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LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE 1919 Y EL LIDERAZGO POLÍTICO EN MÉXICO Roderic Ai CAMP Central College* LA CAMPAÑA (PRESIDENCIAL de 1929, en la que participaron Pascual Ortiz Rubio y José Vasconcelos, ha atraído conside- rablemente la atención de historiadores y observadores con- temporáneos. En tanto que los participantes de esta campaña han escrito memorias o relatos de sus actividades, y algunos estudiosos de la historia han intentado analizar la ideología política del candidato de oposición, José Vasconcelos, n i los especialistas norteamericanos ni los mexicanos han intentado hasta ahora entender el impacto que tuvo Vasconcelos en sus seguidores y la actuación política de éstos en campañas pos- teriores. Creemos que la actividad de Vasconcelos como aspi- rante a la presidencia sirvió como catalizador para una ge- neración de jóvenes activistas políticos que fueron iniciados en la política durante esa campaña. Es más, creemos que Vasconcelos influyó en una importante generación de mexica- nos que habían de participar en las filas del partido oficial así como en los dos partidos principales de oposición poste- riores a 1929. Estamos convencidos de que esta campaña con- tribuyó particularmente al apoyo que recibió Miguel Alemán en 1946, e influyó en los objetivos políticos y sociales de mu- chos de sus partidarios. La campaña de 1929 se presentó como preparación de una elección presidencial especial, planeada para seleccionar un * El autor agradece a los profesores Donald Mabry y Michael C. Meyer sus críticas y comentarios, así como a la American Philosophical Society la subvención que hizo posible esta investigación. 231

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L A CAMPAÑA PRESIDENCIAL

DE 1919 Y EL LIDERAZGO

POLÍTICO E N MÉXICO

Roderic A i C A M P

Central College*

L A C A M P A Ñ A ( P R E S I D E N C I A L de 1929, en la que participaron Pascual Ortiz Rubio y José Vasconcelos, ha atraído conside­rablemente la atención de historiadores y observadores con­temporáneos. En tanto que los participantes de esta campaña han escrito memorias o relatos de sus actividades, y algunos estudiosos de la historia han intentado analizar la ideología política del candidato de oposición, José Vasconcelos, n i los especialistas norteamericanos n i los mexicanos han intentado hasta ahora entender el impacto que tuvo Vasconcelos en sus seguidores y la actuación política de éstos en campañas pos­teriores. Creemos que la actividad de Vasconcelos como aspi­rante a la presidencia sirvió como catalizador para una ge­neración de jóvenes activistas políticos que fueron iniciados en la política durante esa campaña. Es más, creemos que Vasconcelos influyó en una importante generación de mexica­nos que habían de participar en las filas del partido oficial así como en los dos partidos principales de oposición poste­riores a 1929. Estamos convencidos de que esta campaña con­tribuyó particularmente al apoyo que recibió Miguel Alemán en 1946, e influyó en los objetivos políticos y sociales de mu­chos de sus partidarios.

La campaña de 1929 se presentó como preparación de una elección presidencial especial, planeada para seleccionar un

* E l autor agradece a los profesores Donald Mabry y Michael C.

Meyer sus críticas y comentarios, así como a la American Philosophical

Society la subvención que hizo posible esta investigación.

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presidente elegido popularmente y que reemplazara al gene­ral Alvaro Obregón, quien había sido asesinado siendo pre­sidente electo muy poco tiempo después de las elecciones re­gulares de 1928. Entretanto, el congreso había nombrado a Emilio Portes Gi l como presidente provisional, ya que dentro del sistema político mexicano no existe un vicepresidente. El candidato oficial, Pascual Ortiz Rubio, era el candidato del expresidente Plutarco Elias Calles, y su candidatura era vista por Vasconcelos y otros como un intento del mismo Calles por presentar indirectamente su reelección, cosa que Vasconcelos y la mayoría de los líderes revolucionarios habían condenado bajo el régimen de Porfirio Díaz.1

A l examinar esta campaña, nos interesaremos únicamente en el papel desempeñado por el candidato de oposición José Vasconcelos. Vasconcelos no siempre fue un líder de la opo­sición. Había tenido, en efecto, una carrera distinguida como educador en México, habiendo sido director de la Escuela Nacional Preparatoria y también rector de la Universidad Nacional. En 1920, cuando Obregón llegó a la presidencia, nombró a Vasconcelos secretario de Educación Pública. Fue desde estos puestos que Vasconcelos, impartiendo ciase tras clase, tuvo un tremendo impacto entre los estudiantes de Mé­xico durante la década de los veintes. Sus iniciativas como secretario lo hicieron destacar de entre sus contemporáneos como un notable administrador público.2 A l decepcionarse del presidente Obregón en 1924 renunció a la Secretaría y se presentó en la política electoral como candidato a goberna­dor por su estado natal, Oaxaca. No teniendo el apoyo polí­tico de Obregón, Vasconcelos no tuvo éxito en su campaña. Amargado por esta experiencia, y opuesto a las tendencias políticas que se iban perfilando, según él mismo observaba, se opuso a la candidatura de Ortiz Rubio en 1928, y llegó a ser el candidato antirreeleccionista en 1929.

1 HADDOX, 1967, p . 8. Véanse las explicaciones sobre siglas y refe­

rencias al f inal de este artículo.

2 Carta de Eduardo Bustamante (México, 16 dic. 1975) .

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Es indiscutible que Vasconcelos supo atraerse simpatías, tanto entre los miembros del partido oficial cuanto entre sus propios partidarios, consiguiendo el apoyo de diversos gru­pos, particularmente entre los estudiantes, profesores e inte­lectuales.3 También tuvo el apoyo de un viejo grupo de políticos que eran miembros de un partido antirreeleccionista formado en 1927 para oponerse a la reelección de Obregón como presidente: Vito y Miguel Alessio Robles, Víctor Eduar­do Góngora y Calixto Maldonado. Además de éstos, Vascon­celos atrajo un buen número de estudiantes que habían par­ticipado en esa camapaña de 1927.4

Desde temprano en 1927 este sentir de los estudiantes en contra de Obregón había empezado a manifestarse en los Congresos Nacionales de Estudiantes. El cuarto Congreso, que tuvo lugar en Oaxaca, de donde era originario Vasconcelos, "puso en claro que estaban decididos a entrar en acción si Calles insistía en sus intenciones de presentar a Obregón como candidato oficial. En este caso, declaró el congreso estudian­t i l , apoyaría a José Vasconcelos como candidato de la juven­tud mexicana".5 Dos presidentes de la Confederación de Estudiantes Universitarios, A n g e l Carvajal (1927-1928) y Ale­jandro Gómez Arias (1928-1929), fueron distinguidos parti­darios de José Vasconcelos. Entre otros estudiantes que par-

3 Entrevista con Francisco González de la Vega (México, 23 j u n .

1 9 7 4 ) ; entrevista con Práxedis Balboa (México, 1<? j u l . 1975) . Comen­

tarios adicionales sobre la ampl i tud y la composición de sus partidarios

pueden encontrarse en PORTES GIL , 1954 , p . 177; GARRIDO DÍAZ, 1974 ,

p . 178; BALBOA, 1975, p . 49 ; WILKIE y WILKIE, 1969 , p . 13.

4 MAGDALEÑO, 1956, p . 9 1 .

5 RODRÍGUEZ, 1958, pp. 9 9 - 1 0 0 . Una de las cuestiones que no han

sido aún aclaradas en lo que toca a las actividades políticas de Vascon­

celos es la de por qué no presentó su candidatura en contra del general

Obregón en 1 9 2 7 . Durante una entrevista que sostuvo con los W i l k i e ,

Vicente Lombardo Toledano parecía creer que Vasconcelos no se presentó

porque Obregón tenía ya otros opositores. Lombardo Toledano se re­

firió en la entrevista a Adolfo de la Huerta pero pensamos que en rea­

l idad estaba refiriéndose realmente a los generales Serrano y Gómez.

Vid. WILKIE y ..WILKIE; 1969, p. 279 .

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ticiparon en estos congresos, y que destacaron activamente en las elecciones de 1929, se encontraban Salvador Azuela, secre­tario de la Federación de Estudiantes en la época de Gómez Arias; José María de los Reyes, delegado ante el Cuarto Con­greso Nacional, y Herminio Ahumada, delegado ante el Quin­to Congreso Nacional. 6

De los diversos grupos que apoyaban a Vasconcelos, los estudiantes y los maestros fueron finalmente más importantes para el futuro político de México que aquellos que pertene­cían a la vieja generación de políticos. Vasconcelos los atrajo a su campaña por diversos motivos. Ante todo, Vasconcelos ha sido señalado por personajes que han tomado parte en altos cargos públicos desde 1935 como uno de los maestros más influyentes durante la década de los veintes.7 Esto es importante, porque la mayor parte de los estudiantes que llegaron a nivel preparatorio o grado universitario en México durante la segunda y tercera década de este siglo asistieron justamente a la Escuela Nacional Preparatoria y a la Uni ­versidad Nacional de México, instituciones en las que Vascon­celos fue a la vez profesor y administrador. Además, la gran mayoría de los individuos que han tenido puestos públicos en México han sido universitarios educados fundamentalmen­te en estas dos instituciones.8 Vasconcelos conocía, pues, a muchos estudiantes distinguidos y profesores, ya fuera como maestro o como condiscípulo, ya que él mismo se graduó en estas dos instituciones habiendo obtenido su grado en leyes en 1905. T a l como una figura pública le ha sugerido al autor de este trabajo, José Vasconcelos impactó a muchos es­tudiantes no solamente como profesor sino a través de sus gestiones como secretario de Educación Pública y a través de sus escritos.9 De acuerdo con varias personalidades de la

® PACHECO C A L V O , 1934 , pp . 3 0 - 3 3 .

7 Basado en entrevistas y / o correspondencia con cerca de cien per­

sonalidades públicas.

8 Vid. CAMP, 1976 .

9 Entrevista con Francisco A . Ramírez (México, 1 4 ago. 1 9 7 4 ) ; carta

de Luis Garza Alejandro, dictada por el ya desaparecido Jul ián Garza

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administración pública que ha entrevistado el autor, Vascon­celos creó un movimiento cultural que no tiene paralelo con ninguno otro en la historia reciente de México. Como secre­tario, fue el responsable de una enorme expansión de las escuelas rurales en México, y publicó también ediciones eco­nómicas, en castellano, de obras clásicas, que muchos de estos hombres compraron y leyeron cuando eran estudiantes.10 Para aquellos no preparados culturalmente propició las grandes pinturas murales en los edificios públicos, subsidiando a no­tables artistas que intentaban politizar a las masas introdu­ciéndolas en los problemas sociales, culturales y políticos de México a través del contenido de los murales. Para algunas personas, como Ignacio Chávez, la tarea educativa de Vas­concelos fue uno de los eventos más importantes que han ocurrido en el lapso de su vida. "Su labor sirvió de inspira­ción para mí y para otros estudiantes; Vasconcelos, en reali­dad, llegó a ser un verdadero apóstol para mi generación. E n esa época era muy humano, atributo que no conservó más tarde. L a única vez que participé directamente en la política fue durante la campaña de 1929." 1 1

Además, Vasconcelos resultaba atractivo para los profe­sionistas y para los jóvenes por otra razón: representaba la posibilidad de lograr un control político civil, en lugar de un control militar. 1 2 L a importancia que esto tenía para la gente joven ha sido descrita cuidadosamente por Antonio T a -racena, estudiante de la época:

La campaña de 1929 en México me impresionó profunda­mente, y creo que también tuvo un gran impacto sobre Méxi­co. Aun cuando mis maestros eran bastante imprecisos en esa

T i j e r i n a (México, 1 2 ene. 1 9 7 6 ) . Consúltese también lo escrito por Sal­

vador Azuela acerca de la profunda influencia que tenía Vasconcelos

en la juventud de 1929 (AZUELA, 1 9 4 9 ) .

1 0 Entrevista con Antonio Armendáriz (México, 2 4 j u n . 1975) .

1 1 Entrevista con Ignacio Chávez Sánchez (México, 1 5 ago. 1974) ;

entrevista con Sealtiel Alatriste (México, 2 4 j u n . 1 9 7 5 ) .

12 Entrevista con Lucio Mendieta y Núñez (México, 2 7 j u l . 1 9 7 4 ) .

236 RODERIC A I CAMP

época, hab l aban a m e n u d o de u n gob ie rno c i v i l como prefer i ­

ble a l gob ie rno m i l i t a r . E l impac to de Vasconcelos en m i ge­

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crecer democrát icamente . E n contraste, l a campaña de 1927 no

t u v o u n g r a n impac to , po rque los líderes de esa campaña eran

más m i l i t a r e s que civiles. Muchos de los univers i ta r ios desea­

b a n u n gob ie rno c i v i l , y esta idea p r o v i n o , generalmente, de la

educación que rec ib ie ron en la Escuela Prepara tor ia y en la

U n i v e r s i d a d . 1 3

Y es más, algunos otros consideraron a los presidentes y gobernadores militares como responsables de la destrucción de los ideales democráticos de la revolución.1 4

Otro el emento que contó para el apoyo que recibió Vas­concelos fue la no reelección. Muchos estudiantes y jóvenes profesionales idealistas apoyaban esta idea, tal como lo ha­bían hecho algunos líderes políticos en las elecciones de 1928.1 5 Además, muchos intelectuales y políticos, creían que el dominio de presidentes originarios de estados del norte del país, como Carranza, De la Huerta, Obregón y Calles, servía para crear la dictadura de una región geográfica de México en detrimento del resto del país. 1 6 Así que otro ele­mento más para el concepto de no reelección fue el de opo­nerse a la dinastía sonorense.

Para determinar el impacto que tuvo esta campaña en los futuros líderes políticos necesitamos examinar a aquellos de sus partidarios que llegaron a ser más tarde importantes figuras públicas. Ta l como Jo sugerimos anteriormente, los jóvenes activistas provenían de dos grupos: maestros y estu­diantes. Entre las personas que nos ha sido posible identificar como partidarios de Vasconcelos, y que han tenido altos pues-

13 Entrevista con Antonio Taracena (México, 2 1 j u n . 1975) .

14 BUSTILLO ORO, 1973, p. 1 1 ; MAGDALENO, 1956, p . 9; WILKIE y

WILKIE, 1 9 6 9 , p . 157 .

15 Entrevista con Manuel R . Palacios (México, 19 j u l . 1 9 7 5 ) . Vid.

también RODRÍGUEZ, 1958 , p . 189 .

16 Entrevista con Daniel Cosío Villegas (México, 3 0 j u n . 1 9 7 5 ) .

LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE 1929 237

tos públicos después de la campaña, hemos encontrado algu­nas características importantes (ver cuadro i ) . En primer lu­gar, estos estudiantes y profesores, con muy pocas excepciones, asistieron a la Universidad Nacional, principalmente a la Facultad de Derecho, así como la Escuela Nacional Prepara­toria. Dos de los más distinguidos profesores, Manuel Gómez Morín y Octavio Medellín Ostos, fueron miembros de una importante generación de estudiantes, conocida como los " H i ­jos del Ateneo", que estudió bajo otro grupo anterior de es­tudiantes que había fundado el Ateneo de la Juventud. Uno de los líderes del Ateneo de la Juventud era José Vasconce­los, quien durante su gestión como su presidente, en 1912, ayudó a establecer una universidad especial para difundir cultura accesible a la masa del pueblo mexicano. 1 7 Efectiva­mente, se logró crear una universidad popular administrada por miembros del Ateneo y cuyos profesores impartían la enseñanza sin sueldo alguno. Esta institución existió de 1912 a 1922 y, además de la repercusión cultural en los estudiantes, tuvo un papel significativo en el ambiente universitario des­pués de 1915. Sirvió también para promover la amistad y el sentido de unidad entre las generaciones de 1915 y 1920, y entre estas generaciones y aquéllas graduadas antes de 1910. Estos jóvenes estudiantes de Vasconcelos a su vez llegaron a ser maestros de la Universidad Nacional durante la década de los veintes. A l igual que Vasconcelos, los que habían sido sus alumnos y llegaron a ser profesores atrajeron a su causa nuevos estudiantes destacados a través de sus valores e inicia­tiva propios. Por ejemplo, Manuel Gómez Morín, quien ha­bía promovido una colecta durante la campaña, practicó leyes con el que había sido su alumno, Mariano Azuela, también partidario de Vasconcelos. Su hermano, Salvador Azuela, lo acompañaba frecuentemente en sus giras, como también Oc­tavio Medellín Ostos y Ángel Carvajal, éste también alumno de Gómez Morín. Todos fueron partidarios de Vasconcelos.18

17 INNES, 1973, p . 112.

18 BUSTTLLO ORO, 1973, pp . 37-38. Vasconcelos concedió una gran

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240 RODERIC A I CAMP

Sabemos ya el tipo de persona que sentía atracción por Vasconcelos, y sabemos también por qué estos individuos par­ticipaban en la campaña, pero es tal vez más interesante y más significativo examinar qué sucede con aquellas personas que participaban en grupos de oposición en México y que posteriormente buscan hacer carrera en la vida pública. Cuan­do los esfuerzos de Vasconcelos por llegar a la presidencia fallaron, muchos de sus seguidores se dispersaron, algunos saliendo fuera del país en exilio temporal, otros continuando su educación en México, y otros más trabajando para el go­bierno. Sus partidarios más jóvenes, desilusionados por su fracaso y aún del mismo liderazgo de Vasconcelos, no se de­cepcionaron sin embargo en cuanto a una eventual participa­ción política. Por el contrario, y podríamos decir que como resultado de este mismo fracaso, muchos de los participantes tuvieron grandes deseos de involucrarse en el gobierno, o de formar organizaciones políticas permanentes para oponerse a él, con la esperanza de que pudieran tener una oportunidad de influir , ya fuera en una futura elección, o en un candi­dato presidencial, o en la política del gobierno.

Lo que es notable en los jóvenes colaboradores de Vas­concelos es que, de hecho, lograron sostener sus puestos aca­démicos o gubernamentales, y que fueron capaces de obtener empleo en otras áreas casi inmediatamente después de las elecciones (ver cuadro n ) . U n examen del primero y del segundo puestos que cada uno de ellos tuvo después de 1929 nos muestra dos alternativas típicas de actividad: como maes­tros o administradores de la Universidad (12, o sea 43%, fue­ron empleados en esto) o en el ramo judicial del gobierno, como agentes del ministerio público o como jueces (8, o sea 29%). Algunos lograron obtener, a pesar de sus simpatías, puestos de bastante importancia. Francisco Gómez de la Vega,

importancia a la oratoria durante su campaña, conquistando así a un

gran número de estudiantes activistas ya iniciados en oratoria. Entre ellos

encontramos a Efraín Br i to Rosado, Antonio Armendáriz, Adolfo López

Mateos, Ángel Carvajal y Manuel Moreno Sánchez. Vid. ALESSIO RO­

BLES, 1938, p . 87.

L A CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE 1929 241

uno de los maestros que apoyaron a Vasconcelos, fue subpro-curador general, y Adolfo López Mateos, a quien convenció el presidente del partido oficial (PNR) de abandonar el par­tido de oposición, se unió al PNR y llegó a ser su secretario particular. Algunos otros obtuvieron puestos igualmente im­portantes dentro de la vida académica. Aun cuando se consi­deraban la enseñanza y la administración universitarias como actividades apolíticas, de hecho el nombramiento de rector de la Universidad dependía directamente del presidente de la República, y el rector elegía a su vez a los directores y administradores.1 9

La concentración de vasconcelistas en semejantes puestos no debe sorprendernos si sabemos que, en México, los lazos familiares o amistosos con una persona destacada son un fac­tor importante para obtener puestos públicos. Algunos de los jóvenes graduados en derecho, como Luis Garrido Díaz, Án­gel Carvajal y Raúl Carranca y Tru j i l lo , fueron llamados para trabajar como agentes por un profesor que había llegado a ser procurador general. En ese mismo período, Francisco Gon­zález de la Vega fue nombrado subprocurador general. Conti­nuando con este sistema, las cuatro personas que hemos men­cionado también aparecieron como maestros de derecho en un nuevo programa de doctorado en la Universidad de Vera-cruz durante 1943 y 1944. U n examen cuidadoso de la actua­ción pública de cada uno de los participantes nos muestra que algunos de ellos tuvieron participación activa en el de­partamento de impuestos de la Secretaría de Hacienda, y llegaron incluso a ser magistrados fundadores del Tr ibunal de Impuestos Federales en 1937.

En tanto que inicialmente los vasconcelistas siguieron di­ferentes rutas, algunos de ellos dedicados a la práctica priva­da, otros a puestos burocráticos y otros más a labores acadé­micas, vale la pena mencionar que la mayoría dedicó largo tiempo a estas últimas, principalmente en las dos instituciones

19 Una relación más completa de la situación puede encontrarse en SILVA HERZOG, 1974'.

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246 RODERIC A I CAMP

en las cuales ellos mismos habían obtenido sus grados aca­démicos: la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y la Uni ­versidad Nacional (UN) (ver cuadro i ) . En su papel de maes­tros, y a causa de los puestos clave que tenían dentro de la administración, tuvieron una considerable influencia en las siguientes generaciones de estudiantes que siguieron carreras públicas. 2 0 Examinando el cuadro in , nos llama poderosa­mente la atención el hecho de que tres de los participantes llegarán a ocupar el puesto de rector de la más prestigiada universidad de México, y aun otro de ellos fuera invitado a ocupar el puesto, aunque declinó el ofrecimiento. Además, cuatro de entre ellos tuvieron el puesto de secretario general de la Universidad, segundo en importancia dentro de esta institución. No puede sorprendernos, pues, que los tres recto­res, Manuel Gómez Morín (1933-1934), Luis Garrido Díaz (1948-1952) e Ignacio Chávez Sánchez (1961-1966) nombra­

ran a su vez cuatro secretarios generales entre los incluidos en nuestros estudios: Salvador Azuela (1933), Antonio Ar-mendáriz (1934), Raúl Carranca T r u j i l l o (1952-1953) y Ro­berto Manti l la Molina (1961-1966) (cuadro m ) . Hay algo más todavía que no aparece en el cuadro n i y es que los vas­concelistas que fueron directores o administradores en la Universidad a menudo coincidían con el período en que ocupaban el cargo de rector los que habían sido sus compa­ñeros. Por ejemplo, Ignacio Chávez fue director de la Escuela de Medicina de 1933 a 1934, José María de los Reyes fue con­sejero técnico de la rectoría en 1948 y Raúl Carranca T ru j i l l o fue director general de Difusión Cultural de 1948 a 1952.

Los vasconcelistas se integraron rápidamente y con gran éxito en los puestos públicos y académicos, y si examinamos de conjunto sus logros administrativos, electorales y de par­tido, econtraremos un grupo de individuos igualmente exito­so (ver cuadro i v ) . La mayoría se unió al partido oficial o a

20 Entrevistas con numerosos estudiantes de los veintes, muchos de

los cuales fueron vasconcelistas que siguieron carreras públicas o aca­

démicas.

L A CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE 1929 247

la burocracia gubernamental, pero de un pequeño grupo sa­l ieron importantes fundadores y líderes de los dos movimien­tos permanentes de oposición, que culminaron en la forma­ción del Partido Acción Nacional y del Partido Popular; otros más participaron en movimientos transitorios de oposición. De nuestro pequeño grupo, tres personas, Ángel Carvajal, Manuel Moreno Sánchez y Adolfo López Mateos, fueron pre­candidatos a la presidencia, y López Mateos llegó a ser pre­sidente. Otros vasconcelistas incluidos en el cuadro iv se iden­tificaron como miembros de la familia revolucionaria. Manuel Gómez Morín, quien se llamaba a sí mismo partidario cató­lico de Vasconcelos, fue el fundador y después presidente del PAN. Octavio Béjar Vázquez ocupó el puesto de presidente in­terino del Partido Popular (más tarde Partido Popular So­cialista, PPS) y Alejandro Gómez Arias y Enrique Ramírez y Ramírez fueron respectivamente vicepresidente y miembro del consejo ejecutivo de dicho partido. Independientemente de su trayectoria individual, la finalidad de los que eligieron la carrera política era por lo general la misma, es decir, la de inf lu i r en la política de México.

Los vasconcelistas que fundaron movimientos de oposición permanente parecen haberlo logrado, cuando menos en parte, a causa de sus experiencias vividas en 1929. T a l como un estudioso del Partido Acción Nacional dijo recientemente: ' 'Aun cuando el esfuerzo vasconcelista fue transitorio por na­turaleza, sirvió para reafirmar en la mente de muchos de sus seguidores el hecho de que la ideología de la oposición sólo podía emprenderse con efectividad a través de estructuras per­manentes/' 2 1 E l fracaso de Vasconcelos al no poder crear una organización permanente de partido, tal como lo apremiaban algunos de sus partidarios, incluyendo a Gómez Morín, es­timuló la iniciativa del mismo Gómez Morín para crear una organización permanente. 2 2 A l igual que Vasconcelos, Gómez

2 1 SAUER, 1974, p . 32.

22 Carta de Eduardo Bustamante (México, 1 6 dic. 1975); DULLES,

1961, p . 478.

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933-

34,

250 RODERIC A I CAMP

Morín, ei fundador del PAN, reclutó muchos de sus partidarios iniciales entre sus condiscípulos y alumnos. 2 3 Ideológicamen­te, el énfasis político y el tono de Vasconcelos permanece como un elemento esencial en la ideología panista:

Acc ión Nac iona l cree que l a solución de los problemas m e x i ­

canos es esencialmente polí t ica, que e l p u e b l o mexicano es ca­

paz de resolver los problemas nacionales p rop ios con t a l de que

le sea dada una representación efectiva en los asuntos públicos.

L a democrat ización de l a v i d a pol í t ica podría n o solamente

hacer aprovechables los recursos desaprovechados de l a pobla­

ción, s ino que podría t ambién cons t ru i r l a u n i d a d nac iona l , l o

que es esencial si e l país qu ie re ser fuerte y progresista. C o n

ob j e to de democrat izar el país, e l PAN ha luchado p o r u n su­

f rag io universa l adu l to , comités integrados imparc i a lmen te para

el r ecuen to de votos, u n sistema c o m p e t i t i v o de par t idos , re­

presentac ión p r o p o r c i o n a l en todos los gobiernos electos, cre­

denciales permanentes de elector, y e l f i n de l apoyo guberna­

m e n t a l a los par t idos p o l í t i c o s . 2 4

Es también interesante saber que el PAN defendió el su­fragio de la mujer a nivel municipal en 1946 y en las elec­ciones nacionales en 1948, porque era notable el esfuerzo de ios vasconcelistas por involucrar a la mujer como participante activa en las campañas, y "elevar el interés de la sufragista y de todas las mujeres de México en la causa del que fuera secretario de Educación". 2 5

Los ideólogos del Partido Popular, el otro partido de opo­sición, aun cuando adoptaron una posición muy diferente a la del Partido Acción Nacional en lo que se refiere al nacio­nalismo y a los aspectos económicos, enfatizaron de modo muy semejante la intervención de partidos permanentes y el es­tablecimiento de un régimen democrático. Ellos también ad-

23 MABRY, 1973, p . 34 ; SAUER, 1974 , p . 4 2 .

24 MABRY, 1973, p . 109 ; SAUER, 1 9 7 4 , p . 4 5 .

25 Entrevista con Antonio Armendáriz (México, 2 4 j u n . 1975) ; RO­

DRÍGUEZ, 1958 , p . 195 .

L A CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE 1929 251

vocaron por la absoluta igualdad política de la mujer 2 6 No pretendemos afirmar que la ideología política particular de estos dos partidos haya surgido de la campaña de Vascon­celos, pero sí estamos sugiriendo que muchos de los respon­sables de la ideología política de sus respectivos partidos se vieron fuertemente influidos por el grupo de Vasconcelos y por su experiencia en las elecciones de 1929.

Lo que ciertamente resulta más difícil identificar es la ideología de muchos de los que participaron en el partido oficial o en el gobierno. La razón es que estamos frente a in­dividuos que, en su mayor parte, fueron llamados personal­mente por los presidientes para ocupar puestos del más alto nivel. Sus declaraciones públicas en cuanto a política guber­namental eran un reflejo, no de sus propias convicciones, sino de las del presidente al que servían. A través de las en­trevistas efectuadas entre cierto número de participantes y observadores de la época, y que todavía sobreviven, tenemos suficientes bases para entender las razones por las cuales los vasconcelistas trabajaron con el gobierno. A l comentar estas razones, es importante recordar que un buen número de par­tidarios de Vasconcelos participaron en las elecciones de 1946 y que obtuvieron su primer puesto de alto nivel durante el período de Miguel Alemán (ver cuadro i v ) .

Los vasconcelistas que siguieron carreras públicas dentro del partido oficial o en la burocracia, y que surgieron sus-tancialmente como grupo durante Alemán, lo realizaron por­que eran sus amigos, porque Alemán también era universi­tario, y porque era un civil , uno de los puntos por los que habían luchado en 1929. Algunos de los vasconcelistas habían conocido a Alemán como un estudiante activista durante la tan poco estudiada campaña de 1927. Uno de ellos, Efraín Bri to Rosado, fue invitado en 1946 como orador por Alemán, y en esa ocasión recordó los días que habían compartido como

26 FUENTES DÍAZ, 1969 , pp. 3 5 0 - 3 5 1 ; DELHUMEAU (ed.), 1970', pp.

2 5 1 ss.; MILLÓN, 1 9 6 6 , pp . 157 ss.

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254 RODERIC A I CAMP

estudiantes activistas en 1927.27 Alemán conoció algunas otras personas como estudiantes o como profesores, enseñando o asistiendo a la Escuela Nacional Preparatoria o a la Univer­sidad Nacional de 1920 a 1928.28 Lucio Mendieta y Núñez afirma que Alemán fue el primer presidente .cuyo gabinete estuvo fundamentalmente integrado por universitarios, mu­chos de los cuales fueron partidarios de Vasconcelos.29 Como Antonio Taracena lo sugirió al autor, la mayoría de los uni­versitarios querían un gobierno civil, y esta idea, repito, pro­vino generalmente de la educación que recibieron en las es­cuelas preparatorias y en la Universidad. Alemán fue el pri­mer mandatario que llenó esta finalidad, y así fue como los universitarios lucharon fuertemente a su favor. 3 0

No se puede decir que fue la ideología política lo que favoreció el apoyo que los vasconcelistas otorgaron a Alemán. Además del hecho de ser un civil (también lo era su opo­nente) las razones fueron de orden práctico. En efecto, el énfasis de su campaña y de su administración se centró en

27 Entrevista con Efraín Br i to Rosado (México, 11 ago. 1974) .

28 Destacado como el más importante estudiante de la escuela pre­

paratoria, en términos de una futura carrera pública, fue Adolfo López

Mateos, quien se relacionó con varios miembros de la generación de

Alemán. N o nos sorprende que muchos de los participantes en la cam­

paña de Vasconcelos (ver cuadro i) figuren también durante el perío­

do del presidente López Mateos en mayor proporción que en cualquier

otro régimen, con excepción del de Migue l Alemán, a quien se debió

la iniciación de López Mateos como político.

29 Entrevista con Lucio Mendieta y Núñez (México, 27 j u l . 1974).

30 Entrevista con Antonio Armendáriz (México, 26 j u l . 1974); en­

trevista con Lucio Mendieta y Núñez (México, 27 j u l . 1974) . Armen­

dáriz afirma que muchos de los vasconcelistas fueron partidarios de Lá­

zaro Cárdenas principalmente porque hacían responsable a Calles de la

derrota de Vasconcelos. Víctor Manuel Villaseñor, en una entrevista

sostenida con el autor, sugirió que muchos individuos —vasconcelistas

u otros— apoyaron a Alemán porque lo consideraban mejor candidato

que Ezequiel Padilla, y no precisamente porque fuera u n c iv i l . Debemos

recordar que el padre de Migue l Alemán, el general Alemán, fue muerto

durante u n levantamiento contra el gobierno en 1929 y que eso pudo

haberlo hecho simpatizar con los partidarios de Vasconcelos.

L A CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE 1929 255

problemas y soluciones de orden económico, contrariamente a la campaña de Vasconcelos.31 Se puede afirmar, siguiendo a Daniel Cosío Villegas en su interpretación de la historia de México, que los vasconcelistas se decepcionaron de Vascon­celos y de las soluciones políticas que proponía para los pro­blemas de México, y que en 1946 vieron la oportunidad de llegar a ser los administradores de soluciones económicas concretas.32

En conclusión, el impacto de la campaña de 1929 en los futuros líderes de México parece fortalecerse en los términos de la trayectoria individual de cada uno, y del éxito para obtener puestos de influencia dentro del gobierno, en gran medida a causa de la familiaridad que los ligaba a dos futu­ros presidentes: Miguel Alemán y Adolfo López Mateos. Esta cohesión entre los vasconcelistas nos lleva a reafirmar la teo­ría de que, en la política mexicana, los contactos personales y el agrupamiento que resulta de ello son prerrequisito para una movilidad ascendente. Estas personas que participaron juntas en una campaña presidencial como jóvenes profesio­nistas y estudiantes mantuvieron una gran lealtad unos con otros y, al mismo tiempo, tratándose de una campaña de oposición, tuvieron la oportunidad de observar la conducta y habilidad de cada uno de ellos bajo condiciones de tensión. Colocados algunos de ellos en puestos públicos del más alto nivel, necesitaban colaboradores y partidarios confiables y consideraron favorablemente a aquéllos conocidos desde su

31 Frank Brandenburg nos hace notar que el gobierno promulgó

una nueva ley electoral en 1945, requiriendo el establecimiento de par­

tidos políticos. Vid. BRANDERBURG, 1964 , p . 1 0 1 . Para una descripción

detallada del programa de Alemán vid. Conferencias, 1949 .

32 Consúltese el revelador análisis de Charles A . Hale acerca de la

interpretación de Daniel Cosío Villegas sobre el desarrollo de México

como 'una alternativa cíclica entre las soluciones políticas y las solu­

ciones económicas en HALE, 1976, pp . 6 6 3 ss. Para u n excelente análisis

de las ideas políticas de Vasconcelos consúltese a Pineda, 1 9 7 1 . Los

puntos de vista del propio Vasconcelos acerca de su campaña están en

VASCONCELOS, 1960 .

256 RODERIC A I CAMP

juventud para ocupar los puestos de confianza. T a l vez más significativo aún, dentro del patrón de comportamiento de los vasconcelistas, en lo que se refiere a su trayectoria, es la innegable habilidad que tuvieron para reintegrarse rápida­mente dentro de la corriente general de la vida política. L a campaña de 1929 fue la primera, entre muchas campañas que se sucedieron, en la que el partido oficial tuvo una verda­dera oposición en las elecciones presidenciales, y asentó un precedente en el carácter de las elecciones, que fue seguido después por varios presidentes y sus respectivas administra­ciones desde 1929. E l partido oficial ha tenido gran habili­dad para reintegrar rápidamente a profesionistas y jóvenes talentosos aun cuando éstos participen en movimientos de oposición. L a flexibilidad del partido oficial, que permite y alienta esta reintegración, se demuestra con el hecho de que la mayoría de los vasconcelistas que siguieron en la vida po­lítica siguieron carreras gubernamentales en vez de hacerse profesiones independientes o de crear movimientos de opo­sición. Siete de los vasconcelistas que fueron notables orado­res en 1929 usaron su talento más tarde en beneficio de los candidatos del partido oficial en campañas presidenciales.

Muchos de los vasconcelistas se unieron a las filas de Mi­guel Alemán, como dijimos, no porque tuvieran puntos de vista ideológicos semejantes, sino porque representaba la pos­tura civil, y ellos ambicionaban ver a México gobernado por hombres que, como ellos, habían sido educados en la univer­sidad. Como grupo conjunto, los vasconcelistas se sirvieron de la universidad para lograr un medio de vida y también para socializar a las futuras generaciones en los ideales que les eran propios. Estos individuos, a través de sus conexiones en la Universidad Nacional, añadieron al sistema de ,reclu­tamiento político nuevos patrones de funcionamiento que después fueron adoptados por cada uno de los gobiernos des­de Miguel Alemán. Lo que resulta significativo de nuestro estudio es que muestra, por una parte, que los movimientos de oposición surgieron fundamentalmente de la Universi­dad, al igual que el gobierno mismo. Se puede llegar a pen-

LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE 1929 257

sar que, inclusive, la lealtad que se generó entre estudiantes, o entre estudiantes y profesores, fue más importante o deci­siva que la diferencia de ideología o el hecho de participar en movimientos de oposición: numerosos estudiantes perma­necen unidos, independientemente de las pautas políticas que hayan seguido inicialmente.

Por último, el fracaso de Vasconcelos alentó a algunos de sus más fieles simpatizadores a continuar su profesión fuera de los círculos oficiales y desarrollar elementos mediante los cuales se pudiera influir sobre la política gubernamental. La actividad de estos individuos se dirigió al establecimiento de partidos permanentes de oposición, algo en lo que Vascon­celos había fallado. Los dos partidos de oposición de Méxi­co han podido realizar muy poco en cuanto a política elec­toral presidencial, pero sin embargo, indirectamente, han te­nido cierta influencia en la política adoptada por el gobier­no. Si la experiencia vasconcelista determinó el establecimiento de estos partidos, podemos afirmar que Vasconcelos tuvo un impacto más profundo en el sistema político y en la política gubernamental después de 1929 que en el mismo año en que se efectuaron las elecciones.

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