Inmaculada, 2015
-
Upload
mcc-escuela-de-david -
Category
Spiritual
-
view
227 -
download
2
Transcript of Inmaculada, 2015
8
de
Diciembre
de
2015
Hoy nos alegramos con toda la Iglesia
por ser una fiesta muy especial de
nuestra Madre, la Santísima
Virgen María.
Hoy celebramos el hecho de que
la Virgen María estuvo llena de gracia, limpia
de todo pecado desde el primer instante de su concepción.
En este año santo de la misericordia contemplamos a María Inmaculada como un gran regalo de la
Misericordia de Dios para la humanidad.
Dios había creado al
hombre para la felicidad. Y
para que ésta fuese más
esplendorosa, le concedió la
libertad.
Pero el hombre falló. Y vino el
pecado y la muerte. Y Dios
anunció al Salvador, como
vencedor del pecado y la
muerte.
Este Salvador,
Hijo de Dios, era fruto de
la misericordia divina. Con Él estaría su madre, llena
de gracia.
Por eso la misericordia
salvadora comenzó en
María llenándola de gracias, haciéndola limpia, pura
desde el momento de su
concepción.
Esta es la maravilla que hoy celebramos y que debe ser como imán que nos lleve hacia Dios.
Decir el nombre de María es
sentir ante Dios la paz, el amor, la
luz, el consuelo y la misericordia.
Pero debe ser estímulo en nuestra vida para
que, siguiéndola
de cerca, estemos más
cerca de Dios.
La Inmaculada es nuestro ejemplo y es nuestra vida. En este día la saludamos como niños, pero sumergidos en la misericordia de Dios.
Saludamos a María
Inmaculada.
Automático
Tu nombre me sabe a
fe, tu nombre
me sabe a calma.
Me sabe tu nombre a amor, tu nombre sabe a
esperanza.
Tu nombre me sabe
al tiempo en que de niño rezaba.
Tu nombre, Virgen
María, tu nombre, Virgen
del alma.
María de Nazaret, María
de mi esperanza,
María de mi niñez, María de
mi añoranza.
Tu nombre aprendí de
niño, tu nombre guió mi infancia.
Tu nombre me sabe a
paz, tu nombre
me sabe a cielo.
Me sabe tu nombre a
luz, tu nombre sabe a
consuelo.
Tu nombre me sabe al tiempo en
que de joven
luchaba.
Tu nombre, Virgen
María, tu nombre,
Virgen del alma.
María de Nazaret, María
de mi esperanza,
María de mi niñez, María de
mi añoranza.
Tu nombre aprendí de
niño, tu nombre guió mi infancia.
Tu nombre me sabe a
mar, tu nombre
me sabe a magia.
Me sabe tu nombre a
sol, tu nombre sabe a
bonanza.
Tu nombre me sabe al tiempo que siempre un
hombre ayudaba.
Tu nombre, Virgen
María, tu nombre,
Virgen del alma.
María de Nazaret, María
de mi esperanza,
María de mi
niñez, María de
mi añoranza.
“La dulzura de su mirada nos
acompañe en este Año Santo, para
que todos podamos
redescubrir la alegría de la
ternura de Dios.”
AMÉN