INVITADO ESPECIAL /

2da parte

Células re

Por: Carlos Arturo Guerrero Fonseca; Ph.D.

RESUMEN

as células madre son células relativamente indiferenciadas que pueden dividirse indefinidamente en el transcurso de la vida de un organismo, produciendo células hijas con características similares o células que sufren diferenciación terminal. Es decir, que estos llegan a convertirse en células de un órgano especifico como corazón, hígado, células sanguíneas u otro órgano definido. Esta definición clásica se ha ampliado y en la actualidad la definición depende de varios factores como la función de la célula en el organismo, la función in vitro (Juera del organismo, en el laboratorio) al estimularla con sustancias particulares, o la función de ésta al trasplantarla a un itio detemzinado del or anismo.

U na vez el espermatozoide se une al óvulo, la célula resultante,

el cigoto, es totipotente en cuanto a que a partir de ella se producen todos los órganos y más de 200 clases diferentes de células del cuerpo humano. Las divisiones celulares sucesivas del cigoto producen células con funciones cada vez más particulares, por ejemplo, células que darán origen a las tres grandes capas germinales (endodermo, mesodermo y ectodermo) de las cuales se derivaran el epitelio intestinal, músculos, nervios y piel, respec­tivamente. La célula madre que da origen a estas tres capas se conoce como Célula Madre Embrion aria o Célula Pluripotencial. A partir de la cresta germ inal de testículo de un embrión de 9 semanas de

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gestación se han obtenido células madre que se conocen como células embrio-narias germinales. En un individuo completamente desarrollado ambién existen células madre cuya función es reemplazar a las células que mueren como las de la piel o las de la sangre (incluidas

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las que dan origen a los glóbulos rojos o a los blancos relacionados ••ii•IIJ!I~;mil•••·:-----........ ~---~---l con el mecanismo de defensa del organismo, denominado sistema inmunológico).

Antes se creía que estas células madre sólo podían originar el órgano o la célula para los que estaba programada. Así, se pensaba que la célula madre que da origen a las células de la sangre sólo podía producir dicho linaje celular y no otro. Recientemente se descubrió que esto no es cierto, pues al trasplantar la célula madre de células musculares a la médula ósea (donde está la célula madre que da origen a las células de la sangre) esta célula madre muscular puede producir células sanguíneas. Esto sugiere una aplicación práctica de enorme repercusión: una célula madre se puede trasplantar a un órgano en particular, por ejemplo , un órgano dañado o cercenado después de una cirugía y bajo los estímulos de las células diferenciadas remanentes del órgano, la célula madre trasplantada podría regenerar de nuevo un órgano . El trasplante sería más seguro si la célula madre trasplantada fuera extraída del mismo órgano que se desea regenerar, aunque puede tener otro origen.

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Lo anterior significa que una célula madre, dependiendo de la procedencia y del tipo de estímulos que se le propor­cionen en el sitio donde se trasplanta, puede producir células u órganos de acuerdo a lo requerido.

Otras aplicaciones posibles incluyen el tratamiento de enfermedades que producen algún tipo de daño o alteración celular que puede ser reparado con el trasplante de células madre. Estas incluyen enferme­dades como el Parkinson , la enfermedad de Alzheimer, la diabetes, el cáncer, daños de la médula espinal por trauma, fallas cardíacas, enfermedades genéticas como la distrofia muscular de Duchenne y la osteogénesis imperfecta, entre otras.

Igualmente, se podrían estudiar los eventos iniciales del desarrollo embrionario, aún no

explicados , los defectos congénitos (defectos no heredados adquiridos durante el proceso de gestación) y las anormalidades de la placenta que conducen a aborto espontáneo. El cultivo y estudio de las células madre permitiría adquirir métodos para identificar eventos genéticos, moleculares y celulares que llevan a desórdenes del desarrollo y de esta manera prevenirlos. También, podrían usarse para hacer ensayos de bioseguridad, es decir, para probar fármacos medicinales nuevos, antes de aplicarlos a la población. Esto último evitaría el uso de animales de laboratorio y permitiría un conocimiento más cercano de la toxicidad de un fármaco . Actualmente, estos ensayos se hacen en animales y se sabe que el metabolismo de los fármacos en animales y en los humanos puede ser diferente y por tanto no se tiene un conocimiento exacto de su toxicidad.

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Una posible desventaja del trasplante de células madre en humanos es la formación de tumores (teratomas) los cuales son típicamente benignos. Esto puede ocurrir porque se está trasplantando una célula parcialmente indiferenciada. Es decir, la plasticidad que tienen las células madre para expresar unos genes y reprimir otros, para dar origen a un órgano específico, puede llevar a un crecimiento desordenado o tumor sin las funciones esperadas. Otro obstáculo a vencer es el rechazo inmuno­lógico cuando se trasplanta la célula madre procedente de un individuo al organismo de otro individuo. Sin embargo, existen herramientas técnicas propues­tas y ensayos preliminares para solucionarlo.

Los pormenores científicos y técnicos para tener éxito en los propósitos descritos anterior­mente están aún en fase experimental preliminar. Llama la atención que un evento científico

en ciernes, con grandes posibilidades de beneficios prácticos, pero con muchas preguntas de tipo técnico y científico por resolver, produzca polémicas candentes no en el ámbito científico, sino en el ambiente político y religioso. Las críticas desde el punto de vista religioso incluyen argumentos desde "los cien-tíficos no son Dios para jugar con la vida" hasta opiniones moralistas que cuestionan la fuente potencial de las células madre: los embriones abortados o las células cultivadas en el laboratorio después de fertilización in vitro (fecundando óvulos con espermatozoides en el laboratorio). Lo que está claro es que el desarrollo técnico y científico que tiene la huma­nidad rebasa los conceptos y prejuicios de la clase política dirigente de la sociedad actual. Parece ser que está sucediendo algo semejante a lo que pasó en los albores de la sociedad burguesa, mientras ésta apoyaba y luchaba por el nuevo conocimiento, la vieja sociedad

feudal impuso la inquisición como método para sostener su inevitable derrumbamiento. Quizá lo que se necesita es una revolución cultural a todo nivel que suplante los viejos principios por unos que estén acordes con los avances técnicos y científicos actuales.

El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush , inicialmente prohibió el uso de las células madre para estudios científicos con aplicaciones prácticas. Posteriormente, dado que existen más de 60 líneas celulares madre en institutos privados "permitió" el uso de esas 60 líneas para investiga­ción y prohibió generar nuevas líneas, confiando en el buen juicio de los investigadores. No se ha resuelto el mecanismo que permita su adquisición para otros laboratorios y no todos los laboratorios privados desearán dona r las células cuando pueden tener un potencial técnico y científico para explotarlo económicamente. Tampoco se ha definido la reposición de las 1 íneas celulares cuando dejen de replicarse en el laboratorio , pues su división celular bajo estas condiciones puede ser limitada (200 divisiones celulares sucesivas). Hasta ahora una línea madre obtenida de embriones abortados lleva dos años replicándose en el laboratorio , pero las células embrionarias germinales han sido mantenidas solamente durante 70 a 80 doblajes poblacionales.

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Parece que el desarrollo técnico y científico genera oleadas de conocimiento que hacen estremecer los cimientos éticos, morales y políticos que sustenta y ostenta la clase dirigente de esta sociedad. ¿Se repetirá la historia que vivió la naciente sociedad burguesa frente a los dogmas éticos, morales y políticos de la clase feudal de la edad media?

La segunda solución se basa en afirmar que la vida ya llegó al cenit de la evolución, pues la evolución gen.ética concluyó con el desarrollo del cerebro humano, dado que con éste la vida tomó concienc ia de sí misma. Entonces , el único camino a seguir es reproducir la conciencia en una forma no biológica, que se alimente con energía distinta a la que utilizan los animales. En este sentido, nuestro siguiente paso evolutivo consiste en crear seres cibernéticos inteligentes que omen decis iones , como

cualquier humano, pero con mejores capacidades que el cerebro de éstos. La energía que alimentará tal conciencia no será biológica, puede ser atómica proveniente de fuentes \nterga\ácticas. Sólo así , \a

ateria hecha conciencia cibernética, podrá recorrer el espacio, a grandes velocidades, sin envejecer, con todo el tiempo y el espacio que la materia se da a sí misma.

Dicha inteligencia o capacidad e asociación diferirá de la uestra, en cuanto no poseerá

emociones , tal y como las conocemos , salvo que se creara artificialmente el sistema límbico, base anatómica de éstas. Es decir que se hicieran copias cibernéticas del cerebro, en su totalidad. Ahora bien, es cierto que la inteligencia depende en gran medida del número de neuronas y de las interconexiones entre.. éstas o sinapsis, cuyo equivalente en cibernética es el número de bits. No obstante, no bastaría dotar a este complejo ciber­nético de una inteligencia, igual o superior a la humana, dado que ésta por sí misma no resuelve su existencia. Para resolverla, lo más importante es adquirir el conocimiento de las leyes físico-químicas y sociales que rigen los procesos de la naturaleza y de la sociedad en general y aplicar esa capacidad y esos conocimientos en un proceso transformativo a través del trabajo.

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Habrá quien se horrorice de pensar que esto pueda suceder porque lo ve con la óptica de la propiedad privada, con la misma moral y ética actuales de rapiña y con la misma organización de clases sociales que originan esclavos y amos. La verdad es que aún no contamos con la tecnolog ía adecuada para lograrlo , pero cuando esta realidad exista con seguridad otra estructura socio-económica estará vigente, con otra moral y otra ética. Es decir, para que tales cambios verdaderamente transformadores sean acep­tados y puedan iniciarse , primero se debe transformar la estructura socioeconómica actual para promover los cambios biológicos.

Según esta hipótesis, evoluti­vamente sólo somos un eslabón más en el proceso material que partió de unas cuantas moléculas hasta adquirir conciencia y ésta debe

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continuar en otra escala más profunda y amplia que la poseída actualmente. Así, la materia transformaría la conciencia biológica a otra escala, la conciencia cibernética.

LA MATERIA ADQUIRIÓ CONCIENCIA Durante el proceso evolutivo del sistema nervioso los animales fueron adquiriendo sensibilidad y posteriormente emociones. Esto cumplió un papel muy importante en la evolución, pues

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les permitió reaccionar ante las necesidades internas del organismo y las presiones externas, del medio. En dicho proceso evolutivo los mamíferos adquirieron una cantidad considerable de neocorteza y de éstos el cerebro humano es notable por tener mucha más neocorteza que el cerebro de cualquier otro animal. Esta estructura proporciona la asociación o conciencia e incluye las funciones inherentes a la actividad intelectual , lo cual dota a la especie de capacidad de tener conciencia de sí misma y de modificar su entorno.

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En este sentido, los humanos poseemos las dos condiciones: las emociones y la abstracción. Esta última adquirió gran importancia en la medida en que el hombre fue acumulando conocimiento, a través de su actividad en la producció n material. Con esta va compren­diendo gradualmente los fenómenos, las propiedades y las leyes de la naturaleza, así como las relaciones entre él mismo y la naturaleza. También a través de su actividad en la producción , va conociendo paulatinamente en diverso grado determinadas relaciones existentes entre los hombres. De esta manera, en la medida en que la humanidad adquiere conocimientos se va liberando del simple actuar guiada por las emociones, para optar por una conducta guiada por el conocimiento. En este sentido, la actual actividad humana, como la producción fabril y agrícola, está regida principal­mente por el conocimiento científico que se posee de la naturaleza.

El que la actividad humana esté regida por el conocimiento, permite explicar como aunque los trabajadores, incluidos los científicos, posean una inmensa sensibil idad y emociones, el producto de su trabajo esta libre de ellas. De esta manera, el conocimiento científico que la humanidad posee de la naturaleza está libre de emociones. Por ejemplo , el conocimiento que se tiene acerca de la ley de la gravedad, la energía solar, la velocidad de

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En este sentido, la humanidad es la materia hecha conciencia. Pero lo más importante es que

ebemos pasar a ser conciencia de la materia, es decir, desentrañar las leyes que ri gen el movimiento de la

ateria para hacer del ovimiento un movimiento

Datos del autor

consciente. Parecería un contrasentido afirmar que los humanos están pletóricos de emociones en la actividad de la vida diaria, pero que la practica material , el producto de su trabajo, es objetivo y por tanto está libre de emociones. La razón es que en la medida en que la humanidad acumula conocimiento , a través de su act iv idad en la producción material, es el conocimiento y no la simple emoción la que guía la actividad humana.

Esto qu iere decir que , en la medida en que actuamos con conocimiento, nos liberamos del actuar ciego , guiado exclusi­vamente por las emociones. También significa que la denominada abstracción o teoría científica, en cualquiera de sus ramas, natural o histórica, está libre de la emoción, cuando es objetiva. Este es el sentido del razonar dialéctico que parte

Carlos Arturo Guerrero Fonseca

INVITADO ESPE­CIAL

necesariamente de los hechos dados. Por consiguiente , no vale hacer elucubraciones para imponerlas a los hechos, sino que hay que descubrir las leyes que rigen el movimiento en los hechos y, una vez descubiertas, y siempre que ello sea posible, demostrarlas sobre la experiencia.

Este análisis objetivo debería ser extensivo a todas y cada una de las actividades que a diario realiza el hombre. Sin embargo, se ha enseñado a no hacerlo y la realidad objetiva del quehacer diario es interpretada como hechos aislados , de origen sobre-natural, inmutables o de difícil transformac ión por nuestros propios actos. De esta manera, "el mundo" parece irreal , la ciencia, el gobierno, la economía y la sociedad se interpretan como ajenos a la actividad humana ind ividual o social.

Médico, egresado de la Universidad del Valle , con una Maestría en Farmacología de la Facultad de Ciencias, Departamento de Farmacia, Universidad Nacional de Colombia y otra con tesis laureada en Genética Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia.

Realizó su Doctorado en Ciencias en el Instituto de Biotecnología de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Está vinculado como profesor Asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Tiene varias publicaciones en revistas nacionales a internacionales de reconocido prestigio como Proceding National Academic Science of E. U. A. (P.N.A.S. ); Journal of Virology; Novartis Foundation , Inglaterra; The Virology. Igualmente en 1994 publicó un manuscrito acerca de la controversia existente respecto a la relación entre el VIH y el SIDA titulado: ¿Es el virus de la inmunodeficiencia humana, VIH , la causa del SIDA? Ha estado vinculado como investigador y docente en las áreas de Biología Celular y Molecular, Bioqu ímica, Genética, Cáncer, Virología y Farmacología.