De acuerdo con el científico Neil deGrasse Tyson, el calentamiento global de origen antropogénico es una realidad irrefutable. En el capítulo 12 de la afamada serie COSMOS, cuya primera temporada fue dirigida por Carl Sagan en los 80´s, Neil nos muestra que el camino que sigue la humanidad es insostenible y que las casi 49 mil millones de toneladas de dióxido de carbono que emitimos de manera creciente cada año, han ocasionado que la concentración de este gas en la atmosfera supere las 400 partes por millón, es decir, cerca ya del punto de no retorno. Todo hidrocarburo al ser quemado en los vehículos genera CO₂. Tal es el caso de la gasolina, ACPM y gas natural vehicular (GNV). Analicemos el caso del GNV, en primer lugar, el cual es una fuente no renovable de energía, quiere decir esto que, una

vez es quemado, todo el CO2 que genera va a parar a la atmosfera, incrementando la vulnerabilidad del planeta tierra a los innegables efectos del calentamiento global. Un reciente análisis realizado por la firma Erntz and Young, en el cual comparaba la relación beneficio costo de usar diferentes energéticos (Diésel, Biodiésel, B10…B50, Gas Natural, Eléctricos) encontró que: “El uso de GNV como combustible representa una baja reducción de CO2, de 2,4% por kilómetro transitado. Las bajas reducciones son debidas a su naturaleza fósil al igual que el diésel, menor poder calorífico comparado al diésel y menor relación de pasajeros transportado por unidad volumétrica, al reducir su espacio por almacenamiento de combustible”.

Nota: Base de cálculo 2835 buses Transmilenio Bogotá.

No cabe duda que la protección del ambiente, y la

mitigación de las emisiones de gases efecto

invernadero pasan a ser el mayor desafío que

tiene la humanidad en la actualidad. Por ejemplo,

de acuerdo con el estudio “Update Handbook on

external cost of transport” entregado a la

comisión europea en el 2014, se encontró que el

costo de mitigar los efectos negativos de cada

tonelada emitida de CO2 a la atmosfera, está

entre 40 y 120 euros.

Los Biocombustibles (Biodiésel de Aceite de Palma

y BioEtanol de Caña de Azúcar) en Colombia,

reducen alrededor de 2,3 millones de toneladas

anuales las emisiones de CO2, lo cual, en términos

económicos, equivale al menos a un ahorro de

costo ambiental de 5 billones de pesos al 2025.

Los biocombustibles son esenciales para el

cumplimiento del compromiso de Colombia en la

COP 21 y son el único aportante seguro para la

generación de empleo y desarrollo en el campo en

el posconflicto.

Fuente: Fedebiocombustibles.

Jorge Bendeck Olivella, Presidente de la Federación Nacional de Biocombustibles, recibió la Condecoración Gran Cruz Extraordinaria Orden al Mérito Ambiental y Social Barón Alexander Von Humboldt.

De manos de Günter Kniess, Embajador de Alemania en Colombia y de Alfonso Lopez Caballero, Presidente de la Asociación Colombiana de Prensa y Medios de Comunicación, Jorge

Bendeck recibió este reconocimiento por la labor que ha adelantado en favor de los biocombustibles, como un sector que además de contribuir positivamente en la protección del medioambiente, es un generador de empleo a nivel nacional.

“Se necesita conocer más de lo que hace la Federación Nacional de Biocombustibles para luchar por la protección del medio ambiente. Los biocombustibles son generados a partir de recursos renovables que los convierten en combustibles limpios, contribuyendo de una forma muy significativa a la disminución de las emisiones de CO2, además de generar miles de empleos en las zonas rurales del país”, afirmó Alfonso Lopez Caballero.

La ceremonia se llevó a cabo en el Salón Boyacá del Capitolio Nacional y condecoró también a Manuel Rodríguez Becerra, exministro de Medio Ambiente de Colombia, Mónica de Greiff, Presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá y a Julia Miranda, Directora de Parques Nacionales Naturales, entre otros.

En línea con su liderazgo por generar escenarios de diálogo y reflexión sobre los biocombustibles, la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia se prepara para realizar el 9, 10 y 11 de marzo de 2016 la II Conferencia Internacional de Biocombustibles, que acogerá también la versión número 22 del Simposio de la organización internacional ISAF.

Fuente: Fedebiocombustibles.

El sector de los Biocombustibles cuenta con una cadena de valor ambiental, social y económicamente sostenible. Es motor de desarrollo regional, altamente generador de empleo y ejemplo de compromiso nacional, en el desarrollo integral de un modelo de negocios innovador en Colombia.

Por ello, la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia llevará a cabo en el mes de marzo de 2016 la II Conferencia Internacional de Biocombustibles, que acogerá también la versión número 22 del Simposio Internacional de ISAF, con su lema “Biocombustibles un nuevo aire para el mundo”.

Este evento, que se realizará durante los días 9, 10 y 11 de marzo en la histórica ciudad de Cartagena de Indias, Colombia, proporcionará una inigualable oportunidad para que las comunidades científicas de Colombia y del mundo, al igual que los desarrolladores de tecnologías y proveedores de equipos, puedan compartir sus logros, buscando abrir caminos en el extenso panorama para el empleo de los Biocombustibles.

Serán más de 25 expositores internacionales que abordarán temáticas como la experiencia de la Unión Europea en la implementación del programa de biodiésel y bioetanol, los nuevos requisitos del programa Renewable Fuel Standard, el Programa Nacional de Biocombustibles, entre otros.

Entre los invitados se encuentra Ricardo Hausmann, economista venezolano actual director del Centro para el Desarrollo Internacional y profesor de Economía del Desarrollo en la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard.

La Universidad de Harvard y el Profesor Hausmann diseñaron el “Atlas de Complejidad Económica”,

una herramienta implementada por varios países, entre ellos México, Brasil, Estados Unidos y, recientemente, Colombia, la cual permite la formulación de políticas públicas de competitividad y estrategias empresariales. Se trata, sin duda, de un modelo para mostrar a todo el mundo.

La Conferencia además es un escenario único para dar paso a nuevos negocios, explorar nuevos mercados y enriquecer el relacionamiento con autoridades nacionales e internacionales involucradas en el sector.

Fuente: Fedebiocombustibles.

Varios analistas internacionales y estamentos multilaterales esperan que el crecimiento mundial para el 2016 sea del 3,4%, un poco mayor al esperado para el 2015, 3,1%, esperando que el repunte sea gradual a través del año especialmente para las economías emergentes.

Se espera que las economías avanzadas continúen recuperándose de forma moderada y que sus brechas de producto se sigan reduciendo, mientras que para las economías emergentes el panorama es desigual y lleno de retos, como lo son el reequilibrio de la economía china, la caída en los precios de las materias primas, las tensiones a las que se encuentran algunas economías como lo son Brasil, Rusia y algunos de Oriente Medio, pero todo esto siempre bajo el marco de estabilidad económica y política.

En cuanto al precio del petróleo se espera que según el aumento de producción dado por la OPEP y la entrada de Irán como productor luego del levantamiento de las restricciones económicas por parte de EEUU, se siga dando un escenario de sobreoferta que se traducirá en precios bajos, manteniendo o incluso llegando a niveles menores de los actuales, esto tendrá una fuerte repercusión sobre las monedas de algunos países emergentes, especialmente la Colombiana dada la alta correlación, explicada previamente, entre la divisa y el precio del petróleo. Al igual esta caída en los precios del petróleo empaña las perspectivas de crecimiento de varios países pues ejerce presión sobre sus saldos fiscales.

Fuente: Fedebiocombustibles.

El mercado financiero en Colombia se está poniendo cada vez más verde. A partir de este primer semestre de 2016, la Bolsa Mercantil de Colombia (BMC) pondrá a circular bonos de carbono voluntarios en una plataforma de negociación. Es decir, los gobiernos de países industrializados y las empresas podrán canjear sus impactos sobre el cambio climático, al “comprar” una o varias toneladas de dióxido de carbono equivalente que no serán emitidas a la atmósfera gracias a algún proyecto ambiental certificado que se desarrolle en Colombia.

Hasta el momento, según han explicado la Fundación Natura y la BMC, actores involucrados en este primer intento, se espera reducir más de 500.000 toneladas de carbono al 2018. Cada bono podrá tener precios entre $10.000 y $20.000 o llegar hasta los $15.000 por tonelada de carbono si

el proyecto impacta a una comunidad indígena.

Los bonos de carbono son uno de los mecanismos establecidos para mitigar los impactos de las emisiones contaminantes e intentar combatir el cambio climático. Pero, ¿qué es realmente lo que se está negociando?

El carbono es un elemento químico que hace parte de la composición de todos los seres vivos. Sin embargo, cuando se libera a la atmosfera, en forma de dióxido de carbono, se convierte en un gas efecto invernadero que constribuye al calentamiento global. Por esto, parte del truco para mantenerlo en niveles adecuados es que se quede atrapado en los organismos que más lo cargan en su composición. Entre ellos, los árboles y bosques, que cumplen una función fundamental como reservorios de carbono.

Según explica el Ideam, la cantidad de carbono que tiene un bosque se puede medir a partir de cinco factores: la biomasa aérea (que se encuentra en el tronco, las ramas y frutos de los árboles), la subterránea (que está en las raíces), la del suelo, la de la hojarasca que se encuentra sobre este y la de los árboles que ya murieron pero siguen en pie.

En Colombia, debido a la poca investigación que existe sobre los distintos depósitos de carbono forestal, solo se ha estimado el potencial de carbono almacenado en la biomasa aérea: entre 79,1 Mg C/ha y 168,9 Mg C/ha*. Lo que implica

que la reserva de carbono nacional total oscila entre 4,7 Pg C y 10,0 Pg C** y representa 17,1 Pg CO2 e y 36,6 Pg CO2 e*** que no han sido emitidos a la atmósfera. Este es nuestro potencial en el mercado de los bonos de carbono.

Para llegar a esta cifra, el Ideam usó la información de diferentes inventarios de vegetación realizados entre 1990 y 2013, y los reunió en una gran base de datos. El resultado fue un trabajo colaborativo en el que participaron tanto institutos de investigación públicos como investigadores independientes, que integró las mediciones hechas en 4.981 parcelas que variaron entre 0,02 y 1,50 hectáreas.

Sin embargo, debido a que los datos dependieron del azar sobre el tipo de bosque en el que se han hecho los inventarios, los 16 tipos de bosque que tiene el país no quedaron representados en estos cálculos. Por esto, desde el año pasado el Ideam está trabajando para coordinar una gran Inventario Forestal Nacional, que tenga información sobre los cinco compartimientos de carbono y todos los tipos de bosques, que se espera estará listo en el 2017.

Para consultar el articulo completo puede visitar este link.

Fuente: www.elespectador.com

Fuente:www.fedebiocombustibles.com