La Bandurria en La Edad Media

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    La bandurria en la edad media

    La palabra Bandurria, tiene un bagaje cultural que arranca muchos siglos antes de la Edad Media, como ya se sabe. Su raz lingstica viene del pan-tur (pequeo arco) antigua Sumeria, hace 4000 aos. Este tipo organo-lgico que se encuentra en Grecia y en Roma (pandoura o pandura) sigue mantenien-do la raz de donde procede la palabra bandurria. En latn medieval podemos encontrar las variantes mandurium y pandurium.

    Edad Media se denomina a los diez siglos de historia que comienzan con el sa-queo de Roma por Alarico (ao 410), es decir, desde el hundimiento del Imperio Ro-mano hasta el descubrimien-to de Amrica (ao 1492) y el invento de la imprenta, elemento fundamental para la difusin de la cultura que en este largo periodo estaba controlada e inuenciada en todos los aspectos por la Iglesia Catlica.

    Es la Iglesia Catlica la prin-cipal promotora de la unidad europea, idea que revive con ms fuerza a nales del siglo VIII tras las invasiones ger-mnicas con Carlomagno, en una Europa que mantiene como tipo de vida la agricul-tura fundamentalmente.

    En la msica, el canto grego-riano (en lengua latina) parti-cipa en la idea de unidad de una forma tajante hasta los comienzos de la msica po-pular no litrgica, que tiene como transmisores a los Ju-glares, Menndez Pidal dio la siguiente denicin: (aquel que) taendo un instrumento cantaba los versos del trova-dor o el que con su msica acompaaba a ste en el canto, pero en los ambientes musicales franceses del siglo XIII se comenz a prescindir de la palabra juglar para refe-rirse al msico que estaba al servicio de un noble y pas a llamrsele menestrel, dege-nerando el de juglar a msi-cos ms chocarreros segn Pidal. Los Trovadores eran socialmente ms sosticados y renados que los Juglares. Componan su propia msi-ca, completamente diferente a los cnones eclesisticos gregorianos y lo ms impor-tante: en lengua vulgar, desde mediados del siglo XIII.

    En nuestra pennsula ibrica durante la Edad Media convi-vieron tres culturas diferentes (judos, cristianos y musul-manes), en reinos cristianos e islmicos respectivamente. Estas situaciones obligaban a que existiera una variedad y riqueza cultural muy grande y con el tiempo se convertira en el crisol de nuestra cul-tura, a pesar de las distintas evidencias y diferencias que acontecieron en esta poca.

    Esto se puede constatar en la variedad escultrica y orna-mental existente durante este periodo histrico que culmina sobre todo en el del arte ro-mnico (desde el siglo XI) y el arte gtico (desde nales del siglo XII), fundamentales para el estudio y conocimiento de nuestro instrumento.

    Segn la pgina de recursos educativos del Ministerio de Educacin y Ciencia (http://www.cnice.mecd.es), la ban-durria deriva del trmino pantur, instrumento sume-rio del que proviene. La de-ne como un lad corto con caja en forma de pera, trastes y clavijero en forma de hoz.

    La denicin de Lad corto, nos hace dudar. Debemos entender preferiblemente (segn las catalogaciones de

    instrumentos de Curt Sach) como tipo lad corto, esto es, cualquier cordfono con caja de resonancia, tapa ar-mnica, mstil y cabeza, ya que la bandurria no es pro-

    Historia de la bandurriaLa Bandurria en la Edad media

    Cantiga 150

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    Historia de la bandurria

    piamente un lad, como tam-poco lo es la guitarra.

    La misma pgina habla de dos representaciones de ban-durria: Una en el porche de

    Jaca, del siglo XII, y otra en una miniatura de las Canti-gas, en la nmero 150.

    Es desde la segunda mitad del siglo XIII, durante el rei-nado de Alfonso X, el Rey Sabio, donde recabamos ms informacin y donde se nos permite estudiar y observar ms el punto de partida de la evolucin instrumental hasta nuestros das. Sus miniaturas en las Cantigas, Libro de Aje-drez, etc. nos reproducen de manera muy particular, rica

    y extica, la variedad de ins-trumentos e instrumentistas y donde encontramos imgenes de la bandurria medieval.

    Las Cantigas de Santa Mara se conservan en cuatro cdi-ces: dos en la biblioteca del monasterio de el Escorial (ms JB2 y ms T11), uno en la Bi-blioteca Nacional de Madrid (que antes estaba en la Biblio-teca del Cabildo de Toledo, ms.To). y un cuarto en la bi-blioteca de Florencia (ms F).

    Los cuatro manuscritos con-tienen una bellsima colec-cin de miniaturas donde aparecen ilustrados ms de 35 instrumentos musicales, tocados por moros, judos y cristianos. El Cdice Escuria-lense JB2 es el ms completo de los cuatro, ya que cons-ta de 417 cantigas. Tambin tiene msica y se le conside-ra el cdice princeps de la religiosidad lrica del S. XIII. Fue elaborado hacia 1279.

    El otro cdice perteneciente tambin a la Biblioteca de El Escorial es el ms antiguo de todos. Tiene msica y parece

    ser el primer volumen de otro que ya no existe, puesto que slo contiene 195 cantigas. Lo verdaderamente notorio de este cdice son las 212 lmi-nas en oro y colores que pre-senta y las 1.257 miniaturas que describen con profusin de detalles la vida espaola del S. XIII. Adems, en este cdice aparecen prosicadas en castellano 24 cantigas.

    Hay que decir, que todos los estudios que se han realizado sobre estas miniaturas, en ge-neral, han ignorado el nom-bre de nuestro instrumento, o mejor dicho el verdadero nombre: bandurria. Es el gran estudioso y musiclogo de la Edad Media Juan Jos Rey quien en distintos art-culos y especialmente en su libro Los instrumentos de pa en Espaa (Bandurria, Ctola y Lades espaoles, Ed. Alianza Msica, Madrid 1993) nos revela con cautela, que ciertas miniaturas alfon-ses pudieran ser bandurrias y deende e incluso reivindica el nombre de bandurria para nuestro instrumento.

    Si consultamos los escritos es-paoles ms modernos sobre esta cuestin (Sopea-Galle-go, Lamaa, Fernndez de la Cuesta, lvarez), vemos que siguen una opinin distinta. Nunca se reeren directa-mente a la bandurria, sino a la mandora, trmino ste no documentado en castella-no ni en cataln.

    Capitel del porche de Jaca

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    ...Tenemos en consecuencia un doble fenmeno de ana-cronismo y anatopismo poco justicados, porque a un instrumento del siglo XIII en Espaa se le atribuye un nombre italiano del siglo XVII, existiendo un trmino castella-no coetneo adecuado.

    No existe ninguna iconogra-fa o imagen escultrica me-dieval sobre instrumentos de cuerda que nos indique con escritura su nombre. Todo lo dems son especulaciones y en este sentido las imgenes de posibles bandurrias han sido las ms perjudicadas porque son muy escasos, por no decir nulos los estudios de musicologa que respeten esta palabra y la relacionen con este instrumento, con excep-cin de J. J. Rey en Los instru-mentos de pa en Espaa.

    Principales fuentes escri-tas por este estudioso en su libro ya citado y referidas a la bandurria:

    - Juan Ruiz, el arcipreste de Hita, en la recepcin de Don Amor: la neiacha bandurria all pone su son (otros leen reciancha) y en los instru-mentos que no convienen los cantares de arbigo (co-mentar ms adelante)

    - El Arcipreste de Talavera habla de banborras.

    - Femn Ruiz de Sevilla la menciona de nuevo antes del 1500.

    - Un documento de 1602, el Inventario de bienes y alha-jas de Felipe II, nos aclara algunas caractersticas que, aunque de poca ms tarda que la estudiada aqu, no estn muy lejanas de los mo-delos ms primitivos: Una bandurria de cuatro rdenes, la tapa de enebro y barriga de concha natural de tortuga. Otra bandurrilla de cuatro r-denes, de boj, con un rostro de mujer por remate.

    Se deduce de estos datos que en Castilla se llamaba ban-durria a un instrumento de contorno ovalado, fondo abombado y clavijero en hoz con una cabeza tallada en el extremo, caja de resonancia de caparazn de tortuga. El nmero de rdenes no sobre-pasara los tres durante los siglos medievales. El dimi-nutivo puede indicar que el tamao normal sola ser ms

    grande, aunque los hubiera de varias dimensiones, o que de por s todas las bandurrias eran pequeas. Y un ltimo dato fundamental es que se taa con plectro. Una des-cripcin tal se corresponde bastante bien con los instru-mentos representados en las cantigas nms. 20 y 150.

    Podemos encontrar en el libro Arte y Msica en el Museo del Prado de A. Benito, T. Fernndez y M. Pascual. Edi-tado por Fundacin Argentaria de la coleccin Debates sobre arte, los siguientes cuadros:

    Ramn Destorrents, Baile de Salo-

    m ante Herodes. Bandurria, Lad y

    Danza. (Entre 1351-1362)

    Nicols Francs. Retablo de la Vida de

    la Virgen y san Francisco.Tabla central.

    Bandurria, Arpa romnica, Rabel, r-

    gano portatil, Lad, Canto y notacin

    musical. (Entre 1434-1468).

    Historia de la bandurria

    Cantiga 20. Viola y bandurria

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    Rosario lvarez, otra de las eminentes estudiosas del tema en Symposium Alfonso X el Sabio. Los instrumentos en los cdices Alfonsinos (So-ciedad Espaola de Musico-loga). Madrid 1987) dice:

    El tipo de lad corto con cla-vijero en forma de hoz rema-tado en pequea talla, carac-terstico del mbito rabe del Cercano Oriente, solo apare-ce en la cantiga 90 del cdi-ce E1 (lm. III 10). Presenta tres cuerdas punteadas con un plectro, que se sujetan al nal de la caja, despus de pasar por un pequeo puen-te. Posee dos odos semicir-culares cercanos al puente y cuatro puntitos en el adel-gazamiento de la caja hacia el mango, lo que presupone que la tabla de armona era de madera. Este lad corto fue introducido desde los pri-meros siglos de la conquista,

    pero es a partir del siglo XIII cuando comienza a extender-se su uso, al igual que ocurri con el lad de cordal frontal. En el siglo XIV se le denomi-nar indistintamente guitarra y manduria o vanduria, tr-mino este ltimo que recoge el Arcipreste de Hita y que habra de perdurar varios si-glos. En la Baja Edad Media es bastante frecuente la in-clusin de bellas mandoras, con rosetones calados en sus tapas y artsticas tallas en sus clavijeros, en las pinturas de temas musicales.

    Este comentario nos produce muchas dudas, porque pre-cisamente el Arcipreste de Hita Don Juan Ruiz en Libro de Buen amor, 1330 1343. Ed. Alberto Blecua. coleccin Letras Hispnicas Madrid: Ctedra, 1992. Pginas 305-308, nos dice:

    En cuales instrumentos non convienen los cantares de arvigo.

    Albogues e mandurria, cara-millo e anpoa (instru-mentos pastoriles) 1 5 1 7 non se pagan de arbigo quanto dellos Boloa, (No les gusta el cantar arbigo al igual que a Bolonia).

    Primera cuestin: volvemos a la misma duda de la pgi-na Web del Ministerio es un tipo lad o es un lad? Se-gunda: Juan Ruiz claramen-te nos informa de que es un

    instrumento que no pertene-ce al mbito rabe, es decir no conviene y adems no les gusta el cantar arbigo. Por qu Rosario lvarez relaciona a la Bandurria con el mbito rabe e incluso lo conside-ra como lad corto que fue introducido en los primeros aos de la conquista? Y Ter-cera: ms dudas todava En la baja Edad Media es bastan-te frecuente la inclusin de bellas mandoras. Segn J.J Rey, el trmino Mandora es un trmino del siglo XVII y no del siglo XII, XIII XIV.

    He aqu el problema: Palabras e imgenes. Como sigamos la pista a la palabra Bandurria, iremos dando saltos y tumbos por toda la historia hasta na-les del siglo XIX, todo porque en general este instrumen-to est mal catalogado (con falso nombre). Dice J. J. Rey al respecto:

    No creo que exista contra-diccin en ello. Se olvida con frecuencia el inujo de facto-res locales o de modas pasaje-ras que haran posible el que en una determinada poca y lugar se llamase de un modo a un instrumento, mientras en otros la denominacin cambiaba. En el folklore est comprobada sobradamente la divergencia entre nombres y objetos en dependencia del entorno geogrco: gaita designa en Galicia a un ins-trumento de viento con fue-lle; en algunas zonas de Cas-

    Pedro Berruguete, Aparicin de la Virgen.

    (Detall Bandurria, Trompetas rectas, Viola

    de arco, Pandereta y conjunto de auta de

    una sola mano y tamboril. (1450-1504)

    (detalle)

    Historia de la bandurria

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    tilla se llama as a la dulzaina, instrumento de caa doble del tipo oboe; en otras zonas gaita equivale a auta de tres agujeros; sin embargo, en la sierra de Madrid es un ins-trumento de lengeta simple del tipo clarinete emparenta-do con la alboka vasca y, nal-mente, la gaita zamorana es la zinfona o zanfona. No sera, por eso, extrao que lo que en el reino de Aragn se conoca como guitarra, se llamase bandurria en otras zonas de la pennsula, sobre todo en aquellas en las que la guitarra-vihuela fue ad-quiriendo importancia social creciente.

    Existe en Asturias un instru-mento de origen medieval si-milar al Rabel que denominan Bandurria y a sus taedores bandurristas. Daniel Garca de la Cuesta tiene trabajos de investigacin sobre esta curio-sidad (http://www.almargen.com.ar/sitio/seccion/cultura/bandurria). Juan Bermudo en 1555 relacionaba la similitud de la bandurria con el Rabel en su forma.

    Durante los siglos XIV, XV y XVI, encontramos en Italia, Alemania y Reino de Aragn un instrumento que es idnti-co en sus caractersticas a la bandurria medieval y que lo denominan guitarra, ghiterra o ghiterna y que no tiene nada que ver con la guitarra actual en su forma ni en la manera de taerlo.

    Marga Wilden-Hsgen (Ca-tedrtica de Mandolina en Colonia.Alemania) en su estupendo trabajo Die Ba-rockmandoline. Grenzland-Verlag Theo Hsgen 1989. Hace la siguiente identica-cin de nombres sobre este instrumento:

    Siglo XIII - Guitarre morisca Siglo XIV Este de Europa - Guitarre morisca - Guitarre moresche - Morache - Enmorache - Guitarra sarracnica Centro y Sur de Europa - Quintaria Siglo XV - Quinterne - Quinterner

    - Ghiterra Siglo XVI - Guiterna - Quintern(e) - Lutina Siglo XVII - Mandora - Mandola - Mandrchen - Mandurinchen - Bandrchen

    Siguiendo la pista de nuestro instrumento con estas deno-minaciones, encontramos el testimonio de J. Tinctoris (1476) que resida en Npo-les, por aquel entonces esta ciudad perteneca a la Coro-na de Aragn. Nos describe una ghiterra o ghiterna en Terminorum musicae diff-nitorium que era taida por los msicos catalanes que vi-van en Italia o que pasaban por all. Instrumento similar al lad por su forma abomba-da, la disposicin de las cuer-

    Historia de la bandurria

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    das y el modo de taido, pero mucho ms pequeo que l.

    Sobre la msica y los minis-triles al servicio de la Coro-na de Aragn existe un ma-ravilloso trabajo de Ma del Carmen Gmez Muntan La Msica en la Casa Real Catalano-Aragonesa duran-te los aos 1336-1432. Es-tudio muy documentado y donde enumera los ministri-les al servicio de la corona. Siempre se reere a laudis-tas y guitarristas y engloba a estos en instrumentos pe-queos, sumamente requeri-dos e intercambiados por las distintas cortes de la poca y en concreto por la Catalano-Aragonesa. Pudiera ser casi

    con seguridad nuestro instru-mento, pero lstima que no nos lo aclare. No obstante, recopilamos de su libro la si-guiente relacin comparada:

    Fragmentos versicados con citas de instrumentos musicales se encuentran, por ejemplo, en La prise d Alexandrie de Gui-llaume de Machaut (ca.1370) y en Le temps pastour del mismo autor; los incluye tam-bin el Libro del buen amor del Arcipreste de Hita (primer tercio del siglo XIV) o el poema de Fernan Ruiz de Sevilla, Una coronacin de nuestra seora (nales del siglo XIV, principios del XV). A falta de un texto de autor aragons que presente las mismas caractersticas, nos

    parece oportuno comparar aqu la relacin de instrumen-tos que sealan los autores ms arriba citados con la que se obtiene de los documentos de la casa real catalano-arago-nesa: Machaut es el mximo representante del Ars Nova en el reino de Francia, ltro por donde pas casi toda la msica y msicos que se oyeron en la corte de Aragn a lo largo del siglo XIV y principios del XV; el texto del Arcipreste es el nico testimonio directo y completo de los instrumentos conocidos en la pennsula Ibrica en la primera mitad del siglo XIV, y el de Fernan Ruiz el nico co-etneo de los documentos que proporcionan la base histrica de este trabajo.

    Historia de la bandurria

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    El trmino guitarra morisca tambin es habitual en nues-tro cordfono para diferen-ciarse de la guitarra latina. No obstante J.J. Rey, nos apunta:

    Lo que resulta sorprendente, ms que esta distincin entre latina y morisca, es que en el vocabulario de la Baja Edad Media se emplee la voz guitarra en un sentido apa-rentemente nico.

    Hallamos en el New Grove,s Dictionary un artculo de Harwood, I de 1980, que muchos instrumentos cla-sicados hasta ahora como mandores eran conocidos en la Edad Media inglesa con el nombre de gittern. Esto corrobora la apreciacin an-terior de J. J. Rey.

    Estos instrumentos han sido denominados por las au-toridades contemporneas como mandoras, pero se ha demostrado que en tiempos medievales se denominaban gitterns (relacionado con el antiguo francs guiterne, citter, etc).

    Solo falta encontrar conexio-nes entre las anacrnicas mandores (del siglo XVII) con algn nombre documen-tado de la Edad Media como Bandurria o gittern.

    Pierre Trichet en su Trait des Instruments de Musique (vers 1640) nos aclara sobre el ori-gen de la mandorre francesa

    y de otras instrucciones escri-tas por Adrian le Roi en 1585; dice que el origen de la man-dore est relacionado con los pastores y villanos del pas Navarro y Vizcaya.

    Adrian le Roi en linstruction quil t imprimer pour la man-dore lan 1585 dict que les vi-llageois et bergers du pas de Navarre et Biscaye sen sont servis en son origine, ...

    Esta informacin es vital para trazar una trayectoria correc-ta e importante hacia Euro-pa, podra ser a travs del Camino de Santiago con los pastores y villanos vascos y navarros? Esta hiptesis tiene mucha lgica y es muy razo-nable ya que las peregrinacio-nes a Santiago han aportado una inmensa inuencia cul-tural de idas y vueltas entre la pennsula ibrica y el resto de Europa, principalmente entre los reinos medievales del sur

    ngeles msicos en Rosslyn Chapel 1464 (Escocia)

    Historia de la bandurria

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    de Francia y Navarra por ser geogrcamente fronterizos.

    Para apuntalar ms esta teo-ra, hace unos aos encon-tr otra informacin que no es descabellada teniendo en cuenta la documentacin que ya dispona de Adrian le Roi. En un mtodo de ban-durria publicado en Santiago de Chile en 1895 y que tiene por autor a Joaqun Zamacois (Padre del famoso tratadista espaol tambin llamado Joa-qun Zamacois: Teoras de la Msica, Tratados de armona, etc.), nos da noticia sobre el origen de la palabra bandu-rria, y dice:

    Antiguamente tuvo este instrumento el nombre de Mandurria.

    Actualmente se usa tambin este nombre en boca de mu-chas gentes del pueblo, lo cual unido a la consideracin del escassimo nmero de pa-labras castellanas que tienen igual terminacin, induce a sospechar si la etimologa vendr ms bien del griego, como arman todos los l-logos, del vascuence, pues en esta antigua lengua la voz urria, equivale a escaso o parco, calicaciones que convienen a la dimensin y escasos recursos de este ins-trumento msico, que en lo antiguo era el ms pequeo de los de su clase y solo tena dos o tres cuerdas.

    La bandurria es instrumento de la ms remota antigedad, y en casi todas las naciones se la encuentra con varias for-mas y nombres, aunque siem-pre es el mismo instrumento en su esencia

    Mtodo Completo de Bandu-rria. Joaqun Zamacois. San-tiago de Chile 1895. (Pag.54)

    La voz urria en vascuence, equivale a escaso o parco. Aqu podra estar el problema malsonante para los castella-nos parlantes. Importante es en este momento recordar lo que dice J. J. Rey:

    Dicho por directo: la despre-ciada, la populachera bandu-rria, denostada por los que saben de msica, desechada por ciertos poetas desde Lope a Alberti por ser palabra gro-sera y malsonante, vergon-zosamente ocultada a veces incluso por los que la taen, resulta tener en cuanto al

    nombre- un abolengo mucho ms rancio que el lad. Ms an: seguramente es el ins-trumento de cuerda occiden-tal con una raz lingstica ms antigua. Si el lad puede presentar un curriculum de 1000 aos, la bandurria lo tiene de 4000. Ello no signi-ca, al menos en un sentido exacto, que la bandurria se tocase en Sumeria, pero tam-poco puede armarse en el mismo sentido que lo fuese el lad. Reivindiquemos, por tanto, el venerable nombre de bandurria frente a los que no quieren ver en l sino un trmino malsonante.

    Por si estuviera poco docu-mentada la palabra bandurria en la Edad Media, encontra-mos ms pruebas en Osuna 1555 con Juan Bermudo en su famoso tratado, que tendre-mos que estudiar exhaustiva-mente ms adelante, donde nos habla en el captulo 68. de La bandurria comn. T-tulo muy sugerente para de-cirnos que era instrumento muy taido antes de 1555, es decir, La Edad Media.

    Conclusin:

    Durante este periodo his-trico existi un cordfono al que se le denominaba de maneras distintas (depen-diendo del lugar, reino, pas, regin e idioma, etc.), princi-palmente con el nombre de Bandurria, aunque tambin Guiterne y Guitarra morisca

    Historia de la bandurria

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    (esta ltima, por las hipotti-cas inuencias rabes recibi-das en la pennsula Ibrica).

    Que los musiclogos en ge-neral no han sabido o no han querido denominarlo con su nombre ms usual, por llevar muy severamente la teora de Curt Sach, confundiendo o no sabiendo diferenciar lo que es un lad (corto o largo) con los instrumentos tipo lad (cualquier cordfono con mstil, caja de resonan-cia, cabeza y clavijas).

    Este error ha provocado la utilizacin indebida del ter-mino Mandora que es pos-terior a la poca medieval, aunque s podra ser la evo-lucin de la palabra mandu-rria mandorre mandore mandora - mandola desde los siglos medievales hasta el siglo XVII, recorriendo la pennsula ibrica desde que se denominaba pandura, en latn medieval mandurium-pandurium por Navarra y Pas Vasco donde se le inclu-ye la voz urria (por ser instru-mento pequeo y escaso), es decir, mandurria; llegando a Francia con la denominacin mandorre-mandore y ms tarde mandora hasta el norte de Italia como mandola.

    De estos errores de identi-cacin se han beneciado otros instrumentos paralelos en la historia, aprovechn-dose de imgenes que no les corresponda e ignorando a

    un instrumento con un nom-bre muy peculiar y documen-tado desde la Edad Media. Testigo durante su evolucin de la cultura peninsular ib-rica, mediterrnea, europea y a partir de 1492, ameri-cana y tambin lipina: LA BANDURRIA.

    Pedro chamorro Alczar de San Juan 17-02-2006

    Bibliografa

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    Pginas web

    http://www.cnice.mecd.es. Pgi-

    na de recursos del Ministerio de

    Educacin y Ciencia. Muy til

    para una primera toma de contac-

    to, pero profundiza poco en los

    temas. http://www.cincosiglos.org.

    Excelente pgina Web del grupo

    Cinco Siglos. En ella se pueden en-

    contrar links muy interesantes para

    profundizar en la msica medieval.

    Ofrece una seccin muy detallada

    sobre organologa, con fotos dibu-

    jos y reconstrucciones a partir de

    las fuentes iconogrcas. He de re-

    sear tambin el enlace que hace

    con las ediciones facsmiles de las

    Cantigas.

    http://www.arrakis.es/~gru.sema/

    index.htm

    Pgina Web del grupo SEMA, al

    cual pertenece Pepe Rey y en la

    que hace una descripcin e inter-

    pretacin de las cantigas muy inte-

    resante.

    http://www.almargen.com.ar/sitio/

    seccion/cultura/bandurria. Pgina

    muy curiosa sobre un instrumento

    tipo rabel y que en Asturias se de-

    nomina Bandurria.

    Historia de la bandurria

    PortadandiceEditorialEducacinMetodologa IEM en la enseanza de la guitarra.

    Nuestros instrumentosEl barnizado a muequilla con goma lacaCriterios fsicos para la seleccin de cuerdas en instrumentos de plectro: Criterio tensional.Aplicaciones de la mecnica computacional al diseo de instrumentos de plectro: experiencias para el caso de la guitarra

    AsambleasVIII Asamblea de la Fegip en Alczar de San Juan (Ciudad Real)

    EntrevistasRestituto Barrios

    Nuestros compositoresKoldo Pastor

    Historia de la bandurriaLa bandurria en la edad media

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