GARNATA (2010) - Orce, el Hombre Fósil

8/7/2019 GARNATA (2010) - Orce, el Hombre Fsil

1/57

garnata1 quincena julio 2010

N 4 / 3

granadael desastre del 98

Moreno Venegasvicepresidentedel Manhattan Bank

Centro artsticoin memoriam

orceel hombre fsil

historia y actual idad

pster orce hace milln y medio de aos


2/57

3

El centro artstico de GranadaMara Jos Garca Larios

Un granadino vicepresidentedel Chase Manhattan BankJos Luis Kastiyo

Granada, el desastre del 98Csar Girn

Catalina de MendozaEmilio Atienza y Jess Sorroche

garnatahistoria y actualidad

SuMArio

28

42

104

113

artculos y entrevistas

E dald Ca b nell: Es h a de q e ha-ble la C enc a.

r be t Sala: G ad x-Baza y el p bla-m ent h man p m t v de E pa.N eva fase de desa ll de la nves-t gac n.

Csa V se as y o l oms: Ge l gade la c enca de G ad x-Baza.

o l oms, J sep Ma a Pa s yMath e D val: La edad de l s yac -m ent s de G ad x-Baza.

J d Ag st, H g es A. Bla n y J anMan el Lpez-Ga ca: L s peq e sve teb ad s.

B enven d Ma tnez-Nava , Pa lPalmqv st, M. Pat c n Esp ga es ySe g r s-M nt ya: L s g andes ma-mfe s c ate na s de o ce: el h m-b e fs l y s ent n .

is d T y r be t Sala: Q he a-m entas t l zaba el h mb e d e o ce?Las nd st as lt cas de Ba anc Leny F ente N eva-3.

48 OrceEl hombre fsilBienvenido Martnez-NavarroCoordinador edicin


3/57

4

PalaBras ClavEGranaMUndi

OPinin

G ego io Mo alesJuan Alf edo Bellnremedios SnchezJos Luis Kastiyo

actualiDaD y socieDaD

anlisisde l ctu lid d8

141620


4/57


5/57

Orce


6/57

Paleontologa yBienvenido Martnez-NavarroCoordinador edicin

Ocupaciones humanas en el Pleistoceno inferior de la cuenca de Guadi


7/57

ES HORA DE QUE HABLE

LA CIENCIAEudald CarbonellDirec r IPHES. Ca edr ic de Prehis ria URV. C direc r de Pr ec Sierra de A apuerca

consistentes pueden trabajar deuna orma regular, sistemtica ypro esionalizada, inimaginablescuando yo empec a dirigir exca-vaciones arqueopaleontolgicas.En este sentido cuando la Conseje-

ra de Cultura de la Junta de Anda-luca licit un nuevo Programa deInvestigacin de los yacimientos deFuente Nueva 3 y Barranco Len, seplante la con guracin de un equi-po que reagrupara muchas perso-nas que ya haban trabajado en elterritorio con anterioridad. Estaspersonas atesoran una experienciay unas habilidades de conocimien-to que sern de gran importanciapara la consecucin de los objeti-vos de investigacin, ormacin ysocializacin que la nueva direc-

cin del proyecto, coordinado porel Dr. Robert Sala, se ha trazado.As pues, debemos ver este proyectomultiinstitucional en clave de coope-racin y aprendizaje mutuos. Estparticipado por 15 instituciones rela-cionadas con la investigacin, laconservacin y la gestin del Patri-

monio. Adems de instituciones an-daluzas (Museo de Prehistoria y Pa-leontologa de Orce, MuseoArqueolgico y Etnolgico de Grana-da, Universidad de Granada, Univer-sidad de Mlaga, Universidad de C-diz y Universidad Pablo Olavide deSevilla), participan otros centros deinvestigacin de excelencia del pas(IPHES, URV, CENIEH, UAB, UCM) ytres extranjeros (MNHN, Museo Cro-zatier y la Universidad de Florencia).En este contexto resulta undamen-tal la participacin de universidadesandaluzas por su importante im-plantacin en el territorio inmediatoy porque entre los objetivos traza-dos, se trata de contar con alumna-do andaluz en ormacin. El alumna-do andaluz de este primer ao de

Mi admirado directorde tesis doctoral, elPro esor Henry deLumley, sigue sor-prendindome cadada. Su a n por rastrear la conti-

nuidad humana desde sus orgenesms remotos y su capacidad detrabajo en equipo no tienen lmites.A mi modo de ver debe ser un ejem-plo para toda la comunidad cient-

ca. A lo largo de este ao volvere-mos a vernos de nuevo paradiscutir sobre el primer poblamien-to europeo. Esta vez en la ciudadde Shanghai, el prximo mes deoctubre, con motivo de un Congre-so Internacional que he podidopromover en el marco de la Exposi-cin Universal. Este es el alcance

mundial del estudio de la evolucinhumana y es ah donde, entre todaslas personas que directa o indirec-tamente participamos del trabajo deinvestigacin, debemos situar losyacimientos de Orce en el mundo.La construccin de un proyectocient co slido y consistente en

evolucin humana se basa en he-chos. Las hiptesis y las teorasdeben ser contrastadas con loshallazgos arqueopaleontolgicos ypor ello quienes nos dedicamos aesto debemos, en primer lugar, le-vantar paso a paso, los cimientospara construir un proyecto slidoy consistente mediante la argamasadel conocimiento, el respaldo insti-tucional y la complicidad social dela ciudadana.De esta manera, estoy personal-mente muy satis echo del trabajorealizado los ltimos treinta aos.Nuestro pas se ha convertido enuna potencia mundial por lo quere ere al estudio de la evolucinhumana, de manera que actual-mente los proyectos cient icos

DEbEmoS SItUAR loS yACImIEntoS DEoRCEEn El mUnDo


8/57

introduccin

cionadas con el estudio de los yaci-mientos plio-pleistocnicos de laCuenca de Guadix Baza.Sin duda se deben impulsar los cam-pos undamentales del estudio delCuaternario: Geologa, Botnica, Pa-leontologa, Arqueologa etc. No sloporque permitir recuperar el patri-monio y nuestra memoria evolutiva,sino porque contribuir a la genera-cin de vocaciones cient cas en lasciencias de la tierra, de la vida y anen las Humanidades, de manera quese ayude a mejorar con la prcticaemprica, el nivel ormativo y la capa-citacin de nuestra juventud queest en la universidad estudiando yque sern lo pro esionales del uturo.Pero es tambin imprescindible quela sociedad granadina y andaluza seimplique, y participe en la consecu-cin del proyecto porque la cienciano debe vivir aislada de la socie-dad. Lanzamos pues este mensajede uturo a la ciudadana porquecreemos que entre todos podemosmejorar lo presente y plantear me-jor lo venidero.En los ltimos meses he comproba-do que en tierras andaluzas se ha-bla mucho de Atapuerca en rela-cin al nuevo proyecto sobre pliopleistoceno que ha empezado aejecutarse en la Cuenca de Guadix-

Baza a partir del concurso pblicolicitado por la Consejera de Cultu-ra de la Junta de Andaluca.Pero no nos precipitemos compa-rando realidades muy di erentes. Sinduda la importancia de los descubri-mientos arqueopaleontolgicos sonla base de todo el inters de la ciu-

dadana, pero hay algo ms que

muchas personas no han percibido:el Proyecto Atapuerca ha servidopara que una parte muy importantede nuestra ciudadana lo sientacomo algo que representa a su terri-torio. Un proyecto que ha puesto enevidencia el buen hacer de la cienciaespaola y, nalmente, ha permitidodemostrar que somos capaces derealizar las cosas tal y como debenhacerse para conseguir un respetoy prestigio reconocidos ms all denuestras ronteras. Por eso hemospodido organizar un Congreso Inter-nacional en Shanghai, porque Ata-puerca ha hecho posible la identi -cacin de un pueblo con unproyecto y por lo tanto ha sido ca-paz de vehicular las aspiraciones de

progreso econmico y social de unterritorio hacia un objetivo claro,aumentando su autoestima.El hecho que un equipo dirigido porespaoles haya podido publicar enlas revistas cient cas ms prestigio-sas del mundo, haya sido portadaen muchos de los peridicos y revis-tas de mayor tirada del mundo, hadado un enorme empuje popular alproyecto. Pero poda no haber pasa-do. Sin el trabajo de campo bienplani cado, pausado y sistematiza-do para poder recuperar siles,muestrear, estudiar bien los hallaz-gos y nalmente publicarlos en re-vistas especializadas, no se hubieraconseguido. Y nalmente, sin socia-lizar los descubrimientos, es decir,sin abrirnos a la participacin de laciudadana en los descubrimientose investigaciones, el devenir delproyecto hubiera sido di erente y,sin duda, menos consistente.La propuesta de la Consejera deCultura es muy clara. Promover unproyecto cient co multidisciplinary un proyecto cultural con un retor-no en el territorio que sea integra-dor y complementario con las ini-ciat ivas y equipamientos yaexistentes. Pero no debemos olvi-dar que es cosa de todos.La cuenca de Guadix-Baza contiene

el potencial osil ero al aire librems rico de Europa occidental, conuna secuencia de yacimientos quevan desde del Mioceno hasta Pleis-toceno medio. La mayora de losyacimientos se sitan en la Forma-cin de Baza, constituida sobre todopor sedimentos de antiguos lagos. Si

duda, para el perodo del Plio-Pleis-toceno, sus yacimientos deben detener voz propia en el mundo.Tal vez sea ya el momento que ha-ble ya sobre todo la ciencia y aban-donemos polmicas que slo des-gas tan nuest ra competenciacient ica. Pero vuelvo a repetirque, sobre la base de mis treintaaos de trabajo continuado en unproyecto que ha sorprendido atodo el mundo, estoy convenido deque se trata de un trabajo en equi-po, no slo del equipo cient co,sino del apoyo de las institucionespolticas y, muy especialmente, dela identi cacin de la ciudadana deun territorio por un proyecto co-mn que, adems de cient ico,debe ser tambin social. n

gUADIx-bAzA ContIEnE El PotEnCIAlfoSIlfERomS RICo DE EURoPA oCCIDEntA

excavacin proceder de las univer-sidades de Granada, Mlaga, Cdiz,y Pablo Olavide de Sevilla, aunqueme consta que este no es un listadocerrado y que est abierto a las per-sonas que tengan vocacin investi-gadora y de trabajo de campo. Estees otro de los ejes bsicos del pro-yecto, contribuir con el desarrollode este proyecto a la ormacin enAndaluca de personal investigadorcapacitado en las disciplinas rela-

Sondeo en Barranco Len


9/57

52

Guadix-Baza y elpoblamiento humanoprimitivo de Europa

Nueva fase de desarrde la investigacinRobert Sala RamosU v R v V . I C P H Ev S .D p P p h P

C x- z ( , E p )Paul PalmqvistD p E , U v

fotos: jordi mestre

La evolucin humana es uncampo de investigacinque en los ltimos aosha seguido un gran desa-rrollo en Espaa. En los

programas cient cos ha recibidouna atencin creciente y se hanimplantado nuevos centros de in-vestigacin. No podemos separareste crecimiento del enmeno deaceptacin social que va necesaria-mente parejo a l. Sin la potencia-cin del inters de la sociedad porla investigacin sobre los orgeneshumanos no se puede explicar lamejora en la ciencia.Los aos en que se ha producidoeste avance tanto cient co comosocial han coincidido con el mo-mento en que Europa ha tenido un

gran protagonismo en los descubri-mientos en evolucin humana. Losprimeros hallazgos de siles huma-nos en Dmanisi y Atapuerca sedieron al mismo tiempo, a princi-pios de los 90 y han prolongado suexpansin durante los ltimosquince aos. Es casualidad que lapresencia de yacimientos europeosy espaoles en las portadas de laspublicaciones cient cas ms pres-tigiosas se d al tiempo en que ve-mos un crecimiento del inters so-cial por el tema? Ciertamente no.Los yacimientos de Barranco Leny Fuente Nueva 3 ueron tambindescubiertos en los aos 80 y 90del siglo XX. Pronto se observ quelos restos de macromam eros yaconocidos en otros puntos de la

cuenca en ellos se hallaban, porprimera vez, acompaados de cla-ros indicios de la presencia huma-na en los mismos niveles, atestigua-da por la industria ltica y lasmarcas de corte sobre los huesosde grandes herbvoros. La datacinque se les atribuy, entre 1.2 y 1.3millones de aos situaba, nalmen-te y de orma irme, la regin deOrce en la discusin cient ca so-bre la primera ocupacin humanade Eurasia, en el llamado paradig-ma de la Vieja Europa.Barranco Len y Fuente Nueva 3son yacimientos arqueopaleontol-gicos que contienen el registro msamplio del oeste de Europa para lapoca que les corresponde. Enellos se observa la tecnologa ms


10/57

53

?????????????????????

primitiva de la evolucin humana,la misma que se desarroll en eleste de rica desde hace 2.6 millo-nes de aos y que entr en Eurasiahace, como mnimo, 1.8 millones deaos, como lo atestigua el sitio deDmanisi en la Repblica de Georgia.En ellos se registra tambin la

adaptacin de las poblaciones hu-manas a un entorno lacustre, amenudo semirido, nico en Euro-pa para poder observar cmo los

humanos ueron ampliando suszonas de infuencia y colonizandonuevos biotopos en que interac-tan comunidades vegetales y ani-males espec cas.Estas caractersticas, en que seana la tradicin tcnica, poco va-riada con respecto al resto de Eura-

sia y rica, con la adaptacin a unentorno nico en Europa, constitu-yen la especi cidad de Orce. Estaes la singularidad que los yacimien-

tos de Guadix-Baza o recen al para-digma de la ocupacin primitiva deEuropa y que en ningn otro puntopuede atestiguarse.En el presente ao 2010 se inicia eldesarrollo de un nuevo proyecto deinvestigacin para la cuenca deGuadix-Baza, centrado principal-mente en los yacimientos arqueo-paleontolgicos de Barranco Leny Fuente Nueva 3, ambos en Orce.Este nuevo proyecto se instala pre-cisamente con la intencin de gene-rar el conocimiento su iciente yadecuado en la direccin de mejo-rar y, eventualmente, modi icaraquel paradigma.El alma de este nuevo proyecto nose reduce, sin embargo, al avancecient co. En la direccin de lo que

REStoS DE mACRomAmfERoS yA ConoCIDoS,SE HAllAbAnAComPAADoS DE ClARoS InDICIoSDE lA PRESEnCIA HUmAnA

Caada de Vlez


11/57

54

Historia

apuntbamos al inicio, tiene unavocacin de socializacin y de ayu-dar al asentamiento y pervivenciade aqul inters social por la evolu-cin humana. Un atractivo quepermite una lectura actualizada yse enlaza con numerosas cuestio-nes de utilidad general en el pre-sente. En la investigacin sobre elpasado remoto humano se integrala disciplina de la evolucin, apare-cen datos numerosos sobre cam-bios climticos naturales, nos en-

rentamos con la capacidadhumana de adaptacin y trans or-macin del medio ambiente: todasellas cuestiones de candente actua-lidad. He aqu buena parte de lasrazones de la importancia y el inte-rs social por la evolucin humana:la interaccin entre pasado y uturoa travs del presente en que vivi-mos. Socializar la ciencia medianteestrategias proactivas de inciden-cia social es un objetivo bsico de

cualquier equipo y campo de inves-tigacin en el mundo hiperconecta-do y vido y necesitado de in orma-cin y conocimiento de hoy en da.El proyecto que introducimos estbasado en la interaccin de nume-rosas disciplinas y un grupo ampliode instituciones. Abordar la inves-tigacin en evolucin humana re-quiere la implantacin de un traba-jo t ransdisc ipl inar. En l laarqueologa, la paleontologa, lageologa y sedimentologa, la geo-cronologa, la geoarqueologa, lata onoma, la paleoecologa entreotras disciplinas cient cas debentrabajar en una misma direccin,con un mismo objetivo: la recons-truccin del cambio en sus nume-rosas dimensiones, geolgica, bio-lgica, ecolgica, tecnolgica;cambio en la estructura de la Tie-rra, en las comunidades ecolgicasy adaptacin humana a ese cambio.Si es compleja la relacin entre lasdisciplinas, an lo es ms porquerequiere la interaccin de mltiplesinstituciones en que trabajan los

distintos grupos de disciplinas;instituciones implantadas, inal-mente, en territorios diversos de lageogra a espaola y an del ex-tranjero. Un proyecto, en suma,transdisciplinar y multiinstitucio-nal.

A VIEjA EUR PAEste dptico, usado tambin recien-temente, de orma peyorativa, enlas relaciones internacionales, tie-ne un signi cado muy preciso enevolucin humana puesto que sin-tetiza y designa el paradigma deconocimiento en que trabaja hoy lacomunidad cient ca internacional.A inicios de los aos 90 un grupode arquelogos y paleontlogoseuropeos quiso revisar y ltrar elconocimiento del que hasta el mo-mento se dispona con relacin a laocupacin humana primitiva deEuropa para destacar qu haba deestable y qu de inseguro en los

datos que todos manejbamos.Observaron gran nmero de datos,coherentes, amplios y diversos,re erentes a arqueologa, paleonto-loga humana y de micromam e-ros, para el perodo ms recientede 500.000 aos. En cambio creye-ron ver inestabilidad, ragmenta-cin de datos, alta de ciertos indi-cadores en los perodos msantiguos de esa echa. No haba,para ms de 500.000 aos de anti-gedad, restos paleontolgicoshumanos, no haba yacimientosasociados a un tipo de micromam-

ero concreto, bien establecido, elMimomys savini y, aunque habasitios con restos tecnolgicos da-tados por paleomagnetismo u otrosmtodos, los desecharon, segnellos, por poco claros.As se construy el paradigma de laEuropa Joven, ms reciente de500.000 aos segn el cual los hu-manos no habran llegado a nuestrocontinente antes de esa echa enque los humanos, de la especieHomo heidelbergensis ya habran

adquirido una capacidad cognitivaavanzada y una tecnologa de Modo2 o Achelense, capaz de adaptarsea los entornos cambiantes y rosde Europa. Algunos equipos en Es-paa, Francia e Italia abogbamos,sin embargo, por la aceptacin deuna Europa con una ocupacin hu-mana de un milln de aos de anti-gedad. Lo hacamos sobre la basede yacimientos bien estrati cados,como los de Atapuerca, Vallonneten la Costa Azul rancesa, MontePoggiolo, en la localidad italiana deForl e Isernia la Pineta, tambin enItalia, entre otros muchos que poraquel entonces se situaban entrelos 700.000 y 900.000 aos. Se trata-ba de yacimientos que atestigua-ban una presencia humana anterior

lA ImPoRtAnCIA y El IntERS SoCIAl PoR lAEVolUCIn HUmAnA:lA IntERACCIn EntREPASADo y fUtURo A tRAVS DEl PRESEntE


12/57

55

?????????????????????

a los 500.000 aos y que aportabauna tecnologa primitiva, anterioral Modo 2 o Achelense.En 1994 se hallaron en Atapuercarestos de una humanidad distinta ala que se haba pensado que debaser tpica de la primitiva coloniza-

cin de Europa. Homo antecessorresult ser una criatura anatmica-mente ms primitiva de lo que seesperaba y aportaba claramenteuna tecnologa de Modo 1, arcaica.

Se hall junto al micromam erosealado, atestiguando la antige-dad buscada y se dat mediantediversas tcnicas geocronolgicasen 800.000 aos. Se haba demostra-do la existencia de la Europa madu-ra.

Por los mismos aos se descubrien la Repblica de Georgia que elyacimiento de Dmanisi albergaba

siles humanos de hasta 1.8 millo-nes de aos, acompaados de una

rica auna de origen bsicamenteasitico y de una tecnologa anms primitiva que la de Atapuerca.La especie humana, con los aos,se ha relacionado con la ase msprimitiva de evolucin del gneroHomo que habra sido capaz, conuna cognicin muy bsica y la tec-nologa ms primitiva de sortearlos lmites de la sabana a ricanaclida e introducirse en mbitosms rescos y, a menudo, ranca-mente ros, rompiendo los condi-cionantes que la arqueologa sehaba autoimpuesto como imposi-bles para una humanidad primitiva.La especie humana de Dmanisi,muy parecida a Homo habilis, indi-ca, adems, la posibilidad de que elacceso a Eurasia sea mucho ms

En ESPAA, fRAnCIA E ItAlIA AbogbAmoS PoRlA ACEPtACIn DEUnA EURoPA Con UnAoCUPACIn HUmAnA DE Un mIlln DE AoS

Excavacin en Barranco Len


13/57

56

antiguo. Acababa de nacer el para-digma de la Vieja Europa.Caba demostrar que este accesoprimitivo a Asia hubiera tambina ectado Europa. Una vez ms, laprecaucin en ciencia es necesariapara no dar por hecho lo que anno est completamente demostra-do. En este contexto los yacimien-tos de la cuenca de Guadix-Baza,Barranco Len y Fuente Nueva 3

ueron datados en 1.3 y 1.2 millonesde aos ranqueando la barrerapropuesta del milln de aos yacercndose a Dmanisi. Atapuercaha dado tambin restos de ocupa-cin humana de 1.3 millones deaos en la Sima del Ele ante conrecuperacin de siles humanosde esa poca, los ms antiguos ac-tualmente, despus de los de Dma-nisi. En Francia se hall y dat por

tcnicas radiomtricas el yacimien-to de Pont-de-Lavaud, en la regindel Loira, en el centro del pas, en1.15 millones de aos. Este sitio,adems de atestiguar, una vez ms,la presencia humana de ms de unmilln de aos, est situado muy alnorte y lejos de las regiones medi-terrneas ms templadas, lo queindica una adaptacin humana muyprimitiva en muchas regiones ybiotopos de Europa. En este senti-do, aunque mucho ms joven, elyacimiento de Pake eld, en el con-dado ingls de Su olk, en la costaoriental de Gran Bretaa, con700.000 aos de antigedad tam-bin da e, de una parte, de la ex-pansin humana por todos los rin-cones de Europa y, de otra, de lacontinuidad y densidad de la red deocupacin humana del continente.

El registro espaol es testimonio deestas ltimas consideraciones: Ata-puerca es un pequeo macizo crs-tico en un valle fuvial a 1000 me-tros de altitud y cercano a la costacantbrica, a caballo de los vallesdel Duero y el Ebro, en una zona

ra en que los humanos aprove-chan las cavidades; los yacimientosde Orce se sitan en una cuencalacustre poco pro unda y muy ex-tensa en una regin a veces semi-rida con ocupacin al aire libre;ms al norte, cerca de la costa me-diterrnea de Barcelona, un nuevoyacimiento, Vallparads, con900.000 aos de antigedad, se si-ta en un antiguo valle luvial y,algo ms al sur, en Tarragona, elsitio de La Boella, de 800.000 aos,est emplazado en una llanura del-taica, a un paso del mar. Numero-

Barranco Len


14/57

57

guadix-baza

sas posiciones geogr cas y ecol-gicas muy distintas que aseguranuna extensa capacidad humana deadaptacin.Una vez atestiguada la densidad dela red humana en Europa, qupasa con la echa de acceso al con-tinente? Se mantiene en 1.3 millo-nes de aos? O podemos esperarque se ample ms all de esta e-cha? Lo cierto es que en el sur deItalia, un nuevo yacimiento, PirroNord, ha sido situado en 1.4 millo-nes de aos, sin que por ahora lacomunidad cient ca est comple-tamente de acuerdo con esta data-cin. En el este de Europa, comoera de esperar, especialmente enRusia, empiezan a aforar conjuntosarqueolgicos a los que se propo-nen echas de ms de un milln de

aos que cabr contrastar en unuturo prximo.

Mientras esto ocurre en Europa, enAsia la echa de Dmanisi empieza ano ser la ms antigua. En China, elsitio de Longguppo ha sido datadoen 1.9 millones de aos. Aunque nopresenta restos siles humanos, scontiene industria ltica bien esta-blecida y, sobre todo, apunta haciauna introduccin extraordinaria-mente temprana en el continente.En Indonesia, a primeros del pre-sente siglo se descubri el yaci-miento de Liang Bua, en la isla deFlores, con unos siles humanos

de una especie de cuerpo y crneomuy pequeos que apuntan a unenanismo entre humanos igual quese da en otras especies de mam e-ros aisladas en pequeos territo-rios insulares. Pero sobre todoaporta unas caractersticas querelacionan estos siles con la hu-manidad ms primitiva, cercana aHomo habilis. Pobl Homo habi-lis toda Asia, incluida la regin in-sular indonesia? Desde cundo?La Vieja Europa puede ser el para-digma vlido para explicar una ex-pansin humana muy primitiva enun contexto en que Asia se poblen los albores de la evolucin hu-mana, o incluso antes de la apari-cin del hombre? As es como estavanzando la ciencia de la evolu-cin humana en los ltimos aos,con respuestas a antiguas pregun-tas y nuevas preguntas an msinquietantes. Y Orce tiene y debeseguir teniendo un papel destacadoen toda esta discusin.

gUADIx- AzA EnA VIEjA EUR PA

El nuevo proyecto que se ha puestoen marcha en la cuenca de Guadix-Baza y que se iniciar en torno a losyacimientos de Barranco Len yFuente Nueva 3, debe ayudar en elmarco de esta investigacin inter-nacional a resolver las cuestionesesenciales que nos proponemos.

Para llevarlo a cabo se ha moviliza-do equipos y personal cient co ytcnico de instituciones espaolasy europeas y empresas dedicadas adesarrollar aspectos tcnicos con-cretos. Los centros pblicos impli-cados son el IPHES, la UniversidadRovira i Virgili, el Museo Arqueol-gico y Etnolgico de Granada, laUniversidad de Granada, el Museode Prehistoria y Paleontologa deOrce, el Centro Nacional para laInvestigacin en Evolucin Humana(CENIEH, Burgos), la Universidadde Mlaga, la Universidad Autno-ma de Barcelona, el Institut Jaume

Almera y la Estacin Experimentaldel Zaidn, ambos del CSIC, InstitutCatal de Recerca Avanada(ICREA), Universidad Complutensede Madrid; los centros internacio-nales Musum National dHistoireNaturelle de Pars, la Universit diFirenze, le Muse Crozatier de Puy-en-Velay; y las rmas Topgra s AltUrgell i Pirineus, S.L. y Schola. Di-dctica Activa, S.L.Las grandes lneas de investigacinen este proyecto se re eren a 1. lacronologa de la expansin; 2. a lasrazones y contextos ecolgicos enlos que se expandieron los gruposhumanos; 3. a la tecnologa quedesarrollaron en su expansin; 4. asu capacidad de interaccin con elmedio ambiente y competencia conotros animales; 5. en relacin con4., tambin debemos re erirnos a sucapacidad de obtencin de alimen-to y su dieta; 6. a su capacidad deestructuracin del espacio; 7. alentorno vegetal y paleontolgico enque se movieron; y 8. a la compe-tencia entre grupos humanos. To-das estas lneas deben ser resueltaspara los dos yacimientos de laCuenca de Guadix-Baza y con ellosy los dems registros de la cuencaconstruir un modelo que sirva dere erencia a Europa occidental. Enesta direccin ha sido diseado elactual proyecto de investigacin.

El Homo AntECESSoR RESUlt SER

AnAtmICAmEntEmS PRImItIVo y Con UnAtECnologA DE moDo 1, ARCAICA


15/57

58

Historia

La base de toda investigacin ar-queolgica es una correcta excava-cin de los registros conservados.Debe asegurarse la calidad y abi-lidad de los datos recogidos. En laexcavacin sistemtica de Barran-

co Len y Fuente Nueva 3 se aplica-r un registro de datos digitalizadopara evitar la prdida de datos pormanipulaciones sucesivas y mejo-rar su tratamiento en excavacin ya posteriori. Esta recogida de datosamplia y sistemtica se har pararesolver tanto cuestiones arqueol-gicas como ta onmicas. El InstitutCatal de Paleoecologia Humana iEvoluci Social (IPHES) ha disea-do y patentado el sistema ARCHesystem, que aprovecha la tecnolo-

ga de las redes inalmbricas paraalmacenar los datos de excavacindirectamente en el campo a un or-denador. Este sistema permite rela-cionar de orma directa y dinmicael trabajo de campo y el trabajo de

laboratorio y museo, gestionandoel volcado de datos entre sistemas.En relacin directa con la excava-cin se llevar a cabo un controlmicroestratigr co y geoarqueol-gico durante el trabajo de campoque nos permita controlar y asegu-rar que las asociaciones arqueol-gicas y paleontolgicas y las rela-ciones que observamos entreobjetos del registro estn bien es-tablecidas por su inclusin en unnivel sedimentario concreto y bien

de inido. Este trabajo es bsicopara que las hiptesis que estable-cemos sobre las capacidades de loshomnidos y su competencia conotros depredadores queden bien

jadas.Una de las cuestiones que ms secitan con respecto a la capacidadhumana de accin en el medio am-biente y de consecucin de su ali-mento es la competencia con gran-des carnvoros y carroeros comoleones, tigres diente de sable y hie-nas. Fueron los humanos primiti-vos carroeros subsidiarios deotros animales ms potentes y ca-paces? O, contrariamente ueroncapaces de conseguir por s mis-mos su alimento? En este sentidohay dos disciplinas bsicas a poneren prctica: la ta onoma, que estu-dia la manera en que han osilizadolos restos seos en un yacimiento,y la arqueozoologa, que investigalas trazas de actividad humana so-bre los restos seos. Entre ambas

lAS CAPACIDADES ADAPtAtIVAS HUmAnAS EStnSobRE toDo CEntRADASEn toRno A lAtECnologA

Barranco Len


16/57

59

guadix-baza

deben demostrar si un conjuntoseo ha sido bsicamente aportadopor humanos o por otros depreda-dores. En investigaciones llevadasa cabo en los anteriores proyectosde Orce, se ha demostrado que, enno pocas ocasiones, los humanoshan sido los primeros en acceder alos cadveres de los grandes herb-voros, como el Mammuthus. Sinembargo, esta competencia o sub-sidiaridad y la evolucin del com-portamiento humano hasta conver-tirse en un superdepredador deben

gurar en todas las hiptesis sobreel acceso de los humanos a nuevosentornos y biotopos.Debemos entender a los humanosno slo en sus relaciones con elmedio ambiente circundante. Lascapacidades adaptativas humanasestn sobre todo centradas en tor-no a la tecnologa. En el momentoen que el gnero Homo aparece lohace pertrechado con sus instru-mentos tcnicos, pequeas lascasde piedra que le sirven para modi-

car objetos en otros materiales,como madera, o para en rentarsecon ventaja al despiece de la carca-

sa de un animal, sin necesidad deesperar a la accin de otro depre-dador que abra paso en la piel de lapresa. La tecnologa, adems, esotro actor que ayuda a los huma-nos a organizar el espacio en queviven mediante la puesta en prcti-ca de redes de bsqueda de mate-ria prima, su traslado al punto enque se requiere su uso y su poste-rior abandono. El anlisis de estecircuito nos provee a nosotros conel sistema organizativo antrpicoen el espacio.Un circuito que, en el caso de losprimeros pobladores, es de cortoalcance: las uentes de aprovisiona-

miento son siempre inde ectible-mente inmediatas al punto de uso yel descarte y abandono de los ins-trumentos tambin se realiza en elmismo punto en que se ha saciadola necesidad determinada. Si avan-

zamos en el tiempo y en la evolu-cin humana, el llamado Modo 2 oAchelense, presente en la cuencaen yacimientos como Solana delZamborino, el circuito y organiza-cin del espacio se modi ca con el

traslado de objetos algunos kilme-tros, la repeticin en el uso de losinstrumentos y el traslado, por pri-mera vez, de objetos ya con gura-dos a lo largo del circuito. Esta or-ganizacin agranda el territorio deaccin de las poblaciones que desa-rrollan esta nueva tecnologa endetrimento del espacio que explo-tan otros grupos con un sistematcnico ms arcaico. Pensamos queesta situacin gener en el pasadono pocos con lictos territorialesmarcados por el di erencial tecno-lgico. Es incluso posible que unacompetencia de este tipo a granescala hubiera impulsado algunosgrupos humanos uera de rica,explicando as el acceso del gneroHomo a Eurasia con el Modo 1.Otra dimensin importante de laevolucin humana y, por consi-guiente de nuestro proyecto, es elentorno en que vivieron las comu-nidades y, en especial, el entorno alque se adaptaron en su primitivoacceso a Europa. El registro degrandes mam eros hallado en Gua-dix-Baza nos da un indicio a granescala de este ambiente, pero noso-tros necesitamos ndices ms pre-cisos registrados, por ejemplo, enel agua del propio lago. El estudiode la sedimentacin nos o rece laevolucin del lago. De los ndicesclimticos nos queda, sin embargo,otro dato an ms no: el oxgenocontenido en los moluscos. Debe-mos conocer a escala na el climay sus condicionantes para relacio-narlo con las grandes preguntas. Lacuenca de Baza ue, como hemos

indicado, una zona semirida ennumerosos momentos de su histo-ria. Residan en ese momento hu-manos en ella? Era una cuencasemirida en el momento de suprimer acceso a ella? Se movan

gUADIx-bAzA ES UnA CUEnCA Con PRESREStoS DE oCUPACInHUmAnA qUE AbARCAntoDo El PlEIStoCEno

Situacin de los yacimientos. Figura: P. Espigares


17/57

60

Historia

los humanos en uncin de esoscambios o eran capaces de adap-tarse a ellos sin desplazarse? Unsondeo pro undo y continuo en

Barranco Len y Fuente Nueva 3debe o recernos restos de reptiles,micromam eros, polen y especial-mente de moluscos de agua dulceque nos permitan reconstruir elentorno de la cuenca en cada mo-mento y compararlo con el medioen que habitaron los humanos.Los sondeos que se van a llevar a

cabo ya este ao 2010 mejorarn elconocimiento de la geologa y lasedimentacin de la cuenca y o re-cern muestras para ms datacio-nes que se conseguirn por la apli-c a c i n d e n u e v o s m t o d o sradiomtricos de obtencin de e-chas numricas y precisas o por laampliacin y mejora de los ya apli-cados anteriormente. En este senti-do se proponen en el proyecto dosgrandes lneas a resolver: cundose produjo el primer acceso huma-no a la cuenca y cmo se desarrolly evolucion la adaptacin huma-na. Barranco Len tiene una se-cuencia muy pro unda y potente enla que debe ser posible describir elprimer punto de acceso de los hu-manos a la cuenca y por ende a lapennsula.Re irindonos al segundo de losejes, Guadix-Baza es una cuencaamplsima en cuyo interior se dansecuencias con presencia de restosde ocupacin humana que abarcantodo el Pleistoceno, hasta la intro-

duccin de Homo sapiens, si tam-bin incluimos los macizos crsti-cos del borde suroeste de lacuenca. Cerca de Orce, los yaci-mientos de Cllar de Baza y Hus-car 1, presumiblemente correspon-d i e n t e s a l a a s e i n a l d e lPleistoceno in erior, con una edadaproximada entre 800.000 y 900.000aos, deben llevarnos a completaruna secuencia evolutiva de la adap-tacin humana hasta el inicio delPleistoceno medio para construirun modelo de evolucin humana enespacio abierto y amplio que slopuede obtenerse en este territorio.

Ms all, sitios como el menciona-do de la Solana del Zamborinocontienen datos de la presencia deespecies humanas nuevas y de la

evolucin tcnica a la que ya noshemos re erido.

La construccin de estos modelosevolutivos constituye el objetivo demayor calado de nuestro proyecto.Tambin son los modelos que de

orma ms clara est esperando lasociedad para conocer la historiams primitiva de la construccinde un territorio, los que de ormams detallada y pro unda pretende-mos socializar desde un proyectocuya ambicin y vocacin socialson claras y pro undas. El proyectode Guadix-Baza se debe a la socie-

fUERon loS HUmAnoS PRImItIVoSCARRoERoS oERAn CAPACES DE ConSEgUIRPoR S mISmoS SU AlImEnto?


18/57

61

guadix-baza

dad de todo el Altiplano y, por ex-tensin, de todo el pas. Debe divul-gar sus conclusiones para que lasociedad pueda usarlas en su desa-rrollo uturo, sin dejar a ningnsector, y en especial el estudiantil,por lo que se plantea desarrollar unsistema didctico de divulgacin dela ciencia especialmente diseado.El uso social del proyecto, con unaclara dimensin cient ica, es la

ormacin de nuevos pro esionalesde la arqueologa del Pleistoceno.

Guadix-Baza debe servir a las uni-versidades andaluzas como base ycampo de adiestramiento de nue-vas generaciones de arquelogos,paleontlogos, gelogos y bilogosinteresados en la evolucin huma-na y que pueden encontrar en losyacimientos de Orce y en el msterde Arqueologa del Cuaternario yEvolucin Humana de la Universi-dad Rovira i Virgili el entorno msadecuado a su crecimiento comopro esionales.

Estas son las claves cient icas ysociales del nuevo proyecto queestamos iniciando en la cuenca deGuadix-Baza y que esperamos quesirva al crecimiento social, econ-mico y de conocimiento del Altipla-no Granadino, una de las regionesms ricas en patrimonio de Andalu-ca y que contiene, por lo que sere ere al Pleistoceno antiguo unode los conjuntos ms importantesde Eurasia. n

Excavacin en Barranco Len


19/57

62

Los paisajes de relievescontrastados nos hablande los grandes cambiosque se dan en la Tierra.

Aunque a la escala tempo-ral de la vida humana pueda serdi cil de apreciar, nuestro planetaest cambiando constantemente.Hay gran nmero de evidencias yestudios cient cos que as lo prue-ban, sin ningn gnero de duda. Aspor ejemplo, en lo ms alto de algu-nas sierras de la Cordillera Btica,encontramos siles de animalesque habitaban las pro undidadesmarinas. Qu ha ocurrido? La Geo-loga, la ciencia que se encarga del

estudio de la Tierra, nos da la res-puesta.La comprensin de los enmenosgeolgicos a menudo se basa enhechos ms o menos cotidianos,como un desprendimiento de rocasen el talud de una carretera, el des-bordamiento de un ro, etc. Sinembargo, a di erencia de otras cien-cias, a la Geologa no le basta conuna simple observacin. Para com-prender qu ha sucedido durante lahistoria de la Tierra, nos hace alta

la dimensin tiempo, y el tiempolos gelogos lo medimos en millo-

Geologa de la cuende Guadix-BazaCsar ViserasD p E P , U v

Oriol OmsD p , U v A

figura: csar Viseras y colaboradores

nes de aos. Basta con pensar quenuestro planeta se orm hace msde 4500 millones de aos.Veamos un ejemplo: los terremo-

tos, aunque en la mayora de lasocasiones a ortunadamente de pe-quea magnitud, estn muy presen-tes en Andaluca, una de las zonasde mayor actividad ssmica de laPennsula Ibrica. Ellos son unaevidencia de que la Tierra est enmovimiento. Supongamos el casode un terreno (o una montaa) quelos sucesivos terremotos van levan-tado (o hundiendo) a un ritmo de10 centmetros cada 100 aos. Enun milenio, este terreno se habr

desplazado verticalmente un me-tro. Pero, si ste enmeno se pro-duce a escala de tiempo geolgico,resulta que en 10 millones de aos(que en Geologa tampoco es mu-cho), nuestra montaa se puede

haber levantado 1000 metros. Ver-dad que esto explicara el miste-

rio de los siles marinos de lacima de la montaa?La Geologa no slo es una cienciaterica, de laboratorio o de ordena-

dor. Es, en gran medida, una cien-cia de exploracin, y de observa-cin de enmenos en el campo.Tambin de sondeos en pro undi-dad y de prospecciones a modo degigantescas ecogra as para ver quse esconde en el subsuelo. El estu-dio de la Cordillera Btica viene

ascinando a numerosos gelogosandaluces y del mundo entero. Si-tios como las hoyas de Guadix y deBaza son privilegiados para poderrealizar investigaciones geolgicas,

tanto por las propias caractersti-cas de las rocas como por la escasavegetacin que las cubre. Si a todoesto le aadimos la gran cantidadde yacimientos paleontolgicos (ytambin arqueolgicos) que se en-

cuentran, las hoyas de Guadix y

PARA ComPREnDER qU HA SUCEDIDo DlA HIStoRIA DElA tIERRA, noS HACE fAltA lADImEnSIn tIEmPo


20/57

63

geologa de la cuenca

Baza estn en la primera divisinde la Geologa y la Paleontologa.Pero, como se ormaron estas ho-yas o zonas deprimidas entre mon-taas?, por qu unos terrenos lla-nos repentinamente se hunden encrcavas pro undas o se levantanen abruptas sierras? Empecemospor situar las hoyas en su contextogeolgico: la Cordillera Btica. Es-tas montaas no siempre estuvie-ron all, pues se empezaron a or-mar hace ms de 20 millones deaos, debido a lentos movimientosde colisin entre dos grandes con-tinentes: Europa y rica; de ahque una parte de esta cordillera seencuentre en el norte de rica, enlas montaas del Ri (de hecho, al-gunos autores pre eren utilizar elnombre de Cordillera Btico-Ri e-a). Los gelogos llamamos a estosmovimientos de continentes tect-nica de placas.Durante el proceso de ormacin deuna cordillera, se van sucediendograndes cambios, hay zonas que sevan levantando y otras que se vanhundiendo. A las zonas hundidas

se les denomina cuencas sedimen-tarias, y son zonas deprimidasdnde se acumularn sedimentos(arcillas, arenas, gravas, etc.) pro-cedentes de la erosin de las zonaslevantadas (sierras) que bordean alas cuencas. Las zonas levantadasde la parte sur de la Cordillera B-tica, geolgicamente denominadasZonas Internas, estn ormadaspor rocas de edades muy antiguas,en general de ms de 250 millonesde aos (entre ellas se encuentranlas rocas de Sierra Nevada, toda la

Sierra de los Filabres o la Sierra deBaza). Las zonas ms al norte (oZonas Externas, a las que pertene-cen por ejemplo las sierras de Ca-zorla, Segura, El Pozo, Sierra Gordao Sierra Elvira, entre otras) estn

ormadas por rocas de edades in-termedias (entre 25 y 250 millonesde aos). Es en el lmite de estas

dos grandes zonas dnde una seriede hundimientos, debidos a gran-des racturas (que conocemos conel nombre de allas) dieron lugar ala cuenca de Guadix y de Baza. Am-bas cuencas en realidad ormanparte de una misma cuenca y estnalgo separadas por el relieve de ElJabalcn, que hace a modo de um-bral.Pero nuestra historia no se detieneaqu. Entre 11 y 5 millones de aosantes de la actualidad (el tiempoque los gelogos llamamos Mioce-

no superior), el estrecho de Gibral-tar no exista y el Mediterrneo seconectaba con el Atlntico a travsde una serie de brazos de mar queiban cambiando de anchura y de

orma al levantarse y hundirse losrelieves que los rodeaban. Uno deestos brazos de mar se situaba enla posicin actual de la cuenca de

El EStRECHo DE gIbRAltAR no ExIStA y EmEDItERRnEo SEConECtAbA Con El AtlntICoA tRAVS DE UnA SERIE DE bRAzoS DE m


21/57

64

Historia

Guadix-Baza. Hace aproximadamen-te 7 millones de aos, el empujeentre las placas Ibrica y A ricanaprovoc el levantamiento de lazona, con la consecuente retiradadel mar. Este hecho nos explica porqu en la Cuenca de Guadix Bazaencontramos dos grandes gruposde rocas: unas ms antiguas debi-das a sedimentos marinos y otras,situadas por encima y originadas apartir de sedimentos no marinos(tambin llamados continentales).Lgicamente, tambin encontrare-mos sedimentos correspondientesa la etapa de retirada del mar, que

dur cerca de medio milln deaos.Durante los casi 2 millones de aosen que la cuenca estuvo ocupadapor el mar se sucedieron muchoscambios climticos. Los sedimen-tos de esa etapa marina y los si-les que contienen nos hablan demomentos de clima templado congrandes tormentas de tipo cicln,alternando con otros de clima roy seco, en los que los ros aporta-

ban mucho menos cantidad de se-dimento al mar.El momento de retirada del mardej una impronta muy especial enla cuenca. Puesto que el retrocesodel mar vino provocado, como he-mos dicho, por un levantamientode los relieves, muchas zonas queanteriormente estuvieron cubiertaspor el mar pasaron a ser montaascon rocas muy blandas (no habadado tiempo a que se endurecie-ran). As, se erosionaron muy rpi-damente y los ros transportaronlos productos de esa erosin almar, que se estaba retirando, dan-

do lugar al desarrollo de una seriede deltas al pi de los relieves deSierra Nevada, Sierra de Baza y losMontes Orientales.Hace algo ms de 6 millones y me-dio de aos el mar desaparecide nitivamente de esta zona de laCordillera Btica. Sin embargo, laCuenca de Guadix-Baza segua sien-do una zona deprimida entre unaserie de altos relieves montaososque continuaban erosionndose.

As, la cuenca sigui rellenndosede sedimentos, pero estos ahora noestaban bajo el nivel del mar, sinoque eran transportados por roshasta lagos. Durante esta etapa desedimentacin continental se or-m un enorme lago en el sectororiental de la cuenca (sector deBaza-Huscar) al que iba a desem-bocar en una zona situada ms omenos al norte del Jabalcn unenorme ro que naca al pi de Sie-rra Nevada y recorra todo el sec-tor occidental (o sector de Guadix).Este gran sistema luvial tenaafuentes procedentes de los relie-ves situados tanto al sur como alnorte. En este contexto, en lasproximidades del lago y en las zo-nas llanas aledaas al ro principalse debi exhibir un paisaje de saba-na similar al que hoy es visible enel valle del Ri t (este de rica). All,donde el agua era abundante vivanrinocerontes, hipoptamos, caba-llos, ele antes y pequeas jira asque eran devorados por tigres dedientes de sable y por perros salva-jes, dejando cadveres que poste-riormente eran recolectados porhienas gigantes, que acumulabanlos huesos en sus lugares pre eri-dos para comer. En momentos delluvias muy intensas, el ro princi-pal y todos los ros que conectaban

HACE APRoxImADAmEntE 7 mIllonES DE AoS,El EmPUjE EntRE lAS PlACASIbRICA y AfRICAnAPRoVoC El lEVAntAmIEnto DE lA zonA

Estratos inclinados correspondientes a los sedimentos de la etapa marina de la cuenca

Vista del Arroyo de Gor. Los estratos de tonos anaranjados de sedimentos fuviales y a lo lejos los sedimentos de tonos blanquecinos deposit


22/57

65

geologa de la cuenca

con el lago se desbordaban, ente-rrando de arena y lodo las acumu-laciones de huesos dejadas por lashienas. As se ormaron los amososyacimientos de vertebrados de lacuenca (Venta Micena, Fonelas,Barranco Len, Fuente Nueva, Sola-na del Zamborino, etc.).El medio ambiente descrito ante-riormente debi de ser el ideal paraque los primeros homnidos euro-peos decidiesen instalarse en estacuenca a convivir y a alimentarsede estos animales. Muy probable-mente llegaron a esta idlica sabanabuscando alimento y un clima me-jor. Sin embargo, en un momento dedeterminacin exacta muy di cil(entre 150.000 aos y 40.000 aosantes de la actualidad) ocurri algoinslito. Los relieves del Sur (SierraNevada y Sierra de Baza) se levan-taron un poquito, produciendo unainclinacin de toda la zona hacia elnorte. As, el ro principal se trasla-d unos cuantos kilmetros, hastael punto de llegar a verter susaguas al Guadalquivir (a travs delactual ro Guadiana Menor). Comoes lgico, a partir de ese momento,el gran lago de Baza se sec y todala zona comenz a ser erosionadade manera muy rpida, dando lugaral actual relieve en crcavas tancaracterstico de esta comarca. Lasabana y su enorme riqueza auns-tica desaparecieron para siempre.Muchas de las cosas que hemoscontado las podemos reconocer,por ejemplo, a lo largo del trayectode la autova A-92 entre Granada yBaza. Salimos de Granada y el terre-no es bsicamente llano (estamosen la cuenca de Granada, de ella yahablaremos en otra ocasin). Deja-mos la cuenca al ascender por losrelieves colindantes y cruzar elPuerto de la Mora. La carretera

desciende y en Diezma, los terrenosllanos nos indican que ya estamosen la cuenca de Guadix-Baza. En lascercanas de Guadix, observamosterrenos rojizos ormados a partirde la arena y el lodo que transpor-taban los ros que surcaron el sec-

tor occidental de la cuenca durantemillones de aos (estas rocas seconocen con el nombre de Forma-cin Guadix). Segn nos acercamosa Baza observaremos el Jabalcn (ala izquierda) separando las dossubcuencas y al pasar Baza (y porejemplo tomar la carretera de Cu-

llar) los colores de las rocas sonblanquecinos. Se trata de la Forma-cin Baza, que se orm por laacumulacin de sedimentos en elantiguo gran lago oriental, donde aveces la evaporacin era tan inten-sa que se llegaban a ormar capas

de yeso (son los materiales que seconocen por los lugareos como elespejuelo).A pesar de este viaje y mareo detrminos geolgicos, son an mu-chos los aspectos por descubrir.Las investigaciones en la cuenca deGuadix-Baza van a buen ritmo y contoda seguridad en un uturo prxi-mo (no hablamos ahora de escalade tiempo geolgico) nos van aproporcionar nuevos yacimientos yconocimientos geolgicos ascinan-tes. La cuenca de Guadix-Baza,adems de tener uno de los paisa-jes ms bellos y singulares de Espa-a, es un autntico libro abiertodnde leer la historia de la Tierra(y de la vida sobre la super cie dela Tierra) durante los ltimos 7millones de aos.n

El gRAn lAgo DE bAzA SE SEC y toDA lA zonAComEnz A ERoSIonARSE DE mAnERA mUy RPIDA

Estratos de margas y calizas depositadas en los lagos que ocuparon las zonas ms deprimidas d


23/57

66

La edad de los yacimiede Guadix-Baza

Se han encontradolos huesos de uncadver y empie-zan a sonar los m-viles: se pone enmarcha un equipo de cient icosque empezar a investigar la esce-na del crimen y dar respuestas amuchas preguntas. Lo que podraparecer el inicio de una pelcula depolicas tampoco sera tan distintode lo que son las investigacionesarqueolgicas o paleontolgicas.Hace alta saber de quien es el ca-dver (ya sea de un hombre o deotra especie animal), como muri ycual ue el momento de su muerte.Del estudio de los huesos de la vc-tima se encarga la paleontologasistemtica. Para conocer cmo seacumularon los restos y si hay indi-cios de qu caus la muerte (si uecomido por un carnvoro, si muriahogado en el barro) se encarga lata onoma. Pero, se necesita el apo-yo de otras ciencias.En las excavaciones, se trabaja desol a sol, las jornadas de trabajoson agotadoras y muchos das noaparece nada. La labor de excava-dor exige trabajar duro y mascarmucho polvo, pero los excavadoresno son un puado de entusiastascon un arrebato por desenterrartesoros, son parte de un equipo de

Oriol OmsD p , U v A

Josep Maria Pars y Mathieu DuvalC I v Ev H (CE IEH),

investigacin grande y bien coordi-nado. Los excavadores no estnsolos, se trabaja en muchos otros

rentes: en tareas logsticas, con elpapeleo, la conservacin de losrestos, etc. Pero con estos trabajostcnicos de soporte a la paleonto-loga y la arqueologa, tampocobasta para resolver las preguntasque se van generando en la excava-cin. Necesitamos un dato muyimportante: a qu hora se produjoel crimen. Y todos sabemos quecon ello se van a rebatir o con r-mar varias hiptesis.Conocer la edad de los yacimientoses de gran trascendencia, puespermite establecer la sucesin deeventos arqueolgicos y paleonto-

lgicos y compararlos con otrosyacimientos del mundo. Sin edades,no hay historia. Seria como no sa-ber si antes se construyeron lascatedrales gticas, el coliseo deRoma o el Taj Mahal.Los geocronlogos, son los cient -cos que proporcionan la edad (da-tan) de las rocas o sedimentos

donde se encuentran los siles, obien de los siles directamente.Son investigadores que utilizanaparatos de laboratorio de altatecnologa, muy so sticados y muycaros. Los geocronlogos son, b-sicamente, especialistas de batablanca que utilizan tcnicas tancomplejas como su propio nombresugiere: los nclidos cosmogni-cos, la magnetoestratigra a, latermoluminiscencia, la resonanciade espn electrnico, el Uranio-To-rio, las trazas de sin o el carbono14 entre muchas otras. El carbono14 puede sonar como ms amiliar,as que permite por ejemplo datarunas pinturas prehistoricas de cue-vas, pero no va a resultar de utili-

dad para conocer la edad de losyacimientos de Guadix-Baza. Ello sedebe a qu la tcnica a aplicar va adepender de tres actores: (1) eltipo de material disponible in situ(2) el margen de error de la tcnicay (3) el intervalo de tiempo.En cuanto al material, no todas lastcnicas se pueden aplicar a todos

ConoCER lA EDAD DE loS yACImIEntoS PEStAblECERlA SUCESIn DE EVEntoS yComPARARloS Con otRoS yACImIEntoS


24/57

67

edad de los yacimientos

los tipos de rocas o siles. Se usa-rn tcnicas distintas para datar,por ejemplo dientes siles de Ba-rranco Len, que rocas volcnicas.Sobre el margen de error, algunas

tcnicas podran dar mrgenes deerrores (incluso de millones deaos) que serian aceptables paraedades muy antiguas, pero no pararocas de alrededor de un milln deaos o menos. En cuanto al interva-lo de tiempo, por ejemplo, el carbo-no 14 slo es til para los ltimos40.000 aos, mientras que otrastcnica permiten datar (aunque conmenos precisin) edades tan anti-guas como la ormacin de la Tie-

rra, hace ms de 4.500 millones deaos.Las tcnicas que se estn aplicandoa la Cuenca de Guadix-Baza son elpaleomagnetismo, los nclidos

cosmognicos y la Resonancia deEspn ElectrnicoEstas tcnicas se desarrollan o handesarrollado en varios centros deinvestigacin de primera lneacomo el CENIEH (Centro nacionalde investigacin sobre la evolucinhumana) en Burgos, la Universidadde Barcelona (UB), la UniversidadAutnoma de Barcelona (UAB), o laUniversidad de Michigan.

E PA E mAgnEtISmEsta tcnica se basa en un enme-no sorprendente: los cambios delcampo magntico de la tierra a lalargo de los tiempos geolgicos. Enla actualidad, las agujas de las br-julas apuntan hacia el norte, peroesto no ha sido siempre as. La si-tuacin actual se ha mantenido

durante los ltimos 0.8 Ma (millo-nes de aos), pero en tiempos ante-riores, de haber existido brjulas,hubiesen orientado hacia el polosur. Si usemos retrocediendo enel tiempo, veramos cmo se alter-naran situaciones de campo mag-ntico como el actual y situacionesinversas (hablamos de intervalosde polaridad normal e intervalos depolaridad inversa). Es decir, cono-cemos cmo se han ido producien-do estas alternancias de polaridad.Otro enmeno sorprendente esque las rocas registran la polaridad

SIn EDADES, no HAy HIStoRIA. SERIA Como noSAbER SIAntES SE ConStRUyERon lAS CAtEDRAlESgtICAS, El ColISEo DE RomA o El tAj mAHAl

Oriol Oms tomando muestras de paleomagnetismo en Barranco


25/57

68

Historia

del campo magntico en el momen-to de su ormacin. Existen unosminerales microscpicos que un-cionan como brjulas: se orientansegn el campo magntico del mo-mento. Por ejemplo, cuando se

orm el yacimiento de BarrancoLen, los huesos se acumularondentro de barro y otros sedimentosque contenan estos minerales. Es-tos minerales quedaron orientados

y cuando el sedimento se consolidpara dar lugar a una roca, estosminerales quedaron atrapados indi-cando el polo magntico de aquelmomento. El estudio del paleomag-netismo de las rocas de BarrancoLen, demuestra que son ms anti-guas que 0,8 Ma y ms modernas

que 1.8 Ma. Pero estos datos no sonsu cientes para los geocronlogos,debemos recurrir a otras tcnicaspara obtener ms precisin.

A RES nAnCIA DE ESPnE ECtRnIC (ESR)El mtodo basado sobre el enme-no de Resonancia de Espin Electro-nico (ms conocido por su acrni-mo ingls ESR) es un mtodo

absoluto, es decir que proporcionauna echa numrica (al contrariodel paleomagnetismo, por ejem-plo), y paleodosimetrico, que sebasa en la determinacin de lasdosis absorbidas por la muestra(puede ser un grano de cuarzo, undiente sil, una concha de molus-

co, unos oramin eros, una estalag-mitita).El mtodo ESR se basa en la medidade los e ectos generados al nivelelectrnico por la radiactividadnatural dentro de un material. Di-cha radiactividad procede de loselementos radiactivos contenidosdentro de la propia muestra y tam-bin del medio ambiente cercano.Entonces, para datar una muestra,

se calcula por un lado la dosis totalde radiacin absorbida por unamuestra desde su ormacin o du-rante su entierro. Dicha dosis estdeterminada por espectrometraESR, midiendo la cantidad de elec-trones libres atrapados dentro dela celda cristalina, que es propor-cional a la dosis absorbida por lamuestra. Por otro lado se calcula ladosis anualmente absorbida por lamuestra, midiendo las concentra-ciones en radioelementos en lamuestra y su entorno directo.Cuando se tienen estos dos valores,

ExIStEn UnoS mInERAlES mICRoSCPICoS qUEfUnCIonAn Como bRjUlAS:SE oRIEntAnSEgn El CAmPo mAgntICo DEl momEnto

Aparato para tcnicas geocronolgicas en el CENIEH


26/57

69

edad de los yacimientos

se puede calcular la edad de lamuestra.En otras palabras, hay que imaginaruna baera llena de agua que repre-senta un grano de cuarzo lleno deelectrones libres atrapados dentrode su celda cristalina. En esta bae-ra hay un gri o de agua. Para relle-nar esta baera, se deja el gri oabierto con un fujo constante du-rante un determinjado tiempo. Si seconocen el volumen y el lujo deagua, se puede determinar el tiem-po necesario para rellenar la bae-ra. En nuestro caso, la baera re-presenta una muestra. El volumen,corresponde a una cantidad deagua, que representa una cantidadde electrones libres dentro de la

muestra. El fujo corresponde a laintensidad de la radiactividad natu-ral y por n el tiempo correspondea la edad de la muestra.El mtodo ESR se ha aplicado en lacuenca de Guadix-Baza sobre dostipos de material (granos de cuarzoy dientes osiles) procedentes delos yacimientos de Fuente Nueva-3,Barranco Len y Venta Micena. Lasedades obtenidas con rman la an-tigedad de dichos yacimientos, enacuerdo con los resultados del pa-leomagnetismo, y demuestran quelos homnidos llegaron en la cuencade Guadix-Baza hace ms de unmilln de aos.Escena nal de la pelcula: los geo-cronlogos, despus de trabajar en

el laboratorio vuelven a BarrancoLen para cruzar sus datos y com-pararlos. Se miran jamente a losojos, y uno de ellos dice: Hemosdado con a algo gordo: estamosante la primera ocupacin humanadel oeste de Eurasia. Nos contem-plan ms de un milln de aos.Bajo una antstica puesta de sol,los mercenarios del tiempo se mar-chan de Barranco Len para resol-ver enigmas en otros yacimientosde la cuenca de Guadix-Baza uotros con nes del mundo. Muchosde estos yacimientos estn todavapor descubrir o por datar, a la espe-ra de una llamada de tel ono pi-diendo una edad. n

Mathieu a Duval trabajando para datar los yacimient


27/57

Reconstruyendoel contexto cronolgy ambiental de lasprimeras ocupacionehumanas en la cuenc

Guadix-BazaEl caso de los pequeJordi Agust ICREA, I C P H Ev S . U v R v V .

Hugues-A. Blain y Juan Manuel Lpez-GarcaI C P H Ev S . U v R v V .

fotos: jordi mestre


28/57

71

pequeos vertebrados

Los yacimientos de FuenteNueva 3 y Barranco Len,donde se han detectadolas ms antiguas eviden-cias de presencia humanaen Europa occidental, constituyenen realidad la punta del iceberg deun enclave excepcional para el es-tudio de la evolucin biolgica yclimtica de los ltimos siete millo-nes de aos: la cuenca Guadix-Baza.Con una extensin de unos 3.000kilmetros cuadrados, esta cuencase ha revelado como una zona deextraordinario inters para el estu-dio del Pleistoceno, dada la conti-nuidad de su registro geolgico,paleontolgico y arqueolgico. As,la cuenca Guadix-Baza contiene unasecuencia geolgica y paleontolgi-ca prcticamente completa queabarca desde nales del Mioceno,hace unos 6 millones de aos, hastahace menos de 200.000 aos, a na-les del Pleistoceno medio. En elresto de Europa, el registro delPleistoceno es normalmente muchoms discontinuo y ragmentario,

ormado por rellenos crsticos (do-linas o cuevas) o por terrazas fu-

viales. Aunque este tipo de yaci-m i e n t o s p u e d e n s e r d eextraordinario inters por la enor-me cantidad de restos siles quellegan a acumular, adolecen de unaimportante limitacin, al tratarsede depsitos aislados, sin contextogeolgico general, que cubren unlapso de tiempo muy reducido ycuya in ormacin representa una

ase muy puntual de la historia dela Tierra. Por el contrario, con suregistro continuo a lo largo de 6millones de aos, la cuenca deGuadix-Baza es comparable a las

grandes secuencias geolgicas quese encuentran en el Ri t a ricano,como es el caso del Turkana enKenia, Olduvai en Tanzania o Hadaren Etiopa.La secuencia paleontolgica deGuadix-Baza se encuentra jalonadapor una serie de importantes yaci-mientos con grandes y pequeosvertebrados, como es el caso de

Gora e y Baza (de principios delPlioceno), Hulago (correspondien-te al Plioceno medio), Fuente Nueva1 y Fonelas (de nales del Plioce-no), Venta Micena (de principiosdel Pleistoceno), Fuente Nueva 3,Barranco Len 5 y Huscar (de na-les del Pleistoceno in erior), Cllar(de principios del Pleistoceno me-dio) y Solana de Zamborino (de -nales del Pleistoceno medio). Peroes que adems de estos importan-tes yacimientos con restos de gran-des vertebrados, se cuentan pordecenas los niveles intermedios

que han proporcionado restos depequeos vertebrados, cubriendotodo el espectro de edad de lacuenca. Encuadrados dentro delconcepto genrico de microverte-brados se encuentran una granvariedad de grupos que incluye apeces, an bios, reptiles y mam e-ros. Este tipo de restos puede sermuy abundante en determinados

DEntRo DEl ConCEPto mICRoVERtEbRADSEInClUyEn PECES, AnfIbIoS, REPtIlES y mAm

Venta Micena, corte 3


29/57

72

Historia

niveles de la cuenca y, a di erenciade lo que sucede con los grandesmam eros, permite obtener mues-tras de decenas, cientos o, incluso,miles de restos. Los microvertebra-dos suelen ser de una gran utilidadpara reconstruir el entorno climti-co y ambiental del pasado ya que,dado su pequeo tamao, suelenser muy sensibles a los cambios detemperatura o humedad. Por ejem-plo, numerosos estudios han pues-to en evidencia la estrecha relacinque mantienen an bios y los llama-dos reptiles escamosos (bsica-mente, lagartos y serpientes) consu entorno ambiental. Como en elcaso de la vegetacin, su distribu-cin y diversidad est uertementevinculada a parmetros climticostales como la radiacin solar o latemperatura media anual, ms queen cualquier otro grupo de micro-vertebrados.Dado que an ibios y reptiles sonvertebrados ectotrmicos y, portanto, altamente dependientes desu habitat local, su distribucinest uertemente condicionada porlos parmetros de temperatura yprecipitacin, de manera que estoselementos de la micro auna se con-vierten en excelentes indicadoresde las temperaturas y las precipita-ciones del pasado. As pues, esposible utilizar las variaciones ob-servadas en la composicin de estetipo de auna para estimar los valo-res de los parmetros climticos encada momento. Tal tipo de anlisisest principalmente basado en losdatos de distribucin geogr ca delas poblaciones actuales del mismotipo, ya que, en su mayora, se ob-serva una notable estabilidad espe-c ca a lo largo del Pleistoceno, demanera que la mayor parte de ele-mentos de este periodo pueden serre eridos a especies actuales.El anlisis de la yuxtaposicin delas reas de distribucin de les es-pecies presentes en un nivel osil-

ero nos permite calcular las condi-ciones climticas imperantes enese rea en el pasado (lo que seconoce como mutual climatic ran-ge method). Este mtodo ha sidoutilizado para in erir temperaturasy precipitaciones en otros grupostales como las asociaciones vegeta-les basadas en polen o los colep-

teros. Tomando como base el atlas

de distribucin de la auna de an -bios y reptiles ibricos, podemosidenti car para una determinadaregin (dividida en cuadrantesUTM de 10x10 km) cuales son lascondiciones climticas que corres-ponden actualmente a una determi-nada asociacin de especies delregistro sil. Por supuesto, en estetipo de anlisis se tiene que tenermucho cuidado a la hora de delimi-tar en qu medida una distribucinactual corresponde a su ptimoclimtico y actores tales como laantropizacin del territorio, el ur-banismo, la predacin o la compe-

tencia con nuevos elementos co-

mensales, no representan unelemento de perturbacin demasia-do importante.Los actores climticos son estima-dos utilizando diversos mapas cli-mticos de Espaa as como datosprocedentes del Instituto Espaolde Meteorologa y que cubren unperiodo de 30 aos. De esta mane-ra, se toman estimaciones de tem-peratura y precipitacin en cadacuadrante UTM de 10x10 km (loque determina el rea de solapa-miento), para los valores msprximos de 0.5 C y de 50 mm deprecipitacin. A partir de cada una

Panormica de Barranco Len y la Caada de Vlez


30/57

73

pequeos vertebrados

de estas zonas de geometra varia-ble es posible determinar los par-metros climticos para cada cua-dran te UTM de10 x10 km ycompararlos con la estacin meteo-rolgica ms prxima al yacimientoarqueopaleontolgico. Las di eren-cias observadas entre los valoresin eridos a partir de la asociacin

sil y los parmetros climticosactuales para la misma zona corres-ponden, por tanto, a fuctuacionesclimticas a lo largo del tiempo. Deacuerdo con esta metodologa, seha llegado a delimitar los parme-tros climticos de temperaturamedia anual, temperatura del mesms ro, temperatura del mes msclido o la precipitacin mediaanual para los di erentes nivelescon microvertebrados de la cuencaGuadix-Baza.Adems de an bios y reptiles, algu-nos grupos de pequeos mam e-ros, como los insectvoros (musara-as, topos y erizos) o los roedores(topillos, ratones, hmsteres y liro-nes) se han revelado tambin rele-vantes a la hora de reconstruir lascondiciones ambientales del pasa-

do. Pero es que, adems, diversosgrupos de roedores pueden sertambin muy tiles para detallar laedad de un yacimiento ya que algu-nos de ellos, como es el caso de lostopillos, han modi cado muy rpi-damente la orma y altura de la co-rona de sus dientes, como respues-ta a los cambios que se hansucedido en la vegetacin. De estamanera, conociendo su mor ologadentaria y analizando los cambiosque se producen en el tiempo, es

posible llegar a niveles de resolu-cin temporal muy elevados y co-nocer de una manera muy exactaen qu momento de la historia geo-lgica de la cuenca nos encontra-mos. Este tipo de anlisis, conocidocomo anlisis bioestratigr co, escomplementado con otras tcnicascomo el anlisis paleomagntico,que se encarga de analizar la pola-ridad magntica de lo sedimentosdonde se encuentran incluidos los

micro siles. La tcnica del pa-leomagnetismo se basa en el hecho,hoy plenamente con irmado, deque la polaridad magntica denuestro globo ha ido cambiandocaprichosamente a lo largo de suhistoria. As, si hace un milln deaos uno de los primeros poblado-res de Europa hubiese podido dis-poner de una brjula, habra com-probado que su aguja se orientabahacia el polo Sur, y no haca el poloNorte, como sucede en la actuali-

dad. Es decir, que hace un milln deaos el polo Norte magntico esta-ba situado en el polo Sur geogr -co, y viceversa. Este tipo de polari-dad, opuesta a la que existeactualmente, recibe el nombre depolaridad inversa. La con ormacinactual del campo magntico, con elpolo Norte magntico coincidiendocon lo que llamamos polo Nortegeogr ico, data de hace 780.000aos, en lo que se conoce como

PoR lAS VARIACIonES En lA fAUnA SE PUEDEnEStImAR loS PARmEtRoS ClImtICoS

Jordi Agust lavando sedimento


31/57

74

Historia

poca magntica Bruhnes. Ante-riormente, toda la Tierra se encon-traba dentro del periodo de polari-dad magntica inversa conocidacomo Matuyama, que se extiendedesde el Plioceno superior, hace 2,6millones de aos, hasta el momentode transicin hacia el estadio Bru-hnes. Por lo que sabemos, los cam-bios de polaridad magntica, quenormalmente se extienden a lo lar-go de varios miles de aos, noconllevan ningn tipo de e ectocatastr co ni cambio apreciableen el uncionamiento de la Bios era:el planeta ha ido cambiando irregu-larmente de polaridad, sin que susocupantes uesen conscientes deello ni padeciesen e ecto algunopor tal cambio (con la excepcin,tal vez, de las aves migratorias quese orientan por el campo magnti-co para sus desplazamientos). Elconjunto de variaciones del campomagntico, per ectamente estable-cido en el substrato del ondo oce-nico, constituye as una especie decdigo de barras que permite si-tuar cronolgicamente cualquiersecuencia de estratos para la quepueda establecerse su polaridadmagntica. La ventaja de este cdi-go de barras es que cada una de lasreversiones magnticas ha podidoser datada per ectamente por m-todos radiomtricos, ya que el

ondo ocenico est constituidopor basalto, un tipo de roca volc-nica que resulta particularmenteapropiada para realizar tal tipo dedataciones. Ahora bien, como elbasalto, cualquier sedimento fuidocontiene una importante cantidadde partculas sensibles al magnetis-mo (como la magnetita) y que, enel momento de su deposicin, seorientan con orme al magnetismoimperante durante esa poca. Re-gistrando la orientacin en quequedaron estas partculas magnti-cas es posible pues, determinar eltipo de polaridad magntica, nor-

mal o inversa, del momento en quese deposit aquel sedimento.Combinando la biostratigra a ba-sada en roedores con el paleomag-

netismo se puede llegar a precisarde una manera muy exacta cual esla edad de un determinado nivel

de la cuenca. Al mismo tiempo,este re namiento de la escala bio-estratigr ca regional ha permiti-do llegar a una correlacin precisa

con los otros yacimientos que,como Fuente Nueva 3 y BarrancoLen D, registran las primeras ocu-paciones humanas uera de A rica.Es el caso de Sima del Ele ante, enel complejo crstico de Atapuerca,datado por elementos cosmogni-cos en 1.2 Ma, y del yacimiento dela base del Pleistoceno de Dmani-si, en Georgia.Finalmente, los pequeos vertebra-dos son tambin muy tiles a la

gRUPoS DE RoEDoRES PUEDEnSER mUy tIlESPARA DEtAllAR lA EDAD DE Un yACImIEnto


32/57

75

?????????????????????

hora de determinar el sentido de lasmigraciones y las reas de origen delos di erentes grupos. Tales enme-nos de expansin y retraccin bio-geogr ca son, evidentemente, unrefejo de las cambiantes condicio-nes del medio en las reas implica-das, por lo que tienen un evidentesentido ecogeogr co. En el caso delos pequeos vertebrados, la expan-sin de una especie desde su rea

Lavado-tamizado para localizacin de microvertebra

de origen implica con mucha proba-bilidad una expansin que las con-diciones ambientales imperantes enesa rea. En el contexto de los ciclosglacial-interglacial del Pleistoceno,dispersiones con una uerte compo-nente latitudinal presentan una evi-dente componente climtica, asocia-da a la extensin hacia el sur de las

aunas ms ras del norte. Por elcontrario, dispersiones con una

componente oriental pueden teneruna interpretacin ms compleja,asociada a la extensin de las zonasridas. En este sentido, resulta par-ticularmente interesante determi-nar las posibles conexiones norte-a r icanas o as i t icas de lasasociaciones de microvertebrados,en relacin con el rea de origen deprimeras poblaciones humanas enla cuenca.n


33/57

76

Bienvenido Martnez-NavarroICREA, I C P H Ev S . U v R v VPaul PalmqvistD p E , U v

M Patrocinio Espigares y Sergio Ros-Montoya P h P

Ilustraciones: auricio Antn

Los grandes mamfcuaternarios de OrcEl hombre fsil y su


34/57

77

?????????????????????

Cazadores y carroeros


35/57

78

Historia

Cuentan que al preguntar-le a un ciego de naci-miento cmo pensabaque sera el color rojo,ste contest sin dudar-lo que lo imaginaba como algo simi-lar al sonido de una trompeta. Encierta medida, a los paleontlogosles ocurre algo similar a lo eviden-ciado por aquel invidente de tanacertada intuicin, pues tratan dedevolver a la vida, basndose enarduos trabajos de campo y labora-torio, as como mediante elevadasdosis de imaginacin y creatividadcient ca, a criaturas pretritas quelos ojos humanos jams contempla-ron con anterioridad.La cuenca de Guadix-Baza es, sinduda, un punto de re erencia mun-dial para los estudios del registropaleobiolgico de los ecosistemascontinentales durante los ltimosmillones de aos de historia de la

Tierra. Ningn otro lugar de Europao rece tal cantidad y calidad deyacimientos con presencia de auna

sil en tan buen estado de conser-vacin, sucedida en los estratos dedi erentes edades y distribuida a lolargo de toda la depresin, desdeGuadix en el sector suroccidental,hasta Orce y Huscar en el noro-riental.

En este sentido, hay que destacarla espectacularidad del registrode Orce, mani estada en la enor-me abundancia de yacimientos,sus dimensiones kilomtricas y laextraordinaria conservacin delos restos esquelticos de espe-

cies pretritas, en especial las degrandes mam eros. Una peculiari-dad de la zona, ajena al registro

sil pero directamente ligada al, son las casas cuevas, las vi-viendas tpicas presentes en todala cuenca de Guadix-Baza, que enel caso de Orce le dan un atracti-vo muy especial, pues en muchasocasiones, como sucede en todo

el anejo de Fuente Nueva y engran parte de Venta Micena, seexcavaron en los estratos quecontienen los amosos siles porlos que es conocida esta locali-dad. As, en muchas ocasiones losrestos de vertebrados se encuen-

nIngn otRo lUgAR DE EURoPA ofRECE tACAntIDAD y CAlIDAD DEyACImIEntoS ConPRESEnCIA DE fAUnA fSIl En tAn bUEn E

Panormica de las excavaciones en Venta Micena. Foto: Jordi Mestre


36/57

79

grandes mamferos cuaternarios

tran todava in situ en las mismasparedes de las casas cueva.Las asociaciones de especies extin-tas varan a lo largo del tiempo,dependiendo de circunstanciascomo la evolucin y los eventos dedispersin y/o extincin de las dis-tintas aunas, producindose deesta manera sucesivos cambios enlas especies a lo largo del tiempogeolgico, que por lo general serelacionan, a su vez, con cambiosimportantes en la climatologa y, enmuchas ocasiones, tambin en lageologa y el contexto geogr co,como ocurre tras la apertura o elcierre de determinados puentescontinentales (por ejemplo, el sur-gimiento del istmo de Panam y elintercambio de aunas entre Nor-teamrica y Sudamrica).Durante el Cuaternario, desde haceunos 2,6 millones de aos hasta laactualidad, se han sucedido varias

renovaciones de las asociacionesaunsticas presentes en Europa, la

mayora de ellas muy bien repre-sentadas en la cuenca de Guadix-Baza y, especialmente, en el sectorde Orce, donde se dispone de unregistro muy completo del interva-lo que abarca todo el Pleistocenoin erior, entre hace 2,6 y 0.8 millo-nes de aos.

S ACI IE S DE RCELa densidad y calidad de yacimien-tos paleontolgicos en Orce es ex-traordinaria y nica en la cuenca deGuadix-Baza.La localidad ms antigua de la zonaes Fuente Nueva-1, de una edad in-determinada entre 2,1 y 2,6 millo-nes de aos, presenta una aunaclsica del Pleistoceno in erior msantiguo, correspondiente en la lite-ratura europea al llamado Villa ran-quiense medio, dominada por lapresencia de los primeros caballoscon un nico dedo uncional quellegaron al continente, ormas degran tamao que corresponden a laespecie Equus stenonis , as comopor una gacela muy esbelta, llama-da Gazella borbonica , y otros mam-

eros.

En torno a 1,8-2,0 millones de aos,comienza el llamado Villa ranquien-se superior, que se caracteriza porun recambio importantsimo en la

auna, pues llegan a Europa nuevosinmigrantes de origen asitico,como es el caso de un bvido regis-trado en el yacimiento orcense delBarranco de los Conejos, llamadoPraeovibos , antecesor directo delos bueyes almizcleros,Ovibos muschatus , que actualmente estnadaptados al ro ms intenso yhabitan exclusivamente en la tun-dra rtica. En torno a este echa seproduce un importante evento

aunstico en Europa, una hiena degrandes dimensiones, ms de 110kg de masa, probablemente proce-dente de rica, llamadaPachycro- cuta brevirostris , se extiende desde

la Pennsula Ibrica hasta China eIndonesia, dominando las asocia-ciones aunsticas del megaconti-nente euroasitico hasta la transi-cin con el Pleistoceno medio, haceunos 0,9 millones de aos, es decir,durante ms de un milln de aos.Su registro ms antiguo se encuen-tra en en el yacimiento de Olivolaen Italia, que muestra que su llega-da a Europa coincide con la del ja-guar sil, tambin procedente de rica, llamadoPanthera gombas- zoegensis , as como con la explo-sin en abundancia de los grandescnidos evolucionados en Eurasia,lobos, perros pintados y chacales.En torno a 1,8 millones de aos, seproduce un evento de rango mayor,por primera vez el gnero Homosale de rica y conquista el conti-nente boreal, Eurasia. Esta disper-sin es protagonizada por homni-dos de cabeza pequea (600-800cm3), que portan herramientas lti-cas primitivas de la denominadacultura olduvaiense, como ha que-dado registrado en el yacimientocaucsico de Dmanisi (Georgia) enuna cronologa prxima a 1,8 millo-nes de aos. Sin embargo, en Eura-sia se detecta un importante evento

aunstico, que es especialmenteconocido en Europa, en el que lamayora de las especies de herbvo-ros y muchos carnvoros que pue-blan el continente durante el prxi-mo milln de aos son ormasnuevas que sustituyen a las espe-cies precedentes, si bien algunas deellas se perpetan como por ejem-plo el ele anteMammuthus meridionalis . Es de destacar que los cerdosdesaparecen de Europa durante unmilln de aos y no vuelven a regis-trarse hasta nales del Pleistocenoin erior, en torno a 1.1-1.2 millonesde aos en Atapuerca (Espaa) yotros yacimientos de Europa.Asociadas a este evento aunsticose localizan las principales localida-des osil eras de Orce. La ms co-nocida es Venta Micena, que es el

lA DEnSIDAD y CAlIDAD DE yACImIEntoPAlEontolgICoS En oRCEES ExtRAoRDInARIAy nICA En lA CUEnCA DE gUADIx-bAzA


37/57

80

Historia

Sntesis de los grandes mamferos localizados enlos principales yacimientos de Orce: Venta Micena,Fuente Nueva-3 y Barranco LenHerbvoros:

- Mammuthus meridionalis : es un ele ante antepasado de los mamutslanudos que pueblan Europa hasta prcticamente la actualidad, de losque existe registro en Granada en el yacimiento del Padul. El ele antemeridional es una especie de gran tamao, que posiblemente podasuperar las 10 toneladas en el caso de los machos, con una alimenta-cin generalista, ingiriendo tanto hierbas como hojas de los rboles,aunque ms pacedora que ramoneadora segn indican los estudiosaportados por el anlisis de isotpicos en los huesos. Se distribuyepor Europa y Asia, llegando a nuestro continente procedente de ricahace en torno a 3 millones de aos, y se perpeta hasta hace unos0,7-0,8 millones de aos.- Stephanorhinus hundsheimensis : es una especie de rinoceronte,

cuyos representantes en Orce son de tamao ms bien pequeo, si lacomparamos con el rinoceronte negro a ricano actual, pues tendranuna masa corporal que rondara entre los 600 y 800 kg. Presenta losdientes, molares y premolares, con la corona relativamente baja, locual es tpico de las especies que se alimentan de hojas, aspecto quees con rmado por anlisis isotpicos sobre los restos seos. Es unaespecie tpica del Pleistoceno in erior europeo y asitico.- Equus sussenbornensis : se trata de una especie de caballo de tama-o grande, que slo aparece en Fuente Nueva-3 y Barranco Len. Loscaballos tienen la corona del diente muy alta y son, por de nicin, losgrandes pacedores de las praderas, alimentndose de plantas herb-ceas. Su registro indica la presencia de amplios espacios abiertos entorno al lago de Baza.

- Equus altidens : es un caballo de tamao mediano, de unos 300 a 350kg, y se corresponde con la especie de gran mam ero ms abundanteen todos los yacimientos de Orce (Venta Micena, Fuente Nueva-3 yBarranco Len). Se trata de una orma grcil y corredora, con unaanatoma del esqueleto de los miembros muy parecida a la de las mo-dernas cebras de grevy, que pueblan actualmente las sabanas espino-sas del rica oriental. Sin embargo, se puede hipotetizar que estaespecie extinta de Orce no tena rayas en el lomo, pues esta variantemelnica en la piel se debe a una adaptacin de los caballos a ricanospara protegerse de las picaduras de las moscas ts-ts, que producenla en ermedad mortal del sueo, ya que el cambiante color blanco-negro parece ser que hace su silueta menos visibles a las moscas (y,obviamente, tales dpteros no habitaran en la cuenca de Guadix-Baza,

a tenor de su restringida distribucin latitudinal en rica).- Hippopotamus antiquus : es un hipoptamo de gran tamao, quecilmente podra superar las cuatro toneladas. Es un animal de origen

a ricano que llega a Europa durante el Pleistoceno in erior, en una edadprxima a 1,5 millones de aos, o quizs ligeramente antes, probable-mente cuando los homnidos (aunque no est registrado en Dmanisi).Son muy abundantes en todos los yacimientos de Orce, as como entoda la ribera del Mediterrneo. Se caracterizan por tener una estruc-tura anatmica con las rbitas y las cavidades nasales mucho mselevadas que en la especie actual, Hippopotamus amphibius, cuyamasa corporal media es de unos 1500 kg. Vivan siempre dentro delagua y se alimentaban de plantas acuticas, tal y como revela el estu-dio de la abundancia relativa de los istopos de nitrgeno en el col-

geno sil de esta especie.

yacimiento paleontolgico por ex-celencia, as como el ms excava-do, estudiado, divulgado y, proba-b l e m e n t e , t a m b i n e l m sespectacular de toda la depresiny de toda Europa, tal y como sedescribe ms adelante. Su cronolo-ga, basada en los datos paleomag-nticos y en la asociacin de pe-queos y grandes mam eros, losita en una edad prxima a 1,5-1,6millones de aos, y es anterior a laslocalidades arqueopaleontlogicasde Fuente Nueva-3 y BarrancoLen-5, tambin en la regin deOrce, cuyas asociaciones aunsti-cas son muy parecidas a la de Ven-ta Micena, aunque ligeramente msmodernas, en torno a 1,3-1,4 millo-nes de aos. Es en estas dos lti-mas localidades donde se han en-contrado las evidencias msantiguas de presencia humana detoda Europa occidental, basadas enel hallazgo de abundantes indus-trias lticas, as como de evidenciasde su utilizacin sobre los restosseos, como son las marcas decorte y de racturacin por percu-sin.A este registro de grandes mam e-ros se debe aadir la presencia depuercoespines ( Hystrix sp.), presen-tes en todos los yacimientos, queson roedores de gran tamao, entre10 y 15 kg, que ac- tan ade-ms como agen-tes trans orma-dores de losrestos seos, de-jando importantesmarcas de rodo sobre ellos, detec-tadas en varios elementos.Tambin hay que decir que el regis-tro de los grandes mam eros en losyacimientos de Orce dista todavade estar completo y, con seguridad,en los prximos aos aparecernalgunas especies que todava no sehan detectado, tales como algnciervo de tamao pequeo, algnantlope, algunos carnvoros comoguepardos o gatos, y algunos mo-nos, como macacos o babuinos,entre otros.Por otro lado, es destacable la au-sencia total de hallazgos de cerdos

siles en ningn yacimiento deOrce, muy probablemente porquedurante el momento de su orma-cin seguramente Europa estaba


38/57


39/57

82

Historia

- Bison sp .: es un bisonte de tamao mediano, grcil y relativamenteligero, con una talla aproximada de unos 500 a 600 kg. Est presenteen todos los yacimientos y probablemente habitaba en praderas conpoca vegetacin arbrea, alimentndose de hierbas.- Bovini indet. : en este caso se trata de un b alo, actualmente enproceso de estudio y publicacin, de origen asitico, con los cuernoscortos y apuntados hacia atrs, de un tamao ms pequeo que elbisonte, de unos 350 a 400 kg. Por el momento slo se ha localizado enel yacimiento de Venta Micena.- Praeovibos sp. : es un antepasado de los bueyes almizcleros, el lla-mado Ovibos muschatus, especie actualmente adaptada a vivir en losambientes dominados por el ro polar de la tundra rtica, especial-mente en Groenlandia, pero su localizacin en Orce indica que duran-te el Pleistoceno in erior habitaba en ambientes mediterrneos tem-plados, quizs en las estribaciones de las cordilleras ms altas, comoSierra Nevada. Por el momento slo se ha encontrado en Venta Mice-na y tambin en el yacimiento algo ms antiguo de Barranco de losConejos. Su dieta posiblemente inclua una raccin importante de l-quenes.- Soergelia minor : se trata de una especie muy singular y extraa, deltamao de una cabra grande, pero con los cuernos extaamente diri-gidos hacia el lado, hacia arriba y hacia delante. Es una orma muy t -pica que est asociada a las primeras mani estaciones humanas enEurasia, apareciendo por primera vez en el yacimiento de Dmanisi enGeorgia. En Orce slo se localiza por el momento en Venta Micena. Losestudios isotpicos o recen pistas interesantes sobre su paleobiologa.As, la abundancia relativa de istopos de oxgeno en el esmalte de susdientes sugiere que esta especiel igual que el caprino y el crvidomediano-pequeo, explicados ms adelante, aprovechaba bien el con-tenido en agua de la vegetacin, necesitando abrevar menos que otrosherbvoros.- Capra alba : por otro lado, aparece tambin de manera bastanteabundante en todos los yacimientos un antepasado de las cabras, demor ologa y tamao prximos a los de sus congneres actuales.- Ammotragus europaeus : es una especie de caprino de tamaogrande, que por el momento slo se ha encontrado en Fuente Nueva-3.Fue descrita en 2004 en el yacimiento rancs de Vallonnet, donde esbastante abundante. Estara emparentada con el caprino que habitaactualmente en los ambientes montaosos nortea ricanos, el Ammo-tragus lervia o arru, que adems ha sido introducido en la PennsulaIbrica y se ha convertido en una verdadera plaga en algunas sierrasdel sudeste espaol, como Sierra Espua en Murcia, e incluso la mis-msima Sierra de Orce.- Bovidae indet. : se trata de una orma pequea de caprino o antlopeindeterminado, ms pequeo que las cabras, cuya identi cacin essumamente di cil al estar muy poco representada en el registro, puespor el momento slo se ha hallado en Venta Micena.- Praemegaceros verticornis : es una especie de ciervo de gran tama-o, con machos que presentaban astas de hasta casi un metro y mediode largas, con una talla similar a la de los actuales alces que habitanen los territorios prximos al rtico, de una masa prxima a 400 kg.Estos grandes animales se alimentaban bsicamente de hojas de losrboles y, en el caso de los machos, habitaban los ambientes contiguosa los bosques, dado que en las pocas anuales de mxima envergadu-ra de cuernas sera muy di cil moverse en los medios boscosos. Estpresente en los tres yacimientos.- Metacervocerus rhenanus : se trata de una especie de ciervo de ta-mao mediano a pequeo, prximo al de un gamo, presente tambinen todos los yacimientos de Orce.

como por el consumo de las zonasde articulacin. Este comporta-miento motiva que en la asociacin

sil sean muy escasos los huesoscompletos, estando la mayor partede ellos racturados y/o consumi-dos.El anlisis de la relacin entre eltamao de las especies presentesde herbvoros y la abundancia deindividuos acumulados de cada unade ellas en Venta Micena, sugiereque se puede reconocer la estruc-tura original de la comunidad demam eros all representada, casicomo si se tratara de una asocia-cin de mam eros actual. Ahorabien, es evidente que durante losprocesos de acumulacin previosal enterramiento se produjeronimportantes prdidas de in orma-cin debido a la destruccin de losrestos esquelticos, tanto por cau-


40/57

83

?????????????????????

sas meteorolgicas (bsicamenteagua y cambios de temperatura),como por la actuacin de agentesbiolgicos, en particular los carn-voros, donde tiene un especialprotagonismo la hiena en sus actua-ciones como descuartizador, trans-portador y racturador de los hue-

sos, pero tambin otros como lospuercoespines que roen los huesos,los insectos que los horadan e in-cluso las plantas, cuyas races to-man ases minerales de su super -cie. Estos procesos destructivosa ectan ms a las especies de di-

mensiones corporales reducidas,debido a que sus huesos presentanmayor super cie externa en rela-cin a su volumen interno, causaque los hace ms cilmente des-truibles. Los restos seos encontra-dos en Venta Micena estn, por logeneral, en muy buen estado de

conservacin, con la super cie ex-terna escasamente meteorizada, loque indica que se produjo un ente-rramiento bastante rpido, posible-mente entre 0-3 aos, avorecidoprobablemente por la actuacin delos propios hinidos, que produje-

ron una mezcla importante de losrestos seos durante su depsito,previa al enterramiento total. Porello, la estructura original de la co-munidad de mam eros siles deeste yacimiento ha quedado con-servada en una proporcin muyelevada durante la ase de osiliza-cin.Sin embargo, es lgico pensar queen un yacimiento de las dimensio-nes de Venta Micena -al que se lecalcula, por extrapolacin del afo-ramiento total en super cie, ms deun km2 de estrato rtil, lo que sig-ni ca ms de un milln de m2 con

GARNATA (2010) - Orce, el Hombre Fósil

Documents

Transcript of GARNATA (2010) - Orce, el Hombre Fósil