Harvey-Capital Financiero, Propiedad Inmobiliaria y Cultura
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Capital financiero,propiedad inmobiliaria
y cultura
Consejo asesor de la colección ConrraTextos:
Manolo Borja, Mela D;ívila, R,lfael Crasa, Magda Polo,Jorge Ribalta y Gcrard Vilar
© David !-hHvey, Neil Smirh© de est,) edición. Museu d'Art Contemporani de Barcelona >'
Scrvei de Publicacions de la Universitat Autónoma de Barcelona
Tr:ulucción d(" Anfonio Fern:índez Lera
Edición:Universir:H Autónoma de BarcelonaServei de Publicacions08 [93 Bellaterra (Barceluna). Spainhnp:/Ipubl icaeions. [email protected] 84-490-2409-9
Museu d'Art Conremporani de RHcc!onahrrp://www.macba.espu [email protected] 84-89771-\\-\
Impreso en España - Printee! in SpainUniversl1at Autonoma de BarcelunaServei de PublicacionsDepósito Legal: 13. 30.693-2005
Todos los dcrechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puedeser reproducido sin permiso escrito del cditor.
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índice
Prc'llogo. I¡¡,-di /jOI";.? ...............•...•.•.•.•.•.•.•....... 9
El ~lrt(' cil' la n:nta: la glob,lli/"K1ÚIl r b 11l('rC;llltili/.,lt.'IÓn
Jt' la cultura, J.)allid l-filn!l'V 29
l. Re1lta Illonopolista \" (Ol1lpctl'nÓa , _.. 302. i\V('ntlJ(JS en e] comercio dd vino . 383. Iniciativa emprendedora urbana, rema monopolist<l
y formas mundiales 424. Capir;11 simbÓlico (okctivo, m:HCIS (k distinción
\' n:nt:,,," monopolistas , 475. Rema monopolista y espacios de esperanza 54
El rc:dillH'llsioll,\mil'llW de bs Cilllbdt's: 1:1 glob,\lil.;\ciÓny el llr1XlIlislllO lll;'olihn;,1. ;\h'il Slllit}, 59
•
la gl()b;lliz,lli('lIl \' el urbanismo ncnlibcr;t! .602. El urbanismo neoJibcral """""""""" .. , .... , 63,Lj,jl Cillda..d !"cv¡]nchis(¡] """"""" " '" ,,7'14, Conclusión: n:\';\IH:hi"mo v 1111('VO Jlllllld!;1hsrno 7S
M pn ~gido por der!
Prólogo
Revolución y contrarevoluciónen la ciudad global
l. Presentación: los urbanistas e investigadores urbanosnorteamerica.nos contra la ciudad capitalista actual
Espacios de esperanza, así rinda su último libro David Har~
vey 1, Sin embargo, las intervenciones de Harvey, como la deNeil Smirh y los otros dcstncados pnrticip:ultcs norteamericanos en los Diálogos sobre la Ciudad del Siglo XXI (FórulTI delas Culrur3s Barcelona 2004), no eran precisamente esperanzadoras. Tamo los dos amores citados como Saskia Sasscn, lafamosa autora de La ciudad g/aba/2, Michael eohen3, exdirectivo del Banco Mundial, Mike Ocar, autor de un libro yaclásico sobre el nuevo modelo urbano4, o Tom Angotti, profesor de la Ciry Univcrsiry New York )' ediror de PlanncrsNcrwork5, prcscntaron un panorama IllUY crítico, casi apoca-
1 HARVE", D. Espado:s de e:spcrullza. Madrid, Akal, 2003.
2 SASSEN, S. T}¡¡; Global Ci/)': NclV York. LCllldoll. 1'01.:)"0. Princcwn,N.J.: Princcwn Univcrsir)' Prcss, 2001.
J COHEN, M. Poli/iea IIr1Jal/{l y dc:sarrollo ('(~onómico: Un programa parael decenio de 1990. Washington: Banco Mundial, 1991; Prep:Hing for theUrban ¡':uture (con Ruble, Tukhin y Garlalld). Washington D.e.: WilsonCcntcr-Smirhsonian Insritute, 1996.
4 DEi\R, 1\-1. From C}¡icago ro LA. Thousand Oaks (Calif.): SagePublicariolls, 2002.
5 ANGOTfI, T. Metropolis 2000, IJlamlillg, IJOlleT/Y al/(I IJOfitics. NuevaYork: Roul1cdge, 1993.
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MatE ¡Jrcegdoporaer
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Iíptico, de las ciudades de hoy, tamo en lo que se refiere a Norteamérica como al resto del mundo. Algunos invitados que nopudieron asistir, COIllO Michael Sorkin o Mikc Davis, o quenos han visitado recientemente, como Richard Senncrr,Edward Soj., o Rich.,rd Ingersol1 6, h.,n expresado posicionessimilares. La coincidencia entre autores marcadamenre «radicales", como Harvey, Smith, Angotti o Davis, con otros detalante más «liberal» (concepto en sentido norreamcricano),COIllO eohen, 5.,SSCIl, Dear o Sorkin, es significativa: nuestraépoca replantea la razón de ser de la ciudad, las dinámicas disgregadoras son muy fuertes y las incertidumbres sobre su futuro, crecientes.
Los textOs de Harvcy y Smirh nos proponen claves interpretativas sobre las ciudades en la globalización. Neil 5mithexpone una interesante síntesis sobre la relación emre globalización y urbanismo a partir de exponer algunos casos«anecdóticos» y constarar la profunda crisis de las políticaslocales de «reproducción social .. (vivienda, educación, servicios sociales, etc.), que han sido históricamente propias delos gobiernos municipales o regionales. Los nuevos espacioslocales, la ciudad exrensa o el espacio urbano-regional se hanconvertido, por otra parte, en territorios de organización dela "producción social .. (conjunto de facrores que intervienenen el proceso económico de producción de bienes y servicios),pero de gobernabilidades débiles y fragmentadas. Esto conlleva a que se agudicen las contradicciones y se acentúen laspolíticas «revanchistas» o represivas. Tanto Smith como autores tan distinros como Sassen y Angotti, a partir de su co-
6 DAVIS, M. Vt'r espccialmcntc "P!:lncra de ciudadcs-miseria». Ncw LcfrRt'vicw. 26 (2004}. Ed. española; SOHKIN, M. Vanoaoll/!s en 1111 parqlletemático. Barcelona: Gustavo Gili, 2005; SENNETI, R. El respeto.Barcelona: Anagrama, 2003: SOJA, E. Pvstmetropolis: Critica! Stlldies o(Cities alld Reglo/ls. Oxford: Basil Blackwell, 2000; [NGEHSOU., R. "Trestt'sis sobre la ciudad". Revista de Occidente 185 (i\-ladrid).
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M pn ~gido por der!
PRÓlOGO
naCImIento de las ciudades norteamericanas, denuncian laemergencia de un "fascismo urbano». En resumen, el con~
fliera social (o la nut.:Ya lucha de clases) se ha desplazado,relativamente, del ámbito del estado-nación y del lugar detrabajo a los terrirorios locales y 31 nexo entre [o loc31 y [oglobal'-
Harvey parte del concepto de renta monopolista para definir la posición de los acrores dominantes en el espacio urb3no-regional: aquel[os que poseen el capital suficiente parainstalarse en lugares nada les de la globa[iz3ción y obtener delsecror público las inversiones necesarias en capital fijo paraque esros lugares, ciudades más o menos globales, sean com·petitivos. La competitividad requiere apost3r por la distinción, [a diferencia, 10 cual se expresa especialmente mediantela imagen o el perfil de la ciudad, la ofert;l cu[tuml, elambiente urbano. Pero, por arra p;lrte, bs firmas globa[izadas tienden a la cre3ción de producros y entornos estandarizados, [o cual 3 b larga hará que todos los espacios globalesdejen de ser competitivos. En cierro modo, siempre en el ime·rior de un3 matriz marxial13, Harvey nos anuncia b crisis dela ciudad y del sisrema postindustrial capitalista.
En esta introducción expondremos algunas reflexionessobre la misma temática tomando corno principal referenteconcreto el caso de Barcelona. Por Ull parre, tenemos en cuenta [as comribllcioncs de los aurores citados y orros que h311analizado las contradicciones de [a ciudad postindusrrial 8. Ypor arra, avanzaremos algunas hipóresis sobre el caso ban:clonés a parrir de la emergencia de nuevas prácricas públicasdesde los inicios de la década de los noventa, de l:ts respuestas
7 BORJA, J.; CASTELlS, M. Local y global. Madrid: Taurus, [997.
~ Corno Ascher en Nuevos principios de urbanismo (Madrid: Alianza,2003); Amendala en la Ciudad Pos/moderna (Madrid: Celeste, 2000) yCastells en La era de la información/Madrid: Alianza, 2000) y • La sociología urbana" de Manuel Castells {l. Susser ('{l. ,\iladrid: Ali'll1za. 2001).
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JORDI BORjA
ete.). Los poderes locales y regionales deben reorientar susfunciones hacia la «producción social», puesto que la "competitividad" del territorio corresponde a esta escala más quea la del estado-nación. Pero no disponen de las competenciasy recursos para ello 13 •
e) La sociedad urbana se ha hecho más compleja, más individualizada y más multicultural. Las grandes clases socialesde In época indllstrinl se han fragmentndo, los grupos sociales se definen en función de criterios múltiples (territoriales,culturales, etc. además de su relación con la producción), laauronomía del individuo se ha multiplicado. Los comporra~
mientas urbanos se han diversificado (en los tiempos, lasmovilid3des, bs [ebciones 50ci3les, etc.) y, por lo tanto, también las demandas. Las políticas urbanas hoy no pueden sersimplemente de «oferta» masiva dirigida a grandes colectivossupuestamente homogéneos.
f) Pero, paradoja: al mismo tiempo que individuos y ciudades apuestan por la dis[Ínción y la diferencia, las pamasculturales se globalizan y se homogeneizan l4 . Arquitecturas yformas de consumo, informaciones y comportamientos deocio, lenguas (1<15 variantes del pseudoinglésj y vestimentas sebanalizan y pierden sus elementos distintivos cualificantes. Lacarrera hacia la competüividad mediante la distinción lleva ala no-competitividad mediante la banalización.
g) La gobernabilidad de los territorios urbano-regionales seconvierte en un difícil desafío. Especialmente difícil debido alos factores citados que ahora resumimos:
lJ $:-.11"1'11. N. El Tt'dilllt'llsionamierHO de las ciudades. en este volumen.
14 HARVEY, D. El arte de la rema, en este volumen.
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JORDI BOR]A
actuales. Por una parre, la conciencia de las desigualdadessociales, el afán de distinción, el miedo a los arros y el refugioen la vida privada son muy funcionales con respecto al modelodel urbanismo globalizado que describimos más adelante. Porarra parte, surge una contestación cultural a los impactos de laglobalización y de la economía mercado sobre el territorio.
La defensa del patrimonio construido, del paisaje, de lapoblación y sus habilidades, de las relaciones sociales consolidadas por el tiempo, de la lengua y de las culturas específicas, y la valorización de la animación urbana (por ejemplo dela calle y el espacio público como elementos fundamentalesde la ciudad), todo ello cuenta cada vez más en la resistenciaa los proyectos privados o públicos con fuertes impactossobre el territorio. El rechazo a la homogeneización culturalque conlleva la globalización también forma parte de losactuales procesos urbanos.
La cuestión es si estas resistencias son simplemente una oposición legítima pero conservadora o, por el contrario, puedenser una palanca de desarrollo autocemrado en nuestro mundoglobal. En todo caso, las anteriores reflexiones matizan las posiciones críticas que se expresan en los textos de Smith y Harvey.
4. Urbanismo globalizado versus urbanismo ciudadano
En este texto parece más pertinente detenerse sobre los modelos de desarrollo urbano. Es evidente que existen unas dinámicas territoriales empujadas por la globalización (Smith) en unmarco imperfecto de economía de mercado dominado por losque disponen de "rentas monopólicas» (usando el lenguaje deHarvey). Pero también lo es que hay dinámicas de signo conmuio o que modifican los efectos de las primeras.
El modelo de desarrollo urbano característico de la era dela globalización es el de la "urbanización difusa y discontinua»mediante "productos urbanos" constitutivos de enclaves o
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Sin embargo, las crecientes desigualdades en el territorio, ladivisión cada vez más manifiesta entre (,incluidos y excluidos»que caracteriza por ahora más a la ciudad americana que a laeuropea, pero también prescme entre nosotros, pueden darlugar a lIna .. lucha de clases en el territorio» o una «conflictividad asimétrica»31 de difícil gestión en la fragmentada democracia local. La agudización de los conflictos entre colectivossociales segregados puede desembocar en el "fascismo urbano» que recientemente anunciaba Sassen3J.
5. Sobre el hipotético modelo Barcelona
¿Existe un modelo de transformación urbana denominableBarcelonaJ"? ¿Es solamente una marca, una etiqueta de marketing urbano exitoso35? Existe, en todo caso, la percepción
J2 DELARUi-:, Jacques. Banliel/s en diffiwlté: la rélégation. París, 1991. Elautor, delegado del gobierno para la ciudad (equivale a viceministro,dependiente del iefe de gobierno}, utilizó ya el concepto de "lucha de cIases en el territorio". El Censis (Centro de Estudios Sociales, Roma) acuñóel concepto de «conflictividad asil11étrica~ en sus informes anuales, aprincipios de los novenra.
33 S."SSEN, S. Intervención en los Diálogos sobre la Ciudad del Siglo XXI
{Forum 2004}. Ver también su artículo ,,1 "senza potere" protagonisti delfuturo,·. Atlante di un'altra economia. Politiche e pratiche del cambiamento. Roma: Manifesrolibri, 2005.
H BORJA, J. ed. Barce/olla. UII modelo de transformación urbana. Quito:Programa de Gestión Urbana/Banco MundialfNaciones Unidas, 1995.Tim Marshall ha publicado un conjunto de textos que ofrecen un panorama analítico muy completo sobre el "modelo Barcclona*, incluyendouna perspectiva crítica al final: Transforming Barcelona. Londres: Rout1edge, 2004.
l5 8ALlBREA, M. P. «Barcelona, del modelo a la marca~ (www.desacuerdos.org). Una versión anterior de este texto se encuentra en Tim Marshall, op. cit.
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JORDI BORJA
que consideran ambos modelos dos caras de la misma moneda 4o.
El Forum, relativo fracaso cultural y político (o de marketing), es en su dimensión urbanística una expresión de laciudad que apuesta por la inserción global: se rrata de unurbanismo orientado a la demanda externa41 •
Mientras que la ciudad-centro (Barcelona municipio)se oriema a ser un parque temático del sector terciario quepretende ser de excelencia, aunque predomina la aferra deservicios de ocio, en la región merropolitana emergen las con 4
rradicciones propias de la urbanización global izada: espaciosfragmentados por autopistas y una red del ferro (tren, merro,rranvía) muy arrasada; desarrollos privatizados de baja densidad de urbanizaciones de viviendas, adosadas o no; hiperconsumo de suelo, agua y servicios en generalj segregaciónsocial y funcional crecientes; urbanización discontinua y despilfarradora; enclaves especializados.
Urballismo en el siglo XXI. Barcelona: UPC. De Moncancr ver cambien:Repensar Barcelona. Barcelona: UPC, 2003 (selección de artículos de1984 a 2001 l. y de Borja, las referencias citadas en la nota 28. Sobre elmodelo Barcelona es imprescindible la consulta de la colección de publicaciones de Aula Barcelona, iniciada en 1999, titulada precisamenteModel Barcelona (en catal::ín, con un resumen en ingles}. No son textoscrlticos pero sí que se trata de slntcsis bien informadas realizadas por losprofesionales protagonistas de la gestión urbana de los años ochenta ynoventa. Edición a CiHgO de la Fundació Bosch Gimpcra-Univcrsitat deBarcelona. Para una visión m::ís critica, ver la excelenre revista de laFAVB. El Cmrer. Ver también CArEL, H. El modelo de Barcelona, IIn
examen critico. Barcelona: Ed. del Serbal, 2005.
40 AA. VV. Barcelolla, marca registrada. UII modelo para desarmar. Barn'lona: Virus. 2004; AA.VV. La otra cara del FÓTllm de las Culturas SAoBarcelona: Bellaterra, 2004; DELGADO, M. Elogi del viO/10m, del modelRaree/Olla a la BareelOlla real. Barcelona: Ed. 1984, 2005.
41 OomllS 866 (enero de 2004l y Revue Urbanisme. 339 {noviembre·diciembre 2004).
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EL ARTE DE LA RENTA
do que produce un vino de extraordinaria calidad que puedevenderse a un precio monopolista. En esta circunstancia, «elprecio monopolista crea In rental'. La modalidad geogr:ificaseria la centralidad (para el capitalista comercial) en relacióncon, por ejemplo, la red de transporte y comunicaciones, o laproximidad (pan.! la cadena hotelera) en rebción con una actividad altamente concemrada (como por ejemplo un cemrofinanciero). El capitalista comercial y el empresario hoteleroestán dispuestos a pagar una prima por el terreno debido a suaccesibilidad. Esras son los casos indirectos de renta monopolista. No se comercia con el terreno, el recurso o la ubicación geográfica de cualidades excepcionales, sino con la mercancía o elservicio que se producen mediante su uso. En el segundo caso,se comercia directamente con el terreno o el recurso (comocuando tinos viñedos o tinos terrenos inmobiliarios de primeracategoría se venden a capitalistas y financieros multinacionalescon fines especulativos). La escasez puede crearse por el prOCedimiento de impedir los usos actuales del suelo constituido enrecurso)' especular sobre valores futuros. La rema monopolistade ('st ... tipo puede extenderse a la propiedad de ohms de ~trte
(como un Rodin o un Picasso), que pueden (y cada vez más)comprarse y venderse como inversiones. La excepcionalidad delPicasso O del terreno es [o que constituye, en este caso, la basepara el precio monopolista.
Ambas formas de renta monopolista se combinan a rnenu~
do. Un viñedo (con su chatealf y su entorno físico excepcionales), célebre por sus vinos, puede venderse direct:lnlentc a unprecio monopolista, como tambien puede hacerse con losvinos de excepcional sabor que producen sus tierras. Un Picas~
so puede adquirirse para obtener ganancias de capital, y luegoser arrendado a un tercero que lo exhibe por un precio monopolista. La proximidad a UIl centro financiero puede ser objeto de venta ranto directa como indirecta, por ejemplo, a lacadena hotelera que lo utiliza para sus propios fines. Pero ladiferencia entre estas dos formas de renta es importante. Es
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El ARTE DE LA RENTA
relevancia concedía Adam Smith, y que en los últimos años senos ha presenrado ad ll(lIlSeam COIllO I:l fuerza recrora en la ideologb neoliberal de 1:1 glohaliz:lcióll conrempor:inca.
Pero es aquí donde con mayor claridad puede \'crse la it1la~
gen especular de la primera contradicción: los procesos merC;lntiles dependen crucl:llmenrc dd monopollo individual de
los capitalistas (de rodo tipo) sobre los medios de producciónde plusvalía, incluidas las finanzas y la tierra (recordemos queroda renta es un retorno al poder monopolista de la propiedadprivada sobre cualquier pon.-ión del planeta). Por consiguiente, el poder monopolista de la propiedad privada es a la vez elpunto inicial y el punto final de roda actividad capitalista.Existe un derecho jurídico no comerciable en la base misma detodo comercio capitalista, que convierte la opción de nocomerciar (acaparamiento, retenciones, comportamiento mezquino) en un problema imporranre en los mercados capitalistas. La pura competencia comercial, el libre intercambio demercancías y la perfecta racionalidad de los mercados son, portanto, mecanismos bastante inusuales y crónicamente inestables para la coordinación de las decisiones de producción yconsumo. El problema radica en nuntencr las relaciones económicas lo suficientemente comperitivas, a la vez que se conservan los privilegios monopolistas individuales y de clase dela propiedad privada que constituyen la base del capimlismocomo sistema político-económico.
Este último punto requiere una explicación adicional paraacercarnos un poco más al terna en cuestión. Suele suponerseerróneamente que la indicación más clara del poder monopolista a gran escala y de máximo nivel se encuentra en la centralización y concentración del capital en las megacorporaciones.A la inversa, suele suponerse, de nuevo erróneamente, que ladimensión pequeña de una empresa es un signo de una situación competitiva en el mercado. Según este criterio, un capitalismo anteriormente competitivo se ha ido monopolizandocada vez más con el paso del tiempo. El error tiene su origen en
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EL ARTE DE LA RENTA
(después de prolongadas barallas legales e inrensas negociaciones) a rerirar paularinamente el uso de «expresiones tradicionales" en las etiqul:las dl: los vinos, que en su caso podíanincluir términos corno chateau y dOl1laille junto a términosgenéricos COIllO champaglle, burgulldy, chablis o saufeme. Deeste modo la industria europea del vino, encabezada porFrancia, trata de conservar Ins rentas monopolistas medianteIn insistencia en las virtudes excepcionales de la tierra, el climay la tradición (roda ello agrupado bajo el término francésterroir) y en el carácter distimivo de su producro certificadopor una denominación. Reforzado por controles instituciona[es como b a/JI)ellatiol1 ccJ1ltr61ée, el secror francés del vinoinsiste en la autemicidad y la originalidad de su producto, quesirve de fundamento ptlra In excepcionalidtld en 1:1 que puedebasarse la renta monopolista.
Australia es uno de los p;:lÍscs que ~lCcedió a dar este paso.Chateau Tahbi[k, de Victoria, se prestó a ello con la retiradadel Chateali de su etiqueta y con esta displicente dedarJclón:«Estamos orgullosos de ser australianos y no necesitamos utilizar términos heredados de otros países y culturas de tiempospasados,,]. Como compensación, idenrificab,ln los factoresque una vez combinados «nos otorgan una posición excepcional en el mundo del vino». La suya es una de las seis únicasregiones vinícolas del mundo donde el mesoclima está decisivamenre influido por la masa de aguas fluvia[es (los Ilumerosos lagos y lagunas locales modc·ran y enfrían el clima). Susuelo es de un tipo excepcional (enconrrado únicamenre enorro lugar de Victoria), descrito como limo roio-arctloso co[oreado por un conrenido muy elevado de óxido férrico, que«tiene UIl efecro positivo sobre la calidad de la uva y añade anuestros vinos un determinado carácter regional inconfundible». Estos dos factores se unen para definir los l.agos Nagam-
j Tahhilk \Vil/e Clllb, 2QOO: W/ille Cl/lb CirC/I/t¡r. núm. 15. junio de 1000.Tahbilk \,(finery ,lnd Viner.nd, Tabilk, Vi(·toria, AlIStr:¡!i,l.
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EL ARTE DE LA RENTA
respecro) para obrener venrajas en la producción y en la apro~
piación de plusvalías medianre su movimienro de un sirio aarra. Desde luego, es posible idenrificar rendencias que se ajusran a modelos sencillos de ('una carrera hasra el fondo», en loscuales la fuerza de rrabajo más barara y más fácil de explorarse convierte en el crirerio guía para las decisiones sobre movilidad e inversiones de capiral. Pero rambién exisren abundanres indicios en senrido contrario, que sugieren que ello consriruye una simplificación burda y excesiva cuando se proyecracomo explicación y causa única de la dinámica del desarrollogeográfico desigual. El capiral, en general, fluye en las regiones de salarios elevados con la misma facilidad que en lasregiones de salarios bajos, y a menudo parece guiarse geográficamenre por crirerios diferenres de los esrablecidos convencionalmenre ranro en la economía política burguesa como en lamarxlsra.
El problema, en pane (aunque no roralmenre), es resultadodel hábiro de ignorar la caregoría de capiral en bienes raíces yla considerable imponancia de las inversiones a largo plazo enel enrorno edificado, que son por definición geográficamenreinmóviles (excepro en el senrido de accesibilidad relariva). Tales inversiones, en panicular cuando son de ripo especularivo,requieren siempre oleadas de inversiones aún ma}'ores si la primera oleada resulta renrable (para llenar el cenrro de convenciones necesiramos hoteles que a su vez exigen mejores mediosde rranspone y comunicaciones, lo que a su vez requiere unaampliación del centro de convenciones ... ). Así pues, en ladinámica de las inversiones en zonas metropoliranas inrerviene un elemenro de causalidad circular y acumulariva (observemos, por ejemplo, roda la remodelación de los Docklands enLondres y la viabilidad financiera de Canar)' Wharf, que depende por igual de nuevas inversiones r::lnrO públicas como privadas). A menudo las maquinarias de crecimienro urbanorienen que ver simplemenre con esro: la orquesración de la dinámica del proceso de inversiones y la provisión de inversiones
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EL ARTE DE LA RENTA
cuanto a estilos de vida y tradiciones literarias, con el respaldo de un aluvión de libros, exposiciones y evenros cuhuralesque celebran su carácter distimivo. Todo esro se ha presentado con nuevos adornos arquitectónicos «de marca" (la (Orrede telecomunicaciones de Norman Fostcr y el flamante y blanco Museu d'Art Comemporani dc Barcelona (MACBA) deRichard Meier, sinlado en medio del tejido urbano, un (3ntodegradado, del casco antiguo) y gran cantidad de inversionesdestinadas a abrir e! puerro y las pla}'JS, recuperar terrenosabandonados para la Villa Olímpica (con ulla atractiva referencia al utopismo de los icaria nos) y convertir lo que antesera ulla vida 1l0Cnlrna bastanre lóbreg<l e incluso peligrosa enun panorama abierro de espectáculo urbano. A roda esrocomribuyeron los Juegos Olímpicos, que abrieron grandesoportunidadl's dc coscchar rClltas monopolistas (Samaranch,presidente de! Comité Olímpico Internacional, tenía casualmente grandes intereses inmobiliarios en Barcelon:l).
Pero el éxito inicial de Barcelona parece profundamenreinmerso en la primera contradicción. En la medida en que lasoportunidades de recaudar abundantes rentas monopolistas seprescntan sobre la base del capital simbólico colectivo de Barcelona como ciudad (los precios de la propiedad inmobiliariase han disparado y el Royal Institurc of British Architects haconcedido al conjunto de la ciudad su medalla por logrosarquitecrónicos), su irresistible atractivo deja una estela dernercamilización multinacional cada vez más homogcneizador.::l. L1S lilrimns f.1SC::S de urbanización de la zona porruaria
parecen exactamente iguales a otras cualesquiera del mundooccidental, la increíble congestión del tráfico provoca presiones en favor de construir bulevares que atraviesen determinadas zonas de la parte antigua de la ciudad, las grandes tiendasmultinacionales sustituyen a las tiendas locales, la renovaciónde antiguos barrios obreros provoca el desplazamienro de antiguas poblaciones residenciales y destruye el tejido urbanoanterior, y Barcelona pierde algunas de sus marcas de distin-
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DAVID HARVEY
a menudo va unido a los valores «puros» de autenticidad yoriginalidad y a una estética de particularidad cultural noconstituya tampoco una base adecuada para una política deoposición progresista. Puede caer con excesiva facilidad enuna política de identidad local, regional o nacionalista de corteneofascista, de la cual ya se han producido demasiados síntomas prcocupantes en muchos puntos de Europa. Se trata deuna contradicción esencial que a su vez la izquierda debeafrontar. Los espacios para una política transformadora existen porque el capital nunca puede permitirse cerrarlos, y laoposición de izquierda, poco a poco, va aprendiendo a utilizarlos mejor. Los fragmentados movimientos de oposición a laglobalización neoliberal, tal como se han manifestado en Seattle, Praga, Melbourne, Bangkok y Niza, y ahora, de una formamás constructiva, en el Foro Social Mundial de Porto Alegre(en oposición a las reuniones anuales de las élites empresariales y los jefcs dc gobierno en Davos), son un indicativo de esetipo de política alternativa. No es totalmente contraria a laglobalización, pero desea que csta se produzca en términosmuy distintos.
No es casual, por supuesto, que sea la ciudad de Porto Alegrc, y no Barcelona, Berlín, San Francisco o Milán, la que seabre a esta iniciativa. En esa ciudad las fuerzas de la culturay de la historia están siendo movilizadas por un movimientopolítico (encabezado por el Partido de los Trabajadoresde Brasil) de un modo completamente distinto, en busca de uncapital simbólico colectivo de tipo diferente de aquel que esobjeto de ostentación en el Museo Guggenheim de Bilbao oen la ampliación de la Tate Gallery de Londres. Las marcasde distinción que se acumulan en Porto Alegre provienen desu lucha por elaborar una alternativa a la globalización queno capitalice las rentas monopolistas en panicular, o que nose rinda al capitalismo multinacional en general. Al centrarseen la movilización popular, construye activamente nuevas formas culturales y nuevas definiciones de autenticidad, origina-
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REDIMENSIONAMIENTO DE LAS CIUDADES
cía de Nueva York se: encargaría de la seguridad en las escue+las de la ciudad, por encargo del Comité Escolar Municipal. Afinales de 1998 se produjo el tercer acontecimiento relacionado con el papel del capital en la ciudad. El alcalde Giulianianunció un descomunal «regalo de Navidad" para las élitescapitalistas de la ciudad. En respuesta a las «amenazas» detrasladar la Bolsa de Nueva York hasta Nueva Jersey dos o treskilómetros más arriba del río Hudson, el alcalde anunció unasubvención fiscal de novecientos millones de dólares con elpretexto de que así la Bolsa se quedaría en la ciudad!. Setrataba sencillamente del último y el mayor de una serie de«gcosobornos» pagados por la ciudad a las corporacionesmundiales. La subvención incluía cuatrocientos millones dedólares con los que el Ayuntamiento y el Estado de NuevaYork construirían en Wall Street unas nuevas oficinas de60.000 menos cuadrados para la Bolsa neoyorquina. En ningún momento se imentó decir que In necesidad fin:lncicm erauno de los argumentos que habían impulsado a alcanzar esteacuerdo. La subvención se hizo pública en un momento en queel Do\\' Jones se disparaba hacia los ·1-1.000 plintos (un alimento sin preccdenrcs del 400 % en once alias) y la Bolsa deNueva York estaba obteniendo plusvalías insólitas de las economías de todo el planeta. Los funcionarios del Ayuntamientoy del Estado de Nueva York se refirieron al acuerdo como una«alianza" entre el gobierno y el capital.
El 4 de febrero de 1999 sucedió el cuano y más horrendode estos indicativos acontecimientos. Cuando Allladou Dia11o, jovcn inmigrante guinea no, regresaba a su apartamentoaquella noche, fue abordado por cuatro agentes de p;lisanoque rápidamente sacaron sus armas y le dispararon a qucmarropa. Dispararon un total de cuarenta y una babs, diecinueve de las cuales acribillaron el cuerpo de Diallo. Diallo iba
1 BAGU, Charles v. oCity ¡md Sratc Agrcc [O $900 Million De.ll to KeepNcw York Stock Exchangc». Ncw York TiIl/I'S, 23 de diciemhre de 1999.
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REDIMENSIONAMIENTO DE lAS CIUDADES
des. En primer lugar, los sistcmas de producción quc con anterioridad se definían a escala regional, como ya hemos visto, sevieron cortados de raíz con respecw a su contexro nacionalúltimo, lo cual desembocó no solo en la desindustrialización,sino en el proceso de reestructuración y desesrrucruracióngeneralizadas a nivel regional, proceso integrado en una reelaboración de las jerarquías de escala establecidas. En lugar deestos sisremas de producción han surgido «regiones» de producción que son poco más que centros metropolitanos ampliados, o regiones que abarcan varios de tales centros. La escalametropolitana vuelve a dominar sobre la escala regional, envez de 10 contrario. La producción global se organiza cada vezmás en el ámbito metropolitano. En gran medida, SiliconValley, Bangkok y Sao Paulo reemplazan y suplanran a lasregiones del noreste de Estados Unidos, los Midlands inglesesy la cuenca del Ruhr. Así, por una parte la economía mundialreestructurada ya está rehaciendo las ciudades del siglo XXI
como plataformas dirigentes de la producción global.Pero en segundo lugar también cst~i teniendo lugar la con
secuencia lógica de todo ello. Los estados nacionales, quedesde principios de los setenta hasta los noventa han tenidoque afront3f bruscas crisis económicas salpicadas, a su vez,por rachas de rápida expansión de los mercados, han entradoen un proceso de creciente desmembramiento respecto de laseconomías de los territorios, y, debido al grado de migraciónde capital y trabajo, ya no se hacen cargo necesariameme delos costes de reproducción soci31 relaciol13dos con las fuerzasde trabajo que ocupan el territorio del estado. En Estados Unidos, la negativa del presidente Ford a sacar de sus apuros a laciudad de Nueva York en el curso de una profunda crisis fiscal (inmortalizada en el famoso titular del Daily News: "Fordto City: Drop DC3d» ["Ford le ha dicho a la ciudad: Muérere»]l, seguida del frac3so del plan urbano que intentó llevar ac3bo el presidente Carter en 1978, fue el primer indicio de quela economía nacional se estaba desvinculando e independizan-
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REDIMENSIONAMIENTO DE LAS CIUDADES
3. La ciudad revanchista
Pero ¿qué política sigue esta nueva óudad neoliberal? El argumento que quiero plantear aquí, en gran pane a partir del casode Nueva York, es que el revanchismo se ha convenido en unanueva y prominente «Illoraleja" política del urbanismo neolibera!. Revauche, en francés, significa «venganza», por supuesro, y los "revanchistas» originales fueron un movimientopolítico reaccionario francés de las tres últimas décadas delsiglo XIX. Furiosos por el creciente liberalismo de la SegundaRepública, por la ignominiosa derrota a manos de Bismarck y-para colmo--.....- por la Comuna de París (1870-1871), en laque la clase obrera parisina venóó al gobierno derrotado deNapoleón 11 y se hizo con la ciudad durante meses, los revanchistas organizaron un movimiento de venganza y reaccióntanto contra la clase obrera como contra la desacreditada realeza. La Ligue des Parriorcs cra tan militarista como nacionalista, un populismo profundameme reaccionario cuyo objetivoera reromar el país en nombre de los «valores tradicionalcs»:las scncillas virtudes del honor, la familia, el ejército y la República.
En el vacío dejado por el declive y el desmantelamiento dela política urbana liberal, las políticas municipales de NuevaYork a principios de los noventa dieron un giro similar haciael revanchismo. Los dos ingrediemes virales del revanchismo-reacción y venganza- se convirtieron en el nuevo pumo deapoyo de la política urbana y estallaron en forma de brutalidad policial dirigida contra inmigrantes, trabajadores, personas de color y cualquier Otro grupo de personas que pudiesepen:.:ibirsc que les habían «robado" la ciudad a sus legítimospropietarios (de clase media y blancos). El asesinara de AmaJou Diallo por cuatro agentes de policía de la ciudad dc NucvaYork fue solo el último de una serie de brurales ataques policiales comra víctimas inocentes. Igualmente arerrador fue elcaso de Abner Leuima, un inmigrante haitiano a quien varios
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c_.. _S...".I d. P".."....,\oft.
MU$eu d'ArtContemporanlde Barcelona