la captura del condor

8
UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS Dr. Pedro Atilio Cotillo Zegarra Rector CENTRO CULTURAL DE SAN MARCOS Dr. Victor Lahoud Salem Director General CENTRO UNIVERSITARIO DE FOLKLORE Lic. Carlos Sánchez Huaringa Director Av. Nicolás de Piérola 1222 - Parque Universitario www.ccsm.edu.pe - 427-7351 - [email protected] Imp. CEPREDIM - UNMSM / Número de Depósito Legal: 2011-04359 BOLETÍN OFICIAL DEL CENTRO UNIVERSITARIO DE FOLKLORE - UNMSM Abril 2013 20 Haylli l YAWAR FIESTA es un tipo especial de corridas de toros, es Euna corrida netamente quechua, es una fiesta que sigue engalanando a muchos pueblos y comunidades ubicadas en las entrañas mismas de los Andes; el YAWAR FIESTA sigue aferrándose a la vida, sigue cumpliendo su pape movilizador, sigue presente en el Perú de adentro impactando por su particular forma de ser, porque la principal característica del YAWAR FIESTA es que en lugar de usar lanza, rejón y banderillas, para que el toro se ponga bravo, se usa el CONDOR. Debemos comenzar entonces mencionando aquello que saben muy bien los expertos campesinos, la técnica de cómo se captura al Cóndor, unas dos semanas antes de la corrida se mata un burro viejo o un caballo inútil y se deja que su carne se pudra y adquiera mal olor antes de ser llevado hasta un lugar cercano a las cordilleras mientras tanto se cava un hueco enorme en el suelo en medio de una pampa o una loma visible, este hueco debe tener el tamaño de un cuarto grane que permita a unos 6 a 10 campesinos trejos y decididos permanecer durante varios días metidos dentro de este cuarto. Toda la tierra escarbada debe ser llevada lejos borrando toda señal de que allí hay gente, sobre este hueco se teje una reja de palos largos derechos de regular grosor que deben ser fuertemente fijados al suelo mediante grandes estacas de palos, sogas, tiras de cuero de toro humedecido llamados tientos. Esta reja hay que disminuirla con paja y para evitar el olor de tierra fresca se quema paja en el piso y todos los costados del gran hueco. Sabedores de que el zorro, el venado, el puma, el cóndor entre otros animales descubren a la gente escondida por el olor de su cuerpo, los campesinos inteligentemente queman o derraman las tantas hojas de plantas de olores muy fuertes. Estas plantas pueden ser el paico, la muña, la quechuarura, el eucalipto y muchos más, también se quema semilla de culantro. Atraídos por el olor de la carne ya sea de burro o de caballo que se ha colocado sobre la reja del hueco vienen muchos cóndores a devorarlo. Los campesinos escondidos allí dentro procuran mantenerse totalmente quietos y en absoluto silencio. Cuando viene un cóndor enorme el más grande posible con su plumaje brillante de hermoso collar blanco e imponente corona roja a modo de cresta, es pues el APU CONDOR que tanto lo esperaban. Los comuneros escondidos en el gran hueco subterráneo ni siquiera deben respirar, dejando que el cóndor coma a sus anchas hasta hartarse y no poder levantar el vuelo fácilmente. Por fin cuando llega el momento preciso, con sogas de lana de llama, amarran rápidamente las patas del cóndor sujetando fuertemente a los palos atravesados. Una vez prisionero el Apu Cóndor, los comuneros empiezan a gritar y a cantar emocionados, arrancan los toques de los WAQRA PUKUS o cornetas de acho avisando a sus demás compañeros, y hermanos que han estado esperando en los alrededores escondidos también. Estos comuneros que han estado escondidos vienen a la carrera ya sea a pie o a caballo para envolver con poncho y frazadas al cóndor, luego le amarran fuertemente el pico usando para esto finas cuerdas de cuero que pasan por ente los huecos de la nariz de esta gigantesca y sagrada ave. Las alas se extienden a todo lo largo sujetándose con un palo delgado pero fuerte y con un cordel especial hecho de cola de caballo, solo para evitar que el cóndor de aletazos y pueda tumbar o dañar a más de un hombre, y también para impedir que levante el vuelo. Ambos extremos de palo son sujetados a cierta altura por los hombres con mayor experiencia que deben ser fuertes y en lo posible jóvenes. De esta manera entre waqra pukus, tinyas, toro toros, wakatakis, y vivas de emoción y de veneración al cóndor se inicia una larga procesión y entrada al pueblo entre alegres repiques de campanas y el retumbar de los cohetes. El pueblo, la comunidad recibe al cóndor con admiración y con respeto, estalla la alegra colectiva, así empieza la YAWAR FIESTA. Así se recibe al cóndor en nuestros pueblos del Perú profundo. Después de la corrida en el pueblo, en la comunidad todos los hombres y mujeres, todos los habitantes juntos, se preparan, se alistan para despedir al Apu cóndor, se le rinde homenaje, se le invita trago, chicha, se le viste de gala se le amarra cintas y se le lleva a la cumbre más alta para que emprenda su vuelo señorial, el rey, el APU CONDOR. Finalmente haciendo un recuento de los lugares en donde continua vigente esta celebración debemos decir que aun son testigos y protagonistas del YAWAR FIESTA los pueblos del valle de Chumbao, lo mismo que Pampachiri, Chiara, Huayana, Pomaciochsa, Umamarca, Ongoy, Cocharcas, Turpo, Pacucha, Santa María de Chicmo, Soras, Larcay, Chilcayoc, Querobamba y otros distritos de las provincias de Chincheros, Sucre y Andahuaylas, próximo DEPARTAMENTO CHANKA; se sigue viendo al Cóndor sobre el Lomo de los toros en lasas punas de Negromayo, Chipao y Andamarca en la provincia de Lucanas, departamento de Ayacucho. El YAWAR FIESTA sigue emocionando muchedumbres en Lambrana, Pichirhua, Qesari de la Provincia de Abancay, Apurímac, no muy lejos de allí en este mismo departamento, las provincias de Aymaraes, Grau y Cotabambas, también celebran en grande esta fiesta de manera especial en Coyllurqui, Haquira y Mamara, pero eso no es todo, en Canas, Espinar, Santo Tomas, Velille, Qolqemarca y Chumbivilcas en Cusco, así como en Caylloma, Condesuyo y otros pueblos y comunidades quechuas de Arequipa y Puno. * LA CAPTURA DEL CONDOR __________________________________________________ (*)Isaac Vivanco Tarco. Desaparecido poeta, cantautor, investigador social, escritor y periodista.

Transcript of la captura del condor

Page 1: la captura del condor

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOSDr. Pedro Atilio Cotillo Zegarra

Rector

CENTRO CULTURAL DE SAN MARCOSDr. Victor Lahoud Salem

Director General

CENTRO UNIVERSITARIO DE FOLKLORELic. Carlos Sánchez Huaringa

Director

Av. Nicolás de Piérola 1222 - Parque Universitariowww.ccsm.edu.pe - 427-7351 - [email protected]. CEPREDIM - UNMSM / Número de Depósito Legal: 2011-04359

BOLETÍN OFICIAL DEL CENTRO UNIVERSITARIO DE FOLKLORE - UNMSM Abril 2013

20

Hay

lli N

º

l YAWAR FIESTA es un tipo especial de corridas de toros, es Euna corrida netamente quechua, es una fiesta que sigue engalanando a muchos pueblos y comunidades ubicadas en las entrañas mismas de los Andes; el YAWAR FIESTA sigue aferrándose a la vida, sigue cumpliendo su pape movilizador, sigue presente en el Perú de adentro impactando por su particular forma de ser, porque la principal característica del YAWAR FIESTA es que en lugar de usar lanza, rejón y banderillas, para que el toro se ponga bravo, se usa el CONDOR. Debemos comenzar entonces mencionando aquello que saben muy bien los expertos campesinos, la técnica de cómo se captura al Cóndor, unas dos semanas antes de la corrida se mata un burro viejo o un caballo inútil y se deja que su carne se pudra y adquiera mal olor antes de ser llevado hasta un lugar cercano a las cordilleras mientras tanto se cava un hueco enorme en el suelo en medio de una pampa o una loma visible, este hueco debe tener el tamaño de un cuarto grane que permita a unos 6 a 10 campesinos trejos y decididos permanecer durante varios días metidos dentro de este cuarto. Toda la tierra escarbada debe ser llevada lejos borrando toda señal de que allí hay gente, sobre este hueco se teje una reja de palos largos derechos de regular grosor que deben ser fuertemente fijados al suelo mediante grandes estacas de palos, sogas, tiras de cuero de toro humedecido llamados tientos. Esta reja hay que disminuirla con paja y para evitar el olor de tierra fresca se quema paja en el piso y todos los costados del gran hueco. Sabedores de que el zorro, el venado, el puma, el cóndor entre otros animales descubren a la gente escondida por el olor de su cuerpo, los campesinos inteligentemente queman o derraman las tantas hojas de plantas de olores muy fuertes. Estas plantas pueden ser el paico, la muña, la quechuarura, el eucalipto y muchos más, también se quema semilla de culantro. Atraídos por el olor de la carne ya sea de burro o de caballo que se ha colocado sobre la reja del hueco vienen muchos cóndores a devorarlo. Los campesinos escondidos allí dentro procuran mantenerse totalmente quietos y en absoluto silencio. Cuando viene un cóndor enorme el más grande posible con su plumaje brillante de hermoso collar blanco e imponente corona roja a modo de cresta, es pues el APU CONDOR que tanto lo esperaban. Los comuneros escondidos en el gran hueco subterráneo ni siquiera deben respirar, dejando que el cóndor coma a sus anchas hasta hartarse y no poder levantar el vuelo fácilmente. Por fin cuando llega

el momento preciso, con sogas de lana de llama, amarran rápidamente las patas del cóndor sujetando fuertemente a los palos atravesados. Una vez prisionero el Apu Cóndor, los comuneros empiezan a gritar y a cantar emocionados, arrancan los toques de los WAQRA PUKUS o cornetas de acho avisando a sus demás compañeros, y hermanos que han estado esperando en los alrededores escondidos también. Estos comuneros que han estado escondidos vienen a la carrera ya sea a pie o a caballo para envolver con poncho y frazadas al cóndor, luego le amarran fuertemente el pico usando para esto finas cuerdas de cuero que pasan por ente los huecos de la nariz de esta gigantesca y sagrada ave. Las alas se extienden a todo lo largo sujetándose con un palo delgado pero fuerte y con un cordel especial hecho de cola de caballo, solo para evitar que el cóndor de aletazos y pueda tumbar o dañar a más de un hombre, y también para impedir que levante el vuelo. Ambos extremos de palo son sujetados a cierta altura por los hombres con mayor experiencia que deben ser fuertes y en lo posible jóvenes. De esta manera entre waqra pukus, tinyas, toro toros, wakatakis, y vivas de emoción y de veneración al cóndor se inicia una larga procesión y entrada al pueblo entre alegres repiques de campanas y el retumbar de los cohetes. El pueblo, la comunidad recibe al cóndor con admiración y con respeto, estalla la alegra colectiva, así empieza la YAWAR FIESTA. Así se recibe al cóndor en nuestros pueblos del Perú profundo. Después de la corrida en el pueblo, en la comunidad todos los hombres y mujeres, todos los habitantes juntos, se preparan, se alistan para despedir al Apu cóndor, se le rinde homenaje, se le invita trago, chicha, se le viste de gala se le amarra cintas y se le lleva a la cumbre más alta para que emprenda su vuelo señorial, el rey, el APU CONDOR. Finalmente haciendo un recuento de los lugares en donde continua vigente esta celebración debemos decir que aun son testigos y protagonistas del YAWAR FIESTA los pueblos del valle de Chumbao, lo mismo que Pampachiri, Chiara, Huayana, Pomaciochsa, Umamarca, Ongoy, Cocharcas, Turpo, Pacucha, Santa María de Chicmo, Soras, Larcay, Chilcayoc, Querobamba y otros distritos de las provincias de Chincheros, Sucre y Andahuaylas, próximo DEPARTAMENTO CHANKA; se sigue viendo al Cóndor sobre el Lomo de los toros en lasas punas de Negromayo, Chipao y Andamarca en la provincia de Lucanas, departamento de Ayacucho. El YAWAR FIESTA sigue emocionando muchedumbres en Lambrana, Pichirhua, Qesari de la Provincia de Abancay, Apurímac, no muy lejos de allí en este mismo departamento, las provincias de Aymaraes, Grau y Cotabambas, también celebran en grande esta fiesta de manera especial en Coyllurqui, Haquira y Mamara, pero eso no es todo, en Canas, Espinar, Santo Tomas, Velille, Qolqemarca y Chumbivilcas en Cusco, así como en Caylloma, Condesuyo y otros pueblos y comunidades quechuas de Arequipa y Puno.

*LA CAPTURA DEL CONDOR

__________________________________________________(*)Isaac Vivanco Tarco. Desaparecido poeta, cantautor, investigador social, escritor y periodista.

Page 2: la captura del condor

antos, santas, vírgenes, Cristos, hombres y mujeres, Sdiablos y personajes mágicos son muchas veces los personajes centrales de danzas y bailes dentro de las

fiestas y ceremonias folklóricas. De una u otra manera están presentes de diferentes grados y formas dentro de las fiestas. Unos son el centro de las fiestas, otros personajes principales dentro de estas y otros aunque no tan relevantes por su plástica o por haber sido identificados por alguna característica plástica o visual se tornan en personajes relevantes e infaltables dentro de la festividad.

Las fiestas como parte del estudio del folklore de las diferentes sociedades y culturas han permitido adentrarnos en todo un universo de símbolos y representaciones tanto ideológicas como religiosas del hombre. Estas, como su nombre señala, son celebraciones de tiempos y acontecimientos relevantes para los hombres que ensalzan y remarcan uno o varios hechos importantes dentro de su historia local, sacándolo de su cotidianeidad y recubriéndolos de rituales para indicar no solo su importancia de ser recordado sino la necesidad de su actuación ritual y simbólica de este.

Como sabemos la figura del diablo no llega con la conquista y sus curas, misionero y evangelizadores. Trasladan el concepto medieval del diablo al Supay, una especie de ser mágico, burlón y protector desarrollado en el mundo andino prehispánico. Simplemente buscan una equivalencia para poder explicarlas quién era este ser que estaba a la caza de almas y el principal responsable de los males espirituales y muchos de los carnales en el hombre. Luzbel, Lucifer, Satanás son algunos de los nombres con los que se conoce al ángel que decidió separarse de los otros ángeles de Dios y que su castigo fue el ser desterrado a un mundo de dolor y castigo al que dentro de la imaginería católica se llamo infierno. Desde allí en continua competencia con Dios se burla de todo lo que consideramos sagrado y tienta al hombre para que desobedeciendo lo que Dios manda el pueda aprovecharse del hombre y quedarse con su alma inmortal, llevando a esta al infierno para hacerlo sufrir por la eternidad. (Córdova Rosas 2012)

El macho cabrío del mal ha sido en muchos casos satirizado y siempre vencido por el ángel y termina rindiendo culto y subordinándose a la virgen.

Como sabemos la presencia evangelizadora colonial se impuso tanto en los espacios costeños y andinos. Muchos fueron los elementos rituales y objetos religiosos que utilizaron para convertir a los indígenas que mantenían aun en el siglo XV hacia adelante el sistema ideológico religioso prehispánico.

Haylli

SOBRE DIABLOS Y FIESTAS. LA PRESENCIA DEL DIABLO EN LAS FIESTAS POPULARES ANDINAS

Héctor Núñez Núñez*

Autores como Luis Millones, José Carlos Vilcapoma han trabajado el tema del diablo en la imaginería indígena y mestiza. El primero de ellos cuenta la historia y la importancia de los diablicos de Túcume en la costa norte peruana. Mientras que el segundo ingresa al mundo andino y su relación con el diablo festivo. Ambos desde la Antropología e Historia, permiten adentrarnos en el estudio comparativo de este personaje y su construcción cultural.

De este diablo medieval poco queda en la imaginería festiva mestiza hoy. Mantiene la representación del mal, los vicios y la encarnación de los pecados capitales. Ahora bailan tras la virgen, manteniendo distancia de esta por temor a su poder. El poder de la religión manifestado en la minimización del diablo y qué como parte del discurso festivo ideológico del diablo, en muchas de las fiestas la participación de éste, su nombre se transforma de diablo en diablito o diablicos. Esto podría indicar dos cosas, la primera de ella la forma simbólica de la disminución de su poder, la otra posibilidad supondría el mantenimiento de la idea prehispánica del Supay como un alma protectora y algo juguetona. El diablo medieval ha sido reinterpretado por la imaginería colonial católica del mundo indígena y mestizo en América, haciendo de este un personaje festivo, pero manteniendo el discurso de su poder sobre el hombre.

Uno de los elementos infaltables dentro de fiestas y ceremonias populares es el baile en el amplio sentido de la palabra. Danzas y bailes tienen como función contribuir al proceso de ritualización de la fiesta, hacerla importante y crucialmente festiva. El diablo no solo participa en la fiesta sino que además tiene su tonada propia. Su música es divertida y socarrona, ágil y visualmente poderosa. Igualmente, la vestimenta del diablo danzante es visualmente impacta. Sus diseños forman parte de todo el discurso que se tiene del diablo festivo andino. Es aquí, donde unos de los elementos central de la caracterización del diablo dentro de las fiestas folklóricas es la máscara como parte de su vestuario. Este elemento ha sufrido todo una serie de transformaciones a lo largo del tiempo. Desde el uso de piel de animales hasta el uso más estilizado de fibra sintética, el estudio de las máscaras es todo un rico universo de estudio, tanto desde la mirada del mascarero hasta la aceptación de la comunidad de la misma que la avala como parte de su tradición e historia local. Como decía bien, Jiménez Borja en su texto Máscaras populares, la máscara está muerta sino tiene atrás a su ejecutante, al danzante. Las máscaras colgadas como recuerdos o adornos son objetos sin vida. Es la fiesta y el danzante enmascarado que le da vida. Esto nos hace pensar en la

Abril 2013

FOLKLORE Y CULTURA

2

Este artículo tiene como finalidad mostrar de manera general y básica uno de los personajes presentes en muchas de las fiestas folklóricas, no solo en nuestro país, sino donde la imaginería católica está presente desde su llegada evangelizadora. El personaje del diablo está presente desde su implantación colonial. Del diablo católico medieval queda poco, dando paso a un diablo minimizado, vencido y casi ridiculizado en su mirada visual y cultural como parte del total de la parafernalia festiva de las fiestas folklóricas y

populares.

Page 3: la captura del condor

Haylli

FOLKLORE Y CULTURA

3Abril 2013

__________________________________________________(*)Antropólogo. Docente de la Facultad de Humanidades en la Universidad Nacional Federico Villarreal y en el Centro Universitario de Folklore de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

El diablo colonial traído por los evangelizadores y curas doctrineros impuesto a través del miedo y terror ha sido representado como un personajes disminuido en su poder, el diablo terrorífico.

Diversas máscaras de Diablada

Page 4: la captura del condor

Haylli

Amancaes era el nonplus ultra del criollismo limeño en sus más calificadas

expresiones. Duró más de tres siglos el festejo. Había empezado como romería el día de San Juan, un 24 de junio de los finales del siglo XVI. Luego, con el correr de los años, se fue convirtiendo en fiesta popular. Tomó nombre del amancae, una flor amarilla propia del Perú, que brotaba en esa pampa, gracias a la humedad de las garúas, cubriendo parte de los cerros de las cercanías de Lima por aquel lado. Pero lo que había nacido como devoción acabó transformada en fiesta de alegría “ALEGRÍA SALVAJE”, según la expresiva opinión del francés Max Radiguet. Fiesta de todos, que fue cada vez más ganada por los negros, zambos y mulatos, que por entonces constituían una mitad de la población metropolitana. Entre tanto, a lo largo de los siglos fueron retirándose gradualmente “los criollos blancos del Perú”, como se comentaba. Pero hasta los mediados de la centuria del XIX todavía concurrían, en cierta proporción, los integrantes de las clases elevadas del Perú. LA IDA.- Para nuestra visita a una Amancaes ubicada algo después de la Independencia, nos haremos acompañar principalmente por el culto viajero norteamericano Charles Stewart, de profesión marino, quien se reveló como un sagaz observador, como se notará en el animado pasaje que sigue y en otros más, ambientándose en 1829. “Después de pasar la Alameda, entramos a un camino angosto, serpeante y arenoso circundado a ambos lados por altos muros de barro, y completamente lleno de carruajes o jinetes, y gente a pie, mirándose unos a otros e intercambiando miradas y venias con alegría e hilaridad. En el grupo habían personas de todas clases social, de las más alta a la más bajas, de todo matiz y color, desde el más rubio británico hasta el más negro de las tribus africanas”. Era, pues, un tropel abigarrado, heterogéneo y multicolor. Sin embargo afable, entre bromas y saludos. Muchos de esos morenos hacían venias de lejos nomás o estrechándose con un abrazo a sus compadres, algunos de posición elevada, que lo permitían. Porque, hacia la época en que tratamos aún se veía bastante gente distinguida; Hasta el propio Presidente de la República concurría de uniforme de gala con bicornio, al cual ornaba una enorme pluma de avestruz. La mayor parte de este gentío partía de la Alameda de los Descalzos; ir tomaba a caballo una hora, aproximadamente, y se salía a partir de las ocho de la

mañana. Tanto tiempo para tan corto trecho se explica por los encuentros y porque los grupos avanzaban cantando, y ya sabemos aquello de que “al que toca y al que canta, se le seca la garganta”. El diplomático francés A. de Botmilieu, que pasó varios años en nuestro país a partir de 1841, nos relata, en efecto, que unos a pie y otros a caballo, las partidas se detenían “al borde del camino para reparar sus fuerzas por medio de copiosas libaciones de pisco”, por entonces barato y bueno; también con “chicha que circulaba sin descanso”; todo entre risotadas, burlas y más canciones. Estas actitudes vitales se multiplicarían una vez en la pampa, sobre todo dijo al son de un cajón, que incitaba al baile con su ritmo frenético.

LA LLEGADA.- Una vez en la Pampa de Amancaes, afirma Stewart, había “el mismo alboroto de risas y conversaciones, la misma presión y movimientos de aquí para allá, el confuso sonido de instrumentos musicales en varias direcciones, y la alegría tosca y sonora de los bares y lugares de comer”, que eran muchísimos y algunos instalados como fondas, aunque pequeñas; limpias pocas, pero de muy buena sazón, de manos morenas, sin duda. Había una que sería la predilecta para quienes podían pagar, lucía una gran bandera roja con letras blancas, en la cual se leía “Fonda con aseo”. Su dueño había tenido la precaución de anunciarlo en “El Comercio”, donde por esos tiempos asimismo se avisaba el arrendamiento de cabañas, que serían más bien barracas. En esas picanterías y barracas se cantaba y bailaba, y en muchísimas se armaban auténticas jaranas.

ESPECIAL

FOLKLORE EN AMANCAESJuan Jose Vega *

4 Abril 2013

Page 5: la captura del condor

Haylli

Según Heinrich Witt, la mayoría de los concurrentes, como es lógico, “formaban pequeños grupos separados, sentados en tierra en las laderas de los cerros circundantes o en grandes piedras”, tal como los vio en 1846; “negros, zambos, cholos, con alguna gente blanca” (p. 212). Pero reinaba la armonía. Como bien describió A. Smith, para cruzar la pampa había “una agobiante confusión musical de tambores, caramillos, gritos,, arpas y guitarras, cantos, risas y bailes; pero no riñas”.

EN LA PAMPA.- Las flores de amancaes habían ido desapareciendo conforme llegaba la multitud de visitantes, pero aún quedaban, un tanto lejos, extensas manchas amarillas sobre el suelo. Pero más que esto llamó la atención a Stewart el ambiente de la pampa “en sus novedosas y variadas muestras. Además de doscientos calesas –el antiguo y pesado carruaje ingleses, dos birlochos (barouches), dos calesines y unos cuantos vehículos extranjeros más. También se distinguía cabalgando a algunas damas escocesas o inglesas y unas cuantas damas (de sangre) españolas, de apariencia y vestidos similares; mientras que otra muchedumbre de varones y mujeres. Peruanos tanto españoles (nombre que se continuaba dando a los blancos) como indios, negras y negros, de todos los matices y en una inacabable variedad de vestimentas, algunos a pie y otros sobre toda clase posible de animales, desde el más noble de los caballos hasta el más miserable de los burros, se extendía por miles”. Otro alemán, Karl Scherzer, ya en 1859, nos dirá que en improvisados puestos de venta se ofrece comida y bebida y también “espectáculos de gigantes y cabezudos y estrados donde deambulan cantantes callejeros y músicos, donde no se cansan volatineros, prestidigitadores y jugadores”. Al decir de A. Smith, tampoco faltaban “chuchumecas”; seguramente “tapadas” de aquellas con saya de color morado. Aquel inglés fue uno de los primeros en usar tan sabroso peruanismo. Pero volvamos a Stewart, quien nos indicará lo que sigue con relación a la fraternidad reinante en la pampa. “Al otro lado del camino había carruajes halados por mulas, con postillón y lacayos y llenos de damas y niños en elegantes vestidos de tarde; alrededor de éstos estaban reunidos en amena conversación y alegría grupos de corteses jinetes mientras que a escasa distancia a ambos lados del camino podía verse apretados grupos, en medio de los cuales negros y negras, en tan rica vestimenta como sus amos o amas, bailaban al son de una música ligeramente menos tosca que la que se podría escuchar en los poblados de su país aborigen. Ciertamente que tanto las figuras del baile como la música, si tal puede llamarse, son de origen africano e introducidos por los esclavos”; rica coreografía entre la cual brillaba –lo sabemos por

Radiguet- la zamacueca, aquella danza afrocosteña que iba a ser madre de la actual marinera. Las variadas viandas criollas, que cada grupo popular había llevado y las que vendían las vivanderas siempre resultaban insuficientes para saciar lo que algún obser vador l lamó “robustos apet i tos” de los concurrentes. Se devoraba cantidades pantagruélicas de anticuchos, chicharrones, cebiches, carapulcas, locros y patitas, todo cargadísimo de ají.-

EL RETORNO.- “En el momento en que comienza a caer la neblina, millares de personas regresan a las ciudades cargadas de flores amarillas que llevan en las manos, en la cabeza, en los sombreros. Con ellas van también adornados los cabellos y los coches. Esto recuerda un poco el gusto de los parienseses por sus primeras lilas”. Así lo relata Gabriel Lafond, otro culto viajero francés. Por otra parte, el citado Stewart agrega que los primeros en iniciar el regreso habían sido “las personas importantes”. La muchedumbre las siguió poco a poco; muchos de los que estaban a pie- precisa nuestro informante- continuaban danzando al sonido de los “ritmos de los negros que todavía se escuchaban a la distancia. Observé a una peruana que avanzaba de esta manera a lo menos un cuarto de milla, girando todo el tiempo como un vals, entre los carruajes y alegres jinetes en peligro aparente, en todo momento, de ser atropellada”. Notó también “una especie de carpa con colgaduras de tela color púrpura, en la cual había música y baile y una multitud su alrededor. Nos detuvimos aquí por un momento. Los músicos todavía tocaban: los instrumentos, un violín, una flauta y una tosca arpa”. Era una capilla y desagradó bastante a Stewart que un Cristo estuviese “presidiendo una escena de jolgorio y vicio, y patrocinando demostraciones que, para decir lo menos, bordeaban en el pecado”. Naturalmente, el sitio se hallaba cubierto de amancaes. Las danzas serían la mentada zamacueca, o el mizmiz o el chocolate, entre las varias que bailaban los afrolimeños de aquel tiempo. Con el desenfado a que dan lugar los abundantes brindis. La entrada a Lima de la cabalgata resultaba una diversión para los limeños que no habían concurrido a la fiesta y que se trasladaba a la Alameda de los Descalzos para espectar el tumulto de la gente que retornaba de Amancaes entre flores, cantos y gritos. Ellas montadas a horcajadas, dejando ver hasta las rodillas, lo cual constituía un exceso en aquel tiempo.

__________________________________________________(*)Historiador y antropólogo y ex rector de la Universidad La Cantuta ya desaparecido. Fue un gran investigador de la cultura andina. Artículo recogido del Diario La República del 25 de Junio de 2000.

ESPECIAL

5Abril 2013

Page 6: la captura del condor

Haylli

FOLKLORE Y CULTURA

LA GRAN FESTIVIDAD DE LA CANDELARIARodolfo Sánchez Garrafa*

6

La Fiesta principal de la "Mamacha Candelaria" en Puno tiene lugar cada año, del 24 de enero al 18 de febrero como preludio del Carnaval,

pukllay o anata. Impresiona su carácter multitudinario y el hecho de involucrar a todos los segmentos de la sociedad. Suelen participar más de medio centenar de conjuntos, algunos de ellos con 300 o más personas, entre músicos y danzarines. Las fiestas andinas están vinculadas con los grandes acontecimientos del calendario festivo prehispánico y tienen implicancias astronómicas. La fiesta de la Virgen de la Candelaria llena un tiempo que va desde el Qhapaq Raymi (solsticio de diciembre) hasta los carnavales, y ocurre en la mitad caliente del año o ruphay mita, tiempo de predominio del mundo de adentro o ukhupacha. Las grandes celebraciones pueden ag r upa r se en p rop i c i a to r i a s y de agradecimiento, las propiciatorias preceden a la siembra y al apareamiento del ganado, por ejemplo. Las de agradecimiento sobrevienen a la aparición de los primeros productos o primicias, a la cosecha y al nacimiento de las crías de llamas y alpacas. Algunas celebraciones rituales tienen lo que se conoce como finalidad purificadora, caso de la sitwa. Pero el carnaval ha sido siempre una fiesta de bienvenida a los espíritus de las especies que se reaniman. Es una fiesta de recepción y gratitud a las illas o estrellas, a las ispallas, a la ispall mama (madre o espíritu arquetípico de la papa). Ciertas representaciones pictóricas de la Virgen María en forma de cerro, en particular de La Candelaria, no son generalizables a todo el mundo andino. Sin embargo, espíritus de poder en forma de felinos, con atributos agrícolas y de montañas elevadas han existido desde siglos atrás en los Andes Centrales, es la idea de Pitusiray Sawasiray (espíritus arquetípicos de la reproducción), por ejemplo, que ya se encuentra en ceramios moche. Entre los elementos de convergencia que favorecieron un sincretismo entre las representaciones de la deidad Pachamama o Madre Tierra y de la Virgen María podemos anotar: La maternidad de María, que habiendo gestado a Jesús, lo trae al mundo en el solsticio de diciembre, la proximidad del astro lunar y del Sol en la iconografía mariana, la presencia del cielo estrellado o nocturno que gobierna el mundo de adentro. Para la percepción andina, algunas versiones como el de la Virgen del Carmen son aún más explícitas en cuanto al papel de María como propiciadora de la salida de seres del mundo de adentro hacia la superficie terrestre. El primer día de la festividad, los alferados (representantes de los ancestros) salen de su hogar portando la imagen del Niño Jesús, seguidos por las autoridades y allegados, en devota marcha hacia la iglesia de San Juan, llevando velas y cirios encendidos, en una clara alusión al cielo nocturno que acoge al niño Sol. Los registros iconográficos de la Candelaria nos la muestran entre una constelación de estrellas, teniendo como marco de fondo al Sol Radiante, con un coro celestial coronándola y a sus plantas la Luna creciente, un simbolismo que inevitablemente refiere la proximidad del equinoccio de otoño. Desde una mirada occidental suele decirse que en esta fiesta se da una confrontación del minero con las fuerzas del mundo de adentro, consideradas fuerzas demoníacas. Lo que ocurre para los andinos es una permanente convivencia y relación de reciprocidad establecida entre los mineros y los “tíos” o habitantes de los

socavones, asimilados a los duendes de la mitología europea. De hecho la minería fue importante para los andinos, pero no en el sentido de acumulación de riqueza sino en el de su aplicación simbólica y de ofrenda a las divinidades. Este encuentro no es sino un tinku de las mitades complementarias constitutivas del universo o cosmos andino, un encuentro que conlleva tensión, pero que es condición indispensable para la continuidad de la vida y la reproducción de las especies. Las danzas del tinkuy y las prácticas de los “juegos de enemigos” como las batallas rituales de Chiaraje o de T'oqto son otras tantas expresiones que tienen el mismo sentido. Es clara la relación del culto a La Candelaria, la Virgen de los Socavones, en relación a los mineros. También es explicable el lugar especial que tiene para los carniceros o matarifes, llamados mañazos, y es que en tiempos del Tawantinsuyo el mes de

febrero como hatun poqoy (la gran maduración) era momento de sacrificar grandes cantidades de camélidos bermejos en honor de las wakas (deidades étnicas). Los mañazos reivindican en esta fiesta su papel de oficiantes rituales. Esta festividad puede verse también como una gran confraternidad con los seres de poder del mundo de adentro, para sellar una relación de armonía familiar y de convivencia prolongada. En términos generales, se trata de una recepción de extraordinarias delegaciones de espíritus como un medio de garantizar su benevolente actuación futura. No se celebra pues el triunfo del bien sobre el mal, como lo habrían querido los evangelizadores, sino la convivencia de mundos complementarios. La presencia del Lago Titicaca hace de la región altiplánica un espacio de particular valor. Se trata de una gran paqarina, tan notable en la tradición mítica, que de allí emergieron, y vuelven a emerger periódicamente, los astros mayores del supramundo, el Sol y la Luna. Los danzantes de la diablada forman parte de la tropa de seres acompañantes del nuevo Sol o “Wayna P'unchaw” que la Mamacha Candelaria sostiene en sus brazos. La diablada desde el punto de vista del pensamiento andino, no constituye una danza infernal, sino una escenificación que describe el tinku entre el mediador del mundo de arriba o solar y los seres de poder o “sombras” del mundo de adentro, los upani o supaykuna, que escoltan al Sol joven. Las candelas o velas pasan a ser significantes del calor del mundo de adentro, de los dueños de la riqueza del subsuelo y habitantes de las cavernas y socavones mineros. La tradición occidental ha querido mostrar el triunfo de las fuerzas del bien sobre el mal, sintetizado en los siete pecados capitales; sin embargo, en la danza de la diablada lo que se escenifica es un desfile de seres del mundo de adentro o saqras, haciendo derroche de habilidad, poder y colorido, que sin humillarse ante el espíritu excelso se dejan guiar por él hasta los límites del tiempo solar que adviene. Los “tíos”, habitualmente soterrados en los socavones, salen portando el fuego o kamay de las entrañas de la tierra y acompañan a un arcángel que se ufana al comandarlos. La espada de Miguel Arcángel evoca las pinzas del alacrán mediador que escolta al Sol en su tránsito por el mundo de adentro hacia el tinku con su dimensión complementaria, en las más antiguas tradiciones andinas.__________________________________________________(*)Antropólogo, doctor en ciencias sociales, profesor de post grado en la Fac. de CC.SS. de la UNMSM.

Abril 2013

Page 7: la captura del condor

Abril 2013

a madrugadora noche del 23, ciento de hombres y mujeres inician Lun ritual que se pierde tras la enmarañada historia selvática. En religioso silencio caminan hacia las orillas de los ríos, buscando un

baño purificación. Se dice que el patrono San Juan Bautista escogió esa misma noche para bendecir los cursos de agua. La tradición afirma que todos aquellos que se bañen en los ríos aquella noche serán colmados de dicha y salud durante todo el año. Como es sabido, la selva está llena de secretos, de místicos cánticos chamanísticos, de leyendas increíbles e historias insólitas. Todas ellas juntas, o casi todas, se reeditan anualmente en la gran Fiesta de San Juan. Después del mágico baño purificador, ya en la ciudad, la algarabía del pueblo enciende las cocinas en todas las casas. Es el amanecer del día 24, fecha central de los esperados festejos por la comunidad loretana. Durante muchos días previos, anticipándose a las tradiciones fiestas, las familias se han preparado para la ocasión. La gallinita ya engordó – es hora de que se sirva para rellenar el típico potaje- y las hojas de bijao (especie de plátano que crece en la selva) maduras ya, no han de faltar junto con el arroz y huevos cocidos. Al otro lado de la cocina, la leña arde, hirviendo las ollas, junto a su aromático contenido. En ellas se viene preparando el afamado juane (regionalmente fonetizado como “fuane”) y –en otras ollas- se percibe la fermentada dulzura de la chicha de jora. Aquellos manjares típicos son el ingrediente infaltable para estas fechas. Más tarde, pasado el almuerzo, la población entera se concentrará en el barrio que lleva el nombre del santo patrono. Allí, las anualmente adornadas andas del apóstol San Juan, volverán a sus calles llenas de feligreses que lo siguen en religiosas procesión. Las sonoras bandas típicas siguen el recorrido imponiendo el sacro y cadencioso ritmo. Tambores, flautas y bombos. Compases graves y agudos que no se detienen hasta que la venerada imagen regresa a su iglesia. Ya en la noche, las oraciones quedaron tras la puerta de la casa de Dios. También es momento que se aprovecha en cambiar de música.A ritmo de Tecno-danza. La chicha etílica se desborda de los vasos que brindan felicidad. Los bailes se multiplican por todas partes, la selva está de fiesta. Las parejitas (llamadas pandillas) danzan alrededor de la humisha (o umsha), y juntos, después de cada vuelta, intentarán derribar la palmera a golpe de hacha. Faena que nos recuerda los tradicionales tumbamontes cajamarquinos. La “pandilla” que logre tirar abajo la planta, atiborrada de regalos hasta su copa, estará comprometida de levantar la del año próximo. Pero el festejo no se cae hasta la llegada de los primeros rayos solares del día siguiente, y – muchas veces- días más allá. La Fiesta de San Juan, tal como hoy se conoce debió –quizas- ser influenciada por las que se venían realizando a principios del siglo pasado en San Martín, Ucayali, Puerto Maldonado y en casi todas las regiones amazónicas. Como también actualmente es celebrado en Caballococha, Pevas, Lamas, Saposoa, Moyobamba, Tarapoto, Rioja, Contamana, Pucallpa, Tingo María, entre otras. Sin embargo, desde aproximadamente 1912, esta costumbre se arraigó fuertemente entre los iquiteños y loretanos en general. La mayoría de las familias suele concentrarse en la localidad campesina de San Juan de Miraflores, distante a cinco kilómetros hacia el sur de Iquitos. En estas fechas, y desde la tercera semana de junio, Loreto recibe a sus miles de visitantes en su semana jubilar que este año lleva ya su versión numero 21. No faltan las ferias, recorridos turísticos y concursaos que se suceden interminables uno tras otro en diversas localidades de la región. Los lugares escogidos por la población para estas festividades, además de las citadas líneas arriba, son el parque turístico nacional de Quistococha, así como los poblados ribereños como Manacamiri, Santo Tomas y Santa Clara.El por qué del tradicional “Juane”. La leyenda explica que por allá en los años que se pierde en la memoria, el apóstol San Juan llegó hasta la Amazonía. Su intención: perpetuarse como patrono de este paradisiaco rincón del mundo. En su

largo y penoso peregrinaje llevó consigo comida elaborada en base de arroz y ave de monte, enrollada en las hojas de una especie de plátano. Cuando llegaba a la ribera de los ríos y cochas, se encogía en oración, bendiciendo sus aguas. El antropólogo Abner Tenazoa, mucho tiempo atrás, recogió la descrita narración de los hombres más antiguos de la región. Otra conocida tradición refiere a que se inicia durante la llegada de los primeros colonos, con Carlos Fermín Fitzcarrald como líder, entre los que se encontraba los Rengifo, De Souza, Fuller y Del Águila. Ellos, durante su travesía amazónica, realizada en el siglo XIX no tuvieron mejor idea que conservar sus alimentos, en la famosa envoltura. Además de ello, descubrieron el exquisito sabor que las hojas prodigaban a la carne de ave acompañada de arroz.La región en su fiesta patronal. Esta tradicional festividad, como veremos en artículos aparte recorre las orillas de muchas zonas de la amazonia peruana. Sin embargo, el eje de la tradición, se estaciona en Loreto, Iquitos y particularmente en la comunidad campesina de San Juan. Como es de advertirse, durante la semana jubilar iquiteña, pobladores de diversas zonas y centros poblados llegan hasta la ciudad. Así, comunidades nativas como los boras, urarina, yahua, shipibo, huitoto, awajún, candoshi-murato desbordan el lugar con su artesanía, música y danzas propias de sus pueblos. Ellos se ubican en los alrededores de la plaza principal, más exactamente en el céntrico y alargado boulevard situado frente al río Amazonas. Asimismo, se suceden una serie de actividades que la Municipalidad Provincial no dejará de organizar. Una de ellas es el esperado Festival de Música y Danzas Típicas de la Amazonía que suele ser protagonizada durante varios días. Tampoco faltaran los conocidos pasacalles, en donde las diversas delegaciones de escolares e instituciones militares acompasarán el desfile. Otro de los aspectos que algunos esperan también es el encuentro de curanderos (chamanes) para consultarles y pedirles consejo y cura. Al final, todos los visitantes, nacionales y extranjeros, son esperados con el calor de esta región y la hospitalidad característica de su gente.Entre shunto y limones premonitorios. Habíamos sabido de varias de las exóticas costumbres que para estas fechas observa la población amazónica. Una de ellas es el Salto del Shunto, costumbre fuertemente arraigada, que consiste en saltar sobre una fogata para ir a caer sobre el agua. Este acto, considerado como purificador, suele ser representado todavía por algunos pobladores de la región. También es en esta época cuando la higuera florece. Se dice que la dama (agraciada o no) que logre encontrar la escurridiza flor, se casará y cumplirá todos sus sueños. Otras de las tradiciones es el de los limones. Alfonsina Barrionuevo escribió alguna vez respecto de esta tradición en la Fiesta de San Juan:”las jóvenes suelen coger tres limones. El primero lo pelan, el segundo lo dejan a medio pelar y el tercero queda intacto. En la noche milagrera ellas se encierran en un cuarto oscuro y arrojan los limones al aire. La que encuentre el primero, se casara con un hombre pobre. La que halle el segundo, lo hará con un hombre de mediana economía. Finalmente, la que encuentre el tercer limón, se casara con un buen partido. Alfonsina también nos comenta otra tradición. Se trata de las antiguas coplas que algunas mujeres suele cantarle al apóstol. Una de ellas dice: “San juancito del lucero/has venido a lisonjear/a servirte nuestros juanes/con piernitas de gallina”. De esta manera, con eternas tempestades o inmisericordes vientos, nuestros hermanos de la amazonia no dejarán pasar el día –feriado oficial- para venerar su santo patrón, y de paso mostrar su afamada alegría y hospitalidad. La selva está de fiesta, bautizada por San Juan, su alto patrono.

Haylli

FOLKLORE Y CULTURA

__________________________________________________(*)Antropóloga licenciada por la UNMSM, con estudios de maestría en antropología y derecho indígena en la PUCP.

7

SAN JUAN, CELEBRACIÓN AMAZÓNICAMarita Salas Murrugarra*

Page 8: la captura del condor

Profesor y filósofo. Estudió e n “ G u a d a l u p e ” y e l Colegio “Independencia”

de Arequipa y, posteriormente ingreso a la Universidad de San Agustín obteniendo los títulos de p r o f e s o r , D r. E n L e t r a s y Jurisprudencia y abogado (1937). Ejerció la docencia en colegios de secundaria de Arequipa, al tiempo que en la Universidad. “Era un hombre muy leal a sus ideas”, “desde temprano su inclinación profunda por la filosofía y por la historia. Sus cuarenta libros son una herencia muy sólida”. Claro, como no sólo se trataba de interpretar el mundo, sino también de transformarlo, el joven profesor ayacuchano avecindado al pie del Misti introdujo tempranamente la seriedad en el estudio del materialismo dialéctico y la propensión a juntarse con los obreros. En 1951, poco después de un alzamiento de Arequipa, el Ministerio de Educación del general Odría pidió que se despojara de sus cátedras tanto a Guardia Mayorga como a Núñez Ureta. “No era él un proselitista, que anduviera haciendo campaña partidaria”, explica Núñez Ureta. Y entonces retrata al hombre más allá del profesor: “Eso sí, era intransigente en su interpretación de los hechos, y no tenía tapujos para proclamar lo que consideraba la verdad”. El general Mendoza había sentenciado: “son disolventes”. La filosofía había sido, pues, materialista peligrosa, dialécticamente incomoda. “Yo”, condimenta Núñez Ureta, “Podía dedicarme a hacer cuadros; pero ¿él?. “Tuvo que salir al destierro. Se fue a Bolivia, a Cochabamba; allá empezó a enseñar filosofía, pero también contribuyó a crear una Universidad Obrera”. De vuelta al Perú, gracias a la amnistía de 1956, enseño en la Universidad de Huamanga, a partir de 1960, y en San Marcos. De la primera fue separado en los días de la famosa “convivencia”. Entre 1964-67 enseño en la Universidad de Ica. Quienes conocieron a César Guardia Mayorga no pueden olvidar su sabiduría y su austeridad, entretejidas con una nobleza de sentimiento y un amor indeclinable por el socialismo, a cuya realización consagró el poema quechua “Puka llaktapaq”. Era, ya hemos dicho, un ferviente cultor de nuestra música. El folklorista Epifanio Pérez uno de los fundadores de Villa El Salvador, nos contó cómo estuvo el filósofo al borde de las lágrimas cuando le trajo una quena de su Lampa natal. Otro día, le presentó al guitarrista de estirpe ayacuchano Daniel Kirhuayo (fallecido). El filósofo había escuchado grabaciones del artista, y no podía creer que ese muchacho sonriente fuera el intenso intérprete, se remitió al criterio de la práctica: una guitarra de su estudio hizo que Kirhuayo lo colocara en trance de lágrima. Porque este hombre serio y reservado, este filósofo universal y peruano era un artista, había escrito en uno de sus poemas “Todavía hay que andar lejos”. Lejos habría que ir en la herencia de Guardia Mayorga en el sentimiento y la conciencia. Finalmente sus obras: “Manual de legislación obrera”, “Filosofía y ciencia”, “Psicología”, “Historia de la filosofía griega”, “De Confucio a Mao-Tse tung”,”Gramática Kechwa”, “Vida y pasión de Wamán Poma de Ayala”.

ESTUDIOSOS DEL FOLKLORE 20 (Sección para coleccionar)

Haylli

COMITÉ EDITORIAL

Carlos Sánchez HuaringaDirector

Víctor Huaylla QuispeHéctor Núñez Núñez

IntegrantesJosé Najarro Aguilar

Diseño

CÉSAR GUARDIA MAYORGA(1906 – 1983)

Agenda Cultural Principales Actividades del CUF

NOTA EDITORIAL: Los artículos publicados es de total responsabilidad de los autores.

Abril 2013

INAUGURACIÓN DEL CICLO 2013 - I DE LA ESCUELA DE CAPACITACIÓN EN FOLKLORE.

Bienvenida a los nuevos ingresantes y reconocimientos.Ponencia sobre “La investigación en folklore”Primer ensayo general de todos los ingresantes. Fecha: Sábado 13 de Abril / Hora: 3:00 pm.Lugar: Salón General CCSM.

FESTIVIDAD CRUZ DE MAYO ENCUENTRO DE SIKURIS.

Participa el CZSM.Fecha: Miércoles 01 de Mayo / Hora: 10:00 am.Misa en la Parroquia San Juan Bautista, sito en Av. Gran Chimú Cdra. 5 y la recepción en el local “El Huerto de Mi Amada”- Zárate - SJL.

GRAN PASACALLE INSTITUCIONAL POR EL 462 ANIVERSARIO DE LA UNMSM.

Pasacalle Sanmarquino por el aniversario de nuestra Universidad. Salida: Casona de San Marcos, Recorrido: Av. Nicolás de Piérola - Plaza San Martín - Jr. de la Unión - Jr. Huallaga - Congreso de la República.Fecha: 09 de Mayo. / Hora: 10:00 am.

XV FESTIVAL DE FOLKLORE INTERFACULTADES

Participan todas las facultades en un gran encuentro de danzas y música folklórica. Finaliza con un gran espectáculo de fuegos artificiales: “Fantasía en el cielo”.Fecha: 09 de Mayo / Hora: 2:00 pm.Lugar: Plaza Fray Tomás de San Martín - C.U.

8