Guión piloto (Unitario) “Requiem”

Primer capítulo

“Réquiem”

Esc. 1

Interior. Cuarto de hospital. Noche

La mamá de Santiago se encuentra en un cuarto de hospital en el

cual Santiago está en coma. Esta sentada en una silla cerca de

él y habla con uno de los doctores que atienden a su hijo.

DIANA

(Coge la mano de su hijo)

Doctor Castro, ¿cómo encuentra a mi hijo esta noche?

DOCTOR CASTRO

Bastante estable, señora Riquelme

DIANA

Pero, ¿no hay signos de mejora en él?

DOCTOR CASTRO

No, señora Riquelme, él simplemente está tan igual como hace

casi un año. Sus signos vitales son correctos y no muestra

complicaciones a los medicamentos que le damos, incluso los

asimila muy bien y rápidamente.

DIANA

(Suspira y mira a su hijo)

Exactamente ¿qué cree que le ha pasado?

DOCTOR CASTRO

Se lo he dicho muchas veces señora Riquelme, este caso es muy

extraño, ya que debe de tratarse de un shock muy fuerte, por lo

cual ha entrado en coma. Sin embargo, es extraña su evolución,

porque pareciera que está despierto solo que no nos habla ni

abre los ojos,

Alejandra Oré Luyo – UPC 2011-01

DIANA

Yo sé que no es solo eso doctor, algo debió haber pasado ese

día, en ese cementerio tan extraño.

DOCTOR CASTRO

Más allá de eso, señora, la ciencia ya no puede explicar ciertas

cosas. Señora Riquelme, por su salud, le ruego que por favor

valla a descansar a su casa, usted tiene todos los días y se

queda hasta la noche.

DIANA

(Mira a su hijo con compasión)

Es que yo tengo la esperanza de que en cualquier momento abra

sus ojos, y yo quiero estar presente para él en ese momento.

Esc. 2

Exterior. Calle fuera del hospital. Noche

Los tres mejores amigos de Santiago, Alonso, Orlando y Adrián se

encuentran fuera de hospital, pues se hicieron el propósito de

no dejar sola a la mamá de Santiago y la piensan acompañar a su

casa cundo salga. En ese momento conversan.

ALONSO

(Mira hacia arriba y recorre con la mirada los pisos del

hospital)

Ya ha pasado un año, qué rápido pasa el tiempo

ORLANDO

(Mano en los bolsillos)

Lo que le ha sucedido a Santiago no ha sido normal, sigue siendo

un misterio

ADRIÁN


(Tienen los brazos cruzados y una expresión seria)

Nos pudo haber pasado a cualquiera de nosotros, de hecho.

ALONSO

(Voltea la mirada)

Eso es muy cierto, pero porqué precisamente a él

ADRIÁN

Creo que nunca más hemos vuelto a tocar el tema, luego de ese

día, hasta ahora

ORLANDO

Quizá no debamos hacerlo

ADRIÁN

Ya, oye, no seas miedoso

ALONSO

No querrás volver o ¿sí Adrián?

Adrián

Quizás no por ahora

ORLANDO

(Asustado)

¿Piensan volver?

ALONSO

No, es solo una especulación. Pero saben qué creo, posiblemente

debamos hacer un esfuerzo entre los tres y recordar qué sucedió

ese día. Quizá podamos dar respuesta a lo que le ha pasado a

Santiago.

ORLANDO


Lo que le ha pasado, es algo muy confuso de definir, es algo muy

clínico y no es sencillo. No creo que debamos hacer eso.

ALONSO

Somos sus amigos, sus únicos hermanos. Sé que no quisimos hablar

del tema, pero ya ha pasado casi un año muchachos…

ORLANDO

Yo solo sé que fueron para querían hacerme una broma a mí.

ADRIÁN

Yo se que pudimos entrar de noche porque uno de los amigos de mi

abuela me conoce y es el guardián de turno del cementerio.

ALONSO

Recuerdo que fuimos a las tumbas más antiguas del cementerio,

por los mausoleos.

Esc. 3

Exterior. Cementerio Presbítero Maestro. Noche

(Flashback)

Los cuatro muchachos se encuentran caminando por uno de los

pabellones del cementerio Presbítero Maestro. Llevan cada uno

una linterna de mano y miran las lápidas. Hablan entre ellos.

ALONSO

Mira este, Gloria Muñoz de Mendoza

ADRIÁN

Es no nombre común

ALONSO

Sí, pero aquí dice que fue viuda y que murió el mismo día que su

esposo. Probablemente no pudo soportar su pérdida.


SANTIAGO

Aquí hay una niña que murió a los 16 años. Grecia Villanueva

Ríos. Murió hace 35 años.

ORLANDO

Qué están esperando chicos, vámonos de aquí. Nos van a encontrar

en cualquier momento.

ADRIÁN

Aún no, además nadie nos va a encontrar, este cementerio es

enorme.

ALONSO

Mira, aquí está la tumba de Felipe Pinglo. Un valsecito criollo

no estaría mal.

ORLANDO

(Temeroso)

¿De qué hablas Alonso? Ten más respeto por los muertos. ¿A quién

estamos buscando exactamente?

SANTIAGO

Ajá, mira a quien tenemos aquí, Víctor Larco Herrera. Si sigues

así de quisquilloso Orlando, este señor te llevara al sanatorio

que tiene su nombre.

(Se ríen todos. Luego de unos 20 minutos)

ALONSO

Ya hemos caminado bastante, ¿no les parece?

ADRIÁN

¿En dónde estamos?

SANTIAGO


Ya no lo sé, creo que perdimos el rumbo

ORLANDO

Ya lo sabía, sabía que nos perderíamos

ALONSO

¿Cuántos años tienes? ¿12 años?

ADRIÁN

Shh, no hables, escucho algo

(Se aleja de ellos, para escuchar mejor)

SANTIAGO

“Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis”

ORLANDO

¿Eres tu Santiago? ¿Qué estás diciendo?

ADRIÁN

“Concédeles el descanso eterno, Señor, y que brille para ellos

tu luz perpetua”

ALONSO

¿De qué demonios estás hablando Adrián?

(Corte eco, se encuentra los cuatro amigos corriendo)

ALONSO

Corre Orlando, corre, maldita sea

ADRIÁN

Traten de buscar una salida. ¡¿Dónde está Santiago?!

(Orlando, se desvía y entra a un pabellón. Se detiene)


ORLANDO

¿Santiago eres tú? Oye, te hemos estado buscando, algo muy

extraño está pa…

(Alonso llega por detrás y tira del brazo de Orlando)

ALONSO

¿Qué haces imbécil?

ORLANDO

¡Santiago estaba ahí!

ALONSO

Santiago está perdido, necesitamos ir por ayuda.

ORLANDO

No, no te digo que está ¡justo ahí!

ALONSO

Se asoma y no ve nada

(Se escucha que Adrián grita a lo lejos)

ADRIÁN

¡Alonso!, ¡Orlando!, por aquí, Santiago está aquí. ¡Deprisa!

(Alonso y Orlando llegan hasta donde Adrián. Santiago estaba

tirado en el piso, teniendo un colapso nervioso y botando espuma

por la boca)

ADRIÁN

Debemos llevarlo, ¡busquen por ayuda!

(Corte seco. Los tres muchachos están en las afueras de

cementerio y a Santiago lo están llevando en una camilla a una

ambulancia. La policía también se encuentra en el lugar)


PARAMÉDICO

Clínicamente está muerto, no hay signos vitales de él.

POLICÍA

¿Ustedes son sus amigos? Tiene que venir con nosotros. Esto

puede ser un caso de asesinato.

(Corte comercial)

Esc. 4

Exterior. Puerta del hospital. Noche

Volvemos a la puerta del hospital en la que los amigos conversan

sobre lo que han recordado. Con una extraña sensación de

incomodidad comentan lo que sucedió.

ORLANDO

Dios, en el lío en el que nos metimos. Pero no recordaba eso, de

que vi a Santiago. Todo fue muy confuso ese día.

ADRIÁN

Posiblemente Santiago sí murió ese día

ALONSO

Pero no, estuvo clínicamente muerto unos 3 minutos, de no haber

sido por los paramédicos sí hubiera muerto.

ORLANDO

¿Pero eso fue por un ataque esquizofrénico, así como aseguran

los doctores?

ADRIÁN

Yo pienso que no. Sea lo que le haya pasado, no responde, sigue

todavía muerto.

ALONSO


ÉL sufría de epilepsia, y su madre quiere creer que es así, pero

no le sucedía desde los 9 años, ¿recuerdas Adrián? Ya no le

sucedía.

ORLANDO

Por cierto, ¿qué estaba haciendo Santiago antes de que todo esto

pasara?

Esc. 5

Interior. Cuarto de hospital. Noche

Son casi las 9 p.m. y la mamá de Santiago, que se había quedado

dormida, se despierta y está por despedirse de Santiago. La

cámara es subjetiva. Todo está en negro y solo escuchamos ruidos

externos. Estamos dentro de Santiago.

SANTIAGO

¿Mamá?

(Diana, la mamá de Santiago, vuelve su cabeza y observa que los

dedos de las manos de Santiago se mueven. Llama de inmediato al

doctor casi a gritos)

DIANA

Doctor Castro, ¡doctor Castro! Santiago, es Santiago

SANTIAGO

Mamá, no puedo ver, déjame salir, déjame salir, quiero ir a

casa. Mamá

(Diana se acerca donde su hijo a tratar de calmarlo. Santiago se

mueve bruscamente, no abre los ojos. Llega el doctor Castro, con

unos enfermeros)

DIANA

Doctor, ha despertado pero con un colapso nervioso. No puede

abrir los ojos.


DOCTOR CASTRO

¡Traigan calmantes!

(Cámara subjetiva, vemos que intempestivamente Santiago

despierta y abre los ojos)

SANTIAGO

¡MAMÁ!

(Corte seco)

Esc. 6

Interior. Casa de Santiago-Cocina. Tarde

Tres meses han pasado. Santiago tuvo que quedarse un tiempo más

luego de que despertó en coma. Ese mismo día ha regresado a su

casa. Conversa con su madre y almuerzan. Santiago se encuentra

muy contento. Ambos están parados en la cocina.

DIANA

¿Quiénes más leche hijo?

SANTIAGO

No mamá, yo me sirvo gracias.

DIANA

No, aun estas muy débil, no te pares

SANTAGO

(Sonríe)

Sí, pero no inútil. Quiero ayudarte má, ya es de por sí bastante

malo que todo un año te la hayas arreglado tu sola.

(Ambos se sientan en la mesa)

DIANA

¿Estás contento de volver a casa?


SANTIAGO

Sí mamá, mucho

(Santiago le sonríe calurosamente a su madre y coge su mano

desde el otro lado de la mesa)

DIANA

Nunca le dejaré de agradecer a Dios de que hayas despertado

hijo, fue todo un año muy horrible. No había ningún día en el

que dejara de visitarte. Ha sido un milagro.

SANTIAGO

(Mira a su madre y se pone a comer)

Yo se má, no hay que hablar de eso, a veces me pone un poco

incomodo. Me siento, como raro. Adaptarme al mundo nuevamente y

encontrar que muchas cosas han cambiado.

DIANA

(Se seca los ojos, que se humedecieron)

Tienes razón hijo. No hay que hablar de esto por el momento.

Mañana es tu cumpleaños. ¿Piensas salir?

SANTIAGO

Prefiero quedarme en la casa mamá.

DIANA

Entonces llamaré a los muchachos para que vengan a verte mañana

por la tarde.

SANTIAGO

Gracias mamá.


(Termina de comer, se levanta y le da un beso en la mejilla a su

mamá)

Esc. 7

Interior. Cuarto de Santiago. Medianoche

Es escuchan ruidos extraños, hace mucho frio y Santiago no puede

dormir. Se despierta.

SANTIAGO

(Se levanta de su cama y cierra la cortina de su ventana)

Qué frio hace

(Observa cómo desde su ventana, unos muchachos encapuchados

caminan por la calle. No pasa ni un solo carro. Santiago cierra

las cortinas. Regresa a su cama)

SANTIAGO

(Se rasca el cabello y mueve su cuello para sacarse unos

conejos)

Mis manos, están algo frías

(Santiago se recuesta en su cama y mira el techo. La sombre de

un árbol de afuera aparece en el techo. Se ven figuras que se

mueven. Santiago parpadea muchas veces. Una luz muy blanca

aparece frente de él, cree ver un ángel, pero sus ojos se

cierran y se queda dormido)

Esc. 8

Interior. Cuarto de Santiago. Amanecer

Cámara subjetiva. Santiago despierta e intenta pararse pero

siente un dolor muy fuerte en la cabeza. Se tambalea. Mira su

cuerpo pues siente que algo ha cambiado en él.


SANTIAGO

(Con la respiración agitada, siente que se la el aire)

Mam…

(Se dirige al baño, piensa que va a vomitar. Solo tose y ve como

las venas de sus manos de hinchan, sus ojos se vuelven de un

pardo claro. El dolor pasa)

SANTIAGO

Mamá… ¿mamá estás ahí?

(Regresa a su habitación. Se sienta en su cama. Un zumbido

fuerte lo hace retorcerse. Todo se hace borroso y se desmaya.

Tiene visiones extrañas.)

Esc. 9

Interior. Cuarto de Santiago. Tarde

La mamá de Santiago y Alonso se encuentran a los costados de su

cama. Santiago despierta.

DIANA

¿Cómo estás hijo? ¿Qué sientes?

SANTIAGO

Me siento algo mareado

DIANA

Me diste un gran susto, te hablaba y no respondías. No has

quedado del todo recuperado.

(Voz en off de Diana que piensa: “mañana mismo regresamos al

hospital para que…” Santiago la interrumpe)

SANTIAGO


Estoy bien mamá, ¡no quiero ir al hospital!

DIANA

Yo no he dicho nada de que

SANTIAGO

Sí, lo acabo de escuchar.

ALONSO

Quizá debas descansar Santiago, estas muy agitado.

SANTIAGO

Alonso, qué bueno que estas aquí, ¿recuerdas donde me

encontraron ese día en el cementerio?

DIANA

¿Qué tiene que ver todo esto? Santiago hijo, me preocupas

ALONSO

Hermano, apenas y nos vimos anteayer en la salida.

(Piensa: “seguro se ha vuelto loco”)

SANTIAGO

No me estoy volviendo loco Alonso, sí, sé que es muy pronto,

pero te lo pregunto enserio, ¿dónde?

ALONSO

Santiago, cálmate, estas asustando a tu mamá

(Santiago reacciona y mira a su madre y se sorprende)

SANTIAGO

Sí, tienes razón. Acompáñame Alonso.

(Santiago se pone de pie)


DIANA

¿Vas a salir ahora? Quédate por favor, no quiero que te vuelvas

a desmayar. Hijo…

SANTIAGO

(Coge de los hombros a su mamá, y le da un beso en la frente)

Mamá, todo va a salir bien. No me volveré a enfermar, te lo

juro, pero tengo que salir justo ahora. Vámonos Alonso.

ALONSO

Yo me encargo de él Diana, no se preocupe. La llamo cualquier

cosa.

(Santiago sale inmediatamente de su cuarto. Alonso lo persigue

casi corriendo)

(Corte comercial)

Esc. 10

Exterior. Calle. Tarde

Santiago y Alonso caminan por la avenida Brasil. Alonso corre

casi detrás de él. Conversan.

ALONSO

Ya, para Santiago. No camines tan rápido.

SANTIAGO

Alonso, debes decirme, donde, qué pasó.

ALONSO

Eres consciente de que te veo por segunda vez luego de un año.

Déjame asimilarlo, por Dios, me asustas a mi también.


SANTIAGO

Debemos regresar al cementerio, debemos.

ALONSO

(Se adelanta y lo coge de los hombros y lo sacude contra una

pared)

¡CÁLMATE DE UNA MALDITA VEZ! No vamos a regresar a ninguna

parte, me escuchaste. ¿ME ESCUCHASTE?

SANTIAGO

(Con la respiración agitada lo mira fijamente y se relaja. Su

mirada a cambia y empieza a gemir)

ALONSO

Sé que algo te h pasado, yo lo sé, te conozco. Cuéntamelo por

favor…

SANTIAGO

No lo entenderías Alonso…

ALONSO

Somos amigo desde niños, habeos primero, y te juro que te

ayudaré, te ayudaré en todo lo que me pidas, pero ¡dime!

SANTIAGO

No me lo vs a creer cuando te o diga.

ALONSO

Santiago, sea lo que sea, no va a cambiar nada entre nosotros,

además nunca he dudado de ti, siempre te he creído, siempre has

dicho la verdad.

SANTIAGO

Esto es diferente. Promete que no se lo dirás a nadie, para mi

es difícil incluso


ALONSO

Nunca diré nada que tú no quieras.

SANTIAGO

(Se sienta en la vereda y mira la gente y los carros que pasan.

Se soba las manos y respira hondo)

He tenido un sueño, extrañas visiones, al dormir. Hoy me levante

y… me siento algo diferente. No sé cómo explicarlo, pero la pasé

muy mal, me sentí casi como enfermo.

ALONSO

Mira, es normal, creo que todo te ha sucedido muy

repentinamente. Todos han llegado a ti estrellado en tu cara, y

no puedes…

SANTIAGO

Yo, se a lo que te refieres, no estoy débil, ya estoy mejor.

ALONSO

(Algo perplejo)

Yo, no he querido…

SANTIAGO

¿Ofenderme? No, yo entiendo, no es eso

ALONSO

Te encuentro algo turbado…

SANTIAGO

¿Ahora entiendes? Alonso, puedo leer los pensamientos de la

gente.

(Alonso se queda boquiabierto, baja la mirada y se coge la nuca)


ALONSO

No sé qué decirte.

SANTIAGO

Se lo que piensas, no me siento ofendido, eres como un hermano

para mí. Esto que me sucede no es normal, yo también estoy

asustado, por eso, necesito respuestas.

ALONSO

No estarás solo, te lo juro. Pero lo único que te puedo pedir es

que no intentes nada. Mira, supuestamente estuviste muerto

clínicamente 3 minutos. Te encontramos teniendo un ataque de

esquizofrenia…

SANTIAGO

Ya veo… ¿pero antes de eso?

ALONSO

(Mira extrañado a Santiago)

No lo sé… Feliz cumpleaños, por cierto.

Esc. 11

Exterior. Campus universidad. Tarde

Han pasado dos semanas después de la conversación entre Santiago

y Alonso. Santiago, por su parte decidió retomar sus estudios,

ya que estaba a punto de terminarlos. Al regresar, la noticia

de que había estado en coma se esparció, y ahora todos lo miran

diferente. Santiago está en las bancas con sus amigos.

ADRIÁN

Qué bueno es que tenerte de vuelta Santiago

SANTIAGO


Lo sé, solo hemos tenido la oportunidad de vernos los cuatro un

par de veces.

ORLANDO

Me alegra mucho que hayas vuelto, aunque ahora estar contigo

cause que el resto de la universidad nos mire extraño.

ALONSO

Eres un tarado enano, como siempre.

SANTIAGO

Tiene razón Alonso, quizá no es buena idea parar juntos.

ADRIÁN

¿Y qué? ¿Vernos furtivamente? Eso sería más extraño aún. No

quiero que piensen que tú y yo tenemos algo secreto.

(Ríen los cuatro)

ALONSO

Por cierto, casi me olvidaba. Ten

(De su mochila, Alonso saca una cámara de fotos profesional)

SANTIAGO

(Contento y sorprendido)

¡¡Mi cámara!! Rayos, casi la olvidaba.

ALONSO

Me olvidé de dártela. Hace un año me la prestaste.

SANTIAGO

A mi mamá le costó mucho conseguirla. Creo que era de mi abuelo.


Esc.12

Interior. Bus. Noche

Santiago se encuentra en un carro, el que habitualmente toma

para regresar a su casa. Se ha sentado al final del carro. Esta

sentado en medio de dos personas a cada lado a su costado. Desde

donde está puede verlo todo. Tiene una mirada seria.

SANTIAGO

(Voz en off)

Esto se torna cada vez más intolerante. Escucho las voces de

todos. Qué desagradable sanación.

Un hombre que está sentado junto la ventana: “¿Cuanto podrá

costarme un televisor plasma? Mejor lo compro robado.

Un muchacho escuchando música:”Tengo que hacer abortar a mi

flaca, yo no puedo ser padre, no quiero serlo.

Una muchacha: “Espero que Fabiola nunca se entere que me metí

con su enamorado y que la engaña conmigo.”

Una señora: “Mañana no sé si me alcanzará para darle de comer a

mis hijos. Tendré que pedir un préstamo y vender mis cosas.”

SANTIAGO

No comprendo cómo es que la gente pueda tener unos pensamientos

tan monótonos, sus vidas son aburridas, obstruidas por la

cotidianidad. He estado en coma en un hospital, pero siento que

ha pasado un siglo, siento que el mundo ha cambiado para mí. No

lo puedo soportar más.

(Se baja del carro y comienza a caminar, escucha las voces de la

gente que pasa a su alrededor)


Esc. 13

Interior. Cuarto de Santiago. Noche

Santiago cierra de un portazo su puerta. Se sienta a los pies de

su cama. Se coge la cabeza y empieza a pensar.

SANTIAGO

No, no, no, esto tiene que tener una explicación lógica,

coherente, esto no es normal. No, no, no.

(Un destello de luz irrumpe en la habitación, enceguecedor, para

lo cual Santiago cierra sus ojos y dos criaturas están frente de

él en una penumbra de la habitación)

SANTIAGO

Qué, ¿quién está ahí?

(Aparece un ángel, con forma humana que está cubierto con una

túnica blanca y le cubre la mitad del rostro, de color blanco,

como el mármol. El otro era un demonio, en forma humana, mucho

más grande que el ángel, con una túnica marrón, ojos pardos

claros y piel clara.)

GABRIEL

(De su voz brotaba un serenidad y quietud, un sonido que no se

asemeja a ningún otro escuchado, de una pureza y suavidad que no

hay criatura en el planeta que la asemeje)

Mi nombre es Gabriel, y soy un ángel. Debo suponer que has

escuchado mucho de mí, y es ahora cuando debes creer que, en

efecto existimos.

ABADDÓN

(La voz de éste era segura, tranquila y grave. En muchos

sentidos brindaba curiosidad. Al hablar pareciera como si

cantara)


Soy Abaddón, demonio del abismo y de la muerte. No hay nada de

qué temer muchacho, por ahora. Seremos buenos amigos si así lo

deseas.

SANTIAGO

¡¿QUE?!… yo, no, yo…

GABRIEL

Es natural que nos rechaces. Verás Santiago, tienes un don muy

especial, nadie más que tú nos puede ver y contactar. No temas.

Estamos aquí para brindarte las respuestas que requieras.

ABADDÓN

Debimos anunciártelo antes, suponemos, pero no hayamos otro

momento más idóneo que este. Tu madre ha salido y no hay nadie

en tu casa. De nada servirá que trates de huir.

SANTIAGO

No le hagan daño…

GABRIEL

Estamos aquí por ti, y nuestra misión es hablarte. Verás, fuiste

el elegido por entre los ángeles y demonios como una de las

personas especiales encargadas de llevar la paz entre el mundo

de los vivos y lo no vivos.

SANTIAGO

¿Por qué yo? ¿Hay más como yo?

ABADDÓN

Hay personas con tu mismos dones, si, pero cada ángel es

designado a diferentes personas. Tú fuiste el elegido porque

conocemos tu vida, y encaja con el perfil de persona que

buscábamos. Tú estuviste muerto y ningún ser humano puede

regresar a la vida a menos que se le conceda un propósito en


concreto para que aun pertenezca aquí. Debiste haberte ido con

nosotros Santiago.

(Santiago, asustado, mira a Gabriel)

GABRIEL

Abaddón y yo hemos adoptado formas humanas para adaptarnos a ti,

ya que así podemos entablar un nexo mejor. Él y yo no buscamos

el mismo propósito, y como debes saber, no somos las mismas

criaturas. Sin embargo, en el mundo de los humanos es inevitable

que ambos convivamos, es la ley la que rige que ambos habitemos

y compartamos los mimos. Depende de ustedes, los humanos, qué

camino elegir.

SANTIAGO

Me estás diciendo, que ustedes siempre están aquí, con nosotros.

ABADDÓN

Siempre

GABRIEL

Ambos bandos

ABADDÓN

Cada ser humano elige a qué voz escuchar.

GABRIEL

Mira por tu ventana, ahora verás a qué nos referimos.

(Santiago sea asoma y ve que las personas que se encuentran

fuera tiene un ángel o un demonio que los rodea, que escuchan)

ABADDÓN

¿Ahora lo vez?

GABRIEL


Tu misión, será redimir tu alma, Santiago, sabemos quién eres y

los pecados que has hecho. Utiliza esos dones para hacer lo que

es correcto

SANTIAGO

¿Y qué es correcto?

ABADDÓN

Lo verás en su debido momento

(Gabriel y Abaddón desaparecen)

(Corte comercial)

Esc. 14

Exterior. Calle. Noche

Luego de que Gabriel y Abaddón se le presentaran, Santiago

decide irse y caminar un poco. Para eso lleva una mochila en

laque guarda su cámara de fotos.

SANTIAGO

(Camina por la avenida Arequipa y va tomando fotos a la gente.

La luz de la noche lo ilumina. Apenas y son las 9:30 p.m.)

El mundo parece estar en quietud.

(Santiago ve a una pordiosera en la calle pidiendo limosna. La

observa con piedad. Continúa su camino. Llega hasta casi la

plaza San Martín. Santiago le pide la hora a un señor)

SANTIAGO

Disculpe, ¿qué hora tiene?


(Antes de que el individuo le conteste, pudo ver un destello

rojo en sus ojos, lo cual lo asustó)

HOMBRE

(Con una sonrisa malévola)

Son las 10 p.m.

Esc. 15

Interior. Bar. Noche

Santiago decide entrar al bar Munich a toma algo para relajarlo.

Como es lugar es acogedor, decide tomar algunas fotos, ya que no

lo notarán porque el lugar está lleno de luces de tungsteno. Se

percata que hay un grupo de jóvenes de su universidad en una

mesa y están hablando.

SANTIAGO

(Pide al mesero)

Un pisco sour, por favor.

(Toma unas cuantas fotos y ve una de las chicas de la mesa. Le

toma una foto)

MESERO

Aquí tiene señor

SANTIAGO

¿Sabe cuánto tiempo han estado ese grupo de la mesa de al

frente?

MESERO

Hace ya dos horas.

SANTIAGO

Muchas gracias. Tenga.


(Santiago tuvo una extraña sensación al ver a uno de los

muchachos que se encontraban ahí. Se toma el trago y se vuelve

para su casa)

Esc. 16

Interior. Cuarto de Santiago. Día

Santiago deja sus cosas cerca de su escritorio. Se ha despertado

algo tarde, es sábado y decide ir al laboratorio fotográfico

done solía ir para relevar sus fotos.

SANTIAGO

Mamá, me voy al laboratorio a revelar las fotos

DIANA

Ayer llamó Alonso por teléfono y no estabas. ¿A dónde fuiste?

SANTIAGO

Salí a tomar unas fotos, má, todo tranquilo.

DIANA

Regresaste algo tarde, te escuché

SANTIAGO

Posiblemente, la verdad no me fije, tuve un día muy agitado

ayer.

DIANA

Bueno. Alonso dice que lo vallas a buscar esta tarde a su casa,

estará con los muchachos. Ah y respecto a lo del laboratorio,

hablé con el señor Tapia y te devolverá tu trabajo de revelado.

SANTIAGO

Mamá muchas gracias. De veras no debiste tomarte esa molestia.

DIANA


Ya está hecho, y justo me ha pedido que cuando puedas vuelvas.

SANTIAGO

Bueno, ma, no me demoro más, estaré regresando para el almuerzo.

Esc. 17

Interior. Oficina del señor Tapia. Mañana

Santiago ha llegado al edificio donde antes trabajaba revelando

fotos. Se encuentra de nuevo con el dueño y le pide que por

favor le preste el laboratorio de revelado.

SEÑOR TAPIA

Es un gusto tenerte de vuelta muchacho. Qué bueno que ya te

encuentres mejor. ¿Ya tienes novia?

SANTIAGO

Apenas y acabo de salir un mes del hospital, señor.

SEÑOR TAPIA

¿Qué tenias?

SANTIAGO

Estaba en coma un año, señor. Mi madre me dijo que lo llamó a

usted…

SEÑOR TAPIA

Ahh, si, si, eras tú, sí, tu madre me dijo. Qué torpe soy, con

tantos empleados. ¿Pero ya tienes novia?

SANTIAGO

(Mirándolo con vehemencia)

No señor, es difícil en estoy días

SEÑOR TAPIA


Qué gracioso, si, porque te iba decir que ni si te ocurra

traerlas al cuarto de revelados.

SANTIAGO

Entonces me lo presta.

SEÑOR TAPIA

Es todo tuyo, total, eres el único que sabe utilizar esos

químicos.

SANTIAGO

Quiere decir que nadie ha utilizado el cuarto

SEÑOR TAPIA

Así es. Ahora está muy de moda eso de la tecnología digital,

ahora todo es por photoshop.

SANTIAGO

Yo prefiero lo analógico, señor. Con su permiso

Esc. 18

Interior. Laboratorio de revelado. Mañana

Santiago abre la puerta con una única llave que el señor Tapia

le entregó. El laboratorio estaba igual a como lo recordaba.

SANTIAGO

Valla, todo está igual a como lo dejé. Empezaré a revelar las

fotos de ayer.

(Vemos como utiliza los químicos, en medio de muchos carretes de

película. El cuarto solo está iluminado con la típica luz roja.)

SANTIAGO

(Con una pinza levanta las hojas del revelado)

A ver, qué tenemos aquí


(Repentinamente Santiago tiene un fuerte dolor de cabeza, que lo

enceguece y empieza a gritar. Tiene visiones, muy vagas y

difusas. Luego de unos instantes vuelve en sí)

SANTIAGO

Dios, mío. ¿Qué ha sido todo esto?

(Cuelga las fotografías en un cordel y observa que la fotografía

que le tomo a la muchacha corresponde a la visión que acaba de

tener)

SANTIAGO

(Se queda pálido)

He visto como es que esta chica va a morir…

(Cuelga el resto de fotografías que logró revelar)

SANTIAGO

Los tipos, uno de ellos es, uno de ellos, la va a asesinar…

Esc. 19

Exterior. Calle. Mañana

Santiago salió corriendo del laboratorio, se dirige a la casa de

Alonso para contarle lo ocurrido. Lo encuentra justo saliendo de

la puerta de su casa.

SANTIAGO

¡Alonso! Qué bueno que te encuentro. Tienes que saber algo…

ALONSO

¿Tu mamá te dijo que llamé?

SANTIAGO

Eso qué importa ahora, tienes que ayudarme con…


ALONSO

(Algo perplejo)

Tengo una cita con una chica, la conocí ayer y me pidió que la

acompañe a no sé donde…

SANTIAGO

Una chica de la universidad va a morir. ¡ESTA NOCHE!

(Corte comercial)

Esc. 20

Interior. Laboratorio de revelado. Mañana

Alonso entendió la seriedad del caso y se fue corriendo detrás

de Santiago cuando este le comenta someramente lo sucedido.

Decide llevarlo al laboratorio para que vea las fotografías.

SANTIAGO

Alonso, puedo ver cuándo van a morir las personas. Al parecer a

través de mi cámara sucede, y me dan la señal. Últimamente he

soñado con esta chica, es muy extraño.

ALONSO

Y has visto como y quien la matará

SANTIAGO

Sí, aunque todo es muy confuso. Tú debes conocerla, ¿la ubicas?

ALONSO

Sí, sí, yo sé quien es… Se llama Luisana Vera, estaba en mi

clase de sociología, me parece.

SANTIAGO

Tienes su número o algo. Tienes que ayudarme

ALONSO


Estas seguro que esto va a suceder

SANTIAGO

¿Confías en mi o no? No permitamos que esta chica sea asesinada.

ALONSO

Pero ¿cómo es que estas tan seguro?

SANTIAGO

Es difícil de contártelo. Soy una especie de elegido. La verdad

no he tenido mucho tiempo de contarte. Jamás me creerías.

ALONSO

Somos como hermanos, puedes contarme

SANTIAGO

Ayer, un ángel un demonio se aparecieron en mi cuarto, me

dijeron que yo era un elegido, que mi misión en la tierra estaba

por verse, que tenía que redimir mi alma. Yo estuve muerto y

regresé de la muerte. Creo que eso no le gustó mucho, no sé si a

Dios o al Demonio…

ALONSO

Me estás diciendo que ha una especie de reclutamiento de

personas en una batalla entre Dios y el Diablo?

SANTIAGO

Hay mucho elegidos, en distintas partes del mundo.

ALONSO

(Mira a Santiago con extrañeza)

¿Hay algo que has hecho que yo deba saber?

SANTIAGO

¿De qué hablas?


ALONSO

Mi tía Rebeca, la hermana de mi mamá, la que era religiosa,

estaba muy metida en cosas de la iglesia y a veces, cuando era

más chico me hablaba de cosas muy extrañas. Alguna vez le

escuché hablar de algo así, como lo que me dices, y las personas

elegidas para estas cosas han nacido bajo un aura distinta, una

estupidez así. Estaban destinadas a sacrificar mucho, de por si

tenían vidas complicadas, pero básicamente, habían cometido

pecados muy graves…

SANTIAGO

(Perplejo)

No lo sé Alonso, no lo sé…

Esc. 21

Interior. Cuarto de Santiago. Tarde

Santiago y Alonso almorzaron ya en su casa. Luego subieron a su

cuarto a discutir el plan.

SANTIAGO

No sé cómo es que puedes comer en una situación como esta

ALONSO

Lo hago, para no estar tan flaco como tú. Bueno, ahora ¿qué? Ya

sabes quien el asesino, ¿verdad?

SANTIAGO

Sí, pero vagamente. Mira ayer fui a un bar. Éste es el tipo

(Le enseña la fotografía, pero el rostro del individuo sale mal

enfocada y no se nota)

SANTIAGO

Es un demonio Alonso, te apuesto a que nadie lo conoce de

verdad. Le pregunté al mesero hace cuanto estaban ahí y me dijo

como dos horas. Era un grupo muy grande de gente como para que

se dieran cuenta que él estaba ahí.


ALONSO

Bien, yo tengo su número. La llamo ahora mismo.

(Suena el celular pero nadie contesta)

SANTIAGO

¿Qué hacemos ahora? ¿Sabes donde vive, cierto?

ALONSO

Adrián es quien sabe

SANTIAGO

No pretendo contarle todo esto. No lo entendería.

Esc. 22

Exterior. Puerta de la casa de Adrián. Tarde

Santiago y Alonso van a buscar a Adrián para preguntarle la

dirección de Luisana. Se dan con la sorpresa de que Luisana se

encontraba dentro.

ALONSO

Hey! Adrián ¿cómo estás?

ADRIÁN

Qué pasa muchachos, estoy algo ocupado

SANTIAGO

¿Conoces a Luisana Vera?

ADRIÁN

Está justo aquí dentro

SANTIAGO

¿Qué? ¿Qué hace ahí dentro contigo?

ADRIÁN

Estamos haciendo un trabajo Santiago, ¿estás bien?


ALONSO

Está algo confundido. Es que no duerme bien.

ADRIÁN

¿Quieren pasar un rato?

Esc. 23

Interior. Sala de Adrián. Tarde

Santiago y Alonso entrar a la sala de Adrián. Había otros

muchachos en la sala. Adrián les presenta a sus amigos.

ALONSO

Hola Luisana, ¿qué tal?

LUISANA

(Algo incomoda, se ruboriza por Alonso)

Bien… ¿y tú?

ALONSO

Oh, bien, vine aquí a visitar a Adrián. No sabía que estaba

ocupado. ¿De qué curso están haciendo?

LUISANA

Historia del arte III

ALONSO

¿También estudias arquitectura con Adrián?

LUISANA

Ah, sí, recién nos conocemos a decir verdad

SANTIAGO

Deja el coqueteo Alonso. Mira quiero saber qué harás esta noche

ALONSO

¡Qué directo!


LUISANA

Bueno, iré al parque de la exposición. Nos podemos encontrar ahí

a las 5 de la tarde.

SANTIAGO

¿Qué? ¿De qué estas habl…?

LUISANA

Te esperaré al costado del museo

ADRIÁN

Muchachos, debo pedirles que se retiren, tenemos que acabar con

esto.

ALONSO

Bien, así se hace Santiago.

SANTIAGO

¿Qué hice?

ALONSO

Tienes una cita con Luisana esta tarde

Esc. 24

Exterior. Parque de la exposición. Anochecer

Santiago se encuentra cerca del museo, con las manos en los

bolsillos esperando a Luisana. Está algo aburrida y observa a la

gente.

SANTIAGO

(Mirando al cielo)

Sólo a mi me tienen que pasar estas cosas…

LUISANA

¿Qué cosas?


SANTIAGO

(Abochornado)

Oh, nada, nada. ¿Cómo estás?

LUISANA

Bien, ¿entramos?

SANTIAGO

Oh, sí, el museo

(Santiago paga las entradas de una exposición de arte peruano

que se está presentado en el MALI)

Esc. 25

Interior. Sala de exposiciones. Anochecer

Santiago y Luisana entran a ver las exposiciones. Santiago se

encuentra un poco incómodo e impaciente.

SANTIAGO

Oye, ¿enserio ibas a venir al museo en la tarde?

LUISANA

No, en realidad iba a reunirme con unos amigos por el jirón

Quilca. Íbamos a ir a Bellas Artes.

SANTIAGO

¿Esa zona no es algo peligrosa?

LUISANA

No, si estas con amigos

SANTIAGO

Oh…


LUISANA

Se nota que no te interesa mucho el arte…

SANTIAGO

¿Qué? No, es solo que tengo varias cosas…

LUISANA

¿Preocupado por algo?

SANTIAGO

Más bien extrañado. Pero claro que sí me gusta, este cuadro es

de Carlos Baca Flor, y este otro es de De Szyszlo

LUISANA

Sí que sabes de arte.

SANTIAGO

Soy fotógrafo. O bueno, mejor dicho, estudié fotografía. Y en

buena parte aprendí de arte.

Esc. 26

Exterior. Casa de Luisana. Noche

Santiago lleva a su casa a Luisana. Se encuentra tranquilo, pues

se aseguró de que nada le sucediera. Se despiden.

LUISANA

Muchas gracias Santiago, la he pasado realmente bien contigo

SANTIAGO

Sí, yo también. ¿Segura que estarás segura?

LUISANA

Me has preguntado eso todo el día. No te preocupes por mí,

enserio que estoy bien.

SANTIAGO

Te veo el lunes en la universidad entonces


LUISANA

Sí, dalo por hecho

(Luisana se acerca y le da un beso n la mejilla. Es la primera

vez que una chica lo besaba en la mejilla. Santiago baja la

cabeza y se queda algo extrañado)

(Corte comercial)

Esc. 27

Exterior. Calle. Tarde

Santiago se ha encargado toda la mañana de cuidar de Luisana.

Por el momento todo ha ido normal. Es domingo y ella no sale

mucho de su casa. Lo cual genera una ventaja. Luisana vive en

Lince. Santiago llama por teléfono a Alonso, se encuentran y

caminan.

ALONSO

Qué tal tu cita con Luisana

SANTIAGO

Supongo que estuvo bien

ALONSO

Es la primera vez que te sucede ¿no?

SANTIAGO

¿Sabes qué fue lo más extraño? No pude leer sus pensamientos.

Simplemente no pude. Es más, todo el rato estando con ella fue

extraño.

ALONSO

Valla, no te conocía así

SANTIAGO


No, yo interferí, de hecho si iba a morir pero yo no

indirectamente la invité a salir. El asesino debe ser cercano a

ella, porque me dijo varias cosas de las cuales estoy pensando.

ALONSO

¿No has vuelto a tener más revelaciones?

SANTIAGO

No, pero sabes, ese día cuando Adrián nos dijo que ella estaba

en su casa, pensé que él era el asesino.

Esc. 28

Interior. Cuarto de Santiago. Noche

Santiago ha regresado a su casa. Está a punto de dormirse cuando

Abaddón se presenta.

ABADDÓN

Buenas noches, Santiago

SANTIAGO

¡Abaddón! ¿Qué demonios…?

ABADDÓN

Bueno sí, ¿qué demonios hace un demonio aquí? Vine porque sé que

necesitas ayuda para descifrar quien será el asesino de tu

amiga.

SANTIAGO

¿Sabes algo que yo deba?

ABADDÓN

Hiciste bien en descubrir uno de tus dones a través de la

fotografía. Fue idea de Gabriel

SANTIAGO


Fue pura suerte

ABADDÓN

Para nosotros no existe la suerte o el azar.

SANTIAGO

¿Qué tienes para mí?

ABADDÓN

Malas y buenas noticias. La mala es que a Gabriel no le va a

gustar que esté aquí y la buena es que cada vez estás más cerca

de irte por nuestro bando.

SANTIAGO

Pero si yo no hice

ABADDÓN

¡Interferiste!

SANTIAGO

Lo sé, alteré el orden, pero no fue a propósito

ABADDÓN

Querías salir con una mujer, Sólo tenías que pedirlo.

(Al costado de la cama aparecen tres mujeres semidesnudas,

seduciendo a Santiago)

SANTIAGO

¡Ya basta! No me harás caer. Entiendo tu juego…

ABADDÓN

Un poco de diversión no te hará daño.

SANTIAGO

No juego con demonios


ABADDÓN

Si quieres saber quién es el asesino, pregúntaselo a tu amigo

Orlando.

(Abaddón desaparece junto con las tres mujeres. Santiago duerme

pero vuelve a tener esas visiones.)

Esc. 29

Exterior. Campus universidad. Tarde

Santiago va a buscar a Orlando, luego de que han salido de

clases, para hacerle unas preguntas.

SANTIAGO

¡Hey, Orlando!

ORLANDO

¿Cómo estas Santiago?

SANTIAGO

¿Estás ocupado?

ORLANDO

Estoy en medio de un trabajo. Un experimento con animales.

SANTIAGO

¿Formol?

ORLANDO

Sí, hoy trajeron botellas de formol para el experimento.

SANTIAGO

Hoy tendrán una conferencia de biología en la noche, ¿no es así?

ORLANDO

¿Quién te lo dijo? Se supone que es una sesión privada.


(Del salón en donde salió Orlando sale un muchacho de contextura

delgada y ojos negros, con unos guantes quirúrgicos manchados de

sangre. Éste llama a Orlando. Santiago se percató de su mirada e

hizo contacto visual. Comprendió todo)

ORLANDO

Sí, espérame un segundo Raúl

SANTIAGO

Lo siento, debo irme Orlando. Nos vemos

ORLANDO

Hey, espera, ¿quién te lo dijo?

Esc. 30

Exterior. Campus. Noche

Santiago se ha quedado detrás del salón de biología esperando

por el muchacho a que salga. Se da con la sorpresa de que

Luisana se dirige a tal salón. Entra pero no hay nadie.

RAÚL

(Se aparece detrás de ella)

¿Esperas a alguien?

LUISANA

Ya vine, ¿qué es lo que querías preguntarme?

RAÚL

Mira, se desde hace mucho tiempo que te gusto, me lo han dicho

tus amigos.

LUISANA

No sé de dónde sacas eso Raúl, tú y yo solo somos amigos…

RAÚL

No trates de disimularlo… ¿Sabías que eres muy bonita?


(Santiago está observándolo todo desde la ventana de afuera.

Raúl cierra la puerta. Coge a Luisana por la cintura e intenta

besarla, pero ella se resiste. Entonces, ve cómo Raúl la intenta

dormir con formol. De los últimos gritos de Luisana, quien se

desmaya, Santiago decide entrar. Patea la puerta con toda su

fuerza, se abalanza y logra romperla.)

SANTIAGO

Sabía que eras tú.

RAÚL

(Su voz empezaba a tergiversarse, a ponerse más grave)

¿Qué? ¡¡¡No puedes ser tú, tu no!!!…

SANTIAGO

Confundiste a Orlando y le persuadiste de irse, al igual que el

resto de la clase. Sabrías que se iría la conferencia.

RAÚL

Morirás… morirás al igual que ella.

(Raúl se eleva por los aires y e abalanza sobre Santiago y lo

ahorca, este le devuelve un puñete, Raúl lo golpea en el

estomago, lo levanta y lo lanza hasta el otro lao del salón

rompiendo varias carpetas. Santiago trata de recuperarse. Se

repone y sigue peleando hasta que el otro lo deja noqueado

porque lo golpea con una carpeta en la cabeza. En ese momento

pensando que estaba completamente, Raúl se acerca donde Luisana

a tratar de sacarle el alma, a través de un beso. De la mano

derecha de Santiago aparece una daga dorada con el símbolo de la

cruz grabada. Santiago se despierta y de un solo salto, a una

gran distancia alcanza por la espalda a Raúl, y finalmente lo

degolló antes de que ataque a Luisana. La sangre se esparce por

todo el lugar.)

SANTIAGO

¡¡Muere para siempre!!


(Su voz estaba agitada, al caer y morir Raúl, se deshace en

polvo.)

LUISANA

Lo mataste. Eres, eres… ¡tienes poderes!

(Santiago no se había percatado de que Luisana había despertado

y lo había visto todo)


Guión piloto (Unitario) “Requiem”

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