FERRÁN, Augusto. La Pereza

Biblioteca Nacional de Espaa

..


1 LA PEREZA


..


LA PEREZA COLECCION OE CANTARES ORIGINALES

..

AUGUSTO FERRAl'i

MADRID DJPRENTA DE T . t'ORTA:-;ET


fi\\ION RODRIGUEZ CORI\1:.\ .

~h1 tu ooml,re )'el de Gusb\'O en h:tt primes as ])lginna

1 me )J.'\rec.eri~ incompleto esto Hbrito

............ ,.


LA SOLEDAD.*

Le la ltima pgina, cerr el libro y apoy mi cabeza entre las manos.

Un soplo de la brisa de mi pas,

una onda de perfumes y armonia.s lejanas , bes mi frente y acarici mi o ido al pasar.

Toda mi Andulucia, con sus das

de oro y sus noches luminosas y lras-

' Diu atl.&t l1 att~ .. ~ . t'Ort el Hilito de I.A SOU':I)Ail. 111.''" W- ... ~ ~ CUUirft Ol'kriUt. prH'JNIMos, f!O..O p

an

~" ""'tn de titrlo J .,an~

~ AUGUSTO FERRAI'.

paren tes, se levant como una vision de fuego del fondo de mi alma.

Sevilla con su Gi1alda de encajes que copia temblando el Guadalqui-vir, y sus calles morunas, tortuosas y estrechas, en las que un se cree es-cuchar el extrao crujido de los pa-sos del sey justiciero; Sevilla con sus rejas y sus cantares, sus cance-las y sus rondadores, sus retablos y sus cuentos, sus pendencias y sus msicas, sus noches tranquilas y sus siestas de fuego, sus alboradas color de rosa y sus crepsculos azules; Se-villa, con todas las tradiciones que ,einte centurias han amontonado so-bre su frente, con toda la pompa y la gala de su naturaleza mesidional, con toda la poesa que la imaginacion


LA S OI.F.DAD.

Jlresta un J'ecuerdo querido, apare-ci como por encanto mis ojos, y penetr en su recinto, y cruc sus calles, y respir su atmsfera , y o Jos cantos que entonan en voz baja las muchachas que cosen detrs de las celosas, medio ocultas entre las hojas de las campanillas azules; y as-pir con voluptuosidad la f1agancia de las madreselvas, (1 u e corren por un hilo de balcon balcon, formando toldos de no res; y torn, en fin , con mi espri tu~~ vivir en la ciudad donde he nacido, y de la que tan viva guar-dar siempre la memoria.

No s el tiempo (rue tmscurri mientras soaba despierto . Cuando me incorpor, la luz que arda sobre mi bufete oscilaba prxima espirar,


JO AUGUSTO FERRAN.

arrojando sus ltimos destellos, que en crculos ya luminosos, )'a som-bros, se proyectaban temblando so-bre las paredes de mi habitacion.

La claridad de la maana, esa cla-ridad incierta y triste de las nebulosas maanas del invierno, tea de un vago azul los vidrios de mis balcones.

Al travs de ellos se divisaba casi todo Madrid.

Madrid envuello en una ligera ne-blina, por entre cuyos rotos girones levantaban sus crestas oscuras las chimeneas, las buhardillas, Jos cam-panarios y las desnudas ramas de Jos rboles.

Madrid, sucio, negro, feo como un esqueleto descarnado, tiritando bajo su inmenso sudario de nieve.


LA SOLEDAD. 11

Mis miembros estal>an ya atel"idos; pero entnces tuve frio hasta en el alma.

Y sin embat~o, yo habia vuelto respirar la tibia atmsfera de mi ciu-dad querida; yo babia sentido el beso vivificador de sus brisas cat~adas de perfumes; su sol de fuego habia

12 .\ UO USTO FJ; R R A :S.

un suspiro, una sonrisa, una l:;pima un m yo de sol; un libro, por l -timo, cuyo solo llulo ;iun dcs~lierla en mi alma un sentimiento indefini-ble de vaga Lrislcza.

L" Soledad! l-1 soledad es el cantar fa,oito del

pueblo en mi Andaluca. Aquel libro lo tenia all para ,juz-

gario. Como cueslion de senlimicnlo,

para mi ya lo estaba. Sin embargo, el criterio de la sen-

sacion est sujeto a influencias pu-ramente indi\iduales, de las que se debe despojar el critico, si ha de lle-nm su mision dignamente.

E~lo es lo que \'O)' hacer, si me es posible.


l. A SOI.BOA D. 13

Hay una poesa magnfica y sonora, una poesa hija de la medilacion y del :u"lc,

14 A.UOUSTO FP.RRAN.

La segunda carece de medida ab-soluta, adquiere las proporciones de la imaginacion que impresiona: pue-de llamarse la poesa de los poetas.

La primera es una meloda que nace, se desarrolla, acaba y se des-vanece.

La segunda es un acorde que se arranca de un arpa, cuyas cuerdas se quedan vibrando con tm zumbido armonioso.

Cuando se concluye aquella, se dobla la hoja con una suave sonrisa de satisfaccion. Cuando se acaba esta, se inclina

la frente, cargada de pensamientos sin nombre.

La una es el fruto di,ino de la union del arte y de la fantasa.


L:\ SOLEUA.IJ. 15

La otra es la centella inflamada que brota al choque del sentimiento y la pasion.

Las poesas de este libro pertene-cen al ltimo de los dos gneros, porque son populares, y la poesa popular es la sntesis de la poesa.

El pueblo ha sido y scrfl siempre el gan poeta de todas las edades y de todas las naciones.

Nadie mejor que l sabe sintetizar en sus obras las creencias, las aspi-raciones y el sentimiento de una poca.

l forj esa mara vi llosa epopeya celeste de Jos dioses del paganismo, que despues formul Homero.

l ha dado el sr ese mundo in-visible de las tradiciones religiosas,


W AUGUSTO f'ERRAN.

que puede llamarse el mundo de la mitologa cristiana.

l inspi al sombro Dante el asunto de su terrible poema.

f: I dibuj Don Juan. f: t soii Fausto. 1!:1, por llimo, ha infundido su

aliento de "ida todas esas figuras gigantescas que el arte ha perfeccio-nado luego, prestndoles formas y b"411as.

Los gancles poetas, semejan les un osado aquitecto, han recogido las piedms talladas por l, y han le-,anlado con ellas una pirmide en cada siglo.

Pirmides colosales, que domi-nando la inmensa ola del olvido y del tiempo, se contemplan unas tt


LA SOLED A D . 17

otras y sealan el paso de la humani-dad por el mundo de la inteligencia.

Como sus maravillosas concep-ciones, el pueblo d la expresion de sus sentimientos una forma espe-cialsima.

Una r.ase sentida, un toque va-liente 6 un rasgo natural, le bastan (XI I'U emili1 una idea, caracterizar un tipo hacer una descripcion.

Esto y no mits son las canciones populares.

Todas las naciones las tienen. Las nuestras, las de toda la An-

daluca en particular , son acaso las mejores.

En algunos pases, en Alemania sobre lodo, esta clase de canciones constituyen un gnero de poesa.

2


Gocthe, Schiller, Rucke~t, Uhland, Hcine, no se han desdei'iado de cul-tivarlo; es ms, se han gloriado de hacerlo.

Entre nosotros no: estas canciones se admiran, es verdad, se aplauden, se repiten de boca en boca. Trueba las ha glosado con una espontaneidad y una gracia admirables; Fernan Ca-ballero ha reunido un gran ni1mero en sus obras; pero nadie ha tocado ese gnero, para elevarlo la cate-gora de tal en el terreno del arte.

A esto es lo que aspira el autor de Lc1 Soledad.

Estas son las pretensiones que trae su libro al aparecer en la arena literaria.

El propsito es digno de aplauso,


1.

LA SOLEDAD. 19 ---------------y la empresa ms arriesgada de lp

que primera vista parece. Cmo lo ha cumplido? AZ p1incipio de esta colcccion

he puesto tmos cucmtos cantates del pueblo , pcna estm Se!JW'O al mnos de que hay al!Jo bueno en este lib1o.

As dice el autor en el prlogo, y as lo hace.

Desde luego confesamos que este rasgo, la vez de modestia y con-fianza en su obra, nos gusta.

Sea como fueren sus cantares, el autor no rehuye las comparaciones.

No tiene por qu rehuirlas. Seguramente que los suyos se dis-

tinguen de los originales del pueblo: la forma del poeta, como la de un>~


~ AUG USTO FERRAN .

mujer aristocrtica, se rel'elaun bajo el traje ms humilde, pot sus movi-mientos elegantes y cadenciosos; pero en In concision de la ftase, en la sen-ci llcz de los conceptos , e 11 la valen-tia y en la ligereza de los toques, en la :racia y en la ternura de ciertas ideas, tivalizan, cuando no los \'Cncen, con los que se ba propuesto por norma.

El autor de La Soledad no ha imitado la poesa del pueblo servil-mente, porque hay cosas que no pueden imitarse.

Tampoco ha escri to un cantar por va de pasatiempo, sujetndose una forma prescrita, como el que vence una dificul tad por gala, no ; los ha hecho sin duda, porque sus ideas, al revc~Lirse espontneamente de una


LA SOLED A D. 21

forma, han tomado esta; porque su libte educacion literaria, su conoci-miento de los poetas alemanes y el estudio especialisimo de la poesa popul3t, han formado desde luego su talento : propsito para representar este nuevo gnero en nuestra nacion.

En efecto, sus cantares, ora bri-llanles y graciosos, ora sentidos y profundos, ya se traduzcan por me-dio de un rasgo apasionado y valiente, ya merced : una nota melanclica y vaga, siempre vienen herir alguna de las fibras del corazon del poeta.

En ellos hay un grito para cada dolor, una sonrisa para cada espe-ranza, una lgrima para cada desen-'fti'io, un suspi ro para cada recuerrlo.

En sus manos la sencilla arpa po-


2"2 AUGuSTO t'ERRAX .

puJar recorre todos los gneros, res-ponde todos los tonos de la infinila

es~ala del sen timiento y las pasiones. No obstante, lo mismo al reir que al suspirar, al hablar del amor que al exponer algunos de sus exlraiios fe-nmenos, al traducir un sentimiento que al formular una esperanza, eslas canciones rebosan en una especie de vaga indefinible melancola que produce en el nimo una sensacion al par dolorosa y suave.

N o es exlraiio. En mi pas, cuando la guitarra

ncompaila la Soledad, ella misma paece como que se queja y 1101-a.


Bny tmn >erczn ncliva Que mientras descansa >icnsn, Quo cnlltt porque so vence, Que duerme pero que suefln.

Es como un levo reflejo Do la majestad suprema, Que, ctcrnameot~ tranquila, Sobre el uniYerso reinn.

Oh nsilo del pensamiento g,.,.nuto, dulce pcrc7.n; Mil ''CCCS feliz el hombro Que de ti goza en In ticHn!


LA SOLEDAD

lSvU

J.

Lns fntigns que se cnntnu Son las fntigns rnt\s grundcs, Porque se cnntnn llorando Y lns lgrimas no snlcn.

JI.

Al ver en tu scpnllurn Lns siemprevivas t;~n frescas, Me ncuer

At:GUSTO FF.RRA~.

111.

Los mundos que me roclenn Son los que mc!nos me cxtra.an : El que me tiene nsombmdo Es el mundo de mi almo.

IV.

Los que In cuentan po1 aos Dicen que In vidn es cortn; mi me parece larga .Porque In cuento por horns.

V.

Cuando dices un embuste Ln sang,c snltn (, tu cnrn: No digns ms que verdades, Porque es tu sangre encnrnncln.


L.\ SOLEDAD. 29 -----

VI.

Pns por un bosque y dijo : Aqu est. la soledad ... Y el ceo me respondi Con voz muy ronca: .:aqu est.

Y me respondi uqui est:& Y sent como un temblor, Al ver que la voz snlin D

10 AUG USTO FEllRA~.

\'11.

Dos males hay en el mundo Que es necesario vencer : El amor do mlo ~~ s mismo Y el rencor de la mujer.

\ 'JII ,

11.1 darme la muertG, ingonta, J. t m ismn te castigas, P ues tu castigo mayor t::S quedarte con dos 'idas.

IX .

Yo me march al cnmpo san to Y a voces llam los muertos, Y pnrn castigo mio Los vivos me respondieron.


LA SOLEDAD. 31

X.

Eres muy nia y ya olR\'A~ Eu tu pauelo alfi leres: Yn dejan ver desde nias Su inclinacion las mujeres.

XI.

Dentro de un tropel do penas 'l'engo mi cuerpo metido, Y nndic me d socotTo Pot ms que voces lo pido.

Xll.

Al verme triste tu Indo No mo >regunlos qu tengo; l'cndrin que responderte, Y yo acusarte no quiero.


:tl AUGUSTO FERR A~.

XIII.

Yo tengo hecha con el ciclo U na cscsit ura perptua Do no marcharme dul mundo !Insta que la muerto venga.

Y hasta que la muerte venga Esperar sin quejarme, Slo por ver en el mundo Dnde concluyen los males.


LA SOLEDAD .

XIV.

No hagas dano, compafiero, Ni los que dalo te hicieren, Porque aquel que hierro mata Casi siempre hierro mucre.

XV.

La muerte Y" no me espanta ; Tendra ms que temer Si cu el ciclo me dijeran : Has de volver nneor.

XVI.

Si mis ojos no to dicen 'l'odo lo que el pecho sie~te, No es porque se estn callados; Es porque no los comprendes.

3


~1 AUGl'STO ~'RUII.\:-;.

XVll.

Puedes hacer lo quo cuicrns, Quo nncln me opongo yo Pero comprar mi dinero Con tu q ucrer ... e-so u o !

XVIII.

Yo no s lo que yo tengo, Ni s lo que me hncofnlln, Quo siempre espeto unn cosn Que no s6 cmo so llntnn.

XIX .

Yo propio jue' de mi cnus:\ Ho V'Ct_tido scut

LA SOLEDAD. :l3

XX.

Las estrellas que en el cielo Bl"illnn con g rnn claridad, Cutintas noches de fatigas Los ho querido coutor!

Las he querido contar Sin llegarlo conseguir, Que tengo los ojos malos Do llotn y de cir.

De llorar, cuando me ncuordo Quo Dios de mi te npnrt De reir, ni acordarme Que pronto ir junto Dios .


AUGUSTO t'I!RIIA!\.

XXI.

De mirar con demasa se rhe han cegado los ojos, Y ahora que ciego me encuentro Es cuando lo veo todo.

Y ahora que lo veo todo, Estoy viendo de continuo El mundo y sus descognnos Pasar dentro de m mismo .


LA SOLEDAD. :n

XXII.

Si me quieres como dicca, Por qu te apartas de m? Aguo. que va rio abajo, En la mar viene . morir.

XXlll.

No os o:

\

~ A..ClUSTO FEilllA1'.

XXV.

D tu madre que ain ~n l t~ M o vongn . hnblnr cs1:n no"cho, Que In qu iero , una por una, Contar tus malas acciones.

Mirando ni cielo juraste No me cngafiarlas nuncn, Y desde cntnccs el c iclo Slo con verte se nubl a.

En un calabozo oscuro Sn[o penas sobre penns, Y'' fuerza de estar(, oscuM, So ha vuelto m pennncgrn.


- - ----

XX\"111.

Al snher que lile eng:lfinbos, Fui me ,; In orilln del mur ; Qui110 llornr y no pude, Y en t m

40 .\UGUSTO FERflA!\.

XXIX.

'l'u aliento es mi ianicl\ vida, Y son tus ojos mi luz ; Mi alma est donde tu pecho, ::m pntrin donde estds t.

XXX.

Del fuego que por tu gusto Encendimos hace tiempo, I.os cenizos slo q uedu11 , Y en el comzon los llevo.

XXXI.

Pobre me acost, y en suenos Vi lleno de oro mi cuarto: Ms pobre me levant Que tintes de haberme acostado .


L.\ SOLJ;DAD. 41

XXXII.

Cmo quieres que yo quemo Lns prendas que me hns devuelto, Si el comzou me lo has dndo TI misma cenizas hecho?

XXXIII.

El >:ijnro que me diste, Preso lo tengo en su jnuln, Y ol 'pobre de dio. y nocho So mucre, y por eso canta.

XXX IV.

Llevns escrito en tu cara Quo tienes mal cornzon, Y ca tnn poca tu vcrgiicnzn Quo un vns por don do yo voy.


4~ AI "GI"STO FE!lll ;\'(.

XXXY.

~ladre m in, compnfern., Mndro min, dnde ests? Te llamo en el cementerio Y no

J.A !'OJ.EDAO. 43

xxxn.

Si os encontrnis nlgun din Dentro de In soledad, No pidnis consuelo ni mundo, Porque l no os lo puede dar.

x:o:vu .

S q no tolO voy pe1dcr Y ya s que estoy perdido, Y solnmcnto me pesn Que no te pierdas conmigo.

XXX\'111.

Tengo deudas en In ticrrn , Y dcnclns tcugo en e l ciclo : Pngar nll cou mi olma; Yn pngo nqui con 1ni cuerpo.


11 AUOt,;STO FERRAI'.

XXXIX.

En sueflos te contem>labn Dentro de 1n oscuridad, Y cuando abriste los ojos Todo comenz brillar.

'fodo comenz brillar, Y entnoes te llam yo: Cerraste ni punto los ojos, Y la oscuridad volvi .


LA SOLili>A.l>. ~~

XL.

Cuando to estoy conte1nplnndo Quisiern poner en ti

l~n unn, cuantas miradas Desde que vivo perdi.

XLI.

ntes piensa y dcspncs hnbla, Y dcslllcs do haber hnblndo, Vuelve ll. pensar lo cuc hos dicho, Y vers si es bueno 6 mnlo.

XLII.

Entro un rosal y una zarza Naci una flor amarillo, Con tantos y tantas penns Que se muri el mismo din.


4U A U 0 liSTO FE 1111.\l'l.

XLI! l.

He preguntado llorando mi pobro coruzon, Si os mcntirn su nlcgr" Y si es verdad su dolor.

Y si es verdad su dolor, Y se ha puesto suSJlirnr, Dicindome en sus suspiros : Es li1Cnti m y es vcdnd.


J..\ SOLEDAD.

XLIV.

Cunndo se llama , u un H>Ort n Y niuguna voY. respondo, Ea acnnl de q uc en la cnsa Son muy ricos muy pobre~.

XL\".

'l'odo el que la piedra tirn 'i esconde dcspues In mnno, l!:s , nuuquc no lo pnrczcn, El mfs malo de los mnlos .

XI. VI.

Cuando pns por tu cnsn, o:Qui~n vhc?, ni vcrmugritnstc, Slo con In maln idea De, s i un vivit\, mnln1'HlO.


~~ AIWCSTO I'ERRAN.

XLVll.

Yo no s dnde he leido Quo todtt ltt vidn es sueno Y para ver si es vc1dnd, solas vivo despierto.

solas vivo despierto, Y he sncndo en cousccucncin Qno por la noche se vive, Y que do .:lia se suea.


I.A SOLP.llAO.

XLVIII.

Di con que te motes monja 1 Y O no lo qttiCI"O Cl"OCI" 1 .Poquc una cosa te fnltn Que yo nuncn te dnr.

XLIX.

Por Dios, mujer, no me mi.-cs Con los ojos entreabiertos, Po.-quc as me dices slo Ln mitnd de tus secretos.

L.

Todos los sabios del mundo Han sncndo en consecuencin, Que el dinero y las mujeres So parecen en la mezcla.

1

lll


1it1 AI . ()IJSTO FERRAK.

Ll.

Cuando el f ro de In muerto A hclnr comience mi snugro, Te llnmnr en vO'I. muy nllll Pnr11 qne vcngns hnblnrmc.

Y cuando ests mi Indo Mo dirs lo que yn snbes ... Y IIS se concluirn De una vez todos mis males.


LA SOLEDAD. ~1

Lll.

El querer es una hogucm Que en nuestro pecho so enciendo; Po a eso cuando queremos 'l'oda nue;tra sangre hierve.

Llll.

Desde Granada Sevilla, Y desde Sevilla al ciclo ... Pcao no t!i , desalmad; '1'1'1 irs ntcs al infierno.

LIV.

Ay pobre de mi, quo ucrza Do pensar en mis vecinos, 1\:lo hu salido de mi casn OlviclAndomo m mismo!


S~ i\UGUSTO FERRi\1'1.

LV.

nimo, cornzoncito , Vuelvo recobrar la vida, Quo un te quedan en el mundo )luchas lenas escondidas.

Muchas penas escondidas, Y entro ellas ay 1 la ms negra : La do hallnrtc da y nocho solas con tu conciencia.


LA SOLEDAD.

J.VI.

E n el ciclo hay una estrellr. Qu() corre hcin todas pattes, Mirando si hay en el mundo Dos corazones iguales.

L\"11.

T-cvntntc si te enes, Y ntcs de volver C. andar, Mirl\ dnde te has cnido Y pon nll una sclnl.

LVlll.

Si yo tuviera el dinero Do los que mi me han vendido, Ellos fueran mnos pobres, Y yo se~in ms rico.


51 AUGUSTO Ff;RIIA:'i.

LIX .

Por In noche pienso en tf, Y en t pienso todas lloros; Y mientras tanto yo vivo, Vivir en mi tu mcmorin.

Vivir en m tu memoria, A In vez triste y alegre, Pues hns sido mujer bueno, Lo cunl rnrn vez sucede.


LA SOLEDAD. 55 ---

LX.

Me dcslert media noche , Abr! los ojos, y nl ver Quo t estnbns mi Indo, Vol vi dormirme y son.

t.XI.

Y o me asom un precipicio Por ver lo que haba dcnho, Y cstnba tan negro el fondo, Que el sol me hi

At:OUSTO PERRA!'(.

r.xm.

Las pcstnfias de tus ojos Son ms ncgms que In mom, Y entre pcst..~fin y pestaa Una cstrcll itt\ se nsomn.

LXJV.

Por Dios, mujer, no te cseondns Ni to pongns coloradn: Lo qno acnbo de dcciotc Ji:s lo quo todos te cnllnn.

LXV,

Yo no podrin sufrir 'l'nntns fntigns y pcnt\s, Si no tnviort\ >rcsento Quo In cnusn hn sido clln.


LA S.OLEOAO. 5'i

!.X VI.

Los cantares que yo canto Se los regalo {, los vientos, Y uno no ms, uno slo, Guardo hace tiempo en secreto.

Y nqul lo guardo cm secreto, Pnrn cnntrselo {, solas Al que me quiera explicar 1':1 po1 qu ele muchas cosas.


r,S .\UGUSTO FEIIII.\IS.

LXVII .

N o vnyns tan m en u do A buscar agua { la fuente, Que si {, la orilla rcsbnlns So enturbiar In corriente.

LXYlll.

Ni no, moriste nlnncer Yo envidio el destino tuyo: 'l' no sabes lo

LA SOLKOA O. 59

J,XX.

Cndn vez que snle el sol Me ncucrdo de mis hel'lnanos, Que sin pan y con fatigas Van cmpEYtnr su trabajo.

Fntgnnse en el trabajo Mientras el sol los alumbra, Y del trabajo descansan Cuando se quedan oscuras.


00 AUGUSTO PERRA!'.

LXXI.

Hns pnsndo junto {, m Sin decirme nclios siquiorn Justamente hoy hace un no Quo yo te dije quin crns.

LXXII.

Olvidn, mes t lo quieres, Cunnto Jos dos hemos hecho i\[ns s una ver. gencrosn Y cljnmc los recuerdos.

LXXIII.

Por mi gusto en In corriente No s lo que entr buscnr, Y sin sentir me hn llevado Ln corriente hasta ln mnr.


LA SO LEDA O. 01

T .. XXlV.

Te he vuelto ver, y no creaa (luo el verte me ha sorprendido: Uis ojos yn. uo se nsusUin De ver lo que otros han visto.

J,XX\".

S que me vns matar F.n vez de darme la vida: El morir nada me im>Ortn, Pues te dojo el alma mia.

LXXVI.

Yo me he querido vengar Do los que me hacen sufrir, Y me ha dicho mi conciencia Que ntes me vengue de mi.


02 Al.GUSTO FERR\;'(. ------

!.XXVII.

Yo Jcd licencia Dios Quo me dejase quererte, Y Dios, ni ver mis fatigas, Me In otorg para siempre.

Me la otorg para siempro Y cuando dije: etc quiero, So presentaron los l1ombrcs Y 1\ mi querer se opusieron.


I.A SOLI!.DAD. ---

J.XXVIIJ.

En lo profunclo del mm Hny un castillo encantndo, En ol que no entrnn mujeres, Para que dure el encanto.

l.XXlX.

i\!e he equivocado ni decirle: Por ti mC muero, bicu mio Quise decirte , y .perdonn, Qno tan slo por ti vivo .

I.XXX.

A 1 verte cerca de m, Dudo yo mismo si sueno Sueno de noche contigo, Y orco que estoy despierto.

C3


1>1 Al:Gt'STO PERRA:\.

LXXXI.

Ese u eh adro e sin reparo Mis palabras son verdad~s : Nunca mirois con desprecio Al que mendiga en la calle.

El que mendiga en In callo Ea el ms digno de lstima, Porque adems do ser pobro, T.o va diciendo en voz altn.


LA SOLEDAD. G.5

LXXXII.

Ni en In muerte he do encontrn La qu ietud que me hoce folto; Por eso, cunndo me mi ro, Tengo de mi mismo lstimo.

LXXXlll.

Bu Yerdnd, dos son loe coens Quo el mundo entero gobierno u: .El oo, por lo que vole, Y el nmor, por lo que Cu06fn.

r.xxxrv.

Mujer, quin pudo nnuncinrte Lo que el cornzon te pide? Nunc~ te habl, y con tus ojos Cuonto deseo me dices.


I.xxxv.

Cunndo el reloj d lns hons, Dice todos sin rcpno: Al rico, que ancle deprisa Al pobre, que nr.de despacio.

Y el pobre que nndn despncin, Con sed y hambre en el cnmino, Suele (, veces llegar nlcs, Mucho imtes que el mtis deo.


LA SOLEDAD. 6i

t.xxxn.

Cndn vc7. que pnso y mio El s itio donde te habl, Volviendo ni cielo los ojos Digo llorando: nqu! u 1

J.XX.'(VIJ.

A hora me vienes diciendo Que el tiempo picdo con tigo C6mo se puede perdc J,o que nuncn se hn len ido?

J,XXXI'IIr.

Mirn i he sofndo COSAij En estn noche pnsndn, Que he sofindo q uc crn un sueno \un lo mismo que solinlJn.


AUCII:STO FERRAl'i.

J,XXXTX.

Que mo cngnfinrn unt\ ve1., Lo eommmdo ... pero dos! Pn.- fuer-t.n el hombre q ue cuicae Pierde todn su rnzon.

XC.

i A d ios l ... De mue1-tc es In herida Que abriste en el pecho mio: El Jlnfiul hiere mejor Cnnnto ms brillante y fino.

XCI.

Dices que hablo mal de H, Y esa noticio. no e~ cicrtn; Si quiero. puedo hnblnr mal, ~lnH no lo hago Jlor Jlcrczn.


LA SO I.EDAD. b"ll

XCII.

Vengo dclnutc tu roja A darte el ltimo ndios; Y nunquo lloro, no te asustes, Porque tranquilo me "oy.

No lo asuste~, con1>afiera, Quo los houllncs como yo, Si lloran, es de alegria; Si ricn, es de dolor.


;o AUOSTO F~RI!Al\.

XCIII.

Morid con ten tos, vo~tros Que tcueis por cotn)lnficras Dos mndrcs cue os acarician: La Ilumildncl y In Pobreza.

XCJV,

Si 05 nlormentnn ntigos !>in saber de dnde vienen, No os npurcis por saber, Al irse, unde se \'ncheo .

XC\'.

Por \'CI' i 1uc quilo el fro Que al verle me ent r ayer noche, Me voy poner al sol, Que es el hogar de los pobres.


LA SO LEIJA O.

xcn.

Por el camino real Va cnminnndo lo ljos Un hombro, que se parece Al amante que yo espero.

As cantnbll In n ifln Cuando ol nmnntc iba huyendo ; Que en el cnmino real Los nmnnlcs son viajeros.

?l


i2 AUGUSTO T'llllllA:".

X CV JI.

Bn una noclto do luna Fume ti In orillt\ del rio, Llevando In negra penn Que siempre llevo conmigo.

La pcua que ibt\ conmigo 1'nnto aument mi fntiga, Que me par coutomplnt Cmo las aguas corran.

Y cu las aguas que corrinn Mir mi propio retrato Al resplandor de lt\ luna Pnsnr tembloroso y pl ido.


L;\ SOLEDAD. 73

XC\"111.

Cuanto nus pienso en ln11 co11ns, Mucho mnos las couprendo; l'or eso cuando te miro re estoy viendo y no lo creo.

XCIX .

Como un rayo corre, vueln, Y dile qu ien me ofendi, Que hace un ao que le cgpoo Pnm vengarme mejor.

c.

Aunque nos dan quo sentir Siempre corremos tras ellas, l'orque ni cabo Jns mujeres Sou tnn mnlns y tnn buenas!


;1 ACGI"STO PEilltA~.

Gl.

'l'oncd preso el comzon Como t\ un pjaro en su cutcol , Porque si cscnparsc llcgn. Volar( hast:. que se cnnbo.

Cuando ele Yolar se cono Vendr caidas las alas . . . Y ol corazon vuela siempre En nlns de la esperanza 1


LA SOLilDAD.

; Al!GUSTO FBRRA:S. --

cv.

Cunndo te mueras te bnr Un cantar de muchas coplas, Porn que aprendan los vivos A respetar tu memoria .

Y si alguno no creyera Lo que en mi cantar yo ponga, Le 1nnndar al otJo mundo Pnm que all te cono~ca.


LA SOLEDAU.

C\"1.

Te rics cuando te digo Quo ores causa de mis mnles: Pobre mujer! ni siq~1 iCm A tiempo rcitte snbcs.

CVI I.

Me hns he~ho cspemr dos horas, Lns ms lntgns de mi vida; llorns en que hemos forjado Yo cspcrnn?.ns, t mentiras.

C\"111.

Cuntns veces me he parado En medio de mi camino, Y he vuelto In vista atrs Po1que ni pnsnr no le he visto !


AUGUSTO FERRA!C

CIX .

'l\'1 misma cortnste rnmos Del rbol que yo plnnt; J,ns eehnstcs In lum\)lc, Y no qucrian arder.

ex.

Cuando vayas por el mundo Y o te dnr el pasnportc, Y en ln~ scins pcrsounlcs Te pond muje r sin nombre.

CX I.

~[ucrte que cnuMn lo~ tclo~ Es In peor de las muertes , Porque m:s se nmn In ''itln, Cun ntns m{ts celos se ticncu.


I.A SOI.IlDAO .

cxrr.

Los elementos son cuatro: Agun y ni re, tierrn y fuego; Y en otro mundo sin nombre Un y ot.os cnnto elementos.

En l el t~gnn son lgl'imns, El aire vanos deseo, El fuego continuos lueh~s, Ln tierta rcmOJdimientos.

?9


SO A UGUSTO F E RRAIS.

CX IJ1 .

'J:o cnlJns porque conoces Que yo s toda tu historin ; Qu cierto es nqucltelrnn Que d ice : quien calla , otorga !

CXI\' ,

'l'c he v i~to JIOr In mnlnnn, Y te he visto JIOt' In uoclol', Y siempre te he visto ig un 1, J':s

LA SOLEDAD. SI

CX\'1,

Esperanza do mi vida, Por tu lo alojas de m Llovndotc los promesas Que no llegaste cumplir?

Cunnclo ves q no ansioso tengo Los ojos fijos on t, Espernnza do mi vida,

Por qu te alojas do mi?

G


11'2 A t;OUSTO ~~:: nn .\ :-; .

CXVJJ.

Ahora que me ests qncl'iundo. Yo no te puedo querc1: Lne cosas buenas no llcgnn A tiempo ningunn ve-.r..

CX\'JU .

Ln noche oscurn ya llcgn ; l'odo en el sueio descnnsn, y tan slo el corazon Dentro del pecho trnbajn.

CXIX.

T me miras, yo t.e miro, Y nsi los d os nos mi rnmo: ~' me preguntas quin Ro y ... Yo sigo mirando ... y ca llo.


LA SOLEDAD.

cxx .

Hay cuentos que no son cuentos Y que son una verdnd ;

l!:~cuchn si no, morena , El que te voy contar.

Se quisieron una horn: No se olvida ron jams ... " Una hora es una vidn .. . ~:s cuento, pero es verdad .


SI AUGUSTO FERRAl\.

CXXI.

Negro est el cielo nll nnibn, N epos tus ojos, muy negros, Y mi corazon, morena , Como tus ojos lo tengo.

CXXll.

F uego sale de mi pecho, l'uego brota de mis ojos , A 1 voo que t eres de nieve Cuando In mnno te cojo .

CXXJII.

Te queria con el alma, Y por eso tengo cels Al pensar que os entennoon ,] untos en el cementerio.


AUGUSTO FERRAN.

cxxrv.

)lo quieres echnr del mundo, Lo cunl no me importn nndn, Porque me d el cornzon Que este mundo no es mi cosn.

cxxv.

11. In luz de lns estrellne Yo to vi, cnrn de ciclo; Por eso cunndo te mi ro, De lns cstrellns me acuerdo.

("Xxn.

Que te compren no me extrnfln, Que te YCndns ... eso s! Y lo qno mnos compren

AUGUSTO FERRAK.

cxxvu.

'J'eni n los labios ~ojos, 'fnn ojos como In grana Labios i ay! que fueron hechos Para que :llguien los bcsnrn.

Yo un din quise ... In nifia A 1 )li de un ci)lTS descanso : Un beso eterno la muerte Puso en sus labios de gann.


LA SOLEDAD. &-i

CX X\'111.

Po fuer2n me lle vuelto loco Sin saber cmo n i cundo, Puesto que estoy tan perdido Que mo busco y no me hallo.

cxxrx.

Vivir, cuando justamente Naciste para morir ... Cmo vivi 't cuando lle\'RM Lo muerto dentro ele t!

cxxx.

~{o hieres con un pual, Yo con mi pluma te hiero i\Ti JlCcho qucd:~ cncnl'llndo, Y el tuyo se CJUedn ncgo.


AUGUSTO FERRA~.

CXXXI.

Si yo pudiera arrancar Unn estrellita del ciclo, 'l'c In pondra en la frcnta Pnrn '"e1te desde ljos.

cxx:tn.

Quin eres?- Ya, ni me acuerdo. Do dnde :vienes? - No s. A dnde vas? -Qu s yo. Qu haces aqu?-Qu ho de hacer!

CXXXIII.

Ay de mi! Por ms que busco Ln soledad , no la encuentro 111 icnt ras yo la voy buscando, llli sombra me va sigui~11do.


LA SOLEDAD. 89

CXX."GV.

Dos amantes se jlll'mon Gunrdnr por siempre un secteto; Y por gunrdnrlo mejor, Dicen que ambos se murieron.

c..xxxv.

Lo que tuve yn se fu; T.-o quo tengo est perdido; Si lo que espero no llega, i Pobre ele t, cuei')>O mio 1

CXXX\'1.

Es tnnto lo que te quirO, Que hn~L1 quiero tener penns, Si, cunndo yo te lns cuente, 'l'o hns de d ivertir con cllns.


9) AUGUSTO FERRA:'\.

('XXXVI J.

All nnibn el sol l>rillnnlo 1 J,na estrellas all nnil>n; Arui nbnjo los ellcjos Da lo que tnn ljos brilla.

Alh lo que nunca ncobn 1 Aqul lo que ni fin tenninn; Y el hombre atado nqui nbnjo Mirando siempre hcin nnibn!


LA SOLEDAD. 91

OXXX\"111.

Gurdate del agun mansa, Y gurdate de los hombres Que, sin conocerte r. ti, A todo el mundo conocen.

CXXXIX.

Ecs de lo njeno nvnra, Y prdiga de lo tuyo, Cosas qud no se co)llprcndcu Poquo son cosns del mundo.

cxr ..

Cnminnudo hcia In muerte M o encontr con tu querer, Y por morir ms {L gusto Segu el camino con l.


02 At:GUSTO ~'ERRA:\.

CXLl.

IIny viborns en In ticnn, Mnnchns negrns en el sol; Centellas hay en el cielo, Y envidia en el corazon.

CXLII.

Todo hombre que viene ni mundo '!'rae un letrero en In f rente , Con let ras de f uego escrito. Que d ice : i reo de muerte !

CXLJII.

Me mata poquito ti poco El querer que yo te tengo: No te nsustes , compnficrn, PucR JlOr lo mismo te quiero.


LA SOLEDAD. 93

CXLI\.

Los que quedan en el puerto Cuando In nnvc se va, Dicen, ni ve que se nlejn: Quin snbc si volvern!

Y los que ,nn en In n:we Dicen, mirando hcia atn\~: Quin sn bo, cuando vol vamos, Si se habnn marchado ya!


LA PEREZA

-1f' 7 0-

l.

Es lnnln In confusion Que oculto dentro del pcclw, Quo yn no s mis pesares Distingui ele los ajenos.

Por eso cuando te pones A cootnnno tus fatigas, Digo pnra mis adentros: Pues uo son esas las mins'?"


!l6 A(;GUSTO t'ERRAN. ---

11.

~ Voy como si fuem preso : Detrs camina mi sombra, Delnutc mi.s pensamientos. (1)

Jll.

Es una h istorin sencilla : Ella querin de veras, Y l de veras no querin.

IV.

llira si estoy ya cansado, Que por el dia me acuesto Y de noche me levanto.


1

J.A PERF.7.A. 9i

Y.

Pnm ver si se clorminn, F.ncerr en mi cornzon De mis penns lns mejores, Y mnl In pn1cbn snli.

Mnlln prncbn me snli, Porque ni continuo lntir Del corazon, no pudieron Mis pobres pcnns dormir.


Ul .\ l:O liHTO Fl~llllAX .

V J.

Desdo In mniinnn (2) llnstn In nltn noche,

iSiempro Iucbnudo el cucq>o yn viejo Con el nlmn un jven!

\' 11.

Pcsnr como el mio Yo no lo conozco :

Euhc bs gentes no digo pnlalJm, y hnhlo si estoy solo.

VIl L

Y11 hn venido Mnyo Con lluvins y vientos;

Llegn tnu triste, porque mis pesmcs

Le cont el Inv ierno.


1

LA PBRF.7.A .

IX.

No son siempre tan humildes Las vlolotl\s que ocultns Entre la maleza vhen.

Ellas tienen su perfume, Y desde ljos te llaman, Por m{s que siempre so oculten.

X.

Jesus, qu bonita eres ! Si Dios te )izo, cmo pudo Dejarte dcspucs de hacerte?

9lJ


100 AGGUSTO FERRAN .

..1.,,.,...... ! ."-'\ C.l."'

Xl.

1 ,"~~--\ 1:: )~_;}.. "1 \ . .~ \ Vidn y muerte, tierr:t y cielo,

~ . \ .: . Triste noche, nlege sol; .: ,. Cunnto en el mundo contemplas

Con nlcgrln dolor;

Todo, si me quieres bien , Me :ttrcvb drtelo yo ... P ues de todo llevo un poco Dentro de mi cornzon.


!.A PERE7..\. 101

XI!.

E n la casita ele enfrento Y en la casita de ni Indo, Viven mi novia y mi madre, i\li perdicion y mi amparo.

Xlll.

i\Iim que todos conocen Quu no vindonos de cliu, Nos hemos do ver de noche.

XJV .

No me quieres dar un beso, Y mo dns el cornzon Coltlo s i vnl iera muos 1


102 .'I.UOUSTO FEllR.'I.N.

XV.

Qu . gusto ser in Sombra ele tu cuerpo!

'!'odas las horns del clill, ele cerca Te ira siguiendo.

Y mientras In ttocho Reinara en silencio,

'l'ocln In noche tu sombra cstarin Pegada a tu cuerpo.

Y cuando la muerto Llegara :i vence~! o,

Slo una sombra por siempre serian 'fu som bm y tu cuerpo.


LA PEREZA.

XVI.

Si abres la ventana un poco, Enlral'l\ un nyo ele luz A ver lo que hacemos solo.

Cierrn, por Dios, In vcnlnnn, Que en la oscuridad Jns horas Nos pnrccern ms lnrgns!

XVII.

Cundo me "er, chiquita, Sin quehacer, pnrn quererte '!'odas lns horas del din!

UXI


101 .\I: Gt:STO l'EHRA;>;.

X\'1JI.

Vuelvo esos ojitos Al c iclo, m01enn;

Quiero que el ciclo , curioso de vcrl08, A gusto los ven.

XLX,

1 Con cunto descaro La. luna. nos mil'n;

Por unnnubo dnrin nbomm i~mo Dicr. aos de vidn!

.\noche soando Decins bajito:

1 Cunto me pesn tener quo dejarle Al fin del camino 1


L.\ PEI\EZA. 105

XXI.

1 Ay! si se murieran lodos ... ! 1 Qu~~ gusto nos quednrnmos J::n el mundo t y yo solos!

No s si es amor es odio; Pero no ms por un dio, Ay! si se murieran lodos!

X.'UJ.

Contar los latidos De mi corozon! ...

Cuentas son esas que van >oncrnos 'l'rislcs los dos.


IOG AUGUSTO FERRAN.

XXIll.

Otro Calltnr , que yo qu iero Vor cmo entornas los ojos Cuando te falta el aliento.

XXIV.

Mo llama h olgnznu tu mndre; , Como s i el q uerer no f uem

U nn ocnpacion muy grnlldo l

XX\".

Si me robaste el sentido, No hny rnzou pnra cpoo vaya~ Diciendo que lo ho perdido.


LA PEREZA. 1~

X-XVI.

Los cinco sentidos tengo En ti puestos , la vez : i Ay! quin htviera otros cinco Pnrn ponerlos tambien!

xxvu.

Es el mnr tres veces Mnyor que la tietra :

And(l mnrendn, desde que lo aabo, l\!i pobre morena.

XXVIII.

Por ms que lo veo, Yo nomo acostumbro

A vc1 tnn corcn, cada vez mtis ccrcn, Ln pcnn del gusto.


1~ AUGUSTO t"tlRRt\~.

XXLX.

Yo no quiero que madrugues, Sino quCl ni rnynr el nlbn Abrns tus ojos nzules.

XXX .

Con los ojos cntornnclos Y los lnbios entreabiertos , Ln vidn me vas cuitnndo.

C

J.A PBR RZA . 109

XXXI.

No me ucses en la f ente, Porque nsl no podr nuncn Besnrte cunndo me ueses.

XXXII.

Los cnntnrcs que yo escribo Bien snbcs t , compnfiern, Que ntcs los bngo contigo.

XXX!ll.

Sueno que de ve1ns fAs dos nos queremos:

Suefio qne nunclt nos hemos querido; l'ste s que es sueno!


..

110 AUGUSTO FERRAI\.

E l dulce sonido Do tn voz alegre,

Cunndo te callas, se aleja despacio Hasta que se pierde.

Si de tu guitarra Una cuerda hiccs,

Como nnn queja resuena on el ni re Que lenta se pierde.

Pues donde cs.~ queja Y tu voz se mueren,

AIH he sollado que nuestros nmorcs Irn pcdcrsc.


I.A PE REZ A. 111

x.xxv.

i\[uerto yn, cu el otro mundo Yo te seguir queriendo, Con tal cuo se le pnrezen Un poco l u nlmn tu cuerpo.

XXXVI.

Y o no puedo ncostum brnrme Ji ver mentil unos lnbios Hechos pnr11 lns verdades.

XXXVII.

'r engo quo hacer en el mundo U na cosn sin ejemplo; Te tengo quo dar mi alma Pnra completar tu cuerpo.


112 AUGCSTO FERRAt'.

XXXVIJJ.

]~res ele t ierm y no ms; Pero mujer de un!\ t ierrn Donde es intil sembrnr.

XXXIX.

Bnstn yn, bnstn de juegos; P ncs si es verdnd que me mntns, Lo es tnmbien que no me muco.

XI

Qu frio Yn , >nrecetmc, Acostnmbrndo tus besos, Ay! el beso de ln mnc.-tc !


LA PERE~A. 11:1

XLI.

Mientrns nnoehe me hnblnete Do nuestro nntiguo querer, Estuvo tnu distrado, Que lo que hablaste no s.

En verdad que no lo s, Auuquo me atrevo (, decir Que lo quo hablaste es menl iia Desdo el principio hnstn el fin.


Jlt AUGUSTO FERRA:\.

XLII.

Por tnn poco, dices , No debo nsustnrmc;

Ay l compafiera, las cosas pcquclins COmponen lns grandes.

XLII I.

Asi me gusta, Mercedes; Q11e cuando puedes no q uicra~. Y ruicms cuan

LA PEREZA.

XLV.

'!'oda ln noche he sofindo Quo volvas quererme, Y he msndo todo el diR Viendo que los suefios mienten.

Y as dormlo 6 despierto Lo mismo he visto cien veces, Hnstn que ni fin he sonado Ln verdad : q ne no me ruiorcs.

115


llll AUG.USTO FElllt.U~.

XLVI.

Ojos negros, labios ojos, Dientes blancos ... no me bnstn, Morena, con eso solo.

XLVII .

Ponte donde no to ven, Que , sin tenel'ins al Indo, Quiero pensar en mis lenns.

XLVUI.

V as t..~n enferma y cnidn, Que todos al vcttc dicen Por lo bnjo: Pobrccillnl


LA PE 1! E7.A . ''l

XLIX.

Por IR cRllc ar~iba, Pot In CRIIC abajo,

Cmo OllSCfinbns !\nOChe ese cuerpo Que yo g unrd tnnto!

L.

Qu nlcgre est: el campo, El ciclo qu alegre!

Aunque hnyn penas, qu alegres est:in Los que bien se quieren!

Ll.

Y n se VI\ acercando Ln nHtcttc, In muerte ...

Do verM digo (uc slo me pesa Dojn de ~ llctct'le.

,.


118 A 1'

I.A PERE7. A . 119

uv.

No t comprendo, chicuit; Slo te ncucnlns de Dios, Cuando d Dios necesitas.

l.V.

Lns gololldrions yn. vuelvcll, Y s~ irn y volvcrfut .. . Y t ln misma de siempre !

LV T.

Qu quieres que yo te dign, Si nl peJlSI\r en que eres de o.tro Recuerdo que has sido mi a!


l'Z> AGGUS"TO PERRA:".

LVII.

Dnstn de llornr, muj~ ; Qu~ lo h~cho, ni Dios minmo Lo puede yn deshacer.

L\'JIJ,

Es histimn grande Que sens de otro;

Qu ncompnfindos los dos estnl'lnmos Ahora que estoy solo!

LIX.

Tengo nrntgns en In frento De lnnto pensar en l, Porque hnstn mi pensamiento So vuchc yn eonttn mi.


l. A PE REZA.

LX.

Quisicm ; veces fiogi, Porque so vence fingiendo Y tnmbien quisiera veces No sentir como yo siento.

Y hnsta quisiern tener Odio, y no nmor en el pecho, Al ver que en odio egoisln So pngn el nmor sincero ...

Pero no temns : son humo Estos mnlos pensnmicnlos Y por ms que veces quicrn Se oho que soy, no puedo.

121


122 AUGUSTO PERRA!\.

LX I.

Uc nverig.undo, aunq ue tnrde, Que yo mismo voy cchnnclo Lefln ni fuego de mis 111nls .

J.XII.

Ilnsln mis ojos se ncncdnu; Pm eso, nunquc estn ccrrnclus, 'fo ven, cnusn de mis pcnns.

J.XIII.

Que me hayas querido Me cnusn tristeza;

Pero me cnnsn ms 'gmndcs fntigos Que yo no me qui

L A PERF.7.A . '12;! --,-----

LXIV.

Cerca yo: Ji\ muctc , qutcro Figurarme que .-endts Sobro mi t umba olvidada Un din' y otro llornr.

Harto s, pues te cono?.co, Que no has de venir jnm~ .. . Pero ni mori':Jlle , yo quiero Figumrme que vcncks !


121 A U O USTO F E RRAN.

LXV.

En In claridad vivin En medio 'do tu querer A otro pusiste delante, Y en la sombra 1i10 qued.

I .. xvr.

LXVII,

La flor que me diste en tiempo De amorosa intnidacl , La arrojo al rnar, y se pierde Entre las olas del mar.

Y este rixo qne tu mano Cort con nmtmtc nfnn, Lo arrojo al fuego, y el fuego Cenizas lo vuelve ya.

Y tus continuas promesas De eterna fidclicl':~cl, Las doy al viento que pasa Y se las lleva fugaz.

125


P ero el recuerdo angustioso Ay! de t u engao, por ms Que se lo entrego ' ' la tiena, Ella oirn vez me Jo d{t ...

Viento y f uego y mn>: so ciuoen Compasivos de mi mal, Y solnmr.ntc In t icrm Pe mi no t iene piedad!


LA PEREZA.

LXVIII .

El querer que yo te tuvo Lo gunrdo en mi comzou , Pooque cntre..cenizns siempre Se guardn el fuego mejor.

L.~IX.

Si era !Jnrio. eostum.boe, No lo s; pero recuerdo Que por In~ m nilnnns siempoo Dccin: hoy no te quiero.

LXX.

Por mi nunca temo Ln muerte que llega :

lZi

Yo mnocho gusto; pero ny pobrecitos De los que ~e quedan!


l'l8 AUGUSTO t'EIIR:\1'.

LXXI

Vcndns con las manos juntas, Mujer, pidiendo pcrdon, Y nl mi~arte tan bumildo Te dar la absolucioo.

Y t con la absolucion Me engaars otra ver. Y yo, olvidando tu engao, 'l'c pordonar tambicn.

'l'e perdonar otra vez ... J>or supuesto , que nllinnl

El pcrdon se ir acabando, Pero el engniJo januis 1


LA P F.R ;"; 7.A.

LXX II.

Yo no s qu hacerme Con mi corazon

Cno,ndo lo guardo se 1lietde lo mismo Que cuando lo doy.

I.XXlll.

No me puedo acostnmbrnr, Com llnlera de mi cuerpo, A no quererte ya mlis.

LXX IV.

Siempre q ne te veo Con tu nov ia hablar,

Digo baj ito : ay! yo ln qucrin M u eh o, mucho m:s !

9

129


1~ Al:Gl:STO YllRR,\ "

L:\X\.

Yo canto el cnntnr etcmo, ~1 cnntnr del ortne \'i,ir es querer.

As en In noche que cnlln Pnrn que se oignn mcjoo, Cnnt:1 el ruiseor sus qucjns Coonnclnnclicn voz.

Su compnficm lo escucho, Y, en el u ido s in dormir, Los pequeiiuelos nprcntlcn En el querer vivio.


LA PEREZA. 131

J,XXVJ.

Lus florecillns nlcgcs, Por cu dices que no vi Yen Cuando ves cmo se mueren?

LXXVII .

No tengo nada completo: Tanto le sobra mi nlma Como le falta :\ m i cuerpo.

J,xxvm.

Adios, marineros, Buen viaje llevad;

Aqu me quedo solita y con penas Gandcs como "el m01-.


13-2 AUGUSTO PERRAN.

!.XXIX.

Unns s de dnde vienen, Pero otras no s de dnde ; Y stas son de mis fatigas Las que voy sintiendo doble.

Es en verdnd doloroso V crsc 1 golpe sobre golpe 1 Ucrido >_or unn mnno Que entre lns sombras se esconde . .


l.A PEREZ ,\.

1.xxx.

Mi madre , mi pobre madre, Me dijo ms de una vez : N o bnst:t que no bagas m ni ; Es preciso que bagas bien.

Ms que de mis alegras Soy avaro de mis pcnn$ 1 Porque stas todas horas l\[e hacen recordar aquellas.

LXXXII.

Silencio!... que duermo Mi madre l:t siesta :

La pobrecita no duerme

181 AUOUS T O J' Ell ll AN . - -

!.~XXII I,

};1 ngun menuda Es In que hncc bnrro,

Que el ngun rccin no deja sclinles Por donde hn 1>nsndo.

Lns pcnns pcquclins Son lns que hnccn dno;

Porque las grandes, 6 mnlnn ni pronto, O pn~nn de lnrgo.


1..\ PEREZA. !35

J .. xx:or.

Aun estoy en el principio Cunndo yn pienso cn el fin; Por eso te digo

l.XXX\'.

Entre tnntn y tnntn cstrclln Unn solnnrcnte es min, Unn no ms ... y no es bucnn!

LXXXVI.

l\licntrns dur11 esto vivir, Por C(U tener 111s deseos Que los que so hnn de cumplir?

Pienso en c:ilo sin ccsn, A 1 ver quo sicmwo deseo Lo que nuncn ho do nlcnnzn.


LA PBI!BZA.

LXXXVII.

Por fnn poco t iempo Yo no s qu bnecr,

13'1

Si dejo ti un !neo In puertn del mundo, O llnme ot rn yez.

LX .. ~X\'JU .

N., to tloy mi vidn Porque es pocn cosn ;

Dnstn 11 lc tienes, si In llevns l.>ttcun, Con In tuyn propin.

I.XX.'(JX.

Estoy tnn cnnsndo Que no puedo nuis; lln~ln ol ruercrtc, lo digo do vorM,

l"'crexa mo d,,


138 A ~:o usro l'F.RR.\~.

XC.

Grncins Dios que te veo Sonrer, libre de penas, Y, el conzon en In mnno, Ofrecerlo ,quien Jo quiem.

Djnmc decir al mundo Que un hny Ycnturn en 111 tierra: Y n que no tongo nlcgrfM, Quiero cnnlnr las ajenas.


LA P EREZA.

XCI.

Si uo f u verdad, scri (l Un deseo lnn ardiente, Que los besos y el abrazo 'l'o los d, aunque tI lo niegues.

XCII.

Yo mo he gastado contigo, PnrA vct si me querins, Ilnsla lo que no he ten ido.

xcm.

Y eto >or el rio abajo, Y ti In orillita del mar Me cncoutrnrs esperando.

139


11 A t:GUST O FF:RIIAN.

XCJV.

Si corres tnnto ni principio, Llegars ntcs de tiempo Al finnl do tu cnmino.

V dcspncio, muy despacio, Que el prineilio es lo mejor, Y tnmbien lo mnos lnrgo.

xcv.

Pensar y nuncn senti r! ... E~o en In vidn os lo mismo Que principiar !lOl' el fin.


LA PP.RT:z . .\.

De tu hucrtccillo h erm oso, Las flores que mts me gustnn Son 1 as que cogieron otros.

xcvrr.

Cmo he de sufrirle, Mujer, de continuo,

!41

Si muchas veces no puedo, nnnqucquiern, Sufrirme m mismo!

XCVlll.

Ciclo, cstrcllns, h mn y sol, Yo os cont.nrin mis pcnns Si tuvirnis cornzo~1.


' 142 AUG USTO FERRAN .

XCJX.

Mientras su cuerpo clormia, Sn alma.sofinva que el cuerpo Nuuca ms clespertnrin.

Hasta. e u e lleg la. muerte , Y el alma sigui sofiauclo, Y el cuerpo dnrmicndo siempre.

c.

Oh ! para herirme de n~uerte , Es tan cruel como injusto Herirme en los corazones Donde yo puse mis gustos!


LA PEREZA. 1~

CI.

Pienso, ni cnct de In tnodc, En las o\>res compniicrns Que olto tiempo fueron cnusn Do mis gustos y mis pcuns.

Do mis gustos y mis penos, Quo viven ll mi mcmori n. Uomo vivo In semi) In Bn In ticroa hnstn que btotu.

. .. Ln scuulln bnstn que broto Snfrc en silencio y trnbnjn, f.-o mismo que los recuerdos linsln ()'C son espconnzns.


111 A UGUSTO FERI!,\1'. - - -

en:

Se nlzn sol>re un cnmpo verde Unn nmnpoln orgullosn: Crccc et trigo, y nndie snbc Dnde cstm'o In :nnnpoln.

Cl ll.

Ponto un Indo de In gente, Que si lo pones en mcd io Ni vcrtis ni podr:in verle.

CIV.

Si, los ojcs h ol>lon : A un reeucdo yo

Cmo, ni morirte, tus ojos mc dieron E l ltimo nclios.


LA rE 1t E Z A.

cv.

Primer cantador.

Si por el nn!do ln cncucntrns Dile que yo In perdono, Poro que no quiero verlo.

Segundo cantodor.

Pinsalo bien, y recuerda Que clpcrdon es por lo mnos El olvido dG la ofcnsn.

115


llG AUGt:STO FERR.\N.

Cl"l .

Dcspues de haberse querido No so Yolvieron ver; Pero, al morirse, pensaron Bl en ella y ella en l.

Y ds hablaron en voz baja Los dos por ltima ver. : -Yo te qu iso y :iun to quiero . -Y o to e uisc y te e uon".


1..\ PERf.ZA.

CVIJ.

Dormirs bien en In muerte, Cornzon, poque cu In vida 1'c ~icnto dc,;picrto siempre.

C\'111 ,

'J'riKtc es Repararse, Y tl'i)'ttc tnmbicn,

Cun11do lt\ tt111$Cncia es cn:o;i una villn, Bl vol vc1-sc ver.

LlX.

La Nuchc-bucnn del JlOIIIc: Oir 11\ Luisa del gallo Quo el rico ntintrn:; ~e COIIIC.

117


111! AUOUSTO FEIIRAt'l.

ex.

Cnutndor.

Dcspues de la tempestad, 1 Qu calma tan pcrczosR Tienen las olas del mnr!

Contadora.

Si olvidara el cornzon, 1 Qu trnnq uilns espcrnnzns Sonaramos t y yo.


l. A. PE RE 7.A .

CXI.

No es envidia, ni es ronco, Ni es dio lo que yo siento Al ver que nac luchando, Y que luchando me muero.

Es un sentimiento oculto, Mucho ms hondo que nqucllos; Es un conjunto de U1slima '{ do nmor que yo me tengo 1

119


100 A l:OUST O FERRAN. ---

cxn.

J,oco le llnmnn lns gentes, JA)CO , porque (&. voces c1 ico : Soy cscln\'O de m mismo; Gracias, Dios que My libre!

CX IIJ.

Bnstnnto cnstigo t icne El que se quiere s )lropio, Con no snbcr lo que vnle El qnctcr bien los otos.

CXIV.

Como In qucrin tanto, Se dej el hict'l'O en In herid: Parn 11l01'i l' ms dcspncio!


LA P..ERRZA.

cxv.

fli te persigue In suerte, Amigo, sufre en silencio; Y si la suerte no ceja, Hcslgnatc ... y sertis bueno.

'ro nconseja uno que vive Resignado hnce yn tiempo ... Es verdad que se resignn l'oquo 11 0 hny otro remedio!

!SI


152 At:Ot:STO FP.RRA "

CXVI .

N o te enorgullczcns tnnto, Dice In hoja ;, In flor, Que de In misma scmilln liemos nacido lns dos.

CXYII .

1 a voy creyendo do veras, Confonnc pasan los dios, Que In muerle es J>Or lo mnos El clcscnnso de In vidn.

cxnu.

Dijo In sombra (In luz: Do ncgm pena me muero Cuando no me mins t1.


LA PERllZA.

CXIX.

.-nsc un rey y unn reinn, Y i'Osc un pnje muy bello 1'uvo nmo In reinn ni pnje, Y el rey se muri de celos.

El cuento es viejo y snbitlo ...

159

Y en vednd que es mucho cuento, Que nunen hnn de nmnr lns einns A 1 rey, sino ni pnje bello 1


151 AUGUSTO f'ERR AN .

cxx.

Sabes dndc va parnr Ln moda nueva de nyc De subir tnnto In saya Y bnjnr tnnlo el cors? ...

Eres muy nilln y yn abes 'l'odo lo que hay que snher, Todo, menos una cosa : Gnnrdnr >nn In vejez.


LA PEREZA. 1~

CXXI.

Ln mentira corre tanto Por nlcnnznr In vctdnd, Que en el impulso que llc,n Sicm)lre se In deja atrs.

Es triste, pero es seguro Que de los pesares vic)oR, Ni uno siquiera so nut~ch a Micntms no llega otro nuevo.

cxxm.

Alcgr!ns? ... No lns quiero Do esas que A todos al cgntl: Yo quiero las nlegrins Qo (ul1 c~ y eles pues dnn pcnnR.


! () A UGUST O J'ER RAl\ .

CXXIV.

Cnntntlo1n.

K o puedo c~llnr, no puedo. 111i cornzon vn , oompcosc Si no digo que le quiero!

Canln

l.A PRRBZA. 151

CXXI' .

Aquel y el otro y el otro, \\lirnlos bien, son nYntos, Bgoistns ambiciosos.

Es decir, hombres quo pienl!4n Slo con el cornzon , Y sienten con la cnbczn.

CXX\'1.

t.So hn muerto .. Dios le perdone ... Dicen todos; y yo niindo Dnjilo: Dios y los hombres! ll


133 :\UGUSTO FERRAK.

CXXVJI.

Primer eautltdor.

Lo tengo miedo al querer, Porcuc he visto mucha genlo Que se ha perdido por l.

Scgundo.,canlndor.

Quita el querer, y vers Cmo solamente cncucntm~ Odio en todo lo dcm~.


L.\ I'BREZA.

CXXI"IIJ.

Alta es del ciprs la copa, Pero tnmbicn sus races, Aunque no so von, son hondas.

CXX IX.

Al ver en la lumbre Las cepas, mo digo:

159

Sido estasecpns quedan tan buen fuego Habr yo bebido ?

cxxx.

Un sabio dijo hace t iempo: El que se Juncro no d(, Lo suyo, sino lo ujcno.


100 A 1;0US1'0 Jt.;JtJL\ ::-

LA PEREZA. IGI

OXXXII.

1 !In de npngnrse este f.uogo Quo me alienta y me d vida, Y rceucrd03 y cspernnzns, Y pcsnres y nlogrns 1

Y de un ucgo tnn nrdicntc Slo quedarn cenizas, Sin un resplnndor siquicrn, Que dure tnn slo un din !...

Ay! es muy triste, muy triste, Cunndo una luz agonizn, No saber dnde se pierde

, Su brillndom nlcgrn 1 11


IG~ A !:OUSTO FRRI1AN. --

cxxxur.

Oigo veces entro suelios

Que lguien 1110 d ice: ltlmucrcs Pnrn que yo viva cterno! ll

CXXXIV.

U! dijo bnjo ni oido, hlicntrns sncnbn c1 pufinl : Yn que me dejaste solo,

Qnie~o que en venlnd 1

cxxxv.

Yo ten in amigos T odos so mmieron ...

Ay! cu[mtn fllltn mo hncen nhorn Que me cllly muriendo!


LA I'BREZA. 163

CXXXVI.

La lierru? ... N o olvides Que t ele ellas unces,

Y de ella vives, y vuelves clln Cunnclo muerto enes.

No mires nl ciclo Siempre 2 11 tu~ nfnncs ~1 im ln tierra, que cnsclnrle puede

Lo que un no sabes!


1&1 AUGUSTO FllRRAl\.

OXXX,'II.

LA PEREZA. lw

C XXX VJJ I.

Eso quo estts espcmndo Dia y noche, y nuncn viene; Eso rue siempre te faltn Mientrns vives, es la muerte.

CXXX!X.

A medida que me nccrco A In muerte silcncioSII., Duermo m{ts, pero no sueno.

CXL.

El amor que el egoistn 'l'icno A su propia pcriSOna, gij como el humo del fuego, Que no cnlicntn y nho;n.


frJ(l AUGUS1'0 FERRAl(.

CXLI.

De cn,,i,nr ya cndido )le sent, ni Ctler In tmdc, \ la orilln dol cnmiuo.

Ero un ctuuino penoso,

'l'nuto, cuc yo no podin Seguir cnminnndo solo.

All, II'sto y cu silcucio, Vi llcgnr In oscum noche Que dcspicrtn los recuerdos.

Lnrgt\ noc.:hc , ~~~ quo mi nhnn, MicutrM el cuerpo donuin,

Con sus recuerdos vclnllu ...


1..\ PEREZA.

PAs In noche, y pnSllrou Otros dins y otras noches, i>orqnc el cAmino cm lnrgo.

IGi

Y en min hnstn que un din Onrmisc el cuerpo ... y nu duennc Mientrns el nlmn vigila!


N OTAS .

{1) (Pg. 00.) Cantares


ENCUADERNACINANTEPORTADA PORTADADEDICATORIALA SOLEDADLA SOLEDAD 1860LA PEREZA 1870NOTAS

FERRÁN, Augusto. La Pereza

Documents

Transcript of FERRÁN, Augusto. La Pereza