La Banca: Un Vehículo para Mejorar el Gobierno Societario de las Empresas

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| Documento de Trabajo Nº37 La Banca: Un Vehículo para Mejorar el Gobierno Societario de las EmpresasHugo Secondini y María Luisa Streb Agosto de 2010 Códigos JEL: G21, G32, G34, G38 Palabras claves: Bancos, política de financiación, gobierno de la empresa, regulación La utilización o la publicación, parcial o total, para su difusión o con fines comerciales, de documentos, fotografías, logotipos y elementos gráficos, está estrictamente prohibida sin autorización previa de la Fundación Centro para la Estabilidad Financiera (CEF). Ésta deberá solicitarse al CEF o, en el caso de materiales de otras entidades (cuyos datos figuran en nuestros trabajos), así como en el caso de publicaciones de otras editoriales, a la entidad, la persona o la editorial de que se trate. Está prohibido modificar el material cuyos derechos se reserva el CEF, con la obligación de citar la fuente. En caso de utilizar material del CEF se solicitará una muestra o ejemplar de prueba a fin de darle aprobación. Ante el incumplimiento el CEF se reserva el derecho correspondiente.

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Documento de Trabajo Nº37

“La Banca:

Un Vehículo para Mejorar el Gobierno Societario de las Empresas”

Hugo Secondini y María Luisa Streb

Agosto de 2010

Códigos JEL: G21, G32, G34, G38

Palabras claves: Bancos, política de financiación, gobierno de la empresa, regulación

La utilización o la publicación, parcial o total, para su difusión o con fines comerciales, de documentos, fotografías, logotipos y elementos

gráficos, está estrictamente prohibida sin autorización previa de la Fundación Centro para la Estabilidad Financiera (CEF). Ésta deberá solicitarse al CEF o, en el caso de materiales de otras entidades (cuyos datos figuran en nuestros trabajos), así como en el caso de publicaciones de otras editoriales, a la entidad, la persona o la editorial de que se trate. Está prohibido modificar el material cuyos derechos se reserva el CEF, con la obligación de citar la fuente. En caso de utilizar material del CEF se solicitará una muestra o ejemplar de prueba a

fin de darle aprobación. Ante el incumplimiento el CEF se reserva el derecho correspondiente.

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“La Banca: Un Vehículo para Mejorar el Gobierno Societario de las Empresas”

Hugo Luis Secondini y María Luisa Streb1

Sinopsis

La última crisis financiera internacional ha dejado en evidencia la necesidad

de desarrollar mejores técnicas que mitiguen el riesgo y aumenten la confianza en

favor de la estabilidad financiera. El tema de gobierno societario (GS) ha estado

cobrando terreno en el área de control de riesgos. El presente trabajo busca

encontrar alternativas viables para que la mejor administración de riesgos que

ofrece una empresa que cuenta con elementos de buen GS puedan ser

capturadas por el sistema financiero al momento de la evaluación crediticia y por

consiguiente tener su reflejo en la obtención de condiciones financieras más

favorables.

El trabajo presenta una revisión de la evidencia empírica que respalda la

relación positiva entre GS y desempeño de las firmas y apoya la premisa de que

en la medida que los bancos se manejen en un entorno de sólido GS enfrentarían

un menor costo de captación de fondos, y serían capaces de generar una mejor

administración de riesgos, y mayor capacidad de supervisión del GS de las

empresas que financian. Luego de analizar los aspectos regulatorios de la

actividad bancaria referidos a la evaluación y concesión de créditos y las técnicas

de credit scoring, el trabajo propone complementar los modelos tradicionales de

evaluación de riesgo crediticio con características del GS de los prestatarios en un

intento de impulsar una gestión de identificación y supervisión del riesgo crediticio

comprometida con las mejores prácticas. Asimismo, se sugiere ampliar esta

práctica a las agencias de evaluación de riesgos, sociedades de garantías y

organismos de fomento.

1Los autores agradecen a la Corporación Andina de Fomento (CAF) y al Center for International Private

Enterprise (CIPE) por patrocinar el trabajo, a Alberto R. Musalem por su seguimiento y sugerencias, como así también a Michael Penfold y Pablo Sanguinetti por sus comentarios al documento. Asimismo agradecen a Alejandra Aranda, Martín De Giovanni, Matías Pacce y Rubén Samoiloff por sus aportes en secciones del trabajo, a David Mermelstein, Pablo Souto, funcionarios de los bancos consultados y otros informantes calificados por el intercambio de ideas.

2

“La Banca: Un Vehículo para Mejorar el Gobierno Societario de las Empresas”

Hugo Luis Secondini y María Luisa Streb

Resumen Ejecutivo

La última crisis financiera internacional ha dejado en evidencia la necesidad de

desarrollar mejores técnicas que mitiguen el riesgo y aumenten la confianza en pro de

la estabilidad financiera. El tema de gobierno societario (GS) ha estado cobrando

terreno en el área de riesgo.

El presente trabajo busca encontrar alternativas viables para que la mejor

administración de riesgos que ofrece una empresa que cuenta con elementos de buen

GS puedan ser capturadas por el sistema financiero al momento de la evaluación

crediticia y por consiguiente tener su reflejo en la obtención de condiciones financieras

más favorables.

El documento se desarrolla en cinco secciones. En la primera sección se hace

una breve revisión de la evidencia empírica que respalda la relación positiva entre GS

y desempeño de las firmas, para luego avanzar en los parámetros establecidos en los

Acuerdos de Basilea. Los cambios introducidos en Basilea II han buscado mejorar los

procedimientos de evaluación de riesgos y contienen muchas recomendaciones

tendientes a mejorar el sistema de GS de los bancos. Una conclusión que se deriva de

la aplicación de los métodos de medición del riesgo sugeridos en el Pilar I es que, la

mayor precisión que pueda tener la entidad financiera al momento de evaluar el riesgo

de un crédito redundará en menores previsiones a lo largo de su propio historial de

operaciones de crédito y, por ende, mayor eficiencia en el uso de su propio patrimonio.

La propuesta que se hace a lo largo del trabajo pretende ser un complemento a las

mismas.

En la sección dos se hace una descripción de la evolución del crédito bancario al

sector privado en Argentina luego de la crisis del 2001 dado que es a través del

mercado crediticio que se busca promover la adopción de buenas prácticas de GS en

empresas y, por tanto, actuaría como condicionante a la propuesta planteada. Se

encontró que la participación del crédito bancario al sector privado con respecto al PIB

de Argentina era baja en relación a un conjunto de países, que incluía pares

latinoamericanos. Además, se observó que el crédito y las fuentes de fondeo en el

país están concentrados en el corto plazo. Al analizar la evolución del crédito

clasificado irrecuperable por tramo se puso de manifiesto una relación positiva entre

3

menores grados de irregularidad y buenas prácticas de GS por parte de las empresas.

Esta evidencia apoya la premisa del trabajo de que en la medida que los bancos se

manejen en un entorno de sólido GS enfrentarán un menor costo de captación de

fondos, y serán capaces de generar una mejor asignación de recursos y

administración de riesgos, junto con una mayor capacidad de supervisión del GS de

las empresas que financian.

En la tercera sección se analizan los aspectos regulatorios de la actividad bancaria

referidos a la evaluación y concesión de créditos por parte de las entidades

financieras. Asimismo, se revisan las principales variables consideradas por las

instancias técnicas de los bancos comerciales al momento de la toma de decisión

respecto a la concesión de un crédito. Desde el punto de vista de la regulación

bancaria se exponen aquellos tópicos en que ésta exige, si es el caso, prestar

atención a determinados aspectos financieros o societarios de la empresa

demandante de financiación.

En la cuarta sección se abordan temas vinculados a la determinación de la tasa de

interés de un préstamo y aspectos de las técnicas de credit scoring en la construcción

de matrices de análisis de carteras activas y de evaluación de créditos. Se detallan

aspectos del GS que están incorporados en forma tácita o explícita en los manuales

de procedimiento de evaluación crediticia tanto por imperativo regulatorio o por

necesidad de información requerida por los propios bancos.

En la sección cinco, se hace una revisión de la literatura referida a GS en las

empresas familiares y se analizan una serie de pautas de buen GS que deberían regir

en las empresas. Se propone complementar a los modelos tradicionales de evaluación

de riesgo crediticio en un orden creciente con aspectos cada vez más profundos de las

características del GS en un intento de impulsar una gestión de identificación y

supervisión del riesgo crediticio comprometido con las mejores prácticas. El diseño del

modelo scoring de GS no es concluyente. Por el contrario, pretende introducir criterios

como punto de partida para el debate entre las partes involucradas. Si bien la iniciativa

se orienta a todas las empresas prestatarias, se espera que el mayor impacto sea

sobre las empresas cerradas. Detrás de la propuesta, subyace la idea de conjugar

dos factores relevantes: cumplimiento voluntario de los requisitos por parte de los

prestatarios en respuesta a mejores condiciones de financiamiento, más incentivos

económicos para los bancos (medido a través de reducción del riesgo de la cartera de

créditos y aumento en el volumen de intermediación). La mejora en la imagen del

banco, consecuencia de mejor administración de riesgos de crédito, induciría a atraer

clientes de buen GS (selección favorable). Además, los bancos que adoptaren esta

4

estrategia crediticia serían premiados por el mercado con acceso a fuentes de fondos

de menores costos.

Se hacen sugerencias referidas a aspectos a ser considerados por los

participantes del sistema: bancos, agencias de desarrollo, sistemas de garantías e

instituciones afines para la incorporación de información sobre el GS de las empresas

demandantes de crédito y su consideración en el costo financiero de los préstamos a

los que éstas acceden. Estas propuestas incluyen temas relativos a esquemas de

capacitación y de difusión de los aspectos del GS que es necesario encarar entre el

universo de las PYMEs y el sistema bancario comercial, de inversión y de fomento en

general.

Como culminación del trabajo, se reserva para un futuro elaborar un proyecto

complementario para consideración del Banco Central para beneficiar a aquellos

bancos que incorporen la herramienta de análisis de las prácticas de GS en la

evaluación de riesgos crediticios de sus clientes con reducciones de los

requerimientos de capital mínimo vía la adopción de una ponderación de menor riesgo

en sus respectivas carteras.

5

Contenido

I. INTRODUCCION ........................................................... 8

I.1. Motivación y etapas del proyecto .............................................................................................. 8

I.2. Hacia una mayor estabilidad financiera ................................................................................. 11

I.3. El rol del Gobierno Societario como mitigador del riesgo crediticio ................................... 14

II. CREDITO BANCARIO AL SECTOR PRIVADO EN ARGENTINA ..................................................................... 18

II.1. Serie de stocks agregados y tipo de créditos ................................................................... 18 II.1.1. Evolución del crédito bancario al sector privado .................................................... 18 II.1.2. Crédito según plazo .................................................................................................... 19 II.1.3. Crédito por línea .......................................................................................................... 22

II.2. Tasas de interés ................................................................................................................... 22

II.3. Carteras irrecuperables y GS ............................................................................................. 24

II.1. Crédito bancario en Argentina versus otros países ........................................................ 27

III. ASPECTOS REGULATORIOS ................................ 31

III.1. Formas básicas de financiación bancaria ......................................................................... 34

III.2. Las garantías en la financiación bancaria ......................................................................... 36

III.3. Evaluación crediticia............................................................................................................. 39 III.3.1. Indicadores básicos ............................................................................................... 39 III.3.2. Análisis prospectivo ............................................................................................... 41 III.3.3. Legajo del cliente.................................................................................................... 41 III.3.4. Técnicas de Credit Scoring ................................................................................... 41

IV. MATRICES DE EVALUACION DE RIESGO ............ 43

IV.1. Aspectos de la determinación de tasas de interés sobre préstamos ........................... 43

IV.2. Credit scoring: mejor precisión en la determinación de tasas de interés ..................... 44

IV.3. Matrices de evaluación de riesgo ....................................................................................... 46 IV.3.1. Aspectos generales de una matriz de evaluación de riesgo de crédito .............. 46 IV.3.2. Elementos vinculados a GS en una matriz de riesgo crediticio ........................... 48

V. GOBIERNO SOCIETARIO EN LA EVALUACION DEL RIESGO CREDITICIO .............................................. 51

V.1. Empresas Familiares y GS.................................................................................................. 51

V.2. Pautas de GS en las empresas .......................................................................................... 55 V.2.1. Derechos de los accionistas ...................................................................................... 56 V.2.2. Órganos de gobierno .................................................................................................. 57

V.2.2.1. Directorio ................................................................................................................. 57 V.2.2.2. Alta gerencia ........................................................................................................... 58

V.2.3. Instituciones de gobierno familiar ............................................................................. 59 V.2.4. Sistemas de control .................................................................................................... 59

6

V.3. Modelo Scoring de GS ......................................................................................................... 60 V.3.1. Diseño del modelo ...................................................................................................... 60 V.3.2. Implementación del modelo ....................................................................................... 68

V.4. GS desde diferentes ámbitos.............................................................................................. 70 V.4.1. GS desde la visión de los reguladores .................................................................... 70 V.4.2. GS desde la óptica de las agencias calificadoras de crédito ............................... 72 V.4.3. GS a partir de agencias y organismos de fomento para PYMEs ........................ 72

VI. CONCLUSIONES ..................................................... 76

VII. ANEXO I ................................................................... 80

VIII. ANEXO II ................................................................ 82

IX. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ........................ 84

7

Nomenclaturas AFJPs Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones

BCRA Banco Central de la República Argentina

BNDES Banco Nacional de Desemvolvimento, Brasil

CAF Corporación Andina de Fomento

CEF Centro para la Estabilidad Financiera, Argentina

CEO Presidente ejecutivo

CNV Comisión Nacional de Valores

EAD Exposure at default o exposición al momento del incumplimiento

EBIT Earnings before interest and taxes

FMI Fondo Monetario Internacional

FODA Fortalezas, oportunidades, debilidades, amenazas

FONAPYME Fondo Nacional de Desarrollo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa,

Argentina

GS Gobierno societario

G-10 Grupo 10 países

ICO Instituto de Crédito Oficial, España

IRB Internal Ratings Based method o método basado en calificaciones internas

IPC índice de precios al consumidor

ITD índice de Transparencia y Difusión

LGD Loss given default o pérdida en caso de incumplimiento.

MOODY’S Moody‟s Investor Services

MYPEs Micro, pequeñas y medianas empresas

NASDAQ National Association of Securities Dealers Automated Quotation

OCDE Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos

PD Probability of default o probabilidad de incumplimiento

PEN Poder Ejecutivo de la Nación

PIB Producto Interno Bruto

PYMEs Pequeñas y medianas empresas

q de Tobin Valor de mercado/valor de reposición de los activos de la firma

RAROC Risk adjusted return on capital o retorno del capital ajustado por riesgo

ROA Return on assets o rentabilidad sobre Activos

ROE Return on equity o rentabilidad del Capital Propio

SBA Small Business Administration, Estados Unidos

SEBRAE Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas, Brasil

SEPYME Subsecretaría de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional,

Argentina

SGR Sociedades de Garantías Recíprocas

8

I. INTRODUCCION

I.1. Motivación y etapas del proyecto

El objetivo planteado en el presente trabajo ha sido el de promover en Argentina la

adopción de buenas prácticas de gobierno societario (GS) en empresas a través del

proceso de evaluación del riesgo crediticio realizado por los bancos comerciales, de

inversión y el sistema de fomento.

Los cimientos del GS se hallan en la presencia de información asimétrica, que

restringe el grado de protección de los derechos de los inversores, en especial

minoristas, acreedores y otros incumbentes. Con el término de “gobierno societario”

se hace referencia a la manera en que una empresa es administrada y regulada,

abarcando un amplio espectro de cuestiones como el rol y funcionamiento del

directorio, la transparencia de los controles internos y externos de la firma y la

divulgación de la información. Un buen GS aminora los conflictos de interés entre los

distintos participantes de una empresa, lo cual tiene un efecto positivo sobre el

desempeño de las empresas. Esta afirmación es respaldada por evidencia tanto a

nivel internacional como nacional. Eisenhofer y Levin (2005), a partir de una serie de

estudios empíricos de compañías norteamericanas en distintos períodos de tiempo y

sectores industriales, concluyeron no sólo que hay una relación positiva entre GS y

desempeño de la firma, sino que la misma se afianza en el mediano y largo plazo.

Gompers et al. (2003), en base de una extensa muestra de firmas de Estados Unidos,

llegan a igual resultado no sólo en términos de desempeño de la firma, sino de

valoración del mercado (medida por la q de Tobin)2. Foerster y Huen (2004)

encuentran para las empresas canadienses que aquellas con mejor GS tienen

retornos superiores al normal en el largo plazo. Bauer y Guenster (2003) arriban a

resultados parecidos para empresas europeas. Kappler y Love (2002), tras analizar la

relación entre un índice de GS para empresas de países emergentes con estadísticos

de valoración e indicadores de calidad de GS institucional3 de varios países,

concluyeron que no sólo hay una correlación positiva entre el nivel de buen GS

contractual4 y la valoración de la empresa, sino que la misma es mayor en países con

2

Cociente entre el valor de mercado y el valor de reposición de los activos de la firma. 3 Se refiere al marco normativo y legal.

4 Por GS contractual se entiende a los compromisos que las empresas adoptan en forma voluntaria más

allá de los requisitos legales.

9

un débil GS institucional. Black et al. (2006) a partir de una encuesta a las sociedades

cotizantes de la Bolsa de Corea comprobaron que una mejora en el GS impacta

positivamente la relación precio/valor en libros de las firmas. Dobretz et al. (2003)

llegaron a resultados parecidos para Alemania y Black (2001) para Rusia5. En CEF

(2005) se presenta evidencia empírica para Argentina a través de dos regresiones. En

una se estimó el efecto del Índice de Transparencia y Difusión (ITD) de las firmas

listadas no financieras sobre la valoración de mercado de las mismas y en la otra

sobre el desempeño de dichas empresas. Para ello se utilizaron dos indicadores, q

de Tobin y la rentabilidad de activos (ROA), respectivamente.6 Las regresiones se

hicieron para los años 2000-2003 y los dos sub-períodos 2000-2001 y 2002-2003 de

manera de captar el impacto de la crisis financiera. Los resultados de las regresiones

se reproducen en el Anexo I, donde queda en evidencia que el índice de GS no solo

tiene una incidencia positiva sino que es estadísticamente significativo para explicar

ambos indicadores, tanto para todo el período como los dos sub-períodos. Esto último

permite afirmar que el rol positivo del GS se mantiene aún en épocas de crisis.

A partir de lo anterior, se puede inferir que una adecuada evaluación del riesgo

crediticio de los prestatarios que incluya la calidad de GS permitiría a los bancos

estimar mejor su exposición al riesgo y valorarla en consecuencia. En la medida que

los bancos se manejen en un entorno de sólido GS enfrentarán un menor costo de

captación de fondos, y serán capaces de generar una mejor asignación de recursos y

administración de riesgos, junto con una mayor capacidad de supervisión del GS de

las empresas que financian.

En última instancia, promover el uso de los mecanismos de control y disciplina

sobre la firma por parte de los inversores, y crear una mayor conciencia entre los

agentes de los beneficios derivados del fortalecimiento del GS, sentarán las bases

para un mercado financiero más profundo y estable en el cual la toma de decisiones

se lleve a cabo en un marco de mayor transparencia.

Para alcanzar el objetivo del trabajo se hizo en una instancia inicial del proyecto un

relevamiento de información referente al desarrollo de herramientas similares a la

propuesta en otros países (Ucrania y Rusia)7 y de la bibliografía sobre GS en

empresas de capital cerrado, en particular, empresas familiares. Esto permitió agrupar

los conflictos de las empresas familiares como problemas de agencia de tipo II8, que

5 Ver referencias adicionales en Anzoategui y Streb (2009).

6 En tanto la q de Tobin sirve para captar la percepción del mercado sobre las perspectivas futuras de la

empresa, el ROA es una medida contable que da cuenta de un efecto directo de la calidad de GS. 7 IFC (2004), IFC (2006) e IFC (2007).

8 Ver sección V.1.

10

surgen cuando accionistas que poseen el control mayoritario de la firma toman ventaja

de su posición respecto de los accionistas minoritarios. Además se identificaron los

elementos que constituyen recomendaciones y adopción de buenas prácticas de GS

en documentos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico,

OCDE (Principios de Buen Gobierno Corporativo) y de la Corporación Andina de

Fomento, CAF (Lineamientos para un Código Andino de Gobierno Corporativo).

La información relevada fue complementada con entrevistas a bancos que se

consideraron potencialmente capacitados para la aplicación de la propuesta. Estas

entrevistas permitieron recopilar información referente a los métodos utilizados por

dichos bancos en la evaluación de riesgos crediticios y así plantear discusiones en

torno a la inclusión de consideraciones de GS para que los bancos estimen mejor su

exposición al riesgo. Una limitante que surgió de las entrevistas fue que la información

solicitada fue revelada solo parcialmente, por considerarse reservada. Esto llevó a

mantener reuniones con algunos empresarios, firmas de auditoría y expertos en

credit scoring y data mining, a efectos de corroborar hipótesis planteadas en el

proyecto.

Uno de los aspectos más llamativos que se relevaron en las entrevistas a los

bancos es que muchas empresas familiares carecen de documentación referida al

plan de sucesión y reportan ciertos aspectos en forma verbal, además de no contar

con procedimientos comerciales articulados y de auditorías internas, lo que lleva a que

el oficial de crédito, para algunos temas, descanse en la percepción que tiene del

cliente. Otro aspecto a destacar en la relación con los bancos es que se pudo detectar

la incorporación de algunos elementos de GS, aunque los mismos no fueran

clasificados como tales, en los formularios dirigidos a las empresas prestatarias.

Estos ítems fueron tenidos en cuenta a la hora de confeccionar la herramienta de

análisis de las prácticas de GS en la evaluación de riesgo crediticio desarrollada en la

sección V.

A continuación se hace una revisión de los avances alcanzados por el Comité de

Basilea y el rol del GS como mitigador del riesgo. La importancia de los Acuerdos de

Basilea radica en que han buscado mejorar los procedimientos de evaluación de

riesgos y contienen recomendaciones tendientes a mejorar el sistema de GS de los

bancos. Más aún, uno de los tres pilares pone énfasis en la transparencia de la

información provista por los bancos y su repercusión sobre la disciplina de mercado.

11

I.2. Hacia una mayor estabilidad financiera

La reciente crisis financiera internacional ha puesto de relieve una vez más la

necesidad de seguir avanzando en políticas que mitiguen el riesgo e incrementen la

confianza, de manera de contribuir a la estabilidad financiera. En este sentido, Quintyn

y Taylor (2002) ven a la regulación como un medio para garantizar la estabilidad del

sistema, prevenir situaciones monopólicas, y proteger a los agentes más pequeños de

una economía, que son los menos informados.

Ya hacia mediados de los años setenta, el desarrollo alcanzado por el sistema

financiero internacional había llevado a los presidentes de los bancos centrales del G-

109 a crear el Comité de Basilea cuya función es hacer recomendaciones sobre

prácticas bancarias y reducir las diferencias en materia de supervisión bancaria entre

países. En 1988, se hizo el primer Acuerdo de Capitales (Basilea I) que establecía

requerimientos mínimos de capital basado inicialmente en el riesgo de crédito.

Concretamente, la norma de Basilea I exigía que el capital mínimo10 debiera ser por lo

menos 8% de los activos ponderados por su riesgo. Cada país quedaba libre de

incorporar las sugerencias a sus respectivas regulaciones con los cambios que

considerase pertinentes. Tras la crisis del Tequila, se agregó a la evaluación del

riesgo a aquél surgido por pérdidas ocasionadas por variaciones en los precios de

mercado en los activos, al que se denominó riesgo de mercado (Biau, 2004).

En 1999, luego de las crisis en Asia, Rusia, Brasil y Turquía surgieron nuevos

desafíos en torno a determinar los principios básicos de supervisión bancaria y que

involucraron la necesidad de que los bancos desarrollen mejores técnicas de gestión

de riesgos, apliquen límites internos, fortalezcan previsiones y reservas, acrecienten

los controles internos. Tras un par de rondas consultivas, en el año 2004 se firmó el

Acuerdo de Basilea II. Este acuerdo, actualmente en vigencia se apoya en tres

pilares, los cuales se sintetizan en el Gráfico N°1.

9 El Grupo de los 10 está formado por Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón,

los Países Bajos, el Reino Unido, Suecia y Suiza. 10

El capital mínimo se define como la suma de dos categorías o tiers: el capital básico y el complementario. Figueroa et al. (2003) aclara que en el caso argentino el primero comprende “capital social, aportes no capitalizados, ajustes al patrimonio, reserva de utilidades y resultados no asignados”, en tanto, el segundo abarca “deuda subordinada, resultados que no cuentan en el dictamen de auditoría y previsiones por riesgo de incobrabilidad”. La segunda categoría no puede superar el 100% del capital básico (ver página 1).

12

Gráfico N°1: Pilares del Acuerdo de Basilea II

Rie

sgo O

perativ

o

Rie

sgo d

e C

rédit

o

Rie

sgo d

e M

ercado

Requerimiento de capitales mínimos

Proceso de supervisión bancaria

Pilar I

Pilar III

Pilar II

Fuente: Biau (2004).

El Pilar I del Acuerdo de Basilea II constituye el núcleo del acuerdo y se aboca al

cálculo de los requisitos mínimos de capital. En este pilar se introdujeron una serie de

novedades en relación a Basilea I. A diferencia de éste, se toma en consideración la

calidad crediticia de los que solicitan préstamos, a partir de ratings externos o internos.

Si bien, se mantiene que la exigencia de capital mínimo sea al menos 8% de los

activos ponderados por su riesgo, se incorpora el riesgo operativo al cálculo. A

continuación se hará una breve descripción de cada uno de los tres riesgos que

componen el Pilar I.

El riesgo de crédito es aquel surgido por incumplimiento o pérdida del prestatario

o entidad por la no devolución de la cantidad adeudada al banco en los plazos

acordados. El riesgo crediticio se calcula a partir de tres componentes: i) probabilidad

de incumplimiento (PD), ii) exposición al momento del incumplimiento (EAD) y iii)

pérdida en caso de incumplimiento (LGD)11.

Basilea II recomienda la aplicación de modelos con distintos niveles de

sofisticación para el cálculo del riesgo crediticio proponiendo incentivos para que las

entidades utilicen técnicas más avanzadas12. El método más sencillo es el estándar,

en el cual la PD y la LGD se calculan a partir de calificaciones de riesgo crediticio

publicadas por agencias de rating. Un método alternativo es el basado en

calificaciones internas (Internal Ratings Based – IRB). En la variante más sencilla los

11

Las siglas corresponden al inglés: probability of default (PD), exposure at default (EAD) y loss given default (LGD). Ver Mendoza y Stephanou (2005). 12

Ello se debe a que a medida que se acrecienta el grado de sofisticación, aumenta la precisión en el cálculo y, por tanto, el requerimiento de capital puede ser menor.

13

bancos solo estiman la PD para cada activo, el parámetro de riesgo más básico, el

resto de los valores son provistos por el regulador. En su versión sofisticada se les

permite a los bancos usar sus propios mecanismos de evaluación del riesgo y estimar

todos los indicadores13.

En cuanto a la medición del riesgo de mercado, el mismo sigue teniendo el

tratamiento contemplado en el Acuerdo de Basilea I. Los modelos utilizados son dos:

i) modelos estandarizados, que cubren cuatro riesgos: el de la tasa de interés, la

posición de acciones, moneda extranjera y productos básicos y ii) modelos propios,

que deben cumplir con ciertas condiciones y ser aprobados por el supervisor14.

Como se mencionó, a partir de Basilea II se tomó en cuenta el riesgo operativo,

que hasta ese entonces estaba implícito en el riesgo crediticio y de mercado. El riesgo

operativo surge a partir de fallas en los procesos internos o del personal de la entidad

o en los sistemas de información o por sucesos externos al banco e incluye el riesgo

legal. También para este riesgo existen tres métodos alternativos de cálculo de distinto

grado de sofisticación (indicador básico, estándar, avanzado)15.

Uno de los componentes centrales de todos estos métodos es el negocio crediticio

del banco y el riesgo asociado al mismo. Por ejemplo, en el método simplificado

(indicador básico), al calcular los ingresos brutos de la institución se excluyen las

previsiones efectuadas sobre las financiaciones otorgadas con el criterio implícito de

considerar que, de no haber ocurrido siniestros en materia crediticia, estas previsiones

hubieran sido un ingreso para la entidad. De este modo, se desprende que mayores

previsiones implican la obligación de constituir una mayor exigencia de capital sobre

los ingresos no percibidos. La conclusión que se deriva de la aplicación de estos

criterios es que, la mayor precisión que pueda tener la entidad financiera al momento

de evaluar el riesgo de un crédito redundará en menores previsiones a lo largo de su

propio historial de operaciones de crédito y, por ende, mayor eficiencia en el uso de su

propio patrimonio.

El Pilar II se refiere al proceso de supervisión de la gestión de los fondos propios

en función a los riesgos asumidos. Se considera que el incremento de capital no es el

único instrumento para paliar el incremento en los niveles de riesgo, sino que hay

medidas que van en igual dirección como mejorar la gestión de riesgos y los controles

internos.

13

Ver Giorgio y Rivas (2002). 14

El enfoque RiskMetrics ™ de JP Morgan es muy usado para modelar el riesgo de mercado. Su metodología y los datos diarios son de libre acceso (ver Carey and Stulz, 2005). 15

Ver Figueroa et al. (2003).

14

Concretamente, se solicita a la alta dirección del banco que se comprometa en el

control de riesgos y en la planificación futura de las necesidades de capital y lo someta

a discusión con el supervisor bancario. El banco puede elegir que metodología usar

para su autoevaluación y tomar en cuenta riesgos adicionales a los que se contemplan

en el cálculo regulatorio (riesgo de concentración y/o diversificación, el riesgo de

liquidez, otros). Los organismos supervisores nacionales deben monitorear los

métodos estadísticos empleados para calcular los parámetros contemplados en el

Pilar I. El regulador puede requerir medidas correctivas ante caídas de los niveles

mínimos de capital, restringir el pago de dividendos y exigir un aumento en el nivel de

prudencia exigido a los bancos bajo su jurisdicción.

El Pilar III está abocado a la disciplina de mercado. El acuerdo fija normas de

transparencia y establece la publicación periódica de información acerca de la

exposición a los diferentes riesgos de un banco y la suficiencia de sus fondos propios.

Con ello se busca difundir buenas prácticas bancarias, reconciliar información

financiera-contable y de gestión del riesgo entre las entidades y homogeneizar los

informes de riesgo en contenido y frecuencia de publicación (Figueroa et al., 2003).

En especial, de los tres pilares que conforman el nuevo sistema (requisitos de

capital, proceso de examen del supervisor y disciplina de mercado –transparencia)

adquiere relevancia el primero a los fines del trabajo. Sin embargo, es importante tener

presente la fuerte interrelación existente entre los mismos a los efectos de la correcta

evaluación financiera de los bancos16.

I.3. El rol del Gobierno Societario como mitigador del riesgo crediticio

El riesgo de crédito es la posible pérdida que asume un agente económico como

resultado del incumplimiento de las obligaciones contractuales que involucran a las

contrapartes con las que se relaciona. Los bancos se enfrentan a un riesgo de crédito

cuando prestan dinero a las empresas y, por tanto, ofrecen distintos tipos de interés en

16

Como sintetiza Caruana (2004), página 6: “El primer pilar busca aproximar los requisitos mínimos de capital a los verdaderos riesgos subyacentes asumidos por los bancos en la actualidad. Los bancos, si cumplen determinados requisitos, podrán hacer un uso parcial de sus propias mediciones internas de riesgos; esta norma crea incentivos económicos para que los bancos desarrollen sus mediciones de riesgos. El segundo pilar – la revisión supervisora– permite que los supervisores revisen las valoraciones que cada banco hace de sus propios riesgos, y que determinen si tales valoraciones son razonables. El tercer pilar, la disciplina del mercado, refuerza los estímulos externos a una gestión prudente. Refuerza la posibilidad de los participantes del mercado de recompensar a los bancos bien gestionados y de penalizar a los peor gestionados en la medida que aumenta la transparencia.”

15

función de la probabilidad de incumplimiento del deudor, y también exigen garantías o

imponen ciertas restricciones adicionales (limites a los dividendos o topes de

endeudamiento). En este sentido, la mejora en la calidad de las prácticas de GS en

las empresas es de vital interés para los bancos, ya que buenas prácticas de GS

aminoran los conflictos entre los agentes con interés legítimo en la firma (accionistas,

gerentes, acreedores, clientes, etc.), creados por la existencia de información

asimétrica y, por ende, reducen el riesgo del crédito.

El problema de agencia comenzó a formalizarse en la literatura en los años treinta.

Más recientemente el tema de GS ha estado cobrando terreno en el área de riesgo.

Un importante avance en este sentido ha sido el Código de Cadbury sobre GS en el

Reino Unido a principios de los noventa. Hacia fines de siglo, el debate se extendió a

los países emergentes a partir de las crisis en Asia y Rusia, las cuales se asociaron a

débiles prácticas de GS. Así surgieron las primeras recomendaciones en torno al

tema de la OCDE (1999). Durante los años que siguieron varios países regularon

sobre cuestiones de GS tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Se

destaca la Ley Sarbanes-Oxley del 2002 o Acta de Reforma de la Contabilidad Pública

de Empresas y de Protección al Inversionista de Estados Unidos y las normas de

cotización de la Bolsa de Nueva York y NASDAQ17. En Argentina, los aspectos

legales básicos del GS están enmarcados en el Régimen de Transparencia de la

Oferta Pública, Decreto PEN N° 677/0118. Sin duda, las iniciativas legales

mencionadas representan esfuerzos por controlar riesgos por malas prácticas de GS.

No obstante, como se señala en la Nota de Política Nº 5 del Centro para la Estabilidad

Financiera, CEF (2005), uno de los aspectos críticos se relaciona a la efectiva

aplicación de las leyes y normas (enforcement), una vez que se ha alcanzado el marco

institucional y legal adecuado. Asimismo, la adopción de las mismas conlleva a un

cambio cultural y a la necesidad de concientizar a los agentes involucrados sobre los

beneficios de un buen GS.

Como evidencia de la creciente atención que ha despertado el tema de GS, el

Banco Central de la República Argentina (BCRA) instituyó en el 2004 un régimen

informativo de transparencia19 con el objetivo de brindar un mejor acceso y calidad de

la información en relación a productos financieros. Esto implica que las entidades

financieras y sistemas cerrados de tarjetas de crédito deben informar en forma

mensual al BCRA las condiciones, costos, etc. de ciertos productos financieros

17

National Association of Securities Dealers Automated Quotation. 18

Ver http://infoleg.mecon.gov.ar/ 19

El régimen se incorporó como capítulo 18 del Régimen Informativo Contable Mensual a través de las Comunicaciones A- 4184, A-4191 y A-4195.

16

estándar que ofrecen a sus clientes. Esta información debe ser publicada por el

organismo regulador por medio de un sistema de consulta en una página web.

Asimismo, la Secretaría de Coordinación Técnica del Ministerio de Economía y la

Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias firmaron un convenio para

intercambiar los datos que resulten de este régimen y propagarlos a través de la

Subsecretaría de Defensa de la Competencia y Defensa del Consumidor (CEF, 2006).

Dallas y Patel (2003) mencionan que muchas entidades han desarrollado sistemas

de rating de GS, como es el caso de Standard & Poor´s con el propósito de calificar el

GS como diagnóstico complementario al tradicional análisis de riesgo crediticio. De

esta manera, se pone énfasis en estándares de transparencia y divulgación que no

han sido tenidos en cuenta hasta ahora, y que hacen a la protección de los derechos

de los accionistas. Esto permite sentar las bases para un mercado de capitales más

confiable y, por tanto, más profundo, ya que un débil GS entre las empresas desalienta

a los inversores.

Los sistemas de rating de GS permiten plasmar una serie de factores que ayudan

a determinar la calidad y el riesgo de gobernancia en las entidades. De acuerdo a

Dallas y Patel (2003), la temática sobre GS se podría separar en dos grandes grupos.

El primer grupo se refiere a factores específicos de la firma como mecanismos internos

de protección de los derechos de los accionistas, defensa contra adquisiciones

hostiles, normas de auditoría y contabilidad, gestión de riesgo y características del

directorio (independencia y remuneración). En tanto, el segundo grupo se centra en el

marco legal, la estructura de propiedad y políticas relativas a los mercados laboral y de

bienes, es decir factores externos a la firma20.

Además del sistema de rating de GS de Standard & Poor´s, existen muchas

instituciones a nivel internacional que hacen medidas cuantitativas para captar la

calidad del GS de una empresa o el grado de protección a los inversores en una

economía incorporando los factores mencionados21. En este sentido, el CEF cuenta

con índices de GS para empresas listadas no financieras y bancos de Argentina y

fondos públicos de pensiones nacionales22. En este documento se pretende

desarrollar un instrumento que hace uso de las categorías utilizadas en estos índices,

20

Ver en Dallas y Patel (2003) la lista de trabajos que los autores citan para cada uno de los dos grupos. 21

El Banco Mundial lo hace para la mayor parte de los países del mundo. En Canadá existe el Índice ROB Rating System publicado por el Globe and Mail, Report on Business. Black et al. elaboraron un índice de GS de compañías coreanas. Gill (2001) menciona que Credit Lyonnais Securities Asia construyó índices de GS en los mercados emergentes. 22

Ver CEF (2005), Anzoategui y Streb (2009), CEF (2006) y Musalem y Souto (2010), respectivamente.

17

agregando atributos que tienen en cuenta especificidades de empresas cerradas, en

particular, familiares.

La propuesta que se plantea en el presente documento parte de la creencia de que

aquellos criterios de GS que hacen más sólidas las instituciones financieras pueden

ser captados por las mismas al analizar a sus clientes. Concretamente, se pretende

incorporar una selección de factores que aparecen en los índices mencionados en el

análisis y monitoreo del riesgo crediticio de los prestatarios e incrementar, de esa

manera, la sensibilidad al riesgo. Esto facilitaría el entendimiento que los bancos

tendrían sobre el GS y sobre el cumplimiento con estándares y prácticas

internacionales, y mejoraría la administración de riesgos crediticios. Aquellas

empresas con buen GS, que sean capturadas por el sistema financiero al momento de

evaluación crediticia, debieran gozar de condiciones financieras más favorables en

respuesta a los menores riesgos crediticios involucrados. La propuesta permitiría

seguir aportando al proceso de colocar en el debate público la importancia del buen

GS a través de las entidades bancarias como elemento adicional tendiente a lograr un

sistema financiero estable y profundo.

En la sección II que sigue se analiza la evolución del crédito bancario al sector

privado en Argentina, ya que la etapa de desarrollo del sector financiero argentino

actúa como condicionante de la implementación de la propuesta planteada en este

trabajo. Además, se presenta evidencia de la relación entre el comportamiento de la

cartera irregular y el GS de las empresas prestatarias. En la sección III se avanza

sobre los aspectos regulatorios de la actividad bancaria referidos a la evaluación y

concesión de créditos por parte de las entidades financieras y se revisa las principales

variables consideradas por las instancias técnicas de los bancos comerciales al

momento de la toma de decisión respecto a la concesión de un crédito. En la sección

IV se aborda temas vinculados a la determinación de la tasa de interés de un préstamo

y aspectos de credit scoring en la construcción de matrices de análisis de carteras

activas y de evaluación de créditos. En la sección V, tras hacer una caracterización de

las empresas familiares e identificar sus falencias en términos de GS, se presenta un

modelo scoring de GS a ser incorporado en la tradicional evaluación de riesgo

crediticio. Se concluye con reflexiones finales en la sección VI.

18

II. CREDITO BANCARIO AL SECTOR PRIVADO EN ARGENTINA

En esta sección se estudia la evolución del mercado crediticio bancario al sector

privado en Argentina tras la crisis en el 2001, que es a través del cual se busca

promover la adopción de buenas prácticas de GS en empresas. La sección se

compone de varias partes. En la primera se hace una reseña del comportamiento del

crédito bancario al sector privado en Argentina durante la última década y se distingue

el crédito según plazo y por línea. Luego se analiza la evolución de las tasas de interés

y se hace mención a los créditos irrecuperables luego de la crisis, diferenciando el

comportamiento de cartera por tramo y grupo de banco, y se lo vincula con el GS de

los prestatarios. Por último, se compara la evolución del crédito privado en Argentina

con otros países.

II.1. Serie de stocks agregados y tipo de créditos

II.1.1. Evolución del crédito bancario al sector privado

Tras la crisis del 2001 las entidades financieras que operaban en el país quedaron

técnicamente quebradas por la fuga de depósitos, la devaluación del peso que

sobrevino con el abandono de la convertibilidad, la pesificación asimétrica23, el

derrumbe de los títulos públicos que tenían en sus carteras, el crecimiento de la

incobrabilidad de sus préstamos y la imposibilidad de afrontar sus deudas en el

exterior. Entre enero del 2001 y el primer semestre del 2002, los depósitos cayeron 41

por ciento, cifra equivalente a 40 mil millones de pesos, y el flujo de crédito

desapareció. Esta crisis, que golpeó fuertemente no solo en lo económico sino en lo

político y social, fue seguida de un proceso de recuperación sostenido con altas tasas

de crecimiento del producto interno bruto (PIB), que en términos reales promediaron

6,0 % entre el 2003 y 200924. El proceso de profundización del crédito en relación al

PIB fue lento y comenzó a partir del 2004, luego de que en el 2003 se registrara un

valor mínimo de 31,6 mil millones de pesos, alcanzó en el 2009 134,4 mil millones de

pesos (Gráfico N°2).

23

“En diciembre de 2001, el corralito congeló los depósitos, en dólares y en pesos… Un mes más tarde, hubo un relajamiento de las restricciones a los retiros bancarios seguido de una pesificación asimétrica: mientras que la pesificación de depósitos en dólares fueron de 1,4 pesos por dólar, las deudas en dólares fueron pesificadas al tipo de cambio de de 1. El corralón se impuso a los depósitos bancarios a plazo” (Streb, 2008, pág.22). 24

Dichas tasas promediaron 8,5% en el sub-período 2003 y 2008. El año 2009 marcó un corte en ese sentido, ya que el crecimiento fue prácticamente nulo.

19

Gráfico N° 2: Crédito al sector privado* (En millones de pesos y en porcentaje del PIB)

0

20,000

40,000

60,000

80,000

100,000

120,000

140,000

160,000

0%

5%

10%

15%

20%

25%

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

En

Mill

ones

de

peso

s

En

porc

enta

je

Creditos al sector privado/PIB (eje der) Créditos al Sector Privado (eje izq)

(*) Créditos en moneda nacional y extranjera.

Fuente: BCRA e INDEC

Tras la crisis el ratio préstamos bancarios al sector privado sobre PIB fue

decreciendo hasta llegar a su menor expresión en el 2003, catorce puntos

porcentuales por debajo del valor del año 2000. La causa dominante de esta caída fue

por disminución de los préstamos bancarios al sector privado. No obstante, desde el

año 2004 el ratio creció, ante una mayor estabilidad interna y un favorable contexto

internacional.

No obstante, a partir de 2008 el crecimiento del crédito comenzó a perder impulso.

Este cambio de tendencia fue resultado de la incertidumbre tanto a nivel internacional

como nacional. La primera provocada por la crisis financiera a nivel mundial y la

segunda por shocks internos generados por políticas gubernamentales. Entre estos

factores cabe mencionar la intervención en el Instituto Nacional de Estadística y

Censos y la aceleración en la tasa de inflación.

II.1.2. Crédito según plazo

En Argentina, los préstamos que se otorgan son en su mayor parte a corto plazo,

como se puede apreciar en el Gráfico N°3. Esto se explicaría parcialmente por la

incertidumbre consecuencia de la predominancia de fondeo de corto plazo de los

bancos y las tasas esperadas de interés e inflación. Otro factor que incidiría sería por

la dificultad para monitorear los contratos entre deudores y acreedores y resolver

disputas por la vía judicial. Como resultado los acreedores se inclinan por otorgar

20

préstamos de corto plazo e ir renovándolos, de manera de tener un mejor control

sobre los deudores.

Gráfico N° 3: Montos de los préstamos por documentos

(Por plazo, sobre el total de préstamos otorgados por documento)

Fuente: Econviews (2010).

En el Gráfico N°4 se puede ver la preeminencia de los fondos provenientes de

depósitos a la vista en el caso del sistema bancario argentino.

Gráfico N°4: Estructura de financiamiento de activos de bancos

(Diciembre 2008)

Fuente: Marx (2009).

21

En cuanto a la evolución del crédito al sector privado según plazo luego de la crisis

del 2001, se observa que el crédito al sector privado a corto plazo25 fue el primero en

recuperarse y alcanzó tasas máximas de crecimiento por encima del 50% anual entre

el 2005 y 2006. A partir de allí la brecha se achicó y a mediados del 2007 se revirtió

al superar el crecimiento de préstamos de largo plazo al de corto plazo, situación que

continuó hasta mediados del 2009. Como se observa en el Gráfico N°5 las tasas de

crecimiento de ambos segmentos muestra una marcada tendencia decreciente

durante el último período.

Gráfico N°5: Crédito al sector privado según plazo (Variación anual)

-30%

-20%

-10%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

Oct

-00

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1

Ago

-01

Ene

-02

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02

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2

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3

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3

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4

Jul-0

4

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-04

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6

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6

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7

Jun-

07

Nov

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8

Sep

-08

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b-0

9

Jul-

09

Dic

-09

En p

orc

enta

je

Corto Plazo Largo Plazo

Fuente: BCRA

La recuperación más tardía del crédito a largo plazo puede estar asociada a

dificultad de evaluar y, por tanto, de emprender proyectos de inversión tras la crisis del

2001. La excesiva capacidad ociosa que caracterizó a la economía en ese período

permitió impulsar el crecimiento sin nuevas inversiones. A su vez, el sector real

realizaba ganancias anormales por la devaluación y demorada reacción en costos, lo

que le permitía usar fondos propios para financiarse. En diciembre del 2009, el

volumen de los créditos a corto plazo alcanzó los 87 mil millones de pesos más que

duplicando el de largo plazo. No obstante, mientras el crédito a corto plazo comenzó a

reducir su crecimiento ya desde mediados de 2006, tendencia que se acentuó a partir

de abril del 2008, el crédito a largo plazo disminuyó fuertemente su crecimiento recién

a partir de mediados de 2008 ante la incertidumbre internacional y local. Esta última

25

De acuerdo al criterio del BCRA, los créditos de corto plazo incluyen: adelantos en cuenta corriente; otros adelantos; documentos a sola firma; documentos descontados; a titulares de tarjetas de crédito y 0,5*personales. En tanto, los de largo plazo son los hipotecarios; prendarios y 0,5* personales.

22

indujo a demanda de mayor liquidez por parte de los bancos. Además, Anastasi et al.

(2008a), a partir de un estudio que hicieron sobre riesgo bancario en Argentina,

señalan que en períodos de alta incertidumbre, los bancos enfrentan dificultades para

hacer una estimación de la capacidad y voluntad de pago de sus deudores. Esto los

lleva, entre otros comportamientos, a la concentración de la cartera en clientes ya

conocidos y, por tanto, la base de empresas tomadoras de fondos deja de ampliarse.

II.1.3. Crédito por línea

Si se clasifica el crédito por línea (Gráfico N°6), se observa que tras la crisis los

préstamos personales y tarjetas de crédito son los que más han aumentado, en

contraste con los créditos hipotecarios y prendarios, que son líneas de largo plazo.

Esto reafirma lo observado en los Gráficos N° 3 y 4. La preferencia por líneas de corto

plazo se relaciona a la mayor incertidumbre en los mercados, posibilidad de

monitorear a los clientes y a la estructura de fondeo.

Gráfico N° 6: Crédito al sector privado por línea (Base Enero 2000=100)

0

1

2

3

4

5

6

Dic

-99

May

-00

Oct

-00

Ma

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1

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1

Ene

-02

Jun-

02

Nov

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3

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3

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4

Jul-

04

Dic

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May

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Oct

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6

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6

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7

Jun

-07

Nov

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8

Sep

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9

Jul-

09

Dic

-09

En

po

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je

Adelantos Documentos Hipotecarios

Prendarios Personales Tarjetas

Fuente: BCRA

II.2. Tasas de interés

Tras la recuperación de la economía en el 2003, las tasas de interés nominales

cayeron fuertemente luego de alcanzar elevados guarismos durante la crisis (Gráfico

N°7). Hubo un período entre el 2004 y diciembre de 2006 de relativa estabilidad en los

niveles de las tasas. Durante el mencionado período la tasa pasiva se mantuvo

alrededor del 4,26% anual y la BADLAR (depósitos a plazo fijo superiores a un millón

23

de pesos) en 4,16% anual. En cuanto a las tasas activas el CALL interbancario registró

valores de 4,46% y la PRIME 7,19%.

Gráfico N°7: Tasas de interés nominales en pesos (Tasas mensuales)

0%

2%

4%

6%

8%

10%

12%E

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0M

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0S

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1S

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8E

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9M

ay-0

9

En

porc

enta

je

Plazo Fijo PRIME BADLAR CALL

Fuente: BCRA

A partir de agosto del 2007 se observaron en Argentina aumentos significativos de

tasas de interés. Al año siguiente se registraron dos picos importantes, uno en junio

durante la etapa más conflictiva entre el campo y el gobierno, el otro en noviembre que

coincidió con la estatización de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y

Pensiones. A este contexto se sumó una fuerte incertidumbre financiera internacional.

El resultado fue que durante este período aumentara considerablemente el spread

entre la tasa activa y la pasiva, volviendo a niveles de fines del 2002 (Gráfico N°8).

24

Gráfico N°8: Spread entre tasa activa y tasa pasiva en pesos(1)

(En porcentaje)

0%

5%

10%

15%

20%

25%

Ene-

00

Jul-

00

Ene-

01

Jul-

01

Ene-

02

Jul-

02

Ene-

03

Jul-

03

Ene-

04

Jul-

04

Ene-

05

Jul-

05

Ene-

06

Jul-

06

Ene-

07

Jul-

07

Ene-

08

Jul-

08

Ene-

09

Jul-

09

En p

orc

enta

je

(1) {[(1+activa)/(1+pasiva)] – 1}x 100

Fuente: BCRA

II.3. Carteras irrecuperables y GS

Tras la crisis el crédito clasificado como irrecuperable26 como porcentaje del crédito

total comenzó a crecer fuertemente, registrando la mayor variación en enero del 2002

con 24% mes a mes. A partir de enero del 2004 se revirtió la tendencia, decreciendo

en forma sostenida hasta representar el 6,4% del crédito total en noviembre de 2009,

debido, en parte, al aumento progresivo del crédito disponible al sector privado

(Gráfico N°9).

26

La cartera irregular comprende las categorías 3, 4, 5 y 6 de la nueva calificación de deudores del BCRA, a saber: deudores con problemas, deudores con alto riesgo de insolvencia, deudores irrecuperables y deudores irrecuperables por disposición técnica.

25

Gráfico N°9: Cartera Irrecuperables sobre Crédito Total

(En porcentajes)

0%

5%

10%

15%

20%

25%

Feb-

00

No

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0

Ago

-01

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3

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6

Ago

-07

May

-08

Feb-

09

No

v-0

9

En p

orc

enta

je

Fuente: BCRA

A los efectos del presente trabajo merece mencionarse el análisis que hicieron

Bebczuk y Sangiácomo (2008) sobre el comportamiento de las carteras irrecuperables

desde distintas perspectivas. Estos autores observaron que la calidad de cartera

según tramos de deuda adopta la forma de una U invertida para el período 1999-2005

(Gráfico N°10). La irregularidad se incrementa en función del tamaño de la deuda

hasta llegar a un máximo en el nivel intermedio, entre $100 mil y $500 mil, para luego

decrecer. Es plausible asociar a los tramos intermedios con la franja de las pequeñas

y medianas empresas (PYMEs), en tanto los préstamos más pequeños a firmas

unipersonales y los de mayor tamaño a empresas grandes27. Como señalan estos

autores, el resultado para el primer estrato es algo sorprendente28, pero no así para el

último, ya que los préstamos de mayor tamaño están sometidos a procesos de

selección más estrictos y se correlacionan con empresas grandes. Este es el conjunto

de empresas que coincide con el de mejores prácticas de GS de acuerdo a los

resultados del ITD de empresas no financieras del CEF29.

27

Para ello se tuvo en cuenta la clasificación de las empresas por tamaño y sector de la Resolución General de la CNV N°506/07, que se reproduce en un pie de página de la sub-sección V.3.2. 28

Según los autores “contradice la intuición” y dan como explicación posible que estas empresas tienen fuertes incentivos en cumplir, dado el temor de que no se les renueve las líneas de crédito o de que se les exija mayores garantías o tasas, y la imposibilidad de acudir a otras fuentes de financiamiento. 29

Ver Anzoátegui y Streb (2009) y CEF (2005).

26

Gráfico N°10: Cartera Irrecuperables por tramo

(En porcentaje)

0

10

20

30

40

50

60

70

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

En p

orc

en

taje

Hasta $25 $25 a $100 $100 a $500 $500 a $5000 Más 5000

Fuente: En base a Bebczuk y Sangiácomo (2008).

Si se observa la distribución del porcentaje de deudores morosos por tramos (no

de deuda) y por grupo de bancos, se verifica que para la banca extranjera la

irregularidad cae sustancialmente al pasar de los pequeños a los grandes deudores,

que son los que, en general, se asociarían a mejores prácticas de GS. Este

comportamiento se da en menor medida en la banca privada nacional, pero no se

observa en el caso de la banca pública, donde se registraron en general los mayores

grados de irregularidad para el período 1999-200530. En este sentido, vale la pena

remarcar que en las entrevistas que se hicieron, los representantes de la banca

extranjera fueron los que resaltaron que si bien no exigían a los prestatarios, en

promedio, requisitos vinculados al GS de las empresas mucho más allá de lo que

demanda la regulación31, sí lo hacían con las grandes empresas. Bebczuk y

Sangiácomo (2008), a su vez, explican el resultado anterior al hecho de que la banca

pública no cuenta con mecanismos apropiados de selección y disciplinamiento de su

propia gerencia. Esto último guarda relación con las conclusiones obtenidos por el

CEF (2006) tras analizar el ITD de bancos, ya que la banca pública fue la que exhibió

los menores índices, lo cual es indicativo de un magro desempeño en términos de GS.

30

Si bien tras la crisis la proporción de deudores en mora de la banca extranjera se incrementó sustancialmente en relación a los otros segmentos, ello se debió a la mayor proporción de depósitos en moneda extranjera (luego pesificados) y de deuda pública “defaulteada” (ver Vicens, 2006). 31

Lo que no necesariamente implica que los bancos sistematicen dicha información bajo la denominación de GS.

27

Gráfico N°11: Cartera Irrecuperables por grupo de banco y tramo

(En porcentaje)

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

Bancos Públicos Bancos Privados Nacionales

Bancos Extranjeros

En p

orc

en

taje

Hasta $25 $25 a $100 $100 a $500 $500 a $5000 Más 5000

Fuente: En base a Bebczuk y Sangiácomo (2008).

II.1. Crédito bancario en Argentina versus otros países

En el Cuadro N°1 se presentan los niveles de crédito bancario al sector privado

con respecto al PIB de varios países. En la misma se puede apreciar que Argentina

está en una posición rezagada global y regionalmente.

28

Cuadro N°1: Crédito bancario al sector privado como porcentaje del PIB de países seleccionados

(En porcentaje)

Período 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Primer Semestre

2008 2009

Pa

íse

s

De

sa

rro

lla

do

s

Australia 88 98 100 103 109 118 120 116 125

Canadá 122 117 120 126 139 127 128 124 N/D

Corea del Sur 87 89 84 86 94 98 108 102 108

Estados Unidos 53 54 56 58 60 62 62

60 60

Gran Bretaña 138 143 151 159 171 187 210 192 211

Japón 106 102 98 101 99 98 107 98 104

Pa

íse

s e

n D

esa

rro

llo

BR

IC

Brasil 30 28 28 30 35 43 50 42 47

China 119 127 120 114 113 111 108 109 136

India 33 32 37 41 45 47 51 49 51

Rusia 18 21 24 26 31 38 41 36 47

Res

to d

e

Am

éri

ca

La

tin

a Argentina 15 11 10 11 13 14 13 11 12

Colombia 22 22 23 23 27 30 31 30 30

México 16 14 13 14 17 18 17 17 18

Chile 67 64 65 67 66 73 84 74 80

Perú 23 20 18 19 18 21 25 20 24

Venezuela 10 9 10 13 16 23 21 N/D N/D

Otr

os

pa

íse

s e

n

De

sa

rro

llo

Arabia Saudita 29 28 33 37 36 40 42 N/D N/D

Indonesia 19 21 25 26 24 25 26 23 24

Sud África 58 64 66 70 78 83 80 76 80

Turquía 15 15 17 22 26 29 33 31 35

N/D: no hay datos Fuente: FMI

En el 2002, el nivel de crédito a sector privado en Argentina representaba un 15%

del PIB, la mitad de lo que registraba Brasil. Hacia el final del período considerado

dicho porcentaje había caído a 12% en Argentina, en tanto en Brasil había subido a

47%. Por otra parte, si bien la participación del crédito en el PIB de México y Turquía

era muy similar a la de Argentina en el 2002, su evolución a lo largo de los años

considerados fue más favorable, particularmente, en el caso de Turquía.

Anastasi et al. (2008b), hicieron un análisis de la dinámica del crédito tras la

ocurrencia de crisis bancarias en más de noventa países desde fines de los setenta.

En función de su relevancia para el caso argentino en el año 2001 eligieron diez y

siete eventos y compararon el nivel de crédito al sector privado con respecto al PIB de

ese conjunto de países desde el inicio de sus respectivas crisis y los cinco años

subsiguientes. Los autores muestran que solo Uruguay en el 2002 e Indonesia en

1997, presentaron un peor desempeño que la Argentina en el 2001, tras sus

correspondientes crisis.

29

El magro nivel de bancarización de Argentina en relación a otros países con un

grado de desarrollo parecido no se explica solo por la crisis sufrida en el 2001. En este

sentido, González Padilla et al. (2006) tras estudiar el financiamiento de las entidades

financieras en Argentina durante el período 1999-2005, señalan que el bajo grado de

acceso de los servicios financieros en Argentina responde a factores estructurales.

Estos autores listan una serie de factores que limitan el desarrollo financiero, entre los

cuales mencionan la volatilidad macroeconómica, descalce de monedas, imposición

tributaria a las transacciones bancarias, evasión tributaria, elevada demanda de

financiamiento por parte del sector público, barreras a la entrada a la industria, alto

nivel de informalidad en la economía y desempleo.

Grosz et al. (2008), por su parte, mencionan como factor limitante en el país el

régimen de encajes (requisitos de liquidez y efectivo mínimo). Tras compararlo con un

conjunto de países seleccionados, estos autores encuentran que en Argentina se hace

un uso más frecuente del instrumento, las modificaciones a la normativa son más

seguidas y las alícuotas más altas, convirtiéndose en un impuesto a la intermediación

bancaria.

Villarruel (2009), a su vez, en un análisis comparado entre Argentina, Brasil, Chile

y España, da cuenta que el sistema financiero argentino está muy regulado. Según la

autora los requerimientos de capital ajustado son muy altos, superando lo

recomendado por el Comité de Basilea. También señala que como las entidades

financieras del país deben cumplir muchos requerimientos informativos, exigidos por el

BCRA y otros órganos de control, los costos administrativos son elevados y no

guardan proporción con el volumen de actividad de las entidades involucradas32. Otro

aspecto que limita el financiamiento al sector privado son los altos costos de registro

de propiedades y sus largos trámites. Por último, enfatiza la necesidad de que los

tribunales sean más expeditivos a la hora de hacer respetar los contratos entre

acreedores y deudores.

Kiguel y Okseniuk (2006), no encuentran que las condiciones regulatorias sean

demasiado restrictivas. Admiten que algunos bancos cobran tasas de interés por

encima del promedio debido a gastos administrativos, pero también por un mayor

poder de mercado local. Para estos autores, los bajos niveles de intermediación son

causales de los costos del crédito y no a la inversa. Reconocen que una reducción de

ciertos impuestos (impuesto a los débitos y créditos bancarios) estimularía un mayor

nivel de crédito y, sin duda, toda política que asegure la estabilidad macroeconómica

32

Villarruel menciona que un banco con cinco sucursales enfrenta los mismos requerimientos informativos que un banco con presencia en todo el país.

30

va en igual sentido, ya que las crisis implican rupturas entre deudores y bancos, que

tardan mucho en restablecerse. Muchos factores que inciden en la profundidad

financiera y que suelen llamarse “estructurales” no son otra cosa que una suma de

procesos disruptivos continuos, que se pueden ir corrigiendo con mayor certidumbre

según estos autores.

Los factores recién enumerados deben ser tenidos en cuenta al momento de

tomar medidas de política de acceso al crédito en el país. Son difíciles de alterar en el

corto plazo, y condicionan la implementación de la propuesta de este trabajo.

31

III. ASPECTOS REGULATORIOS

Las buenas prácticas de GS han sido tomadas en general como un elemento

determinante al momento de considerar el desempeño de las empresas en el ámbito

de la oferta pública. Sin embargo, las ventajas que el buen GS puede ofrecer van más

allá del, a veces reducido, universo de la oferta pública.

En el caso de los países de América Latina, el limitado número de empresas

listadas en bolsas y mercados hace que resulte de interés arbitrar medios para que los

efectos del buen GS penetren el ámbito de las empresas cerradas en todos los

sectores y, en especial, al de las PYMEs.

Tal como ha sido expresado en la introducción, una cantidad importante de análisis

empíricos a nivel internacional y nacional han demostrado una correlación positiva

entre la calidad del GS y desempeño de las empresas y su valoración en el mercado.

En el margen, la mayor transparencia de sus órganos de dirección empresaria y

mejor control de su GS deberían tener su impacto positivo sobre la empresa al

momento de establecer las condiciones que el banco proveedor del crédito estaría

dispuesto a cobrar (por ejemplo, nivel de tasa de interés, plazos, garantías, etc.).

Haciendo referencia a un trabajo de Shleifer y Vishny (1997), un documento del

CEF33 señalaba que “existen diversas definiciones acerca del Gobierno Corporativo

de las empresas, más o menos abarcativas en cuanto a su alcance. Así el Gobierno

Corporativo se define como la manera en que los diferentes oferentes de

financiamiento a las empresas se aseguran el adecuado retorno de sus inversiones”.

Una visión desde el sistema financiero que se corresponda con esta afirmación obliga

a dar especial relevancia al concepto de GS al momento de ponderar el riesgo de

crédito que una entidad bancaria estaría dispuesta a asumir al financiar a una

empresa.

Como se comentará más adelante, en general, la batería de métodos cuantitativos

con que se nutren los sistemas de análisis de crédito de los bancos son

complementados con información de aspectos relativos al gobierno de la empresa.

Esta información es relevada, la mayoría de las veces por la simple necesidad de

cumplir con imperativos regulatorios más que con la finalidad de un análisis específico

de los temas societarios.

33

CEF (2005), página 11.

32

Asimismo, se verá como al aproximarnos a las diferentes técnicas de análisis

crediticio expresiones tales como “el buen juicio del analista” encierran una variedad

de conceptos que es importante dilucidar. En general, al final de los bloques de

información cuantitativa que componen una matriz de riesgos, aparecen espacios para

la incorporación de una valoración cualitativa de la firma que tiende a cubrir aquellos

aspectos que el análisis de las variables financieras de la propia empresa no alcanza a

abarcar. Entre estos conceptos subyace la valoración implícita de lo que se puede

denominar intuición educada que el analista le asigna a las características del GS de

la empresa.

En la experiencia cotidiana del análisis de solicitudes de crédito por parte de las

distintas instancias de decisión (analistas, oficiales, comités de crédito, comités de

riesgo, etc.) el camino que transita la solución respecto a las dudas sobre el riesgo

analizado suele traducirse en el requerimiento de mayores garantías para la

financiación solicitada o a veces en mantener la tasa de interés en el máximo nivel de

la franja de valores asignada a la línea de crédito en cuestión. En ambos casos la

solución implica un mayor costo financiero para el demandante de crédito.

La propuesta que se analizará consiste en mostrar que la información contenida en

este rubro, que usualmente es dejado al criterio del analista para una valoración

genérica de la empresa, puede ser dotada de elementos concretos de ponderación del

GS de la firma34. Esta nueva herramienta de medición permitiría discriminar con mayor

precisión el nivel de riesgo que efectivamente enfrenta la institución financiera.

La presente sección abordará los aspectos relevantes del análisis de crédito por

parte de instituciones bancarias. Además, tratará de precisar las principales

características de la evaluación de líneas de crédito a las que usualmente tienen

acceso las empresas en el sistema bancario. Como la actividad bancaria es altamente

regulada, no sorprende que en la regulación bancaria de los países de la región

subyagan criterios homogéneos en cuanto a los esquemas de supervisión y exigencias

de controles. Esto se debe al rol que cumplen los acuerdos de Basilea en la materia.

Como se mencionó en la introducción, las reglas de Basilea II sustentan uno de

sus pilares en la aplicación de criterios de buen GS a las propias entidades bancarias,

y estas normas sirven en parte para su calificación por las autoridades regulatorias35.

La propuesta que se esboza en el presente trabajo implica de alguna forma que esos

34

Oportunamente se presentarán elementos para la construcción de una matriz de valoración de GS de la firma. 35

Banco de España (2008).

33

mismos criterios de transparencia y GS que hacen más sólidas a las instituciones

financieras puedan también ser detectados por las mismas al analizar a sus clientes

tomadores de crédito.

Los criterios de determinación del costo del crédito, más allá de la metodología

utilizada por las administraciones bancarias (desde seguir al mercado o mecanismos

sofisticados de análisis de riesgo ajustado), permitirán observar la posibilidad de incluir

ponderaciones de la variable que hace al GS y discutir aspectos de esa ponderación.

En algunos casos, en las clasificaciones de deudores que el regulador impone a

las entidades financieras hay referencias expresas a la calidad de la dirección de la

empresa y su desempeño, lo que puede ser tomado como una proxy para que el GS,

eventualmente, tenga su ponderación específica con parámetros preestablecidos por

el regulador36.

El resultado final será analizado desde el punto de vista de las ventajas que para el

tomador de crédito puede suponer un análisis y evaluación financiera que tome en

cuenta parámetros de buen GS.

Por otro lado y desde la óptica del regulador, que se supone interesado en que las

buenas prácticas de GS se difundan, se aportarán elementos que puedan incentivar su

aplicación.

El problema de la asimetría de la información que surge en detrimento de los

accionistas minoritarios en las compañías abiertas es paliado en parte por los

mecanismos regulatorios implementados en el marco de actuación legal de bolsas y

mercados y por la participación de auditores, agencias de rating, sistemas de vigilancia

de las bolsas, etc. Para las compañías cerradas, que incluye a la mayoría de las

empresas familiares, la ausencia de algunos de estos mecanismos hace necesario

elaborar esquemas alternativos37. El sistema financiero bancario puede representar

una posibilidad que merece ser considerada con atención.

Las ventajas del buen GS en las empresas cerradas implican una externalidad

que puede ser capturada por distintos actores del entorno en el que se desempeñan y

facilita la tarea ex-post del sistema judicial, abogados, auditores y otros38. En este

sentido, la actuación de la autoridad regulatoria del sistema financiero es relevante y

36

BCRA, Com. “A” 4972 (2009) punto 6.5.1.3. “... (que la empresa)... cuente con una dirección calificada y honesta, muy profesional y técnica, con adecuados sistemas de control interno.” 37

En la sección V se describirán las particularidades de este tipo de empresas. 38

OCDE (2006).

34

encontrar mecanismos que faciliten la incorporación de buenas prácticas de GS al

universo de las empresas tomadoras de crédito es una oportunidad que requiere

detenerse en su análisis.

Es necesario destacar que en el presente trabajo se parte del supuesto que

implementar prácticas de buen GS dentro de las empresas tiene, para ellas un costo

de organización y monetario que puede ser de consideración. Aunque escapa al

objetivo de trabajo efectuar una medición de estos costos, se supondrá que acceder a

la financiación bancaria en términos y condiciones más favorables permitirá a los

empresarios plantearse que el esfuerzo a encarar tiene, además de las ventajas de

organización y controles de riesgos operativos de la propia empresa una retribución en

materia de reducción de costos financieros mensurable.

La evaluación costo beneficio (muchas veces en forma tácita) que efectúan los

responsables de la empresa contará ahora con un nuevo elemento (reducción del

costo financiero) que se entiende puede alentar el desarrollo de las prácticas

societarias propuestas.

Hay también una estrecha relación entre empresas con buen GS y mejor

desempeño39, por tanto, menor riesgo, que debe ser percibida por las entidades

financieras y traducirse en menores previsiones por riesgo. De este modo estas

compañías deberían ser objeto de mayor preferencia al momento de prestar. Esto

justificaría de por sí una reducción de la tasa de interés a ser cobrada o recibir otras

ventajas crediticias.

Asimismo, el eventual tomador de crédito debería exigir que sus esfuerzos de

incorporación de elementos de buen GS sean suficientemente remunerados por el

sistema financiero puesto que, en igualdad de condiciones, sería objetivamente un

mejor riesgo.

III.1. Formas básicas de financiación bancaria

“Cuando una empresa denota un alto estándar de GS, es percibida como una

empresa más confiable... (permite)... que más accionistas estén dispuestos a invertir

en la empresa o más bancos manifiesten su interés en concederles préstamos en

condiciones financieras más favorables, esto es a menor tasa o plazos más

39

Tema abordado en la introducción.

35

cómodos”40. Esta cita, tomada de un trabajo de divulgación de la CAF remite

directamente al eje del presente trabajo: para que efectivamente el mejor GS de una

empresa pueda traducirse en mejores condiciones financieras primero debe ser

percibido, tomado en cuenta en la evaluación del préstamo por parte de las entidades

financieras y en particular por los oficiales de crédito encargados del análisis de cada

operación específica.

Para analizar la proposición anterior se observarán los rubros que son parte del

análisis estándar de cualquier solicitud de asistencia financiera y se dará especial

atención a aquellos en que los conceptos referidos al GS pudieran ser introducidos

como una variable más en la ponderación.

El presente trabajo se enfocará en lo que la industria denomina como banca

minorista y banca comercial a empresas en préstamos destinados a capital de trabajo

e inversión en bienes de capital. En ellos, los procedimientos de evaluación son

procesos normalizados (normas de procedimiento específicas) y son de aplicación

universal. De este modo se intentará abarcar al mayor número posible de

financiaciones otorgadas por las entidades bancarias.

Las conclusiones a que se arriban podrían aplicarse también a la financiación de

proyectos de inversión, aunque esto no significa desconocer que, dada su naturaleza,

este tipo de financiaciones exige un análisis caso por caso y un herramental de

análisis específico (que lo diferencia, en parte, del utilizado en las líneas de aplicación

general).

A partir de las entrevistas efectuadas a los bancos se pudo determinar que no

existe un único método de análisis crediticio, que éste varía conforme se avanza en la

estructura del sistema financiero y depende en gran medida de los criterios

establecidos por las propias entidades. Si bien no existe una metodología de

evaluación crediticia mandataria por parte del regulador bancario hacia las entidades

financieras, hay parámetros mínimos que funcionan como denominador común al

sistema en su conjunto. Los mismos serán el punto de partida del análisis.

En principio, un listado de las facilidades crediticias a las que tienen acceso las

empresas en el sistema bancario puede establecerse en función de su destino:

financiar capital de trabajo (corto plazo) o financiar la inversión (mediano y largo

plazo).

40

CAF (2005), pág. 9.

36

Tratando de generalizar las formas de la financiación bancaria que usualmente son

ofrecidas a las PYMEs por el universo bancario se puede establecer el siguiente

listado:

Capital de Trabajo para financiamiento del ciclo de trabajo (Cuentas por

Cobrar, Inventario y Cuentas por Pagar).

Bienes de Capital (Compra de Equipo, Maquinaria y activos fijos en general).

Descuento de Facturas, Letras u Órdenes de Compra.

Contingencias (Garantías Bancarias, Avales, Fianzas, Cartas de Crédito, entre

otros).

Créditos para exportación e importación de bienes.

En cuanto a las modalidades de implementación de estas financiaciones se puede

encontrar una gama variada de productos bancarios tales como:

Aperturas y financiamientos de cartas de crédito,

Aceptación y financiamiento de cobranzas,

Adelantos mediante Giros o Transferencias para pago a proveedores,

Adelantos de Tesorería para uso en la cuenta corriente.

III.2. Las garantías en la financiación bancaria

Resulta importante para el objetivo del presente trabajo que se preste especial

atención a las garantías que son exigidas al momento de la financiación bancaria. Son

un costo significativo asociado a la financiación e implican en algunos casos mantener

activos afectados a los créditos durante la vida de los mismos con el consiguiente

impacto en materia de costos para la empresa.

Las garantías exigidas por las entidades bancarias para respaldar una financiación

abarcan un amplio espectro de alternativas y pueden ir desde el crédito a sola firma

(no exigencia de garantía) hasta la garantía hipotecaria sobre los bienes propios

(usualmente la más onerosa de las garantías desde el punto de vista del tomador del

crédito).

Para los bancos centrales la calificación de las garantías se establece en función

de la disponibilidad (liquidez) de las mismas una vez que se han disparado los eventos

(default) que hacen necesaria su aplicación.

37

A modo de ejemplo, el BCRA establece los criterios de clasificación que se

resumen a continuación41.

Garantías Preferidas A: Están constituidas por la cesión o caución de derechos

respecto de títulos o documentos de cualquier naturaleza que, fehacientemente

instrumentadas, aseguren que la entidad podrá disponer de los fondos en

concepto de cancelación de la obligación contraída por el cliente, sin necesidad de

requerir previamente el pago al deudor dado que la efectivización depende de

terceros solventes o de la existencia de mercados en los cuales puedan liquidarse

directamente los mencionados títulos o documentos.

Garantías Preferidas B: Están constituidas por derechos reales sobre bienes o

compromisos de terceros que, fehacientemente instrumentados, aseguren que la

entidad podrá disponer de los fondos en concepto de cancelación de la obligación

contraída por el cliente, en tanto el plazo residual de las operaciones supere el

término de 6 meses.

En el Cuadro N° 2 se enumeran las garantías que corresponden a cada caso.

41

BCRA, Com. “A” 4070 (2004).

38

Cuadro N°2: Garantías Preferidas A y B

Garantías Preferidas A

Garantías constituidas en efectivo, en pesos, o en monedas extranjeras,

Garantías constituidas en oro,

Cauciones de certificados de depósito a plazo fijo emitidos por la propia entidad financiera,

Reembolsos automáticos de operaciones de exportación,

Garantías o cauciones de títulos valores,

Avales y cartas de crédito emitidos por bancos del exterior con calificación internacional de riesgo “A” o “Warrants” sobre mercaderías fungibles que cuenten con cotización normal y habitual en los mercados locales o internacionales, de amplia difusión y fácil acceso al conocimiento público,

Garantías constituidas por la cesión de derechos de cobro de facturas a consumidores por servicios ya prestados, emitidas por empresas proveedoras de servicios al público (empresas que suministren electricidad, gas, teléfono, agua, etc.),

Garantías constituidas por la cesión de derechos de cobro respecto de cupones de tarjetas de crédito,

Títulos de crédito (cheques de pago diferido, pagarés, letras de cambio y facturas de crédito) descontados con responsabilidad para el cedente,

Garantías directas emitidas por gobiernos centrales, agencias o dependencias de gobiernos centrales de países integrantes de la OCDE que cuenten con calificación internacional de riesgo “AA” o superior,

Garantías constituidas por la cesión de derechos sobre la recaudación de tarifas y tasas en concesiones de obras públicas,

Títulos de crédito (cheques de pago diferido, pagarés, letras de cambio y facturas de crédito), descontados con responsabilidad para el cedente,

Garantías o avales otorgados por SGR, y

Seguros de crédito a la exportación.

Garantías Preferidas B

Prenda fija con registro en primer grado o con desplazamiento hacia la entidad sobre vehículos automotores y máquinas agrícolas, viales e industriales,

Garantías o avales otorgados por SGR cuando el plazo de obtención de los fondos supere los 30 días,

Seguros de crédito a la exportación, en la medida que los plazos de efectivización de los siniestros por riesgo comercial superen los 180 días,

Fideicomisos de garantía.

Fuente: BCRA.

La categorización de las garantías en preferidas A o B tiene implicancia al

momento de clasificar las operaciones de crédito y establecer las pertinentes

previsiones42 (ver el Cuadro N°3).

42

BCRA, Com. “B” 9074 (2007).

39

Cuadro N°3: Esquema de previsiones por riesgo de incobrabilidad

Categoría

Con Garantías

Preferidas

Sin Garantías

Preferidas

1.En situación normal 1% 1%

2.a) En observación y de bajo riesgo

b) En negociación o con acuerdos de refinanciación

3% 6%

5% 12%

3. Con problemas y de riesgo medio 12% 25%

4. Con alto riesgo de insolvencia y de riesgo alto 25% 50%

5. Irrecuperable 50% 100%

6. Irrecuperable con disposición técnica 100% 100%

Fuente: BCRA.

Los tipos de garantías señalados en los párrafos anteriores para operaciones de

crédito admitidas por el BCRA son también, de uso corriente en los distintos sistemas

bancarios. Con pequeñas variaciones se observan en aquellas gestiones regulatorias

que ya han implementado los criterios de Basilea II, tal es el caso de las alternativas

de mitigación de riesgo operativo que estableció el Banco de España en la

reglamentación del llamado Pilar I del referido Acuerdo43.

III.3. Evaluación crediticia

A continuación se efectúa una breve descripción de los aspectos tomados en

cuenta en el proceso de la evaluación crediticia efectuada por las instituciones

bancarias para decidir la asistencia financiera a sus clientes.

En líneas generales, estos elementos pueden resumirse en i) capacidad de

repago, ii) situación financiera, iii) situación patrimonial, iv) rentabilidad, v) mercado, vi)

garantías ofrecidas, vii) características de la empresa44 y viii) experiencia en el rubro.

Los primeros cuatro ítems son establecidos mediante la formulación de indicadores de

uso corriente en la industria financiera y que se sintetizan a continuación.

III.3.1. Indicadores básicos

El análisis crediticio exige la formulación de indicadores de liquidez, solvencia,

endeudamiento, eficiencia y rentabilidad de la empresa a ser asistida. En esta sub-

sección no se intentará analizar en detalle las técnicas utilizadas en su elaboración, ya

43

Banco de España (2008). 44

Las características de la empresa incluye organización comercial, administrativa, de la producción y conformación de cuadros directivos y gerenciales.

40

que escapa al foco del trabajo, sino simplemente mencionarlas. La elección del

herramental técnico de análisis depende de las necesidades que se plantee cada

institución bancaria, según se pudo confirmar en la entrevista a los bancos. Asimismo,

la formulación de estos indicadores implica la utilización de una serie de definiciones

respecto a la información de la empresa a ser utilizada para su confección que la

entidad financiera debe establecer en sus manuales de procedimientos operativos. A

continuación se enumeran algunos de los más usuales, agrupados conforme al tipo de

información provista respecto de la empresa.

Indicadores de Liquidez: proporcionan información sobre la capacidad que tienen

los activos líquidos de la empresa para atender las obligaciones de pago

asumidas. Los indicadores son: i) la prueba ácida ((efectivo + títulos

líquidos)/deuda de corto plazo), ii) ratio corriente (activos corrientes/ pasivos

corrientes) y iii) capital circulante (diferencia entre el total de los activos corrientes y

pasivos corrientes).

Indicadores de Solvencia y Endeudamiento: muestran los niveles de

financiación obtenida por la firma y su capacidad para hacer frente a las

obligaciones emergentes. Estos indicadores son: i) ratio de deuda/activo, ii) ratio

deuda/patrimonio, iii) cobertura de intereses (ganancias generadas por la empresa

con relación a los gastos por intereses) y iv) ratio de costos fijos (capacidad para

solventar pago de deudas).

Indicadores de Eficiencia: su análisis permite conocer la gestión de la empresa

en distintos sectores que el analista de crédito considera clave. Estos son: i)

período medio de cobro ((cuentas a cobrar/ventas)*cantidad días), ii) rotación de

Inventarios ((inventario promedio/costo de ventas)*cantidad días), iii) período

medio de pago (promedio de cuentas a pagar/compras a proveedores)*cantidad

días y iv) ventas sobre activos rotales.

Indicadores de Rentabilidad: brindan información referida a la utilidad que

produce la empresa. Su empleo permite evaluar los resultados de la misma y por

ende su viabilidad económica. Los indicadores son: i) margen bruto de utilidad

(margen bruto de ventas/ventas totales, ii) margen neto de utilidad (neto de

gastos), iii) beneficio neto antes de impuestos, iv) rentabilidad del capital propio

(ROE) y v) rentabilidad sobre activos (ROA).

La información histórica con que son elaborados estos indicadores es

proporcionada por la propia empresa demandante del crédito y tiene como fuente

41

principal sus estados financieros y de resultados (usualmente correspondientes a los

tres últimos años de actividad). Estos balances deberán ser elaborados por los

profesionales contables pertinentes y, conforme la regulación lo determine, contar con

la certificación del consejo profesional respectivo. Si la empresa cuenta con un auditor

externo, será exigido su correspondiente informe o dictamen.

III.3.2. Análisis prospectivo

La información histórica resultante de los indicadores señalados se proyecta en

diferentes escenarios. Son proyecciones de flujos de caja. En algunos casos la

elaboración de matrices de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas

(Matrices FODA) permite graficar situaciones que favorecen la toma de decisiones.

III.3.3. Legajo del cliente

En las carpetas de crédito del cliente se debe agregar como parte de un “check

list” los siguientes datos básicos: i) información bancaria y comercial, ii) situación

patrimonial y financiera (estados contables), iii) información tributaria, iv) información

previsional e v) información legal (actas, asambleas etc.). Este listado, como se verá

más adelante en el análisis de casos específicos, se repite con diferentes matices en

toda la documentación que exigen los reguladores respecto a los clientes del sistema

financiero; pero también es la usualmente solicitada por las agencias de fomento a la

actividad de las PYMEs. En todo caso, hay una oportunidad de exigir mayores

especificaciones respecto al GS de las empresas y oportunamente se analizará si el

regulador financiero o las agencias gubernamentales de fomento pueden tener un rol

en este sentido.

III.3.4. Técnicas de Credit Scoring

Con los indicadores y la información resultante de los puntos anteriores las

instituciones financieras pueden establecer métodos de trabajo que van desde analizar

caso por caso siguiendo un criterio uniforme de análisis o incorporar técnicas más

elaboradas, automatizadas, tal como el credit scoring.

En general, las técnicas de credit scoring45 son de aplicación al segmento minorista

y su difusión es muy amplia en el caso de los préstamos a individuos, como pudo

45

BCRA (2006), pág. 3: “Las técnicas de credit scoring se emplean para evaluar el riesgo de crédito a nivel individual de un deudor o solicitante de crédito. Se definen como los “métodos estadísticos

42

corroborarse en las entrevistas efectuadas a los bancos46. Tal como señala el informe

del BCRA (2006), el resultado final de la aplicación del método consiste en obtener

elementos de decisión que determinen un resultado final de calificación para crédito.

En general, el criterio es utilizado para establecer un estado “pasa o no pasa” para

acceder a la financiación. Es decir, actúa como un primer filtro.

Resulta de interés mencionar estas técnicas de credit scoring ya que uno de los

componentes usuales del listado de información que alimentan los sistemas pueden

ser categorías de GS que importaría considerar al momento de la toma de decisión.

Por otra parte, la aplicación de estos métodos permite obtener un puntaje que

implique la asimilación del cliente a una categoría o segmento conforme su riesgo o a

una probabilidad de default47. Es interesante destacar que, a pesar de las

características de automaticidad de este tipo de métodos de evaluación, en los casos

de su aplicación a empresas la literatura enfatiza que no reemplazan al buen juicio del

analista de crédito en la evaluación final48. En este sentido, en las entrevistas

realizadas a los bancos se enfatizó más en la importancia de la apreciación del

analista para evaluar la voluntad y capacidad del prestatario para cumplir con sus

obligaciones, que en las técnicas automatizadas o estadísticas.

utilizados para clasificar a los solicitantes de crédito, o incluso a quienes ya son clientes de la entidad evaluadora, entre las clases de riesgo ‘bueno’ y ‘malo’” (Hand y Henley, 1997). Con la información contenida en las solicitudes de crédito y en otras fuentes, el scoring permite tomar la decisión de otorgar o no un crédito (es el caso del application scoring) o realizar el seguimiento del deudor (behavioral scoring)”. 46

Si bien el campo de aplicación del scoring pareciera ser limitado por ahora, algunos representantes de los bancos entrevistados manifestaron intenciones de ampliar el uso de la herramienta. 47

BCRA (2006). 48

Gutiérrez Girault (2007), página 1 y Falkenstein (2000), página 9.

43

IV. MATRICES DE EVALUACION DE RIESGO

IV.1. Aspectos de la determinación de tasas de interés sobre préstamos

Si bien escapa al objeto específico de este trabajo el análisis de los elementos que

participan en la determinación final del costo del financiamiento bancario, es

importante hacer un breve repaso de los mismos a efectos de poder tener una mejor

comprensión del tema.

Tal como lo señala el trabajo de Kiguel y Okseniuk (2006)49 “En la literatura

empírica, no existe una conclusión única sobre los determinantes de las tasas activas

y sobre las políticas y procedimientos que guían el proceso del pricing de los

préstamos. En general, toman en cuenta la estructura de costos, el riesgo crediticio,

los requerimientos de capital y de liquidez, el costo de oportunidad y el grado de

competencia que se refleja en los niveles de rentabilidad. Al mismo tiempo, los

objetivos de rentabilidad esperada pueden variar según el tipo de entidad y según el

momento en el tiempo, teniendo en cuenta los riesgos asumidos.” Además, la tasa de

interés activa estará afectada por los plazos de los préstamos y el tratamiento

impositivo a la intermediación financiera (tales como, los impuestos nacionales al valor

agregado, a las ganancias y a los débitos y créditos bancarios, y de otras

jurisdicciones).

Por otra parte, el mismo trabajo señala que “Las metodologías de loan-pricing van

desde esquemas sencillos de seguir a la competencia hasta complejos modelos de

retorno del capital ajustado por riesgo (RAROC).”

Lo que en general se observa en materia de tasas de interés aplicable a los

diferentes tipos de líneas de crédito es una tasa “publicada”, de acceso al público en

general y luego un rango de variación en más o en menos (a veces expresado como

un requerimiento de mayores garantías) en el entorno del valor prefijado.

De las entrevistas a los bancos, quedó de manifiesto que estos movimientos tienen

su origen en las prácticas bancarias usuales que admiten ciertos niveles de

discrecionalidad preestablecidos en manos de las diferentes instancias de decisión del

crédito. De este modo, los niveles de jefaturas y gerencias del banco pueden utilizar

49

Ver página 7.

44

facultades que le son delegadas por las instancias superiores y permiten un mejor

manejo comercial de las facilidades crediticias en su relación con las firmas

demandantes.

La utilización de estos criterios puede fundamentarse tanto en razones de

percepción de “buen riesgo” como en razones de ofertas de negocios comisionables

para el propio banco (administrar el pago de la nómina de salarios, préstamos

personales a los empleados, ofrecimiento de tarjetas de crédito, etc.).

Así, a diferencia de lo que sucede en las financiaciones realizadas en los

mercados de deuda, en las que la fijación de la tasa de interés aparece como más

cercana a la percepción de riesgo de la firma por parte de los inversores50, en el caso

de las líneas de crédito bancarias, en general, las tasas se encuentran ya establecidas

por categorías de producto (capital de trabajo, inversión en bienes de capital, etc.) y

movimientos acotados en sentido positivo o negativo en el entorno de un valor

prefijado.

IV.2. Credit scoring: mejor precisión en la determinación de tasas de interés

En la sección III se realizaron algunos comentarios relativos a la utilización de la

herramienta del credit scoring en la evaluación de las financiaciones comerciales. En

especial, se hizo referencia a los criterios de aceptación o rechazo con que son

utilizados sus resultados. Sin embargo, existe la posibilidad de que esa misma

herramienta pueda ser utilizada como una aproximación a la evaluación de la

probabilidad de default de cada crédito particular y de este modo, establecer el nivel

de tasa de interés específico. Lo que se plantea es pasar de reflejar el riesgo del

deudor promedio (una cartera de créditos) a un criterio de aplicación caso por caso51.

Cabe destacar que los insumos que se utilizan en el credit scoring son en general

información histórica cuya fuente son diferentes bases de datos (existe un activo

desarrollo de las técnicas de data mining para su aplicación en el desarrollo del

negocio de préstamos). En algunos casos esta información es utilizada para

50

También el pricing de una colocación de deuda en el mercado de capitales tiende a enmarcarse en categorías de riesgo, características del mercado en cuanto a liquidez y alternativas de inversión. No obstante, existe un proceso de evaluación y asignación de riesgo que hace que la tasa de interés resultante sea producto de una evaluación del riesgo específico de la empresa tomadora del financiamiento. 51

Mermelstein (2008).

45

establecer una aproximación al riesgo (probabilidad de default) de una cartera de

créditos52.

Como ya se mencionó, la utilización alternativa de las técnicas de credit scoring

permite el análisis de solicitudes de crédito en forma individual en las que cada

solicitud es evaluada en función de variables incluidas en una matriz predeterminada.

En general, las variables consideradas consisten en información cuantitativa que

se corresponden con determinados parámetros de la firma solicitante. En algunos

modelos se señalan las dificultades de incluir referencias en cuanto a la calidad del

gerenciamiento o información específica de la rama de la industria a la que pertenece

la firma53.

En su análisis del credit scoring Gutiérrez Girault (2007) 54 hace referencia a los

parámetros usados por el sistema implementado por Moody’s y señala que utiliza:

activos / índice de precios al consumidor (IPC); inventarios / costo de mercaderías

vendidas; pasivos / activos; crecimiento de los ingresos netos; ingresos netos / activos;

prueba ácida; ganancias retenidas / activos; crecimiento en las ventas; efectivo /

activos y ratio de cobertura del servicio de la deuda. También señalan que: i) las

variables con mayor poder predictivo son ganancias, apalancamiento, tamaño de la

empresa y liquidez y ii) si bien la teoría recomienda utilizar ratios de apalancamiento y

rentabilidad en un modelo de scoring, la experiencia sugiere usar ratios de liquidez.

Srinivasan y Kim (1987), al comparar la performance de distintos modelos para deudas

52

“En la última década y de alguna manera continuando los avances realizados en credit scoring, la investigación sobre pérdidas en las carteras se materializó en la publicación de diversos modelos, de los cuales CreditMetrics, CreditRisk+ y Portfolio Manager son los más conocidos. El objetivo principal de estos desarrollos es mejorar la administración del negocio bancario, a través de medidas de riesgo y de retorno ajustado por riesgo. Así, permiten obtener estimaciones rigurosas de las pérdidas esperada e inesperada y, en consecuencia, contar con fundamentos económicos para las necesidades de previsionamiento y capital. Los modelos de cartera agregan y cuantifican el riesgo de crédito de financiaciones de distintos clientes, unidades de negocio, zonas geográficas, etc., reflejando los beneficios de la diversificación, pero también el riesgo de experimentar grandes pérdidas por la realización adversa de algún factor sistémico, como una recesión, que impacte en todos los deudores de manera simultánea. Además de calcular las previsiones y el capital necesario para su cartera de créditos, con estos modelos los bancos pueden administrar la cartera de una manera más eficiente: calculando la contribución de cada crédito al riesgo total de la cartera; alineando el precio de cada financiación con su contribución al riesgo; mejorando el perfil de riesgo-rendimiento de la cartera; evaluando la performance, ajustada por riesgo, de clientes, líneas o unidades de negocio, etc.” BCRA (2006), página 4. 53

“Varios factores que afectan al crédito no son incluidos en RiskCalc. Esos factores incluyen información específica de la industria, datos macroeconómicos y calidad del gerenciamiento. La razón por las que no son incluidos corresponde a que es difícil medirlos en forma consistente, no hay suficientes datos para inferir una relación estadística, o que es mejor dejarlos como un cálculo independiente.” Falkenstein (2000), página 41. 54

Ver página 7.

46

de empresas (corporate) usan: activo corriente / pasivo corriente, prueba ácida,

patrimonio neto / deuda, logaritmo de los activos, ingresos netos / ventas, ingresos

netos / activos. Finalmente, el Z-score (Altman, 1968) utiliza: capital de trabajo /

activos, ganancias retenidas / activos, EBIT55 / activos, valor de mercado del

patrimonio neto / valor libros de la deuda y ventas / activos.

Lo señalado en los párrafos precedentes introduce al concepto de matrices de

riesgo que se considerará en el siguiente apartado.

IV.3. Matrices de evaluación de riesgo

IV.3.1. Aspectos generales de una matriz de evaluación de riesgo de crédito

En este apartado se abordará la forma de ordenar la información utilizada

habitualmente para la evaluación crediticia por parte de los oficiales y comités de

crédito de las instituciones financieras.

La elaboración de una matriz de riesgo que contenga la información recopilada

sobre la firma es un paso necesario para su clasificación y posterior análisis. Esto es

independiente de la utilización que pudiera realizar la entidad financiera de métodos de

scoring para la evaluación de una cartera o bien si procediera a una metodología

tradicional de evaluación caso por caso.

Un modelo de credit scoring requiere de los siguientes pasos para su

elaboración56:

“1. Identificación de tipo de indicadores relevantes.

2. Selección de variables y/o método de medición de cada tipo de indicador.

3. Ponderación de cada variable dentro del modelo.

4. Determinación de los rangos para la medición de cada variable.

5. Selección del número de grupos o scores diferentes que asignará el modelo”.

Como puede observarse, los puntos 1 a 4 señalados más arriba son de aplicación

general para cualquier mecanismo de evaluación del crédito.

55

Ganancias antes de intereses financieros e impuestos. 56

Barry et. al, 1994, citado CIAPPA (2006), página 8.

47

Un modelo de matriz de riesgo convencional debe contener las variables referidas

a los parámetros básicos de funcionamiento de la empresa a ser analizada como son:

liquidez, solvencia, eficiencia y rentabilidad.

El Cuadro N°4 es un ejemplo de un modelo propuesto para el análisis de una

cartera de crédito, al cual se le han asignado los correspondientes criterios de

ponderación, de acuerdo a la visión de su autor:

Cuadro N° 4: Modelo de matriz de análisis de cartera de créditos

Variables Definición Puntaje

Financieras 55

Liquidez 15

Ratio Activo corr./Pasivo corr. Activo corriente/Pasivo corriente 5

Test de acidez (Caja+Inv.de corto+Cuentas por cobrar)/Pasivos Corrientes

5

Calce de plazos Plazos financiación ventas/financiación insumos

5

Solvencia 10

Ratio de Deuda/Activos Pasivos/Activos 5

Pasivos de largo plazo/Capital Pasivos de largo plazo/Capital 5

Eficiencia 15

Rotación de inventario Costo de mercadería/Inventario 5

Rotación Activos Ventas/Activos 5

Evolución ventas Tasa de crecimiento anual 5

Rentabilidad 15

ROA Resultado neto/Activos 5

Rendimiento sobre ventas Resultado neto/Ventas 5

Cobertura de Intereses Resultado antes de intereses e impuestos/Intereses

5

No financieras 45

Garantías Tipo de garantías otorgadas 10

Situación Banco-Banco Central Con el banco y con el sistema financiero 10

Sector de Actividad Índices de actividad sectorial 10

Región Condiciones económicas regionales 5

Antigüedad En el banco y la actividad 5

Concepto Opinión general del oficial generador 5

Fuente: En base a Ciappa (2006).

48

Cabe destacar respecto a los criterios de ponderación, que éstos varían en función

del objetivo de quien formula la matriz. Comentarios sobre este punto pueden

encontrase en el trabajo de Miller y Rojas (2004).

Tal como puede observarse en el cuadro anterior, Ciappa establece una división

de las variables consideradas en financieras y no financieras. Esta división también

puede efectuarse entre dos grupos que se puede denominar cuantitativas (las

referidas a los indicadores de la firma comentados) y cualitativas, que hacen referencia

a otros aspectos de la empresa. En este punto se abre una vía para la inclusión de

nuevas categorías en el análisis, que son aquellas vinculadas al GS y que se indican

en el apartado que sigue.

IV.3.2. Elementos vinculados a GS en una matriz de riesgo crediticio

Como se ha señalado anteriormente, ciertos temas de información referidos a la

constitución de la propia empresa y vinculados a su GS aparecen requeridos por la

propia regulación bancaria en distintos capítulos de la misma. En algunos casos, esos

tópicos son solicitados en forma expresa y en otros, de modo implícito. En el Cuadro

N° 5 se muestran estos conceptos en lo que se refiere a los requerimientos

regulatorios efectuados por BCRA a sus regulados al momento de evaluar las carpetas

de crédito.

49

Cuadro N° 5: Documentación requerida para el otorgamiento de un crédito

Fuente: Gavilán (2008).

De este modo, se observa que existe en poder de las instituciones financieras, ya

sea por su propio interés de conocer al potencial sujeto de crédito o por obligación

regulatoria, una importante cantidad de datos que hacen a ciertos aspectos societarios

significativos de la firma y que contienen información que puede ser utilizada para

analizar aspectos vinculados al GS.

Los elementos de información que usualmente conforman una matriz de riesgo

crediticio, según se mencionó más arriba, pueden ampliarse en función de las

mayores precisiones referidas al GS que eventualmente pueda recabar el banco.

Expresa Implicita

Manifestación de Bienes y Recursos (Explotación

unipersonal y socios de las personas jurídicas) Graduación del crédito

Clasificación de deudores

Gestión Crediticia*

Flujo de fondos proyectados Graduación del crédito

Clasificación de deudores

Gestión Crediticia

Clasificación de deudores *

Antecedentes comerciales y crediticios __Gestión Crediticia

Clasificación de deudores *

Estados contables auditados Graduación del crédito

Clasificación de deudores

Gestión Crediticia

Clasificación de deudores *

Documentación societaria Reglamentación de la cuenta

corriente bancaria

Gestión Crediticia

Clasificación de deudores *

Nómina de empresas vinculadas Gestión Crediticia

__

Identificación de los titulares y apoderadosGestión Crediticia y Documentos

de identificación en vigencia

Gestión crediticia

Clasificiación de deudores*

Declaraciones juradas impositivas (Ganancias,

Ganancia Mínima Presunta, Fondo de Educación y

Promoción Cooperativa, Ingresos Brutos., etc.)

__Gestión crediticia

Clasificación de deudores *

Rentabilidad (real vs. contable) Clasificación de deudoresGestión crediticia

Clasificación de deudores *

Plan de acción de la empresa, proyectos de inversión,

declaración de inmuebles y otros.Clasificación de deudores

Gestión crediticia

Clasificación de deudores *

Otros requisitos solicitados para la evaluación

crediticia conforme a las políticas fijadas por las

entidades financieras y de su función de administración

del crédito

Política del crédito

Graduación del crédito

(*) Prevención del lavado de dinero y

de otras actividades ilícitas

Clasificación de deudores

Regulación normativa

Concepto

50

Concretamente, se propone incorporar a los modelos tradicionales de evaluación de

riesgo crediticio una selección de datos sobre prácticas de GS de las empresas

cubriendo sus principales aspectos. Esto permitiría darle al renglón de “concepto” del

modelo de matriz de análisis de cartera de créditos del Cuadro N°4 una mayor

especificidad y objetividad.

Si bien la iniciativa se orienta a todas las empresas prestatarias, se espera que el

mayor impacto sea sobre las empresas cerradas. Ello se debe a que las empresas

que cotizan en el mercado de capitales (sociedades abiertas)57 suelen gozar de

buenas prácticas de GS58, no así las no listadas, donde además de existir sociedades

abiertas, suelen predominar sociedades cerradas, muchas de ellas familiares, donde el

número de accionistas es pequeño y generalmente está a cargo de la gestión de la

compañía. Este último es el principal grupo de interés a los efectos de este trabajo.

Las menores exigencias regulatorias sobre las sociedades cerradas, sin duda, son

un factor explicativo del menor nivel de concientización sobre GS. A modo de ejemplo,

en Argentina, estas sociedades están reguladas por la Ley de Sociedades

Comerciales, que fue sancionada a principios de los setenta y, que por tanto, no

incluye muchos temas actuales vinculados a GS. Este hecho no es menor teniendo en

cuenta que el 75% de las empresas argentinas son o fueron en su origen familiares y

que casi el 70% de ellas desaparecen, mientras que las que subsisten sufren crisis

significativas durante las generaciones que suceden al fundador (LAVCA, 2008).

Cabe señalar que el universo de empresas familiares es muy amplio, incluyendo

pequeñas unidades productivas hasta familias que detentan un elevado poder político

y económico59. En la sección V se puede encontrar una revisión de la literatura

referida a GS en empresas familiares.

57

Las sociedades abiertas son empresas que tienen un número indeterminado de socios sin aparente vínculo familiar (CAF, 2006). 58

La razón por la cual este grupo, conformado principalmente por empresas grandes, gozan de buenas prácticas de GS es que deben dar cumplimiento a las exigencias impuestas por los organismos reguladores. 59

Por ejemplo, en Argentina, Arcor (Familia Pagani), Clarín (Familia Herrera de Noble) y Socma (Familia Macri) son casos ilustrativos de empresas familiares de envergadura.

51

V. GOBIERNO SOCIETARIO EN LA EVALUACION DEL RIESGO CREDITICIO

En este apartado se incluirán aspectos relevantes del GS de las empresas a los

modelos tradicionales de evaluación de riesgo crediticio, al que se denominará

modelo scoring de GS. Cabe remarcar que el diseño de este ejercicio pretende ser un

punto de partida, sujeto a debate por parte de los actores involucrados, y adaptable a

las especificidades del usuario.

Previo a la presentación del modelo scoring de GS (sub-sección V.3), se hará una

revisión de la literatura referida a GS en las empresas familiares (sub-sección V.1) y se

desarrollarán pautas de buen GS en las empresas (sub-sección V.2). Finalmente, la

sección concluye con la visión de GS desde ópticas alternativas.

V.1. Empresas Familiares y GS

Las empresas familiares son la forma de organización empresaria que predomina

en países en desarrollo y con tradición de derecho continental, como es el caso de los

países latinoamericanos (Banco Mundial y OCDE, 2000). Estas empresas se

caracterizan por una alta concentración de la propiedad en pocos accionistas y por

una difusa línea divisoria entre la propiedad y la gerencia (Lopez de Silanes, 2004).

En las empresas familiares, a las dificultades de cualquier estructura

organizacional se suman las virtudes y los riesgos propios de su basamento familiar.

El carácter familiar de las empresas no guarda relación con la dimensión ni la

complejidad de su estructura de gobierno, no obstante la impronta familiar produce en

todos los casos características afines.

Según Morck (2004), una empresa familiar es aquella cuyas familias están en el

proceso de transferir el control a sus herederos o bien ya se encuentra administrada

por sucesores de las familias que estuvieron a cargo previamente de la misma.

Lubrano (2004) define a la empresa familiar como aquella en la cual la familia tiene

algún control sobre la propiedad y el gerenciamiento o, más allá de sus tenencias

accionarias, su influencia en la empresa es significativa.

Entre los atributos comunes que se asocian con la característica familiar de las

firmas se destaca la necesidad de llevar a cabo las relaciones familiares en un ámbito

de negocios. La pertenencia familiar puede generar una identidad propia, que sirva de

incentivo hacia la búsqueda de la maximización de beneficios. Pero también conlleva

52

ciertos riesgos, como la ausencia de una clara separación entre empresa y familia, que

se agudiza en períodos de crecimiento y recambio generacional. Esto conduce a que

la interrelación entre miembros y no miembros de la familia derive en conflictos de

agencia, control y gerenciamiento. Como estos problemas generalmente reducen el

valor agregado de la empresa, un apropiado tratamiento de los mismos por medio de

mecanismos de buen GS puede resultar en un impacto positivo para la misma.

Plantear la cuestión de GS y la identificación de formas de protección de los

actores que tienen alguna incidencia en la empresa lleva a reconocer los conflictos de

agencia recién mencionados. Estos conflictos surgen cuando aquellos que son

propietarios pueden no ser los mismos individuos que controlan o toman decisiones

dentro de una empresa. Los problemas de agencia se pueden clasificar en problemas

de tipo I y II. Los primeros aparecen cuando los accionistas no pueden ejercer un buen

seguimiento de las decisiones que se toman debido al alto costo que ello implica.

Quienes toman las decisiones gozan de cierta capacidad para no relevar información

sobre el desempeño de la empresa pudiendo beneficiarse de una mayor remuneración

si ésta está sujeta a las metas alcanzadas. A su vez, el hecho de que quienes toman

las decisiones manejan fondos ajenos favorece a que éstos emprendan proyectos más

riesgosos.

El problema de agencia de tipo II aparece cuando un grupo de accionistas, que

tienen un mayor control accionario y mayores facilidades para el control del

desempeño de la empresa, toma ventaja de su posición en detrimento de los

accionistas minoritarios. Esta situación ocurre cuando los accionistas mayoritarios, que

gozan de cierto predominio en el directorio o bien ocupan posiciones en la gerencia,

anteponen el beneficio personal por sobre el de la empresa a la hora de tomar

decisiones. Dada la estructura de propiedad de las firmas familiares, donde los

accionistas mayoritarios son de la familia y ocupan posiciones decisivas en el

directorio o en la gerencia, es común encontrar problemas de agencia de tipo II. No

así los de tipo I ya que la no separación entre propietarios y gerencia favorece el

monitoreo y seguimiento de la empresa (Ali et al., 2007; Amit y Vilallonga, 2004;

Anderson y Reeb, 2002; Gilson y Gordon, 2003).

Haciendo mención a los problemas de agencia de tipo II, Anderson y Reeb (2003)

señalan que la alta concentración de la propiedad en las firmas familiares puede

facilitar la apropiación de una parte de las ganancias de los pequeños inversores bajo

la forma de dividendos especiales o paquetes de compensación excesivos. Gilson y

Gordon (2003) señala que si se paga un alto porcentaje de los beneficios como

53

dividendos, la firma puede favorecer al grupo controlante, que puede preferir invertir

fuera de la empresa, en vez de reinvertir, actuando en contra de los intereses de los

no controlantes.

Ali et al. (2007) resaltan que los accionistas mayoritarios pueden usar su influencia

en la gerencia y en el directorio para afianzar a familiares o personas de confianza en

posiciones claves de la empresa. A su vez, estos autores indican que puede suceder

que se hagan transacciones con empresas o individuos relacionados a los accionistas

mayoritarios que les permita sacar algún rédito por ello, perjudicando a la firma que

podría haber realizado una transacción más eficiente en el mercado. En línea con lo

anterior, Holan y Sanz (2006) mencionan la posibilidad de que, una familia propietaria

de otras firmas, realice transferencias entre las firmas a precios más bajos que los de

mercado, dañando a los accionistas minoritarios de la empresa que vende. Estos

autores y Kowalewsky et al. (2007), a su vez, señalan la posibilidad de que en

empresas familiares, la familia controlante haga uso de su posición en la toma de

decisiones para destinar fondos de la firma para consumo propio.

Gilson y Gordon (2003), por su parte, señalan que la familia puede actuar a su

conveniencia en detrimento de los accionistas minoritarios al momento de realizar una

venta de acciones, ya que como accionistas mayoritarios pueden vender su acción a

un precio mayor pues incluyen en él el valor del control de la empresa. No obstante,

los autores aclaran que los accionistas minoritarios no necesariamente saldrían

perjudicados ya que la realización de la transacción implicaría que el comprador

evalúa que el precio de la acción será en un futuro mayor, lo cual los favorecería.

Ali et al. (2007) remarcan que las empresas familiares, al ocupar los cargos

gerenciales y del directorio con miembros de la familia, tienen poca propensión al

tratamiento y divulgación de prácticas de buen GS. En línea con lo anterior, varios

autores señalan que las empresas familiares carecen de preparación suficiente para

planear la sucesión en el gobierno de la misma tras la muerte o retiro del fundador o

dueño mayoritario. Prefieren nombrar como heredero al hijo o un familiar cercano para

ocupar el cargo vacante en las posiciones de gerencia, excluyendo la posibilidad de

seleccionar candidatos mejor capacitados fuera de la familia. En este sentido, los

autores subrayan las limitaciones que ello conlleva ya que un familiar no

necesariamente cumple los requisitos exigidos para asumir cargos gerenciales (Amit y

Vilallonga (2004), Dreux (1990), Kowalewski et al. (2007) y Perez-González (2001)).

54

Perez-González (2001) menciona que hay argumentos a favor de la designación

de un familiar para las posiciones de gerencia, como que la unión familiar puede llevar

a una fácil cooperación y transmisión de conocimientos, o que se aminoran los costos

de una mala selección en el mercado laboral. No obstante, Amit y Vilallonga (2004), a

partir de los resultados de un estudio realizado en Estados Unidos, afirman que las

firmas familiares son valoradas cuando el fundador ocupa posiciones de gerencia o

directamente es el CEO60 de la compañía, pero no ocurre lo mismo cuando dichas

posiciones son asumidas por familiares o descendientes del mismo. En igual sentido,

Perez-González (2001) afirma que la evidencia empírica muestra que en general el

heredero tiene un peor desempeño en el manejo de la empresa relativo al fundador,

medido en términos de valor de mercado y ventas. Según Kowalewski et al. (2007) un

efecto negativo de la designación exclusiva de familiares para altas posiciones de

gerencia es el desincentivo que produce en el personal no familiar, ya que ve limitadas

sus perspectivas de hacer carrera en la empresa.

Perez-González (2001) señala que cuando un familiar asume como sucesor puede

que se siga honrando contratos implícitos con incumbentes (stakeholders) para

continuar con la tradición familiar, desestimando consecuentemente la oportunidad de

mejores contratos en el mercado.

Algunos autores afirman que las firmas familiares tienen mayores plazos de

inversión y proyecciones de negocios. Sin embargo, Dreux (1990) advierte que la

familia propietaria puede priorizar un buen pasar por sobre la expansión de la

empresa, dado el tiempo que esto último insume, perjudicando a los socios

minoritarios. Kowalewski et al. (2007) y Holan y Sanz (2006), por su parte, destacan

que las firmas familiares pueden llegar a preferir una estrategia de negocios de menor

riesgo para no hacer peligrar su control sobre la firma.

Dreux (1990) y Amit y Vilallonga (2004), al abordar la temática de financiamiento

de las empresas, encuentran que las empresas familiares suelen estar

sobrecapitalizadas, tienen mayor liquidez y menores deudas en relación al resto de las

firmas. Holan y Sanz (2006) explican que los propietarios de las firmas familiares

suelen ser más reticentes para pedir préstamos por miedo a perjudicar a la familia.

Kaikkonen et al. (2007), sustentándose en un estudio de empresas familiares

finlandesas, citan a Westhead (1997) quien revela que en las empresas familiares el

deseo de estabilidad, auto-suficiencia, y retención del control del gerenciamiento

60

CEO, del inglés chief executive officer, es el presidente ejecutivo.

55

puede llegar a superar el de expansión de la firma, con lo cual no ven tan necesario el

financiamiento externo. Romano et al. (2000) destaca otro aspecto al señalar que los

propietarios de empresas familiares evitan el financiamiento externo para no tener que

cumplir con algunos requerimientos que se exigen para conceder un crédito, como

podría ser la presencia de directores independientes en la firma. Kaikkonen et al.

(2007) señalan que muchas empresas familiares al tener prácticas informales o poca

documentación de sus operaciones ven limitadas sus posibilidades de acceso al

crédito externo. Según los mismos autores, si bien algunos estudios revelan que las

firmas familiares son bien evaluadas por su planificación a largo plazo, los resultados

empíricos sugieren que la propiedad familiar no tiene valor en el mercado del crédito

bancario. La mayor concentración de la propiedad de estas empresas les reduce la

habilidad para colocar deudas y, por tanto, son mayores las garantías que se les

exige.

Kowalewski et al. (2007) y Anderson y Reeb (2002) resaltan que el accionar de los

propietarios en las firmas familiares puede estar motivado por el hecho de que ven a la

empresa como un legado para sus familias. El deseo de mantener cierta reputación los

induce a esforzarse para logar un buen desempeño de la empresa, más si se tiene en

cuenta que cualquier quebranto se traduce en pérdida de riqueza familiar.

Finalmente, Kowalewsky et al. (2007) sintetizan algunos argumentos que de ocurrir

van en contra de la eficiencia de la firma familiar como ser: i) que la propiedad esté

concentrada, dado que no diversifica el riesgo, ii) que se priorice la elección de

familiares para la puestos gerenciales o directivos por sobre los más capaces, iii) que

la firma responda a los intereses de la familia o maximice la utilidad personal en lugar

de los beneficios de la empresa, iv) que primen objetivos de largo plazo por sobre el

valor de la acción, por tanto, del interés de los accionistas minoritarios y v) que la

familia esté atravesando un período de inestabilidad, que deteriore el desempeño de la

firma.

V.2. Pautas de GS en las empresas

En esta sub-sección se enumeran una serie de pautas que deberían regir en

empresas en general en aras de un buen GS, y que están ausentes particularmente en

las empresas cerradas y familiares. En primer lugar, se mencionan lineamientos que

hacen a los derechos de accionistas, tras lo cual se hace referencia a los órganos de

gobierno (directorio y la alta gerencia), a las instituciones de gobierno familiar y

finalmente se detallan los sistemas de control que debieran existir en una empresa.

56

V.2.1. Derechos de los accionistas

Como se mencionó en la sub-sección anterior, la existencia de un grupo de

accionistas con mayor control accionario en las empresas induce a que éstos tomen

ventaja sobre los accionistas minoritarios (problema de agencia de tipo II). Por tanto,

es importante saber si existe o no esa posibilidad. Esto se puede hacer conociendo la

participación del grupo económico, el de la familia y de otros accionistas, así como

cualquier modificación que se haga no solo a la composición accionaria, sino también

al estatuto social, que es el que determina los derechos contractuales de los

accionistas.

Por otra parte, es fundamental guardar proporcionalidad entre la participación en el

capital y el derecho de voto. En este sentido, es reconocido como principio general

“una acción un voto”, aunque a veces la pérdida de voto se vea compensada con

derechos preferenciales o dividendos (CAF, 2006a).

Asimismo, cualquier cambio que afecte los derechos de los accionistas minoritarios

por ampliación de capital o fusión debería detallarse previamente en un informe del

directorio, a disposición de los accionistas, y donde figure la opinión de un auditor

externo o comité independiente (LAVCA, 2008).

Se señaló en la sub-sección anterior que los problemas de agencia de tipo II

conducen a que la concentración de la propiedad en las empresas familiares propicie

la expropiación de accionistas minoritarios a través de paquetes de compensación

excesivos. Como se menciona en LAVCA (2008), en las sociedades cerradas

latinoamericanas la política de dividendos es muy poco transparente. Sin embargo,

debiera estar incluida si no en un informe anual de GS, en la memoria anual de la

empresa y cualquier cambio en la misma ser notificado. Los accionistas debieran tener

acceso no solo a la memoria anual, sino también a cualquier documento informativo

como el informe anual del comité de auditoría y el del auditor externo.

De igual forma, los titulares de las acciones deben tener derecho a participar y

votar en las asambleas de accionistas. Como señala CAF (2006a), la asamblea

general de accionistas es el órgano supremo de la firma, y es necesario que ello esté

reflejado en las atribuciones que le asigna el estatuto social. Las mismas van desde

dar conformidad a las cuentas anuales y la gestión del directorio, a designarlos y

aprobar la política de remuneración al mismo. Otros funciones son nombrar el auditor

externo, aprobar fusiones y ventas de activos estratégicos. Es obligación del

directorio convocar con antelación a las asambleas de accionistas de acuerdo al plazo

57

fijado en el estatuto social y que las actas que surjan de dichas asambleas sean

distribuidas a los accionistas.

V.2.2. Órganos de gobierno

V.2.2.1. Directorio

Si bien una empresa puede tener uno o varios administradores, es el directorio el

órgano de administración que mejor satisface los requerimientos de un buen GS, ya

que permite la profesionalización de la administración societaria y la colegiación en la

toma de decisiones. El tamaño óptimo del directorio dependerá de la dimensión de la

compañía. Es prudente que la composición de los miembros del directorio guarde

simetría con la estructura accionaria de la empresa.

No solo es recomendable que la sociedad esté administrada por un directorio, sino

que es deseable que el mismo tenga un rol activo. Entre las funciones del directorio

figura la de fijar la estrategia general de la empresa, aprobar los estados financieros y

la política de dividendos, asegurar adecuados sistemas de control interno y de

administración de riesgo de la firma, nombrar y monitorear el accionar de la alta

gerencia con la suficiente libertad como para cuestionar sus decisiones como así

también la de los miembros de la familia, y asegurar la sucesión de la alta gerencia.

Con el objetivo de que las decisiones del directorio reporten mayor beneficio a los

accionistas, es aconsejable que el directorio cuente con directores independientes61,

que no tengan interés personal financiero o de otra clase en la toma de decisiones,

pero sí cuenten con la suficiente capacidad de administración del negocio y una visión

objetiva del mercado. Según IFC (2008), este es un elemento determinante para la

supervivencia de las firmas familiares. También en aras de una mayor transparencia,

es importante que existan canales efectivos de transmisión de información hacia el

resto de los miembros de la firma y que las actas de directorio estén a disposición de

los accionistas.

Un tema fundamental para el buen GS, es conocer la política de remuneración de

los directores62. De acuerdo a LAVCA (2008), muchas empresas cerradas

latinoamericanas otorgan compensaciones salariales y en especie, que no son en

forma de dividendos, con el objeto de reducir su base tributaria. El nivel de

61

En casi todas las bolsas del mundo, incluida la de Argentina, es requisito la existencia de directores independientes en las empresas listadas. Ver Decreto PEN N° 677/2001 y Resolución General CNV N° 400/2002. 62

Lo mismo vale para la alta gerencia.

58

remuneración debe guardar relación no solo con los antecedentes del ejecutivo y el

tamaño de la empresa, sino con el rendimiento histórico en cuanto a la generación de

valor para los accionistas.

V.2.2.2. Alta gerencia

En muchas empresas familiares, los puestos de alta gerencia están reservados a

los miembros de la familia63, lo que puede derivar en los conflictos de agencia y

supervisión ya mencionados en la sub-sección V.1. Un tema recurrente en las

empresas familiares es el tratamiento desigual entre ejecutivos familiares y no

familiares, lo cual trae aparejado la dificultad por parte de estas firmas de atraer

ejecutivos capaces que no sean de la familia. En este sentido, IFC (2008) señala la

necesidad de que las empresas familiares fijen políticas de empleo equitativas y

tengan procesos para atraer la mejor competencia disponible, sea o no de la familia.

Esto permitiría alinear incentivos con desempeño y tener empleados motivados por el

crecimiento de la empresa.

Otra cuestión reiterada que se observa en la alta gerencia de las empresas

familiares es la falta de un plan de la sucesión de la misma. Como señala LAVCA

(2008), la mayoría de estas empresas son exitosas en la etapa del fundador, que está

involucrado en todos los aspectos de las empresas, pero solo alrededor de un 10% de

las empresas alcanzan a la tercera generación de propietarios64.

Algunas razones que se esgrime IFC (2008) para explicar la poca atención dada a

la planeación de la sucesión son: i) evitar crear fricciones entre los familiares, ii) no

admitir que el líder de la familia pueda fallecer, iii) resistencia a reconocer que la firma

pueda sobrevivir sin el fundador o bien iv) ausencia de un familiar suficientemente

capaz para reemplazarlo. Esto último se agrava si se tiene en cuenta que en muchas

empresas familiares no consideran la posibilidad de atraer ejecutivos capaces fuera

del grupo familiar, que eventualmente tomen el lugar de algún miembro de la familia.

Un plan de sucesión formal aumentaría la probabilidad de supervivencia de una

empresa familiar al pasar de una generación a otra. Si bien en muchos casos, es el

director general el que lo inicia, también puede jugar un rol importarte el directorio en

este sentido.

63

Esta afirmación es extensiva a los puestos en el directorio. 64

Ver también Lank y Neubauer (1998).

59

V.2.3. Instituciones de gobierno familiar

La creación de instituciones de gobierno familiar ayuda a una relación armoniosa

entre la familia y la empresa. Se puede identificar al menos cuatro: i) el consejo de

familia o junta supervisora familiar, ii) la asamblea de familia o foro familiar, iii) el

protocolo familiar o constitución familiar y iv) el código de buenas prácticas.

El consejo de familia es el vínculo entre la familia, la alta gerencia y el directorio.

Define la estrategia de largo plazo, cuya implementación queda a cargo del directorio.

Separa la empresa de las interferencias familiares. Elabora el plan de sucesión

familiar65.

La asamblea de familia evalúa la actuación del consejo de familia y analiza sus

propuestas. Trasmite la visión familiar y el proyecto empresarial, aunando los

objetivos familiares y empresariales. Informa acerca de la evolución de la compañía66.

El protocolo familiar es un documento donde quedan asentados la misión, visión y

principios de ética que regulan la relación familia-empresa y se establecen las normas

de funcionamiento de los órganos de gobierno familiar. También, contempla

mecanismos de resolución de conflictos y sobre cuestiones de capitulaciones

matrimoniales y la política testamentaria67.

El código de buenas prácticas explicita los principios generales de la empresa y se

hacen recomendaciones específicas sobre cada uno de ellos. Los roles, funciones y

responsabilidades quedan bien delimitados de manera de minimizar los conflictos de

interés y disminuir los costos de agencia (Vatnick, 2008).

V.2.4. Sistemas de control

Los estados contables financieros de una empresa son presentados por el

directorio ante una comisión de auditoría, y deben estar acorde a ciertas normas

internacionales de información financiera y contable.

Es imprescindible que la comisión de auditoría cuente entre sus miembros con

auditores que guarden una relación de independencia profesional con la firma que lo

contrata. En una empresa pequeña puede no existir dicha comisión, pero sí es

necesario que exista algún mecanismo de control interno efectivo, entendiéndose por

65

El consejo de familia suele crearse una vez que la familia supera los treinta miembros (IFC, 2008). 66

En las empresas familiares dirigidas por el fundador, no hay una asamblea familiar propiamente dicha sino que se hacen frecuentes reuniones familiares de carácter informal. 67

Muchas empresas familiares solo cuentan con un conjunto informal de reglas.

60

éste un proceso que busca darle a la empresa estabilidad garantizando que los

reportes financieros sean fiables, las regulaciones se cumplan y las operaciones sean

eficientes. Con respecto a éstas últimas, es recomendable además que exista un

procedimiento para la aprobación de partes relacionadas, que evite que haya

transferencias entre empresas de una misma familia que perjudique a los accionistas

minoritarios.

Además de la auditoría interna, existe una auditoría externa que evalúa en forma

independiente la información financiera de la empresa. Si bien no forma parte de los

controles internos de la firma, brinda una evaluación sobre su implementación. Los

auditores externos son requeridos por los entes reguladores cuando la empresa

negocia públicamente, por las entidades de créditos y por acuerdos de accionistas. La

reputación de un auditor adquiere relevancia para los inversionistas, ya que

proporciona una garantía de fiabilidad de la información financiera. En este sentido, es

recomendable que el auditor sea nombrado por un Comité de Auditoría independiente.

De acuerdo a LAVCA (2008), el 92% de los encuestados en la Investor Opinion

Survey consideraron que era necesario que una firma invierta en un auditor externo y

tres cuartas parte opinó que una evaluación positiva por parte de éste es sinónimo de

respaldo a la calidad de la información que la empresa brinda. Por último, la

remuneración percibida por los auditores externos debe ser pública68 y es importante

que los mismos sean renovados a partir del quinto año, de acuerdo a CAF (2006a),

con el fin de evitar vínculos entre las firmas auditadas y los auditores.

V.3. Modelo Scoring de GS

V.3.1. Diseño del modelo

En base a las pautas de GS mencionadas en la sección previa y en un intento por

impulsar una gestión de identificación y supervisión del riesgo crediticio, comprometida

con las mejores prácticas, se presenta en esta sub-sección un modelo scoring de GS

tentativo para adicionar al modelo tradicional de evaluación de riesgo crediticio

desarrollado en la sub-sección IV.3. Como se mencionó en la introducción de la

presente sección, este no es un ejercicio acabado sino que pretende introducir criterios

como punto de partida para el debate entre las partes involucradas.

En principio puede pensarse en el diseño de una matriz con un orden creciente de

complejidad en base a la calidad y profundidad de la información a ser presentada por

68

Esto incluye conocer también cualquier otra remuneración por servicios adicionales a la compañía, si los hubiere.

61

las empresas solicitantes de crédito para la evaluación de su GS. Asimismo, deberían

observarse criterios flexibles de construcción que permitan incorporar información

específica si se tratara de empresas familiares o por caso que puedan abarcar

situaciones en que tengan constituidos o no un directorio como órgano de conducción.

Un esquema tentativo de ordenamiento de la información en niveles (de I a IV en

este caso) se muestra en el Cuadro N°6. Los niveles, las categorías y las

ponderaciones que se presentan son simplemente a título ilustrativo, ya que en la

práctica tendrían que reflejar la importancia relativa que les atribuye cada banco,

según sus planes de negocios69, y no el sistema en general.

69

Debe tenerse en cuenta que hay bancos que se especializan en prestar a grandes empresas, otras a pequeñas y medianas, algunos otorgan préstamos de consumo, etc.

62

Cuadro N°6: Ilustración de un modelo scoring de GS

Nivel I Calificación

deficiente intermedia satisfactoria

Estatuto o contrato social (y sus modificaciones) o reglamentos internos: duración y objeto de la sociedad.

0 0,5 1

Conformación del grupo económico. Porcentajes de participación de la familia y de otros accionistas en la empresa titular y subsidiarias.

0 1 2

Tenencia de acciones de los directores y gerentes en la empresa. 0 1 2

Composición del Directorio. 0 1 2

Estados contables certificados y auditados según estándares internacionales.

0 0,5 1

Memoria anual. 0 1 2

Operaciones entre compañías de un mismo grupo económico. 0 1 2

Nivel II

Requisitos Nivel I

Si es una empresa familiar, ¿cuenta con instituciones de gobierno familiar (consejo, asamblea y protocolo familiar) para sortear conflictos familiares? ¿Existe un plan de sucesión gerencial?

0 1,5 3

Directorio y alta gerencia: proceso de nominación. Si es una empresa familiar, ¿se exige determinadas competencias para ocupar cargos directivos, sea o no familiar? Retribución.

0 1,5 3

Detalle de las atribuciones de la asamblea general de accionistas. 0 1 2

¿Las actas de asamblea son distribuidas a los accionistas?

¿Las actas de directorio están a disposición de los accionistas?

0

0

1

1

2

2

Nivel III

Requisitos Nivel I + II

Sistema de control interno.

Auditor externo: proceso de nominación. Remuneración.

0

0

1,5

1,5

3

3

Descripción del tipo de acciones (ordinarias, preferencias, otras).

Procedimiento para la aprobación de transacciones con partes relacionadas.

0

0

1

1

2

2

Nivel IV

Requisitos Nivel I + II + III

Directorio: ¿tiene un rol activo? ¿Está interiorizado de la situación económica, patrimonial y financiera de la empresa? ¿Hay simetría entre la composición y la estructura de capital? ¿Cuál es la política de distribución de dividendos actual y futura? ¿Es conocida por todos los accionistas?

0

0

1,5

1,5

3

3

¿Existe comité de auditoría? ¿Hay directores independientes y en qué porcentaje?

0

1,5

3

¿Hay un código de buenas prácticas? ¿Existe un informe anual de GS?

0 0,5 2

Fuente: Elaboración propia.

63

El primer nivel de información de la matriz estaría constituido por los datos básicos

de la empresa y que ya obran en poder de los bancos en función de las exigencias

regulatorias comentadas para el armado de las carpetas y legajos de crédito, aunque

los oficiales de crédito no los sistematizan bajo la denominación de GS. Esta incluye

i) estatuto o contrato social (y sus modificaciones) o reglamentos internos: duración y

objeto de la sociedad, ii) conformación del grupo económico. Porcentajes de

participación de la familia y de otros accionistas, iii) tenencia de acciones de los

directores y gerentes en la empresa, iv) composición del directorio, v) estados

contables certificados y auditados según estándares internacionales, vi) memoria

anual y vii) operaciones entre compañías de un mismo grupo económico.

De esta información, y en base a la experiencia argentina, cabe hacer algunas

aclaraciones. El primer ítem referido al estatuto social es el único que el oficial de

crédito solicita para dar cumplimiento a la regulación del Banco Central. En cuanto al

segundo concepto, se hace obligatorio presentar la documentación pertinente solo si

existe algún vínculo de los socios con la firma70. En tanto el quinto ítem, si bien

responde a las exigencias regulatorias de plasmar la capacidad de pago y estado

financiero de la empresa, la regulación no especifica que información anexar, aunque

en la práctica las firmas presentan los estados contables. Con respecto a esto último,

vale resaltar la necesidad de que los oficiales de crédito exijan que la información

presentada se alinee a los estándares contables internacionales. Los cuatro

conceptos restantes no son de carácter obligatorio71 y, de hecho, muchas empresas

omiten presentar la memoria anual. A pesar de su carácter no obligatorio, conocer la

composición del directorio es fundamental a los objetivos perseguidos en este trabajo,

dado que como se explicó en la sub-sección V.2 es el órgano de administración que

mejor satisface los requerimientos de un buen GS. En este nivel, solo se requiere una

información mínima respecto al directorio (número72, conocimientos financieros,

experiencia laboral, etc.), ya que en los niveles II y IV se incrementa el grado de

exigencia de los datos solicitados sobre el mismo. El oficial de crédito podrá acceder a

la información sobre el directorio ya sea en el estatuto de la empresa y reglamentos

internos, como en las actas de asamblea, código de GS o código de Ética.

70

Ver en sub-sección V.2.1. la importancia de esta información. 71

La no obligatoriedad da lugar a cierta indefinición, que en los hechos lleva a la auditoría del Banco Central a expedirse al respecto. Dada que esta información es brindada a voluntad de los prestatarios, a modo ilustrativo, hemos asignado una ponderación mayor a estos ítems. 72

CAF (2006a) recomienda un número impar de directores para evitar empates. El tamaño óptimo estará en función del tamaño y complejidad de la empresa. De acuerdo a Anzoategui y Streb (2009), para el período 2005-2007 la moda del número de directores para empresas listadas no financieras fue tres, el mínimo requerido por la Ley de Sociedades Comerciales para empresas de oferta pública, en tanto la media fue siete.

64

El nivel II surge de un análisis detallado de datos vinculados a la existencia de

mecanismos aprobados para la resolución de conflictos de empresas familiares a

través de instituciones familiares (consejo, asamblea y protocolo familiar)73. También

el oficial de crédito debería indagar si hay o no un plan de sucesión y sus

características, que de no existir debería examinar si hay algún tipo de plan de

contingencia. Estos temas son de suma importancia por cuanto permite al analista de

crédito tener una pauta cierta para evaluar la continuidad de la firma y de este modo la

capacidad de atender las obligaciones de la financiación bajo estudio74. Asimismo, en

este nivel se hurga sobre los criterios utilizados para la conformación del directorio y

alta gerencia, esquemas remunerativos75, etc., los cuales suelen encontrarse en los

estatutos y actas de asamblea. También en el nivel II se piden detalles de las

atribuciones que le asigna el estatuto social a la asamblea general de accionistas, las

cuales fueron enumeradas en la sub-sección V.2, y se hace hincapié en que las actas

de asamblea estén a disposición de los accionistas así como las actas del directorio

por cuestiones de transparencia en la información76.

En el nivel III el oficial de crédito debería informarse si existen mecanismos de

control interno, que en este nivel no tienen porqué ser a través de la comisión de

auditoría y de control externo77, los cuales deberían estar plasmados en reglamentos

internos y/o estados contables. Conocer el proceso de nominación y la remuneración

son dos datos fundamentales para evaluar al auditor externo78. También, debería

buscar en éstos y en las actas de asamblea información sobre el tipo de acciones

(ordinarias, preferenciales, otras)79, ya que esta última información permite conocer

hasta qué punto se guarda proporcionalidad entre el derecho de voto y la participación

en el capital. Por último, el oficial de crédito debería solicitar los procedimientos para

73

Ver sub-sección V.2.3. un detalle de las instituciones familiares. La existencia de las mismas, garantiza una cierta estructura organizacional de la empresa para afrontar conflictos familiares. De acuerdo al “Evaluador de Prácticas de Gobierno Corporativo para Empresas” de la CAF, es imprescindible cotejar si en el protocolo familiar existen políticas referidas a la provisión de créditos a integrantes de la familia y/o grupo controlante y a la inclusión en las cuentas de la empresa de los gastos no operacionales de los funcionarios de la firma. Ver http://gc.caf.com/main.asp 74

Como se expuso en la sub-sección V.2.2.2, la cuestión de la sucesión es muy resistida entre las empresas familiares y explica en buena parte por qué un 90% de las empresas no llegan a la tercera generación de propietarios. 75

Ver la fundamentación en la sub-sección V.2.2.1. 76

De hecho, las empresas en Argentina están obligadas a confeccionar estas actas por la Ley de Sociedades Comerciales (Ley N°19.550). Por tanto, dar a conocer esta información al oficial de crédito dependerá fundamentalmente de la buena predisposición de la empresa. 77

La implementación de estos mecanismos es costosa, razón por la cual recién se solicita en este nivel. En última instancia la responsabilidad del control interno de la compañía recae en el directorio. 78

Para mayor detalle ver sección V.2.4. 79

Ver Resolución General CNV 368/2001 la definición de cada uno de los tipos de acciones (ordinarias, preferenciales, de participación, no rescatables, rescatables).

65

la aprobación de partes relacionadas80 para ver si las transferencias entre empresas

de una misma familia podrían perjudicar a los accionistas minoritarios, y debería

evaluar si la información presentada es clara.

Un último grado de profundización del conocimiento del GS81 se alcanzaría

adicionando a partir de las actas de asamblea y de directorio información relativa a la

funcionalidad del directorio en la conducción efectiva de la empresa y temas

vinculados a la transparencia de su accionar82, así como aquella relativa a las políticas

que utiliza para la distribución de dividendos y que debieran aparecer en los estados

contables o memoria anual83. En cuanto a los sistemas de control interno, en este

nivel más elevado se requiere que haya un comité de auditoría con directores

independientes84. Generalmente, un detalle del mismo se encuentra en los estados

contables de la empresa, y el comité da cuentas de su accionar a través de un reporte

anual. El último ítem que el oficial de crédito debería indagar es el de la existencia de

un código de buenas prácticas, donde queden asentados los puntos detallados

precedentemente y otros, y si se hace un informe anual de evaluación sobre el

cumplimiento de dichas prácticas. Esta información suele estar disponible en las actas

de directorio o, de existir, en la página web de la empresa.

Como puede intuirse, el diseño de una matriz de estas características implica un

conocimiento acabado de los temas centrales relativos al GS y de las formas

societarias dominantes en el área de influencia del banco. Una tarea sistemática de

difusión de la problemática del GS se hace necesaria y es previa a diseñar esquemas

y programas de capacitación para los oficiales de crédito que serán, en definitiva

quienes tengan que dotar de valores a estos conceptos.

Cabe destacar asimismo, la necesidad de diseñar normas de procedimiento para

homogeneizar el modo de recabar esta información entre las firmas demandantes de

crédito y establecer los criterios para su posterior incorporación a los manuales de

análisis de crédito.

80

En el nivel I solamente se indaga sobre la existencia de los mismos. 81

Seguramente en el corto plazo pocas empresas cerradas puedan responder a sus requerimientos, pero sí las empresas listadas y las grandes empresas no listadas, de ahí que se incorpora este nivel. 82

En la sub-sección V. 2 están detalladas las funciones del directorio. 83

Como se mencionó en la sub-sección V.2 en muchas empresas latinoamericanas las políticas de distribución de dividendos son poco transparentes. 84

Para una definición sobre el criterio de independencia ver Resolución General CNV N° 400/2002.

66

Como se puede observar en el Cuadro N°6 se han definido, a modo simplificado,

tres escenarios posibles sobre la información brindada85:

i) que se presente en forma completa, cumpliendo con los requisitos que amerite

cada ítem,

ii) que sea parcial, en el sentido de que falte alguna documentación que la

respalde o que se presente en forma demasiado genérica con omisión de

algunos datos relevantes,

iii) que no se presente.

En el primer caso se le asigna la totalidad del puntaje al ítem correspondiente, en

el segundo el 50% y en el tercer caso cero.

Cada ítem va acompañado a su derecha de una ponderación a título ilustrativo

solamente, ya que quedará a criterio de los bancos adoptar una ponderación definitiva

más apropiada a su criterio. Lo mismo vale para los niveles y categorías. En el

ejemplo del Cuadro N° 6, la ponderación (y también los niveles) se han asignado

según la menor probabilidad de que dicha información se haga pública fácilmente86 y/o

a la dificultad en términos de costos de disponer87 y/o complejidad88 de la misma. En

este sentido, salvo las sociedades listadas, por lo general existe poca voluntad por

parte de las empresas para dar a conocer información “reservada”. A esto se agrega

el hecho que señala Kaikkonen et al. (2007), de que hay firmas que cuentan con muy

poca documentación de sus operaciones, situación que se ve agravada cuanta más

pequeña sea la empresa.

La situación descripta se complica más aún si se tienen en cuenta, como ya fue

mencionado en la sub-sección V.1, de que muchas empresas familiares tienen pocos

85

La separación en tres escenarios es a título indicativo. El cumplimiento o no de cada uno de los ítems estará sujeta a la idiosincrasia de cada país y su legislación, y a las características de la clientela de cada banco. Las pautas enunciadas en la sección V.2 del trabajo pueden servir de referencia general, así como los lineamientos de GS de la OECD y de la CAF (OCDE, 1999; CAF, 2006a; CAF, 2006b y CAF, web). En una primera etapa la respuesta a las preguntas estarán basadas en decisiones netamente voluntarias y, por tanto, el espíritu de las preguntas apunta a evaluar si las empresas van más allá de la norma (si la hubiere) o la práctica del resto. 86

Así por ejemplo, en el nivel I la presentación del estatuto social y los estados contables, al ser exigidos explícitamente por la regulación del BCRA, reciben una ponderación menor que el resto de los componentes de dicho nivel. 87

Presentar las actas de asamblea o de directorio (nivel II) responde más a la voluntad de las empresas de hacerlo, que a una cuestión de costos. En cambio tener sistemas de control interno exige a las firmas incurrir en ciertos costos, razón por la cual, a modo de ejemplo, se le asigna una ponderación mayor, además de ubicarlo en un nivel superior (nivel III). 88

Obtener información sobre si el rol del directorio es activo (nivel IV) es mucho más complejo que verificar en el estatuto la composición del directorio (nivel I). En el ejemplo, las ponderaciones asignadas han sido 3 y 2, respectivamente.

67

incentivos de desarrollar prácticas de GS ya que prefieren mantener en el directorio a

miembros de la familia. Cabe señalar que los requerimientos de información sobre GS

no son los mismos para todas las empresas familiares, ya que la necesidad de buen

GS es mayor a medida que la empresa crece. En la primera etapa donde el fundador

es el dueño, los temas de GS son más bien limitados y se centran básicamente en el

plan de sucesión. Cuando la firma pasa a ser una sociedad de los hijos fundadores

los temas de GS se vuelven más complejos, y pasan por armonizar conflictos

familiares y formalizar procesos comerciales, además de planear la sucesión. En la

etapa de los nietos del fundador, surgen tópicos tales como empleo de los miembros

de la familia, derechos a la participación accionaria de la familia, política de

dividendos, visión y misión de la familia (IFC, 2008).

A partir de lo anterior, se sugiere que los bancos a la hora de solicitar información

sobre GS propongan un esquema con los distintos niveles diferenciados de GS. Aquí

se indicó a modo de ejemplo un esquema de cuatro niveles89. En base al mismo y

suponiendo que la empresa es familiar90, y que brinda satisfactoriamente toda la

información requerida en los cuatro niveles, su puntaje total sería el máximo, es decir,

4591 (ver Caso A del Cuadro N°7). En tanto la segunda y tercera columna del Cuadro

N°7, “Puntaje” y “Máximo por Nivel”, indican el puntaje y grado de satisfacción logrado

en un solo nivel en particular; el puntaje “Total” y el “Acumulado del Total” suman,

respectivamente, el puntaje acumulado y el grado de satisfacción de un nivel en

particular más el/los anteriores si hubiera. A modo comparativo se presenta en el

mismo cuadro el Caso B en el que la empresa cumple con la totalidad de los requisitos

del nivel I, solo parcialmente con los de los niveles II y III, y no da respuesta a la

información requerida en el nivel IV. En este caso ilustrativo, el puntaje total

alcanzado por la empresa es de 27,5.

89

Ver Cuadro N°6. 90

Hay un ítem en el nivel II sobre instituciones de gobierno familiar y plan de sucesión gerencial, que les correspondería responder sólo a las empresas familiares. 91

Si la firma no fuera familiar, el puntaje máximo sería 42, dado que no le correspondería contestar el ítem específico para empresas familiares del nivel II.

68

Cuadro N°7: Niveles de calificación de GS

Caso A:

Nivel

Puntaje

Respuesta satisfactoria respecto al

Máximo por Nivel Acumulado del Total

I 12 100% 26,7%

II 12 100% 53,3%

III 10 100% 75,6%

IV 11 100% 100%

Total 45

Caso B:

Nivel

Puntaje

Respuesta satisfactoria respecto al

Máximo por Nivel Acumulado del Total

I 12 100,0% 26,7%

II 10 83,3% 48,9%

III 5,5 55,0% 61,1%

IV 0 0,0% 61,1%

Total 27,5 Fuente: Elaboración propia.

A título indicativo, el puntaje total logrado por cada empresa pasaría a formar parte

del ítem “concepto” del Cuadro N°4 de la sección IV. La calificación resultante de

desempeño de GS se enmarcaría dentro de la evaluación global de crédito a la hora

de calificar la empresa para préstamos92.

V.3.2. Implementación del modelo

A continuación se vuelcan sugerencias a tener en cuenta al momento de

implementar el modelo de scoring de GS en la evaluación crediticia de los bancos. A

igual que dicho modelo, lo expuesto es materia de análisis y debate por parte de las

autoridades competentes de los bancos que participen en la propuesta.

Se sugiere que la aplicación del modelo de GS en la evaluación de riesgo creditico

forme parte de un proyecto piloto dirigido a pequeñas y medianas empresas con

personería jurídica y medianas empresas y empresas grandes, listadas y no listadas,

ya sean familiares o no.93 Quedarían excluidas las empresas unipersonales.

92

Es factible que una empresa obtenga un bajo puntaje en GS pero sus variables económico-financieras sean muy buenas, y a su vez, haya otra empresa que si bien califica muy bien en GS tenga un pobre desempeño económico-financiero. 93

La clasificación por tamaño no es única. Dependerá del criterio que establezca cada banco. A modo ilustrativo se reproduce la clasificación de Resolución General CNV N° 506/07):

Clasificación de las empresas según sector ( ventas totales anuales en pesos)

Tamaño Agropecuario Industria y Minería Comercio Servicios Construcción

Pequeña Empresa 6.080.000 15.000.000 22.200.000 6.732.000 6.000.000

Mediana Empresa 36.480.000 120.000.000 177.600.000 44.880.000 48.000.000

69

Se contempla un período de prueba mínimo de 12 meses y hasta 5 años, dado

que el proyecto piloto estaría focalizado a préstamos de mediano plazo.

Se propone el esquema de los cuatro niveles diferenciados de GS. Mientras que

el primero abarcaría el conjunto de reglas mínimas, los niveles sub-siguientes

contarían con mayores exigencias, de manera de otorgar cierta flexibilidad y garantizar

la participación de las empresas acorde a su estructura.

Al cabo del período de prueba habría que cotejar las tasas de recupero de los

créditos de los cinco niveles propuestos con la de aquellos créditos que no incorporan

los nuevos elementos.

Como la adhesión a alguno de los cuatro niveles diferenciados de GS es

voluntaria, el tamaño de la muestra estaría determinado por el número de adherentes

al programa.

A las empresas que se acojan a alguno de los segmentos propuestos se les podría

otorgar incentivos, que deberán surgir de las estrategias comerciales de los bancos (a

modo de ejemplo, tasas de interés más bajas, menores garantías, bonificaciones en

otros productos o mayores plazos).

La adhesión de los prestatarios debiera ser voluntaria. Son las empresas, sus

propietarios y administradores, los que deberían percibir la ventaja de estar en un

segmento diferenciado de crédito. En ningún momento, el banco debería condicionar

la permanencia como cliente a la elección o no del segmento diferenciado del crédito.

Se trataría de estimular un papel proactivo por parte de las empresas94. Como

alternativa, debería quedar abierta la opción tradicional que el banco ha estado

manejando hasta ahora. Obviamente, que con la nueva metodología el scoring de

estas empresas se vería afectado por la falta de ponderación del componente de GS.

También la adhesión de los bancos debiera ser voluntaria95. La implementación del

modelo de GS debería surgir a partir de un diagnóstico específico del banco, producto

de su experiencia, donde la necesidad de atacar ciertas falencias (créditos

irrecuperables por fallas en GS – v.g., conflictos familiares) lleven a resaltar las

94

Para ello, las empresas recibirían un seminario explicativo sobre los efectos de la adopción de prácticas de buen GS. Los seminarios, que podrían estar a cargo del CEF, serían realizados en los bancos participantes. 95

Sin duda, se requeriría que previamente los analistas de riesgo crediticio participen de un curso de capacitación sobre buenas prácticas de GS.

70

bondades de adoptar prácticas en alineamiento con un ambiente regulatorio e

institucional que promueva buen GS.

Detrás de la propuesta, subyace la idea de conjugar dos factores relevantes:

cumplimiento voluntario de los requisitos por parte de los prestatarios más incentivos

económicos para los bancos (medido a través de reducción del riesgo96 el cual se

reflejaría en menores costos de fondeo de los bancos y aumento en el volumen de

intermediación).

La incorporación de ítems de GS en la evaluación de riesgo crediticio tendría un

efecto positivo en la reputación del banco, que integraría la vanguardia de una

propuesta de cambio cultural que ha cobrado creciente relevancia a partir de la crisis

financiera internacional, poniendo en evidencia la necesidad de nuevas y más

sofisticadas herramientas de administración de riesgos. Asimismo, la mejora en la

imagen del banco induciría a atraer clientes de buen GS (selección favorable).

Debería resultar evidente al banco que la adopción de buenas prácticas de GS

reduce el riesgo de su cartera de créditos, con los beneficios que ello implica. En la

introducción se hizo referencia a evidencia tanto a nivel internacional como nacional

que respalda la noción de que buenas prácticas de GS tienen un efecto positivo sobre

el desempeño de las empresas, aún en épocas de crisis97. Si a pesar de ello, aún

quedan dudas en este sentido, una alternativa a la propuesta planteada en este

trabajo sería hacer un análisis ex post de una cartera madura. Esto no solo requeriría

un patrocinante, sino también consentimiento por parte de los bancos de brindar la

información necesaria para llevarlo a cabo. Esto podría constituir una línea de

investigación a explorar.

V.4. GS desde diferentes ámbitos

V.4.1. GS desde la visión de los reguladores

Como ya se ha señalado en la sección IV, existen desde el punto de vista de la

regulación un interés específico en atender el riesgo inherente de las carteras de

crédito de las entidades financieras.

96

Lo que se traduciría en mayor recupero de créditos. 97

Ver también Anexo I para el caso de Argentina.

71

Al comentar los aspectos regulatorios referidos al crédito bancario y analizar los

denominadores comunes de la regulación bancaria es necesario tener en cuenta los

parámetros establecidos en lo que se denomina como Acuerdos de Basilea.

Tal como se mencionó en la introducción del trabajo, el camino emprendido para la

implementación de los criterios de Basilea, en especial lo que se conoce como Basilea

II (Pilar I) obliga a prestar cada vez más atención a la estructura de los activos de las

entidades financieras.

Sin embargo, el interés básico del regulador está enfocado en la salud de las

carteras activas de las entidades financieras. Asimismo, se ha afirmado que un

capítulo importante en el análisis de la capacidad de repago de una firma, además de

los aspectos cuantitativos, lo constituyen las condiciones de su GS. Las herramientas

de gestión de riesgo que se comentaron en la sección III, admiten la participación de

un componente de mitigación de riesgo que debería llevar la atención de los analistas

de crédito del sistema financiero en dirección a la calidad del GS de las empresas

demandantes de crédito.

Es posible además, plantearse que reflejar lo anterior de un modo explícito y

sistemático en la regulación podría dar un empuje adicional al tema de la mitigación

del riesgo de los carteras de crédito.

Queda pendiente un análisis de carteras activas con modelos de credit scoring que

incluya variables de GS. La información histórica existente en los bancos sumada a la

que podría obtenerse con una encuesta vinculada a temas de GS permitiría establecer

parámetros objetivos de correlación entre la calidad del GS de los prestatarios y

comportamiento verificado en el servicio de deudas. El resultado de un análisis como

el propuesto podría llevar a plantear que el regulador solicite menores previsiones

para aquellos bancos que cuenten con este tipo de métodos de evaluación. De igual

modo, la determinación de los márgenes de cobertura de las garantías de crédito

ofrecidas por las firmas con buen GS podría contar con un tratamiento preferencial98.

Un ordenamiento regulatorio que contemple estas propuestas resultaría en un

abaratamiento del costo impuesto por el supervisor bancario a la acción de prestar a

empresas con buen GS y, en definitiva, debería reflejarse en las tasas de interés

activas resultantes.

98

BCRA, Com. “A” 4957, punto 3.1.

72

V.4.2. GS desde la óptica de las agencias calificadoras de crédito

El tema del GS es un ítem relevante para las agencias calificadoras de crédito en

su tarea de evaluación de empresas abiertas. Para el universo de las empresas

cerradas, el espacio de actuación de estas agencias se reduce. Sin embargo, es

necesario destacar que las PYMEs pueden acceder al mercado de capitales a través

de estructuras financieras que son objeto de calificaciones de riesgo.

Lo anterior hace referencia a estructuras armadas bajo la forma de fideicomisos

(los de exportación son los más frecuentes) en que un grupo de PYMEs se organizan

para obtener financiamiento para la producción de un determinado bien y pagarlo con

el producido de la posterior comercialización del mismo. La lectura de los prospectos

de emisión y los comentarios de las agencias de calificación hacen referencia a la

solidez de las estructuras legales involucradas, a condiciones de mercado, a las

calidades de los bancos y entes asociados al fideicomiso pero en raras ocasiones

aparecen referencias al GS de las PYMEs involucradas99.

En síntesis, lo que se plantea es que los criterios de análisis de administración,

organización y control como así también las estructuras societarias que forman parte

de los reportes de calificación de riesgo para los emisores y garantes comprendan

además una visión hacia el interior de estas estructuras.

De un modo similar las bolsas y mercados que admiten la negociación de

instrumentos de pago diferido, podrían incorporar requisitos o referencias a buenas

prácticas societarias con un criterio de atenuación100 dado que se tratan de empresas

cerradas.

V.4.3. GS a partir de agencias y organismos de fomento para PYMEs

Existen, no ya dentro del ámbito de la regulación bancaria sino dentro de las

administraciones de cada país organismos específicos y bancos destinados a la

promoción de la actividad económica de las PYMEs. Estos organismos tienen un

interés específico de fomento en el desarrollo de la actividad económica (diferente en

su enfoque al del regulador bancario) y es de importancia para las consideraciones

sobre GS y su relación con menores costos financieros para las empresas.

99

Ver a modo de ejemplo: http://www.moodys.com.ar/Estructurados_Argentina. 100

En Argentina, para el caso de empresas abiertas, ver Decreto PEN N° 677/2001 y regulación concomitante de la Comisión Nacional de Valores.

73

Como se destacó en los puntos anteriores, del análisis de la regulación bancaria

surge que, si bien los indicadores básicos de análisis crediticio están presentes en

forma tácita o expresa en el texto de la regulación, no aparecen como parámetros de

ponderación mandatorio para la fijación del costo financiero que será cargado en cada

crédito.

Por otra parte, el rol de la autoridad de supervisión bancaria, está más centrado en

la salud del sistema financiero como un todo (estabilidad) y la mejor discriminación del

riesgo de crédito tiene su fundamentación en estas consideraciones más que en los

beneficios asociados al GS de las PYMEs pueda aportar a la economía en su

conjunto. A contrario sensu, los organismos gubernamentales de fomento tienen un

interés específico en el desarrollo de una mejor capacidad de gerenciamiento y buen

GS de aquellos (las PYMEs) que consideran como sustento básico de la actividad

económica.

Entre las organizaciones de promoción de la actividad de las PYMEs se pueden

mencionar el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en España, el Banco Nacional de

Desemvolvimento (BNDES) en Brasil, el Small Business Administration (SBA) en

Estados Unidos y la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa (SEPYME) en

Argentina. Estas instituciones operan en forma vinculada al sistema financiero,

generalmente otorgando préstamos en condiciones concesionales o de fomento,

proporcionando subsidios a la tasa de interés u otorgando garantías. Tras analizar los

instructivos y documentación que las mencionadas organizaciones exigen a las

empresas para su participación en las operaciones101, se constató que los temas

vinculados al buen GS no han encontrado suficiente espacio de consideración en las

tareas emergentes de la actividad específica.

La OCDE ha señalado que “los bancos y las agencias de rating pueden ayudar a

implementar el buen GS demandando a las compañías no listadas que cumplan con

estas mejores prácticas como parte de su procedimiento de análisis de riesgo”102.

La afirmación anterior se vuelve todavía más relevante si se aplica a los bancos y

organismos gubernamentales de crédito y de fomento. Estas instituciones tienen, en

general, como común denominador en sus estatutos fundacionales referencias

concretas a promover el desarrollo de las PYMEs. Se ha señalado que implementar

prácticas de buen GS implica para las empresas afrontarían costos organizacionales y

101

Para mayor detalle ver Anexo II. 102

OCDE (2006), página 12.

74

monetarios, pero contraponer a esto la posibilidad de obtener menores costos

financieros para acceder al financiamiento puede inclinar la balanza en el sentido

correcto.

Establecer bonificaciones adicionales de tasa de interés para aquellas empresas

que muestren criterios concretos de utilización de prácticas de buen GS puede ser una

alternativa que en principio resultaría de fácil implementación.

La visión propuesta del sistema financiero ampliado permite además incluir

entidades tales como Sociedades de Garantías Recíprocas (SGR) y fondos especiales

de los gobiernos destinados a atender ciertas necesidades de las PYMEs. Estos

organismos tienen en todos los casos una estrecha vinculación con el sistema

bancario formal y permiten deslizar hacia los mismos nuevas posibilidades de

exigencia de requisitos para la atención financiera.

Los sistemas de Garantías han tenido una amplia difusión en Latinoamérica. En

general, son instituciones que se desenvuelven tanto en el ámbito privado como el

público (también existen entidades de características mixtas) y ofrecen servicios para

favorecer el acceso de las PYMEs a las facilidades que ofrece el sistema financiero103.

Aunque escapa al interés del presente trabajo analizar el funcionamiento de los

sistemas de garantías es necesario tener en cuenta que en su asociación con las

entidades bancarias que son su complemento para la asistencia financiera a las

PYMEs ejercen un papel importante en cuanto a la selección de los clientes.

El análisis de crédito ocupa una parte significativa de su actividad y contemplar los

aspectos de GS en las empresas que presentan sus solicitudes de garantías puede

ser un punto de partida para que los conceptos de buen GS puedan alcanzar mayor

difusión104. En el caso de la República Argentina cabe destacar que el BCRA105

contempla al sistema de garantías en un apartado de su regulación, mientras que la

SEPYME es la autoridad de aplicación del régimen.

103

Un análisis exhaustivo del sistema y su expansión se encuentra en Pombo y Herrero (2003). 104

A modo de ejemplo de documentación que necesita una PYME para participar del sistema ver: http://www.garantizar.com.ar/formularios.asp. 105

BCRA, Com. “A” 4531.

75

Por tanto, el Sistema de Garantías podría aportar a este esquema reduciendo el

costo aplicado a sus garantías para las empresas que emprendan el camino de las

mejores prácticas de GS106.

Para que lo señalado en los párrafos anteriores pueda llevarse a la práctica es

menester establecer pautas y criterios uniformes de evaluación de las prácticas de GS.

Una importante tarea de difusión y capacitación de cuadros de analistas parece

recomendable en este punto.

Es necesario además, preparar a la empresa para que pueda autoevaluarse en lo

que respecta a buen GS107, existen trabajos ya desarrollados en este sentido y se

requiere mayor difusión para expandir su aplicación. Cabe tener en cuenta para este

objetivo la utilidad de una herramienta de evaluación de GS como la diseñada por la

CAF que remite a completar un modelo provisto on line mediante un sencillo

procedimiento108. El “Evaluador de Prácticas de Gobierno Corporativo”, como lo

denomina la CAF, permite a las empresas obtener un diagnóstico del grado de

cumplimiento de sus prácticas de GS en relación a los “Lineamientos para un Código

Andino de Gobierno Corporativo”.

106 En la Mesa Redonda: Gobierno Societario y Riesgo Crediticio, que organizó el CEF el 19 de abril de 2010 y que contó con la participación de la CAF, el Presidente de Garantizar, Aníbal Stella, relató la reciente iniciativa de su institución de incorporar elementos de GS entre los criterios de evaluación de las solicitudes de garantía que reciben, calificándola de pionera. 107

CAF (2005). 108

Ver http://gc.caf.com/main.asp.

76

VI. CONCLUSIONES

La reciente crisis financiera internacional ha puesto de manifiesto la necesidad de

desarrollar mejores técnicas que mitiguen el riesgo e incrementen la confianza, de

manera de contribuir a la estabilidad financiera. El tema de GS ha estado cobrando

terreno en el área de riesgo. Los bancos se enfrentan a un riesgo de crédito cuando

prestan dinero a las empresas, por tanto, la propuesta planteada en el trabajo de

incorporar elementos de GS en la evaluación de riesgo crediticio es de vital interés

para los bancos. A través de la mejora en la calidad de las prácticas de GS en las

empresas prestatarias no solo se reduce el riesgo de cartera de los bancos, sino que

también aumenta su volumen de intermediación. La propuesta, sin duda, va en línea

con Basilea II.

La envergadura del tema se acrecienta cuando se tiene en cuenta que la Argentina

no sólo ha sufrido las repercusiones de la crisis mundial mencionada, sino que en los

últimos años ha salido de una de sus mayores crisis económicas, financieras y

sociales. Hay evidencia para Argentina de que el GS juega un rol positivo sobre el

desempeño de las empresas, aún en situaciones de crisis. A su vez, el análisis del

comportamiento de las carteras irrecuperables según tramos de deuda permitió

corroborar una relación positiva entre menores grados de irregularidad y buenas

prácticas de GS por parte de las empresas.

La introducción dentro del análisis de riesgo crediticio de cuestiones del GS en

empresas es una propuesta para que el crédito sea una herramienta que propicie

buenas prácticas entre los clientes (selección favorable) con la consiguiente caída en

el riesgo crediticio. Cualquier reducción en ese sentido redundará en menores spreads

de tasa de interés y en la expansión del crédito. Este hecho es de fundamental

importancia teniendo en cuenta que Argentina es uno de los países del mundo con

menor crédito al sector privado en relación al PIB. Son varios los factores que pueden

explicar este comportamiento: inestabilidad macroeconómica y financiera, inseguridad

sobre derechos de propiedad, tasas reales de interés pasivas usualmente negativas;

alta participación del sector informal en la economía causado por excesiva presión

tributaria y creciente margen de intermediación (spreads) a partir del 2007. Sin duda,

el contexto de la etapa de desarrollo del sector financiero en Argentina es, a su vez, un

condicionante para la implementación de la propuesta planteada en el trabajo.

La regulación bancaria reciente se ha movido en la dirección de prestar atención a

los temas de GS que involucran a la dirección de las propias entidades del sistema

77

financiero. Sin embargo, esta preocupación por los temas societarios no ha tenido su

reflejo en lo que se refiere al GS de las firmas que componen las carteras activas de

esas mismas entidades.

En la práctica cotidiana del análisis de crédito convencional, los temas societarios

tienden a ser analizados en una apreciación de tipo conceptual global dejada al criterio

de los propios evaluadores. Por tanto, se hace necesario diseñar herramientas que

permitan dilucidar (y discriminar) los aspectos del GS de las firmas, en particular las

cerradas, y que a su vez aporten a los análisis de riesgo referencias concretas para la

evaluación de la calidad del GS de las empresas.

La difusión de la utilización de las técnicas de credit scoring en el análisis y

evaluación de créditos proporcionaría una herramienta importante para que los bancos

puedan medir con mayor precisión el riesgo que enfrentan en cada financiación y de

este modo poder discriminar correctamente el nivel de tasa de interés que cubra ese

riesgo. Complementar las matrices de credit scoring con información vinculada al GS

aumentaría la precisión en la medición de ese riesgo asumido.

Las técnicas de credit scoring pueden ser utilizadas, como se ha comentado de

manera prospectiva para el análisis de riesgo. Pero también pueden aplicarse, en el

caso de las financiaciones comerciales para evaluar la calidad de las carteras activas

ya existentes en las entidades. Utilizar estas técnicas de credit scoring con la

incorporación de información vinculada al GS de las firmas sería de importancia para

complementar los estudios empíricos entre la relación positiva del GS y el

comportamiento de pagos de la empresa. Para alcanzar este resultado los bancos

deberían sumar a la información ya existente en sus carpetas y legajos de crédito con

la que resulte de una encuesta a ser distribuida entre sus clientes referidos a temas de

GS.

La incorporación de elementos de buen GS tiene un costo monetario y de

organización significativo para las empresas. Que este esfuerzo pueda ser retribuido

de manera cierta en base a mejores condiciones de acceso al crédito es un paso

necesario para la mayor difusión de estas buenas prácticas.

Para el regulador bancario y en función de la salud del sistema es importante que

la menor cantidad posible de elementos de valoración de una empresa quede fuera de

una categoría global de análisis denominada “buen concepto”. Si bien es deseable que

las entidades financieras tengan libertad para elegir las herramientas de análisis

crediticio que mejor satisfagan sus necesidades, lo es también que ciertas pautas

78

mínimas del GS del sujeto de préstamo sean requeridas por los bancos. Las reglas de

conocer al cliente podrían avanzar en el sentido de analizar, entre otros aspectos,

como éste dirime sus conflictos internos, cuán transparente es en sus decisiones

societarias, cómo establece los criterios de sucesión de sus autoridades, etc.

Sin duda, en la última década se ha avanzado en materia de GS. Ello se debe a

las normas de los organismos de contralor, no solo bancario, y a la consecuente

adopción de dichas prácticas en varias entidades financieras y empresas que cotizan

y/u ofertan en el mercado de capitales, difundiendo lentamente sobre el resto del

conjunto empresarial la importancia de adoptar criterios de transparencia en la

información hacia terceros. Sin embargo, esto no ha sido suficiente y hace falta un

mayor compromiso por parte de los actores involucrados en una empresa en torno a

buenas prácticas de GS. De ahí la propuesta de sumar un modelo scoring de GS a la

evaluación de riesgo crediticio tradicional. Este modelo incluye una selección de datos

vinculados a buenas prácticas clasificados en varios niveles con distintos grados de

exigencia en cuanto a información requerida, en función de la estructura

organizacional de la empresa. No es un modelo cerrado, ya que pretende introducir

criterios como punto de partida para la discusión entre las partes involucradas y es de

carácter voluntario tanto para los prestatarios como para los bancos.

La capacitación de los analistas y oficiales de crédito en materia de GS aparece

como un tema básico. Deben estar en condiciones de entender cabalmente aquella

información adicional que se propone requerir a la firma y en algunos casos poder

brindar información y asesorar a ésta en temas de GS.

Las experiencias de manuales y cartillas de difusión de los aspectos vinculados al

GS en el universo de las PYMEs necesitan ser replicadas. Asimismo, los mecanismos

de auto evaluación de la CAF que se han citado en este documento pueden resultar

de utilidad para que la firma tenga un diagnóstico respecto a la posición en que se

encuentra en lo que se refiere a sus prácticas del GS.

Como se mencionó en el texto debiera resultar claro a los bancos que la adopción

de buenas prácticas de GS reduce el riesgo de su cartera de créditos. De no ser así,

una alternativa a la propuesta planteada en este trabajo sería hacer un análisis ex post

de una cartera madura, lo cual requeriría de un patrocinador y el consentimiento de los

bancos de otorgar la información para implementarla.

Existen en el ámbito gubernamental entidades de fomento, bancos de desarrollo,

fondos de garantías y SGRs que comparten un interés común en el desarrollo de la

79

actividad económica de PYMEs y que deberían asumir el compromiso de apoyar la

expansión de las mejores prácticas de GS. Admitir que el costo financiero de los

productos que ofrecen a las PYMEs refleje las calidades del GS de éstas representaría

un punto de partida para la difusión de estas prácticas.

Pasos a seguir en un futuro incluirían analizar la regulación bancaria para ver de

qué manera se podrían reducir los requerimientos de capital mínimo ajustado por

riesgo a aquellos bancos que incorporen un modelo scoring de GS en su evaluación

crediticia, lo que implicaría tratativas con el BCRA. La propuesta, sin duda, va en

concordancia con los objetivos de Basilea II de promover una mayor estabilidad del

sistema financiero.

80

VII. ANEXO I

Empresas listadas no financieras de Argentina:

Relación entre q Tobin - ITD

Variable dependiente: q

Regresión 1 Regresión 2 Regresión 3

Variables Explicativas

ITD 0,0059 0,0054 0,0051

(2,27)** (2,73)*** (2,1)**

Ln(Edad de la Empresa) 0,033 -0,065 -0,0078

(0,33) (-1,71)* (-0,1)

Tamaño de la Empresa 0,2215 0,2567 0,2455

(2,11)** (3,28)*** (2,62)**

Deuda sobre activos 0,4503 0,6344 0,6112

(1,72)* (3,01)*** (1,98)*

Crecimiento de las ventas 0,0008 0,0002 -0,0291

(0,74) (0,32) (-4,36)***

Emisión de ADR -0,0387 0,0036 -0,0179

(-0,42) (0,05) (-0,21)

Sector Industria 0,1298 -0,0184 0,2895

(1,59) (-0,25) (2,78)***

Sector Servicios Públicos 0,0997 -0,0471 0,0802

(0,56) (-0,53) (0,65)

Sector Producción Primaria 0,1634 -0,076 0,3224

(1,13) (-0,9) (3,25)***

Constante 0,2776 0,6843 0,391

(0,62) (3,69)*** (1,21)

R Cuadrado Ajustado 0,0448 0,3784 0,247

No. de Observaciones 54 53 50

Período 2000-I/2003-IV 2000-I/2001-IV 2002-I/2003-IV

81

Empresas listadas no financieras de Argentina:

Relación entre ROA - ITD

Variable Dependiente : ROA

Reg 1 Reg 2 Reg 3

Variables explicativas

ITD 0,0005449 0,0004813 0,0006292

(2,61)** (3,13)*** (1,79)*

Ln(Edad de la empresa) -0,0154112 -0,0209034 -0,0072887

(-2,11)** (-2,63)** (-1,03)

Tamaño de la empresa 0,0069701 0,0099801 0,0038725

(0,54) (0,327) (-0,23)

Deuda sobre activos -0,0008561 -0,0041904 0,0042438

(-0,06) (-0,27) (0,22)

Crecimiento de las ventas 0,0000042 -0,00000211 -0,0004995

(0,12) (-0,05) (-0,74)

Emisión de ADR -0,0025899 -0,0032994 -0,0009633

(-0,41) (-0,58) (-0,1)

Sector Industria 0,0015554 -0,0053865 0,008823

(0,25) (-1,04) (0,94)

Sector Servicios públicos -0,0171923 -0,0198887 -0,0135516

(-1,21) (-1,25) (-0,95)

Sector Producción primaria -0,0049964 -0,0054604 -0,0069393

(-0,63) (-0,73) (-0,66)

Constante 0,048235 0,0736632 0,0110886

(1,65) (2,37) (0,35)

R cuadrado ajustado 0,1513 0,309 0,0551

No. de observaciones 62 62 59

Estadístico F (valor p) 2,51(0,000) 4,35(0,000) 3,72(0,000)

Período 2000-I/2003-IV 2000-I/2001-IV 2002-I/2003-IV

Notas

Estadísticos t basados en errores estándar robustos

* Significativo al 10%

** Significativo al 5%

*** Significativo al 1%

Fuente: CEF (2005)

82

VIII. ANEXO II

Agencias y Organismos gubernamentales de fomento

España: Instituto de Crédito Oficial

El Instituto de Crédito Oficial (ICO) funciona en el Ministerio de Economía y Hacienda de

España y tiene por objeto fomentar actividades en función de su trascendencia social cultural e

innovadora. El ICO “apoya los proyectos de inversión de las empresas españolas, para que

sean más competitivas y contribuyan al progreso económico de nuestro país”109

.

Una de las herramientas que el ICO utiliza para lograr su cometido es otorgar

financiaciones a tasas subvencionadas, de este modo resulta interesante observar la

información que requiere a los demandantes de la financiación110

. Si bien se destaca que en

su operatoria la evaluación y análisis de riesgo estará a cargo de las entidades financieras del

sistema, en la planilla de solicitud de asistencia que las empresas deben presentar no hay

referencias a temas de GS111

.

Brasil: Banco Nacional de Desemvolvimento

El Banco Nacional de Desemvolvimento (BNDES) de Brasil tiene entre sus objetivos de

política apoyar el funcionamiento y desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas

(MYPEs). Actúa en general como un banco de segundo piso y tiene como apoyo para la

distribución de su financiamiento a una red de instituciones financieras que abarca casi todo el

sistema bancario de Brasil.

El BNDS en la mayoría de los casos relevantes para el apoyo a las PYMEs delega el

análisis crediticio en los bancos del sistema112

, en general, la documentación requerida es

similar a la usual para operaciones de crédito y no hay referencias específicas a pautas de GS

por parte de los solicitantes.

En cuanto a la acción de fomento económico y financiero a las MYPEs, también cabe

destacar en Brasil la actuación del Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas

Empresas (SEBRAE) que tiene como función ofrecer una amplia base de información a través

del armado de una red de servicios consultoría, cursos y seminarios.

109

Ver http://www.ico.es. 110

Ver http://www.ico.es Línea ICO PYMEs. 111

Ver http://www.ico.es Anexo ICO, Formulario de Solicitud. 112

BNDES (2009): “punto 1.1. El agente Financiero deberá analizar la operación utilizando los procedimientos bancarios de análisis de crédito, capacidad de pago, verificará la situación jurídica, fiscal y ambiental de la beneficiaria.”

83

Estados Unidos: Small Business Administration La misión de la Small Business Administration (SBA)

113 desde su creación ha sido aportar a

la atención de las necesidades financieras de las PYMEs de los Estados Unidos. A diferencia

de los casos que se presentaron con anterioridad, el programa más importante de atención de

la SBA consiste en la provisión de garantías a la financiación bancaria tradicional. Estas

garantías facilitan a las instituciones bancarias que forman parte del sistema poder atender

crediticiamente a clientes que sin este apoyo quedarían fuera de la red de clientes.

Las garantías no cubren la totalidad del crédito (sólo el 85 % en financiaciones de hasta

150.000 dólares y el 75 % en préstamos de más de ese monto –hasta un máximo de

2.000.000 dólares,-), de este modo las entidades financieras que tienen la responsabilidad del

análisis de riesgo crediticio inicial participan en la suerte financiera de los proyectos elegidos.

En los instructivos y en la documentación que exigen para su participación en las operaciones

no hay mención a temas vinculados al GS.

Argentina: Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional (SEPYME)114

Es el organismo encargado de llevar adelante las acciones de fomento al segmento de

microempresas y PYMEs establecidas en las leyes N°24.467 y 25.300. Tiene entre sus

programas vigentes el régimen de bonificación de tasas, creado en el año 2000115

que tiene

como función permitir que las PYMEs puedan acceder al crédito bancario en condiciones

financieras que favorezcan su desarrollo. A lo largo de los años el sistema fue incorporando

distintas modalidades que permitió a las entidades bancarias participantes licitar montos de

asistencia crediticia o bonificaciones de tasa de interés.

La selección y análisis de empresas objeto de financiamiento quedan en todos los casos en

manos del sistema bancario, quien asume todos los riesgos inherentes a cada operación. Hay,

por otra parte, un compromiso de información asumido por las entidades bancarias en cuanto

proporcionar datos referidos a los destinatarios del crédito. Pero más allá de la discriminación

por tamaño (calificar como PYME) y en algunos casos por sector productivo, no se incluyen

requisitos adicionales a los que el BCRA establece para los sujetos de crédito.

El Fondo Nacional de Desarrollo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa

(FONAPYME) es un fondo creado para otorgar financiamiento a proyectos de inversión a ese

segmento, instrumentado a través de un fideicomiso con aportes del Estado Nacional y el

Banco de la Nación Argentina en carácter de fiduciante. Las técnicas de evaluación de las

financiaciones realizadas por el Fondo son las mismas que tiene el sistema bancario.

113

La SBA fue creada en 1953, para una mejor comprensión de sus misiones y funciones ver http://www.sba.gov. 114

Conocida desde su creación como SEPYME. 115

Ver Decreto PEN Nº 748 de fecha 29 de agosto de 2000.

84

IX. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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