INFORME NACIONAL ALTERNO BEIJING+20 MÉXICO

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INFORME NACIONAL ALTERNO BEIJING+20 MÉXICO INFORME EJECUTIVO 8 de marzo de 2015 INTRODUCCIÓN En este año, 2015, se cumplen dos fechas importantes para las mujeres del mundo: 40 años de haberse realizado en México la Primera Conferencia Mundial de las Mujeres, en 1975, de la que emanaron tres objetivos que dieron rumbo a la lucha de las mujeres en todo el mundo: igualdad, desarrollo y paz; la segunda fecha son los 20 años de la Cuarta Conferencia Mundial de las Mujeres, de donde surgen la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing con 12 Esferas de Especial Preocupación (EEP), impulsadas por mujeres de todo el mundo. En todo este proceso histórico, las feministas hemos estado presentes, desde diversas áreas: políticas, sociales, económicas, culturales, laborales, etcétera. Hemos sido protagonistas e impulsoras de estas iniciativas. No han sido dádivas. Sin el trabajo plural de los movimientos feministas, no se podría hablar de logros concretos, como la inclusión transversal de los principios de igualdad y no discriminación en la normatividad nacional. Efectivamente, con el marco normativo para la igualdad entre mujeres y hombres y la protección de nuestros derechos humanos, ya no se deja a la voluntad de las y los gobernantes o de una gestión administrativa el diseño de las políticas públicas necesarias para hacer valer estos principios; se trata de una responsabilidad y obligación de Estado, con procedimientos y estructuras definidas, sanciones explícitas y con repercusiones políticas, sociales, económicas y culturales, pues se ha 1

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INFORME NACIONAL ALTERNO BEIJING+20 MÉXICO

INFORME EJECUTIVO

8 de marzo de 2015

INTRODUCCIÓN

En este año, 2015, se cumplen dos fechas importantes para las mujeres del mundo: 40 años de

haberse realizado en México la Primera Conferencia Mundial de las Mujeres, en 1975, de la que

emanaron tres objetivos que dieron rumbo a la lucha de las mujeres en todo el mundo: igualdad,

desarrollo y paz; la segunda fecha son los 20 años de la Cuarta Conferencia Mundial de las

Mujeres, de donde surgen la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing con 12 Esferas de

Especial Preocupación (EEP), impulsadas por mujeres de todo el mundo.

En todo este proceso histórico, las feministas hemos estado presentes, desde diversas áreas:

políticas, sociales, económicas, culturales, laborales, etcétera. Hemos sido protagonistas e

impulsoras de estas iniciativas. No han sido dádivas. Sin el trabajo plural de los movimientos

feministas, no se podría hablar de logros concretos, como la inclusión transversal de los principios

de igualdad y no discriminación en la normatividad nacional.

Efectivamente, con el marco normativo para la igualdad entre mujeres y hombres y la protección

de nuestros derechos humanos, ya no se deja a la voluntad de las y los gobernantes o de una

gestión administrativa el diseño de las políticas públicas necesarias para hacer valer estos

principios; se trata de una responsabilidad y obligación de Estado, con procedimientos y

estructuras definidas, sanciones explícitas y con repercusiones políticas, sociales, económicas y

culturales, pues se ha dejado de manifiesto que el desarrollo no se puede sostener con solo el

avance de la mitad de la población.

La Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing son las propuestas más revolucionarias y

transformadoras con las que se comprometieron los gobiernos del mundo para erradicar la

violencia, la discriminación y desigualdad que vivimos las mujeres, y para garantizar nuestros

derechos humanos. Son el instrumento político internacional más radical que hasta el día de hoy

tenemos; sin embargo, actualmente, los avances son insuficientes y en pleno siglo XXI siguen

siendo una guía cuyas metas no se han cumplido y los retos se han multiplicado.

Sabemos que cada vez que se observan avances en el camino hacia la igualdad y no

discriminación de las mujeres, la cultura patriarcal se empeña en poner obstáculos, encontrar

escollos en la ley, simular acciones, retomar nuestros argumentos, hacerlos suyos y vaciarlos de

1

significado. Paralelamente, se sigue considerando que el trabajo por la igualdad solo le compete a

las mujeres y a los mecanismos para su adelanto, imponiendo una visión individualista por encima

de la obligación del Estado mexicano. La simulación se convierte en un delito no tipificado, en un

instrumento de gobierno que afecta las decisiones que dan cumplimiento a las obligaciones del

Estado Mexicano en cada una de las esferas de la Plataforma de Beijing.

Asimismo, las políticas macroeconómicas, dictadas por los organismos financieros internacionales

que condicionan los recursos para el desarrollo con reformas estructurales (en el caso de México,

en la presente administración federal se impulsaron 11 reformas1), han profundizado las brechas

de desigualdad económica de la población mexicana, con el aumento de la pobreza y pobreza

extrema, lo que impide garantizar los derechos humanos de la población, en especial los de las

mujeres, pues existen pocas garantías para acceder a ellos —nulas para mujeres con situación de

vulnerabilidad—, pese a que el marco normativo para su protección ha avanzado.

En este contexto, más de 100 organizaciones y movimientos feministas y especialistas de

instituciones académicas, con más de mil mujeres de 17 entidades federativas, hemos

desarrollado un proceso de articulación nacional a través de foros estatales y nacionales, que

inició con la organización de los Encuentros Nacionales Feministas de Zacatecas y Jalisco,

México, en los años 2010 y 2013, para la elaboración del Balance de la aplicación de la Plataforma

de Acción de Beijing + 20, como una evaluación ciudadana alternativa a la del gobierno mexicano.

Es un apretado panorama, a partir de un trabajo de investigación, realizado con recursos propios y

con el apoyo de organizaciones internacionales, de instancias públicas y organizaciones sindicales

y de la sociedad civil. Por supuesto, es la continuación de una lucha histórica feminista de miles de

mujeres, visibles y anónimas, alrededor del mundo, a quienes damos un reconocimiento público,

incluidas las nuevas generaciones de feministas.

Los avances se reflejan en términos numéricos, lo que se puede interpretar que la igualdad entre

mujeres y hombres se está considerando únicamente ese aspecto o en el acceso al mercado

laboral o al ámbito público (con medidas como la paridad), como es el caso de la educación en el

que las brechas en el nivel básico se están cerrando, y no en la transformación de las estructuras

que han generado la discriminación y la violencia contra las mujeres. Las estadísticas, los datos y

las mismas fuentes —pese a los esfuerzos desarrollados por contar con indicadores— son

insuficientes y deficientes, cuando no inexistentes, para conocer si las brechas de desigualdad

entre mujeres y hombres se han acortado en estos 20 años de políticas públicas para tal fin.

1 Disponible en http://reformas.gob.mx/las-reformas (consulta: 7 de marzo de 2015). 2

Aunado a ello, existe un retroceso en la vigencia de los derechos humanos de las mujeres en todo

el país, la impunidad expresada a través de la violencia institucional, estructurada y legitimada a en

todo el territorio y en el plano federal, estatal y municipal, donde se han exacerbado los crímenes y

las violencias contra la mujer y las niñas.

Este informe ciudadano y alternativo, es un instrumento político para la agenda feminista,

pendiente aún, pues no se debería estar realizando la reunión Beijing + 20, sino la V Conferencia

Mundial de la Mujer, con compromisos internacionales renovados ante nuevos desafíos y múltiples

escenarios contemplados ya en los marcos del derecho internacional. Se presentan aquí, las

principales preocupaciones derivadas del trabajo efectuado por cada una de las 12 Esperas de

Especial Preocupación (EEP).

a) La mujer y pobreza

En México, pese a casi tres décadas de operación de programas antipobreza, creados a finales de

los ochentas como estrategia para contrarrestar los efectos de las políticas de ajuste estructural, la

realidad muestra que estos programas, que han cambiado de nombre en cada sexenio, pero

esencialmente mantienen el mismo enfoque asistencial y heteronormativo (Solidaridad, Progresa,

Oportunidades, Prospera), no han tenido los resultados esperados, pues no combaten las causas,

sino los efectos de la pobreza.

La población en pobreza se ha incrementado y las brechas de desigualdad social y de género se

han profundizado, afectando de forma más severa a las mujeres, en especial las de mayor grado

de vulnerabilidad social y económica, como las indígenas, las que habitan zonas rurales y

municipios de alto grado de marginalidad (de acuerdo con las mediciones del gobierno federal), así

como las que viven discapacidad, las migrantes, las que no cuentan con estudios ni

documentación oficial.

De acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social

(CONEVAL 2011 y 2013), en el periodo de 2008 a 2012, se registró un incremento de la población

en condición de pobreza en el país, de 44.5 % a 45.5 %. Este porcentaje representó un aumento

de 48.8 a 53.3 millones de personas, 4.5 millones más en 2012. El porcentaje de población en

pobreza extrema2 disminuyó ligeramente de 10.6% a 9.8% en el mismo periodo, no obstante, en

números absolutos las personas en esta condición se mantuvieron en 11.5 millones 2012.3

2 La población en pobreza extrema es la que tiene un ingreso inferior a la Línea de bienestar mínima y además tiene 3 o más carencias sociales. (CONEVAL 2013)3 CONEVAL (2011) Medición de la Pobreza 2010; (2013) Medición de la Pobreza en México y en las Entidades Federativas. www.coneval.gob.mx

3

Las cifras en 2012 registraron 61.6% de población en pobreza en el ámbito rural, mientras que en

las zonas urbanas fue de 40.6%. Entre la población indígena la pobreza afecta a casi 8 de cada 10

personas (76.8%), y de estos, 38 % tienen una condición de pobreza extrema. El 64.3 % de esta

población presenta simultáneamente privación en al menos tres derechos sociales esenciales

frente a 21.4 % de población no hablante de lengua indígena. La pobreza rural afecta sobre todo a

las mujeres, quienes se convierten en amortiguadoras de las carencias con sus aportaciones a la

producción de alimentos y a la economía del cuidado, asumiendo los costos con el deterioro de su

calidad de vida.

Las cifras señalan que la pobreza entre mujeres y hombres es poco significativa: 45.9 % mujeres y

45.1% hombres (CONEVAL 2012), pero, más allá de las estadísticas, se reconoce que las

carencias sociales afectan de forma diferente a mujeres y hombres, y que existe un proceso de

empobrecimiento y deterioro de la calidad de vida de las mujeres definido como feminización de la

pobreza, que se observa en que los hogares dirigidos por mujeres son más propensos a presentar

carencia por acceso a la alimentación. En los hogares con carencias y jefa mujer pobre, la

inseguridad alimentaria severa es más elevada; las mujeres pobres son mayoría entre quienes

trabajan sin contrato, sin remuneración y en jornadas incompletas y presentan una mayor

dependencia de los recursos provenientes de programas sociales. Igualmente, en promedio, las

mujeres dedican a los quehaceres domésticos entre 10 y 20 horas semanales más que los

hombres.4

La realidad muestra claramente que la pobreza tiene mayor impacto en las mujeres rural-indígena:

6 de cada 10 personas en el medio rural son pobres y casi de 8 de cada 10 indígenas están en

esta condición; de éstos, 3 se ubican en la pobreza extrema. La brecha de los pobres extremos

con relación a la población no indígena es 4 veces mayor.

Los programas sociales mantienen una concepción hetero - asistencial, desvinculada de la política

económica y cercana al enfoque de “mujeres en el desarrollo”, en auge en los años setenta, en el

que subyace el estado hetero-patriarcal autoritario que refuerza los roles de género y no cuestiona

las desigualdades sociales, ni la división social del trabajo; se atienden las necesidades prácticas y

no las estratégicas de género. Las mujeres son vistas como grupos vulnerables recipientes de las

políticas. Estos programas no promueven la agencia, el potencial productivo ni la autonomía

económica de las mujeres, pues son vistas como beneficiarias y no como sujetas de derecho.

El análisis de la información permite concluir que los objetivos de la Plataforma de Acción de

Beijing relacionados con el tema de la pobreza siguen siendo el gran pendiente del Estado

4 CONEVAL 2013.4

mexicano en el que se refleja el incumplimiento de los derechos humanos fundamentales de las

mujeres y, por tanto, un gran déficit de la ciudadanía y la democracia.

Mientras persista el mismo modelo económico hetero-patriarcal generador de desigualdades

sociales y de género —que necesita del trabajo no remunerado de las mujeres para sostener la

economía del país— no se podrán resolver las condiciones de pobreza y de violencia generalizada

que vivimos en el país.

b) Educación y capacitación de la mujer

Las brechas de desigualdad en el ámbito educativo a nivel básico han disminuido

considerablemente. El porcentaje de mujeres en el nivel superior rebasa ligeramente al de

hombres, pero aquí hay mayor deserción de mujeres. La tasa de analfabetismo en México también

ha disminuido en diferentes grupos de edad, pero no en el de adultas ni adultas mayores. Las

disparidades se encuentran en la población femenina indígena y de zonas rurales. 32.3% de las

indígenas no sabe leer ni escribir y 77%, que sólo habla una lengua indígena, son analfabetas; en

mujeres mayores de 50 años, la tasa de analfabetismo para el 2012 era de 22.3%, en tanto que los

hombres de esa misma edad disminuyó a 14.9%.

En 2012, la tasa de matriculación a nivel universitario fue levemente mayor para hombres (22.7%5)

que para las mujeres (22.1%). Del total, solo logra graduarse 12.8% de hombres y 15.5% de

mujeres. A nivel general, 53% de estudiantes de postgrado (maestría y especialidad) son mujeres,

pero en doctorado son el 48% de egresadas. No obstante, dentro del Sistema Nacional de

Investigadores (SIN) apenas 34% son mujeres.

En el nivel de estudios de la población de 25 años o más, de acuerdo con el INEGI, en 2010 las

mexicanas contaban con 8.5 años de estudio, en tanto que el de los hombres llegó a 8.8 años. Las

disparidades por sexo son mayores en estados como Chiapas (6.3 en mujeres y 7.1 para

hombres), Oaxaca (6.6 para mujeres y 7.3 para hombres). En Puebla, Querétaro, Tabasco, Estado

de México y Veracruz las mujeres tienen un promedio de escolaridad menor al de los hombres.

Los estados donde el nivel de estudios de las mujeres es superior son Sonora, Sinaloa, Durango,

Nayarit y Zacatecas. A nivel nacional hay 4.4 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan y

76.7% son mujeres que, en su mayoría (casi tres millones), se dedican al trabajo doméstico y a la

economía del cuidado.6

La discriminación, la división social del trabajo y los estereotipos de género continúan siendo los

principales obstáculos de las mujeres para el acceso a una educación en condiciones de igualdad.

5 Estimaciones propias con datos de ANUIES y proyecciones de población de CONAPO.6 Programa Nacional para la Igualdad y no Discriminación contra las Mujeres 2013-2018, pp. 7 y 8

5

El embarazo en mujeres es una causa para dejar los estudios o para retomarlos tardíamente. Lo

anterior reduce las posibilidades de que las mujeres puedan obtener empleos de calidad y salarios

dignos, lo que se convierte en un mecanismo de reproducción de la pobreza.

Esta situación está ligada a la generación de violencia y sus consecuencias en el ámbito escolar.

El género se refleja en la elección de disciplinas, prevaleciendo aquella clasificación de carreras

femeninas y masculinas. En algunos campos del conocimiento los porcentajes de mujeres y

hombres se han invertido, pero no ha sucedido lo mismo en aquellas áreas donde históricamente

los porcentajes de mujeres han sido elevados (como Educación y Humanidades), lo que parece

sugerir que es más difícil romper con estereotipos de género entre los hombres que entre las

mujeres. Los retos en este ámbito van desde los presupuestarios a la de una reforma estructural

para cambiar el modelo educativo vigente que genera desigualdad de oportunidades para las

mujeres.

c) La mujer y la salud

El acceso a una vida saludable, se ve afectado en gran medida por la permisividad y el fomento de

actividades nocivas de empresas trasnacionales como la siembra y cultivo de transgénicos, la

producción y comercialización de comida chatarra, el manejo inadecuado de residuos de empresas

mineras y, recientemente, el fracking (la fracturación hidráulica para la extracción de

hidrocarburos) que expone a la población a sustancias químicas peligrosas para su salud, su

calidad de vida y su vida misma.

La principal causa de morbi y mortalidad de las mujeres son las enfermedades crónico-

degenerativas, como la diabetes, la hepatitis tóxica, las enfermedades cerebro vasculares, el

cáncer de mama y el cáncer cérvico uterino, entre otras; enfermedades que tienen relación con la

obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y el alcoholismo. Ello tiene relación con la falta de

regulación de industrias de productos hipercalóricos (comida chatarra) y con la insuficiencia (o

ineficacia) de programas de prevención que promueven la salud de las mujeres. El estado

mexicano no cumplió su compromiso de realizar campañas preventivas en torno al tabaquismo de

manera consistente7; tampoco para el alcoholismo8, la obesidad, la diabetes y otras enfermedades

crónico-degenerativas. No generó campañas ni programas suficientes enfocados específicamente

a las mujeres, lo que ha provocado su muerte en enfermedades que se pueden prevenir o curar si

se detectan a tiempo.

7http://estadistica.inmujeres.gob.mx/formas/tarjetas/Tabaco.pdf 8http://estadistica.inmujeres.gob.mx/formas/tarjetas/Alcoholismo.pdf

6

Para el 2009, el Distrito Federal tenía las cifras más altas de muerte en mujeres por cáncer en el

país9. ; En 2012 fue el estado de Coahuila. En el DF fue donde se realizaron más mastografías a

nivel nacional; a pesar de esto, las cifras no disminuyeron por situaciones de desigualdad, lo que

las coloca en condiciones de desigualdad y vulnerabilidad10. En 2015 Baja California Sur, a nivel

nacional ocupa el primer lugar en cáncer.

Otros pendientes del el Estado mexicano con las mujeres de todas las edades, son los relativo a

tomar iniciativas en que se tenga en cuenta el género para hacer frente a las enfermedades de

transmisión sexual, el VIH/SIDA y otras cuestiones de salud sexual y reproductiva. A diferencia de

otros países, en México No existen investigaciones científicas adecuadas que indiquen que la

vacuna para el virus papiloma humano que está siendo aplicada a niñas y niños, no tenga

repercusiones secundarias a largo plazo11.

El ejemplo más contundente de éstos es en materia de salud reproductiva, son los casos de

muerte materna que han sucedido en los últimos años12, siendo las mujeres con menos recursos

las más afectadas13. La evidente falta de disminución de casos de muerte materna se relaciona

también con las reformas constitucionales que endurecieron las legislaciones sobre el aborto y

provocaron el encarcelamiento de mujeres con abortos espontáneos.

El derecho a decidir sobre su cuerpo y el número y espaciamiento de hijas/os es negado de

manera consistente a las mujeres14. En algunos estados persisten las legislaciones que penalizan

el aborto y en otros que se ha detenido el avance legislativo para su despenalización15, ya que la

influencia de la jerarquía católica es muy fuerte en ese sentido. Resulta imperante la revisión de

las leyes que impiden ejercer el derecho a la interrupción del embarazo en 16 entidades del país y

a garantizarlo con altos estándares de seguridad a quien lo desee, como un servicio público, sin

restricciones, barreras, estigmas ni discriminación.

El difícil acceso a servicios de salud —libres de prejuicios y de violencia institucional—, así como el

acceso a anticonceptivos y a la prevención de infecciones de transmisión sexual, ha permeado por

una actitud discriminatoria a las mujeres por razón de ser madres solteras, pobres, indígenas, sin

escolaridad, con tatuajes, lesbianas, trans, jóvenes, ancianas o discapacitadas. Asimismo, existe

poca promoción de la investigación/difusión en materia de VIH/SIDA que muestre formas de

9 http://www.cimacnoticias.com.mx/node/43897 10http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/Contenidos/estadisticas/2014/mama0.pdf 11http://www.jornada.unam.mx/2014/08/20/opinion/a03a1cie 12http://www.cimacnoticias.com.mx/node/63398 13http://www.cimacnoticias.com.mx/node/42392 14http://www.cimacnoticias.com.mx/node/67624 15http://www.cimacnoticias.com.mx/node/62772

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prevenir/atender la infección.16 Aún son grandes los retos en materia de prevención vertical del VIH

y la sífilis, esto ha sido reconocido por el propio Centro Nacional para la Prevención y el Control del

VIH/SIDA (CENSIDA)17.

El embarazo en mujeres jóvenes y adolescentes18 ha ido en aumento en México. En 2013, el

Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó que 467 mil menores de 20 años dieron a luz.

Cerca de 11 mil de ellas tenían entre 10 y 14 años. Esto es, casi uno de cada cinco nacimientos se

dio en mujeres en esos rangos de edad19. México es el primer lugar en el mundo con el índice más

alto de embarazos en adolescentes20. El difícil acceso a métodos anticonceptivos es un factor que

complica la reducción de este problema de salud pública21, pero también lo es la construcción de

género de la identidad femenina, aspecto que no se considera en los programas para prevenir la

atención, como el que se anunció recientemente22.

Otro pendiente es la norma oficial mexicana NOM-046-SSA2-2005, Violencia familiar, sexual y

contra las mujeres. Criterios para la prevención y atención: violencia familiar, sexual y contra las

mujeres, a través de la generación de manuales y guías de procedimiento que dicten su

operatividad. Tras 6 años de su publicación en el Diario Oficial de la Federación no se ha logrado

su correcta aplicación en ninguna institución de salud pública. Se han dado casos emblemáticos

que resultan vergonzantes para el sistema de salud, como el de Amalia 23 y recientemente el de

Yakiri 24.

d) La violencia contra la mujer

Pese al marco normativo internacional, federal, estatal y —en algunos casos— municipal, los

programas aplicados y ser el tema de mayor difusión, la violencia contra las mujeres se ha

incrementado, desde formas más sutiles hasta las más extremas como son la violencia y

explotación sexual, la trata de personas, las desapariciones y los feminicidios, además de estar

atravesada por la violencia social, la delincuencia y crimen organizado, así como el narcotráfico.

16http://www.cimacnoticias.com.mx/node/59865 17 http://www.sinais.salud.gob.mx/descargas/pdf/CuentasSaludReproductiva.pdf 18https://www.facebook.com/Espolea/photos/ ms.c.eJxdzckJwEAQA8GMzEiaa~;NPzA~_DYfUtGhqByupgc09BevCLKJdkXEIeF4Vc4JKBWzAtl6ky2bFmOdZs0OW7vwvJLgg~-.bps.a.10154560217495133.1073741904.222585805132/10154560218275133/?type=1&permPage=119 Periódico La Jornada, 24 de enero de 2015, p. 30.20 Periódico La Jornada, 28 de agosto de 2014, p. 38.21http://coalicionporlasaluddelasmujeres.blogspot.mx/2011/09/inutiles-politicas-publicas-contra.html 22 Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes. Disponible en: http://cnegsr.salud.gob.mx/contenidos/descargas/Carrusel/ENAPEA_0215.pdf 23http://www.cimacnoticias.com.mx/node/41873 24http://www.cimacnoticias.com.mx/node/65236

8

Con datos de la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre

1985 y 2013 se registraron en México 44 mil 646 muertes femeninas que, de acuerdo con el

certificado de defunción, habrían sido víctimas de feminicidio, dando un promedio de siete

feminicidios por día25. Las entidades donde hay más denuncias por ese tipo penal son Estado de

México, Guerrero, Jalisco y Distrito Federal.

Cifras recientes indican que la tasa de homicidios en las mujeres ha pasado de 2.6 por cada cien

mil mujeres en el año 2000 a 4.6 en 2012. En los hombres, de 19.8 a 40.2 en ese periodo. El

número de mujeres asesinadas de 2000 a 2013 fue de 23,546 y el de los hombres de 187,378. A

febrero de 2014, en 86 meses el Ejército, la Marina y las autoridades locales habían encontrado en

24 entidades del país26 983 cuerpos de niños, hombres y mujeres en fosas clandestinas.

Investigación Diagnóstica sobre Violencia Feminicida en México, De 1999 a2005 fueron

asesinadas más de 6000 niñas y mujeres27. No se encontraron datos más recientes.

En cuanto a las desapariciones forzadas, hasta julio de 2014, el Secretariado Ejecutivo del

Sistema Nacional de Seguridad Pública contabilizó un total de 22,322 "no localizados" en todo

México28. 7,196 casos correspondían a mujeres y 15,126 a hombres29.

Los periodistas asesinados en ejercicio de su profesión en México entre 2000 y septiembre de

2014 son al menos 81, según Reporteros sin Fronteras30, acosados por la violencia, el narcotráfico

o la corrupción31. Diez mujeres periodistas fueron asesinadas en México de 2002 a 2011. En este

lapso, se registraron al menos 94 casos de violencia contra mujeres periodistas, de los cuales el

85.4 % fueron actos "directamente ligados con el ejercicio de su profesión"32. Del mismo modo, de

2001 a 2014, se han documentado 34 casos33defensoras de derechos humanos asesinadas.

Todas las entidades federativas tienen tipificado el feminicidio. En el caso de Chihuahua, todos los

delitos de mujeres se agravan en automático. Sin embargo, algunos estados crearon tipos penales

con fórmulas imposibles de acreditar como Baja California y Baja California Sur, Aguascalientes,

Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí,

25 http://www.proceso.com.mx/?p=387558 26 http://www.vanguardia.com.mx/inundanmexicodefosasclandestinasdejanmuertosen75delpais-1945419.html27 Violencia feminicida en 10 entidades de la República Mexicana. Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión - LIX Legislatura Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada, México 2006.28 http://www.eluniversal.com.mx/periodismo-datos/2014/ni-el-gobierno-sabe-cuantos-son-95415.html29 En febrero de 2015 el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU, dio plazo de un año al gobierno federal para que cree un Registro Nacional de Víctimas, y se adopten políticas públicas reales y efectivas para combatir este flagelo.30 http://www.cnnmexico.com/nacional/2015/01/24/organizaciones-crean-un-mapa-de-las-agresiones-a-periodistas-en-mexico31 http://www.rsf-es.org/news/mexico-negro-inicio-de-ano-para-los-comunicadores-mexicanos/32 http://www.la-razon.com/index.php?_url=/mundo/mujeres-periodistas-asesinadas-Mexico_0_1699630110.html33 http://eleconomista.com.mx/sociedad/2014/12/15/van-34-defensoras-dh-asesinadas,

9

Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, Zacatecas. Durango no tiene sentencias de feminicidio34. En

cuanto la Alerta de Género, establecida en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida

libre de violencia (LGAMVLV), no se activa ‘‘porque las entidades tienen miedo a ser etiquetadas

como zonas con violencia feminicida’’, como lo afirma el Observatorio Ciudadano del Feminicidio35.

El diagnóstico del Programa Integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia

contra las Mujeres 2014-201836, da cuenta de los tipos de violencia contra las mujeres, ocurridos

en diversos ámbitos, así como los casos denunciados. El panorama no es alentador.

La aplicación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia (LGAMVLV)

ha sido sumamente limitada en su aplicación y resultados, lo que se convierte en violencia

institucional. Además, esta ley no alcanza a repercutir en la vida cotidiana de las mujeres y las

niñas, sobre todo en las mujeres en condiciones de vulnerabilidad.

Sobre la trata de personas, la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niños en América Latina

asegura que México ocupa el tercer lugar en trata de personas en América Latina y el Caribe,

afirmación sustentada con cifras del Fondo de Población de las Naciones Unidas. La Comisión

Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señaló en el 2011 a los estados fronterizos los de mayor

incidencia en trata de personas: Sonora, Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Chiapas,

Quintana Roo (Los Cabos, Baja California Sur con explotación sexual infantil), Jalisco y Guerrero.

Tanto en México como en los Estados Unidos se explota a mujeres, niñas y niños mexicanos con

fines sexuales atraídos por oportunidades falsas de empleo. Persiste el turismo con fines de

explotación sexual de menores, especialmente en las zonas turísticas como Acapulco, Puerto

Vallarta y Cancún, Tijuana y Juárez. En 2012 se aprobaron reformas constitucionales, se dio

capacitación y aumentaron las condenas por trata a nivel nacional. Dada la magnitud del problema

el número de procesamientos, condenas y sentencias por ese delito siguió siendo bajo.

La atención al problema de la violencia de género se ha logrado por las presiones de las madres

víctimas de feminicidio37, ciudadanía, organizaciones de mujeres y el movimiento feminista; su

trabajo y gestión para atraer los casos por parte de instancias internacionales, pero el gobierno

mexicano no ha asumido plenamente su responsabilidad ni asumido las obligaciones adquiridas en

el ámbito internacional como la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de

34 http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=7966 35 María de la Luz Estrada Mendoza, coordinadora ejecutiva del observatorio, Gobiernos federal y locales se niegan a emitir declaratorias de alerta de género, La Jornada, abril 22 de 2013.36 Disponible en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5343064&fecha=30/04/2014 37 Nuestras Hijas de Regreso a Casa, en ciudad Juárez y Justicia para Nuestras Hijas, en la ciudad de Chihuahua y la asociación civil Centro de Derechos Humanos de las Mujeres en la ciudad de Chihuahua.

10

Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Convención de Belem Do Pará, y la Plataforma de

Acción de Beijing.

e) La mujer y los conflictos armados

México vive una situación de conflicto armado a partir de la declaración de una “Guerra contra el

Narcotráfico”, por parte del expresidente Felipe Calderón, con la aplicación de la fuerza

gubernamental de las instituciones de seguridad y castrenses dentro del territorio nacional contra

el crimen organizado, con un aumento de desapariciones forzadas basadas en el género y su

vínculo con la trata de personas con fines de explotación sexual, feminicidios y hostigamientos por

razones políticas.

Por otro lado ha aumentado la criminalización de la protesta, agresiones a periodistas, defensoras

de derechos humanos y tortura sexual, ligadas al contexto de guerra y el uso de las fuerzas

armadas de seguridad, como mecanismos de control y represión.

Aumenta el registro de un alto número de desplazadas de sus municipios, la mayoría viudas a

cargo de sus hijas e hijos, cuyos esposos han sido victimados en enfrentamientos entre narcos y

entre narcos y autoridades (Ejército, y diversas policías, así como la Marina). Según cifras

oficiales, de 2007 a 2014, 1.2 millones de mexicanos y mexicanas habían sido desplazados a

consecuencia de la guerra (1). (tenía este dato, pero en el informe nacional no puso la fuente).

Considerando el reporte de 2013 del índice Global de Paz Internacional, México se encuentra en el

grupo de países en el mundo que cuentan las cifras más altas de muerte por conflicto interno.

Entre 2007 y 2014 en el país más de 120 mil mujeres se convirtieron en viudas a cargo de más de

240 mil niños y jóvenes (2), (lo mismo pasa con esta fuente, no está). no hay cuantificación sobre

cuántas son indígenas, pero se sabe que no tienen garantías mínimas, están totalmente

desprotegidas por la desestructuración de las redes tradicionales de apoyo y ante la pérdida de los

referentes culturales, aumentan los riesgos de acoso sexual y violaciones a niñas y jóvenes.

En este marco de guerra las mujeres son víctimas de violaciones tumultuarias por hombres

armados y ante el miedo, no denuncian y tampoco tienen acceso a métodos de contra concepción

de emergencia y sin atención para prevenir enfermedades del VIH sida y hepatitis.

En la guerra contra el narcotráfico, impuesta desde 2006, las mujeres, invisibles, llevamos la peor

parte, entre la ocupación militar y la policiaca, las violencias de género y el narcotráfico, nuestro

cuerpo es botín de guerra.

11

En México se puede hablar de avances mínimos como la instalación del programa Alerta AMBER,

para el caso de personas desaparecidas, que no específicamente para mujeres y la Comisión

Mexicana de Ayuda a Refugiados. Los avances legales, como la ley contra la de trata personas y

la ley de víctimas, no están garantizando la protección de las mujeres en situaciones de conflicto.

En México el gasto militar se ha incrementado, igualmente el número de armas de fuego. El

indicador que mide el número de delitos relacionados con el uso de armas, registró un aumento

significativo de 117% por cada 100 mil habitantes durante la última década. Si bien se han

implementado acciones en las zonas de conflicto con la intención de favorecer a la población en

sus necesidades básicas, han sido menores en comparación con el envío de personal castrense,

Marina, Policía Federal, etc., para enfrentar a la delincuencia organizada, considerando que la

presencia de estas fuerzas provocan más acciones violentas y no de una cultura de prevención o

cultura para la paz. En Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Sonora, Baja California,

Baja California Sur, Michoacán y Guerrero, se presenta un incremento de violencia ocasionado por

la muerte o captura de líderes de organizaciones criminales en las zonas sobre las que tenían

influencia38.

El gobierno mexicano debe reconocer que se vive una situación de conflicto armado, el cual ha

afectado a las mujeres y niñas de manera particular. En caso contrario, se perpetuarán políticas

públicas sin establecer la atención a su problemática ni garantizar el ejercicio de sus derechos. Se

debe tomar en cuenta que también la falta de oportunidades económicas y laborales causa que las

mujeres se integren a grupos de delincuencia organizada.

f) La mujer y la economía

En relación con la participación económica de las mujeres en México, esta es particularmente baja

comparada con la mayoría de los Países de América Latina, región en la que el promedio es 10

puntos superior a la mexicana39. Resultado, en buena medida de la escasa oferta de servicios de

cuidado y el horario estrecho de las escuelas públicas de educación preescolar y primaria.

La calidad en el empleo y seguridad social para las mujeres es precaria por la baja cobertura en

salud, el alto porcentaje de ocupación en el sector informal y los bajos ingresos. El 62% de las

mujeres ocupadas están sin acceso a servicios de salud (2014) con porcentajes muy parecidos a

los hombres y a los porcentajes de 2005. Las tasas de jubilación de las mujeres mayores de 60

años pasaros de 5.1% en el año 2000 a 8.7% en 2014; en los hombres los porcentajes pasaron de

38 De acuerdo con la Base de Datos sobre Homicidios Presuntamente Relacionados con la Delincuencia Organizada del Gobierno Federal.39 http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/WEB_CEPALSTAT/Portada.asp

12

19.7% a 25.1%. Las tasas de ocupación en el sector informal son altas: 29% en mujeres y 26% en

hombres en 2014. Estas son mayores en las mujeres y prácticamente sin cambios en 10 años.

La brecha salarial, de acuerdo con indicadores del Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo (PNUD), en 2013, registra que por cada peso que se paga a los hombres, las mujeres

reciben 46 centavos por trabajo de igual valor40. Las mujeres empleadas viven, además, en

diversos espacios laborales climas de violencia laboral, acoso y hostigamiento sexual.

La tasa de desempleo de las mujeres de 15 a 19 años (11.8%) y de 20 a 29 años (8.7%) en 2014

es mayor que la de los hombres (8.7% y 7.3%, respectivamente). La tasa promedio no marca

diferencias, no obstante en los rangos de edad de 40 y más, las mujeres tienen menores tasas de

desempleo que los hombres, resultado, tal vez, de que en esas edades las contrataciones no se

logran y las mujeres no se manifiestan como buscadoras de empleo, sino más bien buscan tener

un negocio para su sobrevivencia.

En el país, las trabajadoras por cuenta propia fueron poco más de 4 de cada 10 mujeres ocupadas

durante el periodo de 2005 a 2014, empleos generalmente asociados a ocupaciones precarias. Por

su parte, el porcentaje de empresarias41 se ha mantenido constante en alrededor de 2% de la

población ocupada en los últimos 10 años. A la par, los programas para impulsar o apoyar

proyectos productivos tienen coberturas insignificantes y enfoque antipobreza que no incorpora la

perspectiva de género. El Programa de Estancias Infantiles (PEI) para apoyar a madres

trabajadoras en 2013 tuvo una cobertura de 8.6% con un servicio limitado de usuarias(os).

La mayoría de estos programas disponen de reglas de operación complejas, con requisitos que

excluyen a poblaciones sujetas de derecho que requieren de estos programas y sus recursos; se

caracterizan por ser poco transparentes en las entidades federativas. Su diseño y operación carece de

perspectiva de género y son programas con enfoque anti pobreza o productivo, que no atienden los

intereses estratégicos de las mujeres.

Entre estos resultados se muestra la ausencia de una política económica integral que incluya el

desarrollo de la industrial y el sector agropecuario, aunado a la falta de una política de fondo de

servicios de cuidado. Las mujeres dedican en promedio 42.4 horas a la semana a actividades

domésticas y de cuidados contra 15.2 horas de los hombres.42 Pese a las desventajas, los hogares

jefaturados por mujeres continúan creciendo; representan 3 de cada 10 hogares en el país.

40 Pnud, 2014. Informe sobre Desarrollo Humano, página 193.41 Empleador(a) o patrón(a): Trabajador independiente que ocupa personas a cambio de una remuneración económica en dinero o en especie. Fuente: glosario de términos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.42 Inmujeres Ibídem

13

Las perspectivas no son alentadoras con un aparato hetero patriarcal, público y político que insiste

en profundizar las medidas neoliberales con sus consecuencias sobre la calidad y nivel de vida de

la población, con los salarios mínimos más bajos de América Latina, enormemente afectado en la

actualidad por su dependencia de recursos petroleros.

El modelo económico debe cambiar a uno construido democráticamente, que fortalezca el

mercado interno, reconozca las enormes riquezas del país, y que éstas sean para las y los

mexicanos; que elimine la corrupción, fortalezca la transparencia, la rendición de cuentas, la

participación social, que se sustente en la paridad entre mujeres y hombres, y considere a los

múltiples grupos de mujeres en toda su diversidad de posición y condición.

g) La mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones

México tiene una legislación más avanzada al llegar a la paridad para las candidaturas en puestos

de elección popular (reformas aprobadas en el 2014), pero aún no da garantías de paridad en la

integración de los órganos legislativos. El único instrumento de participación ciudadana, el voto,

está inmoralmente constituido en el actual sistema de partidos (exceso de recursos, campañas

ofensivas, compra del voto con programas gubernamentales, televisiones, etc.).

El número de mujeres al interior de los órganos de toma de decisiones es todavía muy pequeño.

En el Poder Ejecutivo, de 25 personas que conforman el gabinete del presidente de la república en

funciones, 3 son mujeres (12%). A pesar de que dos mujeres han ocupado la Procuraduría

General de la República (una nombrada recientemente), no se ha aplicado la perspectiva de

género en toda su estructura y políticas ni se avanzó en el acceso a la justicia para las mujeres.

Nunca ha existido una secretaría de Gobernación, titular del Ejército, Marina ni en el área de

presupuestos. En México solo 6 mujeres han gobernado entidades y el Distrito Federal.

En el Senado, en el 2013, el 33.6% eran mujeres43; en la Cámara de diputados federal, en 2014,

37.4%. En el Poder Judicial, el máximo tribunal, 18.2% eran mujeres en 2013, en tanto que el

porcentaje de presidentas municipales llegó a 6.9% en 2013, y el de regidoras a 38.5% en 2011

(con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal).

A nivel estatal, las legislaturas con mayor porcentaje de mujeres eran (en el 201344), Tabasco, con

42.9%, Chiapas con 41.5% y Tamaulipas, con 36.4%, en tanto que la representación femenina

más baja son las de Querétaro, con 8%, Aguascalientes, con 7.4% y Oaxaca, con 7.1%. El

panorama a nivel estatal es de menor igualdad, que a nivel federal, aunado a ello, en Nuevo León

43 Hombres y Mujeres en México 2013. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.44 Idem.

14

y Morelos, los partidos políticos se han inconformado con la reforma del 201445 para instaurar la

paridad. Otro problema que ha surgido, es que los partidos políticos están utilizando a esposas,

hijas o familiares para cubrir las cuotas de género, pese a los candados para evitar que, una vez

electas, las mujeres renuncien para dar paso a sus suplentes hombres.

Como se ve, el nivel municipal sigue siendo el de más baja participación de las mujeres y en el que

se presentan situaciones de misoginia y feminicidio, como el ocurrido recientemente de Aída Nava.

Los usos y costumbres de pueblos indígenas y la violencia institucional son también un obstáculo

para que las mujeres ocupen un espacio, como lo ha sido el estado de Oaxaca. Las reformas del

2014 no hacen mención a los gobiernos municipales. En comunidades o agencias municipales, a

las mujeres se les prohíbe participar en las asambleas o ser representantes. Simplemente no se

les reconoce como ciudadanas ni siquiera existen datos estadísticos que evidencien esa situación.

Lo mismo sucede con las organizaciones de ejidatarios.

Una problemática más es que pese al avance (desde el 2008) de que los presupuestos destinados

a los partidos políticos, se destine el 2 por ciento a la capacitación para el liderazgo de las mujeres,

pero las dirigencias controlan los recursos y los desvían para otros fines.

La paridad no garantiza la igualdad ni la erradicación de la violencia, pues las mujeres son las

principales militantes de los partidos políticos y ningún partido en México es dirigido actualmente a

nivel nacional por una mujer. La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010, 7.7% de

las mujeres encuestadas pide permiso para votar46.

Los retos en esta esfera, es transformar el sistema político electoral y la cultura política con

hegemonía patriarcal. Es impostergable que la trasversalidad, institucionalice la paridad en los

poderes y en los diferentes niveles gumebernamentales.

h) Mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer

La necesidad de creación de estos mecanismos estuvo presente desde la Primera Conferencia

Mundial sobre la Mujer de México en 1975, propuesta que fue reiterada en la Plataforma de Acción

de la Mujer (PAM) en 1995.

Ésta esfera de Mecanismos Institucionales para el Adelanto de las Mujeres (MAM) es una esfera

síntesis, que resume la responsabilidad del Estado mexicano con la agenda de la igualdad entre

mujeres y hombres. A nivel federal esta política ha sido depositada en el Instituto Nacional de las

Mujeres (Inmujeres),

45 http://www.cimacnoticias.com.mx/node/68914 46 Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, 2010. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.

15

Magdalena García, 12/03/15,
Comentario de Alma.: Lupita, la perspectiva de género (que ya nos deslindamos al principio de ella) debe transversalizar al total del recurso económico de los partidos, no sólo el 2% para fines del liderazgo y eso ningún partido lo hace ni se fiscaliza. ¿cómo lo decimos?

El mandato de esta esfera emanado de la PAM de la 4ª Conferencia Mundial realizada en Beijing,

China en 1995 fue: 1. Crear o fortalecer mecanismos nacionales y otros órganos gubernamentales,

2. Integrar la perspectiva de género en las legislaciones, políticas, programas y proyectos

estatales, y 3. Preparar y difundir datos e información destinados a la planificación y la evaluación

desglosados por sexo.

El fundamento de esta evaluación es el derecho a la igualdad como derecho a gozar de todos los

derechos humanos (…. Este derecho, crea) creando obligaciones de efecto inmediato que no se

hallan sujetas a la realización progresiva ni a la disponibilidad de recursos (Facio, 2014, p. 28), de

acuerdo a la Recomendación General número 28, relativa al artículo 2 de la Cedaw.

La evaluación que se presenta utiliza indicadores relativos a los derechos humanos: estructurales,

de proceso, y de resultados, los que están contenidos a lo largo de la presentación del resto de las

esferas de especial preocupación de este informe.

En los indicadores estructurales que se refieren a la recepción de derechos y miden si el marco

normativo e institucional es adecuado y eficaz para garantizar cada derecho, los hallazgos

relevantes son que hay un marco jurídico importante con rezagos por falta de reglamentación,

revisión y desarrollo de mecanismos útiles y participativos, lo que permite que las resistencias

patriarcales obstaculicen los derechos reconocidos en él y el trabajo de las instituciones creadas

para ello.

Los MAM federal, estatales y municipales tienen un desarrollo desigual. Su actividad se ve favorecida,

en casos particulares, en entidades con movimientos feministas más consolidados. Sin embargo, una

gran parte no cumple su función por razones diversas. Por un lado, la debilidad de la cultura de la

igualdad impide la continuidad e institucionalización de buenas prácticas que se enfrentan a falta de

continuidad de los avances logrados ante cambios de gobierno; por otro, la aplicación de políticas

asistenciales no han logrado el tránsito del enfoque de Mujeres en el Desarrollo (MED) al de Género

en el Desarrollo (GED). En muchos casos, la designación política de titulares desconocedoras y

desinteresadas en la agenda se traduce en una acción dominada por la obediencia y la subordinación

partidaria a institutos políticos que eluden su compromiso con la agenda de la igualdad.

En cuanto a los avances legislativos, su fragilidad se refleja en la falta de reglamentación, de recursos

institucionales, financieros y humanos suficientes para su difusión y aplicación, y sin sanciones ante la

falta de cumplimiento. También están los recursos financieros y técnicos insuficientes para cumplir su

mandato, su debilidad institucional que dificulta el acceso a núcleos duros de la toma de decisiones, el

desconocimiento conceptual en materia de transversalidad y de los marcos jurídicos nacionales e

16

Guadalupe López García, 12/03/15,
Creo que había puesto que no solo es por los movimientos feministas. Confluyen muchos actores sociales más. COMPLETAR

internacionales para la igualdad y la no discriminación y la falta de conocimiento sobre el tema de la

mayoría del aparato gubernamental.

Del mismo modo, los Sistemas para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (nacional y estatales),

creados por mandato de leyes, escasamente se reúnen y excluyen a representantes del movimiento

feminista y social. Otras razones son la inexistencia de sistemas de seguimiento y evaluación con

indicadores de impacto, y de mecanismos adecuados de acceso a la justicia. Hay acciones dispersas e

insuficientes para lograr el empoderamiento económico, no se cuentan con auditorías cualitativas de

género, se presenta una baja atención en el trabajo con hombres para lograr procesos de

transformación de estereotipos de género. En tanto, los avances en la creación y operación de las

unidades de género son limitados, y no se consideran las ventajas de la participación de los

movimientos feministas en el impulso de la agenda.

En loa indicadores de proceso que calculan si el compromiso presupuestal es de las dimensiones

requeridas., los hallazgos fueron que el compromiso presupuestal ha sido raquítico a nivel federal

estatal y municipal, y no se han visto cambios significativos resultado del compromiso establecido en el

nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. La propuesta gubernamental de gradualismo limitado a

tres programas por año, dará lugar a que en 48 años se incorpore la perspectiva de género en el

proceso presupuestal, si se consideran solamente los programas federales actuales en el sector de

desarrollo social..

17

Grado de transversalidad presupuestal*/

Nota.*/ Grado de transversalidad medida con el siguiente indicador: [(Presupuesto del Instituto o equivalente + gasto transversal con recursos sólo de la entidad federativa) / (Presupuesto total de la entidad federativa)]*100El gasto transversal en las entidades sólo existe en el Distrito Federal y Chihuahua.Fuente: elaboraciones propias con información de Decretos de Presupuestos federal y de las entidades de 2013, 2014 y 2015.

Los indicadores de resultados que miden el impacto real de las estrategias, programas,

intervenciones del Estado en materia de garantías de derechos en condiciones de igualdad entre

mujeres y hombres, un resumen de los hallazgos –expuesto en el resto de las esferas- da cuenta

de avances desiguales. En la toma de decisiones se registran bajos niveles de representación en

los poderes ejecutivos y judicial, mejoras en el poder legislativo, regidurías y —desde niveles muy

bajos— en las alcaldías.

En el ámbito económico se halló que persisten las brechas de desigualdad en los ingresos. La

cobertura de servicio de cuidado es mínima y las políticas para ampliarlos limitadas, lo que afecta

el tiempo para la crianza con sus consecuencias sobre la formación y salud mental de las nuevas

generaciones. Asimismo, la cobertura de los programas de fomento productivo es insignificante;

hay altas tasas de ocupación en el sector informal —con tasa prácticamente sin cambio en 10

años— mayores en las mujeres. Continúa el proceso de precarización laboral por la persistencia

de políticas neoliberales que impiden salarios y prestaciones dignas, con el salario mínimo más

bajo de América Latina, en un país enormemente afectado en la actualidad por su dependencia de

recursos petroleros.

En cuanto al el control de las mujeres sobre el propio cuerpo, los resultados son escalofriantes

con aumento en homicidios, desapariciones forzadas, represión, tortura y asesinatos de

defensoras de derechos humanos y periodistas; aumento en prevalencia de cáncer de mama y

embarazo adolescente y lenta reducción de muerte materna, además de graves procesos de

violencia, narcotráfico, indolencia, impunidad y corrupción gubernamental.

18

En conclusión, los Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres (MAM) enfrentan principalmente

debilidad institucional y legal, presupuesto insuficiente, desconocimiento conceptual y desinterés

de los altos niveles de gobierno. El Estado mexicano no está cumpliendo con la mayoría de las

obligaciones de la agenda para la igualdad de la Plataforma de Acción de Beijing. El Informe de

México sobre la Aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing+20 sobre esta

esfera, atendió de manera parcial los objetivos estratégicos planteados por la PAM.

El mayor reto en el derecho a la igualdad enfrenta la tensión central derivada de un gobierno federal

que privilegia la lógica del mercado y gobiernos locales sin pretensiones de hacer algo distinto,

combinado con un conservadurismo cultural que se contrapone a la visión emancipadora de la política

de igualdad.

El principal desafío de los Mecanismos Institucionales para el Adelanto de las Mujeres es

desarrollar, difundir y colocar en el imaginario colectivo de los habitantes de la nación la

argumentación central sobre el vínculo virtuoso entre la igualdad de género y el crecimiento

económico, la productividad, la competitividad, la estabilidad macroeconómica, la cohesión social,

la seguridad y la paz. Ello permitirá articular su quehacer a la corriente principal de las sociedades

contemporáneas a través de los Objetivos de los Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda Post-

2015.

i) Los derechos humanos de la mujer

A pesar de que existen avances en cuanto al reconocimiento de los derechos de las mujeres a

través de mecanismos y normatividad específica, el Estado mexicano no ha logrado tener un

impacto sustantivo en las condiciones de vida de las mujeres que propicie el ejercicio pleno de sus

derechos en todos los ámbitos de desarrollo, así como su seguridad e integridad física, el acceso a

la justicia y la prevención de las violencias.

México ha ratificado los instrumentos internacionales de derechos humanos de las mujeres, sin

embargo, del 2000 al 2011 ha recibido 1,361 recomendaciones por parte de organismos

internacionales, así como una serie de sentencias que condenan al Estado por violación a los

derechos humanos de mujeres. Incluso, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de

discriminación contra la mujer, (CEDAW) en el 2012 recomendó proseguir la aplicación de las

recomendaciones y decisiones sobre la violencia contra las mujeres hechas por varios

mecanismos de derechos humanos internacionales y regionales.

En el ámbito del acceso a la justicia para las mujeres, una de cada 10 mujeres que vive violencia

realiza una denuncia; y 13 de cada 100 mujeres que vivieron violencia física o sexual no denunció

19

porque no confía en las autoridades47, lo cual demuestra el grado de impunidad y desconfianza

hacia las instancias de procuración de justicia. En el 2013, la Suprema Corte de Justicia de la

Nación emitió el “Protocolo para juzgar con perspectiva de género”, sin embargo, aún subsisten

prácticas discriminatorias de servidoras y servidores públicos basadas en estereotipos de género

que obstaculizan el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres, recreando el sistema de

impunidad y reproduciendo la violencia institucional en los ministerios públicos, tribunales y

juzgados.

Con la entrada en vigor del Nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales y la

implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal a nivel federal y estatal se abren grandes

posibilidades de violación de los derechos de las mujeres, al considerar en los códigos estatales

algunos delitos de género como no graves, permitiendo la mediación y reconciliación en estos

casos, colocando a las mujeres, sus hijas e hijos en una situación de riesgo.

Una de las más graves y permanentes violaciones a los derechos humanos de las mujeres ha sido

el rechazo a declarar la Alerta de Violencia de Género en nueve entidades federativas de México

(Oaxaca, Guanajuato, Estado de México, Chihuahua, Nuevo León, Hidalgo, Baja California Sur,

Chiapas, Morelos y Michoacán). En 2008 se creó un fideicomiso nacional de 15 millones de pesos

para el rubro de alertas de género y a partir de 2009 se le han asignado dos millones de pesos

más por cada año, sin embargo, no existe información pública que dé cuenta de cómo se ha

ejercido este presupuesto48.

De igual modo, en la criminalización del aborto, la Suprema Corte de la Justicia de la Nación indicó

que entre 1993 y 2007 el número de causas penales y averiguaciones previas tramitadas en

relación con el aborto fue de 63 mujeres al año en el país. Durante el periodo de 2009 a 2011, a

partir de la aprobación de las reformas (anti)constitucionales en varios estados que protegen la

vida desde la concepción, 679 mujeres han sido denunciadas por el delito de aborto; es decir, 226

mujeres denunciadas o procesadas en promedio al año49, lo cual representa un aumento

significativo del 350%.

En el 2013 tenemos 11,901 mujeres privadas de su libertad; 4,189 de ellas se encuentran

recluidas en centros específicos para mujeres (35%), mientras que 7,712 (65%), se alberga en

centros mixtos50. De los 219 centros penitenciarios para mujeres, en 136 (el 54%) no se

47 “Estadísticas de violencia contra las mujeres en México”, Instituto Nacional de las Mujeres, enero de 2014.48 Seguimiento a las acciones de política pública para dar cumplimiento a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, CEAMEG, México, 2010, pp.2849 David Martínez Huerta, “La criminalización del aborto va en aumento: ONG; 226 mujeres son denunciadas o procesadas al año”, 14 de julio de 2013. http://www.sinembargo.mx/14-07-2013/68545950 Informe especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión de la República Mexicana. Comisión Nacional de Derechos Humanos, 2013.

20

proporciona una atención médica especializada y 83 (40%) no cumplen con los estándares para

garantizar una estancia digna y segura. Se estima que 874 menores de edad viven con sus

madres en prisión, para los cuales no existe ningún tipo de atención médica, educativa, psicológica

y de alimentación, ni se conceden visitas conyugales cuando se trata de parejas del mismo sexo,

entre otras.

Por otro lado, 8.1 millones de mujeres indígenas son objeto de abusos y violaciones a su

integridad física y moral, siendo la violencia familiar, la falta de atención médica por motivos de

discriminación étnica, la militarización de su territorio, la falta de acceso a la educación, a la

propiedad de la tierra y a la salud sexual y reproductiva algunas de esas expresiones. Una de las

mayores problemáticas en las comunidades indígenas y que ha ido en aumento es la venta o

intercambio por bienes de niñas y mujeres, lo cual es aprovechado por lenones y redes de

tratantes con fines de explotación sexual.

En el 2014, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunció que al menos 61,581

niños, niñas y adolescentes procedentes de Centroamérica y México fueron detenidos entre

octubre de 2013 y julio de 2014 tras cruzar la frontera a Estados Unidos. Asimismo, seis de cada

diez mujeres migrantes en tránsito por México viven algún tipo de violencia sexual; y se enfrentan

a riesgos de ser secuestradas, desaparecidas y explotadas sexualmente por redes de trata de

personas, e incluso por las mismas autoridades mexicanas.

Ante el retroceso de los derechos humanos de las mujeres en el país, la fuerte impunidad

expresada a través de la violencia institucional, estructurada y legitimada a lo largo del territorio y

en el plano federal, estatal y municipal, donde se han exacerbado los crímenes y las violencias

contra la mujer y las niñas, es urgente que el Estado mexicano cumpla y aplique en su totalidad las

sentencias dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Convención

sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, CEDAW y las diversas

instancias que vigilan los derechos humanos de las mujeres en Naciones Unidas. Debe existir un

mecanismo ciudadano reconocido por su experiencia en la defensa de los derechos de las mujeres

que garantice la puesta en marcha y el cumplimiento de la Declaración de la Alerta de Género en

todo el país.

La diversidad de familias y de mujeres permanecemos en estado de indefensión ya que no se ha

armonizado la normatividad en todas las entidades federativas en apego al artículo primero

constitucional y tampoco existe una cultura institucional para lograr una igualdad sustantiva de la

multiplicidad de mujeres y hombres, y esa falta favorece la intolerancia y los crímenes de odio por

orientación sexual e identidad de género.

21

j) La mujer y los medios de difusión

Los avances obtenidos en esta esfera, se derivan de los esfuerzos provenientes de la sociedad

civil, de la academia y el movimiento feminista contando poco con el apoyo, voluntad y subsidio del

Estado mexicano. Por ejemplo, en una semana, los canales de televisión 2, 5, 7, 11 y 13

reproducen alrededor de mil veces los tipos y modalidades de violencia contra las mujeres

reconocidos en la LGAMVLV.51

A pesar de los avances en el acceso de las mujeres a los medios de comunicación, todavía existe

una diferencia de por lo menos 60 por ciento en los puestos de dirección ocupados por hombres.

A lo anterior hoy se suma el incremento sistemático y permanente de ataques contra las mujeres

periodistas. En 2010 México fue declarado por la Organización de Naciones Unidas y la

Organización de Estados Americanos como el país más peligroso para ejercer el periodismo en

América Latina y el segundo en el mundo. De 2002 a 2014, la organización civil Comunicación e

Información de la Mujer A.C. (CIMAC) ha registrado y documentado 251 casos entre los que se

incluyen 11 casos de feminicidio.

El primer aporte identificado se deriva de la inclusión del Capítulo J referente a “Mujeres y Medios

de Difusión” en la Plataforma que representa un primer adelanto y brinda la estructura mínima para

el desarrollo de los derechos humanos de las mujeres en México a través del acceso de las

mujeres y su participación en la toma de decisiones en los medios de difusión y en las nuevas

tecnologías así como el fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de la mujer en los

medios de comunicación.

Entre los avances más significativos encontramos en gran parte del país, el aumento de mujeres

en los medios de comunicación, no así en los puestos de dirección y sin existir un registro a nivel

nacional que permita saber los números exactos en comparación con los hombres,

51 Esta investigación incluyó el análisis de la programación de los cuatro canales de mayor cobertura y rating a nivel nacional, durante una semana, de 6.00 a 23.00 horas: los canales 2 y 5 de Televisa, el 7 y el 13 de Televisión Azteca, así como la televisora pública Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional. En total, analizamos 544 horas de programación. La suma de representaciones de la violencia contra las mujeres y las niñas identificadas en los contenidos televisivos fue de 983, distribuidas en los siguientes formatos: publicidad (377), telenovelas (234), programas de revista y concurso (139), noticiarios (110), películas (55), series (43), caricaturas (12), otros (12) y debate (10). “Los medios de comunicación frente a la violencia contra las mujeres y las niñas”, Aimé Vega Montiel. Documento disponible en: http://www.cotidianomujer.org.uy/sitio/pdf/Aimee_Vega_Montiel_Los_medios_de_comunicacion_frente_a_la_violencia_contra_las_mujeres_y_las_ninas.pdf

22

La creación de redes de periodistas, organizaciones de la sociedad civil que capacitan en materia

de periodismo no sexista y perspectiva de género, así como nuevas tecnologías y

empoderamiento, observatorios de medios de comunicación y publicidad, espacios noticiosos

especializados en derechos humanos de las mujeres (prensa, radio, televisión e internet).

Así mismo ha habido una evolución en el marco legal que permita regular los contenidos de los

medios sin embargo aún es raquítica y parcial en su enunciación, sanciones y aplicación.

No existen datos estadísticos nacionales generados por el Estado que incluyan el número de

mujeres ejerciendo en periodismo en México y por ende tampoco los puestos que cubren, las

condiciones laborales ni los obstáculos que enfrentan. La información diagnóstica que existe es la

generada por las organizaciones que deja ver que no se encuentran de forma equilibrada en los

puestos de decisión pero en tanto que los medios de comunicación son empresas privadas,

compete al gobierno solicitar y sistematizar esta información así como regular y sancionar con

base en las leyes ya existentes y en la generación de nueva normativa que se adapte a las

necesidades que resulten de los diagnósticos.

El indispensable contar con unos medios de difusión que transparenten y visibilicen

permanentemente la situación que viven las mujeres y hombres en materia de igualdad, violencia y

discriminación, y coadyuvar en un adelanto social, político y cultural al contar con información

objetiva y oportuna.

k) La mujer y el medio ambiente

Es imperativo reorientar el actual modelo de desarrollo económico neoliberal que a través de

actividades como el fracking, para la extracción de gas schale, la megaminería tóxica, los

megaproyectos de supuesto desarrollo sustentable turístico, entre otros, se ha acelerado el

calentamiento global, asimismo concentra poder y recursos en pocas personas mientras para las

mayorías genera degradación ambiental, donde las mujeres no tienen acceso a la toma de

decisiones con respecto a los recursos naturales, provocando dependencia económica y

desigualdades de género, tales como: la feminización de la pobreza, envejecimiento de la

población rural, mayores cargas de trabajo y responsabilidades familiares de las mujeres,

migración y desplazamientos forzados de hombres y mujeres, expuestas a mayor violencia

emocional, física, de explotación sexual y laboral. Actualmente, existen entidades federativas que

registran ecocidios y/o su población daños a la salud, entre ellos: Durango, Sonora, San Luis

Potosí, Baja California Sur, (verificar el resto de entidades que faltan) y están en grave peligro de

replicar estos daños en gran magnitud: Baja California Sur, Veracruz.

23

Magdalena García, 12/03/15,
Nota de Alma( Lupita, te mando el dato más tarde de las entidades).

La actual Ley Nacional de Aguas ha propiciado acaparamiento privado de fuentes de agua con un

sobre-concesionamiento de más de 130 acuíferos del país (20%), sin mecanismos de revisión, de

participación ciudadana y comunitaria en la gestión y planeación para hacer efectivo el derecho

humano al agua y saneamiento. 70 % de los ¿cuerpos? de agua, están contaminados y

representan un riesgo para la salud y la disponibilidad del líquido. Las mujeres pagan caro el

acceso restringido o mala calidad del agua, dando más tiempo y esfuerzo con el acarreo, tandeo,

pipas, y sus consecuencias en la salud.

Las mujeres campesinas y rurales tienen poca autonomía y empoderamiento para la toma de

decisiones en su familia, comunidades y ante autoridades en núcleos comunales y ejidales, no

tienen acceso a la información legal y financiera importante que les permita proteger mejor y

sustentablemente el usufructo y control de recursos naturales de sus comunidades. En entornos

degradados las mujeres tienen mayores dificultades para realizar su trabajo doméstico y

productivo, emplean más tiempo y esfuerzo (acarrear agua, elaboración de alimentos, limpieza y

cuidados, venta de productos) y tienen menos tiempo para la salud, formación, cultura y ocio.

Las y los pequeños productores y de subsistencia, con la permacultura y la agroecología pueden

favorecer la soberanía alimentaria basada en lo local, el derecho humano al agua y la tierra, el

reconocimiento de la multiculturalidad, aprovechamiento de los conocimientos y prácticas locales

ancestrales de probada eficacia, el fortalecimiento de un mercado local con una mayor variedad de

alimentos, cultivos y pasturas locales más nutritivos que los altamente procesados, y conservan la

biodiversidad de miles de especies silvestres que no entran en el reducido número de especies de

los mercados comerciales globales.

Las mujeres indígenas son quienes hacen la recuperación de semillas criollas, acciones de

cuidado y recuperación ambiental y suelos, utilizan bosques y selvas como sustento alimenticio,

medicinal y productivo, conservando y protegiendo a un mayor número de especies maderables y

combustibles. Parte de los ingresos de los hogares campesinos e indígenas provienen de los

ingresos ganaderos, el ganado suele ser cuidado por mujeres e infantes. De la pesca artesanal

dependen comunidades como su principal fuente de proteína, respetan los tiempos de vedas de

una mayor variedad de especies de agua dulce y marinas, sus métodos no destruyen el fondo del

mar. En la producción de acuacultura, las mujeres suelen tener una participación mayoritaria.

Las demandas colectivas son criminalizadas, con persecución, y detención arbitraria,

encarcelamiento, represión y hasta asesinato de las mujeres y hombres defensores de derechos

humanos ambientales del territorio y agua. Situación que se agrava con personas indígenas que

encaran procesos judiciales y sentencias de prisión sin apego a la ley y sin traductores litigantes.

24

Magdalena García, 12/03/15,
Revisar

Las demandas de las mujeres son menos respetadas, escuchadas y atendidas que las de los

hombres. Las denuncias por problemas ambientales que benefician a empresas nacionales y

trasnacionales sumaron 211 que afectan a 433 municipios de 21 entidades federativas (TPP,

2014).

Hay avances legislativos, programáticos e institucionales para atender derechos selectivos para la

igualdad y para la sustentabilidad y protección ante riesgos de desastres. Sin embargo, no son

ampliamente conocidas por servidores/as públicos/as ni por la ciudadanía, ni se cumplen ni se les

da seguimiento o evaluación, y la exigibilidad de los derechos humanos no es atendida por un

Estado mexicano adelgazado.

La recientes reforma estructural energética considera actividades de exploración y extracción de

hidrocarburos por encima de otras actividades de aprovechamiento de superficie y subsuelo

incluidas las áreas naturales protegidas, así puede haber servidumbre energética y extractiva con

ocupación temporal de ejidos y comunidades para empresas productivas del estado (como

Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad) y de capitales privados. Así la

afectación de la vida de las mujeres y hombres puede ser por tiempo indefinido.

México ratificó en 2005 el Marco de Acción de Hyogo, reducir vulnerabilidades y riesgos de

desastres y desarrollar sociedad resiliente. Menciona el compromiso de integrar la perspectiva de

género en planes y procesos de gestión del riesgo, sistemas de alertamientos tempranos,

educación y capacitación. Algunos elementos se han incluido en la Ley General de Protección Civil

pero sin perspectiva de género. La Ley de Cambio Climático no articula el enfoque de gestión

integral de riesgos de desastres ni la igualdad de género. En este marco hay propuestas de

investigadoras y defensoras ciudadanas en foros y declaratorias (COP-16 de 2010, CENAPRED)

pero no se retoman en el marco jurídico, programático, ni institucional.

La vigésima conferencia de las partes sobre cambio climático de la ONU (COP 20,2014) buscó un

nuevo acuerdo climático vinculante que renueve el protocolo de Kyoto finalizado en 2012, sin

lograr resoluciones consensadas. Las negociaciones oficiales multilaterales en la COP 20 en 2014

son consideradas como excluyentes por ser impulsadas por un sector empresarial corporativo y

financiero hegemónico de naciones como China, EEUU, India, la Unión Europea, Rusia y Brasil

que priorizan una seguridad climática con falsas soluciones tecnológicas, dejan fuera de ésta

negociación a millones de pequeños productores campesinos y un amplio movimiento social

popular global. Bosques naturales se incorporan al mercado como mercancía con el desalojo de

comunidades y pérdidas masivas de biodiversidad. La “agricultura climáticamente inteligente” o

Revolución Verde se fundamenta en semillas modificadas genéticamente, pesticidas y fertilizantes

25

artificiales, para una intensificación de la productividad, con la imposición de la dependencia de

nuevos productos biotecnológicos.

l) La niña

México, como otros países de la región, elaboran informes sobre la situación de la niñez sin

distinguir datos desagregados por sexo y por condición socioeconómica, situación que refleja en

parte la falta de atención a este grupo poblacional en específico.

El INEGI (2010) reporta que en la República Mexicana hay 39.2 millones de niñas, niños y

adolescentes y que de ellos, 21.4 millones es decir, casi el 54%, viven en pobreza. Entre éstos,

hay 5.1 millones que viven en condiciones de pobreza extrema. Casi 8 mil fallecen anualmente por

causas accidentales y violentas, más de 4,200 por enfermedades respiratorias; 3,500 mueren por

enfermedades infecciosas y parasitarias, mientras que 1,500 fallecen por enfermedades

nutricionales y metabólicas. 52

México no tiene un conteo actualizado de los niños y las niñas que están en instituciones de

custodia. El último estudio del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en la materia

está fechado en 2007, año en que se registraron 1.6 millones de menores huérfanos en el país, de

los cuales 703 mil vivían en albergues y de estos sólo 29 mil lo hacían en albergues públicos. En

2010, el INEGI computó 657 mil huérfanos en 753 casas hogar. Desde entonces los datos no

están actualizados.

En cuanto a la atención infantil en instituciones públicas y privadas, la ONU recomienda erradicar

cualquiera que albergue a más de 80 menores, al argumentar que no se puede gestionar

adecuadamente su atención. En México además de que no se cumple esta medida, el Estado sólo

destina menos del 2% de su presupuesto a la protección de la infancia53.

Las niñas, niños y adolescentes indígenas en México constituyen la población con mayores

carencias y con menor grado de cumplimiento de sus derechos fundamentales. Para lograr

mejorar el cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes indígenas se necesita

el compromiso de contar con datos estadísticos específicos por edad y pertenencia a grupo étnico

desagregados por sexo.

Hay carencia de programas específicos para promover el cumplimiento de la plataforma de acción

en esta población, y para la discriminación y prácticas culturales que perjudican a las niñas y que

52Revista México Social - Niñez mexicana, vulnerada .mexicosocial.org/.../84-niñez-mexicana-vulnerada.ht….53 Inversión pública en la infancia y la adolescencia en México. Versión actualizada 2008-2011. Pág. 17

26

se encuentran representadas en las diversidades de la pobreza, en el sesgo de prioridad, en el

acceso al ámbito educativo por incorporarse de manera temprana al trabajo doméstico y a las

tareas del cuidado hacia otros, en la distinción de la alimentación de niños y niñas —enfáticamente

en niñas con alguna discapacidad—, y en la ausencia de programas destinados a promover la

protección de los derechos de las niñas e intensificar la conciencia de sus necesidades y

potencialidades que puedan impactar en el desarrollo del ciclo vital en tránsito; es decir, en las

etapas biopsicosociales que atraviesan las niñas hacia su adultez en el ser mujeres.

Es imprescindible fomentar la conciencia social y en particular de las niñas respecto a su

participación social dentro y fuera de las familias para así motivar su proceso de autonomía,

empoderamiento y desarrollo humano que sirva para prevenir situaciones de violencias, abusos,

maltratos y discriminación en los ámbitos cotidianos de la vida de las niñas.

En tanto a la salud reproductiva y nutrición la distancia de los programas asistenciales por parte

del Estado generaliza los alcances en la atención a la niñez sin considerar la perspectiva de

género en sus acciones, invisibilizando así problemas sociales que demandan atención en carácter

inminente como el embarazo a temprana edad y las enfermedades de transmisión sexual, la

presencia de las niñas en las adicciones no solo las de consumos sino también —y en

consecuencia— las del vínculo tramposo de las nuevas tecnologías y la presencia de personas

que enganchan a las niñas para ser víctimas de trata y explotación sexual y laboral.

Al no existir políticas integrales a nivel nacional que promuevan la no discriminación hacia las

niñas, su autonomía y proceso de empoderamiento, los resultados esperados en este análisis

señalan que esta es la esfera en México que presenta menos avances dentro de la Plataforma de

Acción hacia Beijing+20.

Conclusiones

El Informe de México sobre la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de

2014, hace referencia a los avances cuantitativos, no cualitativos de las políticas públicas para la

igualdad de género. En ese contexto, los avances a nivel federal son los más visibles, pero en el

estatal hay disparidades en tanto que en el nivel municipal prácticamente no se puede hablar de

igualdad sustantiva. En ese nivel de gobierno, hay más resistencia para aplicar políticas públicas y

para cumplir con el marco normativo y programático.

La situación de pobreza, violencia, desigualdad y discriminación de las mujeres, también es más

evidente en ese nivel. La mayoría de los Bandos de Policía y Gobierno —el reglamento más

importante a nivel municipal— carece de perspectiva de género. Las brechas de desigualdad son

27

más abiertas en poblaciones como las indígenas, las rurales y en diversos sectores de población:

por edad, discapacidad y etnia.

Esta es, pues, nuestra mirada. Las feministas hemos dibujado nuevos escenarios: de diálogo, de

propuestas, de acuerdos y también de trabajo arduo y comprometido. Esto lo deben reconocer los

gobiernos y los hombres en el poder. Por eso, es importante la creación de una contraloría

ciudadana para el seguimiento y evaluación de las políticas públicas en materia de igualdad y para

la atención de todos los aspectos abordados por nuestras compañeras en cada una de las doce

esperas de especial preocupación.

Las feministas tenemos puesta la mira en el nuevo pacto mundial que habrá de conformarse a

través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como una puerta que fortalece la igualdad

sustantiva entre mujeres y hombres. Estas propuestas construidas, sin duda formarán parte de la

mesa de un diálogo nacional, con los gobiernos en todos sus niveles y poderes de la Unión.

PROPUESTAS

La fragilidad en materia legislativa requiere del fortalecimiento de los avances en este ámbito, a

través del desarrollo de su reglamentación; la disposición de recursos institucionales, financieros y

humanos suficientes para su difusión y aplicación; la previsión de sanciones ante su no

cumplimiento y la existencia de mecanismos ciudadanos de seguimiento y rendición de cuentas en

la forma de Observatorios o Contralorías Ciudadanas.

La debilidad presupuestal requiere de recursos alineados al principio de inmediatez para la agenda

de la igualdad y de progresividad con certeza para los derechos económicos, sociales culturales y

ambientales (Desc). Es preciso que los gobiernos definan el horizonte temporal en que lograrán

garantizar los Desc; sobre el derecho a la igualdad tiene la obligación de garantizarlo de manera

inmediata. Es posible realizar estrategias de transversalización presupuestal robustas, que

reorienten el gasto para cumplir con el acceso y disfrute de derechos humanos en condiciones de

igualdad de las mujeres y de la población en general. Las metodologías para ello están disponibles

y nosotras las conocemos.

En el desarrollo de indicadores de impacto se advierten ausencias y rezagos importantes.

Contribuirá a eliminar las ausencias la armonización de la Ley del Sistema Nacional de Información

al incluir la perspectiva de género en atención con los mandatos internacionales en la materia.

Para atender los rezagos están disponibles propuestas metodológicas de indicadores de derechos

humanos, como los que se ha presentado en este documento, los que pueden ser el centro del

diseño de los sistemas de seguimiento y evaluación de la política pública para la igualdad.

28

Levantamos la voz para exigir un cambio de modelo económico construido democráticamente con

la participación de todas y todos, que fortalezca el mercado interno, reconozca las enormes

riquezas del país garantizando la sustentabilidad y que éstas sean para las y los mexicanos, que

elimine la impunidad y la corrupción, fortalezca la transparencia, la rendición de cuentas y la

participación social, que se sustente en la paridad entre mujeres y hombres, y considere a los

múltiples grupos de mujeres en toda su diversidad de posición y condición.

Las propuestas resultados de esta revisión y de lo acordado en los Estados que realizaron informe

alterno, son las siguientes en el marco de lo que se requiere para la agenda Post 2015.

Al Comité de expertas de la ONU les pedimos medidas mundiales para:

Proponer cambios de modelo económico en el marco de los Objetivos de Desarrollo

Sostenible.

Rediseñar sistemas de evaluación de Convenciones, Plataformas internacionales y Sistemas de

Evaluación de Desempeño nacionales, utilizando indicadores de derechos humanos.

Instrumentar estrategias globales de capacitación para que las autoridades gubernamentales

apliquen presupuestos por resultados alineados al Derecho a la Igualdad.

Instaurar indicadores presupuestales de seguimiento y evaluación que se sustenten en el marco

de los derechos humanos, en los cuales se establezcan metas precisas para horizontes

temporales razonables, que se complementen con auditorías cualitativas de género.

Visibilizar en las políticas públicas a la multiplicidad de familias y múltiples grupos de mujeres

en toda su diversidad de posición y condición.

Instaurar un marco normativo que expresamente impida el desarrollo de actividades que

suscitan el calentamiento global, que dañan la vida de los seres vivos, como es la minería a

cielo abierto, el fracking, entre otros.

Al Comité de expertas de la ONU le pedimos considerar las siguientes propuestas al realizar

sus recomendaciones para el Estado Mexicano

Pedir al Estado Mexicano que documente y difunda los casos exitosos de estrategias

desarrolladas por los mecanismos de adelanto de las mujeres en estados y municipios, que el

gobierno federal pueda reportar y cuál es el impacto que se tuvo en el avance de la

disminución de brechas de género.

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Qué el Estado mexicano informe la forma en que garantizará que gobiernos de entidades

federativas y municipios desarrollen, apliquen, evalúen y den seguimiento a todos sus

programas, transversalizando la perspectiva de género, de acuerdo con el compromiso

establecido en el PND 2013-2018.

Instar al gobierno mexicano para que concluya los procesos de armonización legislativa, para

que en la Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos incorpore sanciones por el no

cumplimiento de la agenda de género, el derecho a la igualdad y el principio de la no

discriminación y para que realice la reforma con perspectiva de género de la Ley del Sistema

Nacional de Información Estadística y Geográfica.

o Para lograr sistemas integrales de información con perspectiva de género basados en

derechos. Sistemas robustos que midan feminicidio, desapariciones forzadas, trata,

conciliación trabajo-familias. Endireh y Enut trianuales.

Comprometer al gobierno mexicano para que incorpore los derechos humanos con

perspectiva de género en el proceso presupuestal en el marco de sus responsabilidades y

obligaciones de Estado, que incluya:

o La asignación de recursos suficientes para la gestión de los MAM en las entidades

federativas y la creación de la totalidad de los MAM municipales.

o El compromiso vinculante para la creación y operación de Observatorios y Contralorías

Ciudadanas para la transparencia y rendición de cuentas de la política de igualdad entre

mujeres y hombres, a los que destine recursos suficientes en consideración al derecho de

las organizaciones civiles de acceder a los recursos que provienen de los impuestos

aportados por la ciudadanía.

Realizar estrategias efectivas de cambio en la cultura patriarcal y en la cultura institucional:

o Instaurar programas de cultura institucional y capacitación, incluyendo la diversidad de la

población y las familias.

o Instaurar programas de cultura Institucional y capacitación que sean parte de la

certificación obligatoria y de calidad de las y los servidores públicos, instrumentado en el

marco del Servicio Civil de Carrera.

o Incorporar, en todos los niveles de la currícula educativa, los derechos humanos y la

perspectiva de género.

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