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Fundación Paz y Solidaridad “Gregorio Morán”

de CCOO Extremadura

Avda. Juan Carlos I, 47

06800 Mérida

& (+34) 924 319 936

www.pysextremadura.org

[email protected]

Edita

Fundación Paz y Solidaridad “Gregorio Morán”de CCOO Extremadura

Elaboración

Equipo Técnico de la Fundación Paz y Solidaridad“Gregorio Morán”

Fotografías

José Ángel Callewww.venasabiertas.comAntonio Vaca

Diseño & infografía

Luis Fano (www.luisfano.com)

Imprime

Gráficas Batanero. Cáceres

Mérida, 2011

LA FUNDACIÓN PAZ Y SOLIDARIDAD

“Gregorio Morán” de CC.OO–Extremadura, entre sus

acciones, ejecuta un proyecto para dar a conocer en

nuestra comunidad autónoma la situación actual de

aquellos países en los que realiza su labor

acompañado siempre por organizaciones locales.

Este documento, que tienes entre tus manos,

pretende ser el primero de una serie de materiales a

través de los que la Fundación sensibilizará a la

población extremeña sobre la problemática de los

países menos favorecidos del planeta y en los que

desarrolla su trabajo diariamente.

Cada documento abordará las temáticas

primordiales y prioritarias para los diferentes países

(la situación del trabajo, de la mujer, de la infancia,

etc.), habiéndose iniciado con el presente

documento dedicado a Honduras.

En este país centroamericano en la actualidad la

Fundación Paz y Solidaridad está ejecutando un

proyecto con la cofinanciación de los Ayuntamientos

de Cáceres y de Almendralejo. El proyecto está

siendo desarrollado conjuntamente con la

Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras

(CUTH) y tiene como objetivo el establecimiento y

mantenimiento de una red de apoyo material, moral y

humana en respaldo a aquellas acciones

encaminadas a la restitución del orden institucional y

la participación democrática del país.

Presentación

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FUNDACIÓN PAZ Y SOLIDARIDAD “GREGORIO MORÁN”

HONDURAS [ACTIVISMO POR LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA]

LA REPÚBLICA DE HONDURAS ES EL SEGUNDO

país de Centro América en extensión territorial, con

una superficie de 112.492 km2 y una población de

7.793.000 habitantes (datos del Instituto Nacional de

Estadística a principios de 2010). De esta población

cerca del 90% son mestizos, el 7% indígena, el 2%

de raza negra y el 1% de origen europeo.

Honduras está situada en el istmo

centroamericano y colindante con

Guatemala, El Salvador y

Nicaragua, contando con 717 km

de frontera con este último país,

343 km con El Salvador y 260 km

con Guatemala. Su territorio tiene la mayoría de las

costas en el Océano Atlántico con una reducida

salida hacia el Océano Pacífico a través del Golfo

de Fonseca. Por encontrarse en el centro del

continente americano y entre dos grandes

océanos, goza de una posición geográfica

privilegiada que le permite una fácil comunicación

por tierra, mar o aire con los demás países de

América y el mundo.

Tiene el 63% de su territorio cubierto por montañas

y selvas que lo convierten en el país más

montañoso de América Central. Por su ubicación,

se encuentra bajo la influencia de fenómenos

climáticos de alto riesgo como huracanes y

tormentas tropicales en la temporada de lluvia (de

junio a octubre) o huracanes caribeños entre los

meses de agosto a octubre, así como al fenómeno

denominado “el niño” (sequías, inundaciones,

alteraciones de las estaciones, etc.).

Datos del país

Las tierras planas comprenden nada más que las

angostas llanuras costeras que se extienden frente

al mar Caribe en el Norte y al Golfo de Fonseca en

el Sur, y algunos valles del interior del país. La

llanura costera del Caribe presenta su mayor

amplitud hacia el Este, donde se ensancha y

conforma el territorio de la Mosquitia.

Hay tres grandes regiones climáticas: Subtropical

seca, en el Sur; Subtropical húmeda, en el Centro y

Oeste del país; y Tropical en el Norte. Hay dos

estaciones bien definidas: lluviosa en invierno (junio a

octubre) y seca en verano (entre noviembre y mayo).

La precipitación anual media es de 1.741 mm y la

temperatura mínima anual es de 18º C de media en

diciembre y la máxima de 36,1º C en los meses de

marzo y abril.

El sistema hidrográfico hondureño está formado por

19 sistemas de ríos que nacen en el territorio

nacional y desembocan en ambos océanos. En la

vertiente del mar Caribe desembocan trece

sistemas, con longitudes entre los 550 y los 25 km.,

cuyas cuencas representan el 82,72% del territorio

nacional y en la vertiente del Pacífico a través del

Golfo de Fonseca desembocan seis sistemas que

representan el 17,28%.

Honduras tiene una biodiversidad

excepcionalmente alta, en relación a su tamaño.

Su ubicación tropical privilegiada entre dos

océanos y sus condiciones topográficas crean una

gran variedad de hábitats, desde bosque nublados

a arrecifes coralinos, favorables para una alta

diversidad de flora y fauna.

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HONDURAS ALCANZÓ LA INDEPENDENCIA DE

España el 15 de septiembre de 1821 formando en

principio parte del imperio mexicano y

posteriormente (1823) fundando la República

Federal de Centroamérica junto con Guatemala, El

Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Esta nueva

República tuvo una corta existencia y en 1838 los

cinco estados miembros se erigieron en cinco

estados independientes.

Hacia finales del siglo XIX la economía de Honduras

estuvo dominada por empresas estadounidenses en

torno a la explotación agrícola (United Fruit Company,

Standard Fruit Company o Cuyamel Fruit Company),

que establecieron enormes plantaciones de banano a

lo largo de la costa norte. De esta forma, el capital

extranjero, la vida en las plantaciones de banano, y

los conservadores, fueron factores determinantes en

la política de Honduras desde finales del siglo XIX

hasta mediados del siglo XX.

ContextoPolítico


HONDURAS [ACTIVISMO POR LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA]5

Durante el siglo XX la política del país está

marcada por gobiernos militares, guerras

fronterizas, dominación de los conservadores y

revueltas populares, unidas, eso sí, a un fuerte

crecimiento económico que conllevó el

establecimiento de una minoría dirigente y rica y

una inmensa mayoría que subsistía en condiciones

de total precariedad.

En 1982, se estableció una nueva constitución con

el fin de restaurar un Estado de Derecho y

democrático que fomentara la participación de la

sociedad en el gobierno del país. Bajo esta nueva

constitución resultó elegido presidente el liberal

Roberto Suazo Córdoba que prometió una

revolución de honestidad y trabajo. Sin embargo, su

presidencia y la de sus sucesores (el fascista

Gustavo Álvarez, el liberal José Azcona o el

candidato del Partido Nacional Rafael Leonardo

Callejas) estuvo marcada por diversos

acontecimientos de índole transnacional: el

intervencionismo americano en la región para frenar

el avance socialista, el apoyo al ejército

contrarrevolucionario nicaragüense o la introducción

en la economía del país de políticas neoliberales

impulsadas por el Banco Mundial (BM) y el Fondo

Monetario Internacional (FMI).

El país está dividido administrativamente en 18

departamentos (Atlántida, Choluteca, Colón,

Comayagua, Copán, Cortés, El Paraíso, Francisco

Morazán, Gracias a Dios, Intibucá, Islas de la Bahía,

La Paz, Lempira, Ocotepeque, Olancho, Santa

Bárbara, Valle y Yoro) y 298 municipios. Cada

departamento, está regido por un Gobernador

Departamental y cada municipio por una

Corporación Municipal.

Los acontecimientos acaecidos en el siglo XX

conllevaron a una desestructuración de la sociedad

7



hondureña y a una dependencia económica

internacional del país que se ve incrementada con la

bajada de los precios de los artículos agrícolas

(básicos en su sistema de exportaciones). Las

primeras elecciones del siglo XXI dan el poder a

Ricardo Maduro del Partido Nacional, que si bien

obtuvo algunos éxitos visibles en la estabilización de

la economía y en la reducción de la deuda externa,

dejó intacto el problema de la pobreza.

En Enero de 2006 tomó el relevo del poder Manuel

Zelaya por el Partido Liberal, que inició en tratos

petroleros con el venezolano Hugo Chávez, se

declaró de izquierdas alejándose de Washington y

metiendo al país en el ALBA. El los últimos años

en la República de Honduras se había

experimentado un proceso positivo en el

reforzamiento de las instituciones civiles frente al

poder en otro tiempo absoluto de las fuerzas

armadas y se iban reduciendo los altos índices de

violación de derechos humanos, disminuyendo

fuertemente la violencia política, situación que,

desgraciadamente, ha empeorado desde el Golpe

de Estado y los acontecimientos acaecidos desde

Junio del año 2009.

Esta situación de inicios de normalización

democrática se vió truncada el 28 de junio del año

2009 cuando el presidente electo Zelaya fue

detenido en su domicilio por militares a las órdenes

de los Jefes del Estado Mayor y conducido en un

avión militar a un exilio obligado en Costa Rica.

El Congreso aceptó una reunión del Presidente

Zelaya, que él desmintió desde su exilio, y designó

como sucesor de Zelaya al presidente del Congreso:

Roberto Micheletti, con el compromiso de que

permanecería en el cargo sólo hasta la terminación

del mandado de Zelaya en Enero de 2010. La

comunidad internacional calificó estos hechos como

un Golpe de Estado y apoyó la continuidad en la

presidencia de Zelaya, electo democráticamente por

el pueblo hondureño.

Las elecciones presidenciales del 29 de noviembre

de 2009 dieron la victoria al candidato del Partido

Nacional, Porfirio Lobo, con una alta abstención

(entre el 60-70% de la población con derecho a

voto según datos del Frente Nacional contra el

Golpe de Estado) y con la oposición de los

partidarios del depuesto presidente Zelaya que

consideran esas elecciones como un proceso no

democrático ya que fueron parte de las

consecuencias del Golpe de Estado.

Este proceso electoral estuvo marcado por la

represión de marchas a favor de la democracia y de

la reposición de Zelaya, y con disturbios y disparos

policiales según declaraciones del Comité para la

Defensa de los Derechos Humanos en Honduras

(CODEH).

La falta de participación democrática en la vida del

país desde el Golpe de Estado y el enfrentamiento

del partido en el poder con las organizaciones

sociales y sindicales no auguran un proceso

democrático real, participativo y pacífico en los

próximos años para este país centroamericano.

9



HONDURAS OCUPA, SEGÚN EL INFORME ANUAL

del PNUD para el año 2010, el lugar número 106 de

173 países (habiendo descendido tan sólo en un año

en 6 posiciones). Este valor sitúa al país entre los

menos desarrollados de la región centroamericana,

por debajo de otros países vecinos como El

Salvador, y que lo define como un país cuyo nivel de

desarrollo es inferior al promedio de América Latina.

Esta posición es la traslación práctica de la situación

social y económica del país que se materializa en el

incremento exacerbado del desempleo derivado de

la promoción de un modelo económico sustentado

sobre el principio del favorecimiento de inversiones

externas, materializadas a través de las maquilas o

zonas francas, que promueven un modelo

económico que atenta contra los derechos humanos

y laborales de los trabajadores y

trabajadoras y que dificulta el

desarrollo económico y social del país.

Esto ha generado que en la

actualidad Honduras presente una

tasa alta de desempleo, que llegaron

a dispararse hasta el 70% de la

población activa en Septiembre de

2009; este contexto implica la

necesidad de buscar alternativas ocupacionales,

comportando un fuerte incremento de la economía

sumergida que (según datos estimativos) acoge a

casi 700.000 personas, de las cuales una gran

mayoría son jóvenes y mujeres. Mientras que el

restante porcentaje de población activa debe hacer

frente a un salario mínimo que desde 1990 hasta el

pasado año sólo había aumentado en un 11%

aproximadamente, muy por debajo de las

necesidades reales de la población. El Presidente

Porfirio emitió un decreto para fijar el nuevo salario

mínimo, que sin embargo no ha posibilitado un

acuerdo entre el sector privado y los sindicatos.

En el país el incremento de personas que viven por

debajo del umbral de la pobreza ha llevado, según

datos oficiales del PNUD, a que un 50,7% de

12



ContextoSocioeconómico

población hondureña se considera pobre y de ésta,

alrededor de un 35,7% sobrevive con menos de dos

dólares diarios mientras que el 14,9% restante lo

hace sólo con un dólar al día.

Este contexto se ha visto exacerbado con las

profundas desigualdades sociales y económicas que

caracterizan la sociedad del país; de hecho, según

datos de Naciones Unidas, el índice de Giní es de

56,8 (que se utiliza para medir la desigualdad en los

ingresos, siendo 0 la situación de igualdad total y

100 la de mayor desigualdad), abocando a la

población a una profunda desigualdad en cuanto a

la capacidad adquisitiva.

Esta desigualdad se materializa en el hecho que,

mientras que al 20% de la población más pobre le

correspondía el 2% del total de ingresos en los

hogares, el 20% más rico se apropiaba del 64% de

la riqueza, provocando grandes dificultades para la

búsqueda de una política social resolutiva que

permita una tendencia hacia la equidad social. A su

vez, esta desigualdad social se confirma a través de

la privación de bienes y servicios de primera

necesitad tales como el acceso al agua potable de la

cual un 88,2% de la población no puede disponer

(sobre todo fuera de las áreas urbanas).

En materia educativa la situación todavía es más

alarmante, puesto que si bien el analfabetismo afecta

a un 20% de la población adulta de más de 15 años,

el 80% restante raramente supera un periodo de

escolarización superior a los 5 años de promedio lo

que conlleva que no dispongan de los recursos

cognitivos adecuados para mejorar sus condiciones

laborales y sociales, así como la permutación de un

modelo económico deficitario que no satisface las

necesidades sociales de la población.

A pesar de ligeros avances educativos la brecha

entre la zona rural y la urbana sigue siendo

considerable, puesto que casi el 30% de la

población rural es analfabeta frente al 10% de la

población urbana.

Honduras se sitúa en el último lugar en cuanto a la

calida de la atención médica en el continente en su

región geográfica. Los principales problemas de

salud son: la alta tasa de desnutrición infantil;

elevada mortalidad infantil ocasionada en gran

medida por enfermedades respiratorias e

infecciosas; alta tasa de mortalidad materna

asociada a problemas de salud sexual y reproductiva

así como al limitado acceso a los servicios de salud

principalmente en al área rural; problemas de salud

relacionados con la violencia doméstica y evidente

deficiencia en la atención médica.

La evaluación de la morbilidad demuestra que el país

está en plena transición epidemiológica donde las

enfermedades típicas de países en desarrollo

(malaria, dengue, parásitos, etc.) están dando paso

a enfermedades propias de países industrializados

(cáncer y enfermedades cardiovasculares), además

de estas nuevas exigencias se requiere atención a

las enfermedades derivadas del crecimiento

demográfico y del desarrollo urbano (con el VIH-

SIDA y otras enfermedades infecto-contagiosas).

La mayor parte de estos indicadores derivan de los

cambios sucedidos en las últimas décadas, en las

que Honduras ha sufrido fuertemente los efectos de

la crisis económica mundial y la instauración en su

economía de las medidas neoliberales impuestas por

el FMI y el BM. Por otro lado el país durante la

década de los ochenta y noventa fue retaguardia de

los conflictos armados de El Salvador y Nicaragua

(como ya hemos comentado brevemente), zona de

operaciones de las bases militares norteamericanas

y espacio de acogida de decenas de miles de

refugiados llegaos de todas sus fronteras. Conocido

como el país dónde no hubo guerra, sirvió como

escenario de las movilizaciones de las diferentes

fuerzas en pugna de la región, con un elevado coste

social, ambiental y humano.

En efectos, los pobladores desplazados, refugiados,

exiliados y desaparecidos, el incremento de la

violencia organizada en todos los niveles, la

creciente injerencia externa en los asuntos

nacionales, la aplicación de la doctrina de seguridad

nacional desde el Estado, la consecuente pérdida de

la seguridad ciudadana y el creciente

empobrecimiento de la población, fueron los factores

que agudizaron la crisis estructural y del deterioro de

la calidad de vida.

A lo largo de la década de los noventa, los acuerdos

de paz de los países de la región y los procesos de

democratización formal coincidieron con la

aplicación, ya citada, de las medidas económicas

neoliberales. Estas medidas se implementaron

mediante la intervención cada vez más importante

de los organismos financieros internacionales en las

16



políticas públicas, la finalidad de las cuales era

insertar el país en el contexto de la globalización

(económica, no de derechos).

Las mesuras de ajuste estructural incluyeron la

privatización de los servicios estatales, las

reformas impositivas que incrementaron los

impuestos sobre el consumo, la restricción de

recursos crediticios y el incremento de las tasas de

interés que redujeron el acceso a los medianos y

pequeños empresarios, la aniquilación de la

reforma agraria con la aplicación de la ley de

modernización agrícola que promueve la

privatización, y la reducción del gasto público que

deterioró la calidad y redujo la cobertura de los

servicios sociales del Estado.

Varios estudios y análisis sobre la realidad

hondureña coinciden en afirmar que las medidas de

ajuste estructural de la economía hicieron más

pobres a los más pobres y más ricos a los ricos,

agudizando la exclusión, la desigualdad y la

injusticia económica y social de clase y de género.

Las mujeres serían las más perjudicadas puesto

que representan el 78% de la población pobre, de

las cuales el 65% viven por debajo del nivel de

pobreza humano.

En general, el ajuste estructural implicó igualmente

transformaciones de política a nivel del Estado,

basadas en la liberalización del mercado interno y

del comercio internacional, la eliminación de

subsidios, el ajuste de la tasa de cambio

(devaluación), el incremento de las tasas de interés,

la privatización de las empresas públicas, la

focalización de los programas sociales en la

población más vulnerable y leyes especiales para

atraer la inversión extranjera bajo la modalidad de

zona franca u otros similares.

La inversión extranjera promovida en este contexto,

ha comportado el establecimiento de un modelo

económico basado en la explotación del colectivo

trabajador a través de la violación de sus derechos

humanos y laborales, y también en la propugnación

de un modelo económico que no defiende el

desarrollo interno del país, y aún cuando el Gobierno

ha establecido la apertura del país a las industrias

“maquilas” (mediante la aprobación de legislación

concreta) como la solución inmediata a la pobreza

para frenar el crecimiento del desempleo. Sin

embargo todas estas medidas en la práctica no han

impactado en los problemas estructurales que se

pretendía que resolvieran, sino que han tendido a

exacerbarlos de forma alarmante.

17



DERECHOS HUMANOS

Tras el Golpe de Estado de junio de 2009 en

Honduras existe una grave situación de los derechos

humanos y de restricciones en las libertades

democráticas. Son evidentes las dificultades y

obstáculos para el acceso a la justicia y se ha

limitado drásticamente la libertad de prensa. Una

Misión internacional de observación sobre la

situación de los derechos humanos permaneció en

el país desde el 17 hasta el 26 de junio de ese

mismo año.

Los datos y la situación que refleja este informe

elaborado por 17 profesionales independientes

(juristas, periodistas, antropólogos, politólogos, etc.)

de diversos países siguen vigentes año y medio

después del Golpe. Esta Misión ya denunciaba

vulneraciones de derechos fundamentales como

violaciones del derecho a la vida, a la integridad y

libertad personal, a la libertad de expresión, así

como restricciones indebidas a la libertad de

circulación, enmarcado todo ello en un contexto de

clara persecución política que afecta especialmente

a dirigentes políticos y sindicales, defensores y

defensoras de derechos humanos, líderes y lideresas

sociales, periodistas, ciudadanos y ciudadanas

extranjeras, y en general a toda persona que

manifieste públicamente su apoyo al Presidente

depuesto y su oposición al Golpe de Estado y a la

situación política y de falta de democracia que

conllevó el mismo.

Desde entonces muchas organizaciones,

instituciones y colectivos han denunciado la

situación existentes en el país. En enero de 2011 la

organización Human Rights Watch (HRW) divulgó un

informe sobre las continuas violaciones con el

descriptivo titulo de “Después el golpe: violencia

constante, intimidación e impunidad en Honduras”.

En dicho documento HRW cita 47 casos de ataques

o amenazas, incluyendo 18 asesinatos de

periodistas, activistas de los derechos humanos y

políticos que han tenido lugar desde que Porfirio

Lobo asumiera el poder a principios de 2010.

19



Situación delos Derechos

Igualmente organizaciones internacionales como

Amnistía Internacional o nacionales como el Comité

para la Defensa de los Derechos Humanos en

Honduras hacen público, casi diariamente, de casos

como algunos de los se citan a continuación:

– El defensor de los derechos humanos Alexander

David Sánchez Álvarez fue amenazado en dos

ocasiones la semana pasada por unos

desconocidos que empuñaban pistolas

(21 de enero de 2011).

– Un periodista amenazado con un arma en

Tegucigalpa, ciudad en la que 10 trabajadores de

los medios de comunicación fueron asesinados

en 2010 (10 de enero de 2011).

– Una abogada que trabaja para la organización de

derechos humanos “Asociación para una

Sociedad más Justa (ASJ) fue secuestrada por

dos desconocidos en Tegucigalpa, recibiendo

amenazas de muerte (29 de octubre de 2010).

– La esposa del abogado Rassel Tome, dirigente del

Frente Nacional de Resistencia, sufre un intento de

secuestro y es amenazada de muerte en presencia

de sus dos hijos menores (23 de octubre de 2010).

– El abogado Mario Portillo y un dirigente

campesino fueron detenidos sin motivos

aparentes por fuerzas del Estado y puestos en

libertad días después (29 de julio de 2010).

– El abogado del Frente Nacional de Resistencia

Popular, Marco Tulio, murió asesinado por unos

individuos que fuertemente armados dieron

alcance al vehículo donde viajaba en compañía

de Emilio Herrera, Mara Leslie y Serio Garibaldi,

falleciendo los dos primeros y resultado herido de

gravedad el último (20 de julio de 2010).

– El Secretario General Adjunto de la Confederación

Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTHT),

José Luis Baquedano sufrió un atentando cuando

su vehículo fue tiroteado por un microbus que lo

interceptó (12 de junio de 2010).

20



Desgraciadamente esta lista se ve incrementada

cada mes y ya son muchas las personas que han

muerto o son intimidadas tan sólo por ejercer su

trabajo o por ejercer su derecho a la libertad y a la

democracia.

DERECHOS DE LA MUJER

La población femenina representa más del 50% de

la población total del país y el 52% de la población

urbana, valor que tiende a incrementarse debido a

los movimientos migratorios del campo a la ciudad

protagonizados mayoritariamente por las mujeres.

Respecto al desarrollo relativo al género, a pesar

de débiles e incipientes avances como en el

acceso a la educación, Honduras sigue

mostrando graves desigualdades de género

existentes en el país, que se concentran

mayoritariamente en el mercado laboral; donde el

salario de las mujeres hondureñas respeto al de

los hombres en igualdad de condiciones laborales

y con la misma capacidad y experiencia

profesional, representa aproximadamente el

67,6% del que percibe un hombre.

Este acceso desigual a las oportunidades se

materializa en sectores tan importantes como la

participación política, el poder de decisión y las

oportunidades únicas dónde las mujeres todavía se

encuentran en profunda desigualdad. Según datos

del informe del PNUD sobre los ODM, sólo un

24,2% de los escaños del parlamento hondureño

tienen rostro femenino, porcentaje que disminuye

en el ámbito político local, dónde la visibilidad de

las mujeres se reduce a un 8% según datos de

2006, una disminución importante respecto a

periodos anteriores.

21



Pero aunque se han registrado algunas mejoras en

la situación de la mujer que podrían mostrar cierta

tendencia a la equidad se calcula que las mujeres

representan, en la actualidad, el 78% del total de la

población sita por debajo del umbral de la pobreza,

por lo que se constata que encuentran en una

situación de mayor vulnerabilidad.

Sin embargo como denuncia el Centro de Estudios

de la Mujer Hondureña en los últimos dos años se

han suscitado enormes retrocesos en materia de los

derechos humanos de las mujeres. El gobierno de

Porifirio Lobo aprobó el II Plan de Igualdad y Equidad

de Género sin respetar el II Plan elaborado

anteriormente con el consenso de las

organizaciones de mujeres durante el gobierno de

Zelaya, recortando los capítulos que tienen que ver

con la promoción, protección y garantía del

derecho de las mujeres, niñas y adolescentes a la

paz y una vida libre de violencia, así como el

contenido de ese II Plan que se relaciona con los

derechos sexuales y reproductivos.

En este contexto la situación es que los embarazos

en adolescentes han aumentado (30% de los

partos ocurren entre mujeres jóvenes de 13 a 18

años), sin que en las escuelas o colegios se

imparta una educación sexual adecuada. Los

femicidios cada año van en ascenso siendo más

de 300 en el año 2010, de los cuales únicamente

22 obtuvieron sentencia, mientras los recursos

dedicados a la investigación de estos asesinados

son destinados a otros menesteres. A las mujeres

campesinas se les criminaliza y violenta porque

ejercen su derecho a tener un pedazo de tierra

para alimentar a sus familias.

DERECHOS LABORALES Y SINDICALES

Los Derechos Laborales son en la actualidad

violados sistemáticamente en Honduras. El gobierno

del país continúa mostrándose reacio a establecer

las enmiendas adecuadas para armonizar el código

laboral a los convenios y recomendaciones de la

Organización Internacional del Trabajo (OIT) que

algunos de los gobiernos anteriores han ratificado

pero posteriormente no son respetados, y aún hay

limitaciones al derecho a la libre sindicación y a la

libertad sindical.

Si bien es cierto que la Ley reconoce el derecho a

formar sindicatos y a afiliarse, a su vez establece

restricciones al respecto, tal y como el hecho que

para constituir un sindicato se requieran al menos 30

trabajadores y/o trabajadoras y no pueda haber más

de una organización sindical en la misma empresa o

institución. Además se establece que los dirigentes

sindicales deben ser de nacionalidad hondureña y

deben estar ocupados en la actividad representada

por el sindicato al cual se vuelvan a afiliar.

El derecho a la huelga también se contempla en el

código laboral hondureño, pero se positivan una

serie de restricciones que limitan el derecho a la

huelga, que se traducen en el hecho de que las

federaciones y confederaciones no pueden convocar

una huelga, y las organizaciones sindicales

capacitadas deben contar con dos tercios de la

23



mayoría de los votos de la totalidad de los

componentes del sindicato.

Los funcionarios y funcionarias no pueden acceder

al derecho a huelga y el sector de trabajadores y

trabajadores estatales deben notificar con seis

meses de antelación su voluntad de llevar a término

una huelga o contar con la aprobación del

Gobierno antes de implementarla. A su vez, el

derecho a la negociación colectiva se encuentra

protegido por la ley y cualquier represalia por

actividades sindicales de parte del empresariado

está prohibida.

A lo largo del período entre 2007 y 2010, debido a la

situación política actual y el posicionamiento de los

sindicatos como garantes del proceso democrático,

se han registrado continuas violaciones a los

derechos laborales y a los convenios de la OIT

ratificados por el gobierno de la nación. La

translación práctica de esto radica en el hecho de

que se han registrado acciones contra sindicalistas

ya comentados anteriormente.

La situación de persecución y presión que sufren

los y las sindicalistas de Honduras en estos

momentos en el país se puede constatar con

muchos ejemplos, como el intento de atentado de

un dirigente de la asociación con la que

trabajamos conjuntamente, la Confederación

Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH) el

pasado mes de junio de 2010 que ha sido

denunciado públicamente por la Confederación

Sindical Internacional (CSI).

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