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Ian Paice, Roger Glover, Ian Gillan, Steve Morse, Don Airey y como seguir tocando rock and roll después de 44 años. 66 MVR

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Ian Paice, Roger Glover, Ian Gillan, Steve Morse, Don Airey y como seguir tocando rock and roll después de 44 años.

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Después de más de cuarenta años recorriendo distintos escenarios, Ian Gillan, voz de una de las bandas más legendarias de la historia del rock dice que el grupo mantiene la misma filosofía del comienzo y que se divierte mucho tocando con grandes músicos. Fanático reconocido del fútbol y

de Messi, promete una visita a la Argentina antes de que termine 2013.

Por Xenia Bertoni

DEEP PURPLE

“LO NUESTRO ES TODO IMPROVISACIÓN”

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“AHORA HAY UNA CANTIDAD ENORME DE MÚSICA EN TODOS LADOS, PERO LA GENTE ESCUCHA MÁS CON LOS OJOS QUE CON LOS OÍDOS. VEN MTV, O VIDEOS, Y LLEVAN MÚSICA SUPERFICIAL A SUS OÍDOS.”

TOUR 2013: Las próximas presentaciones con-firmadas de Deep Purple serán en Hungría, Ita-lia, Australia, Nueva Zelandia y Suecia.

Es una noche fría de otoño en Frankfurt, Alemania, y hay tanta niebla que los rascacielos pare-

cen haber desaparecido. Estamos en el Festhalle, un estadio para diez mil per-sonas que abrió sus puertas por primera vez hace más de un siglo, y donde alguna vez tocaron los Beatles, Yes, Genesis, King Crimson, Sting y muchos otros. Es el mismo lugar donde hace unas semanas se realizó la entrega de premios MTV Music Awards. Detrás del escenario, ba-jando una escalera se accede a un pasillo donde se encuentran los camarines de Deep Purple, la banda que se presentará esta noche.

—Hola, ¿cómo estás? —saluda el can-tante, Ian Gillan, vestido con una remera gris y jeans.

El camarín es discreto. Tiene un espejo grande, un sofá, sillones y una mesa pe-queña. Falta menos de una hora para que Ian suba al escenario con Deep Purple. Entonces le pregunto cómo hacen para elegir que temas tocar en un concierto, ya que la banda cuenta con una discogra-fía tan extensa. Ian dice que cada noche tocan distintas canciones y que las eligen de acuerdo al público y el lugar.

—Siempre intentamos que haya un equilibrio entre clásicos y temas nuevos. También improvisamos mucho, por lo que el tiempo de duración de los con-ciertos también varía. Todo depende de la improvisación, no de las canciones. A veces cambiamos la lista sobre el esce-nario.

—Entonces, ¿de qué hablan antes de cada show?

—Hablamos de fútbol, de perros o de lo que sea, pero no de música.

—¿Les gusta Messi?—¡Por supuesto! Es un genio. ¡El me-

jor! ¡Sin dudas, el mejor!—¿Cómo se siente tocando temas tan

legendarios como “Burn” o “Smoke on the watter”?

—Es muy divertido, no es un traba-jo. Y siempre los tocamos junto a otros temas. Nunca hacemos sólo los clási-cos. Son temas que los disfruto mucho, porque a la gente le gusta. El público se pone contento y nosotros nos ponemos felices. Es muy emocionante.

—Con el transcurso del tiempo, ¿cambió el sentimiento por esos te-mas?

—Las canciones ya viven por sí solas y hay mucha pasión puesta en ellas. Por más que sean canciones antiguas, cada vez que se interpretan es un sentimiento muy fuerte. Es difícil hablar sobre músi-ca, porque tenemos una gran pasión. Es como estar juntos esperando subirse a un caballo, o a una motocicleta. En el mo-mento en que te subís, es una sensación increíble.

Bandas como Deep Purple, o Led Zeppelin, Black Sabbath y King Crim-son no solo tocaron rock, sino que crea-ron un estilo con el que escribieron parte de la historia de la música teniendo una

filosofía que se refleja en sus canciones. Es difícil encontrar un grupo de rock que no haya sido influenciado por ellos. En-tonces le pregunto a Ian si es consciente de eso.

—No. Nosotros simplemente hacemos música y nos divertimos mucho tocando. Ver que la gente disfruta de lo que hace-mos es algo que nos hace muy feliz y nos motiva, pero ponerse a pensar en lo que significa Deep Purple para la música, no es mi trabajo. Nosotros simplemente so-mos músicos.

—¿Cómo ves la escena musical hoy?—Es completamente distinta a cuan-

do era chico. Ahora hay una cantidad enorme de música en todos lados, pero la gente escucha más con los ojos que con los oídos. Ven MTV, o videos, y llevan música superficial a sus oídos —dice Ian y mueve las manos como si estuvie-ra poniendose auriculares—. No puedo entender eso, prefiero la música en vivo. Muchas veces las producciones actuales, las grabaciones, están tan sobrecarga-das de sonidos que no dejan respirar a la música. Es como un producto industrial. Enorme. Un tsunami de música. Y real-mente no lo puedo entender.

—¿Qué aprendiste de tu experiencia de tantos años sobre el escenario?

—Es una muy buena pregunta. Es una experiencia compartida, en la que tenés que complementarte con los músicos con los que estás tocando. Si intentás hacer todo por tu cuenta, no es bueno. Lo más importante es compartir, trabajar en equipo, escuchar, aprender y darle lugar a la inspiración de los otros integrantes

del grupo.—¿Han cambiado muchas cosas en

Deep Purple desde los comienzos?—Seguimos teniendo la misma filo-

sofía que al principio. Tenemos buenos músicos, nos divertimos tocando. Tene-mos muchas influencias de diversos es-tilos musicales. Cuando éramos chicos escuchábamos jazz, blues, soul, rock and roll, big band swing, música clásica, composiciones para orquesta y elemen-tos de todos esos estilos se incluyeron en la banda y hoy son parte de su sonido y su identidad.

—¿Cómo es el proceso creativo de Deep Purple a la hora de escribir can-ciones?

—Hay distintos modos. Si escribo con Deep Purple, nos juntamos, tomamos un té y hablamos de futbol, de cómo está la familia, de cómo pasaron las vacaciones

y ese tipo de cosas. Después pasamos a nuestro lugar de ensayo y comenzamos a tocar. Tocamos seis horas todos los días. Desde el mediodía hasta las seis de la tarde. Luego de las tres primeras horas hacemos una pausa para tomar otro té y continuamos. Después de tres o cua-tro días tenemos algunas ideas y de esas ideas surgen nuevas canciones. Y lo que más hacemos es improvisar. Improvisar, improvisar, improvisar. Y de esas impro-visaciones quizás decimos “hey, eso es un buen verso, es un buen ritmo”. Tal vez es una posibilidad, un buen coro, o nos gusta alguna estructura musical. Y así también suelen surgir nuevos temas. Ahora, si escribo solo, entonces es dis-tinto. A veces me junto con dos o tres músicos y uno viene con una idea. Otras veces toco algo con mi guitarra y traba-jamos sobre eso. Pero con Deep Purple casi todo es improvisación.

—¿Es cierto que la banda escribió una canción inspirada en una pregun-ta que les había hecho un periodista?

Ian se ríe.—Es cierto. Íbamos a tocar a Ports-

mouth en un micro y un periodista nos preguntó “¿cómo se escribe una can-ción?”. Y me puse a improvisar con la guitarra. De esa idea surgió la canción “Highway star”, que interpretamos ese mismo día, dos horas más tarde sobre el escenario.

Ian parece divertirse mucho contando esa anécdota y dice que escribe mucho: “Todos los días escribo un montón. No solamente música, sino que también en-sayos, artículos de política o culturales y también muchas cosas espirituales o preparo algun discurso, ya que tambien doy muchos y escribo libros”.

—¿Qué recuerdos tienen del público argentino?

—Junto al de Roma y Estambul, el público de Argentina es el más ruidoso del mundo. Es fantástico. Un público in-creíble. Me encanta. Vamos a hacer nue-vamente una gira por allá en la segunda mitad de 2013. Probablemente entre sep-tiembre y noviembre.

—Seguramente habrá muchos fans en todas las ciudades del país esperán-dolos.

—Vamos a tocar no solamente en Bue-nos Aires, sino también en varias ciuda-des de la Argentina. Nos alegra mucho ir a tocar allá.

En un rato, durante más de dos horas, Deep Purple subirá al escenario con el principio de una obra de Prokofjews, lla-mada “Montagues & Capulets”, del ba-llet Romeo y julieta. El concierto comen-zará con Fireball y la banda hará saltar y bailar al público de Frankfurt con un show que tendrá sonidos, luces y algunas partes de obras de Mozart y Bach.

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A los 67 años, Ian Gillan sigue siendo uno de los cantantes de rock más influyentes.