Jorrat-Acosta - Las elecciones porteñas en el siglo XX

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Ha muerto el voto de clase? Las elecciones porteas del siglo XX Author(s): Jorge Ral Jorrat and Luis Roberto Acosta Source: Desarrollo Econmico, Vol. 42, No. 168 (Jan. - Mar., 2003), pp. 615-646 Published by: Instituto de Desarrollo Econmico y Social Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3455907 . Accessed: 16/01/2011 23:34Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of JSTOR's Terms and Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp. JSTOR's Terms and Conditions of Use provides, in part, that unless you have obtained prior permission, you may not download an entire issue of a journal or multiple copies of articles, and you may use content in the JSTOR archive only for your personal, non-commercial use. Please contact the publisher regarding any further use of this work. Publisher contact information may be obtained at . http://www.jstor.org/action/showPublisher?publisherCode=ides. . Each copy of any part of a JSTOR transmission must contain the same copyright notice that appears on the screen or printed page of such transmission. JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

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DesarrolloEcon6mico, vol. 42, N?168 (enero-marzo2003)

LHA MUERTOEL VOTO DE CLASE? LAS ELECCIONESPORTENAS DEL SIGLO XX*

JORGE RAULJORRAT**y LUIS ROBERTO ACOSTA***

1. Introducci6n es Este articulo partede unaserie de trabajosrealizadosa lo largode casi tres d6cadas, en los que se explor6 la relaci6n entre las aproximaciones a una los categorizaci6nde "clase social"seguinlo que permitian r6tulosocupacionales en los padroneselectoralesy el voto por los partidos ("profesi6n") aparecen que politicosen la CapitalFederal. Laidea central,poco novedosa aunqueno undnimemente compartida, cuya y vigencia se tratade establecer en el lapso de un siglo, es la de la existenciade una a tendencia recurrente un voto de clase. Esa vinculaci6n clase-voto, naturalmente en cambianteseguindesarrolloshist6ricos la parde variacionesimportantes los -a perfilesde la estructura ocupacional-, se hallasiempre presente, con intensidad variableperomanteniendo singular una relevancia. Un esfuerzo de sintesis de tan dilatadalaborempez6 a materializarse la con aparici6ndel Tomo11 (1912-1973)de Eleccionesen la Ciudada fines del aro 2001, que sigui6 a dos trabajossobre una etapa previa,ambos paralas elecciones entre 1904 y 1910 (Canton Jorrat,1999 y 2000). y Presentamos ahoraunestudioque ofreceunavisi6npanorbmica las elecciode nes del siglo XXcon el andlisisde todas las presidenciales(salvo las de 1910 y 1951), casi todas las de diputadosy algunas, muypocas, de otrosniveles,cuando pareci6 oportunoya fuera por ellas mismas o porque cubrianalgoinhueco en la informaci6n.* Salvo menci6n en contrario,los datos son partede los reunidos,desde 1994, por DarioCantony Jorge RaOl Jorrat paraun proyectoque cont6, en distintosperiodos,con el apoyo de la Agencia Nacionalde Promoci6n El Cientificay Tecnol6gica,CONICET UBACyT. articulocomprometes6lo a quienes lo firman. y **Centrode Estudios de Opini6nPOblica -en Instituto Gino Germani-, Facultadde Ciencias Sociales, Universidadde Buenos Aires(CEDOP-UBA). del Para Investigador CONICET. correspondencia,o para solicitar los datos de este trabajo: . o *** de Facultadde Filosofia Letrasy Centrode Estudiosde Opini6nPOblica Instituto -en Carrera Historia, y GinoGermani-,Facultadde Ciencias Sociales, Universidad Buenos Aires. de

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2. Algunos aspectos del debateen Antesde entrar materia de haremosun largoexcursusa partir dos recientes compilaciones,una en Inglaterra (Evans, 1999) y otraen Estados Unidos(Clark y resumir ordenarel debate sobre la relaci6nentre Lipset,2001), que permitieron y clase social y voto. Los aspectos bAsicos de la discusi6n, serialados por los de enmarcar nuestro dentrode las lineas compiladores unay otra,permitir;n trabajo fundamentales delineadas,que descansan en investigacionesde los paises inalli dustriales avanzados,con algunosestudiosmenosabarcativos temporalmente para electorales(ex paises comunistas,Portugal paises europeoscon discontinuidades y Espara, porejemplo). Unaprimera observaci6nbasica de inter6s entre"politica de surgede distinguir de el clase"y "voto clase".Es este Oltimo aspecto, mAsrestringido, que nos ocuparA en la presenteexploraci6n. unaevaluaci6n En finalde la compilaci6n Evans,Mair de tanto del acento sociol6gico (1999) como cientistapoliticocomienza quejAndose como de la conceptualizaci6n clase en particular. de generalde dicha compilacion Piensaque debido a la influencia muchomAsescritosobre voto de sociol6gica hay clase que sobre politica clase. Yse plantealanecesidad de comenzarpreguntande do qu6 implicael voto de clase, notandoque, para61,el voto de clase implicaque unaclase vota mds o menos unida,actuandocomo ungrupo,de maneraque si uno conoce que unapersonapertenecea unadeterminada clase se puede predecircon su voto (pbg. 310). Agrega a continuaci6n: maneraque "De alguna aproximaci6n esto es lo que implicael votode clase. Loque no implica, mientender,es que segOn existaalgunaconsistencianecesariaen el tiempoen t6rminos ... partidarios Enotras palabras,si a'n el objetodel votode clase cambiade unaelecci6n a otra,de manera que todos los gerentesvotenporlos conservadoresal tiempot y porlos liberalesen el tiempot + 1,es todaviavotode clase. Cambiaron objetode su preferencia, el pero votancomo clase. Loque esto significaes que la existenciade un voto de todavia clase en sf misma no implicaque haya una vinculaci6nconsistente entre clase y o o Asi, partido, entreclase y un bloquede partidos, entreclase y untipode partido. en la medidaen que unaclase vote como unidad,hayvotode clase, independientementede que.el objetocambie en el tiempoo que cambie de un pais a otro,... Esto es, a mi parecer,el elemento minimodel voto de clase" (pag. 310)1. Pero, en la medidaen que se quieraavanzar sobreesto, si unose interesaporla consistenciaen el tiempoo entrepaises, entonces estariamosfrentea untipodistinto pregunta de a Una la de si existe el votode clase, segOnagrega Mair. vez que se busca explicarlas variacionesentreclase y partido,"uno aproxima se muchom;s a la pregunta sobre la politicade clase y se alejadel simpleandlisisdel voto de clase" (p~g. 310). Losestudios de referencia fueronmovilizados declaracionesmas o menos por ilustres sobre "lamuertede las clases sociales",al menos en terminos su explicade de ci6n de o10 politico,o, mAsespecifficamente, sus posibilidadesde darcuenta del voto. Hay un librocuyo tituloes, precisamente,La muertede la clase, escrito por1 Goldthorpe(1999), tambienen un balance al finalde la compilaci6nde Evans, seriala: "...tengo que decirle a PeterMair esta afirmaci6n de la declinaci6ndel vinculoclase-partido]fue hecha mAsa menudo que [la y mdsprominentemente cientistas politicosy no por soci6logos; el soci6logo le hizo la cortesia al cientista por de tomarel argumentoseriamentey someterloa escrutiniocritico" politico 318). (p.g.

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ser la declinaPakulski Waters y (1996)2.Unode los temas especificos de este libro ci6nde la clase paradarcuentade lo politico, lo que nos referiremos adelante. a mAs Baste adelantarahoraque, para estos autores,"Lacaracterfstica centralde la influenciadeclinantede la clase sobre la politicaes el desalineamiento (dealignment), partido-clase.El t6rminose refierea tres procesos paralelos:una declinaci6ndel voto de clase y del compromiso (allegiance)de clase con los partidospoliticos,una declinaci6nde la base de clase de las organizaciones unadeclinaci6nen el uso de y un imaginario concienciade clase en politica" y (pAg.133). Las discusiones de interbstocan, inevitablemente, aspectos conceptuales, centrala considerar, metodol6gicosy de indicadoresempiricos.En la bibliografia dos grandes tendencias fuerondetectadas, segOnla "orilla" donde se ubicaba el Una al de de investigador. haciareferencia mantenimiento unapresenciarelevante la clase social (que Clark identifica como gruposde Oxford Berkeley), pequefias con y fluctuacionesque no habrianafectado la vinculaciOn general entre clase y voto Laotra,a su vez, puntualizaba existenciade unatendenla (trendlessfluctuations). cia declinanteconstantede la influencia la clase sobre el votodesde la segunda de mitaddel siglo XX,a partir supuesto movimiento adopci6n por partede los del de de paises industrializados valores"posmodernos" (Inglehart, 1998), pasando de un de paradarcuenta 6nfasisen el conflicto clases a un6nfasisen los clivajesculturales de lo politico.Enunalineaparecida,Clark Lipset(1991),en uncontrovertido articuy lo, concluian,entreotras argumentaciones, hoy en dia "lapoliticaestAmenos que organizadasegOnclase y mbs segOnotraslealtades" (pbg. 408)3. Habiamosnotadoque la discusi6ngir6en tornode aspectos conceptuales y al metodol6gicos,adems de las referencias tipode datos considerado.Enla introEvansdestaca cinco tipos de explicacionesque pretenducci6n a su compilaci6n,2 Yaen su Prefacio,anuncianque su libro"es una admisi6nde senalando que hanescrito "un hipocresia", libroacerca de la clase estando comprometidoscon el punto de vista de que los librossobre clases ya no deberianescribirse", defenderlosobre la base de que clase es un concepto hist6rica"Podriamos puntualizando: mente relevantey que hemos escrito una historiasobre la vida y muerte de la clase. Sin embargo, tambien tratamosde que sea un pronunciamiento sobre los tltimosritosde defunci6nde unfielsirviente te6ricoy conceptual.No creemos que la teoriay el andlisisde clase hayansido una p6rdidade esfuerzo intelectual, sino mcs bien que su 6poca y prop6sitohan Ilegadoa su fin" general del mencionadoPrefacio, (pag. vii).Frentea la afirmaci6n se observa, desde una veredaopuesta, que "lasupuesta 'muertede la clase' es uno de los pocos temas compartidos porvariosautoresque argumentan estdn ocurriendo cambios sociales importantes, que porqueciertamente no hay un consenso generalizadosobre c6mo interpretar desarrollosactuales",agregando que "apesar de los esta corrientede opiniones negativas, la clase social es un concepto obstinadoque se resiste a una salida digna de la agenda cientificosocial"(Savage, 1995; pags. 15-16). Tambin paraeste autor,aunque desde una persun elemento muy relevantede la discusi6n pectiva diferente,la exploraci6nde la vinculaci6nclase-voto ser. propuestaen su compilaci6ncon Butler(1995). 3 La conclusi6n de Weakliemy Heath (1999) en una de las evaluaciones finales en la compilaci6nde Evans-despues de revisardistintasinvestigacionesde GranBretafla Estados Unidos-, informa las difereny que cias sustanciales en las investigaciones de estos dos paises van en contrade las observaciones que relacionan el cambio social con cambios en la vinculaci6nclase-voto en los paises industrializados, aclarando:"Estono implicadecir que los cambios sociales no tienen efectos consistentes sobre la politica... Ladifundidaaparici6n de movimientosrelacionados con el medio ambiente, la igualdad de g6neros y los derechos de las minorias 6tnicas sugiere que las cuestiones no materialesde diversas clases se hanvueltoen general mAsimportantes en los ltimosaros. Nuestrodesacuerdo se refierea la conexi6n de tales cuestiones con la politicade clase" (pBg. 305). Agreganque la gente no tiene preocupaciones materialesen vez de no materialesy viceversa, sino que se preocupan por ambas, al igual que pueden identificarsecon la clase y con otros grupos. En este caso mAs discutidos por Inglehart plausible,"loscambios en la opini6npOblica (1990) no tienen implicacionesclaras para el voto de clase" (pg. 305).

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deriandarcuentade la caida del votode clase en las sociedades industriales modernas: a) la existenciade un proceso de aburguesamiento la clase obreray/o de de movilidel no adem6s de unarelevante proletarizaci6n trabajo manual (white-collar), dad social;b) surgimiento nuevasformasde diferenciaci6n de social (g6nero,raza, diversosgrupos de identidad, etc6tera);c) la expresi6nde una actitudmbs variada en la consideraci6ndel voto porpartedel electorado,orient~ndose particularmente porcuestiones dominantesmAsque poridentidadescolectivas,como resultadode niveles crecientes de educaci6n;d) disminuci6n la importancia la identificade de en de ci6n izquierda-derecha t6rminos politicaelectoral,atentoa la emergenciade nuevos valores,lograndola "nueva sus izquierda" apoyos en las clases medias;e) del dada la disminuci6n peso porcentual la clase obreraen el electode finalmente, habrian debido consideraren su propuestalas prerado, los partidosde izquierda en ocupaciones de una crecientey variadaclase media,parano ser derrotados las urnas(pbgs. 6-7)4. Evans nota que "todas estas explicaciones tienden a suponer que el no explanandum es problemAtico, el voto de clase ha declinadoen una forma que general predecibley que existe en realidaduna declinaci6namplia,secular,en la acci6n politicade clase que tiene entonces que ser explicada" (pg. 7). Peroaiade Evansque los hallazgosde los articulos su compilaci6n, las observacionesde en y sus autores,apuntanen una direcci6ncontraria la declinaci6nde las bases de a clase de la politica5. Antes de pasar a las cuestiones de m6todoy medici6nque resumeEvans,es de inter6sintroducir presentaci6n estado de la discusi6ndescriptoporClark del la y Clarkseiala que las cuestiones que emergen Lipset.En un capitulointroductorio, Ilevana considerarcambios en seis niveles: en las sociedades y su apariencia (makeup),en los valoresy actitudes respecto de la sociedad, en las ideologias y4 Es importante este puntotener en cuenta la siguiente consideraci6nde Evans(Cap. 13; pdg.330): en "...elhecho de que la clase media haya aumentadosu tamationo es motivocomo paraolvidar, necesariamente, la politicade clase. La politicade la clase obrera es s6lo una versi6n de la politicade clase. La racionalidad estrategica de apelara los intereses de clase mediaes simplementeunanuevavuelta(twist)sobre unviejotema. Elprop6sitode los actores politicosbajoestas condiciones es robarvotos de clase media mientras mantienenlos votos de clase obrera-el dilemaclAsicode los partidossocialdem6cratasdescrito por Przeworski Sprague en y a PaperStones (1986)".Enel mismosentido se expresa Savage (1995):"El aqui puntomAsimportante mencionar es que en Gran Bretatia,desde al menos comienzos del siglo XXy posiblemente por mucho mAstiempo, ha una fuertetendencia a fusionar(conflate)la clase en general con la clase obreraen particular. clase existido La obreraha sido tradicionalmente puntode referenciacrucialque la gente ha usado paraidentificarseen t6rmiel nos de clase. Esto reflejaen partela cohesi6n, la fuerzay visibilidadde la clase obreray sus organizaciones ... Peroes importante reconocer que esta 'clase obreratradicional' fue en realidaduna construcci6nsocial parti... cular"(pAg. 17). Agrega que ello Ilev6a preocupaciones por una clase obreraestereotipada, a pesar de sus divisionesinternas,con la consecuencia de que la perspectivade la gente sobre el anclisis de clase importantes estuvo tenrida la significaci6nde este estereotipo. Sugiere asi liberar discusiones actuales sobre andlisis las por de clase de preocupaciones con la "clase obreratradicional" la politicalaborista,ya que la clase obrera no y serviriacomo paradigmade un test crucialparajuzgarel andlisisde clase, proponiendoun enfoque mAsamplio sobre las clases medias (pggs. 17-19). Ya en un trabajomAs reciente, Savage (2000) plantea que el rol del movimientolaboristaha cambiado y, asi, "mientras alineamientosde clase en pautas de voto contin0an, los del aunqueen formaatenuada(...), la clase obreraha salido ampliamente campo de la politicaorganizada,el que se ha convertidoen un campo para la clase media"(pBg. 154). avanzadas se han vuelto 5 LapreguntacrucialparaEvanses "sia medidaque las sociedades industriales crecientemente post industriales,la pauta de voto de clase estA evolucionandoy c6mo podriamosentender la formaque tal evoluci6npodriaestar tomando.Larespuestaa esta preguntaestarA condicionadapor fuertemente las formasen que se plantea:en otras palabras, por cuestiones de m6todoy de medici6n" (pAg. 7; enfasis en el original).

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en de sociaprogramas, la conceptualizaci6n los cambiosporpartede los cientificos e les, en la evidenciay m6todosde dichos cientificosy en sus comentarios interpretaciones (pAg.10). se Clark interroga sobre cu6l es la pregunta Luegode este cuadrode situaci6n, de dado que consideraque su articulo precisa a formular, original 1991 con Lipset social classes dying?')habiasido simplificado los criticos,quienes habrian ("Are por buscado unahip6tesisnulaextremadamente Aclaraque en reasimpleparadebatir. lidadellos nunca argumentaron la clase habia muerto,sino que se limitaron a que identificar factoresque debilitaron clase (pdg. 12). la Porsupuesto, una cuesti6n no menores la discusi6nsobre las concepciones de clase, cuya especificaci6nse vincula,como notaClark, la pregunta a sobre ",Por qu6 la clase es a veces consideradaimportante parala politicay otrasveces no?" a de (pBg. 13). Luegopasa Clark un breveinventario la concepci6ncl~sica de Marx, las ampliacionesde Dahrendorf Giddens (1980), o las de Wright (1959) y (1985), hastalas discusionessobre desigualdadque no respondena unaconceptualizaci6n de especiffica clase. Concluyeseralando Clark "Siuno defineclase de manera que cada vez mAsamplia,agregando nuevos clivajes politicosa medida que [dichas nunca!" definiciones]surgen diariamente, ientonces la clase no puede morir (pbg. a 14). Y agrega que en su trabajoconjuntocon Lipsetse aferraron la dicotomfia clAsicade burgueses y proletarios la sociedad capitalista,definidossegOn su en relaci6n diferencial los mediosde producci6n, con usando "miltiples medicionesde la misma"6. Consideracionesdel mismotipo son propuestaspor Evans,quien seiala que "La posici6nde clase es unconcepto del que se ha abusado demasiado", agregando que a veces aparece como unadicotomia trabajadores de manualesy no manuales, otrasveces la clase descansa en estimacionessubjetivasy otrasen asignaciones medianamente a de continOa Tambidn, Evans,hay rigurosas partir cuestionarios. situacionesen que los investigadoresusan clasificacionesmAssimplificadas para resfavorecercomparacionesinternacionales (pbg. 8). Laevaluaci6nde este autor, del difundido de dicot6mico,"esque en la bOsqueda comparabilidad pecto enfoque se empobrecenuestramedici6nde posici6nde clase y, porextensi6n,se oscurecen las variacionesen la composici6nde las clases manualesy no manuales.Talescambios en composici6npueden, a su vez, conducira cambios espuriosen las estimaciones del voto de clase" (pbg. 8)7. Agrega luego Evansque si bien los soci6logos6 Ello estaria en linea con enfoques de clase enrolados en una corrientemarxistao neomarxista, por Este 1ltimo ejemplo Erik Wright. privilegialas definiciones relacionales por encima de las gradacionales, si O. bien destaca que en los andlisisdescriptivosno se diferenciandemasiado. SegOnWright, situara alguienen "El una clase significa,..., establecer la relaci6nentre la persona en cuesti6n y unos mecanismos especificos que de generan desigualdades de ingresoy poder.Enun concepto relacional la clase, los capitalistasno se diferencian de los obrerossimplementeporel montode sus ingresos, sino porel mecanismoa trav6sdel cual consiguen esos ingresos"(1995, peg. 241). 7 Una argumentaci6nen esta misma lineaes ofrecida por MOeller (1999): "Eldiagn6stico de la disminuci6n de la fuerza explicativa de la clase social es consecuencia del hecho de que en la mayor parte de las investigaciones no se han aplicado ni los conceptos ni las operacionalizaciones adecuados. Una estructura social y ocupacional mAsdiferenciadaen el curso del proceso de cambio econ6mico y social requieretambien instrumentosmAsdiferenciados para la aprehensi6nde estos desarrollos.En esta linea de argumentaci6n,es patente que los viejos frentesde conflictode las lineas de divisi6nde clases se han mantenidoen su mayorparte ..."(pbgs. 117-118). Tambien este autorpropondrA como esquema de clases m~sapropiadoel de Goldthorpe o Erikson Goldthorpe. y

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han buscado un esquema comparativo basico internacional clases, un requisito de ad serfano descansar en argumentaciones hoc, como aquellasa favordel esquema dicot6micoparaaumentar poder predictivo, que lo inicoque se lograria el seria ya te6ricaclaraque permita aumentar nrimero categorfassin una justificaci6n el de la refutaci6n otraspalabras,las divisionesentreclases tienenque tener empirica."En cosas tales comoel voto" distinta que puedanpredecir de unajustificaci6n (pjg. 9)8. Asi como plante6una discusi6nrespecto a los esquemas dicot6micosde claa de se, Evansextiendesu cuestionamiento la simplificaci6n la operacionalizaci6n a como pr~cticacuestionableel tratar los sistede preferencias politicas.Considera mas politicossegOnla dicotomiaizquierda-derecha, mAsde las veces utilizada la no internacional. de los problemas menoresseria Uno la parafavorecer comparaci6n de que este enfoqueimpideestudiarun posiblerealineamiento (realignment) clase y un "El de realineamiento clase respectoal votoimplica cambio de partido: concepto en la pautade asociaci6nentreclase y votosin reducci6nalgunaen la fuerzaglobal de esta asociaci6n-es decir,sin un desalineamiento clase (o, por supuesto, un de entre incremento alineamiento)-. en Peroesto no puede ser discernido la distinci6n si de el realineamiento desalineamiento dificulta restringir nOmero partidosy se al y clases a dos en cada caso" (Evans,pAg. 12;6nfasis en el original)9. final de Desde unaperspectivadiferente, otrode los comentarios evaluaci6n en formulada de la compilaci6n Evans,Houtdice, respecto de la pregunta de ret6ricamente por Clark Lipsetsobre si las clases estarianmuriendo, el (Hout) sus y y que colaboradorescontinuan encontrando "fuertes evidenciasde las clases" en sus datos. Yse preguntan: ",Est6declinandoel votode clase tradicionat?" respuestaes Su si, pero con reservas, particularmente que seriala que "las clases responden la diferencialmente la nuevapolitica.Ellodeja unabase de clase, si bienunabase de a clase realineada,parala nueva politica,o10 no es un meroresultadode diferenque cias educacionales entre las clases" (Hout,1999; pdg. 317). Houtconcluye aqui recordandouna cita de Elhombrepoliticode Lipset:"Aunque muchos partidosrenuncianal principiode la lealtady conflictode clases, cualquieranalisis de sus propuestas (appeals) y de sus apoyos sugiere que realmenterepresentanlos en intereses de diferentesclases" (1981, pAg.230). Agrega Hout:"Nuestro trabajo8 Luego Evansavanza en su discusi6n afirmando el enfoque de clase mbsapropiadoes el de Erikson que y Goldthorpe(1992), usado internacionalmente para los estudios de movilidadsocial en los paises avanzados (aunque no en Estados Unidos). No nos detendremosen su descripci6naqui-puede verse una discusi6n de su utilizaci6n nivellocal en Jorrat(2000b)-, ya que trabajar esquemas de este tipodemandariainvestigacioa con nes detalladas incluyendo un conjuntoamplio de preguntas referidasa la posici6n de clase. Ademas, esas investigaciones deberian descansar en encuestas postelectorales, lo que no es el caso de la Argentina.(Es interesantenotarque la propuestadicot6micaque Clark sefiala parasu trabajocon Lipsetno surge de "argumentaciones ad hoc"sino que descansa en un clcsico e ilustreenfoque te6rico). "declinaci6n" 9 ParaClark,hablarde realineamiento "muerte", permitemantenervivaa la clase. Mientras Ilevarian una d6bilvinculaci6n a entreclase y voto, el realineamiento el contrario "implica y "desalineamiento" por no un debilitamiento sino una nueva relaci6no alineamientoentre un grupo ocupacional y un partidopolitico" (pAg.28). Enlos andlisishabitualesde regresi6nlogistica,en los que entranla mayoriade las categorias ocupacionales como variablesindependientesy las chances (odds) de votarporun partidocomo variabledependiens6lo al impactoo poder explicativode todas las categorias ocupacionales combinadas(...), se tiende te, al mirar a ignorar"cambiosen la fuerzao adnen la direcci6nde categorias ocupacionales individuales" (p.g. 28, 6nfasis en el original).Loque habriaIlevadoa algunos investigadores,segOnClark, sostener la existencia de "fluctuaa ciones sin tendencias"en la relaci6nclase-voto.

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este volumenes exclusivamentesobre apoyos e ignoralas propuestas(appeals)" (pAg.317). Goldthorpe (2001),porsu parte,seiala cuatrotendenciasbcsicas en la bibliode clase-voto, entre grafiaque dariancuenta del supuesto deterioro la vinculaci6n ellas el surgimiento nuevos clivajes sociales, la p6rdidade importancia la de de de social, los cambiosen la politica la propiadisminuci6n posici6nen la estructura y Mundial la clase10.Puntualiza inmediatamente que despubs de la SegundaGuerra y de (1967),a lo que se agrega mAstardeuntrabajo graciasal trabajo Lipsety Rokkan de Korpi (1983), comienzaa gestarse la idea de los clivajesde clase no ya como "motor la historia" de democrAtica clade sino, a lo sumo, como partede la "lucha ses". De aquia plantear declinaci6nde la influencia la clase sobre el votohabia de la un cortotrecho. destaca aqui, mAsallA los elementoscomplementarios, asde los Goldthorpe Por contradictorios. ejemplo,senala que es "dificil de reconciliar pectos argumentos han que los nuevos clivajesestructurales suplantadolos de clase con argumentos el de que reivindican finde los 'clivajespoliticos' cualquier tipo"(pbg. 108). Enrealien dad, el objetivobbsico de Goldthorpe este puntoes mas bien cuestionarla tesis de de "inicial" que en las sociedades avanzadasla influencia la clase sobrela politica se erosiona,a la parde cuestionar consenso y exagerado6nfasisen las bases de el clase de la politica mediadosdel sigloXX11. de se mas de cerca este problema, mencionando Goldthorpe proponemirar que los principales planteossobre el declinarde las bases de clase de la politicaen las democraciasoccidentales(comolos de Clark, Lipsety Rempel,1993),descansaron en sus investigacionesen el uso del "Indice Alford". indice,con resonancias de Este de tipo"marxizante"decirde Goldthorpe, basa en dicotomizar clase y el voto, al se la calculdndosecomo la diferenciaentreel porcentajede clase obreraque vota a la de izquierda el porcentaje clase no obrera(residual) vota poresa mismafuery que10 Goldthorpe(pags. 106-108) especifica estas argumentacionesde los que sostienen la tesis de una caida del voto de clase: (i) nuevos clivajes sociales habriansurgido, mAs caracteristicos de las sociedades industrialesavanzadas o postindustriales(por ejemplo, conflictosentre los sectores pOblicosy privadosde la economia, o provisi6npOblicaversus privadade servicios de salud, educaci6n, transporte,etcetera); (ii) las posiciones socioestructuralesde los individuosestarian perdiendo importanciarespecto de sus creencias y valores para fijarsu perfilpolitico. Ellose observariaen las nuevas generaciones, preocupadas mas por los valores postmaterialistas (1977, 1990), tales como las libertadesindividuales,los dereseralados por Inglehart chos de las mujeresy de las minorias,los problemasdel medio ambiente,etc6tera;(iii)los cambios en la propia naturalezade la politica.En las sociedades avanzadas los ciudadanos se guiarianen sus decisiones politicas por evaluaciones racionales de cuestiones y politicas especificas, "mAsque responder mAs o menos automAticamente formas que podrianser predichas ya sea de las posiciones sociales que detentan o de de algunaideologiaabarcadoraa la cual adhieren" (pdg. 107). O sea, ya no votarian impensadamenteporel partido "natural" su clase o de su credo politico,lo que se traduciria una mayor"volatilidad" voto;(iv)un cuarto de en del argumentofinalse refierea lo que podriasehalarse como un declinarde la clase en si misma.Yano seria la clase el "determinante principalde las chances de vida, de los estilos de vida y de las identidades colectivas"(pbg. consecuentemente su influenciasobre el voto. 107), debilitAndose de 1 En primerlugar,Goldthorpeserala la inutilidad los debates "con Marx" que quienes hoy en dia y enfatizanla idea de clase partende elementos y conceptualizaciones mis sofisticadas que la mera dicotomia entre "burgueses"y "proletarios", de que muchos de ellos son no marxistas.Resultariainconducente adem.s marxista como determinante la declinaci6nde la politicade clase. de plantearseel fracaso de la teoriao prActica Como las criticasa la influenciade la clase no se desprenden de las versiones marxistas,ello Ilevaa la paradoja de que "Aquellos mantienenla tesis de unadeclinantepoliticade clase son conducidos a hacerloporqueno que pueden porsi mismosescapar de formasde pensar acerca de la clase, y acerca de la politica,que son demasiado influenciadasporel marxismoque tan obsesivamente atacan"(pAg. 110).

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za. No s6lo descalificaal indice de Alford sus "seriasdeficienciasestadisticas" por entraen serias dificultades, como (pbg. 110),sinotambienporqueconceptualmente las de d6nde ubicara los artesanosy demos trabajadores cuentapropia,a los capataces y supervisores,a los trabajadores de rutinarios los servicios,etc6tera.Lasimdicot6micaIlevaria "impresiones a inconducentes" acerca de la heterogeplificaci6n de de neidadpolitica la clase obrera a unasubestimaci6n lavinculaci6n clase-voto, y sobretodo porquegeneralmente sumana la clase obreraasalariadaunaserie de se sectores independientes del (pbg. 111).Argumentos mismotenorpodrian esgrimirse contraunasimplificaci6n espectropolitico del entrevotode izquierda unvotono de y en De residual, multipartidarios. aqui particularmente contextosfuertemente izquierda entonces la recomendaci6n Goldthorpe atendera los necesarios desarrollos de de analiticos metodol6gicos"silas relacionesque realmente prevalecenentreclases y y partidosen las democraciasmodernasvan a ser examinadasde una maneramAs redituable" (pbg. 112)12 Es de internsnotar, anterior concluyendoeste punto,que un trabajoinmediato de Goldthorpe, unade las evaluaciones en finalesde la compilaci6n Evans, de criticas de concluiaque, a partir metodologiasmAsrecientesy mAsadecuadas, la imagen "Ya empiricacambi6 notoriamente: no es para nada cierto,..., que a lo largo del mundooccidentalen generalse pueda observaruna declinaci6nsecularen la asociaci6n entre clase y apoyo partidario" en (pbg. 319). Ya previamente, el capitulo inicial comienzode su compilaci6n, Evansadelantabaporsu parte:"En momenel al to en que este peso de la evidencia y debate hayan sido considerados, el lector estarA en forzadoa concluir latesis de undeclinar que generalizado la base de clase del votoen las sociedades industriales avanzadasestA,muysimplemente, equivocada"(pbg.4). Creemosque nuestro a de trabajo coadyuvard apoyaresta afirmaci6n de electoralde la ciudad capitalde un Evans,a partir la experienciade la historia industrial aquellosconsiderade pais a considerabledistanciadel nivelde desarrollo dos en las evaluacionesbajoandlisis. 3. Cuestiones metodol6gicas Una parte de la discusi6n metodol6gicaen la literatura aqui consideradase en puntualizar limitaciones indicede Alford, que sigui6siendo usado del el las centr6 con frecuencia.Este indice,como se mencion6,es la diferencia entreel porcentaje de trabajadores manuales(o clase obrera)que vota porla izquierda, porpartidos o de tipo laborista,y el porcentajede trabajadores manualesque vota por esas no mismasfuerzas. Evansnota (peg. 13) que paramedidasde este tipo, "lamedici6n de la asociaci6n clase-votoestc abiertaa confusi6n(confounding) cambios en por12Laconclusi6n finalde la evaluaci6nde se Goldthorpe sintetizaen tres puntos:a) el concepto de clase de deberia ser planteadoen alternativas operacionales(talcomo la propuestade Erikson Goldthorpe), manera y de desafiara la tesis sobre el declinarde la politicade clase basAndoseen investigacionesde mayorrefinamiento t6cnico y conceptual. No niega Goldthorpela presencia de tendencias a un desalineamientode clase en la posguerra, pero la declinaci6n de la politicade clase no seria parte de una 16gicainternadel desarrollode las democracias modernas; b) en segundo lugar,si bien no se descarta la presencia de desalineamientos, el exhibe una mayorprobabilidad ocurrencia; finalmente, la investigaci6ndebe irmbs allA de realineamiento c) que de una est6rilconfrontaci6n sobre enfoques marxistaso antimarxistas. centrales que las investigaciones se Lo conduzcan "deacuerdo a los mejoresestAndaresmetodol6gicosdisponibles",agregando que "talesestAndares pueden ser especificados" (pdg. 118, 6nfasis en el original).

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las distribuciones del de que marginales cuadrode clase-por-voto, derivan cambios en la estructurade clases y en la popularidad general de los partidos.En otras diferencias las distribuciones en palabras,este tipode indices confunde(confound) de las variablescon diferenciasen la asociaci6n que se supone busca marginales medir". Evanshace extensivasu criticaa la t6cnicade regresi6nlinealporminimos cuadrados,ya que los indices derivadosno son insensiblesa los valoresmarginales (totalesde filasy columnas)de los cuadros.Encambio,los indices basados en las razones de chances (odds ratios)serian independientesde esos cambios en las Io que marginales afectanal indicede Alford, que se hace extensiblea las regresiones logisticas, que "capitalizan sobre esta caracteristicab~sica de la raz6n dechances" (pbg. 13)13

Como alternativa complementoal indice de Alford, propusoy utiliz6el se o indicede Thomsen, se obtienecomoel logaritmo natural cocientede producdel que tos cruzados(odds ratio)en un cuadrode 2 x 2, construido mapara Trabajadores no nuales (u obreros)y Trabajadores manuales(o no obreros),Votolaborista(o izno (o quierda) Voto laborista no izquierda), ejemplo.O sea, es el cociente entre por y las chances (odds) de que los obrerosvotenlaborismo vez de votara otrasfueren zas y las chances de que los no obrerosvotenlaborismo vez de esas otrasfueren zas. Se senala que este indice"tiene en ventajassobreel de Alford el sentidode que es insensible a cambios en la popularidadgeneral de los partidos politicos" 2001, p~g. 124).De todas formas,Evansha notadoque los resultados (Nieuwbeerta tiendena ser similares, ademcs de que el propioNieuwbeerta puntualiza s6lo en que el caso de distribuciones (mbsmarcadasque 75:25)en la distribumuyasim6tricas ci6n de clase y/o voto los resultadospodrianconducira conclusiones diferentes. Clark (pAg.23) sefiala que todas las comparacionesque encontr6entrelos investiambos m6todosinformaban resultadossimilaresparalos de gadores que utilizaron mismos datos y periodos. Y Clarkconcluye en este punto: "Estas cuestiones no dividir a los investigadores. resultados mcs Los sustantivos metodol6gicas deberian fuertesson consistentesmds all de los m6todos" (pAg.24; nuestro6nfasis). Unacuesti6nmetodol6gicaque revisteinteresestrat6gicoparanuestraexploracionse planteaen uncomentario criticode Evans,que citamosinextenso:(cap. 1; ptg. 14): "Menos es consensuada lamedida quemodelos votode clasese benefician en de de andlisis multivariados. lectores notaran en muchos los siguientes Los ... de que capitulos[de su compilaci6n] relativamente pocas variables hay independientes en -ynotarque si se consideranfijoslos valoresdel indicede Alford los porcentajesde apoyo Es importante y al partidolaborista entreobrerosy no obreros,puede mostrarseque la ecuaci6n que determina porcentaje el total de votos logradoporel laborismocorrespondea una rectacuya ordenadaal origenes su porcentajede apoyo de los no obrerosy cuya pendiente es el indice de Alford.De esta maneraun indice de Alfordpositivoexpresa el incrementoen la proporci6nde votos que obtiene el laborismosi el porcentajede obreros crece en un 1%. Resultaasi de interesrealizar test de la hip6tesisnulade que el indice de Alford el (pendientede la recta)es cero. Si se piensa en Clase obreray Voto izquierdacomo variablesbinarias,valuadas 1 cuando los individuos el pertenecen a esas categorias y 0 en otrocaso, entonces seria posible realizar test de la hip6tesis nulade que en la poblaci6nel indice de Alford cero (ausencia de voto de clase), usando el siguiente estadistico que, bajo es los supuestos usuales, tiene una distribuci6n chi-cuadradocon 1 grado de libertad: (Clase obrera)/ Varianza (Votopor la izquierda), X 2 = n A2Varianza donde A es el indice de Alfordcalculado en la muestra.De esta manerael p-valorindicariala oportunidadde realizarun anclisis mAsdetalladode las elecciones bajo consideraci6n.13

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casos (capitulo solouna:posici6n clase-. Muchas de variables control de algunos 3) familiares-identidad actitudes educaci6n, autoubicaci6n partidaria, politicas, genero, en unaescala izquierda-derecha, ejemplo-no seranencontradas. esos por LEstan modelos subespecificados?Creo que no: aunquecomt'nmentese supone que 'multivariadomejor', menudo tenemos es a no suficiente de comprensi6n la relaci6n entrenuestras variables varias variables independientes,entre y independientesla y variable claramente implica controlar ellas. dependiente, comprender para por qu6 Notienemucho sentido incluir identidad o en la partidarialasactitudes politicas nuestrosmodelos tales indicadores orientaci6n si de son politica partede lo que se va a La de distinta la expresi6n orientaci6n de de explicar. posici6n clase es claramente de sobrecuestiones politica, la identidad pero partidarialaexpresi6n actitudes y politicas lo son". no Y agrega un poco mAsadelanteque si los cambiosde otrasvariablesvinculadas a clase y/o voto afectaronlafuerzao pautade la vinculaci6n clase-voto,"entonces esto deberiaser observablesin controlar otrasvariables.La explicacibn de por tales cambios podriabeneficiarsecon el uso de un anlisis multivariado, sus pero consecuencias deberianreflejarse el nivelunivariado" en (pAg.14;6nfasisen el oriEstos comentarios estAnen lifnea nuestroacento exclusivoen la clase con ginal)14. debimosceiirnos a un anlisis dicot6micodel imsocial, ya que en nuestrotrabajo pacto de la clase (ocupaci6n)sobre el voto. Una Oltima cuestion metodol6gicaplanteadaporClark que los defensores es de unarelaci6n estable entreclase y votose habrian fundamentalmente preocupado cortoen un solo pais, por explicarel voto partidario paraun periodorelativamente advirtiendo "Este foco empirista estrechonuevamente combinalas barajaspara que encontrarpoca variaci6n,de lo que dan cuenta"(pbg. 16)15.Nuestraexploraci6n de hist6rica las elecciones a lo largodel siglo XXescapa a una partede esta critica dado que tomaun largoperiodo,manteniendose caracteraparentemente el problemcticode centrarseen un s6lo paisl6 Unasintesisde la ampliadiscusi6nprecedentepermite puntualizar: la muer1) te o no de las clases sociales, al menos en t6rminosde explicaciOn o10 de politico, aparece como untema contenciosoen la investigaci6n internacional, que tratarelo mos de explorardentrodel Ambito la ciudad de Buenos Aires;2) la discusi6n de en distinguia empiricamente, cuantoa la evolucionde unvotode clase, la existencia de unatendenciasin fluctuaciones la de unatendenciadeclinanteen el tiempo.El y14 Clarkse pregunta (pig. 15) "?,Por no?"La respuesta bAsica de Evans "es que no tenemos una qu6 de causales entrelas variablesindependientespotencomprensi6nsuficientementeprofunda las interrelaciones ciales". Sin embargo, Clarknota que los "sofisticadosautores"que encabezaron la critica a los trabajosque sehalaban la disminuci6nde la relevancia de la relaci6nclase-voto, "eranseguramente conscientes de que estaban mezclandolas cartas a favorde los resultadosque buscaban demostrar: omitiendo'variablesde control' que la clase impactabael voto"(pdg. 15). 15Agrega Clarkque, en cambio, Lipset 61abarcan una y bibliografia m~sampliaque el voto exclusivamente, lo que los Ilevaa considerarun espacio de tiempomcs grande y una mayoramplitud variablesdepende dientes e independientes.Reconoce que este enfoquese encuentraen los mejoresestudios del grupode Oxford, tambi6nen los de Berkeley,cuando ambos pasan de lo que Clark denomin6la primera la segunda generaci6n a de estudios basados en la regresi6nlogistica. 16Eneste sentido, Cainzos(2001, pBg. como corolario los distintosproblemasencontrados de 94) sehrala, en las investigacionesque comparabanresultadosde distintospaises, que los investigadoresse propusieron "la apuesta poruna mayorconcentraci6nen el estudio intensivodel voto de clase en cada pais",aunque"apartir de un marcode referenciaanaliticocomOn" (6nfasis en el original).

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desde una de amplioespectro hist6rico nuestrosdatos permitira tambiencontribuir, de 6pticaquizasdistinta la de los paises europeosy/o anglosajones,a la exploraci6n un de esas posibles tendencias. Si bien los datos a mano no permitiran andlisis puntualsobre si el votante portenose identificambs con la clase que con otros por grupos, o si se guia mas fuertemente cuestiones materialesque no materiales, facilitara menos minimos al a apoyos o cuestionamientos estas hip6tesiso generalide de zaciones; 3) las cuestiones sobre las alternativas definici6n clase y las variaen das consecuencias parael andlisisque uno u otroenfoquepueda tenerse limita, nuestrocaso, mAsque en la investigaci6n internacional sobre el tema, a la acotada de disponibilidad datos agregados, ya sean de tipocensal o de categoriascreadas a partir padroneselectorales.De todas formas,nuestraexploraci6n aproxima de se con facilidada aquellas comparacionesinternacionales basadas en distinciones manualesy no manuales. dicot6micasde obrerosy no obreros,o de trabajadores a Ellono implicaque nuestroandlisisse circunscriba dicotomias, que unaprimera ya partede nuestraexploraciOn (andlisisde correlaci6n regresi6n)descansa en una y "declimayorvariedadocupacionalo de clase; 4) toda la discusionsobre "muerte", "desalineamiento""realineamiento" clase y partido, entre o nacion", puede ser exploradaa partir observarlas variacioneso no del perfilhist6rico-ocupacional los de de en consideraci6n la ciudadde BuenosAires,particularmente aquepartidos bajo para Ilasfuerzascon importante presenciaduranteel siglo XX.Es probableque la eventualexistenciade datos individuales de la pudierahaberfacilitado utilizacion definiciones y metodologiasmas especificas o precisas,peroconsideramosque las grandes lineas que puedansurgir nuestradiscusi6nofreceranuna razonableprimera de a un tema no estudiadoen nuestromedio.Porotrolado, la utilizaci6n aproximaci6n de datos como los presentespermiten mirada una hist6rico-comparativa impensable paralas discusiones basadas en datos porencuestas; 5) si bien indices como el de Alfordhan generado mas de una critica,su uso en la investigaci6ncomparativa internacional contintia, particularmente su simplicidad,agreg~ndose nuestra por a de De exploraciOn esta alternativa trabajo. todas formas,se ofrecenlos resultados de un indiceconsideradomcs apropiado(Thomsen), peroque tantoen la investigacomo en la nuestraarroja resultadossimilares. Hay,porsupuesto, ciOninternacional propuestaso modelos quizAsmas precisos cuando se trabajacon datos a nivel inexistentes nivellocalparala mayor a individual, tales datos son prActicamente pero parte del periodoque consideramos.Sin embargo,para el estudio de tendencias hist6ricassobre la posible existenciay variacionesde un voto de clase, en buena con se internacional datos algo mas limitados descansa en partede la investigacion herramientas como las aquiutilizadas -ver el estudiode Nieuwbeerta (2001). 4. Nuestra aproximaci6n al problema Eltrabajoque se proponeexplorar la existencia,fuerzay continuidad no), (o de la relacidn clase-votoentreel electoradode la Capital, lo largodel siglo XX.Esta a es la propuestabasica del estudio.No es un intentoexplicativo la relaci6nclasede voto en si misma,aunque,como se vio, una consideraci6nparcialdel tema resulta inevitable.Tampocose aborda puntualmente cuesti6n de la "politica clase", de lamas alln de consideraciones circunstanciadas, atento a las caracteristicas de los datos disponibles. Lo central, entonces, es un intento de estimaci6n de la magnitud

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y variaci6n temporaldel voto de clase a nivellocal (la ciudadde BuenosAires),en una ampliaperspectivahist6rica.Escapa a los limitesde esta propuesta,y a las propiascalificacionesy objetivosde los autores,intentar explicarestas variaciones en unaperspectivasociohist6rica largoplazo.M s bien,se trata ofrecer de de algunos elementosque actOencomo "disparadores" unadiscusi6nde esa naturaleza. para Recorreremos todas las elecciones presidencialesde la ciudadde Buenosduranteel siglo XX(1904 hasta 1999, excepto las de 1910 y 195117), casi incluyendo todas las elecciones de diputados.Porrazonescomparativas, todos los casos se en considerael voto masculino,salvo cuando no pudimosobtenerdatos porsexo: las elecciones entre 1960 y marzode 1973. Entres casos se usaronlos resultadosde senadores (1910, 1961 y la segunda vueltade las elecciones de senadoren el mes abrilde 1973). Enel Ap6ndiceIIse presentanlos valoresde correlaci6n entreocupaci6ny voto desde 1904 hasta 1999, ademds de los resultadosde ecuaciones de regresionpor pasos, paraid6nticasvariables.Enel texto,se ofrecenresultadosbbsicos como los a valores.delos indicesde Alford Thomsen, que luegoIlevar6 ajustar tendencia lo la y linealparalos distintosindices obtenidosa lo largodel tiempo. ElinteresestarA centradoen la vinculaci6n electoralde la clase obrera,primero con el Partido Socialista(alque se sumar;nel Partido Comunista otrosde izquierda y en diversaselecciones) hastael surgimiento peronismo, el peronismo simidel con y cuandoestuvoproscriptodesde su advenimiento eleclares-o canales alternativos toralen 1946. Elloimplicara previoa 1946dejemosde ladoal partido que mayoritario elecciones presidencialescon la ley Senz Per~a (1916, que gan6 las tres primeras 1922 y 1928) hasta su derrocamiento 1930, la Uni6nCivicaRadical18. en Nosvaldremos distintos de anAlisis datosagregados,comenzando aproxide por maciones metodol6gicassimplescomo los coeficientesde correlaci6n lineal,avanzando a ecuaciones de regresi6nlinealmOltiple etapas (presentadostodos en el por y Apendice II).La exploraci6nutilizar,luego los dos indices mencionados(Alford de Thomsen),los que descansarcn en estimacionesde las proporciones trabajadores manualesy no manualesvotantes que votaronal socialismo(hasta antes del del surgimiento peronismo) al peronismo(desde 1946 hasta 1954, a sus exprey/o siones mas clarasdurantesu proscripci6n, retomando propiaexpresi6nelectoral su desde 1973).Estasestimacionesse basarAn la propuestade GaryKing(1997)ya en utilizada otrostrabajos nosotros19. ciertamedida,nuestrosindicespodrian en En por17Dado que en las elecciones presidenciales de 1910 se present6un solo partido,hemos utilizado de las senador. Las presidenciales de 1951 no fueronconsideradas -reelecci6n de Per6n-, debido al conocido problema de gerrymandering las secciones electorales de la CapitalFederal en ese aro, que no pudieronser de reconvertidasalas secciones originales.Se entiende porgerrymandering proceso de crearcaprichosamente el unidades electorales, con el fin de maximizar ventajasde un partidodeterminado. las 18 Puede pensarse a esta UCRcomo un partidomayoritario tipo catch-all("agarratodo"),aunque sus correlaciones lineales simples a nivel de datos agregados mostraron coeficientes negativos con trabajadores manuales en las elecciones presidenciales de 1916, 1922 y 1928, siendo esos valores significativoss6lo en 1916. N6tese que para completarel siglo hemos incluidoal PAN(1904) y a la Uni6nCivica(1910). 19Como notan Benoity Kingen la presentaci6nde su software(1999): "Debidoa que el problemade la inferenciaecol6gica es causado por la ausencia de informaci6n nivel individual, a m6todode inferencia ningOn en BehaviorfromAgregate Data:A Solutionto the ecol6gica, incluidoel introducido ReconstructingIndividual EcologicalInferenceProblem[el librode King,1997], introducirA precisamenteresultadosseguros en cada ins-

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ser considerados un tanto mas "endebles", que no surgirande encuestas que ya brindeninformaci6n conjuntasobre la ocupaci6n (clase) y voto de los individuos, sino de estimaciones de las frecuenciasconjuntas(desconocidas) a partir las de frecuenciasmarginales de dichos cuadrosde 2 x 2. Sinembargo,King (conocidas) (1998), en su propiapresentaci6ndel software,recomienda,si se comparanlos resultadoscon los de unafuenteexterna"para juzgarla'verdad'," se considere"si que a de la fuenteexternapuede estarsesgada. Porejemplo,unaestimaci6n partir datos de encuesta es s6lo unaestimaci6n no tienenecesariamente ser mejor una y que que inferencia Nacional ecol6gica. Unade las mejoresencuestas acad6micas,el Estudio de Elecciones,sobreestimael porcentaje votantespor8-10 %y el voto a legislade dores porcerca de un 8 %.... Elpuntoes que toda fuentede informaci6n, ecol6gica viene con algunossesgos o errores e individual, potenciales" 37)20.Finalmen(pag. las te, se examinarAn tendencias linealesde los indices de Alford Thomsen(en la y de lo realizadoporNieuwbeerta, linea 2001). Parapoderdarunavisi6ncomparativa a general,debimosceriirnos las 20 cirde cunscripcioneselectoraleshist6ricas la Capital vigentesdesde 1904, reduciendo las 28 circunscripciones se crearon partir 1973 pordivisi6n tres de ellas. a de de que Como se mencionara, utilizaremos metodologiay softwarepropuestospor King, la estimAndoseprimero porcentajede trabajadores el manualesy no manualesque votanpara,en una segunda etapa, estimarel porcentaje cada uno de estos secde toresvotantesque apoyana la izquierda al peronismo21 otancia. Sin embargo, las dificultadespotenciales son minimizadas aqui por modelos que incluyenmAsinformaci6n disponible,diagn6sticos paraevaluarcuando los supuestos necesitan ser modificados,m6todos fAcilesde los modificar supuestos y estimaciones realistasde incertidumbre paratodas las cantidades de interes" (pdg. 2). 20Haycomentarioscomo los de Weakliem (2001) que son de interesestrategico aqui. Este autorseiala la de de imposibilidad respuestas definitivasa partir los datos de encuestas existentes para un estudio hist6ricode no comparativo la relevanciade la clase paradarcuenta del voto:"Estaincertidumbre resultade un problema con la calidad de los datos sino de las leyes de probabilidad.Dado el tamariode la mayoriade las encuestas en electorales, hay un margensustancialde error las estimaciones del voto de clase. ... Las encuestas representativasno estAndisponiblesen ningunanaci6nantes de 1930 y fueronescasas hasta la d6cada de 1960. Anteun limitadoconocimientode historiapolitica,es posible argumentar que casi toda elecci6n es un caso especial y deberia en consecuencia ser excluida de estimaciones de tendencias".Y agrega: "Asi,los que comparanel voto de clase a lo largodel tiempono apoyan fuertementela idea de una declinaci6nan.lisis de la clase, general pero tampoco la excluyen"(pdg. 202). 21 En un trabajoreciente, Calvo y Escolar (2001) plantean-repitiendo hallazgos de un trabajode otros autores- que el m6todode Kingproduciria estimaciones con sesgos relevantesal analizardatos de ia ciudad de Buenos Aires,dada la presencia de una "heterogeneidad Si espacial extrema". bien no encontramosen el trabajo referenciaspara una especificaci6n empiricade cuAndoestamos ante la presencia de "heterogeneidad extrema",el planteo nos Ilev6a examinarotrosdatos. Parauna serie de elecciones desde 1983, contamos con informaci6n electoral para los 209 circuitosen que pueden dividirselas 28 circunscripcionesactuales, juntamente con informaci6n de ocupacional paradichos circuitosa partir los padroneselectorales de la Capitalde 1996. Por lejos, los circuitospresentanun nivelde "heterogeneidad espacial"mucho mayor,que se reduce drAsticamente cuando esas 209 unidades se agrupanen 20 unidades mayorescomo las antiguas circunscripcioneselectorales. Cuando se realiza,a partirde los 209 circuitos,la estimaci6n de Obrerosvotantes al PJ y de No obreros votantesa esta fuerza, los valores de indices como el de Alfordtienden a ser sistemAticamente mds altos que cuando se obtienen a partirde las 20 circunscripciones.O sea, si se supone que la "extrema heterogeneidad espacial"de la que hablanCalvoy Escolarexiste y estAproduciendoestimacionessesgadas cuando trabajamos con circuitos-via m6todo de King-, tal heterogeneidad prActicamente desaparece al nivel secci6n y nuestras estimaciones de la vinculaci6nclase-voto serian menores paraeste nivelque para el nivelcircuito.Elefecto del con "nivel a agregaci6n"portrabajar secciones seria, aparentemente,contrario la hip6tesis bcsica que nuestro estudio pretendesustentar-la de una permanenciatodaviarelevantede la vinculaci6nclase-voto-. Si ustramos unidades mdsdesagregadas las estimaciones seriana0n favorablesa la hip6tesis, mbsall de los posibles m.s

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Una parteimportante las discusiones metodol6gicasen las compilaciones de de Evansy de Clarky Lipsetse refierea los limitesdel anlisis comparativo el en tiempode diversos paises. Ennuestrocaso se tratade un anlisis a lo largode un de amplioespacio de tiempo,en el distrito mayor (la riquezapolitico-electoral ciudad de Buenos Aires)de un Unicopais. O sea, el problemade las variacionesen el sistema politico-electoral estariareducidoa un minimo22 Encuantoa la variableindependiente, el tambi6nse reduciria problemade la altavariabilidad las categorizacionesocupacionales,ya que no haydivergencias de o especificidades nacionalesal respecto, aunquesi categorizacionesque variaron en puntosespecificos, sobre las que se da cuenta mas adelantey en el Ap6ndiceI. Dentro las posibilidadesque brindaban datos de padronesexistentes,privilede los de manual-no asi manual, como, en buenamedida,la situacibn giamos la distinci6n asalariado.Enel caso de aut6nomoso cuenta propia,supusimosque no contaban con personasa cargo. Cuandousamosdatos censales elaboradosporotros(1947 y a manualesasalariadosdel sector secundario23. 1960), nos redujimos trabajadores fue O sea, mientras posible, se usaroncategorizacionespropiasde los padrones; parael periodoelectoral46-73, se usaronlas elaboracionescensales mencionadas. Ellector teneren cuentaestas dos fuentesy categorizacionesen su apreciadeber, ci6n de nuestrasestimaciones. Hemos sefalado que una buena partede nuestraindagacidndescansara en indicesque se basan en unesquemadicot6mico. criticasa este enfoqueseiralan Las que oscureceriala vinculaci6nclase-voto. Si se aceptase este punto de vista, la vinculacion encontradaen nuestrosdatos apoyariael hecho de que se tratade una tendenciarealy no de un meroefecto de la herramienta utilizada24de problemasde sesgos sefalados porCalvoy Escolar.Independientemente las prevencionesde estos autores, aclaramos que una alta variabilidad socioespacial es de mayorinteres para los estudios electorales con datos a agregados. Ellimitarnos las 20 secciones electorales tradicionales,reduciendodrasticamenteniveles de variabilidad,se debi6 a la necesidad de comparaci6nhist6ricay al hecho de que son muypocas las elecciones para las que se cuenta con datos para los 209 circuitos. 22NotaCurtice(2002) que "muybien puede ser el caso de que algunas influenciasimportantes sobre el de comportamiento voto en un pais de hecho no cambian mucho de una elecci6n a la otra. Un candidatoobvio en este sentido es la estructuraconstitucional el sistema electoralde un pais. Si bien raramente cambianentre y sobre la formaen que la gente vota" elecciones, hay razones para creer que tienen una influenciaimportante (pAg. 164). Es ciertoque en el periodopor nosotroscubiertose dierondiversos cambios electorales, pero no de caracteristicastales como las diferenciasmrs relevantesentre paises que preocupan a Curtice,en el sentido, Lo por ejemplo, de la existencia de un sistema presidencialistao uno parlamentario. que si se debe tener en cuenta, a nivellocal, es el efecto de los golpes militares sobre las continuidadesy discontinuidadesen el apoyo de los sectores sociales a los distintospartidos.Tambien deben tenerse presentes, en el contexto, las siguientes a) particularidades: antes de 1912, la inscripci6nera voluntaria, desde 1912 es obligatoria,pero s6lo para los b) varoneshasta las elecciones de 1951, en que se incorpora mujer; hubounaelecci6n uninominal circunsla c) por la cripci6nen 1904, que permiti6 elecci6n de AlfredoPalacios como diputadopor la Boca (Secci6n 4); d) hubo pedel el riodosde abstenci6n del radicalismoy de proscripci6n peronismo; se introdujo sistema de ballottage;etc. e) 23Hayque seialar que, al mantenerfijala estructuraocupacional paraconjuntosde elecciones, toda la variabilidad se pueda observaren cada uno de esos periodosdependera basicamente de las propiasvariaque ciones politico-electorales(como, porejemplo, los cambios observables en los indices entre 1983 y 1999), aunen de que tambienentrardn juego -en cada elecci6n- el nOmero inscriptosy votantes, al igual que la mayoro menorpresencia de obrerosy no obrerosen las urnasen cada elecci6n. 24 Entreotros, puede mencionarse a Brooks Manza (1997), quienes seialan el oscurecimientode la y presencia de clivajessociales (entreellos de clase social) paradarcuenta del votoen los estudios con enfoques a dicot6micos, mientrasque sus modelos multivariados Ilevaron cuestionarlos hallazgos de un declinarde la los relaci6nclase-voto (entreotros clivajes sociales) en Estados Unidos.

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Un Cltimo a puntoa considerar, mitadde caminoentrela discusi6nconceptual y la metodol6gica:para las dos corrientespoliticas consideradas (socialismo y no evoluci6n peronismo), se ofreceunadiscusi6nsobrela propia politico-programitica de ellas, lo que se tomacasi como dado. ,Eslo mismoel socialismode comienzosde al siglo que el de antes del golpe de 1930,o el inmediato posterior golpe y previoal electoral peronismo 1946?LEs mismo peronismo del en lo el instrumentado surgimiento a travesdel Partido Laborista la UCR-Junta en (y Renovadora) 1946que el que acompaf6 la reeleccion de Menemen 1995? ,Que efectos tuvo la profundacrisis del de afectanestos peronismo capitalino su enormep6rdida caudalelectoral? ,C6mo y vaivenes de la politicade partidosla magnitudy tendencia de un voto de clase? Asociado a ello estA la variabilidad de programAtica los partidos,en cuanto a sus referencias tbrminos clase. ComoserialaWeakliem en de (2001):"El supuestobAsico de las referencias no (account)politicases que cuandolos partidos ofrecenposiciones marcadamente diferentes a sobre cuestionesque involucran la clase, la gente se les pueden influir sobre el potencialpara un voto de clase, pero la medidaen que este potencialse concretedependerA los partidos de (pag. 214;6nfasisen politicos" el original)25. 5. Algunas observaciones a partirde andlisis de correlaci6n y regresi6n y discusiones basadas en los indices de Alford y Thomsen Lascorrelaciones entrevotoporlos partidos interes grandesagrupamientos de y ocupacionales muestranuna clara tendencia de los partidossocialistas-o de izuna quierda-(1916-1930)o de corte laborista-populista (1946 en adelante)a exhibir manuales.A la inversa,los particon positivasignificativa trabajadores correlaciOn dos que mas se aproximan un perfil centroo conservadorespresentancorrelaa de ciones negativassignificativas esta mismacategoriaocupacional(o, de forma con equivalente,altas correlacionespositivascon Altos no manuales/ profesionales). N6tese que se tratade correlaciones paraagregados,tomandocomo unidadla secci6n electoralde la CapitalFederal,respetando,como se sepalo, las 20 secciones creadas en 1904-una descripci6nde las distintascategorizacionesocupacionales se ofrece en el Ap6ndiceI. debe recordarseque, por razones comparativas las elecciones con Tambien en previasa 1951,se trabaj6, la medidaen que se contabacon los datos pertinentes, con el voto masculinosolamente.En el cuadroA del Ap6ndice IIse ofrecen, para elecciones presidenciales, valoresde los coeficientesde correlaciOn los linealsimple de Trabajadores manualescon los partidospositiva negativamente asociados a los y mismos. Enel cuadroB, tambi6nen el Apendice II,se presentan,paraelecciones presidenciales,los coeficientes de las regresionespor pasos, considerandocomo variablesindependienteslas categorfas Trabajadores manuales,Bajoy medio no hasta 1942, con las categomanualyAltomanual(donde se incluyenProfesionales) rias de Obrerosindustriales, Obrerosde los servicios, Cuentapropia,Empleados25Eneste mismosentido, Weakliem (pdgs. 213-214) cita a Przeworski Sprague (1986, pg. 9), quienes y sostienen que "elsobresalirrelativo la clase como un determinante comportamiento de del electoralindividual es una consecuencia acumulativa las estrategias seguidas por los partidospoliticosde la izquierda". de

volvera incapaz de usar a la clase como guia en su voto (...). Las condiciones socia-

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JORGERAUL JORRAT LUISROBERTO Y ACOSTA

industriales Empleadosde los servicios(construidas partir los Censos de 1947 a de y desde 1946 hasta 1973, mientrasque desde 1983 se y 1960 porFacciolo, 1981)26 us6 una categorizaci6n partir los padronesde 1996, considerandoen la exploa de raci6na Trabajadores manuales,Empleadosy profesionalesy Estudiantes (Altono Socialistao a la manual).Hasta 1942 la variabledependientefue el voto al Partido (con el PS como el socio ampliamente lzquierda mayoritario)desde 1946 en adey o lanteal Peronismo, peronismo partidossimilaresen partede la d6cada del '90, y adembsde los sustitutos los que se expres6el peronismo durante proscripci6n la por (1958-65). Hist6ricamente, desde el puntode vistade las correlaciones y ecol6gicas, hay indiciosde unafuertevinculaci6n entreclase socialy voto.PrActicamenimportantes te todos los coeficientesde correlaci6n linealsimpleentretrabajadores manualesy voto socialistaprimero, voto peronistaluego, son positivosy significativos. Similar el panoramacuando se analizanlos coeficientes de regresi6nen es regresiones por pasos. Cuandola variabledependiente es PS o lzquierda,hasta 1931 los Trabajadores manualesson los que entrancon coeficientespositivosen la sin la regresi6n, excepciones, mientras desde 1934hasta 1942es mAsrelevante que fuertepresencia negativade los Altosno manuales.Tambidn sistematicala prees sencia positivade los Obrerosindustriales entre 1946 y 1973 al considerarcomo variable alternativos durante etapa de la dependienteel Peronismo sus sustitutos y/o La a la proscripci6n. ecuaci6n correspondiente 1983 muestrala presencia positiva de los Trabajadores manuales.Cuandose consideranlas tres Oltimas elecciones presidencialeses mAsrelevantela presencianegativade Profesionales Estudiany variable en de tes, o no entraninguna (presidenciales significativamente la regresi6n 1995).Entodas las otraselecciones intermedias las de diputados acompafran (o que a las presidenciales)de ese periodo,siempreaparece la presenciapositiva,signifimanuales27. cativa,de Trabajadores Si nos atenemosa un andlisiscentradoen coeficientesde correlaci6n regrey electoralestradicionales, se si6n paradatos agregados en las 20 circunscripciones observa una pauta sistemAtica: un voto de clase, entendidocomo voto de la hay clase obrera(trabajadores en manuales),con un importante crucialrealineamiento y electoralesobreraspasaronrelevantemente sociadel 1946,cuando.laspreferencias lismoal peronismo. En cuanto a la preguntasobre si la tendencia a una vinculaci6nclase-voto en de enfoque, caben algunas estariadebilitAndose el tiempoa partir este primer26No agrupamosObrerossecundarios, Obrerosde servicios Cuenta y propiaen una posible categoriade de manuales,porquese tratade categorias disimiles:la correlaci6n a pares entreellas es negativa Trabajadores y significativaen todos los casos de 1947 y 1960, salvo uno en 1960 (Obrerosindustriales Cuentapropia). y 27Debe notarse que cuando se estimanecuaciones de regresi6npor minimoscuadrados para las elecciones presidenciales de 1989, 1995 y 1999, con voto al peronismocomo variabledependiente y Trabajadores manualesy Altosno manuales(Profesionales,Estudiantesmayoresy Empresarios) como variablesindependientes -en una visi6ndicot6mica-, en la primera Trabajadores los manualesson positivossignificativos,los Altosno manualesnegativossignificativos; 1995 ambas son positivassignificativas en de (otroindicador que el peronismo concit6 el apoyo de los extremos del espectro social, sin perderel voto obrero)y en 1999 s6lo Trabajadores manuales Ossignificativa,positiva. Lo que sugiere cierto carActer"desviado"(en t6rminosde cambios en la pautasocioespacial conocida del electorado)de las elecciones presidencialesde 1995 (no asi la de diputados). Los resultados para correlaciones y regresiones de elecciones de diputados no se presentan aqui; pueden solicitarsea los autores.

DELSIGLOXX LASELECCIONES PORTENAS

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en El observaciones,que hacen mAsa las variaciones la politica. candidatoperonista en triunfante las elecciones presidencialesde 1989 (CarlosMenem)imponeun giro de tradicionales su partido, de 1800 respecto de las politicasecon6micaspopulistas a dentrode la corriente que globalizadora se profundiza incorporando la Argentina -un de en la decada del '90,a partir las asi Ilamadas tantovagamente-orientaciones fuerareelectoen 1995,lograra neoliberales.Elloimplic6 que, cuandoeste candidato ubicados en las antipodasde su el apoyo electoralde sectores tradicionalmente de en lo partido, que a su vez se tradujo la reducci6nde la pautatradicional votoen Federal. embargo,cuando Sin de las elecciones presidenciales ese alo en la Capital para esa misma elecci6n se considera el voto a diputados, instanciaen que los partidosde tipo conservadorvotaronporsus propioscandidatos,se reflejanuevade En tradicional. las elecciones presidenciales 1999es mbs mentela pautaelectoral fuertela presencianegativade los Altosno manuales,mientras en las de diputaque en manualeslos que entran dos son los Trabajadores significativamente la regresi6n. En un intentode avanzaren el estudio de la relaci6nclase-voto, buscando usamosla propuesta enfatizar grandestendenciasmAsque estimacionespuntuales, manualesy no manualesvotantes el de de Kingparaestimar porcentaje trabajadores o por que se inclinaron fuerzas politicasde izquierda de tipo laborista-populista28. se Unavez estimadosesos porcentajes, obtuvieron indicesde Alford Thomsen, los y clasista relativo". de consideradoscomo representantes un "voto Enel cuadro1 puede verse, considerando todos los nivelesde elecci6n, que el es promediodel indice de Alford 37,2 % parael periodoque va de 1912 (primera elecci6n antes del golpe. (Enel elecci6n bajo la ley Shenz Pefa) hasta 1930, Oltima II,cuadroC, se presentanlos valoresde los indicesespecificos poraro de Ap6ndice manualesvotande elecci6n). Enesta etapa el promedio apoyo de los trabajadores tes al socialismo(o izquierda) de 56,6 %29.N6tese que si la proporci6n ambas de fue clases que votan izquierda peronismoes la misma,entonces no hay un voto de o el clase relativo que el indice de Alford serAcero, quedandos61lo voto de clase ya absoluto.Elindicecreceraen la medidaen que crezca el votosocialistao peronista de los trabajadores manualesrespecto del de los no manuales. Elpromediodel indice de Alford elecci6n antes del entre 1931 y 1942, Oltima del advenimiento peronismo,baja a 31,9 %, mientrasque el promediode voto de manualesal socialismocrece a un62,8 %,Ioque indicaunmayor trabajadores apoyo de los no obreros votantes a la izquierda.Debe notarse que en este periodo se consideraa la UCRen lugardel PS en las elecciones presidencialesde 1937, por tratarsede elecciones "desviadas" de "realineamiento"), cuandola mayorparte (no de las bases socialistasse inclinaron el candidatoradical. por Entre surgimiento peronismoen 1946 y 1989, l1timaelecci6n antes del el del impactodel giro menemistaen este partido,el valor promediodel indice sube a manualesvotantesal 68,6 %,mientrasque el promediode apoyo de trabajadores28La descripci6n de la propuestapuede verse en el librode King(1997) y el programapara realizarlas estimaciones se encuentraen la pbginaweb www.GKing.Harvard. Edu. 29 N6tese que este valores uno de los componentes del "votoclasista absoluto".Manza,Houty Brooks (1995, pBg. 142) citan a Crewe (1986, pfg. 20), quien define el nivel de voto absoluto de clase -para Gran como "elvoto Conservadorde clase media mAsel voto Laborista clase obreracomo proporci6n de del Bretahratotalde votos".

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JORGE RAUL JORRATLUIS Y ROBERTO ACOSTA CUADRO1

Promedios porcentajes trabajadores de de manualesvotantesque votanizquierda o peronismo fuerzassimilares, de los indicesde Alford Thomsen, y y y paraelecciones segi~nperfodosTodas las elecciones Promedios manuales Indicede Trabaj. Alford votantesque votan izq.o peronismo52,1 56,6 62,8 92,5 93,0 99,0 92,2 70,0 15,1 37,2 31,9 51,5 76,1 68,4 74,8 51,4

de Grupos eleccionesDe 1904 a 1910 De 1912 a 1930 De 1931 a 1942 De 1946 a 1954 De 1958 a 1965 De 03-1973 a 09-1973 De 1983 a 1989 De 1991 a 1999

de Indice Thomsen0,687 1,822 1,482 3,280 5,038 5,517 4,469 2,403

de Cantidad elecciones

3 12 8 4 6 3 5 7

De 1904a 1942 De 1946a 1999 General:1904-1999

58,2 87,1 73,2

32,5 64,0 48,9

1,556 3,962 2,809

23 25 48

Elecciones de presidente exclusivamente Promedios de manuales Indice Trabaj. votantesque votan Alford izq.o peronismo 30,1 60,4 89,7 64,978,0 50,9

Gruposde elecciones De 1904a 1937 De 1946a 1999General: 1904-1999

Indicede Thomsen 1,506 4,3303,200

de Cantidad elecciones

6 915

desde 1991hastalas elecciones de 94,2 %.Finalmente, peronismo trepaa unnotorio el indice de Alford un tanto,hasta 51,4 %,al tiempoque el promediode 1999, baja manualesvotantesal peronismobaja a un 70,0 %. Enesta apoyo de trabajadores una etapa comienzaa producirse debacle en el peronismo capitalino, lo Ilevaa que resultadoselectorales sumamentepobres en el distrito,sin parangoncon Io que ocurrecon esta fuerzaen el restodel pais. el Finalmente, promedio generaldel indicede Alford paratodas las elecciones de 1904 a 1999 es de 48,9 %y el del apoyo de los trabajadores manualesvotantesa o es de la izquierda al peronismo de 73,2 %.0 sea, 7 de cada 10 integrantes la clase obreravotantese habrian inclinado promedio-porla izquierda el peronismo -en o a lo largodel sigio, mas de la magnitud los aportesno obreros30. su vez, un A de del voto en a promedio indicedeall. de clase (Alford) la Capital lo largodel siglo de casi 50 %sugiere,en lineasgenerales,unaimportante de presenciadiferencial los trabajadoresmanualesen el caudalelectoralde las fuerzaspoliticasaquiconsideradas.30Manza,Houty Brooks(1995, pg. 140) mencionanque Heathy otros (1991, 68-69) notaronque "losmiembrosde una clase raramenteproveenmAsdel 60 %de sus votos al partidonaturalde su clase". p.gs.

DELSIGLOXX LASELECCIONES PORTENIAS

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Si se tomanen cuentas6lo las elecciones presidenciales,el promedio indidel ce de Alford de 30,1 %parael periodopreperonista es (1904-1937),con un 60,4 % en de los trabajadores manualesinclindndose la izquierda ese lapso. Enla etapa por peronista(1946-1999),dicho indice mAsque se duplica(64,9 %),mientrasque el apoyode la clase obreravotantetrepaal 89,7 %.Paratodas las elecciones presidendel fue ciales del siglo, el promedio indicede Alford de 50,9 %y.el del apoyo de la o clase obreravotantea la izquierda peronismo de 78,0 %.O sea, las tendencias fue mas altas paralas elecciones presidenciales. son similares ligeramente o de de de Dentro los limites los datos a mano,puede sehalarse,tantoa partir las como de las estimacionesde los indices de Alfordy correlacionesy regresiones manualesy no manualesvotantes Thomsen31, siempresegin el votode trabajadores a los partidosde izquierda (bsicamente el socialista)o de tipo laborista-populista (bbsicamenteel justicialismo), la existencia de un voto de clase parece muy que del claracomo tendencia, mAsmarcadadesde el surgimiento peronismoen 1946. al del del la Hayundeclinara partir giromenemista peronismo promediar d6cada del crisis porluchas intestinasde este partidoen la '90, a lo que se agrega la profunda de Capitalalrededor esa 6poca. en Lastendencias linealesdel votode clase puedenverse mejor los siguientes los y graficos1 y 2, donde se representan indices de Alford Thomsenparatodas las elecciones. Las pendientes de las rectas en ambos casos son positivas y significativamente diferentesde cero, lo que indica una tendencia global creciente. en los las Adicionalmente, el grafico3 se representan fuentes del indice de Alford: manualesy no o apoyos a la izquierda al peronismopor partede los trabajadores manuales.Mientras tendenciadel apoyo obreroes crecientey significativamente la diferente cero, la del apoyono obrero decrecienteaunqueno significativamente de es diferentede cero. ElloIlevaa que el indicede Alford una exhibatambidn tendencia asi la creciente, contribuyendo a afirmar existenciade un voto de clase, entendido como votode la clase obrera.O sea: tantolas perdidaselectoralesdel peronismo en como la caida de la presenciaobrera el electorado,no implicaron el en la Capital que voto peronistahaya dejado de ser un votode clase. El examen de las tendencias para subconjuntos los datos ofrecidosen el de cuadro2 permite puntualizar algunasespecificaciones.Lapendientees positivapara el indicede Alford 1904 a 1942, negativade 1946 a 1999, pero en ambos casos de de ser estadisticamente Es notar aun parael muylejos significativas. interesante que periodo 1991-1999, en la d6cada de la caida electoraldel peronismoporteio, la es si Los pendiente, biennosignificativa, positiva. resultados parael indicede Thomsen muestranpautas similares.Parael caso de las elecciones entre 1931 y 1942 (despu6s de un golpe y antes del otro),las pendientesparaambos indicesson negativas En no significativas. mas de unaelecci6n de este periodoel radicalismo se present6, lo que debe haberalteradola composici6ndel caudalelectoralsocialista.Finalmenhasta 1989, antes del te, cuandose consideranlas elecciones de la etapa peronista es tamgiromenemista,la pendienteparael indice de Alford positivasignificativa,31Lacorrelaci6nlinealsimple entreel indice de Alford el de Thomsen, y paratodas las elecciones, es de del 0,908, mientrasque paralas presidencialeses de 0,874. Dada la mejorcomprensionintuitiva indice de Alford, nos centraremosen el mismo.

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JORGE RAUL JORRATLUIS Y ROBERTO ACOSTA GRAFICO 1

0,8 0,6 0,4? W.

0,20

1900

1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 * Alford UnealAlford GRAFICO 2

7.-

1900

1910

m Thomsen ineal(Thomsen) 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 Lineal (ApoyThomsen Uneal (Thomsen) ---GRAFICO 3

0,6 0,4 0,8 0,6 r* * A

1900

1910 -

1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 * Apoyomanuales A Apoyono manuales Uneal Uneal no (Apoyo manuales) (Apoyo manuales)

XX DEL LAS ELECCIONES PORTENAS SIGLO

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peronismo, y para los indices de Alfordy Thomsen. Variableindependiente: Aios.

CUADRO 2 Rectas de tendenciaparaporcentajesde obrerosvotantesque votanizquierda o coeficientes Onicamente Ecuaciones paraperiodos muestran que significativosConstante Coeficiente -0.033 -0.004 (c) 0.004 (c) -0.005 0.004 (a) -0.028 (a) 0.005 (a) 0.005 (c) 0.004 0.005 (b) -0.147 (b) 0.0910.031 (c)

R2 0,431 0,386 0,263 0,426 0,266 0,642 0,301 0,404 0,492 0,571 0,701 0,4900,291

%Voto obrero izquierda peronismo a oTodaslas elecciones: 1931 - 1942 Todaslas elecciones: 1946 - 1999 Todaslas elecciones: 1904 - 1999 Elecciones presidenciales1946-1999 Eleccionespresidenciales1904-1999 64.057 9.389 (c) -6.104 (c) 10.733 (a) -6.263 55.555 (a) -8.288 (a) -8.245 (c) -6.756 -9.707 (b) 286.696 (b) -179.621-57.130 (c)

Indicede Alford Todaslas elecciones: 1931 - 1942 Todaslas elecciones: 1946 - 1989 Todaslas elecciones: 1904- 1999 Elecciones presidenciales:1946-1989 Eleccionespresidenciales:1904-1999 Indicede Thomsen Todaslas elecciones: 1931 - 1942 Todaslas elecciones: 1991 - 1999Todas las elecciones: 1904 - 1999

Eleccionespresidenciales 1904-1999 -68.879 (a) 0.037 (a) Notas: Valores cursiva: < 0.10; (a) p < 0.05; (b)p < 0.01; (c) p < 0.001. en p

0,361

bi6npositivapero no significativa parael de Thomsen.Estaes una etapa de estabien lidado crecimiento la presenciade un voto de clase. Las pautas paralas elecciones presidencialesson similares. Parael indicede Alford obtienenvalorespositivossignificativos el caso de todas las elecciones se en caso la significaci6nno es y aquellas entre 1946 y 1989 (aunque en este Cjltimo demasiado alta:p < 0.10). En el caso del indice de Thomsen,este Oltimo valores Paralas primeras elecciones, 1904-1937,las pendienpositivoperono significativo. tes son positivaspero no significativas. Tomadas elecciones presidencialesen su conjunto, pendienteentreahos las la valorespositivosy significativos. estos Cuandose parcializan y cada indicemuestra etapas politicas,las pendientesparaelecciones previasa 1946 se manarfossegOjn tienen positivaspero no estadisticamentesignificativas. de la etapa peronista Las son negativas,no significativas. Cuandoen la etapa peronistase eliminan eleclas clones del periodomenemista(las de 1995 y 1999), la pendientees positivapara ambos indices, aunque s6lo el de Alford alcanza un nivelde significaci6nrelativamentebajo(p < 0.10). Si se busca unapautacomparativa en internacional, el estudio de Nieuwbeerta obtiene para casi todos los paises y epocas considerados un se valornegativode la pendiente,valoresen los que descansaba para apuntalar su del hip6tesisde unafuertecaida en la relevancia votode clase. A partir los elementosprecedentesse puede serialar disminuci6n la de una de vinculaci6nclase-voto en la Ciltima decada del siglo, algo que estA muy lejos de

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JORGERAUL JORRAT LUISROBERTO Y ACOSTA

indicaruna desaparici6nde dicha vinculaci6n32. asi Surgiria la preguntasobre un de o posible grado de desalineamiento realineamiento la clase obreraen la l1tima etapa. Algunosvalores que hacen referenciaa la vinculaci6nde los trabajadores manualesvotantescon otrasfuerzas,hablarian biende una"dispersi6n mfs relativa" del voto de clase obrera-m~s que nada entrefuerzasafines al peronismo-,que de sea formarelevantecontinuaapoyandoa este Ultimo, cualquiera su formade expresarse electoralmente, dada la casi desaparici6ndel partidooficialen el distrito a comienzos del siglo XXI. Altascorrelacionespositivasentreclase obreray voto por distintospartidosde corte "populista" MODIN o Partido Blancode los Jubilados, (tipo en esta direcci6n.Porotrolado, nuevasfuerzasde corte proporejemplo),apuntan como el Frepaso,no parecen habercapturadoapogresista surgidasen el distrito, de relevantesde la clase obrera,independientemente que puedan yos diferenciales haber logradoavances dentrode esta clase, particularmente 1995, cuando el en candidatodel Frepasoera un recienteex gobernadorperonista33. sea: no se obO de servariaun realineamiento la clase obreracon unafuerzapoliticaespecifica, a la vez que, aunquereducidoen su caudal,el peronismo remanente descancontinuaria sando bAsicamente el apoyoobrero.Loque a la parde la vinculaci6n la clase en de obreracon partidosafines al peronismo hablarde desalineamiento. En cuestionaria realidad,de los tres procesos mencionadospor Pakulski Waterssobre desaliy de de neamientoy disminuci6n la influencia la clase sobre el voto (declinaci6ndel de votode clase y del compromiso clase con los partidos,declinacionde la base de clase de las organizacionesy del uso de un imaginario clase y de concienciade de32 No existe, dentrodel Ambito academico local, una discusi6n actual sobre la relaci6nclase-voto en la en Capital.Enel Ambitoperiodistico,hay dos notas de Susana Torrado el diarioClarin (1996, 2000), en las que de serialala desaparici6nde la influencia la clase sobre el votoen la Capital,algo consideradouna buena noticia. Si bien allise habla de lo que muestranlas correlacionesentreindicadoresde las variablesde interes,no ofrece coeficientes de correlaci6nni su significaci6n.Cuandose calculan tales coeficientes para sus propios datos y a asi de traicionando la visi6nimpresionista unidades, los resultadosvan en direcci6ncontraria sus afirmaciones, la autora.Su andlisisdividea la Capitalen cinco zonas, agrupandoinformaci6n disponibleparaun mayornOmero de unidades (las 28 secciones). Aunquereduce asi la variabilidad sus indicadoresy del voto, las correlaciode nes igual expresan su fuerza:seg6n sus propios datos para las elecciones de 1995, todos los coeficientes del Frepaso son negativos con los indicadoresde pobreza (variosestadisticamentesignificativos),mientraslos del PJson todos positivos(significativosen su ampliamayoria). mismapautase observa parasus datos de 2000, La aunque atenucndose las correlacionespositivasdel peronismocon pobreza, productode la crisis del partidoen el distrito.Torrado tiende a percibiren el triunfo generalizadodel Frepasoo Alianzaa lo largode sus zonas o de las 28 circunscripciones,que la obtenci6n de porcentajes no muy diferenciados de votos en barriospobres, medios y ricos indicaque un partidoes apoyado casi porigualportodos los sectores. Perountriunfo este tipo de puede descansar decididamente mAsen un sector que en otrodentrode cada zona, que es lo que realmente de correlaci6ny regresi6npertinentes(apoyo clarode los sectores obrerosal justicialismo, sugieren los an.lisis de los sectores medios o medio-altos al Frepaso, UCRo Alianza).En Jorrat(2000a) se muestra una imagen clfsica para las elecciones de Jefe de la Ciudad(2000): las correlaciones(para las 28 secciones) sugieren una vinculaci6nde las categorias de clase obreracon peronismo(I. Roy),de las de clase media con la Alianzay de Debe notarse que es mucho mAsaventuradoel ejerciciode la autora las de clase media-altacon Cavallo-B6liz. en 2000, ya que deduce el "votode cada clase" y el "votosegOn clase" a partir dos cuadros donde asigna de clase social segOnniveles de pobrezade las zonas y resuelveporun fiatelproblemade la inferencia compordel de tamientoelectoral a partir datos agregados. Aun las notas para diarios,creemos, deberian ser cuidadosas tantoen sus enfoques como en el uso de herramientas metodol6gicas apropiadas,mAsallAde que el estilo se adapte luego a un nivelde divulgaci6nperiodistica. 33AdemBsde los valores mostradospor nuestras correlacionesy regresiones ecol6gicas, en una ecuaci6n de regresi6nlogistica parauna encuesta post-electoralde 1999 en la CapitalFederal(encuesta del CEDOPUBA,369 casos), con las chances de voto PJ (presidente)como variabledependiente, y clase social (= 1 para manuales,0 en otrocaso), el coeficiente de regresi6nes positivosignificativo, mientras Trabajadores que paralas chances de voto por la Alianzael valordel coeficiente es negativo significativo.

DEL LASELECCIONES PORTENAS SIGLOXX

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clase en politica),los mismos parecen estar presentes de formamuy parcialen el contexto de la CapitalFederal,siempre dentrodel importante nivel de vaguedad empiricade estas afirmaciones. No obstante, de perpetuarsela crisis profunda peronismocapitalino-nodel toriaen elecciones no presidenciales-,es posibleque se comience a plantear tanto el tema del desalineamiento como de un realineamiento, la pardel posible surgia mientode nuevosclivajespoliticos de nuevasy distintas lealtadesentrelos votany/o tes porteios34.Todoello en el contexto,como seralramos, de una caida del peso de la clase obreradentrodel electorado.Talcaida no deberiaoscurecerse -en un intentode darcuenta del voto-, mediantevariacionesad hoc en las definicionesde en clase, buscando, porejemplo,incluir la clase obrerao manuala los ampliossectores marginadoso socialmenteexcluidos en la Argentina comienzos del siglo de mas pr6ximos unaidea de "subclase" a Si XXI, quizAs (underclass). no, se darialugar a cuestionamientos como los de Clark, quiense preocupabade que debido a estos mecanismosde re-definici6n clase no mueranunca", menos en t6rminos la al de "la del voto. explicacion 6. Comentarios finales Masalla de los avataresde la politicaen la ciudad de BuenosAiresa lo largo el del sigloXX, votode clase exhibeunatendencialinealcrecienteen todo el periodo, sin encontradasen las investigaque se distinguede las "fluctuaciones tendencias" ciones sobre el tema en los paises industriales avanzados. Asi, la respuesta a la es "No,no ha muertoel votode preguntaen el titulode nuestroarticulo claramente: clase en la Capital", aunque tendi6 a disminuir estabilizarseen un niveltodavia y en de importante el Oltimo quinquenio los '90. Esa pauta general presentaalgunos aspectos diferencialessegin las etapas Sefalamos que en la Oltima decada del hist6rico-politicas se puedenconsiderar. que siglo disminuyela fuerzadel apoyo obreroal peronismo,lo que no implicaque la vinculaci6n clase-votohayadesaparecido:en el momentomas bajode esta vinculaci6n (de 1991 a 1999), el peronismo obteniaen promedioel 70 %de apoyo de los manualesvotantes,a la parque, segOnel indicede Alford trabajadores (51,4 %),el voto de clase (obrera) relevante en exhibia,en promedio,una presenciadiferencial cuantoa dar cuenta del caudal electoraljusticialista. el Oltimo En de quinquenio la decada del '90, las perdidasde apoyo obreroson acompahadasporp6rdidasrelativas mAsrelevantesde apoyo no obrero,lo que implicaque el indice de Alford se mantengao crezca ligeramente (52,8 %).Si se comparala etapa 1989-1993con la a del etapa 1995-1999,al pasarde la primera lasegunda la caida promedio apoyode de obrerosvotantesal peronismo -pasan de unpromedio 87a 68 %-es comparativamentemenoren t6rminos relativos la caidapromedio apoyode los no obreros del que34 En ecuaciones de regresi6nlogistica con datos de dos encuestas del Area Metropolitana Buenos de Airesdespues de las elecciones de 1995 y 1999, Clase social(= 1 paraclase obrera,=0 clase media, = -1 para clase media alta), Economia(percepci6n retrospectiva favorablede la economia nacional= 1, regular= 0 y mala politico-partidariaen 1999 = -1) , Ideologia en 1995 (= 1 izquierda,= 0 centro, = -1 derecha) e Identificacidn (= 1 si se identificabacon PJ, = 0 si independientey -1 si se identificabacon otrafuerza),todas entrabanpositivay significativamente para dar cuenta de las chances de voto al PJ. O sea, cuando la clase, hacia el finalde siglo, compite con otras variables cruciales, es relevante, al igual que lo son la economia y la ideologia o la politica(Cant6ny Jorrat,2002).

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JORGERAUL JORRAT LUISROBERTO Y ACOSTA

votantes-pasan de 25 a 15 %-.Hastadonde Ileganuestraexploraci6n, valores los de losindicesde Alford Thomsenparecenhaberseestabilizado el quinquenio en y 95-9935. ElOnico realineamiento notorio observaa partir surgimiento se del electoraldel en no a abiertamente elecperonismo 1946.Cuandoel peronismo puede presentarse ciones despu6s de 1955 y hasta marzode 1973, los partidosalternativos el voto y/o en blanco son los que traducenla pauta del voto de clase en esa etapa. En esos momentos tantoel apoyode los obrerosvotantescomo el indicede Alford imporson es tantes,sugiriendo en la etapa de la proscripci6n la clase obrerala que habria que mostrado fidelidada las distintas de alternativas expresi6ndel votoperonista. mayor de las apelacionesexpresasa sectores de clase, es induIndependientemente dable que resultadificilsepararal peronismo su historia identidad de de en popular, un contexto en el que el imaginario colectivo (con sus dificultadesde traducci6n habriajugadoun roldestacado en el mantenimiento la pautade apoyo de empirica) obreroa esta fuerza-mAsallA deterioro su fortuna del de electoral-.Eneste sentido, nos parece de inter6sestrat6gicouna consideraci6nde Weakliem idea (2001):"La de clase (de Hout,Brooks Manza1993,pbg. 272) como una'heuristica' y psicol6gica a sugiere unaexplicaci6nparaesta estabilidad.Si la gente se ha acostumbrado ver sobrela igualdadmaterial, a pensara unpartido la politica como unconflicto tender, de como representante los ricos y a otrocomo representante los pobres. Para de mAsacusadamente,la gente espera ver a un partidode los ricosy a un plantearlo partidode los pobres; aun si los partidostratande ir mAsallc de las categorias tradicionales izquierda derecha,la gente de en y poni6ndolos estos roles. continuar, Ellono implica decirque las imAgenes los partidos cambiannunca... Perouna de no vez establecidas, pueden continuar si los partidosno hacen demasiado para aun fomentarlas" (pug. 218; 6nfasisen el original)36. Si a la caida electoralvertiginosa peronismo la Capital del en -que no se expresa tantocuando se tratade un candidatopresidencial-se suma lo que parece ser una profunda crisis de los partidosy de la representaci6n politicaen visperasde la elecci6n presidencial siglo XXI, del primera quedanabiertaslas puertasparamas de un reacomodamiento segOnvariadosclivajessociales, entrelos que, sin dudas, retendrA presenciael votode clase. Esa presenciaserbmdsfuerteen la medidaen su en que el peronismoal menos mant