Indice - New Paltz
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Indice
Introducción............................................................................................. 1 • Esquema del trabajo. ............................................................................................... 3
• Bibliografía ............................................................................................................. 5
Capítulo 1: Dislocaciones
• I. Breve historia de las dislocaciones. ................................................................ 14
• II. Breve teoría de las dislocaciones. .................................................................... 15
• III. Modelos de dislocaciones mediante sistemas de reacción-difusión. ............... 17
• IV. El modelo de Walgraef-Aifantis. ..................................................................... 19
• V. El sistema de ecuaciones (P) considerado en éste trabajo. .............................. 20 • Bibliografía del capítulo 1. .................................................................................... 21
Capítulo 2: Existencia
• I. Existencia local, caso general. ......................................................................... 23 • II. Existencia local. Caso m = 2. ........................................................................... 28
• III. Existencia global. ............................................................................................. 30
• IV. Aplicación al problema (P). ............................................................................. 31
• Bibliografía del capítulo 2. .................................................................................... 35
1
Capítulo 3: Estabilidad de las soluciones estacionarias • I. Teoría general. ................................................................................................. 38
• II. Aplicación al problema (P). ............................................................................. 42
• III. Ejemplo. ........................................................................................................... 54
• Bibliografía del capítulo 3 .................................................................................... 56
Capítulo 4: Regiones invariantes • I. Teoría general. ................................................................................................. 59
• II. Aplicación al problema (P). ............................................................................. 63
• III. Ejemplo. ........................................................................................................... 76
• Bibliografía del capítulo 4 .................................................................................... 77
Capítulo 5: Comportamiento asintótico • I. Teoría general. ................................................................................................. 78
• II. Aplicación al problema (P)............................................................................... 85
• III. Ejemplo. ........................................................................................................... 89
• Bibliografía del capítulo 5. .................................................................................... 90
Conclusión ................................................................................................... 93
Bibliografía general ..................................................................................... 96
2
Introducción
Modelar y analizar la dinámica de reacciones químicas por medio de ecuaciones
diferenciales es una de las principales preocupaciones de la Ingeniería Química.
Estos modelos químicos usualmente toman la forma de sistemas de ecuaciones
parabólicas no lineales llamados sistemas de reacción-difusión. El entusiasmo por
estos sistemas es compartido por gran parte de la comunidad matemática y han
motivado muchos resultados matemáticos interesantes.
El ingrediente principal de estos sistema son ecuaciones de la forma
tu
∂∂
= D∆u + F(u)
donde u es un vector n-dimensional (cada componente representa una medida de
una de las cantidades que participan en el proceso de difusión), D es una matriz y ∆
es el operador de Laplace en coordenadas espaciales. La función vectorial F describe
las reacciones e interacciones.
Para dar algunos ejemplos comunes de sistemas de reacción-difusión en
aplicaciones, podemos mencionar la Dinámica de reactores nucleares (Kastenberg y
Chambré 1968, Rumble y Kastenberg 1972, Mottoni y Tesei 1979), Reacciones
químicas en medios distribuidos y teoría de la combustión (Ebel 1983), Interacciones
ecológicas en poblaciones distribuidas espacialmente (Alikakos 1979, Conway y
Smoller 1977, Mimura y Murray 1979, Rothe 1983), Modelos de morfogénesis
(Maginu 1975, Meihardt y Gierer 1980, Rothe 1979), Propagación de impulsos
nerviosos (Schwan 1969), Modelos en neurofisiología (U. an der Heiden, 1980), y
Genética de poblaciones (Fisher 1937, Peletier 1977, Rothe 1980).
3
Sistemas de reacción-difusión pueden dar lugar a un número de interesantes
fenómenos como comportamiento asintótico, múltiples estados estacionarios,
estructuras espaciales, pulsos o frentes móviles y oscilaciones.
El estudio de estos fenómenos necesita una variedad de métodos diferentes
provenientes de muchas areas matemáticas como, por ejemplo, análisis numérico,
bifurcación y teoría de la estabilidad, teoría de semigrupos, perturbaciones singulares,
espacio de fases, métodos topológicos y muchos otros.
Cuando están situados suficientemente lejos del equilibrio, sistemas físicos,
químicos o biológicos presentan diferentes tipos de transiciones concluyendo en
estados altamente ordenados con estructuras espaciales o temporales sobre medidas
macroscópicas y escalas temporales. Porque y como este comportamiento ocurre en
sistemas con dinámica no lineal compleja ha sido un desafio para investigadores
teóricos y experimentales.
Ejemplos famosos como las inestabilidades de Rayleigh-Benard o Taylor- Couette
son ahora clásicos en el campo de la hidrodinámica, como así también oscilaciones
químicas y sus ondas espirales asociadas con reacciones como en la conocida reacción
de Belusov-Zhabotinskii (1981). Estructuras de tipo mosaico fueron observadas en
otros sistemas químicos, bioquímicos y fotoquímicos (Walgraef, Dewel y Borckmans,
1984).
La competición entre diferentes tipos de estructuras espaciales ha sido observada
en cristales líquidos (Salan y Guyon, 1983), así también como el rol que los defectos
estructurales producen en las propiedades macroscópicas de cuerpos degradados
(Aifantis, 1984). La formación de redes en materiales irradiados y de
microestructuras de dislocaciones relacionadas con fatiga de materiales, han sido
asociados con inestabilidaes dinámicas (Walgraef y Aifantis, 1985).
Con un específico sistema de reacción-difusión, uno desea generalmente encontrar
una solución que cumpla ciertas condiciones adicionales, o determinar propiedades
4
cualitativas compartidas por muchas soluciones. Si para el investigador es importante
únicamente el comportamiento del sistema en un tiempo muy lejano, entonces el
concepto de estado asintótico adquiere importancia. El estado asintótico de una
solución muestra su comportamiento final, mientras ignora efectos de transición
intermedios.
Este estado asintótico puede ser definido como una colección de soluciones, todas
aproximándose a la misma solución cuando t → ∞. Si hay presentes simetrías en el
sistema de reacción-difusión considerado, una clase completa de soluciones puede ser
generada por una específica solución dada, mediante un apropiado grupo de
transformaciones [F].
La teoría y aplicación de los sistemas de reacción-difusión es muy abarcativa. En
este trabajo, se intenta dar unos pocos pasos en lo desconocido, centradose en un
particular sistema de ecuaciones que modela dislocaciones en materiales.
• Esquema del trabajo
En cada capítulo se presentan resultados para un sistema de ecuaciones de reacción-
difusión en general y se aplican al modelo.
Capítulo 1 – Dislocaciones
Breve descripción del concepto de dislocación, su origen, los modelos de
dislocaciones mediante sistemas de reacción-difusión y en particular el modelo de
Walgraef-Aifantis sobre el que se basa esta tesis.
5
Capítulo 2 – Existencia
Teoremas de existencia local para un sistema arbitrario, de existencia local para un
sistema de dos ecuaciones y de existencia global para un sistema de dos ecuaciones
con término no-lineal acotado por una función de forma polinómica.
Capítulo 3 – Estabilidad de soluciones estacionarias
Definición de estabilidad para soluciones del sistema estacionario (sin el término de la
derivada temporal), teoremas de estabilidad de la solución constante (caso particular
de solución estacionaria) para el sistema linearizado y su relación con el sistema
original.
Capítulo 4 – Regiones invariantes
Teorema de existencia de rectángulos invariantes para sistemas de reacción-difusión y
construcción de los mismos para el modelo.
Capítulo 5 – Comportamiento asintótico
Condiciones de convergencia de la solución u(x, t) de un sistema hacia su “promedio”
( ΩΩ
dx)t,x(u1
) y existencia de soluciones estacionarias no-constantes dentro de una
región invariante.
Conclusión
Breve resumen de los resultados obtenidos en el trabajo.
La bibliografía adicional en cada capítulo, relacionada con el tema presentado,
servirá para ampliar lo expuesto.
6
Bibliografía
• Bifurcación
D. Armbruster and G. Dangelmayr: “Coupled stationary bifurcations in non-flux
boundary value problems”, Math. Proc. Camb. Phil. Soc., Vol. 101, 1987, Pág. 167-
192.
J. M. Greenberg, B. D. Hassard and S. P. Hastings: “Pattern formation and
periodic structures in systems modeled by reaction-diffusion equations” Bulletin of
the American mathematical Society, Vol. 84, No 6, November 1978, Pág. 1296-1326.
N. Kopell and L. N. Howard: “Bifurcations and trajectories joining critical points”,
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Yoshiki Kuramoto: “Diffusion-induced chaos in reaction systems”, Supplement of
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R. Lefever, M. H.-Kaufman and J. W. Turner: “Dissipative structures in a soluble
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H. G. Othmer: “Current problems in pattern formation”, Lectures on Mathematics
in the Life Sciences, Vol. 9, 1977, Pág. 57-85.
D. Walgraef: “Spatio-temporal organization in reaction-diffusion systems”,
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7
• Métodos numéricos
S. Carl: “A monotone iterative scheme for nonlinear reaction-diffusion systems
having nonmonotone reaction terms”, Journal of Mathematical Analysis and
Applications, Vol. 134, No 1, August 1988, Pág. 81-93.
Jagdish Chandra, Francis G. Dressel, and Paul Dennis Norman: “A monotone
method for a system of nonlinear parabolic differential equations”, Proceedings of the
Royal Society of Edinburgh, Vol. 87A, Pág. 209-217, 1981.
Rudolf Gorenflo: “Monotonic difference schemes for weakly coupled systems of
parabolic differential equations”, Lecture Notes in Mathematics, Vol. 109, 1969, Pág.
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Rudolf Gorenflo: “On difference schemes for parabolic differential equations with
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57-69.
Rudolf Gorenflo: “Analysis of parabolic differences schemes by Gerschgorin’s
method”, Annales Polonici Mathematici, XLII, 1983, Pág. 83-91.
David Hoff and Joel Smoller: “Error bounds for finite-difference approximations
for a class of nonlinear parabolic systems”, Mathematics of Computation, Vol. 45,
No 171, July 1985, Pág. 35-49.
David Hoff: “Stability and convergence of finite difference methods for systems of
nonlinear reaction-diffusion equations”, SIAM J. Numer. Math., Vol. 15, No 6,
December 1978, Pág. 1161-1177.
8
Joseph W. Jerome: “Fully discrete stability and invariant rectangular regions for
reaction-diffusion systems”, SIAM J. Numer. Anal., Vol. 21, No 6, December 1984,
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Joseph W. Jerome: “Convection-dominated nonlinear systems: Analysis of the
Douglas-Russell transport-diffusion algorithm based on approximate characteristics
and invariant regions”, SIAM J. Numer. Anal., Vol. 25, No 4, August 1988, Pág. 815-
836.
J. Ka cur: “Solution to strongly nonlinear parabolic problems by a linear
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C. V. Pao: “Numerical methods for semilinear parabolic equations”, SIAM J.
Numer. Anal., Vol. 24, No 1, February 1987, Pág. 24-35.
Marián Slodicka: “On a numerical approach to nonlinear degenerate parabolic
problems”, Comenius University. Faculty of mathematics and Physics. Mathematics,
Preprint No M6-92, November 1992.
• Oscilaciones
S. P. Hastings and J. D. Murray: “The existence of oscillatory solutions in the
Field-Noyes model for the Belusov-Zhabotinskii reaction”, SIAM J. Appl. Math., Vol
28, No 3, May 1975, Pág. 678-688.
9
P. J. McKenna and W. Walter: “Nonlinear oscillations in a suspension bridge”,
Archive for Rational Mechanics and Analysis, Vol. 98, No 2, 1987, Pág. 167-177
R. M. Miura: “A nonlinear WKB method and slowly-modulated oscillations in
nonlinear diffusion processes”, Studies in Applied Mathematics, Vol. 64, Pág. 155-
170, 1981.
• Principio del máximo
Chris Cosner and Philip W. Schaefer: “On the development of functionals which
satisfy a maximum principle”, Applicable Analysis, Vol. 26, 1987, Pág. 45-60.
Chris Cosner: “A maximum principle for weakly coupled systems of second order
partial differential equations with nonnegative characteristic form”, Rocky Mountain
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• Sistemas λλλλ-ωωωω
M. R. Duffy, N. F. Britton and J. D. Murray: “Spiral wave solutions of practical
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8-13.
J. M. Greenberg: “Axi-symmetric, time-periodic solutions of reaction-diffusion
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10
J. M. Greenberg: “Spiral waves for λ-ω systems”, SIAM J. Appl. Math., Vol. 39,
No 2, October 1980, Pág. 301-309.
N. Kopell and L. N. Howard: “Target patterns and horseshoes from a perturbed
central-force problem: Some temporally periodic solutions to reaction-diffusion
equations”, Studies in Applied Mathematics, Vol. 64, Pág. 1-56, 1981.
Jonathan A. Sherratt: “Unstable wavetrains and chaotic wakes in reaction-
diffusion systems of λ-ω type”, Phisyca D, Vol. 82, 1995, Pág. 165-179.
Jonathan A. Sherratt: “Irregular wakes in reaction-diffusion waves”, Phisyca D,
Vol. 70, 1994, Pág. 370-382.
Jonathan A. Sherratt: “Oscillatory and chaotic wakes behind moving boundaries in
reaction-diffusion systems”, Dynamics and Stability of Systems, Vol. 11, No 4, 1996,
Pág. 303-324.
Jonathan A. Sherratt: “On the evolution of periodic plane waves in reaction-
diffusion systems of λ-ω type”, SIAM J. Appl. Math., Vol. 54, No 5, October 1994,
Pág. 1374-1385.
Joseph Paullet, Bard Ermentrout and William Troy: “The existence of spiral waves
in an oscillatory reaction-diffusion system”, SIAM J. Appl. Math., Vol. 54, No 5, Pág.
1386-1401, October 1994.
11
• Sistemas predador-presa
S. Roy Choudhury: “Turing instability in competition models with delay I: Linear
theory”, SIAM J. Appl. Math., Vol. 54, No 5, Pág. 1425-1450, October 1994.
S. Roy Choudhury: “Analysis of spatial structure in a predator-prey model with
delay II: Nonlinear theory”, SIAM J. Appl. Math., Vol. 54, No 5, Pág. 1451-1467,
October 1994.
J. M. Cushing: “Periodic time-dependent predator-prey systems”, SIAM J. Appl.
Math., Vol. 32, No 1, January 1977, Pág. 82-95.
S. R. Dunbar K. P. Rybakowski and K. Schmitt: “Persistence in models of
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R. Gardner and C. K. R. T. Jones: “Stability of travelling wave solutions of
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• Soluciones Metaestables
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12
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ut = ε2uxx - f(u)”, Proceedings of the Royal Society of Edinburgh, Vol. 116A, Pág.
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• Teoremas de comparación
Peter W. Bates: “Existence and containment of solutions to parabolic systems”,
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Peter W. Bates: “Containment of solutions to strongly coupled parabolic systems”,
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Paul C. Fife and Min Ming Tang: Comparison principles for reaction-diffusion
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13
V. Lakshmikantham: “Comparison results for reaction-diffusion equations in a
Banach space”, Lecture notes of talks delivered at the conference on A Survey of
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A., Bari, Italy, 1979, Pág. 121-156.
A. Mc Nabb: “Comparison and existence theorems for multicomponent diffusion
systems”, Journal of Mathematical Analysis and Applications, Vol. 8, 1961, Pág. 133-
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A. S. Vatsala: “Generalized quasilinearization and reaction-diffusion equations”,
Nonlinear Times and Digest, Vol. 1, 1994, Pág. 211-220.
• Traveling waves
G. Bellettini, P. Colli Franzone and M. Paolini: “Convergence of front propagation
for anisotropic bistable reaction-diffusion equations”, Quaderni del Dipartimento di
Matematica Applicata “U. Dini”, No 17, 1996.
P. C. Fife, P. W. Bates, R. A. Gardner and C. K. R. T. Jones: “Phase field models
for hypercooled solidification”, Physica D.
Paul C. Fife: “Asymptotic analysis of reaction-diffusion wave fronts”, Rocky
Mountain Journal of Mathematics, Vol. 7, No 11, Summer 1977, Pág. 389-415.
D. H. Sattinger: “On the stability of waves of nonlinear parabolic systems”,
Advances in Mathematics, Vol. 22, Pág. 312-355, 1976.
14
V. A. Volpert and A. I. Volpert: “Traveling wave solutions of monotone parabolic
Systems”, Preprint No 146, CNRS URA 740, 1993.
V. A. Volpert and A. I. Volpert: “Wave trains descreibed by monotone parabolic
systems”, Nonlinear World, Vol 3, Pág. 159-181, 1996.
V. A. Volpert and A. I. Volpert: “Existence and stability of stationary solutions for
a class of semilinear parabolic systems”, Commun. In Partial Differential Equations,
Vol. 18(12), Pág. 2051-2069, 1993.
• Variedades inerciales
John Mallet-Paret and George R. Sell: “Inertial manifolds for reaction-diffusion
equations in higher space dimensions”, Journal of the American Mathematical Sciety,
Vol. 1, No 4, October 1988, Pág. 805-866
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Capítulo 1
Dislocaciones
• I. Breve historia de las dislocaciones
La existencia de dislocaciones permite a los metales ser deformados plásticamente
con facilidad, una circunstancia de la que nuestra moderna tecnología es dependiente.
Las dislocaciones han servido al hombre desde el primer momento en que éste
desarrolló herramientas de metal. Las dislocaciones también permiten que materiales
cristalinos no metálicos sean deformados plásticamente. De hecho, a ciertas
temperaturas, un material cristalino no metálico puede ser deformado tan fácilmente
como una pieza de metal. De igual modo las dislocaciones juegaron un papel
fundamental en todas las deformaciones sobre la tierra, como por ejemplo los
cataclismos que produjeron las montañas y continentes.
La facilidad con que los metales pueden ser deformados fué la crucial observación
experimental que condujo al descubrimiento de las dislocaciones. Mientras que esa
propiedad fue ya conocida por el hombre prehistórico, el hecho de que es una
propiedad verdaderamente inusual no fue completamente comprendido hasta muchos
milenios más tarde. Para la segunda década de nuestro siglo, la naturaleza atómica y
periódica de las substancias cristalinas había sido establecida mediante el empleo de
los rayos X.
Una vez que fue conocido que los cristales están constituidos por una formación
periódica de átomos, la magnitud del estrés requerido para producir una deformación
plástica en un cristal pudo ser calculada fácilmente. Para un material como el
aluminio, el estrés teórico calculado es del orden de 1011 dyn/cm2. Para el hielo,
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aproximadamente 1010 dyn/cm2. Sin embargo, cristales simples de aluminio pueden
ser deformados con un estrés de sólo 3×106 dyn/cm2, mientras que el hielo de los
glaciares lo hace a sólo 105 dyn/cm2 [W-W].
Una discrepancia de 105 o más entre lo que se supone que debe pasar y lo que
realmente sucede siempre estimula la curiosidad humana. No es sorprendente
entonces que, más o menos al mismo tiempo, tres científicos trabajando
independientemente encontraran la causa de esa diferencia. En 1934 G. I. Taylor, E.
Orowan y M. Polanyi postularon que debe exixtir una imperfección dentro de las
redes cristalinas y que el movimiento de la imperfección a un nivel de estrés bajo, es
la principal causa de la deformación (en realidad, el concepto de dislocación ya había
sido esbozado en los años 1900 por Volterra y Timpe dentro de la Teoría de la
elasticidad). Esa imperfección es lo que llamamos una dislocación.
La dislocaciones fueron observadas por primera vez en los años cincuenta por
Hedges y Mitchell, quienes usaron una técnica para hacerlas visibles en cristales de
plata. Las dislocaciones son ahora comúnmente observadas mediante el microscopio
electrónico por medio de una técnica de trasmisión; esta fue desarrollada en 1956 por
Hirsch, Horne y Whelan e independientemente por Bollmann.
• II. Breve teoría de las dislocaciones
Las dislocaciones son las principales conductoras del flujo plástico. Esto significa
que para entender las propiedades mecánicas de los sólidos cristalinos se requiere
previamente el conocimiento de las propiedades básicas de las dislocaciones, de su
dinámica y de su interacción con varios tipos de obstáculos. De estos últimos, los
más problemáticos son las propias dislocaciones, como así también la interacción
mutua de dislocaciones de corto y largo alcance. Cuando interacciones dislocación-
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dislocación son predominantes, las propiedades de flujo de un material dependen de
las propiedades de dislocaciones, tanto individuales como colectivas, de un modo
complejo, que todavía no es bien comprendido.
Una de sus más notable propiedades, es la formación espontánea de estructuras
organizadas, regiones alternadas ricas y pobres en dislocaciones que forman celdas,
subgranos, venas, paredes, canales, etc. Estas microestructuras muestran
periodicidades bien definidas, usualmente a nivel micrométrico. Este fenómeno
colectivo es relativamente poco importante en situaciones con bajo estrés, porque la
densidad de dislocaciones es baja, pero puede jugar un papel prominente en
propiedades de flujo tan pronto como la densidad total de dislocaciones contenida en
el cristal deformado supera un cierto valor crítico.
Se sigue de las investigaciones que las estructuras de dislocaciones son
importantes en dos aspectos:
i) son un ejemplo de auto organización en un sistema dinámico, y
ii) son un paso intermedio necesario en el desarrollo de aproximaciones físicas a la
teoría de la plasticidad, basadas en la teoría de dislocaciones [K1].
En un cristal deformado, hay dos tipos de población de dislocaciones, las
dislocaciones móviles y las inmóviles o de baja movilidad, también llamadas
dislocacciones fijas. Las dislocaciones móviles son responsables de generar la
tensión, mientras que las dislocaciones fijas son un obstáculo para las móviles. Las
estructuras de dislocaciones observadas por trasmisión mediante el microscopio
electrónico están formadas esencialmente por dislocaciones inmóviles.
Cada una de estas dos poblaciones tiene su propio proceso de creación y
aniquilación. Las dislocaciones móviles pueden aniquilarse mutuamente o
convertirse en inmóviles, por su interacción con las dislocaciones fijas o por formar
configuraciones estables. Las dislocaciones inmóviles están sujetas a mecanismos de
recuperación que tienden a limitar su densidad con un valor máximo [K2].
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• III. Modelos de dislocaciones mediante sistemas de
reacción-difusión
Asumiendo que la densidad total de dislocaciones se divide en ciertas poblaciones,
como ser dislocaciones móviles e inmóviles o dislocaciones móviles y dipolos, una
ecuación clásica de continuidad o de balance dinámico puede ser escrita para la
población i:
ti
∂ρ∂
+ div Ji = gi(ρi, ρj, τ)
donde Ji = ρivi es el término de transporte, es decir el flujo asociado con la densidad
ρi moviéndose con velocidad vi . La función gi contiene un conjunto de términos
de reacción describiendo el mecanismo de corto alcance asociado con esta población
y está acoplado mediante interacciones locales con otra población j. En algunos de
esos términos de reacción el estrés τ , o alguna otra magnitud relevante, tiene el papel
de un parámetro de control describiendo la influencia de las condiciones externas
Si el término de la divergencia es omitido, familiares leyes de evolución para el
comportamiento del promedio de las densidades de dislocaciones son, en principio,
recuperadas. La omisión de los términos de reacción, conduce a ecuaciones de
conservación tales como aquellas usadas en la teoría continua de dislocaciones o en el
modelo de Holt (1970), donde las interacciones locales no son tenidas en cuenta.
Tales conjuntos de ecuaciones diferenciales parciales y ecuaciones no lineales, han
sido ampliamente usadas para describir el comportamiento acoplado de especies
químicas. En esos casos, el término de la divergencia puede ser transformado con la
ayuda de la ley de Fick, en un laplaciano de la densidad/concentración. Entonces, se
obtiene un sistema de ecuaciones de reacción-difusión que posee varios tipos de
19
soluciones, incluyendo formas de organización espiral espontánea, las cuales son
llamadas estructuras de Turing (Misbah 1988, Walgraef 1988).
En el caso de las dislocaciones, no es tan fácil establecer el carácter difusivo.
Simplifiquemos el modelo asumiendo que la velocidad de las dislocaciones es
proporcional al estrés efectivo. Entonces tenemos,
vi = M(τa - τµ)
donde M es el tensor de movilidad, τa es el estrés aplicado, τµ es el componente
atermal del flujo de estrés.
Además, si tomamos el primer término del desarrollo de Taylor de la función de
distribución que controla la distribución relativa de dislocaciones de ambos tipos,
τµ = β∇ρi(r)
Reemplazando, resulta entonces,
ti
∂ρ∂
- Di∆ρi = gi(ρi, ρj, τ)
El seudo coeficiente de difusión Di = βMρi depende del tensor de movilidad y de la
densidad de dislocaciones.
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• IV. El modelo de Walgraef y Aifantis
En este modelo son consideradas dos poblaciones: dislocaciones móviles ρm y
una población de dislocaciones lentas ρi . El conjunto de ecuaciones toma la forma:
ti
∂ρ∂
- Di ∆ρi = g(ρi) - bρi + γρmρi2
tm
∂ρ∂
- Dm ∆ρm = bρi - γρmρi2
donde Di, Dm son los coeficientes de difusión; g(ρi) es una función que describe la
producción de dislocaciones lentas, mientras que el parámetro b controla la
transformación de dislocaciones inmóviles en dislocaciones móviles. Esta constante
juega el rol de un parámetro de control y su valor gobierna la naturaleza de las
soluciones del sistema; γ es una constante asociada con el bloqueo de una
dislocación móvil por un dipolo de dislocaciones lentas.
La función g es de la forma g(ρi) = α - βρi2 - cρi
3 donde α representa la
multiplicacción de dislocaciones por medio del proceso de Frank-Read, β la
aniquilación de dislocaciones como resultado de la interacción de dos vectores de
Burger opuestos y c es un parámetro asociado con la destrucción de dislocaciones
inmóviles.
Se supone, además, que Dm = 2
i
2m
0
v
γρ donde vm representa la velocidad promedio de
las dislocaciones móviles, y 0i
ρ es la densidad inicial de dislocaciones inmóviles.
Como resultado, tenemos la estimación Di << Dm [W-A 1], [W-A 2].
21
• V. El sistema de ecuaciones (P) considerado en este trabajo.
Se sigue el modelo presentado por los autores del artículo [S-F-B] que han
simplificado, por razones físicas, el modelo de Walgraef-Aifantis descartando el
término - cρi3 de la función g y tomado como dominio Ω el intervalo (0, 1),
idealización unidimensional de una barra de material, junto con condición de
Neumann en ∂Ω.
ut = d1∆u + α - βu2 - bu + γvu2
x ∈ Ω, t > 0
vt = d2∆v + bu - γvu2
(P) η∂
∂ u = 0
x ∈ ∂Ω, t > 0
η∂
∂ v = 0
Todos los coeficientes d1, d2, α, β, γ, b son constantes positivas, y las condiciones
iniciales u0, v0, son funciones continuas positivas.
22
Bibliografía del capítulo I
Elias C. Aifantis: “On the dynamical origin of dislocation patterns”, Materials
Science and Engineering, Vol. 81, 1986, Pág. 563-574.
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fatigued copper single crystals”, Materials Science and Engineering, Vol. A164, 1993,
Pág. 206-210.
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23, 1988, Pág. 419-429.
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23
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Metallurgica et Materialia, Vol. 27, 1992, Pág. 957-962.
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copper deformed at temperatures between 25 and 700o C”, Acta Metallurgica, Vol.
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dislocation patterns II: Two-dimensional considerations”, Int. J. Engng Sci., Vol. 23,
No 12, 1985, Pág. 1359-1364.
Daniel Walgraef and Elias C. Aifantis: “On the formation and stability of
dislocation patterns III: Three-dimensional considerations”, Int. J. Engng Sci., Vol.
23, No 12, 1985, Pág. 1365-1372.
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Labyrinth structures and rotational effects”, Int. J. Engng Sci., Vol. 24, No 12, 1986,
Pág. 1789-1798.
24
Capítulo 2
Existencia
• I. Existencia local, caso general.
Sea Ω ⊂ ℜN un dominio acotado, cuya frontera ∂Ω es una (N-1)-dimensional
C2 + α-variedad diferenciable, α ∈ (0,1) de modo tal que Ω “vive” localmente a un
lado de ∂Ω.
De aquí en adelante (x,t) = (x1, x2, ..., xN, t) ∈ ℜN × [0, ∞).
Sea m ∈ N, D = diag(d1, d2, ..., dm) la matriz diagonal de los coeficientes de
difusión.
Nuestro problema es encontrar una solución u: Ω × [0, ∞) τ ℜm del sistema de
ecuaciones
ut – D∆u = F(x, t, u) (x, t) ∈ Ω × (0, ∞)
(2.1) B(x)•u(x, t) + η∂
∂ u(x, t) = 0 (x, t) ∈ ∂Ω × (0, ∞)
u(x, 0) = u0(x) x ∈ Ω
donde n(x) ∈ ℜN representa el vector normal exterior de norma uno en el punto
x ∈ ∂Ω y = ∂
∂=∂∂ N
1j jj x
)x(nn
es la derivada en la dirección de la normal exterior.
25
También pedimos:
B: ∂Ω → ℜm, B(x) = [B1(x), B2(x), ..., Bm(x)] Bj ∈ C1 + α (∂Ω) , Bj ≥ 0
u0: Ω → ℜm , u0 ∈ L∞
F: Ω × [0, ∞) × ℜm → ℜm , F medible en (x, t) para todo u ∈ ℜm
Para todo conjunto acotado A ⊂ Ω × [0, ∞) × ℜm, existe una constante L(A)
tal que
)A(L)u,t,x(F ≤∞ para todo (x, t, u) ∈ A
∞∞ −≤− vu)A(L)v,t,x(F)u,t,x(F para todo (x, t, u), (x, t, v) ∈ A
∞∞ •≤≤
=• )t,(umj1
max)t,(u j
Definición 2.1
Sea T ∈ (0, ∞]. Una E∞, 0, T solución suave del problema (2.1) para dato inicial
u0 ∈ L∞ (Ω, ℜm) en el intervalo de tiempo [0, T) es una función medible
u: Ω × (0, T) → ℜm que cumple:
u(•, t) ∈ L∞(Ω) y ∞•∈
)s,(u)t,0(s
sup < ∞ para todo t ∈ (0, T),
26
Además la función u cumple que:
u(•, t) = P(t)u0 + ••−t
0
ds)]s,(u,s,[F)st(P para todo t ∈ (0, T)
donde la integral es una integral de Bochner absolutamente convergente en L∞(Ω) y
P(t) es el semigrupo en el espacio L∞(Ω, ℜm) generado por el sistema (2.1) con
F ≡ 0. P(t) satisface que
∞∞ ≤ uu)t(P para todo u ∈ L∞(Ω, ℜm) , t ∈ [0, ∞) (ver [R] Pág. 110)
Teorema 2.1
Bajo las condiciones enunciadas anteriormente,
i) Para cada dato inicial u0 ∈ L∞(Ω, ℜm), existe T ∈ (0, ∞] tal que el problema (2.1)
tiene una única E∞, 0, T solución suave en el intervalo [0, T).
ii) Considerando el tiempo de existencia T como una funcional del dato inicial
u0 ∈ L∞(Ω, ℜm), obtenemos
inf T(u0) / u0 ∈ L∞(Ω, ℜm), ∞0u ≤ U0 > 0 para todo U0 ∈ [0,∞)
Además el tiempo puede elegirse maximal T = Tmax y en ese caso
∞→• )t,(ulim
maxTt = ∞ si Tmax < ∞
27
iii) Supongamos además
u0 ∈ C2 + α( Ω , ℜm) y que la constante L(A) definida anteriormente cumple que
]vustyx)[A(L)v,s,y(F)u,t,x(F 2 −+−+−≤−αα
para todo (x, t, u), (y, s, v) ∈ A
Entonces,
u ∈ 21
,2C
α+α+( Ω × [0, T], ℜm) para todo T ∈ (0, Tmax)
Dem. [R] Theorem 1, Pág. 111.
Mostraremos aquí unicamente la demostración para el punto i)
Sea U0 ∈ [0, ∞), U = U0 + 21
Elijamos T0 ∈ (0, ∞) y definamos el conjunto acotado
A = Ω × [0, T0] × [-U, U] m ⊂ Ω × [0, ∞) × ℜm . Sea L(A) la constante asociada
con A, y tomemos T ∈ (0, T0] de modo tal que L(A)T ≤ 21
Definamos el conjunto
Γ = u: Ω × [0, T] → ℜm medible, u(•, t) ∈ L∞(Ω) / u = ∞•∈
)s,(u]T,0[s
sup ≤ U
Claramente Γ es cerrado, y no vacío (0 ∈ Γ), Γ ⊂ L∞( Ω × [0, T]), por lo que Γ es
completo.
28
Para un dato inicial u0 ∈ L∞(Ω, ℜm), ∞0u ≤ U0 , sea la función Φ definida por
Φ(u)(•, t) = P(t)u0 + ••−t
0
ds)]s,(u,s,[F)st(P para todo t ∈ [0, T]
Mostremos que Φ es un operador de contracción que aplica el conjunto Γ en sí
mismo.
a) Sea u ∈ Γ, t ∈ [0, T]
∞•Φ )t,)(u( ≤ ∞0u + ds)]s,(u,s,[Ft
0 ∞•• ≤ ∞0u + L(A)t ≤ ∞0u + L(A)T ≤
≤ U0 + 21
= U.
Entonces, )u(Φ ≤ U. Luego, Φ(u) ∈ Γ, es decir, Φ aplica el conjunto Γ en sí
mismo.
b) Sean u, v ∈ Γ, t ∈ [0, T]
∞•Φ−•Φ )t,)(v()t,)(u( ≤ ds)]s,(v,s,[F)]s,(u,s,[Ft
0 ∞••−•• ≤
≤ L(A) ds)s,(v)s,(ut
0 ∞•−• ≤ L(A) vu − t ≤ L(A) vu − T ≤
21
vu −
Entonces, )v()u( Φ−Φ ≤ 21
vu − , es decir, Φ es operador de contracción
29
c) Aplicando el teorema de punto fijo de Banach, concluimos que existe una única
u ∈ Γ tal que Φ(u) = u.
Es inmediato ver que la solución obtenida cumple todas las propiedades de la
Definición (2.1).
• II. Existencia local. Caso m = 2
Sea Ω un dominio acotado en ℜn con frontera suave ∂Ω, ∆ el operador
Laplaciano en Ω y η∂
∂ la derivada normal exterior en ∂Ω . Consideremos el
sistema de ecuaciones de reacción - difusión
ut = d1∆u + f(t, u, v),
x ∈ Ω, t > 0,
vt = d2∆v + g(t, u, v),
(2.2) α1u + (1 - α1) η∂∂ u
= β1 ,
x ∈ ∂Ω, t > 0,
α2v + (1 - α2) η∂∂ v
= β2 ,
u = u0 , v = v0 , x ∈ Ω, t = 0
30
donde son asumidas como válidas las siguientes hipótesis básicas:
(H1) d1 , d2 , α1 , α2 , β1 y β2 son constantes, d1 , d2 > 0; β1 , β2 ≥ 0; y se cumple
uno de los siguientes casos
0 < α1 , α2 < 1, α1 = α2 = 1, ó α1 = α2 = 0.
Además, β1 = β2 = 0 si α1 = α2 = 0
(H2) f y g son funciones C1 de [0, ∞)3 en ℜ, cumpliendo
f(t, 0, η) ≥ 0 , g(t, ξ, 0) ≥ 0 para todo t, ξ, η ≥ 0
(H3) u0 , v0 son funciones medibles en Ω y existe una constante M0 > 0 tal que
0 ≤ u0(x), v0(x) ≤ M0 para todo x ∈ Ω.
Teorema 2.2
Asumiendo como válidas las hipótesis (H1)-(H3), el sistema (2.2) tiene una única,
no prolongable solución (clásica) (u, v) en Ω × [0, T*), y existen funciones
continuas N1 , N2 : [0, T*) → [0, ∞) tales que
0 ≤ u(x,t) ≤ N1(t), 0 ≤ v(x,t) ≤ N2(t) para todo (x,t) ∈ Ω × [0, T*).
31
Si T* < ∞ entonces ∞=+Ω∈↑
)t,x(v)t,x(usuplimxTt *
Dem. [H-M-P] Proposition 1.
• III. Existencia global
Supongamos ahora las siguientes hipótesis:
(H4) f, g son funciones medibles de (0, ∞)3 en ℜ tales que
( )vvuu)r(K)v,u,t(g)v,u,t(g)v,u,t(f)v,u,t(f −+−≤−+−
para todo 0 ≤ u, v, û, v ≤ r , c.t.p t
(H5) Existe L: [0, ∞) → [0, ∞) continua, tal que para todo u, v ∈ [0, ∞), c.t.p. t
g(t, u, v) ≤ L(t)(u + v + 1)
f(t, u, v) + g(t, u, v) ≤ L(t)(u + v + 1)
(H6) u0, v0 ∈ L∞(Ω), u0, v0 ≥ 0
32
(H7) f(t, u, v) ≤ L1(t, v)(uθ + 1) en c.t.p. t, para todo u, v ∈ [0, ∞), donde
θ ≥ 1, L1: (0,∞)2 → ℜ
(H8) Si en el sistema (2.1) α1 = 1 entonces α2 = 1 ó β1 = 0
Teorema 2.2
Asumiendo como ciertas las hipótesis (H4)-(H8), el sistema (2.1) tiene una solución
clásica con T* = ∞
Dem. [M-P] Theorem 1.1
• IV. Aplicación al problema (P).
Teorema 2.3
El sistema (P) tiene una única solución clásica global en Ω × [0, ∞) y existen
funciones continuas N1 , N2 : [0,∞) → [0, ∞) tales que
0 ≤ u(x,t) ≤ N1(t), 0 ≤ v(x,t) ≤ N2(t) para todo (x,t) ∈ Ω × [0,∞).
Dem.
Lo único que hay que demostrar es que se cumplen las hipótesis (H1) – (H8) y aplicar
los teoremas (2.1) y (2.2)
33
(H1) d1, d2 > 0, constantes; α1 = α2 = 0 y β1 = β2 = 0
(H2) f, g en este caso estan dadas por
f(u, v) = α - βu2 - bu + γvu2, g(u, v) = bu - γvu2
Es obvio que f, g: [0, ∞) → ℜ son de clase C1 y además se verifica que
f(t, 0, η) = α > 0 , g(t, ξ, 0) = bξ ≥ 0 para todo ξ ≥ 0
(H3) u0 , v0 son funciones continuas y positivas en Ω, con Ω dominio acotado en
ℜn por lo tanto existe una constante M0 > 0 tal que
0 ≤ u0(x), v0(x) ≤ M0 para todo x ∈ Ω.
(H4) Es evidente que f, g son funciones medibles de (0, ∞) 2 en ℜ
Sean 0 ≤ u, v, u , v ≤ r, entonces
)v,u(f)v,u(f − = vuubuvubuu 2222 γ−+β+γ+−β− ≤
≤ β 22 uu − + b uu − + γ vuvu 22 −
34
22 uu − = )uu)(uu( −+ = uu + uu − = (u + u ) uu − ≤
≤ 2r uu − vuvu 22 − = vuvuvuvu 2222 −+− ≤ u2 vv − + v 22 uu −
= u2 vv − + v 22 uu − ≤ r2 vv − + r 22 uu − ≤ r2 vv − + 2r2 uu −
Reuniendo lo calculado, obtenemos
)v,u(f)v,u(f − ≤ 2βr uu − + b uu − + γr2 vv − + 2γr2 uu − =
= (2βr + b + 2γr2) uu − + γr2 vv −
Similarmente se obtiene para g
)v,u(g)v,u(g − ≤ (b + 2γr2) uu − + γr2 vv −
Luego,
)v,u(f)v,u(f − + )v,u(g)v,u(g − ≤ (2βr + 2b + 4γr2) uu − + 2γr2 vv −
≤ K(r)[ uu − + vv − ] donde K(r) = 2βr + 2b + 4γr2
(H5) Sean L = max(α, b), u, v ≥ 0. Entonces
f(u, v) + g(u, v) = α - βu2 ≤ α ≤ α(u + v+1) ≤ L(u +v +1)
g(u,v) = bu - γvu2 ≤ bu ≤ b(u + v + 1) ≤ L(u + v +1)
(H6) Inmediata
35
(H7) Sean L1(v) = α + θv, θ = 2, u, v ≥ 0. Entonces
f(u, v) = α - βu2 - bu + γvu2 ≤ α + γvu2 ≤ α(u2 + 1) + θv(u2 + 1) = L1(v)(uθ + 1)
(H8) α1 = 0
El teorema está demostrado.
36
Bibliografía del capítulo 2
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Scuola Superiore di Pisa Scienze Fisiche e Matematiche, Serie IV, Vol. XVIII, Fasc.
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39
Capítulo 3
Estabilidad de las soluciones estacionarias
• I. Teoría general.
Sean z = (z1, z2, …, zk), f = (f1, f2, …, fk), D la matriz diagonal de elementos
(D1, D2, …, Dk), Di > 0 ∀ 1 ≤ i ≤ k, ∆z = (∆z1, ∆z2, …, ∆zk), ϕ = (ϕ 1, ϕ 2, … ϕ k),
que satisfacen el sistema
)z(fzDtz +∆=
∂∂
en Ω × [0, ∞)
(3.1) z(x, 0) = ϕ (x) x∈ Ω
0z =η∂
∂ en ∂Ω × [0, ∞)
donde Ω ⊂ ℜn es un dominio acotado con frontera suave, f es diferenciable en 0 y
f (0) = 0.
Bajo ciertas condiciones, se podría esperar que la solución del sistema (3.1) se
aproximara, cuando t → ∞, a la solución del sistema de ecuaciones del estado
estacionario (3.2)
40
0)z(fzD =+∆ en Ω
(3.2)
0z =η∂
∂ en ∂Ω
Soluciones de (3.2) son llamadas soluciones estacionarias del sistema (3.1).
Dado que f(0) = 0 es claro que Z ≡ 0 es en particular una solución estacionaria
costante de (3.1).
Definición 3.1
Sea 2
)x(gxsup
gΩ∈
=∞ , donde 2k
1jj2
)x(g)x(g =
=
i) Una solución estacionaria ξ(x) de (3.1) es estable si para todo ε > 0 existe
δ > 0 tal que si ∞ξ−ϕ < δ entonces
∞ξ−• )t,(z < ε para todo t ≥ 0
ii) La solución ξ(x) es llamada asintóticamente estable si existe δ > 0 tal que si
∞ξ−ϕ < δ entonces
∞ξ−• )t,(z < ε para todo t ≥ 0 y ∞ξ−• )t,(z → 0 cuando t → ∞
41
iii) Si δ puede ser elegido arbitrariamente grande, entonces la solución ξ(x) es
globalmente asintóticamente estable.
iv) La solución ξ(x) es inestable si no es estable.
Teorema 3.1
Sean 0 ≤ λ0 ≤ λ1 ≤ λ2 ≤ …, Φ0, Φ1, Φ2, … soluciones del problema
-∆Φi = λi Φi en Ω
(3.3) 0i =η∂
Φ∂ en ∂Ω
Ω
=Φ 1dx)x(2i
Siendo f diferenciable en 0, podemos escribir
f(z) = Az + g(z), con A ∈ ℜk × k , 0z
)z(glim
0z=
∞
∞
→
42
Definimos el sistema linearizado como:
AzzDtz +∆=
∂∂
en Ω × [0, ∞)
(3.4) z(x, 0) = ϕ (x) x∈ Ω
0z =η∂
∂ en ∂Ω × [0, ∞)
Llamemos Ai = A – λiD. Entonces:
i) Si para todo i ≥ 0 los autovalores de Ai tienen parte real negativa, la solución
estacionaria z ≡ 0 del sistema (3.4) es globalmente asintóticamente estable.
Además, existen constantes K, ω > 0 tales que
∞ω−
∞ ϕ≤• tKe)t,(z para todo t > 0
ii) La solución estacionaria z ≡ 0 del sistema (3.4) es estable si para todo i ≥ 0 los
autovalores de Ai tiene parte real menor o igual a cero y aquellos con parte real igual
a cero son autovalores de multiplicidad 1.
iii) La solución estacionaria z ≡ 0 del sistema (3.4) es inestable si para algún i ≥ 0
existe un autovalor de Ai que tiene parte real positiva o con parte real igual a cero y
de multiplicidad mayor que 1.
Dem. [C-H] Theorem 1.
43
Teorema 3.2
La solución estacionaria z ≡ 0 del sistema (3.1) es asintóticamente estable si la
solución estacionaria z ≡ 0 del sistema (3.4) es asintóticamente estable.
Dem. [C-H] Theorem 2
• II. Aplicación al problema (P).
Para poder aplicar los resultados de la sección I a nuestro problema, el primer paso es
definir nuevas variables (x, y) de modo que las funciones f(x, y), g(x, y) (donde f,
g estan dadas por f(u, v) = α - βu2 - bu + γvu2, g(u, v) = bu - γvu2) satisfagan:
f(0,0) = g(0,0) = 0
i) Para eso observemos primero que:
f(P) = g(P) = 0 , P > 0 sii P = (Ue, Ve) =
αβ
γβα b
,
pues, 0 = g(Ue, Ve) = bUe - γVeUe2 , lo que equivale a Ue = 0 ó Ve =
eUb
γ.
44
Como f(0, v) = α > 0, Ue = 0 no sirve. Remplazando la segunda posibilidad
obtenemos 0 = f(Ue, eU
bγ
) = α - βUe2 ; por lo tanto Ue =
βα
(descaratando la
solución negativa -βα
). Con el valor de Ue obtenido, encontramos que
Ve = eU
bγ
= αβ
γb
Evidentemente la constante (Ue, Ve) es solución del problema (P) tomando como
condición inicial
u(x, 0) ≡ Ue , v(x, 0) ≡ Ve
ii) El siguiente paso es hacer un desarrollo de Taylor en el punto (Ue, Ve) de las
funciones f y g
( )ee V,Uuf
∂∂
= 2Ue(γVe - β) – b = 2b - 2βUe - b = b - 2βUe = b - 2 αβ
)V,U(u
fee2
2
∂∂
= 2(γVe - β) = 2αβ
b - 2β
vf
∂∂
(Ue, Ve) = γUe2 =
βγα
vuf2
∂∂∂
(Ue, Ve) = 2γUe = 2γβα
45
vuf
2
3
∂∂∂
(Ue, Ve) = 2γ
Llamando a las nuevas variables (Z, W) = (u – Ue, v – Ve) podemos escribir:
f(Z, W) = (b - 2 αβ )Z + βγα
W + (αβ
b - β)Z2 + 2γβα
ZW + γZ2W
Procediendo de igual modo con g,
( )ee V,Uug
∂∂
= b - 2UeγVe = b = b – 2b = -b
)V,U(u
gee2
2
∂∂
= -2γVe = -2αβ
b
vg
∂∂
(Ue, Ve) = -γUe2 = -
βγα
vug2
∂∂∂
(Ue, Ve) = -2γUe = -2γβα
vug
2
3
∂∂∂
(Ue, Ve) = -2γ
46
Entonces,
g(Z, W) = -bZ - βγα
W - αβ
b Z2 - 2γβα
ZW - γZ2W
y el problema (P) se transforma en:
Zt = d1∆Z + (b - 2 αβ )Z + βγα
W + (αβ
b - β)Z2 +
+ 2γβα
ZW + γZ2W
(P1) Wt = d2∆W - bZ - βγα
W - αβ
b Z2 - 2γβα
ZW - γZ2W
η∂
∂ Z = 0 ,
η∂∂ W
= 0 ,
iii) Podemos ahora entonces escribir la matriz A definida en el teorema (3.1)
A =
βγα−−
βγααβ−
b
2b
y la matriz de coeficientes
D =
2
1
d00d
47
iv) De aquí en adelante en esta sección, por motivos de simplicidad, el dominio Ω
será el intervalo (0, 1). Sean 0 ≤ λ0 ≤ λ1 ≤ λ2 ≤ …, Φ0, Φ1, Φ2, … soluciones del
problema
-∆Φi = λi Φi en Ω
0i =η∂
Φ∂ en ∂Ω
Ω
=Φ 1dx)x(2i
Entonces, (ver [W] Pág. 73) tenemos
λj = (jπ)2 j ≥ 0
Φj(x) = 2 cos(jπx) j ≥ 0
y obtenemos las matrices
Aj = A - λjD =
π−βγα−−
βγαπ−αβ−
222
122
djb
dj2b
48
con polinomio característico
Qj (R) = R2 – [b - 2 αβ - βγα
- j2π2(d1 + d2)]R + j4π4d1d2 +
+ j2π2[(2 αβ - b)d2 + βγα
d1] + 2βγα αβ
Para ver en qué casos los autovalores de Aj tienen parte real positiva, usaremos dos
métodos contenidos en los siguientes lemas.
Lema 3.1 (Gerschgorin)
Los autovalores de la matriz A = (aij) están situados en la unión de los discos
Di = z ∈ C / z - aii ≤ ≠ ji
ija
Dem. [H-N-W] Pág.91
Lema 3.2
La parte real de las raíces del polinomio x2 + bx + c es negativa sí y sólo sí b, c > 0
Dem.
Dado que los coeficientes del polinomio son reales, tenemos solamente dos
posibilidades para las raíces:
i) Z1, Z2 ∈ ℜ ó ii) Z, Z , Z ∈ C
49
Si se cumple ii),
–b = Z + Z = 2Re(Z). Entonces Re(Z) < 0 si y solo si b > 0
Si se cumple i),
Si Z1, Z2 < 0, entonces -b = Z1 + Z2 < 0, por lo tanto b > 0.
Además, c = Z1Z2 > 0
Si b, c > 0 llamemos θ = 2b
.
Entonces,
Z1 = - c2 −θ - θ < 0 , Z2 = c2 −θ - θ
Usando la desigualdad
xy ≤ ( )
4yx 2+
con x = Z1, y = Z2 resulta
c ≤ 4
b2
= θ2 0 ≤ θ2 – c
Como c > 0, entonces 0 ≤ θ2 – c < θ2 , por lo tanto c2 −θ < θ.
Luego,
Z2 = c2 −θ - θ < 0.
50
Teorema 3.3
Sean θ = 2 αβ , ρ = 2
1
dd
βγα
. Supongamos que
i) b < min θ - β
αγ,
βαγ
ii) b < θ
iii) b < min θ + ρ1
2
dd
, ( )2ρ+θ
Si i), ii) ó iii) son ciertas, entonces la solución estacionaria constante 0 del problema
(P1) es asintóticamente estable.
Dem.
i) Para el caso 2 × 2 el Lema 3.1 nos asegura que los autovalores de Aj estan
situados en
1j raz/Cz ≤−∈ ∪ 2j rdz/Cz ≤−∈
donde aj = b – θ – π2j2d1 , r1 = β
αγ, dj = -
βαγ
– π2j2d2 , r2 = -b
Dado que los radios r1 , r2 no dependen de j , y los centros aj , dj van
“retrocediendo” en el semiplano Re(z) < 0 a medida que j aumenta, basta ver que
los primeros círculos con j = 0 están contenidos en Re(z) < 0.
51
Es decir, para garantizar que los autovalores de Aj estén contenidos en Re(z) < 0
para todo j ≥ 0, basta pedir que
0 > a0 = b – θ
0 > a0 + r1= b – θ + β
αγ
0 > d0 = -β
αγ
0 > d0 + r2= - β
αγ+ b
Puesto que b – θ + β
αγ > b – θ y -
βαγ
< 0 , sólo tenemos que exigir que
0 > b – θ + β
αγ y 0 > -
βαγ
+ b,
es decir,
b < θ - β
αγ y b <
βαγ
por lo tanto, basta con pedir b < min θ - β
αγ,
βαγ
Luego, si b < min θ - β
αγ,
βαγ
los autovalores de Aj están contenidos en
Re(z) < 0 para todo j ≥ 0 y el teorema (3.2) nos asegura que la solución
estacionaria constante 0 del problema (P1) es asintóticamente estable.
52
ii) Dado que los autovalores de la matriz Aj son las raíces del polinomio
Qj (R) = R2 – [b - θ - βγα
- j2π2(d1 + d2)]R + j4π4d1d2 +
+ j2π2[(θ - b)d2 + βγα
d1] + θβγα
el Lema (3.2) nos garantiza que los autovalores de Aj están contenidos en
Re(z) < 0 para todo j ≥ 0 , siempre y cuando
– [b - θ - βγα
- j2π2(d1 + d2)] > 0 para todo j ≥ 0
j4π4d1d2 + j2π2[(θ- b)d2 + βγα
d1] + θβγα
> 0 para todo j ≥ 0
Reorganizando los términos, debe cumplirse que
b < θ + βγα
+ j2π2(d1 + d2) para todo j ≥ 0
j4π4d1d2 + j2π2[(θ - b)d2 + βγα
d1] + θβγα
> 0 para todo j ≥ 0
Si pedimos que b < θ , entonces
b < θ < θ + βγα
≤ θ + βγα
+ j2π2(d1 + d2) para todo j ≥ 0
53
y dado que ahora θ – b > 0 resulta
j4π4d1d2 + j2π2[(θ - b)d2 + βγα
d1] + θβγα
> 0 para todo j ≥ 0
Como en el punto i), el Teorema (3.2). asegura el resutado.
iii) Siguiendo adelante con el análisis comenzado en el punto ii) vimos que debía
cumplirse
b < θ + βγα
+ j2π2(d1 + d2) para todo j ≥ 0
j4π4d1d2 + j2π2[(θ - b)d2 + βγα
d1] + θβγα
> 0 para todo j ≥ 0
La primera desigualdad se satisface para todo j ≥ 0 pidiendo que b < θ + βγα
Para j = 0 la segunda desigualdad resulta cierta pues claramente θβγα
> 0
Para j ≥ 1, reagrupando términos, obtenemos que debe cumplirse
b < j2π2d1 + θ + ρ + θ22
2 jd πβγα
= H(ξj)
donde H(ξj) = d1ξj + θ + ρ + j1d ξ
θρ , con ξj = j2π2 , ρ =
2
1
dd
βγα
54
Remplazando ahora a ξj por ξ como variable continua en el intervalo (0, ∞)
H′ (ξ) = d1 - 21d ξθρ
H′ (ξ) = 0 sí y sólo sí ξ2 = 2
1d
θρ y puesto que estamos trabajando en el intervalo
(0, ∞) tomamos
ξMin = 1d
θρ
Reemplazando en H ′′ (ξ) = 23
1d ξθρ
, tenemos H ′′ (ξMin) > 0, lo que nos dice que la
función H alcanza un mínimo en el punto ξMin ∈ (0, ∞)
H(ξMin) = d11d
θρ + θ + ρ +
1dθρ
θρ1d
= 2 θρ + θ + ρ = ( )2ρ+θ
Entonces debemos pedir sobre b las siguientes condiciones
b < θ + βγα
= θ + ρ1
2
dd
b < ( )2ρ+θ
55
Es decir, debemos exigir
b < min θ + ρ1
2
dd
, ( )2ρ+θ
Nuevamente, el teorema 3.2 nos da el resultado.
Observación
Evidentemente, la cota menos restrictiva para b es la número iii) puesto que
min θ - β
αγ,
βαγ
≤ θ - β
αγ ≤ θ
θ ≤ θ + ρ1
2
dd
, θ ≤ ( )2ρ+θ θ ≤ min θ + ρ
1
2
dd
, ( )2ρ+θ
Con lo que tenemos
min θ - β
αγ,
βαγ
≤ θ ≤ min θ + ρ1
2
dd
, ( )2ρ+θ
Corolario
Bajo las hipótesis del teorema (3.3), la solución estacionaria constante (Ue, Ve) del
problema (P) es asintóticamente estable.
Dem.
(Z, W) → 0 sii (u – Ue , v - Ve) → 0 sii (u, v) → (Ue, Ve)
56
• III. Ejemplo
Tomemos α = 100, β = 4, γ = 1, d1 = 20.3, d2 = 1000 θ = 40, ρ = 0.5075
Entonces, las diversas cotas para b resultan ser:
i) min 15, 25 = 15
ii) 40
iii) min 65, 49.5186 = 49.5186
de donde claramente se sigue que la cota menos restrictiva para b es la iii).
57
Bibliografía del capítulo 3
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systems. The case of nondiagonal diffusion matrices”, Journal of Mathamatical
Analysis and Applications, Vol. 177, No 2, August 1993, Pág. 510-529.
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boundary value problems for parabolic systems”, Journal of Differential Equations,
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coupled diffusion and reaction”, Arch. Rational Mech. Anal. Vol. 52, 1973, Pág. 266-
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boundary conditions and the fixed point index”, Nonlinear Phenomena in
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59
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November 1996, Pág. 1099-1122.
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Vol. 6, No 1, 1996, Pág. 279-289.
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excitable media”, Physica D, Vol. 34, 1989, Pág. 115-144.
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No 2, August 1981, Pág. 503-526.
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of integro-differential equations”, Journal of Mathamatical Analysis and Applications,
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solutions for reaction-diffusion systems”, Northeastern Math. J., Vol. 8, No 3, 1992,
Pág. 337-3488.
60
Capítulo 4
Regiones invariantes
• I. Teoría general
Para dos vectores a, b ∈ ℜn el símbolo a < b significará ai < bi para todo i.
Sean Ei i = 1, ..., n operadores diferenciales uniformemente elípticos lineales de
segundo orden en m variables espaciales
Ei = ==
∂+∂∂m
1jxjix
m
1k,jxjki jkj
)t,x(b)t,x(a
con coeficientes uniformemente acotados, definidos en un dominio cerrado D ,
donde D = Ω × (0, T) para algún T > 0, y para un (posiblemente no acotado)
dominio Ω ⊂ ℜm
Teorema 4.1
Sean a < b dos vectores constantes en ℜn tales que
Fj (x, t, u) < 0 para uj = bj , a ≤ u ≤ b, (x, t) ∈ D y
Fj (x, t, u) > 0 para uj = aj , a ≤ u ≤ b, (x, t) ∈ D
61
Sea u solución de
tu i
∂∂
- Ei ui = Fi i = 1, ..., n
a ≤ u ≤ b para t = 0
a ≤ u ≤ b ó η∂
∂u = 0 para x ∈ ∂Ω
Entonces,
a < u < b para todo (x, t) ∈ D
En otras palabras, el rectángulo [a, b] es invariante para el sistema de ecuaciones de
reacción-difusión.
Dem. [F] Corollary 5.2
Haremos una demostración para el caso m = 1, Ei = di∆, con di > 0, Fi = Fi(u)
Supongamos que el resultado no es cierto. Entonces, para cierto i existe (x0, t0) tal
que
ui(x0, t0) = bi , ui(x, t) < bi para todo (x, t) ∈ Ω × (0, t0) (E.1)
62
lo que implica que
tu i
∂∂
(x0, t0) = h
)ht,x(u)t,x(ulim 00i00i
0h
−−+→
= h
)ht,x(ublim 00i
0h
−−+→
≥ 0 (E.2)
Sea U(x) = ui(x, t0), entonces U(x0) = bi
i) Supongamos que U′(x0) > 0
Si U(x) ≤ bi para todo x > x0 entonces
h)x(U)hx(U 00 −+
= h
b)hx(U i0 −+ ≤ 0 para todo h > 0
Luego resultaría U′(x0) ≤ 0 Abs.
Entonces, existe x1 > x0 tal que U(x1) > bi , es decir ui(x1, t0) > bi
Como ui es continua en (x1, t0) , existe r > 0 tal que
ui(x, t) > b para todo (x, t) ∈ Br(x1, t0)
Luego, existe t1 < t0 tal que ui(x1, t1) > b lo cual contradice (E.1)
63
ii) Supongamos que U′(x0) < 0
Si U(x) ≤ bi para todo x < x0 entonces
h)hx(U)x(U 00 −−
= h
)hx(Ub 0i −− ≥ 0 para todo h > 0
Luego resultaría U′(x0) ≥ 0 Abs.
Entonces, existe x1 < x0 tal que U(x1) > bi , es decir ui(x1, t0) > bi
Como ui es continua en (x1, t0) , existe r > 0 tal que
ui(x, t) > b para todo (x, t) ∈ Br(x1, t0)
Luego, existe t1 < t0 tal que ui(x1, t1) > b lo cual contradice (E.1)
iii) Por i) y ii) concluimos que U′(x0) = 0
Por (E.1) sabemos que ui(x, t) < bi para todo (x, t) ∈ Ω × (0, t0)
Entonces, cuando t → t0 resulta ui(x, t0) ≤ bi para todo x ∈ Ω
Es decir, U(x) alcanza un máximo en x0
64
Por lo tanto, U′′(x0) ≤ 0 , es decir ∆ui(x0, t0) ≤ 0
Entonces,
tu i
∂∂
(x0, t0) = di∆ui(x0, t0) + Fi[u1(x0, t0), ..., ui(x0, t0), ..., un(x0, t0)] =
= di∆ui(x0, t0) + Fi[u1(x0, t0), ..., b, ..., un(x0, t0)] ≤
≤ Fi[u1(x0, t0), ..., b, ..., un(x0, t0)] < 0
lo que contradice (E.2)
Luego, la proposición es cierta.
• II. Aplicación al problema (P)
Lema 4.1
Sean r: (0, ∞) → ℜ, s: (0, ∞) → (0, ∞), Q:ℜ → ℜ, definidas por
r(x) = 2
2
xxbx
γα−+β
, s(x) = xbγ
, Q(x) = -Kx2 + x + 1
Definamos además las constantes
K = 2bβα
,
65
Z = β
−βα+2
b4b2
= 2
11K4b −+β
M = b
2α = K2
bβ
y recordemos que
Ue = βα
= Kbβ
, Ve = αβ
γb
= K1
γβ
Entonces, tenemos los siguientes resultados:
i)s s(x) = x ∀ x, y > 0 y x < y s(x) > s(y)
ii) 0 < Z < Ue
iii) r(Z) = 0
iv) f es creciente en (0 , M]
v)
βc
br =
γβ
c1
Q ,
βc
bs =
c1
γβ
para todo c > 0
vi) Si K > 0, K1
K1
Q =
.
Además, Q′ (x) < -1 para todo x > K1
66
Dem.
i) Claramente s s(x) = x. Además,
s′(x) = 2xb
γ− < 0 ∀ x ≠ 0, por lo tanto s es decreciente
ii) b2 + 4αβ > b2 βα+4b2 > b βα+4b2 - b > 0 Z > 0
Usando la desigualdad x2 + y2 < (x + y)2 , resulta
22 yx + < x + y para x, y ≥ 0
Reemplazando en la desigualdad anterior con x = b, y = 2 βα obtenemos
βα+4b2 < b + 2 βα
Entonces,
Z = β
−βα+2
b4b2
< βα
= Ue
iv) r′(x) = 3xbx2
γ−α
, entonces si 0 ≤ x ≤ b
2α se sigue que r′(x) ≥ 0 y por lo
tanto r es creciente en (0 , M]
67
v)
βc
br =
22
2
c1
bc1
bb
γαβ−β
γ+
γβ
= 2c
1K
c1
γβ−
γβ+
γβ
=
γβ
c1
Q
βc
bs =
bcb βγ
= c1
γβ
vi)
K1
Q = 1K1
K1
K ++− = K1
Q′ (x) = -2Kx + 1
Si x > K1
Kx > 1 -2Kx < -2 Q′ (x) = -2Kx + 1 < -1
Teorema 4.2
Supongamos que K > 1.
Entonces
i) K1
K1
0 −<
ii) Tomando 0 < δ <K1
K1 − obtenemos que
Q′(ξ) < -1 para todo ξ > K1
- δ
68
iii) Sea nuevamente 0 < δ <K1
K1 −
Si llamamos a1 = βδ+b
K1K
y b1 = βδ−b
K1K
, entonces
0 < a1 < Ue < b1 < M
r(a1) < s(b1) y s(a1) < r(b1)
iv) Se verifica la desigualdad 0 < 11K4
2−+
- K1
.
y si δ < 11K4
2−+
- K1
, entonces Z < a1
Finalmente, tenemos el siguiente resultado:
v) Tomando a2, b2 > 0 tales que r(a1) < a2 < s(b1) y s(a1) < b2< r(b1) resulta que
Σ = [a1 , b1 ] × [a2 , b2] es un rectángulo positivamente invariante para el sistema
(P), y la solución constante (Ue, Ve) ∈ Σ
Dem.
i) K > 1 K(K-1) > 0 K2 – K > 0 K2 > K K > K K1
< K1
69
ii) Por la parte i), sabemos que K1
K1
0 −< , entonces podemos elegir un δ tal
que
0 < δ <K1
K1 −
Sea ξ > K1
- δ, entonces
ξ > K1
- δ > K1
- (K1
K1 − ) =
K1
Lo que implica, por el Lema (4.1) (vi), que Q′(ξ) < -1
iii) a1 = βδ+b
K1K
y b1 = βδ−b
K1K
, lo que muestra evidentemente que a1 > 0
0 < δ K 1 - δ K < 1 < 1 + δ K K1
1δ+
< 1 < K-1
1δ
K1
Kδ+
< K < K-1
Kδ
βb
K1K
δ+ <
βb
K < βb
K-1K
δ
lo que prueba que a1 < P < b1
70
δ <K1
K1 − <
K21
K1 − δ K < 1 -
K21
K2
1 < 1 - δ K
K-1
1δ
< 2 K K-1
Kδ
< 2K βb
K-1K
δ < 2K
βb
lo que muestra que b1 < M
Aplicando el Lema 4.1 (v), para a1 , b1 obtenemos
r(a1) =
δ+γβ
KK1
Q =
δ+γβ
K1
Q
r(b1) =
δ−γβ
KK1
Q =
δ−γβ
K1
Q
s(a1) =
δ+γβ
KK1
=
δ+γβ
K1
s(b1) =
δ−γβ
KK1
=
δ−γβ
K1
71
Usando el hecho demostrado en el Lema (4.1) (vi) de que K1
K1
Q =
, resulta
δ+K1
Q -
δ−K1
=
δ+K1
Q -
K1
Q + δ
Apliquemos el teorema de valor medio a Q:
δ+K1
Q -
K1
Q = δQ′(ξ1) con ξ1 ∈ (K1
, δ+K1
)
Como ξ1 > K1
> K1
- δ resulta por la parte ii) que Q′(ξ1) < -1. Luego,
δ+K1
Q -
δ−K1
< -δ + δ = 0
Es decir,
δ+K1
Q <
δ−K1
Multiplicando ambos lados por γβ
, resulta
r(a1) =
δ+γβ
K1
Q <
δ−γβ
K1
= s(b1)
72
Procediendo de idéntica manera,
δ−K1
Q -
δ+K1
=
δ+K1
Q -
K1
Q - δ = -δQ′(ξ2) - δ
con δ2 ∈ (K1
, δ+K1
)
Luego,
δ−K1
Q -
δ+K1
> δ - δ = 0
δ+K1
<
δ−K1
Q
γβ
δ+K1
< γβ
δ−K1
Q
s(a1) < r(b1)
iv) Por el Lema (4.1)(ii), Z < Ue
bβ
K1
< bβ
11K42
−+
K1
< 11K4
2−+
0 < 11K4
2−+
- K1
73
Si δ < 11K4
2−+
- K1
δ + K1
< 11K4
2−+
K1K +δ
< 11K4
2−+
211K4 −+
< 1K
K+δ
211K4 −+
< 1K
K+δ
βb
211K4 −+
< βb
1KK
+δ
Z < a1
v) Como 0 < a1 < b1 entonces 0 < s(a1), 0 < s(b1)
Entonces, podemos elegir a2, b2 positivos tales que
max 0, r(a1) < a2 < s(b1) y s(a1) < b2< r(b1)
a2 < s(b1) y s(a1) < b2 por el Lema (4.1) (i) s(b2) < a1 < b1 < s(a2)
74
a1 ≤ u ≤ b1 s(b2) < u < s(a2) b2 > s(u) > a2 a2 < u
bγ
< b2
22 auγ < bu < 2
2 buγ bu - γ b2 u2 < 0 < bu - γ a2 u
2
F2(u, b2) < 0 < F2(u, a2)
a2 ≤ v ≤ b2 r(a1) < v < s(b1) 21
12
1
a
aba
γα−+β
< v < 21
12
1
b
bbb
γα−+β
vbbbb 211
21 γ+−β−α < 0 < vaaba 2
112
1 γ+−β−α
F1(b1, v) < 0 < F1(a1, v)
El Teorema (4.1) nos asegura el resultado. Además, en el punto iii) vimos que
a1 < Ue < b1, entonces por el Lema (4.1) i), s(b1) < s(Ue) < s(a1). Pero,
s(Ue) = eU
1bγ
= αβ
γb
= Ve . Luego, a2 < s(b1) < Ve < s(a1) < b2
75
Corolario 4.1
Sea Σ obtenido en el teorema anterior. Entonces
i) Σ ⊂ [0, bα
] × [0, γβ
]
ii) Σ “→” (Ue, Ve) cuando K → 1 ó K → ∞
iii) El Σ “más grande”, se obtiene cuando K = 4
Dem.
i) δ <K1
K1 − δ K < 1 -
K1
K1
< 1 - δ K K1
1δ−
< K
K1
Kδ−
< K βb
K1K
δ− <
βb
K = bα
Luego, b1 < bα
Como b2 < r(b1) y b1 < bα
b2 < r(b1) <
αb
r = 2
2bbbγαα−
αγ+
γβ
= γα
−γα
+γβ 22 bb
= γβ
76
ii) Si K → 1 ó K → ∞ entonces δ → 0 lo que implica
a1 = βδ+b
K1K
→ Kβb
= βα
y b1 = βδ−b
K1K
→ Kβb
= βα
Entonces, r(a1) → r(βα
) = αβ
γb
y r(b1) → r(βα
) = αβ
γb
De igual modo, s(a1) → s(βα
) = αβ
γb
y s(b1) → s(βα
) = αβ
γb
de modo que a2 → αβ
γb
, b2 → αβ
γb
iii) Definamos la función w: (0, ∞) → ℜ w(K) = K1
K1 −
w′(x) = 2K
1 -
23
K
121
= 0 si K = 4
w′′(x) = 3
25 K
2
K
143 − ; w′′(4) =
1281− < 0
Luego, w alcanza un máximo en K = 4
77
• III. Ejemplo
Tomemos α = 100, β = 4, γ = 1, b =10 K = 4, Ue = 5, Ve = 2.
K1
K1 − = 0.25 , es decir bastará tomar δ < 0.25.
Eligiendo δ = 0.24, resulta a1 = 37
125 ≈ 3.378, b1 =
13125
≈ 9.615
r(a1) = -1.8016, s(b1) = 1.04
r(b1) = 3.9584, s(a1) = 2.96
de modo que podemos elegir a2 ∈ (0, 1.04), b2 ∈ (2.96, 3.9584)
78
Bibliografía del capítulo 4
Herbert Amann: “Invariant sets and existence theorems for semilinear parabolic
and elliptic systems”, Journal of Mathematical Analysis and Applications, Vol. 65,
1978, Pág. 432-467.
P. W. Bates: “Containment for weakly coupled parabolic systems”, Houston
Journal of Mathematics, Vol. 11, No 2, 1985, Pág. 151-158.
J. W. Bebernes and K. Schmitt: “Invariant sets and the Hukuhara-Kneser property
for systems of parabolic partial differential equations”, Rocky Mountain Journal of
Mathematics, Vol. 7, No. 3, Summer 1977, Pág. 557-567.
K. N. Chueh, C.C. Conley and J. A. Smoller: “Positively invariant regions for
systems of nonlinear diffusion equations”, Indiana University Mathematics Journal,
Vol. 26, No 2, 1977, Pág. 373-392
Ray Redheffer and Wolfang Walter: “Invariant sets for systems of partial
differential equations I. Parabolic equations”, Arch. Rat. Mech. Anal., Vol. 67, 1978,
Pág. 41-52.
Hans F. Weinberger: “Invariant sets for weakly coupled parabolic and elliptic
systems”, Rendiconti di Matematica, Vol. 8, Serie 6, 1975, Pág. 295-310.
79
Capítulo 5
Comportamiento asintótico
• I. Teoría general.
Sea Ω ⊂ ℜm, m ≥ 1 un dominio acotado con frontera “razonablemente suave” ∂Ω.
Consideremos el sistema de ecuaciones de reacción-difusión
tu
∂∂
= D∆u + j
m
1jj x
u)u,x(A
∂∂
=
+ f(u) (x, t) ∈ Ω × (0, ∞)
(5.1) η∂
∂u = 0 (x, t) ∈ ∂Ω × (0, ∞)
u(x, 0) = u0(x) x ∈ Ω
donde u = (u1, u2, ..., un), n ≥ 1, D es una matriz constante definida positiva, y
Aj : ℜn + 1 → ℜn × n es continua para todo j.
Además, supondremos que el sistema (5.1) admite una región invariante compacta
Σ ⊂ ℜn.
80
Sea λ el menor autovalor distinto de cero de –∆ en Ω con condición de Neumann,
a = max mj1,u,x/)u,x(A2j ≤≤Σ∈Ω∈ , d el menor autovalor de la matriz D
y M = max Σ∈u/u)f(J2
donde J(f) representa la matriz jacobiana de f.
Bajo esas condiciones tenemos el siguiente resultado
Teorema 5.1
Sea σ = dλ – M - a λm , y u0(x) ∈ Σ para x ∈ Ω
Si σ > 0, existen constantes ci > 0 i = 1, 2, 3, 4 tales que
t
1)(Lx ec)t,(u2
σ−Ω ≤•∇
t
2)(Lec)t(u)t,(u
2
σ−Ω ≤−•
donde ΩΩ
= dx)t,x(u1
)t(u satisface el sistema de ecuaciones diferenciales
ordinarias
dtud
= f( u ) + g(t), dx)x(u1
)0(u 0ΩΩ
=
)t(g ≤ c3e-σt
81
Si las matrices Aj son idénticamente nulas, o si son matrices diagonales juntamente
con la matríz D, entonces
)(L)t(u)t,(u Ω∞
−• ≤ c4e-σ’t σ’ <
mσ
Las constantes c1, c2, c3 son proporcionales a )(L0
2u Ω∇ , mientras que c4 es
proporcional a )(L0u Ω∞
∇ . Con Ω representamos la medida de Ω.
Dem. [C-H-S] Theorem 3.1
Haremos una demostración parcial para el caso de un sistema de dos ecuaciones con
matriz diagonal y Ω = (0, 1). Es decir, consideramos el problema
ut – d1uxx = f(u, v)
x ∈ (0, 1) t > 0
vt – d2vxx = g(u, v)
ux(0, t) = ux(1, t) = vx(0, t) = vx(1, t) = 0 t > 0
u(x, 0) = u0(x), v(x, 0) = v0(x) x ∈ (0, 1)
con f, g ∈ C1(Ω)
Sea W = (u, v), F = (f, g), D =
2
1
d00d
82
M = 2
JFW
supΣ∈
= 2vu
vu
)v,u(g)v,u(g)v,u(f)v,u(f
)v,u(sup
Σ∈
donde 02B λ= , para toda B ∈ ℜK × K, λ0 = máx λ / λ es autovalor de BBT
([N] Pág. 128)
Sea d = mind1, d2
Ya hemos visto en el capítulo 3 que el mínimo autovalor λ de -∆ correspondiente al
dominio (0,1) es igual a π2
Tenemos entonces σ = d π2 – M
Supongamos que σ > 0
En lo que sigue, usaremos repetidamente la primera fórmula de Green para funciones
∈ C2(Ω) que cumplen η∂
∂u = 0 en ∂Ω ([Sa], Pág. 163)
Ω
∆uv = Ω∂ η∂
∂uv -
Ω
∇∇ vu = - Ω
∇∇ vu
i) Lema:
Sea u ∈ C2(0,1) ux(0) = ux(1) = 0 Entonces
( ) dx1
0
2 ∆ ≥ π2 dxu
1
0
2 ∇
83
Dem. (Ver [S] Theorem 11.11 para el caso general)
Como es sabido ([R-R] Theorem 6.36) el sistema Φ0(x) = 1, Φn(x) = 2 cos(nπx)
n ≥ 1, es una base de L2(0,1).
También sabemos ([W] Pág. 73) que esos mismos Φn son autovectores con autovalor
λn = π2n2 n ≥ 1 del operador –∆ en (0, 1) con condición de Neumann.
Podemos escribir entonces
∆u = ≥
Φ0n
nna , u = ≥
Φξ0n
nn
donde,
an = Φ∆1
0n)u( = ∆Φ
1
0n )(u = - Φλ
1
0nnu = -λn Φ
1
0nu = -λnξn
a0 = -λ0ξ0 = 0
dxu21
0 ∇ = ∇∇
1
0
uu = - ∆1
0
uu = - Φ≥
1
0n
1nn ua = -
≥ξ
1nnna =
≥ λ1n n
2na
≤
≤ 1
1λ
≥1n
2na =
1
1λ
2
)1,0(L2u∆
lo que demuestra el lema.
84
ii) Definamos Q(t) = dxW,W21 1
0 ∇∇
Entonces,
Q’(t) = dxW,W1
0t ∇∇ =
= ∆∇∇1
0
dx)WD(,W + dxF,W1
0 ∇∇ =
= - dxWD,W1
0 ∆∆ + dx)W(JF,W
1
0 ∇∇
WD,W ∆∆ = d1(∆u)2 + d2(∆v2) ≥ d[(∆u)2 + (∆v2)] = d 2W∆
)W(JF,W ∇∇ ≤ )W(JF,W ∇∇ ≤ W∇ )W(JF ∇ ≤
≤ W∇ JF W∇ = JF W∇ 2 ≤ M W∇ 2
Remplazando, tenemos
Q’(t) ≤ -d ∆1
0
2 dxW + M dxW1
0
2 ∇
85
Por el Lema anterior,
dxW1
0
2 ∆ ≥ π2 dxW
1
0
2 ∇
Luego
Q’(t) ≤ -dπ2 ∇1
0
2 dxW + M dxW1
0
2 ∇ = -σ dxW
1
0
2 ∇ = -σ2Q(t)
Por lo tanto, ([N], Lema 10.14)
Q(t) ≤ Q(0)e-2σt
lo que implica
)1,0(L2W∇ ≤ )0(Q e-σt
iii) Aplicando la desigualdad de Poincaré-Wirtinger (ver [B] Pág. 194) tenemos que
existe una constante C tal que
2Luu − ≤ C
2Lu∇
Esto termina la demostración.
86
Teorema 5.2
Sea Σ una región invariante acotada para el problema (5.1). Si σ > 0, entonces las
únicas soluciones estacionarias del problema (5.1) en Σ son soluciones constantes.
Dem.
[C-H-S] Theorem 5.4
• II. Aplicación al problema (P)
Lema 5.1
Sea B ∈ ℜ2 × 2, BM = max(bij) Entonces,
i) 2
B ≤ 2BM
ii) 2
B 2 ≤ ( )j,i
2ijb
Dem.
i) Sea (x, y) ∈ ℜ2 , de norma uno.
2)y,x(B 2 = b11
2 x2 + 2b11b12 xy + b122 y2 + b21
2 x2 + 2b21b22 xy + b222 y2 ≤
≤ (b112 + b21
2)x2 + 2(b11b12 + b21b22)xy+ (b122 + b22
2)y2 ≤ 2BM2 x2 +
+ 2BM2 2xy + 2BM
2 y2
87
Dado que 2ab≤ a2 + b2
2)y,x(B 2 ≤ 2BM
2 (x2 + x2 + y2 + y2) = 4BM2 (x2 + y2) = 4BM
2
Luego,
2)y,x(B ≤ 2BM para todo (x, y) tal que
2)y,x( = 1
2B ≤ 2BM
ii) 02B λ= , λ0 = máx λ / λ es autovalor de BBT ([N] Pág. 128)
(BBT)i,j = k
jkik bb (BBT)i,i = ( )2
kikb Tr(BBT) = ( )
j,i
2ijb
λ0 ≤ Tr(BBT) = ( )
j,i
2ijb
Teorema 5.3
Sea K > 1, K = 2bβα
, Σ la región invatiante para el problema (P) obtenida en el
teorema (4.2) Sean (u, v) soluciones del problema (P) en Σ.
88
Si d1 > 2
1π
JMax donde
Jmax = 2max b(2K + 1), γ2
b
α
Entonces,
i) (u, v) → ( v,u ) uniformemente en Ω, cuando t → ∞
ΩΩ
= dx)t,x(u1
)t(u
ii) La única solución estacionaria del problema (P) contenida en Σ es la solución constante
(Ue, Ve) =
αβ
γβα b
,
Dem. En este caso,
f (u, v) = (α - βu2 – bu + γu2v, bu - γu2v)
D =
2
1
d00d
Jf =
γ−γ−γγ+−β−
2
2
uuv2buuv2bu2
89
Por el lema 5.1, sabemos que
2Jf ≤ 2 max 2γuv - b, 2γuv – b - 2βu, γu2, -γu2
y sabemos por el Corolario (4.1) que Σ ⊂ [0, bα
] × [0, γβ
]
Entonces,
0 ≤ uv ≤ γ
αβb
= γ
Kb -b ≤ 2γuv – b ≤ b(2K –1)
Puesto que K > 1, b(2K – 1) > b 2γuv - b ≤ b(2K –1)
0 ≤ u ≤ bα
0 ≤ 2βu ≤ 2βbα
= 2bK
-2bK – b ≤ 2γuv –b - 2βu ≤ b(2K – 1)
-b(2K + 1) ≤ 2γuv –b - 2βu ≤ b(2K – 1)
b(2K + 1) > b(2K – 1) 2γuv –b - 2βu ≤ b(2K + 1)
Luego,
M = 2
JFWSup
Σ∈ ≤ 2max b(2K + 1), γ
2
b
α = JMax
90
En el problema (P), d1 << d2 . Luego,
σ = d1 π2 – M ≥ d1π2 - JMax > 0
Entonces, por el teorema 5.1
)(L)t(u)t,(u Ω∞
−• → 0 cuando t → ∞
y por el teorema 5.2, la única posible solución estacionaria del problema (P) en
Σ es la solución constante (Ue, Ve) =
αβ
γβα b
,
• III. Ejemplo
Tomemos α = 100, β = 4, γ = 1, b =10 K = 4
Jmax = 2max90, 100 = 200
La condición que debe cumplirse en este caso es
d1 > 2
1π
JMax ≈ 20.264
91
Bibliografía del capítulo 5
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system”, Nonlinear Analysis, Theory, Methods & Applications, Vol. 8, No 3, Pág.
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interactions: Asymptotics”, Nonlinear Diffusion (Research Notes in Mathematics 14),
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diffusion system. A probabilistic approach”, Random & Computational Dynamics,
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92
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diffusion systems with nonlinear boundary conditions”, Nonlinear Differential
Equations: Invariance, Stability, and Bifurcation, Pág. 161-173, 1981.
G. Hetzer and P. G. Schmidt: “Global existence and asymptotic behavior for a
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Vol. 95, 1983, Pág. 335-343.
Hiroki Hoshino and Yoshio Yamada: “Asymptotic behavior of global solutions for
some reaction-diffusion systems”, Nonlinear Analysis, Theory, Methods &
Applications, Vol. 23, No 5, Pág. 639-650, 1994.
Hiroki Hoshino: “Rate of convergence of global solutions for a class of reaction-
diffusion systems and the corresponding asimptotic solutions”, Advances in
Mathematical Sciences and Applications, Gakkõtosho, Tokyo, Vol. 6, No 1, 1996,
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93
C. V. Pao: “Asymptotic behavior of solutions for the Belusov-Zhabotinskii
reaction-diffusion system”, J. Partial Differential Equations, Vol.1, No 1, Pág. 61-66,
1988.
C. V. Pao: “Asimptotic limit and blowing-up behavior of solutions for a reaction-
diffusion system”, Nonlinear Phenomena in Mathematical Sciences, 1982, Pág. 767-
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Peter Takác: “Asymptotic behavior of strongly monotone time-periodic dynamical
processes with symmetry”, Journal of Differential Equations, Vol. 100, No 2,
December 1992, Pág. 355-378.
Sining Zheng: “A note on asymptotic behavior of solutions to a heterogeneous
nonlinear reaction-diffusion system”, Proceedings of the American Mathematical
Society, Vol. 98, No 1, 1986, Pág. 103-108.
94
Conclusión
En este trabajo se estudiaron algunas propiedades del problema (P), tomado de la
Teoría de dislocaciones en materiales. Se probó que existe una única solución global
positiva del sistema, siempre que la condicion inicial (u0, v0) cumpla que
u0, v0 ∈ L∞(Ω), u0, v0 ≥ 0.
lo que está de acuerdo con las hipótesis físicas del modelo.
Se obtuvieron los siguientes resultados acerca del comportamiento de la solución
(u, v) en relación con la solución estacionaria constante (Ue, Ve)
(Ue, Ve) =
αβ
γβα b
, :
i) Si i) b < min θ - β
αγ,
βαγ
, ii) b < θ, ó iii) b < min θ + ρ1
2
dd
, ( )2ρ+θ
existe un δ > 0 tal que
∞− )V,U()v,u( ee00 < δ ∞−•• )V,U()]t,(v),t,(u[ ee → 0 cuando t → ∞
donde θ = 2 αβ , ρ = 2
1
dd
βγα
. Recordando que K = 2b
αβ, la condición ii) equivale a
pedir K > 41
.
95
ii) Si K > 1, existen constantes a1, b1, a2, b2, tales que
si (u0, v0) ∈ Σ, entonces [u(•, t), v(•, t)] ∈ Σ para todo t > 0
donde Σ = [a1, b1] × [a2, b2] es un rectángulo centrado en el punto (Ue, Ve).
Teniendo en cuenta que K > 1 > 41
, y usando el resultado del punto anterior,
podemos concluir que dentro de Σ, si (u0, v0) está “suficientemente cerca” del punto
(Ue, Ve), la solución (u, v) no sólo se mantiene “alrededor” de (Ue, Ve), sino que
converge a (Ue, Ve) cuando t → ∞.
iii) Si K > 1, d1 > 2
1π
JMax donde
Jmax = 2max b(2K + 1), γ2
b
α
entonces, dentro del rectángulo Σ definido en 2), la única solución estacionaria que
posee el sistema es la solución constante (Ue, Ve).
Además, si K > 1, d1 > 2
1π
JMax, la solución (u, v) se aproxima a su promedio
ΩΩ
= dx)t,x(u1
)t(u
uniformemente.
96
Muchas cuestiones quedan abiertas. En particular, será interesante estudiar el
comportamiento de las soluciones, para los casos en los que:
no existen regiones invariantes
la solución estacionaria constante es inestable
la condición inicial esta “lejos” de la solución estacionaria constante.
Algunas de éstas cuestiones fueron abordadas en los artículos [S-F-B], [W-A 1],
[W-A 2], donde se mostró la relacion entre la inestabilidad de la solución estacionaria
constante y la formación de dislocaciones.
97
Bibliografía general
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1984
[C-H] Richard G. Casten and Charles J. Holland: “Stability properties of solutions
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[C-H-S] Edward Conwey, David Hoff, and Joel Smoller: “Large time behaviour of
solutions of systems of nonlinear reaction-diffusion equations”, Siam J. Appl. Math.,
Vol. 35, No. 1, July 1978, pp. 1-16.
[F] Paul C. Fife: “Mathematical aspects of reacting and diffusing systems”,
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[H-N-W] E. Hairer, S. P. Nørsett, and G. Wanner: “Solving ordinary differential
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98
[K2] Ladislas P. Kubin: “Dislocation pattering”, Treatise in Materials Science and
Technology, Vol. 6, 1996, Pág. 138-190.
[M-P] Robert H. Martin and Michael Pierre: “Influence of mixed boundary
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Cartan, No 30, 1994.
[N] José I. Nieto: “Introducción a los espacios de Hilbert”, Serie de Matemática,
Monografía No 19, OEA, 1978.
[R] Franz Rothe: "Global solutions of reaction-diffusion systems", Lecture Notes
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[R-R] Michael Renardy and Robert C. Rogers: “An introduction to partial
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Verlag, New York, 1983.
[Sa] Luis A. Santaló: “Vectores y tensores con sus aplicaciones”, Editorial
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[W] Hans F. Weinberger: “Ecuaciones diferenciales en derivadas parciales”,
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99
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[W-A 2] Daniel Walgraef and Elias C. Aifantis: “On the formation and stability of
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