Hugo Valdés - Ocho ensayos - Irma Sabina Sepúlveda

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Ensayo de Hugo Valdés en torno a la obra de la escritora oriunda de Villaldama, Nuevo León, Irma Sabina Sepúlveda.

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IRMA SABINA SEPULVEDA (1930)

llustrado porManuel Duronconuna serie degrabados notables

por su cefiidodramatismo, Agua de las verdes matas es un vo-

lumen compuestopor siete ~~;;tC;-&de'~10 yermodel campo,

a su desolacion-tanto comoa la brutalidad conque perciben su

vivir+, se Ie antepone el ingenio de los personajes. Y si entre

otras casas pensamos en su soledad, es cierto que en ellohabra

muchodeJuan Rulfo.Pero si a traves de la cotidianidad rural

Rulfo recreo la visi6n tragica de una existencia que viveen la

muerte y s610en ella puede explicarse, Irma Sabina nos histo-

ria un mundo diferente. ComoaRulfo,a ella tambien elcampo

la ha ensefiado a ver denuevo.Pero, a diferencia deaquel, a sus

personajes losasiste la esperanza.

Contra la latitud desertica cuentan con los arboles para

guarecerse. Seprotegen aSIdeltodopoderosocalor de la canicu-

la, y se reconcentran en sus pensamientos para relatar sus his-

torias: Cleto 10hace bajo una anacua en "Agua de las verdes

matas", el nino de "Chicharrones" bajo un mezquite, la na-

rradora de "La cruz de Jacinto Rocha" observa los prirneroseventos de la historia a la sombra del nogal donde se instala

por un rata can su metate. EI calor los guarda ademas de la

tentaci6n de abandonarse a describir el paisaje. S610hay tiem-

poy ocasi6n para mirar dentro de S1y sacar luego, comode un

POZO, la historia que los contiene y los cifra.

Narrados en un estilo directo, claro, de gran economia

-ccnstruidos principalmente con oraciones breves donde las

.subordinaciones le dan mucha elegancia al texto-, por su

desnudez esenciallos cuentos de Irma Sabina se antojan tal

como sus descripciones de los esqueletos: "como ufia de ga-

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40HUGO VALDIlS

ib "A de Ias verd tas" "ilan", escrr e en gua e as ver es ma as, secos y

limpios", anota en "EI hambre".

Siempre con algoque contar y a quien contarselo, los suyos

soncuentos dehabiles decidores,cuando node verbalizadores,35

que nos convidan a paladear, a veees amarga, a veees Bena de

humor, su oralidad memoriosa.

***

"Agua de las verdes matas" narra la experieneia deun hombre

que debe evitar el trago pero que, para nuestro humor, se

vera impelido haeia el a pesar de su labor de autocon-

vencimiento. La reiteraci6n de la frase "yo no queria beber"

-repetida tarnbien bajo Ia forma "yo no dehia beber"- nossefiala con malicia el posible rumbo del cuento, sin restarle

sorpresa. La manera de desarrollar este texto se antoja una

habil leccion narrativa asentada en el prineipio de que las

palabras iniciales de un cuento deben eseribirse cuando ya

aquellas otras, las que nos daran cabal cuenta de la historia,

han asomado en el campo mental del narrador.

El de "Agua delas verdes matas" es un mundo en el que los

empleadores, los duefios, se muestran a disgusto con quienes

rompen la norma, violentando 10 normal: es absurdo -loco

quizas- hablar en verso y mas a mitad de la calle. EI temor

al ridiculo que expresa el patr6n es reforzado por la voluntad

deCleto deno tomar, traducida para si en valentia. Sin embar-

go, en todo momento Cleto eoquetea con el mezeal, al sacarlo

primero de la balsa trasera del panta16n y luego eolocandolo

a tiro de mano.

Antes de que ellector se pregunte si en efectoCleto bebera,

ya este 10 habra heeho, asumiendo toda eventualidad con su

patron -el disgusto, el despidc-- segun nos 10 dice mediante

35 Con la excepcion de "El pajarito triste", contado en la tercera persona

del singular, los trabajos deAguas de las verdes matas son relatados cada

uno por un narrador protagonista.

OCHO ENSAYOS SOBRE NARRATlVA t 'EMENINA DE NUEVO LEON

,41

una frase cuya dramatica solemnidad no puede sino devenir

en humor: "La vista se me nubl6 cuando agarre la botella",

pues es inevitable pensar en la supuesta venda roja que cubre

la mirada de los asesinos al momento de dar muerte a sus vic-

timas, cuando Cleto en rigor s610se pondra a decir su versos.w

Hay una sirnetria evidente en el hecho de que la carne que

ofreee --ceeinas, entre las cuales oculta una anforita de mez-

eal- sea rechazada demanera unanime, rotunda, publica:

Ese dia la gente no quiso comprarrne la carne. Unas mujeres decian

que eran de cabra vieja, otras que de animal enfermo, otras que mi

patron era un chivo. No se cuantas burlas y ascos me hicieron, el case

es que me canse de andar cargando la canasta.37

Yel que Melesio, luego de escuchar sus versos, Iediga queacaso han perdido la tonada =rechazandolos, como10ha sido

antes la carne-. Ante el doble repudio, C1etoopta par resolver

el ultimo, incluso a costa de perder su trabajo: "Para mi, que

soy solo, mis versos son mis hijos. El patr6n queria que dejara

el mezca1 para que perdieran la tonada, pero yo no iba a

dejarme".

Parad6jicamente, una vez que ha empezado a beber, dicha

cuesti6n pasara a un segundo termino: 1 0 fundamental no es

tanto la rendici6n al trago, sino que este es el ingrediente que

Ieda chispa a sus versos.

36 La reaccion de Cleto raya en 10 rnelodramatico: ''Yome quede calla-

do. Sus palabras me cayeron como una cuchillada. Un sudor helado me

recorri6 el cuerpo yen vez de respirar, senti que algo me roncaba en el

pecho" (Sepulveda, Irma Sabina. Agua de las verdes matas. Monterrey:

Editorial Vallarta, 1963, p. ii). Irma Sabina incorpora ademas en textos

como "El hambre" cierto humor originado en las bromas corrientes que

los norestenses solernos gastarnos; Ia narradora describe asi a su tia

Remedios: "Vieja sudona chonguda. Can sus patas zambas y sus talon-

zotes rajados. Dice la gente que puede pasar un pleito de perros por entre

sus piernas y ni se las rozan'' (ibid., p. 17).

37 Ibid., p. 9.

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ii 'I'

42 HUGO VALDES

***

La narradora protagonista de "El hambre", comolos de "Agua

de las verdes matas" y "Las cabras mancas", es tambien una

verbalizadora. Pero a diferencia de Cleto, no malgasta BU don

en abono del amor propio, sinoque sevaldra deel para dormir

a su hermano menor y distraerlo del hambre.

Puesto que la muchacha teme a ratos que sus cuentos

puedan volverse ciertos, se le da a la palabra una carga que

debe observarse -y, desde luego, manejarse- con sumocuida-

do. En su poder se asienta laatmosfera magica que envuelve

al texto. Por su poder tambien es muy probable que los males

que la muchacha les desea a sus parientes se materialicen.

Sin embargo, para ella sera suficiente elaborar un cuento

con los dones del verbo.Asi, aquelloque la desvelase una noche

la "elevara" a esa distancia gratificante donde se origina la

imaginaci6n, dispensandola del hambre -y del dolor fisic038 y

la intemperie social- al alejarla por un momenta de su reali-

dad. Por tanto, el efectodebera ser semejante en Chemito, su

hermano menor.

En su cuento, el Sol y la Luna cobran animacion y traza

antropomorfica, figurando cada cual comoen una cosmogonia,

La Luna se encarga de enmendar los males diarios que causa

el Sol -como "achicharrar parcelas y secar arroyos"- llevando

a la tierra "miles de grangenos, tunas y pitahayas". Comoel

escenario ficticioy el real son identicos, salvoen 10 que toea al

papel delos astros, la estrategia dela narradora resultara bal-

samica para elescucha al introducirse ellamisma en el cuento:

Una noche en que ella se entretenia desempolvando las flares deana-

cahuita que brotaban a montones desparramadas por todo el cerro,

oyo la voz de una muchacha que le estaba contando un cuento a su

hermanito mas chico.39

38 Por arrastrar hasta la tienda de su tio Merce los hues os de un burro

que encucntra muerto en un socavon, la narradora se lastirna un pie.

39 Ibid., p. HI.

OCHO ENSAYOS SOBRE NARRATIVA fb:MENINA DE NUEVO LEON 43

Pues eneste que parece un juego deespejos, la imagen refle-

jada descubre un mundo donde la esperanza es posible: las

lagrimas de la Luna forman un arroyo de leche que alimenta

a losnifios ficticios, inspirados en los tres nifiosreales que inte-

gran Ia parentela de la narradora. A cambio de la leche real

que no puede darles, el cuento que les contara por la noche a

sus herrnanos sera literalmente una golosina verbal.

***

Sien "El pajarito triste" asoma enprincipio elllamado religioso,

tras el se cierne el de la carne, sorpresivo y sinuoso, por enci-

rna de las sencillas elucubraciones de los lugarefios. Pero, ;"es

enverdadun llamadotan maquiavelicoy apremiante comopara

montar un complejoaparato religiose?Recordemos,empero,que

no todoes trapaceria carnal. "EIpajarito triste" ha podidocon-

vertir a la fe a personajes poco edificantes comoAbundio, el

maton del camino real, ademas de que

Sus aeertadas profecias y curaciones maravillosas Ieganaron el fer-

vor del pueblo que agradeeido multiplico can cerdos y gallinas las

cxiguas pertenencias de san Andres.40

;"Queclase de pensamientos y deseos cruzan entonces por

1acabeza del flamante san Andres? ;,Es que desde que reci-

biera elllamado maquin6 a costa de sus elegidos el modo de

desembarazarse desu mujerpara quedarse conotra mas joven?

No 10 sabremos.

Su interpretacion de la palabra divina -como el origen y

razon de losnombres sucesivos deCastulo Rodela- puedepare-

cer tan criptica a sus coterraneos como a ojosleges resultan

los pape1esy atributos de las personas del Espiritu Santo. Por

elloes que nadie dudara, segun su decir, deque deban ser trece

10 Ibid., p. 24.

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44 HUGO VALDES

los apostoles, puesto que el Senor Ieha manifestado su pre-

ferencia por los numeros nones. Ni ---claroesta- del designio

divino conforme al cual no tocara ya sexualmente a Pajarita,

su esposa, para dedicarse mas en cuerpo que en alma a lajoven

sobrina de san Melit6n.

La ventolera religiosa les da a todos la oportunidad de

mudar nombres y personalidades. En este trasiego se anuncia

la veleidad de los papeles que elhombre interpreta en la Tierra,

y 10 sencillo que resulta arrogarse la investidura apostolic a si

para ello solo es necesario ponerse el disfraz verbal, la mas-

cara del nombre: el alias sacro, sancionado por Ia fe colectiva.

Singularmente, a partir de los apodos civiles+! y de los

sacros, podemos distinguir una division social del desernpefio

religioso. En torno a la figura rectora del bendito san Andres(antes El Pajarito Triste, antes Castulo Rodela) sobresale una

especie de pante6n apost6lico del que s610se nos da noticia

de seis nombres: el glorioso san Pascual (Abundio),san Meliton

(Rosendo Mocha, cantinero cuya sobrina sera desposada par

san Andres), el casto san Roman (donBenito, el de la tienda),

san Hilarion, san Bonifacio y san Honorato.

Despues aparece elpersonal operativo, penetrado de la fe

si bien no parte de los elegidos, tales como Paula, apodada

LaArdilla Nogalera (comadre de El Pajarito, y de la cual se

vale para anunciar a los pueblerinos su conversion); Chole,La

Coyota Mielera (rnujer de San Bonifacio, que corta flores de

saiico para adornar la corona ceremonial); Chencho, La

Pachorra (toea la tambora en la fiesta del desposorio); y dona

41 Irma Sabina emplea igualmente apodos de alguna elaboracion en "Agua

de las verdes matas" (El Mechas), en "La cruz de Jacinto Rocha" (la Melgay media), y en "Las cabras mancas" (el Cuero Rendijas y Celso El Pinto).

Es frecuente tambien que utilice diminutivos °apodos sencillos construi-dos a partir de los nombres propios: Cleto -el protagonista- y Chito, en

"Agua de las verdes matas"; Merce, Cholita y Chemito, en "El hambre";

Chencho, Ticho y dona Pancha, en "Chicharrones"; la Melga y media,

en ''La cruz de Jacinto Rocha", es Hamada Chona en lugar de Concepcion.

OCHOENSAYOS SOBRE NARRATlVA FEMRNINA DE Nuzvo LE6N 45

01egaria (quien prepara la comida de1afiesta con la ayuda de

las esposas de los apostoles).

Y al final los laicos, cuyos nombres no devienen apodos, y

quienes, beneficiandose considerablemente con el, hacen posi-ble el aparato religioso: don Emilio, el arabe (vende las piezas

de lin6n amarillo huevo para las tunicae), y dona Chita, la cos-

turera (confecciona las tunicas de los elegidos).

Habria por ultimo que mencionar el inevitable parentesco

de "El pajarito triste" con "AnacletoMorones".Aunque el tema

en ambos trabajos sea semejante, en el de Juan Rulfo el

dispendio sexual de su protagonista no es'para nadie secreto.

En "El pajarito triste" el desenlace se abre apenas al erotismo,

de tal forma que en relaci6n con aquel podriamos pensar que

el cuento de Irma Sabina detalla una de las primeras etapas

que Anacleto debi6 cumplir para consagrarse como un san-

ton de polendas.

***

Apartir del entierro de Serafin Contreras, Antonio, el narrador

de "Comolos troncos del puente", hace el recuento de la lejana

ocasion en que enfrentara al primero por un motivo religioso,

la procesion de la Santa Cruz.

En lugar de que e1agrarista sea la victima del terrateniente

arbitrario, sus lideres nos son mostrados bajo su otra cara: ladel patrimonialismo y el abuso. De hecho, Serafin Contreras

puede ser visto comouna especie de Pedro Paramo:

A iiltimas fechas, tenia cierta farna de hombre formal. Pura caratu-

la. EI mal natural que traia adentro, nunca se le salio, Lo que hizo

fuc chalpaquearlo por fuera para disimular.42

A diferencia de "El pajarito triste", donde Ia fe no causa

escision alguna entre los habitantes del pueblo, en "Como los

42 Ibid., p. 31.

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'u

;

46 HUGO VALDES

troncos del puente" la religion es un factor de cohesion social

que atrae la atencion publica yen consecuencia es temida por

los incipientes agraristas.

La disputa de agraristas contra beatos tiene asi su expre-

sion el 3 demayo,dia de la Santa Cruz, cuando Sotero y Serafin

desacralizan la ceremonia en la persona del Capitan de

Festejos, Antonio, vejandolo publicamente aun con la cruz que

lleva a cuestas. -Iuanita.f+ la hija {mica de Antonio, increpa

entonces a Serafin:

le canto sus verdades. El, que siempre la persiguio, quiso abrazarla,

Pero ella corrio a mi lado y se cogio de la Santa Cruz. Par mas que

el infame quiso acercarsc, algo 10 rebotaba para atras. Era la mana

de Dios.44

Sinembargo, elmilagro es soslayadoen la narracion por una

cuestion mas import ante para Antonio: la muerte de Juanita a

causa del susto. Sibien noesta expresado, entre lineas podemos

advertir la enorme amargura de Antonio ante la voluntad de

Diosy la paradoja deque unmilagrociegole haya alargado tanto

la vida -es viejo ya en la epoca del incidente- cuando su hija,

por el contrario, muere el dia en que cumpie dieciseis afios.

Por ella es que no sentira alegria siquiera de saber muer-

to a Serafin. El titulo del cuento obedece pues a la desolacion

de morir sin vastagos que perpetuen su memoria: "nos

quedamos como los troncos del puente. Sin un retoiio".

" ' ' ' ' ' ' '

43 Hay un tono premonitorio -de algun modo semejante al"yono queria

beber" de "Agua de las verdes matas"- en la forma como el narrador

describe a Juanita la manana del tres de mayo: "Tengo muy presente a

mi hija con BU vestido azul y sus trenzotas negras y relumbrosas que le

daban dos vueltas en la cabeza. No se que me dio al verla tan bonita"

(ibid., p. 34).

44 Ibid., p. 35.

OCHO ENSAYOS SORRE NARRATIVA FEMENINA DE NUEVO LEON 47

"Chicharrones" se vincula con "El hambre" en el tema que le

da titulo a este ultimo. En "Chicharrones", sin embargo, la mi-

seriaes dirigida:obedece al

calculode un paterfamilias

mezquino cuyo proposito de hacer econornias extremas tiene

como fin -tal vez- mejorar una posicion en ningun modo

pauperrima. Deno ser esta la razon, habra entonees muypocas

que expliquen la avaricia del tendero.

Una de ellas esesa que nos 10 presenta comoun intruso que

ha burl adola sangre de una familia al easarse con la hermana

de Chencho. La intromision ha llegado al punta de envilecer

su progenie heredandole muy probablemente su baja estatu-

ra. Ante la cercania demadre e hijoconese "extrafio", Chencho

-tio y padrino del nifio-, asume al pie de la letra su compro-

miso sacramental: se preoeupa de aquel comode su propio hijoy tal como si el padre estuviese ausente.

El divorcio que se establece entre el tendero y su esposa e

hijo es subrayado por Chencho cuando asegura que, de no ser

alimentado, su sobrino se quedara enano. La madre llora ante

tal posibilidad, y ya antes ella misma ha esgrimido ese argu-

mento para que su hijo consuma los huevos crudos que le

consigue a espaldas del padre: "dijo que sino me los comia iba

a quedar me chaparro como papa. Y yo quiero ser alto. Muy

alto. Igual a mi padrino Chencho".

La mezcla de humorada y vision tragica de este trabajo se

debe a la soluci6n temporal que le da Cheneho a una de las

-suponemos que- tantas privaciones de su sobrino: Ie regala

un peso para que compre ehicharrones en la tienda desu padre

y se los coma delante suyo a la sombra de un mezquite.

Anotaba que, al menos en este cuento, el imperativo

economico resultaba hasta cierto punto euestionable. Aun asi,

la situacion de los personajes de Agua de las verdes matas

apareee confinada a un vivir austero. Podemos incluso apre-

ciarlo en su manera demetaforizar. Por remitir con frecuencia

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48HUGO VALDES

a hechos que tienen lugar no fuera sino dentro del mundo que

habitan, las comparaciones parecen hallarse siempre ala mana

de los narradoresr'v "Megusta morderlos fuerte [alos chicha-

rrones) para sentir cuando escurre la mantequita. Truenan enla boca como palos secos cuando los aplastan las carretas".46

***

Salvoel inquieto revoloteodel cenzontle, en "La cruz de Jacinto

Rocha" 10 sobrenatural se anuncia cuando la tosca realidad

cotidiana permanece inamovible:

Siempre que pasaha algun coche, yo corria a cerrar las ventanas para

que no entrara polvo aljacal. Esa tarde no10hice. No hubo necesidad.

E1coche de Juan paso sin levantar polvareda. Parecia que lasruedas no rozaban el suelo. 47

Ni una rama se movia. EI campo estaba tan quieto como un paisaje

fotografiado. No volaba un solo pajaro, ni se oia mas ruido que el que

yo hacia al machacar los granos tostadoB.48

Las mujeres que Juan ha recogido al atardecer en la

estaci6n se convierten depronto en una legiondelechuzas que

por la noche invade sin mayor dificultad eljacal de la narrado-

ra, quien se halla sola porque su hija y su yerno han salido a

45 En "Agua de las verdes matas" las moscas dejan el esqueleto del difun-

to Chavarria "como una de gavilan" (ibid., p. 10). En "El hambre", las

imageries y similes que retratan a Merce son, no obstante BUingsnio, ele·

mentales, llanas: "Que se le reviente a tio Merce esa barriga melonudaque se Ie vecomo una piedra encajada en una estaca por 10flaco que csta.

Por eso dicen que parece mecate can un nuda" tibid., pp. 16·17; mias las

cursivas). Recordemos asimismo la sencillez con que en "La cruz de

Jacinto Rocha" es descrito el jacal incendiado de Chona Miranda: "S610

se miraba e1caballete como un tizon apagado" (ibid., p. 50; mias las

cursivas).

46 Ibid., pp. 39-40; mias las cursivas.

47 Ibid., p. 47.

48 Ibid., p. 48.

OCHO ENSAYOSSOBRENARRATIVAFEMENINA DE NUEVO LEON 49

regar las labores. Luego de divertirse con ella -levantan entre

todas la cama y, proxima al techo, la dejan caer entre carca-

jadas-, las brujas huyen al grito de "[Ave Maria Purisima!".

Su aparicion al azar precede a un evento de sernejante na-

turaleza aunque ajeno a las brujas, puesto que tiene su origen

enun trabajo dehechiceria que tiempo atras la narradora encar-

goa Chona Miranda:

Apenas iba cruzando para la cocina cuando senti que me rozaha el

cuerpo una sombra alargada que paso dando gemidos. Estuve sin

moverme hasta que la vi perderse entre la nogalera.49

i,De quien es esta sombra que remata el pocovalor que le

resta a la mujer despues de ser visitada por las brujas?

La madrugada del otro dia, la hija de la narradora Ie dacuenta del incendioque ha destruido eljacal y la vida deChona

Miranda, conocida tambien comola Melga y media "porque

era mas larga y flaca que una garrocha". La rnanera como

encuentran los restos de Chona no permite dudas acerca del

J caracter vindicativo a la vez que ritual de la ejecucion:

. ' ; " .

Alrededor de la cama de la bruja, vieron tirades a BUS trece borre-

gos negros humeando como incensarios. Tenian maneas de alambre,

10misrno que Cain, el gato consentido de la hechicera. A este pohre

animal le cortaron la cabeza. Dicen que la vieron ensartada en un

filoso machete junto a la cabecera.

Amarrado a los respaldos de la cama de fierro, estaba el largo

esqueleto de la Melga y media. Tenia los brazos abiertos y las pier-

nas juntas. Como formando una cruz.50

Sin embargo, el horror se atempera al enterarnos de que

tras esta tragedia se oculta una historia que concierne exclu-

sivamente a la narradora y a Chona Miranda. EIhecho deque

sienta un pocomenos de temor par la presencia sobrenatural

49 Ibid., p. 50.

50 Ibid., p. 51.

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50 Hueo VALDES

que por el riesgo de ser atacada -y eventualmente asesinada

en manos de las brujas- se explica en buena parte porque la

narradora ha convivido antes con laMelga y media y la ha visto

"volar y convertirse en sombra", entre las muchas cosas que

presencia y no se atreve a contar por haber sido amenazada de

muerte. Mas alla de esta familiaridad, habria que pensar que,

tanto como la propia Chona, la narradora ha aceptado las co-

rruptelas del mal bajo la forma de hechiceria, a costa de la cual

mantiene el orden de las cosas, la felicidad y armonia conyu-

gal entre su hija y su yerno.

El epilogo de este maravilloso y escalofriante cuento de bru-

jas detalla como la narradora, aconsejada por laMelga y media,

arranco del panteon la cruz de Jacinto Rocha y la enterro bajo

de la cama de su hija para que su esposo, amancenbado entoncescan otra mujer, regresara a su lado. Si el compromiso -con la

bruja y 10 sobrenatural- habia sido devolver la cruz al panteon

tan pronto el yerno volviese, la narradora ha faltado a su pa-

labra, La sombra alargada que la noche anterior pasa junto a

ella es la de Jacinto Rocha, un pobre cristiano muerto a macheta-

zos, cuyo descanso se vera interrumpido mientras la cruz que

lleva su nombre continue, como la cabeza cercenada de un cuer-

po, separada de su sepultura.

Algunas veces, al acostarme, oigo unos qucjidos largos que salen

del rincon donde e110s[suhija y su yerno] duermen. Se muy bien quees la cruz del muerto que clama por su sepultura, pero me hago 1a

sorda.

No tengo confianza en mi yerno, y como ya no esta la Melga y mediapara sacarme de otro apuro, prefiero oirle los clamores a Jacinto

Rocha.51

***

"Las cabras mancas" es una carta que dirige Nicanor a su

compadre Leandro para contarle de los sucesos que en dias

51 Ibid., pp. 53·54.

aCRO ENSAYOS SOBRE NARHATIVA FEMENINA DE NUEVO LEON 51

pasados 1 0 llevaron por corto tiempo a la carcel. Duefio del

don de las palabras tanto como Cleto, el versificador borrachin

de "Aguas de las verdes matas", y la muchacha miserable de

"El hambre", su habilidad para contar historias 1 0 metera en

problemas cuando en el velorio de Paula Luna decide poner

en practica su arte poetica, acaso la misma de Irma Sabina

Sepulveda:

Tu sabes que para eso de las historias no hay quion me gane. Y no

es que me crea una lumbrera, 10 que pasa es que tengo oido y memo-

ria para guardar las cosas que oigo y siento, y s e decirlas cuando Ilegala ocasion.

No niego que la mayoria de las veces Iepego alguna cosa a 10 que

me cuentan, pues no tiene chiste contarlo a como fue. Esa no es habi-

Iidad, Lo buena es saber arreglar las cosas de modo que no se te duel"man las oyentes.

Las historias que Ie llegan a uno son como pedazos de genero

sin forma. Uno tiene que recortarlos y componerlos aqui y alia, como

Ie hacen las costureras para dejarnos la ropa ala medida.52

Asi, contandole algo mas real a su auditorio,53 Nicanor

provocara involuntariamente la molestia de varios de los pre-

sentes que se dicen familiares de los personajes.

A diferencia de "El hambre", donde sin otro fin que el de

dormir a su hermano la muchacha construye un mundo a la

vez magico y prospero a partir de la miseria en que vive -como

una trans posicion casi exacta donde se cambian solo algunos

detalles- en "Las cabras mancas" la ficci6n asaIta la realidad

y tom a su forma por originarse de elementos de una y otra

naturaleza.v+

52 Ibid., pp. 5R.59.

53 Se trata de la historia de tres hombres que cruzan a nado el rio Bravo,

dos de ellos desnudos por haber guardado sus ropas en una tina, y las

verguenzas que pasan en territorio norteamericano al perder sus cosas

en Ia corriente, historia construida a partir de un episodic real que pro-

tagonizo un tal Juan Salinas.

54 Ademas de que 1ahistoria de Juan Salinas es "autentica", tal como se

 

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52 HUGO VALDES

Adernas del imperativo de remitirle noticias a Leandro, el

motor de la carta es el silencio a que sus coterraneos 1 0 han

conf'inadoencarcelandolo, Escribiendopuede contar a placer, sin

cortapisas; digalo si no el modocomopinta ala difunta PaulaLuna. Sien "Aguasde las verdes matas" Cletosucumbe al alco-

"L b "oI para darle chispa a sus versos, en as ca ras mancas

Nicanor piensa en irse a Texas con su compadre porque ya en

elpueblonopuede expresarse con libertad. La falta de solidari-

dad -de alli elnombredelcuento- y la estrechezde criterio-para

lospueblerinos cuentista y difamador sonsinonimos- chocaran

demanera irremisible enelanimodeun vervalizador tan experi-

mentado que incluso se da ellujo de titular sus historias.

10 dice a Leandro en BU carta, Nicanor ha invent ado a BUS personajes

segun los nornbres detres individuos que en la "realidad" cruzaron elrio.

ROSAURA BARAHONA (1942)

AImargen de la-a momentos- molesta ginecomania que pro-

fesaRosaura Barahona enAbecedario para niiias solitarias (el

tema de la mujer siempre ha sido de su interes; todos los epi-

grafes estan tornados de textos escritos por mujeres, etcetera),

habria que prestarle la atencion debida a los trabajos mejor

logrados en comparacion con los que no. Hablare primero de

estos iiltimos y de ciertos detalles.V

Con mucha raz6n la autora prefirio Hamar a su libro

Abecedario para niiias solitarias en lugar deAbecedario: cuen-

tos para niiias ... , pues en efecto notodos sus textos son cuen-

tos. Campea en muchos una clara intenci6n fabu1atoria, por

ejernplo"Abril",el que inicia la serie. Hagomencion a la fabu-

la porque una de sus acepciones sefiala que se trata de un

relato inverosimil, y "Belisa", adernas de ser ligero y reacio

a aterrizar, no deja de parecerlo en cuanto que su persona-

ie . comolas personas debajo nivel economico,cosecha flor de

55 Significativamente, sobre lostrabajos publicados por Rosaura Barahona

en iPor que no ferlos 0 cardo? (Mexico: Oasis, 1984) y El pescador de estre-

llas (Mexico: Fernandez Editores, 1984), Jose Javier Villareal ha hecho

notal' algunas delas faJlas que se haran presentes una decada mas tarde

en Abecedario para niiias solitarias: "Uno de los logros mas senalables

de estos cuentos essin duda que Ia realidad que nos ofrecen es de indole

femenina; es decir: la otra cara de la moneda, el mundo visto desde la

perspectiva que da el ser mujer en una sociedad patriarcal y machista

como la nuestra. Esta optica cuando no se logra del todo queda en cari-

catura de 10pretendidamente femenino, yes entonces cuando se presen-

tan los mayores tropiezos y caidas de esta narrativa: pOI'ejemplo, un

exacerbado solipsismo en los protagonistas da por resuItado un clima

similar al de la novela rosa donde el universo se nos presenta en blan-

cos y negros, donde el amor es amor y el odio, odio" (op. cit., p. 32).