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Irene Poza Rodríguez
GESTALT
UN MODELO DE SALUD
ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE TERAPIA GESTALT
Tutora
Ángeles Martín González
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AGRADECIMIENTOS
Agradezco a Ángeles Martín que me acogesiese en su escuela en mi
último año de formación en Gestalt, así como aceptar ser mi tutora para esta
tesina.
A Pedro de Casso la supervisión de mi práctica psicoterapéutica y su
sabia guía en mi camino.
A Pepa Campos, también por su valiosa mirada en mi quehacer.
A Rosa Sánchez por la transcendencia que ha supuesto en mi vida su
aval.
Al equipo de mi escuela y mis alumnos en Jaén que hacen posible mi
proyecto profesional y personal.
Y por último a mis padres que me han transmitido la pasión al servicio
del trabajo que uno realiza; y a las personas que tanto me cuidan y aman
mientras lo realizo.
Irene Poza
En Baeza, 28 Febrero de 2014
2
La lectura de esta tesina podría haber tenido lugar en cualquier ciudad
española, sin embargo parece que en mi camino una vez más se produce un
gratificante Reencuentro, que mejor lugar que hacerlo en Granada cerquita de mi
tierra y además organizadas por Teodoro Sanromán director de Qualia, justo la
escuela en la que comencé lo que “aquí y ahora” está siendo posible.
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino y
al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
A. Machado
3
I.- INTRODUCCIÓN……………………………………………………6
II.- TERAPIA GESTÁLTICA COMO MODELO HACIA LA SALUD
……………………………………………………………………………..8
2.1.- Contexto histórico dentro de la perspectiva del desarrollo de la
Psicología como ciencia…………………………………………………..9
2.2.- Fritz Perls………………………………………………………10
2.3.- Gestalt como paradigma humanístico………………………..12
2.4.- Diferencias y similitudes con otros paradigmas (Psicoanálisis,
Cognitivo, Conductual)…………………………………………………15
2.5.- Gestalt como Teoría de la Biología…………………………..17
2.6.- Gestalt en España……………………………………………..21
III.- ASPECTOS CENTRALES EN GESTALT EN RELACIÓN A LA
SALUD…………………………………………………………………...22
3.1.- El aquí y ahora………………………………………………...24
3.2.- El darse cuenta………………………………………………...26
3.3.- El continuo de conciencia……………………………………..27
IV.- CICLO DE NECESIDADES Y MECANISMOS NEURÓTICOS EN
GESTALT……………………………………………………………….29
4.1.- Ciclo de necesidades y mecanismos neuróticos en relación con la
salud………………………………………………………………………37
4.2.-Introyección (Asimilación de estereotipos y roles)…………...44
4.3.- Proyección (Atribuciones causales)…………………………..48
4.4.- Confluencia (Aspectos sobre la dependencia)……………….51
4.5.- Retroflexión (Mecanismos sobre la culpa y la forma de agresión
interna)…………………………………………………………………..54
V.- DEL FUNCIONAMIENTO ENFERMO AL FUNCIONAMIENTO
SALUDABLE. TÉCNICAS GESTÁLTICAS……………………….56
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5.1.-El trabajo con polaridades mediante “la silla vacía”………..61
5.1.1.- Polaridad “Perro de arriba-Perro de abajo”…………62
5.1.2.- Polaridad “Interno-Externo”………………………….62
5.1.3.- Polaridad “Masculino-Femenino”……………………63
5.2.- El trabajo con sueños. Enfoques españoles……………….65
5.2.1.- Antecedentes históricos sobre los sueños…………….65
5.2.2.- Fisiología y psicopatología de los sueños……………67
5.2.3.- Ángeles Martín ………………………………………70
5.2.4.- Pedro de Casso………………………………………73
5.2.5.- Efectos de la intervención del trabajo con sueños...…76
5.3.- El trabajo con el síntoma. Enfoque de Adriana Schnake..77
5.3.1. Aspectos centrales……………………………………..82
5.3.2. El inconsciente del síntoma y su relación con la salud.85
5.3.3. Estudios sobre la relación entre la salud física y emoción.
………………………………………………………………….90
VI.- CONCLUSIÓN………………………………………………….90
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………92
ANEXOS………………………………………………………………99
5
Resumen
En esta tesina proponemos la intervención gestáltica en el marco de la
salud. Así, por un lado, y tras una breve introducción sobre Perls y el nacimiento
de la Gestalt, explicamos los conceptos generales sobre la teoría gestáltica,
deteniéndonos en la relación con la salud física y emocional. Se trata de tener
una mirada diferente, en la que veamos a la persona entera, con mirada integral y
fenomenológica. Que la persona deje de ser el objeto de su enfermedad y pase a
ser sujeto de lo que le está pasando o lo que está viviendo. Por otro lado, en la
medicina tradicional la persona es vista por partes, dividiendo el tema entre
expertos, los médicos, psiquiatras o psicólogos, y el que no sabe o paciente;
desde aquí la gran aportación de la Gestalt, tiene que ver con su actitud, donde la
primera tarea es mostrar a la persona que sus síntomas no son sus enemigos,
sino que afortunadamente nos traen un mensaje, para conectarnos con aspectos
esenciales de lo que significa ser humano. Por ende, este tipo de intervención no
solo ayuda en relación al síntoma, sino que produce un profundo cambio
caracterológico.
Palabras Clave: Salud, síntomas, darse cuenta, autorregulación organísmica
6
I.- INTRODUCCIÓN
Esta tesina la escribo como continuación a una anterior presentada en el
Máster Oficial Mujeres y Salud de la Universidad Complutense de Madrid,
realizada durante el curso 2011-2012 y titulada – Salud y Género en
Psicoterapia Gestalt- que me serviría como acceso al Doctorado cuyo contenido
seguirá siendo la investigación de la relación del campo de la Salud y la
aplicación clínica desde una orientación gestaltista. Para llevar a cabo esta
investigación dispondré como muestra a mis pacientes y alumnos de Formación
en Gestalt en el Instituto de Psicoterapia Reencuentro ubicado en Jaén y el cual
dirijo.
Finalizados mis estudios de Psicología en la Universidad, los cuales
fueron paralelos a mi Formación en Terapia Gestalt, comencé el ejercicio de la
clínica siempre a través del paradigma gestáltico, desde mi propio proceso
personal y mi convicción de la coherencia que este modelo conlleva. No
obstante, a mi licenciatura siguieron otras especializaciones académicas en las
cuales siempre he enfocado proyectos y trabajos que me exigían, enmarcándolos
en esta perspectiva. Esta cuestión, frecuentemente me ha llevado - y me sigue
llevando- a una continua revisión de conceptos psicológicos, a apoyarme en lo
anterior escrito de otros modelos que con más años de historia se componen de
un buen marco teórico y miles de publicaciones de investigaciones que avalan,
apoyan y dan fiabilidad; y es precisamente este hecho el que me lleva a trabajar
investigando, con el afán de aportar en la medida posible, alguna contribución
desde la cual la Psicoterapia Gestalt adquiera connotaciones que puedan
cimentar y demostrarse como otras ramas psicológicas que tienen un espacio
dentro de las universidades.
Finalmente desde dónde se aborde el estudio del ser humano, tiene que
ver con el conocimiento de uno mismo y de los demás y a mi criterio es la base
de la salud emocional y física; “Conócete a ti mismo”- recordando la inscripción
en el Templo de Delfos-, les decía Sócrates a sus discípulos para calmar sus
inquietudes.
Aún en la actualidad, nos preguntamos acerca de nuestras reacciones,
nuestros miedos, nuestras cualidades y nos preocupamos por entender a quienes
nos rodean. El descubrimiento de la identidad más auténtica como pretendemos
en el proceso de psicoterapia gestáltico, hace que las personas afronten la vida
de una forma única, singular y propia que pasa por la mejora de la calidad
7
emocional y fisiológica. Esta relación holística tan presente en Gestalt es en la
que sustento esta tesina y mi investigación de Doctordo. Estas cuestiones me
llevan a afirmar que los conceptos que manejamos en Gestalt están
estrechamente en congruencia con una buena salud.
Conocer más sobre nosotros nos hace ampliar nuestro autoconcepto y nos
lleva a poder cambiar conductas o formas de relacionarnos, nuestro
autoconcepto se va modificando y nuestra personalidad evoluciona, todo esto
tiene lugar en los condicionamientos (mecanismos neuróticos) que hemos
desarrollado en los contextos familiares y sociales en los que hemos crecido.
Comprender que el ambiente en el que hemos vivido y “comprender la familia”
en la que nos hemos desarrollado es una clave al descubrimiento de “darnos
cuenta” de cómo me comporto, como me relaciono con las personan que me
encuentro en la vida y no olvidemos, no menos importante, “cómo es mi relación
conmigo mismo”, desde ahí nuestro quehacer terapéutico, que las personas
aprendan patrones que nos ponen en un camino mirando hacia la vida, hacía
todas las posibilidades que nos conectan con la vida, y si miramos hacia la vida,
miramos hacia la Salud.
Los grupos de encuentro durante la Formación en Gestalt y lo que allí se
refleja desde el inicio a su finalización, me da la posibilidad en este trabajo de
contextualizar información sobre Perl, como creador de la psicoterapia
gestáltica, su contexto sociohistórico, la fundamentación teórica y su relación
con diversas corrientes. A continuación, se mostrarán los pilares fundamentales
respecto a conceptos y técnicas y su utilidad para poner el énfasis en las
potencialidades del ser humano, en la conservación de la salud y el desarrollo
personal.
Se pretende que esta tesina sirva de paso preliminar a una futura tesis en
la que se pueda aportar datos empíricos para valorar la evolución y toma de
conciencia diferencial de una muestra de alumnos que cursan Formación Gestalt,
concretamente los participantes en la Escuela Giennense Gestalt acreditada por
la A.E.T.G., respecto a relación con el bienestar y salud psicológica.
Por tanto, se señalan los siguientes objetivos:
o Ofrecer unas líneas generales sobre la base teórica de la Gestalt como
psicoterapia y como herramienta de crecimiento personal.
o Exponer los conceptos básicos sobre los que se fundamenta la Formación
en Gestalt acreditada por la A.E.T.G. y mostrar su relación con los
beneficios para la salud emocional tan a menudo ligada a la salud física.
o Explicar los aspectos específicos que la Formación en Gestalt contempla
desde una visión con perspectiva en la salud.
o Detallar las técnicas que la Formación en Gestalt potencia y trabaja en
aspectos ligados al incremento del bienestar.
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o Proponer un esbozo sobre el diseño de la investigación futura y, en
concreto, la forma de llevar a cabo la evaluación en los participantes de
la Formación en Gestalt.
II.- TERAPIA GESTÁLTICA COMO MODELO HACIA LA SALUD
La salud y la enfermedad han llegado a ocupar un lugar de extraordinaria
importancia en la vida personal y social del individuo. El cultivo de modos de
vida saludables, se ha convertido en el objetivo al que muchas personas
consagran gran parte de su tiempo y de su energía.
La palabra terapia aún conserva para la mayoría de las personas un
sentido restringido. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recuerda en su
prólogo que: “La salud no es la ausencia de enfermedades o de dolencia, sino un
estado completo de bienestar físico, mental y social” (Ginger y Ginger, 1993).
Sabemos que en psicoterapia Gestalt es necesario facilitar el cierre de la
necesidad prioritaria para respetar la sabiduría del organismo, pero, a veces, esta
sabiduría puede estar bloqueada por numerosos hechos educacionales, sociales o
culturales (introyectos y resistencias), que contrarrestan la evolución del
individuo. Somos el producto de dos vertientes: por un lado, nuestra historia
personal dentro del núcleo contextual y, por otro, la sabiduría congénita de
nuestro organismo, siempre buscando el éxito en su labor. Cuando ambas se
unen, podemos hablar de autorrealización con la consiguiente percepción de
bienestar que nos reporta (Salama, 1999).
Según Salama (1999) la psicoterapia Gestalt se apoya en un modelo
teórico que es referencial, integrativo e inclusivo, es decir, que toma conceptos
de diferentes enfoques, tanto psicológicos como filosóficos, y los integra en un
todo coherente. Su metodología se encuadra en el área científica, dado que sigue
el método científico. En cuanto a su aplicación, además de seguir una
metodología específica, depende del estilo propio, del contacto y la experiencia
del terapeuta y de la forma en la que facilita el trabajo.
La principal innovación de esta corriente consiste en que no sólo se
ocupa del síntoma, considerado como un intento de solucionar un problema
interno y que, implícitamente, avisa de que las necesidades del individuo no han
desaparecido, sino que más bien cambian su expresión, la cual se detecta como
ganancia secundaria. Por ello, no nos centramos en que la persona elimine los
síntomas, sino en investigar y favorecer la toma de conciencia de la relación que
estos tienen con lo que sucede en ese preciso momento para que pueda tomar el
control desde la raíz y solucionar el problema de acuerdo a su necesidad.
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La terapia Gestalt consiste en atender a otro ser humano de tal forma que
le permita ser lo que realmente es; se ocupa de los problemas provocados por
nuestra aversión a aceptar la responsabilidad de lo que somos y de lo que
hacemos. Frecuentemente, estos comportamientos nos generan la imposibilidad
de vivir la vida de una forma plena. Examinemos brevemente dos de las
principales declaraciones teóricas de la terapia Gestalt que ponen el acento en el
objetivo de mantener la salud, según Perls (1975) autor fundador de esta
corriente.
Este autor consideraba la neurosis en la persona como un estado alterado
de la salud que consistía en perder la capacidad de percepción separándose
progresivamente del propio potencial, negando la experiencia. La segunda
cuestión sería la consideración del individuo en relación con el medio ambiente
y lo que ocurre en el área social y biológica. Es decir, la percepción del cuerpo
es una fuente continua, en la que el individuo se descubre a sí mismo con lo que
le rodea. El individuo sano se maneja en el mundo de forma relativamente
saludable, así, por ejemplo físicamente, tiene una respiración fluida, se nutre
adecuadamente y su calidad socioemocional es adecuada. Cuando el individuo
se niega a sí mismo o al contacto adecuado con el medio ambiente experimenta
alteraciones en distintas facetas (Baumgardener, 2003).
Como se desprende de lo citado hasta ahora, el concepto sobre la Salud
desde la Gestalt tiene que ver con la capacidad del contacto del ser humano,
contacto consigo mismo para saber cuáles son sus necesidades y contacto con el
ambiente para poder realizar los intercambios oportunos. La mirada gestáltica
lograría la salud a través del desarrollo holístico constante y armónico del
cuerpo, las emociones, los sentidos y el intelecto.
2.1.- Contexto histórico dentro de la perspectiva del desarrollo de la
psicología como ciencia
El inicio formal de la Psicología como ciencia alcanza tal categoría con
la inauguración de los laboratorios de Wundt en Alemania en 1879.
Posteriormente se expande y promueve en el mundo una nueva manera de
pensar en biología y psicología. En 1950 Helmholtz mide la velocidad del
impulso nervioso. Poco tiempo después en 1959 aparecen los Elementos de
Psicofísica, de Fechner. Los cimientos de la psicología fisiológica y
experimental están propuestos. La fase siguiente será de consolidación con
autoridades como Tichener y Thordike. Posteriormente a esta etapa encontramos
trabajos renovadores dentro del conductismo con Watson, Tolman, etc. y los
gestaltistas Whetheimer, Kaffka, Köhler (Yela, 1987). Sobre sus obras se
construirán las bases de la psicología positiva que tendrá su fecha de inicio
10
histórico en la conferencia inaugural impartida por Seligman al comenzar su
etapa como presidente de la APA (Asociación Americana de Psicología) en 1998
(Csikszentmihalyi y Seligman, 2000); paradigma que por su orientación
humanística encuentra puntos de coincidencia con la psicoterapia gestalt actual
(de Casso, 2003).
La Psicología ha logrado un impulso importante en la última década
gracias a la difusión de la investigación realizada para desarrollar teorías y los
instrumentos necesarios en los que se apoyen dichas teorías. Muchas de estas
investigaciones se dirigen a la promoción y mantenimiento de la salud.
En cuanto a la terapia Gestalt y la psicoterapia humanística que es el
encuadre de este trabajo, el uso del psicodiagnóstico posee entre sus miembros
opiniones encontradas. Históricamente se abren dos corrientes dentro del mismo
paradigma de la Gestalt como motivo del trabajo diferenciado que en su
momento supuso la separación del matrimonio formado por Perls y su esposa
Laura. Como consecuencia de ello se inician dos escuelas, la Escuela de Nueva
York, Cleveland, etc., seguidores del trabajo de Laura Perls muy adeptos al
psicodiagnóstico, y la Escuela de California, seguidores de Perls y detractores
del uso de instrumentos de evaluación. No obstante, a pesar de la polémica por
el uso de los tests psicológicos conviene recordar que estos instrumentos han
nacido de la misma teoría que lo apoyan y sus datos sirven de guía al profesional
en el abordaje psicoterapéutico, además de hacer posible la comparación de
datos y analizar las hipótesis de investigación (Castanedo, 2011).
La terapia Gestalt es un enfoque relativamente reciente en la historia de
la psicoterapia, por lo que la elaboración en cuanto a investigación no ha hecho
más que iniciarse. En el libro “Terapia Gestalt” de Castanedo (2011) se recoge
el listado de Tesis Doctorales elaboradas desde 1971 hasta 1981, concretamente
55, que incluye el nombre del autor, año de defensa de la Tesis, título de la
misma y Universidad donde fue ejecutada. Estas Tesis sirven de gran apoyo al
futuro de la investigación dentro de este enfoque permitiendo centrar la
dirección de posibles investigaciones.
2.2.- Fritz Perls
Castanedo (1988) señala el siguiente resumen de la biografía de Friedrich
Salomon Perls (Fritz Perls) 1893-1970.
Nace el 8 de Julio de 1983 en Berlín, Alemania.
Se gradúa como médico en la Universidad Friederich Wilhemlm de Berlín.
Es analizado por Karen Horney en 1926.
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En 1927 trata a pacientes bajo la supervisión de Helen Deutsch. En 1928 ejerce
práctica psicoanalítica en Berlín.
Se casa con Lore Posner el 23 de agosto de 1929. En 1931 nace su hija Renate.
Es analizado por Wilheim Reich en 1933; el mismo año es supervisado por Otto
Fenichel. Vive en Alemania hasta ese año.
De 1933 a 1934 ejerce la práctica psicoanalítica privada en Ámsterdam.
En 1934 funda el Instituto Psicoanalítico del Sur de África y un año más tarde
nace su hijo Steven.
En 1942 publica, Ego, hunger and aggression. The beginning of Gestalt
Therapy.
Vive en Johannesburgo hasta 1946, año que emigra a Nueva York.
Funda el New York Gestalt Institute en 1950.
En 1951 escribe Gestalt Therapy. Excitement and Growth in the Hunan
Personality.
En 1953 funda el Gestalt Institute of Cleveland.
Vive en Nueva York hasta el año 1955.
De 1955 a 1960 reside en Florida.
De 1960 a 1969 vive en California (San Francisco, Los Ángeles) y visita Israel,
Nueva York y Japón.
De 1964 a 1969 trabaja en Esalen Institute, Big Sur (California).
En 1969 escribe Gestalt Therapy Verbatim.
En el mismo año publica In and out of the Garbage Pail.
En el mismo año funda en Cowichan (Canadá) una comunidad gestáltica tipo
Kibboutz.
Muere de cáncer de páncreas el 14 de marzo de 1970 en el Weiss Memorial
Hospital (Chicago).
Se dice que el término Gestalt en la psicología clínica está ligado al
nombre de su descubridor, Frederick Perls por toda la formación académica y
vivenciada que en su persona se conjugaba. Según De Casso (2003), la búsqueda
por la autenticidad que caracteriza al paradigma gestaltista tiene que ver con la
peculiar biografía de su autor (o creador, rescubridor, o como quiera que él se
considerase con respecto a su obra). Perls, por su carácter rebelde y por la
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sucesión de una serie de experiencias enriquecedoras pero convulsionantes
debidas a su ambiente familiar difícil y unas circunstancias históricas
complicadas, se vio empujado desde muy temprano en su vida a su búsqueda de
sentido existencial y de logro personal muy radical.
El pequeño Perls en su niñez brilla por su gran talento académico e
inquietudes artísticas en el mundo del teatro, de infancia bastante rebelde que le
ocasionó repetir de curso y ser expulsado. Su padre comerciante de vino y
dedicado a la masonería - como castigo - le obliga a entrar en un comercio de
muebles en el cuál por bromas al jefe fue despedido. Posteriormente ingresa en
un instituto con profesorado de corte humanístico en el cual comienza a brillar
en sus estudios. Se decide por el mundo de la medicina como oposición a la
abogacía que en su casa era símbolo de estatus, ya que su tío paterno era el
letrado más reputado de la ciudad. Estalla la Primera Guerra Mundial y en un
primer momento se libra de ir a filas por pequeños problemas de columna y
malformación cardíaca. Poco después y debido a la amenaza de movilización
general se enrola de voluntario en la Cruz Roja conociendo las miserias bélicas
mientras ejerce de médico. Tras la guerra regresa a casa de sus padres
retomando el teatro y graduándose en 1920, se especializa como neuropsiquiatra.
Alemania queda desolada económicamente pero en contraposición, ello sirve de
cultivo al mundo intelectual en el que Perls encuentra alimento a sus
inquietudes junto a personajes como Nietzsche y las nuevas filosofías
fenomenológicas y existencialistas que le llevaban a la responsabilidad de
construirse a sí.
En estos ambientes bohemios contactó con ecos de la nueva ciencia
como la Teoría de la Relatividad de Einstein y las conclusiones de física
cuántica de Max Planck. De todos los personajes que conoce el filósofo,
Solomon Friedlander, con su obra Indiferencia creativa impactó profundamente
a nuestro personaje. Todas estas injusticias raciales y sus experiencias con el
dolor conformarán su futura existencia. Carente de amigos o nexos que lo
retuvieran se convierte en un errabundo que dedicó los siguientes treinta años de
su vida a buscar rumbo, autenticidad y paz interior. Su experiencia en las
trincheras en la Primera Guerra Mundial, su dudosa vocación médica, su
contacto con la fermentación filosófica, científica y cultural bullente en el Berlín
de entreguerras, su inestable vida emocional, su búsqueda de respuestas de
psicoanálisis, su conexión con la Escuela de la Gestaltpsychologie (Psicología
de la Gestalt), su obligada marcha a Sudáfrica escapando de los nazis,..son
algunos de los hitos de toda una trayectoria.
2.3.- Gestalt como paradigma humanístico
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La Psicología Humanista (Ginger y Ginger, 1993) nació de manera
informal en la década de 1950, alrededor de Maslow, May, Roger, Allport y
algunos otros, la mayor parte fuertemente influidos por la corriente
existencialista europea. Para ellos se trataba de volver a poner al hombre en el
centro de la psicología, convertida cada vez más en científica, fría y
deshumanizada. El objetivo era crear una “Tercera Fuerza”, permitiendo borrar
el imperialismo del psicoanálisis y conductismo; acusados uno y otro de tratar al
hombre como un producto reduciéndolo a un objeto de estudio. No debió de
faltarles coraje para -en aquella época- tratar de levantarse contra el psicoanálisis
que había conquistado todos los puntos clave en el sector de la salud mental y
contra el conductismo que había invadido todas las universidades, pretendiendo
ser el único enfoque científico, estrictamente objetivo, con resultados
estadísticamente controlados.
La relación entre los valores proclamados por los pensadores que se
declaran humanistas, y muy particularmente de la Gestalt, tienen como finalidad
devolverle al hombre toda su dignidad, su derecho en todas sus dimensiones; y a
este respecto se tiene mucho en cuenta la influencia respecto al concepto de
Salud Emocional y Fisiológica:
Derecho a valorar su cuerpo y sus sensaciones, a satisfacer sus
necesidades vitales fundamentales, a expresar sus emociones.
Derecho a construir su unidad, el respeto de la especificidad de cada uno
(derecho a la diferencia).
Derecho a abrirse y a realizarse, sin limitarse al “tener” y al “hacer”, a
crear sus propios fines, a sobrepasar sin pasar sus propios límites, a
elaborar sus propios valores, sociales y espirituales.
Cuando Perls, su esposa Laura Posner, Isadora Frome, Paul Goodman y
Jim Simkin, entre otros, decidieron estructurar y difundir una psicoterapia
humanística como la Gestalt, nunca pensaron que llegaría a ser uno de los
enfoques más completos y accesibles a todas las ramas en las que el ser humano
está presente (Salama, 1999). Este autor recoge el significado de la palabra
Gestalt con origen alemán, señalando varios significados como “configuración”,
“estructura”, “modelo”, “figura”, “forma”, “totalidad”. En este ámbito se utiliza
con la connotación de “necesidad que debe ser satisfecha”. Este término
apareció por primera vez en 1523, en una traducción de la Biblia al alemán, y
aproximadamente significa “puesto delante de los ojos, expuesto a las miradas”.
De Casso (2003) señala, en cuanto a la praxis terapéutica con orientación
gestáltica, lo que más tarde se dará a conocer como “movimiento del potencial
humano”, “psicología humanística” o del “desarrollo de las potencialidades
humanas”. No es de extrañar, debido a la formación y el contacto de Perls con la
filosofía fenomenológico-existencial, y teniendo en cuenta su personal
14
vinculación a figuras como K. Horney y W. Reich, que están en el origen de ese
movimiento.
Encontramos también cómo Yontef (1995) nos presenta la terapia
gestáltica fundada por Perls y Laura Perls en los años 40 como una terapia
fenomenológica-existencial, que enseña a terapeutas y pacientes el método
fenomenológico del darse cuenta, en el cual percibir, sentir y actuar es distinto a
interpretar y repetir actitudes preexistentes. En terapia gestáltica, pacientes y
terapeutas dialogan, es decir, se comunican sus perspectivas fenomenológicas.
Las diferencias en las perspectivas (frecuentemente se observan cómo
intervienen matices relacionados con la consecución del bienestar del
individuo), se convierten en foco de la experimentación y del diálogo continuo.
El objetivo es que los pacientes se den cuenta de lo que están haciendo, cómo lo
están haciendo y cómo pueden cambiar, al mismo tiempo aprendan a aceptarse y
valorarse a sí mismos. La terapia gestáltica se centra más en el proceso (lo que
está ocurriendo) que en el contenido (lo que se está discutiendo). La psicoterapia
gestalt presta mucha atención a lo que la persona está haciendo, pensando y
sintiendo en el momento actual, más que en lo que le pasó o sentía que debió ser
en el pasado.
15
Fig 1 Esquema de las influencias de inspiración de Perls (Castaneda,
2011, pág. 228)
En la fig. 1 se aprecia la rica aportación que Perls a través de su vida
tuvo la oportunidad de conocer e integrar en el desarrollo que hizo que la Gestalt
se transformara de una teoría a un paradigma del ejercicio en psicoterapia. En la
visión global que aparece en esta figura vemos la influencia de diferentes
tradiciones.
La Psicología Humanista sugiere un cambio en la mirada hacia el hombre
y sus procesos. Primero que nada, el ser humano sería una totalidad de
elementos impulsados por una tendencia innata que lo lleva, en todo momento, a
desarrollar sus potencialidades. Segundo, el hombre sería por naturaleza un ser
creador y con suficiente capacidad de elegir acerca de su destino. A partir de
esto, y junto con realizar una fuerte crítica a la manera de concebir los procesos
de salud y enfermedad, la Psicología Humanista generaría una nueva concepción
de estos procesos.
2.4.- Diferencias y similitudes con otros paradigmas: psicoanálisis,
conductismo y humanismo
Según Castanedo (1998) el psicoanálisis y otras psicoterapias dinámicas
nacieron en su época para responder y hacer frente a una edad histórica de
represión sexual. Más adelante en el S. XX la tecnología reemplazó al hombre
por las máquinas lo que dio lugar a la edad de la ansiedad, con el surgimiento de
las llamadas terapias de modificación de la conducta. Finalmente, en la última
parte de este siglo, aparecen los enfoques humanísticos-existenciales de
psicoterapia, debido a la despersonalización y deshumanización que sufría el ser
humano en ese periodo de la historia en que tanto se habló de la edad de la
alienación por el ocio y el aburrimiento.
Ginger y Ginger (1993) señalan que el psicoanálisis pone énfasis
tradicionalmente en el síntoma que frecuentemente es relegado a un segundo
plano, considerándolo de alguna manera, como una simple señal en la ruta del
descubrimiento de sí mismo. Se busca la toma de conciencia progresiva de lo
reprimido por un abordaje global de la personalidad profunda, a través del
análisis de la transferencia y de las resistencias, y gracias a la interpretación. La
16
“cura” se considera como un agregado, una especie de beneficio secundario;
Freud recomendaba desconfiar del “furor de curarse”.
En el enfoque conductista es al contrario, solo es tratado el síntoma
cuidando la eficacia y “con respecto a la demanda explícita del paciente”, que
viene a consultar por eso y que no pide por lo general nada más. Las técnicas
precisas de descondicionamiento y de desensibilización permiten con frecuencia
la desaparición de manera rápida.
En Gestalt, el síntoma es considerado como un llamado específico de la
persona: es el lenguaje que ha “escogido” aún inconscientemente. Lo
escuchamos entonces, con atención y respeto. Lo ayudamos para que adquiera su
máxima expresión, intensificándolo para “oírlo” mejor. El síntoma
principalmente físico, será con frecuencia “la puerta de entrada” que permite un
contacto más profundo con el paciente. La Gestalt en su actitud básica se
diferencia a la vez del psicoanálisis y del conductismo constituyendo una
“tercera vía” original: comprender y aprender, pero sobre todo experiencial, con
el fin de ampliar al máximo nuestro campo de vivencias y nuestra libertad de
elección, tratando de salir del determinismo alienante del pasado y del medio,
impregnado de nuestros condicionamientos “históricos” o “geográficos” y
volver a encontrar así la libertad y la responsabilidad.
En cuanto al modo como se sitúa al hombre en el tiempo, cada una de
estas tres corrientes (psicoanálisis, conductismo y humanismo), se comprueba
que el psicoanálisis lo centra especialmente en el pasado (en el allá y entonces),
correspondiendo entonces a un enfoque histórico del hombre. Las psicoterapias
conductistas enfatizan la vida y la conducta presente, sin interesarse en el pasado
del individuo; por lo tanto no son históricas en su enfoque. Las psicoterapias
humanísticas, o las nuevas psicoterapias, son a-históricas, aquí encuadramos a la
Gestalt en el sentido de que no cuentan las nociones preconcebidas del individuo
y su pasado (Castanedo, 1988).
Principios básicos:
Psicoanálisis: en el proceso terapéutico se le concede una gran
importancia al discurso verbal, con el fin de que el material inconsciente
pase al plano consciente, efecto que el psicoanalista logra por el método
de asociación libre.
Conductismo: en esta corriente las acciones, ejecuciones y conductas
significan más que las palabras, que los sentimientos y que las
motivaciones intrapsíquicas (internas).
Psicología humanística: los cambios que se facilitan con la acción
terapéutica son resultado del proceso vivencial, en el que los significados
implícitos se sitúan en la toma de conciencia (awareness). Estos
significados deben ser intensamente sentidos sin necesidad de
verbalizarlos.
17
Perls comienza a manifestar una transición desde su proceder
psicoanalítico para ir integrando su trabajo dentro de esquemas más
humanísticos. Empieza a reflejarse en sus escritos, en el primer libro Yo, hambre
y agresión, al principio de la primera parte escribe diferenciándose a este
respecto:
En esta revisión del psicoanálisis pretende (De Casso, 2003 pág. 45):
Reemplazar el concepto psicológico por un concepto organicista.
Reemplazar la psicología de asociación por la psicología de la Gestalt.
Aplicar el pensamiento diferencial, basado en la “indiferencia creativa”
de S. Friendlander.
Perls destina la primera parte de este libro que primeramente titula
Holismo y Psicoanálisis a exponer y justificar estos principios y a la vez
distanciarse de la concepción psicoanalítica. Su justificación básica consiste en
mostrar cómo sus nuevos conceptos se apoyan en la ciencia moderna y no en los
presupuestos de la ciencia tradicional como hace el psicoanálisis.
Respecto a las publicaciones sobre investigación en las tesis doctorales
en los E.E.U.U. se ha encontrado lo siguiente, mediante el buscador Infosite
(buscador universitario): la investigación en Psicoterapia en tesis con enfoque
psicoanalítico (44%), alcanzando la mayor importancia, en terapia conductual y
cognitiva (7%) y en enfoques humanistas (7%). Estos datos reflejan que para que
evolucione nuestro enfoque, tenemos que incrementar la productividad de
publicaciones dentro del ámbito académico. Desde 1971, un año después de la
muerte de Perls y el 2007, en ese periodo de 36 años se han realizado 410 tesis
humanistas, de ellas 231 son de terapia Gestalt. Entre 1971 y 1988, el año más
investigado fue 1978; diez tesis doctorales. En los primeros tiempos lo más
investigado fueron estudios comparativos entre diferentes enfoques, este tema
fue cambiando en pos del estudio de las resistencias, y actualmente se investiga
sobre los asuntos inconclusos.
2.5.- Gestalt como teoría de la biología
Es preciso tener presente (De Casso, 2003) el bagaje de conocimientos
que Perls atesora gracias a su recorrido académico y personal y que impregna
todo su quehacer. Con un recorrido anterior en psicoanálisis comienza a
acercarse a la psicología de la Gestalt de la mano de su esposa Loren, psicóloga,
conocedora y seguidora de esta disciplina. El influjo principal, le vino de
Goldstein. Dicho autor había extraído conclusiones de su trabajo que
18
confirmaban los principios de su escuela: el organismo funciona como una
totalidad, la personalidad es una totalidad estructural que incluye la relación con
el medio ambiente, y, por ello, el paciente lesionado en el cerebro, pese a su
nueva situación fisiológica anormal, aprende a recuperarse en la medida en que
puede expresar de algún modo su capacidad creadora, gracias a su relación
estructural con el medio.
Perls recuerda también en su autobiografía la figura del profesor Gelb,
instructor en psicología de la Gestalt, alumno de Wertheimer y de Köhler, cuyo
descubrimiento había sido “que el daño cerebral no resultaba únicamente en la
pérdida de ciertas facultades, sino que la personalidad total sufre un cambio”
(pág. 53). Este enfoque holístico de la personalidad, vincula al medio ambiente
como una totalidad estructural.
Según de Casso (2013) es en 1926 cuando Perls asiste como asistente de
Goldstein en la Escuela de la Psicología de la Gestalt en Frankfurt y lo
acompaña en sus trabajos sobre los efectos globalizadores en la personalidad de
lesiones cerebrales locales, y la concepción de la personalidad como una
totalidad estructural que incluye la relación con el medio ambiente, recordemos
que Perls era médico y se había doctorado en neurología, este es el inicio de que
concibiera la psicoterapia en gestalt en el contexto biologicista. Había llegado
también a la conclusión de que la tendencia básica del organismo es la
“actualización de sí mismo”, de sus “potencialidades”, la “autorrealización”.
Otras proposiciones de Goldstein también son relevantes como: todos los
hombres tienen unas potencialidades inherentes, iguales, los pacientes no pueden
autorrealizarse sin tomar en consideración, hasta cierto punto, el medio que les
rodea, y en especial a las otras personas. Simultáneamente a sus investigaciones
preconiza lo que se llamará psicoterapia organísmica que apunta a una
psicoterapia apoyada en una concepción de organismo como totalidad –
dimensión corporal y social incluida- y orientada al desarrollo óptimo en cuanto
tal. Del contacto con la Escuela en Frankfurt obtiene la idea de situación
inconclusa, la Gestalt incompleta, y es aquí dónde encuentra la primera
referencia biológica básica.
Siguiendo al mismo autor describe el punto de llegada en el esfuerzo
intelectual por parte de Perls por alcanzar una síntesis de sus ideas y sentirse
coherente consigo mismo. Dicho “intento” de síntesis, tiene algo de hallazgo
existencial, ha encontrado por fin su punto de apoyo, una raíz, ni siquiera algo en
lo que “creer”, sino, más allá de eso, un poder –simplemente- descansar en lo
que “es”, un descanso en lo biológico, en la Naturaleza. Su afán por distanciarse
de los puntos de vista freudianos y su apasionada defensa de la nueva visión
holística y gestáltica que propone impregna de entusiasmo su trabajo por la
justificación intelectual y lo inviste de ropaje “científico”.
19
Retomando el concepto respecto al significado Gestalt entendido como la
necesidad que debe ser satisfecha, cuando anexamos las palabras abierta y
cerrada a la Gestalt, aludimos al estado original de la necesidad, antes o después
de resolverla, respectivamente. Desde el punto de vista biológico, siempre
abrimos y cerramos Gestalten (plural de Gestalt), dado que, si no lo hiciéramos,
atentaríamos contra nuestra propia supervivencia como especie; si nos referimos
al nivel psicológico y emocional, puede ser que no nos muriésemos físicamente,
pero desarrollaríamos lo que denominamos neurosis; considerando neurótico a
quien tiene asuntos pendientes en el ámbito psicológico o emocional. Cuantas
más creencias falsas, asuntos pendientes o gestalten abiertas tengamos, nuestra
calidad de vida será menor si no optamos por resolverlas de una manera sana al
servicio del propio organismo Salama (1999).
Para Vásques (2000), el concepto del contacto en terapia Gestalt guarda
estrecha relación con la comprensión de la mencionada autorregulación
organísmica. Es posible que pensemos que este concepto lo llevamos a cabo día
a día, pero no es así. La mayoría de la gente no toma contacto con lo que está
haciendo. Esta toma de “contacto con” en filosofías orientales se conoce como el
fenómeno de centración. La centración es una actitud mental que consiste en
estar alerta de sí mismo, dejando ir al organismo sin empujarlo ni frenarlo. Sólo
nuestro organismo conoce sus necesidades y solamente él puede satisfacerlas.
Esta actitud mental de meditación nos devuelve a nuestro propio centro, al
centro de nuestra existencia.
Según Ginger y Ginger (1993), un mínimo de información sobre
bioquímica y psicofiosología del cerebro es indispensable para comprender lo
que pasa durante una secuencia de trabajo en Gestalt, particularmente cuando
implica reacciones emocionales: “Las emociones no son sino la conciencia de
algunas actividades llamadas vegetativas, es decir, el resultado de la actividad
del sistema límbico estimulado por el exterior o por nuestras representaciones
internas” (pág. 205). El cerebro consta de una parte difusa y otra con redes el –
difuso-, es responsable de la parte afectiva y pasional del individuo, de alguna
manera estaría superpuesto al cerebro –cableado o de redes-, es responsable de
las funciones sensoriomotrices, cognitivas y racionales (Vicent, 1926).
Nuestra reserva interna de información se encuentra almacenada en las
neuronas salidas del ectoblasto; se conoce que se multiplican entre la décima y la
decimoctava semana de vida intrauterina (al ritmo de 300.000 neuronas por
minuto) y su fabricación se termina entre el quinto y el séptimo mes de vida en
el útero. Después de lo cual ya no se renovarán ninguna, al contrario perdemos
varias decenas por día, lo cual no es trágico porque cada información está
almacenada en varios sitios, y de cualquier manera nosotros no utilizamos nada
más que del 20% al 40% de nuestra potencia. Al contrario del número fijo de
neuronas, el de sus interconexiones es susceptible de variar durante nuestra
existencia; nuestra actividad mental asociativa y emocional hace crecer sin cesar
20
nuevas terminaciones en las dendritas de conexión, que pueden constituir desde
algunas decenas, hasta cerca de 20.000 conexiones sinápticas por neurona. Es la
amplitud de su campo sináptico el que da riqueza funcional a cada neurona
(Ginger y Ginger, 1993).
En suma, los árboles de nuestra inteligencia están plantados desde
nuestro nacimiento, pero las ramificaciones crecen después sin cesar, formando
una especie de bosque virgen de terminaciones. Este brote permanente o
“sprouting”, permite principalmente la recuperación después de un traumatismo
craneano.
La particular plasticidad cerebral es importante en la estimulación
multisensorial en los bebés durante los primeros meses de vida para el desarrollo
posterior del la inteligencia. La importancia de estas nuevas y múltiples uniones
interneurales continúa estableciéndose durante toda la vida y principalmente se
llevan a cabo durante las sesiones de psicoterapia Gestalt, que estimulan las
relaciones entre diferentes capas y zonas del cerebro. Y todo esto funciona sin
que lo sepamos, con gran precisión. He aquí la cara escondida de nuestro
verdadero “inconsciente” y de su indescriptible grandeza. Estructura viviente
concebida en el transcurso de miles de años, en adaptación constante por las
condiciones fluctuantes del medio interno y externo, constituido por células
donde se inscriben nuestras experiencias a corto plazo y las huellas pasadas
desde su creación, en todo caso, nuestro patrimonio genético que es revisado y
reajustado cada noche durante nuestro sueños.
Este inconsciente implícitamente admitido y utilizado en Gestalt, se sitúa
más allá del inconsciente freudiano (constituido esencialmente por el material
primeramente consciente, y después reprimido por la censura del sistema
preconsciente) que estaría almacenado más en la superficie, quizás por las
interconexiones corticales del hemisferio derecho. El verdadero inconsciente
profundo estaría en las capas subcorticales que sirven de almacén de una
inmensidad de información almacenada precozmente desde el estado fetal,
diseminada en el conjunto de la red neuronal y de sus nódulos nucleares en
perpetuo reajuste.
Constatada queda la disimetría de los hemisferios cerebrales, recordemos
que el hemisferio izquierdo es sobre todo verbal, lógico, analítico y “científico”,
mientras que el hemisferio derecho es “mudo”, espacial, analógico, sintético y
artístico. Hemos podido decir así que “el hombre piensa con el cerebro izquierdo
y sueña con el derecho”. Agreguemos que el hemisferio izquierdo rige la
orientación en el tiempo, por lo tanto la sucesión lineal unidireccional de los
acontecimientos, su encadenamiento, favorece el compromiso. Mientras el
hemisferio derecho rige la orientación en el espacio y por lo tanto la dispersión
multifactorial y favorece el desprendimiento. Hemos visto que este hemisferio es
muy solicitado en la Gestalt, mientras que el izquierdo lo es más en psicoterapias
21
esencialmente verbales. Hay, a nivel cerebral, una unión estrecha entre la
movilización corporal, la emoción y la producción de imágenes, y podemos
considerar que el conjunto de psicoterapias con implicación corporal y
emocional, son “psicoterapias del cerebro derecho”. Recordando el tema de la
Salud que en este proyecto nos ocupa, destacamos en la mujer un mayor número
de conexiones interhemísfericas compensando así un mayor desarrollo lateral,
mientras que la disimetría aparece más destacada en el hombre (después de la
pubertad), con un desarrollo más importante del hemisferio derecho. Lo cual
conlleva mejores logros en tareas espaciales en hombres, mientras que las
mujeres destacan en tareas verbales.
Los conceptos elementales del funcionamiento del cerebro tienen que ver
con lo que Perls empezó a denominar Ciclo Homeostático, lo que en la
actualidad se conoce como Ciclo Gestáltico. Perls que era médico, se dio cuenta
de la natural tendencia del organismo a recuperar su equilibrio cuando había sido
alterado por una necesidad. Ante una necesidad del organismo tiende a
satisfacerla si nada se lo impide, y para ello posee una serie de mecanismos cuya
puesta en marcha conducen a la satisfacción de la necesidad. Los distintos
centros y vías del cerebro encargado de llevar a cabo el normal desarrollo del
ciclo y la correlación de los sistemas básicos del cerebro (activación e
inhibición) y su alteración son la base de los mecanismos de defensa que se
describen desde la Gestalt. Pese a lo alejado del lenguaje entre medicina y
psicología gestalt, no son más que distintas palabras para designar lo mismo, los
procesos psíquicos tienen su correlato o expresión corporal y los procesos
corporales tienen su correlato psíquico y ambos procesos se superponen
(Egurzegui, 1998).
Para finalizar los últimos descubrimientos en neurociencia sobre las
neuronas espejo dan explicación a la resonancia emocional o empatía que es una
actitud muy entrenada por el psicoterapeuta gestalt desde el desarrollo de la
escucha; con el objetivo de conocer el reflejo que en él tiene las emociones que
el paciente trae a consulta, bien, pues esta actitud parece tener su correlato
biológico en este mecanismo neurobiológico (Gascón, 2013).
2.6.- Gestalt en España
Según Peñarrubia (1998), el influjo de la Gestalt accede en los 60 a
España de mano de Ignacio Martín Pollo a su regreso de París tras completar su
formación con la cual traía las técnicas y filosofía del Movimiento de Potencial
Humano (que así se llamaba entonces la Psicología Humanística) y que en
España eran prácticamente desconocidas. Funda CIPARH (1973) en Madrid
trabajando con una combinación de técnicas energéticas y gestálticas
encuadradas en el estilo de grupos de encuentro. En 1976 se abre también en
Madrid el IPG, dirigido por Ángeles Martín como el primer centro en el que
22
exclusivamente se dedica a la formación y práctica de este enfoque. Será en
1977 donde por primera vez se expone un taller-demostración de gestalt en el
Symposium anual de la Sociedad Española de Psicoterapia y Técnicas de Grupo.
Esta asociación era entonces el único foro de encuentro de psicoterapeutas de
diferentes escuelas. Ese mismo año en Pamplona, era la primera vez que la
ponencia oficial versaba sobre enfoques humanistas y en la que Peñarrubia
presenta la terapia gestalt. En 1982 se funda oficialmente la Asociación
Española de Terapia Gestalt. La iniciativa partió de Lluís Pardo, Alberto Rams y
Mónica Sans en Barcelona. Para entonces ya eran muchos los profesionales que
practicaban este enfoque y se hacía preciso organizarse asociativamente con el
objetivo de unificar criterios de formación e intentar definir una Escuela
Española, hasta entonces inexistente, aprovechando la experiencia, el
autodidactismo y las diversas influencias de los profesionales más veteranos del
país.
En el marco de la AETG (Asociación Española de Terapia Gestalt) y por
el método de ensayo y error, se fue dando forma al modelo de formación,
aprobado en 1988, así como a los textos teóricos para los alumnos.
La AETG posibilita la adquisición y vigila la calidad de la Formación
Gestalt; para conseguir pasar de alumno a docente, dentro de esta asociación
habrá que ir sumando experiencia a través de la propia asistencia a la formación
que además será completada con el propio proceso personal de psicoterapia y el
trabajo teórico mediante una tesina que se expondrá en las Jornadas que de
forma anual se organizan como medio de difusión y crecimiento entre
profesionales de la disciplina.
La AETG en su inicio posibilito la publicación de boletines como medio
de difusión dentro de este ámbito, esos boletines se fueron transformando en la
Revista de Terapia Gestalt con una publicación anual de un tema específico, en
este 2013 ha publicado el nº33 cuyo título es “Terapia y Biología”. Actualmente
es dirigida por Enrique de Diego quién en estas últimas Jornadas de Terapia
Gestalt celebradas en Alicante (Mayo, 2013) ha especificado la necesidad de que
las publicaciones vayan adquiriendo tintes y marco puramente científico.
Desde 2011 a la actualidad el cargo de la dirección de la AETG está
presidido por Carmen Gascón, quién está propiciando una gran reforma dentro
de la asociación abogando por la rectitud sobre los criterios éticos, la buena
práctica terapéutica e inculcando el valor de la enseñanzas que desde las
Escuelas de Formación se transmiten.
III.- ASPECTOS CENTRALES EN GESTALT EN RELACIÓN A LA
SALUD
23
Según De Casso (2003), los principios de la psicología de la Gestalt
tenían una inspiración claramente fenomenológica. Por consiguiente, esta
concepción es una “teoría fenomenológica de campo” aplicada a la percepción.
Por “campo” se entiende la “situación” vivenciada por una persona en su
presente, es decir, una persona existe al diferenciarse del otro y al contactar con
otro. Para estar bien contactado con el mundo propio es necesario arriesgarse a
descubrir y discriminar las experiencias tóxicas de las nutritivas (Yontef, 1995).
Será la asimilación del contacto con lo nutritivo lo que nos conduce a un
inevitable crecimiento (Polster y Poslter, 1973).
Otro aspecto que metafóricamente se usa en la terapia gestáltica para
comprender el funcionamiento psicológico y que guarda relación con el
concepto de “campo” que hemos expuesto anteriormente es el concepto de
metabolismo mental (Yontef, 1995). Las personas crecen asimilando ideas,
relaciones, etc. considerando si les son nutritivas o tóxicas. Si son nutritivas, el
individuo puede convertirlas en partes de él, por el contrario las rechaza si las
siente tóxicas. La discriminación exige que el individuo confíe en su criterio,
objetivo que se persigue en el proceso de psicoterapia con el fin de una adecuada
asimilación de la situación.
Perls en su primer libro Yo, hambre y agresión, fruto de recopilaciones
de referencias y bagaje de sus experiencias anteriores hace un intento de
sistematizar toda esa serie de elementos en una nueva “técnica terapéutica”,
presentada como una “revisión” o una “mejora” del psicoanálisis. Este primer
libro de Perls, en su primera edición en Sudáfrica en 1942, contiene el subtítulo
Una revisión de la teoría y el método de Freud; a partir de la edición británica
en 1947 cambiaria el subtítulo por Los comienzos de la terapia gestáltica. En
este hecho se plasma su preocupación por diferenciarse del psicoanálisis y en
paralelo va presentando los elementos de su nuevo sistema (De Casso, 2003).
La terapia gestáltica enseña a pacientes y terapeutas el método
fenomenológico del darse cuenta, en el cual percibir, sentir y actuar es diferente
a interpretar y repetir actitudes preexistentes. Las interpretaciones se consideran
menos confiables que aquello que se percibe y siente directamente. Los
pacientes y terapeutas dialogan, es decir, comunican sus perspectivas
fenomenológicas; las diferencias en estas perspectivas tienen como objetivo que
los pacientes se den cuenta de lo que están haciendo y cómo pueden cambiarlo, y
al mismo tiempo aprendan a aceptarse y a valorarse a sí mismos (Yontef, 1995).
Para Peñarrubia (1998), los conceptos básicos en Gestalt hacen de ella un
valor creciente respecto a que no se trata solo de una teoría psicológica sino más
bien de una teoría de la práctica: explícitamente se traduce en técnicas, pero
sobre todo, implícitamente se apoya en una determinada actitud a desarrollar por
el terapeuta y el paciente. Dicha actitud tiene que ver con la calidad de la
24
escucha, presencia y conciencia que pretendemos desarrollar con el objetivo de
incrementar la concepción de salud. Y a su vez podría resumirse en estos tres
principios:
1.- Valoración de la actualidad temporal (el presente frente al pasado o el
futuro), espacial (lo presente frente a lo ausente) y sustancial (el acto frente al
símbolo).
2.- Valoración de la atención y aceptación de la experiencia.
3.- Valoración de la responsabilidad.
Derivado de la influencia del pensamiento fenomenológico que hemos
descrito, se promueve en esta disciplina la aceptación de lo que hay y la libertad
de elección. Se subraya la capacidad del ser humano de autorregularse y
autorrealizarse como individuo en contacto con su ambiente. Considera que el
ser humano es más que la suma de sus partes, la fragmentación resta; en cambio
la totalidad es integradora, global y esencialmente enriquecedora (Martín, 2013).
3.1.- El aquí y ahora
Castanedo (1998) en Terapia Gestalt señala que nada existe sin tener en
cuenta el concepto del Aquí y Ahora. La Terapia Gestalt no enfatiza que
vivamos por el momento, sino que vivamos el momento. Para sentir,
experimentar el aquí y ahora en las vivencias, se comienza a trabajar con
sensaciones, con la experiencia sensorial (audición, visión, tacto, tono de voz)
del cliente. Esta es la dimensión fenomenológica de la Terapia Gestalt, lo que
implica que el proceso que uno experimenta es solamente de uno. Si a esta
dimensión le añadimos la del aquí y el ahora llegamos al presente inmediato del
fenómeno existencial personal: yo soy esta persona. Según De Casso (2003), la
anterior vivencia descrita incluye no sólo el aspecto “subjetivo” –la experiencia
actual del sujeto-, sino también los elementos –“objetivos”- de la situación, lo
externo al sujeto, que pueden ser sólo objetos o también otros sujetos con sus
“vivencias” correspondientes de la misma situación.
El concepto de transferencia en Freud es ya un primer paso hacia el
presente, puesto que los sentimientos del paciente hacia el analista se concebían
como réplica de sentimientos más antiguos hacia otras personas (padres,
hermanos). Por lo tanto comprender esta relación terapéutica en el presente se
volvió significativa para entender el problema del pasado (Peñarrubia, 1998).
También encontramos antecedentes de este principio gestáltico en la meditación
budista y en la filosofía hedonista (el “carpe diem” de Horacio) (Naranjo, 1990).
25
“El Aquí y Ahora” adquiere su importancia en la práctica de la
psicoterapia gestalt. Vásques (2000) señala la importancia del correcto
entendimiento que implica el “ahora” es el presente, el fenómeno, aquello de lo
que me doy cuenta, aquel momento en el que traemos nuestros -así llamados-
recuerdos y expectativas. El “ahora” no es una medición de tiempo, pero sí un
punto cero a trabajar en la situación terapéutica.
En la Terapia Gestalt, hay que el “ahora” cubre todo lo que existe,
incluye el equilibrio de estar “aquí”, es la experiencia; y el “cómo” comprende
todo lo que estructura, todo lo que ocurre. Esta definición subraya la
connotación fenomenológica de la terapia Gestalt considerando que el proceso
que cada uno vive es singular, único y exclusivamente determinado por nuestra
experiencia (Peñarrubia, 1998).
Perls (1974) sostiene con énfasis que “el pensamiento es un ensayo
teatral”, un ensayo que se lleva a cabo en la fantasía del rol que debes
representar en la sociedad. Esto es lo que en Psicología llamamos “ansiedad”:
¿Sobre qué hablare en mi conferencia?, ¿Qué ropa me pondré? Y cuestiones de
este estilo es lo que en Gestalt se llama “pánico de escena”. Sólo en el presente
el paciente puede contactar con sus emociones bloqueadas, al hacerlo se pierde
el control intelectual y se liberan sensaciones de rumiaciones del pasado, así
como imaginaciones y expectativas del futuro. En cuanto al presente, ocurre al
planificar, se vive la angustia y la esperanza en el presente por algo que aún no
ha llegado.
Este concepto en Gestalt se usa integralmente con otros principios
gestálticos, en ello reside este enfoque en donde el todo es más que la suma de
sus partes, es únicamente una parte del todo que es el proceso total. Por tanto
este elemento por sí mismo es necesario, aunque no suficiente.
Los asuntos inconclusos, que hemos ido acumulando en nuestra propia
historia, continúan creando ruido en nuestro presente. No hablar del pasado
cuando se necesita es tan disfuncional como hablar del pasado para evitar algún
aspecto presente. A veces el concepto de aquí y ahora de la teoría de la terapia
gestáltica era y es distorsionada en la práctica o al hablar acerca de la teoría. En
la formulación teórica, el pasado y el futuro, aquello que ocurrió y aquello que
se pronóstico, aquello del pasado que está inconcluso en el presente y aquello
que se desea para el futuro, son parte del aquí y ahora (Yontef, 1995).
Para el terapeuta gestáltico es de vital importancia comprender de forma
adecuada la fenomenología y la conducta actual del paciente desde el comienzo
de la terapia. El conocimiento del sí mismo del paciente no equivaldría a lo que
verbaliza. El tipo de conocimiento que la Terapia Gestalt persigue se relaciona
con conocer cómo el organismo aleja la atención de la información sensorial
inmediata de la experiencia. Los mecanismos por los cuales el sujeto evita tomar
contacto con el aquí y ahora de la experiencia justamente son los objetos de
26
experimentación en terapia. Mediante la recuperación del darse cuenta de estos
mecanismos, la persona puede analizar los procesos por medio de los cuales
apoya conductas insatisfactorias y adquiere herramientas para aumentar en
forma independiente su darse cuenta en el futuro.
3.2.- El darse cuenta
Para algunos autores, el término que reuniría la esencia y propósito de la
Terapia Gestalt es el “darse cuenta” (del inglés awareness: tomar conciencia de,
capacidad de darse cuenta) (Yontef, 1997; Naranjo, 1995). El darse cuenta sería
una forma de vivenciar; sería el proceso de estar en contacto alerta con el evento
de mayor importancia, este fenómeno involucra al individuo como persona total
por lo tanto, un darse cuenta parcial que solamente considere o el aspecto
sensorio-motor o el cognitivo o el emocional estaría incompleto o simplemente
enfermo (Yontef, 1997).
Según Peñarrubia (1998), la gestalt no diferencia tanto los medios y el
fin, concibe el darse cuenta como el proceso de restauración de la salud,
entendiendo que la neurosis es un oscurecimiento de la capacidad de percibir (a
sí mismo, al mundo...), y el camino corrector es ir sanando esa ceguera.
Esta capacidad del ser humano de darse cuenta de lo que está sucediendo
dentro de sí mismo y en el mundo que le rodea le permite comprender y entender
situaciones o cualquier otra circustunstacia o acontecimiento que se produzca en
su mundo (Martín, 2006).
Perls (1975) describe que en el proceso terapéutico todo está basado en
el darse cuenta, y que es la única base del conocimiento y una forma de
vivenciar. Es el proceso de estar en contacto y alerta ante la situación más
importante en el campo ambiente/individuo, con un total apoyo sensorio-motor,
emocional, cognitivo y energético (Yontef, 1995).
Desde que surgió la vida en la tierra el darse cuenta es una capacidad
propia de todo ser animado, en lugar de continuar embutiéndonos ideas,
interpretaciones y patrones de conducta, a menudo sesgados por factores
relacionados con la perspectiva de género, la psicoterapia y en particular la
terapia gestáltica proclaman el darse cuenta como el agente curativo más
importante.
27
La utilidad de tomar más conciencia –dándose cuenta de cómo está ahora
uno mismo- que tratar de cambiar, detener o incluso evitar algo que hay en mí o
en mi ambiente que no me gusta es de gran efectividad para contactar con la
propia vivencia con el fin de hacer un cambio en dirección a lo que necesitamos
para mantener un buen ajuste emocional.
Según Steven (1976), en su libro titulado “El darse cuenta”, en el que
presenta distintos ejemplos prácticos para trabajar este concepto, distingue tres
zonas:
1) El darse cuenta del mundo exterior. Esto es, contacto sensorial
actual con los objetos y eventos del presente; lo que en este momento
veo, palpo, toco, escucho, degusto o huelo.
2) El darse cuenta del mundo interior. Esto es, contacto actual con
eventos internos en el presente. Lo que ahora siento desde debajo de
mi piel, escozor, tensiones musculares y movimientos,
manifestaciones físicas de los sentimientos y emociones, sensaciones
de molestia, agrado, etc.
Estos dos “darse cuenta” engloban todo lo se puede saber acerca de la
realidad presente como se vivencia. Este es el terreno sólido de la
experiencia propia; estos son los datos de la experiencia aquí, en el
momento que ocurre. Independientemente de cómo desde afuera se
juzgue la experiencia, no existirá ningún argumento que pueda hacer
este tipo de darse cuenta como no-existente.
El tercer tipo de darse cuenta es bastante diferente, es el darse
cuenta de imágenes de cosas y de hechos que no existen en la realidad
actual, presente.
3) El darse cuenta de la fantasía. Esto incluye toda la actividad mental
que abarca más allá de lo que trascurre en el presente: todo el hecho
de explicar, imaginar, adivinar, pensar, planificar, recordar el pasado,
anticipar el futuro. Es realmente difícil aceptar que todo ocurre en el
presente momentáneo. El pasado existe tan solo como parte de la
realidad presente, cosas y recuerdos acerca de los cuales pienso como
“pertenecientes al pasado”. La idea del pasado es útil algunas veces,
pero al mismo tiempo es una idea, una fantasía que tengo ahora.
Las técnicas del “darse cuenta” consisten, básicamente, en llevar la
conciencia a la existencia presente. Esto se realiza confiando en que la
autorregulación del organismo sano se restablece al aumentar la conciencia del
organismo porque está se dirige hacia sus necesidades presentes. En un
funcionamiento defectuoso, en cambio, el organismo decide evitar aspectos de
su existencia.
28
3.3.-El continuo de conciencia
La terapia gestalt promueve que el ser humano permanezca
autoconsciente, en un modo en el que la atención esté hacia sí mismo y lo que le
sucede. Inducir al individuo a esta introspección le ayuda a encontrar
información sobre qué pensamientos, conductas, etc. limitan su autenticidad.
El terapeuta gestáltico repite a menudo las siguientes preguntas con la
finalidad de que el individuo pueda hacer consciente lo que le pasa y lo que
necesita (Polster y Poslter, 1973):
- ¿De qué tiene usted conciencia ahora?
- ¿Qué siente, qué quiere en este momento?
- ¿Qué está tratando de evitar?
- ¿Qué quiere, qué espera?
Mediante la atención continua que se entrena en las sesiones de terapia y
en la Formación en Gestalt se persigue que la persona vivencie los modos en que
se evita “ser”. La frase central utilizada para mantener el continuo de conciencia
es “ahora me doy cuenta de...”, así la persona aprende muchas cosas sobre sí
mismo. Aprende lo que esta vivenciando realmente y aprende cómo sus
sentimientos y sus comportamientos en un área se relacionan con sus
sentimientos y sus comportamientos en otras áreas (De Casso, 2003).
El continuo de conciencia se utiliza para entrar en contacto con el propio
interior del individuo, con las sensaciones corporales, con la respiración, con las
actitudes corporales e incluso con las contracciones musculares. Esta postura
mental tiene que ver con el fenómeno de centración que proviene de la filosofía
oriental. Consiste en estar alerta de sí mismo. Esta postura mental nos devuelve a
nuestra propia existencia mediante la que el individuo puede conocer sus
necesidades y la forma de satisfacerlas, aunque no es fácil llegar a identificar las
sensaciones. Otra forma de contacto tiene que ver con la toma de conciencia de
las propias actitudes, del tipo de relación interpersonal que se mantiene con los
otros (Castanedo, 1998).
La importancia de mantener una adecuada calidad de conciencia sobre
cómo uno mismo se vive y funciona en el mundo que le rodea mediante el
adecuado entrenamiento sirve de base en la consecución de un adecuado ajuste
emocional consigo mismo y el propio ambiente.
IV.- CICLO DE NECESIDADES Y MECANISMOS NEURÓTICOS EN
GESTALT
29
Es preciso entender lo que Perls llamaba “organísmico” y que los
biólogos denominan de igual forma: la peculiaridad de su significado, es decir,
lo “vivo” frente a lo inanimado. A este respecto, Perls escribe (1976): “Solo
después de habernos asombrado por la infinita diversidad de procesos que
constituyen el universo, podemos entender la importancia del principio
organizador que crean orden del caos: principalmente, la formación figura-
fondo; hasta hace aparecer a la realidad como tal. Hace emerger como figuras a
objetos que corresponden a diversas necesidades” (pág. 295).
El organismo sano se dirige con toda sus potencialidades hacia la
gratificación de sus necesidades más destacadas. Apenas una necesidad se
completa y concluye, está retrocede al fondo y permite que emerja hasta el
primer plano, la que ahora se ha vuelto más importante. Este es el principio de
Autorregulación organísmica (Perls, 1978) para ello el organismo vivo cuenta
con un sistema sensorial que le permite percibir los cambios en el campo que
sean relevantes para su homeostasis y con un sistema motor que le permita tener
las capacidades de acción necesarias para rectificar los parámetros relevantes
para la homeostasis. Estos cambios relevantes van a ser percibidos como
necesidades del organismo. La necesidad es entonces la guía del organismo para
mantenerlo sano y vivo. Esta percepción de las necesidades implica que el
organismo tiene una conciencia y lo que es más importante la capacidad de
“darse cuenta” del organismo, el darse cuenta de este continuo de necesidades,
una tras otra, del que deriva una acción resolutoria. Este es el proceso de
conciencia que con anterioridad hemos denominado “continuo de conciencia”.
La patología comenzaría en el momento en que esta capacidad de hacer suceder
la toma de conciencia se ve alterada. El terapeuta gestáltico ayudaría a la
persona a tomar conciencia de cómo o de qué manera se las arregla para llegar a
esta alteración.
4.1.- Ciclo de necesidades y mecanismos neuróticos
Siguiendo a Perls (1975) encontraríamos como concepto central el hecho
de que el organismo lucha por mantener un equilibrio que continuamente se ve
perturbado por sus necesidades y que se recupera por medio de su satisfacción o
eliminación. La neurosis se caracteriza por muchas formas de evasión,
especialmente la evasión de contacto de las auténticas necesidades. El ciclo de
necesidades gestáltico es un modelo fisiológico cuyos contenidos fueron
retomados del conductismo por Zinker (2012); se describe como el proceso
que se desarrolla cuando una necesidad emerge ante nosotros y pugna por lograr
su satisfacción.
30
Cuando nuestro organismo siente una necesidad significa que algo le
falta, que surge una carencia y, por tanto, se encuentra en desequilibrio. En tal
situación de carencia el proceso consiste en sentir lo que nos falta, identificarlo
(tomar conciencia) y encontrar después los medios para satisfacer dicha
necesidad. Así se vuelve a la situación de equilibrio (Castanedo, 1998). Por lo
cual en Gestalt, la neurosis se considera una fractura en la autorregulación
organísmica o, dicho de otra forma, el entorpecimiento de la sabiduría natural
del organismo (Peñarrubia, 1998).
Fig.2 Ciclo de las necesidades gestáltico.
De entre las diversas propuestas explicativas que existen en la literatura
gestáltica acerca de este proceso, nos hacemos eco de la planteada por Zinker
(2012) que se denomina ciclo de conciencia-excitación contacto:
1.- Situación de REPOSO.
2.- Emerge la necesidad en forma de SENSACIÓN difusa registrada
sensorialmente.
31
3.- Se produce el DARSE CUENTA o CONCIENCIA al conferir nombre
a la sensación.
4.- Entramos en excitación corporal o ENERGETIZACIÓN al conferir
un nombre a la acción.
5.- Comenzamos el movimiento o conducta dirigido a satisfacer la
necesidad mediante la ACCION.
6.- Resolvemos la necesidad satisfecha que emergió a través del
CONTACTO e intercambio del entorno.
7.- Con la necesidad satisfecha se produce la RETIRADA o vuelta a la
situación de reposo inicial.
A continuación se exponen dos gráficas: la Fig. en la que se hace alusión
al ciclo de satisfacción de las necesidades que acabamos de describir y la Fig.4
que representa este ciclo en el caso de la necesidad de agua.
Fig. 3 Ciclo de conciencia-excitación Peñarrubia (1998)
32
Fig. 4 Viñeta que expresa el recorrido de alguien desde que nota su
sensación de sudor hasta que ha satisfecho su necesidad de sed.
En esta viñetas se ilustra la necesidad con la sed: sensación corporal,
identificación mental de la necesidad como “sed”, decisión de levantarse para ir
hacia el refrigerador, abrirlo, tomar una bebida, sentir el contacto con el líquido,
beberlo y habiendo saciado su necesidad, encontrarse disponible para una nueva
ocupación. Desde esta ilustración se entiende el concepto de “salud” como el
proceso permanente de homeóstasis interna (mantenimiento de equilibrios
bioquímicos vitales) y de ajuste externo a las condiciones fluctuantes del medio,
tanto físico como social (Ginger y Ginger, 1993).
En el ciclo que hemos descrito para la satisfacción de las necesidades en
el individuo, en ocasiones se producen interrupciones en las que intervienen los
mecanismos neuróticos que más adelante se expondrán. Según Castanedo (1998)
a partir del ciclo completo se puede desarrollar un diagnóstico fenomenológico
que permita determinar exactamente dónde se encuentra la persona bloqueada.
Las interrupciones que operan dentro de este ciclo pueden ser relacionadas con
la psicopatología. Desde la terapia gestalt se desprenden seis bloqueos o
interrupciones que operan mediante los mecanismos neuróticos que a
continuación se describirán. Se entiende, entonces, que el concepto de salud
sería la no interrupción en ninguna de las fases que tiene lugar en el proceso de
autorregulación.
33
El ciclo que se ha expuesto ha recibido diversos nombres provenientes de
colaboradores de Perls, algunos ejemplos son: ciclo de autorregulación
organísmica, ciclo de la experiencia, ciclo de contacto-retirada y de manera más
elíptica “ciclo de la Gestalt”. Es importante recordar que, para la Psicología
Humanista, las necesidades del hombre no se limitan a las necesidades
orgánicas, sino que incluyen las necesidades psicológicas y sociales (Ginger y
Ginger, 1993).
Los terapeutas gestálticos se ocupan de acompañar a la persona a ese
“lugar” en el que se ha bloqueado. Además de facilitar que descubra qué
bloqueo y para qué, se atiende a la propia interrupción, es decir, se facilita que la
persona vaya descubriendo cómo se bloquea a sí misma, para que así asuma su
responsabilidad en ello. Únicamente de este modo podrá elegir hacer algo
diferente. Reelaborando la situación y actualizándola, es decir, dándo espacio y
lugar (siempre en el aquí y ahora) a aquellas emociones que quedaron
prisioneras y cuya defensa ha sostenido el malestar, éstas tienen la posibilidad de
circular para encontrar una salida saludable y ser por fin satisfechas las
necesidades, pudiendo liberar así la angustia, la depresión, la obsesión o
cualquier otra forma en la que se haya mostrado aquello que estaba pendiente.
Con el nombre de mecanismos neuróticos se refiere Perls a lo que Freud
llamaba mecanismos de defensa; en la teoría gestáltica se conocen como
perturbaciones de la frontera de contacto. Los mecanismos de defensa serán el
tema estrella en el psicoanálisis. En esencia el término “mecanismo de defensa”
viene a significar la manera en que el organismo permanece inconsciente o
dicho de otro modo, ciego a sus necesidades. En el campo de la psicología se
utilizan diferentes términos para nombrar diferentes formas de estar ciegos, en
concreto en Gestalt le damos el término de mecanismos neuróticos (De Casso,
2003). Estos mecanismos de defensa o de evitación del contacto pueden ser
sanos o patológicos según su intensidad, su flexibilidad, el momento en el cual
intervienen y, de manera más general, su oportunidad. El señalamiento de estos
mecanismos (que implica cada uno, en principio, una estrategia terapéutica
específica) constituye una preocupación esencial para el terapeuta (Ginger y
Ginger, 1993).
En el Volumen XI del Gestalt Journal (Swanson, 1988) se abrió un
debate en torno a los clásicos mecanismos neuróticos, se revisaron desde la
siguiente propuesta que se clasifica en términos de polaridades:
Proyección- Introyección
Proflexión-Retroflexión
Deflexión-Fijación
Confluencia-Aislamiento
34
En este trabajo nos acercaremos a los mecanismos subrayados en negrita,
ya que en los años sesenta Perls cierra su lista limitándose a esto cuatro. Parece
que esta restricción tiene lugar como oposición al pensamiento mecanicista de
Freud. Aun manteniendo el concepto mecanismo (recordemos su aspecto
automático-mecánico), alteró su denotación psicológica de “defensa del yo”, por
la de “neurótica” para darle así una significación más amplia.
En consecuencia, Perls selecciona estos cuatro mecanismos
considerándolos como las patologías del contacto y/o la retirada durante el ciclo
de satisfacción de las necesidades (Ver Figura 5). En Gestalt entendemos la
salud como la capacidad equilibrada en la que el organismo ejerce el contacto y
retirada de la situación. En consecuencia, la neurosis tiene que ver con las
dificultades que aparecen en este ciclo.
Fig. 5 Interrupciones en el ciclo de las necesidades.
. De este modo se pueden organizar los cuatro mecanismos (Peñarrubia,
1998), que a partir del apartado 4.2. se abordarán desde su relación con la
perspectiva de género.
- Introyección: mecanismo en el que se da un excesivo contacto con
valores o figuras externas. Los introyectos han sido ingeridos pero no
digeridos, “continúan siendo cuerpos extraños aunque hayan tomado
nuestras mentes por morada”. El introyector está en permanente
contacto con aspectos del entorno (valores, mandatos, consignas
educacionales,..) y adolece de la adecuada discriminación entre lo
propio y lo ajeno. Por eso Perls habla de la “asimilación como
antídoto”. La introyección es un exceso de contacto, una dificultad en
la retirada (en el sentido de “discriminación” o “asimilación”).
35
- Proyección: acción por la que se traslada el límite entre nosotros y el
resto del mundo, algo que actúa a nuestro favor, de un modo que nos
hace posible desposeer y renunciar a aquellos aspectos de nuestra
personalidad que encontramos difíciles y ofensivos o poco atractivos.
La proyección es una patología de la retirada, puesto que al
proyectar algo propio afuera, el proyector no sólo se desconecta
de sí, sino que además:
o Evita contacto con aquellas situaciones o personas
depositarias de sus propias proyecciones.
o Cuando contacta, no lo hace con el mundo “como es”, sino
como él lo percibe neuróticamente. Diríamos que no “ve” al
otro, sino que se ve a sí mismo en el otro (por más que no se
dé cuenta), por lo tanto no existe un contacto real.
Reapropiarse de lo proyectado es el antídoto por excelencia, o dicho
de otro modo, ampliar la capacidad de darse cuenta de sí y del
mundo.
- Confluencia: el contacto confluyente es patológico porque carece de
la necesaria diferenciación entre sus necesidades y las de aquellos
con quienes confluye (grupo ideológico o afectivo, familia,
institución, figura de autoridad, etc.). El confluyente no se da cuenta
del límite entre sí mismo y los demás, no puede hacer buen contacto
con ellos. Tampoco puede contactar consigo mismo.
- Retroflexión: retroflectar significa que una función, originariamente
dirigida desde el individuo hacia el mundo, cambia su dirección y se
gira hacia atrás, en dirección a su originador. Un ejemplo es el
narcisista, una persona que en vez de dirigir su amor hacia fuera, a un
objeto, se enamora de sí mismo. La retroflexión es una permanente
retirada patológica, puesto que evita contactar con el mundo,
especialmente a través de los sentimientos negativos-agresivos.
En la Figura 6 se pueden observar con detalle en la numeración que
aparece en el exterior a la figura las etapas en el ciclo de las necesidades,
el círculo en azul corresponde a las interrupciones provocadas por los
mecanismos durante el ciclo y los interiores a las consecuencias
emocionales derivadas de las interrupciones llevadas a cabo por los
mecanismos neuróticos.
36
Fig. 6 Interrupción de las necesidades por los mecanismos neuróticos (Petit,
1984, pág. 71).
Para evaluar el ciclo de las necesidades se propone utilizar el Test
Psicodiágnostico de Salama (TPG) creado en 1900 (Salama, 1999); desarrolla un
esquema de psicodiagnóstico sobre un modelo psicopatológico. Está constituido
por 40 reactivos que indican los diferentes bloqueos que pueden presentarse
dentro del ciclo y miden los rasgos y actitudes más frecuentes en el momento
presente del individuo, siempre respecto a un tema específico. Cada uno de los
reactivos ha sido formulado para ser respondido en términos de “no” (falso) o
“sí” (verdadero). Siempre teniendo en cuenta que la elección de cualquier
respuesta del sujeto, debe de ser el reflejo de un patrón de conducta que continúa
presentándose en el Aquí y Ahora.
Salama en 1983 fundó el Instituto Mexicano de Psicoterapia Gestalt
(IMPG) en la ciudad de México y comenzó a impartir formación académica
logrando en 1900 que la Secretaria de Educación Pública reconociera el plan de
37
estudio del IMPG al nivel de Maestría, consiguiendo ser el primero instituto en
el mundo con validez oficial en Psicoterapia Gestalt, además creó la
Licenciatura en Psicología Humanista en 1999, primera en el mundo también
con validez oficial de estudios de SEP, asimismo están en trámite también en la
SEP, el Doctorado en Gestalt, la Maestría en Adicciones y las Especialidades en
Pareja y Familia y en Niños y Adolescentes con enfoque Gestalt. Lo anterior
hace del el Instituto que dirige el Dr. Salama, el más prestigioso del mundo. Es
miembro fundador y constituyente del Colegio de psicólogos de México y
miembro honorario y didáctico de múltiples asociaciones, tanto nacionales como
internacionales, es miembro fundador del International Gestalt Therapist
Association en Nueva York, USA.
Salama es coautor del Manual de psicodiagnóstico, intervención y
supervisión para psicoterapeutas (1991), el cual es el primero en su género y del
libro Encuentro con la psicoterapia Gestalt –proceso y metodología- (1999) que
es de los pocos editados en el mundo donde se hace referencia específica al
cómo se desarrolla un proceso terapéutico en Gestalt y ha creado en Test de
Psicodiagnóstico Gestalt (TPG) primero en su género en el mundo.
A continuación se exponen dos diferentes formas creativas de trabajar
terapéuticamente con mecanismos. El primero consiste en movilizar la energía
entre mecanismos opuestos y el segundo en aprovechar el aspecto sano de su
estructura.
4.2.- Introyección (Acerca de la forma de asimilación de estereotipos y roles
de género)
La introyección se encuentra dentro de la clasificación que desde la
Gestalt se hace para referirse a los mecanismos neuróticos que desarrollamos
para aclimatarnos a las dificultades de entorno en el que estamos. El proceso que
subyace a este mecanismo se puede asemejar al proceso digestivo fisiológico,
comparándolo con aquellos alimentos que permanecen dentro de nuestro
estómago provocándonos incomodidad y deseo de deshacernos de ellos hasta el
punto que a veces nos producen toxicidad. El proceso psicológico de la
asimilación es, por tanto, semejante al proceso fisiológico. Así, conceptos,
patrones de conducta, valores morales, éticos, estéticos, políticos...etc. proceden
del mundo exterior.
Estos conceptos o valores tienen que ser digeridos para convertirse en
propios con las consiguientes implicaciones que puedan estar derivadas de
sesgos y creencias sobre estereotipos, diferencias otorgadas según el género,
situación o cultura. Pero si sencillamente se acepta todo sin críticas, si se
38
incorporan creencias de otros sin digerir, estas ideas continúan siendo cuerpos
extraños que están en nuestras mentes y en nuestras conductas. A estos modos
de actuar: actitudes, creencias, juicios o evaluaciones sin digerir se les llama
introyectos, y el mecanismo mediante el cual estos cuerpos extraños se añaden a
nuestra personalidad se llama introyección. La introyección, como ya se ha
dicho, es un mecanismo neurótico mediante el cual incorporamos dentro de
nosotros patrones y modos de actuar y pensar que no son verdaderamente
nuestros (Martín, 2006).
Así mediante el mecanismo de introyección, incorporamos, sin ningún
filtro selectivo, lo que recibimos del entorno indiscriminadamente. Suelen ser
mandatos familiares (“tienes que ser buena esposa”), normas o máximas que
explican la cultura familiar o definen una visión del mundo (“la vida es un valle
de lágrimas”) o cualquier otro tipo de valores o modelos personales con los que
nos construimos una identidad ajena porque se tomó prestada sin la necesaria
asimilación (Peñarrubia, 1998), y que se puede observar que contribuyen a la
creación de los estereotipos de género que más adelante se seguirán exponiendo.
Según Castanedo (1988), introyectar significa “poner dentro”. Para Perls
este mecanismo se convierte en una forma de ser, de sentir, de evaluar todo el
material que está integrado en el comportamiento de una persona. Este material
proveniente del exterior que se basa en diferentes sistemas socioculturales, la
escuela, la religión, la familia, determina en nuestro interior modos de vida que
se convierten en parte de nuestra personalidad. Y serán los elementos no
digeridos los responsables del comportamiento disfuncional como parte del
individuo. Concretamente en el Ciclo de la Experiencia descrito por Zinker
(2012), la introyección tiene lugar en la fase conciencia-excitación-contacto, en
la interrupción que implica la toma de conciencia que conlleva desarrollar la
propia creencia. La persona introyectaría la idea de otros sobre lo que está bien o
lo que está mal impidiéndole conectar con sus propias creencias. La proyección
es el mecanismo por medio del cual el individuo evita apropiarse de su propia
realidad.
39
Fig. 7 Interrupción de las necesidades por la introyección.
Explícitamente De Casso (2003) señala, como ejemplos de
introyecciones, aquellas situaciones en las que uno se identifica con las ideas de
que “así es como tiene que ser”, o de que “más vale así”, ideas que no son
propias, sino que pertenecen al influjo de los padres, de la sociedad, etc. y que
son claro ejemplo de procesos que intervienen en la génesis de la creación de
creencias acerca de las cualidades, actitudes y roles a desempeñar por hombres y
mujeres. Este autor propone que cuestionarnos la siguiente pregunta nos
indicaría una forma de desechar o desarticular el material introyectado, -¿Quién
soy yo, quién no soy yo?- En la medida que persista el introyecto nos lleva a
separarnos de nuestro ser, de “nuestra sensación de sí mismo”, el “sentido de sí
mismo”; nos aleja de nuestros límites reales negando nuestras partes más
propias. Al funcionar identificándonos con nuestros introyectos (material ajeno)
provocaremos interrupciones en las formas sanas de vivir las situaciones. La
forma mediante la que recuperar la “sensación de nosotros mismos” sería
desestructurar todo ese material ajeno de modo que podamos asimilar lo que
sintamos como propio y desechar el resto.
El proceso de introyección que se ha descrito anteriormente sustenta los
estereotipos. Concretamente tiene que ver con los estereotipos de género que nos
ocupa en este trabajo y que habitualmente forma parte del contenido específico
en la Formación Gestalt. Se pueden definir los estereotipos de género como un
conjunto de creencias compartidas socialmente acerca de las características que
poseen hombres y mujeres, que se suelen aplicar de manera indiscriminada
(Morales y cols., 2007). Estas creencias están tan internalizadas que desde el
momento en el que el perceptor categoriza a una persona como hombre o mujer,
le aplica de manera casi automática las características asociadas a su categoría
de género. Así, los estereotipos de género cumplen una función descriptiva, es
40
decir, ofrecen información sobre las características de hombres y mujeres. Pero
además de esto, también indican qué es deseable y cómo deberían comportarse
mujeres y hombres, lo que se denomina la dimensión prescriptiva de los
estereotipos (Burgess y Borgida, 1999).
Dentro de los elementos que configuran la creación y mantenimiento de
los estereotipos, en el que subyace el mecanismo que desde Gestalt se ha
descrito y es denominado como introyecto, estos se configuran por
componentes cognitivos (creencias, conocimientos...) que implican la
generalización sobre las características típicas o predominantes de los miembros
del grupo implicado. Si los estereotipos activados son de carácter negativo, su
activación puede ir acompañada de una evaluación y sentimientos negativos que,
como consecuencia, puede desembocar en un comportamiento discriminativo.
De forma específica determinados aspectos relacionados con los estereotipos
están implicados en la discriminación de género y roles que se refiere a aquellos
actos o comportamientos desiguales hacia personas por su pertenencia a un
determinado sexo y que tiene un resultado perjudicial para ellas (Expósito, Glick
y Moya, 1998).
En la actualidad pocas personas argumentan explícitamente que las
mujeres sean inferiores a los hombres (Montes-Berges, 2002), pese a que siguen
existiendo diversas situaciones en desequilibrio que reflejan la pertenencia a un
grupo de género. Estas desigualdades aparecen sutilmente, en diferentes ámbitos
en los que se desarrolla una persona como el ámbito laboral (e.g. desigualdad en
la distribución de salario, discriminación horizontal y vertical) y personal (e.g.,
asunción de roles basados en una concepción estereotípica de hombres y
mujeres) (Castillo-Mayén y Montes-Berges, 2008; Montes-Berges y Silván-
Ferrero, 2004).
Perspectivas recientes observan que los estereotipos de género varían a lo
largo del tiempo dependiendo de aspectos como la edad, el género del
participante o el nivel de estudios (Castillo-Mayén y Montes-Berges, 2007). En
una revisión acerca de la evolución de los estereotipos de género en los últimos
años (López-Sáez, Morales y Lisbona, 2008), se concluyó que los rasgos
asociados a hombres y mujeres cambiaron con el tiempo, aunque sí se mantuvo
la tipología clásica, tanto en las mujeres (“amantes de los niños”,
“comprensivas” y “cálidas”) como en los hombres (“líder”, “agresivo” y
“atlético”). Concluyeron, además, que gran parte de los estereotipos se podía
organizar en torno a dos categorías, los roles asociados a la familia y los
asociados al trabajo. Se señalan como base al estudio de los estereotipos de
género las dos siguientes teorías que apoyan el proceso de la creación de los
introyectos que anteriormente se han mencionado como mecanismo neurótico
propuesto por el paradigma gestáltico:
41
Según la Teoría del Rol Social (Eagly, 1987), los estereotipos de género
proceden de la observación de hombres y mujeres en los diferentes roles
sociales, lo que les confiere conductas y rasgos de personalidad propias del rol
desempeñado.
Las personas tenemos una tendencia a comportarnos de modo consistente
con las expectativas asociadas a los roles de género. Estas expectativas
provocarían que hombres y mujeres se especializaran en distintos aspectos, los
hombres en controlar su ambiente y obtener resultados tangibles y las mujeres en
aspectos orientados a las relaciones sociales.
Una segunda teoría explicativa es la Hipótesis de Racionalización
(Hoffman y Hurts, 1990), que afirma que los estereotipos de género surgen
como intento de racionalizar, justificar o explicar la división sexual en el trabajo.
Los autores defienden que las personas asumen la existencia de diferencias entre
hombres y mujeres que predisponen a los sexos a desarrollar distintos rasgos de
personalidad, aunque la educación y otros factores pueden aumentar esas
tendencias, suprimirlas o incluso invertirlas en casos excepcionales. Esta
explicación destaca la importante función de los estereotipos de género en la
justificación y el mantenimiento del status ya que sirven para regular la sociedad
y asignar a cada miembro su papel, contribuyendo a mantener las relaciones de
poder.
Otro aspecto relacionado con los estereotipos para entender la
discriminación entre hombres y mujeres son los roles de género, ambos
conceptos nutridos y configurados por los introyectos que con anterioridad se
han expuesto. Roles, que determinan en muchos casos no sólo nuestro propio
comportamiento, sino también la forma en la que nos comportamos con los
demás.
Un buen ejemplo del concepto “introyecto” es la definición de rol de
género en relación a los estereotipos. Una de las primeras aproximaciones al
concepto de estereotipo lo describe como esquemas cognitivos que ayudan a
explicar la realidad social, por lo tanto, se consideran mecanismos de ahorro de
energía cognitiva. Son imágenes mentales que median entre nosotros y la
realidad, influyen en cómo percibimos las cosas y nos hablan del mundo antes
de verlo (Lippman, 1922). La existencia de un estereotipo negativo hacia un
grupo explica el rechazo, pero no justifica su existencia (Allport, 1935).
Los estereotipos están formados por factores externos, como la
apariencia física, e internos, como las motivaciones o los hábitos (Campbell,
1967), y el modo en el que el individuo lo integra es mediante el proceso de
introyección que se está explicando en este apartado.
Concretamente, los estereotipos de género son un conjunto de creencias
compartidas socialmente acerca de las características que poseen hombres y
42
mujeres, que se suele aplicar de manera indiscriminada a todos los miembros de
uno de estos grupos (Morales y cols., 2007). Subrayamos la importancia que
tienen los roles de género en la generación y mantenimiento de estereotipos
asociados a hombres y mujeres. Los roles que se asumen son tan relevantes que
determinan no solo nuestro propio comportamiento y la posición que ocupa la
persona en su entorno, sino el comportamiento y posición que se otorga a los
demás. Para explorar esta cuestión que aquí se explica se llevan a cabo
dinámicas grupales específicas dentro de la Formación Gestalt que ayudan a
reconocer e identificar los aspectos que se están definiendo.
Los roles de género pueden entenderse como el conjunto de deberes,
aproximaciones, prohibiciones y expectativas apropiados para las personas que
poseen un sexo determinado. La tipificación del ideal masculino o femenino es
tan fuerte que se convierte en “norma”, aunque en el desarrollo individual cada
mujer u hombre haga la elección personal dentro del conjunto de valores
considerados propios de su género.
Los roles tradicionalmente asignados a los hombres (como la orientación
al trabajo, la energía, la racionalidad, etc.) y que acaban siendo propios del
estereotipo masculino son resultado del conjunto de rasgos requeridos para el
desempeño de tareas profesionales (González-Gabaldón, 1999), mientras que las
cualidades (como sensibilidad, calidez, suavidad, etc.) tradicionalmente
asociadas a la mujer son la extensión de las distintas facetas relacionadas con la
reproducción y el cuidado a los demás.
Como se ha mostrado a lo largo de este apartado, los introyectos son el
mecanismo por el que el individuo asume e integra las creencias relacionadas
con los estereotipos y los roles de género. Estos conceptos cumplen un papel
fundamental en la organización del mundo que nos rodea y las vivencias de
nuestro propio mundo interno. Por un lado, sirve para etiquetar, ordenar y
clasificar en grupos a las personas y, por otro, determinan la imagen que
tenemos de nosotros mismos, en función de la atribución de unas características
u otras.
El estudio de los estereotipos de género en interacción con los roles
contribuye a la creación de la identidad y el autoconcepto con respecto al
género, es decir, la autoclasificación como hombre o mujer en función de
aspectos culturales, así como el conjunto de pensamientos y sentimientos que
tiene una persona en cuanto miembro de una categoría de género (Carver, Perry
y Yunger, 2003).
El autoconocimiento de los introyectos propios respectos al género se
puede definir como el conocimiento de sí mismo, y la introspección de los
mismos como la habilidad para observarse y ser consciente de la conexión entre
nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos.
43
A continuación, se presentan ejemplos de intervenciones encaminadas a
tomar conciencia y a romper las asociaciones entre los estereotipos y los roles de
género, que se aplican en la Formación Gestalt.
a) Ejercicio de toma de conciencia de introyectos: “Por ser hombre/mujer
hay que…tengo que…, por ser hombre/mujer” (Moreau, 2009, págs. 331-333).
Descripción
Indicaciones que da el profesor al grupo: “Poneos cara a cara con un
compañero y entrad en contacto con él por la mirada o el tacto,..Decid ahora
todos según el sexo de cada uno “hay que,…o los tengo que,..” que os han
inculcado y comunicad vuestros sentimientos actuales con respecto a ellos. El
compañero por su parte se dedica a escuchar, sin intervenir. Seguid así durante
20m. Después cambiar las parejas con vuestro compañero. Abordad así todas las
creencias que habéis recibido y colocaos ante ellas en vuestra situación actual.
Prolongad vuestro registro, explorando con sinceridad vuestros sentimientos y
convicciones actuales. Si se os ocurre otro punto de vista, sois vosotros los que
tenéis que decidir, pero siempre con la mayor claridad. Concentrad vuestra
atención en el resurgir de posibles alternativas.
Indicación principal del profesor al grupo: Exponer las propias dudas,
sin inculparse ni justificarse, ante alguien que hace lo mismo sin defensas, que
escucha sin pretender convertirnos y que, de esta forma, nos da su apoyo, ayuda
a distinguir y diferenciar normas y valores respecto a ser hombre o mujer
(introyectos).
Indicaciones secundarias para el profesor al grupo: Necesidad de
afirmación y autonomía: la autonomía aumenta cuando disminuye la
introyección.
Toma de conciencia. Según avanza el proceso de cambio de la
dependencia de la introyección a la autonomía.
Finalizar pidiendo a los miembros del grupo que recojan lo vivenciado en
papel, haciendo una lista de sus “Por ser hombre/mujer hay que…tengo que por
ser hombre/mujer” y que relacionen en qué momento y de dónde y quiénes
aprendieron eso en su vida y en qué aspectos les genera distorsión en su vida
actual.
44
b) Ejercicio sobre la Influencia de los padres o de otros referentes.
La influencia de los padres y otros referentes resulta crucial para la
formación y mantenimiento del autoconcepto cuando somos niños y niñas. En
este autoconcepto como hemos visto tiene una importancia fundamental los
introyectos que tienen que ver con los estereotipos y roles que aprendimos que
tenían nuestros padres, y que ellos nos inculcaron. No se trata de juzgarlos y
condenarlos, pues seguro que nuestros padres lo hicieron lo mejor que pudieron
con la información, emociones, estado de ánimo, tiempo, etc., que tenían en ese
momento. Por tanto, no se trata de culpabilizarlos, lo cual no haría más que crear
rencor en nosotros, sino que se intenta comprender cómo esos modelos nos han
influido para repetirlos o para tenerlos insertos en nuestro repertorio conductual.
Sólo de esta manera podremos cambiar la influencia de estos roles y estereotipos
sobre nosotros mismos.
c) Ejercicio sobre la Autoaceptación.
Significa que nos queremos definitiva y totalmente como somos, con
nuestras virtudes y defectos, partiendo de un autoconocimiento profundo y
honesto. Supone aceptar algunas de las características propias que puede que no
nos gusten y que no podamos cambiar, sean o no tradicionalmente asociadas a
un género u otro. Cuando nos aceptamos como somos, aprendemos a aprovechar
mejor nuestras cualidades, potenciándolas, y a sacar partido de nuestros
defectos, pudiendo apreciar quizás su parte positiva. Como forma de cerrar el
trabajo de los dos ejercicios anteriores se propone al alumno que escriba un
trabajo (extensión mínima 5 folios, ejercicio para casa) en el que explique
detalladamente el mecanismo de la introyección y las referencias respecto a
género y roles que siente que están actuando en su vida y como se adquirieron en
relación a su familia, figuras de autoridad y la sociedad.
Para la futura investigación sobre este concepto en la muestra de alumnos
en Formación Gestalt se propone utilizar la Escala de Estereotipos de Género
actuales (Castillo-Mayén y Montes-Berges, 2007) (ver Anexo 3)
4.3.- Introyección (Atribuciones causales)
La proyección es el mecanismo opuesto a la introyección. Así como la
introyección supone hacernos responsables de cuestiones externas, en la
proyección hacemos responsable a factores externos de cuestiones que, a veces,
se ocasionan desde uno mismo. Este mecanismo tiende a desposeernos de
aquellas partes de nosotros mismos en donde se originan sentimientos negados.
45
De esta manera la persona en vez de ser participante activo de su existencia, pasa
a ser víctima de los demás y de las circunstancias. Una proyección es un rasgo,
actitud, sentimiento o conducta que perteneciéndole al individuo se lo atribuye a
otro. Suelen ser características que rechazamos en nosotros. Los celos son una
conducta que pertenece a este mecanismo proyectivo; otra clase importante de
proyecciones son los prejuicios: de clase, de género, físicos, intelectuales, etc.
(Martín, 2006).
Haciendo referencia a los mecanismos y al sistema metabólico,
describíamos cómo la introyección metafóricamente tiene que ver con tragar y la
proyección tendría que ver con escupir, es decir, colocar a los demás lo que no
aceptamos de nosotros mismos (Peñarrubia, 1998).
En Terapia Gestalt una persona es el proyector y la otra es la pantalla
donde aparecen las características de la primera, los rasgos de personalidad, lo
que quiere y lo que detesta de ella misma. La proyección es el mecanismo por el
que la persona evita apropiarse de su propia realidad no reconocida. El proyector
hace a los otros lo que les acusa que le están haciendo a él (Castanedo, 1988).
Fig. 8 Interrupción de las necesidades por la proyección.
Los prejuicios relacionados con la identidad social de género son un claro
ejemplo en el que interviene el mecanismo de proyección. La identidad social de
género está asociada a un sistema sobre el género que incluye creencias sobre la
masculinidad y la feminidad; opiniones sobre las cualidades, creencias sobre el
tipo de actividad adecuada para cada sexo, así como la distribución de
ocupaciones según la pertenencia social (Echebarría, 1992; Deaux y Kite, 1987;
Flament, 1989; Hartman et al., 1988) son ejemplos de atribuciones que hacemos
según el género y que están sustentadas por mecanismos proyectivos.
46
Se proyecta y se atribuye un sistema de creencias respecto al género. La
identidad femenina ha sido caracterizada como dependiente, débil, afectiva,
comprensiva, complaciente, centrada en los demás; mientras que la identidad
masculina ha sido definida como ambiciosa, fuerte, competitiva, agresiva,
independiente, autosuficiente, etc. (Echebarría, 1992; Echebarría y Valencia,
1992; Deaux y Kite, 1987; Lorenzi-Cioldo, 1988). Además, el estereotipo
femenino es menos valorado socialmente, y, en la medida que en que
interiorizado por la mujer, la mantiene en un una situación de estatus inferior
(Breakwell, 1990). En términos gestálticos, este estereotipo femenino, en
principio, se crea por las creencias introyectadas y en la experiencia cotidiana
proyectamos miles de cualidades asociadas al género femenino frecuentemente
relacionadas con la distribución desigual, propias de la identidad social (Lorenzi-
Cioldi, 1991).
Las etiquetas que se atribuyen a ser hombre o mujer son ejemplos de
ideas proyectadas asociadas al género. Son categorías sociales que ejercen una
influencia constante en los encuentros sociales, sirven para categorizar de forma
exhaustiva a todo ser humano y la pertenecía sexual es claramente visible. Las
atribuciones y representaciones de género nos promueven un marco explicativo
del funcionamiento proyectando cualidades para interpretar las acciones
asociadas al género. Futoran y Wyer (1986) señalaron el impacto del etiquetaje
sexual sobre juicios de adecuación a una ocupación. Löchel (1983) afirma que
los éxitos en los varones son atribuidos a las habilidades mientras que en las
mujeres se atribuyen a la suerte. Por el contrario, en situaciones de fracaso, la
falta de habilidad como explicación predomina cuando el implicado es una
mujer.
Un ejemplo más de proyección respecto a las diferencias en las
atribuciones según el género tiene que ver con una valorización más alta a favor
de las tareas masculinas en una revisión llevada a cabo por Hartman et al.
(1988).
A continuación, se presenta un ejemplo de intervenciones encaminadas a
investigar la proyección que se aplican en la Formación Gestalt. Este ejercicio es
sobre el trabajo de las proyecciones que permite identificar dichos sesgos al
respecto: “Me imagino que tú…” (Moreu, 2009, pág. 335-336):
Descripción: Levantaos,..pasead por la habitación...elegid a dos o tres
compañeros, mejor si son personas a las que no conozcáis poco o
nada…Observar si, a partir de este momento, tomáis la iniciativa o se la dejáis a
los demás,..Cuando seáis tres, sentaos en cualquier lugar de la
habitación,..decidid quién hace de número uno, de número dos y de número tres.
El número tres coge un papel y lápiz para tomar nota de lo que oiga y observe en
os otros dos. Los otros dos se ponen cara a cara: el primero escucha y el segundo
habla,..Decidle al otro lo que os imagináis de él, que puede ser cierto total o
47
parcialmente o puede parecerle totalmente extraño. Sed todo lo concretos que
podáis. Por ejemplo: Me imagino que te gusta la música clásica, me imagino que
te gusta maquillarte, supongo que eres hijo único, supongo que tienen un trabajo
de directivo, me parece que te gusta vivir en pareja,..Manifestad todo lo que se
os venga a la mente,..Empezad con frases como: Lo que piensas de mi es
que,..Durante este rato, el observador escribe y el otro escucha. Después podrá
concretar: Esto es justo y esto no. Mientras habláis, observar bien a vuestro
compañero, cada uno de sus gestos, detalladamente, de arriba abajo, tanto en
superficie como en profundidad. Examinadlo con toda libertad, como si fuese
una estatua. Podéis imaginar el carácter que tiene, si se siente agusto en su
cuerpo, si está casado, prometido, si es activo, pasivo, si le gusta el cine o el
teatro,..Al terminar el observador repite todas las frases que ha odio (proyección)
y el que escucha (el número uno) da su opinión, sus sentimientos,..el número
tres, por fin, dice que ha observado en la relación establecida entre los dos
interlocutores: ¿logran conectar entre sí con frecuencia o en pocas ocasiones?
¿qué es lo que tratan de evitar?
En una segunda etapa, se repite el mismo ejercicio, pero en esta ocasión
el número dos escucha lo que dice el número tres mientras observa el número
uno.
En la tercera y última vez, el número tres escucha al número uno y el
número dos anota todo lo que va sucediendo.
Indicación principal:
a) Proyección: bajo este punto de vista, el que habla, después de haber
observado sus proyecciones, puede adjudicárselas: eso evoca en mí,..Por
ejemplo: tu mirada autoritaria me recuerda a mi padre. Adjudicarse lo
que se proyecta es un buen medio de reducir la proyección, tomar
conciencia de ella y conocer de dónde viene.
Indicaciones secundarias:
b) Contacto: en este caso, el observador destaca los puntos de coincidencia
entre lo que imagina uno y lo que realmente es el otro. La coincidencia es
mayor si uno tiene clarividencia y el otro es visible, es decir, está sin
defensas.
c) Sensaciones, sentimientos: se puede completar la frase: “Me imagino que
tú,..con la proposición,..y eso me…” invitando con ello al compañero a
que observe el sentimiento inducido por esta proyección. Finalmente,
después de esta toma de conciencia, el sujeto puede adueñarse de su
proyección. Por ejemplo, “me imagino que tú me odias y eso me
entristece”
48
4.4.- Confluencia (Aspectos sobre la dependencia)
La confluencia como mecanismo neurótico consiste en estar siempre de
acuerdo con lo que los otros piensan, sienten o dicen. Las personas confluyentes
no aportan ninguna crítica, ninguna objeción, no tienen ninguna originalidad; su
potencial existencial y creativo está considerablemente disminuido.
De acuerdo con la Gestalt, la confluencia es uno de los principales
mecanismos neuróticos por medio de los cuales las personas se relacionan con el
entorno. De esta manera, etimológicamente, la palabra confluencia (confluir)
significa “juntarse” (Castanedo, 1988), de modo que el proceso de confluencia
tiene lugar cuando la persona se junta o se mezcla con el ambiente o con otra
persona como si fueran una sola unidad. Así, según Postler y Postler (1975) la
confluencia surge cuando en el contacto en la forma de relacionarnos se borran
las fronteras, de forma que la persona no se siente separada de los demás, por lo
que tiende a no identificar cuáles son sus conductas. Se observa también que la
persona que utiliza la confluencia como forma de contacto con los demás, suele
perderse en el otro, para evitar de esta manera llegar al contacto real y auténtico,
por lo cual el interés por sí mismo queda reducido, haciendo a un lado su propia
identidad para tomar decisiones de forma dependiente.
Fig. 9 Interrupción de las necesidades por la confluencia.
La persona confluyente no confronta a los demás para así no
diferenciarse; no puede tolerarlo, de hecho tampoco hace contacto con lo que le
49
pasa a ella misma. La Oración de la Gestalt que creó Perls (1976) y por la que
fue tachado de egoísta por aquellos que no supieron comprenderla, es una
denuncia a la confluencia:
“Yo soy yo, Tú eres Tú
Tú haces lo Tuyo, Yo hago lo Mío.
Yo no vine a este mundo para vivir de acuerdo a tus expectativas.
Tú no viniste a este mundo para vivir de acuerdo con mis expectativas.
Yo hago mi vida, Tú haces la tuya.
Si coincidimos, será maravilloso,
Si no, no hay nada que hacer” (pág. 136).
Respecto al concepto de relación de pareja saludable en la actualidad,
varios autores (Jourard y Landsman, 2001; Rage, 1996; Satir, 1991) afirman que
algunos de los elementos necesarios para que pueda surgir una relación sana y
productiva entre dos personas son: la autoestima, la capacidad de conservar la
propia autonomía, libertad e individualidad ante los demás, el manejo adecuado
de las emociones y la sana comunicación con las demás personas; de lo que se
deriva el entorpecimiento en la creación de las relaciones saludables inmersas en
formas de relacionarse mediante el mecanismo de confluencia.
Medina, Reyes y Villar (2009), desde un punto de vista gestáltico y a
través de una investigación cualitativa y el método fenomenológico, analizaron
la experiencia personal de los participantes respecto a la forma en la que el
mecanismo de confluencia afecta a las relaciones de pareja, influyendo en el
crecimiento personal de los miembros de la misma. Los participantes en su
investigación fueron 4 mujeres de entre 22 y 35 años de edad, que autodefinían
su relación como conflictiva, y quienes mantuvieron una relación de confluencia
(noviazgo o matrimonio) en algún momento de su vida. Las técnicas de
recolección de datos fueron la entrevista individual y la autobiografía. En el
análisis realizado durante la investigación se halló que la confluencia y la
codependencia mantienen características similares, no obstante la diferencia
esencial básicamente se refiere a que la primera es considerada un mecanismo de
defensa desde la Gestalt, mientras que la segunda se clasifica como una
enfermedad (Melody, Miller y Wells, 2003). En esta investigación, además, se
identificó que los principales factores que favorecen la confluencia en una
relación de pareja son la historia personal, la baja autoestima y la falta de límites
claros, junto a que los sentimientos predominantes en una relación confluyente
50
son el miedo a la soledad, la desconfianza en la pareja y los celos. Estos autores
concluyeron que la confluencia sí limita el crecimiento personal ya que la
persona se enfoca en su relación de pareja más que en sí misma. No obstante, en
este estudio sólo participaron 4 mujeres por lo que se necesita ampliar mucho
más la muestra en futuras investigaciones.
Otro estudio realizado por Corsi (1994, 1995), que refleja la confluencia,
tiene que ver con la violencia conyugal. Los hombres violentos se ven afectados
en la estructura de la autoestima, puesto que interiorizan, perciben y construyen
sus propias características y capacidades en relación con los demás. Además, y
de manera paradójica, la violencia la ejercen hacia personas de las que se
encuentran en dependencia afectiva. La persona que confluye es incapaz de decir
“yo”, prefiere decir “uno” o “nosotros”, haciendo simbiosis en todas sus
relaciones, no pudiendo diferenciarse del otro, y poniendo de manifiesto siempre
las semejanzas. Este hecho explicaría cómo la confluencia mantiene las
relaciones de dependencia.
En España los autores De la Villa y Sirvet (2009) investigan sobre la
dependencia afectiva y la relación con el género. Ofrecen un análisis clínico y
psicosocial de la Dependencia Afectiva descrita como un tipo de dependencia
sentimental caracterizada por la manifestación de comportamientos adictivos de
apego patológico en la relación interpersonal. En sus evaluaciones utilizaron el
Test de Dependencias Sentimentales (IRIDS-100) en 78 casos diagnosticados de
dependencia afectiva. Según el perfil que hallaron se comprueba que los
dependientes afectivos experimentan una dependencia pura con posesividad y
manifestación de craving y abstinencia, presentan desajustes afectivos en forma
de sentimientos negativos (culpa, vacio emocional, miedo al abandono) e
inescapabilidad emocional, manifiestan conflictos de identidad
(pseudosimbiosis) y usan un locus de control externo. En la población clínica
hallaron que los varones son más buscadores de sensaciones y se muestran más
inflexibles y las mujeres emplean más mecanismos de negación y no
afrontamiento con conciencia de problema nula o distorsionada. Recordemos
una vez más, cómo estos datos derivados de este estudio guardan estrecha
relación con la forma neurótica de mantener la relación con el otro en un estado
de confluencia.
Para la futura investigación sobre este concepto en la muestra de alumnos
en Formación Gestalt se propone utilizar IRIDS-100 de Servent y Moral (2007a)
(ver Anexo 4).
A continuación, se presenta un ejemplo de intervenciones encaminadas a
investigar la confluencia y relaciones de dependencia que se aplican en la
Formación Gestalt.
El siguiente ejercicio ayuda al alumno/paciente a identificar la
confluencia en sus relaciones: “Yo y mis cosas” (Moreu, 2009, pág. 344-346).
51
Descripción: haced un gráfico con los siguientes aspectos de vuestra
personalidad.
- Yo como padre o madre (qué importancia les doy a mis hijo
- Yo en mi profesión
- Yo como amigo/a
- Yo como persona (ese soy yo con independencia de todo lo demás)
- Yo como pareja (importancia que le doy a mi cónyuge)
- Yo en cualquier otra dimensión
a) En primer lugar: hacer un esquema indicando cómo os veis en este
momento. Para ello, representar cada peculiaridad de vuestra personalidad con
un círculo cuyo tamaño y posición en la hoja dependerá de vuestra percepción
actual: la primacía que deis a ese parámetro. Por tanto, habrá círculos grandes,
pequeños, unos estarán en el borde, otros en el centro, otros se superpondrán.
Cuando hayáis terminado, miradlo y examinadlo con atención. ¿Os resulta
satisfactorio?, ¿desproporcionado?, ¿a qué nivel? ¿qué queréis cambiar?
b)El segundo paso es trazar vuestra trayectoria a lo largo del tiempo, para
lo que se hacen tres bocetos: el del ayer, anterior a vuestra investigación actual,
sacado de lo que querían que fueseis (familia, padres, educación, religión,
cónyuge, hijos, amigos,.); el de hoy y el del mañana, que indican el modo de
vida que deseáis, podéis representar a vuestro cónyuge tal y como lo consideráis
ahora, observando si hay correspondencia entre vosotros o si sois muy distintos.
Por ejemplo, es difícil que haya armonía si vuestro centro sois vosotros como
esposo/a y, en cambio, lo que prevalece en vuestro cónyuge es su yo como
persona. Una situación que es generalmente más satisfactoria es la que pone en
el centro al “yo” como persona, mientras los demás círculos coinciden con mis
circunstancias: yo y mi relación con los otros más pequeños que gravitan
alrededor de mí. Los que tienen un yo débil se hunden cuando sus hijos se casan,
se jubilan o se muere el cónyuge.
c) Por último, enseñad vuestro esquema a otro y pedid que os diga cómo
os ve. Comparad opiniones, discutid y reflexionad. Anotad vuestras
observaciones y hablad de ellas en el grupo o en vuestra terapia individual.
4.5.- Retroflexión (Mecanismos sobre culpa y la forma de agresión
interna)
Según Polster y Polster (1973) y Castanedo (1988) mediante el
mecanismo de retroflexión el individuo dirige hacia sí mismo los sentimientos
de agresión que deberían estar dirigidos hacia el exterior o hacia lo que causó
52
que surgiera la emoción. Significa volver la hostilidad contra sí mismo. La
persona que retroflecta se hace a sí mismo lo que le gustaría hacer a otro.
Cuando la energía debería ser canalizada hacia el exterior para afectar al
entorno, es redirigida para el interior y se auto-culpa. Este tipo de bloqueo se
puede dar tanto fisiológicamente (sistema muscular o psicosomático), como
también puede estar formado por el mundo de la fantasía.
Fig. 10 Interrupción de las necesidades por la retroflexión.
El retroflector no se dirige al entorno para, a través de él, satisfacer sus
necesidades, sino que reorienta su actividad hacia sí mismo. La retroflexión es
consecuencia de los obstáculos ambientales a la expresión de los impulsos que
han conducido a un bloqueo activo por parte del individuo.
Teóricamente desde la Gestalt se considera que en el mecanismo de
retroflexión reside un considerable sentimiento de culpa que encubre
sentimientos como la rabia. La culpa es el verdugo que está al servicio de aquel
que cree que merece castigo. No olvidemos que el sufrimiento está ahí para
aliviar nuestra culpa. Merecemos ese castigo por no encajar con la imagen
idealizada que nos hemos hecho de nosotros mismos. Lowen (1990) lo describe
con mucha claridad: “El que nos sintamos irritados contra los que nos han herido
y odiemos a los que han traicionado nuestro amor nos hace malos. Como estas
acciones son biológicamente naturales, deben considerarse normalmente justas.
Por ello a los niños, que dependen de sus padres y sus mayores, es fácil lavarles
el cerebro y hacer que piensen de otro modo. Si un niño siente que no es amado,
da por sentado que deber ser culpable de algo, puesto que para un niño pequeño
es inconcebible que su madre o su padre, que les dieron la vida, no amen lo que
le dieron. Una vez que el niño duda de si mismo, a los padres no les resulta
53
difícil convencerlo de que es malo si alberga sentimientos negativos hacia ellos.
Si ser bueno le procura amor, el niño hará todo cuanto esté en su mano para ser
bueno, incluyendo la suspensión de sus “malos” sentimientos. Así la
culpabilidad lo encerrará para toda su vida en una pauta en la que niega los
sentimientos negativos hacia las personas que se supone que ama” (pág.17-18).
Frecuentemente, detrás de la retroflexión encontramos una idea en forma
de introyecto que nos está impidiendo dirigir eso que sentimos hacia el exterior
(Naranjo, 1990). Un ejemplo sería, si me he “tragado” que tengo que ser buena y
amable, no expresaré mi enfado a nadie, dirigiendo “eso” en mi contra o hacia
mí, y me morderé las uñas o me provocaré una úlcera. Principalmente,
retroflectamos los impulsos negativos y la forma más habitual de expresarlo es
la agresión. Ejemplos de conductas autodestructivas que son sustentadas por
diferentes formas de retroflexión serían las adicciones, la anorexia, bulimia,
depresión, obsesión…etc. de modo que la persona se dice: “me autodestruyo yo,
cuando lo que quiero es destruir a otro”.
Los datos que aparecen respecto a la relación de anorexia y bulimia
expresan las contradicciones en la identidad de la mujer en el presente, ya que
encierran conductas retroflexivas hacia la persona. Dichas contradicciones
culturales están relacionadas con la industrialización occidental (Maganto, Del
Río y Roiz, 2000) y el cambiante rol de la mujer, en el cual las mujeres se
encuentran luchando por encontrar el equilibrio entre los nuevos ideales del
éxito (autosuficiente, competente, trabajadora, incorporada al mercado laboral,
número uno, ambiciosa, con éxito, delgada, etc.) y las expectativas tradicionales
de su rol (sumisa, sexualmente complaciente, abnegada, vulnerable, resignada,
en segundo plano, sustentadora del hogar, madre, esposa, etc.). Toda esta
multiplicidad de exigencias del rol parecen encontrar conflicto entre ellas. La
elección de valores tan contradictorios es precipitante de crisis de identidad que
en ocasiones deriva en anorexia y bulimia. Como se puede observar, detrás de
esta concepción que se ha expuesto para sostener la culpabilidad entre el
abandono de las expectativas más tradicionales de la mujer y la incorporación al
nuevo rol, aparece la retroflexión aquí representada en el trastorno de
alimentación que implica una agresión hacia la propia salud.
Otro ejemplo en el que se encuentra implicada la retroflexión es la
depresión, siendo uno de los problemas de salud mental más común,
presentándose en las mujeres con mayor frecuencia que en los hombres. Las
mujeres presentan más depresión a lo largo de todo su ciclo vital, surgiendo en la
adolescencia y manteniéndose a lo largo de toda su vida. Algunos autores han
sugerido que se encuentran diferencias de género en la expresión de síntomas
depresivos, ya que la mujer percibe, reconoce, informa y busca ayuda con mayor
frecuencia que los hombres, mientras que es más probable que los hombres
expresen sus síntomas de forma diferente, o tomen alcohol o drogas para hacer
frente a su estado depresivo. Las diferentes adicciones muestran su naturaleza
54
autodestructiva hacia el propio individuo como expresión retroflexiva. Desde la
perspectiva psicosocial se ha planteado que la mayor vulnerabilidad a la
depresión del género femenino deriva de sus condicionantes generados por su
menor estatus social y poder, así como la interiorización de las expectativas
asociadas a los roles femeninos tradicionales (Beck, 1972; Mingote, 2000;
Seligman, 1975).
A continuación, se presenta un ejemplo de intervención encaminada a
investigar la retroflexión que se aplica en la Formación Gestalt. Este ejercicio se
utiliza con el alumno/paciente para que identifique sus retroflexión: Frases que
empiezan por “Yo me...” (Moreu, 2009, pág. 337-338).
Descripción: Durante quince minutos, cada uno va escribiendo en una
hoja grande lo que se dice y se hace a sí mismo. Por ejemplo: Me muerdo los
labios. Pienso mucho en mis proyectos en vez de actuar. Me hundo en los
cojines. Me muerdo las uñas. Me aburro en las conferencias. No me dejo vivir.
Después, durante el cuarto de hora siguiente, se va paseando por la habitación y
se enseña la lista a los demás al mismo tiempo que se va viendo la de
ellos,..Debe guardarse silencio…Sentarse después en círculo y, si apetece,
hablar con toda libertad de sus retroflexiones, completándolas así: “Me muerdo
los labios cuando,..se me mira,...en lugar de responder directamente”...Es una
ocasión de conocer qué es lo que tiene su origen en la retroflexión y qué es lo
que no la tiene.
Indicación principal:
d) Retroflexión: este ejercicio permite que cada uno medite sobre sus
propias retroflexiones, comprenda lo que significa para él cada una al ver
las de los demás y reflexione sobre las necesidades o tendencias que nos
imponen, respondiendo: Yo me,… lugar de,..
Indicación secundaria:
e) Necesidad de afirmación: atreverse a decir cómo nos ponemos trabas
para vivir bien y ver cómo los demás lo confiesan, por su parte ayuda a
disculpar y reducir el secreto, base de la neurosis.
V.- DEL FUNCIONAMIENTO ENFERMO AL FUNCIONAMIENTO
SALUDABLE. TÉCNICAS GESTÁLTICAS
El principal objetivo para el terapeuta gestáltico consiste en apoyar la
parte sana que la persona nos muestra en terapia y confrontar la parte neurótica.
Desde una perspectiva global, holística, la terapia pretende el bienestar
55
armonioso y no la “cura” o la “reparación” de algún problema que haya, lo que
se sobrentendería como una referencia implícita a un estado de “normalidad”,
una oposición opuesta al espíritu de la Gestalt, que valora el derecho a la
diferencia. Esta terapia reúne la noción de desarrollo personal, de formación y de
apertura al potencial humano.
La Gestalt se practica hoy en día en diferentes contextos y con objetivos
muy distintos: psicoterapia individual, terapia de pareja, terapia familiar, grupos
abiertos de terapia, y también en grupos del desarrollo del potencial personal en
el seno de instituciones (escuelas, organizaciones para jóvenes inadaptados,
hospitales psiquiátricos, etc.) y en el área de empresas del sector industrial y
comercial (Ginger y Ginger, 1993).
Alcanzar un funcionamiento saludable tiene que ver con conseguir una
conducta congruente e integrada que requiere de aquella paz, que procede de
dejar fluir la historia a su propio ritmo, para poder ocuparse de lo que nos sucede
ahora. Vivir con la conciencia en el presente y comprender con todo nuestro ser
lo que significa el “ahora”. Inclusive con nuestras reflexiones, planes y
recuerdos que tienen lugar en el ahora.
Nos referimos al termino neurosis como el conjunto de ideas,
pensamientos y conductas que la persona no desea, aunque tal vez viva con ellas
el resto de sus días, a menos que haya un conocimiento y las acciones adecuadas
que tiendan a suprimirlo como ocurre en un proceso de psicoterapia. La neurosis
tiene que ver con la confusión que ocurre y se crea por la indecisión para elegir
la acción necesaria para obtener resultados. Cuando la persona elige desaparece
la confusión. La neurosis presenta diferentes características que son
convenientes conocer para instrumentalizar las técnicas adecuadas con el
objetivo de combatirlas adecuadamente. Son las siguientes (Salama, 1999):
- Un patrón repetitivo de conductas inapropiadas para la salud, es
decir el bloqueo como forma de relacionarse con el entorno
manipulándolo para conseguir las necesidades neuróticas.
- Una rumiación de recuerdos pasados o de fantasías por el porvenir.
- Mensajes introyectados por personas significativas desde tempranas
edades y la necesidad de intentar cumplir con expectativas externas.
- Maximización y preseveración de ganancias secundarias para
conseguir el equilibrio neurótico, por ejemplo el caso de quien se
somete a una relación para evitar el abandono.
- Racionalización, intelectualización y justificación de las conductas
inapropiadas que producen malestar.
- Complicidad del sistema social al que pertenece, favoreciendo el
patrón repetitivo por lo que confluye para no ser rechazado y los
sentimientos de soledad que implican.
- Resistencia al cambio.
56
- Minimizar el problema emergente.
- Existencia de emociones displacenteras.
- El deseo de no tocar el tema.
- La presentación de carga afectiva alta, son los “debería” o “no
debería” que se apoyan en emociones negativas.
El trabajo con las técnicas gestálticas toma forma de dinámicas cuya
finalidad es hacernos conscientes de nuestros sentimientos, emociones y
conductas. El objetivo es ayudar al individuo a sacar las resistencias a la luz,
promover una mayor conciencia de lo que hace, piensa, dice o siente y facilitar
su proceso de maduración pasando por momentos o situaciones de bloqueo
profundamente arraigadas en el cuerpo y en la mente (Martín, 2006).
La idea de salud es la persona entera, es decir, el funcionamiento
integrado de la persona. Perls se refería a la salud como la autorregulación
organísmica, en donde los mecanismos de la mente provocan funciones de
interferencia. La salud tiene que ver con la función sana, en donde los
mecanismos saben buscar su dirección encaminándose a lo que necesita y
adaptarse (Naranjo, 2011).
5.1.- El trabajo con polaridades mediante “la silla vacía”
Se describe el concepto de polaridad como característica del organismo
vivo y la relación con su entorno, perspectiva que se debe de tener en cuenta en
este enfoque. Los fenómenos que actúan en la naturaleza en general -y
concretamente en el organismo vivo– se componen de aspectos y procesos
opuestos a la vez que complementarios: se conoce la vigilia conociendo el
sueño. Por tanto dentro de nuestro organismo opera un sistema de opuestos que
nos autorregula física y psicológicamente (Peñarrubia, 1998).
En psicología cognitiva se describe que biológicamente nuestro
hemisferio izquierdo está asociado con la lógica deductiva, la parte consciente y
la razón; así como la percepción, intuición, creatividad y los sentimientos
subjetivos se asientan en el hemisferio derecho. Es un ejemplo claro de la
distribución polarizada de las funciones cerebrales. Algunas veces, ambos lados
parecen luchar juntos en lo que se denomina función integradora de la mente
(Shapiro, 2002). Este es un buen ejemplo de lo que se define por polaridad, ya
que es fácil asociar el concepto polaridad a significados opuestos y a menudo se
olvida que el objetivo es la complementariedad.
El concepto de polaridades es transmitido desde las más antiguas
filosofías espirituales tales como el Tao con conceptos como el ying y el yang
57
(Ver Figura 11). Otra polaridad que la filosofía oriental mantiene es que para
“llenarse” primero hay que vaciarse. Este concepto ya existía antes de que Perls
lo mencionase. Desde los tiempos bíblicos existen los opuestos como
polaridades: el bien y el mal Dios y Demonio (Ver Figura 12), (Castanedo,
1988).
Fig. 11 Ying-Yang
Fig. 12 Viñeta sobre los opuestos: el bien y el mal
Reflexionando sobre el término polaridades dentro de la psicología
podemos remitirnos a autores como Sigmund Freud y Carl Jung que fueron
revolucionarios en este ámbito del pensamiento. Ellos fueron pioneros
mencionando términos como consciente y su opuesto inconsciente o el mundo
objetivo y el subjetivo para diferenciar dos funciones vitales de la mente humana
(Castanedo, 2008).
58
Jung (1900) señala que la personalidad contiene en esencia tendencias
bipolares, como introversión/extroversión, pensar/sentir, femenino/masculino.
Afirma que una teoría psicológica de la personalidad debe sostenerse sobre el
principio de la oposición de los conflictos. Añade que, por el conflicto entre
estos elementos, tiene lugar la verdadera esencia de la existencia del ser humano;
y que no solo estos conflictos no desaparecen sino que se atraen y se buscan
entre ellos. El logro de su síntesis conduce a la estructura de la personalidad
balanceada e integrada. Reconciliar estos opuestos sería el objetivo de la
psicoterapia.
En la revisión de los cinco libros escritos por Perls no concedió gran
importancia a este concepto de polaridades. Por otra parte, de forma paradójica,
el concepto de polaridades contribuyó en su estilo como terapeuta y en la
elaboración de la Teoría de los Sueños en Terapia Gestalt. Se deriven o no las
ideas de Perls de las de Jung en lo que se refiere a polaridades, el hecho es que
ambos autores subrayan el mismo principio de diferenciación de opuestos y de
su integración en una misma unidad.
Una de las polaridades de diferenciación que Perls (1975) solía alternar
en la intervención con sus clientes cuando hacía psicoterapia, era la de mantener
simpatía/antipatía hacia el cliente. Perls consideraba que no podía existir ningún
crecimiento psicológico si no existía frustración; por lo tanto mantenía que el
terapeuta Gestalt tenía que aprender a manejar, en la relación con sus clientes, el
equilibrio entre dar simpatía y antipatía. Así, Perls cortaba inmediatamente todas
las expresiones que reflejaban intentos de manipulación e impedía la aparición
de patrones neuróticos, simpatizando con las expresiones auténticas que sentía
hacia el paciente.
Perls (1976) describe que los opuestos existen por diferenciación de algo
no diferenciado, a lo que él llama pre-diferente y punto cero al punto en el que
comienza la diferenciación. En el contexto terapéutico, esta diferencia es muy
relevante, la llamamos polarización; consiste en la búsqueda de la claridad de
estos opuestos (si están indiferenciados no hay dialéctica, ni puede darse cuenta,
ni hay integración). Extremando sus posiciones se pueden reconocer los
conflictos, un ejemplo sería el conflicto entre la necesidad intelectual y la
emocional, si la “cabeza” no expresa lo que teme o lo que quiere, y las “tripas”
no explicitan sus deseos más auténticos, sería difícil poder llegar a un diálogo en
el que ambas partes puedan escucharse, comprenderse y desde ahí alcanzar un
acuerdo o solución. El concepto de punto cero para Perls es una metáfora de
neutralidad perceptiva. Freud lo llamó “atención flotante”.
La filosofía básica de la terapia gestalt es la diferenciación e integración
de la naturaleza. La diferenciación conduce por si misma a polaridades. Como
dualidades, estas polaridades se pelearán fácilmente y se paralizarán
59
mutuamente. Al integrar estos rasgos opuestos, completamos nuevamente a la
persona (Perls, 1978).
Cuando en gestalt “polarizamos” o diferenciamos no estamos intentando
dividir a la persona sino limpiando el campo para favorecer la integración. La
integración es siempre el horizonte terapéutico. Las polaridades son extremos
de identificación. En la medida que uno se identifica con un polo opuesto, alinea
el otro polo como extraño de sí mismo. La integración requiere admitir a ambos
como propios, y el modo de conseguirlo, una vez más, es la identificación con lo
alineado. El resultado esperable es la instalación en ese punto de indiferencia,
que permite identificarse hacia uno u otro lado según las exigencias de la
situación.
Según de Casso (2003) otra de las polaridades importantes para Perls,
que él mismo usaba asiduamente, es la de contacto-retirada. Su empleo como
técnica terapéutica es también novedad en esta época como remedio frente al
hecho frecuente en muchas personas de quedarse pegadas al contacto. Muchas
personas prefieren aferrarse a una situación que no nutre, hasta agotar su
atención. Este hecho de quedarse atascado, pegado, esta acción de aferrarse al
mundo o a una situación, esta fijación, este contacto sobreextendido es tan
patológico como el alejamiento total. En ambos casos, el contacto y la retirada
no fluyen, el ritmo natural se interrumpe. De modo que el remedio frente a esta
fijación al contacto es acudir a lo que Perls (1975) llama regresión deliberada,
que no es retirarse de lo neurótico -compulsivo o crónico-, sino una acción para
entrar en contacto deliberadamente con otra realidad (posiblemente la polaridad
contraria) en busca de apoyo para uno mismo.
Desde el ámbito corporal, Perls (1978) reconoce dicotomías que si no
son equilibradas entre sí producen una división y un conflicto. La más frecuente
es la dicotomía entre el lado derecho y el izquierdo. Menos frecuente era la
división adelante/atrás, o parte superior y parte inferior. La parte que queda por
encima de la cintura tiene fundamentalmente funciones de contacto; la parte
inferior, funciones de apoyo.
En el encuentro terapéutico debemos estar atentos a las polaridades, pues
toda energía se diferencia en opuestos. Hay muchas parejas de opuestos:
derecha/izquierda, opresor/oprimido, sádico/masoquista, etc. Trataremos de
integrar los sucesos opuestos y ver cómo se ajustan uno al otro, hasta hallar el
centro. Solo podemos estar alerta y gozar de perspectiva si poseemos un centro.
Cuando lo perdemos, perdemos el equilibrio (De Casso, 2003).
Tras exponer la definición respecto al término llamado polaridad, a
continuación se debe tener en cuenta que la técnica de la Silla Vacía es la que se
utiliza para el trabajo terapéutico, siendo una de las más distintivas. Está técnica
permite al individuo hacer consciente e integrar dos aspectos polarizados que
pueden tener que ver con características internas de su personalidad o
60
situaciones externas a la persona. Es obvio que una silla sirve para sentarse,
subirse a alcanzar algo, etc. Para un terapeuta gestáltico sirve para sentar en ella
a todos los miedos del que asiste a terapia. Los miedos pueden ser personas
reales vivas o muertas, y/o cualidades de la persona que no reconoce como
propias. La Silla Vacía resulta muy útil para enfrentar las dos partes de una
decisión. La persona va cambiando de lugar y va dando argumentos en uno y en
otro sentido hasta llegar a la decisión lo más cercana posible a su deseo en la
actualidad. Cuando colocamos a la persona al otro lado de la silla y la hacemos
que tome conciencia de cómo respondería a esto la otra persona, con frecuencia
es posible llegar a un entendimiento.
Fig. 13 Viñeta Silla Vacía para trabajar polaridades
Esta técnica también recibe el nombre en inglés de “hot seat”, que
significa silla caliente, era una técnica que le gustaba particularmente a Perls
cuando hacía sus demostraciones. Perls reservaba para este efecto, un sitio cerca
de él y la persona se instalaba allí para introducirse en este proceso que frente a
la Silla Vacía, podía proyectar un personaje o circunstancia con la que se
encontraba en conflicto. Esta persona es acompañada por el terapeuta que va
dando las consignas que crea necesarias. Se puede utilizar dos sillas vacías y
también dos cojines, pero también cualquier otro objeto, ya que son objetos
transaccionales, que pueden simbolizar personajes, partes del cuerpo o
entidades abstractas. El recurso ocasional de la silla o el cojín implica el
mantenimiento de un ir y venir constante con la relación fantaseada y la relación
presente en el aquí y ahora (Ginger y Ginger, 1993).
Esta técnica se utiliza de diferentes formas y con diferentes propósitos
(Castanedo, 1998):
1.- Una situación o acontecimiento. Un acontecimiento puede ser
traumático o significar un conflicto en la vida de la persona, de forma que está
bloqueando su desarrollo personal.
2.- Una persona no disponible. Una persona con la cual hay un asunto
inconcluso, presente o pasado y no se encuentra disponible o no es posible la
confrontación. No estar disponible puede deberse a un fallecimiento, abandono,
etc.
61
3.- Un aspecto de la propia personalidad. Cuando se utiliza para
proyectar aspectos de la propia personalidad, como una necesidad, incapacidad,
sentimiento que la persona encuentra que no puede manejar.
Con la técnica de la Silla Vacía la persona se conecta e identifica con lo
que realmente siente, más allá de lo que suele expresar conscientemente con
palabras (Martín, 2006). Según de Casso (2003), los diálogos conseguidos a
través de los sucesivos intercambios de las posiciones del paciente entre ambas
sillas (los cambios son indicados por el terapeuta) suponen por lo general la
integración de dos aspectos opuestos o la resolución de conflictos. El terapeuta
puede indicar la proyección a trabajar, pidiéndole a la persona que se cambie
físicamente en la silla y represente su propia proyección. Si se detiene en su
relato, probablemente se debe a su resistencia, el terapeuta alienta a continuar
con el relato, absteniéndose de cualquier valoración, se le ayuda a conectarse
con su proyección y se le alienta a representarla y hablar por ella. Después de
considerar un buen espacio de tiempo en el que lograr la expresión, se le pide a
la persona que vuelva a su silla inicial. Una vez regresada la persona a su silla,
las preguntas más frecuentes por parte del terapeuta son: ¿Cómo escuchas lo que
te dice?, ¿Qué te parece?, ¿Cómo te sientes al respecto?, etc. Es importante
formular las preguntas en tiempo presente, cortas, claras y directas, para evitar
distracciones y racionalizaciones. La intención es que la persona pueda conectar
con su propio diálogo interno, el terapeuta debe de ponderar el número de
cambios convenientes entre silla y silla y la cantidad de diálogo conveniente
para que la persona tome conciencia de sus partes disociadas.
El mecanismo de acción en esta técnica es que la persona pueda
transformar la percepción interna que tiene de los hechos, de las interrelaciones
y de sus múltiples significados posibles. Por lo tanto el objetivo de este trabajo
es favorecer una nueva percepción, una reelaboración del sistema individual de
percepción y de representación mental de cada uno (Ginger y Ginger, 1993).
5.1.1. Polaridad “Perro de arriba-Perro de abajo”
Se expone a continuación la polaridad que refleja lo que la Terapia
Gestalt denomina Perro de arriba-Perro de abajo, que tiene que ver con partes
opuestas de la personalidad. Perls (1978) toma el superyó freudiano y lo
transforma en lo que se llama Top dog o perro de arriba, el opresor, el mandón
interno; se intuye de esta idea (Naranjo, 2011) que se posee en la mente una
parte autoritaria que tiene que ver con el resultado de un pensamiento
62
introyectado; y su opuesto el Under dog o perro de abajo, el oprimido también
producto de otra idea introyectada.
La técnica predilecta de Perls para trabajar con los rasgos opuestos se
conoce con el nombre de “perro de arriba-perro de abajo” en la silla vacía. El
perro de arriba se caracteriza por ser autocritico y dictador, es la parte de la
personalidad que se juzga y le dice a la persona lo que tiene que hacer. El perro
de arriba es siempre correcto al juzgar, nunca se equivoca, tiene derecho a hacer
críticas, a regañar y a poner a la persona a la defensiva. A pesar de la aparente
fuerza que tiene, Perls decía que siempre ganaba la batalla el perro de abajo,
sirviéndose generalmente del autosabotaje, boicoteándose o posponiendo
situaciones (de Casso, 2003).
Durante esta técnica es interesante anotar cuándo estas dos partes
comienzan el diálogo, ya que habitualmente ninguna de ellas escucha a la otra,
lo que indica claramente que están funcionando como unidades desintegradas.
La explicación de este fenómeno puede ser que una de las dos (perro de
arriba/perro de abajo) es a menudo una introyección que la persona no ha
incorporado adecuadamente, o que no ha digerido aún por completo. Detectando
esta introyección y una vez reconocida, puede ser digerida o expulsada. Es
fascinante descubrir el introyecto en la personalidad que es el representante de
uno de estos dos perros; a veces en vez de expulsarlas o digerirlas lo que
requiere la persona es utilizar la fuerza o la energía que representa. Hay que
recordar lo difícil que es modificar algo cuando desconocemos que existe.
Solamente después de haber logrado esto se puede hacer uso de la teoría de las
polaridades. Tal es el proceso completo que se requiere para concluir o cerrar
una situación inconclusa.
De lo que se deriva que funcionar continuamente desde el perro de arriba
puede estar relacionado con patrones y conductas autoritarias y el
funcionamiento desde el perro de abajo con conductas de dependencia y
sumisión, lo que será objeto de estudio desde la perspectiva de género en la
continuación de este trabajo como Tesis Doctoral.
5.1.2. Polaridad “Interno-Externo”
Se analiza a continuación la polaridad que refleja lo que la Terapia
Gestalt denomina Interno-Externo, que tiene que ver con partes opuestas de la
personalidad concretamente con la forma de escucha y de darse cuenta
Como el objetivo de la Terapia Gestalt debe de estar relacionado con las
vivencias que tiene el paciente de sus necesidades, y cómo es posible que no
tenga una buena escucha y un adecuado darse cuenta de sus propias necesidades,
63
es adecuado explorar esta polaridad. Es habitual que la persona se encuentre
polarizada en un extremo en el que está fijada en las necesidades externas de
otra persona o situación y desde ese lugar tenga dificultad para conectar con el
otro extremo de esta polaridad que tendría que ver con darse cuenta de su
auténtica necesidad.
Siguiendo a Perls (1978), para lograr esto la persona debe de rescatar sus
sentidos, debe de poder darse cuenta de lo que está presente y no únicamente de
lo que imagina. Debe dejar de fantasear, de transferir, de proyectar, de
retroflectar, en definitiva de interrumpirse a sí mismo. Debe ser capaz de
comprenderse a sí mismo (polaridad interna) y al mismo tiempo a los demás y el
entorno (polaridad externa) dejando de distorsionar y torcer los significados a
través de la lente deformadora de los introyectos, los prejuicios y las
convicciones. Entonces adquirirá libertad de acción (que forma parte de la salud)
al transcender los límites de su carácter específico, aprendiendo a afrontar cada
nueva situación usando su potencial total.
La técnica de la Silla Vacía ayuda a que la persona pueda darse cuenta en
este tipo de polaridad entre las necesidades externas e internas ayudándole a
conseguir su autoafirmación. La terapia gestáltica tiene como premisa básica que
a la persona le falta autoapoyo y que el terapeuta tiene que ayudarle a simbolizar
esta parte, por tanto el primer paso es averiguar lo que necesita ya que hay áreas
en las que la persona no se da cuenta y tras pasar por la Silla Vacía puede
conectar con esas necesidades e identificar lo que le está bloqueando para ir
hacia ellas. Una vez expresadas sus exigencias y peticiones internas y aclaradas
las externas y realmente diciendo lo que quiere y necesita, el paso más
importante esta dado.
Una forma de entender la conducta neurótica desde este contexto es
precisamente cuando este ritmo de opuestos no fluye de forma natural. Tal vez
por dificultad para contactar con las propias necesidades internas (personas
retraídas) y también por dificultades al retirarse de las necesidades externas
(aquellas personas que no pueden estar solas) (Peñarrubia, 1998).
5.1.3. Polaridad “Masculino-Femenino”
La polaridad masculino-femenina hay que entenderla como una
oposición que se halla en un continuum, en una relación de complementariedad
dinámica. Masculino y femenino se interconectan e interpenetran, pero
distinguiéndose a su vez y diferenciándose en características y comportamientos
que son propios de uno y otro. Hemos de entenderla como una de las polaridades
que conforman a cualquier ser humano, sea hombre o mujer. No existe un
64
hombre que encarne lo masculino, ni la mujer que encarne lo femenino, sino que
todos hombres y mujeres nos situamos en algún punto intermedio de ese
continuo que representa esta polaridad.
Para Martínez (2010), la confusión en occidente entre este juego de
polaridades y el sexo tiene que ver en parte por carecer de nombre específico
para esta polaridad, así identificamos masculino con hombre y femenino con
mujer. Masculino y femenino son fuerzas y atributos que se hallan tanto en
hombres como en mujeres pero que se manifiestan diferenciadamente en
hombres y en mujeres. En oriente esta concepción conceptual no es tan
acentuada ya que allí sí se dispone de conceptos diferenciados como el ying y el
yang que no se relacionan directa y exclusivamente con femenino y masculino.
Se debe tener en cuenta que estos atributos, a los que llamamos polaridad
masculina-femenina debido al modelo social de las relaciones entre los sexos,
entre hombres y mujeres, se han establecido en torno a la identificación del
hombre con lo masculino y a la mujer con lo femenino. Estos atributos se han
fijado y consolidado en una relación de poder y predominio, es decir,
desigualdad, en donde el hombre (lo masculino) ejerce el dominio y se
acompaña de un juicio de valor de más valía respecto a la mujer (lo femenino).
En los últimos 150 años, los movimientos de liberación de la mujer han
quebrado ese modelo social de predominio y dominio del hombre sobre la
mujer; para lograrlo las mujeres han tenido que apoyarse en sus atributos
masculinos moviéndose activamente para conquistar y ocupar espacios
otorgados solo a los hombres. El movimiento ha sido ir movilizando las energías
para alcanzar un logro, que se aprecia como positivo. Y como el juego de
polaridades es un juego de complementariedades la reacción de los hombres ha
sido de resistencia pasiva (atributo femenino). Este movimiento ha logrado
romper los estereotipos que identificaban a las mujeres con lo pasivo, lo sumiso,
etc. Demostrando que la polaridad masculino-femenino no es exclusiva de
hombres o mujeres. Las mujeres han hecho un cambio hacia lo masculino
alcanzando la independencia económica, ocupando espacios públicos y puestos
de poder (Naranjo, 2010).
Pero si damos una nueva vuelta de tuerca a esta polaridad masculino-
femenino es importante tomar en cuenta la polaridad pérdida-ganancia que tiene
que ver con el manejo entre el desencuentro en la mujer de elaborar vida
profesional y personal; reconocer las ganancias de la igualdad y seguir
trabajando para conseguir lo que podríamos llamar la fuerza interior. Los
aspectos masculinos siempre se trabajan desde el exterior, asumiendo retos y
logros públicos.
Como dice Perls (1976): “Al integrar los rasgos opuestos, completamos
nuevamente a la persona. Por ejemplo: debilidad y bravuconería se integran
como fuerza silenciosa y firmeza” (pág. 101). Seguramente el resultado de esta
65
integración de los opuestos masculino y femenino en la persona sea la firmeza
tierna.
Siguiendo con esta polaridad desde el área corporal, encontramos el
siguiente correlato: La mano derecha es por lo general el lado motor,
masculino, agresivo, que quiere dominar, determinar cómo son las cosas, decidir
qué es lo “correcto”. El lado izquierdo es el femenino, habitualmente muy mal
coordinado. Izquierda significa torpe en muchas lenguas (francés: gauche; en
alemán: linkich). Cuando se produce un conflicto entre la vida emocional y la
vida activa, surge la neurosis. Cuando el lado masculino y el lado femenino
luchan entre sí, la energía se consume en el conflicto interno, la frustración, los
juegos. Pero cuando el poder y la sensibilidad funcionan coordinados, surge el
genio (de Casso, 2007).
Las ideas anteriores presentadas frecuentemente son la base de conflictos
que los alumnos y pacientes traen en su experiencia cotidiana a las Escuelas de
Gestalt y que mediante la exploración, el diálogo y técnicas como la Silla Vacía
pueden identificar introyectos u otros mecanismos que interfieren en su óptimo
desarrollo.
5.2.- El trabajo con sueños. Enfoques españoles
Los sueños forman parte de un buen material de trabajo dentro de la
Terapia Gestalt, permiten adentrarse en los temas en los que la persona siente
conflicto, en conductas que le perturban o que distorsionan su saludable
funcionamiento. El material onírico se caracteriza por su espontaneidad y por
tanto responde a situaciones concretas y presentes que está atravesando la
persona (Martín, 2005).
Antes de introducir el trabajo terapéutico con los sueños, se expone dos
breves descripciones, la primera de ella respecto al sueño y los antecedentes
históricos, y la segunda respecto a su fisiología y psicopatología.
5.2.1. Antecedentes históricos sobre los sueños
La historia de la interpretación onírica se remonta a unos tres mil años
atrás. Con fines didácticos, se acostumbra a clasificarla en “no psicológica” y
“psicológica”. Dentro de la primera categoría se incluyen todas las teorías que
consideran el sueño como un mensaje, revelación de hechos y fuerzas a quien
sueña, que es el caso que en este trabajo nos ocupa. Las interpretaciones
66
“psicológicas” se inician con Hipócrates, quién en su tratado médico hace
referencia a la relación existente entre los sueños y las enfermedades, dedicando
un capítulo entero a este tema (Castanedo, 2008).
Desde la antigüedad, nos hemos interesado en el significado de los
sueños; ellos han sido considerados primero como un “mensaje de los dioses”.
Encontramos una mención en la tradición china en el siglo XVIII. a. C. y de
ellos Confucio sacaba su sabiduría (Ginger y Ginger, 1993).
En la época helénica, existían 420 templos donde se practicaban la
incubación, que consistía en dormir en el templo para obtener un sueño,
permitiendo la cura de enfermedades. Se dormía ahí envuelto en una piel
sangrante de cabra o de un borrego que acaban de ofrecer en un sacrificio los
sacerdotes y mientras tanto grandes serpientes de dos metros, verdes y amarillas,
se deslizaban lentamente toda la noche en la zona del mármol, entre los pétalos
de flores y los cuerpos de los que dormían. ¡Tratamiento de choque que incitaba
a curarse lo más rápidamente posible!. El sueño terapéutico o profético era
practicado también en Egipto, en Asiria y en Mesopotamia, así como entre los
judíos (Marc, 1987).
Desde tiempos inmemoriales los sueños han despertado un gran interés
en chamanes, brujos, hechiceros, etc. En épocas más recientes, el psicoanálisis
utilizó los sueños como un proceso de tratamiento psicoanalítico (Castanedo,
2008).
Para Freud, el sueño ya no es un mensaje transcendente de lo alto, sino
un menaje inmanente de abajo que proviene del inconsciente. Su descubrimiento
del mecanismo de los sueños en un restaurante de Viena le pareció tan
importante que hasta pensó en poner una placa conmemorativa con esta
inscripción “en esta casa donde el 24 de julio de 1895, le fue revelado al Dr.
Sigmund Freud el secreto de los sueños”. Y sin embargo, los 600 ejemplares de
la primera edición de su obra fundamental La Interpretación de los Sueños,
simbólicamente editada a principios de siglo en el año 1900, y actualmente
traducida a la mayor parte de las lenguas, tardó ocho años en venderse (Ginger,
y Ginger, 1993).
Es a finales del decenio 1959-69 cuando resurge el interés por el estudio
de la conciencia y especialmente por los estados alterados de la misma que
provocan los sueños, meditación (budismo, Zen, yoga), la hipnosis, y drogas
como el LSD que pueden producir cuadro psicótico. Durante el día estamos
sometidos a una desbordante percepción de información que gracias al sueño
durante la noche podemos integrar, asimilar y sintetizar. Los sueños o pesadillas
recurrentes, repetitivos, como ser perseguido, no aprobar una asignatura, caer al
vacío, representan conflictos actuales que la persona no ha resuelto (asuntos
inconclusos). Aunque no representan copia exacta de acontecimientos
67
traumáticos, sino que repiten un tema traumático de forma metafórica.
(Celedonio, 2008).
5.2.2. Fisiología y psicopatología de los sueños
En la persona se diferencian tres estados: vigilia, sueño profundo y
sueño. El sueño está marcado por una intenta actividad corticofrontal derecha
(los dos tercios de neuronas de la corteza derecha se ponen en movimiento,
mientras que la comunicación “callosa” con el hemisferio izquierdo está muy
reducida, casi bloqueada) bajo el control del sistema límbico (del cual
recordemos que administra principalmente las emociones y la memoria) e
hipotálamo. Los glóbulos oculares están animados por un movimiento rápido
permanente durante el sueño (ese es también su signo de reconocimiento clásico
en el electroencefalograma o EEG). Se ha demostrado que la mirada bajo los
párpados, sigue la escena del sueño que se está desarrollando (Picat, 1984).
Según Ginger y Ginger (1993) todo el mundo sueña, incluyendo al feto,
desde el séptimo mes de gestación (o sea antes de haber podido almacenar las
percepciones visuales). Soñamos más o menos unos 100m. al día, en cuatro o
cinco periodos, con duración creciente en el curso de la noche, y el soñar parece
indispensable para la supervivencia, más que el sueño profundo, pero no todo el
mundo sueña tanto.
Los sueños suelen estar relacionados con la psicopatología y ninguna
patología está asociada a no soñar (no recordar los sueños) (Castanedo 2008,
Ginger y Ginger 1993):
Las personas deprimidas tienen sueños con contenidos
masoquistas, necesidad de dependencia y pensamientos e ideas de
autofracaso.
Las personas afectadas de depresión endógena tienen más sueños
y más intensos.
Los sujetos ansiosos sueñan con amenazas personales
(Cartwinght, 1986).
Los sueños de personas con esquizofrenia reflejan sentimientos
de soledad, carencia de contacto humano, peligro, sentimiento de
incompetencia y desesperanza (Dement, 1955). En los periodos
de crisis ya han delirado (sueño quiere decir etimológicamente
“delirio” o “vagabundeo”) mucho durante el día y sus sueños son
entonces reducidos en cantidad y normalizados.
Los sueños de las personas histriónicas se caracterizan por bajos
impulsos de control, exhibicionismo y conducta agresiva sexual.
68
Los sueños de las personas que sufren psicosis depresiva están
llenos de tristeza y pérdida de la autoestima.
Los sujetos paranoicos sueñan con abusos injustificados y
contraataques.
Los psicópatas sueñan con actividades sociales prohibidas
(Langs, 1966).
Las personas con adicción al alcohol en su fase aguda pueden
llegar a suprimir el sueño hasta el punto que para compensar su
déficit de sueños tienen crisis de delirium tremens.
Muchos de estos sueños en forma de pesadillas están expresando partes
de nuestra personalidad y aspectos de uno mismo que no nos gustan. Las
pesadillas expresan situaciones, sentimientos de momentos coyunturales y de
encrucijada existencial en la vida del soñante (Martín, 2009). La cuarta edición
del Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales (DSM-IV)
(APA, 1994) se ocupa de las pesadillas y las clasifica en el interior de los
trastornos primarios del sueño.
Siguiendo a Vela (1991) el sueño contempla las siguientes funciones:
Restauración del cerebro y otros mecanismos corporales.
Protección del organismo.
Conservación de la energía.
Adaptación y supervivencia.
Estimulación del sistema nervioso.
Satisfacción de un instinto.
Reprogramación de la información.
Fijación de los aprendizajes.
Regulación de la motivación.
Restauración de las energías.
Los trastornos de sueño constituyen uno de los problemas más relevantes
en las sociedades occidentales. La importancia de una buena calidad en el sueño
no solamente es un factor determinante para la salud, sino propiciador de una
buena calidad de vida. En un estudio llevado a cabo sobre la calidad subjetiva
del sueño en una muestra de 716 estudiantes universitarios (584 mujeres y 132
varones) de la Facultad de Psicología de Granada por medio del Índice de
Calidad del Sueño de Pittsburg, se evaluaron los efectos del consumo de alcohol,
cafeína y tabaco sobre la calidad del sueño. El Índice de Calidad del Sueño de
Pittsburg proporciona una puntuación global en la calidad subjetiva del sueño,
latencia del sueño, alteraciones del sueño, duración del sueño, eficiencia habitual
del sueño, alteraciones del sueño, una excesiva latencia y una pobre eficacia del
sueño. Los resultados encontrados muestran que aproximadamente un 30% de la
muestra presenta una mala calidad del sueño, una excesiva latencia y una pobre
69
eficacia del sueño; no se encontraron diferencias entre hombres y mujeres en
ningún componente, a excepción del consumo de hipnóticos, donde las mujeres
presentan una mayor puntuación. La falta de diferencia en la calidad de sueño
entre hombres y mujeres parece deberse a la edad de la muestra (20, 93 años),
pues en las mujeres la menor calidad del sueño se hace evidente a medida que
avanza la edad (Jiménez-Navarro, Martín-Ortíz y Sierra 2002).
Según Perls (1974), el sueño es una representación de nuestra existencia
en el momento en que se manifiesta, y está constituido por partes de la
personalidad del soñador que deben, si no lo están, ponerse en contacto a través
de la terapia. Primero, se requiere devolver a la imaginación el sueño con toda su
realidad, vida y completamente, utilizando el tiempo presente. Luego se
escenifica el sueño y el paciente se identificará con todas sus partes, para
integrar los conflictos y hacer propias las características que por considerarlas
negativas las proyectamos al exterior.
Retomando el trabajo terapéutico con los sueños en el contexto de la
Terapia Gestalt, se aprecia que Perls se dedicó en sus últimos años de vida a
trabajar más con los sueños que con ningún otro proceso psicológico del
individuo. En 1974 dicho autor escribe su libro Sueños y Existencia en el que
introduce el materia de casetes de sus talleres sobre sueños, reproducidos
durante el tiempo en que residió en California (Castanedo, 2008).
El sueño tiene una unidad en sí mismo, en el sueño está todo, es decir en
él aparecen el mensaje y las evitaciones a la comprensión de ese mensaje. Una
de las características de la Gestalt es ese ir y venir constante y permanente entre
el cuerpo y los pensamientos; entre la realidad del aquí y ahora de la situación
que se presenta y las fantasías evocadas al revivir las “situaciones inacabadas” o
bloqueos inducidos por diferentes mecanismos. Apreciamos que el psicoanálisis
trabaja esencialmente en el dominio de la fantasía elaborada por el cliente y rara
vez es confrontada con la realidad; y el conductismo, al contrario, se esmera en
sobrepasar las dificultades o los síntomas encontrados en la realidad cotidiana.
La Gestalt trabaja sobre el paso de uno al otro, autorizando y propiciando la
escapada hacia lo imaginario (sueño, sueño dirigido, ensoñación, metáfora o
creatividad), buscando permanentemente sus puntos de unión con la realidad
social concreta que compartimos y en la que estamos incluidos. Todos los
elementos diferentes del sueño son fragmentos de la personalidad. Como el fin
de cada uno de nosotros es el de convertirse en una persona sana, es decir,
unificada, nos hace falta juntar los diferentes fragmentos del sueño. Nosotros
debemos volvernos a apropiar de estos elementos proyectados, fragmentados de
nuestra personalidad y recuperar así el potencial escondido del sueño.
En terapia Gestalt, nosotros no interpretamos los sueños. En lugar de
analizar, de hacer una autopsia del sueño, queremos traerlo a la vida. La manera
de llegar a eso es revivir el sueño como si se produjera actualmente. En lugar de
70
contarlo como si fuera una historia pasada, se trata de ponerlo en acción,
interpretarlo en el presente para que se vuelva una parte de nosotros mismos,
para que se esté verdaderamente implicado. La mayor parte de las técnicas
tradicionales de la Gestalt pueden aplicarse al trabajo de un sueño: trabajo de
polaridades, toma de responsabilidad, experimentación del contacto-retirada, etc.
Y, desde luego, el terapeuta señalará como de costumbre los mecanismos de
evitación o de ruptura del contacto (Peñarrubia 1998).
Siguiendo a Schnake (2003): “Si admitimos que todo lo que ocurre en
nuestros sueños tiene que ver con nosotros y que los personajes, objetos, sonidos
o colores son aspectos de nosotros mismos no reconocidos y con honestidad
tratamos de enfrentarnos a ellos, descubriremos mucho de nosotros mismos”
(pág.142).
5.2.3. Ángeles Martín
Ángeles Martín es psicóloga clínica. Entre 1970 y 1974 desarrolló su
actividad en el campo de la Medicina Psicosomática en el Hospital Clínico de
Madrid. Se ha formado en Gestalt con Schnake, Huneeus y Naranjo en Chile,
con Polster E. y M. y Feitis en USA, en Psicodrama con Satne y Rojas-
Bermúdez. En 1975 introduce la Terapia Gestalt en España y en 1976 crea el
Instituto de Psicoterapia Gestalt en Madrid. Expresidenta de la A.E.T.G. y
actualmente miembro de honor en dicha asociación. En su labor divigulgativa
cuenta con la publicación de cuatro libros, dos de ellos como autora: Manual
práctico de Psicoterapia Gestalt (2006) y Los Sueños en Psicoterapia Gestalt
(2009) y coautora de los dos siguientes: Cuando me encuentro con el Capitán
Garfio… (NO) me engancho (2005) y del El Oficio que habitamos (2013).
En la última publicación de Martín (2013) relata su experiencia como
mujer dentro de la A.E.T.G. hace mención a su participación en mesas redondas,
y a una ocasión en Zaragoza en la conmemoración del XV aniversario de la
creación de la AETG y cuyo título era “Mujeres y Gestalt”, en una sala donde el
aforo era de 70 personas y solo había cinco hombres como si ellos no hubiesen
sido invitados.
Según Martín (2013): “Una pregunta que se hace a menudo a los
formadores de este enfoque es: ¿por qué atrae a más mujeres que a hombres? El
psicoanálisis o el enfoque cognitivo-conductual, que son eminentemente
intelectuales, argumentales y que tratan de entender y elaborar el mundo real del
paciente, están más cercanos al rol masculino; en cambio, la gestalt, que se
ocupa más de las emociones, de los sentimientos, de las sensaciones, de los
afectos, etc. y de todo ese mundo está más relacionado con el mundo de lo
femenino” (pág.13).
71
Los datos anteriores expuestos sobre Martín hacen patente que en sí
misma es un modelo pionero en cuanto a la desvinculación de los estereotipos y
el rol asignado al género y el acercamiento a un modelo más saludable para la
mujer, es por ello que recojo su andadura y experiencia profesional en este
trabajo.
Martín (2009) nos ilustra los pasos a seguir en el trabajo con sueños:
1.- En primer lugar se pide a la persona que relate el sueño como si lo
estuviese contando en primera persona, en tiempo presente y que distribuya en la
sala de trabajo las escenas y elemento que aparecen en él.
2.- Una vez que el soñante ha elegido los elementos más significativos,
se le pide que represente con todo su cuerpo uno de los elementos que nos
parezca relevante. Esta localización de los elementos en el cuerpo nos aporta
información muy valiosa ya que se refiere a proyecciones de partes de su
personalidad. Es un modelo en el que queda implicado todo el cuerpo con las
sensaciones que se producen a medida que va cambiando por los diferentes
objetos o de un rol a otro. Forma parte del conjunto de los procesos de la
persona, estos cambios permiten que la persona se dé cuenta entrando en lo
emocional y desvinculándose de lo intelectual.
3.- Una vez que ha representado varios elementos, se escoge el más
indicativo y se continúa el trabajo mediante la Silla Vacía en donde el trabajo
con polaridades puede ser de gran ayuda para que la persona se dé cuenta de las
creencias que le estén ocasionando conflicto.
4.- Podemos seguir escogiendo otros elementos y seguir trabajándolos.
5.- A partir de aquí el soñante puede comenzar a construir una escena a
través de los diferentes diálogos que ha vivenciado. También se indica finalizar
el sueño si lo dejó inconcluso al despertar.
6.- Frecuentemente, los sueños traen a la conciencia asuntos pendientes
que el soñante no es capaz de afrontar, casi siempre son emociones de amor y
odio entrelazados y no expresados. Una vez que el soñante ha expresado todos
esos sentimientos negativos pueden aflorar los sentimientos positivos.
7.- Una vez puestas palabras a todos los sentimientos y a lo que quedó
pendiente le pedimos al soñante que se despida de ese personaje o de esos
elementos y los dejes ir. Con esto se concluye el trabajo, está bien hecho en la
medida de que el soñante no se deje nada por decir de lo que sentía.
Del trabajo personal con los sueños se observan diferentes características
y podemos obtener múltiples beneficios (Martín, 2006).
72
Respecto a algunas características de los sueños:
Se recuerdan mejor cuando aún no estamos muy dormidos.
El significado está en función de las características y del
momento vital del soñante.
Se sueña cuatro o cinco veces por noche, no recordarlo se debe a
no prestar atención o no tener nada muy emergente en conflicto.
Los que predomina en los sueños son las impresiones visuales.
Los sueños aparecen en colores, apenas en personas insensibles a
este aspecto pueden aparecer en blanco y negro.
Los sueños recurrentes son el síntoma de un asunto pendiente.
Las pesadillas suelen aparecer en momentos de crisis.
Los sueños aparecen antes del nacimiento en el feto.
Hay personas que pueden influir en la producción de sus sueños,
agregando o eliminando elementos.
Los sueños son la parte más simbólica que aparece en el ser
humano.
Si privamos de soñar una persona despertándola aparecerán
perturbaciones emocionales.
Entre gemelos univitelinos se dan casos de tener el mismo sueño
a la vez.
Respecto a los beneficios:
Nos muestra una nueva visión de lo que hacemos o vivimos.
Nos recuerdan nuestras necesidades.
Nos avisan cuando comenzamos a tener conflictos.
Nos dan de manera interna el valor que tienen para nosotros
determinadas personas o situaciones.
A veces nos indican una forma de actuar más coherente de la que
estamos actuando.
De lo expuesto podemos inferir que los sueños, en cuya intervención no
está presente la conciencia, son quizás elementos que nos aportan mucha
información sobre uno mismo, esta información es actual y pertenece al
presente. Estos sueños son las proyecciones de nuestras vivencias, nuestra
personalidad y nuestros asuntos no resueltos. La comprensión de ellos mediante
el trabajo terapéutico nos permiten conocernos mejor y caminar hacia la solución
de asuntos pendientes y las propias necesidades para una vida saludable (Martín,
2009).
73
5. 2. 4. Pedro de Casso
Pedro de Casso representa uno de los máximos exponentes en la
actualidad en el trabajo en Gestalt, y es especialmente reconocido por sus
talleres sobre Mecanismos de Defensa, Técnicas Gestálticas y su buen manejo
en el trabajo con Sueños, que imparte dentro de los programas avalados por la
A.E.T.G en las escuelas de formación en España, así como en el extranjero es el
caso de la maestría que se imparte en la Universidad de Aguas Calientes en
México, dónde es docente. Le precede una larga formación académica, es
licenciado en Derecho, Teología, Filosofía y Psicología. Además está formado
en las siguientes orientaciones humanistas: Psicoanálisis, Bioenergética, Gestalt,
Eneagrama y Proceso Hoffman. Es miembro psicoterapeuta gestáltico
reconocido por la FEAP, miembro supervisor en distintas Escuelas de España y
miembro de honor de la A.E.T.G.
En su labor de divulgación de la Gestalt es coautor del Hombre Integral y
la Psicología Humanista (1979) y autor de Gestalt, terapia de autenticidad, La
vida y la obra de Perls (2003) y de diversos artículos en la Revista de Terapia
Gestalt.
De Casso relata que su primer contacto con los sueños es desde el
psicoanálisis jungliano (década de los 70) vivenciándolo como parte de su
proceso y subraya la importancia que en esa terapia se da a lo simbólico, lo
arquetípico, que aparece en el libro de Jung Energética psíquica y esencia del
sueño (1928) de vital importancia en esta temática de los sueños.
El trabajo con los sueños es siempre sorprendente, solo se requiere estar
ahí presente (de Casso, 2003): “los sueños son el camino real de los aspectos
alienados o de los agujeros de la personalidad” (pág. 399). Se entiende por
agujero de personalidad, aquella parte o faceta de la persona que esta difuminada
y que no ha obtenido el modo de desarrollarla, un ejemplo sería la confianza en
validar lo que uno siente como real, fiarse de las propias sensaciones, un proceso
que es tan natural en los niños y que como adultos a menudo perdemos esta
autenticidad.
Perls escribe (1974): “El sueño es una excelente oportunidad para
encontrar los hoyos de personalidad. Aparecen como vacíos, como espacios
huecos, y al acercarse viene la confusión y el nerviosismo. La experiencia
espantosa, la expectación: si me acerco a esto habrá una catástrofe, seré una
nada. Ya he hablado acerca de la filosofía de la nada. Este es el impasse, donde
evitamos, donde nos viene la fobia. Súbitamente se ponen somnolientos o
recuerdan que tienen algo muy importante que hacer. Si trabajan sus sueños, es
mejor hacerlo con alguien que pueda mostrarle dónde están ustedes evitando.
Entender un sueño significa darse cuenta de cuándo están ustedes evitando lo
obvio. El único peligro consiste en que la otra persona puede llegar al rescate
74
demasiado pronto y decirles que les está ocurriendo, en vez de darles la
oportunidad de descubrirlo ustedes mismos” (pág. 82).
La peculiaridad en su forma de trabajar a diferencia de otros gestaltistas
es que de Casso, utiliza fragmentos de varios sueños, eso es consecuente con la
idea de que detrás de los sueños está el modo de funcionar de la persona y su
aprendizaje de los sueños, por tanto pedir varios sueños es semejante a
complementar para ilustrar. Perls no llevaba los sueños a sus últimas
consecuencias, ya que con frecuencia introduce como innovación en su trabajo
la pregunta: ¿y dónde aprendió esto que le pasa en el sueño?” El mismo Perls
no se aplica lo de seguir el hilo del síntoma a la gestalt escondida.
De Casso (2003), desde el profundo estudio de la obra de Perls que
presenta en su última publicación, intuye que en su último tiempo no se dedicaba
tanto a hacer terapia sino a demostrar que la Gestalt es útil. Nos consta que Perls
ya trabajaba sueños en los años 50 cuando vivía con su esposa en Nueva York,
en esa época utiliza estos elementos tomados del psicodrama de Moreno. Perls
adquiere un conocimiento derivado del trabajo en sus talleres más allá de las
interpretaciones psicoanalíticas que él había aprendido.
Por definición el trabajo de sueños se va construyendo sobre la marcha,
se ilustra el procedimiento desde el trabajo de Perls (1974) de ninguna manera
cuando uno escucha el relato de sueño quiere decir que uno se sienta orientado
desde el primer momento, uno se siente totalmente desconcertado, pero luego
viene la segunda fase, revivir el sueño, escenificarlo, aquí hay que hacer especial
hincapié en decirle a la persona “ahora no me lo estas contando, ahora estas
reviviéndolo”, y lo más frecuente es que entonces aparecen matices, nuevos
elementos que van dando lugar a que uno se vaya haciendo algún tipo de
hipótesis de cómo trabajarlo, como puede ser: escoger una contraposición entre
dos personajes, una personificación de los elementos que aparecen, una casa, un
muro, etc. En los casos de pesadillas o sueños angustiosos como por ejemplo ser
perseguido por una entidad amenazante, o estarse precipitando por algún
abismo, sueños en los cuales la persona se despierta antes de que lo temido tenga
lugar, resulta revelador dos procedimientos: uno consiste en continuar el sueño
como dejarse impactar contra el fondo en la caída, o dejarse alcanzar por la
figura amenazante, prácticamente siempre encuentro que lo temido se disuelve,
es decir no sucede lo catastrófico temido, uno no recibe daño, desaparece la
sensación de peligro. El otro procedimiento, sobre todo en pesadillas de
persecución consiste en personificar el personaje amenazante, eso le lleva a vivir
la situación desde la otra polaridad encontrándose con que - de ordinario - el
personaje amenazante no alberga intenciones negativas sobre el soñante, no
pretende hacerle daño o bien era un simple juego. Por otra parte ese incorporarse
la fuerza de esa figura fantaseada como peligrosa, le libera de la figura del débil
del amenazado.
75
De Casso (2003) en su trabajo llega a un último término que no llegaba
Perls, este autor rescata escenas de infancia guardadas en la memoria del
soñante y pueden dar pie a trabajar esas escenas infantiles, tal vez con la relación
con los padres de modo que pueda revivirlas cambiando la perspectiva en las que
quedaron grabadas en su memoria. Hacer de su padre o de su madre consigo
mismo, darse cuenta de sus verdaderas motivaciones, es decir revivirlas desde el
otro lado.
La actitud terapéutica en el trabajo con los sueños, es estar presente, muy
en contacto con lo que sucede y fiarse en lo que se me ocurre, no someterlo a
ningún tipo de interpretación interna. Esto no quiere decir que todos los sueños
sean trabajables, pero cuando en un taller los sueños que han sido invitados,
porque al escogerlos tiene que ver con las dificultades de su vida, hay que llegar
al punto de unión con su gestalt oculta, entonces el trabajo consiste en que la
persona recupere la energía que perdió en esa situación.
Hay una parte fisiológica, que no podemos olvidar, cuando Freud (1900)
escribió su libro de interpretación de los sueños, el no sabía nada de la fisiología,
es en el año 1980 dónde se inventan el EEGG y entonces se pueden comprobar
algo. Hay diferentes frecuencias, alfa entre 7, 14, 15 ciclos `por segundo, hay
otras asociadas a cuando soñamos, las ondas deltas son muy lentas de 0, 4 ó 5
ondas por segundo y que parece que se activan, hay ondas de transición que
tienen forma de usos, esas ondas de usos están asociadas a esos periodos de
ensoñación que parece que nos estamos quedando dormidos, antes o después
dependiendo de si podemos desconectar en el tronco cerebral, lo normal es que
entremos en esas ondas delta a lo que llamamos sueño. Paradójico porque,
aunque la frecuencia cerebral permite soñar, es el momento en el que es más
difícil despertar; este es el sueño REM y el sonambulismo es uno de los
fenómenos que pueden suceder en estos periodos. La totalidad del ciclo de ondas
delta abarca un periodo que se vuelve a interrumpir por un ciclo de soñar, así
tres o cuatro veces, el último periodo es en el que más podemos soñar y en el
que recordamos los sueños. Freud de haber tenido conocimiento, ¿hubiese
afectado a sus teorías? Pues no sé. Creo que son dos campos diferentes.
Freud (1900) fue el primero que se dedico a investigar científicamente el
mundo de los sueños, en primer lugar todo el material que recopilo, parece ser
que el deseo de saber acerca de los sueños es algo concircustancial en todos los
tiempos. Freud intento buscar paralelismo con los símbolos, Freud lo contempla,
no lo descarta completamente, pero él insiste con que los sueños tiene que ver
con la personalidad del pensante, y en esto sí que es un pionero. Freud establece
leyes en el análisis, que primero estudió en los suyos propios. El enfoque de
Freud es interpretativo, analítico, y la manera de acercarse a descifrar el sueño es
por medio de las asociaciones. Establece leyes, la de la condensación, del
desplazamiento, también otro punto importante para él es el de la censura, el que
se encargara de censurar elementos de la vida porque fuesen muy amenazantes.
76
El sentido para Freud es que los sueños es la realización de deseos, el mismo se
da cuenta que no es muy factible, sobre todo con las pesadillas. Freud es muy
cientificista, muy causal y muy lineal.
Según De Casso (2003), Jung en su autobiografía cuenta una serie de
historias en relación a una paciente con la que tuvo una relación, Freud tenía un
rechazo muy fuerte de algo que sin embargo constituía un deseo para él. El
mundo de lo misterioso. Jung escribió sobre alquimia, estudio de culturas y
rituales primitivas, mándalas como imágenes de centramiento interior. Jung a
contraposición de Freud busca el proceso de individuación de la persona, quiere
decir el proceso en el que la persona se desmarca “energética psíquica y esencia
del sueño”, en la primera parte expone la teoría de la libido de forma más
independiente de la sexualidad de Jung, para él la libido es la energía de la vida.
La siguiente parte habla de la personificación de los distintas partes del sueño.
Hay dos formas de caer en la trampa con los padres (Sansinenea, 2001)
una hacer lo mismo que ellos, la otra lo diferente. En ambas el punto de
referencia interno no está en uno mismo. Mediante las escenas que aparecen en
los sueños que frecuentemente tienen que ver con los padres el objetivo es
reconectar con la propia referencia interna.
Se muestra en el Anexo 5 un ejemplo de un caso clínico de una mujer
que presentaba problemas con la autoridad materna, por sometimiento, sumisión,
etc. que puede reflejar adecuadamente cómo se trabaja desde la perspectiva de
género en los talleres de sueños. Con anterioridad, esta misma paciente había
trabajado en el curso anterior otro sueño también con De Casso y tras darse
cuenta en el trabajo de la amenaza con peligro por violencia, que su expareja
ejercía sobre ella, pudo denunciarlo y en la actualidad cumple orden de
alejamiento. Como podemos apreciar esta paciente presentaba en su historia de
vida relación de sumisión en la primera infancia en la forma de relacionarse con
su madre que luego vuelve a repetir con su pareja. A través del trabajo mediante
sueños pudo darse cuenta de su forma de relacionarse y poner límites a su madre
y también a su expareja. El trabajo con sueños es una técnica muy relevante en
pacientes que tienen dificultades para identificar problemas derivados del
género.
5.2.5. Efectos de la intervención del trabajo con sueños
Dado que este trabajo es el precedente a mi futuro trabajo de Tesis
Doctoral considero que ha de permitir comprobar de forma práctica la
importancia de la toma de conciencia mediante el trabajo con los sueños. Es un
requisito importante que el individuo sienta sensorial y emocionalmente por
77
medio de sus propias actuaciones mediante la escenificación del sueño lo que le
está sucediendo en el aquí y ahora. La metodología gestáltica aplicada a los
sueños, facilita al soñante contactar con la parte rechazada o en conflicto, y
puede aclarar sentimientos y conductas implicadas. De esta manera se plantea
diferentes cuestionarios para la recogida de datos obtenidos del libro Sueños en
Terapia Gestalt de Castanedo (2008) los cuales son:
- Anexo 5. Ficha-Cuestionarios de Sueños
- Anexo 6. Ficha del Reencuentro
- Anexo 7. Escala para medir las ganancias en el trabajo con sueños
5.3.- El trabajo con el síntoma. Enfoque de Adriana Schnake
Adriana Schnake se formó como médico psiquiatra. Durante unos años
ha sido profesora en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Ex
presidenta de la Asociación Gestáltica de Buenos Aires y de Córdoba y
Miembro de Honor de la Asociación Española de Terapia Gestalt. Conocida en
el mundo de habla hispana como una de las figuras más relevantes de la
psicoterapia gestalt por su Enfoque Holístico de Salud que lleva impartiendo
durante más de dos décadas. La Dra. Schnake vive, trabaja y enseña su enfoque
sobre las enfermedades en Chilóe, una isla al Sur de Chile, en su Centro
Anchimalén, allí recibe grupos y personas para trabajar en psicoterapia
conflictos y problemas relacionados con la salud.
En la labor divulgativa de su enfoque cuenta con la publicación de cuatro
libros: Sonia, te Envío los Cuadernos Café (1987), Los Diálogos del Cuerpo
(1995), La Voz del Síntoma (2001) y Enfermedad, Síntoma y Carácter (2007).
Se exponen en los siguientes apartados las ideas principales del enfoque
de esta autora así como los síntomas asociados a un carácter masculino y
femenino.
5.3.1. Aspectos centrales
El campo de actuación de Schnake dentro de la Terapia Gestalt tiene
como objetivo las enfermedades dentro de un enfoque holístico de la salud y la
enfermedad que imparte con el formato de Diplomado en su centro de Chiloé.
Indaga sobre las enfermedades con una actitud de escucha de los mensajes del
cuerpo, con el fin de acceder a una mejor calidad de vida y al cambio personal.
No lo plantea como una curación o una medicina alternativa, sino como la
78
posibilidad de escuchar la voz del síntoma, la voz del órgano enfermo y
comprender el sentido que tiene para la vida enfermar, esto puede ayudar a la
sanación, pero sin luchas omnipotentes con la medicina tradicional (Schnake,
2001).
Este enfoque busca que la persona entienda que su personalidad puede
favorecer, en un momento dado, la aparición de una enfermedad en un órgano en
particular. Su hipótesis se basa en el concepto de neurosis y la polarización que
ésta conlleva, ya que implica que la persona no acepta, o niega, alguna
característica propia de sí mismo. Este rechazo o negación ocurre en un
organismo completo donde los aspectos fisiológicos no están separados de los
psicológicos. Esta continua negación de alguna característica puede ser un
campo fértil para que un órgano, que anatómicamente o fisiológicamente posea
cierta vulnerabilidad, pueda presentar la aparición de una enfermedad (Schnake,
1997).
Seguidora del legado de Perls y de la Terapia Gestalt, considera que lo
curativo constituye una nueva escucha que permita a la persona interpretar lo
que le sucede y organizarse desde un nuevo equilibrio energético interno en una
relación más ecológica consigo misma. Schnake (2007) se refiere al cuerpo
describiéndolo como una conjugación holística del potencial sanador a partir de
la comprensión de la sabiduría del cuerpo para expresar el sentido de su
transcendencia en la vida vivida.
Perls como médico que estuvo de paso en el psicoanálisis, sabía que en
las distintas heridas del cuerpo no estaban implicados solamente los mecanismos
biológicos sino -siguiendo concepciones de Capra (1985)- que en la enfermedad
es necesario relacionar también la condición emocional y relacional del ser
humano y su entorno y éste será el modelo que Schnake adopta en su trabajo.
Según Schnake (1995) las insistencias de tradiciones anteriores, al
describir el aparato psíquico separado de lo somático, han dado lugar al olvido
del cuerpo para los terapeutas en general, especialmente cuando muchos de ellos
no han experimentando contacto alguno con aspectos biológicos. Perls, fue la
primera persona en combatir la enajenación del propio cuerpo. Denunció ese
hablar en tercera persona que usamos al referirnos a nuestro cuerpo o sus partes:
la cabeza, el estómago, el hígado, etc.., en vez de decir “mi cabeza, mi
estómago o mi hígado”. Desde el lenguaje es necesario el hecho de reposeernos,
de no ponernos en manos de otro como un paquete que no sabe lo que contiene.
Los psicoterapeutas no tienen que temer al cuerpo, han de saber que se tiene que
contar con él. Es preciso que las personas sean realmente tomadas como tal, y
esto no se consigue agregando aún más datos a la información que la persona
está dando sobre su cuadro clínico o sus síntomas. Lo que hace falta es que la
persona, de mero “informante” pase a ser “actor principal”. Es el paciente el que
tiene los síntomas, a quien debemos de ver; no a la enfermedad, que una vez que
79
aparece se transforma en protagonista principal y ya no hace falta ni el paciente
para ocuparse de ella. La enfermedad es el centro de las reuniones; es lo primero
que ve el médico cuando se acerca al paciente. Así pierde definitivamente la
pista que puede llevar a encontrar el verdadero sentido y significado de esa
enfermedad para esa persona, en ese momento, y en ese órgano.
El acercamiento de esta postura por parte de Perls, fue lo que impulsó a
idear diferentes modos de hacer sentir al cuerpo, para que nos demos cuenta de
qué sensaciones o postura acompaña a nuestro decir, y se vuelva evidente un
lenguaje distinto de ése que hablamos, que está procesado por nuestra corteza y
modificado por todos los condicionamientos adquiridos a lo largo de la vida. En
la obra de Perls (2004) encontramos la siguiente reflexión a esta postura de su
concepto de organismo como totalidad y de que todo ha de ser completado: “¿De
qué técnicas se dispone actualmente para integrar la personalidad de nuestros
pacientes, es decir para restaurar el balance organísmico y abrir el camino para
la autorrealización productiva” (pág. 58).
El trabajo de la Dra. Schnake consiste en realizar un diálogo gestáltico de
la persona con su órgano enfermo, en este diálogo la persona puede reconocer y
rescatar las características propias de la anatomía y fisiología del órgano que
inicialmente le cuesta reconocer y aceptar para sí mismo. Esto lo enseñó Perls,
podemos hablar y dialogar con cualquier objeto que aparezca en nuestros
sueños, pues de igual forma podemos hacerlo con cualquier parte de nosotros
mismos que se queja de algo. Esto es lo que se hace en el entrenamiento de las
personas que acuden a formarse en el modelo que se imparte en el centro
Achimalen; quienes aprenden a facilitar a que las personas conecten con el Aquí
y Ahora, escuchen los mensajes del cuerpo y salgan del atrape en el que se
encuentran inmersos.
Se trata de que la persona pueda integrar estas cualidades o
características negadas y sirvan de ayuda en la mejora o sanación del órgano,
aunque el fin de este trabajo terapéutico es recuperar la integración de la
personalidad y así disminuir la neurosis. En su libro Enfermedad, Síntoma y
Carácter (2007) aparecen las diferentes fichas con las cualidades anatómicas y
fisiológicas de cada órgano, se suelen utilizar ayudándose de la técnica de la
Silla Vacía que con anterioridad se ha explicado en qué consiste. La persona
establece un diálogo entre su yo real sentado en una silla y su órgano enfermo
proyectado en la otra, el terapeuta establece los cambios y la información que
aparece en las fichas sirve de orientación a este trabajo. A continuación se
exponen a modo de ejemplo fichas del citado libro.
A partir del trabajo con las articulaciones, se puede representar lo
complejo de las relaciones humanas, podemos conectar con las mayores
dificultades, cuando tenemos que ser una articulación para alguien, de lo
80
primero que nos damos cuenta es que nadie las ve como un órgano; son más bien
una relación, una parte difícil de definir.
¿Qué decimos al “ser” una articulación? Escribe Schnake (2007): “Soy
un lugar de encuentro de dos huesos. Mi función esencial es mantenerlos unidos
toda la vida hasta que la muerte nos separe. Tengo que cuidar que no se rocen.
Que no se acerquen o separen demasiado. Que mantengan la distancia óptima.
Para ello tenemos ligamentos muy flexibles y elásticos que van de un hueso a
otro. Tengo un líquido verde azulado transparente que lubrifica las superficies
óseas, que a su vez están cubiertas por un suave periostio. Estamos envueltas en
una cápsula articular que nos separa del resto. Tenemos un nervio, una vena y
una arteria que nos alimenta y nos conecta con el resto. Soy conciliadora,
flexible, armónica. Permito que los músculos muevan los huesos que uno con
facilidad y destreza, y tengo claros límites. No puedo permitir movimientos en
todos los sentidos” (pág. 65).
Desde el momento en que, siendo su articulación, se le dice a la persona
que su función principal es unir dos cosas de la misma naturaleza “hasta que la
muerte las separe”, ella se conecta rápidamente con sus relaciones sentimentales,
y tal vez la única que es ‘para toda la vida’ sea la que se establece con los hijos.
De una u otra forma, surgen las asociaciones con las crisis sentimentales, con los
rompimientos, y especialmente con los roces.
El diálogo mantenido estrictamente en el Aquí y Ahora, que nos lleva a
preguntar a la persona en qué se parece a nosotros (las articulaciones) se centra
en las características que se describieron. Lo frecuente es que la persona
reniegue de su ser conciliadora, o de tener límites, o de ser capaz de mantener un
espacio óptimo: “o me pegoteo o me alejo totalmente”. Desde este darse cuenta
las personas se permiten revisar de otro modo la situación que habían vinculado
causalmente al inicio de los síntomas.
A continuación, en la Fig. 14 (Schnake, 2007, pág. 65) aparece la
imagen sobre la articulación en la rodilla y la asociación sobre las características
de personalidad que se le atribuye en el trabajo terapéutico con dificultades en
estas zona corporal y que acabamos de explicar a modo de ejemplo.
81
Fig. 14 Schnake (2007, pág. 65)
En las siguientes Figuras 15 y 16 se presentan características de la
personalidad que tienen relación con la polaridad de los órganos reproductores:
masculino y femenino. Será muy adecuado trabajar con este enfoque en los
conflictos y problemas asociados al género, que puedan presentar los pacientes.
Fig. 15 Schnake (2007, pág. 213)
82
Fig. 16 Schnake (2007, pág. 205)
En los talleres y en psicoterapia se posibilita el rescate y el
reconocimiento del cuerpo, se descubren las más increíbles negaciones, eso que
Perls llamó “huecos” de la personalidad. A través de diversas experiencias se
incita a reposeer nuestro cuerpo de un significado propio, identificando,
caracterizando y dramatizando los síntomas. No por ello es fácil la tarea de
vivenciar los síntomas y aprender a escuchar los mensajes del cuerpo, no es fácil
ponernos en contacto con las reales demandas y necesidades de nuestro
organismo. Vivenciar y conocer de un modo diferente el propio cuerpo puede
contribuir a transformar completamente el sentido de la enfermedad.
5.3.2. El inconsciente del síntoma y su relación con la salud.
Schnake (2007) señala que hay dos formas de conectarnos con los
mensajes de nuestro cuerpo:
- Una inadvertida, con la cual no buscamos ni esperamos nada,
simplemente nos hundimos en la sensación de una parte de nosotros mismos o
de la naturaleza, y dejamos seguir la emoción con un ritmo dejando que se
exprese libremente mediante diferentes cualidades como sonido, color, aroma,
etc. Este contacto a menudo nos conduce al reconocimiento de todo nuestro
organismo que favorecerá nuestro bienestar.
- El otro modo se da por medio de los diálogos gestálticos, no se trata de
hablar con nuestro síntoma órgano como se nos ocurra, observaremos si el
diálogo que se produce refleja castigo, agresión, etc. hasta que puedan llegar a
ser acreditadores de dolencias.
El trabajo del psicoterapeuta tratará de conectar a la persona con sus
afectos y desafectos, con toda su vida de relación, no “sabe” lo que está pasando
83
o de qué se trata esta enfermedad que tiene a la persona detenida y de la cual
quiere verse libre. Este es el máximo momento de enajenación de la persona,
cuando se vive a sí misma como un objeto que hay que reparar. Una es la
persona que habla y se queja; la otra, la enfermedad que lo ataca, una enemiga
de la que hay que deshacerse lo más rápidamente posible. Desde esta realidad se
desprende la tarea de quitarle a los síntomas y las enfermedades el carácter de
enemigos. Se puede lograr que la persona deje de luchar con una parte de sí a la
que, en este momento, le atribuye su dolor o limitación, citando a Schnake
(2001): “lo que difícilmente le aceptamos a otra persona se lo aceptamos a
nuestros órganos” (pág. 203). Al representar el rol del órgano afectado se puede
comprender al organismo.
Y a este respecto que venimos subrayando sobre la concepción
organísmica que Gestalt hace de la persona, encontramos referencia en las
siguientes palabras que Perls (1976) publica en su libro El enfoque de gestáltico
y testimonios de terapia:
“Tal como lo consciente es de naturaleza puramente mental, lo es
también lo inconsciente. Sin embargo, la capacidad de darse cuenta (awareness)
y la incapacidad de darse cuenta (unawareness) no son exclusivamente procesos
mentales. De acuerdo a nuestra definición, ambas son propiedad del protoplasma
que es constituyente de todas las criaturas vivas. En una criatura tan compleja
como el hombre, las áreas de incapacidad de darnos cuenta son bastantes
amplias. No nos damos cuenta de nuestros procesos vegetativos, de las fuerzas
que nos hacen respirar, comer y excretar. No nos damos cuenta de muchísimos
procesos de crecimiento. Pero al igual de nuestras áreas donde somos incapaces
de darnos cuenta son amplias, también lo son las áreas en que somos capaces de
darnos cuenta. Éstas no sólo incluyen nuestras actividades sensoriales
manifiestas y motoras, sino también muchas de esas actividades desvanecidas
que denominamos mentales” (pág. 62).
Una Escuela de psicoterapia que tiene un planteamiento unitario ante el
organismo unitario que es el hombre, no puede ocuparse a sí misma únicamente
del material mental, bien sea este reprimido o expresado. Debe ocuparse de la
configuración total de la conducta y debe además intentar hacer que el paciente
se percarte de la configuración total como sea necesario para la salud.
Pocos gestaltistas ponen el acento en la base biológica, organísmica de
este paradigma, la confianza de Perls en la autorregulación individual se hace
patente en la psicoterapia (Naranjo, 1990).
En el Instituto Gestáltico de Córdoba en Argentina, se ha desarrollado un
modelo de enseñanza llamado “Anatomía y fisiología vivenciadas”, como parte
de los cursos de Postgrado en Psicoterapia Gestáltica que se encuentra aprobada
por el Colegio de Psicólogos como una especialidad oficial.
84
El trabajo desde este modelo no es una panacea de salvación, en sus
manuales aparecen transcripciones de experiencias positivas de recuperaciones,
ya sea en la afección que esté dando los síntomas o por las claras intromisiones
de cómo su carácter y rasgos de personalidad intervienen en la producción y el
mantenimiento del síntoma. Desde luego, también hay personas que no sanan,
incluso mueren, poco se publica sobre estos casos negativos aunque en el libro
Los diálogos del cuerpo (Schnake, 1985) hay una hermosa descripción de un
hombre y su lucha con un cáncer donde, finalmente, ambos sucumben).
Este enfoque tiene rasgos muy útiles, que hacen que, a veces, se aminore
el sufrimiento porque se produce el afrontamiento con su realidad. El punto
central es la aceptación de lo real, lo obvio. Lo que le pasa a la persona no lo
sabe ni el terapeuta, ni la propia persona. Sólo sienten que algo duele, algo crece,
algo se descompone, algo no canaliza bien del todo. De ahí en adelante, todo
será el resultado de esa manera de escuchar y acompañar al otro en su realidad.
Lo que le pasa se irá revelando a partir de la profundización en el proceso, por la
certeza de que el organismo sabe mejor y la creencia de la capacidad regulatoria
de lo vivo. En el trabajo mediante ejercicio de dialéctica autónoma entre la
persona y su síntoma surgirán temas, tensiones, conflictos, quejas y rigideces
que antes no se habían desplegado de forma tan evidente.
Para concluir, se expone con detalle los pasos que Schnake (2007) indica
esenciales en estos diálogos con las partes del cuerpo:
Explicar a la persona que se ponga en contacto con la parte de la
que se queja, de modo que pueda llegar a darse cuenta del
significado de este reclamo.
Pedimos que relate con detalle qué le pasa, qué le duele y a qué
atribuye su malestar.
Escuchamos con gran atención para darnos cuenta a qué parte u
órgano se le está haciendo responsable.
Pedimos a la persona que se siente enfrente y “sea” esa parte, que
se tome unos minutos para tratar de imaginarse como ese órgano
o parte y que se describa. Cuando comience, el terapeuta lo va
guiando con la finalidad de que exprese la máxima información,
le ayudamos para que se dé cuenta de las características de esa
parte.
Lo cambiamos a su asiento y le pedimos que exprese a su parte
que habló, lo que siente.
Volvemos a pedirle que cambie de asiento y el terapeuta
indicándolo se sienta en la otra silla y explica que ahora va a
hablar él, escenificando el órgano, el terapeuta se describe con
toda la información que tiene sobre la parte que se está trabajando
y le pregunta al paciente con qué cosas de su discurso ha
resonado. En esta parte es donde viene el arte del diálogo,
85
respecto a los silencios, la escucha, esa persona que rechazaba o
temía a ese órgano, se conecta con lo que es, con sus límites, etc.
Cuando la persona responde al órgano (¿en que nos parecemos tú
y yo?), normalmente se conecta con temas personales, con
aspectos de sí opuestos a algunos rasgos expresados por el órgano
que habló.
El terapeuta se mantiene en su rol de órgano y el diálogo se sigue
desde ahí; en este punto es indispensable una actitud
fenomenológica no interpretativa.
Para finalizar se cambia a la persona al sitio y para que adquiera
el rol del órgano y pueda expresar en primera persona y
asumiendo su discurso lo mejor posible.
Los pasos descritos son todo un camino que la persona tendrá que
recorrer para que integre aspectos negados de sí misma, en ocasiones aspectos
polares y desconectados. El conocimiento de la propia estructura, de las
características y atributos, anatómica y fisiológicamente se hacen esenciales en
el terapeuta para el trabajo desde este modelo. El terapeuta debe de poder
entregar al paciente el conocimiento, funcionamiento del organismo, enseñar y
devolver la confianza mediante la integración de todos estos conceptos por parte
del paciente.
5.3.3. Estudios sobre la relación entre la salud física y emocional.
El concepto de salud y enfermedad se relaciona con la percepción de los
síntomas, es un momento fundamental porque condicionará la definición que el
propio individuo hace de sí mismo como enfermo. De la perseverancia del
malestar y el miedo al diagnóstico de una enfermedad grave, se inicia el rol de
enfermo que implica el reconocimiento por parte del entorno y el contacto con
los servicios de salud. La búsqueda de ayuda profesional, como conducta de la
enfermedad, es una respuesta cultural y socialmente aprendida, por lo se aprecia
que los hombres son más reacios a acudir al médico. Además, las consecuencias
de la enfermedad en la vida laboral hace que los hombres las expongan de
diferente modo, los varones jóvenes perciben la enfermedad como un obstáculo
para su carrera profesional. La salud autopercibida en los varones está
estrechamente asociada a su situación laboral y en menor medida a su situación
familiar. Si los hombres parados presentan un nivel de salud inferior al de los
ocupados, la salud de los separados y divorciados es similar a la de los que viven
en pareja. La cultura de la salud en los hombres está muy impregnada por
estereotipos de género: el hombre debe de ser fuerte y aguantar (González,
2009). De igual forma también se aprecia que el colectivo de hombres consulta
en menor medida con profesionales del ámbito de la psicoterapia.
86
El número de trastornos relacionados con la ingesta de sustancias, el
abuso y la dependencia de alcohol, alucinógenos y opiáceos es mayor en los
varones, algunos de los riesgos asociados a estos consumos son: accidentes,
violencia, apatía y deterioro de la vida laboral y social (Burín et at., 1990).
Según Martínez Belloch et at. (2001) se observa una mayor prevalencia
en los hombres en los diagnósticos con la categoría de trastornos de personalidad
que tienen que ver con los trastornos sociales, y son más frecuentes los
diagnósticos de trastornos paranoides y esquizotípicos en hombres. También se
constata mayor frecuencia para los varones en los trastornos de personalidad por
evitación, trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno narcisista.
Bajo el epígrafe de trastornos sexuales y de la identidad sexual con
referencia a las parafilias, en el DSM-IV (APA, 1995) -pese a su dificultad de
delimitación, debido a las diferencias respecto a la cultura- cuando se tiene
presente la prevalencia por sexo, a excepción del masoquismo sexual, en la que
la relación según el sexo es de veinte varones por una mujer, las otras parafilias
prácticamente no se diagnostican nunca en mujeres, aunque se han descrito
excepciones.
Respecto al concepto de Salud y la relación entre personalidad y las
diferencias según sexo-género encontradas, pueden estar explicadas en parte por
el papel social, es decir, el género desempeñado por el varón. Así, Sctuteri,
Parson, Chesney y Anderson (2001) han encontrado que la expresión de la Ira
como rasgo en los hombres les lleva a expresar su papel social agresivo y les
hace más vulnerables a las enfermedades cardiovasculares. Igualmente, la
propensión en los hombres en la expresión del rasgo de Ira está asociado con
elevados índices de arterosclerosis carótida (Bleil, Manuck, McCafery y Sutton-
Tyrrel, 2004).
En lo que respecta a la utilización de la salud pública, las campañas sobre
la detección de cáncer de próstata en el hombre no están tan extendidas como en
el caso del cáncer de mama en la mujer, o aunque residan en una zona donde
esté implantado este tipo de servicio, los hombres suelen a menudo no realizarlas
por temor o vergüenza (Oláiz, Rico, Valdespino y Sepúlveda, 2003).
Los datos apuntan que en la salud y en la enfermedad se producen
diferencias y desigualdades de género, aunque no se puede hablar de
vulnerabilidad de las mujeres bajo la idea de que todos los hombres tienen una
situación de salud mejor (González, 2005).
Considerando los síntomas femeninos históricamente se hace alusión a
los estudios sobre la histeria en relación a los factores sociales que se derivan en
un mundo altamente competitivo que conlleva que los individuos muestren
autocontrol. Los sentimientos de dolor o resentimiento, ansiedad o ira, son
inevitables pero difíciles de manejar, y por lo tanto son reprimidos y redirigidos
87
en una de las pocas formas de expresión en que están permitidos, es decir, la
presentación de la enfermedad física (Porter, 1993).
El rol de la mujer y la relación con los estereotipos hacen que influyan en
la elección de los síntomas, por ejemplo los desordenes gástricos eran
compatibles con la vida activa social del hombre, mientras ser una “mujer
histérica” suponía, exhibir una batería de síntomas incapacitantes, debilitadores e
inmovilizadores. La histeria era un patrón socialmente reconocido, las mujeres
“elegían” rasgos de la histeria como modo particular de expresar malestar,
descontento, ira o sufrimiento. Smith-Rosenberg (1981, 1985) subraya una
epidemia de histeria entre los años 40 y 80 del siglo XIX entre las mujeres en
Estados Unidos en un momento de cambio en el rol de la mujer; en concreto en
el cambio entre los roles “mujer verdadera” (emocional, dependiente y gentil) y
de la “madre ideal” (fuerte, confiada, protectora, cuidadora eficiente con los
niños y con el hogar). Es decir, el conflicto entre el paradigma ideal de la mujer
y la vida real de ésta. La histeria y las enfermedades nerviosas pueden haber
servido a algunas mujeres que encontraron dificultades en conciliar ambos roles.
Finalmente la histeria se convirtió en una enfermedad no manejable, sin
etiología ni curso definido que no alcanzaba el estatus de enfermedad científica.
La nueva psicología del S. XX permitió a generaciones de mujeres
pensar en sus sentimientos y experiencias con un lenguaje diferente, este nuevo
sistema de significado enseñó a las mujeres a percibir sus tensiones emocionales
como síntomas de desajustes psicológicos, en lugar de luchas espirituales, y
favoreció buscar ayuda en médicos y psicólogos en vez de en sacerdotes
(Shorter, 1992).
Los problemas de salud adquieren una mayor prevalencia en la población
femenina. La feminidad tal y como es concebida en nuestra cultura parece
constituir el mayor factor de riesgo (Valls Llobet, 1995). Las enfermedades y
trastornos psicológicos normalmente se manifiestan a través de síntomas y son
los estudios epidemiológicos los que informan de la posible prevalencia
diferencial de estos. El desigual valor de la posición de los sujetos por las
asimetrías de género debe considerarse una de las fuentes explicativas de la
diferente prevalencia que muestran los informes de salud con respecto a los
sesgos de género que subyacen a los modelos teóricos en el campo de la salud,
un importante sesgo consiste en extrapolar a las mujeres los resultados de
investigaciones realizadas exclusivamente en hombres, esto implica considerar
que los factores de riesgo y protección son los mismos para hombres y mujeres
(Sánchez-López, 2003; Valls, 2001).
Se ha comprobado que el mayor riesgo de padecer trastornos
psicosomáticos está asociado a algunas características que coinciden con los
rasgos del estereotipo de género tradicionalmente femenino, como una elevada
dependencia emocional, falta de asertividad, hipercriticismo o mala capacidad de
88
elaborar duelo ante la pérdida de seres significativos. Así mismo los trastornos
relativos al estado de ánimo como los problemas intestinales (colon irritable) se
asocian con una elevada comorbilidad psíquica: depresión, trastornos de
ansiedad, fobias y somatizaciones (Mingote, 2001).
El número de trastornos relacionados con la ingesta de sustancias
sedantes y ansiolíticas es mayor en la mujer y pueden asociarse con depresión,
labilidad emocional sentimientos de tristeza y soledad, atribución de
incapacidad, etc. El mayor consumo de psicofármacos en la mujer puede deberse
al hecho de que son drogas lícitas, lo que a pesar de sus consecuencias adictivas
no es estigmatizante socialmente, el consumo de fármacos no deja de ser una
estrategia de afrontamiento por evitación (Burín et at., 1990).
Otras investigaciones constatan que los síntomas de angustia y
depresivos son más prevalentes cuanto más estereotipada es la feminidad de la
mujer. Según los estudios epidemiológicos realizados en la mayoría de países
occidentales, las mujeres experimentan y padecen más depresión que los
hombres (Beichmar, 1993; García-Mina 2001; Levinton, 2001). La depresión
afecta ligeramente más a las mujeres que hacen un trabajo reproductivo,
mientras que los síntomas de ansiedad y estrés son más predominantes en las
mujeres que tienen un trabajo productivo. Como indicador de la salud psíquica
se ha utilizado el consumo de tranquilizantes, hipnóticos y barbitúricos y los
resultados revelan que las amas de casa son las que más consumen estos
medicamentos, lo que revela que constituyen el colectivo con mayor
predisposición a trastornos mentales o, al menos, a su tratamiento farmacológico
(González, 2009).
Cuando se analizan los trastornos del estado de ánimo en la categoría de
“episodios afectivos”, los depresivos aparecen con doble frecuencia en las
mujeres respecto a los hombres. La depresión constituye un problema de elevada
prevalencia dentro de la salud pública, frecuentemente asociada a trastornos
somatoformes sobre todo cardiacos y gastrointestinales (Beck, 1972; Dio
Bleichmar 1991; Mingote, 2000; Seligman, 1975).
Referente a los trastornos de ansiedad, tanto los de angustia, de ansiedad
generalizas y agorafobia, como los distintos tipos de fobia a excepción de la
fobia social, la prevalencia en mujeres es más elevada que en hombres (Mingote,
2001).
También se encuentra una mayor prevalencia en las mujeres en países
desarrollados en trastornos de identidad, disociativos, de control de impulsos,
límite de personalidad, por dependencia o el histriónico y los trastornos de
conductas alimentarias, tanto la anorexia como la bulimia (Martínez Benlloch et
al., 2001)
89
Anderson, Chesney, Parson y Sctuteri (2001) han encontrado la
expresión de la Ira como rasgo en las mujeres que les lleva a expresar su papel
social ocultando la agresividad y les hace más vulnerables a las enfermedades
cardiovasculares.
Las mujeres son inmunológicamente más reactivas que los varones, lo
que da lugar a que se encuentren más protegidas frente a las enfermedades
infecciosas. Por lo contrario, son más sensibles a enfermedades autoinmunes,
tales como la artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, tiroditisis
autoalérgica, alergias, diabetes mellitus insulina-dependiente, etc. (Fusté, 2003).
En el documento “Función de la mujeres en la asistencia sanitaria”
publicado por la OMS en 1988, se relaciona el estereotipo femenino,
caracterizado por la sumisión, pasividad, dependencia y emotividad con la
capacidad de las mujeres para cuidar a los demás, pero también con su mayor
vulnerabilidad a la somatización. Además, el mandato de género exige
experimentar la maternidad y el cuidado de los otros de forma positiva. Las
mujeres deben de ser sostén de las angustias y malestares ajeno sin sentir, a la
vez, las exigencias frente a la conciliación de la vida familiar y profesional, todo
esto conlleva la aparición de sentimientos de culpabilidad ante las dificultades de
responder de forma satisfactoria a estas expectativas; estas realidades
frecuentemente se ocultan bajo síntomas somáticos que aparecen en muchos
cuadros clínicos (Beymer, 1992; Bonilla, 1998; Frankenhaeuser et al., 1991 y
Jessell y Valls, 2012).
La artritis reumatoide y la osteoartritis son enfermedades más comunes
en la mujer (Smith y Zautra, 2002) y se relaciona con altos niveles en la
dimensión de Neuroticismo.
El cáncer de mama indica una modesta asociación con factores
psicosociales específicos (Extraversión-Introversión, Depresión, expresión de la
Hostilidad/Ira y cáncer de mama (Andersen, Ankerst, Bowen, McGregor,
McTiernan y Yasui, 2004). Respecto al cáncer y el Optimismo en mujeres
pacientes, hallaron que el Optimismo y el bienestar psicológico influyen en la
adherencia al tratamiento, tanto inicial como a largo plazo; el Optimismo explica
en parte la adherencia al tratamiento y el bienestar psicológico sólo en el estadio
inicial del tratamiento (Antoni, Carver, Derhagopian, Petronis, Smith y Weiss,
2005).
Las mujeres definen su estado de salud considerando si sus relaciones
con los demás y con la comunidad son saludables (Kasle, Wilhelm y Reed,
2002). Actualmente la expectativa de vida ha aumentado para hombres y
mujeres, pero las mujeres han ganado en años de superviviencia en los que se
encuentra discapacitada (Bird y Rieker, 2002).
90
Por lo que indican los estudios anteriores presentados, podemos
vislumbrar que la relación de las enfermedades más presentes en las mujeres y
su sintomatología característica nos está hablando del reflejo del esfuerzo del rol
de la mujer, y la relación con los estereotipos que despeñan en la integración de
un mundo social y laboral que durante años estaba constituido desde un
paradigma patriarcal. Siguiendo la propuesta anterior presentada sobre el modelo
del trabajo con los síntomas desarrollada por la Dra. Schnake (2007), se adjunta
en el Anexo 8 la transcripción de un caso clínico en el que la paciente mujer
destaca sus rasgos relacionados con las características sobre cualidades
tradicionalmente masculinas que en la actualidad vienen presentando las mujeres
para adecuarse al estereotipo de mujer competitiva.
VI.- CONCLUSIÓN
Como se ha explicado, el modelo de la Gestalt contempla al ser humano
en su totalidad respetando las diferencias y particularidades del individuo en
relación a su entorno. De lo que se deriva que el objetivo final desde este
enfoque es la creencia en las potencialidades del ser humano y la consecución de
la salud tanto emocional como física, ya que tiene en cuenta la estrecha relación
que entre ambos conceptos existen.
Desde la Gestalt se pone el enfásis en una escucha de la salud diferente,
poder escuchar y poner voz a que le pasa al cuerpo y a sus síntomas;
frecuentemente va a ir relacionado con el modo de funcionamiento y forma de
relacionarnos con los demás.
En la descripción que se ha hecho del ciclo de las necesidades y los
mecanismos neuróticos que se utilizan para interrumpir la auténtica necesidad en
el individuo, se observa cómo son el origen del condicionamiento que vive la
persona a través de un determinado papel en la sociedad y de la identificación
con un rol, y su relación con los estereotipos de género. Posteriormente se han
mostrado las diferentes técnicas desde las cuales desarmar esos mecanismos
neuróticos que generan dificultades en el transcurrir de la vida de los pacientes.
La creación de esta disciplina por Perls aún es reciente, es por ello que se
cuenta con poca literatura a este repecto, a menudo poco documentada y con
poca evidencia empírica y eso suma una dificultad a la elaboración de este
trabajo y a la vez una gran oportunidad de poder comenzar a argumentar los
hallazgos desde una actitud más cientificista. Sin embargo en las últimas
décadas esta disciplina está siendo muy solicitada tanto por pacientes como por
profesionales con interés de ejercer desde esta orientación. La demanda de este
servicio de forma terapéutica y profesional es bastante más abundante por parte
de la mujer, tal y como se viene expresando en este trabajo que también es la
mujer la que solicita más frecuentemente los servicios sanitarios. Parece que hay
91
una clara implicación respecto al género y el contexto actual en lo que la Gestalt
tiene mucho que aportar.
Respecto a la Formación en Terapia Gestalt, es preciso recordar que el
diploma que se expide es en “Conocimiento en Técnicas Gestálticas y sus
aplicaciones” y que, como desde la AETG se expresa, su uso está sujeto a las
normas legales imperantes en el país. Esto quiere decir que para realizar el
ejercicio de Terapeuta Gestalt se debe, además, poseer titulación en Psiquiatría,
Psicología u otra que le permita el ejercicio psicoterapéutico. Mi apuesta desde
mi propio trabajo en mi Escuela en Jaén es la difusión y la implicación del
alumno en que no se quede en las simples técnicas a menudo deslumbrantes por
sus efectos catárticos, y que pueda profundizar en el conocimiento de la materia
con responsabilidad ética hacia los pacientes.
92
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99
ANEXOS
Anexo 1 Escala de orientación personal (Shostrom, 1966).
Se adjunta una parte de las escalas obtenidas de libro Diagnóstico,
Intervención e Investigación en Psicología Humanísta (Castaneda, 2011,
pág.184-186) . Este instrumento psicológico de Shostrom (1966) se utiliza en el
sistema terapéutico de autorrealización creado por Shostrom, Knapp y Knapp
(1990). El POI contiene 150 frases (ítems) en pares opuestos, repartidos en las
siguientes 12 subescalas: Aquí y Ahora, Autosoporte, Valores de
Autorrealización, Existencialidad, Reactividad Emotiva, Espontaneidad,
Autoconcepto, Autoaceptación, Naturaleza del hombre, Sinergia, Aceptación de
la Agresión y Capacidad para contactar. Las dos primeras (Aquí y Ahora y
Autosoporte) son principales e incluyen todos los ítems que no se entrecruzan.
Proporcionan una evaluación adecuada de autorrealización, dada la alta
fiabilidad y validez de los coeficientes de los mismos (Knapp, 1971). Las otras
diez subescalas complementarias miden, cada una de ellas, un aspecto relevante
de la autorrealización. Desde su aparición hasta el POI como instrumento
psicológico se ha utilizado en 486 Tesis Doctorales, producidas en el campo de
la Terapia Gestalt (Castanedo, 1998).
100
Anexo 2
101
Test de Psicodiagnóstico Gestalt de Salama (Salama, 1990)
Nombre: Fecha:
Edad:_______________ Sexo: F M
Tema específico: ________________________________
1 Yo soy insensible Sí No
2 Soy feliz como soy Sí No
3 Cuando algo me disgusta lo digo Sí No
4 Me molesta que me vean llorar Sí No
5 Soy emocional pero me aguanto Si No
6 Me desagrada hacer siempre lo mismo que los demás Sí No
7 Me es imposible dejar de ser como soy Si No
8 Evito culpar a los demás si me siento mal . Si
No
9 Siempre termino lo que empiezo Sí No
10 Me siento culpable sí culpo a los demás Sí No
11 Debo evitar mostrar mi enojo Si No
12 Me abstengo de discutir Sí No
13 Hago lo que los demás quieren aunque me disguste Sí No No
14 Me disgusta pensar, sentir o hacer lo mismo mucho tiempo Sí
15 Me gusta aprender cosas nuevas Sí No
16 Dejo las cosas para después Sí No
17 Expreso lo que me molesta Sí No
18 Evito sentir Sí No
19 Sería feliz sí no fuera por los demás Sí No
29 Soy constante en mi inconstancia Sí No
21 Hago lo que quiero a pesar de que me digan lo contrario
22 Siempre estoy de acuerdo con los demás Sí No
102
23 Soy capaz de dejar de tener una idea fija Sí No
24 Evito enfrentar Sí No
25 Me disgusta evitar lo inevitable Sí No
26 Me gusta sentir Sí No
27 Evito manifestar lo que me molesta Sí No
28 Evito dejar para mañana lo que puedo hacer hoy Sí No
29 Me abstengo de culpar a los demás si fracaso Sí No
30 A veces dejo las cosas para después Sí No
31
Me disgusta que me digan lo que tengo que hacer Sí No
32 Me es imposible dejar de pensar en lo que ya paso SI No
33 Soy como me enseño que debo ser Sí No
34 Defiendo mis opiniones Si No
35 Debo hacer lo que los demás quieren Sí No
36 Soy sensible Sí No
37 Me desagrada terminar lo que empiezo Sí No
38 Expreso lo que me disgusta Sí No
39 Estaría bien si no fuera por los demás Sí No
40 Me siento mal cuando me presionan Sí No
Defina con un adjetivo como se siente en este momento:
Anexo 3. Escala de Estereotipos de Género actuales (Castillo-Mayén y
Montes-Berges, 2007).
103
Consiste en un listado de 40 adjetivos relacionados con estereotipos de
género utilizados en la actualidad para describir a las personas en general, o a los
hombres y mujeres en particular. Los participantes deben de contestar en qué
grado se sienten identificados con cada uno de los adjetivos, utilizando un
formato de respuesta tipo Likert, donde 1 indicaba que el adjetivo es “totalmente
característico de la persona” y 5 “nada característico”. Los 40 adjetivos están
distribuidos de acuerdo al género y valencia, 20 femeninos (10 positivos y 10
negativos) y 20 masculinos (10 positivos y 10 negativos).
Escala de Estereotipos de Género actuales. Versión mujer. (Castillo-
Mayén y Montes-Berges, 2007)
Totalmente
en
desacuerdo
Bastante en
desacuerdo
En
desacuerdo
Ni de
acuerdo ni
en
desacuerdo
De acuerdo Bastante de
acuerdo
Totalmente
de acuerdo
1 2 3 4 5 6 7
Actualmente, según la sociedad actual, las mujeres en general son vistas como:
Totalmente
en
desacuerdo
Bastante
en
desacuerdo
En
desacuerdo
Ni de
acuerdo
ni en
desacuerdo
De acuerdo Bastante
de acuerdo
Totalmente
de acuerdo
Autoeficaces 1 2 3 4 5 6 7
Cordiales 1 2 3 4 5 6 7
Competentes 1 2 3 4 5 6 7
Orientadas a la familia 1 2 3 4 5 6 7
Con alta habilidad
verbal 1 2 3 4 5 6 7
Cariñosas 1 2 3 4 5 6 7
Piensan que las
relaciones humanas son
importantes 1 2 3 4 5 6 7
Exigentes 1 2 3 4 5 6 7
Complicadas 1 2 3 4 5 6 7
Habladoras 1 2 3 4 5 6 7
104
Miedosas 1 2 3 4 5 6 7
Volubles 1 2 3 4 5 6 7
Imprevisibles 1 2 3 4 5 6 7
Científicas 1 2 3 4 5 6 7
Orientadas a la carrera
profesional 1 2 3 4 5 6 7
Autónomas 1 2 3 4 5 6 7
Con alta habilidad en
matemáticas 1 2 3 4 5 6 7
Egoístas 1 2 3 4 5 6 7
Fanfarronas 1 2 3 4 5 6 7
Groseras 1 2 3 4 5 6 7
Perezosas 1 2 3 4 5 6 7
Frívolas 1 2 3 4 5 6 7
Narcisistas 1 2 3 4 5 6 7
Dependientes 1 2 3 4 5 6 7
Afectivas 1 2 3 4 5 6 7
Emocionales 1 2 3 4 5 6 7
Valientes 1 2 3 4 5 6 7
Decididas 1 2 3 4 5 6 7
Destinadas a la
reproducción 1 2 3 4 5 6 7
Competitivas 1 2 3 4 5 6 7
Sociables 1 2 3 4 5 6 7
Independientes 1 2 3 4 5 6 7
Supersticiosas 1 2 3 4 5 6 7
Totalmente
en
desacuerdo
Bastante
en
desacuerdo
En
desacuerdo
Ni de
acuerdo
ni en
De acuerdo Bastante
de acuerdo
Totalmente
de acuerdo
105
desacuerdo
Cálidas 1 2 3 4 5 6 7
Vengativas 1 2 3 4 5 6 7
Comprensivas 1 2 3 4 5 6 7
Celosas 1 2 3 4 5 6 7
Misteriosas 1 2 3 4 5 6 7
Sentimentales 1 2 3 4 5 6 7
Arriesgadas 1 2 3 4 5 6 7
Destinadas al placer
sexual 1 2 3 4 5 6 7
Profesionales 1 2 3 4 5 6 7
Detallistas 1 2 3 4 5 6 7
Honradas 1 2 3 4 5 6 7
Temperamentales 1 2 3 4 5 6 7
Calculadoras 1 2 3 4 5 6 7
Atentas 1 2 3 4 5 6 7
Maduras 1 2 3 4 5 6 7
Progresistas 1 2 3 4 5 6 7
Depresivas 1 2 3 4 5 6 7
Capaces 1 2 3 4 5 6 7
Tacañas 1 2 3 4 5 6 7
Preocupadas por el
bienestar de los demás 1 2 3 4 5 6 7
Eficientes 1 2 3 4 5 6 7
Lógicas 1 2 3 4 5 6 7
Caprichosas 1 2 3 4 5 6 7
Poco emocionales 1 2 3 4 5 6 7
Emprendedoras 1 2 3 4 5 6 7
Solitarias 1 2 3 4 5 6 7
Impulsivas 1 2 3 4 5 6 7
Charlatanas 1 2 3 4 5 6 7
Maleducadas 1 2 3 4 5 6 7
Líderes 1 2 3 4 5 6 7
Fieles 1 2 3 4 5 6 7
Nerviosas 1 2 3 4 5 6 7
Cercanas 1 2 3 4 5 6 7
Histéricas 1 2 3 4 5 6 7
Viciosas 1 2 3 4 5 6 7
Dóciles 1 2 3 4 5 6 7
Incompletas 1 2 3 4 5 6 7
Conflictivas 1 2 3 4 5 6 7
Rebeldes 1 2 3 4 5 6 7
Cuidadoras 1 2 3 4 5 6 7
Quisquillosas 1 2 3 4 5 6 7
Generosas 1 2 3 4 5 6 7
Oprimidas 1 2 3 4 5 6 7
Perfeccionistas 1 2 3 4 5 6 7
Saludables 1 2 3 4 5 6 7
Fuertes
emocionalmente 1 2 3 4 5 6 7
Complacientes 1 2 3 4 5 6 7
Chistosas 1 2 3 4 5 6 7
Bondadosas 1 2 3 4 5 6 7
Cobardes 1 2 3 4 5 6 7
Presumidas 1 2 3 4 5 6 7
Encantadoras 1 2 3 4 5 6 7
Delicadas 1 2 3 4 5 6 7
Sumisas 1 2 3 4 5 6 7
Románticas 1 2 3 4 5 6 7
Sufridas 1 2 3 4 5 6 7
Elegantes 1 2 3 4 5 6 7
Autosuficientes 1 2 3 4 5 6 7
106
Pesimistas 1 2 3 4 5 6 7
Totalmente
en
desacuerdo
Bastante
en
desacuerdo
En
desacuerdo
Ni de
acuerdo
ni en
desacuerdo
De acuerdo Bastante
de acuerdo
Totalmente
de acuerdo
Ingeniosas 1 2 3 4 5 6 7
Educadas 1 2 3 4 5 6 7
Obsesivas 1 2 3 4 5 6 7
Espontáneas 1 2 3 4 5 6 7
Severas 1 2 3 4 5 6 7
Cuidadosas 1 2 3 4 5 6 7
Sencillas 1 2 3 4 5 6 7
Trabajadoras 1 2 3 4 5 6 7
Tranquilas 1 2 3 4 5 6 7
Naturales 1 2 3 4 5 6 7
Inventivas (de inventar) 1 2 3 4 5 6 7
Sabelotodo 1 2 3 4 5 6 7
Actúan con franqueza 1 2 3 4 5 6 7
Hipócritas 1 2 3 4 5 6 7
Intuitivas 1 2 3 4 5 6 7
Puras 1 2 3 4 5 6 7
Enrevesadas 1 2 3 4 5 6 7
Distantes 1 2 3 4 5 6 7
Sexualmente activas 1 2 3 4 5 6 7
Amantes de los/las
niños/as 1 2 3 4 5 6 7
Compasivas 1 2 3 4 5 6 7
Sinceras 1 2 3 4 5 6 7
Rápidas 1 2 3 4 5 6 7
Modernas 1 2 3 4 5 6 7
Triunfadoras 1 2 3 4 5 6 7
Con carácter 1 2 3 4 5 6 7
Consideradas 1 2 3 4 5 6 7
Despreciables 1 2 3 4 5 6 7
Estúpidas 1 2 3 4 5 6 7
Amenazantes 1 2 3 4 5 6 7
Inteligentes 1 2 3 4 5 6 7
Orientadas hacia la
autorrealización 1 2 3 4 5 6 7
De alto estatus 1 2 3 4 5 6 7
Limpias 1 2 3 4 5 6 7
Insensibles 1 2 3 4 5 6 7
Maltratadoras 1 2 3 4 5 6 7
Respetables 1 2 3 4 5 6 7
Nobles 1 2 3 4 5 6 7
Sensatas 1 2 3 4 5 6 7
Promiscuas 1 2 3 4 5 6 7
Maniáticas 1 2 3 4 5 6 7
Tercas 1 2 3 4 5 6 7
Defectuosas 1 2 3 4 5 6 7
Frías 1 2 3 4 5 6 7
Buenas conductoras 1 2 3 4 5 6 7
Conciliadoras 1 2 3 4 5 6 7
Con buen gusto 1 2 3 4 5 6 7
Infantiles 1 2 3 4 5 6 7
Anteponen sus logros a
los aspectos
emocionales
1 2 3 4 5 6 7
Mimadas 1 2 3 4 5 6 7
Prácticas 1 2 3 4 5 6 7
107
Impertinentes 1 2 3 4 5 6 7
Graciosas 1 2 3 4 5 6 7
Hogareñas 1 2 3 4 5 6 7
Amables 1 2 3 4 5 6 7
De bajo estatus 1 2 3 4 5 6 7
Instructivas 1 2 3 4 5 6 7
Coléricas 1 2 3 4 5 6
7
Totalmente
en
desacuerdo
Bastante
en
desacuerdo
En
desacuerdo
Ni de
acuerdo
ni en
desacuerdo
De acuerdo Bastante
de acuerdo
Totalmente
de acuerdo
Optimistas 1 2 3 4 5 6 7
Chismosas 1 2 3 4 5 6 7
Débiles 1 2 3 4 5 6 7
Libres 1 2 3 4 5 6 7
Amigables 1 2 3 4 5 6 7
Liberadas 1 2 3 4 5 6 7
Habilidosas 1 2 3 4 5 6 7
Dulces 1 2 3 4 5 6 7
Conservadoras 1 2 3 4 5 6 7
Humildes 1 2 3 4 5 6 7
Inútiles 1 2 3 4 5 6 7
Tiernas 1 2 3 4 5 6 7
Reservadas 1 2 3 4 5 6 7
Buenas 1 2 3 4 5 6 7
Frustradas 1 2 3 4 5 6 7
Tenaces 1 2 3 4 5 6 7
Honestas 1 2 3 4 5 6 7
Paranoicas 1 2 3 4 5 6 7
Manipuladoras 1 2 3 4 5 6 7
Despreocupadas 1 2 3 4 5 6 7
Confiadas 1 2 3 4 5 6 7
Asertivas 1 2 3 4 5 6 7
Dominadas 1 2 3 4 5 6 7
Orientadas hacia el
logro personal 1 2 3 4 5 6 7
Empáticas 1 2 3 4 5 6 7
Respetuosas 1 2 3 4 5 6 7
Fuertes físicamente 1 2 3 4 5 6 7
Peligrosas 1 2 3 4 5 6 7
Confidentes 1 2 3 4 5 6 7
Pacíficas 1 2 3 4 5 6 7
Con éxito profesional 1 2 3 4 5 6 7
Leales 1 2 3 4 5 6 7
Amantes del peligro 1 2 3 4 5 6 7
Duras 1 2 3 4 5 6 7
Minuciosas 1 2 3 4 5 6 7
Coquetas 1 2 3 4 5 6 7
Desquiciadas 1 2 3 4 5 6 7
Creativas 1 2 3 4 5 6 7
Mentirosas 1 2 3 4 5 6 7
Afectuosas 1 2 3 4 5 6 7
Pacientes 1 2 3 4 5 6 7
Superficiales 1 2 3 4 5 6 7
Religiosas 1 2 3 4 5 6 7
Bordes 1 2 3 4 5 6 7
Atractivas 1 2 3 4 5 6 7
Realistas 1 2 3 4 5 6 7
Simpáticas 1 2 3 4 5 6 7
Infieles 1 2 3 4 5 6 7
Poderosas 1 2 3 4 5 6 7
Desagradables 1 2 3 4 5 6 7
Eficaces 1 2 3 4 5 6 7
108
Idealistas 1 2 3 4 5 6 7
Falsas 1 2 3 4 5 6 7
Imprudentes 1 2 3 4 5 6 7
Materialistas 1 2 3 4 5 6 7
Lentas 1 2 3 4 5 6 7
Expresivas 1 2 3 4 5 6 7
Familiares 1 2 3 4 5 6 7
Ingenuas 1 2 3 4 5 6 7
Activas 1 2 3 4 5 6 7
Lloronas 1 2 3 4 5 6
7
Totalmente
en
desacuerdo
Bastante
en
desacuerdo
En
desacuerdo
Ni de
acuerdo
ni en
desacuerdo
De acuerdo Bastante
de acuerdo
Totalmente
de acuerdo
Serviciales 1 2 3 4 5 6 7
Conquistadoras 1 2 3 4 5 6 7
Dominantes 1 2 3 4 5 6 7
Juerguistas 1 2 3 4 5 6 7
Firmes 1 2 3 4 5 6 7
Artistas 1 2 3 4 5 6 7
Orgullosas 1 2 3 4 5 6 7
Soñadoras 1 2 3 4 5 6 7
Curiosas 1 2 3 4 5 6 7
Vanidosas 1 2 3 4 5 6 7
Protegidas 1 2 3 4 5 6 7
Individualistas 1 2 3 4 5 6 7
Cultas 1 2 3 4 5 6 7
Solidarias 1 2 3 4 5 6 7
Aduladoras 1 2 3 4 5 6 7
Sensibles 1 2 3 4 5 6 7
Protectoras 1 2 3 4 5 6 7
Alegres 1 2 3 4 5 6 7
Autoritarias 1 2 3 4 5 6 7
Inquietas 1 2 3 4 5 6 7
Furiosas 1 2 3 4 5 6 7
Pasivas 1 2 3 4 5 6 7
Perspicaces 1 2 3 4 5 6 7
Víctimas 1 2 3 4 5 6 7
Igualitaristas 1 2 3 4 5 6 7
Violentas 1 2 3 4 5 6 7
Frágiles 1 2 3 4 5 6 7
Sucias 1 2 3 4 5 6 7
Racionales 1 2 3 4 5 6 7
Inexpresivas 1 2 3 4 5 6 7
Ariscas 1 2 3 4 5 6 7
Malas 1 2 3 4 5 6 7
Agresivas 1 2 3 4 5 6 7
Astutas 1 2 3 4 5 6 7
Ambiciosas 1 2 3 4 5 6 7
Rencorosas 1 2 3 4 5 6 7
Sutiles 1 2 3 4 5 6 7
Vulnerables 1 2 3 4 5 6 7
Inseguras 1 2 3 4 5 6 7
Egocéntricas 1 2 3 4 5 6 7
Agradables 1 2 3 4 5 6 7
De personalidad fuerte 1 2 3 4 5 6 7
Atléticas 1 2 3 4 5 6 7
Torpes 1 2 3 4 5 6 7
Moralistas 1 2 3 4 5 6 7
Destinadas al cuidado 1 2 3 4 5 6 7
109
de los/las hijos/as
Incondicionales 1 2 3 4 5 6 7
Por favor, compruebe que ha respondido a todos los adjetivos.
¡¡MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN!!
110
Anexo 4. IRIDS-100 (Sirvent y Moral (2007)
TEST IRIDS – 100 (© Sirvent, C. y Moral, M.V., 2007)
Este cuestionario es TOTALMENTE CONFIDENCIAL. Por favor cumplimente estos datos:
Nombre _____________________________________________________ D.N.I. _________________
Fecha nacimiento: __________ Sexo: Hombre Mujer Fecha actual: ____________
INSTRUCCIONES
A continuación se te presentarán una serie de afirmaciones sobre actitudes y comportamientos referidos a las relaciones actuales o pasadas de pareja (o en su caso de allegados). Ten en cuenta que las afirmaciones que hacen referencia al tiempo presente hay que responderlas de acuerdo con lo que ha sido habitual en toda tu vida, aunque en el momento actual hayan cambiado. Si la relación explorada no es de pareja sino con un allegado (por ejemplo un familiar o un amigo) debe tenerse esto en cuenta cada vez que en el texto se encuentre la palabra pareja para adaptar la respuesta
Por favor, recuerda las siguientes indicaciones:
1. Contesta con la mayor sinceridad posible
2. No repases las contestaciones
3. No dejes ninguna cuestión sin contestar
4. Marca tu contestación rodeando con un círculo la opción que más se ajuste a tí.
5. Le recuerdo que este cuestionario es ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL
6. ¡Muy importante! Hay preguntas en primera persona, en ellas tú informas de ti mismo, pero también hay preguntas en tercera
111
persona, recuerda que en ellas tú informas de lo que tus allegados dicen de ti.
Elija de las siguientes opciones la que más se ajuste a su realidad. Si la
situación no se ajusta en modo alguno, responda X (No contesta).
1 Muy de acuerdo
2 De acuerdo
3 Inseguro
4 En desacuerdo
5 Muy en desacuerdo
112
TEST IRIDS – 100 (Sirvent y Moral, 2007)
1 Cuando estoy en pareja experimento frecuentemente ansia o excesiva
preocupación por intentar que él/ella esté a gusto
1 2 3 4 5
2 Sinceramente, creo que si rompiera con mi pareja no lo soportaría 1 2 3 4 5
3 Tengo antecedentes de abuso de sustancias (drogas, alcohol, psicofármacos) 1 2 3 4 5
4 Vuelvo a caer una y otra vez en el mismo tipo de relaciones con personas
problemáticas, que con frecuencia me perjudican
1 2 3 4 5
5 Mi pareja me ha hecho gozar tanto que -con tal de no perderla- no me
importan las consecuencias
1 2 3 4 5
6 Comparando la mía con otras relaciones de pareja, creo sinceramente que yo
necesito más a mi pareja que otras a la suya
1 2 3 4 5
7 Creo que comete los mismos errores con mis sucesivas parejas, o con la misma
pareja, y parece que no aprendo de dichos errores
1 2 3 4 5
8 Salvo con mi pareja, en las demás relaciones soy capaz de manejarles,
manipular o engañar
1 2 3 4 5
9 Por mi pareja sería capaz de abandonarlo todo (familia, casa, trabajo,
tratamiento si lo tuviera, etc.), con tal de estar a su lado y no perderle/a
1 2 3 4 5
10 Mi pareja me dice que voy a remolque suyo, aunque lo diga con otras
palabras
1 2 3 4 5
11 Suelo aguantar mis problemas de pareja pasados o presentes en la esperanza de que él/ella cambiase
1 2 3 4 5
12 Cuando mi pareja se distancia de mí (por trabajo, viaje, etc.) siento un
vacío insoportable
1 2 3 4 5
13 He llegado a empeorar o recaer por mi pareja (aunque él/élla no me
indujera directamente)
1 2 3 4 5
14 He de reconocer que intento controlar o saber qué es lo que hace mi pareja 1 2 3 4 5
15 He soportado malos tratos o denigración porque no podía estar sin mi
pareja
1 2 3 4 5
16 Con frecuencia me responsabilizo demasiado de la vida de los demás 1 2 3 4 5
17 He prolongado (o prolongo) relaciones de pareja que ya estaban acabadas
esperando que todo mejorara
1 2 3 4 5
18 Me dicen (o me dan a entender) que me acomodo, que me amoldo o 1 2 3 4 5
113
instalo en las relaciones de pareja
19 En ocasiones en mis relaciones de pareja experimento la sensación de que no
puedo escapar, de que estoy atado a la relación
1 2 3 4 5
20 He llegado a odiar intensamente a mi pareja y sé que no me conviene pero
continúo con él/ella porque le quiero demasiado
1 2 3 4 5
21 En mis relaciones con los demás prefiero que sea mi pareja quien asuma la
mayor parte de responsabilidades
1 2 3 4 5
114
22 La relación con mi pareja me estimula como nadie, y -aunque creo que me
hace daño- no puedo prescindir de ella, como un adicto de la droga.
1 2 3 4 5
23 Me dicen que estoy equivocado/a en mi relación con mi pareja, que yo “lo
pinto” mejor de lo que es en realidad
1 2 3 4 5
24 Por mi pareja sería capaz de hacer cualquier cosa que me pidiera 1 2 3 4 5
25 En alguna relación de pareja me he aprovechado utilizándola para conseguir
cosas o favores materiales
1 2 3 4 5
26 En mi fuero interno creo que una de las razones por las que puedo volver a
recaer en relaciones problemáticas es por mi pareja, o por el tipo de parejas
que me gustan
1 2 3 4 5
27 Me gustan las parejas excitantes (incluso al límite, como personas del
mundo marginal), aunque a la larga me puedan traer problemas
1 2 3 4 5
28 Sinceramente, necesito una pareja siempre a mi lado 1 2 3 4 5
29 He sido descaradamente manipulado en la relación de pareja pero lo he
consentido con tal de que no me dejara
1 2 3 4 5
30 Si fuera posible, me gustaría que mi pareja me estuviera estimulando,
dando sensaciones, constantemente
1 2 3 4 5
31 No me guardo apenas cosas en mi relación de pareja. Suelo contarlo todo,
aunque luego pienso que debería ser más reservado/ a con mis intimidades
1 2 3 4 5
32 Si mi pareja me dejara no soportaría la soledad 1 2 3 4 5
33 Han llegado a decirme que en las relaciones con los demás me suelo dejar
llevar por mi pareja o que es mi pareja quien “manda” en la relación
1 2 3 4 5
34 Noto que -por mi actual forma de ser- necesito una fuerte vinculación o
unión a otras personas; si no, me siento como si me faltara personalidad
1 2 3 4 5
35 Sinceramente, casi siempre hago lo que mi pareja quiere, intentando
complacerla (sobre todo en lo importante)
1 2 3 4 5
36 Tengo frecuentemente una sensación de vacío interior, como si algo
(importante) me faltara
1 2 3 4 5
37 En mis relaciones de pareja e interpersonales pretendo, si puedo, dominar 1 2 3 4 5
38 Muchas veces me fuerzo a mí mismo/a a ayudar a otros desatendiendo mis
propios problemas
1 2 3 4 5
39 He de reconocer que no me importa aguantar abusos para que la persona
que amo siga conmigo
1 2 3 4 5
40 Durante mi infancia creo que sufrí falta de afecto 1 2 3 4 5
115
41 Soy bastante intransigente y tiendo a rechazar otras formas de hacer las
cosas diferentes a las mías
1 2 3 4 5
42 Desde que estoy (o cuando estaba) con mi pareja me aíslo (o me aislaba)
cada vez más de mi relación con los demás
1 2 3 4 5
43 Mi foco de atención se centra sobre todo en mi pareja por encima del resto
de personas, incluido yo mismo/a
1 2 3 4 5
44 En ocasiones me siento excesivamente atado/a a las personas que me
importan
1 2 3 4 5
45 A veces he pensado que sería preferible no estar vivo 1 2 3 4 5
46 He sufrido abuso o maltrato (físico o psicológico) en alguna época de mi
vida
1 2 3 4 5
47 Sinceramente, me gusta más dar que aceptar consejos 1 2 3 4 5
48 Con frecuencia soy muy crítico/a con mi pareja (tanto si se lo digo como si
me lo callo y lo guardo para mí)
1 2 3 4 5
49 Me cuesta romper la relación de pareja aunque sea sumamente conflictiva 1 2 3 4 5
50 Más veces de las que yo quisiera digo sí cuando quiero decir no 1 2 3 4 5
51 Intento que mi pareja tenga menos poder o que “mande” menos que yo 1 2 3 4 5
52 Los demás me consideran como alguien que trata de resolverles a toda
costa sus conflictos
1 2 3 4 5
53 A veces me comporto con mucha dureza y no cedo ante lo que me piden,
bien por no parecer débil, bien por parecer fuerte
1 2 3 4 5
54 Con frecuencia me comprometo a ayudar a los demás más de lo necesario 1 2 3 4 5
55 Creo que a veces sobreprotejo (o cuido) demasiado a cierta persona (o
personas)
1 2 3 4 5
56 Digo que mi problema de relación está en mi pareja, no en mí, aunque en
mi fuero interno pienso que hay más causas
1 2 3 4 5
57 Deseo intensamente estar a todas horas con mi pareja. No me separaría ni
un minuto
1 2 3 4 5
58 Creo que dependo afectivamente de mi pareja 1 2 3 4 5
59 Siento invadida mi personalidad por la de otra persona 1 2 3 4 5
60 Me dicen que tengo un carácter testarudo, que no cambio de opinión 1 2 3 4 5
61 Con excesiva frecuencia hago cosas que corresponden a otros allegados 1 2 3 4 5
62 Me atraen las relaciones arriesgadas 1 2 3 4 5
116
63 En ciertas épocas de mi vida (o actualmente) el sentimiento de
insatisfacción o desagrado no consigo abandonarlo
1 2 3 4 5
64 Miento para resguardar y encubrir a mi pareja 1 2 3 4 5
65 Con frecuencia me siento culpable de las cosas que pasan entre mi pareja y
yo
1 2 3 4 5
66 Mi padre/madre, tutor o familiar muy cercano ha padecido o padece
alcoholismo o alguna otra adicción
1 2 3 4 5
67 En mi fuero interno me atrae la estimulación y la búsqueda de sensaciones
fuertes con la pareja
1 2 3 4 5
68 Últimamente, me vienen a la cabeza sentimientos negativos por ejemplo:
ansiedad, angustia, tristeza, etc
1 2 3 4 5
69 Sinceramente, con mayor frecuencia de lo habitual recurro a la
manipulación y/o al chantaje emocional
1 2 3 4 5
70 Me siento atraído/a por personas con carácter fuerte 1 2 3 4 5
71 En mis relaciones afectivas suelo dar con un determinado tipo de personas
que tienen cosas en común
1 2 3 4 5
72 He sufrido la experiencia de vivir conflictos graves entre mis padres 1 2 3 4 5
73 Sinceramente creo que presto una atención excesiva a mí persona 1 2 3 4 5
74 Me cuesta darme a conocer tal y como soy con mi pareja, por miedo a que
no le guste
1 2 3 4 5
117
75 Creo que cuando pido ayuda en un asunto que me tomé a pecho, como un
reto personal, es como si fracasara
1 2 3 4 5
76 A pesar de los frecuentes conflictos con mi pareja, trato de convencerme de
que él/ella no es realmente así
1 2 3 4 5
77 Sinceramente creo que a veces culpo a los demás de mis errores 1 2 3 4 5
78 En mi relación familiar he sufrido carencias afectivas que creo que me han
marcado
1 2 3 4 5
79 Me dicen -o me dan a entender con otras palabras- que manipulo a la gente 1 2 3 4 5
80 Me resulta difícil suspender una relación de pareja aunque sea claramente
inconveniente o conflictiva
1 2 3 4 5
81 Parece como si estuviera predestinado/a a relacionarme con parejas
problemáticas
1 2 3 4 5
82 Necesito a mi pareja para ser yo mismo/a 1 2 3 4 5
83 Sinceramente, creo que me voy autodestruyendo de forma progresiva a
causa de la relación con mi pareja 1 2 3 4 5
84 Suelo ser inflexible, me cuesta mucho ceder, incluso cuando me doy cuenta
de que quizá no tenga razón
1 2 3 4 5
85 Con frecuencia me recreo (regodeo, deleito) en sentimientos negativos:
tristeza, culpa, ansiedad, etc.
1 2 3 4 5
86 Quienes me conocen me dicen (o sospechan) que cuando me conviene
recurro al engaño para conseguir mi propósito
1 2 3 4 5
87 Si puedo, llego a intervenir en los asuntos de los demás para conseguir mis
propios intereses
1 2 3 4 5
88 Prefiero mantener relaciones intensas aunque acaben siendo problemáticas
antes que tener relaciones tranquilas pero aburridas
1 2 3 4 5
89 Me siento obligado/a a aliviar el dolor de los demás 1 2 3 4 5
90 Sinceramente, con cierta frecuencia decido por mi pareja sin tener en
cuenta su propia capacidad de decisión
1 2 3 4 5
91 Tengo un vacío interior enorme, mayor de lo normal, cuando no tengo
pareja
1 2 3 4 5
92 En sentido figurado, me acomodo tanto al otro/a que a veces parece que
‘le chupo la sangre’
1 2 3 4 5
93 He sufrido la experiencia de que mi padre/madre/o la persona que me crió,
me controlara la vida
1 2 3 4 5
94 Creo que la relación de pareja me ha hecho más egoísta 1 2 3 4 5
118
95 No me cuesta trabajo contar mis cosas personales. 1 2 3 4 5
96 Me definiría como una persona sumamente abnegada o entregada a los
demás, dicho coloquialmente, como una persona “sacrificada por una causa”
1 2 3 4 5
97 No soportaría tener una pareja aburrida, aunque sea bondadosa. Necesito
una pareja estimuladora, no basta con que sea buena persona
1 2 3 4 5
98 Reconozco que soy enamoradizo/a 1 2 3 4 5
99 Estoy tan unido/a con el otro/a que con frecuencia no se donde acabo yo y
empieza la otra persona
1 2 3 4 5
100 Creo que mi pareja domina mi yo (mi persona) 1 2 3 4 5
119
Anexo 5. Caso clínico que refleja el trabajo desde la perspectiva de género
en los talleres de sueños
A continuación se presenta la transcripción de un caso clínico que tuvo lugar en
un Taller de Sueños dirigido por de Casso (Jaén, 2013) en el que aparecen aptitudes de
sometimiento o sumisión a la autoridad materna, típico de problemas de género.
De Casso: ¿Quién quiere trabajar?
Alumna: Yo mejor pronto porque estoy nerviosa y quiero trabajar ya. Tengo 2 que son
relevantes. Uno no llega a ser ni sueño sino escena de algo que ha pasado en estos
meses: un amigo está en mi casa, en mi dormitorio hablando y llega mi madre y lo
escondo tras la puerta y mi madre quien está ahí y yo respondo: nadie. No pasa nada, si
esta vestido, yo vestida y la tensión de la puerta. El otro es repetitivo: llegar a un
examen o al carnet de conducir, en que me dan un papel en el que esta la solución y
cuando lo tengo delante soy incapaz de enfocar lo que pone.
De Casso: Vamos con el de la puerta. Revive el sueño ahora. El de la puerta. Vas
radiando en voz alta, ojos abiertos o cerrados (La alumna, se levanta y comienza a
escenificarlo.
De Casso: ¿Qué sensación te deja?
Alumna: Rabia de que mi madre pueda abrirme la puerta cada vez que le da la gana
De Casso: ¿Qué otras escenas de tu vida real te trae?
Alumna: Muchísimas asociaciones. Por ejemplo algo tan sencillo: he cogido mucho
peso y fui a una dietista con mi hija y le dije no se te ocurra decirle a la abuela lo que
peso. Y llego a mi casa y me pregunta que ¿pesa la niña; y tú? Y no soy capaz de ser
firme o consistente y se lo dije. Y muchos ejemplos. Me exigen como sinceridad y yo
entiendo que no es sinceridad sino sometimiento. Es un tema que trabajo con Irene y me
duele mucho
De Casso: Volviendo al sueño, habla con el chico que aparece en tu sueño. ¿Qué le
dices? Habla con él.
Alumna: X me gustaría quererte pero no puedo. No te quiero y tengo la sensación de
que te estoy dando señales equivocadas de lo que siento por ti y de hasta dónde estoy
dispuesta a llegar.
De Casso: ¿Qué te respondería X?
Alumna: Esto es algo que hemos hablado muchas veces y tú sabes que yo te quiero y
hay posibilidades de una relación que te aportaría muchísimo.
120
De Casso: ¿Y qué respondes tu a esas palabras?
Alumna: Yo me siento incapaz.
De Casso: ¿Estás pensando o con él?
Alumna: Estoy hablándome a mí misma. Sal de aquí que te estás perdiendo. Porque me
apetece ser amiga de X pero no quiero tener una relación contigo X. Puedo tener un
encuentro puntual pero lo que quiero es nuestra amistad de 20 años y que haya habido
un encuentro afectivo sexual…eso no se lo diría yo. Porque hayamos tenido 3
encuentros sexuales no es que esté dispuesta a…además tú tienes tu vida y yo no me
quiero hacer responsable…si tienes carencias en tu pareja, familia…yo no tengo que ser
la tabla de salvación a la que te aferres
De Casso: Ahora eres el dormitorio tuyo.
Alumna escenificando su Dormitorio: yo soy testigo de muchas cosas, soy testigo de
cómo una relación anterior que ha durado 23 años, se ha deteriorado en los últimos
años; de muchas lagrimas, noches de insomnio, de discusiones muy fuertes…
De Casso: ¿Y qué le dices a estos dos?
Alumna: Una cosa, salte de aquí que te estás metiendo en la boca del lobo. Qué haces
aquí, vete a la calle, te la estás jugando.
De Casso: ¿Cómo es que esta aquí X?
Alumna escenificando su Dormitorio: no se qué hacéis aquí
De Casso: Ah ¿no lo sabes?, ¿Es cosa de ellos?
Alumna: Tú sabes de todo, se ha presentado X.
Dormitorio: Vete de aquí. Y a X no seas tonto y olvídate de ella que no te quiere.
De Casso: Suena la voz de mamá y eres X.
Alumna escenificando su dormitorio: siento con X menos inquietud que tú. No entiendo
porque tienes tanta inquietud por tu madre. Ahh, porque tú tienes interés en que esto se
sepa y yo quiero esconderlo.
De Casso: Tú estás escondiendo, y con tu madre…y de pronto X dice: sí aquí estoy.
Alumna: Es que estoy cabreadísima con X.
De Casso: ¿Qué le tienes que decir?
Alumna: Que eres lo mismo desde dentro que desde fuera. Eres tan invasor tu como mi
madre y te estoy permitiendo lo mismo…no estoy cabreada con ellos sino conmigo.
De Casso: Repite
121
Alumna: No estoy cabreada contigo, ni contigo mama, sino conmigo (llorando), y me
da mucha rabia
De Casso: Ponte delante de ti misma (en lo simbólico, De Casso, se pone frente a la
alumna con un cojín que representa ella misma) y suelta ese cabreo con ella
Alumna: Es que me da mucha rabia. ¿Me enfado con ella? Eres gilipollas. Vas a estar
toda la vida… (Ponen un cojín delante y le da una patada).
De Casso: Mira qué parte de ti te cabrea… ¿con qué parte?
Alumna: Soy la adulta que se cabrea con la chica que no acaba de ver hasta dónde
pueden llegar los demás
De Casso: Ahora la parte chica ¿qué tiene que decir?
Alumna: Me da miedo el rechazo de mamá.
De Casso: ¿El tema es con mamá?
Alumna: Si, siempre he sido súper madrera.
De Casso: ponte como mama y que le decías de pequeña a tu hija
Alumna escenificando a su madre: que buena eres, que dócil…aunque de vez en cuando
hay que darte un cate porque te vas recargando
De Casso: ¿qué es eso?
Alumna escenificándose a ella de pequeña: yo desde toda la vida, la chica y la grande,
no es que me recargue es que voy aguantando y llega un momento que hago pum
De Casso: ¿Y qué hacía mama?
Alumna escenificándose a ella de pequeña: A Mama no te puedes salir de ahí, Maca te
la estas ganando y decía se le pega un cate y se queda como la seda
De Casso: Te tenía domada.
Alumna: Y ahora (afirmándolo).
De Casso: Ahora ponte en el sueño, la persona del sueño.
Alumna: Yo de pequeña, abro la puerta, es la chica, y le pone el culo
Alumna escenificando a su madre: Ábreme. Me va a dar algo por tu culpa
Alumna: ¡Vete a la mierda mamá!
De Casso: ¡Ábreme que te voy a tener que dar un cate!
(la alumna se emociona, llora)
122
De Casso: ¿Qué te está pasando?
Alumna: Que voy a abrir la puerta y dejar que me pegue.
(De Casso le azuza con el cojín y la alumna no hace nada…se va energetizando y con
más fuerza lo echa)
De Casso: Eso, pega en el cojín, sácate la rabia del cuerpo.
Alumna: Esto es para nada porque luego me va a dar de nuevo el cate
De Casso: Haz caso de tu madre que es la que sabe, carga con ella toda la vida, llévatela
a cuestas a donde vayas (Y la alumna la lleva a cuestas, el cojín) ¿qué estás haciendo,
para qué ha venido tu sueño?
Alumna: Es que soy incapaz.
De Casso: Así es como te dejo mamá. Pero tú puedes ahora, por eso, trabajar tu sueño y
quitártela…
Alumna: No sé cómo voy a quitarme esto
De Casso: Pues sácatelo.
Alumna: Yo te quiero mucho pero…
De Casso: Déjate, ella hace lo que hace y va a seguir, no consiste en ella, eres tú, dejar
de hacer lo que haces y para eso viene tu sueño.
Alumna: echar a X me cuesta menos que echar a mamá. Este tema me bloquea mucho
De Casso: Pues nada, adora a mama y sigue cargando con ella (le pone el cojín encima)
agárrala que la quieres mucho.
Alumna: Lo que más me fastidia es que me aguanto
De Casso: Pero luego te cabreas con tu niña pequeña. ¿Quién es la culpable?
De Casso: La responsabilidad es mía, la de echar a mi madre a la mierda, pero no he
encontrado la manera de echarla sin que le duela. No has encontrado la de que no te
duela a ti. Y sigues a los pies de mamita
Alumna: Cambié la cerradura…
De Casso: Inútil. O hechas a mamá de dentro de ti o…ni siquiera con tu madre entera
pero sí con ciertos mecanismos que emplea contigo y no tienes por qué aguantar.
Alumna: La única vez que me he situado con firmeza ante mi madre es cuando me he
divorciado
De Casso: Pues divórciate de ella. ¿Qué le dices?
123
Alumna: Yo no sé hablarle a mi madre
De Casso: Vete a una escena de niña…cuando tú explotabas…
Alumna: Me daba un cachete en el culo. Y no me torees. (Escenifican la escena, sale
otra alumna a participara y hace de toro). Voy a utilizar el engaño contigo. (Escenifican
una corrida). No me vas a pillar, voy a utilizar el engaño
De Casso: Ve diciéndole verdades a mamá
Alumna: No soy una niña, soy adulta y tengo a X aquí porque me da la gana. No tengo
que explicarte ni con quien me acuesto ni con quien tomo café…
De Casso: ¡Con más energía!
Alumna: Es que le hago daño.
De Casso: Pues nada, con bravura, la rabia… No veo mucha rabia ahí.
Alumna: No te voy a permitir que te vayas ya.
De Casso: No se va a ir….a ver, un estoque. Lo importante es que tú lo vivas por
dentro. Estas matando lo que de tu madre te ha ido mal, no es tu madre.
Alumna: Voy a hacerlo como en Portugal que no matan…
De Casso: Que no es a tu madre, que es a lo malo que te ha hecho en la vida, la
conciencia negativa que te ha trasmitido.
Alumna: ¡Quédate ahí (y ahora sí le habla con energía)…escucha!
De Casso: Siéntete adulta y más consciente que tu madre.
Alumna: No te explico porque no te la tengo que dar. Esta línea de aquí no pasas, es mi
espacio, mi puerta, y no vas a pasar. Entiendo tu dolor a lo largo de tu vida para que
estés donde estas….no pases, se que lo estas intentando…si pasas me doy la vuelta…
De Casso: Eso es, siente tu sitio (y le sigue y lo pasa)
Alumna: No tengo nada que hablar contigo…has pasado y no tengo nada que decirte,
este es mi espacio y puedes violarlo pero no me vas a encontrar….bueno, que tú no vas
a violar mi espacio.
De Casso: ¿Por qué no puede?
Alumna: No puedes meterte en mi vida. Eso se ha acabado.
De Casso: Siéntelo en tu cuerpo y pasea sintiendo tu dignidad, tu andar contigo… ¿que
estas sintiendo?
124
Alumna: Desarraigo. Que las raíces…como cuando se arranca una zanahoria y salen las
raíces también.
De Casso: Eso, y ¿qué sensación? respíralo, pasea mostrando ese sentir en el cuerpo
Alumna: Tengo en el pecho más de la mitad de seguridad y la otra mitad de miedo a mí,
a la soledad.
De Casso: ¿Cuál es la opción? O con mamá o sola y con miedo
Alumna: Soy una adulta con mis miedos y fortalezas y no voy a permitir…
De Casso: Más agarres, que me marquen el camino, al cuerpo.
Alumna: Tampoco voy a permitir que me toques si yo no quiero, que cuestiones lo que
decido…
De Casso: Céntrate en tu sensación aquí y ahora.
Alumna: Me está entrando un calor en la cara
De Casso: Pues muy bien déjatelo
Alumna: Siento mucha mala leche
De Casso: En vez de contarlo suelta, que se entere el mundo quien es Maca y tu también
Alumna: Es que me han enseñado que no tengo que ser agresiva
(Saca la agresividad con el cojín).
Estoy cabreada, coño, que ya soy muy mayor, que no me merece la pena seguir en esto,
que paso de ti…es que no me sale decirlo porque no paso de ella. (La pisa en el cojín),
la tensión,… ¡cómo se le va a poner a mi madre!
De Casso: Disfruta de pisar todos los cates, la sumisión, lo que sea…lo que te hizo mal.
Date el gustazo. Con que lo sepa ella es suficiente. Para que puedas tener compasión por
tu madre primero tienes que tenerla por ti.
Alumna: No me merece seguir en esto.
De Casso: Respira
Alumna: Tengo la sensación que la mala leche me está abandonando.
De Casso: Y... ¿Cómo es la sensación ahora?…de cuerpo…sin pensar…
Alumna: Me noto mucha tensión en las piernas.
De Casso: Camina con tus sensaciones estas.
Alumna: Me tengo que sacar a todas las mamás que llevo.
125
De Casso: No te vayas a la cabeza.
Alumna: Es que tengo en las piernas a todos los X y las mamás…
De Casso: Pues sácatela con patadas
(Y lo hace en el cojín)
Alumna: Por qué tengo que aguantar con lo que quieran los demás, con lo que digan…
y ahora ven y dime que me vas a dar un cate.
De Casso: Dile: eres una pobre ignorante.
Alumna: No te das cuenta de lo que estoy creciendo.
De Casso: No te enganches con ella, ni la desprecies, es agarrarte a ti para sentir que
tienes algo. Que no ha tenido autoridad ella interna…pobrecita…tú si puedes tomártela
para ti y desde ahí, relacionarte de otra forma con tu madre. ¿Vale? ¿Mensaje recibido?
La alumna lo abraza (al terapeuta) y le da las gracias.
126
Anexo 6. Ficha-Cuestionarios de Sueños (Celedonio, 2008, pág. 125).
127
Anexo 7. Ficha del Reencuentro (Castaneda, 2008, pág., 127-128).
128
Anexo 8. Escala para medir las ganancias en el trabajo con sueños (Castaneda,
2008, pág. 131-132).
129
Anexo 9 Caso clínico del trabajo con síntomas de Schnake (2007, pág. 225-228)
130
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134