Inmigrantes haitianos

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Proble Haití y RD

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  • Bridget Wooding y Richard Moseley-Williams

    Inmigrantes haitianos ydominicanos de

    ascendencia haitiana enla Repblica Dominicana

  • Publicado en la Repblica Dominicana por la CooperacinInternacional para el Desarrollo (CID) y el Servicio Jesuita aRefugiados y Migrantes (SJR)ISBN (CID) 1 85287 311 6ISBN (SJR)

    Calle Luis Shecker No 37Esq Mustafa Kemal AtaturkApartamento 202Ens. NacoSanto Domingo

    Bridget Wooding y Richard Moseley-Williams 2004

    Las opiniones emitidas en esta publicacin son de la enteraresponsabilidad de sus autores.

    Los autores se reservan el derecho de ser identificados comolos redactores de este trabajo, de acuerdo a la Ley de Derechosde Autor, Diseos y Patentes de 1988.

    CID es el nombre operativo del Instituto Catlico para lasRelaciones Internacionales (Catholic Institute forInternational Relations CIIR).

    Publicado por primera vez por CIIR en 2004 bajo el nombreNeeded but unwanted: Haitian immigrants and their descendantsin the Dominican Republic (ISBN 1 85287 303 5)

    Traduccin: Mariv Arregui y Denise PaiewonskyRedactor de la versin espaola: Carlos Flores

    Diseo: Twenty-Five Educational, Londres

    Fotos: Tig Guimaraes excepto en el ndice, los captulos 2, 3,7 y 8, y la bibliografa, que son de Nick Sireau. Todas las fotosson de personas de origen o ascendencia haitiana que vivenen la Repblica Dominicana.

    Centro BonApartado 76Santo Domingo

  • Inmigrantes haitianos ydominicanos de ascendencia

    haitiana en la RepblicaDominicana

    Bridget Wooding y Richard Moseley-Williams

  • Sobre los autoresBridget Wooding y Richard Moseley-Williams trabajan como consultoresbritnicos en temas de desarrollo y radicanen Santo Domingo. Se especializan en lasreas de desarrollo social, migracin yderechos humanos. Bridget Woodingtambin trabaja con el Servicio Jesuita aRefugiados y Migrantes para AmricaLatina y el Caribe.

    Sobre los editoresEl Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) esuna organizacin catlica internacional quetrabaja en ms de 50 pases, con la misinde acompaar, servir y defender losderechos de los refugiados y desplazadosforzosos. La misin confiada a JRScomprende a todos los que han sidoapartados de sus hogares por losconflictos, los desastres humanitarios o lasviolaciones de los derechos humanos, deacuerdo con la enseanza social catlicaque define como refugiado de facto amltiples categoras de personas.

    Cooperacin Internacional para elDesarrollo (CID) es el nombre operativodel Instituto Catlico para las RelacionesInternacionales (Catholic Institute forInternational Relations CIIR). CIIR es unaorganizacin benfica internacional quetrabaja por el desarrollo sostenible y laerradicacin de la pobreza. Trabajamos enasociacin con organizaciones de lasociedad civil y gobiernos en 11 pases portodo el mundo.

  • ReconocimientosEl levantamiento de informacin y la elaboracin de este informe sehicieron en Hait y la Repblica Dominicana, pases de donde proviene lamayora de las fuentes de informacin y anlisis utilizados. Tuvimos laoportunidad de consultar materiales que no se encuentran disponibles enel extranjero e informacin de primera mano. La investigacin en elterreno tambin nos permiti enriquecer nuestros hallazgos en torno atemas complejos y polticamente delicados. Decidimos no profundizarmucho en la gran cantidad de fuentes bibliogrficas internacionalesdisponibles sobre asuntos migratorios, ni tampoco vincular nuestrosanlisis de manera especfica a los debates ms amplios en torno a lamigracin. No se trata de un estudio de caso, sino ms bien es un informesobre una realidad particular.

    Muchas personas en ambos pases nos han ayudado a comprendermejor a Hait y a la Repblica Dominicana y sus relaciones entre s.Queremos reconocer de manera particular, aunque lamentablementepstuma, los aportes intelectuales y ejemplos de tres amigos y colegas aquienes mucho extraamos: Abraham Shepherd en Hait y ArturoJimnez y Liliana Cabral en la Repblica Dominicana.

    Las informaciones y anlisis presentados en este estudio reflejan losaportes de Amrico Badillo, Antonio Pol Emil y Josef Cherubin, as comode Jos Nez SJ, Wendy Mateo, Melanie Teff y los colegas del ServicioJesuita a Refugiados y Migrantes en Santo Domingo. Nuestro mayoragradecimiento por sus aportes durante la preparacin del informe va aRubn Sili y a sus colegas de la Facultad Latinoamericana de CienciasSociales (FLACSO) en Santo Domingo, quienes son los expertosprincipales en el tema de la migracin haitiana hacia la RepblicaDominicana. El estmulo y asesora de Mariv Arregui, representante delCIIR/CID en el pas, han sido muy valiosos, as como los de Annie Street,Alastair Whitson y sus colegas del CIIR/CID en Londres.

    Queremos dedicar este trabajo al padre de Bridget, Philip Wooding,luchador incansable por los derechos humanos, y a la madre de Richard,Joan Moseley-Williams.

    Bridget Wooding y Richard Moseley-WilliamsSanto Domingo, enero de 2004

    ____________________________________________________ Reconocimientos

  • Glosario ____________________________________________________________________

    GlosarioBateye Asentamiento de trabajadores caeros en las

    plantaciones

    Bateyanos* Residentes de los bateyes

    Bracero* Trabajador migrante dedicado al corte de lacaa

    CEA Consejo Estatal del Azcar

    Cdula Documento de identidad dominicano

    Ingenio Plantacin y factora azucarera

    JCE Junta Central Electoral

    ONG Organizacin No Gubernamental

    PRD Partido Revolucionario Dominicano

    PLD Partido de la Liberacin Dominicana

    PRSC Partido Revolucionario Social Cristiano

    REDH Jacques ViauRed de Encuentro Domnico-Haitiano Jacques Viau(red de organizaciones de la sociedad civil que trabajan con haitianos ysus descendientes en la Repblica Dominicana)

    * El uso del masculino en este trabajo es neutral e inclusivo porejemplo, bateyanos se refiere tanto a hombres como a mujeres residentesen los bateyes; lo mismo para braceros y otros trminos.

  • ndice

  • ndice _________________________________________________________________________

    Prlogo ..................................................................................9

    Introduccin ........................................................................13

    1. Orgenes de las actitudes dominicanas hacia los haitianos ..........................................................17

    La Independencia y el siglo XIX ..............................18La masacre de 1937 y la dominicanizacin de la frontera ..........................................................19Cules fueron los verdaderos motivos de la masacre de 1937? ............................................20Tras la cada de Trujillo ............................................22

    2. La migracin haitiana ....................................................25El contexto caribeo ................................................26Causas econmicas: poblacin y pobreza................27Equilibrando la visin pesimista de Hait ................29Causas polticas de la emigracin ............................30La borrosa distincin entre migrantes polticos y econmicos......................................31Desastres naturales ..................................................31

    3. Haitianos en la Repblica Dominicana ......................33Quines son los haitianos en la RepblicaDominicana? ............................................................34El nmero de inmigrantes haitianos........................36

    4. Trabajadores caeros y bateyes ......................................39El papel de los dos gobiernos en la migracin de trabajadores caeros ............................................40La explotacin de los trabajadores migrantes..........41El reclutamiento por intermediarios ........................41Los bateyes: un pas dentro de otro ........................42El colapso de la industria azucarera ........................44Ms all de los bateyes: la respuesta humana ante el colapso de la industria azucarera ................46

    5. Los domnico-haitianos ..................................................49Su integracin a la sociedad dominicana ................50Los problemas de nacionalidad y documentacin......................................................51Es tambin una poltica gubernamental? ..............53

  • 6. Los trabajadores emigrantes e inmigrantes de hoy........55Patrones de migracin..............................................56Cruzando la frontera ................................................57Relaciones con los dominicanos ..............................58La discriminacin en el lugar de trabajo ................59Mujeres comerciantes y trabajadoras ......................62Mano de obra infantil haitiana................................65

    7. Respuestas a la inmigracin haitiana ............................67Polticas y prcticas gubernamentales actuales........68La lite social y econmica ......................................70Una nueva visin de la frontera ..............................71El debate en torno al impacto de la migracin haitiana ..................................................72La crisis econmica y poltica de 2003 ....................74

    8. Defendiendo los derechos humanos de los haitianos y sus descendientes en la Repblica Dominicana..........77

    La crisis de 1991 ......................................................78Grupos defensores de los derechos humanos..........79El marco legal ..........................................................81La campaa por la nacionalidad..............................83Repatriaciones y deportaciones................................84Enfrentando la discriminacin y la xenofobia desde una perspectiva de gnero ............................85Empoderando a los migrantes y a las organizaciones fronterizas........................................86La red fronteriza ......................................................87Trfico y trata de personas ......................................88Desastres naturales ..................................................89Comunicaciones ......................................................90Desafos para el futuro..............................................90

    9. Conclusiones ..................................................................93

    Bibliografa ..........................................................................97

    Mapa de Hait y la Repblica Dominicana ................................dentro de la contraportada

    _______________________________________________________________________ ndice

  • Prlogo

  • 10

    Prlogo _____________________________________________________________________

    EL DA PRIMERO DE NOVIEMBRE de 2003 apareci el siguiente reportaje enel peridico El Caribe, uno de los principales diarios dominicanos.El artculo se titula Viernes de redadas en el 9, decenas de haitianosfueron apresados y relata un incidente ocurrido en el Kilmetro 9, laatestada terminal de autobuses que van de Santo Domingo (capital de laRepblica Dominicana) hacia el norte del pas.

    Yo nunca he ido a Hait, tengo 35 aos y nac aqu. Tengo ocho hijosy mis hermanos nacieron aqu, deca entre gritos Anselmo Valdez,quien fue apresado anoche por oficiales de la Direccin General deMigracin, al igual que decenas de haitianos, para ser deportados alvecino pas.

    En el autobs de Migracin, estacionado en el kilmetro nueve de laautopista Duarte haba un drama, los gritos estremecan las ventanasdel vehculo cubierto por rejas. Muchas mujeres, algunas con nios enbrazos, hasta recin nacidos, lloraban desconsoladamente al no poderregresar anoche a sus hogares donde habian dejado a sus hijos yesposos.

    Los militares de Migracin llegaron al kilmetro 9 pasadas las 6:00de la tarde, como ya se ha vuelto costumbre todos los viernes. A todoslos haitianos que pasaban, e incluso a personas de tez negra, les pedansus documentos y el que no los tena en orden era llevado hasta elautobs. Las guaguas del transporte pblico que se paraban en el nuevetambin eran requisadas por los militares en bsqueda de ilegales.

    El cnsul general de Hait en el pas, Edwin Paraison, critic laforma como las autoridades dominicanas realizan los operativos, queen muchos casos son excesivos e inhumanos, al no permitir que loshaitianos apresados se comuniquen con sus familiares y recojan suspertenencias, en violacin al acuerdo firmado por la comisin mixtabilateral en diciembre de 1999. En muchos casos los familiares los danpor desaparecidos porque no saben lo que les ha pasado.Sencillamente, una madre de familia, un padre de familia, no llega a sucasa despus de todo un da de labor, expres el cnsul haitiano.

    Lo anterior no relata un incidente aislado, sino uno de los miles de casossimilares que los medios de comunicacin dominicanos registran cadaao. El drama humano de las deportaciones arbitrarias constituye unaspecto del siempre controversial tema de la migracin haitiana hacia laRepblica Dominicana. Otros aspectos importantes del problema son: laincapacidad para controlar el flujo de migrantes del pas vecino, lavulnerabilidad de los inmigrantes indocumentados a las violaciones dederechos humanos, los prejuicios y la discriminacin ampliamenteextendidos, y el uso poltico de la xenofobia por parte de grupos

  • 11

    _____________________________________________________________________ Prlogo

    extremistas. Sin embargo, la realidad es ms compleja y va ms all de laimagen del numeroso y creciente sub-grupo de trabajadores ilegaleshaitianos en un pas que los explota y discrimina. Es al mismo tiempoms esperanzadora.

    Esta investigacin examina los orgenes y el carcter cambiante de lainmigracin haitiana, la forma como evoluciona la relacin entre losinmigrantes y la sociedad dominicana, y la situacin de los residentes deascendencia haitiana. Tambin analiza las respuestas a la inmigracinhaitiana y las campaas por los derechos humanos de los inmigrantes ysus descendientes.

    Las violaciones a los derechos humanos ha sido una constante en lahistoria de los trabajadores migrantes haitianos. En 1987 Roger Plantpublic un libro muy influyente sobre el tema titulado Sugar and ModernSlavery: A tale of Two Countries (Azcar y esclavitud moderna: Un relato dedos naciones), donde describi los abusos cometidos en esa poca.1

    Nuestra intencin es analizar los cambios ocurridos desde entonces.Como veremos, la situacin no es uniforme. Por un lado, han habido

    avances significativos por parte de sectores liberales de la sociedad civil yla poltica dominicana, apoyados por grupos internacionales de derechoshumanos y organizaciones no gubernamentales (ONGs) extranjeras. Porotro lado, todava falta mucho por avanzar en el trayecto hacia unasociedad ms democrtica, responsable de sus actos y respetuosa de losderechos humanos de todas las personas.

    En numerosas ocasiones a lo largo de esta investigacin nos llam laatencin la cantidad de mitos y juicios falsos o mal fundados sobre losinmigrantes haitianos y sus descendientes domnico-haitianos.2 Talesprejuicios y supuestos falsos no provienen slo de la minora dedominicanos con actitudes racistas y anti-haitianas, como cabra esperar,sino tambin de muchos acadmicos, expertos y ONGs. Hemos podidoidentificar cuatro aspectos relativos a la migracin haitiana dondeprevalecen mitos que deben ser enfrentados:

    El mito de los trabajadores haitianos como vctimas pasivas El mito de los haitianos, es decir, la nocin de que varias

    generaciones de descendientes de haitianos en el pas siguen sin

    1 Plant, 1987. An estando de acuerdo con el contenido del libro, muchos haitianos y dominicanos

    discreparon con su ttulo por considerar que si bien los migrantes eran engaados, reprimidos y

    maltratados, no eran esclavizados en el sentido estricto de la palabra.2 Para los fines de este informe, el trmino domnico-haitiano se refiere a las personas de

    ascendencia haitiana nacidas en la Repblica Dominicana. Sin embargo, el trmino tambin se utiliza

    en la Repblica Dominicana para referirse a inmigrantes haitianos que se han establecido en el pas,

    es decir, que han vivido varios aos o an dcadas all. Ver el Captulo 5 para una discusin ms

    extensa sobre el tema.

  • 12

    integrarse a la sociedad dominicana y son, por lo tanto, extranjeros Los supuestos que subyacen en muchas declaraciones relativas al

    impacto perjudicial de la migracin haitiana sobre el desarrolloeconmico, la sociedad, la cultura y la identidad nacional de laRepblica Dominicana

    La nocin de que la discriminacin contra los descendientes dehaitianos es producto slo del racismo y del anti-haitianismo, y questa no guarda relacin con las inequidades sociales que caracterizantanto a la sociedad haitiana como a la dominicana.

    Prlogo _____________________________________________________________________

  • Introduccin

  • 14

    LOS HAITIANOS han emigrado hacia la Repblica Dominicana en buscade trabajo desde hace casi 90 aos. Durante la mayor parte del siglopasado, estos obreros cruzaron la frontera a veces llevados por lafuerza, otras veces convencidos con falsas promesas para trabajar en laszafras de los ingenios azucareros. All eran empleados como cortadores decaa, con salarios miserables, viviendo en condiciones atroces en losbarracones de los bateyes o pequeas aldeas dentro de las plantacionesazucareras. Terminada la cosecha los braceros eran retornados a Hait.

    La cada de la industria azucarera dominicana a partir de los aos 80, elcrecimiento y diversificacin de la economa dominicana, y la prolongadacrisis poltica y econmica en Hait no han detenido la migracin laboralhaitiana. sta no slo ha continuado, sino que tiende a aumentar, si bienahora presenta caractersticas diferentes. En la actualidad los haitianos noslo encuentran trabajo en la muy mermada industria azucarera, sinotambin en otros sectores agrcolas, la construccin, la industria turstica,el servicio domstico y el comercio informal. Aunque los varones jvenescontinan predominando, el nmero de mujeres migrantes es cada vezmayor.

    Anteriormente, la contratacin de braceros haitianos se haca medianteacuerdos entre los dos gobiernos o bien lo hacan directamente losingenios privados a travs de intermediarios haitianos. En la actualidad, lamayor parte de la mano de obra migrante es informal y no regulada,tanto en lo que respecta a la salida de Hait y al cruce de la frontera escasamente vigilada sin permisos o visas, como en lo relacionado a lasactividades laborales que desempean en la Repblica Dominicana. Latendencia ms reciente es que los migrantes haitianos permanezcan en elpas, trasladndose de un lugar a otro en busca de trabajo y de mayorproteccin frente a las detenciones y deportaciones.

    Este prolongado proceso migratorio ha tenido consecuenciasimportantes. En trminos demogrficos ha dado lugar a una poblacinconsiderable de residentes de ascendencia haitiana e inmigrantesrecientes, cuyo tamao es difcil de precisar (el tema se discuteampliamente en el Captulo 5). Si la cifra alcanza las 500,000 personas,como a menudo se seala, sta representara alrededor del 6% de lapoblacin dominicana, estimada en 8.6 millones.

    Por otra parte, la comunidad haitiana est cada vez ms diversificada,encontrndose en ella obreros y comerciantes recin llegados, inmigrantesque han vivido en la Repblica Dominicana durante cierto tiempo, aveces dcadas, as como domnico-haitianos de segunda y tercerageneracin es decir, personas de ascendencia haitiana ya nacidas en laRepblica Dominicana.

    Introduccin _________________________________________________________________

  • 15

    La Constitucin dominicana otorga la nacionalidad a las personasnacidas en el territorio nacional de padres extranjeros residentes en elpas, un derecho que en la prctica es a menudo negado. Hay un grannmero de individuos de ascendencia haitiana que se identifican a smismos como ciudadanos dominicanos, apenas tienen vnculos con Haity en muchos casos ni siquiera hablan creole (el lenguaje popularhaitiano). Sin embargo, las autoridades dominicanas los siguenconsiderando extranjeros susceptibles de ser deportados si no cuentan opresumiblemente no cuentan con la documentacin correspondiente.

    Otro resultado importante de estas dcadas de migracin ha sido eldesarrollo de poderosos grupos de inters dominicanos que, como losingenios azucareros, requieren un suministro constante de mano de obradcil y barata. La mano de obra migrante se ha integrado a la economadominicana y la ha moldeado a tal punto que su desaparicin sbitallevara a la bancarrota a algunos sectores agrcolas y desatara una crisisen la industria en expansin de la construccin, todo lo cual afectaranegativamente al crecimiento econmico de la nacin a corto y medianoplazos. Esta realidad permite entender la actitud ambigua que hasta hacepoco mantuvieron sucesivos gobiernos dominicanos en cuanto a lapuesta en marcha de mecanismos efectivos para regular la migracin. Elhaber mantenido la cuestin migratoria engavetada durante dcadas noha hecho ms que complicar la situacin.

    La falta de accin gubernamental tambin obedece a razones polticas eideolgicas. Los tres partidos polticos mayoritarios se resisten a abordar lacuestin migratoria y el tema de la nacionalidad de los residenteshaitianos porque temen las consecuencias electorales de ser vistos comopro-haitianos, situacin que aprovecharan sus rivales para acusarlos detraicionar los intereses nacionales. Este temor es aprovechado por ungrupo pequeo pero bien relacionado de derechistas, conocido como losNacionalistas, que promueve un agresivo anti-haitianismo. LosNacionalistas plantean la existencia de una conspiracin internacionalque busca unificar la isla e incrementar la migracin, lo que transformarala identidad nacional, que en su opinin es esencialmente mulata ehispnica, debido a las races africanas de Hait.

    Por ltimo, el haber permitido que la migracin haitiana sedesarrollara de manera informal y por fuera de los marcos legales hagenerado numerosos problemas de derechos humanos. La mayor parte delos inmigrantes no cuenta con proteccin legal ni gubernamental, y sufrediscriminacin y abuso por parte de contratistas de mano de obra,empleadores, autoridades gubernamentales (polica, militares,funcionarios de migracin), el sistema judicial, el sistema educativo y losservicios de salud.

    ________________________________________________________________ Introduccin

  • Captulo 1Orgenes de las actitudes

    dominicanas hacia loshaitianos

  • Captulo 1 ___________________________________________________________________

    18

    La Independencia y el siglo XIXLas actitudes dominicanas hacia Hait y los haitianos (y viceversa) tienenraces en el pasado remoto. La independencia haitiana de 1804 fueprecedida por una revolucin de esclavos y por la derrota de los ejrcitosfranceses enviados a restablecer su condicin colonial. La Constitucindel nuevo pas proclamaba su identidad: una repblica negra, bautizadacon el nombre aborigen de la isla. Su mandato se extenda a la parteoriental e hispanohablante de la isla, entonces cedida a Francia por lacorona espaola. Los haitianos teman, con razn, que las potenciasesclavistas de la poca (Francia, Espaa y Gran Bretaa) realizaran unainvasin a travs del escasamente poblado territorio oriental, por lo cualse propusieron ocupar la totalidad del territorio isleo. Esto se logr entre1822 y 1843, bajo la presidencia de Jean-Pierre Boyer. La esclavitud fueabolida en el lado hispano de la isla al quedar integrado al Estadohaitiano.

    En 1844 los dominicanos proclamaron su independencia tras unlevantamiento contra las autoridades de Port-au-Prince y entre 1844 y1856 derrotaron cuatro nuevos intentos de ocupacin militar por parte delos haitianos. Para los dominicanos la independencia nacional significsu liberacin de Hait, que en esa poca era el ms rico y poderoso de losdos pases, aunque el propsito no era establecer una nacin soberana. Enefecto, la lite terrateniente de Santo Domingo quera la proteccin deuna potencia europea, lo cual logr en 1861 con la anexin del pas aEspaa. El derrocamiento del gobierno espaol local en 1865 constituyla segunda independencia nacional, la cual cont con el apoyo de ladiplomacia haitiana.

    Dado que la identidad nacional dominicana se conform en el sigloXIX, el anti-haitianismo y el pro-hispanismo se constituyeron enelementos importantes de la misma. Esto contrasta significativamente conla identidad haitiana, surgida del movimiento emancipador y de laindependencia, y que qued enrgicamente plasmada en la primeraconstitucin haitiana.3 Estas distintas visiones todava se pueden apreciaren los textos escolares de ambos pases. Los dominicanos marcan el iniciode su historia en 1492 con la llegada de los colonizadores espaoles; loshaitianos no inician su historia en 1492 sino a partir de 1640, con lallegada de los primeros aventureros y colonos europeos y, sobre todo, delos esclavos africanos en la segunda mitad del siglo XVIII. La diferencia

    3 David Nicholls escribi: La primera constitucin haitiana proclam que todos los haitianos seran

    considerados negros sin importar su color de piel; esta disposicin inclua a los grupos de alemanes y

    polacos de Saint Domingue que haban luchado con el movimiento emancipador y obtenido la

    ciudadana. ste probablemente constituye el primer caso en que el trmino negro se utiliza en

    sentido ideolgico (Nicholls, 1979, p.35).

  • tambin se evidencia en los nombres que cada pas da a la isla quecomparten. Los dominicanos llaman Espaola a la isla y Quisqueya asu pas. Para los haitianos, Hait es tanto el nombre de la isla como delpas, refirindose a la Repblica Dominicana como Nanpanyl oDominicana.4

    Los conflictos armados entre ambos pases durante la primera mitaddel siglo XIX generaron en los dominicanos un sentimiento denacionalismo hispnico y de desconfianza frente a Hait. No obstante, lamayora de estudiosos modernos sealan que el racismo y la xenofobiaque en la actualidad caracterizan al sentimiento anti-haitiano sonresultado de procesos polticos del siglo XX, particularmente losacontecidos durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo entre 1930 y1961. Esas actitudes no se originaron con la llegada de los migranteshaitianos, que se inici unos 20 aos antes de llegar Trujillo al poder yque en su momento no gener un rechazo mayor que el recibido portrabajadores migrantes de otras nacionalidades y culturas que vinieron atrabajar en los campos de caa procedentes del Caribe ingls.

    La masacre de 1937 y la dominicanizacin de la fronteraEl acontecimiento clave fue la masacre de miles de haitianos ordenadapor el gobierno dominicano en 1937, sobre todo en las provinciasfronterizas. Se trat de un hecho sin precedentes y totalmenteinjustificado que provoc clamorosas protestas internacionales y cuyolegado perdura hasta nuestros das.

    La masacre se inici sin advertencia alguna, tras la orden de Trujillo alejrcito para que procediera a matar a todo haitiano que no pudierademostrar su condicin de dominicano. Los asesinatos se iniciaron ensecreto y no fueron reportados por los medios de comunicacin,controlados por el gobierno. Sin embargo, la naturaleza y magnitud de lamasacre se fueron conociendo paulatinamente en el extranjero,generando protestas que llevaron al gobierno de los Estados Unidos apresionar a Trujillo para que llegara a un acuerdo con el gobiernohaitiano. El acuerdo al que arribaron los dos Estados incluy unaindemnizacin de 550,000 dlares.

    An no tenemos cifras confiables del nmero de personas asesinadas,que van de 1,000 hasta 30,000. Bernardo Vega estim el nmero demuertos en 3,000, basndose en testimonios de observadores

    ______________________ Orgenes de las actitudes dominicanas hacia los haitianos

    19

    4 Thodat, 2002, p.286. El estudioso haitiano Jean-Marie Thodat contina diciendo que: esta

    imprecisin toponmica tiene implicaciones para la manera en que los haitianos se ven a s mismos.

    Muestra la inexistencia de una visin compartida de la isla en la conciencia colectiva tanto de los

    dominicanos como de los haitianos. Cada pas se desarrolla con tal grado de ignorancia sobre sus

    vecinos, que pareciera que vivieran en islas diferentes.

  • independientes de la poca y en el censo haitiano de 1935.5 Elinvestigador piensa que el nmero de personas que logr escaparcruzando la frontera hacia Hait es mayor de lo que antes se crea. Laorden de la masacre ordenaba al ejrcito sellar la frontera, impidiendo asel paso por ambos lados, a fin de evitar que los haitianos pudieranescapar. La cifra de muertos no fue mayor debido a la relativa ineficienciadel ejrcito y a la ayuda prestada por muchos dominicanos queescondieron haitianos en sus casas al llegar las tropas.

    La masacre present elementos claramente racistas y anti-haitianos. Alos soldados se les orden matar a todos aquellos que no tuvierandocumentos de identidad, asumindose que todos los dominicanosposean tal documento. El ejrcito recurri a la prctica de identificar asus vctimas por sus acentos y color de piel, adems de contar coninformacin suministradas por espas. En el proceso muchos dominicanostambin murieron o tuvieron que huir.

    La orden de la masacre exclua a los trabajadores caeros de losingenios, la mayora de los cuales eran de propiedad estadounidense.Cualquier interferencia con los poderosos intereses estadounidensespodra haber agotado la paciencia del Presidente Roosevelt con eldictador. Ms an, Trujillo tena sus propios planes con la industriaazucarera y tras la segunda guerra mundial procedi a fundar sus propiosingenios y comprar la mayora de propiedad extranjera, llegando as acontrolar la mayor parte de la industria azucarera del pas.

    Cules fueron los verdaderos motivos de la masacre de 1937?En el perodo 1930-37 no hubo indicios significativos de propagandaanti-haitiana. Vega rastre los peridicos de la poca, todos controladospor el gobierno, y no encontr evidencias importantes de un anti-haitianismo.6 Es falso el argumento trujillista de que la masacre fue enrespuesta al desorden y la delincuencia (en realidad, los cuatrerosimplicados resultaron ser dominicanos del interior del pas). Los informesproporcionados por los agentes del rgimen antes de 1937 describen lafrontera como una zona extremadamente apacible, donde haitianos ydominicanos coexistan y se mezclaban sin problema alguno, tal como lohaban hecho desde el siglo XIX.

    Los acontecimientos de 1937 fueron el resultado de una nueva polticaque el rgimen trujillista denomin la dominicanizacin de la frontera.Esta poltica busc reducir el nmero de extranjeros (es decir, dehaitianos) en el pas, e incluy la aprobacin de una nueva ley que

    Captulo 1 ___________________________________________________________________

    20

    5 Vega, 1995, volumen 2, captulo 9. En una conferencia presentada en Santo Domingo en julio de

    2003, el Dr. Vega present un nuevo estimado de 6,000.6 Vega, 1995, volumen 1, p.180.

  • limitaba a 30% la mano de obra extranjera que las empresas podancontratar (lo cual fue estruendosamente rechazado por las compaasazucareras estadounidenses hasta que el gobierno les otorg una dispensaoficial aumentando dicho lmite). En 1939 se promulg una nueva ley demigracin, cuyo propsito principal era impedir la entrada de haitianos alpas excepto cuando fueran necesarios para el corte de la caa. Se crearony promovieron colonias agrcolas para atraer inmigrantes blancos deEuropa. Se construyeron carreteras hacia la zona fronteriza, anteriormenteaislada del resto del pas.

    stas no eran medidas excepcionales en el contexto latinoamericano deentonces, como tampoco lo era la deportacin de haitianos. Durante ladepresin de los aos 30, por ejemplo, los ingenios cubanos deportaron ams de 35,000 braceros haitianos. Lo que resulta particular en el casodominicano es que la dominicanizacin pas a formar parte de laideologa racista promovida por la dictadura despus de la masacre. Coneste fin Trujillo atrajo hacia su rgimen a uno de los ms distinguidosintelectuales dominicanos, el historiador Manuel Arturo Pea Batlle. Enun discurso pronunciado en la comunidad fronteriza de Elas Pia el 16de noviembre de 1942, el intelectual propona la creacin de barrerassociales y una legislacin adecuada para salvaguardar de la influenciavecina el origen indiscutible de la nacionalidad dominicana. En sudiscurso plante la necesidad de detener la perniciosa migracinhaitiana, de ser necesario por la fuerza; tambin atac la cultura haitianay el ejercicio de la monstruosa prctica fetichista del vud declarando:No hay gobierno en el mundo genuinamente culto y civilizado que notome providencias decisivas contra amenaza tan seria, tan vital.7

    Un ao despus se aprobaron leyes que enfatizaban la enseanza de lahistoria y la cultura dominicanas en las escuelas. Los nombres en creole ofrancs de lugares fronterizos fueron cambiados al espaol. La prctica delvud fue declarada ilegal, siendo castigada con penas de hasta dos aosde prisin o la deportacin. Como seala Orlando Inoa, elestablecimiento de la deportacin como alternativa a la crcel indica quelos autores de la ley estaban convencidos de que slo los haitianospracticaban dicha religin.8

    Pea Batlle fue un nacionalista e hispanista de derecha cuyos textos dehistoria dominicana presentan un carcter anti-haitiano pero no racista.La dimensin racista de la dominicanizacin aparece con mayorcrudeza en un libro publicado por Joaqun Balaguer en 1947 con el ttuloLa Realidad Dominicana, del cual se reproducen secciones importantes ensu obra de 1983 La Isla al Revs: Hait y el Destino Dominicano. Tal como se

    ______________________ Orgenes de las actitudes dominicanas hacia los haitianos

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    7 Inoa, 1999, p.211.8 Op. cit., p.213.

  • Captulo 1 ___________________________________________________________________

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    presenta en estas obras, el enfoque de Balaguer es una versin vulgar deldarwinismo social. Tan simplistas son sus ideas que se pueden resumir enunas pocas oraciones. La nacin dominicana es blanca e hispnica y se hadebilitado por la mezcla con otras razas. La nacin enfrenta el desafo querepresenta un Hait de origen africano con vocacin imperialista. Loshaitianos que se establecen en el pas degeneran la fuerza moral yespiritual de los dominicanos, como se evidencia en la indolencia de lascomunidades dominicanas expuestas a la influencia de los migrantes y sucultura. Los haitianos tambin traen consigo pobreza, ignorancia yenfermedades infecciosas.

    Balaguer fue presidente del pas en siete ocasiones, durante y despusde la era trujillista. Su ltimo perodo presidencial fue en 1994-96,presentndose nuevamente a elecciones en 2000, cuando obtuvo unacuarta parte de los votos. Fue una de las figuras clave en la transicin dela dictadura a la democracia desde 1961 hasta su muerte en 2002, a laedad de 96 aos.

    Muchos se han preguntado cmo un intelectual sensible en otrossentidos, que escribi tanta poesa, poda suscribir sentimientos tanracistas. Tambin se han preguntado cmo una persona tan racista pudolograr tanto apoyo poltico durante tanto tiempo. La respuestaprobablemente es que Balaguer fue un poltico sumamente hbil yflexible, cuyos valores derivaban de su conviccin personal de estarpredestinado a preservar la nacin del caos luego de la cada de ladictadura trujillista. Era un hombre reservado, con pocas relacionescercanas, cuyos simpatizantes lo juzgaban por lo que representaba, no porlo que escriba.

    En varias ocasiones durante los perodos presidenciales de Balaguer, lasautoridades azusaron el sentimiento anti-haitiano y realizarondeportaciones masivas, entre las cuales destacan las de 1991. En otrasocasiones, como durante la campaa electoral de 1990, Balaguer y suPartido Reformista Social Cristiano distribuyeron actas de nacimiento enlos bateyes a fin de ganar votos. Cabe destacar que durante el desarrollodel actual sistema tripartito, Balaguer nunca obtuvo una mayora absolutade votos. En las elecciones de 1994, cuando se llev a cabo una campaaabiertamente racista contra el Partido Revolucionario Dominicano y sucandidato, Jos Francisco Pea Gmez, un hombre negro de ascendenciahaitiana, Balaguer tuvo que recurrir al fraude para ganar las elecciones.Este hecho en s mismo indica el grado de apoyo que los votantesdominicanos estn dispuestos a dar al racismo y al anti-haitianismo.

    Tras la cada de TrujilloLuego de la limpieza tnica de 1937 y del establecimiento de nuevoscontroles fronterizos, la poblacin haitiana disminuy dramticamente.

  • Mientras el censo de 1935 registr 52,657 inmigrantes, el de 1950 sloregistr 29,500.

    Con el ajusticiamiento de Trujillo y la cada de la dictadura, lamigracin haitiana qued oficialmente limitada a los braceroscontratados mediante los acuerdos intergubernamentales quinquenalesiniciados en 1952 y continuados hasta 1986. A partir de entonces, elsistema de contratacin volvi al modelo previo a 1952, en el que lascontrataciones las hacan los ingenios, si bien ahora el contratante era elConsejo Estatal del Azcar (CEA), la corporacin azucarera gubernamentalque agrupaba los ingenios que haban sido propiedad de Trujillo.

    A excepcin de la migracin de braceros para la zafra, la migracintambin se redujo luego de 1961 debido a las tensiones existentes entrelos gobiernos dominicanos y las dictaduras de Franois Duvalier (PapaDoc, 1957-61) y de su hijo Jean-Claude (Baby Doc, 1961-86). En 1963y luego en 1967-70 hubo amenazas de guerra y la frontera fuemilitarizada. Podemos suponer que la migracin irregular se incrementde nuevo en las dcadas de 1960 y 1970, aunque no sabemos a cienciacierta en qu medida.

    En la dcada de los aos 80 se dieron cambios importantes en amboslados de la isla. En 1986 un movimiento popular derroc a la dinastaduvalierista, siguiendo un perodo de lucha por la democracia y la justiciasocial en contra del ejrcito y de los remanentes del antiguo rgimen,todo lo cual culmin en 1991 con las primeras elecciones libres en lahistoria haitiana. En la Repblica Dominicana, que tambin habaexperimentado una transicin larga e inestable de la dictadura a lademocracia, la dcada de los 80 marc el inicio de un importante procesode ajustes econmicos y cambios sociales, cuyo punto de partida fue lacrisis progresiva de la industria azucarera.

    ______________________ Orgenes de las actitudes dominicanas hacia los haitianos

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  • Captulo 2La migracin haitiana

  • Captulo 2 ___________________________________________________________________

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    El contexto caribeoEs preciso examinar la migracin haitiana en el contexto ms amplio dela historia caribea despus de 1492. Tras la colonizacin europea delsiglo XVI y el exterminio casi total de los pueblos arawak y caribe, laregin fue poblada con esclavos africanos comprados por hacendadosprovenientes de Espaa, Portugal, Holanda, Gran Bretaa y Francia. Hastala abolicin final de la esclavitud en el Caribe ocurrida en Cuba en1880 se calcula que unos dos millones de esclavos africanos haban sidotrados a las Antillas. Una vez terminadas la esclavitud y la trata deesclavos, los ingenios tuvieron que obtener otras fuentes de mano deobra, tanto dentro como fuera de la regin. Las numerosas comunidadesde personas de ascendencia asitica que hoy en da encontramos enGuyana y Trinidad, se remontan a los trabajadores importados desde laIndia a finales del siglo XIX.

    La industria azucarera caribea tuvo un gran auge a finales del sigloXIX. Los pases que ms aprovecharon las nuevas oportunidades fueronCuba y la Repblica Dominicana y, en menor grado, Puerto Rico. Se tratade naciones que cuentan con grandes extensiones de tierra llana y frtil,irrigadas por ros y por lluvias frecuentes, cuyas condiciones resultabanmucho ms adecuadas que las de otras islas productoras como Jamaica yBarbados para la siembra a gran escala de las nuevas plantacionesazucareras. Lo que ni Cuba (tras la prdida de poblacin causada por laGuerra de los 10 Aos de 1861-1871) ni la Repblica Dominicana(escasamente poblada) tenan era la mano de obra necesaria para cortar lacaa.

    Esta mano de obra se obtuvo fuera del pas, empezando por los cocolosprovenientes de las islas cercanas de habla inglesa. Sin embargo, laabrumadora mayora de los braceros para los nuevos ingenios provino deHait. Se calcula que cada ao entre 1913 y 1931 llegaron a la provincia deOriente de Cuba entre 30 y 40,000 braceros haitianos. La RepblicaDominicana, cuya industria azucarera era menor que la cubana, recibi unnmero considerable de trabajadores hasta que en 1919 el gobierno militarde ocupacin estadounidense introdujo el sistema de contratos reguladospara la importacin de braceros.9 Aunque no se conoce el nmero exactode braceros haitianos contratados cada ao en las dos dcadas posteriores a1919, la cifra se estima en unos 5,000 anuales. Los censos dominicanosregistraron 28,258 haitianos en 1920 y 52,657 en 1935.

    Luego de la segunda guerra mundial se detuvo el trasiego de braceroshaitianos a Cuba, y los destinos principales de estos emigrantes pasaron a

    9 Los Estados Unidos ocuparon Hait de 1915 a 1934 y la Repblica Dominicana de 1916 a 1924. Los

    gobiernos militares de ambos pases se esforzaron por satisfacer las necesidades de mano de obra de

    sus compatriotas dueos de ingenios en Cuba y la Repblica Dominicana.

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    ser la Repblica Dominicana, los territorios francfonos del Caribe(Guadalupe, Martinica, Guyana Francesa y San Martin), los EstadosUnidos, Canad y Francia.

    Causas econmicas: poblacin y pobrezaAntes de considerar los factores que llevan a los haitianos a emigrar,debemos observar un mapa del Caribe. Hait est rodeado de pases ricoscon ingresos medios: los Estados Unidos y las Bahamas al noroeste y alnorte; Cuba y Jamaica al oeste y al suroeste; Curazao al sur; y al este, laRepblica Dominicana, con la que comparte una permeable frontera de388 kilmetros de largo.

    Los haitianos no estn aislados del mundo de riquezas que les rodeasino que, por el contrario, la gran dispora haitiana mantiene un estrechocontacto con la madre patria mediante comunicaciones y viajes. Losvuelos diarios entre Port-au-Prince y Montreal, Nueva York y Miamisuelen estar repletos. Dos compaas de autobuses prestan servicios haciaSanto Domingo. Las llamadas telefnicas internacionales son comunes,igual que los servicios de envos de valores que traen remesas y cartas deparientes viviendo en el extranjero.

    El Cuadro 1 muestra las enormes y crecientes desigualdadeseconmicas y sociales entre Hait y la Repblica Dominicana. El ingresoper cpita de los dominicanos es cuatro veces mayor que el de loshaitianos. La esperanza de vida es significativamente menor en Hait (53aos versus 67 aos). La desnutricin y mortalidad infantiles en Haitduplican las tasas del pas vecino. La tasa de analfabetismo es del 49% enHait, comparada con 15% en la Repblica Dominicana. Tambin las tasasde crecimiento econmico muestran diferencias importantes en losltimos tiempos: entre 1991 y 2001 la economa dominicana tuvo uncrecimiento anual promedio de 6.3 por ciento, lo que equivale a 4.5 porciento per cpita. Las cifras correspondientes para Hait son de 0.0 porciento y menos 2.1 por ciento.

    El hecho de que un lado de la isla no haya experimentado ningncrecimiento econmico durante la ltima dcada, mientras el otroestablece marcas de crecimiento para la regin latinoamericana, sugiereque la migracin haitiana tiene una clara motivacin econmica, en laque intervienen tanto factores de expulsin (de Hait) como deatraccin (hacia la Repblica Dominicana).10

    10 La crisis econmica dominicana de 2003 marc el final abrupto del perodo de crecimiento. Los

    acuerdos entre el gobierno dominicano y el Fondo Monetario Internacional indican que en 2003 la

    economa tendr un crecimiento negativo de ms del 3%, seguido de un crecimiento mnimo en

    2004, antes de recuperarse en 2005. Los posibles impactos de esta crisis sobre la migracin haitiana

    se examinan en el Captulo 9.

  • Captulo 2 ___________________________________________________________________

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    A qu se debe que en dos siglos Hait pasara de ser la colonia ms ricadel mundo, La Perla de las Antillas, a ser el pas ms pobre delhemisferio occidental? Algunos historiadores enfatizan el contextoexterno, sealando el aislamiento internacional que sufri el pas tras suindependencia, lo que sumado a la desgarradora deuda que supuso elpago de reparaciones a Francia por la prdida de su colonia, neg al paslas oportunidades de desarrollo econmico que existan en el siglo XIX.En el siglo XX, los 19 aos de ocupacin estadounidense distorsionaronel desarrollo poltico del pas, aportando poco o ningn beneficio a largoplazo. Ms recientemente, las sanciones internacionales y la suspensinde la cooperacin entre 1991 y 1994, y luego entre 2000 y 2003, hanafectado negativamente el crecimiento econmico e incrementado losniveles de pobreza (y por ende de emigracin) de un pas que, comoHait, es muy dependiente de la cooperacin internacional.

    Otros estudiosos, como Mats Lundahl (1979, 1983), conceden mayorimportancia a las causas internas de la pobreza, particularmente a losefectos de largo plazo de la reforma agraria llevada a cabo tras laindependencia. La reforma dividi las propiedades del Estado y de losingenios azucareros en pequeas parcelas que se distribuyeron a losesclavos recin liberados. Como muestra el Cuadro 2, la poblacinhaitiana creci rpidamente durante el siglo XIX y comienzos del XX, entanto la dominicana no empez a crecer sino hasta finales del siglo XIX,cuando empieza la expansin de la industria azucarera y el boom agrcolay comercial del valle del Cibao.

    En Hait la herencia de la tierra corresponde a todos los descendientesdel fallecido, lo que promueve la subdivisin de las propiedades en cada

    Cuadro 1: Indicadores Sociales y econmicosseleccionados, Repblica Dominicana y Hait (2001)

    Rep. Dominicana HaitPoblacin (millones) 8.6 8.1Producto Interno Bruto (billones US$) 19.0 3.9Producto Interno Bruto per cpita (US$) 2,230 480Poblacin urbana (% del total) 66 36Esperanza de vida (aos) 67 53Mortalidad infantil (por 1,000 nacimientos) 39 73Desnutricin infantil (% menores de 5 aos) 6 17Analfabetismo (% poblacin mayor 15 aos) 16 49

    FUENTE: Banco Mundial, 2002b y 2002c, y Censo dominicano 2002

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    generacin. El aumento de la poblacin rural, la reduccin del tamaopromedio de las parcelas y la falta de inversiones tecnolgicas y decapital, trajeron como consecuencia la deforestacin y la erosin, ascomo el cultivo creciente de laderas y tierras marginales. El resultado fueuna cada en la productividad per cpita de las tierras agrcolas, lo quegener el crculo vicioso que caracteriza gran parte del campo haitiano enla actualidad.

    La prolongada crisis de la agricultura de subsistencia no fuecompensada por un crecimiento de la industria y los servicios capaz deabsorber el exceso de poblacin rural (tres cuartas partes de la poblacinhaitiana todava vive en la zona rural). Entre las causas del problemaestn la inestabilidad poltica, la debilidad e ineficiencia del Estado, ladebilidad de las instituciones financieras y la mala utilizacin de losrecursos de la cooperacin internacional. A esto se suman unainfraestructura escasa y cada vez ms deteriorada (carreteras, provisin deagua y electricidad, servicios de educacin y salud), y una dotacin derecursos naturales relativamente pobre en comparacin con la deRepblica Dominicana.

    Equilibrando la visin pesimista de HaitA pesar de esta sombra perspectiva macroeconmica, existeninterpretaciones ms optimistas de la situacin haitiana. Una de ellas(Smith, 2001) destaca la adaptabilidad de la sociedad rural haitiana y elimportante papel que juegan las estrategias tradicionales de sobrevivencia como las prcticas colectivas de trabajo agrcola denominadas kove ykombite as como las instituciones locales a travs de las cuales seorganiza la cooperacin laboral y comunitaria (el atribison, el sosyete y elgwoupman peyison). Hoy como ayer, las familias campesinas haitianas no

    Cuadro 2: Poblacin de Hait y laRepblica Dominicana desde 1804

    Hait Repblica DominicanaAo Poblacin Ao Poblacin 1804 400,000 1809 104,0001860 1,000,000 1863 207,7001922 2,000,000 1920 895,0001950 3,500,000 1960 3,000,0002001 8,100,000 2002 8,560,000

    FUENTES: Thodat, 2003; Lundhal, 1979; datos censales dominicanos

  • permanecen pasivas frente a la disminucin de los ingresos. Otro ejemplo es el reciente crecimiento del comercio fronterizo, que

    involucra mayoritariamente a las mujeres. Un estudio de los mercadosfronterizos realizado en 2002 destaca la importancia de dicho comercioen trminos de sus montos econmicos, del nmero de sectoresinvolucrados (lo que distribuye ms los ingresos), y de la notablereciprocidad de los intercambios. Los haitianos venden productos en loscuales tienen ventajas comparativas debido a los bajos costos de su manode obra (caf, habichuelas, mangos, ganado), y compran productos(cocos, pltanos, arroz de puntilla o granos rotos) que las granjasdominicanas producen a menor precio (Bellande y Damais, 2002, p.113).

    Hay que destacar la adaptabilidad e ingenio con que las familias pobreshaitianas han enfrentado la prolongada crisis econmica. Muchosdominicanos creen que el pas vecino est al borde del colapso y lahambruna, y que hordas de desvalidos hambrientos invadirn suterritorio en cualquier momento. Este temor, aunque comn, estotalmente infundado. Los haitianos pobres y desempleados no sondesvalidos sino, por el contrario, siempre encuentran formas de sobreviviry de mejorar sus vidas. Una de las muchas estrategias de sobrevivenciaque utilizan es la migracin con fines laborales.

    Causas polticas de la emigracinSi bien es cierto que la migracin haitiana responde fundamentalmente arazones econmicas, muchas personas han huido de Hait por razonespolticas, sobre todo durante las dictaduras duvalieristas de 1957-86 y lasangrienta represin del rgimen de Cedras en 1991-94.

    Anteriormente, los refugiados solan ser profesionales jvenes queescapaban de la violencia poltica. Durante las dictaduras de los Duvalierel nmero de refugiados aument considerablemente y lleg a incluir afamilias campesinas pobres. Durante el terror de 1991-94, tras el golpe deEstado que derroc al presidente Jean-Bertrand Aristide, hubo un xodomasivo en el cual ms de 100,000 haitianos huyeron del pas por mar ocruzaron la frontera hacia la Repblica Dominicana. La respuesta de lospases hacia donde se dirigi la mayora (Estados Unidos, RepblicaDominicana y Bahamas) fue hacer todo lo posible por negarles lacondicin de refugiados segn los trminos de la Convencin de Ginebrade 1951.

    El gobierno de Balaguer opt por ignorar en lo posible la existencia delos ms de 20,000 refugiados que cruzaron la frontera. Gracias a laindiferencia oficial, las solicitudes de asilo quedaron atascadas en laburocracia, mientras el comit inter-ministerial creado para evaluar suscasos apenas se reuna. La oficina del ACNUR (Alto Comisionado de lasNaciones Unidas para los Refugiados) en Santo Domingo no contaba con

    Captulo 2 ___________________________________________________________________

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  • ________________________________________________________ La migracin haitiana

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    suficiente personal y su actuacin en la crisis fue criticada por lasorganizaciones de derechos humanos. De los miles de solicitantes deasilo, slo unos cientos lo obtuvieron. Los dems, si no contaban con laayuda de familiares y amigos en el pas, quedaron abandonados a susuerte.

    La asistencia a los refugiados fue asumida por la sociedad civildominicana mediante un extraordinario movimiento que gener elsurgimiento de Comits de Solidaridad por todo el pas cuando ONGs,grupos de derechos humanos, iglesias, sindicatos, estudiantesuniversitarios y miles de hombres y mujeres ofrecieron su ayuda. Esaexperiencia de apoyo y solidaridad con los refugiados marc un hito en eldesarrollo del movimiento actual por los derechos humanos en laRepblica Dominicana.

    La borrosa distincin entre migrantes polticos y econmicosLa mayora de pases que reciben refugiados suelen asumir en la prcticaque los que piden asilo son refugiados econmicos, mientras stos noconvenzan a las autoridades migratorias de que se vieron forzados a huirde sus pases debido a factores contemplados por la Convencin deGinebra de 1951. Esta distincin entre lo econmico y lo poltico esdifcil de establecer hoy en da en muchos casos de migrantes que salenpor primera vez de Hait. Si les preguntan por qu vinieron a trabajar enla Repblica Dominicana, la mayora ofrecer razones obviamenteeconmicas. Una respuesta tpica sera: Yo vine aqu porque la familiano puede mantenerse con nuestra parcela en Hait/la tierra es demasiadocara para comprarla o alquilarla/no hay trabajo y necesito ahorrar dineropara casarme/liquidar una deuda/enviar a mis hijos a la escuela.

    Pero muchas respuestas tambin aludirn a las inseguridades eincertidumbres de Hait entre las razones para salir (PlataformaVida/GARR, 2002, p.26). Ms an, en 2003 se reportaron brotes deviolencia poltica en diversas comunidades rurales haitianas, incluyendolas ms cercanas a la frontera. Estos brotes de violencia han interferido enlas estrategias campesinas de sobrevivencia. El movimiento campesino,gwopman peyison, que antes exista a todo lo largo del pas y constitua labase rural principal de la lucha democrtica contra el rgimen deDuvalier, ha sido desgarrado por luchas internas entre el partidogobernante Lavals y la oposicin.

    Desastres naturalesLos desastres naturales son tambin una causa migratoria. La pobreza y ladebilidad de sus instituciones hacen de Hait el pas caribeo msvulnerable a los huracanes y tormentas tropicales (como en el caso delhuracn Georges en 1998). Las inundaciones pueden ser particularmente

  • Captulo 2 ___________________________________________________________________

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    dainas para las frgiles economas campesinas de subsistencia. De igualmanera, la rida y empobrecida regin del noroeste padece sequasperidicas. La prolongada sequa de finales de los aos 90 no termin enhambruna en parte debido a la cantidad de individuos que abandon lazona, muchos de ellos como balseros.

  • Captulo 3Haitianos en la Repblica

    Dominicana

  • En el corazn de la controversia sobre la migracin haitiana est lacuestin de las cifras y las definiciones en las que se basan. Este tema sedebe analizar en cierto detalle, porque en l descansa el mito de losotros, segn el cual los inmigrantes haitianos y sus descendientesconstituyen una poblacin numerosa y creciente que no ha logradointegrarse a la sociedad dominicana.

    Dos factores complican la cuestin. El primero es la ausencia deinformacin censal reciente y de datos migratorios confiables sobre elnmero de inmigrantes en el pas. El segundo es la incapacidad,intencional o no, para distinguir entre los inmigrantes (personas nacidasen Hait) y los domnico-haitianos (personas nacidas en la RepblicaDominicana, con algn grado de ascendencia haitiana).

    En consecuencia, no hay acuerdo sobre el nmero de individuos deorigen o de ascendencia haitiana que trabaja y/o vive en el pas. Losestimados oscilan entre 200,000 y dos millones de personas y los que sesienten ms amenazados utilizan las cifras ms altas. As vemos a ManuelNez afirmar: Se calcula en un milln de personas. La prximaoracin nos revela sus intenciones: Los desplazamientos continan enriadas Jornaleros sin empleo, enfermos, nios, parturientas, vendedoresambulantes, delincuentes, que muestran que nuestro Estado esincompetente en el control de nuestra linde fronteriza (Nez, 2001,p.597). Por otro lado, los sucesivos gobiernos tienden a utilizar cifras msbajas o a evadir la cuestin por completo a fin de evitar reacciones anti-haitianas en la opinin pblica. En 1991 Martin Murphy plante que elgobierno dominicano parece no querer dar a conocer, o ni siquiera saber,la cifra real de haitianos indocumentados que vive en la RepblicaDominicana (Murphy, 1991, p.76).

    Quines son los haitianos en la Repblica Dominicana?La cuestin clave es la siguiente: A quin se considera haitiano en laRepblica Dominicana? Un inmigrante recin llegado del pas vecinoevidentemente es un ciudadano haitiano. Pero, y los hijos de haitianosnacidos en la Repblica Dominicana (la segunda generacin)? Y latercera generacin? A stos se suman los descendientes de uniones mixtasnacidos en el pas. Son ellos haitianos, domnico-haitianos odominicanos? Y sus hijos y nietos?

    Las respuestas que se den a estas interrogantes casi siempre van adepender de factores ideolgicos. La distincin entre haitiano ydomnico-haitiano es rechazada, o al menos evadida, por una fuertecorriente de opinin que prevalece en la burocracia estatal y en ciertossectores de la poblacin. Estos sectores pretenden negar la nacionalidaddominicana a los hijos de haitianos, y agrupan a los nacidos y a los nonacidos en el pas en una misma categora: los haitianos. Esta actitud

    Captulo 3 __________________________________________________________________

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  • descansa en los prejuicios generalizados que se originaron en la polticade dominicanizacin de Trujillo y fueron luego promovidos porBalaguer, segn los cuales la mezcla de personas de ambos pases tiene unefecto corruptor (creencia que comparten muchos dominicanos, no slolos seguidores de Balaguer).

    Muchas cosas han cambiado desde Trujillo, pero la determinacin denegar la nacionalidad a los nios nacidos en este pas de padres haitianospermanece inalterable (ver captulo 5). El argumento ms utilizado parajustificar esta posicin es que los haitianos son visitantes temporales yque su estatus en el pas es ilegal. Se ha promovido la idea de que losdomnico-haitianos son ilegales, lo que coloca a este grupo en la mismacategora que los inmigrantes indocumentados que vienen a hacer trabajotemporal.

    Algunas investigaciones y textos acadmicos han contribuido aperpetuar estas creencias y los supuestos en los que se basan. El artculopublicado en 1994 por Andr Corten e Isis Duarte con el ttuloQuinientos mil haitianos en la Repblica Dominicana, constituye unreferente importante en el debate sobre el nmero de nacionales odescendientes de haitianos.11 La cifra de 500,000 haitianos se obtiene noslo a partir de los nacidos en Hait sino tambin de todos losdescendientes de haitianos desde la dcada de 1920. Su estimado de245,000 nacionales haitianos fue tomado de un censo de inmigranteshaitianos realizado en 1991 por la Oficina Nacional de Estadsticas. A estenmero sumaron el estimado de 260,000 domnico-haitianos, proyectadoa partir del nmero de hijos y nietos de los haitianos registrados en loscensos de las dcadas de 1930, 1950 y 1970, con lo cual arribaron a suestimado general de medio milln.

    No existe evidencia alguna de que la tercera generacin dedescendientes de haitianos llegados al pas en la dcada de 1920 no sehaya integrado a la sociedad dominicana, sino todo lo contrario. Enefecto, estudios ms recientes indican que los hijos de inmigranteshaitianos se integran con mayor rapidez que los de otras nacionalidades(Sili, Segura y Dore Cabral, 2002). Este trabajo tambin establece que unaproporcin importante de domnico-haitianos ha adquirido lanacionalidad dominicana o bien posee documentos migratorios. No escorrecto, por lo tanto, suponer que todos o la mayora de domnico-haitianos residen ilegalmente en el pas.

    No obstante, el supuesto de Corten y Duarte sigue teniendo vigencia.Lo encontramos de nuevo en el estudio publicado en 1996 por laNational Coalition for Haitian Rights (NCHR), Beyond the Bateys, un texto

    _______________________________________ Haitianos en la Repblica Dominicana

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    11 Corten y Duarte, 1994. Los autores del artculo se preguntan "Quin es considerado haitiano en la

    Repblica Dominicana?", pero al hacer sus estimados no hay una respuesta.

  • importante y frecuentemente citado. ste reaparece en 2002 en uninforme del Banco Mundial sobre la pobreza que recibi mucha atencinen el pas (Banco Mundial, 2002a). Este ltimo cita el estudio de la NCHRcomo su fuente principal para el anlisis de los domnico-haitianos, auncuando los autores disponan de investigaciones ms recientes quecontradecan los estimados citados. Pero estas investigaciones nuevas noaparecen citadas en el informe del Banco Mundial sobre la pobreza en laRepblica Dominicana. Cuando se le pregunt el motivo de esta omisin,un reconocido acadmico declar: bueno, ellos (los autores del BancoMundial) nos consultaron a nosotros, pero a la hora de escribir suinforme optaron por seguir la lnea oficial.12 La lnea oficial visualizauna masa uniforme de haitianos.

    El nmero de inmigrantes haitianosLa emigracin de dominicanos y la inmigracin de haitianos constituyentendencias demogrficas importantes en la Repblica Dominicana en laltima dcada. Entre los censos nacionales de 1993 y 2002, la poblacinnacional aument en 1.5 millones de habitantes, pasando de 7.1 a 8.6millones. A lo largo de este perodo se mantuvo un importante flujo deemigrantes, particularmente de familiares de personas ya nacionalizadasen los pases receptores (sobre todo en Norteamrica), pero tambin debalseros y otros que trataban de entrar ilegalmente a los Estados Unidos uotros pases. No disponemos de cifras sobre el nmero de dominicanosque emigr a la nacin del norte en la ltima dcada, pero las cifrascensales estadounidenses nos dan una idea de la magnitud del fenmeno.Segn el US Bureau of the Census, en 1990 haban 520,151 dominicanosen los Estados Unidos; en 2003 haban 1,273,000.13

    La evidencia emprica muestra que la inmigracin haitiana se hamantenido en ascenso por lo que habra que suponer que la proporcinde haitianos en la poblacin tambin ha aumentado significativamente.Sin embargo, tambin hay que tomar en cuenta que desde 1991 hanhabido deportaciones importantes cada ao, incluyendo las redadasmasivas de 1991, 1996 y 1999. Un informe de Human Rights Watch(HRW) de abril de 2002 plantea que:

    Aparte de las oleadas de expulsiones colectivas, a diario se practicandeportaciones rutinarias. Sin embargo, es difcil establecer una mediaconfiable del nmero de deportaciones regulares; los clculos varan

    Captulo 3 __________________________________________________________________

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    12 Informacin obtenida por los autores en una reunin privada. Ver el captulo 7 para un mayor anlisis

    sobre el informe del Banco Mundial.13 Informe sobre nuevos clculos censales, El Caribe, 26 de junio de 2003.

  • mucho y el nmero de deportaciones tampoco permanece constanteen el tiempo. Lo mximo que podemos asegurar con certeza es que lasdeportaciones superan con mucho las 10,000 cada ao, con cifras quequizs se acerquen a 30,000.14

    Podra justificarse asumir la cifra promedio de 20,000 deportados anuales.Sabemos que muchos de estos deportados regresan al pas tras una breveestada en Hait. Si asumimos que la mitad de los repatriados no regresanunca a la Repblica Dominicana, para el perodo 1991-2002 tendramosque el total de deportados que no retorn fue de 120,000 (10,000 porao). De ser correcto, este estimado indicara que las deportaciones tienenun impacto significativo en el nmero de haitianos que residenactualmente en el pas. Este impacto sera tanto directo como indirecto,por su efecto disuasivo sobre potenciales migrantes indocumentados.

    Si en la dcada de los aos 90 la tasa de crecimiento de los inmigranteshaitianos en el pas se mantuvo en los niveles de las dos dcadasanteriores, los 245,000 inmigrantes registrados en 1991 se habranconvertido en 500,000 hoy en da, de no haber sido por lasdeportaciones. Pero si asumimos que nuestra hiptesis sobre los efectosde las deportaciones es correcta, y restamos a esa cifra el nmero dedeportados que permaneci en Hait, entonces obtendremos la cifra de380,000, lo que equivale a menos del 5% de la poblacin total de laRepblica Dominicana. Esta cifra es significativamente inferior al mediomilln que tan a menudo se cita.

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    14 Human Rights Watch, 2002.

  • Captulo 4Trabajadores caeros y bateyes

  • El papel de los dos gobiernos en la migracin de trabajadorescaerosA mediados de los aos 80 los bateyes y los braceros haitianos se hicieronfamosos a medida que ganaba mpetu una campaa internacional dedenuncia. No slo se denunciaba el trato discriminatorio y degradante alos braceros, sino tambin el corrupto sistema bilateral de explotacininiciado en 1952, cuando comenzaron los acuerdos entre ambos pasespara la contratacin de los braceros. Hasta 1986, los actores principales enesta cadena de explotacin eran los ingenios azucareros, el gobiernodominicano y el gobierno haitiano. Un informe presentado en el 2002por la Plataforma Vida y GARR15 describe as al proceso:

    Anteriormente, los obreros contratados de manera temporal en Hait,an sean aquellos contratados por el CEA a travs de canalesextraoficiales, eran reclutados con la cooperacin de oficiales delgobierno haitiano y de su presidente Franois Duvalier. Mediantediscursos presidenciales transmitidos por radio, mensajes radiales yanuncios transmitidos en camiones equipados con altoparlantes endiferentes zonas de Hait, se les avisaba a los hombres jvenesdesempleados o subempleados de las grandes oportunidades que lesesperaban en los campos caeros dominicanos.

    Los acuerdos bilaterales estipulaban los montos (en dlaresestadounidenses) a ser pagados al gobierno haitiano por cada trabajadorentregado en los puntos de recepcin acordados a lo largo de la frontera.En el ltimo ao de vigencia del acuerdo se pagaron 2 millones de dlarespor 19,000 braceros, recibidos en efectivo por el embajador haitiano el 18de enero de 1986. El dinero desapareci cuando Baby Doc huy del pasel 7 de febrero y los braceros nunca llegaron, arruinando la zafra de 1986(Cuello, 1997).

    Estos pagos por bracero no eran los nicos que se hacan a losfuncionarios haitianos. Tambin se pagaba la renovacin de los contratos,los exmenes mdicos a los braceros (nunca realizados), los honorariosconsulares, el costo del viaje de regreso de los braceros desde la fronterahasta sus hogares (que nunca se les reembolsaba), y los honorarios a laembajada haitiana en Santo Domingo por los servicios de sus inspectores.El contrato de 1984 estipulaba la existencia de 130 de estos inspectores ysupervisores, quienes acudan a los ingenios en vehculos con chofer,pagados por el Consejo Estatal del Azcar, y en la prctica actuaban como

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    15 La Plataforma Vida es un grupo de organizaciones de los bateyes de la zona sur dominicana. GARR

    es el Groupe d Appui aux Rapatris et aux Refugis, un grupo de apoyo de refugiados y repatriados

    haitianos basado en Port-au-Prince.

  • agentes de los empleadores no como representantes de los braceros, suscompatriotas. De esta forma se forjaron lazos de corrupcin y explotacinentre ambos pases.

    La explotacin de los trabajadores migrantesEn buena parte gracias a las presiones internacionales, los contratosbilaterales se modificaron paulatinamente para incluir disposicionestendentes a mejorar las condiciones de los braceros. En la prctica, estasmedidas casi nunca se aplicaban. Segn el contrato, el CEA debaproporcionar al bracero los elementos mnimos para vivir y trabajar.Esto se reduca a un machete y un amolador, una botella de agua y uncolchn. Los ingenios supuestamente proporcionaban alojamiento yservicios mdicos. En la prctica, los servicios de salud, cuando existan,eran rudimentarios y los barracones donde vivan los braceros en losbateyes, a veces muy distantes de los campos caeros, estaban sucios yrepletos de personas, adems de no contar con agua, electricidad,instalaciones sanitarias o medios para cocinar.

    En teora, pero nunca en la prctica, los braceros deban recibir elmismo jornal que un dominicano que realizara el mismo trabajo.Trabajaban desde el amanecer hasta el atardecer y se les pagabaquincenalmente segn el nmero de toneladas de caa cortadas. Lasquejas sobre las trampas hechas en el pesaje de la caa nunca cesaban.Los pesadores a menudo estimaban la cantidad al ojo. El ingenio retenauna porcin de los honorarios del bracero, que deba ser pagada al finalde la zafra cuando el bracero retornara a Hait. Se supona que los pagosquincenales deban cubrir las necesidades de subsistencia, en tanto que elsupuesto bono retenido equivala al monto que el bracero ahorrara. Elpropsito de esta medida era mantener a los braceros en los campos decaa ya que si se decepcionaban con las condiciones encontradas en losingenios y retornaban antes de lo estipulado, perdan sus ahorros.

    En la prctica, los braceros eran prisioneros de facto. Si salan de laplantacin (a buscar trabajo en otro ingenio donde pagaran mejor, porejemplo) corran el riesgo de ser arrestados y retornados a su lugar detrabajo. Fuera del ingenio, el trabajador no tena ningn estatus legal. Lacompaa le entregaba una copia del contrato (o algn documentosimilar), en el que se especificaba el ingenio al que estaba asignado. Elbracero que traspasaba los lmites de la plantacin, tambin traspasaba loslmites de la ley.

    El reclutamiento por intermediariosLa contratacin de braceros continu tras la cada de Jean-ClaudeDuvalier en 1986, pero ya sin sancin oficial por el lado haitiano. Elreclutamiento masivo dio paso al reclutamiento individual, y el CEA y los

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  • ingenios tuvieron que hacer sus arreglos directamente con losintermediarios, llamados buscones por los dominicanos y passeurs(contrabandistas) por los haitianos. Los intermediarios haitianos, quesiempre tenan conexiones militares, ubicaban a los trabajadores y lostrasladaban a la frontera. All, con la complicidad de los militares y losinspectores de migracin dominicanos, los entregaban a losintermediarios dominicanos, quienes procedan a enviarlos en autobusesa los diferentes ingenios, segn el nmero de braceros que cada unorequera para la zafra. Terminada la zafra, que poda durar hasta 200 das,los ingenios azucareros pagaban el costo de retornarlos nuevamente aHait.

    Los bateyes: un pas dentro de otroLos ingenios azucareros fueron una especie de pas dentro de otro. Sedesarrollaron como enclaves en el sentido literal de la palabra, aislados loms posible del resto de la sociedad, tanto en lo econmico como en lojurdico (Cass 1998). La mayor parte de sus trabajadores eran extranjeros.Los ingenios contaban con sus propios servicios policiales, viviendas,medios de transporte, tiendas y otros servicios bsicos. En los primerostiempos, el peso dominicano no circulaba en los ingenios, que pagaban asus empleados con fichas que slo podan utilizarse en las tiendas de lacompaa. Esta medida buscaba aumentar las ganancias de las compaasazucareras, as como impedir que los comerciantes dominicanosnegociaran en sus territorios.

    Todava no se ha escrito una historia social completa de los bateyes.Sabemos sin embargo que los bateyes atravesaron por varias etapas. Elmodelo bsico de organizacin de los ingenios azucareros creaba un bateycentral y varios bateyes agrcolas perifricos. Los bateyes centrales selocalizaban al lado del ingenio y de los edificios donde se ubicaban lasoficinas y almacenes, y donde tambin residan los empleados y obrerosdel ingenio. A excepcin de algn ingeniero o gerente extranjero, stosltimos eran todos dominicanos. El batey central era el lugar donde seprocesaba administrativamente a los braceros, que eran recibidos en estepunto y luego distribuidos a los bateyes agrcolas donde permanecerandurante la zafra. Dado el enorme tamao de las plantaciones azucareras,los bateyes agrcolas ms distantes podan quedar a 15 ms kilmetrosde distancia del batey central.

    Al comienzo, los bateyes agrcolas eran ms o menos una o dos hilerasde barrancones de madera, habitados slo la mitad del ao. Sin embargo,con el paso del tiempo se transformaron y otras personas, adems de lostrabajadores temporeros, pasaron a residir en ellos. Los primeros queresidan de manera permanente fueron llamados viejos, antiguos bracerosque los ingenios mantenan como trabajadores agrcolas para que se

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  • ocuparan de desbrozar, desyerbar y sembrar durante el tiempo muerto. Entiempos ms recientes, el nmero de viejos aument a medida que losingenios entendieron las ventajas de contar con un grupo estable detrabajadores ms experimentados y confiables junto a los braceros.

    Con el paso del tiempo, los viejos tuvieron hijos y nietos. Los bateyesse convirtieron en el lugar de residencia de sus familias, que al comienzovivan en barracones y luego en viviendas particulares. Las mujeres y losnios empezaron a trabajar en pueblos cercanos en el comercio informal,en tiendas, en el servicio domstico y en algunas labores agrcolas. Losbateyes mejor ubicados experimentaron un mayor crecimientopoblacional. En stos se observa un mayor desarrollo de los servicios, amedida que las comunidades en expansin demandaban colmados ycomercios de todo tipo. Los matrimonios con haitianos y la demanda deservicios llevaron a muchos hombres y mujeres dominicanos aestablecerse en los bateyes, atrados por el dinero en manos de una fuerzalaboral que, aunque mal pagada, al menos tena empleo. El espaol sehablaba en los bateyes tanto como el crole.

    Sin embargo, los bateyes an aquellos donde vivan msdominicanos mantuvieron ciertas caractersticas particulares. La primeraes de tipo cultural: las familias con fuertes races haitianas siguieronpracticando su propia religin, lado a lado con el catolicismo, y enmuchos bateyes residan sacerdotes vud o houngans. En los bateyes sedesarroll el Gag, una celebracin anual del panten vud que culminaen Semana Santa (el Gag es similar al Rara haitiano, pero con elementosnetamente dominicanos).

    Los bateyes se convertan en lugar de refugio cuando los haitianos quevivan fuera del batey se vean amenazados con redadas y deportaciones,como ocurri sobre todo en 1996 y 1999. Los bateyes no estaban, niestn, exentos del riesgo de deportaciones, pero sin duda representan unlugar ms seguro dado que se puede contar con una comunidad propia,con cultura e idioma propios, donde viven familiares y amigos quepueden ofrecer proteccin. Muchos bateyanos cuentan con contratos detrabajo emitidos por los ingenios, que aunque desactualizados yfrecuentemente reciclados, representan alguna proteccin frente a lasdeportaciones cuando llegan los oficiales de migracin y la polica.

    Antes de 1999 los bateyes no formaban parte integral del territoriodominicano. El estatus de la poblacin de los bateyes no la determinabael Estado sino el ingenio. La constitucin dominicana no los consignabacomo unidad territorial. La unidad geopoltica ms relevante, elmunicipio, no tena autoridad alguna sobre la poblacin de los ingenios.Tericamente los ingenios tenan responsabilidad sobre toda lainfraestructura y los servicios en sus propiedades.

    En los municipios se ubican las oficinas locales de la Junta Central

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  • Electoral, encargadas de emitir actas de nacimiento a los nios y cdulasde identidad a los adultos que poseen actas de nacimiento. Para emitir unacta de nacimiento por lo general se requiere la declaracin de la madre yalguna evidencia del nacimiento (generalmente un formulariohospitalario o un certificado mdico). An en el caso de que el ingeniocontara con servicios mdicos, no le ha interesado emitir ladocumentacin necesaria para las solicitudes de actas de nacimiento.Muchos bateyes quedan a poca distancia de las oficinas municipales. Sinembargo, para los bateyanos, el permetro del ingenio ha representado lafrontera de otro pas, tanto en el sentido real como en el sicolgico.

    El batey ha sido, al mismo tiempo, el lugar donde se puede conseguirayuda de una ONG, iglesia o grupo filantrpico. El movimiento modernopor los derechos humanos de los inmigrantes haitianos y de losdomnico-haitianos se inici en el batey. Muchas ONGs dominicanas hantrabajado en los bateyes durante ms de una dcada, y desde el inicio hanhabido organizaciones internacionales apoyando proyectos de desarrolloy de abogaca en estos centros poblacionales.

    Durante las oleadas de anti-haitianismo de los aos 80 y 90, muchasONGs dominicanas enfrentaron actitudes hostiles y amenazas de lasautoridades. Hasta 1986 tambin exista el peligro que representaba lapresencia en los bateyes de los Ton Ton Macoute o espas del rgimen deDuvalier. Si bien los grupos locales que estaban en la lnea de combateasuman los mayores riesgos, las organizaciones internacionales tambinse vean afectadas. Por ejemplo, en 1979 una agencia internacionalradicada en Santo Domingo apoy con una donacin confidencial eltrabajo de campo para elaborar un informe de la Anti-Slavery Society(Sociedad Anti-Esclavista). Se sospechaba, no obstante, cul era la fuentede tal financiamiento, lo que llev a que militares de alto rangoadvirtieran al director de dicha agencia que no deba intervenir enasuntos polticos tan delicados.16

    El colapso de la industria azucareraEn algunas reas del pas todava existen bateyes tradicionales. Sinembargo, en las ltimas dos dcadas se han dado cambios sustanciales enla mayora de los casi 500 bateyes del pas, sobre todo en las zonas deleste (donde est la mayora) y del centro-sur. Los cambios se debieron alcolapso de la industria azucarera a finales de los 80, debido a la cada delos precios del azcar en el mercado internacional, la reduccin de lacuota de importacin de los Estados Unidos (para proteger a susproductores), y la corrupcin e ineficiencia del CEA, que no invirti en lamodernizacin de los ingenios ni siquiera en los perodos de auge

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    16 Informacin personal de los autores.

  • azucarero. La dcada de los aos 70 fue una poca de precios altos ycuotas grandes de exportacin; la produccin anual promedio a lo largode la dcada super el milln de toneladas, de la cual se exportabaalrededor del 60% a los Estados Unidos. Para 1991 la produccin habadescendido a 340,000 toneladas. La industria nunca se recuper. En laactualidad, la produccin actual es prcticamente la misma que en 1991.De los diez ingenios propiedad del CEA, slo unos pocos siguen moliendocaa, y en cantidades muy reducidas.

    La crisis del sector estatal dio lugar a un prolongado debate entre lospartidarios de la privatizacin y los que estaban a favor de que lasenormes extensiones de tierra agrcola se utilizaran para llevar a cabo unareforma agraria a nivel nacional. Finalmente, poco antes de la zafra de2000, se anunci que los 10 ingenios estatales haban sido arrendados acompaas privadas por un perodo de 30 aos. El consenso entreobservadores independientes es que los resultados han sido poco menosque desastrosos. Las compaas arrendatarias no fueron adecuadamenteevaluadas y en ciertos casos han demostrado ms inters en desmontar lacaa para llenar la cuota de produccin que les asign el CEA, que enhacer inversiones de largo plazo para rehabilitar los ingenios y los camposcaeros. Las factoras de azcar, los ferrocarriles, los sistemas de transportey los campos de caa se encuentran actualmente deteriorados y viejos.

    Las compaas que intentaron cumplir sus compromisos enfrentaronproblemas con la mano de obra en el contexto del batey. El IngenioBarahona y el Consorcio Azucarero Central son un ejemplo de esto. Elprincipal inversionista de esta compaa era la corporacin azucareraAmerop, propiedad de la multinacional azucarera francesa Sucden (Sucreset Denres Group). Al trmino de la zafra de 2001, Amerop retir suinversin, supuestamente con el fin de consolidar sus empresas enGuatemala. Sin embargo, en palabras de su administrador, la realidad eraque Amerop no saba cmo manejar los problemas sociales de losbateyes, lo que en la actualidad es muy importante para el xito de laempresa. La cita figura en el libro Tras las Huellas del Bracero, publicadopor grupos de derechos humanos haitianos y dominicanos que trabajanen el suroeste del pas (Plataforma VIDA/GARR, 2002, p.93). Este librodescribe el terrible tratamiento a los braceros en el Ingenio Barahonadurante las zafras de 2000 y de 2001, lo que signific un retorno a loshorrores del pasado.

    La escasa respuesta de los inversionistas privados y las presionespolticas derivadas de la crisis social que afect a las decenas de miles depersonas que dependan de los ingenios, ha dado lugar a medidasgubernamentales inconsistentes e improvisadas. El alquiler de losingenios del CEA ha sido un fracaso. Se han propuesto proyectosalternativos para dar otros usos a las factora cerradas, sobre todo la

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  • reconversin para la produccin de alcohol. Cuando visitamos el IngenioQuisqueya a finales del ao 2002, los rumores que circulaban sobre lareconversin y reapertura de la factora para la produccin de alcoholmantenan ilusionados a muchos habitantes del pueblo y de los bateyes,la mayora de ellos desempleados. Pero hasta ahora el proyecto de losalcoholes no ha llegado a nada. Los ingenios siguen tejiendo historias dedesilusin y esperanzas frustradas.

    La tercera respuesta a la crisis fue incrementar el ritmo de venta otraspaso de los terrenos propiedad del CEA. Una de las vas ha sido suocupacin por familias sin hogar, sobre todo en la periferia de las grandesciudades. En las afueras de Santo Domingo, los invasores seleccionancuidadosamente las tierras del CEA para sus ocupaciones, evitando losterrenos privados, a sabiendas que difcilmente sern expulsados. A lospolticos no les gusta que se les asocie con imgenes de desalojos en losque familias pobres son arrojadas a la calle y sus casuchas destruidas.

    Otro uso poltico que se ha dado a las tierras del CEA ha sido ladonacin de stas a particulares, tanto grandes como pequeas. En esteproceso regularmente intervienen la corrupcin y la codicia. Existen, noobstante, otras alternativas para la buena utilizacin de estas tierras. Unejemplo es el programa recientemente implementado por el gobiernocomo parte de su Plan de Lucha Contra la Pobreza, el cual concede ttulosde propiedad a familias pobres de los bateyes sobre los solares en los queestn construidas sus viviendas. Este es un programa loable, siempre ycuando se administre con honestidad y sin favoritismos polticos.

    Ms all de los bateyes: la respuesta humana ante el colapso dela industria azucareraEl declive abrupto de la que fue durante 70 aos la principal industria delpas tuvo consecuencias devastadoras para las personas que dependan delos ingenios azucareros. El desempleo no slo afect a los braceros de losbateyes, sino tambin a los obreros de las factoras y a las personas queprestaban servicios de toda ndole en las comunidades cercanas a losingenios, donde dej de circular el dinero. En el este y suroeste del pas,donde el azcar dominaba la actividad econmica ms que en otraszonas, el declinar de la industria supuso una crisis regional. Los bateyes,que ocupaban el rengln ms bajo de la estructura econmica, fueron losms duramente golpeados, y en la actualidad siguen siendo el sector mspobre de la sociedad.

    La respuesta de los trabajadores desempleados de los bateyes fue migraren busca de empleo. Se desarroll una especie de dispora de losbateyes, compuesta por antiguos bateyanos que ahora viven en otraspartes del pas. Esta ola migratoria, iniciada en los 80, llev a muchosbateyanos a buscar trabajo en otros sectores agrcolas, en la industria de la

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  • construccin y en el sector informal urbano. Afortunadamente para elpas, el declive del azcar pronto fue compensado por la expansin delturismo, el aumento en el monto de las remesas enviadas por losdominicanos viviendo en el extranjero, y el establecimiento de cientos deZonas Francas. La economa en general prosper desde mediados de los90 hasta el ao 2003, y los sectores de la construccin y los serviciostuvieron un gran auge. La produccin agrcola no azucarera tambincreci, particularmente en aquellos sectores que haban modernizado suproduccin, como la industria avcola y la arrocera. Las prcticas agrcolastradicionales siguieron dando prioridad a la produccin de caf, cacao ytabaco, pues el gobierno contaba con los recursos econmicos paraproteger a estos productores con subsidios y aranceles proteccionistas. Amedida que la economa creca, tambin aumentaban las oportunidadesde empleo, sobre todo para los trabajadores manuales.

    Algunos bateyanos siguen viviendo en los bateyes y salen a trabajar aotros lugares por perodos cortos. El hecho de que los bateyanos no seandueos de sus viviendas que siguen perteneciendo al CEA-probablemente los hace ms renuentes a abandonar el batey de manerapermanente. Muchas veces tampoco ha sido difcil conseguir trabajo cercadel batey, como por ejemplo en los centros tursticos que empezaron aextenderse por la costa este desde Boca Chica. Una vez terminada suconstruccin, dichos centros tursticos han ofrecido otras oportunidadesde empleo a los hombres y mujeres de los bateyes. Hoy en da, hay otrasfuentes de trabajo en las zonas francas de San Pedro de Macors y LaRomana.

    Al iniciarse la crisis del azcar, los bateyanos eran por supuestotrabajadores agrcolas. Las oportunidades de empleo agrcola seconcentraban mayormente en las fincas de arroz y caf del sur, del valledel Cibao y de la Lnea Noroeste (la zona comprendida entre la ciudad deSantiago y el pueblo costero de Montecristi, cercano a la frontera). Losestudios muestran los patrones de desplazamiento seguidos por losjornaleros que han trabajado en las cosechas de azcar, caf y arroz (verpor ejemplo Lozano, 1998). La caa de azcar se cosecha en los primerosseis meses del ao y el caf en los meses restantes, lo que permite a losjornaleros pasar de una cosecha a la otra. Las fincas de arroz, por elcontrario, requieren trabajadores durante todo el ao. As surgi unamigracin circular en la que han participado conjuntamente bateyanos,migrantes recin llegados de Hait y obreros agrcolas dominicanos.

    Este patrn ha presentado variaciones regionales. En las fincas de arrozy de caf del noroeste, el patrn de desplazamiento laboral ha abarcado laregin nordeste de Hait, una zona agrcola en crisis, muy poblada, desdela cual se puede cruzar la frontera hacia la Lnea Noroeste con relativafacilidad. En consecuencia, en las fincas de esta zona predominaban los

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    jornaleros haitianos sobre los de origen haitiano ya establecidos en elpas. En otras regiones, como el Cibao central y el suroeste, hapredominado el grupo ya establecido, como seala Wilfredo Lozano:

    La mayora de la mano de obra haitiana incorporada a la cosecha encultivos como el arroz y sobre todo el caf, son trabajadores haitianosprocedentes de los bateyes azucareros, con varios aos de residencia enel pas, no tanto inmigrantes temporeros recientes. Otro elementodeterminante es el hecho de que dichos trabajadores inmigrantes hanproducido ya una generacin de descendientes, muchos se encuentranen proceso de incorporacin a la actividad productiva. (Lozano, 1998,p.142)

    Todos los estudios sobre jornaleros agrcolas haitianos muestran que astos se les paga menos que a los dominicanos. A los haitianos confrecuencia les son reservadas ciertas tareas manuales, de la misma maneraque en los ingenios se les asignaba el corte y tiro de la caa, en tanto losempleos de las factoras y del transporte de la caa se reservaba a losdominicanos. En las fincas arroceras los haitianos trabajan en lapreparacin de los arrozales, lo que incluye allanar el terreno, construirlos muros y cavar las zanjas para los canales de irrigacin. Las tareasvinculadas a la produccin durante y despus de la cosecha se remuneranmejor y se reservan a los dominicanos. Una encuesta de fincas arrocerasrealizada en 1997-98 muestra que a los haitianos se les pagaba 8.6 pesospor hora, en tanto los dominicanos reciban entre 10.8 y 18.2 pesos(Lozano 1998, p.99). Los haitianos a que se refiere este estudio incluyentanto a inmigrantes jvenes recin llegados de Hait, como a haitianosgeneralmente de mayor edad que residen en el pas. Lo que parece estarocurriendo es que los haitianos como grupo no compiten con losdominicanos por los