Gestión, Políticas y Culturas del Agua
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Gestión, Políticas y Culturas del Agua
Lydia Torre Medina Mora Cleotilde Hernández Suárez (coordinadoras)
29 de abril de 2010
Red de Colegios y Centros de Investigación (RECCI) www.recci.org.mx
Directorio
Centro de Investigaciónen Geografía y Geomática Ing. Jorge L. Tamayo, A.C. (CENTROGEO)
www.centrogeo.org.mx
Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. (CIDE) www.cide.edu
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS)
www.ciesas.edu.mx
El Colegio Mexiquense, A.C. (CMQ) www.cmq.mx
El Colegio de la Frontera Norte, A.C. (COLEF)
www.colef.mx
El Colegio de Jalisco, A.C. (COLJAL) www.coljal.edu.mx
El Colegio de México, A.C. (COLMEX)
www.colmex.mx
El Colegio de Michoacán, A.C. (COLMICH) www.colmich.edu.mx
El Colegio de San Luis, A.C. (COLSAN)
www.colsan.edu.mx
El Colegio de Sonora, OPD (COLSON) www.colson.edu.mx
El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)
www.ecosur.mx
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora (INSTITUTO MORA) www.mora.edu.mx
Gestión, políticas y culturas del agua 3
Índice
Presentación / Lydia Torre Medina Mora y Cleotilde Hernández Suárez ................ 4
La política del agua en Chiapas: entre herencias del pasado y rupturas
presente / Edith F. Kauffer Michel ............................................................... 9
¿Crisis del agua?, Enfoques de gestión y estudio de caso /Germán
Santacruz de León .................................................................................... 17
Avances en Geomática para la resolución de la problemática del agua /
Felipe Omar Tapia Silva ........................................................................... 30
Culturas del agua: una mirada desde las prácticas y representaciones
sociales. Barrios pueblos y colonias del centro y sur de la Ciudad de
México / María Concepción Martínez Omaña ........................................... 39
Participación ciudadana y gestión del agua en colonias sin agua potable y
alcantarillado en ciudades del estado de Chihuahua / Gustavo
Córdova Bojórquez ................................................................................... 48
Las interacciones agricultura-agua y la modificación de los ambientes
rurales; el caso del valle de Mexicali / Adriana Álvarez Andrade .............. 54
Contradicciones campo ciudad. ¿Urbanización contra agricultura? / José
Luis Seefoó Luján ..................................................................................... 68
El sector rural en el manejo del agua y las políticas de desarrollo. Viejas
problemáticas y nuevos desafíos / Yanga Villagómez Velázquez ............ 79
Gestión, políticas y culturas del agua 4
Presentación Presentación / Lydia Torre Medina Mora y Cleotilde Hernández Suárez
Gestión, Políticas Públicas y Culturas del Agua es el título de la mesa redonda
organizada por la Red de Colegios y Centros de Investigación (RECCI), a través de
El Colegio de San Luis (COLSAN)1 con el propósito de difundir los hallazgos de las
investigaciones que realizan sus académicos cuando se preguntan por las
relaciones entre agua y sociedad. Estas relaciones tienen que ver con los
procesos de acondicionamiento del ambiente natural que en el curso de las
generaciones los hombres han transformado en ambiente cultural para asegurar
su adaptación y su convivencia.
Este documento de divulgación reúne los textos que la mayoría de los
participantes en la mesa redonda elaboraron como una recreación de su
exposición verbal2para ser difundidos y comentados. Los textos que lo integran
tratan de la política del agua y la hidropolítica, con sus procesos inacabados de
transición que favorecen la centralización de las decisiones en los asuntos del
agua (Kauffer); de la llamada crisis del agua y los enfoques de gestión, con
prevalencia del modelo extractivo (Santacruz); de la gestión integral de los
recursos hídricos, que es un término instalado en el discurso, mas no en las
prácticas (Kauffer y Santacruz); de la participación como premisa en los asuntos
del agua y de las organizaciones del agua que no logran ser ciudadanas (Kauffer y
Santacruz); de las representaciones que se construyen con artefactos
tecnológicos de la geomática (Tapia) y de las representaciones sociales, la
memoria colectiva y la historia oral como referente de identidad (Martínez); del
1
La mesa redonda se realizó el jueves 29 de abril de 2010 por medio de videoconferencia. Véase la relatoría de esta mesa redonda escrita por Cleotilde Hernández Suárez y Lydia Torre, publicación electrónica de RECCI y COLSAN, disponible en: www.colsan.edu.mx/investigación/aguaysociedad/ 2
El registro de la videoconferencia y cada una de las exposiciones están disponibles en: www.colsan.edu.mx/investigación/aguaysociedad/
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acceso diferenciado al “agua limpia” (Álvarez y Seefoó) para la agricultura y la
producción de hortalizas de exportación, y la creciente competencia por esta agua
entre los usos de la vida urbana, el regadío agrícola y el mundo rural (Álvarez,
Seefoó y Villagómez). Los textos también abordan temas sobre las cuencas
binacionales, donde la administración es nacional y las decisiones se toman con
base en la jurisdicción (Kauffer y Álvarez); sobre las cuencas y los cauces de los
ríos que reciben y conducen los efluentes de aguas servidas urbanas (Seefoó) y
aguas cargadas de agroquímicos, que se mezclan con aguas limpias,
contaminando el agua que utilizan las poblaciones y la agricultura aguas abajo,
calidad del agua que pone en riesgo y afecta la salud de las personas, la
producción de alimentos y la calidad de los suelos agrícolas (Álvarez y Seefoó);
sobre lo que antes fue perjuicio y ahora es beneficio (Álvarez), y sobre las
decisiones que se resuelven al margen de los legítimamente implicados (Kauffer).
Sobre la revalorización de los territorios rurales por los servicios ambientales que
prestan y que no generan beneficios netos para quienes los han acondicionado,
los viven y los preservan (Villagómez). Sobre los procesos de saneamiento de las
aguas municipales que no logran superar la etapa constructiva, toda vez que la
operación sostenida de muchos de los sistemas de tratamiento de aguas,
efectivamente construidos, es un asunto pendiente (Seefoó).
Estos asuntos son vistos a través de las evidencias reunidas en diversos
estudios de caso. Nos referimos al estudio sobre la política del agua en Chiapas,
de Edith Kauffer. A la llamada crisis del agua, los enfoques de gestión y el estudio
de caso de la cuenca del río Valles y su Comité de Cuenca, de Germán Santacruz.
A los avances de la geomática y sus aportaciones para la representación y
percepción de los asuntos del agua, de Felipe Omar Tapia. Al estudio de ciertos
rumbos de la ciudad de México que, a través de la historia oral que expresan las
generaciones actuales de sus pobladores, recrean y ponen de manifiesto bases
compartidas de identidad y pertenencia asociadas a los históricos caminos del
agua del Valle de México, de María Concepción Martínez. Al estudio del distrito de
riego del río Colorado, cuenca binacional que Estados Unidos y México
comparten, donde la cantidad y calidad del agua que corresponde a la porción
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baja de la cuenca, Valle de Mexicali, está condicionada por operaciones que se
realizan del otro lado de la frontera como el caso del revestimiento del Canal Todo
Americano, presentado Adriana Álvarez. A los usos del agua urbana y los
productos asociados con el agua para beber y para el aseo y la higiene de las
personas y las viviendas en el área conurbada Zamora-Jacona, en la cuenca del
río Duero, que al final de su recorrido entrega sus aguas, de flujo permanente, al
lago de Chapala, que estudia José Luis Seefoó. Y, en la parte alta de la cuenca
del mismo río Duero, el estudio iniciado por Yanga Villagómez recupera el papel
de la agricultura y los territorios rurales de los pueblos de La Cañada para el
funcionamiento general de la cuenca.
La agenda de temas y los casos estudiados ponen de manifiesto que la
iniquidad es el riesgo más elevado del modelo vigente en los asuntos del agua. La
política del agua se caracteriza por la concentración de casi todas las
competencias en instancias del gobierno federal, y la ausencia de competencias
reales e institucionales por parte de los demás niveles de gobierno, de las
comunidades y de las organizaciones, pese a los contenidos de las leyes estatales
de aguas, como en el caso de Chiapas (Kauffer). Y, por otra parte, los
diagnósticos globales, así como estos estudios de caso, documentan que la
mayoría de los problemas relacionados con el agua se manifiestan en el nivel
local, aunque están interconectados con problemas de agua en otros lugares y no
pueden resolverse de forma independiente (Santacruz). Entonces, el principal
desafío es no tanto movilizar para competir con éxito, sino cooperar para
reconciliar necesidades contrapuestas.
La mesa redonda Gestión, Políticas y Culturas del Agua se realizó gracias a
la iniciativa y la colaboración de los titulares de Colegios y Centros de
Investigación que integran la RECCI y a la cooperación de sus académicos
participantes. Agradecemos a la presidenta de El Colegio de San Luis, Dra. María
Isabel Monroy, la confianza en el Programa Agua y Sociedad para la organización
de la mesa redonda, al secretario académico, Mtro. Sergio Cañedo, su orientación
y su respaldo y, a la secretaria general, Dra. Luz Carregha, las facilidades para su
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realización. A Fabiola Rodríguez, Carlos Núñez, Alexandro Roque, Alma Trujillo,
Daniela Ramírez, Jesús Flores, Israel Trejo, Marta Martínez, Narda Lira, Luz Irene
González y Sergio Romero agradecemos la generosidad de su colaboración en los
campos de sus distintas y necesarias especialidades concurrentes.
San Luis Potosí, S.L.P., 30 de junio de 2010.
El Colegio de San Luis.
Lydia Torre Medina Mora
Cleotilde Hernández Suárez
Gestión, políticas y culturas del agua 8
Figura A. México. Regiones Hidrológicas y casos de estudio en este documento
Fuente: Localización de los casos de estudio propia, con base en CONAGUA (2007). Estadística del agua en México. México: SEMARNAT. p. 24-25.
1. Baja California Noroeste 20. Costa Chica de Guerrero
2. Baja California Centro – Oeste 21. Costa de Oaxaca
3. Baja California Sur – Oeste 22. Tehuantepec
4. Baja California Noreste 23. Costa de Chiapas
5. Baja California Centro – Este 24. Bravo – Conchos
6. Baja California Sureste 25. San Fernando – Soto La Marina
7. Río Colorado 26. Pánuco
8. Sonora Norte 27. Norte de Veracruz (Ríos Tuxpan – Nautla)
9. Sonora Sur 28. Papaloapan
10. Sinaloa 29. Catzacoalcos
11. Presidio – San Pedro 30. Grijalva – Usumacinta
12. Lerma – Santiago 31. Yucatán Oeste
13. Río Huicicila 32. Yucatán Norte
14. Río Ameca 33. Yucatán este
15. Costa de Jalisco 34. Cuencas Cerradas del Norte
16. Armería – Coahuayana 35. Mapimí
17. Costa de Michoacán 36. Nazas – Aguanaval
18. Balsas 37. El Salado
19. Costa Grande de Guerrero
Política del agua en
Chiapas. / E. Kauffer
Barrios, pueblos y colonias de la Cuenca
del Valle de México / M.C. Martínez
Cuenca del río Duero y usos del agua
en Zamora-Jacona / J.L. Seefoó
¿Crisis del agua? Cuenca del
río Valles / G. Santacruz
Distrito de Riego 014 Río
Colorado/ A. Álvarez
Cuenca del río Duero y los pueblos
de La Cañada / Y. Villagómez
Servicio de agua en ciudades
de Chihuahua / G. Córdova
Servicio de agua en ciudades
de Chihuahua / G. Córdova
Avances en Geomática /
F.O. Tapia
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La política del agua en Chiapas:
Entre herencias del pasado y rupturas presente La política del agua en Chiapas: Entre herencias del pasado y rupturas presente / Edith F. Kauffer Michel
Edith F. Kauffer Michel
Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social-Sureste
Introducción
Esta reflexión parte de la constatación de que existe una transformación gradual
de las políticas públicas que podemos evidenciar a través del tiempo en función de
los actores que participan en éstas. Cronológicamente, el análisis de las políticas
públicas mexicanas permite identificar una primera fase de políticas
gubernamentales que son diseñadas e instrumentadas desde y por el Estado y el
gobierno (con preeminencia del poder ejecutivo federal en materia hídrica) y con la
única participación de los diferentes órdenes de gobierno (federal, estatal y
municipal). A través del tiempo, dichas políticas gubernamentales se convierten en
políticas públicas en las cuales al Estado y al gobierno se suman otros actores de
lo “público” que contribuyen al carácter público y más participativo de dichas
políticas. Posteriormente, esta transformación llevaría a políticas fabricadas e
implementadas desde los otros actores conjuntamente con el Estado y el
gobierno, en las cuales estas instancias ya no poseen la preeminencia. Estas
últimas nos ubican dentro de lo que algunos autores llaman la acción pública.
La definición clásica de políticas hídricas derivada de la de políticas
públicas que propone Massardier (2006) remite a la “acción de las autoridades
públicas” en materia de agua. El monopolio del Estado en la definición, el
desarrollo y la implementación de la política del agua es patente en esta visión
clásica. La definición de políticas hídricas acorde con la noción de políticas
públicas se refiere, por su parte, a la acción de las autoridades públicas en
Edith F. Kauffer Michel
Gestión, políticas y culturas del agua 10
coordinación o con participación de otros actores en materia de agua. Finalmente,
la definición derivada de la noción de acción pública considera las políticas
hídricas como los “dispositivos concretos que rigen [el sector agua] y que son el
producto de una fabricación social y colectiva” (Massardier, 2006).
Figura 1. Modelo de análisis:
transformación de las políticas a través de sus actores
En fechas recientes, algunos autores han subrayado la necesidad de
pensar la historicidad de las políticas públicas, la cual tradicionalmente ha estado
ausente en los análisis de éstas. Tomando los términos de Papadopoulos (2003),
el análisis de las políticas públicas hoy en día “carece de perspectiva
sociogenética”. La incorporación de la historicidad en el análisis de las políticas
públicas permitiría entender mejor sus manifestaciones recientes: su génesis, su
institucionalización, su legitimación, sus categorías de acción. Así, hace posible
observar en cuáles condiciones y en qué medida el pasado tiene efecto en el
presente con respecto a una determinada política pública. Uno de los
representantes de esta perspectiva es Paul Pierson (2000), que desarrolla el
concepto de path dependence (literalmente, “dependencia del sendero”, que une
Políticas gubernamentales
Políticas públicas
Acción pública
Tiem po
Estado/gobiernoEstado/gobierno y
público
Público y
Estado/gobierno
Fuente: Elaboración propia
Edith F. Kauffer Michel
Gestión, políticas y culturas del agua 11
el pasado, el presente y el futuro) y propone que la acción pública es constituida
por movimientos acumulativos que determinan las formas de acción y las
configuraciones institucionales en un subsistema, así como el camino de las
políticas públicas en función del pasado y hacia el futuro. Ciertos factores
favorecen este proceso: la rutina, la focalización sobre cierta visión de la realidad y
cierto tipo de soluciones y las anticipaciones adaptativas de actores excluidos
(llamados comportamientos adaptativos). Esta perspectiva es particularmente
pertinente y sugerente para el análisis de la política hídrica mexicana dado que
ésta lleva más de un siglo de transformación de su marco legal y una historia de
creación de instituciones desde el siglo XX.
La reflexión en torno a la historicidad de la política hídrica mexicana nos
lleva a plantearnos la problemática de sus rupturas, de sus continuidades y de sus
herencias. En este trabajo realizamos un breve análisis de las herencias y rupturas
de la política del agua en el caso del estado de Chiapas ubicado en la región
hidrológico administrativa XI Frontera Sur. El trabajo se nutre de entrevistas
semiestructuradas e informales con diferentes actores relacionados con la política
del agua y de experiencias diversas de observación participante en distintos
escenarios de diseño e implementación de la política hídrica en el estado de
Chiapas entre 2005 y 2010.
Las herencias de la política del agua en Chiapas
En el estado de Chiapas, la política del agua se caracteriza hoy en día por la
concentración de casi todas las competencias en instancias del gobierno federal,
situación que refleja una extrema centralización de dicha política. Numerosos
actores reconocen que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) es la instancia
que hace la política del agua en Chiapas. Esta situación se relaciona con dos
elementos; el primero se refiere a la ausencia de ejercicio de competencias
establecidas legalmente por las diversas instancias del gobierno estatal. A este
respecto y como ejemplo, todas las funciones relacionadas con las aguas
Edith F. Kauffer Michel
Gestión, políticas y culturas del agua 12
estatales definidas con mucha precisión en la ley de aguas del estado no se han
traducido en el reconocimiento jurídico de dichas aguas y en la creación de las
instancias previstas por la legislación. Aunado a este elemento, podemos añadir
que existe una ausencia de competencias legales e institucionales hacia las
acciones de gestión realizadas por los actores locales en Chiapas. Aunque en el
caso de los municipios existe una obligación constitucional, establecida en el
artículo 115, muchas veces ésta no se cumple por falta de capacidades. Por su
parte, las organizaciones comunitarias encargadas de la gestión del agua no están
reconocidas legal e institucionalmente por la política hídrica gubernamental.
Así, la política del agua en Chiapas constituye un arquetipo de la política
vertical o política pública tradicional bajo la rectoría exclusiva del Estado y del
gobierno. A ello, hay que añadir que fue fabricada históricamente por una elite: los
ingenieros hidráulicos. Dicha elite técnico-política llegó a tener un papel
fundamental en la formación de la nación mexicana (Aboites, 1998). En
consecuencia, observamos que los fundamentos de la política hídrica en Chiapas
son esencialmente ingenieriles, porque ésta se encuentra centrada en la
construcción de obras hidráulicas (presas y sistemas de agua formales) como
respuesta a las necesidades en materia de agua. Cabe subrayar que dicha visión
ingenieril permea en los actores locales y en las propuestas de soluciones para el
abasto de agua y que pocas innovaciones tecnológicas se aprovechan de las
fuertes precipitaciones y de la disponibilidad de los recursos hídricos superficiales,
en lo que el estado de Chiapas ocupa el segundo lugar nacional, después de
Tabasco. Adicionalmente, tenemos que mencionar que se trata de una gestión
históricamente sectorial del agua, tendencia que perdura en la realidad.
En fechas recientes, hemos observado dos tipos de rupturas en la política
del agua en Chiapas relacionadas con su contenido y con las instituciones
estatales.
Edith F. Kauffer Michel
Gestión, políticas y culturas del agua 13
La gestión integrada del agua por cuencas: Una ruptura discursiva
La adopción del paradigma de la gestión integrada del agua por cuencas en
México y su traslado a Chiapas constituye una ruptura de carácter discursivo
debido a varios elementos. En primer lugar, no hemos encontrado una perspectiva
real que lleve a la concreción de la gestión integrada del agua por cuencas debido
a la inadecuación institucional de la CONAGUA, que sigue funcionando según una
visión sectorial y no opera a partir de un eje de organización interna en torno a las
cuencas. El organigrama de dicha instancia es muy ilustrativo en la materia y
evidencia la casi imposibilidad estructural y organizacional que tiene la CONAGUA
para concretar el mandato de la Ley de Aguas Nacionales en materia de gestión
integrada del agua por cuencas. Además, dicha instancia trabaja con cuencas
truncadas, que obedecen a las delimitaciones municipales, y con una ausencia de
visión transfronteriza cuando muchas de las cuencas del estado de Chiapas tienen
esta característica. Por otro lado, varios estudios de caso y los informes
gubernamentales evidencian claramente que la gestión integrada del agua por
cuencas en Chiapas se desarrolla con proyectos fundamentalmente ingenieriles.
Adicionalmente, las instancias de participación que constituyen uno de los pilares
de la gestión integrada del agua por cuencas resultan poco participativas fuera de
las dependencias gubernamentales y de elites políticas locales y regionales
(Kauffer, 2008).
Foto1. Comité de Cuenca del río Sabinal. Chiapas, 2009
Foto: Edith F. Kauffer Michel
Edith F. Kauffer Michel
Gestión, políticas y culturas del agua 14
Las rupturas recientes: Las instituciones estatales en el sector ambiental e
hídrico
Una aparente ruptura observada en la política del agua en Chiapas desde el año
2006 se tradujo en sucesivas desapariciones y creaciones de instituciones
gubernamentales en el sector ambiental y del agua. Estas transformaciones en las
instituciones estatales fueron realizadas por decretos que podríamos calificar de
“navideños” debido a que varios fueron publicados en diciembre.
En 2006, al desaparecer la Secretaría de Ecología Recursos Naturales y
Pesca (SERNyP), el gobierno de Chiapas formó la Comisión Forestal Sustentable
del Estado (COFOSECH), la cual tiene un área de cuencas.
En 2008, la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) fue absorbida
por la Secretaría de Infraestructura, después de 17 años de existencia en un
momento cuando empezaba a consolidarse en torno a algunos aspectos sociales
en materia de agua. En 2008fue creada la Secretaría de Medio Ambiente y
Vivienda (SEMAVI), y en diciembre de 2008 fue inaugurado el Instituto Estatal del
Agua (INESA), de tal forma que en aquel año eran cinco instituciones que atendían
el tema del agua y de cuencas, a las que hay que sumar el Instituto de Historia
Natural (IHN). En diciembre de 2009, la SEMAVI fue transformada en la Secretaría
de Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN) al absorber el IHN, el cual cumplía
seis décadas de existencia, lo cual deja el panorama actual con cuatro instancias
del gobierno de Chiapas con competencias en materia de agua y de cuencas.
Esta situación de sucesivas creaciones, desapariciones, modificaciones y
fusiones de instancias del gobierno de Chiapas en relación con la tema del agua
no sólo ilustra la fragmentación institucional en la política del agua, sino que
también se traduce en una difícil coordinación entre las diversas instancias, en la
duplicación de acciones y en una excesiva rotación de funcionarios que facilita la
preeminencia del gobierno federal. Además, a raíz de estos cambios de instancias
gubernamentales, gran parte de las disposiciones de la ley de aguas del estado
reformada en 2004 quedan sin posibilidad de ser aplicadas debido a que las
Edith F. Kauffer Michel
Gestión, políticas y culturas del agua 15
instancias encargadas de llevarlas a cabo ya no existen y porque éstas no han
sido remplazadas por atribuciones de las nuevas instancias, en particular aquellas
que se refieren a la CEAS.
Consideraciones finales
El diseño y la implementación de la política del agua en Chiapas reflejan más
herencias que rupturas encaminadas a su real adecuación a las circunstancias
culturales y naturales del estado. Dicha política se caracteriza en la actualidad por
la persistencia del yugo de la federación y por la poca participación de los actores
locales. El carácter de las rupturas evidenciadas en el texto contribuye a inscribir
la política del agua en Chiapas en un esquema de continuidades en el que
prevalecen las herencias del pasado de una política del agua gubernamental.
También ubica la política hídrica “chiapaneca” en una todavía inacabada transición
de una política gubernamental a una política verdaderamente pública.
Foto 2. Taller con ejidatarios e integrantes del Comité de Cuenca del
Río Grande de Comitán-Lagunas de Montebello, Chiapas, 2009
Foto: Edith F. Kauffer Michel.
Edith F. Kauffer Michel
Gestión, políticas y culturas del agua 16
Foto 3. Reunión del Grupo Interinstitucional: Comité de Cuenca del
Río Grande de Comitán-Lagunas de Montebello, Chiapas, 2009
Foto: Edith F. Kauffer Michel.
Referencias
Aboites Aguilar, Luis (1998).El agua de la nación. Una historia política de México (1888-1946). México: CIESAS.
Kauffer Michel, Edith F. (2008). “Comités de cuenca en Chiapas y Tabasco: Entre participación endeble y riesgo de politización”. En: Denise Soares, Sergio Vargas y María Rosa Nuño (eds.). La gestión de los recursos hídricos: Realidades y perspectivas. México: SEMARNAT / Instituto Mexicano de Tecnología del Agua / Universidad de Guadalajara. pp. 193-227.
Massardier, Gilles (2006). “De las políticas públicas a la acción pública”. Conferencia, Universidad Autónoma de Chiapas, 19 de febrero.
Papadopoulos, Yannis (2003). “Gouvernance et transformation de l‟action publique: quelques notes sur l‟apport d‟une perspective de sociologie historique”. En: Pascale Laborier et Danny Trom (dir.). Historicités de l’action publique. Paris: Presses Universitaires de France. pp. 119-135.
Pierson, Paul (2000). “Increasing Returns, Path Dependence and the Study of Politics”. American Political Science Review, 94 (2), pp. 251-267.
Gestión, políticas y culturas del agua 17
¿Crisis del agua?
Enfoques de gestión y estudio de caso ¿Crisis del agua? Enfoques de gestión y estudio de caso /Germán Santacruz de León
Germán Santacruz de León
El Colegio de San Luis
¿Crisis del agua?
La crisis del agua se vincula con la disminución de la disponibilidad hídrica y con
los problemas ambientales asociados al uso del agua; generalmente se relaciona
con la reducción de la disponibilidad de agua potable, en calidad y en cantidad
adecuadas, que están afrontando diversas zonas del planeta; fenómeno que, cada
vez más, se percibe por amplios grupos de la población como el principal
problema ambiental del presente y del futuro.
La Global Water Partnership (GWP) (2000) dice tener abundantes pruebas
de la crisis del agua entre las cuales cita las inundaciones, sequías, conflictos
nacionales e internacionales por acceso al recurso, contaminación por residuos
tóxicos, enfermedades transmisibles por el agua, sobreexplotación de acuíferos y
hundimientos, etc. Del mismo modo, la GWP sostiene que son los países más
pobres y las personas más pobres (mujeres y niños) dentro de esos países
quienes sufren los peores efectos de la crisis del agua, o de la falta de acceso a
agua potable. Indica este organismo que la mayoría de los problemas
relacionados con el agua se manifiestan en la esfera local, aunque están
interconectados con problemas de agua en otros lugares y no pueden resolverse
de forma independiente.
De manera que China, a pesar de tener el quinto río más largo del planeta,
está enfrentando graves problemas regionales y estacionales en el acceso al
agua, y en un esfuerzo por superar esta problemática los chinos están
Germán Santacruz de León
Gestión, políticas y culturas del agua 18
trasvasando agua de una cuenca a otra, lo que está provocando cambios
ambientales importantes. Jordania, Israel, Chipre, Malta y los países de la
Península Arábiga están entrando en una situación en lo que todas las fuentes de
agua dulce disponibles serán utilizadas completamente. En esta misma condición
estarán Argelia, Egipto, Marruecos y Túnez para el año 2010.
Las diferentes formas en que se presenta la problemática asociada al agua
no es sólo asunto de los países de África o de Medio Oriente o, incluso, de Asia.
Estos problemas se observan también en América Latina; aquí se puede citar los
conflictos que provocó la privatización del servicio de agua potable en
Cochabamba, Bolivia.
Los problemas ligados al aprovechamiento y a la utilización de las aguas se
han agravado enormemente en América Latina, sobre todo en los últimos 30 años.
En Centroamérica se han presentado conflictos en las llamadas cuencas
internacionales; ejemplos de esto son los casos del conflicto entre Nicaragua y
Costa Rica por la cuenca del Río San Juan. Este conflicto tiene varios vértices,
entre los que destacan el deterioro ambiental, la deforestación y la contaminación
agrícola. Otro ejemplo es el de la cuenca del Río Lempa, compartida entre
Guatemala, Honduras y El Salvador, la cual, al igual que la anterior, presenta un
gran deterioro ambiental (Matul, 2003).
En la frontera México-Estados Unidos se han presentado diversos conflictos
por el agua (Cortez, 2004; Mumme y Lybecker, 2004; Sánchez, 2004). En la
frontera México-Guatemala se vislumbran problemas asociados a la construcción
de embalses y a la contaminación del agua (Kauffer, 2005; Santacruz et al. 2005;
Santacruz, 2005). De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de
Ecología en el período 1990-2002, los principales conflictos por el agua se
presentaron en el Distrito Federal y en el Estado de México (Sainz y Becerra,
2003).
Ahora bien, desde la década de 1970 ya se hablaba de la crisis del agua.
Entonces se decía que la escasez del agua sería cada vez más familiar a un
Germán Santacruz de León
Gestión, políticas y culturas del agua 19
público que tradicionalmente ha percibido el agua como un recurso infinito y libre
de las fuerzas económicas del mercado; empero, se decía, que el conocimiento
puede ser el catalizador para que el agua se vea como un recurso y se modifiquen
los patrones de asignación y uso de éste. Se preguntaba entonces qué cambios
se requerían para un uso más racional y eficiente de las limitadas fuentes de agua.
A esto se respondía que con una mejor planeación y mejores instituciones, así
como con una mejor asignación y uso eficiente, se podría resolver esta
problemática. Se sostenía que para resolver la crisis del agua era necesario
confiar en los principios económicos de los costos de oportunidad, mecanismos de
precios y las fuerzas del mercado para la asignación del agua.
La pregunta que no pocos autores se hacen es si la carencia de agua de
suficiente calidad es la próxima crisis; es claro que el acceso al agua en cantidad y
calidad adecuadas para las actividades humanas es extremadamente difícil. Así,
para algunos la crisis del agua se relaciona con la llamada escasez del agua; para
otros, la crisis se relaciona con una carencia de acceso al recurso, y, por otro lado,
se indica que el centro de la crisis del agua es una falta de administración
adecuada de los recursos hídricos (Rijsberman y Scott, 2005).
Lo que es claro es que el argumento de la crisis del agua se emplea para
establecer políticas públicas tendientes, sobre todo, a la privatización de los
servicios relacionados con el uso del agua, fundamentalmente el acceso al agua
de calidad potable, a establecer políticas para “modernizar” el campo con
“modernos” sistemas de riego, ideas que no muy pocos compran.
Enfoques de gestión
Hoy las formas de gestión hídrica se pueden englobar en dos enfoques: el primero
es un enfoque extractivo, de corte jurídico-ingenieril; es el más practicado y el
causante de numerosos problemas y conflictos en torno al uso del agua. El
Germán Santacruz de León
Gestión, políticas y culturas del agua 20
segundo enfoque, denominado aquí enfoque integrado, se encuentra, por ahora,
más en la discusión teórico-científica.
El enfoque de gestión de agua más destructivo es el extractivo; en él se
considera el recurso como un producto a ser extraído sin tener en cuenta el
impacto de ello; las decisiones se toman en un marco político y las
consideraciones técnicas pueden pasar a un segundo plano. Se fundamenta en el
establecimiento de regulaciones jurídicas, y privilegia la privatización de los
servicios públicos asociados al uso del agua. Desde este enfoque siempre está
rondando la pregunta de que si el agua es una mercancía. Actualmente, en un
proceso que aún está en marcha, se desea pasar de un enfoque sectorial,
centralista, poco participativo, con instituciones relativamente débiles en varios
aspectos, a un enfoque multisectorial, integral, participativo, democrático y
descentralizado, teniendo como espacio de acción las cuencas hidrográficas.
El enfoque integrado, hoy más en el ámbito teórico-académico, se presenta
como respuesta al enfoque extractivo, sobre todo a la incursión del sector privado
en la gestión del agua. Este enfoque privilegia la gestión descentralizada y la
efectiva participación comunitaria, siempre viendo el agua como un recurso de uso
común y que puede manejarse, gestionarse, colectivamente. El enfoque integral
privilegia, aunque desde diversas perspectivas, la concurrencia de diversos
campos de la ciencia. Entonces, cuando menos en el ámbito teórico, la gestión de
recursos hídricos ha dejado de ser dominio de algunas disciplinas, como la
hidrología, dando paso a enfoques que requieren la concurrencia de disciplinas
como la sociología, la antropología, la economía, la geografía, la ciencia política, la
historia y otras.
En el enfoque integrador se considera necesario armonizar los intereses y
la dinámica de las poblaciones con las condiciones y dinámica propia del entorno
donde éstas habitan, en particular, con relación a las cuencas y el ciclo
hidrológico. Este enfoque busca fomentar la participación, los enfoques
interdisciplinarios, la inclusión del género y los indígenas, entre otros.
Germán Santacruz de León
Gestión, políticas y culturas del agua 21
El estudio de caso
La creación del Comité de Cuenca del Río Valles en la Huasteca potosina
El uso de los recursos hídricos en la cuenca del Río Valles (figura 1) ha sido causa
de conflictos sociales desde las primeras décadas del siglo XX. Hoy puede verse,
que si bien los conflictos sociales no han emergido, la problemática socioambiental
(figuras 2, 3, 4 y 5), como la pérdida de cubierta vegetal, el incremento en los
volúmenes de agua para riego agrícola, la inaccesibilidad a servicios públicos que
afronta o que afrontarán en el corto plazo los habitantes de la cuenca, comienza a
emerger y que ésta debe ser encauzada y atendida por las agencias
gubernamentales encargadas del ramo.
La Comisión Nacional del Agua (CNA), amparada en la Ley de Aguas Nacionales,
impulsó, sólo a partir de la preocupación de la sociedad, la creación del Comité de
Cuenca del Río Valles, que fue instalado el 10 de diciembre de 2002.
Las debilidades del Comité de Cuenca del Río Valles: La percepción de los
actores sociales
Las preocupaciones de la CNAy, por extensión, del Comité de Cuenca del Río
Valles, giran en torno a dos aspectos: por un lado está la “atención” que se le
brindó, o brinda, al problema de contaminación del agua por las descargas de
agua residual producto del procesamiento de la caña de azúcar en los ingenios, y
por otro lado está la preocupación por la disminución de la disponibilidad hídrica
para riego agrícola en época de estiaje.
1) El espacio territorial en que tiene alguna incidencia este comité se
circunscribe a dos subcuencas —Río El Salto y Río Valles— de la cuenca
hidrográfica del Río Valles1. A pesar de que en cierta medida en este caso
1 Entrevista con la química Rosario Ledezma, encargada del Programa de Consejos de Cuenca de
la Comisión Nacional del Agua, el 15 de agosto de 2006.
Germán Santacruz de León
Gestión, políticas y culturas del agua 22
se respetan los límites hidrográficos, los que continúan prevaleciendo son
los límites administrativos.
2) Realiza acciones reactivas, de corto plazo, encaminadas a resolver, no de
manera estructural, problemas que de otro modo no serían atendidos. Por
ejemplo, la pérdida de cobertura vegetal; la falta de infraestructura para el
suministro de agua potable; la falta de infraestructura de saneamiento y,
con esto, la contaminación de los cuerpos de agua de toda la Cuenca del
Río Valles; el uso de leña, que tiene efectos graves en la salud humana y
que es uno de los factores preponderantes en la pérdida de vegetación
original y, finalmente, en donde converge toda esta problemática, la
disminución de la disponibilidad hídrica, son problemas estructurales que
invocan la gestión integral de los recursos hídricos reconocida en el papel
por la CNA, pero que no son considerados por el Comité de Cuenca del Río
Valles.
3) Es una entidad que depende en gran medida del impulso y la capacidad de
“gestión” de la CNA; es decir, no es un órgano netamente ciudadanizado,
que, por su naturaleza jurídica, no recibe apoyo financiero de la CNA para su
operación. Aunque probablemente si fuera “ciudadanizado” no sería
atendido por la CNA. En tal sentido, puede decirse que es una organización
“híbrida” o “mixta. En su acta constitutiva puede verse que el Comité podrá
reunirse siempre y cuando convoque el Secretario Técnico, es decir el
Gerente Estatal de la CNA en San Luis Potosí.
Germán Santacruz de León
Gestión, políticas y culturas del agua 23
Figura 1. Localización de la cuenca del Río Valles
Germán Santacruz de León
Gestión, políticas y culturas del agua 24
Figura 2. Vegetación y uso de suelo en la cuenca del Río Valles, 1976
Germán Santacruz de León
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Figura 3. Vegetación y uso de suelo en la cuenca del Río Valles, año 2000
Germán Santacruz de León
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Figura 4. Aprovechamientos hidráulicos superficiales
en la cuenca del Río Valles, año 2000
Germán Santacruz de León
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Figura 5. Localidades sin agua entubada
en la cuenca del Río Valles, año 2000
Germán Santacruz de León
Gestión, políticas y culturas del agua 28
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Gestión, políticas y culturas del agua 30
Avances en geomática
para la resolución de la problemática del agua Avances en Geomática para la resolución de la problemática del agua / Felipe Omar Tapia Silva
Felipe Omar Tapia Silva
Centro de Investigación en Geografía y
Geomática Ing. Jorge L. Tamayo
Introducción
La problemática del agua es compleja y la ocurrencia de las variables del ciclo
hidrológico y otros factores involucrados tienen una referencia geográfica y
variabilidad espacial y temporal observables. Desde este punto de vista territorial,
los estudios del agua tendientes a la exploración y resolución de su problemática
deben considerar un enfoque sistémico y requieren de información y conocimiento
que reflejen la variabilidad espacial y temporal de sus variables y factores.
La geomática es una disciplina científica transdisciplinaria que emerge en el
espacio convergente de otras disciplinas previas como: sistemas de información
geográfica, cartografía, percepción remota, geodesia y fotogrametría. Se trata de
una ciencia tipo II, es decir, la sociedad y sus necesidades son su objeto e
inspiración. De esta forma, esta disciplina ve a la sociedad como principal
beneficiaria de sus estudios y desarrollos y la incluye en sus modelos de
conocimiento sobre el funcionamiento del territorio al identificar actores que tienen
incidencia sobre los cambios en el marco natural o en el marco construido. El
enfoque sistémico y la generación de información a partir de percepción remota y
modelos geoespaciales incrementan sus posibilidades para analizar y comunicar
el funcionamiento de procesos que toman lugar en el territorio y para apoyar la
toma de decisiones. La geomática incluye, en su cuerpo de conocimiento, una
serie de métodos de adquisición, procesamiento, representación, análisis y
Felipe Omar Tapia Silva
Gestión, políticas y culturas del agua 31
sistematización de información y conocimiento con referencia geográfica
(localización y entorno espacial específicos).
Los artefactos de geomática (para computadora personal o en su versión en
Web) son posiblemente el aporte más acabado que la geomática puede ofrecer
para la solución de los problemas de corte hidrológico y de otro tipo de problemas
presentes en la sociedad. Al hablar sobre artefactos de geomática se alude a
desarrollos, prototipos y aplicaciones de tipo cibernético que retroalimentan
conocimiento e información geoespacial como, por ejemplo, atlas, documentos,
sistemas y soluciones en geomática.
Este texto1 se compone de dos apartados: uno, sobre aplicaciones de
geomática y sensores para incidir en la resolución de la problemática del agua y,
otro, sobre artefactos de geomática. En el primer apartado se incluyen estudios
que permiten dar una idea de cómo el área de percepción remota y el análisis
espacial en el contexto de sistemas de información geográfica (SIG) posibilitan el
acceso a información y conocimiento para diseñar proyectos e instrumentos de
política pública que contribuyan a la solución de la compleja problemática del
agua. Técnicas de análisis y modelado geoespacial son también incluidas, debido
a que constituyen herramientas con un gran potencial para ser aplicadas en el
ámbito que nos ocupa. En el segundo apartado se incluyen algunos aspectos
conceptuales sobre los artefactos de geomática y se ejemplifica mediante
artefactos desarrollados en el ámbito del agua, como el Sistema de Información
Geográfica de las Cuencas Hidrográficas de México, el Atlas Cibercartográfico del
Lago de Chapala y el sistema de Gestión de Barrancas Urbanas del D. F.
1 Una versión más amplia de este texto se presentó en el congreso de la Red Temática del Agua-
CONCYT (RETAC) y su referencia se registra en la literatura que aparece al final de este texto: Tapia-Silva (2010).
Felipe Omar Tapia Silva
Gestión, políticas y culturas del agua 32
Ejemplos de aplicaciones de percepción remota y análisis espacial para la
resolución de la problemática del agua
En el ámbito de la geomática es posible realizar estudios de sellamiento de
superficies permeables y aptas para el proceso de recarga del acuífero (Tapia
Silva y Mora, 2004). Respecto de la caracterización de superficies impermeables,
es posible generar metodologías basadas en percepción remota (CentroGeo,
2007). Otra opción en geomática consiste en monitorear los cambios en la
extensión de lagos y relacionarlos con la tendencia de las variables hidrológicas y
climáticas y con otras variables como extracción y disponibilidad de agua en los
cuerpos superficiales (López-Caloca et al., 2008; Lira, 2006). Otra aplicación
actual de las técnicas de geomática es la definición mediante percepción remota
de zonas propensas a inundarse súbitamente (Tapia Silva et al., 2007a).
La determinación de la variabilidad espacial de la vulnerabilidad de un
acuífero de ser contaminado y la ubicación de fuentes de contaminación (puntos o
zonas geográficas) de cuerpos de agua superficiales o subterráneos puede ser
realizada en el ámbito de la geomática (Ramos Leal et al., 2010). Igualmente es
posible la determinación de la influencia de la deforestación en el incremento de
escorrentías (Benítez et al., 2004; Tapia Silva et al., 2007b). La generación de
cartografía de la variabilidad espacial y temporal de variables hidrológicas y
climáticas es otra posibilidad en geomática (Gochis et al., 2007; Golicher et al.,
2004).
Los estudios de disponibilidad hídrica en acuíferos, de balance hídrico y de
consumo de recursos hídricos para cultivos se auxilian de estudios de estimación
de evaporación mediante percepción remota (Zwart et al., 2006; Garatuza Payan
et al., 2001; Garatuza Payan et al., 2005; Coronel et al., 2008).
Felipe Omar Tapia Silva
Gestión, políticas y culturas del agua 33
Artefactos de geomática
Los artefactos de geomática (para computadora personal o en su versión en Web)
son posiblemente el aporte más acabado de la geomática para apoyar el proceso
de toma de decisiones y formulación de políticas tendientes a la solución de los
problemas de corte hidrológico y de otro tipo de problemas presentes en la
sociedad. Al hablar de artefactos de geomática se hace referencia a desarrollos,
prototipos y aplicaciones de tipo cibernético que retroalimentan conocimiento e
información geoespacial; por ejemplo, atlas, documentos, sistemas y soluciones
en geomática. En su elaboración se combinan elementos que permiten procesos
bidireccionales de comunicación con los usuarios que a su vez acceden a
elementos que posibilitan observarse a sí mismos como actores dentro del entorno
específico de cada aplicación. A este proceso se le denomina proceso cibernético
de segundo orden (Martínez y Reyes, 2005). Así, durante el uso de los artefactos
de geomática se ha observado la generación de un proceso de modificación de la
visión de los usuarios del artefacto que proponen mejoras para el artefacto, lo que
les permite acceder nuevamente a otra serie de conceptos, información e ideas
para seguir evolucionando en cuanto a la visión y a la solución de la problemática
objeto del artefacto. Una importante característica de los artefactos de geomática
es su visión holística y sistémica de los problemas o fenómenos que se tratan de
representar. Uno de los ejes de la visión holística es el requerimiento de observar
y representar el fenómeno en cuestión considerando aspectos o características de
tipo socioeconómico y técnico-natural en un ambiente de adaptabilidad sistémica.
Así la problemática en el entorno de un artefacto es observada y analizada en
forma integral maximizando la posibilidad de identificar soluciones que pueden ser
de tipo socioeconómico, técnico, biofísico o mixto. La inclusión de modelos de
conocimiento permite representar la complejidad de la problemática hidrológica.
El Centro Geo ha desarrollado, desde su fundación, hace aproximadamente
diez años, una serie de artefactos de geomática con la finalidad de organizar
conocimiento e información que fomenten iniciativas para la resolución de
problemas hidrológicos. Las aplicaciones desarrolladas, enmarcadas teóricamente
Felipe Omar Tapia Silva
Gestión, políticas y culturas del agua 34
en el contexto de la cibercartografía, ejemplifican las posibilidades y alcances de la
práctica y la ciencia de la geomática para incursionar en la resolución de
problemas específicos de la sociedad. Entre estos artefactos podemos mencionar
los siguientes: Sistema de Información Geográfica de las Cuencas Hidrográficas
de México (ilustración 1), Atlas Cibercartográfico del Lago de Chapala (Figura 2),
Atlas Educativo del Lago de Chapala, Atlas Cibercartográfico de la Selva
Lacandona, Atlas Cibercartográfico del Lago de Pátzcuaro, Atlas Cibercartográfico
del Mar de Cortés y Aplicación para el Sistema de Gestión de las Barrancas
Urbanas de la Ciudad de México (SGBUCM)(Tapia et al., 2007c) (figura3).
Figura 1. Pantalla principal del artefacto de geomática en web (versión en
desarrollo) Sistema de Información Geográfica de las Cuencas Hídricas de México
(http://xsei.centrogeo.org.mx/)
Felipe Omar Tapia Silva
Gestión, políticas y culturas del agua 35
Figura 2. Ejemplo de pantallas de la aplicación de geomática del Atlas Cibercartográfico del Lago de Chapala
Como se mencionó, los artefactos de geomática se basan en modelos
explícitos de conocimiento del fenómeno específico a representar. Ello facilita la
definición de escenarios futuros de la repercusión de nuevas estrategias de
manejo y organizativas de los procesos estudiados. El proceso de generación de
nuevas propuestas fomentado por los artefactos incide en la evolución y
transformación del sistema modelado. Los artefactos de geomática, especialmente
sus versiones educativas o de difusión como la elaborada en el caso del lago de
Chapala, han demostrado ser un medio efectivo para comunicar la problemática y
para concientizar a la población sobre las tendencias de degradación de sus
propios recursos. Un cambio transcendental de la evolución de los artefactos de
geomática es su migración a Web. Esto constituye una línea de investigación de
actualidad. Ahora ya están disponibles en Web algunos de estos artefactos, como
el de barrancas urbanas del poniente de la ciudad de México y el de cuencas
hidrográficas (figura1) que pueden consultarse en http://xsei.centrogeo.org.mx/.
Felipe Omar Tapia Silva
Gestión, políticas y culturas del agua 36
Figura 3. Ejemplo de pantallas de la Aplicación de geomática para
el Sistema de gestión de barrancas (Tapia et al. 2007c)
Referencias
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Gestión, políticas y culturas del agua 39
Culturas del agua: Una mirada desde las
prácticas y representaciones sociales.
Barrios, pueblos y colonias del centro y sur de la ciudad de
México Culturas del agua: una mirada desde las prácticas y representaciones sociales. Barrios pueblos y colonias del centro y sur de la Ciudad de México / María
Concepción Martínez Omaña
María Concepción Martínez Omaña Instituto Mora
Introducción
El estudio de las prácticas y representaciones sociales en torno al agua me ha
llevado a reflexionar acerca del significado de la noción “cultura del agua”. En un
primer momento, considero que no es acertado referirse a la cultura del agua
como una noción en singular, o bien como un término cuya denominación encierre
procesos sociales y culturales homogéneos. Como el título lo indica, hay que
referirse más bien a las culturas del agua que han desarrollado, construido y que
se han apropiado, practicado y representado una gama diversa y compleja tanto
de sociedades como de grupos y sectores sociales en una variedad igual de
contextos y escenarios urbanos como rurales.
Esta afirmación se sustenta en la investigación que realizamos sobre las
prácticas y representaciones sociales del agua que los habitantes de algunas
zonas de la ciudad de México desarrollaron y elaboraron durante la segunda mitad
del siglo XX. De este modo, pretendemos contribuir a examinar las relaciones de
los actores, sus representaciones y sus prácticas sociales, con su entorno físico,
natural y cultural, en particular con el recurso del agua, en un periodo de
profundos cambios —entre finales de la década de 1920 y 2000— en la ciudad de
México.1
1 La investigación “Prácticas y representaciones sociales del agua. Historias orales en la ciudad de
México, el caso de Benito Juárez, Tlalpan, Xochimilco e Iztacalco, 1940-2000” recibió financiamiento de CONACYT entre 2006 y 2008, y sus resultados están publicados en Martínez Omaña (coord.), 2009.
María Concepción Martínez Omaña
Gestión, políticas y culturas del agua 40
Una aproximación desde la historia oral
En este texto me refiero a algunos resultados, tanto teóricos y metodológicos
como empíricos, de una investigación reciente bajo mi responsabilidad. Con
relación a lo primero, es importante mencionar la utilidad de la historia oral en los
estudios que se interesan en analizar los significados y percepciones de los
sujetos —en nuestro caso habitantes de la ciudad— sobre los procesos sociales
más amplios como los de la urbanización y el deterioro-abatimiento del recurso del
agua. En este sentido, nos interesó recuperar las visiones y las versiones que los
actores crean y reproducen, así como las formas en que se relacionan con el
agua.
Foto 1. Habitantes del Barrio La Fama, en Tlalpan, 1930
Fuente: Archivo de la Familia Rojas, en el archivo fotográfico del proyecto Representaciones y Prácticas Sociales del Agua. Historias Orales en la Ciudad de México (en adelante, Archivo
fotográfico del proyecto), Instituto Mora.
Dicha perspectiva teórica y metodológica, poco utilizada en los estudios sobre el
agua, nos aproxima también a la dimensión de la memoria, a través de la cual es
posible examinar los modos en que los actores evocan hechos, acontecimientos y
procesos y los recrean en la memoria individual y colectiva. De esta manera, es
María Concepción Martínez Omaña
Gestión, políticas y culturas del agua 41
posible estudiar las representaciones que se articulan y se elaboran y las prácticas
sociales que las transforman.
El estudio nos revela la importancia de los recuerdos de los individuos y el
papel de la memoria para rememorar una ciudad que disponía, a
principios del siglo XX, de fuentes de agua en abundancia en algunos
lugares del escenario urbano.
Por otra parte, la historia oral es rica en orientaciones metodológicas porque
permite comprender los mecanismos de transmisión y los procesos de
socialización para fijar una determinada concepción del mundo, de una generación
a otra, al mismo tiempo que registra y delimita los cambios y las permanencias, los
momentos de ruptura y continuidad. Asimismo, genera sus propias fuentes de
información mediante la observación cuidadosa y el registro pormenorizado de la
expresión de la subjetividad.
Consideramos en este estudio que el mundo social se forja de prácticas y
representaciones desde las cuáles los seres que lo habitan interactúan, perciben,
piensan e interpretan sus experiencias en torno al agua. En este sentido, aquí se
conciben las representaciones como una concepción del mundo, es decir,
actitudes, creencias, percepciones, valores, normas, ideas, y conocimientos, que
se revelan mediante un discurso y un lenguaje que los individuos poseen y utilizan
para orientar su acción. Por supuesto, las representaciones no pueden
comprenderse sino es mediante el estudio de las prácticas definidas como
acciones, comportamientos, conductas y usos tanto individuales como sociales
que se despliegan en un espacio y en un tiempo específico. Las representaciones
y las prácticas están estrechamente vinculadas entre sí por lo que las unas no
pueden comprenderse ni explicarse sin las otras (Abric, 2001, y Castorina, 2003).
En su conjunto, estos conceptos permiten situar niveles metodológicos para
la observación y el registro, y constituyen la materia prima para organizar,
comprender y explicar las percepciones, las ideas, las conductas y los usos del
territorio, su apropiación y transformación por parte de los individuos y los grupos
María Concepción Martínez Omaña
Gestión, políticas y culturas del agua 42
sociales. Las representaciones del territorio y de los cambios que ocurren en éste
quedan registrados en la memoria como producto de la acción humana. La
ausencia o la presencia del agua en la identidad explican y modelan las prácticas
y las representaciones y, por lo tanto, dan cuenta de la importancia que adquiere
el agua en la construcción de la identidad. Las palabras, las formas de referirse a
ella, los relatos de los actores, el tipo de juegos, los usos develan hasta dónde el
agua es un elemento de identidad.
A través de los testimonios orales registrados en los pueblos, barrios y
colonias se revelan las distintas prácticas y representaciones sociales del
agua, yse muestra la necesidad de valorar ese pasado que desde el
presente les permita a los individuos emprender acciones para enfrentar
los problemas de abatimiento, escasez, desperdicio e iniquidad en su
distribución.
En el plano de las prácticas sociales, reconocemos los modos y usos de
abastecimiento del agua tanto para las actividades productivas (entre las
que sobresalen la producción agrícola, la floricultura y las plantas de
ornato) como para las domésticas y comerciales (el empleo de los canales
como vías de comunicación y de comercio en el pasado); las actividades
culturales y de esparcimiento, entre ellas, el juego, las fiestas, las
ceremonias, los ritos, las leyendas, que hacen referencia a las acciones de
los actores alrededor del agua.
Con relación a las representaciones sociales, descubrimos que éstas se
asocian al sentido de conservación, escasez, identidad y pertenencia con
respecto al agua, en cuanto que se trata de un bien que se comparte entre
los miembros de grupos, así como los beneficios para los actores.
También se establece la importancia del líquido en la vida cotidiana, por
ejemplo, para la elaboración de los alimentos, la higiene personal, la
conservación del medio ambiente, la pureza o impureza como valores, las
leyendas y costumbres asociadas al agua y al territorio.
María Concepción Martínez Omaña
Gestión, políticas y culturas del agua 43
El tiempo y el caso de estudio
El periodo de estudio de 1920 a 2000 se singulariza por ser crucial en la
configuración de territorios porque integró el inicio y el final de una etapa de la
política pública relativa al abastecimiento del agua en la ciudad de México que
afectó sensiblemente las condiciones de vida de la población y llevó a diferenciar
pueblos, barrios y colonias. El estudio da cuenta de las mutaciones de esos
espacios, y su representación en la memoria de los individuos y de los grupos
sociales. Es decir, en los procesos de transformación del espacio están
involucrados recursos naturales, estructuras sociales y culturales, así como
actores en su interacción permanente.
Foto 2. Chinampas en el barrio de San Gregorio Atlapulco en Xochimilco, 2003
Fuente: Archivo fotográfico del proyecto, Instituto Mora. Foto de Ángel Paris García, 10 de
septiembre de 2003. Se observan en el terreno los trazos de lo que alguna vez fueron boyantes
canales acuíferos de irrigación para las chinampas.
Las zonas de este estudio se ubican en la región sur y centro de la cuenca
del Valle de México, en las hoy delegaciones de Benito Juárez, Tlalpan,
Xochimilco e Iztacalco; la colonia Nativitas, en Benito Juárez; el pueblo Santa
Úrsula Xitla y barrio La Fama (al lado del Parque Nacional de Fuentes Brotantes),
María Concepción Martínez Omaña
Gestión, políticas y culturas del agua 44
en Tlalpan; el barrio Caltongo y los pueblos de Tulyehualco, San Gregorio
Atlapulco y San Lorenzo Atemoaya, en Xochimilco; los barrios La Asunción, San
Miguel y Santiago y la colonia Sector Popular, en Iztacalco. Estos lugares estaban
interconectados por ríos, manantiales y canales que comunicaban la zona sur con
el oriente y el centro de la ciudad de México.
Figura 1. Plano topográfico de las haciendas de Coapa, San Juan de Dios
y del Rancho de Carrasco, D.F., 1894
Fuente: Sonia Lombardo et al. (1996-1997).Atlas Histórico de la ciudad de México. México: CONACULTA, INAH, pp. 292-293. El Plano se resguarda en la Mapoteca Orozco y Berra de la
Dirección General de Información Agropecuaria, Forestal y de la Fauna Silvestre de la SARH, Colección Orozco y Berra.
Por su situación y posición geográficas, así como por sus vínculos
sociales y culturales intermitentes o permanentes, en conjunto estos
lugares conforman una región. Uno de los rasgos que sustenta nuestra
afirmación es que los más importantes afluentes, los ríos San Juan de
Dios y San Buenaventura, provenientes ambos de la serranía del Ajusco,
en Tlalpan, se alimentaban de los manantiales como el de Fuentes
Brotantes y Peña Pobre, se conectaban a los canales y manantiales de
Xochimilco, alimentados también por los escurrimientos del Ajusco y el
Canal de la Viga, que desembocaba en Mexicaltzingo, atravesaba
Iztacalco y Santa Anita. En fin, a través del canal de la Viga, los lagos de
María Concepción Martínez Omaña
Gestión, políticas y culturas del agua 45
Chalco y Xochimilco se comunicaban con el lago de Texcoco. Así estos
caminos del agua se constituyeron en piezas claves de un sistema de
abastecimiento de agua potable, como lo muestra, para una porción del
sistema, la siguiente figura. La configuración de esta región es resultado
de un amplio proceso, del cual muchos de los habitantes han sido testigos
y protagonistas.
Los cambios que estas zonas han presentado a partir de la década de los
cuarenta marcaron el tránsito de lo rural a lo urbano necesariamente conllevando
transformaciones en los usos y en las actividades económicas y sociales, como la
aparición o desaparición de diferentes actores sociales y políticos y, por supuesto,
en las representaciones. En dicha transición, el agua ha desempeñado un papel
central no sólo porque en estos pueblos, barrios y colonias ha sido un elemento
permanente de identidad de los diversos actores, sino también porque las
principales actividades para la reproducción material giraron alrededor del recurso.
Foto 3. Canal Nacional, 2009
Fuente: Archivo fotográfico del proyecto (fotos La Viga), Instituto Mora. Foto de Carlos Alberto Palomo Morales, 29 de septiembre de 2009.
María Concepción Martínez Omaña
Gestión, políticas y culturas del agua 46
Descubrimos que los procesos de urbanización como de abatimiento y
deterioro del agua asumieron ritmos y alcances diferentes durante un
periodo de tiempo de 50 años en las zonas de estudio, localizadas en las
delegaciones de Benito Juárez, Iztacalco, Tlalpan y Xochimilco. Sin
embargo, a pesar de estas diferencias, encontramos que en el imaginario
social y en la memoria colectiva persisten representaciones sociales
similares, elaboradas a partir de las sólidas relaciones que los habitantes
establecieron con el agua.
Identificamos que los habitantes de la ciudad de México son actores y
protagonistas de las historias orales, cuyos relatos de vida se revelan en los
testimonios y entrevistas. Entre otros aspectos, interesa conocer el grado en que
intervienen y participan en la producción y reproducción de las representaciones y
las prácticas sociales en torno al agua, así como analizar las relaciones con el
recurso durante sesenta años, para explicar las formas en que los actores
producen, se apropian y transforman los espacios físicos, sociales y culturales.
Consideraciones finales
En el análisis de los testimonios orales se distinguen las transformaciones
alrededor de los usos y las percepciones en torno al agua, al acceso y la
disponibilidad del recurso, a la infraestructura hidráulica, así como a las diferencias
espacio-temporales en la ciudad de México. Estos aspectos se enmarcan en el
proceso de urbanización de la ciudad de México y en las dinámicas de
conformación y reestructuración del espacio urbano durante el siglo XX.
La historia oral recupera distintas visiones y experiencias de los pobladores
de la ciudad en relación con el agua. Conviene señalar que, por tratarse de una
investigación que comprende varios territorios, se emplea el método comparativo
para dar cuenta de las especificidades y de las similitudes que se presentan en
María Concepción Martínez Omaña
Gestión, políticas y culturas del agua 47
cada una de ellos. Además, se destacan los cambios en la ocupación del espacio
y los ritmos de apropiación de éstos por los actores.
Nos referimos a “Los escenarios lacustres”, “Cuadros de los usos del agua”,
“Hábitos y costumbres con el agua”, “El agua sustento de la actividad agrícola”, “El
comercio en la corriente de los canales”, “El agua fuerza de la industria textil”, “Las
prácticas con el agua: juegos, palas, regatas y canoas”, “Ideas, saberes,
percepciones y valores”.
Referencias
Abric, Jean Claude (2001). Prácticas sociales y representaciones. México: CHIFLA / Ediciones Coyoacán.
Castorina, José Arturo (2003). Representaciones sociales. Problemas teóricos y conocimientos infantiles. Barcelona: Gedisa.
Martínez Omaña, Ma. Concepción (coord.) (2009). El agua en la memoria. Cambios y continuidades en la ciudad de México, 1940-2000. México: Instituto Mora.
Gestión, políticas y culturas del agua 48
Participación ciudadana y gestión del agua
en colonias sin agua potable y alcantarillado
en ciudades del estado de Chihuahua Participación ciudadana y gestión del agua en colonias sin agua potable y alcantarillado en ciudades del estado de Chihuahua / Gustavo
Córdova Bojórquez
Gustavo Córdova Bojórquez
El Colegio de la Frontera Norte
Se presentan los resultados del estudio de la participación ciudadana y gestión del
agua en colonias sin agua potable y alcantarillado en cinco de las ciudades más
importantes del estado de Chihuahua: Chihuahua, Ciudad Juárez, Casas Grandes,
Cuauhtémoc, Delicias y Camargo (figura 1).
Figura 1. Localización de las cinco ciudades de estudio en el estado de Chihuahua
Gustavo Córdova Bojórquez
Gestión, políticas y culturas del agua 49
La investigación, que se realizó entre 2007 y 2008 y duró 18 meses, permite
probar un método eficaz que llevó a conocer la situación de los habitantes de esas
colonias con relación al servicio de agua potable y alcantarillado y las
posibilidades de que en un futuro inmediato puedan contar con éste.
Se toman los conceptos de ciudadanía y ciudad para entender la forma en
que los ciudadanos actúan para hacer efectivos sus derechos. Los antecedentes
del término ciudadanía se encuentran en la obra de Thomas Humprey Marshall
(1893-1981), que lo explica como la extensión del estatus del ciudadano a
distintas esferas sociales en distintas etapas históricas. En el siglo XVIII se gestó la
ciudadanía civil: la libertad de la persona, de expresión, de pensamiento y
confesión, de propiedad, de crear contratos y el derecho a la justicia. En el siglo
XIX tomó cuerpo la ciudadanía política: el derecho de participar en el ejercicio del
poder político, como miembro de un cuerpo investido o como elector de los
miembros de ese cuerpo. Finalmente, en el siglo XX se asiste a la
institucionalización de la ciudadanía social: cubre el amplio abanico que va del
derecho a participar del patrimonio social al derecho de vivir la vida como ser
civilizado de acuerdo con los patrones vigentes en la sociedad (Noya, 1997).
Las ciudades, como las que nos toca estudiar, son una forma urbana en la
que predomina el beneficio privado, la rentabilidad y el espíritu utilitarista y
pragmático, bajo un modelo económico capitalista globalizado. La sociedad que
emerge con la sociedad industrial viene a ser, desde esta perspectiva, una forma
de anticiudad en la medida que se opone a esos momentos de mayor contenido
humanista que caracterizan, entre otras formas urbanas, a la polis, a la comuna
medieval y también, en parte, a la ciudad renacentista (Lezama, 1993).
También analizamos las prácticas sociales, así como las acciones e
inacciones de los involucrados en la gestión del agua. La investigación consta de
dos partes: la información estructural sociodemográfica, de vivienda e ingreso, por
una parte, y la opinión de los entrevistados sobre el abasto de agua, por la otra.
Gustavo Córdova Bojórquez
Gestión, políticas y culturas del agua 50
Estamos frente al caso de grupos sociales urbanos en condiciones de
pobreza, hacinamiento, carencia de acceso a los servicios de salud, baja
escolaridad, entre otras características de una población vulnerable, que trata de
adaptarse a sus condiciones de vida (cuadro 1 y foto 1) y, entre tantos otros,
carece de recursos para participar con su aportación proporcional en los
programas públicos de coinversión para la introducción de agua. Aquí también se
observan relaciones desiguales Estado-sociedad en las que la segunda queda a
expensas de la política gubernamental que marca el primero.
Cuadro 1. Datos generales según el jefe de hogar en colonias
sin agua y saneamiento de cinco ciudades del estado de Chihuahua
Paralelamente, estos habitantes otorgan calificaciones altas a las instancias
(Junta de Agua y Saneamiento y organismos operadores) que les abastecen de
agua a través de pipas (cuadro 2).
General
(cinco
ciudades)
Juárez Chihuahua Delicias Cuauhtemoc Camargo
Número de personas por hogar 4.2 4.39 4.28 4.06 4.17 4.12
Grado escolar 5.9 ND ND 4.89 6.43 6.4
% con acceso a IMSS 36.1 50 54.7 35.5 25.6 14.7
% con acceso a otros servicios de
salud como Seguro Popular24.12 26.3 21.5 26.4 11.1 35.3
% desprotegido de servicios de
salud.39.78 23.7 23.8 38.1 63.3 50
% que trabaja en industria
maquiladora7.85 18.8 4.5 11.9 1.11 2.94
% que trabaja como jornalero
agrícola 12.52 1.2 3.3 13.63 3.33 41.17
Número = 802 275 293 110 90 34
Gustavo Córdova Bojórquez
Gestión, políticas y culturas del agua 51
Cuadro 2. Calificación del servicio de agua según el jefe de hogar en colonias
sin agua y saneamiento de cinco ciudades del estado de Chihuahua
Los grupos urbanos vulnerables se han adaptado a vivir con poca agua,
aun por debajo del umbral que establecen los estándares globales para una vida y
un desarrollo saludables.
Foto 1. Condiciones de precariedad en colonias
sin agua y saneamiento en Ciudad Juárez, Chihuahua
Foto: Gustavo Córdova, 15 de julio de 2007. Colonia Km. 29.
General
(cinco
ciudades)
Juárez Chihuahua Delicias Cuauhtémoc Camargo
% que considera que el servicio de
reparto de agua por pipas es malo6.57 6.3 3.4 8.6 N.D. 8
% que considera que la calidad del
agua en pipas es mala
3.42 7.7 1.4 ND ND 8
% que considera que el servicio de
JMAS es malo
3.16 11.4 2.7 1.7 ND ND
% que tiene confianza en JMAS 7.71 7.37 7.98 7.64 7.66 7.92
Número = 802 275 293 110 90 34
Siglas: JMAS = Junta Municipal de Agua y Saneamiento
ND = No determinado. En el caso de la ciudad de Cuauhtemoc, nunca ha existido el servicio de agua en pipas, antes el
agua se obtenía de “llaves públicas” instaladas una en cada manzana.
Gustavo Córdova Bojórquez
Gestión, políticas y culturas del agua 52
Se observa además, la falta de coordinación entre los gobiernos
municipales y el estatal, y entre las dependencias de gobierno, para generar
acciones de combate a la pobreza. La participación ciudadana en general es
incipiente, lo que evidencia la necesidad de apoyar actividades de desarrollo social
y desarrollo urbano. Son las mujeres, quienes más se involucran en los asuntos
del agua, y su participación debe estimularse en dos sentidos: desde el gobierno
hacia la comunidad y desde la comunidad hacia sí misma y el gobierno.
Consideraciones finales
Es recomendable, en este caso, la instalación urgente del sistema de agua y
drenaje centralizado y, en los casos en que las condiciones topográficas, de
tenencia de la tierra y otras circunstancias hagan imposible el sistema
centralizado, como en la zona sur-poniente de Ciudad Juárez y las zonas altas de
la zona de Cerro Grande en Chihuahua, formalizar una sinergia intersectorial para
que, entre la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), las Juntas Municipales,
la Comisión Estatal para Prevenir el Riesgo Sanitario (COESPRIS), algunas
organizaciones no gubernamentales e instituciones académicas, puedan llevar a
cabo acciones relacionadas con un manejo adecuado tanto del agua servida como
la residual de los hogares en cuestión.
Es importante recordar que la relación ingreso-gasto de los hogares
estudiados es cercana a cero en cuanto a los satisfactores básicos del hogar, con
pocas posibilidades de incrementar este ingreso que permita cubrir algún gasto
adicional, como los recursos que requieren los proyectos de coinversión con el
gobierno para introducir el servicio de agua, incluso en programas ya probados en
otras colonias urbanas como el 40-40-20, en el cual el Gobierno del Estado paga
40%, el Municipio respectivo 40% y los vecinos 20%. La experiencia en Ciudad
Juárez indica que no ha funcionado este esquema en las colonias en cuestión,
Gustavo Córdova Bojórquez
Gestión, políticas y culturas del agua 53
principalmente por el ingreso tan bajo de los hogares, o bien por el imaginario
colectivo de que el agua debe ser proporcionada por el gobierno de manera
gratuita, y mientras tanto, dichas familias buscan adaptarse a vivir en estas
condiciones.
Los resultados arrojan que no se alcanza a suministrar la cantidad de 80
litros diarios por persona que recomienda la Organización Mundial de la Salud. En
las cinco ciudades estudiadas más de 50% de los hogares consume menos de 44
litros por persona por día. En este caso, se debe considerar una política de
incremento sustancial de la cantidad de agua que corresponde a los hogares. Si
bien la participación ciudadana es incipiente, se requieren acciones que
favorezcan el desarrollo social de los hogares pobres y el desarrollo urbano de las
zonas que habitan.
Referencias
Lezama, José Luis (1993). Teoría social, espacio y ciudad. México: El Colegio de
México.
Noya, Javier (1997). “Ciudadanía y capital social, estudio en torno a T.H. Marshall”.
Revista Española de Investigaciones Sociales, núm. 79, pp. 267-295.
Gestión, políticas y culturas del agua 54
Las interacciones agricultura-agua
y la modificación de los ambientes rurales:
El caso del valle de Mexicali Las interacciones agricultura-agua y la modificación de los ambientes rurales; el caso del valle de Mexicali / Adriana Álvarez
Andrade
Adriana Álvarez Andrade
El Colegio de la Frontera Norte
El contexto regional y el acceso al agua
El estado de Baja California se encuentra en una región con muy baja
disponibilidad hídrica de acuerdo con la clasificación de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU). Del total de agua disponible en el estado, 82% se
concentra en el municipio de Mexicali, en tanto que el resto de los municipios son
altamente deficitarios.
Figura 1. Disponibilidad hídrica per cápita en Baja California
Disponibilidad de agua per cápita Clasificación ONU
Nacional (2005): 4,360 m3/hab/año Bajo
Baja California:1,111 m3/hab/año Extremadamente bajo
Del volumen total de agua disponible en el estado de Baja California, 82%se localiza en el Valle de Mexicali.
Fuente: Comisión Nacional del Agua, 2008 y FAO-AQUASTAT, 2005.
50%
30%
15%
3%
3%
5%
82%
12%
1%
1%
Tijuana
Mexicali
Ensenada
Tecate
Rosarito
Disponibilidad de agua por municipio
Agua disponible
Población
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 55
Figura 2. Los usos del agua en Baja California y México
y contraste global
Del volumen total de agua disponible en el Estado de Baja California,
84% se utiliza en la agricultura, lo que representa una proporciónmás elevada
para este uso quela escala nacional e incluso internacional.
Fuente: ONU (2006). El agua, una responsabilidad compartida. 2° Informe de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo; SEMARNAT-CONAGUA. Organismo de cuenca Península de Baja California. Subregión Baja California, Presentación en Power Point, abril de 2008, por el Ing. Carlos Robles-VanDyck.
Como resultado de estas disparidades en la distribución de agua, tanto
entre los distintos usos como entre los territorios, gran parte de las políticas
públicas e intereses académicos se han orientado a desarrollar normas y
tecnologías para lograr el uso eficiente y mejorar la distribución de este recurso a
lo largo del territorio estatal. Si bien ello reviste gran importancia, también es
Industrial
9%P.
Urbano
14%
Agrícola
77%
México
Industrial
8.1%P.
Urbano
7.9%
Agrícola
84%
Baja California
Industrial
22%
P.
Urbano
8%Agrícola
70%
Promedio mundial
Industrial
10%
P. Urbano
8%
Agrícola
82%
Paises en desarrollo
Industrial
59%
P.
Urbano
11%
Agrícola
30%
Paises desarrollados
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 56
primordial conocer cómo el uso del agua en la irrigación está transformando los
espacios rurales; esto es, cómo la disponibilidad del agua de riego en diversas
calidades y cantidades ha ido conformando el acceso social diferenciado al
recurso hídrico.
El Valle de Mexicali, B.C., junto con el Valle de San Luis Río Colorado, en el
vecino estado Sonora, conforman el Distrito de Riego 014 Río Colorado (DR-
014RC). Como su nombre lo indica, éste se alimenta de las aguas del río
internacional, cuya cuenca baja, en su recorrido final, se ubica en territorio
mexicano y desemboca en el Golfo de California, como muestra la siguiente figura.
Figura 3. Ubicación del Distrito de Riego 014 Río Colorado
El DR-014RC está organizado en 21 módulos de riego (figura4),
administrados por sus respectivas asociaciones de usuarios de agua de riego.
Debido a las características de la infraestructura hidráulica del Valle de Mexicali, el
acceso al agua para irrigación es desigual, tanto en calidad como en volumen. En
parte, ello se considera una consecuencia intrínseca del sistema hidráulico, que
además se ve reflejado en la calidad de las tierras y del agua. Sin embargo, ello
E S T A D O S U N I D O S
M É X I C O
Canal Todo
Americano
Cauce del
río Colorado
Presa derivadora
Morelos
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 57
contribuye a la estratificación del sector productivo local y a incrementar la
vulnerabilidad de los sectores más desfavorecidos.
Figura 4. Módulos de riego en el Distrito de Riego 014 Río Colorado,
y red mayor de canales del sistema de irrigación
Con base en datos de una encuesta realizada en 2005 entre usuarios de
agua de riego en el Valle de Mexicali, así como de estadísticas hídricas y
agropecuarias locales, a continuación se realiza un primer esbozo de la
estratificación social y espacial en el acceso a este recurso.
La calidad del agua como factor de segregación
Debido al menor contenido de sales, la mayor parte de las aguas subterráneas del
DR-014RC son de buena calidad, adecuadas para la irrigación, e incluso para el
uso doméstico.
Tanto las aguas del acuífero como las de las zonas de influencia de las
infiltraciones del Canal Todo Americano (CTA) —en particular los módulos 4, 5 y
6— presentan niveles de salinidad inferiores de 1000 mgr/lt (figura 5). En cambio,
el agua que es entregada a México en la presa derribadora Morelos y en el límite
Internacional Sur (LIS) registra niveles de salinidad más elevados, como muestra el
siguiente cuadro.
Cauce del río
Colorado
MÉXICO
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 58
Cuadro 1. Niveles de salinidad en
las diferentes fuentes de agua del DR-014RC
Fuentes de agua Nivel de salinidad
(gr/lt)
Infiltraciones del CTA 0.850
Acuífero 0.993
Módulos 4, 5 y 6 0.980
Río Colorado 0.900
Presa Morelos 1.01
Frontera Internacional Sur 1.40
Fuente: Elaboración propia con base en CONAGUA, 1998, y Garcia-Saille et al., 2004
Cabe hacer notar que la concentración de sólidos totales disueltos (STD)
(indicador de la calidad del agua que utilizamos aquí) fluctúa con base en diversos
factores; tres de los más importantes son:
La presencia de excedentes extraordinarios del Río Colorado en ciertos
años.
La dinámica propia de un acuífero abierto como el del Valle de Mexicali.
Las infiltraciones del CTA.
Infortunadamente, el panorama de calidad del agua en el DR-014RCse
vislumbra negativo, debido a la modificación de estos factores y por la influencia
de dinámicas naturales (sequía) y socioeconómicas (competencia por el recurso
hídrico), o por una combinación de ambas (cambio climático). En seguida se
presentan algunos elementos relacionados con la competencia por el recurso.
Excedentes extraordinarios del Río Colorado y calidad del agua subterránea
El Tratado de 1944 sobre Distribución de Aguas Internacionales entre los Estados
Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América estipula que México recibirá
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 59
1,850 millones de metros cúbicos (mm³) anuales de agua del caudal del Río
Colorado y hasta 2,097 mm³ cuando las precipitaciones extraordinarias dentro de
la cuenca generen excedentes. Sin embargo, el derecho de México se restringe a
1,850 mm³.
En el año 2000, la Oficina de Restauración de Estados Unidos (USBR, por
sus siglas en inglés) presentó nuevos criterios para la repartición de dichos
excedentes entre los estados de Arizona, Nevada y California, que tienden a
eliminar por 15 años tales flujos. Entonces, la sección mexicana de la Comisión
Internacional de Límites y Aguas (CILA) presentó a su contraparte estadounidense
una queja por los posibles efectos que tal medida tendría en territorio mexicano,1
entre los que se mencionaron:
Afectación de la recarga del acuífero en cantidad y calidad.
Incremento en la salinización de las 200,000 hectáreas de cultivo del Valle
de Mexicali, ya que parte de los excedentes son utilizados para el lavado de
estos suelos.
Deterioro en la calidad del agua recibida por México en el Lindero
Internacional Sur (LIS), sobre todo en lo que respecta a la salinidad, en
virtud de que los flujos de agua fresca se utilizan para reducir las altas
concentraciones de sal en este sitio.
Deterioro en la calidad del agua recibida por México en el Lindero
Internacional Norte (LIN), al reducirse el flujo al valor de la demanda
mexicana, y mantener las descargas al río de flujos provenientes del
drenaje agrícola del área de Yuma, Az.2
1 Carta del comisionado mexicano de la CILA, J. Arturo Herrera Solís, a su contraparte de la
International Border and Water Comission (IBWC), John M. Bernal, con fecha 22 de mayo de 2000 [en línea]. Disponible en: www.usbr.gov/lc/region/g4000/surplus1/pdf [consulta: 21 de junio de 2010]. 2 También menciona los impactos ambientales potenciales de tal medida, como las diversas
afectaciones al ambiente marino del Mar de Cortés que se reflejarían en impactos en la actividad pesquera (camarón y curvina), en las especies marinas en peligro (vaquita marina y la totoaba) y en impactos a ambientes terrestres (humedales) que constituyen zonas de anidación de aves amenazadas o en peligro de extinción.
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 60
Si bien, en enero de 2010 México volvió a recibir excedentes de agua, los
periodos recurrentes de sequía que se esperan (el último se extendió cinco años)
no garantizan tales entregas. Incluso el gobierno federal estadounidense recibe
cada vez más presiones de estados fronterizos como Texas para renegociar el
Tratado de 1944, con el fin de ajustar a la baja las entregas de agua del río
Colorado a México en tiempos de sequía.3
Un análisis de los efectos de los excedentes en la calidad del agua
subterránea del Valle de Mexicali lo realizaron, en 2004, Herrera y colegas
(2004:71-73). Con base en los muestreos regulares del agua subterránea
efectuados por la Comisión Nacional del Agua (CNA) a partir de 1984, los autores
encontraron que en años con flujo extraordinario, la concentración de STD en las
proximidades del río fue menor a 1,000 mg/l, por lo que el agua se puede clasificar
como dulce. En la porción mexicana de las proximidades del CTA, la calidad del
agua varió entre 900 mg/l y 1,300 mg/l, por lo que el agua se clasifica como entre
dulce y ligeramente salina. En tanto que en el resto del valle los STD fluctuaron por
debajo de los 3,000 mg/l, por lo que el agua se clasificó como ligeramente salina.
Cuando el río no presenta flujos extraordinarios, los autores encontraron
que las concentraciones de sales en las proximidades del Río Colorado y en el
resto del Valle de Mexicali aumentaron, ya que el efecto de la disolución es menor,
haciendo el agua ligeramente salina. Sin embargo, en las proximidades al CTA la
concentración de sales permaneció igual que la observada en años con
excedentes.
3 El Tratado de 1944 es un instrumento que desde el 3 de febrero de ese año rige la utilización de
las aguas de los ríos Colorado, Tijuana y Bravo. El tratado no posee provisiones para casos de sequía extrema que han afectado las cuencas compartidas y ha dado lugar a conflictos en el Río Bravo, en donde por causa de sequías, México ha sido incapaz de cumplir con sus obligaciones de entrega de agua a Texas. Una situación parecida se vislumbra en el mediano plazo en la cuenca del Colorado, ya que la población se ha multiplicado ejerciendo presión sobre el recurso.
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 61
Dinámica del acuífero y calidad del agua
El acuífero del Valle de Mexicali redujo su recarga directa del río Colorado debido
al creciente represamiento y aprovechamiento de sus aguas, en ambos lados de la
frontera, en el curso del siglo XX y, particularmente, en los últimos 40 años. La
dinámica del acuífero es interdependiente del sistema de canales de riego y de las
prácticas agrícolas, ya que es alimentado por las infiltraciones del sistema de
canales de riego, además del sobrerriego que se efectúa en los suelos del Valle
de Mexicali con altas concentraciones salinas.
La recarga media anual del acuífero es de 700 mm³/año, de los cuales
aproximadamente 500mm³ (70%) provienen de las infiltraciones del sistema de
canales y los sobrerriegos, y otros 100 mm3 provienen de las infiltraciones del CTA
(CONAGUA, 1991). El flujo subterráneo mantiene la dirección de flujo regional
noreste-suroeste, semejante a la del flujo de la corriente superficial del Río
Colorado (Ramírez-Hernández (2005c).
Cabe mencionar que una porción de las sales lavadas por los sobrerriegos,
así como de las presentes en los drenes con aguas de retorno agrícola, se infiltran
en el acuífero y contribuyen a incrementar los STD en éste y los niveles de sales en
los suelos. Por el contrario, las infiltraciones del CTA tienen un efecto diluyente de
los STD.
El Canal Todo Americano y la calidad del agua.
El CTA se construyó en 1939 e inició sus operaciones a principios de la década de
1940. El objetivo de su construcción fue estratégico, ya que consistió en sustituir al
canal El Álamo, construido en territorio mexicano, por un canal ubicado
exclusivamente en territorio estadounidense (de ahí su nombre All American
Canal) para conducir tres millones de acres-pié de agua del Río Colorado y
distribuirlos al del Distrito de Irrigación de Imperial, en California, y al Distrito
Hídrico del Valle de Coachela, en Arizona. El CTA inicia en la presa Imperial y
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 62
corre, en la mayoría de su trayecto, en paralelo a la línea de la frontera
internacional.
Desde su construcción, preocuparon las enormes pérdidas de conducción
de la sección que pasa sobre la Mesa Arenosa de Andrade. Con el fin de
incrementar la eficiencia de conducción y recuperar el volumen de agua que se
pierde en un trayecto de 57 kilómetros, así como por la creciente demanda de
agua en California y Arizona, el gobierno federal estadounidense inició en 2005 las
obras del revestimiento del CTA (Sánchez, 2004).
García-Saillé y colegas (2004:79) pronostican dos efectos inmediatos a
partir de la finalización de las obras del revestimiento del CTA:
Reducción de la recarga del acuífero del Valle de Mexicali y abatimiento del
nivel estático del mismo acuífero.
Incremento de la concentración de sales en solución en el acuífero.
Tan sólo en materia de volúmenes, la disminución de pérdidas de agua por
infiltración a lo largo del trayecto de su conducción en suelo estadounidense —que
se calculan en el orden de 80 mm³/año—se traducirá a su vez en la pérdida del
agua infiltrada hacia suelo mexicano, lo que representa 14% del agua extraída del
acuífero del Valle de Mexicali (García-Saillé y colegas, 2004:79). Los efectos que
tendrá el revestimiento del CTA en el acuífero del Valle de Mexicali preocupan
tanto a productores agrícolas como a autoridades en México.
Segregación espacial del acceso al agua de riego en el DR-014RC
Ramírez-Hernández y colegas (2005c) argumentan que el CTA, la red de canales y
el acuífero, conforman un sistema geohidrológico interdependiente, donde, como
vimos arriba, el agua superficial y el agua subterránea interactúan. En este
sistema se han conjugado factores, como el efecto diluyente de los excedentes de
agua del río Colorado y las infiltraciones del CTA, que han mejorado la calidad del
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 63
agua de ciertas regiones del Valle de Mexicali. Ello ha propiciado la existencia de
regiones más favorecidas que otras, en lo que respecta a la calidad del recurso
hídrico.
En este escenario, los productores agrícolas que poseen y explotan tierras
en la vecindad de pozos donde el nivel freático es adecuado y la calidad del agua
es mejor realizan sus actividades productivas en condiciones más favorables que
los productores que deben usar agua superficial o subterránea de menor calidad y
con mayores costos de extracción.
La representación espacial de los módulos de riego, considerando la
proporción de agua que utilizan de una u otra fuente (agua subterránea o
superficial del río Colorado), muestra que los módulos irrigados en mayor
proporción con agua subterránea son los más próximos al CTA, que se benefician
de sus infiltraciones, y los más próximos también al cauce del río Colorado y, al
mismo tiempo, registran menores niveles de salinidad de los suelos como muestra
la siguiente figura.
Figura 5. Clasificación de los módulos del DR-014RC
5.1 Proporción riego con agua subterránea 5.2 Niveles de salinidad de los suelos
El agua subterránea, como ya se mencionó arriba, posee menores
concentraciones de STD y experimenta menores fluctuaciones temporales de tales
Cauce del
río Colorado
Cauce del
río Colorado
MÉXICO MÉXICO
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 64
concentraciones; en contraste con las aguas superficiales o las subterráneas que
se extraen de las regiones del acuífero alejadas del CTA.
Por el contrario, los módulos irrigados principalmente con aguas
superficiales se encuentran alejados de la influencia del CTA y del cauce del río.
Dicha localización, además, se corresponde significativamente con los datos
disponibles para niveles de mayor salinidad de los suelos en los módulos del
distrito.
Si bien, la distribución del agua subterránea/superficial es obvia,
considerando que la infraestructura se diseña con base en la dinámica natural de
la cuenca y otros factores como el CTA,4 también es cierto que constituye un factor
de segregación espacial entre parcelas/productores agrícolas con acceso a aguas
de mejor calidad (bajas en STD) respecto de las que no tienen tal acceso.
Cuadro2. Demanda agrícola de agua y principales cultivos en el DR-014RC.
Ciclo agrícola 2005-2006
Cultivo Superficie cultivada
(ha)
Productividad promedio
(ton)
Agua Utilizada
(miles m3)
Volumen de agua
(miles m3/ha)
Espárrago 2,039 4.95 38,645 18.95
Alfalfa 28,426 75.5 436,785 15.37
Algodón 21,917 3.6 266,126 12.14
Trigo 85,775 5.04 792,167 9.24
Sorgo grano 3,224 12.25 27,302 8.47
Rye grass 4,763 41.86 38,831 8.15
Cebollín 4,488 11.99 33,672 7.50
Canola 3,403 3.4 15,180 4.46
Total 154,035* 1,648,708** 10.70
4 El Dren Mesa fue construido en territorio mexicano, y en paralelo al CTA, con el fin de captar de 20
a 30 Mm³ de las infiltraciones de éste, percibidas entonces como „nocivas‟. Actualmente sirve para irrigar 1000 has y sus aguas se distribuyen entre parcelas/productores agrícolas con acceso a las aguas de mejor calidad, bajas en STD.
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 65
* Representa aproximadamente 85% de la superficie sembrada total de 182,030 hectáreas en este ciclo agrícola.
** Representa poco más de 83% del volumen de agua suministrada para la irrigación del Valle de Mexicali y reportada en los Informes de Distribución de Aguas por cultivo, de la Oficina de Estadística del Distrito de Riego 014.
Fuente: Elaboración propia con base en Josué Medellín Azuara et al. (2009) “Un modelo calibrado de demanda de agua para uso agrícola para tres regiones en el norte de Baja California”. Agrociencia, 43: 83-96.
Además de los principales cultivos registrados en el cuadro anterior,
también se siembra acelga, betabel, brócoli, calabacita, cebolla, cilantro, col,
coliflor, espinaca, jitomate, lechuga, maíz elotero y de grano, nabo, pápalo,
rábano, melón, sandía, tomatillo y otros cultivos forrajeros perennes como la
bermuda, en extensiones variables cada ciclo agrícola. Ahora bien, si la extensión
total del DR-014RC asciende a 208,805 hectáreas (CONAGUA, 2010: 88), la
superficie sembrada varía de un ciclo agrícola a otro; por ejemplo, en el ciclo
agrícola 2005-2006 se sembraron 182,030 hectáreas, en tanto que en 2007-2008
se sembraron y cosecharon 200,067 hectáreas (CONAGUA, 2009:40).
El cuadro anterior muestra que el trigo y el algodón representan casi 60%
de la superficie cultivada y consumen cerca de 55% del agua suministrada. Sin
embargo, los cultivos perennes —ya sea de exportación, como el espárrago, o los
forrajeros como la alfalfa—son los que hacen un uso más intensivo del agua por
hectárea sembrada. La creciente competencia por el agua de mejor calidad para el
riego tiene al menos una de sus explicaciones en el patrón de cultivos
principalmente agroexportador.
Consideraciones finales
Un nuevo escenario se percibe con la cancelación de los excedentes y el
recubrimiento del CTA. En el futuro serán excepcionales las entregas de
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 66
excedentes de agua, lo cual tendrá repercusiones negativas en la calidad tanto de
las aguas del acuífero como de las aguas superficiales (de manera más aguda en
el LIS), así como en la calidad de los suelos del distrito de riego como
consecuencia del incremento de STD. Así mismo, la dinámica del acuífero se verá
afectada por el inminente recubrimiento del CTA.
Lo anterior seguramente generará una reconfiguración del acceso al agua,
en la que se espera que las zonas más productivas del distrito de riego (noreste)
experimenten una disminución de los niveles de productividad. La dotación de
agua correspondiente a los derechos individuales deberá reducirse para
compensar la recarga del acuífero, lo cual significará una reducción en la lamina
de riego por hectárea que afectará a todos por igual; sin embargo, los agricultores
de las zonas menos productivas y aquellos con cultivos de alta demanda hídrica
serán más vulnerables.
Referencias
CONAGUA (1991). Efectos del revestimiento del Canal Todo Americano sobre territorio mexicano. Subdirección General de Administración del Agua. Gerencia de Aguas Subterráneas.
CONAGUA (1998). Problemática del Río Colorado, Mexicali, B.C. Gerencia Regional de la Península de Baja California.
CONAGUA (2009). Estadísticas agrícolas de los distritos de riego. Año agrícola 2007-2008 [en línea]. México: SEMARNAT. Disponible en: http://www.conagua.gob.mx/CONAGUA07/Noticias/SGIH-3EADR2007-08.pdf [consulta: 26 de junio de 2010].
CONAGUA (2010). Estadísticas del agua [en línea]. México: SEMARNAT. Disponible en: http://www.conagua.gob.mx/CONAGUA07/Contenido/Documentos/EAM2010_Espanol_16Junio2010.pdf [consulta: 26 de junio de 2010].
García Saillé, Gerardo y colegas (2004). “El impacto del revestimiento del Canal Todo Americano sobre la calidad del acuífero y el rendimiento de los cultivos del Valle de Mexicali”. En: Vicente Sánchez Munguía (coord.). El Revestimiento del Canal Todo Americano. ¿Competencia o cooperación por el agua en la frontera México-Estados Unidos?. Tijuana, B.C.: El Colegio de la Frontera Norte / Plaza y Valdés. pp. 77-106
Adriana Álvarez Andrade
Gestión, políticas y culturas del agua 67
Herrera Barrientos, Jaime y colegas (2004). “Fluctuaciones en la calidad y nivel freático del agua subterránea en las proximidades al Canal Todo Americano, porción mexicana”. En: Vicente Sánchez Munguía (coord.). El Revestimiento del Canal Todo Americano. ¿Competencia o cooperación por el agua en la frontera México-Estados Unidos?. Tijuana, B.C.: El Colegio de la Frontera Norte / Plaza y Valdés. pp. 57- 76.
Medellín-Azuara, Josué y colegas (2009). “Un modelo calibrado de demanda de agua para uso agrícola para tres regiones en el norte de Baja California”. Agrociencia. 43: 83-96.
Ramírez-Hernández, Jorge y colegas (2005c) “Relaciones geohidrológicas del sistema: Canal Todo Americano-Dren Mesa-Acuífero del Valle de Mexicali, B.C. México” [en línea]. Disponible en: http://www.igeograf.unam.mx/aih/pdf/T4/T4-34.pdf [consulta: 18 de junio de 2010].
Sánchez Munguía, Vicente. (coord.) (2004). El Revestimiento del Canal Todo Americano. ¿Competencia o cooperación por el agua en la frontera México-Estados Unidos?. Tijuana, B.C.: El Colegio de la Frontera Norte / Plaza y Valdés.
Gestión, políticas y culturas del agua 68
Contradicciones campo-ciudad.
¿Urbanización contra agricultura? Contradicciones campo ciudad. ¿Urbanización contra agricultura? / José Luis Seefoó Luján
José Luis Seefoó Luján
El Colegio de Michoacán
Introducción
¿Es compatible el consumo citadino de agua con las necesidades de la
agricultura? De diferentes maneras y en distintos espacios, este punto es motivo
de discusión cotidiana. Los productores agrícolas, sobre todo freseros, se
lamentan por la contaminación del río Duero y mantienen su exigencia de
saneamiento de éste y de que se autorice la perforación de pozos profundos. A su
vez, la representación de la Secretaría de Salud, algunas organizaciones no
gubernamentales o “la opinión pública” expresada en la prensa demandan
hortalizas no contaminadas de coliformes. También, como es usual, unos
responsabilizan a otros y la autocrítica desaparece.
En este texto1 por “campo” me refiero a los agricultores (ejidatarios,
propietarios privados o arrendatarios) y por “ciudad” aludo a personas y agencias
como los organismos operadores del Sistemas del Agua Potable y Alcantarillado
de Zamora (SAPAZ) y la Secretaría de Salud, aunque en sentido estricto campo y
ciudad no son excluyentes, menos aún en localidades como ésta donde los
agricultores no son ajenos a la urbanización pues suelen ocupar cargos públicos
en la municipalidad, son propietarios de agroindustrias que contaminan los
cuerpos de agua y algunos ocupan el no muy honroso papel de urbanizadores o
corredores de bienes raíces.
1 Participaron en este estudio: Ma. Perla Vargas Vencis, Héctor Hernández Soria y Esperanza
Hernández Ortiz. Octubre de 2005.
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 69
La cuenca del Duero se localiza en el noroeste de Michoacán, y como
componente del sistema Lerma-Chapala-Santiago se reconoce en la región
hidrológica RH 12 Lerma Santiago, subregión Bajo Lerma. La administración
federal está a cargo de los distritos de riego 024 y 061; este último es nuestro
centro de interés por las dimensiones urbanas de su cabecera, Zamora, y por el
peso que tiene la producción de fresa.
El Distrito de Riego 061 Zamora registra un aforo de 308 millones de metros
cúbicos de aguas superficiales como ingreso anual medio, y una salida de 310
(CNA, 2002); (de 387.4 en 2008). Se asigna un volumen de 202 millones de
metros cúbicos para regar 17,961 hectáreas de las cuales 2,000 son de fresa y
consumen 44% (CNA, ciclo 2001-2002) del agua para irrigación. La fresa genera
tres cuartas partes de la ocupación en el campo, además de los empleos
requeridos en las empacadoras.
Figura 1. Hidrología de la cuenca del río Duero y localización del área urbana Zamora-Jacona
Área urbana
Zamora - Jacona
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 70
Pese a la importancia económica y social de la horticultura, ninguna
instancia, pública ni privada, ha tomado las medidas adecuadas para evitar la
contaminación (por coliformes) del río. El área conurbada Zamora-Jacona continua
creciendo y dirigiendo sus albañales hacia los cuerpos de agua. El cólera y las
presiones de Estados Unidos (principal comprador de fresa) obligaron a construir
plantas de tratamiento. Sin embargo, ninguna de las instalaciones actuales
procesa el agua residual de modo que pueda usarse en cultivos consumibles en
fresco.
Los productores mejor posicionados, con inversión propia, asociados o bajo
esquemas de agricultura de contrato, han establecido unas 300 hectáreas con
acolchado, sistemas de riego presurizado y pozos profundos para cumplir los
parámetros de calidad del agua exigidos por el mercado externo.
Se puede asegurar que hay información suficiente sobre la cuenca, aunque
esa literatura está dispersa en reportes administrativos, artículos de prensa y
publicaciones académicas. También se puede afirmar que tal dispersión no es un
obstáculo para que los Ayuntamientos, el SAPAZ, la Comisión Nacional del Agua
(CNA) y las organizaciones de productores, identifiquen los problemas y propongan
posibles soluciones. La traba es la carencia de recursos financieros y de voluntad
política.
En estas páginas describimos cuatro nudos que ilustran las contradicciones
urbano-rurales: macrocefalia urbana, consumo doméstico y contaminación por
coliformes, estado de las plantas de tratamiento de aguas residuales y fuentes de
agua.
Macrocefalia urbana
De veinte municipios que comparten la cuenca del río Duero, doce tienen la mayor
proporción de su superficie en el área beneficiada por el río, éstos son Briseñas,
Chavinda, Chilchota, Ixtlán, Jacona, Pajacuarán, Purépero, Tangancícuaro,
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 71
Tlazazalca, Santiago Tangamandapio, Vista Hermosa y Zamora. La población total
radicada en esa docena de municipios asciende a 402,698 mil almas (INEGI, 2000),
y en conjunto cuentan con una superficie cercana a tres mil kilómetros cuadrados.
La densidad media es de 124 personas por kilómetro cuadrado, con
diferenciales de 581 en Jacona y 29.6 en Tlazazalca. Algunos tienen mayor
poblamiento relativo en la cabecera: Jacona (89%), Purépero (88.7%) y Zamora
(76%), y menor proporción en Chilchota (22.5%) e Ixtlán(34%).
De la población total que se asienta en la cuenca, una tercera parte (34%)
reside en Zamora y Jacona, lo que da una idea del consumo y de las descargas
hídricas. Las localidades más urbanizadas como Tangancícuaro, Zamora y
Jacona, con más vocación de desastre, vierten sus aguas servidas al río Duero,
mientras que Chilchota no descarga todas sus aguas negras al río Carapan por
insuficiencia de drenaje.
Foto 1. De Monte del Olivo a desierto de cemento
Foto: José Luis Seefoó Luján
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 72
La migración es una dimensión relevante que puede tener doble efecto en
relación con el consumo de agua: por una parte, como válvula de escape para no
incrementar la carga demográfica y el consumo; por la otra, ejerce presión
creciente porque las remesas de los migrantes a sus comunidades de origen, al
traducirse en nuevas construcciones, impactan el uso del suelo y la densidad
urbana.
Consumo
En las 12 municipalidades que cubren una alta porción de la cuenca se registran
86,083 viviendas, de las cuales 73,666 cuentan con drenaje y 73,209 con agua
entubada. El área más poblada de sus cabeceras, conurbación Zamora-Jacona
con 122,881 habitantes, gasta 13,148 o 31,580 metros cúbicos diarios, según nos
basemos en un gasto diario per cápita de 107 o 257 litros.
En un trabajo anterior anotábamos que en ninguna de las casas-familias
encuestadas (Riberas del Celio, Duero, Las Fuentes y Centro Oeste) se sabe
cuánta agua se utiliza. El consumo semanal por persona oscila entre 800 y 1,200
litros. Igualmente, se resaltaba que el rubro mayor era el lavado de ropa (800 y
1,000 litros) en las casas que poseen lavadoras automáticas programables. Dos
condiciones interesantes de la separación espacial trabajo-vivienda son: a) el
gasto inevitable por descargas sanitarias se lleva a cabo principalmente en el lugar
de trabajo, y varía entre 36 y 90 litros per cápita según se trate de sanitarios de 6 o
de 15 litros, y b) los usuarios de servicios extra domiciliarios —lavado de ropa y de
vehículos— consumen entre 100 y 115 litros diarios.
A partir de la encuesta aplicada en 59 hogares y 241 personas de 10
colonias de distintos estratos sociales, calculamos un gasto de 107.4 litros per
cápita al día. Esas 59 viviendas y sus ocupantes distribuidos en la conurbación
Zamora-Jacona no son una muestra estadísticamente representativa, pero sí
capta información de un mosaico social integrado por consumidores de altos
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 73
ingresos (Riberas del Celio, La Luneta), bajos (Balcones, Nueva España) y
medianos(Arboledas). Un consumo diario per cápita de 107 litros parece creíble,
aunque hay valores extremos, al alza como La Luneta (198) y a la baja como
Nueva España (71) o El Carmen (80). La familia promedio es de cuatro integrantes
(Infonavit Arboledas, Progreso Nacional), con mínimo de dos (El Carmen) y
máximo de seis (Generalísimo). El hogar unipersonal de un residente del
Fraccionamiento Villas Zamoranas, El Paraíso, registró minuciosamente el gasto
de agua de un día y lo cotejó con los consumos mayores, que ocurren los
sábados, estimando un consumo diario de 247-257 litros.
En las zonas residenciales, el mayor rubro es el riego de plantas y jardines.
Otra distinción interesante es la compra de agua para beber y para preparar
alimentos: en Riberas del Celio y La Luneta se registra la adquisición de agua
purificada de tres marcas Ciel (Coca Cola), El Teco (empresa local) y Santorini
(Pepsi), en garrafones de 19 litros, con consumo semanal promedio de un
garrafón. La población de las colonias Arboledas o Generalísimo compran agua de
los carros pipa para beber (sin hervir), que presumiblemente procede de los
manantiales de El Bosque (Jacona) y del Cupatitzio (Tangancícuaro). Vale la pena
reiterar que algunos servicios de los grupos de altos ingresos no se realizan
directamente en la vivienda, como el lavado de carros y de ropa.
Contaminación y plantas de tratamiento de aguas residuales
Los desechos orgánicos y los detergentes fluyen regularmente a los cuerpos de
agua; en Zamora, previo su paso por la planta de tratamiento.
Las familias de colonias de altos ingresos cuentan con máquinas de lavado
y secado de ropa. Los detergentes utilizados para lavar la ropa son Ace, Viva
Perlas Activas2 y Lirio Biológico3. Los suavizantes de tela empleados son Suavitel
2 Ingredientes de ambos: sulfato de sodio, tripolofosfato de sodio, tenscactivo aniónico, carbonato
de sodio, silicato de sodio, sistema blanqueador, agente antiderrapante, secuestrante, enzimas y
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 74
y Downy4. En el aseo de pisos también destinan grandes cantidades de agua,
pues los espacios comunes son amplios (cocina, desayunador, sala, comedor,
recibidor, pasillos), aunado al agua que destinan a la limpieza de calles y
banquetas. Sin excepción, las empleadas domésticas, todos los días, lavan la
entrada y banqueta de las viviendas. En dos casos (Riberas del Celio) no utilizan
agua para limpiar dormitorios, pues los pisos están alfombrados. Los productos
que usan para lavar los pisos son el detergente en polvo Roma, los limpiadores
líquidos Fabuloso5 y Pinol. Además de sustancias líquidas para el aseo de vidrios:
Windex y Ajax Bicarbonato Multiusos6.
De las seis plantas de tratamiento de aguas urbanas instaladas, dos no
están en operación (Tlazazalca y Atacheo) y cuatro tienen una eficiencia variable
en cuanto a coliformes fecales (CF) y demanda biológica de oxígeno (DBO), como
se enuncia a continuación: lagunas de estabilización de Zamora (CF, 99.9%; DBO,
72%); aireación extendida, central de abastos de Zamora (CF, 90%); lagunas
anaerobia y facultativa de Vista Hermosa (CF, 78%), y reactor anaerobio de
Carapan (DBO, 30%).
La planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de Zamora no recibe
las aguas negras de una porción del noreste de la ciudad ya que las colonias
ubicadas en esa zona drenan directamente al desagüe general del valle, y éste
vierte el líquido en un punto del dren “A” del río Duero localizado aguas abajo de la
planta. Aunado a lo anterior, la válvula del registro principal que capta el flujo de
los tres colectores que conducen el agua negra de la ciudad a la PTAR deja pasar
líquido —sin procesar— directamente al cauce río Duero.
ayudante de proceso y colorante. Los ingredientes de todos los productos fueron consultados en los empaques de los productos. 3 Sales de sodio: sulfato, alquil-aril-sulfonato, silicato, fosfato y carbonato, perfume y colorante.
4 Suavitel: agua, suavizante catiónico, perfume, agente corta espuma (silicón), secuestrantes,
agentes de control de viscosidades y PH. Downy: agua, sal de amonio cuaternaria de dimetldietanol, monodi alquiloil éster, perfume, ayudas de procesos, conservadores y colorante. 5 Agua, alcohol, láurico etoxilado, alquil aril sulfanato de sodio, perfume, formaldehído, EDTA, filtro
solar, pigmentos. 6 Para limpieza de baños, estufas y otras superficies; sus ingredientes son agua, tensoactivo no
lónico, tensoactivo aniótico, perfume, ayuda de procesos, bicarbonato de sodio, conservador y colorantes.
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 75
Foto 2. La creciente urbanización del noreste de Zamora acrecentará el volumen y las descargas de aguas residuales
Foto: José Luis Seefoó Luján
Es del conocimiento público que del desagüe general del valle, el dren
Partidas, el vallado del Rey (al norte de la ciudad) y dren Los Pozos (sur) llegan a
ser drenajes a cielo abierto.
Foto 3. Riego agrícola con aguas del vallado del Rey
Foto: José Luis Seefoó Luján
Zamora, camino al cementerio Resurrección y salida hacia Guadalajara
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 76
Fuentes de agua
Los principales municipios productores hídricos de esta parte de la cuenca del río
Duero son Chilchota, Tangancícuaro y Jacona, entidades donde nace el río
Carapan y afloran 42 manantiales (a lo largo de La Cañada de Los Once Pueblos);
Tlazazalca, fuente del río del mismo nombre y lugar de ubicación de la presa
Urepetiro, y Jacona, lugar de afloramiento de 10-12 manantiales. Todos los
manantiales y el uso de sus aguas son motivo de fuertes disputas por las
concesiones legitimadas por el SAPAZ.
La perforación de pozos profundos sólo está limitada por la capacidad
económica y técnica de los usuarios. Oficialmente, el SAPAZ registra 42 pozos de
servicio público urbano, en tanto que la CNA reconoce 24 de este tipo; más 14
“domésticos”, siete agroindustriales, 22 industriales, 28 de servicios, dos
comerciales, nueve múltiples y uno pecuario. Nuestra observación en campo
contabilizó 57 profundos en Zamora.
Foto 4. La naturaleza tarda siglos. La especulación urbana destruye en semanas
Foto: José Luis Seefoó Luján
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 77
La CNA estima un volumen zamorano de aprovechamiento de aguas
subterráneas de 43 millones de metros cúbicos y de 124.2 millones7 en los
municipios de Jacona, Tangancícuaro, Chilchota, Ixtlán y Pajacuarán. Esto, sin
contar los pozos artesianos, con entre seis y doce metros de profundidad y de los
que no hay registro.
Consideraciones finales
El futuro no parece muy prometedor: la ciudad succionará líquido, sea de
depósitos subterráneos o de manantiales (Zamora planea agregar agua de
Camécuaro); los agricultores capitalizados y asociados con Driscoll continuarán
perforando pozos para regar con agua limpia. Y todos, homus urbanos y rurales,
seguiremos ensuciando la cuenca Duero-Lerma hasta que el destino nos rebase.
Por ahora no existe ningún plan para atender esto en su conjunto, aunque
la Unión Agrícola Regional de Productores de Fresas impulsa un proyecto integral
para sanear la cuenca. Esta idea es la más abarcadora, pero es necesario
combinar todos los apoyos sociales, políticos posibles para mover muchas
voluntades. Sin conjuntar los esfuerzos de los actores principales de la cuenca, el
agua agotada y contaminada será la restricción número uno para la agricultura y
para la vida de este valle.
Referencias
Guzmán Arroyo, Manuel; Seefoó Luján, J. Luis, y López Hernández, Martín (2003). “Los manantiales de la cuenca media del río Duero, ¿es posible y deseable
7 Zamora, 43‟040,016.7 m
3; resto de municipios, 124‟291,287 m
3.
José Luis Seefoó Luján
Gestión, políticas y culturas del agua 78
preservarlos?”. En: Estudios Michoacanos X. Zamora, Mich.: El Colegio de Michoacán / Instituto Michoacano de Cultura. pp.77-115.
INEGI (2000). XII Censo General de Población y Vivienda, México [en línea]. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/Proyectos/ccpv/cpv2000/default.aspx [consulta: 28 de junio de 2010].
Seefoó, José Luis (2003). “Conflictos urbano-rurales por el acceso al agua en Zamora-Jacona (1992-1998)”. En: Patricia Ávila García (ed.). Agua, cultura y sociedad en México. Zamora, Mich.: El Colegio de Michoacán / Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. pp. 353-367.
Velásquez Machuca, Martha Alicia et al. (2005). Saneamiento del Río Duero. Proyecto. Zamora: Consejo Estatal de la Fresa de Michoacán, A.C.
Gestión, políticas y culturas del agua 79
El sector rural en el manejo del agua y las políticas de desarrollo.
Viejas problemáticas y nuevos desafíos El sector rural en el manejo del agua y las políticas de desarrollo. Viejas problemáticas y nuevos desafíos / Yanga Villagómez Velázquez
Yanga Villagómez Velázquez
El Colegio de Michoacán
Introducción
En los territorios de los pueblos indígenas de México se captan anualmente
339,800.41 millones de metros cúbicos (mm³) de agua, es decir, 21.69% del
volumen total de captación de agua en el territorio mexicano, si consideramos que
el promedio anual nacional es de 1,566,050.10 mm³ (Boege, 2008:60).
En su trabajo, Eckart Boege (2008) concluye que los territorios indígenas se
encuentran, por lo general, en las cabeceras de las principales cuencas y
subcuencas, lo que les permite situarse en zonas de captación de “agua verde”,
que posteriormente se convierte en “agua azul”.1 Es esta condición lo que concede
a los territorios de los pueblos indígenas su importancia estratégica, toda vez que
de la gestión ecosistémica adecuada depende la capacidad y eficiencia en la
retención del agua y su mejor infiltración en estas cabeceras y porciones altas de
las cuencas.
Entiendo cuenca como el lugar físico en el que el agua tiene un intercambio
dinámico con las estructuras físicas (como relieve, clima, suelos, erosión, cause,
caudal) y los sistemas bióticos (flora y fauna), por lo que los cambios en el uso del
suelo aguas arriba provocan cambios en el ciclo hidrológico que impactan aguas
abajo en cantidad, calidad y tiempo de ocurrencia (Jouravlev, 2003:23).
1 Se considera agua azul el agua de los acuíferos, embalses y cauces. En tanto que agua verde se
refiere a la humedad en el suelo que alimenta la producción de biomasa en cultivos, bosques,
pastos y sabanas (Falkenmark, M. y J. Rockström, 2006, citado en CONAGUA, 2010: 66).
Yanga Villagómez Velázquez
Gestión, políticas y culturas del agua 80
Al mismo tiempo, la diversidad de tradiciones y culturas de productores
agrícolas, las características edafológicas en las áreas donde se localizan los
recursos naturales, los actores sociales, los asentamientos humanos y las
instituciones determinan la existencia de un territorio rural, entendido como el
ámbito geográfico con una historia propia y una base común de recursos
naturales, donde ocurren relaciones socioculturales, tecnoeconómicas y político-
institucionales que vinculan a los actores sociales entre sí, con su medio natural,
con las actividades rurales no agrícolas y con los asentamientos urbanos y otras
poblaciones rurales.
En este escenario hay una diversidad de sectores con intereses y
capacidades diferenciadas para generar sinergias que absorben, transforman y
ofrecen opciones de ocupación laboral, así como de reproducción social que son
dos aspectos que nos interesa destacar.
La política hidroagrícola
Por otro lado, la idea del Banco Mundial (2002) según la cual “la agricultura sigue
siendo un instrumento fundamental para el desarrollo sostenible y la reducción de
la pobreza” es un tema de reflexión para enfatizar la importancia de la población
que tiene relación con el ámbito rural y con la sociedad campesina.
Nos interesa destacar el valor del papel de la agricultura en la economía
nacional y los retos que se están planteando para resolver una serie de
situaciones sociales, económicas y de reproducción social de este sector de la
economía mexicana. Según información oficial (CONAGUA, 2010:66), las distintas
actividades productivas del sector agropecuario dan empleo al 13% de la
población del país (agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca) y aporta al
producto interno bruto (PIB) 3.6%, en 2008. Sin embargo, la organización social
que en él se mantiene es pronunciadamente heterogénea, lo que se refleja de
manera obligada en las características territoriales del mundo rural.
Yanga Villagómez Velázquez
Gestión, políticas y culturas del agua 81
A pesar de la desregulación del sector agrícola y del retiro paulatino del
Estado de la política agrícola nacional, se mantienen en el campo, aunque en
condiciones de desventaja evidentes, sectores de la población que desarrollan
actividades de mantenimiento y conservación de fuentes de agua, valiosas
tantopara la agricultura como para las concentraciones urbanas.
Caracterizar las cuencas hidrográficas y su correspondencia con los
territorios culturales de las sociedades rurales e indígenas, las formas de
propiedad agraria y los recursos que caracterizan los diferentes pisos ecológicos
en los que se concentran los recursos naturales, la biodiversidad y la capa vegetal
que funciona como zona de recarga de los acuíferos del país, es un horizonte de
análisis que tiene posibilidades de generar otros escenarios y otros horizontes
para pensar la gestión regional de los recursos hídricos.
Ante la situación de sobreexplotación de acuíferos que se manifiesta cada
vez de manera más evidente en el país, la investigación en curso contribuirá a
indagar sobre la construcción de los territorios rurales en el estado de Michoacán,
y en particular en los pueblos indígenas de La Cañada, espacio donde se
concentran importantes fuentes de agua necesarias para las poblaciones rurales,
la vida urbana y la producción agrícola zamorana y regional.
Tiene que haber congruencia entre la conservación de las zonas de
captación de agua y la intención de aumentar, o cuando menos conservar, los
índices de producción de alimentos para volver a hacer de la seguridad alimentaria
la base de las acciones en la política agrícola. Sólo en esa medida se dará a los
territorios indígenas un nuevo protagonismo que haga posible intercambiar una
serie de actividades como la conservación de las áreas de captación hídrica, el
mantenimiento de manantiales, la protección de la cobertura vegetal y el
sostenimiento de la biodiversidad para asegurar la provisión de agua de buena
calidad para consumo humano y para las labores agrícolas. Asimismo, el manejo
adecuado de ecosistemas deberá generar ingresos y beneficios netos a favor de
estas comunidades por la revalorización de sus territorios, para asegurar su
sostenimiento, y para elevar su calidad de vida y de desarrollo humano.
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No es recomendable mantener como orientación principal y argumento
central de la “nueva cultura del agua” la escasez creciente del agua en algunas
regiones del país. Tampoco es viable argumentar que esta escasez es producto
de la agudización reciente en la rivalidad de los distintos usos del agua para tomar
decisiones al margen de los legítimamente implicados. Las decisiones en la
materia han de involucrar de forma directa en la formulación de la política hídrica:
las políticas de agricultura y de desarrollo rural, la participación y representación
de los distintos actores y sectores involucrados como las comunidades rurales, las
autoridades municipales, las representaciones de los núcleos agrarios, las
asociaciones de usuarios y, en general, a los diversos y variados grupos de interés
en la materia.
Otro elemento indica que la política hídrica, en términos de la seguridad
alimentaria —tan controvertida por el incremento desmedido de importaciones de
productos agrícolas de Estados Unidos en los últimos años y por falta de apoyos a
los productores agrícolas nacionales—, no puede tampoco orientarse al uso de
más agua para productos de exportación, como es el caso de la agricultura
protegida y por contrato que caracteriza a los valles de Tangancícuaro y Zamora
en la cuenca del río Duero.
Es relevante tomar en cuenta otras medidas que tienen que ver con la
descentralización y la participación social en la gestión y desarrollo de recursos
hídricos para la agricultura, generando nuevos arreglos institucionales que
permitan seguir creando corresponsabilidad y, al mismo tiempo, más
oportunidades para la participación del sector privado en la inversión para la
creación de empleos y la ampliación y mejora de la infraestructura.
La cuenca del río Duero: Un caso en estudio
En el caso de nuestro interés, la cuenca del río Duero, que vierte sus aguas al
Lago de Chapala y forma parte de la Región Hidrológica12 Lerma-Santiago, para
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Gestión, políticas y culturas del agua 83
fines de su estudio se divide en cuatro grandes secciones, según sus
características geográficas, como ilustra la siguiente figura.
Figura 1. Localización de la cuenca del río Duero
En primer lugar, la porción alta de la cuenca que corresponde a la zona de
captación hídrica donde se asientan los pueblos de La Cañada, en los municipios
de Chichota, Purépero, Cherán y Zacapu, para luego descender a la segunda
sección y valle de Tangancícuaro, cuya superficie corresponde, en proporciones
variables, a los municipios de Tlazazalca, Jacona, Zamora, Tangamandapio y del
propio Tangancícuaro, es una zona de producción hortifrutícola predominante. La
tercera sección, que corresponde al valle de Zamora, tiene un patrón de
producción agrícola con características semejantes a la sección anterior.
Finalmente, la cuarta sección es una planicie con pequeñas serranías que se
extiende hasta el lago de Chapala, donde el río Duero entrega sus aguas, y
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Gestión, políticas y culturas del agua 84
corresponde a los municipios de Briseñas, Chavinda, Ixtlán, Pajacuarán y
Venustiano Carranza.
En la cuenca del río Duero podemos detectar varios componentes de una
problemática ambiental que es representativa de los temas que la política
hidroagrícola debe abordar. Uno de ellos tiene que ver con la conservación de los
manantiales existentes en la zona de captación y con la ubicación de pozos para
extracción de agua para uso agrícola, algunos regulados por la CNA, y otros no.
Figura 2. Pozos y manantiales en cuenca del río Duero
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI (1997), cartas topográficas 1:50 000; INEGI(2000), Censo de Población y Vivienda; INEGI(2000), Límites municipales y estatales marco geoestadístico; CONAGUA, Padrón de pozos. Ejecución: Marco Antonio Hernández Andrade.
El uso de agua para consumo urbano de las corrientes superficiales ha
generado importantes procesos de contaminación del agua que no han sido
resueltos y que requieren de importantes inversiones económicas para plantas de
tratamiento de aguas residuales. La introducción de cultivos inducidos, como las
huertas de aguacate en las laderas, está acabando con los recursos forestales y la
capa vegetal que funciona como zona de captación, por lo que hay que desarrollar
Yanga Villagómez Velázquez
Gestión, políticas y culturas del agua 85
trabajos de reforestación y manejo de los recursos forestales y saneamiento eficaz
de las aguas urbanas.
Figura 3. Cobertura vegetal en la cuenca del río Duero
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI (1997), cartas topográficas 1:50 000; INEGI (2000), Censo de Población y Vivienda; INEGI (2000), Límites municipales y estatales marco geoestadístico. Ejecución: Marco Antonio Hernández Andrade.
La concentración de población en localidades rurales con predominio de
población indígena contrasta con las ciudades más importantes de la región como
Zamora, Tangancícuaro, Jacona, Tangamandapio, Chavinda, y otras, que exigen
importantes cantidades de agua para satisfacer las necesidades de la población
urbana y la actividad agrícola.
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Figura 4. Localidades por rango de población en la cuenca del río Duero
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI (1997), cartas topográficas 1:50 000; INEGI (2000), Censo de Población y Vivienda; INEGI (2000), Límites municipales y estatales marco geoestadístico. Ejecución: Marco Antonio Hernández Andrade.
Consideraciones finales
Considero que ante estas problemáticas, entender los recursos hídricos y
naturales, los ecosistemas y la biodiversidad como recursos colectivos puede ser
de utilidad, toda vez que éstos forman una parte activa en las culturas de los
pueblos indígenas de Michoacán. Entendidos como patrimonio, su naturaleza
permite verlos como recursos compartidos cuyo acceso con frecuencia es inicuo.
Aquí interviene un aspecto esencial que tiene que ver con la apropiación que de
ellos hacen los grupos humanos y que está determinada por la cercanía que
respecto de ellos tienen los asentamientos, que permite que los grupos étnicos
locales asentados en la parte alta de la cuenca tengan una relación de proximidad
que hace necesario establecer mecanismos de acceso y restricción para su uso,
conservación y gestión durable.
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Gestión, políticas y culturas del agua 87
Las relaciones de apropiación de estos recursos suponen una toma de
decisiones colectivas, que genera diversificación de intereses ante las
expectativas de beneficio, producto del manejo del recurso hídrico y la costosa
organización social que implica su conservación. En ello, entonces, la noción de
patrimonio ambiental es esencial, ya que en ésta se favorece la intervención de
dependencias oficiales, representaciones comunitarias, organizaciones de
usuarios e investigadores de instituciones académicas como necesarias para el
análisis y acuerdo de estrategias viables en el manejo de estos recursos, en una
perspectiva temporal de largo plazo que permita mecanismos de acceso a éstos y
que fomenten su conservación.
En el caso de la cuenca del río Duero, este proceso aún es incipiente, y por
ello es valioso reflexionar sobre estos aspectos en los que se plantean opciones y
decisiones vinculadas a la solución de problemas derivados de la actividad
productiva agrícola, el interés de autoridades por hacer eficiente el uso de agua y
las soluciones para enfrentar los problemas derivados de las situaciones
anteriormente mencionadas.
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Gestión, políticas y culturas del agua
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