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Buenos Aires, 21 de agosto de 2013

Estimados Hermanos, Hermanas, Compañeros y Compañeras de misión: Estimados amigos y amigas del Hno. Genaro:

Ante todo espero que estén bien, viviendo con la alegría de la fe en Jesucristo.

Este año celebramos los ochenta años del Hno. Genaro Sáenz de Ugarte e Iriarte. Un hombre que entregó su vida a la educación de la fe, a la promoción del laicado y al acompañamiento y la promoción humana de los pobres. Desde su lugar de religioso laical, enamorado de la Iglesia de Jesucristo, apasionado por la escuela cristiana, abrió caminos en la vivencia de la fe, en la misión y en una comprensión misericordiosa del acompañamiento a los que sufren.

Nuestro Distrito quiere hacer una acción de gracias y queremos invitarlo a participar juntos en ella.

La celebración será en la Capilla San Héctor del Colegio De La Salle, el viernes 8 de noviembre de 2013 a las 19.30 hs. Antes de eso, a las 18:00 realizaremos en el salón de actos de la calle Riobamba 650, un ACTO HOMENAJE.

Al mismo tiempo estamos preparando un texto escrito de memoria que queremos publicar y al cuál lo invitamos a participar aportando un testimonio de su encuentro vital con Genaro. Les rogamos que, si lo desean, nos hagan llegar sus aportes antes del 1 de octubre de este año al siguiente correo provin@lasalle.org.ar Desde ya mi agradecimiento personal y de la Institución que represento. Esta creo que puede ser una oportunidad de privilegio para mostrar con Genaro, la vida de tantos que aman profundamente el mensaje de Jesucristo, lo han hecho propio y lo anuncian en la sencillez de lo cotidiano.

Que la Virgen María nos bendiga con su misericordioso Hijo Jesús.

Fraternalmente en Jesucristo.

Hno. Martín DigilioVisitador

Distrito Argentina-Paraguay

GenaroO0

Con esa carta arrancamos...…

Así nos invitaba el Hno. Martín Digilio y el Consejo de Distrito a armar esta revista que hoy está en tus manos y la celebración de los 80 años del Hno. Genaro.

Nosotros escogimos algunas personas que quisieran escribir algo del encuentro con Genaro. No sabemos si son todos lo que él hubiese querido que escribieran. Si sabemos que no son todos los que hubieran querido decir algo con motivo de esta celebración de sus 80 años. Seguro que faltan muchos más. Algunos dirán su palabra en la celebración del 8 de noviembre en Buenos Aires, otros en la celebración del 15 de diciembre en Jujuy, otros tantos más en la celebración de diciembre en Córdoba. A muchos le hemos pedido una palabra por video. Algunos le dirán su palabra personalmente, por mail, teléfono o correo. Tantos otros se la dirán en su corazón y su oración.

Acá no están todos los que querrían hablar. Están algunos que hemos invitado a decir una palabra. Quizás en ellos muchos y muchas podrán sentirse dichos. A ellos nos asociamos.

Los que escriben son algunos que nos ayudan a tener fresca la persona de Genaro y los múltiples y variados dones con que el Espíritu lo agració y lo responsabilizó en la historia, de los cuales amorosa y fielmente se hizo cargo así como él es. A los que escribieron, muchas gracias. A ellos nos asociamos.

El lector encontrará en esta revista dos secciones:

Lo que le decimos a Genaro… palabras sobre su persona...

Lo que Genaro nos dice… palabras escritas por Genaro en distintas ocasiones…

Esperamos que esto nos ayude como comunidad toda a celebrar. Pero sobre todo, que le ayude a Genaro a celebrar todas las maravillas que el Señor hizo en él y las que continúa realizando.

Muchas felicidades… Con amor fraterno,

Viviana Aragno y Patricio Bolton

Sonador de caminos -

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Lo que le decimos a Genaro...

1. Carta del Hno. Álvaro Rodríguez, Superior General2. Carta del Hno. Miguel Campos3. Carta del Hermano Gerard Rumery4. Carta del Hermano Edgar Hengemüle, Distrito de Brasil- Chile5. Carta de Edgar Nicodem, Consejero General para RELAL6. Carta del Hno. León Curie, Distrito de Francia7. Carta del Hno. Bruno Alpago, Ahora en Distrito de Italia 8. Carta del Hno. Lino Romero, Distrito de España 9. Carta del Lic. Eduardo Panaia, Director del ILES10. Carta de Pbro. Víctor Acha11. Carta del IPA12. Carta de Mari Musso10. Carta de Mariá Corbí11. Carta de La Hermana Beatríz Casiello 12. Carta de la Hermana Isabel Paganini

Lo que Genaro nos dice...

Las experiencias de Genaro en Malvinas Argentinas, Córdoba

1. El Milagro de Lila (Julio de 2007)2. Inmaculada (Diciembre de 2007)3. El Tiempo… ¡Los Tiempos! (Enero de 2008) Textos de Genaro en la experiencia de la animación del Comedor de

los Abuelos, Jujuy, 2009 - 2013

4. ¿Se corrió la voz?... (Octubre de 2011)5. Zapatillas para los abuelos (Enero de 2013)6. Las tres Marías (Abril de 2013)

Experiencias en el Barrio y en las Comunidades de la Palabra, Jujuy

7. Quintina, la evangelizadora (Mayo de 2009)8. “En la habitación de arriba”, Hechos 9, 37 (Octubre de 2012)9. Intifada en Jujuy (Octubre de 2012)10. “La Palabra me cambió la vida…!” (Febrero de 2013)11. “¡Si Dios quiere y la Virgen!” (Pascua 2013)

Otros escritos y reflexiones de Genaro.

12. “Como ovejas sin pastor...”, Mateo 9, 36 (2000)13. “Formar Pastores, Hoy” (2003)

14. “Ser Hermano, Hoy” - Preparando el 44° Capítulo General (2005) 15. La Experiencia De Inserción en un Hermano jubilado (2008)

Dos palabras para finalizar…

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Roma, 24 de septiembre de 2013

Hablar de Genaro es para mi hablar de la vida porque curiosamente mis

contactos con el Hno. Genaro siempre han tenido relación a la

vida. Mi primer contacto fue en el CIL de 1979. Genaro era el director y

con su palabra y ejemplo nos invitaba a interiorizar nuestro

itinerario y a reconocer el paso de Dios en nuestras vidas.

Recorriendo mis apuntes de aquella experiencia, puedo ver como la

Palabra de Dios y la fidelidad al Fundador eran para él las

coordenadas de la vida de todo Hermano. Pues se trata en efecto,

de una vida que nos abre a los pobres, que nos da el coraje

necesario para relativizar nuestras experiencias anteriores para estar

disponibles a las nuevas llamadas, que pone el Evangelio como brújula

orientadora.

Más tarde en Cochabamba, en el 87, Genaro nos dirigió siendo

Vicario, un retiro a los Hermanos Visitadores. Y una vez más nos

invitó a interiorizar nuestro itinerario ministerial como Hermanos, y a

recorrer las distintas etapas que habíamos vivido haciéndonos

ahondar en el lugar, el cómo, y las experiencias que enriquecieron

nuestra vida en cada etapa. Una vez más lo esencial era ver el paso de Dios y la gratuidad de su amor. Al

terminar su misión como Vicario y al hacerme el traspaso, lo más

importante no fueron documentos o ideas, sino amigos concretos con los

que había vivido la experiencia romana de una manera abierta y

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Hno. Alvaro Rodriguez Superior General

Pero posiblemente lo que más admiro en Genaro, es el testimonio que nos está dando en estos últimos años en Jujuy. El año pasado cuando me agradecía mi Carta Pastoral, yo le respondía recordando el bello poema de Casaldáliga:

Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado?Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres.

Y le decía: muchas gracias por tus benévolos comentarios sobre mi última carta pastoral. Creo que en Jujuy “tienes el corazón lleno de nombres” y que eso es lo esencial. Admiro mucho tu entusiasmo en la misión y tu cercanía a los pobres. El testimonio de Myrtha (una señora que trabaja con niños de la calle) es impactante… Los niños de la calle deberían ser nuestros predilectos. Ciertamente los pobres son nuestros maestros, o deberían serlo… Que el Señor te mantenga siempre ilusionado en la hermosa misión que realizas…

Sí, admiro mucho la “habitación de arriba” y sus encuentros con las señoras de Jujuy, con sus problemas y necesidades. Admiro mucho el “comedor de los abuelos” y esos encuentros con estas personas mayores tantas veces dejadas a la buena de Dios. Admiro su cariño por la comunidad de Hermanos con los que vive y que siempre menciona en sus comunicaciones. Realmente como el mismo Genaro lo dice, la Casa es pequeña pero el corazón es grande. Admiro su preocupación por los maestros…

Admiro en fin y me parece que esto es lo que hace que Genaro a sus 80 años conserve un corazón joven, su alimento permanente que es la Palabra de Dios, orada, vivida y compartida. Gracias Genaro por ese maravilloso testimonio y Muchas felicidades en tus 80 años, tan llenos de nombres y de vida. Un fuerte abrazo.

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Carta del Hno. Gerard Rumery

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Conocí al Hno. Genaro en Roma cuando fuimos los dos delegados del Instituto para el Congreso de Catequesis de la Universidad Lateranense de Roma en 1971. Al año siguiente, los dos fuimos designados miembros de la Comisión Internacional de la Catequesis del Instituto, la cual fue convocada para proveer una respuesta a la reunión intercapitular de 1971, en donde se habló del “malestar en la catequesis”. La primera reunión de la Comisión fue presidida por Michael Sauvage, un Asistente, quien también había sido requerido para hacerse cargo de la dirección del programa CIL para la sesión de 1972. Cuando el Consejo General insistió en que Michel renunciara a la presidencia, con el fin de estar más disponible para sus tareas como miembro del Consejo, el Hermano Genaro fue nominado para reemplazarlo como Presidente y dirigió con éxito a la Comisión a la conclusión de un informe extraordinario a la Asamblea del Capítulo General de 1976, a pesar de que el documento en sí – el cual fue fuertemente discutido por un pequeño grupo de Consejeros Generales - nunca alcanzó el piso del Capítulo.

Hacia el final de 1977, el Hermano Pablo Basterrechea me nominó para ser parte del personal del CIL, en el cual había sido miembro de la sesión del CIL de 1973. De esta manera, me convertí en un compañero del Hermano Genaro, quien como Director, dirigió las sesiones del CIL de 1978, dos sesiones más cortas en 1979, la sesión del Tricentenario de 1980, que introdujo la Peregrinación Lasallana a Francia, y las sesiones de 1981 y 1982. Fue en este trabajar tan estrechamente con los hermanos de todo el mundo que llegué a apreciar el tranquilo y sensible liderazgo de Genaro de un equipo internacional, su atención y preocupación por todos los 60-70 'Cilists' de cada grupo, y su atención a las ideas de cada miembro del equipo. Fueron años muy felices y recordados con cariño por los participantes con quienes me he encontrado en los últimos años como miembro del Consejo General.

Cuando reemplacé a Genaro como Director del CIL de 1983 a 1985 me hice más consciente de la difícil tarea de ser el responsable de un grupo internacional de Hermanos y traté de imitar su permanente buen humor y su paciente trabajo con algunos participantes que se estaban enfrentando a importantes problemas personales.

Fue con profunda satisfacción que recibí a Genaro en Roma como Hermano y amigo cuando ambos fuimos elegidos como Consejeros por el Capítulo General de 1986. No fue una sorpresa que Genaro fue propuesto y votado por el Cabildo como Vicario General al Hno. John Johnston como Superior.

El papel del Vicario General, como se entendía entonces, era el de ser primer Concejal y reemplazar al Hermano Superior cuando éste estaba ausente de Roma. Era, más que nada, una posición de "quédate en Roma". Como tal, Genaro fue ejemplar en mantener al tanto al Superior y a sus compañeros Consejeros de documentos de la Iglesia y las reuniones que fueron particularmente relevantes para el Instituto. Una de sus principales tareas fue la de preparar el terreno y la investigación para el primero, en el documento oficial sobre la Familia Lasallana. Esto se logra trabajando solo o con diferentes miembros del Consejo para producir los capítulos sucesivos que fueron posteriormente desarrollados a través de las reuniones del Consejo a la forma final del documento.

Creo que puedo decir que en sus siete años como Vicario General siento que Genaro sufrióHno. Miguel Campos

Como no acabo de decidirme sobre los rasgos más notables de mi relación con Genaro, las enunciaré sin pretender un orden jerárquico. Todos y cada uno de estos aspectos revelan algo del misterio de una persona en relación con otra. Mi primer encuentro con Genaro fue en el retiro del distrito 1975 y en un taller-retiro con hermanos y seglares en el mismo año.

Un argentino. Desde que lo conocí, me atrajo totalmente su amor incon-dicional por Argentina y los argentinos: su historia, la cultura, el pueblo. Y esto lo ha demostrado siempre y en todo lugar. Mi fascinación por Argentina viene de él.

Un hermano de La Salle: en cada encuentro que he tenido, Genaro demuestra un profundo conocimiento e identificación con el carisma de La Salle. Sus conocimientos del Fundador son fuera de lo común. Sobre todo con los postulantes y en la escuela de las Malvinas, su itinerario coincidió con el de La Salle. Su entusiasmo por la vida de los hermanos y de los asociados ha sido constante e imperturbable.

Un amigo tierno y compasivo: Yo me imagino que todos por igual, lo mismo que yo, reconocen esta afinidad afectiva y efectiva, sin miedos, en la relación que cada uno cree ser “especial”.

Un Maestro catequista: su amor por la catequesis y su compromiso en la formación de catequistas no es menor a ninguno de los más grandes expertos catequistas de la América Latina. Su influencia desborda el cuadro de Argentina.

Un formador: de un modo especial, Genaro toca los corazones de los formandos, tanto hermanos como seglares. Un talento especial para no perder los momentos privilegiados de la vida de los maestros para que reconozcan su vocación.

Un dirigente (líder) y un administrador: me imagino que Genaro ha vivido todos los niveles de administración. En cada uno de ellos se ha destacado, como maestro, director, equipo de animación, visitador, director del CIL de Roma, Vicario General.

Un laico asociado a los HH y a los seglares: su vocación laical es sin ambigüedad. Vivir la aventura dela vida evangélica “entre y con los pobres y para ellos”, reforzando los lazos de asociación entre los hermanos con los seglares. Mi experiencia de los Edeles me confirma a mí también en mi vocación seglar.

Te felicito Genaro por tus 80 años, y te agradezco desde el corazón tu amistad. Te quiere,

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Conocí al Hermano Genaro como Visitador, como Presidente de la RELAL y como Consejero General.

¿La imagen que guardo de él?

Alguien feliz en su vocación.

Lúcido y organizado.

Entregado a Dios, a los Hermanos, a los que Dios le ha confiado y a sus tareas apostólicas.

Próximo a las personas y atento a ellas.

Amigo fiel.

Me uno a todos sus amigos para bendecir a Dios y agradecerle por el don pre- cioso de la fecunda y larga vida de Genaro.

Hno. Edgard HengemuleDistrito de Brasil - Chile

Fraternidad, dinamismo y nuevos horizontes

En diversas ocasiones de mi vida encontré el Hno. Genaro Sáenz Ugarte. Recuerdo con

cariño los momentos de diálogo, normalmente enriquecidos por el mate. Les

voy a compartir algunos recuerdos particularmente significativos de mií itinerario

con el Hno. Genaro.

El primer contacto con el Hno. Genaro fue durante un encuentro de Hermanos jóvenes en el Distrito de Porto Alegre, Brasil. El Hno. Edgard Henguemüle, Visitador de la época,

había invitado el Hno. Genaro para orientar uno de los encuentros anuales de Hermanos

jóvenes. Estuvimos reunidos durante tres días hablando de nuestra vida de Hermanos. El

diálogo fue tan libre y espontáneo que prácticamente hemos hablado de todos los

temas que tocan directamente la vida del Hermano. Recuerdo bien que habíamos hablado de la misión educativa, de los

pobres, de la vida afectiva, de la sexualidad, de la comunidad, consagración y espirituali-

dad. El Hno. Genaro, con su cercanía y simpatía, había generado un ambiente de

mucha confianza y libertad que facilitaba el intercambio y el diálogo. Verdaderamente

habíamos intercambiado sentimientos, percepciones, preocupaciones y sueños.

La segunda vez que encontré al Hno. Genaro fue durante un encuentro de Pastoral Juvenil,

en Valle Hermoso, acompañado del Hno. Michel Sauvage. El tema de la ponencia del Hno. Michel fue el compartir del carisma con

seglares, destacando particularmente los nuevos horizontes que esta nueva dinámica estaba abriendo en la vida del Instituto. Ahí

estaba el Hno. Genaro configurando nuevas narrativas lasallistas para el Distrito.

Otro recuerdo bonito que tengo del Hno. Genaro es del tiempo de Roma. Yo estudiaba

en el Alfonsianum y posteriormente en

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por no tener mucha oportunidad para el trabajo pastoral, que había sido tan importante en cada etapa de su vida como un hermano. Los cuatro períodos estipulados en que el Consejo se reunió por períodos prolongados en Roma se basaban en el calendario escolar europeo que se inició en septiembre. Genaro y yo, ambos del hemisferio sur, estábamos acostumbrados a un año escolar que iba desde enero a diciembre. Los principales meses de pastoreo para retiros, reuniones, capítulos, etc., estaban en el verano del hemisferio sur – especialmente diciembre – pero, como por lo menos las tres primeras semanas de diciembre requiere que todos los miembros estén presentes en Roma para el trabajo de Consejo, era muy raro que pudiéramos ser capaces de aceptar las invitaciones de nuestro propio distrito o región. Siento que Genaro era muy consciente de las limitaciones que su cargo de Vicario le impuso a este respecto. Estoy seguro de que esta experiencia pesaba sobre él y lo llevó a rechazar las elecciones en el Capítulo General de 1993.

Es difícil para mí repasar mi propia vida sin ser conscientes de la deuda que le tengo a Genaro por nuestros mas de 20 años juntos. Desde un punto de vista profesional, como un compañero catequista, fue gracias a Genaro que logré profundizar y apreciar más profundamente las grandes Semanas de Catequesis de Medellín y Puebla. Había leído los documentos con gran interés, pero fue a través de conversaciones, el intercambio de documentos y sus conocimientos profundos en su adoptada Argentina, que he podido compartir tanto en mis propios escritos de catequesis y seminarios.

Como Hermano con Genaro, me siento privilegiado de que éramos responsables, a través de los programas del CIL que preparamos juntos y compartimos de pasar a tantos de nuestros hermanos la nueva visión de la vida y obra de Juan Bautista de La Salle traído por los Hermanos Michel Sauvage, Maurice-Auguste, Saturnino Gallego, Jean Pungier, Léon Lauraire, Léon Aroz, Yves Poutet, Miguel Campos .... Ahora me doy cuenta que, desde hace más de 30 años, esto es por lo que he sido privilegiado de compartir con otras personas de diferentes partes del mundo. Estoy seguro de que a menudo lo que estoy compartiendo vino de nuestro trabajo juntos durante mucho tiempo.

Lamento que no voy a poder estar presente en este importante cumpleaños número 80. Pero mis oraciones y buenos deseos acompañarán a Genaro como alguien que tiene el privilegio de ser su hermano!

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Con mucha alegria aprovecho esta hermosa oportunidad para expresar nuevamente mi profundo agradecimiento al Hermano Genaro.

Quiero recordar un hecho que fue verdaderamente ‘mi encuentro vital’ con él. En el año 1989, estaba en Dijon. Habia decidido jubilarme al final del año escolar, en junio. Al enterarse de eso, un colega me pre-guntó sorpresivamente un día: «Porque no te irías a vivir un tiempo en América Latina para ver lo que los Hermanos estan haciendo para el servicio a los pobres ?» Nunca se me había ocurrido esta idea…

En el momento hice caso omiso de la sugerencia. Pero no se iba de mi cabeza… Hablé con mi Comunidad, con el Hno. Visitador. Empecé a mirar las cosas con mas seriedad. Por casualidad, el Hno. Michel Sauvage paso por nuestra Comunidad. Me invitó a seguir mi diálogo con los superiores y a reservar un lugar en la SIEL (Sesión Internacional de Estudios Lasallanos) en Roma, en el año siguiente 90 – 91. Me sugirió que me ponga a estudiar el español. Sobre todo, me aconsejó que vaya a hablar con el Hermano Genaro una vez en Roma.

Me quedaba un poco impresionado ante la perspectiva de encontrarme con el Vicario General del Instituto! Pero su amabilidad y gran sencillez hicieron desaparecer rápido mis temores. No me he olvidado su invitación, un día, a tomar maté con él y el grupo de 'sielistas' de A. L…

Aproveché el primer contacto del grupo francofono con el Consejo General para señalar el proyecto que guardaba en el corazón. Al salir de la reunión, Genaro me dijo simplemente: «Nos tomaremos un tiempo para poder hablar juntos.» Tuvimos varios encuentros para explicitar de que manera mi presencia podría ayudar una Comunidad o la gente, teniendo en cuenta mi pobre conocimiento del castellano. Este acompañamiento del Hno.Genaro fue esencial en mi búsqueda de luz y el esfuerzo de objetividad que se necesitaba. Siempre con mucha confianza, serenidad, y alegría profunda.

De a poco, entendía mejor la perspectiva misionera de los Hermanos en este continente donde quería trabajar con ellos. No se trataba solamente de «mi» proyecto sino más bien de comprometerme con los Hermanos en la Misión evangelizadora de una Comunidad. Buscar la voluntad de Dios es también tratar de divisar alguna señal de que el Espíritu Santo esta detrás del proyecto. Ponerse entre las manos del Padre no necesita solamente oración y confianza serena en su bondad. Al mismo tiempo es creer que «nadie es imprescindible en el campo del Señor.» como decía Madre Teresa. Sin embargo, en aquel momento de mi reflexión con Genaro me parecía cada vez más claro que si me hubiera decidido yo mismo a descartar la eventualidad de A.L. me hubiera alejado de la voluntad de Dios.

El Hno. Genaro me había avisado que tuviera que participar en la reunión de la RELAL, en Guatemala, al principio del 91. Me habia dicho: «Si durante los diálogos con los Visitadores se manifiestan deseos de ayuda que podrían ser adecuados con tu proyecto, les hablaré de tu propuesta. »

El lunes 12 de marzo fue EL día de gracia de Dios! Genaro me traía la respuesta favorable del distrito de Argentina. Me entrego una carta del Hno Telmo, Visitador. Me escribía: «Bienvenido! El Distrito de Argentina es su casa. De acuerdo a lo conversado, creemos que la Comunidad que mejor se ajusta a su proyecto es la de Jujuy. Allí puede llegar cuando quiera… Dios lo bendiga! Aprende el español lo mejor posible… así su labor apostólica será más fecunda. »

Gracias, Hermano Genaro! El Señor hizo en nosotros maravillas...!

Hno. Leon Curie Distrito de Francia

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el Teresianum. El Hno. Genaro era el Vicario General. Yo no vivía en la Casa Generalicia. Solamente pasaba ahí los fines de semana y durante el período de vacaciones. Nuestro encuentro habitual era con el mate para no perder las buenas tradiciones gauchas. Era una oportunidad privilegiada para compartir mis estudios (ética y antropología) y también conocer un poco más la riqueza internacional de lasallistas a través del Hno. Genaro. En un determinado momento, nuestros diálogos fueron enriquecidos por la literatura de Jorge Luis Borges. Inolvidables fueron nuestras discusiones sobre “Los Teólogos”.

Además de los encuentros de la RELAL, otro encuentro significativo con el Hno. Genaro fue en Jujuy. Me acuerdo bien del diálogo con la comunidad de Hermanos, animada por el Hno. Pedro Mellinger, sobre la vida del Instituto y de la Región. En la parte de la tarde he tenido la oportunidad de acompañar al Hno. Genaro en las comunidades eclesiales de base para el momento de la lectura orante de la Palabra de Dios. Ya bien más cerca de los 80 años, veía al Hno. Genaro en medio de la gente sencilla de Jujuy con la misma ilusión y encanto que lo había visto en Brasil y en Roma. Hicimos un largo recorrido por las calles, en medio de la gente. A cada persona el Hno. Genaro reservaba un momento de atención y una palabra de ánimo.

Mi encuentro más reciente con el Hno. Genaro fue durante la última Asamblea y Capítulo del Distrito Argentina–Paraguay, en Córdoba. Como siempre, lo sentí participativo y con ganas de contribuir para la vida y el dinamismo de la misión educativa del Distrito.

Hablar del Hno. Genaro es recordar cercanía, fraternidad, dinamismo y búsqueda constante de nuevos horizontes. Siempre lo sentí como hombre de esperanza. Muchas gracias Hno. Genaro por esta presencia tan significativa en medio de nosotros. Gracias por recordarnos constantemente la centralidad del Evangelio, leída desde la perspectiva del carisma lasaliano y desde el mundo de los pobres, como Palabra viva de Dios. Que el Dios de la vida lo siga iluminando y acompañando en la misión que le confió.

Hno. Edgar Genuino Nicodem

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Hno. Lino Romero, Distrito de España

A Genaro con todo cariño

Desde nuestro pueblo nos unió nuestras familias algo emparentadas, crecimos amigos, comparti-mos la parroquia, la escuela y los juegos. Al irme yo al aspirantado de Irun para ser Hermano, nuestra amistad hizo que viniera conmigo. Él a los dos años se fue a Senmoris para prepararse para ir a misiones. Yo también quise pero mi tío, el Hno. Pedro Francisco, me pidió que me quedara en Irun, que él me buscaría para ir a Argentina.

Este fue el primer encuentro de nuestra vida. Genaro va a Argentina un año y algo antes de mi ida, el 6 de septiembre de 1954.

Un momento que Genaro influyó en mi vida fue mi participación bajo su maravillosa animación del CIL que participé en Roma en el año 1978. Otro momento de su gran actuación en la Congregación es su actuación como Vicario General del Instituto. Otro momento que viví con Genaro fue siendo yo Director de Jujuy, Genaro deja de ser Visitador y me piden que lo reciba como Director de Jujuy, que lo recibiera con alegría. Llega en febrero del 2001 y los primeros días de marzo me da una hemiplejia y él me atiende prontamente en mi habitación y me lleva a la clínica que estuve una semana en terapia intensiva y otra en sala común, muy bien atendido por el Hno. Genaro, los Hnos. y por madres, padres y docentes. Después fui trasladado a la Residencia que estaba en La Salle de Bs.As.

Jubilado me trasladan a Florida. Con mucha alegría comparto la Comunidad con el Hno. Genaro, el Hno. Remigio Rohr y el Hno. Luis Combes. Con Genaro no olvido las reuniones semanales libres pero fieles con los grupos de maestros del jardín, los del primario, los profesores y un grupo de personas mayores.

Con alegría quiero hacerme presente felicitando a Genaro su gran trabajo realizado en estos sus 80 años. Muchas Felicidades y que la salud te acompañe siempre. Tu amigo de toda la vida.

siglo, y no me viene al recuerdo algún rasgo especial; digo solamente que nunca lo vi desanimado o perdiendo los estribos; sí entusiasta y positivo.

Más tarde fui testigo sólo desde fuera, porque fui tan zonzo que no aproveché la oportunidad de los comienzos del IPA en 1968 y años sucesivos. Allí pude ver cómo Genaro creaba un clima relacio-nal estupendo entre laicos, sacer- dotes, religiosas y religiosos de distintas congregaciones: los estu- diantes aprendían, como corres-ponde, pero además estaban felices, se descubrían compañe- ros, anudaban relaciones que destruían los estúpidos tabiques levantados entre las distintas deno minaciones… de los hijos de Dios. Creo que el carisma de Genaro brilló en hacer del IPA un instituto académicamente elevado y alegremente familiar. Para más de uno que lo frecuentó, esa fue su mejor casa de formación, la que le dejó el surco más profundo.

Después, casi no coincidimos.

Ahora que va completando sus primeros 80 años, oigo comentar de su actividad incansable. La creo arraigada en una profunda y sólida fe, animada por un celo desbordante, vivida en una total gratuidad, no buscando otra cosa que el Reino de Dios y su justicia, sostenida por la esperanza que no defrauda.

Pensando en Genaro, no puedo menos que admirarlo, y envidiarlo.

Villa del Rosario, 13 de setiembre de 2013.

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Hno. Bruno Alpago, actualmente en Distrito de Italia

Queridos Patricio y Viviana:

¡Con lo que se me han largado! Le doy vueltas y vueltas a lo de GENARO Y LA VIDA RELIGIOSA, y no le encuentro

la punta al ovillo.

¿Qué decir? Que para mí, Genaro ha sido siempre un religioso en serio, un Hermano en serio. No digo adusto,

sino coherente en su vida con la declaración pública de su entrega total a Jesucristo en el Instituto de los Hermanos

de las Escuelas Cristianas. Con coherencia serena. Sin magnificar sus propias realizaciones, pero sin rehuir las

responsabilidades cada vez más amplias y más elevadas que le iban cayendo encima.

Muchas personas han sabido percibir la riqueza de posibilidades que había en Genaro, le han ayudado a

potenciarlas y han sacado provecho de su disponibilidad para el bien del Reino de Dios. Es una lista interminable, que

yo empezaría por el Hno. Serafín Lattanzi y la prolongaría hasta el actual Obispo de Jujuy. Entre medio, un sin número

de personas de dentro y de fuera del Instituto Lasallano.

Y sin embargo, me cuesta describir el papel de Genaro en la formación de los Hermanos. Lo más fácil de cuantificar

sería más o menos así: Profesor en el Aspirantado lasallano de Florida en 1959 y hasta mediados de 1960; y

allí mismo desde mitad de 1963. Director de dicho Aspirantado de 1964 a 1967 (cuatro años). Director del

CIL (Roma) entre 1976 y 1981. Colaborador en el Noviciado (por entonces, todavía intercongregacional) en

1996, y Director del Noviciado en 1997. Animador del Postulantado lasallano de Malvinas Argentinas (Córdoba)

entre 2002 y 2008.

Habría que contar también sus años de Provincial (1981-1986), de Vicario General del Instituto (1986-1993) y

nuevamente de Provincial (1998-2001); estas funciones le dieron una particular oportunidad de cercanía a los

Hermanos; para ponerse en mejores condiciones de tratar con personas de múltiples culturas, y manejando ya

perfectamente el español y el francés, perfeccionó eficazmente su italiano y su inglés.

De las etapas que he enumerado, sólo en la primera (1959-60) coincidí con Genaro. Ha pasado más de medio

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Después vino la etapa del IPA. Eran los primeros años del Instituto, soy de la segunda promoción, y también el compartir de cerca la concreción de los sueños pastorales en el trabajo con adolescentes y jóvenes. La venida de Pierre Babin…

Después vino tu período en la Casa Gene-ralizia, en el cual más allá de tu servicio, yo rescato el que no hayas sucumbido a la tentación de quedarte en Roma y hayas renovado tu decisión de juventud y te hayas vuelto a estas tierras. Recuerdo a tu llegada escucharte hablar de la Iglesia y de la fe, del profundo deseo de búsqueda de lo auténtico y el rechazo a todo aquello que era un disfraz que nos apartaba de la verdadera comunidad de los que siguen a Jesús.

Pude compartir esos primeros pasos en la bús queda de una nueva asociación con los segla res en el año 98, que estaban sostenidos por tu convencimiento y el de algunos Hermanos, de una verdadera Misión Compartida en el compromiso dentro de este Carisma Lasa-llano. Aquellas convicciones hicieron que muchos sintiéramos que la comunidad Lasallana abría sus brazos y nos invitaba a vivir el compromiso de la escuela en una fraternidad convencida de la necesidad de la educación a los que más lo necesitan. Tu preocupación fue constante por nuestra for mación y se expresó en diferentes propues tas, que por mucho tiempo acercaron a Herma nos y seglares a reflexionar juntos la escuela que Juan Bautista quería para estos tiempos.

“Las cosas claras a las claras”

Había que ir de frente. Era casi una contra-seña para aquellos que mirábamos a ese Hermano alto, flaco, con acento vasco, que con buenos modales nos daba una máxima de vida, que era toda una interrogación y un llamado a pensar lo que hacíamos. Yo tenía 15 años, estaba en Florida y vos, Genaro, buscabas ayudarnos a crecer en esas eta-pas tan especiales de la vida. Genaro, con “G”, como siempre nos decías.

A lo largo del tiempo repaso aquella época y creo que ya ahí estaban las claves del signi- ficado de tu presencia para mí: Libertad, franqueza, fortaleza… como contexto una pícara mirada más una sonrisa y un íntimo convencimiento, la presencia de un Dios cariñoso que compartía nuestras vidas.

También de aquellos tiempos, recuerdo esas misteriosas reuniones en Florida con los catequistas de Munro que se hacían en una de las aulas del Aspirantado y que hoy veo como el primer signo para mí, de la urgencia del anuncio de la Palabra, que sigue pre-sente a través de sus semanales envíos.

Querer elegirlo como padrino en la Toma de Hábito… La explicación de su renuncia que mostraba su cuidado del otro siempre pre-sente… La elección de mi segundo nombre, que en ese momento se hacía en esa ceremo nia, hablaban de la importancia para mí de su figura en aquellos años adolescentes.

Lic. Eduardo Panaia, Director del ILES

14

Nuevamente te entrecruzas en mi vida cuando como Hno. Provincial me comunicas el retiro de la Comunidad de Hermanos de San Martín y delegas en mí la animación de esa comunidad, tan importante en mi vida. Era un paso más en el convencimiento que siempre tuviste de confiar en los seglares como parte de esta fraternidad.

El tiempo fue desgranando a lo largo de estos cincuenta años que te conozco, muchas presencias… muchas palabras… muchos signos. Tu vida fue la Eucaristía que nos regalaste, por ser presencia y celebración de los que intentan seguir a Jesús.

Estos últimos años de compartir tu vida con los más humildes son un signo claro para todos los que te conocemos de tu profunda fe y convencimiento de las Palabras de Jesús sobre qué es importante en la vida. Tu trabajo en las Comunidades de base nos sigue hablando de tu convencimiento en el renacer de la Iglesia en torno a la mesa familiar de la Comida y la Palabra.

Hoy que nos reúne la alegría de celebrar tus 80 años, vuelven a mí aquellas primeras palabras como un eco: Libertad, franqueza, fortaleza… a lo largo de toda una vida en donde tu fe y cariño se entrega en el compartir con los hermanos más necesitados.

Hoy también quiero agradecer tu sabiduría, por que para muchos es un signo profético que Dios se sigue encarnando y vive entre nosotros.

Hace ya muchos años, nos

encontramos con Genaro en la

búsqueda compartida de

entregar el mensaje y la fuerza

del Evangelio a través de la

Catequesis.

Desde entonces hemos

compartido muchos momentos

de nuestras vidas, a veces

trabajando juntos, a veces

acompañándonos en iniciativas

diversas.

Pero más allá de compartir

tareas, encontré en Genaro la

presencia serena del hombre

sabio, la sonrisa sencilla del

hombre de paz interior, la

palabra oportuna del amigo fiel,

el aporte generoso del que

brinda lo que tiene, lo que sabe

y lo que puede, porque reconoce

que los carismas son para el

servicio que construye

comunión.

Querido Genaro: en tus 80 bien

vividos años, mi afecto de

hermano y amigo y un fuerte

GRACIAS por tu servicio y tu

amistad sin claudicaciones.

Desde mi Córdoba,

donde también quedan huellas

de tu paso.

O0o

15

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16Vivo e el lado su r dame te m n l v da. Vivo e el lado sa radament

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Vl i evo en aV l od d se n du amente humano de la v di a . V vi o en le al d o ea ns trg a amd e

Genaro y la periferia

Hacés de la periferia el centro.

Descentrarse - moverse.

Conmoverse - estar.

Mateo 25, 40

La mirada de Genaro

Despojada - Descansando en…

Sencilla - Serena

Liberada - Liberadora

Juan 9,7

Nos juntamos en el IPA para volver a pensarte y nos dimos

cuenta que te encontramos siempre… aún aquellos que no

te conocen; es insólito, pero aún después de tanto tiempo, no nos

sos extraño por acá.

Queríamos intentar describirte a tu estilo, simplemente, con pocas

palabras, nos dimos cuenta que tus ojos son los que hablan… y

no sabemos escribir miradasPensamos en poesías mínimas en signos a través de fotos…. Pero no te encontrábamos en

esas cosas.

Pensábamos, entonces, que siempre hiciste o propusiste

cosas bien distintas y bien prácticas… el IPA también fue eso en su tiempo, diferente y

cercano. Fue ahí donde decidimos no escribirte una

“carta”. Elegimos contarte aquí, esto que decimos en imágenes,

pretendiendo abrir a lo simbólico, a la metáfora, tal

como es tu forma de estar en el IPA, amplia, sin bordes que

delimiten una sola forma de ser o de estar, incluso en Dios, en su

presencia.

Genaro, te pasamos un mate…

¡Qué bueno que estés acá!

La carta del Instituto Pastoral de la Adolescencia

oh numa de et n laem ie v dt an . ie V oi v ec a n p e l l o da d oa asl gr da amente humano de al vid .a

17

.adiv al e d ona mu h etnemadar gas odal le ne ovi o elen div la o VV pe qu .en aamen dt ive h aum lea on d

Vivo en el lad

o entranab

lemente

hum

ano de

la vida

. Vivo

en el

lado sagrad

amente

hum

ano de

la vida

.

Genaro en Dios...

Vivir la Palabra

Ternura - Fragilidad

Sencillo y escondido

Salmo 131 (130)

Genaro y la gente

Caminás junto...

Rezás con

Escuchás desde...

Juan 4

Inst

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Genaro y el IPA

Presencia ausente - Ausencia presente

Sostén

Espacio disponible - Abierto

Marcos 6. 37

Acá tu palabra...

.aidv la ed onamuh

huma o de la vida.n

Otro momento fuerte de mis encuentros con Genaro fueron los años de trabajo en Malvinas en la escuela, en el postulantado y en el barrio. Incansable, serio, laborioso. Nos sorprendió en ese tiempo la crisis del 2001 y sus pesadas consecuencias. Genaro se puso al frente de muchas iniciativas con coraje y compasión. Con clara conciencia de formador, mientras planeaba soluciones para las emergencias, ponía toda su energía en formar equipos que se empoderaran y fueran independientes. Así en el espacio socio-comunitario florecieron grupos, mayoritariamente de mujeres, que se ocuparon de distribuir comida, materiales de construcción, ropas, elementos para las viviendas. Grupos que administraron los microcréditos. Grupos de oración que siempre ligaba al crecimiento de la conciencia sobre problemáticas concretas de las vidas de las personas.

Su agenda de contactos era increíble y todos los lugares eran buenos para establecer conexiones que favorecieran el crecimiento de la comunidad, del barrio o de la escuela. El encuentro providencial, podía darse en la cola de Rentas, o en la ferretería, o en un avión, o a la salida de una misa. Todos eran momentos oportunos para mostrar la carpeta con los proyectos y conseguir una ayuda, un trabajo para alguien, un médico para un enfermo. Todas, también, eran ocasiones para invitar a la conversión a los que daban y a los que recibían. Era riguroso, además en el seguimiento de lo que recibía. Me recordaba en el 2008, desde Florida:

“La descripción que me hacés de la realidad presente de Malvinas refleja bien los pasos que van dando para promover y apuntalar una vida que, si bien está en crecimiento, sigue estando amenazada.

En el 2008 mi referente para seguir apoyando la Obra de Malvinas es el Hermano Mario. Con él hemos analizado los aportes de amigos colaboradores:

ALLADIO: $ 9.000 (para el horno de cerámica) Alladio dio, en realidad, $ 12.000, de los cuales $ 3.000 se destinaron al pago de los lavarropas-secarropas.

PEGASUS: $ 20.000 (para vulnerabilidad y para el Fondo Solidario). Pegasus ha dado, además, $ 10.000 para el programa de FLS 'Brillarán como Estrellas’

BLASCO: $ 12.000 (todavía no lo ha hecho efectivo… porque su 'equipo' ha tenido dificultades con la 'movida' provocada por el 'conflicto gobierno-campo'. Estamos 'detrás' del tema Blasco.”

Finalmente, a este hermano joven que sigue animando comunidades cada vez más grandes, por ejemplo con el envío de los textos de reflexión del evangelio semanal por la red; me gustaría regalarle unas palabras de Leonardo Boff en un artículo que se titula “Oficialmente anciano”. Allí Boff dice: “La vejez es la última etapa del crecimiento humano. Nacemos enteros, pero nunca estamos terminados. Tenemos que completar nuestro nacimiento al construir la existencia, al abrir caminos, al superar dificultades y al moldear nuestro destino. Estamos siempre en génesis.

En este contexto es iluminadora la palabra de san Pablo: «en la medida en que desaparece el hombre exterior, en esa misma medida rejuvenece el hombre interior» (2Cor 4,16)

Esta experiencia es personalísima, y se esconde detrás de muchas máscaras que la vida nos impone. Pues la vida es un teatro en el cual desempeñamos muchos papeles pero hay un momento en que todo eso se relativiza .Entonces dejamos el palco, nos quitamos las máscaras y nos preguntamos: en definitiva, ¿quién soy yo? ¿Qué sueños me mueven? ¿Qué ángeles me habitan? ¿Qué demonios me atormentan? ¿Cuál es mi lugar en el designio del Misterio?

Éste es el desafío para la etapa de la vejez: intentar hacer una síntesis final, integrando las sombras, realimentando los sueños que nos sostuvieron por toda una vida, reconciliándonos con los fracasos y buscando sabiduría. Es ilusión pensar que ésta viene con la vejez... Viene del espíritu con el que vivenciamos la vejez como etapa final del crecimiento y de nuestra verdadera Navidad.”

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Querido Hermano Genaro Feliz navidad número 80

Allá por los años en que la sombra de la guerra comenzaba a extenderse sobre la tierra española, imagino un rinconcito cálido en la tierra vasca donde el amparo familiar parecía, aún, un resguardo suficiente para la intemperie que sobrevendría.

En el hogar amoroso de los Sáenz Ugarte, arropado en la fe, en ese pesebre nacía Genaro. Cerquita crecería otro niño con el que compartiría primero sus juegos y luego un largo recorrido de vocación: el hermano Lino. Hermanos de suelo, hermanos de fe y muchos años después hermanos en La Salle.

¿Qué recuerdos de esos primeros años, qué rostros, qué palabras tironearon el corazón de ese niño hacia la opción radical por los más necesitados? ¿Cuándo se le reveló el Jesús de los rezos y la fe familiares con tanta fuerza como para llenarle la vida? ¿Qué profundas experiencias se enredaron para que intuyera el sentido de la encarnación y la entrega comunitaria como el camino de salvación?

Ese niño, ese joven, ese adulto mientras buscaba con otros adonde estaba su misión, sin darse cuenta, llevado imperceptiblemente de un compromiso a otro compromiso, se encontró entre nosotros. Lejos de su tierra natal, “en el fin del mundo”, en el sur, en Argentina.

Conozco a Genaro cuando llega como el hermano vicario a Argüello. ¿Qué es un hermano vicario?, nos preguntábamos, los recién llegados. Supimos, entonces, con el admirado asombro de los iniciados que era el enviado del Superior General. ” Viaja por todo el mundo. Recorre más de setenta países”, se nos dijo.

Delgado, enérgico, reflexivo, mirando lejos y hacia adentro para encontrar la idea justa. En ese entonces lo guiaban las tres puntas de un triángulo azul que remataban en sus vértices con las palabras Fe –trabajo- vida. Entusiasmó a los chicos y a los grandes y todos sintieron que abría una ventana a un espacio muy, muy grande al que pertenecíamos; y que él mismo era una invitación a lo nuevo, a lo porvenir. Llegó sin el hábito, y de un modo formal y sencillo nos mostró que en el espacio de iglesia del mundo lasallano los seglares, las mujeres, las familias, las otras creencias podían hermanarse con quienes habían consagrado totalmente sus vidas. El mismo espíritu se respiró en los Sedeles y Edeles que lo tuvieron como animador o colaborador en los tiempos que vinieron.

Este hermano que reiteraba y sigue reiterando que en el “juntos y por asociación al servicio educativo de los pobres”, caben muchos y diversos; camina mucho, le gusta pensar y discernir junto a otros mientras camina, con pasos largos, constantes ligeros, hasta que algo lo detiene y, entonces, lo vemos parado en una galería, o en el patio de la escuela o en el parque del Noviciado, o en una esquina de Malvinas , un poco inclinado sobre su interlocutor con la mano derecha en el mentón, la mirada en el suelo y el brazo izquierdo cruzado en el pecho sosteniendo el otro brazo. Y después de escuchar vendrá su pregunta que siempre encierra una nueva búsqueda, un nuevo desafío. Vendrá, a veces, su desacuerdo, franco, frontal, abierto a una nueva alternativa. O vendrá una respuesta misericordiosa pero sin concesiones.

Condujo el Distrito, creó el IPA, acompañó a los seglares y a los hermanos jóvenes, a las mujeres, a las comunidades de fe en Jujuy, en Malvinas, en Florida. Es referente para otros proyectos, otras congregaciones. Siempre atento a los cambios de la historia. Siempre aprendiendo con asombro agradecido, con la serena actitud de quien reconoce amorosamente la presencia actuante de Dios en este mundo definitivamente asumido por Jesús en la cruz.

Carta de Mari Mussoí

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Querido Hermano Genaro:

Hablar del camino recorrido y compartido por tantos años, exigiría hacer memoria de tantos trabajos que juntos, pensamos y realizamos, siempre en vistas a un mejor servicio catequístico.

A los pocos años de haberte conocido, recuerdo que te interpelé desde mi ignorancia: ¿por qué no optabas por el sacerdocio, habiéndote el Señor regalado tantos dones para el ejercicio de este ministerio…?

Me respondiste, casi con enojo, haciéndome ver la dimensión de tu vocación y tu convicción profunda de Hermano consagrado, a hacer presente el carisma lasallano en la catequesis y en la educación de los niños y jóvenes más necesitados.

Tu testimonio y tu entrega me fueron diciendo aún mucho más que aquellas palabras de entonces… Se hicieron vida y vida compartida…

Pienso en el inmenso trabajo tuyo con la creación del IPA y en las idas y vueltas para ser reconocido como un aporte específico y absolutamente necesario para la catequesis en el país.

No te amedrentaron los obstáculos y tu persistencia logró ese espacio invalorable, para quienes ensayaban poner en marcha las intuiciones del Concilio y de Medellín… Y los Obispos dijeron sí al IPA….

Y el Movimiento Catequístico en el País se sintió enriquecido, con un espacio destinado especialmente, a crear y pensar la catequesis de la adolescencia.

Recuerdo también las reuniones de catequistas en Argüello… éramos cientos!... Y cuánta celebración!... y tus reflexiones…! Inolvidables… Y los Cursillos que dictaste a las Hijas de Ma. Auxiliadora en Carlos Paz… Siempre ponías lo mejor de tu experiencia y tus vivencias al servicio de todos!...

Los programas escolares de Catequesis contaron con tu aliento y partici-pación en sus diversas etapas. Aprobados por la Conferencia Episcopal, orientaron la Catequesis del país por muchos años.

No te alejaste cuando, requerido desde Roma, para compartir los destinos de tu Congregación, tu ausencia física requirió de Hermanos y laicos que compartieron desde el IPA tus proyectos, tus sueños y siguieron haciéndolos realidad…

Otra vez, ya de regreso en la Argentina, pensamos juntos “IGLESIA EN

CAMINO”, para traducir desde nuestra experiencia, el camino andado desde

Hna

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Casiello

21

Homenaje al Hermano Genaro

No he tenido el placer de conocer al hermano Genaro personal-mente. Sólo le conozco por las cartas que nos hemos cruzado.

A través de ellas he podido apreciar su entrega sin condiciones a la causa de los más pobres.

He reconocido su sencillez y su humildad y, sobre todo, su amor a la verdad, se presente como se presente.

Su profunda religiosidad ha sido una búsqueda sin temor ninguno a la intemperie que el camino interior exige. No se protege frente a la verdad; la acepta aunque venga mucho más desnuda de lo esperado.

Sin renunciar a su sentir de la vida profundamente cristiano, me atre-vería a decir que incluso tradicional, es capaz de encarar el total des prendimiento mental y sensitivo que exige el seguimiento de Jesús.

No he conocido ningún hombre como él que sea a la vez tradicio nalmente devoto y fiel, en su manera de sentir y vivir el cristianismo, y que se proteja menos contra los buscadores sinceros de la verdad.

Poder unir esa doble actitud me hace evidente la profundidad de su espiritualidad. Repito, no he encontrado a nadie que realice esa difícil conjunción como el hermano Genaro, porque, seguramente, hay pocos que posean una vida interior tan entregada, sincera y honda como él.

Para mí ha sido un consuelo, un placer y una alegría haber cono-cido, aunque no sea más que por carta, un hombre como él. Es muy difícil encontrar personas que sean fieles a su tradición sin temer las rupturas que exige el servicio a sociedades aceleradas de continuos cambios, y sin temer las intemperies que esas transformaciones pueden provocar.

Dicen los maestros del espíritu que hay fidelidades que son infidelidad, en el caso del hermano Genaro se muestra que hay una fidelidad que es fiel hasta el final, porque no pone ningunas condiciones a esa fidelidad.

No puedo contar ninguna anécdota sobre él, porque nuestra relación ha sido exclusivamente por vía mail, escueta y breve, pero de mente a mente y de corazón a corazón.

Estas pocas líneas quieren ser sólo una pequeña muestra de mi aprecio y mi respeto por el hermano Genaro y su sincero caminar en la vía que Jesús nos abrió.

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Corbií

Mariano Corbí (o Marià, cuando firma en su lengua propia, el catalán) nace en 1932, en

Valencia (España) y reside en Cataluña desde su infancia.

Doctor en Filosofía y licenciado en Teología, ha sido profesor de

Ciencias Sociales en ESADE y en la Fundación Vidal y

Barraquer.

Desde 1999 dirige el Centro de Estudio de las Tradiciones

Religiosas, de Barcelona. Como investigador ha estudiado

largamente las consecuencias ideológicas y religiosas de las

transformaciones generadas por la sociedad industrial y

postindustrial.

20

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Quienes hemos tenido la suerte de estar estos últimos 15 años con él,

sabemos que Genaro tiene la costumbre de escribir “relatos”, como él

le llama.

Son escritos que dan cuenta de la profundidad que vive en determinados

encuentros, relaciones, actividades pastorales. Son escritos que dan cuenta

de un corazón y una mirada creyente. Son escritos de una persona que se

deja, impresionar, conmover e interpelar por la realidad y por la vida de los otros, y que no deja pasar “esa llamada”, esa presencia de Dios en el

otro, sino que por eso la retiene, la escribe… para rezarla, compartirla,

reflexionarla, alabar al Dios de la historia que se hace presente en cada

hombre y en cada mujer, así nomás… al cruce del camino.

El estilo de estos relatos es testimonial. Aquí el lector encontrará

cuatro tipos de escritos:

* Las experiencias de Genaro en Malvinas Argentinas, Córdoba.

* Las experiencias de Genaro en la animación del comedor de los

abuelos, Jujuy.

* Las experiencias de Genaro en el Barrio en las Comunidades

de la Palabra.

* Otros escritos y reflexiones.

Al traer a la luz estos escritos en la celebración de sus 80 años,

queremos alabar a Dios que ha obrado y hablado en su vida, a su vida y

desde su vida. Queremos aprender a mirar, escuchar, interpelarnos, como lo

ha hecho Genaro.

Al traer a las luz estos escritos, encontramos que la vida, la fe, la

23

el Vaticano II, los avances y retro-cesos que en la marcha se fueron dando…

Riquísimas reuniones aquellas en las que, con sencillez, desgajamos recuerdos y vivencias…

Los años transcurridos nos fueron llevando sin duda, a una síntesis que compartimos largamente y que, aun que de otro modo, se fue haciendo objeto de nuestra siembra.

El amor a la Palabra leída y medi-tada; el sueño de las comunidades en “las periferias existenciales”, la formación desde allí para los ministerios de la Palabra, la pro-moción del ser humano en lugares donde se juega la vida de tantos… volvió a requerirte con fuerza y no la restaste a tu empeño evan-gelizador…

Ahora, tengo la alegría de recoger cada semana, los frutos de tus tra bajos, en tanta gente que, desde el La Salle de Rosario, sigue recor-dando y viviendo la Pastoral y la catequesis que inspiraste. Algunos, exalumnos que siguen su forma ción y otros, Coordinadores de espacios catequísticos en nuestro Seminario.

Sin duda: tu VOCACIÓN DE HERMANO LASALLANO, HA SIDO Y ES UN MINISTERIO PROFÉTICO,

FECUNDO, TESTIMONIAL!...

Gracias Genaro, porque me permitiste entenderlo y compartirlo con creces… Un regalo de la vida: haberte conocido, compartido y enriquecido de mil modos con un

HERMANO CON MAYÚSCULA…

GENARO, Hermano muy querido y admirado:

Hoy quise “balconear tu vida” con la mirada del cariño y del recuerdo que me habita...

Y me surgió la duda… Y me dije: ¿no es una osadía la mía? ¿Cómo alcanzar a vislumbrar 80 años de vida plena, rica, fecunda, polifa-cética, totalmente entregada con exquisita solvencia y ternura, en múltiples y compro-metidos servicios?

De todos modos… arriesgo, siendo consciente que lo que pude apreciar es muy parcial… y está tejido de algunos pocos momentos compartidos y de muchas apreciaciones recibidas y valoradas de personas que tuvieron el regalo de conocer y compartir mejor y más, el multicolor entramado de tus años.

Mirar, sentir, escuchar, contemplar, narrar aspectos de tu vida, Hermano Genaro, es percibirte: Fraterno. Cercano. Profundamen te humano. Tierno en miradas y gestos. Con sensibilidad exquisita. Sereno. Solidario. Lector sabio de los signos de los tiempos y comprometido con el momento histórico, con tu contexto y con su gente. Pionero, profeta, anunciador con vida y palabra de JESÚS de Nazaret y SU PALABRA. EVANGELIZADOR y CATEQUISTA de ley. EDUCADOR eximio. Comprometido y entregado hasta el final al servicio de los pobres.

Muy querido Hermano GENARO: Nos unimos a tus Hermanos y a toda la Comunidad lasallana para homenajearte en tus prime-ros 80 años. Para decirte simplemente en nombre también de todos los participantes del Espacio Educativo CONFAR: ¡GRACIAS! por tu constante y amoroso testimonio de vida, por ser persona plena y fecunda, por tu testimonio de religioso auténtico y coherente, espejo nítido de sabiduría existencial y evangélica. ¡GRACIAS!

Hna. Isabel Paganini, HMA

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Se llama Susana Liliana, pero todos la llaman Lila. Está por cumplir 40 años. Lila es una mujer sana y fuerte, trabajadora e indepen-diente. Con el correr de los años, Lila se fue ganando una fama bastante negativa. Llegó a ser como la 'oveja negra' de la familia. El alcohol la dominaba y la destruía. También cierto desorden afectivo. Lila se llenó de hijos. No puede con su corazón sensible, delicado y generoso. Lila ha buscado ser madre. Ha querido abrirle muchas posibilidades a la vida y lo ha conseguido. Porque Lila ama la vida. No ha tenido suerte con sus parejas de turno. Lila es exigente a la hora de compartir, por eso Lila se dedica a sus hijos, sus nume-rosos hijos.

Con la llegada de la Comunidad a Malvinas (1), a Lila se le fueron abriendo nuevos horizontes. La vida fue cobrando nuevo sentido para ella. Le costó entenderlo. Le costó asumirlo. Lila tenía que cargar con la fama que otros le habían creado y que ella misma se había echado encima. Poco a poco Lila se fue abriendo y se fue confiando. Recibió buenas ayudas de algunas de sus amigas. Su vida fue cambiando. Se la veía más serena, más entregada a la casa, a los hijos. Poco a poco

Las experiencias de Genaro en

Malvinas Argentinas, Córdoba

El Milagro de LilaJulio de 2007

O0o

cultura, el ser humano son una sola cosa… y comprendemos

mejor el sentido que nos invita a construir el Evangelio… aquello de ser cristianos

implica y embebe la vida toda. Hay cuatro cosas, como

mezcladas en estos textos que Genaro nos acerca, cuatro

cosas fundamentales en la vida de este buen hermano: Aquello

de ser asociado en el carisma lasallano y comprender el

sentido y el motivo del laico en la estructura de la asociación;

la formación catequística como aquella forjadora y paridora de

discípulos y discípulas, la comunidad como eje de toda vida de fe; y los pobres como aquellos en los que debemos

posar la mirada, agitar el corazón y disponer nuestras

manos a su servicio.

Al traer a la luz estos textos, también queremos traer muchas

otras voces y rostros que seguro quieren en este día

celebrar a Genaro.

Al traer a la luz estos textos, todos de autoría de

Genaro, queremos celebrar su vida, divertirnos con sus

anécdotas, conocer detalles de su vida cotidiana, adentrarnos

en su corazón.

Viviana y Patricio

24 25

fue superando el desorden, en particular el de la bebida y el de la administración de sus ingresos. Varias veces le habían aconsejado: 'Lila, cuidá tu platita. No la malgastés. Pedí ayuda!'.

Lila aprovechó el dinero que le llegó cuando ganó el juicio por la muerte en accidente de trabajo de su primera pareja y se acercó a la Comunidad. 'Hermano, cómo puedo hacer para cuidar el dinero que me ha tocado?'. Eran $ 4.000, pero las dichosas tarjetas 'se comieron' la mitad. También tuvo que pagar otras deudas. Al final, el 22 de Mayo (día de Santa Rita, la madre de familia sufrida y cuidadosa de sus hijos!) la Comunidad pudo poner en plazo fijo $ 1.200 propiedad de Lila. ¡Toda una novedad en el barrio y para el barrio!. Algunos se alegraron muy mucho. Otros seguían dudando: ¿Qué se puede esperar de Lila?.

El caso es que Lila comenzó una hermosa aventura que muchas otras mujeres de Malvinas no logran vivir, o porque no saben, o porque no pueden, o porque no quieren vivir. Poco a poco Lila pudo dar forma a su nueva casita. Es pequeña pero llena de alegría a todos sus moradores. Es cierto que falta espacio para ordenar mejor las pertenencias, pero Lila va armando sus propios planes: ha podido separar $ 100 de su último cobro y los ha entregado como anticipo para poder comprar un hermoso armario en el que ordenar la ropa de toda la familia.

Lila, la 'oveja negra' de la familia, la mujer mal vista por varios sectores del barrio, es la mujer que sigue adelante mejorando su casa, cuidando a sus hijos, ordenando sus ingresos. Y lo hace calladamente, sin hacer ruido, con una alegría interior que la llena de fortaleza. ¿No es esto un milagro? ¡Es el milagro de Lila!

(1) Septiembre de 2011

+ Fotos de Genaro

O0o

27

hijos van situaciones de encierro, de desorden y de mugre, no es motivo de esperanza para ellos. Las separaciones de los hijos a medida que crecen, son causa de nuevos dolores y de desasosiegos para Lidia y Estela.

Como para tantas mujeres de estas culturas, el proyecto de vida es la maternidad; no es la vida en pareja estable. ¿Cómo podrían valorar la pareja estable si los varones que tendrían que ser sus compañeros sufren el deterioro de su humanidad? Con mucha frecuencia son víctimas del alcohol, de la violencia, de la ignorancia, del machismo, de la mentira, de la inconstancia, del desempleo… Es cierto que en esos ambientes, las mujeres son sufridas. Pero van entendiendo que ya no pueden soportar sistemáticamente los malos tratos. Que pueden crecer como personas libres. Que pueden llegar a ser ellas mismas y salir de las dependencias históricas en que han vivido hasta ahora.

Sucede también que en esos ambientes la vida es tan dura que se necesita vivir con intensidad los afectos. Pero la necesidad de vivir afectos profundos se suele manifestar de manera bastante superficial. En muchos casos eso es debido a la ignorancia. En otros casos, a los agobios cotidianos. Sin embargo, son mujeres de buen corazón, sensibles y delicadas, fuertes y creativas… pero se ven desbordadas!. Son mujeres sufridas pero solas, muy solas! Además, se sienten fracasadas. Apostaron a la maternidad. Fueron llegando los hijos, pero éstos nunca terminan de llenarles el corazón. Al compañero estable lo rechazaron. Ahora que lo necesitan, el compañero no llega…

Bastantes de estas mujeres se refugian en un sentimiento religioso sincero pero superficial, sin raíces. No siempre lo saben reconocer y menos aún lo saben expresar. Lo guardan en su interior. En general, las Iglesias no les ofrecen palabras de fe cercanas a lo que viven. Tampoco les ofrecen espacios para compartir la fe como ellas la entienden y la viven. Ellas necesitan ser reconocidas en lo que son y en lo que viven, sin sentirse culpables por lo que les toca ser y vivir. Hay en ellas un cierto sentimiento de culpa por algo que las desborda. Su primera realidad es la de sus propias vidas complicadas, frecuentemente golpeadas, moviéndose siempre entre las luchas y los fracasos. Habitualmente lo religioso las mantiene en ese mundo interior del que buscan salir. Porque, en medio de todo esto, numerosas mujeres parecen intuir que en lo más hondo de su propio 'interior' hay una Presencia que identifica y serena, que sostiene. No saben cómo llamarla. San Agustín hablaba de 'Dios más interior que mi propio interior'. La interioridad es un buen camino de fe para estas mujeres.

'María conservaba todas esas cosas y las meditaba en su corazón' (Lucas 2, 51) Tanto en María como en estas mujeres, lo que conservan y rumian en su corazón son las cosas de su cotidiano, las que forman la trama de su vida, aquellas cosas de las que no se puede salir ni descuidar porque de lo contrario se traicionarían a ellas mismas. Hoy día, muchas de 'estas cosas' tienen que ver con situaciones propias de estos tiempos que corren, que cambian de manera vertiginosa y que ellas no entienden, pero sufren:

* la distancia entre el mundo de ellas y el de sus hijos preadolescentes y jóvenes;

* la dificultad inmensa para entender los mundos del alcohol y de la droga que, tantas dificultad inmensa para entender los mundo del alcohol y de la droga que, tantas veces, atraen, envuelven, empujan y aprisionan a sus hijos;

* el mundo de la violencia irracional y de los afectos desordenados y descontrolados.

A veces ellas mismas han podido ser prisioneras de lo que ahora viven sus hijos. Pero ellas

creciendo y sienten que pueden valerse por ellos mismos. Porque vivir en esas Desde antes del alba he tratado de contemplar a María en el Misterio de su Inmaculada Concepción y unirme a Ella. He entrado en las lecturas del día.

Me he dejado envolver por la corriente de vida que recorre cada uno de los textos. He buscado descubrir en esos textos un reflejo de la experiencia de

María, mujer de su tiempo y mujer abierta al Misterio que inunda, planifica y trasciende todo tiempo. También he buscado captar de qué manera está

presente el Misterio en el corazón de las culturas de hoy. Qué suscita esa Presencia en la vida de las personas concretas. Cada día me impresiona más

la fuerza de las culturas hodiernas y de algunos aspectos que las caracterizan: son superficiales y evasivas, son sensitivas e irracionales, son silvestres y no podadas, no han sido ni iniciadas(*) ni educadas. Por eso no se comprenden a ellas mismas. Por eso están insatisfechas. No les alcanza

con lo que viven y experimentan, pero intuyen que hay algo más en el corazón de la vida y que es posible desearlo, buscarlo y alcanzarlo. Pero,

como la falta de sentido es grande, viven casi siempre con una fuerte sensación de vacío. Es bueno reconocer que, en todo esto, se manifiesta el

'hambre' de Misterio. Pero como muchas veces a lo largo de la historia, estas culturas permanecen hundidas y encerradas en su pequeño mundo,

repetitivo, chato y sin horizontes. No logran encontrar caminos que las abran a una vida de mayor plenitud y que le den sentido.

En muchos casos, quizás más de lo que uno piensa, las personas no logran encontrarse con ellas mismas. Los discursos exteriores las dejan en la

superficialidad. Y, sin embargo, la vida está en lo interior. Es en lo profundo de nuestro ser donde hallamos la armonía o la división, la comunión o la

contradicción, la luz o la tiniebla, el amor o el odio, el encuentro de comunión o la soledad y el vacío. Con la corriente que la arrastra hacia lo

exterior, la persona no entiende que ella misma no es el final de su búsqueda de amor. Toda persona está llamada al diálogo de amor con los

otros, con el Otro. Habitualmente no hay iniciación(*) en ese campo. Por eso no se logra entender que en la base de la persona hay algo oscuro, rebelde, que empuja a encerrarse en sí mismo y a creer que por ahí no pasa el amor.

Pero sucede que en la misma base de la persona hay, también, algo abierto, que atrae, que invita ya que puede plenificar. Jesús da a entender que se trata de 'un manantial' de vida nueva que brota hasta la vida plena

(cf. Juan 7, 37-39).

Las culturas empobrecidas son, también, culturas degradadas. La falta de iniciación(*) las mantiene en horizontes muy reducidos y en un desorden que

atrofia y asfixia. Más allá de la bondad del corazón, las estructuras son de 'muerte'. Lo cotidiano queda muy marcado, a veces incluso arrastrado, por la

desconfianza y la sospecha, por la mentira y la violencia, por las agresiones y los enfrentamientos, por una búsqueda de algo difícil o imposible de lograr.

Es lo que he vivido hoy, a media mañana. Me he acercado a la zona de Costa Canal, una 'tierra de nadie', entre Malvinas y Arenales. Había

prometido hacer una visita a Lidia y a Estela. Son dos mujeres cargadas de hijos. Viven los agobios de la crianza de sus numerosos hijos que no logran

ni entender ni atender. Además, se les escapan de las manos ni bien sus

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de una realidad histérica porque puede ofrecer siempre un 'plus': deterioro, degrado, incluso degeneración. Los tiempos culturales de hoy suelen ser tiempos encimados, desbordantes, no siempre digeridos. Por eso a unos el tiempo los plenifica mientras que a otros, el tiempo les pesa, y con frecuencia, más de la cuenta…

En el paso del 2007 al 2008 me siento llevado a abrirme y a acoger todo tiempo, todos los tiempos.

El tiempo de Rebeca, la mamá de Pablito Tello. Sigue muy afectada por la muerte violenta de Rubén. Más que otros familiares, Rebeca sospechaba y temía un final así en Rubén. Rebeca viene a verme para desahogarse. Se siente confundida. Por un lado, le ha ofrecido a Rubén todo lo que ha podido. Por otro lado, se siente muy culpable y sola ante lo sucedido. Rebeca y Rubén se han querido, pero no siempre se han comprendido en sus propios lenguajes. Muy sensibles ambos, no han podido tomarse el tiempo necesario para comprenderse en profundidad.

Invito a Rebeca a descubrir la manera nueva de estar presente el amor que se han tenido con Rubén. Rebeca está muy sola. Todo tambalea en su interior. En un momento me pide que la ayude a rezar. Reconoce que nadie la ha iniciado en la fe. La escucho. Miramos el Salmo 62/63. Lo rezamos juntos. Se va más serena…

Rebeca y Rubén han vivido tiempos de amor y de desencuentros, tiempos de espera y de desespera, tiempos de culpas interiores y de culpabilizaciones que les han caído desde afuera. Se comprende tan poco el proceso lento del amor. No se capta el movimiento que corre en lo profundo. No se sabe respetar sus tiempos.

Rubén se suicidó a sus 25 años. Lo hizo en el lugar de trabajo. Dejó un escrito que pocos entendieron. Los familiares tampoco parecen haber entendido que Rebeca y Rubén se han amado mucho pero, quizás, no han sabido manifestárselo. Ahora Rebeca parece dispuesta a redescubrir y a experimentar otra dimensión de su amor a Rubén…

El tiempo de Héctor, el ciruja alcoholizado que no tiene 'donde caerse muerto'. Cada tanto vuelve a la Comunidad pidiendo algo de comer. Casi siempre viene alcoholizado. Viene con mucha humildad. Debe sentirse muy poca cosa. Hace tiempo que en el barrio corre su fama de persona vencida. Para la Navidad se cortó el pelo porque decía, 'no me puedo presentar así, tan sucio!'. Es cierto que suele venir muy poco aseado. Pero su problema está en la soledad. Como es tiempo de Navidad, le pido que nos abracemos y que nos deseemos la paz. Parece sentirse contento. Me dice que nunca nadie le ha dado un abrazo. Hay mucha soledad en su corazón. Y mucho deterioro… Su compañía habitual es la de hombres vencidos, como él, que andan errando sin destino fijo: sin casa, sin familia, sin trabajo, sin lo mínimo para salir adelante… Al atardecer del 1º de Enero, ahí estaba Héctor, tirado en la cuneta, vencido por el alcohol.

El tiempo de Alejandro, que no termina de entenderse a sí mismo. Sin embargo, los numerosos encuentros que hemos tenido y las conversaciones cada vez más realistas, han sido para él experiencias educativas. Pero Alejandro vive en un mundo muy

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lo vivieron a otro nivel, en otra dimensión, con otras consecuencias. Ahora estas experiencias son desconocidas e incomprensibles para ellas. Por eso el dolor suele ser tan grande.

¿Qué significa para estas mujeres el Misterio de María Inmaculada? ¿Qué entienden de la persona y de la vida de María, mujer sin 'mancha', mujer 'libre de todo pecado'?. Evidentemente el tema de la 'pureza' no es el primer tema en estas culturas. En efecto, ¿qué es 'puro e incontaminado' en ambientes de desorden generalizado y de deterioro permanente y, con frecuencia, progresivo? A estas mujeres les hace mejor descubrir y experimentar que hay en ellas, en lo que son y en lo que buscan vivir, una gran capacidad de ternura, de entrega, de sufrimiento, de lucha, de espera, de paciencia, de comprensión, de búsqueda…

Los hijos son la expresión de su manera de amar la vida, de jugarse por la vida, de luchar por una vida más plena y de mayor calidad humana. Su mayor felicidad es verlos crecer sanos y libres. Esa felicidad es fruto de su apertura a la vida y de su fidelidad en la lucha diaria, unas veces porque tienen que sobrevivir; otras, porque pueden mejorar, en algo, las condiciones de vida. En estas mujeres la 'lucha y la espera', el 'ayudar a ser y a crecer'… parece ser el lugar de la 'pureza' y de la 'liberación del pecado'… Lugar humano. Lugar teológico…

(*) A lo largo de estas líneas se repite la palabra 'iniciación'. Es todo un tema que requiere mayor atención de parte de catequistas y pastores. Creo que nuestra sociedad no inicia en los valores de la vida. Por eso se dan despistes y anomalías en las conductas. Creo que nuestra Iglesia necesita acercarse mucho más a la realidad-real que viven muchos de sus 'fieles' y de sus 'comunidades'. Sin entender esa realidad-real, las palabras y los ritos que ofrecemos como 'iniciación', no logran 'tocar', es decir, iluminar y conmover, el corazón de los hombres y mujeres de fe de este tiempo.

El ti

em

po... lo

s ti

em

pos “Pero cuando se

cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo!”

(Gálatas 4,4)

Enero

de 2

008

Este tiempo de Navidad y de

cambio de año es tiempo de

maduración en mí. Es tiempo de mayor

inserción. Es tiempo de nueva

interiorización. Es tiempo del Misterio,

porque el Misterio inunda la vida,

corre con ella y la fecunda. Mi tiempo

está lleno del tiempo de los otros. De alguna manera,

mi tiempo es el tiempo de los otros.

En mi tiempo está presente la

evolución del tiempo de los otros.

Pero, más que hablar 'del tiempo

de los otros', es necesario decir 'los

tiempos de los otros' Porque en estas realidades

culturales, el tiempo se vive

siempre en plural. El tiempo es una

realidad compleja,cambiante,

acelerada. Se trata siempre

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particular y complejo, de muy poca instrucción, de poquísima o nula iniciación. Alejandro se queda 'paralizado' (petrificado) cuando le comento que no voy a vivir en Malvinas en el 2008. Alejandro busca dinero fácil y rápido. Pero Alejandro necesita, sobre todo, un ‘remanso' de serenidad para encontrarse consigo mismo, con la reali-dad de su propia vida que es rica y muy frágil, misteriosa y muy escurridiza.

En estos años Alejandro ha encontrado en mí escucha y comprensión, ayudas mate-riales, palabras de apoyo y de orientación para sus planes, siempre difusos y confusos. Porque Alejandro parece vivir en un permanente tironeo entre el misterio del bien y el misterio del mal, entre la verdad y la mentira… El tiempo de Alejandro parece estar detenido en una mezcla de inmadurez y de conciencia, de búsqueda y de huida…

El tiempo de Paola y Carlos, que los distancia, cada vez más, el uno del otro. También los distancia con respecto a mi persona. Luego de muchos tanteos, hemos decidido poner límites a las ayudas. Carlos, en especial, es insaciable. En realidad, es caprichoso y comodón. Mezcla de viveza y de inconciencia.

Paola y Carlos han caído en la trampa de la 'tarjeta naranja'. No saben cómo salir. A veces da la sensación de que no quieren salir a flote. La pequeña esperanza que despunta con los ingresos mayores de Paola, parece muy amenazada. Los dos se sienten que su frágil economía doméstica está como al borde de la ruina. Para colmo, Carlos y Paola no logran dar mayor consistencia a su amor, como si los 12 años en pareja estable no les permitiera madurar en el amor. Con frecuencia viven tiempos de largas incomunicaciones y de desencuentros. Paola sigue viviendo tiempos de sumisión y de entrega ciega a sus hijos. Los tiempos de Carlos son de fragilidad interior y de prepotencia exterior.

El tiempo de Marcelo, tironeado por la búsqueda de un tipo de soledad y de rechazo de cierta compañía. Todavía no sabe ni entender ni asumir ambas realidades. Quizás porque todavía hay mucho dolor en su corazón y muchos miedos a la hora de mirarse a sí mismo, de reconocerse y de asumirse. Cuando busca tiempos para 'estar solo', como él dice, hay en Marcelo un reclamo interior y no reconocido de encuentro, de reconocimiento y de comunión. Cuando rechaza ciertas formas de vivir en compañía, Marcelo está rechazando, en el fondo, la necesidad de abrirse, de mostrarse, de manifestarse, de entregarse. En las relaciones con los demás, Marcelo termina frecuentemente en tiempos de violencia. Por suerte, cada vez duran menos esos tiempos violentos. Es probable que los estallidos de violencia sean un grito de pedido de ayuda. Pero no parece que Marcelo lo reconozca. En el cambio de año, Marcelo ha comenzado a experimentar otra manera de relacionarse que le agrada y lo descoloca a la vez, ya que lo desafía, lo invita – lo empuja! – a relacionarse de otra manera, más libre, más madura.

Mi propio tiempo…

Termino el año reconociendo y valorando la riqueza de mi tiempo como tiempo de cercanía grande, profunda y libre con las personas. Termino el año cansado porque el

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tiempo me ha desbordado ya que me hace caer en un activismo que no parece tener fin. En parte por mi manera de ser. En parte por los reclamos de la gente. Con todo, vivo un tiempo que busca integrar todo lo que acontece en mí y en los otros. Es un tiempo que intenta sintonizar con el Misterio del Señor que está y actúa, que invita y consagra, que plenifica en el corazón mismo de lo que se vive.

Por eso me siento llevado a abrir mi tiempo presente ante el Padre para que en el 2008 El me conduzca desde y para su Proyecto de Amor. Sé que esta disponibilidad mía en sus manos tiene que ser libre y total, cariñosa y generosa. “Me dejo consagrar totalmente por Vos, Papá, por Vos mi Señor Jesús, por Vos Espíritu Plenificador, por Vos María-Madre, por Vos Juan Bautista de La Salle luz y guía en mi caminar interior”.

Sé que los tiempos vividos en Malvinas han dejado una impronta profunda. Han marcado a fuego mi manera de mirar la vida desde y para el Plan de Dios que es Padre de la Vida. Sé que en los nuevos tiempos que voy a vivir, esta manera de mirar y de sentir la realidad real me va a permitir estar más a la escucha y en espera.

Sé que “cuando se cumple el tiempo establecido, Dios revela de manera nueva la presencia y la acción salvadora de su Hijo en la humanidad”. Y la humanidad de hoy, esté donde está, necesita redescubrir y reencontrarse con 'el Hijo', en el cual puede encontrar sanación y salvación.

Sé que en mis años de anciano tengo que prestar más atención al tiempo, tengo que buscar favorecer que el tiempo – todo tiempo – “llegue a su cumplimiento”!

Los tiempos que vienen nos van a desestabilizar, sobre todo en lo que hemos creído que eran nuestras convicciones más profundas.

Nosotros somos la convicción. El conocimiento de uno mismo aceptado y asumido. El amor a uno mismo sin condicionamientos y con la libertad creativa. La educación del propio ser como camino para ser más, con los otros, ser y estar en el Misterio. En el cambio de cultura es posible seguir este 'hilo conductor' de la espiritualidad de la Encarnación.

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Zapatillas para los abuelosEnero de 2013

A los abuelos les cuesta mantener en orden su calzado. Algunos son de mucho caminar. En casa no tienen espacio. A todos les cuesta mucho conseguir calzado nuevo… Doña Nelly se fija mucho en el calzado de los Abuelos y, siempre que puede, busca alguna ayuda.

Poco antes de Navidad, la ayuda llegó a través de la Familia Gutiérrez. “¡Hermano, un grupo de la Parroquia San Bartolomé, en Los Perales, quiere comprarle zapatillas a todos los Abuelos!”… ¡Qué sorpresa linda! Además, querían traer las zapatillas para la celebración de la Navidad. Pronto fuimos pidiendo a cada Abuelo su número de calzado. No todos estaban en condiciones de decirlo. Mamá Nelly se las ingenió. Los conoce bien. Armamos la lista y la enviamos a los benefactores a través de la Familia Gutiérrez.

El Sábado 22, cuando celebramos la 'Navidad con los Abuelos', las zapatillas no llega-ron… Varios Abuelos se fueron sin protestar pero desilusionados… El Grupo de San Bartolomé entregó las zapatillas en la tarde de la Navidad. Habían entendido que esa era la tarde en que los Abuelos celebraban su fiesta… La demora no importaba mucho. Lo importante era que los 36 pares de zapatillas ya estaban en el barrio… Cada caja tenía el nombre del destinatario y el número de calzado que le correspondía. Con Doña Nelly pensamos en varias posibilidades para la distribución. Es cierto que el domingo 6 de Enero los Abuelos están invitados para la 'chocolateada del Día de Reyes'. Es un día muy apropiado para distribuir regalos… Pero entendimos que había ansiedad, en los Abuelos, por recibir las zapatillas. ¿Serán nuevas? ¿Me gustarán? ¿Comenzaré el Año 2013 con calzado nuevo? ¿Y por qué no?… Una primera distribución se hizo con el Hermano Fernando y la kangoo, siguiendo el recorrido de los sábado: Andrea, Pascuala, Juanita, Julia, Ana… Aprovechamos para entregar las zapatillas, también a varios Abuelos que viven en la misma zona: Andrés, Antonio, Hugo… Esa tarde era viernes. Las Abuelitas no esperaban al Hermano. Tardaron más en atendernos y fue muy grande su sorpresa. Desde la vereda golpeábamos las manos y gritábamos la palabra “zapatillas”. ¡Qué palabra llena de magia!... Algunos familiares no entendían la alegría de los Abuelos… La misma experiencia se repitió el Lunes 31 con las mismas manifestaciones de alegría… Pero, también, con el mismo espectáculo de calles abandonadas, casas poco cuidadas, basura en las esquinas… Es un barrio con gente buena pero el barrio está descuidado. No hay normas precisas. Tampoco hay estímulo y acompañamiento… Con razón los Abuelos vienen tan contentos al Comedor de los Sábados: en él se come, se come bien, se come a horario, se come juntos, se come en una mesa con manteles, se comparte, se escucha, se aprende… En el comedor, la vida parece ser menos dura…

La tercera entrega se hará el Domingo 6 de Enero con los que faltan.

Como las zapatillas venían en su propia caja, y además, bien envuelta en papel de regalo, no controlamos el contenido de las cajas. La Abuela Bruna recibió dos hermosas zapatillas blancas… ¡del mismo pie! ¡Qué desilusión! Pero duró poco, porque los amigos de la Comunidad San Bartolomé habían traído 4 pares más, de manera que Bruna pudo recibir su es perado par de zapatillas. Algo similar le pasó al Abuelo Hugo. Por suerte el

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La Experiencia de animación del

Comedor de los Abuelos, Jujuy

2009 - 2013

¿Se corrió la voz?... Octubre de 2011

El comedor de los abuelos se llenó como nunca y de manera imprevisible. Es cierto

que en las últimas semanas fue aumen-tando el número de participantes. Se

pasaba de 31 a 33; incluso a 35 algún sábado… En este año 2011, van pasando

por el Comedor 57 personas distintas, entre abuelos y nietitos. Algunos vienen

una vez y luego desaparecen. Otros vienen de tanto en tanto. El grupo de los 'siempre

fieles' está formado por unos 28 abuelos con sus nietos. Entre ellos están 4 de las

abuelas históricas, con una fidelidad de 20 años consecutivos!

Hoy, víspera del 'día de la Madre', el come-dor se llenó y desbordó. Vinieron bien las

colaboraciones que nos han hecho algunos amigos: sillas, platos, cubiertos… La

'familia servidora' Familia Gutiérrez, de por sí previsora y generosa, había calculado la comida para 35 personas. Una comida bien sólida y abundante, con la infaltable sopa

que los abuelos saborean con agrado y repiten siempre que se puede… Debido al festejo del 'Día de la Madre' las golosinas

eran numerosas y variadas... ¡Cuántas!... dijo Ezequiel, bisnieto de la Abuela Delfina,

una de las 'fundadoras' del Comedor…

El comedor ya estaba repleto como nunca cuando llegaron Daniel y Lautaro. Se aso-

mahambre. Venían de la orilla del Río Grande, a más de 9 cuadras de la Escuela La Salle, hacia abajo. Para ellos era lejos, muy lejos. Otro mundo. Venían de uno barrio oculto dentro del barrio. Venían con hambre. Daniel también venía con algo de alcohol adentro. Lautaro, con su inocencia y la alegría de saludar a un conocido. Porque ya nos habíamos visto varias veces, algunos jueves a la tardecita, en 'la copa de leche' de Clementina, donde se reúne la Comunidad de Base “Emanuel”.

Daniel y Lautaro se ubicaron junto a la mesa de la cocina. No son gente de quedarse sen-tados, comiendo con cubiertos, en compañía de los demás… Tomaron la sopita caliente y se fueron. Como se había anunciado la tor- ta para festejar el 'Día de la Madre', al rato volvió Daniel. No venía sólo por el pedacito de torta. Seguía teniendo hambre. Necesi- taba más comida. También ropa y calzado. ¿Vive solo? No habló ni de familia ni de pa- reja. Tampoco habló de tener hijos… La vida es un misterio en estos sectores hundi dos de un barrio, como el de Malvinas, que lucha pero al que le cuesta levantar cabeza…

Esta vez, Daniel llegó hasta la entrada del comedor pero no se animó a entrar. No venía solo. Un compañero andaba rondan-do por la placita vecina porque no se ani- maba a llegar hasta la puerta del comedor. Después que salieron los abuelos, vino corriendo para saludarme. Me reconoció de cuando nos habíamos cruzado, una tarde de sol, a principios de Agosto, cuando nos visitaron los voluntarios de Bilbao.

Hay hambre y alcohol y soledad en esos sectores de Malvinas… Hay imposibilidad de salir de esa pobreza que aplasta. ¿Será posible, algunas vez, levantar cabeza? Porque, ¿qué significa trabajo, familia, casa, vida… para esos jóvenes (¡no tienen 30 años!...) que sólo conocen lo que viven y malviven de tal manera que sus horizontes están siempre cerrados?

¿Se corrió la voz o vienen porque hay hambre?...

ron tímidamente. Tenían cara de

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mujeres que apuestan a la vida; la propia (les hace tanto bien las sesiones de Yoga con la dirección y guía de María!); la de los otros. Muchas de ellas siguen teniendo alma de educadoras. “Alma, vida y corazón”… ¡sin duda!

Con los Abuelos del Comedor de los Sábados han querido mostrar toda su riqueza y lo han hecho con mucha espontaneidad, es decir, con alegría, serenidad, confianza, buen gusto, abundancia… ¿Qué es la abundancia para personas, como los Abuelos, que viven en la permanente precariedad? La exquisita sopa tuvo su plus de calidad…

El pollo con arroz, el pan y el jugo, todo con un plus de cantidad. La torta para el postre, calidad y cantidad… Los Abuelos no lo podían creer: torta de postre y semejante pedazo!...

La calidad y la cantidad estaban en ese ir y venir servicial de “las Marías”, en ese fijarse en cada abuelito, en esa mirada cariñosa y educadora a Linda, Axel, Ezequiel, Dolores… nietitos que acompañan a sus abuelitos. Las “tres Marías”, siempre atentas, siempre discretas… Federico lo expresaba con su candor, él que viene, cada sábado, con hambre de varios días…

MUCHAS GRACIAS por su presencia de calidad: Cora, Nelly, Patricia, Susana, Melva, Cecilia, Ana, Zulema, Azucena, Patricia, Norma, Mirta, Nilda, Susana…

MUCHAS GRACIAS a las que colaboraron y no pudieron venir: Felisa, Adriana, Anabela, Mara, Claudia, Haidée, Virginia, Amalia, María Esther, Marta, Mari, Mabel…

Resulta tan lindo y agradable armar el acróstico de los abuelos con todos sus nombres!…

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Las

Tre

s M

arí

as…

El recuerdo de la Fiesta de la Pascua está

presente en la mente y en el corazón de los

Abuelos. La Comunidad de los Angeles, con

Fernanda a la cabeza como animadora, había

leído algunos relatos de la Resurrección y los

había comentado con alegría. Los Abuelos

escuchaban serenos y contentos. Conservan el

recuerdo de “las Tres Marías”.

“Muy de madrugada, las tres Marías corren hacia el

sepulcro. Van a embalsamar a un difunto.

Descubren una vida nueva, recién estrenada,

como el amanecer…”. Así se expresa el Evangelista

Marcos (16, 1-2)

En el Comedor de los Abuelos de Malvinas hay vida, vida rejuvenecida;

vida esperanzadora… Cuando tantas

experiencias similares se caen, el Comedor de los Abuelos de Malvinas se

mantiene en pie… desde hace ya 22 años!. Parece

un sueño. Parece un imposible.

El sábado pasado, 20 de Abril, un grupo de “Tres Marías” se hicieron pre-

sentes en el Comedor de los Abuelos de Malvinas.

No eran tres. Eran tres, más tres, más tres… Y había lugar para más.

Son, todas ellas,

problemita tuvo solución… ¡y todos contentos!

Los Valencia también han disfru-tado. La abuelita Delfina estuvo internada varias semanas y falleció poco antes de la Navidad. No había zapatillas para ella… Gracias a la generosidad de la Comunidad do-nante, María y Diana recibieron su par de zapatillas. También Manuel. Linda, la dulce Linda, gozó con una hermosa Barby, casi tan grande como ella, y que venía en una caja ropero con 'un montón de vestiditos para cambiar'… El corazón de Linda desbordaba de alegría. Parece que estaba esperando su muñequita Barby... Linda se va haciendo grande, habla con más soltura, ya tiene amiguitas y se la ve jugando con ellas en la placita vecina…

Este 'relato' es muy real: las zapatillas, la sorpresa, la alegría, la emoción… aunque, en su forma, parezca algo irreal. Doña Nelly está preparando, para el domingo 6, el villancico CAMINITO DE LAS NUBES: “Por un blanco caminito de las nubes ya vendrán los Reyes Magos hasta aquí, con el lento caminar de sus camellos cargaditos de regalos para ti. Y en la casa de todos los ni-ños buenos, un hermoso regalito dejarán. Esperemos con LAS ZAPA-

TILLAS NUEVAS… a Melchor, Baltasar y Gaspar!”…

En el villancico original se habla de 'zapatitos nuevos'… En un relato de tanta alegría, un poco de fantasía hace bien!… Además es un 'relato' impregnado de gratitud hacia los Amigos de la Parroquia San Barto-lomé, Capillita Sagrado Corazón y Santa Rita, de Los Perales. ¡MUCHAS GRACIAS, AMIGOS!

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Quintina no podía sacarse los miedos de encima, de adentro. Todavía no se había encontrado con la Palabra de Dios…

Desde su llegada a Azopardo le hablan de la Comunidad de Hermanos: Jorge, Juan, Roque, Agustín… Cuando logra tener unos días de descanso, Quintina se suma al grupo de vecinos que se reúne con los Hermanos para leer la Palabra de Dios. ¡Qué revelación para su corazón creyente y contemplativo!.Quintina tiene un corazón enamoradizo: “Tu Palabra es querendona, suave y dulce como miel!”, cantan en los grupos y Quintina se siente feliz, muy identificada con lo que se dice y se vive.

Los Hermanos estaban en Azopardo desde 1971. En 1979 se abrió la Escuela La Salle en el barrio “El Arenal”, hoy Malvinas. Escuela y barrio crecen juntos y la Palabra de Dios da forma y fortalece a esa unión. Poco a poco van surgiendo los 'grupos de la Palabra'. La Comunidad se instala definitivamente en Malvinas, a dos cuadras de la Escuela. Los Hermanos ocupan una de las casitas del nuevo plan de viviendas populares. Los 'grupos' van creciendo. Poco a poco toman la forma de 'comunidad'. La Palabra es el centro. La Palabra lo ilumina todo. Es una hermosa novedad para estas poblaciones de creyentes, iniciadas en los ritos y en las novenas pero 'hambrientas' de una palabra más viva y más cercana a lo que viven. “En las Comunidades la Palabra compartida nos acercaba al Dios de la Vida. Sentíamos que estábamos palpando a Dios presente en el corazón de nosotros mismos y de lo que vivíamos. Ese fue un gran cambio en nuestra manera de entender la Fe en Jesús y de vivirla. Los santitos nos iban interesando cada vez menos. Pero si descubríamos en ellos la presencia y la fuerza de la Palabra, entonces eran nuestros aliados. No para seguir con las novenas y los ritos, sino para entrar, más y mejor en la Palabra del Dios Vivo!”…Y Quintina no termina de agradecer su encuentro con la Palabra, con las Comunidades de la Palabra.

Esta opción por educar la Fe a la luz de la Palabra y por crear 'grupos de la Palabra' fue toda una conversión en el barrio. ¡Cómo se iba transformando la vida de fe y la mentalidad creyente de esa gente sencilla, sufrida y abierta al Dios de la Vida! ¡Cómo crecían en libertad interior! ¡Cómo se fortalecían entre ellos!

Las Comunidades se iban multiplicando. Los Hermanos promovían y cuidaban los tiempos de formación. Primero, una vez al mes. Luego, todas las semanas. Los Hermanos también fueron dando protagonismo a las mujeres más comprometidas, dinámicas y creativas. Entre ellas estaba Quintina.

Con su profundo sentido de la vida, ese grupo de mujeres tan abiertas a la Palabra, se fue transformando en 'semilla' de vida nueva, en 'motor' que empuja y sostiene, en 'bálsamo' que serena y cura… La vida de fe se afianzaba desde lo cotidiano y lo pequeño. La vida de fe le fue dando cada vez más importancia a la vida del barrio y a sus problemas.

Pero la devoción a los 'santitos' seguía presente en el corazón religioso de muchos. Parecía imposible revitalizar con la Palabra el culto a las novenas y a ciertas tradiciones religiosas. Además, se iban sumando nuevos elementos que jugaban en contra como: la sucesión de las crisis sociales y económicas y su impacto en estas poblaciones

Quintina Peñalva tiene 53 años. Nació en San Bernardo, a 7 horas a caballo de Ocloya. Allí se crió y se quedó hasta los 16 años. Luego vino a San Salvador, al barrio Azopardo, uno de los barrios más pobres, cercanos al río. Allí pronto comenzó a trabajar como empleada, cama adentro. Quintina es mujer trabajadora.

En San Bernardo se dejaba invadir por el silencio de la soledad, por la majestuosidad de los cerros, por la fecundidad de los valles. Todo era signo de vida para ella. Todo parecía un llamado a vivir, a darle a la vida una plenitud nunca alcanzada.Quintina es mujer de contemplación.

Desde chica, Quintina interiorizaba lo que observaba y lo que escuchaba. Todo lo vivía en una religiosidad primitiva y natural, cercana a la tierra, a la “madre tierra”, a la Pachamama que lo fecunda todo, a los Santos, los 'Santitos' que invadían todo el territorio con sus capillitas y sus altarcitos desparramados por cerros y valles…

Quintina no conocía la Palabra de Dios. Muchos de sus vecinos, en Azopardo, conservaban y repetían los ritos de fe tan ligados a la tierra y a los ciclos de la vida. Habitualmente son 'ritos de protección'. La Pachamama es generosa. El Dios de los cristianos conduce a la salvación a través del dolor y del sufrir, de la negación y del temor. La vida que tanto se quiere, la 'vida eterna', es siempre para más luego… Se la conocerá y se la disfrutará en el más allá. “Es cierto que los Santitos ayudaban”. Dice Quintina. “Uno les rezaba para tener su ayuda!. Las novenas se multiplicaban. Todo el año era una sucesión de rezos y de novenas a los Santitos. De novena a novena, la vida de la gente no se tocaba. Parecía detenida, como si se hubiera quedado”…

En el corazón de Quintina la vida es lo primero porque es todo. Es la misma vida. Son sus mismas raíces. Entonces, ¿por qué distinguir?, ¿por qué temer? La vida que nos acompaña en el crecer; nos va a ir acogiendo en el morir…

Quintina, la Evangelizadora Mayo de 2009

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La Experiencia en el barrio y en las comunidades de la

Palabra, Jujuy

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Reacción de los presentes: “¡Cómo cuesta todavía entender que la vida no es nuestra!”.

“¡No somos dueños de la vida!” “Mi vida no ha sido tan buena. Tuve otro hombre.

Entonces yo pienso que estoy lejos de Dios, por eso casi no rezo, no me acuerdo de de

Dios. Mi vida es así!”…

Quintina ayuda a los presentes a entender que Dios, por ser el Padre, respeta la manera

de nacer y de morir, sea cual sea la vida. Sí, es el Padre Misericordioso. Que nos quiere y

nos ama. Así como salimos del Padre, así también volvemos al Padre. Y Quintina pidió a

los presentes que hicieran un momento de silencio. Y cada uno, en su corazón, agradecía

a Dios por estar presente en su vida y en su historia. Algunos se expresaban en voz alta:

“Gracias, Padre, por la vida recibida!”. “Gracias, Padre, por el regalo de mi vida”. Gracias,

Padre, por llenarnos esta noche de alegría y de esperanza”. “Gracias, Padre, porque nos

respetas y nos esperas en nuestra manera de vivir”… Luego cantamos “Coplas de

Yaravhí”, que gusta mucho.

Luego se leyó la Palabra de Dios: Lucas 15,20 y Juan 16,28 y se aplicó la lectura de la

Palabra a Santos Primitivo. Quintina agregó: “Jesús hace una descripción de lo que es la

muerte de toda persona. Un día, todos vamos a morir. No sabemos cuándo. Para muchos

la muerte es una tragedia. La muerte es 'volver al Padre'. Esto nos hace pensar que

tenemos que preparar nuestros corazones para cuando llegue la hora de la muerte:

volvemos a la casa de nuestro Padre, así como Santos Primitivo partió y volvió a la casa de

su Padre. Y el Padre, seguro que lo estaba esperando con los brazos abiertos y le dio un

gran beso.

Salmo 130(129). Al rezar este Salmo sentimos la confianza en Dios Padre. Confiamos en

su Palabra. El nos libera de todo. A lo largo de nuestra vida hemos recibido y gozado de

todo; a veces hemos podido descuidarlo, abandonarlo. Gracias a la Fe, nosotros tenemos

que esperar el regreso a la Casa del Padre, así como el centinela espera la aurora…

Segunda noche: SANTOS PRIMITIVO, UNA VIDA QUE NO SE PERDIÓ. Vamos a seguir

recordando a Santos Primitivo. Como toda persona, él tuvo su vida. Toda vida es un valor.

Toda vida tiene su propia medida. Y Quintina hizo pasar adelante a tres personas: una

más alta; otra más mediana; otra más bajita. ¿Son iguales estas personas? Claro que

no!... La persona alta dijo: “Yo siempre renegué de mi persona. Soy muy flaco y largo”. La

persona bajita decía: ”Soy muy petisa y no me gusta como soy”. La persona mediana se

aceptaba tal cual era y estaba contenta… Dios Padre pone vida, su vida, en todos y cada

uno, según su medida y a los ojos del Padre, todos somos iguales, tanto el grande como el

mediano y el chico.

Vamos a pensar un momento en nuestro corazón: ¿Qué espacio le hemos dado a la vida,

a nuestra vida? La vida siempre es buena. Algunos de los presentes comenzaron a

expresarse: “¡Sí que es buena cuando encontramos que tiene un sentido!” “A mí me hace

bien que mi vida es importante para mi familia!”. Yo, a veces, no tenía fe en nadie. Luego

he visto que mi vida es útil para muchos, y no sólo para mi familia”. “Yo, que vivo sola,

trato de cuidar siempre mi vida y cada mañana me digo: ¿a quién le hará bien mi vida,

hoy?”… Quintina escucha con atención y ayuda a los presentes a reflexionar sobre su

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empobrecidas; el empuje de los cambios culturales, especialmente entre los jóvenes; la atracción de otros predicadores… Mucha gente del barrio tardaba en descubrir y experimentar la fuerza de la Palabra de Dios. A pesar de todo el camino recorrido, las Comunidades seguían siendo minoría… Esto golpeaba fuerte a Quintina. ¿Qué hacer?

En los últimos días de Marzo vino Quintina a la Comunidad. Estaba preocupada. “Hermano, me piden que anime una novena de rosarios por el finado Santos Primitivo. No puedo decir que no. Santos era familiar mío. Pero, ¿qué hacer? Yo no quiero que la gente siga con las 'novenas'. ¿Me podría ayudar para poner la Palabra de Dios en el corazón de esas noches de oración?

Comenzamos haciéndonos una serie de preguntas: ¿quiénes vienen a la novena? ¿Por qué vienen? ¿Qué experiencia religiosa viven habitualmente? ¿Cómo será su vida de fe? ¿Qué les hará mejor? ¿Cómo ofrecérselo? Recogiendo la experiencia de las 'novenas' del barrio vividas por Quintina nos pareció que el corazón religioso de estas personas está, todavía, muy marcado por aspectos negativos: la mala vida que, sin duda, ha llevado el finado; el miedo a lo que debe estar sufriendo, ahora, en el Purgatorio… Son todos sentimientos y pensamientos negativos, excepto el cariño por el finado. ¿Cómo poner un poco de esperanza en el Dios de la Vida que es, ante todo, un Padre?

Con gran convicción dijo Quintina: “No vamos a reunirnos nueve noches. Es excesivo. Tampoco vamos a rezar el rosario. La gente se queda dormida con la monotonía de los rezos. Vamos a utilizar palabras positivas, optimistas, que den esperanza. La mayoría de estas personas no ha experimentado que Dios es Padre. Quizás desde chicos les han llenado la cabeza de temor y el corazón de inseguridad y de miedo…”

Entonces decidimos poner a la persona y a la vida de Santos Primitivo en el centro de la oración de cada una de las tres noches. Nos pareció bien orar estas tres 'ideas' (más que ideas son realidades…): * La vida de Santos Primitivo y la presencia de Dios Padre en esa vida(Santos Primitivo vuelve al Padre). * La vida de Santos Primitivo no fue una vida perdida(Santos Primitivo: una vida plena). * Podemos aprender de toda vida(Con Santos Primitivo aprendemos a vivir mejor).

Estábamos contentos. Quintina daba ejemplos de cómo es la gente que habitualmente viene a las 'novenas' y decía convencida: “Les va a hacer bien esta nueva presentación. Van a descubrir la Palabra. No van a extrañar los rezos monótonos. Les va a gustar este mensaje de esperanza…”

Estas son las tres presentaciones que fue haciendo Quintina.

Primera noche: SANTOS PRIMITIVO PEÑALBA VUELVE AL PADRE. Nos hemos reunido para recor dar a nuestro hermano, Santos Primitivo, unirnos a su vida para mejorar y profundizar nuestra fe. Como Jesús, Santos Primitivo 'salió del Padre y volvió al Padre'. Jesús dijo: “Yo salí del Padre y ahora vuelvo al Padre” Entre salir y volver, está la vida. Esa vida es lo que es; es la vida que Dios nos regaló. Todos salimos del Padre y todos volvemos al Padre. Toda vida, se viva como se viva, salió del Padre Dios. El Padre respeta la manera de nacer y de vivir…

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manera nueva de orar por el finado. A las personas presentes les agradó y les hizo mucho bien. Yo me sentía animada por el Espíritu. Ni yo misma sabía cómo podía hablar como hablaba. Las palabras brotaban de mi interior. Miraba a las personas y veía que estaban todas muy contentas. Se notaba que la Palabra de Dios les estaba tocando el corazón!. Entonces me animé y les dije: “Hagan algo parecido en sus propias casas; tengan a mano la Palabra de Dios; aprendan a leerla y a orarla como la hemos leído y orado aquí, juntos!... Claro, yo me doy cuenta de algunas cosas. La gente es muy ignorante en las cosas de Dios. Es difícil leer la Biblia si no se recibe, antes, alguna indicación concreta que ayude. Para eso están las Comunidades. La verdad, Hermano, es que tenemos que dar algunos pasos nuevos y formar más gente en la Palabra!”

¡Qué grande, Quintina, mujer de fe, mujer comprometida con su gente! Y qué importante descubrir en su experien-cia caminos posibles para que la Palabra siga entrando en las culturas que nos envuelven…

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Las CEBs de Malvinas, Jujuy, siguen su ritmo. Semana a semana la Palabra las convoca y las congrega. Las forma. Este año, los relatos del Evangelio dominical (Marcos) tocan de manera muy particular lo que se vive en el barrio. La Palabra es siempre luz. Es, también, fermento.

Con todo, las dificultades siguen estando y se manifiestan en forma regular, tanto a nivel personal como a nivel grupal. Unas veces, los relatos de Marcos parecen tan cercanos a lo que vive el barrio… Otras, da la sensación de que siguen de largo y no afectan a la vida de los vecinos. ¿Será porque están en otra? ¿Será porque necesitan otro lenguaje de fe, otro encuadre para leer la propia vida? Es cierto que en numerosos sectores del barrio 'la Palabra corre veloz', pero en otros parece no poder superar, aún, algunas raíces culturales que siguen produciendo formas superficiales e individualistas de vivir. En este mes de Octubre, mes de peregrinaciones al Santuario de Río Blanco, los corazones están abiertos y anhelantes pero permanecen indecisos. ¿Por qué será?

Varias veces hemos comentado esta realidad en los espacios quincenales de formación:

+ “Chicas, somos siempre las mismas en las Comunidades”+ “Algunas ya llevamos más de 15 años!”+ “¿Qué nos estará pasando?”+ “¿No sabemos expresarnos o no logramos hacernos entender?”+ “¿No será que las generaciones jóvenes necesitan otro modelo de iniciación cristiana?”.

vida. La vida es buena, pero no siempre la experimentamos así. Por ejemplo, cuando alguien no tiene la posibilidad de trabajo. O cuando no han podido estudiar, como la gente que vino del campo. Una señora dijo que su familia estaba destruida porque algunos miembros son alcohólicos. Otra dijo que está enferma y sola y que así hay mucha gente en el barrio… A todo esto, ¿cómo hacer para poner el oído a lo que vive la gente y decirles que tenemos un Dios que es Padre Misericordioso, un Dios Amor, un Dios Papá?Luego se leyó la Palabra de Dios en Apocalipsis 14, 13.Santos Primitivo oyó la voz. Era la voz del Padre. “Felices desde ahora los muertos. Felices los que mueren en el Señor, dice el Espíritu. Que descansen de sus fatigas, de las penas de la vida y de sus equivocaciones, porque sus obras los acompañan”. Dios habrá visto en Santos Primitivo sus pequeñas obras…

Terminamos rezando el Salmo 34(33). En este Salmo nos hace descubrir la presencia de Dios en los pobres y los humildes. Es la experiencia de Dios Padre cercano a todo lo que vivimos, porque el Padre está siempre metido en nuestra vida…

Tercera noche: CON SANTOS PRIMITIVO, NOSOTROS QUEREMOS VIVIR MEJOR. Cada uno tiene su vida. A veces la entiende. A veces, no. A veces renegamos de nuestra vida. A veces la valoramos… Dios está en todos los momentos de la vida.Porque no podemos se personas sin la presencia de Dios. Vivimos mejor si reconocemos que Dios está presente en todos los momentos de nuestra vida. Y dejamos que El nos salve, que El arregle nuestra vida, la levante, la ordene, la una, la cuide… Cuando estamos bajoneados, le pedimos a Dios que nos levante, que nos dé su fuerza. Porque necesitamos tener fe en Dios que cuida nuestras vidas y la vida de nuestras familias.

Ahora nos preguntamos: ¿Qué le hizo mal a la vida de Santos Primitivo? ¿Qué le hizo bien a la vida de Santos Primitivo?... Las personas presentes se fueron expresando: “A mí me parece que Santos no cuidó su vida”. “Yo creo que estuvo mucho tiempo enfermo y no hizo el tratamiento que le aconsejaron”. “Es que no tenía plata”. “Sí, pero él renegaba mucho!” “Además vivía tensionado, nervioso”… Lo que le hizo bien es su familia. “Tuvo una linda familia”. “Sus hijos ya son mayores; todos están bien” “Todos estudiaron y tienen un buen trabajo”. “A mí me parece que se sentía satisfecho como padre”…

Luego se proclamó la Palaba de Dios: Colosenses 3, 9-15. Se pusieron, escritos en carteles, algunos ejemplos sobre el 'hombre viejo' y el 'hombre nuevo'. ¿Cuándo somos hombres nuevos?: servicio, paciencia, esperanza, comprensión, justicia, alegría… ¿Cuándo somos hombres viejos?: egoísmo, mentira, envidia, vicios, orgullo, pereza, ser esclavos… El hombre nuevo se caracteriza por su actitud comunitaria, siempre preo-cupado por los demás y vive con el corazón agradecido… Mientras que el hombre viejo es un egoísta esclavizado por sus pasiones…

Terminamos rezando juntos el Salmo 32 (31). A cada parte del Salmo contestamos: “Gracias, Señor, por tu presencia en nuestras vidas!”

A todo esto, ¿cómo se sintió Quintina mientras iba viviendo esta experiencia?. Ella misma lo ha expresado. “Viera, Hermano, lo contenta que estoy! Primero porque fue una

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Intifada en Jujuy Octubre de 2012

Algunos la veían venir. El tema del nuevo transformador que está instalando EJESA en el Barrio iba a servir de explosivo. El explosivo iba a ser, sobre todo, el poco diálogo que se está teniendo con el Barrio. En realidad es un diálogo de sordos. Parece un diálogo imposible.

Desde hacía casi una semana, unos vecinos 'acamparon' en la vereda de Avenida Sajama y Avila. Recibían muestras de apoyo del Barrio. Era, en el fondo, una señal de la protesta sorda pero profunda que se viene viviendo entre los vecinos. El miércoles 17 de Octubre el Barrio amaneció con la sorpresa de ver a la cuadrilla de EJESA reto-mando el trabajo del transformador. Un contingente grande y bien 'parapeteado' de policías, custodiaba el trabajo de la cuadrilla. EJESA ya había conseguido, sin duda, las autorizaciones necesarias para comenzar la obra del transformador. Eran autorizacio-nes sobre las que los vecinos y EJESA no habían podido ponerse de acuerdo. Es cierto que el transformador tiene que ver con la nueva terminal de colectivos cuya construc-ción está avanzada. Pero temas vitales como el transformador y la salud, el transforma dor y la educación, el transformador y el medio ambiente, no estaban tan claros. En el Barrio se ignora si las tres secretarías municipales dieron su aval. No ha habido infor- mación. ¿Podía haberla? ¿A quién pedirla? Además, el Barrio, ¿quién es? Es cierto que existe un Centro Vecinal. Ha estado ausente en este tema del transformador. Parece estar para otras cosas. Los vecinos no nos referimos a él y él, tampoco a nosotros.

Muy pronto los vecinos fuimos testigos del 'desalojo' de los que acampaban en la vereda. Luego vimos crecer el número de interesados en hacer algo. Había amagos por ambas partes: lanzamiento de piedras, lanzamiento de bombas de gases lacrimó-genos… Una verdadera INTIFADA: los jóvenes, en su mayoría descontentos, se iban armando. No eran tantos: ¿20?... ¿30?...

Sobre el mediodía comenzó una batalla campal que duró más de cuatro horas. Una verdadera guerra de guerrillas. Los jóvenes, primero desde los tejados, pasaban de casa en casa. Luego, y a medida que otros se iban sumando, fue abriendo otros frentes. La policía era lenta en sus movimientos y parecía desbordada. No había venido para esta INTIFADA. Su tarea consistía en defender el trabajo de los obreros de EJESA.

La casa de la Comunidad estaba en el ojo geográfico de la tormenta. Un grupo de policías se protegía bajo el alero. Otro, maniobraba desde la vereda de enfrente, donde está el 'mural de la memoria'. El tejado de nuestra casa parecía centro de operaciones de los jóvenes. Felizmente no hubo ni golpeados ni heridos. Sí, en la casa, lloramos a moco tendido por el efecto de los gases lacrimógenos.

La batalla campal tenía sus picos y sus bajones. Poco antes de las 17hs, se vivió

Intifada: lucha callejera entre los jóvenes palestinos de los territorios ocupados por Israel y la policía del Estado de Israel.

+ “Para muchos, la Palabra todavía es extraña…”+ “Claro. Hablamos mucho de la Palabra pero no enseñamos a descubrir la clave para leerla, para compartirla, para orarla…”+ “Sí. Nosotras tuvimos la suerte de que los Hermanos que nos enseñaran y nos acompañaran”+ “No nos animamos a hacer una nueva siembra de la Palabra”…+ “Lo que pasa es que es una tarea nada fácil!”…

Los comentarios siguen y siguen. La búsqueda va unida al dolor y a la espera. Por suerte la Palabra está ahí, en el corazón del barrio, en el corazón de esas vidas. Son vidas que alguna vez fueron iniciadas en la fe pero que en esa iniciación no parecía poder entrar la Palabra. Eran otros tiempos culturales y eclesiales. Ahora, con el impulso de las CEBs y de los Grupos Bíblicos, se percibe mejor el vacío que dejan algunas experiencias religiosas tradicionales como ciertas novenas, ciertas ceremonias demasiado marcadas por una tradición repetitiva y estática.

La Comunidad de Carmen ha pasado por momentos de crisis. Han pesado los cambios en los tiempos laborales, tanto familiares como personales. Además, la cultura en la que se vive es cultura del momento, de la no continuidad. Cuesta mantener el ritmo que requiere el crecimiento en una fe adulta, atenta a las realidades que golpean y desestabilizan a diario. En las peregrinaciones al Santuario de Río Blanco hubo expresiones que pusieron luz sobre nuestro vivir de cada día: 'Estamos tan presionados que no sabemos pensar'… 'Vivimos tan agresivos que nuestros vínculos se caen'… 'Estamos tan desparramados que no nacen nuestros proyectos'… 'Estamos tan indefensos que desconfiamos de todos'… 'Estamos tan aturdidos que no nos escuchamos a nosotros mismos'…

Este año, la Comunidad de Carmen ha comenzado a reunirse en 'la habitación de arriba'. Le ha costado mucho a la familia mejorar el piso alto de la casa. Ha tenido que esperar durante varios años. Ahora, por fin, pueden disfrutarlo. Ahí, en 'la habitación de arriba', se van reuniendo con fidelidad renovada Carmen, Norma, Sandra, Ana, Betty… Últimamente se ha sumado María Eugenia…

En estas semanas de primavera serena y templada, contemplar el barrio desde arriba trae sus riquezas. Vuelven los recuerdos. * ¿Te acordásqué numerosa era la Comunidad?... * ¿Viste que los misioneros evangélicos invadieron el barrio con sus visitas?... * Sí, ya llevan más de 10 años! * En los primeros tiempos, varios miembros de la Comunidad nos abandonaron… * Sí, se fueron con ellos... * Pero con el tiempo parece que han sentido la soledad espiritual... * También han añorado la riqueza de la experiencia de fe que nos aporta la Comunidad… * Algunos han vuelto a las celebraciones de la Capilla La Salle… * Algunos preguntan por la Comunidad… * Un día regresarán y los acogeremos…

En 'la habitación de arriba' la Comunidad de Hechos (9, 36-42) velaba a Tabita. Más allá del dolor, la Palabra de Dios iluminaba lo que habían vivido. Ahí estaban las túnicas y los abrigos fruto del trabajo de Tabita. Ahí estaban los gestos cariñosos y fraternos de la Comunidad: 'tomaban la vida en la mano'… 'se ayudan mutuamente para recuperar la esperanza'… La Comunidad de Hechos tenía conciencia de que, de la mano de la Palabra, la esperanza renacía…

En el barrio las realidades de muerte son numerosas. Condiciona muchísimo la ruptura de los vínculos… Sigue presionando la influencia de lo que aún queda de la cultura machista… Descoloca la fuerza creciente de la droga… Como en la Comunidad de Hechos, 'tomar, sin miedo, la vida en la mano'… 'ayudarse confiadamente para recuperar la esperanza'… hace que la vida vuelva con más vida. Y así la Comunidad crece reunida 'en la habitación de arriba'…

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Calculábamos que iban a venir muchos al taller, pero no en semejante cantidad. Es cierto que tanto el Padre Obispo Daniel como el Equipo Diocesano de Pastoral manifestaron su interés por este taller. Los Grupos Bíblicos están presentes en la Diócesis. El impulso dado en los últimos años por el Padre Obispo Marcelo se ha mantenido. Pero hay dispersión. Los Grupos caminan más a su aire, con mucha libertad, es cierto. Pero a veces, también, con desor-den. Esta Asamblea ha querido ser tiempo propicio para que se manifestaran, en ella, las diversas experiencias, más en la calidad que en el número.

El taller fue preparado con esmero y con cariño por las delegadas de las CEBs del Centro La Salle de Malvinas. Se quería ofrecer un espacio en el que apareciera la experien-cia que se vive desde hace 20 años y que mostrara su originalidad en la manera de vivir la fe en el barrio. De esta forma, se esperaba que el taller interesara, atrajera, motivara para vivir diversas experiencias de “Encuen tro con la Palabra”. Porque de eso se trataba: “encontrarnos, en grupo, con la Palabra de Dios y dejar que la Palabra resuene en nuestras vidas y en nuestro entorno”.

Los ocho talleres de la Asamblea Diocesana se pusieron en marcha al comienzo de la tarde. Al taller nuestro, el nº 8, se acercaron alrededor de 200 personas. Llegaban seguras, con decisión, al lugar donde se iba a realizar el taller. Lamentablemente no era un lugar tan apropiado. La proximidad con eltaller de los Jóvenes no resultaba propicia: dos ritmos, dos estilos, dos tiempos, dos expresiones bien particulares. Se tuvo que dialogar, negociar, esperar. Mientras tanto,el grupo atendía pacientemente a las indicaciones que se iban dando. La paciencia era signo de interés, de mucho interés. Las miradas manifestaban 'hambre' de acoger la propuesta y de experimentar ese 'encuentro con la Palabra' del que tanto se había hablado por la mañana en la Asamblea. Los presentes ya sabían que el Encuentro con la Palabra, realizado en

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La protesta de hoy comenzó con un puñado de jóvenes de Malvinas. Los dos últimos Asentamientos – “16 de Mayo” (2009) y “5 de Agosto” (2011), ¿están en el territorio de Malvinas? ¿Se los atiende, se los acompaña, se los promueve con proyectos concretos y a su alcance? La historia de los Asentamientos en Malvinas es muy dura. En 1993 surgió el Asentamiento 13 de Junio. Hoy es, nominalmente, el “Barrio 13 de Junio”. En los hechos cotidianos, sigue siendo “asentamiento”. Esta confusión es una señal de inoperancia seria.

¿Cómo revertir esta política vieja… que abandona su tarea 'en medio del río'?

Porque, si la política sigue siendo vieja, ¿qué se puede esperar de ella? NUEVAS AGRESIONES, SIN DUDA, Y NUEVAS INTIFADAS…!

como un repunte por parte de la policía. Para entonces los jóvenes ya eran más de 100 distribuidos en distintos frentes. Eso desorientaba a la policía. Cuando estaba por

terminar el trabajo de los obreros de EJESA, la policía comenzó una lenta retirada. Hubo, entonces, algunos amagos de agresión de parte y de otra. Felizmente no pasó de la lluvia de piedras y de los gases lacrimógenos. La Avenida Sajama era un río de piedras y cartuchos, como el Río Grande, pero sin agua. Poco a poco comenzaron a

aparecer las mujeres y los niños, las familias. Iba desapareciendo el miedo. Y, si bien la policía estaba acantonada junto a Aguas de los Andes, no se preveía peligro de

nuevos enfrentamientos. Era un ir y venir sereno, de observar y de compartir…

Sin embargo, un grupo de jóvenes cortó un cable, al parecer cable mayor, de EJESA. Nos hemos quedado sin luz. ¿Cuánto durará el corte? No lo sabemos…

(Felizmente la luz volvió poco antes de las 21hs) Después nos enteramos que ha habido algunos heridos y un número significativo de detenidos.

¿Qué hay detrás de todo esto? En un primer momento se hablaba de la presencia entre los jóvenes de 'delegados' de la CCC (Perro Santillán). En otro momento,

delegados de la CTA (Milagro Sala) se dieron una vuelta. El Barrio los rechazó. No era ni uno ni otro. Era el Barrio que se expresaba y gritaba sus broncas contenidas.

¿Por qué no hay asfalto en la mayoría de las calles? ¿Por qué no se terminó de asfaltar la Avenida Sajama? ¿Por qué la Avenida Sajama tiene una capa muy débil de

cemento cuando son tan numerosos los camiones y que llevan los áridos del Río Grande a las zonas donde están los obradores para la construcción? ¿Por qué no se termina de arreglar el tema de las cloacas? (de un lado de la Avenida, sí. Del otro,

no!) ¿Por qué muchos chicos viven permanentemente entre la basura y las aguas servidas? ¿Por qué los 'comedores' y la 'copas de leche' parecen depender de los caprichos de la política? En 2011, año electoral, todo funcionaba. En el 2012… semanas y semanas de comedores cerrados esperando 'nuevas medidas'… ¡Hay

hambre en el Barrio…! ¿Por qué hay placitas tomadas por la droga? ¿Por qué las jóvenes generaciones tienen que esperar tanto para ser escuchadas y

comprendidas… para vislumbrar una salida laboral a su alcance? 'El que espera desespera', dice la sabiduría popular. En Malvinas los chicos crecen y los jóvenes se

desesperan…

Es muy importante destacar que la jornada de hoy no es reflejo de lo que se vive en el Barrio. Malvinas nació como Barrio en 1978 con el nombre de EL ARENAL. A raíz

de la guerra en el sur, en 1983 tomó el nombre de Malvinas. Muchos hijos del Barrio dieron sus vidas por la Patria tan lejos de su Provincia. Casi desde el comienzo

fueron surgiendo los grupos solidarios. La integración de las familias y de la Escuela La Salle fue la base. Todavía dura y se perfecciona año a año. Es llamativo el sentido de solidaridad que se expresa a través de muchas experiencias, más pequeñas y más

grandes. ¿Por qué, entonces, la política para los barrios sigue siendo vieja e inoperante ya que sólo sabe correr detrás de los acontecimientos? ¿Por qué no se

tiene más en cuenta a la gente y se le da posibilidad de expresar su palabra? ¿Por qué se tarda tanto en aceptar de manera creativa una realidad cruda y difícil y que

necesita cambiar, progresar?

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Comunidad, no puede defraudar. Por eso en la espera no hubo nerviosismos. Como si se intuyera que algo muy importante se iba a vivir en grupo. Y así fue.

Se tuvo que cambiar el programa previsto. “A mal tiempo, buena cara!” repetía el Hermano Genaro. Y agregaba: “Tomemos el tiempo como nos es dado”… Los grupos se fueron formando. Habíamos calculado grupos de 8 personas. Resultaron ser grupos de 15 y más… En cada grupo una Coordinadora asumió la conducción. Todas estaban preparadas. Todas tienen años de encuentro semanal con la Palabra. La GUIA pasaba de mano en mano. Nos quedamos cortos en el cálculo. No se había previsto tanta asistencia. La espera serena se transformó en escucha y en docilidad para seguir los pasos de la GUIA. Primero, ponernos en la presencia de Dios y dejar que se expresara el corazón creyente. El silencio ayudaba a la interiorización. Luego, la lectura pausada del texto de la Palabra y su comentario. Cinco preguntas facilitaban tanto la interiorización del texto como su aplicación a la vida, la nuestra y la del barrio… Y para terminar, la oración del Salmo se iba expresando en forma libre y encarnada.

A medida que se realizaba la experiencia, las preguntas surgían en el corazón de los presentes, preguntas que se centraban en la experiencia de la Coordinadora: 'Y vos, cómo entraste en esto? ¿Te resultó difícil seguir? ¿Qué es lo que más te ayudó? ¿No encontraste dificultad en tu familia? ¿Qué piensan en el barrio de estas reuniones semanales? ¿Qué dicen en la Parroquia?'... Las preguntas expresaban, sin duda, cierta curiosidad. Manifestaban, sobre todo, el ansia de vivir experiencias de fe que van más allá de lo común, del rito, de la celebración rutinaria, de la experiencia individual. Interesaba mucho el tema del 'grupo de fe', de la 'comunidad de fe'.

Las mujeres Coordinadoras ayudaron a entender que formar Grupos de la Palabra tiene sus exigencias. No es fácil crearlos y mantenerlos. No son grupos similares a los que, organizan, habitualmente, la Parroquia o la Capilla. Es necesario tener en cuenta estos tres elementos, entre otros. Nuestra mentalidad de Fe. Habitualmente la Palabra de Dios pesa poco en nuestra vida de fe. Nuestra sensibilidad espiritual. Habitualmente preferimos otras formas de vivir la fe y de expresarla. La organización de nuestros tiempos. El Grupo de la Palabra necesita un tiempo particular, libre, sereno, prolongado, interiorizador…

El taller pudo seguir su ritmo y cada subgrupo logró crear un clima orante y un diálogo realista y sereno, esclarecedor e interiorizador. Hacia el final, comenzó a escucharse la estrofa tan conocida: “TU PALABRA ES LUZ QUE ILUMINA!”… Pasaba de grupo en grupo. Algunas Coordinadoras venían con la sorpresa de nuevas estrofas, creadas en las reuniones preparatorias al Taller: ”Si tu palabra corre en Malvinas, todo cambiará “… “Si mi hermano escucha el Mensaje, yo seré feliz” … “Comunidades de la Palabra, nueva iglesia son!”

Pero, ¿quiénes son estas mujeres Coordinadoras? Son todas vecinas de Malvinas Argentinas. Conocen el barrio y saben dónde hacerse presentes. Son reconocidas y respetadas por los vecinos. Son apreciadas también a nivel Iglesia. Llevan años recibiendo una formación renovada. Ema y Gabriela son de poco hablar. Acompañan cada vez con su presencia y sus consejos siempre oportunos... María y Luisa son ministras de la Eucaristía. No se cansan de 'patear' el barrio… Adriana, Cecilia, Clementina, Gladis, Lilian, María Eugenia, Melva, Mirta, Nelly Cabrera, Nelly Padilla, Quintina, Sara, Silvia, Sonia… tienen alma de líderes. Cada una a su estilo. Han crecido mucho en los últimos años. Es el crecimiento propio de las que son exigentes con su formación. Son dos reuniones por mes a las que, habitualmente, no faltan. Si bien las Comunidades ya tienen 20 años de vida, esta experiencia de formación sistemática ya ha cumplido 15 años. La fidelidad a la Palabra de Dios les ha dado hondura espiritual y libertad. También el trabajo en grupo. Han ido adquiriendo dignidad, aplomo, seguridad, soltura… Son

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familiares de los rincones más apartados y hundidos del barrio. Saben ver los pequeños signos de vida que se manifiestan, muchas veces, de manera muy frágil. Saben escuchar los gemidos ahogados. En estos terrenos la Palabra da siempre fruto. Ellas lo saben. Su compromiso con el barrio hace crecer su alma misionera…

Carmen, Eulalia y Gladis pertenecen al Centro Sagrado Corazón, vecino del Centro La Salle. Desde hace 4 años vienen al espacio de formación y sienten crecer en ellas el espíritu misionero. Se han integrado en la animación del taller. Ellas, también, se sienten comunidad evangelizadora…

En la evaluación quedó claro que el Grupo de la Palabra necesita adquirir, poco a poco, 'mentalidad de escucha'. Nuestra fe cristiana es fe de llamada ya que está llamada a ser fe de respuesta, una respuesta libre y cordial y así llegará a ser respuesta comunitaria.

En el comentario resultó hermoso y enriquecedor escuchar los testimonios. Algunos de los participantes recordaron la Palabra del domingo anterior (la Transfiguración). Era como si hubieran valorado en su justa medida la Palabra del Padre que, desde la nube, expresa: “Éste es mi Hijo Amado. Escúchenlo!”. Otros reconocieron, con alegría y cierta sorpresa, que los tres Evangelistas, Marcos, Mateo y Lucas, recogen la palabra del Padre: “Escuchen a mi Hijo!”… como una orden de ponernos más a la escucha del Hijo, Jesús de Nazaret, que vive entre nosotros y que lleva en su corazón la Palabra del Padre, que es Palabra eterna, Palabra encarnada, Palabra en el tiempo, Palabra de todos los tiempos…

Algunos compartieron sus experiencias en el “Grupo de la Palabra” al que pertenecen. Eran voces que expresaban lo que se vive en diversos rincones de la Diócesis, desde Yuto hasta Tilcara, desde Mariano Moreno hasta Alto Comedero… Varios de ellos afirmaban con alegría “LA PALABRA ME CAMBIÓ LA VIDA”… Sí, porque “la Palabra es viva y eficaz y llega hasta lo más hondo de nuestro ser” (cf. Hebreos 12, 4)… “La Palabra me cambió la vida!”… No es un testimonio aislado. En todos crece la convicción de que la Palabra puede cambiar nuestra vida personal, la de nuestro barrio, la de nuestros grupos, la de nuestras Comunidades Parroquiales, de nuestra Comunidad Diocesana…

Es el Diosito de los jujeños y la Virgen de Punta Corral. En vísperas del Domingo de Ramos se vive esta peregrinación que se mantiene de año en año y que atrae multitudes. Fabián y Daniel subieron al Abra de Punta Corral por Tunalito. La subida era más que escarpada. En algunos momentos, eran como paredes. Tardaron 25 horas en llegar. Llegaron sedientos, cansados… Con una alegría incontenible. Hace tres años que suben juntos. Fabián vende sándwiches. Daniel le ayuda. La subida fue con la carga, además de las dificultades propias del camino. Arriba la venta fue buena. Pero no pudieron llegar al Abra Abra de Punta Corral. Se quedaron en la Capillita. Demasiado cansados y con ganas de regresar a casa para descansar…

Son vecinos de Malvinas. Viven a la orilla del Río Grande, muy cerca del emprendimiento de los áridos, la arena, el pedregullo e incluso las piedras grandes para diversas construcciones de

“Si Dios quiere y la Virgen”

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ro Para finalizar, les entregamos estos 4 textos. El texto número 12, “Como ovejas sin pastor”, fue escrito en el año 2000 cuando Genaro era Visitador del Distrito de Argentina-Paraguay. El texto 13, “Formar pastores, hoy”, fue escrito para una finalización de curso académico en el Seminario Arquidiocesano de Córdoba, en año 2003. El texto 14, “Ser Hermanos hoy”, escrito en el año 2005, fue pedido por la Comisión Internacional pidiéndole a Genaro un testimonio, junto a muchos hermanos del Instituto, para construir el documento que lleva el mismo nombre. Y finalmente, el texto 15, escrito en el año 2008, fue escrito por Genaro, dando cuenta de su testimonio como Hno. Jubilado de la actividad escolar formal.

“Como ovejas sin pastor...”

(Mateo 9, 36) (2000)

Me toca, como Provincial, visitar las Escuelas que la Congregación Lasallana tiene en Argentina y Paraguay. Estas visitas me permiten entrar en el corazón de lo que viven las Comunidades Educa-tivas. Permiten, también, descubrir la fuerza que tiene el "ministerio de la educación cristiana" en el corazón de numerosos educadores.

En mis últimas visitas la Palabra de Dios que nos proponía la Iglesia para esos días iluminaba mi trabajo. Me agradó, de manera particular, el capí- tulo 9 de Mateo. Los leí y los compartí. Me quedé pensando en los versículos 32-38, que deseo, ahora, comentar y aplicar a lo que numerosos educadores cristianos estamos viviendo en estos tiempos de cambios.

“Apenas se fueron los ciegos, le trajeron a uno que tenía un demonio y no podía hablar. Jesús echó al demonio y el mudo empezó a hablar. La gente quedó maravillada y todos decían: 'Jamás se ha visto nada igual en Israel'. En cambio, los fariseos comentaban: 'Este echa a los demonios con la ayuda del príncipe de los demonios'”.

Jesús recorría todas las ciudades y pueblos; enseñaba en sus sinagogas, proclamaba la Buena Noticia del Reino y curaba todas las dolencias y enfermedades.

Al contemplar aquel gran gentío, Jesús sintió compasión porque estaban decaídos y desani-mados como ovejas sin pastor.

Y dijo a los discípulos: 'Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha'”.

Este final del capítulo 9 de Mateo es como una una transición entre lo que ya nos ha presentado el Evangelista y lo que nos va a presentar en el capítulo 10. A medida que va realizando numero sos milagros y curaciones, Jesús se siente llevado

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la Ciudad. En las orillas, el relleno firme tarda en llegar. La orilla sigue siendo lugar problemático. Las casitas lo sufren. Por suerte ya no hay desbordes del Río como hace unos años.

La casita de Fabián es una de tantas, construida con bloques de cemento que parecen sólidos pero que, en realidad, son bastante precarios. La casita tiene espacios suficientes pero sin cuidar. Parece, más bien, un lugar de paso… No hay tiempo para dedicar a los arreglos y a las mejoras. La casa de Fabián es algo más desordenada que las vecinas. Fabián vive prisionero de un trabajo que nunca es seguro. Por suerte su salud parece buena aunque frágil y siempre amenazada. ¿Cuándo comen en casa? ¿Qué comen?

Los vecinos se visitan. Todos viven la misma pobreza. Se consuelan. A veces se desahogan. Charlan mientras se van dando las noticias del barrio, en particular de las posibles changas El tema es sobrevivir. No logran ir más lejos. Saben que su vida es vulnerable y está amenazada.

Fabián y Daniel bajaron de Punta Corral físicamente 'destruidos'. Los fui a ver para charlar un rato. “Mire, Hermano, cómo me han quedado las piernas”. Me dice Daniel. Y Fabián agrega: “No aguantaba el dolor de los calambres. Eran más grandes que los del año pasado!”. Cuando los voy a ver están todavía bajoneados, con poco ánimo, sin fuerzas. Habían hecho un esfuerzo excesivo. Lo sabían de antemano. Pero este 'sobreesfuerzo' es bastante común en el ritmo de sus vidas. En este caso, además, está bien marcado por motivaciones especiales: se trata de la promesa a Diosito y a la Virgen.

Las vidas de Fabián y de Daniel están impregnadas de una religiosidad sencilla, serena y más profunda de lo que aparece a primera vista. Por eso los sostiene en los momentos más complicados de sus vidas. No hay imágenes religiosas en la casita. Tampoco tienen crucecitas sobre ellos mismos. Su fe es interior. Lo saben y la cuidan. La expresan pocas veces. Necesitan sentirse muy en confianza. Es una fe sostenida en el sentimiento y en el cariño. En su cultura barrial, necesitan sostener los vínculos afectivos. Es su riqueza. Es su fragilidad. Los problemas vitales pesan. Es muy difícil mantener los vínculos. No hay proyecto, no hay trabajo. Daniel tiene poco más de 30 años. ¿Ha trabajado alguna vez de manera estable? Por las noches sufren insomnios más o menos prolongados. A veces hablan de sus 'sueños malos'. Alguna vez hablan, incluso, de sus pesadillas... Daniel me pregunta dónde conseguir agua bendita. Es muy común en los barrios de Jujuy rociar a las personas con agua en las celebraciones, tener en casa una botella de agua bendita para esos momentos de inseguridad que infunden temor. Todo es frágil y sensitivo en la vida de esta gente… menos en el dolor interior y en la impotencia. Difícilmente se expresa el dolor interior a una persona, como yo, que vengo de otra cultura…. Sin embargo, no parece perder la esperanza. En los barrios la esperanza lleva el nombre de solidaridad, de compañía…

En estos barrios donde se puede apreciar el crecimiento de la ignorancia religiosa e, incluso, de cierto sincretismo, la figura de María está presente. Es la Madre. Es la referente en todo momento de crisis. Se sabe que Ella está y está como Madre. En los adultos este sentimiento es una convicción firme. María está en esas vidas golpeadas, a veces deshechas pero casi siempre en búsqueda trabajosa de un futuro mejor. A veces lo que comparten parecen jirones… pero son jirones de vida!

Ese “¡Si Dios quiere y la Virgen!”, significa ganas de vivir, de luchar, de esperar. Es una expresión de Fe en el Diosito que no abandona porque está 'en las buenas y en las malas'… Es la Virgen, María la mujer íntegra, la mujer fuerte, la mujer sufrida… como la madre!

¿Logran vivir esta experiencia las nuevas generaciones, más marcadas por el individualismo y por cierta orfandad?...

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con nuestros sentimientos, con nuestras conductas, con nuestra ubicación en una realidad permanentemente sacudida y desafía. Nuestro tiempo necesita, más que otros, vivir experiencias significativas de reconciliación. Pero los tradicionales espa-cios que la Iglesia ofrece para vivir el Sacra mento de la Reconciliación, no alcanzan para vivir la experiencia de reconciliación la cual comprende la experiencia de la compa ñía, de la iluminación, del discernimiento, de la madurez, de la libertad... La recon-ciliación pone el sentido y la orientación de la vida en su justo lugar.

la “comunión”: al vivir en una cultura que disgrega, dispersa y lleva a la superfi-cialidad, no resulta fácil iniciar y educar en una experiencia comunitaria que dé sentido y estabilidad a los vínculos que se buscan construir y vivir. Sin embargo, nuestra cultura abierta y sensitiva busca experiencias de comunión. Si no llegan a ser experiencias de calidad, se producen los desengaños, los vacíos y las soleda-des que con frecuencia constatamos, por-que vivimos más en la tensión que en el encuentro, más en el desorden que en la comunión. Aquí también, los tradicionales espacios de “comunión”, incluso el de la Celebración Litúrgica, parecen no satisfacer las esperanzas de las numerosas personas que se ven envueltas en la cultura del individualismo y del vacío de sentido.

Por eso me parece que, hoy más que en otras épocas culturales y eclesiales, noso-tros los Educadores Cristianos tenemos que cuidar y promover nuestra condición de “ser Pastores”, a imagen de Jesús. “Ser Pastores” en el corazón de la escuela, así podremos transformar nuestro empleo educativo en verdadero “Ministerio Eclesial”, como decía Juan Bautista de La Salle, mi padre espiritual y padre espiri-tual de numerosos educadores cristianos que desean transformar su empleo en un verdadero "ministerio". ¿Cómo ser Pastores, hoy, en nuestra condición de educadores cristianos?.

“SER PASTORES” en toda relación educativa (atención y acogida, escucha y servicio, promoción y acompañamiento...), en toda

tarea educativa (instruir y formar; iniciar y acompañar, educar y revelar el sentido, abrir horizontes y afianzar...), en todo espacio

educativo (el aula y el patio, la enseñanza y la vigilancia, la conducción y la administra-ción, la pastoral y la previsión...)

“SER PASTORES” en nombre de Jesús, tratando de tener sus mismos sentimientos (admiración y alegría, compasión y cuidado...), sus

mismas maneras de mirar la realidad (rea-lismo y promoción, esperanza y creativi-dad...), su misma manera de asumir la tarea

educativa (liberar, identificar, dar la palabra, ofrecer espacios para la expresión y el compromiso personales...).

“SER PASTORES” en y para una Iglesia con

entrañas de misericordia. Sí, "SER PASTORES"

tratando de darle más importancia a lo que se vive que a los principios. Para ello es necesario mirar primero la vida de las perso-nas, sus gozos y sus esperanzas, sus limita-ciones, sus miedos y sus fracasos. Para ello es necesario ser capaces de acoger a toda realidad humana, especialmente la que está herida. Vivimos tiempos culturales que hieren, que desmembran, que desorientan, que abandonan...

Además, en todas nuestras instituciones educativas vamos teniendo, más y más, adultos y jóvenes “analfabetos” espiritual-mente porque no han sido ni iniciados ni acompañados en la Fe. Vamos teniendo generaciones de cristianos que no entien-den muchas de nuestras actuales palabras de fe y experiencias de fe. Formados en otra “cultura religiosa”, no logran situarse en el cambio cultural presente. Este es otro as-pecto a tener muy en cuenta en el ejercicio de nuestro pastoreo en nombre de Jesús y como Iglesia de la misericordia.

Hay aspectos que tenemos que cuidar, más y más: la experiencia de fe, el lenguaje de fe y el acompañamiento espiritual. La Cateque

a estar más con la gente. Se da cuenta, así, de la realidad dura en la que tiene que anunciar la "Buena Noticia de la Salvación". Con sus palabras y con sus obras, Jesús expresa la capacidad que tiene de mostrar entrañas de compasión y de misericordia ante las situaciones de agobio, desaliento y decaimiento en que viven esas personas. Jesús llega a la conclusión de que esas personas están "como ovejas sin pastor". Todo el capítulo 10 va a estar dirigido a los Apóstoles, entendidos como "Pastores" de las comunidades de creyentes, atentos a la realidad exterior e interior en que viven las comunidades y tratando de desarrollar actitudes personales de buen pastoreo. De ahí las dos afirmaciones, fuertes y sin vueltas, que hace Jesús. Por un lado, ESTAS

personas están "como ovejas sin pastor". Por otro lado, "rueguen al dueño de la mies" que envíe personas que sean Pastores en y para esta realidad.

Analizando el texto desde esta perspectiva podemos señalar tres “hechos” importantes que nos hace bien reflexionar desde y para nuestro obrar como Comunidades Educativas Cristianas:

una persona que no puede expresarse porque alguien, con la fuerza del mal, se lo impide;

grupos de personas que no logran salir de la situación de agobio y de desaliento en el que viven;

Jesús que, metido entre la gente, constata que, desde ellas mismas, esas personas no pueden superar la situación de opresión en que viven porque están “como ovejas sin pastor”.

No nos resulta difícil, a nosotros, Educado-res Cristianos y Catequistas de Argentina, constatar estos mismos “hechos” en lo cotidiano de nuestra tarea educativa.

A diario nos encontramos con personas, chicos y grandes, que no saben expresarse

y que no logran decir lo que son y lo que viven.

También nos encontramos con personas que sienten el agobio y el desánimo, que sufren soledad en medio de numerosas privaciones, limitaciones y esperanzas truncadas.

Igual que en tiempos de Jesús, todas estas situaciones ponen en evidencia la ausencia de “pastores” cercanos y atentos, entre-gados y servidores, tanto en la vida de la sociedad civil como en la Iglesia.

Como en tiempos de Jesús, también noso-tros vemos crecer el aislamiento, el desaliento y el decaimiento. Esto se da no sólo en el campo económico y social. Sin embargo, vivimos en un mundo en el que se dicen muchas palabras religiosas y de fe, pero que no siempre logran orientar y sostener lo que se vive. Es cierto, también, que se nos invita a vivir experiencias de renovación en la vida cristiana, pero creo que no siempre iluminan la realidad de fe en nuestro mundo cambiante. Es cierto, también, que se viven celebraciones variadas, pero me parece que no siempre inician y educan en la vida de Fe. Quizás las Comunidades Cristianas siguen quedán-dose en el rito. Quizás se mantienen en un estilo todavía demasiado formal y superficial. A veces da la sensación de que tanto el lenguaje religioso como las experiencias de fe no tocan ni la vida de las personas, ni la presencia y el obrar de Dios que nos ofrece su salvación en las situaciones concretas en que vivimos. Jesús "tocaba", entraba en toda realidad, por eso la sanaba, le abría horizontes nuevos.

Quiero señalar dos situaciones que vivimos en el contexto cultural y religioso presente y para las cuales creo que no logramos ofrecer un buen servicio de "pastoreo":

la “reconciliación”: los cambios nos sacuden y nos envuelven de manera tan vertiginosa que nos cuesta mucho lograr reconciliarnos con nosotros mismos, con nuestros criterios,

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“Formar pastores, hoy”

Seminario Arquidiocesano, Córdoba - Diciembre 2003

Se me ha confiado la tarea de hacer una reflexión conclusiva en el seno de esta Comunidad Educativa que concluye el Curso Escolar 2003. Por un lado, me siento honrado y halagado; por otro lado siento en mí cierto temor y temblor. Soy, sin duda, el último incorporado al cuerpo de Profesores. Y si bien el tema de la Formación no me es desconocido, no me resulta familiar el ámbito de la formación de los Sacerdotes.

Quiero presentar estas reflexiones desde mi condición de Educador Cristiano y de Religioso Laical, es decir como cristiano comprometido en el “Seguimiento de Jesús” y en la “Inicia- ción, Educación y Acompañamiento en la Fe” de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Me parece importante señalar dos aspectos de mi experiencia de fe y de Iglesia:

Por un lado, pasando, progresivamente, del centro a la periferia, tanto de las Instituciones (Congregación, Iglesia...) como de la manera de vivir la Fe, el Carisma y la Misión. Este paso se ha dado tanto en lo geográfico (de Escuelas en el centro de la Ciudad a Escuelas en barrios marginales), como en lo cultural (de un modelo cultural adquirido a un modelo de cultura adveniente) y en lo religioso (de una fe más de cristiandad a una fe de diáspora y cada vez más marcada por una ignorancia religiosa preocupante y por una indiferencia creciente).

Por otro lado, desde hace un buen tiempo vengo constando que estamos viviendo tiempos de “corrimiento cultural” y no sólo por el cambio de lo que tradicionalmente hemos entendido por cultura. Hoy asistimos a un “corrimiento” del paradigma mismo de la cultura. Ante esta realidad, siento que nosotros, como Sociedad y como Iglesia, necesitamos vivir tiempos de “corrimiento espiritual” y de “corrimiento pastoral”. Tenemos que aceptar estos dos “corri mientos” de manera clarividente, libre y creativa, porque necesitamos arraigar nuestra vida de Fe y de Misión en el Misterio de Dios y en el Misterio de las Personas a las que somos enviados. Toda proporción guardada, hoy nos toca vivir lo que le sucedió a Jesús: como Judío creyente, Jesús tuvo que “correrse” de la experiencia tradicional del Dios Yavé a la experiencia nueva del Dios Abbá.

Entenderán que todo esto afecta fuertemente a la Formación de los Ministros y de los Pastores, en especial si pensamos en las nuevas generaciones.

Quiero reflexionar, también, con una mirada prospectiva. FORMAR PASTORES, HOY, significa poder disponer de mucha sabiduría para discernir el paso del Espíritu en este momento histórico que es el nuestro; poder disponer de mucha humildad para dejar que el Espíritu se manifieste y actúe con la libertad que lo caracteriza; poder disponer de mucho sentido y práctica de la comunidad porque, si bien es cierto que el Espíritu actúa y se manifiesta como quiere y cuando quiere (cf. Juan 3, 8), es en el corazón de la Iglesia Comunidad donde el Espíritu se manifiesta de manera más plena y donde se puede discernir mejor su presencia y su acción.

Quiero presentar estas reflexiones en forma de tríptico. Cada parte puede reflexionarse

sis de las próximas décadas tiene que estar muy atenta para poder cuidar estos tres aspectos. Venimos de tiempos en los que "la doctrina" constituía la base de la Catequesis. No estaba del todo mal, ya que el contexto cultural y religioso en el que se vivía estaba marcado por la experiencia comunitaria de fe. Hoy "la Palabra de Dios no puede caer de la altura ni en forma abstracta, sobre individuos anónimos, sino que de continuo tiene que venir a completar, ilustrar, profundizar lo que ha sido ya objeto de experiencia humana" (Declaración 40). Y el texto (¡escrito en 1967!) continúa: "Los jóvenes no encuentran al Dios que los llama por su nombre ni en los libros ni en las palabras, sino más bien en su Catequista". Unos años después (1975) Pablo VI decía: "El hombre de hoy escucha mejor a los testigos que a los maestros" (E.N.).

Y nosotros somos educadores en la fe de generaciones en permanente mutación y transformación. No es de extrañar que vivamos en sociedades estalladas. Se acerca el tiempo en el que también vamos a vivir en una Iglesia estallada. La dureza de algunas posturas disciplinarias y doctrinales parecen tener más en cuenta la salvaguardia de la institución que la vida concreta de la persona. Igual que Jesús, la Iglesia, es decir nosotros los educadores cristianos, está llamada a actuar de tal manera que también ESTOS, los marginados, los heridos, los no iniciados, los huérfanos espirituales... "tengan vida y la tengan en abundancia" (Juan 10, 10).

De ahí la necesidad, para nosotros, de "estar atentos" a lo que vive la gente, de hacernos solidarios del corazón creyente de las personas, de ser educadores de ESE corazón creyente para que llegue a ser “corazón de discípulo”.

Esta tarea es nueva y exigente. Nuestras Comunidades Educativas tienen que tenerlo muy en cuenta y tienen que asumirlo con decisión. Pero es importante hacerlo con libertad interior y sin temor, aceptando que están cambiando las sensibilidades espirituales. Por eso nosotros tenemos que renovar nuestras perspectivas pastorales y nuestras experiencias espirituales. Así nos asemejaremos a Jesús, el Maestro, quien siguió con tanto ahínco el camino de la "encarnación". "La vida de Jesús es ir de despojo en despojo: cuanto más va sintiendo que procede del Padre, más se va sintiendo Hermano de todos!" (Javier Melloni)

foto Genaro varias en diferentes épocas

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mayo pasado. Con mucho realismo, nuestros Padres Obispos nos ayudan a entender en qué mundo estamos llamados a vivir la Fe y, en el caso más particular nuestro, en medio de que cultura y para que tipo de rebaño estamos llamados a ser Pastores en nombre de Jesús. Nuestros Obispos nos dicen que si logramos “orientar nuestra mirada de pastores a los nuevos desafíos”, avanzaremos en una “nueva etapa en la evangelización” (2). Esto es importante ya que vivimos en tiempos cambiados y cambiantes.

Son varios los desafíos que se nos presentan. El primero es el de los cambios culturales que provocan una ruptura con el Evangelio (24-28). Este dato ya lo anunciaba Pablo VI en 1975 (E.N. 20). El segundo es el de la confusión y el de cierto abandono en la búsqueda de Dios: los rebaños que atendemos viven una mezcla de situaciones que pasan por el “secularismo” y la “indiferencia religiosa”, por el “hambre de Dios” y la “ignorancia religiosa”, en el fondo por cierta “superficialidad” en la manera de encarar la vida de fe (29-33). El tercero nos afecta mucho más en estos últimos años, como hombres de fe y como miembros de la Iglesia en Argentina: los Obispos hablan de “la situación de pobreza de millones de argentinos; y la destructiva gravedad de los pecados sociales en nuestra patria” (34-39).

¿Cómo ser Pastores según el corazón de Dios Padre sin tener en cuenta esta realidad que nos descoloca muchas veces, nos sacude y nos desafía siempre?. Me parece importante señalar tres aspectos:

Primero, “fijar la mirada en Jesús”. Más allá de nuestra capacidad para reconocer la realidad en que vivimos, creo que el Pastor de estos tiempos tiene que poder vivir la actitud que nos señala la Carta a los Hebreos: “Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y consumador de nuestra Fe”(Hebreos 12, 2). En nuestra tarea pastoral no podemos perder de vista a Jesús, sus opciones, su estilo, su arraigo en el Padre, su encarnación en el corazón de todo lo humano. Nuestro tiempo nos va a exigir una relación personal profunda con Jesús. Tenemos que hacer nuestras las palabras de los Evangelistas: “Este es mi Hijo muy querido; escúchenlo”. (Marcos 9, 7). Es decir, nos referimos a Jesús en todo lo que nos toca vivir, tomamos a Jesús como centro de nuestra vida y de nuestro actuar.

Segundo, “revelar el Misterio”. Sabemos que la cultura de los últimos siglos se ha ido centrando más y más en ella misma y se ha ido volviendo, más y más autosuficiente y programada. A veces se queda en lo superficial y es evasiva. Parece haber perdido el sentido del Misterio, la dimensión trascendente y la medida realmente humana de la vida. Pero en el corazón de esta cultura ”light” podemos escuchar un cierto clamor por la búsqueda de sentido. Sigue valiendo, para nosotros, lo que anunciaba el Vaticano II: “Se puede pensar con toda razón que el porvenir de la humanidad está en manos de quienes sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para esperar” (G. S. 31).

Tercero, “construir una nueva iniciación en la vida de fe eclesial”. Los nuevos encuadres culturales no favorecen nuestra práctica tradicional de iniciar en la Fe. Tenemos que construir nuevas experiencias de iniciación. Necesitamos definir las nuevas “claves” de la iniciación cristiana. Esto nos lleva a repensar algunos elementos centrales en el ejercicio del pastoreo como: el lenguaje de fe, el proceso de iniciación en la fe, el modelo de comunidad cristiana de referencia y de pertenencia, la formación continuada y progresiva en la fe, los modos de acompañar espiritual y pastoralmente a los bautizados en su opción de fe.

Entendemos que ésta es una tarea necesaria, urgente y compleja a la vez.

desde ella misma, pero es mejor hacerlo de manera unificada ya que cada parte necesita de las otras.

El pastoreo en el corazón de Dios Padre

Son numerosas las referencias de la Biblia a la persona y a la acción del pastor. Esta metáfora del pastor que conduce su rebaño, está profundamente arraigada en la experiencia del Pueblo de Israel, pueblo de nómadas, que vive en una civilización de pastores. De ahí que el Pastor en la Biblia será fácilmente identificado como alguien fuerte, previsor, cariñoso, conocedor de sus ovejas y capaz de defender a su rebaño. Su autoridad no se discute porque está fundada en el conocimiento, en la entrega y en el amor. El Pastor es jefe y compañero a la vez.

Sabe que su acción de pastoreo no es nada fácil: hay realidades complicadas en la geografía, en la cultura y en la política. Expresiones como: “quebradas oscuras”, (Salmo 23, 4); “rebaño errante, afligido por falta de pastor”, (Zacarías 10, 2); “pastor que se apacienta a sí mismo”, (Ezequiel 34,2), ponen de manifiesto lo delicado del pastoreo y cómo está permanentemente amenazado y en peligro de ser malinterpretado y manipulado.

El mismo Jesús, que se identifica con “el buen pastor que da su vida por las ovejas” Juan 10,11), sabe que, en cualquier momento puede aparecer “el jornalero que no es ni verdadero pastor ni propietario de las ovejas” (Juan 10, 12).

De manera que “ser Pastores según el corazón de Dios”, ser capaces de “pastorear con inteligencia y sabiduría” (Jeremías 3, 15), requiere establecer una relación amorosa con el Padre y entrar en su designio y en su estilo de pastoreo. El mismo capítulo 10 de Juan pone en boca de Jesús estas palabras: “Lo mismo que mi Padre me conoce a mí, yo lo conozco a Él y doy mi vida por las ovejas. El Padre me ama porque yo doy mi vida para recuperarla de nuevo” (Juan 10, 16-17).

La Iglesia Primitiva lo comprendió bien al poner en boca de Pablo estas palabras dirigidas a los responsables de la Iglesia de Éfeso: “El Espíritu Santo los ha constituido pastores de la Iglesia de Dios, que El adquirió con la sangre de su propio Hijo” (Hechos 20, 28). Y el autor de la Primera Carta de Pedro habla de Jesús “el Pastor supremo” (1º Pedro 5, 4) con quien debemos identificarnos.

Hoy, en este tiempo de cambios culturales inéditos, querer “ser pastor” a imagen de Jesús significa, también, querer “ser oveja”, conocer al rebaño, entender lo que vive desde su propia realidad. En el fondo, entrar en el sentido y en la dinámica de la Encarnación.

El pastoreo en los tiempos en que vivimos

¿Cómo vivir en el tiempo presente este proyecto de Dios?. Nuestros propios Pastores, los Obispos, nos ofrecen elementos importantes en el texto “Navega Mar Adentro” del 31 de

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Hay una seriedad en la formación de adultos en la Fe exigida por una vida humana de mayor calidad o, al menos, de mayor exigencia.

Quiero recordar dos palabras que iluminan la reflexión y la praxis pastoral de la Iglesia Primitiva. Como en aquel tiempo de mutaciones y de cambios profundos, hoy también el Pastor de las próximas décadas tiene que trabajar en la formación de “bautizados adultos” que sean capaces de “permanecer de pie”... para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir (Lucas 21, 36) y de “dar razón de la Esperanza que los habita”... ante cualquiera que se lo pida (1º Pedro 3, 15)

c. Que los Pastores de hoy experimenten la fuerza de la Palabra de Dios y promuevan una pastoral de la Palabra

Sabemos que para el Vaticano II uno de los centros del actuar pastoral de la Iglesia es la Palabra de Dios (cf. En particular Dei Verbum 24 y 25). La Palabra de Dios en el corazón de las estructuras pastorales; en el corazón de la iniciación en la Fe; en el corazón del acompañamiento pastoral y espiritual; en el corazón de todo proceso formativo. Esto tiene gran importancia para la tarea formativa de los nuevos Pastores. Todo, en su formación, tiene que estar impregnado por la Palabra de Dios y referido a la Palabra de Dios. El futuro Pastor tiene que “familiarizarse” con la Palabra de Dios. Sólo así llegará a ser, él mismo, “familiar de su Maestro y Señor”. (cf. Lucas 8, 21). La Palabra de Dios lo va a “educar” desde su propio interior (cf. Hebreos 4, 12) y lo va a “edificar” para ser él mismo, un adulto dedicado a la construcción de una Iglesia de Adultos en la Fe (cf. Hechos 20, 32).

d. Que los Pastores de hoy congreguen a los bautizados en comunidades adultas de referencia y de pertenencia

Creo que el tema de la Comunidad va a ser uno de los temas principales y urgentes en la toma de decisión de la Iglesia en los próximos tiempos. Podemos alegrarnos al sentirnos protagonistas de los pasos que nuestra Iglesia particular de Córdoba ya está dando: consultas al Pueblo de Dios; espacios de reflexión y de intercambio; experiencias de formación con una mentalidad más comunitaria.

Es motivo de alegría constatar cómo nuestra Iglesia de Córdoba va creando conciencia de querer caminar en la línea de ser “Comunidad de Comunidades”. Los futuros Pastores tendrán que ser elementos activos en el afianzamiento de estas líneas teológicas, pastorales y espirituales. De ahí que, en el itinerario de formación, lo comunitario tenga que ser promovido y sostenido.

Porque de eso se trata: en tiempos de individualismo exacerbado, la educación y el creci-miento en la fe va a necesitar un “ámbito” comunitario exigente y bien definido y cuidado.

Conclusión:Con la reflexión que acabo de presentarles he querido invitarlos a renovar y a reforzar nuestra esperanza común, como Iglesia de Córdoba, en la capacidad de las nuevas vocaciones al sacerdocio de entender y de asumir su condición de Pastores según el Corazón del Padre para los tiempos presentes.

Las opciones prioritarias en la formación de pastores

Teniendo como trasfondo lo que acabamos de expresar nos podemos preguntar: ¿qué opciones prioritarias encarar en el proceso de formación de los nuevos Pastores?. Quiero referirme, primero, a dos textos de la Biblia que son, ciertamente, emblemáticos y motivadores para situar y comprender el tema del pastoreo hoy.

El primero lo encontramos al final del libro de los Jueces 21, 25: “En aquel tiempo no había rey en Israel y cada uno hacía lo que quería”.

El segundo lo encontramos casi al comienzo del primer libro de Samuel 3, 1: “En aquel tiempo la Palabra del Señor era rara y no eran frecuentes las visiones”.

Ambos textos nos ubican en el tiempo. Ubicar el proceso de la formación en el tiempo (cultural y eclesial) en fundamental. ¿Qué sucedía “en aquel tiempo”?. Por un lado, “no había rey en Israel”. Por otro lado, “la Palabra del Señor era rara y no eran frecuentes las visiones”. Es decir,“en aquel tiempo” faltaban dos elementos claves en la concepción y en el ejercicio del pastoreo: no hay Pastor y si lo hay (como en el caso de Elí), no hay ni conciencia ni práctica de Misterio.

A la luz de estos textos, y recogiendo mi propia experiencia de fe y de Iglesia, me animo a señalar estas cuatro pistas para la formación de los Pastores, hoy:

a. Que los Pastores de hoy comprendan, valoren y asuman la realidad de lo que se viveSe trata de formar Pastores que participan, ellos mismos, de ciertas características culturales bien concretas de las nuevas generaciones y que no siempre se corresponden con los rasgos tradicionales de los candidatos al sacerdocio. Por ejemplo:

¿Cómo descubrir, valorar y promover la raíz de los valores permanentes... cuando se vive en una relativización y en una transitoriedad envolventes?

¿Cómo lograr la unificación de la persona, de la comunidad de fe, de la vida misma... cuando se vive en una dispersión y en una fragmentación permanentes?

¿Cómo discernir en el realismo de los cambios que nos sorprenden y nos sacuden aquello que constituye 'un brote de vida nueva' ... y aquello que es un descarte, un desecho, algo sin valor?

¿Cómo ayudar a revelar el sentido pleno y la densidad de lo que se vive... cuando la cultura y la organización oficial de la existencia se centran, muchas veces, en la superficialidad y en la banalización?

b. Que los Pastores de hoy se comprometan en la formación de “bautizados adultos en la fe”. La respuesta a los interrogantes anteriores pasa por la formación de “personas adultas”, en la Fe y en la calidad de su relación y de su compromiso. Esto nos lleva a plantearnos nuevas interrogantes:

¿Qué significa ser adulto en la Fe en una cultura que tiene mayor conciencia de sí misma, de su autonomía, de su mayoría de edad?

¿Qué significa ser adultos en la Fe cuando el crecimiento de la Iglesia y de la Sociedad exige compromisos responsables e integrados en proyectos sustentables?

¿Qué significa ser adulto en la Fe cuando la sociedad tiene mayor sentido de la organización y mayores posibilidades de hacerla eficaz para los fines que se propone?.

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marcaba un ‘itinerario espiritual' muy arraigado en el Evangelio. Además, muy pronto tuve la suerte de beber en el manantial de aguas profundas que era el Vaticano II antes de la fecha. En mis estudios en el Instituto Catequístico de París, la mayoría de los Profesores ya estaban preparando, como 'expertos', el Concilio y nos transmitían sus orientaciones y sus búsquedas.

También he tenido la gracia de trabajar, desde muy pronto, en la formación de formadores, Hermanos y Seglares. La larga experiencia en la dirección del IPA de Buenos Aires y del CIL de Roma me hizo mucho bien. Este trabajo de formación cristiana y lasallana lo he podido vivir tanto en mi Distrito como en la Región Latinoamericana y a nivel del Instituto entero. En todos estos trabajos fui experimentando la riqueza de la vocación del Hermano, una vocación multifacética y con gran capacidad de encarnarse en los diversos 'campos culturales' y en los diversos 'aires culturales' que iban apareciendo. Todo esto me ha animado y sostenido como Hermano y me ha mostrado que la riqueza del Hermano radica en su capacidad de “ser Hermano en el tiempo”. Esta experiencia me ha llevado a identificarme con Jesús, 'Señor del tiempo', 'Señor de todos los tiempos'. He experimentado cómo el Instituto entero ha ido pasando por 'tiempos culturales' muy diversos. Y que esa es una de sus riquezas.

Siento, también, que el Señor me preparó desde muy joven para ello. Ahora, entrando en mi vejez, reconozco en mí una gran capacidad para asumir, con actitud abierta y acogedora, admirativa y valorativa, la novedad que nos trae todo tiempo y más en particular los tiempos mutantes en que estamos llamados a vivir. La verdad es que no le tengo miedo al “tiempo kronos”, por más que muchas veces me desborde y que no siempre lo comprenda. Estoy convencido de que el “tiempo kairós”, es decir la presencia y la acción de la Pascua del Señor, lo inunda todo y le da sentido y plenitud a todo.

En este itinerario de formación, se han ido afianzando algunas convicciones importantes: * la centralidad del Misterio de la Encarnación, * la fuerza de la Palabra de Dios, * la presencia salvadora del Señor en todas las personas que encuentro, * la riqueza del misterio de cada persona, * la importancia del empleo educativo como 'ministerio evangelizador'...

El Señor me regaló la gracia de vivir la experiencia de la 'dirección espiritual' desde hace más de 35 años y de manera ininterrumpida. Es algo que me enriquece y me cuestiona a la vez. En mis años de trabajo en la Formación de Hermanos, tanto en el CIL como en los CEL, me llamó mucho la atención la orfandad espiritual en que vivían numerosos Hermanos. Me parece que, como Congregación, no hemos sabido entender este hecho y reconozco que se trata de una falla seria. Por diversos motivos, seguimos siendo individualistas y no sabemos compartir nuestra experiencia de fe. También siento que la apertura a los Seglares nos va a ir abriendo caminos para un compartir la vida de fe con mayor naturalidad, sencillez y realismo.

Ahora, en esta etapa de mi vida y con la riqueza de un itinerario denso y fructífero, toda mi experiencia cobra mayor sentido. Me impresiona la relación más espiritual que voy teniendo con numerosos Exalumnos. También me impresiona la calidad de demandas que mucha gente me hace desde mi condición de hombre abierto al tiempo cultural presente, un hombre, Hermano, que es capaz de comprender y de acoger los problemas que se viven ahora y que es capaz de ofrecer un espacio de encuentro con el Dios de la Vida, que es el Padre de Jesús.

Mi itinerario de Hermano

Soy el Hermano Genaro Sáenz de Ugarte. En Diciembre próximo cumpliré, Dios mediante, mis 72 años. Estoy contento con todo lo vivido a lo largo de mi vida de Hermano. Estoy contento por la manera como son mis años de Hermano ahora, en mi tercera edad. A veces repito en mi corazón las palabras que pronunció el Santo Fundador poco antes de morir: “Adoro en todo la manera como Dios me ha conducido” y digo, “Adoro en todo, Señor, la manera como me vas conduciendo!”. Me hace mucho bien identificarme con esos sentimientos de La Salle.

Reconozco que he sido y sigo siendo afortunado como Hermano. Muy afortunado, incluso. No solamente me he sentido reconocido y apreciado como Hermano, sino que muchas veces me he sentido demandado y exigido, dentro y fuera de la Congregación. Siento que no hay 'heridas' del pasado que perduran en mí. No me siento para nada 'fracasado'. Es cierto que el Señor me fue sacando de diversos 'atolladeros' y que me puso, cada vez, en caminos más abiertos, más amplios, donde era posible renovar la esperanza. Una característica de mi vida de Hermano es haber tenido siempre horizontes abiertos y, en gran medida, también desafiantes.

Todo comenzó con mi familia. En ella me iniciaron en una fe sencilla y robusta a la vez, centrada en el Misterio del Señor y de María. Fui sintiendo que la vida de fe impregnaba lo cotidiano. Desde los 12 años quise ser educador. Sin tener mucha relación con los Hermanos, entré en el Aspirantado de Irún sin haber cumplido aún los 13 años. Me fui identificando muy pronto y sin dificultad con el 'estilo lasallano'. Poco a poco lo fui asumiendo como propio. Creo que logro encarnar en mí el 'camino lasallano'. Quizás porque casi desde el comienzo he podido vivir experiencias muy importantes y continuadas de formación, tanto en lo profesional como en lo espiritual. Desde mis 15 años el Señor me fue llevando por caminos internacionales y de entrecruce de culturas. De hecho, varias veces cambié de cultura. Al no tener raíces suficientes ni en la cultura vasca ni en la española, me identifiqué con la cultura argentina desde mi llegada al país en 1953. Eché raíces firmes en el Distrito de Argentina y eso fortaleció y sostuvo mi vocación de Hermano. El Distrito me dio la pertenencia y el reconocimiento que yo necesitaba. En esos caminos estuvo muy presente el Fundador. Se trató de un Fundador con rostro renovado. Recuerdo que viví con entusiasmo la celebración del tricentenario del nacimiento de La Salle (1951). El Instituto vivía sus primeros intentos con carácter científico para encontrar a un Fundador redescubierto, encarnado, padre y maestro en el campo educativo y sobre todo en el campo de la vida espiritual. En el Noviciado de Bordighera no se leía ni 'el Rodríguez' ni el 'Culto de la Regla y de los Votos'.Todo estaba centrado en el Misterio del Señor Jesús. Recuerdo que en 1952 vivimos en el Noviciado los primeros intentos de la reforma litúrgica de la Celebración Pascual. También se nos ofrecían los resultados de la investigación lasallana del momento (revistas 'Sussidi', 'Catéchistes', 'Orientación Lasaliana', 'OurApostolate'…). En esos escritos Juan Bautista de La Salle mostraba un rostro claro como verdadero 'discípulo' de Jesús y

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y creciente. Me siento muy cómodo en este proceso de encarnación en el Barrio. La relación con las familias quiere ser, a un tiempo, relación cercana, fraterna, atenta, educativa y evangelizadora.

Desde el comienzo la Comunidad de Hermanos ha buscado promover los liderazgos naturales en el Barrio. Buscamos, incluso, las formas de promoción de un liderazgo de mayor calidad humana y espiritual. El trabajo es denso e intenso. Las jornadas son muy fecundas. El Señor me regala salud física y mental. Me regala, sobre todo, una actitud espiritual serena y sencilla que me permite estar cerca de la vida de las personas. No me resulta difícil 'tocar el corazón’ de esta gente, como decía y vivía La Salle en su tiempo. Todos estos contactos me enriquecen y siento que yo también enriquezco a muchos. Como en el Barrio no hay ni Parroquia ni presencia sacerdotal estable, muchos adultos me toman como 'referente espiritual'. Todos me conocen. Todos me aprecian y me quieren. Muchos me abren sus corazones y sus historias. Con mucha frecuencia me toca hacer de 'recomponedor' de historias, de 'zurcidor' de situaciones dolorosas en las que persisten las heridas y los dramas, personales o familiares.

Gracias a esta experiencia educativa de encarnación, me voy centrando más y más en el Misterio y en la Experiencia de Jesús: * su arraigo en el Padre “que no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños” (Mateo 18,14); * su estilo de vida cercano y servicial; * sus opciones por los que viven más solos y abandonados.

Esta experiencia me lleva a orar más y a orar distinto. Participamos, en Comunidad, de este estilo de oración. Los Postulantes se dejan impresionar por la acción del Señor en el corazón de esas personas. Constatamos cómo conviven en estas situaciones “la bondad del corazón” junto con “lo malvado de las estructuras” socioculturales. Descubrimos que el Padre habita en los corazones y los 'trabaja', suaviter et fortiter, según el caso. También descubrimos que el Padre nos envía a nosotros para fortalecer los corazones abatidos y para tratar de corregir la maldad de las estructuras de pecado que envuelven y condicionan a este tipo de sociedades abandonadas a ellas mismas.

Otro elemento importante en mi vida, y que ha sido como un 'hilo conductor', es el tema de “la asociación”. He tenido la gracia de vivir, progresiva e ininterrumpidamente, el largo camino del Instituto en el compartir el Carisma y la Misión entre Hermanos y Seglares. También en el largo proceso de la asociación de Lasallanos no Hermanos tanto en el Carisma como en algunas Estructuras de las Comunidades Educativas e, incluso, del Distrito. Entiendo que, gracias a mi formación teológica y espiritual, el Señor me ha abierto caminos, me ha quitado miedos, me ha dado una claridad firme y me ha dado una gran fortaleza para recorrer ese camino de asociación. He tenido la suerte de ir recorriendo y superando diversas etapas de este itinerario como: 'Familia Lasallana', 'Misión Compartida', 'Asociación'.

He sentido y experimentado, también, que no todos los Distritos han entendido de la misma manera este proceso de la 'asociación'. He entendido, sobre todo, que no todos los Distritos pueden vivirlo. Por un lado, no terminan de creer en los Seglares. Por otro lado, no parece que esos Distritos lleguen a descubrir y a vivir la espiritualidad del Fundador de manera suficientemente abierta y disponible, arraigada y encarnada. Tampoco han tenido el coraje, o los medios, para transformar las estructuras distritales para hacer posible que

Ahora las dificultades que tengo suelen pasar por 'lo comunitario', es decir, por la Comunidad de Hermanos y por la Comunidad Distrito. Sé que el Espíritu va suscitando nuevas 'vocaciones lasallanas' que necesitan sus ritmos, sus espacios, sus estilos… y que yo tengo que acogerlas con libertad interior, dejando que el Espíritu las eduque y las conduzca. Entiendo que a mí, como Hermano mayor, me toca agradecer y respetar. También me toca ofrecerles un testimonio coherente y lo más arraigado posible en el Misterio del Señor y en la experiencia espiritual del Fundador.

Valores centrales de mi Comunidad de Hermanos

Desde hace 5 años estoy viviendo en “comunidades de inserción”. Se me da la posibilidad de vivir esta experiencia cuando el Distrito está viviendo un “tiempo nuevo” en su manera de entenderse y de organizarse. Luego de un período largo (1982 – 1993) en el que viví diversas experiencias de gobierno, tanto a nivel del Distrito como del Instituto, me tocó ser nuevamente Provincial cuando el Distrito estaba llegando a la maduración de una serie de procesos iniciados unos 25 años antes en campos como:

* la formación de los Seglares; * la reubicación del 'Ser Hermano' en un país que venía empobreciéndose de manera progresiva y acelerada; * la opción por una eclesiología de comunión cuando la Iglesia oficial daba signos de querer clericalizarse más y más; * la opción efectiva por los pobres, primero los que habitaban zonas marginales del país, luego los que invadían los suburbios de las capitales provinciales; * la opción por una vida de comunidad sencilla, fraterna y espiritual, que intentaba vivir la espiritualidad de la encarnación; * la opción por un estilo de vida espiritual centrada en la Palabra y en el discernimiento comunitario desde la fe.

Viví el año 2001 en la periferia de la ciudad de Jujuy donde el Distrito ya venía trabajando en una escuela estatal. Desde la escuela se atendía al Barrio, se promovían las Comunidades Eclesiales de Base y nos abríamos a la Iglesia local, en especial en el campo de la formación de los Educadores Cristianos.

A partir de Febrero del 2002, me integré en la Comunidad de Malvinas, recientemente creada en un municipio de la periferia de Córdoba que es expresión de la crisis cultural de la Argentina de hoy. Señalo algunas realidades de esta crisis profunda:

* una población no iniciada ni acompañada en los valores fundamentales de la vida; * una estructura social abandonada a ella misma; * una cultura en decadencia; * una mala praxis de la política oficial...

La Comunidad de Hermanos nació con algunas características: 'Comunidad Educativa', 'Comunidad Religiosa Inserta', 'Comunidad Formadora'. De común acuerdo con la Iglesia local, se eligió el espacio de Malvinas como espacio de educación y de evangelización. El Distrito ubicó allí la formación de los Postulantes. Se buscaba que las nuevas vocaciones a Hermano conocieran de cerca tanto el trabajo escolar como la realidad sociocultural de los barrios marginados.

Desde el comienzo mi presencia en Malvinas fue cubriendo un abanico muy amplio de tareas y de contactos. Va siendo, también, una experiencia de una densidad insospechada

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Todos estos “pasos” son fruto de un proceso de discernimiento y de interiorización:

* una 'mirada de Fe' sobre la realidad; * un serio 'discernimiento de lo que agrada al Señor', para él, La Salle, ahora, con éstos y para éstos… Hermanos y niños… Comunidades y Escuelas…; * una serie de opciones que acercan a La Salle a la postura espiritual y pastoral de Jesús, su Maestro y Señor

Del Misterio y de la experiencia de Jesús, el Señor, puedo decir que me impresiona, me motiva y sostiene lo siguiente:

* su actitud pastoral ante la miseria del tiempo cultural y espiritual' en que vivió. Cf. Mateo 4, 23-25; * sus opciones de vida y de misión. Cf. Mateo 4, 23-24; Mateo 9, 35-38 ; * supreocupación por los 'últimos'. Cf. Mateo 4, 12-17; * su proceso de 'anonadamiento, tal como lo describe la Carta a los Filipenses 2, 5-11; * su arraigo en el Padre. Cf. Lucas 10, 21-22; * su identificación con el Servidor de Yavé. Cf. Lucas 4, 18-19; Mateo 8, 16-17; Mateo 12, 15-21

Siento que la realidad sociocultural presente nos urge y nos desafía a nosotros, Comunidad de las Escuelas Cristianas, Hermanos y Seglares, ya que se viven situaciones serias y graves como:

* el gran deterioro humano, cultural y espiritual; * el clima neblinoso y de confusión cultural en que vivimos; * la ausencia de un sentido de la vida que satisfaga las aspiraciones más profundas; * la ausencia de iniciación en las cuestiones fundamentales de una vida digna; * la distancia creciente entre los pocos que tienen mucho y los muchísimos que cada vez tienen menos.

Ha tenido mucho sentido mi vida de Hermano. Tiene mucho sentido que yo siga siendo Hermano. En el corazón de estos diversos escenarios, “el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas al servicio de los pobres es de grandísima necesidad”. Además, se abren perspectivas para que la realidad que conocemos, hasta ahora, del Instituto de los Hermanos, se vaya abriendo, paulatinamente, a formas alternativas en la línea de ser un Instituto de Lasallanos, Hermanos y Seglares.

Siento también que esta evolución múltiple, interior y estructural, exige un cambio impor-tante tanto en nuestra manera de vivir la espiritualidad Lasallana, como en la manera de presentarla, ofrecerla e impulsarla en otros, especialmente en los educadores cristianos.

Creo que, como Jesús y como La Salle, los Lasallanos de hoy y de mañana tenemos que renovarnos profundamente en nuestra actitud espiritual, como sucedió en los orígenes de la experiencia lasallana. El espíritu de fe y de celo tienen que estar en la base de nuestra vida y de nuestras opciones. Creo, también, que, como Jesús y como La Salle, los Lasallanos de hoy y de mañana tenemos que comprometernos seria y eficazmente en la lucha contra las pobrezas, material y cultural, presentes, buscando formas de inserción entre las poblaciones más desfavorecidas y marginadas. La búsqueda y la manipulación del poder por parte de las sociedades ricas las va a llevar a querer manipularnos a nosotros de manera sutil pero real. Corremos el peligro de vivir nuestra condición de Lasallanos con una buena imagen pero vacíos del espíritu que nos dio origen. Corremos el peligro de ser admirados por la sociedad pero estériles para el Reino.

este largo proceso condujera de manera natural a “la asociación entre Hermanos y Seglares para el servicio educativo de los pobres”.

Discernir el Espíritu en mi vida, en mi cotidiano, en mi misión, en los que están junto a mí.

“Época nueva, vida espiritual nueva...”. Esta afirmación, descubierta recientemente en los libros de MariáCorbí, la he sentido íntimamente en mí desde hace bastante tiempo. Vivo con la conciencia clara de estar envuelto en una nueva época cultural que afecta a toda la humanidad y que afecta, también, a la Iglesia. Siento que una de las tareas primordiales de los educadores cristianos es la de proponer y promover un estilo de vida espiritual acorde con los cambios culturales. Tenemos la suerte de entender que el Evangelio es para el tiempo. Vamos asumiendo, a nivel Instituto, que el Carisma Lasallano está muy arraigado en el Evangelio y que es un regalo del Señor para los diversos tiempos, en especial para los tiempos de mutaciones profundas y de crisis en los que los pequeños y los débiles corren el peligro de quedar marginados.

Pero necesitamos prepararnos para vivir las tensiones propias de todo tiempo de mutación profunda. Esas tensiones afectan a la relación que se debe establecer entre carisma e institución. Siento que el Carisma Lasallano puede expresar toda su fuerza y su frescura en los tiempos culturales nuevos. Siento que las Instituciones pueden anquilosarse y ser rebeldes a la hora de reformarse, de ponerse en actitud de servicio ante las nuevas realidades socioculturales y las nuevas necesidades pastorales.

Esto me lleva a meterme en la realidad cultural de Malvinas para entender su significación. Me hace mucho bien releer al Fundador desde lo que él mismo vivió. En algunos sectores de Argentina (y de América Latina…) hay personas y grupos que viven en estructuras políticas y sociales con mentalidades culturales propias del Siglo XVIIIº, mientras que sus cabezas, sus corazones y sus 'apetitos' están permanentemente bombardeados por la cultura del Siglo XXIº.

Esta realidad me lleva a sentirme desafiado por el Dios, Padre de Jesús, Señor de la Vida. El Dios que entró en el tiempo y que busca salvar a todas las personas de sus encierros, de sus agobios y de la falta de sentido. Descubro que estos desafíos me llevan a: * reconocer y aceptar con gran libertad los fenómenos socioculturales que se presentan y que se viven; * estudiar y discernir los 'por qué' y los 'cómo' de dichos fenómenos; * encarnarme en dichas realidades, sin temor y sabiendo que el Señor ya me ha precedido; * construir pro-yectos para estos tiempos culturales que son frágiles, débiles, limitados; * y que necesita integrarse en un proyecto de mayor envergadura, el proyecto de Jesús, de su Pascua, del Reino del Padre…

Íconos fundadores

De la experiencia de Juan Bautista de La Salle puedo decir que me impresiona y me motiva su postura espiritual de identificación con Jesús en su proceso de 'anonadamiento'. Esta iden-tificación lo fue llevando a vivir la Pascua de Jesús a través de diversos “pasos” que Juan Bautista fue dando y que son, a un tiempo, 'pasos' o 'corrimientos' culturales, espirituales y topográficos. Por su identificación con Jesús, La Salle “pasa”:

* de la Catedral a la Escuela; * del Altar al Aula; * del Empleo al Ministerio.

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tiempos como 'formador' se reducían y se fueron acabando.

La Pastoral. Ha sido, quizás, el 'terreno' más complejo y menos analizado y trabajado en las Comunidades (Herma nos y Educadores). En parte por las diversas complejidades: del tema pastoral en sí mismo; del terreno pastoral; de los planes de pastoral; de las respuestas a nuestras propuestas pastorales… Más allá de nuestra buena voluntad y de todo lo que logramos vivir, que fue mucho y rico, el tema sigue siendo complejo y hay que analizarlo como tal.

Mi condición de Lasallano. La expe-riencia de inserción me ha acercado a la experiencia original de La Salle y los primeros Hermanos.

Esto ha sido una gran riqueza para mí. Lo que había descubierto hace algunas décadas, me permitió orientar la 'lectura' de la experiencia lasallana en esa línea. Pero todo cobró un nuevo 'color' y una nueva 'dimensión' al acercarme a las poblaciones pobres, incluso hundidas. Ahora reconozco que ha sido una gracia inmensa del Señor el que esta experiencia se haya producido en mí a esta altura de mi vida.

Mi Vida de Fe. Algo similar sucede con la lectura del Evangelio y de algunos otros textos del Nuevo Testamento. Mi vida de fe busca arraigarse, más y más, en el Misterio de la Encarnación. Por eso tengo tanto interés por acercarme a la experiencia de Jesús, como hombre en su tiempo y como depositario de la Presencia y del Amor del Padre.

Mi 'paternidad'. Desde que mi vida se orientó a la formación de Catequistas y educadores, experimenté la importancia

de la 'paternidad espiritual' en la vida del Hermano. Reconozco haber sido 'padre f e cundo ' en t r e Ca tequ i s t a s y Educadores, dentro y fuera del mundo lasallano. Los años vividos en inserción han ensanchado mi condición de 'padre espiritual' y, sobre todo, le han dado formas nunca previstas. El acoger expe riencias humanas como las de Marcelo, Omar, Alejandro, Danielito, Mimí, Lila, Laura, Lucía… por poner sólo algunas, me ha permitido unificar.

Esta 'paternidad' no significa que nuestra relación sea de 'dependencia' afectiva y económica. Experimento que la salida de esas situaciones ha requerido, de parte mía mientras vivía en Malvinas, una gran disponibilidad de tiempo, de escucha, de signos de comunión, de discernimiento, de dinero... En ese sentido, he vivido la experiencia del Dios Padre Providente que cuida de sus hijos, más allá de mis preocupaciones y desvelos. Y que ha puesto en mis manos recursos (bienes, dinero, contactos…) que me han permitido ser Siento que, desde Florida, tengo que seguir con algunas de estas 'relaciones padre-hijo', en especial con aquellas personas que no entran en el área de la Escuela y del trabajo del Barrio. Por ejemplo: Marcelo, Omar, Alejandro, Danielito…

Marcelo y Omar están orientados en un camino firme de salida de su pobreza crónica. Danielito estaba por entrar en un camino similar. Alejandro necesita todavía un acompañamiento más cuidado. Yo no se lo puedo ofrecer. Pienso si esas ayudas no se pueden ofrecer a través de 'los préstamos menores' (Mario lo está pensando), y a través de algunas mujeres como Laura, Lucía…que hagan de intermediarias o madrinas…

En este 'relato' quiero expresar parte de lo que han significado, y siguen signi- ficando, en mi vida las diversas expe-riencias de mi presencia y de mi manera de comprometerme en Malvinas, como lugar de inserción educativa, comu-nitaria y de fe.

Reconozco que es algo muy rico para mí, en este momento de mi vida. Todo lo que he vivido ha ido marcando, paulati namente, mi manera de ser, mi persona y mi historia. De alguna manera en Malvinas se centran las experiencias anteriores que he ido viviendo a lo largo de mi vida como Hermano y como educador.

Muchas veces he pensado que puede ser muy enriquecedor ofrecer este tipo de experiencias de inserción a Hermanos jubilados. Entiendo que no todos esta-mos en las misma condiciones para vivir la inserción con el enriquecimiento que ha significado para mí. Varias veces he tomado la comparación del 'rumiante': el Hermano jubilado a quien se invita o que quiere vivir en inserción, necesita tener sanos sus tres 'estómagos': el estómago fisiológico, el estómago psicológico y el estómago espiritual, para poder entender y acompañar, como educador y hombre de fe, las diversas realidades que se viven en ambientes de inserción y hacerlo con suficiente libertad personal.

La Comunidad: el tema comunitario tie- ne varias facetas en la experiencia de

inserción: Comunidad de Hermanos y Postulantes, Comunidad Educativa, Comunidad Barrial, incluso algunos atisbos de 'comunidad de fe'. Me hesentido muy cómodo con el tema ‘comunidad' en general. Mi corazón, y mis compromisos han ido, de manera progresiva, hacia la Comunidad Barrial, tratando de cuidar la Comunidad Religiosa como 'signo' para el barrio. Reconozco que el diálogo generacional ha sido suficientemente bueno como para convivir, jóvenes y jubilado. Entiendo que ese tema tendría que ser más 'mirado y acompañado' por el Distrito (Visitador, Consejo, Directores de Comunidad). Entiendo, también, que en la realidad actual del Distrito, este deseo mío pueda sonar a utopía…

La Escuela. Desde el comienzo, mi lugar en la Escuela estuvo 'descolocado'. En parte, por mi condición de jubilado; en parte por mi manera de entender una 'escuela popular'. Sé que se dieron dos modelos de 'escuela popular' a los que les resultó difícil (¿imposible?) entenderse en la realidad cotidiana y lograr acuerdos mínimos. Desde el segundo año me fui centrando en lo socio comunitario, como lugar educativo. Fue un acierto limitado, pero permitió otras miradas sobre la tarea educativa en Malvinas.

La Formación. Me he sentido cómodo todas las veces que he podido acercarme al corazón de los Postulantes. Progre-sivamente he entendido que, si bien hay en mí posturas educativas lindas, mis

La experiencia de inserción en un Hermano jubilado Florida, 29 de Abril 2008

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Y para terminar, les contamos que

le hemos pedido al Hermano

Genaro que nos diga dos frases

que resuman sus búsquedas, su

caminar, sus preguntas, su

itinerario evangélico, su desvelos.

Esas dos frases tenían que ser una

de la Palabra de Dios y otra de

Juan Bautista de La Salle. Genaro

ha elegido estas dos que siguen a

continuación. El lector, ya las

habrá leído una y otra vez, tanto

en sus escritos, como en lo que

dicen de él. Nada más por decir:

todo está ahí para celebrar,

agradecer, festejar, aprender,

compartir.

¡Feliz cumpleaños querido

Hermano, maestro, amigo,

vecino, compañero, catequista,

formador, discípulo,…!

Viviana y Patricio

(Lucas 10, 21)

(Últimas palabras de

Juan Bautista de La Salle)

“Sí, Padre, porque así te ha

parecido mejor”

“Adoro en todo el proceder de

Dios para conmigo”

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Dos palabras para finalizar… Cancionero Acto Homenaje

La voz del agua

¡Qué dulce es la voz del agua cuando nos habla del cielo!Uno se asoma a escucharla desde el umbral del ensueño.El agua viene llegando de los países del cuento, y trae sus manos llenas de nubes y de veleros.Uno se olvida, escuchándola, del tiempo.Y sueña con ser como ella sencillamente un espejo palpitante en que los hombres encorvados hacia el suelo encuentren de vez en cuando un puñadito de cielo.

Canción Pascual

Sobre el gris overol cotidiano, saturado de polvo y nostalgia, amanece cual flor ojalera, la alegría triunfal de la Pascua.

Sobre el polvo del largo camino, donde mide el sudor la distancia, marca el rumbo al igual que una estrella la alegría sin fin de la Pascua.

Sobre el frío común de la muerte que detiene el rumor de la marcha, brilla como la luz hogareña la alegría final de la Pascua.

De un sermón de Pseudo Epifanio

Silencio y soledad sobre la tierra.El gran rey se ha dormido en el gran sueño.La tierra se recoge temerosa porque el Rey ha bajado a los infiernos.Se ha puesto el Sol divino, Jesucristo.Sobre el pueblo judío, hay noche densa.Brilla una nueva aurora para aquellos que estaban hasta ahora en las tinieblas.Llega la salvación a todo el cosmos, de los seres visibles e invisibles.Descendamos con Cristo para verel misterio del Trigo que revive.Admiremos la hazaña del Señor: la ley se aparta al paso de la Gracia, la sombra se disipa ante la luz y se abre paso, al fin, la Nueva Alianza.Dos pueblos se han juntado en uno solo.El cielo se ha juntado con la tierra.Dos pascuas se han juntado en una sola.La profecía floreció en la Iglesia.Sea la gloria a ti, Señor Jesús, que moriste entregándote a tu Padre movido por la fuerza de tu Espíritu y por ellos después resucitaste. Amén

Canción del derrotado

Luché con toda el alma por mi bandera.Gasté mi voz gritando la noche entera.Me quedan las hilachas y la ronquera.Me queda un kilo e` bronca y el alma en tierra.Mañana hay que seguir mi carreraEsperando que vuelva la primavera.

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Padre

La luna llena de tu aureolava iluminando mi sendero.

Mis aguas turbias se clarean en la blancura de tu cuello.Mi corazón desmantelado

en tu sonrisa encuentra puerto.Mis ojos tristes hallan paz

en tu mirada de luceros.Tu caridad cubre a la Escuela como gallina a sus polluelos.

Tu señorío patriarcal va dominando los incendios.

Y, sin embargo, como antorcha, Vas encendiendo un fuego nuevo:

Pon tu lámpara afuera

Pon tu lámpara afuera, es mejorque se apague si el viento le

llega.Será antorcha de Dios tu oración

encendida por Él con la nuevaalegría que infunde su amor.

Pon tu lámpara afuera, es mejorque se caiga si el viento la vuelca.Si la llama hace arder tu mansión,serás como una hoguera fraterna

que congrega a los hijos de Dios.

Pon tu lámpara afuera , es mejorsi tus dedos con ella se queman.

El Señor que está en tu corazónvendrá a darte valor de tenerla

para dar luz a tu alrededor.

Pon tu lámpara afuera, es mejorque tu aceite se gaste y no tengas

nada que consumir : el Señorte dará el combustible que pueda

encender en tu vida su amor.

El cazador

Me has forjado caminantebuscador de horizontesmás lejanos y claros. (BIS)

Ser un cazador pacientede tus huellas amadases la cruz que yo abrazo. (BIS)

Señor que esté mi corazón velando ardiente.Cuidá que no me olvide de mi destino,aue nunca la soberbia esté en mi frenteManténme como humilde peregrino cazador paciente, viajero en camino.

Como el cazador que anhelay no alcanza su presadesfallezco y me canso. (BIS)

Me detengo y eso es vanosólo vivo si pongomi esperanza en lo arduo. (BIS)

Si mi marcha te conmueve y alivianas mi cargay agilizas mis pasosNos veremos una aurora.Y sabré al alcanzarteque soy yo el alcanzado.

Hacer que Cristo, por la escuela, extienda más y más su Reino.Hacer que el Padre encuentre en ella el noviciado de su cielo.Y que el Espíritu construya en cada niño un nuevo templo.Para ayudarte en tu labor, mi corazón prendo en tu fuego.Para sembrar lo que tú siembras, deseo ser tu compañero.Y en la bahía de tu paz deseo anclar mi último sueño.

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Cancionero - Misa

Nadie puede

Nadie puede llamarse discípulo sino quien quiere ser servidor. Nadie puede decir que él es luzsino quien penetrado de amor,indecible, en la faz misteriosa de su hermano descubre al Señor.Nadie puede brindar el consuelo sino aquel que conoce el dolor. Nadie puede prestar testimonio, sin vivir la Palabra de Dios, con la cual si se pierde a sí mismo, gana al fin la alegría mejor.

Nadie puede entregar su ternura sin heridas en su corazón.Nadie puede decir que perdona Sin sentir en su vida el perdón. Que lo lanza a entregarse en las manos traspasadas de Cristo, el Señor.

Nadie puede decir que comparte si no da con total donación. Nadie puede expresar la locura del mensaje si no se entregó a sí mismo con todo el impulso de su vida ante quien lo llamó.

Nadie puede pensar que es semilla si no ha sido un audaz sembrador.el que sabe que nunca hay cosecha sin un largo proceso interior.El apóstol que sabe que el trigo que se muere da fruto mayor.

Vine a dar vida

Soy tu Señor, soy tu Maestro.Yo soy el otro, el que sale a tu encuentro.No estoy arriba, voy de la mano,y mi gran sueño es que sean todos hermanos. Cuando me buscan y no me encuentran,aeguramente no se habrán dado cuentayo estoy al lado, en cada humano,en el amor del compartir cotidiano. Vine a dar vida, una luz encendida.Ya se los dije en la eucaristíavayan y entréguenla en memoria mía.(BIS)

No quiero cultos ni grandes ritos,a mí me gusta mucho mas el servicio.O no recuerdan aquella vezaue con cariño yo les lavé los pies. Vine a aliviar todo sufrimiento.Ya no hay más dudas, ya no hay mas desconcierto.Ese es el sentido de mi Pascua,en darle vida a lo que ya estaba muerto. Vine a dar vida, una luz encendida.Ya se los dije en la eucaristíavayan y entréguenla en memoria mía.(BIS)

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El amor en los pies

Vengo de un barrio bravo a decir cosasvengo porque ya nadie puede entrar

unos amigos míos cobran peajeparece que cada vez serán mas

y no va mas, este aguantarparece que no va a cambiar

ninguno de ellos sabe hablarapenas yo pude estudiar

Rompan puentes, quemen mapascorten ruta a la exclusión

hay que ampliar los recorridos del amor

Vengo del otro lado del arroyopara vos puede ser un negro mas

allá de donde vengo hay muchos otrospersonas con historia y con hogar

y no dan más, sin trabajarninguno va a poder zafar

los pibes quieren progresary no ven posibilidad

Rompan puentes, quemen mapascorten ruta a la exclusión

hay que ampliar los recorridos del amor Vengo trayendo barro entre la ropa

por casa no llegaron a asfaltarnos hablan de progreso y de mejoras solo

en el tiempo en que hay que ir a votar

Consolad a mi pueblo

Consolad a mi pueblo dice el Señorhablad al corazón del hombregritad que mi amor ha vencidopreparad el camino que viene tu redentor

Yo te he elegido para amarte doy mi fuerza y luz para guiaryo soy consuelo en tu mirargloria a Dios.

y ya ni hablar, si falta el panlos chicos salen a robar,un esperanza a de quedar,ya no es cuestión de solo hablar

Rompan puentes, quemen mapascorten ruta a la exclusiónhay que ampliar los recorridos del amor

Vengo de allá lejos de casa jovende allá donde aprendemos a estudiarhay muchas cosas que hacer para todoscomo jugar, cantar y trabajara almorzar, a merendarel hambre no nos va a ganarpitando antes de almorzarni un pibe menos, hambre nunca mas

Rompan puentes, quemen mapascorten rutas a la exclusiónhay que ampliar los recorridos del amor

Consolad a mi pueblo dice el Señorsacad de la ceguera a mi pueblo

yo he sellado contigouna alianza perpetua, yo soy el único Dios

Consolad a mi pueblo dice el Señormostradles el camino de la libertad

yo les daré fuertes alas, transformaré sus pisadasen sendas de eternidad.

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Fruto nuevo de tu cielo

Sopla Señor te lo pido, quédate esta noche en mi almaPues solo tu amor y abrigo, me dará consuelo y calma.Sopla Señor sopla fuerte, envolveme con tu brisaY en tu Espíritu renovame, hazme libre en tu sonrisa.A pesar de mis caídas, hazme fiel a tus promesas.Sopla Señor en mi vida, y arrancame esta tristeza.Sopla, sopla Señor tu grandeza, soplaHazme fiel en mi pobreza, sopla.

Sopla Señor en mi oído, sopla fuerte arranca el miedoPues sin Ti me hallo perdido, sin tu luz me encuentro ciega.Sopla Señor y hazte viento, y bautízame en tu nombreLlámame a servir Maestro, hazme fiel entre los hombres.Toma mi vida en tus manos, mis sueños mi amor, mi todoMi cansancio, mis pecado y moldéame a tu modo.Sopla, y bautízame en tu brisa, soplarenovame en tu sonrisa, sopla.

Sopla Señor tu caricia, y sobre mis sentimientosQue sea el Ángel de tu Misa, quien obre en todo momento.Sopla Señor y hazte canto, pon tu palabra en mis manosEn ellas tu providencia y bendice a mis hermanos.Quiero ser de tu árbol rama, fruto nuevo de tu cieloQue madura en tu palabra, como un ave en pleno vuelo.

Sopla, sopla, sopla Señor, soplaSopla, sopla, sopla Señor, sopla

Presencia y memoria

Jesucristo ayer junto a mis abuelosJesucristo hoy junto a mis hermanosJesucristo aquí presencia y memoriaSeñor de la historia: Jesús el Señor.

Que linda la gente que tiene memoriaseguro que tiene esperanza también.Qué lindo este pueblo que mira su historiase junta y celebra cantando su fe.Qué lindo este encuentro entre tantos hermanosque viven haciendo la comunidadque linda la vida si juntos buscamosverdad y justicia, paz y libertad.

Jesucristo ayer Dios crucificadoJesucristo hoy hombre solidarioJesucristo aquí fiesta y alabanzaSeñor de esperanza: Jesús salvador

Jesucristo ayer, palabra del PadreJesucristo hoy, palabra hecha carneJesucristo aquí palabra en caminoSeñor construyendo la comunidad! Jesucristo ayer, todos como hermanosJesucristo hoy, todos asociadosJesucristo aquí, todos en caminoFormando la nueva comunidad.

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Coplas de Yaraví

Señor, que nuestra vida sea cual una quena simple y recta,

para que Tú puedas llenarla, llenarla con tu música [BIS]

Señor, que nuestra vida sea, semilla suelta por el aire,

para que Tú puedas sembrarla, sembrarla donde quieras [BIS]

Señor, que nuestra vida sea arcilla blanda entre tus manos,

para que Tú puedas formarla, formarla a tu manera [BIS]

Señor, que nuestra vida sea, leñita humilde y siempre seca para que Tú puedas quemarla

quemarla para el pobre [BIS]

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Sonador de caminos -

Signo de Esperanza

Queremos ser una Iglesia seguidora del Señor,Jesús el Dios hecho hombre, el Profeta, el Servidor.Una iglesia de testigos,con mártires donde son protagonistas los pobresy hombre nuevo el pecador.

Signo de esperanza, causa de alegría,Con Doña María y un Jesús pascualLa gente se siente, siendo servidora, Que es transformadora de la sociedad.

Queremos ser una Iglesia de veras comunidadfraterna porque la gente comparte fe y realidad.Con sencillez y alegría aprende a participarcomo hacían los cristianos con Pedro, Santiago y Juan.

Queremos ser una Iglesia que está siempre en oración, que alumbra toda su vida con la Palabra de Dios.Que celebra como pueblo la nueva alianza de amor, en la fiesta de la vida que es la cena del Señor.

Queremos ser una Iglesia samaritana y cordialque organiza la esperanza y la solidaridad,donde el Espíritu Santo, “Padre de los pobres”,va suscitando los servicios según la necesidad.

Queremos ser una Iglesia que muestra el amor de Dios, que sale a encontrar al hombre y lo abraza en su perdón,que consuela y acompaña, que agranda su corazóna medida de la gente que sufre la situación

Queremos ser una iglesia en estado de misión que se abre, sale y propone al mundo el reino de Dios, que transforma desde adentro sociedad y corazón y planta comunidades donde se da conversión.

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Danos Señor de tu Luz, danos Señor de tu Verdad

Y llénanos de tu Espíritu de Amor,Que nos hace comunidad.

(Comunidad Carismática)

Donde Reine amor, fraterno amor,

Dios ahí está(Comunidad Taizé)