Historia Ambiental de Mar Del Plata-V1

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1 HACIA UNA LECTURA AMBIENTAL DE LA HISTORIA DE MAR DEL PLATA. Guillermo Bengoa Texto producido como resultado de una beca de investigación de la UNMdP durante el año 1991

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    HACIA UNA LECTURA AMBIENTAL DE LA HISTORIA DE MAR DEL PLATA.

    Guillermo Bengoa Texto producido como resultado de una beca de investigacin de la

    UNMdP durante el ao 1991

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    INDICE

    1. INTRODUCCION 1.1. Porqu una lectura? 1.2. Porqu ambiental? 1.3. Porqu de la historia? 1.4. Porqu de Mar del Plata?

    2 ASPECTOS CONCEPTUALES

    3 ASPECTOS METODOLOGICOS 3.1. Enfoques posibles: diacrnico y sincrnico 3.2. Sistemas posibles: los cuatro campos 3.3. Conceptos ambientales: restricciones, potencialidades, problemas 3.4. Dificultades para trasladar el mtodo de evaluacin ambiental a una circunstancia histrica 3.5. Eleccion de los periodos

    4. EVALUACION AMBIENTAL 1855 /1885 : EL SALADERO

    4.1. medio natural 4.2. medio construdo 4.3. poblacin 4.4. actividades 4.5. conclusiones del perodo

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    1) INTRODUCCION

    "Una descripcin de Zaira como es hoy debera contener todo el pasado de Zaira. Pero la ciudad no dice su pasado, lo contiene como las lneas de una mano, escrito en los ngulos de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas, surcado a su vez cada segmento por raspaduras, muescas, incisiones, caonazos"

    Italo Calvino "Las ciudades invisibles"

    El presente trabajo intenta contribuir al esfuerzo de sistematizacin y anlisis del medio ambiente urbano en general y del de Mar del Plata en particular. Los objetivos planteados son de tres categoras:

    El primer objetivo de este trabajo es presentar una visin de los hechos y datos tradicionalmente admitidos como articulantes de la historia de Mar del Plata bajo una perspectiva ambiental, esto es que analice la relacin sociedad/naturaleza como sistema, aplicando conceptos extrados de diversas ciencias y disciplinas.

    El segundo objetivo es formular, a travs de la investigacin en un caso concreto como es la ciudad de Mar del Plata, una reflexin sobre las potencialidades y posibilidades de aplicacin del paradigma cientfico que presupone la visin ambiental de los problemas urbanos.

    El tercer objetivo es clarificar las demandas de informacin necesarias para transformar esta preliminar "lectura ambiental" de la historia de la ciudad en una explicacin cientficamente estructurada, numricamente completa y estadsticamente documentada del desarrollo de Mar del Plata a travs de la relacin sociedad/naturaleza, es decir desde la perspectiva ambiental. En otras palabras, este tercer objetivo pretende contribuir a identificar lneas futuras de investigacin bsica que consoliden tanto la incipiente teora ambiental como las an mas incipientes instituciones y mecanismos docentes e investigativos encargados de reproducir esta temtica en la Universidad Nacional de Mar del Plata.

    Antes de entrar de lleno en el trabajo, se hace necesario aclarar el significado y alcance que damos a ciertas palabras fundamentales, empezando por el ttulo, "Hacia una lectura ambiental de la historia de Mar del Plata", que pretende ser una definicin conceptual. Aclaremos entonces, a manera de introduccin, en las pginas siguientes porqu elegimos cada una de las palabras del ttulo.

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    1.1 PORQUE UNA LECTURA?

    "Desde el punto de vista ambiental, lo que interesa entonces son las acciones y comportamientos de los actores con respecto al manejo de los recursos naturales y del ambiente en general, as como los verdaderos factores condicionantes de las opciones tomadas por ellos. Los factores condicionantes provocan opciones sobre el tipo de actividad econmica y la manera de hacerla; dan origen, en consecuencia, a distintos manejos de recursos, produciendo impactos diferentes sobre el ambiente"

    Carlos A. Barrera, " Anlisis histrico ambiental, actores tipo y procesos ecolgicos" 1987.

    El ttulo de este trabajo no es un giro literario ni una negacin a la muchas veces tediosa investigacin de base (acumulacin de datos, bsqueda en fuentes de difcil rastreo, etc.) sino una manera de acotar el campo de la investigacin, circunscribindola en profundidad y hacindola acorde a la fuerza y tiempo de un solo investigador. Al escribir "una lectura" se est implicando que -en principio- esta investigacin es ms cercana a un esquema de revisin de la historia conocida de Mar del Plata bajo el paradigma ambiental, que una bsqueda de datos inditos que fundamente alguna hiptesis previa, lo cual no significa obviar esa bsqueda cuando sea necesario fortalecer algn elemento estructural de la armazn conceptual del trabajo. (por ejemplo, la periodizacin propuesta).

    Antes bien, esta lectura implica una formulacin de hiptesis aptas luego de refutarse o validarse buscando la informacin correspondiente. En ese sentido, este trabajo pretende explicitar las preguntas correctas, que dado el carcter intrnsecamente interdisciplinario que debera tener la ciencia ambiental (al menos en esta etapa de su evolucin) podran ser focos para que distintas ciencias aporten sus fundamentos conceptuales y datos empricos acumulados hasta desarrollar una produccin intelectual lo ms integrada e interactiva posible. As, este trabajo se sirve en numerosas oportunidades de los aportes de distintas disciplinas, planteando adems la posibilidad de que estos aportes puedan ser en un futuro cercano cuantificados y ponderados hasta ratificar o refutar el enfoque global aqu expuesto. Ejemplo de esta necesaria interaccin puede ser el aporte de la geologa con respecto a las implicancias para la recarga natural de los acuferos subterrneos de la creciente impermeabilizacin de la superficie urbana, la biologa y las consecuencias de la diversificacin de especies arbreas en una regin que primitivamente no las posea, la sociologa y los problemas de las migraciones inter y extra regionales, la antropologa y los rasgos culturales subyacentes en el comportamiento de los pobladores de los asentamientos marginales, etc.

    En resumen, el carcter de lectura de una realidad bibliogrfica que se le quiere dar a este trabajo implica abrir el punto de vista e intentar armar un esquema conceptual global de las relaciones sociedad/ naturaleza en el desarrollo histrico de nuestra ciudad.

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    1.2. POR QUE AMBIENTAL?

    "La perspectiva ambiental abre opciones alternativas al proceso de desarrollo que subvierten a las polticas econmicas, tecnolgicas y educativa prevalecientes, fomentando as la implementacin de procesos productivos orientados hacia el aprovechamiento del potencial productivo proveniente del manejo integrado de los recursos naturales de cada regin, fundado en la articulacin de sus niveles de productividad ecolgica, tecnolgica y cultural"

    Enrique Leff, "Las ciencias sociales y la formacin ambiental a nivel universitario", 1987.

    Desde la dcada del '60 y a raz de una serie de fenmenos coadyuvantes (agotamiento de recursos naturales, desertificacin causada por el hombre, disminucin de la calidad de vida, incapacidad de resolver problemas creados por el propio tipo de desarrollo, como la explosin demogrfica en el tercer mundo , la marginalidad en las grandes metrpolis, o la contaminacin de las aguas y el aire) se empieza a vislumbrar la necesidad de un nuevo paradigma cientfico1, de un enfoque integrado de la relacin entre estructura social y naturaleza, que permita hacer manejable el creciente cmulo de problemas creados por este tipo indiscriminado de desarrollo econmico. Smbolos de esa preocupacin por la relacin del hombre con su entorno fueron tanto la Primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (Estocolmo, 1972) como la Cumbre de la Tierra convocada tambin por las Naciones Unidas (Ro de Janeiro, 1992). En estos veinte aos se cubri prcticamente todo el arco que va desde la toma de conciencia del gran capital de las limitaciones que el medio ambiente pona a su reproduccin, hasta la popularizacin de la temtica ambiental a nivel masivo, pasando por el desarrollo de mltiples trabajos cientficos interdisciplinarios, la ocurrencia de algunas notables catstrofes ecolgicas, la inclusin de los trminos ambientales en el vocabulario de los polticos, etc.2

    A pesar de su divulgacin, esta nueva visin an no tiene un cuerpo epistemolgico slido y propio, aunque existen muchos acercamientos interesantes, encontrndose en muchos aspectos en un estado similar a la psicologa antes de Freud, la lingstica antes de de Saussure o la fsica entre el derrumbe de las convenciones newtonianas y la consolidacin de la fsica relativista.

    A falta de ello, se nutre de una serie de disciplinas, entre ellas la ecologa en todas sus variantes (ecologa de comunidades, de poblaciones de ecosistemas, etc) que ha sido la ciencia de la cual, histricamente, se extrajeron mayor cantidad de conceptos para el manejo operativo de la problemtica ambiental. (Gallopn, 1980).

    As, aparecen traspolados a una ecologa urbana conceptos tales como sucesin, productividad ecolgica, eficiencia energtica, resiliencia y sobre todo el anlisis de flujos de materia y energa derivados de la ecologa energtica (Odum H.T., 1971) Sin embargo, el enfoque ambiental pretende ser ms amplio que esto, ya que debera verificar en toda su magnitud la clase de intercambios e interacciones sociedad/naturaleza, usando para ello elementos de ciencias ya constituidas, como la antropologa, la economa, las ciencias

    1 "Paradigma" en el sentido amplio que le da Kuhn (T.S. Kuhn, "La estructura de las revoluciones cientficas"

    1970.) 2 Si se desea ahondar en la evolucin de las relaciones poder/medio ambiente, es interesante comparar el

    informe "Los lmites del crecimiento" del Club de Roma, del ao 1972, donde se aprecian las ideas que el Primer mundo tena sobre le problema, con la respuesta de la Fundacin Bariloche, de Argentina, donde se hace una crtica a la visin central del desarrollo; y luego leer la "Agenda 21" de Ro 92. Para una visin actual de esa relacin, ver la interesante revista "Ecologa Poltica" editada en Espaa con contribuciones de todo el mundo o la ms antigua "Capitalism, Nature, Socialism", editada en California.

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    fsicas, y de otras en desarrollo, como la psicologa ambiental, etc.

    Al respecto, el subprograma 11 del programa MaB (Man and Biosphere) de la UNESCO es casi un catlogo del repertorio de tcnicas utilizadas para entender la ciudad y el medio ambiente: desde el intento de anlisis ms globalmente ecolgico -Hong Kong- (Boyden, 1981) hasta aquellos que sectorizan en numerosos programas de ndole fsico o econmico -Mexico- (Sanchez de Carmona, 1980), pasando por intentos de estructuras biocibernticas de control ambiental -Frankfurt- (Von Hessler, 1983)

    Uno de los primeros aspectos que se pueden aclarar es en qu sentido se maneja en este trabajo el concepto de ambiente, ya que debido a la propia heterogeneidad de la problemtica ambiental, este trmino tiene un significado por lo menos difuso, que va desde una mnima inclusin, coincidiendo con un recorte disciplinar previo (como cuando en las ciencias naturales, ambiente se utiliza como sinnimo de ecosistema) hasta una mxima inclusin, donde abarca todos los aspectos de la realidad (como en ciertas seudociencias "holsticas")3

    Siguiendo el marco conceptual definido por Artemio Abba (Abba y otros, 1981), y en el contexto de este trabajo, llamaremos medio ambiente o simplemente ambiente al entorno del hombre, tanto natural como construido y social. Esta unidad terica de anlisis se acota y precisa ms claramente al definirse las dimensiones especficas que se utilizan luego en el proceso de evaluacin ambiental.

    Una de las maneras de intentar consolidar este nuevo campo conceptual es analizar situaciones ya tratadas por otro mtodos bajo este enfoque. Es decir, mirar con nuevas herramientas viejos problemas. Nace as la posibilidad de estudiar histricamente la estructura urbana y su relacin con el entorno natural, y la manera como era percibida y comprendidad por sus contemporneos, vinculando esa estructura con el transporte y la localizacin de las diversas actividades y servicios, la funcin y uso del hbitat colectivo y el equipamiento en general, as como la calidad de sus espacios, las condiciones de la higiene y la salubridad pblica y sus efectos sobre la salud de los habitantes, los tipos de vivienda, etc. (Gross, 1984)

    Este trabajo pretende entonces, bajo la impronta del trmino "ambiental" , estudiar la historia de Mar del Plata en base a la utilizacin en cada perodo histrico de sus recursos naturales, del medio construido, de las demandas sociales y de las potencialidades y criticidades de sus mltiples interrelaciones.

    La hiptesis principal es que del estudio de la relacin sociedad/naturaleza se pueden extraer patrones de comportamiento de una determinada sociedad con respecto a las formas y tecnologas de uso del medio natural, que permitan diagnosticar cuales son los puntos crticos y cuales los potenciales ventajas de esa formacin social en ese momento histrico y lugar geogrfico. Como hiptesis secundaria se maneja que en todo asentamiento humano, an en aquellos aparentemente ms transformados por la accin del hombre, el componente natural sigue teniendo un papel importante y condicionando cierto tipo de intervenciones y acciones antrpicas.

    3 Como interesante esfuerzo de sistematizacin de las definiciones de "habitat" (que muchas veces se superpone

    con el concepto de "ambiente") ver el artculo de R. Halac "El problema del hbitat: un enfoque conceptual y metodolgico", en el libro "Cinco enfoques sobre el hbitat", de varios autores, Espacio Editora, Buenos Aires, 1979.

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    1.3 PORQUE DE LA HISTORIA?

    "Sin duda que la mayor dificultad que ha debido enfrentar esta investigacin ha sido la constituida por los problemas que presenta el mtodo, las tcnicas y las fuentes que habrn de usarse para llevarla a su fin. Hasta ahora el tema de nuestro estudio no ha sido favorito de los historiadores, por lo cual no tenemos referencias secundarias a las cuales hacer alusin, ni han sido desarrolladas tcnicas suficientes para tratarlo en forma acabada y de las cuales podamos echar mano".

    P. Gross y A. de Ramn, "Santiago en el perodo 1891-1918: desarrollo urbano y medio ambiente", Santiago de Chile, 1984.

    Con el trasfondo conceptual, social y cultural descrito en el punto anterior, empiezan a surgir investigaciones que tratan de averiguar cmo se lleg a este grado de destruccin del medio. Esto, en una primera instancia, se realiz a travs de estudios localizados de impacto ambiental, relevando la incidencia de determinados factores antrpicos sobre el sustrato natural. Pero al poco tiempo, los cientficos se dieron cuenta de la imposibilidad de comprender fenmenos de las caractersticas globales de lo ambiental sin observar su evolucin en el tiempo, o al menos, el estado previo de la naturaleza antes de la intervencin humana, lo que llev a evitar los cortes basados exclusivamente en el momento actual, entendiendo el carcter de proceso de la relacin entre el hombre y el ambiente.

    De all a los estudios de historia ambiental slo hay un paso, que por otra parte ya haba sido avanzado por algunos historiadores para los cuales el componente ambiental (aunque explicado de manera distinta) era fundamental en la explicacin de los hechos histricos (por ejemplo, F. Braudel y la escuela francesa de los Annales, o incluso variantes ms metafsicas, como por ejemplo E. Martinez Estrada, o algunas de las explicaciones de D. F. Sarmiento sobre la causa de los problemas argentinos)

    En esta vertiente, son antecedentes directos de esta investigacin varios de los trabajos del programa 11 de proyecto Man and Biosphere (MaB) de la UNESCO, especialmente el ya citado trabajo interdisciplinario de S. Boyden sobre la ciudad de Hong Kong, las investigaciones de P. Gross y su grupo sobre Santiago de Chile, de N. Gligo y J. Morello sobre historia ecolgica de Amrica Latina y en Argentina, los trabajos de R. Fernndez sobre historia urbana, de C. Barrera sobre frontera agrcola, de N. Prudkin sobre sistemas urbanos y su entorno natural y en un nivel ms divulgatorio pero no menos importante, los libros de A. Brailovsky sobre historia ambiental de la Argentina.

    Lo que se pretende, en fin, a travs del uso del trmino "histrico" y de los aportes de esa disciplina es observar la evolucin y transformacin en el tiempo de lo que hemos dado en llamar estilos de desarrollo, esto es los medios y los modos que tiene cada sociedad de usar su espacio territorial, sus recursos naturales, y las interrelaciones de los sistemas sociales con el medio circundante, a travs del uso de tecnologas de disimil impacto sobre ellos.

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    1.4. PORQUE DE MAR DEL PLATA?

    "Mar del Plata, dirigida en su desarrollo edilicio y arquitectnico por muy diversos puntos de vista, producto por un lado de las distintas jurisdicciones que aqu convergen; puntos de vista en muchos casos totalmente faltos de visin certera por parte de los gobiernos provinciales que se han sucedido, en los cuales cada gobernador o ministro ha querido dejar grabado su sello muy personal en las obras con respecto a la parte de la ribera; otorgando concesiones inadmisible sobre la costa misma costa del mar y an internndose mar adentro , y la falta de preocupacin por parte de la Municipalidad en lo que est sin disputa bajo su jurisdiccin directa, ha determinado la ausencia de unidad en accin, que hace que nuestra ciudad ofrezca hoy, en algunos de sus aspectos, las caractersticas de un verdadero desorden y falta de previsin"

    Rufino Inda, " Problemas de Mar del Plata", 1945.

    En la historiografa tradicional, los aspectos biolgicos son tratados generalmente de una manera marginal, dando preponderancia a los aspectos sociales y econmicos. Si bien se ha aceptado desde siempre la influencia de ciertos factores naturales sobre las civilizaciones (como el clima o el aislamiento geogrfico) no haba demasiados trabajos en los cuales se investigaran ambas direcciones de la relacin sociedad-naturaleza. Sin embargo la actual crisis ecolgica ha convertido a la naturaleza en el centro de las preocupaciones de muchos investigadores. La necesidad de comprender el efecto del desarrollo de las sociedades humanas en la naturaleza ha generado una vertiente dedicada a la historia ambiental.4

    Por otro lado, la historia de la ciudad de Mar del Plata no parece ofrecer demasiados resquicios para la duda, origen de toda investigacin, debido a su escaso desarrollo en el tiempo y a su linealidad. Pero en los ltimos aos se han venido suscitando trabajos de investigacin (la mayora originados en el seno de esta Universidad) que revelan aspectos poco conocidos de la historia demogrfica, econmica, social y de la vida cotidiana de la ciudad y su regin5.

    Sin embargo, y a pesar de evaluaciones precursoras que podran calificarse de "ambientales" (como la cita de R. Inda que encabeza este punto, en la cual se diagnosticaban, hace ms de medio siglo, algunas tpicas dimensiones ambientales como es la falta de correspondencia entre jurisdicciones administrativas y unidades ambientalmente homogneas o la falta de planificacin integral de recursos y demanda) parece haber quedado siempre sin completar el panorama general de la ciudad como sistema, con todos los componentes y sus interrelaciones, incluyendo el marco fsico que acoge las diversas manifestaciones de los procesos histricos en cada perodo.

    De la observacin de algunos emergentes urbansticos y arquitectnicos de la historia de la ciudad, se genera la posibilidad de investigar sobre el posible impacto ambiental de esas iniciativas (como el traslado del puerto, la construccin sucesiva de Ramblas o la existencia de varios cementerios)

    Por otra parte, en el desarrollo de recientes trabajos sobre el medio ambiente local y regional, se evidencia que si bien existen factores que pueden ser medidos y comparados "instantneamente", es decir indicadores de fenmenos cuya accin est circunscripta en el 4 Con respecto a temas de historia ambiental, en especial americana, ver los trabajos de Gligo y Sunkel "Notas

    sobre la historia ecolgica de Amrica Latina", A. W. Crosby, " El intercambio colombino, 1972; Imperialismo ecolgico, 1986, E. Galeano "Las venas abiertas d eAmrica Latina, 1971, P. Gross "Medio ambiente urbano en Santiago de Chile, 1984 N. Prudkin "Sistemas urbanos y su entorno natural, 1984. , 1980 5 Se destacan entre ellos "Mar del Plata, una historia urbana", recopilacin de trabajos de historia efectuados en

    la Facultad de Humanidades de la UNMdP y publicado por la Fundacin Banco de Boston, Buenos Aires, 1991.

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    tiempo, hay otra serie de factores que slo reciben explicacin a travs de su historicidad, evaluando la evolucin del sistema del que forman parte como un todo cuyas condiciones de contorno temporales son a veces muy difciles de acotar. Ambas ideas confluyen en este intento de lectura ambiental de la historia de Mar del Plata.

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    2. ASPECTOS CONCEPTUALES

    La concentracin en un tema especfico implica inmediatamente la necesidad de aislar, dentro del gran sistema que es la realidad, una pequea porcin o subsistema que sea apto de analizarse de acuerdo a las fuerzas y expectativas puestas por el investigador. Este subsistema es en s una creacin cultural. No existe en la realidad como tal, y si a veces ese sistema nos parece obvio, es simplemente porque estamos trabajando con las porciones acotadas de universo con las que normalmente nos movemos. Esta seleccin o acotacin del subsistema es siempre arbitraria, aunque haya explicaciones lgicas para sustentarlas. Por ejemplo, en un caso de historia urbana, los lmites espaciales sern los de la ciudad en s, tal vez sus lmites administrativos, aunque frecuentemente estos sean superados por la realidad del medio construido.

    Sin embargo, para una lectura ambiental de la historia de Mar del Plata, como se pretende hacer, esta delimitacin del subsistema aparece ms problemtica. Por un lado, se hace difusa la delimitacin espacial del subsistema, ya que la relacin sociedad/naturaleza, eje vertebrante de una historia ambiental, no se produce solamente a travs del impacto del hombre y sus acompaantes (agricultura, ganadera, industria) sobre la tierra que pisa, o de la influencia de sta sobre la eleccin de las actividades humanas: hay una rica variedad de fenmenos que trascienden los ya de por s difusos lmites espaciales contenidos en, por ejemplo, los conceptos de cuenca de abastecimiento y cuenca de soporte6 (que podran ser tomados como parmetros espaciales), como por ejemplo, las migraciones, los ciclos naturales que exceden el marco microespacial (ciclo del agua, de los nutrientes o de las substancias contaminantes), las circunstancias macroeconmicas, las pautas culturales que pueden acompaar a la radicacin de grupos tnicos o sociales , etc.

    Por otro lado, sabemos que un gran nmero de propiedades del sistema quedan determinados por su estructura, y no slo por sus elementos, y a la vez, esta estructura posee una historia, esto significa que es depositaria y fruto de una evolucin. Esta evolucin a travs del tiempo obliga a una acotacin sobre este eje del sistema, definiendo a partir de los lmites el adentro y el afuera del subsistema en estudio, y por lo tanto, permitindonos cuantificar o evaluar los flujos de entrada y salida (que son sus interacciones con el sistema mayor).

    Pero adems, al ser el sistema elegido una creacin cultural -como vimos en el primer prrafo- e histrica -como vimos en el prrafo anterior- sus lmites espaciales no son los mismos a lo largo del tiempo, y por tanto no podemos acotar de manera estricta geogrficamente un territorio y observar su evolucin, ya que la misma creacin de ese espacio es una invencin de esa poca.

    Depende de las pautas culturales que tenga una sociedad la evaluacin que hace del espacio que la rodea. Como ejemplo se puede observar la evolucin del trmino "desierto" en la historia argentina, dependiendo si quien lo usa es un cronista asustado ante la grandiosidad de la pampa, un ganadero pensando en la necesidad de tierras de pastoreo, un gobernante que desea expandir la frontera agrcola o un general en campaa de exterminio de indgenas.

    Esto implica que la definicin de un subsistema lleva aparejada la eleccin o por lo menos la aclaracin de determinados conceptos imperantes en el momento histrico considerado. Dichos conceptos hacen a la espacializacin del sistema en cuestin, y la definicin de sus 6 Segn Fernndez, definimos:

    Cuenca de abastecimiento: la base natural como sistema de insumos del asentamiento. Cuenca de soporte: la base natural como sistema receptivo de desechos del asentamiento. Fernandez, R.:Medio ambiente, urbanizacin y gestin: notas para un enfoque introductorio" publicado en Boletn de medio ambiente y urabanizacin, N 7/8, Buenos Aires, septiembre 1984.

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    lmites geogrficos puede cambiar (expandirse o reducirse) de un lapso considerado a otro, permaneciendo el objeto de estudio (definido mediante otros parmetros).

    Con respecto a una lectura ambiental de la historia de Mar del Plata, la hiptesis anterior plantea algunas pautas que, a priori, condicionarn o darn marco a esa lectura. Una de estas pautas es que la regin de estudio se agranda a medida que se marcha hacia atrs en el tiempo (como si se buscara aumentar la cantidad de "hechos" u "observables" ampliando la regin de observacin). Si vamos a los primitivos habitantes, la regin mnima analizable para comprender la interaccin sociedad/naturaleza es, por lo menos, todo el sur de la provincia de Buenos Aires, debido a la caracterstica seminmade de los pueblos indgenas de la regin.

    A medida que se comenzaron a concentrar actividades en polos concretos, los observables de la relacin sociedad/naturaleza se hacen ms localizados, aumenta su nmero y se puede concentrar la lupa en una regin menor.

    Existe sin embargo, otro efecto contradictorio con el anteriormente descrito y es la creciente dependencia de las sociedades locales con respecto a factores externos, decisiones que son tomadas a veces a miles de kilmetros de distancia. Un caso concreto es la interdependencia de los desarrollos locales de los mercados mundiales. Otro caso concreto de la fragilidad del sistema con respecto a los sucesos ocurridos fuera de su espacio fsico es la dependencia de la actividad turstico-comercial local con respecto a las noticias generadas en Buenos Aires. Aqu vemos como un simple flujo de informacin puede alterar la estabilidad del sistema. La noticia generada en un diario capitalino -por ejemplo, playas contaminadas o accidente en la ruta N* 2- puede alterar, independientemente de su grado de verdad, un flujo material: los turistas.

    Parte de ese problema lo solucionaremos usando el esquema conceptual de R. Garcia (1985) en el cual y luego de la definicin de los lmites del sistema, la interaccin del adentro con el afuera se considera a travs de los flujos, forma especfica de las condiciones de contorno. Otros problemas de delimitacin los iremos resolviendo y acotando en cada campo especfico, tomando como tales a la divisin cuatripartita utilizada utilizada por A. Abba y su equipo, para un programa de evaluacin ambiental. Su transcripcin a un caso histrico se explica en el punto siguiente.

    En sntesis, los problemas de delimitacin espacial los iremos resolviendo y definiendo en cada perodo histrico analizado, aclarando en cada situacin cuales son los parmetros relevantes que han sido considerados dentro del sistema y cuales se consideran fuera, influyendo en el sistema a travs de los flujos (de materia, energa e informacin), forma especfica de las condiciones de contorno7.

    7 Para estas definiciones nos hemos basado en el anlisis de sistemas coplejos que hace R. Garca en su

    artculo "sistemas complejos"publicado en Leff, E, (coordinador) "Los problemas del conocieminto y la erspectiva ambiental del desarrollo", Siglo XXI, Mxico, 1986.

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    3. ASPECTOS METODOLOGICOS

    "Dada la finalidad expresa de concurrir a optimizar la calidad de vida de la poblaciny el consecuente objetivo de armonizar el desarrollo social con la preservacin dell patrimonio ambiental, la Evaluacin Ambiental resulta ser el proceso en que se considera la relacin que s eestalece entre un medio biofsico que presenta potencialidades y restriccines y una sociedad que acta en relacin a ellos"

    Abba et al "Evaluacin Ambiental Regional: una propuesta metodolgica", 1981

    El esquema metodolgico que utilizamos se apoya en una serie de propuestas conceptuales elaboradas originariamente por un equipo interdisciplinario que trabaj desde el ao 1977 en el programa de Evaluacin Ambiental de la Subsecretara de Medio Ambiente de la Repblica Argentina (tal era el nombre en ese momento de la reparticin.)

    Este equipo, dirigido por el arq. H. Echechuri, pas por diversas formaciones, incorporando destacados investigadores de mltiples disciplinas, entre los que se contaba A. Abba, Facciolo, R. Fernndez, D. Kullock, M. Malvarez, N. Prudkin y otros.

    Para aprehender la naturaleza ideolgica y los antecedentes de la metodologa de evaluacin ambiental utilizada, remitimos a la publicacin que de dicha experiencia hizo el Centro Internacional de Formacin en Ciencias Ambientales CIFCA en el ao 1982, que contiene ambas pautas, as como un detallado desarrollo de los aspectos tericos y prcticos.

    Cabe sealar como antecedente directo de ese trabajo el estudio "documento de base sobre regionalizacin ambiental de la Argentina", realizado por un equipo dirigido por la profesora E. Chiozza dentro del programa CONHABIT en la dcada del 70

    Aunque existen formulaciones posteriores de esta metodologa efectuadas por los mismos autores, utilizaremos aqu el esquema del mtodo de evaluacin tal como es descrito en la reelaboracin publicada por el CIFCA. La transcripcin a un caso histrico, en donde el objetivo, en vez de intentar polticas de desarrollo sostenido, evaluar impactos o hacer un diagnstico ambiental, es explicar el porqu de situaciones histricas determinadas es uno de los aportes que pretende hacer este trabajo sobre Mar del Plata.

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    3.1 ENFOQUES POSIBLES: DIACRONICOS Y SINCRONICOS.

    El enfoque diacrnica identifica al ambiente como un sistema de interdependencia, en el que los elementos, tanto naturales como creados por el hombre, interactan permanentemente modificndose en forma recproca. En este contexto, la Naturaleza se visualiza como el marco fsico-biolgico que condiciona en mayor o menor grado la organizacin y evolucin de la vida social. Es decir, la naturaleza como elemento que precede al hombre pero al cual ste modifica permanentemente.

    Los productos materiales de las culturas especficas, tales como edificios, redes de comunicacin y energa, etc, ligan al hombre con su soporte natural y generan formas caractersticas de ocupacin y uso del espacio, manifiestos en distintos tipos de asentamientos urbanos y rurales.

    En el enfoque sincrnico podemos distinguir dos subsistemas fundamentales: por una parte el medio biofsico (conjuncin del soporte biofsico natural y del soporte fsico construido) que acta a manera de oferta ambiental para la organizacin social, y por otra parte, las demandas ambientales ejercidas por la organizacin social a efectos de su instalacin y del desarrollo de actividades productivas. Esta visin permite apreciar el grado de ajuste entre la oferta y la demanda ambiental en un momento dado, identificar los desajustes generadores de problemas y evaluar los niveles de criticidad que alcanzan los mismos. La lectura oferta/demanda se realiza dentro de un contexto social, econmico y cultural que condiciona y da forma al balance.

    3. 2. SISTEMAS POSIBLES: LOS CUATRO CAMPOS:

    Se ha dividido el universo en estudio en cuatro subsistemas que constituyen agregaciones de los componentes bsicos. Estos cuatro campos son: Medio Natural, Medio Construido, Poblacin y Actividades8. Describiremos brevemente las principales caractersticas de cada uno.

    a) Medio natural: El espacio se analiza en funcin de los ecosistemas que lo integran, evalundolos en trminos de su capacidad de sustentacin para la poblacin y sus tendencias funcionales. Este ltimo aspecto de evaluacin de la dinmica natural permite explicar el comportamiento actual de los ecosistemas, as como predecir situaciones futuras a constancia de los otros factores.

    b) Medio construido: Este componente analiza la infraestructura y el equipamiento de los asentamientos urbanos y rurales, evaluados en relacin a su potencialidad para la instalacin humana y para el desarrollo de actividades productivas. Conjuntamente con el medio natural, conforma el medio biofsico, a los fines del balance de la oferta y la demanda ambiental. Desde la perspectiva diacrnica, constituye la manifestacin material de la cultura, en el proceso de antropizacin de los sistemas.

    c) Poblacin: La poblacin, como integrante de una determinada cultura, estrato social o regin geogrfica, cumple un doble papel: es usuaria (demandante) y constructora del ambiente. 8 Aunque en elaboraciones posteriores, estos mismos autores plantean una divisin tripartita: a) medio adaptado

    (la suma del medio natural y del medio construido, que constituye la oferta ambiental) b) la poblacin y sus actividades, que constituyen la demanda ambiental.c) las Instituicione y sus normas, que son mecanismos de informacin y decisin que rigen el funcionamiento del asentamiento (EQUOT, /equipo de Ordenamiento Teritorial: " Enfoque metodolgico para la evaluacin de los asentamientos humanos", revista a/ambiente N 26, junio 1981)

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    Este sector de anlisis se refiere a la poblacin como usufructuaria del medio biofsico, para satisfaccin de sus necesidades. Desde este punto de vista ejerce una demanda ambiental, condicionada por las caractersticas de los grupos sociales: estructura, dinmica, patrones de asentamientos, niveles socio-culturales, etc.

    d) actividades: Las actividades productivas constituyen el conjunto de acciones que desarrolla la sociedad a fin de satisfacer sus necesidades. Implica la realizacin de modificaciones sobre el medio biofsico, dependiendo el grado y signo de la transformacin, de la intensidad de la intervencin y del tipo de tecnologa empleada. El objetivo del sector es la evaluacin de las actividades en funcin del grado de satisfaccin de las necesidades sociales y del efecto que producen sobre el medio biofsico.

    3.3. CONCEPTOS AMBIENTALES: RESTRICCIONES, POTENCIALIDADES, PROBLEMAS.

    Consideramos como restricciones ambientales a la inexistencia o el escaso valor de una oferta ambiental demandada o demandable por la sociedad, ya sea por sus condiciones intrnsecas o por aspectos funcionales que reducen su capacidad de funcionamiento.

    Consideramos como potencialidades ambientales a la existencia de una oferta ambiental que an no es demandada o es demandada slo parcialmente por la sociedad. Los anlisis de ofertas aportados por el medio natural y el medio construido constituyen insumos para la definicin de la oferta ambiental , entendida sta como todo lo que ofrece el medio biofisico para el desarrollo de actividades. La oferta no tiene un valor esttico absoluto, sino que incorpora los condicionamientos sociales. La organizacin social ejerce demandas a travs de su instalacin y del desarrollo de actividades productivas. Esta presin sobre el medio biofsico es lo que se denomina demanda social.

    En este marco, conceptualizamos como problemas ambientales a los desajustes entre oferta ambiental y demanda social, pudiendo ser estos en ms o en menos. (una sobreoferta ambiental puede ser conceptualizada tambin como una falta de demanda, y por tanto, como un problema) la disfuncin puede ser actual (en nuestro caso, en el momento histrico considerado) o extrapolarse de las tendencias de crecimiento o evolucin del conjunto de los campos considerados.

    En estos ltimos prrafos est tanto el nudo metodolgico del mtodo de evaluacin conceptual, como de este trabajo histrico en particular. En la correcta evaluacin y ponderacin de los distintos elementos estar el xito de la aplicacin de una visin ambiental a un caso histrico.

    3.4. Eleccin de los periodos:

    "...Los escasos trabajos que han abordado el tema de las relaciones entre los sistemas naturales y las actividades humanas a partir del encuentro que se verific en las postrimeras del siglo XV, permiten visualizar una sugerente historia cuyo carcter integral le confiere una extraordinaria fuerza explicativa. La construccin de esta historia ambiental constituye una tarea apenas iniciada, de importancia fundamental para una comprensin cabal del desenvolvimiento de la regin."

    Tudela, F y otros: "el encuentro entre dos mundos: impacto ambiental de la Conquista", Madrid, 1990.

    Toda eleccin de lmites para los perodos histricos es caprichosa y obedece ms a peculiaridades del punto de vista del investigador que a la real existencia de puntos de

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    inflexin en los acontecimientos. Esta afirmacin, vlida para los estudios histricos en general, se acenta en la visin ambiental de la historia, en la cual los cambios tienen una inercia generalmente mayor que en las historias polticas y sociales, las transformaciones son ms lentas y por lo tanto, los lmites entre distintas situaciones se tornan ms difusos.

    Para armar los perodos locales, hemos rastreado restrospectivamente en la historia de la regin desde la actualidad hasta hace unos 10.000 aos, buscando un parmetro que permitiera acotar de manera coherente internamente cada perodo, armando paquetes en cuyo interior las relaciones de la sociedad con el medio ambiente fueran similares, aunque en perodos anteriores o posteriores tuvieran, por ejemplo, distinta expresin territorial.

    El parmetro que utilizaremos aqu ser el de estilos de desarrollo. Este concepto requiere una aclaracin: cada sociedad posee un modo especfico de utilizacin de los recursos naturales y un modo especfico de utilizacin del espacio territorial que se interrelacionan, determinando en cada uno de ellos ciertas condiciones aceptadas o buscadas de calidad de vida y determinadas formas de modificacin del medio. Estos modos especficos son los que se han dado en llamar estilos de desarrollo.9 Se puede agregar que tienen estrecha relacin con el tipo e intensidad de tecnologa utilizada y si tomamos la taxonoma que hace G. Gallopn, de tecnologas destructivas, conservativas o constructivas,10 se pueden tambin calificar del mismo modo a los estilos de desarrollo en su relacin con el medio.

    As, hemos delimitado perodos en la historia local con estilos de desarrollo distintos, a veces contrapuestos y en pugna y de cuya lucha permanente - de las victorias parciales de uno sobre el otro- surgen los hitos que marcan y acotan esos perodos. Por ejemplo, la inauguracin del ferrocarril en 1874 no es leda en nuestro trabajo slo como el primer eslabn del turismo masivo, como en la historiografa clsica marplatense, ni tampoco como la demostracin de la victoria del capital ingls, como en la historiografa influida por el materialismo histrico.

    Leemos en la llegada del ferrocarril el avance de un estilo de desarrollo (el turismo) sobre otro, (la produccin primaria) menos dependiente y ms afianzado en la poblacin local. No planteado esto como dicotoma absoluta, sino ms bien como herramienta dialctica de donde se ver el distinto uso que ambas actividades hacen de los recursos naturales de la regin y como plantean las relaciones sociedad/naturaleza con distintos enfoques.

    Siguiendo con los ejemplo, la ruta 2 no ser en nuestro trabajo slo el principio del turismo masivo, (historiografa clsica), ni tampoco la demostracin de la victoria dentro de la lucha intercapitalista del capital norteamericano, representado por los automviles, contra el ingls, representado por los ferrocarriles (historiografa marxista), sino que leeremos en la apertura de la ruta 2 el avance de un estilo de desarrollo en el cual el recurso natural playa (que haba sido una potencialidad no explotada) se transforma en el eje de ese estilo de desarrollo turstico

    Esta perspectiva, basada en la descripcin de los estilos de desarrollo, permite deslizaar una hiptesis latente y apriorstica de este trabajo: hubo un perodo inicial, ms largo e intenso de lo que comnmente se cree, en el cual la actividad productiva primaria y secundaria domin ampliamente el panorama marplatense y consecuentemente con ello, hubo modificaciones del medio ambiente de muy distinta ndole de las que se hubieran efectuado de ser pensada la ciudad con un objetivo turstico. Esto implica tambin verificar si en la actualidad quedan huellas de ese perodo primigenio de la ciudad, tal vez cambiadas

    9 Esta definicin de Estilos de desarrollo ha sido tomada de Brailovsky, A. "Poltica ambiental de la Generacin

    del 80", 1982; y Grailovsky y Foguelman, "Memoria Verde", 1991. 10

    Gallopn, G. " Tecnologa y sistemas ecolgicos", en Seminario sobre tecnologa y Medio Ambiente, Ro de Janeiro, 1982.

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    de uso pero influyendo todava no slo a travs de las modificaciones en el medio natural, sino tambin a travs de la memoria colectiva o la toponimia.11

    Las consideraciones pasadas valen como herramienta para definir los distintos perodos que, a nuestro entender, aparecen si tomamos como centro la relacin sociedad/naturaleza. Comenzando desde la prehistoria y llegando slo hasta el saladero, hemos querido abarcar lo suficiente como para que se identifiquen al menos tres estilos de desarrollo: el de los primitivos pobladores, el ganadero y el turstico. Esto nos lleva a poner un tope superior, relativamente arbitrario, que es el ao 1919. El primer perodo, a su vez lo dividimos en tres etapas de caractersticas distintas, si bien dentro del estilo de desarrollo que hemos denominado "de los primitivos pobladores" La periodizacin de la historia ambiental de Mar del Plata queda entonces de la siguiente manera:

    Primer Periodo: De los primitivos pobladores: (-10.000-1855) Etapa 1:desde la aparicin del hombre en la zona hasta la extincin de los grandes herbvoros. Segn los ltimos estudios12, hacia el final del Pleistoceno, hace unos 10.000 aos, llega el hombre a esta regin. Durante este perodo todava puede usufructuar de la carne de una serie de grandes herbvoros que poco tiempo despus se extinguiran (milodn, gliptodonte, etc.) Esto, sumado a la presencia todava de llamas y guanacos, contribuy al aumento de la poblacin humana en la regin. Las particularidades del paisaje y la riqueza natural de la regin favorecieron la ocupacin humana durante esos milenios. La serie de cambios geolgicos y climticos que caracterizaron el final del Pleistoceno motiv la desaparicin de esos enormes herbvoros y la migracin de los camlidos hacia otras zonas, lo que produjo tambin el despoblamiento humano de la regin.

    Etapa 2: Desde la extincin de los grandes herbvoros hasta la aparicin de los vacunos (cerca del ao 1600) Durante este amplio lapso en la pampa se dificult bastante para los humanos la obtencin de protenas animales, lo que aparentemente hizo disminuir el nmero de habitantes. El modo de vida de los escasos pobladores indgenas estaba basado en el consumo de algunos pequeos ciervos, vizcachas, armadillos y -como producto de la recoleccin- huevos de and. Hay evidencias de desplazamientos estacionales entre la costa y las sierras, lo que indicara tambin el consumo de productos marinos. Esta situacin permanece sin grandes variantes hasta la aparicin de los espaoles y sus ganados, que enriquecieron la dieta de los indgenas y alteraron totalmente su modo de vida, introducindose en el comercio, sobre todo de ganado cimarrn.

    Etapa 3: desde la aparicin del ganado europeo hasta el saladero. (1600-1855) La asombrosa multiplicacin que tuvieron los caballos soltados por Mendoza (1536) y las vacas tradas por Garay (1580) en base al nicho ecolgico casi desierto que encontraron en la pampa, cambi totalmente la relacin sociedad/naturaleza en esta regin. Algunos indios se transformaron en hipfagos. Otros se dedicaron al trfico de ganado vacuno, en un vasto (y an poco investigado) circuito que llegaba hasta Chile. Como modo de explotacin del recurso, surge la vaquera y luego, la estancia colonial. Los ovinos eran despreciados: segn algunos cronistas, servan de combustible, escaso en la pampa por la ausencia de rboles. Otro elemento ausente era la sal, que Espaa monopolizaba desde Cdiz. En base a estos cambios y a la abundancia de ganado vacuno, lo que luego sera el Partido Gral. Pueyrredn aparentemente vuelve a poblarse, como lo demuestran las crnicas de los jesui- 11

    De alguna manera, sta es la visin implcita en uno de los historiadores urbanos ms interesantes de la ciudad, Roberto Cova, en todos sus escritos 12

    Para ampliar sobre los primitivos habitantes de la zona, ver Mazznti, Diana: " Arqueologa del sitio Cueva Tixi: bases para la reconstruccin histrico social del borde oriental del sistema de Tandilia" informe presentado al Conicet, y toda la serie de estudios realizados en el Centro de Arqueologa Regional dependiente de la Facultad de Humanidades de la UNMdP.

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    tas. Si este aumento de la poblacin es real, se estara dando un caso nico en la historia d ela colonizacin americana, ya que por lo general en cuanto los indgenas entraron en contacto con los europeos sucumbieron rpidamente, diezmados por enfermedades para las cuales carecan de proteccin natural.13

    Segundo Perodo: El saladero (1855-1885) La caracterstica que distingue a esta nueva relacin sociedad/naturaleza es el principio de industrializacin de un recurso. Por primera vez aparecen concentrados capital, trabajo, recurso natural y una demanda (externa) suficientes como para un emprendimiento productivo de escala, que poda llegar a alterar seriamente la cantidad o calidad de un recurso del medio natural. Segn Giberti14, "El saladero introducir modificaciones sustanciales en el rgimen ganadero; su influjo crea invernadas de cierta magnitud ( primera subdivisin del trabajo ganadero) y ampla los horizontes vacunos"

    El eje vertebrante de nuestro trabajo de investigacin ser entonces, durante este perodo, la actividad del saladero, pero no desde su vertiente econmica, sino desde la influencia que este puede tener sobre el ambiente. Intentaremos descifrar, entre otras, las siguientes preguntas: porqu el,saladero se instal aqu? Cul fue su relevancia a nivel nacional? Por qu cerr? Cmo qued el ambiente perturbado despus de su accionar? Qu actividades colaterales trajo a la regin? Hubo algn problema ambiental grave que influyera en su fracaso?

    Tercer Perodo: El principio del turismo (1885-1919). El intento productivo del saladero fracasa, por diversos motivos coadyuvantes. Pero casi solapado con esa cada, se produce la inesperada alza como plaza turstica para la elite dirigente del pas de Mar del Plata, lo que lleva a variar totalmente los patrones de aprovechamiento espacial, de reas de inversin econmica, de tipo y nmero de pobladores asentados y sobre todo a partir de la llegada del ferrocarril, del flujo de materias primas y elaboradas sobre la regin. Un nuevo estilo de desarrollo se estaba gestando.

    Del primer perodo no existe suficiente informacin para realizar una evaluacin ambiental al estilo que hemos planteado, esto es desglosando detalladamente la realidad en Medio Natural, Medio Construido, Poblacin y Actividades. Aunque esta informacin pudiera deducirse a partir de algunos trabajos existentes de ecologa, antropologa y arqueologa, creemos que este mtodo de evaluacin en general y nosotros en particular carecemos de la sutileza necesaria para captar las interrelaciones que se dieron entre las sociedades indgenas y la naturaleza, ya que por los datos materiales y la escasa tradicin oral que ha llegado hasta la actualidad se trataba de pueblos en los cuales determinados conceptos absolutamente "naturales" para nosotros (como el mercado como mecanismo distribuidor de materiales en la sociedad, la produccin material como algo intrsecamente bueno, la agricultura basada solamente en la produccin de mercanca sin tomar en cuenta la degradacin ecolgica, etc) no tenan sentido.

    Por lo tanto, haremos un anlisis minucioso de los dos ltimos perodos sealados (1855-1885 y 1885-1919) Y si bien no haremos una evaluacin ambiental detallada de los perodos anteriores, para comprender el estado inicial al comenzar la experiencia del saladero, haremos previamente una descripcin del estado de la naturaleza a mediados del siglo XIX.

    13

    Con respecto a las muertes masivas de indgenas por enfermedades importadas -que es tambin uno de los aspectos importantes a relevar en un anlisis ambiental- ver Escudero, J.C. "El impacto epidemiologico de la invasin europea de Amrica" y el ya citado artculo de Tudela, F, ambos publicados en Ecologa Poltica N 2, Barcelona, 1970. 14

    Giberti, Horacio: "Historia econmica de la Ganadera argentina", Buenos Aires, 1970

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    4. EVALUACION AMBIENTAL PERIODO 1855/1885

    "No se debe menos atencin a los montes. Es indispensable poner todo cuidado y hacer los mayores esfuerzos en poblar la tierra de rboles, mucho ms en las tierras llanas, que son propensas a la sequedad quando no estn defendidas; la sombra de los rboles contribuie mucho para conservar la humedad, los troncos quebrantan los aires fuertes y proporcionan mil ventajas al hombre" Manuel Belgrano, "Medios generales de fomentar la agricultura, animar la industria y protexer el comercio en un pas agricultor", Buenos Aires, 15 de junio de 1796.

    Estado previo y caractersticas particulares:

    Cuando marcamos los perodos, en el captulo anterior, describimos brevemente las caractersticas de cada uno de ellos. En esta parte del trabajo, recorreremos minuciosamente los cuatro campos temticos en los cuales hemos dividido la realidad, durante el perodo de auge del saladero. Pero: Cul era el estado inicial, el punto cero del cual partieron los primeros habitantes europeos en la zona? En el punto siguiente describiremos sucintamente el estado de la naturaleza en la regin a mediados del siglo XIX.

    El estado de la naturaleza:

    La pampa es una enorme planicie herbcea, de alrededor de 500.000 km2, casi sin equivalentes en el mundo. (las dos nicas regiones parecidas son la estepa central norteamericana y la planicie rusa, pero ambas poseen estaciones con nieve, que aqu no se dan). Las temperaturas benignas y la reparticin regular de las lluvias durante todo el ao, sumados al suelo con alto contenido de materia orgnica, la transforman en una regin potencialmente muy apta para el desarrollo humano, con una gran capacidad de sustentacin. Tal vez su dficit ms notorio sea la ausencia casi total de rboles, como lo hace notar M. Belgrano en el epgrafe, debido a "la densidad del pajonal, que sombrea las semillas y las plantas jvenes impidiendo su desarrollo. Si a pesar de todo algn arbol consigue crecer, es dificil que dure mucho: en zona de fuertes tormentas elctricas y de abundancia de pastos secos, los incendios de campos son muy frecuentes. Es probable que esos incendios hayan terminado con cualquier rbol que se aventurara en el interior de la pampa, a excepcin del omb y del chaar" 15

    A la llegada de los espaoles, esta regin tena muy pocos habitantes, pero en los doscientos aos que median entre el primer y famoso paseo de Garay y los comienzos de la ocupacin efectiva del territorio por los colonizadores, la poblacin indgena haba aumentado notablemente, segn registros de cronistas. Este fenmeno, que como ya hemos sealado en el captulo anterior, entra en contradiccin con lo ocurrido en el resto del continente, donde la llegada de los europeos y sobre todo de sus enfermedades16 (viruela, peste bubnica, tifus, lepra, tuberculosis, paludismo, fiebre amarilla, incluso enfermedades "menores" como el sarampin o la gripe) causaron un verdadero estrago demogrfico, necesita un intento de explicacin.

    Es que antes de que de Europa llegaran las vacas, esta era una regin casi desprovista de protenas, o para aclarar el concepto, las proteinas animales eran de lenta y dificultosa 15Brailovsky, op cit. pag 16

    Segn Mc Neill "Plagues and peoples", New York, 1976; citado por Escudero, "Los invasores europeos de Amrica venan provistos de una gran inmunidad epidemiolgica, porque eran los sobrevivientes fogueados de innumerables epidemias y plagas, las que haban terminado por desarrollar en ellos una alta inmunidad. Las civilizaciones urbanas de Eurasia, por ser las ms viejas del mundo debido a la temprana aparicin de la agricultura y la domesticacin de animales en estos continentes, desarrollaron enfermedades nuevas, fruto del hacinamiento urbano y del contacto estrecho con animales domsticos. A un costo enorme (en vidas humanas), Eurasia y posteriormente Africa llegaron a tener un perfil epidemiolgico uniforme y avanzado"

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    recoleccin por parte de los pobladores humanos. Los grandes herbvoros haban desaparecido hace mucho tiempo -algunos dicen que empujados por la accin del hombre- y los guanacos y las llamas estaban refugiados en la regin serrana. La existencia de nichos ecolgicos vacos para grandes herbvoros explica, segn Gligo y Morello17, la explosiva multiplicacin de caballos y burros salvajes y vacunos criollos en las pampas del cono sur, en el Chaco, en el pantanal matogrossense, en los llanos de Moxos en Venezuela y Colombia. Estos hatos salvajes de vacunos y de caballos crearon un ecosistema seminatural durante la conquista y la guerra contra el indio, a los que se sumaron adems carniceros tambin introducidos, como las jauras de perros salvajes. El indgena enriqueci su acervo cultural. A los 80 aos de introducido el caballo cimarrn, el indio alcanz una espectacularmente rpida y eficiente cultura ecuestre, totalmente adecuada a sus actividades guerreras, con rasgos inditos de relacin jinete/caballo.

    A travs de estos espacios vacos existentes en la pampa es que se explica que de aquellos pocos ejemplares de ganado que vinieron con Mendoza y Garay se hayan multiplicado en pocos aos, enriqueciendo el ecosistema pampeano de manera inusitada a travs de un mecanismo que Brailovsky18 resume as: "En la pampa previa a la conquista, la ausencia de herbvoros importantes permita que los pastos cumplieran su ciclo biolgico completo. Nacan, crecan a gran altura y moran dejando los grandes pajonales secos que caracterizaron a la llanura vieja. Estos pastos estaban adaptados a los suelos en los cuales se haban desarrollado. es decir, suelos ricos en materia orgnica, (que eran el resultado de la descomposicin de los pastos) pero pobres en nitrgeno fcilmente asimilable (el que haba estado fijado en los vegetales existentes). En consecuencia, estos pastos se adaptaron a un ritmo biolgico lento, de varios aos de duracin, y al mismo tiempo fueron los responsables de lo prolongado de ese ciclo, debido a la lentitud de su propia descomposicin.

    La introduccin del ganado signific un sbito enriquecimiento del suelo pampeano. Despus de muchos miles de aos de ausencia de animales grandes, aparecen, se multiplican y mueren millones de vacas y caballos. Sus deyecciones y sus restos reactivan el reciclado del nitrgeno y provocan un desequilibrio ecolgico de magnitud. El rpido reciclado del nitrgeno caus un fenmeno conocido como rejuvenecimiento del ecosistema. A ms nitrgeno, ms posibilidades de crecimiento para las plantas anuales, pastos ms verdes y blandos de crecimiento rpido. Tambin estimula el rebrote de los mismos pajonales anteriores, que van siendo ramoneados por el ganado y reemplazan sus tallos viejos por otros nuevos. estos cambios ecolgicos implican la creacin dey llenado de nuevos nichos, es decir de nuevas oportunidades de desarrollo para otras especies animales y vegetales.

    Todo esto nos explica la coexistencia de pastos duros con pastos blandos, pero an nos falta comprender la desaparicin de unos en beneficio de lso otros. Aqu es probable que hayan infludo las quemazones, frecuentes en una zona de tormentas elctricas y poblada por tribus que las efectuaban como ayuda para la caza y la guerra. En tal sentido, los cambios ecolgicos que facilitaron la expansin de los ganados posibilitaron tambin la repoblacin de la pampa por parte de tribus indgenas".

    Cremos conveniente transcribir este largo prrafo, porque sintetiza el estado de la naturaleza al principio del perodo en estudio, mostrando adems la naturaleza evolutiva e interactiva de los procesos que involucran al Hombre y a la Naturaleza, que es uno de los puntales de la visin ambiental.

    17Gligo,N y Morello, J (1980) pag 18

    Brailovsky, A. (1991)

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    4.1.MEDIO NATURAL

    "Numerosas tropillas de vacas y de caballos recorren la pampa; el corzo, el avestruz vagan por all, saltan en libertad; el jaguar o el tigre americano , el lobo rojo (aguar) se multiplican en los juncos que bordean las lagunas para sorprender a sus presas, la iguana se desliza entre las las matas altas y la vizcacha, la marmota del Plata, cava sus refugios y vigila la entrada de los mismos, lanzando gritos roncos, la pequea lechuza gris del desierto". Moussy, Martn de; Pars, 1860

    UNIDADES NATURALES

    Como se dijo en la introduccin, el rea mnima necesaria para realizar un anlisis ambiental puede evolucionar a lo largo del tiempo en una misma regin y an estudiando el mismo caso. Para este perodo entonces, se ha considerado el rea limitada por: el mar al Este y Sudoeste, una recta que une Necochea con Vidal (aproximadamente el actual trazado de la ruta N* 55) al Oeste y Noroeste, cerrando el polgono con otra recta que une Vidal con la Laguna Mar Chiquita. Esta delimitacin no es absoluta y puede elastizarse en determinados en determinados campos, ante la no coincidencia de reas de influencia de algunos fen-menos. Sin embargo, la necesidad metodolgica de poner lmites hace que tomemos la divisin regional precitada, basada en tres factores:

    1) la zona de la cual provena mayoritariamente el ganado vacuno que sera procesado por el saladero.

    2) el lmite de influencia de otros centros regionales que, como Tandil o Dolores, se constituan en polos demandantes de mano de obra y materiales

    3) la concordancia aproximada con los distritos administrativos y censales que permiten una doble comparacin : en el espacio, con otros distritos vecinos y en el tiempo, evaluando su propia evolucin.

    Siguiendo el desarrollo metodolgico podemos detectar la heterogeneidad del espacio bajo estudio, a travs de la identificacin de las unidades naturales o combinacin de ecosistemas que conforman la regin.

    Las unidades naturales ms significativas del entorno -sin contar relictos de origen singular, o de caractersticas peculiares pero sin mayor influencia sobre el resto, como la albsfera de Mar Chiquita- son:

    1) Un sistema lacustre, con la flora y la fauna tpica de una laguna pampeana (sauces, ceibos, aves acuticas, peces, reptiles, mamferos acuticos como la nutria o coipo, carpinchos).

    2) Un sistema serrano, que es el que actualmente se encuentra mas parecido a su estado en esa poca. (currales, ofidios)

    3) Un sistema de llanura, caracterizado por pajonales de gran altura -slo en los cursos de agua- abundantes "sabandijas" como caracterizaban los antiguos viajeros a los jejenes, mosquitos y tbanos), tropillas de vacas y toros cimarrones, vizcachas y andes.

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    4) un sistema costero con una interesante franja de interfase, en la cual prevalecan y se alternaban los baados, dunas y playas con acantilados, alternndose tambin la presencia de totorales con garzas, gaviotas, lobos marinos, etc.19

    1.2.RESUMEN DE CARACTERISTICAS:

    Produciendo una agregacin de la informacin disponible, y dado que no existen mayores diferencias ni saltos cuantitativos o cualitativos en ninguno de los componentes principales de los ecosistemas, se puede resumir la caracterizacin de toda la regin de estudio en los siguientes puntos:

    a) CLIMA Es en este punto donde se pueden producir los cambios ms cortos en plazos breves. Estos cambios, que muchas veces el hombre pretende achacar a su propia intervencin, son en realidad fruto de la existencia de ciclos climticos de distinta magnitud, que a manera de pulsos imponen sus caractersticas sobre extensiones de tiempo que pueden ser desde semestrales (el caso de los vientos monznicos) hasta de millones de aos. El problema, tanto para la investigacin acadmica como para el manejo de los recursos naturales, es que se conoce muy poco an de estos ciclos naturales y menos, en lo que respecta a la pampa.20

    Basndonos en referencias literarias y citas de viajes de exploradores, se puede decir que el clima seco y ventoso que haba caracterizado a la pampa durante los siglos XVII y XVIII y primera mitad del XIX fue cambiando hacia un progresivo humedecimiento, sobre todo en las tres ltimas dcadas del siglo XIX.21 Justamente es en el perodo que estamos estudiando que aparentemente se da este mejoramiento de las condiciones climticas en base a un aumento de las precipiotaciones, que no tarda sin embargo en traer como contrapartida otro desastre natural: las inundaciones.

    Por lo dicho, se puede suponer que las condiciones climticas en el perodo 1855/1885 no eran muy difrenetes de las actuales. Esto implica inscribirlas dentro de un clima templado, con influencia martima,sumamente favorable en verano, que resultan ptimas para los asentamientos humanos.El monto de las precipitaciones permita el buen desarrollo de cultivos y hierbas para pastoreo. Las isotermas medias anuales van de los 14 C en la costa a 15 C en el interior. La amplitud anual de los valores medios mensuales da 10 C en la costa y 12 C en la trastierra del rea en estudio. Las temperaturas mnimas absolutas alcanzan valores entre -10 C y -5 C y las mximas absolutas pueden estar entre los 40 C y 45 C. La diferencia de temperatura entre el agua y la tierra produce el tpico fenmeno costero de la brisa de mar. La humedad relativa media anual est entre el 75 % tierra adentro y el 77 % en la costa. La regin estaba situada entre las isohietas de 700 y 800 mm anuales, (actualmente est entre las de 900 y 1000) lo que significa una buena provisin de agua de lluvia, siendo afectada por unas veinte heladas anuales en la costa y sesenta en la zona serrana que causan a veces algunos trastornos en la vegetacin. Menor intensidad

    19Estas tierras costeras no eran apreciadas por los terratenientes de la poca en estudio. "Es interesante remarcar el inters exclusivo de las tierras para destinarlas a la ganadera. Por ejemplo, Capdevila elude expresamente en su solicirtud de merced las tierras prximas al mar, terrenos que supone bajos y arenosos, no aptos para la cra de animales" Mazzanti, D, Canedo, M, Reynoso, D y otros: El poblamiento inicial de la regin, captulo del libro Mar del Plata, una historia urbana, pg 34 (1990) 20

    Para la descripcin de la evolucin histrica de los aspectos climticos actuales, nos hemos basado en el trabajo de Suriano, J.M. y Ferpozzi, L. H. "Los cambios climticos en la pampa tambin son historia", publicado en la revista Todo es Historia N 306, enero de 1993.. 21

    A pesar de este proceso de humedecimiento, en un trabajo del Instituto de Suelos y Agrotecnica (1942) se hace referencia a la existencia de mdanos vivos en la dcada del sesenta del siglo pasado en amplios sectores de la pampa, como Guatrach, Villa Iris, Baha Blanca y lo que es ms sorprendente, en 25 de Mayo. Tomado de Suriano y Ferpozzi (1993)

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    tiene el granizo, que se registra sin embargo varias veces al ao, especialmente en el mes de enero.22

    b) SUSTRATO FISICO Y RECURSOS HIDRICOS.

    La existencia de una costa propicia, accesible desde el mar y la tierra, posibilit que con pocas inversiones se instalen muelles adecuados para las embarcaciones utilizadas para la exportacin de carnes, cueros y grasas.23 Asimismo, la topografa ondulada facilit el drenaje de las aguas pluviales por varios arroyos y zanjones, muy importantes para la salubridad del rea, tanto en lo tocante a la poblacin como a la primera industria, altamente contaminante.24 Estos mismos arroyos, ms las vertientes y pequeas perforaciones del subsuelo movidas por molinos de viento proporcionaron agua potable abundante. Los suelos de la regin son de buena calidad, profundos y frtiles, aptos para la plantacin de rboles y el cultivo de forrajes y hortalizas de gran importancia para el abastecimiento de los pobladores y de sus animales. Las condiciones geolgicas no permitieron pensar en un desarrollo minero, sobre todo teniendo en cuenta la ausencia de minerales preciosos que casi eran los nicos explotados en esa poca, pero en cambio provean abundantes y variados materiales de construccin, merced a los afloramientos de cuarcitas, a las arenas y cantos rodados en las playas y la existencia de calizas, en especial tosca para producir cal viva. Los loess resultaron apropiados para producir cermica roja y fabricar ladrillo cocido. Como deca Peralta Ramos en su pedido de fundacin "Se halla la piedra, granito, cal y tierra hidrulica suficientes para llenar las necesidades de toda la provincia" De los recursos mineral que necesitaba la industria local, el nico inexistente era la sal. Veremos ms adelante desde donde vena la utilizada en el saladero.

    c) VEGETACION

    Si bien la vegetacin pampeana ,como ya se dijo, no era demasiado variada , en esta regin y gracias a la presencia de los cuatro ecosistemas descritos resultaba ms rica y abundante en especies que en los alrededores. La vegetacin natural era predominantemente herbcea, apropiada para el forraje de ganado y animales de trabajo. Aparentemente haba abundancia de arbustos leosos susceptibles de ser utilizados como combustible, en especial el curro, que hoy, dentro de la zona, se puede apreciar solamente en algunas sectores acotados de Laguna de los Padres.

    d) FAUNA

    La fauna terrestre, escasamente agresiva, presentaba especies tales como el puma, gato monts, zorro colorado y gris, todos ellos depredadores del ganado, especialmente menor. Muchos de los animales locales constituan recursos naturales aprovechables, como los andes (apreciados por sus plumas y carnes), perdiz chica y colorada, martineta, pavos y avutardas. Los insectos y arcnidos no se constituyeron en vectores transmisores de enfermedades, si bien algunos resultaban molestos, como las moscas y jejenes, segn se desprende de descripciones de viajeros de la poca. Como agresivos y peligrosos se sealaban los ofidios, como la vbora de la cruz, la coral, la yarar ata, que eran 22

    Para estas consideraciones sobre el clima, basadas en mediciones tomadas entre los aos 1970 y 1980, nos hemos basado en el trabajo de Siragusa, A. "Las condiciones naturales: un marco natural de privilegio", captulo del libro "Mar del Plata y su regin "Buenos Aires, 1984. 23

    Aunque como veremos despus, el desconocimiento de los comportamientos naturales hizo cometer errores en los intentos de mejoramiento de las condiciones de ingreso al puerto de Mar del Plata. Ver al respecto los intentos de Pedro Luro descritos por Cova, O. en su libro "Pedro Luro, un pionero de la pampa", pg 293. 24

    Tan importante es el hecho de la existencia del arroyo y el mar para la instalacin del saladero, que en una carta que Pedro Luro le manda al Juez solicitando la habilitacin, dice: "La circunstancia de encontrarse situada esta grasera en un punto alejado de todo pueblo e inmediato al mar, en un terreno de estancia, la habilita para trabajar sin comprometer en lo ms mnimo las exigencias higinicas, con mayor razn cuanto que los residuos lquidos van al Atlntico..." Carta del 3 de julio de 1877, citada por Ali, A.

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    abundantes en la zona. La fauna ictcola marina permita variaciones en la alimentacin, constituyndose en una potencial fuente de riquezas, a la que se sumaban los mariscos y los pinnipedos (los clebres lobos marinos). La falta de agresividad en la fauna local, as como la posibilidad de desarrollo de ciertas industrias en base a ellas, queda incluso explicitadas en el acta de fundacin de Peralta Ramos, quien cita la factibilidad de explotacin "de manadas de lobos marinos, cuyo producto estimo en 500 pesos moneda corriente por cabeza, siendo esto una mina inagotable" y de la siembra, cuando escribe "en cuanto a la fertilidad de su suelo, baste decir que con slo una reja de arado el trigo cosechado ha dado un peso de nueve arrobas y varias libras por fanega. Los dems ramos de agricultura se producen con una mejora notable sobre otras localidades, por la circunstancia especial de no ser all conocida la hormiga negra."

    Las primeras contradicciones entre la fauna autctona y las actividades humanas aparecen con las vizcachas, ya que por ejemplo Pedro Luro plantea en una carta al gobierno local la necesidad de eliminar las vizcacheras por el perjuicio que estas ocasionan en el transporte a caballo.25 Inclusive en el libro mayor del Almacn de Ramos Generales "La Proveedora", se encuentra citada la profesin "Bizcachero", lo que hace suponer que Luro tena peones que se encargaban exclusivamente de cazar vizcachas.

    1.3. La naturaleza como base de sustentacin: posibilidades del territorio en el perodo.

    "Era a principio del ao 1877. Las inundaciones del ro Salado y las lluvias torrenciales de dos inviernos sucesivos haban dejado bajo el agua doscientas leguas de territorio en el sur de la Provincia de Buenos Aires. Los caminos estaban intransitables y las comunicaciones con la capital de la Repblica para el transporte de ganado en pie eran de da en da ms difciles. Mi padre( ...) pens en la necesidad de independizar toda la regin de la provincia que se encontraba al sur de la inmensa zona anegada, buscando una salida al mar a los productos de tan dilatado territorio" Pedro Olegario Luro, carta publicada en el diario "La Capital" de Mar del Plata, 1920.

    a) Aptitud u oferta instantanea:

    Del anlisis de los elementeos anteriores se desprende que la regin presentaba un alto grado de aptitud para la agricultura y la ganadera, posiblemente mayor que otras zonas cercanas, debido a la inexistencia de cangrejales y al adecuado drenaje de las aguas superficiales, a diferencia de la pampa del Salado, rea inundable donde cambia el uso de la tierra. Los problemas derivados de la lejana de los centros de consumo o embarquecon destino final, as como aquellos derivados de la inexistencia de algn insumo necesario para la precaria industria local (como la sal) podan ser suplidos _como se ver en el item MEDIO CONSTRUDO - a travs de un puerto cuya instalacin se vea facilitada por las condiciones geogrficas costeras. La abundancia de ganado bovino en el lugar y la inexistencia de predadores -por lo menos hasta la aparicin de las jauras de perros cimarrones-26 facilitaban la instalacin de un establecimiento de las carctersticas del saladero. Lo benigno de las granizadas y lo muy espordico de las nevadas hubiera permitido tambin una temprana agricultura, que no se desarroll por causas ajenas al medio natural. Tanto la aptitud edfica como la presencia del recurso hdrico hubieran posibilitado el desarrollo de la silvicultura en toda la regin en estudio, exceptuando los suelos poco profundos con tosca cerca de la superficie o los afloramientos rocosos de faldeos empinados, pero esta actividad se realiz slo episdicamente. La presencia de una lobera hubiera permitido tambin la explotacin de los lobos marinos, que tampoco se hizo, posiblemente debido a que eran

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    Acta de la Corporacin Municipal de Mar del Plata. 26 Desde los tiempos de Coelho de Meyrelles se organizaban partidas perodicas de gauchos para exterminar a

    las manadas de perros salvajes que acosaban a los viajeros. Pedro Luro continu con esa metodologa, poniendo precio a cada cabeza de perro que le entregaran.(BORTHIRY, 1992)

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    poco significativos numricamente con respecto a las colonias existentes en el sur del pas.27 Con respecto al aumento de la poblacin vacuna y ovina, todo parece indicar que el territorio an poda aceptar un aumento en el nmero de animales sin resentir la capacidad de regeneracin de su cubierta vegetal.

    b) ESTABILIDAD: La estabilidad a nivel ssmico era absoluta debido a la antigedad de las estribaciones serranas circundantes, presentndose a nivel geomrfico algunos problemas a largo plazo -avance de la lnea de costa por erosin marina- que no afectaron en nada a la explotacin de los recursos. Lo mismo puede decirse de la inestabilidad provocada por el corrimiento de las dunas, ya que aparentemente este fenmeno no se produca en el sector por entonces habitado, sino recin en la zona de Punta Mogotes al sur y de Mar Chiquita al norte. La fragilidad del ciclo de acumulacin de arenas marinas, o deriva de las arenas era totalmente ignorada en la poca en que estamos trabajando, pero de todos modos no fue afectada por las incipientes instalaciones portuarias en la manera que despus s lo hara el actual puerto. Aunque segn Cova (1977) la famosa embarcacin que Pedro Luro mand hundir frente a la desembocadura del arroyo Las Chacras, en vez de mejorar la posibilidad de amarre de las naves, hizo acumular arena en la boca del puerto, dificultando ms la tarea.

    A nivel edfico y como ya se ha dicho, los suelos del rea son negros, ricos en materia orgnica y bien provistos de elementos fertilizantes. Por las condiciones climticas y topo-grficas son suelos poco propicios a la erosin, por lo cual su estabilidad estaba asegurada excepto en los terrenos fuertemente abarrancados o en la zona costera con arenas elicas y sin edafizar.

    A nivel climtico no existe suficiente acumulacin de datos como para verificar la existencia de pulsos de inundaciones o sequas de manera fidedigna. ojo, ver lo que se puso en el segundo informe, donde s se habla de ciclos . Aunque como se demuestra en la carta del eplogo, por lo menos las inundaciones ya eran un hecho conocido en el trnsito de Mar del Plata a la Capital. Tambin se verifican en la historia de Mar del Plata algunas grandes inundaciones as como perodos de seca. Entre ellos cabe citar a la sequa de 1859, que segn algunos autores fue uno de los factores que condujeron al cierre del saladero de Meyrelles y la del ao 1875, que oblig a los hacendados a pedir permiso al gobierno para trasladar sus ganados a otros campos de la provincia. La inundacin del epgrafe es la del ao 1877, al norte de Mar del Plata, que cort las vas terrestres hacia Buenos Aires y empuj el uso de los pailebots.

    La estabilidad biolgica es un tema mucho ms difcil de precisar, no slo por ser este un trabajo histrico (lo que dificulta la obtencin de ciertos datos de los cuales no se llevaron registros hasta tiempos recientes) decir por trabajar con fuentes de informacin secundaria) sino porque con respecto a la ecologa de los sistemas de llanura aparentemente simples como la pampa hay todava discusin entre los bilogos. Algunos dicen que este sistema est de hecho en transicin hacia otro, ms cercano al bosque, mientras otros creen que su resiliencia es suficiente para mantenerse as.agregar nota y corregir este prrafo con Rosana y si es posible, con Nora. 28 Lo cierto es que a la llegada de los vacunos,era un sistema con un importante nicho ecolgico vaco: el de los grandes herbvoros y por lo tanto, el de los carnvoros que lo siguen en la cadena trfica.

    27

    Aunque algunas de las descripciones que se han consultado hablan de enormes cantidades de lobos: "...luego se siguen unos grandes peascos por espacio de 300 pasos, llenos de manadas de lobos, metidos hasta el mar que no dan paso por la playa... luego se siguen otros mui grandes peascos... y en estos hay ms abundancia de lobos en manadas de centenares." Diario del Padre Cardiel, circa 1750. Citado por Mazzanti y otros (1991) 28Sobre esta discusin, ver Brailovsky (1991) y ?

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    Aparentemente, en el corte histrico que estamos realizando la estabilidad numrica de los hervboros estaba asegurada por un nmero importante de vacas (que no fueron limitantes en los sucesivos fracasos del saladero)29 y de ovejas, que al consumir distintos tipos de pastos se complementaban.

    1.4. LA NATURALEZA COMO RECEPTORA: IMPACTO AMBIENTAL DE LSA ACTIVIDADES DEL SALADERO.

    "Para mantener la cantidad de cerdos que el Sr. Luro tiene en la grasera situada a orillas del aroyo, usaba de los desperdicios de la hacienda que consume para el Abasto, cuyos residuos, enlodados por los cerdos en su corral, iban al Arroyo y corrompindose el agua producan miasmas insoportables para el vecindario y perjudiciales para la salud; luego en esta misma grasera haba establecido matadero para el Abasto de carne a la localidad, habiendo como le consta al Sr. municipal corrales destinados a ese objeto..." Acta de la Corporacin Municipal del 21 de febrero de 1880, en la cual se intima a Pedro Luro a que realice tareas de saneamiento en sus instalaciones .

    En el punto "actividades" , ms adelante, haremos la descripcin detallada de un saldero. Basta por ahora decir que era un poderoso foco de contaminacin. Siguiendo a Brailovski (1991) "se trataba de establecimientos que operaban en gran escala, basndose en el principio de divisin del trabajo y con una altsima eficiencia en los aspectos de carnicera. Cinco minutos despus de que el animal ha sido muerto, su carne est salada..su cuero lo estn envenenando y deschos sus huesos, y la grasa de lsa entraas estn hirviendo para extraer de ellas el aceite, y el trabajo prosigue durante todo el da con la misma rapidez y regularidad de una mquina". En nuestro caso, estos "venenos" usados para curtir el cuero iban a parar al arroyo Las Chacras y lo mismo ocurra con la sangre, desperdicios y el agua usada para hervirlos. Segn Hudson30, citado tambin por Brailovski, en los saladeros de Buenos Aires "la sangre tan abundantemente vertida durante el da y mezclada al polvo, habia formado sobre todo el terreno una costra de medio pie de espesor. Dejo al lector el cuidado de imaginar el olor que se desprenda de de esta costra, como asmismo de las barricas de los despojos de carne y huesos que se tiraban por culaquier parte, en montn."

    A eso haba que agregarle la importante cantidad de perros cimarrones que rodeaban el saladero, comindose los restos de la factura y que a la noche, segn descripciones de la poca, constituan verdaderas y peligrosas jauras, que obligaron a Meyrelles a ofrecer paga por la cabeza y por la cola de los perros muertos.31

    Sin embargo, la excelente ubicacin del saladero, a tan corta distancia del destino final de los efluentes, y la conocida capacidad autodepuradora del mar hacan de todos modos, un panorama muy distinto al que presentaban, ante el mismo procedimiento, las regiones adyacentes a los saladeros del Gran Buenos Aires que tiraban sus desechos al Riachuelo, de escaso caudal y lento escurrimiento. As mismo los vientos costeros seguramente impedan la concentracin de olores, aunque como se ha visto, no alcanzaba para que se disiparan totalmente las "miasmas insoportables para el vecindario" que se nombran en el acta de la Corporacin Municipal ya citada.

    29Aunque segn Mazzanti, Canedo y otros (1991) " El consorcio brasileo haba sobredimensionado la cantidad de ganado cimarrn alzado que encontrara en el lugar, tal vez debido a la informacin del vendedor de tierras, lo que oblig a una mayor inversin para mantener el nivel de produccin del saladero".

    30Guillermo Hudson, citado por Brailovsky (1991)

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    4.2 MEDIO CONSTRUIDO

    " Este punto llamado a tan gran desenvolvimiento es ya un pueblo; hay en l un gran saladero cuyo costo primitivo fue de cuatro millones de pesos; hay un muelle de fierro que cost treinta mil duros; hay un molino de agua que puede elaborar la harina suficiente para las necesidades del lugar; hay una iglesia de piedra y cal con todo cuanto es requerido, que puede contener 400 personas, erigida recientemente en parroquia provisoria y est all el sacerdote que debe regentearla; hay botica, panadera, herrera, zapatera y otros ramos industriales, estando listo tambin el colegio municipal y hay adems ms de veinte casas de piedra, madera y ranchos ocupados por negocios de diversos gneros"

    Patricio Peralta Ramos, solicitud de fundacin, 1873.

    4.2.1.ESPACIOS ADAPTADOS

    a) INFRAESTRUCTURA

    Tanto la infraestructura como el equipamiento eran absolutamente inexistentes antes del saladero. Con el asentamiento de ste, entonces, hubieron de efectuarse todas las instalaciones que garantizaran el desempeo de las actividades propias de la actividad saladeril, lo que signific no slo una gran inversin inicial de parte de Meyrelles, sino la necesidad de seguir manteniendo y aumentando esa infraestructura por los sucesivos dueos del establecimiento. Aunque desde el principio existen proyectos importantes de creacin de espacios adaptados, la diferencia entre la envergadura de estos proyectos sobre el papel y lo finalmente construdo da una idea de las dificultades de la creacin de un asentamiento en la regin. Ya en 1856 existe un ambicioso proyecto de muelle encargado por Meyrelles al ing. Bragge y que no se realiza. No existen descripciones acabadas de la infraestructura del primer saladero, pero cuando en 1873 Patricio Peralta Ramos necesita fundamentar el pedido de autorizacin para la fundacin de un pueblo, escribe la nota del epgrafe, prolija pintura de lo existente.

    Del ao 1875 es un plano donde, con respecto a la infraestructura, se detectan un galpn, una fbrica y un molino. Aunque un galpn hoy da no parezca "infraestructura", tngase en cuenta lo precario de las instalaciones de la poca, de lo cual vale como ejemplo esta ancdota: cuando en 1825 se instala en el pas la primera cabaa de lanares en San Vicente, provincia de Buenos Aires, el establecimiento llamado "Tres Amigos" es rebautizado por el vecindario "Los Galpones" debido a la profunda impresin que estas construcciones haban causado en la poblacin.321

    Podemos tomar tambin como importante adaptacin del espacio (aunque no sea infraestructura en el sentido estricto) a la divisin y tenencia de la tierra, ya que afecta al recurso base para la actividad econmica de la regin. Toda esta zona haba sido propiedad primero de Pedro Alcntara Capdevila, Lorenzo Lpez y otros que eran importantes saladeristas ubicados cerca de la ciudad de Buenos Aires y solicitan en 1819 estas tierras para trasladar su ganado, criarlo aqu y reservar los terrenos cercanos a Buenos Aires para el engorde del mismo (invernada). Aqu la expansin territorial hacia el sur de la provincia se d como resultante de la precaria tecnologa utilizada, ya que la forma de traslado de los animales en pie obligaba al mantenimiento de campos de engorde cerca de las factoras. Al respecto, dice Giberti33: "Los saladeros estaban ubicados necesariamente sobre puertos, pues sus productos iban a ultramar. El Riachuelo, Ensenada y otros lugares al sur de la Capital eran asientos ideales para la industria, que se concentr a las puertas de Buenos

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    Ancdota citada por Giberti, H. "Historia econmica de la ganadera argentina" 33

    Giberti, H. (1970), pag. 95.

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    Aires. Hasta all deban llegar los animales de las estancias bonaerenses, por arreos ms o menos largos de acuerdo a su ubicacin. Conducirlos desde los puntos ms distantes de las zonas productoras no deba ser tarea fcil, dado el carcter arisco de la hacienda.. En esa poca los arreos se realizaban exclusivamente por medio de pechazos y corridas, como si fueran animales salvajes;...frecuentemente los caballos se cansaban antes que los vacunos. En esas condiciones lgico es suponer que las tropas llegaran en deplorable estado fsico por la fatiga del viaje unida a la perpetua lucha contra el hambre, por tal causa convena apacentar los ganados durante un tiempo prudencial en campos vecinos a dichos mercados, para que retomaran las perdidas carnes. Este es el origen primitivo de nuestras actuales invernadas. Un campo de invernada es sencillamente, el lugar donde una hacienda completa su estado hasta alcanzar el estado de engorde requerido. El trmino naci probablemente de la ventaja que algunos campos buenos, de pastos permanentes -campos de invernada- sacan sobre otros que slo permiten el pastoreo en la poca templada favorable -campos de veranada- . Mientras fu Buenos Aires el nico centro consumidor de carne , la invernada se redujo a eso; pero cuando el salado abri un nuevo y gran mercado, la amplitud que alcanz la zona productora subordin los ganaderos ms cercanos a los ms lejanos, y la invernada basada exclusivamnete en la estacionalidad de los pastos ampli sus funciones usufructuando la renta de posicin que significa la vecindad del saladero."

    Esta larga cita se hace necesaria para entender los motivos del corrimiento de la frontera ganadera. Como se v, el inters exclusivo de estas tierras era para destinarlas a la ganadera, ya que Pedro Alcntara Capdevila elude expresamente en su solicitud de merced las tierras prximas al mar, terrenos que supone -correctamente- bajos y arenosos, no aptos para la cra de animales.

    De estos dueos pasa, sin cambio alguno en su composicin fsica -esto es, sin ningn tipo de mejoramientos- y sin afectacin de los recursos a Ladislao Martnez, quien las compra en 1828, solicitando adems al gobierno las tierras que el anterior dueo haba desechado: la franja costera.

    Sin embargo, debido a una serie de circunstancias polticas (levantamiento de los Libres del Sur contra Rosas, invasiones de los indios de 1829, 31 y 33) no hay tampoco en este perodo cambios en la divisin de la tierra ni aumento de la infraestructura. Gregorio Lezama, quien las compra en 1847, tampoco hace ms que mantener las instalaciones existentes, que son slo tres cascos de estancia. Aunque no hay mejoras, se produce una enorme valorizacin econmica de estas tierras, ya que Lezama, que las haba comprado a 241 onzas de oro por legua cuadrada, logra venderlas diez aos despus a 600 onzas. El comprador es el consorcio brasileo representado por Coelho de Meyrelles y con l empiezan los cambios visibles en el aspecto fsico.34

    Siguiendo aun en el tema de la tierra, todas estas ventas y compras tenan como fondo la utilizacin del recurso para ganadera y por lo tanto, lo que determinaba la divisin del territorio era la existencia de sitios relevantes, de arroyos y lagunas indispensables para las actividades ganaderas, cuya impronta en el parcelamiento se diferencia notablemente de la huella dejada por la colonizacin agrcola. La aparicin del sistema de mediera permiti la subdivisin de terrenos, pero siempre dentro de la misma orientacin geogrfica. Finalmente aparece como impronta del hombre sobre el paisaje la traza del pueblo debida a Chaperouge, quien en 1874 superpone a la rica topografa local una rgida cuadrcula con manzanas de 100 varas de lado, sin brindar ninguna respuesta a las condiciones del lugar, ms que el hecho de "dar a las calles una direccin que las proteja de los fuertes vientos

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    Gascn, J. C. "Los orgenes histricos de Mar del Plata", Archivo Hstrico de la Provincia de Buenos Aires Dr. Ricardo Levene, La Plata, 1942, p. 212. Citado por Mazzanti, Canedo, Parin, Mateo, Reynoso (1991).

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    del S.O. casi siempre r