HIJAS EN MI REINO - HISTORIA Y LA OBRA DE LA SOCIEDAD DE SOCORRO

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En la primera reunión de la Sociedad de Socorro, la hermana Emma Smith dijo: “Vamosa hacer algo extraordinario”, y tenía razón. Lahistoria de la Sociedad de Socorro está repletade ejemplos de mujeres comunes y corrientesque han logrado cosas extraordinarias al ejercer la fe en el Padre Celestial y en Jesucristo.La Sociedad de Socorro se estableció a fin deayudar a preparar a las hijas de Dios para lasbendiciones de la vida eterna. Los propósitosde la Sociedad de Socorro son aumentar la fe yla rectitud personales, fortalecer a las familias y los hogares, y brindar alivio al buscar y ayudara los necesitados. La mujer cumple con dichospropósitos al procurar revelación personal,recibirla y al actuar de acuerdo con ésta en susllamamientos y en su vida.

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Hijas en Mi reino

LA HISTORIA Y LA OBRA DE LA SOCIEDAD DE SOCORRO

Este libro pertenece a:

De cierto te digo que todos los que reciben mi evangeliosonhijosehijasenmireino.Doctrina y Convenios 25:1.

en Mi reinoLA HISTORIA Y LA OBRA DE LA SOCIEDAD DE SOCORRO

Hijas

Publicado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das Salt Lake City, Utah, EE. UU.

SOCIEDAD DESOCORROPROPSITOS

Aumentar la fe y la rectitud personales Fortalecer a las familias y los hogares Buscar y ayudar a los necesitados

2011 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados Impreso en los Estados Unidos de Amrica Printed in the United States of America Aprobacin del ingls: 8/10. Aprobacin de la traduccin: 8/10. Traduccin de Daughters in My Kingdom: TheHistory and Work of Relief Society Spanish 06500 002

ndice de temasPRLOGO PREFACIO CAPTULO 1 CAPTULO 2 CAPTULO 3 CAPTULO 4 CAPTULO 5 CAPTULO 6 CAPTULO 7 CAPTULO 8

Mensaje de la Primera Presidencia ...........................................................................IX Algo extraordinario ................................................................................................ XI La Sociedad de Socorro: Una restauracin de un modelo antiguo ......................... 1 Algo mejor: La Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo .............................. 11 Adhirete a los convenios: xodo, emigracin y asentamiento ......................... 31 Una esfera de accin amplia y extensa ................................................................ 45 La caridad nunca deja de ser ................................................................................ 69 Un crculo mundial de hermandad .......................................................................... 91 La religin pura: Cuidar y ministrar por medio de las maestras visitantes ........115 Las bendiciones del sacerdocio para todos: Una conexin inseparable con el sacerdocio......................................................... 139 Guardianas del hogar: Establecer, cuidar y defender a la familia .................... 161 La Familia: Una Proclamacin para el Mundo ..................................................... 184

CAPTULO 9

CAPTULO 10

Vivan de acuerdo con sus privilegios ..................................................................... 187

Acontecimientos importantes de la historia de la Sociedad de Socorro .................................. 202 Notas .............................................................................................................................................. 206 Lista de ilustraciones .................................................................................................................... 214 ndice alfabtico ............................................................................................................................ 221

PRLOGO

Primera PresidenciaEstimadas hermanas: Como muestra de gratitud y en honor a la bendicin que constituye la Sociedad de Socorro en la vida de los miembros de la Iglesia, hemos dirigido la preparacin de Hijas en Mi reino: La historia y la obra de la Sociedad de Socorro. Rogamos que este libro sea una bendicin para ustedes y para aquellos en cuyas vidas ustedes influyan. Les expresamos el amor y la admiracin que sentimos hacia ustedes y reconocemos que son amadas hijas de nuestro Padre Celestial y dedicadas discpulas del Seor Jesucristo. Ustedes forman parte de una gran hermandad mundial. Guiadas por su lema La caridad nunca deja de ser, ustedes ayudan a fortalecer a la familia y edificar el reino de Dios sobre la tierra. Les instamos a estudiar este libro y a permitir que sus imperecederas verdades e inspiradores ejemplos surtan una influencia en sus vidas. Les testificamos que el Seor ha restaurado la plenitud del Evangelio por medio del profeta Jos Smith y que la Sociedad de Socorro es una parte importante de esa restauracin. Las hermanas de la Sociedad de Socorro tienen un glorioso legado y rogamos que este volumen sea un importante recurso para preservarlo.

Mensaje de la

La Primera Presidencia

IX

P R E FA C I O

Algo extraordinario

Al igual que Mara y Marta en el Nuevo Testamento, las hermanas de la Sociedad de Socorro de hoy en da sirven como discpulas fieles de Jesucristo.

En la primera reunin de la Sociedad de Socorro, la hermana Emma Smith dijo: Vamos a hacer algo extraordinario1, y tena razn. La historia de la Sociedad de Socorro est repleta de ejemplos de mujeres comunes y corrientes que han logrado cosas extraordinarias al

ejercer la fe en el Padre Celestial y en Jesucristo. La Sociedad de Socorro se estableci a fin de ayudar a preparar a las hijas de Dios para las bendiciones de la vida eterna. Los propsitos de la Sociedad de Socorro son aumentar la fe y la rectitud personales, fortalecer a las familias yXI

los hogares, y brindar alivio al buscar y ayudar a los necesitados. La mujer cumple con dichos propsitos al procurar revelacin personal, recibirla y al actuar de acuerdo con sta en sus llamamientos y en su vida. Este libro no es una historia cronolgica ni es un intento de ofrecer una perspectiva completa de todo lo que la Sociedad de Socorro ha logrado. En vez de ello, proporciona una perspectiva histrica de la gran magnitud de la obra de la Sociedad de Socorro. Valindose de relatos histricos, experiencias personales, pasajes de las Escrituras y palabras de los profetas de los ltimos das y de las lderes de la Sociedad de Socorro, este libro nos ensea sobre las responsabilidades y las oportunidades que se otorgan a la mujer Santo de los ltimos Das en el plan de felicidad de nuestro Padre Celestial.

La historia de la Sociedad de Socorro nos ensea la naturaleza divina y el valor infinito de las hijas de Dios. Es una historia llena del Espritu sobre mujeres firmes, fieles y determinadas que han prestado servicio con escaso reconocimiento pblico. Mediante el estudio de esta historia, los Santos de los ltimos

Por qu se debe estudiar la historia y la obra de la Sociedad de Socorro?El presidente SpencerW. Kimball, duodcimo Presidente de la Iglesia, dijo: Nos consta que las mujeres que sienten un profundo aprecio por el pasado, se preocuparn por forjar un futuro justo2. El estudio de este libro puede ayudar a las mujeres a aumentar su aprecio por el pasado y la comprensin de su legado espiritual.XII

El estudio personal ayuda a las mujeres a aprender sus responsabilidades en el reino de Dios.

Das podrn notar que nuestro Padre Celestial conoce a Sus hijas, que las ama, que les confa sagradas responsabilidades y que las gua a medida que cumplen con dichas responsabilidades. En su labor, las mujeres de la Iglesia han participado junto con los hombres que poseen el sacerdocio en la edificacin del reino de Dios sobre la tierra y en el fortalecimiento de los hogares de Sin.

Estudio personal de Hijas en Mi reinoEl valor de este libro no reside tanto en las fechas y en los hechos que presenta, sino en los propsitos, principios y modelos que ensea. Conforme las hermanas de la Sociedad de Socorro estudien individualmente y consulten este libro una y otra vez, vern que el legado de la Sociedad de Socorro no se refiere slo a mujeres que vivieron en el pasado; tiene que ver tambin con mujeres de todo el mundo que actualmente hacen y guardan convenios. Tal comprensin puede ayudar a las hermanas a hallar inspiracin en el pasado y sentir paz al afrontar el futuro. Las enseanzas, los relatos y los ejemplos del libro pueden guiar a las hermanas al establecer prioridades y adquirir costumbres que les ayudarn a aumentar la fe y la rectitud personales, a fortalecer a las familias

y los hogares, y a buscar y ayudar a los necesitados. La hermana BelleS. Spafford, novena Presidenta General de la Sociedad de Socorro, dijo: Considero que la mujer de trmino medio de la actualidad hara bien en reconsiderar sus intereses, evaluar las actividades en las que toma parte, y entonces dar ciertos pasos para simplificar su vida, poniendo en primer lugar lo importante y haciendo hincapi en aquello en que las recompensas sern mayores y ms duraderas, y liberndose de las actividades menos satisfactorias3. A medida que las hermanas aprendan de la historia de la Sociedad de Socorro, quizs descubran ejemplos, expresiones y principios que tendrn un significado especial para ellas. Inspiradas por dichos hallazgos y por las enseanzas de los profetas antiguos y de los ltimos das, podrn procurar y recibir revelacin personal, y actuar de acuerdo con ella. Podrn recibir gua a medida que se esfuercen por llegar a ser las personas que el Seor desea que lleguen a ser, y al hacer lo que l deseara que hicieran. Las hermanas pueden hallar aliento en las palabras de Alma: Por medio de cosas pequeas y sencillas se realizan grandes cosas4. Las cosas pequeas y sencillas que logren les ayudarn a ver cmo el Seor las fortalece y las gua.XIII

La influencia de este libro debe extenderse ms all de las reuniones de la Sociedad de Socorro. La familia puede estudiar y analizar los ejemplos y las enseanzas del libro, las hermanas de la Sociedad de Socorro pueden compartir el libro con sus amistades y los miembros de la Iglesia de cualquier edad pueden usarlo como fuente de referencia para clases, discursos y reuniones de consejo.

ReconocimientosLas hermanas pueden edificarse mutuamente al hablar sobre la historia y la obra de la Sociedad de Socorro.

El estudio de la historia y la obra de la Sociedad de Socorro con otras personasEste libro es un recurso importante para que las hermanas de la Sociedad de Socorro aprendan juntas los domingos y otros das de la semana. Las lderes de la Sociedad de Socorro de barrio y de rama pueden consultar el manual vigente y el sitio LDS.org para hallar instrucciones generales sobre la enseanza en las reuniones de la Sociedad de Socorro. Para hallar informacin especfica sobre el uso de este libro en las reuniones de la Sociedad de Socorro, pueden visitar el sitio LDS.org y consultar las instrucciones complementarias que ha publicado la Iglesia.XIV

Las personas que han preparado este libro para su publicacin expresan su agradecimiento a LucileC. Tate y a su sobrina ElaineR. Harris, a quienes se les llam y apart en 1996 a efectos de compilar la historia indita de la Sociedad de Socorro. Su obra se conserv en los archivos de la Iglesia en calidad de fuente de consulta. Sus esfuerzos por documentar la vida de las presidentas generales de la Sociedad de Socorro y los principales acontecimientos ocurridos en esta organizacin proporcionaron los cimientos de este libro. Tambin se agradece a las siguientes personas: SusanW. Tanner, a quien se le apart en 2009 para escribir esta primera historia general de la Sociedad de Socorro para toda la Iglesia valindose de la obra de las hermanas Tate y Harris como base; a los editores y diseadores que captaron el espritu de lo que este libro

podra llegar a ser y trabajaron con diligencia para hacerlo realidad; y a los dems escritores, colaboradores e historiadores a quienes se da crdito mediante las citas de sus obras ya publicadas en las notas que estn al final de este libro. Por ltimo, esta historia no podra haberse escrito jams si no fuera por la manifestacin de fe, devocin y servicio de las hermanas de la Sociedad de Socorro a lo largo de la historia de la Iglesia.

XV

CAPTULO 1

Sociedad de SocorroUna restauracin de un modeloantiguoAunque su nombre date de una fechamoderna,lainstitucin tiene su origenenlaantigedad. Nuestro profeta, quefuemartirizado, nos ha dicho que antiguamenteexista la misma organizacinenlaIglesia.ElizaR. Snow

CAPTULO 1

Una restauracin de un modelo antiguoDurante todo Su ministerio terrenal, el Salvador mostr un amor y una preocupacin especiales por la mujer. El lder JamesE. Talmage, del Qurum de los Doce Apstoles, dijo: No hay mayor defensor en todo el mundo de la mujer y el sexo femenino que Jess el Cristo1. El Salvador ense a las mujeres en multitudes e individualmente, en la calle y a orillas del mar, junto a un pozo de agua y en sus hogares. l mostr benevolencia hacia ellas y las san a ellas y a los integrantes de sus familias. En muchas parbolas, ense relatos sobre mujeres que participaban en actividades comunes. Jess demostr una gran familiaridad con la vida de las mujeres y extrajo de sus experiencias cotidianas imperecederas lecciones del Evangelio. Las perdon; llor con ellas; tuvo compasin por ellas en sus circunstancias particulares como hijas, esposas, amas de casa, madres y viudas; las valor y las enalteci. Aun sufriendo intolerable dolor sobre la cruz, el Salvador expres preocupacin por Su madre, quien muy probablemente para ese entonces era una viuda que necesitaba de cuidado2. Y la primera persona a quien se apareci tras Su resurreccin fue una mujer3.

La Sociedad de Socorro

Discpulas del Nuevo TestamentoAunque se conoce poco en cuanto a alguna organizacin formal de mujeres en el Nuevo Testamento, las evidencias sugieren que stas fueron participantes de suma importancia en el ministerio del Salvador. El Nuevo Testamento contiene relatos sobre mujeres, cuyos nombres no siempre se mencionan, que ejercieron fe en Jesucristo, aprendieron y vivieron Sus enseanzas y testificaron de Su ministerio, Sus milagros y Su majestuosidad. Tales mujeres llegaron a ser discpulas ejemplares e importantes testigos en la obra de salvacin. Las mujeres viajaban con Jess y Sus Doce Apstoles y daban de sus bienes para contribuir con Su ministerio. Despus de Su muerte y resurreccin, las mujeres continuaron siendo discpulas fieles; se reunan y oraban junto con los Apstoles; ofrecan sus hogares como lugares de reunin para los miembros de la Iglesia y participaban valientemente en la obra3

de salvacin de las almas, en lo temporal y en lo espiritual. Marta y su hermana Mara son un ejemplo de discpulas del Nuevo Testamento. Lucas 10 contiene el relato de la ocasin en que Marta abri las puertas de su hogar a Jess y serva al Seor al ocuparse de Sus necesidades temporales, mientras que Mara se sentaba a los pies del Maestro y asimilaba Sus enseanzas. En una poca en la que, por lo general, se esperaba que las mujeres slo ofrecieran servicio temporal, el Salvador ense a Marta y Mara que las mujeres tambin podan participar de

Marta recibi [a Jess] en su casa. Su hermana Mara, sentndose a los pies de Jess, oa su palabra (Lucas 10:3839).

manera espiritual en Su obra. l las invit a convertirse en Sus discpulas y a participar de la salvacin, la buena parte que jams les sera quitada4. Mara y Marta llegaron a participar activamente en el ministerio terrenal del Seor. Ms adelante en el Nuevo Testamento, leemos el fuerte testimonio de Marta sobre la divinidad del Salvador. En una conversacin con Jess, ella dijo: Yo he credo que t eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo5. Muchas otras discpulas viajaban con Jess y los Doce, y aprendan de l espiritualmente y le servan en aspectos temporales. Lucas registr: Y aconteci despus, que Jess caminaba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con l, y algunas mujeres que haban sido sanadas de espritus malos y de enfermedades: Mara, que se llamaba Magdalena, de la que haban salido siete demonios, y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes6. Es probable que esas mujeres brindaran algo de apoyo econmico a Jess y Sus apstoles, al igual que algn servicio como cocinar, por ejemplo. Adems de recibir la ministracin de Jess las buenas nuevas de Su evangelio y las bendiciones de Su poder sanador esas

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El desarrollo de cualidades cristianas constituye una labor difcil y constante; no es para el trabajador de temporada ni para aquellos que noestn dispuestos a esforzarse al mximo una y otra vez. SpencerW. KimballVase Liahona, febrero de 1979, pg. 144.

Durante todo Su ministerio terrenal, el Salvador mostr un amoryuna preocupacin especiales por la mujer.

mujeres le ministraron a l, al impartirle de sus bienes y brindarle su devocin. El apstol Pablo escribi sobre algunas mujeres que, tanto en llamamientos de la Iglesia como por iniciativa propia, servan a los santos. En su descripcin de una viuda justa se manifiestan las caractersticas de muchas mujeres de la Iglesia primitiva: Que tenga testimonio de buenas obras: si ha criado hijos, si ha practicado la hospitalidad, si ha lavado los pies de los santos, si ha socorrido a los afligidos, si ha seguido toda buena obra7. Pablo tambin escribi sobre la influencia de5

las mujeres mayores, sabias y experimentadas. Aconsej a Tito que instara a las mujeres mayores a prestar servicio y a ensear a las mujeres jvenes en cuanto a su eterna funcin de esposas y madres, para que enseen a las mujeres jvenes a amar a sus maridos y a amar a sus hijos8. El libro de Hechos contiene un relato sobre una mujer que personificaba las virtudes que Pablo describi. Tabita, quien tambin era conocida como Dorcas, viva en Jope, donde haca ropa para mujeres necesitadas. Haba entonces en Jope una discpula llamada Tabita, que interpretado quiere decir Dorcas. sta abundaba en buenas obras y en limosnas que haca. Y aconteci que en aquellos das enferm y muri Y como [la ciudad de] Lida estaba cerca de Jope, los discpulos, oyendo que Pedro estaba all, le enviaron dos hombres a rogarle: No tardes en venir a nosotros. Entonces Pedro se levant y fue con ellos; ycuando lleg, le rodearon todas las viudas,llorando y mostrando las tnicas y los vestidos que Dorcas haba hecho cuando estaba con ellas. Entonces, mandando fuera a todos, Pedro se puso de rodillas y or; y volvindose hacia el cuerpo, dijo: Tabita, levntate! Y ella abri los ojos y, al ver a Pedro, se incorpor9.6

El Nuevo Testamento menciona otras mujeres devotas. Priscila y su esposo Aquila arriesgaron sus vidas por los apstoles y ofrecieron su hogar para las reuniones de la Iglesia10. Pablo escribi: Os saludan mucho en el Seor Aquila y Priscila, con la iglesia que est en su casa11. Una mujer llamada Mara haba trabajado mucho por los apstoles12. Otra mujer de nombre Lidia se bautiz junto con su familia y luego atendi a quienes le haban enseado13.

Tabita abundaba en buenas obras y en limosnas (Hechos 9:36).

Una mujer llamada Febe aparentemente tena una posicin eclesistica relacionada con el servicio en su congregacin. Pablo dijo: Os encomiendo a Febe, nuestra hermana, quien est al servicio de la iglesia; que la recibis en el Seor, como es digno de los santos, y que la ayudis en cualquier cosa en que a ella le sea menester; porque ella ha ayudado a muchos14. La clase de servicio prestado por Febe y otras grandes mujeres del Nuevo Testamento contina presente hoy en las hermanas de la Sociedad de Socorro lderes, maestras visitantes, madres y otras que actan como auxiliadoras o ayudantes de muchos.

Discpulas de los ltimos dasLas mujeres de la Iglesia primitiva eran respetadas y nobles, y se les necesitaba y valoraba. Servan a los dems, aumentaban su santidad personal y participaban en la gran obra de la salvacin de almas. Estos modelos se han restaurado en los ltimos das por medio de la organizacin de la Sociedad de Socorro. El profeta Jos Smith declar: La Iglesia nunca estuvo perfectamente organizada hasta que se organiz a las mujeres de esa manera15. La hermana ElizaR. Snow, quien fue la segunda Presidenta General de la Sociedad de Socorro, reiter tal enseanza. Dijo: Aunque su nombre date de una fecha moderna, la institucin tiene su origen en la

antigedad. Nuestro profeta, que fue martirizado, nos ha dicho que antiguamente exista la misma organizacin en la Iglesia16. Adems de Jos Smith, otros profetas de los ltimos das han testificado que la organizacin de la Sociedad de Socorro es una parte inspirada de la Restauracin, mediante la cual se llama a las mujeres a cargos eclesisticos para prestarse servicio mutuamente y para bendecir a toda la Iglesia. El presidente JosephF. Smith, sexto Presidente de la Iglesia, dijo: Esta organizacin es divinamente hecha, divinamente autorizada, divinamente instituida, divinamente ordenada por Dios a fin de ministrar para la salvacin de las almas de mujeres y hombres17. El presidente Lorenzo Snow, quinto Presidente de la Iglesia, dijo al dirigirse a un grupo de hermanas de la Sociedad de Socorro: Siempre se les ha hallado al lado del sacerdocio, prestas para fortalecer las manos de ellos y para hacer su parte con el fin de ayudar al avance de los intereses del reino de Dios; y as como han compartido estas labores, as tambin compartirn muy ciertamente en el triunfo de la obra y en la exaltacin y la gloria que el Seor dar a Sus hijos fieles18. Cuando las mujeres participan en la Sociedad de Socorro, sirven como valientes discpulas de Jesucristo en la obra de salvacin. Al igual que las mujeres de la Iglesia primitiva, trabajan hombro a hombro con los hombres7

que poseen el sacerdocio a efectos de aumentar la fe y la rectitud personales, fortalecer a las familias y los hogares, y buscar y ayudar a los necesitados. La hermana JulieB. Beck, decimoquinta Presidenta General de la Sociedad de Socorro, ense: La Sociedad de Socorro es donde practicamos el ser discpulas de Cristo; aprendemos lo que l quiere que aprendamos, hacemos lo que quiere que hagamos y llegamos a ser lo que quiere que seamos19.

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CAPTULO 2

La Sociedad de Socorro Femenina de NauvooAhora doy vuelta a la llave para ustedes en elnombrede Dios; y esta Sociedad se haderegocijar, y recibir un torrente de conocimientoeinteligencia a partir de estemomento:ste es el principio de dasmejorespara esta Sociedad.Jos Smith

Algo mejor

CAPTULO 2

La Sociedad de Socorro Femenina de NauvooEn la primavera de 1842, los Santos de los ltimos Das de Nauvoo, Illinois, trabajaban con entusiasmo para edificar un templo en su ciudad. El profeta Jos Smith motivaba a todos a ayudar. Los hombres efectuaban la construccin del templo y las mujeres buscaban con empeo formas de contribuir. SarahM. Kimball relat: Los muros del Templo de Nauvoo tenan un metro de altura, aproximadamente. El Presidente de la Iglesia y otras personas instaban vehementemente a que se ayudara para hacer avanzar la obra. La seorita [Margaret] Cook un da, al conversar conmigo en cuanto a un pedido reciente de provisiones, ropa, ropa de cama y suministros en general para los obreros y sus familias, coment que le complacera contribuir con las tareas de costura, si se presentara la oportunidad. Le ofrec materiales de confeccin y le mencion que quizs otras personas se sentan como nosotras. Luego [hablamos] en cuanto a organizar una sociedad de costura, cuyo objeto sera ayudar en la construccin deltemplo. El siguiente jueves se reunieron en mi [casa] una docena de hermanas que habamos invitado del vecindario1. En aquella poca, era una costumbre muy difundida el que las mujeres formaran sus propias organizaciones, a menudo con constituciones y estatutos (conjuntos de reglas para regir las organizaciones). Las mujeres que13

Algo mejor

Los santos sentan la urgente necesidad de edificar el Templo de Nauvoo.

se reunieron en el hogar de Sarah Kimball decidieron establecer una constitucin y unosestatutos, y ElizaR. Snow acept la responsabilidad de redactarlos. Luego, le solicitaron a Jos Smith que los revisara y les dierasu opinin al respecto. Despus de que el Profeta los ley, les dijo que eran los mejores que l haba visto. Pero, agreg, esto no es lo que necesitan. Diga a las hermanas que el Seor acepta su ofrenda y que l tiene para ellas algo mejor que una constitucin escrita. Las invito a reunirse conmigo y con algunas de las autoridades el prximo jueves por la tarde, y organizar a las mujeresbajo la direccin del sacerdocio y de acuerdo con el modelo deste 2.

Organizacin de la Sociedad de SocorroEl jueves siguiente, el 17 de marzo de 1842, se congregaron veinte mujeres en la planta superior deun edificio que sola llamarse latienda de ladrillos rojos, donde Jos Smith tena una oficina y un establecimiento comercial para mantener a su familia. Se reunieron bajo la direccin de Jos Smith y dos miembros del Qurum de los Doce Apstoles, los lderes John Taylor y Willard Richards3. En vez de establecer la organizacin de mujeres Santos de los ltimos Das de acuerdo con las sociedades que eran predominantes y comunes en aquella poca, el profeta Jos Smith

Primera Presidenta General de la Sociedad de Socorro. Deseo tener el Espritu de Dios para conocerme y comprenderme a m misma, para superar cualquier obstculo de costumbre o de carcter que no me conduzca a alcanzar mi exaltacin en los mundos eternos. Deseo tener una mente fructfera, activa, para comprender sin dudar los designios que Dios revela por medio de sus siervos.

Emma Smith

Carta a Jos Smith, 1844, Biblioteca de Historia de la Iglesia.14

La Sociedad de Socorro fue establecida por el espritu de inspiracin ydicho espritu la ha guiado [desde entonces], y ha infundido en el corazn de un sinnmero de nuestras buenas hermanas esos deseos de rectitud que han sidoEl 17 de marzo de 1842 Emma Smith lleg a ser la primera presidentade la Sociedad de Socorro.

gratos para el Seor. Joseph Fielding SmithRelief Society Magazine, diciembre de 1970, pg. 883.

organiz a las mujeres de una manera divinamente inspirada y autorizada. Al comienzo de la reunin, dijo a las hermanas que deban instar a los hermanos a las buenas obras para atender a las necesidades de los pobres al buscar a los que necesiten caridad y satisfacer sus carencias, para ayudar a corregir la moral y fortalecer las virtudes de la comunidad femenina4. Se escogi a Emma, la esposa de Jos Smith, para que prestara servicio como presidenta de la nueva sociedad. A continuacin, el Profeta alent a su esposa a elegir consejeras que, junto con ella, presidieran sobre esta Sociedad en el cuidado de los pobres al satisfacer sus necesidades y atender a los diversos asuntos de la institucin. La hermana Smith escogi como consejeras a

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SarahM. Cleveland y Elizabeth Ann Whitney. Ms tarde, el lder Taylor apart a las consejeras mediante la imposicin de manos, a fin de que actuaran en sus oficios de la presidencia5. Conforme continuaba la reunin, Jos Smith dijo que el llamamiento de su esposa cumpla una profeca que se le haba revelado a l unos doce aos antes, en la que el Seor se dirigi a ella como una dama elegida a quien [haba] llamado y le deca que deba ser ordenada por mano [de Jos Smith] para explicar las Escrituras y para exhortar a la iglesia, de acuerdo con lo que [le indicara Su] Espritu6. Jos Smith ley toda la revelacin, la cual ahora constituye la seccin 25 de Doctrina y Convenios, a quienes se hallaban presentes7. En la revelacin, el Seor le habl a Emma sobre los privilegios que tendra, como la oportunidad de ser escribiente de su esposo y de seleccionar himnos para los santos. Asimismo, el Seor aconsej a Emma que escuchara las amonestaciones, que fuera fiel y virtuosa, que no murmurara, que consolara a su marido y que le fuese de ayuda, que enseara de las Escrituras y exhortara a la Iglesia, que escribiera y aprendiera, que desecha[ra] las cosas de este mundo y busca[ra] las de uno mejor, que se adhiriera a los convenios, que fuera mansa y se cuidara del orgullo, y que guardara los mandamientos8.16

Al final de la revelacin, el Seor declar que lo que l le haba dicho a Emma no era slo para ella, sino que era Su voz a todos9. Con autoridad proftica, Jos Smith reiter ese punto, recalcando que el consejo y las amonestaciones de aquella revelacin se aplicaban a todas las hermanas de la Sociedad recientemente organizada. l dijo: Para que no slo [Emma], sino otras mujeres tambin puedan recibir las mismas bendiciones10. Esta revelacin estableci los principios fundacionales para las mujeres Santos de los ltimos das. Despus de deliberar un poco, las hermanas decidieron llamarse la Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo. Emma Smith declar: Vamos a hacer algo extraordinario Esperamos oportunidades extraordinarias y llamamientos apremiantes11. Al final de la reunin, el lder John Taylor comparti sus pensamientos; dijo que su corazn se [regocijaba] al ver a las personas ms distinguidas tomar parte en tamaa causa, cuyo propsito es ejercer toda virtud y dar lugar a los benvolos sentiJohn Taylor mientos del corazn femenino. Adems se regocijaba al ver esta institucin organizada de acuerdo con las leyes del cielo de conformidad con una revelacin anteriormente dada a la Sra.[Emma] Smith, que la designaba para ese

importante llamamiento y al ver que todo avanzaba de tan gloriosa manera. Su ruego fue que las bendiciones de Dios y la paz del cielo puedan descansar sobre esta institucin de hoy en adelante. Luego, un coro reafirm las palabras del lder Taylor al cantar Ya regocijemos; es da bendito antes de la oracin final12.

La autoridad del sacerdocio, los modelos y las bendicionesEn una reunin de la Sociedad de Socorro seis semanas despus, el profeta Jos Smith

Por medio de Pedro, Santiago y Juan, el Seor confiri las llaves de [Su] reino a Jos Smith (vase D. y C. 27:13).

ense a las hermanas minuciosamente y luego les dijo: Esta Sociedad debe recibir instruccin mediante el orden que Dios ha establecido, es decir, por medio de aquellos que han sido nombrados para dirigir, y ahora doy vuelta a la llave para ustedes en el nombre de Dios; y esta Sociedad se ha de regocijar, y recibir un torrente de conocimiento e inteligencia a partir de este momento: ste es el principio de das mejores para esta Sociedad13. En calidad de profeta del Seor, Jos Smith posea todas las llaves de la autoridad del sacerdocio en la tierra. Por lo tanto, al organizar la Sociedad de Socorro para que funcionara bajo su direccin general, les dio acceso a las mujeres de la Iglesia a oportunidades de desempear funciones cruciales en la obra del reino del Seor. Ahora prestaran servicio bajo la autoridad del sacerdocio y se les prometan bendiciones mayores a las que ya haban recibido. Dichas bendiciones llegaran de acuerdo con su fidelidad y diligencia; recibiran un torrente de conocimiento e inteligencia conforme recibieran la plenitud de las bendiciones del sacerdocio en el templo; recibiran ordenanzas y haran sagrados convenios que les ayudaran a prepararse a s mismas y a sus familias para la vida eterna. (Para obtener ms informacin sobre la Sociedad de Socorro y el sacerdocio, vase el captulo 8).17

Pronto entusiasmo por la Sociedad de SocorroLa Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo creci con rapidez y super las 1.100 miembros en agosto de 1842. Al principio, la afiliacin a la Sociedad no se conceda de forma automtica a todas las hermanas de la Iglesia. Las mujeres deban solicitar su afiliacin, y se les aceptaba de acuerdo con su bondad y virtud. Jos Smith dijo: Debe existir una sociedad selecta, separada de todas las iniquidades del mundo, distinguida, virtuosa y santa14.

Emma Smith diriga las reuniones de la Sociedad de Socorro.

Las hermanas de Nauvoo pedan ansiosamente su ingreso en la Sociedad de Socorro. Estaban entusiasmadas ante la posibilidad de brindar ayuda temporal y espiritual de una manera organizada y autorizada. Asimismo reconocan la oportunidad sin igual de recibir las enseanzas de un profeta como preparacin para un mayor conocimiento espiritual y para las bendiciones del templo. Les encantaba estar unidas entre s y con sus hermanos del sacerdocio en estas grandes causas. Ahora que las hermanas contaban con ese privilegio, tenan la responsabilidad de vivir a la altura de ste. Jos Smith les dijo: Ahora se hallan en una posicin de poder actuar de acuerdo con esa compasin que Dios ha puesto en el corazn de ustedes. Si viven de acuerdo con esos principios, cun grande y glorioso ser!15. Tal como el presidente BoydK. Packer, del Qurum de los Doce Apstoles, dijera muchos aos despus: Es tan obligatorio para la mujer el incorporar en su vida las virtudes inculcadas por la Sociedad de Socorro, como lo es para el hombre el implantar en la suya los modelos de carcter inculcados por el sacerdocio16. La Sociedad de Socorro no era tan slo otro grupo de mujeres que trataban de hacer el bien en el mundo, era distinto, se trataba de algo mejor, puesto que se haba organizado bajo la autoridad del sacerdocio. Su organizacin fue

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El profeta Jos Smith imparta instruccin a las hermanas de la Sociedad de Socorro.

un paso necesario en el establecimiento de la obra de Dios sobre la tierra; sta prepar a las mujeres de la Iglesia para recibir las ordenanzas y los convenios del sacerdocio y las ayud en sus responsabilidades familiares.

Las instrucciones de Jos SmithEn la primera reunin de la Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo, se nombr a la hermana ElizaR. Snow como secretaria de la organizacin. En dicho puesto tom notas minuciosas y detalladas, las cuales se denominaron minutas, de cada reunin de la Sociedad de Socorro a la que ella asisti. Jos

Smith les dijo a las hermanas que tales minutas llegaran a ser la constitucin y la ley de laSociedad17. En la mayor parte de las reuniones de la Sociedad de Socorro, las hermanas dedicaban tiempo a recibir instruccin; y tuvieron la bendicin de que el profeta Jos Smith les enseara en seis de sus reuniones. A medida que l les enseaba, las hermanas sentan que el Espritu se derramaba abundantemente. Al final de una de esas reuniones, la hermana Snow registr que el Espritu del Seor se derram de una manera muy potente e inolvidable para quienes estaban presentes en aquella interesante ocasin18.19

De todas las minutas que la hermana Snow llev, las notas sobre los discursos del Profeta fueron las ms influyentes. Las enseanzas que el Profeta imparti en ese entorno dirigieron la obra de las hermanas de la Sociedad de Socorro y de los lderes del sacerdocio que servan con ellas. Dichas enseanzas continan ejerciendo su influencia en la obra de la Iglesia en la actualidad. Jos Smith ense principios que ayudaron a las hermanas de la Sociedad de Socorro a socorrer al pobre y a salvar almas; principios fundacionales sobre los que se edific la Sociedad19. La Sociedad de Socorro, establecida sobre esos cimientos, ha perdurado y ha aumentado su influencia. Desde las primeras reuniones de la Sociedad de Socorro, las hermanas han aplicado las enseanzas del Profeta en sus esfuerzos por aumentar la fe y la rectitud personales, fortalecer a las familias y los hogares, y buscar y ayudar a los necesitados.

[Criad] a vuestros hijos en la luz y la verdad (vase D. y C. 93:40).

Aumentar la fe y la rectitud personales Jos Smith ense a las hermanas que tenan la obligacin solemne de buscar su propia salvacin. Les dijo: Slo podemos vivir adorando a nuestro Dios; todos deben hacerlo por s mismos; nadie puede hacerlo por otra persona20. l les ense a ser personas rectas, a llegar a ser un pueblo santo y a prepararse para las ordenanzas y los convenios del templo. Las20

inst a estar en paz con el Seor, con quienes las rodeaban y consigo mismas: Hermanas, ha de haber contencin entre ustedes? No lo tolerar. Deben arrepentirse y procurar el amor de Dios21 lo que [nos] magnificar no son la guerra, las contiendas, las contradicciones ni la disputa, sino la mansedumbre, el amor y la pureza22. En una reunin de la Sociedad de Socorro, el profeta Jos analiz el captulo 12 del libro de 1Corintios e hizo hincapi en que cada hermana, en el desempeo de su propia funcin, era importante para toda la Iglesia. El Profeta dio instrucciones con respecto a los diversos oficios [de la Iglesia] y a la necesidad de que

toda persona acte en la esfera de responsabilidad que se le haya asignado y cumpla los diferentes oficios para los cuales haya sido nombrada. Adems advirti en contra de la disposicin de considerar sin honor los oficios menores de la Iglesia y de mirar con ojos celosos el puesto de aquellos que han sido llamados a presidirlos. Dijo que el aspirar a otras posiciones que no fueran las que Dios les haba llamado a ocupar era una insensatez del corazn humano23. Mediante tales enseanzas, ayud a las hermanas a andar en santidad ante el Seor24. Jos Smith dijo a las hermanas de la Sociedad de Socorro que si deseamos estar en la presencia de Dios, debemos conservarnos puros25.

El futuro de la Sociedad [de Socorro] es muy prometedor. Conforme la Iglesia crezca, su campo de utilidad aumentar proporcionalmente, y ser incluso ms poderoso para el bien de lo que lo ha sido en el pasado. Si todas las hermanas se unen para apoyar a la Sociedad, sta efectuar una obra poderosa y ser una bendicin constante parala Iglesia. Lorenzo SnowDeseret Evening News, 9dejulio de 1901, pg. 1.

Fortalecer a las familias y los hogares Aunque las primeras hermanas de la Sociedad de Socorro ayudaban en su comunidad y estaban prestas a servir al prjimo, jams descuidaban sus responsabilidades para con sus propias familias y hogares. Eran leales a sus dones innatos como madres y educadoras; asimismo eran leales a las revelaciones que el Seor haba dado por intermedio de Jos Smith en cuanto a las responsabilidades familiares: El oficio de tu llamamiento consistir en ser un consuelo para tu marido, en sus tribulaciones, con palabras consoladoras, con el espritu de mansedumbre26. Y adems, si hay padres que tengan hijos en Sin o en cualquiera de sus estacas organizadas, y no les enseen a comprender la doctrina del arrepentimiento, de la fe en Cristo, el Hijo del Dios viviente, del bautismo y del don del Espritu Santo por la imposicin de manos,

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al llegar a la edad de ocho aos, el pecado ser sobre la cabeza de los padres. Porque sta ser una ley para los habitantes de Sin, o en cualquiera de sus estacas que se hayan organizado. Y sus hijos sern bautizados para la remisin de sus pecados cuando tengan ocho aos de edad, y recibirn la imposicin de manos. Y tambin ensearn a sus hijos a orar y a andar rectamente delante del Seor27. Yo os he mandado criar a vuestros hijos en la luz y la verdad Ponga en orden su casa primero Lo que digo a uno lo digo a todos Procu[ren] que [los integrantes de la familia] sean ms diligentes y atentos en el hogar, y que oren siempre28. Algunos fragmentos de las minutas de la Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo indican que Jos Smith y las hermanas jams perdieron la perspectiva de los principios de esas revelaciones. Sus palabras y actos demostraban que sus hogares y los de otras personas ocupaban el lugar ms importante en sus pensamientos. Por ejemplo, Emma Smith ense que era tiempo de que las madres cuidaran de sus hijas y las exhortaran a no desviarse de la senda de la virtud29. El profeta Jos expres una preocupacin especial en cuanto a la relacin entre el esposo y la esposa. l aconsej a las hermanas: Esta Sociedad22

debe ensear a las mujeres cmo han de conducirse con sus maridos, debe instarlas a que los traten con dulzura y afecto. Cuando un hombre se siente agobiado por los problemas, cuando lo tienen perplejo la preocupacin y las dificultades, si en lugar de una discusin o queja encuentra afabilidad, se tranquilizar su alma y se calmarn sus sentimientos. Cuando la mente va camino a la desesperanza se necesita el solaz Al llegar a casa, no hablen una palabra spera a su marido, sino dejen que la bondad, la caridad y el amor coronen sus obras de hoy en adelante30. En otras ocasiones, el Profeta imparti un consejo similar a los hombres, al decirles que el deber del marido es amar y apreciar a su esposa, y velar por ella y considerar sus sentimientos con ternura31. Cuando las hermanas de la Sociedad de Socorro analizaban las maneras de ayudar a las personas de su comunidad, a menudo se concentraban en la familia y el hogar. Las minutas de sus reuniones estn colmadas de expresiones como la siguiente: La seora Hawkes habl sobre la familia Drury. An estn enfermos. Necesitan aunque sea nuestras oraciones32. Lahermana Joshua Smith fue a visitar a la hermana McEwen y a la hermana Modley. Las hall a ellas y a sus familias padeciendo necesidades. Necesitan ayuda a diario33. P.M. Wheeler encomienda a la caridad de la Sociedad a la hermana Francis Lew Law, quien

est enferma y no tiene casa, y es anciana, viuda y actualmente indigente34. La hermana Peck inform que el seor Guyes y su familia estn enfermos y en la indigencia; y que les brind asistencia La seora Kimball mencion que el seor Charleston y su familia estn enfermos; su esposa est muy decada y tiene gran necesidad de una enfermera. Dijo que los haba ayudado35. El esfuerzo conjunto de los santos para edificar un templo en Nauvoo estaba motivado por el amor que tenan por sus familias. El profeta Jos les haba enseado que podran ser bautizados a favor de sus familiares fallecidos. Se les permiti efectuar tales ordenanzas fuera del templo durante un tiempo, pero el Seor les haba mandado:

Pila bautismal del Templo de Helsinki, Finlandia.

edificad una casa a mi nombre, para que en ella more el Altsimo. Porque no existe lugar sobre la tierra a donde l pueda venir a restaurar otra vez lo que estaba perdido para vosotros, o lo que l haquitado, a saber, la plenitud del sacerdocio. Porque no hay una pila bautismal sobre la tierra en la que mis santos puedan ser bautizados por los que han muerto, porque esta ordenanza pertenece a mi casa36. Adems deseaban edificar un templo a fin de poder recibir el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio, mediante el cual sus familias podran permanecer unidas eternamente37. Los miembros de la Iglesia de Nauvoo hallaban gran consuelo en los bautismos por los muertos y en la promesa de la familia eterna. Entre esos miembros estaba una hermana llamada Sally Randall. Cuando falleci George, su hijo de catorce aos, ella comunic la lamentable noticia a los integrantes de la familia. Poco despus aprendi sobre el bautismo a favor de los muertos y nuevamente escribi a sus familiares, esta vez con renovada paz y certeza: El padre [de George] se ha bautizado por l, y qu glorioso es el creer y recibir la plenitud del Evangelio tal como se predica ahora y poder bautizarnos por todos nuestros amigos fallecidos y salvarlos de perodos tan remotos del que tengamos conocimiento de ellos. Deseo que me23

La preparacin para entrar en el temploCreer en nuestro Padre Celestial, en Jesucristo, y en el Espritu Santo. Cultivar un testimonio de la expiacin de Jesucristo y del Evangelio restaurado. Sostener y seguir al profeta viviente. Reunir los requisitos para obtener la recomendacin para el templo al ser moralmente limpias, guardar la Palabra de Sabidura, pagar un diezmo ntegro y vivir en armona con las enseanzas de la Iglesia. Dar tiempo, talentos y medios para ayudar a edificar el reino del Seor. Participar en la obra de historia familiar. Ser enseable y reverente. Vestir con modestia y cuidar nuestro aspecto personal.

tenemos la dicha de tomar parte en la Primera Resurreccin, tendremos a nuestros hijos tan ciertamente como los pusimos en sus sepulturas38.

escriban y enven los nombres de todos nuestros parientes que hayan fallecido, hasta la poca del abuelo y la abuela, por lo menos. Tengo la intencin de hacer lo que pueda para salvar a mis amigos Pienso que creern que sta es una doctrina extraa, pero sabrn que es verdadera. Sally testific a su madre, quien tambin haba perdido un hijo, Oh, madre, si24

Brindar alivio al buscar a los necesitados y ayudarles Desde la organizacin de la Iglesia en 1830, las mujeres Santos de los ltimos Das han hallado innumerables formas de prestar servicio. Ellas han sido leales a las palabras del Salvador: En cuanto lo hicisteis a uno de stos, mis hermanos ms pequeos, a m lo hicisteis39. Mientras el profeta Jos Smith dirigi la labor de edificacin de un templo en Kirtland, Ohio, las hermanas advirtieron muchas necesidades entre los obreros de la construccin y las familias de ellos. Tal como lo registrara Sarah M. Kimball: Las mujeres baten la crema de leche, envan gozosas su mantequilla a los obreros del templo aunque ellas se quedan sin comerla en sus propias mesas40. Las hermanas tambin notaron la necesidad de confeccionar alfombras y cortinas para el templo. Polly Angell rememor un comentario hecho por Jos Smith al verlas trabajar; l dijo: Las hermanas siempre son las primeras y las ms importantes en toda buena obra. Mara [Magdalena] fue [la] primera en la resurreccin [de Cristo] y ahora las hermanas

son las primeras en trabajar en el interior del templo41. Una vez que se organiz la Sociedad de Socorro bajo la autoridad del sacerdocio, el esfuerzo por ayudar a quienes construan el Templo de Nauvoo fue incluso mayor. En una reunin de la Sociedad de Socorro, las mujeres se centraron en las maneras prcticas en las que podran servir a los hombres que trabajaban con tanta diligencia en el templo. Las hermanas expresaron sus sentimientos una a una, manifestando un unnime deseo de ayudar a adelantar la construccin del templo y contribuir a la causa de Sin.

Las minutas registran que las hermanas de la Sociedad de Socorro ofrecieron muchas donaciones: La hermana Jones dijo que estaba dispuesta a pedir materiales, si se le aconsejaba hacerlo; adems se ofreci a hospedar a una persona para que trabajara en el templo. La seora Durfee dijo que si las lderes de la Sociedad lo desean, ella est dispuesta a recorrer la regin con un carromato para reunir lana, etc. a fin de adelantar la obra. La seora Smith sugiri que las esposas de los comerciantes donen materiales para que se pueda dar empleo a otras personas.

En Nauvoo, Illinois, Emma y Jos Smith dirigieron la labor de ayuda a las personas hambrientas, enfermas y sin hogar.

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La seorita Wheeler dijo que est dispuesta a dar una parte o todo su tiempo. La seora Granger [est] dispuesta a hacer cualquier cosa, tejer, coser o cuidar enfermos; lo que resulte de ms provecho. La seorita Ells manifest que haba sentido el deseo de salir a pedir donativos, etc. La seora Angell dijo que estaba dispuesta a reparar la ropa vieja, de ser necesario, cuando no se consigan nuevos materiales. La seora Smith propuso que consiguiramos lana y entregsemos hilo a las mujeres mayores para tejer calcetines a fin de entregrselos a los obreros del templo el invierno entrante. La hermana Stringham se ofreci a confeccionar ropa de hombre y trabajar en eltemplo. La hermana Felshaw propone donar algo de jabn

La hermana Stanley propuso donar la dcima parte de cada medio kilo de lino, adems de un litro de leche por da. La seorita Beman confeccionar ropa. La hermana Smith propuso solicitar muselina, etc. de los comerciantes que no pertenezcan a la Iglesia que sean amigables La hermana Geen ofreci donar hilo de su propio hilado42. En el corazn de estas hermanas haba un gran deseo de consagrarse a buenas obras. Lo hacan con lana y carromatos, jabn y costura, alimentos y ornamentos, tiempo y talentos. Mediante su nueva Sociedad, las mujeres de la Iglesia actuaron de conformidad con su sentimiento natural de edificar la Iglesia del Seor. El profeta Jos Smith alentaba a las hermanas de la Sociedad de Socorro en sus esfuerzos por fortalecer a los necesitados. En una reunin de

Jos Smith

Primer Presidente de la Iglesia.

La Sociedad [de Socorro] existe no slo para dar alivio al pobre, sino para salvar almas.

Relief Society Minute Book, Nauvoo, 9 de junio de 1842, Biblioteca de Historia de la Iglesia, pg. 63.26

la Sociedad de Socorro, despus de ensearles sobre 1Corintios 12 (vase la pgina 20), comenz a leer el discurso de Pablo sobre la caridad que est en 1Corintios 13. Al comentar el captulo, el Profeta dijo: No se limiten en sus puntos de vista con respecto a las virtudes de su prjimo Si desean hacer lo que hizo Jess, deben ensanchar su alma hacia los dems Al ir aumentando en inocencia y virtud, al ir incrementando su bondad, dejen que se ensanche su corazn, hagan que se extienda hacia los dems; deben ser longnimes y sobrellevar las faltas y los errores del gnero humano. Cun preciosas son las almas de los hombres!43. En otra reunin de la Sociedad de Socorro, ense: Nada tiene mayor efecto en una persona para inducirla a abandonar el pecado que llevarla de la mano y velar por ella con ternura. Cuando las personas me manifiestan la ms mnima bondad y amor, oh, qu poder ejerce aquello en mi alma!; mientras que un curso contrario tiende a agitar todos los sentimientos speros y contristar la mente humana44. Las hermanas de la Sociedad de Socorro adoptaron el servicio caritativo como un principio fundacional de su organizacin. Cada semana, al reunirse la Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo, las hermanas presentaban un informe sobre los necesitados de forma individual. Una tesorera aceptaba los donativos y stos se distribuan para ayudar a

los necesitados. Los donativos comprendan dinero, provisiones, talentos y tiempo. Las mujeres donaban ropa y ropa de cama. Ofrecan lino, lana e hilo con los que se poda hacer ropa. Tambin donaban alimentos: manzanas, cebollas, harina, azcar, pan y mantequilla. La hermana Emma Smith, en calidad de Presidenta de la Sociedad de Socorro, era un ejemplo insigne de servicio caritativo. Ella abri las puertas de su hogar a las personas hambrientas, carentes de hogar y enfermas. La hacienda, como se llamaba a veces a la cabaa de troncos de los Smith, tena una sala de estar y dos dormitorios. Al momento de la organizacin de la Sociedad de Socorro, la casa alojaba a once personas, adems de Emma, Jos y sus cuatro hijos. Las primeras hermanas de la Sociedad de Socorro servan a los necesitados y en ocasiones ellas mismas se prestaban servicio entre s. Por ejemplo, Ellen Douglas se uni a la Sociedad de Socorro poco despus de llegar con su familia a Nauvoo en marzo de 1842. Tres meses despus falleci George, su marido. Ella y su familia trabajaron juntos para proveerse de lo necesario, pero les resultaba difcil sin su esposo y padre. Aun as, Ellen participaba en la labor de la Sociedad de Socorro al brindar alivio solcitamente al sufrimiento, las enfermedades y la pobreza de otras personas. Ms adelante, en abril de 1844, ella y algunos de sus hijos cayeron enfermos27

y se hallaron en necesidad de ayuda. Ellen escribi una carta a su familia de Inglaterra en la que describa cmo la haba ayudado la Sociedad de Socorro cuando ella haba ido a visitar una amiga llamada Ann: Despus de empezar a mejorar, fui a la ciudad a visitar a Ann y me qued dos noches con ella Una mujer del lugar me insista en que yo hiciera un pedido a la Sociedad de Socorro Femenina para pedir algo de ropa que yo necesitaba para mi familia y para m. Rehus hacerlo, pero la mujer me dijo que yo necesitaba algunas cosas y que yo haba estado enferma durante mucho tiempo, y que si no lo haca yo, ella lo hara en mi lugar. Con el tiempo, la hermana Douglas accedi a solicitar ayuda. Acudimos a una de las hermanas, agreg, y ella me pregunt qu necesitaba ms. Le dije que necesitaba muchas cosas. Mientras estaba enferma se [desgast] la ropa de mis hijos, puesto que yo no poda [remendarlas], as que me dijo que hara todo lo que estuviera a su alcance por m. Ann vino a casa en unos das y trajeron el carromato y me dieron el mejor regalo que jams haba recibido45.

Templo de Toronto, Ontario

A fin de que todas nos sentemos juntas en el cieloEl lder JohnA. Widtsoe, del Qurum de los Doce Apstoles, describi la obra fundamental28

de la Sociedad de Socorro: Ayudar al necesitado, atender al enfermo; disipar las dudas, liberar de la ignorancia, aliviar de todo lo que obstaculice la alegra y el progreso de la mujer. Qu magnfica comisin!46. Las mujeres Santos de los ltimos Das, firmes en su fe y testimonio, han recibido verdaderamente el encargo de los ngeles47. El lder M.Russell Ballard, del Qurum de los Doce Apstoles, ense: Toda hermana de esta Iglesia que haya hecho convenios con el Seor tiene el mandato divino de ayudar a salvar almas, de guiar a las mujeres del mundo, de fortalecer los hogares de Sin y de edificar el reino de Dios48.

Cuando SarahM. Kimball y Margaret Cook decidieron fundar una sociedad de costura, queran ayudar a preparar un templo para el pueblo. Bajo la inspiracin y la gua de un profeta y de otros lderes del sacerdocio, ellas y sus hermanas, al final, contribuyeron a preparar un pueblo para el templo. Dicha obra contina hoy en da. Guiadas por los principios que Jos Smith ense, las hermanas de la Sociedad de Socorro trabajan juntas para preparar a las mujeres y a sus familias para las bendiciones supremas de Dios. Siguen con gozo el consejo de la madre de Jos Smith, Lucy Mack Smith: Debemos atesorarnos unas a otras, velar unas por otras, consolarnos unas a otras y adquirir conocimiento a fin de que todas nos sentemos juntas en el cielo49.

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CAPTULO 3

Adhirete a losconveniosxodo, emigracin yasentamientoLas hermanas nunca olvidaron la institucin, ni tampoco las promesas que el presidente Jos Smith les haba hecho Estaban siempre prestas a realizar actos de amor y caridad con manos generosas y tierna compasin; y muchas de ellas tenan necesidad de tales actos bondadosos, ya que eran das de afanes ysufrimiento, de escasez y adversidad.EmmelineB. Wells

CAPTULO 3

Adhirete a los conveniosxodo, emigracin y asentamiento

El 27 de junio de 1844, un populacho armado atac una pequea crcel en Carthage, Illinois, donde Jos Smith estaba detenido injustamente con su hermano Hyrum y con los lderes John Taylor y Willard Richards. Cuando el populacho se retir, Jos y Hyrum estaban muertos, y el lder Taylor estaba herido. El martirio de Jos y Hyrum Smith no puso fin a la fe y la devocin de los santos. Tampoco marc el final de la persecucin a los miembros de la Iglesia. Debido a la continua persecucin, con el tiempo, el nuevo lder de la Iglesia, el presidente Brigham Young, aconsej a los santos que abandonaran Nauvoo, Illinois, en busca de un nuevo hogar donde esperaban vivir y adorar en paz. Muchos siguieron al presidente Young y comenzaron su xodo en febrero de 1846. Cuando llegaron esos difciles tiempos, se disolvi la organizacin formal de la Sociedad de Socorro Femenina. No obstante, sigui encendido el deseo de las hermanas de aliviar el sufrimiento, fortalecer a la familia y ser fieles y santas. Las hermanas siguieron el mandato que el Seor haba dado a la primera presidenta de

la Sociedad de Socorro: Adhirete a los convenios que has hecho1.

El xodo: Sostenidos por los conveniosLas primeras hermanas de la Sociedad de Socorro, al igual que el pueblo de Ammn de antao, se distinguan por su celo para con Dios y eran firmes en la fe de Cristo2. El profeta Jos Smith les haba enseado, y haban sido bendecidas mediante su organizacin formal bajo la autoridad del sacerdocio. Ahora necesitaban las bendiciones del templo. Ms de 5.000 santos colmaron el Templo de Nauvoo tras su dedicacin para recibir la investidura y la ordenanza del sellamiento antes de embarcarse en su travesa hacia un futuro desconocido. Asistieron al templo todo el da y hasta bien entrada la noche. El presidente Brigham Young escribi que estaban tan ansiosos por recibir sus ordenanzas que l se haba dedicado por completo a la obra del Seor, da y noche, en el Templo, sin tomar un promedio de ms de cuatro horas diarias33

para dormir y yendo a casa slo una vez por semana3. La fortaleza, el poder y las bendiciones de los convenios del templo sostuvieron a los Santos de los ltimos Das durante su travesa, cuando sufrieron fro, calor, hambre, pobreza, enfermedades, accidentes y muertes. Fueron fortalecidos y facultados, preparados espiritualmente para abandonar Nauvoo y realizar el arduo viaje hacia una tierra inhspita. Al igual que a muchas hermanas de la Sociedad de Socorro, las bendiciones del templo sostuvieron a Sarah Rich al afrontar los retos del xodo. Antes de dejar Nauvoo, Sarah recibi un llamamiento de Brigham Young para trabajar en el templo. Ms adelante ella dijo: Muchas fueron las bendiciones que recibimos en la casa del Seor y que nos brindaron gozo y consuelo en medio de todas nuestras aflicciones y que nos facultaron para tener fe en Dios, sabiendo que l nos iba a guiar y a sostener en la jornada incierta que Sarah Rich tenamos por delante. Porque si no hubiera sido por la fe y el conocimiento que se nos concedieron en aquel templo por la influencia y ayuda del Espritu del Seor, esa jornada hubiera sido como un salto en la oscuridad. El empezarla en el invierno, por as decirlo, y en el estado de pobreza en que nos encontrbamos, era como34

caminar hacia las fauces de la muerte; pero tuvimos fe en nuestro Padre Celestial, depositamos en l nuestra confianza sabiendo que ramos Su pueblo escogido y que habamos abrazado Su evangelio; y en lugar de dolor, sentamos regocijo porque haba llegado el da de nuestra liberacin4. Tal como la hermana Rich indic, el xodo no era un salto en la oscuridad para las fieles mujeres Santos de los ltimos Das, pues a ellas las sostenan sus convenios. Al igual que los hijos de Israel en la antigedad, ellas seguan a un profeta hacia el desierto con la esperanza de la liberacin. En preparacin para el xodo, el presidente Brigham Young hizo la siguiente declaracin a los santos: ste ser nuestro convenio: Andaremos en todas las ordenanzas del Seor5. Los Santos de los ltimos Das partieron al desierto ligados por convenio a Dios, a sus familias y a sus compaeros de viaje.

Emigracin: Fe, caridad yapoyo mutuoAntes de dejar Nauvoo, un grupo de Santos de los ltimos Das escribi el siguiente mensaje en el muro del saln de asambleas de su templo, al cual abandonaban: El Seor ha visto nuestro sacrificio: Sgannos6. Esas palabras resuman su dedicacin y sus esfuerzos

En toda poca del mundo en que Dios ha llamado o mandado a un hombre o a un pueblo que ejecute cierta obra, mediante determinacin y perseverancia, y fe en l, han sido capaces de llevarla a cabo. Wilford WoodruffMs de 5.000 santos recibieron las bendiciones del templo en Nauvoo, Illinois, antes de emprender su travesa al valle del Lago Salado.

Enseanzas de los Presidentes de la Iglesia: Wilford Woodruff, 2005, pg.161.

colectivos. Los santos realizaron el arduo viaje con un espritu de sacrificio, consagracin y fe en Dios. No efectuaron la travesa como viajeros solitarios, sino como el Campamento de Israel, una comunidad organizada en grupos pequeos denominados compaas, para apoyarse mutuamente. En una revelacin dada a Brigham Young en cuanto al Campamento de Israel en su jornada hacia el Oeste, el Seor mand a los pioneros que Cada compaa, en proporcin al valor de sus propiedades, ayude a llevar a los pobres, a las viudas, a los hurfanos y a las familias de los que han ingresado al ejrcito7. Durante la emigracin, a menudo la proporcin de hombres por cada mujer y nio era baja. En la primavera35

Mientras los santos viajaban al valle del Lago Salado, las mujeres se ayudaban unas a otras para cuidar de sus familias.

de 1847, despus de que muchos santos haban pasado el invierno en un lugar al que llamaban Winter Quarters, unos 520 hombres, acompaados por 35 mujeres y 42 nios, se unieron al Batalln Mormn en respuesta a un llamado a prestar servicio en las fuerzas armadas de Estados Unidos. Otros 143 hombres, 3 mujeres y 2 nios avanzaron con resolucin en la primera compaa pionera, preparando el camino para los dems. Una hermana llamada Presendia Kimball rememor: Slo dejaron a unos pocos hombres para cultivar cereales y verduras, y proteger a las mujeres y a los nios36

De manera que quedaron los ancianos, los enfermos, las mujeres y los nios8. Los hermanos que posean el sacerdocio bendijeron a los santos por el poder de dicho sacerdocio mediante la imposicin de manos. Adems los sostenan la fe en Dios, la caridad, la fortaleza y las oraciones de las hermanas. Ante la proliferacin de enfermedades, las hermanas sirvieron de mdicas y enfermeras para sus familias y entre ellas, al igual que lo haban hecho en Nauvoo. Drusilla Dorris Hendricks relat: No haba ni un carromato en todo el campamento que no tuviera algn

enfermo, [pero] lo sobrellevamos con la paciencia de Job9. La tasa de mortalidad era alta, en particular entre los bebs10. El 14 de julio de 1846, Eliza Partridge Lyman dio a luz a un nio en un carromato. Como muchos bebs nacidos entre los pioneros, el nio no sobrevivi. Eliza describi sus experiencias en su diario personal: 14 de julio de 1846: Estoy en una situacin muy incmoda para alguien en mi condicin. El sol abrasador que da sobre el carromato durante el da, y el aire fro de la noche, son cambios demasiado drsticos como para estar saludable. 15 de octubre de 1846: Hoy nos hemos mudado a nuestra cabaa de troncos. Es la primera casa en la que ha estado mi beb. Me siento sumamente agradecida por el privilegio de sentarme junto al fuego, donde el viento no sopla en todas direcciones y donde puedo calentarme un costado sin congelarme el otro. Nuestra casa no tiene piso ni muchas otras comodidades, pero las paredes nos protegen del viento, aunque el techo de paja no nos resguarda de la lluvia. 6 de diciembre de 1846: Mi beb [est] enfermo y est empeorando. Ha llorado todo el da, y no logro saber qu le molesta. 12 de diciembre de 1846: El beb falleci, y yo lloro su partida. Hemos hecho cuanto sabamos por ayudarlo, pero nada ha servido; sigui empeorando desde el momento en que

se enferm. Mi hermana Caroline y yo nos quedbamos despiertas todas las noches con l e intentbamos salvarlo de la muerte, porque Eliza Partridge no podramos soportar Lyman separarnos de l, pero no pudimos hacer nada Todava tengo amistades muy queridas. Si no las tuviera, deseara despedirme de este mundo, puesto que est colmado de desilusiones y pesar. Sin embargo, creo que existe un poder que vela por nosotros y que hace todas las cosas bien11.

Muchas mujeres Santos de los ltimos Das dieron a luz durante el viaje al valle del Lago Salado.

37

Como dijo Eliza, la sostuvo la amistad de hermanas que se preocupaban por ella. Ms adelante, ella brind la misma amistad y compasin al ayudar a otras mujeres que afrontaban un dolor similar. El 1 de junio de 1847 escribi: El beb de la hermana Elvira Holmes falleci. Recib la invitacin para ir y pasar el da con ella, y yo acept. Visit con ella la tumba de su beb12. Ante circunstancias tan duras, las hermanas confiaron en el poder de sus convenios. Ms adelante, BathshebaW. Smith, cuarta Presidenta General de la Sociedad de Socorro, se refiri a aquellas experiencias: No intentar describir cmo viajamos en medio de tormentas de nieve, viento y lluvia; cmo tuvimos que hacer caminos, edificar puentes

y construir balsas; cmo nuestros pobres animales tuvieron que esforzarse da tras da con poco alimento; ni cmo nuestros campamentos sufran pobreza, enfermedades y muerte. Recibamos consuelo al llevar a cabo nuestras reuniones pblicas y privadas en paz, al orar y cantar los cantos de Sin, y al regocijarnos por dejar bien atrs a nuestros perseguidores. Tambin nos consolaba ver que el poder de Dios se manifestaba por medio de la imposicin de manos de los lderes que haca sanar a los enfermos y andar a los cojos. El Seor estaba con nosotros y Su poder se manifestaba a diario13. Las mujeres tambin hallaban fortaleza espiritual en el amor y la compasin que se tenan mutuamente. Durante toda la travesa, conforme sufran pruebas de enfermedades

Cuarta Presidenta General de la Sociedad de Socorro Al escuchar el Evangelio, supe que era verdadero; al leer el Libro de Mormn por primera vez, supe que era inspirado por Dios; al ver a Jos Smith por primera vez, supe que estaba cara a cara ante un profeta del Dios viviente, y no tuve duda en mi mente en cuanto a su autoridad.

BathshebaW. Smith

Young Womans Journal, octubre de 1901, pg. 440.38

Las hermanas estaban siempre prestas a realizar actos de amor con manos generosas y tierna compasin (EmmelineB. Wells).

y muerte, oraban con fe unas por otras y se consolaban mutuamente. Helen Mar Whitney escribi que el amor de Dios flua de corazn a corazn hasta que el malo pareca quedar impotente en sus esfuerzos por interponerse entre nosotros y el Seor, y sus crueles dardos, en algunos casos, eran despojados de su aguijn14. Al recordar la inspirada instruccin que haban recibido del profeta Jos Smith, esas fieles pioneras tenan una visin de su poder ysu potencial para prestar servicio. Ellas ayudaron a establecer hogares y comunidades; por medio de actos de fe y caridad, salvaron almas; sus sacrificios tuvieron un efecto

santificador en ellas mismas y en quienes recibieron sus ofrendas. Incluso sin las reuniones formales de la Sociedad de Socorro, las pioneras siguieron las enseanzas profticas y guardaron sus convenios del templo, y al hacerlo contribuyeron a un extraordinario captulo de la historia de la Iglesia y del oeste de los Estados Unidos. Un destacado historiador que no era Santo de los ltimos Das escribi: El que yo no comparta la fe que ellos profesaban no significa que dude de la habitual dedicacin y el herosmo en su servicio; en especial, el de sus mujeres. Sus mujeres eran increbles15.39

Asentamiento: Siempre prestas a realizar actos de amor y caridadCuando las primeras compaas de pioneros llegaron al valle del Lago Salado, cultivaron la tierra y construyeron refugios para su propia supervivencia. Tambin procuraron satisfacer las necesidades de los dems. El presidente Brigham Young aconsej a los santos que ayudaran a los necesitados, tanto espiritual como temporalmente. Su consejo fue semejante a la exhortacin que est en el Libro de Mormn de Amulek a los empobrecidos zoramitas: si volvis la espalda al indigente y al desnudo, y no visitis al enfermo y afligido, y si no dais de vuestros bienes, si los tenis, a los necesitados, os digo que si no hacis ninguna de estas cosas, he aqu, vuestra oracin es en vano y no os vale nada, y sois como los hipcritas que niegan la fe16. La hermana EmmelineB. Wells, quien ms adelante prest servicio como la quinta Presidenta General de la Sociedad de Socorro, describi la bondad y el servicio de las hermanas: Cuando los santos abandonaron Nauvoo y durante sus viajes, las reuniones de la Sociedad de Socorro debieron suspenderse por razones de fuerza mayor, aunque las hermanas nunca olvidaron la institucin ni las promesas que el presidente Jos Smith les haba hecho, y continuaron su benevolente40

En 1856, las hermanas de la Sociedad de Socorro reunieron mantas para aliviar el sufrimiento de los pioneros de los carros de mano.

obra en cualquier lugar y en cualquier momento en que se presentara la oportunidad; y estaban siempre prestas a realizar actos de amor y caridad con manos generosas y tierna compasin; y muchas de ellas tenan necesidad de tales actos bondadosos, ya que eran das de afanes y sufrimiento, de escasez y adversidad17. En 1854, Matilda Dudley advirti que existan numerosas necesidades entre los indgenas de esa regin. Primero por iniciativa propia y luego por instrucciones del presidente Brigham Young, ella organiz a las hermanas bajo la direccin de su obispo para confeccionar ropa para las mujeres indgenas y sus hijos. Se organizaron

grupos similares en otros asentamientos a medida que las mujeres Santos de los ltimos Das seguan los sentimientos de caridad de su corazn y prestaban servicio para satisfacer las necesidades de quienes las rodeaban. A medida que ms santos llegaron al valle del Lago Salado, se continu con este modelo. Los lderes de la Iglesia llamaron personas a poblar los extremos ms distantes del territorio, expandindose hacia las regiones al norte y al sur de Salt Lake City. Las hermanas recordaron el legado y los principios fundacionales de la Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo, y se establecieron muchos grupos en esos asentamientos a efectos de servir a los dems y brindar alivio a los pobres. Lucy Meserve Smith, por ejemplo, lider un grupo de mujeres Santos de los ltimos Das en Provo, Utah. Ella y otras hermanas respondieron a los llamados para ayudar a los Santos de los ltimos Das que llegaban a Utah. En la conferencia general de octubre de 1856, el presidente Brigham Young anunci que los pioneros de carros de mano estaban varados a cientos de kilmetros de distancia. El presidente declar: Su fe, su religin y las declaraciones religiosas que hagan no salvarn ni una sola de sus almas en el Reino Celestial de nuestro Dios, a menos que pongan en prctica estos principios que les enseo ahora. Vayan y traigan a esa gente que se encuentra en las

planicies y ocpense estrictamente de aquellas cosas que llamamos temporales o deberes temporales; si no, la fe de ustedes habr sido en vano18. La hermana Smith escribi en su autobiografa que, tras la exhortacin del presidente Young, quienes estaban presentes tomaron medidas para brindar alivio a sus hermanos y hermanas. Las mujeres se despojaron de sus combinaciones [ropa que se usa debajo de los vestidos o enaguas grandes que eran parte del estilo de la poca y que tambin daban abrigo], sus calcetines y de todo de lo que podan prescindir, all mismo en el Tabernculo, y [los] apilaron en los carromatos para enviarlos a los santos en las montaas. Continuaron recolectando ropa de cama y vestimenta para los santos, quienes llegaran con tan slo algunas pocas pertenencias en los pequeos carros de mano. La hermana Smith escribi: Hicimos todo lo posible, con la ayuda de los buenos hermanos y hermanas, para consolar a los necesitados conforme llegaban con carros de mano a finales del otoo Puesto que nuestra Sociedad tena pocos recursos en ese entonces, no podamos hacer mucho, pero los cuatro obispos apenas pudieron cargar toda la ropa de cama y las otras prendas que juntamos la primera vez que nos reunimos. No cesamos nuestros esfuerzos [hasta que] todos estaban cmodos. La hermana Smith dijo que41

cuando las compaas de carros de mano llegaron, haba un edificio de la ciudad que estaba repleto de provisiones para ellos. Agreg: Jams haba sentido mayor satisfaccin y placer, por decirlo as, en ninguna labor que haya realizado en mi vida, tal era el sentimiento de unanimidad que prevaleca. Slo deba ir a una tienda y dar a conocer lo que se necesitaba; y si se trataba de tela, se meda y se cortaba sin cobrar. Para reunir las cosas, caminbamos por la nieve hasta que tenamos la ropa mojada casi hasta las rodillas19.

Qu ms pueden hacer ahora las manos generosas?Las hermanas de la Sociedad de Socorro mostraron caridad, el amor puro de Cristo20, al donar sus enaguas y sus mantas confeccionadas con retazos para salvar a unos santos que sufran hambre y fro, a quienes jams haban visto. Ellas hallaron gran gozo en ese servicio. Despus de haber hecho todo lo que podan para ayudar a los pioneros de los carros de mano, siguieron ayudando a otras personas. Las palabras de Lucy Meserve Smith expresaban los sentimientos de su corazn: Qu ms pueden hacer ahora las manos generosas?21. Esa pregunta resume la bondad de las mujeres de la Sociedad de Socorro de ese entonces y de ahora.

Las hermanas de la Sociedad de Socorro continuaron sirvindose y alentndose mutuamente tras haber llegado al valle del Lago Salado.

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CAPTULO 4

Una esfera de accin amplia y extensaSi alguna de las hijas y madres de Israel sesienteenlo ms mnimo [limitada] en su condicinactual, ahora encontrar una amplia gama de cada poder y capacidad para hacer el bien con losque ha sido tan liberalmente investida Elpresidente Youngha dado vuelta a la llavehaciauna esfera deaccin y deservicioampliayextensa.ElizaR. Snow

CAPTULO 4

Una esfera de accin amplia y extensaEl 26 de diciembre de 1866, la Primera Presidencia y el Qurum de los Doce Apstoles se reunieron bajo la direccin del presidente Brigham Young. Ya para terminar la reunin, el presidente Young, segundo Presidente de la Iglesia, expres el deseo de volver a establecer las Sociedades de Socorro en toda la Iglesia1. El ao siguiente, el presidente Young sinti una mayor urgencia de ayudar a los obispos con su responsabilidad de buscar y ayudar a los necesitados. Al iniciar la labor para volver a establecer la Sociedad de Socorro en todos los barrios, l dio el siguiente consejo a los obispos: Dispongan que [las hermanas] organicen Sociedades de Socorro [Femeninas] en los diversos barrios. Contamos con muchas mujeres talentosas y deseamos que nos ayuden en esto. Algunos podran pensar que esto es algo trivial, pero no lo es; y descubrirn que las hermanas sern la parte esencial de esta causa. Concdanles ustedes el beneficio de su sabidura y experiencia, provanles su propia influencia, guenlas y dirjanlas consciente y eficazmente, y ellas encontrarn alojamiento para los pobres y obtendrn los medios para sustentarlos aun diez veces ms rpidamente de lo que el obispo podra hacerlo2. Una vez ms las hermanas estaran organizadas bajo la autoridad del sacerdocio y, como haba dicho el profeta Jos Smith, en una posicin de poder actuar de acuerdo con esa compasin que Dios [haba] puesto en el corazn de [ellas]3. Fortaleceran a su familia y a otras personas necesitadas, tanto en lo

Construccin del Templo de Salt Lake, 1877.

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temporal como en lo espiritual. Por medio de ese servicio, aumentaran su propia fe y rectitud. La hermana ElizaR. Snow ense que la Sociedad de Socorro refinara y elevara [a las hermanas], y sobre todo las fortalecera en la fe del Evangelio y, al hacerlo, podran ser el medio para salvar a muchos4.

Una Sociedad de Socorro en cada barrioEl presidente Young llam a la hermana Snow para que prestara servicio a la Iglesia

viajando por el territorio y ayudando a los obispos a organizar las Sociedades de Socorro. Ella dijo: El presidente Young dio instrucciones a los obispos de organizar las Sociedades de Socorro Femeninas en sus diversos barrios, y repiti la solicitud, extendindola a todos los poblados, invitando a las hermanas a ingresar a las organizaciones, no slo para socorrer a los pobres, sino para el logro de toda otra obra buena y noble5. Como secretaria de la primera Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo, Illinois, la hermana Snow haba llevado minutas

ElizaR. Snow

Segunda Presidenta General de la Sociedad de Socorro

Nos agrada que se nos aprecie, pero si no recibimos todo el aprecio que creemos merecer, qu importa? Sabemos que el Seor nos ha dado grandes responsabilidades, y todo deseo o anhelo que el Seor haya implantado en nuestro corazn en rectitud se realizar, y el mayor bien que podemos hacernos a nosotras mismas y a los dems es refinarnos y desarrollarnos en todo lo bueno y ennoblecedor a fin de facultarnos para desempear esas responsabilidades.

Relief Society Minute Book, 18681879, Barrio Lehi, EstacaAlpine, 27 de octubre de 1869; Biblioteca de Historiade la Iglesia, pg. 27.48

Esto es lo que deseamos inculcar en el corazn de las hermanas, el que sean tiles en su esfera y que no se desanimen por causa de las dificultades del camino, sino que confen en Dios y acudan a l, y les prometo que l derramar sobre ustedes Sus maravillosas bendiciones. Lorenzo SnowDe izquierda a derecha: Elizabeth Ann Whitney, EmmelineB. Wells y ElizaR. Snow.

Young Womans Journal, septiembre de 1895, pg. 578.

detalladas de las reuniones, incluso de las instrucciones de Jos Smith (vase el captulo 2). En el recorrido desde Nauvoo hasta el valle del Lago Salado, ella haba cuidado su libro de actas con esmero. Ella entenda la importancia de lo que se haba enseado a las hermanas en aquellas reuniones; saba cmo deba estructurarse la sociedad, y recordaba los principios sobre los cuales se haba establecido; entenda que la organizacin era parte fundamental de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das. No es cosa comn,49

La hermana ElizaR. Snow instruy a las hermanas de la Sociedad de Socorro.

explic, reunirnosen una organizacin de esta naturaleza. Esta organizacin pertenece a la organizacin de la Iglesia de Cristo, en todas las dispensaciones que existan en perfeccin6. Al viajar de un barrio a otro, ense una y otra vez basndose en las minutas.

Expansin de la visin e influencia de las hermanasAdems de pedir a la hermana Snow que trabajara con los lderes del sacerdocio de cada barrio, el presidente Young expandi la asignacin que le dio. Le dijo: Quiero que instruya a50

las hermanas7. Aunque no fue sino hasta 1880 cuando se le apart como segunda Presidenta General de la Sociedad de Socorro, se le dieron las mismas responsabilidades que el Seor le haba dado a la hermana Emma Smith de explicar las Escrituras y exhortar a la iglesia, de acuerdo con lo que te indique mi Espritu8. El presidente Young tambin dio consejo a las mujeres de la Iglesia. Las exhortaciones de l y las enseanzas de la hermana Snow se combinaron para expandir la visin de las hermanas del poder para bien que tenan en sufamilia, en la Iglesia y en el mundo. La hermana Snow dijo:

Si alguna de las hijas y madres de Israel se siente en lo ms mnimo [limitada] en su condicin actual, ahora encontrar una amplia gama de cada poder y capacidad para hacer elbien con los que ha sido tan liberalmente investida El presidente Young ha dado vuelta a la llave hacia una esfera de accin y de servicio amplia y extensa9. Un repaso de algunas de las enseanzas y la labor que definieron a la Sociedad de Socorro a finales del siglo XIX indica cmo con el restablecimiento de esta organizacin se ampli la visin y la justa influencia de las mujeres Santos de los ltimos Das.

eternos. No debemos desear nada [excepto lo que est basado] en principios de rectitud, y si queremos lo justo, hagamos lo justo con los dems, siendo amables y llenos de amor y caridad para con todos10.

La caridad Siguiendo el mismo modelo que establecieron Jos y Emma Smith en Nauvoo, la caridad continu siendo el fundamento de todas las cosas, tanto espirituales como temporales, que realizaban las hermanas de la Sociedad de Socorro segn su organizacin. El presidente Young ense: Todo esto est incluido en nuestra religin. Toda buena palabra y obra, todo lo temporal y todo lo espiritual, lo que est en el cielo, lo que est en la tierra y lo que est debajo de la tierra est circunscrito por nuestra religin Si hacemos estas cosas y nos deleitamos en hacer el bien, nuestros pies se harn [firmes] e inamovibles como las bases de estos collados

Apartarse de las influencias del mundo En su hogar, el presidente Brigham Young ense a sus hijas: [Desprndanse de] todo lo malo y sin valor, y adquieran todo lo que sea bueno y hermoso11. Desprenderse significa desechar algo. Cuando el presidente Young aconsej a sus hijas moderarse o desprenderse, lo que quiso decir era que deban alejarse de lo mundano, de lo frvolo y de la falta de modestia en la conducta y en el vestir. Tambin predic la moderacin y la reforma a toda la Iglesia. Al aconsejar a los santos que abandonaran el camino del mundo, el presidente Young comnmente daba consejos prcticos relacionados con asuntos de la vida cotidiana. Instaba a los miembros a ser frugales y a trabajar arduamente. Por ejemplo, aconsej a las hermanas de la Sociedad de Socorro que reformaran sus patrones de alimentacin y de cuidado de la casa. Pero el desprenderse o moderarse significaba ms que adoptar un estilo de vida ms sencillo; representaba un cambio de corazn. Las hermanas deban distinguirse del resto de mundo y verdaderamente llegar51

a ser santas, el pueblo del Seor. La hermana ElizaR. Snow dijo: De qu deseo desprenderme? De mi ignorancia y de todo lo que no sea de Dios12.

La revelacin personal La hermana Snow sigui el consejo de los lderes del sacerdocio, y prometi a sus hermanas de la Sociedad de Socorro que seran bendecidas a medida que ellas hicieran lo mismo. Tambin ense que cada una de ellas poda recibir inspiracin para guiarse en su

Al orar individualmente y con la familia, las hermanas de la Sociedad de Socorro pueden recibir inspiracin para guiarse.

vida personal, en la familia y en sus responsabilidades en la Iglesia. Les dijo: Digan a las hermanas que salgan y cumplan con sus deberes con humildad y fidelidad, y el Espritu de Dios reposar sobre ellas, y sern bendecidas en sus labores. Que busquen sabidura en lugar de poder, y recibirn todo el poder que puedan ejercer segn su sabidura13. Su instruccin inspirada ayud a las hermanas de la Sociedad de Socorro a enfrentar las pruebas de su poca. Ella ense que si buscaban continuamente la gua y el consuelo del Espritu Santo, podran disfrutar de paz aun en medio de la adversidad. Dijo que el Espritu Santo satisface y sacia todo anhelo del corazn humano y llena todo vaco. Cuando me siento llena de ese Espritu, contina, mi alma est satisfecha, y puedo decir con sinceridad que las cosas insignificantes del da no parecen interponerse en mi camino en lo absoluto. Pero en cuanto pierdo contacto con ese Espritu y con el poder del Evangelio, y participo del espritu del mundo, aun en el ms mnimo grado, y empiezan los problemas; algo anda mal. Me sobrevienen pruebas y qu me consolar? Ustedes no pueden brindarme un consueloque satisfaga la mente inmortal, sino lo que procede de la Fuente de arriba. No es nuestro el privilegio de vivir de tal forma que esto fluya constantemente en nuestra alma?14.

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La defensa de la prctica del matrimonio plural En los inicios de la Iglesia, se le revel a Jos Smith la prctica del matrimonio plural15. Aunque inicialmente fue difcil para muchos aceptar esa prctica, los santos fieles saban que Jos Smith era un profeta de Dios y siguieron la voluntad del Seor tal como le fue revelada a su profeta. Hicieron convenios con Dios y fueron firmes y devotos en guardar esos convenios. Cuando se restableci la Sociedad de Socorro a finales de la dcada de 1860, el matrimonio plural segua siendo parte de la vida de los miembros de la Iglesia. Sin embargo, muchas personas en los Estados Unidos crean que a las mujeres que vivan la ley del matrimonio plural se les degradaba y maltrataba. Como resultado de un malentendido general acerca de los Santos de los ltimos Das y sus creencias, el gobierno federal promulg leyes que prohiban los matrimonios polgamos. Un grupo de mujeres Santos de los ltimos Das se reuni en Salt Lake City en enero de 1870 para responder a esas leyes. En la presencia de periodistas de muchas partes de los Estados Unidos, esas mujeres expresaron su apoyo a los profetas vivientes y a las prcticas de la Iglesia. Se defendieron a s mismas y a sus maridos, y proclamaron su fe y sus convenios. La hermana ElizaR. Snow dijo: Ya era hora de que nos levantramos en la dignidad de nuestro llamamiento y hablramos en nuestra propia defensa El mundo no nos conoce, y la verdad y la justicia para nuestros hermanos y para nosotras mismas exige que hablemos No somos inferiores a las damas del mundo, y no queremos dar esa apariencia16.

Escudrien las Escrituras; escudrien las revelaciones que publicamos y pidan a nuestro Padre Celestial, en el nombre de Su Hijo Jesucristo, que les manifieste la verdad; y silo hacen con la mira puesta nicamente en lagloria de Dios, sin ninguna duda, l les responder por el poder de Su Santo Espritu. Entonces podrn saber por ustedes mismos y no por otra persona. No tendrn entonces que depender del hombre para saber de Dios. Jos SmithCitado por David A. Bednar en Porque las tenemos ante nuestros ojos, Liahona, abrilde 2006, pg. 19.53

Una mujer Santo de los ltimos Das expres los sentimientos de muchas de ellas cuando dijo: No hay otro lugar en este amplio mundo en donde se demuestre ms bondad y afecto a las mujeres, y se defiendan sus derechos de forma tan sagrada, como en Utah. Estamos aqu para expresar nuestro amor unos por otros y para mostrar al mundo nuestra devocin a Dios, nuestro Padre Celestial; y demostrar nuestra voluntad de cumplir con los requisitos del Evangelio; y la ley del matrimonio celestial es uno de sus requisitos que

estamos resueltas a honrar, ensear y practicar. Que Dios nos d las fuerzas para hacerlo17. Los periodistas dijeron que fue una reunin extraordinaria18. Un periodista escribi: En su lgica y retrica, las supuestas damas degradadas del reino mormn son bastante parecidas a las mujeres del Este19. Durante los meses siguientes, muchas ms mujeres participaron en reuniones similares en todo el territorio. En 1890, el presidente Wilford Woodruff, cuarto Presidente de la Iglesia, recibi una revelacin que llev a la Iglesia a descontinuar

Una reunin de madres e hijas Santos de los ltimos Das, 1893.

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la prctica del matrimonio plural. Escribi esa revelacin en un documento conocido como el Manifiesto. Refirindose al hecho de escribir el Manifiesto, l dijo: el Dios del cielo [me mand] hacer lo que hice; y cuando lleg la hora en que se me mand que hiciera eso, todo era muy claro para m. Fui ante el Seor y anot lo que l me dijo que escribiera20. Debido a que el pueblo haba aceptado el consejo proftico de entrar en matrimonios plurales y haba hecho y guardado sus convenios, esa nueva revelacin fue una vez ms difcil para muchos, pero de nuevo los Santos de los ltimos Das fieles decidieron seguir al profeta. El da que los miembros de la Iglesia en general escucharon el Manifiesto y lo aprobaron, la hermana ZinaD.H. Young, quien en ese entonces prestaba servicio como la tercera Presidenta General de la Sociedad de Socorro, dijo: Hoy el corazn de todos fue puesto a prueba, pero acudimos a Dios y respaldamos lo acontecido21. Las mujeres de la Iglesia que, por revelacin, aceptaron el matrimonio plural y que, por revelacin, ms tarde aceptaron el Manifiesto, son dignas de admiracin y aprecio. Ellas fueron estrictamente obedientes a sus convenios y al consejo del profeta viviente. En la actualidad, esas mujeres son veneradas por su posteridad fiel. Helen Mar Whitney, que vivi la ley del matrimonio plural, escribi: Podemos leer la

Deleitaos en las palabras de Cristo (2Nefi 32:3).

historia de mrtires y de portentosos conquistadores, y de muchos hombres y mujeres grandes y buenos, pero la de las nobles y bellas hijas de Sin, cuya fe en las promesas del Dios de Israel les permiti triunfar por encima de s mismas y obedecer Su ley superior, y ayudar a Sus siervos a establecerla sobre la tierra; siento la certeza de que los ngeles llevaron un informe de sus obras que an se hallar entre los registros de la eternidad, escrito con letras de oro22.

La expresin de las creencias La hermana ElizaR. Snow era una escritora y oradora talentosa. Muchos la conocan como la poetisa de Sin por su habilidad con el55

idioma ingls23. Ella tena mucho conocimiento, era organizada, fiel, incansable, resuelta, prudente, saba expresarse muy bien y segua las indicaciones del Espritu conforme ayudaba a edificar el reino del Seor. Frecuentemente comparta su conocimiento y su testimonio, y en las reuniones de la Sociedad de Socorro animaba a las mujeres Santos de los ltimos Das a hacer lo mismo, y a no depender de que los dems siempre les ensearan. Algunas mujeres sentan poca aficin y se consideraban poco preparadas para hablar en pblico. La hermana Snow dio el siguiente consejo a esas hermanas: No permitan que la presidenta sea la que tenga que decir todo No las dot Dios con el don de la palabra? Si estn investidas del Espritu de Dios, sin

importar cun sencillos sean sus pensamientos, edificarn a los que las escuchen24. EmilyS. Richards dijo que la hermana Snow la ayud a aprender a discursar en pblico: La primera vez que [ella] me pidi que hablara en una reunin, no lo pude hacer, y ella me dijo: No importa, pero cuando le pidan otra vez que hable, trate de tener algo que decir, y as lo hice25. La hermana Richards continu mejorando su habilidad como oradora, y en 1889 habl ante la Asociacin Nacional de Sufragio de la Mujer en Washington, D.C. Un periodista describi de esta forma a la hermana Richards: Temblaba un poco ante la mirada de la multitud, y sin embargo era reservada, serena, decorosa, y tan pura y dulce como

Segundo Presidente de la Iglesia Las hermanas de nuestras Sociedades de Socorro Femeninas han hecho mucho bien. Podemos decir cunto bien son capaces de hacer las madres e hijas de Israel? No, eso es imposible. Y el bien que hagan las seguir hasta la eternidad.

Brigham Young

Vase Enseanzas de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young, 1997, pg. 145.56

un ngel No fueron las palabras en s, sino el tierno espritu [que] acompaaba las palabras y que llev la gracia victoriosa a todo corazn26. Hoy da, las hermanas de la Sociedad de Socorro siguen el modelo establecido por la hermana Snow, la hermana Richards y otras hermanas miembros de la Sociedad de Socorro en sus inicios. Ellas buscan conocimiento del Evangelio con diligencia y luego lo comparten con los dems. Al hacerlo, siguen el consejo de los profetas de los ltimos das. El presidente SpencerW. Kimball, decimosegundo Presidente de la Iglesia, dijo: Deseo recalcar la gran necesidad que tiene cada mujer de estudiar las Escrituras. Queremos que nuestros hogares sean bendecidos con mujeres eruditas en las Escrituras, ya sean solteras o casadas, jvenes o ancianas, viudas o que vivan todava con su familia. Sean cuales sean sus circunstancias particulares, al familiarizarse cada vez ms con las verdades de las Escrituras, sern ms y ms eficientes en obedecer el segundo gran mandamiento de amar al prjimo como a s mismas. Conzcanlas a la perfeccin, Spencer W. Kimball no para disminuir a otras personas sino para elevarlas. Despus de todo, quin tiene mayor necesidad de atesorar las verdades del Evangelio (a las que pueden recurrir en los