Impronta #13 - Sociedades lectoras

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Ilustración: Natalia Gordillo 4 6 8 9 La revelación afectiva de la lectura Entrevista a Yolanda Reyes La escritura puede ser... Gabriel Rudas Burgos Novedades editoriales Los ecos de Eco: el retumbar del sentido en la lectura Genoveva Iriarte Esguerra Sobre este número de Impronta Boletín de novedades de la Editorial Pontificia Universidad Javeriana • Número 13 • 2016 • ISSN 1909-7123 • www.javeriana.edu.co/editorial/ Sociedades lectoras Los rótulos para calificar nuestra sociedad abundan: “contemporánea”, “moderna” o “pos- moderna”, “de la información” o “de la conecti- vidad”. ¿Qué la caracteriza? ¿Podríamos hablar de una sociedad lectora? Los planes de lectura claman por incrementar el índice de lectura per cápita, y como estrategia se llenan las bi- bliotecas públicas de clásicos, y se plantea la distribución gratuita de miles de ejemplares en nuestras ciudades. Entrevista a Marianne Ponsford La construcción de sociedades lectoras en Colombia 2 Estas estrategias y concepciones develan la im- portancia de pensar una vez más cómo lee nuestra sociedad hoy en día y cómo se percibe a sí misma como “lectora”, es decir, de qué manera se forman los ciudadanos lectores. Cuestionarse si se lee de igual forma una pancarta que un grafiti, una car- ta del seguro médico que una novela, es un acto valiente y vital para nuestras instituciones. ¿Qué lectura es “mejor”, la de un poema (por regular que sea su calidad) o la de miles de mensajes y posts ingeniosos en las redes sociales? ¿Garantiza la lectura mejores personas, una mejor sociedad? Seguros de la importancia de esta discusión, la Editorial Pontificia Universidad Javeriana ofrece con este número de Impronta algunas reflexiones, todas particulares y diversas, sobre preguntas clásicas a las que vale la pena volver con una mi- rada crítica sobre nuestras tan anheladas socie- dades lectoras.

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Contenido: ·La construcción de sociedades lectoras en Colombia. Entrevista a Marianne Ponsford ·'Los ecos de Eco: el retumbar del sentido en la lectura' por Genoveva Iriarte Esguerra ·La revelación afectiva de la lectura. Entrevista a Yolanda Reyes ·'La escritura puede ser...' por Gabriel Rudas Burgos ·Novedades 2015 y 2016 de la Editorial PUJ ·Secciones sobre el quehacer de los procesos de publicación y divulgación de libros y revistas científicas.

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4 6 8 9La revelación afectiva de la lecturaEntrevista aYolanda Reyes

La escritura puede ser...Gabriel Rudas Burgos

Novedades editorialesLos ecos de Eco: el retumbar del sentido en la lecturaGenoveva Iriarte Esguerra

Sobre este número de Impronta

Boletín de novedades de la Editorial Pontificia Universidad Javeriana • Número 13 • 2016 • ISSN 1909-7123 • www.javeriana.edu.co/editorial/

Sociedades lectoras

Los rótulos para calificar nuestra sociedad abundan: “contemporánea”, “moderna” o “pos-moderna”, “de la información” o “de la conecti-vidad”. ¿Qué la caracteriza? ¿Podríamos hablar de una sociedad lectora? Los planes de lectura claman por incrementar el índice de lectura per cápita, y como estrategia se llenan las bi-bliotecas públicas de clásicos, y se plantea la distribución gratuita de miles de ejemplares en nuestras ciudades.

Entrevista a

Marianne PonsfordLa construcción de sociedades

lectoras en Colombia

2

Estas estrategias y concepciones develan la im-portancia de pensar una vez más cómo lee nuestra sociedad hoy en día y cómo se percibe a sí misma como “lectora”, es decir, de qué manera se forman los ciudadanos lectores. Cuestionarse si se lee de igual forma una pancarta que un grafiti, una car-ta del seguro médico que una novela, es un acto valiente y vital para nuestras instituciones. ¿Qué lectura es “mejor”, la de un poema (por regular que sea su calidad) o la de miles de mensajes y posts 

ingeniosos en las redes sociales? ¿Garantiza la lectura mejores personas, una mejor sociedad? Seguros de la importancia de esta discusión, la Editorial Pontificia Universidad Javeriana ofrece con este número de Impronta algunas reflexiones, todas particulares y diversas, sobre preguntas clásicas a las que vale la pena volver con una mi-rada crítica sobre nuestras tan anheladas socie-dades lectoras.

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La construcción de sociedades lectoras en ColombiaEntrevista a

Marianne Ponsford

¿Qué aspectos del oficio de editora crees que han condicionado tu forma de entender la lectura y el libro?

Yo empecé trabajando en Turner y Siruela, que son dos sellos españoles muy prestigiosos y que ha-cen libros extraordinarios. Aprendí muchísimo y empecé muy abajo, casi de chica de los recados. El oficio de editor condiciona la lectura en la medida en que uno está más alerta que un lector despre-venido a ciertos problemas de estructura del texto. Es a veces un poquito más difícil lo que se llama dejarse llevar por la historia, pues hay un tercer ojo, si se quiere, que siempre está atento a los errores y tiene una vocación de análisis que hace más difícil dejarse arrastrar por la historia.

Trabajaste en las revistas El Malpensante y Arcadia. ¿Cómo crees que este tipo de publica-ciones logran incentivar la formación de unos lectores que quizás antes de estas revistas no existían?

Yo creo que mientras más oferta haya, mayores probabilidades de consumo, aunque esta relación es muy compleja. No sabría si una revista crea lec-tores o si es la existencia de los lectores lo que crea la necesidad de una revista. Se parece un poco al problema del huevo y la gallina. De todas formas, sí es importante que un país en vías de desarro-llo como Colombia tenga publicaciones literarias

fuertes. Es un signo de que hay un espacio para el debate y para el margen, para lo que no viene del centro, de la producción masiva de contenidos; aquello que siempre es frágil, pues lo que funciona siempre será absorbido por el centro y tenderá a convertirse en otra cosa. Por eso solo en el margen están las ideas y la historia de las ideas de un país siempre estará en la fragilidad y la fugacidad de lo marginal.

Hablemos de productos culturales que hoy se consumen muchísimo en Colombia, como las telenovelas o las series de televisión, que no están en los márgenes. ¿Crees que hay una correspondencia entre estos dos tipos de lec-turas a la hora de formar un lector y construir una sociedad lectora en Colombia?

Yo creo que, como dicen, la belleza está en los ojos de quien mira, el mundo entero está en los ojos de quien mira. Yo he oído en mi vida conversacio-nes tremendamente frívolas sobre Shakespeare y he leído cosas fascinantes sobre, por ejemplo, la in-fancia africana de Naomi Campbell —una modelo que se supone frívola—. Es decir, la frivolidad no suele estar en los temas, sino el tratamiento de es-tos, y en la capacidad de quien lee, en su criterio y su curiosidad.

Uno de los clichés más peligrosos que se con-solidan en sociedades en las que el acceso a una

educación de calidad es un privilegio es que la lite-ratura está hecha para gente muy inteligente, y que a esa gente “rara” no puede, no debe sentirse atraí-da por la cultura de masas. Sí por la cultura popu-lar —Las Alegres Ambulancias, Los Gaiteros de San Jacinto, el bullerengue—, pero no por Juanes ni Fonseca. Ese tipo de clichés es muy peligroso, porque cuando la televisión (sobre todo la televi-sión por internet, desde hbo hasta Netflix) deci-de poner a escribir guiones a grandes inteligencias, nos confundimos, no sabemos qué hacer. Los la-tinoamericanos decimos: “¿¡Cómo es posible!? La televisión tiene que ser mala, porque hemos creci-do viendo telenovelas malas. ¿Qué hacemos aho-ra?”. Entonces nos ponemos a ver House of Cards con culpa, porque creemos que deberíamos estar leyendo Ana Karenina en vez de trasnochar pega-dos a una serie gringa. En ese sentido, y para pensar desde esa coyuntura que se vive en las primeras dos décadas del siglo xxi —el esplendor de la televi-sión, que comenzó con Los Soprano—, creo que hay que consumir todos los medios: lo masivo, lo mar-ginal. Algunos, supuestamente desde una mirada más bien sociológica y curiosa. Como cuando lees bestsellers solo para saber qué es lo que engancha tanto y acabas igual de enganchado. Hay muchas maneras de mirar, el mundo está lleno de conteni-dos de todo tipo y todo consumo es legítimo, desde que se ejerza con criterio, gozo y sospecha.

Marianne Ponsford es la directora

del Centro Regional para el

Fomento del Libro en América

Latina y el Caribe (cerlalc). Fue

distinguida con el Premio Nacional

de Periodismo Simón Bolívar por

la crónica “La resurrección de

Chavela Vargas” (1998). Participó

en la fundación de la revista

El Malpensante. Fundó para

Publicaciones Semana la revista

Arcadia, la cual dirigió durante ocho

años. Ha sido editora de libros y ha

dirigido la revista Cromos.

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¿Cómo crees que se pueda conciliar la lectura de literatura y de estos textos?

Es posible, pero no es fácil. Creo que el mayor reto no es tanto la televisión como las nuevas tec-nologías. Y dentro de las nuevas tecnologías, los videojuegos. Creo que ese es nuestro mayor reto para quienes queremos construir sociedades lec-toras. El enemigo se llama Candy Crush. Creo que la tendencia a la adicción que generan estos nuevos medios y el contacto muy temprano de los niños con dispositivos digitales son sumamente peligro-sos. Hacen que no haya paciencia ni concentra-ción, porque se busca una gratificación inmediata. Se vuele frágil la atención, la concentración, todo lo que fortalece la lectura. La lectura fortalece la memoria, la capacidad de análisis cognitivo; está demostrado que impide el alzhéimer, la demen-cia. Está demostrado que leer es extraordinaria-mente útil para vivir mejor. Todo lo que hace por ti la lectura, lo niegan los videojuegos. Ese sería es el gran enemigo contra el que hay que luchar. ¿Cómo? No lo sé. Recuerdo una biblioteca que se llama El Vallado, en Cali, sostenida por la Fundación Carvajal. En esa biblioteca permiten que los muchachos vayan y jueguen media hora en los computadores, y han puesto al lado de los seis computadores que tienen una sala de cómic y novela gráfica. Entonces, los adolescentes, des-pués de jugar media hora en el computador, pa-san a esta sala y empiezan a leer novela gráfica y cómic, y así van entrando al mundo de las letras sin que nadie les diga qué está prohibido o permi-tido. Me parece una muy buena estrategia. Y sé que les funciona.

¿Cómo ves hoy el cambio de soportes, de una cultura letrada a una apoyada más en la ora-lidad y en nuevas formas de escribir? ¿Crees que los rasgos hegemónicos de la cultura le-trada se están trasformando justamente con el cambio tecnológico?

Yo creo que el poder hegemónico de la cultu-ra letrada se acabó hace mucho tiempo. Se cuenta que al entierro de Victor Hugo asistió más gen-te que la población total de París en aquel enton-ces. Coetzee dice que desde hace mucho tiempo el escritor dejó de ser el oráculo de la sociedad. Nosotros en América Latina hemos crecido bajo la hegemonía de los Estados Unidos, donde la idea del intelectual público es muy débil. Susan Sontag y Noam Chomsky, si acaso..., a finales del siglo xx. Dos en un país de 320 millones de personas, ¡es increíble! En Europa, en Francia, das una patada y sale un intelectual público por algún lado. Das otra y salen cien... Ahora bien, tampoco creo que de las nuevas escrituras emerja un poder intere-sante: lo que prima es la obsolencia instantánea del pensamiento, lo fugaz, lo olvidable: las fauces de la banalidad se lo tragan todo.

Ahora, con los retos que enfrentas en la direc-ción del cerlalc, ¿de qué manera crees que deba ser la formación de lectores que están fuera de una comunidad letrada?

Trabajando en promoción de lectura para niños, en formación de docentes y bibliotecarios y en do-tación para bibliotecas. Es muy fácil inculcar en un niño el hábito de la lectura si la entretejes con el jue-go de la imaginación. A medida que pasan los años

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creo que el reto se torna más difícil. Si sus padres no les han leído —porque parte del encanto de la lectura tiene que ver con algo muy fuerte: la voz de la madre y la voz del padre que narran historias para un niño antes de dormirse—, creo que es muy difícil lograr que los adultos sean lectores. Por eso, la polí-tica pública debe concentrarse en la primera infancia.

Muchos de estos niños vienen de culturas orales y autóctonas...

Eso es poderoso, porque estamos hablando de Cultura con mayúscula. Pero el conflicto colom-biano ha desplazado a más del 10 % de la población, y de la fractura cultural, del desarraigo, poco se habla. Prima el discurso económico. Pero la gue-rra no es el único problema. Qué triste es cuando uno va a un pueblo y se da cuenta de que lo único que oyen los niños es reggaetón. El gran rival de la cultura popular, de la cultura auténtica, es la cul-tura de masas. El reggaetón es el peor enemigo de la marimba de chonta. Sin embargo, si logramos construir una paz en la que puedan convivir la mo-dernidad, la basura, la producción intelectual, el talento y la tradición, la sensibilidad encontrará opciones a las que aferrarse para crecer, para cons-truir una identidad.

¿Cómo ves allí una transición hacia la lectura de libros?

Muy fácil: bibliotecas públicas y bibliotecas es-colares en todas las escuelas del país. Eso es lo que

uno sueña. Claro que es una inversión monumen-tal… Hay más de 42 000 colegios en Colombia, pero hacia allá hay que andar. Este país hoy tiene 1400 bibliotecas públicas, una en cada cabecera mu-nicipal y otras 200 más en veredas y corregimien-tos. Pero en Colombia ¡hay 30 000 veredas! Falta mucho, pero se puede poco a poco. Para que los niños lean, hay que leerles y hay que ponerles los li-bros al alcance: para que los rayen, los rompan, los muerdan, los babeen y, sobre todo, para que an-tes de saber leer, finjan su lectura y se inventen sus propias historias.

¿De qué forma se llega a una sociedad lectora?Las sociedades lectoras se logran justamente

con muchísimos libros y también con formación de mediadores. Se logra cuando la lectura se convierte en un hábito, en parte de la vida, en una necesidad. Cuando el libro se convierte en costumbre, en com-pañía imprescindible, ahí es cuando tenemos socie-dades lectoras. Cuando llevamos los libros adentro.

Entonces, ¿cuál sería el papel del cerlalc en la construcción de las sociedades lectoras?

El cerlalc ha sido fundamental en el desa-rrollo de la industria del libro en América Latina, del fortalecimiento de la producción y circulación de los libros y, sobre todo, ha impulsado la políti-ca pública a favor del libro y la lectura. Sin polí-ticas no se dotarían las bibliotecas, no se forma-rían mediadores, bibliotecarios, promotores de

Las sociedades lectoras se logran cuando

la lectura se convierte en una compañía

imprescindible, en una necesidad.

El mundo está lleno de contenidos de todo tipo y todo consumo

es legítimo, desde que se ejerza con criterio, gozo y sospecha.

lectura. Además, ha participado activamente en el diseño de los planes nacionales de lectura de la región, que va desde dotación de textos escolares hasta lectura en espacios no convencionales, pa-sando por el impulso a la traducción, la edición en lenguas autóctonas y la medición del compor-tamiento lector.

Somos un centro de pensamiento alrededor del libro y la lectura. Nuestro trabajo es investigar, pro-mover el debate en temas tan fundamentales como pedagogía, como la lectura en tiempos de nuevas tecnologías, y ofrecer a los gobiernos de los países miembros del cerlalc —que son todos los de Iberoamérica— herramientas para que su política pública sea más precisa, mejor focalizada, más efec-tiva. Así mismo, tenemos que ser correa de transmi-sión de buenas prácticas; si hay un proyecto de pro-moción de lectura extraordinario en la provincia de Arequipa, por ejemplo, es nuestra responsabilidad sacarlo a la luz, difundirlo, para que funcionarios del ámbito de la cultura en Tegucigalpa, por decir una ciudad, puedan analizarlo y decidir si es posi-ble replicarlo en su región. Es un arduo privilegio poder trabajar desde una idea de región: muchos de nuestros logros son invisibles a ojos de los ciudada-nos. Pero eso no importa: lo que importa es que ese ciudadano tenga acceso a los libros. No tiene, nece-sariamente, porque saber todo lo que hacen otros para que ello sea posible.

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4 • Sociedades lectoras • Número 13 • 2016

El valor de un libro consiste en ser

leído. Un libro está hecho de signos

que hablan de otros signos, que, a

su vez, hablan de cosas. Sin unos

ojos que lo lean, un libro contiene

signos que no producen conceptos.

Y, por lo tanto, es mudo.

umberto eco

El nombre de la rosa

El pasado 19 de febrero, Umberto Eco muere en Milán a los 84 años. Novelista erudito, filósofo y semiótico interesado en la naturaleza del hombre, Eco sostiene que son tres las características pro-pias del ser humano: pensar en Dios, reírse y con-tar historias. Su vida la dedica a las dos últimas aunque, como académico, apareciera en público como un magnífico “gruñón” que se queja de tener que presenciar el derrumbe generalizado de los va-lores en nuestra sociedad.

“Si dios existiera,

sería una biblioteca” *.

Todo su trabajo —semiótico, filosófico y nove-lístico— se centra en entender cómo “hacemos sentido” de todo a lo que estamos expuestos. No solamente vemos, oímos, palpamos sino, ante todo, leemos/interpretamos. De ahí surge su ma-ravillosa “teoría de la lectura”, según la cual el lector crea su propio “sentido”, de manera intui-tiva y personal, durante su propio y particular momento de lectura.

Ese sentido, esa interpretación, están en un tex-to, que puede ser tanto oral como escrito, espon-táneo o diseñado, científico o literario, medieval o posmoderno. Además, en ese texto también se encuentra su autor o, en otros términos, aparece su huella indeleble. Entonces, Eco le pide al lector que “trabaje” sobre ese texto para extraer su senti-do. Para Eco, ese sentido no es el significado unívo-co del texto, porque el texto tiene muchos sentidos. Es, más bien, el sentido que un lector hace del tex-to. Es el propio y particular sentido que el autor le ofrece al lector a través de su texto.

“Hay libros que son

para el público y libros

que hacen su propio

público”.

Eco no concibe la presunta oposición que común-mente se establece entre el hombre “académico” y el “novelista”. Y, por eso, tampoco cree en la ta-jante distinción que se hace entre los escritos lla-mados “científicos”, o académicos o teóricos, y aquellos que se pueden denominar “creativos”. No existe —como aseguran algunos— una distinción “ontológica” entre ambos. Según Eco, ambos tipos de texto pueden leerse apasionadamente, con re-acciones inspiradas en el amor o en el odio. Cree, más bien, que la diferencia se basa en la “actitud propositiva” de los escritores, la cual seguramen-te se verá reflejada en los aspectos textuales de su producción escrita.

Para Eco, ambas actitudes propositivas surgen de la experiencia. Lo que marca su diferencia es la forma como el autor presenta esta experiencia en su texto. Aún si ambos textos, el científico y el literario, parten del mismo tipo de experiencia, la “actitud científica” busca —por encima de todo— llegar a conclusiones únicas, las que la ciencia de-nomina “verdaderas”. A su vez, la “actitud propo-sitiva”, la de la creación literaria, deja abierta la posibilidad de muchas interpretaciones por parte del lector. Un lector estaría interpretando errada-mente el texto científico si no llega a las conclusio-nes a las que el mismo texto le “impone”, aún en contra de la naturaleza de “lo académico”. Puesto que, en el medio científico:

“¿cómo no caer de

rodillas ante el altar de

la certeza?”.

Para preservar el proceso de lectura del texto científico de la “interpretación errada” o de la “so-breinterpretación” y, así, responder al canon de ve-racidad de la ciencia “objetiva”, Eco hace énfasis en la cuidadosa selección de las relaciones del texto con su exterior, todas a cargo del científico-autor. Los tres tipos de relaciones que ayudan a garanti-zar un significado acertado del texto son: prime-ro, las que se establecen en la linealidad del escrito (v. g., referencias, implícitos, presuposiciones textua- les); segundo, las que se guían por una definida “expectativa de horizonte” (v. g., el propósito del ar-tículo científico) y, por último, las que surgen de la “enciclopedia cultural” donde debe insertarse el texto (v. g., las particularidades lingüísticas de un

registro y las interpretaciones anteriores del mis-mo texto). Estas últimas relaciones son exclusivas de la “comunidad científica especializada”.

“No acepto la

afirmación de Paul

Valéry ‘il n’y a pas de

vrai sens d’un texte’.

Pero sí acepto que

‘un texto pueda tener

varios sentidos’”.

En contraste, en el texto “creativo” el escritor no debe imponer una conclusión, que posiblemente tampoco exista. Pero, un buen escritor no la im-pone, no porque no tenga la suya, sino porque ese no es el sentido de escribir creativamente. El texto creativo ofrece “la pluralidad contradictoria de sus conclusiones”, dice Eco. Se le da al escritor la liber-tad de selección y, aún más, se le permite optar por una “no-conclusión”.

Y ahí está su propuesta: “el texto creativo es siempre un ‘trabajo abierto’: no es el texto mismo; es el ‘trabajo’”. El uso del lenguaje durante este pro-ceso sirve para dejar las opciones “a flote” y, sobre todo, para quitarle al lector sus prejuicios a través de la ambigüedad de la palabra.

“El narrador no debe

facilitar interpretaciones

de su obra, si no, ¿para

qué habría escrito una

novela, que es una

máquina de generar

interpretaciones?”.

Sin embargo, Umberto Eco también advierte lo si-guiente, para que nos retumbe como un gran eco cada vez que nos sintamos inspirados:

“Nada es más nocivo

para la creatividad

que el furor de la

inspiración”.

Varias peguntas surgen para los académicos, con base en la voz de alerta de Eco acerca de la posible interpretación errada y sobreinterpretación del tex-to científico, a causa del desvío de las conclusiones que impone durante el proceso de lectura: ¿cuál es la verdadera función del “texto escolar/universitario” propio de la enseñanza —o aprendizaje— formal? ¿Debe existir un “modelo” de lectura para “textos científicos” que pueda enseñarse durante el proceso de formación académica? Y en este “trabajo de lec-tura”, ¿cuál es la función del docente?

Ciertamente, Umberto Eco no fue ajeno a estas inquietudes, más por cuanto también se pre-ocupó por la “pedagogía” de su semiótica. Sus dis-cusiones al respecto partían o llegaban a una cita de Boscoe Pertwee, autor del siglo xviii, que Eco repetía como parte de las historias que contaba y de las que él mismo se reía: “pero ahora ya no estoy tan seguro”.

Y ¿no será que nosotros, los profesores de cual-quier área de conocimiento, podemos empezar por otra pregunta, más cercana a nuestro queha-cer pedagógico y sobre la cual sí podemos incidir? No será que la pregunta pertinente no es ¿cuál es el modelo propio del texto escolar?; sino, más bien, ¿qué tipo de evaluación es aquella que se empeña en reproducir —a la letra— el “modelo” que apa-rentemente identifica al texto escolar? Si lo encon-tramos, ¿qué hacemos para combatirlo? ¿Es posible que —en particular, en la escuela— el formato de la evaluación que diseña el profesor para sus alum-nos busque solamente comprobar que el estudiante fue capaz de aprehender aquel modelo de texto que seleccionó el docente o la misma institución? Con él, se califica “decir lo que dice” el texto o lo que la institución o el docente “quiere que diga”. Así, se es-tablece un estándar a partir del cual se cuantifica el resultado de la evaluación. Y ¿si nos empeñamos en utilizar evaluaciones que tengan en cuenta el “tra-bajo abierto de la lectura” de cada uno de nuestros aprendices y de los diferentes sentidos que ellos le asignan? ¿No será ese el verdadero eco que nos deja Umberto Eco?

“Los libros no se

han hecho para que

creamos lo que dicen,

sino para que los

analicemos. Cuando

tomamos un libro, no

debemos preguntarnos

qué dice, sino qué

quiere decir”.

Los ecos de Eco:el retumbar del sentido en la lecturaGenoveva Iriarte Esguerra Profesora Asociada, Universidad Nacional de Colombia

§

* Todas las citas son tomadas de textos de Umberto Eco.

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52016 • Número 13 • Sociedades lectoras •

la ediciónResponde Manuel Gil, editor

español y autor de libros como

Manual de edición: Guía para editores, autores, correctores de estilo y diagramadores (2009) y Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías (2013).

En varias de tus conferencias, charlas y li-bros, sostienes que el libro latinoamericano es un gran desconocido para el público espa-ñol. ¿Qué piensa y qué ha hecho el lector es-pañol hoy con lo poco que sabe de la industria editorial latinoamericana?

Desde hace décadas asistimos a una brutal asi-metría entre España y América Latina en cuanto al comercio de contenidos. Piensen por un mo-mento que en el mercado América le compra a España 173 millones de euros y, en contrapartida, España le compra a América 2,7 millones de eu-ros. De esta partida, dato de 2014, la compra de literatura fue de 171 000 euros. La conclusión es obvia: no llegan libros, en parte por inexistencia de canales comerciales y por la propia saturación del mercado editorial español. Pero pensando ha-cia el futuro, la economía digital abre una vía de aproximación de las ofertas editoriales entre am-bos continentes, los átomos no viajarán pero sí lo harán los bits. Estamos ante una enorme oportu-nidad para la industria editorial de Latinoamérica.

Es por ello que al día de hoy la literatura his-panoamericana, que se edita allí, no se conoce aquí. Lo poco que se conoce de esa literatura es la que editan los editores españoles aquí, y nor-malmente son autores con un nivel de visibilidad y masa crítica muy grandes. Pensemos en un au-tor como el colombiano Daniel Ferreira, Premio Clarín, editado por Alfaguara en Colombia: pues bien, incluso pese al precio y al éxito de este autor, en España no está editado. Estamos ante un dra-ma para muchos lectores españoles, que queremos acceder a contenidos editados allí y no tenemos posibilidad ninguna de enriquecer nuestro cono-cimiento de autores y contenidos relevantes edita-dos en América.

De lo que has desarrollado en tus estudios sobre la industria editorial latinoamericana, ¿cómo ves al lector colombiano?

Obviar que Colombia es un país en transi-ción sería negar la realidad: así parece indicarlo un crecimiento económico muy elevado en estos

Oficios lectores

2 últimos años, la estabilidad política y un impor-tante optimismo social. Al ser el tercer mercado por dimensión de toda Iberoamérica, tras México y Brasil, presenta un potencial de consumo muy importante y una ubicación geoestratégica para el desarrollo del mercado del libro en la región. Pero esto no significa que no existan factores eco-nómicos preocupantes de desaceleración que po-drían parar o ralentizar los logros conseguidos. Con una población de 48 millones de habitantes, los índices de lectura son bajos, pero las políticas de apoyo a la lectura y de dotación de bibliotecas hacen que el país se encuentre en una transición cultural especialmente interesante. Y las mejoras en índices de lectura, en aumento y mejora del tejido bibliotecario son indudables. Y esto repre-senta esperanza.

Colombia está editando unos 16 000 títu-los cada año, y la pujanza de su industria edito-rial universitaria es indudable, con un nivel de transformación digital importante. En paralelo, Colombia está importando de España unos 10 mi-llones de euros en libros cada año, esto denota dos cuestiones importantes: por un lado, que se está conformando un mercado editorial interior inte-resante en cuanto a consumo y, por otro, que es un mercado abierto a la llegada de contenidos de otras partes del mundo. El reto es que los precios se ajusten a los niveles de renta de la población joven. El lector colombiano y el mercado colom-biano están en transformación, y una visita a las librerías de Bogotá y Medellín te permite observar la enorme riqueza bibliodiversa que atesoran sus mesas de novedades. Llevo muchos años viajando a Colombia, y lo que más me llama la atención es la enorme producción propia de contenido que se está haciendo allí. Si hace varios años solamente veías libros españoles, ahora lo que llama la aten-ción es la extensión de la producción nacional, tan-to la producida por editoriales comerciales como por las universitarias.

la literaturaResponde Fanny Buitrago,

novelista y cuentista colombiana

nacida en Barranquilla, autora de

Los pañamanes (1979), Señora de la Miel (1993) y Los encantamientos (2003), entre otros.

¿Qué es leer para ti?Es un espacio maravilloso que me permite

vivir muchas vidas, conocer muchos sitios y en-trar en la mente y en el espíritu de muchísimas personas tanto reales como imaginarias y, ante todo, transitar por todos los caminos del laberin-to, porque el laberinto se salió de Creta y ocupó el mundo. Vivimos en un laberinto y todo el tiempo hay que elegir por donde transitar.

¿Cómo ves la relación entre lectura y escritura?Mi relación con la lectura es afectiva. No soy

escritora porque sí, soy escritora porque me leye-ron el Quijote, me leyeron a Shakespeare, me leye-ron los pensamientos de Bolívar, de Santander y de Antonio Nariño cuando no tenía siete años siquie-ra. Yo no entendía nada, pero después comprendí qué trataba de hacer mi abuelo Tomás González: le leía a uno como adulto, uno lo escuchaba media hora y después salía a correr, pero quedaba la voz, el sonido. Mi papá todo el tiempo nos obsequiaba libros, primero de hadas, luego Alicia en el país de las maravillas, después Julio Verne, luego Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno… Nunca se me olvidará cuando a los nueve años me regaló Los tres mosque-teros. Sí que campeé libros: me tenían que apagar la luz, porque me quedaba dormida leyendo.

Yo sabía desde niña que iba a ser escritora, porque lo que más me gustaba era leer, contar cuentos y escribirlos, aunque cuando publiqué mi primera novela, El hostigante verano de los dioses, medio país resolvió que yo era una iletrada, que el Espíritu Santo me dictaba y así lo escribieron. Quizá porque hay personas que, sin darse cuen-ta, están de parte de ciertos establecimientos, y el gran establecimiento quiere a la gente tranquila, sumisa y callada, que trabaje, que coma y que no piense, porque eso los sostiene en el poder. Hay gente que ama supuestamente la lectura, la litera-tura, que está de parte del pensamiento, pero que piensa que nada se puede salir del parámetro de lo establecido, que todo debe ir por un riel y que de ahí no se puede salir la persona.

Yo vivo de mis lectores, así muchos libros míos no hayan tenido a veces una sola nota en el pe-riódico o en una revista. Soy exigente con lo que escribo, no espero que a todos les guste, sino que quede muy bien hecho. Cuando escribo tengo una relación con la palabra, con el sonido, con el color, estoy metida en el relato, por eso el libro atrae sus lectores o los aleja solito.

la educaciónResponde Fabio Jurado Valencia,

profesor de literatura en la

Universidad Nacional de Colombia

y exdirector de su Instituto de

Investigación en Educación.

En tu último libro, La lectura en las escuelas de la periferia (2014), señalas que los estudiantes de las escuelas ubicadas en zonas periféricas no logran leer de forma crítica ni inferencial. ¿Cómo crees que se puede transformar la edu-cación para que los estudiantes vayan más allá del nivel de lectura literal?

La investigación permitió constatar que en las escuelas rurales hay muy pocos textos autén-ticos para leer; escasamente hay cartillas y libros

de texto. Una de mis premisas considera que las cartillas solo alfabetizan, pero no propician la for-mación del lector crítico o de sujetos letrados que interactúan a partir de lo que leen. La alfabetiza-ción recala en la lectura literal, llega hasta allí. La formación de lectores críticos presupone el contac-to con la diversidad textual, porque el lector crítico es aquel que desde la interpretación desentraña los conocimientos medulares que los textos movilizan en sus estructuras profundas; es el lector que dis-cute con los textos porque los textos discuten con él y para ello se requiere de la activación de los sa-beres provenientes de otros textos.

¿Qué impide que en las escuelas de la perife-ria se formen lectores críticos?

No será posible formar los ciudadanos-lectores críticos que requerimos para un nuevo escenario social si, de un lado, no hay textos genuinos que circulen en las aulas y, de otro, si los docentes no participan de la comunidad letrada, esto es, leer y escribir para discutir y asumir posiciones frente a los grandes dilemas de la vida; cuestión que se exterioriza en los discursos de las aulas. La conec-tividad en internet es casi inexistente en las escue-las rurales, las que llamo escuelas de la periferia, y esto recorta los derechos para acceder al juego con la lectura crítica.

¿Cuál es el reto de todo profesor que aspire a formar lectores críticos?

El reto del profesor que aspira a formar lectores críticos es transformarse en lector crítico, vivir en una comunidad deliberante, que argumenta y sol-venta posiciones no desde la libre opinión, sino des-de el libre juego con los textos; para ello se requiere tener pares académicos, colegas que también leen, porque nadie lee solo, se necesita del interlocutor a quien se le plantea las múltiples conjeturas que los textos producen. Pero, por supuesto, lo principal es contar con un acervo de textos fundamentales, textos del canon y contemporáneos.

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La revelación afectiva de la lecturaEntrevista a

Yolanda Reyes

¿Qué hace particular a Espantapájaros como proyecto de formación de lectores?

La particularidad de Espantapájaros es que co-menzamos muy temprano la formación de lectores. Creemos que los seres humanos somos lectores des-de el comienzo de la vida. Por eso, nos hemos pues-to a trabajar con la primera infancia. Hablamos de niños de un año, de bebés de ocho meses, de fami-lias que vienen a la librería con sus cochecitos... Nos parece que en los primeros años de vida la relación entre las palabras, la necesidad de palabras y de des-ciframiento es enorme. Ahí empieza nuestra larga historia como lectores, sujetos de palabra y escrito-res. Lo más importante para un bebé es descifrar las voces de los que lo acompañan, protegen y envuel-ven. Vinculamos a los niños y a las familias en la lec-tura. Tenemos una librería especializada con la me-jor literatura para este grupo de lectores. Siempre estamos buscando los libros más inspiradores. Y, al tiempo que tenemos la librería, trabajamos en un jardín infantil centrado en arte y literatura, que son dos formas de pensar en los comienzos de la vida de una manera creativa y centrada en la imaginación. También tenemos talleres para adultos. Siempre tratamos de que la inspiración que recogemos de los niños, lo que aprendemos de ellos, lo podamos compartir con gente que trabaja con otros niños en otros lugares del país y de América Latina. Por eso, tratamos de dar cursos, de investigar, de tener una

página web muy activa, de procesar lo que vamos aprendiendo; también de dar forma y palabra a las preguntas, de compartirlas. Eso es Espantapájaros.

¿Cuál es el papel de los adultos en la forma-ción de lectores?

Yo creo mucho en las “trilogías” (familia-escuela- biblioteca o libro-niño-adulto). Los lectores se for-man en tres escenarios esenciales: en la familia, en la escuela y en la biblioteca. Por eso trabajamos con padres, madres, abuelos y con todos los seres cercanos a los niños, pero también con los maes-tros, porque ellos necesitan descubrir y explorar otras posibilidades para enseñar y acercar a los ni-ños a los libros; y con bibliotecarios y con los ani-madores culturales porque la lectura no se agota en el espacio escolar. Por otro lado, está claro que los niños no llegan a los libros si no hay adultos cerca: de ahí la importancia de ese adulto mediador, que incluyo en esa “trilogía”, en ese triángulo amoroso. Nuestras poblaciones son, además de los niños, los adultos de la familia y los adultos relacionados con la educación y la cultura.

¿Qué sucede si un adulto no tuvo ese acerca-miento a los libros y la lectura en la infancia? ¿Todavía se puede fomentar en él la lectura?

Aunque creo que ayuda mucho tener esa im-pronta de las palabras y el desciframiento en la

primera infancia, considero que hay otras formas de leer y distintas posibilidades de encontrarnos y engancharnos con la lectura. Por ejemplo, muchos adultos, incluso adultos analfabetas, se han vuelto lectores a partir del hecho de que sus hijos los han vuelto lectores. Los adultos que no fueron lectores en su infancia recuperan algo que habían perdido, que no tuvieron, gracias a la infancia lectora de sus hijos. Porque se vuelven la voz que interpreta esa partitura que es un libro para un pequeño. El espec-táculo de un adulto y de un niño leyendo en triángu-lo amoroso con un libro es algo muy potente.

Por supuesto, uno puede llegar a la lectura en otros momentos que no son la infancia, guiado por una pregunta, por un interés vital —puede ser un interés profesional o personal—, una pregunta a la que hay que dar forma o a la que hay que hacerle más preguntas. Pienso que el mayor enganche es la revelación afectiva, la certeza de que en el libro hay algo que yo estaba buscando, algo que nombra lo que yo estaba sintiendo. Ahí me parece que in-terviene mucho el amor. Por eso hablo de la familia, pero mucha gente se puede volver lectora al lado de una novia o un novio, de un maestro o de alguien que lo inspire o lo conmueva. Es esa sensación de encontrar algo que yo no sabía, que dice algo so-bre mí mismo. La pregunta del conocimiento, la académica, también está mediada por un afecto, un deseo o una pasión. Y eso ocurre en muchos

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La escuela es el pilar de la formación de lectores.

Yolanda Reyes es autora de libros

como El terror de sexto B (1994), Los agujeros negros (2000), Pasajera en tránsito (2006) y La casa imaginaria (2007). También es columnista

del periódico El Tiempo. Además

de la escritura, Yolanda se ha

preocupado por la formación de

lectores en diversos ámbitos y

espacios, como en Espantapájaros,

un proyecto cultural que consta de

librería, jardín infantil y centro de

talleres para bebés, niños y adultos.

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concreto, para leer otras señales del mundo, como el rostro humano. Mirarse en los ojos de otro para saber quién se es. Creo que eso lo volvemos a hacer cuando estamos enamorados, y esas son las prime-ras lecturas del bebé. El bebé mira a su mamá para ver quién es él. Si nadie lo mira, ese bebé no existe. Cuando las pantallas llegan muy pronto a la vida de los niños y uno abusa de eso, deja de suceder algo que es más necesario que nada y que tiene que ver con lo sensorial y lo concreto: el vínculo afecti-vo. En el comienzo de la vida somos concretos. Los cachorros siempre, humanos o no, necesitan de la piel del otro, del contacto, de saber dónde empie-zo yo y dónde empieza el otro. Y en esa medida el libro, con esa mediación y con esa proximidad, permite tantas relecturas, pues tiene una materia-lidad que nos sitúa en una posición especial, que será toda una experiencia. Maurice Sendak, el au-tor de Donde viven los monstruos, decía que cuando su padre le leía, se hacía parte de su pecho, de sus brazos. Por eso, creo que los niños a los que les leen asociarán la lectura con el olor de sus padres, con esa conexión visceral y sensorial que es importante en la infancia.

¿Cómo ves la lectura en contextos con una tra-dición oral muy rica, por encima incluso de la cultura escrita, como ocurre aún en distintos lugares de Colombia?

La infancia es un territorio muy cercano a la oralidad y los libros llegan a través de la voz del otro; por eso, para los niños, los libros tienen una conexión muy fuerte con la voz de quien los lee. Hay libros que cantan en la infancia: unos están

“escritos” en la boca de la gente y me parece que los relatos orales y la poesía de tradición oral son el mejor inicio para un niño lector. Sin embargo, eso no significa que sea la única tradición posible, como se afirma en ciertos ámbitos que confunden

el respeto por la tradición cultural de un pueblo con la negación de otras opciones. Me parece, y particularmente en la infancia, que lo uno no qui-ta lo otro, sino al contrario: lo enriquece. Por eso, la proximidad de la cultura y las voces que palpitan y que están vivas en la sangre y en la fuerza de un pueblo no niegan la posibilidad de encontrarse con voces más lejanas que enriquecen el mundo de los niños. Pienso que en este momento no podemos decirle a nadie que la cultura en la que nació va a ser la cultura en la que necesariamente se va a que-dar toda la vida instalado. Por supuesto que eso se lleva dentro, pero existe la posibilidad de que un niño o una niña puedan moverse de eso que nos funda a otras tradiciones y a otras culturas. Son el punto de partida, pero no veo por qué tienen que ser antagónicos, en vez de dialogar con otros rela-tos y miradas; con otras voces.

¿Cómo crees que se pueden fortalecer las so-ciedades lectoras en Colombia?

Yo creo que la escuela es un lugar para hacer un trabajo menos academicista y más vital de cone-xión de la literatura con la vida de las personas. Y cuando hablo de escuela también hablo de la edu-cación inicial. Hay que tener en cuenta que en la primera infancia suceden diversas revelaciones o descubrimientos narrativos y poéticos que se van a quedar grabados. Llevar libros y trabajar con las familias, llevar las palabras y las historias a la edu-cación inicial me parece que sería una forma muy eficaz y muy sencilla de cambiar paradigmas sobre la lectura. Y mantener esa relación que tiene mu-cho de afectivo con los libros, incluso en momen-tos tan difíciles como cuando se está aprendiendo a leer alfabéticamente en los primeros grados de primaria. Este primer ciclo es fundamental porque ahí hay un divorcio terrible entre el placer de leer y la arbitrariedad y la convencionalidad de la lengua

escrita. Es muy difícil aprender a leer y a escribir en el sentido alfabético y, por lo general, en ese mo-mento nos expulsan del paraíso de las voces y las historias, pues ya nadie nos las vuelve a contar. Esa entrada en lo alfabético como el mundo de la ari-dez y la pérdida del significado global es muchas veces el punto en el que se pierden los lectores. Por eso, hacen falta muchos esfuerzos en políticas pú-blicas para articular ese primer ciclo de la educa-ción básica primaria con la educación inicial y para no separar la escuela de la vida cultural y familiar. Yo creo que si los niños logran superar esos mo-mentos de la primera alfabetización para sentirse capaces de leer un libro solos, sin presiones ni pri-sas y con una compañía adulta sutil que reconozca la necesidad de apoyo y a la vez de autonomía, pro-pia del proceso lector durante esa primera década de la vida, tendremos un lector. Ese niño que dice:

“¡adiós!, yo me quedo leyendo solo”, ese que un día, de pronto, te expulsa del cuarto para seguir leyen-do por su cuenta, ya es un lector. Lo que tienes que hacer con ese niño es seguirle dando cosas, seguir alimentando su deseo. Si tiene buenos guías, in-tereses y pasiones, él se va encargar de hacerlo. Yo diría que para hacer sociedades lectoras, la escuela tiene mucho que trabajar y tiene que hacerlo desde muy temprano.

Al lado de las bibliotecas…Sí... Pero creo que en países como Colombia la

escuela tiene un rol protagónico porque no siem-pre hay bibliotecas cerca, lo que hay es una escuela. No digo siempre, pero en el 95 % de los casos, la es-cuela es el reino de lo que sí “hay que hacer”: es que siempre hay que ir a la escuela. Incluso en circuns-tancias de pobreza y de alejamiento rural, cual-quier persona sabe que hay que llevar a los niños a la escuela. La biblioteca, por supuesto, está muy amarrada a las necesidades culturales de la gente y

El espectáculo de un adulto y de un niño leyendo en triángulo

amoroso con un libro es algo muy potente.

cumple muchos otros papeles: es el sitio donde yo podría ir a conectarme a internet, en muchos si-tios es el lugar de la conectividad, pero también del encuentro con otros, del ejercicio de la ciudadanía, entre otros. De todas formas, sigo pensando que la escuela es el pilar de la formación de lectores. Ahí nos pasamos cerca de 13 años de la vida (sin contar la educación inicial), casi todos, querámoslo o no.

¿Qué estás leyendo ahora?Me encontré con un autor que me encanta:

Karl Ove Knausgård. Ya he leído los tres primeros libros (creo que en total serán siete) de un proyecto de largo aliento titulado Mi lucha: una autobiogra-fía literaria. Quiero mencionar especialmente La isla de la infancia. Es un trabajo de una belleza in-comparable: una indagación en su propia infancia, que también me habla de la mía, aunque él haya sido un niño y yo una niña, y él la haya pasado en Noruega y yo en Colombia. Me he sentido muy en-ganchada con esto de la infancia. Leí a una autora colombiana hace poco que me encantó: Margarita García Robledo, que escribió también un libro so-bre la infancia: Lo que no aprendí. También La in-fancia de Jesús, de J. M. Coetzee.

¿La infancia es una tierra prometida?Es una tierra de contrastes. Por ejemplo, en

Knausgård, leemos recuerdos tan vívidos, pero tan duros como son las experiencias de la infancia: el padre, tan estricto, cuando llega de trabajar; el miedo, la vulnerabilidad de un niño que siempre tiene miedo y ganas de llorar y no puede: no lo de-jan. Esas cosas que son una tragedia en la infancia y que desmitifican esa idea de época perfectamen-te feliz que nos han vendido.

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momentos de la vida. Sin embargo, la infancia es la patria de esas conexiones; ahí es donde está todo muy claro. Por eso, para los que hasta ahora están empezando, es muy importante que eso ocurra en ese momento.

Aparte de la trilogía que propones, ¿crees que hay otras formas de entrar en la lectura, de formar lectores?

Sí, por supuesto. Yo pienso que hay muchas y diversas mediaciones ahora. Incluso las redes so-ciales pueden ser fuente de lecturas imprevistas y nuevas. Yo he encontrado muchas formas de leer; por ejemplo, las ted talks. Yo llegué a la lectura de Chimamanda Ngozi Adichie por una conferen-cia que dio en ted. Primero la oí y después leí sus cuentos, sus ensayos y sus novelas.

En una de tus columnas, hablabas de la catás-trofe psíquica que provocan las pantallas de los dispositivos electrónicos en la experien-cia afectiva de los niños. ¿Es posible reconci-liar estas experiencias, la lectura y los nuevos mediadores?

Pienso que todos somos lectores de muchas formas y soportes. Sería absurdo pensar que solo son válidos como soportes los libros y las panta-llas no. La actividad de leer con fines diferentes y en soportes distintos está más que justificada. Sin embargo, creo que sí hay un tiempo para lo

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Tengo una amiga que le gusta leer novelas en voz alta. He visto mucha gente que lee en festivales lite-rarios, en clases universitarias, en clubes de lectura, en jornadas artísticas. Pero nunca he escuchado a nadie que lea como mi amiga. Con ella entendía que leer para otros era manejar el tono de voz para que no sea afectado, exagerado o plano; cómo con-trolar la velocidad para que no sea atropellado o soporífero; pero, sobre todo, cómo transmitir un sentido. Eso es lo más difícil, porque uno tiende a concentrarse del todo en leer bien, hasta el punto de dejar de comprender, y si no se entiende no se transmite nada.

No hay ningún interés pedagógico en la idea de lectura en voz alta que tiene mi amiga. Tampoco le interesa hacer de eso una profesión. Para ella, es mucho mejor leer de ese modo, porque así puede hablar de lo que lee. Leer en sí mismo es irrelevan-te si no se comparte, dice. Es la conversación sobre un libro lo que hace que el libro tenga sentido. Se lee para tener un referente común con otros y ela-borar un pensamiento compartido sobre la vida. Por supuesto, esto también pasa cuando se habla de un libro que se ha leído en otro momento, inclu-so cuando los demás no lo han leído. El momento de lectura en voz alta es una intensificación de esa experiencia. Es la condensación de la razón de ser de la lectura.

Leer nunca es un acto solitario.

Tengo una amiga que solo puede escribir en mo-mentos muy particulares. Debe estar sola, escu-char música por horas e inducir una especie de es-tado particular, que no es extático, sino más bien meditativo. Escribe los poemas de un tirón, sin saber lo que dice. Luego los corrige, pero siempre procurando evitar reflexionar sobre en el significa-do de lo que escribió. Se ocupa de que suenen bien, de se vean bien en la página y, sobre todo, de que generen cierto efecto. Cuando los está corrigiendo se los muestra a los amigos, pero les advierte que no quiere escuchar interpretaciones; solo le intere-sa saber si tal verso “funciona” (o no) o si el conjun-to del poema es “efectivo”.

Tengo otro amigo cuentista que le gusta ayu-dar a las personas a corregir lo que otros escriben. Jamás dice si le gusta o no lo que lee, porque le pa-rece que la pregunta es irrelevante. Lo que importa, dice, es si el relato “funciona”. Cuando le pregunto qué quiere decir eso, no puede darme una explica-ción. En cambio, me da varios ejemplos.

La cuestión no es que mis amigos no le encuen-tren ninguna utilidad a elaborar en forma de argu-mentos lo que ocurre en los textos literarios que leen o escriben. Ambos son meticulosos, pero no les interesa que el texto genere ningún pensamien-to. Lo que les produce fascinación es la posibilidad de un efecto en el lector, un efecto que no tiene que ver con pensar o comprender.

La escritura no es una forma de pensamiento.

En el colegio, cuando un profesor no iba a dar su clase, nos dejaban encerrados en el salón. Esto pasaba muchas veces, porque era un colegio malo, de esos que hoy llamarían “colegio de garaje”. Mis compañeros jugaban con un balón o se quedaban hablando. En cambio, yo me sentaba en un rincón a leer novelas de aventuras. De esta historia po-dría derivar alguna especie de heroísmo. Podría, por ejemplo, hablar del lugar maravilloso al que me escapaba, o la exploración interior o la sabidu-ría que encontré. Pero sería mentir. No era nada especial y no derivé de eso ninguna experiencia realmente maravillosa. Sin embargo, cada vez que ese recuerdo viene a mí, me doy cuenta de una ob-viedad que suelo dejar de lado: nunca hubo un mo-mento en mi vida en que leer literatura fuera un acto de aceptación grupal ni mucho menos una actividad masiva.

Sin embargo, después de haber estudiado lite-ratura, me encuentro cada tanto con personas que se sorprenden y se escandalizan de que la gente no lea. Hablan de una crisis de la lectura y de las novelas. No voy debatir las buenas intenciones de quienes proponen planes de promoción de lectu-ra o de quienes intentan analizar el asunto de la falta de buenos lectores. Pero quiero distanciarme de esa sensación de escándalo, de la decepción y del desasosiego que les produce comprobar, como si fuera una novedad, que la mayoría de personas vive perfectamente sin recurrir a la literatura.

Leer siempre es un acto solitario.

Uitoto es una palabra de origen incierto que se usa para referirse a varios pueblos que viven en el Amazonas colombiano. Son muy diferentes entre sí, pero sus culturas comparten muchas caracte-rísticas. Entre ellas está el hecho de que tienen una tradición oral muy sofisticada que se manifiesta en prácticas bastante codificadas. En cierto momento del día, en ocasiones especiales o cuando se pre-senta una situación anónima, se sientan a hablar. Discuten el asunto que les ocupa y lo vinculan a su sistema mítico.

La idea de sus rituales-conversaciones es ge-nerar un contexto y un estado colectivo en el que todo lo que se dice tiene un significado más preci-so, más denso y con más fuerza comunicativa que en la charla cotidiana. Se deben dejar de lado la hipocresía y los lugares comunes. Se busca la sin-ceridad, pero también el rigor en la manera como se usan las palabras. Hablar en estos rituales va más allá del acto comunicativo normal. En ese ejercicio colectivo, las personas no solo dicen más, sino que logran depurar sus ideas hasta pensar cosas que desbordan sus pensamientos normales.

La escritura puede ser algo similar: la búsqueda de un estado en el que el orden de las palabras, y las palabras mismas que se escogen provengan de una concentración cuyo objetivo es hacer que el lengua-je sea pensar de un modo más intenso. La esperan-za de quien escribe tal vez sea que lo entiendan, o que lo admiren, o incluso influir en la gente. Pero también, y más importante, que quien lea haga con el lenguaje un ejercicio similar a la concentración que tuvo quien escribió.

La escritura es una forma de pensamiento.

Una revista cultural publicó un especial sobre lo que leían los que están negociando el acuerdo de paz en La Habana. Resultó que tanto los funcio-narios del gobierno como los comandantes de la guerrilla leen mucho y son bastante sofisticados. Tienen gustos muy definidos y dan buenas razo-nes para justificarlos. El que escribió la nota cul-tural se esforzaba por extraer de las preferencias literarias algo de importancia política. La idea era que en esas lecturas estaba cifrado el carác-ter de los negociadores y, por lo tanto, el destino de lo que se negocia. A pesar de los esfuerzos del periodista, me pareció que la nota evidenciaba lo contrario: cuando los libros eran de literatura, los gustos no parecían decir nada de lo que está en juego políticamente, ni en la mesa en conjunto ni en las posturas individuales de nadie. De hecho, muchas veces sus lecturas van en la dirección con-traria a lo que piensan sobre política, sin que eso sirva para hacerlos menos intransigentes.

La literatura, aún cerca del poder, no puede ser lo más importante.

Una amiga es instructora de danza. Las personas que toman sus clases no piensan ser bailarines profesio-nales. Ella sabe que la danza no es lo más importante para sus vidas. No obstante, escogió enseñar danza porque quería que su vida entera girara en torno a esta actividad. Como es el eje de su vida, mi amiga dedica horas a hacerlo cada vez mejor. También se esfuerza mucho en dar todo de sí en sus clases, como si de ello dependiera la existencia del universo.

A diferencia de muchos humanistas y literatos, nunca la he escuchado quejarse de que “la gente ya no practica danza”. Tampoco se siente escan-dalizada ni decepcionada de que no se reconozca como se debe el poder de la danza. No es que no le importe el estatus; ella es reconocida en su medio, y parte de su motivación para mantener un nivel alto viene de que sabe que es buena a los ojos de los demás. Tampoco le es indiferente la falta de esta-tus social que tiene su profesión. Simplemente, eso no es un factor determinante en su decisión diaria de dedicar su vida a ser instructora.

La escritura y la lectura funcionan de un modo parecido para la mayoría de personas. Sin embargo, muchos escritores y profesores deberían aprender más de gente como mi amiga. No sé si la escritura pueda desvincularse de la expectativa de poder que la rodea desde que los presidentes usaban su conoci-miento en letras para dominar. Pero, al menos, par-cialmente y en ciertos momentos, uno puede dejar de lado ese poder y encofrarse más en una búsqueda de rigor que no necesariamente pasa por el prestigio. En ese rigor, despojado de la expectativa de influencia o de relevancia, reside lo que me interesa de la escritura.

La literatura, aún lejos del poder, puede ser lo más importante.

La escritura puede ser...Gabriel Rudas Burgos

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NOVEDADES EDITORIALES

El catálogo editorial y la apropiación social del conocimientoJohn Meza Coordinador de libros, Editorial Pontificia Universidad Javeriana

5La labor editorial académica se encuentra en ín-tima relación con la producción de conocimiento científico y cultural. Podría decirse que un catálogo editorial universitario tiene la obligación de reflejar el conocimiento producido por las comunidades académicas que lo sostienen: libros de investiga-ción, memorias de eventos, libros conmemorativos, tesis de posgrado, manuales, dosieres sobre temas generales y tesis monográficas especializadas. Pero quizá es conveniente hablar también de refractar y no solo de reflejar el conocimiento, si se compren-de el proceso de edición como la trasmutación de los materiales y contenidos académicos para lograr que circulen en públicos y espacios diferentes de aquellos que los producen, tanto académicos como no académicos.

En el paso del conocimiento cultural y científi-co al libro se busca conjuntamente la forma apro-piada para divulgar y darle un sentido a la reflexión académica. Es el caso del catálogo de la Editorial Pontificia Universidad Javeriana, construido en conjunto con autores, facultades e institutos para ofrecer a los lectores materiales para la reflexión crítica. Año tras año, nuestro catálogo refleja los temas, problemas y preocupaciones académicas y culturales de la academia javeriana y los refracta hacia otros horizontes, cambiando la dirección y la recepción de los contenidos al ponerlos en circu-lación con otras comunidades.

Muchos de nuestros libros tienen el valor de ex-plicitar el vínculo entre la reflexión académica y los problemas sociales, políticos, culturales, artísticos, científicos y filosóficos de la sociedad colombiana actual. No pocos de los títulos que presentamos en el Catálogo de novedades 2016 obligan a pensar en las regiones colombianas, en las comunidades de frontera o en las así llamadas minorías, con pers-pectivas críticas y novedosas, cuyo sentido de ser reside en volver a las poblaciones que dieron origen a la reflexión. Así sucede con Autonomía artesanal. Creaciones y resistencias del pueblo Kamsá; Kondalo pa bibí mejó/Contarlo para vivir mejor. Oratura y oralitura en San Basilio de Palenque; Colonización y poblamiento del piedemonte amazónico en el Caquetá, o Tierra y género. Dilemas y obstáculos en la negocia-ción de la política de tierras en Colombia. Estos, entre muchos otros ejemplos detallados a continuación, dan muestra de la sinergia lograda en la Pontificia Universidad Javeriana entre investigación científi-ca y cultural y procesos editoriales rigurosos para fomentar, finalmente, una apropiación social del conocimiento a través de los libros, como extensión del pensamiento académico.

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ciencias económicas y administrativas

ciencias jurídicas

arquitectura y diseño

Autonomía artesanal. Creaciones y resistencias del pueblo KamsáGloria Stella Barrera Jurado

El universo artesanal kamsá es una expresión de la cultura profundamente política y, por eso, en este estudio se interpretan las relaciones de poder de los campos artesanales y los correspondientes cambios identitarios de esta comunidad del valle de Sibundoy (Putumayo).

Vicerrectoría de Investigación • 2015 • 17 x 24 cm • 246 páginas • isbn: 978-958-716-844-0 • $42.000

El hacer del arquitecto javeriano. Segunda muestraHernando Vargas Caicedo (autor), Patricia

Bibiana Arcos Arciniegas y Marie Claire

Paredes Mendiola (editoras)

Esta segunda muestra permite reconocer el trabajo de los egresados y estrechar los lazos de pertenencia con su alma máter, convocando a los exalumnos a reconocerse como miembros de una familia profesional y de una comunidad educativa.

Facultad de Arquitectura y Diseño • Tomo i: 2015 • 29 x 29 cm • 112 páginas • isbn: 978-958-716-751-1 • Tomo ii: • 2015 • 29 x 29 cm • 286 páginas • isbn: 978-958-716-752-8 • $100.000

Fronteras expandidas. El documental en IberoaméricaPablo Mora, Gustavo Fernández, Santiago

Romero y Juan Jacobo del Castillo (editores)

Este libro recopila los textos del seminario internacional Pensar de lo Real, que se llevó a cabo durante la xvi Muestra Internacional de Bogotá (midbo 2014). El libro da a conocer un panorama analítico de la producción documental colombiana, ecuatoriana y española, así como algunos debates teóricos contemporáneos sobre el cine documental.

Centro Ático • 2015 • 17 x 24 cm • 236 páginas • isbn: 978-958-716-876-1 • $39.000

Los mitos de la música nacional. Poder y emoción en las músicas populares colombianas, 1930-1960Oscar Hernández Salgar

Esta investigación se centra en las transfor-maciones que durante los años 1930 y 1960 se dieron en la expresión emocional de las músicas populares colombianas y, a la vez, pone el acento en la sedimentación de significados en el material sonoro y en su relación con las prácticas que desde diferentes ámbitos han buscado explicarlo.

Casa de las Américas y Editorial Pontificia Universidad Javeriana • 2016 • 21 x 14 cm • 240 páginas • isbn: 978-958-716-920-1 • $52.000

Encuentro Javeriano de Arte y Creatividad. Catálogo/Memoria Vol. 1/2014-2015Oscar Hernández Salgar y Claudia Marcela

Mejía (editores)

Esta publicación tiene como objetivo recordar las actividades que se desarrollaron en el Encuentro Javeriano de Arte y Creatividad, palabras que hacen referencia a aspectos particulares de la actividad humana, de la cultura de los pueblos y, por supuesto, del quehacer universitario.

Vicerrectoría de Investigación • 2015 • 24 x 24 cm • 118 páginas • issn: 2462-9022 • Distribución gratuita

Enfoques y prácticas en la evaluación de programasValéry Ridde y Christian Dagenais

(compiladores)

En este libro, el lector encontrará herramientas importantes para la reflexión y práctica de la evaluación de efectividad, así como para hacer frente a los desafíos teóricos y metodológicos propios de la investigación evaluativa en intervenciones de naturaleza social.

Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas • 2015 • 17 x 24 cm • 414 páginas • isbn: 978-958-716-883-9 • $49.000

Justicia transicional en equilibrio. Comparación de procesos, sopeso de su eficaciaTricia D. Olsen, Leigh A. Payne y Andrew G. Reiter

Este libro constituye uno de los primeros intentos académicos por evaluar qué funciona en los procesos de justicia transicional, a través del estudio empírico comparativo de mecanismos y combinaciones de mecanismos en una amplia gama de regiones y temporalidades. Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Interinstitucionales •2016 • 16,5 x 24 cm • isbn: 978-958-716-925-6 • $58.000

arte

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ciencias políticas y relaciones internacionales

Guerras civiles colombianas. Negociación, regulación y memoriaVíctor Guerrero Apráez

Este libro indaga en algunas de las dinámicas y lógicas que, en el inmenso laboratorio de nuestras guerras civiles decimonónicas, resultaron determinantes para las tentativas de conducir las negociaciones, elaborar los parámetros y las prácticas que dispusieran las condiciones para su regulación y construir imaginarios y rituales en los que se fundiera tanto su recordación como su olvido.Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales • 2016 • 17 x 24 cm • 274 páginas • isbn: 978-958-716-914-0 • $48.000

Problemas y desafíos contemporáneos de la gobernanza global y regionalEduardo Pastrana Buelvas

Este libro interpreta los desafíos que enfrenta el derecho internacional público en un orden mundial en transición; los retos de la Unión Europea frente a su gobernanza interna y la gestión de asuntos globales; la tensión entre los procesos mundiales y los procesos de regionalización en América Latina.

Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales • 2015 • 17 x 24 cm • 484 páginas • isbn: 978-958-716-889-1 • $45.000

Identidades transnacionales. Jóvenes colombianos en contextos de migración internacionalMartha Lucía Gutiérrez-Bonilla (editora)

Pocos estudios sobre la migración internacional centran su mirada en los jóvenes y en el lugar que estos ocupan en un fenómeno de tanta complejidad. Este libro pone de manifiesto la importancia de la migración internacional como un factor clave en la comprensión de los nuevos mundos juveniles colombianos y de la experiencia de construcción del sujeto joven en el país.

Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales • 2015 • 17 x 24 cm • 128 páginas • isbn: 978-958-716-810-5 • $32.000

La seudorrevolución educativa. Desigualdades, capitalismo y control en la educación superior en ColombiaAndrés Felipe Mora Cortés

En este libro hay una reflexión inaplazable sobre los discursos educativos igualitarios que llaman a la inclusión segmentada y jerarquizada de los estudiantes, y que reproducen, profundizan o conservan las desigualdades sociales. El rigor de su análisis exige que el debate sobre el tema en Colombia supere la repetición de la publicidad gubernamental, la cual ha tenido eco en diversos sectores de la comunidad académica.

Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones

Internacionales • 2016 • 17 x 24 cm • $48.000

Mujeres indígenas y campesinas. Transicionalidad, justicia y resistencia en Colombia y GuatemalaMartha Lucía Gutiérrez Bonilla (editora)

Esta investigación analizó cómo las mujeres buscan justicia y reparación a las violaciones y abusos a sus derechos de propiedad a la tierra y a su seguridad física, psíquica y moral. Este libro es un estado de arte que revisa textos y publicaciones en torno al tema de acceso a la justicia para mujeres indígenas y campesinas.

Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales • 2015 • 17 x 24 cm • 268 páginas • isbn: 978-958-716-843-3 • $35.000

Política exterior colombiana. Escenarios y desafíos en el posconflictoEduardo Pastrana Buelvas

y Hubert Gehring (editores)

Este libro de autoría colectiva plantea una serie de retos y formula una variedad de escenarios que la política exterior colombiana deberá enfrentar tanto en el ámbito regional como en el global, así como también en las intersecciones entre los asuntos internos e internacionales que se deriven de la implementación del acuerdo suscrito.

Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales • 2016 • 17 x 24 cm • 688 páginas • isbn: 978-958-716-903-4 • $60.000

Tierra y género. Dilemas y obstáculos en los procesos de negociación de la política de tierras en ColombiaMaría Fernanda Sañudo Pazos

A través del análisis de los procesos de negociación para la incorporación del género en la política de tierras (Ley 30 de 1988 y Ley 160 de 1994), este libro responde a la pregunta ¿por qué las mujeres rurales siguen constituyéndose en una población marginal en el diseño e implementación de políticas públicas para el sector rural?

Instituto Pensar • 2015 • 17 x 24 cm • 182 páginas • isbn: 978-958-716-870-9 • $35.000

ciencias jurídicas

Algunos temas sobre contratación estatalAlfonso Beltrán García y María

Fernanda Pedreros Sáchica

Este libro presenta un análisis cuidadoso sobre la forma en la que operan los poderes exorbitantes del Estado y cómo perjudican a los contratistas. Su propósito radica en demostrar que si las relaciones contractuales Estado- particular se tratan con justicia y equidad, desaparecerán los conflictos, los retrasos y la frustración de proyectos públicos.

Facultad de Ciencias Jurídicas • 2015 • 17 x 24 cm • 121 páginas • isbn: 978-958-716-789-4 • $30.000

La última utopía. Los derechos humanos en la historiaSamuel Moyn. Traducción de Jorge

González Jácome

Este libro es una fascinante invitación a repensar las formas en las que concebimos el origen, el legado y las implicaciones de los derechos humanos. En un recorrido cuyo eje es la historia intelectual, Samuel Moyn va destruyendo algunos de los mitos más comunes sobre el origen de los derechos humanos.

Facultad de Ciencias Jurídicas • 2015 • 17 x 24 cm • 340 páginas • isbn: 978-958-716-901-0 • $55.000

El derecho a la Consulta Previa. Echando un pulso a la nación homogéneaAndrée Viana Vargas

Este libro pretende recuperar los principales debates que han surgido alrededor del derecho a la Consulta Previa. El enfoque con que se construyeron estas líneas jurisprudenciales está determinado por una específica posición epistémica y ética frente a un asunto más amplio que la misma Consulta Previa, referido a la necesidad de profundizar la democracia.

Instituto Pensar • 2016 • 11 x 21 cm • 170 páginas • isbn: 978-958-716-928-7 • $28.000

ciencias sociales y estudios culturales

Tipologías y topologías indígenas en el multiculturalismo colombianoDiana Bocarejo Suescún

Este libro estudia un tema importante y relativamente desatendido en la antropología contemporánea: la relación entre etnicidad y lugar, identidad y territorio, es decir, sus articulaciones y desarticulaciones, o en su propia e imaginativa expresión conceptual: tipologías y topologías.

Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), Editorial Universidad del Rosario y Editorial Pontificia Universidad Javeriana • 2015 • 17 x 24 cm • 276 páginas • isbn: 978-958-8181-96-7 • $42.000

Antropología

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ciencias sociales y estudios culturales

112016 • Número 13 • Sociedades lectoras •

Infancia y educación. Análisis desde la antropologíaMaritza Díaz y Mauricio Caviedes

(editores)

Este libro cuestiona los modos tradicionales como se entiende la relación entre infancia y educación a partir de un análisis comprensivo de los relatos de comunidades como la cubeo, las afrochocoanas y sociedades locales o fronterizas como la bogotana y la venezolana, que se expresan en estudios de caso.

Facultad de Ciencias Sociales • 2015 • 17 x 24 cm • 236 páginas • isbn: 978-958-716-891-4 • $42.000

Articulaciones del desarraigo en América Latina. El drama de los sin hogar y sin mundoWooldy Edson Louidor

Este libro propone una sociología del desarraigo como perspectiva construida desde el análisis del discurso en cuatro obras de distinta naturaleza: filosófica, antropológica, novelística y cinematográfica. Además, aborda las migraciones forzadas, que tienen una larga historia en América Latina.

Instituto Pensar • 2016 • 11 x 21 cm • 246 páginas isbn: 978-958-716-927-0 • $28.000

Avatares de la memoria cultural en Colombia. Formas simbólicas del Estado, museos y canon literarioCarlos Rincón

Este libro trata sobre cómo la inexistencia de un Estado-nación condicionó, en el país que desde 1886 se llamó República de Colombia, la debilidad de los símbolos que pretendían asumir representación general y que se constituyeron en avatares pertenecientes a la memoria cultural colombiana, como el mapa-logo, la bandera, el escudo, el “oro de los indios” o el himno nacional. Fritz Thyssen Stiftung y Editorial Pontificia Universidad Javeriana • 2015 • 17 x 24 cm • 496 páginas • isbn: 978-958-716-846-4 • $55.000

La vida del cine en Bogotá en el siglo XX. Públicos y sociabilidadNelson Antonio Gómez Serrudo

y Eliana Bello León

Este libro trata sobre la vida del cine en el transcurso del siglo xx en la ciudad de Bogotá, tejida con las historias de sus salas, las actividades de recreación y las prácticas de sociabilidad de sus habitantes.

Facultad de Ciencias Sociales • 2016 • 11 x 16 cm • 104 páginas • $35.000

Memorias del padre Félix Restrepo, S. J. Felix Restrepo, S. J., y Carlos Ortiz

Restrepo, S. J.

Aunque el padre Félix nunca pensó que el relato de su vida se fuera a publicar, las confidencias de hermano a hermano que se encuentran en este libro resultan ser hoy una lectura amena y rica para sus muchos discípulos, amigos y admiradores.

Archivo Histórico Javeriano Juan Manuel Pacheco, S. J. • 2015 • 12 x 17 cm • 56 páginas • isbn: 978-958-716-877-8 • Distribución gratuita.

Indigenous Networks at the Margins of DevelopmentGiovanna Micarelli

Este libro examina las dinámicas de la praxis social en los resguardos indígenas que se encuentran a las afueras de Leticia y Puerto Nariño, en Colombia, donde el desarrollo es considerado una enfermedad, un “anticuerpo indígena”. Como alternativa, este libro centra su atención en la coca y el tabaco como principios de la organización originaria de estas comunidades.

Facultad de Ciencias Sociales • 2015 • 17 x 24 cm • 238 páginas • isbn: 978-958-716-819-8 • $40.000

Providencia. Más allá de la etnicidad y la biodiversidad, una insularidad por asumirCamila Rivera González

Este libro es una experiencia narrativa que realza y entrelaza la subjetividad de la autora con las vivencias y las voces insulares. Bajo este lenguaje emotivo, muestra cómo la protección al multiculturalismo y al medio ambiente, pensada desde el continente colombiano, es apropiada, resignificada, resistida y negociada en las fronteras de la nación por los raizales de Providencia.

Facultad de Ciencias Sociales • 2015 • 17 x 24 cm • 240 páginas • isbn: 978-958-716-815-0 • $39.000

Entre ausencias y presencias ausentes. Los textos escolares y el lugar de lo negro en la enseñanza de la historia de Colombia, 1991-2013Nilson Javier Ibagón Martín

En este libro se analiza si la negación sistemática de la condición histórica de los afrodescendientes se ve reflejada en la forma en la que es registrada su aparición en los contenidos de historia de Colombia que se desarrollan en la escuela. Para eso, el autor expone criterios de valoración para establecer la ausencia o presencia de análisis complejos y críticos en los textos escolares.

Facultad de Ciencias Sociales • 2016 • 17 x 24 cm • 146 páginas • isbn: 978-958-716-913-3 • $ 38.000

Nosotros y los otros. Las representaciones de la nación y sus habitantes. Colombia, 1880-1910Amada Carolina Pérez Benavides

Este libro aporta significativamente a la configuración de una genealogía sobre cómo se ha representado en Colombia tanto a los habitantes del territorio —particularmente a las notabilidades, los indígenas y los afrodescendientes— como su participación en la historia.

Editorial Pontificia Universidad Javeriana • 2015 • 17 x 24 cm • isbn: 978-958-716-838-9 • $45.000

Colonización y poblamiento del piedemonte amazónico en el Caquetá. El Doncello 1918-1972Fabio Álvaro Melo Rodríguez

A partir de la segunda mitad del siglo xx, la frontera amazónica fue uno de los escenarios en los que de manera más clara se evidenciaron los complejos procesos de colonización en Colombia. Además de ser un esfuerzo académico, este libro es un ejercicio metodológico sobre memoria familiar que invita a reflexionar críticamente sobre el pasado de la Amazonia colombiana, desde la perspectiva de la historia social.

Facultad de Ciencias Sociales • 2016 • 17 x 24 cm • 144 páginas • $ 38.000

Antropología

Estudios culturales Histor ia

Civilización, frontera y barbarie. Misiones capuchinas en Caquetá y Putumayo, 1893-1929Misael Kuan Bahamón

Además del contexto histórico en el que se dan las misiones en Caquetá y Putumayo entre los años 1893 y 1929, este ensayo se ocupa críticamente de las estrategias de evangelización capuchinas en el sur del país, las tácticas de resistencia de los pobladores de esta región y del intercambio cultural que propició el encuentro entre indígenas y misioneros.

Facultad de Ciencias Sociales • 2015 • 17 x 24 cm • 219 páginas • isbn: 978-958-716-882-2 • $38.000

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ciencias sociales y estudios culturales

12 • Sociedades lectoras • Número 13 • 2016

Cartas anuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada. Años 1604 a 1621Alberto Gutiérrez, S. J., y José del Rey

Fajardo, S. J. (editores)

Las Cartas Anuas de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Granada son un interesante proyecto de historia local e interna de la institución. Esta serie abre nuevos horizontes en la historiografía colombiana y su publicación contribuirá a una mejor intelección de las sociedades “cerradas” y sus luchas por construir una mejor identidad.

Archivo Histórico Javeriano Juan Manuel Pacheco, S. J. • 2015 • 17 x 24 cm • 670 páginas • isbn: 978-958-716-879-2 • $42.000

Kondalo pa bibí mejó. Contarlo para vivir mejor. Oratura y oralitura de San Basilio de Palenque (Colombia)Graciela Maglia e Yves Moñino

Nuestro libro es la primera publicación con un repertorio exhaustivo de los distintos géneros de la oralitura palenquera en versión trilineal lengua-kateyano, con notas etnolingüísticas y socioculturales, analizados a la luz de los nuevos debates en ciencias sociales y humanas, como la sociosemiótica y los estudios poscoloniales.

Editorial Universidad del Rosario, Instituto Caro y Cuervo y Editorial Pontificia Universidad Javeriana • 2015 • 17 x 24 cm • 458 páginas • isbn: 978-958-716-849-5 • $ 42.000

La risa del ahorcado. Antología poéticaHenry Luque Muñoz

La risa del ahorcado es un recorrido cronológico por las dos etapas de la obra de Luque Muñoz: la primera, de corte experimental e intuitivo. Y la segunda, en la que despliega y consolida toda su imaginación en un lenguaje simbólico, de contenido irónico, crítico y erótico.

Facultad de Ciencias Sociales • 2015 • 13 x 20 cm • 109 páginas • isbn: 978-958-716-872-3 • $20.000

Un vago escalofríoFrancisco José Cruz

En la poesía de Francisco José Cruz asombra su capacidad de dar un mundo complejo y poblado, con seres que se pueden individualizar, al mismo tiempo que son productos de una perseverancia en la verdad que rechaza sin contemplaciones la mentira: sus versos nos sueltan verdades muy fuertes, justo porque son las que todos los hombres enfrentamos.

Facultad de Ciencias Sociales • 2015 • 13 x 20 cm • 74 páginas • isbn: 978-958-716-834-1 • $20.000

Moradas interioresMaría Gómez Lara, María Paz Guerrero y Tania Ganitsky

La expresión, que un día rindió su negro fruto en la espuria y alemana palabra Expressionismus, es algo tan arduo, tan quimérico, que solo quien conoce su tortura sabrá testimoniar el destino inconcluso del poema. Las cuatro poetas que habitan azarosamente este libro la conocen.

Facultad de Ciencias Sociales • 2016 • 13 x 20 cm • 128 páginas • isbn: 978-958-716-921-8 • $22.000

Historia y crónica orinoquense. Aporte jesuíticoJosé del Rey Fajardo, S. J. (editor)

Este libro ofrece una visión completa del aporte de la Compañía de Jesús al estudio tanto de la historiografía como de la crónica menor sobre la geografía humana de la Orinoquia profunda, en los siglos xvii y xviii.

Archivo Histórico Javeriano Juan Manuel Pacheco, S. J. Libros I y II • 2016 • 17 x 24 cm • isbn obra completa: 978-958-716-917-1 • $ 80.000

El libro álbum. Experiencias de creación y mundos posibles de la lectura en voz altaGalia Ospina Villalba

Los libros para niños constituyen el espacio por excelencia donde el lenguaje visual cobra un rol protagónico. Estas obras son tratadas en este libro a partir de los nuevos paradigmas de lectura, de su indiscutible supremacía entre la ingente producción editorial y de su particular valor de uso en los espacios para la formación lectora.

La Silueta y Editorial Pontificia Universidad Javeriana • 2016 • 23,5 x 22,5 cm • 254 páginas • $ 90.000

Literatura

Televisión y construcción de lo público. Cátedra Unesco de ComunicaciónJosé Miguel Pereira G. (editor)

Este libro es el producto de la XXI Cátedra Unesco de Comunicación: una reflexión, a múltiples voces, sobre el papel fundamental de la televisión como mediadora social y cultural, constructora de vínculo y tejido social y de la necesidad de fortalecer lo público en el contexto de transición y posible posconflicto de la sociedad colombiana.

Unesco y Editorial Pontificia Universidad Javeriana • 2015 • 15,5 x 24 cm • 151 páginas • isbn: 978-958-716-888-4 • $25.000

Mediación social. Teorías y enfoques de intervenciónJulia Isabel Eslava Rincón (editora)

Este libro reflexiona sobre la finalidad y conciencia dinámico-evolutiva de la mediación social como práctica cultural, social e inevitablemente política. Sin ánimos de ser exhaustivos, los autores pretenden armar un aparato conceptual y metodológico que permita afrontar y reducir la complejidad social con la cual se relaciona la mediación social.

Centro de Proyectos para el Desarrollo (Cendex) • 2016 • 17 x 21 cm • 396 páginas • isbn: 978-958-716-904-1 • $ 40.000

comunicación y lenguaje

Pensamiento educativo en la universidad. Vida y testimonio de maestrosFabiola Cabra-Torres (editora)

Hablar de una persona es hablar de su vida y cuando su labor ha estado especialmente vinculada con la educación, el relato queda referido necesariamente a una vida magisterial. Bajo ese lema, este libro presenta la huella que han dejado en la Pontificia Universidad Javeriana catorce maestros, dos de ellos fallecidos en la última década.

Facultad de Educación • 2016 • 22 x 22 cm • 404 páginas • isbn: 978-958-716-923-2 • $ 55.000

educación

Violencia e institución. Aportes para una ética de la responsabilidad socialMario Roberto Solarte Rodríguez

A través de la teoría de instituciones de la sociedad civil de Hegel y la teoría mimética de René Girard, el autor de este libro establece un diálogo cuyo tema central es la ética de la responsabilidad social de las organizaciones.

Facultad de Filosofía • 2016 • 14 x 21 cm • $ 42.000

Hacia una hermenéutica de nuestra conciencia históricaJaime Rubio Angulo

En esta obra póstuma, su autor señala y abre, a partir de un análisis hermenéutico de la narración, caminos y destinos de reflexión filosófica sobre la experiencia histórica de nuestros pueblos.

Facultad de Filosofía • 2015 • 14 x 21 cm • 146 páginas • isbn: 978-958-716-874-7 • $40.000

filosofía

Idiomas espectrales. Lenguas imaginarias en la literatura latinoamericanaJuan Cristóbal Castro

Este libro es un aproximación original a la presencia de lenguas inventadas en la literatura latinoamericana del siglo xx. Desde un enfoque que vincula exégesis literaria con crítica cultural y reflexión teórica con estudio de las materialidades técnicas, su autor se acerca a estas creaciones verbales para tratar de historiarlas desde su contexto particular.

Facultad de Ciencias Sociales • 2016 • 14 x 24 cm • 98 páginas • isbn: 978-958-716-922-5

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132016 • Número 13 • Sociedades lectoras •

ASHYI. Plataforma basada en agentes para la planificación dinámica, inteligente y adaptativa de actividades aplicada a la educación personalizadaÁngela Cristina Carrillo Ramos (editora)

ashyi es un planificador dinámico que caracteriza, selecciona y diseña actividades, a partir de aspectos del dominio de aplicación, los objetivos a lograr y los factores particulares del usuario —personalidad, gustos, preferencias, entre otros—. Este libro describe el proceso de generación de ashyi desde su diseño, desarrollo y ejecución, mostrando los diferentes elementos, herramientas y algoritmos que lo componen.

Colciencias y Editorial Pontificia Universidad Javeriana • 2015 • 28,5 x 24 cm • 131 páginas • isbn: 978-958-716-827-3 • Distribución gratuita

Aportes técnicos y formativos para el uso sostenible de los recursos hídricos en América LatinaGerti Weber Brun y María Claudia Campos

Pinilla (editoras)

Los artículos de este libro abordan, desde diferentes disciplinas, la gestión del recurso hídrico y su conservación. El enfoque central está en las cuencas hidrográfias, su caracterización, las causas de su deterioro y las intervenciones que buscan implementar sistemas de tratamiento que mejoren la calidad de sus aguas.

Federación Internacional de Universidades Católicas (fiuc) y Editorial Pontificia Universidad Javeriana • 2016 • 17 x 24 cm • 190 páginas • isbn: 978-958-716-905-8 • $ 35.000

Minería de procesos. Fundamentos y metodología de aplicaciónHugo Santiago Aguirre Mayorga

Este libro es una propuesta metodológica, sistemática y generalizada en la cual se especifican los pasos que se deben seguir para la aplicación de la minería de procesos, desde la planeación de un proyecto hasta la implantación de sus alternativas de mejora.

Facultad de Ingeniería • 2016 • 17 x 24 cm • 150 páginas • isbn: 978-958-716-915-7 • $42.000

Avances en hidrología urbanaAndrés Torres y Santiago Sandoval

(editores)

El grupo de investigación Ciencia e Ingeniería del Agua y el Ambiente, de la Pontificia Universidad Javeriana, ha desarrollado en los últimos años acciones de investigación sobre las relaciones entre el ciclo hidrológico y la ciudad. En este libro se encuentran editados los trabajos más relevantes de este grupo entre 2010 y 2013.

Vicerrectoría de Investigación • 2015 • 17 x 24 cm • 233 páginas • isbn: 978-958-716-841-9 • $45.000

Asuntos de gobierno universitarioJairo Humberto Cifuentes Madrid

(editor)

Este libro revisa las figuras actuales de gobierno universitario a través de una mirada comparada y demuestra que, a pesar de las diferencias entre los claustros revisados, todas buscan conciliar autonomía y mayor capacidad de autorregulación, con pertinencia y compromiso con sus respectivos entornos.

Rectoría de la Pontificia Universidad Javeriana • 2016 • 17 x 24 cm • 240 páginas • $ 48.000

ingenierías

otras novedades

odontología

educación superior

65 años Facultad de Odontología, Pontificia Universidad Javeriana

Este es un libro conmemorativo que repasa lo que ha ocurrido desde la fundación de la Facultad de Odontología en 1950, para valorar el esfuerzo que se necesitó para llegar a lo que es hoy la Facultad.

Facultad de Odontología • 2015 • 28,5 x 22 cm • 192 páginas • isbn: 978-958-716-875-4 • $ 70.000

El orden jurídico arbitralEmmanuel Gaillard

Facultad de Ciencias Jurídicas • 2015 • isbn: 978-958-749-543-0

Relaciones contemporáneas entre derecho y economíaFernando Castillo Cadena y Nicolás Arocha Roldán

(coordinadores académicos)

Facultad de Ciencias Jurídicas y Grupo Editorial Ibáñez • 2015 • isbn: 978-958-749-481-5

Principios rectores y reglas de interpretación de los contratosCarlos Ignacio Jaramillo J. y Nicolás Arocha Roldán

(coordinadores académicos)

Facultad de Ciencias Jurídicas, Universidad de Perugia y Grupo Editorial Ibáñez • 2015 •

isbn: 978-958-749-481-5

La compraventa en el derecho del consumo. Comentarios generales en torno a su regulación en el nuevo estatuto del consumidorCarlos Ignacio Jaramillo J.

Facultad de Ciencias Jurídicas, Academia Colombiana de Jurisprudencia, Universidad de

Perugia y Grupo Editorial Ibáñez • 2015 • isbn: 978-958-749-416-7

Derecho de seguros y reaseguros. Liber Amicorum en homenaje al Profesor Arturo Díaz BravoCarlos Ignacio Jaramillo J., Patricia Jaramillo Salgado

y Sandra Ramírez (editores)

Facultad de Ciencias Jurídicas y Grupo Editorial Ibáñez • 2015 • isbn: 978-958-749-450-1

Turismo y derecho de consumoEugenio Llamas Pombo, Lorenzo Mezzasoma, Carlos Ignacio

Jaramillo J. y Mariana Bernal Fandiño

Facultad de Ciencias Jurídicas y Grupo Editorial Ibáñez • 2015

La compraventaEugenio Llamas Pombo

Facultad de Ciencias Jurídicas y Grupo Editorial Ibáñez • 2015 • isbn: 978-958-749-455-6

La protección de testigos, víctimas y colaboradores con la justicia en la criminalidad organizadaLorena Cecilia Vega Dueñas

Facultad de Ciencias Jurídicas y Grupo Editorial Ibáñez • 2016

Acuerdo comercial entre Colombia, Perú y la Unión Europea: contenido, análisis y aplicación Fernando Cantuarias Salaverry, Juan David Barbosa Mariño,

Pierino Stucchi López Raygada y María Clara Lozano Ortiz de

Zárate (editores)

Facultad de Ciencias Jurídicas, Universidad del Pacífico-Perú, Grupo Editorial

Ibáñez y Unión Europea • 2015 • isbn: 978-958-749-468-6

La resiliencia como vivencia del Reino de DiosMaría Stella Rodríguez Arenas

Facultad de Teología • 2015 • isbn: 978-958-716-850-1

El arte de reiniciar la vidaSilvia Susana Becerra Melo

Facultad de Teología • 2015 • isbn: 978-958-716-824-2

Conciencia de pecado y de culpaMaría Isabel Gil Espinosa

Facultad de Teología • 2015 • isbn: 978-958-716-823-5

Sentido social de la Eucaristía. Vols. I-IIIVíctor Martínez Morales, S. J.

Facultad de Teología • 2015 • isbn: 978-958-716-886-0

La constitución del ser humano como sujetoCarlos Enrique Sarmiento

Facultad de Teología • 2015 • isbn: 978-958-716-908-9

La ciencia de la feCarlos Novoa Matallana, S. J.

Facultad de Teología • 2015 • isbn: 978-958-716-909-6

Sistemas de Costeo por Órdenes de ProducciónSamith Escobar Sarkar

Pontificia Universidad Javeriana Cali • 2015 • isbn: 978-958-8856-49-0

Oficio de ReporteroJorge Enrique Manrique Grisales

Pontificia Universidad Javeriana Cali • 2015 • isbn: 978-958-8856-50-6

Patología y saneamiento estructural del estadio Pascual GuerreroWilliam Javier Fajardo Kudeyro

Pontificia Universidad Javeriana Cali • 2015 • isbn: 978-958-8856-53-7

Primera infancia, cómo vamos. Identificando desigualdades para impulsar la equidad en la infancia colombianaLuis Fernando Aguado Quintero (editor)

Pontificia Universidad Javeriana Cali • 2015 • isbn: 978-958-8856-55-1

Panorama de los Centros y Programas de Escritura en LatinoaméricaVioleta Molina-Natera (editora)

Pontificia Universidad Javeriana Cali • 2015 • isbn: 978-958-8856-57-5

Una mirada ambiental a la legislación colombiana (1823-19)Carlos Andrés Echeverry Restrepo

Pontificia Universidad Javeriana Cali • 2015 • isbn: 978-958-8856-58-2

Convivencia y ReconciliaciónFreddy Alfonso Guerrero Rodríguez (editor)

Pontificia Universidad Javeriana Cali • 2015 • isbn: 978-958-8856-60-5

“Hasta cuando soñemos”. Extractivismo e interculturalidad en el sur de La GuajiraMauricio Archila (coordinador)

Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep) • 2015 • isbn: 978-958-644-206-0

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14 • Sociedades lectoras • Número 13 • 2016

Am

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Cuadern

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de Contab

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Cuadernos

de Desarrollo Rural

Universitas Médica

Universitas

Scientiarum

Vniversitas

(Jurídica)

Universitas

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Philosophica

UniversitasOdontologica

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Humanística

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Signo y Pensamiento

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Investigación

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Cuadernos

de Literatura

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REVISTAS

El panorama de las revistas científicas y académicas en ColombiaFavio Andrés Flórez CarranzaCoordinador de revistas científicas, Editorial Pontificia Universidad Javeriana

*Más que un producto editorial que se asemeja a un libro académico en su formato impreso o a un repositorio de metadatos en su versión electróni-ca, una revista académica o científica es un medio de comunicación destinado a avalar y visibilizar la producción intelectual del área disciplinar com-prendida en su política editorial y alcance. Sus contribuciones están destinadas a proponer solu-ciones relevantes e innovadoras a problemas so-ciales, culturales, científicos y tecnológicos, por lo tanto requieren que sus hallazgos se validen por pares revisores expertos en el tema, a partir de una exploración del estado del arte y un reconocimien-to a los saberes previos que se han publicado y ava-lado bajo las mismas circunstancias.

Debido a su grado de adhesión a las dinámicas internacionales de normalización y posicionamien-to, agrupadas bajo el término indexación, estas pu-blicaciones periódicas especializadas se consideran canales idóneos para medir, evaluar y jerarquizar el conocimiento, así como el desempeño en la produc-ción académica y científica de autores, instituciones y regiones. Esta dinámica explica el interés crecien-te por publicar contribuciones en las revistas mejor posicionadas y elucida la presión constante a la que se ven sometidas para acoger una producción de ca-lidad, que respete la periodicidad anunciada y que acumule estadísticas bibliométricas de uso favora-bles con respecto a otras publicaciones en las mis-mas clasificaciones disciplinares.

En Colombia existen 542 revistas científicas avaladas por el sistema Publindex de Colciencias, todas en acceso abierto irrestricto y sin modelos económicos que faciliten su sostenimiento, como los costos por procesamiento de artículos, las suscripciones o la venta de artículos individua-les. Surgieron, en su mayoría, para contar con un medio de divulgación de la producción intelectual interna y así satisfacer los requisitos de la acre-ditación de programas académicos de educación superior, pero han sido objeto de modificacio-nes constantes a fin de responder a las necesida-des de la comunidad académica internacional. A pesar de su naturaleza heterogénea, se enfrentan periódicamente a un modelo de evaluación unifi-cado que les permite obtener una clasificación en la Base Bibliográfica Nacional; un modelo que ha representado restricciones y ha condicionado las

prácticas investigativas, editoriales y de difusión en algunos sectores académicos, hasta tal punto que el objetivo fundamental de las publicaciones ha llegado a percibirse desdibujado, ajeno e impuesto.

Algunas iniciativas como la medición del im-pacto, el modelo de citación y las tipologías ci-tables, la vinculación a sistemas de indexación y resumen comerciales e inclusive los modelos alternativos de naturaleza más flexible han ge-nerado cuestionamientos e incertidumbre acer-ca de cuál debe ser el horizonte: ¿la proliferación de revistas científicas responde a las necesidades y a la capacidad de gestión de las instituciones nacionales o está generando una competencia innecesaria que acrecienta la brecha frente a los indicadores globales? ¿Qué implicaciones tiene dejar de ceñirse a los lineamientos de Colciencias si no existen ni se han contemplado estímulos para esas publicaciones locales, más allá de la asignación de una categoría en la Base Bibliográfica Nacional? ¿Vale la pena perder la identidad de la publicación, y posiblemente la calidad de las contribuciones, por perseguir la inmediatez, la visibilidad y las formas exigidas por el modelo de indexación internacional? ¿Es pertinente seguir financiando una publicación en la que no se permite divulgar la producción intelectual propia de la institución editora? ¿Sería más sensato reasignar esos recursos para que los investigadores de las instituciones nacionales publiquen en revistas indexadas ex-ternas y así evitar el sesgo de endogenia tan presente en la academia de la región?

La respuesta a estos interrogantes dependerá de las políticas y las agendas de investigación de cada institución editora de revistas científicas del país. Es probable que las apuestas se inclinen ha-cia la optimización de recursos para que el sistema de publicación sea congruente con la capacidad de inversión, lo que implicará una reducción signifi-cativa en la cantidad de revistas indexadas, pero no resultará sencillo condicionar la permanencia de tantos títulos si han conseguido avances signifi-cativos en indexación, si se han consolidado como herramientas de prestigio académico o como ca-nales de difusión y consulta idóneos para los in-vestigadores en cada área disciplinar, más aun si existen presiones políticas para hacerlas perdurar como ejercicios editoriales con trayectoria. Lo más probable es que haya instituciones que no es-tén dispuestas a ceder el posicionamiento adquiri-do, así resulte insuficiente, y que las posibilidades de asociacionismo para solventar los problemas de gestión y sostenibilidad, sugeridas por expertos como Félix de Moya, Eduardo Aguado o Gustavo Fischman, sigan siendo remotas.

Nuevos logros en visibilidad y posicionamiento

La Editorial Pontificia Universidad Javeriana se complace en anunciar la reciente aceptación de la revista Theologica Xaveriana en el prestigioso índice citacional Scopus de la casa editorial Elsevier. Este logro implica un sello de alta ca-lidad editorial y un significativo reconocimiento al compro-miso detrás de su publicación ininterrumpida desde 1951.

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Page 15: Impronta #13 - Sociedades lectoras

152016 • Número 13 • Sociedades lectoras • A

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Cuadernos

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Investigación

en Enfermería

International Law

Ingeniería y Universidad

Gerencia y Políticas

de Salud

Cuadernos de Vivienda y Urbanismo

Cuadernos de Música, Artes Visuales y Escénicas

Cuadernos

de Literatura

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Todo parece indicar que cada vez se requiere con mayor celeridad la esperada reformulación en la política nacional de ciencia, tecnología e innova-ción que se viene dilatando desde 2012. Aun así, su implementación no podrá garantizar una solución inmediata a los problemas de las revistas científicas colombianas. Mientras se definen los nuevos linea-mientos, sería sensato reevaluar la necesidad man-tener revistas propias frente a un escenario que se puede interpretar como el camino menos adecua-do para aumentar los indicadores de producción científica y de cooperación internacional en el país. Bajo esa misma óptica, vale la pena insistir en que no todas las publicaciones periódicas son indexa-bles y que la academia requiere otros productos editoriales que rescaten las tipologías olvidadas por el modelo. El verdadero desafío consistirá en seguir recibiendo contribuciones de investigadores interesados en la difusión de los avances en su dis-ciplina y no tan enfocados en las bonificaciones o

en el ascenso en su escalafón profesional a través de este medio.

La Pontificia Universidad Javeriana, conscien-te de las implicaciones del sistema de indexación, está comprometida con la creación, el desarrollo, la conservación y la transmisión del saber metódico, la ciencia, la cultura y los valores humanos a través de sus publicaciones periódicas. No obstante, su gestión no es ajena a la realidad del país, así que cada fascículo publicado representa un enorme esfuerzo conjunto, una inversión significativa, una retribución simbólica y una carrera constante contra el tiempo. El equipo de editores en las die-ciocho Facultades y la Coordinación de Revistas Científicas de la Editorial Javeriana ratifican su disposición para compartir su experiencia, man-tienen sus puertas abiertas al diálogo y a la coope-ración, y siguen participando en la construcción de un modelo de divulgación científica equilibrado y justo para todos los actores involucrados.

Esta base amplía el portafolio de servicios de la plataforma bibliográfica Web of Science (WoS), y genera un nuevo canal de visibilidad para las revistas científicas arbitradas de alta calidad que se especializan en temas emergentes y tienen impacto regional.

Cinco revistas científicas de la Universidad fueron aceptadas en Emerging Sources Citation Index (esci), el más reciente sistema de indexación de la casa editorial Thomson Reuters:

Cuadernos de Literatura Cuadernos de Música, Artes Visuales y Artes Escénicas

Cuadernos de Vivienda y Urbanismo

Magis Universitas Médica

Revistas científicas indexadas

de la Pontificia Universidad

JaverianaLas veinticinco revistas científicas editadas por la Pontificia

Universidad Javeriana cuentan con el aval de los más prestigiosos sistemas

internacionales de indexación y resumen.

Todos los contenidos publicados están disponibles en acceso abierto

irrestricto en: http://revistas.javeriana.edu.co/

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Page 16: Impronta #13 - Sociedades lectoras

para promover,

comercializar

y divulgar las

publicaciones de la

editorial pontificia

universidad javeriana,

se han establecido

varias plataformas de

difusión y promoción

para los formatos

impreso y electrónico.

Encuentre nuestras novedades en las principales librerías del país, la Tienda Javeriana, Librería de la U y durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá en el pabellón 3, piso 2, stand 501. Y conozca más sobre nuestras publicaciones en la página:

www.javeriana.edu.co/editorial

Conozca todas las publicaciones de la Editorial Pontificia Universidad Javeriana

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Pontificia Universidad Javeriana rector Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S. J. • vicerrector académico Ing. Luis David Prieto Martínez • vicerrector de investigación Luis Miguel Renjifo • vicerrector de extensión y relaciones interinstitucionales Luis Fernando Álvarez Londoño, S. J. • vicerrector del medio universitario Luis Alfonso Castellanos Ramírez, S. J. • vicerrectora administrativa Catalina Martínez de Rozo • secretario general Jairo Humberto Cifuentes Madrid

Improntadiseño Boga Cortés y Triana | Yully Cortés • ilustración de cubierta Natalia Gordillo • fotografías Julián Mejía • impresión Javegraf

Editorial pujdirector Nicolás Morales Thomas • coordinador de libros John Meza • coordinador de revistas científicas Favio Andrés Flórez Carranza • coordinador de promoción y mercadeo Rafael Alejandro Nieto Roca • coordinadora administrativa Karen Sánchez González • asistentes editoriales de libros Diego Fernando Pérez Medina, Marcel Camilo Roa Rodríguez • asistentes editoriales de revistas científicas Rosa Isabel González Moreno, Silvia Catalina Castro • practicantes Miguel Ángel Pineda Cupa, Paula Andrea Quintero Celis • asistentes administrativas Yamile Escobar Arévalo, Laura Daniela Piñeros • jefe de bodega Félix Antonio Cruz Suárez • auxiliar de bodega Maximino López Gómez

Librerías Siglo del Hombre Ferias del libro

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