Follari, R. - Epistemología y Sociedad

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    EPISTEMOLOGt Y SO IED D

    cerca del debate contemporaneo

    Roberto Follari

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    l3UOiCCA FLACSO

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    . INTRODUCCI6N 7

    CAPiTULO 1: La ciencia como real maravilloso

    CAPiTULO 2 : Sobre el objeto y el surgimiento de las cienciassociales 17

    CAPITULO 3: Alan Sokal . La insuficiencia de pruebas.. .. .. .. .. .. .. .. .. . 25

    CAPITULO 4: Sobre la desfundarnentacion epistemologica con-temporanea 37

    CAPiTULO 5: Proceso de objetivacion y constitucion social dela mirada 79

    CAPITULO 6: La verdad de otro modo cuestionada: el problemadel progreso cientifico de T. Kuhn a L. Laudan 87

    CAPiTULO 7: Sobre la inexistencia de paradigmas en las Ciencias

    Sociales 111

    2000 .. Homo Sapiens EdicionesSarmiento 646 2000) Rosario ..Santa Fe - ArgentinaTelefax: 54 341 4243399 .. Email: [email protected]

    Queda hecho el deposito que establece la Ley N 11.723ISBN: 950-808-286-0Prohibida su reproducci6n total 0 parcial

    Disefio de tapa: Valeria Gorrin

    Esta t irada se termino de imprimir en set iembre del atio 2000en Irnprenta Lux, Hipolito Irigoyen 2463, Santa Fe, Argentina

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    . Nada mas exacto y objetivo que el conocimiento cientifico, segun lasversiones aceptadas po r el sentido comun de los cientificos mismos. Nadamas parecido al dibujo natural del mundo que el mapa que ofrece la ciencia, segun las difundidas tes is de las epistemologias mas anticuadas y -sinembargo- ma s conocidas, al menos en Argentina 1). La pereza del pensamiento y la apelacion a la intuicion sensible -10 cual son dos modos de decir10 mismo 2)-, se imponen masivamente para hacernos creer que el conocimiento cientifico es una especiede fotografia de la realidad, una copia pasiva de sus caracteristicas intrinsecas, Esto oculta el hecho de que la ciencia esuna produccion,una construccion: por tanto, de ninguna manera una simpleconstatacion de algo pre-constituido. Y,a partir de alli, qu e en realidad -a ldecir del filosofo Heidegger-Ia ciencia es un fruto del platonismo. La ciencia seriaresultado de las tendencias espiritualizantes propias del pensamiento occidental postulado por l os g ri egos t ra s destronar a los sof is ta s) : demodo que su exactitud, su supuesta certidumbre, no serian otra cosa qu e Innegacion cerrada de la fal ibil idad, la imposibi l idad de aseguramiento, y lacontingencialidadpropias del conocimiento el acontecer- humanos.

    La ciencia puede asi ser advertida en 10que t iene de objetivacion ,mas que de objetividad ; es el fruto de una cierta forma de poner los objetosen perspectiva, de cap tar sus aspectos legaliformes y repetibles, de modo dehacer desaparecer de la percepcion aquello que -visto como desordenadoqueda fuera de dicho campo de estipulacion previa.

    Si hacemos caso a 10 que se abre desde una posic ion como la quehemos brevisimamente delineado desarrollarla implicaria un trabajo maslargo qu e el que cabe a esta publicaeion), caerian toda una serie de supuestosque suelen darse po r obvios, y pretendidamente naturales ;

    1.La ciencia no sefiala c om o s on los hechos; solo el comportamientoideal de leyes qu e en la realidad factica nunca se dan aisladas 3). Es decir:

    esta critica. Lo poscolonial de manera l en ta se va a fincando en algunosespacios del aparato universitario latinoamericano, y por ello entendemosnecesar io el debate. Este texto se publico originalmente en un cuadernillopor el CIPOST de la Univ. Central de Venezuela Caracas) en 1998.

    EI quinto trabajo es una reflexion acerca de las condiciones sociales ysu relacion con elconocimiento en la actualidad, a partirde ciertaapelacion ala dialectica. Esta presente como fondo la tematizacionde Alfred Sohn-Rethel,autor injustamentedesconocidoen laArgentina ya fallecido), probablementepo r haber pertenecido a la tradicion del pensamiento marxista. Es un trabajoque fuera publicado en la revista iosa Episteme de Rosario.

    Son ineditos los dos ultimos articulos. EI primero intenta discutir lacuestion del p rogreso en las c ienc ia s, la cua l fue ra puest a como central apart ir de Ia problematic a abierta po r T.Kuhn. Mostramos que en el habiaun a cierta nocion de tal progreso, mu y generica pero existente contra 10 queha solido criticarsele, suponiendo una total fal ta de respuesta de su parte altema). Tambien se tomaen cuenta la postura de Stegmiiller, quien demostrola logicidad de lateoria kuhniana. Y por ultimo, se discute la ideade Laudande evaluar a las teorias segun su capacidad de resolucion de problemas, y losaciertos tanto como las dificultades qu e ella suscita.

    En el trabajo final, proponemos que es erroneo referirsea la nocion de paradigrna en ciencias sociales, a pesar del amplio uso qu e se hace de lamisma . Y planteamos una al ternativa a la ca tegorizac ion que hace Kuhnsobre tales ciencias, las que en su discurso quedan relegadas a la inmadurezde 10 pre-paradigrnatico .

    Quedo en laesperanzade abrir espacio a algunos de los puntosrelevantes del debate epistemologico actual, y de ofrecerelementos parala necesariadiscusion.al respecto. Ello atafie no solo a los especialistas en epistemologia,sino a los cientificosmismos. Y tarnbien a aquellos que viven elpresentecon lamiradaatenta a los nuevos rumbos del pensamiento y la cultura.

    Roberto Follari

    Julio de l ano

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    la ley de la gravitacion universal se cumple, pero siempre existen resis tenciasa la caidade los cuerpos; muy claro resulta elcaso de los pianos inclinados, 0 las variaciones de temperatura de hervor de los l iquidos de acuerdo ala a lt itud , etc. En una palabra: las leyes cient if icas nunca surgen de un asimple lectura inmediata del comportamiento de 10real.

    2.Laciencia no dice 10real , sino que explica por medio de teorias. Elloirnplica que laciencia no surge de laobservacion -eegun a menudose cree 4)sino que implica siempre laexistencia de supuestos previos que son puestos acontrastacion por via de la exper ienc ia . Este es uno de los pun tos que mascontradicen la supuesta evidencia: como 10 real no habla (5), solo se haceinteligible en orden a los interrogantes conceptualesque se Ieforrnulan.

    3.En continuidad con el punto anter ior, la ciencia implica apelar a teorias, y ello a provocar recortesempiricos disimiles. Dicho mas facilmente: laobservacion no es neutral ni objetiva, se capta diferencialmente de acuerdoco n cuales son los supuestos -explicitos 0 no- que ordenan la mirada delobservador. De modo que s610paraaquellos que convencionalmente se hanpuesto de acuerdo sobre los criterios y protocolos observacionales, cabe establecer luego bases intersubjetivamente validas para observaciones en lasque pudieran acordar los t ip os de d es cr ip ci on e mp ir ic a. A t eo ri as (0 a paradigmas ) diferentes, corresponden recortes empiricos diferentes (modalidades disimiles de c1asificaci6n, por ej.),

    4.Teorias diferentes implican tambien categorias de analisis disimiles enrelacion a los mismos objetos del mundo (en realidad, al categorizar losdiferencialmente deja de ser factible tomarlos simplemente p or l os mismos ) (6). Es decir : se plantea lacuest i6n de la diferencia de lenguaje entreteorias. Si -corno toda la concepcion pragmatica dellenguaje muestra 7)ellenguaje no refiere inmediatamentea 10real, sino hace por mediaci6n decondicionessocioculturales especificas,cabe establecer que no existe un lenguaje neutro interte6rico que pudiera remitirdirectamente a 10real para resolverdiferencias, 0 para permitircomunicacion fluida. Ello lIeva al tema dela inconmensurabilidad entre t eo ri as (8) 0 paradigmas, que plantearaKuhn: dos teorias diferentes se sostienen en supuestos diferentes, y ellaimplica -por ej.- diferencia en cuantoa que seentiende por ejernplo relevante, que po r prueba empirica suficiente, etc. La consecuenciaes evidente: dosteorias no pueden resolver argumentativamente sus diferencias, ni tampocoempiricamente, dado que sus protocolos de validez son no/homologables. Laciencia crecera -rnuestra Kuhn- en razon de suposibil idad de resolver pro-

    b lemas, no de su mayor racionalidad en funcion de algiin supuesto patronneutro de 10que se pudiera entender por esta (9).

    5.No existe e l metodo cientifico, fetiche preferido de la mitologiacientifica. EIrnetodo depende del especifico objeto, y por ello es variable en cadacaso. Imposible practicar con el experimentalismo en Antropologia, 0 pararealizar el analisis clinico en Psicologia0 Medicina. Las ciencias no comparten un metoda -como machaconamente insiste el positivismo en retirada 10 -, sino la r igurosidad met6dica (respecto de la coherencia interna, lapostulacion de teorias piiblicamente expuestas, lacontrastaci6n empirica, elalcance del contenido empirico, etc.). Como bien se ha sei ialado, la insistencia en lacuestion del metodo suele esconderla incapacidad para advertir los

    problemas epistemologicos de fondo en laconstruccion de la ciencia (11).6.Las teorias cientfficas no estan comprobadas, en tanto son imposibles

    de comprobar. Ya mostr6 sobradamente Popper (12): en tanto los casosnunca pueden agotarse , s i er np re u na t eo r ia p o d ria h al la r u n f ut ur ocontraejemplo. Podria establecerse una teoria como falsa, pero es imposibledemostrarla verdadera. De modo que someter las teorias a contrastacionempirica es sin dudanecesario, pero no permite asumircomo valida lateoriaque pase positivamente la prueba. Es mas: varias teorias pueden resistir lasmismas pruebas empiricas positivamente, ser coherentes con elias, sin serteorias equivalcntes 0 coextensivas. Esto haria que hubiera ma s de unateoria verdadera sobre el mismo objeto (12), y que la prueba empir ica nofuncione como supuesto experimento crucial definitorio, como se pensabadesde el Circulode Viena (fundadordel positivismo 16gico).

    7.La ciencia no progresa l ineahnente, s ino per rupturas. Es decir: unanueva teoria habi tualmente plantca corte , no continuidad con la anter ior.

    Asi, laciencia no devela gradualmente una realidad pre-dada cuyas caracteristicas van apareciendo cada vez mas, sino define tal realidad en cada casodiferencialmente segun el tipo de aproximacion te6rica (13).

    8 .Una teor ia c ient if ica no se cae pa r un con trae jemplo . Lejos de Iaimagineria experimentalista, sc ha mostrado que una teoria resiste casosadversos, hasta tanto existaotra mejor que sea capaz de resolverlos. Ninguna teoria ca e hasta que exista otra que Iareemplace, por 10cual una teoria sesostiene mientras sus contrajemplos sean escasos, y resulte heuristicamenteutil en la resolucion de problemas de investigacion (14).

    9.Los cientificos no son grandes racionalistas dedicados a lacuestion deconfirmar0 refutar teorias, sino hombres ligados a la resolucion de proble-

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    mas concretos de investigacion, que suelen ser inconcientes de los supuestosteoricos de su actividad. Es esto 10aportado por la nocion kuhniana de paradigma , y ayuda a demitif icar la nocion de que son los cientif icos, suactividad y sus productos. La mayoria de los cientificos cree haberselas directamente con la realidad, no asume estar mediado por supuestos conceptuales especificos.

    10. E cientifico en consonancia con 10anterior, y en contra de posiciones como la de Popper no es un desinteresado buscador de verdades, sinoun sujeto socialmente condicionado que busca, en primer lugar, legitimarsedentro de lacomunidad cientitica. El elementoobjetivo de su posicion no esla referencia a una realidad incontaminada, sino a una situacionsocial objetivadentro de un campo de relaciones de poder en el aparato institucional delos cientificos, el campo (Bourdieu). Los cientificos no buscan abstractoconocimiento, sino concreto reconocimiento (15).

    11.Las posiciones que se tome en lasquerellas de interpretacion cientifica, estan condicionadas por ellugar relativo que se ocupa dentro del espaciosocial global, y tarnbien en el espacio de las jerarquias cientificas. Las tomasde posicion en el campo del conocimiento estan afectadas por situacionescontextuales ajenas a cientificomismo, de las cualesa menudo el cientifico no es conciente (16).

    En fin, podriamos continuaratentando contra los prejuicios constituidos sobre la ciencia. Adver ti r su relac ion con la dorninacion y el poder(Foucault, Escuela de Frankfurt), enmarcarla en relacion a intereses especificos que condicionan su tipo de perspectiva (Habermas), insistir en su actual creciente y peligrosa puesta al servicio de necesidades pragmaticas delaparato politico y econornico (Lyotard). 0 adentramospor la ruta que muestra que los sistemas fisiconaturales tambien son productivos, y por ello nolimitables al a explicacion causalista clasica (Prigogyne): 10cierto es que loscaminos estan lejos del bostezo positivista que aun habita la mentalidad de

    un amplio campo de los c ient if icos pract ices . A estos, les cabe todav ia apleno la frase que en un ambito de influencia diferente- sostenia C.Marx: 10hacen, pero no saben .

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    I . Estas posiciones las defienden autores como Mario Bunge 0 G.Klimovski, ambos confuerte peso en nuestro pais, aim cuando muy diferente calidad en sus aportes (el primero es autor de mas de treinta Iibros intemacionalmente reconocidos, mientras el segundo tiene una Iimitada obra escri ta)

    2. BACHELARD, G. LafOrmaciOn de l esplrilu cienlfllco, Siglo XXI, Mexico, 1979

    3. OLIVE, L Conoclmienlo, rociedody /valkiad problemas del analisis del conocimientoy el realismo cientifico), F.C.E., Mexico, 1988

    4. CHALMERS, A. u es esacosa lIamada c enc a Siglo XXI, Madrid, 1987, el capitulosobre el inductivismo ingenuo

    5. BOURDIEU, P.et al. : Eloficio de soc/o/ogo. Siglo XXI, Bs.Aires, 1975

    6. KUHN, T. La esrruc/ura de las revo/uciones cienlfllcar, F.C.E., Mexico, cap. 10, dondcsostiene que cientfficos que estan en parad igmas d iferen tes se ubican en mundos

    diferentes ; contra esta posicion se ubico H.Putnam con su teoria causal de la referenci a , por ej. en su EI signfllcado de signfllcado, Cuademos de Critica, UNAM, Mexico, 1984. Putnam ha atenuado su posicion inicial sin haberla abandonado, ver su Lasmi l earns de l rea/ismo, Paidos, Barcelona, 1994

    7. Esta teorfa va desde aportado por l .Austin en su clasico Como /racer casas con pa a-bras, (Paid6s, Barcelona, 1988), a 1 retomado en las conocidas obras de Umberto Eco.

    8 . KUHN, T. La esrructura ...op.cit., cap . 10

    9. G6MEZ R. Kuhny la racionolidad cienlfllca. ,; Hacia un kanlianirmopasaarwm/ano. ,en O.Nudle r e t a . : La racionolidad en deoare Cen tro Edi to r de A.Lat ina, tome I.Bs.Aires, 1993

    10. Esta ins is tenc ia en EL rnetodo aparece en las obras de M.Bunge , inc luso una de lasprimeras lIeva ese nombre

    II . P.Bourdieu et a ., op.cit.

    12. QUINE, W. Jeorla.r y casas; UNAM, Mexico, 1986; B.Magee: Popper, Grijalbo, Barcelona, 1974

    13. Esto es que sos ti ene T.Kuhn, a par ti r de la obra c it ada y tarnbien co n maticesespecfficos- en sus trabajos posteriores. Su posici6n tuvo el importante apoyo de

    concepcion no-enunciativa de las teorias de W.Stegmiiller, basada en la 16gica y teorla matematica de conjuntos, que desmintio la supuesta irracionalidad atribuidapor los logicistas a la posici6n kuhniana. Ver W.Stegmiiller, Esrrucruray dtiufmica dereorias Ariel, Barcelona, 1983

    14.Idem

    15. WOOLGAR, S. Ciencia: abriendo a c Jlanegra, Anthropos, Madrid, 1994. Este autor >junto a Latour ha abierto una decisiva veta de analisis concreto de 1 que los cientificos realmente hacen (no que creen hacer ) , aiin casi desconocida en Argentina. apesar de que ya cuenta con mas de una decada de v igencia.

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    16. BARNES,B. KU 7I los cienc as socta es F.C.E., Mexico, 1986; CPrego, os basessociales el conoclinien o cicll iflco Ia revoluci6n cognitiva en sociologia de la ciencia), Centro Editor de A.Latina, Bs.Aires, \992

    PiTULO 2: SO R EL O J TO Y EL S UR GI MI EN TO DE LASCIENCIAS SOCIALES

    Las ciencias hoy existentes pueden en primera instancia ser clasificadas en formales y facticas. Las primeras son s610la logica y la matematica,que noremiten a ningun objeto directo de larealidad, sino a los mecanismosfonnales conque las comprendcrnos. Todas las dernas son facticas , es decir, relativas a hechos; por tanto, las teorias que en ellas existen tiencncomoreferencia aspectos de la realidad, que ellas buscan interpretar y explicar.

    Dentro de las ciencias facticas, se distinguen pOl una parte las fisiconaturales p.ej., fisica, biologia, quimica, astronomia, geologia, etc.), y lassociales historia, sociologia, economia, antropologia, etc.). Estas ultimas,en otra epoca eran denominadas ciencias hurnanas , y aun ciencias delespiritu , 10que marca la mentalidad de los periodos respectivos eomienzosdeeste siglo y fines del XLX).

    El surgimiento de las ciencias con las earacteristieas que hoy le conoeemos de aplicacion del calculo maternatico y la medic ion al a observacion, experimentoy el tratamiento de los datos), se dio desde haee ya tres siglos,con la denominada revolucion copernicana. A partir de Galileo, la astronomiay la fisica se independizande la filosofia, en lamedidaen que lapresuncionteorica de que laTierra no cs cl centro del Universo resulLabaeonfinnadapor observaciones telescopicas, Esto colaboro para que larazonhumana .fuera de alii en mas el criterio orientativo basico para la eiencia, e inclusotambien para la etica, la filosofia y la legitimacion de los gobiernos, abriendopaso a 10que se ha llamado modernidad , Consiguientemente, la Iglesiaperdia hegemonia en el manejo directo del poder politico e ideologico, 1cualle hizo rechazar muchos de los iniciales hallazgos de laciencia.

    Las ciencias primeras Iueron del orden fisico-natural: quimiea pormucho tiempo no distinguida de la alquimia), biologia ligada a medicina),fisica. Esta ultimase convirtio con el tiempo en laciencia/tipo 0 ejemplar, atravesde la teoria de Newton,que establecio y explico lagravitacionuniver-

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    sal es deci r, la atracci6n de los cuerpos segun su masa) . Es ta disciplinaofreci6 el modelo de explicacioncausal-deterministico, ligado a la existenciade leyes sobre hechos repetibles: siempre que se da n las mismas condiciones,se produciran los mismos resultados. De tal modo -a l menos en las artificiales condiciones de un experimento, donde todo esta controlado- se puedeprever el comportamiento de los fen6menos a partir de conocer estrictamente

    su previa situaci6n.Estas ciencias se fueron consolidando, de modoque cuando surgieron

    las sociales, a f ines del s iglo XI X y comienzos del XX, ya tenian una fuerteaceptacion y tradici6n conformada . E l lo impl icaba mucha presi6n para quelas ciencias sociales siguieran el modelo de las fisico-naturales explicaci6ncausal-deterministica), y es es tauna de las razones de la supuesta superiorid ad q ue a estas ultimas se ha solido a tr ibui r, y de la pretensi6n -much asveces presente, aun hoy- de que las ciencias sociales copien a las f is ico

    naturales como modelo a seguir.Un o de los supuestos difundidos es qu e las ciencias flsico-naturales

    serian exactas . En rigor de verdad, ninguna medici6n puede ser absolutamenteexacta, porque siempre podrian aparecer instrumentos mas precisos quelos actuales:10unico que se conoce con exactitudes la magnituddel error quela medici6n podria incluir. Otra i dea es la de qu e las ciencias fisico-naturalesserian totalmente objet ivas , porque en ellas los distintos cientificos suelenestarde acuerdo en las interpretaciones: T.Kuhn -u n historiador de la cienciariguroso-demostr6que en ciencias fisico-naturales seusan supuestos disimiles,y que hay puntos de vista te6ricos definidos, s610 que no se advierten porquesuelen ser sucesivos y no simultaneos 6 los llam6 paradigmas ); es decir,existen interpretacionesalternativas de los mismos hechos.Tambien ha y quiencreeque las ciencias fisico-naturales son totalmente comprobadas , contrastadas con las sociales que no 10ser ian. Ya en 1930, Popper demostr6 que laprobanzaen ciencia nuncapuede ser total: siempre puede haber un nuevo datoque rectifique 0 refutelas teorias anteriores, de modo que a 10 sumo podemosllegar a confirmacionesparciales, a veces de corte probabilistico.

    Decimos todo 10anterior paraque se advierta qu e si las ciencias socialesno son exactas, si hay en ellas puntos de vista te6ricos diversos, 0 si noestan taxativamente comprobadas, todo esto afecta tambien a las cienciasflsico-naturales, En t odo caso, la d if er enci a es s610 cuesti6n de grado, entanto estas ultimas refieren mayoritariamente a hechos repetibles, y tienenun ma s largo desarrollo hist6rico. Pero no exis te la supuestaclara oposici6nentre ciencias objetivas y otras qu e no 10fueran.

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    Po r cierto, 10 antedicho no impide advert ir la dificultad atinente a lasciencias sociales, en cuanto el objeto de ana li si s es el mismo que el sujetoque analiza: ello hace qu e los obstaculospara lograr un a distancia objetivantesean mayores. Pero no deja de haber un margen de este problema en lasciencias fisico-naturales: casos recientes como la clonaci6n 0 el virus delSIDA tienen tantas consecuencias eticas, que alli tambienlos temasvalorativoshumanos pueden influir en las decisiones te6ricas del investigador. En todocaso, hayque advertir qu e s ia nivel de objeto unas ciencias son naturales yotras sociales , a n ivel de construcci6n todas las ciencias son sociales. Esdecir: todas las ciencias son un a construccion social, un producto de la accion social. Este u l timo aspec to suele se rpoco adver tido po r quienes hacenciencias fisico-naturales, que creen ver directamente larealidad sin advertir los parametres de interpretacion y au n de percepci6n) socialmente adquiridos que los condicionan. Los temas de investigacion, los mecanismos

    de financiamiento, la posibilidad de utilizar los resultados de las indagaciones, todo ello muestra c6mo la ciencia esun hacer social, fuertemente ligadoa las condiciones del poder politico, su atenci6n a la c ienc ia , la posibilidadde libertad de opini6n existente, etc. Y solo po r via de las cienciassociales esdable estudiar las condiciones en las cuales se producen, difunden yaplicanlas ciencias todas, incluso ellas mismas).

    Existe otra caracteristica importante de las ciencias sociales: su capacidad de influi r en los comportamientos de los actores sociales. No es soloque s e apliquen luego de terminadas las investigaciones, 10 cual sucedeigualmente en las fisico-naturales; sino que el hecho mismo de entrevistar aa lgui en 0 de hacer Ie una encues ta puede modificar su situaci6n y accionfrente al fenomeno estudiado. La ciencia social causa po r si misma deterrninados comportamientos, y puede precipitar actitudes 0 valoraciones.

    La tradici n f los fica

    A comienzos del siglo XI X vivio en Alemania uno de los filosofosmas influyentesde la modernidad, George Hegel. Su dialectica idealista proponia qu e el mundo er a pr imariamente rac iona l idad , q ue l ue go se externaba como realidad material. El propuso un a filosofia de la h is toria , anterior a la ciencia social: interpretaba la historia de la Humanidadcomo un a serie de pasos racionales que habian sucedido necesariamente, qu ese habian dado de acuerdo a un cierto ordenamiento 16gico qu e llevaba a qu e

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    cada vez-e medida del decursode la Historia- se lograra grados mayores deautoconciencia y de sintesis ordenada de la sociedad.

    De alli surgio luego lateoriade Marx, quiendecidio invertir a Hegel,y proponerque era materiallsociallo que estaba primero, y la concienciasocial su consecuencia. Marx tambien concibio a la h is to ri a como pasosgraduales haciaestadios mayores de libertady racionalidad: pero incluyo ensu analisis instrumentos de economia y construyo categoriasde ordencientifico-social. Por esto, algunos asumen como el padre de la Sociologia, quefue la primer ciencia social aceptada como tal. Sin embargo, tal paternidadno le fue universalmente reconocida, dado que su teoria buscaba ser cienciacri t ica , no neutral , y po r tanto se planteaba conceptualizar los intereses de

    los trabajadores industriales ( proletarios ) contra los de los capital is tas,que su teoria mostraba que v iv ian de la act iv idad de aquel los. A su vez,Marx no rehuia la filosofia dentro de su trabajo cientifico, como si hacianlos cientificos que querian ser aceptados como tales: en realidad hacia unasintesis de ciencia y filosofia, que irnplico la novedad de hacer a la filosofiajugar un papel como parte del analisis cientifico de hechos sociales. En todocaso, la peculiarubicacion de Marx en el campo del conocimiento -a l que elasumia explicitamente comoparte del conflicto social-lo llevabaa plantearuna ciencia de social unica, que incluiaaspectos de economia, sociologia,teoria politica. Para elno habria ciencias sociales en plural, porque al dividirse estas entre si, impedirian captar el funcionamiento organico de la sociedad como un todo donde sus partes estan mutuamente imbricadas.

    Mas tarde, hacia 1880, aparecer ia -tambien en Alemania, fecundasiemprepara la filosofia- W.Dilthey. Este pensador busco salvar la especificidad de las ciencias del espiritu respecto de aquellas que estudian la naturaleza. Advirt io que los comportamientos humanos no serian causalmentedeterminados, ya que a un mismo estimulo, podemos responder cada uno demanera diferente, y au n la misma persona diferencialmente segun cada moomento. No habria determinismo a partir de las causas; ello, pOl que propiode humano seria la conciencia y la libertad que esta posibilita. El hombre;puede elegir, y por ello que mueve sus actos seria los motivos concientesque cada uno tiene en mentepara realizarlos. s es que Dilthey planteo laidea de comprensi6n como alternativa a la explicacion propia de las ciencias fisico-naturales (tal cornprension 0 metodologia hermeneutica mantiene fuerte influencia hasta nuestros dias). Se trataria -entonces- no ya deespecificar con proceso de observacion externacuales son las leyes causalesque danrazon de un hecho, sino de interpretar que paso poria mente del que

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    realize, y obro como motivo conciente que llevo a realizarlo. Es decir:habia que ponerse en el lugar de quien realizo una accion para buscar el sentido de esta, el cual po r supuesto es propio sol o de ese su je to y no detodos, y no resulta perceptible para un observador externo.

    Esta interesanteaportacion de Dilthey no convencioa loscientificos de laepoca, imbuidos del espiritu positivista para e cual noeracienciaaquelloque noseligara a experimental, y no se hiciera observable extemamente. Pudo conformar a algunos psicologosy sociologos, pero desde un punto de vista masivoprovoco mas bien una confirmacion del sentido comunsegunel cual eraevidentequepara social no sepodia usareso que Ilamaban el metodo cientifico (muchoscreianentoncesque habia uno solo): social no podia estudiarse rigurosamente,

    porque alii aparecian cuestiones valorativas y filosoficas, cuando no inclusoreligiosas (esdecir: si se planteaba el causalismoen social, esto poniaen ~

    ellibre arbitrio, sostenido por las religiones mayoritarias).

    Po r eso la llegadade Emilio Durkheim alrededorde 1900 en Francia,significa de manera mas indiscutida la aceptacion de social como objetode ciencia . No es por ello me jor su obra que la de Dil they la de Marx,probablemente sea menos extensay detalladaque lade este ultimo; pero sieslaque convencio mayoritariamentea las comunidades cientificas de la epocaque la Sociologia podia ser ciencia (y -a partir de alli- podrian serlo luegolas demas disciplinas sociales, como Ciencia Politica, Antropologia, etc.)

    En L as reglas del metodo sociologico determine Durkheim su programa: h ay qu e tratar a l os h ec ho s s oc i al e s como cosas . Es dec ir,objetivarlos, abandonar ideas como lade l iber tad del individuo para ver lasleyes empiricas de funcionamiento, a partir de una rigurosa referencia a losdatos. Asi fue que advirtio regularidades cuando, en vez de tomar lacon

    ducta individual como objeto, asumio los datos estadisticosrelativos a conjuntos sociales (clases, grupos instituciones). Alli se advierte la diferenciaenacceso a la escuela segun clase social, 0 como el suicidio era un a posibilidad diferente segun el sector social a que se perteneciera. Durkheim -u nconservador-, escandalizo a los convencionalismos de su epoca diciendoque los hombressufrian coaccion ; es decir, que que ellos creian un actolibre, era el fruto del condicionamiento social. Pensamos y hacemos seguncorresponde al estamento social a que pertenecemos. Esta idea resultocentral para que la ciencia social fuera factible, y establece la posibi l idad deestudiar causas que resultenajenas a la percepcion del sujeto que actua, EIinvestigador puede asi advertir la existenciade influencias que son desconocidas po r quienes las padecen.

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    Esta versi6n aparentemente menos respetuosa de la especificidad de10social que la de Dilthey fue la que promovi6 los estudios sociales alrango decientificos. Es que en realidad, sealejaba mas del sentidocornunque la del autor aleman, y tambien de lafilosofia especulativa que habia ocupado elanalisis de los objetos que desde entonces empezariana ser diseccionadospor lasciencias sociales. Ademas, Durkheim result6 cuidadosoen su aproximaci6n: completaba diciendo que hay que tratar a los hechos sociales como cosassociales , Tratarlos objetivamente, comoa todas las demas cosas: pero sin olvidar que social es un objeto especffico, diferente de los de la naturaleza.

    Durkheim demostraba que tras el actor social (quien aetna), hay unaestructura objetiva (clase, estamento, Estado, instituci6n, etc.) que explicac 6m o y por que acnia. EI pone el enf asi s en la estr uct ura, y no tanto en laacci6n individual. Hasta nuestros dias, los estudios sociales se dividen entrelos que enfatizan la estructura (y po r ello los factores causales no conocidosporel individuo),y losqueprivilegian laacci6n (y par ello los motivos concientesque muevenal acto del sujeto). Los primeros suelenocuparse mas de las cuestiones globales de la sociedad, los segundosexplicanbasicamente las accionesde cada uno de los sujetos (y no lasociedad como un todo) .

    En laprimerade estas tendencias, un movimiento decis ivo fue el delestructuralisrno frances de los afios sesentas y setentas de nuestro siglo. -

    maron su modelo de la lingiiistica, que pas6 a ser desde entonces una cienciacentral. Autores como Levi-Strauss (en Antropologiasocial) y Roland Barthes(en teoria del texto), interpretaban al sujeto humano como conformado totalmente desde fuera, po r el lenguaje 0 po r el inconciente . Esto hacia que elsujeto humanosimplemente fuera un portador decondiciones para el mismo desconocidas. Esta teorfa -eIe complejaexplicaci6n que no desarrollaremos aqui l lev6 a pensar en la muerte del sujeto , en t an to mos tr6 un aruptura rotunda entre que cada hombre c ree que hace l ib remente, y l ascondiciones objet ivas de su atadura a causas ignoradas (pertenecientes al

    plano de lasociedad y lacul tura , a l universo de los simbolos) .

    ideologf en l cienci

    La ciencia social se produjo en ruptura con el sentido comun y lafilosofia: por ello, tambien en diferenciaci6n1separaci6n de la ideologia. Yesto sin duda resul t6 uti l en su momento: laciencia no esta en simple cont inuidad co n las ideas de quienes la hacen, y hay enorme distancia entre untrabajo de investigaci6ny un manifiesto ideologico,

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    Pero asumido anterior, es tambien una ilusi6n creer que sepuede desterrar la ideologla de lasciencias sociales en terminos totales. Inevitablemente, lasteoriascientificas, que deben asumircondiciones de rigurosidad, coherencia intema, contenido empirico, etc., a lavez resultanuna interpretaci6nde 10social.Y la interpretaci6n no puede dejar de tener algiin viso de valoraci6n; aun laaparente no-valoracion, la supuestaneutralidad, es valorativa, dado que valora alaneutralidad por sobre latoma departido (a lavezque suele favorecer objetivamente a 10que esta ya establecido, contra los partidarios del cambio).

    Como no hay ideologiaque penetre mas que aquellaque no sepresentacomo tal ( aque ll a en cuyo nombre se a fi rma que l as cosas son asi , y nosconvence de que hablaobjetivamente ), esutiI que los presupuestos ideologicos que incluyen las teorias en ciencias sociales esten explicitados. Esto raravez se da (solo l as t orf s criticas suelen hacerlo, caso marxismo), pero entodo caso quienes practican ciencias sociales deben saber decodificar talespresupuestos en los desarrollos te6ricos 0 empiricos que les sean presentados.

    Este aspecto ideol6gico ha estado presente en la determinaci6n de losobjetos de las disciplinas cientifico-sociales. Caso paradigmatico, el de laAntropologfa: l igado al proceso de colonizaci6n a comienzos de siglo, Iesirvi6 de acornpafiamiento y justificaci6n, al proponera las culturas supuestamente primitivas como objeto de una cienciaespecial. Sociedad, s61010seria la occidental (por eso serfa estudiada por la Sociologla) . En cambioestas comunidades sin memoria hist6ricani escritura, serfan confinadas auna disciplina diferenciada, que de antemano las ponla en consideraci6n deinferioridadconstitutiva en relaci6n a la cultura hegem6nica.

    Otro caso sintomatico es laHistoria: siendopartedecisivade los relatos de constituci6nde las identidades nacionales (a traves de lapresentaci6nde heroes ly situaciones fundacionales de la N ac io n) . aparecfa comoindiscutidae indiscutible, La apreciaci6n dada con el tiempo de los presupuestos ideologicos que conlleva(caben interpretaciones altemativas de los

    mismos hechos documentados), ha ido mostrando la enormidad de dificultades que hacen a la discipl ina: la imposibil idad de objetividad pura, losdisimiles criterios para establecer los perfodos, la imposibilidad de reconstruir desde el hoy el clima cultural de la epoca que se pretende explicar, etc.La Historia mues t ra pa lmariamente como la ci enc ia no es u na s im pl e copia de la realidad, sino un recorte selectivo de esta: serfa imposible hablar de todos los hechos que acaecen cada dia en el mundo, de modo que

    que la disciplina recopilaes una seleccionminima, que da por sentado que es que vale la pena rescatar de lavasta multiplicidad de los acontecimientos.

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    La economia es un caso sumamente interesante: algunos creen l.ingenuamente?) que es casi una ciencia exacta, ca n leyes inmanentes. Pero losclasicos hablaban acertadamente de economia politica : en realidad, lasleyes economicas r igen mientras ri ja el s is tema economico en que t ienenlugar. En el feudalismo, ni s iquiera exist ia el dinero, de modo que por supuesto tampoco existian los problemas financieros, la inflacion 0 la medidadel salar io y su relacion con los precios. Haber recortado el objeto de laeconomia de sus bases sociales de existencia, es una operacionpropiamenteideologica, que lieva a muchos economistas a recitar el credo actualmentehegemonico creyendo que hablan en nombre de alguna ley casi natural, contotal desconocimiento de las limitaciones contextuales de sus afirmaciones.

    Con lacienciapolftica ocurre algo similar: sise lapiensa almargen delas condiciones socioeconornicas, puede lIegar a creerse que el poder en sutotalidad pasa por las instituciones del Estado, 0 del regimen parlamentariohoy casi universalizado a nivel mundial. Pero es por dernas sabido que granparte del poder como Marx enfatizaba)circula pa r los grandes dueiios de laeconomia, almargen del manejo formal de las estructurasdel aparato politico. Si no se aprecia a la sociedad en suconjunto, la pol it icapodria plantearun recorte artificioso po r incomplete de su objeto.

    Tal como podemos advertir, nada menos natural que la determinacion de los objetos de la ciencia . Estos obedecen a recortes que pudieronhaber sido planteados de otra manera, y que continuan cada vez teniendonuevas aperturas, mientras aun se siguen discutiendo las anteriores.

    Y esto, aun en el supuestamente natural mundo de las ciencias naturales, tarnbien elias siernpre socialmente construidas.

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    CAPiTULO : ALAN SOKAL. LA INSUFlCIENCIA DE PRUEBAS

    Bastante se viene diciendo sobre el conocido affaire Sakal : sobretodo se asis te a lacelebracion de una especie de revancha de parte de aquellos academicos ligados al positivismo y sus secuelas que superados por eldecurso histor icocultural y la creciente invalidacion de epistemologiasaprioristicas-, se creen Ilamados por fin a una ocasion de salir de sucreciente irrelevancia conceptual.

    La razon principal de tal apreciacion es la notoria incapacidad de losepigonos de Sakal paraadvertircomo aparecen en el mismo, algunas de lasinconsistencias que encuentra en sus adversarios. Esa uni ler td ddc partedel subitamente celebre profesor neoyorquino, pasa desapercibida a aque s que estan dispuestos a ce1ebrarlo sin matices, dada su implicita intencion de renovar sus prejuicios ya sea respecto de las ciencias sociales, laposmodernidad, el relativismo episternologico, a todos elIas a lavez.

    Corneucemos por scfialar que hay u tomar a Sokal en serio Suprocedimiento del envio a la revista Social Text de un texto p la ga do desinsentidos y errores de interpretacion en la aplicacion de ciencias fisiconaturales a problemas sociales, a traves de un discurso habilmente compuestoy que incluia solo citas autenticas, en ningun caso puede ser respondidocon displicencia, suponiendo que nada ha pasado , que n o se ha demostrado alga importante , Solo quien pretendiera negar la evidencia podriaignorar que Sakal dejo al descubierto que realmcnte pu proponerse afirmaciones absurdas en ciertas revistas ligadas al posestructuralismo, y a lavez ser publicado con decision favorable del Comite Editorial.

    Eso no es p oco . Si bien nada testi fica sobre la val idez de la posiblegeneralizacion del procedimiento en rigor, solo se ha demostrado que en es arevista puede publicarse tal c1ase de imposturas), el trabajo de Sokal 1) atravesde citas de diversos autores, muestraconvincentementeque tal tipo deusode conceptos de ciencias fisico-naturales sin el debido rigor, se realiza a

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    18. KUHN T. COl1lnell.rurabilida4 cotnparabilidady comllllicabilidad, en s u I ib ro l .Qu eson las revoJuciones cientificas? y otros ensayos, op.cit.

    19. PUTNAM H Las nil caras de l realirmo, Paidos/I.C.E.lU.A.B., Barcelona 1995.20. BHASKAR R. FI o.rojiay rea/isrno cien/(jlco, Cuademos de Critica, UNAM Mexico,

    1993.

    21. OLIVE L Conocimien/o, .rocied ady 100alldad(problemas del analisis del conocimiento y el real ismo cient lf ico) , Fondo de Cult . Economica Mexico, 1988.

    22. POl' ci er to , n o nos par ec e de impor tanc ia l a cuest i on de l a originalidad entre Kuhn yLaudan, sino mas bien advertir cudles son las rupruras reales y cuales las presuntas entresus respect ivas interpretaciones sobre la ciencia,

    23. LAUDAN L EI plvglO .roy sus plv JIemas, op.cit . , p . 10.

    24. BACHELARD G. La.;ormacion de l e.rplnill ciell/(jlco, Siglo XXI Mexico, 1980.25. LAUDAN L op.cit., p.15.26. Ibid., p.17.

    27. Vel ' pOI e je mp lo l a r ef er en ci a a H in t ikka como formalizador logico de las ac/illldes

    propo.riciollale.r, en el capi tulo Hintikka 0 los mundos posibles del I ib ro de M EY ER ,M. Ldgica, lengllajey m;g7lmen/acidn, Hachette edit., Bs.Aires, 1987.

    28. QUINE W. Cllol e.r el prec/o de /a bi) (}lellcia?, en s u l ib ro Teorias y cosas, UNAM,Mexico 1986.

    29. WOOLGAR S. Genda: abriendo /a co a negra, Anthropos, Barcelona, 1991. Tambien nuestrotrabajo Sobre la desfundarnentacion epistemol6gicacontemporanea, CIPOST,Car ac as , 1 998 , q ue es e l capitulo 4 l presente libro.

    30. LAUDAN L op.ci t. , p . 22.

    31. Es el uso dellenguaje propiode autores como Lacan 0 Derrida que apelan a la imagen,la alusion, la metafora, e tc .

    32. HABERMAS 1. Pm.rallliell/o po.r/-me/qJ1.rico, Taurus, Mexico 1990.

    33. BARTOMEU M . y o tr os . Epir/emologla 0 pm/a.r/a e l drama de /a Pedagogla), Univ.Pedag6gica Nacional, Mexico, 1992.

    34. FOLLARI R. FI o.rq/layedt,taCIOIl: nuevas llIodaltdade.rde una l IEt/a 1001ac1Oll en deAlba, A . ( comp .) . Teo ri a y educaci6n: en torno al car ac te r c ient i fi co d e l a e duca cion ,CESUIUNAM Mexico, 1990.

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    ~ i ~ ~ ~ ~ ~ ~ i ~ ~ ~ ~ ~ ~ X I S T E N C IDE PARADIGMAS

    J

    j l : ~ S - ibliotecaI

    I Es muy sabido que las ciencias sociales desde hace algunos afios estan repletas de referencias a supues tos parad igmas : el paradigmalfuncionalista , el paradigma marxista , el paradigrna sisternico , etc. EI~ u laxo del termino popularizado porKuhn da lugar a una ser ie de equivocos que vale la pena despejar. Mas aun en tiempos culturales en que el conlsenso -aspecto decisivo planteado por Kuhn como inherente a los paradigmas~ es precisamente que predomina a la hora de las interpretaciones.

    : La nocion d e p aradigma incorporada por las ciencias sociales, es no:torio que no resul ta del todo fiel a la propuesta kuhniana sin que -pOl' otra'parte-desde tales ciencias se haya construido alguna otra concepcion alternativa, Se usa el termino en un sentido intuitivo para sefialar diversas entida'des que son mas abarcativas que simplemente una teoria: una serie de teorias'concatenadas, una tradicion teorica, una cier ta forma de organizacion de laconceptualizacion con consecuencias para la investigacion, etc.

    Sin duda es evidente que las tradiciones de investigacionson mas queuna teoria, y que implican no solo cambios y retoques a una version inicial

    deesta. Pero es tambien visible que el uso indiscriminado del termino paradigrna muestra desinformacion 0 incapacidad conceptual para captar quesignifica el termino en la teoria kuhniana, y para determinal' cuales seriansus precisas consecuencias para las ciencias sociales.

    En su Posda/a de 1969a estrnctur de l s revolnciones cientifi-c s Kuhnbusco especificar con mayor precision el significado de lacategodaparadigma, asumiendo que se trata de una expresionque habia sido usada por el con -cuanto menos- dos acepciones diferentes: por una parte comoacuerdo de la comunidad cientifica; poria otra como cumulo de supuestos,

    III

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    metodologias, elecciones ternaticas, procedimientos de evaluacion, etc., esdecir, como el coruen ao de aquellos aeuerdos (1)

    Refiriendose al segundo de estos dos significados del termino, el autorreconocia que habia sido cri ticado por eneontrarse 22 modulaciones diferentes de la palabra paradigma en su l ib ra (2). En el esfuerzo por acotar elsignificado de tal categoria, plantea que se debe en tender la como una rnatriz disciplinaria : Para nuestros propositos presentes sugiero ma riz disci-pllilCm a; disciplinaria, porque se re fie re a la poses ion cornun de qui enespractican una disciplina particular; matriz, porque es ta compuesta de elementos ordenados de var ia s indol es , cada uno de los cuales requiere unaulterior especificacion (3). Al hacer tal ulterior especificacion, Kuhn enu

    mer a analiza, entre otros factores, las generalizaciones simbolicas , esdecir, ciertas definiciones minimas compartidas, po r ej. , la nocion de fuerza,de masa 0 de energi a e n la f is ic a, que se formalizan en formulas universalmente asumidas por los cientificos del area .

    El otro aspecto pr incipal es el relativo al consenso de la comunidadcientifica , Kuhn se hace cargo en la Posda ade algunas de las dificultadesde e st a ultima categoria, problemas que no vamos a agotar aqui, pero quev al e la pena seiialar al pasar: indeterminacion de si la comunidad se corresponde co n un a disciplina 0 co n cada un a de sus especialidades, limitesno discretos entre disciplinasdiferentes, inespecificacion de cualesde los practieantes de la disciplina cuentan a efectos de ser considerados miembros de lacomunidad ((,un estudiante es? (,un profesor que no pub li ca?) , etc . Estaindefinicionde los limites del universo aludido por el concepto ,se agravaporla s amb ig ii edades a q ue da lugar la n oc ion de comunidad : todos recuerdansuuso sociologico tradicional opuesto a lde sociedad , ya que lacomunidadremitiria a relaciones primarias, cara a car a, sin delegacion abst racta de losroles , e tc . A menudo, se hace una version idilica acerca de las comunidades, lacual suele se r poco realista. En todo caso, los cientificos confonnan camposen el sentidoque Bourdieu ha acuiiado (por cierto, luego de la publicacion dell ibro de Kuhn): es decir, espacios profesionales con reglas, lugares jerarquias, donde los mecanismos de inclusion, consagracion y relegamiento sonlos que regulan la lucha,a la vez que resul tanel obje to de esta. La competenciapa r la legi timacion es permanente , de manera que est a l ejos de aquel lo quesuele sugerir e termino comunidad . En todo caso, las relaciones entre miembros de misma disciplina -ademas- suelen se r interinstitucionales e internacionales, de manera tal qu e desbordan ampliamente las relaciones primarias

    configuran modalidades a1tamcnte abstractas de vinculacion (4).

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    Tras es te se iia lamiento en torno a la nocion equivoca de comunidadcientifica ( que mantiene en algo e candor espiritualista asignado a cientifico pa r las versiones mas tradicionales sobre la profesi6n; po r ej. , Bachelardse refiere reverencialmente a la ciudad cientifica ), volvemos a la cuesti6ndel paradigma en la s ciencias sociales. Asi como no es faci l t ip if icar que esla comunidad cientifica, tampoco es establecer cuales serian los acuerdosminimos que se requierenpara que ella sostenga la vigencia del paradigma.

    Al respecto , la nocion de matriz disciplinaria se nos hace util: remite a esos cornpromisoscompartidos po r todoslos que practicanla disciplina,los que po r cier to no es facil que podamos encontrar entre quienes se dedicana las ciencias sociales.

    (,Contamos en ciencias sociales co n un equivalente a la formula de laenergia dada po r 1a teoria de la relatividad? (,Existen acuerdos interteoricosen ciencias socialesque puedan sostenersc consistentemente mas alia de losdiferentes discursos?

    Parece ev idente que no. (,En que pueden acordar el holismo y el individualismo metodologico a 1ahorn de ofrecer un concepto de sociedad? (,0de que es una explicacion ? (,En que sentido podrfamos hacer trabajar encormin a las obras de Parsons y de Marx?

    Sostenemos que la cuest ion del acuerdo entre los cient if icos no es unaespecie de aditamento secundario que se hubiera agregado a una noci6n puramente contenidista de que esel paradigma. Por el contrario, lees consustancial. Kuhn subraya en su osaara El termino paradigmaes ...intrinsecamentecircular. Un paradigma es que comparten los miembros de una comunidadcientffica,y a lainversa una comunidadcientlficaconsiste en unas personasquecompartenun paradigma. No todas las circularidades son viciosas (5).

    De modo que aun cuando alguien pudiera suponer que exis te un plexode matriz disciplinaria en las modalidades por las que cada tradicioncientifica se expresa en las ciencias soci a1es, e sto no es razon suficiente parahab1aren ellas de paradigma: cabria advertir que se requiere ademas elacuerdode la comunidad cientifica.

    Huelga subrayarque en las ciencias sociales no se da tal a cu er do . Laexistencia de corrientes altemativas y diferentes es permaneute, y la relacionde exclusion que se da entre elias resulta episternologicamente obvia, dadoque el caracter ha tsra de las teorias (nos referimos a su estructura logica ,noa 1a interpretacion que hacen de su obj eto, En ese pr imer sentido, las teoriasi n di v id u al i st a s s o n t a mb i en holistas), i m pi d e q u e p ue da n m ez cl a rs e

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    indiscriminadamente entre si como si la rernision de elIasal mismo objeto realautorizara que se las ubicara en relacion con identico objeto teorico 6).

    De tal manera, no ha y consenso en las cienciassociales. Ello ha llevado aKuhn co n escaso conocimiento especifico sobre estas a considerarlas preparadigrnaticas , es decir, a suponer que aun no estan maduras , y quecuando arriben a los acuerdos propios de las disciplinas mas avanzadas, seconfiguraranplenamente como ciencias.

    Esta version sobre lasciencias sociales es muy propia del desconocimiento y la incomprension a su respecto que habitualmente ha mostrado la filosofiaanglosajona. A pesar del enonnesaito que significo Kuhn por suruptura con ellogicismo propio del neopositivismo y la filosofia analitica, su consideracionpara con las ciencias sociales no deja de ser tan pobre y secundarizantecomo lapropuesta por losprevios filosofos de la ciencia empiristas.

    En la Posdolanuestro autor intenta ser mas complacientecon las ciencias sociales, pero la solucionsigue pennaneciendobastante confusa: Probablemente el mas notable .. . de los asuntos que requieren su referencia a laestructura de lacomunidad) es que antes he l1amado la transicion del periodo pre-paradigma al post-paradigma en el desarrollo de un campocientifico .Y continua luego: L a naturaleza de esa transicion a la madurez merece unanalisis mas completo que el que ha recibido en este libro, particulannentedeaquellos interesados en el avance de las ciencias sociales contemporaneas,Con ese fin puedeserutil indicarque latransicion no tiene que estar asociada ahoracreo que no debe estarlo) con la primeraadquisicion deun paradigma.Los miembros de ro s las comunidadescientificas, incluso de lasescuelas delperiodo preparadigma comparten las clases de elementos que, colectivamente, he l1amadoun paradigrna . Lo que cambia con la transicion a lamadurez no es lapresencia de un paradigma, sino, antes bien, su naturaleza 7).

    Ciertamente, no puede el parrafo ser menos claro. Aun en el periodopreparadigma se cuenta con paradigma, cual hace bastante absurdo denominara eseperiodo preparadigmatico. Perosi intentamos in/eJpIC /arsintomalmenteesta verdadera gaffe del texto deKuhn, creemos que setrata de la idea dequeaquellos que forman parte de las diferentes escuelas comparten entre si sololosmiembros de la mirmaescuelay dentro decada una de el as lossupuestos encorminpropios de la matriz disciplinar . Esto es, que en ese limitado sentido sipodria afinnarse que en cienciassociales existen paradigmas.

    Es cierto que los miembros deuna disciplina se reconocenen cienciassociales como referidos todos a ella, luchando po r legitimar denIm de ella

    sus p ropios pun tos de vi st a. De tal modo, no podri a suponer se que cadanocion teorica diferente sobre que es la sociedad, supone una especie de comunidad cientifica propia. No hay la comunidad de los sistemicos, la delos interaccionistas simbolicos, la de los neomarxistas, etc.: hay lade la sociologia, la de la cienciapolitica y aSIsiguiendo, espacios donde esas escuelas ysus mentores se reconocen entre si en su mutua rival idad y su lucha po . e/dOlmillo de l mismo campo y no por varios que fueran extemos el uno al otro.

    Por tanto, podemos afirmarpara las ciencias sociales que hay acuerdos enla comunidad cientifica los de quienes pertenecen a la misma teoriao si se quiere tradicion teorica), pero no de la comunidad cientifica, dadoque no existe de ninguna manera un consenso global.

    Alguien podria pensarque tal insistencia en la cuestion del consensoesun prurito secundario,y que es ajeno a laproblematica de la matriz disci

    plinaria como rasgo del paradigma. Otra objecion,provendria de acordar conLaudan en que las ciencias fisico-naturales no alcanzan consensos tan fuertescomo los que supone Kuhnrque no hay en el1asalgo como la ciencia normaldonde se acuerda sobre los principios conceptuales, y que en cambio que espropio de la ciencia es la multivocidad de teorias vigentes en forma simultanea, y el permanenteconflicto po r la imposicion decada punto devista.

    Comencemos por la segunda cuest ion: puede ser cierto que la ideaofrecida po r Kuhn sobre la no existencia de discusion acerca de los fundamentos conceptuales en los largos periodos de ciencia normal sea un tantosimplificadora. Tarnbien Feyerabend insistio po r su par te, aun cuando deuna manera mas bien valorativo/prescriptiva, en que conviene sostener laexistencia depluralidad deopciones en la ciencia. Laudancree que esto es que ocurre de hecho: habria siempre lucha por la interpretacion.

    Pero el mismo Laudan ofrece soluciona esta cuest ion, a traves de sudistincion entre teoria y tradicion teorica, Los cambios conceptuales se sost ienen sobre acuerdos de fondo mas permanentes , que no caen con lacaidade teorias singulares 8). Sibien en su obra la cuestion esta mas especificadaque en Kuhn, hay que admit i r que Laudan no esta tan lejos del autor al quepretende refutar : Kuhn habia sostenido que paradigma es algo mucho masamplio que teoria, y po r tanto que den tro de los con tenidos de la rna tr izdisciplinar habia incluso teorias, en plural. Esto ha sidepocasveces advertido, en la med ida en que destacado respecto de Kuhn era precisamentehaber reemplazado teoria por paradigma comounidad de analisis en la filosofia de la ciencia . Pero esta sei ia lado por el repetidamente, aunque es de

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    aceptar qu e no planteado con claridad cmU seria la relacion entre teoria yparadigma? ;,es de implicacion, no? ; ,y que es compartido pa r dos teorias que son diferentes, pero que pertenecen al mismo paradigma?). Lo cierto es que p ar a uhn cabria cierta diferencia y competencia entre teorias alinterior de ll mismo paradigma, de modo que laciencia normalseria menosidflica de que supone Laudan.

    En todo ca so y a d esp ec ho de anter ior, la existencia de una baseminima de consenso en las ciencias fisico-naturales es po r demas evidente.La lucha po r la interpretacion se recorta sobre un espacio de acuerdo sostenido, que solo entra en crisis en los periodos llamados por uhn de cienciarevolucionaria . De modo que si aceptamos que pueden coexist i r teorfas

    antagonicas en las ciencias fisico-naturales, habra que admitir que

    hacendentro de una aceptacion comun de conoc imientos p revios , que no se daigualmente en las ciencias sociales.

    Intui t ivamente, es esta una cuest ion muy sabida sobre la diferenciaentre ciencias fisico-naturales y ciencias sociales, al punto de que es quel Ieva a menudo a que muchos consideren que estas ultimas no son ciencias . A elias se les atribuye charlatanerfa, la simultaneidad de posicionesinintegrablese incompatibles, la imposibilidad de acuerdo, y por tanto, lanoposesion de la objetividad en realidad, el acuerdo intersubjetivo) que caracteriza a las ciencias fisico-naturales.

    De modo que creemos insostenible la idea de que al igual que hayvariedad teorica en las ciencias fisico-naturales, deberfamos entender queella existe en ciencias sociales. El fen6meno es claramente diferente en ambos casos , y la no exi st encia de un campo minimo comun de comprensionsabre social, es que po r nuestraparte sostenemos que implica inexistencia de paradigma en las ciencias que estudian.

    Yaqui vamos a la dec is iva impor tanc ia del consenso den tro de lacondicion de existencia de un paradigma. Quien no asume tal importancia,hace notor io que no haentendido cual es laventajaque lacelebre categorfakuhniana puede haber traido al analisis de la actividad cientffica.

    La antedicho se relaciona con el hallazgo central que puede atribuirsea Kuhn. El se ocupo del modo en que los estudiantesadquieren sus conocimientos cientificos: hacen a traves de manua es Manuales que impidentanto captar los presupuestos conceptuales propios del actual momento historico de ladisciplina, como establecer su relacion con los que ha habidoenotros momentos epocales. He aqui rico de la nocionde Kuhn: ella explica

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    convincentemente como se ha naturalizado la interpretacion a partir desupuestos que se comparten y que se cristalizan en los manuales, los cualesaparecen como absolutamente indiscutidos. Parece como si la realidad hablara directamente en los terminos del actual paradigma, y por tanto este nose hace asequible a quienes estan ya dentro de el, El paradigmaes ellentecon el cua l se mira, no forma par te del objeto observado , y por ello paranada es percibido po r sus actores.

    El lo l leva a la c reencia inadver tida de que en el pasado los mismospresupuestos fueron los que siempre funcionaron, 0 en todo caso a interpretar a traves de los supuestos del actual paradigma a toda la actividad cientifica anterior. Como tales presupuestos interpretativos han ido cambiando,ello explica que toda la ciencia hoy superada aparezca ahora no solamentecomo erronea, s ino muy a menudo como incomprensible y absurda, comototalmente incompatible con que actualmenteaceptamoscomo ciencia. Basta pensar en el caso del f logisto, a min en el del eter, categorfa usada hastaprincipios de sigJo. Dealli sederiva necesariamente laidea ingenuade que laciencia seria un simple ascenso gradual del desconocimiento hacia la verdad.

    Es este el principal valor de la categoria de paradigma. Explica muybien que casi nadie habia explicado: por que si los cientificos de lascienciaserroneamente llamadas durasutilizan criterios y supuestos teoricos, sinembargo suponen y creen no utilizarJos. Kuhn ha permitido hacer comprensible esefenorneno de efectos muy conocidos, pero que se encuentra escondido en susmecanismos, en tanto es deuna presencia muy sutil hay que decir que en estesentido Kuhn logro una sensibilidadrespecto delcambio hist6rico de supuestosque se analogiza can laque algo despues expuso Foucaulten s palabras y l scosas, aunquecon dispositivosteoricos obviamente muydisimiles).

    Sostener que en las ciencias sociales hay paradigmas implica obviamente desconocer la importancia de este aspecto de la categorfa kuhniana.Lo decisivo que sepam las ciencias Iisico-naturalesde las sociales, esque enestas ultimas no existe ese conoc miento aceptado el l com In Y por tanto,que en el las no se produce para nada el efecto paradigma , que es la existencia de ciencia normal. Esa que no discute los supuestos, porque esta dedicadasolamente a la resolucion de problemas empiricos bajo principioscompartidos y naturalizados.

    Esperarnos que con dicho se advierta cuanto de distorsion apareceentonces en el difundido uso de la nocionde paradigma dentro de las ciencias sociales. La categoria pierde toda especif icidad, y su uso sirve preci-

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    samente a ocultar y desconocer aquello para cual fue producida. Esto, almargen de la autoconciencia de Kuhn sobre el punto, que se mostrara tanvacilante a traves de la cita sobre las ciencias sociales transcripta mas arriba.

    Cabria discutir po r que es que en las ciencias sociales no se dan estosacuerdos. Y ello nos remite a otro aspecto central. Sostenemos que las ciencias sociales son a-paradigmaticas y no pre-paradigmaticas . on ello,deseamos subrayar que no estan preparandose los cientificos sociales parauna rnadurez (Kuhn) que aiin no hubieran logrado. No queremos con dicho suponer ni que las cienciassocialescarezcande dificultades adicionales respecto de las fisico-naturales, ni que su mucho menor lapse de desarrollo no sea otro fac to r que con tr ibuye a una menor formalizacion. Ambascosas las creemos ciertas. Pero entendemos que minco habra acuerdo entrelas dis tintas teorias en ciencias sociales, s implemente porque no puede raber o Y que po r ello, es err6neo atribuir la falta de acuerdo a una especiede fal ta de madurez. Maduras no, las ciencias sociales de ningun modopodran convertirse en paradigmaticas , salvo que se haya llegado al imaginario mundo de la total superacion de las ideologias y el Estado homageneo-universa/ suefio este mismo obviamente ideologico (9).

    Lo que sostenemos es siguiente: el desacuerdo entre teorias en ciencias sociales no es adventicio, sino absolutamente i n e ~ I t o b / eDependede lacondici6n misma del conocimiento social, en tanto este no es empir icoacumulativo, sino configurado desde las teorias que implican interpretaciones contrapuestas cuanto menos alternativas. Si bien esto tambien ocurre en ciencias fisico-naturales, la especificidad de social esta en que nopuede llegarse a momentaneos acuerdos. EI desacuerdo a l menos el masfuerte- es mayoritariamente sucesivo en disciplinas fisico-naturales, peroresulta permanentemente slil1u/ltineo en las ciencias sociales.

    Y ello, porque entendemos que la v raciOn y en terminos que consideramos teoricamente mas compartibles, la ide%gler- es constitutiva del

    conocimiento social. En tanto las ideologias importan modelos de aquellodeseable como sociedad, estan ancladas en las condiciones socialesmateriales variadasen que se encuentranlos sujetos, por las cuales las valoracionessociales se hacen diferenciales entre SI (cuestion estudiada suficientementepor la sociologia del conocimiento). De tal manera, las ideologias son formas de representaci6n de los conflictos sociales en acto. Y tales conflictosexisten necesariamente en cualquier sociedad, sean larvados abiertos. Siagregamos elsupuesto de que la ideologia es conslltuyenledel puntode vista

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    teorico, estaremos implicando que la existenciade ideologias diferentes haceimposible el acuerdo interteorico.

    Al pasar (pues mereceria un desarrollo mas prolongado), digamos que laideologia no delelmli acl.lal teoria asumir(hay mas deuna posibilidad conceptual consistente con una misma posicion ideologica), y mucho menos es laqueespecifica los valores epistemicos que pueda adscribirse a lateoria. Las teoriassevalidaran como tales por factores de consistencia intema y relacionamientocon los datos, y no por su relaci6n con determinadas ideologias.

    Pero sin embargo, es obvio que la(s) ideologia(s) determina(n) un const ref iimien to a la hora de la e lecc i6n de teo ria: un liberal no puede asumircient if icamente la teoria marxista, ni una persona de izquierda apelara alfuncionalismo parsoniano. Y a su vez, la condicion social estructural en laque el conflicto de interpretaciones ideologicas esta anclado, impide cualquier ilusion de hacerlo desaparecer, de reducirlo mediante algun tipo deoperacion cognitiva, de eliminacion de obstaculos , de epog,

    Tambien aludiremos brevemente a que dicho no suponeque encienciasfisico-naturales ideologico carezca de influencia: baste pensar en la elecci6nde temas,y en la instrumentacionoperativa de losresultados de lasinvestigaciones. Pero sinduda quehay alii mas mediacion entre ideologiay conocirniento, alpunto de que sepuede compartir un paradigma sin por ello compartir criteriosideologicos (p.ej., en fisica, 0 en lamayoria de los camposde labiologia).

    De modo que entendemos que lasciencias sociales seran esperablementea-paradigmaticas en su desarrollo, salvo que la compulsiondesde el poder, una curiosa hornologacion de las conciencias al estilo de los totalitarismosimaginados por Huxley u Orwell, logren una homogeneizacio jOrzosa delas ideologias (categoriaesta ultima que supone un modo teoricamente diferente de refer i ra que otros denominan los va oresy

    De cualquiermodo, habra quien pueda compartir nuestro argumento sobre la imposibilidad de acuerdos en las cienciassociales, sin necesariamente compartirel referidoal rol de la ideclogia en laconstituciondel cono-:cimiento. Es el caso de J.Alexander (10), quien en un muy documentadotrabajo se pregunta por que existen clasicos en las ciencias sociales y no enlas fisico-naturales.

    Se hace evidente que los c la si cos no s iempre son los mismos paratodos los autores: algunos no inc1uyena Parsons y otros si, y algunos consideran muy diferencialmente a Durkheim, 0 dejan fuera a Marx por obviasrazones ideologicas , Pero en todo caso hay la necesidad de apelar a la idea

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    de autores clasicos, y de dar a estos un lugar no solo en la h is to ri a , sinotambien en la sistematica de laciencia social.

    Y Alexander encuentra la causa de esta situacionpn cisamenle en lanecesidad por parte de las ciencias sociales de encontrar algun aspecto encomun. Faltando la referenciaal paradigmapropiamentedicho, y el espacioconceptual cornun que esteposibilita, las ciencias sociales requeririan configuraralgun territorio conceptual de encuentro, que impidiera la total dispersion y la incornunicacion mas flagrante.

    Afirma el autor: E n laciencia natural no hay clasicos porque laatencion, normalmente, se centra en sus dimensiones empiricas, Las dimensionesno empir icas estan enmascaradas.. .Asi que en vez de clasicos, la ciencia

    natural tiene que Kuhn llamaba modelos ejemplares ( 11).En cual concuerda plenamente On que venimos afirmando. Y agrega mas adelante: EI desacuerdo generalizado dentro de la teoria social provoca serios problemas de cornprension mutua. Sin embargo, la comunicacion es imposiblesin una base de entendimiento minima. Para que sea posible un desacuerdocoherente y consistente, y para que este desacuerdo no interrumpa lamarchade la ciencia, es necesario que exista cierta base para una relacioncultural,que se da solo si los que part ic ipanen un debate t ienen una idea aproximadade que es aquel lo de que hab la el ot ro . .E s aqui donde intervienen en eldebate los clasicos { 12)

    Creemos que antedicho reafirma po r un analista de las cienciassociales, que hemos sostenido sobre el desacuerdo y la pluralidad teoricaen ellas, y por tanto sobre la imposibilidad del paradigma. Tambien ofreceuna base para tratar lacuestionde los mecanismos pOl los cuales la comunicacion interteorica se hace posible, apelando en su caso a la referencia a losclasicos que se da dentro de esas disciplinas.

    POl nuestra parte agregariamos una cuest ion final : creemos que larclacion interteorica dentro de las ciencias sociales es similara la que se daentre los diferentes paradigmas de las f is ico-naturales. Relaciones de notraductibilidad, donde con diferentes lenguajes a menudo se habla tambiende referentes parcialmente distintos. Sabemos que ese esfuerzo por hallar elespacio discursivo comun a que se refiere J.Alexander surge precisamentede la advertencia de las dif icul tades que existen para f ijar algun margendiscursivo interteorico que no sea el de la mutua exterioridad.

    Es que las diferentes teorias en ciencias sociales serian, siguiendo denuevo a K.uhn,mutuamente mconmesurao/es. La imposibilidad de entender

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    nociones de unas dentro del espacio de las otras, de comprender categoriasde algunasin ubicarlas holisticamente dentro del campoglobalde las dernascategorias de la mis/nateoria son muestras de que la nocion kuhniana podria aplicarse eficazmente a las disciplinas sociales en este otro aspecto.

    Es decir: en ciencias sociales sabemos siempre que tenemos antagonistasen todo momento. Y que habremos de enfrentarlos. Lo que sucede esque la resolucion supuestamenteargumentativa de una discusion interteoricadepende mas de labri llantez y habil idad de los participantes (aveces de suretor ica y capacidad de seduccion del publico, si hay) que de razonesinsitamente conceptuales. Y ello no es dificil de entender: i omo podria acordarse entre un conductista y unpsicoanalista, cuando que para uno es una

    prueba para el otro es irrelevante, y

    qu e para un o es muestra decientificidad, para el otro esde debilidadepistemica?Si no hay uncriterioneutro exterior a las teorias para dirirnir sus diferencias, no existemanera deque la simple discusion pueda reducirlas.

    La muy aiieja y debatida cuestion acerca de la relacion entre diferentes teorias sobre social, entiendo que muy bien puede ser concebida en losterminos que aportara Kuhn, aunque el no los pensara en primera instanciapara estas discipl inas . Las l imitaciones del autor en el conocimiento de lacuest ion, no le impidieron construir un instrumento que va mas al la de losalcances que el mismo le fijara.

    En t iempos en que la apelacion simplista al a interdisciplina (13) reaparece po r variadas vertientes, cuando la perdidade limites entre disciplinas es presentada como una curiosa liberacion de constrefiimientos, la ideade inconmensurabilidad sirve a la vez ados objetivosque proponenalgunatension mutua: I .Muestra la imposibil idad de reduccion de los discursosd if erencial es a l a unicidad, la no exi st encia de una log ica unica y de unlenguaje cornun universalmente aceptado; 2.Por eso mismo, desautoriza lasfaciles asimilaciones y ligazones interdiscursivas (muy propias -POl ejemplo- de los estudios cul turales , y mas aun de los poscoloniales , ambos demoda hoy en Latinoarnerica) en las que no se advierte las rupturasen terminos de inconmensurable, y donde tiende a considerarsetoda mezcla Conceptual como legitima y posible.

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    Notas

    I . KUHN T. La estrucrura de las revolucianes cient(flca.r, Fondo de Cultura Econornica,Mexico, 1980, p. 269.

    2. Ibid. , p . 279.

    3. Ibid.

    4. Analistas de la instituci6n universitaria -por ej. Burton Clark- han mostrado c6mo losacadernicos tienen escasa insercion intrainstitucional, en tanto sus pares disciplinares secncuentran diseminados en otras universidades, y a menudo en o tros paises.

    5. KUHN, T. La esrructura de /as revo/uciones cient(flea.r, op.cit., p.270-27 I

    6. La distincion bachelardiana entre objeto real y objeto teorico, verla en P.Bourdieu et al.:E/oficio de sociO/ogo, Siglo XXI, Bs.Aires, 1975.

    7. KUHN, T.: La estructura de las revoluclones clentfficas p.274-275, cursivas nuestras.

    8. LAUDAN, L.: EI progreso y sus problemas ed. Encuentro, Madrid, 1986.

    9. Una apretada sintesis sobre la nocion de ideologia y su implicacion en las cienciassociales, la hemos pract icado en el cap. 4 de nuestro l ibro (en colaboracion) Trabajo encomunidad ana/iris y perspecr/vas, Humanitas, Bs.Aires, 1989 (existi6 edici6n anterior en Mexico). EItexto es previo a las pretensiones de ti n de la historia de Fukuyama,pero igualmente resulta aplicable a esa insostenible postulaci6n.

    10. ALEXANDER, J. La cenlra/idadde los c/as/cos, en Giddens, A., Turner, J. y otros: Lateoria social, hoy, Alianza editorial, Madrid, 1990.

    II. ALEXANDER J., ibid. , p . 32.

    12. Ibid. , p . 42.

    13. Puede consultarse nuestro libra Inlerdisciplinariedad ( los avatares de la ideologia) ,UAM-Azcapotzalco, Mexico, 1982. Hernos realizadodiversas reactualizaciones del temaen trabajos posteriores,

    Otros titulos editados de Educaci6n Nivel Inicial y E.G.B.

    Las C1enclas oda es en eJNlveJ Inidal ; Utopfllorealldad? Un mundo real paralos ciudadanosdel futuroBole.rso. l ~ f a r i aRosa: l ~ f a l a s s e m~ f ; J l i c a .1 paginas.Pslcogeneslsde la matemlitlcayartlculacl6nde nlveles. Nivel Inicialy E.G.S.Boggriro. Norberto. 1 6 paginas.La lenguaOral en la Educacl6nInlclalkfirem; l ~ f a r i aLutsa. 154 paginas,TrabaJar conel dJario enel aula. Algunasconsideraciones teoricasy practices.Isaias. kfarcela: J1lche, Laura. 114 paginas,La dJsyuntiva deensellar 0 esperarqueel nliIoaprenda. CienciasNaturales,CienciasSocialesy Lenguaenla E,G.B.Castorina,JoseA.; Menin, Ovide; otros, 191 paginas.Laconstruccl6ndel espacle, Enseiianza Inicialy E.G.S.Alegre. S Callelli; G.; I ~ h i l e / / O .A.: San/arcangelo. A.; Callo, A.; Cianella, A. 90 paginas.Proyectostecnol6g1cos en el aula. Estrategiasdidacticas.EducacionInicialy E.G,S.Marl/ile/. S Lq/Or/i,a. E Jlarllilel, R. 114 paginas,La Uteratura en la educacl6n Inlelal y E.G.B.Miretti,Maria Luisa.97 paginas,La lecturay loslectores i Como dialogarcon eltexto?PiplailEmbrin. Mabel. 208 paginas.

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