INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE N º 107 … · 1 E. N. S. JOSÉ MANUEL ESTRADA ... -...
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E. N. S. JOS MANUEL ESTRADA
INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIN DOCENTE N 107
CAUELAS
PROFESORADO PARA LA EDUCACIN
SECUNDARIA EN LENGUA Y
LITERATURA.
CURSO INICIAL AO 2015
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INDICE
Carta a los ingresantes. 3
Presentacin del curso inicial 4
A- Mdulo informativo.
- Breve historia de la E.N.S. J M. Estrada 5
- Autoridades 6
- Rgimen Acadmico 6
- Correlatividades 7
- Los consejos acadmicos institucionales. 8
B- Mdulo formativo.
1. Hablar, leer y escribir en el Nivel Superior. 11
2. El docente hoy.
2.1. La enseanza 38
2.2. Los contextos 42
2.3. El sujeto que aprende 57
3. Taller: El yo y el rol profesional. 58
C- Mdulo de la orientacin. 59
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CARTA AL INGRESANTE
Estimada/o alumna/o: Has tomado una decisin muy importante: realizar una carrera de Nivel Superior, lo cual implica algo ms que obtener un ttulo o acceder a un trabajo; pues la profesin es una forma de vida. Seguramente lo has meditado y seguramente tambin, tienes muchas dudas, ansiedades y expectativas. Pero debes saber que no ests solo/a Que todas/os los que asumimos la responsabilidad de orientarte en el proceso formativo, profesores/as y directivos de esta Casa, alguna vez estuvimos en tu lugar y sentimos un similar escozor; que tambin tuvimos otros u otras (nuestros propios/as profesores/as) que nos ayudaron, nos alentaron, nos ensearon y contribuyeron a lograr la meta: obtener el ttulo de profesor/a. Que tendrs orientacin, pero que paulatinamente irs adquiriendo herramientas para aprender por vos misma/o, lo cual es indispensable en este Nivel. Que como educadores/as somos conscientes del compromiso que significa formar docentes en esta compleja sociedad, la de un mundo globalizado, el cual, a la vez que ofrece muchas posibilidades, es generador de diferenciasQue intentaremos guiarte, pero que muchas veces aprenderemos juntos: tus cuestionamientos, tus saberes, tus experiencias, sern fundamentales para lograr la construccin social del conocimiento tal cual se requiere. Que hay otras y otros que tambin sienten lo mismo que vos pero en este momento: son tus compaeras/os; con ellas/os vas a compartir el camino, da a da. Vas a aprender de las experiencias vividas personalmente y como grupo; vas a superar dificultades en un esfuerzo compartido; vas a tener otro apoyo para comprender la teora y referirla a la prctica; vas a tener la posibilidad de disfrutar de sus logros. Sin embargo hay algo que no debes olvidar: que tu historia educativa en este tramo tiene un eje marcado: vos misma/o. Es que el estudiante del Nivel Superior debe llegar a ser un estudiante autnomo, que aprenda a aprender, que busque, que indague, que aprenda del error, que aproveche su tiempo. Por quin? Por l/ella mismo/a, ya que su eleccin es madura y asume que se est formando para lo que quiere ser: un buen docente. Por eso, lo primero es confiar en vos misma/o; ya tens una historia que te permiti encontrar un rumbo y estar en condiciones de realizar estudios superiores. Y si an no conts con todos los saberes previos requeridos, lo importante es querer aprender. Po todo lo dicho, te damos la bienvenida Directivos y profesores del ISFD N 107.
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CURSO INICIAL PRESENTACIN:
El curso inicial por definicin, constituye la primera instancia formativa de la
carrera. Tendr modalidad presencial y semi-presencial, ya que incluye
respectivamente, encuentros con los docentes segn horarios estipulados- y
actividades de aprendizaje autnomo que posibilitarn al ingresante situarse en el
rol de aprendiz a partir de las orientaciones y sugerencias de los docentes
formadores.
Su desarrollo implica el abordaje de tres momentos distribuidos en un
mnimo de catorce encuentros de cuatro horas cada uno. A saber:
D- Mdulo informativo.
E- Mdulo formativo.
4. Hablar, leer y escribir en el Nivel Superior.
5. El docente hoy.
6. Taller: El yo y el rol profesional.
F- Mdulo de la orientacin.
Durante el transcurso de los encuentros se llevar a cabo la evaluacin de
logros y dificultades, no se realizarn evaluaciones escritas porque no es el
propsito del curso confeccionar orden de mritos. No obstante, su aprobacin
requiere una asistencia del 100 % del total de los encuentros.
Objetivos:
Contribuir al afianzamiento de las competencias comunicativas bsicas
para que los ingresantes logren insertarse adecuadamente en el Nivel
Superior.
Brindar a los ingresantes estrategias de aprendizaje bsicas.
Identificar, recordar y afianzar las competencias bsicas iniciales para el
proceso de formacin especfica.
Contribuir a desarrollar los modos de indagacin propios de cada campo de
conocimiento.
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A- MDULO INFORMATIVO:
El ISFD N 107 forma parte de una Unidad Acadmica (UAC). Se denomina
de ese modo a los centros educativos conformados por varios niveles de
enseanza que no slo comparten un espacio fsico sino- sobre todo- un Proyecto
Educativo. A saber:
Nivel Inicial: Jardn N 911
Nivel Primario: EP N 32
Nivel Secundario: E.S. N 3
Nivel Superior: ISFD N 107
La Unidad Acadmica "Jos Manuel Estrada" es el producto de una
trayectoria que lleva cincuenta y siete aos. Dcadas que le han permitido
acrecentar no slo su comunidad educativa sino la valoracin de sus logros.
En 1955, el 1 de abril, comenz a funcionar bajo el nombre de "Presidente
Pern", pero- luego de unos pocos meses- permut su denominacin por la
actual: "Jos Manuel Estrada". En ese momento, estaba en la antigua casa
ubicada en Libertad 1208 con alumnos de primero a tercer ao de secundaria.
Dos aos ms tarde, en 1957, se crearon primero y segundo aos de Magisterio;
pero fue en 1959 cuando se "concret la oficializacin de la Institucin". Por lo
tanto, hacia finales del primer medio Siglo XX, "El Estrada" cont con dos
modalidades: Magisterio y Comercial.
El 7 de marzo de 1966 se conform el Departamento de Aplicacin y la
Rama de Educacin Primaria en su actual direccin de Rivadavia 476. Y en 1971
el Nivel de Educacin Superior abri sus puertas; originalmente estuvo destinado
a la carrera de Profesorado para la Enseanza Primaria, debido a que- el ao
anterior- el Bachillerato con Orientacin Docente reemplaz al Magisterio. Pero,
para que el Jardn de Infantes "El pequeo de Ass" se creara, debieron pasar
muchos aos ms: ocurri el 15 de marzo de 1982. Con l la Institucin cont ya
con los cuatro niveles de enseanza que actualmente mantiene.
No obstante, sigui sumando servicios a su oferta educativa: en 1986
comenz a dictarse el Profesorado de Educacin Preescolar; en 1993 se habilit
un sector del edificio de Mitre y Mozotegui (actual sede del ISFD) y en 1994-tras
la reforma educativa- la escuela (que dependa del Ministerio de Educacin de la
Nacin) pas a la jurisdiccin de la Provincia de Buenos Aires, hecho que deriv
en la creacin de octavo y noveno aos (desde 1997) y la creacin del Nivel
Polimodal (1999), con sus nuevas modalidades, por lo que se ampliaron las
opciones educativas para adolescentes.
En lo que respecta al ISFD N 107, actualmente brinda las carreras
docentes de:
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Profesorado en Educacin Primaria.
Profesorado en Educacin Inicial.
Profesorado en Educacin Especial.
Profesorado para la Educacin Secundaria en Lengua y Literatura.
Profesorado para la Educacin Secundaria en Matemtica.
AUTORIDADES:
Directora: GOMEZ, Alfredo Simn
Vicedirectora: TOLOZA, Anabel Mariana
Secretaria: GROSSO, Carina.
Prosecretario: PACIENTE, Rolando
INFORMACIN GENERAL.
RGIMEN ACADMICO MARCO JURISDICCIONAL.
TRAYECTOS FORMATIVOS
CONDICIONES ACADMICAS PARA PROSEGUIR ESTUDIOS EN EL NIVEL
PERMANENCIA COMO ESTUDIANTE REGULAR Acreditar al menos 1 (una) UNIDAD CURRICULAR (Materia, Espacio de Definicin Institucional, Prctica Docente y Profesional, Talleres, Seminarios, Ateneos) por ao calendario.
Renovar su inscripcin como estudiante anualmente.
Cumplir con el porcentaje de asistencia requerido en las cursadas segn rgimen adoptado (rgimen de cursada Presencial o rgimen de estudiante libre).
A.- RGIMEN DE CURSADA PRESENCIAL
CONDICIONES DE ACREDITACIN Y EVALUACIN
RGIMEN DE CALIFICACIN
RGIMEN DE EQUIVALENCIAS Y CORRELATIVIDADES
PROMOCIN
Se realizar por Unidad Curricular
VALIDEZ DE LA CURSADA
5 aos a partir de la aprobacin de la cursada
Pasados 2 aos de la aprobacin de
Asistencia al 60% de Unidades Curriculares y no menos de 80% de asistencia a Prcticas de Campo docente y profesional.
Aprobacin de las instancias de evaluacin previstas.
En los casos de que hayan cursado una/s Unidad/es Curricular/es con modalidad
CON EXAMEN FINAL:
CONDICIONES PARA OBTENER LA ACREDITACIN:
Aprobacin de la cursada.
Aprobacin de las Unidades Curriculares determinadas como correlativas en los
Inscripcin para las instancias de acreditacin por Unidad Curricular sin ms lmites que las respectivas correlatividades.
Se podrn acreditar Unidades Curriculares mediante el rgimen de equivalencia.
Las equivalencias podrn comprender la Unidad Curricular completa o una parte de la misma
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la cursada, la evaluacin final se ajustar a la propuesta de Ctedra vigente al momento de la presentacin del alumno a la instancia de acreditacin.
Si el alumno se inscribe en una Unidad Curricular para cursar en la modalidad presencial y abandona o desaprueba la cursada, en el siguiente ciclo lectivo deber recursarla o inscribirse como alumno libre.
presencial y debieran volver a cursar en el Ciclo lectivo siguiente, podrn optar por el rgimen de estudiante libre independientemente del porcentaje establecido (30% de Unidades Curriculares con formato Materia por ao de acuerdo al Diseo Curricular).
Planes de Estudio.
Aprobacin de un examen final ante una Comisin Evaluadora presidida por el Profesor de la Unidad Curricular e integrada como mnimo por un miembro ms. Ser calificada de 1 a 10. Aprobacin con un mnimo de 4 puntos.
Podrn presentarse a 1(un) llamado por turno.
SIN EXAMEN FINAL:
Aprobacin con promedio final de calificacin de 7 o ms puntos. Los que no alcancen ese puntaje y obtuvieren 4 o ms pasarn automticamente al sistema de cursada con examen final.
(equivalencia parcial).
Para la solicitud no podr exceder los 6 ltimos aos desde la fecha de acreditacin final.
CONDICIONES PARA SOLICITAR EQUIVALENCIAS:
Antes del 31/5 solicitar mediante nota firmada, en la Secretara del ISFD, el reconocimiento de saberes aprobados por Instituciones reconocidas oficialmente.
Adjuntar a la solicitud:
Certificado analtico de estudios realizados, Programas que correspondan (carga horaria, contenidos y bibliografa) de las Unidades Curriculares en las que solicita equivalencia. La documentacin deber ser certificada por la Institucin de origen.
Cursar la Unidad Curricular cuya aprobacin solicita hasta tanto se le confirme fehacientemente que se le otorg.
CORRELATIVIDADES del Profesorado para la Educacin Secundaria en lengua y Literatura.
2 AO Perspectiva Filosfico-Pedaggica II Perspectiva Filosfico-Pedaggica I
Perspectiva Pedaggico-Didctica II (Didctica Especial)
Perspectiva Pedaggico-Didctica I
Psicologa y Cultura del Alumno Psicologa y Cultura en la Educacin
Teora Literaria II
Teora Literaria I Historia Social y Cultural de la Literatura I Taller de Lectura, Escrit. y Prct. de la Lengua Oral
Historia Social y Cultural de la Literatura II Historia Social y Cultural de la Literatura I Teora Literaria I
Semitica I
Lingstica, Gramtica Textual e Introduccin a la Psicolingstica y Sociolingstica Taller de Lectura, Escrit. y Prct. de la Lengua Oral
Lingstica y Gramtica II Lingstica, Gramtica Textual e Introduccin a la Psicolingstica y Sociolingstica
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Taller de Lectura, Escrit. y Prct. de la Lengua Oral
Lenguas Clsicas I Lingstica, Gramtica Textual e Introduccin a la Psicolingstica y Sociolingstica
Lengua y Literatura y su Enseanza II
Lengua y Literatura y su Enseanza I Taller de Lectura, Escrit. y Prct. de la Lengua Oral Espacio de la Prctica Docente I
Espacio de la Prctica Docente II Todos los Espacios Curriculares de 1Ao Aptitud Fonoaudiolgica
3 AO
Perspectiva Filosfico-Pedaggico-Didctica
Perspectiva Filosfico-Pedaggica II Perspectiva Pedaggico-Didctica II (Didctica Especial) Psicologa y Cultura del Alumno
Perspectiva Poltico-Institucional Perspectiva Socio-Poltica (1er Ao)
Teora Literaria III Historia Social y Cultural de la Literatura II Teora Literaria II Semitica I
Historia Social y Cultural de la Literatura III Literatura Hispanoamericana II
Historia Social y Cultural de la Literatura II Teora Literaria II
Semitica II Semitica I
Lingstica y Gramtica III Lingstica y Gramtica II
Lenguas Clsicas II Lenguas Clsicas I
Primer Nivel de Lengua Extranjera ----------------------------------------------
Espacio de la Prctica Docente III La totalidad de los Espacios de 1 y 2 Aos 4 AO
Teora Literaria IV Historia Social y Cultural de la Literatura III Teora Literaria III
Historia Social y Cultural de la Literatura IV Historia Social y Cultural de la Literatura III Teora Literaria III
Lingstica y Gramtica IV Lingstica y Gramtica III
Psicolingstica Lingstica y Gramtica III
Sociolingstica Lingstica y Gramtica III Semitica II
Segundo Nivel de Lengua Extranjera Primer Nivel de Lengua Extranjera
Espacio de la Prctica Docente IV La totalidad de los Espacios Curriculares de 2 y 3 Aos, excepto Lengua Extranjera
LOS CONSEJOS ACADMICOS INSTITUCIONALES.
QU ES EL CAI?
Los Consejos Acadmicos Institucionales sern los rganos colegiados de asesoramiento, propuesta, debate y decisin, para una gestin participativa, en el marco de la autonoma institucional en la unidad del sistema del nivel superior, dentro de las regulaciones de la poltica educativa jurisdiccional y federal.
Integracin
El Consejo estar compuesto por un integrante del Equipo de Conduccin del Establecimiento, por SIETE (7) representantes del Claustro Docente, TRES (3) del Claustro de No Docentes y SEIS (6) del Claustro de Estudiantes. El Director del Instituto preside el Consejo y puede ser sustituido, en ausencia, por su natural reemplazo en orden jerrquico segn la normativa vigente. Ser condicin para ser elegido representante por el Claustro de los estudiantes tener, como mnimo,
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el 80 % de las asignaturas cursadas y aprobadas del primer ao.
Eleccin de los representantes
Los claustros de docentes y estudiantes confeccionaran listas que los representen, pudiendo hacerlo a propuesta propia o de los pares con el consentimiento de los candidatos.
Las listas debern tener la cantidad de cargos titulares y suplentes correspondientes a la cantidad de representantes a elegir.
Los docentes y estudiantes integrantes de las listas debern representar a las distintas carreras, de manera tal que, segn lo permita el nmero de consejeros a designar, estos representen a la mayor cantidad de carreras posibles.
La eleccin de consejeros docentes se realizara por voto secreto de todo el personal docente de la institucin con situacin de revista activa.
La eleccin de los consejeros estudiantiles se realizara por voto secreto de todos los estudiantes regulares de la institucin[1].
Los candidatos podrn designar apoderados, quienes al igual que ellos, estn autorizados a realizar todo tipo de trmite de control y fiscalizacin del acto electoral.
La eleccin se llevar a cabo durante cinco (5) das hbiles, mediante el sistema de urna, la cual ser custodiada por las autoridades de cada turno. Pudiendo adems ser fiscalizado por los candidatos y/o sus apoderados.
En cada institucin, los candidatos de las distintas listas, son los nicos responsables de proveer a su costo las boletas para la eleccin. Las mismas deben ser de papel blanco de 10cm. por 15cm. y podrn ser identificadas por un nmero que autorizar la Junta Electoral.
Cumplidos los cinco (5) das para la eleccin, las autoridades, los candidatos y sus apoderados realizarn el escrutinio por separado (docentes y estudiantes). Las autoridades de la institucin debern notificar fehacientemente a los candidatos y/o a sus apoderados con 24hs. de anticipacin de la hora y lugar del escrutinio.
Los Consejos Escolares de distrito constituirn la junta electoral, teniendo a su cargo la oficializacin de las listas de candidatos, las que debern ser presentadas con quince (15) das de anticipacin a la fecha fijada para la eleccin.
Los Consejos Escolares en su carcter de junta electoral, oficializaran las mismas dentro de los tres (3) das de recibidas y notificaran de su aprobacin u observacin de candidato que encabece la lista y/o a su apoderado de estas circunstancias.
http://isfd102.bue.infd.edu.ar/sitio/index.cgi?wid_seccion=21#_ftn1#_ftn1
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En caso de observaciones por parte de la junta electoral, los candidatos dispondrn de tres (3) das para realizar las correcciones solicitadas.
Las protestas e impugnaciones al escrutinio debern ser formuladas ante la Junta Electoral, antes de comenzar el escrutinio, fundando la misma y labrndose acta por duplicado.
Las protestas e impugnaciones al escrutinio debern ser formuladas ante la Junta Electoral, dentro de las 24 horas posteriores a su finalizacin, labrndose acta de la misma.
Terminado el acto electoral, las autoridades de la institucin, los candidatos y apoderados realizarn el escrutinio de la urna, labrndose acta con los resultados que se entregaran a los representantes de las distintas listas y a la junta electoral.
Con los resultados certificados por cada institucin, la junta electoral proclamar a cada una de las listas ganadoras y notificara de estas circunstancias a los participantes de la eleccin y a la Direccin de Educacin Superior.
Toda cuestin que los participantes de la eleccin tengan con respecto al funcionamiento de la junta electoral en cualquiera de las etapas del proceso electoral, tendr derecho a cuestionarlo en forma escrita ante el Consejo General de Cultura y Educacin.
De presentarse una sola lista en el caso del claustro docente y/o estudiantil alcanzar la representacin de aquellos, si la misma rene el 40% de los votos del padrn electoral confeccionado por la Secretara del Instituto, caso contrario, deber convocarse nuevamente a elecciones, hasta que la lista rena el 40% de los votos establecidos.
En el caso de presentarse ms de una lista, la representacin en el Consejo se determinar segn el siguiente detalle: Para los institutos con ms de 200 estudiantes, tres (3) estudiantes para la lista que obtenga la mayora simple y dos (2) estudiantes para la que obtenga la primera minora.
Ser responsabilidad del Consejo Acadmico Institucional[2]:
La elaboracin y evaluacin permanente del Proyecto Poltico Pedaggico de la Institucin, en sus dimensiones:
Organizacional; Curricular; Trayectorias Estudiantiles. Convocar a elecciones para la renovacin del Consejo de acuerdo con las normativas establecidas a tal efecto. Analizar y aprobar los proyectos presentados por docentes y estudiantes, etc
[1] En el caso de los estudiantes el voto ser condicionante para la inscripcin a finales. A saber, no podrn inscribirse al siguiente llamado a exmenes finales, que le corresponda, los alumnos que no posean en su libreta una constancia o
http://isfd102.bue.infd.edu.ar/sitio/index.cgi?wid_seccion=21#_ftn2#_ftn2http://isfd102.bue.infd.edu.ar/sitio/index.cgi?wid_seccion=21#_ftnref1#_ftnref1
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sello de votacin.
[2] Para mayor informacin de este y el resto de los apartados se sugiere consultar la Resolucin N4044/09 y Anexo
A- MDULO FORMATIVO:
1- Hablar, leer y escribir en el Nivel Superior.
"La lectura y la escritura son dos procesos que se presuponen mutuamente, y
que estn presentes en toda instancia de aprendizaje. En tanto la lectura no se
constituya en una verdadera construccin de sentido para quien lee, o estudia, en
este caso, y se entrelace fuertemente con la escritura, en un continuum, como
forma de volcar lo ledo luego de haberlo apropiado en el universo de significados
de cada uno, es probable que esas formas ms mecnicas de leer y de escribir,
ms cercanas a la repeticin, se transformen en obstculos dentro del cursado de
una carrera. Leer, sin comprender en profundidad, y sin poder escribir o hablar de
lo que se ha ledo, con soltura, habindolo internalizado, obviamente tienen
consecuencias negativas en la formacin de un estudiante1". (Anala Calafato)
1.1. La oralidad
La posibilidad de comunicarnos por medio de las palabras es lo que ha
distinguido al ser humano del resto de las especies. La palabra es el instrumento
que no solo nos permite entablar vnculos con otros sino que es- sobre todo- el
vehculo de nuestros pensamientos y vivencias. Poder poner en palabras lo que
pensamos es una tarea compleja, que requiere de ejercitacin, de variado
vocabulario y de atencin.
Si bien la habilidad de hablar es innata, no lo es la de articular sostenidamente lo
que deseamos comunicar, contemplando la adecuacin a la situacin, el
interlocutor y las normas. Aunque es patrimonio de la humanidad, la oralidad no
siempre es concienzudamente tratada y puede generar dificultades para la vida
social.
No debemos minusvalorar el hecho de que las palabras que usamos nos definen
ante los dems y que hablar no es lo mismo que decir.
Lectura
1 Calafato, A. (2012) "Leer y escribir en el nivel superior", en Diario La Capital, Rosario, 9 de
marzo,[en lnea] Seccin Educacin. Disponible en internet: http://bit.ly/XEFDnT
http://isfd102.bue.infd.edu.ar/sitio/index.cgi?wid_seccion=21#_ftnref2#_ftnref2
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12
Boito, Mara Eugenia (2000): La importancia de la oralidad en la cultura contempornea. Revista Latina de Comunicacin Social, 35 / Extra Argentina. Recuperado el 7 de diciembre de 2012 de: http://www.ull.es/publicaciones/latina/Argentina2 000/21boito.htm
La oralidad
La importancia de la oralidad en nuestras sociedades, muchas veces dejada de
lado en abierta competencia con la escritura, es fundamental ya que los seres
mediante ella construyen su identidad y su cultura.
Leyendas, ritos, historias reales, cuentos, proverbios, refranes populares y
ancdotas constituyen la tradicin cultural de un grupo o un pueblo que mediante
lo oral conforman parte de su memoria colectiva.
Segn el historiador Maurice Halbwachs
"La palabra oral permite que esas imgenes se difundan, se acrecienten y se
vinculen con otras personas produciendo relaciones de cercana, es decir, que la
gente se vincule e intercambie sus vivencias mediante sus relatos. En palabras de
Walter Ong, ''en una cultura oral, el pensamiento sostenido est vinculado con la
comunicacin" (Ong,1987 : 40).
En otras palabras, lo oral sirve como punto de encuentro desde donde contar e
intercambiar las historias y tambin como lugar para compartir las experiencias y
donde las personas sienten que pertenecen a un lugar y a una cultura
determinada. La oralidad posibilita que la cultura de un grupo sea dinmica y
creativa y que a partir de este intercambio de relatos orales el proceso social que
se desarrolla sea una experiencia donde se puedan crear y valorar todos los
elementos que forman parte de ella sin exclusin ni marginacin de ningn tipo.
Las palabras del historiador sirven para explicar este tema
"la historia no es todo el pasado, pero tampoco es todo lo que queda del pasado.
O s se quiere, junto a una historia escrita, se encuentra una historia viva que se
perpeta o se renueva a travs del tiempo y donde es posible encontrar un gran
nmero de esas corrientes antiguas que solo haban aparentemente
desaparecido" (Hallbwachs, 1998: 191).
La tradicin oral nos puede informar sobre los acontecimientos histricos del
grupo (pasados y presentes); las costumbres que ste tiene y las que tena y ya
no se ponen en prctica; los cuentos, los mitos y los conocimientos cientficos y
tecnolgicos del grupo.
Aqu se puede observar la importancia de lo oral en la vida cotidiana de un grupo
o una comunidad y tambin el papel que desempea en la conformacin de la
cultura y en la dinmica de su difusin.
Como deca el maestro de Bolvar, Simn Rodrguez, "no se trata de la
importancia la palabra porque no hay quien no la conozca. La importancia de su
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pintura la conocen pocos bien muchos... ni piensan en ella. No obstante, se puede
pintar sin hablar pero no hablar sin pintar" (Prieto Castillo, 1994: 113).
Tambin hay que destacar el valor de la oralidad como forma de recuperar la
memoria, como posibilidad de intervenir en la produccin de relatos propios que
forman parte de la trama discursiva de la sociedad y a la vez una manera de
proponer versiones alternativas de la historia.
() La oralidad, o mejor dicho, los estudios sobre ella la han comparado, a
veces en un nivel de competencia, con la escritura tratando de definir cul de las
dos es la que ms le ha servido al hombre. Se habla de culturas escritas y
culturas orales produciendo cuadros comparativos con semejanzas y diferencias,
sin tener en cuenta que stas dos formas en las sociedades actuales se
complementan y le sirven al ser humano para sus actividades diarias. La herencia
oral y sus formas de expresin son un complemento importante y necesario para
nuestra conciencia abstracta.
() En lo que s existen diferencias fundamentales es en los mecanismos y las
estrategias que se ponen en prctica para producir y receptar los mensajes
escritos y orales.
La oralidad y la escritura funcionan sobre leyes diferentes. Segn Adolfo
Colombres
''la primera privilegia la percepcin auditiva y posee una fuerte carga ritual,
mientras que la segunda privilegia la percepcin visual y se construye con mayor
coherencia lgica. En efecto, todo cuerpo de escritura suele ser meditado,
corregido, ordenado, sometido a esquemas ms gramaticales que refuerzan su
claridad, despojado de lo innecesario. As, lo que en el discurso oral suele
alcanzar un gran efecto emocional, volcado en papel puede perder todo sentido y
hasta desdibujar un estilo con aspereza" (Colombres, 1991: 131).
() La oralidad y la escritura por lo visto necesitan de distintos recursos para
poner en funcionamiento su maquinaria creativa, lo importante de destacar es que
estos recursos son importantes para entender la dinmica de cada uno por
separado y que no se contradicen entre s.
En las sociedades actuales estas caractersticas se encuentran, muchas veces,
entremezcladas ya que no existe una forma nica y pura y eso lo podemos
observar por ejemplo en los medios masivos de comunicacin, especialmente los
audiovisuales, que contienen una pluralidad de elementos provenientes de
lugares diversos.
() Cuando uno se propone relatar, contar o informar de algo siempre tiene en
su discurso una estrategia narrativa, es decir, un objetivo en particular para que
se establezca la comunicacin y sta tenga determinados efectos.
Cuando la capacidad narrativa est ausente, los mensajes que se producen son
impersonales, caen en la pobreza expresiva y tambin se producen relaciones de
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lejana en contraposicin a las de cercana nombradas ms arriba. Es decir, que
la interaccin cuando falta este elemento est ausente.
Los elementos para que exista capacidad narrativa en un discurso son los
siguientes:
La capacidad de hacer fluido y atractivo un discurso: la narratividad se
produce y se construye en el intercambio, en los encuentros y desencuentros
entre los hablantes.
La apelacin a seres, a situaciones humanas.
La estructuracin del discurso a la manera de un relato: significa que un relato
se produce en un espacio y tiempo determinado con personajes y situaciones
especficas.
La interlocucin: el espacio privilegiado de la narracin es el de la
conversacin, de la relacin cotidiana. La prctica narrativa es una construccin
entre dos o ms hablantes, all es donde se produce el enriquecimiento de la
narracin.
La belleza expresiva: es el conjunto de elementos descriptos anteriormente
bien construidos y armados de una manera coherente y con un componente
esttico (Daniel Prieto Castillo, 1994: 130).
La capacidad narrativa privilegia la escucha, la relacin y el intercambio con el
otro que produce el crecimiento discursivo de los involucrados en la relacin. A
medida que la interaccin se produce se origina el reconocimiento propio y el de
los dems dando lugar a la conformacin de la memoria oral donde entra a jugar
lo real y lo imaginario.
En el caso de la oralidad, todo juego verbal pasa primero por la voz y luego por
el cuerpo y son ellos quienes le dan vida a dicho discurso y dibujan el camino que
este discurso tendr en la trama de lo oral, que nunca es el mismo.
Eso es lo que sucede en nuestras ciudades, en los pueblos ms cercanos y ms
lejanos cuando se produce el contacto cara a cara, la conversacin callejera o el
dilogo entre amigos y es ah donde se pone en funcionamiento la memoria
colectiva, la historia, la tradicin, las historias personales, los sueos y las
esperanzas que se hacen presentes mediante la oralidad y que van configurando
la cultura y la identidad de un grupo que sigue viviendo, pensando y gozando
pese a todo.
- Grupalmente:
1. En pequeos grupos (no ms de cuatro) detecten qu ideas centrales han
organizado el texto. Luego, indiquen qu se ha querido destacar.
2. Armen una explicacin que, considerando lo ledo, justifique la importancia de
la fluida y adecuada oralidad para los estudios superiores.
3. Para debatir entre todos: Por qu diferenciar hablar de decir? Cundo se
dice? Hay reglas para tener en cuenta?
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Individualmente
Elabor un comentario escrito que en una carilla, aproximadamente-
defienda la importancia de una fluida oralidad. Entreg para su correccin.
Para el siguiente encuentro, pens qu aspectos tens en cuenta para
determinar que alguien no tiene buena oralidad.
1.2. Estrategias de lectura.
La lectura en la educacin superior
La lectura es fundamental como medio de aprendizaje de cualquier materia en la
educacin superior. Muchos no pueden estudiar bien ni aprender lo que leen
pues no saben hacerlo de forma adecuada. Esto nos lleva a la necesidad de
comprender qu es leer, cmo se produce el proceso de lectura y cmo se puede
mejorar la competencia lectora.
Antes de seguir, vamos a tratar de considerar qu entendemos por leer y, para
ello, en grupo armen una posible definicin.
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Lectura
Sol, Isabel (1994) 2Qu es leer?, en Estrategias de Lectura, Barcelona, Gra, pp.21-23
Qu es leer?
En otro lugar (Sol, 1987) he sealado que leer es un proceso de interaccin
entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer
(obtener una informacin pertinente para) los objetivos que guan su lectura.
Esta afirmacin tiene varias consecuencias. Implica, en primer lugar, la
presencia de un lector activo que procesa y examina el texto. Implica, adems,
que siempre debe existir un objetivo que gue la lectura, o dicho de otra forma,
que siempre leemos para algo, para alcanzar alguna finalidad. El abanico de
objetivos y finalidades por las que un lector se sita ante un texto es amplio y
variado: evadirse, llenar un tiempo de ocio y disfrutar; buscar una informacin
concreta; seguir una pauta o instrucciones para realizar determinada actividad
(cocinar, conocer un juego normativizado); informarse acerca de determinado
hecho (leer el peridico, leer un libro de consulta sobre la Revolucin
Francesa); confirmar o refutar un conocimiento previo; aplicar la informacin
obtenida de la lectura de un texto para realizar un trabajo, etc.
Una nueva implicacin que se desprende de la anterior es que la
interpretacin que los lectores realizamos de los textos que leemos depende en
gran medida del objetivo que preside nuestra lectura. Es decir, aunque el
contenido de un texto permanezca invariable, es posible que dos lectores,
movidos por finalidades diferentes, extraigan de l distinta informacin. Los
objetivos de lectura son, pues, comprender.
Todava a propsito de las implicaciones de mi primera afirmacin respecto de
lo que es leer, debo sealar el hecho de que el significado del texto se
construye por parte del lector. Esto no quiere decir que el texto en s no tenga
sentido o significado; afortunadamente para los lectores, esa condicin debe
respetarse. Lo que intento explicar es que el significado que un escrito tiene
para el lector no es una traduccin o rplica del significado que el autor quiso
imprimirle sino una construccin que implica al texto, a los conocimientos
previos del lector que lo aborda y a los objetivos con que se enfrenta a aquel.
Pero la variedad no afecta slo a los lectores, a sus objetivos, conocimientos y
experiencias previas. Tambin los textos que leemos son diferentes y ofrecen
distintas posibilidades y limitaciones a la transmisin de informacin escrita. No
encontramos lo mismo en un cuento que en un libro de texto, en un informe de
investigacin que en una novela policaca, en una enciclopedia que en un
peridico. Cambia el contenido, por supuesto, pero no slo cambia ste. Las
diferentes estructuras textuales o (Van Dijk, 1983)-
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imponen restricciones a la forma como se organiza la informacin escrita, lo
que obliga a conocerlas, aunque sea intuitivamente, para lograr una
comprensin adecuada de esa informacin.
Para terminar con esta descripcin no exhaustiva de las implicaciones que
posee la definicin sobre lo que es leer que inicia este apartado, hay que
sealar la que me parece fundamental: que salvo para informaciones muy
determinadas (un nmero de telfono o de cuenta bancaria, una direccin) leer
implica comprender el texto escrito. Esto, que hoy nos parece obvio, no
siempre ha sido claramente aceptado en las diversas definiciones de la lectura
que han ido emergiendo a lo largo de la historia, en las que se detecta una
identificacin de esta actividad cognitiva con aspectos de recitado,
declamacin, pronunciacin correcta, etc.
Las estrategias de lectura
La comprensin lectora supone en s misma una actividad de reduccin de la
informacin que se lleva a cabo a partir de la interaccin que se produce entre
el contenido de un texto y los conocimientos previos del lector. La comprensin
lectora es producto de tres aspectos fundamentales:
1- La significatividad lgica del contenido del texto. Esto se relaciona con la
claridad y coherencia del contenido de los textos, con su estructura, con el
lxico, la sintaxis y una cohesin interna del texto aceptable.
2- La significatividad psicolgica. Esto implica que el lector o la lectora tenga
un conocimiento previo adecuado para poder leer el contenido del texto.
3- Las estrategias usadas por la lectora o el lector para intensificar la
comprensin y el recuerdo de lo que lee y para detectar posibles errores de
comprensin.
La nica manera de mejorar nuestra competencia lectora es leyendo. Es
importante leer distintos tipos de textos, con diferentes objetivos de lectura,
empleando distintas modalidades de lectura, y utilizando estrategias
adecuadas. stas se diversifican y adaptan en funcin del texto.
Las estrategias de lectura deben permitir cuando leemos lo siguiente:
1- Comprender los propsitos explcitos e implcitos de la lectura. qu tengo
que leer? para qu? por qu?
2- Activar y aportar conocimientos previos pertinentes al contenido.
3- Dirigir la atencin a lo que es fundamental, en detrimento de lo que puede
parecer trivial en funcin de los propsitos.
4- Evaluar la consistencia interna del contenido que expresa el texto y su
compatibilidad con el conocimiento previo y con el sentido comn.
5- Comprobar continuamente si la comprensin tiene lugar mediante la
revisin y recapitulacin peridica y la autointerrogacin.
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6- Elaborar y probar inferencias de distinto tipo, como interpretaciones,
hiptesis y predicciones, y conclusiones.
Las estrategias deben ayudar al lector a tomar otro camino cuando se
encuentre en problemas con la lectura. Hay estrategias para utilizar antes,
durante y despus de la lectura.
I- Estrategias para utilizar ANTES de la lectura
Su propsito es que los lectores y las lectoras sean activos, para que su
interaccin con el texto sea lo ms productiva posible. Mencionaremos las
siguientes.
ESTABLECER OBJETIVOS QUE GUEN LA LECTURA :
El lector debe preguntarse: Para qu voy a leer?
Hay distintos objetivos que pueden guiar la lectura. A modo de ejemplo:
Para informarse, para seguir instrucciones, para aprender, para revisar un
escrito, por placer, para comunicar un texto a un auditorio.
ACTIVAR EL CONOCIMIENTO PREVIO
El lector o la lectora deben responder esta pregunta: qu s yo sobre esto?
Un lector o una lectora pueden no comprender un texto por no tener
conocimientos previos adecuados, puede ser que los tengan pero que en el
texto no haya suficiente informacin para que se den cuenta de que hay que
activarlos, o pueden construir una interpretacin que no coincida con la que
pretenda el autor.
Para comenzar a activar los conocimientos previos, es importante crearse
expectativas en cuanto al desarrollo del texto a partir del paratexto, que
permitir reconocer la informacin esencial.
Los elementos paratextuales son una manifestacin superficial que puede ser
indicativa de informacin importante, son textos subsidiarios que proporcionan
informacin orientativa previa a la lectura (tapa, contratapa, solapas de un libro,
ttulo, subttulos, ndice, dedicatoria, prlogo, entre otros) e informacin
adicional (notas, bibliografa, glosario, apndice, ilustraciones, entre otros). El
formato o diseo del texto es considerado un elemento paratextual y abarca
tipos de letra (negrita, bastardilla) y subrayados.
Los elementos paratextuales en interaccin con los conocimientos previos del
lector, permiten poner en juego otra importante estrategia de lectura: hacer
hiptesis o predicciones.
HACER PREDICCIONES
Como ya dijimos, los lectores y lectoras deberamos fijarnos en los elementos
paratextuales para hacer predicciones acerca del tema, de las caractersticas
generales del texto, de la postura del autor respecto del tema tratado, entre
otras.
FORMULAR PREGUNTAS
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Una alumna o un alumno que asume la responsabilidad en su proceso de
aprendizaje no se limita a responder preguntas del docente sino que las
formula a partir de su interaccin con el texto.
II- Estrategias para usar DURANTE la lectura
Apuntan a que el lector sea activo, que construya una interpretacin del texto
a medida que lo lee. Se aplican a la lectura propiamente dicha.
FORMULAR PREDICCIONES sobre el texto que se va a leer, es decir,
formular hiptesis razonables sobre lo que dice el texto, tenindose en cuenta
la interpretacin que se va construyendo sobre lo que ya se ley y los
conocimientos previos y experiencias del lector o lectora.
PLANTEARSE PREGUNTAS SOBRE LO QUE SE HA LEDO.
ACLARAR POSIBLES DUDAS ACERCA DEL TEXTO, preguntndose
a uno mismo si se comprendi el texto.
RESUMIR, que en este momento sera ms bien recapitular lo que se ha
ledo, exponerlo sintticamente.
o QU HACER CUANDO HAY LAGUNAS DE COMPRENSIN Y
ERRORES?
-No interrumpir la lectura, salvo excepcionalmente.
-Esperar para evaluar su comprensin porque a lo largo de la lectura el
enigma se resolver.
-Aventurar una interpretacin para lo que no se comprende y ver si funciona o
si hay que desestimarla.
-Releer el contexto previo. Observar el paratexto.
-Acudir a una fuente experta, como podra ser un diccionario, el profesor o un
compaero. Es la estrategia que ms interrumpe el proceso, por eso se dej
para el ltimo lugar.
Aprender a leer implica aprender a evaluar lo que leemos, lo que no
comprendemos, y la importancia de esto para construir significado, como as
tambin cules son las estrategias ms adecuadas para compensar la no
comprensin.
III- Estrategias para utilizar DESPUS de la lectura
DIFERENCIAR TEMA DE IDEA PRINCIPAL
Tema: es aquello sobre lo que trata el texto.
Idea principal: es el enunciado ms importante que el escritor usa para
explicar el tema. Cul es la idea ms importante que el autor pretende
explicar en relacin al tema?
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La idea principal vara en funcin del objetivo de lectura. Existe una fuerte
relacin entre la sensibilidad hacia lo principal y la comprensin global del
texto.
RESUMIR
Hay que encontrar el tema del prrafo e identificar la informacin trivial para
poder desecharla.
Desechar la informacin repetida.
Determinar cmo se agrupan las ideas para encontrar formas de englobarlas.
Identificar o elaborar una frase-resumen del prrafo.
FORMULAR Y RESPONDER PREGUNTAS
Preguntar de distinta forma; esto ensea a situarse ante el texto de forma
diversa.
Preguntas de respuesta literal: el texto ofrece pistas para encontrar la
respuesta.
Preguntas del tipo piensa y busca: su respuesta es deducible pero requiere
que lector relacione elementos y realice inferencias.
Preguntas de elaboracin personal. Toman como referente el texto pero no se
deducen de l. Requieren intervencin del conocimiento u opinin del lector.
- Individualmente:
Subray las ideas que consideres ms importantes. Hac notaciones marginales,
que son palabras o frases breves que actan como etiquetas y orientan la relectura.
-Grupalmente
Elaboren un esquema que contemple los aspectos que seala el material ledo.
Entreguen para su correccin.
Lectura
Ferreyra, Horacio y Vidales, Silvia (2011) Formacin Docente: desafos, ideas y propuestas para habitar los nuevos escenarios educativos, en Revista educ@rnos, [en lnea], vol. 2 [citado 10/12/2012]. Disponible en Internet: http://bit.ly/U38ioY
Formacin Docente: desafos, ideas y propuestas para habitar los
nuevos escenarios educativos
Los cambios sociales y culturales producidos en las ltimas dcadas han
configurado de manera particular y novedosa ya no l, sino los escenarios
mltiples, variables y diversos en los que se desarrollan las prcticas
educativas en todos los niveles y modalidades del sistema. Por un lado,
avanzamos con distintos impulsos a integrar las llamadas sociedades del
conocimiento, mientras que, por otro, da a da constatamos la persistencia de
fracturas sociales, de brechas entre incluidos y excluidos, entre los que tienen
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acceso al disfrute pleno de los derechos humanos y aquellos que an los ven
pasar lejos de su vida.
En este contexto, es urgente redoblar la apuesta por una educacin de calidad
para todos y entre todos. Y asumir esta urgencia nos obliga a considerar a la
formacin docente como cuestin clave, y a (re)plantearnos algunos
interrogantes que a la luz de los nuevos tiempos no constituyen slo
incentivos para la reflexin, sino directas interpelaciones a las prcticas: de
qu saberes (disciplinares, actitudinales, sociales, didcticos, interaccionales,
etctera) han de apropiarse los docentes para dar respuestas adecuadas a las
nuevas demandas que se plantean a la Escuela y para potenciar las
oportunidades que las sociedades del conocimiento ofrecen para el pleno
desarrollo de los sujetos?; qu nuevas caractersticas y condiciones ha de
tener la tarea de ensear en estas nuevas circunstancias?; cmo debieran
reformularse y resignificarse las finalidades formativas de las carreras
docentes?
Dar respuesta a estos interrogantes no debiera ser slo una preocupacin
sino, fundamentalmente, una ocupacin en la que todos nos empeemos, pues
esas preguntas que formulamos estn directamente relacionadas con la
capacidad de ofrecer la mejor educacin para todos los nios, jvenes y
adultos (Garca, 2006).
(...) La escuela ya no puede ser considerada una institucin nica y monoltica
aunque an persista como tal en algunas representaciones (incluso de los
mismos docentes), y su inmovilidad ha desaparecido para siempre. Lo que
tenemos son mltiples y diversas escuelas, enclavadas en las ms dismiles
geografas, pertenecientes a los ms variados paisajes, transitadas y/o
habitadas, conducidas o gestionadas, inclusoras o exclusoras, disfrutadas o
soportadas; escuelas a las que se asiste o a las que se pertenece; escuelas
que habilitan oportunidades y escuelas que las debilitan escuelas y ms
escuelas. Por otra parte, ellas en tanto instituciones sociales no quedan al
margen ni mucho menos exentas de la complejidad, la incertidumbre, los
fenmenos de desigualdad, las ms diversas problemticas sociales. En las
instituciones educativas y en las aulas repercute lo que ocurre en la sociedad,
en cada comunidad y en las familias. Por eso, para acceder al conocimiento y a
la comprensin de lo que en ellas ocurre uno de los aprendizajes claves a
construir en los procesos de formacin inicial y continua es necesario, como
propone Tenti Fanfani (2008), explorar el afuera de la escuelas para buscar las
claves que nos permitan entender lo que pasa en su interior (Ferreyra, 2010).
(...) Nuestros estudiantes no son los mismos. En el modelo tradicional, se los
consideraba sujetos pasivos que reciban de manera dcil nuestra instruccin.
Hoy aparecen ante nosotros activos, inquietos, capaces de discutir, de
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argumentar, de dar razones, de exigir atencin; sujetos sensibilizados,
adems, por otros acontecimientos y posibilidades, segn su mbito social de
procedencia y actuacin: algunos, a partir de un simple click con el mouse
pueden acercarse a noticias e imgenes de lugares distantes; otros, son
plenamente capaces de negociar el precio de los cartones recogidos con sus
padres en el trabajo cotidiano.
En sntesis, como afirma Dussel (2006), en relacin con la escena escolar,
aunque los edificios sean, en algunos casos, los mismos, la disposicin de los
cuerpos, las tecnologas y los saberes son bastante diferentes. Es as como,
ante estas nuevas situaciones y diversidad de escenarios, vale la pena
preguntarse: dnde y cmo se ubican los docentes?; cul es su rol?; qu
docentes requiere esta nueva situacin educativa?; qu caractersticas ha de
tener la formacin tanto inicial como continua de formadores? Cules son
los problemas y cules los dispositivos y estrategias que han de construirse y/o
fortalecerse para darles respuestas?
(...) Proponemos pensar la Formacin Docente a partir de dos ejes principales:
la formacin inicial y la formacin continua, enmarcadas ambas como un nico
desarrollo profesional docente (Aguerrondo, 2003). En el caso de Argentina,
stas y otras cuestiones vinculadas con la formacin de formadores en
docencia toma un impulso novedoso a partir de la creacin en 2006 en el
mbito del entonces Ministerio de Educacin, Ciencia y Tecnologa del
Instituto Nacional de Formacin Docente (INFD), entre cuyas responsabilidades
se destacan la planificacin y ejecucin de polticas de articulacin del sistema
de formacin docente inicial y continua y el impulso de polticas de
fortalecimiento de las relaciones entre el sistema de formacin docente y los
otros niveles del sistema educativo.
- Grupalmente:
1. Indiquen qu acciones se deben tomar para asumir la formacin de
docentes, segn la postura de los autores.
2. Enuncien cules son las causas que promueven la necesidad de repensar
la formacin docente.
-Individualmente:
Elabor un texto que comente el contenido del material; evit copiar partes
de l. Entregalo para su correccin (obligatoriamente).
1.3. Estrategias de escritura.
Hablar no es lo mismo que escribir; la oralidad tiene caractersticas ligadas a
la instantaneidad, a la produccin sin revisin y, por eso, son aceptables
(entendibles) los traspis en la pronunciacin. Incluso los conocidos actos
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fallidos, muchos de los que pueden ser hasta divertidos, cuando no
comprometedores. Pero muy diferentes son las reglas para escribir;
especialmente, en mbitos no familiares, como el de la educacin superior.
Lectura
Bustamante, Sonia (2005). "De la oralidad a la escritura", en Sapiens. Revista Universitaria de Investigacin [en lnea], vol. 6 [citado 2012-12-12]. Disponible en Internet: http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iC ve=41021705007
De la oralidad a la escritura [Frag.]
Casi todas las evaluaciones que se realizan en el proceso de enseanza
aprendizaje estn asociadas a la escritura: ensayos, pruebas escritas,
monografas, informes, entre muchos otros. No obstante, estudios han
demostrado que existe unas resistencia de los estudiantes en relacin con la
produccin textual (Bustamante, 2004). Adems, es conocido el hecho de que
los estudiantes con mayores competencias redaccionales tienen mayores
probabilidades de lograr el xito acadmico, por ello, casi todos los diseos
curriculares de las diferentes carreras o salidas intermedias de la educacin
superior contemplan, entre sus planes, asignaturas o cursos para mejorar el
lenguaje escrito (Lenguaje y comunicacin, Lengua Espaola, Lengua y
Comunicacin, entre otras). Sin embargo, los serios problemas de escritura de
los estudiantes continan siendo reportados por diferentes investigadores
(Morles,2000, Arteaga y Bustamante, 1999).
() Esta situacin se evidenci en el curso de Lengua Espaola del Instituto
Universitario "Monseor Arias Blanco"2 (IUPMA). En este caso, una vez
analizados los resultados de la prueba diagnstica se detect que el 80% de
los participantes presentaba problemas de coherencia, concordancia,
estructura del prrafo, as como ausencia de conectivos lo que atentaba contra
la cohesin del texto. Al tratar de buscar las causas que afectaban la redaccin
se estableci comunicacin con los participantes quienes expusieron que entre
las mayores limitantes para la redaccin estaba el temor a equivocarse y el
hecho de tener conciencia de los problemas escriturales que presentaban.
() Al redactar un texto es necesario una fase preliminar o de preescritura
que permita la organizacin de las ideas. Esa planificacin del texto debe
realizarse al programar las estructuras semnticas que constituirn el futuro
escrito, es decir, el contenido del texto. Para lograr la claridad se debe tener
conciencia de las microestructuras textuales como la oracin y el prrafo. Para
garantizar la calidad, debe evitarse la construccin de oraciones incompletas,
un lxico adecuado y un correcto uso de los elementos cohesionadores.
2 Institucin venezolana.
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Parece existir coincidencia entre los diferentes estudiosos (Cassany, 1994,
Bjrk y Blomstand, 2000) en relacin con que los procesos bsicos de la
escritura son: la planificacin, la produccin (traduccin, verbalizacin,
ejecucin, escritura) y revisin.
En primer trmino, tiene que haber una fase de programacin, en la que se
organicen los pensamientos y se prepare un esquema o bosquejo. La
planificacin se entiende como el proceso mediante el cual el escritor organiza
las ideas antes de escribirlas. Para Bjrk y Blomstand (2000) esta fase, a su
vez, consta de tres etapas: a- generacin que consiste en un proceso de
recuperacin de ideas en la memoria; b- organizacin de las ideas
recuperadas, que en este caso permite la clasificacin de stas en niveles
superiores e inferiores que es donde se completan de acuerdo a categoras
lgicas para crear nuevos conceptos y para establecer objetivos que es el acto
de definir el problema como tal. Segn estos autores "el acto de definir el
problema retrico propio y establecer objetivos es una parte importante del 'ser
creativo' y puede explicar algunas diferencias importantes entre buenos y
malos escritores" (p. 25).
La segunda etapa se refiere a la escritura propiamente dicha, es decir, la
textualizacin, que consiste en convertir las ideas recuperadas de la memoria
en representaciones lingsticas concretas. Todo ello en consonancia con lo
planificado. Es el proceso de verbalizar lo que est en la mente para convertirlo
en lenguaje escrito con requerimientos de orden sintctico, semntico,
pragmtico, entre otros.
La ltima etapa es la revisin del producto, esto es, ponerse en la situacin de
lector y ajustar el texto elaborado en cuanto a correccin, en funcin de las
normas de textualidad y en concordancia con el cumplimiento de los objetivos
previstos. Para esta revisin se debe hacer uso de la gramtica intuitiva que se
posee como hablante de una lengua materna, lo que nos da un instinto para
captar incoherencias semnticas o sintcticas. En la revisin debe rehacerse
varas veces el texto hasta lograr un texto depurado y limpio en lo ms posible
de incorrecciones.
Bjrk y Blomstand (2000) consideran que otra estrategia que debe aplicarse
para la revisin de un texto de estudiantes es la participacin de los
compaeros en la revisin de los mismos. Para estos autores es mucho ms
sencillo detectar problemas o incoherencias en los textos de otros con lo que
se logra una mayor consistencia tanto de los tipos textuales como de las
necesidades de los lectores.
En un grupo de crtica, el alumno experimenta, probablemente por primera
vez, que lo que est claro para l no lo est para el lector. As la perspectiva
del lector se concreta al instante y el escritor inexperto aprende que no basta
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con que haya conexiones implcitas, sino que tales conexiones deben
expresarse en forma explcita en el texto. (Bjrk y Blomstand, 2000, p. 47)
Para estos autores adems se logra un mejor uso del lenguaje, un mejor
ambiente en la clase, una mejor capacidad para cooperar y una mayor
satisfaccin al compartir las ideas y los sentimientos con otros, a stos
agregaramos que entrena al estudiante en la revisin y correccin de textos y
reduce el miedo a exponer sus escritos.
- Grupalmente:
1. Enuncien los problemas que, al momento de producir texto escrito, aparecen
en las producciones estudiantiles.
2. Detecten la/s causa/s que provoca/n las dificultades indicadas en el punto
anterior.
3. Expliquen de qu modo se pueden controlar las dificultades, de acuerdo con
lo que se seala en el artculo.
4. Elaboren un esquema o similar que muestre las relaciones entre las
respuestas 1,2 y 3.
-Individualmente:
Elabor un texto personal que comente qu cambios deberas realizar en tu
propia rutina de escritura para mejorarla. No olvides justificar lo que digas.
Entregalo para su correccin (obligatoriamente).
Lectura
Prez de Prez, A (2009) "El desarrollo de la lectura crtica: una va hacia la
alfabetizacin meditica en educacin superior", en Letras [online], vol.51, n.78.
La educacin universitaria y la lectura crtica (frag.)
Es sabido que los individuos que ingresan a la Universidad, en su mayora,
presentan marcadas limitaciones en la competencia argumental y en la
capacidad para elaborar juicios propios. Este hecho dificulta los procesos de
aprendizaje y constituye un verdadero obstculo para la asimilacin de
nociones y categoras conceptuales relacionadas con el saber al que se
enfrentan.
Esta situacin de desventaja del estudiante universitario est ntimamente
relacionada con las serias dificultades de comprensin e interpretacin de
materiales escritos: un alto porcentaje se limita a repetir lo que ya se dijo y es
incapaz de relacionar conceptos. Ello se debe a que la lectura se ha convertido
en un acto mecnico y de decodificacin, de reproduccin oral de signos
escritos, lo que refleja una concepcin de la lectura asociada slo a la
recuperacin memorstica de la informacin de un texto, en detrimento de la
comprensin de lo ledo.
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Las investigaciones realizadas en lectura, sobre la base de los hallazgos de
disciplinas como la psicologa, la lingstica y la antropologa cultural, han
permitido perfilar una concepcin de la lectura que contrasta con la visin
tradicional generalizada. As, la lectura se concibe no slo como un proceso
complejo de produccin de sentido, donde el lector trae al texto sus
expectativas, sus conocimientos previos del mundo, del rea y del tema, su
afectividad y sus antecedentes culturales, sino como una prctica sociocultural.
Desde la perspectiva sociocultural, la lectura y la escritura son consideradas
construcciones sociales que adquieren particularidades de acuerdo con el
contexto sociocultural. Es por ello que Cassany (2006) afirma que no existe
una actividad neutra o abstracta de lectura, sino mltiples, verstiles y
dinmicas maneras de acercarse a comprender cada gnero discursivo, en
cada disciplina del saber y en cada comunidad humana (p.24). Esto implica
que el aprendizaje de la lectura tiene relacin no slo con el desarrollo de
procesos cognitivos, sino con la adquisicin de conocimientos socioculturales
especficos de cada prctica concreta de lectura y escritura, en determinadas
circunstancias histrico-geogrficas (gneros discursivos con funciones
establecidas, roles de lector y autor determinados, usos lingsticos y
estructura retrica preestablecidos, condiciones ideolgicas, etc.). En otras
palabras, si se va a leer una informacin sobre el programa de desarrollo
nuclear de Irn, adems de conocimientos o informacin sobre el hecho, es
necesario ubicar los intereses que se mueven a travs de los defensores y
detractores y el enfoque poltico e ideolgico determinante en la ejecucin de
tal hecho. De manera que una simple reconstruccin del contenido del texto, no
conducir a un nivel de lectura de esta naturaleza.
Adems, los cambios que se producen en las relaciones humanas y en las
dinmicas sociopolticas a nivel mundial inciden en la adopcin de matices en
las prcticas lectoras. En razn de ello, se requiere la promocin de un nivel
de comprensin lectora que vaya ms all del nivel literal e inferencial, ms all
del contenido referencial de los textos. Es decir, se hace necesario garantizar la
comprensin de otros aspectos de los textos (distintos a los contenidos
proposicionales y conceptuales) que tienen conexin con las condiciones
sociales supuestas en la produccin del discurso (el lugar, el momento y las
circunstancias, la identidad del autor, sexo, ideologa, entre otros).
- Grupalmente:
1. Hagan el listado de las dificultades que presentan los estudiantes, segn lo
que el artculo seala.
2. Con las respuestas del punto anterior, describan al estudiante que tipifica el
texto; debern evitar la copia de segmentos del texto fuente ledo.
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-Individualmente:
Elabor un resumen del texto ledo. Entregalo para su correccin.
Lectura
Dussel, I. y Southwell, M (2010) "La docencia y la responsabilidad poltica y pedaggica", en Revista El Monitor, 2010, 5 poca, N 25, Ministerio de Educacin de la Nacin.
La docencia y la responsabilidad poltica y pedaggica
La docencia es hoy un trabajo en el que recaen grandes expectativas y, a la
vez, grandes cuestionamientos y sospechas. Del lado de las expectativas est
la visin, muchas veces desmedida, de que la docencia ser capaz de resolver
enormes tareas sociales: la transmisin de conocimientos bsicos, la
adquisicin de hbitos de disciplina y morales que las familias parecen no
poder garantizar, la educacin sexual y vial, la asistencia afectiva y material a
la infancia; por mencionar slo los que ms se escuchan hoy. Del lado de los
cuestionamientos, las crticas de las familias y sobre todo de los medios, sin
contar el trabajo que han hecho algunas teoras pedaggicas y polticas
educativas de los ltimos cuarenta aos, han dudado de la capacidad de los
docentes para hacer frente a estas tareas.
Emilio Tenti, en el artculo Sentidos de la profesionalizacin docente.
Particularidades del oficio de ensear3, plantea una revisin de los debates
sobre el trabajo docente en las ltimas dcadas que permite entender mejor
cmo es que se da esta confluencia de expectativas y sospechas. El cruce
entre las polticas educativas, la accin de los actores educativos y las
transformaciones de la cultura y la sociedad han producido modelos complejos
y hasta contradictorios sobre lo que define al trabajo docente frente a un grupo
de alumnos. Se es trabajador o profesional? Se es servidor pblico o
miembro de la burocracia estatal? Qu lugar tienen el compromiso y la
politizacin, y la vocacin docente? Estas preguntas resuenan en muchos
colegas que saben que el viejo modelo normalista ya no es practicable ni
deseable, pero que no siempre alcanzan a avizorar otro igualmente poderoso
para orientar la prctica cotidiana.
En lo que sigue, y complementando los aportes de otros colegas en este
dossier4, nos gustara centrarnos en la transmisin de la cultura, entendiendo
que all reside el eje del sentido del trabajo docente. Queremos, tambin,
proponer que esa transmisin sea entendida como una responsabilidad
3 Revista El Monitor, 2010, 5 poca, N 25, Ministerio de Educacin de la Nacin.
4 Un Dossier es un conjunto de documentos o informes acerca de un determinado asunto
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poltico-pedaggica fundamental de la docencia, como la posibilidad de una
accin propia, comprometida y singular.
La responsabilidad es un concepto central en la filosofa poltica
contempornea, que discute, despus del Holocausto y de los traumas del siglo
XX -incluidos los que sufrimos en el pasado reciente en la Argentina-, cmo fue
posible el horror y qu lugar (responsabilidad) le cupo a cada quien en esos
desenlaces trgicos. De esa reflexin que abre en muchas direcciones,
creemos que es importante rescatar el dejar de considerar al conjunto de la
sociedad como mera vctima, lo que niega la posibilidad de ser sujetos de la
historia, y entender que siempre hay una trama compleja de posibilidades que
permiten asumir posiciones disidentes.5 En el caso de las y los docentes, la
nocin de responsabilidad poltico-pedaggica supone abandonar esa posicin
de vctimas de los designios de otros (el gobierno, el Estado, el sindicato o los
padres) y asumir un lugar tico y poltico centrado en las posibilidades que se
abren, contrario a los discursos deterministas que dicen que "con estos chicos
no se puede" y que se resignan a un vnculo frustrante con sus alumnos y con
el conocimiento.
La docencia y lo poltico-pedaggico
Sin lugar a dudas, lo que funda el sentido del trabajo de ensear es la relacin
con la cultura; esto es, la relacin propia y la que propiciamos para los otros.
Cuando decimos relacin propia estamos pensando que, antes que docentes,
somos ciudadanos que nos insertamos y vinculamos con una sociedad
ponindonos en dilogo con sus tendencias, sus problemas, sus urgencias, sus
dilemas. La palabra "dilogo" quiere alejarse de la idea de obedecer un
mandato inapelable de la transmisin, y acercar la de una interaccin que
involucra la crtica, el aporte propio, el compromiso, las mltiples perspectivas,
la decisin tica. Pero tambin aludimos a que a partir de la propia relacin
habilitamos, abrimos, acompaamos, una relacin de los otros -
fundamentalmente nuestros alumnos y alumnas- con una cultura y una
sociedad en la que viven y que les pertenece. Es importante ofrecer un
repertorio rico de la cultura para que esas posibilidades puedan abrirse. El
repertorio rico involucra lo mejor de la cultura que tengamos para ofrecerles,
incluidas las disciplinas que son formas de pensamiento, lenguajes y
procedimientos que la sociedad humana ha ido elaborando para dar respuesta
a problemas concretos: la comunicacin, la naturaleza, la sociedad, el
5 Esto no quiere negar que efectivamente haya vctimas y perpetradores. Para la sociedad
argentina, vale la pena revisar uno de los debates ms relevantes y ricos que se han dado en el ltimo tiempo en torno a la autocrtica de la izquierda sobre la violencia revolucionaria de los aos 60 y 70, especialmente los textos que se publicaron en la revista La Intemperie y que se compilan en dos volmenes que se llaman, no casualmente, No matar. Sobre la responsabilidad, editados por la Universidad de Crdoba.
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desarrollo social, el cuerpo. Sobre la base de ofrecer repertorios de la cultura,
asentamos nuestro trabajo con un sentido que se nutre permanentemente de
ese enriquecimiento y transformacin de la cultura, que genera crecimiento
propio y a nuestro alrededor.
Tambin habra que decir que el trabajo de la enseanza supone construccin
de formas de autoridad: el currculum constituye una autoridad cultural que
selecciona qu ensear, cmo y a quines; el Estado y las instituciones donde
desarrollamos nuestro trabajo establecen formas de autoridad que pasan por
los diseos curriculares y por los programas que apoyan unas u otras
pedagogas; el conocimiento cientfico y pedaggico se constituye en una
autoridad; y de la misma manera, un docente esforzndose por desarrollar
puentes que no solo son con su saber especfico sino tambin con la sociedad
en la que vivimos y en la que queremos vivir, tambin construye una autoridad.
Esa autoridad es tambin una responsabilidad poltica-pedaggica: es la que
habilita caminos, y la que permite a los otros elegir con cul de esas filiaciones
o propuestas que les hacemos quieren y pueden quedarse.
Es importante considerar que la escuela construye una relacin con la cultura
y la poltica no solamente a travs de los espacios curriculares que destina
para ello, sino por el modo en que la justicia y la tica circulan por los pasillos,
los patios; en las palabras que se ponen en juego y tantos otros lugares en los
que la escuela les da paso a formas especficas de la poltica, la autoridad y la
justicia. Como sabemos, ms all de las prescripciones existentes, el modo en
que las formas de la justicia y la proteccin de nios y adultos entra en juego
en la vida escolar, encierra una serie de cuestiones que no tienen respuesta
prefijada, sino que cobran sentido en el devenir de la prctica en un terreno de
decisin que no est previa ni completamente cartografiado. Por eso "lo
poltico-pedaggico": es en el cruce de una relacin de autoridad reflexiva y
democrtica y de una relacin con el saber, donde se configura la accin
docente.
Mediacin del docente como responsabilidad
Hay otra metfora que puede pensarse en relacin a la docencia, y es la de
mediacin: una mediacin respecto a la cultura, la sociedad, la poltica, la
alteridad. Ensear es -a riesgo de ser un poco esquemticas- establecer una
relacin; esto es, construir una posicin que no est situada en coordenadas
predefinidas, fijas y definitivas sino una posicin que sufre alteraciones y que
busca e inventa respuestas. Esa relacin se establece con la cultura, el poder,
los saberes y las formas de su enseanza; una relacin con los otros y lo que
ellos generan en uno, con la poltica y la sociedad; con el mundo del trabajo y
las mltiples estrategias que desarrollamos para ubicarnos en l.
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La idea de mediacin nos fue sugerida por un texto breve pero poderoso de la
filsofa espaola Mara Zambrano6 sobre la tarea mediadora del maestro (lo
dice as, en masculino). En l se retrata el momento de comenzar a dar clase
en un aula. Zambrano dice:
El maestro [...] ha de subir a la ctedra para mirar desde ella hacia abajo y ver
las frentes de sus alumnos todas levantadas hacia l, para recibir sus miradas
desde sus rostros que son una interrogacin, una pausa que acusa el silencio
de sus palabras en espera y en exigencia de (que) suene la palabra del
maestro, "ahora, ya que te damos nuestra presencia -y para un joven su
presencia vale todo- danos tu palabra". Y aun, "tu palabra con tu presencia, la
palabra de tu presencia o tu presencia hecha palabra a ver si corresponde a
nuestro silencio y que tu gesto corresponda a nuestra quietud".7
El texto, datado en una poca en que exista un plpito desde el cual se daba
clase y al que los jvenes ofrecan su atencin con pocas resistencias, dice
algo que sin embargo trasciende a su poca. Habla de la relacin de
enseanza que concita presencia y escucha, silencio y palabra, espera y
exigencia. Detrs de muchas actitudes transgresoras de los alumnos, es
posible encontrar parte de esa espera y esa exigencia de que les demos algo
va lioso a cambio de su escucha y de su presencia. Ellas y ellos estn, insisten,
se hacen palpables en las aulas, de a ratos nos dan su escucha y nos piden
que les enseemos, les marquemos seas, de los caminos que pueden tener
en su futuro.
() Ese momento de silencio y de espera, con todas las miradas puestas
sobre el o la docente, puede ser terrible, y exige audacia para romper la
quietud, y exige fortaleza para sentirse por encima de ese juicio infantil o
adolescente que seguramente supondr que otros lo haran mejor, ms fcil,
ms entretenido. Pero nos toca a nosotros, los docentes, ofrecer presencia y
palabra tambin, hacer esa mediacin y ese puente con los saberes que
portamos y los caminos que estn abrindose o pueden abrirse para nuestros
alumnos.
A ese encuentro, a esa mediacin, vamos equipados con problemas clsicos
y con otros nuevos, y con algunas herramientas tiles y otras que habr que
revisar. () Esto, sin lugar a dudas, es una tarea compleja que requiere
formacin y reflexin sobre la experiencia, que demanda polticas educativas
que fortalezcan las condiciones para ejercer el trabajo, y tambin la asuncin
6 Mara Zambrano (1904-1991) fue una filsofa espaola que escribi bellsimas pginas
sobre la educacin, el lenguaje y la ver dad. Republicana, conoci el exilio durante la dictadura
franquista. 7 Mara Zambrano, "La mediacin del maestro" (1965), en: Filosofa y educacin, Manuscritos,
editado por ngel Casado y Juana Snchez-Gey, Editorial gora, Mlaga, 2007, pp. 116.
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de una posicin que recupere la responsabilidad y la importancia que tenemos
los educadores.
- Grupalmente:
1. Determinen cules son las ideas centrales del artculo.
2. Hagan un listado de los desafos que presenta la docencia, de acuerdo a
las autoras.
3. Elaboren una definicin de mediacin docente. No pueden copiar.
Ejemplifiquen con un caso.
- Individualmente:
1. Constru, sin copiar, parafraseando lo ledo, un texto que se refiera al
contenido del artculo de Dussel y Southwell. Entregalo para su correccin.
2. Le el texto de Terigi, que est a continuacin. A) Elabor un cuadro o
esquema que muestre cmo ha ido relacionando conceptos de informtica con
los de educacin. B) Determin que busca demostrar la autora.
Lectura
Terigi, Flavia (2010) " Docencia y saber pedaggico-didctico ", en Revista El Monitor, 2010, 5 poca, N 25, Ministerio de Educacin de la Nacin, pp 35-38
Docencia y saber pedaggico-didctico8
"Ser docente hoy" es una expresin que convoca a proponer una serie de
coordenadas respecto de las cuales podemos estar seguros de dos cosas:
ninguna coleccin de tales coordenadas podr defenderse como exhaustiva, y
cada una de ellas puede ser objeto de consideraciones encontradas. () En
este trabajo me propongo contribuir a la elucidacin de una de las coordenadas
que considero centrales para pensar la funcin docente en la
contemporaneidad: la que se refiere a la relacin de las y los docentes con el
saber.
Partimos de la conviccin de que el saber pedaggico construido no es
suficiente para dar respuestas fundadas a los problemas del presente de
nuestro sistema educativo. El saber pedaggico con el que contamos pero,
sobre todo, el que circula por los canales institucionales, al que llamaremos
saber pedaggico por defecto, tiene problemas a la hora de afrontar las
condiciones actuales en que se produce la tarea de ensear ()
Al utilizar la expresin "por defecto", tan frecuente en los programas de
computacin, estoy compartiendo con los lectores el ejercicio de una analoga
entre aquellos y el funcionamiento del saber pedaggico, una analoga que me
8 Flavia Terigi. Pedagoga. Profesora e investigadora de la Universidad Nacional de Gral.
Sarmiento y de la UBA. Formadora de maestros y profesores en el Normal 7 (CABA), la UBA y la UNGS. [email protected]
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ha resultado til para formular algunos de los problemas que presenta el saber
con que contamos en el mundo de la educacin (Terigi, 2010). En el software,
las "opciones por defecto" son aquellas con las que la mquina trabajar si no
escogemos de manera deliberada una opcin diferente, lo que requerira un
esfuerzo especial (que tendemos a eludir) para ir en un sentido diferente al del
funcionamiento por defecto. Una imagen similar la ofrece la instalacin "tpica"
de los nuevos pro- gramas en las computadoras, por contraposicin a la
instalacin "avanzada" que solo se recomienda si el usuario tiene
conocimientos especializados, mayores que los del usuario comn. Frente al
funcionamiento por defecto, o la instalacin tpica, tendemos a olvidar que se
trata de opciones y que podran tomarse otras.
La analoga entre el saber pedaggico y los programas de computacin me
lleva a advertir la existencia de un saber pedaggico por defecto: este funciona
de manera automtica y se reproduce en las prcticas sin que advirtamos
siquiera su carcter performativo9. La presencialidad, la simultaneidad, la
clasificacin por edades, la descontextualizacin, son principios estructurantes
del saber pedaggico por defecto, que llevan a un funcionamiento estndar del
sistema escolar y a una produccin de saberes bajo aquellos principios. A
pesar de su fuerza, importa advertir que no son principios obligados, sino
producidos y finalmente seleccionados entre otros posibles. Aunque las
premisas sobre las que se constituy la escolarizacin moderna (Pineau, 1999)
han configurado un modo de entender lo que es y lo que debe ser una escuela,
lo que hoy se tiene por gramtica bsica de la escolaridad (Tyack y Cuban,
2001) es una construccin histrica cuyo predominio entre otras posibles
(previas, contemporneas y posteriores) no tiene nada de necesario. Por el
contrario, quienes estudian el desarrollo histrico de la escolarizacin moderna
consideran menester explicar de qu manera se establecieron ciertas formas
institucionales y de qu manera, una vez establecidas, prevalecieron sobre
otras y llegaron a ser interpretadas como los rasgos necesarios de la escuela
autntica (Tyack y Cuban, 2001).2
Retomando la analoga entre el saber pedaggico del que disponemos y el
software, me resulta sugerente la imagen del resultado, en el nivel colectivo,
del agregado de las opciones que no tomamos individualmente al usar de
manera estndar los programas de computacin: ese agregado convierte al
funcionamiento por defecto en un poderoso formateador de los modos sociales
9 Performativo se refiere a la condicin de transformarse en accin en el momento de ser
dicho. Por ejemplo, si alguien dice Te prometo, est efectivamente- haciendo una promesa (es decir, ese te prometo tiene carcter performativo). Pero si alguien dice Seguro llueve, no, pues el hecho de decirlo no hace que llueva. (Nota de VDP) Terigi aclara que debe ser considerado Como instauracin de sentido y como legitimacin de las condiciones contingentes, que pasan a ser consideradas "objetivas".
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de utilizar los programas. Eso hace posible, por ejemplo, que cualquiera entre a
un locutorio y consulte su correo, navegue por la web o juegue en red, sin
necesidad de realizar ajustes especiales en la mquina que le toque en suerte.
Dicho de otro modo: se seleccionan ciertos usos de los programas porque
permiten un funcionamiento estndar 10 y la reiteracin del funcionamiento
estndar contribuye a estandarizar todava ms aquellos usos, pues los
usuarios se hacen tales en un cierto marco de funcionamiento de los
programas. Algo similar puede decirse sobre el saber pedaggico por defecto:
en la medida en que se extiende y reitera, en que se transmite en los circuitos
de formacin y se reproduce en las prcticas, ocupa nuestra imaginacin
pedaggica y nos hace docentes en un cierto marco de funcionamiento; nos
reconocemos menos capaces de movernos en marcos poco usuales, menos
conocidos o directamente nuevos. Lo que la escuela da por supuesto en la
crianza de los nios y las nias, las expectativas sobre el alumno tpico de un
grado, ao escolar o nivel, la idea de que secuencias unificadas de enseanza
generan aprendizajes relativamente similares en alumnas y alumnos de un
mismo grupo, son ejemplos - entre otros posibles- de los marcos de actuacin
docente esperados sobre la base del funcionamiento automtico del sistema.
La analoga entre el saber pedaggico y los programas de computacin lleva
a una ltima consideracin sugerente: para que el software funcione
estandarizadamente en cualquier computadora, las opciones predeterminadas
no contienen optimizaciones ni adecuaciones a las especificidades del
hardware. Esto es, no importa qu tan rpida, buena o capaz sea la
computadora que tenemos: si no modificamos las opciones por defecto, el
programa no estar sacando provecho de las cualidades que el hardware
pueda tener. Trabajar con la configuracin por defecto significar un
rendimiento aceptable, dentro de lo esperable, pero nunca el aprovechamiento
que podra alcanzarse si el usuario fuera ms avezado y si asumiera el trabajo
especial que se requiere para modificar aquellas opciones. Este aspecto de la
analoga es especialmente interesante porque nos permite pensar que el saber
pedaggico por defecto no sera especialmente maleable para aprovechar
todas las condiciones que ofrece la escuela en sus mltiples variaciones.
Pienso, por ejemplo, en la paradoja de que en las aulas se renen muchas
personas para aprender lo mismo en situaciones que promueven actividades y
resultadosindividuales. Si bien los procesos de enseanza en el contexto
escolar son colectivos y, en consecuencia, inherentemente intersubjetivos, que
se haya definido una instancia colectiva para la escolarizacin no significa que,
10
Quien haya intentado salirse de las configuraciones tpicas de un programa habr advertido los desacoples que eso produce con otros programas que funcionan en la misma computadora y el trabajo que requiere resolver esos desacoples.
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en el saber pedaggico por defecto, la clase escolar haya sido concebida como
un grupo de aprendizaje. Eso, que constituye un desaprovechamiento del
carcter colectivo de la situacin de clase, resulta an ms sorprendente en
circunstancias en que el modelo organizacional parece especialmente apto
para promover aprendizajes en entornos colaborativos: as, por ejemplo, un
relevamiento de las modalidades de trabajo propuestas por maestras rurales a
cargo de plurigrados muestra que el recurso sistemtico a la colaboracin entre
pares a propsito de las tareas escolares es un aspecto poco desarrollado en
las clases observadas (Terigi, 2008).
Si el lector comparte lo sugerente de esta analoga, comprender que utilic la
expresin "por defecto" para referirme al saber pedaggico que estructura
nuestros modos de mirar el mundo de la educacin escolar y que nos impide
pensar en direcciones novedosas. El saber pedaggico apoya el
funcionamiento estndar del sistema y este funcionamiento permite la
organizacin de las poblaciones para la escolarizacin segn cierta economa
de esfuerzos. Por ejemplo, la clasificacin por edades permitira alguna
reduccin de la diversidad posible del alumnado, aunque sepamos que las
nias y los nios de una misma edad no son idnticos en sus intereses y
capacidades, y aunque la estadstica y la evidencia cotidia- na muestren en "el
aula de primero" a alumnos y alumnas en un rango ms extenso de edades
que la "edad terica". Pero, como sabemos, el funcionamiento estndar genera
importantes dificultades cuando escuelas y docentes afrontan el desafo de
escolarizar a grupos de alumnos y alumnas que no responden a las
expectativas generadas por la definicin "por defecto", o cuando se instalan
modalidades organizativas del trabajo docente que divergen de la clase usual,
como las tutoras, los agrupamientos flexibles u otros.
() Ser docente hoy es, desde esta perspectiva, tener creciente conciencia
del desajuste de nuestros saberes para dar respuesta a las nuevas
configuraciones de lo educativo, tanto escolar como no escolar y, sin embargo,
no eludir el desafo que plantea la escolarizacin contempornea, lo que
implica algn nivel de involucramiento en la produccin de saberes. Como
mnimo, supone ensayar algunas rupturas -razonables, que no desbaraten ni
desautoricen todas las prcticas-, con el corpus tradicional de saberes, con el
saber pedaggico por defecto, que tiene el valor de haber estructurado nuestro
modo de ver el mundo de la escuela, pero que nos desautoriza cuando
queremos ensayar algo diferente.
1.4. Estrategias para aprender mejor.
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Una de las causas de fracaso escolar se debe a la dificultad de procesar
adecuadamente los materiales de estudio. Vocabulario tcnico, abundante
desarrollo, complejidad en el entramado discursivo son algunos de los
obstculos que aparecen; pero el verdadero conflicto no est en los textos sino
en el modo en que se trata de abordar su contenido. En definitiva, se convierte
en un problema de estrategias.
Lectura
Morles,Armando (1986) "Entrenamiento en el uso de estrategias para comprender la lectura ", en Lectura y vida. Newark, ao 7(2)
Entrenamiento en el uso de estrategias para comprender la lectura
Difcilmente podra concebirse una actividad acadmica de aprendizaje en la
cual no haya que valerse de la lectura en algn momento de su conduccin.
Tal hecho es explicable porque cada da los materiales impresos adquieren
mayor preponderancia como medio de instruccin y porque cada da la lectura
adquiere mayor relevancia como instrumento de aprendizaje acadmico. Por
supuesto, para que la lectura cumpla su funcin en ese sentido, se requiere
que el lector posea un grado suficiente de habilidades para comprender lo que
lee, condicin necesaria porque la comprensin constituye la base de dicho
aprendizaje.
Para los efectos del presente trabajo se ha concebido la comprensin de un
texto escrito como el proceso cognoscitivo mediante el cual se reconstruye, en
la mente del lector, la informacin trasmitida por el autor del texto. De esta
manera el lector se convierte en receptor activo de la informacin trasmitida por
el autor a travs del medio escrito. Conviene sealar que, previo a la
comprensin del texto, se suceden dos procesos fundamentales: la percepcin
de los smbolos grficos y la decodificacin de estos; es decir, la traduccin de
los smbolos grficos a sus representaciones fonolgicas (Morles, 1982).
Dentro de este orden de ideas, aprender el contenido de un texto incluir, no
slo el hecho de que el individuo perciba los smbolos grficos,