INDUSTRIALIZACION POR SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES
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INTRODUCCIÓN
La llamada Industrialización por Sustitución de Importaciones muchas veces
conocida por sus siglas, ISI, es una estrategia acogida en el territorio
latinoamericano y en otros lugares en desarrollo luego de la segunda guerra
mundial.
Esta teoría está vinculada al desarrollismo y busca consecuencias similares al
mercantilismo. El objetivo de la misma era hacer frente a la posguerra
combatiéndola con la industrialización. Y se llevaría a cabo mediante dos etapas.
En la primera, se basaba en promover inversiones para la producción de
bienes de consumo masivo de menos complejidad tecnológica. Mediante ello, una
vez consolidada esta etapa, se pasaría a la segunda, donde se produciría bienes
de mayor complejidad y bienes de capital. Era, sin duda, una estrategia
de nacionalismo económico.
Lamentablemente, en los países donde fue aplicado este sistema, no tuvo un final
próspero. Las balanzas de pagos no mejoraron, ya que aumentó la importación de
materias primas y bienes de capital para la producción; y la exportación resultó
escasa dado los estrechos mercados azotados por la posguerra.
De todas formas, pese a que no se obtuvo el resultado esperado, en muchos
países se logró desarrollar una base firme en la industria siderúrgica,
petroquímica, química, plástica, farmacéutica, etc. Asimismo, bienes de capital
como la industria de maquinaria agrícola permitió el desarrollo de una nueva
oleada de exportación de alimentos y materias primas; los cuales contrastaron la
derrota de la ISI.
Así se entiende por Industrialización por Sustitución de Importaciones también por
sus siglas, ISI, o como Modelo ISI, e invariablemente debe entenderse como una
estrategia o modelo económico propio de Latinoamérica el territorio y en países en
vías de desarrollo tras la Segunda Guerra Mundial.
Como expusimos arriba el origen del modelo ISI está asociada con la corriente de
pensamiento económico conocida bajo el nombre de estructuralismo o
desarrollismo, incluyendo la teoría de la dependencia, y que trata de explicar, que
los países ricos de una forma u otra tienden a explotar a los países pobres
haciendo que las relaciones económicas internacionales terminen perjudicando a
los países pobres.
Dando lugar a la creación en Latinoamérica la reconocida Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), esta comisión planteaba la teoría de que
existe una tendencia al deterioro en los intercambios de los países en desarrollo -
productores de bienes primarios- dicho deterioro se debía a las características del
progreso tecnológico y condiciones socioeconómicas en países ricos y en los
países pobres del sistema capitalista mundial.
Una de las consecuencias se da cuando el progreso técnico pasa a remplazar a
los productos primarios por productos manufacturados, originando la caída en la
demanda de productos primarios además de la caída en sus precios.
Mientras que otro tipo de progreso técnico influye haciendo que el producto final
precise de menos productos primarios.
Se produce una relación de elasticidad-ingreso en la demanda por alimentos que
se reduce siendo inferior respecto a la unidad en países avanzados, como
consecuencia el crecimiento del ingreso trae un crecimiento por debajo del
proporcional en cuanto a su demanda.
Como último dato a conocer, es que los países considerados avanzados
mantienen como política proteccionista sobre los bienes primarios el cobro de una
serie de aranceles, cuotas y subsidios al comercio internacional.
CONCEPTO
ISI (Industrialización por Sustitución de Importaciones)
La industrialización por sustitución de importaciones (ISI) es una política
económica basada en la premisa de que un país en vías de desarrollo debe
intentar sustituir productos que importa, por sustitutos fabricados localmente.
Pilares de la ISI:
Política industrial activa: subsidios y dirección por el estado.
Barreras: altos aranceles de importación.
Política monetaria: tipo de cambio elevado.
EL DESEMPEÑO DE LA INDUSTRIA PERUANA 1950-1995:
DEL PROTECCIONISMO A LA RESTAURACIÓN LIBERAL
Este trabajo describe y caracteriza el desempeño de la industria peruana y del
comercio exterior de manufacturas, durante los períodos 1950-1990 y 1990-1996.
Estos períodos cubren los años de apogeo del modelo industrialista basado en la
sustitución de importaciones, iniciado formalmente en 1959, el largo período de
estancamiento económico de 1975-1990, y los seis años recientes de
liberalización y desregulación de la economía.
Esta descripción y caracterización se realiza destacando la diferencia que el
desempeño industrial tiene en el contexto de apertura, respecto del que registra en
el período de auge y declinación del proceso sustitutivo. Particular atención se
presta a los efectos de las reformas liberales de los 90 sobre el comercio exterior
manufacturero y su competitividad en los mercados internacionales.
Se inicia con una sección en la que, de modo general, se examina el
comportamiento de la industria y el carácter de la sustitución de importaciones
llevada a cabo durante el período comprendido entre 1950 y 1975, al mismo
tiempo que se intenta una explicación de sus límites y declinación como origen de
la crisis prolongada de 1976-1990. Los años 1950 a 1975 cubren, en realidad, dos
períodos. El primero corresponde a los últimos años del modelo primero
exportador y formalmente termina en 1959 con la promulgación de la Ley de
Promoción Industrial. Y, el segundo corresponde al dominio de la industrialización
por sustitución de importaciones que cubre los tres lustros posteriores a 1959
hasta 1975. En la tercera sección se compara el desempeño de la industria
durante el período 1950-1975, que hemos denominado de Golden Age del
crecimiento económico, con el observado durante la restauración liberal de 1990-
1995. Este período incluye los años 50 de crisis del modelo primario exportador,
pues registran esfuerzos de industrialización (aunque dominados por las políticas
liberales) que dan lugar a altas tasas de crecimiento del producto manufacturero y
a una desaceleración de la producción industrial primaria. Se examinan los
cambios en la composición del valor agregado, el comportamiento de la balanza
comercial de manufacturas, las causas del crecimiento de las importaciones, el
comportamiento de la inversión, y la evolución del empleo, los salarios y la
productividad. El trabajo termina con una sección donde se evalúa los efectos de
la apertura sobre la competitividad del sector, tanto por el lado de la demanda
como por el lado del costo de los insumos.
La industrialización en el Perú, como en la América Latina, comienza en los años
de decadencia del liberalismo económico que cobijó al modelo primario
exportador. Por su dependencia al capital y demanda extranjeros, este modelo
mostró ser incapaz de promover la modernización y el desarrollo industrial de
nuestros países.
En los años 50, en plena crisis del modelo primario-exportador, se desarrolla un
consenso a partir del pensamiento de la CEPAL, institución de las Naciones
Unidas creada en 1949 y que prestó asesoramiento a los gobiernos de la región
durante aproximadamente tres décadas. Según este consenso, el modelo primario
exportador, prohijado bajo el esquema del libre mercado, no podía resolver los
desajustes estructurales básicos de nuestras economías, porque era incapaz no
sólo de generar un adecuado aprovechamiento de sus recursos, sino también de
producir una asignación de los mismos que asegure el crecimiento sostenido y un
desarrollo socialmente aceptable.
La solución, según el consenso Cepalino, consistía en transformar radicalmente el
modelo primario-exportador y, por lo tanto, el papel de productores de materias
primas que desempeñaban nuestros países en el sistema económico
internacional, creando las posibilidades de industrialización y modernización
endógenas.
Para emprender esta tarea, los Cepalinos, al igual que los keynesianos de los
países avanzados, no contraponían en absoluto el Estado al Mercado. Eran, sin
embargo, mucho más optimistas que los keynesianos respecto al papel del
Estado, porque sostenían que, a diferencia del mercado, este sí era capaz de
generar una asignación de recursos compatible con el desarrollo nacional.
La concepción Cepalina de un Estado Desarrollista, más que de un Estado del
Bienestar, encargado de impulsar la industrialización y, por lo tanto, el desarrollo
social y político, es consistente con su optimismo respecto al papel del Estado y su
pesimismo respecto al papel del libre mercado. Por lo demás, este último había
producido, durante el modelo primario exportador, una asignación de recursos
contraria al desarrollo. Los Cepalinos sostenían, no obstante, la necesidad de la
expansión y diversificación del mercado para potenciar el proceso de
industrialización.
Como veremos más adelante, la aplicación de este consenso en la sustitución de
importaciones llevada a cabo en el Perú, fue espúrea. Desde el punto de vista del
crecimiento económico generó un período de Golden Age durante 1950-1975,
pero luego derivó en un largo período de crisis, de 1976 a 1990, caracterizada por
el estancamiento del PBI, la volatilidad de sus variaciones y el creciente
estrangulamiento externo. Esta crisis se agudiza hasta comprometer la estabilidad
social y política del país, luego de la última reactivación del modelo sustitutivo
efectuado durante 1985-1987 en un contexto caracterizado por la urgencia de
generar superávit comerciales debido a la crisis de la deuda externa y la
contracción del crédito internacional.
EN BUSCA DE UNA ALTERNATIVA PARA EL DESARROLLO: (Diario la
Primera)
DESIGUALDAD
En los últimos 10 años la tasa de crecimiento del PBI del Perú ha sido el doble del
promedio de América Latina y la pobreza ha descendido en más de 15 puntos. Sin
embargo, el milagro peruano convive con una alta desigualdad. Así, en el periodo
2002-2010, mientras el PBI per cápita en términos reales se elevó en 50 por
ciento, el salario real del sector privado subió en solo 9 por ciento y los sueldos en
el sector público se redujeron en 3 por ciento.
El Perú en su historia económica moderna ha aplicado dos modelos de desarrollo
económico: el modelo de Industrialización por Substitución de Importaciones (ISI)
y el modelo neoliberal.
La ISI no recorrió todas las etapas de su desarrollo como en otros países. Se
efectuó contradictoriamente y en diferentes variantes con marchas y
contramarchas que se produjeron por las particularidades socioeconómicas y la
lucha por el poder en Perú.
Uno de los grandes obstáculos en el proceso de la aplicación de la ISI fue que la
oligarquía agraria, comercial y financiera permaneció en el poder hasta el fin de
los años 60. La nueva burguesía industrial sobre todo en el sector pesquero y
metalúrgico, recientemente nacida de este proceso, no tuvo suficiente poder para
imponerse frente a la oligarquía agraria, comercial y financiera.
El gobierno militar de Velasco Alvarado continuó con la estrategia de
Industrialización por sustitución de Importaciones. Protegió y subvencionó a la
industria nacional manufacturera. Y a pesar de los cambios estructurales que
fueron realizados, esta estrategia fracasó. El país no alcanzó a romper la
dependencia. A pesar del aumento de la exportación no tradicional, el país no
cambió su papel como productor de materias primas. La importación de insumos
para la industria aumentó y causó un empeoramiento de la balanza comercial.
Una de la diferencias substanciales de la ISI y del modelo neoliberal, es el rol que
se le da al Estado. Durante los militares llegó a su más alta expresión, el
porcentaje del sector estatal en el PBI creció de los 13% a los 23%. El
neoliberalismo ha reducido significativamente este porcentaje.
Los giros al neoliberalismo
Morales Bermúdez realizó un giro en la estrategia de los militares hacia una lenta
transición al modelo neoliberal a través de la aceptación poco a poco de los
programas de estabilización del FMI. Durante el segundo gobierno de Belaunde,
esta transición continuó lenta y contradictoriamente, sobre todo a causa de la
fuerte resistencia por parte de los sectores y grupos sociales que habían crecido y
fortalecido durante el gobierno de Velasco y de la presión por parte de los
industriales nacionales y los nuevos Grupos de Poder Económico, que se habían
fortalecido por medio del proteccionismo de los militares. Por estas razones
Belaunde se vio obligado a dar un giro de vuelta al proteccionismo.
El Banco mundial en ese entonces exigía para tener éxito en la liberalización
cambios en los fundamentos institucionales del país, en la orientación de la
política, por ejemplo la derogación de la protección contra el despido. Julio Noques
del Banco mundial afirmaba que “la dedicación política del gobierno de Belaunde
nunca fue de fuerza consecuente para una política liberal”.
Así, el primer intento de la aplicación del modelo neoliberal fracasó y se realizó
medianamente.
La vuelta a la ISI y su agotamiento
En los primeros dos años del gobierno de Alan García se realiza una política
heterodoxa que se distingue del modelo neoliberal. De hecho, ésta fue la
continuación del proteccionismo ya introducido por Belaunde y la vuelta a la ISI.
Por primera vez en la historia de Perú, se formó una alianza gubernamental con
los Grupos de Poder Económico (GPE), que substituyeron a la oligarquía antigua
como centro del poder económico. Alan García realizó una política basaba en la
protección y subvención de éstos.
Los Grupos de Poder Económico (GPE), sin embargo, después de dos años de
buenas ganancias “traicionaron” o sea no correspondieron a las expectativas de
Alan García, actuaron con su propia lógica invirtiendo sus beneficios sobre todo en
prácticas especulativas dentro y fuera del país, tomando parte en especulaciones
de tipo de cambio, usando el dólar barato para el almacenaje excesivo y
fomentando la evasión de capitales (es estimada a 4,5 mil millones de dólares
entre 1986 y 1987). Siguieron aprovechando al máximo su capacidad instalada,
sin que apoyaran los nuevos proyectos de inversión.
Aislado, sin apoyo popular y sin recursos financieros Alan García debió aceptar
sucesivamente la política de estabilización del FMI y de nuevo negociar la deuda
externa. Después de dos años de gobierno, la ISI se agotó y no sirvió para nada.
El Estado no pudo seguir subvencionando el crecimiento de los GPE ni pagando
un crecimiento industrial deformado e ineficiente. Las empresas estatales más
importantes fueron descapitalizadas. La reducción de los ingresos fiscales, las
subvenciones al sector privado, los gastos para la adquisición de armamentos así
como la amortización de la deuda externa, contribuyeron al enorme aumento al
déficit presupuestario.
Todo eso y mucho más llevó a un proceso sin igual hiperinflacionario que llegó al
1000 % en 1988. Sucedió una recesión y una caída drástica del PIB, aumentaron
el Desempleo y subempleo, y el salario real se redujo notablemente. El Perú se vió
sumergido en la crisis más profunda y catastrófica de su historia moderna.
Neoliberalismo a fondo con el FMI
Así se acabó del todo la forma de acumulación y el tipo de estructura de
producción basada en el proteccionismo y subvencionismo. Se necesitaba una
nueva estrategia de desarrollo que fuera capaz de realizar una transformación
estructural, ya que la crisis no podía ser solucionada por medio de meros cambios
en las redistribuciones.
En medio de una situación internacional marcada por la crisis y el fracaso del
modelo del “socialismo real”, se hizo menos probable la transición a un modelo
distinto a la ISI y al modelo neoliberal. El agotamiento de la ISI, el fracaso del
“socialismo real” y la divulgación mundial del neoliberalismo hicieron posible que
se solidificaran las tendencias neoliberales, y que sus recetas fueran retomadas.
Los GPE se adaptaron a las nuevas condiciones y negociaron con Fujimori las
condiciones de la transición al un nuevo modelo. Dada su diversificación y poder,
estaban mejor preparados para la transición a un modelo basado en la exportación
tradicional y no tradicional.
Bajo estas condiciones Fujimori decidió aplicar un programa de estabilización y
ajuste estructural de acuerdo con las exigencias del FMI que se basó
esencialmente y entre otras medidas en un descomunal e inhumano aumento de
los precios al consumidor. El objetivo del programa de estabilización fue reducir la
inflación a base de la reducción de la demanda. Los grandes perdedores de estas
medidas fueron los asalariados, sobre todo los de la administración pública.
Como resultado de la aplicación del Shock se logró reducir y controlar la inflación
con un costo social muy alto. Después del Shock se liberalizó la economía entera
a través de: la apertura comercial, La Libertad de exportar e importar capital, La
Libertad de transferir ganancias y la abolición de controles estatales, abolición de
los monopolios estatales y la venta y “remate” de las empresas públicas. También
se liberalizó el mercado del trabajo y la reaperturó el mercado de tierras.
Los cambios institucionales exigidos por las organizaciones financieras
internacionales para su realización exitosa fueron alcanzados a través del
establecimiento de una nueva Constitución de carácter neoliberal y con el
establecimiento de una dictadura al ser derogado el Congreso.
Las reservas internacionales fueron recuperadas sobre todo en base al proceso de
privatización sin precedentes en la historia moderna peruana. Proceso impregnado
de actos de corrupción que favoreció al sector privado nacional y extranjero.
Fujimori vendió más de cien empresas estatales por un valor de 11 mil millones de
dólares. Se calcula que más o menos el precio era el Triple. Utilizó los ingresos
por venta de empresas estatales para su política de clientelismo, compras a
sobreprecio, comisiones y otros que están todavía por aclararse. De tal manera
que en el momento que Fujimori se retiró del poder solo quedaban en los fondos
de reserva por privatización 500 millones de dólares.
El proceso de privatización tuvo como objetivo incentivar el aumento de la
inversión privada nacional y extranjera. Lo que relativamente se logró sobre todo
en el sector de producción de materias primas como los minerales. Y reducir a lo
más mínimo el papel económico del Estado.
El proceso de implementación del modelo neoliberal a la peruana, en su variante
criolla Fujimorista, durante su dos gobiernos, estuvo impregnada imborrablemente
de una escandalosa corrupción y violación de los derechos humanos y
ciudadanos. Ésta es la peculiaridad de la aplicación del Modelo neoliberal en el
Perú.
Tanto Toledo como Alan García continuaron con la aplicación de este modelo
económico con algunas variaciones insustanciales, sin ninguna contramarcha o
contrarreforma (o sea se aplicó más de 20 años ininterrumpidamente). Lo que que
le ha dado continuidad y estabilidad a su aplicación. Ambos gobiernos se han visto
favorecidos por los buenos precios en el mercado mundial de las materias primas
que el Perú exporta debido a la su creciente demanda a nivel mundial.
El modelo neoliberal ha tocado sus límites
Ni la Industrialización por Substitución de Importaciones (ISI), ni el modelo
neoliberal han cambiado la estructura productiva peruana. El país sigue siendo un
país productor de materias primas y sus ingresos provienen fundamentalmente de
su exportación. Los GPE nacionales y extranjeros que controlan la producción de
estos productos han sido los ganadores de la implementación de este modelo. Sin
embargo, millones de peruanos no se han beneficiado del crecimiento económico
basado en la producción y exportación de materias primas. Es aquí donde el
modelo ha tocado sus límites y por eso fundamentalmente cuestionado. La
privatización va tocando también sus límites. Privatizar para estimular la inversión
privada y para obtener reservas, se hace cada vez más difícil porque casi ya se ha
vendido todo lo que le pertenecía al Estado. Solo queda el agua, el aire, los
bosques y otros, que pertenecen a todos los peruanos y que no fácilmente serán
privatizados. Si bien es cierto que no hay crisis económica porque hay crecimiento
económico. El modelo ha provocado una crisis moral y de desconfianza en la
sociedad peruana, causada por el virus de la corrupción inherente al modelo
neoliberal Fujimorista. Además, hay conflictos sociales, debido a la injusta
distribución de la riqueza, que pueden concluir en una crisis social. A nivel
internacional el modelo ha tocado también sus límites con la explosión de la crisis
financiera internacional y la actual crisis de endeudamiento de muchos países
desarrollados y viene siendo cada vez más criticado.
Entonces hay condiciones objetivas nacionales e internacionales para el cambio o
modificación del modelo neoliberal. La alternativa al modelo neoliberal de los
Fujimori debe basarse en las experiencias tanto positivas como negativas de la
aplicación de la ISI y del modelo neoliberal y al mismo tiempo tiene que ser
diferente a los dos. Un modelo que permita una más justa distribución de la
riqueza. Este modelo tiene que redefinir la relación entre mercado y Estado. Tiene
que optimizar, de una forma dinámica y no dogmática, esta relación de acuerdo a
las necesidades de la consolidación de la nación peruana. Se trata de incluir a
millones de peruanos marginados a los diferentes mercados (de trabajo, consumo,
crediticio, etc). No se trata aquí de rechazar el mercado sino de utilizarlo para el
desarrollo de la nación. Y fortalecer la presencia del Estado para solucionar los
problemas que no puede solucionar el mercado. Este modelo a largo plazo tiene
que cambiar la estructura de producción del país porque seguimos siendo país
productor de materias primas. Se trata también de garantizar la continuidad del
crecimiento económico que le de estabilidad a la aplicación de la nueva Estrategia.
Y esto es lo que propone Ollanta Humala.
La propuesta de Keiko Fujimori es en escencia el continuismo del modelo
neoliberal impregnado de corrupción.
La realización de la nueva estrategia no será nada fácil debido a la resistencia,
fuerza y poder de los GPE, los cuales más que otros se han beneficiado en estos
últimos 20 años de la aplicación de este modelo, pero como muestra la historia
actúan pragmáticamente. Además hay una mafia que actúa en la obscuridad, que
no ha sido completamente destruida, que dispone de recursos considerables, que
busque el triunfo del Fujimorismo y que se enfrentara antes y después de las
elecciones a la alternativa democrática amplia de Ollanta Humala.
Solo un frente democrático amplio, respaldado por la mayoría del pueblo podrá
imponerse frente a la estrategia Fujimorista.