Fratern Um 49 Def

7/26/2019 Fratern Um 49 Def

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BOLETIDELAFRATERIDADCISTERCIESEDESATAMARIADEHUERTA

Cuando, despus de la escena del joven rico, Jess, mirndolos en torno, dijo a susdiscpulos: - Con qu dificultad van a entrar en el reino de Dios los que tienen el dinero!,los discpulos se quedaron desconcertados. (Mc. 10,23-24).

Posiblemente esta palabra describa hoy la actitud con la que muchas personas de nuestroentorno miran la situacin europea y nacional sumida en una crisis que no parece tener fin.Estamos desconcertados! La crisis no se acaba fcilmente porque es en el fondo una crisisde valores de una sociedad anodina a la que le han cortado el flujo de lo superfluo.

ramos ricos en tantas cosas! Nos sobraba de todo. Dinero, salud, consumo, violencia,diversiones, No tenamos tiempo de mirar otras cosas, otras situaciones, otrasdesgracias

Y a nosotros, los catlicos buenos profesionales, se nos ha olvidado el cdigo del Reino, loscriterios de Jess, las Bienaventuranzas,

QUE HOY PODRAMOS TRADUCIR LIBREMENTE AS1:Cunto ms felices serais si no necesitarais tantas cosasCunto ms felices serais si vuestro corazn no fuese violentoCunto ms felices serais si aprendierais a sufrirCunto ms felices serais si tuvierais hambre y sed de justicia,Cunto ms felices serais si aprendierais a perdonar y pedir perdn.Cunto ms felices serais si vuestro corazn fuera transparenteCunto ms felices serais si trabajarais por la pazY si os desprecian o persiguen por vivir as, mucho ms felices todava!

1J.E.Galarreta. Fe Adulta

Octubre 20123 oca 49

En este nmero:

Desde Huerta Tiempo de crisis, tiempo de eleccin yrenacimientopor IsidoroReflexiones de nuestros fraternos Nos falta fe oconfianza? -por Pilar.-De camino a Vigilias -por Mari Paz.-Yo Soy por SantiagoCrnica de la Fraternidad Otoo en Huerta por Luis.Recensin de libros Dios hoy? por JuanViFirma Carta de Cofraternidad por Paula

El Rincn de la Virgen Ruega por nosotros Santa madrede Dios por Miguel Angel-Aquella maanapor Santiago

Fraternos por el Mundo Experiencia MisioneraporCarmen-Telogas en Romareleyendo el Concilio Vaticano IIporMari Paz e Is


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Tiempo de crisis, tiempo de eleccin yrenacimiento

por Isidoro, Abad de Sta. M de Huerta

Los grandes momentos de la historia fueron un renacer de algo que

estaba muriendo o pareca mortecino. La vida surge cuando se danlos elementos apropiados. Nosotros no somos dueos de la vida,pero s colaboradores necesarios para que brote.

Si miramos a la historia observamos cmo el tiempo en que naciCster fue un tiempo de gran vitalidad. En la primera mitad del sigloXII surgi una combinacin de movimientos sociales, eclesiales yespirituales, junto con personalidades de gran relieve, que permitiuna renovacin profunda de la realidad de acuerdo a nobles ideales.El valor de los ideales no est tanto en lo que son cuanto en lo queproducen. El ideal sin concrecin o implicacin social no pasa de ser

un mero sueo. Quien tiene ideales da con ellos sentido a su vida y acta en consecuencia.

Estamos en crisis. En qu lo notamos? Es importante observar qu es lo que nos hace notar la crisis para

saber dnde est nuestra sensibilidad y nuestros anhelos. Se desboca el paro; muchos son desahuciados ydejados en la calle; se recortan servicios sociales, especialmente irritantes los que afectan a inmigrantes sinpapeles o a los ms vulnerables; disminuyen los salarios y se encarecen las cosas; nos sentimos golpeadossorpresivamente y echados al circo con unas fieras que no paran de ensearnos los dientes da tras da con laprima de riesgo, el dficit que tenemos, la deuda acumulada, los intereses asfixiantes o un supuesto rescateque parece dar ms miedo que un ataque.

S, notamos la crisis por sus efectos materiales, e intuimos que ha habido unaquiebra de valores o un travestismo de los mismos, presentndonos la codicia, elegosmo, la irresponsabilidad o responsabilidad no asumida, el despilfarro, comosi fueran valores para el xito.

Nuestra mayor crisis es nuestra falta de proyeccin. Faltan corredores de fondo.

Priman por doquier la rapidez y las distancias cortas, la inmediatez y elpragmatismo. Faltan personas que presenten sin complejos otros ideales. Sincomplejos, convencidos y testigos que arriesguen sus vidas. La inmediatez de lasmetas cortas hace que la motivacin se apague enseguida o la frustracin seasiente en el que no lo consiga rpidamente. La materialidad de nuestras metas tampoco sacia nuestrosanhelos ms profundos. El largo camino que requieren las metas ms interesantes slo se puede hacer sisomos capaces de alimentarnos durante el mismo, si llevamos dentro de nosotros la fuente que nos sostenga alo largo del camino, en las dificultades, cansancios y dudas. Cuanto ms sublimes son las metas que buscamos,mayor tiene que ser la fuente que nos alimente. sta no puede ser otra que una relacin de amor y confianzacon el autor de la vida, complicidad y abandono que nos d la seguridad de poder ser llevados a donde nosotrosno podramos llegar. Algunos piensan que es espiritualismo, y no estn faltos de razn si nos sentamos junto ala fuente a beber de ella sin dar un paso. Pero cunto podr durar el camino del que no lleva alimentoconsigo? Necesitamos beber de la fuente y ponernos a caminar, para lo que es bueno cargar con ella. Ese idealsupieron transmitirlo los primeros cistercienses en medio de una sociedad centrada en ideales caballerescos que

tambin buscaban en la conquista inmediata el elixir de una felicidad que se manifestaba poco duradera.

Vivimos en un momento de crisis y hay que ir a la raz. Unaraz daada donde descubrimos el pecado de la codicia y lainjusticia que enferm al rbol. Unas ramas que sufren lo queotros daaron, no porque fueran peores que nosotros, sinoporque estaban ms cerca de la fuente para contaminarlotodo. Y esto es lo ms dramtico. Podemos pensar que losmenos responsables de este desaguisado quedan exculpadospor virtud o por falta de ocasin? Sin duda que cada cual esresponsable de sus actos, pero no podemos limitarnos conapuntar a los culpables, que hay que hacerlo. Los grandespersonajes que han transformado la sociedad supierontransmitir unos ideales valiosos y atractivos testimonindoloscon su propia vida, hacindolos apetecibles e imitables.

La codicia es el afn de poseer ms y ms, adquirir lo superfluo que nunca nos llena por tener nuestro aljibeagrietado. Saber vivir con lo necesario, gozar viviendo con lo necesario sin acumular, nos hace ser seores de

Desde HuertaDesde HuertaDesde HuertaDesde Huerta


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nosotros mismos, no siervos de nuestras cosas, y nos permite compartir lo nuestro y no apropiarnos de loajeno.

Los primeros monjes cistercienses ansiaban esa simplicidad, esa rusticidad que llamaban ellos, nada parecidoal minimalismo esttico y caro, sino en sintona con la naturaleza, con el campo (rus), buscando lo natural, laarmona con la propia existencia que se goza por lo que es, sin poner su corazn en lo que tiene. Se acepta lavida en su austeridad y rusticidad natural para descubrir su autenticidad, sin el oropel engaoso de lasuperfluidad que termina atrapando el corazn y alejndonos de nuestros semejantes o hacindolos invisibles anuestros ojos.

Hoy tambin tiene algo que decir esa intuicin cisterciense. Slo necesita testigos que la traduzcan en sus vidasy que sirvan de luz para renovar los valores de una sociedad en crisis.

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por Pilar, Ciudad Real

El pasado junio, el Santo Padre Benedicto XVI proclam el Ao de laFe, que comenzar el prximo 11 de octubre, coincidiendo con el 50aniversario de la apertura del Concilio Ecumnico Vaticano II y el 20aniversario de la publicacin del Catecismo de la Iglesia Catlica, yterminar el 24 de noviembre de 2013, Solemnidad de Nuestro Seor

Jesucristo, Rey del Universo.

En este momento actual de nuestra sociedad, en el que la carencia devalores, no solo espirituales sino tambin ticos es cada vez mayor, yen donde una gran mayora, incluso de bautizados, han ido apartandoa Dios poco a poco de sus vidas, la Iglesia nos propone, que duranteun ao reflexionemos y redescubramos el camino de la fe, de talmanera que nos dejemos transformar por la Palabra y por el Pan deVida hasta llegar a entrar en comunin con Dios, y as, llenos de fuerzainterior seamos luz para todos cuantos nos rodean.

Jesucristo nos dice: Vosotros sois la luz del mundo. No puedeocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco seenciende una lmpara para ponerla debajo del celemn, sino sobre elcandelero, de tal modo que alumbre a todos los que estn en la casa.

Brille as vuestra luz delante de los hombres, para que viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestroPadre que est en los cielos (Mt 5; 14-16)

Lo primero que tendramos que preguntarnos es que entendemos por fe. Esta palabra, procede del latn fider:"confiar". En la terminologa religiosa, significa "el asentimiento firme de la voluntad a una verdad basada solay nicamente en la revelacin divina.

Tener "fe en alguien" es "fiarse" de esa persona. Es, por eso, "confiar" y "ser fiel" (tener "fidelidad") hacia aqulen quien confiamos o en quien tenemos depositada nuestra fe.

La Carta a los Hebreos nos da una definicin y nos dice que la fe es la certeza de lo que se espera, laconviccin de lo que no se ve.

Pero la fe no es esencialmente un acto intelectual. Jess no nos dice solamente que el que crea se salvar, sinoque nos pide que vayamos por el mundo proclamando la Buena Noticia. (Mc 16; 15-16) La fe por tanto es unaexperiencia de Dios, una vivencia que nos lleva a ser fieles a l, llegando incluso hasta dar la propia vida sillega el caso.


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Tambin la Epstola de Santiago nos dice que la fe sin obras es una fe muerta.

A los que tenemos ya una cierta edad, de pequeos se nos fue inculcando la fe de una manera un tantopobre, creo yo. Fe y razn han estado reidas hasta hace bien poco. La cuestin era creer sin ms. Lo mejorera no hacerse preguntas ante ciertas cosas que la mente humana no poda comprender. Era incluso pecadoplantearse cualquier duda. Lo importante era insistir en el pecado por infidelidad o apostasa, en el pecadopor no confesar la fe o negarla y en el pecado por no profundizar y preservar la fe de los posibles peligros. Qupocas veces se nos hablaba de la fe como confianza en Aquel que nos ama! Por eso, seguramente no somos

capaces de mover montaas.

Cuando leemos el Evangelio, vemos cuantas veces Jess recrimina a los fariseos que antepongan elcumplimiento de la Ley al amor al prjimo. La fe en Dios de la mayora de los judos era simplemente eso, elcumplimiento de la Ley. Sin embargo tambin nos encontramos en el Antiguo Testamento con ejemplos degrandes creyentes como: No, Abraham, Moiss, y as un largo etctera hasta llegar a la Virgen Mara, lacreyente por excelencia, que supieron entender la fe como una confianza plena en la voluntad de Dios.

Y nosotros, entendemos tambin la fe como una confianza absoluta en ese Dios Trinidad que nos ama hasta elextremo?

Me deca alguien hace poco que a partir de una cierta edad, lo que tenemos no son crisis de fe, como muchasveces decimos o pensamos que tenemos, sino crisis de confianza y eso es verdad. No dejamos de creer en Diossino de confiar en l ciegamente cuando las cosas no salen como esperbamos y Dios nos sorprende con

respuestas distintas a lo que pedimos o ni siquiera nos responde.

La fe es probada cuando los sacrificios exigidos parecen irrazonables, cuando los misterios de la providenciadivina parecen no resolverse y cuando las promesas de Dios parecen irrealizables.

La fe triunfa cuando se cree en la grandeza de Dios a pesar de las dificultades, cuando se confa en la bondadde Dios a pesar de las apariencias y cuando se obedecen las rdenes de Dios a pesar de las consecuencias.La fe posibilita descubrir las huellas de Dios en las criaturas. Si furamos capaces de ver a Dios en todaspartes, nuestra oracin se convertira en una oracin de fe!! Dios espera que miremos todas las situacionesque vivimos y en particular las ms difciles con los ojos de la fe, solo as, por ejemplo, el sufrimiento nostransformar interiormente. Solo quien cree de verdad sabe ser agradecido por todo.

La fe consiste en apoyarse en Dios, en su poder y en su amor y no en sus dones ni en los smbolos de su

presencia. La madurez de la fe es el total abandono de nosotros en l. El verdadero creyente nada espera de smismo sino que todo lo espera de su Seor. La fe es el reconocimiento de nuestra propia incapacidad, de quetodo lo que tenemos es don y nada poseemos.

Es muy fcil decir: Creo, pero nuestras obras deberan ser la prueba irrebatible de la fortaleza de nuestra fe,y esas obras no son otras que las que surgen de la caridad y del amor al prjimo.

VIVAMOS CON CONFIANZA PLENA ESTE AO DE FE QUE COMIENZA!!!

VALORMONSTICOPARAREFLEXIONAR

CURSO2011-2012

ELELELELSILENCIOSILENCIOSILENCIOSILENCIO


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por Santiago Ruiz, El Encuentro

Mis pequeos hermanos, a quienes yo soy se ha revelado, Jess, vino a mostrarse, para que le

comprendiramos y nos comprendiramos comprendindonos en El. El es el camino y no soy no puedo vivirsi no es en El, el Hijo y el Uno en Yo soy. Yo soy nos creo santos, imagen de todas las dichas posibles,imagen no soy de yo soy, para ser eternamente felices en Dios, uno y trino, pero no soy se escuch y derepente crey que se oa y se dijo, todo es yo soy y sin saberlo se equivoc y dio en desordenarlo todo. Yosoy se sorprendi, se entristeci y busc a aquellos no soy que trataban en vano de aclarar la confusin. Sepresent ante no soy con La Palabra, y se hizo no soy, para recordarnos como era imprescindible sentirnosno soy para vivir en yo soy, para volver a yo soy, al origen y a la eternidad, porque todo se pierde fuerade yo soy.

Pero la mente de todo yo soy est muy enferma; ni escucha, ni ve, ni entiende; se ha formado muchas clasesde imgenes y se ha convertido en todo yo soy ms. Jess todo lo soporta, para todos tiene un sitio en suinterior: no soy, todo yo soy, todo yo soy ms Y dentro de El se oye todo y se oye cada cosa que damucha pena.

Mara est tambin, es la primera no soy, por toda la eternidad; escucha ms que nadie, porque es la quems entiende no soy, porque es como nosotros, ella no es yo soy, es la que ms padece, porque es la quems vive en Jess, es lo que tiene ser el ms no soy, porque si eres un buen no soy vas a ver ms enJess, hasta verlo todo, hay muy pocos. Pero al mismo tiempo ests ms cerca de yo soy y eso todos dicenque es un inimaginable fuego de amor, que termina abrasndolo todo; abrasado de amor, debe ser que al finalno queda ms que amor. Por toda la eternidad.

Quiero ser un buen no soy, con Mara y en Mara, andar en los pies de Jess, hablar en la Palabra de Jess,mirar en los ojos de Jess, abrazar en los brazos de Jess, sufrir en el dolor de Jess, y morir en Jess paratoda la eternidad.

Y dijo Dios a Moiss: Yo soy . Por lo tanto, yo no soy, ni escrito, nirecordado. Yo vivo en Jess, soy cristiano en Jess. Jess es el nicocristiano, primero y eterno. Ni florecilla del camino, ni pjaro en la maana.Porque no soy vivo por Jess, vivo como Jess. No soy no vive, si noes. No soy est en Jess, pues no es nada sin Jess. Ando en los pies

de Jess, veo en los ojos de Jess, hablo la palabra de Jess, abrazo en losbrazos de Jess, duermo en el sueo de Jess. Amo en el amor de Jess,beso en el beso de Jess. Yo no soy para ser en El. Me tropiezo en lasrodillas de Jess. Me angustio en la angustia de Jess. Padezco en elpadecimiento de Jess. Lloro en las lgrimas de Jess. Estoy crucificado enla cruz de Jess. Muero si muere Jess. Me preocupa lo que le preocupa aJess. Mi fuerza es la fuerza de Jess. Porque sin Jess no soy. Soy conEl, soy por El, soy en El. Soy dichoso en la dicha de Jess. Espero en laesperanza de Jess. Escucho en la escucha de Jess. Oro en la oracin deJess. Porque no soy ni oye ni ve ni entiende.


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DIOS HOY?Creyentes y no creyentes ante un nuevo paradigmaEnrique Martnez Lozano

ISBN:9788483534298Coleccin: ESPIRITUALIDADEdicin:2- 2007Pginas:176Formato:13,5 cm x 21 cmEncuadernacin: RsticaPrecio: 11Editorial:NARCEA

Para muchos de nuestros contemporneos, Dios es algo del pasado, y seragnstico es la solucin para un mundo desarrollado y progresista. Ante eso, este libro quiereayudar a los cristianos, que venimos de una tradicin de veinte siglos, a hablar de Dios teniendo encuenta el momento en el que vivimos, y mostrar a los no creyentes que creer es algo razonable yactual y que, ms all de prejuicios, la fe no tiene nada de alienante sino que es en s misma unaopcin profunda y liberadora.

No es ste el primer libro que recensionamos de Enrique Martnez Lozano. Una vez ms laactualizacin de la fe desde su visin del mundo despus de la Modernidad es una puesta al da yun reto para creyentes y no creyentes.

El Extracto del ndice:

1/ El eclipse de Dios: Desencuentro fe-cultura. El fenmeno de la secularizacin. La crisis de laModernidad.2/ El anhelo que no cesa: Hambre creciente de interioridad y de espiritualidad. Espiritualidad,reconstruccin y transformacin interior. Pero en realidad, qu anhelamos?3/ Qu decimos cuando decimos "Dios"?: Proyeccin y manipulacin de lo divino. La razonabilidaddel creer. Decir "Dios" en el paradigma de la Modernidad.4/ Acceso a Dios?: Un camino: la experiencia. Meditar para vivir el presente en profundidad.

Nos describe las etapas de esta puesta al da de forma precisa, situando con toda claridad el desdedonde podemos adentrarnos en esta nueva visin: Es tiempo de hablar de Dios aunque,afortunadamente, seamos cada vez ms conscientes de que slo desde el terreno de la mstica y dela prctica es posible elaborar un discurso autntico y respetuoso acerca de Dios (G. Gutirrez).Slo as, desde el centro de la persona y desde una prctica coherente, podremos aportar algode luz frente al descrdito, el mal uso, la desconfianza que se unen tantas veces con el meronombre de Dios, al abuso de su nombre tanto en el atesmo como en la defensa de su existencia.Cuando no se hace desde la mstica y desde la prctica, cuando no se hace desde el centroexperiencial del ser humano, el hablar de Dios se convierte en ruido que no augura nada bueno. Ysigue habiendo hoy mucho ruido en torno a Dios.

De ah la claridad de su objetivo:

Pretendo, en definitiva, ayudar a vivir la fe de un modo lcido; se puede creer de una manera absolutamente inteligente, coherente, un modo de vivir la fe que introduce en un proceso de profunda transformacin

personal, por el que el creyente llega a ser mejor persona, gozoso; la fe es fuente de armona y unificacin, y

plenificante, porque nos lleva a vivir en nuestra verdad de fondo.

Enrique Martnez Lozano es psicoterapeuta, socilogo y telogo. Es autor de varios librosy se halla comprometido en la tarea de articular psicologa y espiritualidad, abriendonuevas perspectivas que favorezcan el crecimiento integral de la persona. Su trabajoasume y desarrolla la teora transpersonal y el modelo no-dual de cognicin.Ordenado sacerdote en 1974, estuvo trabajando once aos en la dicesis de Azul(Argentina). Sigui una formacin psicolgica y teraputica en el Organismointernacional Personalidad y Relaciones Humanas (PRH), al que perteneci y en el quetrabaj hasta el ao 2000. Tras unos aos en unas parroquias rurales de Teruel, en 2004

pas nueve meses viviendo en la comunidad cisterciense de Santa Mara de Huerta(Soria).


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por Luis, Cronista Oficial de Fraternum

OTOO EN HUERTACRNICA DEL ENCUENTRO DEL 22-9-2012

As es. Otoo en Huerta, o lo que es lo mismo encuentro de la Fraternidad en Santa Mara de Huerta el 22-9-2012, porque ese da, precisamente, se iniciaba la estacin del otoo. Y lo digo con cierta nostalgia y muchaalegra porque curiosamente con este mismo ttulo publiqu un artculo en un peridico de Soria en el ao1994. Y todo ello lo senta en el bosque del monasterio despus de comer, en mi experiencia del silencio: Lavida no se para, el ciclo eterno se repite; muerte y vida se suceden sin que el hombre sea capaz de adivinar elmisterio y que lo motiva, y en esta duda de irse para volver. Todo ahora en otoo desaparece lentamentedejando al descubierto la cruda realidad de la existenciael rbol que ocultaba verderoles/descubre susistema anatoma/ de donde han de brotar cuerpos ms jvenes:/ rboles ya de verdades, sinmentiras de hojas, ni sombras de las ramas,/ por el fro hoy tormento, ayer caricia- (MiguelHernndez).

El encuentro de este da, el primero del otoo, cont con unaasistencia numerosa de fraternos; hasta 43 se dieron cita paravivir en comn esta jornada. Tras los saludos de rigor, ydespus de la oracin en la capilla, reunidos ya en la salahabitual, que a veces se queda pea como ocurri en estaocasin, el Abad Isidoro nos inform de las novedades mssignificativas del monasterio. Las obras del claustro platerescovan a buen ritmo y se espera que en un par de mesesfinalicen; tambin van a buen ritmo las del monasterio

asistencial de la Orden que se esta construyendo dentro delrecinto de Montesion en Toledo.

En el capitulo de espiritualidad habl de la posibilidad dededicar un ao a la consideracin especial de El Silencio,dada la importancia que tiene en la Regla de San Benito, y por

ello en el da de la fecha se pretenda que fuese como un pistoletazo de salida, y de ah que propusiese que porla tarde se hiciese una experiencia personal del silencio, observando cada uno de nosotros su interior, yprofundizando en la mente y en las emociones y sentimientos. Cada uno era libre de elegir el lugar, el bosque,los claustros, la capilla, la iglesia o cualquier lugar. Por la tarde, despus de nona, se compartira la experienciaen pequeos grupos, pero no habra puesta en comn de todos.

Por su parte Polo, el Coordinador General, record la necesidad de proceder en el mes de octubre prximo a laeleccin de los coordinadores de grupos, e invit a los actuales a que dieran cuenta de las novedades habidasltimamente en cada grupo.

Tambin inform sobre las obras de la Cilla y las aportaciones que pueden hacerse, y de la recaudacin habidapara la obra de Jess Caminante.

M Paz, a continuacin, dio cuenta de su participacin en el Congreso Internacional de Telogas sobre eldesarrollo del Concilio Vaticano II.

Sigui la charla del H Eduardo, que profundiz sobre los textos de los Padres y Madres cistercienses, y en laespiritualidad que los mismos trasmiten. En la de hoy se centr en los Sermones litrgicos de San Elredo deRieval, La Asuncin y el Nacimiento de Santa Mara, facilitando para una mejor comprensin una sntesis ogua de los mismos.

La celebracin de la Eucarista, seguida de la comida, dieron fin a la jornada matinal.Por la tarde, como se ha indicado anteriormente, y despus de nona, cada uno vivi su experiencia del silencio,compartindolo posteriormente en pequeos grupos, siguiendo posteriormente la continuacin de la charla delH Eduardo sobre San Elredo.


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Como es habitual, y para finalizar las labores de este da, elrezo de Vsperas nos acerc un poco ms a cada fraterno ya cada monje con la oracin comunitaria.

Termino esta sencilla crnica del encuentro del 22-9-2012con las mismas palabras que conclua aqul artculo de1994, porque pienso que muestra ese sentimiento que enel silencio vivido hoy anida en mi interior, y acaso en el

de otros: En este ambiente, acaso el misterio del otoo,adquiere en Huerta una dimensin singular. Adems de loscolores infinitos de estos das que en todos los lugaresdestacan, aqu florece un brote de espiritualidad que puedeiluminar los caminos que andamos.-Y en la anchasenda hmeda, los rboles amarillos, seguros deverdecer, alumbran, a un lado y otro, vivamente,como suaves hogueras de oro claro, nuestro rpidocaminar- (Juan Ramn Jimnez).

FESTIVIDAD DEL CORPUS CHRISTI(10 de Junio de 2012)

por Mari Paz, MontesinDE CAMINO A VIGILIAS

Me adelant a la aurora,

al primer pjaro,a la primera notame adelant.

Y antes que al pjaroal tren,me adelant.Al de las cinco-menos-cinco,s, a ese me adelant.

Atraves, altiva,el paso a nivel.dejando menospreciados,semforoy barrera tambin.

Juegan con prepotenciaa no dejarme llegar.Pero hasta el Jaln sabeque no lo conseguirn.

Me adelant a la aurora

al primer atisbo de luz,para iniciar el da en Vigiliade oracin, de blancas cogullas,himnos, antfonas y salmosen comunin.

Algn discreto bostezo,un estornudo, una tosel cuerpo se resistepero el alma, no.

Te tom la delantera, aurora!para escuchar el silencio,vibrando al sondel latido de corazonesen la oracin.

Ya puedes llegar, aurora,tuyo es el da,la noche, no.


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por Paula, El Encuentro.

Lemos emocionados, Lourdes, Leonardo y yo, la Cartade Cofraternidad.

Ese da senta dentro de m una alegra emocionada ypacfica. Iba a firmar el compromiso de vivir los valoresCistercienses, siguiendo la Regla de San Benito, comolaica, ante Dios y acompaada de nuestros hermanosmonjes y laicos. Saba que Jess ha sido quien me haconducido hasta aqu y lo seguir haciendo.

Por fin encontr lo que realmente estababuscando!....y siempre me he preguntado el porqu deuna vida distinta de la que yo eleg al formar una familia

y.numerosa. Me he arrepentido de haberla elegido?No! Dios va guiando nuestros caminos y me doy cuentade que en lo profundo de mi senta siempre esanostalgia, esa necesidad de vivir una vida mas plena, a

la vez que me senta feliz y responsable de todo lo que conlleva criar a los hijos.

Encontrarme con el Cister ha supuesto para mi como el cumplimiento de aquello de Ya es hora dedespertaros del sueo, porque ahora tenemos la salvacin ms cerca que cuando empezamos acreer (Rom. 13,11) que nos recuerda San Benito en el Prlogo de la Regla.

S que estoy muy en el inicio del camino, pero estoy en l. Siempre he llevado dentro de mi la presencia delMisterio y voy comprendiendo que para encontrarlo no hace falta romperse la cabeza, sino el corazn comodeca Blondel. No es importante lo que yo haga, lo que s lo es, es el amor incondicional de Dios que es quiennos ha elegido y nos gua en el camino de nuestra vida, que siempre contiene en s misma la alegra y el dolor.Por ello nuestra vida no est dividida, sino que forma un todo, que se hace Uno con el Amor de Dios. Mipertenencia a la Fraternidad la viv ese da, y la vivo en Espritu y con el corazn.

Por ello vivo el Monasterio como mi casa cisterciense, como me deca nuestro Abad, (especialmente Huerta yMonte Sin). Lo mismo sent cuando en Mayo fuimos a Cardea.

Doy mil gracias a Dios por haberme trado hasta aqu y tambin al testimonio y acogida de la Comunidad deMonjes, nuestro Abad Isidoro, nuestros formadores Jos Ignacio y Eduardo.

En resumen, haber llegado a este da, no supone que ya todo est hecho. Denodadamente pido a Dios la virtudde la humildad y el arrojo de no ceder al abandono de la tensin del Espritu.Pido y deseo para toda la Fraternidad que nuestra Madre, Mara, nos ayude a ser fieles y guardar todo lo quesuceda en nuestro corazn.


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por Miguel ngel, El Encuentro

Ya conocis todos, mi pasin por la caza. Hoy me gustara lavar un poco la mala prensa quetenemos los cazadores. En general, nos regimos por un instinto atvico que se pierde en la noche de lostiempos. Antes que recolector el hombre primitivo fue cazador, y son esos genes que provienen de nuestrosancestros los que todava perduran en nosotros a travs de las generaciones. Bien es verdad que en unosafloran, mientras que en otros no son ms que un recuerdo a rememorar en los libros de antropologa. En ellos,se estudia que ya en el Paleoltico los habitantes de la Tierra vivan de la Caza y la Pesca.

Si leemos el sesudo prlogo que dedico nuestro gran pensador, Ortega y Gasset, al magnfico libro del Condede Yebes 20 aos de Caza Mayor, veremos cmo nos explica muy bien por qu es natural que sintamos estos

deseos por la caza. l, entre otras ideas, nos dice que La caza es una actividad en la que un animal se afanaen cazar, mientras el otro se afana en no ser cazado.

Yo creo que siguen existiendo perdices, conejos y ciervos porque hay cazadores que se preocupan de quetengan su hbitat y su guardera. Si el principal elemento (el animal) de la actividad felicitaria como la defineOrtega- desaparece, se acab la actividad. El cazador es el primer interesado en que esto no ocurra. Aunquesolo sea por el mero hecho egosta de no perderla.

Pero el motivo de este artculo no es por mi parte la defensa a ultranza de la caza, si no contaros que aunquea alguno os extrae- tambin en las caceras se reza a la Virgen. Como dice Santa Teresa de vila: Cuandoperdiz, perdiz. Cuando penitencia, penitencia.

En la prctica de la Caza Mayor, y aunque ya lascostumbres han sufrido modificaciones, antes de

comenzar con el sorteo (reparto) de puestos, seoficiaba una Santa Misa a campo abierto. Hoy da,aunque en algunos lugares sigue existiendo esacostumbre, la mayora de las ocasiones se ha perdido,no as una Salve a la Virgen: se pide silencio a todo elmundo que, reverencioso, calla, y se reza por loscazadores difuntos un Padre nuestro. Luego, se suelerezar una Salve a la patrona de los cazadores, que es laVirgen de la Cabeza. Existe un precioso santuario enAndujar (os recomiendo visitarlo) donde se venera suimagen. Esta Salve (que podris leer ms abajo), laescribi D. Jaime de Fox, Conde de Rocamart, al quepersonalmente conoc; que fue Procurador en Cortes ypresidente de la Federacin Espaola de Caza. Tambinsobresali como gran escritor, encontrndose entre sus

obras (adems de la mencionada Salve a la Virgen de la Cabeza), un gran libro que se llama Solitario queversa sobre las andanzas de un viejo jabal al que pone voz. Este libro sigue siendo pieza esencial en labibliografa cinegtica espaola.

Aqu os dejo esta conmovedora oracin de que os hablaba, a La Virgen de la Cabeza:

Dios te salve, Virgen de la cabeza, reina y madre de misericordia, que desde las solanas delJndula, atalaya sois de las cumbre incmodas.

Vida, dulzura y esperanza nuestra en la grandeza de vuestro altar serrano, que cierran en columnasde rocas enmontadas los peotes del Tamujar y del Rosalejo, sobre los azules retablos de la sierraMadrona.

Dios te salve, Patrona de los viejos monteros.

A ti llamamos, Seora de las pedrizas y de las umbras. Los desterrados hijos de Eva, que ven enVos, la luz inmaterial que ilumina los riscos


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A ti suspiramos, Patrona de los portillos y de las manchas, gimiendo y llorando en este valle delgrimas, que a tus pies dividimos para tu patronazgo en esos valles del Estena y del Bembzar, delBullaque y del Sardinilla, del Jndula y del Guadiana, que en el mapa de Espaa mosaico son denuestra humilde ofrenda.

Ea, pues, Seora, Abogada nuestra; Desde tu altosantuario, laureado y castrense, bendice aquellossuelos que tu mirar sencillo endulz siempre y cierra

desde la spera negrura de los Alarcones y elContadero, hasta la sonrisa soleada de Valdegrana yel Socor, el garabato femenino de tu bendicingenerosa.

Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,para que la fuerza de tu amparo se extienda a loslejanos alcornocales de Hornachuelas y de la sierrade San Pedro; a los bravos montes de Ciudad Real yToledo; a las nieves del Pirineo y de Cantabria;donde unos hombres de buena voluntad, adorando ala creacin entera, en ti adoran a la ms alta y tiernade las criaturas.

Y despus de este destierro, Virgen Santa deAndujar mustranos a Jess, fruto bendito de tuvientre.

Oh clementsima!, Oh piadosa!, Oh dulce siempreVirgen Mara! Protege a cuantos aman las soledadesque te sirven de manto y el aire puro que es coronade luz en tu santuario.

Ruega por nos, Santa Madre de Dios, para queseamos dignos de alcanzar tus mercedes en elservicio de una caballerosa regla de intemperies, que ya condujo a Eustaquio el Romano, a Germnel Galo y a Huberto el de Aquitania, por la senda que lleva a gozar las promesas de nuestro Seor

Jesucristo. Amen.Yo he aprovechado muchas veces el momento de los sorteos, lo mismo en la caza mayor como en la cazamenor, pues aunque no todos los cazadores sean partidarios de los rezos, el mero hecho de decir que se va arezar por los cazadores difuntos, crea un respetuoso silencio, pues quien ms quien menos eleva un recuerdopor algn querido compaero ya desaparecido. Luego, acabado el Padre Nuestro y la Salve, se entona a coro unsonoro viva! a la virgen patrona del lugar, donde se est celebrando la cacera; y todo el mundo tancontento Y yo ms!


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por Santiago Ruiz, El Encuentro

A mitad de la calle dela ciudad, a ambos

lados del ro, crecaun rbol de la vida(Apocalipsis 22, 1-7)

Aquella maana, aquel silencio, una sensacin pacifica, como una desconexin, la permanente bsqueda delamor. La pequea Iglesia me crea una sensacin trascendente. Pero ocurri algo, me senta vaco. Perdi su

halo y me vi rodeado de cosas inertes, bancos, piedras, imgenes, puertas, paredes, cuadros, por questaba all? No me senta mal, era extrao, sentado, tranquilo, en silencio. Me imagin entrando por primeravez, preguntndome que haba en aquel lugar que mereciera la pena para que aquellas personas manifestasentanto respeto y veneracin, tan concentrados, Qu se podra decir? Plantas naturales, no me haba fijado.Qu hacan all las plantas? All no vive nadie, por qu las plantas. Pareca que estaban en buen estado, biencuidadas, con buen aspecto; un gran bcaro de flores rosas y blancas, y unas hojas verdes brotando de otramaceta, desparramadas, rodeando un pedestal. Alegraban la vista. Las plantas tienen eso, desde su sencillez,cambian el lugar, le dan vida, si.

Eso era. Eso era. Lo obvio (obvio/a: adj. Evidente, muy claro) Siempre ocurre lo mismo, la rutina nos hacepasar por alto lo obvio y nos perdemos la mitad de la vida. Hacemos las cosas sin pensar, ausentes, de formaautomtica. Estamos sentados junto a alguien y ni tan siquiera nos fijamos. Cuantas cosas me pierdo. Hoy porejemplo estoy sentado junto a alguien, junto a quien ya he estado sentado anteriormente, o puede que no,

igual es la primera vez, quizs me vuelva a sentar a su lado otro da, o no, puede que hoy sea la ltima vez; lesaludar con cario, le mostrar aprecio, le har ver cun importante es, aunque quizs no se d cuentaporque estar a sus cosas. All estaban las flores, depositadas con cuidado, por alguien que quizs no fueconsciente que aquellas plantas, por encima de todo, haban nacido para estar all, como nosotros. Tanto ellas,como nosotros buscbamos, necesitbamos, el verdadero alimento de vida, la luz y el agua. All estabasimbolizado, en ellas y en nosotros, el misterio de la naturaleza, la luz y el agua, cada da nos despertamos yvamos en su bsqueda, principio y fin del universo, la luz y el agua, toda la naturaleza se despierta para alabara Dios, a nuestro Creador, y agradecerle la luz y el agua.

Y cuando estoy frente a ti, o junto a ti, o caminamos uno al lado del otro, nos necesitamos, porque de ti y dem tambin sale la luz verdadera y en nuestras palabras se vierte el agua de vida. As como el Sacerdote no esotra cosa que luz y agua, nosotros recibimos su luz y su agua, si estamos dispuestos, porque no se vierte o sellega sobre cualquiera. Se ha de estar vivo, se ha de vivir la verdadera vida, nuestra raz tiene que estar bienarraigada, tendremos flores y frutos a la vista. Si nuestra tierra est muerta, y nuestra raz dej de recibir

alimento, la luz no dar reaccin alguna y el agua correr rpida, nada la retendr. No puedo permanecer msen mi seca soledad, he de abrirme con fuerza al amor y empezar a oxigenar la tierra, podar las ramas secas yenfermas, para que el prximo agua penetre hasta la raz y la nueva luz me haga reaccionar. Y cuando mesiente junto a ti, sentir la vida, sentir la fuerza de la naturaleza, buscaremos la compaa de las plantas y nosvolveremos al Creador con alegra para agradecerle la luz y el agua del nuevo da. Amor para ti, amor en ti,amor para mi, amor para todo lo creado. Me sentir vivo, no volver a dar nada por obvio (obvio/a: adj.Evidente, muy claro).

El ngel del Seor me mostr a m, Juan, el ro de agua viva, luciente como el cristal, que sala del trono deDios y del Cordero. A mitad de la calle de la ciudad, a ambos lados del ro, creca un rbol de la vida; da docecosechas, una cada mes del ao, y las hojas del rbol sirven de medicina a las naciones. All no habr ya nadamaldito. En la ciudad estarn el trono de Dios y el del Cordero, y sus siervos le prestarn servicio, lo vern caraa cara y llevarn su nombre en la frente. Ya no habr ms noche, ni necesitarn luz de lmpara o del sol,

porque el Seor Dios irradiar luz sobre ellos, y reinarn por los siglos de los siglos. Apocalipsis 22,1-7


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EXPERIENCIA MISIONERApor Carmen, La Via

Todo empieza con el derecho y el deber de ayudar a nuestros hermanos de otros pases que necesitan denuestra colaboracin. Hace unos aos y a travs deunos amigos, me invitaron a una reunin sobrealgunos testimonios de misioneros que habancolaborado en distintos pases. Empec a pensarsobre ello y a pedirle al SEOR que me aclarase esas

ideas tan raras que estaban pasando por mi mentepero en vez de quitarme mi idea de ir yo tambincomo aquellos amigos, El me animaba para seguiradelante y luchar contra todos los contratiempos quesurgen en la familia y ms con cierta edad, as que lodej en sus manos y vi claramente lo que EL SEORme peda.

Me dieron a elegir algunos pases y yo por ladificultad del idioma, eleg Sudamrica,concretamente a PER, a la Prelatura de Moyobamba,ya que all haba sacerdotes toledanos. La Prelatura

de Moyobamba se encuentra ubicada al norte de Per, en plena SELVA AMAZNICA. Moyobamba est ubicada

en la Regin de SAN MARTIN, la cual consta de 9 provincias, la mayora de ellas en una situacin muy precaria,con grandes extensiones, muy mala comunicacin de carreteras, muchos habitantes con pocos recursoseconmicos y una cultura mnima. El evangelio llego a Per hacia el ao 1532, ms tarde, en el 1540 se fundMoyobamba, cuyo fundador fue el espaol JUAN PEREZ DE GUEVARA. le ayudaron unos frailes. Poco a poco sefue poblando de indios, y unos aos ms tarde, lleg la orden de franciscanos que se instalaron en el SUR haciael ao 1630 y en el ao 1638, llegaron los jesuitas que se instalaron en el NORTE. Tambin en aquella pocallegaron los Mercedarios.

En el ao 1802 se cre el Obispado de MAILLOS. Dos aos ms tarde, en el 1804, la Sede de dicho Obispadolleg a MOYOBAMBA y en el ao 1821 se hizo la independencia de Per, por la cual se expulsaron del pas a losfranciscanos y jesuitas . Hacia el ao 1834 la Iglesia sufri dos parones muy importantes en su Historia. Mstarde MOYOBAMBA pas a depender del Obispado de CHASAPOYAS. En el reinado de PIO XII, el Santo Padre,les encomienda a los Pasionistas que se ocuparan de dicha Prelatura. Aquello se fue poblando poco a poco, lospueblos se formaban junto al ro, ya que podan vivir de la pesca. Los habitantes de la costa y de la sierra son

ms trabajadores y dinmicos. Los habitantes de la selva, son ms tranquilos y raros, hasta llegar aesconderse, si oyen ruidos o ven algn misionero que se les acerca. Los Pasionistas dejaron aquellas tierrassobre el ao 1995, y unos aos ms tarde, la Santa Sede encargo la Prelatura de MOYOBAMBA al Arzobispadode Toledo, desde entonces estn all sacerdotestoledanos, los cuales nos han abierto el camino a losmisioneros. Nuestra misin all es muy intensa, ya quecomo dice el evangelio La mies es mucha y los obreros

pocos.

All hay sacerdotes de nuestra dicesis y tambin han idode otras dicesis de Espaa, ya que la poblacin es tangrande que no pueden atender tantas necesidadesreligiosas y econmicas. Hay comunidades enclavadas enplena selva; despus de ir en carro, hay que llegarandando hasta dicha comunidad cerca de una hora oms. Cada sacerdote lleva una veintena de comunidadespor eso le tienen que ayudar los misioneros y losanimadores, los cuales son seores que se les prepara


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para poder dirigir cada domingo la Liturgia de la Palabra. Como los sacerdotes son muy pocos, en cadacomunidad se celebra la Santa Misa cada mes o incluso ms tarde. Nosotros los misioneros les ayudamos a darcatequesis a distintos niveles, ya que hay que empezar por el adulto, jvenes y nios. Tambin visitamosenfermos y si necesitan llevarles al medico los llevamos en nuestros carros. Con frecuencia surge tener queayudarles en sus necesidades econmicas ya que hay un alto nivel de pobreza. Hay problemas con la religin,ya que hay muchas confesiones: Mormones, Adventistas, Evanglicos, Testigos de Jehovah, etc.... As que sialguno se anima,se le invita a venir a echar una manitaa nuestros hermanos en Cristo, que ellos all siemprenos estn esperando con una gran sonrisa y un verdadero abrazo de hermano. Una misionera.

TELOGAS EN EL REFECTORIO DELOS MONJES BENEDICTINOS

Impresiones del Congreso Teolgico Internacional Las Telogas vuelven a leer elVaticano II: asumir una historia, preparar el futuro celebrado en Roma del 4 al 6 de

octubre de 2012 en el 50 Aniversario del Vaticano II

por Mari Paz Santos, Montesin

Al llegar al Pontificio Ateneo S. Anselmo, bellsimo enclavemonstico de monjes benedictinos, me d cuentainmediatamente de que el Concilio Vaticano II, que inici el PapaJuan XXIII en el ao 1962, y del que celebramos este ao el 50aniversario, era la causa inicial de que este Congreso detelogas se pudiera estar celebrando en semejante espacio.

Me comentaron que hasta principios de los aos setenta,ninguna mujer haba entrado en los metros cuadrados de estemonasterio benedictino masculino. En los das que ha durado el

Congreso, el gran refectorio (comedor de los monjes) se haconvertido en sala de conferencias para acoger a ms dedoscientas telogas de veintids nacionalidades: Argentina (3),Austria (1), Australia (2), Brasil (2), Canad (2), Chile (1),Colombia (1), Croacia (3), Francia (4), Alemania (3), Italia (136),


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Mxico (5), Nicaragua (1), Noruega (1), Paraguay (1), Per (1), Rumania (3), Espaa (43), Suiza (1), Reino Unido (8), USA (3),Repblica Dominicana (1),

Como mujer me siento agradecida a Dios, a los padresconciliares y a los monjes benedictinos por este detalle que,como tantos otros que se introducen en la vida y dejan nollaman la atencin, pero que no hay que perder de vistasobretodo pensando en lo que todava queda pendientedespus de cincuenta aos del Vaticano II y hay que seguir enla brecha.

Si el espacio del Congreso me llev a esta primera e inocentereflexin, qu decir del hecho de ver aquella gran sala llena demujeres telogas, muchas de ellas catedrticas en diferentesuniversidades del mundo. Tambin me alegr ver la presenciade algunos hombres en este Congreso, tanto asistentes comoponentes de algunas charlas. Al fin, de lo que se trata es decaminar juntos.

Las 15 ponencias han tratado de transformaciones en la Iglesiay en el mundo en estos aos, de antropologa, relacioneseclesiales, instituciones, temas ecumnicos, cambiosculturales, comunicaciones, etc. desde la perspectiva femenina en la Iglesia y en el mundo.

La presencia acadmica femenina en la Teologa es un hecho sin retorno, pero adems tiene por delante un camino que, comotodo lo que es vida, no puede quedarse anclado en los logros y los reconocimientos, ni en los rechazos o zancadillas, sinoavanzar haciendo posible que la mujer sea ciudadana de pleno derecho en la tierra como en el Cielo.

A continuacin comparto algunos apuntes rpidos tomados en las conferencias:

-Contra el poder, desafiar el sentido comn: soar y creer, crear lo que creemos y soamos-La espiritualidad avanza a pasos agigantados, no as la teologa-La teologa feminista ha recuperado la conciencia de las mujeres sobre su nocin de dignidad-Por qu se habla de toda la Iglesia si no est representado el 50% de la Iglesia?-Hombres y mujeres son iguales, toda discriminacin est contra el plan de Dios-Hay una dimensin moral en el trato de las mujeres en la Iglesia-Queda mucho por hacer para aumentar la autoridad de las mujeres en la Iglesia-En el Concilio de Nicea ya hubo participacin de las mujeres-La mujeres fueron invitadas a participar en el Vaticano seis das despus de empezar el mismo. No

obstante, fue un paso importante, aunque tomado a toda prisa-Algunos padres conciliares haban solicitado la participacin de los laicos,

hombres y mujeres, que participaron como auditores y en los ritos solemnes-Una mujer que fue invitada a participar, pregunt: En qu reuniones puedo participar? Le contestaron: Sloen las que afecten a las mujeres. Ella contest: Bien, entonces, podr participar en todas.

-La Iglesia puede aprender de las mujeres que ensean con autoridad en nuestro tiempo-El magisterio es el arte de ensear con autoridad-Magisterio, cuestin de qu y no de quin-Teologa y Doctrina es el medio con que la Iglesia evoluciona con la Historia-La participacin de las mujeres en la Iglesia se da desde el primer da de la creacin de esta-Jess fue ayudado por muchas mujeres que iban con l-Desde el principio de la vida apostlica hubo mujeres: maestras, discpulas, profetas-El magisterio debe involucrar a todo el pueblo de Dios Debe escuchar a las mujeres.-El Papa Benedicto XVI dijo refirindose a otras religiones: No hay que tener celos. Esto vale igual para las

mujeres

-El Papa Pablo VI, al ver a una auditora del Concilio, en una reunin con todos los auditores le dijo: Ah,nuestra colaboradora!-Muchas voces de mujeres en la teologa se consideran con sospecha-Teologa: como ciencia (investigacin) y como servicio a la Iglesia, aunque el resultado no est de acuerdo

con lo que dice la Iglesia, como ocurri antes del Concilio con telogos como Rahner, Congar, Lubac-La crtica a la Iglesia nunca ha sido bienvenida-Las mujeres han ejercido el magisterio en el servicio pastoral y en la enseanza.-El Vaticano II tiene un futuro para los que nos siguen. Hay que contar el Vaticano II sino morir con

nosotros-Hay que seguir adelante ms all de las dificultades del momento-Se habla demasiado de las mujeres y sucede lo que deca Aristteles: que cuando un modelo se llena de

contenidos ya no sirve como modelo universal-Prevalece la idealizacin de la mujer, la exaltacin de lo materno

-Situacin ambivalente: por un lado se alaba a la mujer y, por otro, no se acepta en espacios eclesiales ypolticos-Hay que llegar a comprender cual es el miedo que provoca lo femenino, para llegar a una justicia social-Concilio: todos los fieles y no slo los obispos son responsables de su fe, conferida en el bautismo


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-La conciliaridad debe suceder no slo a nivel eclesial sino tambin a nivel local, regional, universal, rdenesreligiosas, etc

-Situar otra vez a Cristo en el centro, no slo en la espiritualidad sino tambin en la teologa.-Se pide a la Iglesia que presente y hable de Dios y no tanto de la Iglesia.-La Iglesia ha de ser signo de los tiempos compartiendo con otras Iglesias que pueden tener otras

perspectivas-Ha de considerar el tema de las mujeres como prioritario, tomando en cuenta los dones de las mujeres.

Tiene que ser la Iglesia de todo el pueblo de Dios-Hay que predicar el evangelio de manera creble-Ante los cambios no se puede ser slo observador-El empuje de Pedro se quedara en nada sin Cristo-La confianza debe estar presente-La profeca es en nuestros das, ms que nunca, cosa a ver de forma personal y comunitaria-Se pide al Snodo que se plantee que la infecundidad de la evangelizacin hoy es un tema de espiritualidad

y compromiso-La situacin actual es complicada y compleja, y mucho ms para la mujer

Por ltimo, quiero resaltar escuetamente, lo que dijo una joven teloga italiana (Simona Borello) en su ponencia La tensinintergeneracional:

-Quines sern nuestros compaeros de viaje?

-La Iglesia ha de cambiar el lenguaje para hacer llegar el mensaje de Jess a las nuevas generaciones-Los textos del Concilio habrn de ser ledos de otra manera, de forma que se entiendan-Lugares de misin: nuevas tecnologas

No puedo dejar a un lado algo que he echado de menos en elCongreso: alguna ponencia sobre la Teologa de la Liberacin acargo de telogo o teloga de Latinoamrica. Se me haceextrao ya que esta teologa es fruto del Vaticano II y en cuantoa la incidencia en la vida de las mujeres de los pasescomprendidos entre la frontera del Ro Bravo y la Tierra deFuego, es vital. Sin olvidar la opcin por los pobres y su causa,que tiene en su haber mrtires venerados por el pueblo sencillo,como Mons. Romero, y miles sin nombre para nosotros perobien escritos en el corazn de Dios.

Me hubiera gustado ms tiempo para la palabra y el debate ytambin, sin duda, la celebracin de una Eucarista dondeofrecer lo vivido y pedir alegra y energa para lo que habr quevivir.

El ltimo da por la tarde asistimos a una sencilla obra de teatroIl papa, la carezza, la luna en donde qued reflejada lapersonalidad del Papa Juan XXIII y su inspiracin para convocarel Concilio. La teologa de la Liberacin tuvo su especial

homenaje. Me alegr.

Un momento especialmente interesante del Congreso fue el testimonio de algunas personas que participaron. Hubo 23mujeres, entre ellas Mara Luz Longoria de Alvarez Icaza, mexicana, casada y madre, entonces de 12 hijos (luego tuvo dosms) fue invitada junto a su marido, como representantes de una asociacin catlica de familia y matrimonio. Haban hechouna encuesta en su pas recogiendo ms de 20.000 respuestas de matrimonios catlicos: el trato a los divorciados y la

aprobacin de los mtodos anticonceptivos fueron votados masivamente como temas que deban ser tratados y cambiados enla Iglesia.

Cont, M Luz, una ancdota interesante que ocurri gracias a que un obispo de Canad le pidi que intercediera a la hora detratar el tema del matrimonio, para que se cambiara el segundo fin del matrimonio como remedio para la concupiscencia(aqu hubo carcajada general en el auditorio) y se pasara a considerar que la sexualidad es medio para el aumento del amorentre marido y mujer. M Luz pidi la palabra tmidamente, pues era la nica esposa y madre ante cardenales, obispos ytelogos y les dijo que pensaran en sus madres, considerando si cuando ellos fueron concebidos, se plantearon el hecho comoconcupiscencia o bien por el amor entre sus padres. Cuando acab de hablar, rein un gran silencio seguido de un intensodebate. Ella no entendi nada porque hablaban en latn. Al final la enmienda fue aprobada. Creo que el Espritu Santo soplsuavemente a M Luz para que hablara a los padres conciliares de la sencilla teologa de la vida, la familiar, la domstica, la delamor de los que se aman que no es terapia anti-concupiscencia.

Queda un ao por delante para celebrar el 50 aniversario del Concilio Vaticano II, ser un tiempo bueno para seguirinvestigando a nivel teolgico en los documentos; tambin de forma personal como bautizados y de forma comunitaria: ennuestros grupos de oracin, animando al debate a los jvenes, compartiendo con sacerdotes, religiosos y religiosas, monjes y

monjas todos.

Hay mucho por hacer y est escrito en los documentos conciliares sacudamos el polvo y que se abran las ventanas para queentre el Espritu que movi al Papa Juan XXIII a convocar el Concilio Vaticano II y nos anime a todos a seguir adelanteperdiendo el miedo a los cambios, nos aumente la Fe, sin dejar atrs la Esperanza y el Amor: es un tro que siempre va junto.


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Desde aqu quiero agradecer a las telogas italianas y a todas las personas que se han ocupado de la logstica del Congreso,su dedicacin, trabajo y buen hacer.

ENCUENTRO DE TELOGAS EN ROMA

por Isy, Tabor

Como Mari Paz ha hecho la crnica de este encuentro, yo solo dir lo que ha significado para m.

Lo primero es agradecimiento. Ha sido un don poderestar all conmemorando un acontecimiento tanimportante como fue el Concilio Vaticano II. Vivir estaconmemoracin con tantas mujeres, algunos hombres-motivo de ms alegra-, te hace reconocer que uno delos frutos del Concilio fue la apertura de la Iglesia a lasmujeres. La otra mitad de la Iglesia que, cuandocomenz el Concilio, no estaba representada, vaabrindose camino, despacio pero con paso seguro.

El lugar, S. Anselmo, otro regalo. Las conferencias eran

en el Refectorio. Si la conferencia resultaba un poquitopesada o la traduccin no era todo lo buena que sepoda esperar, una dejaba volar la imaginacin y vea alos monjes comiendo y escuchando la lecturacorrespondiente. El claustro, precioso, para pasear,cambiar impresiones y darte cuenta, con asombro, de

las personas, de tan diferentes lugares, con las que convivas. El idioma no era problema, te entendas con elcorazn.

Y, finalmente, el cansancio. Ese cansancio sano que hace que la primera noche en tu casa duermas 11 horasseguidas.

Es bonito vivir acontecimientos como este, pero es ms bonito si sabes que, cuando se acaba, puedes volver a

casa. Hay tantos que no.

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