GANADOR PRIMER LUGARde verde color, chacras en tierra fértil y cerros como nuestro Primo de Rivera...
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GANADOR PRIMER LUGAR
De: SERGIO PEREZ SOTO
Título del Cuento: "SI LA TIERRA HABLASE"
Un día la tierra en Maipú rugió muy fuerte desde las entrañas, para hablarnos de lo
afortunados e importantes que somos, nos recordó que somos hijos de una tierra de
recursos privilegiados, agua de manantial; pura y fresca, árboles santuarios de vida, prados
de verde color, chacras en tierra fértil y cerros como nuestro Primo de Rivera que lo corona
una cruz, minas de plata en quebrada inhóspita que ofrece tesoro al de alma aventurera …
también nos contó lo orgullosa de cobijarnos, igual como hiciese hace 200 años cuando
albergo a valientes hombres que lucharon por la independencia y un ideal libertario, que
retumbo potente en todos los rincones de América Latina, dijo estar dichosa de saber que
somos capaces de hacer plazas de encuentro, edificios, anfiteatro y un monumento al
abrazo que honra la hidalguía y hermandad de soldados chilenos y argentinos. Finalmente
le tembló la voz al hablar del templo votivo; hogar de la virgen del Carmen, erigido como
agradecimiento eterno de O´Higgins y motivo de orgulloso de hijos de una tierra llamada
Maipú, lugar tocado por la historia grande de Chile y América, de la cual fuimos, somos y
seguiremos siendo parte.
GANADORA SEGUNDO LUGAR
De: Carolina Markus
Título del Cuento: Oda a Maipú
Maipú, añoranza innata de tu historia,
fisonomía de un tiempo inagotable donde un manto de esperanza lucho codo a codo en
tu honor.
En las tardes de abril entre tus muros se escucha
un leve murmullo de hombres valientes y heridos luchando por ti, enfrentándose con
armas, derramando sangre y abalanzándose contra tropas enemigas, resistiendo,
batallando junto a un ejército unido para ganar el orgullo
y la independencia anhelada de un País.
Una batalla incesante, una lucha incansable y una sed de victoria inagotable del ayer.
El eco de San Martín resonando impávido en tus calles y un abrazo eterno e histórico
junto a O'Higgins renaciendo cada 5 de Abril.
Hoy tus 200 años vibran en cada rincón,
recogiendo en tus entrañas una batalla inerte jamás olvidada.
Cada árbol, cada flor, cada amanecer, cada libro
llevan grabado tu nombre Maipú.
En aquellas noches frías de Abril puedo oír a un abuelo en un rincón de un hogar
contándoles a sus nietos mil historias sobre ti Maipú.
También puedo ver entre sus manos recuerdos tallados de sus antepasados gritando
victoria y sonrisas tenues apagándose en una noche silenciosa varada en una gran historia.
Una gran historia verdadera tallada en el tiempo.
GANADOR TERCER LUGAR
De: Nicolás Soto Ray
Título del Cuento: El hielo de las bayonetas
Poseía a vista desnuda todo el talud continental, y pensé en la tierra que me dio cuna,
sobre todo el follaje de alamedas danzantes y los cantos de queltehues y zorzales. Absorto
en las huellas del pasado soy interrumpido por la orden del teniente coronel Blanco
Encalada, nos ordena parapetarnos en el flanco izquierdo del páramo. Sorbí mi nariz y me
acomodé al costado indicado. Un compañero acusaba trémula sus manos, le facilitaron
agua ardiente y la bebió brotando el líquido por la comisura de sus labios, algunos
sobamos su espalda y nos indicó con un ademán que estaba mejor, no tenía más de 14
años.
Eran casi las 10 de la mañana y el frío de los cerrillos acarició mi cuerpo. Me volví al
recuerdo de las peleas de gallos con mi padre y el sonido lejano de un clavicordio. La voz
del general San Martín indicando avanzar me regresó al paisaje, miré de reojo al ejército
pardo y sus rostros tostados. El sonido de una bandera flameante y sus colores vivos me
llenó de una tórrida emoción. Todo se enmudeció, desde las arengas de don O'Higgins,
hasta las reflexiones de la insondable dificultad de matar a un hombre. En ese momento fui
sólo yo, el destino de América y el calor de mis manos que derretían el hielo de mi
bayoneta.
De: Eduardo Ernesto Ubilla Contreras
Título del Cuento: Maipú, tierra elegida, promesa de valientes.
Con una promesa te alzaste, majestuoso Templo de nuestra Señora, en el horizonte te
contemplo, sobre las nubes tu cruz prevalece y tus campanas resuenan cada día de estos
doscientos años de patria. Has visto el campo tornarse ciudad, el verde tornarse gris y me
pregunto, ¿qué tan hermosa fue la ciudad que habitaste en otros tiempos? ¿Fue el pasado
siempre mejor o vivo en el mejor de los tiempos?
Aunque hayan pasado dos siglos tu gente sigue ahí, bajo cada luna y cada sol marchan por
las calles, antes eran acompañados por caballos, hoy por carrozas de acero, sin embargo el
sentimiento sigue vivo… El amor por nuestra tierra; en tiempos como estos en los que lo
nuestro está en juego, nuestro corazón late más rápido para que nuestra mano sujete con
más fuerza que nunca lo que la sangre de nuestros ancestros nos dieron como victoria.
Oh, majestuosa ciudad, en mi corta vida te he visto cambiar tanto que estos doscientos
años son demasía para mi mente, pero no me desaliento, sé, sé qué continuarás creciendo
y serás la más hermosa de entre tus pares porque en esta tierra Chile ganó libertad.
De: Amanda Inés Catalán Godoy
Título del Cuento: La libertad es nuestra tarea
El fuego abrió a las 11:30 de la mañana. Yo, José de San Martín, ordené a mis tropas
avanzar hacia los Realistas obligándolos a presentar batalla. Arriba de mi corcel,
desenvainé mi espada blandiendo su acero una y otra vez contra el enemigo. Bajo el
hermoso cielo del valle, admiré a mis hombres que luchaban sedientos por la libertad de
Chile y mientras peleábamos sin descanso, el general español Mariano Osorio intentaba
tomar las riendas de la situación sabiendo que perdía cientos de hombres por minuto.
Cabalgué por la llanura esquivando los ataques de los españoles; por mi izquierda, vi cómo
el coronel Las Heras ganaba terreno valerosamente. Los Realistas fueron disminuidos y el
General O’Higgins, con su brazo herido desde Cancha Rayada, llega y grita: “¡Gloria al
salvador de Chile!”, para luego darnos nuestro abrazo victorioso…
- ¡Tienes que decirlo con más ganas! – detuve el ensayo y le corregí a mi compañero
de curso.
- Lo diré con ganas cuando le presentemos a la profe- me respondió desmontando su
escoba/caballo.
- Hubo una batalla, tienes que gritarlo- sugirió el que actuaba de Osorio.
- ¡Niños, a almorzar! –avisó mi mamá. Fuimos corriendo. Luchar por la independencia
despierta el apetito.
De: Natalia Camilo Cisternas
Título del Cuento: Abrazar (poema)
Contradictorio es
deambular por las calles de Maipú
intentando traer pasajes del pasado,
con cada paso dibujar el trazo de un recuerdo imaginario,
citar la página inmóvil del libro de Historia
o la congelada imagen de un óleo enmarcado,
buscando la memoria de los cuerpos que aquí
terminaron su andar.
Triste es
ganar con violencia la libertad,
batallar la desunión a un reino,
para hoy depositar nuestros humildes tributos
a una nueva corona invisible
que se esconde detrás de la fila del banco,
pagar el precio humano de una multitud
que ahora camina apurada,
olvidando el gesto primario del abrazo.
Satisfactorio es
reconocerme en esta multitud,
ser parte del territorio que comparte conmigo
su generosa herencia inmaterial,
andar a paso lento y simular
un homenaje póstumo a las víctimas que aquí
caminan conmigo en paralelo,
abrazando la utopía de la verdadera libertad,
buscando una unión atemporal que dibuje
un paisaje nuevo
al fin en paz.
De: Francisca Daniela Peña Cisterna.
Título del Cuento: Perpetuos libertadores.
Sus cuerpos duelen a horrores,
Sus mentes están cansadas,
Pero con amor y exceso de osadía en el corazón,
Tienen ganada la batalla.
Marchaban fuertes por Cerrillos,
Recitando salmos impecables detrás de sus osados generales,
Y brindando honores al ansiado combate.
Todos dispuestos a servir y luchar por su bandera,
Que los guiaba desde el frente,
Tapando en oro la sangre de los soldados más fieles.
Por Rinconada aún se oyen los gritos feroces,
Dispuestos a no ser vencidos,
Y vociferando el nombre de los caídos.
Algunos entregaban en murmullos sus esperanzas a los camaradas vivos,
Y de sus cuerpos desfallecidos, valiosas flores crecían para ser entregadas a las maternales
manos de la Virgen,
Jurando guardarlas en su protección hasta que sus guerreras almas quisieran volver.
Carmen; tú que tienes a muchos en tus brazos,
Recitales suavecito el amor que le manda la patria,
Y el honor que se ganaron en la batalla.
Cuéntales un poco más de la contienda, de cómo sus generales vengaron la represión de
su tierra,
Que no crean apenados que sus muertes serán olvidadas,
Sino que a través de tus ojos, veremos los de ellos,
Y de tus manos heridas, serán recuerdo de su valentía.
De: Francisco Andrés Díaz Céspedes
Título del Cuento: ¡Despierte Soldado!
-¡Despierte soldado! ¡Qué la Patria lo necesita! –Gritaba mi compañero- Yo tan sólo veía
aquel túnel de color blanco. Al entrar en él, observé aquellas banderas argentinas y
chilenas que flameaban en los llanos del Maipo sobre los cuerpos abatidos. Mi mente
viajaba al pasado, presente y futuro de las tierras chilenas que tanto amaban mis negros
padres, que lamentablemente murieron en el olvido por la violencia castellana. ¡Yo estaba
ahí! ¡Para hacerles justicia!
De pronto miré los primeros abrazos de victoria cuando cruzamos la majestuosa Cordillera
de Los Andes, un imposible para la época. La batalla de Chacabuco fue puro cielo azulado
y Cancha Rayada el asilo contra la opresión. El día 5 de abril de 1818, caminábamos al
macizo donde estaba el coronel español Joaquín Primo de Rivera, y a fuerza y cañón "lo
hicimos pebre". Corrimos a la última resistencia realista, en la granja, y quedaron
acuartelados en las casas de Lo Espejo. ¡Todos se rindieron! Luego amarraba con grilletes
a los prisioneros, sentí una navaja traspasándome el pulmón, una brisa suave en mi rostro
y mi alma se elevaba a los brazos de la Virgen del Carmen, oyendo a lo lejos -¡Despierte
soldado! ¡Qué somos libres! ¡Libre! -¡Despierte soldado! ¡Despierte!
De: Natalia Naranjo Mogollones
Título del Cuento: Biblioteca Maipucina
Yo vivía en la comuna de Peñalolén, hasta que conocí en la universidad a un maipucino
acérrimo. Nos casamos y todo fue mágico, como si los Padres de la Patria nos hubiesen
acogido entre sus abrazos. Y por esas "cosas del destino", obtuvimos nuestra casa propia
en la Villa de Los Héroes.
Mi esposo siempre visita la biblioteca municipal, que está ubicada en la hermosa Plaza
Rapa Nui. De hecho con él aprendí, que el primer intercambio cultural y educacional lo
realizó la “Cuna de la Patria”, colocando en Te Pito o Te Henua un monumento a escala de
la Basílica de Nuestra Señora del Carmen al costado derecho de la Parroquia de la Santa
Cruz, fundada por el Padre Sebastian Englert en 1937. Estoy muy orgullosa de tan noble
reconocimiento.
Entre las lecturas de la biblioteca, existen escritos que contribuyen a la identidad de la
“Tierra Cultivada”, entre ellos destacan: Claudio Gay, naturalista e historicista del proceso
independentista; Agustín Llona Albizú, el primer alcalde de Maipú, Alejandro Venegas,
profesor y crítico del Centenario; Camilo Montalván, educador e historiador, Elisa Ferrada
(Mama Icha), la poetisa y Pancho Latino, el a-poeta. Es por algo que las letras conservan el
pasado en el eterno presente, y quizás si me ánimo también seré parte de ello
De: Constanza Díaz Céspedes
Título del Cuento: Abuelitos(as) de Maipú
Realizado mi práctica como Trabajadora Social en la Fundación Vicaría de la Solidaridad,
comencé a darme cuenta que los abuelitos y abuelitas necesitan un reconocimiento social
por su voluntad e integridad en las 346 comunas de Chile. Y recordé que en enero de
2015, las autoridades de Maipú les hicieron un homenaje a: Elisa Ferrada (Embajadora
Cultural), Oscar Palma (Miembro más antiguo de la Primera Compañía del Cuerpo de
Bomberos de Maipú), Sergio Rodríguez (Coreógrafo del Conjunto Folclórico Tierra
Chilena), Filomena Prieto (Profesora y Consejera Comunal que ha trabajado
incansablemente por la superación vecinal), Margarita Fredes (Primera Coordinadora
Vecinal Femenina), Elena Gómez (Ha dedicado su vida a defender los DD. HH. y es una de
las propulsoras del Memorial construido en la Plaza Mayor de Maipú), Fulberto Amigo
(Delegado del Club Deportivo Good Year), Padre Raúl Férez (Ex Rector del Templo Votivo
de Maipú), Enrique Olivares (Propietario del restorán Chancho con Chaleco) y Mercedes
Vargas (Florista del Cementerio Parroquial).
Las personas mencionadas, son mi ejemplo para continuar la labor social, y desde el 22 de
diciembre de 1891, nuestros ediles siempre han reconocido el trabajo de sus oriundos.
¡"Me saco el sombrero por Maipú"!
De: Gonzalo Díaz Céspedes
Título del Cuento: Abrazo juvenil
Como todos los días lunes, volvía de mi trabajo a las 18:30 horas y el desánimo de tomar el
Transantiago en la Plaza Mayor de Maipú es horrible, y no sé cómo los usuarios
aguantamos tanto las innumerables filas, los frenos incómodos, una bocina que desorbita
"apretados como una lata de atún" y unos olores que no son propio de las personas sino
de la combustión de la máquina.
Arriba de la “micro” y con cara de aburrido, miré el Templo Votivo de Maipú, y me
pregunté si realmente el abrazo entre O´Higgins y San Martín fue cierto o una alegoría de
Pedro Subercaseaux (1880-1956) para perpetuar el patriotismo desde la niñez. El hecho es
que cuando íbamos llegando a la puerta principal del Santuario Nacional, observé a dos
jóvenes que estaban con una pelota en los pies, el de la izquierda estaba con la camiseta
de Chile y el otro con la camiseta de Argentina. Tuve una prognosis: el semáforo dio rojo
al conductor y nos detuvimos, y en ese mismo instante los deportistas se dieron un abrazo
de despedida. ¡Chanfle! ¡El abrazo de O´Higgins y San Martín! Mi rostro se llenó de alegría,
tomé mi celular y comencé a buscar en Internet dónde había sido el abrazo de Maipú. el
lugar correcto es la estatua de los próceres a caballo que está dentro del recinto católico.
De: Nolberto Caceres Salazar
Título del Cuento: Batalla de Maipu (poema)
En los llanos de Maipo
al sur de Santiago con valor y coraje
de los patriotas ,
en la avanzada con artillería
al mando de don José de San Martín
y al son de la corneta
la batalla de Maipú emprendía…
un 5 de Abril de 1818.
Se oyen gritos de guerra
¡Vamos a defender la patria!
¡Libertad ahora, libertad, libertad!
en la lucha y en la explanada
un estandarte se veía flamear
el estandarte de Chile
que no ha caído nunca y nunca caerá,
la batalla era indecisa
los muerto y heridos por doquier
los Realista resistían
férrea lucha extendían.
La artillería de Blanco y Borgoño
logro dar su apoyo,
a la carga con bayoneta
con Ramón Freire y compañía
fuerte batalla vencían.
Con su pecho ensangrentado
a tierra caía, el Huaso Bueras
valiente y gallardo
sucumbía.
Los Realistas se replegaban
y huían despavoridos
con Mariano Osorio en retirada
mientras José Ordoñez resistía
el último ataque de caballería
con Bernardo O’Higgins
al frente que arremetía.
¡La patria es libre!
dice José de San Martín
a don Bernardo O’Higgins
en el campo de batalla
en un abrazo fraterno
Viva la patria gritaban
¡La patria es libre!
De: Brenda Alvarado Ayala
Título del Cuento: En veinte versos una batalla
Una guerra por ser libres, hace doscientos años en Chile acaecía
“De la Independencia” con honor fue nombrada;
Dos ejércitos prestos a dar muerte a mano airada
En una batalla lucharon combativos y rebosantes de gallardía.
Una mañana de cinco de abril en los llanos del Maipo
Se levantó un José de San Martín con su Ejército Libertador
Abriendo fuego contra toda sangre española sin temor
Embistieron a un Ejército Realista con arrojo y sin anticipo.
Dos y media de la tarde, patriotas valerosos acogían la victoria
Un General Osorio al galope huyó rendido.
Ordoñez esperanzado, pese al gran estallido
Resistió con firmeza, mas no rectificó su historia.
A apoyar una batalla que habían de ganar
Arribaron en Lo Espejo, Bernardo y sus guerreros;
Realistas cayeron muertos, heridos y prisioneros
Y Ordoñez al anochecer fue impuesto a renunciar.
Si bien, la presente obra puede parecer un simplismo
Es una fiel alegoría donde pueden ver reflejada
La aproximación a nuestra Independencia tan ansiada
En la que O’Higgins y San Martín abrazaron la patria y a sí mismos.
De: Raimundo Gallardo Egaña
Título del Cuento: El abrazo
Ahí
donde la vida no es más que un pestañeo etéreo
un efímero sueño
un frágil juego de la verdad
El campo de batalla se nutre con la sangre de tus soldados
Oh, Chile de mi dolor
El abrazo de Maipú no es sino el melifluo
desenvaine de la espada encarnada de los propios chilenos
La nieve de la Cordillera se volvió tierra fértil
e inundó de apaciguante esperanza el valle central de la Patria
Doscientas veces libres, gritaste
Doscientas veces independientes, dije
Nuestra Señora del Carmen vigila
imponente la promesa hecha monumento
Doscientas veces obedientes
Doscientas veces sometidos
Doscientas veces ¡viva Chile!, dijimos.
De: Julia Lara
Título del Cuento: Mirada de Niña
Mensaje:
Mirando por el espejo retrovisor Maria recordaba que desde Santiago por la avenida
pajaritos había una gran arboleda que visualizaba al dirigirse a la comuna de Maipú, de esa
arboleda ya no queda nada, el templo de Maipú estaba todavía en construcción, hoy ya
tiene su cúpula, pensar que ha pasado tanto tiempo desde que llegue a esta comuna,
pensaba Maria.
Maria llego desde linares a Maipú en los 80 cuando era solo una niña, todos los domingos
con su madre, con traje de domingo se dirigían al templo de Maipú a rezar, como toda
niña Maria era curiosa y un día domingo Maria vio un gran parque detrás del templo y
consulto ¿mama puedo ir a jugar? Por supuesto respondió su madre, jugando llego a una
gran puerta al abrirla vio carruajes, ropa antigua, pinturas, algo que jamás imagino que
existía detrás del templo, se subió a uno carruaje e imagino que era una princesa, así
pasaron los años jugando y Maria se convertiría en historiadora y cada domingo ahora ya
grande sigue imaginado que es una princesa en un castillo, solo que ahora tiene un gran
mirador en la cúpula en la que puede ver todo su reino.
De: Teresa Céspedes Donaire
Título del Cuento: El Ternerito de Av. Alfredo Silva Carvallo
Comenzaba los 90´, y recién habíamos llegado a la Villa Los Héroes con mi esposo y mi
primer hijo. ¡No conocíamos a nadie! Un día nos quedamos sin leche, y un día domingo en
la mañana le pregunté al guardia que cuidaba las primeras casas de nuestra villa que
estaba ubicada entre Av. Renzo Pecchenino y Av. Tres Poniente:
-¿Disculpe señor, usted sabe dónde venden leche?
-¡Hola soy Juan, pero me dicen "Juanito"! (Me respondió con molestia)
-¡Juanito, perdón pero estoy muy preocupada porque me quedé sin leche y no sé qué
hacer!
-¡Tranquila! ¿Ve los árboles verdes del fondo?
-¡Sí! (Contesté)
-Ahí, hay una vaquilla con su ternerito, el vecino que vende leche es mi “paire”, él la puede
ayudar.
-Con mi hijo de cinco años caminamos como tres o cuatro cuadras, entre tierra, árboles y
sombras, en una estación de primavera única: En que los pajaritos nos saludaban con sus
cantos, unos olores a vaca de campo, esos que jamás se olvidan, los “buenos días” de los
vecinos que armaban sus propias casas de madera; y por fin llegamos al lugar. Unos
trabajadores de la municipalidad estaban colocando el letrero de la futura avenida Alfredo
Silva Carvallo. Ahí estaba la vaquilla con su ternerito, nos atendió Juan padre y nos vendió
la mejor leche que he tomado en mi vida.
De: Pablo Gutiérrez Peña
Título del Cuento: Un Gran Abrazo en 200 años
Split, plot, plut...Sonaban los ruidos, risas y aplausos. Mientras los niños atentos,
escuchaban las historias de cómo había sido aquel abrazo. Ahí estaba Fernando con su
familia, entre tanta gente, celebrando el Bicentenario. Todos alegres: cantando y bailando.
Solo algo preocupaba a Fernando, su gran amigo Martín. Hace tanto que no lo veía...desde
que se había cambiado al otro lado de la Cordillera. Habían compartido tanto: los amigos,
los juegos, batallado juntos los partidos. Pero Martín ese día estaba ahí, como
hace 10 años en la fiesta anterior.
De pronto, en medio de la algarabía sonó el primer campanazo...Dumm y Fernando vió
una imagen de otra época, las representaciones ya no lo parecían. Era una batalla real!
Dumm y entre los truenos de las armas Don Bernardo herido vió una imagen. La virgen,
hermosa dentro de un gran templo. Y pensó: a Ella le debemos la victoria, pues sea
Nuestra Patrona. Al saludar a San Martín le comentó: acabo de tener una visión, la cual me
hace sentir que todo el esfuerzo siempre vale la pena. Este será un gran país y su gente
vivirá libre y feliz. Dumm el último campanazo y la visión se desvaneció. La batalla, los
disparos…eran petardos. Los jinetes eran huasos y la gente reía feliz.
De: Celeste Reyes Pastrián
Título del Cuento: VERSO A LA BATALLA DE MAIPÚ EN 200 PALABRAS
La noche del 4 de abril de 1818,
patriotas y realistas se encontraban
separados solo por unos kilómetros
esperando que las armas se dispararán.
A la mañana de día siguiente,
año 1818, día 5 de abril
los patriotas avanzaron 1500 metros
y a las 11.30 el fuego se comenzó a abrir.
En los primeros momentos del combate
no había un evidente ganador,
pero una carga de los realistas
hizo que los patriotas retrocedieran con gran pavor.
Luego de esto los patriotas se rehicieron rápidamente
y apoyados por su infantería, renovaron la lucha con nuevo ardor
logrando la retirada de los realistas
que cedió ante esta tremenda presión.
Un par de horas más tarde,
O’Higgins junto a su ejército llegan al lugar
convaleciente desde cancha rayada
con José de San Martin se llegan a abrazar
Es así como en esta batalla
peleada con gran diligencia
hace 200 años atrás gracias a los patriotas
logramos la independencia.
Se batalló en mi querida comuna
en calles como camino a rinconada,
las naciones, el olimpo y tres poniente
donde hoy no hay huella de nada.
Este verso tiene 200 palabras
escritas con trabajo y atención
para conmemorar esta batalla
pues soy maipucina de corazón.
De: Bastián Esteban Proboste Campos
Título del Cuento: El pasar de O´Higgins
Día Nº1: No tengo idea como estoy aquí, nunca pensé que podría llegar a ser tan longevo,
pero aquí estoy, en el 2018 en Chile.
Día Nº2: Hoy,en el objeto cuadrado con imágenes en movimiento vi que, han pasado
muchos años de la batalla de Maipú, al parecer así le pusieron al lugar donde ocurrió la
batalla en la cual estaba yo, y miles de compañeros chilenos.
Posdata:Al parecer el aparato cuadrado con imágenes en movimiento se llama televisión,
no lo recuerdo muy bien la verdad
Día Nº5: Hoy vi como quedo el templo a nuestra virgen del Carmen, realmente quedo
hermoso, estoy muy feliz.
Creo que estoy orgulloso de poder ver esto con mis propios ojos
Día Nº7: Iba caminando normalmente cuando vi un gran lugar, me puse a buscar el
nombre del lugar, cuando lo encontré vi un bello mural dando homenaje a la batalla en la
cual estuve, en ese momento el complejo educacional Maipú se volvió uno de mis lugares
favoritos.
Día final : Estoy orgulloso de Maipú, de su gente, sus espacios y todo lo que se encuentra
en el...
De: Romina Muñoz Alvial
Título del Cuento: El inicio de una Gran Batalla.
Se acercaba la Batalla, y O'Higgins sabia que vendrían días pesados, por lo cual decidió ir
de compras por comida para èl y sus hombres a algún supermercado.
Como todo país cuando se acerca una catástrofe, se encontraba todo el comercio cerrado,
y unas cuantas personas rondando por la calle en búsqueda de algo abierto igual que
Bernardo.
Cuando por fin pudo hallar algo abierto entro sin dudar en su Hyundai Creta dirigiéndose
al estacionamiento, pero se le hizo difícil, ya que el supermercado al que entro estaba
lleno, aunque no le extraño, pues era el único lugar donde encontrar comida.
Cuando al fin entro al Jumbo, increíblemente las personas lo reconocieron y se acercaron
pidiendo selfie o autógrafos. Dentro de esa multitud, un hombre se puso frente a Bernardo
y dijo:
-"Don Bernardo O'Higgins, le quiero brindar mi apoyo y admiración en esta gran lucha
que tendrá contra el ejercito de Mariano Osorio. Él será derrotado por usted y Don Jose de
San Martín sin duda. Debe prepararse para lo que viene". A lo que O'Higgins sonrió y
prosiguió sus compras enorgullecido de él mismo.
De: Luis Matias Rojas Mardones
Título del Cuento: La Batalla de mi Abuelo
Recuerdo que mi abuelo
me contaba historias sobre esa gran batalla
Aquél duelo que se dio entre el yugo y la libertad de nuestra patria
Me decía:
"Tantas personas convertidas en armas,
martirizadas como santas"
Yo sorprendido lo veía
y escuchaba con impacto
ante este tema violento el cual me relataba
También me contaba sobre un lazo eterno:
"Se dieron un abrazo,
cual fue el que nos dio participación en la historia de nuestra odisea nacional:
nuestra Batalla de Maipú".
De: Fernando Antonio Santibáñez Morales
Título del Cuento: Vencedores de un mañana
“La Patria es Libre”, fueron las palabras que acogió mi memoria al momento de leer aquel
manuscrito de San Martín. Como olvidar que cada letra fue escrita con la sangre de
aquellas almas que gritaron al viento su libertad. Fueron justamente esos ecos de jolgorio
los que me impulsaron, aún herido, a emprender el raudo galope hacia aquellos campos
de emancipación. “¡Gloria al Salvador de Chile!”, exclamó mi voz emocionada al verte, mi
gran camarada, sellando en un abrazo fraternal esta heroica gesta de quimeras y las
ilusiones de aquellos para quienes la historia no tendrá palabras.
Desde aquellos Llanos del Maipo teñidos de rojo, por un instante, vi con desasosiego un
incierto mañana; donde el sacrificio de miles sólo evoca indiferencia. En qué lugar quedó
tu ofrenda a punta de sable, Huaso Bueras, que sólo una bala en el pecho pudo acallar.
Dónde se perdieron los impetuosos rugidos de los cañones de Blanco Encalada. Sólo
confío que mis ruegos inmersos, en el corazón de esta nueva patria, acompañen a nuestra
Patrona del Carmen en su merecido lugar de descanso.
Quizás el tiempo y las generaciones venideras juzgarán si el olvido ha sido el real vencedor
de esta batalla.
De: Nahomi Olguín
Título del Cuento: Aplastante triunfo.
Se respira tristeza, sangre, agonía y decadencia. Todos estábamos aquí por un motivo, ese,
era luchar por nuestra patria. No quise batallar, era algo de cobardía por pensar en morir y
dejar todo atrás; escondido me encontraba, sin ser capaz de verme de frente con la muerte
ya anunciada.
Era solo yo, mi arma y mi uniforme militar, sabía que debía ir y enfrentar la catástrofe, los
gritos carcomían mi mente, pero siempre tuve un lema “¡dar mi vida por la patria y por
Maipú!” Y sin más preámbulos me dirigí a ella, al duelo más esperado de estos tiempos, a
la que posiblemente ganaríamos o no, ¡pero tiro todas las fichas sobre la mesa a que
ganaremos este enfrentamiento!
Caído en el suelo, contra el cuerpo derrotado, descuartizado y sangriento de mi
compañero; ahí supe que la esperanza no la tiraron a la basura. Adolorido y derrotado
trato de abrir mis ojos, pero la luz del sol apenas me dejaba, de pronto una mano
extendida para ayudar a levantarme aparece, y una voz junto a ella dice: “Serás lo que
debas ser, si no, no serás nada, vamos sargento, que ya ganamos esta batalla”.
De: Bárbara Jara v
Título del Cuento: AbraZaame
Los pies pudieron tocar la tierra donde pisa toda una era , pero preferí cabalgar ya que no
sabía hasta donde iba a llegar .
sólo tenía mi palabra , un par de armas y una petición
Unos hombres detrás de mi que solo buscaban Honor
Pensé en guerras , matanzas , vidas de Dios poner en balanza .
No fue necesario lo más sencillo y humanitario ..fue el gran abrazo de dos personas para
que hoy se celebraran estos 200 años .
De: Diego
Título del Cuento: Volarán
Bello es el cielo, bello son los pájaros que vuelan, sin rumbo, inocentes sin poder mirar
atrás. No se dan cuenta de qué es lo que pasa, ni lo que pasará. Estos pájaros solo vuelan,
sin rumbo hacía un final. Se detienen en el cerro Primo de Rivera a observar a la gente
pasar, ver niños jugar y bailar. Siempre los pájaros vuelan, pero ¿Qué pasaría si ya no lo
hicieran?. No todo sería lo mismo, el día ya no tendría su ritmo, las mañanas serían calladas
y sin armonía ¿Tendría sentido todo sin esos bellos pájaros que solo vuelan?.
De: Valentina Alejandra Cea Cumio
Título del Cuento: Vuelen Alto Compatriotas
La independencia de un ecosistema, organizada por dos aves; quienes volaron y
picotearon a cada una de las cabezas enemigas. Un duelo lleno de sangre; la muerte de
dos aves compatriotas: esto es el hoy, puesto que dejaron su rastro de una huella:
doscientos años de un abrazo: un abrazo inmortal.
De: Loreto Cubillos Galaz
Título del Cuento: Unión eterna
Ahora soy un anciano escribiendo a pluma, soportando la bulla de la ciudad que se
multiplica al tiempo que el sol de invierno se esconde tras mi espalda. Añoro las tardes de
silencio, las ruedas de carreta sobre piedra acercándose y el arte de iluminar, que hoy,
parece robotizado. Un rayo de luz sobre las nubes me invita a pensar; aún me queda
mucho tiempo, tengo una gran responsabilidad.
Nací de un amor de esos difíciles, incomprendidos por los racionales que lo llaman
inmaterial; un vínculo eterno de mi país con aquella norteña peregrina, que cuidó mi Chile
y sus deseos de autonomía. Aquel hombre de carácter encomiable juró honrarla y
protegerla por haber acompañado a sus valientes soldados y a los niños reclutados por los
males de guerra. Desde ahí una unión eterna. Décadas me tomó madurar para erigirme
como viejo sabio y conocido, resistente a las danzas propias de mi tierra, de mi querida
tierra, danzas temblorosas de las que otros no pudieron levantarse. Fui victoria, capilla y
derrumbe, pero el tiempo me hizo Templo, orgulloso de mantener bajo eterno cobijo el
símbolo de la libertad, el amor por la patria y la fe, sobre todo la fe.
De: Eduardo Arcila L.
Título del Cuento: Simón, el abuelo y un Chile más libre”
“Simón, el abuelo y un chile más libre”
Atardecía…En la explanada, expectante…Simón, 7 años, y su abuelo.
Sonar de trompeta y exclama Simón: “¡Abuelo, mira, la Virgen que tienes en el velador…! ¡Y
el pequeño soldado con rifle también…! Y los dos en silencio siguieron el desarrollo de la
Alegoría de la Batalla de Maipú. En el rostro de Simón se vió en medio de los
soldados…”Animo, confianza, Ella está con nosotros…adelante”. Gritaba a toda voz. En su
corazón latía: “En el mismo sitio donde se dé la batalla y se obtenga la victoria, se levantará
un Santuario de la Virgen del Carmen”. ¡ Vámos…triunfaremos…! Simón estaba en la
batalla…y, conmovido, el abuelo lo observaba a su lado. Regresando a casa, latían
intensamente los corazones, el abuelo recordando su antepasado que cayó en Maipú,
Simón soñando el presente y futuro…”Querida Virgen, te prometo mi vida por Chile más
libre”.
De: ANA MARIA CONTRERAS VELIZ
Título del Cuento: MI HISTORIA EN MAIPU
Corría el año 1972 Cuando llegamos a vivir a Padre Hurtado, a mi papá lo habían
trasladado de la planta de Cristalerías de Chile de Vicuña Mackenna (actualmente
instalaciones de Megavisión).
Nuestro desplazamiento habitual era por Camino Melipilla. Solo 10 años después recién
hice por primera vez el recorrido por Pajaritos, en ese camino flanqueado por esa hermosa
arboleda.
Muchos años pasé por ese templo sin terminar, símbolo de lo lento que podemos ser a
veces los chilenos para cumplir las promesas.
Corría el año 1987, recién había enviudado cuando compré casa en Ciudad Satélite, en este
extremo casi cayéndonos de la Comuna.
2 años más tarde llegué a vivir aquí, y de eso hace casi 30 años.
Como olvidarme del terremoto de 2010 cuando en Ciudad Satélite parecía que nada había
pasado ya que no se cayó ni una teja. Solo la expresión de temor de la gente podía reflejar
lo que estábamos pasando.
En este momento mi vida gira en torno a mi comuna, aquí hemos visto los mejores
eventos cuequeros, nuestro “Maipú abraza la cueca”, El Festival José Luis Hernández, las
celebraciones de Fiestas Patrias, los que como todas las cosas han ido cambiando o
perdiéndose.
ANONIMO Título del Cuento: EL QUE QUIERA SABER DE BATALLA EL QUE QUIERA SABER DE BATALLA UNA VUELTA A MAIPU DEBE DARSE NO SOLO ES LA TIERRA QUE ESPARSE SINO LA VALENTÍA QUE AQUÍ SE HALLA. MAIPU ES UNA TIERRA DE VALIENTES CON POLVORA Y AGUAARDIENTE NO LE TEMIERON AL MATURRANGO NI AL GENERAL OSORIO NI SU RANGO CUANDO LA LUCHA RECIEN EMPEZABA Y LAS BALLONETAS BRILLABAN LOS SOLDADOS IBAN A LA MUERTE Y CANTABAN VIVA LA PATRIA VIVA LA PATRIA MI VIDA DE MAIPUCINO VIEJO AHORA VEO DE LEJOS LA BRAVURA DE LOS SODADOS QUE PELEBAN COMO TORO ENCERRADO TAN VALIENTES TAN ENTEROS EL VALIENTE SAN MARTIN EL DURO DE BUERAS SABLEABAN COMO ARRANCANDO PERAS DE UN ARBOL PORFIADO Y CABALGANDO LAS HERAS A BUSCAR AL REALISTA LO MOLIA A SABLAZOS. MAIPU TIERRA DE CAMPEONES Y VALIENTES LOS HAYA USTED POR ENTRE LAS CASAS Y LAS FRESCAS VERTIENTES FUERON NUESTRO SOLDADOS QUE HEREDARON LA PATRIA.
ANONIMO Título del Cuento: EL TRANQUE
Las aguas del viejo tranque ubicado en Av. Sur con Carmen fueron el escenario de muchas horas
de diversión en aquella niñez, de ese Maipú que ya no existe. Correr por entre la maleza de ese
trazo de tierra entre cerritos de tierra que carecían de forma era un regalo de un valor que sólo
hoy puede ser evaluado.
Todas las tardes después de la escuela era el destino obligado de cada uno de mis amigos darnos
cita en ese viejo tranque. Mediamos nuestras destrezas saltando los bordes de los canales y más
de alguna vez terminamos sumergidos en las fétidas aguas de los canales que convergían un gran
canal que era regulado por una compuerta.
Está claro que ese Maipú ya no existe y que forma parte de nuestros más preciados recuerdos, que
la vida hizo una dulce pausa y coronó nuestra niñez con ese pedazo de tierra informe que
acompañó nuestros juegos.
ANONIMO Título del Cuento: FANTASMAS DE LA BATALLA De niño escuchamos los relatos de la batalla y siempre estas historias estaban acompañadas de
relatos que rememoraban viejas historias de fantasmas. Una vez caminábamos de noche por las
Naciones y uno de mis amigos dijo haber visto unas sombras desplazarse de un lado de la vereda a
la otra, eran un poco más de las tres de la mañana y no había nada que nos permitiera suponer
que eran otro grupo de personas cerca de nosotros. Hicimos caso omiso de la supuesta visión de
unos de los muchachos del grupo, repentinamente todos observamos como un grupo de personas
de una extraña vestimenta, antigua por lo menos, corrían de un lugar a otro como que eran
perseguidos, no hubo ruido, ni voces, solo esas sombras que deambulaban. Nos quedamos en
silencio, nadie, del grupo, se atrevió a decir palabra alguna.
Cuando crecí tuve la oportunidad de asistir a una salida llamada la ruta de la batalla, actividad que
entiendo realiza la municipalidad, recorrimos varios puntos de la batalla, entre ellos la Hacienda
Lo Espejo donde se llevó a cabo una espeluznante matanza como parte de la batalla, justo en las
calles Rinconada y Las Naciones donde antes tuvimos esa visión.
ANONIMO
Título del Cuento: La Calle Portales y el beso
La calle Portales, por la verada, estaba tapizada de árboles que formaban un curioso pasadizo oscuro
el que se acentuaba en las frías noches de invierno. Fue en ese tramo donde besé por primera vez
a una niña. Estaba nervioso, temblaba de pavor, sofocado por las naturales interrogantes de saber
si ella correspondería ese beso atorado de amor infantil que llevaba desde el corazón hasta la boca.
La tomé de las manos y la miré fijamente a los ojos, como perdido, seguido y antes que pudiera
ofrecer resistencia, la besé con ternura, dulcemente y ella antes de resistirse colaboró
generosamente con esa arriesgada tarea de robarle un beso.
Cada vez que paso por entre Hermanos Carrera y Manuel Rodríguez evoco ese episodio de mi vida,
el que hasta ahora me endulza la vida.
ANONIMO
Título del Cuento: LA CASA FANTASMA
No supimos con certeza si las historias que se contaban acerca de la vieja casa ubicada en La Colonia
con Carmen eran verdaderos, lo cierto es que muchos señalaban que allí, por las noches, aparecían
difusas figuras femeninas, ataviadas con ropa antigua, una de ellas, se decía, llevaba una enorme
vela en las manos y era, para algunos, un hecho indubitable que esas apariciones eran verdad pura.
Una noche quisimos comprobarlo de manera personal y por ello nos reunimos, Carlos, Lalo, Pablo y
yo, para salir de las apremiantes dudas. Nos concertamos para ello encontrarnos en la calle Carmen
con Portales para emprender esa inexcusable tarea.
Al llegar a la casa, “fantasma” lanzamos una moneda para ver quienes entraba primero, el destino
quiso que fuera yo. Caminé vacilante hasta la alambrada que la protegía, de un salto logré sortearla
me encaminé hacía la ventana, por donde pretendíamos ingresar, premunido sólo de una vieja
linterna. Al llegar a la ventana el miedo me paralizó al punto que cada uno de mis ligamentos,
músculos, se quedaron rígidos sin tener la valentía ni la decisión de comprobar que la teoría de los
fantasmas era de verdad cierta.
ANONIMO
Título del Cuento: LA ESCUELA 85
La vieja escuela 85 de Maipú, conocida como “La Pública” allá íbamos a dar todos los maipucimos
nacidos y criados. Un viejo edificio que databa de principios del siglo XX fue el espacio donde
crecimos, jugamos y como niños, soñamos. Algunas mañanas el profesor Saavedra nos llevaba a
las canchas del Almendral a hacer cross country, que consistía sólo en correr y sortear las
irregulares lomas que se hallaban alrededor de aquella vieja cancha.
Detrás de la escuela había una arboleda, nogales, si mal no recuerdo, donde íbamos a zanjar a
combos las diferencias eventuales que se originaban en los patios de la escuela, allí vi a buenos
peladores como Cansino y Saavedra, que formidables eran para meter combos hasta ser temidos
por todos nosotros en la vieja escuela.
Cuando el viejo edificio de la escuela 85 se demolió muchos de nosotros sentimos una verdadera
pena. Hoy al pasar por la avenida 5 de abril miro la escuela y me recuerdo lo feliz que fuimos
entre sus salas y pasillos.