I Reunión de Biología Evolutiva del Cono Sur · (Fragmentos de un artículo publicado en la...
Transcript of I Reunión de Biología Evolutiva del Cono Sur · (Fragmentos de un artículo publicado en la...
1
I Reunión de Biología Evolutiva del Cono Sur
Taller de reflexión docente:
“Naturaleza y Cultura en la evolución humana”
25 de Noviembre 2009
Docentes a cargo: Adriana Schnek, Alicia Massarini, Beatriz Libertini, Ana Tropea, Constanza Rendon, Gonzalo Corti Bielsa, Nicolás Lavagnino y Paula Lipko.
Esta propuesta se inicia con la presentación de las ideas centrales del darwinismo original y su representación en la metáfora del árbol de la vida. Sobre esta base, se analizarán críticamente diversas representaciones actuales de la evolución biológica, explorando los supuestos y concepciones teóricas que las inspiran. En relación con este análisis, se considerarán las interpretaciones que asumen estos distintos enfoques en la comprensión de la evolución de nuestra especie y la mirada que nos devuelven acerca de nuestro lugar en la naturaleza. Finalmente se analizará la relación entre la evolución biológica y el cambio cultural, contrastando diferentes posturas.
Inicio del taller:
Se expondrán algunos aspectos biográficos de la historia personal de Darwin y del desarrollo de su teoría. Luego observaremos un fragmento del documental de la BBC “Evolución, la peligrosa idea de Darwin” (Director: Andrew Marr); en ésta podremos apreciar una versión novelada de diferentes momentos de la vida de Charles Darwin; como por ejemplo la recreación de situaciones de su viaje a bordo del navío de la marina real Británica H. M. S. Beagle y algunas de sus reflexiones en torno a la historia natural en su retorno a Inglaterra. (30 minutos). 1era Actividad: Reflexión en torno al contenido teórico de imágenes Evolutivas El “árbol de la vida” es una iconografía muy importante del Darwinismo. En este sentido, proponemos analizar imágenes evolutivas actuales y del pasado, intentando sacar a la luz qué “mensaje” muestran éstas sobre cómo opera la evolución.
a‐ Analice la presencia de los siguientes conceptos en la representación que está observando: progreso, linealidad, tendencia a un aumento de la complejidad y direccionalidad de cambio evolutivo.
b‐ Sitúe en el contexto teórico que sugiere cada imagen, el lugar de nuestra especie en la evolución.
Consigna para el desarrollo de esta actividad: Se conformarán grupos de 3 o 4 personas para intentar identificar y discutir los elementos antes mencionados en las imágenes. Luego se realizará una puesta en común.
5
2da Actividad: Evolución biológica y cambio cultural Análisis crítico de textos que representan diferentes posturas sobre la relación entre biología y cultura en nuestra especie. Puesta en común y debate. Cierre a cargo del grupo coordinador. (60 minutos). Consignas para el desarrollo de esta actividad: • Lea y analice los textos que se incluyen a continuación. • Identifique las ideas teóricas subyacentes en relación a la interpretación del vínculo existente entre biología y cultura. • Considere cuáles son las posibles implicancias de cada una de estas posturas. Sugerimos utilizar los siguientes ejes conceptuales para analizar los textos: (i) existencia de reduccionismo de tipo biológico y/o cultural; (ii) importancia relativa o alcance de cada una de estas dimensiones (biología y cultura) en el comportamiento humano; (iii) rol de estas dimensiones en el surgimiento de la cultura en nuestra especie y; (iv) lugar que ocupa el hombre en la naturaleza.
Aquí Nosotros!!Aquí Nosotros!!
6
Análisis de textos
1‐ “El cerebro del hombre y de la mujer no han evolucionado idénticamente por eso muestran diferentes puntos fuertes, talentos y habilidades. Los hombres cuya tarea principal era la caza necesitaban, que ciertas áreas encefálicas desarrollasen el sentido de la orientación y la habilidad para crear utensilios que le permitiesen dar en un blanco a larga distancia. Los hombres no necesitaban destacar en el arte de la conversación ni ser sensibles a las emociones de los demás y, por esa razón, nunca desarrollaron su área encefálica relacionada con las habilidades interpersonales. Por el contrario, las mujeres necesitaban tener aptitudes para orientarse en las distancias cortas, una visión periférica para controlar los alrededores, habilidad para realizar diferentes actividades al mismo tiempo, así como facultad comunicativa. Como consecuencia de estas necesidades, el cerebro femenino y masculino desarrolló zonas específicas que se encargan de cada habilidad”. Allan y Barbara Pease (2002) Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas. Por qué somos tan diferentes y qué hacer para llevarlo bien. Editoral Amat. Primera
Edición.
2‐ ““Es muy difícil deshacerse de viejas costumbres” dice la gente mayor. “La memoria genética es un hecho y funciona” dicen los científicos. La memoria genética forma parte de nuestra conducta instintiva. Naturalmente es lógico que el haber estado sentado en una CUEVA CONTROLANDO LOS ALREDEDORES, defendiendo el territorio y los distintos problemas de supervivencia durante miles y miles de años hayan dejado una profunda huella en los hombres actuales.” Allan y Barbara Pease (2002) Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas. Por qué somos tan diferentes y qué hacer para llevarlo bien. Editoral Amat. Primera
Edición.
3‐ “Basta con fijarse en la conducta que presentan en un restaurante. La mayoría de lo hombres prefieren sentarse de espalda a la pared y de cara a la entrada del restaurante. Así se sienten cómodos, seguros y alerta. Nadie va a hacer algo que les coja por sorpresa, aunque hoy en día no se trate de un cazador letal sino de la letal y astronómica cuenta. En cambio la mujer, a las que les suele dar igual sentarse de espaldas a un espacio abierto, siempre y cuando no estén solas o con niños o que de ser así, se sentaría de espaldas a la pared. En casa los hombres también actúan instintivamente y prefieren dormir en el lado de la cama más próximo a la puesta (un acto simbólico de defender la entrada de la cueva). Si una pareja se muda de casa o pasa la noche en un hotel en la que la puesta esta más cerca del lado en el que duerme la mujer, el hombre no podrá descansar a gusto o dormir tranquilamente aunque no sepa porque. Normalmente, el cambiar de lado para que el esté más cerca de la puerta suele solucionar el problema. Cuando el hombre no está en casa, la mujer suele asumir su papel protector durmiendo de su lado de la cama.”
7
Allan y Barbara Pease (2002) Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas. Por qué somos tan diferentes y qué hacer para llevarlo bien. Editoral Amat. Primera
Edición.
4‐ “Al no poseer una zona cerebral específica encargada del habla, el cazador necesitaba comunicar la mayor cantidad posible de información empleando el menor numero de palabras. De esta forma su cerebro desarrolló zonas específicas para el vocabulario se sitúan en la parte frontal y trasera del hemisferio izquierdo. En las mujeres, el vocabulario se localiza en la parte frontal y trasera de ambos hemisferios y no es uno de sus putos fuertes, por consiguiente, la definición exacta de las palabras es irrelevante para una mujer porque trasmitirá el mensaje usando la entonación de la voz para expresar el significado y el lenguaje corporal para expresar el contenido emocional. Por esta razón, el significado de las palabras es esencial para los hombres, que utilizarán una definición exacta para destacarse por encima de otros hombres y mujeres.” Allan y Barbara Pease (2002) Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas. Por qué somos tan diferentes y qué hacer para llevarlo bien. Editoral Amat. Primera
Edición.
5‐
Perfil; Sábado 17 de Enero de 2009, Buenos Aires, Argentina. (http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0330/articulo.php?art=12172&ed=0330)
8
6‐ “¿TEMERARIO O TRANQUILO? La atracción por las emociones fuertes está grabada en nuestro código genético, según científicos del Centro de Investigación Fred Hutchinson de Seattle en EEUU. Es la conclusión de un estudio que determina que un gen conocido como neuroD2 está relacionado con el desarrollo de la amígdala (centro emocional del cerebro) y controla la respuesta al miedo. Los investigadores de Hurchinson estudiaron a una serie de ratones de laboratorio con una copia única del neuroD2 y encontraron que tenían poca capacidad para experimentar el miedo en comparación con otros ratones que tenían dos copias de este gen.” “INFIEL POR NATURALEZA. Que el comportamiento sexual está influido por nuestros genes, en concreto por 30 de ellos, es una conclusión de una investigación de la Universidad de Harvard tras experimentar con ratones y moscas. Así, se cree que existe el gen de la fidelidad conyugal. De hecho, un estudio realizado en el Hospital St. Thomas de Londres, realizado entre 1.600 gemelas y mellizas, determinó que la infidelidad se debe en un 40% a nuestro código genético.” ”SOLEDAD EN EL ADN. El sentimiento de soledad también es cosa de familia. Según un estudio entre 800 gemelos y mellizos llevado a cabo por la Universidad Libre de Amsterdam y la Universidad de Chicago, los genes influyen en que una persona experimente, o no, el sentimiento de soledad a lo largo de su vida. La doctora Dorret Boomsma, jefa de la investigación, concluyó que gracias a este estudio se ha demostrado que ayudar a las personas solas es más complejo de lo que se creía porque no se soluciona nada cambiando al individuo de ambiente, pues su código genético tenderá a repetir un comportamiento solitario.” “PREDISPOSICIÓN A LAS ADICCIONES. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, la dependencia hacia determinadas sustancias o hábitos está determinada por factores biológicos y genéticos. De esta forma, la eliminación de un único gen podría acabar con las adicciones, ya estuvieran relacionadas con la nicotina, el alcohol, el chocolate, el sexo […]. De ahí que desde hace años se estén llevando a cabo ensayos como los del investigador Rafael Maldonado, director de la Unidad de Neurofarmacología de la Universidad Prompeu Fabra de Barcelona para el proyecto europeo Gennaddict. Se trata de una investigación con el objetivo de identificar los genes que participan en los procesos de adicción, de forma que una vez identificados se abra el camino para terminar con las dependencias.”
http://susurrandorealidades.blogspot.com/2007/10/casi‐todo‐est‐en‐los‐genes.html (Fragmentos de un artículo publicado en la Revista “Mía” bajo el título de “casi todo está en
los genes”).
7‐ “CONVICCIONES POLÍTICAS. Los genes influyen mucho más en nuestras ideas políticas que la familia o el entorno. Esa ha sido la conclusión de la Universidad de Rice (EEUU) tras realizar una encuesta a 8.000 pares de gemelos y mellizos en la que se comprobó que los gemelos (que comparten el mismo código genético) responden con gran similitud a las cuestiones políticas, mientras
9
que los mellizos expresan opiniones distintas. Partiendo de la base de que los gemelos y los mellizos del estudio participaron del mismo entorno durante su infancia y adolescencia, la disparidad de resultados sólo puede ser explicada por la genética, según los investigadores.” “LA RAÍZ DE LA AGRESIVIDAD. La predisposición a mostrar agresividad en circunstancias de tensión es cuestión de genes, según un estudio de la Universidad de Harvard. Algo también observado por el profesor de Psicología de la Universidad de California del Sur Adrian Raine, que asegura que la criminalidad viene determinada en un 50% por los genes. Sin embargo, aunque ha quedado demostrado que existen causas biológicas que explican la agresividad, también está probado que los mecanismos que las regulan son extremadamente complejos. Se cree que es la combinación de centenares de genes la que está implicada en esa conducta.” “ELLOS, EL AZUL, ELLAS, EL ROSA. La teoría de que a las niñas les gusta el rosa y a los niños el azul porque la sociedad les conduce a ello fabricando ropa o juguetes en esos colores según su sexo ha dejado de contar con adeptos. Un estudio realizado en la Universidad de Newcastle (Reino Unido) da una explicación biológica al gusto por estos colores según el género. Determina que la preferencia femenina se eleva considerablemente en la zona de los rojizos‐morados y decae rápidamente en la zona de los verdes‐amarillos. Por el contrario, los hombres se inclinan más hacia los azules y los verdes, aunque de manera menos pronunciada.” “GENEROSOS POR NACIMIENTO. Según investigadores de la Universidad Hebrea y el Hospital Herzog Memorial de Jerusalén, el que seamos o no altruistas y generosos con los demás depende en un alto porcentaje de nuestro código genético, en concreto de la variante de un gen en el cromosoma 11. Estos científicos han concluido que ese gen sensibiliza los receptores del neurotransmisor dopamina, que da al cerebro sensación de bienestar. El profesor Richard Ebstein, psicopatólogo y director del estudio, también concluyó después de investigar a 354 individuos que el gen del altruismo no es más común en las mujeres que en los hombres.”
http://susurrandorealidades.blogspot.com/2007/10/casi‐todo‐est‐en‐los‐genes.html (Fragmentos de un artículo publicado en la Revista “Mía” bajo el título de “casi todo está en
los genes”).
8‐
10
“[...] Estudios recientes sobre los cromosomas de ciertos pacientes criminales han mostrado que los hombres con un complemento cromosómico XYY son relativamente comunes. [...] W. H. Price y sus colaboradores han encontrado que los delincuentes con un complemento XYY no presentan anormalidades en su desarrollo físico, pero un estudio más reciente muestra que los hombres XYY tienen una personalidad gravemente anormal. De este modo, por comparación con hombres XY de la misma institución, que son también psicópatas de causa indeterminada, los hombres XYY son en promedio condenados a una edad menor (13 contra 18 años); y sus delitos son mayoritariamente contra la propiedad, mientras que un mayor porcentaje de hombres XY han sido condenados por crímenes contra personas. [...] Quizás estos resultados sean un indicio sobre la genética de al menos algunas formas de comportamiento humano aberrante. En un nivel más inmediato el descubrimiento de la alta frecuencia de hombres XYY entre criminales mentalmente trastornados ofrece la esperanza de que tratamientos más apropiados se desprendan de diagnósticos más exactos.”
British medical Journal, 14 de Enero de 1967.
9‐ “[…] Continuaremos tratando al individuo como a una máquina egoísta, programada para realizar cualquier cosa que sea mejor para sus genes considerados en su conjunto.[…]. Para una máquina de supervivencia, otra máquina de supervivencia (que no sea su propio hijo u otro pariente cercano) constituye una parte de su entorno, al igual que una roca, un río o un bocado de alimento. Es algo que obstruye el camino que puede ser utilizado. Difiere de una roca o de un río en un aspecto importante: tiene tendencia a devolver el golpe. Ello se debe a que también es una máquina que guarda sus genes inmortales en administración para el futuro y, al igual que la primera máquina de supervivencia no se detendrá ante nada para preservarlos. La selección natural favorece a los genes que controlan a sus máquinas de supervivencia de tal manera que hacen el mejor uso posible de su entorno. Ello incluye el hacer el mejor uso de otras máquinas de supervivencia, ya sea de la misma especie o de especies diferentes.”
Richard Dawkins. El gen egoísta, las bases biológicas de nuestra conducta. 1993. Editorial Salvat. Barcelona. Página 89.
10‐ “Uno de los grandes sueños de los teóricos sociales –Vico, Marx, Spencer, Spengler, Teggart y Toynbee, entre los más innovadores‐ ha sido el establecimiento de leyes de la historia que pueden ayudar a predecir algo del futuro de la humanidad. Sus esquemas han sido de pobres resultados porque su comprensión de la naturaleza humana no tiene base científica; eran, para usar una expresión favorita de los informes científicos, órdenes de magnitud demasiado imprecisos. La mano invisible permanecía invisible; las acciones conjuntas de millares de millones de seres humanos individuales mal comprendidos no podían computarse. Ahora tenemos razones para sustentar la opinión de que la cultura de cada sociedad viaja a lo largo de una u otra de un conjunto de trayectorias evolucionistas cuyo pleno ordenamiento está limitado por las reglas genéticas de la naturaleza humana”.
Edward O. Wilson. Sobre la naturaleza humana. 1980. Editorial FCE. México DF. Pág. 287
11
11‐ “Tanto los insectos como los humanos vigilan policialmente sus sociedades. ¿Existe algún principio común? ¿Pueden los humanos aprender algo de la vigilancia policial de los insectos? La primera lección parece ser que la vigilancia policial es un aspecto común de la vida social y puede resolver los conflictos causados por la transición de individuos a sociedades” [... ] “Nuestro análisis demuestra que cuando la vigilancia policial es posible, puede ser un mecanismo mucho más eficiente que el puro parentesco para promover la cooperación dentro de grupos sociales”.
Francis Ratnieks y Tom Wenseleers (2005). Policing Insects Societies. Revista Science. Vol 307: 55‐56.
12‐ “El contraste entre los determinismos biológico y cultural es una manifestación de la controversia naturaleza‐crianza que ha tenido lugar en la biología, la psicología y la sociología desde principios del siglo XIX. O la naturaleza juega un papel determinante en las semejanzas y diferencias entre los seres humanos o no lo juega; en este caso ¿sólo queda la crianza? Nosotros rechazamos esta dicotomía. Afirmamos que no es posible encontrar ningún comportamiento social humano significativo estructurado en nuestros genes de tal manera que no pueda ser modificado y moldeado por el condicionamiento social y la historia personal. Incluso necesidades biológicas como comer, dormir, parir o tener sexo son ampliamente modificadas por el control de la conciencia y el entorno social. […] Rechazamos igualmente que los seres humanos nazcan como “una tabla rasa” y que cada uno sea el simple reflejo de circunstancias sociales”.
Richard Lewontin, Steven Rose y Leon Kamin. No está en los genes. 1987. Editorial Crítica. México D.F. Pág. 326‐327
13‐ “Un argumento contra el determinismo genético es el interaccionismo. De acuerdo con él, no son los genes ni el medio ambiente lo que determina a un organismo, sino una combinación particular de ambos. El interaccionismo es el inicio de la sabiduría. Los organismos no heredan sus rasgos, sino sólo sus genes, las moléculas de ADN que se hallan en el óvulo fecundado. Desde el momento de su fecundación hasta su muerte, el organismo atraviesa el proceso histórico de desarrollo. Lo que es el organismo en cada momento depende tanto de los genes que lleva en sus células como del entorno en que tiene lugar el desarrollo. Genotipos idénticos evolucionarán de modo diferente en ambientes distintos, así como genotipos distintos evolucionarán diferentemente en el mismo ambiente. No hay reglas generales que expliquen coherentemente los mecanismos por los que diferentes genotipos evolucionan de manera distinta en entornos distintos. […]”
Richard Lewontin, Steven Rose y Leon Kamin. No está en los genes. 1987. Editorial Crítica. México D.F. Pág. 328
12
14‐ “La evolución biológica (darwiniana) continúa en nuestra especie; pero su ritmo, comparado con la evolución cultural, es tan desmesuradamente lento que su influencia sobre la historia de Homo sapiens ha sido muy pequeña. [...] Los argumentos clásicos del determinismo biológico fracasan porque los caracteres que invoca para establecer diferencias entre grupos son por lo general producto de la evolución cultural. [...] las distintas actitudes y los distintos estilos de pensamiento entre los grupos humanos son por lo general productos no genéticos de la evolución cultural. [...] Entonces, ¿la biología no desempeña ningún papel válido en el análisis de la conducta humana? [...] Algunos biólogos están dispuestos a atribuir a los procesos darwinianos un papel fundamental en la aparición, en épocas ya remotas, de un conjunto de conductas adaptativas específicas que configuran una “naturaleza humana” biológicamente condicionada. Creo que los argumentos de esta vieja tradición ‐ que ha encontrado su expresión más reciente en la “sociobiología humana”‐ son incorrectos, no porque la biología no tenga nada que decir, ni porque la conducta humana sólo refleje una cultura desencarnada, sino porque la genética desempeña un papel distinto y menos determinante en el análisis de la naturaleza humana. [...] Creo que la biología moderna proporciona un modelo equidistante entre la desalentadora tesis de que la biología no nos enseña nada acerca de la conducta humana y la teoría determinista de que la selección natural programa genéticamente los comportamientos específicos. Por mi parte, considero que la biología puede contribuir en dos aspectos fundamentales: i) Las analogías fecundas: [...] Las analogías son útiles, pero tienen sus limitaciones; pueden reflejar condicionamientos comunes, pero no causas comunes. [...] ii) Potencialidad biológica contra determinismo biológico: [...] El problema no se plantea en términos de naturaleza biológica contra lo adquirido no biológico. Tanto el determinismo como la potencialidad son teorías biológicas; pero buscan la base genética de la naturaleza humana en niveles esencialmente diferentes. El determinismo biológico [...] interpreta la gama habitual (de variación en las conductas humanas) en el ambiente moderno como la expresión de una programación genética directa, y no como la manifestación limitada de un potencial mucho más amplio.”
S. J. Gould (2003). La falsa medida del hombre. Editorial Crítica S.L. Primera edición Biblioteca de Bolsillo, Barcelona, España.
15‐ [...] "El problema con la pregunta de la naturaleza humana es que es la pregunta equivocada. En parte refleja el análisis que hacemos para entender la vida política y social humana, y en parte conlleva un vestigio de idealismo platónico. El hecho evidente acerca de la vida humana es la increíble diversidad de historias de vida individuales y de organizaciones sociales a través del tiempo y el espacio. El intento por entender esta diversidad buscando una uniformidad ideal subyacente, llamada "naturaleza humana" es una reminiscencia del idealismo pre‐Darwiniano. Para los predecesores de Darwin, la variación evidente entre organismos dentro de una especie era algo a ser ignorado, a ser visto a través, para descubrir la forma ideal subyacente que la especie representaba. Por lo tanto la teoría de la naturaleza humana pregunta ¿qué organización ideal subyacente se esconde detrás de la aparentemente confusa variedad de sociedades? Para los deterministas biológicos como E.O.Wilson, la uniformidad está entre los mismos individuos, siendo las constantes biológicas dictadas por los genes las que determinan la forma final de las instituciones sociales. Para los teóricos sociales como Levi‐Strauss, todas las sociedades tienen una cierta estructura subyacente en común de la cual las prácticas reales son transformadoras, estas
13
estructuras no derivan de los genes si no de alguna otra parte que no está especificada pero que presumiblemente es una consecuencia de la organización social en sí misma. Las dos características comunes de todas estas teorías son, primero que postulan ideales subyacentes que son comunes a todo tiempo y espacio, y segundo, que ubican a las fuerzas causales o bien en el individuo, o bien en la sociedad. Luchan en las dicotomías individual, social y biológico‐ambiental".
Richard Lewontin y Richard Levins en "¿Qué es la naturaleza Humana? (1985). Bibliografía adicional: • Richard Lewontin. El sueño del genoma humano (Cap. 5). El sueño del genoma humano y otras ilusiones, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2001. • Richard Lewontin, Steven Rose y Leon Kamin. La nueva biología contra la vieja ideología (Cap.10), No está en los genes, Editorial Crítica, Barcelona, 2003. • Stephen Jay Gould. La falsa medida del hombre. Editorial Crítica S.L. Primera Edición Biblioteca de Bolsillo. Barcelona, 2003. Pág. 318 a 327.