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Una publicación de la

Consejo editorialJorge Rodríguez GómezFelipe SaldiviaGustavo Borges Revilla

direCtoraMercedes Chacín

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direCtora de arteEdarlys Rodríguez

Coordinador de fotoGrafÍaJesús Castillo

asesor editorialReinaldo González

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redaCCiónNathali Gómez MoscosoGustavo MéridaAnder De TejadaMarlon Zambrano

diseñadores Lisbeth MontellÓscar Hernández

ilustradorAlfredo Rajoy

fotóGrafoMichael Mata

CorreCtorRodolfo Castillo

loGÍstiCaIdania BracamonteDaniela FernándezEdi Cordero

Colaboran en esta ediCiónClodovaldo Hernández, Naile Manjarrés, Mercedes Sanz, María Gabriela Blanco, Dulce Medina, Indira Carpio, Reinaldo Iturriza, Humberto Márquez, Enrique Hernández, Jimweruska Centeno, Jessica Mena, Franklin Alviárez, Julietnys Rodríguez, L. “Razor” Balza y Andrés Palacios. Archivo Ciudad CCS.Fotografía de portada: Michael Mata.

impresión Complejo Editorial Alfredo ManeiroEditorial Metropolis, C.A.

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Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166

Contenido

Revista GRatuita CirCula los domingos Con el diario Ciudad CCs búsCala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jaCinto, edif. gradillas “C”, piso 1, al lado de la taquilla úniCa de serviCios muniCipales y en la librería-bar el teCho de la ballena, edif. gradillas “a”, planta baja, bulevar del eterno retorno

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015.Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.

02 — (anti)perfilLuis Almagro

05 — el menjurje Mancheta y demás

10 — músiCa Una ofrenda a la naturaleza

12 — mitos De cómo el Tío Ho venció al Tío Sam

20 — CróniCasofiCinesCas

22 — sexodiversidadDe salvajes y domesticados

28 — GastronomÍaPichones de sibarita

29 — CróniCasManual del levante (IV)

06 — Ciudad La Galería se tiñó de diversidad

13 — miradas Pasando frío en el Mukumbarí

21 — boleros que Curan Un poema que se baila pegao

23 — miradas Daesh existe

33 — desde la raÍzCaracas en vitral

34 — poesÍao nada

36 — el rumorde las bolas

35 — CruCiverbo’sCrucicentrifugado

37 — la bitáCorade amón-ra

(anti) PERFiL02

POR CLodovaLdo HERnándEz • [email protected]/ IlUSTRacIóN aLFREdo RaJoY

Los uruguayos de izquierda, empezando por pepe mujica, están apenados con américa Latina. Los gobernantes

de avanzada que apoyaron su candidatura a La secre-taría generaL de La oea, por su parte, están indignados. apenas arriba a su primer año en eL cargo y este supues-

to inteLectuaL de izquierda ya ha restaurado aL viejo organismo como ministerio de coLonias de eeuu

Pena. A José “Pepe” Mujica le dio pena con América Latina y prefi-rió sacudírselo. “Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irre-versible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido”, fue su lacónico mensaje.

Pena. A los uruguayos que residen en Venezuela y que forman par-te del Comité Bolivariano Artiguista también les dio pena: “Nos sentimos avergonzados de que haya nacido en Uruguay, es más, de que haya nacido en Nuestra América, cuyo proceso de integración está en marcha, a pesar de los designios contrarios de Estados Uni-dos y sus corifeos criollos. Usted se ha puesto al servicio de ambos”.

Pena. A los integrantes del Movimiento de Participación Popular, organización política a la que pertenece el sujeto, también les dio pena. “Usted pretende dificultar la convivencia democrática en Venezuela”, dijeron los dirigentes de este bastión fundamental del Frente Amplio, la coalición que gobierna Uruguay.

Pena, en fin, es un sentimiento muy común alrededor de Luis Almagro, abogado próximo a cumplir 53 años y, según todos los apenados anteriores, en mala hora electo secretario general de la Organización de Estados Americanos.

Indignación. Varios de los gobiernos que aportaron sus votos para elegir al ex canciller uruguayo como sucesor del muy cuestiona-do José Miguel Insulza, incluyendo el de Venezuela, se muestran indignados con la actitud del diplomático sureño, quien está ape-nas arribando a un año en funciones como secretario general de la OEA y ya ha sido calificado por la canciller Delcy Rodríguez, sin medias tintas, como “enemigo de Venezuela”.

¿Serán exageraciones propias de la confrontación política? No pa-rece, pues mientras en numerosos países del hemisferio, Estados

Unidos incluido, ocurren toda clase de acontecimientos violentos, reñidos con las normas de la democracia, el caballero solo parece tener ojos para husmear en Venezuela y oídos para escuchar los chismes de los dirigentes opositores.

Un ejemplo es su respuesta diferenciada ante asesinatos de diri-gentes políticos. Como muchos recordarán, Almagro saltó —casi en tiempo real— a condenar como crimen con motivos políticos el homicidio de un dirigente de Acción Democrática en Guárico, durante la campaña electoral. En su declaración, exigió al Conse-jo Nacional Electoral garantizar la transparencia en las elecciones parlamentarias que ocurrirían en diciembre. Pues bien, según una recopilación realizada por los (apenados) uruguayos residentes en Venezuela, durante el ejercicio de Almagro han ocurrido los siguientes acontecimientos, sin que el susodicho haya emitido ex-horto alguno a las autoridades electorales: asesinato del dirigente opositor mexicano Francisco López Liborio (9 de junio); asesinato del candidato opositor hondureño Erasio Vieda Ponce (18 de ju-nio); en Guatemala fueron asesinados, en sucesión, el candidato opositor Estuardo Anzueto (2 de julio), el candidato Orlando Guz-mán (11 de agosto), el líder opositor Abel del Cid (12 de agosto), la candidata opositora Clavelina Mérida (31 de agosto); asesinatos en Perú del alcalde Francisco Ariza y su asesor Henry Aldea (20 de octubre); asesinato del dirigente opositor colombiano Edison Blanco Correa (1° de noviembre); asesinato del encargado de lo-gística del candidato presidencial haitiano Moises Jean Charles (6 de noviembre).

Parece bastante evidencia, pero, para subrayar la diferencia de tra-to, ha de saberse que el asesinato del dirigente de AD fue investi-gado y esclarecido velozmente y resultó ser producto de un oscuro asunto interno de la oposición y de las megabandas delictivas de los Llanos. Almagro no hizo aclaratoria alguna.

Luis ALmAgro EL sECREtaRio dEL imPERio

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Edición Número Ciento setenta y nueve. Año 04. ÉPaLE CCsCaracas, 22 de mayo de 2016.

Indignación. Es lo que exudan las palabras de Roy Chaderton, ex representante de Venezuela ante la OEA, quien compara a Almagro con “otro hombrecito uruguayo”, José Antonio Mora, el secretario general de la OEA que convalidó el derrocamiento del gobierno democrático y constitucional del bolivariano Juan Bosch y la inva-sión de República Dominicana por los marines.

Siempre cáustico, Chaderton deplora que ambos personajes ha-yan salido de un país de gigantes como (José Gervasio) Artigas, (Mario) Benedetti, (Eduardo) Galeano, (Jorge) Damiani, el pintor; (Alcides) Ghiggia, el histórico goleador; y el propio Mujica. “Qué triste que este otro uruguayo haga esfuerzos desesperados para ga-nar puntos de miserable súbdito del recompensador imperio”.

El diplomático hace una confidencia: “Nuestra Cancillería nunca lo quiso; el canciller Jaua intuía las miserias de Almagro, pero ¿qué podíamos hacer ante la enfática petición del estadista de mayor credibilidad en este continente y gran aliado de Venezuela (Mu-jica), quien nos persuadió a votar por su candidato y de arrimarle unos voticos adicionales?”, dice.

Chaderton reconoce que es tarde para recoger la leche derramada, pero dice que le entró un fresquito con el “desahucio público que hizo Mujica del liliputiense burócrata, con palabras que, traducidas al venezolano, quieren decir que lo mandó al mismísimo carajo”.

Lo que ocurrió con Almagro puede tener dos explicaciones: o estuvo fingiendo, infiltrado en el gobierno de Mujica, y ahora ha mostrado su verdadera ideología política; o antes era un tipo de izquierda y con el cargo le compraron la conciencia.

La verdad era que Almagro no descuadraba al lado de Mujica. Polí-glota (habla inglés, francés, alemán y algo de chino), ex funcionario diplomático en Irán, Alemania y China; padre de siete hijos, vege-tariano y fanático del equipo de fútbol Nacional. Se veía bien, como un cuadro intelectual en el gobierno irreverente e izquierdista de la nación a la que alguna vez se llamó “la Suiza de América”.

Si nos ponemos conspiranoicos, hay que decir que fue una jugada magistral de Estados Unidos y sus socios de la derecha latinoame-ricana. Con su elección le hicieron creer al resto del hemisferio, en particular a los gobernantes de línea socialista o popular, que se habían anotado un gran éxito, pero seguramente ya lo tenían comprometido para ser el restaurador de la OEA como el viejo Mi-nisterio de Colonias del imperio.

Si Almagro estaba fingiendo, lo hizo muy bien. Como canciller del gobierno de Mujica fue pieza clave para instaurar los organismos de la nueva arquitectura de la integración latinoamericana: la Co-munidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la

Unión de Naciones de Suramérica (Unasur). También fue ejecutor de gestos significativos de Pepe, como recibir ex presos de la cárcel de Guantánamo y refugiados de la guerra imperialista en Siria.

Como sea, el imperio demostró una de sus mayores habilidades: identificar a potenciales traidores y tentarlos con las mieles del po-der o el dinero. Saben que las cuñas del mismo palo son las mejores y los figurones de la izquierda convertidos en agentes imperiales hacen mejor la tarea que los derechistas de toda la vida. Y Almagro es ahora el secretario del imperio.

El internacionalista Sergio Rodríguez Gelfenstein ha escudriñado en la trayectoria de Almagro y concluye que “para llegar a ser can-ciller y secretario general de la OEA traicionó, no una, sino dos ve-ces su ideología, si es que alguna vez ha tenido alguna”, pues origi-nalmente pertenecía a un partido derechista y se apartó de él para subirse al tren del Frente Amplio. “Hoy, disfrazado de ‘hombre de izquierda’ por las transnacionales de la comunicación, se apresta a clavar una daga a la integración latinoamericana para continuar aferrando la región a EEUU por mandato de las oligarquías”, dice.

Más indignación. Almagro ha llegado a extremos. Ya es una espe-cie de vocero mundial de la MUD (que quiere imponer la fecha del referendo), defiende ardorosamente a los dirigentes contrarrevolu-cionarios que lo visitan y ha asistido a eventos donde los ponentes son “puras joyitas” antivenezolanas como Álvaro Uribe, Jorge Qui-roga y José María Aznar. Por eso la indignación va in crescendo. Gente con al menos unos mililitros de sangre nacionalista le ha he-cho alguna crítica. Los chavistas duros le han dicho todo lo que les ha salido del alma. Por ejemplo: el alcalde Jorge Rodríguez encarnó la opinión de muchos, quienes creen que Almagro se vendió por el bíblico plato de lentejas: “Es usted un lambucio”. No se diga más.

“PaRa LLEgaR a sER CanCiLLER Y sECREtaRio gEnERaL dE La oEa tRaiCionó, no una, sino dos vECEs su idEoLogía, si Es quE aLguna vEz Ha tEnido aLguna” (sERgio RodRíguEz gELFEnstEin)—

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el menjurje 05

Edición Número Ciento setenta y nueve. Año 04. ÉPAle CCSCaracas, 22 de mayo de 2016.

Danza para César Rengifo

Con más de cien niñas, niños y jóvenes actuando, Magia cítrica, del Movimien-to Nacional de Teatro Infantil y Juvenil César Rengifo, se presenta hasta hoy en la sala Ríos Reyna del Teatro Tere-sa Carreño. La obra narra la historia de Daniela y Diego, dos pequeños que durante una tarde de diversión y jue-gos encuentran una aventura mágica, llena de personajes maravillosos con los cuales deberán resolver un evento desafortunado. Hora: 4 pm. La entrada es gratuita.

Bien de páramo

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Hombres P, pieza que reúne a los elencos contemporáneo y tradicional de la Compañía Nacional de Danza, se presen-ta hoy a las 3 de la tarde en el Teatro Bolívar. La obra se basa en la realidad que rodeaba a Rengifo y los venezolanos en el momento en que el artista plasmó sus trabajos artísticos. El boleto tiene un costo de 250 bolívares.

Amada Rojas, la creadora que hacía “muñecas que parecían gente”, falleció el pasado 13 de mayo. Esta muñequera, cantora y poeta, que fue declarada Pa-trimonio Cultural Viviente del estado Sucre, ahora pasa a ser Patrimonio Cultural Póstumo de Venezuela.Nació el 13 de septiembre de 1941 en Cariaco, estado Sucre, en una familia de creadores.

teatro infantilen el teresa

Que los medios internaciona-les hayan difundido más de 1.300 noticias negativas sobre Venezuela en cuatro meses y solo dos positivas

Un mango bajito

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CIUDAD

la galería se tiñó de diversidadel pasado fin de semana se llevó a cabo

la expo por la diversidad sexual en las instalaciones de la Galeria de arte nacional.

épale ccs, curiosa y de mente abierta, se lanzó otra vez por estos temas

POR AnDEr DE tEjADA • @ePaleccs / FOTOGRaFÍas EnrIqUE hErnánDEz

Edición Número Ciento setenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS

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Caracas, 22 de mayo de 2016.

que a esas alturas todavía se llevaba a cabo. El hombre es bastante gracioso: imagínense a Fito Páez pero con un acento más o menos venezolanizado. Los pelos así, rebeldes. La camisa arremangada. Los brazos todos em-barrados en pintura. Desde su boca, hacia sus artistas, direcciones gritadas (“Vamos, pues. Sublimes. Vengan, con la manguera. Cinco, la que tenga las tetas más chiquitas”) en medio de gestualidades y saltos de la ex-centricidad bohemia, como si por dentro, cada diez segundos, le recorriera una des-carga eléctrica que lo hiciera dar brincos y agitar los brazos.

“Mi nombre es Iván Miguel Hernández Rojas, artista integral visual dramático, porque invo-lucro todas las áreas del arte que a lo largo de mi vida he venido trabajando’’, se presentó.

Entrada del evento. A la derecha, el elenco de “Humanos” comenzaba con la performance

SábADoLa Galería de Arte Nacional, adornada en su inmenso pasillo con obras grises, me recibió cansado. Enrique ya se encontra-ba ahí haciendo de las suyas. Yo llevé mi cuerpo maltrecho por ese túnel perpendi-cular a las avenidas México y Bolívar, hasta llegar a las puertas del evento. Seguí mis instintos, a pesar de haber visto a Enrique. Fui al cafetín y casi se me baja la tensión cuando escuché que el café, fabricado en una dudosa máquina que lo hace todo solita, costaba Bs. 350. Compré un agua, a sobreprecio también, y me dirigí hacia donde estaba Enrique. Lo vi maniobrando con sus lentes, casi que metido dentro de los artistas de la performance “Humanos”, dirigido por Iván Hernández, para poder fotografiarles los cuerpos desnudos, algu-nos inmensos e hipnóticos, todos cubier-tos de barro y pintura. Fue gracioso. Qué temple hay que tener para estar en pelotas en ese piso frío mientras un gentío, frené-ticamente, te fotografía. Después lo saludé con la mirada y las palabras de siempre y me puse a recorrer el sitio.

Entré a una de las salas, la que está más cer-ca de la entrada, y me puse a mirar el arte. Había de todo un poco. Algunas obras me gustaron, otras no tanto. Pero como no soy crítico de arte, no tengo por qué estar po-niéndome a evaluar el trabajo ajeno. Diga-mos que estaba bien surtido con sus fotos, sus pinturas, sus afiches y una venta de li-bros que nada tenía que ver con la sexo-di-versidad, pero que ofrecía sus documentos a buen precio.

Di una que otra vuelta, vi caras conocidas, sudé toda la diversión del día anterior en fu-gaces ataques menopáusicos de calores y vi a Enrique desde lejos, otra vez. Me lancé por ahí a dar una vuelta, viendo si podía pescar algún foro, pero todos habían terminado. Me devolví, cansando, hacia Enrique, a quien se-guía viendo con envidia por poseer la ener-gía que en mí ya no habitaba. Me recibió y me presentó a Iván, artista de la performance

Asistentes de todo tipo apreciaron el arte en la sala de exposiciones

Lo vI mAnIobrAnDo Con SUS LEntES, CASI qUE mEtIDo DEntro DE LoS ArtIStAS DE LA PErformAnCE “hUmAnoS”, DIrIgIDo Por Iván hErnánDEz, PArA PoDEr fotogrAfIArLES LoS CUErPoS DESnUDoS, ALgUnoS InmEnSoS E hIPnótICoS, toDoS CUbIErtoS DE bArro y PIntUrA—

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Su arte es integral: pinta con objetos, a ve-ces utiliza arte de otras personas, como las esculturas que en la performance los pinta-dos cargaban y paseaban como en un culto ancestral.

“Cuando suenen las palmas, va a haber una variación absoluta de cambio de personas y de sentimientos’’, les señaló a sus humanos.

Y ¡tas!, sonaron sus palmas. Cambiaron de posiciones todos los artistas, antes estáticos, únicamente vestidos con las pinturas que de vez en cuando Iván, arrastrándose por el suelo como una serpiente o brincando por los aires como una pulga, le aplicaba delica-damente a los modelos.

“Sentimientos. Miradas. Sentimientos. Mi-radas. Sentimientos’’, y ellos acataban aque-llo que fuera acatable en esas palabras.

En suma, más allá de algunas cosas inenten-dibles de sus palabras, la obra pretende sim-bolizar la tolerancia sexual y amorosa. Por ello los artistas, tres hombres y tres mujeres, se intercambian los besos y los abrazos sin tomar en cuenta si el receptor es macho o hembra. Esta obra, que visualmente impac-taba bastante por los colores y la textura de las técnicas empleadas (mixtas, diría otra vez), fue producida especialmente para la Expo por la Diversidad Sexual 2016.

Iván me ofreció una entrevista. “Otro día”, le dije, mientras terminaba de secar el sudor que me corría por la espalda.

DomIngoFue otra cosa. Había más gente y pudimos entrar al foro. Cuando llegué, esta vez con más ánimos y menos roto, como denomi-nan algunos a la incapacidad motriz resul-tante del trasnocho, me volví a encontrar

con Enrique, casi que en la misma posi-ción, pero tomándole fotos a un transexual pintado de arriba a abajo, de cuyo género nunca hubiera sospechado si no fuera por-que me lo informan. Antes de que llegara, hubo una jornada de danza y poesía que nuestro fotógrafo describió como maravi-llosa.

Nosotros asistimos a un recital, justo des-pués, de una joven que gritaba unos versos introspectivos que decían que, quizás, su mamá hubiera tenido razón: quizás las ni-ñas no pudieran enamorarse de otras niñas. Tras los aplausos, comenzó lo que estábamos esperando: el foro sobre Isaac Chocrón dic-tado por Bruno Mateo, licenciado en Letras.

Narró minuciosamente su biografía a cua-trocientas palabras por segundo. Conti-nuó, con la misma velocidad, dando otros datos de Chocrón, relacionados con su la-bor de creador literario y su homosexua-lidad. Su obra, como explicó, está cargada de un autobiografía muy notoria. Esto,

según Mateo, pudiera surgir por la nece-sidad de los homosexuales de la época de Chocrón de purgar sus demonios en for-mas que no significaran la militancia di-recta de agarrar una pancarta que insulte al sistema sexo-género y diga: “Sí, muéran-se los homófobos”. Para un creador como lo fue Chocrón, quizás la forma más efec-tiva de eliminar los traumas fue a través de la misma pasión por el arte. Traumas y demonios que uno guardó, según dijo, tras la relación con su familia.

Por esa misma línea, el ponente resaltó la tesis de Chocrón de las dos familias: la he-redada y la escogida. La primera es con la que tú naces. Ahí la cosa es azarosa. Pue-des tenerla de una mente muy abierta; si no, pues a prepararse para tener la psique afectada por lo que la cultura pop llama los daddy o mommy issues (algo así como traumas de papás o de mamás). La segunda familia de la que habló Chocrón se confor-ma por aquellos que tú escogías realmente: tus amigos y tu pareja, generalmente. Según

“Humanos”, de Iván Hernández, impactó a la vista por sus colores y formas

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Mateo: “Son aquellos con los que mantie-nes el lazo afectivo porque quieres, no por la fuerza’’.

Leyó una cita de Isaac: “Todo lo que escribo es en parte autobiográfico. En verdad, creo que lo que todo el mundo escribe debe ve-nir de algún tipo de experiencia biográfica, si esto va a ser sincero. Pero lo que yo hago, y supongo que lo que hace todo el mundo, es transformar la realidad en una ficción que, espero, sea más real que la realidad que le dio origen’’.

Continua Mateo: “Aquí vemos que, cuando una persona tiene algún demonio, escribir lo que quiere es su purga y que eso que es-cribió se vuelva realidad. Es decir, que se cree un mundo paralelo, que es lo que nos sucede a la mayoría de las personas que conformamos la comunidad sexo-género diversa. Desde siempre, cuando niños, uno siempre pensaba en cómo serían las cosas si no fuera igual. Es decir, cuando estás en-trando a la adolescencia ya empiezas a crear

ción que nació en octubre de 2012 con el propósito de llevar propuestas legislativas, jurídicas y políticas a las instituciones del Estado, para así reivindicar los derechos de los que él denomina sexo-disidentes. Como se sabe, esto no ha rendido muchos frutos. Por ahí van, pero lento.

“Entendemos que también tenemos que concientizar y sensibilizar a la población, porque es un trabajo que tiene que nacer de los movimientos sociales. Por ello, des-de 2013 estamos realizando, en Aragua, la Expo por la Diversidad Sexual.’’

Este año fue la primera vez que se hizo en Caracas. Giovanni dijo que están satisfe-chos por la asistencia. Sobre todo porque no se trataba solo de personas sexodiver-sas, sino que había familias enteras con los tabúes reducidos al mínimo, apreciando el arte que trajo, desde Maracay, la co-munidad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales. Más los que faltan, ya que la sexualidad es tan múltiple.

tu propio mundo. Recomiendo para eso la película La vida en rosa”.

gIovAnnI PIErmAttEIAbandonamos el foro y nos dirigimos a bus-car a un señor de camisa blanca, que ronda-ba todos los espacios de la expo con la cara y actitud de ser uno de los jefes. No sé cómo lo hará Gustavo Mérida, pero mi timidez me hace realizar unas maniobras de prepara-ción bastante ridículas antes de abordar a un entrevistado: lo veo, me acerco, retrocedo, volteo la cara hacia el otro lado, finjo estar inmiscuido en pensamientos transcenden-tales, lo vuelvo a mirar, doy dos pasos hacia adelante, cojo impulso, levanto la cara, hago el ademán de hablar, me callo, trago saliva y de pronto me sale, como un eructo, un enun-ciado desprovisto de espontaneidad por ha-berse cocido en mi cerebro durante muchos minutos: “¿Epa, pana, será que me respondes unas preguntas?”.

Giovanni es presidente de la Asociación Civil Venezuela Igualitaria, una organiza-

Recital de poesía. Sentado, de camisa blanca, Bruno Mateo

Mujeres del recital de poesíaDanza en la entrada de la Galería

MÚSICA

Cruz de Mayo una ofrenda

a la naturalezaLa popuLar tradición de rendirLe tributo aL Santo

Madero Se ha extendido en VenezueLa. en cada región Se LLeVa a cabo eSta ceLebración con SuS particuLaridadeS

en torno a La forMa deL rituaL y LoS eStiLoS MuSicaLeS

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POR MErCEdES SAnz • @JazzMeRcedes / FOTOGRaFÍas MICHAEL MATA

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Santísima Cruz de Mayo vengo a rendirte honor, a que me des tu bendición, recita a cappella un decimista.

Santísima Cruz vengo a pedir tu protección, para seguirte cantando, sigue otro.

Y en ese Santo Madero fue donde murió Jesús, alúmbrame con tu luz.

Alúmbrame con tu luz Santísima Cruz. Yo doy mi veneración y que suenen los tambores.

Bueeee… esta noche te canto. Olé, olé, lelele lala, se oyen las dos voces y arranca la fulía con el repique de tambores.

Así empieza el velorio de Cruz de Mayo. Los asistentes están de pie frente al altar y el madero adornado con flores de papel y retazos de ropa de colores. Lo primero es el saludo versado y después los tambores, que se detienen cuando entra un nuevo decimista. A veces hay cuatro o maracas. Al menos así se evidencia en varias parroquias de Caracas.

“El saludo es la versación de entrada por aquello que lo cortés no quita lo valiente, y en el hecho de venerar una entrada de fe abre caminos, disipa fronteras e inicia un aguacero de bendiciones”, dice Efraín Valenzuela en su artículo “Cruz de Mayo: entre resistencia y fe” (2015).

Mayo, mes de la lluvia, la cosecha y las flores. Es la época del año que representa fecundidad y, a la vez, es un homenaje a la naturaleza. Si hay una celebración de arraigo popular, esa es la de Cruz de Mayo. El antropólogo sucrense Alfredo Bello comenta que esta tradición muestra el sincretismo cultural. El madero fue traído por los españoles y adaptado por las comunidades africanas e indígenas del continente latinoamericano. De ahí su esencia religiosa y popular.

El culto se lleva a cabo el 3 de mayo en diferentes naciones. En Venezuela se distingue el oriental con sus galerones, fulías, puntos y la recordada figura de María Rodríguez, quien dio a conocer el “Canto a la Cruz”. Cada localidad del país posee su modo de hacer la festividad: adornar, cantar,

recitar, musicalizar. Todo está asociado a la identidad y cotidianidad colectivas. Lo que sí tienen en común son las décimas que inician el velorio, divididas en cuatro partes que integran 40 versos, aunque se pueden alargar. Estas composiciones son recitadas y dan el saludo a la Cruz. El último verso marca el comienzo del joropo o la fulía —golpe de tambor.

La música es un poderoso recurso dentro de los rituales culturales. En el caso de la misa de Cruz, los géneros se corresponden con sus respectivas zonas. “Cada región tiene sus particularidades. En Oriente se dan los galerones y varios tipos de fulía y puntos; están el punto y llanto, cruzao, redoblado. En Lara destacan los tonos, décimas y golpe; en los Llanos, la décima y joropo llanero; en Vargas, décima y fulía; según el lugar se usa un tipo de tambor, el

cumaco, tambor de Naiguatá, que es de allí, y por eso también varía la fulía”, asegura Juan Pérez, investigador, músico y director del grupo Tradiciones de Venezuela. Agrega que al final de la ceremonia, cuando los decimistas terminan y se tapa o se voltea la Cruz, entra el joropo —estribillo, llanero u otra variedad— o cualquier forma de golpe de tambor. Es el inicio de la parte festiva (el baile) llamada rabo de velorio o bailorio.

Caracas no se queda atrás en esta tradición. El músico y cultor Ricardo Linares asevera en un documental de Fundarte que “en la ciudad vivimos una realidad distinta a la del campo, y es que aquí confluyen muchas de esas formas culturales producto de la migración. Entonces, tenemos elementos de Barlovento, Occidente, Oriente, los Llanos. En un velorio, aquí, puedes escuchar música que hace una síntesis de todas las músicas”.

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MITOS

De cómo el tío Ho venció al tío Sam

Este grupo de personas, caracterizadas físicamente por un cuer-po menudo, pelo liso y ojos extendidos hasta los extremos de la cara, no tuvieron una historia fácil. Ya entre los años 1945 y 1954, una Francia desmoralizada por sus derrotas en la Segunda Gue-rra Mundial quiso recuperar sus territorios en la Indochina y se lanzó a la aventura de conquistar el Vietnam de Ho Chi Minh. En aquellos años, como método de resistencia, nació el Viet Minh que después, ante la invasión estadounidense en 1955, se convertiría en el Frente Nacional de Liberación de Vietnam.

Pero si hay algo que caracteriza mejor a los pueblos es la forma en que la cultura expresa su fuerza y su aplomo. Esta, la vietnamita, contaba con una fuerza moral que aplacaba cualquier tecnología guerrerista del Occidente. Y que esto no suene a capacidades ma-ravillosas de fuerzas metafísicas. Todo esto tiene su razón de ser. Tan grande era el sentimiento de pertenencia ante lo que los an-tepasados habían legado que ninguna propuesta que no fuera la comunista caló. No sedujeron, pues, las promesas de progreso. Y aquí hay que entregarle el mérito a Ho Chi Minh, quien nunca dejó pasar por alto la formación política de su pueblo, quien llevó a la gente de todo tipo a sentirse responsable del destino del país. De ahí que se los vieran, de ambos sexos, con sus fusiles en mano. Máquinas que a veces, incluso, eran casi del tamaño de su cuerpo.

La victoria ante Francia y, posteriormente, ante los Estados Unidos, se puede atribuir a los métodos de combate que desa-

POR AndEr dE TEjAdA@ePaleccs

IlUsTRacIÓN jESSICA MEnA

rrolló Vietnam del Norte. Recordemos que el país se dividió y el sur quedó libre de comunismo. Arriba, en cambio, además de las armas enviadas por China y la Unión Soviética a través de la ruta Ho Chi Minh, se empleó la guerra de guerrillas para el combate contra los invasores. Vietnam contaba, entonces, con dos perros bravos: su Ejército de guerra convencional y su gue-rrilla, el Viet Minh.

Estos últimos, utilizando los saberes de sus pueblos y echan-do mano de lo que su geografía les dio (tan difícil de dominar para un foráneo), fabricaron armas mortales con aquello que les dio la naturaleza. Por ejemplo, con la utilización de bambúes de punta afilada, colocados, como una cómoda cama, en el fondo de un agujero y recubiertos de excrementos vietnamitas. .

Pero quizá lo más interesante hayan sido los cuarteles subterrá-neos de los que disponían. En la zona de Cu Chi el Viet Cong contaba con extensiones larguísimas de pasadizos subterráneos, difíciles de descubrir para los rivales. Dentro de ellos, laberínti-cos, de varios niveles incluso, se escondían cuarteles de guerra, cocinas, espacios para la atención médica e, inclusive, espacios para el entrenamiento y para el almacenamiento de armas. De sus adentros podía salir, en cualquier momento, un pequeño hombre de esos. Cuando los invasores voltearan, no sabrían la proveniencia de los tiros. Serían tiros sin fuente de un pueblo topo, artesano y bravo.

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Edición Número Ciento setenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCSCaracas, 22 de mayo de 2016.

Pasando frío en el MukuMbarí

MIRADAS

DE SoPEtón tE SubE A 4.765 MEtRoS SobRE EL nIvEL DEL MAR. EL nuEvo tELEfÉRICo DE MÉRIDA, Con tRES SEMAnAS DE PRuEbA PRECoMERCIAL y PRoMoCIonAL, RESuLtA

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POR MARLon zAMbRAno • @maRlOnzambRanO / fOtOgRafías MIChAEL MAtA

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sacara indemne de ese berenjenal, bajo la pro-mesa de que más nunca volvería a dármelas de corresponsal de las alturas.

Como pude saqué mi grabadora, pulsé rec por inercia y, mientras desfallecía de mal de pára-mo, logré entrevistar a los trabajadores, para-médicos, guías, cabineros —y creo que hasta un oso frontino— que lucían entusiastas e inspirados, pero no notaban la mirada seca del reportero que intentaba no perder su última dosis de dignidad y garbo en la Sierra Nevada, “el sitio donde duerme el sol”.

SubIR ES SERIoLa primera lección: subir el teleférico no es cualquier cosa, al menos si decides hacer el tramo más extremo del sistema de vaivén más

alto y largo del mundo, y probablemente el más moderno, que acaba de poner en marcha el Gobierno Bolivariano en su etapa preco-mercial y promocional, que se extenderá hasta agosto cuando entre, finalmente, en funciona-miento formal. Por ahora presta servicio par-cial: jueves y viernes para público seleccionado (ver despiece) y sábados y domingos para los familiares de los trabajadores. Los coordina-dores de estación recomiendan a los usuarios prepararse previamente: no ingerir bebidas alcohólicas, comer alimentos verdes antes de subir para tener más hierro, cumplir alguna rutina de ejercicio cardiovascular, hidratar-se profusamente y no ingerir chocolate pues, al ser un alimento pesado que se metaboliza más lentamente, incide directamente en las afectaciones de la altura. Todo lo contrario a lo que hicimos muchos, algunos con peores consecuencias, a quienes debieron bajar casi de emergencia.

Obviamente, en la base Barinitas, la prime-ra de las cinco estaciones desde donde todos parten desafiantes, la emoción germina en la epidermis. Un grupo de chamas posaba son-riente para las fotos, estirando la boca, como siempre, y desordenando al grupo que las maestras trataban de arrear a duras penas. A Heidy, la profesora del 6to año del liceo Máxi-mo Toro de Santo Domingo, le tocó contener la fogosidad de los 16 liceístas bajo su respon-sabilidad, mientras al fondo la voz en off de

“Yo mismo soy”, pensé en primerísima perso-na y me lancé en vuelo directo Maiquetía-El Vigía que me depositó sobre las tierras andi-nas en 45 minutos, dispuesto a arrasar como un ave de rapiña en mi búsqueda de infor-mación oportuna sobre el novísimo sistema teleférico Mukumbarí, recién reinaugurado. De El Vigía a Mérida, 75,5 kilómetros de ca-bezazos sobre la ventana del autobús y un cho-rro de babas de amanecido sobre la señora de al lado, para reaccionar 1 hora y 11 minutos después, atravesando la céntrica avenida Las Américas, que aún desprendía un olor ceni-zo a caucho quemado de una protesta el día anterior por gente que pretendía reanimar las guarimbas de 2014 saqueando una tienda de pantaletas. Una vez en el cruce de la avenida 8 con calle 24, frente a la plaza Las Heroínas, el ascenso medio torpedeado desde la estación Barinitas hasta Pico Espejo, a 4.765 metros sobre el nivel del mar, un recorrido de 12,5 kilómetros en casi una hora, a una velocidad de 7 m/s, en una cabina con 60 liceístas se-gregando hormonas y brotados de acné, con vientos superiores a los 45 kilómetros por hora y una temperatura a ratos menor a los 5 °C. “Yo mismsmsmsms…”, balbuceé miran-do con zozobra hacia el Pico Bolívar, amarra-do con mis dos brazos del pasamanos, ralenti-zando la respiración, jadeando como un perro excitado a punto de vomitar, con el corazón latiéndome en las orejas, casi desmayado y rogándole a la Virgen de las Nieves que me

Las nuevas instalaciones del sistema se edificaron para el éxtasis

¿Quiénes pueden visitarlo por ahora?

En esta etapa “precomercial” el siste-ma no está realizando venta de boletos. El ingreso será gratuito para estudian-tes, adultos mayores, personas con dis-capacidad y comunidades organizadas, en el marco de un turismo de alcance social. Durante este período también se estará entrenando personal en tareas de atención y protocolos de seguridad y prevención.

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En Barinitas se ofrece una amplia galería de información

Luis Guillermo García les daba la bienvenida y muchas de las niñas preguntaban por los “austríacos”. Junto a ellos venían otros grupos organizados de estudiantes, educadores, adul-tos mayores y espontáneos de la más diversa procedencia: Barquisimeto, Colombia, Yara-cuy, Caracas, Valencia. Anderson, quien apro-vechó el “puente eléctrico” con su mujer y sus tres hijos, se vino desde Santa Mónica, parro-quia San Pedro. Estaba tan feliz que no se dio cuenta de que mientras se asomaba hacia un caminito de yagrumos en las estribaciones de la selva semicaducifolia con ojos asombrados, le tapaba el rostro con su inmensa chaqueta al pequeño que llevaba sentado sobre sus piernas quien, finalmente, en la estación La Montaña, se atrevió a preguntar: “Papi, ¿ya llegamos?”.

LoS úLtIMoS 7Cada estación está lista, recibiendo algunos retoques finales. En diciembre de 2008 fue clausurado definitivamente por razones de seguridad pública, al comprobarse un avanza-do desgaste en las guayas del sistema. A partir de esa fecha se contrató a la empresa austríaca Doppelmayr y otros consorcios venezolanos

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Deandry Cadenas, uno de los 200 héroes

La laguna Los Anteojos, un charquito frío que ya no asombra

60 liceístas segregando hormonas y brotados de acné

y mixtos. Tanto ahora como durante su cons-trucción original en los años 50, hasta entrar en funcionamiento en marzo de 1960, la fuer-za productiva ha estado en manos de los obre-ros campesinos procedentes de los pueblos pa-rameros, como Los Nevados, de donde viene Deandry Cadenas, quien forma parte de los últimos siete trabajadores de los más de 200, considerados “héroes” por el esfuerzo desme-dido que imprimieron para la conclusión de las obras en condiciones extremas. Pero cuan-do hablan es como si te consiguieras al compa-dre en la esquina, regresando de comprar pan. Mientras yo hacía arcadas tratando de recu-perar oxígeno, a pocos metros del punto más elevado de toda Venezuela, Deandry contaba con serenidad santa que alguna vez, mientras martillaban piezas del metal petrificado por el frío, el termómetro llegó a marcar -15 ºC. “Experiencias muchas, pero una vez, vaciando un bolardo como de 7 metros de profundidad, recibimos una nevada el día entero, justo hasta que terminamos la tarea”. Ya están próximos a concluir esa gesta sobrehumana, recogiendo los últimos escombros y, aun así, luego de cin-co años de ardua labor de 7 de la mañana a 3 de la tarde, de lunes a viernes, asegura que “esto es lo máximo: estar aquí, trabajar en las alturas”.

“Yiiiijjjaaaaa”, dicen todos a coro y se ríen mientras ascendemos a La Aguada y el funi-cular hace un profundo movimiento pendular al atravesar las torres de interconexión. Desde allí se observa la casa del mítico baqueano Do-mingo Peña, el pionero, quien junto a Enrique Bourgoin y su perrito Copito fueron los pri-meros en ascender a la cima del Pico Bolívar en 1935, donde instalaron el busto original del Libertador. La casa la habita hoy un orgullo-so y huraño nieto que ostenta el privilegio de poseer la propiedad y recibir visitas muy de cuando en vez, con la típica amabilidad andi-na. Una muchacha con pinta de ser muy del este del este, se preguntó a toda voz: “¿Y por qué yo no puedo tener una casita ahí?”. Na-die respondió, pero alguien comentó que por estos lares debes tener una mula, mientras su amiga, bella como una Barbie de mazapán, preguntaba: “¿Y qué es una mula?”.

AL quE Lo voMItEn PIERDE Hasta ahora la experiencia ha sido alentado-ra: todo el mundo quiere conocer el teleféri-co, luego de ocho años fuera de servicio para

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Majestuoso: solo ver el Pico Bolívar desde la estación Pico Espejo produce más frío

su restauración. Viene gente de todas partes, pero los más osados son los maracuchos. Justo Blanco, nuestro amigo y guía excepcional du-rante toda la jornada, nos contó que el otro día llegó uno y en Pico Espejo se sacó la camisa: “¿Esto es fríoooooo?”, gritó a los cuatro vien-tos cual Juan Charrasqueado. En menos de un minuto tuvieron que bajarlo en volandas, de emergencia porque sufrió principios de hi-potermia. Hay gente más prudente, claro está. Los Mantilla Quintero se pusieron de acuerdo para viajar en cambote desde San Cristóbal y Barquisimeto. Abuelos, hijos, nietos y primos, casi 15 personas, que deseaban conocer el sitio que muchas veces visitaron en su juventud, so-bre todo los mayores. Los pequeños se alegra-ban de su primera vez. “Ojalá caiga nieve”, dijo María Angélica, de 9 años, mirando hacia los picos nevados que poco a poco han ido per-diendo su espesor, dicen que por efectos del calentamiento global. Los glaciares de la Co-romoto y Sievers del Pico Humboldt, apenas unas espigas que evocan el pasado, mientras la laguna Los Anteojos, en la cara norte del Pico Bolívar, un charquito frío que ya no asombra.

Luis Manuel Rojas es cabinero de altura, res-ponsable de la cabina Nro 5 del Tramo 3, que corresponde al trayecto La Aguada-Loma Re-donda. Original de Caricuao, para nada tiene el acento acelerado de la capital. Al contrario, es casi un asceta que habla en clave de dog-mas de fe cuando se dirige a los usuarios, al punto de arrancar aplausos de una audiencia hipnotizada: “Nuestra misión es velar por un bien del Estado. Además, trato de educar a los que viajan en cuanto al valor del sentido de pertenencia, conocimientos sobre el Parque Nacional, velar por el orden, la seguridad y la limpieza, aparte de responder en el caso de que se presente alguna emergencia que ameri-te primeros auxilios”. Él, como los demás cabi-neros, mantienen una competencia cerrada: el que reciba la primera vomitada pierde.

EL tAxIStA DE EL vIgíAExio Escalona tiene 33 años y parece de 50. Se lo digo y no se ofende. Está claro de que la cru-deza del clima avejenta el rostro pero prepara al organismo para la hosquedad. Es oficial de prevención y atención de emergencias, bús-queda y rescate del Teleférico y nos cuenta que la emergencia más recurrente es la hipoxia, que es la disminución de oxígeno en los tejidos y la sangre, lo que produce mareos, dolor de cabeza, náuseas y algunas veces dolores esto-

macales. Les ha tocado bregar con niños y per-sonas mayores que han sufrido el mal agudo de montaña (MAM). Le veo a la cara e intento explicarle que me acaba de describir, pero me tiritan las muelas y las manos no me respon-den, casi fosilizadas. “También hay que estar preparado psicológicamente, entrenar previa-mente en condiciones frías y saber a lo que te vas a enfrentar cuando estés en las alturas”, me dice y hago que escucho, mientras me preparo, por fin, a descender a mi planeta.

De regreso, maltrecho y adolorido a través de la inexplicable carretera hasta el aeropuerto Juan Pablo Pérez Alfonzo. En El Vigía un gordo bo-nachón como de 300 kilos, para quien jamás existió la escasez, sobre todo de carbohidratos, nos subió a su taxi y atravesó la ciudad lenta-

mente. Entre risas, nos contó que unas horas antes lo habían llamado para avisarle que su hija estaba saliendo en vivo, en una transmi-sión con el mismísimo Presidente de la Repú-blica. “La niña le dijo al Presidente: ‘Maduro, mi papi tiene un taxi viejito, ayúdalo, dale uno nuevo, pero mírame bien, no me vayas a enga-ñar porque soy una niña…’, es que esa carajita tiene unas vainas, jajaja”. Nos bajó en el aero-puerto y no pudimos sino detenernos, Michael Mata y quien escribe, a verlo desaparecer en un Aveo pulidito, que lucía resplandeciente mien-tras se internaba en la oscurana andina. Nos reímos mientras nos quedaba una sensación de extrañamiento en la garganta.

Es que este país es una tripa, en las alturas y en las bajuras.

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CRÓNICAS OFICINESCAS

No me gustan los aviones. Tenía en altísima estima a Manuel Fer-nández hasta el día en que, próximos a aterrizar en la ciudad de Mé-rida, una de las pistas más difíciles del país, comenzó a alardear del par de veces que, con la ayuda del capitán, logró pilotear una avio-neta hasta hacerla aterrizar sin inconvenientes.

Aquel exceso de seguridad me resultaba tormentoso a 10.000 me-tros de altura, con todo y el cielo despejado.

Por más que le cueste creerlo a quien me haya visto intentando man-tener el decoro en medio de una turbulencia, esto no siempre fue así.

Antes de asumir la responsabilidad de ministro habría viajado en avión una docena de veces. Tres meses después, había superado con creces esa cifra. Eran los tiempos del primer Gobierno de Calle, que me llevó a recorrer todos los estados del país. Entonces, encaraba la circunstancia con absoluta naturalidad, sin mayores sobresaltos, como si de mero trámite se tratara.

¿Cuándo dejó de ser así? Luego de pensarlo mucho, creo haber dado con el momento exacto.

Cierta vez, ya de noche, me tocó compartir avión con dos funcionarios. De su larga conversación solo recuerdo los interminables minutos du-rante los cuales intercambiaron pareceres sobre el pueblo pedigüeño.

—¡No! Y entonces te cae encima aquella mujer, preñada, con un niño en brazos y comienza a echarte aquel cuento sobre las penurias

POR REINALDO ITURRIZA@ReinaldOi

ilUSTRaCiÓn FRANKLIN ALVIáREZ

Pisar tierra

que debe pasar para mantener a sus cinco hijos, dos de los cuales son parapléjicos.

—Sí, sí, así mismo, siempre te salen con ese cuento.

—A mí me provoca gritarle: “¡Pero, mija, ¿hasta cuándo vas a se-guir pariendo?!”.

Así siguieron. No podía creerlo. Hice un esfuerzo enorme por di-simular mi indignación. Intenté fingir que dormía. Pronto com-prendí que sabían que fingía. Peor aún: logré entender que su pro-pósito era que yo escuchara la conversación.

Era como una especie de ritual iniciático: yo, muchacho pendejo y pretencioso, que se había creído el cuento de que a las personas había que escucharlas atentamente, tenía que aprender que sobran los sinvergüenzas que lo que hacen es pedir y pedir.

Ciertamente, uno con el tiempo aprende a distinguir a los pe-digüeños profesionales. El detalle está en que estos constituyen una muy reducida minoría. La inmensa mayoría del pueblo que te aborda en la calle tiene un problema real. Me atrevería a de-cir: la inmensa mayoría solo desea que la escuches, que le dedi-ques tiempo, que la trates con dignidad, con respeto. Como hacía Chávez.

Hay funcionarios que viajaron tanto en un avión que ya más nun-ca pisaron tierra.

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BOLEROS QUE CURAN EL ALMA

En boleroterapia, y en cuanta intervención académica o no, siempre he sostenido que el bolero es magia y pasión hechicera que enloquece a un hombre por una mujer, y viceversa. El bolero, como el tango, es un poema que se baila pegao.

Pedro Vargas dijo que un compositor cubano, Sindo Garay, le dio la gran transformación a lo que en su origen era una danza española. Salvador Garmendia me dijo que “Pedro Vargas comenzó con aque-llo de los crooner y la canción se convirtió en cómplice de la vida, en cómplice de tus pequeñas picardías amorosas; sus mensajes iban di-rectamente a la muchacha, la declaración de amor, el despecho, para pedir una caricia o para pedir un beso”.

El Tite Curet, gran compositor boricua, contestaba, por su parte, a César Miguel: “¿Que cómo defino el bolero?... No sé, es un ritmo suave donde los bailadores se abrazan como nunca. La vía más grande que cono-cemos los latinos, digo yo, para expresar amor. Tú sabes que en el bolero uno no ha hecho nada más, los griegos hace mucho tiempo inventaron los sentimientos y uno solamente los revive, los pone de una manera personal, distinta, pero solo eso. El fondo viene de siem-pre, los celos, el amor, la ilusión...”.

Jesús Soto, a quien produje aquel CD donde cantaba boleros de Agustín Lara y acompañado por Rodrigo Riera, reveló su entusias-mo por “el interés colectivo en recuperar el bolero, no solo por su valor romántico sino por su valor creativo y literario. Esas letras que parecen banales son, al mismo tiempo, la poesía popular del Caribe”. Sin embargo, no puedo dejar de citar al músico-poeta Agustín Lara, en cuya carátula de aquel disco de antología hay un texto cortesía de la bella poeta Eddy Godoy: “Este no es un disco, es un pedazo de mi sentimiento arrancado en el preciso instante en que debía cortarse, como se hace con una rosa hecha botón y próxima a reventar cuando se le separa del tallo, criminalmente, y se convierte en paloma de sangre volando hasta los labios de la amada, para tener con ellos el duelo de carmín que no llega a la muerte. Pero este no es un disco, aun cuando la forma y el sonido lo desmientan; esto es algo que yo quiero ofrecerle a usted, como una migaja que pudiera llegar, mila-grosamente hasta el lago infinito de su silencio...”.

Y como coda de esta tanda de testimonios cargados de calor humano y sentimiento, quiero cerrar diciendo que este bolero es mío, desde el comienzo al final —tal como decía Felipe Pirela en los versos de Mario de Jesús—, qué importa quién lo haya hecho, es mi historia y es real.

POR HUMBERtO MáRQUEz@EPALECCS

ILUSTRACIÓN JULiEtNyS ROdRígUEz

Un poema qUe se baila pegao

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SOBERANÍAS SEXUALES

Aunque una sociedad alcance logros históricos de liberación, puede con-vertirse, con el tiempo, en una sociedad opresora si no tiene conciencia de la lucha de sus ancestros. En Venezuela a veces nos olvidamos de la discri-minación porque tenemos leyes y decretos que nos protegen, nos hacen la chamba para decirle al mundo que equidad e igualdad son la base para la nueva ética socialista. Nos olvidamos también, como sociedad emancipa-da, que haber obtenido victorias importantes sobre los colonizadores, los dictadores, los capitalistas y los imperialistas ha sido producto de grandes pérdidas humanas, dignidades laceradas y territorios embargados.

El camino es duro y prolongado pero es el camino, les dijeron. Una vez alcanzado, o creyéndolo merecido, se hace costumbre y se olvidan de quienes dejaron a un lado en la carrera de la solidaridad.

Que no me digas negro, ni maldito negro, ni hijuep… negra, ni negra de mier… que está mal, que es políticamente incorrecto, bolivariana-mente inapropiado, antifeminista, nada chavista. Y sí, está bien, La Avanzadora, José Leonardo Chirino, Andresote, Jacinta y los demás no se alzaron en vano contra el agresor. Todxs estamos de acuerdo con esto, únicamente entre amigos está permitido llamarse con estas pa-labras. Pero, ¡ay de quienes el ego turbia y les domina! Son capaces de hacer lo que con ellos hicieron otrora.

Recientemente estuve visitando el Zoológico de Caricuao. Me gustó tanto que, antes de irme a casa, pasé a visitar los monos capuchinos que están al otro lado de la ciudad, en el parque Generalísimo Francisco de Miranda, cerca del terminal que nos traslada a nosotrxs, mirandinos de honor y nacimiento. Me vinieron a la memoria aquellos días de lucha por el amor, por la expresión de afecto en lugares públicos como el Centro de Arte La Estancia. ¿Seguirá siendo homofóbico o abrió sus puertas al pueblo sexo-diverso? Este parque sí era una conquista, territorio que dignifica e inclu-ye a la juventud que aporta desde la diferencia. Las vi agarradas de manos, abrazadas, guiadas por grandes sentimientos de amor, felices, salvajes.

Renovado mi orgullo asgdreliano (relativo a la Alianza Sexo-Género-Diversa Revolucionaria), salí de la arboleda a encontrarme con la reali-dad del usuario del transporte público. Ya en la cola para tomar el bus Barlovento-Higuerote, en la estación Miranda, trabajadores bolivarianos conversaban sobre el parque en voz alta. Mujer trabajadora: “La última vez que fui al Parque del Este me horroricé. Había muchachas abrazadas y dándose besos con otras. No fui más”. Hombre trabajador: “¡Gua! ¿No sabías? Dicen que en ese parque hay todo tipo de animales” (lluvia de risas alrededor, menos una). Reconocí entonces el rostro de cimarrones domésticos quienes, en medio de sus privilegios heredados, olvidaron que una vez sus antecesores fueron tratados como animales.

POR mARÍA gABRiELA BLANCO@PilaRTOsh

ilUsTRaCiÓN jESSiCA mENA

De salvajes y DomesticaDos

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CON PERMISO PARA MATAR

MIRADAS

DAESH ES Un gRUPo ConfoRMADo PoR MERCEnARIoS DE InUSItADA CRUELDAD QUE HACE EStRAgoS AL noRtE DE

SIRIA. toDoS LoS InDICIoS SobRE SU oRIgEn ConDUCEn A WASHIngton, DESDE DonDE EL gobIERno DE bARACk obAMA

LUCE RESUELto A APoDERARSE DE LA REgIón, PRInCIPAL PIEDRA DE tRAnCA PARA SU DoMInIo IMPERIAL

POR nAILE MAnjARRÉS • @nailemanjaRRes

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nal, carnicera y sostenida desde 2011 en la República Árabe Siria, y con la que, no por casualidad, vivimos en Venezuela. En abril, Ghassan Ben Jeddou, presidente de Al Ma-yadeen —televisora árabe—, nos dijo a un grupo de periodistas en Caracas que “por muy grande que sea la distancia que nos se-para, el mundo es uno solo; jamás duden, cada cosa que ocurre en Latinoamérica se vincula con el Medio Oriente”.

“Con LoS tERRoRIStAS...”Hablar de guerra nos lleva a mercenarios, extremistas y/o terroristas que, como los pa-

ramilitares, no son un mito urbano ni lejano. Existen. Sí, los repudiamos tras atentados en EEUU o Europa. ¿Y cuando se ejecuta un ase-sinato masivo en otro continente? A veces. Por ello necesitamos leer la guerra a contralínea y, para eso, nos vamos a Siria, la rebelde laica del Medio Oriente. Todas sus comunidades religiosas, por diferentes razones, cuestionan cómo las potencias occidentales decidieron su construcción como Estado.

Siria. Nación aliada a Venezuela e incómo-da como ella. Las potencias prepotentes quieren controlarla y, como no consiguen

“La capacidad de los seres humanos de idear nuevas maneras de matarse unos a otros resultó ser inagotable, como también nuestra capacidad para tratar sin ninguna piedad a quienes no lucen como nosotros o le rinden culto a un Dios diferente”.

Barack Obama al recibir el Premio Nobel de la Paz 2009

Falta de medicamentos, alimentos, bloqueo económico y expansión de grupos armados que promueven la violencia son factores re-lacionados con la guerra. Con la convencio-

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expoliarla, la golpean. En palabras de Shar-mine Narwani, analista internacional: “Siria cambió el mundo. Trajo a los rusos y a los chinos (Brics) a la pelea y cambió el orden global de unipolar a multilateral”.

Siria. Hembra que sabe lo que tiene. Mezcla explosiva de resistencia, recursos energéti-cos y ubicación geopolítica exquisita y es-tratégica: conecta con el mar Mediterráneo, posee reservas petrolíferas por más de 2.500 millones de barriles y, de paso, forma parte del más grande reservorio de gas. Atribu-tos deseados por los gobiernos de Turquía y Catar, que suman a sus afanes ideológico-religiosos la construcción de un gasoducto que atraviese Siria, Turquía y Bulgaria para abastecer a Europa (si llegan hasta aquí, pero se pierden, ver infografía).

Siria. Vecina del Irak invadido por EEUU en 2003 y que vivió el asesinato y encarcela-miento sin juicio de partidarios de Saddam Hussein, junto a una guerra entre las diversas religiones que confluyen en ese país. Todo esto generó una inestabilidad política que germi-nó a un grupo multitudinario, excéntrico y expansionista mentado ISIS o Daesh. Para que esta aseveración tenga fuente, va Noam Chomsky, filósofo estadounidense: “La apari-ción del Daesh es consecuencia del martilleo de Washington sobre la frágil sociedad iraquí. Daesh fue creado a raíz de la invasión que di-solvió un ejército y permitió una constitución escrita por estadounidenses”.

“jURAMoS QUE AtACAREMoS A EStADoS UnIDoS”Proclamaron en 2014, vía YouTube, unos barbudos ataviados con capuchas negras y

armas de guerra, mientras se autodenomi-naban “Estado Islámico”. En adelante, sus videos se reprodujeron hasta la saciedad por redes, CNN, BBC y televisoras alinea-das —¿convenientemente?—, si considera-mos la lógica guerrerista. Recordemos que hasta la Dama de Hierro, Margaret That-cher, lo decía: “La propaganda es el oxígeno de los terroristas”.

Daesh. Desnudemos al personaje: no son Estado. No representan al islam. Son un grupo conformado por criminales iraquíes, mercenarios importados y encabezado, desde Irak, por Abu Bakr Al Baghdadi, ya fallecido. Daesh formó parte de Al Qaeda, el grupo terrorista creado por la CIA a fi-nales de los 80 y dirigido por el enemigo pasado de moda, o “muerto”, Osama Bin Laden, culpado de derribar en 2002 las To-rres Gemelas.

¿Qué hace? Daesh viola los derechos de las mujeres, de las minorías, de los homo-sexuales, crucifica y decapita; esta última es su especialidad y la exhibe pornográfi-camente con producciones audiovisuales cuya estética hollywoodense da envidia al gremio del cine y del periodismo en la ac-tualidad. Ahora, ¿la decapitación es un há-bito exclusivamente terrorista? Sí y no. Son prácticas oficiales en países como Arabia Saudita y Catar. Sin campañas de Amnistía Internacional. Sin que estallen en “solidari-dad” las redes sociales.

¿Por qué tanto show y extremismo? En contexto: cinco años de sangre en Siria y la posibilidad de derrocar a su presidente, Bashar Al Assad, es cada vez más lejana (lo respaldan Irán y China, y Rusia le apoya con

acciones militares desde 2015). Además, lo ratifican dos elecciones celebradas entre bombardeos: más de 200.000 muertos, más de 4 millones de desplazados internos (se-gún las Naciones Unidas en 2015) y cientos de refugiados que atraviesan el mar Medite-rráneo para llegar a Europa o se agolpan en campamentos de países fronterizos.

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LA tEtARecordemos el ahorcamiento, en cadena in-ternacional, de Saddam Hussein en 2006. No olvidemos el brillo orgásmico en los ojos del presidente de EEUU, Barack Obama, mientras anunciaba el supuesto asesinato de Osama Bin Laden, gracias a la “suficiente inteligencia” de sus fuerzas especiales. Revivamos la sobreex-posición del asesinato de Muamar el Gadafi, presidente de Libia, en 2011, y la sádica reac-ción de Hillary Clinton con su “We Came. We Saw. He Died” (“Fuimos. Lo vimos. Murió”).

La historia nos habla: enemigo declarado, enemigo eliminado. ¿Por qué la coalición antidaesh no ha logrado su objetivo? Pues, en la guerra, en el amor, en el sexo, en la vida, el interés mueve más montañas que la fe. Cuando se quiere, se nota; cuando no se quiere, también.

Wikileaks filtró un documento en 2014 y los dejó expuestos: “ISIS/Daesh fue agrupa-do y financiado por Estados Unidos, Tur-quía e Israel”.

RUSIA SE CRECE MIEntRAS AyUDA A SIRIA A RESIStIR (A EEUU no LE gUStA ESto)Si obviamos el bajón de ego que supone para EEUU y sus aliados el apoyo militar ruso a Siria y nos concentramos en he-chos, preguntemos: ¿qué propone la coa-lición antidaesh, además de guerra? Desde Damasco, capital siria, el corresponsal de Telesur, Hisham Wannous, dice que la coa-

Michel Chossudovsky, director del Centro de Investigación sobre la Globalización, GlobalResearch.

Mientras tanto, los “yihadistas postmoder-nos” —como les llamó Alfredo Jalife, ana-lista mexicano en su artículo “Yihadistas: instrumento geoestratégico del Pentágono para la nueva cartografía del Medio Orien-te”— tomaron campos petrolíferos sirios e iraquíes y obtuvieron del negocio entre 500 y 2000 millones de dólares en 2015. ¿Quién compró el petróleo?, ¿cómo lo transporta-ron en un mercado controlado por EEUU? Vamos a sus objetivos:

Daesh anunció su intención de instalar un “califato islámico” o un Estado que disuel-va fronteras entre Siria e Irak. Pero analis-tas dicen que el objetivo es fragmentar un Medio Oriente incomprendido, pero rico, donde urge acelerar la vieja táctica “divide y vencerás”. Ahora, citemos a Obama, ¡qué mejor fuente!, para un tercer objetivo: “El régimen iraní nos desafía a través de la re-gión. El peligro de Irán es grave, es real y mi objetivo será eliminar esa amenaza. Re-chazo la política que convirtió a EEUU y a Israel en territorios menos seguros. Haré todo lo que esté en mi poder para evitar que Irán se haga con un arma nuclear. Todo”.

Daesh sirve para cercar a Irán que, junto a Siria, Libia, Irak y Venezuela, ha sido ca-talogada de “amenaza” por las autoridades norteamericanas.

—EEUU apoya a Al Qaeda desde hace medio siglo. La CIA estableció cam-pos de entrenamiento en Pakistán (1982-1992); 35.000 extremistas de 43 países islámicos fueron recluta-dos. El presidente de EEUU, Ronald Reagan les llamó “luchadores por la libertad” y les armó contra la Unión Soviética en Afganistán.

—Boko Haram en Nigeria. Al Shabab en Somalia. El Grupo de Combate Islámico de Libia (LIFG), Jemaah Islamiya (JI) en Indonesia, Xinjuang UIgur en China y otros grupos afilia-dos a Al Qaeda son apoyados por la inteligencia occidental.

—El proyecto del “Califato”, que proclama Daesh, es agenda vieja de la política exterior de EEUU para repartirse Irak y Siria.

Fuente: La guerra de Estados Unidos contra el terrorismo

de Michel Chossudovsky

¿DAESH SE LE SALIó DE LAS MAnoS?

La ciudad vieja es el centro histórico de la ciudad de Alepo (Siria)

lición no lucha contra ellos, incluso han usado sus aviones para reabastecer de mu-niciones e insumos a los terroristas. O sea, el mandato de lucha contra el terrorismo sigue siendo una ficción, como sentenció

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fIRMEzA“¡No les llames Estado Islámico! Si los reco-noces, los empoderas”, dicen mujeres que, desde 2012, combaten al Daesh. La resisten-cia para ellas implica acción y dialéctica. “Los del Daesh nos tienen que temer, porque no tenemos miedo a nadie. Estamos seguras de nosotras mismas. Cuando sus combatientes oyen voces femeninas, se asustan. Según sus creencias, si una mujer te mata, acabas en el infierno y por eso no se exponen a nuestras balas”, reta Chichek, una de ellas, de 16 años de edad, en el documental de Russia Today (RT) Mujeres kurdas en guerra contra el ISIS.

Entre escombros de mezquitas e iglesias, que refugian espiritualmente al pueblo sirio en Damasco, se escucha: “Deseo que los jóvenes vuelvan a Siria. Nuestro país sufre inseguri-dad, pero sus jóvenes deben proteger al país. Si se van, entonces ¿quién protegerá a Siria? La emigración impulsa a más terrorismo y destrucción. Pido a todos los refugiados que vuelvan”. Envidiable claridad de Um Ahmad, ciudadana desplazada por la guerra.

“Sufrimos falta de medicamentos, alimentos y muchas necesidades. Se debe a muchas razo-

preguntarse por qué el mundo —que no es solo Venezuela y por culpa de Maduro— está convulsionando y suministrarle a la memo-ria corta, directo a la yugular, una sobredosis de argumentos, contexto y autoestima.

Ghassan Ben Jeddou, director de Al Maya-deen, recordó en Caracas que “durante 15 años el ejemplo de los movimientos progre-sistas de Venezuela y América Latina inspi-raron al mundo árabe. Para Occidente no existe la cooperación, solo la implantación de una hegemonía. Por eso los próximos seis meses serán los más sangrientos en la región. Ellos pretenden matar la esperanza de nuestros pueblos, pero consideramos que, a pesar del dolor y precio alto que pa-gamos, estamos en ascenso”.

El 27 de marzo de 2016 el Ejército sirio, en ope-raciones conjuntas con la aviación rusa, expul-saron a Daesh de la ciudad siria de Palmira. Este territorio (Patrimonio de la Humanidad) fue controlado y saqueado por los terroristas, en sus diversas formas, durante diez meses. Las ofensivas por resguardar la soberanía siria y recuperar más terreno se mantienen. Resistir no es cosa de un día.

nes, entre estas el bloqueo económico impues-to a nuestro país y los grupos armados que destruyeron nuestra infraestructura”, sumó Nabila, también siria.

Que regresen a su patria piden los sirios y apuestan extranjeros, como el periodis-ta William Parra, quien recibió un balazo de un francotirador en Damasco mientras cubría la guerra y más de una vez me ha dicho, sin titubeos, que regresaría a contar esas historias de dignidad y resistencia, de mil maneras.

Si lo escrito parece cuento, chequee cual-quier emisión informativa de Telesur, Rus-sia Today (RT) o Al Mayadeen, medios de comunicación que, lejos de ser los “buenos” en estos teatros de guerra, hacen un esfuerzo por mostrar realidades impuestas mediante atrocidades y, también, contrarían la retórica inyectada para desactivar nuestra capacidad de identificar responsables.

Daesh, sin apoyo externo, ¿sobreviviría? ¿Quién quiere acabar realmente con la ame-naza terrorista? ¿Resistencia? Los tiempos exigen perspectiva. Recuperar espacios. Re-

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GASTRONOMÍA

sopa de arroz con mangoPOR NAThALi GóMEz@laesPeRgesia

FOTOgRaFÍas MiChAEL MATA

Esq.Teñidero

Esq.Mirador

Esq.Esmeralda

LA CANDELARIA

Av. Este 5

Av. N

orte

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PICHONES DE SIBARITA

Me sentía mal, mi estómago era como un puño cerrado. Solo una sopa podía arreglarlo. Quise tener 5 años, estar en Medellín y ver a mi abue-la servir la sopa de arroz, esa misma que tomó mi mamá cuando era niña y que ahora yo ne-cesitaba. Como la imaginación no siempre ali-menta, fuimos a pie, tres fotógrafos y yo, desde la esquina de San Jacinto, en el centro histórico, hasta las esquinas de Mirador y Teñidero, en La Candelaria Norte.

Llegamos a la casa 79, donde sabía que queda-ba el “restaurante-donde-hacen-sopas-como-las-de-mi-abuela”. Afuera no hay letrero. El local está sobre una acera con desnivel y es-caleras, de esas que aún resisten en Caracas, al lado de otras dos casas. La fachada tiene baldosas que simulan piedras de color beis. Dentro hay un amplio salón, de techo alto, con unas diez mesas cubiertas por manteles coloridos. El movimiento en la cocina no cesa: solo se ve gente entrando y saliendo con pla-tos en las manos. No hay puerta que separe los dos ambientes. Pedimos las sopas, que llegan acompañadas de limonada. Empiezo a comer y, aunque la cantidad no es muy abundante, es el sabor que buscaba. El caldo, casi sin grasa, tiene arroz, papa, zanahoria, yuca, pollo y plá-tano verde. Solo falta mi abuela.

En una pizarra está escrito que hay bandeja paisa, sopa de frijoles y sobrebarriga (falda). Originalmente estos platos contundentes los consumían los arrieros colombianos para sus duras jornadas de trabajo. Hoy no será.

Como si fuera una escena de una película de Emir Kusturica, René Hernández recuerda que hace seis años la gente iba a comer con el paraguas abierto, mientras llovía. La planta baja de la casa, que debe estar próxima a su centenario, no había sido remodelada y la llu-via y las tuberías eran un problema. “Era un

patio de latas, se inundaba, pero la gente igual venía a comer”.

El Rancho Paisa tiene 11 años. Aunque solo sirven almuerzos, el trabajo comienza des-de las 5:30 am, cuando René se levanta para lavar nuevamente los utensilios de cocina

y prender los fogones. Su esposa le sigue y prepara ella misma todos los guisos. El mo-vimiento termina cuando entre 4 y 4:30 de la tarde se lava el último cubierto.

Al alabar la sopa me contesta, con ese hu-mor antioqueño: “Nadie se ha quejado de que le dolió la barriga después de salir de acá”. Recuerda que los viernes y sábados hay mondongo y carne en polvo (pasada por un molino) y que el sancocho de gallina solo es los sábados.

Al salir de la casa 79 caminamos entre las esquinas de Mirador y Avilanes, que-remos llegar a la Urdaneta. En el camino uno de los fotógrafos ve el cartel de “1 kg de mangos a 200”. Nos miramos. En la siguiente escena, vamos comiendo man-go por el rayado, como si fuéramos unos Beatles tropicales.

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Sopa de arroz: Bs. 800Bandeja paisa: Bs. 2.500 Sobrebarriga: Bs. 1.600Jugos: Bs. 100

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crónicas

Manual del levante (Iv)DE PEDrO cHacín / ilustracionEs aLFrEDO raJOY

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Para este primer número de Feriado del 93 pensábamos obsequiarle un tema unisex: cómo levantarse una lesbiana. Sin embar-go, un férreo bloqueo informativo inter-puesto a este redactor por las discípulas de la griega Safo, nos coloca en una situación embarazosa. Para no defraudar al par de lectores que tiene esta página (mis herma-nos Mecha y Lizardo, y no porque les guste realmente sino porque, de vez en cuando, los nombro y ellos se alegran), vamos a exponer el caso de las mujeres casadas, renglón en donde casi todos mis amigos poseen una dilatada experiencia: la mitad ha sido victimario y la otra mitad ha sido víctima (incluyéndome a mí, of course): les han levantado la mujer.

sabEr EscOgEr, sabEr EsPErarLevantarse a una mujer casada no es, a prio-ri, fácil o difícil. En primer lugar, depende de con quien esté casada. Si usted intenta le-vantarse a la mujer de Richard Gere o Bru-ce Willis, la empresa es harto difícil, aunque no imposible. Mayor probabilidad de éxito tendrá si se decide por la mujer de.... justo de ese en quien está pensando. Ese que tie-ne una mujer bien buena y provoca a cada rato comentarios como éste: “Mira el güe-vón ese, la tronco de mujer que se gasta”.

En segundo lugar, depende del tiempo que tenga casada... así sea la mujer de Bruce Willis o de Mel Gibson. El tiempo

conspira contra la pasión, la aventura, la sorpresa que debe reinar en las relaciones sexuales, principalísimo pegamento de las parejas, conjuntamente con los elec-trodomésticos, la seguridad, la compañía, en fin, eso que el cubano Silvio Rodríguez denomina los terribles pequeños encantos que tiene el hogar.

“¿cuántO miDE tu cuErPO?”Fíjese en este ejemplo: Altagracia de Oritu-co es un pueblo que está separado de Cara-cas por unos 20 kilómetros de autopista y, luego, siguen 80 kilómetros de una espec-tacular carretera, que atraviesa en dirección norte-sur todo el Parque Nacional Guato-

Cómo levantarse a una mujer Casada

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po, una auténtica selva hidrófila tropical de incomparable belleza.

La carretera es una serpenteante ruta que discurre entre neblinas, flores y árboles exó-ticos, saltos de agua en cada curva, fenome-nales vistas panorámicas hacia lo profundo del tupido bosque... en fin, una carretera hermosísima... para quien pase una vez por ahí. Incluso para el que pase dos veces, y hasta tres o diez.

Pero para quienes, como yo, nacimos en Altagracia y emigramos a Caracas en bus-ca de un título universitario —que no sa-bemos cuándo carajo vamos a terminar de obtener—, es decir, para los que desde 1978 hemos transitado la ruta 4.976 veces, la ca-rretera nos parece una total ladilla; los sal-tos de agua nos dan asco y las exóticas flores silvestres nos resultan tan aburridas de tan-to haberlas visto, que más de una vez nos hemos parado, enloquecidos, a patear aves del paraíso, riquirriquis, coquetas y por los menos trescientas de las mil y pico de es-pecies de helechos que pueblan ese bosque.

Imagínese usted: si eso pasa con una carre-tera de 80 kilómetros, ¡qué no pasará con un cuerpito que a duras penas puede llegar a los 1,70 metros! (75.000 veces más peque-ño), por muchas curvas que tenga. Al año ya usted se lo sabe de memoria, razón por la cual siempre hay un osado que le dice al novio el día del matrimonio la consabida sentencia de “ya vas a saber lo que es tirar sin ganas”.

Pues, no crea que este fastidio es patrimo-nio exclusivamente masculino. Las mujeres se ladillan igualito, así su marido sea Robert Redford.

DiFErEnciarLas cOrrEctamEntEEs aquí en donde reside la primera clave del asunto: determinar a cuál subgrupo de casadas pertenece el objetivo escogido: bien al grupo de las que están casadas con un pendejo como Pedro Chacín o un buena-zo como Mel Gibson. Ambas se encuentran ladilladísimas y andan en busca de un dis-creto palomazo. La correcta diferenciación

Las casaDas cOn FEOsEstas son las virtuales “mangos bajitos” del asunto. Casada con un gordito, culoncito él, chiquito él, medio bruto el pobre, y ya tienen como cinco años de casados. Si le gusta una mujer que reúna estas características, senci-llamente pídaselo con alguna frase rimbom-bante que, por muy gastada que esté, tendrá resultados devastadores. Les presentamos unas cuantas para que con su venia, como decía ARS hace unos cuantos años, nos “per-mita pensar por usted”. Dependiendo de la característica de la chama —las hay desde abrasadoras hasta friononas— usted puede pelar por el archilugar comunísimo “desde que te vi supe que teníamos una historia en común”, pasando por el manoseadísimo “no me explico por qué la vida no nos permitió conocernos antes”, el incendiario “lo único que deseo es tu proximidad, tu cercanía, no pido nada más” —frase favorita de mi amigo Giovanni Siem—, hasta el descarado “en po-sición horizontal nos esperan muchas cosas por inventar”. Únicamente espere el momen-to adecuado para usar algunas de estas frases o cualquier variante producto de su propia cosecha. Lo peor que puede pasar es que le digan que no, y eso no es ninguna tragedia.

casaDas cOn buEnOtEsA este subrenglón lo que hay que venderles es chispa, ingenio, inteligencia. Si quisieran rasparse a un buenote, siguen con su marido y punto. Pero usualmente estos tipos bueno-tes, que invariablemente están casados con tipas buenotas, bajan la guardia bastante pronto y terminan haciendo el amor con su mujer como si les hicieran un favor. Con ese tipo el trabajo es un tanto más difícil, pero en lo absoluto imposible: hasta el Titanic, “el barco más seguro del mundo” —como de-cía la Cunard en su eslogan—, desapareció por la acción de una diligente tormenta y un oportuno iceberg. La estrategia con ellas es sencilla: basta con tomarlas en cuenta. Re-galarles rosas rojas, dos o tres en un par de ocasiones, presentarles un par de poemitas o un textico (textico, no testículo) “para que me digas qué opinas”, en fin, hacerlas sentir que son alguien. Este abandono que consu-man los buenotes con sus compañeras es lo que ocasiona que tipos como Ibsen Martínez se empaten con mujeres tan espectaculares

ÚnicamEntE EsPErE EL mOmEntO aDEcuaDO Para usar aLgunas DE Estas FrasEs O cuaLquiEr variantE PrODuctO DE su PrOPia cOsEcHa. LO PEOr quE PuEDE Pasar Es quE LE Digan quE nO, Y EsO nO Es ninguna tragEDia—

es vital, porque resulta que, con cada una, la táctica es diferente.

Ojo: antes de que nos acusen de amorales u otra vaina parecida decretamos, de una vez, que nosotros hacemos nuestra la sentencia del filósofo ítalo-venezolano Yordano di Marzo en su obra “Días de junio”: ...y como tu novio no era mi amigo, yo no me eché para atrás. Es decir, que nada que ver con las mujeres de los amigos. Sólo es válido de conocidos para abajo.

No creemos, por favor, que sea necesario explicarles cómo reconocerlas en cada caso: basta con echarle una ojeada al marido. Por muy macho que usted sea no me diga que no sabe distinguir cuándo un tipo está bien bueno o no. Déjese de hipocresías. Pero si insiste en afirmar que no sabe le daremos un dato: si usted se ha expresado de alguien en algunas oportunidades con frases como esta: “Qué coño se las creerá el maricón ese”, seguro que el tipo está bueno y probable-mente le haya echado unas “tarasqueadas” a su mujer o a su novia. Nadie se arrecha de gratiñán. Ése, que causa su enojo, ése, con seguridad, es un tipo que está bueno.

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como.... coño, casi meto la pata: me olvida-ba que Feriado tiene más de dos millones de lectores cada domingo: estuve a punto de cometer la delación más pública del mundo.

Eso sí, en medio del lance no se ponga a recordar cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que tuvo un gesto similar con su propia pareja, ni a imaginarse a un buitre con sonrisa de bebé logrando con su pro-pia esposa lo que usted espera hacer con el blanco escogido. No se mortifique innece-sariamente: un titubeo en el momento pre-ciso y puede que haya perdido para siempre la oportunidad de encarnarse con la bella casada que lo inquieta.

Como recomendaciones generales es bueno señalar que nunca, pero nunca, deben in-currir en el error de hablar mal del marido. Más bien defiéndalo cuando el objetivo lo ataque. Nunca diga que es soltero, diga di-

mirará delante de él. Las que se acercan a usted estando delante del esposo lo único que en realidad persiguen es darles celos a éste. Recuerde la frase que alguien dijo: “Un seductor ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”. También es bueno señalar que la aventura con una mujer ca-sada es una empresa arriesgada, sobre todo si el marido es karateka o PTJ, por ejemplo.

Pero consuélese sabiendo que las mujeres casadas son superdulces con el amante: toda la andanada de reclamos, quejas, histe-rias, gritos y berrinches la enfilan contra el marido, mientras que al tercero en discor-dia lo colman de dulzura y comprensión. Por último, no se desboque y recuerde el refrán: “Nunca le hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”.

Publicado en Letras, septiembre de 1991

vorciado o separado, y recuerde, las gran-des ventajas de una mujer casada son, por un lado, que no se va a querer casar con usted y que, además, los celos son un senti-miento que tiene vedado.

En caso de que se presentasen algún día, grítele indignado: “Y tú, ¿no duermes todos los días con un hombre? ¿Es que no sabes que la certeza de que, cuando no estoy con-tigo, él puede estar abrazándote, haciéndo-te el amor, me mortifica terriblemente, me lacera el alma?...”. Bueno, si usted cree que esto último es demasiado cursi, puede eli-minar el “me lacera el alma”, pero, en todo caso, “mortifíquese”, que nunca falla. Que-dan totalmente desarmadas.

ÚLtimOs DatOsOlvídense de esas mujeres que le sacan cuadro delante de su marido. Cuando al-guna mujer quiera algo con usted, ni lo

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En el proceso de expansión de Caracas hacia su área metropolitana, el elemento económico fue fundamental en la estructu-ración de la ciudad tal como la conocemos hoy. Desde 1930 los planos urbanos dan muestra del inmenso crecimiento que se dio entre los años 20 y 50 del siglo pasado, y nos ubican al mismo tiempo en la situación económica más importante de la época: el boom petrolero.

En este momento trascendental se da una importante migración de los sectores más humildes de la población rural a la ciudad. En Caracas, a pesar de que no se visualice en sus planos, se comienzan a construir los barrios a manos del propio pueblo. La bur-guesía prefiere ubicarse “en las afueras”, en nuevas urbanizaciones que, con los adelan-tos de movilidad y transporte de la época, ya no veían lejos el centro.

Con este escenario, el territorio donde na-ció Caracas pasaría a ser convertido por la burguesía en el espacio de explotación para su máximo enriquecimiento; territorio, ade-más, repartido en lotes de propiedad priva-da, muchos incluso heredados de la colonia,

Por DulCe MeDina@ccsdesdelaraiz

Los “no Lugares” de CaraCas, ¿oportunidad o debiLidad?

como si nuestro padre Bolívar no hubiera pasado por estas tierras. Con ello se hacen merecedores del título que el pueblo pobre les diera: “los amos del valle”.

El modelo económico implementado en estos años posicionó a un sector burgués parasita-rio, que se enriqueció con la renta petrolera mediante la corrupción y el desfalco econó-mico del país. Es parasitario porque busca un alto enriquecimiento en corto plazo mediante actividades no productivas y la acumulación criminal de capital, en perjuicio de la mayoría de la población. No tuvo Venezuela un sector privado interesado en invertir para potenciar la economía nacional, ni un gobierno que im-plementara políticas en este mismo sentido. El poco desarrollo industrial que se había alcan-zado fue totalmente desmantelado en la década de los 90. Nunca más se invirtió en tecnología, maquinarias, equipamiento ni infraestructura productiva. Y en este mismo sentido, nada se invertía en la construcción de la ciudad. Esta fue la única política de los gobiernos de turno: ponerse en manos de ese sector económico que se enriqueció con el empobrecimiento del pueblo, modelo que, además, fue impues-to desde la colonia. De este marco económico

resultó una Caracas con terrenos, espacios his-tóricos y zonas industriales de gran potencial abandonadas o subutilizadas. Esos son los “no lugares” de nuestra ciudad.

Recorrer Caracas y encontrarnos con estos espacios puede dar un panorama poco opti-mista. Pero en este período de intensa crisis generada por la guerra económica, estos “no lugares” deben ser un potencial para el de-sarrollo urbano y transformador de Caracas. La implementación de nuevas tecnologías puede permitir el aprovechamiento de es-tas viejas zonas industriales para novedosos centros de producción e investigación. Los centros históricos deben ser rehabilitados con miras a potenciar la actividad turística, gastronómica y recreativa. Actualmente el plan de la Caracas Socialista ha puesto sobre la mesa nuevas políticas en esta materia, eje-cutando proyectos de regeneración urbana; y la Misión Vivienda ha recuperado grandes terrenos como las Áreas Vitales para Vivir (Avivir). Estas son algunas muestras de las grandes potencialidades creadoras y trans-formadoras para nuestra ciudad. Caracas debe renacer y puede hacerlo desde los “no lugares” de su raíz.

Honro los doce hijos que Domitila tuvo [en la camamujer paridorade manos duras quemadas por la candelamujer anciana joven que murió en la [república del hambreen la república que le dio un cerro para [criar sus niñosciudad de la punta de tu boca Domitila

Honro mi nacimiento como una fe [consagrada a espaldas del mundohonro a la mujer que sostuvo mi cabeza [sobre su pecho aún en el encierroaún en el miedoaún en la república de los castigos

¿Cómo no ser madre en un país que pare [hijos como funda repúblicas [de hombres?¿Cómo no ser madre en el relato de todos [los mitos de fecundación,en un país donde las guayabas se pudren [en las avenidas, donde todo nace [en la tierra casi por error?

(...)Honro a las que escondieron su sangrea la patria de hombres y mujeres que no [nacieronlos millones de sacos y fetos expulsados [por corrientes internas de ríos [hasta el marque poblaron junto a los peces la [república de lo imposiblela república de la vergüenzala república del dolor

Honro la mano que atisba en el aire la [pequeña nación que es su cuerpo [como una bandera alzadauna nación de símbolos de pan y tierra [ardidanación de mujeres colmadas de [argumentosde mujeres abrazadas a la luz de su [entendimientoa la luz de sus contradiccionesHonro la luz que las pueblasu nación sin dios.

Por Mariela lóPez (Venezuela)

Por SuSana Soca Blanco (uruguay)

Por aquarela Padilla (Venezuela)

Cuando estás ausente, tu figura se dilata hasta el punto de llenar el universo. Pasas al estado fluido, que es el de los fantasmas. Cuando estás presente, tu figura se condensa; alcanzas las concentra-ciones de los metales más pesados, del iridio, del mercurio. Muero de ese peso, cuando me cae en el corazón.

FUEGOS

TRINITARIAS

EN ESTE DÍA YA SIN HOJAS (ExTRAcTO)

HONRAR UN PAÍS (ExTRAcTO)

He visto trinitarias amarillas.Se ha inmolado el sol.No calla,se ha inmolado.

Ciertas voces que nunca fueron míasy no hablaron palabras de mi canto,vuelven a mí, ciñen mi cuelloy yo siento de nuevola invencible, suave avidezde las glicinas desaparecidassobre los troncos desligados y en reposo.

po

em

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Ella, levadura. Masa madre.Ovarios de espíritu libre.Pan comido.

Vers{arte}@from_infierno:

TRINOS

@indira_carpioÇPOR INDIRA CARPIO

Por Marguerite yourcenar (Bélgica)

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A E L O C I R E J A L B E

N C A R E F I C O V I O S

D T N A P E R E T A T D O

O O T I S N A I D R A A J

L R E M E H C N I A D T O

M P M A L A R A C Z O S R

E E E N M L E V N E M O T

N D R I O E C O I U O C S

T O O C D U L A R G C I A

O L S U A R E C O V E X R

L I O M E T E R C E T O E

E N T E L O N G E V O C

Comenzando por el cuadro central se sigue elsentido del laberinto, tomando como inicio de lasiguiente palabra la última sílaba de la anterior

InstruccIones

[email protected] AnDrÉs PALAcIos

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1 Estado del Oriente venezolano2 …Dávila, vocalista y actor venezolano3 Enseñanza moral de un relato, fábula, etc.4 País insular de las Antillas Mayores5 Ciudad del estado Sucre6 Nuevo, principiante en algo7 Planta usada como tónico estomacal8 Lluvia menuda que cae blandamente9 Perteneciente o relativo a la nación10 Golpe recibido en las nalgas11 …Bascopé, actriz y vocalista venezolana12 Reptil terrestre del orden de los saurios13 Isla situada al sur del mar Caribe14 Muy aficionados a las golosinas15 Sustenta, mantiene algo firme16 Incapaz e inepto para algo17 Dádiva con fines benéficos

18 Figura en forma de espiral19 Fécula blanda y granulada que se extrae de la raíz de la mandioca20 Rizo de pelo21 Habitación natural de las abejas22 Virtud, calidad o propiedad de las cosas23 Estado y ciudad de México24 Pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta25 Mandar con autoridad o regir algo26 Hombre enamorado de sí mismo27 Elegante, refinado28 Especie de plátano de tamaño pequeño29 En Colombia: medio ebrio30 Presumidos o vanidosos31 Pueblo del estado Trujillo32 Región del noreste de Italia

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Justo cuando termina de decir alguna de las frases de este minimanual, se da cuenta de que no debió hacerlo. Como el sinsabor posterior será más largo que la extensión de la oración, mejor amárrese la lengua y vea para San Felipe. Piense en usted y no se las dé de mujer del siglo XXII.

1. Vivo sola. Soy una tipa independiente. 2. No me cuesta nada pasar por ahí y buscarte. Me queda cerca de la casa.3. Ya sé que siempre soy la que pago. No me importa volverlo a hacer, tranquilo.4. Es la últimas vez que...5. Me siento mal, pero no te preocupes, yo me las arreglo.6. Dale, no creo que pase nada.7. Yo sé que estás muy ocupado. Yo resuelvo.8. No me importa que estés saliendo con alguien más, somos adultos.9. Se que me maltrataste porque estabas muy estresado. 10. No podía faltar el clásico: “Solo la puntica”.

por qué la derecha

lo hace todo torcido

minimanual de cosas que no debe decir

tuit de

¿ ¿ImagInarIo

saca el aviso de"no hay pan"

@laespergesiaPOR NATHALI GÓMEZ

Ilustración: L. "Razor" Balza

Edición Número Ciento setenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 22 de mayo de 2016.