Fullbrook, Mary_Europa Desde 1945 (Caps 6 y 7)

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Historia de Europa Oxford Editor de la colección: T. C. W. Blanning PLAN DE LA OBRA: La Grecia clásica (publicado) Robin Osborne Los romanos (pub!. prevista: 2004) La alta Edad Media (pub!. prevista: 2004) Rosamond McKitterick El eenit de la Edad Media (publ. prevista: 2004) DavidPower La baja Edad Media (pub!. prevista: 2003) Maleolm Vale El siglo XVI (pub!. prevista: 2003) Evan Cameron El siglo XVII (pub!. prevista: 2003) Joseph Bergin El siglo XVIII (publ. prevista: 2002) T. C. W. Blanning El siglo XIX (publ. prevista: 2002) T. C. W. Blanning Europa 1900-1945 (pub!. prevista: 2002) Julian [ackson Europa desde 1945 (publicado) Mary Fulbrook Historia de Europa Oxford Editor de la colección: T. C. W. Blanning Europa desde 1945 Edición de Mary Fulbrook Traducción castellana de [oan L1uís Riera CRÍTICA Barcelona ÜXFüRD VNIVERSITY PRESS

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caps de libro Fulbrook

Transcript of Fullbrook, Mary_Europa Desde 1945 (Caps 6 y 7)

  • Historia de Europa OxfordEditor de la coleccin: T. C. W. Blanning

    PLAN DE LA OBRA:

    La Grecia clsica (publicado)

    Robin Osborne

    Los romanos (pub!. prevista: 2004)

    La alta Edad Media (pub!. prevista: 2004)

    RosamondMcKitterick

    El eenit de la Edad Media (publ. prevista: 2004)

    DavidPower

    La baja Edad Media (pub!. prevista: 2003)

    Maleolm Vale

    El siglo XVI (pub!. prevista: 2003)

    Evan Cameron

    El siglo XVII (pub!. prevista: 2003)

    Joseph Bergin

    El siglo XVIII (publ. prevista: 2002)

    T. C. W. Blanning

    El siglo XIX (publ. prevista: 2002)

    T. C. W. Blanning

    Europa 1900-1945 (pub!. prevista: 2002)

    Julian[ackson

    Europa desde 1945 (publicado)

    Mary Fulbrook

    Historia de Europa OxfordEditor de la coleccin: T. C. W. Blanning

    Europa desde 1945

    Edicin de Mary Fulbrook

    Traduccin castellana de[oan L1us Riera

    CRTICABarcelona

    XFRDVNIVERSITY PRESS

  • Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin escrita de los titulares del copy-right, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin total o parcial de esta obrapor cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento infor-mtico, y la distribucin de ejemplares de ella mediante alquiler o prstamo pblicos.

    Oxford University Press 2001Europasince1945 was originally published in Bnglish in 2001. This translation

    is published by arrangement with Oxford University Press.Europadesde1945 se public originalmente en ingls en 2001. Esta traduccin

    se publica por acuerdo con Oxford University Press. 2002 de la traduccin castellana para Espaa y Amrica:

    EDITORIAL CRITICA, S. L.Provenlfa, 26008008 Barcelonae-mail: editorial'ed-critica.eshttp://www.ed-critica.es

    ISBN: 84-8432-308-0Depsito legal: B. 3556-2002Impreso en Espaa2002. _A & M Orafic, S. L., Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona)

    Prefacio del editor de la coleccin

    Escribir una historia general de Europa es una tarea que presenta muchosproblemas, pero lo ms dificil, sin duda, es conciliar la profundidad delanlisis con la amplitud del enfoque. Todava no ha nacido el historiadorcapaz de escribir con la misma autoridad sobre todas las regiones del con-tinente y sobre todos sus variados aspectos. Hasta ahora, se ha tendido aadoptar una de las dos soluciones siguientes: o bien un nico investigadorha intentado realizar la investigacin en solitario, ofreciendo una pers-pectiva decididamente personal del periodo en cuestin, o bien se ha reu-nido a un equipo de expertos para que redacten lo que, en elfondo, es msbien una antologa. La primera opcin brinda una perspectiva coherente,pero su cobertura resulta desigual; en el segundo caso, se sacrifica la uni-dad en nombre de la especializacin. Esta nueva serie parte de la convic-cin de que es este segundo camino el que presenta menos inconvenientesy que, adems, sus defectos pueden ser contrarrestados, cuando menos engran parte, mediante una estrecha cooperacin entre los diversos colabo-radores, as como la supervisin y encauzamiento del director del volu-men. De esta forma, todos los colaboradores de cada uno de los volmeneshan ledo el resto de captulos, han analizado conjuntamente los posiblessolapamientos u omisiones y han reescrito de nuevo sus aportaciones, enun ejercicio verdaderamente colectivo. Para reforzar an ms la coheren-cia general, el editor de cada volumen ha escrito una introduccin y unaconclusin, entrelazando los diferentes hilos para formar una sola trenza.En este ejercicio, la brevedad de todos los volmenes ha representado unaventaja: la necesaria concisin ha obligado a centrarse en las cuestionesms relevantes de cada periodo. No se ha hecho el esfuerzo, por tanto, decubrir todos los ngulos de cada uno de los temas en cada uno de los pa-ses; lo que s les ofrecemos en este volumen es un camino para adentrar-se, con brevedad, pero con rigor y profundidad, en los diferentes periodosde la historia de Europa y sus aspectos ms esenciales.

    T. C. W. Blanning

    Sidney SussexCollegeCambridge

  • 6Relacionesinternacionales y deseguridad en EuropaKlaus Larres

    Hasta 1989-90, la historia de Europa desde 1945 se caracteriz por la di-visin del continente en dos bloques enfrentados dominados el uno porlos Estados Unidos de Amrica y el otro por la Unin Sovitica. Muy po-cos pases europeos lograron mantenerse realmente neutrales. Duranteestas cuatro dcadas y media la historia de Europa Occidental se fue hil-vanando con cuatro hilos diferentes pero fuertemente entrelazados: laguerra fra, el movimiento de integracin europea, la relacin transatln-tica entre Europa Occidental y Estados Unidos, y el control autoritarioejercido por la URSS sobre la Europa del Este. Hasta el fin de la guerrafra y la disolucin de la Unin Sovitica en diciembre de 19911a5nacio-nes de Europa del Este no pudieron participar en el proceso de inte-gracin europea ni en las relaciones transatlnticas. Adems, por lo querespecta a la guerra fria, casi nunca tuvieron otra eleccin que ser espec-tadores pasivos y leales partidarios de la URSS.Tambin la relacin entrelos paises de Europa Occidental y los poderosos Estados Unidos de Amri-ca tena su parte de inquebrantable lealtad. Pero la posicin hegemnicade Washington en Europa Occidental era de una naturaleza cualitativa-mente muy distinta de la del imperio ganado coercitivamente por Moscen el Este del continente.

    El continente europeo tena en comn que todos sus pases se vieroninvoluntariamente expuestos a ingentes sacrificios econmicos, financie-ros y poltico-culturales que impusieron en el mundo la guerra fra en ge-

    RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 205

    neral y el conflicto entre superpotencias en particular. Sin duda fueron lasnaciones del Este las que soportaron elpeso de los sacrificios ms severos.Durante la guerra fra la calidad y cantidad de produccin industrial y,por consiguiente, la calidad de vida se mantuvieron terriblemente bajasen naciones como Bulgaria, Rumana y Albania, las ms pobres de todas)pero tambin en Polonia, Checoslovaquia! y Hungra. Estos pases no seencontraban en posicin de competir con los milagros econmicos quecaracterizaron el desarrollo de los aos cincuenta y sesenta en AlemaniaOccidental, pases del Benelux, Francia, Gran Bretaa, Escandinavia e Ita-lia. Adems) en los aos setenta y ochenta Espaa, Portugal y Grecia, yms tarde Irlanda en los noventa, experimentaron tambin sus propiosmilagros econmicos. En particular, Alemania Occidental prosperdurante toda la era de posguerra y logr integrarse plenamente en elmundo occidental. La Alemania del Este tuvo que pagar por la solucintemporal al problema alemn: la divisin del pas realizada entre 1945 y1949. Slo desde la cada del Muro de Berln en noviembre de 1989 se haproducido una cierta convergencia en el continente europeo. Los pasesde Europa Occidental y Oriental han comenzado a reconectarse gradual-mente entre s y a descubrir su herencia europea comn.

    Este captulo trata de las experiencias de la Europa Occidental y Orien-tal durante la guerra fra antes de pasar a analizar el desarrollo de una Eu-ropa cada vez ms integrada desde 1990 que) paradjicamente, parece ca-racterizarse por un entusiasta multilateralismo y) al mismo tiempo) undeseo de unidad. El captulo se organiza en varias secciones temticas.Comienza con una breve mirada al papel de la ideologa en la historia deEuropa. Luego se presta atencin al concepto de ao cero y a la impor-tancia del problema alemn en la Europa post-1945. Le sguen varias par-tes donde se analiza el desarrollo de la Europa Occidental y Oriental du-rante la guerra fria. La ltima seccin se dedica al desarrollo de laintegracin europea y de las instituciones europeas comunes desde prin-cipios de los aos cincuenta hasta finales de los noventa.

    1 El1 de enero de 1993 la Repblica Socialista Checoeslovaca (Checoslovaquia) se disol-vi para ser reemplazada por dos estados soberanos (enlazados por una unin arancelariay comercial): la Repblica Eslovaca y la ms prspera Repblica Checa, con el antiguo es-critor de teatro y disidente VaclavHavel como presidente.

  • Factores ideolgicos de la historiade la Europa de posguerra

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    mania Occidental, estuvo presidida por fuertes creencias democristianasy socialdemocrticas en los valores de una economa de mercado social yregulada, en la economa keynesiana y en el estado del bienestar. Habande vrselas con una filosofa muy distinta en Estados Unidos, donde du-rante la mayor parte del perodo de posguerra predomin la doctrina dellibre comercio, que contemplaba la eliminacin de tarifas proteccionistasy restricciones monetarias y abogaba por el desarrollo de una economade mercado libre de toda inhibicin con un fuerte nfasis en la economa de

    oferta.Otro importante factor semi-ideolgico de desacuerdo entre Washing-

    ton y muchos pases de Europa Occidental durante la era post-1945 te-na que ver con la OTAN, con la estrategia militar de la comunidad atln-tica y con la exclusin de Europa de las decisiones sobre armamentonuclear. Lasestrategias de la OTANestuvieron presididas por el pensamien-to americano de represalia en masa y, posteriormente, por la no mu-cho ms discreta poltica de respuesta flexible. En Europa se tena laimpresin de que, detrs de estas estrategias se hallaban dos enojosas ob-sesiones americanas: las tentaciones de Washington de guarecerse en elaislacionismo con su continua consideracin de una retirada o reduc-cin sustancial de su presencia militar en el continente europeo, y la apa-rente disposicin de Estados Unidos a recurrir a un primer uso de lasarmas nucleares en una guerra con la Unin Sovitica sin consultar pre-viamente a sus aliados europeos. Se tema, pues, que cualquier conflictomenor pudiera intensificarse rpidamente hasta convertirse en una con-tienda nuclear y, en el proceso, llevar a la destruccin de una buena par-te de Europa. No obstante, esta tensin ideolgica en las relaciones tran-satlnticas estuvo intercalada con preocupaciones poltico-econmicasde naturaleza ms pragmtica. Los europeos dependan fuertemente dela proteccin que les ofreca la seguridad nuclear americana. Adems,por razones presupuestarias y con respecto a la opinin pblica nacional,nunca estuvieron en posicin de gastar tanto dinero en fuerzas conven-cionales como los expertos militares occidentales crean necesarios pararechazar cualquier ataque a Europa Occidental sin haber de recurrir a la

    guerra nuclear.Los polticos y los escritores sobre el tema nos han presentado a me-

    nudo la guerra fra como un enfrentamiento de poder poltico y cornouna prueba de voluntad entre Este y Oeste. Este es el carcter que hamarcado los debates acadmicos entre ortodoxos, revisionistas y post-revisionistas sobre el origen de la guerra fra y las responsabilidades al

    EUROPA DESDE 1945206

    Los cuatro factores que presidieron el desarrollo de buena parte del con-tinente entre 1945 y 1990 (la guerra fria, la integracin europea, las rela-ciones transatlnticas y el dominio poltico de la Unin Sovitica sobrela Europa del Este) tenan dimensiones polticas, militares y econmi-cas, adems de ideolgicas. Todas ellas, en un momento ti otro, dieronpie a graves disputas entre los pases implicados y, a causa de una seriede acontecimientos y desarrollos nicos (generalmente econmicos omilitares), fueron causa de numerosas crisis polticas, bien que de in-tensidad muy variable. Un aspecto a menudo pasado por alto en el de-sarrollo de la Europa de la posguerra, el ideolgico, es quiz el ms po-lmico.

    Por ejemplo, durante la segunda mitad del siglo xx, visiones del mun-do radicalmente diferentes tuvieron una gran influencia sobre los deba-tes acerca de los propsitos y objetivos de la integracin europea. Los pa-ses de Europa Occidental se hallaban marcadamente divididos entrefederalistas (presentes en su mayor parte en Alemania, los pases del Be-nelux, Italia y, hasta cierto punto, Francia), que abogaban por el desarro-llo de una Europa cada vez ms integrada tanto en trminos econmicoscomo polticos, y los funcionalistas, ms euroescpticos y pragmticos,que predominaban en Gran Bretaa y los pases escandinavos. Los pri-meros se inclinaban por el desarrollo de instituciones supranacionales ypor la prdida gradual de soberana de cada una de las naciones estado im-plicadas en el proceso. Los funcionalistas tendan a creer que la integra-cin europea deba limitarse a la creacin de un mercado econmiconico, sin las dimensiones polticas, de seguridad y monetarias. As pues,vea en la integracin algo deseable nicamente en relacin con un n-mero limitado de reas claramente definidas (por ejemplo, las industriasdel carbn y el acero en los aos cincuenta, y la agricultura en dcadasposteriores). En su opinin, mantener la soberana nacional y la inde-pendencia era fundamental para el bienestar de cada una de las nacionesestado europeas.

    La cuestin ideolgica desempe asimismo un importante papel conrespecto a la dimensin econmica (libre comercio) de las relacionestransatlnticas. Durante buena parte del perodo post-1945, la poltica demuchos pases europeos occidentales, en particular Italia, Francia y Ale-

  • 2 Vase G. Lundestad, Moralism, Presentism, Bxceptionalism, Provincialism, and OtherExtravagances in American Writings on the Early Cold War Years, Diplomatic History, 13(1989), 527-45; M. P. Leffier, New Approaches, Old Interpretations, and Prospective Re-configuratons, Diplomatic History, 19 (1995), 173-96.

    3 Vase H. J. Morgenthau, Politics amongNations: 111e Struggle forPower andPeace, 6a ed.(Nueva York:Knopf, 1985); R.O. Keohane (ed.),Neorealism anditsCritics (Nueva York:1986);R. O. Keohane y J.S. Nye, Power and Interdependence, z- ed. (Glenview, Ill., 1989).

    4 G. Lundestad, Empire by Invitatlon! The United States and Western Europe, 1945-1952), Journal ofPeace Research, 23 (I986), 263-77.

    5 J. G. Ikenberry, Rethinkng the Originsof American Hegemony, Political ScienceQuarterly, 104 (1989), 375-400; T. Risse-Kappen, Cooperation amongDemocracies: TheEu-ropean Infiuence on USForeign Policy (Princeton: Princeton University Press, 1995).

    respecto." Se sola restar importancia a la ideologa en favor de la prima-ca del poder poltico y la seguridad, de acuerdo con lo promulgado porlas teoras realistas y neorrealistas de las relaciones internacionales." Ade-ms, el mundo occidental slo atribua motivos ideolgicos siniestrospara la guerra fria al marxismo-leninismo de inspiracin sovitica y a sudoctrina expansionista y su ambicin por exportar el comunismo inter-nacional al resto del mundo.

    Pero la Unin Sovitica no era la nica que se guiaba por un fuerte im-pulso doctrinario; tambin lo haca Estados Unidos. De hecho, ambos pa-ses se esforzaron por ampliar sus mutuamente exclusivos sistemas nacio-nales. Pero los Estados Unidos slo ejercieron su liderazgo hegemnicosobre los pases de Europa Occidental con el consentimiento de stos. Elas llamado imperio por invitacin se basaba en gran medida en losprincipios de la democracia participativa." Las frecuentes violaciones deestos principios, las demandas de los europeos occidentales de una mayorco-determinacin, la arrogancia de poden> de los Estados Unidos, la re-trica recargada en favor del consumo pblico) y tantos otros problemasno llevaron a un cuestionamiento serio y duradero de la presencia ameri-cana en Europa Occidental. Prcticamente el nico poltico notorio quereneg del liderazgo hegemnico americano en Europa Occidental fue elpresidente francs Charles de Gaulle. Los europeos occidentales nuncahubieron de renunciar a su voz y voto en sus propios asuntos, por bienque en materia de seguridad algunos pases (Italia, Alemania Occidental)estuvieron muy cerca. En cambio, parece que durante todo el perodopost-1945, Europa Occidental consigui influir en la poltica americana,no slo poltica y econmica, sino incluso militar, en grado considerable."Adems, desde un buen principio y de acuerdo con el modelo de su pro-

    6 G. Lundestad, (Empim' by Integration: The United States and European lntegration,1945-1997 (Oxford: Oxford University Press, 1998).

    209RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    A pesar del importante punto de inflexin en la poltica mundial que re-presenta el fin de la Segunda Guerra Mundial y el lanzamiento de lasbombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, no pa-rece sensato considerar a 1945 como el ao cero. Aunque la guerra fra, eldomino de la Unin Sovitica sobre Europa del Este, la integracin eu-ropea y las relaciones transatlnticas comenzaron mayormente durantelos aos que siguieron al fin de la Segunda Guerra Mundial, todos estoshilos histricos independientes de la historia europea de posguerra esta-ban profundamente enraizados en el pasado de Europa. La guerra fratuvo sus races en el conflicto Este-Oeste que comenz con la revolucinbolchevique de 1917 y la intervencin aliada en la guerra civil rusa. Peseal acercamiento entre la OTAN y Rusia durante los aos noventa (porejemplo, el acuerdo de Partnership for Peace de 1995 y el convenio decooperacin poltica de 1997), los serios desacuerdos con Rusia y, sobretodo, con China, durante la guerra de Kosovo de 1999 (y despus) indicanque el conflicto Este-Oeste probablemente no haya llegado a su fin. Ade-ms, los rusos se sienten profundamente decepcionados por el fracasodel capitalismo occidental al estilo laissez-iaire a la hora de reformardrsticamente la economa de su pas, y culpan de ello sobre todo a occi-dente. Tampoco se tom bien Mosc la ampliacin de la OTAN hacia el

    El ao cero y la importanciadel problema alemn

    pia experiencia nacional, los Estados Unidos se convirtieron en un entu-siasta partidario de la creacin de unos Estados Unidos de Europa carac-terizados por una estabilidad poltica, por la construccin de unas slidasfuerzas militares y por la creacin de un ingente mercado comn listopara absorber la produccin americana." Aunque no se tratase de unaempresa enteramente altruista, el imperio informal de los Estados Unidossobre Europa Occidental fue cualitativamente muy distinto del imperiomucho ms directamente controlado de la Unin Sovitica en Europa delEste, ms claramente empujado por fuertes motivaciones anti-occidenta-les de naturaleza tanto ideolgica como poltica y de poder.

    EUROPA DESDE 1945208

  • Este en abril de 1999 con la admisin de varios antiguos miembros delPacto de Varsovia (Polonia, Hungra y Repblica Checa). La intencin deadmitir antiguas partes de la Unin Sovitica en la OTAN, como los esta-dos Blticos, el extranjero cercano de Rusia, se recibe como algo si cabems humillante, amn de un grave riesgo potencial para la seguridad na-cional de Rusia.

    El movimiento post-1945 para la integracin europea se encarna sobretodo en los esfuerzos que tras la Primera Guerra Mundial realiz el pri-mer ministro francs Aristide Briand por unificar Europa a fin de mini-mizar el peligro potencial que representaba Alemania y evitar otra guerrade gran envergadura. La integracin se cimentaba intelectualmente en laUnin Pan-Europea del Conde Coudenhove-Kalergi y, durante la guerra,en la visin de Altiero Spinelli de una federacin europea. Al acabar la Se-gunda Guerra Mundial estas ideas eran muy influyentes, conjuntamentecon la exhortaciones del economista francs [ean Monnet y del polticobelga Paul-Henri Spaak al establecimiento de una unidad federal eu-ropea. Este era tambin el objetivo del trabajo de organizaciones como laLiga Europea del belga Paul van Zealand, la Unin de Europeos Federalis-tas, con base en Francia, y el Movimiento por una Europa Unida, fundadocon la ayuda de Winston Churchill en 1947.

    De igual modo, las races de las relaciones transatlnticas crecieron alamparo de la participacin americana en los asuntos europeos durante losaos de entreguerras. Mientras que los tres gobiernos americanos de aque-lla dcada demostraron fuertes convicciones aislacionistas con respecto asu participacin en la poltica y seguridad internacionales, no fue as conrelacin a la economa internacional. Por ejemplo, los bancos americanosproporcionaron crditos y prstamos a los necesitados pases europeos (es-pecialmente Alemania) para ayudarles a reconstruir sus economas. Ade-ms, en nombre del gobierno central de Washington, los banqueros ameri-canos tuvieron una especial influencia como mediadores entre la Repblicade Weimar y los Aliados de la Primera Guerra Mundial para alcanzar unacuerdo sobre las indemnizaciones alemanas (por ejemplo, los Planes deDawes y de Young). La llamada relacin especial anglo-americana, unaparte integral de las relaciones transatlnticas contemporneas, tuvo su ori-gen en la decisiva participacin americana en la Primera y, sobre todo en laSegunda Guerra Mundial y en la buena, bien que no siempre armoniosa,relacin entre Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill.

    Por consiguiente, no faltaban imgenes y recuerdos del pasado que pu-dieran influenciar fuertemente la poltica en la Europa post-1945. Hasta

    7 K. Lacres, Germany and the West: The Rapallo Pactor in German Foreign Polieyfrom the 1950s to the 1990s, en K. Iarres y P. Panayi (eds.), The Federal Republic of Ger-many since 1949; Poitics, Society and Economy before and after Unification (Londres:Longmn, 1996).

    211RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    cierto punto, las percepciones subjetivas y las interpretaciones preferidasdel pasado fueron responsables de la construccin de un cierto marcopara el futuro del continente europeo y de las relaciones bilaterales y mul-tilaterales dentro de Europa. Por ejemplo, no fue hasta los aos ochenta ynoventa que la fuerte creencia general en la importancia de respetar laplena soberana de la nacin estado comenz a dar muestras de debilitar-se en Europa Occidental, aunque no as en Europa del Este y en el mundoeslavo. En particular, durante el perodo inmediatamente posterior a laSegunda Guerra Mundial, les resultaba muy difcil a las autoridades deci-sorias salirse de los carninas trillados del pensamiento.

    Esto se aplicaba sobre todo a los muchos problemas que necesitabanser resueltos con respecto al futuro de Alemania. Despus de todo, losAliados Occidentales siempre fueron conscientes del fracaso del tratadode paz de Versalles para la reintegracin pacfica de Alemania en la co-munidad de naciones tras la Primera Guerra Mundial. Tras el colapso delReich de Hitler y la rendicin incondicional de Alemania el 8 de mayo de1945, los problemas de administracin, gobierno y reconstruccin eco-nmica de este pas centroeuropeo, junto con la desnazificacin y reedu-cacin del pueblo alemn eran algunas de las tareas ms apremiantes.Adems, era necesario abordar el problema de la tradicional enemistadentre Francia y Alemania, que tres humillantes invasiones alemanas deFrancia en un plazo de setenta aos no haban hecho ms que alimentar.La influencia del comunismo sobre los estados inestables y econmica-mente devastados de la Europa continental (sobre todo Alemania, Fran-cia, Italia y Grecia) adems del llamado complejo Rapallo preocupabantambin a los Aliados. Este ltimo tenia sus races en el totalmente ines-perado Tratado de Rapallo y en el comienzo de la cooperacin anti-occi-dental entre Alemania y la Unin Sovitica que culmin en el Pacto Hit-ler-Stalin de 1939.7

    En la base de toda esta inquietud estaba la enormidad del territorio yla poblacin de Alemania, as como su potencial econmico e industrial,con sus centros tradicionales de produccin de carbn y acero en los Va-lles del Ruhr y del Saar. Era esencial abordar la cuestin de la convenien-cia (que defendieron con fuerza los franceses hasta 1947-8) de reducir el

    EUROPA DESDE 1945210

  • pas a un tamao ms manejable e incluso convertirlo en un gran estadoagrcola (como defenda el Plan Morgenthau firmado por Roosevelt yChurchill en 1944). Sin embargo, pronto se reconocieron las consecuen-cias econmicas potencialmente negativas de estas polticas para los veci-nos de Alemania. Exista asimismo un claro peligro de que el caos econ-mico y el descontento nacional con la administracin independiente decuatro zonas de ocupacin organizadas de forma muy distinta tuvieraconsecuencias desastrosas. Claramente, no poda descartarse que el paspudiera caer una vez ms vctima de un movimiento poltico extremista,bien fuera desde la derecha, bien desde la izquierda, como pareca msprobable dadas las actividades de Mosc. Al fin y al cabo, en 1945 el Ejr-cito Rojo haba ocupado Alemania, incluida la capital, Berln, hasta elElbe, y la ocupacin sovitica no 'daba muestras de querer establecer ins-tituciones democrticas en Alemania Oriental y abandonar, llegado elmomento, su zona de ocupacin.

    El papel central de Alemania en el continente europeo la converta enla nica nacin llamada a desempear un importante papel en los cuatrohilos con que se haba de tejer el futuro de Europa: la guerra fra, la inte-gracin europea, las relaciones transatlnticas y la esfera de influencia delKremlin en la Europa del Este y, en particular, su control de AlemaniaOriental. Gran Bretaa, en cambio, se haba quedado relegada a un papelde influencia en la guerra fra (especialmente durante los primeros diez oquince aos) y en las relaciones transatlnticas (especialmente en los aossesenta) y en la integracin europea. Francia yAlemania Occidental, jun-tamente con Italia y los pases del Benelux, forman el ncleo de seis pa-ses que estableci la Comunidad Econmica Europea (CEE) en 1957-1958. Las cuatro ltimas naciones nicamente han tenido una influenciainternacional destacable en el marco del proceso de integracin europea.

    Lo mismo se aplica en buena medida a los pases del sur ynorte de Eu-ropa. No obstante, Portugal y Espaa todava tenan (y tienen) cierta in-fluencia en Amrica Latina y en sus antiguas colonias. G;ecia, con suturbulenta historia econmica y poltica durante la posguerra (rgimenmilitar de 1967 a 1974) y su participacin en el conflicto de Chipre conTurqua, estuvo tambin fuera de la poltica dominante en Europa Occi-dental hasta 1974. Si bien Turqua (y Grecia) pas en 1952 a ser miembrode la OTAN, sus graves violaciones de los derechos humanos (especial-mente con respecto a la cuestin kurda en el norte) han mantenido ensuspenso su solicitud de integracin en la Comunidad Europea, que-estepas present ya en 1964.

    8 J. L. Gaddis, TheLongPeace: Inquiries into theHistory af theCold War (Nueva York:Ox-ford University Press, 1987).

    213RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    Hasta cierto punto est justificado caracterizar la guerra fra y el mundoen gran medida bilateral de 1945-1990 como un perodo de paz durade-ra." Sin embargo, esta calificacin hace odos sordos a las numerosasguerras que tuvieron lugar (Corea, Vietnam y los muchos conflictospor poderes que se desarrollaron en pases en vas de desarrollo). Tam-bin parece restar importancia a los inmensos sacrificios humanos, eco-nmicos y socioculturales realizados por toda la comunidad internacio-nal, y en particular por el mundo comunista y envas de desarrollo. Hablarde una paz duradera parece slo apropiado para referirse a la guerrafria en Europa. Despus de todo, la guerra no volvi al continente eu-ropeo hasta los largos conflictos de Bosnia (1992-5) y Kosovo (1999) enla antigua Yugoslavia.Aun as, incluso durante los aos de la guerra fra, lapaz en Europa se vio seriamente perturbada por las despiadadas inter-venciones militares del Kremlin para atajar los levantamientos anti-so-viticos en Alemania del Este (1953), Hungra (1956) y Checoslovaquia(1969). Adems, la imposicin de la ley marcial en Polonia en diciembrede 1981 (hasta julio de 1983) posblemente haya evitado otra aplicacin dela Doctrina de Breznev por parte de Mosc segn se articul en 1968: lainvasin por el Ejrcito Rojo de un pas considerado como parte de la es-fera de influencia de la URSS en Europa del Este. En lugar de una paz du-radera quizs sea ms adecuado hablar de una incmoda estabilidad for-zada en el continente europeo durante la guerra fra.

    La guerra fra en Europa se puede dividir en tres fases: primero, el pe-rodo de transicin, ocupacin y aos iniciales de la guerra fra entre 1945y 1953; segundo, los intentos de cooperacin pacifica y la renovada gue-rra fra entre 1953, el ao de la muerte de Stalin, y finales de los aossesenta; y, por ltimo, el comienzo gradual de un perodo de distensin aprincipios de los setenta, un nuevo perodo de alta tensin a principios delos ochenta, y el fin de la guerra fra en 1990-1.

    La guerra fra y la seguridad europea

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  • Los aos de transicin, ocupacin y reconstruccin,1945-1953

    215RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    Europa Occidental, fue tambin crucial para socavar la tentacin de Ita-lia, Grecia y la inestable Cuarta Repblica Francesa de acercarse al domi-nio comunista. No obstante, e! Plan Marshal1 y la OCEE condujeron auna polarizacin poltica an ms acusada del continente europeo. Deforma no completamente insospechada, en una conferencia de ministrosde exteriores realizada en Pars a finales de junio y principios de julio de1947 el ministro de asuntos exteriores sovitico, Molotov, rechaz airada-mente las condiciones econmicas liberal-capitalistas impuestas por losEstados Unidos para la participacin de los paises europeos en el PlanMarchan. Stalin prohibi estrictamente a Polonia y Checoslovaquia quepersistieran en su gran inters por participar en la conferencia de diecisisnaciones que habia de tener lugar en Pars de julio a septiembre de 1947 yque haba sido convocada para organizar el Programa de RecuperacinEconmica que generosamente financiaban los Estados Unidos. 10

    En Europa del Este, se ventilaron en 1947-8 los planes para la uninentre Yugoslavia y Bulgaria y entre Yugoslavia y Albania, pero no hallaronel favor de Stalin. En su lugar, el dictador sovitico centr sus esfuerzos enconsolidar toda la Europa del Este bajo el tutelaje sovitico por medio dela renovacin o establecimiento de tratados de asistencia mutua entreMosc y los estados de Europa de! Este. En enero de 1949 este desarrolloculmin en la creacin de Consejo para la Asistencia Econmica Mutua(Comecon) entre la URSS, Polonia, la Repblica Checoeslovaca, Hungra,Bulgaria y Rumania. El conflicto entre Stalin y el independiente lder deYugoslavia, Tito, llev al boicot econmico del pas ya su no-inclusin enelComecon. Tambin se puso :fina los tratados bilaterales entre pases delbloque del Este. Aunque Stalin haba insistido en anexionar los estadosblticos y el este de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, despusde 1945 no anexion ningn otro estado vecino como Finlandia, queconsigui mantener su independencia en delicado equilibrio.

    En conjunto, la cooperacin econmica en la Europa del Este se incli-naba fuertemente hacia las necesidades de reforma agraria de la UninSovitica y hacia el inters de Mosc en favorecer la industria pesada ydemaquinaria y una economa centralmente planificada. Esto a menudo sesald en desventaja para las naciones de Europa del Este. Se prest muy

    to M. Hagan, TheMarshall Plan: America, Britain, and theReconstruction of El/TOpe (Cam-bridge: Cambridge University Press, 1987); A. Milward, The Reconstruction of WesternEurope, 1945-1951 (Berkeley: University of California Press, 1984); vase tambin A. Mil-ward,

  • Comienza la guerra fria

    poca atencin a las demandas de bienes de consumo y de formas de vidams liberales para satisfacer a las poblaciones de estos pases relativamen-te desarrollados e industrializados. Se hizo necesario el uso despiadado dela fuerza para reprimir estos deseos como, por ejemplo, durante el primery repentino estallido de descontento en Alemania Oriental y en Bulgariaen 1953. Los distintos pases comunistas, que pronto dominaron los go-biernos de la mitad sovitica del continente, fueron los ms efectivos ins-trumentos de Mosc para su feroz ejercicio del poder. As qued demos-trado con su papel en purgas, juicios amaados y ejecuciones de losespritus crticos y democrticos de muchos paises de Europa del Este, ascomo de la propia URSS,en el curso de los primeros aos de la posguerra.

    217RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    de todos los partidos democrticos en su zona de ocupacin alemana.Igualmente controvertidos fueron los exitosos empeos de la Unin So-vitica de establecer gobiernos comunistas en Polonia y los otros estadosde la Europa Oriental. Sin embargo, fue sobre todo e! golpe de estado defebrero de 1948 en Checoslovaquia, un pas con una firme tradicindemocrtica, lo que ms decepcion al mundo occidental. La sustitucin decasi todos los ministros del gobierno democrtico de Praga con otros co-munistas, las subsiguientes purgas en el pas y la implantacin de una eCO-nOITa de planificacin central contribuyeron decididamente a la crecien-te conviccin en el mundo occidental de que Stalin no estaba interesadoen la cooperacin pacfica y en mantener unido el continente europeo.

    Para 1947-8 estaba ya claro que se estaban formando dos esferas de in-fluencia opuestas en Europa y dos concepciones polticas y filosficasmuy distintas sobre el futuro de Europa. Adems, la creacin del Comin-forro en septiembre de 1947) durante una conferencia en Polonia con laparticipacin de los comunistas de Europa del Este ms los franceses y lositalianos} se interpret como el primer paso de la intencin de Stalin deexportar su modelo dictatorial a Europa Occidental. Se dio por hecho queStalin no dudara en usar la fuerza de ser necesario y que, alternativa-mente) poda concentrar sus esfuerzos en socavar los cimientos de las d-biles economas y democracias occidentales. De hecho, el Cominform pa-reca una imitacin de la Internacional Comunista de Lenin (abolida en1943). Estaba claramente dirigida a organizar centralmente todos los par-tidos comunistas europeos, tanto orientales como occidentales, para ex-tender la revolucin. No obstante, los dbiles gobiernos de coalicin deFrancia e Italia sobrevivieron. Los intensos esfuerzos de los partidos co-munistas de ambos pases, mediante huelgas generales, por impedir quesus pases aceptaran la ayuda de! Plan Marshall y,por ende, e! liderazgo delos Estados Unidos) no se saldaron con xito. Por una vez, los esfuerzosclandestinos y bien financiados de la CIA haban triunfado sobre e! apo-

    yo de Mosc a los comunistas.Adems, Yugoslavia sigui siendo una espina clavada en el costado de

    Stalin. En 1948Tito fue expulsado de! Cominform y desde entonces e!mun-do occidental intent ganarse el favor de su pas y su estatuto semi-neutral.Se crey, equivocadamente, que la habilidad de Tito para insistir en su in-dependencia significaba e! principio del fin de! bloque sovitico. De modoparecido, en los aos setenta y ochenta el bloque occidental atribuy err-neamente una gran importancia al conflicto del dictador rumano Ni-colae Ceaucescu con la Unin Sovitica. A pesar del empobrecimiento

    EUROPA DESDE 1945216

    Ya en los estadios finales de la Segunda Guerra Mundial la tensin y lasdistintas ideas sobre el nuevo orden de Europa en la posguerra se habanhecho patentes entre los cuatro aliados de la coalicin anti-Hitler. Perocomo Hitler todava no haba sido derrotado cabalmente y todava resis-ta en su bunker de Berln) todava era posible contener los desacuerdos.Una vez acabada la guerra en Europa (mayo de 1945) y poco despus enAsia (agosto de 1945), los cada vez ms profundos desacuerdos entre losaliados occidentales (Estados Unidos, Reino Unido y Francia) y la UninSovitica se hicieron cada vez ms evidentes. Aunque la guerra fra estallinicialmente a raz de desacuerdos con respecto a la innecesariamenteprolongada ocupacin por la Unin Sovitica de yacimientos petrolferosen Irn y los intentos de Mosc de presionar a Turqua para conseguir elacceso de la URSS al Mediterrneo, el naciente conflicto Este-Oeste pron-to se centr en los acontecimientos del continente europeo.

    En Europa los desacuerdos se hicieron particularmente manifiestosdurante las distintas conferencias de ministros de asuntos exteriores con-vocadas por las cuatro potencias aliadas en el curso de la Conferencia dePotsdam en julio-agosto de 1945. Su objetivo era resolver cualesquieraproblemas pendientes territoriales o financieros surgidos de la SegundaGuerra Mundial. En particular, las relaciones entre los antiguos Aliados sedeterioraron gravemente a raz de graves desacuerdos sobre las repara-ciones de guerra de Alemania. Las relaciones sufrieron tambin por cau-sa de las vehementes actividades soviticas encaminadas a establecer unrgimen comunista leal bajo e! liderazgo de Walter Ulbricht y la supresin

  • 11 Vase F.Harbutt, Thelron Curtain: Churchill, America and theOrigins ofthe ColdWar(Nueva York: Oxford University Press, 1986).

    12 J. L. Gaddis, Was the Truman Doctrine a Real Turning Poinr?, Poreign Affairs,52(1973-4),386-402; M. P.Leffler,Preponderance ofPower: NationalSecurity, theTrumanAd-ministraton, and the Cold War(Stanford, Calif.: Stanford University Press, 1992).

    de su pas y las numerosas violaciones de los derechos humanos durantesu largo perodo en el poder (1965-89), el intento de Ceauceseu de perse-guir una politica exterior bastante independiente fue celebrado por losanticomunistas occidentales.

    Inicialmente haba sido elgobierno laborista post-1945 de Gran Breta-a, y particularmente el Secretario de Asuntos Exteriores Ernest Bevin,quien se haba convencido de la imposibilidad de cooperar con la UninSovitica en la Europa de la posguerra. Las visiones de la administracinamericana de Truman hacia Mosc fluctuaban considerablemente entreuna plcida creencia en la buena voluntad sovitica y la firme condena delas actividades de Stalin en Europa del Este. En gran parte fue el dramti-co discurso de Churchill en Fulton (Missouri) de marzo de 1947 lo quegradualmente cambi todo esto cuando llam la atencin del mundo ha-cia el Teln de Acero que haba descendido desde Stettin en el Blticohasta Trieste en el Adritico.'! No obstante, no fue hasta marzo de 1947,durante una sesin conjunta del Congreso, que Truman dej clara la po-ltica exterior americana. El presidente aprovech el momento en que losbritnicos retiraron su apoyo a las fuerzas anticomunistas en Grecia yTurqua por razones financieras para anunciar la Doctrina Truman glo-bal: que los Estados Unidos apoyaran a todo pas amante de la paz quefuera amenazado por el comunismo internacional. Sin embargo, an en-tonces quedaba poco claro si el mito del aislacionismo americano era real-mente una cosa del pasado y si el prolongado compromiso de los EstadosUnidos con Europa sera moral adems de prctico. 12

    En Londres los polticos mantuvieron su pesimismo con respecto a laposibilidad de persuadir a los Estados Unidos de mantener su compro-miso con Europa. Algunos polticos de la izquierda del Partido Laboristay de la derecha patritica del Partido Conservador negaban adems laconveniencia de convencer a los americanos de permanecer en Europa.Pero el gobierno britnico comenz a defender sus planes para una unineconmica y militar occidental (sobre todo con respecto a una estrechacooperacin franco-britnica). Se albergaba tambin la esperanza de queesto facilitara la construccin de una fuerza independiente liderada por

    219RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    13 The 1947 Dunkirk Treaty entre Gran Bretaa y Francia todava fue un tratado militar

    bilateral dirigido contra una potencial reanudacin de una agresin alemana.

    los britnicos en los asuntos internacionales corno contrapunto a las po-tencias americana y sovitica. Sin embargo, pronto se hizo patente que, ala vista de los considerables compromisos globales de Gran Bretaa des-de Malasia a la India (adems de sus caras responsabilidades zonales enAlemania) y sus agotadas reservas econmicas, Londres sera incapaz deasumir este papel. El rpido deterioro de las relaciones con la Unin So-vitica, as como la creciente conciencia de Gran Bretaa de su propia de-bilidad dejaron clara la absoluta necesidad de una mayor participacineconmica, poltica y militar de los Estados Unidos en el continente eu-ropeo. As, el Reino Unido tom inmediatamente la iniciativa de estable-cer la Organizacin del Tratado de Bruselas (OTB) con Francia y los pa-ses del Benelux en 1948 cuando Estados Unidos indic que, a la vista dela patente amenaza sovitica, Washington podra estar interesada en coo-perar con Europa Occidental en asuntos de seguridad. No obstante, Esta-dos Unidos esperaba una iniciativa previa de los europeos dirigida a pro-veer su propia seguridad." As, una vez creada la OBT a principios de1948, dieron comienzo las negociaciones para el establecimiento de laOrganizacin del Tratado del Atlntico Norte.

    A la vista de las actividades de Stalin en el Este,para 1948 las fuerzas oc-cidentales de ocupacin haban decidido tambin elaborar planes para es-tablecer un estado liberal-democrtico en Alemania Occidental, y para re-formar la economa de Alemania Occdental y de Berln Occidental pormedio de la introduccin de una nueva moneda. Las zonas britnica yamericana de Alemania ya se haban unido en enero de 1947. Sin embar-go, Stalin todava pareca esperar que en algn momento del futuro laparte occidental de Alemania y el Berln Occidental pudieran escapar ala influencia de los Aliados Occidentales y volverse neutral; al parecer noalbergaba esperanzas de que Alemania Occidental se hiciera comunista.As pues, Stalin se opona a la divisin formal de Alemania. En junio de1948 Mosc impuso el bloqueo de Berln con la intencin de forzar a lospases occidentales a rescindir sus planes separatistas. Pero le sali el tiropor la culata. Occidente respondi con la introduccin de un programamasivo de envos areos para evitar la hambruna en la poblacin del Ber-ln Occidental. La solidaridad occidental con la poblacin de la ciudad di-vidida en el frente de la guerra fra constituy un factor de peso en el acer-camiento entre los alemanes y los pases occidentales. Tan slo tres aos

    EUROPA DESDE 1945218

  • despus del suicidio de Hitler, el puente areo daba a los alemanes occi-dentales la sensacin de pertenecer al mundo occidental. El bloqueode Berln tambin fortaleci la resolucin de Washington de formar par-te de la OTAN y por tanto, por primera vez, comprometerse a un des-pliegue prolongado de tropas de tierra en el continente europeo en tiem-pos de paz.

    En cuanto estuvo claro que los Estados Unidos mantendran su com-promiso de apoyar militarmente al continente europeo, el gobierno brit-nico perdi todo inters en el concepto de la Unin de Europa Occidental.Londres claramente estaba a favor de la cooperacin atlntica. As, la OBTno fue ms que elmedio para obtener elPacto del Atlntico Norte, que fuefirmado en abril de 1949 por los miembros de la OBT ms los EstadosUnidos, Canad, Italia, Islandia, Noruega, Dinamarca y Portugal. Para de-leite.de Gran Bretaa, la OTAN era una alianza entre varios pases sobera-nos, aunque firme y claramente liderada por los Estados Unidos, pero noera una organizacin supranacional. Desde entonces, los responsables dela poltica de Gran Bretaa han credo siempre que lo mejor para los inte-reses del Reino Unido en materia econmica, poltica y estratgica nuclearera que su pas centrara sus esfuerzos en fortalecer y ampliar su relacinespecial bilateral con los Estados Unidos. Londres comenz a demostraruna clara falta de inters en la integracin del continente europeo. Peroesto, paradjicamente, iba en contra de la poltica americana.

    A finales de los aos cuarenta y principios de los cincuenta los respon-sables de la poltica americana reconocieron que solamente una EuropaOccidental unida y en paz consigo misma poda conformar un frentecoordinado contra la amenaza militar e ideolgica de la Unin Sovitica.Adems, slo una Europa as poda asegurar la reconciliacin de la Rep-blica Federal de Alemania (RFA) con los pases de! mundo occidental ygenerar una duradera amistad franco-alemana al tiempo que evitara lastendencias hacia el neutralismo y el derrotismo. En la base de la visinamericana estaba sobre todo la suposicin-de que slo una Europa plena-mente integrada, estable y econmicamente viable poda evolucionar ha-cia un continente pacfico y democrtico. A su debido tiempo esta estra-tegia tendra la ventaja adicional de hacer innecesaria la ayuda econmicaamericana a Europa. La prosperidad de Europa Occidental pareca de-pender de la creacin de un mercado nico. As pues, durante el perodode posguerra Gran Bretaa y otros pases europeos fueron amonestadosfrecuentemente para que adoptaran una actitud ms pro-integracionista.Despus de todo, en Washington el apoyo activo del gobierno americano

    y la interferencia en asuntos europeos siempre se vieron como algo limi-tado y temporal. Adems, se esperaba que una Europa econmicamentesana fuera capaz de componer unas fuerzas militares fuertes y acatar unapoltica de fuerza frente a la Unin Sovitica. En alguna ocasin se con-templ incluso la posibilidad de que a su debido tiempo fuera posible li-berar a los pueblos cautivos de Europa del Este por medio de la fuerza.

    La poltica occidental de impedir que la Unin Sovitica extendiera sustentculos en Europa ms all del ro Elbe, que divida las esferas de in-fluencia de Este y Oeste en el continente europeo, vino a conocerse comoestrategia de la contencin. Su principal autor fue el diplomtico ame-ricano Georges F.Kennan. Pero en tanto que Kennan crea firmemente ensu concepcin original econmico-poltica de contencin, la administra-cin de Truman prest cada vez ms atencin a su dimensin militar. Lacrisis del bloqueo de Berln haba dejado claro que exista una amenazareal de conflicto militar con la Unin Sovitica en la dividida ciudad deBerln en el centro de Alemania. La creencia de Washington en la necesi-dad de rearmar a los pases de Europa Occidental (entre ellos, controver-tidamente, el nuevo estado de Alemania Occidental) y de expandir y mo-dernizar las fuerzas convencionales y nucleares de Estados Unidos fueenormemente reforzada por el estallido de la guerra en Corea. En juniode 1950 las fuerzas comunistas de Corea del Norte invadieron Corea delSur, un protectorado americano. No tardaron en establecerse paraleloscon la precaria situacin de la dividida Alemania en Europa.

    Adems, en marzo de 1950 se haba anunciado que la Unin Soviticahaba hecho explotar su primera bomba atmica en agosto de 1949 -c-mu-cho antes de lo que esperaban Washington y Londres. Gran Bretaa nologr realizar sus primeras pruebas nucleares hasta 1952, y Francia hubode esperar a 1960 (China hizo explotar su primera bomba nuclear en1962). Asi pues, por efecto de la guerra de Corea e! ingente programa derearme que recomendaba e! documento NSC-68 de Estados Unidos fueconstituido en ley por e! Presidente Truman. En septiembre de 1950 laOTAN cre una estructura de mando integrada a las rdenes de un co-mandante supremo aliado americano con base en Pars. En 1952 la con-ferencia de la OTAN en Lisboa confirm la voluntad de Europa Occiden-tal de llevar a cabo un fuerte rearme convencional. No obstante, lasrealidades econmicas y financieras de Europa Occidental impediranque se realizaran estos objetivos tan ambiciosos como poco realistas.

    Con la muerte de Stalin en marzo de 1953 y la subida al poder de un li-derazgo colectivo en Mosc con el prmus nter paresGeorgi Malenlcov se

    221RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPAEUROPA DESDE 1945220

  • Cooperacin Este-Oeste, poltica nuclear en la cuerda floja,y crisis sobre Berln y Cuba, 1953-1963

    produjo una cierta suavizacin de las relaciones Este-Oeste. En la mayo-ra de los pases de Europa Occidental (pero no tanto en Estados Unidos)se desarroll la percepcin de que la amenaza militar del Este comenzabaa disminuir. Pero en 1953 la guerra fra ya haba llevado a la divisin fir-me del continente europeo. Slo un puado de pases neutrales o semi-neutrales (Suiza, Liechtenstein, Austria, Suecia, Espaa, Andorra, Irlanda,quizs Yugoslavia) no se haban visto forzados a tornar partido por uno tiotro bando.

    223RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    miento entre Bonn y Pars. Esto ltimo se intent por medio de la inte-gracin europea y, a la vista de las abrumadoras fuerzas convencionalesde Mosc, mediante el rearme de Alemania Occidental.

    Pero los franceses se negaron categricamente a acceder al rearme e in-tegracin de un ejrcito alemn en la OTAN, algo en lo que los america-nos haban insistido durante una conferencia de ministros de exterioresen Washington en septiembre de 1950. En lugar de establecer un ejrcitoalemn separado, el primer ministro francs Pleven sugiri una contri-bucin alemana a un ejrcito europeo dentro de una Comunidad Eu-ropea de Defensa (CED) dirigida por un ministro de defensa europeo.Pero el Plan Pleven discriminaba a la Alemania Occidental: no permita algobierno de Bonn establecer su propio estado mayor y el ejrcito europeoconsista en divisiones mixtas, sin ninguna unidad enteramente alemana.Adems, los estados miembros del CED slo pretendan integrar una par-te de su ejrcito en el CED, y retener una parte substancial de sus fuerzasarmadas en forma de ejrcitos nacionales independientes para sofocar lascada vez ms frecuentes revueltas nacionalistas en sus colonias, como porejemplo en la Indochina francesa o el Congo belga. Adems, el Reino Uni-do rehusaba a participar en un CED supranacional. En Londres se argu-mentaba que la calidad de un ejrcito se definapor el entusiasmo nacio-nalista de los soldados individuales por defender su pas de origen; era pocoprobable que un soldado quisiera arriesgar su vida en nombre de una Eu-ropa vagamente definida. Exista asimismo el temor fundamentado deque la OTAN y el compromiso de Estados Unidos con Europa se vierandebilitados con la creacin de un CED. Inicialmente, el gobierno ameri-cano se mostr muy escptico sobre el valor militar del CED, pero graciasa la capacidad de persuasin de [ean Monnet, Washington cambi de opi-nin.

    En mayo de 1952 Francia, la RFA, Italia y los paises del Benelux con-cluan el tratado del CED, al tiempo que se firmaban los llamados acuer-dos contractuales que haban de transformar la Alemania Occidental enun estado casi soberano. Era el premio que reciba el canciller Adenauer acambio de la participacin de Alemania Occidental en el CED. Durante1953-4 el Reino Unido adquiri a efectos prcticos un estatuto de asocia-do del CED y accedi a una cooperacin militar estrecha. Estos gestos noconvencieron a la opinin pblica francesa. El sacrificio de la identidadnacional de las fuerzas armadas era inaceptable. Adems, antes de firmarel tratado el canciller alemn haba logrado cambios muy notables en eltratado del CED que garantizaban un tratamiento ms igualitario de

    EUROPA DESDE 1945222

    Durante los aos cincuenta se hizo cada vez ms claro que tanto la Euro-pa Oriental como la Occidental no pasaban de ser meros espectadores enel conflicto entre dos superpotencias. Al comprenderlo, britnicos y fran-ceses realizaron esfuerzos desesperados por mantener sus papeles de granpotencia. Pero a principios de los sesenta la guerra fra multipolar se ha-ba convertido en un conflicto bipolar. Tras la crisis de los misiles de Cubade octubre de 1962, que llev al mundo a las puertas de una guerra nu-clear, se inici una cauta cooperacin entre Este y Oeste, con importantesrepercusiones en el continente europeo. La guerra de Vietnam y las pol-ticas anti-americanas del presidente francs de Gaulle tambin tuvieronhondas reverberaciones en la poltica europea. No obstante, en cada unade las partes de Europa la superpotencia correspondiente consigui con-solidar su posicin hegemnica. Esto dio como resultado numerososconflictos estratgicos y econmico-monetarios entre Washington y susaliados occidentales, la mayora de los cuales pudieron ser resueltos pormedio de largos procedimientos consultivos. Pese a haberse logrado uncierto grado de prosperidad econmica en los pases de Europa del Esteen los aos sesenta, exista un creciente descontento con el dominio cadavez ms opresivo de Mosc, que tuvo que recurrir a la fuerza para mante-ner su influencia.

    En lo que respecta al continente europeo, los aos cincuenta todavaestuvieron presididos por la preocupacin por el problema alemn. Parala Unin Sovitica inicialmente la cuestin era cmo escindir la RFA deOccidente y establecer una Alemania unida y neutral. Para occidente lacuestin era encontrar la mejor manera de integrar Alemania Occidentalen el mundo occidental de modo irreversible y cmo favorecer el acerca-

  • 14 Los italianos y los holandeses se las ingeniaron incluso para llevar a la asamblea de laCED a esbozar una constitucin federal que contena una clusula en previsin de la unidadpoltica y econmica de los estados miembros.

    225

    15 Para las dos visiones opuestas: R. Stelninger, The German Question: The Stalin Note

    vf 1952 and the Problem ofReunification (Nueva York: Columbia University Press, 199D);G. wettlg, Stalin and German Reunification: Archival gvidence on Soviet Poreign Policy in

    Spring 1952, Historical Ioumal, 37 (1994), 411-19.

    tegraba los estados satlite de Europa del Este; la RDA se convirti en

    miembro de pleno derecho en enero de 1956.Los Estados Unidos y Europa Occidental sintieron un gran alivio con

    la integracin de la RFA en Occidente. Al fin y al cabo, justo antes de quese firmara el tratado original del CED en mayo de 1952, Stalin haba he-cho todo lo posible por tentar a los alemanes occidentales para que se ale-jaran de occidente. Por medio de su famosa nota de marzo de 1952, Sta-lin haba ofrecido a los alemanes la reunificacin. Incluso pareca ofrecerla liberacin de la Alemania Oriental de su esfera de influencia si Alema-nia Occidental abandonaba el bando occidental y se converta en un pasneutral. La verdadera intencin de esta nota es an hoy una cuestinmuy debatida en la bibliografa acadmica." A pesar de la fuerte pre-sin de los partidos de la oposicin en el parlamento de Alemania Occiden-tal de examinar la oferta de Stalin, el gobierno de Bonn inmediatamen-te alent a los Aliados occidentales a que rechazaran la oferta, lo que stos

    hicieron de buen grado.Sin embargo, para horror de polticos de Washington, Bonn y dems,

    solamente un ao ms tarde, apenas unos meses despus de la repentinamuerte de Stalin en marzo de 1953, el primer ministro britnico Chur-chill (que haba vuelto al poder a finales de 1951) hizo una propuestamuy parecida. Inspirado por el aparentemente ms liberal curso del nue-vo liderazgo colectivo de Mosc, defendi una Alemania reunida y neu-tral, as corno la firma de un tratado de amistad germano-sovitico (unLocarno occidental) que sera supervisado por Gran Bretaa. Churchillesperaba que esta posicin y un pronto fin de la guerra fria permitieran alReino Unido centrarse en su reconstruccin econmica y mantenerse ascomo uno de los lderes mundiales. Estaba tambin convencido de que lacontinuada divisin de Alemania slo poda traer convulsiones, y hastaguerra nuclear, a Europa. La estabilidad en el continente slo se podraconseguir si se satisfacan las aspiraciones nacionales de los alemanes. Lasrevueltas en Alemania Oriental de junio de 1953 parecan confirmarlo.Sin embargo, ni siquiera en Londres encontraron mucho apoyo las ideasdel primer ministro. La mayora de los otros pases europeos estabanmenos entusiasmados con la idea de haber de tratar con una Alemania

    EUROPA224

    Alemania Occidental pero parecan debilitar elpotencial dominio francsdel CED. Los franceses teman cada vez ms que los alemanes acabaranpor dominar elCED en trminos tanto econmicos como militares. Al finy al cabo, exista una considerable presin por parte de Italia y Holandapara expandir el CED hacia una organizacin poltica y econmica."

    En agosto de 1954 el CED fue desestimado en el parlamento francs,lo que propinaba un fuerte revs a todo el proyecto de anclaje de Alema-nia Occdental en el Oeste y de estabilizacin del continente europeo.Fue el ministro de asuntos exteriores britnico, Anthony Eden, quienrecibi el reconocimiento por la propuesta de poner el prctica el planoriginal americano de integrar las fuerzas armadas alemanas en laOTAN. No obstante, antes de unirse a la OTAN en pie de igualdad con

    . los otros estados miembros, la RFA haba de unirse (junto a ltalia) al re-novado y reformado OTB, ahora llamado Unin Europea Occdental(VEO). La UEO se utilizara para organizar la procuracin de defensa desus estados miembros y dar as a cada estado miembro elveto de la com-pra de armas de cualquiera de los otros estados miembros. De estemodo, gracias a la participacin de Alemania Occidental en la VEO eraposible controlar los esfuerzos de rearme de los alemanes. Adems, Ade-nauer prometi voluntariamente que su pas no tena inters algunoen obtener armas ABe (atmicas, biolgicas, qumicas). Para acabar detranquilizar a los franceses, Eden prometi tambin que Gran Bretaano retirara del continente sus fuerzas de la OTAN sin el consentimientode los pases de la DEO.

    Al final, la frmula tradicional de nacin estado de Gran Bretaa deabordar los problemas de integracin europea, de seguridad europea y lacuestin alemana se llevaba la palma. En mayo de 1955, Alemania Occi-dental entraba en la OTAN y, a cambio, se converta en un estado plena-mente soberano dentro del concierto de naciones occidentales (salvo poralgunas condiciones aliadas respecto a Berln y al conjunto de Alemania,entre ellas la reunificacin). La Unin Sovitica no se mostr tan hostil aeste desarrollo como haban hecho pensar algunas previsiones pesimis-tas. La respuesta del Krernlin a la admisin de Alemania Occidental en laOTAN fue la creacin, el 14 de mayo de 1955, del Pacto de Varsovia, la or-ganizacin militar dominada por la Unin Sovitica que ms o menos in-

  • 16 K. Larres, Integrating Europe or Ending the Cold War? Churehill's Post-War ForeignPolicy,loumal ofEuropean lntegration History, 2 (1996), 15-49; K. Larres, Preserving Lawand Order: Britain, the United States and the East German Uprising of 1953, TwentiethCenturyBritish History, 5 (1994),320-50.

    reunificada. Slo Suecia mostr cierta simpata hacia las ideas de Chur-chill. La indecisin del nuevo liderato sovitico a acceder a una cumbrede las cuatro potencias, adems de una colaboracin secreta germano-americana en el verano de 1953, dieron al traste con las posibilidades derealizacin de la propuesta de Churchill para la solucin del problemaalemn."

    El repentino consentimiento de la Unin Sovitica al tratado del esta-do de Austria durante las negociaciones de Mosc de abril de 1955, trasaos de desacuerdos con occidente respecto al futuro de este pas, pusofin a la ocupacin y dio pie al establecimiento de una Austria plenamen-te independiente con sus fronteras de 1938. No obstante, Austria no esta-ba obligada a renunciar a futuras intenciones de unin con Alemania yadoptar una posicin de pas neutral e independiente de los dos sistemasenfrentados de alianzas. El beneplcito de Mosc al tratado del estado deAustria y la expectativa de que la RFA quisiera seguir el ejemplo de la so-lucin austriaca probablemente deba verse como el ltimo intento de laUnin Sovitica de alejar a la RFA del bando occidental. Pero Mosc noconsigui lo que deseaba. Una vez Alemania Occidental estuvo plena-mente integrada en la Alianza Occidental, en mayo de 1955, la URSSperdi todo inters en cualesquiera planes de neutralidad y reunifica-cin. El nuevo lder sovitico, Nikita Khrushchev, comenz a defender suteora de los dos estados y,por ende, la divisin permanente de Alema-nia. Incapaz de impedir la incorporacin de Alemania Occidental en elbloque occidental, Mosc se vio obligado a aceptar la nueva realidad. LaUnin Sovitica comenz entonces a defender el reconocimiento inter-nacional de su estado alemn. Mosc ya no estaba dispuesta a sacrificar laexistencia de la RDA. En 1955 Europa habia quedado definitivamente di-vidida en una mitad occidental y una mitad oriental.

    Todo esto qued simbolizado sobre todo en la invitacin sovitica alcanciller de Alemania Occidental para que viajara a Mosc, lo que fue vis-to con gran desconfianza en Washington y en la mayora de capitales eu-ropeas. Durante su visita de septiembre de 1955 Adenauer acord iniciarrelaciones diplomticas con la URSS e intercambiar embajadores a cam-bio de la liberacin de los ltimos 10.000 prisioneros de guerra alemanes

    227RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    que permanecan en la Unin Sovitica. Sin embargo, el inicio de relacio-nes oficiales con el Kremlin amenazaba con socavar el no-reconocimien-to de la RDA por Alemania Occidental y todo elmundo occidental, puestoque Bonn haba establecido relaciones diplomticas con un pas que re-conoca la legitimidad de la RDA y de la linea Oder-Neisse como fronteraoriental de Alemania con Polonia. Por ello, Adenauer anunci que laUnin Sovitica, en tanto que una de las cuatro potencias de ocupacin,era un caso especial. El reconocimiento del rgimen del Berln Este porcualquier otro pas habra sido visto como un acto hostil que deba recibirla respuesta apropiada. Era la llamada Doctrina Hallstein, fuertementeapoyada por los Estados Unidos y los estados de Europa Occidental.Como los acontecimientos demostraran, hacia finales de los aos cin-cuenta y durante los sesenta se hara cada vez ms difcil insistir en el no-reconocimiento internacional de la RDA. El reconocimiento oficial de laRDA en 1957 por Yugoslavia y en 1963 por Cuba llev a la ruptura de re-laciones diplomticas entre la RFA y estos pases. La observancia de laDoctrina Hallstein estaba llamada a convertirse en la manzana de la dis-cordia entre Alemania Occidental y sus aliados en Europa Occidental,cada vez ms deseosos de aprovechar las oportunidades comerciales quela RDA ofrecia. En particular, Francia, Gran Bretaa, los pases escandi-navos e, inicialmente, Suiza, estuvieron tentados a intensificar las relacio-nes comerciales con Alemania Oriental. De hecho, con la excepcin de losbienes estratgicos incluidos en la llamada lista COCOM de bienes prohi-bidos para el comercio con el bloque Este, los vnculos comerciales entreEuropa Occidental y Europa Oriental se intensificaron desde mediadosde los aos cincuenta.

    Para cuando Adenauer visit Mosc, ya haba tenido lugar en Ginebra,en julio de 1955, la primera cumbre de las cuatro potencias desde Pots-dam. Le sigui una conferencia de los ministros de exteriores de las cua-tro potencias en octubre. Aunque ninguna de las dos conferencias logrresolver ninguno de los problemas pendientes de la guerra fria, al menoscondujeron a un clima internacional ms relajado. Los primeros snto-mas parecian indicar que sera posible contener la guerra fra en Europapacficamente y consentir en el desacuerdo, una poltica que dio en lla-marse coexistencia pacfica.

    Khrushchev tambin intent abrir un nuevo captulo con respecto alos asuntos nacionales soviticos. Pero su poltica de desestalinizacin se levolvi en contra. Durante un discurso secreto en febrero de 1956 (que caside inmediato fue filtrado a los medios de comunicacin occidentales),

    EUROPA DESDE 1945226

  • conden las polticas del hasta entonces tan admirado Stalin y lo acus decrmenes horrendos. Su discurso llev a muchos en Europa del Este a al-bergar la esperanza de que Mosc fuera a emprender un curso ms liberal.Estaban equivocados. Mosc reprimi sin piedad las revueltas de 1956 enHungra (y las menos dramticas protestas de Polonia) con la matanza demiles de personas y la ejecucin del primer ministro lmre Ngy. El Krem-in forz a Budapest a rescindir su decisin de abandonar el pacto deVarsovia y a dar marcha atrs en su decisin de construir un sistema mul-tipartidista.

    Con todo, hasta finales de los aos cincuenta las relaciones internacio-nales europeas se caracterizaron por un inquieto espritu de distensin.Pero esta desintensificacin (temporal) de la tensin Este-Oeste tena pocoque ver con las distintas propuestas de retirada y creacin de zonas neu-trales desmilitarizadas en el centro de Europa a lo largo de la frontera este-oeste de Alemania que fueron sugeridos, entre otros) por Anthony Eden,George Kennan y (en forma de un plan an ms ambicioso) por el ministropolaco de asuntos exteriores Adam Rapacki. J7 En lo que concierne a Mos-c, la cada vez ms obvia fractura Sino-Sovitica contribuy al deseo delKremlin de mantener relaciones pacficas en su frente occidental. Adems)los levantamientos de 1956 en Europa del Este tuvieron lugar en un mo-mento en que, en elcurso de la controvertida crisis de Suez, dos democraciasoccidentales estaban ocupadas en el bombardeo de un pas que haba actua-do en contra de sus deseos (vase ms adelante). De modo que la atencinoccidental se centraba entonces en el Oriente Medio. Nadie en Occidentedefenda seriamente el ofrecimiento de apoyo militar a Hungra, puesto queesto inevitablemente habra conducido a un peligroso conflicto con Mosc.

    Hasta cierto punto el acercamiento entre Este y Oeste a mediados delos aos cincuenta se vio perturbado por el llamado choc del Sputnikde 1957) que sacudi al mundo occidental y especialmente a los Esta-dos Unidos, que de la noche a la maana pareca haber perdido su supe-rioridad en tecnologa de misiles. Mosc haba conseguido por primeravez en el mundo poner un satlite en rbita, y haba logrado lanzar el pri-mer misil balistico intercontinental. Las ciudades americanas, y no slolas europeas, podan ser alcanzadas por las bombas atmicas soviticas.Pronto los polticos comenzaron a hablar de una brecha en la tecnolo-

    ga de misiles en p.~rjuicio de Occidente. En respuesta a ello, Washington

    pUSO en marcha un programa frentico y bien financiado para alcanzar aMosc. Sputnik contribuy a que el gobierno americano se mostrara msque nunca interesado en centrarse en la contencin nuclear y esperara queEuropa Occidental proporcionara los ms costosos medios convenciona-les de defensa del continente europeo ante una eventual invasin soviti-ca. Para irritacin de los Estados Unidos, los europeos eran tan reacioscomo incapaces de dedicar a defensa los recursos esperados. Hacerlo hu-biera afectado seriamente sus esfuerzos de recuperacin econmica.

    Entre 1958 y 1963 Europa qued abrumada por una repentina e ines-perada intensificacin de la guerra fra. La crisis de Berln y, sobre todo, lacrisis cubana de los misiles de octubre de 1962 llev al mundo al bordede una guerra nuclear. El Tratado de Prohibicin de Pruebas Nucleares deagosto de 1963 entre los Estados Unidos, el Reino Unido, la URSS y cual-quier otro estado que deseara participar en este acuerdo internacionalque hada ilegal la explosin de bombas nucleares en la atmsfera fue unade las lecciones aprendidas a raz de la crisis de los misiles. Otra fue la ins-talacin de una lnea telefnica directa entre Washington y Mosc. Ade-ms, despus de Cuba, la distensin Este-Oeste se perciba como la nicaopcin que poda asegurar la supervivencia del mundo a largo plazo.

    Por lo que respecta al continente europeo, lo que caus una especialtensin fue la segunda gran crisis de Berln (1958-62). En su ultimtumde noviembre de 1958 el lder sovitico Khrushchev exigi el reconoci-miento de la RDA como estado independiente y soberano, la retirada delas potencias occidentales de Berln y la creacin de una ciudad libre in-dependiente en Berln Occidental. Esta crisis no slo provoc un serioconflicto Este-Oeste con el enfrentamiento de tanques soviticos v alia-dos en las calles de Berln, sino que tambin caus una gran friccin den-tro de la Alianza occidental. El primer ministro britnico Macmillan seopona a la rgida negativa de Washington a aceptar una solucin de com-promiso con Khrushchev. Macmillan se inclinaba por reconocer la RDAy consentir a la retirada de las fuerzas occidentales del Berln Occidentala cambio de una solucin pacfica a la crisis. Fue especialmente a raz dela visita de su primer ministro a Mosc en 1959 que Gran Bretaa se vioseriamente enfrentada a Alemania Occidental, Francia y los Estados Unidosy hubo de abandonar su frmula del compromiso." La crisis de Berlinse resolvi con la construccin del Muro de Berln en agosto de 1961.

    228 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 229

    17 E. Hlnterhoff Disengagement (Londres; Stevens, 1959); M. Howard, Disengagement inEurope (Harmondsworth: Pengun, 1958).

    18 J. P.S. Gearson, HaroldMacmillan and theBerinWallCrisis, 1958-1962: The Limitsoflnterests anForce (Basingstoke: Macmillan, 1998).

  • Aunque odiada por los alemanes, fue tcitamente aceptada por la mayo-ra de europeos del Este y el Oeste como una solucin incmoda peronecesaria para superar el problema alemn y rebajar el potencial de unenfrentamiento militar Este-Oeste en Berln.

    Para entonces tanto Gran Bretaa como Francia haban sido elimina-dos a efectos prcticos del club de grandes potencias mundiales. Estoqued simbolizado sobre todo con la crisis de Suez de 1956, cuandoGran Bretaa y Francia (en colusin con Israel) atacaron el Egipto deNasser con la intencin de revocar la nacionalizacin del Canal de Suezpor el presidente egipcio. La ira del gobierno americano por no habersido consultado y el temor de Washington de que la accin britnico-francesa abriera las puertas de Oriente Medio a la Unin Sovitica (comoefectivamente ocurri) desemboc en la primera ocasin en que ameri-canos y soviticos se encontraron en el mismo bando, enfrentados a losdos paises europeos. La Unin Sovitica lleg incluso a amenazar con eluso de armas nucleares contra Londres y Pars. Pero la actuacin deWashington fue ms eficaz. Una gran presin, inspirada por Washing-ton, sobre la libra esterlina y la imposicin efectiva de un embargo de pe-trleo sobre Gran Bretaa por el presidente Eisenhower tuvieron el efec-to deseado. Para enojo de Francia, que caus un gran resentimientoanti-britnico en Pars, Gran Bretaa notific a los franceses que tenaque retirarse de Egipto.

    Suez dej claro que si incluso antiguas potencias mundiales comoGran Bretaa y Francia, que todava conservaban una gran influenciaglobal, no podan emprender acciones internacionales independientessin la aprobacin y el apoyo de los Estados Unidos y la Unin Sovitica,otros pases europeos del Este o del Oeste seran del todo incapaces dehacerlo. La crisis de Suez simboliza el declive de la Europa del Este y delOeste hasta la condicin de meros estados satlite de las dos superpoten-cias. Los vehementes esfuerzos de Londres por obtener el apoyo tecnol-gico de los Estados Unidos para su programa independiente de arma-mento nuclear durante los aos siguientes no hicieron ms que confirmarsu decadencia. Sin los misiles americanos Skybolt y Polaris para sus ca-bezas nucleares, Gran Bretaa no habra conseguido mantener su condi-cin de tercera potencia nuclear. Adems, en el curso de otra aventura enOriente Medio, durante la invasin britnica y americana del Lbanoen 1957, se hizo patente que las grandiosas ambiciones del gobierno deMacmillan en la regin estaban firmemente contenidas y controladaspor Washington.

    La visin europea de de Gaulle, 1963-1969

    19 R. O. Paxton y N. Wahl (eds.}, De Gaul1e and the United States: A Centennial Reap-praisal (Oxford: Berg, 1994),

    20 Esto condujo a la propuesta, por parte de Washington, de crear una fuerza nuclearmultilateral (MLF) que dara a los europeos la oportunidad de participar en el proceso detoma de decisiones nucleares de la OTAN al tiempo que permitira a Estados Unidos con-servar el dedo en el gatillo nuclear. Sin embargo, aunque Alemania Occidental se mostr in-teresada, la MLF acab en nada cuando el Reino Unido y Francia expresaron su preferenciapor mantener un control real sobre sus fuerzas nucleares en lugar de obtener la ilusin decontrol sobre una MLF controlada por Norteamrica.

    231RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    Mientras que durante los aos cincuenta los polticos del Este y del Oes-te se haban centrado sobre todo en los intentos por hallar una solucinpara el problema alemn, los aos sesenta estuvieron dominados por laspolticas anti-americanas del presidente francs De Gaulle, as como porel creciente descontento europeo con la participacin americana en Viet-nam. La creciente inclinacin de Washington a basar su poltica exterioren la existencia de un continente europeo permanentemente dividido enesferas de influencia tambin encontr una gran oposicin en Europa. Enparticular, los alemanes occidentales que, cada vez ms seguros de s mis-mos, deseaban participar en las tomas de decisin nucleares de laOTAN/Oteman con razn que Washington haba arrumbado el objetivode lograr la reunificacin alemana. De Gaulle tampoco estaba satisfechocon la tendencia de los poderes anglo-sajones de estabilizar el status quode la guerra fra y mantener el dominio americano sobre el continente

    Con la excepcin del acuerdo cuatripartito de Berln de 1971-2, lafallida conferencia de las cuatro potencias en Pars de 1960 fue la lti-ma gran cumbre hasta las conferencias de dos-ms-cuatro de 1990(que condujeron a la unificacin de Alemania) en que participaronGran Bretaa y Francia. Despus de 1960 la guerra fra se haba con-vertido a todos los efectos en un conflicto entre superpotencias, comogradualmente llegaron a aceptar Francia y Gran Bretaa. En Londrescondujo a las relaciones cada vez ms estrechas del primer ministroMacmillan con los Estados Unidos y a una poco entusiasta peticin deentrar a la CEE. En Pars, el presidente de Gaulle intent desesperada-mente forjar un papel de gran potencia para su pas en oposicin a losEstados Unidos."

    EUROPA DESDE 1945230

  • europeo hasta un futuro indefinido. Despus de todo) su propuesta de1958, poco despus de volver al poder, de establecer un directorado ame-ricano-britnica-francs para supervisar la estrategia de la guerra fra enel mundo occidental haba sido cortsmente rechazada. En respuesta, DeGaulle retir su flota mediterrnea de la OTAN.

    Al mismo tiempo, De Gaulle comenz a desarrollar sus propias ideassobre el futuro de Europa. En conjunto, su poltica exterior se caracteri-z por un intenso anti-americanismo y por sus intentos de revitalizar elpapel natural de Francia como poder global convirtindola en lder deuna Europa europea>~. En 1962-3, una vez De Gaulle hubo conseguidoapaciguar su sangrienta guerra en el Norte de frica retirndose y acce-diendo a la independencia de Argelia, y una vez hubo desarrollado la ca-pacidad nuclear francesa, comenz a defender activamente sus propiosplanes para Europa: una Europa liderada por los franceses que fuera in-dependiente de los Estados Unidos y cimentada en acuerdos bilateralescon Alemania Occidental. De Gaulle estaba convencido de que si la Eu-ropa continental consegua organizarse a s misma y organizar cabal-mente sus recursos, poda llegar a desafiar la hegemona americana y so-vitica en el continente europeo y eventualmente superar el conflictoEste-Oeste. Esto explica por qu en enero de 1963 De Gaulle vet la soli-citud de entrada de Gran Bretaa en la CEE. No estaba dispuesto a per-mitir que Londres socavara su estrategia europea con su relacin espe-cial con los Estados Unidos. Vean en Gran Bretaa a un caballo deTroya americano y, en consecuencia, objetaba al ingreso de Gran Breta-a en la CEE.

    De Gaulle vea en el tratado bilateral franco-alemn de 1963 un pasoadelante hacia una tercera va, liderada por Francia, para la poltica mun-dial. Pero la decepcin no tard en llegar. No slo insisti el parlamentode Alemania Occidental en aadir un prembulo al tratado en el que sehaca hincapi en los estrechos vnculos que unan la RFA con los Esta-dos Unidos y con la Alianza Atlntica, sino que el sucesor de Adenauer,Ludwig Erhard, era un atlantista convencido. Result imposible empujara Bonn a escoger entre Washington y Pars en favor del ltimo. Adems,de Gaulle estaba cada vez ms irritado con la cada vez ms obvia prefe-rencia de los americanos a tratar con la Unin Sovitica bilateralmente ya desestimar a los europeos -incluso a los dos pases europeos con ar-mamento nuclear. La crisis de los misiles de Cuba, las negociaciones de lasprohibiciones de pruebas nucleares, la nueva estrategia de respuesta fle-xble que los Estados Unidos gradualmente desarrollaban e imponan a

    21 Esto significaba, en esencia, que la OTAN utilizara primero armamento convencional,luego armamento nuclear de alcance medio (las llamas armas nucleares de campo de bata-lla), antes de emprender una guerra nuclear total contra un ataque sovitico a Europa Occi-dental. Para una slida revisin del tema, puede consultarse B. Heuser, The Development

    ofNATO's Nuclear Strategy, Contemporary European History, 4 (1995), 37-66.

    la OTAN/1 as como la desacertada poltica americana en Vietnam, fue-ron todas puestas en prctica sin consultar para nada con los europeos,lo que contribuy no poco al resentimiento de De Gaulle.A mediados delos aos sesenta, cuando ya se haba dado cuenta de la futilidad de in-tentar alejar a Bonn de Washington, De Gaulle comenz a desarrollaruna nueva estrategia para aumentar la independencia de Francia en la

    poltica mundial.Ya entre 1960 y 1965 haba comenzado a retirar unidades militares

    francesas de los ejercicios militares de la OTAN y, a mediados de 1966, elpresidente francs decidi retirar completamente a su pas del mando mi-litar integrado de la OTAN, aislndolo as deliberadamente. Ms impor-tante, y estrechamente vinculada a su estrategia con la OTAN, fue la deci-sin de De Gaulle de emprender una Ostpolitik {epoltica para el Este] alafrancaise. Confiaba en que, a la larga, esta poltica condujera a un mun-do menos bipolar, que fortaleciera a Francia econmicamente y le propi-nara un papel de mediador en el conflicto entre Este y Oeste. A principiosde 1964 Francia reconoci diplomticamente a China. En 1965 el minis-tro de asuntos exteriores sovitico Grornyko visit Pars. En 1966 el mis-msimo De Gaulle realiz una fructfera visita de estado a Mosc, quefue correspondida al ao siguiente, cuando el jefe de estado soviticoKosygin vino a Pars. La Guerra de los Seis Das en Oriente Medio en ju-nio de 1967 encontr a los franceses del lado de Europa del Este, Mosc ylos estados rabes, mientras que la mayora de los pases europeos occi-dentales (ente ellos la RFA) y los Estados Unidos apoyaban a Israel. Paraentonces De Gaulle haba comenzado ya a firmar tratados comercialescon todos los pases de Europa del Este con la excepcin de la RDA.

    En vista de las sensibilidades de Alemania Occidental, De Gaullerehus reconocer la RDA. Continu cortejando polticamente a Alema-nia Occidental cuado en Bonn gobernaba la Gran Coalicin (1966-9). Enocasiones el presidente francs todava confiaba en debilitar la estrecharelacin entre Alemania Occidental y los Estados Unidos. Obviamentehaba subestimado hasta qu punto Bonn confiaba en su relacin conWashington en lo concerniente a su seguridad exterior, su bienestar

    233RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPAEUROPA DESDE 1945232

  • econmico y la situacin de Berln. El presidente francs lleg incluso adeclarar repetidas veces que su concepto de una casa comn europea in-clua la reunificacin de Alemania con la conclici~ de que Bonn aceptarala lnea Oder-Neisse y prometiera no obtener nunca armamento nuclear."

    Esta estrategia gozaba al parecer de dos ventajas para De Gaulle. Indi-caba a la Alemania Occidental que si no defera a la poltica pan-europeade De Gaulle, ste poda reconocer a la RDA y con ello socavar definitiva-mente las aspiraciones de Bonn de unificacin y su pretensin de hablarpor la nacin alemana entera. Asimismo, mantena la poltica de Bonn conEuropa del Este bajo control francs, ya que impeda cualquier accin queno hubiera sido consentida previamente por Francia. Al fm y al cabo, siBonn emprenda su propia Ostpolitik poda esperarse que condujera a unaumento de la influencia poltica y econmica de Alemania Occidental enEuropa del Este. Adems, las frecuentes declaraciones pblicas de De Gau-lle con referencia al derecho de los alemanes a reunificarse fijaban la aten-cin de Europa del Este (y especialmente de Polonia) en las posibles aspi-raciones revanchistas de Bonn. De este modo, se dirigiran a Francia paracompensar las ambiciones de Alemania Occidental. Pars confiaba en queesto impidiera que surgieran vnculos independientes entre Alemania Oc-cidental y las naciones de Europa del Este y,por ende, cualquier polticaque pudiera desafiar las aspiraciones francesas a liderar Europa.

    Sin embargo, cuando en 1968 tanto la administracin americana comola Gran Coalicin en Bonn emprendieron una poltica ms activa con Eu-ropa del Este, la Ostpolitik francesa se paraliz. Haba varias razones paraello. Tanto los Estados Unidos como Alemania Occidental eran, tantoeconmica como poltica y estratgicamente, consortes ms interesantespara Mosc que Pars. Como remate, los acontecimientos casi revolucio-narios acaecidos en Pars en mayo de 1968 socavaron fundamentalmentela reputacin de De Gaulle y de sus estrategias polticas. La Doctrina Brez-nev y la invasin sovitica de la Repblica Checoeslovaca en agosto de 1968,as como la deposicin del rgimen comunista liberal dirigido por Ale-xander Dubek, pusieron un fin abrupto a cualquier esperanza de que laUnin Sovitica estuviera dispuesta a tolerar algn grado de independen-cia en Europa Oriental. Esto llev a De Gaulle a cuestionar su propia Ost-politik.Al fin y al cabo, el principal objetivo de su poltica en Europa delEste haba sido la superacin de la divisoria Este-Oeste y la creacin de

    Ostpolitik y el fin de la guerra fra

    una Europa guiada por Francia y en gran medida libre de la influencia delas dos superpotencias. La invasin dejaba claro que, en Mosc, Francia y lasestrategias de De Gaulle nunca se haban considerado tan importantes.

    Asimismo, desde la invasin sovitica de Praga en 1968, la URSS se ha-ba mostrado ms decidida que nunca a llegar a un acuerdo con Occi-dente para el reconocimiento de la legitimidad de la influencia soviticaen Europa del Este que minimizara la probabilidad de una nueva Checos-lovaquia." Esto, sin embargo, no se refera tanto a un acuerdo con Fran-cia como con Washington y Bonn.

    En los ltimos meses de su presidencia, De Gaulle comenz a dar se-ales de estar dispuesto a considerar cierta coordinacin de las fuerzasnucleares de Francia y de la OTAN, y a admitir la entrada de Gran Bretaaen la CEE. Esta poltica de acercamiento a Gran Bretaa con el fin de uti-lizar a este pas como contrapeso a una Alemania Occidental cada da mssegura de s misma y econmicamente ms fuerte continuara, aunque enun grado menor, con el sucesor de De Gaulle, Georges Pompidou.

    235RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA

    Aunque en su conjunto la Ostpolitik de De Gaulle debe verse como un fra-caso, al parecer su ejemplo tuvo un efecto estimulador sobre los polticosde Bonn, que se mova con mucha ms cautela que la Grand Nation. Demediados a finales de los aos sesenta Alemania Occidental pareca incli-narse por la eliminacin de la cada vez ms anticuada Doctrina Hallstein.Bonn se fue dando cuenta de que los rgidos aspectos polticos y legales dela estrategia tradicional de Adenauer con Europa del Este, la poltica de lafuerza, era contraproducente. Pero Bonn todava no estaba preparadapara seguir la declaracin de los paises del Pacto de Varsovia de 1967 se-gn la cual Alemania Occidental deba reconocer a la RDA antes de quese pudiera producir un acercamiento entre el Este y el Oeste. Sin embar-go, algunos de los principales polticos de Alemania Occidental se dieroncuenta de que la unificacin slo era posible en el marco de un acuerdode mbito europeo. En este contexto Francia y los Estados Unidos haban deser partcipes en la apertura de Alemania Occidental a Europa del Este.Por consiguiente, los politicos de Alemania Occidental no estaban en

    EUROPA DESDE 1945234

    22 De Gaulle no exclua la posibilidad de que Bonn pudiera participar en la decisin so-bre el uso del armamento nuclear por las grandes potencias, Francia incluida.

    23 A. Stent, Prom Embargo toOstpolitik: ThePolitical Economy ofWest' German-Soviet Re-ations,1955-1980 (Cambridge: Cambridge University Press, 1981), 155.

  • 26 Vase A. Heraclides, Security and Co-operatian in Butope: The Human Dimension,1972-1992 (Londres: Frank Cass, 1993).

    27 Belgrado 1977-8, Madrid 1980-3, Viena 1986-9 y Helsinki 1992, cuando la CSCE

    con sus cincuenta y tres miembros fue reformada y pas a ser una agencia de las NacionesUnidas.

    Con estos drsticos cambios de poltica, el gobierno de Bonn sigui lasnecesidades de la cambiante situacin internacional, as como los deseosde sus aliados occidentales y los pases de Europa Oriental. Se crea que laresolucin de la cuestin alemana y la aceptacin de las fronteras eu-ropeas de la posguerra darian pie a una ms intensa cooperacin polticay econmica entre Europa Occidental y Oriental. Y, en efecto, los vinculascomerciales en Europa se expandieron enormemente desde principios delos aos setenta. La serie de tratados bilaterales inspirados por la Ostpoli-tik concluy cuando Bonn firm un tratado de reconciliacin con Che-coslovaquia en diciembre de 1973.

    Desde entonces, la Ostpolitik pas a estar integrada en el proceso gene-ral de distensin de las superpotencias y las negociaciones de desarmeque haban comenzado tmidamente durante los aos setenta. Su primerlogro fue la firma del primer Tratado para la Limitacin de Armas Estra-tgicas (SALT 1) el 26 de mayo de 1972, durante la visita a Mosc del pre-sidente Nixon. En noviembre de ese mismo ao comenzaron en firme lasconversaciones para una conferencia sobre seguridad y cooperacin enEuropa (CSCE), que dieron como resultado una serie de reuniones entre1973 y 1975 que concluyeron con la importante conferencia de Helsinkide julio-agosto de 1975.26 Los Acuerdos de Helsinki fueron firmados el1 de agosto de 1975 por treinta y cinco paises europeos adems de losEstados Unidos y Canad. Solamente Enver Hoxha, el lder comunista delnea dura y pro-maoista de Albania, rehus firmar el tratado. A causa de lasituacin de pobreza y las inclinaciones pro-chinas de Albania, Hoxha ha-ba dejado el Comecon en 1961 yel Pacto de Varsovia en 1968. El estable-cimiento del CSCE fue un avance extremadamente importante. Hastael fin de la guerra fra fue el nico foro que reuna regularmente a to-dos los estados europeos, comunistas o capitalistas, adems de los Es-tados Unidos y Canad."

    En conjunto, los Acuerdos de Helsinki facilitaron una drstica disminu-cin de las tensiones entre Este yOeste. Por ello, fueron muy criticadas pormuchas fuerzas ardientemente anti-comunistas tanto en los Estados Uni-dos corno en Europa Occidental. Despus de todo, Mosc haba obtenido

    237RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPAEUROPA DESDE 1945

    posicin de elegir entre Paris y Washington, como De Gaulle les haba ins-tado a hacer. Comprendieron siempre que deban mantener buenas rela-ciones con estos dos pases, as como con los otros pases europeos.- Elproblema era que los polticos de Alemania Occidental tenan que hacersems flexiblese independientes, pero evitando provocar con ello la sospechaen Estados Unidos y Europa Occidental de que Bonn estaba ponindo-se de parte de Mosc y Europa del Este. A este respecto, los alemanesoccidentales eran afortunados (e inspirados) por el hecho de que su Ost-politik correspondiese con el inicio de un perodo general de distensingradual de las superpotencias desde el advenimiento de la administra-cin de Nixon en Washington a principios de 1969.

    La Ostpolitik fue seguida enrgicamente por el gobierno social-demo-crtica-liberal del canciller Willy Brandt (1969-74), y condujo a la firmade tratados con la URSS (agosto 1970) y Polonia (diciembre 1970). Su po-ltica contribuy asimismo al Acuerdo de Berln entre las cuatro potenciasaliadas (diciembre 1971-junio 1972) qne resolvi la situacin de crisispermanente que rodeaba a Berln. Clarific la posicin segn la cual laspotencias occidentales tenan derecho a retener sus fuerzas militares en elBerln Occidental y que el Berln Occidental estaba estrechamente vincu-lado a Alemania Occidental, aunque constitucionahnente se mantenacomo una entidad separada. Por encima de todo, la Ostpolitik dio comofruto el Tratado Bsico entre los dos estados alemanes (diciembre 1972).24

    La importancia de los tratados con Mosc, Varsovia y Berln Orientalconsista en que Alemania Occidental aceptaba ahora las fronteras deposguerra en Europa, entre ellas la frontera entre las dos Alemanias, ascomo la lnea Oder- Naisse como frontera entre Alemania y Polonia. Conello, Alemania Occidental renunciaba defacto (aunque no dejure, lo quehabra de aguardar hasta 1990) a los territorios perdidos durante la Se-gunda Guerra Mundial. Tambin aceptaba a la RDA como un segundo es-tado alemn legtimo y reconoca, por tanto, la divisin de Alemania,aunque manteniendo la ambicin de lograr una unificacin pacfica en elfuturo."

    Z4 W. Brandt, My Lifein Politics (Nueva York: viking, 1992), 154-241,25 No obstante, la RFA no reconoci la soberana del estado de Alemania Oriental con

    respecto a cuestiones como las fronteras de la RDA, la ciudadana, la reunificacin y lapertenencia a organizaciones internacionales. Bonn deseaba preservar la nocin de una re-lacin especial entre Bonn y Berln Este yla existencia de una nacin alemana pero dosestados alemanes. Por ello, Bono y Berln Este no intercambiaron embajadores, sino repre-sentantes permanentes.

  • dad del dlar c