HV-Homenaje a LAS

download HV-Homenaje a LAS

of 26

Transcript of HV-Homenaje a LAS

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    1/26

    1

    Recordando a Luis Alberto Snchez Hugo Vallenas Mlaga

    Contenido1. Luis Alberto Snchez: Datos biobibliogrficos por Hugo Vallenas2. LAS, narrador original por Hugo Vallenas3. Dos captulos de Valdivia, el fundador (1941), libro no publicado en

    el Per

    1. Luis Alberto Snchez: Datos biobibliogrficos Hugo Vallenas Mlaga

    1900-1916Luis Alberto Snchez nace en Lima el 12 de octubre. Cursa todos sus estudiosescolares en el colegio de los Sagrados Corazones de La Recoleta. Publica cuentos ysemblanzas histricas en el Boletn Escolar recoletano. A los 16 aos participa delgrupo literario que publica Lux, firmando colaboraciones como Rafael D Argento.Conoce a Valdelomar, Maritegui y otros escritores. Colabora en las revistas Ariel ySudamrica.

    1917-1926Ingresa en 1917 a la Facultad de Letras de San Marcos. Participa en la ReformaUniversitaria de 1919. Escribe artculos y reportajes para Hogar, Mundial, El Tiempoyotros. Trabaja como Secretario en la Biblioteca Nacional. Graduado en Filosofa y

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    2/26

    2

    Letras en 1922. Docente en el Colegio Alemn. Largo viaje reporteril sudamericano en1923 tras las huellas del Libertador. Graduado de abogado en 1926.Primeros libros:1918: Breve noticia de la fundacin y transformaciones de la Facultad de Letras. (Coautores: L A Loayza y R. Saavedra Pinn)1919: Los poetas de la Revolucin(ponencia para el Conversatorio Universitario)

    1920: Nosotros. Sobre el nacionalismo literario en el Per(tesis de bachiller).1921: Los poetas de la Colonia(Euphorion, Lima)1922: Elogio de don Manuel Gonzlez Prada(Torres Aguirre, Lima)1924: Diego Dvalos y Figueroa(Monografa UNMSM)1925: Sobre las huellas del Libertador(Rosay, Lima)

    Diciembre de 1929, reunin en casa de Jos Carlos Maritegui en honor del escritorestadounidense Waldo Frank. De izquierda a derecha: Amalia La Chira (madre de JCM), WaldoFrank, Anita Chiappe (esposa de JCM), Hugo Pesce (de pie), Jos Carlos Maritegui, Luis AlbertoSnchez y Lucrecia Vitali. LAS y Maritegui tuvieron discusiones clebres, como la polmica delindigenismo, pero siempre mantuvieron cercana amistad y mutuo aprecio.

    1927-1931Catedrtico de San Marcos desde 1927. Ejerce abogaca y periodismo de opinin.Organiza curso integral de Literatura Peruana. Polemiza con J. C. Maritegui sobre el

    indigenismo. Viaja a Chile en 1930 como profesor visitante. Preside AsociacinNacional de Periodistas.Se interesa por la poltica. Se afilia en el aprismo en 1931. Es elegido al CongresoConstituyente en octubre.Libros publicados:1927: Don Ricardo Palma y Lima(Premio Literario Municipal de 1926).1927: Gngora en Amrica. El Lunarejo y Gngora (El Sol, Lima e Imp. Nacional,Quito)1928: La literatura peruana. Tomo I. (Talleres Per, Lima)1928: Se han sublevado los indios. Esta novela peruana(Opinin Nacional, Lima)

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    3/26

    3

    1929: Programa de literatura americana y del Per(Talleres La Prensa, Lima)1929: La literatura peruana. Tomo II (La Opinin Nacional, Lima)1930: Don Manuel(Rosay, Lima)1931: Don Manuel(traduccin al francs, Exclsior, Pars)

    Buenos Aires, 1936. Dos exiliados peruanos de gran vala, Luis Alberto Snchez y Manuel Seoane,con el escritor mexicano Alfonso Reyes cuando era embajador de su pas en Argentina. Snchez ySeoane tuvieron una presencia influyente entre los intelectuales y el periodismo de opinin enChile, Argentina y Uruguay.

    1932-1945Intensa actividad poltica. Exiliado en febrero de 1932. Profesor visitante y periodista

    en Cuba, Centroamrica y Ecuador. Retorno al Per en agosto de 1933 y nuevodestierro, a Chile, en diciembre de 1934. Catedrtico, periodista y editor en Chile yluego en Buenos Aires. Viajes diversos como conferencista y catedrtico, incluidos losEE UU. Regresa al Per en 1945 y es elegido diputado.Libros publicados:1932:Amrica, novela sin novelistas(Librera Peruana, Lima)1932-1934: (Folletos proselitistas y textos escolares diversos)1934: Panorama de la literatura actual(Ercilla, Santiago)1934: Haya de la Torre o el poltico(Ercilla, Santiago)1935: Vida y pasin de la cultura en Amrica(Ercilla, Santiago)1935: Breve tratado de literatura general(Ercilla, Santiago)1936: La Perricholi(Ercilla, Santiago)1936: La literatura peruana. Tomo III. (Nascimento, Santiago)1937: Historia de la literatura americana(Ercilla, Santiago)1938: Dialctica y determinismo(Ercilla, Santiago)1939: Garcilaso Inca de la Vega, primer criollo(Ercilla, Santiago)1941: Balance y liquidacin del 900(Ercilla, Santiago)1941: Valdivia, el fundador(Ercilla, Santiago)1942: El pueblo en la revolucin americana(Amricalee, Buenos Aires)1942: Historia general de Amrica(Ercilla, Santiago) 2 tomos1942: Una mujer sola contra el mundo(Ercilla, Santiago)1942: Un sudamericano en Norteamrica(Ercilla, Santiago)

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    4/26

    4

    1943: Los fundamentos de la historia americana(Amricalee, Buenos Aires)1944: Nueva historia de la literatura americana(Amricalee, Buenos Aires)1944: Breve historia de Amrica (Coli, Mxico)1945:Existe Amrica Latina?(FCE, Mxico)

    Lima, 1946. Antenor Orrego, senador y rector de la Universidad Nacional de Trujillo; y LuisAlberto Snchez, diputado y rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, presentandoel proyecto de ley universitaria del Partido Aprista, basado en un anteproyecto de la Federacinde Estudiantes del Per, presidida por Justo Enrique Debarbieri.

    1946-1957A fines de 1946 inaugura su columna Cuaderno de Bitcora, continuada dcada trasdcada y publicada en diarios y revistas de todo el continente. Es Decano de laFacultad de Letras y luego Rector de San Marcos en 1946. Preside delegacin peruanaa la UNESCO. Nuevo exilio en 1948. Profesor visitante en diversos pases (Mxico,Puerto Rico, Cuba, Guatemala, Uruguay, Panam, Colombia, Venezuela, Francia, EEUUy otros).Libros publicados:1948: El seor Segura, hombre de teatro(PTCM, Lima)1949: Reportaje al Paraguay(Guarana, Buenos Aires)1950: La tierra de Quetzal(Ercilla, Santiago)1951: La literatura peruana(Guarana, Buenos Aires) Obra reescrita. 6 tomos.1953: Proceso y contenido de la novela hispanoamericana(Gredos, Madrid)1955: Haya de la Torre y el APRA(Del Pacfico, Santiago)1957: Escritores representativos de Amrica. 1.Serie (Gredos, Madrid) 3 tomos.

    1958-1969Ctedra temporal en Nueva York y Pars entre 1958-1959. Rector de San Marcos en1961. Senador en 1963. Co-fundador del Parlamento Latinoamericano en 1964.Presidente del Senado y por 3 vez Rector de San Marcos en 1966. Preside en 1968 la52. Asamblea de la Unin Parlamentaria Internacional.Libros publicados:

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    5/26

    5

    1958: El Per: retrato de un pas adolescente(Continente, Buenos Aires)1960:Aladino o vida y obra de Jos Santos Chocano(Ed. Libro Mexicano, Mxico)1961: La universidad no es una isla(Villanueva, Lima)1963: El pecado de Olazbal(Populibros, Lima)1963-1969: (Folletos con discursos e informes parlamentarios diversos)1966: La literatura peruana. (Nueva versin) Ediventas, Lima. 5 tomos

    1967: El doctor Ocano. Don Pedro Peralta y Barnuevo(UNMSM , Lima)1967: Una novela limea(1920). Snchez y otros. (UNMSM, Lima)1968: Pasos de un peregrino, son errante. Antologa de J. Puccinelli (Villanueva, Lima)1969: Valdelomar o la belle poque(FCE, Mxico)1969: La universidad actual y la rebelin juvenil(Losada, Buenos Aires)1969: Testimonio personal. Memorias(Villanueva, Lima) 3 tomos

    LAS detrs de Haya de la Torre, celebrando el Da de la Fraternidad de 1962.

    1970-1985En 1970 la dictadura militar lo aparta de las funciones acadmicas y debe aceptarctedras en el exterior. En 1975 integra el Instituto Internacional de LiteraturaIberoamericana con sede en Madrid. Elegido a la Asamblea Constituyente en 1978:ejerce como primer vicepresidente de la Asamblea y como presidente de su ComisinPrincipal. Promulga la nueva Constitucin en 1979. Miembro de la Academia Peruana

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    6/26

    6

    de la Lengua y senador en 1980. Miembro de la Real Academia de la Lengua enAmrica Latina en 1981.Libros publicados:1971: Introduccin crtica a la literatura peruana(Villanueva, Lima)1972: Escritores representativos de Amrica. 2. Serie (Gredos, Madrid) 3 tomos.1973-1976: Historia comparada de las literaturas americanas(Losada, Buenos Aires) 4

    tomos.1975: Cuaderno de Bitcora. Compilacin de artculos por Willy Pinto G. (Mosca Azul,Lima)1975:Amrica precolombina, descubrimiento y colonizacin(Edaf, Madrid)1975:Amrica, desde la revolucin emancipadora hasta nuestros das(Edaf, Madrid)1975: Visto y vivido en Chile. Bitcora chilena(Ed. Unidas, Lima)1976: La polmica del indigenismo. Snchez y otros. Antologa de textos (1926-1930)por M. Aquzolo. (Mosca Azul, Lima)1976: Escritores representativos de Amrica. 3. Serie (Gredos, Madrid) 3 tomos.1976: Mito y realidad de Gonzlez Prada(Villanueva, Lima)1977: Nuestras vidas son los ros...(UNMSM , Lima)1977: La juramentacin de Daro Beltrn. Ejercicio narrativo (Mosca Azul, Lima)1977: Escafandra, lupa y atalaya. Antologa de ensayos (ECH, Madrid)

    1978:Apuntes para una biografa del APRA(Mosca Azul, Lima) 3 tomos.1978: Historia de una industria peruana. Backus y Johnston(Cientfica, Lima)1980: La literatura en el Virreynato. Tomo V de Historia del Per (Meja Baca, Lima)1981: Per: nuevo retrato de un pas adolescente(Mosca Azul, Lima)1982: Correspondencia Haya-Snchez(Mosca Azul, Lima) 2 tomos1983: Los seores. Relato esperpento (Mosca Azul, Lima)1983: Los burgueses. Relato esperpento (Mosca Azul, Lima)1984: Los redentores. Relato esperpento (Mosca Azul, Lima)1984: Pasajeros. PSNC Orcoma(1928-1930). Relato (Print Color, Lima)1984: Poltica sin caretas. Recopilacin periodstica. (Okura, Lima)1984: Los revoltosos. Relato esperpento (Mosca Azul, Lima)

    Lima, agosto de 1979, frente a la Universidad Federico Villarreal. LAS en la primera fila delcortejo fnebre que acompaa los restos de Haya de la Torre.

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    7/26

    7

    1985-1994Lder parlamentario, presidente del consejo de ministros y vicepresidente de laRepblica durante el perodo 1985-1990. Periodista de opinin en medios escritos,radiales y televisivos y conferencista. Nuevamente elegido al Congreso en 1990. Sededica a sus libros y artculos tras el cierre del Congreso Nacional en 1992. Sufre crisisde salud en marzo de 1993 que no le impide proseguir su trabajo intelectual. Fallece

    sbitamente el 6 de febrero de 1994.

    En enero de 1992, con tres meses de anticipacin, el sagaz Snchez advirti las intencionesdictatoriales de Fujimori. Tras el cierre del Congreso que trajo consigo el autogolpefujimorista, LAS, a sus 92 aos, tuvo que volver a la poltica activa desde el llano y, entreotros avatares, defender sus derechos como pensionista del Estado, que el gobernanteconculc. Caricatura de Alfredo publicada en 1994 en La Repblica.

    ltimos libros publicados:1985: Conservador no, reaccionario s: Jos de la Riva Agero(Mosca Azul, Lima)1985: Snchez tiene la palabra. Testimonio parlamentario(CDI, Lima) 3 tomos1986: Prlogos latinoamericanos(CDI, Lima)1987: El Per: retrato de un pas adolescente. Nuevo retrato de un pas adolescente.(Revisados). Flash de un pas a punto de dejar de ser adolescente. (Peisa, Lima)

    1987: Enseanza, descubrimiento, educacin y creacin (Desa, Lima)1987: Rigoletto, el sigiloso. Anecdotario novelado. (Mosca Azul, Lima)1987: Testimonio personal. (Mosca Azul, Lima) Nueva edicin ampliada. 5 tomos.1988: Crnicas de Luis Alberto(Desa, Lima)1988: La vida del siglo. Antologa de Hugo Garca S. (Ayacucho, Caracas)1988: Examen de conciencia. Recopilacin periodstica por Ismael Pinto (Mosca Azul,Lima)1989: El coronel. Relato. (Mosca Azul, Lima)1990:El joven Snchez. Antologa de Ismael Pinto. (Desa, Lima)

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    8/26

    8

    1990: El Per visto por LAS. Crnicas. Compilador Donald Henderson (Pachactec,Lima)1993: Legua, el dictador(Pachactec, Lima)1994: Sobre la herencia de Haya de la Torre. Coautor Hugo Vallenas (Nova Print,Lima)Libros pstumos:

    1997:A Bolvar. Escrito en 1969. (Instituto LAS, Lima)1998: La literatura peruana.Tesis universitaria de 1920 (Instituto LAS, Lima)Libros an inditos:Vida de Santa Rosa.Palos de CiegoTestimonio personal(Dcima parte)

    Caricatura de Alfredo publicada en 1994 en La Repblica.

    2. Luis Alberto Snchez, narrador original Hugo Vallenas Mlaga

    Snchez naci en Lima casi con el siglo, el 12 de octubre de 1900, y falleci en estamisma ciudad el 6 de febrero de 1994. La extensa y relevante actividad quedesarrollara como educador, investigador, periodista y poltico impulsa a asociarloestrechamente con la prosa erudita, profesoral o proselitista. Se olvida que el densotratadista de La literatura peruana y la Historia comparada de las literaturasamericanas, fue tambin un literato sensible y adems innovador.

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    9/26

    9

    Es importante rendir homenaje al gnero que recoge las pginas ms valiosas yrepresentativas de su amplio talento: la biografa novelada. Es a partir de Snchez quela biografa novelada no slo se inicia sino adquiere estatura genuinamente literaria ennuestro medio. Sin perder su indesligable vnculo con la investigacin histrica ybibliogrfica, se enlaza en la forma con la narrativa de ficcin. En todas ellas, la calidadliteraria que exhibe Snchez no es el resultado del rebuscamiento sino del deseo de

    llegar al pblico ms amplio posible. Es una prosa directa, mundana, amena y de ricocolorido. Como lo podr comprobar el lector en la seleccin de Valdivia, el fundadorque aqu acompaamos.

    Snchez y la narrativa

    El Boletn Escolardel colegio limeo de los SS CC de La Recoleta da fe de la precozvocacin literaria de Snchez publica all su primer cuento en 1909 as como sutemprana aficin por hilvanar la narrativa y la historia. Escribi en 1915 para el Boletnrecoletano una interesante coleccin de Siluetasbiogrficas parcialmente recogidas porIsmael Pinto en su antologa El joven Snchez (1990). En esas breves estampasSnchez da ms importancia a lo novelesco de cada personaje que a listar datosbiogrficos.

    Jvenes integrantes del Conversatorio Universitario de San Marcos. De pie: Manuel Abastos,

    Carlos Moreyra Paz Soldn, Jorge Guillermo Legua y Guillermo Cartland; sentados: JorgeBasadre, Ricardo Vegas Garca, Ral Porras Barrenechea y Luis Alberto Snchez. Los beligeranteslderes de la reforma universitaria de 1919 eran tambin acuciosos investigadores y literatos. Lafoto se public en el nmero extraordinario de la revista Mundial del 28 de julio de 1921,rindiendo homenaje al grupo.

    A los 20 aos, siendo ya un prometedor intelectual y un cotizado periodista de opinin,Snchez incursiona airosamente en forma oficial en la creacin narrativa al lado deplumas importantes como Jos Glvez, Luis Fernn Cisneros, Ricardo Vegas Garca yotros, formando parte de un grupo de literatos convocados por el periodista Ezequiel

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    10/26

    10

    Balarezo Pinillos (Gastn Rger). El propsito era escribir por entregas individuales,sin plan ni acuerdo previo sobre la trama a seguir una novela limea en las pginasde Hogar.Snchez aporta el quinto de los trece captulos publicados entre agosto ydiciembre de 1920, dando a la obra un sesgo hiperrealista, donde la ficcin seconfunde con incidentes y personajes bien conocidos por los limeos de esos das.Hilvana ficcin y crnica. Esta curiosa Novela limeade Hogar se public en 1967, con

    Colofn de Alberto Tauro.Los aos siguientes vieron a Snchez hurtarle tiempo al poltico y al tratadista connarraciones siempre ceidas a vivencias, recuerdos de terceros o documentos depoca. Sobre las huellas del Libertador (Rosay, Lima, 1925) y Pasajeros (escrita en1930, indita hasta 1983) son relatos memoriosos, asimilables a cualquiera de losvolmenes de sus frondosas memorias, su Testimonio personal. El pecado de Olazbal(Populibros, Lima, 1963), La juramentacin de Daro Beltrn(1977), El coronel(MoscaAzul, Lima, 1989) y el ciclo llamado Relato esperpento adjetivo alusivo al conceptode literatura libre de Ramn del Valle Incln formado por Los seores(Mosca Azul,Lima, 1983), Los burgueses (Mosca Azul, Lima, 1983), Los redentores (Mosca Azul,Lima, 1984) y Los revoltosos (Mosca Azul, Lima, 1984), se basan asimismo ensituaciones verdicas donde apenas han variado algunos nombres y lugares por

    elemental discrecin.

    La literatura peruana, tesis de bachillerato de Letras de LAS de 1920. Se mantuvoindita hasta el ao 2000, con motivo de su centenario. Don Manuel, la primerabiografa novelada de nuestro continente, tuvo su edicin prncipe en 1930. Esta es lacartula de la tercera edicin de 1966.

    Esa persistente devocin por la narracin verista, enlazada con la crnica o con lahistoria, segn se trate de hechos recientes o pasados, es un leit motiven la narrativade Snchez. No le convence ni tampoco se aficiona por la literatura de ficcin pura.

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    11/26

    11

    Aboga por la fidelidad al terruo, al entorno, a lo vivido. No es partcipe, como confiesaen el primer tomo de La literatura peruana, en 1928, de copiar cuadritos suizos eitalianos o interpretar misticismos fin du siecle y tampoco le agrada la literaturaexenta de vivencia, literatura de vallecitos costeos sin conocer siquiera la angustiadel arenal (pp. 82-83), as tenga pretensiones de denuncia social o poltica. SegnSnchez, la literatura no se concreta a manifestaciones platnicas sino que tiene un

    profundo sentido humano que es preciso desentraar (pp. 13- 14). Igual opina de loscrticos. En los primeros pasajes de su libro de ensayos Vida y pasin de la cultura enAmrica(1935) reprocha a Marcelino Menndez y Pelayo haber escrito una Historia dela Literatura Hispanoamericana, desde Madrid, sin haber aspirado el perfume denuestras selvas sin haber mecido la vista al comps ofidiano de una mulata, nihaberse encrespado al spero y calino olor de una negra antillana. De ah el granaprecio que Snchez tena por aquella literatura capaz de aunar, adems de talentonarrativo y audacia estilstica, verismo vivencial y descarnada sinceridad.

    Cuarta edicin de Valdelomar o la Belle poque de LAS y Cuadros vivos, antologa decaptulos selectos de los libros biogrficos de LAS. Do bibliogrfico publicado por el FondoEditorial del Congreso de la Repblica el ao 2009.

    El bigrafo colorista

    Las biografas de Snchez guardan entre s un conjunto de rasgos distintivos. Ademsdel verbo llano y sin rodeos y del dosificado empleo de las referencias documentales, ellector podr comprobar que en todas ellas el personaje es retratado sin retoques, contodos sus mritos o demritos terrenales. Otro rasgo comn es la gran importanciaque Snchez da a la descripcin de la poca y a la presencia de otros personajes; elbiografiado es uno ms entre iguales, sin desmesuras y sin omisin del escenariosocial. Destaca tambin el grafismo, la gracia descriptiva de situaciones y personajes,

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    12/26

    12

    as como el sentido delpathos, de la emocin y la tensin dramtica a lo largo de cadatramo biogrfico.

    Estas cualidades bullen con entera libertad en sus biografas noveladas, biografas quesiguiendo el ejemplo de Emil Ludwig, Andr Maurois, Stefan Zweig y otros escritoresnotables de la Europa de 1920, dedicados a popularizar personajes y episodios

    histricos sin desmedro del rigor documental, sin superponerle ficciones gratuitas y sindejar de crear novela en cuanto a la tcnica narrativa. En el caso de Snchez, sonejemplos impecables de biografa novelada sus obras Don Manuel; Garcilaso Inca de lavega, primer criollo; Valdivia, el fundador; Una mujer sola contra el mundo. FloraTristn, La Paria; La Perricholi y la obra pstumaA Bolvar.

    San Juan de Puerto Rico, 1956. Exiliado pero con mente sana en cuerpo sano. Luis AlbertoSnchez (arrodillado en el lado derecho de la foto) integrando el equipo senior de futbolistas dela Facultad de Humanidad de Ro Piedras de la Universidad de Puerto Rico.

    Curiosamente, aquellas biografas usualmente consideradas formales en los ficherosbibliogrficos como El seor Segura, hombre de teatro; Aladino o vida y obra de JosSantos Chocano; Valdelomar o la belle poquey El doctor Ocano(sobre el educador,poeta y cientfico de la poca colonial, Pedro Peralta y Barnuevo), distan muy poco delas primeras en amenidad y llaneza. Por ejemplo, El seor Segura, hombre de teatro(Lima, 1948), no obstante las inevitables digresiones sobre crtica literaria y las notaseruditas a pie de pgina, tiene todo el empaque de una narracin, y se disfruta sulectura como si se tratase efectivamente de una novela. Basta prestar atencin a lasprimeras lneas del Cap. I, que evocan los instantes postreros de la batalla deAyacucho: Nube entre las nubes, flotaba sobre el azul la blanquecina estela del ltimocaonazo. Los frreos tubos, fatigados de un largo ladrar, alzaban al cielo, desde susrodas y mugrientas cureas, las humeantes y enmudecidas bocas. De las cimas delCondorcunca, canosas de tanto invierno, descenda interminable cortejo de guerrerosmohinos y desarmados, muchos de ellos luciendo vendajes y cabestrillos a manera deluctuosos oriflamas.

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    13/26

    13

    En Don Manuel(Lima, 1930), su primera biografa novelada y la primera de AmricaLatina, siguindole en turno Mart, el apstol (Madrid, 1932) de Jorge Maachencontramos admirables ejemplos de concisin y a la vez precisin descriptiva. Bastanestas lneas iniciales del Cap. IX para invitarnos a rememorar la ocupacin chilena deLima de 1881: Aquel 17 de enero enlutada y sombra, la capital aguardaba la durasuerte de la guerra.

    Quizs el aspecto ms caracterstico de las biografas de Snchez anida en lasdescripciones fisonmicas. As evoca el semblante de don Pedro de Peralta y Barnuevoen el Cap. I de El doctor Ocano (Lima, 1967): Los ojos hundidos y fisgones, casidespectivos; nada voluntarioso el mentn; la mano con muchos relieves, de largosdedos; las piernas secas, poco airosas, bajo la ceremoniosa media negra; () unasonrisa burlona iluminaba aquella estampa de Felipe II rojinasn y de postiza yempolvada pelucota.

    Cartula de la segunda edicin (1975) de la biografa pica del poeta Jos Santos Chocanoque data de 1960. La biografa novelada A Bolvar fue publicada en forma pstuma en 1997por el Instituto LAS, por iniciativa de Marlene Polo y Joselo Snchez Dergn. Luis AlbertoSnchez tambin public antologas y ediciones crticas de muchos autores peruanos, comoestas Obras, textos y dibujos de Abraham Valdelomar de 1979.

    Por momentos tales bocetos fisonmicos llegan a ser caricaturescos. As ve Snchez elentorno bohemio de Abraham Valdelomar en el Cap.XVI de Valdelomar o La bellepoque(Mxico DF, 1969): Salvador Romero Sotomayor, un hombrecito pequen yflacucho, amarillo como un amancae () soliloquiante como un sacristn desengaado;Fabio Camacho, el dulce Fabio, un zambo alto, carirredondo () de voz aflautada yademn uncioso (); Alberto Hidalgo, () insolente, procaz y huidizo, lo que ocultaba

    tras el despliegue de grandes ademanes viriles; () Percy Gibson () mefistoflico ensu apostura de grulla; dipsmano, socarrn y lrico; () Csar A. Rodrguez, () feo ysolemne como un huaco batrcico.

    Cada libro una historia

    Algunas de estas biografas han sido motivo de pequeas querellas intelectuales. LuisAlberto Snchez public Garcilaso Inca de la Vega,primer criolloen 1939, con motivodel IV Centenario del nacimiento del autor de los Comentarios Reales. La mencin

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    14/26

    14

    primer criollo no gust a diversos tericos latinoamericanos del indigenismo. Elargumento era el siguiente: si se entiende por criollos a los espaoles americanos,defensores de una cultura distinta a la indgena, es obvio que a Garcilaso, racialmentemestizo y espiritualmente Inca, no le corresponde el concepto de primer criollo. Sila biografa en cuestin no ignora e incluso abunda en detalles sobre el origen y lapersonalidad de Garcilaso, por qu ese ttulo? Lo que Snchez pretenda era situar a

    Garcilaso como el gestor y el primer expositor de una cultura de sntesisde lo europeoy lo americano. Para Snchez la obra de Garcilaso no es indigenista ni anticolonial, noobstante su reivindicacin de la pasada grandeza Inca: es criolla. El concepto provienede Jos Vasconcelos, cuya obra Indologa (1926) mantuvo su influencia en esos aos.

    Lejos de pretender agotar el tema, esta nota slo desea referir algunos motivosimportantes relacionados con la obra narrativa de Luis Alberto Snchez. Es a la vezuna invitacin a leer sus libros, todos ellos apasionantes y representativos de unavisin esperanzada de lo que el maestro llam "un pas adolescente".

    3. Dos captulos de Valdivia, el fundador (1941),libro no publicado en el Per

    Cartula original de la parte 1 y las partes 2 y 3 del poema La araucana de Alonso de Ercilla(aos 1569 y 1610) y edicin de 1937 de las cartas de Pedro de Valdivia sobre la conquista deChile publicada por la Biblioteca Amauta de Ediciones Ercilla, cuyo director era el exiliado peruanoLuis Alberto Snchez. Estos textos sirvieron de base a la biografa novelada de LAS.

    Introduccin a Valdivia, el fundador de LAS Hugo Vallenas Mlaga

    Luego de la biografa novelada dedicada a nuestro egregio cronista cusqueo,Garcilaso Inca de la vega, primer criollo(Santiago 1939), Snchez decidi retomar elgnero para rendir homenaje al IV Centenario de la fundacin de Santiago de Chile conValdivia, el fundador. All, en una escueta dedicatoria explica que lo hace como tributoa la hospitalidad chilena durante su exilio. Una nota de presentacin de la editorialagrega que la obra tiene como mvil dar amenidad a la historia documental, al par

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    15/26

    15

    que documentacin al relato novelesco, exacta definicin de lo que es la biografanovelada.

    Recordemos que el capitn Pedro de Valdivia emprendi la segunda expedicinespaola al sur del ro Maule en abril de 1539, mientras naca en el Cusco el hijomestizo del capitn Sebastin Garcilaso de la Vega, llamado a alcanzar la inmortalidad

    en las letras. Esta biografa novelada sigue el rastro del atrevido conquistador desde elinicio de la campaa chilena. Toda la gesta del capitn Valdivia ser una lucha sintregua, cruel, entre forasteros y nativos, cuyos hitos victoriosos para las armascastellanas son las ciudades fundadas: Santiago de la Nueva Extremadura,Concepcin, Valdivia, Villarrica, Imperial, etc. Por su proximidad temtica y de poca,por las amplias referencias al contexto histrico y por su peculiar manejo de lasindividualidades el protagonista resulta ser un actor secundario permanente mientrascada captulo tiene uno o ms actores principales de fugaz participacin, Valdivia, elfundador se complementa de hecho con Garcilaso Inca de la Vega, primer criollo(1939).

    Han sido seleccionados los dos primeros captulos, con sus ttulos originales,correspondientes a las pgs. 11 a 36 de la primera edicin: Valdivia, el fundador,

    Coleccin Contemporneos, Editorial Ercilla, 221 pgs., Santiago de Chile, 1941. Lamisma editorial realiz tres ediciones posteriores que reprodujeron fielmente laprimera. Este libro no se ha publicado en el Per.

    Valdivia, el fundador de Luis Alberto SnchezCaptulo I "Gente que a ningn rey obedece"

    Grabado del siglo XVII que muestra la partida de la primera expedicin espaola para laconquista de Chile conducida por Diego de Almagro desde una irreconocible ciudad del Cusco.

    Aquella maana, bajo el cielo fosco, preado de tormenta, descansaban los soldadosespaoles, lacio el brazo, dormida la tizona, mientras por las calles de altos y sombrosmuros destilando tiempo, marchaban con su rtmico trotecito, bajo la carga ineludible,cachos de piedra ellos tambin, los quechuas. Atmsfera incierta: la primavera no

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    16/26

    16

    despuntaba todava ni el invierno se resolva a alejarse. poca indecisa: el pendn realondeaba opaquecido por entre las imponentes moles de las fortalezas y palaciosincaicos. Sobre algn parche ennegrecido de msica y lluvias, redoblaban porfiados ynostlgicos palillos remedando, no marcha militar, sino aire de fiesta de la tierralejana, lentos y retorcidos bailes de almea, violenta danza de maja retadora.

    El caballo aqul par las menudas orejas exhalando prolongado relincho en imayor, alver cruzar a su vera, gentilsima, arisca y remilgada, a una llama con ms rizos quepeluca de galaica corte. Pero, no todo era descuido, sin embargo. En un rincn de laplaza fruncan el ceo espaoles sin duda descontentos. Cerca, se empinabanenhiestas algunas lanzas, como recordndoles que haba tambin cierto lindero entrebarba y barba, entre vencedores y vencidos. En la cima de un poste, verdusca y maloliente, se desmigajaba una cabeza humana. Fnebre pelambre circua el rostroexange y envilecido. Persign el cielo el guio de un relmpago. Los rebaos dellamas y alpacas atravesaron la plaza, tratando de disimular su azoramiento con malcomprada dignidad.

    Desde la puerta del Colcampata destac su perfil de legendario grifo el seor marqusdon Francisco Pizarro. No asomaba solo ni estaba, al parecer, de buena guisa, pues

    hasta ms all del cortejo se oyeron sus voces:Ha de haber perdido el seso! Por qu, si no, pretende abandonar su rica mina de

    Porco y trocar los doscientos mil castellanos que de renta obtiene por las doscientasmil hambres que pas all ese digo, el Adelantado Almagro, cuando so conquistara Chile?El ms audaz se atrevi a responder:Seor, el capitn Valdivia insiste...Qu ha de insistir cuando sepa la verdad de las cosas! Habisle dicho qu leaguarda?Se le ha dicho, seor...Entonces... algn demonio se le ha metido dentro del cuerpo, tal vez FranciscoPizarro repas las cuentas de su barba, o tal vez sea ambicin de mujer la que le

    empuja a cometer semejante locura,... Esa Ins de Surez parece hembra capaz derevolverle el caletre al ms pintado, as sea hombre aguerrido y de experiencia comoel capitn Valdivia, a quien diz que la tal... sirve... y ama. Debe ser ambiciosa la tal...Y el capitn Valdivia, tambin.Mas, no sabr l que Pero Sancho de la Hoz pretende lanzarse a igual aventura y hatrado para ello pliegos del Rey Nuestro Seor?Lo sabe.Le han repetido lo que el cura Cristbal de Molina cuenta de esa tierra?Se lo han repetido, seor.Ha odo algo de labios de los sobrevivientes que fueron con el Adelantado?Lo ha odo, seor.Le han dicho que el Inga, en sus ms prsperos tiempos, tampoco pudo pasar msall del Maule?

    Se lo han dicho, seor, y arguye que l llegar hasta el mismsimo Polo,sobrepujando a don Hernando de Magallanes...

    Francisco Pizarro sigue acariciando las barbas, camndula de su perplejidad. Tiene elceo apretado a fuerza de cerrar el albedro a todo cuanto no sea inslito. Un rayo deluz muere en su bruido casco, arrancndole destellos. Paso a paso, regresa a suhabitacin cuajada de hierros. El viejo conquistador no logra reprimir el gesto deimpaciencia ni contener las palabrotas que le hierven en los labios. Un exgetaminucioso, relamido y pstero dir ms tarde que el descubridor del Per "se espant

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    17/26

    17

    del deseo de Valdivia dejando su rica mina", y el propio capitn don Pedro, aosdespus, escribir, desde La Serena, al emperador: "Sepa Vuestra Majestad quecuando el Marqus don Francisco Pizarro me dio esta empresa, no haba hombre quequisiera venir a esta tierra, y los que ms huan della eran los que truxo el Adelantadodon Diego de Almagro que, como la desampar, qued tan mal infamada que, como dela pestilencia, huan della; y an muchas personas que me queran bien y eran tenidas

    por cuerdas, no me tuvieron por tal cuando me vieron gastar la hacienda que tena enempresa tan apartada del Per".

    "Gastar la hacienda que tena!" Nunca ha de callar, en el osado capitn Valdivia, lavoz de celoso contador que vela en l.

    ******

    No le falt razn al marqus para considerar con asombro el capricho de Valdivia, Porlas callejuelas del Cusco merodeaban las consejas sobre aquel pas lejano y hostil ysobre aquella gente "que a ningn rey obedece", cual dira un poeta, ms tarde,venido a sufrir y a vengarse cantando sus breas. Dos eran las fuentes de lasinquietudes en torno al nombre de Chile: las dos, de opuesto origen, convergan en sus

    conclusiones. Incas y espaoles sentan desasosiego, respeto y temor hacia lacomarca de allende el desierto. Ninguno, el arcabuz ni la flecha, la borla imperial ni elyelmo conquistador, la chonta ni el hierro, haban tenido xito al pretender sojuzgar asus pobladores y, menos an, a la naturaleza insobornable y brava del Ande. Desdela yema de la tradicin llegaba el eco de la ira de Tpac Inca Yupanqui, al ver a susgenerales regresar desalentados de la primera empresa, contra la cual escollaba suseoro. En todos los odos zumbaban los bisbiseos malcontentos de ese crecidoejrcito que, con don Diego, parti orgulloso y seguro a la conquista del Nuevo Reinode Chile, y torn diezmado, enfermo de cuerpo y alma, vacas las manos que setendieran cncavas hacia el Medioda, imaginando reales y accesibles las riquezas deque hablaban los enganchadores.

    Sntesis del desgano quechua, cierto cronista mestizo recogera en pginas de oro suresentimiento: "El buen rey lnca Yupanqui, aunque vio el poco o ningn fruto que sacde la conquista de los chiriguanos, no por eso perdi el nimo de hacer otras mayores.Porque como el principal intento y blasn de los Incas fuese reducir nuevas gentes a suImperio, a sus costumbres y leyes, y como entonces se hallasen ya tan poderosos, nopodan estar ociosos sin hacer nuevas conquistas, que les eran forzoso as para ocuparlos vasallos en aumento de su corona como para gestar sus rentas que eran losbastimentos, armas, vestidos y calzado que cada provincia y reino, conforme a susfrutos y cosechas, contribua cada ao...", por lo cual, el dicho Inca "acord emprenderuna gran conquista que fu la conquista del Reino de Chile". Desde Atacama prosigue el relato del glorioso Garcilaso envi el Inca corredores y espas, que fuesenpor aquel despoblado y descubriesen paso para Chile y notasen las dificultades delcamino, para llevarlas prevenidas".

    Tpac Inca prepar, entonces, diez mil hombres de guerra y los lanz sobre la tierraindita. Y mientras stos marchaban rumbo a su infausto destino, prepar nuevas olasde chasquis, arqueros, macaneros y lanceros. Los mitimaes iban delante, abriendotrochas, apisonando caminos para que el ejrcito imperial pudiera maniobrardesembarazadamente. As llegaron a Copayapu y ocupronlo sin lucha. Luego,siguieron a Coquimpu, "a la cual sujetaron". Con cincuenta mil hombres se apoder delvalle de Chile hasta el Maule, cubriendo ms de 260 leguas de marcha, entrehostilidades del adusto paisaje y de los hombres, cada vez ms agresivos.

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    18/26

    18

    Veinte mil hombres cruzaron el Maule e invadieron la provincia de los Purumancas,"gente belicosa". Mas stos, aliados a los Antalli, Pincu y Cauqui, opusieron vigorosaresistencia ''determinados a morir". Y el ejrcito quechua hubo de repasar el ro,cubriendo desesperadamente su fracaso. De vuelta al Cusco, los generales incasrelataran a su monarca la funesta historia de su derrota, agigantando la fama de los

    fierospurumancas,entre quienes "los que estn a la guerra dedicados no son a otrosservicios constreidos". Inca Yupanqui acarici en su mente, entonces, la tenaz idea derobustecer su ejrcito y, acaso, de apartarlo de todo menester de casa o campo,oficios que no cuadran en el guerrero, azor de cercado ajeno, amamantado concrueldades y rapias.

    ******

    Al amor de la lumbre, todava referan los ancianos quechuas hazaas habidas durantela tremenda empresa.Y, como respuesta de otro coro el de barbas y arcabuces, replicaban lossobrevivientes de la expedicin de Almagro con relatos descomunales de su tambinfallido empeo.

    Partieron del Cusco, en esotra memorable ocasin, alrededor de quinientos (dicenotros doscientos y algunos cuatrocientos) hombres de guerra, decididos como siempre,a jugarse la vida a cara o cruz. Chile reeditaba el clsico seuelo de otros das: "poraqu se va al Per (ahora Chile) a ser ricos". Exhausto el rescate de Atahualpa, habaque buscar nuevas fuentes donde saciar la inmitigable sed de tanta avaricia despierta.

    Partieron, pues, quinientos doscientos de a caballo y trescientos infantes, llevandocomo conductor al ms valeroso de todos los capitanes, al ms ingenuo tambin, altuerto Almagro, coautor de las hazaas de Piura, Tumbes, Cajamarca, Jauja y Lima.Prenda de su certidumbre en el xito, cabalgaba a su flanco un jovenzuelo de menosde veinte aos, moreno y arrogante, a quien el viejo miraba con acendrado afecto: su

    propio hijo.Era, acaso, su ms dulce y tierna ligadura con el mundo. Representaba no slo unardiente aunque pasado amor de sus das de incertidumbre, sino que en l revivacierta historia que amarg mil noches del viejo y bronco don Diego.

    All, por 1493 as empezaba la conseja, al ao siguiente del primer viaje de Coln,cuando, decidido a encararse a la suerte, resolviera meterse en una carraca envelada,a desafiar vientos y oleajes, rumbo a las maravillas descubiertas en Guanahan, traa,clavada en el pecho, una saeta. Cada aurora, lejos de cauterizar, reabra la llaga delvenablo. Poco tiempo antes, instado por doa Sancha Lpez del Peral, de cuyo senomam las primeras leches, haba acudido a la casa de un tal Cellinos, cuya mujer,segn le susurrara Sancha, era nada menos que la mismsima madre de Almagro.

    Perdona, hijo mo, pero ya es tiempo de que conozcas la verdad de tu linaje, y te lodir yo, sin reticencia. Tu madre llmase doa Elvira Gutirrez, a quien sedujo, siendoella adolescente, el copero Juan de Montenegro, al servicio del maestre de Calatravadon Rodrigo Jirn. No pudieron ocultar sus amores, hijo mo; y don Pedro Gmez deEspinosa, de aquella misma casa, enrostr a don Juan su avilantez y su lujuria... Por loque, a fin de no cubrir de vergenza a tu madre, la infeliz, environla a esta mi casa,donde yo tambin estaba preada, y cuando par a mi hija Catalina naciste t tambin,y a ambos os di el pecho, por igual como a hijos mos, y t eres, por tanto, Diego

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    19/26

    19

    Montenegro Gutirrez, y tu madre cas con un tal Cellinos, a donde debes ir a verla, ysi te dicen Diego de Almagro, y no tu apellido, es porque no se ha queridoensombrecer ni con la sombra de un ala la bien merecida dicha de doa Elvira. Pero,tiempo es de que te conozca y que la veas, y le pidas consejos, y le cuentes lo que tepropones...

    Mejor no la hubiera odo Diego de Almagro! Acudi, en efecto, a casa de doa Elvira, ytopse con rodeos y subterfugios, y sustos, y sombras amenazas, y le recibieronfurtivamente, como a criminal, y tuvo en sus labios y en su frente los besosfrenticamente desolados de una mujer hermosa y an joven que le miraba con ojosde angustia, y que, al decirle "hijo", tena la voz blanda de sollozo y miedo, y al propiotiempo, engolada, con un estiramiento de quien recibe a un intruso, de mala gana.

    No volvi ms. Apenas tena catorce aos el expsito, y ya se le brindaba el destino sinfingimientos ni hipocresas. Abri con firme mano su futuro, puso pie a bordo y selanz a las Indias Occidentales.

    Ahora, este hijo suyo, mozalbete tambin, de enrevesada sangre, habido en fogososarrebatos con esa inolvidable Ana Martnez, india de Panam, era como la viva imagen

    de su adolescencia. Abandonarlo, pues? Jams! Y helo aqu, pegado al ijar de sucaballo, montando uno de menos bros y maas que los bridones de guerra, luciendosu alborear en medio de quinientos veteranos, rudos y ambiciosos, bajo cuya miradacaminaban, portadores de bastimentos, centenares de indios sometidos.Almagro haba salido as con sus hombres "bien aderezados, ao de 1536, quedandopor seor en el Pir, Francisco Pizarro".

    Los guas indgenas los condujeron hacia Copiap, pero, antes, precisaban pasar''ochenta leguas de despoblado, falto de yerba y de agua, sino era en unos pequeospozos, que llaman jageyes, de agua salobre y, mala". Nada detuvo al audaz. Seencamin por la provincia de Tupiza, en medio de desiertos y riscos. Atraves laCordillera Nevada. Entre escaramuza y escaramuza con los hombres, hubo de

    enfrentarse tambin a la tempestad "de fro y aire envuelto con nieve" Y as, "noteniendo dnde abrigarse perecieron ms de ochocientas personas, que llevaban deservicio, indios del Pir, sin poderlos favorecer; segn escribira Gngora y Marmolejo.El clrigo Cristbal de Molina, que con don Diego andaba, reunira los funestosrecuerdos de aquella romera, ms peregrinaje de penitentes en busca del Santo Graala que ofrecer sus sacrificios, que expedicin de gente de armas, decididos a capturar elvellocino de oro. Caminaron, caminaron, cayendo y levantndose. Junto al viejo, elmozo daba ejemplo de dignidad y entereza, Pasaron a la regin del Aconcaqua,siempre son el ojo puesto en el miraje de una riqueza insospechada. De pronto, vieronsurgir ante s, trasgo increble, curtida la tez por vientos y andanzas, a un hombreblanco, jefe de un pueblo de aborgenes. Pedro Calvo (o Barrientos) llambase aquelser misterioso, perdido entre las comarcas araucanas. Convertido en rgulo de sutribu, prest mucha ayuda a sus compatriotas, y adems se paga contndoles sus

    cuitas. Fugitivo, a consecuencia de un hurto por cuyo delito le cortaron las orejas, huyodel Per para no ver ni ser visto nunca ms de espaoles, y no fue a parar hasta Chile.Y como entre los mismos indios se suscitaban pendencias por rivalidades locales, eco asu vez de la guerra civil entre Huscar y Atahualpa, aprovech de tal coyuntura parapropagar terribles nuevas acerca del podero de los blancos que, al par de favorecerloa l, aumentaban el prestigio de los conquistadores y el pnico que ante sus armassentan los nativos.

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    20/26

    20

    Mas el maravilloso y apetecido tesoro no apareca por parte alguna. Antes bien, ellenguaraz Felipillo que acompaaba a la expedicin, diola en sembrar desconfianza ydesaliento, por lo que Almagro, que no se paraba en chiquitas, mand que lodescuartizaran. Al mismo tiempo, los ms conspicuos de sus acompaantes indios leiban abandonando. Uno de ellos, el Villac Umu, cuya autoridad vala por todo unejrcito, desapareci del campamento, cierta noche, sin dejar rastros tras s. Los

    negros que integraban el cuerpo auxiliar, se vieron en la necesidad de ejercitarse comorancheadores y verdugos. Mala consejera, la ira: peor an el despecho: ambosmovieron a don Diego a talar campos y destruir poblachos, matando sin compasin,cuando, emprendido ya el agobiador retorno al Per, el fracaso dictaba cada anochecerlas peores sugestiones.

    "No le pareci bien la tierra por no ser cuajada de oro". Y Almagro el Mozo aprendi, atemprana edad, que la conquista del bienestar justifica cualquier felona, aplicandodesde entonces su existencia a conseguir aqulla y adiestrarse en sta.

    Huella de toda la frustrada gesta, qued en el recuerdo de los araucanos el odio contralos espaoles, y en los espaoles una desconfianza absoluta acerca de toda posibleventura en tierras de araucanos.

    *****

    Nada de esto achica el espritu del capitn Pedro de Valdivia, ni amengua laexpectativa de la garrida Ins de Surez que le acompaa. En vano sus amigos le hanrepresentado que ser mejor, hasta dentro del orden jurdico, dejar que Pero Sanchode la Hoz, de voracidad bien conocida, se lance por su cuenta a la ventura, y l,Valdivia, vaya pisando sus talones, acechando el instante de xito o desmayo paraconvertirlo en beneficio propio. Intil. Valdivia conoce bien a los soldados de laconquista y sabe que si el xito corona las pretensiones de Pero Sancho, a l no lequedar otro papel que el de segundn, tenido a menos; y que si Sancho fracasa,sumado el nuevo descalabro al de Almagro, no le ser posible levantar nuevas huestes

    para su fin.Ins de Surez le acucia con sus consejos. De qu le valdr haberse jugado la vida siha de resignarse a no ser ms que asentista o corregidor? Ya que se dio el paso, elduro paso de abandonar casa y sosiego, ya que expuso la vida en la travesa del mar,en la campaa de Venezuela, en la conquista de Charcas, despus de ganar cicatricesy experiencias en Miln y Pavia, a buena hora va a detenerse el mpetu de ese dadohumano sobre el tapete de la casualidad!

    Que no y que no! No. Pedro de Valdivia insiste, echando con cajas destempladas aquienes pretenden disuadirlo. Que no! Ins de Surez merodea mientras l discutecon los emisarios de Pizarro y de Sancho. Hay tal intrepidez, tal cerrada decisin en elrostro del capitn, que no es posible dejar de consultar los ojos de la hembra,

    tambin impasible, ptrea, inconmovible.

    Habr que buscar a un leguleyo para interpretar los Reales Papeles que diz trae donPero Sancho, si el marqus desea pasar sobre ellos y complacer al capitn Valdivia.Id a buscar, desde ahora, al leguleyo... o al fraile, seor don Juan.Ins, que ha venteado ya la solucin favorable, se vuelve hacia don Pedro y le taladracon los ojos.

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    21/26

    21

    El capitn Valdivia se deja caer sobre un taburete y prosigue estudiando informes yreclamaciones sobre el ambicionado reino en donde mora esa "gente que a ningnrey obedece".

    Valdivia, el fundador de Luis Alberto SnchezCaptulo II La Promesa

    Uno de los primeros mapas con indicaciones detalladas de la geografa de Chile, elaborado a finesdel siglo XVI gracias a las exploraciones de Pedro de Valdivia.

    Por el mes de abril del ao de 1539 me dio el marqus la provisin y llegu a estevalle de Mapocho por el fin de 1540..."

    Frase de respiro, despus de cumplida la jornada. El ayer, como los altibajos de untrnsito fractuoso, adquiere actitud de sonrisa. Pero, en las cabezas, espritus y frentesde los compaeros, dejo la tremenda travesa canas, amargor y arrugas.

    Porque no fue empresa fcil conseguir que Pero Sancho, hombre tozudo y de

    experiencia, cediera un pice ante el terco capitn Valdivia. Y no le result sincomplicaciones al propio marqus Pizarro decidirse en pro del ltimo, teniendo comotena fresco en su memoria el recuerdo de la ayuda que, otrora, le significara aquelPero Sancho, cuando anduvo a su vera a guisa de secretario y asisti como testigo,actuario y partcipe al reparto del rescate de Atahualpa.

    Mas, habiendo frailes en torno y de contera, escribanos, todo bosque era organo,y toda abruptez, llaneza. Mientras Sancho de la Hoz levantaba el tono protestandocontra semejante despojo, don Francisco desempolvaba, a la luz de sus secuaces,

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    22/26

    22

    cierta Real Cdula de 1537, dictada en Monzn, refrendada por don Francisco de losCobos, secretario del Real Consejo Secreto, en la cual le ordenaban nada menos quepoblar "Nueva Toledo o las provincias de Chile".

    El rey lo manda, y delito sera desobedecerle sentenci cazurro un rbula.El marqus mand llamar entonces al capitn Valdivia y a Pero Sancho para que en

    presencia suya resolvieran sus distingos y acataran la voluntad del monarca, traducidapor Pizarro...

    Pero Sancho no cedera tan de primeras. Sus ttulos, obtenidos despus de la pruebade Cajamarca, indicaban que el rey le haba dado poder "para reducir y, gobernaraquel pas hasta el Maule"; al par que autorizara a Alonso Camargo, hermano delobispo de Palencia, a proseguir ms al sur. Lo cual, sin embargo, estaba contradichopor otras provisiones reales, como la que en Monzn, entregaba al conquistador delPer el realizar igual empresa en el valle de Chile.

    Desde luego, para escribas y letrados aquello daba pie a largo proceso, con multitudde rbricas, enredijos, ergos, protestos, diferendos y otroses; mas Pizarro, comoAlejandro, tena espada para tajar el nudo gordiano de esas dos voluntades ambiciosas

    y contrapuestas. Valdivia, encomendero de Porco y rico hombre, se enfrentaba as aSancho, igualmente rico hombre, usufructuario de 400,440 pesos oro en el reparto deCajamarca y depositario de los secretos de Francisco de Jerez haca ya seis aos. Enlos meses que anduvo a la vera de Pizarro, haba aprendido Sancho a conocerle, desuerte que se haca pocas ilusiones sobre los resultados de la disputa si, como Breno,el marqus estaba resuelto a echar el peso de su espada en uno de los platillos de labalanza. Para evitarlo empez a intrigar.

    Ayudaban a Sancho sus relaciones peninsulares, por lo que le convena, ante todo,ganar tiempo. Era casado all con "una seora de mucha suerte llamada doa Guiomarde Aragn;y haba estado bebiendo aires de intriga palatina desde 1536 hasta 1539en la Corte. A costa de enredos y petitorias consigui aquella Cdula real "para

    navegar del Mar del Sur hasta el estrecho de Magallanes", lo cual no era lo que discutaValdivia, quien deseaba poseer antes que navegar. Y, como son verbos distintosnavegar y poseer, los doctores y cagatintas encontraron ancho campo para iniciar susacostumbrados gatuperios y trapaceras en derredor de los conceptos...

    Sancho se dio cuenta de la trampa abierta a sus pies. Por eso haba volado presurosohasta el Cusco, en aquellos meses de 1539, tratando de invalidar el permiso acordadoa Valdivia para expediciones sobre Chile,

    El marqus, siempre tironendose las barbas, paseaba de un lado a otro de su alcoba.Leed, leed! Haremos lo que la Real Cdula mande, y nada ms que lo que ellamande, pues tal es la voluntad del Rey Nuestro Seor!

    Valdivia bocet una sonrisa, mientras Sancho frunca el ceo, descubriendo tras lasrespetuosas palabras del conquistador, un oculto dejo de irona.

    Ley el secretario, Entre Pizarro y su teniente cruzaron una mirada. El rey habaconcedido permiso al capitn Pero Sancho de la Hoz para explorar y navegar "sin queentris en los lmites y parajes de las islas de tierras que estn dadas en Gobernacina otras personas a conquistar, ni gobernar, ni recalar". (Ms all del Estrecho ya nohaba reticencia alguna,comenta un eclesistico historiador.)

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    23/26

    23

    Valdivia hizo un gesto expresivo, encogindose de hombros. Sancho comprendi laineficacia de todo debate en ese instante. Nunca hubo mejor coartada que aqulla. Yse march; cabizbajo, rumiando en su impotencia de ahora su venganza de maana.

    Era el 28 de diciembre de 1539, da de los Santos Inocentes. Estaban en el comedorde la casa del marqus en el Cusco. Su autoridad subrayaba la firma del pacto entre

    ambos. Valdivia partira a la conquista de Chile, inmediatamente, y Pero Sancho lealistara, entretanto, en Lima, cincuenta caballos ms y arreos militares, amn denuevas gentes.

    A la salida, trazadas las rbricas y cruzadas las manos en promesa y despedida,Francisco Pizarro murmur sentencioso y cortante:"Mire, tan necio viene Pero Sancho de Espaa como fue; no tengo yo por de tan pocosostn a Pedro de Valdivia que no sepa lo que le conviene mejor que Pero Sancho quees un asno; e por intercesin de Pedro de Valdivia fui yo contento que ficiese el PeroSancho compaia con l esta jornada, pero sus cosas de Pero Sancho no son dehombre, e as no ha cumplido cosa de los que puso con Valdivia, ni puede, e por esto,porque conozco el valor de ambos, digo lo que he dicho, que no me quite el sueo''.

    *****

    Pero nadie acuda al llamamiento de Pedro de Valdivia. Tierra de "pestilencia"y "malinfamada" aquella del sur, donde los hombres de Almagro dejaran el desiertoblanqueado de huesos.

    Sancho, por su parte, contribua con murmuraciones y chismes a desalentar a losaudaces. Ins de Surez se lanz a la calle, haciendo lo imposible por reclutarvoluntades. La gente la oa, pero, luego, recordaba aquel fnebre regreso de losbrillantes soldados de don Diego, y, al instante, mora el entusiasmo.

    Como no se encontraba muchos audaces que se arrojaran a la aventura, Pedro de

    Valdivia pidi permiso para apelar a los desesperados que yacan en las provincias deChunchos y Chiriguanas. Los sesenta hombres enganchados en Charcas y Cusco loestaban slo de palabra, pero con palabras no se domean tribus feroces ni se sujetanextensos territorios. Indios auxiliares no le faltaban, pero tropa escogida de espaoles,s, y sin ella, todo fracasara. Bajo cuerda, Francisco Pizarro trataba de ayudarle, desuerte que cuando el capitn pidi autorizacin para realizar enganches en aquellasprovincias, al instante hall amparo. De otro modo, la empresa quedara condenada alfracaso.

    Pedro de Valdivia invoc a sus antiguos compaeros. Dirigi misivas, hizo visitas, usde toda clase de argumentos y artilugios, hasta congregar el pequeo ncleo desuicidas que iban a rehacer la marcha de Diego de Almagro.

    Gran parte de la expedicin la constituan soldados provenientes de las huestes dePedro de Candia. De la provincia de los Chunchos acudieron Francisco de Aguirre,Jernimo de Alderete, Santiago de Azcar, Juan Dvalos Jufr, Juan de Carmona, JuanFernndez de Alderete, Francisco de Villagra, Rodrigo Quiroga y numerosos criados. Alpunto Valdivia organiz su estado mayor, nombrando Maestre de Campo a AlvarGmez; Sargento Mayor, a Alonso Monroy; Alfrez, a Pedro Miranda; Capitn deCaballera a Francisco de Villagra; Capitn de Piqueros, a Rodrigo Quiroga, y,representando el brazo eclesistico, llam a su lado a Gonzlez Marmolejo.

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    24/26

    24

    Cuando todo estuvo listo, se juntaron una maana en la plaza del Cusco para asistir aun oficio que, en la catedral, ofrendara el obispo Vicente Valverde.

    Pero Sancho masc, sin duda, rabioso este nombre:El padre Valverde! Me parece verlo todava aquel da de Cajamarca...La imagen de la Biblia por el suelo y a Valverde azuzando a la mesnada de Pizarro

    contra el Inca indefenso, era de lo que no se borrara nunca de la memoria de quien lovio.

    El coro en la iglesia salmodiaba un Laude. Frente al altar, Pedro de Valdivia, agachadala cabeza testaruda, brinda al Altsimo sus futuros holocaustos.

    Sellado su pacto con el Todopoderoso, acord dedicar el primer templo que erigiera enChile a la Virgen de la Asuncin, y la primera ciudad, al Apstol Santiago, protector delos ejrcitos ibricos.

    Todo pareca as concluido en santa paz. Salan los oficiales de la iglesia, cuando unode ellos se detuvo ante una mujer, robusta, tostada por el sol, treintaera, de ojospenetrantes y desenvuelto ademn, Rodrigo Quiroga se la qued mirando, como

    suspenso. Una mujer blanca, y libre! Alguien le toc el codo invitndole a seguiradelante:Es Ins de Surez, la viuda aquella... la que acompaa al capitn Valdivia asobrellevar tantas aflicciones quebrse de mofa el susurro.

    En la plaza se reunan grupos de soldados. Cruzaban por ella, como siempre, los indiosquechuas, carga al lomo, trotecito rtmico hiriendo el suelo, levantando polvo, llenandoel aire de color y pena.

    Pedro de Valdivia volvi arrebolado a su casa.Al fin, marcharemos.Ir con vos interrumpi Ins.

    l la mir largamente. Desde Venezuela la traa consigo, como su sombra. Pero Chileera palabra a la sazn de mal agero.No, mejor no; la jornada ser muy dura. . .Peor sera el esperar.l la mir de nuevo largamente:A prepararse, entonces, que saldremos enseguida.Y salieron poco despus.

    *****

    Despus de todo, el marqus paga los favores recibidos...Favores de quin?Del capitn Valdivia...

    Empez al punto a circular por el campamento el relato de las hazaas de ste. Notodo era sincero, ni mucho menos. Por ejemplo, se afirmaba que aos antes, noobstante ejercer la maestra de campo del ejrcito de Pizarro, Valdivia no titube enentenderse con Diego de Almagro, quien volva de Chile. En esos contuberniosaprendi cosas no sospechadas. Supo que la sierra del Sur no se pareca a la del Norteporque sus pobladores no se resignaban, ni en apariencia siquiera, a soportar el yugoextranjero, y porque en el desierto se embotaban los impulsos como las flechas en losacolchados petos de los guerreros.

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    25/26

    25

    Pero el capitn Valdivia traa de Italia algo ms que experiencia de guerra: astucia. Alromperse hasta lo hondo la amistad entre el marqus y don Diego, y cuando serealizaba la entrevista de Mala, en donde Hernando quiso apoderarse del rival de suhermano (el cual rival fue advertido de lo que se tramaba por la intencionada copla deun soldado adicto que desparram al viento aquello de: "Tiempo es el caballero, tiempo es de andar de aqu que me crece la barriga y se me achica el vestir),

    Valdivia, hombre de golpes de mano sobre seguro, y a veces a mansalva, aconsej aPizarro que cortara el viaje de Almagro y, sin tardanza, se dirigi con un escogidopuado de hombres a estacionarse en la altura de Guaytar, pues por ah tena quepasar el fallido primer conquistador de Chile. No acept el marqus semejante treta,en rapto de incomprensible lealtad. Dio orden de seguir hacia Ica, y don Pedromascull, malhumorado, cosas feas sobre la tontera de los guerreros cuando sevuelven pastores, y predijo la lucha que no tardara en quebrar todo lazo de amistadentre los dos protagonistas.

    Por eso, luego, Valdivia se puso del lado de Hernando, quien sostena el criterio dellevar a cabo una campaa implacable contra Almagro. Cuando las dos huestes seenfrentaron definitivamente en Las Salinas, Valdivia empuaba el estandarte real ydiriga las operaciones de su bando. No se inmut tampoco al saber que Hernando

    haba dado garrote, entre las tinieblas de la crcel, al viejo y heroico Almagro. "A losenemigos no se les puede tender puente de plata, cuando son dbiles"le susurr alodo cierto viejo proverbio aprendido quiz en Miln. Como premio a su conducta y susilencio, recibi la encomienda de Charcas, mas, por cierto, no sin trabajo, pues le fuepreciso, antes, conquistar y domear la sierra. Al recordarlo ms tarde, dira a susapoderados, ante la Corte, en su ejecutoria de soldado en Amrica: "Informar... cmoconquist dos veces las provincias del Collao e las Charcas, e ayud a poblar la villa dePlata en ellas e traje de paz toda la sierra... Y de cmo el dicho marqus Pizarro, enremuneracin de los servicios que a S. M. hice en trmino de cuatro aos que trabajen lo dicho, me dio en depsito y encomienda el valle todo llamado la Canela quedespus que yo lo dej lo dio al capitn Peranzures, e a su hermano Gaspar Rodrguezy a Diego Centeno Y as mesmo ayud a descubrir las minas de plata en el cerro

    rico y asiento de Porco, e hube en l una que ha valido cada ao ms de doscientos milcastellanos de renta."

    Al lado de Valdivia, en casi todas aquellas empresas, estuvieron sus dos primos, losAlderete, y otros individuos, de ninguno de los cuales se olvid en las horas debonanza. No bien llegado a Chile, se apresur, pues, a distinguir a Gaspar Orense conmilitn suyo y de Gonzalo Pizarro en las jornadas del Canelo, y le dio enencomienda un cacique y mil quinientos indios, "cuarenta leguas de esta ciudad deSantiagoy de igual modo procedi "con todos los servidores e criados del marqus,mi seor, y del seor Hernando Pizarro y de Vuesa Majestad".

    *****

    Pero Sancho de la Hoz est perdido sin remedio repeta el chismero pblico.Ojal don Pedro le sea tan fiel al marqus cuando ya no pueda colmarle de favores murmuraban los partidarios de Sancho de la Hoz.Lo ser, porque mi capitn Valdivia es de los hombres de una sola palabra...De una sola palabra y mil caras...Repetidlo y me daris cuenta de vuestra calumnia...Os lo repito.Decid. . .Od...

  • 8/12/2019 HV-Homenaje a LAS

    26/26

    Tomad.Venid.

    El tiempo, esta vez por excepcin, desminti a los malpensados. Llegado el caso, Pedrode Valdivia mand tributar toda clase de honras a Francisco Pizarro, asesinado por lospartidarios de Almagro: pidi que se le entregaran sus hijos para cuidarlos como

    propios, y, mucho ms tarde, en 1543, escribira a Gonzalo, desde Santiago: "De lamuerte del marqus, mi seor, no hay que decir sino que la sent muy dentro delnima, y cada vez que me acuerdo, lloro en el corazn lgrimas de sangre.

    Los ltimos libros de LAS: la biografa del Presidente Legua y su tercera biografa del fundadordel aprismo, ambos de 1994. No obstante el quebrantamiento de su salud, LAS logr concluir lapreparacin de estos libros. Sigui escribiendo su artculo semanal para la revista Caretas ymantuvo su diario comentario radial en la emisora RPP casi hasta la vspera de su deceso.