema del sistema, que impide las igualdades», di-ce, «conseguimos las cosas con demasiado sacrificio, con demasiado sufri-miento, y así es muy complicado». José considera que «los servicios que sereciben no están en acorde con las necesidades que tenemos». Lo mismo opina Inmaculada, para quien la raíz del absentismo viene de unaproblemática familiar que hace que la gente no tenga sus necesidades básicascubiertas: «Mientras no se solucionen todas estas desventajas que hay aquí,es una lucha sin cuartel, aquí les intentamos ayudar en la medida de lo posi-ble, pero lo único que sentimos es impotencia». «Para solucionar el problema del absentismo hay que ver cada caso uno poruno, en el entorno familiar, hay que hacer un estudio», concluye José, «si nose tienen datos de qué está pasando dentro de las cuatro paredes, que a vecesson cosas bastante fuertes, ¿cómo se va a conocer la realidad?».Los tres coinciden en que hacen falta más medidas de apoyo desde el Ayun-tamiento de Almería, medidas sociales, educativas y culturales, además de ungran proyecto en el que esté implicado el profesorado más comprometido,que permita hacer que los niños estén a gusto en el colegio, olvidando lastristes vidas que puedan llevar en sus casas, un proyecto que cuente con elrespaldo de la Consejería de Educación, similar a la Compensatoria, con elque poder conseguir transformar esta realidad. ■

¿Cómo se aborda desde la administración andaluza elabsentismo escolar?Cada provincia tiene un plan de absentismo, y unacomisión provincial, en total contamos con 41 equi-pos técnicos que trabajan por zonas. Hay un plan deprevención, de seguimiento y de control total, coor-dinando estrategias y recursos. También se controlael absentismo a través del transporte escolar, las resi-dencias y los comedores escolares. La Junta ponetambién a disposición de los municipios una línea desubvenciones a ayuntamientos y entidades que cola-boran para prevenir el absentismo, a través de unascomisiones municipales.¿Cuál es el protocolo establecido para detectar a ni-ños absentistas?La Junta dispone de un programa, Séneca, en el quese registran todas las faltas, y se considera a un niñoabsentista cuando cuenta con faltas injustificadas co-rrespondientes al 25% del total de las clases. Conta-mos en la Junta con equipos técnicos especializados ycentros de Educación Compensatoria.

¿Ha mejorado la situación en los últimos años?En el curso 2012/2013, el último de que disponemosdatos, registramos en la provincia un 1% de absen-tismo en Primaria, y entre un 3’3 y un 3’9% en Se-cundaria. Ha mejorado mucho la situación, teniendoen cuenta que desde que estamos realizando estadís-ticas, en el curso 2007/2008, en el que contabilizamosunos 900 alumnos absentistas.¿Cómo valora el proyecto del colegio de La Chanca,premiado recientemente?Es un proyecto en el que se ha implicado toda la co-munidad educativa, hasta las familias. Se ha conse-guido transformar todo un barrio desde la escuela,de hecho, podría decirse que es el corazón del barrio.En él se han creado asociaciones de música y de poe-sía. Los niños son los verdaderos ganadores del pre-mio, la repercusión mediática les está reforzando mu-cho. Muchos de estos niños cooperantes tienen her-manos que no acabar los estudios, y somos conscien-tes de que se está luchando contra algo difícil, con-vencerles de que no dejen los estudios.

Los comedores escolares gestionados por Ampasayudan a evitar el absentismo, pero con la llegada delos cáterings se corre el riesgo de que aumente. ¿Quérespuesta les puede dar a estos colegios?Las Ampas que gestionan comedores escolares debenconcurrir como el resto de empresas a los procesos delicitación pública, no podemos firmar un convenio ex-clusivo con ellas, la nueva Ley de Contratos del SectorPúblico en Andalucía no lo permite.El centro cuenta también con el Mérito a la Educa-ción, ¿no merece el centro más apoyo con una inicia-tiva específica o medidas extraordinarias?La educación pública ha avanzado mucho y garantizala igualdad de las personas sin estigmas. Ya conta-mos con centros de Compensatoria y atención a losniños para ajustarse a su nivel. Cada vez hace menosfalta refuerzos adicionales, y cada vez tenemos máséxito escolar, sobre todo, gracias a los maestros.

Isabel Arévalo Delegada de la Consejería de Educación,Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía

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