Final Fantasy VIII-2 - La novela

Final Fantasy VIII-2. La fan-novela. [email protected]

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¿Alguna vez te has preguntado que ocurrió después de final fantasy VIII? ¿Qué fue de las vidas de Squall, Rinoa y sus amigos?

Esta es tu oportunidad de saberlo...

y PUEDE QUE también de decidir lo que ocurrirá…



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Capítulo 1

El triángulo amoroso.

(Por “Tarantina”)

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Habían pasado dos largos años desde sus últimas hazañas: desde entonces, no habían

sucedido grandes cosas, pero lo que no sabían era que les esperaba una nueva y gran

aventura; tal vez algo relacionado con Artemisa… o quizás se tratase de nuevos

enemigos. Fuese cual fuese la razón, nuestros protagonistas favoritos de Final Fantasy

VIII, estaban a punto de volver a embarcarse en un viaje inolvidable.

Aquella mañana como cualquier otro día, Rinoa estaba en la biblioteca leyendo uno de

sus libros preferidos. Entre tantos aspirantes a Seed que había allí rodeando por la

biblioteca, la muchacha aun así se sentía sola; los aspirantes a Seed estaban en épocas

de pruebas.

La muchacha siguió leyendo el libro, aunque por dentro solo quería charlar. Squall y los

otros estaban ocupados, solo quedaba ella, ella sola en un lugar lleno de gente.

- ¡Rinoa!

- Selphie, que haces aquí.

- Pues me tome un tiempo libre, después de todo debes sentirte sola.

- Pues… estoy bien. –dijo Rinoa con una sonrisa.

Rinoa no quería preocupar a Selphie, ella también estaba ocupada con algunos

preparativos para la ceremonia que se llevaría a cabo; después del festival estudiantil de


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hace dos años en Fisherman Horizon, la muchacha había tenido un gran éxito, por lo

que ahora también se ocupaba de preparar los preparativos para el baile de

conmemoración a los nuevos Seed.

No te preocupes Rinoa, estoy un poquito ocupada pero sabes que puedes contar

conmigo.- le respondió la muchacha tan alegre como siempre.

Pues sí, todos estáis ocupados, quizás… debería volver a Timber.

¡Qué dices! Dejaras a Squall solo. –sabes que él se pone mal genio cuando no está

contigo, además no te dejará sola.

La muchacha se quedó pensando; si ella se marchaba, Squall lo haría por lo que el

jardín se quedaría sin comandante. No quería causar problemas, por lo que se arrepintió

de sus propias palabras.

- Selphie, no me hagas caso ¿Vale?

-Pues no sé de qué va esto, pero si quieres que lo olvide… a lo pasado pisado.

- Gracias. –dijo Rinoa con un ánimo enérgico.

- Vamos al comedor, dicen que hay bocatas nuevas. – sugirió Selphie para animar a la

muchacha.

- Pues, vamos… aunque si hay bocatas nuevas…

- ¡Zell de seguro estará allí! – dijeron ambas y luego echaron una pequeña carcajada.

Quistis por su parte estaba en la enfermería con la doctora Kadowaki, aunque la verdad

ella extrañaba los buenos tiempos y sin darse cuenta extrañaba cada día más a Squall y a

los chicos; aunque todos estaban cerca ya no pasaban tiempos juntos.

- Quistis, si quieres puedes dar un descanso, ya has trabajado mucho en la enfermería.

–propuso la doctora Kadowaki

- Pues sí, creo que estoy un poco estresada. –supongo que iré al comedor a probar

esas nuevas bocatas.

-Vale, vale… anda y me traes algunas si puedes.

La muchacha hizo un gesto con la cabeza, y se marcho.



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-Debe extrañar los viejos tiempos. –dijo la doctora y siguió haciendo atendiendo a los

alumnos.

-Rinoa, más despacio. –gritó Selphie.

-¡Apurémonos! Tengo ganas de probar los bocatas nuevos.

Selphie paro por unos segundos, sin duda Rinoa no quería ir por eso. Lo más seguro es

que quisiera encontrarse con algunos de sus amigos o distraerse; era muy obvio de que

la muchacha aún pensaba en la idea de ir a Timber.

-Oye Rinoa, ¿te aburres en el jardín? –insinuó Selphie.

- ¿Yo? Para nada, lo que pasa es que todos están ocupados y yo parezco ser un estorbo.

Selphie la miro fijo y empezó a dar vueltas, Rinoa la miraba impaciente.

-sabes… yo también extraño los viejos tiempos, cuando andábamos en el Lagunamov e

íbamos a Esthar, eh incluso cuando conocimos a mi amado laguna. –dijo Selphie con

un suspiro. –pero creo que ahora debemos asumir que nuestra vida ahora no será así.

-lo sé, pero… ¿no podemos hacer algo para vivir más aventuras? –dijo Rinoa

cambiando su dulce voz por una más seria.

-pues a menos de que aparezca alguna misión lo dudo, con la derrota de Artemisa y

del presidente de Galbaldia todo a estado muy tranquilo. –dijo Selphie con tono de

preocupación.

¡Chicas! Se oyó una voz. Este era Irvine quien venía saliendo de la zona de

entrenamiento; Aunque venia todo sucio, Selphie se alegró mucho de verlo.

A Irvine tampoco le había cambiado mucho la vida en estos últimos años, pero a

diferencia de Rinoa y los demás tenían la garantía de poder ir y venir de Galbaldia

cuando se le antojará, mal que mal este aun seguía siendo el jardín al cual pertenecía.

-Hola Irvine –Saludó Selphie alegremente.

- Hola, Sephie y Rinoa. –dijo el chico. – ¿cómo estáis?



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-Pues, nos dirigíamos al comedor ¿y tú? -dijo Rinoa.

- Pues a cambiarme. –dijo Irvine haciendo un gesto con su sombrero.

- Ya veo, ¿nos acompañas? –opinó Selphie.

-Encantado.

Ahora los tres se dirigían al comedor, Selphie por su parte conversando con Irvine

sobre las ideas del Baile y de otras cosas, Mientras irvine sin mucha atención miraba a

las chicas que pasaban a su lado. A rinoa esto le daba un poco de risa ya que esto le

hacia pensar de que aun seguían siendo los mismos de siempre.

**Atención, Atención ¿me escucháis? Al habla el director, por favor Selphie Tilmitt,

Quistis Trepe, Zell Dincht y el comandante Squall Leonhart dirigíos a mi oficina**

¿Mm? El director nos llama. –exclamo Selphie con asombro. -¿Qué pasará?

No sé, pero yo quiero saber. –dijo Rinoa.

No os preocupéis yo os informaré.

Zell estaba disfrutando sus bocatas cuando escucho el llamado. Aunque no quisiera

tendría que ir; justamente miró hacia al frente, Quistis acababa de llegar al comedor y

también estaba preocupada no sabía lo que el director les diría, quizás algo bueno se

avecinaba y eso bueno se trataría de batallas…

Squall, Squall llamó el director. El joven fue el primero de todos en llegar.

- Squall. –llamó el director.

Squall hizo el normal saludo de los Seed–. ¿Me ha llamado, Director?

-Sí, comandante Leonhart. –esperaremos a que lleguen sus compañeros.



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Todos al mismo tiempo salieron del ascensor, Selphie más eufórica que nunca; de

seguro ese llamado se trataría de algo bueno, tenía que ser.

Chicos, llamo el director.

Si director. –dijeron Selphie y los demás casi al mismo tiempo.

Squall he llamado a tus compañeros porque tendréis una misión.

¡Sii! Grito Selphie contenta.

Tranquila pequeña. –dijo el director les explicaré de que se trata.

Hemos recibido un llamado cerca del pueblo de los Shumis, han dicho que una gran

ola a parecido y luego un monstruo gigante.

Creemos que se puede tratar de un G.F. –dijo pensativo el director. Por eso os he

llamado, Squall tendrás que elegir a un compañero que te acompañe.

-Squall, llamo Selphie.

-Que pasa…

-Creo que se de lo que se puede tratar. – Miro con preocupación la muchacha. –

¿recuerdas que hace dos años en Travia cuando recordamos el orfanato de mamá Ede?

-si, aquella vez que Irvine confesó que nos conocía…

-exacto, en esa ocasión descubrimos que la perdida de nuestra memoria se debía a los

G.F, recuerdo que reconocí que a los doce años entre algunas de las batallas a las que

me habían enviado derribe un G.F, creo que se puede tratar de él.

Squall se quedó pensando, ahora recordó todo. Aquella vez la cual Rinoa había dicho

que quería evitar luchar, también cuando Quistis declaro que sentía una cierta atracción

por él y aquella en que Selphie habló de aquel G.F. quizás se trataba de aquel ser y

Selphie podría ser una gran ayuda.

Aunque es raro, porque ese G.F no ataca a menos que lo hagan; o a menos de que lo

estén invocando. –dijo Selphie. –por eso es mi preocupación.

¿Entonces insinúas que alguien lo invoca? –respondió Squall con su mirada pensativa

y fría.

Si, al parecer… alguien lo está invocando y eso no es muy bueno.



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Squall interrumpió el director, creo que ya tienes a quien elegir.

Squall ya lo tenía claro, sería una ventaja elegir a Selphie aunque ella no se acordase

del nombre del G.F. pero a lo mejor al verlo recordaría su nombre y la mejor manera de

derrotarlo para que no causara problemas. Ahora el problema sería otro, elegir al

próximo compañero para que los acompañara.

-Squall, ¿ya elegiste? –pregunto el director.

-Si, llevaré a Selphie y a…

-Squall, solo uno. –propuso el director. –Ahora tendréis una nueva compañera de

equipo.

-¡Yumiko!

De improviso salió una muchacha con dos armas arrojadizas en los brazos (algo así

como luna llena de Rinoa), delgada. Su pelo era castaño y sus ojos eran plomos,

bastante alta, algo así como 1. 72 de estatura. En cuanto a su ropa era bastante sencilla

una falda que le llegaba un poco más arriba de su rodilla, calzas negras y una camiseta

muy sencilla también.

- Yumiko proviene del jardín de Galbaldia, y está aquí para su práctica como Seed,

Squall tendrás que cuidar de ella. -Habló el director.

-Que mal rollo pensó. – Hola mi nombre es…

- La muchacha se abalanzó contra él y pronuncio suavemente su nombre “Squall” y

luego lo besó.

Todos quedaron con la boca abierta, mientras por el ascensor entraba Irvine con Rinoa.

La muchacha quedo mirando impresionada y no tuvo reacción alguna.



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Final Fantasy VIII-2. La fan-novela.

Capítulo 2

Las artimañas de Yumiko.

(Por “Aida”)


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—¿Pero qué…?

Rinoa lo había visto todo, pensando que Squall le necesitaba para animarlo y así no

tuviera que preocuparse tanto de que en su viaje y misión iban a ser peligrosos, entonces

ve que se encuentra con una chica agarrándole del cuello y dándole besos. Rinoa se

puso muy furiosa, de la rabia que estaba conteniendo no sabía si pegarse con ella, si

discutir con él...ya no sabía nada , su furia le estaba dominado, tenía la cara roja de odio

a la situación, los celos nunca pensados ,aparecieron sin ningún control en ella, estaba a

punto de chillar, de tirar los mueves de la planta, aunque no le importarse la gente de su

alrededor, pero se paró a pensar...-¿Por qué no hacer lo mismo?-, se preguntó a sí

misma. Rinoa poco a poco fue andando, sabía lo que hacía pero no podía perder tiempo,

le estaban quitando lo que más quería en este mundo y esa chica no le iba a robar a su

novio. Empezó a correr, era necesario, para ella eso era lo único que podría hacer. Cada

vez se acerca más a él, extendió las manos para poder abrazarlo. Irvine se quedó con los

ojos abiertos de par en par al ver la reacción de las dos chicas, pensó: -Mujeres....todo

por un hombre...- Irvine por no quedarse solo empezó andar hasta donde estaba su

grupo de amigos, el ascensor estaba a punto de cerrarse. Rinoa se estaba acercando con

los brazos abiertos hacia Squall, Yumiko vio a la chica y se apartó obligada, entonces

Rinoa abrazó fuertemente a Squall pillándole de espaldas. Ella le abrazaba contra sí, él

sintió su ablandado pecho y siento su respiración tan ahogada, ella agarraba con fuerza

el tronco de Squall. -¿Qué haces?- Le pregunto a Rinoa -Abrazarte, yo soy así contigo-

le respondió.

Era verdad, ella siempre que podía le abrazaba como si no quisiera que se fuera a

ningún sitio, como si le abandonaba. Aunque eso casi nunca pasaba , ella sabía que

volvería siempre y que así será hasta una vida. Irvine a su ritmo, fue hasta el lugar y

preguntó -¿Qué misión tenemos ahora?- -¡Vamos a al pueblo Shumi a ver al monstruo





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de la ola gigante!- -¡Qué emocionada estas mi pequeñaja!- Se lo decía mientras le

acariciaba la cabeza y ella con una sonrisa alegre, le miraba. Aunque su sonrisa volvió a

ser serie con él. Rinoa y ya se había apartado de Squall para escuchar que misión tenía

los Seeds, mirando a esa chica con cara de estar muy enfadada. Les explicaron todo lo

que el director Kramer les había dicho a los demás antes de que llegasen ellos. -

Entiendo, quiero ayudar, si tu quieres Squall- -No podrá ser esta vez pistolero, hoy les

acompañará Yumiko, viene de Galbaldia.- le dijo el director algo delicado en su voz de

humor y seriedad. Recordó Irvine muy tardíamente que él era también de Galbaldia, se

acerca le coge la mano a Yumiko y....: -Enchanté, Chérie. Yumiko se mostró tan dulce

como fría ante la llegada de Irvine y agachándose mientras le cogía la mano y le decía

esas palabras. Yumiko contestó amablemente y de mucha frialdad: -Encantada, pero

para ligar conmigo no eres el más...indicado, no me van esas cosas...me gusta los

hombres rebeldes, no los....sensibles.

Él, sorprendido ,soltó la mano y miró a Squall: sabía porque decía lo de los ―hombres

rebeldes‖, ahora el sospechaba de las intenciones de la chica hacía él ¿no estaría

provocando esto para que Rinoa y Squall se separasen? Después, de la escena

supuestamente ―romántica‖, el director da su orden de que vayan enseguida a al lugar de

la misión y así terminar con el asunto. -Puedes venir un momento, cariño.- Dijo Rinoa a

Squall con cara de enfado. Él se mostraba muy serio y asustado a lo que le dijo ella,

nunca se había demostrado tanta seriedad en su boca desde que quería derrotar a

Artemisa, y nunca con cara de enfado como la última vez que discutimos cuando no

éramos pareja. !No te consiento que estés con esa chica! ¡no te permitiré que vayas con

ella! , ¡es una víbora!, solo quiere estar contigo porque eres el jefe, además ¡tiene novia!

¡que esa soy yo , si no te acuerdas, y no voy a tolerar esto que acaba de pasar!. Esa tía

sin escrúpulos no sabe donde se mete, pero ¡es que encima tú te quedas parado y sin

decir nada! ¡me parece muy mal por tu parte! y.... -¡Basta!- Alzo la voz él Rinoa paro de

inmediato, sabía pasado un poco y bastante con lo que había dicho. Estaba tan furiosa…

pero era la verdad. Squall dijo: -No pude soltarme, me agarró muy fuerte, tiene una

fuerza muy descomunal para un chica y no puedo quitarla de encima en esta misión, me

obliga el Director y aunque me no me gusta ,

casi me es indiferente, tu sabes que solo tengo ojos para a ti y nunca serás sustituida por

esa criaja. La acarició la cabeza, ella muy avergonzada y con la mirada abajo... -Que no

vuelva hacer eso, intenta las distancias con ella ¿de acuerdo? -De acuerdo- lo decía

Squall cuando acercaba a Rinoa para besar sus dulces labios. Rinoa se quedó más

calmada, al saber de que él sabía mantener las distancias, ya que siempre fue un hombre

solitario, aunque no mucho ahora, pero nunca dudaba de que Yumiko no era de confiar.

De la emoción de aquél dulce beso, abrazo fuerte, no quería que le pasará nada malo. -

Equipo Seed ,os teneis que marchar a la nave que tengo preparada para vosotros, para

mayor seguridad-comunicó en Dr Kramer Yumiko se acercaba al ascensor para ir a la

nave, andaba mientras miraba a la pareja . Rinoa, muy abrazada a Squall, giró la cabeza,

se cruzó con la mirada de la muchacha nueva, se la quedó mirando con los ojos con

brillo, pero no había llorado. Los ojos de las dos se miraron en profundidad , Rinoa veía

los grandes ojos de ella grises, le resultaba familiar, esos ojos de mirada maliciosa,

Rinoa no podría creer lo que estaba mirando, lo que le recordaban esos ojos, pensó

extrañada que era lo que estaba viendo y de quien era esa mirada que tanto recordaba

con claridad. Pero no le dio más importancia a aquella impactante mirada... En cambio,

Yumiko miraba a Rinoa con superioridad, muy orgullosa. En su mente se fraguaba una



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amenaza que nadie más que ella podía oír: - Un día me temerás tanto que dejarás lo más

querido por querer salvarlo.



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Capítulo 3

“Baratijas”.

(Por ―Tarantina‖)





El grupo de chicos bajaba por el ascensor, un silencio sepulcral rodeaba el ambiente.

Selphie trato de hablar pero la mirada de Yumiko le dio miedo; la muchacha se veía tan

seria, como si su mente no estuviese en ese momento allí.

Al llegar al primer piso, el ascensor se abrió. Los chicos se encontraron con una grata

sorpresa; Laguna, el presidente de Esthar se encontraba allí, y con su típica sonrisita

saludo a los muchachos.

-¡Laguna! –dijo Selphie mientras corría al lado de el.

-¡Pequeña cuanto tiempo! –Dijo laguna mientras miraba a Squall.

Squall al igual que Selphie, estaba muy sorprendido de ver a laguna allí; con tanto

trabajo en la reconstrucción de Esthar, poco y nada lo había visto durante estos dos

años.

El muchacho se acercó a él y le extendió su mano. Laguna le sonrió y miro a la chica

nueva.

—Compañera nueva. –dijo laguna a Squall.

-Si, ella es…

—Soy Yumiko, mucho gusto. Y usted debe ser el padre de Squall o ¿no? –Dijo la chica

con una pequeña sonrisita.

Laguna y Squall se miraron el uno al otro, mientras Selphie miraba con ojos grandes a

Yumiko para que se callara. Laguna miro a la muchacha con tono serio, y no le contesto

su pregunta.

Squall trato de cambiar de tema, los cuatro se dirigían hacia el patio, el lugar donde

estaba la nueva nave de los Seeds estaba estacionada. Yumiko tomo la mano de Squall,

pero este la saco rápidamente, mientras que Selphie conversaba amigablemente con

Laguna.





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Por otro lado, Rinoa estaba aun en la sala del director. Quistis, Irvine y Zell estaban allí

también. La muchacha estaba mirando fijo al director… esta tramaba algo.

—Director Kramer… -Dijo Rinoa con tono dulce.

El director miro a la muchacha, esta le dedico una linda sonrisa.

—Que quieres Rinoa. –Dijo el Director. –Sé que cuando te pones así es por qué quieres

algo…

La muchacha se rio levemente y en su mente pensó: ―Como me conocen‖ La muchacha

ahora lo miro fijo, pero sin perder su ternura.

-Director… de donde conoce a esa tal Yumiko. –Dijo la chica directa al grano, mientras

los otros dos muchachos la miraban.

-Ella es de Galbaldia Rinoa. –Dijo el director Kramer sin ninguna preocupación.

-¿Del jardín? ¿Hizo el examen de Seed? –Dijo la muchacha ahora en tono mas

acelerado.

-No, ella hizo su examen técnico allí a y aquí hará el examen de Seed.- Así como lo hizo

Selphie…

-Pero… ¿entonces no se ha graduado? –Dijo Rinoa preocupada.

-No, este es su examen. Ella tiene como misión ayudar a Squall y a Selphie.

Rinoa guardo silencio, ahora entendía más o menos la actitud de Yumiko. Como Squall

era el jefe de grupo, debía ligar con él para que pudiese sacar una buena calificación y

así pasar su examen, pero ¿Por qué no esforzarse por sí misma? ¿Por qué llegar a ese

punto? Quizás Yumiko no tenía lo necesario para ser una Seed.

-Ya veo… es astuta. –Dijo Rinoa. –Pero Squall es mucho más.

-¿Que dijiste Rinoa? –Dijo el director sin entender lo que decía con exactitud.

-Nada director. Gracias por la información.

Rinoa se alejo lentamente de él y se acercó a Quistis. Por otro lado, el director se acercó

a Irvine y le dijo algo al oído, luego a Quistis, después a Rinoa y finalmente a Zell.

Ahora los cuatro chicos tenían otra misión que hacer.

Mientras, los otros aun seguían caminando por los pasillos del jardín. Laguna miraba a

Yumiko con gran curiosidad… este también la encontraba conocida. La muchacha tenía

aspecto bastante normal, pero sus ojos eran bastante expresivos, y era esto lo que

Laguna encontraba familiar. Squall por otro lado, no podía sacarse a la muchacha de

encima, que a toda costa le quería tomar la mano. La chica realmente era de esas que

―Lo que me propongo lo tengo‖ y eso realmente le fastidiaba.

-Oye Yumiko. –Interrumpió laguna justo antes de que la muchacha volviera a darle la

mano a Squall. -¿De dónde eres?

-Soy de Galbaldia, vivo cerca del centro comercial de allí. –Dijo la muchacha.

-¿A sí? Yo vivía por allí cuando era soldado. –Dijo laguna.

-Que bien… -dijo la muchacha en tono irónico. –Lo lamento laguna, pero, ¿podemos

hablar de otra cosa?

Laguna le sonrió, pero notó algo muy raro en ella, como si un aura oscura la rodeara.

Sin embargo, Laguna siguió charlando para ver si realmente su personalidad era así… o

si realmente planeaba algo perverso.

-Claro, hablemos de lo que tú quieras… pero déjame hacerte una última pregunta.



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La muchacha lo miró fijo y luego sonrió.

-Está bien, pero tú me debes responder algo…

-¿Qué cosa? –Dijo laguna.

-¿Eres el padre de Squall?

Laguna paró enseguida de caminar. Era muy obvio que se sintió incomodo con aquella

pregunta. Yumiko por un lado, no pudo aguantar la risa; el rostro de laguna pasaba de

ser alegre a un rostro totalmente serio. Yumiko miro a Selphie y a Squall, ambos la

miraban fijo.

-Lo lamento Laguna. –Dijo Yumiko aun riendo. –Es que es tan divertido cuando alguien

tan… ―alegre‖ como tu pone ese rostro.

-Yo no encuentro nada de divertido. –Intervino Selphie. –¿Que sacas haciendo aquella

pregunta?... es obvio que no son nada.

-Hay… Selphie. –Dijo Yumiko. –Eres tan… Ingenua. ¿Por qué no pueden ser padre e

hijo? ¿Qué tiene de malo?

Laguna por un lado guardaba silencio, no tan solo por la pregunta si no porque ahora

estaba cien por ciento seguro de que la muchacha era algo más que una ―Chica Nueva‖.

Todo lo hacía con una doble intención, cada pregunta, cada paso lo planeaba. Al menos

eso pensó laguna.

-Eso es imposible. –Dijo Squall. –Yo me críe en el orfanato de Edea. Soy huérfano y

punto. –Dijo enfadado. –Y tu Yumiko, dedícate a seguir mis órdenes y a dejar de

provocar líos.

La muchacha agachó su cabeza, al parecer se le había pasado la mano… mejor dicho se

le había pasado la mano bastante. Yumiko paro de reír enseguida y siguió caminando;

era increíble como la muchacha pasaba de estar alegre, a pasar a ser casi un autómata.

Squall, Selphie y Laguna se dieron cuenta de esto inmediato. Selphie por un lado pensó

en acompañar a la muchacha, pero después de todo lo que había hecho… no le

quedaban ganas de estar al lado de una persona así. En cuanto a Squall… ya tenía ganas

de terminar la misión rápido… y eso de que aun no la habían empezado.

Todos siguieron caminando detrás de Yumiko, la muchacha durante el poco tiempo que

quedaba por llegar, ni se acercó a su grupo, solo se dedico a caminar hasta el objetivo…

el patio.

-¡Guau! Que nave. –Dijo Selphie con entusiasmo.

Squall la miro atento. La nave era realmente hermosa. Era una copia más pequeña que

el lagunamov, pero también más mejorada. Sus colores eran bastante lindos, un negro

como fondo y para los detalles, se destacaba con un dorado. Por dentro, era totalmente

diferente al lagunamov, de hecho tenía solo dos cabinas; una para el capitán de la nave y

la otra para treinta pasajeros más.

-Es bastante bella. –Dijo Squall. –¿La mandaste hacer tu laguna?

-No, no, no. –Dijo laguna con su típico gesto. –El director Kramer lo mando a hacer a

Esthar, pero a cambio envió a algunos alumnos que ayudaran en la reconstrucción por

algún tiempo. Yo solo la traje al jardín.

-Ya veo. – Pues partamos.

-Espérate pistolero. –Dijo Selphie - ¿Qué te parece la nave Yumiko?



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La muchacha aun no decía palabra, por lo que la chica cortésmente decidió preguntarle.

Yumiko solo quería subir, y le importaba poco nada lo que decía Selphie… Por un

momento solo se concentro en la misión.

-Bonita. –Dijo Yumiko tan fría como siempre. –Bonita, para alguien que se conforma

con baratijas claro.

-Eres muy…

-Squall tranquilo. –Dijo Laguna. –Debes dar el ejemplo.

El muchacho cruzo sus brazos y miro hacia otro lado, jamás había sentido esa sensación

de rechazo… excepto con Seifer, cuando lo perseguía y molestaba.

El chico decidió olvidarlo, hizo un pequeño gesto y Selphie corrió hacia la puerta de la

nave. Laguna por otro lado se despidió de los muchachos, inclusive de la altiva y

molesta Yumiko. La chica le dio una sonrisita irónica y subió lentamente a la nave.



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Capítulo 4

“El GF de la Ola”.

(Por ―Orlando‖)





Una vez dentro del lagunamov Squall, Selphi y Yumiko se preparan para despegar;

temiendo que si iban en el jardín quizás el GF de la ola gigante podría hacerla algo al

jardín.

Yumiko al ver los hermosos diseños de esta nueva nave, no paraba de decir a Squall que

le mostrara toda la nave, Selphi enojada con la actitud de Yumiko, la toma del brazo

muy fuerte y se la lleva a dar un paseo por la nave.

-Y eso que la encontraba Bonita, para alguien que se conforma con baratijas. –Murmuro

Selphie.

El camino se hizo un poco largo, las montañas heladas y rocosas de Travia, hacia que el

tiempo de unos 30 minutos aproximado, se convirtiese en una hora viaje. Aunque claro,

los viajes se hacían siempre más largos cuando era Selphi la que manejaba. Yumiko

para pasar el rato decidió acercarse a Squall y tomarle nuevamente la mano; esta vez la

muchacha lo afirmo con fuerza y empezó a jugar con sus dedos como una niña.

-Este niñito compro un huevito –Dijo Yumiko mientras levantaba uno de los dedos de

Squall.

-Basta. –Dijo Squall un poco Sonrojado. –Me duele…

-Pues lo lamento. –Dijo Yumiko. –Se que soy molesta a veces…

Selphie la quedo mirando, la muchacha cada vez tenia aptitudes mas parecidas a las de

Rinoa, aunque extrañamente Squall no se estaba fijando. Algo bastante turbio estaba

pasando.

Llegando a las cercanía del pueblo Shumi, ven que el mar esta tranquilo, pero toda la

tierra esta devastada por la gran ola. Selphie busca el mejor lugar para desbordar la

nave, antes de bajar a Yumiko le pasa algo muy raro y cae inconsciente, Squall y Selphi





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quedan muy preocupados pero la misión era de alto rango así que debían cumplirla sea

cual sea la situación.

- ¿Qué crees que la haya pasado Squall? – dijo Selphi.

- No lo sé, creo que se asustó mucho y se desmayó.

- Hahaha, creo que es su emoción al estar al lado tuyo Squall.

- No bromees así tu sabes que mi único amor es Rinoa, déjate de bromas y sigamos

buscando a ese GF.

- Ok comandante

Selphie junto a Squall empezaron a explorar. La muchacha dio una vista rápida por la

playa; Selphie busco alrededor, mientras Squall buscaba por otro lado. No encontraron

nada.

Squall tomó a Yumiko en brazos, la muchacha estaba totalmente inconsciente y el joven

por un momento temió por la vida de la muchacha. La dejo cerca de una piedra y se

dirigió hacia el lado de Selphie.

-Ya está. –Dijo Squall mientras miraba a Yumiko de lejos. – ¿Algún indicio de algo?

-No, pero un poco más allá de la playa encontré una huella gigante. –Dijo Selphie

preocupada, mirando a Yumiko de lejos. –¿Quieres que vayamos a Investigar?

Antes de que Squall diese una respuesta, una sombra se vio. Squall y Selphie se

quedaron quietos por unos segundos, pálidos y mirándose uno al otro. Mientras que

aquella sombra se acercaba aun más y se quedo detrás de ellos.

-¿Quién osa a invadir mi gloriosa tierra?. - se escucho una voz muy fuerte.

Selphie miro a Squall totalmente sorprendida. Ella estaba segura de que antes de

encontrarse con Squall no había nadie allí. El hecho de que eso apareciese de improviso,

le dio un miedo increíble, mientras que ha Squall le recorría un escalofríos por la

espalda.

-Selphi.-Dijo en silencio el joven. - prepárate para la pelea, creo se era lo mismo cuando

capturamos a bahamut.

-Si, enlazare a los G.F –Dijo la muchacha silenciosamente.

Al mirar detrás Selphie y Squall se encontraron con un enorme monstruo, que

increíblemente no estaba detrás de ellos, si no que salía del agua. Su cuerpo parecía un

escudo impenetrable como de un adamantino, se veía aterrador, y muy fuerte, tanto

como el ente omega.

Squall lo miro fijo y trato de preparar a su G.F. Selphie temblaba, aquel monstruo era

totalmente enorme y con una coraza que realmente daba la impresión de que fuese

impenetrable. Squall antes de atacar, se dio cuenta de que el GF ya estaba atacando, a

Selphi.



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-¡Selphie! –Grito Squall, sin tomar conciencia de lo que estaba viendo.

El G.F Le causo un daño tan grande a Selphie que la dejó casi inconsciente

-¡Rayos! –Dijo Squall. - ¿Selphie puedes levantarte?

-¡Ouch! Lo lamento Squall, pero… pero… no puedo. –Dijo la muchacha con extremo

dolor.

Squall trato de lanzar cura para poder ayudar a Selphi, pero, antes la desesperación e

impotencia, se olvido por completo de su compañera y concentro su fuerza. Tomo su

sable pistola y concentro su aura en ella, en cuestión de segundos, Squall estaba

haciendo su habilidad Súmmum.

-¡¡Yaaaaaaaaaaaaa!! –Dijo Squall mientras su cuerpo se elevaba en el aire y le daba

numerosos ataques a la Bestia.

Squall al finalizar quedo totalmente exhausto e inspiro aire con gran dificultad. Al

pensar que todo había terminado, miro con asombro como la bestia no tenía ni un solo

rasguño. Al verse sorprendido, solo retrocedió, y solo hizo un gesto de risa, y que cosa

más podía hacer Squall. Aun sorprendido de no poder hacerle daño, se alejó lentamente

y en silencio pensó la mejor forma de poder ayudar a Selphi, pues esta todavía se

encontraba muy resentida tras haber recibido tanto daño.

-Selphie… aguanta. –Dijo el joven un poco nervioso.

-No te preocupes… pronto… estaré… bien. –Dijo la muchacha con dificultad.

El joven miró al G.F este tenía aspecto feliz, mientras más daño hacia, mas era su

felicidad.

-¡Squall! –Se escucho una voz. -¿Qué haces aquí?

Squall miro para sus lados y no vio a nadie. En ese momento recibió un golpe del G.F

que se aprovecho de la situación. Squall en un esfuerzo miro esta vez hacia donde

estaba Yumiko. Esta vez no lo creía. Aquella voz era de Seifer, que venía con Viento y

Trueno a su lado.

-¿El nene necesita ayuda? –Dijo Seifer en tono irónico.

-Rechazaría tu ayuda si mi situación fuese otra. –Dijo Squall. –Pero creo que esta vez

tomare tu oferta. Selphie esta…

En ese momento, Viento se acercó a la joven que ni siquiera se podía mantener en pie.

La chica se afirmo de Viento mientras que trueno ante la atenta mirada de Squall curó a

la muchacha. Seifer por otro lado, atacó con uno de sus ataques especiales, pero al igual

que Squall no tuvo suerte al atacar al G.F.

Selphie un poco más recuperada, uso cura total, por lo que pudo curar a Squall y al

grupo a la vez. Squall aun no decidido de lo que iba hacer, al ver el esfuerzo de todos,

decidió ocupar a EDÉN. Tomo la mayor concentración posible e invoco a esta Edén. El

G.F enemigo, con gran facilidad pudo esquivar fácilmente los ataques de este e incluso

causo un pequeño daño a Squall. Selphi al recuperarse completamente, le dice a Squall

que ese no era el GF que había derrotado.

-Squall. –Interrumpió Seifer. –¿Acaso no sabes de que este G.F hace 24 horas atacó el

pueblo de los Shumis?

-¡¿Qué?! –Dijo Squall totalmente sorprendido. – Es imperdonable atacar a un pueblo tan

pacifico como ese.



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-Si, incluso no siendo muy cercanos a ellos, no veo la razón para atacarlos. –Dijo Seifer

pensativo. –Squall, escucha, este G.F tiene una fuerza descomunal, si valoras tu vida…

huye.

Squall lo miró extrañado. Seifer sabía perfectamente que Squall era de los que no huían

y se quedaba hasta el final. Squall sabía perfectamente que el cobarde era otro. El joven

Squall, miro hacia Selphie, para ver si esta le daba algún tipo de concejo…

-¡¡¡SQUALL CUIDADO!!!

Squall miro rápidamente, el G.F daba un ataque mortal, el joven lo único que pudo

hacer fue cerrar los ojos y pensar en la persona que mas quería; en Rinoa. Squall solo

sintió un leve sonido. Abrió los ojos y vio a Yumiko delante de el.

Yumiko estaba apenas de pie; el G.F había enterrado uno de sus brazos en el abdomen

de la muchacha. La muchacha se tambaleaba. Squall la miro totalmente impresionado,

la muchacha había evitado que ese ataque mortal, diera en el, pero a cambio…

-Yumiko. –Dijo Squall con dificultad. – Tu… estas…

-Squall, estas… estas bien. –Dijo la muchacha apenas pudiendo hablar. –No te

preocupes por mi… dicen que la mala… yerba nunca muere. –dijo en tono bromista. –

Perdón… por…

Squall se alejo de la muchacha, a pesar de lo molesta, altiva, orgullosa y buena para

armar líos, nunca pensó en eso. Seifer miraba con atención. Viento y trueno se unían a

la expresión de este… y Selphie trataba de hacer algo.

Yumiko dentro de lo que podía, tomo su brazo y le pidió a Squall que se alejara de ella.

La muchacha dio una sonrisa irónica y miro fijamente al G.F.

-¡Apocalipsis! –Grito la muchacha.

Yumiko ataca al GF con aquel poder raro y le hace un daño tremendo. Seifer tratando

de no quedar como tonto, ordena a su grupo atacar, mientras que Squall y Selphie lo

atacaban por los lados.

Al hacer esto, pudieron derrotar al G.F, aquel G.F hizo un gesto muy extraño y

desapareció al ser derrotado.

Al finalizar Squall quedo totalmente impresionado del poder destructivo de Yumiko. El

joven se acerca a la chica; esta estaba herida, pero aun así podía caminar.

-Yumiko, no sé qué decir. –Dijo Squall con dificultad, mientras ayudaba a Yumiko a

mantenerse en pie. - gracias a ti se pudo cumplir la misión

-Solo lo hice para poder defenderte Squall. –Dijo Yumiko, mientras lo abrazo con

fuerza.

En ese momento Squall sintió un sentimiento similar al que sintió con el primer abrazo

de Rinoa.

Todos estaban confusos con la situación; por un lado por el G.F y de cómo había

desaparecido y por el otro de cómo Yumiko había obtenido tal poder destructivo.

-Será mejor que vayamos a la nave. –Sugirió Selphie. –Yumiko, esa herida es muy

profunda… hay que curarla.

-No te preocupes por mí. –Dijo Yumiko.- deberías preocuparte por los demás.

Squall la miro y sintió un extraño sentimiento. Por un momento se le olvido todo lo que



19

habían pasado y sintió un leve alivio. Squall miro a Seifer, mientras que el, miraba a

Yumiko con curiosidad.

Seifer y su grupo, no hicieron ningún comentario y ayudaron a los chicos a llevar a

Yumiko a la nave. Una vez allí, la muchacha abrazo a Squall y no se despego de su

lado. Seifer la miro extrañado, pero no puso atención. En ese preciso momento, el

director Llamo al grupo. El G.F se dirigía a las afueras de Winhill. Seifer al escuchar

eso se trató de la nave junto a Viento y Trueno.

-¿Seifer no vas con nosotros? –Dijo Squall, mientras Yumiko estaba aferrada a él.

-No soy Seed Squall. –Dijo Seifer. –Ahora trabajo por mi cuenta… quizás nos

encontremos en Winhill.

-Hasta entonces. –Dijo Selphie.

-Eso espero. Viento, trueno, vámonos. –Dijo Seifer. –Aquel G.F sabrá de lo que somos

capaces.

Seifer y los suyos bajaron hasta la salida de la nave. Ahora los chicos, junto con

Yumiko herida, irían a Winhill, pero no sin antes pasar por el jardín para curar las

heridas del grupo.



20


Capítulo 5: Sensación extraña

(Por “Aida”)









21

Todo se volvía oscuro, cada vez la luz de a fuera se apagaba poco a poco, sentía que su

cuerpo se tambaleaba, todo a su alrededor se difuminaba, cada vez no sabía reconocer el

sonido del viento, el calor del sol, nada veía, todo se desvanecía.

Entonces, Yumiko se desvaneció en brazos de Squall, que se quedó paralizado

ante la sorpresa del inesperado desmayo

-Daros prisa, Yumiko no está en buenas condiciones -Indicó Squall.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Selphie

-Se acaba de desmayar, esto no es buena señal -contestó él.

Ya se acercaban al jardín, todos ayudaron en lo posible para ayudarla, pero no

mucho podían hacer, todo dependía de ella, solo reposo en la cama de la enfermería.

Unos minutos después de que ingresarán a todos los miembros heridos a la

enfermería , Rinoa y el resto del grupo Seed, Quistis, Zell e Irvine, se acercaban para

preguntar lo sucedido con Yumiko. Rinoa ,de la alegría de volver a encontrarse con

Squall, le dio un beso y un abrazo cariñoso.

-Te he echado de menos- dijo tímidamente

-Yo también… a pesar de todo -respondió Squall.

Él les explico lo ocurrido durante su misión, Todos se quedaron sorprendidos

por la maravillosa fuerza de Yumiko, ya Rinoa estaba sospechando de ello, ―¿cómo es

posible esa fuerza y esa potencia....? ― Se dijo así misma que lo investigaría después.

Mientras, también les contó la aparición de Seifer y sus amigos, Quistis se alegro de

saber algo de ellos, menuda guerra le daban ese grupo, pero eran buenos chicos.. Se

despidió de ellos con prisa, debía de hacer otra cosa.

Squall, con mucha urgencia, habló con el Dr. Kramer de la horrible situación, lo

único que dijo es que estuviera en ella en cama, hasta que ella se viera bien para su



22

próxima misión Seed. También le pidió como favor que visitara a menudo a la chica

para ver cómo iba y mantenerle informado.

-―Esto no me gusta‖ -pensó Squall.

-‖¿Por qué me tocará todo a mi...?,No le hace falta mi visita, ni que fuera crucial en

esto...‖

Se dirigía a la enfermería, muy pensativo, nunca se había frustrado por este favor....

Entró adentro, Yumiko se encontraba en la cama profundamente dormida, su

peinado pelo negro y su cuerpo..., no sabía por qué, pero le recordaba a alguien muy

cercano a él. De repente, se oyó un gemido, era Yumiko despertándose del dolor

provocado por su invocación , estaba aturdida y de fuertes mareos.

-Tranquilízate, no debes hacer esfuerzos- comentó Squall

-¿Dónde estoy...?- dijo ella sin poder reconocer el lugar.

-En la enfermería, te desmayaste en el avión- contestó él.

Yumiko se intentaba incorporar para levantarse, era muy tozuda, se empeñaba en

ponerse erguida, pero nada, el último esfuerzo dejó bastante debilitada a la pobre

muchacha. Él le daba mucha pena, también había tenido que pasar por ese

dolor...cuando luchó contra Seifer la primera vez y el escozor de la herida en la cara,

todavía lo recordaba.

De improviso, Yumiko le cogió de la mano, su cara decía un ―no te vayas, tengo

miedo‖, Squall, no pudo soltarse, la veía tan inocente, una chica con miedo en su

interior. Pero sus sentimientos amigables las dejó un lado para decirle.

-¿Qué haces?-

-Agarrarte la mano, no quiero que te vayas...contigo me siento bien...- dijo ella con tono

suave

-No es por nada pero.... no me siento cómodo- respondió Squall

La chica lo comprendía, pero no soltó la mano y empezó hablar casi sin aliento:

-Ya sé que he empezado con mal pie...pero....no puedo evitar acercarme a ti....cuando

estoy contigo es como si pudiera.....como si pudiera volar por el cielo...como si mis

preocupaciones se fueran....



23

Desde que te he visto....nunca me había...fijado en tanto un hombre...el hecho de

que este viva...es por saber que tu estas bien y que no te hubieran hecho daño...-

Squall estaba conmocionado, nunca se había sentido tan triste, tan emocionado

con su palabras, debía evitar acercarse a ella, ya tenía a otra mujer en su vida, y no

podía enamorarse de ella.

Poco a poco si que se diera cuenta, Yumiko se acercaba, más y más cerca,

cuando intentó ver lo que estaba haciendo, un inesperado beso rozó sus labios, su

delicado beso recordaba la dulce sensación de paz y amor, este beso no era como el

otro, si no más bien....

-No, déjalo, esto es un error Yumiko- dijo Squall mientras salía por la puerta de la

enfermería

Yumiko se quedo muy quieta, y soltó una sonrisa, una sonrisa que parecía ser diabólica,

cerró los ojos.

Leyendo libros, Quistis buscaba en ellos la razón de que ese G.F existiera, dónde

era su origen, puntos débiles, etc. No comprendía nada de lo que decía alguno de ellos ,

pero se pasó bastante tiempo investigando, intentaba averiguar algo con la que dar la

solución al problema y poder contárselo a todos, mientras los heridos se recuperaban, en

especial, su gran amiga, Selphie.

Muy tranquila ella, empezó a escuchar susurros, eran extraños, sabía que alguien

hablaba, pero ¿quién?, era una lengua latina, muy singular. Empezó a caer en un sueño

hipnotizador, notaba que la estaban controlando ese sueño, sabía que debía escapar de él

pero...era tarde ya el sueño hipnotizador la tenía controlada. Sentía que la estaban

moviendo sin su propia voluntad, poco a poco y de manera extraña, andaba de un lado

para otro, como si fuera un zombie, la preguntaron si estaba bien, a lo que ella contesto

un ―sí‖, Quistis seguía su camino, cada vez se encontraba más débil, su cuerpo y su

cabeza le dolía, sus piernas...todo. Algo le estaba absorbiendo su vitalidad, alguien le

quitaba su autocuración cada vez, por lo que ella perdía la consciencia,

Selphie recuperada de sus lesiones, iba a hablar con el resto de Seeds para saber

qué tal le fueron sus misiones, en medio del camino se encontró a la puerta de la

enfermería a Quistis, corrió hacia ella, gritaba a su amiga desesperada, gritaba pidiendo

ayuda, la cogió y comprobo su pulso,al ver que no obtenía pulso,lloró muy fuerte tanto

que todos se acercaron e incluso sus compañeros. La pobre Selphie estaba triste, no

quería ella estuviera mal, de que algo le había pasado y no estuviera allí para ayudarla,

miró a todos, y agarrando a Quistis, soltó lágrimas. La enfermera cogió una camilla

junto con dos enfermeros más para llevarla dentro.. Selphie miró a la enfermera, no

quería dejarla sola, la acompañó.

Toda la gente murmuraba sobre lo ocurrido. Pero el Director fue muy claro

cuando anunció que dejarán de hablar y siguieran en sus anteriores asuntos de Seed.



24

Yumiko miró como trasladaban a Quistis a otra cama de la enfermería, ella muy

despacio se levantó de la cama. Andó en dirección hacia la puerta, la abrió, observó a

todos en la puerta, sus miradas de sorpresa miraban a la chica.

-Hola....- dijo ella- Como ya me encontraba mejor...he querido salir a fuera a respirar

aire puro.

-¿No estabas en estado casi critico?- habló Zell.

-Sí, pero cuando desperté en mi cama, vi que me encontraba con fuerzas para andar y

seguir la misión.- respondió ella-

-¿Estás segura Yumiko? Si quieres puedes quedarte para descansar más- dijo el Director

-‖Si que se quedé, solo da problemas- murmuró en bajito Rinoa

-No de verdad estoy bien, puedo ir a Winhill y terminar mi misión para ser Seed-

contestó Yumiko

-De acuerdo, bueno ahora mismo, sabemos que una compañera del grupo no se

encuentra disponible para hacer su misión, descansará en la enfermería hasta que yo lo

diga, y no te creas Yumiko que la próxima vez serás una excepción- miró a la chica con

mucha seriedad en sus palabras- bueno Squall, como jefe Seed, te toca elegir gente para

tu equipo para ir Winhill, esta vez Selphie no podrá acompañarte, está en una depresión

muy traumática y aunque sé que es una chica que es sonriente a las problemas de la

vida, creo que más adelante volverá a la misión con vosotros,ahora no la veo en esas

condiciones, pero creo que más o menos un mes o dos creó que será lo suficiente para

que se recupere de esta situación tan mal para ella y vuelva a la misión-

-Ok....me llevo a Irvine y....

-En esta misión también tienes que llevarte a Yumiko: su examen de Seed todavía no

ha terminado -dijo Kramer-

-Ya me lo imaginaba -pensó Squall mirando a ella de reojo avergonzado por lo que

había pasado entre ellos dos.

-Muy bien, ya esta arreglada la nueva nave para que vayáis a Winhill, el resto de gente

quiero que hagáis otra cosa, deberéis iros la ciudad Shumi e averiguar lo que ha pasado,

mientras estábamos aquí dentro, ese G.F a atacado la ciudad , averiguarlo todo y volver

enseguida para comunicármelo -Indicó el Director.

-Si señor -respondieron todos a la vez.

Aunque Rinoa también debía ir con a la ciudad, se encontraba deprimida por no

estar con Squall a su lado: algo extraño le sucedía desde que ocurrió lo de Quistis... ¿o

quizás será ella, Yumiko?



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Capítulo 6: La sombra.

(Por “Karina”)





Ya en la nave se le hacía imposible a Squall quitarse a Yumiko de al lado se sentía

hostigado para lamento de él las horas se les hacían interminables. Yumiko cada vez era

más insoportable y mas pegajosa no se le despegaba del a lado y Squall no sabía k hacer

en eso llega Irvine

Irvine-¿Falta mucho para llegar? Con el seño fruncido por la posición en la que se

encontraba Yumiko con sus senos sobre el lado izquierdo de él.

Squall- No dentro de unos 30 minutos estaremos ahí.

Irvine – Valla hoy se me a echo más largo y tedioso el viaje hasta Winhill ―dijo

poniéndose entre yumiko y Squall‖ bueno esperemos que haya algo interesante en

Winhill, ―añadió mientras separaba aun mas a Yumiko de Squall.

Squall- la verdad que te gustan los problemas, con el seño entre fruncido en forma de

chiste

Yumiko- pues si además debo de aprender lo suficiente para ser una SeeD tan buena

como Squall ―volviéndose a acercarse a squall en forma coqueta y pegajosa‖

Squall miro con gran desaprobación lo que había hecho y ella entendió su mirada y se

dirigió a la parte trasera de la nave

Irvine- la que te ganaste, doy gracias de que Rinoa no estuviera aquí para ver eso pues

se pondría muy molesta

En sus adentros Squall pensó que no tiene tantas razones en eso pensó en el beso que le

avía dado Yumiko y Squall se sintió avergonzado y culpable a la vez por caer tan fácil

pero no entendía aun así que Yumiko se le hacía tan familiar en sus gestos y demás,

pero no tiene tiempo para eso en este momento está en una misión en eso pensó y saco

cualquier otro pensamiento de su mente.

A lo lejos se divisaba la ciudad y una sombra misteriosa se cierne sobre esta, lo cual le





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da un mal presentimiento tanto a Squall como a Irvine, el cual hace que Irvine sienta un

escalofrió que atraviesa la espalda, cuando al fin descienden sobre la ciudad, se

encuentran caminando por las calles vacías lo cual aun inquieta mas a Squall y pues

hubiese sido como si las personas se hubiesen desaparecido de repente pues aun hasta se

encontraban los platos de las personas que en algún momento estuvieron comiendo en

una pequeña posada que pasaron, cuando al fin llegan al mismo centro de la ciudad se

sienten aun más preocupados por el hecho de no a verse topado con nadie en todo ese

trayecto por lo cual están en guardia para ser atacados en cualquier momento, en eso

sale un GF desde arriba

Irvine- ¿parece que al final nos han venido a dar la bienvenida? O no Squall ― en modo

irónico lo dice Irvine

Squall- parece que tus deseos se han cumplido, Irvine mantenerte en guardia y yumiko

atacad pues este es de bajo nivel aunque no te descuides.

Con gran facilidad Yumiko lo destruye, en esto otros GF salta desde una casa hasta el

centro donde ellos estaban es otro de bajo nivel y lo derrotan fácilmente, pero aparecen

6 mas desde barios lugares llegan, y comienza la lucha Yumiko que hasta el momento a

estado luchando normal de momento se comienza a tambalear y es rozada por el GF

pero para su suerte squall lo destruye antes de que pasara a peor.

Squall- en que estabas pensando podía a verte herido peor en una lucha no puedes

distraerte ―pues le izo un rasguño en el brazo‖

Siguieron investigando la ciudad Mientras de repente Yumiko se desmaya y aparece

otro GF de gran poder era tan sorprendente tanto en la forma como en el tamaño y sus

ojos rojos y siniestros que la sola impresión causaba miedo, Squall le ordena a Irvine

que se lleve a Yumiko a un lugar seguro a los que el distrae al GF, Squall comienza a

atacar al GF de la mejor manera posible pero cada golpe que da lo deja sin energía y sin

embargo el GF no sufre ningún daño todo lo contrario parece que disfrutara con cada

ataque y sus ojos cada vez se hacen más rojos y siniestros en eso llega Irvine a ayudar

Squall se encuentra agotado, i vuelven a la lucha aun sin efecto se están frustrando pues

ninguno de sus ataques en conjunto logra efecto alguno. Agotados después de barios

minutos no saben qué hacer si siguen así no terminaran agotados y sin poder.

Irvine-¡squall como que no quería tanto entretenimiento no!

Squall- ¡tú lo has pedido, y te lo dieron no para que no te quejes! ―.

En eso el GF ataca de nuevo y los tira a los dos a los lados

Squall visiblemente agotado, e Irvine por igual si siguen así no tan solo terminaran

agotados y sin poder sino que también muertos ¿qué les pasara?



27


Capítulo 7: ¡¡Problemas!!






Squall había agotado todas sus fuerzas y no se sentía capaz de curar ni a Irvine ni al

mismo. Quizás la única solución era huir. De improviso ve a Yumiko puesta de pie y

con sus ojos sin brillo… como que si estuviese siendo poseída en ese momento.

-¡Yumiko! No te acerques. –Grito Squall.

La muchacha caminaba hacia el G.F más grande, mientras los otros G.F atacaban a la

muchacha sin provocarle ningún daño.

-Que demonios… -Yumiko, es una orden, ¡vuelve aquí! –dijo Squall con un grito

desesperado. Si la muchacha seguía avanzando… la iban a matar.

Yumiko caminaba ignorando totalmente las órdenes de su jefe, se acerco al G.F y este

la atacó ferozmente. Su cuerpo cayó como una pluma, mientras que de sus rodillas

corría unas pequeñas líneas de sangre.

La muchacha volvió a ponerse de pie como si no sintiese el dolor y esta vez cerro sus

ojos y empezó a caminar en círculos.

-Q…ué le pasa. –Dijo Irvine sintiendo un intenso dolor en todo su cuerpo.-Es como que

si no fuese la Yumiko que conocemos.

-¿A qué te refieres? –Dijo Squall. –Desobedeció mis órdenes, es obvio que sigue

siendo ella misma.

-No Squall. –Insistió Irvine. – ella esta siendo manipulada.





28

Squall guardo silencio, el ya había notado la presencia de algo innatural… ¿Puede que

haya sido aquella sombra la que había provocado eso a Yumiko?

¡Yumiko! Se escucho una tercera voz. ¡Detente por favor!

La muchacha al oír eso, cayó al suelo y empezó a gritar, como cuando sientes un gran

zumbido en los oídos. La muchacha miro con esfuerzo a quien la había llamado.

Era un chico, de pelo castaño oscuro, vestido con una armadura de guerra y un casco a

juego. Su porte no superaba un 1. 55, y parecía de la edad de un chico de doce años

apenas.

¡Drinian! Aléjate. –grito la muchacha con esfuerzo. –Mi cuerpo no responde… ve…

En ese instante, el G.F dio un gran golpe a la muchacha dejándola completamente

inconsciente.

El joven dio un grito y desenfundo una espada de Plata que traía consigo. Corrió al lado

de Squall y en silencio invoco el hechizo ―Cura total‖. Ambos tanto Squall como Irvine

se sintieron totalmente recuperados al máximo y se levantaron para ayudarle.

-Maldito G.F. –Murmuro Squall, mientras miraba al pequeño. –Oye, debes irte…

nosotros…

-¡Escucha! .-Dijo el niño. –Aquel G.F solo puede ser derrotado con una magia en

especial… ¿Tienes suficiente magia piro, hielo y trueno?

Squall lo quedo mirando. Aquella seriedad le recordaba a el en su infancia. Siempre

solo, pero decidido e interponiéndose en batallas extremadamente duras para su edad.

Siempre salía victorioso, Aquel recuerdo se le esfumo de su mente y se concentro en la

misión, el chico se veía fuerte… quizás sabia lo que hacia… a estas alturas ya nada le

sorprendía.

-Sí, tengo. –Respondió Squall. – ¿Crees que magias tan simple lo dañaran?

El chico guardo silencio, mientras recorría el paisaje con su mirada y miraba a la pobre

Yumiko tendida en el suelo.

-¿Tienes un huevo de chocobo? –Dijo sin responder la pregunta de Squall. –Pásame

las piedras mágicas.

-No tengo huevo de chocobo. –Dijo Squall mirándolo extrañado. –Ni menos piedras

mágicas… solo tengo las magias ya convertidas.

El chico lo miro atento y miro a Irvine a la vez.

-Oye tío. –Dijo un poco descortés a Irvine. –Pásame el huevo de chocobo que llevas en

el bolsillo.



29

-¡¿Qué?! –Dijo Irvine un poco nervioso. -¡Como supiste que llevaba un huevo de

chocobo!

Squall lo miro completamente y frunció el entrecejo, dejando que los demás miraran

una pequeña mirada de sorpresa por parte de Squall.

-Irvine… ¿Llevas un huevo de chocobo? –dijo Squall sorprendido.

-Bueno… si, ¡pero es mi amuleto de la suerte! –solo Selphie sabia mi secreto. Dijo en

voz baja Irvine.

-¡Eso no importa! –interrumpió el niño. –Solo dámelo… ¿Tienes piedras mágicas?

Irvine hizo un gesto negativo con la cabeza, mientras Drinian y Squall buscaban con la

mirada. De improviso se escucho un grito.

Este era Seifer junto a su grupo que se enfrentaban al otro lado de la ciudad con un

sinfín de bestias pequeñas que los acorralaban a cada segundo. Seifer vio a Yumiko en

ese estado y dio una leve sonrisa irónica como diciendo ―Siempre cuando vengo, esta se

desmaya‖ y siguió matando bestias con su espada. Por otra parte viento y trueno corrían

hacia el grupo de Squall. Trueno se acerco sigilosamente a Squall y le entrego una

piedra hielo, y una de rayo, mientras que Viento le tiro la piedra de Piro.

-¿Cómo rayos sabia que… -Se pregunto Squall en voz alta.

-Deberías estar preparado para cualquier ocasión. –Dijo Seifer mientras le metía la

espada por un ojo a un monstruo. – ¿Acaso no eres comandante del jardín?

Squall guardo silencio y se cuestiono por unos segundos si realmente se merecía ese

cargo. Luego de pensárselo, le entrego rápidamente las piedras al pequeño Drinian y

salió corriendo.

-Irvine, protege al niño. –Yo ayudare a Seifer.

-De acuerdo. –asintió Irvine mientras miraba al pequeño que con su espada abría

sigilosamente el huevo y metía las piedras en su interior. – ―Mi pobre amuleto, quedo

hecho mierda‖ dijo casi llorando Irvine.

Squall corrió al lado de Seifer y saco su espada mientras trueno y viento se le unían en

la batalla contra más de veinte pequeños monstruos. Seifer aun trataba de hacerse el

héroe tratando de matar dos al hilo, pero su hazaña casi le cuesta que uno de ellos lo

hiriera de gravedad en su cabeza, si no hubiese sido por la rápida intervención de

Squall…

-Ha, no necesitaba tu ayuda. –Dijo Seifer. –Solo estaba jugando.

Squall dio un gran suspiro y trato de seguirle el juego. Mal que mal poco y nada había

cambiado Seifer en estos años. Siempre tan soberbio y egoísta. Pero algo le pasaba que

ya no lo veía como molestia, si no como un gran aliado.



30

-Primera regla de un comandante. –Dijo Squall. –Trabajo en equipo.

-Ha, te has hecho fuerte Squall. –Pero recuerda. –Yo no soy uno de tus subordinados.

-Como quieras. –Dijo Squall, pero en estos momentos te considero un aliado. –Así que

pelea si no quieres que uno de los dos muera.

Seifer asintió con su cabeza, mientras que viento y trueno seguían atacando. Seifer

tomo su sable escopeta y corto por la mitad a uno de los monstruos, mientras que Squall

con su sable pistola le daba ataques más o menos fuertes, para no malgastar sus

especiales.

Mientras tanto, Selphie por un lado se encontraba en su habitación. Estaba muy

deprimida por lo que le había pasado a Quistis. Como era posible que una muchacha tan

activa y sana callera de improviso casi muerta. Algo raro le había pasado y ella estaba

dispuesta a averiguarlo.

Selphie salió de su habitación y se dirigió a la habitación de al lado; la de Quistis.

Abrió la puerta y entro allí. La habitación estaba ordenada, solo había un cuadernillo

encima del escritorio, su cama ordenada y su perchero también. La habitación era la de

cualquier Seed, menos por lo del cuadernillo.

-Lo lamento Quistis por meterme en tus cosas. –Dijo Selphie. –Pero necesito saber si te

ocurrió algo.

La muchacha abrió el cuadernillo y se encontró con que en realidad era un informe

sobre los G.F’s legendarios. Entre ellos estaban los que ocupaban con regularidad como

Shiva e Ifrit. También se encontró con algunos nuevos, pero no interesantes. Selphie

recorrió algunas hojas y se encontró con el nombre de un G.F que estaba subrayado con

rojo. El nombre de aquel G.F era Apohis y tenía una descripción bastante interesante.

Apohis: Criatura de extraña procedencia, se dice que es uno de los G.F más extraños y

solo se puede derrotar derrotando al invocador. Este posee un escudo impenetrable que

impide cualquier tipo de ataque, tanto físico como mágico.”Se dice que fue el quien

derroto la isla de investigación, donde actualmente se encuentra el ente artema. La

descripción coincidía exactamente con lo que lo Seeds habían enfrentado y además

encontró un dato importante.

-Quizás Quistis quería decirnos sobre esto. Pensó Selphie. - y alguien le hizo eso…

¿Pero quien?

De improviso se escucho que el manojo de la puerta se empezaba a mover. Alguien

quería entrar.

Selphie se metió debajo de la cama y espero hasta que abrieran la puerta.



31

El despacio sonido de la puerta abrirse era tan minucioso que el que había entrado

obviamente no quería que lo escuchasen o viesen. Selphie miro los Zapatos; eran de un

hombre.

La pequeña, agarro el pie derecho del hombre y lo boto al suelo. Un grito de terror se

escucho y la muchacha soltó rápidamente el pie. El que había entrado era un chico de

tez negra y con uniforme de aspirante; era el numero uno del clan de Quistis.

-Que haces tú aquí. –Dijo Selphie mientras seguía debajo de la cama.

-Quiiiiiienn… ¿quien me habla? –Dijo casi mojando sus pantalones del puro susto.

La muchacha se arrastro hacia los pies de la cama y salió allí. El joven dio un suspiro al

ver a Selphie y al saber de que no era un fantasma. El joven aun asustado se acercó a

Selphie y le explico la razón del por que se encontraba allí.

-Ya veo. –Dijo Selphie. –Así que tú también crees de que alguien le hizo eso a Quistis.

-Si… Ahí mi amada Quistis. –Dijo El joven. –Ella estaba tan sana y llena de vida… y

ahora… ¡Es obvio que alguien le hizo algo!

-¡Lo mismo pienso yo! –Dijo la Pequeña acercándose al joven. -No hayas sido tu el

que…

- ¡¡CLARO QUE NO!!... yo nunca le haría algo así…

La muchacha lo quedo mirando, era verdad… él nunca le haría algo así. Selphie de

todas formas guardo silencio sobre el asunto del G.F y tomo la mano del joven

diciéndole… ―Tu me Ayudaras‖.

El G.F gigante que había atacado a Winhill cada vez tenía los ojos más rojos y

desprendía casi un odio tan intenso por la raza humana, que prácticamente se olía en el

aire.

Squall y Seifer ya estaban cansados y el pequeño movía el huevo de chocobo

agitándolo cada vez más fuerte, como si estuviese revolviendo algo.

-¡Ya esta! –Dijo el pequeño y abrió el huevo.

Una extraña presencia salió de allí, las tres magias se habían combinado por completo.

La magia se dirigió hacia el gran G.F y le causo un daño inmenso, desapareciendo todas

las criaturas al instante.

Squall y Seifer quedaron totalmente sorprendidos y corrieron a ver el espectáculo. La

bestia poco a poco se desintegraba, mientras desesperadamente trataba de huir. El chico

le entrego el huevo abierto a Irvine y se dirigió a paso lento donde Yumiko.



32

La muchacha se encontraba con algunos rasguños en las rodillas y otros en el rostro. El

chico se acerco a ella y le acaricio el pelo, mientras trataba de tomarla. Squall e Irvine

se acercaron al muchacho que con mirada melancólica miraba a la durmiente Yumiko.

-¿Esta muerta? –Pregunto Drinian con lágrima en sus ojos.

-No, solo esta inconsciente. –Dijo Squall mirando al niño.

El niño se puso de pie al lado de Yumiko. Miro a Squall y a Irvine por un momento y

luego miro un poco mas allá a Seifer y su grupo. El muchacho hizo una pequeña

reverencia a Seifer y a los otros, y luego dirigió su mirada fría, pero intensa hacia

Squall.

-No me he presentado, mi nombre es Drinian. –Dijo el muchacho extendiéndole la

mano a Squall Leonhart.

-Yo soy Squall jefe de equipo, el es Irvine. –dijo mientras miraba a su compañero.-Y

bueno supongo que ya conoces a Yumiko.

Drinian se quedo pensando un buen rato, mientras con una mirada un poco de

admiración miraba a Squall. El chico miro a Yumiko.

-Ella es mi hermana. –Dijo Drinian. –¿Por que?

Squall e Irvine se quedaron totalmente sorprendidos. Yumiko tenía un hermano. A

simple vista se veía totalmente distinto a su ella; bastante fuerte e inteligente y un poco

sensible.

En ese instante Yumiko despertó, Seifer y su grupo se acercaron a ayudarla. La

muchacha aturdida aun miro a su alrededor y vio que un chico se le tiraba encima.. La

muchacha quedo un poco sorprendida mientras su hermano entre llanto y alegría la

abrazaba fuertemente. Yumiko un poco fría trato de apartarlo de su lado, pero el joven

se aferraba fuertemente a ella.

-Creo que la estas ahogando. –Dijo Seifer en tono de broma. –Quien diría que este

niñato nos salvaría.

-¡Que no soy un niñato! –Dijo Drinian. –Soy un Guerrero.

-Ha, un guerrero de… cuanto ¿12, 11 años?

Squall movió la cabeza, mientras que Irvine educadamente se llevaba a Yumiko a la

nave.

-Y tu… cuantos tendrás.. ¿Unos cuarenta años? –Dijo el chico. –Por que te vez bien

viejo tío.



33

Seifer apretó su mano derecha bien fuerte, como si en cualquier momento fuese a dar

un combo. Viento y trueno trataron de tranquilizarlo, pero Seifer cada vez sentía mas

rabia por el pequeño ―Intruso‖.

Squall trataba de separarlos para no provocar más la furia de Seifer. Como era, no

dudaría en pegarle a un crio, pero Drinian se reía, como si todo esto fuese un pequeño

chiste para él.

-que haces… ¿Espantas moscas? –Dijo Drinian a Seifer. –Pareces un… gallina…

Squall recordó aquella frase… era la típica de Seifer. Al parecer el pequeño trataba de

provocarlo más aun para formar un lio. Squall miro al pequeño… después de todo, si se

parecía a su hermana… en cuanto a provocar líos se trataba.

Seifer sintió odio hacia el pequeño y sin importarle mucho trato de pegarle. Squall lo

detuvo, mientras el pequeño Drinian se reía. Squall miro a Drinian con seriedad y este

paro su risa.

-Suéltame Squall, le mostrare a este chico con quien se mete.-Dijo Seifer hecho furia. –

Debe aprender a obedecer a sus superiores.

Squall dio un suspiro bien largo, aunque Seifer no se diese cuenta, el niñato parecía el

con esa aptitud tan caprichosa e intolerante.

-¡Es solo un chico! –Dijo Squall mirando a Seifer a los ojos. –Déjense de armar líos y

volvamos a lo que nos concierne.

Drinian asintió con la cabeza y se puso al lado derecho de Squall. Seifer guardo su furia

y volvió en si, Ahora lo que importaba realmente era que rayos en Winhill.

Seifer conto a Squall que el había llegado un poco antes después que ellos, y que vio

como la sombra gigante aparecía. El se tomo su tiempo para llevar a los aldeanos a las

afuera de la ciudad, a un lugar seguro. Después de eso, habían aparecido pequeñas

bestias a las que tuvo que eliminar. Eso fue Hasta que entro a la ciudad y se encontró

con Squall.

Squall guardo silencio; se supone que con el que se encontrarían seria al monstruo de la

ola gigante, pero se encontraron con otro G.F. Aunque menos poderoso, este les había

causado grandes problemas, si no hubiese sido por el niño… quizás estarían muertos…

el niño, ¿Cómo sabia Drinian como derrotarlo? .Squall se quedo pensando unos

segundos, a decir verdad el en ningún momento había visto al pequeño en la ciudad,

además había aparecido tan de pronto…

-Drinian. –Dijo Squall con seriedad. -¿Cómo sabias derrotar a ese G.F?

El muchacho guardo total silencio, y se quedo pensando. Seifer un poco enojado

todavía, tomo al chico de un brazo y empezó a zamarrearlo para que hablara.



34

-Habla enano. –Dijo Seifer. -¿Cómo sabias…

-¡Ah suéltame! –Dijo Drinian en tono serio.- Mi hermana también sabía como hacerlo,

para ella hubiese sido pan comido.

Squall dio una mirada de extrañeza al chico. ¿Yumiko también sabia? Entonces ¿Por

qué se desmayaba a la hora de la batalla? Y si realmente sabia como hacerlo…

¿entonces se desmayaba para evitar luchar?…

Todas estas interrogantes hacían confundirlo más aun. Y si Yumiko tenia que ver con

las apariciones de los G.F… entonces era una traidora, o mejor dicho un enemigo

extremadamente peligrosa, pero y si se equivocaba… como saberlo…

-Seifer, no sueltes al niño y corre hacia la nave, esta a las afueras de la ciudad. –Dijo

Squall casi dando una orden.

-Que te crees Squall. –Dijo Seifer furioso. –Hazlo rápido, Irvine podría…

Seifer entendió mas o menos lo que Squall trataba de decirle y tomo al muchacho de la

mano y corrió hacia las afuera de la ciudad. Viento y trueno lo siguieron, mientras

Squall sentía que su corazón iba a explotar… tenia una sensación de peligro, mientras

corría. Algo malo estaba ocurriendo.

Seifer se apresuro y busco la nave con los ojos, pero no veía nada. Squall llego

corriendo y abrió sus ojos mas aun de la impresión; La nave no estaba.

Squall busco con la mirada, aun no lo creía. Vio a Irvine totalmente tirado en el suelo,

herido de profundidad. Squall corrió hacia su lado para ayudarlo; Irvine estaba casi

inconsciente y tenía una herida muy fea en su estomago.

-Irvine, escúchame. –Dijo Squall totalmente nervioso. –VAS A ESTAR BIEN.

Irvine miraba a Squall y a los otros, mientras sonreía nerviosamente.

-Squall… fue…. Fue…Yumiko. –Dijo Irvine a penas pudiendo hablar. –Ella me hirió y

robó la nave.

-¡¿Qué?! –interrumpió Drinian. –Mi hermana seria incapaz de hacer eso.

Squall miro al niño, al parecer los hermanos ocultaban algo muy grave. Squall trato de

tomar a Irvine, pero este no se podía poner de pie. Squall desde ahora en adelante

tendría un serio problema.

Mientras tanto, Rinoa se encontraba en la enfermería, al lado de Quistis. Rinoa miraba

como Quistis parecía estar prácticamente muerta… y se la paso por la mente la

sensación de cuando ella había caído en ese estado.



35

-Recuerdo que yo pensaba solo en Squall en ese momento. –Dijo Rinoa. -¿En que

pensara Quistis?

Rinoa siguió sosteniéndole la mano a Quistis, esta estaba fría. La muchacha se quedo

pensando en aquellos recuerdos que sentía en aquel momento; soledad, miedo y

sobretodo tristeza porque no sabía si volvería a ver a Squall. Rinoa entendía como debía

sentirse Quistis en ese momento, y la frustración que tenia Selphie por no poder ayudar

a su amiga.

-Pobre Selphie, debe sentirse mal. –Dijo Rinoa. –Pero quizás…

La muchacha recordó aquel momento, quizás alguien podía ayudarla, y esa era Eleone.

El único problema, es que Eleone seguía viajando junto con Edea en el barco de los

Seeds blancos, por lo que en ese momento, no sabía donde se podían encontrar, a lo

mejor con el jardín…

De improviso Rinoa vio por encima del techo transparente del jardín de balamb como

la nueva nave de Squall se dirigía hacia el patio; ¿tan pronto había vuelto de la misión?

La muchacha salió corriendo de la enfermería y se dirigió rápidamente al patio, estaba

entusiasmada por ver a su amado.

Al llegar allí, se encontró con Selphie y Zell, Junto con el director Kramer, que también

habían visto la nave.

Rinoa vio como la puerta de la nave se abrían lentamente. Allí vio salir a Yumiko de la

nave, una molestia. Rinoa busco con la mirada y no vio a nadie, ni a Irvine ni a Squall.

-Director. –Dijo Yumiko desesperada. –Squall e Irvine…

-¿¡Que les ocurrió!? Intervino Selphie y Rinoa a la vez.

-Ellos me mandaron para decirles que el monstruo de la ola gigante… -¡Tienen que ir a

defender el jardín de Travia! –Ellos me dijeron que ellos necesitaban su ayuda.

Los chicos se quedaron mirando entre si, Selphie y Zell no dudaron ni un segundo en lo

que les decía Yumiko, pero Rinoa dudo bastante. ¿Por qué Squall no vino el mismo a

decirles eso?

-¿Y Squall… por qué no vino? –se escucho una voz.

Todos miraron hacia atrás. Era Quistis, que estaba en pie y completamente sana.

Selphie la miro totalmente sorprendida y corrió hacia su lado y le dio un fuerte abrazo,

mientras que Yumiko, miraba totalmente sorprendida.

-Quistis… -Dijo Yumiko Nerviosa. –Squall me mandó a mi, por que el esta

investigando.



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-Ya veo dijo Quistis. –Vamos a ayudarlo entonces.

-¡No! –El mando a que fuésemos al jardín de Travia.

Los chicos quedaron mirándose entre si, todo era tan confuso.

El director asintió con su cabeza y se dirigió hacia paso lento hacia su oficina. Después

de cinco minutos, el director confirmaba de que en próximos minutos el jardín se

pondría en marcha.

Yumiko lo había conseguido, su plan comenzaba ahora… sin Squall, su objetivo seria

como quitarle un dulce a un niño.



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Final Fantasy VIII. La continuación. Capítulo VIII: ¿Quién es Yumiko?






Al ver a Irvine tan desvalido e indefenso, Squall junto con el grupo de Seifer (Viento y

Trueno) lo tomaron y caminando despacio lo alejaron de la ciudad. Drinian iba al lado

de ellos sin resistencia, pero temía por lo que ocurriría después; nunca imagino que su

hermana lo dejaría abandonado con cinco extraños.

Los seis llegaron cerca de la playa de Winhill, mientras que se metían cerca de

unas montañas, por un camino oculto. Al llegar a la cima, pudieron ver a todos los

habitantes de Winhill sanos y salvos, Incluido el gato que vivía en la casa de Raine.

Squall y Seifer se preocuparon de pedir ayuda para atender a Irvine. Una

muchacha los ayudo a curar las heridas de Irvine, mientras que Drinian ayudaba a

llenarlo de vendas. Mientras Squall y Seifer opinaban de lo que harían con Drinian.

-Torturémoslo hasta que diga todo. –Propuso Seifer. –haber si el niñato es tan valiente.

Squall tomo un largo respiro, y miro al niño. Este parecía alegre y no parecía

poner en peligro al grupo, pero tampoco olvidaba que el había sido el que había

derrotado al G.F.

-No seas bruto. –Dijo Squall frunciendo el entrecejo. –es solo un niño de doce años,

quizás si lo interrogamos puede que hable.

-Bah… eres un niñato Squall… le tienes miedo a un niño.





38

Squall tomo un respiro bien largo y vio como Irvine quedaba a un lado, lleno de

vendas cerca del estomago, pero mucho mas repuesto. Drinian se acerco a Squall y lo

miro fijamente.

Rinoa Miro a Yumiko intensamente. Esta estaba sudando y nerviosa, sus

piernas sangraban y parecía que había librado una gran batalla. Zell, Quistis y Selphie

miraban de lejos, mientras el director se retiraba. De seguro los muchachos aun tenían

preguntas que hacerle.

-¿Squall de veras te mando? –pregunto ilusa Rinoa a Yumiko.

-Claro. –dijo la muchacha, mientras por dentro sentía un gran gozo. –En todas las

misiones que he ido con el… hemos ganado una GRAN confianza… y besa muy bien,

por lo demás.

Rinoa miro como algunas lágrimas le caían por sus mejillas, pero se mantuvo firme, su

amor nunca le haría algo así. Nunca.

-¡Mientes víbora! –dijo Rinoa furiosa. –haz engañado al director, pero a mi no.

-Déjate de celos Rinoa. –dijo Yumiko. –admítelo… Squall ahora es MIO y cuando

vuelva… me daré el gusto de tenerlo en mis brazos.

De improviso Quistis se acerco a las dos muchachas, y calmadamente le puso su mano

en el hombro a Rinoa.

Miro a Yumiko intensamente y esta demostró tenerle miedo, Quistis dio una pequeña

sonrisa irónica, pero paro enseguida.

-Yumiko debes estar cansada, ¿por que no vas a darte una ducha o algo así? –dijo

Quistis mirándola intensamente.

-Claro, pero antes quiero hacerte una pregunta. –dijo Yumiko. –cuando estabas

inconsciente… ¿con que ojos viste?

-Con los del alma. –Dijo Quistis sonriendo.

Yumiko se puso furiosa y salió por la puerta. Rinoa se quedo mirando fijamente

la nave aun con lágrimas en sus ojos, y no por desconfiar en Squall, si no por que sabía

que algo malo ocurría y ella no podía hacer nada.

Quistis le dio un abrazo reconfortante, como si supiese perfectamente lo que

ocurría y luego salió por la puerta junto con Selphie.

Rinoa se quedo sola con Zell. El solo la miro y salió por la puerta. Rinoa se quedo sola

llorando al lado de la nave.



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Squall y Seifer miraban fijamente al pobre muchacho que casi aterrado miraba a

los tres jóvenes.

Squall quería respuestas, de por que la hermana de Drinian se había llevado la

nave y de cómo iban a volver. Por otro lado Seifer solo estaba allí por si había que darle

algún golpe al chico… mal que mal tenia unas ganas…

-De veras que yo no se donde fue. –Dijo Drinian casi con un grito. –No tenia ni idea

que iba a hacer eso.

Seifer lo miro con rabia mientras le mostraba el sable escopeta a Drinian en

forma intimidatoria e inquietante para el niño.

-sabes los que le pasa a los críos que me mienten. –Dijo Seifer con un tono agresivo y

déspota. –Les corto la cabeza…

En ese minuto Squall se interpuso mirando de forma feo a Seifer. A pesar de

todo, no tenia el derecho de torturar a un niño de esa forma, por mucho que fuese

hermano de una traidora, aun seguía siendo un niño y el como comandante no iba a

permitir que ocurriera esto.

Squall tomo al niño del brazo y lo alejo del lado de Seifer. Luego lo sentó al

frente suyo (donde se encontraba Irvine descansando sus heridas) y en tono tranquilo,

pero profundo empezó a interrogar al niño.

-Mira, no le hagas caso a Seifer. –dijo tranquilizándolo. – solo queremos saber por que

ella hizo eso.

Drinian lo miro fijamente. No tenía mucha confianza en Squall… pero tenía que

contarle algo muy importante.

-¿Qué tal si empiezo por el principio? –Dijo Drinian.

Squall lo miro atento, al parecer esto se ponía aun más interesante.

Mientras tanto Quistis y Selphie regresaban un rato a sus habitaciones. Selphie

estaba totalmente feliz por lo que había ocurrido con Quistis, pero por otra parte

preocupada por la misión, ahora todo el jardín estaba en movimiento hacia Travia.

Quistis estaba un poco extraña y no quería hablar mucho del asunto con nadie,

por lo que había sido la primera en ir a su cuarto. Selphie la siguió, para conversar con

ella. Ambas entraron al cuarto de Quistis, mientras Selphie se sentaba en la silla del

escritorio y Quistis se tendía en su cama.

-Quiero saber detalle a detalle. –Dijo Selphie totalmente curiosa. –¿Que te ocurrió?



40

Quistis se quedo pensando, la muchacha no quería hablar mucho del tema, pero

pensó que Selphie seria una buena consejera.

-Selphie, tenemos un invocador en el jardín. –Dijo Quistis. –Y no esta precisamente de

nuestro lado.

Selphie dio una mirada de asombro a lo que Quistis le decía y recordó la libreta

de los G.F. (cap.7)

Quistis miro a Selphie otra vez y siguió hablando:

-Lo que ocurre es que yo estaba investigando algunos archivos, pero aparte encontré

uno muy especial… en ese momento, una voz me hablo en latín. Entonces caí en un

sueño profundo sin controlar mi cuerpo, pero sabes, no estuve inconsciente nunca, ya

que otra alma… una aliada que también estaba atrapada me ayudo.

-¿Cómo es eso? –Dijo Selphie sin comprender mucho aun. -¿Cómo una alma aliada?

Quistis se levanto de la cama y cerro bien la puerta procurando que nadie

estuviese viendo u escuchando. Luego de eso se metió la mano a un bolsillo y sacó una

libreta parecida a la con los datos del G.F.

-Cuando caí por primera vez, vi a una mujer… de nuestra edad que me tendió su mano.

Al principio sentí miedo, pero al tocarla, me transmitió paz y pude ver cosas a mi

alrededor… no con mis ojos si no con mi alma. –Dijo Quistis mirando a Selphie. –Esa

mujer dijo que su cuerpo al igual que en ese momento el mío se encontraban siendo

manipulados por otra persona, una invocadora que usaba fuerzas del mal. Una

invocadora poderosa y malvada.

-Pero Quistis… ¡quien era esa mujer que te ayudo!. –dijo Selphie dando un salto

inesperado de su asiento.

-Era Yumiko… la verdadera Yumiko. –No la de ahora…

De improviso se escucho el abrir de una puerta, esta era Yumiko quien venia

―amablemente‖ a informarles de que el jardín partiría en pocos minutos y que deberían

estar en el puente. Ambas muchachas se miraron y guardaron silencio, si Yumiko las

había escuchado… todo lo que Quistis tramaba, no resultaría.

La muchacha, estaba sonriente y feliz y se acerco al lado de Selphie dándole un

abrazo por la espalda.

-Amiga Selphie. –Dijo irónicamente ―Yumiko‖ –¿No te parece que es genial de que

nuestra amiga Quistis haya despertado? Seria una desgracia que ahora otro miembro del

grupo le pasara algo malo… yo me cuidaría un poco.

Selphie miro con cara de terror a Quistis; claramente ―Yumiko‖ la estaba

amenazando descaradamente delante de Quistis.



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Selphie y Yumiko, nunca habían sido cercanas y eso que la llamara ―Amiga‖

era sospechoso. Selphie siempre había tratado de ser amable con ella, pero desde que la

conocía que la muchacha los ignoraba a todos, claro, menos a Rinoa y a Squall.

La muchacha se alejo de Selphie y Quistis y dejo ver una risita bastante irónica,

por lo que ambas quedaron bastante asustadas e incluso temían por su vida. La

muchacha abrió la puerta y se despidió de sus ―Amigas‖ dejando completamente

cerrada la puerta.

Una vez Quistis se percato de la huida de Yumiko, por fin se atrevió a hablar.

-Escucha Selphie, de este tema a nadie, ni siquiera a Rinoa. –Dijo Quistis. –Es un

secreto, solo debes obedecer por el momento a Yumiko, para no le vaya a hacer daño a

nadie.

-Pero, Rinoa debería saber de que esta en peligro. –Dijo Selphie preocupada. –

además… ¡yo soy una Seed y no le tengo miedo!

-Lo sabe, desde el primer momento que la vio, recuerda que Rinoa es Bruja, por lo que

debió percibir su aura maligna. Así que no le lleves la contra a ella y solo aparenta

obedecerla.

-Entiendo. –Dijo dándose resignada Selphie. –Ahora iremos a Travia, y me concentraré

en ayudar a mis amigos.

-------

-¡Habla de una vez mocoso!. -interrumpió Seifer grotescamente y hecho una furia. -

¿Quién es tu hermana y qué relación tiene con los G.F?

Squall volvió a mirar a Seifer de mal modo para que guardara silencio y no

siguiese asustando. Seifer se dio cuenta del gesto y paro enseguida con el interrogatorio.

-mi hermana es buena… ella es comandante del jardín de balamb. –Dijo por fin el

joven. –Ella es buena, solo vino a ayudar.

-¡como dices! –dijo ahora Squall totalmente sorprendido. –si el comandante soy…

El joven interrumpió la frase de Squall, al parecer sabía que le iba a decir, y se

apresuro a defenderse.

-Yumiko y yo somos hermanos… fuimos criados en una época difícil. En la época

donde artemisa gobernaba, en su era. –Dijo Drinian. –Nuestros padres fueron

asesinados por ella, y juramos vengarnos. Hasta ahí, íbamos más o menos bien, pero la



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bruja desapareció y en poco tiempo se supo que había sido asesinada por Seeds del

pasado.

Squall miró atónito al joven, mientras que Seifer y su grupo se incorporaba a la

mirada. Irvine que estaba ahí también, apenas pudiendo hablar, miro al muchacho. Su

rostro se le llenaron de lagrimas, al parecer el joven no estaba mintiendo…

-Hasta ahí, pensamos que la paz había regresado, pero… Artemisa tenía siete

discípulos. Cuatro de ellos huyeron después de la muerte de artemisa, mientras que los

tres se unieron y tomaron el poder del pueblo, en teoría la paz en nuestra época solo

duro un año. –Dijo casi terminando. – Maya, uno de sus discípulos, es un inventor de

cuatro palos, pero Apohis y Hedra son los peligrosos. Apohis es un G.F manejado por

Hedra… el que ahora esta siendo manipulado en vuestra época, el de la ola gigante.

Dijo por fin el joven.

-Entonces… ¿Yumiko vino a que? –Interrumpió Seifer casi a la misma vez que Squall

iba a formular otra pregunta.

-Ella, es comandante del los Seeds del futuro, ella vino a derrotar a artemisa y a sus

discípulos, y claro a pedirle ayuda a ustedes. –dijo el joven. – pero no se por que ella no

les dijo, ni por que les oculto que venia del pasado.

-Ella, incluso me besó. –Dijo Squall. –Y vaya problemas que nos ha causado… pero

cuando sentí sus labios por primera vez… sentí una familiaridad… ella puede que sea

mi descendiente ¿verdad? –dijo Squall preocupado. –y si lo que dices es cierto, entonces

porque nos hizo eso.

-Por un momento Irvine interrumpió con las pocas fuerzas que le quedaban, el estaba

atento a cada cosa y por fin se atrevió a opinar.

-Yo cuando la vi, sospeche que no era de Galbaldia, ya que no hay chicas tan guapas

allá. –Dijo Irvine. –Además… me preocupan dos cosas. Cuando llego Drinian ella

dijo… ―Aléjate, mi cuerpo está siendo controlado‖ ¿puede ser que la razón por la que

nos haya hecho esto es porque este siendo poseída?... además Drinian tu dijiste viene a

derrotar a ARTEMISA y a sus discípulos.

-Sí, tenemos datos de que artemisa también está en esta época. –Dijo Drinian, y espero

que así sea y que no nos haya traicionado… ¡No! Ella no es así.

Squall y Seifer se quedaron mirando, Squall por primera vez en años sentía

miedo. Squall había derrotado a Artemisa… entonces no era posible de que ella

estuviese viva. NO PODIA SER.

-Imposible Artemisa…

-Es verdad esta muerta. –dijo Drinian. – pero no quien era ―Ella‖ antes de hacerse

bruja, o mejor dicho de hacerse malvada, mientras ella siga existiendo en alguna época,

con el tiempo volverá a ser lo que era.



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-¡y quien es entonces! –dijo Squall desesperado. –Esto me agobia, primero una loca sin

escrúpulos viene y me da un beso… de allí todos mis problemas con Rinoa. Después

aparece un G.F que acaba casi con todo y no lo podemos detener, y resulta que ahora

artemisa puede estar viva… y además tiene aliados.

-Eso el lo que debemos averiguar Squall. –Dijo Seifer ahora mas tranquilo. –Artemisa

me debe muchas… y para mi será un honor poder volver a verle el rostro y matarla.

-Es verdad Squall. –dijo Irvine. – pero recuerda que debemos ayudar aquí primero, por

lo menos a construir la ciudad y poner a los habitantes en un lugar seguro, después

dirigirse como sea a jardín y pedir refuerzos.

Squall cayó al suelo de los nervios, ―por que a mi‖ se decía, sin entender aun lo

que ocurría verdaderamente, pero ya sabían algo… Nada, nada es lo que aparenta ser en

el mundo de final fantasy VIII.

Drinian aun no terminaba, aun había mucho más que explicar, pero por el momento

solo le mostraría algo. Eran dos diarios, uno de Yumiko y el otro de uno de los

discípulos de Artemisa, precisamente de Hedra.

-Toma. –dijo Drinian estirando su mano con dos cuadernillos. –Esto es el diario de mi

hermana y de Maya.

-Donde lo haz conseguido. –dijo Squall con asombro.

-Recuerda que yo también tengo algunas habilidades… aunque no sea invocador… me

especializo en algunas habilidades especiales.

-Vaya, un maldito ladrón. –interrumpió Seifer con una risa. –Parece que nos

divertiremos un rato.

Squall miro a los dos chicos y se sentó cerca de una roca, precisamente casi al

lado de Irvine y abrió el diario de Yumiko.

Su letra era casi perfecta y totalmente ordenada. Sus hojas estaban perfumadas,

pero no tenían calcomanías ni nada por ese estilo. Era simplemente un diario bien

cuidado. Abrió la primera hoja, no había nada interesante. Instintivamente abrió la hoja

de al medio, viendo que había una bonita dedicatoria, especialmente para él.

8 de Abril:

“He vivido largas aventuras, pero hoy he vivido una de las mejores de mi

vida… Hoy en una expedición encontramos un tesoro de antología. ¡La espada de un

guerrero legendario!. La mande a investigar y me han dicho que pertenece a la estatua

que hay en la plaza central, a la estatua de Squall Leonhart, nuestro salvador… y mi

gran ejemplo a seguir… Supongo que mandare a hacer una réplica de recuerdo,

aunque mis armas principales sean las arrojadizas.”



44

Squall a la vez se sintió elogiado al leer esas palabras tan bonitas. Nunca pensó que eso

lo había escrito Yumiko. La mirada de Seifer era de envidia, pero a el no le importo. Por

primera vez sentía un momento de alegría después de tanta desgracia.

Luego abrió el diario de maya… su letra le recordaba a la del profesor Odine.

Al abrir la primera pagina, solo vio algunas formulas, nada importante. Registro el

diario y vio como en las penúltimas paginas hablaba sobre una maquina que llevaba el

nombre de eleone, y con la cual supo que quizás, artemisa había viajado por el tiempo.

Una vez eso, se preparo para hablar delante del grupo.

-Chicos, estamos frente a un gran enemigo. –Dijo Squall nervioso. –Si es como

suponemos, entonces conoce todos nuestros pasos, nuestros ataques… y si Yumiko es

nuestra enemiga… entonces conoce mis puntos débiles, suponiendo que sea yo su héroe

favorito.

Los cinco chicos estaban atentos; Drinian quiso hablar, pero Irvine movió su

cabeza hacia el lado, mientras que Seifer pensaba atentamente.

-Para detener a Yumiko, vamos a necesitar ayuda, -Dijo Squall, ella es demasiado

fuerte… lo he comprobado yo mismo. –Dijo Squall. –Quizás… Edea nos pueda ayudar,

mal que mal… ella fue bruja y sepa como detenerla.

-¡Y si no es Yumiko! Y si es esa tal ―hendra‖ –Se escucho una voz bastante familiar,

Este era laguna, que se encontraba hace bastante tiempo oculto dentro de la

gente que había en el pueblo. Había visto todo con sus propios ojos, sin embargo no

había intervenido en nada.

-¡¿Qué haces tu aquí?! –dijo Squall totalmente sorprendido.

-Pues… la verdad que una vez al año visito este lugar… y hoy fue un día de suerte. –

Dijo laguna con una risita.

Los chicos se miraron impresionados unos a los otros. Si Laguna traía una

nave… El seria su salvación.



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Final Fantasy VIII. La continuación. Capítulo IX: SEPARADOS.

(Por “Tarantina” «Valentina»)









46

Laguna miró a Squall mientras se paraba frente a él con una leve sonrisa en su cara.

Estaba alegre de que los chicos estuviesen bien y un poco más sanos.

Squall estaba contento de verlo, pero solo le respondió con otra leve sonrisa. Drinian

todo nervioso, hizo un pequeño gesto de saludo, mientras que Irvine, Seifer y los demás,

se dedicaron a dar una gran mirada de sorpresa.

-Creo q esa tal ―Hendra‖, quizás tenga miedo de que la pueda derrotar el Seed

legendario. –Dijo laguna enseguida, sin dar tiempo para que los demás hablaran. –

Squall miro a Drinian, el muchacho se sentía un poco tímido, ante la presencia de un

nuevo integrante. Squall esta vez miro a Laguna. Este se veía muy serio, como si

―Hedra‖ también fuese su enemiga.

-A lo que me refiero. –interrumpió nuevamente laguna. – ―Hendra‖ se apodero del

cuerpo de esa muchacha sabiendo que si resultaba su plan, te haría añicos en un abrir y

cerrar de ojos Squall.

-Es Hedra. –Dijo Drinian totalmente serio.

Squall guardó silencio. De todas maneras el sabia eso, si era como Drinian decía… la

verdadera Yumiko era una fanática de él y por lo tanto tenía suficiente información

como para ser una enemiga considerablemente poderosa.

Los demás chicos, también guardaron silencio, sin embargo no dejaron de

sorprenderse; ¡Laguna había sacado una conclusión realmente lógica!.

Squall ahora miro fijamente a Drinian, el niño estaba a punto de las lágrimas.

- Mi hermana nunca haría tal cosa. –Dijo Drinian, con un grito un poco desesperado. -

… Se que tampoco se dejaría… ¡Tampoco se dejaría apoderar por Hedra!

El chico al decir esto se puso a llorar. Laguna y Squall se miraron el uno al otro,

mientras que el niño aun seguía llorando. Squall sabía perfectamente lo que era admirar

tanto a una persona, y que esta te defraudara.

Squall caminó a paso lento pero tranquilo hacia al lado de Drinian. Este chico a pesar

de ser lo suficiente maduro para levantarle la voz a Seifer, era lo suficiente inmaduro

como para soportar la idea de que su hermana, estuviese causando daño.

-De seguro que Hedra utilizo la réplica de las habilidades de Eleone, Drinian. –Dijo

Squall, mientras levantaba al niño.

Squall secó las lagrimas de Drinian, mientras el grupo quedaba impresionado por la

aptitud de Squall.

- ¿De verdad crees eso? –dijo Drinian entre sollozos.

-De veras lo creo. –Dijo Squall mientras terminaba de secarles las lágrimas a Drinian.



47

El muchacho, al oír estas palabras de aliento, se quedo más tranquilo y dejó de llorar.

Por fin entendía por qué su hermana sentía tal admiración por Squall Leonhart.

Squall al terminar de consolar a Drinian se dirigió directamente hacia laguna, quien

había observado la escena en silencio, pero bastante atento. Ahora era cuando tenían

que actuar.

-Laguna… traes contigo el nuevo Lagunamov ¿verdad?

Laguna lo miró atento y dio una carcajada mientras miraba hacia su alrededor al resto

del grupo.

-Es tu día de suerte muchacho, ¿a dónde se quiere dirigir el comandante? –Dijo Laguna

en tono de broma.

El resto de grupo dio un salto de alegría, incluyendo Irvine que aun seguía bastante

herido, pero ya con la esperanza de que se fuera a recuperar mejor en la enfermería del

jardín y con los cuidados necesarios que necesita un Seed.

Squall inmediatamente corrió al lado de Irvine y le pidió ayuda a laguna para que

ayudara al hombre a caminar, mientras que Seifer, viento y trueno se quedaban mirando

atentos.

-Squall. –Dijo Seifer. –Supongo que nosotros nos quedaremos aquí, tenemos que

ayudar a la gente del pueblo.

Squall miró de reojo a Seifer; el muchacho le había leído el pensamiento.

-Muy bien. –Dijo Squall. – ustedes quédense por favor. – Laguna, dirígete al jardín

ahora mismo.

Laguna lo miró y pensó para sí como había crecido Squall en cada una de sus batallas,

y como poseía el liderazgo necesario para ser un buen líder, y esto lo ponía contento, ya

que sabía que cada vez más… Squall estaría preparado para lo que vendría. Cada vez

entendía más a su ―Duende‖.

_________

Mientras tanto, Rinoa se paseaba inquieta por el jardín, ya a punto de ir al jardín de

Travia, donde literalmente no sabía con que sorpresa saldría Yumiko. A su lado se

encontraba Quistis también pensativa, pero sin embargo no había dicho palabra alguna.

Quizás, seria hora de actuar…



48

<<Por favor, Quistis, Rinoa, Selphie y Zell diríjanse a la oficina del director, Repito,

Quistis, Rinoa, Selphie y Zell diríjanse a la oficina del director>>

Rinoa y Quistis se miraron y salieron corriendo al ascensor, donde los esperaba

Selphie y Zell, que estaban entrenando juntos en la zona de entrenamiento. Los cuatro

chicos se miraron mientras el ascensor bajaba. Para sorpresa de ellos, la que venía

bajando era Yumiko.

-¡Vaya! –Dijo Yumiko. – pensé que tendría que ir a buscarlos yo.

Rinoa la miraba furiosa mientras que Quistis le sostuvo la mano de Rinoa para que se

tranquilizara.

-Lástima que te ahorraste eso. –Dijo Quistis. –ahora vamos mejor, no es muy agradable

estar aquí charlando contigo.

Quistis tomó la mano de Rinoa y ambas subieron al ascensor, mientras que Selphie y

Zell se incorporaban a ellas.

-¡Espera! –Dijo Yumiko. –Yo también subo con ustedes, ¿o te molesta Quistis?

Quistis miró a Rinoa, la muchacha estaba ardiendo por dentro, pero lamentablemente

ella no era quien para prohibir a un alumno del jardín subir al ascensor.

La misma Rinoa se acercó a la puerta del ascensor y se puso entre medio y miro

fijamente a Yumiko.

-Adelante… espero que el ascensor suba pronto. –Dijo la misma Rinoa mirando a los

ojos de Yumiko.

-Espero lo contrario, Rinoa. –Dijo Yumiko con una risita malvada.

Al llegar a la oficina, el director Kramer los estaba esperando. El hombre tomo la

mano de Rinoa y la puso al lado de él. Luego se apresuro a hablar sin rodeos.

-Chicos, quiero que vayan lo más pronto a Travia

-¡¿Qué?! –dijo Rinoa sorprendida. –Esto… no me lo esperaba, siendo que el propio

Squall ni siquiera ha llegado de su misión.

Los demás se miraron sorprendidos por le reacción del director y a la vez emocionados.

Creo que las aptitudes malignas de Yumiko habían logrado un fruto.

-Creo que en estos momentos sería mejor que fuésemos a ver a Squall. –interrumpió

Quistis junto con Rinoa.

-No. –dijo el director… lo mejor es dejarlo tranquilo, como dijo Yumiko. – estás de

acuerdo Yumiko ¿verdad?



49

La muchacha agacho su cabeza, sin mirar a los ojos ni al director ni a sus compañeros,

y luego dio una pequeña risa, como si lo que estaba ocurriendo le produjera gracia.

-Claro director. –dijo Yumiko levantando la cabeza. – Yo misma me ofrezco a

acompañar a los chicos a Travia.

-muy bien. –dijo el director Kramer. –entonces iréis Rinoa, Quistis, Zell, Selphie y

Yumiko, traedme un informe completo de la situación.

Los cuatro chicos salieron de improviso y se dirigieron al patio, mientras Yumiko se

quedaba totalmente sola con el director Kramer.

-Muy bien Kramer. –dijo Yumiko. – Todo está saliendo a la perfección.

El director se acerco a ella esta vez como si no fuese él quien estuviese controlando su

cuerpo, y dio una sonrisa malvada.

-Gracias Hedra… - todos creen que soy Kramer. – dijo una voz totalmente distinta a la

del director.

-No te confíes. –que aun Kramer lucha por recuperar su cuerpo… al igual que Yumiko.

–Dijo Hedra. – recuerda que si aparece Edea, estás perdido, ya que sabrá enseguida que

no eres Kramer.

El ―director‖ frunció un poco el entrecejo y luego se sentó en la silla de su escritorio.

Hedra se rió y se acerco a él y por última vez le dijo. ―Ten cuidado‖ y se marcho a la

nave junto a los chicos.

Una vez en el patio, Rinoa y Quistis empezaban a hablar sobre la extraña reacción del

director, justo cuando la muchacha entraba por la puerta principal. Yumikó miro la

nave; esta estaba reparada y con una capa de pintura nueva, tal como ella había sugerido

antes. La muchacha al ver dio una pequeña risita malvada.

-De que te ríes bruja. –la interrumpió Rinoa, un poco molesta–. ¿Eres tan molesta, que

incluso te vienes a reír de nosotros aquí?

Yumiko por un momento guardo silencio y siguió observando el paisaje, Mientras veía

como Zell y Quistis lo observaban detenidamente. La muchacha miro a Rinoa fijamente

a los ojos y dio otra risita.

-Que va… ¿yo reírme? Já, lo que ocurre es que quiero ir muy pronto a salvar a los de

Travia ¿acaso no lo ves?

Rinoa apretó entre dientes, mientras Quistis se incorporaba al lado de Rinoa. La ex

maestra se acerco a Rinoa, mientras la tomaba de la mano y se la llevaba al lado de la

nave para que evitara discusiones con Yumiko. Una vez allí, Quistis se dispuso a hablar,

mientras Yumiko se acercaba lentamente.



50

-Qué tal si… -dijo Quistis sin poder terminar de hablar.

-Lo lamento Quistis. –dijo Yumiko. –pero mientras Squall no esté las ordenes aquí las

digo yo. – Selphie, pilota la nave a máxima velocidad.

Quistis miró a la muchacha con una mirada un poco altanera, pero recordó aquella

amenaza, en el cuarto de ella… cuando dijo que lamentaría que a Selphie le pasara

algo… solo al recordar eso, Quistis recordó, que la que hablaba era un enemigo

poderoso, y que no era conveniente discutirle ni hacerle enfadar… no mientras Squall

no estuviese allí.

-Muy bien, como quieras Yumiko. –dijo Quistis desistiendo de una vez. – Selphie haz

el favor y haz lo que te pide Yumiko.

-Uh… si. –dijo dudosa Selphie. –como quieras…

Yumiko dio una risa, y tomo a Zell de la mano y se lo llevo a dentro de la nave. Quistis

hizo lo mismo con Rinoa y todos subieron a la nave que Yumiko había robado a Squall.

__________

Mientras tanto, en el Lagunamob.

-¿Puedes apurar un poco mas esta nave?- dijo Squall nervioso. - quiero llegar al jardín.

-Tranquilízate muchacho. –Dijo laguna. –de seguro todos están bien. – y no… no

puedo apurar mas la nave, ya que no tiene mucho combustible y si le subo la velocidad,

no alcanzaremos a llegar a Balamb.

-No puedo… de solo pensar que Rinoa está con Yumiko me dan escalofríos…

De Improviso la voz de Drinian se escucho en el silencio sepulcral de la nave. El chico

tenía una cara de felicidad enorme al estar mirando por una de las ventanas.

Sobrevolaban Galbaldia, la ciudad extinta en el tiempo de Yumiko y Drinian.



51

-¡¡Esto es histórico!! –dijo el joven con una alegría que le sorprendió al grupo. –esta

ciudad es magnífica, he escuchado sobre Galbaldia, pero jamás pensé que la conocería.

Laguna al mirar al pequeño dio una pequeña carcajada y miro a Drinian.

-Yo trabaje como un soldado en Galbaldia. –dijo laguna. –allí conocí a un amor de

juventud.

Drinian miro a laguna totalmente emocionado, nunca había creído mucho eso de que en

Galbaldia también disponían de soldados, y que eran la segunda potencia más grande

del mundo.

-Me gustaría conocerla algún día con mi hermana. –Dijo en silencio Drinian con un

poco de pena. – a ella le encantaba Esthar, y siempre jugábamos a que ella defendía a

Esthar y yo a Galbaldia… tío laguna, cuando esto acabe, ¿podemos conocer Galbaldia y

Esthar?

-¡claro! –dijo emocionado laguna, tratando de animar un poco más el ambiente. – de

seguro que te gustara ir al centro comercial, de hecho… si quieres también te llevare a

jugar a las cartas.

Ambos, tanto Drinian como laguna, estaban totalmente emocionados, mientras que

Irvine dormía profundo esperando la llegada al jardín. Esto no era fácil para Squall. De

solo pensar que su amada, y sus amigos corrían peligro, lo hacían estar estresado y con

ganas de llegar y saber de que Yumiko no estaba allí, de que había ido a otro lado y que

sus amigos y su novia aguardaban el regreso de ellos, para ir a hacerle frente a la propia

Yumiko.

-tranquilo Squall. –se dijo él para sí mismo. - ya estamos por llegar al jardín y veras

que Rinoa estará esperándote…

De improviso salta Drinian y se pone al lado de Squall, mirándolo fijamente, pero con

un poco de miedo.

-Lamento todo lo que ha provocado Yumiko. –dijo Drinian. –si ha sido ella la que lo ha

hecho… no me lo perdonaría, pero si estuviese siendo manipulada, te pido por favor

que…

Squall lo miro y vio como el niño tenía lagrimas en sus ojos. Drinian se repetía varias

veces la frase ―los hombres no lloran, no lloran‖ pero cuando más lo decía, más lloraba.

Squall imagino lo mucho que debía querer a su hermana… quizás sentía la misma

nostalgia que el sintió con Eleone en su momento, pero no era momento de eso… ya

estaban llegando a Balamb.

Squall dio un vistazo rápido y despertó a Irvine; por lo menos el jardín se veía a lo lejos

y la ciudad por fuera parecía estar intacta. Drinian paró de llorar y junto a laguna vieron

como la nave se acercaba cada vez más al jardín. A Drinian le sorprendió lo pequeña

que se veía balamb por fuera y bonito que era el jardín de balamb por fuera.



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-Laguna apresúrate en aterrizar. –dijo Squall emocionado.

-Tranquilo, ya estamos a metros del jardín. –dijo laguna. - deja ver donde se encuentra

el patio para aterrizar allí.

Una vez dicho esto, laguna vio donde estaba el patio y rápidamente aterrizo. Squall,

Drinian y Irvine fueron los primeros y los más desesperados en bajar. Squall vio a una

alumna conocida y le pidió enseguida que llamara a Quistis, pero esta les informo que

no la había visto en toda la tarde, pero que podría ir a la enfermería y acompañar a

Irvine a que la doctora kadowaki lo atendiera. Squall acepto y Irvine se fue con la

muchacha directo a la enfermería. Una vez hecho esto, Squall tomó de la mano a

Drinian y prácticamente corrió por cada uno de los pasillos que daban a las distintas

salas para ver si encontraba a Rinoa o alguien del grupo, pero solo se encontró con

gente que lo miraba extraño y a estudiantes que miraban la extraña armadura de su

pequeño amigo Drinian.

Drinian dentro de lo apurado que estaban se dedico a mirar lo distinto que era el jardín

que él conocía a este. Este tenía un ambiente bastante acogedor, incluso hogareño para

él, y eso le agradaba. El muchacho recordó ahora como era su jardín. Recordó que era

aterrador, ya que había sido atacado un montón de veces en el tiempo de artemisa, y era

el único jardín del mundo que aun seguía funcionando, pero con muchos menos

recursos y Seeds, ya que solo los valientes se atrevían a enfrentar la furia de artemisa y

sus discípulos. Esto le decepciono bastante y se preguntaba si sus amigos estarían bien

en el futuro sin Yumiko y el que los protegiera.

Squall ya había recorrido cada rincón sin obtener resultado, al parecer ni Yumiko ni

Rinoa ni ninguno de sus compañeros se encontraba en el jardín. Esto lo tenía

preocupado, pero aun faltaba un lugar donde ir. Donde el director Kramer.

-Drinian, iré donde el director Kramer, tu anda con laguna a la nave… puede que

tengamos que ir a otro lugar. –Dijo Squall preocupado.

-Está bien Squall. –Dijo Drinian. –ojala que tengas suerte.

El joven salió corriendo y se dirigió al lado este del jardín para llegar al patio. Mientras

que Squall todo nervioso subía por el ascensor.

El ―director‖ estaba en uno de sus escritorios revisando uno de sus improvisados

papeles, cuando de improviso vio que Squall entra por la puerta. El hombre queda

impresionado y lo mira con extraña dureza, pero luego se acerca confiado.

-¿¿Squall?? ¿¿Qué haces aquí??

Squall quedo totalmente sorprendido por la reacción del director, y un poco dudoso de

todo lo que estaba pasando.



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-Es una larga historia. –dijo Squall tomando aire. –fuimos a buscar a Winhill, pero un

montón de G.F’s aparecieron. Con la ayuda de Seifer y su grupo logramos

neutralizarlos… sin olvidar tampoco la ayuda del hermano de Yumiko, Drinian.

El director miro impresionado y se acomodo las gafas por unos pequeños segundos.

Luego miro fijamente a Squall y aun impresionado, también tomo aire.

-Muchacho, Yumiko nos dijo que la habías mandado a que fuésemos a Travia, y los

mande a que fueran… ahora tendrían que estar camino a Travia

Squall abrió los ojos y miro fijamente al director, estaba muy tranquilo… y notaba una

extraña presencia alrededor del director, sin embargo lo que le preocupaba era que

Yumiko estaba con los chicos, afuera del jardín… si era lo que pensaba, no había

tiempo de explicaciones, y tendría que actuar rápido.

-director, iré a buscar a mis compañeros, si Yumiko le pide que haga algo de mi

parte… por favor no lo haga, si van a Travia aun estoy a tiempo de alcanzarlos. – dijo

Squall nervioso.

El director lo miro extrañado y le propuso que esperara mejor la vuelta de Yumiko al

jardín, pero Squall se negó rotundamente. Ignorando las sugerencias del director salió

rápidamente de la oficina y bajó en el ascensor, que extrañamente se detuvo en el

segundo piso. Al parecer alguien lo había parado para subir. Al abrirse la puerta Squall

quedo extrañamente sorprendido; alguien muy especial había parado el ascensor.

-Hola Squall, cuánto tiempo. –se escucho una voz bajita, pero dulce.

-¡Eleone! –dijo Squall totalmente sorprendido.

La muchacha estaba igual que siempre, sin ningún cambio aparente durante estos dos

años. La muchacha había tenido que seguir viajando en el barco de los Seeds blancos,

ya que mientras reconstruían Esthar, ella solo sería un estorbo; desde esa ocasión de que

Squall no veía a Eleone.

-si… vine a ver al director por petición de Edea. –dijo la muchacha alegremente. –ella

en estos momentos está investigando la razón de la extraña aparición del G.F de la ola

gigante que apareció cerca de Travia.

-Ya veo. –dijo Squall. –¿ella está en Travia?

-Sí, está investigando y le ha ido bastante bien en la investigación, pero por algún

motivo me pidió que viniese al jardín a ver al director y entregarles unos informes. –

Dijo Eleone.



54

Squall guardo silencio. Por un pequeño, solo un pequeño minuto se le paso la idea de

que, quizás Yumiko quería ir a Travia para ver a Edea, y eso era muy peligroso. Si era

así, puede que Yumiko quisiera matarla, y eso si que no se lo perdonaría.

-¿Squall? Despierta. –dijo Eleone ante el silencio de Squall.

-uh… disculpa, Eleone, ¿podrías acompañarme a Travia? –dijo Squall de improviso y

casi sin pensarlo. –laguna también ira, además quiero que conozcas a alguien.

-Bien, te acompañare. –dijo Eleone. –y a ¿quién quieres que conozca?

A una mujer que ha viajado en el tiempo y que puede que nos mate a todos si no la

detenemos. A Yumiko.

Mientras tanto, el otro grupo cada vez estaba más cerca de su objetivo.

Ya estamos a unos kilómetros del continente de Travia. –Dijo Selphie un poco

nerviosa.

-Perfecto. –dijo Yumiko alegremente. –Todo estará…

De improviso entra Zell y Rinoa con una gran sonrisa. Ambos estaban emocionados

como si algo realmente genial estuviera pasando. Rinoa se acerca a Yumiko y la nota

furiosa al ver que ambos chicos, interrumpía su pequeño discurso.

Zell sin aguantar la emoción grita desesperadamente que bajen la nave, que abajo había

algo genial (bueno no tan genial, pero si genial para Zell); entre el mar y unas rocas

escondidas, se veía a lo lejos el barco de Edea.

-Yumiko. –Interrumpió Quistis otra vez. –Baja la nave, mamá Ede está abajo.

Yumiko estaba totalmente nerviosa, como si un escalofrió le recorriera el cuerpo. La

muchacha tomo por un minuto asiento y se quedo allí, quieta.

-¡Selphie! –Dijo Yumiko casi gritando. –Sigue adelante.

Todos los chicos quedaron impresionados. Como era posible que la muchacha ni

siquiera los hubiese escuchado, ¡Mamá Ede! Estaba abajo y la muchacha ni siquiera se

inmutaba a dirigirse para allá, o por lo menos explicarles la razón del por qué no

escuchaba a sus compañeros.



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La muchacha se paró de su asiento y al ver que Selphie no hacía nada, la tiro a un lado

bruscamente y tomo el mando de la nave.

-¡¿Qué haces Yumiko?! –Dijo Rinoa gritando. –¡Baja ahora! No es una sugerencia es

una ORDEN!

Yumiko se paro del asiento, poniendo el mando en automático y miro a Rinoa

fijamente, totalmente desafiante.

-¿Tu ordenándome? –Dijo Yumiko con una risa irónica – ¡¡Me tienes harta!!

La muchacha se abalanzó sobre Rinoa y ambas se pusieron a pelear bruscamente.

Quistis, Zell y Selphie desesperados trataron de separarlas, pero veían como Yumiko

tenía una fuerza descomunal. Rinoa sin quedarse sin más, le daba golpes tratando de

defenderse y de paso provocarle algún que otro rasguño a la chica insoportable.

De Improviso, Yumiko se queda quieta, como si algo estuviese controlando su cuerpo.

Al verse en ese estado, la muchacha soltó a Rinoa y se quedo en una esquina, quieta y

como si estuviera fuera de sí.

Rinoa miro como Yumiko se alejaba de ella. Era primera vez que peleaba con tantas

ganas y aunque Yumiko le había dado un par de rasguños, ella no se había quedado

atrás, por lo menos había logrado alejarla… o eso creía.

-Ahora vamos al barco de mamá Ede. –Dijo Rinoa, mientras Yumiko seguía en una

esquina, totalmente quieta.

Selphie y los demás asintieron. Selphie se acerco al mando de la nave y apretó algunos

botones, pero algo realmente escalofriante le recorrió su cuerpo; El piloto automático,

no funcionaba.

La muchacha trato por todos los medios, pero no podía controlar la nave. De improviso

Zell advierte que Yumiko se encontraba desmayada en aquel rincón, y que se estaban

alejando demasiado del barco de mamá Ede. Los chicos estaban perdiendo el control.

-¡¡Chicos!! –Grita desesperadamente Quistis. – Aquella cosa… aquella cosa es…

Sin previo aviso, la muchacha corre hacia Selphie, mientras un gran movimiento

sacude la nave. El motivo de la sacudida era un G.F que apareció en el cielo. Selphie y

los demás desesperados trataron de esquivarlo, pero la nave estaba en piloto automático,

por lo que solo recibieron golpes y golpes de parte del G.F que descendía del cielo; La

única solución era un aterrizaje forzoso antes de que la nave colisionara con la tierra.



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Zell fue el primero en recobrar la conciencia. Sin mucho saber lo que había ocurrido y

aun aturdido por el impacto, pudo notar que se encontraban en tierra, a los pies de una

montaña de Travia. El muchacho un poco desesperado, Grito dentro de la nave (que

estaba completamente destrozada y llena de escombros) el nombre de sus compañeras,

para ver si obtenía resultado.

La primera en responder fue Rinoa, que también aturdida y confusa por el impacto, se

levanto rápidamente y se unió a Zell.

-Uh… donde… ¿dónde estamos? –Dijo Rinoa confusa por el impacto.

-Creo que hemos llegado a Travia con un forzoso aterrizaje por culpa del G.F que nos

golpeo. –Respondió Zell aun aturdido.

-¿Y Yumiko? –Pregunto Rinoa con curiosidad de saber donde se encontraba su

enemiga. – ¿La has visto?

-No, pero creo que… auch… creo que lo más conveniente sería encontrar a Quistis

primero.

-De acuerdo- Asintió Rinoa.

Ambos chicos empezaron a buscar a Quistis, que unos pocos metros más allá, sostenía

a Selphie.

La ex Maestra se encontraba bastante bien y ni siquiera parecía aturdida, pero su amiga

Selphie, parecía todo lo contrario. Con golpes y rasguños, Selphie estaba a los pies de

Quistis, que la sostenía y la mantenía consiente. La pequeña muchacha, había salido mal

herida por la colisión y no se veía muy bien que digamos.

Rinoa y Zell Ayudaron a Selphie, y junto a Quistis la llevaron a la parte más segura de

la nave, donde no había peligro. El rostro de miedo de Zell se notaba fácilmente, por lo

que Quistis trato de animarlo con una leve sonrisa.

Una vez dejando a Selphie en un lugar seguro, Quistis se dirigió a donde se encontraba

Zell y mirándolo fijamente, se puso de pie y lo miro fijo, mientras el muchacho y Rinoa,

miraban a la pobre Selphie.

-Cuídala. –Dijo Quistis a Zell.

Zell y Rinoa se quedaron mirando ambos, sin saber a lo que se refería la muchacha,

Quistis se alejo de apoco y empezó a caminar hacia la salida, mientras que Zell corría

detrás de ella.

-¿A dónde vas? –Dijo Zell con expresión de miedo en su rostro.

-Iré a ver donde se encuentra Yumiko. –Dijo Quistis seriamente. –Si ves que hay

peligro, corre junto con Rinoa y llévate a Selphie de aquí, ¿vale?



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- Ok, pero ten cuidado con aquel G.F… todavía debe estar por ahí. –Dijo Zell.

La muchacha se quedo callada por unos segundos, y luego miro a Rinoa y a Selphie

que se encontraban unos metros más allá.

-Créeme que le tengo más miedo a Yumiko que aquel G.F –Dijo Quistis mientras se

marchaba hacia la salida.

Quistis una vez afuera de la nave lo primero que se percata es que Yumiko ya se

encontraba afuera, fijamente mirando el cielo. La muchacha con un poco de miedo, pero

sobretodo con inquietud, se acerca a Yumiko, la cual claramente se encontraba en una

especie de trance.

Al darse cuenta Quistis, la primera persona que ve es a Rinoa, que junto a Zell, no

estaban dispuestos a perderse de la diversión. Ambos muchachos, habían encontrado

injusto que Quistis se arriesgara, por lo que contradiciendo lo que la muchacha había

dicho, la habían seguido.

-Ustedes… -Dijo Quistis dando un suspiro largo. –No obedecieron lo que les dije…

-Lo lamento Quistis, pero Rinoa vino corriendo y yo la tuve que seguir. –Interrumpió

Zell mientras miraba fijamente a Yumiko.

-¡No te podía dejar sola con esta bruja! –Dijo Rinoa casi con un grito. –Que estará

haciendo Yumiko ahora…

-Veamos. –Dijo Quistis, mientras los tres chicos miraban atentos

Quistis y los demás se alejaron rápidamente de la muchacha y empezaron a mirar con

atención como la muchacha seguía en aquella posición mirando el cielo, Cuando de

pronto del cielo se ve una sombra gigante.

-Se parece… Se parece a aquel…

Los muchachos quedaron impresionados al ver como el cielo se abría y como en

cuestión de segundos tenia frente así a aquella bestia que había atacado la nave.

El G.F era aproximadamente de unos 30 metros de largo y tenía grandes alas, era una

especie de Ifrit con alas y mucho más grande. Aquel G.F parecía como si tuviera sed de

sangre y que estuviera envuelto en odio.

Quistis miro con atención, como aquella bestia miraba a la que al parecer lo estaba

invocando. A Yumiko.

De Improviso muchos monstruos empezaron a llover del cielo, como aquella vez en

que Squall y los demás tuvieron que enfrentar a otro monstruo en Winhill; aunque claro,



58

esto no lo sabía ni Quistis ni los demás. La muchacha vio con asombro como cada vez

mas monstruos llegaban al suelo, listos para divertirse.

-Zell, ¡llévate a Rinoa Ahora! –Grito Quistis con fuerza y firmeza.

-Está bien Quistis. –prosiguió Zell

Zell agarro fuertemente a Rinoa del brazo y se la llevo de regreso a la nave. La

muchacha al principio se resistía, ya que dejarían a Quistis sola con aquellos monstruos,

pero al ver la insistencia de Zell, lo siguió hacia la nave. Una vez allí muchos monstruos

salieron de la nada y empezaron a atacar a Zell. El muchacho al ver el peligro insiste

que Rinoa que arranque y traiga algo de ayuda.

-he he. –Se rio Zell. –¡No tendré piedad con ustedes monstruos!

El Muchacho desesperado, empezó a tirar golpes y puños a los monstruos, como si

fuera la última batalla. El muchacho golpeo al primero, luego al segundo y así

sucesivamente hasta que se enfrento a unos 20 monstruos en total él solo.

Aunque Zell puso todo su empeño, se empezó a sentir cansado y débil, un poco más y

los monstruos le hacían más daño. Esto lo frustro por unos segundos enormemente, e

incluso pensó en rendirse y correr, pero él era un Seed, no lo podía hacer… el no podía

defraudar a sus compañeros.

-Creo que no me queda alternativa. –Dijo casi a punto de desmayarse.

Zell empezó a concentrarse, cuando de improviso decide hacer un golpe nuevo que

aprendió viendo al boom y a Cactilio. Este golpe se trataba de KAMIKAZE y era muy

letal y efectivo, y aunque este ataque era diferente, era lo suficientemente fuerte como

para dejar a todos los monstruos moribundos, y a él en un estado casi de coma.

Esa idea de solo pensar le aterraba, podía morir si no lo hacía con el debido cuidado,

pero ya no habían muchas alternativas. Era ahora o nunca.

-KAMI…

Zell estaba a punto de realizar su movimiento cuando una voz familiar, y un poco fría

resuena detrás de el; era la voz de Yumiko, mientras que detrás de ella venia Quistis.

-¡APOCALIPSIS!. –Grito Yumiko y extendió su mano hacia el lado de los monstruos.

De improviso todos los monstruos y bestias que quedaban, empezaron a gemir de dolor

al ver que por dentro un pequeño punto blanco empezaba a agrandarse mas y mas, al

punto de matarlos. Así funcionaba la magia apocalipsis.

Yumiko se acercó a Zell, que con la boca abierta miraba a Yumiko con un poco de

miedo y respeto. La muchacha ni siquiera se había inmutado para formular el hechizo, y

era como si lo practicara todos los días.



59

-vaya. –Dijo Zell mientras caía al suelo muerto de cansancio.

-¿Estás bien? –Dijo Quistis casi enseguida. – ¿Te hicieron mucho daño?

-Está bien Quistis. –Dijo Yumiko con una mueca en su rostro. –Donde están los demás.

Mientras tanto, Squall y los demás seguían en la nave, a unos kilómetros de llegar a

Travia. Drinian y Eleone, a pesar de los pocos minutos que llevaban conversando, se

habían llevado muy bien. La muchacha acostumbrada a los niños, trataba de consolarlo

y decirle que todo iría bien, mientras que el muchacho miraba con gran admiración a

Eleone… le recordaba tanto a su hermana…

¡Drinian!- dijo de improviso Squall. – ven hacia mi lado.

Drinian miro atento, y termino aquella conversación tan interesante que mantenía con

Eleone y se dirigió al lado de Squall para saber que quería esta vez.

-Dime Squall. –dijo Drinian totalmente incrédulo de la pregunta que le iban a hacer.

-Tú… tú hermana. –Dijo Squall un poco nervioso al ver que Eleone lo miraba atento. –

¿Tu hermana cuanto me conoce?

Drinian dio un suspiro bastante largo y se propuso recordar todo lo que había visto

hacer a su hermana.

-Difícil Squall. –Dijo el muchacho. –Ella te admira demasiado.

-Cuanto… -dijo Squall nervioso.

-Artemisa murió cuando mi hermana tenía trece años aproximadamente. Yo tenía más o

menos siete, y nos quedamos huérfanos. Cuando llegamos al jardín de balamb, nos

propusimos estudiar quien había sido el guerrero que había derrotado a artemisa, y entre

ellos te encontrabas tú. –Dijo Drinian tomando un descanso. –De ahí no paro… se

estudio todo sobre ti; comida favorita, tus amigos, donde estudiaste, que GF tenias

enlazados, que magia ocupabas, hasta que técnicas tenias y lo más importante tus

debilidades, dijo que si quería ser más fuerte que tu, tendría que aprender a no tener

puntos débiles.

Squall escucho atento todo lo que decía Drinian, pero la parte de ―Debilidades‖ le

quedo dando vueltas. Si ella sabía todo eso, poco y nada podía hacer.

-Ven conmigo, Drinian; tenemos que apurarnos a llegar a Travia. –tengo el

presentimiento de que esto se complicara.

-Sí. –Dijo Drinian. –Quiero salvar a mi hermana.



60

Mientras tanto, el otro grupo también afrontaba sus propios problemas…

-Selphie, Selphie! Tienes que despertar, Zell y los demás están en peligro. –Dijo Rinoa

a la muchacha que se encontraba inconsciente.

Selphie aun seguía inconsciente, y Rinoa allí, Sola y sin ayuda. La muchacha, recordó

el estado de Selphie y se dispuso a concentrarse; por primera vez en dos años, volvería a

ocupar los poderes de bruja.

Rinoa se acercó y empezó a hacer una especie de rezo al lado de Selphie.

-¡Cuidado! –Dijo Selphie enseguida al despertar. –Esa había sido su última palabra

antes de colisionar.

Tranquila Selphie. –Dijo Rinoa. –El impacto ya paso, pero Zell Y Quistis están en

peligro, tienes que ayudarme.

-Auch, no entiendo nada… pero bueno, vamos a derrotar a los chicos malos. –Dijo

Selphie sacando enseguida su nunchaku y poniéndose de pie.

-Así se habla Selphie. –Y ambas muchachas se dirigieron hacia la salida.

Ambas muchachas empezaron a recorrer la nave con mucho cuidado, evitando que le

cayera alguna especie de escombros, o de que algún monstruo las atacara desprevenidas.

Para fortuna de ellas nada de eso paso, e incluso era raro de que no hubiese ningún

monstruo, y eso le asustaba más a Rinoa…

-¡Rinoa mira! –Exclamo Selphie emocionada.

La muchacha miro y para sorpresa de ella, era Zell que junto a Quistis venían hacia

ellas. Yumiko un poco más atrás, se alejo del grupito que emocionados veían como se

encontraban cada uno. Zell venia un poco mal herido, pero Quistis se veía bien, aunque

también cansada.

Rinoa ahora miro a Yumiko, esta estaba callada, pero se notaba de lejos que disfrutaba

con la situación. El ver sangre y la preocupación de sus compañeros le agradaba. O por

lo menos eso pensaba Rinoa.

-Que les hiciste a mis compañeros bruja. –Dijo Rinoa sin escrúpulos y directa al grano.

Yumiko guardo silencio y no le respondió, pero Rinoa seguía insistiendo. Rinoa estaba

segura de que era culpa de ella que Zell estuviese mal herido.

-¡Contesta! –Grito impaciente Rinoa.

-Les acabo de salvar la vida a ambos. –Dijo Yumiko. – Si no fuera por mí…



61

De improviso se sintió un fuerte rugido; era el de una bestia que aun tenia sed de sangre

y de matanza. Rinoa paro la conversación y se acercó a Quistis para que ambas

aplicaran cura total sobre Zell y pudiera estabilizarse. Así lo hicieron y ambas aplicaron

cura a Zell quien de pasar de un estado casi moribundo, paso a sentirse mucho mejor,

pero no había tiempo de alegrarse, el sonido de la bestia se sentía ahora con mucha más

intensidad.

-Es Mejor que salgamos de aquí. –Dijo Selphie de improviso. –Puede que aquella

cosa…

Sin terminar la frase, ve como Yumiko a unos metros más allá, se desploma al suelo y

como en cuestión de segundos, Un monstruo gigante habría el techo del lagunamov y

miraba a los chicos como si fueran pequeños ratones de experimento.

-¡Corran! –Grito Quistis, mientras hacía al grupo para atrás. –Yo lo distraeré.

El grupo no muy conforme corrió, mientras la muchacha se concentraba para ocupar

Barrera total, que protegería al grupo por un estado poco de tiempo, y a ella, que vería

como se las ingeniaba para distraerlo y escapar con vida de allí, y por supuesto sacar a

Yumiko.

Rinoa, Selphie y Zell corrieron rápido; este monstruo no era aquel G.F que habían

visto. Este era más pequeño y se veía que solo era un monstruo, pero lo que le

preocupaba al grupo era que Quistis estaba sola, y no se sabría cuanto tiempo más

podría sostener la barrera.

Los muchachos casi a la mitad de la salida, sienten un estruendo y un rugido aun

mayor del que habían sentido. Al parecer a la salida, se encontraba el G.F, esperando

por ellos.

-¡Mierda! –Dijo Zell tirando un combo para el suelo. –Que haremos ahora, aquí está el

G.F y allá un monstruo no menor.

Mientras Zell decía eso, se sintió como un grito de Quistis se escuchaba; al parecer el

monstruo menor había destrozado la barrera y la había atacado, ¡tenían que ayudarla!

Pero con el G.F delante de ellos no podrían hacer mucho…

-Si solo estuviese Squall. –Dijo de improviso Rinoa.- esto sería distinto…

-Vamos. –Dijo Zell. –Tenemos que salir de la nave, y ver el modo de enfrentar al G.F y

después al monstruo que esta con Quistis.

-Sí. –Dijeron Selphie y Rinoa casi al mismo tiempo.



62

Ambos chicos siguieron corriendo y cuando estaban a punto de llegar a la salida de la

nave, el G.F produce un ruido muy siniestro, como si disfrutara la frustración y miedo

que ellos tenían. Ahora los chicos estaban perdidos, no tenían modo de salir de allí.

-¡Piro X! –Se sintió una voz mientras se siente un rugido de dolor del parte del G.F.

La voz era de Drinian, que desde la otra nave formulaban un hechizo para que los

muchachos pudieran escapar.

Los muchachos al ver la nave en el cielo y ver a un niño formulando un hechizo

quedaron impresionados, pero sin dudarlo aprovecharon la ocasión para salir por fin del

lagunamov que se encontraba todo destrozado.

Al salir afuera, por fin pudieron discernir el gran daño que había causado.

Drinian junto con Squall aterrizaron rápidamente y dejando a Eleone en un lugar

seguro, se dirigieron rápidamente al lado del grupo, que ya agotados trataban de

esquivar los golpes del G.F. Drinian con solo mirar supo de quien se trataba; era el G.F

Umineko el más fuerte de los G.F de tipo volador, superando con creses a bahamut, el

rey de los dragones.

-Squall. –Dijo Drinian. –Este G.F estaba sellado en mi tiempo, debes derrotarlo y será

tuyo para siempre.

Squall al oír esto se apresuro al lado del grupo, viendo como los chicos con admiración

miraban a Squall… Y Rinoa feliz y con fuerzas de todo, al ver que su amado estaba

sano y salvo.

-Drinian, llévate a todos a la nave. –Exclamó Squall en tono severo. – yo me encargare

de Umineko.

-¡Squall! –Dijo Rinoa. –Animo… y por favor salva a Quistis que está adentro de la

nave junto con Yumiko.

Squall sin responder nada y totalmente concentrado se dirigió a dar su mejor golpe al

G.F, mientras que Drinian y los demás se dirigían a la nave de laguna, donde se

encontraba Eleone unos metros más allá.

Squall ya preparado para tirar SUMMUN, se da cuenta que el G.F da un gran salto y

en cuestión se segundo está detrás de Squall… y…

¿Qué pasara con Squall y los demás? ¿Podrá hacer daño el ataque? ¿Se salvarán

de esta?



63

Final Fantasy VIII. La continuación. Capítulo X: Por un beso.

(Por “RinoaUnica” «Melina»)




Facebook: RinoaUnica






64

Umineco era un GF realmente pavoroso. Solo sus alas alcanzarían la envergadura de un

estadio de futbol, y el cuerpo que sustentaban en el aire contaba con rasgos propios del

mayor depredador de la historia de las invocaciones. Poseía seis alargados brazos de

forma híbrida entre humana y animal, llenos de esporas venenosas, y portadores de seis

espadas, a cada cual más pavorosa y afilada; todas de hojas relucientes y empuñaduras

grabadas con toda clase de funestos motivos.

Su cuerpo tenía la textura escamosa de una gigantesca serpiente, garras de ave

de presa, y cabeza de dragón. Su antiguo linaje se remontaba a los tiempos en los que

los GF se disputaban su supremacía sobre el planeta en medio de una infinita lucha

eterna. Y de entre todos los monstruos, fue precisamente Umineco quien se coronó con

la victoria y gobernó al resto de criaturas bajo la dictadura del más fuerte.

Esto fue así hasta que un día uno de sus descendientes se hizo con el poder

necesario como para hacerle frente y salir airoso. Su nombre era Shamash, y también

pertenecía a la familia de los dragones, aunque la historia acabó otrogándole mayor

fama al mayor de sus hijos: Bahamuth.

Ambas criaturas se midieron en un enfrentamiento que tambaleó los cimientos

del mundo. Fue tal la ferocidad de su lucha, que las leyendas dicen que a consecuencia

de esta surgieron las islas y los continentes en el mapa, ya que la furia e inmenso poder

de sus mutuas embestidas fueron desquebrajando la tierra hasta el extremo de mover los

cimientos del planeta y agitar los pacíficos océanos hasta erosionar el globo terráqueo.

Al final de una lucha que se prolongó durante días dada la igualdad entre ambos

rivales, Shamash finalmente se alzó con la codiciada victoria, y su primer decreto fue

que a partir de ese momento todos los GF vivirían en paz e igualdad con sus hermanos:

se habían acabado las contiendas para siempre.

Pero la mala fortuna quiso que Umineco lograse reponerse en secreto de sus

heridas, gracias a la ayuda clandestina de otros GF simpatizantes de la guerra y fieles

devotos bajo su mandato. Así que cuando el coloso se recobró lo suficiente, atacó de

improvisto a Shamash, dejándole al borde de la muerte con un único y certero golpe

traicionero. Pero ya en su lecho de muerte, la noble criatura, que en los años en los que

su enemigo había tardado en reponerse había visto el nacimiento de la raza humana,

utilizó sus escasas fuerzas para lanzar un conjuro que sellaría perpetuamente a su rival,

dejándolo atrapado en medio de la compresión del tiempo. Y esto había sido así… al

menos hasta aquel día, en el que de alguna forma había logrado regresar.

¿Quién o que podría estar detrás de su resurgir, si se necesitaba un poder tan

infinito para deshacer lo que el propio Shamash había conjurado con su último soplo de

vida?

http://es.wikipedia.org/wiki/Shamash

http://es.wikipedia.org/wiki/Shamash



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Y ahora, aquella aberración de la naturaleza, enemiga de la paz, los humanos, y

hasta de su propia especie, amenazaba a Squall por su espalda, con sus espadas

peligrosamente cerca de la cabeza del comandante del jardín de Balamb.

Rinoa no sabía qué clase de criatura mítica y legendaria era la que amenazaba al

amor de su vida; pero aunque lo hubiese sabido, su reacción no hubiese sido distinta en

absoluto.

Aun no se había alejado cuando había sentido en su pecho la sensación de que

algo horrible estaba a punto de suceder, y al girar su vista y ver a Squall a merced de tan

pavorosa criatura, sus peores temores se habían confirmado.

Rinoa no sabía lo que hacía, simplemente se dejó guiar por la desesperación, así

que en plena carrera extendió los brazos a lo alto y al instante notó como el tiempo se

hacía infinitamente más lento. Ante ella, la criatura seguía amenazantemente cerca de

Squall, con una de sus seis espadas a punto de rozar su garganta.

La joven continuó corriendo, y se dio cuenta de que, de alguna forma que

escapaba a su comprensión, ella estaba exenta a las actuales leyes del espacio-tiempo,

ya que su velocidad no había menguado en absoluto pese a verse rodeada de un mundo

que parecía haberse congelado. No tardó mucho en llegar junto a Squall, y fue tal su

euforia que su cuerpo chocó bruscamente con el de su amado, pero por alguna razón que

seguramente tenía que ver con las leyes físicas que estaba alterando para ralentizar el

tiempo, no consiguió moverlo en absoluto; es más, el batacazo contra su novio fue tan

fuerte que acabó en el suelo medio inconsciente.

—¡Squall! —Gritaba desesperada, viendo que el tiempo, aunque muy lentamente,

estaba a punto de sentenciar la vida de aquello que más amaba en el mundo—.

¡Muévete, por favor! ¡Maldita sea! ¿Qué podría hacer para ayudarte?

Una revelación sacudió a Rinoa. No podía moverlo… pero quizás…

La joven se levantó de un salto, con una decisión en sus ojos que movería

montañas. Rápidamente se interpuso en la trayectoria de las espadas de Umineco,

utilizando su arma, e incluso su propio cuerpo si era necesario, para amortiguar el golpe

que recibiría Squall cuando el tiempo regresase a su cauce. No le importaba morir si con

ello salvaba la vida de Squall, de la misma manera que él lo había dado todo siempre

para protegerla.

Las lágrimas comenzaron a caer por el rostro de la joven, que cada vez sentía el

frio acero más cerca de su arma; de alguna manera podía percibir la intensidad con la

que esta se dirigía hacia ella, pese a que, al menos a sus ojos, el tiempo era mucho más

suave de lo que se estaba desarrollando en realidad. No quería morir, pero mucho menos

vivir en un mundo en el que no estuviera Squall.

—Tu noble sacrificio te honra, Rinoa —Exclamó una voz cálida y familiar, proveniente

de algún lugar cercano que Rinoa no conseguía identificar—. Darías tu vida por amor,



66

al igual que has detenido el tiempo sin saber cómo o porque; simplemente porque tu

ansia por salvar a Squall ha desatado un poder que siempre ha dormido en ti, pero que

aun así desconoces.

—¿Eleone?

—Artemisa no se fijó en ti por casualidad, al igual que no lo hizo conmigo, o con Edea.

Nosotras ya poseíamos alguna clase de don antes de cruzarnos en su camino y

convertirnos en brujas. Yo, mi capacidad para viajar en el tiempo; Edea, su fortaleza y

su posición ventajosa como directora del jardín de Balamb, y tú, Rinoa: tú eres la

humana más poderosa que Artemisa ha encontrado en su largo vagar sometiendo

humanas bajo sus artes para manipularlas en sus fines.

—¿Yo? —Se extrañó Rinoa—. Si yo solo soy…

—No solo eres solo una humana, ni tampoco eres solo una bruja. Rinoa: tú eres la única

descendiente del invocador de Shamash, uno de los primeros humanos, y aquel que tuvo

la fuerza de dominar al legendario GF y combinar ambas fuerzas para detener

definitivamente a Umineco. Aunque este GF murió en el pasado a manos de su rival

Umineco, el mismo que ahora amenaza la vida de Squall, tú eres la única que puede

rescatarle de la compresión del tiempo, donde su espíritu ha sido resguardado todo este

tiempo en tu espera. Debes volver a invocarle… ¡Y pronto!

—¿Y cómo diablos voy a hacer eso?

Eleone rió.

—De la misma forma en la que has detenido el tiempo. La desesperación es la que saca

todo nuestro potencial en momentos extremos. Tu auténtico poder por fin está listo para

despertar. Siéntelo en tu interior, deja fluir esa fuerza que te invadió cuando creíste que

perderías a Squall, déjate llevar por ella y llámale: invoca la esencia de Shamash, el

gran dragón que una vez acabó con Umineco, ya que solo juntos podréis derrotarle de

nuevo, igual que hizo tu antepasado, el mayor invocador de la historia de la humanidad.

Rinoa volvió a contemplar a Squall: tan cerca de aquellas espadas, bajo el

pavoroso cuerpo de Umineco a punto de aplastarle por la espalda. La angustia volvió a

adueñarse de ella: recordó que había detenido el tiempo justo antes del desastre, pero

que no sabía por cuanto lograría congelar lo inevitable, ya que una vez todo volviese a

la normalidad, sería cuestión de segundos que la criatura alcanzase de lleno a su amado.

Con todo esto en mente, Rinoa volvió a dejarse adueñar por la más intensa

desesperación. Sintió aquella llama de nuevo en su interior; un poder que hasta entonces

solo había intuido, y jamás hubiese relacionado con algo diferente a sus poderes como

bruja. Cuando esa fuerza se hizo lo suficientemente intensa, el viento comenzó a soplar

con más fuerza a su alrededor, primero despeinándole los cabellos, y finalmente

empujándola violentamente, como si en realidad hubiese invocado a un poderoso



67

tornado. Pero Rinoa no despegó los pies de su posición, todavía interponiéndose entre la

criatura y Squall.

—¡Shamash! —Clamó Rinoa—. ¡Se acabó la siesta! Despierta y plántale cara a tu

eterno enemigo una vez más… O juro que como le pase algo a Squall te las verás

conmigo.

____________

Squall percibió algo a su espalda, pero apenas tuvo tiempo de detener el ataque, ni

tampoco de sentir el rápido movimiento de Umineco, que voló sobre su cabeza con la

velocidad de una ráfaga de viento huracanado hasta desaparecer de su vista.

Estaba perdido: ni en sus peores pesadillas se le había pasado por la mente

enfrentarse a una criatura tan terroríficamente poderosa… ¡y estaba realmente furiosa!

Sintió el filo de una espada rozar peligrosamente cerca su cuello, así como una

inmensa sombra robando la poca claridad que el casi extinto sol de Travia

proporcionaba aquel día en los páramos nevados. Y después, una fuerza descomunal

chocando contra una superficie pétrea, de una dureza tan inmensa como para ser capaz

de detener aquel brutal impacto.

Cuando se giró, observó que había un gigantesco dragón a su espalda. Su cuerpo

era blanco y brillante, como si sus escamas estuviesen forjadas con una aleación de

plata y mármol. Tenía un gran parecido con Bahamuth, solo que le triplicaba en tamaño,

y en su cabeza llevaba lo que parecía una especie de corona que había sido fabricada

con huesos.

—¡Shamash! —Bramó Umineco con gran furia, con una voz tan profunda y poderosa

que parecía de ultratumba—. Maldita invocadora.

Squall observó que a sus pies estaba Rinoa, agachada mientras se cogía las

rodillas y temblaba compulsivamente. ¿Ella había sido quien había invocado a tan

formidable GF?

Trató desesperadamente de reanimarla, pero estaba profundamente dormida. No

pudo evitar recordar tiempos pasados, cuando Rinoa había caído bajo la influencia de

Artemisa y esta la había sumido en un sueño igual de profundo. Pero esta vez, Rinoa no

estaba siendo manipulada por nadie: ella estaba poniendo todo su esfuerzo en invocar a

aquella criatura, y aunque no había estado en ese lapso de tiempo que Rinoa había

detenido unos segundos antes, de alguna manera sabía que su amada había arriesgado su

vida para salvar la suya.



68

—Hoy volverá a hacerse justicia, Umineco —Bramó Shamash, también con su

poderosa voz de dragón: el rey de los dragones—. Esta vez el factor sorpresa no jugará

a tu favor: yo mismo me encargaré de que desaparezcas para siempre.

—Eso ya lo he oído antes —Rió el villano—. Me temo que tengo mejores aliados que

tú; aliados contra los que no tienes nada que hacer.

—Quizás subestimas el poder de mi invocadora: Rinoa Heartilly, la última descendiente

del gran invocador que te selló en la compresión del tiempo.

—Eso a penas ha sido una siesta para mí —Bromeó el coloso, a cuya pavorosa

apariencia era difícil asociar cualquier risa, incluso si era malvada—.¡Pero todo sueño

tiene su despertar!

La lucha entre los colosos no se hizo esperar. Umineco dio el primer golpe, pero

Shamash lo estaba esperando, así que lo repelió con sorprendente habilidad pese a su

inmenso cuerpo. El viento se agitó al paso de su lucha, despidiendo huracanes y

peligrosas ráfagas mortales con cada acometida, y arrancando la tierra de cuajo bajo sus

pies. Squall tomó a Rinoa en brazos y echó a correr sin rumbo, tratando de esquivar el

rastro de destrucción que ambos GF dejaban a su paso durante su lucha a muerte.

Finalmente, Squall se agazapó tras unas rocas, sin ningún lugar seguro al que

llevar a Rinoa, mientras en los cielos y la tierra tenía lugar una lucha de magnitudes

surrealistas. Fue entonces cuando observó que el Lagunamov estaba justo sobre su

cabeza.

—¡Squall! —Gritó la voz de Laguna por la megafonía de la nave—. No sé cómo voy a

pilotar este trasto, nos han dejado sin tren de aterrizaje y con unas cuantas averías serias.

Intentaré distraer a este maldito GF volador que nos acosa. ¡Vosotros poneros a salvo!

No sé cómo… pero no os abandonaremos.

Squall vio como el Lagunamob se alejaba dejando una estela de humo negro en

el cielo, y seguido muy de cerca por aquel GF volador que anteriormente les había

atacado y dañado la nave. Ellos tendrían que ocuparse de sus problemas; nada podía

hacer el desde allí por salvarles… o quizás sí.

El comandante se concentró. Llevó su mano a la frente, y un resplandor iluminó

su posición desde el suelo al cielo, de donde descendió un dragón más pequeño que los

dos que ya había en escena, pero que aun así contaba con un gran poder. Bahamuth, su

compañero de batalla desde los tiempos en los que se enfrentara a Artemisa.

Era tal su afinidad con el dragón, que apenas tenía que concentrarse para

invocarle, y el dragón al instante supo lo que tenía que hacer. Ahora que su invocación

se había ido en auxilio del Lagunamob y sus amigos, lo único que podía hacer era

esperar que tuviese éxito, y poner a Rinoa a salvo de la pelea que allí estaba teniendo

lugar.



69

—Squall… ¿eres tú?

La mano de Rinoa rozó su cara, y rápidamente la aferró entre sus dedos. Estaba

semiinconsciente todavía, y su pulso estaba revolucionado.

—Todo está bien, Rinoa. Ahora seré yo quien te proteja.

—¡No si yo puedo evitarlo! —Bramó una voz conocida de mujer, perteneciente a

alguien a quien no desearían tener cerca en aquellos momentos.

—¡Yumiko! —Exclamó Squall al mismo tiempo que soltaba la mano de Rinoa para

extender su brazo y su puño cerrado hacia la chica, en señal de amenaza—. ¿Quién eres

tú realmente? ¿Qué es lo que quieres de nosotros?

—Mi maestra lo expresó muy bien —Rió con malicia—: Seeds…. Seeds…. ¡Moscas

molestas!

—¡Artemisa! –Exclamó Squall—. ¿Cuál de sus discípulos eres tú?

—Muy perspicaz, comandante; mi nombre es Hedra, mano derecha de mi señora

Artemisa, y maestra de formas y disfraces.

—¡Maldita cobarde! ¿Te crees tan poderosa? ¡Deja en paz a la verdadera Yumiko, y

lucha por ti misma! ¿De qué te escondes tras tus máscaras?

La diabólica risa de Yumiko se alzó incluso por encima de los sonidos de batalla

de las criaturas que continuaban combatiendo en los cielos, ahora algo más alejadas.

—¿Acaso te crees que la verdadera Yumiko es una santa? ¡No tienes ni idea! Ella se

obsesionó de tal forma contigo, que estuvo a punto de volver a plegar el mundo en la

compresión del tiempo solo por conocerte. Quería enamorarte hasta tenerte en sus

manos, pero no por amor: en realidad, quería arrebatártelo todo: poder, habilidades,

amigos, el amor de tu vida: Todo en pago a lo que tú le arrebataste primero.

—¿Qué diabl…?

—¿Quieres que te de otro golpe en la cabeza para espabilarte, chaval? ¡Artemisa es su

madre, la verdadera madre de la auténtica Yumiko! Por eso se quedó huérfana justo

cuando tú la destruiste, y por eso los discípulos de Artemisa hemos cuidado de ella

hasta este día, en el que obtendría su codiciada venganza.

Yumiko sacó su espada plateada y comenzó a perseguir a Squall, que todavía

llevaba a Rinoa inconsciente en brazos, consciente de que no podría luchar en esas

condiciones.

—Yumiko era demasiado joven; el autentico poder de una bruja no despierta hasta que

cumple cierta edad, cuando la maldad comienza a corromper su corazón; precisamente

en esa fase en la que vosotros ideasteis los caballeros de la bruja, para así evitar que

ellas siguiesen sus deseos oscuros y alcanzasen su autentico potencial. Pero Artemisa se



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reveló contra su caballero y lo mató, así que pudo seguir creciendo hasta convertirse en

la bruja más poderosa de todos los tiempos. Pero antes, de la unión entre ella y su

caballero nació su hija Yumiko, de quien yo he cuidado personalmente desde entonces.

—Yumiko… ¿Es la hija legítima de Artemisa? —Susurró Rinoa, medio inconsciente

todavía, pero lo suficientemente despierta como para escuchar tan importantes

revelaciones—. Por eso parecía tener dos personalidades: porque su lado humano está

en constante lucha con su parte malvada. Viéndolo así, hasta casi me da pena…

—¿Pena? —Se indignó Yumiko, como si Rinoa le hubiese insultado con la peor de las

blasfemias—. ¡Ese sentimiento no tiene relación alguna conmigo, aficionada de

invocadora! ¿Te crees que tienes el poder de tus antepasados para dominar a esa bestia?

Sigue soñando… de hecho, si sigues esforzándote tanto por dominarla, acabarás

soñando eternamente.

«No la escuches —Resonó la voz de Eleone en la cabeza de Rinoa—. Lo conseguirás».

Entonces, Yumiko pareció perder el equilibrio. Soltó la espada y a punto estuvo

de caer de bruces en el suelo, pero rápidamente se recuperó y volvió a afianzar su arma.

Su expresión era diferente, como si de repente fuese más humana. ¿Quizás había

regresado su otra personalidad?

—Rinoa morirá si sigue esforzándose así… y si hay algo que sé muy bien, es que

cualquiera de los dos daría su vida por el bienestar del otro. ¿Y qué tal un beso, Squall?

Concordarás en que es un precio más justo por salvar la vida de la mujer a la que amas,

e incluso la de tus amigos. Un solo beso y retiraremos nuestras invocaciones. ¿Qué te

parece?

—¡De ninguna manera! —Exclamó Rinoa furiosa.

—¡Vaya con la invocadora egoísta! Squall, Rinoa preferiría que tú y tus amigos

murieseis, antes que cederme uno de tus besos. ¿Crees que es romántico… o todo lo

contrario?

—Yo no tengo que ceder nada que no me pertenece —Gruñó Rinoa—. Squall, no es

más que otro de sus trucos. ¿De verdad te crees que después de tantas molestias,

Yumiko y sus secuaces se van a detener solo por un beso?

—Rinoa —Rió Yumiko con maldad—, creo que subestimas el poder de los besos de tu

chico.

Rinoa gruñó y maldijo; nadie sabía sacarla de quicio mejor que Yumiko.

—La paz… por un beso. ¿Qué me dices, Squall?

—¡Es un truco! Insistió Rinoa, impotente mientras Squall la depositaba en el suelo.



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—Es solo un beso. Si con un beso puedo salvar tu vida, y la de nuestros amigos… ¿No

merece la pena que al menos lo intente?

Yumiko realmente estaba disfrutando con el espectáculo.

—Squall… No valdrá cualquier beso. Esta vez no seré yo quien te lo robe. Debe de ser

un beso TOTALMENTE sincero, como si estuvieses besando a Rinoa. Si no quedo

satisfecha, no cumpliré con mi parte.

Squall asintió. Se aproximó a Yumiko hasta que la joven se sintió lo

suficientemente confiada como para bajar su arma, y antes de que pudiese darle nuevas

instrucciones, la rodeó con sus brazos y la besó con la misma pasión que besaría a

Rinoa. Mientras, aun en el suelo, su novia no podía apartar los ojos de aquel beso tan

apasionado. No podía evitar preguntarse si Squall realmente se había sacrificado tanto…

o si realmente deseaba aquel beso.

—Retirad vuestras invocaciones, y regresad a vuestro tiempo —Exigió Squall en cuanto

terminó el beso. Pero Yumiko se aferró aun más a él, impidiéndole finalizar el abrazo.

—¿Por qué tanta prisa, cariño? —Rió al mismo tiempo que miraba hacia Rinoa, aun

postrada en el suelo a espaldas de Squall, y le guiñaba un ojo con malicia.

—Ese fue el trato ¿Recuerdas?

—Y tú te apresuraste a cumplir tu parte. Rinoa… ¿Has visto que beso, y que poca

resistencia opuso a mi artimaña? No tuvo que fingir, porque realmente deseaba hacerlo.

Rinoa comenzó a llorar, no podía creerse lo que estaba ocurriendo, ni tampoco

que Squall no dijese nada para defenderse.

—Cumple tu parte del trato: retirad vuestros GF, y regresad a vuestro tiempo.

—Venga Squall… ¿Realmente creíste por un momento que uno de tus besos valía más

que mi venganza?

Ambos supieron al instante que era la auténtica Yumiko la que había regresado

tras el desvanecimiento; aquella que había perdido a su madre a manos de los Seeds,

aquella obsesionada con Squall hasta el punto de querer no solo destruirle, sino también

a sus seres queridos, y no antes de someterles a terribles sufrimientos.

Pero Squall no había sido tan tonto como Yumiko se pensaba. De pronto, la

caprichosa chica en lugar de abrazar al comandante se encontró abrazando aire, y al

auténtico Squall de pie tras ella, con su sable pistola amenazando peligrosamente el

cuello de la muchacha.

—¡Maldita sea, debí suponerlo! —Gruñó Yumiko, completamente fuera de sí—.

¡Magia doble!

Rinoa se secó las lágrimas.



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—Asombroso… parecía tan real.

—Lo siento Rinoa, era la única manera de sorprenderla.

Pero Yumiko tenía un arsenal de trucos en la manga. Al instante volvió a desmayarse, y

tras su leve desvanecimiento volvió a surgir el control de Hedra, la titiritera de la joven,

que a su vez era dirigida por la temible Artemisa. En cuanto volvió en sí, de ella brotó

un campo de fuerza invisible, que lanzó a Squall y su arma a varios metros de distancia,

y afortunadamente, muy cerca de Rinoa.

—No debiste cabrearla tanto —Rió Hedra—. El poder de una bruja aumenta con su

furia. Si fueses a vivir lo suficiente, te convendría recordar esto en tu futuro con Rinoa.

En cambio, a penas os queda este triste presente.

Entonces, cuando la situación parecía que no podía pintar peor, Squall sintió una

nueva presencia a su espalda. Era el joven Drinian, que parecía haber aparecido de la

nada.

—En realidad no fueron cuatro los discípulos de Artemisa que huyeron tras su muerte,

sino tres—Rió Drinian, de un modo particularmente inquietante, a la par que su rostro

dejaba de ser el de aquel aparentemente inocente niño, y se transformaba hasta

convertirse en la cara de un demente villano—. Uno de ellos, el más sabio y paciente, se

ocultó en el cuerpo de un indefenso niño que, no por casualidad, era el hijo del actual

comandante del jardín de Balamb, y así fue como consiguió que este adoptase a Yumiko

como hermana. Su auténtico nombre… MI NOMBRE, es Adelphos, leal súbdito y

estratega de Artemisa. Aquel que, cuando elimine a los causantes de su muerte, logrará

devolverla a la vida.

—Ahora que ha hecho las presentaciones, su disfraz ya no será necesario, mi señor —

Añadió Yumiko—. Permítame ser yo quien elimine las máscaras de este carnaval…

Yumiko tomó su arma mientras miraba con fijeza a su hermano, dispuesta a

quitarle la máscara al impostor… y por lo tanto, la vida al auténtico Drinian.



73

La historia no puede estar más emocionante...

¿Qué ocurrirá ahora?

¿Yumiko asesinará a su hermano?

¿Adelphos y Hedra conseguirán derrotar a todos los que destruyeron a Artemisa, y

así llevar a cabo su plan de devolverla a la vida?

¿Conseguirá Laguna, ayudado por la invocación de Squall, deshacerse el molesto

GF volador que los acosa, aun con la nave volando en ruinas?

¿Quién vencerá: Shamash, o Umineco?




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