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EL ORIGEN DE LA· OBRA DE ARTE . Y LA VERDAD EN HEIDEGGER , ., , F'rtmcisco Soler Grimrna. Lo que intentamos con las páginas que siguen --el título que se les da podría provocar justa "admiracíón"-, es introducir al lector en la obra que hemos traducido, no· introducir a Heí- degger. Desmenuzar las tan condensadas y difíciles páginas: explicar su contenido, señalar los pasajes en los que haya qU~ detenerse y que haya que releer y repensar. Las dificultades de intelección, de traducción. por tanto, a veces son insuperables, La obra que presentamos es el primero de los seis trabajos titulados: DeJ' Ursprictuj des Kunsticerkes, Die Zeit des Welt-: bildes, Hegels Beqrif] der Ert ahrunn, Nietzsches Wort "Go~t ist tot", Wozu Dictiter t, Der Spruch. des Anximaruier, reunidos todos bajo el titulo común de Holziceqe (Vittorio Klosterrnann. Frankfurt am Maín. 1950), título que es ya el primer problema de traducción. Se podría traducir por "verícuetos", "caminos del bosque": Holzwege son los caminitos que van dejando los troncos de árboles al ser arrastrados; caminos que súbitamente acaban en lo no pisado, en lo nuevo y desconocido, adonde hay que llevar el pensar. Hay que llevar el pensar a lo que aún no tiene nombre, a su elemento y origen. Hay que acostumbrarse a habitar en lo innominado, reconducir el pensar a que sea pen- samiento, no sobre el ente, sino sobre el sér : trascender, ir más allá de toda metafísica, que 'siempre piensa el ente al ser del ente; hay' que emprender la navegación al fundamento de la me- tafísica, olvidado ya a partir de los presocráticcs : hay que \'01- -3- 1

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IntroducciónEmpezando, es una partida de caballo inglésPágina 1

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EL ORIGEN DE LA· OBRA DE ARTE

. Y LA VERDAD EN HEIDEGGER

, ., ,

F'rtmcisco Soler Grimrna.

Lo que intentamos con las páginas que siguen --el título que

se les da podría provocar justa "admiracíón"-, es introducir

al lector en la obra que hemos traducido, no· introducir a Heí-

degger. Desmenuzar las tan condensadas y difíciles páginas:

explicar su contenido, señalar los pasajes en los que haya qU~

detenerse y que haya que releer y repensar. Las dificultades de

intelección, de traducción. por tanto, a veces son insuperables,

La obra que presentamos es el primero de los seis trabajos

titulados: DeJ' Ursprictuj des Kunsticerkes, Die Zeit des Welt-:

bildes, Hegels Beqrif] der Ert ahrunn, Nietzsches Wort "Go~t

ist tot", Wozu Dictiter t, Der Spruch. des Anximaruier, reunidos todos bajo el titulo común de Holziceqe (Vittorio Klosterrnann.

Frankfurt am Maín. 1950), título que es ya el primer problema

de traducción. Se podría traducir por "verícuetos", "caminos

del bosque": Holzwege son los caminitos que van dejando los

troncos de árboles al ser arrastrados; caminos que súbitamente

acaban en lo no pisado, en lo nuevo y desconocido, adonde hay

que llevar el pensar. Hay que llevar el pensar a lo que aún no

tiene nombre, a su elemento y origen. Hay que acostumbrarse

a habitar en lo innominado, reconducir el pensar a que sea pen-

samiento, no sobre el ente, sino sobre el sér : trascender, ir más

allá de toda metafísica, que 'siempre piensa el ente al ser del

ente; hay' que emprender la navegación al fundamento de la me-

tafísica, olvidado ya a partir de los presocráticcs : hay que \'01-

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