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COMUNIDAD ESCOLAR 7 de septiembre de 1988 31 El ilusionismo es una llamada al misterio, un destrozar las apariencias, una creación de mundos de ilusión que trata de hacer aflorar en los espectadores un amplio abanico de sentimientos dispares. Encontrar una carta entre muchas, hacer desaparecer a un invitado o recomponer el descoyuntado cuerpo de un miembro del público puede conseguirse con un simple pase mágico. Pero no es verdad, no puede ser verdad. Es una bella mentira. 1 De iz.qaienla a cltredaa: A. Florasa, alltor de Ubros sobre magia; cartel de •El Gran Jusea•, ¡ran transformista aJMricaDo, y Jna Tamariz, JIOIMIIar por A ,rovama JAVIERSANZ ·La magia es hacer visibles en la realidad los deseos y los sueños tanto personales como colectivos. Toda la humanidad desea volar. El mago dice: Ahi hay una mujer que se eleva. Ya que es con una trampa. No importa. belleza. Te fascina. No es como un puzzle: no es el cómo se hace, sino el qué bonito es verlo,., afirma Juan Ta- mariz, de cuarenta y cinco años, ilusionista y autor de libros y pro- gramas televisivos sobre magia. Tamariz es un hombre de larga melena y gruesas gafas provisto de unas manos prolongadas en una baraja de cartas, que lleva siempre consigo con la misma naturalidad e idéntica necesidad con que otros empuñan un cigarrillo, un bastón o el periódico de información eco- nómica. •No quién decia que cuando estaba un dla sin tocar el violín lo notaba un poco; si eran dos dílls, lo notaba el público, y cuando eran tres días lo notaba el violín. A mi me pasa igual. S1 transcurre un día entero -nunca pasa- sin estar con las cartas, tocarlas, sentirlas y gozar de su tacto, llega un momento en que no te hacen caso, no juegan contigo, no colaboran... Considerado uno de los magos más importantes en la especialidad de cartomagia, Juan Tamariz lleva dedicando su vida al arte de la ilu- sión desde el año 70. Desde enton- ces no ha parado de viajar por todo el mundo, y se muestra satis- fecho: •Es una maravilla. Durante muchos ai'los estuve. sin ganar un duro, y en la miseria, aunque una miseria excelente. Ahora me va mejor desde hace diez o quince años. Luego me irá peor, pero no me importa, porque es bonito... Asombrar y divertir Antonio Jesús Romero Zamora- no lleva dieciséis años con el ilusio- nismo entre manos. Tiene veinti- cuatro, anda terminando quinto de ingeniería industrial y se dedica a la magia de manera semiprofesional desde hace cuatro años. Autodi- dacta hasta los Romero recurre a la definición de la magia dada por un gran aficionado y autor de numerosos libros para principiantes, el padre Wenceslao Ciuro: «El ilusionismo es el arte de asombrar, entretener y divertir... ¿Y si falla alguno de estos compo- nentes? •Falla la magia•. ·La magia es lo mejor del mun- El arte de los ilusionistas Magos y prestidigitadores españoles explican el misterio, la sorpresa y la psicología que emplean en su oficio do .. , dice Antonio, quien alterna sus estudios universitarios con la actuación en salas de fiestas u otro tipo de locales en los que se reclama su presencia como ilusio- nista especializado en monedas, cartas u otros pequei'los objetos. El ilusionismo o la magia, térmi- nos considerados sinónimos, son las palabras en cuyo interior se contienen multitud de variedades de este hacer ver lo que no es: car- tomagia, micromagia, magia de escena, magia mental, fakirismo, ventriloquia o el pick-pocket o car- terismo. La especialización impues- ta por los tiempos modernos tam- bién ha afectado a la magia. Un rato de fantasía Magia con naipes, con aparatos, mentalismo y ventriloquia son algu- nas de las facetas abordadas a lo largo de su vida de mago por Alfredo Florensa, de sesenta y un años, médico especialista en apa- rato digestivo que trabaja en unos laboratorios y hom- bre sumamente conocido en el mundo de los magos. Florensa, autor de diversos estu- dios y de una monumental obra en fascículos titulada • Lecciones de ilusionismo .. , prolongada durante 60 entregas y veinticuatro años, lleva en magia •la pequeña canti- dad de cuarenta v tres años ... - Me a interes'ar por ella -se- ñala- viendo a un artista en un teatro cuando )O era estudian- te. Me pareció que era un arte que tenia encanto, porque requería al mismo tiempo habilidad, psico- logia, técnica y basta conocimien- tos científicos. Estudiando medi- cina, me daba cuenta de que aquello tenía, hasta desde el punto de vista médico, un gran encanto... Su atracción queda justificada ahora al considerar que es una de las pocas artes que tiene la virtud de que gusta tanto a quien la hace como a quien la contempla. «Si usted realiza algo que maravilla y divierte a un público -que es la defmición de ilusionismo-, este público vive un rato de fantasla, vive en otro mundo. Y eso es encantador para uno mismo, pero, sobre todo, para los demás ... •La gente sabe -prosigue Flo- rensa- que nosotros lo que hace- mos es algo que se basa en la téc- nica, en la psicología, en la habili- dad, que hay un principio natural, que no es ningún milagro. Lo bonito está en no encontrar la explicación y divertirse•. Entrar en el ámbito prometedor del mago implica la adopción de una nueva mentalidad reñida con aquella de la que el hombre hace uso el resto del tiempo. Ahi radica uno de los secretos principales. Sabiondos Según Florensa, •lOl> que menos se divierten son los que quieren coger la trampa, los sabiond.os", y recuerda que a veces los magos enredan a quien pretendia querer saber más que ellos. «La gente, cuanto más inteligente es, menos El terror de los magos J.S. Los magos no velan celosamente por el secreto de sus juegos. Por el se los transmiten y enseñan mutuamente, salvo raras excepciones, o los cuentan en libros, a diferencia de lo que era fre- cuente durante el siglo XIX, uno de lol> momentos memorables de este arte, cuando •la mayor parte de los magos jamás desvelaban sus secretos•, según cuer.ta Ramón Mayrata. .. Generalmente, se iban a la tumba con las crea- ciones que hablan elaborado durante muchlsimo tiempo. Pero a partir del siglo XX, esto empieza a cambiar. Se crean unas Sociedades Mágicas, donde, al menos entre los asociados, comienza ha haber un mínimo intercambio, aunque siempre continuando una tendencia enormemente secretista.• «El mago que ha inventado cosas nuevas y que ha creado técnicas maravillosas las legaba, casi como si fuera una herencia, a un discipulo preferido. Pero desde hace veinte años, esto se modifica. Empieza a darse dentro de las Sociedades Mágicas una mayor apertura, de tal manera que hoy en dla la mayor parte de los secretos se cuentan a aquel que quiera hacerlos», ai'lade Mayrata, autor de «Por arte de magia.. y «El ojo de la arbitrariedad .. , quien recuerda la donación hecha a la Fundación Juan March por el bibliófJ.I.o José Pucho!, cuya rica biblioteca está a disposición de los aficionados. El terror de los magos es el destripador de secre- tos, aquél cuya primera y única aspiración se reduce a saber los entresijos de un juego para satisfacer su insana curiosidad y asi, luego, ante otros, alardear de perspicacia. La existencia de estos iconoclastas del ilusionismo prohíbe a los magos ejercer la divul- gación, pero no escribir para enseñar. •El libro que divulga no enseña el arte, sino que desvela secretos. Con ese libro no se Uegará jamás a ser ilusionista. Ese libro destroza. Por el contrario, está el libro que va llevando al lector a interesarse por la concluye Alfredo Florensa. Entre uno y otro hay la diferencia existente entre un mal libro y uno bueno. El cineasta Orson Welles, aficionado al ilusionismo, estaba convencido de que éste moriría a menos los contenidos de esos libros casi sagrados se pusieran a salvo de la aten- ción de los simples curiosos. Welles dejó escrito en el prólogo a un libro sobre prestidigitación una sena advertencia: •Si todo lo que desea saber el lector es conocer cómo hace el mago los trucos, que vaya a procurar su conocimiento a otra parte... busca conocer el porqué, porque ya sabe que es engañado." En uno de sus libros, Tamariz ha escrito que •en la magia no hay trampa, porque todos sabemos que sí la hay. No hay engaño, porque el verdadero, auténtico espectador, degustador de la magia no es nunca engañado, sino ilusionado; en la magia, en la verdadera, auténtica magia, en la magia-arte sólo hay emoción, ilusión y llamada al mis- terio.• Para Alfredo Florensa, la magia posee de cara a los jóvenes utilida- des como las de desarrollar la psi- cologia, la habilidad, el trato huma- no, quitar la timidez, aprender a enfrentarse con el público -«por- que es muy dificil enfrentarte con el público sabiendo que le vas a engañar-, y desarrolla técmca- mente las manos, la cabeza, la memoria. La habilidad no es el factor fun- damental en la mayor parte de los juegos. En manipulación, sí; pero no en aparatos. Tamariz dice que •en la magia de cerca la habilidad e:. necesaria para lograr lo que quieres, pero no lo único. Y en algunos casos ni siquiera es necesa- ria ... La destreza no se esconde sólo en la mano. Se confunde con el movimiento corporal, la coordina- ción de movimientos, la mirada, la voz. «Todo ese conjunto es funda- mental. Y luego la psicología, el estudio del grupo, las interrelacio- nes entre los que están mirando, cuil se erige en líder espontáneo del grupo, la memoria, los errores de la memoria. Todo eso es hermo- y divertido .. , sentencia Ta- manz. Juan Tamariz no es sólo un mago. Ni siquiera uno de los mejo- res magos de nuestro país. Es tam- un estudioso, como lo demues- tra la cantidad de libros publicados por él con la magia de cartas como motivo. El creador de programas de televisión como «Magia pota- gia• y otros muchos ha constituido junto al escritor Ramón Mayrata una editorial bautizada con el nom- bre de uno de los más renombrados ilusionistas españoles, Frakson. Mayrata, cuyo interés por la magia confluye con su pasión por la literatura basta el punto de pre- tender una fusión entre ambas, relata que la editoria! abriga el deseo de recopilar y preservar toda aquella información que, si no, lle- garía a perderse con la desapari- ción de sus poseedores.

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  • COMUNIDAD ESCOLAR 7 de septiembre de 1988 31

    El ilusionismo es una llamada al misterio, un destrozar las apariencias, una creacin de mundos de ilusin que trata

    de hacer aflorar en los espectadores un amplio abanico de sentimientos dispares. Encontrar una carta entre muchas,

    hacer desaparecer a un invitado o recomponer el descoyuntado cuerpo de un miembro del pblico puede conseguirse con un simple pase mgico. Pero no es verdad, no puede ser verdad. Es una bella mentira.

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    De iz.qaienla a cltredaa: A. Florasa, alltor de Ubros sobre magia; cartel de El Gran Jusea, ran transformista aJMricaDo, y Jna Tamariz, JIOIMIIar por A ,rovama

    JAVIERSANZ La magia es hacer visibles en la

    realidad los deseos y los sueos tanto personales como colectivos. Toda la humanidad desea volar. El mago dice: Ahi hay una mujer que se eleva. Ya s~ que es con una trampa. No importa. Qu~ belleza. Te fascina. No es como un puzzle: no es el cmo se hace, sino el qu bonito es verlo,., afirma Juan Ta-mariz, de cuarenta y cinco aos, ilusionista y autor de libros y pro-gramas televisivos sobre magia.

    Tamariz es un hombre de larga melena y gruesas gafas provisto de unas manos prolongadas en una baraja de cartas, que lleva siempre consigo con la misma naturalidad e idntica necesidad con que otros empuan un cigarrillo, un bastn o el peridico de informacin eco-nmica. No s quin decia que cuando estaba un dla sin tocar el violn lo notaba un poco; si eran dos dlls, lo notaba el pblico, y cuando eran tres das lo notaba el violn. A mi me pasa igual. S1 transcurre un da entero -nunca pasa- sin estar con las cartas, tocarlas, sentirlas y gozar de su tacto, llega un momento en que no te hacen caso, no juegan contigo, no colaboran ...

    Considerado uno de los magos ms importantes en la especialidad de cartomagia, Juan Tamariz lleva dedicando su vida al arte de la ilu-sin desde el ao 70. Desde enton-ces no ha parado de viajar por todo el mundo, y se muestra satis-fecho: Es una maravilla. Durante muchos ai'los estuve. sin ganar un duro, y en la miseria, aunque una miseria excelente. Ahora me va mejor desde hace diez o quince aos. Luego me ir peor, pero no me importa, porque es bonito ...

    Asombrar y divertir Antonio Jess Romero Zamora-

    no lleva diecisis aos con el ilusio-nismo entre manos. Tiene veinti-cuatro, anda terminando quinto de ingeniera industrial y se dedica a la magia de manera semiprofesional desde hace cuatro aos. Autodi-dacta hasta los diecis~is, Romero recurre a la definicin de la magia dada por un gran aficionado y autor de numerosos libros para principiantes, el padre Wenceslao Ciuro: El ilusionismo es el arte de asombrar, entretener y divertir ... Y si falla alguno de estos compo-nentes? Falla la magia.

    La magia es lo mejor del mun-

    El arte de los ilusionistas Magos y prestidigitadores espaoles explican el misterio, la

    sorpresa y la psicologa que emplean en su oficio do .. , dice Antonio, quien alterna sus estudios universitarios con la actuacin en salas de fiestas u otro tipo de locales en los que se reclama su presencia como ilusio-nista especializado en monedas, cartas u otros pequei'los objetos.

    El ilusionismo o la magia, trmi-nos considerados sinnimos, son las palabras en cuyo interior se contienen multitud de variedades de este hacer ver lo que no es: car-tomagia, micromagia, magia de escena, magia mental, fakirismo, ventriloquia o el pick-pocket o car-terismo. La especializacin impues-ta por los tiempos modernos tam-bin ha afectado a la magia.

    Un rato de fantasa

    Magia con naipes, con aparatos, mentalismo y ventriloquia son algu-nas de las facetas abordadas a lo largo de su vida de mago por Alfredo Florensa, de sesenta y un aos, mdico especialista en apa-rato digestivo que trabaja en unos

    laboratorios farma~uticos y hom-bre sumamente conocido en el mundo de los magos.

    Florensa, autor de diversos estu-dios y de una monumental obra en fascculos titulada Lecciones de ilusionismo .. , prolongada durante 60 entregas y veinticuatro aos, lleva en magia la pequea canti-dad de cuarenta v tres aos ... - Me

    empe~ a interes'ar por ella -se-ala- viendo a un artista en un teatro cuando )O era estudian-te. Me pareci que era un arte que tenia encanto, porque requera al mismo tiempo habilidad, psico-logia, tcnica y basta conocimien-tos cientficos. Estudiando medi-cina, me daba cuenta de que aquello tena, hasta desde el punto de vista mdico, un gran encanto ...

    Su atraccin queda justificada ahora al considerar que es una de las pocas artes que tiene la virtud de que gusta tanto a quien la hace como a quien la contempla. Si usted realiza algo que maravilla y divierte a un pblico -que es la

    defmicin de ilusionismo-, este pblico vive un rato de fantasla, vive en otro mundo. Y eso es encantador para uno mismo, pero, sobre todo, para los dems ...

    La gente sabe -prosigue Flo-rensa- que nosotros lo que hace-mos es algo que se basa en la tc-nica, en la psicologa, en la habili-dad, que hay un principio natural, que no es ningn milagro. Lo bonito est en no encontrar la explicacin y divertirse. Entrar en el mbito prometedor del mago implica la adopcin de una nueva mentalidad reida con aquella de la que el hombre hace uso el resto del tiempo. Ahi radica uno de los secretos principales.

    Sabiondos Segn Florensa, lOl> que menos

    se divierten son los que quieren coger la trampa, los sabiond.os", y recuerda que a veces los magos enredan a quien pretendia querer saber ms que ellos. La gente, cuanto ms inteligente es, menos

    El terror de los magos J.S.

    Los magos no velan celosamente por el secreto de sus juegos. Por el c~ntrario, se los transmiten y ensean mutuamente, salvo raras excepciones, o los cuentan en libros, a diferencia de lo que era fre-cuente durante el siglo XIX, uno de lol> momentos memorables de este arte, cuando la mayor parte de los magos jams desvelaban sus secretos, segn cuer.ta Ramn Mayrata.

    .. Generalmente, se iban a la tumba con las crea-ciones que hablan elaborado durante muchlsimo tiempo. Pero a partir del siglo XX, esto empieza a cambiar. Se crean unas Sociedades Mgicas, donde, al menos entre los asociados, comienza ha haber un mnimo intercambio, aunque siempre continuando una tendencia enormemente secretista.

    El mago que ha inventado cosas nuevas y que ha creado tcnicas maravillosas las legaba, casi como si fuera una herencia, a un discipulo preferido. Pero desde hace veinte aos, esto se modifica. Empieza a darse dentro de las Sociedades Mgicas una mayor apertura, de tal manera que hoy en dla la mayor parte de los secretos se cuentan a aquel que quiera hacerlos, ai'lade Mayrata, autor de Por arte de magia.. y El ojo de la arbitrariedad .. , quien

    recuerda la donacin hecha a la Fundacin Juan March por el biblifJ.I.o Jos Pucho!, cuya rica biblioteca est a disposicin de los aficionados.

    El terror de los magos es el destripador de secre-tos, aqul cuya primera y nica aspiracin se reduce a saber los entresijos de un juego para satisfacer su insana curiosidad y asi, luego, ante otros, alardear de perspicacia. La existencia de estos iconoclastas del ilusionismo prohbe a los magos ejercer la divul-gacin, pero no escribir para ensear.

    El libro que divulga no ensea el arte, sino que desvela secretos. Con ese libro no se Uegar jams a ser ilusionista. Ese libro destroza. Por el contrario, est el libro que va llevando al lector a interesarse por la ma~a-, concluye Alfredo Florensa.

    Entre uno y otro hay la diferencia existente entre un mal libro y uno bueno. El cineasta Orson Welles, aficionado al ilusionismo, estaba convencido de que ste morira a menos qu~ los contenidos de esos libros casi sagrados se pusieran a salvo de la aten-cin de los simples curiosos. Welles dej escrito en el prlogo a un libro sobre prestidigitacin una sena advertencia: Si todo lo que desea saber el lector es conocer cmo hace el mago los trucos, que vaya a procurar su conocimiento a otra parte ...

    busca conocer el porqu, porque ya sabe que es engaado."

    En uno de sus libros, Tamariz ha escrito que en la magia no hay trampa, porque todos sabemos que s la hay. No hay engao, porque el verdadero, autntico espectador, degustador de la magia no es nunca engaado, sino ilusionado; en la magia, en la verdadera, autntica magia, en la magia-arte slo hay emocin, ilusin y llamada al mis-terio.

    Para Alfredo Florensa, la magia posee de cara a los jvenes utilida-des como las de desarrollar la psi-cologia, la habilidad, el trato huma-no, quitar la timidez, aprender a enfrentarse con el pblico -por-que es muy dificil enfrentarte con el pblico sabiendo que le vas a engaar-, y desarrolla tcmca-mente las manos, la cabeza, la memoria.

    La habilidad no es el factor fun-damental en la mayor parte de los juegos. En manipulacin, s; pero no en aparatos. Tamariz dice que en la magia de cerca la habilidad e:. necesaria para lograr lo que quieres, pero no lo nico. Y en algunos casos ni siquiera es necesa-ria ...

    La destreza no se esconde slo en la mano. Se confunde con el movimiento corporal, la coordina-cin de movimientos, la mirada, la voz. Todo ese conjunto es funda-mental. Y luego la psicologa, el estudio del grupo, las interrelacio-nes entre los que estn mirando, cuil se erige en lder espontneo del grupo, la memoria, los errores de la memoria. Todo eso es hermo-

    ssi~o y divertido .. , sentencia Ta-manz.

    Juan Tamariz no es slo un mago. Ni siquiera uno de los mejo-res magos de nuestro pas. Es tam-

    bi~n un estudioso, como lo demues-tra la cantidad de libros publicados por l con la magia de cartas como motivo. El creador de programas de televisin como Magia pota-gia y otros muchos ha constituido junto al escritor Ramn Mayrata una editorial bautizada con el nom-bre de uno de los ms renombrados ilusionistas espaoles, Frakson.

    Mayrata, cuyo inters por la magia confluye con su pasin por la literatura basta el punto de pre-tender una fusin entre ambas, relata que la editoria! abriga el deseo de recopilar y preservar toda aquella informacin que, si no, lle-gara a perderse con la desapari-cin de sus poseedores.