Geografia Cultural Lomas de Atocongo

5/22/2018 Geografia Cultural Lomas de Atocongo

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN

MARCOS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

ESCUELA DE GEOGRAFIA

CURSO: GEOGRAFIA CULTURAL

ALUMNO: MORALES ORCCOTTOMA ALDO

FRANCISCO

CODIGO: 07150217

DOCENTE: MARIA DEL CARMEN MORE ALTUNA

TEMA: PAISAJE CULTURAL DE LAS LOMAS DEATOCONGO

(DOCUMENTO DE TRABAJO INEDITO)

CIUDAD UNIVERSITARIA JULIO 2014


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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS JULIO 2014

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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. ESCUELA DE GEOGRAFIA. [email protected]

INTRODUCCION.

Las lomas de Atocongo se ubican en la costa sur del Per, en el litoral de la provincia de Lima, departamento d

Lima, abarcando tentativamente los distritos de lima sur de Villa Mara del Triunfo, San Juan de Miraflore

Santiago de Surco, La Molina, Pachacamac entre los 1205 y 1213 de latitud Sur. Se trata de una regin en

que se transita, de norte a sur, del desierto rido del valle de lima a un desierto marcado por la irrupcin de cordillera martima sobre el litoral. En la zona de Atocongo esta cordillera alcanza a pocos kilmetros del ma

una notable altitud, llegando en los puntos ms elevados, correspondientes a los cerros san Pedro de 103

m.s.n.m.

Estas caractersticas geogrficas del rea, as como la orientacin que presenta el litoral con un marcado quieb

en direccin este-oeste, determinan condiciones que favorecen la existencia de lomas. Los vientos alisios q

soplan dominantemente del sur, transportan desde el mar nubes y aire hmedo que al encaonarse y choca

contra la barrera natural de las altas colinas provoca la concentracin de la nubosidad y la precipitacin d

garas o lluvias a causa de la condensacin de la misma. Son estas especiales condiciones las que explican

extensin y densidad de las lomas en esta zona de poco ms de 10 kilmetros de largo, donde el desierto ced

el paso a la formacin de un oasis.

Las lomas son fruto de un fenmeno natural discontinuo tpico de la desrtica costa andina. Si bien se presenta

por el norte hasta Trujillo en el paralelo 8 y por el sur hasta Coquimbo (Chile) en el paralelo 30 (Ferreyr

1986), es en las regiones correspondientes a la costa central y sur del Per, entre los 11 y 17 de latitud Su

donde su presencia es ms frecuente y se dan las reas de mayor extensin. Generalmente entre los meses

mayo a noviembre la costa de estas regiones permanece cubierta por un manto de nubes que se concent

entre los 200 y los 800 metros de altitud. Estas capas de nubes son producidas por los vientos procedentes d

Ocano Pacfico que transportan masas de aire hmedo y que, al entrar en contacto con las fras aguas de ma

de la corriente de Humboldt, se condensan y dan lugar a estratos de niebla. De otro lado, debido a que en

litoral las temperaturas a nivel del suelo son generalmente menores que a una mayor altitud, se produce u

fenmeno de inversin trmica que inhibe el desarrollo de lluvias torrenciales.

Si estas condiciones climticas explican la aridez y las caractersticas desrticas de los territorios de la cost

peruana, tambin explican la generacin del fenmeno denominado lomas, cuando determinad

caractersticas orogrficas propician la precipitacin de una fina llovizna conocida como gara, o simplemente

humedecimiento de los suelos por la condensacin que se produce al entrar estos en contacto con

concentracin de niebla. La humedad que se genera de esta manera favorece el crecimiento de hierba

arbustos e inclusive rboles. Esta vegetacin, a su vez, multiplica las condiciones para la condensacin de

humedad y la precipitacin del agua, adems de reducir la evaporacin y favorecer la penetracin del agua e

los suelos. De esta manera, la vegetacin desempea un papel crucial en las reas de lomas y su existenc

determina, en ltima instancia, el desarrollo y la conservacin de este medio ambiente nico en su naturale

(Ferreyra 1986, Pulgar Vidal 1996).


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Fig. 1. Lomas de Atocongo: cactceas en parte alta de zona Paraiso

Las lomas de Atocongo, con un rea estimada de 5000 ha, constituyen una de las mayores extensin de loma

de la costa peruana. Actualmente dentro de esta rea se conserva an una importante extensin de bosques d

alrededor de 190 ha, mientras que en una extensin relativamente pequea (350 ha) se desarrollan cultivprincipalmente de frutales, como lcumas, manzanos, y sabila. Dentro de la zona de las lomas de Atocongo s

distinguena partir de las caractersticas fisiogrficas, altitudinales, la orientacin y la incidencia de la humeda

por lo menos tres zonas ecolgicas: el litoral rido; las llanuras aluviales y laderas hasta una altitud de 300 a 40

msnm con vegetacin rala y arbustiva; y las zonas montaosas entre los 500 y los 1039m con mayor humedad

pastos, vegetacin arbustiva y formaciones de pequeos bosques.

Las zonas de mayor altitud, gracias a la cobertura de vegetacin que presentan, son las que generan mayo

cantidad de agua, llegando a formar pequeos torrentes estacionales que transcurren por una decena d

quebradas que descienden hacia las laderas. Pero tambin el agua que penetra en el subsuelo desde las part

altas, aflora formando manantiales o puquiales en las laderas e inclusive en las quebradas del litoral a esca

distancia del mar. De esta informacin se han contabilizado hasta 7 puquiales en sus distintas zonas.

En cuanto se refiere a la vegetacin de las lomas de Atocongo, en estas crecen distintas plantas como el tabac

silvestre (Nicotiana knightiana), el chanyaico (Grindelia glutinosa), el tomate silvestre (Lycopersico

peruvianum), entre muchas otras; en cuanto a los arbustos, se encuentran el heliotropo (Heliotropiu

peruvianum), el chamo (Duranta armata), el floripondio (Brugmansia candia); mientras que entre los rboles s

encuentra la tara (Caesalpina tara), el mito (Carica candicans), el guarango (Prosopis pallida), el faique (Acac

macracantha), el molle (Schinus molle) y el arrayn (Myrcianthes ferreyrae) (Ferreyra 1986). De otro lado,

vegetacin de las lomas y la presencia de fuentes de agua, propician la existencia deuna abundante y variad

fauna, en la que destacan mamferos como el venado gris (Odocoileus virginianus), el zorro andino (Dusicyo

culpaeus), el zorrino (Conepatus rex); y aves como el guila pescadora (Pandion haliaethus), el gavil

(Parabuteo unicinctus), el cerncalo (Falco sparverius), la paloma madrugadora (Zenaidura auriculata), el peric

(Bolborhynchus aurifrons), entre otros (Brack 1986).


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Fig. 2. Lomas de Atocongo: vista del afloramiento de un manantial en asentamiento humano Edn del Paraso

EVIDENCIAS HISTORICAS DE OCUPACION Y MANEJO DE LAS LOMAS DE ATOCONGO

La especial importancia de las lomas de Atocongo no se reduce a las singulares caractersticas de su mbit

natural, ya que en ellas se conservan notables evidencias arqueolgicas, como son los restos de numeroso

asentamientos prehispnicos, obras pblicas y extensos complejos de terrazas agrcolas asociadas a sistemas d

irrigacin artificial. Estas obras, en conjunto, revelan que la zona fue antiguamente ocupada por una nutrida

abundante poblacin y dan testimonio del manejo excepcional que tuvieron las sociedades prehispnicas d

este medio ambiente de lomas. Este manejo comport la modificacin del medio natural y el desarrollo d

procesos productivos que combinaron e integraron la explotacin de los recursos de las propias lomas, lo

abundantes y variados recursos marinos presentes en la regin, con aquellos agrcolas, ganaderos y minero

logrando as desarrollar, en una regin mayormente desrtica, una importante zona de produccin

Los Asentamientos Prehispnicos

En las lomas de Atocongo se registra una notable cantidad de asentamientos prehispnicos. Algunos de esto

sitios destacan por su magnitud y complejidad, como es el caso de Quebrada Paraiso, Llanavilla, Virgen d

Lourdes, registrndose otros de menor escala como Vallecito.

Estos asentamientos se encuentran distribuidos estratgicamente, lo que aparentemente expresa el mane

integral y articulado de las distintas condiciones ambientales y los recursos naturales all presentes. Es as qu

encontramos asentamientos de diferente tipo y orden jerrquico, emplazados tanto en proximidad del litor

como lo es la Tablada de Lurin, como de las reas agrcolas ganadas al desierto y de las zonas de lomaocupando diferentes pisos altitudinales y distintos nichos ecolgicos, desde el nivel del mar hasta alcanzar lo

1039 msnm.

Entre los distintos asentamientos del litoral sobresalen el notable asentamiento conocido como Virgen d

Lourdes, Puquio Empedrado y no menos complejo sitio de Las Lomas, todos asociados a la explotacin de lo

recursos marinos y de las mismas lomas, si bien algunos no excluyen la presencia de terrazas de cultivo qu


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llegaban casi hasta el mar. Con relacin a la localizacin y desarrollo de estos asentamientos en el litoral, e

necesario recordar la proverbial riqueza de recursos marinos de la regin de Chala.

Es interesante sealar que hasta hace unas dcadas pastores de comunidades ubicadas en las regiones cercana

a estas lomas como lo son de las alturas de Pachacamac, descendan entre julio y agosto a la zona de Atocong

con sus caravanas de llamas y ovejas a pastar en las zonas altas de las colinas, pero esta prctica se pierddebido a la fuerte presin demogrfica que usa las altas colinas para vivienda

FIG 3: Vista de lomas de Atocongo en la zona de Villa Mar

cercado, se observa asentamientos humanos sobre colinas d

lomas

Otros sitios menores, como Llanavilla y Jos Glvez, parecen haber estado asociados al manejo de l

quebradas que descienden de los cerros de lomas y a la produccin agrcola que se desarroll en los campos d

cultivo que se habilitaron en esta zona. Otros sitios debieron estar asociados al manejo forestal de las lomas y

la ganadera, aprovechando el potencial forrajero de las mismas. En todo caso, la presencia de llamas y

manejo caravanas se puede inferir a partir de las evidencias arqueolgicas as como de la existencia de grande

corrales en asentamientos del litoral como la zona de virgn de Lourdes en frontera con el distrito d

Pachacamac

Entre los distintos asentamientos se puede apreciar diferencias en el estado de conservacin y las caracterstic

arquitectnicas, especialmente en los aspectos tipolgicos y constructivos. Estas diferencias podran explicars

sobre la base de la existencia de asentamientos correspondientes a distintas pocas de ocupacin, com

tambin a aspectos culturales relacionados con la posible presencia de distintos grupos tnicos asentados en

regin. Sin embargo, en casos como el de Llanavilla y Jos Glvez, ubicados uno en el litoral y en la parte m

elevada de las lomas el otro, se puede observar una estrecha similitud y comprobar que una serie de atribut

arquitectnicos son compartidos recurrentemente, no obstante la distancia relativamente grande que losepara y las diferentes condiciones ambientales presentes entre las zonas donde se localizan.


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Fig. 3. Poblado de alturas de Villa Mara del Triunfo: vista desde el sur del edificio pblico conocido como Gran Almacn

A partir de estos elementos arquitectnicos y de las funciones asociadas a ellos, es posible reconstruir, en partlas actividades y la vida cotidiana que se desarrollaban en estas viviendas. En las reas del recinto al aire libre

patio tenan lugar diferentes actividades, entre ellas la preparacin de alimentos, como lo testimonian lo

fogones y los batanes de piedra que se encuentran in situ

En los poyos techados se poda desarrollar actividades artesanales comnmente asociadas a la vida domstica

al mismo tiempo encontrar proteccin del sol. Mientras que las habitaciones permitan el descanso nocturno

los depsitos la conservacin de los alimentos acumulados a disposicin de cada unidad familiar.

EL MANEJO DE LA ECOLOGIA DE LOMAS Y USO DE ZONA DE PRODUCCION

Uno de los aspectos de mayor inters de las lomas de Atocongo, es el conjunto de evidencias que proporcionsobre el manejo prehispnico de la ecologa de lomas y su transformacin en una zona de produccin. Esto

antiguos sistemas agrcolas aparecen claramente asociados fsicamente a las lomas, sin embargo era poco clar

su funcionamiento y las formas de abastecimiento de agua que hicieran posible su cultivo (Engel 1981, Peterse

1988, Trimborn 1988).

El estudio de esta zona lleva a plantear una hiptesis de trabajo que intentara explicar el desarrollo del sistem

agrcola en una zona rida, mediante el manejo de las condiciones de lomas como sistema captador y fuente d

aprovisionamiento de agua. El desarrollo de esta lnea de investigacin exigi la identificacin de sistemas d

irrigacin artificial, que no solamente aclarara la forma de cultivo de las terrazas, sino que permitiera establec

una asociacin directa entre el manejo de los sistemas de campos y el de las lomas.


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FIG 5: sistema de andenes aun utilizados en la actualidad, zona de Villa Mara cercado

Tipologa y caractersticas de los campos agrcolas

Aparentemente, los distintos tipos de campos que se pueden apreciar en los diferentes sectores explorad

responden bsicamente a los condicionamientos de la topografa del lugar y a las formas de aprovechamient

del agua mediante el sistema de riego, aunque no debe de descartarse el tipo de cultivos desarrollados en esto

si bien sta es una variable que nuestros trabajos preliminares no estn en grado de definir.

Las particulares caractersticas topogrficas y en especial el diferente tipo de pendiente que presentaron lo

terrenos transformados en reas agrcolas, fueron resueltas aplicando distintas soluciones. En el caso de l

suelos que presentaban reas llanas de escasa pendiente, se opt simplemente por una limpieza de las piedr

del terreno, las que fueron aprovechadas para trazar alineamientos o pequeos bordos que sirvieron par

definir las subdivisiones de los campos. Este tipo de campos se pudo apreciar en la parte alta de la Llanavill

entre las quebradas de paraso y Jose Carlos Mariategui , donde se encuentran largas franjas de 15 a 20 m d

ancho, delimitadas longitudinalmente por alineamientos de piedra de 1 a 1,50 m de grosor, que se extienden d

200 a 250 m en el sentido de la pendiente y que estn subdivididos transversalmente por alineamientos d

piedra ms delgados, desde 3 a 3,50 m hasta 15 o 20 m formndose as rectngulos alargados o grande

espacios cuadrangulares.

En la mayora de los casos, dado el predominio de los suelos de pendiente moderada y la naturaleza arcillosa d

los mismos, el acondicionamiento de los campos se resolvi mediante el terrazamiento, formando terraplene

simples en los que no se emplearon muros de contencin. Resulta claro que el ancho de las terrazas estableci en base al tipo de gradiente que presentaban los terrenos, es decir, el ancho de las terrazas se reduc

en una proporcin inversa al incremento de la pendiente.


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Fig. 6. Lomas de Atocongo: terrazas de cultivo en la Quebrada Verde.

Las terrazas, que pueden llegar a tener un ancho mnimo de unos 3 m, se despliegan generalmente siguiendo l

curvas de nivel, aunque se aprecia que tambin se amoldaron a los pequeos accidentes que presen

frecuentemente el terreno -como son los pequeos cauces de escorrenta, montculos y afloramientos rocoso

buscando siempre de resolver ingeniosamente tanto el aprovechamiento mximo de los suelos como lo

requerimientos propios del riego. Es de notar que, para superar el incremento de la pendiente, en muchos cas

se desarrollaron grandes "escalones" en el terreno; como si el escalonamiento de las sucesivas terrazas hubie

sido inscrito, a su vez, en el escalonamiento mayor formado por gigantescos terraplenes. Las terrazas de cultiv

presentan subdivisiones transversales hechas con alineamiento de piedra o con pequeos bordos de tierr

definiendo pequeos bancales rectangulares o cuadrangulares. En los terrenos de caractersticas m

accidentadas y de pendiente ms pronunciada -lo que habitualmente se verifica en proximidad del litoral, con brusco descenso de las laderas y el encaonamiento de las quebradas- se observa no solamente la reducci

drstica del ancho de las terrazas sino tambin el desarrollo de stas con muros de contencin de escasa altu

elaborados con una o dos hiladas de piedras de campo. Las caractersticas que presentan este tipo de terraza

las hacen semejantes a pequeos andenes, si bien no es este el caso, ya que, al igual que en las dem

aparentemente no se han aportado nuevos suelos sobre los muros de contencin, sino que estos han servid

para estabilizar el terraceo efectuado labrando los suelos naturales y evitar la erosin al practicar el riego.

El sistema de irrigacin

A partir de la inicial identificacin de las evidencias de riego presentes en las terrazas que plantea clarament

la existencia de un sistema de irrigacin artificial como medio fundamental que posibilit el cultivo del antigu

sistema de campos se procedi a identificar finalmente las fuentes primarias de captacin de agua y la

principales formas de encauzamiento que abastecieron el sistema de irrigacin artificial desarrollado en

conjunto de los campos agrcolas. Se puede observar que las melgas o bancales de las terrazas presentan, tant

en su trazo sinuoso como en las aberturas presentes en sus bordos, claras evidencias de la circulacin del agua

la forma de riego de los suelos de las terrazas. Generalmente el abastecimiento de agua a los campos se dio p


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medio de canales que corran en sentido transversal al de las terrazas, ingresando a estas desde los extremos e

que las atravesaban. Es interesante notar que, en algunos casos, an es posible observar claramente

disposicin de piedras de regular tamao en el cauce de estos canales, y ms cuando se aprecia que

ubicacin coincide con la de los puntos de ingreso del agua desde el canal hacia las terrazas correspondiente

Aparentemente se tratara de una forma de facilitar la derivacin del agua que corra por los canales al nivel d

cada terraza, si bien es posible que, al mismo tiempo, este recurso tcnico limitara la velocidad del agu

controlando los riesgos de erosin y desborde de los canales.

Si bien estos canales, como se ha dicho, por lo general estn trazados en el sentido de la pendiente y transvers

al de las terrazas, se aprecia tambin el frecuente aprovechamiento de cauces naturales de escorrenta qu

atraviesan el terreno y que fueron habilitados para el curso del agua. Se observa tambin la existencia d

canales "horizontales", que corren paralelos al trazo de las terrazas agrcolas. En algunos casos, corresponden

canales de distribucin que se desprenden de los canales principales y cuyo trazo est mayormente asociad

con los grandes "escalones" que conforman el sistema mayor de terraplenes; en otros casos, se trata de canal

secundarios realimentados a partir del aprovechamiento del agua excedente procedente del riego de l

campos ubicados en un nivel superior. El examen preliminar del sistema de irrigacin, permite establecer que los canales principales fueron realizados cavando directamente en el terreno, tambin aqu ciertos cauc

naturales fueron utilizados incorporndolos al sistema de irrigacin. El seguimiento del trayecto de algunos d

los canales principales del sistema de irrigacin, nos condujo a la identificacin de los puntos de captacin d

agua, ubicndolos en las quebradas que descienden de los cerros de lomas. De esta manera, quedab

claramente establecido que el desarrollo de los canales y del conjunto del sistema de irrigacin artificial, ten

su punto de partida en la derivacin del agua que descenda por los cauces de las quebradas, permitindono

asociar directamente el manejo de los campos de cultivo con el de las lomas como sistema generador

acumulador de agua.

Esta hiptesis de trabajo se vio reforzada con la observacin, en las faldas de los cerros de lomas, de zanjascanales de trazo transversal a la pendiente, es decir, en sentido horizontal o ligeramente diagona

Aparentemente, se tratara de un sistema diseado para la captacin del agua que escurra por las faldas de lo

cerros de lomas y que permiti su derivacin hacia los cauces de las quebradas, los canales que la toman d

estos y/o que corren al pie de las laderas y por lo tanto en el lmite superior de los campos de cultivo. Es posibl

que un estudio ms detallado nos permita comprobar si es que se trata, como planteamos, no solamente de u

elemento complementario del sistema de irrigacin, sino de un recurso tecnolgico relacionado con el mane

de las lomas como fuente de generacin de agua. Sostenemos esta hiptesis porque estas zanjas horizontale

no solamente se aprecian en la parte baja de las faldas y en conexin directa con el sistema de irrigacin, sin

tambin en las partes altas de los cerros de lomas, donde inclusive se aprecia un trazo discontinuo

"alternado".

En base a estos elementos, podran haber operado como una suerte de "zanjas de infiltracin", captando

agua que escurra por la pendiente de las lomas, evitando la erosin y favoreciendo la acumulacin del agua,

desarrollo de la vegetacin, e incrementando a su vez la filtracin que alimenta la napa fretica que gene

abundantes ojos de agua y puquiales que, hasta el da de hoy, son utilizados como fuente complementaria d

abastecimiento de agua para el cultivo.


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FIG 7: irrigacin en zona de quebrada paraso

En el marco de este tipo de manejo, es lgico suponer que si los bosques y la ecologa de las lomas eran

fuente primaria y esencial de la generacin y "acumulacin" del recurso agua, debi de regularse su explotaci

y posiblemente no slo con miras a su mantenimiento y conservacin sino inclusive a su potenciamiento y a

ampliacin de su extensin. De manera que, en este caso especial, el desarrollo de la agricultura no habr

implicado, como usualmente sucede, la reduccin o desaparicin del bosque sino todo lo contrario.

ANTECEDENTES HISTORICOS

Si bien la regin de Atocongo posiblemente contenga evidencias de ocupacin de pocas ms tempranas, hast

el momento los hallazgos arqueolgicos se remontaran tan slo a las fases

Fig. 8. Esquema constructivo del manejo del espacio territor

en las lomas de Atocongo.

finales del perodo de los Desarrollos Regionales (circa 600-700 DC), ya que algunos de estos estaran asociadoa cermica correspondiente a las fases finales de la cultura Nazca (Trimborn 1988). Estos tiempos corresponde

a una poca caracterizada por la transicin hacia el perodo Wari, en la que se manifiesta la creciente influenc

proveniente de las regiones altoandinas y el progresivo debilitamiento de las tradiciones estilsticas locale

costeas.

En todo caso, estas evidencias podran estar sealando el inicio de la ocupacin de la zona de lomas por part

de sociedades complejas con un determinado nivel de desarrollo y el posible inicio, por parte de ellas, d


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desarrollo de los sistemas de campos de cultivo y las consecuentes modificaciones paisajsticas en el territor

de las lomas. Sin embargo, los limitados estudios arqueolgicos desarrollados en la regin, permiten tan s

proponer esta aseveracin como una hiptesis que deber ser comprobada en el desarrollo de futura

investigaciones.

Una situacin similar se presenta ante la posible ocupacin durante el perodo Wari, en cuanto esta poca estasociada a profundos cambios econmicos y sociales, los cuales estuvieron aparejados con la realizacin d

grandes transformaciones territoriales con fines productivos y el desplazamiento de grandes contingentes d

poblacin, en el marco del desarrollo de la primera formacin imperial del mundo andino.

La mayora de las evidencias arqueolgicas sealan que bastante despus, durante la dominacin del imper

Inka, se habra realizado la mayor parte de estas imponentes intervenciones territoriales que implicaro

necesariamente la movilizacin y participacin de ingentes cantidades de fuerza de trabajo. Pero result

tambin claro que estas evidencias si bien datan de la poca inka, presentan rasgos fuertemente locales

regionales. Este es el caso de los patrones de asentamiento y de la propia arquitectura, donde si bien se percib

uno que otro elemento atribuible a lo Inka, pesan mucho ms otro tipo de rasgos en los que se percibe

patrones tnicos locales e, inclusive, influencias ms bien altiplnicas.

En resumen, se puede sostener que los limitados e studios arqueolgicos desarrollados en la zona an n

permiten definir mejor la secuencia de ocupacin que se dio en las lomas de Atocongo durante la poc

prehispnica, quedando muchos aspectos por investigar.

LAS LOMAS DE ATOCONGO EN TIEMPOS COLONIALES

Poco despus de producida la conquista y en los inicios del sistema colonial, existen algunos documentos qu

dan cuenta de bruscos cambios en el manejo de las lomas, los que marcarn la acelerada depredacin de lo

recursos de las lomas, el creciente proceso de destruccin de este delicado ecosistema, el consiguiente colapsde los sistemas de campos de cultivo y el inicio de un proceso de desertificacin.

...las mejores y mayores de todo el reyno, refiere que ay todo el ao grandes cras de ganado, vacas, mula

yeguas, cabras, carneros, y se cran con grande abundancia... y ms adelante da cuenta que ...en ellas a

enriquezido muchos haziendo cras de ganado por las ventajas que tienen a otras partes, estas lomas estn a

orilla del mar y entran la tierra adentro mas de dos leguas.

Estos documentos coloniales proporcionan una pista sobre las causas del colapso del delicado sistema ecolgic

de las lomas y paralelamente del abandono de cientos de hectreas de terrazas de cultivo que hasta hoy cubre

gran parte del rea. A este propsito, algunos autores sealan como causa de este proceso ciertos cambio

climticos, los que habran terminado con pocas ms hmedas como consecuencia de un posible retroceso e

el frente de lluvias (Petersen 1988). Aparentemente las causas del colapso de este extenso sistema agrcola so

otras y su explicacin tiene su punto de partida en lo que los documentos coloniales resumen: la introduccin

accin depredadora de vacunos y caprinos; el consecuente sobrepastoreo; la deforestacin; y por consiguient

la imposibilidad de la recuperacin y reproduccin de los limitados pastos y sobre todo de los recurso

forestales. Es evidente que este tipo de manejo redujo progresivamente las fuentes de agua presentes en

zona hasta ese entonces. En cuanto se refiere a la historia colonial y republicana del sitio, sera provechos

contar con estudios ms amplios y detallados. Estos podran dar cuenta, entre otros aspectos, de la transici


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que se produce de un manejo que apuntaba a la sostenibilidad del sistema y a la ampliacin de la capacida

productiva de las lomas, a otro en el que se imponen conductas depredadoras que conducirn a

insostenibilidad y al creciente peligro de desaparicin de este frgil ecosistema (Canziani y Mujica 1997).

ESTUDIOS CONTEMPORANEOS

Existen algunos estudios antropolgicos desarrollados en dcadas pasadas que ofrecen interesantes dato

acerca del manejo que, en ese entonces, determinados grupos tnicos provenientes de las regione

altoandinas de Ayacucho, Apurmac y Arequipa- desarrollaban en la zona. Desde estas regiones de pun

descendan distintos grupos con sus caravanas de llamas, entre los meses de julio y agosto para instalarse en

litoral de Atocongo y realizar directamente la extraccin del cochayuyo y de mariscos. Es interesante notar qu

esta poca del ao generalmente corresponde a la temporada de sequa en la puna, mientras que en las lom

corresponde a la poca de mayor humedad y abundancia de vegetacin. En estos trabajos se reporta que cad

uno de los distintos grupos tnicos se estableca en determinadas zonas del litoral y la delimitaba en form

excluyente con relacin a las dems comunidades presentes en la zona, establecindose as una suerte d

"archipilago territorial". Terminada la estacin de lomas, entre noviembre y diciembre, estos grupos iniciaba

el retorno, desarrollando en el trayecto el trueque de parte del cochayuyo recolectado, intercambindolo p

productos agrcolas propios de los pisos ecolgicos que recorran en el trayecto hacia las punas de provenienc

(Masuda 1985).

Algunas aldeas del litoral, que son sealadas en la cartografa como "balnearios", y que muestran un abandon

relativamente reciente o huellas de una ocupacin estacional, podran corresponder o haber correspondido (y

que en distintas temporadas las hemos encontrado siempre deshabitadas) a este tipo de ocupacin por parte d

las comunidades puneas. Estas aldeas, cuyos patrones arquitectnicos y constructivos son muy similares a lo

de poca prehispnica, sugerentemente se localizan prcticamente en los mismos emplazamientos o muy cer

de los que ocuparon los antiguos asentamientos, tal como se puede apreciar en los casos de llanavilla y virge

de lourdes

PROBLEMTICA Y SITUACION ACTUAL

Actualmente la zona de las lomas de Atocongo, como prcticamente toda la regin, muestra una marcad

depresin econmica y no se vislumbra ningn proyecto de desarrollo que la recupere del olvido y

marginacin. Solamente la carretera Panamericana Sur parece simbolizar fsicamente la dbil integraci

respecto a las entidades regionales o nacionales. Es evidente que esta situacin econmica conduce a un

mayor presin de la poblacin sobre los recursos de las lomas, principalmente con el sobrepastoreo del ganad

y la deforestacin como consecuencia de la tala de los relictos de bosques, para el abastecimiento de madera

combustible.

El sobrepastoreo de caprinos, vacunos y equinos impide la reproduccin de la cobertura vegetal, asi como la

invasiones en las cimas de las colinas incidiendo gravemente en la deforestacin y el incremento de la erosi

en las laderas. Es de notar que la erosin se incrementa cuando la precipitacin de eventuales lluvias n

encuentra retencin en los suelos, ante la ausencia de vegetacin, generando crcavas en las laderas e inclusiv

huaicos que afectan la conservacin de las antiguas terrazas de cultivo y la propia infraestructura moderna. Est

tipo de conduccin de la ganadera local es una de las causas principales del deterioro del ecosistema de l


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lomas y, como hemos visto, de la progresiva reduccin de los recursos hdricos. Tan es as, que se ha observad

que los actuales campos de cultivo presentan un dficit de agua de regado que se estima en un 40% (CIZA

ONERN - SENAMHI 1989).

De otro lado, la tala indiscriminada de especies arbreas agrava an ms el proceso de deforestacin. Es d

notar que este proceso coloca en peligro de extincin a especies nicas como el arrayn ( Myrcianthes ferreyra). De persistirse con este tipo de manejo, es evidente que las lomas estarn condenadas a su progresiv

desertificacin. Este fenmeno se puede ya apreciar de manera alarmante en grandes extensiones qu

actualmente presentan tan solo vestigios de su anterior condicin natural.

Es de notar que un factor adicional de deterioro de los antiguos sistemas de campos de cultivo radica en el traz

de las vas de comunicacin en la zona. La carretera Panamericana atraviesa el rea y su trazo ha afectad

importantes sectores de campos, con la agravante que las peridicas obras de refaccin implican el pase d

maquinara pesada o la remocin de tierra para este tipo de obras, generando serios daos en las antigua

terrazas y afectando negativamente el paisaje. Se ha observado tambin la irresponsable utilizacin de alguno

sitios arqueolgicos como canteras para la extraccin de materiales de construccin e, inclusive, se h

comprobado el empleo de cargadores frontales con evidentes propsitos de huaquera.

Otro factor crtico lo constituye la presin turstic

no regulada. Si bien el desarrollo turstico de

zona es an muy limitado, en determinada

festividades (Ao Nuevo y Semana Santa) s

produce una fuerte afluencia de gente, con

consiguiente acceso sin control alguno a los sitio

arqueolgicos, lo que est generando su acelerad

deterioro cuyo deficiente diseo e instalacione

desmerecen el paisaje y afectan negativamente

entorno de un sitio arqueolgico tan importante.

POTENCIAL DE LA ZONA

Creemos que en las lomas de Atocongo deben de realizarse una serie de estudios que conduzcan a formulacin de un plan maestro, que se proponga en sus objetivos centrales: detener el deterioro del med

ambiente; salvaguardar la conservacin de los monumentos arqueolgicos que existen en la zona; recuperar

manejo del bosque y de la vegetacin de lomas; establecer las bases para un manejo sostenido de los recurso

naturales por parte de la poblacin. local; el desarrollo de proyectos de investigacin, conservacin y puesta e

valor del patrimonio arqueolgico; y establecer las pautas y normas para que el desarrollo urbano y d

infraestructura no afecten las obras culturales y la calidad paisajstica de la zona. Evidentemente los proyecto


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que se desarrollen en el rea debern contar con la participacin activa de dicha comunidad, al est

directamente comprometida con la problemtica enunciada.

Las lomas de Atocongo poseen una gran rea con aptitud forestal (4945 ha), en las cuales se puede evitar

limitar el pastoreo, desarrollar planes de reforestacin y recuperar el desarrollo de la vegetacin, lo que

bsico para la captacin del agua y "realimentar" el proceso de extensin de la cobertura vegetal. Este procesde reforestacin puede ser apoyado o potenciado con recursos tecnolgicos, como los "atrapa nieblas" que s

demuestran bastante efectivos en la captacin del agua de las nieblas.

El desarrollo de los recursos forestales puede proporcionar ingresos a la poblacin mediante un manej

adecuado del bosque. Este, por ejemplo, es el caso de los rboles de tara, cuyas vainas son cotizadas por su

cualidades tintreas y su alta concentracin de taninos. De otro lado, es de notar que el bosque de loma

alberga una gran variedad de fauna y una serie de plantas medicinales y silvestres de carcter nico, cuy

conservacin es de gran importancia para la preservacin de la biodiversidad.

La recuperacin de la vegetacin de lomas permitir el paulatino incremento de las fuentes de agua, dndo

as las condiciones para la extensin y mejora de la produccin agrcola, ms an si se desarrolla aplicand

sistemas de riego tecnificado. En este sentido, se ha estimado que en la zona de las lomas de Atocongo existe

unas 2955 Ha con aptitud para el cultivo (CIZA -ONERN - SENAMHI 1989). Obviamente esta rea comprende

extensin ocupada por los antiguos sistemas de campos de cultivo, lo que obliga a evaluar la posibilidad d

recuperar su utilizacin bajo una normatividad especial, que plantee el manejo de los antiguos campos com

una forma de conservacin de los mismos, tal como se est ensayado con andenes Inka de la regin del Cusc

Paralelamente, el incremento de la disponibilidad de agua podra permitir el manejo de zonas de pastura o

estabulacin del ganado.

De otro lado, la conservacin y puesta en valor del patrimonio arqueolgico, mediante el desarrollo d

imprescindibles trabajos de investigacin, la implementacin de proyectos de conservacin y puesta en valoas como el desarrollo de infraestructura y adecuados circuitos tursticos, permitirn rescatar del deterioro

peligro de destruccin a los innumerables monumentos arqueolgicos existentes. De esta manera, las lomas d

Atocongo ofrecern excelentes condiciones para el desarrollo del turismo ecolgico y cultural, adems de la

condiciones naturales que la zona posee para el desarrollo de la pesca deportiva y la prctica de deportes d

aventura, incorporando estos recursos al manejo sostenido de la zona por parte de la poblacin.

LAS LOMAS DE ATIQUIPA: UNA CASO DE PAISAJE CULTURAL

Con relacin a la discusin de los criterios para la nominacin de los paisajes culturales , planteados por la Gu

Operativa del Comit para la Proteccin del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, y su aplicacin al caso de la

lomas de Atocongo, podemos sealar las siguientes consideraciones:

En las lomas de Atocongo se aprecia una especial interaccin de la sociedad con el medio natural. En este cas

el singular ambiente natural de las lomas fue modificado para ampliar su capacidad generadora de agua

posibilitar el desarrollo de la agricultura, mediante la construccin de un extenso sistema de terrazas de cultiv

que incorpor el desarrollo de un sistema de irrigacin artificial que se abasteca con el agua proveniente de la

lomas. En base a estas consideraciones, las lomas de Atocongo constituyen un paisaje cultural (art. 36 de la Gu

Operativa), que comprende, a su vez, asentamientos arqueolgicos y obras pblicas de valor excepcional desd


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el punto de vista histrico y antropolgico. Es decir, que puede ser considerado un "lugar", de acuerdo al art.

de la Convencin para la Proteccin del Patrimonio Mundial. Las lomas de Atocongo constituyen un cas

amparado tambin por el art. 2 de dicha Convencin, donde se seala que sern considerados com

"patrimonio natural": los lugares naturales o zonas naturales estrictamente delimitadas, que tengan un val

universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservacin o de la belleza natura

Pensamos, como se ha detallado en este informe, que las lomas de Atocongo estn comprendidas bajo est

criterio en todos sus considerandos. Se pueden aplicar aqu tambin las consideraciones del art. 36 de la Gu

Operativa (G.O.), que se refieren a las obras representativas de la evolucin humana y de los asentamientos e

el tiempo, bajo la influencia de las restricciones y/o las oportunidades presentes en el medio natural... , al igu

que las que a continuacin se refieren a su representatividad en los trminos de una regin claramen

definida desde el punto de vista geo-cultural...

Las lomas de Atocongo contienen importantes evidencias de la interaccin entre la humanidad y el med

ambiente (art. 37 G.O.), en particular manifiestan el desarrollo de recursos tecnolgicos especficos para

desarrollo de la produccin y el manejo sostenible de las condiciones naturales. Estos aspectos destacan a

ms tratndose de un medio ambiente complejo y frgil como es el de las lomas. En este sentido, las lomaAtocongo constituyen una importante fuente de informacin para la recuperacin de tecnologas tradicionales

su incorporacin al desarrollo de un manejo sostenible del territorio. Este tipo de manejo permitir, a su ve

garantizar la conservacin de los bosques de lomas y preservar la biodiversidad representada por la fauna y flo

que estos albergan (art. 38). La recuperacin del legado tecnolgico de las antiguas poblaciones de las lomas y

adecuada aplicacin de la tecnologa moderna (atrapa nieblas, riego tecnificado, aerogeneradores, etc.), no

permitir reformular nuestra relacin con las peculiares caractersticas de nuestro territorio, relegar la

prcticas depredatorias de los recursos naturales y restablecer estrategias de manejo sostenible en las lomas

la regin, resolviendo adecuadamente los retos del desarrollo contemporneo.

Las lomas de Atocongo, en cuanto paisaje cultural, pueden ser clasificadas como un "relicto", dado que en ellase manifiesta un proceso evolucionario interrumpido (art. 39 (ii) G.O.). Sin embargo, tomamos distancia de

trmino "fsil", dado que en las lomas de Atocongo se encuentra una poblacin activa, cuya relacin con

territorio y sus recursos debe ser apreciada en una perspectiva histrica y en el contexto de las condicion

sociales y econmicas contemporneas.


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