Historia de Las Áreas Protegidas en Cuba

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    HISTORIA DE LASAREAS PROTEGIDAS

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    Iroel Ruiz Plasencia. Centro Nacional de reas Protegidas

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    HISTORIA DE LAS

    REAS PROTEGIDASEN CUBA

    Iroel Ruiz Plasencia

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    Iroel Ruiz Plasencia. Centro Nacional de reas Protegidas

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    Edicin y correccin: Dulcila CaizaresDiseo: Elvis Milin HernndezCartografa: Jon Irn Hernndez AlbernasFotografas de portada y contraportada del archivo del CNAP

    Iroel Ruiz Plasencia, 2015. Sobre la presente edicin:

    Centro Nacional de reas Protegidas, 2015.

    ISBN: 978-959-287-066-6

    Impresin: A3+. LA Habana. Cuba.

    Centro Nacional de reas Protegidas (CNAP)

    Calle 18A nm. 4114, entre 41 y 47, Playa,La Habana, Cuba

    Telf.: (53 7) 202 7970 FAX: (537) 204 0798Email:[email protected] Web:www.snap.cu

    mailto:[email protected]://www.snap.cu/http://www.snap.cu/mailto:[email protected]
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    Porque todas las fuerzasconcuerdan en la naturaleza []

    JOS MART.

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    NDICE

    PRLOGO / 9

    MENSAJE PRELIMINAR / 11

    LAS REAS PROTEGIDAS Y SU HISTORIA / 15COLONIZACIN, IGNORANCIA Y COMERCIO DEVASTAN LOS BOSQUES DELA ISLA DURANTE LOS SIGLOS XVIII Y XIX / 16

    1898 A 1958: EL PREMBULO PARA LA PROTECCIN DE LA NATURALEZACUBANA / 23

    El primer Parque Nacional en Cuba / 26

    Qu ocurri despus del Parque Nacional Sierra del Cristal? / 30

    1954: LA VERDE UTOPA DEL MINISTRO DE AGRICULTURA / 40

    RESUMEN DEL PERODO / 44

    1959 A 1995: UN CAMBIO TRASCENDENTAL PARA LAS REAS PROTEGIDASEN CUBA / 48

    Una aclaracin necesaria sobre las reas Protegidas (1956-1965) / 52

    Institucionalizacin de la proteccin del medio ambiente en Cuba y su in-fluencia en las reas Protegidas / 64

    Empresa Nacional para la Proteccin de la Flora y la Fauna / 66

    Aparecen las propuestas de reas Protegidas / 71Gran Parque Nacional Sierra Maestra / 73

    Primera Reserva de la Biosfera en Cuba/ 83

    Gran Parque Sierra del Escambray / 85

    Norma cubana de reas Protegidas / 89

    Nuevas reas Protegidas aprobadas por el MINAGRI / 93

    1993: Tres decretos importantes / 94

    RESUMEN DEL PERODO / 97

    1994: Creacin del Centro Nacional de reas Protegidas (CNAP) / 105

    1995: Se instaura el Sistema Nacional de reas Protegidas de Cuba(SNAP) / 107

    1996-2015: PASADO, PRESENTE Y FUTURO SE ENCUENTRAN PARA ELSNAP / 111

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    El Cuerpo de Guardabosques de Cuba / 112

    La nueva Ley del Medio Ambiente / 123

    Turismo de naturaleza en Cuba. Uso pblico dentro de las reasProtegidas / 125

    RESUMEN DE LO ACONTECIDO EN LA PRIMERA DCADA DELSIGLO XXI / 130

    Estado actual de las reas Protegidas en Cuba / 140

    Estructura espacial / 145

    RESUMEN DEL PERODO / 147

    Resumen grfico sobre la evolucin estadstica de las reas Protegidas de-claradas en Cuba desde 1800 hasta 2015 / 155

    Por qu un Sistema Nacional de reas Protegidas (SNAP) / 156

    GLOSARIO / 163RECONOCIMIENTOS / 171

    FUENTES / 175ARCHIVOS / 175

    BIBLIOGRAFA / 175

    PERIODICOS Y REVISTAS /178

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    Fotografa del archivo del CNAP.

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    PRLOGO

    Las reas Protegidas son elementos distintivos del patrimonio natural y culturalde cada pas, que pueden ser perdurables con esfuerzos de proteccin, dedica-cin y conocimientos cientficos.

    Es la primera vez que se profundiza en la historia de las reas Protegidas cu-banas, aunque numerosos autores la han tratado, pero solo desde diversosngulos, aunque mucho faltar por investigar sobre las individualidades y lahistoria general de los privilegiados espacios de nuestro hermoso pas y deltrabajo a veces ignorado de los hombres que han hecho posible el manteni-miento de esos inhspitos parajes.

    Historia de las reas Protegidas en Cubaaborda de modo particular los sucesosque originaron la sobreexplotacin de la naturaleza cubana: una especie de

    detonante que marc esa tendencia equvoca de los hombres durante los pe-rodos colonial y neocolonial, hasta 1958. Los autores y las obras citadas paraeste anlisis fueron debidamente seleccionados y las reflexiones derivadas in-clinan a pensar que la proteccin de espacios naturales en el territorio nacionalrespondi ms a una necesidad ineludible que a la libre y espontnea voluntadde protegerlos.

    Los acontecimientos acaecidos durante las 2 etapas siguientes al triunfo revo-lucionario en 1959, relativos a propuestas y declaratorias de las reas Protegi-das, han sido detalladas con minuciosidad y significativos aportes historiogrfi-cos inditos, y es necesario esclarecer que como este proceso no estuvo ajenoa la acelerada transformacin de la nueva sociedad tras la proclamacin delcarcter socialista de nuestra Revolucin, algunos comentarios trascienden elobjetivo central de esta publicacin: las reas Protegidas.

    Esta obra es un esfuerzo ms por subsanar el desconocimiento que an persis-te sobre las reas Protegidas de Cuba, revelando su evolucin histrica: pasa-do, presente y los rumbos futuros de este largo camino que ha emprendidomuy certeramente el Estado cubano. Tambin se muestra el propsito de ani-mar y orientar a planificadores, administradores, gestores, trabajadores y po-bladores ms cercanos a dichas zonas sobre los esfuerzos que realiza nuestroGobierno para salvaguardar el Sistema Nacional de reas Protegidas, pese alimitaciones y poca disponibilidad de recursos econmicos y financieros.

    Mientras mejor conozcamos la historia de nuestro pas, y en especial la de losms conservados y sagrados espacios naturales, mayor esfuerzo dedicaremospara perpetuarlos.

    DOCTORA MARITZA GARCA GARCADirectora del Centro Nacional de reas Protegidas

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    MENSAJE PRELIMINARProteger espacios del territorio nacional bajo el concepto de reas Protegidas

    es una prctica comn actual, y parece ms familiar cuando se mencionan elParque Nacional Pico Cristal, Alejandro de Humboldt, el de la Cinaga de Zapa-ta o Guanahacabibes, por citar solo algunos de los territorios protegidos de altovalor ecolgico y reconocimiento nacional e internacional. Pero algunos ignoranque tambin se protegen pequeos espacios que atesoran valores naturales deimportancia mundial, pues contienen amplia informacin sobre el legado geo-lgico y evolutivo de nuestra isla y sus diferentes formas de vida, como el Ele-mento Natural Destacado Cueva Martn Infierno, que contiene la estalagmitams grande del mundo descubierta hasta hoy; la Paleocaverna de Bellamarcon sus hermosas y variadas formas de cristales de carbonato de calcio locali-zados en sus ms de 23 km de galera de origen fretico, quizs los secretosan desconocidos en el blue holedel Elemento Natural Destacado Ojo del M-gano, la ms profunda caverna submarina del pas con 70 m, o El Polvorn, delSistema Espeleolacustre de Zapata con 87 m, la ms profunda de las cuevasinundadas en el territorio emergido de Cuba.

    En la actualidad, los estudios previos a la designacin de las reas Protegidassealan cul ser la categora adecuada para su administracin, la conductaque se asumir para el manejo de las especies de la flora y la fauna, de sussitios histricos y patrimoniales heredados y hasta de las poblaciones humanasque las habitan, pero no siempre fue as.

    La presente obra se adentra en la historia para conocer las primeras formas de

    proteccin de espacios naturales efectuadas en Cuba durante el siglo XIX,permitiendo la comprensin del proceso que condujo al cambio de pensamien-to de una cultura de depredacin de la naturaleza a la proteccin de pequeasreas del territorio nacional. Se analizan y resumen en forma cronolgica losacontecimientos ocurridos en 3 etapas fundamentales: de 1800 a 1958; 1959a 1995 y 1996 hasta la actualidad. Por primera vez se expresa lo anterior enplanos y mapas que permiten apreciar la distribucin espacial de las reas Pro-tegidas declaradas en el territorio nacional para cada una de las pocas estu-diadas.

    Cuando un espacio natural se protege, sus altos valores an intactos sugieren

    un estricto grado de proteccin para perpetuarlos en el tiempo; por el contra-rio, si ha perdido sus condiciones naturales originales, adems, requerir deasistencia y resguardo para su rescate. El amplio significado de proteger unaporcin natural del territorio nacional es otro de los aspectos que aborda elpresente libro.

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    Fotografa de Buzzini.

    Fotografa del autor.

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    Durante la bsqueda de criterios e indagaciones para documentar la historia delas reas Protegidas en Cuba se realizaron ms de una decena de entrevistas aespecialistas y fundadores del Sistema Nacional de reas Protegidas, poblado-res y protagonistas del desarrollo de dichas reas. Estn presentes el aporte yla vinculacin de personalidades cientficas, como bilogos, botnicos, tcnicosy de otras especialidades, nacionales y extranjeras, que ofrecieron sus conoci-mientos y contribuyeron al descubrimiento de los valores naturales de la isla.Tambin se entrevistaron a los que asumieron responsabilidades sociales parala proteccin de la naturaleza y los que dejaron sus huellas para la posteridady expresaron sus criterios sobre el escenario natural del pas en las pocas quevivieron.

    Se han identificado 211 reas con caractersticas especiales y valores naturalesrelevantes que las distinguen como reas Protegidas potenciales para el pero-do 2014-2020: estas son las que conforman el actual Sistema Nacional dereas Protegidas, pero solo 120 poseen administracin, agrupadas en 8 cate-

    goras: Reserva Natural, 3; Parque Nacional, 14; Reserva Ecolgica, 23; Ele-mento Natural Destacado, 13; Reserva Florstica Manejada, 15; Refugio deFauna, 26; Paisaje Natural Protegido, 12; rea Protegida de Recursos Maneja-dos, 14.

    Valioso e interesante ha sido profundizar, para entender acerca del caminotranscurrido desde el siglo XIX al inicio del siglo XXI referente a la seleccin,categorizacin y manejos de las reas Protegidas, hasta su transformacin enel actual Sistema Nacional de reas Protegidas de Cuba, materia de intersgeneral, pero con una historia poco conocida.

    EL AUTOR

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    Fotografa de Jon I. Hernndez.

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    LAS REAS PROTEGIDAS Y SU HISTORIAPara entender la gnesis y el proceso de evolucin y expansin de las reas

    Protegidas en Cuba hasta el actual Sistema Nacional de reas Protegidas(SNAP) hay que hurgar en el pasado, en la historia de la Nacin, penetrar enlas races y la cultura nacional cubana. El origen de la proteccin de nuestranaturaleza es consecuencia de un complejo proceso, as como de los proble-mas ambientales generados y acumulados durante el desarrollo humano, queagravados por las condiciones de confinamiento que impone la geografa deeste territorio isleo, afloraron como realidades que se fueron impregnando enel entendimiento y consenso general de proteger los espacios naturales. Hasido en gran medida motivo de la necesidad de encontrar la alianza, para retri-buir a la naturaleza por sus aosos y perennes servicios y tanto bienestar,pues no existe otra posibilidad que la convivencia equilibrada y armoniosa en-tre la naturaleza y los seres vivos que habitamos esta hermosa tierra, porquesomos parte de ella.

    La naturaleza cubana llam la atencin de los que la visitaban y muchos deellos se detuvieron en los paisajes, dejando en sus memorias descripcionescargadas de elogios y admiracin. Cristbal Coln, Nicolas de Ribera, Alejandrode Humboldt, Ramn de la Sagra, Miguel Rodrguez Ferrer y otros constituyenejemplos de la afirmacin anterior. Cristbal Coln, cuando descubri a Cubaen 1492 reflej lo hermoso de los ros, su limpieza, los rboles, las flores y lasaves. El almirante compar aspectos de la naturaleza cubana con la europea:la yerba grande de los montes con los de Andaluca por abril o mayo yapunta en su Diario de navegacinque ...la Isla que es llena de montaas

    muy hermosas, aunque no son muy grandes en largura salvo altas [] nuncatan hermosa cosa vido, lleno de rboles todo cercado el ro, fermosos y verdesy diversos de los nuestros, con flores y con su fruto, cada uno de su manera.Aves muchas y pajaritos que cantaban muy dulcemente.1Otra observacin,del siglo XVIII, es de Nicolas Joseph de Ribera: Hermosean sus selvas lospericos, papagayos, en abundancia extrema, los cateyes [...]. Toda la Yslapor lo comn, est regada de ros de buena agua. [...].2

    Una isla verde en medio de un mar azul, con montaas empinadas. Cuba, laesmeralda del Caribe con olor a polen, a lluvia recin cada y humedad selv-tica, se fue transformando. La niebla de las praderas termin siendo la emana-

    cin de sus bosques humeantes, el aroma de la melaza hirviente en los inge-nios y el sudor de sus hombres. Se transform la vida y nunca ms ser comoantes.

    1Cristbal Coln. Diario de navegacin, p .72-73 y 154.2Nicolas Joseph de Ribera. Descripcin de la Isla de Cuba, p. 96.

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    Apenas 300 aos despus de la llegada de los europeos a la isla bastaron pararomper esas alianzas prstinas hombre-naturaleza que aqu se practicaban yterminaron por extraer y exportar todo lo que significase el botn propio deaquella aventura conquistadora, que poda exhibirse lejos, all donde su pre-sencia no era comn: interminable lista encabezada por el oro, las piedras pre-ciosas, pieles, maderas, especies de animales y plantas, plumas, semillas; mstarde alimentos, producciones y todo lo asombroso, puro y delicado de esteconfn del mundo. El valor ecolgico de cada esencia transportada haba que-dado atrs y ahora ostentaba un valor comercial; lo extico se convirti en tro-feo; la evolucin natural de millones de aos se vio exhausta; nuestras joyasnaturales terminaran siendo la remembranza que retumbar hasta el final dela civilizacin humana.

    COLONIZACIN, IGNORANCIA Y COMERCIO DEVASTANLOS BOSQUES DE LA ISLA DURANTE LOS SIGLOS XVIII Y XIX

    Las ltimas dcadas del siglo XVIII marcaron el inicio de la llamada RevolucinIndustrial en el continente europeo: fue un suceso complejo en el que intervi-nieron gradual y simultneamente numerosos pases, pero el resultado finalfue la rpida aceleracin del desarrollo tecnolgico y fabril a nivel mundial. Suinfluencia continu y se expandi al resto del mundo durante los siglos XIX yXX, provocando un consumo apresurado y creciente de recursos provenientesde la naturaleza.

    Cuba, como parte del nuevo mundo, no qued excluida de este proceso globa-lizador. Durante esa etapa floreca en la isla el negocio de la fabricacin deazcar. A su vez, el cultivo y produccin del caf mantena ritmos de creci-mientos importantes, pero su expansin se centraba en 2 regiones fundamen-tales: el oriente y el occidente del pas, en ncleos bien determinados, peronunca pudo enfrentar la enorme competencia tecnolgica y productiva de laindustria azucarera. Esta ltima abarcaba toda la isla y asumi esta tendenciaindustrializadora europea, por lo que la tecnologa entr al pas simultnea-mente que en Europa.

    En 1796 lleg a Cuba la fuerza motriz de la gran industria: el vapor. Una m-quina comprada en Londres con el dinero del Conde de Jaruco. Su instalacinfue un suceso nico rodeado de un clima de tensa expectacin. Se vio funcio-nar el da 11 de enero de 1797 en el ingenio Seybabo [].3En 1860 cerca de

    1 000 ingenios ya contaban con mquinas de vapor en nuestro territorio.

    El desarrollo industrial estuvo sujeto a 5 elementos clave y partes de una ca-dena inseparable: Esclavos-bosques-sabanas-ganado-embarcadero. Pero elpaso determinante lo aport la Revolucin Industrial, pues se transformaronlas condiciones cubanas de produccin de azcar cuando lleg de Europa el

    3Manuel Moreno Fraginals. El ingenio,t. I, p. 87.

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    ferrocarril,que fue la gran solucin a los largos estudios y preocupaciones via-les y de transportacin de cargas, por eso su nombre exacto fue camino dehierro. El primer tramo de ferrocarril se extendi directamente al coraznproductor azucarero de La Habana, San Julin de los Gines, inaugurado el 19de noviembre de 1837 en Bejucal. Veinte aos ms tarde las lneas frreascomunicaban todas las reas azucareras de Cuba [].4

    Cuando aparece el ferrocarril, la expansin azucarera no tiene frenos y el cre-cimiento de cada ingenio rompe todos los clculos, la simple presencia del fe-rrocarril hace factible la construccin de manufacturas esclavistas por toda laIsla [].5

    Hasta fines del siglo XVIII, los cubanos vivieron orgullosos de sus bos-ques. La isla era un intrincado monte de maderas preciosas: caobas, ce-dros, banos, dagames, quiebrahachas entre los cuales emergan laspalmas gigantescas. Nadie pudo mencionar sin asombro de nuestros r-

    boles, y los primitivos cronistas afirmaron que a la sombra de ellos po-da recorrerse el largo de la Isla. La legislacin indiana cuid celosa-mente esta riqueza. Las antiguas leyes afirmaban con amplio espritusocial, que el bosque no era propiedad del dueo del terreno, porqueperteneca tambin a las generaciones futuras [].6

    Antes que el azcar, el tabaco y el ganado, las maderas preciosas fueron elsmbolo exacto de la Antilla lejana. Y con maderas cubanas se levantaron losprodigiosos artesonados de El Escorial, sus puertas y ventanas an intactas yla increble mesa de caoba que todava se conserva, la mayor del mundo, deuna sola pieza. De enormes tablas cubanas, de rboles gigantescos, se hicieron

    las puertas de San Francisco El Grande, de Madrid. Con maderas cubanas sellevaron a cabo las obras del Palacio Real. Segn los documentos, una de lasformas tpicas de piratera inglesa y francesa consisti en saquear los bosquesde la isla semidespoblada. Se ignora cunta madera cubana fue a parar a pala-cios y castillos ingleses y franceses.

    La forma legal definitiva de proteccin forestal de la poca fueron los llamadosCortes de El Rey, que quedaron asentados en la Ley 13, ttulo 17 del Libro 4 dela Recopilacin de Indias. Sobre la base de estos Cortes se estableci el astille-ro habanero que, en pocos aos, construy 128 navos de toda clase y realizenormes envos de madera a la pennsula europea. Estos navos, desde los gi-gantes de 120 caones, hasta las fragatas de 30 o 40, que ayudaron a la de-

    fensa del imperio espaol, muchos de los cuales finalmente desaparecieron.

    4Carrera y Heredia. Plano general de los ferrocarriles construidos, en construccin y proyectados desde laHabana, hasta el Jcaro, 1846. En: Moreno Fraginals. Ob. cit, p. 151.5Manuel Moreno Fraginals. Ibdem.6Ibdem, p. 157.

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    Pero la gran manufactura azucarera fue la muerte definitiva del bosque.

    A fines del siglo XVIII se derribaban anualmente en el pas 500 cab7debosques (6710 ha8) para quemarlos como lea en los ingenios y otragran parte para el fomento de las nuevas fbricas. En 1830 la cifra as-ciende a 2000 cab (26 840 ha), duplicndose en 1844 a 4000 cab (53680 ha). Exactamente ese ao, la Junta Directiva encargada de la pre-servacin de los bosques declar que la legislacin forestal haba dadofelices y satisfactorios resultados [].9

    El derecho a deforestar la isla fue una de las grandes victorias de la sacarocra-cia10cubana. Los Cortes de El Rey eran un privilegio feudal en abierta contra-diccin con la gran manufactura, que la conciencia burguesa de la naciente cla-se industrial interpretaba como una limitacin del omnmodo y sagrado dere-cho de la propiedad. Los productores se enfrentaron violentamente a la antigualegislacin. La parte exterior de ese conflicto se present como una pugna en-

    tre la Junta de Maderas,11institucin de corte feudal dominada por la Marina yel Real Consulado. Aunque la Junta de Maderas defenda un privilegio contrarioal desarrollo econmico de las fuerzas productivas, tena cierta razn en mu-chos de sus conceptos. La aseveracin de que sus bosques seran arrasados silos entregaban sin limitaciones a la voracidad azucarera era una verdad in-cuestionable. Frente a esta realidad, el Real Consulado solo pudo argir que losbosques cubanos eran excesivos y que su total liquidacin era imposible deque se verificase en el orden natural de las cosas,12mientras Arango y Parre-o confesaba que ya muchos de los hacendados habaneros no tenan bosques,o en los montes de su propiedad no hay un palo que sea de cuentas [].13

    7Cab: caballera, medida agraria usada en Cuba, equivalente a 13,42 ha.8ha: hectrea (ha) es la unidad de superficie equivalente a 10 000 m2.9Ramn de la Sagra. Cuba en 1860, p. 19.10Sacarocracia: modo de nombrar a la clase alta, acaudalada (dueos de plantaciones, ingenios azucareros y

    esclavos) en Cuba durante los siglos XVIII y XIX, y cuya actividad econmica fundamental era la produccinde azcar.11Junta de Maderas: para resolver el problema de la escasez de madera, que ya ocurra en el siglo XVIII,debido a la distancia entre las poblaciones y los montes, aparte de la falta de caminos para conducir las ma-deras, el capitn general Diego Jos Navarro mand fundar la Junta de Maderas, lo cual se haba dispuestoen 1776, con el fin de acordar y solucionar los mtodos menos embarazosos para la provisin de maderas, lomismo para la construccin de bajeles para la Real Armada como para satisfacer las necesidades de los veci-nos de construir sus casas, ingenios, haciendas y sitios de labor.12Manuel Moreno Fraginals. Ob. cit., p. 158.13Miguel Rodrguez Ferrer. Naturaleza y civilizacin de la grandiosa isla de Cuba, p. 681-765.

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    Fig. 1. Ingenio semimeca-nizado de la primera mitaddel siglo XIX. Se observauna faena habitual, con elconsumo de madera utili-zado para el proceso dereduccin de las mieles.(Grabado de F. Mialhe, Islade Cuba pintoresca, 1840-1841).

    La fuerza de los productores fue decisiva y el 4 de febrero de 1800 obtuvieron

    la Real Cdula que estableca el estudio por parte del Real Consulado sobre laposibilidad de alejar los Cortes Reales a 30 leguas de La Habana. Es decir, de-jar libre la expansin del azcar a la zona occidental de la isla, segn se apre-cia en el expediente instruido con los antecedentes del recurso dirigido a lasCortes Generales y Extraordinarias, acerca de las reservas creadas por el inge-niero Don Diego de Parra en la Junta de Maderas del 22 de Junio de 1812, con-tra el decreto que restitua a los particulares el dominio de los arbolados[].14

    El 30 de agosto de 1805, la burguesa azucarera obtuvo el derecho de disponerlibremente de los rboles de sus tierras, sin ms limitaciones que las sealadasen las ordenanzas, las cuales jams se redactaron. La victoria final tuvo lugar

    en las Cortes Espaolas. Andrs de Juregui y Juan Bernardo OGaban, 2 re-presentantes del azcar cubana, lograron la derogacin total de los privilegiosde la Corona sobre las maderas de la isla. En La Habana, los miembros de laJunta de Maderas, acaudillados por el ingeniero Diego de Parra, trataron deresistir a la nueva legislacin, pero fueron derrotados.

    Finalmente, el 30 de agosto de 1815 se resumieron en una Real Cdula lasprovidencias sobre montes y se estableci la definitiva libertad burguesa. Lanica mnima limitacin consisti en el establecimiento de una Junta encargadadel estudio de los resultados de las nuevas leyes sobre los bosques, Junta quefue establecida en mayo de 1816, fecha en la que se celebr la primera

    reunin. La segunda y ltima reunin tuvo lugar en 1844, 28 aos despus.Durante largas polmicas presentadas, siempre se emplearon mltiples argu-mentos, pero segn Ramn de la Sagra en ningn momento discutieron lautilizacin racional de los recursos forestales, sino a quin corresponda el de-

    14Diego de Parra. Archivo Nacional de Cuba, Fondo Real Consulado, exp. 94/3955.

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    recho de talar y destruir [].15 La expansin azucarera continu e ignor laJunta de Maderas.

    A mediados del XIX, la gran zona habanera y parte de Matanzas estaban con-vertidas en llanuras sin rboles. Cienfuegos, fundada en 1819, entonces conenvidiados bosques, tena graves problemas para conseguir lea. En Sagua laGrande y San Juan de los Remedios ocurra lo mismo.

    Cuando la tala de bosques empieza a afectar la produccin, los hombres de laindustria se preocupan, comienzan a pensar en el problema y se avienen lassoluciones. Cambian sus sistemas de pailas y retornan a los trenes de un solofuego, se extiende la siembra de caa de Otait16y utilizan su bagazo comocombustible. Los ms previsores escriben memorias que tienen todava elaliento universal de los grandes pioneros de la manufactura. Las dos ms im-portantes son las del Conde de Mopox y Jaruco y la de Jos Ricardo OFarrill,en las que se plantea reponer los bosques de maderas preciosas []. 17

    Quienes no pensaban en trminos de bosques, sino en cmo obtener lea,propusieron soluciones al problema del combustible. Por ejemplo, Jos Pizarroy Gardn habla de hacer plantaciones de palmas para utilizar las pencas y ya-guas como combustible,18 entre otras soluciones desesperadas, como las deJos Mara Dau, quien pens resolver el problema con siembras de la plantade Ail silvestre, pues con una y media caballera de la misma se obtienenanualmente 44 millones de libras de brusca,191000 tn/ha [],20sin mencio-nar a otros, desesperados por las dificultades que enfrentaban.

    Solo un contemporneo, Ramn de la Sagra, pidi establecer Reservas Fores-

    tales intocables como la salvaguardia de la Isla para las generaciones futu-ras.21

    Es curioso que al mismo tiempo que ocurra la destruccin de las riquezas ma-dereras cubanas, la isla fuera la primera compradora de madera a los EstadosUnidos de Norteamrica. Desde finales del siglo XVIII llegaban al puerto haba-nero las tablas de pinos para fabricar cajas de azcar. Durante las 2 primeras

    15Ramn de La Sagra. Ob. cit., p. 67.16Otait: Caa llevada a Puerto Rico por Boungaiville, procedente de Otait, isla de Polinesia. En Cuba la in-trodujo Francisco de Arango y Parreo. La caa de azcar encontr en las tierras caribeas suelo y climapropicios para su desarrollo, ya que se desarrolla en zonas tropicales o subtropicales. El azcar blanca, ingle-

    sa o de Otait tuvo un gran auge en Puerto Rico, Cuba y en el resto de la regin caribea. Esta nueva varie-dad tena un 25 % ms de jugo y un tallo ms leoso.17Jos Ricardo OFarrill. Memorias sobre bosques, p. 236.18Jos Pizarro y Gardn. Reposicin de Bosques que se consumen anualmente en el combustible de losingenios, Memorias de la Sociedad Econmica de Amigos del Pas, 1846, p. 373.19Brusca: material combustible proveniente de algunas especies forestales de crecimiento rpido y poco le-osas. Chamarasca, lea menuda. Partes de las plantas utilizadas para hacer fuego. Ramaje que se usa paraaplicar fuego (ramas, hojas).20Jos Mara Dau. Ail silvestre, Gaceta de la Habana, 2 de marzo de 1848 y 10 de marzo de 1848.21Ramn de la Sagra. En: Moreno Fraginals. Ob. cit., p. 161.

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    dcadas del siglo XIX, las importaciones de madera provenientes de EstadosUnidos oscil entre 600 000 y 1 000 000 de pesos anuales. Jos de Arangocalific este comercio como una vergenza; y se quejaba del abandono denuestros bosques, entregados a las llamas o permaneciendo la llanura intil,mientras nuestros bolsillos se vaciaban en beneficio de los extranjeros [].22

    Pero no solo se importaron los cortes de cajas para azcar, sino tambin lea.Desde 1837 aparecen contratas de importacin de lea con destino a las m-quinas locomotoras de vapor. En la primera compra actu de intermediario lacasa Drake y se vendi lea a 14 pesos cada cuerda.23 [] Despus JorgeKnight las trajo de nueva Orleans y las vendi a 7 pesos. Y en este negocio seafirm categricamente que la lea del norte da ms llama.24Por ltimo secomenz la importacin de carbn mineral, que alcanz en 1860 las 92 000 tn[].25

    La desaparicin de los bosques signific la prdida del hbitat para la fauna

    silvestre, que sufra tambin el incremento de la caza a causa de una presindemogrfica indita. Un escrito de mediados de la dcada de 1840 sobre Sa-gua la Grande, aparecido en las Memorias de la Sociedad Econmica, destacael hecho de que las jutas eran tan abundantes que muchas fincas pequeassostienen sus negradas en parte con ellas.26 Entonces esta era una de lasprincipales regiones de frontera de la plantacin esclavista. El mdico estadou-nidense John Wurdemann la visit en esos aos y refiri la abundancia de ju-tas en los bosques, que se venden a cincuenta centavos cada una, como ali-mento para los esclavos, quienes son inmoderadamente aficionados a ellas.27

    No obstante, antes de que esto ocurriera, viajeros, cientficos y naturalistas

    comentaban la falta de aves en las plantaciones. En su recorrido por la zona deGines durante la dcada de 1830, el espaol Jacinto Salas y Quiroga, despusde atravesar extensos campos sembrados, unos de cafetos, otros de plta-nos, de caa los ms, se mostraba sorprendido al notar aquel silencio se-pulcral que por todas partes reinaba; raro pjaro cruzaba los aires, o se posa-ba sobre los rboles [...] los aires nos parecieron despoblados, pero la tierra nonos lo pareci menos.28

    22Jos de Arango. Jobo, Memorias de la Sociedad Econmica Amigos del Pas, 1817, p. 264-273.23Cuerda: en Cuba, medida agraria popularizada para medir la cantidad de lea cortada y lista para vender,correspondiente al volumen que se obtiene del conjunto o estiba de lea de 4 pies (ft) de ancho por 4 ft delargo y 8 ft de alto, igual a 128 pies cbicos (ft^3), volumen aparente, e igual a 75 (ft^3) volumen slido, lo que

    es lo mismo que 2,12 m3

    de lea. Tambin se compara con 450 pies (ft) madereros, 8 caballos, 320 rajas y 4sacos de carbn tipo azcar, segn los envases usados para almacenar y transportar el azcar cubana en ladcada de 1970 del siglo XX.24Archivo Nacional de Cuba. Fondo Real Consulado, exp. 38/1664, formado para contratar la lea necesariade las mquinas del camino de hierro.25Ibdem.26Apuntaciones histricas y geogrficas del partido de Sagua la Grande en 1844. Memorias de la SociedadEconmica de La Habana, t. 33, p. 286.27John G. Wurdemann. Notas sobre Cuba, p. 346.28Jacinto Salas y Quiroga. Viajes de Don Jacinto de Salas y Quiroga, p.146-147.

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    El estudioso de las aves Juan Cristbal Gundlach,29cientfico de origen alemnque residi varias dcadas en Cuba, en particular en la zona de Matanzas,constat la alarmante disminucin de las poblaciones de aves en distintos pa-rajes a causa del cultivo y del desmonte, junto a lo que llam la guerra inne-cesaria contra los pjaros [].30

    El dulce arraigo azucarero casi extermin los bosques cubanos. Siglos de ex-plotacin condujeron a la pobreza forestal, a la infertilidad y erosin de lossuelos, a la prdida de cientos de especies de la flora y la fauna que yacen enel polvo y las cenizas de extensiones quemadas, al igual que se extinguieronmiles de afluentes que alimentaban los ros y gran parte de estos ltimos ter-minaron con sus cauces disminuidos.

    En los inicios del siglo XX, si aquellos adelantados cronistas hubiesen podidoatravesar de nuevo la isla, no saldran del asombro al notar que podan reco-rrerla sin encontrar siquiera la sombra necesaria del arbolado que hallaron

    aos atrs.

    As acontece en el paisaje cubano al llegar el ao 1898 y durante las primerasdcadas del siglo XX: efmeros bosques entre llanuras que an premian caa-verales, o donde ya no queda nada, solo mala hierba o terreno infrtil. Las in-trincadas e inaccesibles montaas que escaparon al implacable cultivo del cafmantienen todava bosques originales cargados de toda gracia. En 1900 soloquedaba un poco ms del 50 % de la floresta original; 58 aos ms tarde elterritorio nacional solo posee el 14 % cubierto de bosques.31

    La deforestacin que sufri el pas fue la causa de la extincin de 2 % de la

    flora original, y la responsable de que 16 % est amenazada de desaparecer.Similar situacin se presenta con la fauna cubana. La ley de Caza promulgadael 10 de enero de 1879 y el decreto del 15 de octubre de 1886, relacionadocon la misma, as como las que se emitieron subsecuentemente sobre la fauna,fueron incapaces de detener la desaparicin de las especies descritas desde1492. Al triunfar la Revolucin cubana, se haba extinguido el 10 % de lasmismas.32

    29Johann Cristoph Gundlach (1810-1896). Naturalista alemn radicado en Cuba. A finales de la dcada de1840 a remitir a Alemania especmenes de Cuba, mientras conformaba sus propias colecciones, con las cua-les estableci un museo entre 1848 y 1852. De 1850 a 1859 realiz excursiones por otras provincias de Cuba

    (Pinar del Ro, Isla de Pinos, Trinidad, Camagey, Oriente), donde realiz colectas y descripciones de lasespecies animales; y una de las ms importantes fue el zunzuncito o pjaro mosca (Mellisuga helenae). Entresus publicaciones estn Contribucin a la ornitologa cubana (1876), Contribucin a la malacologa cubana(1877), Contribucin a la herpetologa cubana(1880) y Contribucin a la entomologa cubana(1881). A Gund-lach se debe el descubrimiento y descripcin de muchas especies de insectos, moluscos, anfibios, reptiles yaves de Cuba, algunas de las cuales llevan su nombre.30Juan Cristoph Gundlach. Revista y catlogo de las aves cubana. En: Felipe Poey.Repertorio fsico natu-ral de la Isla de Cuba, p. 179.31Universidad para Todos. Bosques de Cuba, parte I, 2007, p. 3.32CITMA. Cuba: medio ambiente y desarrollo, p. 85.

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    Desde que se promulgara la Real Cdula del 18 de junio de 1513 sobre el re-parto de tierras realengas hasta el final del perodo colonial en 1898 se emi-tieron 43 legislaciones relacionadas con la proteccin medioambiental,33quecubran seis materias bsicas para el desarrollo socioeconmico del pas enese momento: montes, aguas, caza, puertos, suelos y minas, esta ltima conla mayor cantidad de cuerpos legales emitidos, que tuvieron distintas jerar-quas jurdicas, con un predominio de las rdenes-reales, reales-rdenes,reales-decretos y real-cdula. El periodo de mayor actividad legislativa fue en-tre 1868 y 1895, cuando se emiti el 88 % del total de la legislacin de la po-ca, lo que coincidi con la Guerra de los Diez Aos de 1868 a l878 y el inicio dela guerra de 1895 a 1898.34

    1898 A 1958: EL PREMBULO PARA LA PROTECCIN DE LA NATURALEZACUBANA

    Un movimiento importante en favor de la proteccin de los bosques, espaciosnaturales y especies de la flora y la fauna se manifiesta al iniciar el siglo XX,pues en muchos pases del mundo se han creado innumerables reservas fores-tales y parques nacionales, por ejemplo en Australia, Tasmania, Nueva Zelan-da, Holanda, Japn, Inglaterra y colonias de frica, Suecia, Dinamarca, Bulga-ria, Francia y Alemania; en el continente americano, Estados Unidos y Canad.

    En 1916 se aprueba en Estados Unidos el National Park Service Act, ley queregula el manejo de los recursos naturales. En la dcada de 1930 surge tam-bin all un movimiento importante como reaccin a los graves procesos deerosin que la agricultura estaba incentivando en el Medio Oeste, crendoseen 1935, el Servicio de Conservacin de Tierras.35

    En la ciudad de Basilea, en el norte de Suiza, se realiz en 1910 el VIII Con-greso Internacional de Zoologa, en el que se propuso crear una coordinacininternacional para la proteccin de la naturaleza, iniciativa frustrada por laPrimera Guerra Mundial.

    Ms adelante, durante el

    primer Congreso Mundial Sobre Proteccin de Flora y Fauna, Parajesy Monumentos Naturales, celebrado el 2 de junio de 1923 en Pars, re-aparece la voluntad de crear dicha coordinacin internacional y adems

    se determina que todos los pases deben adoptar medidas oportunas pa-ra la proteccin mundial de la naturaleza y la urgencia de tomar las pro-videncias necesarias para proteger las especies forestales amenazadas

    33Teresita Gonzlez Novo e Ignacio Garca Daz. Cuba, su medio ambiente despus de Medio Milenio, 1998,p. 31.34Ibdem.35Riechmann y Fernndez, 1994, p.106-109.

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    de desaparecer, creando parques nacionales, reservas, Arboretos, y jar-dines alpinos que sirvan para resguardar legal y administrativamente,las riquezas de los tres reinos36de la naturaleza [].37

    En 1928 se logr un acuerdo de los pases europeos para crear, a partir de1934, la Oficina Internacional de Proteccin de la Naturaleza, con sede en Bru-selas, pero no fue hasta 1945 la creacin de la Organizacin de Naciones Uni-das (ONU), con el bilogo britnico Julian Huxley, presidente de la UNESCO,quien contact con proteccionistas suizos y se retom la idea de formar aquellaasociacin internacional, fundndose entonces la Unin Internacional Provisio-nal para la Proteccin de la Naturaleza en 1947, que fue formalizada en lareunin de la UNESCO de Fontainebleau (Pars, 1948). De esta manera seconstituy la Unin Internacional para la Conservacin de la Naturaleza(UICN), que es la red ms extensa de organizaciones conservacionistas delmundo [],38 lo que demuestra los innumerables esfuerzos realizados en losalbores del siglo XX en favor de la proteccin de la naturaleza.

    En Cuba, motivados por los acontecimientos mundiales en pro de la conserva-cin de la naturaleza y sobre todo lo que ocurra en ese sentido en territorioestadounidense, comienzan a dictarse disposiciones en favor de la proteccinde la misma y el establecimiento de zonas protegidas al amparo de la incipien-te y primitiva legislacin de ese momento.Lo primero que ocurri fueron algu-nas disposiciones en materia de proteccin para la flora, como el Decreto 772del 31 de mayo de 1923, sobre la proteccin de la palma real (Roystonea re-gia)39y los montes, en general; respecto a la fauna, resulta relevante la pro-mulgada para la proteccin de diversas especies, y en especial el flamenco(Phoenicopterus ruber). La cronologa de los hechos, la aprobacin de la legis-

    lacin ambiental, incluida la aprobacin de reas y espacios protegidos, se de-tallan a continuacin:

    Durante los aos de la seudorrepblica (1902-1958), las primeras reas que seestablecieron en Cuba con algn grado de proteccin, incluso antes de la de-claratoria del primer Parque Nacional, fue el 1ro. de marzo de 1923, por el De-creto 323, que declar Montes Protectores los que existen en los cayos Malpasy Buenavista, ubicados entre los canales El Hacha y Monterrey, dentro del Gol-fo de Bataban, en los que quedaba prohibido todo aprovechamiento forestal.Luego se estableci el Decreto 753, del 24 de mayo de 1923, sobre el Regla-mento para el Rgimen de los Montes Protectores y de los Recursos Foresta-les, que declara la utilidad pblica y el inters general para la conservacin,

    mejora, fomento y proteccin de los montes existentes en las zonas protecto-36Tres reinos: segn los estudios existentes y las posibilidades tecnolgicas de entonces, se establecieron 3reinos, y ms adelante se considerarn 5: moneras, protistas, fungi, plantae y animalia. En la actualidad, loscientficos valoran 8 o ms reinos de la naturaleza.37Archivo Nacional de Cuba. Decreto Presidencial 487, 12 de abril de 1930.38Riechmann y Fernndez, 1994, p. 109-110.39Archivo Nacional de Cuba. Gaceta OficialSecretara de Agricultura, Comercio y Trabajo, Decreto 772, 31de mayo de 1923. Sobre la proteccin a la palma real (Roystonea regia).

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    ras y reservas forestales, as como el intento de la conservacin y repoblacinde dichos montes, tanto pblicos como particulares.

    GACETA OFICIAL SECRETARIA DE AGRICULTURA,

    COMERCIO Y TRABAJO

    DECRETO N 772. Mayo 31 de 1923

    Por cuanto: la palma real (Roystonea regia) que tan caracterstica bellezada a nuestros campos, es un rbol que reporta sealadsimos beneficios, yasea mediante la riqueza alimenticia de sus frutos que aprovecha el cerdopara su alimentacin y que se utiliza para la extraccin de valioso aceite, yacon la donacin peridica de sus yaguas que tantas aplicaciones tiene parael guajiro cubano. Sirvindole para forrar sus bohos, como depsito deagua, para catauros de huevos y frutos, como cuerdas de amarrar, etc. y esadems sello de garanta en los tercios de tabaco que legitima este producto

    en el mercado extranjero: rbol del que adems se utiliza su palmito comoalimento, sus hojas para cubrir las casas rsticas y su tronco para armaznde las mismas, multiplicando de este modo sus servicios al hombre, al pro-pio tiempo que fue en nuestras picas contiendas libertadoras, atalaya, pa-rapeto y escudo de nuestros hroes de la independencia, as como tumba ycruz de nuestros mrtires.Por cuanto: esta gallarda planta no obstante su belleza, su utilidad y susimbolismo est desapareciendo rpidamente de algunas regiones de Cuba,a virtud de los desmoches persistentes que en las mismas se hacen, cortan-do todas sus hojas y dejando al rbol en malas condiciones fisiolgicas paradesempear sus funciones normales de respiracin y asimilacin, as como

    la debilidad orgnica en que queda la palma despus de una defoliacincompleta, es causa de que se vea invadida por enfermedades que no sepresentaran si las bacterias o insectos encontrasen a la palma en buenacondicin para resistir el ataque.Por cuanto:es de urgente necesidad dictar medidas gubernativas que im-pidan la desaparicin de tan valiosa especie de la flora cubana, ya bastanteatacada por los agentes naturales, como descargas elctricas, enfermeda-des, vientos, etc. para que no se agregue a stos la accin del hombre, elque debe atender a la repoblacin de las mismas y a aprovecharlas metdi-camente sin ocasionar por ello su muerte.Por cuanto: las medidas protectoras que se adopten para la palma real de-ben extenderse igualmente para los rboles frutales que algunas veces sonobjeto de tala para fines baldos, siendo as que reportan inmensas ventajasa la sociedad y que en todas las naciones progresivas son respetados y de-fendidos contra la ignorancia de los inconscientes.

    Apenas un mes despus, el 4 de julio de 1923, se aprob el Decreto 979, y enuno de sus Por cuantose expres en su artculo 2:

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    Quedan prohibidos en los predios de propiedad particular, as como enlos terrenos del Estado, las cortas ha hecho, [as] talas y descuajes quedeterminen la destruccin o desaparicin de rboles y bosques de lasespecies reflejadas en los dos apartados siguientes: la palma real, lapalma indgena, los rboles frutales, los rboles de maderas preciosas,la yana, el mangle rojo, el pino, el guimaro, la guana, las maderas du-ras. Instrucciones para evitar la desaparicin de nuestra flora madera-ble, y de muchas valiosas especies necesarias a la economa nacional[].40Derogado por el Decreto-Ley 136 de 1993.

    El 2 de octubre de 1924 se aprob el Decreto 1 358, que declar MontesProtegidos los que existan en los cayos: Aguas Mulata, Rabihorcado, Matas yRatn, pertenecientes a la cayera del este de la Isla de Pinos [actual Isla de laJuventud41], frente al Guayabo, en los cuales quedaba prohibido todo aprove-chamiento forestal [].42Derogado por el Decreto-Ley 136 de 1993.

    El 28 de junio de 1928 se dicta la Ley de Caza, 43que aparece en uno de losPor cuanto del Decreto-Ley 487, que regula la proteccin de especies de lafauna y dispone de fondos para estos menesteres.

    El primer Parque Nacional en Cuba

    El 17 de septiembre de 1924, el gobierno de Alfredo Zayas y Alfonso44dispusopor el Decreto Presidencial 1 258 que la propiedad del Estado nombrada Sierradel Cristal, situada en los trminos municipales de Mayar y Sagua de Tnamo,en la antigua provincia de Oriente, fuese replanteada sobre el terreno, mar-cando sus linderos con las fincas inmediatas, operacin facultativa para la cual

    se concedi el oportuno crdito por el Poder Ejecutivo, en el que se indica a laJefatura de Montes y Minas del Distrito de Oriente que proceda a cumplirlo en-tre los das 19 de noviembre de 1924 y 8 de abril de 1925.

    Se argumenta, adems, que dicha finca es propiedad del Estado, debidamenteinscrita en el Registro de la Propiedad de Holgun y se compone de:

    Una cordillera de montaas y lugares escabrosos impropios para ser de-dicados a la agricultura, conteniendo gran cantidad de pinares y de ma-deras duras y estando cruzadas por los ros de Mayar, Levisa y Caboni-

    40

    Ibdem. Gaceta Oficial

    Secretara de Agricultura, Comercio y Trabajo, Decreto 979, 4 de julio de 1923.Instrucciones para evitar la desaparicin de nuestra flora maderable de muchas valiosas especies, necesariasa la economa nacional.41El 26 de junio de 1978, la Asamblea Nacional del Poder Popular acord reformar el artculo 10, inciso a) dela Constitucin, para que en lo sucesivo la Isla de Pinos se denominara Isla de la Juventud.42Archivo Nacional de Cuba. Gaceta OficialSecretara de Agricultura, Comercio y Trabajo, Decreto 1 358, 2de octubre de 1924. Declara Montes Protegidos.43Ibdem,Decreto Presidencial 487, 12 de abril de 1930.44 Nstor Carbonell Cortina. La oratoria en Cuba, Perfil histrico del IV Presidente de Cuba Republicana

    Alfredo Zayas y Alfonso, t. III, p. 102-105.

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    co, as como los arroyos Calabazas, Coco, Tneme y Guayabo, especial-mente adecuadas para constituir un Parque Nacional que al mismotiempo servir de reserva forestal para la Nacin y para ser usado comorefugio de los animales de nuestra fauna y avifauna, contribuyendo a laconservacin de especies que tienden a desaparecer totalmente por latenaz persecucin que les ofrecen los cazadores [].45

    La promulgacin del Decreto 1 258 que orienta el replanteo y lindes de un es-pacio montaoso en el distrito del oriente del pas permite colegir que 5 aosantes de la aprobacin oficial del primer Parque Nacional cubano ya se habanadquirido las tierras por el Estado con el fin de declarar una Reserva Forestal yun Parque Nacional, quedando pendiente su oficializacin, al parecer por elcambio de gobierno que aconteci en 1925, al finalizar el mandato de AlfredoZayas Alfonso y comenzar el de Gerardo Machado Morales.

    En 1930, durante el gobierno de Machado, a solicitud de E. Molinet, secretario

    de Agricultura, Comercio y Trabajo, se aprueba la disposicin que habilita elprimer territorio legalmente establecido como rea Protegida, denominadoParque Nacional Sierra del Cristal, declarado de manera oficial mediante el De-creto Presidencial 487 del 12 de abril, que expresa en su primer artculo Es-tablecer un Parque Nacional en la finca del Estado, nombrada El Cristal,Realengo del Cristal o Sierra del Cristal, situada en el Trmino Municipal deMayar y Sagua de Tnamo, en la provincia de Oriente, compuesta de 26,58hectreas, 28 reas y 14 centireas, equivalente a 1,964 caballeras y 751diezmilsima de otra. [].46

    El documento fue suscrito el 12 de abril de 1930, pero se publica en la Gaceta

    Oficialel da 24 del propio mes y ao, en las pginas 7 073 a la 7 078. Al pare-cer, el hecho histrico pasa inadvertido para la prensa plana, sin que se hayaencontrado mencin alguna en los peridicos y revistas ms importantes de lapoca, como el Diario de la Marina, La Lucha, La Prensa, El Sol, El Pueblo yLaRegin, as como en las revistas Bohemiay Carteles; sin embargo, desde el 12de abril hasta el 24, en que aparece publicado en La Gaceta,y en los das pos-teriores del mes de abril se publican en el Diario de la Marinaotros decretos yanuncios presidenciales, ordenanzas y banquetes ofrecidos por el Presidente.Este detalle permite sospechar que la creacin del Primer Parque Nacional cu-bano careci de significado, tanto como anuncio que deba brindar el Gobiernoque como noticia social de la poca.

    Es significativo recalcar cmo el cuerpo del propio Decreto intenta demostrar laimportancia de la creacin de este Parque Nacional, alineando las polticas delGobierno a lo que estaba sucediendo en gran parte del mundo, en especial enlos Estados Unidos de Norteamrica. Uno de los Por cuantose refiere a las opi-45Archivo Nacional de Cuba. Gaceta Oficial,Decreto Presidencial 487, 12 de abril de 1930.46Ibdem. Decreto Presidencial 487, 12 de abril de 1930, 24 de abril de 1930.

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    niones de los expertos forestales de la poca, quienes plantean cmo en elmundo el consumo de maderas excede la produccin normal de los bosques yque pronto se necesitar acudir a las reservas forestales que todava existan,pues la civilizacin siempre creciente reclama nuevos sacrificios, a expensas delas bellezas y la originalidad de la naturaleza. Se valora que en esos parquesnacionales se hace necesario que la mano del hombre ejerza ciertos dominios,si bien de modo limitado, pues es preciso ordenar en el conjunto total los res-tos de la flora silvestre.

    Se destaca tambin en el mencionado Decreto un inters econmico para pro-teger dichos parques nacionales, hacindolos accesibles al pblico, atrae-mos a estos lugares privilegiados de la naturaleza a turistas y extranjeros;tambin no es recomendable abrir estos bosques reservados a una granafluencia de visitadores, en tanto que ellos no se encuentren debidamenteacondicionados.

    Nueve de los Por cuantoargumentados en el Decreto se relacionan con la acti-tud asumida por Estados Unidos para la creacin de parques nacionales ygrandes reservas forestales. Entonces existan en Estados Unidos 19 parquesnacionales y el mayor de ellos era el Yellowstone National Park, fundado en1872; 18 monumentos naturales, 34 monumentos nacionales ms un nmerode otras categoras, como la de proteccin a las aves Bird Reserves o BirdSanctuaries, y para la conservacin de los bisontes, Bison Ranges, as comootras reas nombradas Jardines de Aclimatacin. Se destacan las grandes re-servas forestales nombradas National Forests, la primera fundada por el presi-dente Benjamn Harrison en 1891 bajo el nombre de Yellowstone Park Timber-land Reserve, que obtuvo la proteccin no solo de sus bosques, sino tambin

    de notables manantiales y fuentes de agua, a la vez que se emprendi una in-vestigacin de sus montes, llegando hasta 172 reservas forestales en todo elpas. Se denota el progreso en este campo despus de la adopcin de la LeyWeek (Weeck Law) en 1911, la cual defenda los bosques alrededor de los na-cimientos de los ros. La administracin de los parques nacionales, los monu-mentos naturales y las reservas forestales estaban a cargo de un servicio es-pecial denominado National Park Service.

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    Fig. 2. Fragmento del Decreto Presidencial 487 que declara el Parque Nacional Sierradel Cristal. Primer Parque Nacional cubano, 12 de abril del ao 1930.

    El mencionado Parque Nacional qued a cargo de la Secretara de Agricultura,Comercio y Trabajo, bajo la administracin de la Direccin de Montes y Minas,la cual indic que este deba cercarse con 5 pelos de alambre a lo largo del pe-rmetro de sus linderos.

    Se instruy adems que para la debida custodia y atencin del Parque, la Se-cretara de la Guerra y la Marina establecieran un puesto de la Guardia Rural,formado por un sargento, un cabo y los nmeros de dicho cuerpo que conside-rasen necesarios. El jefe de ese puesto sera el delegado del secretario de Agri-cultura para la ejecucin de las obras en el Parque. El cuartel sera construidopor la Secretara de Agricultura en el lugar de la finca conocido por Paso de

    Lajas. Se asignaron 5 000 pesos para acometer las tareas. (Dicha cifra poseaun valor adquisitivo aproximado a 52 500 USD, segn la tasa calculada de de-flacin o GDP, producto interno bruto o valor relativo de las cosas que se pue-den comprar. 1 dollar de 1930 equivale aproximadamente a 10,5 en la actuali-dad [].)47

    Finalmente se prohben la caza y la pesca dentro de los terrenos de este Par-que, as como la recoleccin de pichones de los animales silvestres, incurriendolos infractores en las penalidades establecidas en la vigente Ley de Caza.

    La declaratoria del primer Parque Nacional cubano signific un paso primordial

    en la tarea de proteccin de espacios naturales en nuestro pas y, aunque ca-reciera de importancia en aquel momento, la adquiri con el paso del tiempo.La ineficacia de las leyes ambientales y la disfuncionalidad en cuanto al manejo

    47www.exordio.com

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    del Parque Nacional lo sentenci Antonio Nez Jimnez48en su libro Geografade Cuba:

    nuestra flamante Reserva Forestal de la Sierra de Cristal ya ha co-menzado a ser talada por una empresa particular. A principios de 1951all se cortaron ms de un milln de pies49de madera de pinos y otrasvaliosas especies. Si las actuales condiciones de abandono gubernamen-tal han de prevalecer, nadie es capaz de vaticinar hasta donde puedeconducirnos esta loca carrera, hasta la total deforestacin del suelo cu-bano. [] las autoridades estatales no han aplicado un plan transforma-dor de nuestra naturaleza, ni siquiera han hecho caso al consejo de untcnico tan capacitado como el Ing. Fors,50funcionario del propio Minis-terio de Agricultura [] es evidente la ineficacia de nuestras leyes fores-tales; el agotamiento de nuestros montes est comprobado; contra esocabe una medida de carcter tcnico: la reforestacin. No hay otra al-ternativa. Replicar a la tala de los montes con la siembra de monte, si se

    desmonta una besana51de terreno, sembrar una caballera. Si se cortanmil caobas, sembrar un milln.52

    Deben recordarse, para despejar el camino de la historia de las reas Protegi-das en el pas, las aprobaciones posteriores a la declaratoria del primer ParqueNacional Cubano durante la seudorrepblica, que regulaban el manejo, prote-gan especies y montes.

    Qu ocurri despus del Parque Nacional Sierra del Cristal?

    El 1ro. de junio de 1933 se aprob el Decreto 803, que declaraba como Refu-

    gio Nacional para Flamencos una zona de la costa norte de la provincia de Ca-magey, incluyendo los cayos, con la prohibicin de matar o apresar dichasaves. Este hecho es la primera intencin en el territorio nacional relativo a la

    48Antonio Nez Jimnez (1923-1998). Gegrafo y humanista cubano. Doctor Honoris Causa de varias uni-versidades. Capitn del Ejrcito Rebelde. Fue presidente de la Academia de Ciencias de Cuba y director delInstituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). Autor de ms de 100 obras. Presidente creador de la Fundacinde la Naturaleza y el Hombre que hoy lleva su nombre.49Pie: medida de longitud usada en muchos pases, aunque con diferencias en su dimensin. En Cuba, lareferencia es el pie ingls: 1 pie ingls [ft] = 30,479 cm. 1 pie cbico [ft^3] = 0,028317 m3. En ese sentido,Nez Jimnez se refiere a que se ha talado un poco ms de 28 000 m 3 de madera de pino y otras valiosasespecies.50Alberto J. Fors Reyes. Ingeniero agrnomo. Fundador de la silvicultura en Cuba y tcnico en repoblacin

    forestal. En la dcada de 1930 ocup el cargo de jefe de la Seccin de Montes, Minas y Aguas del Ministeriode Agricultura y ms adelante, en 1954, se desempe como director de Montes. Dedic su vida a los estu-dios forestales, demostrando una elevada comprensin y profundos conocimientos del tema: Fue profesor dela ctedra de Silvicultura de la Escuela Forestal Conde de Pozos Dulces. Entre sus principales obras se en-cuentran Cultivo de eucaliptus en Cuba, Relacin de las especies de eucaliptus sembrados en los terrenos delvivero forestal de Pinar del Ro, Propagacin asexual de Tectona grandis, Contribucin al estudio de eucalip-tus en Cuba, La madera de teca, Plantaciones de cedro bajo techo de abrigo, Maderas cubanas yManual desilvicultura.51Besana: medida agraria usada en Cuba, que equivale a 2 187 m2, 0,21 ha.52Antonio Nez Jimnez. Geografa de Cuba, p. 213-214.

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    proteccin de especies de la fauna, pues hasta ese momento los cuerpos lega-les aprobados con fines ambientales o de proteccin de espacios de territoriostenan como inters fundamental la proteccin de las especies forestales. ElRefugio establecido por este Decreto Presidencial fue ampliado por el DecretoLey 743 del 4 de abril de 1936,53que adems prohibi la exportacin del fla-menco por 20 aos.

    El Decreto-Ley 681, del 21 de marzo de 1936, en sus artculos III y IV dispusoque la Secretara de Agricultura llevara a cabo la creacin de parques foresta-les, eligiendo de preferencia sistemas montaosos, que tendran carcter dereservas para la conservacin de espacios maderables, que sirvieran de refugioa la fauna y avifauna silvestres mediante la prohibicin absoluta de cazar entales lugares. Declar obligatoria la repoblacin forestal y se estableci el pagode las licencias de aprovechamiento forestal, as como la entresaca de maderade montes, cualquiera que fuera su destino. Puso nuevamente en vigor el ar-tculo 42 del Decreto 753 de 1923; el artculo 34 del Decreto 979 de 1923; el

    artculo 57 del Decreto 999 de 1912 sobre Reglamento de Montes y dems dis-posiciones que fueron derogadas por la Ley de fecha 3 de mayo de 1926, queluego fue derogada por el Decreto-Ley 136 de 1993.

    El 4 de abril de 1936 se aprob el Decreto Ley 743, que declaraba Refugio Na-cional para Flamencos54las costas norte y sur de las antiguas provincias de LasVillas y Camagey, ampliando el rea que haba sido aprobada para este mis-mo fin en 1933 por el Decreto 803, que determinaba Refugio Nacional paraFlamencos el ro Mximo en la zona norte de Camagey y su cayera. A partirde este nuevo Decreto Ley, el Refugio Nacional para Flamencos ocupara unaporcin de costas al norte y sur del territorio central de la isla, 4 veces mayor

    al aprobado en 1933.El 15 de mayo de 1936 se aprob el Decreto 1 370,55 que declaraba RefugioNacional de Caza y Pesca a la Cinaga de Zapata, prohibiendo la caza y la pes-ca en ese distrito, derogado por el Decreto-Ley 136 de 1993.

    Mediante el Decreto 2 023 de 1937 se declaraba de utilidad pblica la cons-truccin de un parque bosque en los trminos municipales de La Habana y Ma-rianao.

    53 Archivo Nacional de Cuba. Gaceta Oficial Extraordinaria95, 4 de abril de 1936.54El establecimiento de estas 2 grandes zonas decretadas para la proteccin del flamenco constituy parte dela Convencin para la Proteccin de la Flora y la Fauna y de las Bellezas Escnicas y Naturales de los pasesde Amrica, junto al Refugio Nacional de Caza y Pesca Cinaga de Zapata, Parque Nacional Sierra del Cristaly el Parque y Refugio Nacional de Caza y Pesca Topes de Collantes, firmado en Washington el 20 de no-viembre de 1940, aprobado por el Senado, segn decreto publicado en el Diario Oficialdel 27 de enero de1942. El depsito del instrumento de ratificacin se efectu el 27 de marzo de 1942. Publicado en el DiarioOficialel 29 de mayo de 1942.55 Archivo Nacional de Cuba. Gaceta Oficial Extraordinaria159, 21 de mayo de 1936.

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    En 1939, el 4 de diciembre se aprob el Decreto 2 996, publicado en la GacetaOficialdel 8 de diciembre del mismo ao, el cual declar Parque Nacional y Re-serva Forestal los terrenos cubiertos de bosques e impropios para la agricultu-ra que se encuentran dentro de las propiedades (finca Cuba)56del SanatorioAntituberculoso que radicaba en Topes de Collantes; declaraba esta zona Refu-gio de Caza y Pesca, autorizaba el establecimiento de un Jardn Botnico decarcter Alpino, as como una Estacin de Aclimatacin y Propagacin de Plan-tas; prohiba dentro de la referida rea los desmontes, a no ser con carctercientfico y con autorizacin, derogado por el Decreto-Ley 136 de 1993.

    En 1940 los pases de Amrica celebraron una reunin en Washington, dondese present la Convencin para la Proteccin de la Flora, la Fauna, y de las Be-llezas Escnicas y Naturales de los Pases de Amrica. En este tratado se ofre-cen definiciones de parques nacionales, reservas nacionales, monumentos na-turales, reservas de regiones vrgenes y reservas para aves migratorias.57

    El Decreto 1 754 del 2 de junio de 1949 establece el Refugio Nacional de Cazay Pesca Juan C. Gundlach en la provincia de La Habana,58derogado por el De-creto-Ley 136 de 1993.

    El Decreto 2 161, del 11 de julio de 1949, declara Refugio o Santuario Nacionalde Caza los terrenos contiguos al monumento erigido en El Cacahual al lugar-teniente general Antonio Maceo Grajales, prohibiendo la caza o persecucin delas especies silvestres que lo habitaban, en un radio de 500 m, y se tom co-mo centro el referido monumento.

    El Decreto 3 608, del 23 de octubre de 1950, declar Montes Protectores y de

    utilidad pblica los comprendidos en la finca Turquino, del barrio Piln, en Ni-quero, antigua provincia de Oriente, derogado por el Decreto-Ley 136 de 1993.

    56Los terrenos nombrados finca Cuba, anteriormente finca Itabo, fueron donados por Juan Font de laIglesia, propietario de esas tierras en 1936, quien le escribe a Fulgencio Batista el 14 de abril de 1936 lo si-guiente en el diario Libertad, 4 de marzo 1939: Seor: Deseoso de cooperar a la magnfica obra que desarro-llar el Consejo de Tuberculosis, [] estoy dispuesto a ceder completamente gratis, diez caballeras de te-rreno de mi finca Itabo, barrio Guaniquical, trmino municipal de Trinidad, para que sea en ella instalado elprimer Sanatorio de los que habr de establecer dicha institucin, as como toda la madera de los bosques demi propiedad que sea necesaria para la construccin de pabellones. La demarcacin de estas diez caballerasse har de comn acuerdo entre los representantes del Consejo y el que suscribe, a fin de ello quede com-prendido el salto de agua existente en mi finca [Salto del Caburn], as como tambin el campo de aterrizaje.[].57

    Unin Panamericana. Convencin para la Proteccin de la Flora, la Fauna, y de las Bellezas EscnicasNaturales de los Pases de Amrica. Washington, D. C., 1940, OEA, Serie sobre Tratados nm. 31, p. 25.58El Refugio Nacional de Caza y Pesca Juan Gundlach se ubic en la zona de la provincia de La Habana,comprendida entre el mar y las carreteras de Santa Fe a Punta Brava, Punta Brava a Arroyo Arenas, Arroyo

    Arenas al Wajay, Wajay a La Zorra, La Zorra a Rancho Boyeros, Rancho Boyeros a Arroyo Apolo, ArroyoApolo por Luyan a Mantilla y Lucero, Luyan a Guanabacoa y Guanabacoa a Cojmar, dentro de la cualestaban comprendidos El Bosque de La Habana, Country Club Park, Jaimanitas, Country Club, Reparto LaCoronela, Torrencillas y La Zorra. Este Refugio tambin fue parte de la Convencin para la Proteccin de laFlora y la Fauna y de las Bellezas Escnicas y Naturales de los Pases de Amrica. Firmado en Washington el20 de noviembre de 1940.

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    Tambin durante el mandato de Carlos Pro Socars se aprob el Decreto 3588 del 3 de noviembre de 1950, en el que se declaran Montes Protectores losde las fincas Sevilla y sus anexos Guam, Bayamita y Peladeros, todas en laSierra Maestra.

    Por Decreto del Ministerio de la Agricultura del 13 de noviembre de 1950 seestableci que el bosque de la hacienda Turquino es Protector.

    Quizs la ltima legislacin orientada al establecimiento de zonas protegidasfue el Decreto-Ley 1 597, del 4 de agosto de 1954, que prohibi autorizar orealizar aprovechamiento, explotacin o extraccin de arena marina de depsi-tos en el fondo del mar en la zona que detalla, y declara Montes Protectoreslos que existan en los cayos nombrados Piedra, Chalupa, Diana, Romero, Ma-cho y Blanco, en la baha de Crdenas, provincia de Matanzas, quedandoprohibidos los aprovechamientos forestales, derogado por el Decreto-Ley 136de 1993.

    A juzgar por los numerosos decretos emitidos de carcter ambiental, as comolas reas Protegidas aprobadas con diferentes categoras durante la primeramitad del siglo XX, parece que se tomaban en Cuba las medidas que conduci-ran al logro de la conservacin de los ms valiosos espacios de su naturaleza,sin embargo, toda la legislacin aprobatoria de zonas y montes protectores,reglamentos y otros cuerpos aprobados durante aquel perodo terminaron so-metidos a los intereses de aquellos para quienes los rboles y las tierras resul-taban un negocio con perspectivas. Estos decretos, si bien estaban vigentes,algunos de sus artculos haban sido derogados y constituan letra muerta paralos grandes latifundistas nacionales y extranjeros. Antonio Nez Jimnezapuntaba en su obra Geografa de Cuba:

    Recordemos que durante el gobierno del tirano, Gerardo Machado, laSierra de Cristal fue declarada Reserva Forestal. Finalmente la reginde Topes de Collantes fue igualmente conceptuada como Reserva Fo-restal. [] sin embargo estos Decretos nada han resuelto, pues la in-fluencia del propietario, las venalidades de ciertos funcionarios y otrosfactores negativos al fin acaban por permitir la explotacin y la destruc-cin de tales bosques. Los madereros han hecho que sus portavocespongan el grito en el cielo cuando se ha solicitado al gobierno la suspen-sin de la tala de bosques en las haciendas Sevilla y Turquino, y seha pedido que sean declarados montes protectores de utilidad pblica,

    en ese sentido todas las medidas puestas en prcticas han sido salvaje-mente violadas.59

    59Antonio Nez Jimnez. Ob. cit., p. 206-212.

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    El naturalista cubano lvarez Conde60escriba en 1958:

    poco o nada se ha hecho en cada caso para que el parque o el refugiorenan las condiciones propias de tales reservaciones y llenen realmentela funcin debida, no se han cercado debidamente para evitar el libre ac-ceso, no se han puesto carteles o seales que indiquen los lmites de losmismos o indiquen las prohibiciones, no se han realizado las prcticasms elementales de conservacin; ni siquiera se han nombrado losguardianes indispensables para evitar depredaciones en el lugar, no sehan construido las carreteras o caminos necesarios. En los Parques Na-cionales de Sierra Cristal y Topes de Collantes, reserva forestal de granvalor, con frecuencia se extraen grandes cantidades de madera clandes-tinamente o con permisos especiales, ms las plagas de insectos y elfuego []. Con respecto al Refugio Nacional de Flamencos la situacines cada vez ms precaria por la continua captura o matanzas de picho-nes y adultos, ya sea para lucro de unos pocos o para la distraccin de

    otros [...] la Cinaga de Zapata, Refugio Nacional de Caza y Pesca,adems de resultar para algunos un buen lugar para la pesca, se haconvertido en un magnifico coto de caza para aquellos que gozan de in-fluencias o tienen altas posiciones oficiales61[...]. En el caso del Refu-gio Nacional de Caza y Pesca Juan C. Gundlach, su salud no era menosprecaria pues est situado en una zona fuertemente urbanizada, sin h-bitat ni fauna peculiares que justifiquen su creacin.62

    Los decretos que categorizaron algn tipo de proteccin a los bosques y la na-turaleza en general, aprobados entre 1902 y 1958, nunca se cumplieron.Cruentos aos ofrecidos a la poblacin cubana por los polticos de la poca, en

    medio de una crisis econmica que deprimi la principal industria del pas: laazucarera. Un pas vendido a los Estados Unidos, donde los recursos naturalesse encontraban en manos extranjeras, compaas con infinitas garantas que lepermitan el derecho perpetuo a la explotacin y el enriquecimiento, sin benefi-cio alguno para los ciudadanos de la isla. Tal escenario nada tena que ver conla osada y noble empresa de proteccin de los bosques, fauna, aguas y suelos:puros formalismos de gobiernos que imitaban conductas de pases paradig-mas como Estados Unidos.

    La Constitucin de la Repblicade 1940 plantea en su Artculo 88: La tierra,los bosques y las concesiones para explotacin del subsuelo, utilizacin de

    60Jos lvarez Conde (1910-1962). Perito y tasador de tierras. Naturalista y arquelogo de incansable labo-riosidad. Explor gran parte del territorio nacional y public una vasta obra literaria y cientfica. Fue un desta-cado historiador de las ciencias en Cuba. Sus obras ms importantes son los 4 volmenes de La Historia delas Ciencias Naturales en Cuba; Historia de la arqueologa en Cuba; Historia de la geologa, mineraloga y dela paleontologa en Cuba; Historia de la botnica en Cuba; Historia de la zoologa en Cuba (Arqueologa indo-cubana).61Ibdem. Historia de la Botnica en Cuba. En: Revista Derecho Ambiental Cubano, ao I, nm. 1, julio-septiembre, 2010, p. 179.62Ibdem.

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    de la industria azucarera, as como casi todas las concesiones mineras y losgrandes latifundios de tierra cultivable.

    Segn el censo agrcola realizado por el Ministerio de la Agricultura en 1946,los montes ocupaban solo el 11, 05 % del total de la repblica.66

    Un hecho singular en materia de proteccin forestal lo protagoniz el profesorJess Caizares Zayas.67En 1939, este hombre emprendedor lleg a las mon-taas de Topes de Collantes, en las alturas de Trinidad, antigua provincia deLas Villas, e inici trabajos para crear una Estacin Agronmica de Montaas ylevantar un bosque experimental. Se construa en esos montes desde 1936,cuando iniciaron los trabajos de la carretera de Trinidad a Topes de Collantes,para fabricar un edificio que sera un sanatorio para enfermos de tuberculosis.

    Aos ms tarde anotaba Caizares en sus memorias:

    en abril de 1939, el Secretario de Agricultura dispuso que el Insp. Ca-izares sea destinado en Topes de Collantes, donde se implantar unaEstacin Experimental pequea, en combinacin con el Consejo Supre-mo de Salubridad y Beneficencia. Para dar cumplimiento a esta disposi-cin me puse en contacto con el referido Consejo, y en mayo de esemismo ao hice el estudio y el informe correspondiente [].

    Una vez que fueron aprobados el informe y las recomendaciones quepresent, se me orden que acometiera la obra. El da 4 de agosto de1939 inici los trabajos, los cuales consistieron en la construccin de unamodesta casa de madera, que an existe y que es la ms antigua del lu-

    gar, en la cual nos alojamos mi familia y yo, y que result ser nuestravivienda durante quince aos, en dos etapas. Al llegar a Topes de Co-llantes, el noventa por ciento de los bosques eran de pomarrosa, que ca-rece de valor y esquilma los terrenos, por lo que hubo que talarlos,aparte del marab y otras especies sin provecho alguno, se recogieronlos desperdicios, se acondicionaron los suelos, se instalaron las conduc-toras de agua para regado y se pusieron a germinar las primeras semi-llas que fueron enviadas desde la Habana por el ingeniero Fors [].68

    66Ibdem, p. 186.67

    Jess Caizares Zayas (1910-2006). Agrnomo, bilogo, maestro agrcola, fruticultor, profesor universitario,Profesor de Mrito de la Universidad de Pinar del Ro, investigador y autor de importantes obras utilizadas enuniversidades cubanas y extranjeras. Iniciador de la silvicultura de plantaciones en Cuba. Realiz las primerassiembras de Pinus caribaeaen Topes de Collantes, junto con Alberto J. Fors Reyes. Propugn las plantacio-nes de cedro y foment las de eucaliptos en Cuba. Entre sus principales obras se encuentran El mango, Lasfrutas anonceas, La propagacin de las plantas por va agmica, La guayaba y otras frutas mirtceas, Bancode Germoplasma de frutales tropicales y subtropicales, Los aguacateros, Catlogo universal de frutales tropi-cales y subtropicales yLas frutas anacardeceas.68Archivo privado de Dulcila Caizares. Jess Caizares. Apuntes Histricos de su Jardn Botnico de Mon-taa y reas Forestales, as como un esbozo somero del medio que lo rodea, 6 de julio de 1986 (indito).

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    Fig. 3. El ingeniero Alberto J.

    Fors, tcnico en repoblacinforestal, jefe de la Seccin deMontes, Minas y Aguas delMinisterio de Agricultura ypadre de la silvicultura en Cu-ba. A la derecha, el profesorJess Caizares Zayas, jefe dela Estacin ExperimentalAgronmica de Montaa.

    Se iniciaron as las plantaciones de los primeros rboles miscelneos, en unlugar que, con el decursar del tiempo, se convirti en un hermoso arboreto enel que viven, en la actualidad, muchas y muy valiosas especies, entre las quese encuentra el rbol ms corpulento de la regin: una albizia gigante (Albiziafalcataria, Lin., Fosberg), que mide 45 m de altura y 2,23 m de dimetro. Mu-chas de estas especies se han escapado de cultivo y se encuentran dispersaspor toda la regin [].69

    69Archivo privado de Dulcila Caizares. Notas de Dulcila Caizares para el diseo museogrfico de la Sala deHistoria, Plaza de las Memorias, en Topes de Collantes, 2010.

    Fig. 4. Jess Caizares inspec-ciona las plantas sembradas.

    Fig. 5. El jeep usado por Jess Caizares paraacometer las tareas del Campo Experimental yla Estacin Agronmica de Montaa en Topes deCollantes.

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    En cierto modo, esta pequea Estacin Experimental, que en sus iniciosfue financiada y manejada como Campo de Experimentacin Agrcola, seconvirti con el tiempo en un centro de introduccin y aclimatacin deplantas. Durante 20 aos experiment varios cambios de denominacin:Campo Experimental Agrcola, Estacin Experimental Agronmica deMontaa, Centro de Introduccin y Aclimatacin de Plantas, Centro Fo-restal Nacional, y ahora Jardn Botnico de Montaa y reas Forestales[]. Sera injusto y desagradecido si dejara de mencionar los nombresde los tres sabios maestros que me ofrecieron su ciencia, sus consejos yhasta su ayuda material: el gran botnico de nombre universal, doctorJuan Toms Roig Mesa;70el no menos grande botnico econmico, inge-niero Julin Acua Gal;71y el padre de la Silvicultura cubana, el inge-niero Alberto J. Fors Reyes. Para ellos nuestro agradecimiento y, comomonumento vivo a sus memorias, los rboles que pueblan el Jardn Bo-tnico de Montaa y reas Forestales de Topes de Collantes [].72

    Se sembraron o trasplantaron 31 970 plantas cubanas y extranjeras, comoaraucaria, diversas variedades de eucalipto, calistemon, casuarina, ciprs, he-lecho, pino, nuez, roble, menta, rbol de la salchicha, lich, laurel de la India;olivo, tulipn africano, tuya, pomarrosa de Malaca, kepi de mono, amura deBengala, caguairn, guapuruv, melaleuca, ocum y baobab, entre otras.Adems, se aclimataron plantas ornamentales exticas, como hortensia, avedel paraso, lirio turco, mariposa roja, blanca, amarilla, hbridas (multicolores),sombrero chino, bastn del emperador, reina de la noche, ojo de poeta, ca-liandra roja, madreselva, alpinia, jpiter, montanga, etctera.

    A pesar del exitoso resultado obtenido tambin en hortalizas y otras especies

    de frutales, como fresas y melocotones, el 14 de noviembre de 1948, en unaentrevista para la revista Carteles, el profesor Caizares manifest que Todoaquello [] est abandonado. [] HAN CONVERTIDO EL ARBORETUM EN PO-

    70Juan Toms Roig Mesa (1877-1971). Destacado cientfico que se distingui por su labor en las cienciasnaturales y fue uno de los ms eminentes botnicos cubanos. Su mayor aporte a la ciencia lo constituyen susestudios acerca de las plantas medicinales. En 1912 obtuvo el Doctorado en Ciencias Fsico-Qumicas. Clasi-fic decenas de las plantas medicinales, se esforz por la aclimatacin de muchas de ellas y desarroll traba-

    jos con vistas a la industrializacin de los productos con el fin de crear una verdadera industria qumico-farmacutica en Cuba. Estudi y clasific ejemplares de plantas maderables de Cuba y luch por evitar la

    destruccin de nuestros montes; al respecto redact un proyecto de legislacin forestal y parques nacionales.Entre sus principales obras se encuentran Flora de Cuba, Diccionario botnico de nombres vulgares cubanos,Plantas medicinales, aromticas o venenosas de Cuba, La albahaca morada yLa manzanilla.71Julin Baldomero Acua Gal (1900-1973). Botnico cubano que se dedic a la labor cientfica y docente,destacndose por sus aportes al conocimiento agrobotnico de Cuba. Fue nombrado jefe del Departamentode Botnica de la Estacin Experimental de Santiago de las Vegas, donde lleg a desempearse como direc-tor. Fue asesor del Banco Agrcola e Industrial de Cuba, as como de numerosas comisiones nacionales yprivadas. Enriqueci el herbario del Departamento de Botnica con 47 especies halladas; 20 han sido deno-minadas con su apellido.72Archivo privado de Dulcila Caizares. Jess Caizares Zayas. Ob. cit.

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    TRERO, cercando las caballeras de tierra que nos sirvieron de campo de expe-rimentacin y encerrando all ganado no s de quin ni para qu.73

    Fig. 6. Entrevista al profesor Jess Caizares Zayas por un periodista de la revista Car-telesdel 14 de noviembre de 1948. En la fotografa superior, a la derecha, el profesorCaizares. Debajo se observan los frutos de durazno, objeto de experimento en el si-tio.

    El Jardn Botnico protagonizado por Jess Caizares y sus colaboradores nofue el nico en el pas. Recordemos que mucho antes, el desarrollo de espaciosdestinados a la conservacin, aclimatacin y exhibicin de especies de la florahaba estado restringido a escasos lugares de la geografa cubana, incluyendoterrenos particulares y fincas donde experimentaban sin orden ni proyecto al-guno, pero el primer intento de lograr un Jardn Botnico se desarroll en LaHabana como resultado de una iniciativa gestada bajo los auspicios de la RealSociedad Patritica, antecesora de la Sociedad Econmica de Amigos del Pas,pues estas instituciones estaban interesadas en la realizacin de estudios cien-tficos acerca de la utilizacin de las plantas en la industria.

    73El abandono del arboreto en Topes de Collantes ocurri durante el mandato presidencial de Carlos ProSocarrs, momento en que se detienen las obras de la construccin del Sanatorio Antituberculoso y todas susobras asociadas.

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    Para el establecimiento del jardn se destin un terreno limitado por el RealArsenal, el barrio de Jess Mara y el Camino de la Puerta de Tierra; o sea, elrea que hoy comprende el Parque o Plaza de la Fraternidad Americana y lazona sur del Capitolio Nacional.

    Su inauguracin tuvo lugar el da 30 de mayo de 1817, en una ceremonia a laque asisti la mayor parte de las autoridades gubernamentales de La Habana.Para dirigir esa institucin fue designado el botnico Jos Antonio de la Ossa,quien estuvo a cargo del mismo por un perodo de 7 aos, mientras realizabauna contribucin sustancial al crecimiento y desarrollo del fondo florstico del

    jardn con plantas colectadas en los alrededores de la referida ciudad.

    En la dcada de 1820 fue desalojado el primer Jardn Botnico de Cuba de lasreas del actual Parque de la Fraternidad para la construccin de la Terminalde Ferrocarril: solo muy pocas plantas en macetas fueron rescatadas por JosAntonio de la Ossa y trasladadas para los terrenos que ocupaban los Molinos

    del Rey, posteriormente nombrados Quinta de los Molinos.

    El Jardn Botnico de Cienfuegos le sigui al habanero, construido en 1901 enlas afueras de la ciudad de Cienfuegos, cumpliendo el doble papel de laborato-rio de observaciones biolgicas de la Universidad de Harvard, dedicado a lasinvestigaciones tropicales y al estudio de la caa de azcar.

    Finalmente, el 24 de marzo de 1984, el Jardn Botnico Nacional abri suspuertas al pblico. Con el tiempo, segn sugerencias del Comandante en JefeFidel Castro Ruz, se levantaron 3 pabellones cerca de la entrada principal, 2umbrculos para las plantas de sombra, 1 solrium y luego el Jardn Japons,

    con la colaboracin del Gobierno de la nacin nipona.En la actualidad Cuba cuenta con una red de jardines botnicos: 2 en la pro-vincia de Pinar del Ro, 1 en la ciudad y el orquideario de Soroa, adems de 1en las provincias de Santiago de Cuba (Jardn de Los Helechos), La Habana,Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spritus, Las Tunas, Holgun y Gran-ma (en Cupaynic).

    1954: LA VERDE UTOPA DEL MINISTRO DE AGRICULTURA

    Al amanecer del domingo 15 de agosto de 1954 apareci un titular en el Diario

    de la Marina, escrito por Rafael Casado, que deca: Proyctase la creacin deun bosque o Parque Nacional, con una fotografa del Sanatorio Antitubercu-loso General Batista, tomada, al parecer con toda intencin, desde la vertientesur del edificio entre rboles de pinos, con la gran edificacin en la cumbre dela montaa al centro.

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    Fig. 7. Artculo periodsticodel Diario de la Marina, del15 de agosto de 1954, queanuncia la creacin de unBosque o Parque Nacional enTopes de Collantes y en otrasprovincias.

    El artculo se refera a la supuesta aprobacin de un Parque Nacional en Topesde Collantes y comenzaba argumentando:

    La creacin de grandes Parques Nacionales, que adems de constituirapreciables reservas forestales para el pas, ofrezcan un nuevo atractivoal turismo nacional y extranjero, est siendo considerado por el Ministrode Agricultura, doctor Osvaldo Valds de la Paz, como parte del amplioprograma iniciado por su antecesor el doctor Alfredo Jacomino Lpez enfavor de la repoblacin forestal de Cuba []. Se ha podido conocer queen el nuevo proyecto de legislacin forestal que en breve ser puesto envigor por esa dependencia, se incluyan las previsiones necesarias para lacreacin de seis grandes bosques o Parques Nacionales, uno en cadaprovincia, dotados de una organizacin tcnica y administrativa similar ala existente en E.U.A y otras naciones progresistas, en las cuales se lespresta especial atencin a la conservacin y mantenimiento de los bos-

    ques [].

    Como subttulo apareca: El Bosque experimental de Topes de Collantes y acontinuacin explicaba:

    Precisamente, y cumpliendo instrucciones del Director de Montes AlbertoFors, el Negociado de Repoblacin Forestal, a cargo del Silvicultor, seor

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    Gilberto Len, est llevando a cabo la distribucin de un folleto que conel lema no deje de visitar el Bosque Experimental de Topes de Collan-tes [] contiene atinados e interesantes informes sobre las extraordina-rias bellezas naturales de esa zona, donde est enclavado el magnficoHospital. Por otra parte la creacin de un Gran Parque en Topes de Co-llantes, sera un motivo ms de inters para los millares de turistas na-cionales y extranjeros ansiosos de conocer el impresionante Hospital[]. El xito inicial de estos trabajos de repoblacin forestal en Topes deCollantes, ha estimulado a los tcnicos del Departamento y al propio Mi-nistro, doctor Valds de la Paz a la prxima ejecucin de un programade trabajo ms ambicioso, encaminado a convertir una buena parte deesa bellsima regin, en uno de los Parques Nacionales Forestales, quese proyectan y construirn [].

    La noticia reflejada en el Diario de la Marinapermite ver los golpes de publici-dad que progresaban alrededor de las obras sociales impulsadas por los go-

    biernos de turno, pues la camarilla de sus seguidores se encargaban de finan-ciar y conducir los medios de comunicacin hacia esas obras, buscaban llamarla atencin y utilizaban disimiles motivos. En este caso, la creacin de 6 par-ques nacionales, uno en cada provincia y especialmente uno en Topes de Co-llantes, fue el motivo para mencionar el recin inaugurado Sanatorio GeneralBatista en el mes de mayo de ese propio ao.

    Resulta asombroso ver como el Ministro de la Agricultura de entonces, Valdsde la Paz, intenta proyectar un Parque Nacional en Topes de Collantes, desco-nociendo que desde el 4 de diciembre de 1939, por el Decreto 2 996, se decla-raron Parque Nacional, Reserva Forestal y Refugio de Caza y Pesca los terrenos

    cubiertos de bosques e impropios para la agricultura, que se encuentran dentrode las propiedades del Sanatorio.

    Esta publicidad alrededor de la construccin del Sanatorio haba estado presen-te durante los 18 aos de construccin del edificio y sus obras asociadas, locual est registrado en los artculos de 6 de los peridicos habaneros de lapoca: El Mundo, del 25 y 26 de marzo de 1953 y del 25 de marzo de 1954; elDiario de la Marina,del 23 y 30 de mayo de 1954; Ataja,del 5 de marzo de1953; El pas, del 18 de abril de 1953;Amanecer, del 21 de abril de 1953, y LaCorrespondencia, del 25 de marzo de 1953. Dicha proyeccin de crear 6 par-ques nacionales anunciada por la prensa a nombre del Ministro de la Agricultu-ra nunca fue cumplida. Finalmente, el Parque Nacional Topes de Collantes,74a

    pesar de que estuvo aprobado, nunca se manej oficialmente como tal, perotuvo una repercusin y un arraigo popular que ha trascendido hasta la actuali-dad.

    74Aunque la zona de Topes de Collantes ya no es un Parque Nacional, sigue siendo un rea Protegida en lacategora de manejo de Paisaje Natural Protegido y posee reconocimiento como rea Importante para laConservacin de las Aves (IBA) y en la ejecucin de programas de uso pblico y ecoturismo. Ocupa 20135,00 ha entre los municipios de Cumanayagua, Manicaragua y Trinidad.

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    El lapso de los finales del perodo colonial, en 1898, la ocupacin por EstadosUnidos hasta 1902 y durante la seudorrepblica, se caracteriz por una amplialegislacin relacionada con el medio ambiente:

    402 en total. Se legisl en 13 materias: impuestos, flora, fauna, sanidadvegetal, ordenanzas sanitarias, minas, aguas, trabajo, caza, puertos,pesca, turismo, sanidad animal y salud pblica,