GUERRA NAVAL
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CAPITULO I
TEORIA DE LA GUERRA
Nada puede parecer menos práctico que iniciar el estudio de la guerra con una
teoría. La conducción de la guerra es, en tal grado, una cuestión de personalidad, de
carácter, de sentido común, de decisión rápida, que parece imposible someterla a algo
que asemeje a un verdadero análisis científico.
Oficiales altamente científicos han fracasado como conductores militares. Sin
embargo, desde que los grandes teóricos del siglo XIX trataron de crear una teoría
razonada de la guerra, su planeamiento y conducción han adquirido un método, una
precisión y una certeza que eran desconocidas anteriormente.
El estudio teórico de la guerra es fundamental y el error conceptual de los
detractores es creer que de la teoría se obtendrán fórmulas para resolver los problemas
de la guerra.
La teoría no pretende dar la facultar de conducción en el campo de batalla. Sólo
trata de aumentar el poder efectivo de es conducción.
La teoría de la guerra es una cuestión de conocimiento y de reflexión, pero no de
ejecución. Esta depende de la combinación de cualidades humanas intangibles que
denominamos CAPACIDAD EJECUTIVA.
Cuáles son los resultados tangibles que podemos obtener de la teoría?
Se puede, por lo menos, determinar lo normal.
Habiendo determinado lo normal nos hallamos, de inmediato, en mejores
condiciones para comparar cualquiera proposición y podemos proceder a discutir, con
claridad, el valor de los factores que nos inclinan a apartarnos de lo normal. Cada caso
debe juzgarse de acuerdo con su propia importancia pero, sin una base desde la cual
partir, no podemos formar, absolutamente, ningún juicio verdadero. Sólo podemos
adivinar. Cada caso, seguramente, se apartará de lo normal en mayor o menor grado.
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Los mayores éxitos en la guerra han sido las desviaciones más audaces de lo normal y
hechos a sabiendas por hombres geniales que pudieron percibir, en las circunstancias
accidentales del caso, una justa razón para adoptar tal resolución.
Si se encara el estudio teórico de la Estrategia en esta forma, es decir, ni se le
considera como un medio para fertilizar el criterio y la experiencia y no como un sustituto
de ambos, no podrá perjudicar a nadie. El pensamiento individual y el sentido común
seguirán siendo los amos y guías.
Debemos comprender claramente la teoría, antes de aventurarnos en busca de
conclusiones prácticas. La guerra es tan compleja que, sin la guía de la teoría, nos
extraviaríamos en medio de la desconcertante multiplicidad de caminos y obstáculos nos
saldrían a cada paso.
No se trata de implantar una teoría rígida sino de crear algunas bases alrededor de
las cuales sea posible construir, idealmente, nuestra acción. El saber, la inteligencia y el
carácter es entrelazar armónicamente. Solo quien no tenga la costumbre de pensar con
orden lógico y es deje gobernar por impulsos continuos e irracionales, por impresiones
sentimentales incontrolables, no deseará oír hablar de teorías, ni menos aún de ideas,
que le parecerán estar siempre en el campo opuesto al de la acción. No comprenderá
que para actuar en la mejor forma posible será necesario pensar lógica y vibrosamente.
Muchos consideran que la simplicidad de una acción militar significa facilidad y
que, por consiguiente, pueden, en el momento conveniente, emitir la idea necesaria sin
tener necesidad de apoyarse en teorías, que no son para ellos otra cosa que
interferencias a la propia intuición. Para educar y reforzar nuestro criterio, no existe más
que el estudio unido a la práctica y, para tenerlo siempre dispuesto, es necesario apoyarlo
sobre bases doctrinales que den asidero sólido el pensamiento, aún cuando los
acontecimientos remolineen confusamente alrededor de nosotros.
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La importancia y necesidad de conocer la naturaleza de la guerra, de conocer la
teoría de la guerra por parte de estadistas y generales se ha confirmado en las dos
últimas guerras mundiales. El general inglés J.F. Fuller, en el prefacio de su libro La
Dirección de la Guerra, formula una sugerencia tan cierta como irónica:
Al terminar este trabajo se me ocurrió que existe amplio campo para un libro sobre
la Dirección de la Guerra. Debiera ser escrito tanto para los políticos como para los
militares y su lectura habría de ser obligatoria. Lo mejor sería dividido en dos partes:
Como dirigir una Guerra y Cómo no dirigir una Guerra. Para esta segunda parte existe
una superabundancia de material.
El conocimiento histórico ilustra, en general, respecto al pasado; da experiencia
presente y futura sólo a los más capaces, (Saber y Poder). Según Bismarck : Los medios
dicen que aprender a fuerza de experiencia; por mi parte prefiero aprovechar la
experiencia de los demás.
Los ejemplos históricos son la experiencia práctica indirecta que tiene la ciencia de
la guerra y su análisis puede servir a los siguientes propósitos:
1. Aclarar el pensamiento.
2. Aplicar el pensamiento.
3. Probar su efecto.
4. Obtener conclusiones.
La conducción de la guerra exige saber, es decir, conocer la teoría de la guerra; es
la parte ciencia de ella.
También exige poder, es decir, aplicar el saber según las circunstancias; es la
parte arte de la guerra.
Para el conductor es necesario establecer la finalidad. No basta la ejercitación (el
cómo). No basta el conocimiento técnico o el mejor empleo de las armas; es necesario
saber el para qué se está haciendo. El entrenamiento puro no resuelve el problema.
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Es indispensable el conocimiento de la teoría para lograr la solidaridad entre el
Jefe y sus subordinados. Es de valor aún mayor generar esta solidaridad y doctrina
común entre políticos y estrategas en el plano de la Dirección Suprema. Cuán a
menudo no ha ocurrido que estrategas hayan dado su consentimiento táctico para la
realización de operaciones poco aconsejables, simplemente por carecer de las facultades
mentales y verbales necesarias para señalar a un políticos impaciente en qué consistían
los errores de su plan?
Cuán a menudo, por otra parte, ha sucedido que políticos y estrategas no han
sido capaces de decidir sobre un Plan de Guerra coherente, debido a su incapacidad para
analizar científicamente la situación que debían encarar y para reconocer el carácter
general de la lucha que estaban por emprender?
De ahí se desprende la necesidad del estudio teórico y de adquirir la capacidad
para expresarse con claridad para convencer a los demás.
La teoría de la guerra pone de relieve la estrecha relación entre las Estrategias
Institucionales y releva la existencia de una Estrategia Nacional como un todo. Descubre
que la Estrategia Institucional no es independiente y sus problemas no se resuelven con
consideraciones particulares, sino que es una parte de la Estrategia Nacional. La teoría
de la guerra también establece la necesidad de una doctrina común.
El estudio teórico de la guerra nos lleva a establecer ciertos métodos para llegar a
conclusiones correctas que nos permiten concebir, preparar y ejecutar la guerra. Los
problemas de la guerra no tienen una sola solución. Las mentes matemáticas, que no
saben razonar con datos imprecisos y cambiantes como son los del fenómeno bélico,
tratan de fijarlos arbitrariamente, para construir sobre ellos operaciones exactas, que
están fundadas en el vacío. Quien quisiese la prueba matemática de la exactitud de las
decisiones para una operación a efectuar, demostraría no haber comprendido
absolutamente nada del carácter de la guerra.
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Ciertamente que el estudio en detalle de estos métodos corresponden a la Lógica,
que se ocupa de determinar los principios usados para distinguir el razonamiento correcto
del incorrecto pero, brevemente. podemos desde ya establecer que básicamente existen
dos métodos de razonamiento para llegar a conclusiones correctas: el deductivo y el
inductivo.
El primero de ellos es válido cuando sus premisas establecen conclusiones
demostrativamente, e inválidos en caso contrario. Este método de razonamiento va de lo
general a lo particular.
El método inductivo, que empleamos aquí, no aspira como el anterior a demostrar
la verdad de sus conclusiones como derivación necesaria de sus premisas, sino que
solamente afirma su probabilidad. El método inductivo va de lo particular a lo general.
Del análisis de un grupo de hechos particulares se obtiene una proposición o enunciado
general. Los principios de la Guerra han sido deducidos mediante el denominado método
histórico inductivo. Los Principios no deben ser interpretados como reglas rígidas y
precisas, sino más bien como normas que, aún sirviendo de guía, no resuelven por sí
solas los complejos problemas de la guerra. De las campañas del pasado hemos tratado
de obtener ideas generales de aplicación, es decir, que mediante vastas generalizaciones
se ha llegado a obtener ciertos principios, inmutables, inducidos del estudio del pasado.
Más adelante nos referiremos nuevamente a este método de razonamiento cuando
estudiemos en detalle los Principios de la Guerra.
Sin embargo, no debe confundirse este método de razonamiento con el llamado
histórico-contingente que ha llevado a cometer grandes errores, pues se trata de una
simple imitación, muy burda y fardo cerrado, de hechos pasados. Los hechos históricos
no se reproducen jamás y, más aún, cuando parecer convergir hacia otro. Quien sigue
este método, con el pensamiento fijo en la búsqueda de analogías, se separa
voluntariamente de la realidad de la acción para devanar en el ovillo de la memoria.
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La historia enseña, tal vez, más lo que es necesario evitar que lo que es necesario
hacer.
Finalmente, el estudio teórico táctico de la guerra nos permite:
1. Comprender el origen político de la guerra y las relaciones existentes entre
Políticos y Estrategia.
2. Establecer la finalidad de la Guerra, al valor del Objetivo
político y determinar si la guerra será limitada o ilimitada.
3. Obtener una Doctrina Común.
4. Obtener ciertas normas (los Principios de la Guerra) a través
del estudio de la Historia.
5. Obtener ciertas normas (los Principios de la Guerra) a través
del estudio de la Historia.
LA GUERRA Y SUS DEFINICIONES
Desde que existe el hombre civilizado y mientas subsiste la interrogancia de
culturas que coloca a algunos pueblos en inferioridad con relación a otros en la técnica
industrial y bélica, ha habido y habrán pueblos conquistadores y pueblos conquistados,
pueblos dominadores y pueblos sometidos. Sin duda que esta situación no es la ideal.
Se tiene derecho a desear que esto termine y llegue el día en que reine la igualdad y la
paz entre los pueblos. Pero, el que se tenga un ideal, un bello ideal, que ojalá llegue a
realizarse, no nos impide ver la realidad, la triste y cruda realidad de hoy y de ayer y de
todos los tiempos. Y el conocimiento de esa realidad, pero no menos real porque algunos
idealistas lo discutan, es lo que obliga a decir que la guerra no tiene nada de
extraordinario. Es lo corriente y normal. Porque normal significa, simplemente, lo que
ocurre siempre, lo que se repite periódicamente, lo que se presenta en todos los tipos de
la misma especie. Normal no significa ni hermoso, ni laudable ni saludable. Se puede
odiar o amar sin que por eso deje de ser normal. La guerra es normal en la vida
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internacional, como lo es el crimen en la vida interna o las enfermedades. Desagradable
u odioso, pero imposible de suprimir.
La guerra es un acaecimiento natural en la vida de los pueblos. Pretender suprimir
las guerras sería como si creyésemos que vamos a suprimir las enfermedades, anular el
dolor, modificar el régimen de las mareas, dominar los vientos, todo lo cual está mucho
más allá del poder de los hombres.
La guerra es un fenómeno biológico, natural, persistente y social que está por
encima de la voluntad humana.
La guerra no solamente es superior al hombre, sino que tampoco corresponde a
su exclusividad. Las fieras en la selva, las aves en el aire, los peces en los mares, los
microbios en el cuerpo, se encuentran permanentemente en estado de lucha uno contra
otros.
La vida del hombre, desde su creación, no ha sido otra cosa que una batalla por
dos grandes ideales: uno inmediato, defender su vida y su hogar, y otro mediante, el
perfeccionamiento moral y material de la especie.
Así es la humanidad: un continuo pugnar de fuerzas antagónicas que se combaten
constantemente y que sólo se equilibran por su propia oposición.
Si una guerra o una revolución rompe el equilibrio aparentemente estable en que
se vivía, el nuevo equilibrio durará tanto como se demoren en formarse nuevas fuerzas
que vengan a destruirlo. Y, así, se suceden los períodos de calma y de violencia; los
períodos en que trabajan las fuerzas lentas y los períodos en que estallan los bruscos
cataclismos.
Se dice que la paz no existe y que el mundo vive un eterno conflicto de diferentes
gradaciones. Las relaciones en los Estados giran, fatalmente, en un círculo cerrado:
ante-guerra, guerra propiamente tal, post-guerra y de la post-guerra a la ante-guerra, en
una sucesión ineludible.
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La guerra, propiamente tal, ha sido y es un problema tan apasionante que
innumerables escritores, civiles y militares, se han preocupado o se interesan por
solucionarlo. Todos han procurado y procuran definir este acontecimiento y, lógicamente,
sus campos de acción y el criterio político reflejan las ideas que sustentan. A pesar de
que resulta extremadamente difícil sintetizar el complejo problema de la guerra en una
definición, señalaremos, no obstante, algunos conceptos que se han dado de ella.
Cabe hacer presente que con esto no se pretende ajustar el estudio de la ciencia
de la guerra al concepto que surja de su definición, sino mostrar los diferentes enfoques
para analizarlos y lograr una mayor profundidad en el estudio de la guerra.
En un drama terrible, apasionado, sujeto en verdad a tres o cuatro principios
generales, pero cuyo resultado se subordina a una muchedumbre de complicaciones
morales y físicas. Henri Jomini (1779-1869).
La paz perpetua es un sueño y ni siquiera un sueño demasiado hermoso. La
guerra es un elemento de la naturaleza, creado por Dios. Sin ella se estancaría el mundo
y se perdería en el materialismo. Helmuth von Noltke
(1800-1891).
La guerra es la reivindicación del derecho por la fuerza. Andrés Bello.
Guerra es la continuación de la política por otros medios. Es un acto de fuerza
destinado a doblegar la voluntad de lucha del adversario. Karl von Clausewitz
(1780-1831).
Esta última definición se estima como la más completa y acertada y encierra toda
la filosofía de la guerra.
Clausewitz nació en Burg, cerca de Mgdeburg, e ingresó en el Ejército prusiano en
1792. Sirvió en la campaña del Rhin (1793-1794) y, en 1801, ingresó a la Academia de
Guerra de Berlín, entonces bajo la dirección del célebre coronel von Scharnhorst. Siendo
ayudante de campo del príncipe Augusto de Prusia, fue herido y hecho prisionero en
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1806, durante la campaña de Jena. Posteriormente colaboró con Scharnhorst en la
reorganización del Ejército prusiano (1809), siendo transferido al Ejército ruso al
comenzar la campaña de 1812.
Durante la fase final de la retirada de Napoleón desde Moscú, negoció la
Convención de Tauroggen, que dio origen a la guerra de liberación alemana. En la
campaña de 1813 fue nombrado jefe del Estado Mayor del conde Wallmoden y, en 1815,
ocupando igual cargo cerca del general Thielmann, participó en las campañas de Ligny y
Wavre.
Murió víctima del cólera en Breslau en 1831.
Puede apreciarse a través de esta breve nota biográfica que durante toda su
carrera militar no desempeño mando directo alguno para los que, probablemente, no
estaba capacitado.
Fue, sencillamente, un estudioso de la guerra y, después de su muerte, sus obras
completas fueron publicadas en diez volúmenes. Los tres primeros contiene su obra
maestra, Von der kriege (de la Guerra), en la que había trabajado unos doce años y que,
no obstante, quedó incompleta y apenas revisada. Si hacemos un análisis de la definición
de la guerra enunciada por Clausewitz y estudiamos detenidamente los argumentos que
nos presenta Otto de Groce en el Capítulo I de su libro, llegaremos a las siguientes
conclusiones:
1. El origen de las guerras es político, es decir, ellas no son provocadas por
los militares sino por los gobernantes.
2. La estrategia está subordinada a la Política. La meta de la Estrategia es la
victoria. La meta de la Política, la paz que ha de venir.
3. El objetivo Político de la medida de los esfuerzos a desarrollar en la guerra.
4. Establece una relación entre fin y violencia.
5. De acuerdo al valor del objetivo Político, la guerra podrá ser limitada o
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ilimitada.
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EL DERECHO INTERNACIONAL Y LA GUERRA
El derecho Internacional está sustentado en cimientos muy subjetivos, como son la
moralidad y la buena voluntad las que, por cierto, nunca han regido las relaciones
internacionales.
El Derecho Internacional, en consecuencia, jamás logrará impedir la guerra, dada
la naturaleza del hombre y sólo actuará como mediador, en la medida en que no afecte
seriamente los intereses del más fuerte. El Derecho Internacional descansa en la fuerza.
Grocio, Floré y Pauchille coinciden en gran medida en definir el Derecho
Internacional como el regulador de las relaciones internacionales o de sus gobernantes
entre sí; como el que dirige las relaciones de las naciones entre sí y como el que
determina los derechos y deberes respectivos de los Estados en sus mutuas relaciones.
El Derecho Internacional guarda algunas relaciones de diferencias con el Derecho
Nacional y es importante hacerlas resaltar ya que ello nos lleva a confirmar que aquél
descansa en la fuerza. En el Derecho Nacional existe la desigualdad ante la fuerza.
En el Derecho Nacional hay una autoridad que hace cumplir la Ley; en el Derecho
Internacional no hay autoridad, solamente existe la ley del más fuerte.
Finalmente, en el Derecho Nacional el veredicto lo da la Justicia y en el Derecho
Internacional el veredicto final la da la fuerza con la que impone su política.
El Derecho Internacional descansa en la fuerza.
Pascal decía, al respecto: la justicia es impotente sin la fuerza y la fuerza sin
justicia es tiránica; debemos combinar la justicia con la fuerza.
Maquiavelo decía que: No pueden haber buenas leyes donde no existen buenas
armas, y donde se cuenta con buenas armas deben haber buenas leyes.
En su obra maestra, El Príncipe, exhorta al gobernante a tener presente que la
preservación del Poder depende del Poderío Militar.
Federico el Grande decía que: Negociaciones sin armas
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son como música sin instrumentos, dando con ello el concepto de que el sostenimiento de
toda línea política sabe poseer siempre el respaldo de la fuerza, que permite hacer
respetar la posición escogida y la dignidad del pueblo que se debe gobernar.
Harold E. Talbot, Secretario de la Fuerza Aérea de Los Estados Unidos dijo que:
Se existe si se es fuerte. Se muere si se es débil y sin estar preparado. La coexistencia
pacífica puede existir entre el león y el leopardo, pero no entre el león y el cordero.
Los Organismos Internacionales han fracasado en evitar las guerras, por cuanto
descansar sobre principios que no respondan a las realidades de la política internacional.
Para que una Organización Mundial pudiera funcionar eficazmente, haría falta que
los hombres y los pueblos fuesen otros de como la Naturaleza los ha hecho: liberados de
pasiones, de egoísmos, de vanidad, de ansias de poder.
Ante todo, deberían ser semejantes y esto, probado está, no es posible. Existen
los fuertes y los débiles, existen diferentes ideologías, diferentes religiones, existen, en fin,
demasiadas diferencias que separan en vez de acercar.
La Sociedad de Naciones, creada después de finalizada la Primera Guerra
Mundial, fue incapaz de obtener algo más que una moratoria en los problemas
internacionales y ello contribuyó de manera decisiva a la explosión de la Segunda Guerra
Mundial: la cuestión de los sudetes. el problema del corredor de Dantzig, la incapacidad
de llegar a un acuerdo en el problema del desarme, la impotencia de impedir la agresión
de Japón a Manchuria y de Italia a Abisinia.
La Sociedad de la Naciones estaba condenada al Fracaso por el lado de los
vencedores (Estados unidos, Inglaterra y Francia) o se está contra ellos. Al que se opone
a ella se le aplican sanciones económicas o sanciones militares. Las sanciones son
objetables por la misma razón que la guerra es objetable. Ambos tipos de sanciones
conducen, inevitablemente, a reacciones bélicas, es decir, a la guerra. Luego aparece
una organización que emplea la guerra para terminar con la guerra.
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El juicio público internacional sobre la labor cumplida por la Naciones Unidas
(creada al finalizar la Segunda Guerra Mundial) no es del todo favorable debido a que ella
no ha conseguido enteramente su objetivo fundamental: preservar a las nuevas
generaciones del flagelo de la guerra. El más eficiente desempeño de las Naciones
Unidas no ha estado en el plano político. Sus grandes realizaciones sólo han sido en
asuntos económicos y sociales, como en educación, ciencia, protección de la infancia
desvalida, salud, fomento al desarrollo. Ello justifica su existencia y se hace acreedora al
reconocimiento de la comunidad internacional.
Sin embargo, en el campo de la guerra, tan sólo ha llegado a obtener una especie
de armisticio en los conflictos locales, sin impedir las injusticias y sin establecer un orden
verdadero.
Por qué ocurre esto?
Se necesita mucha inseguridad para creer que los delegados de las Naciones
Unidas juzgan según su conciencia, como los magistrados integros. Corrientemente, los
votos son objeto de un verdadero mercado, que se venden o se dan a quien ofrece más
cambio de ellos. Se constituyen alianzas donde no hay cuestión de derecho pero sí de
intereses particulares.
Las Naciones Unidas son una amalgama abigarrada de demócratas, comunistas,
representantes de pueblos semi-primitivos, de grandes potencias o de Estados
Insignificantes, donde todos los votos tiene el mismo valor.
Ahora bien, a diferencia de los juicios civiles en que el Estado tiene el poder para
hacer cumplir la sentencia , las aciones Unidas sólo pueden formular recomendaciones
morales.
Las sanciones, la experiencia lo ha demostrado así, sólo pueden aplicarse a los
Estados débiles y siempre que ellos no estén apoyados por una gran potencia.
Se pudo condenar a la unión Soviética por sus acciones sobre Hungría (1956) o
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Checoslovaquia (1968).
El comportamiento de las potencias occidentales ante estos hechos ha sido
calificado como la mayor vergüenza de la historia contemporánea.
Para ejercer sanciones, las Naciones Unidas debieron disponer de Fuerzas
Armadas propias pero, en el caso teórico que se dispusiera de ellas, sólo podrían ser
empleadas contra los Estados más débiles, lo que equivaldría a la dictadura de los
fuertes.
Hasta el momento, las Naciones unidas no han obtenido más que resultados
parciales y, desde luego, no satisfactorios, pues las decisiones vienen a ser como heridas
no curadas.
Han impedido las guerras?
Las guerras de Indochina, Corea, Vietnam, Suez, Centroamérica, Biafra, Nigeria,
Indopakistana, demuestran la inefectividad de las Naciones Unidas.
Platón dijo que: Ninguna injusticia es peor que la que da la apariencia de Derecho
y esto es, en el fondo, lo que el Derecho Internacional representa.
El famoso internacionalista chileno, don Miguel Cruchaga Tocornal, dijo al
respecto: Desde algún tiempo el Derecho Internacional se encuentra en crisis y desde el
cataclismo de 1914, en descrédito, sobre todo en Europa. La crisis proviene de que no es
posible determinar exactamemte cuáles son los elementos básicos de este Derecho, ni
sus principios en vigor y el descrédito, de que aún sus principios indiscutidos y
fundamentales son violados, sobre todo por las Grandes Potencias.
Le Tribunal de Nuremberg, en lenguaje jurídico, constituye una aberración, una
tremenda injusticia con apariencia de Derecho. Sus jueces son los vencedores, los que
juzgan a los vencidos en nombre de la Humanidad.
Nadie pone en duda los crímenes de guerra que cometieron los alemanes. Pero,
Quién castigó a los rusos por haber asesinado a 1,500 oficiales polacos en los bosques
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de Katyn, o a los americanos por haber lanzado bombas atómicas sobre Hiroshima y
Nagasaki muriendo sobre 80,000 personas, mientras otras 50,000 quedaban gravemente
heridas, o a los angloamericanos por haber bombardeado ciudades indefensas como
Dresde, Hamburgo, Berlín o Bremen, sucumbiendo cientos de miles de personas
inocentes?
Ello demuestra el descrédito del Derecho Internacional. El vencedor siempre
encontrará justificación para no atenerse a los preceptos legales del Derechos
Internacional y el vencido, además de cargar con la derrota, será considerado como
criminal de guerra si hubiere infringido algunos de estos preceptos.
El Derecho Internacional, en consecuencia, jamás logrará impedir la guerra, dada
la naturaleza del hombre y sólo actuará como moderador en la medida en que no afecte
gravemente los intereses del más fuerte.
Ningún Estado incapaz de defenderse puede, razonablemente, esperar que otros
Estados satisfagan sus demandas, tengan en cuenta sus deseos o siquiera reconozcan
sus derechos a sobrevivir.
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EL PACIFISMO
Con respecto al pacifismo, José Ortega y Gasset (1883- 1955) decía en su libro La
Rebelión de las Masas: Hay, en efecto, muchas formas de pacifísmo. Lo único que entre
ellas existe de común es una cosa muy vaga: la creencia en que la guerra es un mal y la
aspiración a eliminarla como medio de trato entre los hombres.
Pero los pacifistas comienzan a discrepar en cuanto dan el paso inmediato y se
preguntan hasta qué punto es en absoluto posible la desaparición de las guerras. En fin,
la divergencia se hace superlativa cuando se ponen a pensar en los medio que existe una
instauración de la paz sobre este pugnático globo terráqueo. Vivimos en un mundo
dinámico, donde se hacen presentes y se enfrentan fuerzas nuevas contra sistemas ya
caducos.
Como casi siempre acontece, el defecto mayor del pacifismo ha sido subestimar al
enemigo. Esta subestima les inspiró un diagnóstico falso. El pacifista ve en la guerra un
daño, un crimen o un vicio. Pero olvida que, antes que eso y por encima de eso,la guerra
es un enorme esfuerzo que hacen los hombres para resolver ciertos conflictos. La guerra
no es un instinto, sino un invento. Los animales la desconocen y es de pura institución
humana, como la ciencia o la administración. Ella llevó a uno de los mayores
descubrimientos, base de toda civilización, al descubrimiento de la disciplina.
Todas las demás formas de disciplina proceden de la primigen que fue la disciplina
militar. El pacifismo está perdido y se convierte en nula beatería si no tiene presente que
la guerra es un genial y formidable técnica de la vida y para la vida.
Pero el enorme esfuerzo que es la guerra, sólo puede evitarse si se entiende por
paz un esfuerzo todavía mayor, un sistema de esfuerzos complicadísimos y que, en parte
requieren la venturosa intervención del genio.
Lo otro es un puro error. Lo otro es interpretar la paz como el simple hueco que la
guerra dejaría si desapareciese; por tanto, ignorar que si la guerra es una cosa que se
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hace, también la paz es una cosa que hay que hacer, que hay que fabricar, poniendo a la
faena todas las potencias humanas. La paz no está ahí, sencillamente presta sin más
para que el hombre la goce. La paz no es ningún fruto espontáneo de ningún árbol.
Nada importante es regalado al hombre; antes bien tiene él que hacérselo, que
constituirlo. Fórmulese el lector cualquiera de los grandes conflictos que hay hoy
planteados entre las naciones y dígase a sí mismo si encuentra en su mente una posible
norma jurídica que permita, siquiera teóricamente, resolverlo. Cuáles son, por ejemplo,
los derechos de un pueblo que ayer tenía veinte millones de hombres y hoy tiene
cuarenta y ochenta? Quién tiene derecho al espacio deshabitado del planeta?
Estos ejemplos, los más toscos y elementales que pueden aportarse, ponen bien a
la vista el carácter ilusorio de todo pacifismo que no empiece por ser una nueva técnica
jurídica.
Sin duda, al derecho que aquí se postula es una invención muy difícil,
exactamente tan difícil como la paz, con la cual coincide.
Está bien que el hombre pacífico se ocupe directamente en evitar ésta o aquella
guerra; pero el pacifismo no consiste en esto. sino en construir la otra forma de
convivencia que la paz. Esto significa la invención y ejercicio de toda una serie de nuevas
técnicas. La primera de ellas es una nueva técnica jurídica que comience por descubrir
principios de equidad referentes a los cambios del poder y su reparto sobre la tierra.
Pero la idea de un nuevo derecho no es todavía un derecho. No olvidemos que el
derecho se compone de muchas cosas más que una idea, por ejemplo, forma parte de él
los bíceps de los gandarmes o sucedáceos. A la técnica del puro pensamiento jurídico
acompaña muchas otras aún más complicadas.
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DEFINICIONES DE ESTRATEGIA
Los actos intelectuales o materiales que exigen la conducción y la ejecución de la
guerra, así como la técnica que se aplica, pertenecen, según los casos, ya sea a la
estrategia o a la táctica, siendo necesario, por lo tanto, establecer las diferencias
esenciales que existen entre ambas.
La etimología no da una primera indicación, aunque en realidad bastante vega.
Estrategia, deriva de una palabra griega que significa expedición militar, campaña. La
palabra táctica provendría, igualmente, de un adjetivo griego que significa regulado,
regular. La estrategia se relacionaría, pues, con la totalidad de una guerra o de una
campaña, en una palabra, con un conjunto, al que ella abarcaría en su integridad y sus
lineamientos generales. La táctica evocaría la idea de movimientos regulares,
netamente definidos, que sólo pueden concebirse en el campo de batalla (si es que él son
posibles), es decir, en el terreno de la ejecución. Representaría el dominio del detalle a
pesar de que el combate, en el que rige la táctica, constituye un detalle de capital
importancia.
Veamos lo que dicen al respecto los autores más destacados que se han ocupado
de este tema y que nos aportan datos más precisos, que no hacen, por otra parte, sino
reforzar, precisándola, la distinción anterior.
A fines del siglo XVIII, período tan fecundo desde el punto de vista de las ideas
militares, se decía que la gran Táctica es la ciencia de los generales en Jefe, puesto que
ella es el resumen y la combinación de todos los conocimientos militares. Esta expresión
de gran Táctica, con la que se designaba, evidentemente. a la estrategia, se usaba
corrientemente en aquella época, en la que comenzaron a debatirse muchas cuestiones
de esta naturaleza, sin darle aún sus nombres modernos. Se hablaba de la cosa antes
de haber creado la palabra. Napoleón, como es sabido, no empleó nunca el término
estrategia; prefería la expresión gran táctica; cuando no empleaba la perífrasis parte
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superior de la guerra, por la que sentía especial predilección.
Según el Archiduque Carlos: La estrategia es la ciencia de la guerra; ella esboza
los planes, abarca y determina la marcha de las operaciones militares; es, hablando con
propiedad, la ciencia de los generales en Jefe.
Clausewitz, dice al respecto que: Existen dos actividades completamente
diferentes entre sí: la Táctica y la Estrategia. La primera ordena y dirige la acción en los
combates, mientras que la segunda coordina los combates entre sí, para lograr los fines
de la guerra.
La Estrategia es el empleo de la batalla en la guerra; la Táctica es el empleo de las
tropas en el combate.
Jomini no se aparta de Clausewitz, cuando dice que la Estrategia comprende todo
lo que sucede en el Teatro de la Guerra, mientras que la Táctica es la manera de
combatir en un campo de batalla.
Federico von Bernhardi, (1840-1930) ha dado la siguientes definición, completa y
sugestiva: La Estrategia es el arte de llevar las tropas al combate en la dirección decisiva
y en las condiciones más favorables.
El Almirante Mahan, por su parte, ha trazado la línea divisoria entre la
Estrategia y la Táctica, en el lugar y el momento en que las fuerzas enemigas entran en
contacto.
Según el almirante Castex la Estrategia es la conducción general de las
operaciones, arte supremo de los jefes de alta jerarquía y de los Estados Mayores
destinados a secundarlos.
La Estrategia prepara los combates, se esfuerza en que éstos se desarrollen en
las mejores condiciones posibles y en obtener de ellos los más grandes resultados.
Enlaza los unos con los otros. Los domina y los coordina a fin de mantenerlos en la línea
directriz que ella se ha fijado, orientándola de acuerdo con el desarrollo de los
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acontecimientos. Mantiene esa orientación general en base a la cual conduce la
campaña y subordina todo a la misma; guía a la Táctica, dejándola en libertad cuando
llega el momento. Por lo tanto, Estrategia antes del combate y después del combate;
Táctica durante el combate, desde el instante en que las armas empiezan a actuar hasta
que dejan de hacerlo.
Moltke dice que la Estrategia señala el mejor camino a la Batalla. Ella dice dónde
y cuándo debe batirse; la Táctica cómo combatir.
El mariscal Marmont dice que la Estrategia es la parte del arte de la guerra que se
refiere a los movimientos generales de los ejércitos.
Si analizamos estas definiciones veremos que todas ellas concuerdan en su fondo,
aunque haya diferencias de forma, en el sentido que estrategia es el acto de conducir los
ejércitos a través del teatro de guerra.
Sin embargo, como lo analiza el almirante Castex en su obra Teorías Estratégicas,
hay otros autores que han dado una acepción diferente al concepto de estrategia.
El General Bonal, el Capitán de Navío Laurent y los autores italianos
Bonamico, Marselli, Sechi y Corticelli estiman, en resumen, que estrategia es todo lo
referente a la concepción, dejando a la táctica lo relativo a la ejecución.
De acuerdo con esta interpretación, en todos los grados de la jerarquía del mando
se realizarían actos estratégicos y tácticos. Desaparecería el concepto de operaciones
estratégicas y acciones tácticas.
Nosotros podemos decir, simplemente, que Estrategia es la disciplina o ciencia
que estudia a guerra.
La Estrategia es compleja en comparación con otras ciencias. Estas se preparan
para su uso inmediato; la Estrategia, en cambio, actúa en caso hipotético. Otras ciencias
se estudian para crear, mantener o mejorar; la Estrategia se estudia para destruir. En
otras ciencias existe la posibilidad de experimentar; en la Estrategia no es posible hacerlo.
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Liddell-Hart, en su libro Estrategia, dice al respecto: El soldado regular no puede
practicar su profesión. En contraste con él, la profesión de médico tiene una incesante
práctica.
En otras ciencias existe intercambio de informaciones, en la Estrategia no hay. Por
último, en otras ciencias hay conceptos absolutos; en la Estrategia todo es relativo.
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LA GUERRA COMO ARTE Y COMO CIENCIA
Precisar si la guerra debe considerarse como un arte o una ciencia será, por las
características mismas del fenómeno un motivo de polémica permanente. Los primeros
en ocuparse de este problema fueron los escritores militares del siglo pasado quienes, al
estudiar detenida y profundamente este aspecto, llegaron a formular dos escuelas, cuyas
cabezas visibles y numerosos discípulos gastaron mucho ingenio y constancia en
defender sus respectivas teorías.
La escuela doctrinaria sustentaba la tesis de que la guerra era un arte. Que ella, la
guerra, se ganaba o perdía, según las características del Jefe Superior, que era el artista
quien, basado en su genio, conducía a las tropas. Para los doctrinarios existía una teoría
artística de la guerra, cifrada primordialmente en hechos absolutos pero no en una
ciencia, derivada de acontecimientos parecidos, a través de diferentes épocas.
El representante más célebre de los doctrinarios fue el escritor militar y general
suizo-francés Henri Jomini.
La escuela ideológica apoyaba la tesis que la guerra constituía una ciencia
fundada en principios y leyes inmutables, evidenciadas por la consideración y el estudio
filosófico de la Historia Militar. Un sostenedor de esta creencia fue el general prusiano
Karl von Clausewitz.
Evidentemente, ambas escuelas son demasiado absolutas. La guerra tiene mucho
de arte y también de ciencia.
Arte, según el concepto general, es una función creadora o, al menos, repetidora,
en la cual interviene la personalidad, la individualidad de quien la ejecuta y utiliza en su
obra elementos materiales y un conjunto de reglas para su empleo.
Ciencia, en cambio, es un conjunto de conocimientos deducidos del razonamiento,
de la observación y de la experiencia.
Si analizamos la conducción bélica a la luz de ambos conceptos, veremos que ella
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tiene mucho de arte. Los grandes capitanes de la Antigüedad, tales como Gengis Khan,
Alejandro, Anibal, etc., utilizando el elemento material de los ejércitos de aquella época y
los principios de conducción rudimentarios que debían haber existido, por lo menos
locamente, produjeron verdaderas obras de arte en la conducción militar, como fueron las
batallas de Granico, Iso, Arbela y Cannas.
Este espíritu creador lo vemos nuevamente en todos los grandes conductores a
través de nuestra era.
Sin embargo, el espíritu investigador del hombre ha requerido conocer el motivo de
los éxitos de estos genios militares, tomado los hechos, los ha analizado, clasificado y ha
establecido relación de causa a efecto para determinar una conjunto de principios para
actuar en la guerra. Así se ha obtenido un conjunto de conocimientos basados en la
observación y en la experiencia, que constituyen una ciencia; la ciencia militar.
Los prusianos derrotaron a los franceses en (1870-1871) con los principios de
conducción napoleónico, que estudiaron y difundieron en sus ejércitos un grupo de
filósofos de la guerra.
Pero, la misma observación y experiencia nos enseña que no basta para ser un
buen conductor, poseer esta bagaje de conocimientos teóricos de la guerra ya que su
aplicación requiere una serie de cualidades personales, tales como el criterio, carácter,
reflejos, en una expresión: condiciones naturales de artista.
Podemos concluir afirmando, en consecuencia, que la conducción bélica moderna
es una combinación de arte y ciencia, y cuya concepción y realización depende,
esencialmente, de la personalidad y capacidad del Jefe.
La Marina de la Defensa Nacional de Guatemala concuerda con los que sostienen
la Dualidad de la Guerra, es decir, que la Guerra es el Arte y Ciencia. Ciencia en cuanto
a su concepción y Arte en cuanto a su ejecución.
La Estrategia, como Ciencia, ha llegado a formular ciertos Principios y, como Arte,
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ciertos Procedimientos.
La Estrategia utiliza estos dos elementos para alcanzar sus propósitos.
Los principios, cuyo estudio particular lo haremos en el Capítulo III, son
instrumentos fundamentales para la Guerra Marítima, invariables, inmutables con el
tiempo e independientes de los medios. Los procedimientos, que son la forma de poner
en acción estos Principios, son variables, dependientes de los medios y dan origen a las
Estrategias Marítima, Terrestre y Aérea.
La Estrategia, vasto conjunto formado por la suma de los Principios y los
Procedimientos, no es inmutable, tiene un carácter variable, ya que una de sus parte (los
procedimientos) no es constante.
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NIVELES DE LA ESTRATEGIA
Nos referiremos aquí, muy brevemente a los tres niveles en que se ha dividido a la
Estrategia, solamente para tener un concepto global de la materia ya que, más adelante,
se tratará en detalle algunos de estos temas y, especialmente, la definición de algunos
conceptos que por ahora serán expuesto someramente.
GRAN ESTRATEGIA O POLÍTICA DE GUERRA:
Corresponde al escalón Político. Es el mejor empleo de todas las fuerzas de la
Nación para alcanzar el Objetivo Político mediante la guerra.
Lleva involucrado el concepto de Guerra Total, es decir, el empleo de los cuatro
Frentes (Interno, Económico, Diplomático y Bélico) en el desarrollo de la guerra.
Elabora la Documentación Primaria: el plan de Guerra Nacional.
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SU FIN ES GANAR LA PAZ.
ESTRATEGIA MILITAR.
Corresponde al Escalón Estratégico Militar Conjunto.
Es el empleo óptimo de todas las Fuerzas Armadas para alcanzar el objetivo
estratégico. Lleva involucrado el concepto de unidad de la guerra.
Elabora la Documentación Secundaria: El Plan de Guerra de las Fuerzas
Armadas y el Plan de Movilización del as Fuerzas Armadas (común para las tres
Fuerzas).
SU FIN ES GANAR LA GUERRA.
La victoria es un medio para obtener la paz como un fin.
ESTRATEGIA PARTICULAR.
Corresponde al Escalón Institucional.
Metas u objetivos parciales cuya suma es contribuir a la obtención del objetivo
estratégico.
Elabora el Plan de Campaña Institucional.
De aquí nacen los Planes Operativos subsidiarios.
El fin de la Estrategia Marítima es el control de las Comunicaciones Marítimas.
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LA ESTRATEGIA Y SUS DELIMITACIONES
El Almirante Castex, al tratar la interdependencia de la política, la estrategia y la
táctica en la conducción de la guerra dice: La Estrategia es como el espectro solar,
presenta una zona infrarroja que constituye el campo de la política y una ultravioleta que
constituye el campo de la táctica, y en la misma forma que el espectro solar pasa a las
zonas invisibles por grabaciones imperceptibles, la Estrategia se reúne con la Política y
con la Táctica cambiando gradualmente de tono hasta confundirse con las mismas. La
Política, la Estrategia y ka Táctica forman pues, un conjunto bien trabado y de ninguna
manera un tríptico de elementos separados netamente entre sí.
Según el Archiduque Carlos: La Estrategia es la ciencia de la guerra; ella esboza
los planes, abarca y determina la marcha de las operaciones militares; es, hablando con
propiedad, la ciencia de los generales en Jefe.
Clauzewitz, dice al respecto: Existen dos actividades completamente diferentes
entre sí, la táctica y la estrategia. La primera ordena y dirige la acción en los combates,
mientras que la segunda coordina los combates entre sí, para lograr los fines de la
guerra.
Jomini no se aparta de Clausewitz, cuando dice que la Estrategia comprende todo
lo que sucede en el teatro de la Guerra, mientras que la Táctica es la manera de combatir
en un campo de batalla.
Los límites de la estrategia no están definidos con la exactitud que permite suponer
la teoría; en la práctica, ellos no responden ni aproximadamente a una realidad tan
absoluta. Por un extremo, la estrategia linda con la política, tiene con ella partes
íntimamente entrelazadas y profundas raíces comunes. Ciertas actividades tienen tantas
partes comunes a la estrategia y a la política, que crean entre estos dos campos de
actividades una zona neutral que pertenece tanto a la estrategia como a la política, siendo
imposible dividirlas. Hay entre ellas una constante interpenetración.
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Por el otro extremo, la estrategia linda con la táctica; pero conviene observar que
esta separación entre ambas, solo es ficticia y no tiene ninguna consistencia en la
práctica.
No es rígida ni mucho menos; por el contrario, es fácilmente penetrable.
La táctica no debería empezar, teóricamente, sino en el momento del contacto o
en que se dispara el primer proyectil.
Antes de entrar a estudiar en detalle estas delimitaciones, podríamos decir que la
política oriente a la estrategia y que ésta, a su vez, oriente a la táctica.
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RELACIONES ENTRE POLÍTICA Y ESTRATEGIA.
Hasta la Revolución Francesa, la guerra estaba exclusivamente circunscrita al
campo militar. No fue sino hasta el 23 de agosto de 1793, cuando por decreto de la
Convención, nació el concepto de la Guerra Total, es decir, interesa o afecta a todos los
habitantes del país. De allí nació, también, el concepto de Nación en Armas.
La Guerra Total, entonces, exige planificar en los cuatro Frentes: Interno,
Económico, Diplomático y Bélico.
El Frente Interno debe mantener cohesionado al país, debe mantener la moral, la
estabilidad y la seguridad. un ejemplo nos lo da sir Winston Churchill, en que ofreció
sangre, sudor y lágrimas al pueblo inglés ante los incesantes bombardeos alemanes
sobre Londres. Sus palabras mantuvieron siempre cohesionado al pueblo inglés ante la
adversidad.
El Frente Económico debe sostener la guerra. Recordemos las palabras de
Raimundo de Montecuccoli (comandante en Jefe del Ejército alemán, nacido en Módena
en 1608), quién dijo que la guerra es dinero, dinero y más dinero. Al respecto se dice que
quien ataca el frente económico, ataca al frente bélico.
El Frente diplomático debe obtener una posición favorable para el país en el
ámbito internacional.
El Frente Bélico aplica el concepto de la Unidad de la Guerra.
Una vez aclaradas estas ideas previas, veamos las relaciones existentes entre la
Política y la Estrategia extraidas, principalmente, de un articulo escrito por John Gellner,
abogado y Comandante en Jefe de la R.C.A.F.
Al respecto expone que: La interdependencia entre la Política y la Estrategia está
implícita en la famosa definición de Clausewitz y es tan grande esta amalgama, que
muchas veces se producen confusiones de ambos conceptos. No obstante, ellos existen
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nítidamente diferenciados con misiones claras y precisas.
Liddell-Hart expresa en su libro, La Estrategia de la Aproximación Indirecta, que:
La distinción entre la Estrategia y la Política carecería de importancia práctica, si las dos
funciones fueran asumidas por una misma persona, como Alejandro, Federico el Grande
o Napoleón.
Sin embargo, tales autócratas militares han sido siempre raros y constituyen una
excepción, y por lo tanto es preciso diferenciar claramente la Política y la Estrategia y
comprender la influencia de una sobre la otra.
Esta interdependencia se presenta tanto en la fase de la preparación de la guerra
como en la guerra misma, por lo que analizaré estas dos fases por separado.
En la fase de preparación, es decir, antes de la guerra, no siempre existen lazos
de unión entre la Política y la Estrategia.
La debilidad de estos vínculos radica en la tendencia generalizada a creer que
jamás una guerra se convertirá en realidad.
En tales circunstancias, la Política absorta en sus numerosos y graves problemas
de tiempo de paz, problemas políticos, económicos y sociales más apremiantes y
concretos, no le da mayor importancia a un problema hipotético y tan complejo como la
guerra.
La Estrategia, sin embargo, consciente de su responsabilidad labora
independientemente, tratando de servir a la Política y haciendo presente en una u otra
forma que: Ningún Estado incapaz de defenderse puede razonablemente esperar que
otros Estados satisfagan sus demandas, tengan en cuenta sus deseos o siquiera
reconozcan sus derechos a sobrevivir.
Los líderes políticos son reacios a admitir que la Política está basada en el Poder y
muy poco en el Derecho.
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Esa es la realidad, lo demás es teoría.
El Estado más débil no puede esperar que el más fuerte resuelva sus problemas.
Se existe si se es fuerte. Se muere si se es débil.
La coexistencia pacífica puede existir entre el león y el leopardo, pero no entre el
león y el cordero.
Existen excepciones y ellas están materializadas por pueblos dinámicos, que
marchan en busca de grandeza o hegemonía, en donde la Política se enlaza a la
Estrategia por vínculos fuertes y visibles, com por pueblos afectados por una amenaza
donde el instinto de defensa hace pensar a los gobernantes en la seguridad de su país.
En ambos casos se produce, con mayor o menor intensidad, la influencia recíproca
de la política y la estrategia.
Cuando ambas marchan de la mano, la Política sigue una línea definida: está
respaldada por la Fuerza. Se puede ver claramente la orientación estratégica del país.
Cuando ambas están divorciadas, la Estrategia ejerce escasa influencia en la línea
política. La política es débil y variable y la orientación estratégica. es indefinida.
Las relaciones entre la política y la estrategia han sido estudiadas desde hace
muchos años por los escritores militares y algunos la han denominado Política de Guerra
y otros Gran Estrategia, definiéndolas como el mejor empleo de las fuerzas vivas de la
Nación (los cuatro frentes) para el logro del objetivo político mediante la guerra.
Volvamos nuevamente al análisis de la Política y la Estrategia en la fase de
preparación de un conflicto. Siendo la política la que determinará la guerra para conseguir
sus objetivos, deberá ser ella quien inspira las concepciones y planes estratégicos.
Sin embargo, por muy grande que sea la ;influencia estratégica en la política, ella
no ha dejado de ser política, habiendo tomado sólo una orientación hacia la guerra para el
logro del objetivo político Nacional.
Del mismo modo, por muy grande que sea la influencia de la Política en la
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Estrategia, ésta no ha dejado de ser tal, es decir, la preparación y el empleo de las
Fuerzas Armadas para el logro de los objetivos estratégicos.
Vemos claramente, y esto es muy importante, que mientras el horizonte de la
estrategia está limitado a la guerra, el de la política mira más allá de la guerra: hacia la
paz que ha de venir.
Esta verdad tan evidente yace en el fondo de la definición de Clausewitz: La
guerra es la continuación de la política por otros medios.
Ello nos está indicando que la guerra es ;un instrumento de la política y, en
consecuencia, la estrategia y la política, aunque tienen misiones diferentes, deben
marchar tomadas de la mano porque se influencian mutuamente.
Ello nos obliga, por lo tanto, antes de la guerra, a hacer una apreciación político-
estratégica de la situación y no a actuar únicamente en base a las apreciaciones
estratégicas o apreciaciones políticas independientes. La historia, sin embargo, nos
muestra la falta de comprensión de esta verdad tan evidente.
Ahora bien, si durante el período de preparación, la política y la estrategia no
siempre marchan estrechamente unidas, en la base de la ejecución, vale decir, de la
guerra misma, deberán obligadamente marchar juntas apremiadas por las circunstancias.
El fantasma de la guerra que, cerrando los ojos no querría ver, impondrá tal
situación.
La Política, responsable de los destinos del país, tratará por todos los medios
facilitar la victoria, a la estrategia en el campo de batalla y su influencia será muy grande.
Tratará de buscar aliados, crea recursos, cohesionar el frente interno, etc.
Y aún más, dada la característica de guerra total de los conflictos actuales, la
política intervendrá directamente en el campo de la estrategia, sin que por ello la función
estratégica pura deje de subsistir.
La trascendencia de la resoluciones estratégicas, es tan grande que no puede ser
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función del mando militar solamente sino que debe ser una manifestación de la voluntad
del gobernante político del país.
No se podrá suponer que estan en trascendentes resoluciones estratégicas sean
sólo tomados por el conductor militar, sino que serán el resultado de una decisión del
conductor político, quien deberá considerar las repercusiones económicas y morales de
tales decisiones. Más aún, las resoluciones del Frente Bélico a veces se escapan del
campo estratégico-militar y pasan al político. Tal es el caso de la resolución sobre el
empleo de la bomba atómica tomada por el Presidente Truman; la guerra submarina sin
restricciones; el bombardeo de Londres en la Segunda Guerra Mundial; la decisión rusa
de replegarse entregando Ucrania; el empleo de los submarinos atómicos con misiles
intercontinentales.
Todas estas decisiones ha escapado o escapan a la Estretegia.
Vemos entonces como durante la ejecución de la guerra se destaca claramente la
subordinación del punto de vista estratégico al político y no podría ser de otra manera ya
que, precisamente, la política es la que engendra la guerra.
Si embargo, esta lógica subordinación de la estretegia a la política que parece tan
clara, no ha sido comprendida o aceptada espontáneamente y ha conducido a
lamentables perturbaciones de criterio. Clausewitz dijo que:
La conducción de la guerra es, en líneas generales, la política misma que ha
cambiado la pluma por la espada, pero no por eso ha dejado de seguir pensando con sus
propias leyes.
Molte el Viejo, por ejemplo, afirmó rotundamente que: La política no debería
entrometerse en las operaciones militares y que para el desarrollo de la guerra son
determinantes, en primer término las consideraciones militares y las políticas cuando no
impliquen algo no admisible desde el punto de vista militar.
La política es la guía tutelar de la Estrategia, ambas se necesitan; ambas se
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complementan; ambas se apoyan mutuamente.
La Política debe proponerle a la Estrategia las mejores bases para actuar y no a la
inversa.
La Política no debe ser un freno para la Estrategia, ni tampoco la Estrategia debe
adoptar resoluciones que comprometan los fines políticos.
La guerra debe concordar completamente con los propósitos de la Política y la
Política se debe adaptar a los medios de la guerra.
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RELACIONES ENTRE LA ESTRATEGIA Y LA TACTICA
Dónde comienza la Estrategia y comienza la Táctica?
Algunos han querido, mediante el ingenio, resolver la interrogante al decir: donde
empieza el ruido del cañón.
Sin embargo, con incurren en errores, ya que los progresos de los medios de
guerra como la aviación, el submarino, los misiles y la electrónica amplían el campo
táctico mucho más allá de los límites del ruido del cañón.
Mahan establece el límite de la Estrategia y la Táctica en el contacto, concepto que
podría considerarse como uno de los más próximos a la verdad, especialmente en la
guerra naval.
Podría estimarse, también, que el límite entre ambas partes de la conducción
militar lo señala la Batalla, lo que sería ratificado con las palabras de Moltke:
La Estrategia señala el mejor camino a la batalla, ella dice dónde y cuándo debe
batirse. La Táctica cómo combatir.
Hay quienes considerar la preeminencia de la Estretegia sobre la Táctica y a la
inversa pero, concretamente, la Estrategia orienta a la Táctica. Las acciones tácticas se
ejecutan para satisfacer a la Estrategia y sus resultados están dirigidos para que en suma
se consiga el objetivo estratégico.
La Estrategia y la Táctica son igualmente importantes y se complementan. Para
comprender mejor su interrelación es conveniente señalar ahora algunos conceptos.
Exito Táctico es aquel que produce daños y desgaste al enemigo pero no provoca
un cambio en la situación general, favorable para uno y desfavorable para el otro, al
alcanzar un objetivo estratégico previsto.
El éxito estratégico presupone la existencia de éxitos tácticos. La suma de éxitos
tácticos producirán en éxito estratégico, siempre que los primeros hayan sido orientados
previamente para alcanzar un determinado objetivo estratégico.
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Aparentemente, la resolución estratégica es más fácil, ya que las decisiones
tácticas se deden tomar en el fragor de combate, pero la importancia de la resolución
estratégica es que de ella depende la suerte del conflicto, no siendo siempre así en
relación táctica.
Es conveniente que el alumno analice a fondo los variados casos históricos que
puedan discutirse con el Profesor, en relación a las delimitaciones entre Estrategia y
Táctica y cómo algunos países, generales y almirantes, han dado mayor o menor
importancia a una u otra, especialmente en aquellos casos equivocados que son los que
más nos enseñan.
Por qué Jutlandia fue un éxito estratégico inglés y un éxito táctico alemán?
Por qué el almirante Jellicoe, según Winston Churchill, era el único hombre en
ambos bandos que podía perder la guerra en una tarde?
La preeminencia de la Táctica sobre la Estrategia en la Supermarina italiana, la
concepción de la Estrategia Marítima alemana en la Primera Guerra Mundial y otros, son
casos que deban analizarse en clase para comprender cabalmente este tema.
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ORIGEN BIOLOGICO Y CARACTERISTICO DE LAS GUERRAS.
BIOLÓGICO:
Al estudiar biología se han conocido ciertas leyes que rigen la existencia humana y
a cuyo imperio ineludible está sujeto el individuo, ya sea racional o irracional.
Los principales son:
Ley de la lucha por la vida: que hace que todos los seres tengan que aplicar su
inteligencia o instinto, y su esfuerzo constante para obtener los medios y elementos que
les permitan la supervivencia pro lo que, fatalmente, necesitan aprovecharse o perjudicar
a un segundo que, a su vez, se defiende de los actos que vayan en su contra y
desmedro. Esta ley trae aparejada otra, no menos importante: el triunfo del más fuerte.
Cuyo significado general es que, en esa lucha por la vida, el más vigoroso, ya sea
intelectual o físicamente, gana la contienda y vive a coste del más débil.
Además, también relacionada con la primera y más esencial de todas, recordemos
la ley que dice: la necesidad crea el órgano.
Es decir, que la parte del individuo que sea más importante y tenga mayor empleo,
para satisfacer una necesidad constante, se desarrolla en razón directa con el esfuerzo
demandado. Y la que la complementa: El órgano que no usa se atrofia. La que no
precisa una mayor explicación.
Estas leyes, que rigen la existencia de los individuos, son las mismas que rigen la
vida de las colectividades, llámense éstas pueblos, reunión de seres pensantes o
colonias. Por ejemplo: una colonia de hormigas o de abejas.
La cuestión es tan evidente que, sin duda, todos estarán de acuerdo en que así es.
Si reflexionamos al respecto podemos llegar a varias conclusiones fundamentales:
1. El origen biológico de la guerra es indiscutible.
2. La ley de la vida, que señala - inexorablemente la necesidad de luchar para
subsistir, creó un órgano para que las colectividades pudieran hacerlo: las
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Fuerzas Armadas. Y este órgano desempeño una función atender esa ley,
combatir por la vida, hacer la guerra, todo cada vez que sea necesario.
Una somera hojeada histórica evidencia cómo los pueblos han llegado a la cúspide
del poderío y bajado de ella o desaparecido cuando, por cualquiera causa, han perdido su
fortaleza y virilidad. En el correr de los milenios la ley de la supervivencia del más fuerte
se manifiesta fehacientemente y, si se mira el presente, también resulta evidente, por
ejemplo, la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Y, asimismo, se
advierte como el descuido y el desuso del órgano militar lo hace atrofiarse y ser incapaz
de sostener la causa de su pueblo.
La consistencia y el mantenimiento de la eficiencia de ese órgano permitieron a
Asiria (Asia Menor), a los faraones (Egipto) a Roma, en casi la totalidad del mundo
conocido en su tiempo, ser omnipotentes y dictar la ley a los pueblos.
El descuido de las cualidades guerreras, la desatención de la Defensa Nacional
llevaron a esos países y, fatalmente, a todos los Estados que sigan su conducta, a la
ruina y a la muerte política.
En tal sentido, las naciones contemporaneas (quizás si más expuestas que nunca
a caer bajo el imperio de las leyes biológicas aludidas, por el recrudecimiento de las
luchas sociales y las crisis económicas) deben tener siempre presente el imperativo de no
olvidad que, inexorablemente, los débiles son el manjar de los fuertes.
CARACTERÍSTICO:
Al estudiar los antecedentes biológicos de la guerra, se han considerado su origen
general, pues todas las contiendas bélicas nacen de la necesidad de luchar por la vida, no
ya en el terreno meramente material (como en las primeras edades ) sino en los infinitos
campos en que esta ley domina en nuestros tiempos: ideológico, político, económico o
social.
Corresponde, ahora, analizar los Orígenes Característicos de las Conflagraciones
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Armadas, es decir, los intrínsecos o particulares que las ocasionan.
Estos son muy diversos y han ido cambiando de importancia y aumentando con
los avances de la civilización, de tal modo que podría afirmarse que a mayor civilización
corresponde mayores causales de conflictos violentos.
Los orígenes de las contiendas bélicas no pueden catalogarse por edades o por
razas, pues se han manifestado conjuntamente desde que la Historia los considera, ni
por su importancia, ya que todos la tienen muy relativa según el grado de adelanto
cultural de las colectividades por ellos afectados.
Además, tampoco es posible delimitar exactamente sus esferas de acción, por
cuanto es muy común encontrar dos o tres orígenes característicos ocasionando juntos
un conflicto violento, en el que el motor principal es uno de ellos pero, más o menos,
ligados a los otros.
El objeto de este estudio es establecer la fisonomía más aproximada que podría
tener la guerra. Es asunto difícil de resolver porque en toda guerra están presentes
factores de orden político, económico, ideológico y moral.
ES UN FENÓMENO PLURICAUSAL.
1. CONQUISTAS.
Tribus nómadas los que poblaban en un mismo pueblo.
Afán de crecimiento y poderío de los pueblos.
2. CUESTIONES DINÁSTICAS.
Influencia en ciertas zonas vitales (Inglaterra, Grecia, Turquía, Irán, etc).
3. IDEOLOGÍA
Políticas (independencia, unificación, Hegemonía).
Sociales.
Religiosas.
4. ECONÓMICAS.
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Expansión territorial (límites, riquezas en la zona disputada).
Expansión colonial.
Imperialismo o hegemonía.
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CARACTERISTICAS, EXIGENCIAS Y CLASIFICACION
DE LOS CONFLICTOS BELICOS MODERNOS.
CARACTERÍSTICAS:
Se ha acentuado su carácter total, es decir, interesa o afecta a todos los habitantes
del país, no solamente a las Fuerzas Armadas, como en el pasado.
Debido al enorme desarrollo experimentado por las comunicaciones (radio,
televisión, prensa), repercute de inmediato en todo el mundo.
Se experimenta un enorme desgaste en poco tiempo.
Menor duración en el tiempo que los conflictos del pasado.
EXIGENCIAS:
Una correcta concepción de la guerra. Comprender su naturaleza y tener un claro
objetivo político.
Requiere una gran preparación integral de los cuatro Frentes y una fuerte
motivación en el Frente interno.
Gran capacidad de la dirección Suprema de la Guerra y los Altos Mandos.
Fuerzas Móviles y Potentes.
Oportunidad de la iniciación.
Cuidar que al término de la Guerra no se produzcan vacíos políticos ni
económicos.
CLASIFICACIÓN:
Desde el punto de vista internacional, las guerras pueden clasificarse en:
Guerras regulares (cumplen con el Derecho Internacional).
Guerras irregulares (no cumplen con el Derecho Internacional).
Los países que ganan la guerra alegarán haber realizado una guerra regular y los
vencidos deberán aceptar haber realizado una guerra irregular.
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Desde el punto de vista de las entidades que participan en el conflicto, las guerras
pueden ser:
Guerras internacionales (entre países).
Guerras civiles (entre connacionales).
Con respecto a la amplitud de la guerra, es decir, de los potenciales que entran en
juego, las guerras pueden ser:
Gran guerra
Guerra localizada o local.
Guerra de guerrillas.
La Segunda Guerra Mundial es un ejemplo de gran guerra, es decir, guerra de
bloques.
La guerra localizada es aquella que se produce entre dos países y que no tiene
mayores repercusiones mundiales por los escasos potenciales de los países en disputa.
Son conflictos en que los Organismos Internacionales pueden actuar para ponerle
término.
Las guerras de guerrillas son procedimientos indirectos de la guerra cuando los
países no tienen el potencial suficiente. Normalmente se emplean en teatros secundarios
apropiados (montañas, bosques) o en las retaguardias o zonas ocupadas por el
adversario. En ellas ;existe un jefe responsable, uniforme que las identifica y con efectivos
que producen éxito estratégico.
Desde el punto de vista del Teatro de Operaciones, la guerra puede ser:
Areo-terrestre-naval
Aero-naval
etc.
Muy raras veces se encontrará un Teatro de Operaciones exclusivamente naval o
exclusivamente aéreo o exclusivamente terrestre.
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De acuerdo al objetivo perseguido, la guerra podrá ser:
A objetivo limitado
Ilimitada
CAUSAS DE LAS GUERRAS
Las guerras no nacen por generación espontánea; tienen sus causas. Las causas
de las guerras pueden clasificarse desde dos puntos de vista: según su verdadera
importancia y según su data.
Según su importancia, se clasifican en:
Reales, es decir, las que efectivamente motivan el conflicto bélico.
Aparentes, las que son tomadas como pretexto para producirlas.
Según data, las causas de la guerra se dividen en:
Lejanas, o sea, las que se vienen evidenciando en el transcurso del tiempo y
terminan por llegar a una magnitud que no admite soluciones pacíficas. Corresponden a
las reales o lejanas.
Inmediatas, las que son tomadas en consideración para producir la guerra en un
momento dado. Corresponden a las aparentes y por ello se habla de causas inmediatas o
aparentes.
Es de suma importancia establecer claramente durante la paz si existen causas
reales y lejanas que puedan arrastrar a un país a la guerra; este análisis sirve para
establecer las Hipótesis de Guerra y orienta a la política internacional.
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EL OBJETIVO POLÍTICO
CONCEPTO GENERAL
La ciencia geopolítica nos demuestra que no hay países satisfechos y la historia de
la Humanidad es la historia de la lucha de los y hombres, de los pueblos, de los Estados,
en una búsqueda permanente de un ideal material, social, político, ideológico o
económico.
Todo individuo debe poseer un ideal para que su vida tenga una razón de ser y a
semejanza de él, todo pueblo destinado a vivir y a perpetuarse, debe poseer un ideal por
el cual luchar en el campo político hasta donde le sea posible, y luego, mediante las
armas, si no le ha sido dable evitarlo.
Este ideal, es decir, el conjunto de aspiraciones de un pueblo, es el que hemos
denominado objetivos político y sus caminos para lograrlo, o él en sí mismo,
normalmente, serán comunes a varios países, y en la lucha por conquistarlo
sobrevendrán las luchas de los pueblos.
El objetivo político como ideal de un pueblo no siempre tendrá la fuerza de un
imperativo, pudendo distinguirse algunas gradaciones en este sentido.
Algunas veces constituirá una necesidad imperiosa la que, por sí misma, se irá
representando a cada individuo y a cada generación, grabándose en la mente de todos
sin que haya necesidad de la prédica para convertirla en doctrina. Tendrá una fuerza
avasalladora que ningún dique artificial podrá sujetar, se desbordará por la primera grieta
que encuentre en los muros que la contienen.
En otras oportunidades, el objetivo político será una necesidad remota, de cubierta
por la mente clarividente de un estadista que no vive las comodidades del presente sino
que los problemas del futuro. El no será comprendido por la masa y será difícil la
preparación psicológica de los individuos para que lleguen a sacrificios supremos por su
conquista.
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Finalmente, dicho objetivo podrá ser una necesidad artificial creada por la mente
ambiciosa de un estadista en busca de grandeza personal o de su pueblo. En este caso,
será necesario la acción de todos los medios de la propaganda y, muy especialmente, la
aparición de un caudillo para crear en la psicología de los individuos y en las multitudes, la
mística para luchar por el ideal concebido.
Sin embargo, lo normal en los objetivos políticos de los pueblos será que tengan
algo de imperativo presente y de necesidad futura y, de acuerdo con los hombres que
rijan sus destinos y de las características de sus pueblos, será mayor o menor la
importancia que se dé a ellos.
La dinámica interior, las místicas nacionales o las políticas imperialistas serán
aquellas características que impulsan a los pueblos tras la conquista de sus objetivos
políticos; la indolencia racial, el dejad hacer, dejad pasar políticos, la falta de ideales
nacionales, serán los factores que entorpezcan el desenvolvimiento de un pueblo en el
concierto de las naciones.
Resumiendo, tenemos que, en consecuencia, los ideales de los pueblos u
objetivos políticos, pueden ser de una naturaleza imperiosa que golpee fuertemente
nuestro ser consciente para representarse, o que permanezcan silenciosos esperando
una mente visionaría que los descubra y los difunda, aparte de aquellos que no han
existido jamás y que son sólo la creación artificiosa de un individuo.
SUS CARACTERÍSTICAS
El Objetivo Político tiene distintas características según se trate de conquistar algo
que se encuentra en manos ajenas, o de mantener lo propio que es deseado por otros
pueblos.
En el primer caso, el Objetivo tiene un carácter positivo y es propio de los pueblos
no satisfechos y nace por reacción interior en busca de la felicidad a expensas de otros.
En el segundo caso, el Objetivo tiene un carácter negativo ya que se trata de
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negar algo propio a la codicia o necesidad de otros pueblos y se presenta, generalmente,
en los países bien dotadas por la naturaleza y por el destino y se evidencia normalmente
por reacción exterior, es decir, que de no haber existido la amenaza desde afuera, el
Objetivo Político habría permanecido inadvertido ya que su manifestación no habría
tenido razón de ser.
La característica positiva o negativa de los Objetivos Políticos es más bien
académica ya que ella influye relativamente en la conducción de la política y
especialmente de la estrategia, puesto que para conseguir un objetivo político positivo lo
natural será la ofensiva, el ataque; en cambio, para lograr un objetivo político negativo no
siempre se procederá defensivamente, ya que la mejor forma de repeler una agresión es
el ataque.
SU NATURALEZA
La naturaleza del Objetivo Político sí que imprime un sello característico a la
guerra.
Denominemos naturaleza del Objetivo Político la forma en que afecta a los
pueblos, la intensidad con que interfiere la vida misma de ellos.
Cuanto más sacrificios exija al enemigo nuestro objetivo político, más obstáculos
encontraremos para lograrlo.
Al respecto, Clausewitz dice lo siguiente:
Mientras menos sea el sacrificio que exijamos a nuestro enemigo, tanto menores
serán, probablemente, sus esfuerzos para negárnoslo; mientras más pequeños sean
éstos, tanto más podrán ser reducidos los nuestros. Además, cuanto más reducido sea
nuestro objetivo político, tanto menos importante será el valor que le atribuiremos y con
tanta mayor facilidad estaremos dispuestos a renunciar a él y, por lo tanto, también
debido a este motivo, más pequeños serán nuestros esfuerzos.
Así, el objetivo político como motivo fundamental de la guerra dará la medida, tanto
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para el objetivo que debe ser alcanzado por medio de las armas, como para los esfuerzos
que sean necesarios.
En consecuencia, al analizar las tareas de la política de guerra en su fase de
preparación, será de gran importancia el análisis del objetivo político para determinar el
carácter de la guerra, la que podrá ser ilimitada o total si el objetivo afecta en forma vital a
los adversarios; de esfuerzos limitados si él no los afecta lo suficiente como para inspirar
el sacrificio supremo, u objetivo limitado si determinadas circunstancias geoestratégicas
permiten este tipo de guerra.
En ésta se trata de conquistar un objetivo geográfico, aniquilando no a las fuerzas
armadas del enemigo, sino que solamente aquella parte de ellas que el adversario quiera
o pueda oponer a nuestra acción.
Es un requisito en esta clase de guerra, la posibilidad de aislar la zona de lucha.
Entre otras formas, mediante el dominio del mar que imposibilita al adversario el envío de
refuerzos a los grandes espacios continentales carentes de vías de comunicación. Los
Estados en lucha no deberían tener fronteras comunes para que la conquista de tales
objetivos sean fronteras comunes para que la conquista de tales objetivos sea posible.
Canadá, en la guerra de Inglaterra con Francia; Cuba, en la guerra hispano-
americana; Crimea, en la guerra ruso-europea y Corea, en la guerra ruso-japonesa, son
ejemplos de una guerra a objetivo limitado mediante el aislamiento del objetivo geográfico
en disputa.
SU CLASIFICACIÓN
La magnitud del Objetivo Político, su distancia en el tiempo o en el espacio, hará
muchas veces que la lucha por conseguirlo, se imponga ;a necesidad de ir por partes o
por etapas, hasta su completa conquista. De allí nacen los conceptos de objetivo político
final y objetivo políticos parciales.
En todo conflicto armado habrá siempre un agresor y un agredido, no en el
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aspecto aparente de quien toma la iniciativa en las operaciones, sino en el aspecto real
de aquel que mediante su política lo ha provocado o tratado de evitarlo, aunque este
último, por razones militares defensivas, se vea obligado a tomar la iniciativa estratégica u
operativa.
Al producirse el conflicto, el agresor lo habrá provocado indudablemente tras el
logro de su objetivo político, el que tratará de conseguir conforme a sus planes
preparados de antemano, íntegramente de una vez o mediante fases sucesivas.
En cambio, cuando un país se ve abogado a un conflicto que su política trato de
evitar, no siempre la victoria lo llevará a la conquista total de su objetivo político, pues ella
no estaba considerada en sus planes. Sin embargo, los sacrificios que el conflicto
impondrá al país, no podrán ser estériles. Por lo tanto, el estadista determinará qué
partido de él, qué fase de su objetivo político podrá verse realizada con la victoria.
Será esta circunstancia una nueva determinante de objetivos políticos parciales.
SU MATERIALIZACIÓN
Para terminar, es necesario dejar establecido que el objetivo político debe ser lo
que inspire la política de un pueblo. Para ello será necesario que el objetivo en sí mismo
y los caminos para alcanzarlo no constituyen el ideal de un hombre ni los procedimientos
de un gobierno, que no sea una aspiración respaldada por una política de vida efímera,
sino que mantenida por generaciones de estadostas a través de una línea política
invariable. Para ello será forzoso que se transforme en doctrina de la Nación, que
mediante su materialización en un documento cuya esencia debe ser divulgada para ser
asimilada por gobernantes y gobernados.
Tal documento es el plan de acción nacional.
Según sea el carácter del objetivo político, según fuera el grado en que afecta a
otros pueblos, así será el grado de reserva que se guarde respecto a él. Y con el fin de
no despertar suspicacias, de no crear conflictos inoportunos, de no producir fricciones
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diplomáticas inconvenientes, será recomendable no estamparlos con todas sus letras en
dicho plan, dejándose tácito en tal caso; estipulándose sólo las medidas, los caminos, que
necesariamente han de conducir a él.
SU INFLUENCIA EN EL INSTRUMENTO BELICO
Por último, la característica, naturaleza y magnitud del objetivo político dará la
pauta de las fuerzas necesarias para lograrlo, ya que es un principio de lógica, de sentido
común, que el éxito en una empresa depende de la concordancia entre el fin deseado y
los medios disponibles
Sin embargo, y aunque podría estimarse una paradoja no es directamente el
objetivo mismo sino que los obstáculos que habrá de vencer para lograrlo los que darán
la medida de los medios necesarios.
Así, en la prosecución de un objetivo político positivo, de reacción interior,
encontraremos la resistencia natural de aquellos que deben perder algo para su
realización, y si ellos son otros pueblos y el sacrifico que le impone nuestro objetivo
político lo afecta de manera vital, esa resistencia será la que ofrezcan sus fuerzas
armadas en el recurso supremo de la política, que es la guerra.
Por el contrario, si el Objetivo político es negativo y ha sido engendrado por
apetitos del exterior y sólo deseamos lo que legítimamente nos pertenece, y en su
mantenimiento vemos empeñado el honor o el destino futuro del país, tendremos que
decidirnos lo cual necesitaremos de un instrumento bélico capaz de repeler la agresión.
En resumen, todas desde el punto de vista ofensivo o defensivo, las fuerzas
necesarias estarán determinadas por la magnitud de las fuerzas del adversario en cada
hipótesis de guerra, en cuyo primer caso se tratará de quebrar el equilibrio de dichas
fuerzas para obtener el objetivo deseado; mientras tanto que en segundo, se buscará
mantenerlo, produciéndose así las conocidas carreras armamentistas entre países o
bloques de potencias, cuya marcha inexorable no podrán detenerlos tratados de paz, de
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no agresión, de limitación de armamentos u otros artificios usados por la política, por
cuanto ellos se dirigen al efecto y no a la causa.
Producida una carrera armamentista, mediante la cual los bandos opuestos tratan
de obtener el instrumento necesario para la conquista de su objetivo político, ella sólo
puede terminar mediante el sacrificio voluntario de una de las partes, o con la lucha
violenta de las armas, y en tal caso la paz durará mientras se mantenga el equilibrio.
Para contrarrestar las funestas consecuencias de estas competencias de
armamentos, la política y la estrategia deben compensar la cantidad por la calidad de las
fuerzas, los métodos rutinarios por la creación de procedimientos más eficaces en el logro
de sus objetivos políticos.
ACTITUDES ESTRATEGICAS FUNDAMENTALES
Las actitudes estratégicas fundamentales son la ofensiva y la defensiva.
La actitud ofensiva pretende cambiar el estado de cosas, va en busca de algo, en
un proceso dinámico y positivo.
La ofensiva es dueña de sus movimientos, es decir, posee la iniciativa (adelantarse
a otro y posee la libertad de acción( actúa sin freno ni condiciones).
Para cumplir y aplicar la ofensiva se deben poseer ciertos requisitos
fundamentales, a saber: Mando capaz, medios adecuados, objetivos bien determinados y
oportunidad en el tiempo y en el espacio.
Estos requisitos son invariables a cualquier nivel y se pueden aplicar en cualquier
actividad.
La ofensiva está íntimamente entrelazada con la guerra porque va en busca de un
objetivo o tras el enemigo, pero se debe aplicar según las circunstancias.
El que se decide pro la ofensiva tiene que determinar dónde atacará. Siempre se
puede suponer que existen dos puntos: el punto más fuerte y el punto más débil.
A cuál de ellos se ataca?
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Se debe atacar al punto de la decisión, que es aquel donde el resultado tiene tal
significación que se traduce en el derrumbe del adversario.
La ofensiva estratégica persigue la conquista de territorios y permanecer en ellos
(está relacionada con el factor geográfico).
La ofensiva táctica, sin embargo, es realizar una sección táctica. Se lleva a cabo y
se vuelve. Significa partir desde un punto, ir, golpear y volver, (no lleva involucrada el
factor geográfico).
La actitud defensiva no busca la decisión, mantiene el estado de cosas existentes;
es una actitud de carácter negativo, elude la decisión entrega la libertas de acción al
enemigo (condicionado a la reacción del enemigo), no tiene la iniciativa (actúa después
del enemigo). Afecta a la moral.
La ofensiva impone, la defensiva soporta.
La defensiva debe ser una actitud transitoria para detener a la ofensiva. Es un
método de gran utilidad de acuerdo a las circunstancias. En la guerra en el mar, el más
débil no puede dar la batalla, debe desgastar (defensiva estratégica).
Definamos el concepto de inmediato.
Defensiva estratégica es una actitud en la cual se elude la decisión en espera de
circunstancias favorables para pasar de la ofensiva. En lo naval, es una defensa activa,
transitoria, para desgastar a las fuerzas enemigas. No existiendo el terreno se emplean
los contragolpes para desgastar al enemigo.
En la defensiva táctica se persigue la defensa de un objetivo (cortina de un convoy,
cortinas antisubmarinas, antiaéreas, etc.).
La ofensiva y la defensiva son buenas actitudes. Su empleo dependerá de las
circunstancias. No se puede decir a priori qué actitud será la más conveniente.
Relaciones entre la Política, la Estrategia y la Táctica desde el punto de vista de la
ofensiva y de la Defensiva.
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La Política establece el Objetivo Político, en que será Positivo o Negativo. La
Estrategia establece el cómo alcanzarlo, si mediante la Ofensiva o la Defensiva.
Los frentes políticos que determinan la guerra no deben tener influencia sobre la
acción militar. la forma política de la guerra y la actitud militar son absolutamente distintas
una de la otra. la Ofensiva o la Defensiva, que no son sino formas de realizar la guerra,
nada tienen que ver con las causas que han originado el conflicto.
Existe gran concordancia entre la Política y la Estrategia cuando el Objetivo
Político es positivo. En este caso, durante la guerra la Política interviene en ciertas
operaciones, ya sea para señalarlas o impedirlas, pero no dice cómo ejecutarlas: si
mediante la Ofensiva o mediante la Defensiva. Esto es resorte de la Estrategia.
Existe discordancia entre la Política y la Estrategia cuando el Objetivo Político es
negativo. En este caso, la Estrategia debiera resolver pero, en la práctica, es la Política la
que puede imponer el cómo (Ofensiva o Defensiva), teniendo en cuenta los siguientes
factores:
Los medios militares disponibles.
La situación internacional y las tendencias del Gobierno.
La mentalidad del país e ideas militares.
Personalidad del estadista.
No se puede determinar anticipadamente cuál actitud será la más conveniente.
Deberán analizarse cuidadosamente todos los factores antes señalados.
En cuanto a las relaciones entre la Estrategia y la Táctica desde el punto de vista
de la Ofensiva y la defensiva el asunto es menos discutible. Aquel que adopte la
Ofensiva en la Estrategia, para la conducción del Conjunto de las Operaciones, lo
adoptará también en la Táctica; en caso último hay una especie de impulso, de velocidad
adquirida.
LOS OBJETIVOS ESTRATEGICOS
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DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
El objetivo estratégico es el que se fija como meta para alcanzar a las Fuerzas
Armadas. Se subdivide en parcial y final. Con el primero se busca una finalidad bélica
intermedia y secundaria, tendiente a facilitar el desarrollo sucesivo de las operaciones,
para posibilitar la completa derrota del contenedor. Son hitos en el camino para
conseguir el objetivo final.
Se llaman sucesivos cuando van escalonados en el tiempo.
El Objetivo Final viene a fijar el término natural de las acciones guerreras. Una vez
obtenido, es un hecho la imposición total y definitiva de la propia voluntad a la del
enemigo. Alcanzando el objetivo estratégico final se ha ganado también, el objetivo fijado
por la Política.
Los objetivos estratégicos se obtienen mediante la Lucha y deben tener un valor y
responder a una razón estratégica.
Los objetivos estratégicos (parciales o final) se clasifican en:
Bélicos propiamente tales. Dirigidos contra las Fuerzas Armadas enemigas.
Geográficos. Pretende la conquista de un lugar geográfico que facilite el desarrollo
de una determinada operación estratégica. en el mar, el objetivo estratégico de carácter
geográfico se llama Posición.
Económicos. Dirigido contra cierta área de valor económico que tenga incidencia
en el desarrollo de la guerra. La neutralización de las Líneas de Comunicaciones
Marítimas es un objetivo estratégico de carácter económico.
Morales. Conquista o destrucción de objetivos que tengan significación moral en el
adversario y que afectan el desarrollo de la guerra.
FORMAS DE CONSEGUIR EL OBJETIVO ESTRATEGICO
Los objetivos estratégicos son alcanzables por los siguientes medios:
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Aniquilamiento de las Fuerzas Armadas enemigas.
La conquista de zonas vitales enemigas.
Bloqueo o aislamiento económico.
Derrota completa del aliado más poderoso.
Los medios enunciados se explican por su solo nombre.
CONSIDERACIONES SOBRE EL OBJETIVO GEOGRÁFICO
El desarrollo de la guerra naval exige, a veces, dirigir los esfuerzos, no hacia la
fuerza móvil enemiga, sino hacia ciertos lugares que pertenecen al adversario, tales como
un puerto, una isla, una colonia, un territorio cualquiera. Se persigue, entonces, un
objetivo geográfico.
En Estrategia Marítima, cuando no se ha conquistado el Dominio de Mar, el
objetivo geográfico solamente es aceptable para mejorar la Posición (área geográfica que
tiene gravitación en el control de las Comunicaciones Marítimas) y para satisfacer
interferencias (acciones de estrategias colaterales).
Para permitir que estas interferencias influyan sobre el objetivo de las operaciones,
es necesario que sean imperiosas ineludibles y urgentes. Deben, pues ser examinadas
cuidadosamente en cada caso, a fin de comprobar si justifican su cumplimiento.
Las Resoluciones Estratégicas deben descansar en la Fuerza y el Factor
Geográfico. Un objetivo estratégico de carácter geográfico debe tener trascendencia
estratégica, si no se convierte en objetivo geográfico puro, integral, exclusivo, entendido a
la manera del siglo XVIII, que menosprecia e ignora continua y sistemáticamente a la
Fuerza Organizada enemiga. Tal objetivo debe condenarse en forma absoluta,
Escoger el Objetivo Estratégico de carácter geográfico se ha prestado, en la
Historia, para cometer errores de graves consecuencias. Es conveniente que el alumno
analice el ataque a Lissa, como un ejemplo clásico de objetivo geográfico puro. (20 de
julio de 1866).
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La geografía impone su ley, decidiendo si la guerra será marítima o terrestre. En
estrategia Marítima existe un dualismo Fuerza y Posición para gravitar en el cumplimiento
de su misión. La Batalla es un medio que tiene la Estrategia para obtener el objetivo
estratégico. En el mar, la Batalla tiene por objeto el control de las Líneas de
Comunicaciones Marítimas.
Es necesario saber cómo servirse de la geografía sin someterse a ella. (almirante
Daveluy).
Jeune Ecóle.
Es una nueva concepción estratégica de la Guerra Marítima que se desarrolla en
Francia a raíz de los conflictos producidos en el mundo entre 1854 y 1894, (excepto la
Guerra del Pacífico de 1879 y las Guerras de Francia de (1866).
Es el fruto del análisis histórico-contingente de catorce campañas que se inician
con la Guerra de Crimea (1854-1855) y finalizan con la Guerra Civil de Brasil, en (1894).
Esta Escuela hace una apología a la guerra de corso, con lo que elimina a
la Batalla, y, por consecuencia, a las Fuerzas Organizadas. También hace una apología
a la geografía sobre la Fuerza, dispersando a los buques a lo largo de la costa para
defenderla. Esta doctrina tuvo una nefasta influencia hasta la Segunda Guerra Mundial,
siendo rebatida por los comandantes franceses Darrieus y Daveluy y ridiculizada por el
almirante norteamericano Mahan.
QUIEN DIRIGE LA GUERRA
Dictador Político.
Conoce a fondo la Política pero no tiene preparación militar.
Dictador Militar.
La guerra se conduce con criterio militar. No conoce a fondo la Política.
Dictador Político-Militar.
Es el ideal. Es difícil encontrar al hombre genial que posea la suma de cualidades
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del político y del militar.
Binomio Político-Militar.
Es la solución más probable en los tiempos actuales. Algo teórico en su real
efectividad por incompatibilidad de características o preeminencia de personalidad.
LA GUERRA DE OBJETIVOS LIMITADO
Está implícita en la definición de la guerra dada por Clausewitz. el Objetivo
Político dará la medida de los esfuerzos que los afectados realizarán para alcanzarlo.
Mientras mayor sea el valor del Objetivo político, mayores serán los esfuerzos y a la
inversa.
Si el Objetivo Político es vital para algunos de los contendores, sus esfuerzos para
alcanzarlo serán ilimitados, dando origen a una Guerra ilimitada o absoluta, en la que el
objetivo final será abatir totalmente al adversario.
Todo gobernante necesita precisar los límites del esfuerzo que se debe desarrollar
para alcanzar el Objetivo Político.
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CAPITULO II
DESARROLLO NORMAL DE LA GUERRA
INTRODUCCIÓN DIPLOMÁTICA
La guerra no estalla por generación espontánea. Existen causas que el estadista
no puede ignorar y que le servirán, previo al inicio del conflicto, para orientar su política
internacional. La guerra se gesta con mucha anterioridad dado que su origen es político y
tiene estrecha relación con el Objetivo Político.
En esta etapa previa a la guerra, el Frente Diplomático tiene un importantisimo rol
que cumplir difundiendo la justicia de la propia causa, buscando aliados, formalizando
tratados, buscando la neutralidad benévola de otros países y motivando la acción contra
el Frente Interno enemigo.
TIRANTEZ DE RELACIONES
Ante la inminencia del conflicto deben adoptarse ciertas medidas previas como la
Movilización secreta y la ejecución de los Planes de Apresto de las Fuerzas Armadas.
El período de tirantez termina con el ultimátum.
ULTIMÁTUM
Es un emplazamiento para una contestación categórica.
Antes, o conjuntamente con el ultimátum, debe decretarse el estado de peligro de
guerra.
LA MOVILIZACIÓN
En teoría, la Movilización no debe decretarse sino hasta recibir respuesta del
ultimátum pero, en la práctica, puede adelantarse, porque la movilización no se considera
un acto hostil según el Derecho Internacional Publico.
La Movilización Nacional es el conjunto de medidas y procedimientos para que el
país pase del estado de paz al estado de guerra. Es un proceso dinámico que abarca el
campo militar y civil, adecuando el Potencial Nacional durante la paz (satisfacer
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necesidades), durante la guerra (ejecuta el Plan) y post-guerra (desmovilización del país),
para satisfacer las exigencias de la Seguridad Nacional.
La Movilización Institucional es el conjunto de medidas de organización,
preparación y alistamiento para pasar la Institución del estado de paz al estado de guerra.
La Movilización, en general, se puede dividir según su magnitud en Parcial y Total;
según su carácter en Secreta y Pública y según su forma, en Simultánea o Sucesiva
La Movilización debe cumplir los siguientes requisitos: Rápida (considerando que
se vive un momento de debilidad).
Ordenada (es fundamental contar con un Plan de Movilización).
Flexible (que no afecte al desenvolvimiento del país).
Segura (para evitar sabotajes).
LA CONCENTRACIÓN ESTRATÉGICA
Constituye el siguiente paso, una vez decretada la Movilización. Se define como la
reunión de fuerzas en un área geográfica para realizar una maniobra estratégica en
demanda del objetivo estratégico.
La concentración exige los mismos requisitos de la movilización, es decir, rápida,
ordenada, segura y flexible.
EL DESPLIEGUE ESTRATEGICO
De la Concentración se pasa al Despliegue Estratégico, el que constituye el
movimiento de las fuerzas en demanda del objetivo estratégico. Es dictado por la
geografía y por la idea de maniobra.
En el mar, el despliegue estratégico puede ser abierta o a distancia (Flota inglesa
en la Segunda Guerra Mundial) o cerrado (Flota Inglesa en la primera Guerra Mundial).
RESULTADO DE LAS OPERACIONES
El choque de las fuerzas trae consigo la Batalla (Triunfo o derrota).
El resultado de la Batalla se analiza desde diferentes puntos. En su esencia, el
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resultado puede ser material o moral. En su magnitud puede ser estratégico o táctico.
Del resultado de la Batalla, se presentan dos Cursos de Acción a seguir: Retirada
o Persecución.
La Retirada, en cuanto a su dirección, puede ser normal, excéntrica o concéntrica.
Puede ser, también, voluntaria o forzada y de proyecciones estratégicas o tácticas.
La Percusión puede ser directa (se persigue directamente al enemigo) o indirecta o
sobrepasante (parte de las fuerzas cortan la retirada al enemigo).
LA PAZ
De acuerdo con el resultado de la Batalla final decisiva, ya sea por agotamiento
económico, por sostenimiento del adversario a la voluntad del otro u otras razones, uno
de los beligerantes inicia las negociaciones de paz.
El Arministicio es la suspensión de las hostilidades para negociar la paz. No
confundir con la Tregua, que es un acuerdo mutuo para suspender las hospitalidades
momentáneamente. Por sus proyecciones, el armisticio es un acto político-estratégico.
Se genera ante la imposibilidad de modificar la situación y en él intervienen los
afectados o una tercera potencia.
El Armisticio presenta algunos peligros, como
ser :
Permite que el enemigo se refuerce.
Presenta contingencias inesperadas.
Se presta para debilitar y desmoralizar al adversario.
Los puntos más importantes que debe contener un armisticio son :
1. Fecha y hora de la cesación de las hostilidades.
2. Condiciones de mantenimiento de las fuerzas de ocupación.
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3. Condiciones de desarme de las fuerzas enemigas.
4. Disposiciones sobre Prisioneros de Guerra.
TRATADOS DE PAZ
A través de la Historia los Tratados de Paz han mostrados ser ineficaces e injustos
y han dado origen a nuevas desavenencias.
El Tratado de Paz se realiza a nivel político y requiere ciertas condiciones
esenciales, como ser : justicia y ecuanimidad, razonable humano y conforme a Derecho.
Deben cumplirse, asimismo, algunas condiciones políticas, como el respeto a la
soberanía consultar soluciones radicales y definitivas; debe ser un acuerdo honrado
entre vencedores y vencidos. Debe reflejar un franco espíritu de reconciliación y
satisfacer mutuas necesidades vitales.
La realidad es que los Tratados de Paz han ignorado, en su mayor parte, estas
condiciones esenciales además de las políticas, sociales y económicas.
La paz perpetua es un ideal, un sueño, y el mundo vive en un permanente estado
de pre-guerra, guerra, y post-guerra.
Así como la guerra es una cosa que se hace, así la paz es una cosa que hay que
hacer.
ORTEGA Y GASSET
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CAPITULO III
PRINCIPIOS DE LA GUERRA
GENERALIDADES
Ya nos hemos referido anteriormente a la guerra como arte y como ciencia. No
podemos dejar de volver, aunque muy someramente, sobre el mismo tema, por cuanto es
el punto de partida para la enunciación de los Principios de la Guerra.
La Guerra, es Ciencia o Arte?
Durante el siglo pasado se discutió mucho sobre este dilema y los autores militares
llegaron a agruparse en dos escuelas que sustentaban tesis opuestas: la doctrina
presentada por el general y escritor suizo-francés Henri Jomini (1779-1869), para quién
existía una teoría artística de la guerra y la escuela ideológica, de la que fue principal
sostenedor el general prusiano Karl con Clausewitz, que apoyaba la tesis de que la
guerra constituía una ciencia fundamentada en principios y leyes inmutables.
Si analizamos los actos bélicos que han jalonado la Historia Militar desde los más
remotos tiempos de la Humanidad, encontraremos que los primeros guerreros como
Genghis Khan, Alejandro y Aníbal no tuvieron antecesores y obraron, siempre, por propia
intuición. Fueron, en realidad, verdaderos artistas creadores del Arte de la Guerra, genios
de su época. En consecuencia, podemos aceptar que en la guerra existe el arte y es tan
artista Napoleón ejecutando su maniobra de ULM como Richard Wagner componiendo
Tanhauser o Parsifal. El arte de la guerra está, entonces, representado por el hacer las
cosas: voluntad firme, presencia de ánimo, empleo atinado y oportuno de los medios, en
el tiempo preciso y en el lugar adecuado.
Los que siguieron a los creadores del arte de la guerra, no se limitaron solamente
a imitarlos, sino que estudiaron sus procedimientos para deducir de ellos nuevas
conclusiones, buscando las causas de los hechos, con los cuales acrecentaron sus
ventajas. Este primer estudio de la guerra constituye en sí, el primer acto científico.
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No podemos negar, entonces, que para conocer la guerra a fondo, debe existir en
ella una importante parte científica.
Ella, la ciencia, está representada por el saber del Comandante, que lo ayuda a
concebir y a ejecutar las operaciones militares.
Nosotros aceptamos la dualidad de la guerra, es decir que es ciencia y es arte;
ciencia en cuanto a su concepción y arte en cuanto a su ejecución material. Luego,
también, decimos que la guerra es saber y es poder hacer.
El conductor militar debe reunir ambas cualidades : la del científico que conoce la
teoría de la guerra y la del artista con imaginación y destreza, para crear resoluciones
geniales o, por lo menos, lógicas. Desde un punto de vista filosófico, este problema
puede resolverse, considerando a la ciencia y el arte como un ciclo perpetuo. El arte de
origen a la ciencia y ésta, a su vez, de nuevos elementos el arte, para que éste siga
creando obras que, nuevamente, estudia la ciencia.
La ciencia de la guerra se basa en principios y normas que han sido deducidas
mediante el método histórico inductivo, es decir, analizando profundamente los hechos
particulares hasta alcanzar la ley o principio general que los rige. Por eso se dice que
este estudio va de lo particular a lo general. Consideramos estos principios como
inmutables, independientes de los medios y que no tienen en sí ningún valor, sino que lo
que realmente vale es su correcta aplicación mediante los procedimientos que constituye
la parte variable de la Estrategia. Los Principios se definen como las reglas
fundamentales de la conducción de la guerra que no constituyen normas rígidas y que, a
través del tiempo, no han sufrido modificaciones sustanciales.
Donde no existe acuerdo alguno es en cuanto al número de los Principios. Sun
Tzu, Napoleón y Fuller citan a seis; el mariscal Ferdinand Foch, a cuatro; Clausewitz, a
cinco; Forrest solamente uno (llegar primero y con lo más); la Armada de Chile, a ocho.
Dijimos que los Principios en sí tienen ningún valor; lo difícil y valedero es
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aplicarlos oportunamente y, en base a ellos, tomar las decisiones más convenientes.
Todos se relacionan entre sí; luego, las decisiones que se toman deberán cumplir, en lo
posible, con todos ellos aún cuando es muy difícil su aplicación sin vulnerar a otro.
LA DISCUSIÓN PARTICULAR DE LOS PRINCIPIOS
La Armada considera cuatro principios puros, que son aquellos que tienen
atributos propios: el Mantenimiento del Objeto, la Acción Ofensiva, la Economía de las
Fuerzas y la Sorpresa.
La Seguridad, la Concentración, la Movilidad y la Cooperación son los Principios
restantes que complementan el efecto de los Principios Puros.
EL MANTENIMIENTO DEL OBJETO
Podemos decir que es el principio orientador por excelencia. Es el principio
maestro sobre el cual descansan todos los otros. Lo esencial consiste en elegir bien el
objeto teniendo siempre en vista la aplicación de los otros Principios de la Guerra y, una
vez elegido, mantenerlo.
Este Principio determina hacia donde se orientan los esfuerzos para cumplir la
misión. Es el que hacer. El objeto de la guerra en el mar es el control de las
comunicaciones marítimas vitales de superficie, para usarles en beneficio propio y
negársela al adversario.
LA ACCIÓN OFENSIVA
Es el segundo paso que se da en el desarrollo del pensamiento guerrero. Se basa
en el cambio de la situación existente y debe ser oportuna en el tiempo y en espacio. En
el tiempo, para explotar la sorpresa, y en el espacio, pues debe estar dirigida hacía el
objetivo que logre la misión. Si este objetivo no está bien definido, con toda
seguridad la ofensiva no estará bien dirigida y todos los esfuerzos que se desarrollen
serán estériles por la ausencia de una finalidad común.
Igualmente, el éxito de la ofensiva tiene mucho que ver con la seguridad y,
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especialmente, con la sorpresa. Requiere de la concentración y su ejecución involucra
movilidad y cooperación.
Estos conceptos sobre la Acción Ofensiva, por otra parte, no significan que haya
de mantenerse un ataque continuo sobre el adversario sino que, de acuerdo a la
situación, se empleará la ofensiva o la defensiva cuando sea oportuno y necesario. Lo
anterior se explica por el hecho de que la Acción Ofensiva exige un gran desgaste, tanto
de elementos materiales como de personal, exigiendo al máximo de las capacidades de
estos dos factores. Si a esto sumamos la posible circunstancia de no obtener el objeto
deseado, debe pasarse a la defensiva en espera de un cambio de la situación para
después volver nuevamente al ataque.
La Ofensiva esta íntimamente ligada a la iniciativa, que significa concebir y ejecutar
antes que el enemigo. El primer concepto involucrado es la iniciativa de movimiento
(moverse antes que el enemigo), la iniciativa estratégica (subordinar al enemigo a
nuestras intensiones)
y la iniciativa de las operaciones, cuando se tienen las dos anteriores.
LA ECONOMÍA DE LAS FUERZAS
No es un concepto restrictivo. Es la más apropiada ordenación de los medios
disponibles, que da la pauta para gastar todo lo que se requiere donde se necesita, pero
economizándolo donde no sea indispensable. Significa gastar sabiamente.
Para lograr es necesario conocer, previamente, cual es el objeto principal de la
guerra u operación y cuales son los objetivos secundarios. Entendida de este modo, la
economía de la fuerzas tiene un sentido muy claro y preciso. Es la economía efectuada
en detrimento de los objetivos secundarios y en provecho del objetivo principal. La
Economía de las Fuerzas tiene una relación directa con la maniobra. Ella implica y exige
la maniobra.
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Sean cuales fueren las ventajas de la Economía de las Fuerzas es preciso, sin
embargo, no exagerar. La Economía de las Fuerzas no consiste en reducir
exageradamente las fuerzas destinadas a las misiones secundarias, sino en consagrar a
cada una de ellas lo que es indispensable.
Sabemos que la dispersión de las fuerzas es una medida de seguridad en el grado
que la concentración requiere para la Batalla. En este caso, es función de la Economía
de las Fuerzas buscar el equilibrio entre estos dos compromisos, que si bien no se
contrapone abiertamente, tampoco están en perfecta armonía. La medida será dada por
la Apreciación de la Situación, que dirá qué es más necesario impulsar o disminuir.
Este Principio tiene que ver también con la Ofensiva y la Defensiva que se
desarrollará en la guerra. Será necesario aplicarlo con gran efectividad, entregando o
retirando medios de los Teatros hacia lugares donde se les requiera con mayor urgencia,
de acuerdo a la situación estratégica; también puede obligar a postergar una operación,
en espera de contar con los medios adecuados para dosificar las fuerzas. La Economía
de las Fuerzas debe ser tal que provea a la Seguridad.
LA SORPRESA
Es una de las más eficaces y poderosas armas que se emplean en la guerra
desde los tiempos más remotos y su resultado ha sido efectivo aunque no siempre bien
aprovechado. Para obtener resultados positivos, la sorpresa debe estar basada en la
facilidad de ejecución y, fundamentalmente, descansaren el secreto de las operaciones.
El Secreto es, quizás, lo más complejo y difícil de conseguir, debido a la
ramificación y proyecciones que éste tiene. A medida que transcurre el tiempo y por
condición de la propia naturaleza humana, hay más posibilidades para que éste sea
vulnerado y, en consecuencia disminuyan las expectativas de obtener la sorpresa
deseada. El secreto de las operaciones debe ser guardado por el Servicio de Inteligencia,
trabajando activamente antes y durante el desarrollo de la guerra. Otro aspecto de la
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seguridad consiste en el control de los órganos de difusión que para los agentes son
buenas fuentes de informaciones por las indiscresiones en que frecuentemente incurren.
El secreto o grado de reserva que se da a las telecomunicaciones, sean claves o
códigos, contribuyen a la empresa.
Otra forma es la diversión, la que comúnmente se hace para ocultar el ataque
principal propio. Por otra parte, el exceso de celo o secreto innecesario puede tener
consecuencias contrarias por desconocimiento sobre determinadas materias, lo que
puede llegar hasta perjudicar la mantención del objeto.
Las consideraciones anteriores nos llevan a clasificar la sorpresa según su
aplicación y circunstancias en :
1. Sorpresa estratégica, que consiste en adoptar una línea de operaciones no
prevista por el adversario. Presentarse ante el enemigo con fuerzas
desconocidas en un momento inesperado.
2. Sorpresa táctica, que consiste en el empleo inesperado de un nuevo
método o procedimiento táctico que desconcierte al adversario en las
primeras acciones.
3. Sorpresa material, que se obtiene por el empleo de nuevas armas,
diferentes a las ya conocidas.
4. Sorpresa moral, cuando se demuestra una capacidad superior en el Mando
y en la conducción de la guerra diferente a la prevista por el adversario.
La Sorpresa puede ser también Parcial, cuando se sabe el
donde y el cuando
LA SEGURIDAD
Tiende a evitar las acciones sorpresivas del enemigo.
Es, simplemente, el conjunto de precauciones que se toman en toda actividad
guerrera para guardar la necesaria reserva sobre nuestras operaciones o intenciones,
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con el fin de no ser sorprendidos. Por lo tanto, la seguridad no es un fin, sino un medio
que ayuda a la consecución del objetivo perseguido.
Tampoco es timidez ante el peligro ni representa un estado de excesiva prudencia
en el desarrollo de la guerra. No sino la reacción natural de la experiencia guerrera
contra los desastrosos efectos que se hayan experimentado ante la acción sorpresiva de
un adversario vencedor.
Este principio debe estar estrechamente relacionado con la Acción Ofensiva que
pretende desarrollarse, pues ella, la seguridad, suprimirá, disminuirá o aminorará los
naturales e inevitables riesgos que hay en toda operación de guerra.
Tener la seguridad sin un propósito determinado no tiene sentido no en lo
estratégico ni en lo táctico.
La Seguridad actúa en dos formas, en lo relativo a informaciones y en lo relativo a
la acción. En ambas tiene un aspecto preventivo y otro reactivo. En las informaciones, la
Inteligencia y la Contrainteligencia cubren ambos aspectos, mientras por la acción, el
aspecto preventivo está representado por la exploración, el patrullaje, las cortinas, y el
reactivo, por la acción de las propias armas.
También se habla de la seguridad moral que es, en síntesis, la confianza que
imprimen los Jefes a su personal y, recíprocamente, una dotación bien entrenada, con
valor y espíritu combativo, del conjunto de un buque, una Unidad o una Flota.
LA CONCENTRACIÓN
Marchar divididos y pelear juntos es una frase que nos da la idea más exacta del
significado del Principio de la Concentración y su compromiso con la dispersión. Este
Principio nos indica lograr la superioridad relativa en el punto en que se busca la decisión
y para ello debe obtenerse la Concentración en el espacio y en el tiempo.
Hoy, en la época de los Ejércitos mecanizados y cuando las telecomunicaciones
han alcanzado un tal alto grado de eficiencia, tal efecto es posible mucho más de lo que
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era en el pasado, pero hay que guardarla debida reserva de seguridad para que la
concentración falle por causas imprevistas.
El espacio limita a la Concentración, haciéndola más fuerte o más débil y, en el
tiempo, la hace o no posible.
Cada uno de los adversarios tratará, por todos los medios, de encontrarse en
condiciones superiores al contenedor en el momento en que deba sobrevenir el choque,
por lo tanto, el tiempo juega un rol importante en este período, durante el cual se prepara
y busca la Concentración. El tiempo y el espacio tienen, pues, una influencia de primer
orden en la forma en que la Concentración va a efectuarse. Por eso es que la movilidad,
que es tiempo y es espacio, favorece a la Concentración y junto con ella la Economía de
las Fuerzas que tiene que ver con la distribución. En resumen, podemos decir que no
debemos dispersarnos en el espacio más allá de lo que podemos concentrarnos en el
tiempo, lo que da una forma y límite a la Concentración. Un excelente ejemplo de la
correcta aplicación del principio de la concentración lo tenemos en el Plan SHO japonés
para la Batalla Naval por el Golfo de Leyte.
No sólo la movilidad y la Economía de las Fuerzas tienen relación con la
Concentración. También la tienen el Mantenimiento del Objeto, la Sorpresa, la Acción
Ofensiva y la seguridad. Un objeto mal elegido o la elección de varios Objetos a la vez,
nos llevará a la pérdida de nuestros esfuerzos en el primer caso y al debilmente en el
segundo. La Sorpresa contribuye eficazmente al éxito de la Concentración, evitando la
contramedida del enemigo y haciendo la acción más potente y decisiva. En cuanto a la
Acción Ofensiva, la Concentración debe tener por fin la Batalla y por intermedio de ella, la
destrucción del enemigo.
Por deseable que sea la Concentración, será exagerado hacer de ella una regla
absoluta, inmutable. En algunos casos deberá admitirse, aún buscarse cierto grado de
dispersión de las fuerzas, por lo menos momentáneamente, pero con el compromiso de
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que puedan volver a reunirse, de acuerdo a la situación que se viva. Es decir, supone un
ordenamiento de los medios en cuanto a los límites de tiempo y espacio, que logra la
conservación del potencial de las fuerzas, y que aplica una correcta dosificación de éstas
en el combate.
La Concentración para la batalla en el mar tiene una forma un tanto diferente a la
batalla terrestre. No se trata en ella de apiñar unidades en un punto, sino de distribuirlas
en un despliegue estratégico, de tal modo que puedan apoyar la acción de las otras y que
el conjunto trabaje por la realización de una idea común. En el mar podemos, por lo
tanto, mantener nuestras fuerzas y distantes y estar a la vez concentrados, lo que a
primera vista parecer ser una paradoja y, sin embargo, no hay tal. Las Fuerzas pueden
ubicarse en tal disposición que, aunque separadas, en un momento dado puedan unirse
entre sí y ser superiores al enemigo, antes de que éste pueda, a su vez, concentrar sobre
una de ellas un poder superior.
La Concentración se puede realizar de dos formas :
1. En la Batalla, con lo que se corre el riesgo de ser batido en detalle.
2. Antes de la Batalla, lo cual es más seguro, ya que se es fuerte con la debida
oportunidad.
LA MOVILIDAD
Es el vínculo que lleva a la fuerza a la mejor posición para cumplir su objetivo.
Viene a presentar el medio para aplicar los otros Principios. Por ejemplo, para llegar a un
punto lo más rápidamente posible, se necesita, junto con la Movilidad, la Cooperación y la
Seguridad, y la combinación de éstos es el poder o la capacidad para mover una fuerza y
luego retenerla. Debemos distinguir entre la Movilidad Estratégica, que es la capacidad
para desplazarse y permanecer y que está íntimamente ligada al apoyo logístico y a la
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Movilidad Táctica que involucra flexibilidad, homogeneidad y rapidez.
Hay otros aspectos colaterales del problema que conviene mencionar. Estos son
los buenos enlaces técnicos y la necesidad de doctrinamente y de cooperación, que
representan el elemento aglutinador del conjunto. Debemos agregar que con la Movilidad
es posible ejecutar la Maniobra y ésta es fundamental en la Batalla.
La Movilidad para que pueda realizarse sin dificultades y en forma permanente,
dependerá en mucho de la buena organización logística y, en consecuencia, de sus
líneas de comunicaciones. Porque mientras mayor seguridad haya en el
aprovisionamiento, mayor será la movilidad, y para que ésta
alcance puntos cada vez más distantes, tendrá necesidad de grupos de apoyo móvil, de
reabastecimiento en la mar y de nuevas Bases.
Como consecuencia del enorme gasto que suponen los factores que se han
mencionado, la tendencia actual es la de resolver la guerra con la mayor celeridad
posible, de modo que la movilización, concentración de fuerzas y las operaciones mismas
se efectúen con el máximo de rapidez para reducir al mínimo el tiempo de guerra y, en
consecuencia, los recursos que se requieran.
En el mar, la Movilidad de los buques y las Flotas depende de diversos factores,
siendo los más importantes el rápido, eficiente y oportuno apoyo logístico; el radio de
acción, la velocidad y las condiciones marineras.
La Movilidad de las fuerzas terrestres ha sido afectada por diversos agentes a
través de la Historia. El empleo del caballo como elemento de transporte y de la
caballería como fuerza combatiente, trajo como consecuencia un aumento en la movilidad
de los ejércitos; las nuevas armas automáticas reducen esta ventaja y acarrean
problemas de abastecimiento por la munición requerida. Al aumentar las armas pesadas,
el ejército se hace menos móvil y menos flexible. Posteriormente aparecen en el
escenario de la lucha los tanques, arrasando las trincheras a donde había sido regalada
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la infantería por efecto de las nuevas armas.
A continuación se inicia la era de la motorización, de las unidades blindadas y el
transporte aéreo que han venido a acelerar el ritmo de la guerra y a hacerla cada vez más
móvil de acción más rápida y efectiva. La Movilidad tiene un inmenso campo y significado
en la guerra moderna. Por ella, la Maniobra se facilita y las fuerzas están en continuo
movimiento. Las Flotas son mucho más móviles que los ejércitos y por esta razón el
ejército aprovecha las ventajas del transporte por mar y, a su vez, los aviones son más
móviles que las Flotas, aunque el buque tiene mayor movilidad estratégica que aquél.
En resumen, la Movilidad facilita la Maniobra, hace posible la Concentración y
permite una mejor Cooperación en los medios, facilita la Ofensiva y provee Seguridad a
las Fuerzas.
LA COOPERACIÓN
Es el esfuerzo mancomunado del Político, del Militar del Marino, del Aviador y del
Civil en pro de la Unidad de la Guerra, muy en especial hoy día, en que impone el
concepto de la Guerra Total. Es un concepto de unión, de simultanidad del esfuerzo, que
aglutina todos los otros. La Cooperación se basa en la Doctrina Común y afecta el plano
político, el estratégico y el táctico. El primero, corresponde al nivel Fuerzas Armadas-
Gobierno y tiene íntima relación con los vínculos existentes entre la Política y la Estratégia
y, por ende, con la definición misma de la Guerra que hace Clausewitz. En el plano
estratégico, corresponde al nivel inter-institucional y requiere un acabado conocimiento
por parte del Ejército, Marina y Aviación, de las capacidades y limitaciones de las otras
Instituciones.
Es, desde todo punto de vista, conveniente que la Cooperación inter-institucional
comience desde la paz y la mejor forma de obtenerla en mediante el trabajo conjunto en
l,a planificación y el entrenamiento. Para realizar esta cooperación, debe contarse con un
Organismo que la dirija y prepare, que en el caso nacional corresponde al Estado Mayor
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de la Defensa Nacional. Asimismo, debe propenderse no sólo al intercambio de ideas
profesionales, sino al conocimiento y entendimiento mutuo entre los hombre que
componen las Instituciones. En el plano táctico, corresponde al nivel Institucional; al
conocimiento de las capacidades y limitaciones de cada especialidad en la Armada y de
cada arma en el Ejército.
La Cooperación debe abarcar todos los planos del Mando fortalecerla antes de la
iniciación de la guerra, exaltando la lealtad hacia nuestros subalternos y éstos hacia sus
superiores, la confianza en la capacidad de sus Jefes, y un alto sentido del honor y de la
responsabilidad en la profesión de las armas.
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CAPITULO IV
PODER MARITIMO
GENERALIDADES
Se entiende por Poder Marítimo la capacidad de crear, desarrollar y defender los
Intereses Marítimos de un Estado, tanto en la paz como en la guerra.
Los Intereses Marítimos son de carácter político y económico y se materializan en
las Comunicaciones Marítimas, terminales marítimos o puertos, construcción naval,
pesca, deportes náuticos, etc. Sólo la capacidad política sirviendo a los Intereses
Marítimos crea las condiciones fundamentales de la potencia marítima.
El Poder Marítimo se materializa por los intereses Marítimos y el Poder Naval. Los
Intereses Marítimos son la causa principal y el Poder Naval el instrumento militar
destinado a defenderlos, salvo en países que lo desarrollan como parte integrante de su
Potencia Militar.
Los factores que facilitan el desarrollo del Poder Marítimo son:
1. Estadísticas capases.
2. Raza energética, hábil para el comercio.
3. Ubicación geográfica del país.
4. Poseer materias primas.
5. Clima.
6. Poca extensión.
7. Exceso de población.
Estos factores no pueden valorizarse en forma independiente ya que adquieren su
verdadero valor al combinarse entre ellos.
MAHAN Y EL PODER MARÍTIMO
Las teorías de Mahan respecto a la importancia del Poder Marítimo y la Influencia
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que tuvieron en su época y que tienen actualmente nos permite reafirmar que el mar a
sido y seguirá siendo un factor de primera magnitud para obtener y mantener hegemonía
política y económica, ya sea en un ámbito regional o mundial.
Alfred Thayer Mahan (1844-1899) llegó hasta el grado de contraalmirante de la
Marina norteamericana. Perteneció al cuerpo docente de US Naval War College y
terminó siendo su presidente (Director).
Mahan, más que un hombre de armas, fue un erudito, un estudioso y sus
pensamientos y conclusiones constituyeron una importante contribución a la Historia
Militar, a la Estrategia Marítima y a la Geopolítica y mantienen plena vigencia hoy como
ayer.
Mahan publicó, en 1890, un libro que produjo un tremendo impacto en la política
internacional y en la estrategia, especialmente en la estrategia marítima.
En este libro, titulado la Influencia del Poder Marítimo en la Historia, Maham hace
un análisis de la Historia Moderna y observa que el engrandecimiento y decadencia de los
pueblos está directamente asociado con el control y utilización de las Comunicaciones
Marítimas, para concluir que: Todo país que controlaba y utilizaba la vía marítima,
obtenía una tremenda ventaja económica y militar sobre otros pueblos menos
afortunados.
Es preciso reconocer que este libro hizo su aparición en un momento muy propicio,
por cuanto la última década del siglo pasado estuvo saturada de acontecimientos
internacionales de gran importancia:
1. El surgimiento de Alemania como potencia mundial.
2. El surgimiento de Estados Unidos como potencial mundial.
3. El surgimiento de Japón como potencia asiática.
4. La guerra hispano-americana.
5. La revolución industrial, que en lo naval tuvo gran influencia:
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6. Cambia vela por vapor.
7. Cambia casco de madera por casco de acero.
8. Empleo de la coraza y el cañón gran perfomance.
Cabe destacar que la idea de Poder Marítimo excluyendo, desde luego, el término,
no era nueva y el mismo Mahan no reclamó nunca para sí el derecho de su
descubrimiento.
Mahan se concedía a sí mismo el mérito de poner en evidencia, de popularidad y
hacer efectiva la doctrina del Poder Marítimo.
Del estudio del caso británico, Mahan dedujo los elementos constitutivos que
afectan al Poder Marítimo, analizando:
1. La Posición Geográfica.
2. La conformación física.
3. La extensión territorial.
4. La Población.
5. El carácter del pueblo.
6. La Capacidad del gobernante.
En el fondo, Mahan entró a analizar la forma de cómo Inglaterra había consolidado
su imperio. Es decir, vio claro la relación entre el Imperio colonial, el comercio marítimo y
el Poder Naval. No cuesta mucho comprender, entonces, la popularidad y el interés que
despertó el libro de Mahan en todos aquellos países que eran potencias o aspiraban a
serlo, contribuyendo en cada una de ellas a crear o enfatizar una conciencia naval.
Para Inglaterra, que vivía una éra de pleno imperialismo y que imponía al mundo
su Pax Britannica, las ideas de Mahan fueron muy bien acogidas y permitieron hacer
comprender al pueblo inglés los reales fundamentos, que habían hecho de Gran Bretaña
una potencia mundial, es decir, se creó una conciencia de la importancia y el rol del Poder
Marítimo.
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En los debates del Parlamento se hablaba de las doctrinas del Poder Marítimo,
siendo frecuente las palabras tales como:
como el capitán Mahan establece ..., para dar mayor énfasis a sus argumentos. No es
raro, entonces, que Mahan, cuando viajó a Inglaterra, haya recibido toda clase de
honores. La admiración que Mahan manifestó por Inglaterra como ejemplo de potencia
mundial, cuyo sitial fue alcanzado gracias al Poder Marítimo, produjo un halago natural en
el pueblo inglés. Sin embargo, no fue esta sola causa la que motivó acogida tan
excepcional que tuvo este norteamericano. La otra causa, fue el hecho de aparecer su
obra precisamente en un momento crítico, en que el país estaba absolutamente
preocupado por las manifestaciones de expansión colonial y poder mundial por parte de
Alemania, por después de subir al trono el Káiser Guillermo II.
La Marina inglesa en aquella época vivía una verdadera crisis por la
preponderancia que el gobierno daba al Ejército, ante el crecimiento del Ejército alemán,
llegando a ser mayor el presupuesto del Ejército que el de la Armada, (Sólo en 1885
alcanzaron la paridad para luego invertirse los
valores).
Esto sucedía en la Potencia Marítima más grande del
mundo.
La obra de Mahan también tuvo una efectiva influencia en la política alemana.
Hacía poco que el emperador Guillermo II había prescindido del anciano Bismarck,
principalmente por su obstinación para que Alemania continuara siendo una potencia
continental. El joven káiser, por el contrario, inició una abierta política de expansión
imperialista hacia ultramar. La Marina alemana, de reciente creación, era una parte
esencial de esta nueva política.
El káiser escribía: Estoy precisamente ahora, no leyendo, sino devorando el libro
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de Mahan y estoy intentando aprenderlo de memoria. Está a bordo de todo mis buques y
constantemente citado por mis Comandantes y Oficiales.
El libro de Mahan fue la herramienta más valiosa para la justificación y desarrollo
del Poder Marítimo alemán. Se creo conciencia que la expansión económica de
Alemania, desarrollando una gran Marina mercante y de guerra, obedecían a un derecho
indiscutible.
La influencia de Mahan tambien llego a Francia, la que en 1890 era la segunda
potencia naval del mundo, produciendo un gran impacto, ya que la Marina francesa
estaba imbuida en la Doctrina Continental del Poder Naval, sustentada por la Jeune
Ecóle, creada alrededor de 1885. Para Mahan, naturalmente, la estrategia naval francesa
en boga, era una verdadera herejía.
El Capitán Darrieus, profesor de Estrategia y Táctica en la Escuela Superior de
Guerra Naval de la Armada francesa quedo, al parecer, muy impresionado por las teorías
de Mahan y las criticas que éste hacia a la Estrategia Naval francesa.
Escribió la Guerra en el mar, coincidiendo con las teorías de Mahan y rebatiendo a
la Jeune Ecóle. Posteriormente, otro tanto hace el Capitán Daveluy, en su obra Estudio
de la Estrategia Naval. El almirante Castex, cuyas obras son de todos conocidas,
declara que Mahan, por sus conceptos del Dominio del Mar y la importancia de la Fuerza
Organizada para obtenerlo, tiene suficiente mérito para pasar a la posteridad.
La influencia de Mahan en los Estados Unidos fue muy grande, tanto en la Marina
como en el resto del país, en general. Las teorías de Mahan prendieron en la opinión
publica y en el parlamento norteamericano, lanzándose los Estados Unidos en la carrera
expansionista la que se inicio, precisamente, con la guerra hispano-americana, a raíz de
la cual, España perdió Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, que cayeron dentro de la esfera
de influencia americana. Vale decir que, la guerra contra España fue una consecuencia
de la influencia ejercida por Mahan. Luego, la carrera expansionista americana siguió con
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Hawaii, el archipiélago de las Samoa y la Zona del Canal de Panamá
Estas nuevas posiciones apoyaban al Poder Naval que Mahan considero esencial
para mantener una posición hegemonica en el Caribe y el Lejano Oriente.
Se ha llegado a decir, que, quizás la Historia no ofrezca otro ejemplo de escrito
como el de Mahan que haya producido tanta influencia en la Política de las naciones.
Por ultimo, se puede afirmar que:
El Poder Marítimo mantendrá su importancia e influencia mientras los océanos
continúen siendo el mejor y mas expedito medio de comunicaciones del mundo.
Los Intereses Marítimos
Constituyen la tónica que le da vida al Poder Marítimo :
LAS COMUNICACIONES MARÍTIMAS
En tiempo de paz constituyen un factor de bienestar y progreso y, en tiempo de
guerra, pueden llegar a constituir un imperativo de supervivencia.
La importancia de las Comunicaciones Marítimas de un país va en relación directa
con su grado de dependencia.
Los países, en cuanto al grado de dependencia, se clasifican en:
1. INSULARES
Dependen vitalmente de las Comunicaciones Marítimas.
2. CONTINENTALES
Dependen en cierto grado de las Comunicaciones Marítimas.
Hoy da, sin embargo, no existen los países autosuficientes y todos dependen, en
mayor o menor grado, de las Comunicaciones Marítimas.
Clasificación de las Comunicaciones Marítimas:
Según su ámbito: Cabotaje y Ultramar.
Según su empleo: Económicas - Militares - Mantenimiento.
Las Comunicaciones Marítimas se concentran formando Zonas Focales:
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Mayor densidad de trafico marítimo.
Zonas de Confluencia: Imposición de la geografía.
Las Comunicaciones Marítimas en tiempos de guerra adquirieran mayor
importancia, ya que aumentan las necesidades del país para afrontar el conflicto.
QUIEN ATACA EL FRENTE INTERNO, ATACA AL FRENTE BELICO.
LA MARINA MERCANTE
Constituye el objetivo físico que materializa las Comunicaciones Marítimas.
Inicialmente el comercio marítimo se caracteriza por el transporte de mercaderías
suntuarias, de poco peso y volumen; luego, el comercio marítimo evoluciona con los
descubrimientos geográficos y la industria y cambia la naturaleza de la carga, y por ende,
el tamaño de los buques.
Actualmente existe la tendencia a aumentar el tamaño de los buques para abaratar
los costos del transporte marítimo.
EL PODER NAVAL
La Fuerza Naval y la Posición Estratégica son los elementos componentes del
Poder Naval. El vínculo común a ambos que los pone en acción es la voluntad
estratégica:
PN = Fuerza x Posición
La Posición es una zona geográfica cuya ubicación gravista en el Control de las
Comunicaciones Marítimas. Si no se tiene Posición es un imperativo estratégico el
conseguirlo, ya sea mediante la diplomacia o la estrategia.
La estrategia marítima concibe y emplea en la mejor forma el Poder Naval para
lograr el Control de las Comunicaciones Marítimas. Cabe destacar que el Poder Naval
forma parte del Potencial Militar del país y puede ser usado como instrumento militar para
apoyar otras estrategias, siempre y cuando no se aparte de su misión fundamental
(Concepto de la Unidad de la Guerra).
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La correlación marítima-continental es el apoyo mutuo que se prestan las
estrategias marítimas y terrestres.
CONSIDERACIONES BÁSICAS PARA EL CORRECTO EMPLEO DE PODER NAVAL:
1. Establecer el Objetivo Político y sus implicancias.
2. Cual es el enemigo principal ?
3. Carácter de la guerra ; Importancia del Dominio del Mar.
4. Que se ataca ? EL punto mas fuerte o el punto mas débil Se actúa en
forma directa o indirecta ?
El Teatro de la Decisión no es siempre aquel donde esta la masa de los medios.
RELACIONES ENTRE EL PODER MARÍTIMO Y EL PODER NAVAL
La política nacional (Estadista) interviene directamente en la conformación del
Poder Marítimo:
DE BASE ECONÓMICA O DE BASE DE FUERZA.
La acción del estadista permite desarrollar en mayor o menor grado los Intereses
Marítimos como uno de los elementos de la economía nacional.
La acción del estadista permite desarrollar las Fuerzas Armadas e infraestructura,
como asimismo mantener o mejorar la Posición (Acción Diplomática).
Poder Marítimo de Base Económica.
El Poder Naval existe, fundamentalmente, para proteger los Intereses Marítimos.
Poder Marítimo Base de Fuerza.
El Poder Naval sirve a una idea política y no guarda relación con los Intereses
Marítimos que defiende. Lo predominante es el Poder Naval.
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CAPITULO V
ESTRATEGIA MARITIMA
DEFINICIONES
Al comenzar este Curso dijimos que ha sido un motivo de polémica permanente al
precisar si la guerra era parte o es ciencia. Dijimos, tambien, que en el siglo pasado
aparecieron dos corrientes que estudiaron la guerra como arte y como ciencia. Una era la
escuela doctrina, que sustenta la tesis de que la guerra es un arte y cuyo representante
mas celebre fue el escritor militar Henri Jomini. La otra escuela fue la ideológica, que
apoyaba la tesis de que la guerra constituía una ciencia, fundamentada en principios y
leyes inmutables. Sostenedor de esta creencia fue el general prusiano Karl von
Clausewitz.
La Academia de Guerra Naval concuerda con los que sostienen la Dualidad de la
Guerra, es decir, es arte y es ciencia. Definimos la Estrategia, entonces como arte y la
ciencia de la guerra; ciencia en cuanto a su concepción y arte en cuanto a su ejecución.
De allí que definimos ahora a la Estrategia Marítima como la ciencia de concebir y
arte de emplear el Poder Naval para conquistar o disputar el Dominio del Mar con el
propósito de ejercerlo para los fines de la guerra.
Otros han dicho que la Estrategia Marítima es la ciencia y arte de conducir la
guerra en el mar; tambien la definen como el Poder Naval en acción y, finalmente, el
almirante Wegener llego a definirla como la ciencia de la Posición Geográfica.
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BREVE HISTORIA DE LA ESTRATEGIA MARÍTIMA
Según Bernard Brodie, una de las primeras cosas que llama la atención al
estudiante del pensamiento estratégico es el reducido numero de las personas que han
contribuido en forma realmente efectiva en la materia. En estrategia terrestre,
especialmente, la figura que mas llama la atención es la de Clausewitz. Su
contemporáneo Jomini fue tambien una figura respetable, aun cuando no en el mismo
plano que aquel. A partir de la época de Clausewitz se produce una decadencia profunda
en la calidad del pensamiento estratégico. La decadencia adopto, finalmente, la forma de
una búsqueda de axiomas que fueran sencillos y fáciles de comprender, algo que el
mismo Clausewitz había evitado escrupulosamente.
En el campo de la Estrategia Marítima, hasta el siglo recién pesado no había
ningún compendio al respecto. Todo lo que se había escrito se refería a Táctica Naval.
En los conflictos navales los principios de la Estrategia Marítima estaban presentes pero
se aplicaban inconsciente o intuitivamente, especialmente por aquellos países, que por
ser insulares o de características similares a las inglesa, sabían valorar su importancia.
El primer escritor sobre esta materia fue Mahan, que en 1890 escribió La Influencia
del Poder Marítimo en la Historia, tratado que lo hizo mundialmente famoso por las
repercusiones que tuvo.
A continuación encontraremos un breve comentario de la sobras que han ido
conformando la Estrategia Marítima a través del tiempo.
Mahan (1891)
Su libro La Estrategia Naval encierra la filosofía de la guerra en el mar. Trata
sobre el Dominio del Mar, el papel de la Fuerza Organizada y el propósito de la Batalla
como herramienta para lograr la destrucción de la Fuerza Organizada enemiga y obtener
el fin, que es el control de las Comunicaciones Marítimas.
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A juicio pesado e indigesto pero, en realidad, su mayor mérito reside en sus
conceptos acerca del Dominio del Mar y el papel de la Fuerza Organizada.
Colomb ( 1891 )
En Inglaterra, en la misma época, aparece el almirante Colomb. En 1891 publico
su libro Naval Warfare, que son resúmenes de Historia Naval aplicados en el Greenwich
Naval War College. En el se indica que el objeto único y primordial en la guerra en el mar
es la Conquista del Dominio del Mar. Este es un trabajo menos profundo y muy absoluto.
El objeto de la guerra en el mar es el Control de las Comunicaciones Marítimas.
Jeune Ecole. (1885-1905)
Hace una apología a la geografía y a la guerra de corso como única forma de
luchar en el mar. Niega importancia a la Fuerza Organizada y a la Batalla.
Daveluy y Darries (1905-1908)
Son los detractores de la Jeune Ecole y vuelven a lo ortodoxo. Sus conceptos
clásicos son : EL Dominio del Mar y la Batalla. Daveluy escribe en 1905 Estudio de la
Estrategia Naval y Darrieus, en 1907, La Guerra en el Mar.
Julian Corbett (1911)
Abogado, escritor y periodista inglés. Profesor de Historia en Oxford. En 1911
escribe Algunos Principios de Estrategia Marítima, a petición de lord Fisher de
Kilverstone. Hace dos aportes a la estrategia marítima :
Hace un enfoque marítimo de la Guerra a Objetivo Limitado, basado en los
pensamientos de Clausewitz y que ya hemos estudiado anteriormente.
Resume la conducción de la guerra en el mar en tres operaciones navales típicas :
1. La Conquista del Dominio del Mar.
2. La Disputa del Dominio del Mar.
3. El Ejercicio del Dominio del Mar.
4. Otto Groos ( 1929 ). Escribe el libro La Doctrina de la Guerra Marítima,
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basado en la Primera Guerra Mundial y en el que parafrasear a Corbett no
aportando nada nuevo.
Almirante Wegener ( 1930 )
Escribe La Estrategia Naval en la Guerra Mundial. Es el estudio critico de un
vencido, desarrollado para establecer las causas de la derrota. Esta dedicado a la Marina
alemana y orientado a ilustrar sobre lo que es la guerra en el mar en un país de política y
criterio continentales.
Define a la Estrategia como la ciencia de la Posición Geográfica. Destaca la
importancia del Poder Naval, que lo sintetiza en :
PN = Fuerza x Posición
Castex (1935)
Almirante francés que escribe entre 1930 y 1935 sus Teorías Estratégicas.
Ordena la forma de realizar la ofensiva en el mar para conquistar el Dominio del Mar en
tres tipos :
1. Ofensiva de Movimiento.
2. Ofensiva de Base Geográfica.
3. Ofensiva Pseudo-geográfica.
Es el mas copioso de los escritores de Estrategia Naval.
Bernard Brodie ( 1944 )
Escribe Guía de Estrategia Naval, en el que analiza, fundamentalmente, la
segunda Guerra Mundial y no aporta nada nuevo.
Es mas bien un libro para civiles.
LOS ELEMENTOS DE LA ESTRATEGIA MARITIMA.
Los tres elementos con que juega la Estrategia Marítima son :
1. Las Comunicaciones Marítimas
2. La Posición.
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3. La Fuerza.
LAS COMUNICACIONES MARITIMAS.
Para la mayoría de los pueblos antiguos, el mar constituía una línea divisoria, una
frontera, el fin de las tierras, el limite mas allá del cual se hallaba un mundo desconocido e
impenetrable.
Para otros ha sido, en una extensión mas o menos grande, un terreno fértil, cuyo
monopolio trataron de reservar para si. La realidad nos dice que el mar es una ruta que
une a las regiones mas alejadas y mas diversas, en lugar de separar a los continentes.
Esta es la verdadera interpretación, la única que permite apreciar con exactitud la
importancia del mar en los asuntos humanos. Mahan ya lo había dicho : La verdad
fundamental concerniente al mar, es que constituye el gran medio de comunicación de la
naturaleza.
La considerable importancia de las rutas marítimas se pone de manifiesto en
tiempo de paz en el orden económico. Así se explica que aquellos que lo han explotado
hayan alcanzado, a través de los tiempos una prosperidad que contrasta con la escasa
importancia de su poder político o de su reducida extensión territorial.
En tiempo de guerra, las Comunicaciones Marítimas mantienen su importancia
fundamental, especialmente desde su punto de vista económico, porque es necesario
mantener la actividad comercial e industrial de la Nación en el nivel mas elevado
permitido por la disminuida capacidad de producción e intercambio, limitando la
intervención de costosos intermediarios.
Las Comunicaciones Marítimas acentúan su importancia política de tiempos de
paz.
El Dominio de las Comunicaciones Marítimas reviste, pues, una importancia
inestimable y es ese dominio lo que importa obtener. Quien lo ejerce, mantiene sus
comunicaciones abiertas e interrumpe las del adversario.
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La misión de las Fuerzas Marítimas en tiempos de guerra no es, pues, otra que el
Control de la Comunicaciones, el cual permite conseguir todas las ventajas que puede
esperarse del mar. Si se logra establecer esta situación, se habrá obtenido lo que se ha
convenido en llamar EL Dominio del Mar.
CONCEPTO DE LA LIBERTAD DE LOS MARES.
En oposición a esta doctrina del dominio de las comunicaciones marítimas, que en
gran parte es un dominio de explotación económica, se encuentra la teoría de la libertad
de los mares.
Se sabe que antiguamente ciertos pueblos pretendieron ejercer el monopolio de la
navegación y del comercio en los mares próximos y lejanos de sus costas, aun en tiempo
de paz. Estas pretensiones fueron apoyadas por la obra Mare Clausum, escrita por John
Selden (1584-1654) y combatida por Hugo van Groot (1583-1645) en su Mare Liberum.
Estas tesis cayeron en desuso y el principio de la libertad de los mares fue
admitido de común acuerdo y definitivamente, en el siglo XIX.
En 1856 se firmó lo que se abolió el corso y se aprobó lo siguiente, a excepción del
contrabando de guerra:
Protección de la mercadería neutral en buques beligerantes.
Protección de la mercadería beligerantes en buques neutrales.
Los dos acuerdos anteriores representan la inviolabilidad de la propiedad privada
en el mar y significaba que el neutral podía apoyar en forma directa o indirecta al
beligerante y éste podía circular libremente.
Este concepto constituye la antítesis de la guerra en el mar.
En la Primera Guerra Mundial, Inglaterra ignoró esta declaración firmada por ella y
declaró Zona de Guerra a todo el Mar del Norte.
La situación actual, en cuanto a la libertad de los mares, es la siguiente :
1. En tiempos de paz, el mar es libre.
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2. En tiempos de guerra, impera la ley del mas fuerte.
3. De acuerdo al Derecho Internacional Marítimo, rige el derecho de visita a
buques neutrales, rige el contrabando de guerra y rige el bloque económico.
LAS ZONAS DE GUERRA
La Zona de Guerra es una marítima delimitada mediante una declaración
diplomática formal, donde se restringe el trafico de buques mercantes neutrales para
evitar el contrabando de guerra y permitir a los submarinos y aviones efectuar ataques sin
restricciones. Es una prolongación del bloque hacia alta mar.
FISONOMIA DE LAS COMUNICACIONES MARITIMAS EN TIEMPO DE GUERRA
Basado en el estudio de las comunicaciones Marítimas de tiempos de paz se
puede determinar la probable fisonomía de las mismas en tiempo de guerra:
Desviaciones con respecto a las líneas de tiempo de paz.
Supresión de algunos líneas.
Creación de nuevas líneas para satisfacer necesidades de la guerra.
Tonificación de algunas rutas comerciales.
Como ahora la guerra es total, tenemos que, junto con aumentar las necesidades
de un país para afrontar el conflicto, se reduce su producción, debido a la incorporación a
las fuerzas combatientes de una gran parte de los obreros encargados de la misma. Esto
implica la necesidad de recurrir, aun en mayor escala, a los mercados extranjeros para
obtener toda clase de mercaderías, desde el material de guerra hasta los productos
alimenticios. El problema deja de ser económico-militar y adquiere un carácter
exclusivamente militar, porque las privaciones o las restricciones que sufre la población
civil afectan su capacidad de lucha y repercuten sobre el conjunto. Quien ataca el frente
interno tambien ataca el frente bélico.
Pero, en tiempo de guerra, las comunicaciones marítimas tienen que cumplir,
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además funciones relacionadas con los transportes militares. Tales funciones son nuevas
y corresponden a un estado de cosas anormal. Comprenden, en primer lugar, el
transporte de ejércitos o del personal destinado a los mismos, entre los diferentes lugares
puro, análogo a los transportes de mercaderías, pero con la diferencia de que el objeto
que se conduce es mucho mas valioso. Comprende tambien los transportes de ejércitos
destinados a actuar en un Teatro de Operaciones, al cual solo se puede llegar por vía
marítima. Incluyen, por ultimo, los transportes de ejércitos que deben atacar el territorio
enemigo.
Esta clase de transportes pertenece al importante dominio que ciertos autores,
especialmente los italianos, denomina la correlación marítima y continental, con lo que
quieren expresar la enorme influencia que tienen las comunicaciones marítimas sobre las
operaciones terrestres.
En resumen, las comunicaciones marítimas en tiempos de guerra tienen una
enorme influencia militar y política cuando forman parte de los vínculos interiores de los
Estados, o cuando los territorios situados mas allá del mar no son ya colonias, sino parte
integrantes del suelo nacional propiamente dicho.
La geografía hace que en el mundo aparezcan zonas focales y zonas de
confluencia. Las primeras son aquellas que tienen mayor densidad de trafico y las de
confluencia son aquellas que la geografía le impone a las comunicaciones marítimas
determinada dirección y las canaliza.
LA POSICIÓN
La geografía es un factor que tiene gran importancia en la guerra en el mar. La
posición constituye el factor geográfico de la Estrategia Marítima y se le define como
aquella zona cuya ubicación tiene repercusión en el Control de las Comunicaciones
Marítimas.
Sin una Posición adecuada, la Estrategia Marítima será pobre. De allí que los
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países marítimos hayan dado gran importancia a la Conquista de una Posición que les
permita, desde allí, y empleando sus fuerzas, controlar las comunicaciones marítimas, es
decir, atacar las enemigas y defender las propias.
La importancia de la Posición es inobjetable, pero ella sola no basta. Es necesario
complementarla y explotarla mediante la organización de las bases y la presencia de una
fuerza que opere desde ellas. La Posición permite dar persistencia a las operaciones de
una fuerza naval en la defensa y ataque a las Comunicaciones Marítimas. Es un factor
de orden estratégico y contiene un concepto logístico.
Cuando un país no tiene Posición, por una defectuosa ubicación o conformación
geográfica, trata de conquistarla desde tiempos de paz mediante una Política de Guerra o
mediante su estrategia de paz como la demonima el almirante Mahan.
El dominio de Gibraltar, Malta, Chipre, Adén, Singapur, Malvinas, por el Imperio
británico, es un ejemplo de un mejoramiento sistemático de la Posición desde tiempos de
paz mediante una política y estrategia, a fin de gravitar sobre las comunicaciones
marítimas mundiales indispensables para la vida del Imperio.
En caso de una guerra de preponderancia marítima, si no se cuenta con una
buena Posición, las primeras operaciones deben tratar de mejorarla, tal como lo hicieron
durante la Segunda Guerra Mundial, Japón y Estados Unidos en el Pacífico, y Alemania
en Noruega y Francia (Brest).
La Posición puede estar constituida por el propio país, como es el caso de
Inglaterra (que por su ubicación geográfica ideal bloques a Alemania y deja sus propias
comunicaciones protegidas a sus espaldas); puede ser una zona del propio país, como el
caso del extremo sur de Italia, que penetra en el Mediterráneo amenazando el tráfico
marítimo que surque sus aguas: o bien, puede ser una zona de ultramar, como es el caso
de las islas Hawaii para los Estados Unidos.
La Posición mantiene invariable su importancia e influencia en la Estrategia
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Marítima frente al progreso técnico. La navegación a la vela y la propulsión nuclear,
como extremos, tienen siempre tres factores limitadores: abastecimientos (munición,
víveres, etc.), material
(reparaciones) y personal (descanso, reemplazos).
La Fuerza Organizada es afectiva por la geografía.
En primer lugar, por lo que concierne a las comunicaciones y luego, en razón de su
propia actividad. Para evitar que esta última sea obstaculizada continuamente, es preciso
que la Fuerza posea puntos situados convenientemente con respecto al Teatro de
Operaciones, es decir Bases donde pueda efectuarse reabastecimiento y las
reparaciones y desde las cuales pueda operar eficazmente contra los intereses enemigos,
sin ser entorpecida en sus propios movimientos.
Las Bases Navales son los puertos ubicados en la Posición, adaptados las
necesidades de una Flota. Ellas son la materialización operativa de la Posición; son los
puntos de partida y de apoyo de las fuerzas. No son su refugio. Una base debe contar
con ciertos requisitos fundamentales, tales como: ubicación adecuada, autonomía
defensiva y recursos naturales o por acopio, aparte de otros requisitos complementarios o
menores como ser: capacidad de fondeadores, facilidades hidrográficas, climatología,
comodidades y entrenamientos para el personal que atenúe los rigores del clima y del
aislamiento.
Mientras mayor sea el número de bases con que cuente una Flota en su Posición,
mayor será la ventaja que tendrá para operar; mayor será la flexibilidad que podrá dar a
su maniobra y a sus planes estratégicos. Pero como el principio de Economía de las
Fuerzas debe ser también aplicado a los recursos y medios, no se podrá dar igual
importancia a todas las bases, de donde resultarán Bases Principales en los diferentes
Teatros, Secundarios y Avanzadas, Auxiliares, etc.
LA FUERZA
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La Fuerza está representada por la Fuerza Organizada integrada
fundamentalmente por buques de superficie que son los únicos resolutivos en la guerra
en el mar. Su empleo se verá en el ramo de Táctica.
Las Fuerzas de submarinos y aéreas complementan a las unidades de superficie,
ya sea en la maniobra o en la acción táctica.
Complementan el Poder Naval la organización defensiva de la costa mediante las
fortificaciones de los puertos, artillería antiaérea, minas, redes, radares, elementos de
detención antisubmarina, etc. La defensa de la costa no es sólo un elemento integrante
de la Posición o de las Bases. Sobrepasa ese marco, ya que su papel defensivo
estratégico da libertad de acción a las fuerzas de superficie en la maniobra general.
El concepto clásico de la formación de batalla que adopte la Fuerza Organizada ha
ido variando con el empleo de nuevos medios. El portaaviones transformó las Batallas
Navales.
Sin embargo, la Fuerza Naval que se imponga sobre la otra obtendrá el Dominio
del Mar y lo podrá ejercer para los fines de la guerra.
CONCEPTO DEL DOMINIO DEL MAR
El concepto del Dominio del Mar encierra toda la filosofía de la guerra en el mar.
Dominio del Mar es el Control de las Comunicaciones Marítimas vitales de superficie, para
usarlas en beneficio propio y negárselas al adversario. El poseer el dominio del mar es
un concepto, relativo, como veremos más adelante; por eso, es más común hablar de
Control de las Comunicaciones Marítimas que de Dominio del Mar, los que son términos
sinónimos.
La situación de las diversas naciones, en lo que respecta a la importancia del
Dominio del Mar, varía fundamentalmente de acuerdo con la Posición de cada uno de
ellos y también con el tiempo. El caso de Chile es muy significativo. En tiempos de
guerra, el mar contribuirá a su defensa en una proporción mucho mayor que para otros
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países el continente. En primer lugar, el mar representa para nuestro país, a causa de
sus características geográficas, una vía de enlace de carácter vital, desde los puntos de
vista político, estratégico, económico y moral.
En segundo lugar, deberán salir y llegar, por vía marítima, las considerables
exportaciones e importaciones, sin las cuales sería imposible sostener la lucha. Y por
último, un litoral de gran extensión con varios puntos de gran importancia, se ofrece como
incentivo al enemigo, de lo cual deriva un problema de defensa de costas especialmente
delicado y cuya solución depende en gran parte del factor naval.
En el caso de Chile, vemos, en resumen, que el dominio o, al menos, la libertad de
los mares, en grado suficiente, tienen una importancia mucho mayor que en el caso
común de los países continentales. Chile es una isla. Si la expresión es inexacta
geográficamente, es acertada económicamente y, tambien, militarmente, y caracteriza de
modo conveniente la posición de nuestro país en un conflicto bélico.
RELATIVIDAD DEL DOMINIO DEL MAR
El Dominio del Mar, en esencia, tiene un carácter relativo en tiempo y espacio; en
consecuencia, es incompleto, imperfecto, local y temporal.
Es incompleto, por cuanto no serían suficientes todas las Marinas del mundo para
la inmensidad del océano. Lo normal es un mar no dominado; el caso del Dominio del
Mar absoluto no existe.
Es imperfecto, por la presencia o existencia de neutrales.
Es local, por cuanto el Dominio del Mar interesa sólo a aquella área que tiene valor
para los fines de la guerra.
Es temporal, porque este Dominio del Mar es efectivo solamente mientras dura la
presencia de la fuerza.
El valor que tiene el Control de las Comunicaciones Marítimas va en relación
directa con el grado de dependencia que el país tenga con las comunicaciones marítimas,
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este control se consigue por la acción del Poder Naval y este consiguen por la acción del
Poder Naval y a este control se opone el Poder Naval enemigo. Este control afecta al
Frente Interno y Bélico, a beligerantes y a neutrales.
El control de las Comunicaciones Marítimas está limitado por la potencia que se
posea y el Derecho Internacional Marítimo que actúa como un freno.
Como solución al Control de las Comunicaciones Marítimas apacere la eliminación
del Poder Naval enemigo mediante la Batalla Naval, aún cuando no siempre es la
solución definitiva.
EXPLOTACIÓN Y EMPLEO DEL DOMINIO DEL MAR
Hay dos formas de explotación del Dominio del Mar; una forma económica y una
forma militar.
La explotación económica comprende:
Empleo de las Comunicaciones Marítimas en beneficio propio.
Negar el uso de las Comunicaciones Marítimas al enemigo.
El bloqueo económico, si las condiciones lo permitan (zonas de Guerra).
La explotación militar comprende:
El transporte de tropas (invasión), que le proporciona la movilidad al Ejército.
El transporte de refuerzos a los Teatros de Operaciones.
El transporte de mantenimiento.
EFECTO DEL DOMINIO DEL MAR ANTE DURACIÓN DE LA GUERRA.
Es necesario considerar la condición geográfica esencial del país y el grado de
dependencia de las comunicaciones marítimas. Para un país insular, el Dominio del Mar
será vital para otro bloque continental tendrá menos significación. Dependerá, también,
del volumen de su comercio de ultramar y de la capacidad de autoeficiencia material y del
estoicismo espiritual de su pueblo. Ningún país podrá desentenderse de la guerra en el
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mar, por cuanto no existen hoy en día países autoeficientes.
PROPORCIÓN ENTRE LOS MEDIOS MILITARES, NAVALES Y AEREOS.
Si se pudiera establecer la duración de la guerra podrían dosificarse a priori los
medios entre las tres Instituciones:
Medio para una guerra corta: Ejército-Fuerza Aérea
Medio para una guerra larga: Armada.
Pero ésta no es más que una indicación teórica y, en realidad, se trata de un
problema muy complicado cuya solución no se percibe de inmediato, dependiendo, entre
otras cosas, de la situación geoestratégica, del carácter de la guerra, de los medios
disponibles.
Deberá efectuarse un análisis particular para cada Hipótesis de Guerra.
DIFERENCIAS ENTRE LAS ESTRATEGIAS MARÍTIMAS Y TERRESTRE
Sólo se comparan las Estrategias Marítimas y Terrestres porque, hasta el
momento y estrictamente hablando, no existe una Estrategia Aérea propiamente tal. Es
un arma muy nueva en comparación con el Ejército o la Marina. Las teorías de Douhet
han sido superadas y, en el fondo, la guerra aérea en cuanto a su desarrollo puede ser
enfocada con el mismo criterio doctrinario que la guerra en el mar.
La Guerra terrestre y su Estrategia son más antiguas que la Guerra en el Mar y en
un comienzo eran soldados los que combatían en el mar; por eso existe una espontánea
y peligrosa tendencia a generalizar y a no considerar y respetar las diferencias que
derivan del medio físico en que se actúa, situación que se presento en Alemania en las
dos Guerras Mundiales; el criterio continental impidió que las Fuerzas Navales alemanas
actuaran como Potencia Naval.
OBJETO
En tierra es la conquista del terreno con todo lo que él contiene: materias primas y
agropecuarias, fábricas, ciudades, población, etc. En el mar es el control de las
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Comunicaciones Marítimas vitales de superficie, es decir, atacar las del enemigo y
defender las propias.
FORMA Y MOMENTO EN QUE PRODUCEN SU EFECTO
En el mar, al declararse la guerra y de manera indirecta, (a veces sin lucha:
mediante la presión económica).
En tierra, de manera directa una vez librada la Batalla.
QUIEN RESUELVE EL PROBLEMA ?
En el mar, el Poder Naval. En tierra, sólo la Fuerza.
ACCION Y EFECTOS POLITICOS
La lucha por la posición; los tratados para limitación de armamentos; las
interferencias del Derecho Internacional, todas ellas son permanentes y mayores en el
mar.
DESARROLLO DE LA DEFENSIVA
En el mar no se pueden organizar posiciones defensivas, no existe el terreno. El
más débil debe ir hacia el adversario más fuerte para tratar de batirlo en la Batalla.
Grandes posibilidades y efectos estratégicos de las Fuerzas Navales en razón de
que el enorme escenario que es el mar permite grandes desplazamientos y por lo tanto
existen, en potencia, muchas posibilidades de sorprender. La Guerra en el mar no puede
localizarse como ocurre en tierra. Lo que se comprueba con el efecto de diversión que
siempre han producido posibles Operaciones Anfibias.
VIOLENCIA
Siempre en el mar. No hay destrucción de ciudades y muerte masiva de civiles.
Las bajas en las Batallas Navales son muy inferiores a las de las terrestres.
TEATRO DE GUERRA
En el mar es mayor que la extensión territorial de los países en lucha.
Es variable (las Comunicaciones varían) ante la Hipótesis de Guerra.
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Siempre se presentan problemas de Derecho Internacional con neutrales
poderosos, débiles, parciales.
TEATRO DE OPERACIONES
Dónde se fija? En el mar puede ser en las aguas del más fuerte o del más débil.
En tierra en el territorio del más débil.
Deben resolver problemas de Derecho Internacional (Zonas de Guerra-Bloque).
Capacidad ilimitada; es imposible la saturación en el mar.
FRENTE
En el mar es penetrable : sin lucha:
Cuál es el efecto de las Fuerzas y Bases? En el mar lo determina el Radio de
Acción de las unidades y el alcance de los medios defensivos de las Bases, (aviación,
artillería de costa).
LINEAS DE OPERACIONES
Direcciones en el mar y no accidente geográficos como en tierra.
Simples en el mar, compuestas de tierra.
Saturación? Muy difícil que se produzca en el mar.
Vulnerabilidad? Nula en el mar; grande en tierra.
LINEAS DE COMUNICACIONES
Generalmente en el mar; son las que mantienen el potencial económico y bélico y
la unidad política del país y las particulares de las fuerzas navales y terrestres. Enorme
responsabilidad del Poder Naval.
Cómo darles seguridad ? En tierra se necesitan poderosos medios o fuerzas que
se restan a la Masa de Maniobra. En el mar, la misma Fuerza da seguridad.
Compuestas: en tierra (medios). Simples, en el mar.
Flexibles en el mar dado el gran espacio marítimo.
Vulnerabilidad? Mayor en el mar que en tierra.
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Saturación? No es posible en alta mar, pero sí en los puertos.
BASES DE OPERACIONES (POSICION)
Permanentes y concretas en el mar.
Contienen a las Fuerzas. Importancia de las autonomía defensiva.
Pueden quedar adelantadas a la Fuerza. Por tanto exigen: mayor autonomía
defensiva y logística que las terrestres.
Su ubicación y no su frente facilita la Ofensiva.
El mayor frente facilita la Defensiva; aparecen más líneas de retirada.
OBJETIVOS ESTRATEGICOS
BELICO:
En tierra sólo se puede obtener por medio de la Batalla. En el mar se puede
neutralizar a la Fuerza contraria por el bloqueo Militar, sin dar la batalla.
ECONOMICO:
En tierra son Zonas. En el mar son líneas de comunicaciones o puertos.
GEOGRAFICO:
En tierra se ocupan ciertas zonas para dar seguridad o facilitar la reunión de los
medios. En el mar se trata de Posiciones para atacar y/o defender las Comunicaciones
Marítimas.
MORALES:
En tierra hay que conquistarlos y ocuparlos. En el mar basta con amenazarlos
(bombardearlos).
RESERVA ESTRATEGICA
No tiene aplicación en el mar. En lo táctico, por no existir el terreno. Por los
cambios de dirección durante el desarrollo de la Batalla. Por las altas velocidades y por
su breve duración. Dónde ubicar, entonces, la Reserva?
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EN LO ESTRATEGICO:
Si se organizaran dos Fuerzas, se quebrantaría la Economía las Fuerzas por
defecto o por exceso, según interviniera una sola que podría ser destruida o vencer.
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CAPITULO VI
OPERACIONES NAVALES
CONDUCCIÓN TEÓRICA DE LAS OPERACIONES
Lo que impide al Poder Naval cumplir su misión de Control de las Comunicaciones
Marítimas es la Fuerza Organizada enemiga y aparece como lógica solución la
eliminación de ella para explotar libremente el mar.
La parte principal de la obra del almirante Mahan ha consistido en poner en
evidencia el papel proponderante que desempeña la Fuerza Organizada en las
operaciones marítimas, y en indicar, como objetivo esencial, su destrucción la que, según
él, es más importante y urgente que la conquista de territorios y el ataque al comercio.
El almirante Colomb dice al respecto: Es inútil tratar de obtener el Dominio del Mar
por otros medios que no sea la batalla, y esta empresa es tan grave que ningún otro
objetivo puede compararse con ella.
Ambas afirmaciones, de Mahan y Colomb, son demasiado absolutas y constituyen
la teoría del Primer Objetivo y, por lo tanto, el orden cronológico teórico de las
operaciones indica destruir primero la Fuerza Organizada enemiga antes de intentar
cumplir otras tareas.
DISCREPANCIAS ENTRE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA
El análisis histórico ha demostrado que no siempre la Teoría del Primer Objetivo se
ha cumplido. A qué se deben estas discrepancias? En Estrategia no hay nada
absoluto y cada situación debe analizarse en particular porque intervienen factores
variables, como la Fuerza, la Posición, las Comunicaciones Marítimas y, eventualmente,
las Interferencias que hacen la conducción práctica distinta en cada caso.
LA FUERZA
El problema de destruir la Fuerza Organizada enemiga no es tan sencillo aunque
se tenga superioridad de fuerzas.
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El más débil tratará de eludir la Batalla en espera de circunstancias políticas o
estratégicas favorables.
El más fuerte buscará a toda costa la Batalla y creará apremios o incontivos que
obliguen al más débil a concurrir.
LA POSICIÓN.
La influencia del factor geográfico en la guerra en el mar es fundamental. PN = F x
Ps.
Uno de los beligerantes (incluso el más fuerte) puede, por su Posición, controlar
las Comunicaciones Marítimas sin buscar la Batalla (Inglaterra en la Primera Guerra
Mundial). Se dedica a ejercer el Dominio del Mar y no le interesa buscar la Batalla.
LAS COMUNICACIONES MARÍTIMAS.
Hay que hacer un estudio de las Comunicaciones Marítimas para determinar su
importancia y defenderlas en mayor o menor grado. El estudio de las Comunicaciones
Marítimas propias y del adversario nos permite establecer :
1. Donde hay que luchar por el Dominio del Mar y si es posible hacerlo.
2. Donde no es posible o innecesario luchar por el Dominio del Mar.
3. Donde existe una situación de Dominio del Mar.
LAS INTERFERENCIAS.
Son imposiciones de otras estrategias y su influencia es variable en el desarrollo
de las operaciones y puede hacer variar el orden cronológico.
CONDUCCIÓN PRÁCTICA DE LAS OPERACIONES
El orden cronológico práctico resulta de analizar los tres factores con que juega la
Estrategia Marítima (Fuerza, Posición y Comunicaciones Marítimas) y de la gravitación
que tengan las Interferencias.
Como conclusión podemos decir que:
Se destruirá la Fuerza Organizada enemiga cuando se interponga directamente a
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nuestra misión de control de las Comunicaciones Marítimas; La Batalla resultará como
consecuencia de esta situación. La Batalla es un medio y no un fin. El fin de la guerra en
el mar es el control de las
Comunicaciones Marítimas.
Siempre debe tenerse presente la Fuerza Organizada enemiga, pero su
destrucción, cronológicamente hablando, dependerá de las circunstancias.
LAS INTERFERENCIAS
Las Interferencias son las acciones y reacciones mutuas de las estrategias
colaterales. Afectan, en consecuencia, directamente a la conducción de las operaciones.
Provienen de los conceptos de guerra total y de unidad de la guerra.
Las Interferencias no siempre se aceptan, como es natural, sin discusiones
previas. El conductor tiene la obligación de discutir y analizar las interferencias.
Pueden ser positivas, cuando obligan a una acción; son negativas cuando impiden
una acción.
Las Interferencias que afectan el desarrollo de la Guerra Marítima pueden ser, en
particular :
POLÍTICA.
Que conducen a emprender ciertas operaciones o a evitar, por el contrario, otras.
Estas interferencias pueden ser positivas (obligan) o negativas (niegan), respectivamente.
JURÍDICAS.
Son siempre de carácter negativos (prohíben), puesto que se traducen
invariablemente en la prohibición de adoptar ciertos procedimientos o de ejecutar ciertos,
como el caso del freno que impone el Derecho Internacional Marítimo.
ECONÓMICAS O DE MANTENIMIENTO.
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Determinan que, entre otros objetivos, la estrategia naval debe proteger el
rebastecimiento del propio país y obstaculizar (Bloqueo económico) el del enemigo. Son
siempre positivos y llevan a emprender operaciones ofensivas y defensivas relacionadas
con el ataque y la defensa de las Comunicaciones Marítimas.
MORALES.
Provienen de las reacciones de la opinión pública y a menudo ejercen una
influencia considerable. Son de carácter positivo.
BÉLICAS.
Son siempre positivas o previenen del concepto de la correlación marítimo-
continental.
FORMAS TÍPICAS DE OPERACIONES NAVALES
La Estrategia Marítima emplea en la mejor forma el Poder Naval, ya sea para
conquistarlo, o disputando el Dominio del Mar con el propósitos de ejercerlo.
CONQUISTA DEL DOMINIO DEL MAR.
Destinada a destruir o neutralizar la Fuerza Organizada enemiga. La destruye por
la Batalla o la neutraliza por el bloqueo.
DISPUTA DEL DOMINIO DEL MAR.
Destinada a impedir que el enemigo conquiste el Dominio del Mar o que disfrute
libremente de él.
EJERCICIO DEL DOMINIO DEL MAR.
Operaciones destinadas a explorar el dominio del mar. Atacar las Líneas de
Comunicaciones Marítimas enemigas o defender las propias.
Será un grave error creer que estas operaciones siguen un orden cronológico o
están separadas entre sí.
Según la Fuerza, la Posición y las Comunicaciones Marítimas, se conquistará o
disputará el
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Dominio del Mar con el propósito de ejercerlo.
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CAPITULO VII
CONQUISTA DEL DOMINIO DEL MAR
EL BLOQUEO
La Conquista del Dominio del Mar es una operación
netamente ofensiva y es atributo del más fuerte. Pretende destruir la Fuerza Organizada
enemiga mediante la Batalla o neutralizarla mediante el bloqueo. Este último es de
carácter temporal y transitorio mientras que la Batalla es definitiva.
Es fundamental que la Conquista del Dominio del Dominio del Mar cumpla los
requisitos de la ofensiva ya estudiadas en el Capítulo I.
El bloqueo Militar pretende impedir la salida de las Fuerzas Navales enemigas o
destruirlas en caso que lo intenten.
Para realizar el bloqueo militar es necesario, en general, que se cumplan algunos
requisitos o circunstancias:
1. Situación estratégica (exige encerrar a la Fuerza Organizada enemiga).
2. Situación Política Internacinal (Puede afectar a neutrales).
3. Situación Geográfica (Tener presente la reacción de la tierra sobre el mar y
en qué forma ésta puede influir en las actividades navales).
4. Los medios ( propios y del enemigo ).
El bloqueo económico tiende al ejercicio y el militar tiende a la Conquista del
Dominio del Mar. El bloqueo económico no constituye un método en sí, sino que es
coercitivo y es de ataque a las líneas de Comunicaciones Marítimas.
Según sea la ubicación de las fuerzas bloqueadoras y la intención estratégica, el
bloqueo militar puede ser :
Abierto (a distancia, estratégico).
Cerrado (estrecho, táctico).
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Impide la salida de una Fuerza Naval dentro de un área geográfica, permitiendo
usar en ese momento libremente el mar. Es una actividad tendiente a ejercer el Dominio
del Mar, si bien en sí es una conquista (dependiendo de la intención estratégica).
Este método ha perdido su importancia porque debido a la evolución de nuevos
medios se ha hecho más inseguro; ofrece más desventajas que ventajas. Se expone a
un gran riesgo por la reacción de la tierra sobre el mar con lo que se vulnera la seguridad,
produce el desgaste del bloqueador y el bloqueador se subordina al enemigo
entregándole a éste la iniciativa estratégica.
Deberán analizarse los ejemplos típicos de bloqueo estrecho.
El Bloqueo a distancia Vigila a la fuerza enemiga y la intercepta y la destruye tan
pronto abandona su base. Es una operación tendiente a la Conquista del Dominio del
Mar. Su propósito es que la fuerza enemiga salga, para lo cual se le facilita su salida. Ha
pasado a substituir al bloqueo estrecho, tiene más ventajas que éste y se obtiene el
mismo resultado que es el Dominio del Mar. Presenta mayor seguridad para los
bloqueadores y menor desgaste. Se facilita con el desarrollo de nuevos medios (radar,
aviación, submarinos); permite la disminución momentánea de las fuerzas bloqueadoras,
pasando inadvertido para el enemigo.
Para su realización es fundamental la ubicación geográfica que permita interceptar
a la fuerza enemiga en los límites de tiempo y espacio y lo suficientemente alejado para
que resulte tentador al enemigo.
LA BATALLA
La Batalla es el otro método empleado para la Conquista del Dominio del Mar. La
Batalla es un medio y no un fin.
El fin de la Estrategia Marítima es el Control de las Comunicaciones Marítimas. No
puede existir la Batalla sin un fundamento estratégico; la Batalla en sí tiene un vacío,
estratégico.
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RECURSOS QUE EMPLEA EL MÁS FUERTE PARA IMPONER LA BATALLA.
El más fuerte puede imponer la Batalla mediante apremios (presión) o mediante
incentivos (atracción). Ambos son conceptos relativos.
LOS APREMIOS PUEDEN REALIZARSE EN BASE A :
Amenaza de invasión
Ataque a las comunicaciones Marítimas Importantes
Ataques a la costa
Conquista de una Posición
Bloqueo económico
Hacer insostenible la permanencia en sus bases a la Fuerza Organizada enemiga
mediante ataques aéreos.
LOS INCENTIVOS PUEDEN REALIZARSE EN BASE :
Bloqueo a distancia
Debilitar deliberadamente la seguridad de las Comunicaciones Marítimas
y la fuerza propia. Exponer comunicaciones vitales.
DIFERENCIAS ENTRE LA BATALLA TERRESTRE Y MARÍTIMA
Estas comparaciones se hacen para hacer resaltar los errores que se cometen al
aplicar conceptos de la Guerra Terrestre a la Guerra en el Mar.
EN EL TIEMPO.
Duración más breve en el mar que en tierra, lo que hace imposible el uso de la
Reserva.
EN EL ESPACIO.
El lugar donde se libra la Batalla en el mar es independiente de los efectos
estratégicos que se producen. En lo posible, lo más cerca de nuestra línea de
Comunicaciones Marítimas y Bases propias. Puede desarrollarse en aguas del
más fuerte, del más débil o de neutrales.
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EN CUANTO A LA REPERCUSIÓN ESTRATÉGICA.
En el mar depende del grado de dependencia de cada beligerante con respecto a
las Comunicaciones Marítimas. En tierra tiene efectos inmediatos.
LOS MEDIOS.
En la guerra marítima, los buques son instru- mentos caros, relativamente
vulnerables, de escaso número, con tiempos excesivamente grandes de reemplazo. A
esto se suman las complejidades del personal por su alta especiali- zación.
OFENSIVAS PARA IMPONER LA BATALLA
Existen tres métodos para que una Fuerza Organizada actúe ofensivamente contra
la enemiga, imponga la Batalla y, como consecuencia, conquiste al Dominio del Mar:
Ofensiva de movimiento
Ofensiva de Base geográfica
Ofensiva Pseudo-geográfica
OFENSIVA DE MOVIMIENTO.
Consisten en ir en busca del enemigo para aniquilarlo. Para ello se requiere,
Fundamentalmente, el PIM del enemigo. La aviación y los submarinos facilitan el
desarrollo de la ofensiva de movimiento. Es una operación difícil, dada la magnitud del
escenario. Se corre el riesgo de dejar al descubierto a nuestras espaldas todo el sistema
de Comunicaciones Marítimas y el litoral. Para una mejor comprensión de su significado
se le llama, también, caza directa.
La iniciativa de movimiento la tiene el perseguidor y el perseguidor tiene la
iniciativa estratégica.
OFENSIVA DE BASE GEOGRÁFICA (o simplemente, geográfica ). Consiste en esperar
al enemigo en una área determinada en que se tiene seguridad que va a transitar.
Se le llama también caza de acecho. Es una ofensiva basada en la geografía, en la que
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el enemigo está canalizando por ella. Tiene un carácter aparentemente pasivo.
Es aconsejable utilizar la ofensiva geográfica cuando :
No se tienen informaciones precisas sobre los movimientos del enemigo en alta
mar y se teme no encontrarlo si se le persigue directamente.
Se corren grandes riegos al efectuar una ofensiva de movimiento, siendo
ésta eluida por el ejemplo.
Se está seguro del paso del enemigo por ciertas zonas.
La ofensiva de base geográfica es poco probable de realizar en tierra. En lo
terrestre, la más, usada es la ofensiva de movimiento. La iniciativa de movimientos y
estratégica la tiene el que realiza la ofensiva de base geográfica.
OFENSIVA PSEUDO-GEOGRÁFICA. (Descansa, aparentemente, en la geografía).
Se trata de atraer al enemigo mediante apremios o incentivos que lo canalicen
(Polo de atracción en una determinada zona geográfica). El polo de atracción puede
ser fijo o móvil.
El enemigo creerá tener la iniciativa de las operaciones, pero, el que realiza la
ofensiva pseudo-geográfica tiene la iniciativa de movimientos y la estratégica.
OFENSIVAS EN EL MAR
En la guerra en el mar hay tantas clases de ofensivas como combinaciones existan
entre los objetivos y los medios empleados para alcanzarlo.
Naturalmente, sólo aquellas ofensivas destinadas a destruir la Fuerza Organizada
enemiga pueden asociarse directamente con la Conquista del Dominio del Mar. Sin
embargo, las otras ofensivas pueden constituir apremios o incentivos para atraer a la
Fuerza Organizada enemiga.
Las ofensivas en el mar se clasifican en :
EN CUANTO A SU ESENCIA Y FACTOR GEOGRÁFICO
(Estratégica - Táctica).
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EN CUANTO A LOS MEDIOS
Mayor (Fuerza Organizada)
Menor (Submarinos - Aviación).
EN CUANTO A LOS OBJETIVOS
Fuerza - Comunicaciones Marítimas - Litoral.
Cuando el objetivo es la Fuerza Organizada enemiga y se pretende
conquistar el Dominio del Mar: Movimiento - Geográfica - Pseudogeográfica.
Debe tenerse presente que, desde el punto de vista de los medios , la ofensiva
integral que persigue resultados decisivos exige imperiosamente la participación de la
Fuerza Organizada que es la única resolutiva. Los medios secundarios (aviación,
submarinos) pueden apoyar esta ofensiva, ya sea en la acción táctica o en la maniobra.
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CAPITULO VIII
DISPUTA DEL DOMINIO DEL MAR
GENERALIDADES
La Disputa del Dominio del Mar es una actitud defensiva en la conducción de la
guerra en el mar, por cuanto no busca la decisión, sino que lo elude en espera de
circunstancias favorables para pasar a la ofensiva.
En el mar existe la Defensiva Estratégica que permite al más débil disputar el
Dominio del Mar, realizando acciones destinadas a desgastar al adversario ( contraataque
) o, al menos, obstaculizar la posesión de ese dominio.
La historia demuestra que la situación normal en la guerra en el mar, es la de un
mar no dominado, en donde ambos beligerantes disputan su dominio.
Grado de Disputa
Existen diferentes grados de disputa atendiendo la potencia relativa de las Fuerzas
Navales :
FUERZAS CASI EQUILIBRADAS.
Ambos beligerantes están listos para la Batalla. Se dedican a ejercer el Dominio
del Mar, el cual se mantiene en disputa.
FUERZAS PARCIALMENTE DESEQUILIBRADAS.
Situación muy normal. El más débil aspira a conquistar el Dominio del Mar y
reacciona mediante contraataques para desgastar la Fuerza Organizada enemiga.
FUERZAS TOTALMENTE DESEQUILIBRADAS.
La diferencia de potencial es tan evidente que el más débil no puede aspirar a
conquistar el Dominio del Mar; aunque tuviera éxitos en sus contraataques no lograría
cambiar las situación existentes. Su única solución es el ataque a las Comunicaciones
Marítimas para evitar que el enemigo disfrute libremente del Dominio del Mar.
DIFERENCIAS ENTRE LA DEFENSIVA TERRESTRE Y MARÍTIMA
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Debe tenerse presente el grave error de trasladar a la guerra marítima los
conceptos que rigen la guerra terrestre, ya que existen diferentes fundamentales en el
objeto y los medios.
La defensiva en el mar sólo tiene de común con la terrestre, en que ambas buscan
el aplazamiento de la Decisión; buscan ganar tiempo.
Sin embargo, cuáles son las diferencias con la defensiva terrestre ?
No existe terreno
Hay que ir hacia el enemigo
Tomar la iniciativa
CONDUCCIÓN DE LA DEFENSIVA
Requiere gran actividad y espíritu ofensivo. La defensa
pasiva debe rechazarse categóricamente, adoptando la defensiva-ofensiva.
Las acciones ofensivas de la defensiva se efectuarán contra la Fuerza
Organizada enemiga (si se aspira a conquistar el Dominio del Mar) o, en su defecto,
contra las Comunicaciones Marítimas, litoral y todo aquello que cause daño al enemigo,
ya sea militar, material, económico o naval.
Las acciones ofensivas de las defensivas no deben ser independientes, sino
formar parte de una maniobra en beneficio de la Fuerza Organizada.
LA DEFENSA DE LA COSTA
Es una tarea, que por su naturaleza, le corresponde a la Armada.
Se entiende por tal, no solamente cañones, sino también radares, sonares, minas,
buques y aviones y, en general, todo aquello que proporcione seguridad hacia el Frente
Marítimo. Naturalmente que debe limitarse a aquellos puntos del litoral de importancia
militar económica.
La protección indirecta a todo el litoral dada por la Fuerza Organizada es contra la
Fuerza Organizada enemiga, pero no impide la acción de medios secundarios enemigos.
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Lo anterior permite concluir que : La defensa de costa constituye un importante
elemento de la defensiva y da libertad de acción a la Fuerza Organizada propia.
(Interferencias Morales).
LOS CONTRAATAQUES
Constituyen la esencia de la defensiva. Es el recurso del más débil para desgastar
al enemigo.
El más débil reemplaza su inferioridad con audacia, ingenio, sorpresa, creando
las circunstancias favorables que le permitan pasar a la conquista del Dominio del Mar.
CONTRAATAQUE MAYOR.
Es aquel realizado por la Fuerza Organización más débil contra una parte de la
Fuerza Organizada superior, la cual ha sido dividida por la maniobra.
CONTRAATAQUE MENOR.
Son golpes sorpresivos contra la flota enemiga para reducir su potencial sin librar
la Batalla. (Golpes de mano los llama Carrero Blanco, Operaciones de Menor Cuantía las
demonina Otto de Croos).
Especialmente apto para este tipo de ataque son aquellos medios contra los cuales
no se han desarrollado técnicas o tácticas que los neutralice.
LA FLOTA EN POTENCIA
Se entiende por tal la actitud de una flota que por el solo hecho de existir pretende
entrabar la actitud de una Fuerza superior y produce algunos efectos estratégicos.
El concepto de Flota en Potencia tiene su origen en la actitud sustentada por el
almirante inglés Torrington, de eludir la batalla contra las fuerzas francesas del
almirante Tourville, manteniéndose en las aguas del río Támesis y éste fue sometido a
juicio y, en su defensa, empleó el término de Flota en Potencia:
Yo siempre afirmé que mientras tuviéramos una Flota en Potencia, los franceses
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no se atreverían a intentar la operación.
La teoría de la Flota en Potencia ha llevado a grandes exageraciones, elevadas a
la categoría de dogmas (Colomb).
El mar debe ser despojado de toda nave enemigas, incluso encerrada en un
puerto, antes de intentar cualquiera operación ...
El error de interpretación de la teoría de Flota en Potencia, consiste en creer que la
sola existencia de una Fuerza, aunque iniciativa, debe producir necesariamente la
paralización de una Fuerza superior.
El error de interpretación de la teoría de Flota en Potencia, consiste en creer que la
sola existencia de una Fuerza, aunque inactiva, debe producir necesariamente la
paralización de una Fuerza superior.
Los efectos estratégicos de una Flota en Potencia depende de :
La ubicación de la Flota en Potencia
La actividad que demuestra
Los medios de que dispone
La situación estratégica general
Los efectos de una Flota en Potencia, en general, son los que se indican, (están
referidos al caso particular de la Flota alemana durante la Primera Guerra Mundial):
Influencia política
Da seguridad a la costa y Comunicaciones Marítimas propias
Da seguridad al Flanco del Ejército enemigo
Amenaza al flanco del Ejército enemigo
Fijas fuerzas
Atrasa las operaciones enemigas
Obliga a desviar a las Comunicaciones Marítimas enemigas
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Obliga a operaciones especiales, marítimas, aéreas o terrestre
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CAPITULO IX
EJERCICIO DEL DOMINIO DEL MAR
INTRODUCCIÓN
La relatividad del Dominio del Mar permite ejercerlo en mayor o menor
grado, desde el principio hasta el término de la guerra, incluso habiendo perdido el
Dominio del Mar.
Se ejerce el Dominio del Mar cuando se explota el mar militar y/o
económicamente, defendiendo las Comunicaciones Marítimas propias y atacando las
enemigas, actividad que coexiste con las operaciones de Conquista o Disputa que realice
la Fuerza Organizada.
Quiénes actúan ?
El más fuerte y el más débil.
Las operaciones de ejercicio del Dominio del Mar son efectuadas, normalmente,
por medios secundarios submarinos, aviación, corsarios) y bajo circunstancias
estratégicas especiales puede actuar la propia Fuerza Organizada.
El ataque a las Comunicaciones Marítimas con unidades de línea de la
Fuerza Organizada es un error. No puede crearse una Marina sobre tales bases y para
tal empleo deliberado. No se puede olvidar el acto de fuerza : La Batalla.
Cuándo se justificará tal decisión ?
Cuándo se ha perdido o ganado el Dominio del Mar.
ATAQUES A LAS COMUNICACIONES MARÍTIMAS
Constituye la forma típica de ataque a las Comunicaciones Marítimas,
empleando buques de superficies y submarinos, los cuales son llamados corsarios.
El origen del corso fue el lucro. La Declaración de París de 1856, lo suprimió
definitivamente. Si aún se
habla de Corso es porque el término es breve, expresivo y cómodo, pero su significado es
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muy diferente.
El principal efecto estratégico que produce el corsario es cuando su empleo no es
independiente, sino formando parte de una Maniobra en beneficio de la Fuerza
Organizada.
Actualmente, el corsario de superficie es un fugitivo, debido al desarrollo de las
telecomunicaciones y la aviación.
Su número es reducido respecto a sus predecesores pero su poder destructivo es
mucho mayor.
La guerra de corso puede buscar el efecto moral o material. Desde el punto de
vista de la Maniobra, el efecto moral es el más importante.
EL SUBMARINO
Las dos guerras mundiales han demostrado en forma concluyente la gran aptitud
del submarino para el ataque a las Comunicaciones Marítimas. Sin embargo, el
submarino está en condiciones diferentes al buque de superficie.
El Derecho Internacional Marítimo ha pretendido imponer al submarino las mismas
limitaciones que al buque de superficie lo que constituye un absurdo, que nadie ha
cumplido porque es :
Muy vulnerable en superficie
Muy difícil de cumplir con las estipulaciones del DIM
Muy difícil el salvamento de náufragos
Muy difícil el reconocimiento o identidad de un blanco enemigo o neutral.
Las zonas de guerra son la solución práctica para el ataque sin restricciones.
LA AVIACIÓN
La aviación interviene en el ataque a las Comunicaciones Marítimas en forma
directa o indirecta.
La acción directa tiene el problema del reconocimiento del blanco (enemigo o
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neutral). La zona de guerra es una solución práctica.
La acción indirecta se materializa con la exploración aeromarítima que facilita la
acción a los corsarios, como también a la Fuerza Organizada.
Las informaciones adelantadas son básicas para que el mando pueda tomar
resoluciones acertadas y oportunas y el mejor medio para obtenerlas es mediante la
aviación de exploración.
LAS MINAS
El minaje ofensivo ha desempeñado un importante papel en las últimas dos
guerras en el ataque a las Comunicaciones Marítimas, entorpeciendo seriamente el
Tráfico Marítimo Militar y comercial del enemigo.
EL BLOQUEO ECONÓMICO
Es una forma de ataque a las Comunicaciones Marítimas, aunque casi nunca será
un fin en sí, sino que podrá constituir un medio estratégico de coerción para obligar al
enemigo a presentar batalla.
Para aplicarlo se requiere de la Fuerza y condiciones geográficas favorables.
Al aplicarlo debe tenerse presente su efecto y reacción sobre los neutrales.
La zona de guerra es una forma de bloque económico.
DEFENSA DE LAS COMUNICACIONES MARÍTIMAS
GENERALIDADES
La defensa de las Comunicaciones Marítimas es realizada mediante la protección
Directa y la Indirecta. Ambas se complementan. Es obvio que estas consideraciones son
válidas si se cuenta con los medios para realizarla.
Existe una relación muy directa con las operaciones de conquista del Dominio del
Mar, ya que puede participar la Fuerza Organizada y la batalla sería una consecuencia.
PROTECCIÓN DIRECTA
Es un conjunto de medidas ofensivas y defensivas, empleando medios
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secundarios para dar seguridad a u determinado objetivo contra la amenaza de medios
secundarios enemigos.
Es de carácter particular
Son medidas ofensivas o defensivas porque se puede ir directamente a destruir la
amenaza (ofensiva) o, simplemente, se espera la acción enemiga, dando seguridad
directa al objetivo (defensiva).
MATERIALIZACIÓN DE LA PROTECCIÓN DIRECTA
MEDIDAS DEFENSIVAS
ARMAMENTO BUQUES
Ya sea naveguen solos o en convoy.
RUTAS PATRULLADAS.
Es una medida de carácter accidental, porque tiene la desventaja de orientar al
enemigo.
RUTAS EVASIVAS.
Explotación del espacio. Las rutas pueden desviarse.
CONVOYES.
Constituye una clara materialización de la Economía de las Fuerzas.
VENTAJAS DEL CONVOY
Reduce riesgos de pérdidas
Aumenta el ciclo de rotación de los buques
Limitado a la velocidad del más lento
Mayores riesgos por falta de práctica en formaciones
Irregularidades en el transporte (no es continuo)
Congestión en los puertos
Las desventajas del convoy son reales y deben tomarse en cuenta, pero sus
ventajas son de gran importancia en relación a la seguridad de los buques.
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No puede establecerse el empleo del convoy como un dogma: su uso depende de
la situación estratégica (medios secundarios disponibles, amenaza existente, cuantía e
importancia de lo transportado, grado de urgencia, etc.).
MEDIDAS OFENSIVAS
LA PATRULLA.
Para interceptar la amenaza.
CAZA DEL CORSARIO.
Se actúa contra el corsario mismo.
Las operaciones Hunter-Killer. Papel de los Acl's en este rol.
ATAQUE A LAS BASES DE CORSARIOS.
Papel de la aviación.
PROTECCIÓN INDIRECTA.
Es la seguridad que se da por medio de la Fuerza Propiacontra la amenaza de la
Fuerza principal enemiga a todo el sistema general de comunicaciones; es de carácter
permanente y dura conquistar el Dominio del Mar. Exigencia fundamental para las
Fuerzas de Protección Indirecta: Poder imponer la Batalla.
LA COBERTURA.
Es la seguridad que debe dar la Fuerza Organizada propia a un determinado
convoy contra la probable acción de la Fuerza enemiga.
Dónde se puede ubicar esta Fuerza? Cerca de la base de la Fuerza
enemiga o del Convoy que debe proteger. Factores que orientan : la geografía, la
Potencia relativa, los límites de tiempo y espacio.
CONDUCCIÓN DEL ATAQUE Y DEFENSA DE LAS COMUNICACIONES MARÍTIMAS
Qué se realiza primero, el ataque o la defensa ?
La condición geográfica esencial es fundamental : Insular, Continental, Bloque
Continental.
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El ataque a las Comunicaciones Marítimas es eventual en ciertos casos y
permanente en otros. La situación estratégica y los medios son los factores básicos.
A igualdad de dependencia de las Comunicaciones Marítimas de ambos
beligerantes: la defensa prima sobre el ataque.
El ataque y de la defensa de las Comunicaciones Marítimas no deben constituir
operaciones independientes, sino que deben formar parte de un Sistema de Operaciones,
precisamente porque el Ejercicio coexiste con la lucha por el Dominio del Mar y existe un
vínculo de carácter maniobrista que debe explotarse en beneficio de la Fuerza
Organizada.
La defensa y ataque a las Comunicaciones Marítimas debe centralizarse en un
Mando único. Comando de Corsarios.
EL CASO MEDIO
Ambos beligerantes tienen sus Fuerzas Organizadas relativamente equilibradas y
disputan el Dominio del Mar en igualdad de condiciones.
Pueden dedicarse directamente a ejercer el Dominio del Mar atacando o
defendiendo las Comunicaciones Marítimas.
La Batalla será una consecuencia.
LAS OPERACIONES ANFIBIAS CONJUNTAS
Al nivel de la Dirección Suprema de la Guerra.
Al nivel de la Dirección Suprema de la Guerra.
Requiere tener el Dominio del Mar o estar en condiciones de disputarlo (listo
para la Batalla).
Papel de la Fuerza de Cobertura: Error italiano en Lissa.
El peligro más grave es que el enemigo, burlando a la Fuerza de Cobertura caiga
sobre los transportes.
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