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HISTORIA DE UN COMPROMISO INTENTADO: LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ, EL ANTISEMITISMO Y EL

TERCER REICH

Autor: M. James Penton Traductor: Judá Ben-Hur

Desde la Segunda Guerra Mundial, la Sociedad Watch Tower Bible and Tract ha enseñado a los testigos de Jehová que, si bien las iglesias alemanas, tanto católicas como protestantes, eran culpables de comprometerse con Hitler y el partido Nazi, sus hermanos alemanes, comúnmente conocidos como "Estudiantes serios de la Biblia", se opuso firmemente a los principios del Tercer Reich. Debido a la valiente posición adoptada por la mayoría de los Testigos alemanes comunes ante una terrible persecución que les costó la vida a muchos de ellos en los campos de concentración de Hitler, han sido elogiados por historiadores seculares, un hecho que la Sociedad Watch Tower ha utilizado para reforzar sus afirmaciones. Por ejemplo, en un artículo titulado "Impresionado por la integridad de los testigos de Jehová", la revista La Atalaya del 1 de octubre de 1984 (pág. 8) informó los hallazgos de Christine E. King y Michael Kater en el sentido de que el número de encarcelamientos de Testigos y las muertes provocadas por la persecución Nazi habían sido muy subestimadas. Citando al Dr. King, declaró: "Se respetaron los principios teológicos; los testigos se mantuvieron 'neutrales', fueron honestos y completamente confiables y, como tal, irónicamente, a menudo se encontraban empleados como servidores de las SS". Sin embargo, la mayoría de los Testigos de Jehová o muchos estudiosos independientes no han Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich

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reconocido, generalmente, que aunque los Testigos alemanes comunes mantuvieron su integridad y compromiso con sus principios, sus líderes, el segundo presidente de la Watch Tower, el Juez Joseph F. Rutherford y el hombre que lo sucedió en el cargo en 1942, Nathan H. Knorr y los más altos funcionarios alemanes de la Watch Tower, no lo hicieron. Además, Rutherford y sus lugartenientes trataron de salvar al brazo alemán de su movimiento al hacer chivos expiatorios a los judíos y atacar a Gran Bretaña, Estados Unidos y la Liga de las Naciones en los términos más duros.

El sionismo temprano de los Estudiantes de la Biblia

Durante la primera mitad de la historia de los Estudiantes de la Biblia-Testigos de Jehová, que comenzó en la década de 1870, se destacaron por su simpatía hacia los judíos. Incluso más que la mayoría de los pre-milenaristas protestantes estadounidenses de fines del siglo XIX y principios del XX, el primer presidente de la Sociedad Watch Tower, Charles T. Russell, fue un defensor de las causas sionistas. Se negó a intentar la conversión de los judíos, creyó en el re-asentamiento judío de Palestina y en 1910, dirigió a una audiencia judía de Nueva York cantando el himno sionista, Hatikva.1 Durante más de una década después de la muerte de Russell en 1916, el juez Rutherford siguió sus pasos. En 1925 produjo un pequeño libro titulado Comfort para los judíos, basado en una serie de transmisiones de radio que había dado y en 1927 publicó un volumen similar llamado Restauración.2 En ambos, se proclamó amigo del pueblo judío y afirmó que la migración judía a la antigua Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


Tierra Santa fue un cumplimiento de la profecía bíblica. Los Prólogos idénticos del editor para Comfort para los judíos y Restauración declararon:

“La reconstrucción de Palestina está reclamando la atención de los judíos en toda la tierra. Algunas de las potencias mundiales gentiles favorecen exteriormente el movimiento, pero manifiestamente por razones egoístas.

El juez Rutherford, conocido en todo el mundo como amigo del pueblo hebreo, está apoyando enérgicamente el reclamo de los judíos a Tierra Santa. Se opone a hacer proselitismo a los judíos, y sostiene que eso no solo está mal, sino que es contrario a las Escrituras. Sus conferencias para grandes audiencias, que se han transmitido en todo el mundo, sobre "JUDÍOS REGRESANDO A PALESTINA", han creado un intenso interés. Hay una buena demanda de ellos en forma impresa. Él ha simplificado estas conferencias y ahora las presenta en forma de libro. Este volumen será de profundo interés para judíos y gentiles por igual. Es la primera presentación imparcial del tema desde el punto de vista bíblico publicado.

Los editores producen este libro confiando en que hará mucho bien.”

El repudio de Rutherford a los judíos

En 1930, Rutherford produjo un volumen más grande llamado Vida sobre el tema del regreso de los judíos a Palestina. Pero de repente la Vida se retiró de la circulación3 cuando el presidente de la Watch Tower se preparó para hacer un cambio dramático en la doctrina de los Estudiantes de la Biblia. Luego, en 1932, Rutherford proclamó que el "Israel carnal" no tenía un

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papel específico que desempeñar en la historia de la salvación. El escribió:

“Los judíos fueron desalojados de Palestina y ‘su casa quedó desolada’ porque rechazaron a Cristo Jesús, el amado y ungido Rey de Jehová. Hasta el día de hoy, los judíos no se han arrepentido de este acto ilícito cometido por sus antepasados. Muchos de ellos han sido devueltos a la tierra de Palestina, pero han sido inducidos a ir allí por egoísmo y por razones sentimentales. Durante el largo período transcurrido desde el momento de su expulsión hasta la actualidad, los judíos no han "soportado la vergüenza de los paganos" por el amor de Jehová, ni por el nombre de Cristo. Durante todo este período de tiempo, y particularmente durante la Guerra Mundial, los verdaderos seguidores de Cristo Jesús, devotos de Dios y de su reino, han estado soportando la vergüenza de los paganos y han sido odiados por todas las naciones por el bien de Cristo y el por el nombre de Jehová (Mateo 24:9; Marcos 13:13). En contraste con esto, durante la Guerra Mundial los judíos recibieron el reconocimiento de las naciones paganas. En 1917 salió la Declaración Balfour, patrocinada por los gobiernos paganos de la organización de Satanás, que reconoció a los judíos y les otorgó grandes favores. En esto, la séptima potencia mundial [el Imperio Británico] tomó la delantera. Ahora las grandes empresas y otras alas de la organización de Satanás colocan a los judíos al lado y en la misma categoría que los gentiles. Hasta ahora, incluso el pueblo de Dios ha pasado por alto el hecho de que los asuntos del reino de Dios con referencia a las cosas de la tierra son mucho más importantes que la rehabilitación de esa pequeña franja de tierra en el lado oriental del mar Mediterráneo. Los judíos han recibido más atención de la que realmente se merecían. Por lo tanto, esta profecía [de Isaías] debe tener su cumplimiento principal sobre el verdadero pueblo del reino de Dios que ahora está en la tierra”.4

Quizás el juez simplemente estaba ansioso por afirmar que los testigos de Jehová eran el "verdadero Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


Israel de Dios", pero parece que tenía otras razones para hacer un cambio doctrinal tan dramático sin ninguna explicación más detallada. Si bien puede haberse proclamado anteriormente un "amigo del pueblo hebreo" pro-sionista en la tradición de su predecesor, ocasionalmente manifestó una racha de antisemitismo profundamente arraigado. Por ejemplo, mientras daba una conferencia de profecías bíblicas sobre el regreso de los judíos a Palestina en una asamblea de Estudiantes de la Biblia en Winnipeg, Manitoba, a principios de la década de 1920, intervino: "Estoy hablando del judío palestino, no del jorobado y pequeño individuo con la nariz y los hombros encorvados que está parado en la esquina de la calle tratando de sacarte cada centavo que tienes".5 Pero no había duda de que hubo otros factores en 1932 que lo impulsaron a abandonar la larga tradición de los Estudiantes de la Biblia de filo-judaísmo además de simple prejuicio personal. A fines de la década de 1920 y principios de la década de 1930, el antisemitismo se estaba volviendo desenfrenado en los Estados Unidos y Canadá con el surgimiento de una variedad de movimientos tanto religiosos como políticos.6 Y con el comienzo de la Gran Depresión en 1929, comenzó a parecer posible que los Nazis, violentamente anti-judíos, podían llegar al poder en Alemania, algo que sucedió el 30 de enero de 1933. Por lo tanto, parece claro que Rutherford estaba ansioso por disociar a los Testigos de la comunidad judía de la manera más definitiva posible. Sin embargo, estos hechos de ninguna manera pueden excusar lo que él y sus ayudantes hicieron en breve durante el primer año del Tercer Reich.



La respuesta de los Testigos de Jehová a la anticipada persecución Nazi

A principios de abril de 1933, los Nazis se movieron contra los testigos de Jehová. Se incautaron las oficinas centrales de su sucursal en Magdeburg y se detuvieron temporalmente sus actividades religiosas. Pero el 28 de abril, las autoridades alemanas devolvieron las propiedades de la Sociedad Watch Tower a sus propietarios estadounidenses, sin duda para no ofender a los Estados Unidos.7 Sin embargo, los líderes de los Testigos y los Testigos de Jehová en general sabían que no eran populares entre los Nazis. Entonces, según una declaración oficial de los Testigos, el Juez Rutherford y la comunidad de Testigos alemanes decidieron tomar una posición audaz contra la dictadura de Hitler. El libro Testigos de Jehová en el propósito divino, publicado por la Sociedad Watch Tower en 1957, declara:

“El Juez Rutherford había estado observando de cerca la situación alemana y estaba bien familiarizado con su desarrollo, ya que afectaba el trabajo de los testigos. Con este serio giro de los acontecimientos, no perdió tiempo en ir a Alemania, acompañado por N. H. Knorr, para ver qué se podía hacer. El 25 de Junio ..., se convocó una asamblea en Berlín. Allí se presentó una Declaración de Hechos a los 7,000 asistentes en protesta contra el gobierno de Hitler por su interferencia con el trabajo de los Testigos y de la Sociedad y fue adoptada por unanimidad. La declaración se envió por correo a todos los altos funcionarios del gobierno, desde el presidente hasta los miembros del consejo, y se distribuyeron 2,500,000 copias al público. Las represalias llegaron rápidamente. Tres días después, el 28 de Junio, por segunda vez, la propiedad de la Sociedad fue incautada y ocupada y por decreto gubernamental, su planta de impresión fue cerrada”.8



Pero, ¿fue la confiscación de la propiedad de la Watch Tower por parte del gobierno alemán el 28 de Junio de 1933 realmente porque la Declaración de Hechos fue una audaz protesta contra las acciones nazis? No, todo lo contrario. En una declaración grabada de la historia de los testigos de Jehová en Alemania, el ex “Siervo de la Sucursal" de la Sociedad Watch Tower o "Superintendente" Konrad Franke cuenta que cuando él y otro testigo de Jehová llegaron al Sporthalle Wilmersdorf de Berlín, donde se celebraba la asamblea de testigos de 1933, ellos se sorprendieron. El edificio estaba adornado con banderas de la esvástica, evidentemente para complacer a los Nazis. Luego, durante la convención misma, los fieles Testigos fueron llamados a cantar un himno que no habían cantado en Alemania durante años. Si bien no tenían ninguna objeción a las palabras, la música era la misma que la del himno nacional alemán, "Deutschland, Deutschland uber alles".9 En cuanto a la Declaración y una carta de acompañamiento enviada personalmente a Adolf Hitler, no eran nada menos que declaraciones egoístas que intentaron congraciar a los testigos de Jehová con los Nazis. En una sub-sección titulada "Judíos", la Declaración dice:

“Nuestros enemigos nos acusan falsamente que hemos recibido apoyo financiero de los judíos para nuestro trabajo. Nada está más lejos de la verdad. Hasta este momento, nunca ha habido la menor cantidad de dinero contribuido a nuestro trabajo por los judíos. Somos fieles seguidores de Cristo Jesús y creemos en Él como el Salvador del mundo, mientras que los judíos rechazan por completo a Jesucristo y niegan enfáticamente que sea el Salvador del mundo enviado por Dios para el bien del hombre. Esto en sí mismo debería ser prueba suficiente para demostrar que no recibimos apoyo de los judíos y, Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


por lo tanto, los cargos contra nosotros son maliciosamente falsos y solo podrían proceder de Satanás, nuestro gran enemigo.

El imperio más grande y más opresivo en la tierra es el imperio angloamericano. Con esto se entiende el Imperio Británico del cual forman parte los Estados Unidos de América. Han sido los judíos comerciales del Imperio británico-estadounidense los que han construido y llevado a cabo las grandes empresas como un medio para explotar y oprimir a los pueblos de muchas nac iones. Este hecho se apl ica particularmente a las ciudades de Londres y Nueva York, las fortalezas de las grandes empresas. Este hecho es tan manifiesto en Estados Unidos que existe un proverbio sobre la ciudad de Nueva York que dice: "los judíos la poseen, los católicos irlandeses la gobiernan y los estadounidenses pagan las cuentas". No tenemos ninguna pelea con ninguna de estas personas mencionadas, pero, como testigos de Jehová y en obediencia a su mandamiento establecido en las Escrituras, estamos obligados a llamar la atención sobre la verdad acerca de lo mismo para que las personas puedan ser iluminadas acerca de Dios y su propósito”.10

Eso no fue todo. Además de condenar a la Sociedad de Naciones, la Declaración decía: "El actual gobierno de Alemania se ha declarado contra los opresores de las Grandes Empresas y en oposición a la influencia religiosa injusta en los asuntos políticos de la nación. Esa es exactamente nuestra posición ..."11 Luego proclamó: "En lugar de estar en contra de los principios propugnados por el gobierno de Alemania, defendemos esos principios y señalamos que Jehová Dios a través de Cristo Jesús traerá la plena realización de estos principios".12

La carta enviada a Hitler era igualmente para tratar de generar un compromiso por sí misma. Para Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


congraciar a los Testigos [de Jehová] con el Führer Nazi, afirmó que la Sociedad Watch Tower había sido y era "extraordinariamente amigable con Alemania". Pero más que eso, afirmó falsamente que Rutherford y siete miembros de la Junta de Directores de la Sociedad Watch Tower habían sido condenados a ochenta años de prisión "porque el presidente [de la Sociedad Watch Tower] se negó a usar las dos revistas publicadas por él en los Estados Unidos [de América] para la propaganda de guerra contra Alemania".13

Como los testigos de Jehová pronto descubrirían, los Nazis no estaban impresionados ni por su Declaración ni por la carta de la Sociedad a Hitler. Muchos alemanes eran plenamente conscientes de que habían sido pro-sionistas durante mucho tiempo y los funcionarios Nazis no eran tan estúpidos como para no saber que, en muchos sentidos, se oponían directamente a lo que Hitler y sus asociados proclamaban y exigían. Los Testigos eran internacionalistas en un sentido religioso y generalmente eran bastante tolerantes con personas de otras razas; consideraban la autoridad secular como del demonio; y, sobre todo, eran abiertamente antimilitaristas,14 todos factores que hicieron que los Nazis nacionalistas, racistas y militaristas los despreciaran. Así, el gobierno alemán desató una ola de persecución contra los Testigos casi de inmediato. El 27 de junio de 1933, un día después de que comenzaron a enviar copias de la Declaración por correo certificado a funcionarios alemanes, el territorio o el estado de Prusia los prohibió y la policía comenzó a realizar redadas generalizadas en sus hogares y lugares de negocios. Como se ha señalado anteriormente, las oficinas de la Sociedad en Magdeburg fueron confiscadas nuevamente Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


el 28 de Junio. Finalmente, entre los Nazis confiscaron y destruyeron entre dos y tres millones de marcos de propiedad de la Watch Tower.15 Pero fue entonces, y solo entonces, que Rutherford y la Sociedad Watch Tower decidió oponerse a las políticas nazis de una manera intransigente. Durante algún tiempo después, los Testigos alemanes fueron divididos sobre lo que debían hacer.16

Cambiando la culpa

Aunque después de la Segunda Guerra Mundial, pocos Testigos de Jehová u otros eran conscientes de las acciones comprometedoras tomadas por los líderes Testigos con respecto a la Alemania de 1933, algunos aún recordaban la convención de Berlín. Además, las copias de la Declaración y la carta de la Watch Tower a Hitler permanecieron. Entonces, cuando la Sociedad Watch Tower publicó una historia de los Testigos de Jehová en Alemania en el Anuario de los Testigos de Jehová de 1974, fue necesario tratar con lo que eran datos muy embarazosos de una manera que no hiciera que los líderes de Brooklyn de la Sociedad parecieran ser culpables de violar a sus propias enseñanzas Así, la responsabilidad total del intento de compromiso con Hitler y los Nazis recayó en los hombros de Paul Balzereit, el Superintendente de la Sucursal alemana de la Sociedad en ese momento. Debido a la importancia de la posición oficial actual de la Sociedad sobre este asunto, el relato del Anuario de 1974 de la asamblea de Berlín de 1933 se transcribe en su totalidad. Se lee:

“Para el verano de 1933, el trabajo de los Testigos de Jehová había sido prohibido en la mayoría de los estados alemanes. Las casas de los hermanos estaban siendo revisadas Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


regularmente y muchos hermanos habían sido arrestados. El flujo de alimento espiritual fue parcialmente obstaculizado, aunque solo por un tiempo; todavía muchos hermanos preguntaban cuánto tiempo sería posible continuar el trabajo. En esta situación, las congregaciones fueron invitadas en muy poco tiempo a una convención que se celebrará en Berlín el 25 de Junio. Como se esperaba que muchos no pudieran asistir debido a las diversas prohibiciones, se alentó a las congregaciones a enviar al menos uno o varios delegados. Pero, como resultado, llegaron 7,000 hermanos. A muchos de ellos les llevó tres días, algunos viajaron en bicicleta toda la distancia, mientras que otros iban en camión ya que las compañías de autobuses se negaron a alquilar autobuses a una organización prohibida.

El hermano Rutherford, quien, junto con el hermano Knorr, había venido a Alemania unos días antes para ver qué podía hacerse para garantizar la seguridad de los bienes de la Sociedad, había preparado una declaración con el hermano Balzereit para presentarla a los delegados de la asamblea para su adopción. Fue una protesta contra la intromisión del gobierno de Hitler en la predicación que estábamos haciendo. Todos los altos funcionarios del gobierno, desde el presidente del Reich en adelante, debían recibir una copia de la declaración, si es posible, por correo certificado. Varios días antes de que comenzara la asamblea, el hermano Rutherford regresó a América.

Muchos de los asistentes se sintieron decepcionados con la "declaración", ya que en muchos puntos no pudo ser tan fuerte como los hermanos esperaban. El hermano Miitze de Dresden, que había trabajado estrechamente con el hermano Balzereit hasta ese momento, lo acusó más tarde de haber debilitado el texto original. No era la primera vez que el hermano Balzereit había diluido el lenguaje claro e inconfundible de las publicaciones de la Sociedad para evitar dificultades con las agencias gubernamentales.

Un gran número de hermanos se negó a adoptarla solo por esta razón. De hecho, un ex hermano peregrino Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


[evangelista viajante] con el nombre de Kipper se negó a ofrecer el discurso para su adopción y otro hermano lo sustituyó. No podría decirse legítimamente que la declaración fue adoptada por unanimidad a pesar de que el hermano Balzereit luego notificó al hermano Rutherford que lo había sido.

Los asambleístas regresaron a casa cansados y muchos estaban decepcionados. Sin embargo, se llevaron 2,100,000 copias de la "declaración" a casa y se apresuraron a distribuirlas y enviarlas a numerosas personas en puestos de responsabilidad. La copia enviada a Hitler iba acompañada de una carta que, en parte, decía:

"La presidencia en Brooklyn de la Sociedad Watch Tower es y siempre ha sido extremadamente amigable con Alemania. En 1918, el presidente de la Sociedad y siete miembros de la Junta Directiva en Estados Unidos fueron condenados a 80 años de prisión por la razón de que el presidente se negó dejar que las dos revistas en Estados Unidos, que él edita, se utilicen en propaganda de guerra contra Alemania”.

Aunque la declaración se había debilitado y muchos hermanos no podían aceptar de todo corazón su adopción, el gobierno se enfureció y comenzó una ola de persecución contra quienes la habían distribuido.17

Ahora surge la pregunta, ¿qué tan bien se mantiene esta Declaración de Hechos? En primer lugar, continúa afirmando en la tradición de Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino que había 7,000 presentes en la convención de Berlín de 1933, mientras que la Declaración es clara al afirmar repetidamente que solo había 5,000 delegados allí. Pero eso es un asunto pequeño. Quizás la Declaración se imprimió antes de que se tomara un conteo final. Lo que es más significativo es que el relato del Anuario de 1974 supone, aparentemente



sin más autoridad que las creencias sin fundamento de un "Hermano Miitze de Dresden", que Paul Balzereit fue quien "debilitó" la Declaración. Balzereit bien pudo haber sido responsable de que la Declaración fuera traducida al alemán y también pudo haber sido responsable de redactar la carta a Hitler. Sin embargo, hay evidencia clara que sugiere que no manipuló la redacción de la Declaración. Primero, la versión en inglés del documento, que es casi idéntica a la versión alemana, está claramente escrita en el propio estilo “bombástico” del Juez Rutherford. Segundo, las declaraciones dirigidas contra los judíos en la Declaración están más en consonancia con lo que habría escrito un estadounidense como el Juez que un alemán. ¿Cómo, por ejemplo, Balzereit conocería el "proverbio", llamado así, sobre Nueva York que dice: "los judíos la poseen, los católicos irlandeses la gobiernan y los estadounidenses pagan las cuentas"? En tercer lugar, Rutherford había sido culpable de un compromiso similar con la autoridad secular en los Estados Unidos en 1918 en un vano intento de escapar del encarcelamiento.18 Finalmente, fue un supremo autócrata que no habría tolerado el grave tipo de insubordinación que Balzereit habría tenido de haber sido culpable por haber "debilitado" la Declaración.

Si bien debe admitirse que esta evidencia, aunque sólida, es circunstancial más que directa, esto hace poca diferencia a largo plazo. Independientemente de quién escribió, editó o "debilitó" la Declaración, el hecho es que se publicó como documento oficial de la Sociedad Watch Tower. Por lo tanto, los líderes estadounidenses de la Sociedad y el Juez Rutherford en particular, fueron directamente responsables de lo que era totalmente antisemitismo y cuan dispuestos estaban Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


a comprometer su principio de "neutralidad cristiana" que se anunciaba en voz alta para continuar su trabajo de publicación y predicación en Alemania. Entonces, el liderazgo de los Testigos de Jehová, como los que dirigieron casi todas las demás iglesias, sectas y cultos en el Tercer Reich, estaban dispuestos, en las circunstancias de los tiempos, a traicionar sus valores más sagrados.

Un cubrimiento histórico

Pero eso no es todo. La Sociedad Watch Tower es actualmente culpable de un encubrimiento continuo de su pasado en relación a estos asuntos. Si bien la Sociedad todavía se jacta de la valentía de los Testigos de Jehová alemanes en su negativa a someterse a los dictados del Nazismo, también continúa tratando de ocultar el intento de sus líderes de comprometerse con los Nazis en 1933. Aunque La Atalaya del 1 de octubre de 1984 citado en El estado Nazi y las nuevas religiones de la Dra. Christine King, sus editores no notaron lo que la Dra. King había escrito sobre la Declaración de Hechos de la Sociedad de 1933. Por ejemplo, en una breve evaluación de ese documento, ella hace lo que, desde el punto de vista de los Testigos, es un comentario bastante condenatorio. Ella dice: "El documento es un maestro de su clase y digno de las otras cuatro sectas [los Científicos Cristianos, los Santos de los Últimos Días, los Adventistas del Séptimo Día y los miembros de la Nueva Iglesia Apostólica] todos los cuales apoyaron, de una manera u otra, el estado Nazi".19 En otro párrafo, la Dra. Kim sigue comentando lo siguiente:"Habiendo intentado asegurar a las autoridades mediante la Declaración de Hechos, de su buena ciudadanía, haber interpretado y explicado sus Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


enseñanzas de una manera que dadas las preocupaciones del régimen, fue diseñado para calmar los temores y ofrecer una pizca de compromiso, los Testigos parecían haber esperado poco más acoso. ¿Si la Declaración no hubiera sido condenada por los Nazis, la Liga de las Naciones, no describió al nacionalsocialismo como destacando contra las injusticias que los alemanes habían sufrido desde 1919 y no había terminado con un llamamiento personal al Führer?"20 Por lo tanto, es casi imposible que el liderazgo actual de la Sociedad pueda ser ignorante de la Declaración de Hechos y su naturaleza comprometedora y antisemita.

Sin embargo, a pesar de las declaraciones de la Dra. King, en un artículo titulado "El nazismo rechazado, ¿por quién?", El 8 de junio de 1985 ¡Despertad! (pág. 10) condenó tanto al clero Católico como al Protestante por apoyar el Nazismo y proclamó: "Sin embargo, había un grupo en Alemania que defendía valientemente los principios cristianos. Ese grupo eran los testigos de Jehová. A diferencia del clero y sus seguidores, los Testigos se negaron comprometerse con Hitler y los nazis. Se negaron a violar los mandamientos de Dios. No romperían su neutralidad cristiana en los asuntos políticos. (Véase Isaías 2:2-4; Juan 17:16; Santiago 4:4). No atribuyeron el `Heil´, o salvación, para Hitler, como lo hizo la abrumadora mayoría de sus rebaños". Y los números más recientes de ¡Despertad! y La Atalaya han tomado el mismo rumbo.

¡Despertad! publicó varios artículos sobre el Holocausto en su número del 8 de abril de 1989 en el que argumentaba con razón que muchos otros, además de los judíos, habían muerto como resultado de las políticas de Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


exterminio Nazis. En relación con la persecución de los testigos de Jehová desde 1933 hasta el colapso del Tercer Reich en 1945, uno de estos artículos, "El Holocausto: ¿víctimas o mártires?", dice en la página 12: "Ellos [los Testigos de Jehová] eran de muchas nacionalidades pero fueron mal interpretados como una amenaza pacifista al régimen nacionalsocialista de Alemania debido a su posición de neutralidad cristiana y su negativa a incorporarse al esfuerzo de guerra de cualquier nación. Hitler los calificó de 'cría para ser exterminados'". Significativamente, este artículo también cita a la Dra. Christine King, pero no menciona ni la Declaración de Hechos ni la carta de la Sociedad de 1933 a Hitler.

Luego, justo después de la publicación del 8 de abril de 1989 de ¡Despertad!, aparecieron una serie de artículos en los números del 1 y 15 de abril y 1 de mayo y 15 de mayo de 1989 de La Atalaya sobre el tema "Babilonia la Grande". Refiriéndose a la gran "prostituta" o "ramera" descrita en Apocalipsis capítulo 17, estos artículos la identificaron como el imperio mundial de la religión falsa que "cometió fornicación con los reyes de la tierra". En consecuencia, la Watchtower censuró tanto al catolicismo como al protestantismo, que consideran partes de Babilonia la Grande, en los términos más duros por haber apoyado a varios gobiernos seculares europeos en siglos pasados y especialmente, por haber estado aliados con el Nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Pero ni una sola vez en estos artículos el autor anónimo admite que, desde el punto de vista de sus propias enseñanzas los líderes de la Watch Tower también estaban dispuestos a cometer "fornicación" con los gobernantes del Tercer Reich si los nazis hubieran estado dispuestos a dejarlos acostarse con ellos. Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


Lo que es aún más grave es que cuando se les confronta con los hechos relacionados con la Declaración Alemana de la Watch Tower de 1933, los portavoces oficiales de la Sociedad los han negado categóricamente. En 1985, cuando publiqué una breve sinopsis de la naturaleza de la Declaración de Hechos en mi libro Apocalypse Delayed,21 funcionarios de Watch Tower me atacaron en los más enérgicos términos, prácticamente llamándome mentiroso. El oficial de relaciones públicas de la Sociedad para Canadá, Walter Graham, afirmó que "la declaración no era para aplacar a Hitler ni para ser antisemita", y dijo de mí con cierto respeto: "Penton tiene un hacha que afilar. Ha estado tratando de desacreditar a los testigos de Jehová desde que fue removido de la sociedad". Sin embargo, curiosamente, admitió que no había siquiera leído la evidencia que yo había presentado. Él dijo: "No estamos interesados en leerlo. No estamos interesados en lo que James Penton hace, escribe o piensa, porque ha elegido dejar de ser uno de nosotros".22 En una línea similar, Eugene Rosam, otro funcionario de la Watch Tower Canadiense, se negó a comentar sobre Apocalypse Delayed. "No tenemos comentarios sobre la publicación", dijo Rosam. "Cualquiera puede escribir un libro y publicarlo. Es sorprendente que algunas personas se refieran al libro como si fuera el Evangelio”.23

No es sorprendente que los líderes de los Testigos de Jehová sean reacios a discutir la naturaleza de la Declaración de Hechos, la carta de la Watch Tower a Hitler o la asamblea de Berlín de junio de 1933 más de lo necesario. Después de todo, ninguna organización religiosa está ansiosa por comunicar sus pecados Historia de un compromiso intentado: los Testigos de Jehová, el antisemitismo y el Tercer Reich


pasados. Sin embargo, el encubrimiento que rodea la naturaleza de esos eventos es hipócrita, especialmente porque la Sociedad Watch Tower es tan poco caritativa y comprensiva con otras religiones por su colaboración con el Nazismo. No obstante, la Sociedad Watch Tower no tiene otra opción real que intentar continuar con ese encubrimiento. Los Testigos de Jehová afirman que el cuerpo colectivo de personas que los han gobernado desde 1919 han sido y son los "seguidores ungidos de Jesucristo", descritos como "los restantes de la simiente de su [organización celestial], que observan los mandamientos de Dios y tienen el trabajo de dar testimonio de Jesús.”24 Por lo tanto, admitir que se habían comprometido con un régimen como el de Hitler sería contradictorio con esta afirmación. ¡Sobre la base de sus propias enseñanzas, los convertiría en otra parte de Babilonia la Grande!

Con el fin de demostrar claramente que la explicación dada en este artículo es históricamente precisa y que los hechos básicos presentados son irrefutables, reimprimimos la documentación completa en inglés y alemán en las páginas que siguen.

[Nota del Traductor: se insertarán los documentos que el autor indica en su escrito original y de ahí se presentará la traducción al Español con la finalidad de respetar la estructura en que el autor presenta su información].



Traducción del documento:

“Ese antisemitismo fue un aspecto común del Juez J. F. Rutherford y la política de la Sociedad Watch Tower por muchos años después de 1933 y es hecho evidente por Enemigos, una publicación oficial de la Watch Tower escrita por Rutherford y publicada en 1937. En ese libro, Rutherford muestra un desprecio despiadado no solo para los clérigos judíos que fueron blanco del anticlericalismo general, sino también para el pueblo judío. El clero y las organizaciones judías se llaman "clero yiddish", "organizaciones yiddish" y "pobres simpletones" (págs. 222-223). Rutherford dice específicamente: "Entre sus instrumentos [de la Jerarquía Católica Romana] que ella usa están los hombres ultra egoístas llamados 'Judíos', que solo buscan ganancias personales, y que por lo tanto ceden y se unen a la Jerarquía en cualquier esquema injusto" (pág. 281)”.



Traducción del documento:

La afirmación de los testigos de Jehová de ser "el canal de Dios”

Actuando en nombre del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová, la Sociedad Watch Tower afirma que los Testigos de Jehová son la única religión verdadera y el único "canal" de comunicación de Jehová con la humanidad desde 1919. Esto significa que los Testigos, como grupo, funcionan bajo la dirección de sus líderes en Brooklyn, Nueva York, están llamados a ser una comunidad sagrada, la organización de Dios "inmaculada del mundo". Note las siguientes declaraciones idénticas en inglés y alemán de Los Testigos de Jehová en el propósito divino (Brooklyn, N. Y.: Watch Tower Bible and Tract Society, 1959) y de Jehovas Zeugen en Gottes Vorhaben (Wiesbaden: Wachtturm Bibel-und Traktat -Gesellschaft, 1960). Ambas citas están tomadas de la página 127 de las publicaciones respectivas.

“Sin embargo, ahora [1931], más que nunca antes, la mano de aprobación de Jehová se podía ver en el canal que había señalado décadas antes. Desde el momento en que el Pastor Russell se había mantenido firme en la adoración verdadera en 1878, durante todos los años La Atalaya y sus editores habían continuado la guerra contra el compromiso y la apostasía, la evidencia se había ido acumulando para identificar a este cuerpo de cristianos como teniendo un lugar singular en el propósito divino. Extraído de las fauces de la muerte en 1919 e inspirado a un audaz y valiente a pararse contra Satanás y para Jehová, su posición en el propósito divino ahora está asegurada para que se identificaran inequívocamente con el nombre del Soberano Supremo”.



Versión inglesa: “Yet now [1931], more than ever before, Jehovah's hand of approval could be seen upon the channel he had singled out decades before. From the time Pastor Russell had stood firm for true worship in 1878, throughout all the years The Watch Tower and its publishers had continued the war against compromise and apostasy, the evidence had been mounting to identify this body of Christians as having a singular place in the divine purpose. Snatched from the jaws of death in 1919 and inspired to a bold and fearless stand against Satan and for Jehovah, their position in the divine purpose was now secured for them in being unmistakably identified with the name of the Supreme Sovereign”.

Versión alemana: “Doch konnte jetzt [1931], mehr als je zuvor, erkannt werden, daB Jehovas Hand, seine Anerkennung, auf dem Kanal ruhte, den er sich Jahrzehente vorher erwahlt hatte. Von 1878 an, also von der Zeit an, da Pastor Russell fiir die wahre Anbetung standhaft eingetreten war, und all die Jahre hindurch hatten Der Wachtturm und seine Herausgeber den Kampf gegen Kompromisse und Abtriinnigkeit fortgesetzt, und der Beweis war immer deutlicher zutrage ge- treten, daB diese Korperschaft von Christen eine einzigartige Stellung im Vorhaben Gottes einnahm. Da sie im Jahre 1919 dem Rachen des Todes ent- rissen und zu einer tapferen, fruchtlosen Stellung gegen Satan und fur Jehova angespornt worden waren, war ihre Position im gottlichen Vorhaben nun gesichert, indem sie durch den Namen des hochs ten Souverans in unmi f i ve rs tand l i cher We i se gekennzeichnet worden waren."



BIBLIOGRAFÍA

1. Para un recuento reciente y completo del sionismo de Russell, ver David Horowitz, Pastor Charles Taze Russell: An Early American Christian Sionist (Nueva York: Philosophical Library, 1986).

2. J. F. Rutherford, Comfort para los judíos (Brooklyn, N.Y .: Sociedad Watch Tower Bible and Tract, 1925) y J. F. Rutherford, Restauración (Brooklyn, N.Y .: Sociedad Watch Tower Bible and Tract, 1927).

3. Para una revisión de la vida de la Watch Tower después de que Rutherford había cambiado la política de la Sociedad hacia los judíos, ver The Golden Age del 26 de octubre de 1932.

4. La declaración de la nueva política aparece en J. F. Rutherford, Vindication (Brooklyn, N.Y .: Watch Tower Bible and Tract Society, 1932), vol. 2, págs. 257, 258.

5. Basado en una declaración de mi padre, Levis B. Penton, quien escuchó personalmente el comentario de Rutherford. Mi padre murió como testigo de Jehová en buena reputación en mayo de 1972.

6. El más importante de estos movimientos fue el Ku Klux Klan, que existió a gran escala en ambos países. Pero el Klan, que también era anti-negro y anti-católico, era solo uno de esos movimientos. El antisemitismo también fue bastante desenfrenado entre los católicos estadounidenses y canadienses, algunos de los cuales eran abiertamente pro fascistas. Esto fue particularmente cierto en la provincia de Quebec.

7. Algunos de los Lander o estados alemanes habían prohibido a los Testigos anteriormente y estas prohibiciones continuaron vigentes después del 28 de abril de 1933. Para una cronología detallada de estos eventos, ver el Anuario de los testigos de Jehová de 1974 (Brooklyn, N.Y .:Watchtower Bible and Tract Society, Inc., 1973), págs. 108, 109.

8. Pág. 130.

9. La declaración de Franke se reproduce en su totalidad en uno de los documentos que se anexan a este artículo. Se reproduce tanto en la traducción original al alemán como al inglés [y de ahí al Español]. Franke murió como fiel testigo de Jehová el 31 de julio de 1983. Véase La Atalaya, 1 de noviembre de 1983, pág. 31).



10.Esta cita está tomada de la edición en inglés del Anuario de los testigos de Jehová de 1934 (Brooklyn, N.Y .: Watch Tower Bible and Tract Society, 1933), pág. 134.

11.Ibíd., Pág. 135.

12.Ibíd., Pág. 136.

13.Esta carta se reproduce en la traducción original en alemán e inglés entre los documentos que siguen a este artículo. [Así como la traducción del Inglés al Español]. La declaración de que los ocho oficiales de la Watch Tower fueron sentenciados a ochenta años en un penal federal de Atlanta, Georgia, aparece en muchas fuentes de la Watch Tower, evidentemente por efecto de shock. De hecho, siete de ellos fueron condenados a cuatro per íodos de veinte años, todos los cuales se ejecutar ían simultáneamente. Así, los siete realmente fueron sentenciados a veinte años de encarcelamiento, no a ochenta. El octavo miembro del grupo fue sentenciado a diez años. Si bien es cierto que la Sociedad Watch Tower no censuró ordinariamente a Alemania más de lo que lo hizo con los Aliados durante la Primera Guerra Mundial, sí publicó declaraciones y dibujos animados bastante críticos de la "autocracia" alemana.

14.Ver, por ejemplo, el folleto The Crisis (Brooklyn, N.Y .: Watch Tower Bible & Tract Society, 1931) que ejemplifica estos puntos de vista. Se distribuyó ampliamente por toda Alemania en 1932.

15.Anuario de 1974, Págs. 111, 112.

16.Ibíd., Págs. 131-33.

17.Ibíd., Págs. 110, 111.

18.En los números del 1 y 15 de junio de 1918 de la revista The Watch Tower, se pidió a los Estudiantes de la Biblia que se unieran a otros estadounidenses para rezar por la victoria aliada sobre la "autocracia" alemana y se les dijo que la compra de bonos de Liberty (bono de guerra) no tenía nada que ver con la religión Ver The Watch Tower, reimpresiones vol. VII, págs. 6257, 6268 y 6271. Este fue un cambio dramático en la postura de los líderes de la Watch Tower. Rutherford y sus cohortes se enfrentaban a un posible encarcelamiento.



19.Christine Elizabeth King, El estado nazi y las nuevas religiones: cinco estudios de caso de no conformidad (Nueva York y Toronto: The Edwin Mellen Press, 1982), págs. 151,152.

20.Ibíd.

21.M. James Penton, Apocalypse Delayed: The Story of Jehovah’s Witnesses (Toronto: University of Toronto Press, 1985), págs. 147-149.

22.Véase The Toronto Star, sábado 20 de julio de 1985, pág. L-12 y Spokane Chronicle, sábado 10 de agosto de 1985, pág. 11.

23.The Hamilton Spectator, sábado 7 de septiembre de 1985, pág. D 12.

24.La Atalaya, 15 de agosto de 1958, pág. 486.



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