Fichas Textos Agua

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Cuadra, Manuel. 2000, “Teoría y práctica de los derechos ancestrales de agua de las comunidades Atacameñas.” Revista Estudios Atacameños Nº 19. Universidad Católica del Norte, Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo R.P. Gustavo Le Paige s.j. San Pedro de Atacama. pp. 93-112. Resumen Reseña el conflicto entre el derecho indígena y el estatal, y junto a ello, señala algunos aspectos de la regularización de los derechos de aguas de las comunidades atacameñas. Problemas de las comunidades con las empresas mineras “En efecto, la concesión de derechos a empresas mineras y sanitarias, tanto en aguas superficiales como subterráneas, además de privar a las comunidades de recursos vitales para su subsistencia, sin pago de indemnización alguna, ha causado graves deterioros a la biodiversidad de algunas cuencas, cuyas aguas han sido extraídas completamente”(93) “Ello desencadenó un proceso de abandono de la zona andina y de emigración de la población indígena hacia las ciudades, incrementando los sectores de mayor pobreza y marginalidad urbana” (93-94) “Desde el punto de vista de las comunidades, además de la privatización de recursos fundamentales para su subsistencia, sin pago de indemnización alguna, muchas de éstas, al perder el control sobre el agua, han perdido también uno de los núcleos de su cohesión” (98) “Así las cosas, aunque en teoría era conveniente para los atacameños regularizar sus usos de aguas, en la práctica esto podía ser todavía más perjudicial para ellos, poniendo en peligro su sobrevivencia como pueblo y cultura” (96) Cultura hidráulica y cosmovisión “Portadoras de una cultura hidráulica de sorprendente tecnología, adecuada a la aridez del medio, para estas comunidades el agua es uno de los fundamentos principales de

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Textos Agua

Cuadra, Manuel. 2000, Teora y prctica de los derechos ancestrales de agua de las comunidades Atacameas. Revista Estudios Atacameos N 19. Universidad Catlica del Norte, Instituto de Investigaciones Arqueolgicas y Museo R.P. Gustavo Le Paige s.j.

San Pedro de Atacama. pp. 93-112.

Resumen

Resea el conflicto entre el derecho indgena y el estatal, y junto a ello, seala algunos aspectos de la regularizacin de los derechos de aguas de las comunidades atacameas.

Problemas de las comunidades con las empresas mineras

En efecto, la concesin de derechos a empresas mineras y sanitarias, tanto en aguas superficiales como subterrneas, adems de privar a las comunidades de recursos vitales para su subsistencia, sin pago de indemnizacin alguna, ha causado graves deterioros a la biodiversidad de algunas cuencas, cuyas aguas han sido extradas completamente(93)

Ello desencaden un proceso de abandono de la zona andina y de emigracin de la poblacin indgena hacia las ciudades, incrementando los sectores de mayor pobreza y marginalidad urbana (93-94)

Desde el punto de vista de las comunidades, adems de la privatizacin de recursos fundamentales para su subsistencia, sin pago de indemnizacin alguna, muchas de stas, al perder el control sobre el agua, han perdido tambin uno de los ncleos de su cohesin (98)

As las cosas, aunque en teora era conveniente para los atacameos regularizar sus usos de aguas, en la prctica esto poda ser todava ms perjudicial para ellos, poniendo en peligro su sobrevivencia como pueblo y cultura (96)

Cultura hidrulica y cosmovisin

Portadoras de una cultura hidrulica de sorprendente tecnologa, adecuada a la aridez del medio, para estas comunidades el agua es uno de los fundamentos principales de su existencia y cultura, al punto de ser catalogadas como sociedades hidrulicas (Pourrut 1995). (95)

Vase: Pourrut, P. Y L. Nuez, 1995 (Eds.) Agua, ocupacin del espacio y economa campesina en la regin atacamea, aspectos dinmicos. Universidad Catlica del Norte, Antofagasta.

Sin embargo, esta vinculacin con el recurso hdrico no es una caracterstica propia de los atacameos, sino que constituye un rasgo comn de prcticamente todas las sociedades andinas. Se ha dicho que en ninguna otra parte del mundo se ha prestado tanta atencin a las aguas ni se as ha empleado con mayor xito, como en el rea andina (95)

En efecto, la concepcin indgena de la tierra y el agua no como cosas que puedan ser vendidas, sino como componentes esenciales del hbitat ancestral de la comunidad, susceptibles de ser conservados a perpetuidad, ha estado en abierta contraposicin con los sistemas legales imperantes, que han considerado a las aguas como un recurso econmico ms (96)

(Comunidades andinas) Para ellas, las aguas son de las tierras que se riegan con ellas, lo que conforma una unidad territorial indivisible que es de propiedad corporativa del ayllu o comunidad indgena, siendo inconcebible la apropiacin privada ni de las tierras ni de las aguas (97).

Con todo, el riego no slo ha tenido para los atacameos un notable valor funcional y econmico, por el aumento de la productividad agrcola, sino que tambin un profundo sentido ritual y religioso, que refuerza la conviccin de legitimidad del uso del recurso hdrico. (101-102)

Formas tradicionales de asentamiento en torno al agua

(Zona atacamea) El aprovechamiento de este territorio siempre se ha realizado en forma de asentamientos de grupos de agropastores dispersos, discontinuos o insulares en torno a la fuente de agua, rodeados de vastos territorios sin agua llamados despoblados (Nez 1992:35). (100)

Estas agrupaciones siempre se han organizado en comunidades, correspondindole a cada una de ellas un territorio especfico. Cada territorio se articula en torno a un ncleo aledao central -el poblado- y algunas localidades menores dependientes de l, situados en oasis fluviales de uso agrcola y ganadero. Por otro lado, existen las zonas de pastoreo, denominadas "estancias", que se encuentran por lo general en pisos ecolgicos ms altos y distantes, donde el afloramiento de aguas subterrneas permite la formacin de vegas o pastos hmedos.(100-101)

Estos dos tipos de asentamiento -el poblado y la estancia- son el fundamento de la estructura territorial de las comunidades atacameas, y en ellos podemos encontrar las aguas de uso agrcola y pastoril sobre las cuales recaen los derechos ancestrales (101).

Derechos consuetudinarios

Las propias comunidades han generado un sistema de normas consuetudinarias que asignan las aguas entre ellas, reconocindose mutuamente el derecho a utilizar determinadas fuentes y a construir las respectivas obras de captacin (101)

En la zona atacamea el derecho consuetudinario indgena regula la asignacin del recurso hdrico, pudiendo distinguirse, bsicamente, dos clases de normas consuetudinarias que se encargan de ello: por un lado, aquellas normas que determinan la asignacin de las aguas entre las propias comunidades y, por otro, aquellas que regulan el acceso a las aguas en el seno de cada comunidad (105)

(Usuarios de agua dentro de una comunidad) Cada uno de ellos tiene derecho a una cuota de agua en proporcin a la superficie de tierra que cultiva, la que se asigna mediante un sofisticado sistema de turnos o rateo. (106)

El reconocimiento legal de los derechos ancestrales es de carcter genrico, ya que la ley no determina en cada caso, en qu aguas se ejercen, a qu comunidades pertenecen, ni cules son sus caractersticas esenciales. (99)

Gentes, Ingo. 2002, Los desafos poltico-legales en materia de proteccin de los derechos de aguas de las comunidades indgena-campesinas en los pases andinos. Revista Indiana 17/18. 2000/2001 Berln. pp.209-238.

Resumen

En Amrica Latina las culturas del agua y las identidades hidrulicas locales forman parte importante de la gestin integral del agua. Gentes entrega una visin de los derechos indgenas del agua, y de la necesidad de cambios legales y polticos para un adecuado reconocimiento de las normas indgenas con respecto a la gestin del agua. Su propsito es aclarar y definir las bases jurdicas y culturales de la gestin del agua y del derecho indgena actual y consuetudinario. Esto a travs de tres pasos: entender los derechos indgenas, sensibilizar a quienes toman decisiones polticas y legales respecto del agua y los indgenas, y reconocer las normas indgenas en cuanto a luso, derechos y costumbres del agua.

Sobre derecho positivo

La exigencia indgena de un marco legal flexible en cuanto a la integracin de usos y costumbres tradicionales del agua por parte de estos pueblos pareciera causar problemas estructurales a las leyes nacionales vigentes. (211)

La carencia de estas instancias y normas se traduce en el presente en que muchos usos tradicionales de comunidades indgenas se ven destruidos por las actividades mineras y el crecimiento urbano desordenado. (211)

Derecho consuetudinario

En muchos casos en la realidad andina no se trata el derecho de uso al agua sino de los derechos de uso al agua es decir que las definiciones y prcticas legales varan segn lugar y contexto (social, poltico, histrico). Sin embargo hay elementos comunes de los diferentes derechos locales practicados con respecto al agua, que en una buena gestin integrada, la que sea absolutamente realista-pueden ser incorporados y regulados. (212)

Es muy difcil incorporar los derechos consuetudinarios al agua de los indgenas como leyes activas (de accin) y no pasivas (de proteccin) de una manera equitativa, sostenible y justa en las relaciones vigentes. (213).

Los sistemas de riego en las comunidades indgenas andinas son sistemas de accin colectiva (Boelens, 1998), dado que una familia sola no puede construir ni mucho menos mantener la infraestructura necesaria, o administrar el agua y defender y proteger su acceso frente a otros usuarios (218)

Vase: Vase: Boelens, Rutgerd y G. Dvila (ed.), 1998. Buscando la Equidad. Concepciones sobre justicia y equidad en el riego campesino. Van Gorcum, Assen, Pases Bajos.

El derecho en la gestin indgena campesina es un derecho individual o familiar en un contexto de decisiones colectivas (218)

Los sistemas de gestin de agua en las comunidades indgena campesinas no pueden caracterizarse como sistemas de acceso libre, sino que sin sistemas que funcionan bajo un rgimen de propiedad colectiva, en los cuales suelen tener reglas claras de acceso y reparto (223)

El derecho consuetudinario en trminos y principios modernos de un manejo equitativo, justo y sustentable de agua promociona en muchas partes de la regin una mejor gestin de agua (228)

Cualquier tipo de arreglo requiere un inventario de los derechos consuetudinarios que prevalecen en determinados casos de un derecho de uso del agua (228)

Los derechos consuetudinario de agua, una vez reconocidos y codificados explcitamente, requieren como todos los dems sistemas de uso, un marco formal de participacin local en la estructuracin de un rgimen de agua, un monitoreo y sanciones legales conformes tanto a la eficiencia local como la eficiencia pblica. (230)

(En Amrica Latina) las legislaciones de agua no reconocen, en general, los usos consuetudinarios no apropiativos, como actividades pesqueras en lagos (231)

Cultura hdrica

El riego en la comunidad andina puede ser un factor de conflicto social, pero tambin es un eje fundamental en la participacin campesina y en la movilidad social: vindose por ese lado el agua tambin constituye un elemento cohesionador de los grupos (219)

Las formas de apariencia del agua en los Andes como la lluvia, los ros y arroyos, los manantiales, los reservorios o lagunas, las vegas o bofedales y el granizo han creado una cultura y visin hdrica por el hecho de que la tecnologa andina es colectiva, tanto en su organizacin como en su aprovechamiento, permiten el uso de la tecnologa contribuyen en forma vital a la (re) produccin social de conocimientos y habilidades. (222)

Nuevas estrategias para la gestin del agua

La necesidad de fortalecer y capacitar las organizaciones indgena-campesinas para nuevos espacios de negociacin por ejemplo la privatizacin de los mercados de agua venideros y/o ya existentes, paralelamente a una demanda de las organizaciones indgena-campesinas sobre los recursos hdricos, indica algunas pistas de futuros conflictos y, por consecuencia de bsqueda de consenso entre los diferentes actores. (223?)

La estrategia de la gestin del agua se orienta ms a ganar la confianza y la cooperacin de las comunidades indgenas. Factores como el consenso, la (re) conciliacin y sanciones graduales internas tambin son indispensables para la gestin integral del agua, e incluso preferidas por los sistemas liberales de agua como el chileno, por ejemplo. (Gentes 2000) (229)

Vase: Gentes, Ingo. 2000 Agua es vida: Comunidades indgenas de agua y minera en el Norte Grande/ Chile. Berlin, Wissenschaftlicher Verlag.

Beccar, Lily, Rutgerd Boelens y Paul Hoogendam. 2001, Derechos de agua y accin colectiva en el riego comunitario. En Boelens, R. y Paul Hoogendam, eds., Derechos de agua y accin colectiva. pp. 21-46. Instituto de Estudios Peruanos. Lima, Per.

Resumen

Introduccin y discusin conceptual sobre dos dimensiones: los derechos de agua y el fortalecimiento de las organizaciones de regantes.

Sobre el sistema de riego

Un sistema de riego es un complejo sistema de control de agua; en l se combinan e interrelacionan elementos fsicos (las fuentes y flujos de agua, el espacio en el que se la aplica y la infraestructura hidrulica para su captacin, conduccin y distribucin), normativos (los derechos y obligaciones relacionados con el acceso al agua), organizativos (la organizacin humana y el conjunto de reglas para gestionar el sistema) y agroproductivos (suelo, semilla, fuerza laboral y las capacidades y conocimientos del arte de regar, tcnicas y capital). (23)

Derechos de agua

(Los derechos de agua se definen como) la exigencia autorizada sobre el uso de (una parte de) un flujo de agua, que incluye ciertos privilegios, restricciones, obligaciones y sanciones que acompaan esta autorizacin, entre los que resalta la facultad de participar en la toma de decisiones colectivas sobre la gestin y el destino del sistema (23)

Los derechos de agua colectivos son la exigencia del uso del agua de la organizacin de usuarios de un sistema de riego frente a otras personas (individuales o colectivas), cuyos intereses , eventualmente pudiesen colisionar con los suyos (24)

La necesidad de una clara definicin de derechos y obligaciones es una consecuencia directa del hecho de que el riego es una actividad colectiva organizada y a su vez organizada colectivamente (25)

En el anlisis de la dinmica de la gestin del agua distinguiremos entre a) derechos formales(derechos formulados y autorizados segn los principios del marco normativo vigente en un sistema de riego) y b) derechos de accin (los derechos que efectivamente se realizan en la prctica de la gestin del agua). (27)

En sistemas de riego insertados en sociedades locales ms comunitarias, la distribucin del agua suele enmarcarse en un conjunto mayor de actividades colectivas que incluye le manejo de los distintos recursos naturales, la organizacin de los asuntos comunitarios y las actividades ceremoniales-religiosas. (28-29)

En cambio, en regiones donde se ha generado una mayor individualizacin en el acceso a los recursos, tambin los derechos de agua suelen estar individualizados y consecuentemente desvinculados con los otros campos de la vida social. (29)

Estas diferencias muestran que los derechos de agua muestran las relaciones sociales existentes. Esto significa tambin que los derechos de agua manifiestan tambin relaciones de poder , tanto de clase como de gnero, que a su vez, determinan la distribucin de los derechos de uso del recurso agua. (29)

La validez prctica e influencia de las normas positivas dependen de la fuerza con la cual el Estado es capaz de imponerlas, pero tambin de la conveniencia o no de su adopcin por parte de los mismos usuarios. (31)

Se ve que en muchos de los sistemas de riego afectados por la migracin, paulatinamente se vuelven a fijar los derechos colectivos (a nivel de grupo) e individuales (a nivel de familia), modificando sus contenidos cuantitativos y cualitativos.

Otra causa de cambio paulatino es la reorientacin de la produccin, que supone una nueva distribucin, que supone una nueva distribucin de las cantidades y frecuencias de agua en consonancia con los nuevos requerimientos. (32)

Sobre la organizacin de regantes(Organizacin de regantes se define como) un grupo de personas quienes por medio de acciones colectivas persiguen el funcionamiento de su sistema de riego; para lo que emplean ciertas capacidades, recursos y tiempo, dentro de una estructura propia y en interaccin con su contexto (adaptada de van der Does 1994). (37)

Vase: Does, M. van der. 1994. Fortalecimiento de la organizacin de regantes. Propuesta para un instrumento de medicin. CESA, SNV, Dept.de Sociologa Rural, Universidad de Wageningen. Riobamba-Wageningen.

Es ms, como organizacin, tienen la ventaja de contar con un mecanismo de coercin irresistible: el corte de agua para los que incumplan las reglas. (39)

El fortalecimiento de la organizacin de regantes puede definirse como un proceso que procura que el grupo de usuarios logre cumplir la gestin de su sistema, decidir sobre sus objetivos especficos y defender sus intereses en el riego, con recursos propios y de forma (ms) efectiva y apropiada. (41)

Boelens, Rutgerd, Axel Dourojeanni, Alfredo Durn y Paul Hoogendam. 2001, La gestin del agua en las cuencas andinas y el fortalecimiento de las organizaciones de usuarios. En Boelens, R. y Paul Hoogendam, eds., Derechos de agua y accin colectiva. pp. 153-188. Instituto de Estudios Peruanos. Lima, Per.

Consecuencias del manejo de agua y conflictos

Suelen ser los habitantes de las zonas alto andinas quienes sufren las polticas de gestin del agua. Si bien aprovechan aquellas orientadas a dar asistencia tcnica a campesinos e indgenas para el mejoramiento de sus sistemas de riego, agua potable y pequeas hidroelctricas, a su vez sufren de tendentes a la intervencin y fomento de la inversin privada y extranjera en la explotacin de recursos naturales y para servicios pblicos y actividades privadas. (154)

(Chile) El caso de este pas, en este contexto, es nico en la regin; la privatizacin absoluta del agua permiti que algunos sectores acumularan grandes cantidades de agua, y son esos mismos sectores los que se oponen a que el Cdigo de Aguas se modifique para dar rumbo a una mayor justicia social y al a gestin concertada del agua. (Dourojeanni y Jouravlev 1999, Hendriks 1998, Moreyra 2001). (155)

Vase: Dourojeanni, A. Y A. Jouravlev. 1999. El cdigo de aguas en Chile: entre la ideologa y la realidad. Serie Recursos Naturales e Infraestructura, N3, CEPAL, Santiago de Chile.

Hendriks, J. 1998. Water as private property. Notes on the case of Chile. En: Boelens y Dvila (eds.) Buscando la Equidad. Concepciones sobre justicia y equidad en el riego campesino. Van Gorcum, Assen, Pases Bajos. pp. 297-310. 1998.

Moreyra, A. 2001. The emergence and functioning of multiple skateholder platforms for watershed management in Latin America. Draft for the Collaborative Work Programme- Dept. Irrigation & Water Engineering, Universidad de Wageningen- Wold Bank, Wageningen- Washington.

Adems, en las ltimas dcadas, aumentaron los conflictos por el agua entre comunidades y nuevas empresas que se establecen a grandes alturas. Los proceso de concentracin urbana tambin aumentaron la presin sobre el uso del agua que se capta de lugares cada vez ms distantes. Todo esto contribuy a la desarticulacin de una normativa territorial tradicional en la gestin del agua. (Vase tambin Alfaro et al. 1991, Apollin et al. 1998, Gelles 1998, Ruf y Nez 1991) (158)

Alfaro, J. F. Guardia, J. Golte, L. Masson y M.T. Or. 1991. La organizacin social del riego. Ruralter, vol 9, CICDA, Lima.

Apollin, F., P Nez y T. Ruf. 1998. The historical development of equity in irrigation: changes in water distribution in Urcuqu, Ecuador. En Boelens y Dvila (eds. ) Buscando la Equidad. Concepciones sobre justicia y equidad en el riego campesino. Van Gorcum, Assen, Pases Bajos. pp. 402-422.

Gelles, P. 1998. Competing Cultural Logics: State and Indigenous Models in Conflict. En: Searching for Equity: Conceptions of Justice and Equity in Peasant Irrigation. Rutgerd Boelens y Gloria Dvila, Van Gorcum, Aseen.

Ruf, T. Y P. Nnez. 1991. Enfoque histrico del riego tradicional en los Andes ecuatorianos, Revista Memoria Marka, N2, pp. 185-281.En los ltimos aos, el concepto de manejo de cuencas evolucion hacia un enfoque de gestin ambiental integral de la cuenca (vase Dourojeanni 2001). Ahora, para la zona altoandina, parece haber ms inters en el ambiente que en las personas. De hecho hay ms estudios acerca del impacto ambiental que causara una inversin minera, que sobre el efecto social que ocasionaran estos enclaves (161)

Vase: Dourojeanni, A. 2001. Desafos para la gestin integrada de los recursos hdricos, Policy and Institutions for Integrated Water Resources Management, International Water Resource Asociation.

Aparte de ser una unidad fsica, la cuenca tambin tiene las caractersticas de una unidad social, aunque con lmites no tan bien definidos. De hecho, alrededor de ella se articulan grupos de habitantes, que comparten sus aguas y se organizan alrededor de sus cauces. En las zonas montaosas, los ros o las cumbres entre cuencas comnmente definen las vas de transporte de intercambio y de comunicacin. Las caractersticas hidrolgicas y las obras hidrulicas influyen, por este motivo, fuertemente en los modos de interaccin entre los pueblos habitantes de la cuenca y generan una situacin de interdependencia diaria. (162)

Es un mito instrumental suponer que slo con la formulacin y legislacin de reglas oficiales pueden realizarse los cambios previstos en la gestin del agua. Se necesita adems que las acciones de los actores involucrados puedan convertir los instrumentos normativos en una prctica social (167)

En la mayor parte de las cuencas andinas, el manejo del agua se caracteriza actualmente por una situacin desregulada y una competencia desmedida entre diferentes tipos de usos y grupos de usuarios. En esta situacin suelen ganar los actores que tiene mayor poder econmico, poltico o tecnolgico; sus aprovechamientos, a menudo, amenazan la disponibilidad de agua para los sectores con menos poder, y aun ms, pueden quitarles las aguas que durante siglos ocupaban para su produccin y supervivencia. (187)

Antepasados andinos

(En cuencas relativamente pequeas) En general, puede afirmarse que hubo una mayor integracin entre el ciclo natural del agua y su utilizacin en la agricultura. La cuenca, sus lagunas y glaciares eran consideradas como un receptor de agua pero tambin como un reservorio de agua subterrnea y subsuperficial (157)

En la zona altoandina, el agua jugaba un rol importante en las economas verticales, sistemas socioproductivos interzonales basados en el aprovechamiento de la variedad productiva presente en los pisos ecolgicos, la colaboracin entre los grupos humanos a nivel intercomunal y el intercambio de productos y servicios (157)

(Cuencas grandes) No hay indicios, sin embargo, de que las sociedades andinas manejaran el agua en las cuencas mayores de acuerdo con ciertos arreglos entre las poblaciones de aguas arriba y las de aguas abajo (158)

Beccar, Lily., Rutgerd Boelens y Paul Hoogendam. 2001, La Yapa. Derechos de agua, poder y fortalecimiento organizativo En Boelens, R. y Paul Hoogendam, eds., Derechos de agua y accin colectiva. pp.307-316. Instituto de Estudios Peruanos. Lima, Per.

Los conflictos no se limitan a las contradicciones entre los terratenientes y las comunidades campesinas e indgenas. Tambin dentro de los grupos campesinos existen mltiples conflictos, abiertos y latentes. La gestin del agua la dominacin sobre el recurso y sobre las modalidades de su distribucin- presenta un escenario importante para estas luchas internas y externas. Si es que se puede hablar de interna y externa, porque muchas veces se mezclan las dos. (308-309)

(Constatacin bsica) Que el domino del agua es una expresin de poder y que el derecho de agua, ms que slo una relacin de acceso y uso entre el sujeto usuario, y el objeto agua, fundamentalmente es una relacin social entre humanos. (309)

La definicin y la distribucin de los derechos de agua pueden ser tanto una fuente para la subordinacin, como para la accin colectiva y la emancipacin. Pueden servir para fortalecer el control sobre los usuarios ms pobre y de los usuarios ms pobres. (310)

El derecho de agua, a la par de tener una dimensin poltico y legal, una dimensin cultural y metafsica y una dimensin organizativa, tambin tiene una dimensin material y tecnolgica. Las oportunidades y dependencias en cada uno de estos planos disciplinarios pueden constituir puntos de partida para estrategias de empoderamiento, pero muchas veces, esto se consigue slo cuando se enfoca el tema de los derechos del agua de una manera interdisciplinaria: tal como lo hacen los usuarios de las comunidades andinas.(313).

Castro, Victoria., Marcela Romo y Carolina Villagrn. 2003, Etnobotnica del sur de Los Andes de la Primera regin de Chile: Un enlace entre las culturas altiplnicas y las quebradas altas del Loa Superior.. Revista Chungar Vol. 35. N 1. Pp. 73-124

Sobre impacto minera en la zona del Oasis de Pica desde 1994Ello ha significado diversos impactos positivos en el empleo y la economa regional, as como adelantos en la infraestructura vial; e impactos negativos en el ambiente y en la actividad pastoril tradicional, derivados tanto de la misma actividad minera como de la explotacin del agua de los salares circundantes. Esto se ejemplifica claramente en la siguiente observacin, realizada por una pastora: "Sacan agua de la vega que est en la primera regin, para la mina. Michincha se est agotando porque no llueve, no nieva, entonces el agua no reproduce. La vega se ha estado secando desde el momento en que empezaron a sacar agua en grande, se est secando. Antes haba all vicuitas..." (Romo 1998).

Vase: Romo, M. 1998 Percepcin y Representacin del Ambiente en un Grupo de Pastores. Memoria de ttulo, Departamento de Antropologa, Universidad de Chile.

Arroyo Castillo, Aline. 1999, El agua, fuente de vida pero tambin de conflictos : una experiencia de gestin del riego con comunidades campesinas de los Andes ecuatorianos.

Revista Ruralter 18. La Paz. Pp.18-44

Disponible en la World Wide Web: http://www.ruralter.org/buscar/bdd_txt/art_14.pdf

Resumen

Seala estrategias desarrolladas por el equipo del Proyecto de Riego y Desarrollo Rural Penipe Fase III en la Provincia de Chimborazo para resolver conflictos por distribucin del agua.

El acceso a recursos escasos, ha motivado desde siempre diferentes acciones para lograr su control. En el rea andina el agua es un recurso constantemente disputado (casi al igual que la tierra), puesto que adems de ser escaso constituye un elemento vital para la cultura y la organizacin social.

Sobre el sistema de riego

Un sistema de riego puede ser considerado como un sistema particular de explotacin del medio, a menudo histricamente constituido, que permite satisfacer las necesidades sociales de una poblacin en un momento determinado, y cuya artificializacin posibilita disminuir considerablemente los riesgos climticos (Mazoyer Marcel, 1995). La cita de la autora no aparece especificada en la bibliografa del texto.

Antes de ser una obra de ingeniera civil, un sistema de riego es una construccin social que lleva a grupos humanos, comunidades e individuos (hombres y mujeres), a definir colectivamente las modalidades de acceso al agua y de creacin o conservacin de los derechos del agua, as como las obligaciones y reglas que todos deben cumplir para mantener y conservar el acceso a este recurso. Estas normas se derivan de acuerdos sociales y relaciones de poder entre poblaciones. (Apollin Frdric, Eberhart Christophe, 1998).

Vase: APOLLIN Frderic, EBERHART Christophe

1998 Metodologas de Anlisis y Diagnstico de Sistemas de Riego Campesino. Mdulo No. 3 del CAMAREN, Eje Temtico Riego Andino, CICDA, Quito.Gestin del AguaSe define el concepto de Gestin del Agua como el conjunto de acuerdos, reglas y actividades que posibilitan que el agua sea distribuida entre los distintos usuarios y sus parcelas en forma organizada y adecuada al riego de los sistemas de cultivos que implementan. En particular, uno de los elementos claves de la Gestin del Agua en los sistemas de riego campesino es la distribucin de los derechos del agua entre los usuarios (Gerbrandy Gerben, Hoogendam Paul, 1994).

Vase: GERBRANDY Gerben, HOOGENDAM Paul. 1998. La materializacin de los derechos de agua: la propiedad hidrulica en la extensin y rehabilitacin de los sistemas de riego en Bolivia.

CESU PRIV PEIRAV, Bolivia.Caso de proyecto que no distribua el agua correctamente. (Puela, Ecuador)Este problema tena una repercusin directa en la produccin. Los de la zona alta bsicamente destinaban el agua para los pastos con el fin de cubrir las necesidades alimenticias del ganado, que es su principal rubro de produccin, el caudal recibido por ellos era excesivo para este fin; sin embargo, dado que algunos campesinos suelen regar ms agua de la necesaria para cubrir los requerimientos hdricos de sus cultivos y debido a la fuerza de la costumbre, los usuarios de la zona alta se negaban a cambiar la distribucin existente. En consecuencia, los habitantes de la zona baja, quienes contaban con maz y pequeos huertos de frutales caducifolios, tenan pocas posibilidades de cambiar sus cultivos debido al poco caudal que reciban.

Gerbrandy, Gerben y Paul Hoogendam. 1999, La complejidad del derecho al agua en Totorani, y su significado para una propuesta Ley de Agua. Ruralter n18. La Paz

Pp. 45-75

Disponible en la World Wide Web: http://www.ruralter.org/buscar/bdd_txt/art_15.pdf

Resumen

En este artculo utiliza el caso de la comunidad de Totorani para mostrar la forma cmo en ella, los comunarios perciben y organizan la gestin y el uso de sus recursos naturales tomando en cuenta las necesidades de sus pobladores y la manutencin de su ambiente.

Derechos de agua

La definicin de los derechos al uso del agua est ntimamente relacionada con las percepciones culturales sobre la equidad entre los comunarios y la obligacin de suministrar el agua a los cultivos sembrados. El derecho al agua no se puede interpretar en trminos de propiedad individual, la percepcin general de la comunidad es que los recursos pertenecen a todos, dentro de un espritu de convivencia entre la naturaleza, el hombre y las deidades.

Para mantener su derecho al agua deben cumplir con todas sus obligaciones comunitarias. Estas obligaciones no necesariamente se encuentran en el mbito de las actividades de riego. Por eludir otro tipo de actividades colectivas, la sancin puede expresarse en trminos de una exclusin temporal del riego. A veces, incluso el "mal comportamiento" se castiga con una suspensin temporal del derecho al agua. Al revs, el incumplimiento de las obligaciones de mantenimiento en el riego, puede ser sancionado con otro tipo de castigos, por ejemplo, el ser enviado en misin de vigilancia. Lo que resulta sorprendente del derecho al agua, es que los miembros de la comunidad no lo conservan forzosamente, pero tampoco pueden perderlo para siempre: cada miembro tiene derecho al agua cuando est en la comunidad, quiere usarla y ha cumplido con sus obligaciones.

Esta definicin del derecho tiene varias consecuencias importantes para el derecho de la familia. En primer lugar, la familia no recibe una cantidad de agua fija, a diferencia de la mayora de los casos de derechos individuales fijos. En segundo lugar, cuando se suspende el derecho al agua de una familia temporalmente, el agua se queda para la colectividad. En tercer lugar, no es posible transferir o vender el derecho al agua.

La individualizacin de los derechos o endurecimiento del acceso individual, no cabe dentro de la lgica de organizacin y cultura de los ayllus, en las cuales existe un gran respeto por la toma de decisiones colectivas sobre la utilizacin de los recursos naturales. Ante todo, el agua es considerada como un bien para todos, al igual que el aire, las montaas y, en gran medida, tambin la tierra

Al individualizar el derecho al agua, el espritu de colectividad es afectado

Ritual de peticin de lluvia en Totorani

As, cuando la poca de lluvia se retrasa y los comunarios ven que sus cultivos se encuentran necesitados de agua, la comunidad entera efecta un ritual de peticin de lluvia a la pachamama, que se efecta al inicio del mes de Diciembre, en uno de los tres lugares sagrados de la comunidad. Todos los comunarios participan de este acto; encabezados por el cacique y el corregidor, ofrecen un sacrificio que consiste en una llama o un cordero, cuya carne la consume la comunidad mientras se consagra una qhowada.

Como opera el sistema de riego en Totorani

La nueva represa se opera mediante una vlvula, ubicada al final de un tubo de escape. Este tubo arroja el agua en el lecho del ro, a travs del cual el agua es conducida a la salida del barranco, donde es captada en la bocatoma y dirigida hacia el canal que distribuye el agua mediante tomas directas a las parcelas que se encuentran a lo largo de todo el valle.

Cada familia que quiere regar abre la vlvula de la represa de manera que el agua ingresa al lecho del ro y puede ser dirigida al lugar donde se tiene que regar. Terminada la dotacin de riego, se vuelve a cerrar la vlvula. Cuando dos familias quieren regar simultneamente, la que llega en segundo lugar tiene que esperar hasta que la primera termine. La superficie que riega cada familia est ajustada a la cantidad total de agua almacenada en la represa: cada familia puede hacer uso de la represa slo durante unas cuantas horas, en cada turno. Por lo tanto, el tener que esperar hasta que la anterior familia termine, no resulta un problema. La comunidad controla que cada usuario haya cumplido su turno, antes de iniciar una nueva ronda de riego.

Segn el relato de la gente de Totorani, antes no existan reglas para el uso del agua con fines de riego; el agua sencillamente estaba ah, corra a lo largo del pueblo y cada uno poda usarla para sus propios fines, sin causar perjuicio con ello a nadie. Se poda hablar de un recurso de acceso libre, para el cual no exista una gestin conjunta, es decir que, no o casi no existan reglas para su uso.

La construccin de la represa se realiz como trabajo comunitario. Al igual que en todas las actividades conjuntas, cada uno colaboraba como miembro de la comunidad y no en una calidad especfica de regante. En la distribucin del agua, se aplicaba la misma visin: cada miembro del ayllu tena derecho al uso del agua de la represa. La comunidad no puede negarle a nadie aquel derecho, al igual que no puede quitarle a la chacra el derecho a ser regada y, de esta manera, llegar a un mejor desarrollo.

Tragedia de los comunesComo se sabe, es difcil mantener un sistema de "acceso libre" cuando el recurso comn es demasiado escaso como para satisfacer las demandas de uso simultneo de todos. En tal situacin, cuando los usuarios no llegan a acuerdos, es comn que se produzca una sobreexplotacin del sistema de recursos: todos juntos extraen tantas unidades del recurso, que ya no se puede hablar de un uso sostenible del sistema. Esto es lo que Hardin denomin la tragedia de los comunes}}. Un uso demasiado libre y no regulado del agua, si bien no afecta la fuente, s suele causar desigualdades en el acceso, pleitos en su distribucin y problemas de participacin en el mantenimiento de la infraestructura.

Concepcin del agua en Totorani

Para ellos el agua es un ser vivo propio, que forma parte de la comunidad y que, por lo tanto, no puede ser propiedad de una sola persona, sino que es un recurso social para todas las familias. Por la misma razn, los comunarios no han definido derechos al agua individualizados, sino parten del criterio que cada miembro de la comunidad puede usar el agua que necesita para regar sus parcelas.

Verweij, Michel J. 1999, Una organizacin campesina experimentando con agua. Revista Ruralter n 18. Pp. 108-135. La Paz.

Disponible en la World Wide Web: http://www.ruralter.org/buscar/bdd_txt/art_17.pdf

Resumen

Este artculo describe la experiencia (relativamente exitosa) de un programa de construccin de lagunas en varias comunidades ejecutado por una organizacin campesina: CORACA Aiquile, apoyado por la Alcalda Municipal (Bolivia)

Definicin de atajados captar agua de lluvia cuando escurre en abundancia durante un aguacero y almacenarla en un hueco cavado a mano en la tierra (llamadas khochas), sobre todo con el

fin de consumo animal.

Los atajados son pequeos reservorios, generalmente construcciones en tierra, que sirven para almacenar agua, con fines de uso mltiple pero principalmente para el riego de algunos cultivos.

Los atajados constituyen una fuente de agua para uso domstico, consumo animal y microriego tanto suplementariamente para los cultivos de verano como para la produccin de cultivos de alto valor, a pequea escala, fuera de la poca de lluvias. En los atajados se junta el agua de lluvia cosechando la escorrentia de la ladera superior o captando el agua de una quebrada cercana durante sus descargas en la poca de lluvias.

No obstante las diferencias en el aprovechamiento del atajado, para las familias campesinas, el disponer de un pequeo reservorio de agua es sustancial en su vida y sistema de produccin. Afecta fuertemente la cotidianidad campesina dando nuevas tareas y roles a los miembros de la familia en el manejo de la laguna, la produccin y la comercializacin.

Consecuencias de la construccin de obras hidralicas

La mano de obra requerida y los rendimientos extras generados por las lagunas, al parecer, permiten una reduccin de la migracin temporal o al menos dan lugar a una migracin de carcter ms voluntario para generar ingresos extras y no tanto para la mera sobrevivencia

Entonces, con la llegada de las lagunas, canales, otras obras hidrulicas y parcelas cercadas, con nueva vegetacin, vienen a cruzar y manchar el territorio de la comunidad. Lo que se traduce en una nueva zonificacin del territorio de la comunidad: las tierras a secano de la agricultura de barbecho o pastoreo entra en una cultura de pequeas huertas regadas con una produccin permanente, dando un aspecto manchado al paisaje.

La implementacin de lagunas en los sistemas productivos provoca efectos grandes en el sistema agrario, afectando usos y propiedad de la tierra, usos y derechos de aguas, cambiando el aspecto del rea rural y de la organizacin social que, dependiendo de la durabilidad de la tecnologa, se cristalizarn en una nueva gestin del espacio rural.

Boelens, Rutgerd. 1999, La gestin concertada de los recursos hdricos y el desarrollo del riego campesino andino : Un proceso fundamentado en enfrentamientos y negociacin. Revista Ruralter n18. La Paz. Pp. 138-173.

Disponible en la World Wide Webhttp://www.ruralter.org/buscar/bdd_txt/art_18.pdf

Derechos de agua

(Reglas en la gestin del agua) No corresponden a costumbres ancestrales estticas sino que son sistemas dinmicos que buscan la supervivencia y la continuidad de la comunidad y su sistema de riego mediante una gestin colectiva del agua y la organizacin. Generalmente, aquellos sistemas normativos campesinos que tienen xito en la regulacin de su sistema se basan fundamentalmente en el criterio de cultivar las relaciones sociales recprocas y en la bsqueda de acuerdos mutuos -derechos y obligaciones- considerados equitativos por los mismos comuneros (Boelens et al. 1998).

Vase: Boelens, Rutgerd y G. Dvila (ed.), 1998. Buscando la Equidad. Concepciones sobre justicia y equidad en el riego campesino. Van Gorcum, Assen, Pases Bajos.En muchos sistemas tradicionales, las familias obtienen los derechos territoriales de riego no slo a travs de su inversin propia y contempornea en la construccin de la obra colectiva sino tambin como herencia de la inversin hecha por sus antepasados y, adems, como prstamo de las deidades (vase Sherbondy 1998). Esto se confirma mediante rituales arraigados en la prctica del riego.

Vase: Sherbondy, J., 1998. El riego andino en una perspectiva histrica . En: Boelens & Dvila, 1998. Buscando la Equidad. Concepciones sobre justicia y equidad en el riego campesino. Van Gorcum, Assen, Pases Bajos.

En este proceso de creacin de normas, las familias crean y reconfirman tanto su derecho al uso del agua y de la infraestructura como el derecho a la participacin en la toma de decisiones y en la gestin colectiva del riego (Vase Boelens & Doornbos 1996; Gerbrandy & Hoogendam 1998).

Vase: Boelens y B. Doornbos, 1996. Derecho consuetudinario campesino e intervencin en el riego. Visiones divergentes sobre agua y derecho en los Andes. CESA-SNV. Quito

Los mismos campesinos tambin crean y recrean sus derechos de riego de manera dinmica. Adems, la dinmica es un requisito para poder sobrevivir. Es necesario desmitificar el supuesto de que los sistemas de riego campesino por lo general funcionan bien y de manera sostenible.

Los derechos campesinos no necesariamente son siempre ms equitativos, ni lo son las

relaciones sociales y de gnero internas en las familias y comunidades campesinas.

Como muestra Hendriks (1998) para el caso de sistemas campesinos en situaciones de inseguridad y subsistencia: Cuanto ms dueos individuales del agua, cuanto menos dueos del sistema.

Vase Hendriks, J., 1998. El agua como propiedad privada. Apuntes sobre la problemtica en Chile . En: Boelens & Dvila, 1998. Buscando la Equidad. Concepciones sobre justicia y equidad en el riego campesino. Van Gorcum, Assen, Pases Bajos.

Comunidades campesinas andinas y mercado

En una localidad andina determinada, los mismos productos y servicios a veces circulan a travs del mercado y otras veces se quedan en la esfera comunal no-mercantil, segn las condiciones y la visin de la familia o comunidad respectiva, los perodos del ao agrcola y/o de acuerdo con los (des) incentivos que ofrecen la coyuntura comunal y la mercantil.

Por ejemplo, es muy comn que en un mismo sistema de riego, una parte de las familias contrata comercialmente a la mano de obra para trabajar en la construccin y mantenimiento de la infraestructura, mientras que otra parte realiza sus mingas y faenas con fuerza de trabajo propia o -en caso de ausencia cumple sus deberes mediante el ayni randimpac (cambia manos). Otro ejemplo: en la divisin sexual del trabajo familiar, es frecuente que la mujer cumpla las mingas comunales en el riego, mientras que el esposo trabaja de manera asalariada en la migracin intermitente. Un tercer ejemplo: de una misma chacra regada, con un mismo cultivo, por ejemplo alfalfa u hortalizas, una parte (flexible) se lleva al mercado y otra parte es para el autoconsumo, segn los incentivos y necesidades que se presenten. As existe un sinnmero de ejemplos.

La razn principal es que ni las familias campesinas, ni las comunidades, ni sus sistemas de riego, lograran reproducirse en medio de intercambios slo mercantiles, y estn bien conscientes de este hecho.

Tecnologas de riego y reflejo de realidad socialAdems, muchos de los intercambios, incentivos y actividades en los sistemas de riego y la convivencia andina simplemente no pueden reducirse a slo sus aspectos econmicos. La funcin social del agua, los eventos rituales, las fiestas agrcolas y de riego, etc., son ejemplos importantes de interacciones e intercambios considerados necesarios para la (re) produccin.

Los sistemas de riego son complejos socio tecnolgicos; las decisiones sobre el diseo tcnico del sistema tienen consecuencias directas para las reglas de distribucin.

Quiere decir que la tecnologa y las tcnicas de riego hospedan contenidos sociales que conforman las partes claves para el funcionamiento del sistema y los mecanismos de reparto tcnico y social. Por lo tanto, para poder analizar el sistema de riego con mayor profundidad no es suficiente ver la obra hidrulica slo como un conjunto de elementos tcnicos y materiales (Boelens 1998).

Vase Boelens, 1998. Gestin colectiva y construccin social de sistemas de riego campesino. Una introduccin conceptual . En: Boelens & Dvila, 1998. Buscando la Equidad. Concepciones sobre justicia y equidad en el riego campesino. Van Gorcum, Assen, Pases Bajos.

La externalizacin del proceso de diseo de riego puede ser una de las causas que contribuyen a este problema: se genera una situacin de contradiccin entre el diseo tecnolgico endgeno -basado en normas autogeneradas y decisiones propias de los usuarios- y el diseo tecnolgico exgeno que excluye el poder de decisin de los usuarios locales. Entonces, vale analizar la famosa transferencia de tecnologa que en la actualidad es un motor sumamente poderoso en el desarrollo de riego. Para acercarnos a las posibles consecuencias, analizaremos brevemente la construccin social de la tecnologa de riego desde el ngulo del diseo externo.

El momento en que se aplica la tecnologa de riego, las directrices de uso (, en otros trminos, los requerimientos sociales de uso, el cdigo de la tecnologa), insertadas por el diseador, estructuran la manera en que los usuarios tienen que utilizarla. (Vanse Bijker et al. 1987; Mollinga & Mooij 1989; Boelens & Temmink 1990; Van der Ploeg 1991). La tecnologa de riego suele reflejar las normas y las prcticas vigentes en las relaciones de produccin del medio social del diseador (sea ste el campesino, el ingeniero civil o hidrulico, la agencia de asistencia tcnica o, en trminos de Latour (1987), una red de valores, normas, intereses sociales, etc.).

Vase: Bijker, W.E., T. P. Huges & T. Pinch (eds.), 1987. The social construction of technological systems. MIT Press, Cambridge. Massachusetts y Londres.

Mollinga, P. & J. Mooy, 1989 . Cracking the code. Towards a conceptualization of the social contents of technical artefacts. Technology Policy Group, Occasional Paper N 18, Open University Milton Keynes.

Boelens & G.J. Temmink, 1990. Irrigatie en Participatie in de Peruaanse Andes. Derde Wereld, Vol. 9, 90 1&2, DWC. Nijmegen.

Ploeg, J.D. Van der, 1991. Landbouw als mensenwerk. Arbeid en technologie in de agrarische samenleving. Couthino. Muiderberg.

Latour, B., 1987. Science in action: how to follow scientists and engineers through society. Open University Milton Keynes.Ortega Perrier, Marietta. 2001, Escatologa Andina: Metforas del Alma. Chungar vol 33. Arica. N 2. Pp 253-258.

Resumen

El presente artculo se refiere a creencias y prcticas en torno a la muerte recogidas en la comunidad altiplnica de Isluga (Tarapac, Chile).

Sobre los Juturis

Adems de la relacin de las almas con la tierra y la agricultura, existe tambin una asociacin entre alma y agua. Esta proximidad se expresa en distintas formas, con frecuencia a travs de la mediacin de la figura de la Pachamama como genetrix. Examinemos por ejemplo el caso de los juturis . (256)

Los juturis islugueos son "...lugares secos o hmedos que proporcionan una salida del mundo tectnico de oscuridad, del cual se dice que emergen los animales domesticados..." (Dransart 1991:118. En ingls en el original). Entre los animales, el chullumpe con su habilidad para permanecer bajo el agua por largo tiempo es visto por los Islugueos como un ser capaz de conectar los diferentes Pacha. Aunque existen juturis secos en Isluga el chullumpe, un pjaro acutico, siempre representa al ganado.(256-257)

Nosotros coincidimos con la sugerencia de Dransart que el juturi pareciera ser una metfora para el canal de nacimiento femenino (ibid. 139-140) y agregaramos que el juturi no slo representa a una vagina tectnica sino que tambin apunta a la existencia de una relacin entre agua y poder reproductivo. (257)

Dransart relata que uno de los juturis de Enquelga es llamado maransal juturi y que la planta usada para tratar la hemorragia del parto es llamada maransila. En otras palabras, el agujero hmedo de donde emergen las llamas es nombrado segn la hierba que permite un nacimiento humano sin peligro, aquella que regula el fluir descontrolado de la sustancia dadora de vida (Dransart 1991: 110). El agua, esta vez como metfora de la sangre, es la sustancia que hace posible la vida y que eventualmente tambin la quita. El sangramiento incontrolado de la Pachamama debe ser evitado mediante el ritual y la asignacin de un nombre particular. (257)

Vase: Dransart, P.Z. 1991 Fibre to Fabric: The Role of Fabric in Camelid Economies in Prehispanic and Contemporary Chile. D. Phil Thesis, Faculty Board of Anthropology and Geography in the University of Oxford.

Sobre el agua y el alma

El agua que el alma debe cruzar luego de la muerte, es la misma substancia que al caer sobre la tierra permite que la vida surja de ella. Las almas de los nios muertos, los angelitos, van al lado de Dios en los cielos. Desde all sus lgrimas caen sobre la tierra en la forma de lluvia; tambin se dice que ellos trabajan manteniendo los canales de irrigacin divinos (Harris 1982:63). Las ms populares representaciones de la Virgen, la Inmaculada Concepcin y la Assunta, representan a una bella dama parada sobre nubes, con querubines que flotan alrededor de sus pies: los angelitos. (257)

Vase: Harris, O. 1982 The Dead and Devils Among the Bolivian Laymi. En Death and the Regeneration of Life, editado por M.Bloch y J. Parry. Cambridge.En conclusin, podramos sealar que las almas son integradas al proceso productivo primero (y de modo ms general) como energa vital; en segundo lugar, como fertilizantes sobrenaturales de los sembrados de papas, y en tercer lugar, en la forma de angelitos que cuidan los sistemas de riego sobrenaturales. De manera menos evidente, las almas intervienen en la produccin del agua que toma metafricamente el lugar de la sangre que controla el poder reproductivo de la Pachamama. (257)

Fernandes Juarez, Gerardo. 2001, Almas y Difuntos: Ritos Mortuarios entre los aymara lacustres del Tititcaca. Chungar vol.33 n 2. Arica.

Resumen

Se describen las prcticas rituales derivadas de la muerte en el altiplano aymara lacustre de Bolivia, incluyendo las celebraciones colectivas, los banquetes y agasajos ceremoniales, as como la inhumacin y sus ofrendas o las manifestaciones de duelo.

Rito mortuorio

Tras la muerte, efectuada la ceremonia de los ocho das, el difunto emprende un agotador camino por sendas espinosas debiendo atravesar una gran masa de agua (lago, ro Jordn) ayudado por un perro negro (Harris 1983: 146; Monast 1972: 35; Alb 1971-4: 0310; Llanque 1990: 109; Valderrama y Escalante 1980: 259). Necesita los alimentos y el ajuar que sus familiares le han proporcionado durante el sepelio para superar las dificultades del viaje. (203)

Vase: Alb, X. 1971-74 Fichero Indito sobre el Ciclo Vital, el Ciclo Agrcola, Enfermedades y Medicina Popular, Ritos y Creencias de los Aymaras. La Paz.

Harris, O. 1983 Los Muertos y los Diablos Entre los Laymi de Bolivia. Chungara 11: 135-152.

Llanque D. 1990 La Cultura Aymara. Desestructuracin o Afirmacin de Identidad, Tarea/IDEA, Lima.

Monast, J. E.1972 Los Indios Aimaraes: Evangelizados o solamente bautizados?, LOHLE, Buenos Aires.

Valderrama, R. y C. Escalante 1980 Apu Qorpuna. Visin del Mundo de los Muertos en la Comunidad de Awkimarka. Debates en Antropologa 5: 233-264.

Sobre el lavado del difunto

Terminado el almuerzo, haba que proceder al lavado de la difunta. Al tratarse de una mujer joven y soltera, deba cumplir con el requisito alguna mujer casada, viuda o varn casado o viudo de la comunidad emparentado con la difunta. (202)

Una vez lavada la difunta y vertido el contenido del bao en un cruce de caminos, se coloc a la fallecida en el interior del atad cubierta con el sudario. (202)

(Nota al final del texto respecto a lo anterior)

El lavado del cuerpo de un difunto resulta peligroso. La muerte reciente y la creencia de que el alma permanece en los alrededores del lugar dificultan en gran medida la colaboracin de los comuneros, mxime si no se localiza alguna viuda prxima a la familia. Morir slo, sin parientes que puedan hacerse cargo de las necesidades del difunto, es una carga "molesta" para la comunidad. El concepto de "contaminacin" que implica la idea de la muerte y la posibilidad real de verse afectado por ella, complican mucho ms el asunto. Curiosamente, en estos casos en los que la tradicin cultural y las creencias constituyen una rmora importante que obstaculiza el desarrollo apropiado de la ceremonia, resulta muy prctico disponer de algn hermano evanglico que por su fe y "distanciamiento" respecto de lo que consideran supercheras de la gente, pueda continuar el proceso. (217)

Sobre el lavado de ropas de los parientesLa ceremonia de ocho das posibilita la limpieza de los dolientes. Los parientes bilaterales lavan sus ropas, al tiempo que los dolientes se cambian. Se acostumbra rogar a alguna viuda de la familia, preferentemente, para que se encargue de la colada, volteando el agua sucia en algn cruce de caminos. (204)

(Nota al final del texto respecto a lo anterior)

El agua resultante del lavado de las ropas del difunto se arrojan a un cruce de caminos para evitar que la pena retorne al hogar de los dolientes; sin embargo, Carter y Mamani (1982: 342) resean en Irpa Chico la costumbre de verter el agua sobre el techo de la casa para garantizar la proteccin del difunto a sus familiares. (218)

Vase: Carter, W. y M. Mamani 1982 Irpa Chico. Individuo y Comunidad en la Cultura Aymara. Edit. Juventud, La Paz.

Ceremonia de Todos los Santos

Las noches que preceden a la celebracin de Todos Santos, anticipan la llegada de las "almas", es decir, la visita de los difuntos a casa de sus familiares, trayendo consigo el agua que los campos precisan para los cultivos. Para Todos Santos tiene que llover y as lo esperan fervientemente los campesinos aymara del altiplano. Este aspecto vinculante entre los difuntos, el agua de lluvia y la produccin agrcola ya ha sido analizado por diferentes autores (Berg 1989: 155-175; Oporto y Fernndez 1981: 18-19; Harris 1983: 142-144), algunos inspirados en la informacin etnogrfica aportada por Guamn Poma (1987: 1236-1237) y no merece la pena insistir ms en ello. (205)

Vase: Berg, H. van den 1989 La Celebracin de los Difuntos entre los Campesinos Aymaras del Altiplano. Anthropos Revista Internacional de Etnologa y Lingstica 84: 155-175.

Oporto, L. y R. Fernndez 1981 La Fiesta de Todos los Santos. Casos particulares. Revis ta Boliviana de Etnomusicologa y Folklore 2 (1): 11-22.

Guamn Poma de Ayala, F. 1987(1615) Nueva Crnica y Buen Gobierno. Historia -16, Madrid.

Harris, O. 1983 Los Muertos y los Diablos Entre los Laymi de Bolivia. Chungara 11: 135-152.

Van Kessel, Juan. 2001, El ritual mortuorio de los aymara de Tarapac como vivencia y crinaza de vida. Chungar. Vol. 33, n2. Arica.

Lavado del difunto

Momentos despus de expirar vienen los vecinos _en lo posible no los parientes_ para lavar al difunto, vestirlo de su mejor ropa ("ropa de fiesta") y extenderlo sobre una mesa cubierta con un mantel blanco, con los pies hacia el occidente, para el velorio. (222)

VelorioDurante el velorio los asistentes toman continuamente la iniciativa de rezarle al difunto tres veces el Padre Nuestro, el Ave Mara y el Gloria al Padre, ponindose a su lado. Entonces los dems asistentes se paran tambin, se acercan y responden a esas oraciones. Antes y despus de rezar, la persona roca con agua bendita el cadver. Estas oraciones son realizadas con preferencia por los hombres. (223)

Inmediatamente despus de sacar el cadver de la casa del velorio para llevarlo a enterrar, se borran cuidadosamente todas las huellas de pies en el suelo de la casa (que generalmente es de tierra). La mesa sobre la que descansaba el cadver es colocada en el centro de la casa, pero al revs, y con las patas hacia arriba. Al lado de la mesa va una fuente, tambin boca abajo. La explicacin de esta costumbre es que el alma del difunto no vuelva a la casa, sino que salga de viaje buscando su destino, ms all del "mar de las tormentas", llamada tambin "cocha grande", o "laguna grande". (223)

Ceremonia del lavatorio

El Lavatorio es la ceremonia de lavar la ropa del difunto, en el cuarto o quinto da de la semana que sigue a su fallecimiento. La "Paigasa" es la ceremonia de quemar esta ropa y los objetos personales del difunto en el octavo da que sigue a su muerte. "Lavatorio" es tambin el nombre que se usa generalmente para indicar todas las ceremonias del sptimo y octavo da que describimos a continuacin. A veces se la indica tambin con el nombre de "Paigasa o Despacho". (224)

El lavatorio del octavo da, la paygasa, que es la separacin simblica y el despacho del alma; su traslado e instalacin en la vida del ms all y la iniciacin de otra modalidad de convivencia (precisamente "entre vivos y muertos" (232)

Al cabo de un ao de muerto

En la tarde, todos visitan colectivamente la tumba, donde se quema la ropa de luto. Se prenden velas en el nicho de la tumba. Se coloca una corona fresca a la cruz diciendo: "le regalamos un sombrero nuevo" y los cuatro extremos de la cruz son revestidos con ramos verdes y flores frescas. Cada uno de los presentes ofrece coca y alcohol puro al difunto, sirvindose asimismo tambin e intercambiando trago y coca con los dolientes. Para el difunto se vierte agua al pie de la cruz y a veces se le deja tambin un poco de agua en un tarro.

La muerte de los nios sin bautismo

La muerte de los nios que no alcanzaron el bautismo _ni siquiera "el agua"_ es preocupante. Los padres y la comunidad en general pueden ser castigados por su irresponsabilidad. Estos niitos "moros" pasarn a las cumbres nevadas, donde se divierten haciendo bolitas de hielo, un juego que puede resultar en tremendas granizadas precisamente con significado de castigo o de venganza por la deficiencia de los humanos en la crianza de la vida tierna (de nios, de ganado nuevo, y cultivos tiernos). Por eso se dice que la granizada ataca la vida de la chacra. (221)

(Nota respecto a lo anterior)

El agua' se refiere al bautismo de emergencia que administra el cantor _o el encargado de culto, o un `padrino de agua', y que posteriormente, cuando la guagua se recupera, puede ser completada por `los leos'. Con este nombre _los leos_ se indica el bautismo oficial de la Iglesia Catlica administrado por el sacerdote que _entre varios otros ritos_ aplica tambin una uncin con `leo santo' o crisma. En esa oportunidad el nio tendr su `padrino de leos'. (234)

Albornoz, Patricia. 2001, Los derechos de aprovechamiento de aguas indgenas. Revista de derecho administrativo econmico de recursos naturales. Vol. 3, N 2. Pp 317-331. Facultad de Derecho. Pontificia Universidad Catlica de Chile.

Sobre el agua en la cosmovisin andina

El control del agua, su manejo y su redistribucin, caracterizan la composicin del poder, y son la base que estructura la organizacin poltica anda, y es as como los derechos de agua de cada miembro de la comunidad son determinados socialmente. (318)

Vemos claramente que cada ayllu o unidad bsica se encuentra relacionada directamente con una fuente de agua, la que se comprende como parte de un todo ecolgico, en cuya organizacin se contempla la cuenca completa. Ellos consideran todos los elementos existentes en el territorio y se organizan en torno a stos y las variables que puedan afectarles. (318)

Estas etnias han mantenido consuetudinariamente la distribucin del recurso hdrico. El turno de las aguas se presenta como una sntesis de las tres tradiciones: andina, hispnica y moderna, que han determinado las diferentes situaciones y modalidades de reparto de agua que existen en las comunidades andinas, ya que cada una de ellas tiene sus propias particularidades.(318)

El gran aumento de las peticiones de derechos de aprovechamiento por las mineras en el norte del pas ha influido seriamente en el abandono de los espacios de las zonas altas, por la prdida de los derechos de agua que usaban y que ahora son casi inexistentes. Este hecho adems repercute en el menor volumen de agua en las partes bajas destinadas a la conservacin de vegas, bofedales y cultivos en terrazas en la precordillera, que alteran todo el medio, uy que conllevan como situacin particular el desencantamiento de algunos sectores de vegas. (319)

Respecto al art. 187 de cdigo de aguas: Las comunidades podrn organizarse por escritura pblica suscrita por todos sus titulares que se conducen a una obra comn:

En la prctica en una comunidad indgena hay generalmente ms de un canal, con lo que la existencia de una organizacin comunal con varias comunidades de aguas destruye el patrn de organizacin, estructura, podery gestin del recurso. (320)

Alegra Calvo, Mara Anglica y Fernando Valds Hernndez. 2001, El Agua y los pueblos originarios aymars y atacameos. Revista de derecho administrativo econmico de recursos naturales. Vol. 3, N 2.. Facultad de Derecho. Pontificia Universidad Catlica de Chile. Pp 333-343

En el Segundo Foro Mundial del Agua, efectuado en la ciudad de La Haya, en marzo de 2000, cuya declaracin final fue suscrita por los 149 pases asistentes, 130 de los cuales tuvieron rango ministerial, en la sesin en la que se trat y discuti el tema del agua y los pueblos originarios, se concluy que los indgenas y sus sistemas nicos de valores, conocimientos y prcticas relativas al agua han sido dejados de lado en el proceso de anlisis mundial de la visin global del agua (335)

Entre las acciones a realizar propuestas por el Foro cabe destacar las siguientes:

Tomar medidas para permitir la participacin ms activa de los indgenas en intercambiar sus experiencias especficas, su conocimiento y sus intereses en la visin global del agua y en la estructura para la accin,

Los gobiernos deberan reconocer que el desarrollo de proyectos a gran escala generalmente involucra y perjudica tierras indgenas, y

Los gobiernos deberan reconocer la significativa contribucin de los sistemas agua/tierra establecidas y deberan expandir su valoracin del agua y otros recursos ms all de lo material y econmico, y valorar tambin lo espiritual y sagrado. (335)

Informe Final Talleres participativos Dilogo sobre el agua: la visin indgena y accin gubernamental

Realizado por el Departamento de Estudios y Planificacin

Direccin General de Aguas, Ministerio de Obras Pblicas

Santiago, Octubre 2002

Disponible en la World Wide Web: www.dga.cl

Tomando en consideracin el segundo principio de Dubln Conferencia Internacional sobre Agua y Desarrollo, realizada en Dubln, Irlanda, en 1992 que establece como clave el que se realice un enfoque participativo, esto es, la gestin del agua con la gente y cerca de la gente, la Direccin General de Aguas, comenz hace ya varios aos a trabajar con la comunidades indgenas, como un sector usuario del recurso hdrico que necesita mayor apoyo a fin de integrar adecuadamente este proceso de manejo de cuencas.

Uno de estos trabajos realizados por la Direccin General de Aguas fue el de talleres participativos con comunidades indgenas desarrollados durante los meses de septiembre y octubre del ao 2002, estos talleres llamados Dilogo sobre el Agua: la visin indgena y la accin gubernamental, fueron organizados por esta Direccin como parte de un programa permanente de apoyo a las comunidades indgenas. Los talleres se realizaron los das 25 de septiembre en la ciudad de Calama, II regin y el 27 de septiembre en la ciudad de Arica, I regin con representantes de comunidades andinas.

La metodologa de los talleres consisti en la exposicin de los representantes de los servicios pblicos relacionados con las comunidades indgenas y el agua, en torno a la gestin realizada por ellos, seguida a continuacin por una ronda de preguntas donde se contestaron inquietudes y se conocieron las demandas de los asistentes. Posteriormente se realiz un diagnstico participativo de problemas con propuestas de solucin a travs de crculos de trabajo, para finalizar con una exposicin general de resultados y en algunos casos, con la adquisicin de compromisos por parte de los funcionarios estatales. En estas jornadas de trabajo tambin se dio espacio para la exposicin de la cosmovisin indgena del agua.

Diagnostico por grupos de trabajo. El diagnstico por grupos de trabajo se realiz agrupando a los participantes por cuencas hidrogrficas. Este expresa un consenso sobre la escasez de recursos hdricos tanto para agua potable como para riego y la permanente amenaza de sequas. En un nivel de recurrencia menor se mencionan los problemas de contaminacin de las aguas sobre las normas establecidas, problemas en las organizaciones de usuarios, problemas de distribucin y carencia de infraestructura de riego adecuada a estas necesidades, problemas de sostenimiento del ecosistema andino por carencia de agua.

Respecto a estos problemas, se solicita especialmente la ayuda del Estado, promover un dilogo entre las autoridades y los indgenas, as como el respeto a los usos indgenas del agua.

En general se coincide en la necesidad de equilibrar todos los usos, lo que se lograr con participacin, comunicacin y planificacin de la gestin de la autoridad; sin embargo, algunos de los participantes cuestionan que se otorguen derechos de aprovechamiento a grandes mineras, pues esto ha resultado muy perjudicial para los pueblos andinos. A pesar de lo anterior, hay personas que indican que la minera constituye una de las principales fuentes de ingreso para las familias.

Informe Talleres participativos Gestin Colectiva de Aguas Subterrneas y Comunidades IndgenasRealizado por: Direccin General de Aguas, CONADI y patrocinad por el Centro del Agua para Zonas ridas y Semiridas de Amrica Latina y El Caribe (CAZALAC)Arica, Diciembre, 2003

Disponible en la World Wide Web: www.dga.cl

Objetivos del taller

Continuar con el dilogo iniciado en el ao 2002, trabajando con las comunidades indgenas el concepto de gestin colectiva, como un instrumento para la sostenibilidad de los sistemas de aguas subterrneas que alimentan las vegas y bofedales de la I Regin, ecosistemas nicos y sustento bsico de dichas comunidades. Generar un dilogo franco y directo que posibilite la identificacin de las principales necesidades y requerimientos de informacin y conocimiento de las comunidades acerca de temas tanto tcnicos como legales sobre la gestin del agua subterrnea en los humedales altoandinos. Desarrollar actividades de difusin y transferencia en materias relacionadas con las aguas subterrneas a partir de los planteamientos surgidos de los talleres anteriores. Presentar elementos tcnicos que permitan dar a conocer el funcionamiento general de sistemas de acuferos y su relacin con humedales, en particular en zonas ridas. Presentar elementos relacionados con los criterios de administracin y de carcter legal en el mbito de las aguas subterrneas en zonas

Comentarios Hubo una amplia convocatoria de la dirigencia aymara de la I Regin, demostrando un amplio inters y conocimiento de sus necesidades y problemas. Los problemas planteados no solo se refirieron a los sistemas altoandinos, sino que abarcaron materias ms amplias que incluyeron aspectos tanto de las aguas subterrneas como superficiales de las zonas altoandinas, como de precordillera y valles. A pesar de las acciones realizadas, se aprecia la necesidad de fortalecer el trabajo organizativo de los usuarios de estos recursos hdricos. En la I Regin, se nota un mayor desarrollo de constituciones y regularizacin de derechos de aguas de comunidades indgenas de la provincia de Iquique, en contraste con Arica y Parinacota. Se est desarrollando un programa, financiado por la DGA y CONADI, para fortalecer la constitucin y regularizacin de los derechos de agua de la comunidades aymaras y atacameas. Se manifest que existen fuertes presiones por los recursos hdricos en el rea de parques nacionales, habitados por comunidades aymaras, no existiendo una poltica global que atienda el tema de los recursos hdricos dentro de las reas protegidas. La ley indgena, segn algunos asistentes, tampoco no toca el tema de los recursos hdricos en forma especfica. Durante el desarrollo de la mesa redonda, se aclararon varios de estos puntos, por parte de los expositores. Se subray en varias ocasiones la posibilidad cierta de la participacin de representantes de las comunidades indgenas dentro de la Comisin Regional de Recursos Hdricos de la Regin de Tarapac, donde se abrir el dilogo y se buscarn alternativas para la solucin de estos planteamientos. Parte de los dirigentes manifestaron inters en la idea planteada por CAZALAC, de realizar un proyecto de desarrollo integral de los recursos hdricos en ambientes de bofedales altoandinos, que integre la subregin de la Puna (Argentina, Bolivia, Chile, Per). Proyecto que podra ser presentado a financiamiento internacional.