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KARL MARX ELEMENTOS FUNDAMENTALES PARA LA CRITICA DE LA ECONOMIA POLITICA (BC)RRADOR) 1857-1858 VOLUMEN 1 SIglo vezntluno ed,tores sa

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KARL MARXELEMENTOS

FUNDAMENTALESPARA LA

CRITICA DE LAECONOMIAPOLITICA

(BC)RRADOR) 1857-1858

VOLUMEN 1

SIglo vezntluno ed,tores sa

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Como hemos visto, en la circulación simple como tal (en elvalor de cambio en su movimiento) la acción recíproca de los¡individuos es, desde el punto de vista del contenido, sólo una:mutua e interesada satisfacción de sus necesidades, y desde elf:punto de vista de la forma es un intercambio, un poner como;iguales (equivalentes). De tal modo la propiedad también es!puesta aquí únicamente como apropiación del producto de}l'trablijo a través del trabajo y del producto del trabajo ajeno a~'través del propio trabajo, en cuanto el producto del trabajo;propio es comprado mediante el trabajo ajeno. La propiedaddel trabajo ajeno es mediada por el equivalente del propio,trabajo. Esta forma de propiedad -así como la libertad y la;igualdad- está puesta en esta simple relación. En el desarrollo·'ulterior del valor de cambio todo esto cambiará y se mostraráfinalmente que la propiedad privada del producto del propiotrabajo se identifica con la separación de trabajo y propiedad.De este modo el. trabajo será = a crear propiedad ajena, y lapropiedad, a dominar trabajo ajeno.

174 El dinero - cuaderno 1

[111.] EL CAPITULO DEL CAPITAL

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"El capítulo del capital" (inicial t d . "cuanto capital") comprende los cua~en e I;n(ommado El ~apítulo del dinero enIV, VI Y VII. rnos excepto las pnmeras 7 páginas), m,

Las fechas de redacción de los cuadernos son:

Cuaderno 11 : ea. noviembre de 1857Cuaderno III : 29 de noviemb ' ..Cuaderno IV : ea. mediados ;: ~.c~. mbediados de diciembre de 1857.

1858. IClem re de 1857 hasta el 22 de enero deCuaderno V : 22 de enero de 1858 h t

1858. as a ea. comienzos de febrero deCuaderno VI : ea. febrero de 1858.Cuaderno VII : Fines de febrero M

junio de 1858 .. arzo y fines de mayo/comienzos de

EL DINERO COMO CAPITAL

"Des les premiers pas de la civilisationles hommes ont fixé la valeur d'échangedes produits de leur travail, non parcomparaison avec les produits offerts enéchange, mais par leur comparaisonavec un produit préféré." (Ganilh, 13,9.)a 112.

Intercambio simple. Relaciones entre los que intercambian.Armonías de la igualdad, de la libertad, etc. (Bastiat, Proudhon)

Lo que vuelve particularmente difícil la comprensión deldinero en su pleno carácter determinado consiste en que aquíuna relación social, determinado vínculo entre los individuos,aparece como metal, como piedra, como objeto plenamentecorpóreo, existente al margen de esos individuos y al que seencuentra como tal en la naturaleza; resulta imposible, en suestado natural, distinguir en él aquella determinación formal.La economía política procura eludir esas dificultades medianteel olvido de una de las determinaciones del dinero tras la otra:cuando se le presenta la de más aquí, echa mano a la de masallá. El oro y la plata no son dinero en sí y para sí. La na-turaleza no produce dinero alguno, de la misma manera queno produce un curso cambiario ni banqueros. Aunque en Perú yMéxico encontramos un sistema de producción desarrollado, eloro y la plata no servían como dinero, sino que aparecen comoadorno. Entre las propiedades naturales del oro y de la plata nose cuenta la de ser dinero, y por ello el físico, el químico, etc.,desconocen totalmente esa cualidad. El dinero no obstante, esdirectamente oro y plata. En cuanto medida, lá determinación

a "Desde los primeros pasos de la civilización los hombres han fijado el valor decambio de los productos de su trabajo, comparándolos no con los productos ofre·cidos en cambio, sino con un producto preferido"

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formal del dinero es decisiva; aun más como moneda, dondeesto se manifiesta exteriormente en su cuño; pero en su terceradeterminación, vale decir en su plenitud, cuando ser medida ymoneda aparecen sólo como funciones del dinero, toda deter-minación formal se desvanece o coincide directamente con lacondición metálica del dinero. En el dinero no se pone enabsoluto de manifiesto que la determinación de ser dinero seameramente el resultado del proceso social; el metal es dinero. yello tanto más categóricamente, por cuanto su valor directo de.uso, desde el punto de vista del individuo vivo, no guardarelación alguna con su función; en general sólo se ve el dinerocomo la encarnación del valor de cambio puro, de la cual se haborrado el recuerdo mismo de otro valor, el de uso. Se presentaaquí, en toda su pureza, la contradicción fundamental conteni-da en el valor de cambio y en el modo de producción socialcorrespondiente al mismo. Ya se ha criticado más arriba losintentos de superar esa contradicción, intentos de los cuales esel último el bono de trabajo y que consiste en despojar aldinero de su forma metálica y ponerlo, incluso exteriormente,como algo puesto por la sociedad, como expresión de unarelación social. Hoy en día debe quedar completamente claroque mientras se conserve la base del valor de cambio esosproyectos no pasarán de chapucerías y que la ilusión de que eldinero metálico falsea el intercambio deriva de un desconoci-miento total en 10 que se refiere a la naturaleza del dinero.Igualmente claro es, por otra parte, que a medida que crece lacontradicción entre las relaciones de producción dominantes, amedida que éstas pugnan más violentamente por mudar deenvoltura, la polémica se centra en el dinero metálico o en eldinero en general, ya que, de los fenómenos en que se manifies-ta tangiblemente el sistema, es el del dinero el más palpable,contradictorio y crítico. Mediante toda suerte de artificiosaplicados al dinero, simple manifestación meridiana de las con-tradicciones, se debería, pues, abolir éstas. Igualmente claro esque se pueden practicar las más variadas operaciones revolu-cionarias con el dinero, mientras estos ataques dejan todo 10demás como está y sólo parecen aspirar a algunas rectificacio-nes. De modo que se pega a la bolsa mientras se afirma que sele pega al burro. Pero si el burro en la bolsa no siente losgolpes, sólo se le pega a la bolsa, no al burro. Si los siente, alque se aporrea es al burro, no a la bolsa. Mientras las medidasse dirijan contra el dinero como tal, se trata tan sólo de unataque a consecuencias cuyas causas subsisten; de ahí unaperturbación del proceso productivo, que posee la base sólida y

178 El capital - Oladerno II

Intercambio simple

f d minar meras perturbacio-también la fuerza 'para en renta~i¿n ~ás o menos violenta.nes pasajeras, tpedlan:e ~nt re~cación de la relación moneta~~a,

Por 10 demas, en a, e ermm o uro haciendo abstraccIOndesarrollada hasta aqu~ en es!adde~arroll~das. en las relacionesde re1ac~ones p!oductlvas ~:i~as en su for~a simple, todas lasmonetro:la~, decl~mos, conc la sociedad burguesa parecencontradIccIOnes mman~n~es de efugio de la democracia burgue-borradas. Esto se conVler e e!l/ s burgueses (éstos por 10 menossa, Y más aun de los economlS a n hasta definiciones aun másson tan consecuentes ~ue retr~~ed; del intercambio), para hacerelementales del valor ~ cam 10 ómicas existentes. En efecto,la apología de las relaCIones eco,n el trabajo están determina-en la medida en que la ;ref(~:mc~~~iO y la relación por la cualdos meramente como ~ or e.c ulan 'entre sí se presenta sólolas diferentes mercanClas se v:nc s de cambio como su equipa-como interc~m?i? de estos .~~o~r~ntre los cu~les transcurre eseración, los mdlvld~os o SUjillamentecomo intercambiantes. Noproceso se determman. senc diferencia entre ellos, en cuanto aexiste absolutamente mnguna t b" la determinación eco- [153]la determinación f?rm~~, qu.e ~~n~~sele~ la cual se ubican esosnómica, la determmac~~n ajus. b· . el indicatora de suindivi?uos ~n la re1aclon1d~, mt~~~:r m~o~a. Cada sujeto es .';Infuncion ~cla1 o de su re ~Clon son el otro la misma relacIOnintercamblante, es~o es, tlen~l cConsiderado como sujeto delsocial qu~ éste tlen~, con e. 1 de igualdad. Imposible e~intercambIo, su relacIono es ~res n~ia o aun contraposición, mhallar entre el~os ~ua1qu~r dl_er~·dura las mercancías que esossiquiera un~ dlspand~d. or an~i;alentes -en cuanto valores deindividuos mtercamblan son eq

r tales (sólo puede producirse uncambio-, o al menos pasan p~, recí roca Y si un individuoerror subjetivo en la val°r~cIOn se d~be a' la naturaleza de latramp,ea en. algo a otro, e o no se enfrentan, pues ésta es ~afuncion soclal en la flue :mb';uales sino sólo [a] la astuCIamisma, en ella son os os .~ et~ . en suma sólo a la puranatu~a1, el ar~e ~~ la persuasl~n~l" ·d~o sobre ~1otro. La dife-superioridad mdlVldual de rnt m,;V~a índole de la relación enrencia sería natural, no a ~c ~n n el curso ulterior de estacuanto tal; com~ se s~ñ~ara e se debilita con la competen-exposición, esa dlferen~ladm~~U}~erzaoriginal). En 10 tocante acia, etc., y se le despOja e, ica de la relación, nos encontra-la forma pura, a la cara econom

J lndice, indicador

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mos con tres elementos formalmente diferentes (acotemos queel contenido, fuera de esa forma, cae aquí completamente almargen de la ecoI1omía, o es puesto como contenido natural,diferente del económico, y de él puede decirse que está com-pletamente separado de la relación económica, porque aúncoincide inmediatamente con ella): los sujetos de la relación, osea los individuos que intercamb ian, puestos en idéntica deter-minación; luego los objetos de su intercambio, o sea los valoresde cambio o equivalentes, que no sólo son iguales, sino quedeben serIo expresamente, y que como iguales están puestos;por último, el propio acto del intercambio, la mediación através de la cual los sujetos están puestos precisamente comoindividuos que intercambian, como iguales, y sus objetos comoequivalentes, también iguales. Los equivalentes constituyen laobjetivación de un sujeto para el otro; vale decir que éstosvalen igual y se confirman en el acto del intercambio comoequivalentes y, al mismo tiempo, como indiferentes entre sí.Los sujetos existen mutuamente en el intercambio sólo merceda los equivalentes; existen como seres de valor igual y seconfirman en cuanto tales mediante el cambio de la objeti-vidad, en donde uno existe para el otro. Existen unos para losotros sólo como sujetos de igual valor, como poseedores deequivalentes y como garantes de esta equivalencia en el inter-cambio, y al mismo tiempo que equivalentes, son indiferentes

[154] entre sí; sus restantes diferencias individuales no les atañen;todas sus demás cualidades individuales les son indiferentes. Enlo que se refiere al contenido exterior al acto del cambio -actoque a la vez pone y garante los valores de cambio y los sujetoscomo individuos que intercambian-, ese contenido, que caefuera de la categoría económica formal, sólo puede ser: 1) laparticularidad natural de la mercancía cambiada; 2) la necesi-dad natural específica de los individuos que intercambian; oambas, resumidas en el diferente valor de uso de las mercancíasintercambiadas. Este contenido del intercambio, completamenteajeno a su determinación económica, lejos de amenazar laigualdad social de los individuos, convierte más bien su dispari-dad natural en fundamento de su igualdad social. Si el indivi-duo A tuviera la misma necesidad que el individuo B y sutrabajo se hubiera realizado en el mismo objeto que el delindividuo B, no existiría entre ellos relación económica alguna;desde el punto de vista de su producción, no se trataría deindividuos diferentes. Ambos tienen la necesidad de respirar;para ambos ex;iste el aire como atmósfera; esto no suscitacontacto social alguno entre el uno y el otro. Como individuos

que respiran, la vinculación que se crea entre los dos es mera-mente la de cuerpos naturales, no la de personas. Es la diversi-dad de sus necesidades y de su producción lo que da margen asu intercambio y a su igualación social. Esta disparidad naturalconstituye, pues, el supuesto de su igualdad social en el actodel intercambio y de la propia vinculación que establecen entresí como productores. Desde el punto de vista de esta diversidadnatural el, individuo [A] es considerado como poseedor de unvalór de uso para B, y B como poseedor de un valor de usopara A. De esta manera la diversidad natural los pone correlati-vamente en la relación de la igualdad. Por consiguiente, ambosindividuos no son indiferentes uno para el otro, sino que seintegran, se necesitan recíprocamente; el individuo B, al objeti-varse en la mercancía, constituye una necesidad para el indivi-duo A, y viceversa. La relación que se establece entre ellos nosólo es de igualdad, sino social. Esto no es todo. Si esanecesidad de uno puede ser satisfecha por el producto del otroy viceversa; si cada uno de los dos es capaz de producir elobjeto de la necesidad del otro y cada uno se presenta comopropietario del objeto de la necesidad del otro, ello demuestraque cada uno trasciende como hombre su propia necesidadparticular, etc., y que se conducen entre sí como seres huma-nos, que son conscientes de pertenecer a una esp~cie común.No ocurre que los elefantes produzcan para los tIgres o queanimales lo hagan para otros animales. A título de ejem-plo. Un enjambre de abejas au fond constituye una sola abe- [155]ja; todas ellas producen lo mismo. (Los productos, el tra-bajo, etc., aún no difieren entre sí, sino que existen bajo laforma de mercancías o, como lo quiere el señor Bastiat, tras lospasos de Say113 , de servicios. Bastiat, al reducir la condicióneconómica del valor de cambio al contenido natural del mismo,a mercancía o servicio, o sea al mostrarse incapaz de captar larelación económica del valor de cambio en cuanto tal, seimagina que ha dado un gran paso adelante respecto· a loseconomistas clásicos de la escuela inglesa, que pueden compren-der las relaciones de producción en su especificidad como tales, ensu forma pura.) En la medida en que esta disparidad natural delos individuos y de las mercancías de los mismos constituye elmotivo de la integración de estos individuos, la causa de surelación social como sujetos que intercambian, relación en lacual están presupuestos como iguales y se confirman comotales, a la noción de la igualdad se agrega la de la libertad.Aunque el indIviduo A siente la necesidad de poseer la mercan-cía del individuo B, no se apodera de la misma por la violencia,

180 El capital - CUaderno 11Intercambio simple 181

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182 El capital - OIaderno IIIntercambio simple 183

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ni viceversa, sino que ambos se reconocen mutuamente comoprop~etarios, como personas cuya voluntad impregna sus mer-canClas. En e,ste punto aparece la noción jurídica de la persona~, en la medl~a en que se halla contenida en aquélla, la de lah?erta~, Nadie se apodera de la propiedad de otro por lavIOlencia. Cada uno enajena la misma voluntariamente. Peroesto no es todo: el individuo A satisface la necesidad delindividuo B, p~r, medio de !a mercancía a, sólo en tanto que yporque el mdlVlduo B satIsface la necesidad del individuo Amediante la mercancía b y viceversa. Cada uno sirve al otropara servirse a sí mismo; cada cual se sirve del otro, y recípro-camente, como de un medio. En la conciencia de ambos indivi-duos están presentes los siguientes puntos: 1) que cada cualalcanza su ,objetivo sólo en la medida en que se ~irva del otrocomo medIo; 2) que cada uno se vuelve un medio para el otro(ser para otro) sólo en cuanto fin para sí mismo (ser para sí);3) que es un fact necesario la reciprocidad según la cual cadauno es simultáneamente medio y fin y sólo alcanza su fin alvolvers~ medio" y ,sólo se vuelve medio en tanto se ubiquecomo fm para SI mIsmo; cada uno, pues, se pone como ser parael o,tro cuando es ser para sí, y el otro se pone como ser paraaque~ ~~ando es ser p~ra sí. Es~ reciprocidad es el supuesto, lacondlclon natural del mtercamblO, pero en cuanto tal es indife-rente a cada uno de los sujetos del intercambio. A cada uno deeso,s sujetos ,sólo }e interesa la reciprocidad en la medida en quesatIsface su mteres, que excluye al del otro y no tiene relacióncon él. Vale decir que el interés común, lo que aparece comomóvil del acto conjunto, es, ciertamente, reconocido por ambaspar~es co~o fact, pero en sí no es el móvil; se produce, pordecrrlo aSl, a espaldas de los intereses particulares reflejadosen sí mismos y contrapuesto el del uno al del otro. Según estoúltimo.' el i!1dividuo a lo sumo puede consolarse pensando quela ~tIsfacclón de su antitético interés particular constituyepreCIsamente la consumación de la antítesis superada del inte-rés general de la sociedad, Mediante el propio acto 'del inter-cambio, el individuo, cada uno de ellos, se refleja en sí mismocomo sujeto exclusivo y dominante (determinante) de aquelacto, Con ello está dada la libertad total del individuo: transac-ció~ v~luntaria; ninguna violencia de ambas partes; el ponersea SI mISmo como medio, o en esta función de servicio única-m~nte como ~edio, y ello con la finalidad de ponetse a símls~o .como ~m p~ra sí, como ser dominante, prevaleciente;po~ ultImo, ~l mteres, egoísta, que no realiza ningún interés queeste por enCIma de el; se sabe y se reconoce también que el

otro realiza del mismo modo su interés egoísta, con lo cualambos saben que el interés común radica únicamente en ladualidad, multiplicidad, autonomía multilateral e intercambiodel interés egoísta. El interés general es precisamente la genera-lidad de los intereses egoístas. De modo que así como la foqnaeconómica, el intercambio, pone en todos los sentidos la igual-dad de los sujetos, el contenido o sustancia -tanto individualcomo colectivo- pone la libertad. No sólo se trata, pues, deque la libertad y la igualdad son respetadas, en el intercambiobasado en valores de cambio, sino que el intercambio de valoresde cambio es la base productiva, real, de toda igualdad ylibertad. Estas, como ideas puras, son meras expresiones ideali-zadas de aquél al desarrollarse en relaciones jurídicas, políticasy sociales, éstas son solamente aquella base elevada a otrapotencia. Por lo demás, ello ha sido co~firmado ~stóricame~te.La igualdad y la libertad en este sentIdo constItuyen precisa-mente lo contrario de la libertad e igualdad en la Antigtiedad,que no tenían como base el valor de cambio desa,rrollad.o;antesbien fueron arruinadas por el desarrollo de aquel. La Igualdady la' libertad presuponen relaciones de producción que aún noestaban realizadas en el mundo antiguo; tampoco en, la EdadMedia. El trabajo forzado directo es la base del pnmero; lacomunidad se basa en ese tipo de trabajo, que es el fu~damentoexistente; el trabajo mismo como privilegio, sumido aún en lasingularidad -no en general como productor de va.lores decambio-, vale [como] base de la segunda. El trab~Jo n? estrabajo forzado, ni, como en el segundo caso, se efectua baJo.laégida de una entidad comunal considerada como algo supenor(corporaciones).

Ahora bien: desde el punto de vista de los móviles, esto es,de los móviles naturales, exteriores al proceso económico, la [157]verdad es que el [vínculo entre los] individuos que intercam-bian se funda en cierta coerción. Pero esta coerción sólo es, porun lado la indiferencia de los otros ante mi necesidad en', . ,

cuanto tal, ante mi individualidad natural, por conSIgUIenteante su igualdad conmigo y su libertad, las cuales, empero, sonni más ni menos que el supuesto de las mías. Por otra parte, enla medida en que estoy determinado y forzado por m!s necesi-dades, es sólo mi propia naturaleza -qu~ es un conJunt~ denecesidades e impulsos- lo que me coaCCIOna,y no algo ajenoa mí (ni tampoco mi interés, considerado en su forma general,refleja). Precisamente desde este punto de vista, también yoviolento al otro, lo empujo al sistema del cambio.

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a Siervo b" .'".- vermemten, ed, 1939, "vemeinten" ("negada")

De ahí que el derecho romano defina correctamente al servusa~omo aq~el que no puede adquirir nada para sí mediante elm~ercamblo (ver Institutiones). Es igualmente claro, por consi-gUl~nte, que este derecho, aunque corresponde a una situaciónsocIal en la que el intercambio no estaba desarrollado por elh~cho de estarlo en algunas esferas pudo exponer las determina-cIOnes de l~ persona. jurídica, es decir del individuo que partici-pa en el mtercamblO. De esta suerte pudo anticipar (en susrasgos fundamentales) el derecho de la sociedad industrial' peroes~obre todo si se le confronta con la Edad Media que 'debíaabnrse p,aso como el derecho de la sociedad burguesa nacienteSu propl<?,desarrollo ,coincide ca~almente, por otra parte, co~la dlsoluClOn~e la entIdad comumtaria romana.

Como el ?mero no es sino la realización del valor de cambio,y como el slsteI?a de los valore~ de cambio sólo se ha realizadodentro de. un sIstema m?ne~ano desarrollado, o viceversa, de~echo el sIstema monetano solo puede ser la realización de estesl~tema de la lib,ertad y la igualdad. Como medida, sólo eldl1.1eroda al eqUlv~lente la expresión precisa., hace de él porp!lmera, yez un equIvalente también en cuanto a la forma. En laclfculaclOn, no obstante, se manifiesta aun una diferencia en lo9ue toca .a la forma: los d,os individuos que participan en elmtercamblO se presentan baJo las determinaciones diferentes decomprad<?r y ven~edor; el valor de cambio aparece una vezcomo umversal" baJo la forma del dinero, luego como particularen la mercanCla nat';lral,. que ahora ~iene precio. Pero. paraempeza~, estas determmaclOnes se cambian; la circulación mismano consIste ~n.pon,er una desigualdad, sino simplemente una igual-dad., una ehmmacló~ de la diferencia, simplemente pensadab, Lad~s¡g':laldades tan solo puramente formal. Por último, en el pro-pIO dmero, en cuanto circulante que se presenta ora en unas ma-no~ ora en otras, y es indiferen~e a este [,modo de] presentar [seJ,la Igualdad pone ahora matenalmente mcluso la igualdad comocosa..Cada uno aparece ante el otro como poseedor del dinero co-mo dl?erO personific~d~, si se ~iene en cuenta el proceso del i~ter-

[15SJcambIO. Por ello, la mdlferencla y la equivalencia existen expresa-m~nte en la forma de la cosa. La diferencia natural y específicaeXlst~nte e1.1,la mercancía se desvanece; constantemente la borrala clfculaclOn. Un trabajador que compra una mercancía porvalo~, de 3 sh. se presenta ante el vendedor en la mismafunclOn, en la misma igualdad -bajo la forma de 3 sh.- que el

a"Kontrahenten und Kontrahenten"; en el ms. "Kontrakten und Kontrahenten"("contratos Y partes contratantes~')

lnrercamDIU ~""f''';;

rey que hace otro tanto. Se disipa toda diferencia entre ellos.El vendedor, en cuanto tal, aparece sólo como poseedor de unamercancía cuyo precio es de 3 sh., de modo que ambos sonperfectamente iguales; sólo que los 3 sh. existen una vez bajo laforma, de plata, la otra bajo la forma de azúcar, etc. Bajo latercera forma del dinero parecería que surge una determinacióndiferente entre los sujetos del proceso. Pero en la medida enque el dinera se presenta aquí cama material, camo mercancíageneral de las cantratas, se barra más bien toda diferenciaentre partes contratantesa Y partes contratantes. Si el dinero sevuelve .objeta de la acumulación, el sujeto parece retirar de lacirculación sóla dinera, la farma general de la riqueza, par

'cuanta retira mercancías par el misma precia. De moda que unindividua acumula, y el otra n.o, pero ninguna la hace aexpensas del .otro. Una disfruta de la riqueza real; el .otra entraen pasesión de la farma general de la riqueza. Si el una seempabrece, el .otra se enriquece; tal es su libre valuntad y esehecha en absaluta deriva de la relación ecanómica, del vínculaecanómica misma en que aquéllas están puestos entre sí. Inclu-sa la herencia y .otras relacianes jurídicas similares, que perpe-túan las desigualdades así surgidas, n.o afectan en nada esalibertad e igualdad naturales. Si la situación original del indivi-dua A n.o entra en cantradicción con este sistema, tal contra-dicción de ningún mada puede praducirse parque el individuaB haga su aparición en lugar del individua A, porque perpetúeaquella situación. Se trata, por el contraria, de hacer valer ladeterminación social par encima de las límites naturales de lavida; de un fortalecimienta de ese .orden sacial contra la acciónfartuita de la naturaleza, cuya intervención en cuanta tal seríamás bien una abalición de la libertad del individua. Además,coma el individua en esta relación es tan sólo la persanificacióndel dinero en cuanto tal es tan inmartal cama el prapio dinera.

, ,Su actualización par la herencia es más bien la realización deesta determinación.

N.o paner de relieve en esta cancepción las cannotacianeshistóricas, sino cantrapanerla, cama refutación, alas relacionesecanómicas más desarralladas -en las cuales los individuas yan.o se vinculan entre sí meramente cama sujetas del intercam- [159Jbia .o campradares .o vendedares, sina que establecen entre sírelaciones determinadas Y ya n.o pueden ser incluidas tados

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El capital - CUaderno ¡¡184

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186 El capital - Otaderno 11 Intercambio simple 187

bajo un solo carácter determinado-, es 'lo mismo que afirmarque no existe diferencia alguna, y menos aun contraposición ycontradicción, entre los cuerpos naturales, ya que éstos, porejemplo en lo relativo a la pesantez, son todos pesados y portanto iguales; o son iguales porque todos adoptan las tresdimensiones del espacio. De la misma manera, se toma aquí alvalor de cambio en su carácter determinado simple, y no en susformas más desarrolladas, que son contradictorias. En la evolu-ción de la ciencia esas determinaciones abstractas son las prime-ras en aparecer y las más pobres, tal como también ocurre, enparte, históricamente; lo más desarrollado es lo posterior. En elconjunto de la sociedad burguesa actual, esta reducción a pre-cios y a su circulación, etc., aparece como el proceso superficialbajo el cual, empero, ocurren en la profundidad procesos com-pletamente diferentes, en los cuales aquella igualdad y libertadaparentes de los individuos se desvanecen. Por un lado se olvidadesde un principio que el supuesto del valor de cambio, encuanto base objetiva del sistema productivo en su conjunto, yaincluye en sí la coerción al individuo; que el producto directode éste no es un producto para él, pues sólo llega a serio através del proceso social y tiene que adoptar esa forma generalaunque exterior; que el individuo sólo existe en cuanto produc-tor de valor de cambio, lo que implica la negación absoluta desu existencia natural; el individuo, pues, está completamentedeterminado por la sociedad. Se olvida, asimismo, que todo ellopresupone además la división del trabajo, etc., en la cual elindividuo aparece mserto en relaciones diferentes a las de losmeros sujetos del intercambio, etc.; que no sólo el supuesto deningún modo surge de la voluntad ni de la naturaleza inmediatadel individuo, sino que es histórico; el individuo se encuentrapuesto ya por la sociedad. Se desconoce, por otra parte, que lasformas superiores en las cuales [se realiza] ahora el intercambio<?las relaciones de producción que en él se realizan, de ningunamanera quedan fijas en ese carácter determinado simple donde lamayor diferencia a la que se llegaba era más formal, y porende más indiferente. No se ve, por último, que ya en ladeterininación simple del valor de cambio y del dinero seencuentra latente la antítesis entre el trabajo asalariado yel capital, etc. Toda esta sabiduría consiste pues en quedaratados a las relaciones económicas más simples, las cuales,consideradas aisladamente, son abstracciones puras, mientrasque en la realidad se manifiestan más bien a través de lasantítesis más profundas y sólo presentan un lado en el que -su

[160] expresión se ha esfumado.

Por otro lado, queda en evidencia igualmente la. tontería deaquellos socialistas (en particular los fra~ces~,s, qUlene~ procu-ran demostrar que el socialismo es la reahzacIOn d.~las Ideas dela sociedad burguesa proclamadas por la Revoluc~on France~)según los cuales el intercambio, el valor de cambIO, etc., Orlgl-nariamente (en el tiempo) o ateniéndose a su. concepto. (en suforma apropiada) constituyen un sistem~ de hbertad e ~gusUdadpara todos, pero que han sido de.snaÍl;lrahzadospor el dmero, elcapital, etc. O también que la hl~tona ha. hecho hasta nuestrosdías intentos aún fallidos de reahzar esas Ideas con ~rr~glo a suverdadera naturaleza-descubierta hoy por esos soclahst~s, en-tre' ellos Proudhon, o Santiago el Mayor-; por ese ~ohvo sedebe proporcionar la historia auténtica d~ ~stas relaCIOnesenlugar de la falsa. Cabe responderl~s lo slgUlente:. el valor decambio o, más ajustadamente, el SIstema monetano, es e~ loshechos el sistema de la igualdad y la liber~ad; las pe~urbacIOnesque se presentan en el d'esarr<?llo reclen!e del SIstema ~onperturbaciones inmanente s al mIsmo, preclsam.ente la reahz~-ción de la igualdad y la libertad, que se acredItan como deSI-gualdad y carencia de libertad. El deseo de qu~ el valor decambio no se desarrolle en capital, o que .el trabaJ? que produ-ce valor de cambio no se vuelva. trabajO asalan~do, es tanpiadoso como estúpido. Lo que distmgue ~ estos senores de l,osapologistas burgueses e~ por un lado el ahsbo de la.s contradIC-ciones insertas en el SIstema; por el otro el utOPIS~?, el nocomprender la diferencia necesaria. entre la conformacIOn re,al yla conformación ideal de la SOCIedadburguesa y, d~, ah~, elquerer acometer la vana empresa de realizar l~ expreslOn .ldealde esa sociedad, expresión que es tan sólo la. lffiagen,refleja detal realidad. A estos socialistas se opone. el msulso argumentode la economía más moderna y corrompIda, el c~al demu.estraque 'las relaciones económicas expresan por doqUler las mismasdeterminaciones simples. Esta economla encuentra en todaspartes la igualdad y libertad del .intercambio de valores decambio, determinado de manera slffiple, y lo red~~e todo, apueriles abstracciones. (Como su repr~se~t~nte claslco. puedeconsiderarse, en lo que [se refiere] a mSipl?eZ, afecta.c~~n dedialéctica petulancia ñofia, satisfecha y ndlcula repehcIOn delugares c~munes Y una cabal incap~cidad de comprend~r losprocesos históricos, a Fredericka Bashat, pues el norteamencan<;>Carey por lo menos hace valer, contra las europeas, las condl-

a Así en el original (Frederick), en lugar de Frédéric

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aSentido común.- bHablando relativamente.- cEn el ms. y en edic. 1939, aparece elsalario como "sujeto a contingencias" y el beneficio como "fijo". Cf. en el vol. 11elfragmento sobre Bastiat y los salarios

ciones norteamericanas específicas.) En esta economía, por[161] ejemplo, la relación entre el capital y el interés se reduce al

intercambio de valores de cambio. Aunque de los datos empíri-cos se desprende que el valor de cambio no sólo existe en esecarácter determinado simple, sino también bajo aquel esencial-mente diferente de capital, se reduce nuevamente el capital alconcepto simple del valor de cambio. Otro tanto ocurre con elinterés, al cual, pese a expresar ahora una determinada relacióndel capital como tal, se le arranca de su carácter determinado,se le equipara con el valor de cambio. Se abstraen de todas lasrelaciones en su carácter determinado específico y retornan a larelación, aún no desarrollada, de intercambio de una mercancíapor otra. Si abstraigo de un concreto lo que lo distingue de suabstracto, no obtengo otra cosa que lo abstracto. De este modotodas las categorías económicas se convierten en más y másnombres para la misma relación de siempre, y esta burdaincapacidad de captar las diferencias reales termina por ser lapresentación del common sensea puro, del commo.n sense comotal. Las "armonías económicas" del señor Bastiat significan aufond que existe una sola relación económica, la cual adoptadiversos nombres, o que sólo en cuanto a los nombres seproduce una diferencia. La reducción ni siquiera es formalmen-te científica, como cuando se reduce todo a una relacióneconómica real de manera tal que la diferencia producida por eldesarrollo sea puesta a un lado. No: ora se escamotea esteaspecto, ora aquel otro, para que la identidad aparezca bien .poraquí, bien por allá. A título de ejemplo: el salario es el pagopor un servicio que un individuo presta a otro. (Aquí se dejade lado la forma económica en cuanto tal, como ya se observómás arriba.) El beneficio también es el pago por un servicio queun individuo presta a otro. Por consiguiente el salario y elbeneficio son idénticos, y es una primera confusión idiomáticaque llamemos a un pago salario, y al otro beneficio. Vayamosahora al beneficio y el interés. En el beneficio el pago delservicio está sujeto a contingencias; en el interés ese pago esfijo. Ahora bien: como en el salario, relativement parlantb, el pagoes fijo, mientras que en el beneficio, en contraposición con eltrabajo, está expuesto a contingen ciasc, la relación entre elinterés y el beneficio es la misma que la existente entre el

aEn el manuscrito, "constituyen" en lugar de constituye".- bVaciedad.- cEn el ms.se repite aquí la palabra "pues"

189El capital

salario y el beneficio, la cual constituye a, como hemos vis!o,un intercambio recíproco de equivalentes1l4• Los contranos [162]aceptan pues esta fadaiseb (conforme a la cual se retrocede delas relaciones económicas en las que se manifiesta la antíte-.sis, a aquellas en las cuales la misma todavía está mer.amentelatente encubierta)c al pie de la letra. Muestran, por ejemplo,que ed el caso del cap!tal y el interé~ ~o se produce uJ? simplecámbio, ya que el capItal no es sustituIdo por un eqUivalente.Una vez que el propietario, en efecto, ha engullido. 20 veces .elequivalente bajo la forma de intereses, lo conserva sIempre baJOla forma de capital y de nuevo lo puede cambiar contra otros20 equivalentes más. Y así se entabla un latoso debate, en elque el uno asevera que entre el valor de cambio desarrollado y elno desarrollado no existe diferencia alguna, mientras que elotro afirma que for desgracia sí la hay, pero que en justicia nodebiera haberla 11 •

Capital. Suma de valores. - Propiedad de la tierra y capital.· Elcapital procede de la circulación. Contenido del valor de cambio.- Capital comercial, capital monetario e interés del dinero. - Lacirculación supone otro proceso. Movimiento entre extremos

previamente supuestos

El dinero como capital es una determinación del dinero queva más allá de su determinación simple como dinero. Puedeconsiderársele como una realización superior, del mismo modoque puede decirse que el desarrollo del mono es el hombre. Deesta manera, sin embargo, se coloca la forma inferior, com.o unsujeto dominante, sobre la superior. Sea como fuere, el dmerocomo capital se diferencia del dinero como dinero. Es menesterdesarrollar la nueva determinación. Por otra parte, el capitalcomo dinero parece ser la regresión del capital a una formainferior. No obstante, se trata solamente del mismo que espuesto en una particularidad, que existía ya antes de él ~omono-capital y que constituye Uno de sus supuestos. El dmeroreaparece de nuevo en todas las relaciones posteriores pero yano opera entonces como simple dinero. Si, como se hará aquí enun primer momento, lo seguimos hasta su plenitud en el m:rc~-do monetario, se presupondrá el resto de su desarrollo e mCI-dentalmente nos referiremos a éste. Otro tanto se hará aquí

El capital - Oladerno II188

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con la determinación universal del capital, antes de que pase-mos a su particularidad como dinero.

Si afirmo, como por ejemplo lo hace Say116 , que el capitales una suma d~ valores, no hago más que decir que el capital =valor de cambIO. Toda suma de valores es un valor de cambio

[163]y todo valor de cambio es una suma de valores. Por adició~simple no puedo pasar del valor de cambio al capital. En la~era acumulación .de dinero aún no se incluye, como hemosVIsto, la relación de la capitalización.

E!1 el llamado comercio al por menor, el tráfico cotidiano dela vIda burguesa, tal como se practica directamente entre pro-ductores y consumidores, en el comercio al menudeo decíamosel objetivo de una parte es intercambiar mercancías' por diner~y ~l de la otra parte intercambiar dinero por mercancías, parasatIsface.r necesidades individuales. Tan sólo en este proceso-que, tiene lugar en la. superficie del mundo burgués- seefectua de manera pura el movimiento de valores de cambiosu circulación. Un trabajador que compra una hogaza de pan yun millonario que. hace otro tanto, en este acto aparecenmeramente como SImples compradores, del mismo modo que elpanadero se presenta ante ellos sólo como vendedor. Todas lasdemás determinaciones se han borrado aquí. Tanto el conteni-do de sus compras como el volumen de las mismas resultan abso-lutamente indiferentes respecto a esta determinación formal

Si en teoría el concepto de valor precede al de capitai-aunque para llegar a su desarrollo puro deba suponerse unmodo de P!o~ucción fundado en el capital-, lo mismo aconte-ce en la practica. Por ello los economistas se ven forzados ora aco.nsiderar el capital como creador de valores, fuente de losmIsmos, ora a dar por sentado que los valores son anteriores ala formación del capital y éste no es más que una suma devalores en una función determinada. La existencia del valor ensu pureza y universalidad presupone un modo de producción enel cual el producto, considerado de manera aislada, ha cesado de~er tal. P3!a. el productor y muy particularmente para el traba-Jador mdlYldual. En ~ste modo de producción el producto noes nadaSl no se realiza a través de la circulación. Para quienp~od~ce una parte infinitesimal de una vara de cotón, demngun modo const~tuye. una cuestión formal que aquella seavalor, valor de cambIO. SI no creara un valor de cambio dinerono ~abría produc!do absolutamente nada. Esta propia determi~naCIOnde valor tiene como supues.to determinado nivel históri-co d,el modo .de producción social; está dada conjuntamentecon este, constituye pues una relación histórica.

a Granjero.- b Terrateniente

Por lo demás, diversos elementos de la determinación delvalor se desarrollan en etapas más tempranas del proceso pro-ductivo histórico de la sociedad y se presentan como resultadode éste.

En el seno del sistema social burgués, por consiguiente, elcapital acompaña inmediatamente al valor. En la historia sepresentan otros sistemas que constituyen la base material de undesarrollo inacabado del valor. Como el valor de cambio enesos sistemas desempeña tan sólo un papel secundario respectoal valor de uso, la base real de aquél no es el capital, sino las [164]relaciones inherentes a la propiedad de la tierra. La modernapropiedad de la tierra, por el contrario, no se puede incluiraquí, ya que no puede existir sin el supuesto del capital;históricamente aparece, en efecto, como una forma de la prece-dente conformación histórica de la propiedad de la tierra, perocomo una forma producida por el capital, modelada adecuada-mente por éste. Es por ello que se puede estudiar en eldesarrollo de la propiedad de la tierra la gradual afirmación yformación del capital. Y a ello se debe que Ricardo, el econo-mista de la época moderna, con gran sentido histórico hayaconsiderado en el marco de la propiedad de la tierra las relacio-nes entre el capital, el trabajo asalariado y la propiedad de latierra, para captadas en su forma específica. La relación entreel capitalista industrial y el propietario de la tierra se presentacomo al margen de la relación inherente a la propiedad de latierra. Pero como relación del moderno farmer con el arrenda-dor de la tierra se manifiesta como relación inmanente de lapropiedad de la tierra misma, mientras que la otra está puestacomo existiendo solamente en su conexión con el capital. Lahistoria de la propiedad de la tierra -que muestra la transfor-mación paulatina del landlordb feudal en el arrendador rural,del arrendatario vitalicio, asentado hereditariamente, semitribu-tario y a menudo privado de libertad, en el moderno farmer, yde los siervos de la gleba y campesinos sujetos a prestaciones enjornaleros agrícolas- sería de hecho la historia de la formacióndel capital moderno. Incluiría en sí la relación entre el capitalurbano, el comercio, etc. Pero aquí nos ocupamos de la socie-dad burguesa ya constituida, que funciona sobre su propia base.

El capital procede en un principio de la circulación, y con-cretamente tiene al dinero como punto de partida. Hemos vistoque el dinero que entra en la circulación' y a la vez de ella

190 El capital - OIademo IIEl capital 191

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a"Form", en ms. y edic. 1939, "Forderung" ("requisito")

vuelve a sí, constituye la última forma a de la negación ysuperación del dinero. Es al mismo tiempo el primer conceptodel capital y la primera forma en que éste se manifiesta. Aldinero se le ha negado como entidad que meramente se disuelveen la circulación; se le ha negado también- como ente que secontrapone de manera autónoma a la circulación, En sús deter-minaciones positivas, esta doble negación, sintetizada, contienelos primeros elementos del capital. El dinero es la primeraforma bajo la cual el capital se presenta como tal. D - M - M -D; se cambia el dinero por una mercancía y la mercancía pordinero; este proceso de la compra con vistas a la venta, -queconstituye la forma característica del comercio, el capital comocapital comercial, se encuentra en las fases más tempranas deldesarrollo económico. Es el primer movimiento en el cual elvalor de cambio en cuanto tal constituye el contenido; no sólola forma, sino su propia sustancia. Este movimiento puedeocurrir dentro de. pueblos, o entre pueblos, aun cuando todavíael valor de cambio no haya de ninguna manera llegado a ser elsupuesto de su producción. El movimiento no afecta más queal excedente de esa producción, calculada para el uso directo, ysólo se desarrolla a su vera. Así como los judíos dentro de lavieja sociedad polaca, o en general dentro de la sociedad medie-val, pueblos comerciantes enteros de la Antigiiedad, y despuéslos lombardos, asumieron esta posición entre pueblos cuyomodo de producción no estaba condicionado por el valor decambio como supuesto básico. El capital comercial es mera-mente capital circulante y el capital circulante es la primeraforma del mismo 117; en ésta el capital de ningún modo hallegado aún a ser la base de la producción. Una forma másdesarrollada es el capital monetario y el interés del dinero, lausura, cuya aparición autónoma pertenece asimismo a una fasetemprana. Por último, la forma M - D - D - M -en la cual eldinero y la circulación en general se presentan como simplemedio para la mercancía circulante, que a su vez sale de nuevode la circulación y satisface directamente una necesidad- cons-tituye el supuesto de aquel surgimiento originario del capitalcomercial. Tales supuestos aparecen distribuidos en diversospueblos, mientras que en el interior de la sociedad el capitalcomercial propiamente dicho sólo está condicionado por esaairculación orientada de manera exclusiva hacia el consumo .Por otra parte, la mercancía circulante, la mercancía que sólo • Así como el valor de cambio, vale decir todas las re1aci~nes de las

mercancías como valores de cambio, aparece como cos~~n el dmero, en elcapital se presentan todas las características de la actlV1dadque crea losvalores de cambio: el-trabajo.

193El capital

se realiza al adoptar la forma de. otra m~rcan~ía y que sa~edela circulación para servir neceSIdades l~medlatas" conshtuyeigualmente una primera forma del capItal, esenCialmente elcapital-mercancía ..

Por lo demás, es clarísimo que el movimient? slffiP.l~de losvalores de cambio, tal como se realiza en la crrcul~clon pura,nunca puede realizar capital. Pue~e lleva~ al ret.rro y a laacumulación del dinero, pero no bIen el dmero remgre~a a lacirculación, se disuelve en una serie de procesos de. cambIO conmercancías que son consumidas, y por ta~to se pIerde apenasse agota su capacidad de compra. Del !"lsmo ~odo la mer-cancía,que por interme~io del. ?inero ha SIdo cam?lada por ~tramercancía, sale de la crrculaclOn para ser ,consumIda, destr~lda.Pero si, en el dinero, logra su autonomla r~specto ~ la crrc.u-lación, ya no representa más que la forma umve~sal e mmat~nalde la riqueza. Como los equivalentes se cambian ent~e SI, laforma de la riqueza fijada como dinero desaparece no bIen se lacambia por mercancías, y otro tanto ocurre co~ el valo~ de usoexistente en las mercancías no bi~n se le cam~Ia por dmero. Através del simple acto del intercamblO cada uno solo puede p,erder-se en su determinación respecto al otro cuando se reahza enél. Ninguno puede conservarse en su determinación cuando pasa [166]al otro. A los sofismas de los economista.s burgue~s, queembellecen el capital al querer reducirlo a un mter~amblO puro,se ha contrapuesto la exigencia igualmente sofíshca 118, .perojustificada respecto a aquéllos, de reducir real"!ente el capItal aun intercambio puro, con lo cual desaparecena, como pod~r ysería destruido tanto bajo la forma de mercanCla como baJOladel dinero * ..

La repetición del proceso de lo~ ~os punt~s, dmero .0 mer-cancía, no se incluye entre las condICIones del mtercamblO. Es~eacto sólo puede repetirse hasta que est~ consum~do,. es decrr,hasta que el importe del valor de cambIO haya SIdo mterca!"-biado. No puede desencadenarse de nue~o por sus I?rop~sfuerzas. La circulación, pues, no lleva en SI,mIsma el pnnclplOde la auto"enovación. Sus elementos le estan presupuestos, nolos pone ella. Las mercancías deben ser lanzadas permanente-mente en ella, de nuevo y desde afuera, al igual que el combus-

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El capital - Oladerno 11192

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194 El capital - 04ademo 11 De la circulación a la producción capitalista 195

(167 ]

tible al fuego. Caso contrario, se extinguiría en la indiferencia.Se extinguiría en el dinero como resultado indiferente que, alno estar ya en relación con las mercancías, los precios y lacirculación, cesaría de ser dinero, dejaría de expresar una rela-ción de producción; sólo restaría de él su existencia metálica,pero la económica habría sido destruida. La circulación, que sepresenta como lo inmediatamente existente en la superficie dela sociedad burguesa, sólo existe en la medida en que se lamantiene. Considerada en sí misma, es la intermediación entreextremos que le están presupuestos. No pone a esos extremos.Por ende no sólo debe medírsele en cada uno de sus momen-tos, sino como totalidad de la intermediación, como procesototal. Su ser inmediato es, pues, apariencia pura. Es el fenó-meno de un proceso que ocurre por detrás de ella. Se le niegaahora en cada uno de sus momentos; como mercancía comodinero y como vínculo entre ambos, como intercambio y circu-lación simples de ambos. Si en un principio el acto de laproducción social aparecía como creación de valores de cambioy esto, en su desarrollo ulterior, como circulación -comomovimiento plenamente desarrollado y recíproco de los valoresde cambio-, actualmente la propia circulación retorna a laactividad que produce y pone el valor de cambio. Retorna puesa su fundamento. Supuestos de la circulación son las mercan-cías (ya sea en su forma particular, ya en la universal dedinero ~ que constituyen la realización de un tiempo de trabajodetermmado y q~~ como tales son valores; su premisa es, pues,tanto la., producclOn de mercancías por el trabajo, como supro~ucclOn en cuanto valores de cambio. Este es su punto departIda, y merced a su propio movimiento retorna, como a suresultado, a la producción creadora de valores de cambio. Demodo q~,e hemos alcanzado nuevamente el punto de partida, laproducclOn que crea y pone valores de cambio. Pero esta vezde tal manera que la producción presupone la circulación comomomento desarrollado y aparece como proceso permanente quepone en marcha a la circulación y vuelve continuamente de éstaa sí misma, para ponerla en marcha nuevamente. El procesoqu.e pone al valor de cambio se presenta aquí y ahora, pues,baJO.u~a forma harto más complicada, porque ya no es sólo elmOV!mIentode los valores de cambio presupuestos, o a los quepoma formalmente como precios, sino que al mismo tiempo loscr~a, los p~oduce como supuestos. La propia producción ya noeXIste aqUl antes de sus resultados, esto es, presupuesta, sinoq~e s~ presenta como la productora de esos resultados y, almIsmo tiempo, de sí misma. Pero ya no los produce, como en

el primer estadio, en c~anto destinados ~eramente !lla cir~~lación,sino que en su propIO proceso subordma a la crrculaclOn desa-rrollada. (La circulación consiste au fond sólo en el procesoformal que pone una vez al valor de cambio bajo la determina-ción de mercancía, la otra bajo la determinación de dinero.)

Pasaje de la circulaci6n a la producci6n capitalista. - El c~pital,trabajo objetivado, etc. - Suma de valores para la producclOn de

valores

Este movimiento se presenta bajo formas diversas, tantohistóricamente,· en cuanto conduce al trabajo productor devalores como también, por otra parte, en el seno del sistemaprodudtivo burgués, esto es, de la misma produ,cción que pon~valor de cambio. Entre pueblos totalmente barbaros y semI-bárbaros actúan como intermediarios pueblos que practican elcomercio; o tribus cuya producción es naturalmente diferente,entran en contacto e intercambian su excedente. El primer casoconstituye la forma más clásica, y por lo tanto nos ocuparemosde él. El intercambio del excedente es tina relación que pone elvalor de cambio y el intercambio. Se extiende, empero, sola-mente al excedente a y desempeña un papel secundario respectoa la producción. Pero si se repite la aparición de los comer-ciantes que promueven el intercambio (los lombardos, normandos,etc., desempeñaron ante casi todos los pueblos europeos esepapel) se desarrolla un comercio regular; el pueblo productor (168]aún practica aquí tan sólo el llamado comercio pasivo, ya queel impulso a la actividad que pone valor de cambio procede delexterior, .no de adentro; el excedente de la producción ya nopuede ser casual, accidentalmente exis~ente? sino que se le d~~erenovar de continuo, con lo cual se ImprIme a la producclOnlocal una tendencia orientada hacia la circulación, hacia lacreación de valores de cambio. Al principio el efecto es másmaterial. Se amplía el círculo de las necesidades; el objetivo esla satisfacción de las nuevas necesidades, y por tanto unamayor regularidad de la producción y el aumento de la misma.La organización de la propia producción interior se modifica yapor obra de la circulación y del valor de cambio; con todo,éstos no afectan aún ni toda la superficie de aquélla ni toda su

a En el manuscrito "Austausch" ("intercambio'') en lugar de "Oberfluss" ("exce-dente'')

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a Liter~ente, despejo. o limpieza de las fincas: nombre dado a la expulsión de!os campesmos y el desPOJo de sus tierras por parte de los grandes terratenientesrngleses.- b "der", edic. 1939, "detr", cambio de caso con consecuencias sobre laredacción

prafun~idad. E~ a eso a la .que se llama el efecto civilizador delcamerCIa extena~. La medida en que el mavimienta que paneel valar de cambIO afecta al canjunta de la producción, depen-de en parte de la intensidad de esa acción exteriar, en parte delgrada en que las elementas de la praducción interiar -ladivisión del. trabaja, ek- ~e hayan desarrallada ya. En Ingla-terra, par ejemplo., en el SIgla XVI y camienzas del XVII laimpartació~ .de mercancías halandesas hizo. que fuera esencial-~ente de~IsIva el surplus de lana afrecida par Inglaterra enmtercambIO. Para praducir más lana se canvirtió a las tierras delabranza en pasturas para las avejas, se desmanteló el sistemadel pequeña arrendamiento., etc., se produjo. el clearing deestate~a. La agricultura perdió entances el carácter de trabajacan VIstas al valar de usa y elb intercambio. de su excedenteperdió el carácter de indiferente respecta a la estructurainterna de la agricultura. En ciertas aspectas la agricultura fue de-term~ada únicamente par la circulación y transfarmada en pra-duccIOn creadara de valares de cambia. Can ella no.sólo.se madi-~có el mada de praducción, sino.que se disalvieran tadas las rela-CIOnesde pabla~ión, de producción y ecanómicas correspandien-tes a aquel. De mada, pues, que el supuesta de la circulaciónera aquí una praducción que sólo.creaba valares de cambia camaex~e~ente, pero se transfarmó en una praducción que sólo.eXlSh~ ~n depend~ncia de la circulación, en una praduccióncuya uruca cantenIda era crear valares de cambia.

Par la demás, en la praducción maderna, que presupane elvala~ de cambia y la circulación desarrallada, par un lada lasprecIOs.determinan la praducción, y par el atra la praduccióndetermma las precias.

Cuando. se dice que el capital "es trabaja acumulada (reali-z~da)" -ha~landa can prapiedad trabaja óbjetivado- "queSIrVede medIa al nueva trabaja (praducción)" 119 se tama en

(169 J c~enta. la .simple materia del capital y se pre;cinde de ladetermmac!ón farmal~ s~ la cual no. es capital. Equivale a decirque el ca~Ital no.. es sma mstrumenta de praducción, pues en el~ás amplia sentida, antes de que un abjeta pueda servir dem~tr.umenta, de ~~dia de praducción, es necesaria aprapiárselamediante una actiVIdad cualquiera, aunque sea un abjeta sumi-

nistrada íntegramente par la naturaleza, cama par ejemplo. laspiedras. Según la cual, el capital habría exist~d~ ~n tadas lasfarmas de la saciedad, la que es cabalmente a!llstar~ca. Canfar-me a esta tesis cada miembro. del cuerpo. sena capItal, ya quedebe ser no. sólo. desarrallada sino. también nutrida ~ repradu-cida par la actividad, por el trabaja, para p~der ser, efIcaz cama.órgano.. El braza, sobre tada la mana, senan capI~a!, pues. Elcapital sería un nueva nambre para una ca~ t~n VIejacama elgénero. humana, ya que tada tipo. de trabaja, mclusa el ~enasdesarrallada, la caza, la pesca, etc., presupan.e que se utilIce .elpraducta del trabaja precedent~ c<:>~a medIa p~r~ .~l tr~bajaviva e inmediata. Otra determmaCIOn de la def~nICIOn~Itadamás arriba es que se abstrae tatalmente la sustanCIa mater~a1.delas praductas y se cansidera al trabaja pasada cama s~, UnIcacantenida (sustancia). De igual mada se hace abs.t,raccIOndelabjetiva determinada, específica, para cuya fa~aclOn este pra-dueto. debe servir ahara nuevamente cama med~?, y en calidadde abjetiva se establece tan sólo. una produccIOn en gen~~al.Tada esta aparenta ser únicamente la abra de la abs~raccIOn,que es igual en tadas las candicianes sociales y qu~ sola llevamás adelante el análisis y la farmula de m,anera II?-as~bstracta(más general) de la que hasta entances soha .acurrIr. SI d~ estemada se hace abstracción de la farma determmada del capItal ysólo. se pane el énfasis en el cont~nido, que ,c0m,0. tal ~s u~momento necesario de todo trabaJo, nada mas .f~~ll, natura!.mente, que demostrar que el capital es una condlclOn necesanade toda producción humana. Se aparta la p~eb.a carrespa~-diente mediante la abstracción de las determmacIOnes. eS'p~cI-ficas que hacen del capital el elemento. de. ~na etapa hlstonc~,particularmente desarrallada, de !a ~raduccIan hl!mana. El qU.Idde la cuestión reside en que, SI bIen tada capItal es tra~~jaabjetivada que sirve cama media :para una nueva ,PraduccIOn,no. tada trabaja abjetivada que SIrVe.c,ama medIa. para unanueva praducción, es capital. El capital es concebido comocosa no como relación.

si se dice, par atra parte, que el capital es .un~. suma devalares aplicada a la praducción de valares, esta ~gnI~ICaque elcapitales el valar de cambia que se reproduce a SI mI~I?Ia.Perofarmalmente el valar de cambia se repraduce tambIen en lacirculación simple. En esta definición se mantiene, ~í, la farmaque canvierte al valar de cambia e~ punta de partIda, ~era sesoslaya la relación can el cantemd~ (q!le en el cap~tal: adiferencia del casa del valar de cambIa SImple, no. es .zndife-rente). Si se afirma que el capital es valar de cambIa que [170]

1YO El capital - Otademo 11De la circulación a la producción capitalista 197

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1) LA CIRCULACION y EL VALOR DE CAMBIOSURGIDO DE LA CIRCULACION, SUPUESTO DEL CAPITAL

Para alcanzar el ~oncepto de capital, es necesario partir delvalor y no del trab~o,.y .concretamente del valor de cambio yadesarrollad~ en el J1.10vlmlentode la circulación. Es tan imposi-ble pasar drrectamente del trabajo al capital, como pasar direc-

a En edic. 1939, se repite aquí el renglón anterior.- b Pues el intercambio sólo~omprend~a objetos sin valor para cada uno de los que intercambiaba, no se le dabaunportanc~ y. ~da cu~. se tenía ~r satisfecho de recibir una cosa útil en truequepor o~a smutili,dad.- c de ce qu on donnait et", omitido en edic. 1939.- d Cadauno so~o acepto entregar sus productos contra el equivalente de los· mismos, fue'necesarIO, entonces, para, establecer ese equivalente,conocer el valor de lo que sedaba y de lo qu" o••• "cibI3

199Orcu!ación y valor de cambio

tamente de las diversas racesa humanas al banquero o de lanaturaleza a la' máquina de vapor. Hemos visto que en el dineroen cuanto tal el valor de cambio ya ha adoptado una formaautónoma respecto a la circulación, pero una forma que, cuan-do se le fija, es sólo negativa, fugitiva o ilusoria. El dinero sóloexiste con respecto a la circulación y como posibilidad deintroducirse en ella, pero pierde esta determinación no bien serealiza; retorna entonces a sus dos determinaciones anteriorescomo valor de cambio y como medio de cambio. Tan pronto [171]como el dinero se pone como valor de cambio que no sólo sevuelve autónomo respecto a la circulación, sino que se mantie-ne en ella, deja de ser dinero, pues éste en cuanto tal no vamás allá de su función negativa: es capital. Es un fact históricoque el dinero es la primera forma en la cual el valor de cambioadopta la característica d~ capital. De ahí que se confunda laprimera forma de manifestación del capital con el propio capi-tal, o que se le considere como la única forma propia delmismo. Lejos de contradecir nuestra posición, este hecho laconfirma. La primera determinación del capital consiste pues enque el valor de cambio salido de la circulación y premisa deésta, se conserva en ella y mediante ella; no se pierde al entraren ella; la circulación no es el movimiento en que desaparece elvalor de cambio, sino, antes bien, el movimiento de su propiapresentación como valor de cambio, su propia realización comovalor de cambio. No se puede decir que en la circulación simplese realice el valor de cambio en cuanto tal. Está condenado arealizarse siempre en el momento de su desaparición. Si lamercancía se cambia, dinero mediante, por otra mercancía, sudeterminación de valor desaparece en el momento en que serealiza; sale de la relación, se vuelve indiferente con respecto ala mIsma y ya no es más que el objeto directo de una necesi-dad. Si se cambia dinero por una mercancía, se produce inclusola desaparición de la forma del cambio, como simple interme-diación formal, para apoderarse del material natural de la mer-cancía. Si se cambia una mercancía por dinero, subsiste laforma del valor de cambio, el valor de cambio puesto como tal,el dinero, pero sólo subsiste mientras se mantiene al margen delcambio, se sustrae de él; su realización es pues puramenteilusoria, puramente ideal, bajo esta forma en la cual existepalmariamente la autonomía del valor de cambio. Por último, sise cambia dinero por dinero -la cuarta forma bajo la cual

El capital - Cuaderno II198

p!?duce benefi~io, O que por 10 menos se utiliza con la inten-clon .de pr?~~~rr un beneficio, el capital está ya incluido en supropIa ~efmlclo~, pues. el beneficio es una relación determinada~el caplt~l consIgo mIsmo 120. El capital no es una relaciónSImple, smo un proceso, en cuyos diversos momentos nuncadeja ~e ser capital. Desarrollar esto, pues. En el [concepto de DtrabaJo. aCl!,mulado hay ya algo subrepticio, pues según ladetermmaclOn conceptual sólo debiera existir trabajo objeti-vado, ~n el cual, e~ectivamente, hay acumulado un cuantodetermmado de trabaJo. Pero el trabajo acumulado ya abarcaun cuanto de esos objetos, en los cuales el trabajo está reali-zadol21.

"En el comienzo cada uno se bastaba a sí mismo, l'échangen~_portant, que. sur de~.objets sans valeur pour chaque échan-gl~te; on n y mIt pas d Importance,a et chacun se trouva satis-falt de recevoir une chose utile en échange d'une chose sansutilitéb• Pero cuando la división del trabajo hizo de cada unoun comerciante y de la sociedad una sociedad comercialchacun n~ voulut livrer ses produits que contre leur équi:valent; 11 fallut donc, pour déterminer cet équivalentconnaitre la valeur de ce qu'on donnait etc de ce qu'on recé:vait"d (Ganilh. ~2, b )122. Esto significa, en otras palabras,que el mtercamblO no se detuvo en la creación formal de va-lores de cambio, sino que de manera necesaria evolucionóhasta someter la propia producción al valor de cambio.

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puede analiz~se la circulación, pero au fond sólo la tercera,e~p~e~?a baJo la forma del cambio-, tampoco aparece unadI~hnclqn f<:>rmalentre los términos diferentes; distinction~lthout a dlfferencea; no sólo desaparece el valor de cambiosmo también ~l lD:0vimiento formal de su desaparición. Esta~cuatro detern.unaclones formales de la circulación simpl~ sepueden, reducl!' au ~ond, a dos, que por otra parte coincidene~tre ~I: La diferencIa consiste en sobre cuál de las dos se hace~caple o se carga el acento; en cuál de los dos momentos -eldmero o la. mercancía- constituye el punto de partida. Ponga-mos que dme~o por mercancía: desaparece el valor de cambiode l~ mercan~Ia ante su contenido material (sustancia); o mer-canCla por dmero: su contenido (sustancia) desaparece ante su

[172] forma como valor de cambio. En el primer caso se desvanece laforma del valor de cambio, en el segundo su sustancia' enam~os, por lo tan~o, su realización es evanescente. Es e~ elcapital, por vez pnmera, donde el valor de cambio se ponecomo ta~, y de t~l manera que se conserva en "la circulación;v~le declf, no pIerde su sustancia, sino que se transformasI~mpre en otras. sustancias, se realiza en una totalidad de lasmIsmas. X no pIerde tampoco su. determinación formal, sino9ue .mantIene,. en c.ada una de las diferentes sustancias, suIdentIdad conSIpOmIsmo.. Permanece siempre como dinero ycomo mercanCla. En cada momento, él representa los dosmomentos que, en la circulación desaparecen el uno en el otro.Pero es esto, solo· en tanto constituye un ciclo de intercambiosq~e. permane~temen.t~ se renueva. También a ese respecto se.dlstmgue su clfculaclOn de la de los valores de cambio simplesen .~uanto tales. La circulación simple, de hecho sólo es circu:lac~on desde el punto de vista del observador, o en sí, pero noesta puesta como tal. No es el mismo valor de cambio -preci-sament~ porque su s~stancia es una mercancía determinada-que pn~ero. se convIerte. en dinero y luego nuevamente enmercanc~a, SInOque son sIempre otros valores de cambio, otrasmer~anclas, los que aparecen ante el dinero. La circulaciónfon;ste ~era~ente en la repetición simple o la alternancia dea etermmaClOn de me.rcancía y de dinero, y no por ue el

vfrdadero punto de partIda sea también el punto de reto~o. Ae lo se debe .que, cua~do se c?nsidera la circulación simple~omo ~al, ~ SIendo el dmero el unico elemento duradero se laenomme SImplemente circulación monetaria o del dinero.'

"Les valeurs capitales se perpétuent" a. (Say, 21. )123 "Elcapital es un valor permanente" (aún no corresponde decir aquí ."que se multiplica a sí mismo") "que ya no perece; este valorse desprende de la mercancía que lo ha creado; permanece,como· una cualidad metafísica e insustancial, siempre en poderdel mismo cultivateur"b (aquí tanto da decir propietario),"para el cual reviste diversas formas" (Sismondi, VI) 124.

El carácter imperecedero a que aspira el dinero, al ponersenegativamente ante la circulación y retirarse de ella, lo alcanzael capital, que se conserva precisamente· al entregarse a lacirculación. El capital, en cuanto valor de cambio que presu-pone a la circulación o es presupuesto por ella, y se conservaen la misma, es en cada momento, idealmente, cada uno de losmomentos contenidos en .la circulación simple; pero ademásadopta alternativamente la forma del uno y del otro. Ya no lohace, sin embargo, tal como en la circulación simple pasaba deluno al otro, sino que en cada una de las determinaciones es almismo tiempo la relación con la determinación contrapuesta,esto es, la conserva idealmente en sí misma. El capital se [173]transforma alternativamente en mércancía y dinero, pero 1) esél mismo la mutación de estas dos determinaciones; 2) devienemercancía, pero no ésta o aquella mercancía, sino una totalidadde mercancías. No es indiferente con respecto a la sustancia,sino con relación a la forma determinada; según esto, aparececomo una perpetua metamorfosis de esa sustancia; en tanto sepone como contenido particular del valor de cambio, estaparticularidad misma es una totalidad de particularidad. De· ahíque sea indiferente no respecto a la particularidad en cuantotal, sino con relación a la particularidad aislada o dispersa. Laidentidad, la foma de la universalidad que conserva, es la deser valor de cambio y, en calidad de tal, dinero. Por consi-guiente se pone aún como dinero, pero se intercambia in factcomo mercancía por dinero. No obstante, puesto como dinero,vale decir como forma contradictoria de la universalidad delvalor de cambio, está puesto asimismo en él ~l que no debaperder, comá en la circulación simple, la universalidad, sino sudeterminación contradictoria, o que la adopte tan sólo fugaz-mente. De modo que se cambia de nuevo por la mercancía,pero como mercancía que, en su particularidad misma, expresala universalidad del valor de cambio y por ende cambia cons-tantemente su forma ·determinada.

200 El capital - Olademo 11Circulación y valor de cambio 201

a Distinción sin diferenciaa Los valores capitales se·perpetúan.- b Cultivador

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202 El capital - Oladerno 11 El valor de cambio 203

Cuando hablamos aquí del capital, éste es aún, en el presentecontexto, sólo un nombre. La única determinación en que elcapital está puesto como diferencia del valor de cambio inme-diato y del dinero, consiste en la de ser un valor de cambio quese conserva y se perpetúa en la circulación y mediante ella.Hasta aquí hemos considerado sólo un aspecto, el de la auto-conservación en y mediante la circulación. El otro aspectoigualmente importante es el de que el valor de cambio estápresupuesto. Ya no lo está como valor de cambio simple,existente como determinación puramente ideal en la mercancíaantes de que ésta entrara en la circulación -o más bien comodeterminación sólo supuesta, ya que la mercancía sólo en la.circulación se transforma fugazmente en valor de cambio-oTampoco está presupuesto tal cual lo está el valor de cambioque existe en calidad de elemento en la circulación, en cuantodinero. Existe aquí como dinero, como valor de cambio objeti-vado, pero de tal manera que en él está puesta la relaciónrecién descrita. Lo que distingue la segunda determinación de laprimera es que el valor de cambio 1) existe bajo la forma deobjeto; 2) surge de la circulación, por tanto la presupone, peroal mismo tiempo parte de sí mismo como supuesto frente aella.

Hay dos aspectos, conforme a los cuales puede expresarse elresultado de la circulación simple:

[174] El.aspecto simplemente negativo: Las mercancías lanzadas ala circulación han alcanzado su objetivo; han sido cambiadasrecíprocamente; cada una se vuelve objeto de una necesidad yes consumida. Con ello la circulación toca a su fin. Sólosubsiste el dinero como simple residuo. En cuanto tal, hacesado de ser dinero, pierde su determinación formal. Sucumbeen su materia, que subsiste como ceniza inorgánica del procesoentero.

El aspecto positivamente negativo: El dinero no es negadocomo valor de cambio objetivado, [existente] para sí; no mera-mente como valor de cambio que desaparece en la circulación;sino que se niega la autonomía contradictoria, la universalidadpuramente abstracta en que se ha situado el dinero, pero,

Tercero: El valor de cambio, en cuanto supuesto y al mismotiempo resultado de la circulación, así como está subordinado aésta por haber surgido de ella, debe salir nuevamente de lacirculación. Si esto ocurriera sólo de manera formal, se conver-tiría de nuevo simplemente en dinero; si saliera como mercan-cía real, como en la circulación simple, se tomaría en simpleobjeto de una necesidad, séría consumido en cuanto tal y

perdería asimismo su determinación fo~al. P~ra que .esa salidasea real, el valor de cambio debe convertIrse, SI, en objeto d~ lanecesidad y ser consumido como tal, pero debe ser consumIdopor el trabajo y así reproducirse de nuevo .... ,

Dicho con otras palabras: el valor de cambIO era ongm~na-mente, por su contenido, una cantidad ob~etivada de .trabaJ?, ode tiempo de trabajo; como tal, a traves de. la crrculaclO!lproseguía su objetivación ha~ta existir como <;lmero,como dI-nero tangible. Ahora, el propIO valor de cambIO de~e poner elpunto de partida de la circulación, el punto de partIda que e~aexterior a ésta y presupuesto a ella, y para el cual la propIacirculación aparecía como un movimiento que se apoderaba deél y lo transformaba; ese punto de partida es el trabajo. Pero elvalor de cambio ya no realiza esa operación como equivalentesimple o como simple objetivación del trabajo, sino en calidadde valor de cambio objetivado y vuelto autónomo, que seentrega al trabajo y se convierte en su mat~rial tal} só.lo pararenovarse a sí mismo y recomenzar a partrr de SI mIsmo lacirculación. Por eso, ya no estamos ante una simple equipara-ción o ante una conservación de su identidad, como en lacirc~lación sino ante una reproducción de sí mismo. El valorde cambio' se pone a sí mismo sólo como valor de cambio,mientras se valoriza, es decir aumenta su valor. El d!nero (encuanto salido de la circulación y vuelto sobre sí mIsmo) haperdido como capital su rigidez y se ha transformado, de cosapalpable, en un proceso. Por 10 demás, el trabajo ha modificadosu relación con su condición de objeto: también ha regresado a [175]sí mismo. Este retorno consiste en que el trabajo objetivado enel valor de cambio pone al trabajo vivo como medio de lareproducción de ese valor, mientras que originariame~te el valorde cambio sólo aparecía como un producto del trabaJo.

2) EL VALOR DE CAMBIO SURGIDO DE LA ClRCULACIONPRESUPONE A ESTA Y SE PERPETUA Y REPRODUCE EN

ELLA POR MEDIO DEL TRABAJO

[[1. 1) Concepto general de capital. 2) Particularida~ del c~pi-tal: capital circulant, capital fixe. (Capital como med!o de VIda,como materia prima, como instrumento d~ trabaJo). 3)"Elcapital como dinero. - 11. 1) qan~dad del capl~al. Acu"!ulaczon.2) El capital medido sobre SI mzsmo. BeneficIO. Jnt~res. Valordel capita/~' vale decir, el capital diferente de SI mISmo como

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204 El capital - OIildemo 11 Producto y capital 205

interés y. beneficio .. 3) La ci!culación de los capitales. a)IntercambI<? del caplta~ por capItal. Intercambio del capital porrenta. Cap~~al y precIOs.. (3) Competencia entre capitales. 'Y)'Concentrac~on de los capltales. - III. El capital como crédito. _IV. El capItal como capital en acciones. - V. El capital comomercado '!l0'}etario. - YI. El capital como fuente de la rique-za. ~l capltahsta. pespues del capital, habría que ocuparse de lapro~Iedad de la tIerra. Tras ésta, del trabajo asalariado. Una vezanahzad<?s estos tres, [habría que ocuparse n del movimiento delos l!reclo~, tal cual es determinado por la circulación en sutotal~~ad I~terna. Además estudiar las tres clases, pues la pro-ducclOn esta planteada en sus tres premisas y formas fundamen-tales de la circulación. Luego, el estado. (Estad'o y sociedadbur~esa. - Los impuestos, o la existencia de las clases impro-ductIvas. - La deuda pública. - La población. - El estadov<;>lc~doal e~terior: colonias. Comercio exterior. El curso cam-blano. El dmero como moneda internacional. - Por últimoel mercado m!l!ldial.. Do~~io de la sociedad burguesa sobre eiestado. La Cr!SIs.DlsoluclOn del modo de producción y de larorJ?~ de socIedad fundados en el valor de cambio. El trabajomdlVIdual puesto realmente como social y viceversa.)]]

Producto y capital. Valor y capital. Proudhon

(Nada más falso que la manera en que tanto los economistascomo los socialistas consideran la sociedad con relación a lascon~iciones económicas. Proudhon, por ejemplo, dice contraBaS!Iat (XVI, ~9) ,125: "La différence pour la société entrec~pltal et ~ro~~It n ~~iste paso Cette différence est toute subjec-tlve aux mdlVI~usa. De modo que llama subjetivo precisa-me~te a lo ~cIal, y. a la abstracción subjetiva la denominasocIedad. La dIferencIa entre producto y capital es justamentela de 9ue el producto en cuanto capital expresa una relacióndetermmada, correspondiente a una forma histórica de socie-da~. La presu!lta. ~onsidetación desde el punto de vista de las<;>cledad,no .sIgmflca otra cosa que perder de vista las diferen-Cias.que preCIsamente expresan la relación social (relación de lasocIedad burguesa). La sociedad no consiste en individuos, sinoque expresa la suma de las relaciones y condiciones en las que

. apara la sociedad no existe la diferencia entre capital y producto. Esta diferen-cIa es enteramente subjetiva en los individuos

esos individuos se encuentran recíprocamente situados. Como sialguien quisiera decir: desde el punto de vista de la sociedad noexisten esclavos y citizensa: éstos y aquéllos son hombres. Másbien lo son fuera de la sociedad. Ser esclavo y ser citizenconstituyen determinaciones sociales, relaciones entre loshombres A y B. El hombre A, en cuanto tal, no es esclavo. Loes en y a causa de la sociedad. Lo que aquí dice del capital yel producto el señor Proudhon, significa en él que desde elpunto de vista de la sociedad no existe diferencia alguna entrecapitalistas y obreros, una diferencia que sólo existe, justa-mente, desde el punto de vista de la sociedad.)

(En su escrito polémico contra Bastiat, Gratuité du cré-ditb Proudhon termina por querer reducir el intercambioentr~ el capital y el trabajo al intercambio simple de mercan-cías como valores de cambio, a los elementos de la circulaciónsimple; esto es, hace caso omiso de la diferencia específica dela que todo depende. Afirma: "Tout produit devient a unmoment donné capitalb, porque todo lo que se consume, en unmomento determinado se consomme reproductivementC

". Estoes muy falso, pero never mindd 126. "Qu'est ce qui fait que lamotione du prodUlt se transforme tout a coup en celle ducapital? C'est l'idée de valeur. Cela veut dire que le produit,pour devenir capital, doit avoir passé par une évaluationauthentique, avoir été acheté ou vendu, son prix débattu etfixé par une sorte de convention légale. Por ejemplo el cue~o,sortant de la boucherie, est le produit du boucher. Ce cuir est-ilacheté par le tanneur? Aussitót celui-ci le porte ou en porte lavaleur a son fonds d'exploitation. Par le travail du tanneur, cecapital redevient produit, etc." 1127. Todo capital es aquí "UI~evaleur faite"g 128". El dinero es el "valeur la plus par-fal-teh 129", el valeur faite a la potencia más alta. Esto significa,pues, que: 1)El producto se convierte en capital al convertirseen valor. O que el capital es nada más que valor simple. No [177]existe diferencia alguna entre ellos. De ahí que alternativamente

a Ciudadanos.- b Todo producto en un momento determinado se transforma encapital.- e Se consume reproductivamente.- d No importa.- e En Proudhon, "no-tion" en el ms., "motion".- f ¿A qué se debe que la moción del prdductosetransforme de golpe en la de capital? A la Idea de valor. Esto quiere decir que elproducto para convertirse en capital, tiene que haber pasado por una evaluaciónauténtica, haber sido comprado o vendido, discutido su precio y fijado por unaespecie de convención legal ... al salir del matadero, el producto del matarife. ¿Elcurtidor compra ese cuero? Al instante lo lleva o lleva el valor a su fondo deexplotación. Gracias al trabajo del curtidor, ese capital se convierte nuevamente enproducto, etc.- 9 Un valor realizado.- h Valor más perfecto

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206 El capital - Olademo Il

• ¿No es menester concebir al valor como la unidad de valor de uso yvalor de cambio? ¿En sí y para sí, el valor en cuanto tal es lo universalcon respecto al valor de uso y al valor de cambio como formas particula-res suyas? ¿Tiene esto alguna importancia para la economía? El valor deuso está también presupuesto en el intercambio simple o intercambiopuro. Pero aquí, cuando precisamente el cambio se produce tan sólo convistas al uso recíproco de las mercancías, el valor de uso -o sea el conte-nido, la particularidad natural de la mercancía en cuanto tal- no tieneexistencia alguna como determinación (ormal económica. La determina-

y contrapuestas; ambos, pues, también como recíprocamenteajenos. El trabajo que se contrapone al capital es trabajoajeno, y el capital que se enfrenta al trabajo es capital ajeno.Los extremos aquí confrontados son específicamente diferen-tes. En la primera creación del valor de cambio, el trabajoestaba determinado de tal modo que el producto no constituíaun valor de uso directo para el trabajador, no era directamente [178]un medio de subsistencia. Tal era la condición general para lacreación de un valor de cambio y del intercambio en general.Caso contrario, el trabajador habría creado un producto, unvalor de uso directo para sí mismo, pero ningún valor decambio. Este valor de cambio, sin embargo, estaba materia-lizado en un producto que en cuanto tal tenía valor de usopara otros y que en calidad de tal era objeto de sus necesida-des. El valor de uso que el trabajador ha de ofrecer al capital-valor que el trabajador ha de ofrecer en general a otro- noestá materializado en un producto, de ningún modo existefuera del obrero, o sea que no existe realmente, sino sólo comoposibilidad, como capacidad de ese trabajador. No se hace realhasta tanto el capital no lo solicita, no lo pone en movimiento,ya que la actividad sin objeto no es nada, o en el mejor de loscasos es actividad intelectual, de la que aquí no nos ocupamos.No bien el valor de uso es puesto en movimiento por el capital,se convierte en la actividad productiva determinada del obrero,en la propia condición vital de éste orientada hacia un findeterminado y que por lo tanto se manifiesta bajo una formadeterminada.

En la relación entre el capital y el trabajo el valor de cambioy el de uso están puestos en una relación recíproca. Un lado (elcapital), por de pronto se contrapone al otro como valor decambio*, y el otro (el trabajo) se enfrenta al capital como valor

una vez lo nombre mercancía (el lado natural de ésta expresadocom~ producto) y otra vez como valor, o más bien precio, yaque este supone el acto de la compra y la venta. 2) Puesto queel dinero se presenta como la forma acabada del valor, talcomo ocurre en la circulación simple, el dinero es también elverdadero valeurfaite.)

Capital y trabajo. Valor de cambio y valor. de uso para elvalor de cambio. - El dinero y su valor de uso (trabajo) enesta relación, capital. Autorreproducción del valor, su únicomovimiento. - Lo de que ningún capitalista invertirá su capitalsin obtener ganancia de éste, palabrerÍo. - El capital, en cuan-to a su sustancia, trabajo objetivado. Contradicción con el tra-bajo productivo (vale decir, con el que conserva y acrecienta elvalor). - Trabajo productivo y trabajo como prestación deservicios. - Trabajo productivo e improductivo. A. Smith, etc.- El ladrón, en el sentido de Lauderdale, et el trabajo

productivo

La transición que se opera a partir del valor de cambiosimple y de su circulación en el capital, se puede expresartambién de la siguiente manera: en la circulación del valor decambio aparece bajo dos formas: una vez como mercancía laotra como dinero. Si aparece en una de esas determinacio~es,no lo hace en la otra. Esto se aplica a toda mercancía parti-cular. Pero si consideramos en sí misma a la circulación en suconjunto, tenemos que el mismo valor de cambio, el valor decambio como sujeto, se pone ora como mercancía, ora comodinero, y que justamente el movimiento consiste en ponerse enesta doble determinación, y en conservarse en cada una de lasformas como su contraria, en la mercancía como dinero y en eldinero como mercancía. Esto ocurría ya en la circulaciónsimple, pero no estaba puesto en ella. El valor de cambiopuesto como unidad de la mercancía y el dinero es el capital,y ese propio ponerse se presenta como la circulación delcapital. (La cual, empero, es una línea en espiral, una curvaque se amplía, no un simple círculol30.)

Analicemos primeramente las determinaciones simples con-tenidas en la relación entre el capital y el trabajo, con vistasa descubrir la conexión interna tanto de esas determinacionescomo de susa desarrollos ulteriores respecto al precedente.

El primer supuesto consiste en que de un lado esté elcapital y del otro el trabajo, ambos como figuras autónomas

a "ihrer" ("de sus''), edic. 1939, "Ihre" ("sus")

OIpital y trabajo 207

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208 El capital - OJaderno ¡¡Capital y trabajo 209

[179] de uso. En la circulación simple cada una de las mercancíaspuede ser considerada alternativamente en una determinación oen la otra. En ambos casos la mercancía, considerada en cuantotal, sale de la circulación como objeto de una necesidad yqueda completamente al margen de la relación económica. CasoQue la mercancía sea fijada como valor de cambio -dinero-,tiende a la misma carencia de forma, pero en este caso

ción formal de la mercancía es, antes bien, el valor de cambio. El conte-nido al margen de esta forma es indiferente; no es el contenido de larelación en cuanto relación social. ¿Pero este contenido en cuanto tal, nose desarrolla hasta formar un sistema de necesidades y producción? ¿Elvalor de uso, en calidad de tal, no se introduce en la propia forma, no ladetermina económicamente, por ejemplo en la relación entre capital ytrabajo?, ¿en las diversas formas del trabajo? , ¿en la agricultura, indus-tria, etc., en la renta de la tierra? ¿Influencia de las estaciones sobre elprecio de las materias primas? , etc. ¿Si sólo el valor de cambio en cuantotal desempeñara un papel en la economía, cómo podrían aparecer despuésesos elementos que se vinculan únicamente al valor de uso, como, tambiénpor ejemplo, en el capital como materia prima, etc.? ¿Cómo es que enRicardo131, la constitución física de la tierra aparece como caída de lasnubes?, etc. La palabra mercancía (¿en alemán, Giiter [bienes, objetos,géneros] equivaldría tal vez a denrée [géneros, alimentos] por contrapo-sición a marchandise [mercancía]? )a contiene la relación. El precio apa-rece en ella como mera determinación formal. Lo que no contradice, enabsoluto, que el valor de cambio sea la determinación preponderante. Peroel uso, naturalmente, no desaparece por el hecho de estar determinadosólo por el cambio, aunque desde luego ese hecho fija su propia orienta-ción. Sea como fuere, hay que investigar esto concienzudamente al estu-diar el valor, y no, como hace Ricardo, dejarlo sencillamente de lado, nicomo el insulso Say darse ínfulas con el mero empleo de la palabra"utilidad". Ante todo se debe exponer, y se expondrá en el desarrollo delos diversos capítulos, en qué medida el valor de uso en cuanto sustanciapresupuesta queda al margen de la economía y de sus determinacionesformales, y en qué medida entra en ella. Inepcias de Proudhon; ver la"Misere"133. Lo seguro es que: en el intercambio (en la circulación)tenemos la mercancía -valor de uso- como precio; que al margen de suprecio es mercancía, objeto de una necesidad, se comprende de suyo.Ambas determinaciones no entran en relación alguna entre sí, salvo que el[valor] de uso particular se presenta como límite natural de la mercancía;de ahí que el dinero, esto es, el valor de cambio de aquella, tenga unaexistencia fuera de ella en el dinero, pero sólo formalmente. El propio dine-ro es mercancía, tiene por sustancia un valor de uso.

a Véase nota en p. 94. La palabra alemana usada siempre en el texto y que seráequivalente a marchandiselmercancía es "Ware"

permanece dentro de la relación económica. Sea como fue-re en la relación de cambioa (circulación simple) las mercancíassóio tienen interés en tanto tienen valor de cambio. Por lo demás,su valor de cambio sólo tiene un interés pasajero, ya que eliminala unilateralidad del valor de uso -esto es, el valor de uso, lautilidad referidab sólo al individuo determinado, y por lo taritoexistente para éste inmediatamente-, pero no elimina a ese pro-pio valor de uso. Más bien lo pone y le sirve como mediador; a tí-tulo de valor de uso para otro, etc. Pero cuando el valor de cam-bio en cuanto tal se fija en el dinero, respecto a aquél el va-lor de uso es tan sólo un caos abstracto. Precisamente mer-ced a la separación de su sustancia, el valor de cambio sereencuentra consigo mismo y tiende a salir de la esfera delvalor de cambio simple, cuyo máximo movimiento es la cir-culación simple y cuya consumación superior es el dinero.En el interior de esa misma esfera, empero, in fact la diferenciasólo existe como distinción superficial, como diferenciaciónpuramente formal. El propio dinero, e~ su máx~ma fij~za, es denuevo mercancía, y en cuanto tal solo se dIferenCIa de ~asdemás porque expresa más perfectamente el valor de cambIO;pero precisamente por eso, como moneda pierde su valor decambio en cuanto determinación inmanente y se convierte en [180]mero valor de uso aunque también en valor de uso para la, ..fijación de precios, etc., de las mercancías. Las determmaclOnesaún coinciden directamente, pero, a la par, divergen. Cuandouna y otra se relacionan entre sí de manera autónoma, positiva,como en el caso de la mercancía que se vuel~e objeto delconsumo, ésta cesa de ser un momento del proceso económico;si la relación es negativa, como en el dinero, se llega a laincoherencia; a la incoherencia, ciertamente, en cuanto momentode la economía y determinante de la vida práctica de los pueblos.

Como ya hemos visto, no se puede sostener que el valor decambio se realice en la circulación simple. Ello se debe a que elvalor de uso no se le contrapone en cuanto tal, como un valorde uso determinado por él mismo. Por el contrario, el valor deuso en cuanto tal no está en relación con el valor de cambio;sólo se convierte en valor de cambio determinado si se le aplicacomo patrón exterior a él lo que es común a todos los valoresde uso: ser tiempo de trabajo. Su unidad diverge ahoradirectamente, y su diferencia coincide directamente con la

a "im Tauschverh3ltnisse"; edic. 1939, "1m Tauschwertverhiiltnisse" ("en la rela-ción de valor de cambio").- b "bezogene"; edic. 1939, "existierende" ("existente")

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unidad. Aun debe plantearse que el valor de uso en cuanto taldeviene a través del valor de cambio, y que éste, a su vez, esmediado a través del valor de uso. En la circulación monetariasólo teníamos las diferentes formas del valor de cambio (preciode la mercancía - dinero) o sólo diversos valores de uso(M - M), para los cuales el dinero, el valor de cambio, noes más que una intermediación fugaz. No se establecía unarelación efectiva entre el valor de cambio y el de uso. Lámercancía como tal -su particularidad- también es por endeun contenido indiferente, meramente fortuito y en géneralimaginado, que se sitúa al margen de la relación económicaformal. O esta relación es tan sólo una forma superficial, unadeterminación formal, fuera de cuyo dominio existe la sustan-cia real, con la cual -en cuanto tal- aquélla no tiene vincula-ción alguna. De ahí que si esta determinación formal se de-be asegurar en el dinero, se transforma bajo cuerda en unproducto natural indiferente, un metal, en el cual se disuelvetoda relación, sea con el individuo, sea con el tráfico entre losindividuos. El metal, a título de tal, desde luego que noexpresa relaciones sociales algunas; hasta la forma de la moneda,la última seftal de vida de su significación social. se desvanece enél.

El valor de cambio que, como término de la relación, secontrapone al valor de uso, se le contrapone como dinero, peroel dinero que de tal suerte se le contrapone ya no es dinero ensu determinación en cuanto tal, sino en cuanto capital. El valor

[181] de uso, o mercancía, contrapuesto al capital o al valor decambio, ya no es la mercancía tal como ésta aparecía ante eldinero, o sea la mercancía cuyo carácter determinado formalera tan indiferente como su contenido, y que se presentabasólo como una sustancia cualquiera en general. En primertérmino como valor de uso para el capital, vale decir comoobjeto en el intercambio con el cual el capital no pierde sudeterminación de valor, como por ejemplo ocurre con el dinerocuando se le cambia por una mercancía determinada. La únicautilidad que un objeto en general puede tener para el capital, esconservar o aumentar a éste. Ya hemos visto, al estudiar eldinero, que el valor en cuanto tal vuelto autónomo -o laforma general de la riqueza- no es capaz de otro movimientoque no sea el cuantitativo, el de acrecentarse. Es, por defini-ción. el compendio de todos los valores de uso; pero al sercomo siempre tan sólo una can tidad determinada de dinero (eneste caso de capital). su limitación cuantitativa está en contra-dicción con su calidad. Conforme a su naturaleza, pues, tiende a Compendio de todas las cosas

a superar su propia limitación. (Como riqueza fruitiva, porejemplo en la época del Imperio Romano,. el val?~ ~ueltoautónomo se presentaba por tanto como despilfarro .ilIm~tad?,que procuraba incluir al propio disfrute en la nnagmanacarencia de límites, devorando ensaladas de perlas, etc.), Porello, para el valor que se conse~a como v~or en SI., suaumento coincide con su conservaclOn, ya que tIende con~mua-mente a superar su limitación cuantitativa, la cual contradI~e sudeterminación formal, su universalidad intr~nseca. E! .ennque-cimiento se convierte así en finalidad en SI. La actIvIdad delcapital que determina el objeto. de éste sólo puede ser la delenriquecimiento, esto es, la del mcremento, la del aumento desí mismo. Determinada suma de dinero (y para su. poseedo: eldinero existe siempre sólo en una cantidad determmada, eXIstesiempre como suma determinada de dinero) (desarro.ll~r esto yaen el capítulo del dinero) puede ser plenamente SU!ICIenteparaun consumo determinado en e} cual cesa ~recIsame~te deser dinero. Pero en cuanto representante de la nque.za ';lnIversal.no puede ser sufic~e~te. En c~anto suma cuantIta,tIvamentedeterminada, suma lImItada, el dmero tampoco es mas que unrepresentante limitado de la riqueza universal, o el represen-tante de una riqueza limitada; alcanza exactam:nte ad~ndealcanza su valor de cambio; está exactamente medIdo por este.Por tanto carece totalmente de la facultad, que conforme. a suconcepto- universal debería tener, de comprar todos l<?sdISfru-tes todas las mercancías, la totalidad de las sustanCiaS mate-

, " ,. d t t 1 h sa 134 "riales de la riqueza; no es un preCIS e ou es es ~ ose . ,etc. Conservado como riqueza, como forma UnIversal de l~riqueza, como valor que tiene vigencia en .cu.ant?,valor, ~an~-fiesta la tendencia constante de superar su IImItaclOn cuantIt~tI-va: proceso sin fin. Su propia condición vital consist: excluslVa-

,mente en ello; sólo se conserva como valor de cambIO que vale [182]para sí y que difiere del valor de us~, en tanto se reproducecontinuamente. (A los seftores economIstas les resulta c~~dena-damente difícil pasar teóricamente de la autoconservaclOn delvalor en el capital a su reproducción; ante todo cua~do se tr~ta<te ésta en la determinación fundamental d~ aquel,. no ,solocomo accidente ni sólo como resultado. Vease p. e~., comoStorch introduce esa determinación básica por medIO ~e lalocución adverbial "en sentido estricto135 ". Los economIstas,por cierto, procuran introducir eso, como algo esencial, en la

210 El capital - OUldemo IlCapital y trabajo 211

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212 El capital - Olademo 11 Capital y trabajo 213

relación del capital; pero cuando ello no ocurre en una formabrutal -como cuando se define al capital como aquello quereporta beneficios, con lo cual ya se pone al aumento delcapital como forma económica particular en el beneficio-sucede furtiva y desmayadamente, como lo mostraremos má~adelante, en una breve revie~ de todo lo que han aportado loseconomistas con r~specto a la definición conceptual del capital.La cháchara según la cual nadie invertiría su capital si noobtuviera ganancia de ello136

, desemboca en la necedad de quelos bravos capitalistas seguirán siendo capitalistas incluso aun-que no inviertan su capital; o, lo que está dicho en una formamuy de. entre casa, .que por definición el capital se utilizalucrativamente. We~lb Precisamente eso es lo que habría quedemostrar.) - El dmero en cuanto suma de dinero se mide porsu cantidad. Que se le mida contradice su determinación quedebe estar orientada hacia lo ilimitado. Todo lo que aquí se had~cho del dinero, rige aun más para el capital, en el cual eldmero se desarrolla en realidad por primera vez hasta alcanzarSU determinación plena. Como valor de uso, esto es, útil, sólopuede hacer frente al capital aqllello que loaumente,multiplique ypor ende, lo conserve como capital.

. En segundo lugar.. El capital es dinero, por definición, perodmero que. ya no eXIste en forma simple de oro y plata, ni yat~mpoc? dmero como dinero en contraposición a la circulación,smo baJO la forma de todas las sustancias: mercancías. Hastaaquí, pues, el capital no entra en contradicción con el valor deuso, sino que, fuera del dinero, sólo existe precisamente en losvalores de uso. Estas sustancias suyas son ahora por lo tantoper~cederas, ni siquiera tendrían valor de cambi~ alguno si n~t~vIeran valor de uso; como valores de uso pierden su valor, sedIsuelven por simples procesos fisicoquímicos naturales si no selas utiliza realmente, o si se las utiliza realmente desaparecen demanera total. Desde este punto de vista lo contrario del capitalno puede ser otra vez una mercancía particular, pues en cuantotal ~o constituye. una antítesis con el capital, ya que la sus-tancIa de este mIsmo es valor de uso, no es esta mercancía o

[183] aquélla, sino toda una mercancía. La sustancia común a todaslas mercancías, vale decir, su sustancia no como base materialcomo cualidad física, sino su sustancia común en cuanto mer~cancías y por ende valores de cambio, consiste en que son

a Revisión, examen.- b Bien

trabajo objetivado*. Lo único diferente al trabajo objetivado esel no objetivado, que aún se está objetivando, el trabajo comosubjetividad. O, también, el trabajo objetivado, es decir, comotrabajo existente en el espacio, se puede contraponer en cuantotrabajo pasado al existente en el tiempo. Por cuanto debeexistir como algo temporal, como algo vivo, sólo puede existircomo sujeto vivo, en el que existe como facultad, como posibi-lidad, por ende como trabajador. El único valor de uso, pues,que puede constituir un término opuesto al capital, es eltrabajo (y precisamente el trabajo que crea valor, o sea elproductivo. Esta acotación es anticipada; hay que desarrollarlaprimero; by and bya. El trabajo como mera prestación deservicios para la satisfacción de necesidades directas, nada tieneque ver con el capital, pues a éste no le interesa. Cuando uncapitalista se hace cortar leña para asar su muttonb

, no sólo elque la corta se sitúa respecto a él, sino él mismo respecto alleñador dentro de una relación de intercambio simple. El quecorta la leña le presta un servicio al capitalista, un valor de usoque no acrecienta el capital, sino que lo consume, y el capita-lista le proporciona en cambio otra mercancía, bajo la forma dedinero. Así ocurre con todas las prestaciones de servicio que lostrabajadores intercambian por el dinero de otras personas y queson consumidas por estas personas. Este [intercambio]e es un con-sumo del rédito, y como tal corresPQnde siempre a la circula-ción simple, no a la del capital. Como ninguna de las partescontratantes se enfrenta a la otra como capitalista, esta presta-ción del que sirve no se puede incluir en la categoría de trabajoproductivo. Desde una puta hasta el papa hay una buenacantidad de esta gentuza. Pero también se incluye aquí elhonesto y "laborioso" lumpemproletariado; por ejemplo, gran-des bandas de serviciales rufianes, etc., en las ciudades portua-

• Sólo si se busca algo contrapuesto al capital, es posible ocuparse deesta sustancia económica (social) de los valores de uso, o sea de su fun-ción como contenido, a diferencia de su fOrIna (pero esta forma es valorpor ser una determinada cantidad de ese trabajo). En lo tocante a susdiferencias naturales, ninguna. de éstas impide al capital asentarse en ellas,convertirlas en su propio cuerpo, ya que ninguna excluye la determinaciónde valor de cambio y de mercancía.

a Dentro de un rato; a su tiempo.- b Carne ovina.- e La inclusión de la palabra"intercambio" soluciona problemas de concordancia presente en la edic. 1939

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214 El capital - Cuaderno II Intercambio del capital 215[184] rias, etc. El representante del dinero sólo exige el servicio en

aras de su Y3110rde uso, qu~ desaparece inmediatamente para él;pero el ruflan rec1~ma el dmero, y en tales circunstancias, tantoel que o,frece el dmero por la mercancía, como el que ofrece lamerc~ncla para o~te~er el dinero, representan recíprocamentetan solo lo~,dos ter~mos ,de l~ circulación simple; desde luegoq~e el ruflan, a qUIen ~olo mteresa lograr el dinero, o seadrrectamente la forma umversal de la riqueza, procura enrique-cerse a costa de su improvisado amigo lo que a éste hardcalculatof'! , .!anto más 'p~ofundamente l~ ofende por ~uantoest~ I?restaclOn de servICIos, que necesita ahora, sólo puedeatnburrse a su universal debilidad humana, ya que de ningúnmodo. la rec131mae? su condición de capitalista. A. Smith, en loesencl~l, tema razon con su trabajo productivo e improductivo,la tema desd~ el punto de vista de la economía burguesa. Lo9ue en camblO aducen los demás economistas, es cháchara (f.l. b Storc~; de modo aun más piojoso Senior, etc.), a saber, quetoda aCClOnprod~ce .un efecto, sea lo que fuere -esto es,confunden el sen!ld,o natur~l, y el económico del producto-; deesta .sue!te un bnbon tamblen es un trabajador productivo, yaque .mdrrectamente produce libros de derecho penal (este razo-namle?to es, cuando menos, exactamente tan correcto como elque SIrve para llamar trabajador productivo a un juez porqueéste protege del robo137

). O bien los economistas modernos sehan convertido en. tales. sicofantes del burgués, que quierenhacerle creer que SI algUien le despioja la cabeza o le frota lacol~, .estamo~ .ante un t~ab31joproductivo, ya qu~ por ejemplola ulbma act1Vldad le dejara más despejada su cabezota -block-headc

- para cuando el ,d~a siguiente esté en su despacho. Porell~ ~s completamen,te 10g1CO-aunq.ue al mismo tiempo carac-tensbco-? que s~gu!1 los economIstas consecuentes aquellosque trabaJ.an en fabncas. de artículos suntuarios, por ejemplo,sean tra~aJadores productIvos, aunque a los tipos que consumentales. objetos se les tache expresamente de derrochadores impro-d.uctIvos. El fact es qu~ estos trabajadores indeedd, son produc-tIvos as f~r as they mcrease the capital of their master138 ;

unproduct~ve as to the material result of their labour. In factees!e trabaJa~or "productivo" está tan poco interesado en lamIerda que tIene que fabricar, como el propio capitalista que lo

al a Calcula~or avezado.- b "For instance": por ejemplo.- C Cabeza de leño tontoc;~~.ue.- Ve~aderamente.- e En la medida en que acrecientan el capit~ de s~

hPahon, Improductivos en lo que concierne al resultado material de su trabajo. Deec o ...

emplea, a quien le importan tres ardites esos cachivaches. Conmayor exactitud, tenemos que de hecho la verdadera definiciónde trabajador productivo consiste en lo siguiente: un hombreque no necesita ni exige nada más que lo estrictamente necesa-rio para estar en condiciones de procurar a su capitalista elmayor beneficio posible. All this nonsensea. Digresión. Perovolver, más de cerca, a esto de lo productivo y no productivo.)

Los dos procesos diferentes en el intercambio del capital con eltrabajo. (Aquí cae dentro del carácter determinado económicoformal, etc., lo que se intercambia, con su valor de uso, por el

capital [185]

B valor de uso opuesto al capital en cuanto valor de cambiopuesto, es el trabajo. El capital se intercambia, o, en estecarácter determinado, sólo está en relación, con el no-capital,con la negación del capital, respecto a la cual sólo él es capital;el verdadero no-capital es el trabajo.

Si consideramos el intercambio entre capital y trabajo, tene-mos que se descompone en dos procesos contrapuestos, diferen-tes no sólo desde el punto de vista formal, sino tambiéncualitativamente:

1) El trabajador intercambia su mercancía -el trabajo, elvalor de uso que como mercancía también tiene un precio,como todas las demás mercancías-, por determinada suma devalores de cambio, determinada suma de dinero, que el capitalle cede.

2) El capitalista recibe en cambio el trabajo mismo, eltrabajo como actividad creadora de valores; es decir, recibe encambio la fuerza productiva que mantiene y reproduce al capi-tal y que, con ello, se transforma en fuerza productora yreproductora del capital, en una fuerza perteneciente al propiocapital.

La disociación entre ambos procesos salta tanto a la vistaque se pueden separar en el tiempo, y en forma alguna han decoincidir. El primer proceso puede estar consumado, y en ciertamedida lo está las más de las veces, antes de que el segundo nisiquiera haya comenzado. La consumación del segundo actosupone que el producto esté terminado. El pago del salario nopuede esperar hasta esa terminación. Encontraremos que una

aTodo esto es descabellado

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Capital y moderna propiedad de la tierra - Wakefield

[[Capital. 1. Universalidad: 1) Devenir del capital a partir del

determi~ación esencial de la relación consiste en que el pagodel salan~ no puede esperar a la terminación del producto.

En el mtercan;tbio y circulación simples, no se verifica eseproceso doble. SI la mercancía a se cambia por el dinero b yluego éste por la mercancía c destinada al consumo -mercan~íaque era ~l objeto originario del intercambio de a-, el uso de lamercanCla c, su consumo, queda al margen de la circulación; noafec~a en ~31dal~ forma de la relación; está situado más allá del~ clfculaclOn mIsma y. ~s un i~te~é~ puramente material quesolo expresa una r.elaclOn del mdlVlduo A, en su condiciónnatural, con un ,obJeto de su neces.i~ad singular. Lo que harácon .la .mercanc!a c es una cuestIon exterior a la relaciónecon~mIca. Aqu~, por el contrario, el valor de uso de lo que secambia por el dmero se presenta como una relación económica

[186] especial, y la utilización determinada de lo que se cambia porel dinero constituye el fin último de los dos procesos. Es esto,por ende, lo que ya en lo formal diferencia del intercambiosi:nl!le al intercambio entre el capital y el trabajo; dos procesosdlStm tos.

Si, a más de esto, comprendemos ahora cómo el intercambioen.tre el., capit~l y el trabajo se diferencia del intercambio(clfculaclO~) sImple, en cuanto al contenido, encontraremosque ~sa d.IferencIa no surge de una relación o comparaciónextenor, SI~Oque. en la tota~idad del último proceso la segundafor~a ~ .dIfer~ncIa de l.a pnmera, que esa comparación mismaes~a alh mclUIda. La diferencia del segundo acto respecto delpnm~ro -o sea que el proceso particular de apropiación delt~abaJo por parte del c~pital es el. segundo acto- es exactIya la~hferencIa. que va del mtercambIo entre capital y trabajo almtercambIo en el cual el dinero oficia de intermediario entrem~rcancías. En el intercambio entre el capital y el trabajo elp,:,mer .~cto e~ un intercambio, pertenece enteramente a lacl~culaclon habitual; el segundo es un proceso cualitativamente~iferente .y sólo. by misuseb se le puede considerar como~ntercamb~o del tIpo que fuere. Se contrapone directamente almtercambIO; categoría esencialmehte diferente.

dinero. b) Capital y trabajo (intermediándose a través del traba-jo ajeno). c) Los el~mentos del capital. ana~izad~s según surelación con el trabajo (producto, matena pnma, mstrumentode trabajo). 2) Particularización del capital: a) c~pital c~culant,capital fixea. Circulación del capital. 3) La smgulandad delcapital: capital y beneficio. Cap~tal e, interés. ~l. capital co.movalor diferente del capital como mteres y benefIcIO. 11. Partlcu-larid~d: 1) Acumulación de los capitales. 2) Competencia de loscapitales. 3) Concentración de los capitales (diferencia cuantita-tiva del capital, y a la vez cualitativa, como medida de. sumagnitud y de su acción)b. 111. Singularidad: 1) El capItalcomo crédito. 2) El capital como capital por acciones. 3) Elcapital como mercado monetario. En el mercado monetario elcapital está puesto en su totalidad; en él, determina los precios, [187]da trabajo, regula la producción, en una palabra, es fuent~productiva; pero el capital, no. sólo co~o pr~ductor de SImismo (materialmente por medIO de la mdustna, etc., de l~fijación de los precios, del desarrollo de las fuerzas productI-vas) sino al mismo tiempo como creador de valores, debepon~r una forma de riqueza o un valor espec~ficamente ~iferen-te del capital. Esa forma es la renta de la tierra. ConstItuye elúnico caso en el cual el célpital crea un valor diferente delpropio capital, de su propia producción. Tanto por su natura-leza como históricamente, el capital es el creador de la moder-na propiedad de la tierra, de la rent~ de l.~ tierra; p~r. ende suacción se presenta asimismo como dIsolucIOn de la VIejaf?rmade la propiedad de la tierra. La nueva s~rge a con~ecuencIa ~ela acción del capital sobre la vieja. El capItal -conSIderado baJOcierto aspecto- es el fundador de la agricult.ura modern~. Enlas relaciones económicas de la moderna propIedad de la tIerra,lo que aparece como un proceso: ren~a de la tierra - cap.ital -trabajo asalariado (la forma de la sene puede ser concebIda deotra manera como trabajo asalariado - capital - renta de latierra, pero 'el capital debe aparecer siempre com? el términomedio activo), constituye por ende la estructura l~terna de lasociedad moderna, o el capital puesto en la totalIdad de sl;1srelaciones. Cabe preguntarse ahora, cómo se produce el pasajede la propiedad de la tierra al trabajo asalariado. (El pasaje deltrabajo asalariado al capital se produce de por sí; en este caS?el capital retorna a su origen activo.) Históricamente la tranSI-

217Capital y propiedad de los bienesEl capital - CUaderno 11216

a Exactamente.- b Por errora Capital circulante, capital fijo.- b Tachado aquí: b) El capital como crédito. c)

El capital por acciones. d) El mercado monetario. e) El capital como determinantede los precios

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218 El CIlpital - OJaderno Il Capital y propiedad de los"bienes 219

ción es indiscutible. La transición está implícita en el hecho deque la propiedad de la tierra es producto del capital. En todaspartes encontramos, pues, que allí donde por la reacción delcapital sobre las viejas formas de la propiedad de la tierra éstasse transforman en renta en dinero (lo mismo ocurrió, de otramanera, donde fue creado el campesino moderno) y donde,paralelamente, la agricultura explotada por el capital se convier-te en agronomía industrial, necesariamente los cottiersa , siervosde la gleba, campesinos sujetos a prestaciones, enfiteutas, inqui-linos, etc., se transforman en jornaleros, en asalariados. Valedecir que el trabajo asalariado no es creado en su plenitud sinopor la acción del capital sobre la propiedad de la tierra, yluego, una vez que ésta se ha consolidado como forma, por elpropietario mismo de la tierra. Este, como dice Steuart139 ,clearsb la tierra entonces de sus bocas superfluas, a los hijos dela tierra los arranca del pecho que los crió y transforma de estemodo la propia agricultura, que conforme a su naturaleza sepresenta como fuente directa de subsistencia, en fuente media-da de subsistencia, completamente dependiente de relacionessociales. (La dependencia recíproca debe haber alcanzado todosu relieve antes de que se pueda pensar en una verdaderacomunidad social. Todas las rel~ciones como puestas por la

[188] sociedad; no como determinadas por la naturaleza.) Por ello,sólo entonces es posible la aplicación de la ciencia y se desarro-lla plenamente la fuerza productiva. No cabe duda alguna, pues,de que el trabajo asalariado en su forma clásica, como aquelloque impregna a la sociedad en toda su amplitud y se convierteen base de la misma, en lugar de la tierra, no es creado sinopor la moderna propiedad de la tierra, esto es, por la propiedadde la tierra en cuanto valor creado por el capital mismo. De ahíque la propiedad de la tierra nos vuelva a llevar al trabajoasalariado. Se trata, desde un punto de vista, simplemente de latransferencia del trabajo asalariado desde las ciudades hacia lacampaña, o sea del trabajo asalariado extendido a la superficieentera de la sociedad. Si es rico, el antiguo propietario de latierra no necesita de capitalista alguno para convertirse enterrateniente moderno. Le basta con transformar.a sus trabaja-dores en asalariados y con producir con vistas al beneficio, enlugar de hacerlo con vistas al rédito. En su persona estánpresupuestos el arrendatario y el terraten"iente modernos. Que

a En la. Inglaterra medieVal, villano al que, en compensación por su trabajo, elseñor le pennitía el usufructo de una choza ("cot") y una parcela.- b Despeja,libera.

la forma en que percibe su renta se modifique, o la f?rma e.nque se paga al trabajador, no es por .cierto una dIferenCIaformal sino que supone un trastrocamlento total del modomismo' de producción (de la agricultura); tiene, p~es, sup.uestosque se basan en determinado desarrollo de la mdustna,. delcomercio y de la ciencia, en suma, de las fuerzas prod.uctIvas.Así como, en general, la producción fundada ~n .el capItal y eltrabajo asalariado no sólo es formalmen~e dlstmta de otrosmodos de producción, sino que presupone Igualmente una revo-lución total y el desarrollo de la producción material. Aunqueel capital bajo la forma de capital comercial puede ~esarrollarseplenamente (salvo que cuantitativaI?ente no en ~l mIsmo grado)sin ese trastrocamiento de la propIedad de la tIerra, no ocurreotro tanto con el capital industrial. Incluso el desarrollo d.e.lamanufactura presupone una disolución incipiente de las VIejaSrelaciones económicas de la propiedad de la tierra. Por otraparte, la nueva forma, en su plenitud y amplitud no su~ge deesta disolución paulatina hasta tanto el desarrollo de la IJ?dus-tria moderna no haya alcanzado un alto grado de perfeCCIOna-miento; lo cual, empero, ocurre tanto más rápidamente, cuantomás se hayan desarrollado la agr~cu!tura moderna, !a forma depropiedad y las relaciones economIcas correspondIentes a e~aagricultura. De ahí que Inglaterra sea, en este resp~cto, el paISmodelo para los otros países continentales. Del mIsmo modo,así como la primera forma de la indus~ria, la gran ~anuf~ctura,presupone ya la disolución de la propIedad ~e.la tIerra, esta sehalla condicionada a su vez por el desenvolvImIento precedentee imperfecto del capital en las ciudades, inc:luso e!l sus formasaún poco desarrolladas (medievales), y al 1!11smotIempo p~r laacción de la manufactura que en otros paIses prospera conJun- [189]tamente con el comercio (Holanda influyó de este modo sobreInglaterra en el curso del siglo XVI y de la primer~ mitad delXVII). En esos mismos países el proceso ya se habla copsuma-do y la agricultura había sido sacrificada a la ga~adena, y eltrigo se obtenía de países atrasados, como Poloma, etc., me-diante la importación (Holanda again)a . Hay que hacerse cargode que las nuevas fuerzas productivas y relaci<;>nesd~ pro~uc-ción no se desarrollaron a partir de la nada, m del arre, m delas entrañas de la idea que se pone a sí misma; sino en elinterior del desarrollo existente de la producción y de lasrelaciones de propiedad tradicionales y contraponiéndose a ese

a De nuevo

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220 El capital - Ouzdemo II Capital y propiedad de los bienes 221

desarrollo y esas relaciones. Si en el sistema burgués acabadocada relación económica presupone a la otra bajo la formae~onómico-burguesa, y así cada elemento puesto es al mismotl~mpo ~upuesto, t~l.es el caso con todo sistema orgánico. EstemIsmo sIstema orgamco en cuanto totalidad tiene sus supuestos,y su desarrollo hasta alcanzar la totalidad plena consiste preci-sa~ente [en que) se subordina todos los elementos de laSOCIedad,o en que crea los órganos que aún le hacen falta apartir de aquélla. De esta manera llega a ser históricamente unatotalidad. El devenir hacia esa totalidad constituye un momen-!o d~ su proceso, ~e su desarrollo. Por otra parte, cuando en elmtenor de una SOCIedadlas modernas relaciortes de producciónvale decir el capital, se han desarrollado hasta su plena totali~dad, y esta sociedad se ha apoderado de un nuevo terrenocomo por ejemplo en las colonias, la misma, y principalment~~ representa.nte, el capitalista, se encuentra con que, en ausen-CIa del trabajO asalariado, su, capital cesa de ser capital, y conque .uno de los supuest~s de este no es tan sólo la propiedad dela tI~rra en gene~al, smo la moderna propiedad de la tierra;propIedad de la tierra que, en cuanto renta capitalizada, es máscara y en cuanto tal excluye la utilización directa de la tierrapor l~s individuos. De ahí la teoría de Wakefield140 sobre lascol~mas, aplic~da prácticamente por el gobierno inglés en Aus-traha. La propIedad de la tierra se encarece aquí artificialmentepar~ transformar a los trabajadores en asalariados, hacer que elcapItal opere como tal y así volver productiva la nueva colonia'en ella debe, ~esarrollarse la riqueza, en lugar de emplearla:como e~ Amenca, para su entrega transitoria a los asalariados.La teona. ,de Wakefield es tremendamente importante para laco~prenslOn correcta de la moderna propiedad de la tierra. ElcapItal ~~ cuanto cr~ador de la renta del suelo, se reduce a lapr~ducclOn del t~abaJo asalariado como su fundamento creadorumversal. E~ capItal. surge de la circulación y pone al trabajocomo trabajO asalanado; se constituye de esta manera y sedesarrolla com? ,un todo y. pone a la propiedad de la tierraco~o su condlclon y al mIsmo tiempo como su antítesis. Se

[1901deJa yer, empero, que con e.Ilo sólo ha creado al trabajo~salarlado como su supuesto umversal. Es necesario considerar ae~ta aparte, I?~es. Por otro lado, la propiedad moderna de latierra se ~amflesta de la manera más imponente en el procesodel clearmg of estates8 141 y en la transformación de los

a Véase nota de la página 196

trabajadores rurales en asalariados. Doble transición, pues, en eltrabajo asalariado. Esto en cuanto al aspecto positivo. El negati-vo, luego que el capital ha puesto la propiedad de la tierra, ycon ello su objetivo doble: 1) Agricultura industrial y, con ella,desarrollo de la fuerza productiva de la tierra; 2) Trabajoasalariado, es decir dominación del capital en general sobre lacampaña; la existencia de la propiedad misma de la tierra seconsidera como una manifestación puramente transitoria, nece-saria en cuanto acción del capital sobre las viejas relaciones depropiedad de la tierra, y como un producto de la disolución deesas relaciones; pero en cuanto tal, una vez alcanzado eseobjetivo, la propiedad de la tierra no constituye otra cosa queuna traba para el beneficio, en absoluto es necesario para la~roducción. El capital, pues, procura disolver la propiedad de latIerra en cuanto propiedad privada y transferirla al estado. Estees el aspecto negativo. Transformar internamente toda esasociedad en capitalistas y asalariados. Cuando el capital hallegado a este punto, también el trabajo asalariado ha ido tanlejos que por un lado intenta, de la misma manera que elburgués, quitar de en medio a los terratenientes como superfe-tación, y ello con vistas a que se simplifique la relación, sereduzcan los impuestos, etc.; por el otro lado, para ponerse asalvo del trabajo asalariado y convertirse en productor indepen-diente -para el uso directo- exige el parcelamiento de la granpropiedad de la tierra. De modo que a la propiedad de la tierrase la niega desde dos lados; la negación por parte del capital estan sólo modificación formal, con vistas a su dominación exclu-siva. (Renta del suelo como la renta (impuesto) general delestado, de tal manera que la sociedad burguesa reproduce deotro modo el sistema medieval, pero como cabal negación delmismo.) La negación por parte del trabajo asalariado es mera-mente una negación encubierta del capital, y por ende tambiénde sí mismo. Se la debe considerar ahora, pues, como autóno-ma respecto del capital. De esta manera hay una doble transi-ción: ~) Transición positiva a partir de la moderna propiedadde l~ tierra, o de~capital por medio de la propiedad de la tierra,[haCIa] el trabajO asalariado general; 2) transición negativa:negac~~n de la propiedad de la tierra por el capital, o sea, pues,negaclOn del valor autónomo por el capital, o sea negación delcapita.l por sí mismo. Pero la negación de éste es el trabajoasalarza~o. Acto continuo, negación de la propiedad de la tierray me~Iante aquélla, negación del capital por parte del trabajoasalariado. Vale decir, el trabajo asalariado procura ponersecomo independiente.))

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cos; _P~r ejemplo.- b M~rcado crediticio, corredores de cambios.-c Fondos (públi-.. Mdelrcado de aCCIones, bolsa de valores.- e Acciones - fAcciones bancan'as'

aCCIones e capital social d b " ,canales acciones d ,~un anco.- 9 ACCIones ferrocarrileras.- h Acciones deñías d~ ómnibus _ ¡e ravegaclOn ~ vap?r, acci,:mes de telégrafos, acciones de compa-nes de com añí' mpresas.-,: ACCIones.nuneras.- k Acciones portuarias.- I Accio-de acciones ~aci~~::s s~guros.- • ~ercado Interno y mercado exterior.- m Mercadoras, etc. ' ondos publicos, etc., y valores extranjeros, acciones extranje-

[191] [[El :ner~~do, que al principio aparecía en la economía comodeterIl}In~ClOnabstracta, adquiere dimensiones totales. En pri-mer ~enruno, el mercado monetario. Este abarca el mercado dec~mblOs; .en general el mercado de préstamos; por tanto comer-CIOdel dI~ero, mercado de los metales preciosos. Como merca-do de prest~mos m~netarios, se presenta por un lado comobancos, for ms~ance de descuento, para lo cual descuentan:loan-market, bIllbrokersb, etc.; pero también más adelante~omo mercado de todos los títulos que pr~ducen interés:u~dsc del est~do y share marketd• Los últimos se dividen e~

vano.s g~pO~ Importantes (en primer lugar las sharese de lospropIos mstltutos monetarios; bank shares' joint-stock b kshares: ; ~hares de los medios de comunicaciÓn (rai/way shar~~9las mas Importantes; canal shares; steam navigation shares tele-graph shares, o~n.ibus shares)h shares de enterprises'ind~stria-les generales (mlmng sharesJ las principales). Luego elementosgenerales d~ abastecimiento (gas shares, shares de alcantarilladoy agua c~~nente). Otras mil cosas bajo el rubro varios. Para la'conservaclon de las mercancías (dock sharesk etc) Ir •hast l' f 't ' " y arIOS. a e. In 1m o, com.o las enterprises por acciones, com añíasIndl;1stnale~o comercIales. Por último, como afianzamien~o delconJunto" msurance shares' de todo tipo). Así como el merca-do, kenlihneas general~s, se divide en home market y foreignmar et , el merc~do Interno a su vez se divide en market ofhome shar~s, nat~onal funds, etc., y foreign funds, foreignshares? etc. En r~gor, este desarrollo corresponde al mercadorun1Ial,. que no solo es el mercado interno en relación a todos<;>s oreIgn markets. que existen fuera de él, sino al mismo

tIempo el mercado Interno de todos los foreign markets comop~tes componentes a su vez del home market. La concentra-clO,n.de? mercado monetario en una sede principal dentro de unpaIs, mIentras que. ~~~demás mercados se distribuyen más deacuerdo con la dIvIsI<?~del trabajo; aunque también en estec~so, gran concentraclOn en la capital, si ésta es al mismo~Ierpo u~ puerto d~ exportación. -Los mercados diferentese merca o monetano son en primer término tan diferentes

a Drogas.- b Semillas, granos.- C Mercado de productos coloniales.- d Especias.-e "c1oves"; en edic. 1939, "gioves" ("guantes"). f Canela, cañafístula, clavos deolor, jenjibre, macis, nuez moscada, etc.- 9 Almendras, pasas de Corinto, higos,ciroelas, pasas de ciruelas, uvas, naranjas, limones, etc,- Melaza.-, h Comestible~. Ma~-teca; queso, tocino, jamón, manteca de cerdo, carne de cerdo, came de vaca.- I BebI-das espirituosas.- J Madera y leña. Madera de construcción.- k Drogas (o productos far-lmacéuticos) y tinturas

como productos y ramas de producción existan, y constituyenasimismo mercados diferentes. Los principales mercados de es-tos productos diferentes forman centros que, o lo son respectoa la importación o la exportación, o porque son centros de unaproducción determinada, o lugares de abastecimiento directode tales centros. Estos mercados, empero, pasan de la meradiversidad a una división más o menos orgánica, que necesaria-mente se realiza con arreglo a los elementos fundamentales delcapital: mercado de productos y mercado de materias primas.El instrumento de producción en cuanto tal no forma mercadoespecial alguno; como tal, existe principalmente y por vez [192]primera en las materias no elaboradas, 4ue se venden como mediode producción; después, en los metales, particularmente, ya queéstos excluyen toda idea de consumo directo, y luego en prodúc-tos como el carbón, el aceite, las sustancias químicas, destinadasa desaparecer en su calidad de medios accesorios de la producción.Lo mismo con los colores, la madera, drugsa, etc. Según ello:

1. Productos. 1) Mercado cerealero, con sus diversas subdi-VISIones.Por ejemplo, mercado de seedsD

: arroz, tapioca, pa-pas, etc. Muy importante económicamente; al mismo tiempomercado para la producción y para el consumo directo. 2)Colonial produce-marketc• Café, té, cacao, azúcar; spicesd (pi-mienta, tabaco, pimienta de Jamaica, cinnamon, cassia lignea,claves," ginger, mace, nutmegs,etc.)f; 3) Frutas. Almonds, cu-rrants, figs, plums, prunes, raisins, oranges, lemons, etc. Molas-ses9 (para la producción, etc.); 4) Provisions. Butter; cheese,bacon,hams; lard; pork; beefh (ahumada), pescado, etc. Spi-rUs'. Vino, ron, cerveza, etc. 11. Productos sin elaborar. 1) Lasmaterias primas de la industria mecánica. Lino; cáfiamo; algo-dón; ,seda; lana; pieles; cueros; gutapercha, etc. 2) Materiasprimas de la industria química. Potasa, salitre; trementina; ni-trat of soda, etc. 111. Materias primas que al mismo tiemposon instrumentos de producción. Metales (cobre, hie:r:ro,estafio,zinc, plomo, acero, etc.), madera. Wood. TimberJ• Maderastintóreas. Madera para construcciones navales, etc. Medios deproducción y materias primas accesorios. Drugs y dyesk• (Co-

223Capital y propiedad de los bienesEl capital - CUaderno ¡l222

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Intercambio entre capital y trabajo 225

chenillea, índigo, etc. Alquitrán. Sebo. Aceites. Carbón, etc.).Cada producto, naturalmente, tiene que ir al mercado; pero losmeJ:Cados realmente grandes, a diferencia del comercio al pormenor, los constituyen solamente los grandes productos deconsumo (económicamente importantes sólo los mercados ce-realero, del té, del azúcar, el mercado del café (el mercado devinos en cierta medida, y el de las bebidas espirituosas engeneral) o los constituidos por las materias primas de la indus-tria: mercado lanero, de la seda, maderero, de los metales,etc.). En qué lugar debe introducirse la categoría abstracta delmercado, ya se encontrará.]]

Intercambio entre el capital y el trabajo. Salario por piezas.-Participación del obrero asalariado en la riqueza ~eneral, determi-nada solo cuantitativamente.- Equivalente del obrero, dinero. Porlo tanto, enfrentado como opuesto al capital.- Pero objetivo desu intercambio, satisfaccion de su necesidad. Dinero, para él sólomedio de circulación.- Ahorro, el renunciamiento como mediode enriquecimiento del obrero.- Carencia de valor y desvaloriza-

ción del obrero condición del capital

El intercambio del obrero con el capitalista es un intercam-bio simple; cada uno obtiene un equivalente; el uno, dinero, elotro una mercancía cuyo precio es exactamente igual al dinero

[193] pagado por ella; lo que el capitalista obtiene en este inter-cambio simple es un valor de uso: disposición del trabajo ajeno.Por parte del obrero -y ésteb es el intercambio en el queaparece como vendedor~ es evident que a él la determinaciónformal de la relación le interesa tan poco como al compradorde cualquier otra mercancía, de un valor de uso, el uso que elcomprador haga de la mercancía vendida. Lo que vende es ladisposición de su trabajo, el cual es un trabajo determinado,determinada pericia, etcétera.

Es completamente indiferente lo que haga· el capitalista consu trabajo, aunque, desde luego, sólo pueda usarlo conforme ala determinación de éste y el disponer del obrero se limiteúnicamente a un trabajo determinado y a una disposicióntemporalmente determinada de ese trabajo (tanto y tanto tiem-po de trabajo). El sistema de pago' por piezas, sin duda, intro-duce la apariencia de que el obrero recibe cierta parte en elproducto. Pero se trata tan sólo de otra forma de medir eltiempo (en vez de decir: tú trabajas doce horas, se dice: recibestanto por pieza, esto es, medimos por la cantidad de los pro-ductos el tiempo que has trabajado); esto nada tiene quever con el tratamiento de la relación general. Si el capitalista se

224 El capital - Olademo 11conformara con la mera facultad de disposición, sin hacertrabajar realmente al obrero, por ejemplo para tener su trabajocomo una reserva, etc., o para despojar a su competidor de lafacultad de disposición (así como, pongamos por caso, losdirectores de espectáculos contratan cantantes por una seasona,no para hacerlas cantar, sino para que no canten en una salacompetidora), el intercambio se habría realizado plenamente.Con el dinero el obrero recibe ciertamente el valor de cambio,la fórmula universal de la riqueza en una cantidad determinada,y el más o el menos que reciba, le proporciona una partici-pación mayor o menor en la riqueza universal. El modo en quese determine ese más o ese menos, en que se mida la cantidadde dinero que recibe, depende tan poco de la relación general,que no se le puede desarrollar a partir de la misma en cuantotal. Hablando en términos generales, el valor de cambio de sumercancía sólo puede ser determinado no por la forma en queel comprador usa su mercancía, sino por la cantidad de trabajoobjetivado que existe en ella; o sea, en este caso, por lacantidad de trabajo que cuesta producir al propio obrero. Elvalor de uso, en efecto, que ofrece el obrero, existe únicamentecomo facultad, como capacidad de su constitución corporal;fuera de la misma no tiene existencia alguna. El trabajo objeti-vado, que es necesario tanto para conservar corporalmente lasustancia universal en la que existe la facultad de trabajo delobrero, o sea este mismo, como para modificar esta sustanciauniversal con vistas al desarrollo de su facultad particular, es eltrabajo objetivado en la sustancia. Este trabajo mide en general [194]la cantidad del valor, la suma de dinero, que el obrero recibeen 'el intercambio. El análisis ulterior de cómo se mide elsalario, al igual que todas las demás mercancías, por el tiempode trabajo necesario para producir al obrero en cuanto tal, aúnno viene al caso. En la circulación, si cambio una mercancíapor dinero y con éste compro una mercancía y satisfago minecesidad, el acto se ha agotado. Lo mismo ocurre con elobrero. Pero el mismo tiene la posibilidad de recom«nzar eseacto, ya que su constitución corporal es la fuente de la que suvalor de uso -hasta un momento determinado, hasta que seconsume- surge siempre de nuevo y se enfrenta permanente-mente al capital, para comenzar una vez más el mismo inter-cambio. Como cualquier otro individuo presente como sujetoen la circulación, el obrero es poseedor de un valor de uso; lo

a Cochinilla.- b "dies", edic. 1939, "Dienst" ("servicio')a Temporada

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11.1 capital - Waderno II Intercambio entre capital y trabajo 227

cambia por dinero, la forma universal de la riqueza, pero sólopara cambiar a éste a su vez por mercancías como objetos desu consumo directo, como medios para la satisfacción de susnecesidades. Como el obrero cambia su valor de uso por laforma universal de la riqueza, se convierte en copartícipe deldisfrute de la riqueza universal, hasta el límite de su equiva-lente (un límite cuantitativo, que por cierto se transforma enuno cualitativo, como en todo intercambio). El obrero, sinembargo, no está ligado a objetos particulares, ni a un modoparticular de la satisfacción. No está excluido cualitativamen-te ... de la esfera de sus disfrutes, sino sólo cuantitativamente.Ello lo diferencia del esclavo, del siervo de la gleba, etc. Elconsumo, certainlya, reactúa sobre la producción misma; peroesta retroacción no afecta al obrero en su intercambio, asícomo tampoco a cualquier otro vendedor de una mercancía;más bien, desde el punto de vista de la circulación simple _ypor ahora no hay ante nosotros ninguna otra relación desarro-llada-, está al margen de la relación económica. Pero inciden-talmente se puede observar, desde ya, que la relativa limitación-sólo cuantitativa, no cualitativa, y sólo puesta por la canti-dad- de la esfera que abarcan los disfrutes de los obreros, lesconcede también como consumidores una importancia comple-tamente diferente, en cuanto agentes de la producción, a la quetienen y tenían por ejemplo en la Antigiiedad, la Edad Media oen Asia (en el análisis ulterior del capital habrá que ponderarmás de cerca la relación entre el consumo y la producción).Pero esto, como hemos dicho, aún no tiene nada que haceraquí. Del mismo modo, al recibir el obrero el equivalente bajola forma del dinero, bajo la forma de la riqueza universal, seenfrenta al capitalista como igual a éste, tal cual sucede con

[195)cualquier otro participante en el intercambio; por lo menos enapariencia. En fact, esta igualdad ya se halla alterada porque SUrelación como obrero con el capitalista, como valor de uso en laforma específicamente diferente del valor de cambio en contra-.. , ,pOSlcloncon el valor puesto en cuanto valor, está presupuesta paraeste intercambio aparentemente simple; porque el obrero se en-cuentra ya en una relación determinada económicamente de otramanera; exterior a la del intercambio, en la cual es indiferente laíndole del valor de uso, el valor de uso particular de la mer-~an~!a en cuanto tal. Esa apariencia existe empero comolluslon por parte del obrero, y en cierta medida por la otra

a Ciertamente

arte y por ende modifica también esencialmente su rela-~ión ' con respecto a la de los trabajadores en otro~ modosde producción social. Pero lo esencial es que para e.l el ob-'eto del intercambio es la sa~isfacc.ión de su neces~dad. El~bjeto de su intercambio es objeto drrecto de la neceslda~, noel valor de cambio en cuanto tal. Recibe diner?, por CIerto,

era sólo en su determinación com<?moneda, solo en cuantoktermediación que se elimina a sí mIsma y desapa.rece. Lo q~eintercambia por ende, no es el valor de cambIo, no es ariqueza, sin~ medios de .~ubsistencia, obj~tos para mantener .s~condición vital, satisfacclOn de sus ne~esldades ~n general, flSlcas sociales etc. Se trata de determInado eqUlval~nte en me-dio's de subsistencia de trabajo objetivado, medIdo por loscostos de producció~ de su trabajo. Lo que el obrero vende, esla disposición de su trabajo. Por otra parte, es verd~d queincluso en la circulación simple la mone<;tallega a. ser dInero yque, por ende, al recibir moneda en el, IntercambIo, e~ ~breropuede transformarla en dinero, acumulandola, etc., retlf~ndolade la circulación; la moneda queda fija co~o f?rma UnIversalde la riqueza, y no como medio de ca~~lO eflmero. En estesentido se podría decir, pues, que el objetivo d~~ obrero en suintercambio con el capital -y por lo tanto tamblen el'pro~uctodel intercambio para él- no es el medio de subsistenCIa, SInO~ariqueza; no un valor de uso particular, sino el valor ?e cambIOen cuanto tal. Así como la riqueza ~n ~eneral solo puedeaparecer como produc!o de la circulacion ,slmple, e~ la que ~eintercambian equivalentes, el obrero, s~gun esto, sol.o po~~taconvertir el valor de cámbio de su propIO pro.ducto SIsacr IC~la satisfacción sustancial a la forma de la ,nqueza; o .sea, ~I,mediante la abstinencia, el ahorro y apretando se el cInt~ronretira de la circulación para su consumo m~nos de lo~ blenesque entrega a ella. Es ésta la única forma posl~le ~e ennquec~r-se puesta por la propia circulación. El renuncl~mlen~o, ademas.podría presentarse tambiéna bajo una forma mas ~chva, que noestá puesta en la circulación simple y que con~lste en 9ue elobrero se prive del descanso en grado mayor aun, se pnye engeneral de su ser en cuanto separado de su ser como trabaJa~or, [196]y en lo posible sea sólo un trabajador; o sea que renueve ~as .amenudo el acto del i~tercambi?~ o 1.01grolOngUe cuanhtah-vamente, es decir, medIante la dllzgencza . De mo.d.oqu~ enla sociedad de hoy se formula la demanda de la dilIgenCia, y

a "Auch", edic. 1939, "noch" ("aún")

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228 El capital - Ouldemo II Intercambio entre capital y trabajo 229

particularmente también la del ahorro, la de la abstinencia, no.a los capitalistas, sino a los obreros, y precisamente la formulanlos capitalistas. La sociedad actual formula justamente la exi-gencia paradojal de que quien debe practicar la abstinencia, esaquél para el cual el objeto del intercambio son los medios desubsistencia, no aquel para el cual ese objeto es el enriqueci-miento. Todos los economistas modernos responsables143 hanabandonado el error de que los capitalistas realmente habrían"practicado la abstinencia" -merced a la cual habrían llegado aser capitalistas-, postulado y representación que en generalsólo tuvieron sentido en los lejanos tiempos en que el capital seconstituyó a partir de las relaciones feudales, etc. Los obrerosdeben ahorrar, y se hace mucho ruido con las cajas de ahorro,etc. (Hasta los economistas admiten, respecto a estas últimas,que su verdadero objetivo tampoco es la riqueza, sino unadistribución más racional de los gastos, de tal suerte que en lavejez, o cuando sobrevienen enfermedades, crisis, etc., esosobreros no dependan de los hospicios, del estado, de la men-dicidad (en una palabra, que vegeten a expensas de sus bol-sillos, que sean una carga para la propia clase trabajadora,nunca para los capitalistas); ahorran, pues, para los capitalistas;para éstos, los costos de producción de los obreros disminu-yen.) Ningún economista negará que si los obreros, en general,o sea en cuanto obreros (lo que haga o pueda hacer el obreroindividual, a diferencia de su genusa, justamente sólo puedeexistir como excepción, no como regla, ya que no está com-prendido en la determinación de la propia relación), vale decir~o~o. ~egla cumplen esas demandas (al margen del daño quemfhgman al consumo general -la pérdida sería enorme-, porende también a la producción, por tanto también a la cantidady el volumen de los intercambios que podrían realizar con elcapital, .por tanto a. sí mismos como trabajadores), aplicaríanun medIO que, termmantemente, negaría su propio fin. Ellos setendrían que degradar al nivel de irlandeses, de los asalariadospara los cuales el mínimo más bestial de necesidades de medios~e subsist~ncia, se presenta como el único objeto y fin de sumtercambIo con el capital. Al fijar como su objetivo la riqueza,en lugar del valor de uso, el obrero no sólo no lograría ri-queza alguna, sino que en el negocio perdería. además el valorde uso, ~?mo regla, en efecto, el máximo de diligencia, de trabajo,y el mm1IDOde consumo -y éste constituye el máximo de su

a Género

renunciamiento y de su obtención de dinero- no pueden llevar [197]a otra cosa que no sea a que el obrero reciba por un máximode trabajo un mínimo de salario. Merced al esfuerzo, sólolograría disminuir el nivel general de los costos de producciónde su propio trabajo, y con ello el precio general del mismo.Unicamente como excepción el obrero, merced a la fuerza devoluntad, fuerza física y resistencia, tacañería", etc., puedetransformar su moneda en dinero, como excepclon respecto asu clase y a las condiciones generales de su existencia~ Si todoso la mayoría trabajan con la máxima diligencia (en la medidaen que en la industria moderna en general se deje la diligencia acriterio de los obreros, lo que no es el caso en las ramasproductivas más importantes y desarrolladas), con ello no au-mentan el valor de su mercancía, sino solamente su cantidad, ypor tanto las exigencias que se les planteará!1 ,a ellos en ta~!ovalor de uso. Si todos ahorran, se producrra una reducclongeneral del salario hasta el nivel correspondiente, ya que ~lahorro general mostrará al capitalista que en general el salanoestá muy alto, que los obreros reciben por su mercancía, por lacapacidad de disponer de su trabajo, más que su equivalente;precisamente la esencia de la circulación simple -y en estarelación se encuentran los obreros respecto al capitalista- con-siste en que nadie lanza a la circulación más de lo que retira;pero, a su vez, sólo se puede retirar de ella lo que en ella se haechado. Un obrero individual sólo puede ser diligente porencima del nivel, más de lo que tiene que serIo para vivir comoobrero si otro está por debajo del nivel, es más perezoso; sólopuede 'ahorrar, si otro y porque otro derroc~~. El máx~o que,término medio, puede lograr con su espmtu ahorratIvo, espoder soportar mejor la compensación de los precios -altos ybajos, el ciclo de los mismos-; o sea, distribuir más racional-mente sus disfrutes, pero no adquirir riqueza. Y es ésta, tam-bién, la verdadera exigencia de los capitalistas. Durante elperíodo de buenos negocios, los obreros deben ahorrar 10suficiente como para poder vivir más o menos en el malperíodo, soportar el short timea, o la rebaja de los salarios.(En ese caso bajarían aun más.) Es decir la consigna de que losobreros deben mantenerse siempre en un mínimo de disfrutevital y aliviarles las crisis a los capitalistas. Reducirse a simplesmáquinas de trabajo y, en lo posible, pagar su propio tear andwear>144 • Dejando de lado la bestialización pura a la que esto

a Período en que escasea el trabajo.- b Desgaste, deterioro

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230 El capital - 04aderno 1/ Intercambio entre capital y trabajo ¿:11

conduce -bestialización que imposibilita incluso el mero esfuer-zo en pos de la riqueza en su forma universal como dinerocomo dinero ac~mulado-; dejando de lado que ia participació~d~,l obrero en dIsfrutes superiores, incluso espirituales -la agita-Clon e~ favor de sus p.ropios intereses, ~!suscribirse a periódi-cos, aSls!rr.a conf~r~ncI~~,educar a los hIJOS,formar sus gustos,etc., la ~n~ca partIclpaclon suya en la civilización, participación

[198] que lo dlstmgue del esclavo- sólo es posible económicamente siamp1í~ la esfera de sus disfrutes durante la época de los buenosneg?CIOS,esto es, en. el período en que hasta cierto punto esposIble el ahorro; [dejando] de lado todo ello, si ahorra ascéti-camente acumula primas para el lumpemproletariado, los rufia-nes, etc., que aumentarían en proporción a la demanda. Si susahorros v~n a parar a las alcancías de las cajas oficiales deah0!f0~' estas le pagan un interés mínimo, a fin de que loscapltahstas obtengan grandes intereses de sus ahorros o que elestado se atiborre, con lo cual meramente lo que ha hecho esaumentar el poder de sus enemigos y su propia dependencia.Sólo podrá conservar y hacer fructificar sus ahorros si loscoloc~ .en bancos, etc., de suerte que cuando llegan los tiemposde cnsI~ perde~á sus depósitos, mientras que en los períodos de

.prospendad h~brá renunciado enteramente, para aumentar elpode! del capItal, a disfr:utar de la vida. En cualquier caso,habra ahorrado para el capItal, no para sí mismo.

Por lo demás -en la medida en que todo eso no es meropalabrerí? de la "filantropía" burguesa, que en sustancia consis-te ~n .ahme~tar a los obreros con "deseos piadosos" -, cadac~pltahsta, CIertamente, exige a sus obreros que ahorren, perosolo a los suyos, porque se le contraponen como obreros' bienque ~ cuida de exigirlo al resto del mundo de los obrer~s, yaque estos se le contraponen como consumidores. In spite a de~od.as las frases "pi~dosas",· recurre a todos los medios paramClt~los a consumIr, para prestar a sus mercancías nuevosatractIvos, para hacerles creer que tienen nuevas necesidadesetc. Pre?isament~este aspecto de la relación entre el capital yel trabajo constItuye un elemento fundamental de civilización'sobre él se ba~ la justificación histórica, pero también el pode;actual del capItal.. (Desarrollar. ~sta relación entre producción yconsu~o en: CapItal ~ benefICIO, etc.) (o también en la Acu-mu~aclOny competencIa de los capitales.) Todas estas conside-raCIones, empero, son exotéricas, aunque oportunas para mos-

a .A pesar

trar cómo las demandas de la hipócrita filantropía burguesa sedisuelven de por sí y confirman precisamente lo que debieran·refutar, o sea que el obrero, en su intercambio con el capital,se encuentra en una relación de circulación simple y por endeno recibe riqueza, sino únicamente medios de subsistencia,valores de uso para el consumo directo. Como la demandacontradice la relación misma, surge de la simple reflexión que siel ahorro del obrero no ha de quedar en mero producto de lacirculación -dinero puesto al margen, que sólo puede realizarsecuando, tarde o temprano, se le cambie por el contenidosustancial de la riqueza, los disfrutes-, el propio dinero acumu-lado debe convertirse en capital, esto es, comprar trabajo,vincularse con trabajo como valor de uso. (En la sección delsalario deberá hablarse de la reciente demanda, formulada a [199]veces con fatuidad, de conceder a los obreros cierta participa-ción en los beneficios; en cuanto prima especial sólo comoexcepción a la regla puede alcanzar su objetivo, e in fact selimita también, en la práctica digna de mención, a la compra detal o cual overlookera, etc., en interés del patrón y contra elinterés de su clase, o a dependientes de comercio, etc., ensuma, a personas que ya no son simples obreros, o sea tampocoa la relación general, o es una manera especial de estafar a lostrabajadores y de retenerles una parte de su salario bajo la'forma precaria de un beneficio dependiente de la situación delnegocio. 145 ) Por ende, la demanda del ahorro supone a su vezun trabajo' que no es capital, y supone que el trabajo se haconvertido en su contrario: el no-trabajo. Para convertirse encapital, supone que el trabajo se enfrenta como no-capital alcapital; o sea que la antítesis, que debía ser abolida en unpunto, se restaura en otro punto. De modo que si en larelación original el objeto y el producto del intercambio delobrero -como producto del intercambio simple no puede serningún otro producto- no fuera el valor de uso, los medios desubsistencia, la satisfacción de las necesidades directas, el retirarde la circulación el equivalente que se ha introducido en ella,para eliminarlo mediante el consumo, el trabajo se presentaríaante el capital no como trabajo, no como no-capital, sino comocapital. Pero el capital tampoco puede enfrentarse al capital, sial capital no se le enfrenta el trabajo, ya que él capital sólo escapital como no-trabajo, en esta relación antitética. En tal casoel concepto y la relación del capital mismo quedarían destrui-

a Sobrestante, contramaestre, capataz

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a Lo que sigue es la continuación de la página que falta, ya mencionada. del fJ.?aldel cuaderno anterior (11), cuyo contenido se indica en el epígrafe. El manuscntorecomienza en la página 8 del cuaderno 111. Las primeras 7 páginas contienen elensayo sobre Bastiat y Carey que publicamos en el vol. 11 de los Grundrisse.- b Cam-pechanamente.- e Digamos

[... ]" es proceso del mismo sujeto; por ejemplo, la sustanciadel ojo es el capital de la vista, etc. Semejantes frases literarias,que con arreglo a una analogía cualquiera, clasifican tododentro de todo, pueden hasta parecer ingeniosas cuando sondichas por primera vez, y tanto más cuanto más identifiquencosas contradictorias entre sí. Repetidas, e incluso con presun-ción, repetidas como apotegmas de val,or .cient~fico, son tout [201]bonnementb necias. Sólo buenas para candldos lIteratos y char-latanes visionarios, que enchastran todas las ciencias con suempalagosa mierda. Que el trabajo es ,siempre una fuent~ delintercambio para el obrero, en tanto este se halle capacitadopara el trabajo ,-es decir,no del intercambio sin más ni ~ás,sino del intercambio con el capital-, se funda en la determma-ción conceptual de que el obrero sólo vende la disposicióntransitoria de su capacidad de trabajo. El obrero puede, porende recomenzar siempre el intercambio no bien haya ingeridoel vdlumen correspondiente de sustancia para poder reproducirnuevamente su manifestación vital. Los sicofante s de la econo-mía burguesa, que ven todo pintado de rosa, en lugar d.easombrarse de que el obrero subsista -o sea que pueda repetIra diario ciertos procesos vitales después de haber dormido ycomido- y en vez de considerar esto como un gran mérito delcapital respecto al obrero, debieran centrar más bi~n s~ aten-ción en el hecho de que el obrero, tras un trabajO siemprerepetido, sólo tiene, para el intercambio, su trabajo vivo ydirecto. La propia repetición, in fact, es sólo aparente. Lo queintercambia con el capital es toda su capacidad de trabajo, quegasta, sayC,en 20 años. En lugar de pagársela de una sola vez, elcapital lo hace por dosis, a medida que el .obrer? la pone a sudisposición, digamos semanalmente. Esto no. modifica para nadala naturaleza de la relación, ni justifica, aun menos, la conclu-sión según la cual, por tener que dormir el obrero l (l a 12

hl capital - OUldemo II

dos. No puede negarse, certainly, que existen situaciones en lasque propietarios que trabajan ellos mismos, intercambian entresí. Pero tales situaciones no son las situaciones de la sociedaden las cuales existe el capital como tal, desarrollado; son elimi-nadas también en todos los aspectos por el desarrollo de aquél.Como capital, sólo puede ponerse al poner al trabajo· comono-capital, como valor de uso puro. (En cuanto esclavo, eltrabajador tiene valor de cambio, un valor; como trabajadorlibre no tiene ningún valor; sino que solamente la disposiciónsobre su trabajo, por el intercambio que se opera con él mismotiene valor. El obrero se contrapone al capitalista no com~valor de cambio, sino que es el capitalista quien se contraponea aquél en tal carácter. Su carencia de valor y su desvaloriza-

[2001 ción constituyen la premisa del capital y la condición deltrabajo libre en general. Linguet 146 tiene a esto por un retroce-so; olvida que con ello se pone al trabajador formalmente comopersona que aun al margen de su trabajo es algo para sí mismay cuya expresión vital sólo se enajena como medio para supropia vida. Mientras el trabajador en cuanto tal tiene valor decambio, el capital industrial en cuanto tal no puede existir, osea, en general, no puede existir el capital desarrollado. A ésteel trabajo tiene que contraponérsele como puro valor de uso:que su propio poseedor ofrece, como mercancía, por su valorde cambio, [la moneda], que por cierto en las manos del obrerosólo llega a ser real en su determinación como medio decambio universal; caso contrario, desaparece.) Well. De modoque el obrero se encuentra únicamente en la relación de lacirculación simple, del intercambio simple, y sólo recibe mone-da por el valor de uso de sí mismo; medios de subsistencia,pero mediatamente. Esta forma de la mediación es, comohemos visto, esencial y característica de la relación. Que elobrero pueda pasar a la transformación de la moneda en dine-ro, al ahorro, demuestra tan sólo que su relación es la de lacirculación simple; puede ahorrar más o menos, pero no puedepasar de esto; únicamente puede realizar lo ahorrado si amplíamomentáneamente el círculo de sus disfrutes. Pero lo importan-te -y lo que influye en la determinación de la relación misma-es que en la medida en que el dinero es el producto de suintercambio, la riqueza universal, en cuanto ilusión, lo estimula,lo hace laborioso. Al mismo tiempo, a ello se debe que no sóloformalmente ... un margen de albedrío para la realiz l...]a

a Falta la página siguiente. Se interrumpe el cuaderno 11

El capital respecto al obrero

El capital, respecto al obrero, sólo violencia objetiva. Sin valorpersonal.- Diferente de la prestación de servicios.- Finalidad delobrero en el intercambio con el capital.- Consumo. Tiene quecomenzar siempre de nuevo: trabajo como capital del obrero.( ¡Capacidad de trabajo como capital! ) - Salario no productivo

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234 El capital - Cuaderno III Intercambio entre capital y trabajo 235

horas antes de estar en condiciones de reiniciar su trabajo ~ suintercambio con el capital, el trabajo constituye su capital 47 •

Por consiguiente, lo que aquí se concibe como capital, in fact,es la traba, la interrupción de su trabajo, el hecho de que elobrero no es ningún perpetuum mobile. La lucha por el bill delas diez horas, etc., demuestra que el capitalista lo que másanhela es que el obrero disipe, lo más posible y sin interrup-ción, sus dosis de fuerza vital. Llegamos ahora al segundoproceso, que forma la relación entre el capital y ..el trabajodespués de este intercambio. Sólo queremos agregar aún, quelos mismos economistas enuncian así la frase arriba menciona-da: que el salario no es productivo. Ser productivo significapara ellos, of coursea

, productivo de riqueza. Como el salario esel producto del intercambio entre el obrero y el capital -y elúnico producto que es puesto en este acto mismo-, esoseconomistas convienen en que el obrero en tal intercambio noproduce riqueza alguna: ni para el capitalista, pues para éste elpago de dinero por un valor de uso -pago que en esta relaciónconstituye la única función del capital- significa una cesión deriqueza, no una creación de la misma, por lo cual procura pagarlo menos posible; ni para el obrero,· pues el salario sólo leproporciona a éste, en mayor o menor grado, medios de subsis-tencia, satisfacción de necesidades individuales, pero nunca laforma universal de la riqueza, nunca riqueza. Tampoco se lapuede proporcionar, ya que el contenido de la mercancía quevende [el obrero] de ninguna manera está por encima de lasleyes generales de circulación, [esto es:] a través del valor porél puesto en circulación, obtener, mediante la moneda, unequivalente en otro valor de uso, al que consume. Una opera-ción de esta índole, of course, nunca puede enriquecer a suejecutante, sino que al fin del proceso tiene que llevarlo denuevo exactamente al punto donde se encontraba al principio.Ello, como hemos visto, no excluye, sino que más bien suponeque el círculo de sus satisfacciones directas sea capaz de ciertoestrechamiento o ampliaciones. Por otra parte, si el capitalista-:-que en este intercambio aún no está puesto como capitalista,smo solamente como dinero- repitiera siempre de nuevo esteacto, su dinero pronto sería comido por el obrero y lo derro-cha~ía en una serie de otros disfrutes, pantalones remendados,botmes lustrados, en suma: prestaciones de servicios recibidas.En todo caso, la repetición de esta operación se mediría e~ac-

aOesde luego

tamentepor el límite de su bolsa. Tal repetición no lo enri-quecería más que el dépense a de dinero en o~ros valores de .usopara su apreciada persona, todos los cuales, como es sabIdo,nada le aportan, sino que le cuestan.

El intercambio entre el capital y el trabajo corresponde a lacirculación simple. No enriquece al obrero.- La separación deltrabajo y la propiedad, supuesto de este intercambio.- T1'~bajo:pobreza absoluta como objeto, posibilida? gen~ral de la nq~ezacomo sujeto.- El trabajo se contrapone, SIncaracter deterrnma-

do particular, al capital

Como en la relación entre el trabajo y el capital, y asimismoen esta primera relación del intercambio entre ambos, el obrerocompra el valor de cambio y el capitalista el valor de uso -conlo cual el trabajo no se contrapone al capital como un valor deuso sino como el valor de uso por antonomasIa-, puederes~ltarextraño que el capital deba recibir riqueza y el tqlba-jador sólo un valor de uso que desaparec~ e~ el consumo .. [[ Enla medida en que ello se refiere al capItalIsta, no exammarlQhasta el segundo proceso. ]] Esto se presenta com? una dialéc-tica que se transforma precisamente en lo contrarIO de lo quese debiera esperar. Considerándolo más a fondo, tenemo~ queen el proceso de intercambio el trabajad~r que c~mbIa. ~umercancía pasa por la forma M-D-D-M. SI en la crrculacIonde la mercancía se parte del valor de uso en cuanto principio [203]del cambio, necesariamente se arriba de nuevo a la mercancía, .proceso en el cual el dinero sólo se pre~enta co.mo mon~d~, ycomo medio de cambio constituye tan solo una mtermedIaCIOntransitoria; pero la mercancía en cuanto tal.' una .vez que harecorrido su órbita, es consumida como objeto drrecto de lanecesidad. Por otra parte, el capital representa D-M - M-D: elmomento contrapuesto.

La disociación entre la propiedad y el trabajo se presentacomo ley necesaria de este intercambio entre el, capital y eltrabajo. El trabajo, puesto como no-capital en cuanto tal, es: 1)Trabajo no-objetivado, concebido negativamen,te .(aun en el casode ser objetivo; lo no~bjetivo en forma objetIya). En cuantotal es no-materia prima, no-instrumento de trabajO, no-productoen' bruto: el trabajo disociado de todos los medios de trabajo yobjetos de trabajo, de toda su objetividad; el trabajo vivo,

a Gasto, desembolso

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236 El capital - OJaderno /JJ El proceso del trabajo 237

existente como abstracción de estos aspectos de su realidadefectiva (igualmente no-valor); este despojamiento total, estadesnudez de toda objetividad, esta existencia puramente subje-tiva del trabajo. El trabajo como miseria absoluta: la miseria,no como carencia, sino como exclusión plena de la riquezaobjetiva. O también -en cuanto es el no-valor existente, y porello un valor de uso puramente objetivo, que existe sin media-ción, esta objetividad puede ser solamente una [objetividad] noseparada de la persona: solamente una [objetividad] quecoincide con su inmediata existencia corpórea. Como la objeti-vidad es puramente inmediata, es, asimismo, no-objetividadinmediata. En otras palabras: una objetividad que de ningúnmodo está al margen de la existencia inmediata del individuomismo. 2) Trabajo no-objetivado, no valor, concebido positi-vamente, o negatividad que se relaciona consigo misma; es laexistencia no-objetivada, es decir inobjetiva, o se subjetiva, deltrabajo mismo. El trabajo no como objeto, sino como activi-dad; no como auto valor, sino como la fuente viva del valor. Lariqueza universal, respecto al capital, en el cual existe objeti-vamente, como realidad, como posibilidad universal del mismo.posibilidad que se preserva en la acción en cuanto tal. No es enabsoluto una contradicción afirmar, pues, que el trabajo por unlado es la miseria absoluta como objeto, y por otro es laposibilidad universal de la riqueza como sujeto y como activi-dad; o más bien, que ambos lados de esta tesis absolutamentecontradictoria se condicionan recíprocamente y derivan de lanaturaleia del trabajo, ya que éste, como antítesis, como exis-tencia contradictoria del capital, está presupuesto por el capitaly, por otra parte, presupone a su vez al capital.

[204] El último punto sobre el cual debe llamarse la atención, enlo tocante al trabajo que se contrapone al capital, es que [eltrabajo] como aquel valor de uso que se contrapone al dineropuesto como capital, no es tal o cual trabajo, sino el trabajopor antonomasia, el trabajo abstracto: absolutamente indife-rente ante su carácter determinado particular, pero capaz decualquier carácter determinado. A la sustancia particular queconstituye un capital determinado, tiene que corresponder,desde luego, el trabajo· en cuanto particular. Pero como elcapital en cuanto tal es indiferente respecto a toda-particula-ridad de su sustancia -tanto en calidad de totalidad plena de lamisma, como en cuanto abstracción de todas sus particulari-dades-, el trabajo contrapuesto a él posee subjetivamente lamisma plenitud y abstracción en sí. En el trabajo corporativo,artesanal, por ejemplo -en el cual el prbpio capital tiene aún

una forma limitada, todavía completamente sumergida en deter-minada sustancia, o sea, que aún no es capital propiamentedicho-, también el trabajo se presenta como sumergido aún en sucarácter determinado particular; no en la plenitud y abstrac-ción, no como el trabajo, tal cual éste se enfrenta al capital.Vale decir que si bien el trabajo, en cada caso singular, es untrabajo determinado, el capital se puede contraponer a todotrabajo determinado; la totalidad de todos los trabajos se éon-trapone 8vváJ.1€L, y resulta fortuito exactamente cuál de ellosse le enfrenta. Por otra parte, el trabajador mismo es ab-solutamente indiferente respecto al carácter determinado desu trabajo; para él, éste carece en cuanto tal de interés salvo, . ' ,umcamente, por ser trabajo en general y, como tal, valor deuso para el capital. Ser titular del trabajo en cuanto tal -osea, del trabajo como valor de uso para el capital- cons-tituye, pues, la característica económica del obrero: esobrero en oposición al capitalista. No es ésta la caracte-rística del artesano, del miembro de una corporación, etc.,cuyo carácter económico se funda en el carácter determinadode su trabajo y en la relación con un maestro determinado, etc.Esta relación económica -la característica que el capitalista yel obrero presentan como extremos de una relación de produc-ción- se desarrolla por consiguiente con tanta más pureza yadecuación, cuanto más pierde el trabajo todo carácter artesa-nal; su destreza particular se convierte cada vez· más en algoabstracto, indiferente, y se vuelve, más y más, una actividadpuramente abstracta, puramente mecánica, y por ende indife-rente, indiferente ante su forma particular; actividad meramenteformal, o, lo que es lo mismo, meramente sustancial, actividaden general, indiferente respecto a la forma. Aquí se muestranuevamente, pues, cómo la determinación particular de la rela-ción de producción, de la categoría -aquí capital y trabajo-,se vuelve por primera vez auténtica con el desarrollo de determi-nado modo material de la producción y un estadio determinadodel desarrollo de las fuerzas productivas industriales. (Desarro- [205]llar este punto separadamente, en esta relación más adelantepues aquí esta puesto ya en la relación mism~, mientras qu~en las determinaciones abstractas valor de cambio circulacióndinero, encaja mejor en nuestra reflexión subjetiva.) ,

El proceso de trabajo, incorporado al capital (capital ycapitalis ta)

2) Llegamos ahora a la segunda fase del proceso. El inter-

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cambio entre el capital o capitalista y el obrero está ahoraterminado, en la medida en que se trata en general del procesodel intercambio. Pasamos ahora a la relación del capital con eltrabajo en cuanto valor de uso del primero. El trabajo no estan sólo el valor de uso enfrentado al capital, sino que es elvalor de uso del capital mismo. Como no-ser de los valores encuanto objetivados, el trabajo es su ser en cuanto no-objetivados, su ser ideal: la posibilidad de los valores, y comoactividad, lo que pone los valores. Frente al capital, el trabajoes la mera forma abstracta, la mera posibilidad de la actividadque pone los valores, la cual sólo existe como capacidad, comofacultad, en la constitución corporal del obrero. Pero llevadoa una actividad real por medio del contacto con el capital -porsí sólo, como es inobjetivo, no puede llegar a aquélla-, seconvierte en una actividad productiva, real, que pone valores.Respecto al capital, la actividad puede consistir únicamente en lareproducción de aquél, en la conservación y aumento del capI-tal como el valor real y eficaz. no del valor meramente supues-to, como en el dinero en cuanto tal. Mediante el intercambiocon el obrero, el capital se ha apropiado del trabajo mismo;éste se ha convertido en uno de sus elementos y opera ahora,como vitalidad fructífera, sobre la objetividad del capital, mera-mente existente y por lo tanto muerta. El capital es dinero(valor de cambio puesto para sí). Pero ya no es dinero comosustancia particular, y por tanto excluida de las demás sustan-cias de los valores de cambio-que existen junto a ella, sino queal recibir su determinación ideal existe en todas las sustancias,en los valores de cambio de toda forma y modo de existenciadel trabajo objetivado. En la medida en que el capital, comodLnero existente bajo todas las formas particulares del trabajoobjetivado, entra ahora en el proceso con el trabajo no objeti-vado, sino vivo, existente como proceso y acto, en esa medidahay que diferenciar cualitativamente la sustancia que componeal capital, de la forma bajo la cual se presenta ahora tambiéncomo trabajo. Es en el proceso de esta diferenciación y de la

. eliminación y superación de la misma, donde el capital mismo[206] se tra~forma en proceso. El trabajo es la levadura que, echada

al .cap~tal, lo hace entrar en fermentación. Por una parte, laObjetIvIdad de que se compone el capital debe ser elaboradavale. ~e~ir, consumida por el trabajo; por la otra, la mer~sUbjetIvIdad del trabajo en cuanto forma pura debe ser elimi-nada y superada, así como objetivada en el material del capital.La relación del capital, conforme a su contenido con el tra-bajo, o sea la del trabajo objetivado con el trab~jo vivo -en

238 El capital - O/adema ///Ji."1 proceso ae trabaJO

esta relación donde el capital se presenta de manera pasiva anteel trabajo, es su existencia pasiva, en cuanto sustancia particu-lar, la que respecto, al trabajo aparece como actividad forma-tiva- únicamente puede ser la relación del trabajo con suobjetividad, con su sustancia. (Lo que habrá que desarrollar yaen el primer capítulo, el cual debe anteceder al [del] valor decambio y ocuparse de la producción en general.) Con el trabajocomo actividad, la sustancia, el trabajo objetivado, solamentetiene dos relaciones: la de la materia prima, es decir la de lasustancia amorfa, del simple material para la actividad form.a-tiva y finalista del trabajo, y la del instrumento de trabajo, delmedio objetivo por sí mismo, merced al cual la actividadsubjetiva interpone entre sí misma y el objeto, otro objetocomo su mediador. La determinación como producto. introdu-cida aquí por los economistas, en cuanto determinación dife-rente de la materia prima y el instrumento de trabajo, nadatiene que hacer aquí todavía. El producto se presenta comoresultado, no como supuesto del proceso entre el contenidopasivo del capital y el trabajo como actividad. Como supuesto.el producto no es una relación del objeto con el trabajo,diferente de la materia prima y el instrumento de trabajo, yaque e~tos últimos, por ser en sí sustancia de valores, son yatrabajo objetivado, productos. La sustancia del valor de ningúnmodo es la sustancia natural particular, sino el trabajo objeti-vado. Este mismo se presenta de nuevo, con relación al trabajovivo, como materia prima e instrumento de trabajo. Conside-~ado en sí mismo, el simple acto de la producción hace que elInstrumento de trabajo y la materia prima parezcan como sihubiesen sido simplemente encontrados en la naturaleza, de talmanera que habría bastado meramente con apropiárselos, o seaconvertidos en objeto y medio del trabajo, lo cual en sí mismono constituye un proceso del trabajo. Frente a ellos, pues, elproducto se presenta como cualitativamente diferente y esproducto no sólo c9mo resultado del trabajo realizado con elinstrumento sobre la materia, sino como primera objetivacióndel trabajo paralelamente a ellos. Como partes componentes delcapital, empero, la materia prima y el instrumento de trabajomIsmos ya son trabajo objetivado, o sea, producto. Esto noagot~, aún la relación. Efectivamente, por ejemplo en la pro- [207]d1JcclOn en la que no existen valores de cambio ni capitalalg:uno, el producto del trabajo puede llegar a ser medio yobjeto de un nuevo trabajo. Verbigracia en la agricultura queproduce 'exclusivamente con vistas al valor de uso. El arco delcazador, la red del pescador, en suma, las situaciones más

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de la forma de la actividad a la del objeto; en cuanto trans-formación en objeto, modifica su propia figura y se convierte,de actividad que era, en ser. El término del proceso es elproducto, en el cual la materia prima se presenta como ligadaal trabajo, y el instrumento de trabajo, de mera posibilidad,deviene realidad al convertirse en verdadero mediador del tra-bajo, con lo cual, empero, por su relación mecánica o químicacon el material de trabajo, es consumido él mismo incluso ensu forma estática. Los tres momentos del proceso, el material,el instrumento y el trabajo. convergen en un resultado neutro:el producto. En el producto se reproduce simultáneamente losmomentos del proceso de producción consumidos en· su trans-curso. El proceso entero se presenta, por consiguiente, comoconsumo productivo, es decir, como consumo que no terminani en la nada, ni en la mera subjetivación de lo objetivo, sinoque él mismo es puesto, finalmente, como objeto. El consumono es mero consumo de lo sustancial, sino consumo del con-sumo mismo; en la eliminación de lo sustancial, [es] elimina-ción de esta eliminación y por tanto puesta de lo sustancial. Laactividad formativa consume el objeto y se consume a símisma, pero consume solamente la forma dada del objeto paraponerlo en una nueva forma objetiva, y se consume a sí mismaúnicamente en su forma subjetiva como actividad. Consume loobjetivo del objeto -la indiferencia respecto a la forma- y losubjetivo de la actividad; forma el uno, materializa la otra.Como producto, empero, el resultado del proceso de produc-ción es valor de uso.

Si consideramos el resultado obtenido hasta el momento,tenemos que:

Primero: Por medio de la apropiación, de la incorporacióndel trabajo en el capital, éste entra en fermentación y setransforma en proceso, en proceso de producción, en el cual 'elcapital, como totalidad plena, como trabajo vivo, se relacionaconsigo mismo no sólo como trabajo objetivado, sino, por serobjetivado, [como] mero objeto del trabajo (el dinero, esto es,el acto de la compra de la capacidad de disponer del obrero, sepresenta aquí sólo como un medio de originar este proceso, nocomo un momento de sí mismo).

Segundo: En la circulación simple la sustancia de la mercan-cía y del dinero era indiferente respecto a la determinaciónformal, vale decir, siempre y cuando la mercancía y el dinerosiguieran siendo momentos de la circulación. En lo tocante a susustancia la mercancía quedaba al margen de la relación econó-mica'como. objeto de consumo (de la necesidad); el dinero, en

m capital - Utaaerno 11/

primitivas presuponen el producto que deja de ser tenido por:producto y se transforma en materia prima o; más aun, enmstrumento ,~e pro~ucción, pues éste es, bien mirado, la primeraforma especIfIca baja la cual el producto se presenta como mediode reproducción. Esta relación, pues, de ningún modo agota lavinculación en la cual la materia prima y el instrumento de traba-jo entran en escena como momentos del capital mismo. Por lodemás, los economistas introducen el producto como tercer ele-~ento de la sustancia del capital, en otra relación completamentedIferente. Es el producto, en la medida en que tiene la determina-ción de salir tanto del proceso de producción como de la circu-lación y de ser objeto directo del consumo individual lo queCherbul!ez 148 llamaba approvisionnfmenta. O sea, los p;oductosqu~ estan pre~upuestos p~r~ que el obrero viva como obrero yeste en condlclOnes de VIVIr durante la producción, antes deque se cree un nuevo producto. Que el capitalista posee estafac~ltad, está, implícito en el hecho de que todo elemento delc.apltal es dmero y, como tal, como forma universal de lanqueza, puede transformarse sin más ni más en la sustancia dela misma, en objeto de consumo. El approvisionnement de loseconomistas, pues, se refiere tan sólo a los obreros' o sea es eldinero bajo la forma de objetos de consumo, el dinero ~xpre-sado como valor de uso, que los obreros reciben del capitalistaen el acto del intercambio entre uno y otros. Pero esto corres-pond.~ al primer ~cto. Aún no corresponde tratar aquí larelaclon entre el pnmer acto y el segundo. La única escisiónp~e~ta por el propio proceso de producción es la escisióno.ngmana puesta :por ~a diferencia misma entre el trabajo obje-~lvado y el trabaja VIVO,esto es, entre la materia prima y elmstrumento de trabajo. Que los economistas entremezclen estasdeterminaciones no tiene nada de particular, ya que debenemba.rullar los dos ~Iement?~ de la relación entre el capital y elt~abajo y no les esta permlttdo reconocer su diferencia especí-fIca.

Ahora bien: la materia prima se consume al ser modificadaformada por el trabajo, y el instrumento de trabajo se consum~al se!, desgastad.o, utilizado en ese proceso. Por otra parte,ta!llblen el trabaja se consume al ser aplicado, puesto en movi-mIento, con lo cual se gasta cierta cantidad de fuerza muscular

[208] etc., ?el obrero, ag.otándolo. Pero el trabajo no sólo se consu~me, smo que, al mIsmo tiempo, se fija, se materializa, al pasar

a Aprovisionamiento, medios de subsistencia

El proceso de trabajo 241

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242 El cap ital - Otaderno IIIEl proceso de trabajo 243

(209) la medida en que su forma se volvía autónoma, se relacionabaaún con la circulación, pero sólo negativamente y no era otracosa que esta relación negativa. Fijado para sí, se disolvía delmismo modo en materialidad muerta, dejaba de ser dinero.Mercancía y dinero eran, una y otro, expresiones del valor decambio y se diferenciaban tan sólo como valor de cambiouniversal y particular. Esta misma diferencia era, a su vez,meramente imaginada, ya que en la circulación real se inter-cambiaban ambas determinaciones; considerados separadamente,el dinero era una mercancía particular, y la mercancía, comoprecio, dinero universal. La diferencia era sólo formal. Cadauno estaba puesto solamente en una de las determinaciones,porque y en la medida en que..no estaba puesto en la otra. Peroahora, en el proceso de producción, el capital en cuanto sustan-cia se distingue de sí mismo en cuanto forma. El capital es ambasdeterminaciones a la vez ya. la vez la relación de ambas entresí. Pero:

Tercero: El capital se presentaba únicamente, aún, como estarelación en sí. Esta no está puesta aún, o lo está sólo bajo ladeterminación de los dos momentos, del sustancial, que sedivide en materia (materia prima e instrumento) y forma (tra-bajo), y como relación de ambos, como proceso real nueva-mente es tan sólo relación sustancial; relación de ambos ele-mentos sustanciales, que constituyen el contenido del capital,diferente de su relación formal en cuanto capital. Si conside-ramos el capital desde el ángulo en el que originariamente sepresenta en oposición al trabajo, tendremos que en el procesoes sólo existencia pasiva, sólo objetiva, en la cual la determina-ción formal según la cual es capital - o sea una relación socialexistente para sí- está completamente extinguida. En el pro-ceso se introduce únicamente un aspecto de su contenido -encuanto trabajo objetivado en general-; pero que sea trabajoobjetivado es completamente indiferente para el trabajo, cuyarelación con el capital constituye el proceso; es más bien sólocomo objeto, no como trabajo obje tivado, que el capital entraen el proceso, es elaborado. El algodón que se transforma enhilo de algodón, o el hilo de algodón que se convierte en tela,o la tela que llega a. ser objeto de estampados y teñidos, para eltrabajo sólo existe como algodón, hilo de algodón y tela exis-tentes. En la medida en que ellos mismos son productos deltrabajo, trabajo objetivado, no entran en proceso alguno, sinosolamente como existencias materiales con determinadas propie-dades naturales. A la relación del trabajo vivo no le atañe enabsoluto el modo en que esas propiedades han sido puestas en

aquellas existencias: para ella sólo .existen en la m.edida en q.ueexisten a diferencia de ella, es deCIr como sust~ncIa de trabajO.Esto en la medida en que se arranque del capItal en su forma ,objetiva, presupuesta al trabaj? Por otra parte, en tanto el [2101

trabajo mismo se ha convertido en uno de sus el~ment<;>sobjetivos, mediante el intercambio con el <;>brero,s~ d.IferencIacon los elementos objetivos del capital mIsmo es u111ca~enteobjetiva; los unos bajo la for!TIa del !eposo, los ot~<;>sbajO laforma de la actividad. La relacIón consIste en la relacIOn susta~-cial· de uno de sus elementos con el otro; pero no su pro,!'arelación con ambos. El capital por un lado se presenta solocomo sujeto pasivo, en el que toda relación f?rmal ha desapa-recido; por otro, se presenta como proceso sImple de produc-ción en el cual no entra el capital en cuant? t~l, .en cuantodiferente de su sustancia. No se presenta 111s~quler~ ~n susustancia; en la que le corresponde -com? trab.ajo ?b}etIvado,pues ésta es la sustancia del valor de cambIO-, SI!10U111camentebajo la forma de existencia natural a esta sustancIa, fo.rma en lacual se disuelve toda relación con el valor de cambIO, con eltrabajo objetivado, con el trabajo mismo com? valo! de uso d~lcapital; y por tanto toda relación con el capI~al mIs!110:ConSI-derado desde este ángulo, el proceso del capItal cOIncIde conel proceso simple de pr~ducción. en cuanto tal. en el cual sudeterminación como capItal se dIsuelve en la forma. del pro-ceso, exactamente de la misma manera que el dInero encuanto dinero se había disuelto en la forma del v~or. Tal c0!TI0hemos considerado el proceso hasta aquí, el capItal que eXIstepara sí mismo -es decir el capitalista- nada ~iene que hacer enaquél. No es el capitalista lo que e.l trabajO consume c0!110materia prima e instrumento de trabajO. Tampoco es el capIta-lista el que consume, sino el trabajo. De este modo el procesode producción del capital no se presenta como proc~~o ~eproducción del capital, sino como proceso de produccIOn SInmás hi más, y, a diferencia del trabaj?, el capItal ~e pr~sentatan sólo en la determinación sustancIal de matena pnma einstrumento de trabajo. Es este aspecto -que no es sólo unaabstracción arbitraria, sino una abstracción que ocurre en elproceso mismo-, el que fijan los economistas para presentar alcapital como elemento indispensable de todo proceso ?e pro-ducción. Incurren en ello, naturalmente, porque se olVIdan deprestar atención a su comportamiento como capital durante esteproceso.

Debe llamarse la atención en este lugar respecto a un elemen-to que no surge aquí sola y principalmente desde el punto de

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244 El capital - Olademo IIIEl proceso de producción 245

vista de la observación, sino que está puesto en la relacióneconómica misma. En el primer acto, en el intercambio entre elcapital y el trabajo, el trabajo en cuanto tal, existente para sí,entra en escena necesariamente como obrero. Otro tanto ocurreaquí en el segundo proceso: el capital en general está puesto encuanto valor existente para sí, egoísta, por así decirlo (a lo queen el dinero solamente se tendía). Pero el capital que existe

[211] para sí es el capitalista 149 . Los socialistas dicen, ciertamente,que necesitamos capital pero no a los capitalistas. El capitalaparece aquí como una mera cosa, no como relación de pro-ducción que, reflejada en sí misma, es justamente el capitalista.Puedo, por cierto, separar de este capitalista individual el capi-tal y transferirlo a otro. Pero al perder el capital, pierde lacualidad de ser capitalista. El capital, por consiguiente, esperfectamente separable de talo cual capitalista, pero no delcapitalista que en cuanto tal se contrapone al obrero. De igualmodo, el obrero individual también puede dejar de ser elser-para-sí del trabéijo: puede heredar dinero, robarlo, etc. Peroentonces deja de ser obrero. Como obrero, es solamente eltrabajo que existe para sí. (Desarrollar esto más adelante.)

El proceso de producción corno contenido del capital.-Trabajo productivo e improductivo (trabajo productivo es elque produce capital). - El obrero se comporta con su tra-bajo corno [con] un valor de cambio, el capitalista corno[con] un valor de uso, etc. - El obrero enajena el trabajocorno fuerza productiva de la riqueza. (El capital se loapropia en cuanto tal). - Transformación del trabajo encapital, etc. Sisrnondi, Cherbuliez, Say, Ricardo, Proudhon,

etcétera

Al término del proceso no puede surgir nada que, al princi-pio del mismo, no apareciera como premisa y condición suyas.Por otra parte, sin embargo, debe también surgir todo lo queallí estaba presupuesto. Por consiguiente, si al término delproceso de producción comenzado bajo el supuesto del capital,éste, como relación formal, parece haber desaparecido al final,ello puede haber ocurrido únicamente porque se pasaron poralto losa hilos invisibles que cruzan por el proceso. Considere-mos, pues, este aspecto.

El primer resultado por tanto, es éste:a) mediante la incorporación del trabajo al capital, éste se

vuelve proceso de producción; pero en primer término procesode producción material; proceso de producción en general, de

,a En, el ms.: "porque se pasaron por alto de los. , ."

tal suerte que el proceso de producción del capital no sediferencia del proceso de producción material. en .general. . Sudeterminación formal queda completamente extmgulda. HabIen-do intercambiado el capital una parte de su ser objetivo portrabajo, su propia existencia objetiva se divide en objeto ytrabajo; la relación entre ambos constituye el p~oceso de pro-ducción o, más exactamente, el proceso de trabaJO.Con lo cualel proceso de trabajo -que debido a su carácter abstracto, a susustancialidad pura, es inherente a todas las formas de produc-ción por igual- como punto de partida puesto antes del valorse presenta nuevamente dentro del capital, como un proceso [212]que ocurre dentro de su sustancia, que constituye su contenido.

(Se verá que también en el interior del proceso de produc-ción mismo, esta desaparición de la determinación formal essólo aparente.)

En la medida en que el capital es valor -sin embargo comoproceso se presenta, al principio, bajo la forma de procesosimple de producción, de proceso de producción que no estápuesto en ningún carácter determinado económico particular,del proceso de producción en general-, puede. decirse que elcapital se transforma en producto o que es mstrumento detrabajo o incluso materia prima del trabajo. Lo cual depende decuál sea el aspecto particular del proceso de producción simpleque se examine (proceso que, en cuanto .tal, ~ como lo h~mos"Visto,de ninguna manera presupone capital, SInOque es mhe-rente a todos los modos de producción). Si, a más de esto, seconcibe al capital como uno de sus aspectos, como el que secontrapone al trabajo en cuanto sustancia o meramente encuanto medio, se puede decir con razón que el capital no esproductivo·, porque, por consiguiente, se le considera tan sólo

* Del análisis de los diversos aspectos del capital mismo, tiene quedesprenderse qué cosa es trabajo productivo o no, un punto. en ~orno alcual se ha disputado hasta el cansancio desde que Adam Smlth hizo ~stadistinción. Trabajo productivo es únicamente aquel que produce capItal.¿No es absurdo, pregunta por ejemplo el señor Senior (o cosa po~ elestilo), que el fabricante de pianos deba ser un trabajador productIVO,pero no así el pianista, aunque sin el pianista el piano sería unnonsens?a 1!l0 . Pero así es, exactamente. El fabricante de pianos repro-duce capital; el pianista cambia su trabajo solamente por un revenue,b

a Desatino, despr~pósito.- b Rédito

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[213Jcomo el objet? o materia contrapuesto al trabajo, meramentecomo algo paSIVO.Por el contrario, lo real es que el capital nose presenta como uno de sus aspectos, o como diferencia de una~pecto consigo mismo, ni como mero resultado (producto)SInOcomo el proceso de producción simple; o sea que éste s~presenta ahora como el contenido en automovimiento delcapi-tal.

(3) Considerar ahora el aspecto de la determinación formaltal como se conserva y modifica en el proceso de producción:

C:0mo valor de uso el trabajo existe únicamente para elcap.lt~, y es .el valor de uso del capital mismo, es decir, laactIVIdad medIadora a través de la cual el capital se valoriza. El

Pero el pianista produce música y satisface nuestro sentido musical .noproduce, entonces, en cierta manera? In fact, lo hace: su trabajo pr~d~ce~o, pero no por ello es trabajo productivo en sentido económico, delffilsmo modo que no es productivo el trabajo del orate que producef~tasmagorías. Sólo es productivo el trabajo si produce su propio contra-~o. Es p~r eso q~e .otros economistas hacen que el llamado trab¡QadorImproductivo sea mduectamente productivo. Por ejemplo, el pianista esti-~u~a. la P!oducción, e~, parte al imprimir más vigor y vitalidad a n~estramdiVl~ualidad, o tamblen en el sentido vulgar de que despierta una nuevanecesl~ad, .para cuya satisfacción se aplica más diligencia en la producciónmatenal duecta .. Con ello se admite ya que sólo es productivo el trab¡Qoque pr~duce capItal, y .por tanto que el trab¡Qo que no lo hace, por útilque pueda .ser. -~~l ffilsmo modo puede ser dañino- no es productivopara la capltalizaclOn, hence a es trabajo improductivo. Otros economistasaducen que la distinción entre productivo e improductivo debe referirseno a la producción, s.ino al consumo. Quite the contraryb. El productorde tabaco e.s,productIvo aunque el consumo de tabaco sea improductivo.La producClon para el consumo improductivo es quite as productive asthat for productive consumption; always supposed that it produces orreproduces capital. "Productive labourer he that directly augments bismaster 's wealth ",e dic~ por ello, con toda razón, Malthus (Xd ,40) 151 ¡

por lo menos con razon en un aspecto. La expresión es demasiado abs-tracta" ya que en esta formulación se aplica igualmente al esclavo. Lamaster s w~l!1th, en lo que .toca al obrero, es la forma de la riqueza mismaen su relaclOn con el trablljo, el capital. Productive labourer he that direc-tIy augments capital!! .

a Por tanto.- b Todo .lo c~ntrario.- e Tan productiva como la producción~ara e~ consumo p~oductIVO; Slempre y cuando produzca o reproduzca capttal.

1!abajador productIVO es el que aumenta directamente la riqueza de su amo"d "X", edic. 1939, IX.- • Trabajador productivo es el que directamente aumenta ~lcapital

capital, en la medida en que reproduce y aumenta su valor, esel valor de cambio autónomo (el dinero) como proceso, comoproceso de la valorización. El trabajo, por tanto, no existecomo valor de uso para el obrero; para él no existe, pues, comofuerza productiva de la riqueza, como medio o como actividaddel enriquecimiento. El trabajador aporta trabajo como valor deuso en el intercambio con el capital, que se le enfrenta así nocomo capital, sino como dinero, El capital como capital existetan sólo, con respecto al obrero, por medio del consumo detrabajo, que en un principio está al margen de este intercambioy es independiente del capital. El trabajo, valor de uso para elcapital, es mero valor de cambio para el obrero; valor decambio existente. En cuanto tal, es puesto, mediante su ventapor dinero, en el acto del intercambio con el capital. El valorde uso de una cosa no incumbe a su vendedor en cuanto tal,sino sólo a sus compradores. La cualidad Que tiene el salitre depoder ser utilizado para la pólvora no determina el precio delsalitre, sino que este precio se determina por los costos deproducción del mismo salitre, por la cantidad de trabajo objeti-vado en él. En la circulación, a la cual los valores de uso entrancomo precios, su valor no resulta de la circulación, aunqueaquél solamente se realiza en ésta; el valor le está presupuesto yse realiza únicamente mediante el intercambio por dinero. Deesta suerte el trabajo, vendido como valor de uso al capital por [214Jel obrero, es para éste su valor de cambio, el valor que élquiere realizar, pero que ya ha sido determinado antes del actode este intercambio, presupuesto a éste como condición; deter-minado como el valor de cualquier otra mercancía por la ofertay la demanda o, en general, único caso con el que aquítenemos que habérnosla, [porJ los costos de producción, por lacantidad de trabajo objetivado mediante la cual se ha produci-do la capacidad de trabajo del obrero, trabajo, pues, que recibeesa capacidad en calidad de equivalente. El valor de cambio deltrabajo, cuya realización ocurre en el proceso del intercambiocon el capitalista, está por tanto presupuesto, predeterminado,y experimenta sólo la modificación formal que cada preciopuesto de manera solamente ideal soporta por su realización.Este no es determinado por el valor de uso del trabajo. Para elobrero mismo el trabajo sólo tiene valor de uso, en tanto esvalor de cambio y no en tanto produce valores de cambio. Parael capital, el trabajo sólo tiene valor de· cambio en la medida enque es valor de uso. El trabajo no es valor de uso -en cuantod.iferenciado de su valor de cambio- para el obrero mismo,SInO solamente para el capital. El obrero, pues, cambia el

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trabajo como valor de cambio simple, predeterminado, determi-nado por un proceso pasado -cambia ~l trabajo Il}ismo ~o~otrabajo objetivado, pero sólo en la medIda en que este objetIvaya una cantidad determinada de trabajo, o sea que su equiva-lente está ya medido, dado-; el capital cambia el trabajo comotrabajo vivo, como la fuerza productiva general de la rique~a; laactividad acrecentadora de la riqueza. Es claro que el trabajadorno puede enriquecerse mediante este intercambio, puesto que,

. así como Esaú vendió su primogenitura por un plato de lente-jas, él cede su fuerza creadora por la capacidad de trabajocomo magnitud existente. Más bien tiene que empobrecerse,como lo veremos más adelante, ya que la fuerza creadora de SUtrabajo en cuanto fuerza del capital, se establece frente a. élcomo poder ajeno. Enajena el trabajo como fuerza productIvade la riqueza; el capital se lo apropia en cuanto tal. Por ende,en este acto del intercambio está puesta la separación detrabajo y propiedad en el producto del trabaj<?, de t~abajo yriqueza. Lo que como resultado parece paradoJal, esta conte-nido ya en la premisa misma. Los economistas han expresadoesto más o menos empíricamente. Frente al trabajador, la pro-ductividad de su trabajo se vuelve un poder ajeno; en general sutrabajo, en cuanto no es facultad, sino movimiento, es trabajoreal; el capital, a la inversa, se valoriza a sí mism? ~ediante laapropiación de trabajo ajeno. (Al menos, la posIbIh~ad de la

[215J valorización está puesta con ello, como resultado del mtercambio entre trabajo y capital. La relación se realiza tan sólo en elacto de producción mismo, en el cual el capital consumerealmente el trabajo ajeno.) Así como al capital se le cambiatrabajo, como valor de cambio presupuesto, por un ~quivalenteen dinero éste se cambia a su vez por un equIvalente enmercancía: que se consume. En este proceso del intercambi? eltrabajo no es productivo; llega a serIo tan sólo para el capItal;de la circulación sólo puede extraer lo que en la misma haintroducido, una cantidad predeterminada de mercancía, queno es ni su propio producto ni su propio valor. Los obreros,dice Sismondi, intercambian su trabajo por trigo y lo consu-men, al paso que su trabajo "se ha convertido en capital parasu patrón". (Sismondi, VI152.) "Al intercambiar su trabajo, losobreros lo transforman en capital" (id., VIII 153). Al ceder sutrabajo al capitalista, el obrero obtiene un derecho sobre elprecio del trabajo, y no sobre el producto de este trabajo. nisobre el valor que le ha añadido (Cherbuliez, XXVlIp54 );"Venta del trabajo = renuncia a todos los frutos del trabajo"(I.C.155) • Todos los adelantos de la civilización, por consiguien-

te, o en otras palabras todo aumento de las fue~zas productiv~ssociales, if you wanta de las fuerzas l!r0d.uctlvas .del trabaJOmismo - tal como se derivan de la CIenCIa, los mve~tos,.,Iadivisión y combinación del trabajo, los !lledios d~ co.mumcaclOnmejorados, creación del mercado mundIal, maq~l1n~Ia, etc.-. noenriquecen al obrero si~o al capital: una vez mas, s.?lo acrecIen-tan el poder que domma al trabaJO; ~umentan solo ,la ~uerzaproductiva del capit~l. Como el capItal. e~ la antItesIS delobrero, aumentan úmcamente el poder obJe~l~o sob~e el tr~ba-jo. La transformación del trabajo (como actIvIdad v.Ivay one!l-tada a un fin) en capital es en sí el resultado del. mtercaml:Hoentre capital y trabajo, en la medida e~ que este mtercambIobotorga al capitalista el derecho de propIedad sobre el produ~~odel trabajo (y la dirección sobre el trabajo). Esta transformaclOnsólo es puesta en el proceso de producción "!ismo. Por tanto, lacuestión de si el capital es o no productIvo, es abs,?"da. Eltrabajo mismo sólo es productivo al incorporarse al capItal!, conlo cual el capital constituye el fundamento de la produ~clOn yel capitalista es, por ende, el di~igente de la producc~o~. Laproductividad del trabajo se conVIerte de este modo, aSImISm?,en fuerza productiva del capital, tal como el valor de c~mbIogeneral de las mercancías se fija en el din~r?: El trab~Jo, talcomo existe para sí en el obrero, en OpOSICIonal capItal; eltrabajo, pues, en su existen~ia. inmediata, separado del capItal,no es productivo. Como actIvIdad del. o~re!o nunca llega a ser [216]productivo, tampoco, ):'a que. ~l tr~baJo umcamente ent~. en elproceso simple de la crrculaclOn, solo formalmente modIfIca~o.Aquellos, pues, que demuestran que toda fuerza :pr.~ductIvaatribuida al capital es un desplazamiento, una trasposlclOn de lafuerza productiva del trabaj?, soslayan prec!samente que elcapital mismo es, en su esenCIa, ese d.esplazan;,ento, esa traspo-sición; soslayan, también que el trabajO asalanado en cua!l.to talpresupone el capital, y que, por end~, a su vez e.s tambIen esatransustanciación; el proceso necesarIo que conSIste en ponersus propias fuerzas como ajenas al trabajador. H~cer qu~ eltrabajo asalariado subsista y, al mismo tiempo, abolrr e~capItal,es, por lo tanto, una reivindicación que se ~ontradIce y sedisuelve a sí misma. Otros, e incluso economIstas com? porejemplo Ricard0156 , Sismondi157 , etc., afirman que s?lo esproductivo el trabajo, no el capital. Pero con ello deJa~. deconsiderar al capital en su determinación formal específIca,

a Si se quiere.- b "dieser Austausch", edic. 1939, "sie"

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a El capital está constituido siempre por una esencia inmaterial, puesto que no esla materia la que hace el capital, sino el valor de esta materia, valor que nada tienede corpóreo.- b El capital es una idea comercial.- e Trabajo acumulado, empleado.en la producción de nuevo trabajo.- d Servicio productivo del capital.- e El capitalvale, el trabajo produce.

como una relación de producción que se refleja en sí misma, ypiensan sólo en su sustancia material, materia prima, etc. Noson, empero, los elementos materiales los que convierten alcapital en capital. Por otra parte, se les ocurre que el capitalpor un lado es valor, vale decir algo inmaterial, indiferente antesu existencia material158 . Así, Say: "Le capital est toujoursd'une essence immatérielle, puisque ce n'est pas la matiere quifait le capital, mais la valeur de cette matiere, valeur qui n'arien de corporela" (Say, 21) 159 . O Sismondi: "Le capital estune idée cornmercialeb" (Sismondi LX)I60 . Pero entonces lesviene a las mientes que el capital es una determinación econó-mica muy diferente del valeur, ya que de otra manera notendría sentido alguno hablar del capital a diferencia del valeur,y aunque todos los capitales son valores, los valores como talesaún no son capital. Entonces se retiran de nuevo a la conforma-ción material del capital en el seno del proceso de producción,como por ejemplo cuando Ricardo define el capital comoaccumulated labour employed in the production of new la-bourc 161, o sea como mero instrumento de trabajo o materialde trabajo. En este sentido Say162 llega a hablar del serviceproductif du capitald, sobre el cual se debe fundar la remunera-ción de éste, como si el instrumento de trabajo en cuanto talmereciera' el agradecimiento del obrero, y no fuera únicamentepor medio de éste, que ese instrumento es puesto como pro-ductivo. La autonomía del instrumento de trabajo, vale deciruna determinación social del mismo, o sea su determinacióncomo capital, es presupuesta de esta suerte para inferir de ahílas pretensiones del capital. Lo de Proudhon: "Le capital vaut,le travail produitel63 ", no significa otra cosa que: el capital esvalor, y como aquí únicamente se dice del capital que es valor,el valor es valor (el sujeto del juicio en este caso es meramenteotro nombre para el predicado); y el trabajo produce, es activi-dad productiva, o sea, el trabajo es trabajo, ya que éste noexiste fuera del "produire". Salta a la vista que estos juiciosidénticos no contienen un fonds especial de sabiduría y que, enparticular, no pueden expresar una relación en la que el valor yel trabajo se vinculan, en la que se relacionan y se distinguenentre sí y no están yuxtapuestos como indiferentes indiferen-

a Falsos costos de producción

251Proceso de valorización

Proceso de valorización.- (Costos de producción).- (La sur-plusvalue no puede explicarse por medio ~e~ exchange. Ra~-sayo Ricardo.) El capitalista no puede VlVlf de su. ,salano,etc. (Fraux frais de productiona.) La mera conservacI?n y no

reproducción del valor, contradice la esencia del capItal

Hasta ahora hemos considerado al capital en su aspectomaterial como proceso de producción simple. Con arreglo a sucarácter determinado formal, este proceso, empero, es un pro-ceso de autovalorización. La autovalorización implica t~!lto laconservación del valor presupuesto, como la reproduccIOn delmismo .. [ ]El valor entra en escena corno sujeto. El trabajO es una 218actividad orientada a un fin, y por ende, con arreglo al a~~ectomaterial está presupuesto que en el proceso de produccIOn ~linstrum~nto de trabajo sea utilizado realmente como un medIOpara un fin, y que el material en bru~o, corno. product~, hay~recibido un mayor valor de uso, medIante el mtercamblo qm-

ciados. Ya el hecho de que el trabajo se presente co~o sujetoen contraposición al capital -esto es, el ~bre~o solo en. ladeterminación del trabajo, y éste no es aquel mlsmo- deb~erahacemos abrir los ojos. Esto implica ya, al margen de~ capI~a~,una relación una vinculación del obrero con su propIa actlVl-dad relació~ que de ninguna manera es la "natural", sino quecontiene ya una determinación económica específica.

El capital, tal como hasta aquí lo he~os considera~o, encuanto relación diferente del valor y del dmero, e~ el .capltal engeneral, esto es, el compendio de las determmaclones quedistinguen el valor en cu~nto capital.' del v~.lorcomo mero v~loro dinero. El valor, el dmero, la crrculaclon~ etc., los preCIOS,etc., están presupuestos, igualmente e~trabajo, etc ..Pero .no nosocupamos aquí ni de una forI?a par~lcular del caplt~l, m d~ talo cual capital en lo que se dIferenCia de. o~ros capItales dIver-sos, etc. Asistimos al proceso de su surgImIento. Este l?~ocesodialéctico de surgimiento constituye tan s,?lo la expresIO~ delmovimiento real en el cual el capital devlene. Las relaCIOnesulteriores habrá que considerarlas como desa~rollo d~ este ger-men. Pero es necesario fijar la forma determmada b~Jo la cual,en cierto punto, está puesto el capital. Caso contrano, surge laconfusión.

El capital - Cuadet'M 1//250

[217 ]

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mico de sustancias o la transformación mecánica que el queantes poseía. Sólo que este aspecto, en lo referent~ meramentea~ valor de uso, no corresponde aún al proceso de producciónsnnple. No se trata aquí -lo que más bien está implícitopr.esupuesto- de q~e se produzca un valor de uso mayor (est~mIsmo es muy relatIvo: SI se tranforma cereal en aguardiente el~~yor valor de uso está puesto ya con respecto a la circ~la-?10~); tampoco se ha producido ningún valor de uso mayor para elmdlvl~UO, para el productor -esto, cuando menos, es fortuitoy no mcumbe a la relación en cuanto tal- sino un valor de usomayor para otros. De l? que se trata, es de que se ha produci-do un valor de camblO mayor. En la circulación simple elproceso, para tal o cual mercancía, finalizaba al llegar a lasmanos, como valor de uso, de su destinatario, al ser consumida.Con ello salía de la circulación, perdía su valor de cambio ensu!lla: su deter!llinación formal económica. El capital ha co~su-mld<? su matenal mediante el trabajo, y el trabajo lo ha hechom~dlante el material de aquél; el capital se ha consumido a símIsmo, en. cuanto valor de uso, pero sólo como valor de usopara Si mismo, en cuanto capital. Su consumo en cuanto valorde ~so es.tá comprendido aquí en la circulación, o, más bien, elcapItal mIs~o pone el comienzo de la circulación o su término,como se qUleya.. El consumo del valor de uso entra aquí en elproceso e~onomIco, porque el propio valor de uso está determi-nado aqUl par el y~lor de ~ambio. En momento alguno delproceso de produccIon el capItal cesa de ser capital o el valorde ser valor, y. en cuanto tal valor de cambio. Nada es mástont? que declf, com? lo hac~ el señor Proudhon164 , que~edlant.~ el .acto del mtercambIo, es decir, reingresando a lacIrcul~clon snnple, el capital pasa de producto a ser valor decam~lO .. Con ello seríamos arrojados nuevamente al punto departI~a, mcluso ~as~a -el comercio de trueque directo, donde seconsIdera el surgI~Iento del valor de cambio a partir del pro-duct<;>; Que el capItal, tras la terminación del proceso de pro-ducclOn, luego de su consumo como valor de uso, entre opu~d~ en,tr~r nuevamente como mercancía en la circulación,esta 1!llphCltO en el hecho de estar presupuesto como valor decambIo qu~ se c;lTIserva a sí mismo. En la medida, empero, enque el capItal solo en cuanto producto se convierte de nuevoen ~ercancía, y como mercancía en valor de cambio, recibe unpreCIO y en ~uaI?to tal se realiza en el dinero, en esa medida esuna merc~ncIa sImple, valor de cambio en general, y como tal

[2191 expuesto 19u~lmente en la circulación tanto al destino de reali-zarse en el dmero, como al de no realizarse en él; es decir, al

de que su valor de cambio llegue a ser dinero o no. Por ende,su valor de cambio -que anteriormente estaba puesto de mane-ra ideal- se ha vuelto mucho más problemático que cuandosurgiera. E incluso ahora, cuando como valor de cambio mayorestá puesto realmente en la circulación, no puede originarse dela circulación misma, en la cual se intercambian únicamenteequivalentes, según su determinación simple. Si dimana de ellacomo valor de cambio mayor, tiene que haber entrado comotal.

Desde el punto de vista de la forma, el capital no consiste enobjetos de trabajo y trabajo, sino en valores y, más exactamen-te, en precios. Que sus elementos de valor tengan en comúndurante el proceso de producción diversas sustancias, no incum-be a su determinación como valores; no se modifican por ello.Si esos elementos, a partir de la forma del movimiento, delproceso, al final de éste se combinan nuevamente en una formaobjetiva, inmóvil, en el producto, es éste igualmente un merointercambio de sustancias con respecto al valor, al que noaltera. Ciertamente, las sustancias como tales han sido desinte-gradas, pero no convertidas en nada, sino en una sustancia dedistinta forma. Antes se presentaban como condiciones elemen-tales, indiferentes, del producto. Ahora son el producto. Demodo que el valor del producto sólo puede ser = a la suma delos valores ma terializados en los elementos sustanciales determi-nados del proceso, como materia prima, instrumento de trabajo(y aquí se incluyen también las mercancías meramente instru-mentales) y como trabajo mismo. La materia prima ha sidoenteramente consumida, el trabajo ha sido enteramente consu-mido; el instrumento solamente ha sido consumido en parte,sigue teniendo una parte del valor del capital en el modo deexistencia determinado, propio de él ya antes del proceso. Estaparte no viene al caso analizarla aquí, ya que no sufrió ningunamodificación. Los diversos modos de existencia del valor eranpura apariencia; el valor mismo constituía en su desaparición elser que se mantiene igual a sí mismo. El producto, consideradocomo valor, desde este ángulo no es producto, sino más bienvalor no modificado, que se mantiene idéntico a sí mismo, quesólo existe en otro modo de existencia, el cual empero tambiénle es indiferente y puede ser intercambiado por dinero. El valordel producto es = al valor de la materia prima + el valor de laparte destruida, o sea trasmitida al producto y abolida en suforma original de instrumento de trabajo + el valor del trabajo.O el precio del producto es igual a estos costos de producción,es decir = la suma de los precios de las mercancías consumi-

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das en el proceso de producción. O sea, en otras palabr~s, que[220] el proceso de producción, con arreglo a su aspecto matenaL ~ra

indiferente para el valor; que, por ende, se ha mantemdoidéntico a sí mismo y tan sólo ha adoptado otro modo deexistencia material, se ha materializado en otra sustancia y bajootta forma. (La forma de la sustancia no incumbe a la formaeconómica al valor en cuanto tal.) Si el capital originariamenteera = 100 ' táleros se ha mantenido, ahora como antes, igual a100 táleros, aunq~e los 100 táleros en el proceso de prod.ucciónaexistían como 50 táleros de algodón, 40 táleros de salano + 10táleros de máquina de hilar, y existen ahora como hilo dealgodón con un precio de 100 táleros. Esta reproducción de los100 táleros es una simple autoinvariabilidad, sólo que ha sidointermediada por el proceso de producción material. Este, portanto debe continuarse hasta el producto, pues en caso contra-rio el' algodón pierde su valor, el instrumento de trabajo ha, si?odesgastado en balde, el salario pagado de. gusto. La umcacondición de la autoconservación del valor consiste en que elproceso de producción sea un proceso real y total, o sea quellegue hasta el producto. La plenitud del proceso de produc-ción es decir, el hecho de que llegue hasta el producto, esaqul, efectivamente, condición de la autoco~s~rvac!ó.n, de laauto invariabilidad del valor, pero esto ya esta ImphcIto en laprimera condición: que el capital se convierte realmente envalor de uso, en proceso de producción real; por ende, en e.~tepunto está presupuesto. Por lo demás, el proceso de prodl!cclOnsólo es proceso de producción para el capital en la medIda enque. éste se conserve como valor en dicho proceso, o sea en elproducto. Por ende, es puramente analítica la tesis de que elprecio necesario = la suma de los precios de los co~~os deproducción. Se trata del supuesto mIsmo de la producclon delcapital. Una vez el capital está puesto como 100 táleros, comovalor simple; otra, está puesto en este proceso como suma deprecios de determinados elementos de valor de sí mismo, deter-minados por el precio de produccióna mismo. El precio delcapital, su valor expresado en dinero = al precio de su pro-ducto. Ello significa que el valor del capital como resultadodel proceso de producción, es el mismo que tenía comosupuesto de éste. Sólo que durante el proceso no se mantieneni en la simplicidad que tenía al principio ni en la que

recupera al final como resultado, sino que se disocia enpartes componentes cuantitativas,. por de. pronto total!TIenteindiferentes como valor del trabajo (salarIo), valor del mstru-mento de trabajo y valor de la materia prima. Aún no estápuesta ninguna otra relación, salvo la de que e~,valor simple sedivida numéricamente en el proceso de producclOna, como unaserie de valores que convergen de nuevo en la simplicidad delproducto, per<? ahora. como suma. La suma, e~p.e~? es = l.a

. unidad originana. ConSIderando el valor, aparte la dIVISIoncuantt-tativa aún no se contiene aquí diferencia alguna en la relaciónentre' las diversas cantidades de valor. El capital original era de [221]100 táleros' 100 táleros es el producto, pero los 100 táleros deahora com~ suma de 50 + 40 + 10 táleros. También podíamoshaber considerado, al principio, los 100 táleros como suma de50 + 40 + 10 táleros, pero de la misma suerte como una sumade 60 + 30 + 10 táleros, etc. Que ahora se presenten comosuma de determinadas series de unidades, se debe a que losdiversos elementos materiales en los que el capital se disociódurante el proceso de producción, constituían cada uno unaparte del valor de aquél, pero una p~rte determinada ... ,

Más tarde se verá que estas canttdades en las que se dISOCIOla unidad originaria, mantienen entre sí determinadas rela~io-nes, pero esto aún para nada nos con~,ierne aquí. En la ~e~ldaen que durante el proceso de producclOn se pone un mOVImIen-to en el valor mismo, ese movimiento es puramente formal yconsiste en el siguiente acto simple: que en primer término elvalor existe como unidad: una cantidad determinada de unida-des a la que se considera como unidad, como conjunto: capitalde 100 táleros; en segundo lugar, que durante el proceso deproducción esa unidad se divide en 50 tál~ros, 40 táleros ~ .10táleros división que es esencial en la medida en que se utthcemateri~l de trabajo, instrumento y trabajo en ~etermin~da caI?--tidad, pero que aquí, con respecto a los 100 taleros, ~olo estab

presente como disociación indiferente en diversas cantIdades dela misma unidad; por último, que en el producto los 100táleros reaparecen como suma. El proceso único, con re~pectoal valor consiste en que una vez se presenta como conjunto,unidad; , otra como división de esta unidad en una cantidaddeterminada; finalmente, como suma. Los 100 táleros que sepresentan al final como suma, son ni más ni menos y precisa-

254 El capital - Cuaderno I/I Proceso de valorización 255

a "Produktionsprozess"; edic. 1939, "Produktionspreis" ("precio de produc-ción")

a "Produktionsprozess"; edic. 1939, "Produktionspreis" ("precio de producción")b "ist", edic. 1939 "sind" ("están").

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256 El capital - Cuaderno IIIProceso de valorización 257

mente la misma suma que al principio aparecía como unidad.La determinación de la suma, de la adición, deriva únicamentede la división que se efectuó en el acto de producción, pero noexiste en el producto como tal. Por lo tanto, la tesis no hacemás que afirmar que el precio del producto = precio de loscostos de producción, o que el valor del capital = al valor delproducto; que el valor del capital se ha conservado en el actode producción, y ahora se presenta como suma. Con esta meraidentidad del capital o reproducción de su valor a través delproceso de producción, no nos habríamos alejado aún de nues-tro punto de partida. Lo que al principio existía como supues-to, existe ahora como resultado y, ciertamente, en una formaincambiada. Es claro que los economistas no quieren decir esto,en realidad, cuando hablan de la determinación del precio porlos costos de producción. De esta manera, nunca se podríacrear un valor mayor al existente originariamente; ningÚn valor

[222] de cambio mayor, aunque sí un mayor valor de uso, del cualno nos ocupamos en absoluto aquí. Se trata del valor de usodel capital como tal, no del valor de uso de una mercancía.

Cuando se dice que los costos de producción o el precionecesario de una mercancía es = 110, el mismo se calcula así:capital originario = 100 (o sea, por ejemplo, materia prima = 50;trabajo = 40; instrumento = 10) + 5010 de interés + 50/0beneficio. Por tanto, los costos de producción = 110, no = 100;los costos de producción, pues, mayores que los costos de laproducción. De absolutamente nada sirve huir del valor decambio al valor de uso de la mercancía, como gustan haceralgunos economistas. El valor de cambio, en cuanto tal, nodetermina si el valor de uso como tal es más alto o más bajo.Las mercancías caen a menudo por debajo d€( sus precios deproducción, aunque indiscutiblemente han recibido un valor deuso mayor del que tenían en el período previo a la producción.Es igualmente inútil huir a la circulación. Produzco por 100,pero vendo por 110. "Profit is not made by exchanging. Had itn9t existed before, neither could it after that transactiona"(Ramsay IX, 88)165. Esto significa querer explicar el valor pormedio de la circulación simple, mientras que ésta, más bien, lopone expresamente sólo como equivalente. Empíricamente, in-cluso, es claro que si todos venden un 10 0/0 más caro, esto eslo mismo que si todos venden a los costos de producción. Deeste modo la plusvalía sería puramente nominal, factice,b con-

a El beneficio no procede del intercambio. Si no hubiera existido antes, nuncapodría existir después de esa transacción.- b Ficticia

, i

vencional, una mera frase. Y como el dinero mismo es mercan-cía, producto, también se vendería 10 0/0 más caro, o sea queel vendedor que recibiera 110 táleros, in facto recibiría sólo100. (Ver Ricardo sobre el comercio exterior, al que concibecomo circulación simple, por lo que dice: "El comercio exte-rior nunca puede aumentar los valores de cambio de un país"(Ricardo, 39, 40)166 . Las razones aducidas por él son exacta-mente las mismas que "demuestran" que el intercambio encuanto tal, la circulación simple, y por ende el comercio engeneral, caso que se le conciba en cuanto tal, nunca aumentanlos valores de cambio, nunca pueden producir valor de cambio.)La tesis de que el precio = los costos de producción, entoncestendría que decir también: el precio de una mercancía siemprees mayor que sus costos de producción. Aparte de las simplessuma y división numéricas, en el proceso de producción seagrega al valor además el elemento formal de que sus elementosahora se presentan como costos de producción, vale decir,precisamente, que los elementos del proceso de producción nose conservan en su carácter determinado material, sino comovalores que son consumidos en el modo de existencia que [223]tenían antes del proceso de producción.

Por lo demás es claro que si el acto de producción sóloconsiste en la reproducción del valor del capital, éste sólohabría experimentado una modificación material, no económi-ca, y tal modificación simple de su valor contradiría su defini-ción. Al igual que el dinero autónomo, el capital no permane-cería al margen de la circulación, sino que adoptaría la formade diversas mercancías, pero en vano; sería éste un proceso queno conduciría a nada, ya que a su término no haría más quepresentar nuevamente una suma idéntica de dinero y se habríacorrido el riesgo de salir deteriorado del acto de producción-que puede fracasar, con lo cual el dinero renuncia a su formaimperecedera-o Well. El proceso de producción ha llegado a sutérmino. El producto ha vuelto a realizarse en dinero y haretornado su forma originaria de 100 táleros. Pero el capitalistatambién tiene que comer y beber; no puede vivir de estatransmutación formal del dinero. Habría que intercambiar unaparte de los 100 táleros, no como capital sino como moneda,por mercancías en cuanto valores de uso, y consumirla bajoesta forma. Los 100 táleros se habrían reducido a 90, y comoen definitiva el capitalista siempre tiene que reproducir elcapital bajo la forma de dinero, y precisamente de la cantidadde dinero con la cual comenzó la producción, tendríamos queal fin de cuentas los 100 táleros se habrían consumido y el

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258 El capital - Cuaderno 111 Capital que produce interés 259capital desaparecido. Al capitalista empero, se le paga por eltrabajo de lanzar los 100 táleros como capital en el proceso deproducción, y no por comérselos. ¿Pero de dónde ha ~e, p.roce-der su paga? Y su trabajo no resulta absolutamente mutIl, yaque el capital incluye el salar~o; ¿o sea que los obreros p~~ríanvivir por la simple reproduccIón de los costos de produccIon, yel capitalista no? El aparecería entonces bajo los faux frais deproduction. Lo cual siempre podría ser su mérito; la reprod~c-ción sería posible sin él, ya que en el proceso de producclOnlos obreros únicamente trasladan el valor que producen, esto esque no necesitan la relación entera del capital para iniciarsiempre de nuevo el proceso; y en segundo lugar, no existiríafond alguno con el cual pagar su mérito, ya que el precio dela mercancía = los costos de producción. Si se concibieraempero a su trabajo como especial, junto al y al margen del delobrero, algo así como el trabajo de superintendencea 167 , etc.,el capitalista recibiría como ellos un salario determinado, entra-ría pues en su categoría y en modo alguno se relacionaríacomo capitalista con el trabajo; nunca se enriquecería, tampo-co, sino que recibiría un valor de cambio que tendría queconsumir en la circulación. La existencia del capital, enfrentadoal trabajo, exige que el capital que es para sí, el capitalista

[224] como no-obrero, pueda existir, pueda vivir. Por otra parte, esigualmente claro que, a partir de las determinaciones económi-cas normales, el capital que sólo pudiera conservar su valor, nolo conservaría. Es necesario compensar los riesgos de la produc-ción. El capital debe conservarse en las fluctuaciones de losprecios. Es menester compensar la desvalorización del capital, lacual se efectúa constantemente por obra del aumento de lafuerza productiva. Por eso los economistas también dicen, tri-vialmente, que si no surgiera ninguna ganancia, ningún benefi-cio, cada uno se comería su dinero en vez de lanzarlo en laproducción, de emplearlo como capital. En suma, si presupone-mos este no-valorizarse, es decir, no-reproducirse del valor delcapital, está presupuesto también que el capital no es ningúneslabón real de la producción, ninguna relación particular deproducción; está preSllP1,1estauna situación en la cual los costosde producción no tienen la forma del capital y el capital noestá puesto como condición de la producción.

Es fácil de comprender en qué forma el trabajo puede

a Inspección, dirección

acrecentar el valor de uso; la dificultad consiste en cómo puedecrear valores de cambio mayores que los presupuestos.

Si suponemos que el valor de cambio que el capital pa~a alobrero es un equivalente exacto del valor que crea el trabajo enel proceso de producción, el aumento del valor de cambio seríaimposible. Lo que el trabajo en cuanto tal hubiera aportado alproceso de producción por encima del valor ~resupue~to ~elmaterial en bruto y del instrumento de trabaJo, habna sIdopagado al obrero. El valor del producto mismo, en la medi~aen que constituye un excedente sobre el valor de la matepaprima y del instrumento, le tocaría en suerte al.oprero; soloque el capitalista le paga este valor en el salano, y que elobrero se lo devuelve al capitalista en el producto.

El capital entra en los costos de producción como capital.Capital que produce interés Proudhon

[Que por costos de producción no se entiende la sumade los valores que entran en la producción -incluso por loseconomistas que lo afirman-, es manifiesto en e~ c~so ~elinterés por el capital prestado. Este, para el capItalIsta In-dustrial, se incluye directamente entre sus gastos, entre su.srea!escostos de producción. El propio interés, empero, ya Imphcaque el capital surge de la producción como plusvalía, pues elinterés mismo es tan sólo una forma de esa plusvalía. Desde elpunto de vista del prestatario el interés entra en sus costos deproducción directos, lo que muestra que el capital como talentra en los costos de producción; el capital como tal, sin [225]embargo, no es una mera adición de sus componentes de va~or.En el interés el capital se presenta nuevamente en la determma-ción de la mercancía, pero como mercancía específicamentediferente de todas las demás; el capital como tal -no comomera suma de valores de cambio- entra en la circulación y sevuelve mercancía. El carácter de la mercancía misma existeaquí como determinaciÓn específica, económica, no indiferente-mente como en la circulación simple; ni en relación directa conel trabajo, en cuanto antítesis, en cuanto valor de uso suyo,como en el capital industrial; en el capital tal como es en suspróximas determinaciones, originadas en la producción y lacirculación. La mercancía como capital o el capital como mer-cancía, pues, no se intercambian en la circulación por unequivalente; al entrar en la circulación, el capital recibe suser-para-sí; recibe, por consiguiente, su relación original con supropietario, incluso cuando cae en las manos de un nuevo

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260 El capital - CuIlderno Il/ Capital que produce interés 261poseedor. Sólo se le presta, pues. Para su propietario, su valorde uso en cuanto tal es su valorización, dinero como dinero, nocomo medio de circulación; su valor de uso como capital. Lademanda del señor Proudhon, según la cual el capital no sedebe prestar ni producir interés, sino vender por su equivalentecomo mercancía, al igual que cualquier otra mercancía, es nimás ni menos que la reivindicación de que el valor de cambionunca debe llegar a ser capital y debe seguir siendo valor decambio simple; de que el capital no debe existir como capital.Esta demanda, así como la de que el trabajo asalariado tieneque seguir siendo la base general de la producción, revela unaregocijante confusión sobre los conceptos económicos más ele-mentalesl68

• De ahí el lamentable papel desempeñado por élen la polémica con Bastiat, de lo cual nos ocuparemos másadelante. El parloteo sobre consideraciones jurídicas y de bara-tura sólo conduce a querer aplicar, como piedra de toque, larelación de propiedad o jurídica característica del rntercambiosimple, a la relación de propiedad o jurídica de un estadiosuperior del valor de cambio. De ahí que Bastiat, inconsciente-mente, haya puesto de relieve nuevamente los elementos de lacirculación simple que empujan hacia el capital. El capitalmismo como mercancía es el dinero como capital o el capitalcomo dinero. ]]

[[El tercer momento que hay que desarrollar en la formacióndel concepto de capital, es la acumulación originaria frente al tra-bajo, y por tanto tambiéna el trabajo objetivo frente a la acumu-lación. El primer momento surgió del valor, tal como salía de la cir-

[226] culación y presuponía a ésta. Era el concepto simple del capital; eldinero tal como era determinado directamente en su evoluciónhacia el capital; el segundo momento partía del capital comosupuesto de la producción y resultado de la misma; el tercermomento pone el capital como unidad determinada de la circu-lación y producción. (La relación entre el capital y el trabajo,entre el capitalista y el obrero, incluso como resultado delproceso de producciónb.) Debe distinguirse entre la acumula-ción de los capitales; ésta presupone capitales; la relación delcapital como existente implica también, por consiguiente, lasvinculaciones del capital con el trabajo, los precios (capital fixey capital circulant), el interés y el beneficio. Pero el capital,para devenir, presupone cierta acumuhrción, que ya está implí-

a "auch", edic. 1939, "noch" ("aún").- b El texto entre paréntesis figura en elmargen inferior de la hoja dems. sin señal que indique dónde debe intercaIársele

cita en la antítesis autónoma entre el trabajo objetivado y eltrabajo vivo; en la vigencia de esta antítesis. Esta acumulaciónnecesaria para el devenir del capital e incorporada ya comosupuesto -como un momento- en el cO~7epto de a9uél, ha dedistinguirse radicalmente de la acumu~~clon del cap!t~1 que. hallegado a ser capital, para la cual tIenen que eXIstIr capIta-les previamente.]]

[[Hemos visto, hasta aquí, que el capital presupone: 1) elproceso de producción en general, característIco de t<.>d~s.la~situaciones sociales, carente por tanto de carácter hlstonco,humano, if you please; 2) la circulación, 9ue ya en cada uno desus elementos, y más aún en su totalIdad,. es un pro~uctohistórico determinado; 3) El capital como UnIdad d~!ermmadade ambos. La medida en que el pr<.>cesode p~oducclon generalse modifica históricamente, en tanto el !111smose presentacomo momento del capital, depende necesanament~ d~ ~u desa-rrollo; de la misma manera que los supues.t?s h!stoncos delcapital se derivan en general de la concepclOn sImple de lasdiferencias específicas de aquél.]]

[[Todo lo demás es charlatanear de esto y. aquello. Sólopuede surgir en la conclusión, y como conclUSIón ~e todo eldesarrollo, qué determinaciones cabe incluir. en la pr~.era sec~ción, De la producción en general, y en la prImera secclon d~ lasegunda sección, Del valor de cambio en general. Hemos VIstoya, por ejemplo, que la diferenciación entre. valor de uso yvalor de cambio corresponde a la economía mIsma, y no ~omohace Ricardo que pasa por alto el valor de uso, como SImple [227]supuesto. El 'capítulo de la producción fin.aliza ~~jetiva~entecon el producto como resultado; el de la cIrculaclon comIenzacon la mercancía, que es a la vez valor de .uso y. yalor decambio (o sea un valor diferente de ambos), cIrculaclon comounidad de ambos' la cual, empero, sólo es formal y por lotanto coincide en ia mercancía como mero objeto del consumo,extraeconómicamente, y en el valor de cambio como dineroobjetivado. ]]

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~lusvalía ..Tiempo y trabajo excedente. - Bastiat acerca deltrabajo asaIaJ:iad~; - Valor del trabajo; ¿Cómo se determina?- .AutovalonzaCl~~ es autoconservacion del capital. El capi-talista no debe VIVirsolamente de su trabajo, etc. Condicionesde la a~toval~rización ~el capital, tiempo de plustrabajo, etc. -En q~e medida el capital es productivo (como creador de plus-~abaJo, .etc.); esto sólo histórica, transistoriamente. - Losm~ers libres en Jamaica - La riqueza autónoma exige el tra-baJO esclavo o el trabajo asalariado (en ambos casos trabajo

forzado)

La pl,!,svalía que el capital tiene al término del proceso deproducclOn ~una plu~valía que, como precio mayor del pro-ducto, se real~a tan solo en la circulación, pero que, tal comotodos los preCIOSque ~e realiza~ en ella, por estar ya idealmen-te presupuestos a la mIsma, estan determinados antes de entraren aquélla- significa, si expresamos esto con arreglo al concep-to g~neral del val<;>rde cambio, que el tiempo de trabajo -o lacantI~ad de trabajO (expresada estáticamente, la magnitud deln:abaj<;>se prese!1ta como cantidad espacial, pero expresadadmámIcamente solo es mensurable por el tiempo)- objetivadoen. ~l p~oducto es .mayor que el existente en los componentesor~~anos del capItal. Ello sólo es posible cuando el trabajoobjet~vad~ en el precio de trabajo es menor que el tiempo detra~a~o VIVOque ha sido comprado con él. El tiempo de trabajoobj.etIvado en el capital se presenta, como hemos visto, encahd~d de. s~ma compuesta de tres elementos: a) el tiempo detra.ba~o objetIvad<;>en la materia prima; b) el tiempo de trabajoobjetIvado e~ el mstru~ento; c) el tiempo de trabajo objetiva-do e~ el pr~clO de. trabajO. Ahora bien: los elementos a) y b) semantIenen mcambIados como componentes del capital' aunqueen el.proceso se !fl0difi<;Iuesu forma, su modo de e~istencia~tenal, .se 1}lantIenen mcambiados como valores. El capitalm~e~ambI~ solo a c) .por un elemento cualitativamente diferen-te. etermm~da ?antId~d de. trabajo objetivado por una canti-~a~ de trabajO ~IVO.SI el tIempo de trabajo vivo reprodujerauDlca?1ente el tIempo de trabajo objetivado en el precio detrabajO" se trataría de una operación puramente formal y sólose ha.bna. efectuado, en lo que respecta al valor, un cambio portrabajO VIVOcomo otro modo de existencia del mismo valor así~omo, en lo que se refiere al valor del material de trabajo .; delmstrumento, . sólo .se habría efectuado una modificación de sumodo d~ eXIstencIa material. Si el capitalista pagara al obreroun ~recIo = un día. de ~rabajo, y el día de trabajo del obreroafiadIera.a la matena pnma y al instrumento solamente un díade trabaJO, el capitalista simplemente habría intercambiado el

a Para el rey de Prusia (de balde). Eso es todo.- b Socios, consocio S.- C En el ms."pasible de circular" está escrito encima de "consumible"

I I

263l'fuSIIalfa

valor de cambio en una forma por el valor de cambio en otra.No habría operado como capital. Por 10 demás, si el obrero nohubiera permanecido en el proceso simple del intercambio, dehecho habría recibido en pago el producto de su trabajo, sóloque el capitalista habría tenido con él la amabilidad de pagarlepor adelantado el precio del producto, antes de su realización.El capitalista le habría concedido un crédito, y por ciertogratis, pour le roi de Prusse. Volla touta. El intercambio entreel capital y el trabajo, cuyo resultado es el precio de trabajo,en la medida en que por parte del obrero sea un simpleintercambio, por parte del capitalista tiene que ser un no·intercambio. Tiene que recibir más valor que el que dio. Elintercambio, considerado desde el punto de vista del capital,tiene que ser meramente aparente, o sea, revestir otra determi-nación formal económica que la del intercambio; en caso con-trario, el capital como capital y el trabajo como trabajo, con-trapuesto al primero, serían imposibles. Se intercambian entresí solamente como valores de cambio iguales, que existen mate-rialmente en modos de existencia diferentes.

Para hacer la apología del capital, para justificarlo, los eco-nomistas recurren a este proceso simple, explican el capitalprecisamente por un proceso que hace imposible su exis-tencia. Para demostrado, recurren a una demostración que 10quita de en medio. Me pagas mi trabajo, 10 recibes a cambi.ode su propio producto, y me deduces el valor de la matenaprima y del instrumento que me has facilitado. Somos puesassociésb que aportan diversos elementos al proceso de pro-ducción y los intercambian según el valor de los mismos. Demanera que el producto se transforma en dinero y el dinerose reparte de tal modo que tú, capitalista, recibes el preciode tu materia prima y de tu instrumento, y yo, obrero, elprecio que el trabajo les añadió. Tú sales ganancioso, ya queahora posees tu materia prima e instrumento en una formaconsumible (pasible de circular)C, y yo también, pues mi tra-bajo se ha valorizado. Ciertamente, pronto te encontrarás enla situación de haberte comido tu capital, bajo la forma dedinero, mientras que yo, como obrero, estaré en posesión deambos.

Lo que el obrero intercambia con el capital es su propiotrabajo (en el intercambio, la disponibilidad del trabajo); 10

El capital - CUaderno ///262

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264 El capital - Cuaderno//IPluSIlalÚl 265

enajena. Lo que recibe como precio, es el valor de esta enajena-[229] ción. Intercambia. p~r un valor predeterminado la actividad que

pone valor, p~escmdIendo del resultado de su actividad*. ¿Có-mo se dete~ma ahora su valor? Por medio del trabajo objeti-vado cante rudo en su mercancía. Esta mercancía es la condi-ción vital del obrero. Para conservarla día tras día el obrerodebe consumir cierto volumen de medios de subsistencia reno-var .la sangre consumida, etc. (Con la clase obrera, o 'sea elsustItuto para el wear y tearb, que permite que la clase sepueda mantener como clase, aún nada tenemos que ver aquí, yaque en ~ue~tro caso el ~brero se contrapone como obrero, ypor consI~uIente ~o~o. sujeto perenne presupuesto, al capital, yno todavIa como mdIvIduo perecedero de la especie obrero.) Elobrero sólo recibe un equivalente. De modo que mañana, unavez consumado el intercambio -y siempre que haya finalizadoformalmente el intercambio, que él lleva a cabo tan sólo en elpr.oceso de producción- su capacidad de trabajo existe de lamIsma manera. que antes: ha recibido un equivalente exacto,p~rque el preCIO que se le ha pagado lo deja en posesión delmIsmo valor de cambio que tenía previamente. El capital le ha

* Constituye un enorme descubrimiento del señor Bastiat su afirma-ción de que el trabajo asalariado es una forma puramente formal inesen-cial, una forma de la asociación, que en cuanto tal no tiene nada' que verc~>nla relación económica entre el trabajo y el capital Si los obreros,dice, fueran tan ricos como para poder esperar a la terminación y ventadel producto, la existencia del trabajo asalariado no les impediría concer-tar con el capitalista un contrato tan ventajoso como el que efectúa uncapitalista con otra Por lo tanto el mal no radica en la forma del trabajoasalariado, sino en condiciones que no dependen de él No se le ocurre,naturalmente, que esas condiciones son precisamente las condiciones deltrabajo asalariado. Si los obreros fueran al mismo tiempo capitalistas, dehecho no se relacionarían como obreros que trabajan, sino como capitalis-tas que trabajan -es decir, no bajo la forma de asalariados- con el capitalque no trabaja Por ello para el señor Bastiat el salario y el beneficio sonesencialmente lo mismo que el beneficio y el interés. Llama a esto armo-nía de las relaciones económicas, o sea que el: istirían relaciones económi-cas sólo aparentemente, ya que en realidad, en esencia, existiría únicamen-te ~a. relación, la del intercambio simple. Las formas esenciales, porconsIguIente, se le presentan como carentes en sí de contenido, esto es,no como formas reales.

a Deterioro, desgaste

pagado la cantidad de trabajo objetivado que co~tiene su con~i-ción vital. Ela la ha consumido, y como esa cantIdad de trabajOno existe en cuanto cosa, sino como la capacidad de un servivo, éste, debido a la naturaleza espec.ífica de su ~~r~ancía-la naturaleza específica del proceso ".Ital- puede m~cIar denuevo el cambio. En este lugar no analIzamos el trabajO esp.e-cialmente calificado, sino el trabajo sin más ni más, el trabajOsimple. Por tanto, aún no nos incumbe el ~~~ho .de que, salvoel tiempo de trabajo objetiv~do en la ~ondIcIon vItal de obrero-es decir el tiempo de trabajO necesarIO para pagro:l.~spr?duc-tos requeridos por el mantenimiento de ~u CO~d~cIon~Ital-,existe aún otro trabajo objetivado en su eXistenCIammedIata, o [230]sea los valores que el obrero consumió para produc~ unacapacidad de trabajo determinada, una destreza., especial. .Elvalor de ésta se revela por los costos de producclOn necesariospara producir determinad~ destreza de tra~ajo parecida ...

Si fuera necesaria una Jornada de trabajO para mantener VIVOdurante una jornada de trabajo a un obrero, el capital noexistiría, porque la jornada de trabajo s~ intercambiar!a por supropio producto, y de esta suerte el capital como capital no sepodría valorizar ni, por consiguient~, c??serv~r. La au~oconser-vación del capital es su autovalorIzaclon., SI el capI~al, p~ravivir, tuviera que trabajar, no se cons~rvarI~ como. capital, smocomo trabajo. La propiedad de materIas prImas ,e mstrun;en.tosde trabajo sería sólo nominal; éstos pe~te~ecenan economlca-mente tanto al trabajador como al capitalIsta, ya que a esteúltimo sólo le producirían valor en la medida en que él mismofuera un obrero. El capitalista no se relacionaría con las mate-rias primas e instrumentos de trabajo como capital, si~o comosimple sustancia y medio del trabajo, t~~como el propio ~rab~-jador lo hace en el proceso de pr~ducclO~. ~or el contrario, ~I,pongamos por caso, sólo se necesita medIa Jornada de .trabaJopara mantener vivo a un obrero durante toda ~na Jornadalaboral, la plusvalía del producto surge de. P?r SI, ya que elcapitalista en el precio sólo ha pagado medl.a J?rnada de ~raba-jo mientras que en el producto conserva, obJetIvada, una Jorna-d~ entera' de modo que por la segunda mitad de la jornadalaboral n~ ha intercambiado nada. Unicamente puede conver-"tirlo e~ capitalista, no el intercambio, sino .un p.ro~eso en elcual sin intercambio recibe tiempo de trabajO obJetlvado, estoes, ;alor. La otra mit~d de la jornada de trabajo al capital no le

a "Er"; edic. 1939, "es", pronombre neutro que concordaba con "das Kapital"

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266 El capital - Cuaderno III Plusvalfa 267

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cost.ó nada; o sea que recibe un valor por el cual no ha dadoeqUIvalente al.g~no. Y el aumento de los valores sólo puedeefectuarse recIbIendo un valor por encima del equivalente estoes, creándolo. '

L~ plusvalía es en general valor por encima del equivalente.EquIvalente, por definición, es tan solo la identidad del valorconsigo mismo. Del equivalente, por ende, nunca puede dimanarla plusvalía; tampoco, pues, originariamente de la circulación'debe surgir del proceso de producción del capital mismo. Eiasun.to. también se puede expresar así: si el obrero sólo necesitamedIa Jornada de trabajo para vivir un día entero, sólo necesitapara que subsista su existencia como obrero, trabajar medi~día. ~a segunda mitad de la jornada laboral es trabajo forzado;trabajo excedente. Lo que desde el punto de vista del capital sepresenta como plusvalía, desde el punto de vista del obrero sep.resenta exactamente como plustrabajo por encima de su nece-sIdad como obrero, o sea, por encima de su necesidad inmedia-t~ ~a~a el manten~miento de su condición vital. El gran sentidohlsto~lco del capItal es el de crear este trabajo excedente,trabajO superfluo desde el punto de vista del mero valor de usode la mera subsistencia. Su cometido histórico está cumplido'por un .lado, cuando las necesidades están tan desarrolladas qu~el tra~aJo .excedente que. va más allá de lo necesario ha llegadoa se~ el.n:nsmo un~ necesIdad general, que surge de las necesida-des. mdlvlduales mIsmas; por otra parte, la disciplina estricta delcapItal, por la cual han pasado las sucesivas generaciones hades~ollado la 1~1;>orio.sidaduniversal como posesión gener;l dela nueva generacIOn; fmalmente, por el desarrollo de las fuerzasproductivas de! tr~~aj.o, a las que .azuza continuamente el capi-tal --:e!l su af~n ilImItado de ennquecimiento y en las únicascondICIones baja las cuales puede realizarse ese afán-, desarro-ll~ que ha al~anzado un punto tal que la posesión y conserva-c~on de la nqu~za general por una parte exigen tan sólo untIempo de .trabaJo me!lar para la sociedad entera, y que por<?tra la SOCIedadlabonosa se relaciona científicamente con elproc~so de su reproducción progresiva, de su reproducción enplemtu~ cada vez mayor: por consiguiente, ha cesado de existirel trabajO en el cual el hombre ~ace lo que puede lograr que lascosas haga~ en su lu~r. El c~pltal y el trabajo, por consiguien-te, se relacIOnan.aqUI como dmero y mercancía; si uno de elloses la ~orma un~versal de la riqueza, el otro es tan sólo lasus~an~l!l <I.ue tIene por objeto el consumo directo. En suaSPl!acIOn mcesa!lte por la fOfI!la universal de la riqueza, elcapItal, empero, Impulsa al trabajO más allá de los límites de su

necesidad natural y crea así los elementos materiales para eldesarrollo de la rica individualidad, tan multilateral en su pro-ducción como en su consumo, y cuyo trabajo, por ende,tampoco se presenta ya como trabajo, sino como desarrollopleno de la actividad misma, en la cual ha desaparecido lanecesidad natural en su forma directa, porque una necesidadproducida históricamente ha sustituido a la natural. Por estarazón el capital es productivo; es decir, es una relación esencialpara el desarrollo de las fuerzas productivas sociales. Sólo dejade serIo cuando el desarrollo de estas fuerzas productivas hallaun límite en el capital mismo.

En el Times de noviembre de 1857169 se encuentra ungracia sísima alarido de furor preferido de un plantera de lasIndias Occidentales. Con gran indignación moral este abogado-como alegato en pro de que se reimplante la esclavitud de los [232]negros- explica cómo los quashees (los niggersb libres de Ja-maica) se conforman con producir lo estrictamente necesariopara su propio consumo y, aparte de este "valor de uso",consideran la holgazanería como el artículo de lujo por exce-lencia (indulgence and idleness)C; cómo les importa un pito elazúcar y el capital fixed invertido en las plantaciones; antesbien, se sonríen sardónicamente, con alegría malévola e irónica,en las narices del planter amenazado por la ruina; el cristianis-mo que se les enseñara, incluso, lo explotan únicamente comocohonestación de su sentimiento de alegría malévola y de suindolencia. Han dejado de ser esclavos, pero no para transfor-marse en trabajadores asalariados, sino en self-sustaining pea-sants e que trabajan para su consumo estrictamente necesario. Elcapital como capital no existe contrapuesto a ellos, ya que lariqueza autonomizada en general sólo existe sea por medio deltrabajo forzado directo, la esclavitud, sea por el trabajo forzadomediado, el trabajo asalariado. Al trabajo forzado directo sele contrapone la riqueza no como capital, sino como relación dedominación; por consiguiente, sobre la base de aquel trabajosólo se puede reproducir la relación de dominación, para la cualla riqueza misma únicamente tiene valor como disfrute, nocomo riqueza misma; esa relación, por consiguiente, nuncapuede crear la industria general. (Volveremos sobre esta rela-ción entre la esclavitud y el trabajo asalariado.)

a Plantador.- b Negros.- c Propensión al vicio y holgazanería.- d Capital fijo.-e Campesinos autosuficientes

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J!.I capttal - CUaderno l/I Plusvalía 269Plusvalía. Ricardo. Fisiócratas. A. Smith. Ricardo

La dificultad para comprender el surgimiento del valor semuestra en: 1) Los economistas ingleses modernos, que repro-chan a Ricardo el no haber comprendido el excedente, el nohaber comprendido la plusvalía (véase Malthus on valuea 170 ,quien por lo menos procura proceder científicamente), aunqueRicardo es el 'único de todos los economistas que lo ha com-prendido, tal como lo demuestra su polémica contra la confu-sión de A. Smith entre la determinación del valor por el salarioy por el tiempo de trabajo objetivado en la mercancíal71 . Losmodernos son simplemente pedestre s badulaques. Cierto que amenudo Ricardo se confunde, pues aunque comprende bienque el surgimiento de la plusvalía es. una premisa del capital,frecuentemente duda de que sobre esa· base se pueda compren-der el aumento de los valores, salvo en el caso de que seinvierta más tiempo de trabajo objetivado en el mismo produc-to, en otras palabras, que la producción se vuelva más difí-ci/172 . De ahí la antítesis absoluta, que se presenta en él, entrevalue y riquezal73 • De ahí la unilateralidad de su teoría sobrela renta del suelo174 ; su falsa teoría sobre el comercio interna-

[233] donal, que sólo ha de producir valor de uso (lo que él llamariqueza), no valor de cambiol75 . El único arbitrio para elaumento de los valores en cuanto tales, aparte la dificultadcreciente de la producción (teoría de la renta), es solamente elaumento de la población (el aumento natural de los obrerospor el incremento del capital), aunque el propio Ricardo enningún lugar ha sintetizado claramente esta relaciónl76 • Elerror fundamental consiste en que en ninguna parte investiga dedón(te surge realmente la diferencia entre la determinación delvalor por el salario y la determinación por el trabajo objetiva-dol77

. El dinero y el intercambio (la circulación) se presentanen su economía, por lo tanto, como un elemento puramenteformal, y a pesar de que según él en la economía se trata delvalor de cambio solamente, el beneficio, etc., se presentan sólocomo tasa de participación en el producto, lo que tiene lugarigualmente sobre la base de la esclavitud. En ningún lugarinvestiga la forma de la mediación178 •

2) Los fisiócratas. Aquí salta palmariamente a la vista ladificultad de comprender el capital, la autovalorización del

a Malthus sobre .el valor

valor, hinca la plusvalía, creada por el capital en el acto deproducción, y tenía que saltar a la vista en tos escritos de lospadres de la economía moderna, tal como sucedía en la culmi-nación clásica de aquélla, en Ricardo, con la creación de laplusvalía, que Ricardo [incluía] bajo la forma de la renta. Es aufond la cuestión del concepto del capital y del trabajo asalaria-do, y por ende la cuestión fundamental que se plantea en elumbral del sistema de la sociedad moderna. El sistema moneta-rista sólo había concebido la autonomía del valor tal comoresulta de la circulación simple: dinero. Por consiguiente, con-vertían esta forma abstracta de la riqueza en objeto exclusivode las naciones, que entraban precisamente en el período en elcual el enriquecimiento como tal se presentaba como el objeti-vo de la sociedad misma. Advirio luego el sistema mercantilista,que coincidió con la época en la cual, en la manufactura, hacesu aparición el capital industrial -y por tanto el trabajo asala-riado- y se desarrolla en oposición y a costa de la riqueza noindustrial, de la propiedad feudal de la tierra. Ya barruntabanel dinero como capital, pero en realidad sólo bajo la forma dedinero, de circulación del capital mercantil, del capital que setransforma en dinero. Para ellos el capital industrial tiene valor,y por cierto el más alto valor -como medio, no como lariqueza misma en su proceso productivo-, porque crea elcapital mercantil y éste en la circulación se torna dinero. Eltrabajo manufacturero: es decir, au fond, el trabajo industrial;el trabajo agrícola, en cambio, era y se les presentaba enoposición a aquél, porque en lo esencial producía valores deuso; el producto en bruto, elaborado, es más valioso porque, [234]obviamente, tanto para la circulación como para el commercees más apropiado, de forma más mercantil, crea más dinero (talera la concepción histórica que de la riqueza tenían los pueblosno agricultores, como Holanda en particular, en contraposicióncon los pueblos agricultores, feudales; la agricultura se presen-taba en general no en la forma industrial, sino en la feudal, esdecir como fuente de la riqueza feudal, no de la burguesa). Sereconocía como fuente de la riqueza una forma del trabajoasalariado, la industrial, y una del capital, la industrial, perosólo en la medida en que producían dinero. El valor de cambio,por ende, no se concebía aún bajo la forma de capital. Ahora,los fisiócratas. Distinguen el capital del dinero y 10 conciben ensu forma general como valor de c'ambio objetivado que se

a Por tanto, de ahí