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FACTORES D E DESPOBLACIÓN Y D E REPOSICIÓN DE L A POBLACIÓN DE C H O L U L A
(1641-1810)*
E L M A T E R I A L que hemos manejado en este estudio proviene de los l ibros parroquiales (bautizos, matr imonios , i n f o r m a ción m a t r i m o n i a l y defunc iones) , de las cinco parroquias de l a Jurisdicción de C h o l u l a . G o m o mater ia l complementar io , hemos consultado los documentos de l A r c h i v o G e n e r a l de l a Nación (epidemias, tr ibutos, indios , general de parte, mercedes y aguas, hospitales, h is tor ia , etc .) . C o m o fuente secundaria , se u t i l i z a r o n documentos referentes a l a zona (Puebla-T l a x c a l a ) y bibl iograf ía especializada (véase el cuadro 1) .
E n el curso de este estudio, trataremos de just i f icar l a u t i lización de las estadísticas vitales como única fuente c o n t i n u a (en espacio y t iempo) p a r a cuant i f icar las tendencias demo
gráficas de C h o l u l a desde 1641 hasta 1810. E n este trabajo estudiaremos los factores de despoblación
y de reposición de l a población a través de l análisis de periodos que d e n o m i n a m o s de "crisis y de estabi l idad r e l a t i v a " .
A las epidemias importadas de E u r o p a y África (contra las cuales l a población indígena carecía de anticuerpos) se
* Este estudio corresponde a i Cap. V I I de Dinámica de la población de Cholula (1641-1810), trabajo que se propondrá como tesis de maestría en E l Colegio de México.
Elsa M A L V I D O
El Colegio de México
A D V E R T E N C I A
I N T R O D U C C I Ó N
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s u m a r o n otros factores de despoblación: las guerras de con
quis ta que provocaron e l resquebrajamiento d e l sistema eco
nómico ant iguo, las migraciones forzosas que tra jeron como
consecuencia bajas en e l producto agrícola, los bajos niveles
de v i d a , e l deb i l i tamiento de l a población, e l hambre, y,
p o r lo menos en los p r i n c i p i o s de l a conquista , el su ic id io
co lec t ivo . 1
Estos factores externos se asocian a factores internos ante
r iores a l a l legada de los conquistadores: las enfermedades
endémicas (como l a anemia) y las epidémicas que, en gene
r a l , desde los primeros t iempos de l a C o n q u i s t a , recibían el
n o m b r e de c o c o l i z t l i . 2
E n estos siglos ( X V I - X I X ) , las enfermedades epidémicas
(mat lazahuat l , v i r u e l a , 3 sarampión) y el h amb re d iezmaron
a l a población y causaron grandes estragos.
1 . . se dice que los cholultecas dieron ocasión a su propia destrucción, al no haberse sometido a los españoles". Diego M U Ñ O Z C A M A R G O , Historia de Tlaxcala, cit., por Miguel L E Ó N P O R T I L L A , La visión de los vencidos. U N A M , México, 1971, p. 4 0 . " . . . y como hombres desesperados los más de ellos que murieron en aquella guerra de Cholula, se despeñaban ellos propios y se echaban a despeñar de cabeza arrojándose del Cu de Quetzalcohuatl abajo, poique así lo tenían por costumbre muy antigua desde su origen y principio por ser rebeldes y contumases como gente indómita y dura de cerviz, y que tenían por blasón de morir muerte contraria de las otras naciones, y morir de cabeza". "Finalmente, los más de ellos en esta guerra morían desesperados matándose ellos propios." Ib.id., pp. 50-51.
2 Cocoliztli, que literalmente significa enfermedad o pestilencia, servía para designar cualquier tipo de epidemia e incluso males como la sequía, crisis agrícola, hambre. E l término aparece documentado hasta 1648.
3 En 1804 hubo un intento de vacunación sistemática. E l Dr. Francisco Javier de Balmis, enviado por la corona de España, fue el encargado de traer a México la vacuna. E l traslado de la vacuna a América se realizó por medio de 22 niños gallegos ya inoculados. Se hizo un llamado a todas las clases sociales por medio de un bando. A vacunarse tenían igual derecho "los nobles y los plebeyos, los ricos y los necesitados". Véase Enrique C O R D E R O Y T O R R E S , Diccionario General de Puebla, sin fecha, sin lugar, sin paginación. Fols. 7786, 8263 y 8454. Según un documento de 1806 en este año se había vacunado a la mayor parte
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L a v i r u e l a y e l sarampión atacaban (como hoy) p r i n c i palmente a l a población i n f a n t i l (0 a 5 a ñ o s ) , pero cuando las epidemias tardaban más de 15 años en producirse , afectaban a todos aquellos que, en ese per iodo, n o estuvieran i n m u n i z a d o s . Además, estas epidemias provocaban u n número elevado de mort inatos y abortos a l atacar a mujeres embarazadas.
E l l l a m a d o mat lazahuat l era u n t ipo de e p i d e m i a que efectaba especialmente a l a clase baja ; era quizá producto de u n a sostenida crisis económica, ya que las malas cosechas, e l alza de los precios de l maíz, e l bajo n i v e l de ingreso de los indígenas, los l levaba a consumir al imentos en descomposición. Según el D r . Fernández d e l Cas t i l lo , e l matlazahuat l era u n a combinación de fiebre t i fo idea y t i fo m u r i n o , los que (en forma combinada , como se presentaba entonces) h a n desaparecido en México en nuestros días. 4
S i n embargo, creo que lo que se consideró como la más terr ible e p i d e m i a de mat lazahuat l , l a que en 1 7 3 7 mató, según cronistas, a las dos terceras partes de l a población (16 926 e n C h o l u l a ) n o corresponde a las enfermedades ya citadas. Según los cronistas, además de los síntomas característicos d e l mat lazahuat l , se presentó en este caso, como rasgo especial, u n a marcada i c te r i c ia . 5 P o r otra parte, e l sector
de la población de la intendencia de Puebla. Sin embargo hubo resistencia por parte de varios grupos (a pesar de la prédica y la persua-ción del gobierno, según consta en un artículo que apareció en Diario de México en 1805) , entre ellos los indígenas de Santiago Yaunahuac, quienes temían que la vacuna fuera un recurso para marcarlos y luego sacarlos del reino o mandarlos a las milicias. Ibid., Fol. 7 5 5 4 6 .
4 Información obtenida en conversación con el Dr. Fernández del Castillo.
5 "Hepatitis epidémica. Debido sin duda a un virus filtrante. Incubación de una a cuatro semanas. Comienza por estado gripal, con decaimiento, cefalea, fatiga y fiebre. Más tarde aparecen signos de gasto-enteritis con hepatomegalia; ictericia frecuente, a veces erupciones urti-carianas, o morbiliformes petequias. Complicaciones: Neumonía, miocarditis, meningitis aguda, parálisis facial, nefritis." Diccionario Médico Larrousse, México, 1965 . "Ictericia aguda. Infecciosa pueden sobrevenir
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más afectado fue e l grueso de lo que llamaríamos actualmente "población económicamente ac t iva" (hombres de más de 18 a ñ o s ) . Se desconocía entonces que l a terapia esencial p a r a este t ipo de enfermedad eran el reposo y l a sobrealimentación.
E l hambre se presenta en f o r m a endémica y epidémica, desde el hambre ocul ta (subnutrición o desnutrición) hasta a q u e l l a que provoca inanición absoluta y devastadora. Estas epidemias no sólo son resultado de las crisis agrícolas 6 s ino d e l sistema socioeconómico (semiesclavismo, peonaje, i n d i o s laboríos, sistema de haciendas y tiendas de raya) que i m peraba.
E n general , se puede decir que u n a enfermedad epidém i c a no se presentaba sola, sino acompañada de otras más o menos virulentas . F u n d a m e n t a l m e n t e se podrían d i v i d i r e n tres grandes grupos : gastrointestinales, pulmonares y erupt ivas . 7
Es curioso observar que las enfermedades eruptivas l legan siempre de l exterior , especialmente de E u r o p a , L a H a b a n a , G u a t e m a l a . Genera lmente comenzaban en los puertos de V e -racruz, Sa l ina C r u z y A c a p u l c o , desde donde se extendían hasta l a c i u d a d de México y de aquí a l norte ele N u e v a España, cubr iendo e l re ino en pocos meses.
Para el siglo x v i y l a p r i m e r a m i t a d de l x v n no existen las estadísticas vitales; por lo tanto, sólo damos el cuadro
durante la evolución de la neumonía, la fiebre tifoidea, la septicemia, la fiebre amarilla (mosco 25 y 30°C) la espiroquetosis; el paludismo y la fiebre recurrente, ciertas ictericias infecciosas son epidémicas (v Hepatitis epidémica." Ibid.
6 Enrique F L O R E S C A N O , Precios del maíz y aisis agrícolas en México (1708-1810), E l Colegio de México, México, 1969.
7 Otras enfermedades epidémicas localizadas en esta época fueron: alfombrilla o rubiola, pitiflor, paperas; ÜatlacistiJi o tos ferina, dolor de costado o neumonía, garrotillo, pleuresía, apoplejía, tabardillo (que para algunos autores es catarro y para otros tifo exantemático) ; disentería, diarrea seguidillas; y por último "la bola", a la que llamaron así irónicamente por la cantidad de enfermedades reunidas.
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cronológico de las epidemias y algunas causas y consecuencias de ellas (véase el cuadro 1) .
L o s factores más importantes que e x p l i c a n la despoblación der ivada de las epidemias, son los siguientes:
1) Número de años en que l a ep idemia no se h a presentado.
2) Al imentación de l a población (que dependía de las variaciones en el precio d e l maíz) y niveles de v i d a .
3) M e s de l año en que l lega l a e p i d e m i a y t i p o de c l i m a (si el año h a sido seco y caliente, l a ep idemia es más c rue l y
tarda más en desaparecer) . 4) G r u p o s de edad que ataca.
I. P E R I O D O D E CRISIS Y D E E S T A B I L I D A D R E L A T I V A :
C A R A C T E R I Z A C I Ó N
Esta parte de l estudio se basa en los resultados obtenidos en las series parroquiales de l a jurisdicción de C h o l u l a , complementada con otro t ipo de documentos (primarios y secundarios) sobre epidemias y crisis agrícolas, sus causas y consecuencias. E l análisis de las variables demográficas (bautizos, m a t r i m o n i o s y defunciones) en las series anuales, determ i n a , a través de sus comportamientos , las tendencias generales de l a población y nos l l eva a describir los factores externos (epidemias y crisis agrícolas) que las afectan.
E n las series largas de na ta l idad , n u p c i a l i d a d y m o r t a l i d a d de C h o l u l a , se encuentran dos tipos de movimientos u oscilaciones que dependen en f o r m a directa de los cambios que l a m o r t a l i d a d produce sobre las otras variables. Estos movimientos corresponden a dos tipos de comportamiento demográfico que hemos d e n o m i n a d o : a) de estabi l idad relat iva, y b) de crisis.
D e n t r o de los movimientos de crisis (véase l a gráfica 1) se pueden d i s t i n g u i r dos t ipos: aquellos en que l a m o r t a l i d a d aumenta en f o r m a de altos campanarios, pero l a n a t a l i d a d y n u p c i a l i d a d , a pesar de que d i s m i n u y e n vertiginosamente,
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regresan a su n i v e l a l año siguiente; y aquellos en que pasada l a a l ta m o r t a l i d a d (uno a dos años después) l a tendencia ele l a población sigue descendiendo p o r acumulación de causas (generaciones huecas de diversas edades, provocadas por otras crisis que m e r m a n l a p o b l a c i ó n ) . Es posible ver en las gráficas los cuatro tipos de movimientos q u e se h a n descrito. A periodos de estabi l idad re la t iva sigue invar iablemente u n p e r i o d o de crisis; aquéllos parecen sólo i n c u b a r las condi ciones que llevarán a l a catástrofe.
Per iodos de estabi l idad re la t iva :
I I . C O M P O R T A M I E N T O D E L A S V A R I A B L E S D E M O G R Á F I C A S E N L O S
P E R I O D O S D E CRISIS
Bautizos-natalidad
E l número de concepciones se p u e d e n conocer sólo a través de los bautizos; esto s igni f ica que los resultados no se l o c a l i z a n en el año m i s m o de l a crisis, s ino 7 o 9 meses después; es decir , cuando se registran los efectos de l a crisis, a través de los nacimientos. Puesto que nuestro estudio es a n u a l y n o mensual , s implemente tratamos de ver los efectos de l a crisis en los anos inmediatos a esta. T o m a n d o en cuenta que casi todas las epidemias se registran entre los meses de septiembre y dic iembre , esto nos permite u n límite menor de error. D u r a n t e l a crisis, esta var iab le cae afectada a corto y a largo plazo dependiendo d e l g r u p o de edades a que ataque l a e p i d e m i a .
1648-1690 1742-1759
1701-1732 1766-1767
Per iodos de crisis:
1691-1700 1760-1765
1733-1741 1768-1800
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L a caída que sufren los bautizos cuando l a enfermedad ataca a los grupos de 0 a 5 años, se debe (véanse las gráficas 2 y 3):
1) A l a fuerte m o r t a l i d a d de los recién nacidos durante los pr imeros seis días de nacidos y que n o se registran como bautizados 8 (como se observa en e l cuadro 2, años 1692-1694).
2) E n f o r m a i n d i r e c t a tenemos a los abortos y m o r t i n a tos (no registrados) , y a q u e la v i r u e l a y el sarampión afec-
8 E . A . W R I N G L E Y . "Mortality in pre-industrial England: the example of Colyton, Devon. Over three centuries". En Daedalus (spring, 1968), pp. 546-580.
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tan a las mujeres embarazadas, s in l legar a procurarles l a muerte a ellas pero sí afectando e l p r o d u c t o . 9
3) 15 o 20 años después, l a pérdida de estas generaciones, que n o p u d i e r o n l legar a l a edad reproduct iva , provoca u n descenso en la curva de l a n a t a l i d a d (véase cuadro 3 ) . 1 0 y 1 1
Pasada esta ep idemia que casi no produce efectos negativos en l a v i d a económica, l a n a t a l i d a d se acelera y sobrepasa a l a registrada en años anteriores, ya porque quizás los grupos reproduct ivos in tentan reponer los hi jos no logrados, ya p o r q u e son los hijos de m a t r i m o n i o s que se pospusieron por l a e p i d e m i a (véase el cuadro 2, viruelas y sarampión, 3692, 1696, 1735, 1736, 1763). M e d i a n t e u n análisis mensual de l fenómeno podríamos de terminar que las concepciones se suspenden durante el c l i m a x de l a e p i d e m i a y se aceleran a l pasar ésta.
C ó m o afecta a l a n a t a l i d a d l a m o r t a l i d a d de los grupos reproductores (15-45) (véase l a gráfica 4) :
9 Claude M O R I N : Santa Inés Zacatelco, 1646-1813; contribution a la demographie historique du Mexique colonial. Tesis Inédita, Universidad de Montreal. 1790.
10 Pierre G O U B E R T : Beauvais et le beauvaisis de 1600 a 1730. Ecole Platique des Hautes Etudes, S. E. V. P. E. N. , 1960, París, p. 60.
11 E l número de nacimientos no se reduce en forma significativa, aunque una reducción de 200 nacimientos en un año, se traducen en una falta de población total de alrededor de 4 500 individuos de todas las edades suponiendo una tasa bruta de natalidad de 45 a 50 X 1 000, y una falta de alrededor de 1 000 mujeres en edades reproductivas, suponiendo una tasa general de fecundidad de 200 X 1 000. (La de México en 1960 es de 199.6 X 1 000.)
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1. L a s primeras afectadas son las mujeres embarazadas, y a que aparte de no lograrse el producto , se cierra l a exposición a l embarazo con su m u e r t e . 1 2
2= ( A ) E n este caso l a n a t a l i d a d en los años posteriores a l a e p i d e m i a dependerá de los adultos sobrevivientes pero debi l i tados , e n su mayoría v iudos rematr imoniados que tien e n u n a f e c u n d i d a d ba ja por l a edad.
12 Claude M O R I N , Op. cit., p . 63.
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2. (B) Si el que muere es e l padre, l a exposición a l embarazo también quedará cerrada hasta que l a v i u d a v u e l v a a contraer nupcias ; esto hará caer l a na ta l idad también a corto plazo.
2. (C) L a n a t a l i d a d cae no sólo a l año siguiente, s ino que se mant iene a bajos niveles durante los siguientes c inco o seis años después; es decir , hasta que los grupos n o reproductivos y que se salvaron o no fueron atacados por las epidemias, l leguen a ser activos reproductores (véanse los cuadros 2 y 5, años 1695 y siguientes; 1762 y siguientes; 1784-1786 y siguientes.)
3. A largo plazo l a n a t a l i d a d caerá cuando las generaciones huecas, aquellas que deb ieron de haber l legado a l a edad reproduct iva , no l legan a ese estado a causa del fa l lec imiento de las madres durante l a e p i d e m i a (véase el cuadro 4, años 1695 y siguientes; 1762 y siguientes; 1784-1786 y s iguientes) .
4. Estas generaciones huecas son acumulativas, lo que s igni f ica u n a verdadera caída de l a población a largo plazo, (nótese l a tendencia a par t i r d e l año 1767).
5. A largo plazo l a n a t a l i d a d caerá menos notor iamente por las madres fallecidas, y más notor iamente por las generaciones huecas que esto produce. S i n embargo, como n o tenemos l a edad de las madres di funtas no podemos loca l i zar las fallas exactas de l fenómeno.
Mortalidad — Defunciones
E n periodos de crisis esta var iable es determinante ; de e l la depende e l comportamiento de todas las demás. Después de u n per iodo semiestable, donde se h a n p r o d u c i d o epidemias de varios tipos y crisis agrícolas de poca trascendencia, y l a población h a quedado biológicamente débil, l a crisis deja sentir sus efectos según e l g r u p o de edad a l que afecte l a e p i d e m i a que p r o v o c a l a crisis.
Mortalidad de párvulos de 0 a 5 años (en general viruelas y sarampión) : 1) Fuer te m o r t a l i d a d en los pr imeros seis días de nacidos y que n o se registran n i como bautizados, n i
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c o m o muertos, pero que se detectan a través de l a caída d e los bautizos (véase e l cuadro 2, años 1692, 1694, 1734, 1761) .
2) C o m o ya se explicó, estas enfermedades afectan en f o r m a i n d i r e c t a a los fetos, pues las mujeres embarazadas t i e n e n grandes probabi l idades de malograr a sus hi jos.
3. C u a n d o estas enfermedades n o se h a n presentado en per iodos de más de 15 años, no sólo atacan a l a población de 0 a 5 años, s ino que cobrará vidas entre los grupos de 0 a 15 años, hac iendo subir más l a m o r t a l i d a d , aunque sabemos que será más grave para los grupos de 0 a 5 (véase e l cuadro 2, años 1761-1762). Pasada esta crisis, l a m o r t a l i d a d regresará a sus niveles anteriores, dejando, a largo plazo (15 o 20 años después) , generaciones huecas.
Mortalidad indiscriminada al grupo de edad. Ex i s ten epidemias (que n o v ienen de l exterior) que se i n c u b a b a n en el p r o p i o r e i n o : pr imer t ipo de mat lazahuat l , t i fo m u r i n o y t i fo idea , y l a " b o l a " . 1 3 Éstas eran producto de largas crisis agrícolas. L a escasez, l a carestía y e l m a l estado de los a l i mentos, p r o p i c i a b a e l desarrollo de u n a c a n t i d a d de enfermedades gastrointestinales y pulmonares contagiosas que atac a b a n indiscriminadamente a los grupos de edad pero no a las clases sociales. Es obvio que los niveles de v i d a juegan u n p a p e l determinante en cuanto a niveles de sa lud y sanidad y a defensas a l contagio.
Las condiciones socioeconómicas de las poblaciones indígenas y castas en general harán de estas víctimas más fáciles de las epidemias contagiosas transmit idas por e l pio jo , l a p u l g a y e l aire. Estos grupos sociales vivían hacinados en lugares que carecían de ventilación, agua, drenaje, etc. A p a r te de esto, el bajo n i v e l a d q u i s i t i v o y e l h a m b r e ancestral
13 Características: constipación, catarro, calentura que bajaba en las mañanas y subía al anochecer, dolor fuerte de cabeza, sudores copiosos, dolores de costado; tifoidea, disentería, neumonía e influenza. Donald C O O P E R , Epidemic disease in México City 1761-1813, Austin Institute of Latin American Studies of Texas. Press. 1965, p. 70.
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que tenían, contribuía a l a rápida contaminación masiva y demoledora (véase e l cuadro 2, años 1762, 1784). E n estos casos l a m o r t a l i d a d atacaba en su p r i m e r a fase a los dos extremos de l a pirámide de edades. Veamos cuáles son sus consecuencias:
1. A f e c t a a los grupos de 0 a 5 años (véase l a página. 64 ) .
2. A f e c t a a las mujeres embarazadas 1 4 (véase l a página 65) y a l producto .
3. A u n q u e los grupos de 6 a 45 años son más resistentes a las enfermedades, l a m o r t a l i d a d resulta ser m e n o r en relación con otros grupos de edad, en este caso la m o r t a l i d a d los m e r m a seriamente.
4. L o s grupos de más de 46 años, ya no afectan a n i n g u n a otra var iable demográfica directamente, pero sí i n d i rectamente, puesto que son l a base económica de l a f a m i l i a , y ésta q u e d a desamparada, lo que provoca u n alza temporal en l a m o r t a l i d a d .
5. E n estas ocasiones l a m o r t a l i d a d se eleva en forma superior a l a causada por v i r u e l a y sarampión por atacar a todos los grupos de edad.
6. Grea generaciones huecas menos localizables por la m o r t a l i d a d poco d i ferenc ia l por edad. L a caída de l a curva de m o r t a l i d a d es tan brusca como su sub ida y en poco t iempo retorna a sus niveles anteriores.
Mortalidad prejerencial de grupos reproductivos (segundo tipo de matlazahuatl o hepatitis contagiosa). E l que esta e p i d e m i a cause más víctimas entre l a población a d u l t a n o s ignif ica que n o atacara a los grupos de 0 a 12, sino que era más fácil que éstos se restablecieran: de hecho los niveles de m o r t a l i d a d i n f a n t i l s iguen siendo altos, pero los de adultos al teran en f o r m a especial l a m o r t a l i d a d total (en 1737, m u e r e n 3 veces más a d u l t o s ) .
14 Claude M O R I N - , op. cit., p. 62.
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Consecuencias demográficas de este tipo de epidemias
1. Desaparecen las mujeres embarazadas (2 generaciones j u n t a s ) , y se pierde l a exposición a l embarazo de las madres ele distintas edades.
2. Desaparecen las mujeres próximas reproductoras (15 a 18 a ñ o s ) .
3. M u e r e n los adultos hombres de más de 15 años en proporc iones superiores a las mujeres, aparte de ser u n a constante l a m o r t a l i d a d di ferencia l por sexo, en esta ocasión se ensaña más con e l sexo mascul ino (véase l a página 66) .
4. Habrá que esperar a que las generaciones sobrevivientes l leguen a edad reproduct iva para que suba la nata l idad .
Consecuencias económicas
a) F a l t a de m a n o de obra . b) A b a n d o n o de las cosechas y otros sectores económicos. c) Caída de l a p r o d u c t i v i d a d . d) Escasez de bienes de consumo. e) M o n o p o l i o s que. suben los precios y esconden los
productos . f) Migrac iones masivas a las ciudades, m e n d i c i d a d , robos,
vagabundos (migración de enfermedades) .
A l anal izar cada crisis vamos a ver que sus repercusiones t ienen variaciones de grado.
Es necesario tener en cuenta que las generaciones huecas son acumulat ivas , que algunas co inc iden con generaciones ya huecas y mermadas y que a pesar de los niveles altísimos de n a t a l i d a d que presenta l a población, ésta aparece como decadente y envejecida en 1810.
N upe ta ¡ida d-ma tri m on ios
Genera lmente esta var iable presenta, a corto plazo, u n a i m a g e n inversa a l a de l a m o r t a l i d a d ; es decir, a u n a sub ida de l a m o r t a l i d a d l a n u p c i a l i d a d se frena y a l caer l a m o r t a l i d a d l a n u p c i a l i d a d sube (dependiendo también de los grupos
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de edad que arrase l a e p i d e m i a ) . Es posible suponer que, a corto plazo, los matr imonios se reduzcan durante las crisis por razones económicas, sociales y psicológicas, independientemente de l g r u p o de edad que desaparece. Intervienen en este fenómeno l a crisis agrícola, l a falta de m a n o de obra, l a caída en l a p r o d u c t i v i d a d , el freno de l a inversión, el desempleo, los precios altos, l a escasez de al imentos, etc.
A h o r a b ien , si l a e p i d e m i a hace desaparecer a los grupos de 0 a 5 años (ver v i r u e l a y sarampión, cuadros 3 y 4 ) , l a n u p c i a l i d a d cae a largo plazo (15 o 20 años después) , és decir , cuando estos grupos deb ieron l legar a l a edad de mat r i m o n i o . Este fenómeno es fácil de observarse en l a gráfica, s iempre y cuando no haya otra causa cercana que provoque este descenso (véase el cuadro 4, años 1707 y 1708).
Cuando la crisis afecta a los grupos de más de 15 años, ocurren las siguientes consecuencias: 1) C u a n d o afecta a l a población de 15 a 25 años, l a n u p c i a l i d a d dec l ina ese mismo año o e l siguiente, dependiendo d e l mes en que haga crisis l a e p i d e m i a , deb ido a los jóvenes de ambos sexos que mueren en edad de m a t r i m o n i o y por las bodas que se posponen durante l a crisis. :
2) S i son los grupos de más de 25 años los afectados, aparentemente no repercutirá sobre esta var iable porque esos grupos en su mayoría ya contra jeron nupcias , pero a l quedar v iudos se rematr imoniarán rápidamente pasada l a coyunt u r a ; así, l a n u p c i a l i d a d sobrepasa a sus niveles anteriores p o r los m a t r i m o n i o s rezagados y por los rematr imonios de los v iudos que resultaron de l a e p i d e m i a (véase el cuadro 2, año 1738). A esto se deben añadir las bodas que se afectúan n o r m a l m e n t e ese año.
I I I . P E R I O D O S D E CRISIS
1. Primer periodo: 1691-1700 (véase l a gráfica 5)
A este per iodo preceden épocas de pequeñas carestías y epidemias cuya m o r t a l i d a d y consecuencias no son graves,
P O B L A C I Ó N D E C H O L U L A (1641-1810)
Gráfica 5
P E R I O D O D E CRISIS: 1691-1700
69
pero que v a n m i n a n d o paulat inamente las defensas de l a
población. E l hambre, que empezó con u n a carestía leve,
t e r m i n a p o r ser e n d é m i c a . 1 5
15 Antonio de R O B L E S , Diario de sucesos notables. 1665-1703. Documentos para la historia de Méjico. Méjico, 1853. Voi. III, p. 72-73. Todo esto era parte del pensamiento mágico, así el documento dice: "Después del eclipse del 23 de agosto, cayó en los trigos y maíces una plaga que llamaron chahuiztle. . . de que fueron las cosechas cortísimas Y de que se originó la carestía de bastimentos y de ella hambre y mortandad de gente en toda la Nueva España. . ."
70 E L S A M A L V I D O
Después de esto, "cae Chahuis t l e a los trigos y maíces, haciendo que las cosechas fueran sumamente escasas" ; 1 6 en consecuencia, durante e l i n v i e r n o , s in alimentos, l a población comienza a m o r i r en número superior a los años anteriores.
E n 1691 e l hambre y l a escasez se agudizaron. E l C o n d e de G a l v e y el A y u n t a m i e n t o de l a c i u d a d de México , in tentaron solucionar e l p r o b l e m a trayendo maíz de "lugares lejanos" ; pero esto empeoró l a situación de algunas zonas r u r a les. " L a gente pobre se impacientó 'por tocarles más de cerca' y e l mes de j u n i o de 1692, u n t u m u l t o de hambrientos v a contra l a alhóndiga de México p i d i e n d o maíz." 1 7 A los pocos días se p r o d u j o otro levantamiento en T l a x c a l a : los i n dios q u e m a r o n las casas que pertenecían a l a alhóndiga y r o b a r o n e l maíz; " d i c e n que fue l a plebe, que los ind ios nobles y los españoles defendieron a l rey" . E n este t u m u l t o m u r i e r o n más de 100 indios , 2 españoles, u n sacerdote y posteriormente e l alcalde mayor degolló a más de 60 i n d i o s . 1 8
Además d e l hambre y l a carestía de toda clase de al imentos, llegó de E u r o p a , en septiembre, l a e p i d e m i a de sarampión que atacó a l a población i n f a n t i l entre 0 y 5 a ñ o s . 1 9
A pesar de que se esperaba que con las nuevas cosechas l a situación mejoraría , en noviembre n o había "carbón n i leña, las gal l inas están a 7 reales y los pol los a 3 " , 2 0 e l p a n estaba m u y caro y l a e p i d e m i a de sarampión c o n t i n u a b a haciendo estragos entre los pequeños. E n la c i u d a d de Puebla , en u n a sola p a r r o q u i a se registraron 3 000 niños muertos. A d i a r i o se hacían novenarios y procesiones por l a peste, s in pensar que las aglomeraciones sólo p r o p i c i a b a n e l contagio.
L a escasez d e l maíz cont inuó en el año de 1 6 9 3 , los t r i butos no se pagaban y los alimentos, en m a l estado, eran
16 ibid., p. 73. 17 Ibid., p. 88. 18 Antonio de R O B L E S , op. cit., vol. III, p. 100 y Enrique C O R D E R O Y
T O R R E S , Diccionario General de Puebla, op. cit., F . 3 9 0 , 3 9 3 . 19 Antonio R O B L E S , op. cit., p. 110.
20 ibid.
P O B L A C I Ó N D E C H O L U L A (1641-1810) 71
consumidos por las clases pobres (los i n d i o s ) . S i n embargo, pasada l a e p i d e m i a de sarampión, se registran más bautizos q u e e n los años anteriores; l a n u p c i a l i d a d no sufre ningún c a m b i o .
E l año 1694 siguió siendo año de hambre : l a alhóndiga de l a c i u d a d de México estaba vacía y los precios de l maíz eran a l t í s imos . 2 1 E n a b r i l de ese año u n a peste completó e l dramát i co cuadro . L a m o r t a l i d a d ascendió a su punto más alto, las enfermedades gastrointestinales y el hambre h i c i e r o n crisis, l a e p i d e m i a ele mat lazahuat l , t a b a r d i l l o y fiebres, afectó a los grupos reproductivos y a los dos extremos de l a población. A l parecer, estas epidemias n o afectaron a las clases altas, pues sólo se h a b l a de l a muerte de los naturales y los problemas que esto s igni f icaba p a r a e l gobierno español a causa de l a fal ta de pago de los tr ibutos, el aumento de los vagabundos y rateros que invadían las ciudades y que l levab a n las enfermedades de u n lugar a o t r o , 2 2 y los desórdenes sociopolíticos que estas mul t i tudes de hambrientos y enfermos causaban.
A l parecer, l a d e b i l i d a d que afectaba a l a población que se salvaba de estos percances le impedía tener rendimientos altos en l a agr icu l tura ; a esto se unía l a falta de mano de o b r a (a causa de l a m o r t a n d a d de los grupos económicamente act ivos) , las condiciones climáticas desfavorables y e l prec io alto d e l maíz. D e hecho, l a carestía y las enfermedades resultantes de esta crisis cont inúan haciendo víctimas: ' l a genera l enfermedad son disenterías, diarrea, que se l l a m a n seguidil las , que h a n muer to a m u c h o s " . 2 3
A corto plazo las consecuencias demográficas de esta crisis son de dos fases:
21 Andrés C A V O , Historia de México. Edit. Patr ia . México, 1949, p. 1 1 4 .
22 Antonio de R O B L E S , op. cit.ß vol. I I I , p. 100 y A.G.N. Ramo Tributos, vol. 4 2 .
23 Agustín de V E T A N C O U R T , Chronica de la Provincia del Santo Evangelio de México, Quarta parte del Teatro Mexicano de los Successos Religiosos. México, 1697.
72 E L S A M A L V I D O
Mortalidad
P r i m e r a etapa. 1. L a e p i d e m i a de sarampión afectó a los grupos de 0 a
5 años (1692). 2 . A l atacar a las mujeres embarazadas provoca abortos
y mort inatos numerosos.
E n l a segunda fase: 3. E l M a t l a z a h u a t l (primer t i p o ) , t abard i l lo y fiebres,
m a t a n i n d i s c r i m i n a d a m e n t e a los grupos de edad; l a mortal i d a d cobra muchas más víctimas que cuando se muestra preferencia a u n solo g r u p o de edades (1695).
4. Podríamos pensar que las mujeres embarazadas fueran b lanco especial de esta epidemia .
Natalidad
1. E n l a p r i m e r a fase, l a n a t a l i d a d cae por los abortos, mort inatos y la m o r t a l i d a d i n f a n t i l terr ible , que se refle ja como u n " p a r o en los nac imientos" .
2 . E n los años inmediatos l a n a t a l i d a d sube.
Segunda fase: 3. D e b i d o a que fueron afectados los grupos reproduct i
vos, l a n a t a l i d a d se ve m e r m a d a en ese año y en los c inco siguientes, ya que serán las generaciones sobrevivientes las encargadas de hacer que suba l a n a t a l i d a d (véase el cuadro 2 , 1695)'.
Nupcialidad
Primera jase. D u r a n t e e l sarampión, l a n u p c i a l i d a d no sufre n i n g u n a alteración por no haber tenido consecuencias directas sobre los grupos reproductores.
Segunda fase. A l caer l a m o r t a l i d a d , l a n u p c i a l i d a d sube (viudos que se r e m a t r i m o n i a n y m a t r i m o n i o s retrazados
durante l a e p i d e m i a ) . P a r a las consecuencias a largo plazo de esta e p i d e m i a véase l a página 53.
P O B L A C I Ó N D E C H O L U L A (1641-1810) 73
Después de esta coyuntura , cae l a m o r t a l i d a d vert ig inosamente y vuelve a subir l igeramente por hambres o carestías; pero los resultados de ésta ya n o son importantes, l a f e c u n d i d a d se h a acelerado y sobrepasa l a m o r t a l i d a d para marcar u n nuevo per iodo de estabi l idad relat iva (1697-1733) .
Segundo periodo: 1733-1741 (véase l a gráfica 6)
E l ascenso ele l a m o r t a l i d a d registrada a l i n i c i o de este per iodo se debió a u n a e p i d e m i a d e n o m i n a d a " a l f o m b r i l l a "
74 E L S A M A L V I D O
o r u b i o l a , que pertenece a l g r u p o de las virulentas, l a cua l se presentó a pr inc ip ios de noviembre de 1733. E n l a c i u d a d de P u e b l a m u r i e r o n 6 000 personas en 3 meses. 2 4 E n C h o l u l a se registra hasta el año siguiente (1734). P o r ser erupt iva , afectaba con mayor i n c i d e n c i a a los grupos de 0 a 5 años; esto e x p l i c a el ascenso en l a n a t a l i d a d a l caer l a m o r t a l i d a d (1734-1735), así como l a repercusión de ésta 15 o 20 años
después, por las generaciones huecas que dejó esta ep idemia . L a n u p c i a l i d a d no sufre alteraciones.
L a m o r t a l i d a d regresó a su m e d i a a n u a l n o r m a l en 1735. P e r o a fines de agosto de 1736 llegó l a n o t i c i a de que en e l p u e b l o de T l a c o p a n (hoy T a c u b a ) , los sirvientes de u n obraje empezaron a sentir u n a fiebre contagiosa y m o r t a l . 2 5
E l c a m i n o de esta e p i d e m i a será ahora de l a c i u d a d de M é x i c o hac ia afuera: norte, sur, este y oeste de l r e i n o . 2 6 L o s síntomas corresponden a los de las enfermedades gastrointestinales, pero además, "se ponían tan amari l los que metían miedo , y a l q u i n t o o sexto día o m a n a b a n o morían; pero con e l pel igro de recaer hasta c inco v e c e s " . . . 2 7
Según Andrés de C a v o era "cólera m o r b u s " , pero el doctor Fernández del Cas t i l lo asegura que esta enfermedad sólo llegó a América hasta el siglo x i x . L a hipótesis planteada en este trabajo (véase l a página 54) es que se trataba de u n a e p i d e m i a de hepatit is contagiosa. A lo que ya di j imos arr iba se puede añadir l a m o r t a l i d a d di ferencia l , adultos-niños: 74 .3% adultos, contra 25 .6% niños. L o s grupos de edad eran afectados indis t intamente , y l a m o r t a l i d a d era di ferencia l . Esto podría explicarse deb ido a que los adultos indígenas, m a l a l imentados, sintiéndose mejor, regresaban a sus labores y recaían, pereciendo entonces rápidamente; mientras que los
24 Enrique C O R D E R O Y T O R R E S , op. cit., F. 9362. 25 Cayetano C A B R E R A Y Q U I N T E R O , Escudo de armas de México. Im
presora del Real y Apostólico Tribunal de la Santa Cruzada en todo este Reyno. México, 1746, p. 32.
26 Según comenta Andrés C A V O "esta epidemia coincidió (como casi todas) con ]a aparición de un cometa". Op. cit., pp. 417-421.
27 Ibid., p. 419.
P O B L A C I Ó N D E C H O L U L A ( 1 6 4 1 - 1 8 1 0 ) 75
n iños y las mujeres podían permanecer descansando y sobrev i v i r a l a enfermedad.
Se podría argumentar que el subregistro de m o r t a l i d a d i n f a n t i l podría haber sido mayor en esa época, a causa de l a v i o l e n c i a de l a crisis; pero sería m u y poco probable que los tres estudios existentes, 2 8 basados en este t ipo de materiales, presenten esta misma relación de m o r t a l i d a d di ferenc ia l por edades y p o r sexo.
D e esta e p i d e m i a se h i c i e r o n censos parroquiales de los muertos , en l ibros especiales "de peste", en cada p a r r o q u i a . L a peste llegó a C h o l u l a en marzo de 1737 y terminó en a b r i l ele 1738; duró más de 12 meses; l a m o r t a l i d a d más alta se registró entre j u l i o y octubre (16 926 defunciones, véase e l cuadro 2 ) . E l párroco de la c i u d a d y cabecera p r i n c i p a l , d i vidió p o r barrios a los di funtos reconocidos. P o r p r i m e r a vez se h a b l a d e l H o s p i t a l de C h o l u l a , el cua l tenía obligación de l l evar u n c o n t r o l de los di funtos que fallecían en él y que poster iormente se enterraban en l a iglesia. A h o r a b i e n , a l comenzar e l " L i b r o de peste de San Pedro C h o l u l a " , hay u n d o c u m e n t o impor tante f i r m a d o por el cura párroco, en e l c u a l e x p l i c a que fue impos ib le asentar a todos los di funtos , e n parte p o r l a cant idad de muertos y l a premura , y en parte p o r q u e él m i s m o fue afectado por l a enfermedad. Debemos considerar esto como elemento de subregistro gener a l . L o s datos que nos p r o p o r c i o n a son:
28 Thomas C A L V O , Etude démographique d'une paroisse Mexicaine: Acatzingo, 1606-1810. Thèse de Maîtrise (inedite), Université de Paris, 1 9 6 9 , y Claude M O R I N , op. cit.
78 E L S A M A L V I D O
Podemos conf i rmar los efectos realmente graves de esta e p i d e m i a tanto como la m o r t a l i d a d di ferencia l , si observamos los datos absolutos. E l porciento de m o r t a l i d a d i n f a n t i l es el m i s m o que en años normales, mientras que el 53.18% de 2 330 muertos en Santa Isabel son hombres mayores de 18 años, e l 73.6% en San Andrés, son adultos, tanto hombres como mujeres.
Veamos ahora las consecuencias demográficas a corto plazo, 1 a 5 años después de l a e p i d e m i a :
Mortalidad: Después de l vert iginoso ascenso, l a mor ta l i d a d cae a los niveles más bajos que se registran en toda l a época.
Nupcialidad: L a n u p c i a l i d a d se d u p l i c a en relación a los años anteriores (ver años 1737-1738, cuadro 2 ) . L a nupc ia l i d a d de viudos de ambos sexos es elevadísima; podríamos decir que la mayoría de los m a t r i m o n i o s efectuados a l año siguiente de l a e p i d e m i a fue de este t ipo . Esta var iable descenderá en ios cuatro años posteriores, hasta que los grupos no afectados l leguen a l a edad m a t r i m o n i a l (véase el cuadro 2, años 1739 y siguientes) .
Natalidad: L a n a t a l i d a d desciende ese m i s m o año por los abortos y mort inatos de la p r i m e r a fase de l a crisis, y poster iormente porque, aniqui lados los grupos reproduct ivos activos y p e r d i d o el producto por l a muerte de cierto número de mujeres, había que esperar a que los sobrevivientes jóvenes l legaran a l a edad reproduct iva , o que los v iudos se r e m a t r i m o n i a r a n para abr i r l a exposición a l embarazo de los reproductores supervivientes (véase e l cuadro 2, años 1737 y s iguientes) . E n el caso de los rematr imonios de viudos, parece que l a f e c u n d i d a d es menor que l a de los grupos jóvenes de p r i m e r ingreso, debido p r i n c i p a l m e n t e a l a edad de los cónyuges.
Andrés C a v o dice : " D e P u e b l a se aseguró que subían a 54 000 muertos. N o sabré decir cuántos fueron los muertos en toda l a N u e v a España . " C a b r e r a y Q u i n t e r o , de las matrículas de 130 alcaldías, saca 192 000, pero es de advert ir que este cálculo es m u y defectuoso, así por sólo comprender los i n d i o s t r ibutar ios , como por n o hab lar d e l resto d e l R e i n o .
P O B L A C I Ó N D E C H O L U L A (1641-1810) 7.9
" E l padre A l e g r e aseguró que m u r i e r o n las 2/3 partes de habitantes . " 2 9
Consecuencias económicas: E l hecho de que esta e p i d e m i a afectara tres veces más adultos hombres que a otros sectores, s igni f i caba que parte de los grupos reproduct ivos y fuerza de trabajo desaparecían en ese momento , aumentando el n ú m e r o de dependientes económicamente y ba jando l a prod u c t i v i d a d real de l re ino . D e b i d o a l a despoblación n o había q u i e n pagara tr ibutos. L o s muertos de jan sus tierras y bienes desheredados. D e estos bienes vacantes se aprovechaban las justicias eclesiásticas y seculares. E l desquiciamiento de l a economía ob l igaba a los ind ios a vagar y m e n d i g a r . 3 0
Consecuencias sociales: L a clase baja era l a más afectada p o r l a m a l a c a l i d a d de su al imentación y v iv ienda , por l a f a l t a de recursos sanitarios, de atención médica y de poder a d q u i s i t i v o .
Migración: Sabemos por documentos de los obispos y de l V i r r e y , que las ciudades se v i e r o n invadidas por cientos de vagabundos y "malentre tenidos" , que venían de los pueblos e n busca de c o m i d a . Suponemos que los hijos que p ierden a sus padres y los padres v iudos s in hijos, v a n a las ciudades e n busca de mejores oportunidades de trabajo o de co m id a , y huyendo de l a muerte . Estas migraciones de grupos que p u e d e n const i tuir l a fuerza económica y a l mismo t i empo l a fuerza reproduct iva , repercuten directamente en nuestras variables de n a t a l i d a d y n u p c i a l i d a d , a corto y a largo plazo, pero no podemos cuanti f icarlas .
Tercer periodo: 1760-1765 (véase l a gráfica 7)
Este per iodo comienza 23 años después de l a crisis anter i o r , con hambres causadas por sequía, precios altos a causa
29 Andrés C A V O , op. cit., pp. 417-421. 3 0 Para más información sobre consecuencias económicas y sociales
véase A G N . Ramo epidemias, vol. III, exp. 1; A P N , Libro de entierros de peste; Cayetano C A B R E R A Y Q U I N T E R O , op. cit., p. 1; Andrés C A V O ,
op. cit., pp. 417-421.
P O B L A C I Ó N D E C H O L U L A (1641-1810) 81
ele malas cosechas y u n a epidemia de v i r u e l a que llegó de E u r o p a . 3 1 E l efecto de esta e p i d e m i a fue m u y grave. Desde 1748, l a v i r u e l a n o había aparecido en escena; p o r el lo , las generaciones posteriores a esta fecha n o tenían defensas contra l a enfermedad, " c o n lo cua l l a niñez y l a j u v e n t u d fue contag i a d a " . 3 2 C o n hambre, calor y v i rue la , l a m o r t a l i d a d fue al ta . L a e p i d e m i a duró 10 meses, de septiembre de 1760 a j u n i o de 1761. E n contra de lo esperado (como hemos visto, teóricamente, después de u n a e p i d e m i a i n f a n t i l , l a n a t a l i d a d s u b e ) , l a n a t a l i d a d cae l igeramente (1762) y l a n u p c i a l i d a d se mant iene constante. ¿A qué se debe este cambio en e l c o m p o r t a m i e n t o de l a natal idad? L a causa es quizá u n a epid e m i a de mat lazahuat l (una combinación de t i fo m u r i n o y t i fo idea que m a t a indiscr iminadamente a los grupos de edad) q u e se presentó inmediatamente después de l a e p i d e m i a de v i r u e l a 3 3 (véase l a página 65) .
Consecuencias demográficas a corto plazo (1 a 5 años). Mortalidad: 1) Desaparecen grupos de 0 a 5 o más, creando 10 y 20 años después, generaciones huecas causadas por l a v i r u e l a (véase e l cuadro 2, año 1761).
2) Es mayor l a m o r t a l i d a d causada por e l mat lazahuat l p o r q u e afecta a todos los grupos de edad (véase el cuadro, 2, año 1762).
Nupcialidad: 3) L a n u p c i a l i d a d se mant iene constante durante l a p r i m e r a fase, o sea l a de v i r u e l a , y se d u p l i c a sólo dos años después; l a mayoría de los cónyuges son rem a t r i m o n i o s (véase año 1764, cuadro 2).
Natalidad: 4) L a s concepciones posiblemente subieron después de l a e p i d e m i a de v i r u e l a , pero n o se logra establecer b i e n este dato deb ido a las víctimas q u e cobra el matla-
'31 Andrés C A V O , op. ext., p. 453. 3 2 Andrés C A V O , op. ext., p. 454. 33 "Aún no bien las familias de los mejicanos habían enjugado las
lágrimas por los difuntos hijos, cuando comenzó a picar entre la gente joven una terrible peste, que se asemejaba a las que habían experimentado 187 y 26 años antes, pues terminaba con la crisis de flujo de sangre por las narices".
82 E L S A M A I V I R O
zahuat l inmediatamente . S i n embargo, sufre u n l igero ascenso a l retirarse las dos epidemias (cuadro 2, años 1763-1764).
E n l a p a r r o q u i a de San Pedro , se pueden comprobar estas diferencias, y a que es l a única que mant iene separados los l ibros de españoles y de indios . E n estos años l a e p i d e m i a de v i r u e l a sí afectó a l a población i n f a n t i l europea, y por tanto, los registros de muertos asciende a tres veces su m e d i a a n u a l (de 20 a 82) en 1761, const i tuyendo solamente el 1 0 % de l a m o r t a l i d a d total . P e r o cuando l a e p i d e m i a de mat la-zahuat l l lega, l a proporción de españoles muertos es e l . 0 5 % (1111 indios , 59 españoles) .
L a muerte en estos años cobra en C h o i u l a 5 241 almas desde octubre de 1761, hasta febrero de 1763, según el censo especial que m a n d ó hacer e l V i r r e y . L o s párrocos d i e r o n la " n o t i c i a autor izada d e l número de muertos que constase en los l ibros destinados para su asiento, haberse enterrado en sus iglesias desde p r i n c i p i o s de l a peste" . 3 4
1761-1763
Parroquia Núm. meses
San Pedro 1 685 13 San Andrés 1 504 17 Santa María 1 262 19 Santa Isabel 790 13 Total difuntos 5 241 17
G o m o esta información n o inc luye e l mismo número de meses para todas las parroquias , di f iere u n poco de nuestros registros anuales; así tenemos que entre 1761-1762 hay 5 755 actas de defunción. " E n l a c i u d a d y obispado de P u e b l a , m u r i e r o n a causa de las dos epidemias, viruelas y mat la-zahuat l , 80 000 personas de las cuales tres cuartas partes fuer o n i n d i o s . " 3 5 E n l a c i u d a d de México , cerca de 9 000 per-
34 A .G.N. Ramo Epidemias, vol. 3, Exp. 13. 35 ibid.
P O B L A C I Ó N D E C H O L U L A (1641-1810) 83
sonas son atendidas en el H o s p i t a l R e a l de Indios, de las cuales sólo 2 000 se salvan, es dec i r 2 2 % . 8 6
Consecuencias socio-económicas. Este aspecto puede sintetizarse con u n informe entregado por los curas párrocos:
E l actual e infeliz estado a que están reducidos los pueblos a causa de las dos pestes de viruelas y matlazahuatl y la mucha mortandad y hambre que los destruye e imposibilita para el pago del servicio Real y demás Ramos cuyas reelevaciones solicitan, no sólo de lo corriente sino también de lo atrasado, lo que significa una gran perdida para su majestad hasta nueva cuenta, pues concluida la epidemia se ha de enterar cómo quedan los padrones sin contar con la miseria y desdicha a que estaban reducidos los naturales de 3 años a esta parte por la pérdida de las cosechas, y falta de aguas y el subidísimo precio de los maíces, a que sobrevino la epidemia de viruelas y matlazahuatl las noticias bien expresivas del crecido número de muertos que ha provocado esterilidad de frutos y mantenimiento u otros accidentes que haya causado disminución de los indios . 8 7
Cuarto periodo: 1768-1810 (véase l a gráfica 8)
Este ú l t imo per iodo de crisis abarca 42 años de desgracias. E n él se registran los niveles más bajos de nata l idad y los más altos de m o r t a l i d a d . Dieciséis e p i d e m i a s 3 8 en años dist intos y l a peor h a m b r u n a se registran en estos años. E n l a zona de P u e b l a , las consecuencias fueron más graves a causa de l a crisis económica p o r l a q u e atravesaba.
Es i m p o r t a n t e hacer notar que e l gob ierno de N u e v a España empieza a resentir l a caída de l a población. Se toma
se Donald B. C O O P E R , op. cit., p. 52. 37 A.M.B.I .N.A.H. Serie Tlaxcala. Rollo 10. 3 8 Matlazahuatl (en su primer tipo), sarampión, tos ferina, fiebres
pútridas, viruela, "bola" (pleuresía, apoplejía, angina, garganta e infecciones intestinales); "año de hambre"; pérdidas de las cosechas, tabardillo, epizootia, fiebres malignas y algunos casos de vómito negro (estos casos eran generalmente de pasajeros que venían de Veracruz y que se registran muertos en Santa María Coronango; camino a la ciudad de México) .
P O B L A C I Ó N D E C H O L U L A (1641-1810) 85
r o n entonces medidas de c o n t r o l sanitar io en los puertos;
se i m p u s o cuarentena a los barcos; se crearon cordones sani
tarios en algunos p u e b l o s , 3 9 y se trajo l a vacuna contra l a
v i r u e l a de España, pero a pesar de esto las enfermedades
penetraban y causaban bajas.
L a crisis económica a l a que nos referíamos antes (véase
l a página 83) afectó a toda l a zona de P u e b l a - T l a x c a l a ,
desde el m o m e n t o en que ésta de jó de ser el p r i m e r centro
p r o d u c t o r de trigo para el re ino, cuando hac ia 1730, l a zona
d e l " B a j í o " se convirtió en p r i n c i p a l centro tr iguero. T r a n s
c r i b i m o s a continuación u n fragmento de u n escrito f i r m a d o
p o r e l obispo de P u e b l a , Francisco Fabián y Fuero (1767),
e n e l que se describen las causas y efectos de esta crisis
agrícola, que podríamos considerar como el p r i m e r síntoma
de este largo per iodo de desequi l ibr io que sufre l a región:
E l deplorable estado en que se halla el Gremio de Labra-clores del Obispado de la Puebla de los Ángeles, está patente a la vista de todos, como también que cada día hay más motivos de temer su total ruina; pero no es verdad que toda esta perdición venga de la facilidad que se supone en los jueces para embargar las fincas, ni que puedan verse remediados estos daños, aunque fuera posible que cesaran enteramente los embargos.
3 9 A . G . N . Ramo Epidemias. Vol. 7, Exp. 2, y Andrés C A V O y Carlos M> de B U S T A M A N T E , op. cit., p. 221. " . . . Méjico estaba amenazada de la terrible epidemia de viruelas que apareció por la Villa de Tehuan-tepec en la provincia de Oaxaca y llegó a Teutitlán del Valle. E l Intendente trató de evitarla poniendo un cordón sanitario de trapo, y que se pusiesen hospitales en dicho pueblo; pero ofendidos de esto, los indios se levantaron en tumulto el 8 de octubre de 1796, y a mano armada se sacaron los enfermos y los llevaron a sus casas. . . E l año siguiente se desarrolló la epidemia en Méjico; pero introducido el preservativo de la inoculación, y tomadas las mejores medidas por el Gobierno y vecindario para socorro de los apestados en los cuarteles, por medio de una junta general de caridad que reunió $ 88,850.00 de fondo, se embató en gran parte la acción del contagio y fue corto el número de sus víctimas. Se estableció además la cuarentena en los lugares infectos".
E L S A M A L V I D O
E l fruto principal de las labores de este Obispado es el trigo y el comercio de mayor consideración que lograban, era el de las harinas que salían para las Islas de Barlovento, y todo el consumo que de ellas había en la capital de México que gastaba las principales cosechas de estas Jurisdicciones de Huexotzingo, San Mart ín y Atlixco. . .
. . . De esto y no tener cuenta alguna el sacar harinas para las Islas, ha resultado que a ú n no subiendo aquí las cosechas de Granos a lo que antes eran, pues han bajado cerca de la mitad, ha llegado a ser tal la mudanza de su precio, que la carga de trigo que antes se vendía a 8, 10 y 12 pesos, sólo se estima en el día a 5, 6 ó 7, no costando poco trabajo vender aún el fiado con peligro de perder todo el capital como está sucediendo todos los días, son las causas de la ruina de los labradores de este O b i s p a d o . . . E l consumo que de los de tierra adentro hay en México, la ninguna salida que; de ellos se ofrece de Mar afuera; y la necesidad en que se halla de vender al fiado a un comercio de tantas quiebras que faltando todos los días a lo prometido obliga a los labradores a hacer cesión de sus ranchos y haciendas, que no se pueden habilitar sin un crecido desembolso, de modo que se suele ahora necesitar para hacer una Hacienda, doble cantidad de la que antes era precisa; con que disminuidas sus utilidades y agravándose sus costos de tal suerte que no pueden soportar los labradores, se ha hecho intolerable el manejo de las Fincas de Labor de este Obispado, cierta su pérdida y el mal casi irremediable.
De la abundancia del trigo de tierra adentro consiste aún más principalmente que en las otras dos causas el origen de estos daños; pero eso es tan difícil el remedio. . . De esta abundancia ha resultado no sólo el bajo precio del trigo de esta Diócesis, sino también el de los maíces, cebada, alberjón, haba, frijol y ganado de cerdo, siendo cierto que el maíz que se vendía regularmente en la alhóndiga de 20 reales a 3 pesos, y a veces a 4, se ha vendido en estos últimos años cuando más por 14 reales; que se ha experimentado igual baja de precio en las semillas y que el ganado de cerdo se ha despachado en la tercera parte menos de lo que antes valía y como en todas las fincas de estos efectos han crecido al mismo tiempo los gastos precisos para su conservación y avío y sus dueños no los pueden sostener, ni satisfacer los censos que hay impuestos en
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ellas, solicitan animados de una esperanza poco fundada tomar más dinero sobre ellas; y llegando ya a no poder tolerar sus cargas, las dejan desiertas y hacen cesión de ellas con mucho atraso también del estado eclesiástico, que está padeciendo sin duda considerable detrimento con estas mudanzas del tiempo y fortuna. 4 0
A lo largo de esta crisis sólo tenemos 2 años en los cuales las cosechas f u e r o n satisfactorias: 1787 y 1789; en todos los demás años las l luv ias frecuentes o tardías, las heladas, e l granizo o l a sequía de u n a u otra manera m a n t u v i e r o n a l a población c o n hambre e n d é m i c a 4 1 y epidémica en algunos casos.
Las epidemias de sarampión de 1768 y 1803; l a de tos fer ina y fiebres de 1770; las de v i r u e l a de 1774, 1779, 1780 y 1792; l a q u e llegó de l a H a b a n a a través de Veracruz , 1794-1795; l a que llegó d e l Perú p o r Tehuantepec , 1804-1806; l a que llegó de G u a t e m a l a p o r A c a p u l c o , todas ellas cobraron víctimas entre los grupos de 0 a 5 años. S i n embargo, es i m p o s ible precisar cuántas generaciones huecas se p r o d u j e r o n por l a conjunción de estas calamidades, y determinar sus efectos a largo plazo . Sólo podemos registrar u n a real caída de l a p o b l a c i ó n . 4 2
Mortalidad: A corto plazo e l comportamiento de las variables demográficas se manifestó como sigue: a l ta m o r t a l i -
40 Francisco F A B I Á N Y F U E R O , op. cit., p. 5 2 . Sobre el mismo tema véase el informe que don Manuel de Flon, intendente de Puebla, envió al Virrey en estos mismos años (cf. Apéndice) .
41 Enrique F L O R E S C A N O , op. cit.
42 Enrique C O R D E R O Y T O R R E S , op. cit. F. 3 1 7 7 , F . 10492 , F. 10429 ,
F. 8 3 5 1 , F. 4 0 0 5 . Donald C O O F E R , op. cit., p. 5 6 , José María de B U S T A -
M A N T E , op. cit., p. 165 , 175 , 177 , 180 , 2 2 1 , 2 6 2 . A . G . N . Ramo tributos, vols. 119, 2 3 , Ramo epidemias. Vols. 7 , Exp. 2 ; 16, Exp. 4 ; 3 , Exp. I y 7; 13 , Exp. 6 A . M . B . N . I . N . A . H . Serie Archivo Judicial de Puebla, rollos; 1, 1 0 , 4 3 . Acontecimientos acaecidos en los años de 1784-1788. Biblioteca aportaciones históricas, Segunda serie. Edit. Vargas Rea México. 1948 . Luis C H Á V E Z O R O Z C O , Breve historia agrícola de México en la época colonial, p. 2 9 .
88 E L S A M A L V I D O
d a d , pero no de altos campanarios , por afectar sólo a u n a parte de l a población (0 a 5 a ñ o s ) .
Nupcialidad: N o se observan variaciones profundas, puesto que l a crisis n o afecta directamente a los grupos reproduct ivos (véase el cuadro 2, años 1768-1769, 1803, 1770, 1792, 1794, 1804).
Natalidad: Sube precipi tadamente a l pasar l a m o r t a l i d a d (véase e l cuadro 2, años 1769, 1804, 1771, 1792-1793).
L a s otras epidemias, mat lazahuat l (primer t i p o ) , tabard i l l o 1 7 8 9 4 3 y " b o l a " , presentan u n a m o r t a l i d a d no diferenc i a l a l g r u p o de edad y sus efectos corresponden a los campanarios más altos de este per iodo (véase e l cuadro 2, años 1784-1786).
A l a peor e p i d e m i a de hambre (1784-1786), 4 4 que cobra g r a n cant idad de víctimas, se añaden sus secuelas, entre ellas u n a ep idemia de " b o l a " (caen bajo esta denominación todo t ipo de enfermedades pulmonares y gastrointestinales contagiosas) , que ataca a todos los grupos de edad, aunque n o a todas las clases sociales. L a evidencia más palpable de l a ines tab i l idad que l a población h a ven ido arrastrando por más de dos siglos, se da d u r a n t e estas dos epidemias, " b o l a y h a m b r e " o " h a m b r e y b o l a " , que se presentan en 1784 y se mant ienen hasta 1786.
Conclusiones sobre el periodo, 1768-1810. Si comparamos e l comportamiento de las variables demográficas durante este per iodo de crisis y los anteriores, podemos ver e l porqué de l a caída de l a población: D u r a n t e u n a ep idemia de v i r u e l a , en periodos anteriores, l a m o r t a l i d a d sube en e l año que llega, pero desciende a l comenzar otro año; en cambio , en este per iodo l a m o r t a l i d a d provocada por u n a sola e p i d e m i a de v i r u e l a se mant iene dos o tres años (véanse los cuadros 3 y 4 ) . I g u a l comportamiento t ienen las otras epidemias. E n algunas
43 A . J . P .
44 En unas recetas de cocina que aparecieron en El Diario de México se aconsejaba la manera de preparar el órgano y el nopal asados, la sopa de huesos, pezuñas y cueros, las tortillas de elote y sal. José Á L Z A T E , La Gaceta, 1786, Méx.
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ocasiones, e l número de víctimas anuales n o es superior a l a lcanzado e n periodos anteriores, pero e l número de nacidos después de éstas es bastante in fer ior , lo que s ignif ica u n a p o s i b i l i d a d m e n o r de reposición, u n decrecimiento real , u n a emigración (véase el cuadro 2, saldo negativo de este per iodo y cuadro 3 y 4 sobre estos a ñ o s ) .
L a relación de D / B en este largo per iodo es de 1.05 es dec i r no h a y p o s i b i l i d a d de sustitución; el saldo es negativo: 2 216 m u er t o s más que los nacidos a l año. L a emigración puede e x p l i c a r en parte este fenómeno, pues se refleja en l a ruralización de l a c i u d a d de C h o l u l a y e l abandono total de l a jurisdicción, según lo reporta en estos años e l intendente d e l a P u e b l a de los Ángeles . 4 5
E l hambre , como ya se h a dicho , creaba tensiones socioeconómicas, q u e unidas a l a ba ja producción y las diferencias sociales tan marcadas, provocaba l a despoblación y prop i c i a b a e l desarrollo de las grandes epidemias que como esp i ra l volvían a dar l a vuel ta . S i n embargo, más que las epidemias y las crisis agrícolas, l a causa p r i n c i p a l , l a que favorecía e l lamentable estado en q u e se encontraba el re ino de N u e v a España, era l a decadencia de las instituciones coloniales . U n i n f o r m e de l electo O b i s p o de Michoacán, M a n u e l A b a d y Q u e i p o , d i r i g i d o a l R e y en 1799, nos dice:
L a población de Nueva España, se compone de tres clases de hombres, a saber: de blancos, o españoles; de indios y de castas. Yo considero que los españoles componen la décima parte de la masa total. Casi todas las propiedades y riquezas del reino están en sus manos. Los indios y las castas, cultivan la tierra, sirven a la gente acomodada y sólo viven del trabajo de sus brazos. De ello resulta entre los indios y los blancos esta oposición de intereses, este odio recíproco que tan fácilmente nace entre los que todo lo poseen y los que nada tienen, entre los dueños y los esclavos... N o ignoro que estos males nacen en todas partes de la gran desigualdad de condiciones; pero en América son todavía núás espantosos: es uno rico o miserable, noble o infame de derecho y de hecho.
45 A . G . N . Ramo de Intendentes, vol. 20. Exp. 5.
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Los indios y las castas están en la mayor humillación. E l color de los indios su ignorancia, y más que todo, su miseria, los ponen a una distancia infinita de los blancos. Los privilegios que al parecer conceden las leyes a los indios, les proporcionan pocos beneficios, y casi se j>uede decir que los dañan. Hallándose reducidos al estrecho espacio de 600 varas que una antigua ley señala a los pueblos indios, puede decirse que aquellos naturales no tienen propiedad individual y están obligados a cultivar bienes concejales. E l nuevo reglamento de intendencias establece que los naturales no pueden recibir socorros de la caja de comunidad, sin u n permiso especial de la junta superior de Real Hacienda. Las castas descendientes de los negros esclavos, están notados de infames por la ley y sujetos al tributo el cual imprime en ellos una mancha indeleble que miran como una marca de esclavitud, transmitibie a las generaciones más remotas. Entre la raza de mezcla, los mestizos y mulatos, hay muchas familias que por su color, sus fisonomías y modales podrían confundirse con los españoles;, pero la ley los mantiene envilecidos y menospreciados.
Los indios y las castas están abandonados a las justicias territoriales, cuya inmoralidad ha contribuido no poco a su miseria. 4 6
I V . P E R I O D O S D E E S T A B I L I D A D R E L A T I V A : 1649-1690;
1701-1732; 1742-1759; 1765-1767
Alternándose c o n los periodos de crisis, estos periodos de
es tabi l idad son los que permi ten que l a población se e q u i l i
bre y crezca, a pesar de que l a m o r t a l i d a d epidémica n o
desaparece totalmente. Las pautas e n estos periodos están
señaladas por l a n a t a l i d a d ; además, l a crisis demográfica, n o
co inc ide con las crisis agrícolas (véase c u a d r o 5).
Comportamiento de las variables demográficas
Natalidad: Pasada l a crisis, l a necesidad consciente o i n
consciente de sobrevivir , hace que el número de bautizos
46 Alvaro M A T U T E , Antología México en el siglo XIX. U N A M . México, 1972 , p. 61.
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ascienda paulat inamente . D e n t r o de l a estabi l idad re la t iva exis ten dos t ipos de comportamiento de l a n a t a l i d a d : p r i mero , en años normales, cuando l a m o r t a l i d a d cae y permite u n excedente neto de vivos; es decir, se re lac iona c o n cambios no importantes en l a m o r t a l i d a d , dando grandes expectativas de v i d a a los adultos y haciendo aumentar l a fecund i d a d ; segunda, cuando las pequeñas epidemias rebasan a los nacidos y se c o m p o r t a como en los periodos de crisis, de jando sentir sus efectos a corto y a largo plazo.
Nupcialidad: L o s ascensos de esta variable , a l pasar l a c o y u n t u r a de crisis, son lentos pero constantes, y pueden considerarse como u n a especie de síntoma de l a b u e n a situac ión económica. D e b i d o a que es l a única variable contro lada conscientemente por e l ser h u m a n o , es l a que responde directamente a las circunstancias reales y está condic ionada por ellas.
Es posible pensar que l a edad a l m a t r i m o n i o sufra cambios favorables y a su vez afecte posit ivamente a l a fecund i d a d durante estos periodos de estabi l idad relat iva, cuando se presentaba u n a c o y u n t u r a p r o p i c i a para que se d i e r a n m a t r i m o n i o s más jóvenes y, en consecuencia, u n per iodo más largo de exposición a l embarazo.
Mortalidad: E n estos periodos baja el n i v e l de esta var iab l e ; l a buena alimentación, o por lo menos l a carencia n o sistemática de al imentos básicos, p r o p o r c i o n a a l a población defensas contra l a m o r t a l i d a d . Las epidemias infant i les n o cobran tantas víctimas, lo q u e permite u n crecimiento natur a l efectivo. E n apar iencia , e n estos periodos l a n a t a l i d a d es l a var iable centra l ; s in embargo, creo que de n o darse e l c a m b i o en l a m o r t a l i d a d , n i n g u n a de las otras variables podría actuar l ibremente , y ésta a su vez se ve c o n d i c i o n a d a e n gran parte por l a situación económica, por circunstancias climáticas y aún por las costumbres re l ig iosas . 4 7
47 A través del análisis mensual de estas variables se comprueba la coincidencia calendárica del ciclo agrícola, religioso y climático. Por ejemplo, durante la cuaresma, se reúnen estos tres tipos de factores que actúan negativamente sobre las variables demográficas: desciende las
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Migración:- A l haber buenas cosechas, hay trabajo para u n número a m p l i o de i n d i v i d u o s en edad activa, y esto hace que l a zona no rechace a l a población, sino que l a mantenga. S iendo C h o l u l a , como ya expliqué, zona de abasto a l iment i cio y h u m a n o de P u e b l a , no podemos negar la existencia de u n a migración constante, t empora l o substancial , pero sí podemos ver que a l contrar io de lo que ocurre en los periodos de crisis en los que las migraciones a la c i u d a d crean serios conflictos de desocupación, durante las épocas de estab i l i d a d re lat iva l a c i u d a d absorbe menos m a n o de obra y esto, a su vez, r e d u n d a en benef ic io de las zonas aledañas a las grandes metrópolis. D e hecho, e n n i n g u n o de los dos tipos de periodos se h a p o d i d o cuant i f i car l a migración, pero ésta, casi s iempre es u n subregistro e n l a m o r t a l i d a d .
Primer periodo: 1649-1690
Siendo u n per iodo de buenas o regulares cosechas en al gunos años, no se presentan crisis de subsistencia graves: l a l u c h a será sólo contra las enfermedades. E n 1651 l a mortal i d a d se d u p l i c a ; en e l mes de septiembre l a peste de escalofríos y fiebre se deja sentir entre los i n d i o s ya d iezmados . 4 8
Es posible que esta e p i d e m i a fuera i m p o r t a d a , y a que en agosto " l a c i u d a d de Veracruz avisa estar infestada de peste entre sus vecinos y pasajeros, y haber muer to m u c h a gent e " . 4 9 E n esta ocasión, no sólo m u r i e r o n los naturales, s ino que "saltó a muchos españoles" . 5 0
L a enfermedad estaría a l parecer re lac ionada con l a t i fo idea y atacaría ind is t in tamente a los grupos de edad, ya que l a única var iable q u e se altera, decayendo, es l a nupc ia l i d a d (véase gráfica 1 ) . E n j u n i o de 1653, l a v i r u e l a y otras enfermedades gas tro intestinales y contagiosas, agravadas por
curvas de nupcialidad, concepcionalidad; coincidiendo con el comienzo de un nuevo ciclo agrícola y climático.
48 Antonio DE R O B L E S , op. dt., vol. 1, p. 190. 49 ihi(L, p. 198. 50 ibid.,p. 202.
P O B L A C I Ó N D E C H O L U L A (1641 -1810) 93
l a terr ib le sequía que h u b o en ese a ñ o , 5 1 hacen subir ligeramente l a m o r t a l i d a d . E n los dos años siguientes, e l número ele bautizos sube. E n 1659, desde p r i n c i p i o s de febrero, entró l a e p i d e m i a de sarampión (que " f u e en los i n d i o s pequeños t a n eficaz, que casi se asolaron los barr ios") , y duró hasta e l mes de n o v i e m b r e . 5 2 : ¡
Dos años después (1661), en el m i s m o mes de noviembre , cae u n a h e l a d a a l a que sobrevino u n a carestía grande de maíz y tr igo que duró todo e l año s iguiente . 5 3 S i n embargo, desde 1662 hasta 1666, n o hay nada que altere e l número de muertos en C h o l u l a , mientras que los bautizos sí v a n crec iendo . E n 1667-1668, l a falta de aguas comenzó a cobrar víctimas; los primeros afectados fueron los grupos de 0 a 3 años, y luego los pobres en general ; 5 4 e l ciclo ya lo conocemos y las víctimas n o son numerosas.
E n 1673, las heladas se adelantaron a las cosechas y se perdió e l maíz, que comenzó a subir de precio. " E l Marqués d e M a n c e r a y e l ayuntamiento de l a c i u d a d de México, proc u r a r o n hacer entrar cuantas semillas h a l l a r o n en las p r o v i n cias vecinas, agravando l a situación en zonas rurales de auto consumo como C h o l u l a " . 5 5 A l año siguiente, las cosechas fuer o n buenas y l a crisis pasó.
Después de tres años s in sucesos desafortunados, en nov i e m b r e de 1677 se presenta u n a e p i d e m i a que u n cronista i d e n t i f i c a sólo como " m u c h a e n f e r m e d a d " . 5 6 L a m o r t a l i d a d casi se t r i p l i c a en relación c o n los años anteriores; si m i teoría sobre l a reposición de los hi jos desaparecidos es acertada, podría afirmarse que esta enfermedad fue l a peste de viruelas que llegó a México en mayo de l año siguiente y que e n C h o l u l a o r i g i n a u n a p r i m e r a caída en los bautizos, y, pasada l a e p i d e m i a , u n ascenso de 200 bautizos a l año.
E l crec imiento n a t u r a l de l a población muestra u n a curva
51 Ibid., p. 420. 52 ibid., p. 472. 53 ibid., p. 478. 54 Cayetano C A B R E R A Y Q U I N T E R O , op. cit., p. 57.
55 Andrés C A V O , op. cit., p. 348.
56 Antonio de R O B L E S , op. cit., vol. 11, p. 249.
94 E L S A M A L V I D O
ascendente durante los c inco años siguientes, pero en noviembre de 1681 v ienen noticias de España de q u e hay peste en Cádiz y Santa Mar ía ; 5 7 en dic iembre de l m i s m o año l a enfermedad l lega a Cholüla y l a m o r t a l i d a d se d u p l i c a . Pasada esta epidemia , se presenta u n nuevo c ic lo de reposición que d u r a seis años. E n 1686, debido a las malas cosechas y a l a sequía que e l r e i n o h a sufr ido durante dos años, se declaró u n a e p i d e m i a de tabard i l lo (tifo o t i f o i d e a ) . 5 8 L a muerte cobra tres veces su d i e z m o a n u a l y se ret i ra , de jando otros cuatro años de intervalo de reposición. ( E n saldo posit ivo es de 318 i n d i v i d u o s p r o m e d i o a l año, véase cuadro 5).
Segundo periodo: 1701-1732
L o s ocho pr imeros años clel per iodo son de ba ja m o r t a l i d a d y al ta n a t a l i d a d . E l p r i m e r suceso crítico es l a e p i d e m i a de v i r u e l a de 1708; l a m o r t a l i d a d se d u p l i c a y l a n a t a l i d a d cae l igeramente . 5 9 S iguen seis anos de es tabi l idad y recuperación afectados en cierto m o d o por el sarampión, las fiebres (tifoidea) y l a sequía que causó estragos en 1715. E n C h o l u l a , l a m o r t a l i d a d registra u n ascenso con u n a caída de l a n a t a l i d a d que se recupera e n el año siguiente, por haber atacado a todos los grupos de edad s in distinción.
A pesar de que entre 1701 y 1726 se presentaron sequías, heladas, malas cosechas, aumento d e l precio d e l maíz y algunas epidemias, estos años ofrecen u n saldo posi t ivo de nacimientos, los cuales aumentan en forma considerable.
C o n e l hambre de 1726 viene otra vez e l sarampión; las víctimas anuales se t r i p l i c a n . L o s afectados f u e r o n p r i n c i palmente los grupos de 0 a 5 años. S i n embargo, consta en el padrón de tr ibutos que también se v i e r o n afectados los tr ibutar ios (hombres mayores de 18 a ñ o s ) , a u n q u e e l número n o fue m u y elevado. L a e p i d e m i a continúa hasta 1728. L a
r>7 ibid., p. 330. 58 ibid., p. 459. 59 Josefina M U R I E L DE G O N Z Á L E Z , Hospitales de la Nueva Es parí a.
Publicaciones del Instituto de Historia. Primera Serie. Núm. 35, vol. II, p. 246.
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n u p c i a l i d a d cae pr imero , para alcanzar u n n i v e l al to a l pasar e l hambre . A esta crisis s iguen cuatro años de calma y recuperac ión.
Tercer periodo: 1743-1759
Podríamos d e f i n i r l o como u n auténtico caso de estabilid a d . Sólo se d i e r o n dos acontecimientos desfavorables: u n a fuer te e p i d e m i a de v i r u e l a a fines ele 1747 y pr inc ip ios de 1748, y t ina carestía de maíz en 1750, que inc ide desfavorab lemente en la n u p c i a l i d a d hasta 1753.
Cuarto periodo: 1765-1767
T r e s años entre dos periodos de crisis que se caracterizan p o r las buenas cosechas, l a al ta n a t a l i d a d , l a n u p c i a l i d a d estable y l a ba ja m o r t a l i d a d . S i n embargo, este corto per iodo n o permi te u n saldo posi t ivo e n los años posteriores, ya que l a caída d e l a población era u n hecho i rremediable . E l camb i o en l a m o r t a l i d a d arrasa generaciones completas con i n tervalos tan pequeños que n o p e r m i t e n q u e l a población crezca.
C O N C L U S I O N E S
D u r a n t e estos periodos de estabi l idad relat iva, hay seis p u n t o s importantes que destacar:
1. L a mayoría de las epidemias v i e n e n de l exterior (vir u e l a y sarampión) y se presentan espaciadas.
2. T e n i e n d o l a población ciertas defensas al imenticias, l a m o r t a l i d a d l lega sólo a tr ipl icarse .
3. L a s víctimas son especialmente d e l g r u p o 0 a 5 años, q u e a u n q u e n o se reponen efectivamente, es más fácil que otros grupos ocupen su p a p e l r e p r o d u c t o r 15 ó 20 años después.
4. C o m o n o ataca casi a los grupos reproductores, no afecta directamente a los niveles de n a t a l i d a d .
5. E l saldo posi t ivo d e l crec imiento n a t u r a l es fuerte (véase cuadro 5 ) .
6. L a n a t a l i d a d tiene sus niveles más altos en estos per iodos .
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