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Ramn Pajuelo Teves (coordinador) Adolfo Colombres Celia Maria Corsino Maria Das Dores Freire Luis Semprtegui Miranda Mnika Therrien Felipe Cabrera Germn Ferro Rodrigo Sandoval Daz Gabriela Eljuri Jaramillo Susana Carolina Amarilla Mario Zuleta Garca Sonnia Romero Gorski

CRESPIAL Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de Amrica Latina Calle Maruri s/n. 2do. Piso. Complejo Kusicancha Cusco, Per Telefax: + 51 84 242011 Pgina web: www.crespial.org CRESPIAL es un organismo de categora 2 perteneciente a la UNESCO Impreso en el Per Primera Edicin, diciembre de 2010 Tiraje: 1,000 ejemplares Impresin: Tarea Asociacin Grfica Educativa Diseo de cartula y diagramacin de interiores: Carolina Fung Escalante Correccin de textos: Ricardo Vsquez y Fernando Pomareda Fotografa de Cartula: Serenata a los difuntos en la fiesta de la mamacha Carmen de Paucartambo, Cusco, (Per). 16 de julio de 2008. Fotografa de Carolina Fung Escalante. Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per: 2010-17149 ISBN: 978-612-45825-2-3 Este libro es resultado del PROYECTO 552RLA4000-CRESPIAL (Proyecto UNESCO Fondo Fiduciario del Japn), Fortalecimiento de las Capacidades para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de Amrica Latina.

Pajuelo Teves, Ramn (coordinador) Experiencias y polticas de salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en Amrica Latina / Experincia e Polticas de Salvaguarda do Patrimnio Cultural Imaterial na Amrica Latina. Cusco, Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de Amrica Latina (CRESPIAL), 2010.

Patrimonio / Patrimonio Cultural inmaterial / PoltiCas Culturales / salvaguardia / registro / inventario / argentina / Brasil / Bolivia / ColomBia / Chile / eCuador / Paraguay / Per / uruguay /

Contenido general

Presentacin Jaime Urrutia

I. Estudio preliminarExperiencias y polticas de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial en Amrica Latina Ramn Pajuelo Teves

II. Anlisis de experiencias nacionales (en CD anexo)1. Argentina La situacin actual del patrimonio cultural inmaterial en Argentina Adolfo Colombres 2. Brasil Patrimnio cultural imaterial brasileiro Clia Maria Corsino y Maria Das Dores Freire 3. Bolivia Identificacin y registro del patrimonio cultural inmaterial, Bolivia Luis Semprtegui Miranda 4. Colombia Diagnstico regional sobre identificacin y registro del patrimonio cultural inmaterial, Colombia Mnika Therrien, Felipe Cabrera y Germn Ferro

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Contenido

5. Chile Informe sobre diagnstico, registro e inventario del PCI en Chile Rodrigo Sandoval Daz 6. Ecuador Diagnstico regional sobre identificacin y registro del patrimonio cultural inmaterial, Ecuador. Gabriela Eljuri Jaramillo 7. Paraguay Diagnstico del patrimonio cultural inmaterial, Paraguay Susana Carolina Amarilla 8. Per Evaluacin de polticas sobre patrimonio cultural inmaterial en Per Mario Zuleta Garca 9. Uruguay Patrimonio cultural inmaterial en Uruguay, 2010 Sonnia Romero Gorski

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En las ltimas dcadas, es notoria la importancia que ha adquirido en el mundo la revaloracin y salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI). Si bien la cultura es un todo y resulta forzoso, por no decir arbitrario, dividir el patrimonio material del inmaterial, es innegable que la decisin de la Convencin del 2003 sobre PCI ha impulsado innumerables iniciativas, planes, actividades, cuyo objetivo es salvaguardar el patrimonio inmaterial, trmino casi sinnimo de cultura viva o patrimonio intangible. Recordemos que en 1972 la UNESCO aprob, en su 17 Conferencia General, la Convencin sobre la Proteccin del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. Esta Convencin permiti, en las dcadas posteriores, desarrollar polticas de proteccin, bsicamente del patrimonio monumental. Edificios y espacios monumentales histricos resultaron as resguardados y son ahora considerados, en muchos casos, como patrimonio de la humanidad. Debieron transcurrir tres dcadas para que, en su Asamblea del ao 2003, la UNESCO aprobara la Convencin sobre PCI. Por supuesto, este consenso internacional fue el resultado de un largo proceso que enfatizaba la necesidad de atender el patrimonio inmaterial de todas las culturas del mundo, que no era visto con la misma importancia que el patrimonio monumental. En este proceso se sumaron agrupaciones de portadores, investigadores y promotores culturales que resaltaron la necesidad de ampliar el concepto de patrimonio cultural a las lenguas, a la diversidad tnica y religiosa, a los procesos educativos, la creacin artstica, la tradicin oral, entre otros. El rescate de expresiones musicales y los estudios de folklore pueden ser el mejor ejemplo de este esfuerzo pionero. Estas iniciativas fueron conformando en los pases, con diverso grado de importancia, polticas culturales vinculadas al reforzamiento de las identidades nacionales,

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Presentacin

para las cuales se consider, cada vez con mayor importancia, la necesidad de resaltar las expresiones de PCI propias del pas como rasgo central de su identidad cultural nacional. Es as como, tal como dijimos, luego de varios aos de discusin y reflexin, la UNESCO aprob la Convencin para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en el 2003, La Convencin coincide con otro proceso notorio en los pases de Amrica Latina, cual es el de reconocer, en la mayora de las Constituciones polticas de la regin aprobadas en los ltimos aos, que somos pases multiculturales y plurilinges, es decir que en las formas polticas estatales se debern incluir polticas que reconozcan y apoyen las diferencias culturales. La Convencin sobre el PCI se convierte as en herramienta fundamental para poner en prctica polticas pblicas que apliquen lo que las Constituciones sealan respecto al patrimonio y la diversidad cultural. El estudio de Ramn Pajuelo Teves que ahora publicamos, hace precisamente el balance de las polticas de registro e inventario del patrimonio cultural inmaterial en Amrica Latina a partir de las experiencias de los pases integrantes del CRESPIAL, que tambin anexamos en un CD en esta misma publicacin. Este diagnstico se basa en los estudios realizados por especialistas en los nueve pases integrantes del CRESPIAL: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Per y Uruguay. Es obvio que la situacin difiere significativamente entre los pases, desde la larga continuidad de las polticas culturales en Brasil, por ejemplo, hasta las recientes y an incompletas iniciativas de Chile, Per, Paraguay y Uruguay, constatndose una situacin intermedia en pases cuyos cambios constitucionales han incidido en las polticas culturales, como es el caso de Colombia, Ecuador y en menor medida Bolivia. Pero en todos los pases ha surgido una nueva institucionalidad pblica vinculada directamente al PCI, que permitir lograr avances importantes en la salvaguardia del mismo. Los textos que ahora publicamos muestran, en resumen, los importantes avances logrados en los pases integrantes del CRESPIAL, respecto a la salvaguardia del PCI.

Jaime Urrutia Director General del CRESPIAL

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Apresentao

Nas ltimas dcadas, notria a importncia que adquiriu no mundo a revalorizao e salvaguarda do Patrimnio Cultural Imaterial. Como a cultura um todo acaba sendo forado, por no dizer arbitrrio, dividir o patrimnio material do imaterial; inegvel que a deciso da Conveno de 2003 sobre PCI impulsionou inumerveis iniciativas, planos, atividades, cujo objetivo salvaguardar o patrimnio imaterial, termo quase sinnimo de cultura viva ou patrimnio intangvel. Recordemos que em 1972 a UNESCO aprovou, em sua 17 Conferncia Geral, a Conveno sobre a Proteo do Patrimnio Mundial, Cultural e Natural. Esta Conveno permitiu, nas dcadas posteriores, desenvolver polticas de proteo, basicamente do patrimnio monumental. Edifcios e espaos monumentais histricos foram resguardados e so agora considerados, em muitos casos, como patrimnio da humanidade. Tiveram que passar trs dcadas para que, em sua Assemblia de 2003, a UNESCO aprove a Conveno sobre PCI. Evidentemente, este consenso internacional foi o resultado de um longo processo que enfatizava a necessidade de considerar o patrimnio imaterial de todas as culturas do mundo, que no era visto com a mesma importncia que o patrimnio monumental. A este processo somaram-se agrupaes de portadores, pesquisadores e promotores culturais que ressaltaram a necessidade de estender o conceito do patrimnio cultural s lnguas, diversidade tnica e religiosa, aos processos educativos, criao artstica, tradio oral, entre outros. O resgate de expresses musicais e os estudos do folclore podem ser o melhor exemplo deste esforo pioneiro. Estas iniciativas foram conformando nos pases, com diverso grau de importncia, polticas culturais vinculadas ao reforamento das identidades nacionais, para as quais se considerou, cada vez com maior importncia, a necessidade de ressaltar as

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Apresentao

expresses do PCI prprias do pas como caracterstica central de sua identidade cultural nacional. assim que, tal como dissemos, aps vrios anos de discusso e reflexo, a UNESCO aprovou a Conveno para a Salvaguarda do Patrimnio Cultural Imaterial em 2003. A Conveno coincide com outro processo notrio nos pases da Amrica Latina, que o de reconhecer, na maioria das Constituies polticas da regio aprovadas nos ltimos anos, que somos pases multiculturais e plurilnges, ou seja, que nas formas polticas estatais devero ser includas polticas que reconheam e apiem as diferenas culturais. A Conveno sobre o PCI se converte assim em ferramenta fundamental para pr em prtica polticas pblicas que apliquem o que as Constituies sinalam com respeito ao patrimnio e a diversidade cultural. O estudo de Ramn Pajuelo Teves, que agora publicamos, faz precisamente o balano das Polticas de registro e inventrio do patrimnio cultural imaterial na Amrica Latina a partir das experincias dos pases integrantes do CRESPIAL, que tambm anexamos em um CD nesta mesma publicao. Este diagnstico tem como base os estudos realizados por especialistas nos nove pases integrantes do CRESPIAL: Argentina, Bolvia, Brasil, Colmbia, Chile, Equador, Paraguai, Peru e Uruguai. obvio que a situao difere significativamente entre os pases, desde a longa continuidade das polticas culturais no Brasil, por exemplo, at as recentes e ainda incompletas iniciativas do Chile, Peru, Paraguai e Uruguai, verificando-se uma situao intermediria em pases cujas mudanas constitucionais incidiram nas polticas culturais, como o caso da Colmbia, Equador e em menor grau Bolvia. Mas em todos os pases surgiu uma nova Institucionalidade pblica vinculada diretamente ao PCI, que permitir lograr avanos importantes na salvaguarda do mesmo. Os textos que agora publicamos mostram, resumidamente, os importantes avanos alcanados nos pases integrantes do CRESPIAL, com respeito salvaguarda do PCI.

Jaime Urrutia Director Geral CRESPIAL

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Ramn Pajuelo Teves*

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Investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Correo electrnico: [email protected]

Contenido

1. Introduccin 2. La Convencin del 2003 y los desafos para la salvaguardia del PCI 2.1. Antecedentes de la Convencin 2.2. La Convencin del 2003: recuperando la integridad del patrimonio cultural 3. Polticas de inventario y registro del PCI en Amrica Latina 3.1. Antecedentes y situacin de las polticas nacionales de salvaguardia del PCI 3.2. Marco legal 3.3. Institucionalidad 3.4. Impacto de la Convencin del 2003 3.5. Aspectos conceptuales 3.6. Aspectos metodolgicos 3.7. Aspectos presupuestales 4. Anlisis de algunas experiencias nacionales 4.1. Argentina 4.2. Brasil 4.3. Bolivia 4.4. Colombia 4.5. Chile 5. Reflexiones finales 5.1. Anexo: Conclusiones generales 6. Bibliografa citada

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Durante la ltima dcada, especialmente a partir de la aprobacin por la UNESCO de la Convencin para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial del ao 2003, en distintos lugares del mundo se vienen multiplicando los esfuerzos para la identificacin y salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.1 Esto ocurre luego de dcadas de predominio de una nocin restringida del patrimonio cultural, la cual desvincul sus componentes materiales e inmateriales, privilegiando la salvaguardia de sus expresiones tangibles, y dando sustento a la ejecucin de polticas dirigidas principalmente al cuidado del patrimonio fsico. En consonancia con ello, a nivel internacional, los esfuerzos de revaloracin del patrimonio se abocaron principalmente al rescate de monumentos y sitios histricos, dejando en el olvido a la cultura inmaterial o intangible. El PCI fue, as, objeto de muy pocas iniciativas de salvaguardia, entre las cuales cabe destacar diversas experiencias de catalogacin y/o registro de algunas manifestaciones tales como msica, danzas, festividades y tradicin oral con fines de difusin e investigacin. Debido a estos antecedentes, resulta interesante constatar que la nocin de PCI ha ido ganando terreno en los ltimos aos, al punto de que actualmente se considera que las expresiones inmateriales de las culturas de los distintos pueblos del mundo constituyen un factor importante de sus identidades y procesos de desarrollo. En ese sentido, al tiempo que viene replantendose el debate sobre el patrimonio y la vinculacin entre los elementos materiales e inmateriales de la cultura, se incrementan los planes y acciones para la salvaguardia del PCI, como componente clave de la identidad cultural y palanca efectiva para el progreso. En dicho contexto, es creciente la demanda de informacin y capacitacin en temas referidos a la salvaguardia del PCI, especialmente de aquellos contemplados en la Convencin del 2003, entre los cuales destaca la solicitud hecha a los Estados

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En adelante PCI.

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para la elaboracin de inventarios del PCI existente en sus territorios.2 En diversos pases se registra una situacin de dficit de personal debidamente capacitado para la gestin de la salvaguardia del PCI y, especficamente, para la elaboracin de inventarios de la cultura inmaterial. Tomando en cuenta dicha situacin, el CRESPIAL decidi considerar entre sus actividades la realizacin de cursos virtuales dirigidos a la capacitacin del personal de instituciones pblicas y privadas de los pases adheridos a este organismo, referidos al inventario y registro del PCI. A fin de contar con la informacin de base necesaria para la realizacin de los cursos virtuales, se decidi realizar un diagnstico preliminar de avances y necesidades de las polticas de salvaguardia del PCI en los pases integrantes de dicho organismo. Este informe presenta los resultados de dicho diagnstico, as como las recomendaciones derivadas del examen de la situacin en cada uno de los pases adheridos al CRESPIAL.

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Para la realizacin del diagnstico, en primer lugar se determin el mbito, correspondiente a los nueve pases latinoamericanos que han ratificado su pertenencia al CRESPIAL: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Per y Uruguay.3 En segundo trmino, se estableci una metodologa consistente en la realizacin de diagnsticos especficos de cada pas y un documento de anlisis de la situacin de conjunto, basado en los resultados de dichos diagnsticos. Bajo la coordinacin del CRESPIAL, se tom contacto con los puntos focales de cada uno de los pases, a fin de proceder a la seleccin de los especialistas responsables de la realizacin de los diagnsticos de cada pas. Contando con el equipo de especialistas nombrados por las instituciones responsables de los pases involucrados, se realizaron las coordinaciones referidas a los temas y mbitos del diagnstico, para lo cual se elabor una plantilla de metodologa y contenidos. Durante los das 1 al 3 julio del 2010, en el marco de la elaboracin del diagnstico, se realiz un

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Vase el Artculo 12, numeral 1 de dicha Convencin, en el cual se estipula lo siguiente: Para asegurar la identificacin con fines de salvaguardia, cada Estado Parte confeccionar con arreglo a su propia situacin uno o varios inventarios del patrimonio cultural inmaterial presente en su territorio. Dichos inventarios se actualizarn regularmente. (UNESCO 2003). Actualmente, tambin se ha integrado Cuba y se vienen realizando las conversaciones para la adhesin de otros pases, tales como Mxico, Venezuela y Panam, entre otros.

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Introduccin

seminario-taller en la ciudad de Cusco, en el cual se discutieron los avances correspondientes a cada pas, se perfilaron las recomendaciones generales y se dise el contenido de los cursos virtuales sobre inventario y registro del PCI, que actualmente viene ejecutando el CRESPIAL. Los debates y discusiones efectuados durante el seminario-taller realizado en Cusco, as como el anlisis de la situacin general de las polticas de salvaguardia del PCI, basado en los documentos especficos sobre cada uno de los casos considerados, permitieron constatar la urgencia de avanzar en el diseo de instrumentos y metodologas colaborativas, a fin de que los Estados puedan implementar las recomendaciones de la Convencin del 2003. Asimismo, se identific la necesidad de alentar la creacin de espacios de formacin en el manejo de PCI, destinados a la capacitacin de especialistas para la gestin pblica y privada de las polticas patrimoniales en los distintos pases. De otro lado, es necesario mencionar que la realizacin del diagnstico requiri resolver algunas dificultades derivadas de considerar un mbito bastante amplio, compuesto por nueve pases diferentes. La principal de estas dificultades fue la necesidad de seleccionar a las personas responsables de la realizacin de los diagnsticos de cada pas, y coordinar lo referente a los plazos y contenidos de los documentos. Gracias al liderazgo del CRESPIAL, las instituciones contrapartes de los distintos pases que actan como puntos focales de este organismo, se hicieron cargo de la seleccin de los especialistas y los nombraron en el plazo previsto. Una vez seleccionados, los responsables trabajaron en la elaboracin de los diagnsticos de cada pas, contando con la asesora del coordinador general y los especialistas del CRESPIAL. El presente texto, as como los diagnsticos nacionales publicados en el CD que hace parte de esta publicacin, resultaron de ese trabajo colaborativo. El objetivo del presente estudio preliminar, es aportar un anlisis de conjunto, a fin de que los diagnsticos escritos por los especialistas de los nueve pases mencionados, puedan difundirse junto a un texto comparativo general, referido a la situacin de las polticas de inventario y registro del PCI en el conjunto de la regin.

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Este documento consta de cinco secciones. La primera corresponde a la presente introduccin. La segunda, contextualiza los aportes y lineamientos de la Convencin del 2003, en el marco del giro ocurrido en torno de la nocin de patrimonio cultural en los ltimos aos. Ocurre que, paulatinamente, se ha ido avanzando hacia una nocin ms integradora del patrimonio, que abarca tanto sus expresiones materiales como inmateriales. Esto viene ocurriendo, como se sostiene en dicha seccin, en estrecha vinculacin con el desarrollo de un campo nuevo de reflexin y ejecucin de polticas pblicas que tiene al PCI como su objeto central. Sin embargo, se trata de un campo en plena conformacin a nivel internacional, que requiere el establecimiento de puentes con el reciente devenir de la investigacin acadmica y la reflexin terica en torno de la cultura, al tiempo que enfrenta el reto de contribuir al establecimiento de una nocin integral del patrimonio, como fenmeno que vincula de manera inextricable componentes tangibles e intangibles. Posteriormente, en la tercera seccin, se aborda de manera general es decir, referida al conjunto de pases el diagnstico de las polticas de salvaguardia y la situacin de las acciones de inventario y registro del PCI, considerando aspectos como el impacto de la Convencin del 2003, los antecedentes previos de salvaguardia del PCI en la regin, el marco legal de las actuales polticas patrimoniales, los avances hacia la creacin de una institucionalidad especfica para el manejo del PCI, las metodologas y algunos aspectos conceptuales vinculados a las tareas de salvaguardia y registro. La cuarta seccin del documento est dedicada al anlisis de la situacin de cada pas, para lo cual se utilizan, principalmente, los aportes de los diagnsticos elaborados por el CRESPIAL en los ltimos aos. El primero de estos diagnsticos se realiz el ao 2005, con vistas a la instalacin del CRESPIAL, hecho ocurrido el ao posterior. Luego, el ao 2007 se hizo una actualizacin de dichos diagnsticos, que en varios pases condujo a la realizacin de estudios nuevos. Estos documentos fueron publicados en el libro Estado del Arte del Patrimonio Cultural Inmaterial (vase CRESPIAL 2008). El segundo de los diagnsticos realizados corresponde al presente documento, referido a la situacin de las polticas de salvaguardia del PCI en los nueve pases adheridos al CRESPIAL. Este diagnstico considera sobre todo dos aspectos especficos de dichas polticas: las acciones de registro e inventario del PCI. Si bien estos dos aspectos hacen parte de un proceso ms amplio e integral de salvaguardia del

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Introduccin

PCI, respecto al cual resultan indesligables, presentan especificidades vinculadas a los enfoques de salvaguardia del PCI as como a sus componentes metodolgicos- que permiten considerarlos de manera puntual. En tal sentido, el presente estudio y los diagnsticos referidos a los pases, reproducidos en el CD anexo, abordan especficamente los temas de registro e inventario del PCI, pero sin perder de vista que se trata de aspectos que hacen parte de un proceso ms amplio e integral de salvaguardia del PCI. La quinta seccin recoge las conclusiones y recomendaciones en torno de la labor de salvaguardia del PCI en la regin y, especficamente, acerca del reto de avanzar en la implementacin de los lineamientos de la Convencin del 2003. Esto considerando, sobre todo, la necesidad de formulacin de inventarios del PCI en cada uno de los pases.

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Quisiera finalizar esta introduccin agradeciendo a todas las personas que contribuyeron a la realizacin del diagnstico en sus distintos momentos. Jaime Urrutia y Silvia Martnez, del CRESPIAL, tuvieron la iniciativa de realizar un diagnstico que pudiese servir como insumo para el diseo y ejecucin de cursos de formacin en temas de PCI, utilizando soporte virtual. Una vez echado a andar el proyecto, los especialistas convocados de los distintos pases, asumieron con entusiasmo a pesar de las inevitables dificultades- la labor de evaluacin y reflexin en torno a los avances, dificultades y retos de las acciones de salvaguardia del PCI en sus respectivos pases. Se trata de Adolfo Colombres de Argentina; Celia Maria Corsino y Maria Das Dores Freire de Brasil; Luis Semprtegui Miranda de Bolivia; Mnika Therrien, Felipe Cabrera y Germn Ferro de Colombia; Rodrigo Sandoval Daz de Chile; Gabriela Eljuri Jaramillo de Ecuador; Susana Carolina Amarilla de Paraguay; Mario Zuleta Garca de Per y Sonnia Romero Gorski de Uruguay. Durante los das de nuestra reunin presencial en Cusco, los asistentes hicimos parte de un colectivo que no slo se aboc a discutir los avances de los diagnsticos y contribuir con el diseo de materiales para las actividades de formacin de CRESPIAL, sino que tambin mostr disposicin a descubrir con fascinacin y sensibilidad- las texturas tan vivas del patrimonio cultural inmaterial de esta regin.

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El equipo del CRESPIAL asumi con mucho entusiasmo las actividades del diagnstico, incluyendo las comunicaciones con los puntos focales de cada pas, la organizacin del seminario-taller realizado en julio de 2010 en Cusco, as como el impulso a la fase de edicin de los resultados. Espero que este libro se convierta en una herramienta til para la labor que viene realizando el CRESPIAL: hacer visible el PCI, generando condiciones en los distintos pases para que el patrimonio pueda ser visto (y asumido) de forma integral por parte de Estados, instituciones y otros actores, a travs del impulso a la salvaguardia efectiva de sus componentes inmateriales. Se trata de una tarea difcil pero imprescindible, en un momento en el cual entre otras razones, debido a la influencia de los procesos de globalizacin- las distancias se acortan, se intensifican las interrelaciones socioculturales y muchas manifestaciones del PCI se ven redefinidas por la influencia de factores internos y externos a las sociedades que les dieron origen. De all que este libro se propone contribuir a incorporar el PCI en la agenda de polticas pblicas de los pases latinoamericanos, convocando a los Estados y agentes culturales a avanzar en la realizacin de acciones de salvaguardia de sus mltiples manifestaciones. Salvaguardar aquello que generalmente nos hace vibrar, nos brinda identidad y nos conforma en tanto colectividad, pero que muchas veces se nos escabulle, debido al ritmo frentico en que cotidianamente nos vemos envueltos, o porque a ojos de los Estados y otros actores resulta mucho ms fcil establecer prioridades materiales de desarrollo y/o crecimiento, dejando a un lado el anhelo de un desarrollo con alma expresado por la UNESCO en su ya clebre informe sobre cultura y desarrollo titulado Nuestra diversidad creativa (UNESCO 2006). Finalmente, quisiera agradecer la colaboracin editorial brindada por Mnica Arbail, Gabriela Valenzuela y Marcela Garca-Blsquez del CRESPIAL. Ricardo Vsquez y Fernando Pomareda asumieron la correccin de textos a pesar de la premura del tiempo. Carolina Fung Escalante realiz el diseo de cubierta e interiores del presente libro, cediendo adems los derechos de uso de la fotografa de cartula. Dicha imagen muestra sutilmente la urgencia de avanzar hacia la salvaguardia de aquellas manifestaciones culturales que muchas veces no podemos tocar, pero que percibimos y llevamos con nosotros de maneras insospechadas.

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Desde el 2003, con la aprobacin de la Convencin para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, los esfuerzos de la UNESCO para promover la conservacin y proteccin del patrimonio intangible alcanzaron un hito de singular trascendencia: por primera vez, se dise un instrumento de alcance internacional dedicado especficamente a la salvaguardia del PCI. Luego de dcadas de atencin predominante al patrimonio material, se concretaba de esa forma la preocupacin en torno de las expresiones no materiales de la cultura. Acerca del significado de la Convencin y su aporte al replanteamiento de los debates sobre el rol de la cultura en la construccin de alternativas de futuro a nivel mundial, no es este el lugar para una reflexin detallada.4 Sin embargo, cabe mencionar que la Convencin constituye un aporte significativo a la discusin y el tratamiento mediante la implementacin de polticas pblicas en torno de temas como la vinculacin entre cultura y desarrollo, las caractersticas de la promocin cultural, los nexos entre patrimonio e identidad, el rol de las tradiciones y costumbres de los grupos minoritarios en el contexto de los Estados nacionales, la ligazn entre crecimiento econmico y salvaguardia del patrimonio, entre otros. Tales temas convocan actualmente la realizacin de investigaciones tericas y aplicadas que, poco a poco, van dejando atrs la nocin de folklore, reemplazndola paulatinamente por la de patrimonio cultural. Pero tambin son asumidos, de manera creciente, a travs del diseo y la implementacin de polticas de salvaguardia del patrimonio impulsadas por mltiples actores pblicos y privados. De esta manera, la entrada en vigencia de la Convencin no solo represent un impulso para aquellos esfuerzos previos de reflexin y ejecucin de planes y programas de salvaguardia del PCI, sino que gener un nuevo contexto en el cual las experiencias se vienen multiplicando. Como resultado de ello, constatamos que el PCI

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Existe al respecto un creciente debate, alentado por la multiplicacin de experiencias de salvaguardia del PCI despus de su aprobacin. Para una evaluacin de conjunto del significado de la Convencin del 2003 vase el reciente libro de Laurajane Smith y Natsuko Akagawa, Intangible Heritage (2009).

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ocupa actualmente el centro de atencin de innumerables esfuerzos dirigidos a la salvaguardia, o bien a la expansin del conocimiento, en torno de las diversas formas de expresin inmaterial de las culturas del mundo. Como seala un estudio reciente (Ruggles y Silverman 2009), la nocin de PCI se ha convertido en el eje de la creacin de un novedoso campo de actividad profesional y acadmica que se ha expandido significativamente durante los ltimos aos, especialmente a partir de la aprobacin de la Convencin de la UNESCO. Los autores enfatizan que se trata de un campo en pleno proceso de conformacin y que se halla estrechamente vinculado a un giro conceptual muy importante en torno de la nocin de patrimonio: el cambio de nfasis desde lo material a lo inmaterial, ocurrido durante las ltimas dcadas.

2.1. Antecedentes de la ConvencinDesde su creacin en 1945 como parte del sistema internacional de la ONU, la UNESCO se aboc a la tarea de salvaguardia del patrimonio, dedicndose prioritariamente al rescate y preservacin de los bienes monumentales durante los aos posteriores a su fundacin. Esto fue as, debido a que en ese momento no exista una nocin clara respecto a los atributos inmateriales del patrimonio. Desde disciplinas como la antropologa, se vena desarrollando una discusin bastante amplia en torno de los contenidos de la cultura. En ese contexto, la novedad fue justamente el planteamiento de que poda hablarse de una cultura material.5 Sin embargo, la preocupacin de la UNESCO por la preservacin de los monumentos en situacin de riesgo, que imprimi una orientacin patrimonialista a su vocacin de nacimiento en torno de la educacin y la cultura, fue una respuesta ante la desolacin y destruccin fsica que dej tras de s la segunda guerra mundial en casi toda Europa. La tarea de reconstruccin de los pases europeos tuvo como correlato una fuerte atencin al patrimonio monumental y, en dicha labor, la UNESCO tuvo una partici-

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Desde el siglo XIX, la antropologa se aboc al estudio de la cultura, desarrollndose diversas corrientes interpretativas que, en 1952, fueron sintetizadas por los antroplogos Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn, quienes a partir del anlisis de ms de 150 definiciones reconocieron seis corrientes interpretativas: descriptivas, histricas, nominativas, psicolgicas, estructurales y genticas (Kroeber y Kluckhohn 1952). Pero la formulacin de la idea de cultura material se debe al trabajo de Ralph Linton, quien estudi tempranamente, en la dcada de 1920, ese componente de la cultura entre los pueblos de las Islas Marquesas de la Polinesia francesa y, posteriormente, busc distinguir los factores psicolgicos e identitarios respecto a la cultura material (Linton 1961, 1976). Para una revisin actualizada de la nocin antropolgica de cultura vase Kuper (2001).

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La Convencin del 2003 y los desafos para la salvaguardia del PCI

pacin destacada.6 Recin a partir de 1972, con la aprobacin de la Convencin sobre la Proteccin del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, la UNESCO muestra un inters claro en relacin al patrimonio cultural, aunque entendido todava de forma genrica y bsicamente monumental, con el afn de distinguirlo frente al patrimonio natural. Es importante mencionar que antes de la Convencin de 1972, el nfasis puesto en los instrumentos internacionales dedicados al patrimonio cultural era bastante preciso: se trataba de rescatar y resguardar los monumentos, sobre todo de tipo arqueolgico e histrico, ante el flagelo de las guerras mundiales y los impactos de la vida moderna. As, la Carta de Atenas de 1931 se propuso contribuir a la conservacin del patrimonio artstico y arqueolgico de la humanidad. El enfoque de este instrumento es el de proteccin, restauracin y conservacin de monumentos arqueolgicos e histricos, as como del patrimonio artstico en situacin de riesgo (pero restringiendo lo artstico a las obras maestras pictricas, escultricas, etc.). Lo interesante de esta Carta radica, en primer lugar, en la consideracin del paisaje o entorno caracterstico de los monumentos histricos y artsticos, alrededor de los cuales recomienda que el ambiente debe ser objeto de un cuidado especial. Esto significa, por ejemplo, la conservacin del entorno paisajstico del cual los monumentos hacen parte, incluyendo la proteccin de su carcter antiguo. Un segundo aspecto interesante consiste en la recomendacin de la elaboracin de inventarios de parte de los Estados, tarea en torno de la cual establece aunque todava genricamente la urgencia de acciones de salvaguardia basadas en el trabajo educativo destinado a asegurar la valoracin y respecto al patrimonio. As, en su punto X establece que: La Conferencia, profundamente convencida de que la mejor garanta de conservacin de los monumentos y de las obras de arte viene del afecto y del respeto del pueblo, y considerando que este sentimiento puede ser favorecido con una accin apropiada de las instituciones pblicas, emite el voto que los educadores pongan empeo en habituar a la infancia y juventud a abstenerse de cualquier acto que pueda estropear los monumentos, y los induzcan al significado y, en general, a interesarse en la proteccin de los testimonios de todas las civilizaciones. Las recomendaciones de la Carta de Atenas de 1931 fueron retomadas y examinadas en un Congreso Internacional de Arquitectos y Tcnicos de Monumentos Histricos6 Expresin de ello fue la elaboracin de la Convencin de 1954 sobre la proteccin de los bienes culturales en caso de conflicto armado.

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reunido en mayo de 1964 en Venecia. El producto de esa reunin fue la Carta Internacional Sobre la Conservacin y la Restauracin de los Monumentos y los Sitios, ms conocida como Carta de Venecia. Al igual que la Carta de Atenas, en este documento el eje de las recomendaciones tiene que ver con la preservacin de los bienes culturales de valor monumental histrico o artstico. Sin embargo, la Carta de Venecia logra avanzar un poco en la consideracin del significado inmaterial del patrimonio. En su Artculo 1 sugiere tomar en cuenta el significado cultural del patrimonio monumental, a fin de ampliar su resguardo, considerando no solamente a las grandes creaciones sino igualmente, a las obras modestas que han adquirido con el tiempo un significado cultural. Introduce, pues, una nocin de monumento ms amplia que la manejada en la Carta de Atenas, la cual se restringi a las obras maestras. Asimismo, incorpora con ms claridad el valor simblico o extra-material propio de los monumentos, estipulando en su Artculo 7 que El monumento es inseparable de la historia de la cual es testigo, y tambin del medio en que est situado. Ello conduce a la formulacin de la nocin de sitio monumental y al establecimiento de recomendaciones precisas en torno de las labores de restauracin y cuidados especiales destinados a salvaguardar su integridad y asegurar su saneamiento, su arreglo y su valorizacin. El impacto de la Carta de Atenas y la Carta de Venecia fue muy importante, reflejndose en la legislacin nacional para la proteccin monumental adoptada en diversos pases, as como en la creacin del Consejo internacional de Museos (ICOM), el Centro Internacional de Estudios Para la Conservacin y Restauracin de los Bienes Culturales y el Consejo Internacional de Monumentos y Lugares de Inters Artstico e Histrico (ICOMOS). En la cronologa de la creacin de la nocin de patrimonio cultural, su aporte consisti en sensibilizar respecto al valor y significacin extra-material de los monumentos histricos y artsticos, abriendo as el terreno hacia un compromiso ms firme acerca de la integralidad del patrimonio cultural. En la 16 Conferencia General de la UNESCO realizada en 1970, en Pars, se acord la preparacin de una Convencin Internacional para la proteccin de monumentos y lugares de inters universal.7 Este acuerdo represent un avance significativo en las iniciativas de UNESCO referidas a las manifestaciones culturales no materiales, teniendo como antecedentes a la Carta de Atenas, la Carta de Venecia y sucesos como

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Actas de la Conferencia General de UNESCO. Volumen de Resoluciones aprobadas por la Conferencia General. 16 reunin, 12 de octubre-14 de noviembre, Pars, 1970. Disponible en: http:// unesdoc.unesco.org/images/0011/001140/114046s.pdf

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el rescate de los templos de Abu Simbel en Egipto, que tuvo un fuerte impacto internacional en lo que respecta a la sensibilizacin sobre la necesidad de conservacin del patrimonio cultural.8 Fue as como en 1972, en la 17a Conferencia General de la UNESCO realizada en Pars, se aprob la Convencin sobre la proteccin del patrimonio mundial, cultural y natural. Esta Convencin constituye el primer instrumento internacional diseado con la finalidad especfica de proteger el patrimonio cultural y natural. Entre los considerandos de dicho documento, se estipula claramente que ambos tipos de patrimonio se hallan amenazados de destruccin, no slo por las causas tradicionales de deterioro sino tambin por la evolucin de la vida social y econmica. Ante ello, la Convencin dispuso la adopcin de nuevas disposiciones convencionales que establezcan un sistema eficaz de proteccin colectiva del patrimonio cultural y natural de valor excepcional organizada de manera permanente. Al menos tres aspectos abordados por la Convencin resultan de especial importancia. En primer lugar, se puede apreciar el uso de una nocin de patrimonio cultural todava limitada a lo monumental. El Art. 1 considera como patrimonio cultural a los monumentos, conjuntos y lugares, sin incorporar todava al patrimonio inmaterial en cuanto tal, y estableciendo el criterio de universalidad para la patrimonializacin.9 Por ello, la novedad de la Convencin radic en las recomendaciones para la salvaguardia del patrimonio: la creacin del Comit Intergubernamental de Proteccin del Patrimonio Mundial y el establecimiento del Fondo para la Proteccin del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, conocido desde entonces como Fondo del Patrimonio Mundial. La Convencin dispone que los Estados asuman su responsabilidad en la proteccin del patrimonio mundial, elaborando inventarios de los bienes del patrimonio cultural y8 En 1959, el gobierno egipcio anunci que la construccin de la represa de Asun destruira los templos de Abu Simbel, debido al crecimiento del ro Nilo. Ante ello, la UNESCO impuls una campaa para su salvacin que logr un fuerte respaldo internacional. En la dcada de 1960, los templos fueron reubicados pieza por pieza y se consigui su preservacin. Dicho artculo establece que a efectos de la Convencin se considerar patrimonio cultural: - Los monumentos: obras arquitectnicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carcter arqueolgico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia. - Los conjuntos: grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integracin en el paisaje les d un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, el arte o de la ciencia. - Los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza as como las zonas incluidos los lugares arqueolgicos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista histrico, esttico, etnolgico o antropolgico.

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natural existentes en sus territorios. Enseguida, se precisa que: Este inventario, que no se considerar exhaustivo, habr de contener documentacin sobre el lugar en que estn situados los bienes y sobre el inters que presenten (Art. 11, numeral 1). Como parte de las disposiciones para la creacin de un sistema internacional de proteccin del patrimonio, la Convencin establece tambin que sobre la base de los inventarios alcanzados por los Estados, se instaure una Lista del Patrimonio Mundial, la cual revisada puesta al da se distribuir al menos cada dos aos (Art. 11, numeral 2). Asimismo, se crea la Lista del patrimonio mundial en peligro, renovada peridicamente cuando las circunstancias lo exijan (Art. 11, numeral 4). Adems de la Convencin, en dicha Conferencia General de la UNESCO se aprob tambin la Recomendacin sobre la Proteccin en el mbito Nacional del Patrimonio Cultural y Natural. Este documento, que muchas veces se olvida debido a la primaca de la Convencin, resulta muy importante para nuestra discusin, pues establece claramente que los Estados deben desarrollar una poltica nacional de proteccin patrimonial dirigida a su eficaz proteccin, conservacin y revalorizacin. La recomendacin alcanza valiosas sugerencias especficas sobre los aspectos institucionales, metodolgicos, administrativos y hasta financieros de las polticas nacionales. La Recomendacin dispone justamente la creacin por parte de los Estados de servicios especializados en la proteccin y revalorizacin del patrimonio cultural y natural, los cuales habrn de llevar a cabo su labor en enlace y en un pie de igualdad con los dems servicios pblicos (Art. 15). Respecto a la salvaguardia, con un enfoque novedoso se precisa que la proteccin de los bienes patrimoniales requiere asignarles funciones que permitan integrarlos a la vida presente y futura de los pases: funciones consideradas compatibles con el carcter cultural y natural del bien considerado (Art. 9). Asimismo, se sugiere asociar directamente a las poblaciones locales a las medidas de proteccin y conservacin que se hayan de tomar (Art. 11). Como puede verse, la Recomendacin aprobada como parte de la reorientacin del enfoque patrimonialista de la UNESCO que signific la Convencin de 1972, aport en un aspecto importante: la implementacin de polticas nacionales de salvaguardia y el diseo de la institucionalidad para las polticas pblicas de proteccin y revalorizacin del patrimonio. Esta Recomendacin se sum as a otros documentos similares aprobados previamente, pero que no incorporaban dicho enfoque, especialmente las tres Recomendaciones anteriores referidas al patrimonio cultural: Recomendacin que define los principios internacionales que debern aplicarse a las exca-

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vaciones arqueolgicas, de 1956; Recomendacin relativa a la proteccin de la belleza y del carcter de los lugares y paisajes, de 1962 y Recomendacin relativa a la conservacin de los bienes culturales que la ejecucin de obras pblicas o privadas pueda poner en peligro, de 1968. Con posterioridad a la Convencin de 1972, se fue desarrollando paulatinamente, y de manera ms clara, una nocin de patrimonio cultural que comenz a poner nfasis en sus componentes inmateriales. Paulatinamente, la idea de patrimonio fue amplindose, incorporando elementos distintos a los bienes monumentales como son las lenguas, diversidad tnica, creencias religiosas, procesos educativos, creacin artstica, tradicin oral, entre otros. Esto ocurri no solo al interior de la UNESCO, sino tambin en otros organismos multilaterales y en relacin a la accin de otros actores institucionales y sociales dentro de los Estados o bien a escala internacional. Instrumentos como la Carta de Mxico en Defensa del Patrimonio Cultural de 1976, la Convencin sobre Defensa del Patrimonio Arqueolgico, Histrico y Artstico de las Naciones Americanas aprobada por la OEA en 1976, la Carta de Machu Picchu de 1979 y otras normas nacionales e internacionales, declaraciones, resoluciones o cartas referidas al PCI expresaron el cambio en la conceptualizacin del patrimonio cultural. Un aspecto interesante vinculado a este proceso tiene que ver con la multiplicacin de legislacin internacional especfica referida al patrimonio arqueolgico y al patrimonio arquitectnico, as como al patrimonio lingstico y oral de los pueblos durante las dcadas de 1970 y 1980. Sin embargo, fue tardamente, recin en la dcada de 1990, que se produce un cambio decisivo en la conceptualizacin del patrimonio, en vinculacin con la discusin internacional en torno de las relaciones entre cultura y desarrollo, y acerca de la implementacin de polticas culturales nacionales e internacionales.10 En 1992, durante la presidencia en la UNESCO de Javier Prez de Cuellar, se conform la Comisin Mundial sobre Cultura y Desarrollo. Esta Comisin comenz sus labores al ao siguiente y present su informe final ante la Conferencia General de la UNESCO en 1995. El libro Nuestra Diversidad Creativa fue publicado inmediatamente, generando un vuelco significativo en la conceptualizacin del patrimonio cultural: desde el enfoque inicial del patrimonio monumental y de los estudios del

10 El tema de las polticas culturales se expandi justamente en relacin a la discusin internacional sobre el desarrollo, y se reflej en la formulacin de mltiples instrumentos normativos de carcter internacional y nacional, sobre todo a partir de la Conferencia Intergubernamental sobre las Polticas Culturales realizada en 1970 en Venecia, Italia.

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folklore, dicha nocin se desplaz hacia la idea de patrimonio cultural inmaterial (vase UNESCO 1996). El encargo recibido por la Comisin Mundial sobre Cultura y Desarrollo, consisti justamente en contribuir a establecer los significados y vnculos entre los componentes materiales e inmateriales de la cultura y el patrimonio, en relacin al objetivo del desarrollo. No resulta casual que durante las dcadas previas a la formacin de la Comisin, tuvo lugar un intenso debate en torno de los significados y contenidos de nociones como cultura y desarrollo. En lo que respecta a la cultura, dicho debate dio lugar a lo que se ha venido a denominar como giro cultural en las formas de produccin de conocimiento acerca de la sociedad, sobre todo a partir de la dcada de 1980. Esto atae principalmente a las ciencias sociales y consiste en que se empez a tomar en cuenta la existencia de la cultura como un factor decisivo de la realidad social, lo cual condujo al replanteamiento metodolgico de las formas de construccin de conocimiento en disciplinas como la lingstica, la historia, la antropologa, sociologa y economa. La crtica cultural a los paradigmas objetivistas y estructuralistas predominantes en estas disciplinas, implic la consideracin de los componentes simblicos constitutivos de la realidad social, as como la recuperacin de las dimensiones cotidianas en el anlisis social. Es decir, el reemplazo de la bsqueda de grandes explicaciones causales por el intento de comprensin de las mltiples formas de accin social cotidiana.11 En lo que respecta al desarrollo, durante las dcadas posteriores a la segunda guerra mundial surgieron distintos modelos y nociones, que buscaron dejar atrs la concepcin economicista que asimila, como si fueran sinnimos, a crecimiento y desarrollo. Por el contrario, emergieron otros modelos que incentivaron nuevas nociones de desarrollo, tales como el desarrollo social, desarrollo humano, desarrollo sostenible, desarrollo sustentable, desarrollo integrado, desarrollo endgeno, entre otros. Inclusive, algunos autores plantearon que era necesario situar la construccin del discurso del desarrollo en el marco de la hegemona de Occidente sobre el resto del mundo (Escobar 1998). Cabe destacar, adems, que este replanteamiento reciente de la idea de desarrollo ocurri en el contexto de la acentuacin de la llamada globalizacin,

11 El giro cultural abri el espacio a la irrupcin del denominado postmodernismo. Posteriormente, aunque ha dejado una huella muy fuerte en las distintas disciplinas sociales, tambin ha sido puesto en cuestin mediante enfoques alternativos acerca de las relaciones entre estructura, accin social e historia (Bonnell y Hunt 1999).

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la cual fue acompaada por un intenso debate en torno a sus impactos culturales.12 Ms recientemente, otras perspectivas de anlisis de tipo posestructural y poscolonial, insisten en torno a la necesidad de ir ms all del desarrollo, buscando descentrar la discusin al respecto, por fuera de las clsicas fronteras territoriales europeas y norteamericanas, y en pos de modernidades alternativas ancladas en distintas experiencias histrico-culturales.13

2.2. La Convencin del 2003: Recuperando la integridad del patrimonio culturalEl informe de la Comisin Mundial sobre Cultura y Desarrollo tuvo un fuerte impacto pblico a nivel internacional, con lo que consigui su objetivo de sensibilizar ampliamente respecto al valor inestimable de la cultura, y la importancia del vnculo entre cultura y desarrollo para el futuro de la humanidad. En relacin al patrimonio, el informe Nuestra Diversidad Creativa critica la rigidez y los sesgos de la concepcin predominante del patrimonio cultural, convocando de manera enrgica a los Estados a implementar polticas culturales que logren ir ms all de la nocin que restringe el patrimonio cultural a sus expresiones monumentales. El nfasis del Informe radica en la necesidad de recuperar el valor integral del patrimonio, con el fin de avanzar hacia un tipo de desarrollo cultural de mayor alcance. Esto implica restablecer los lazos entre los componentes materiales e inmateriales del patrimonio cultural en la implementacin de las labores de salvaguardia, haciendo de la cultura un patrimonio activo en la bsqueda del bienestar humano en los respectivos pases. Despus de la importante labor desarrollada por la Comisin Mundial de Cultura y Desarrollo, el antecedente inmediato de la Convencin del 2003 fue la aprobacin de la Declaracin Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural. Este documento no solo se vincula con los instrumentos de la UNESCO referidos al tema del racismo, sino tambin con los que abordan el tema del patrimonio. Se trata de una Declaracin de singular importancia, pues aboga por la preservacin de la diversidad cultural humana en el contexto de un mundo en el cual se acentan los fenmenos de glo-

12 En torno a la globalizacin cultural y el debate latinoamericano al respecto, puede verse el libro: Globalizacin y diversidad cultural: una mirada desde Amrica Latina (Pajuelo y Sandoval 2004). 13 Respecto a la nocin de modernidades alternativas vase: Parameshwar (2001).

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balizacin. Adems de realizar importantes definiciones conceptuales, la Declaracin incluye orientaciones concretas destinadas a la elaboracin de planes de accin, mediante los cuales busca que los Estados avancen en la salvaguardia de las distintas expresiones culturales de sus sociedades, comenzando por algunos componentes claves, tales como las lenguas. Finalmente, el ao 2003, en la 32 Conferencia General de la UNESCO, fue aprobada la Convencin para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Esta Convencin, en primer trmino, introduce la idea de inmaterialidad del patrimonio cultural, como concepto que permite abordar los componentes intangibles de la cultura. En sus 40 artculos, la Convencin delinea importantes precisiones conceptuales, establece las caractersticas de una estructura institucional dedicada a la salvaguardia del PCI en el seno de la UNESCO y define los principales instrumentos de dicha tarea. En lo que respecta a sus premisas conceptuales, cabe destacar que la Convencin del 2003 establece con claridad una definicin del PCI con fines de salvaguardia y reconoce mbitos especficos de expresin de este. En su Artculo 2 estipula: Se entiende por patrimonio cultural inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y tcnicas junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generacin en generacin, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en funcin de su entorno, su interaccin con la naturaleza y su historia, infundindoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo as a promover el respecto de la diversidad cultural y la creatividad humana. La Convencin identifica los siguientes cinco mbitos en los cuales se manifiesta el PCI: a) tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehculo del patrimonio cultural inmaterial; b) artes del espectculo; c) usos sociales, rituales y actos festivos;

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d) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo; e) tcnicas artesanales tradicionales. Pero el principal aporte de la Convencin no radica en su claridad conceptual, sino ms bien en la recomendacin hecha a los Estados para realizar acciones de salvaguardia mediante la formulacin y ejecucin de planes de salvaguardia e inventarios del PCI. Para ello, en primer lugar, se realiza una definicin operativa de la nocin de salvaguardia, entendida como: las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificacin, documentacin, investigacin, preservacin, proteccin, promocin, valorizacin, transmisin bsicamente a travs de la enseanza formal y no formal y revitalizacin de este patrimonio en sus distintos aspectos. Para impulsar las tareas de salvaguardia, la Convencin establece la creacin del Comit Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial y la elaboracin de dos listas internacionales del PCI: la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que Requiere Medidas Urgentes de Salvaguardia. En relacin a las recomendaciones a los Estados partes, cabe destacar que la principal de ellas consiste en la elaboracin de uno o varios inventarios del PCI existentes en sus territorios, los cuales debern ser actualizados peridicamente.

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3.1. Antecedentes y situacin de las polticas nacionales de salvaguardia del PCIAbordar las perspectivas que la Convencin del 2003 ha abierto en Amrica Latina para el desarrollo de las acciones de salvaguardia del PCI, requiere considerar los antecedentes y las situaciones que presentan los distintos pases. Esto supone tomar en cuenta que las disposiciones de la Convencin del 2003 son adoptadas por Estados que muestran diversas trayectorias en lo que respecta a sus polticas patrimoniales. En cada uno de los pases de la regin se observan mltiples experiencias de promocin, salvaguardia, investigacin y difusin del patrimonio material e inmaterial. En algunos casos, a lo largo de dcadas, estas experiencias han ido conformando tradiciones nacionales de poltica cultural (es el caso del Brasil) o estilos de tratamiento vinculados a arraigados esfuerzos de investigacin, sistematizacin y conocimiento del patrimonio (tal como ocurre en Colombia, Per, entre otros). Se puede comenzar por reconocer, entonces, la existencia de trayectorias nacionales diferenciadas de las polticas estatales referidas a la salvaguardia del PCI. Un rasgo general de estas trayectorias es que la mayor parte de los esfuerzos han tenido al patrimonio monumental como principal objeto de las tareas de salvaguardia. Sin embargo, aunque sin conformar necesariamente polticas nacionales, se pueden registrar valiosos y pioneros esfuerzos de investigacin o sistematizacin del PCI en sus diversas expresiones (sobre todo msica, tradicin oral y conocimientos tradicionales). La mayora de los esfuerzos pioneros de salvaguardia de distintas expresiones del PCI en los pases, ocurrieron debido al inters de investigadores o a tempranas iniciativas de poltica estatal, y tuvieron como contexto a coyunturas histricas de modernizacin y acentuacin de los vnculos internacionales, que generaron el inters por buscar, identificar y registrar aquello considerado como propio; es decir, la bsqueda de las races culturales de los respectivos pases. Esta tendencia, observable desde fines del siglo XIX, pero que se desarroll fuertemente en las dcadas iniciales del

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siglo XX, debe ser diferenciada de esfuerzos y experiencias previas, que constituyen un rico acervo de conocimientos de origen decimonnico y/o colonial en cada uno de los pases, en relacin al PCI. Dicha distincin resulta necesaria, a fin de destacar que es en el contexto de los impulsos internacionales hacia la modernizacin e integracin los cuales se intensifican desde fines del siglo XIX que se van conformando tradiciones nacionales, basadas en la investigacin y el redescubrimiento de las caractersticas socioculturales consideradas propias o particulares de los distintos pases.14 En los casos de aquellos pases con poblaciones indgenas importantes tal como ocurre en Mesoamrica y en los Andes esta tendencia dio lugar a movimientos culturales dirigidos a la reivindicacin del componente indgena de la nacionalidad. Expresin de ello fue el indigenismo, que tuvo expresiones mltiples y que lleg a abarcar campos tan variados como la creacin artstica, la investigacin basada en la nocin de folclore y el desarrollo de iniciativas estatales de rescate, difusin y preservacin patrimonial. Sin duda, los casos ms destacados de creacin de corrientes indigenistas fueron los de Mxico y Per. En otros pases, an sin la impronta indgena, tambin ocurri una vuelta hacia el pasado o hacia adentro, que tuvo como resultado la creacin de tradiciones e imgenes consideradas emblemticas de las races nacionales. Ejemplos paradigmticos de ello pueden verse en los casos de Argentina y Chile, donde se instauran fuertes identidades nacionales basadas en las figuras del gaucho y del roto, en el mismo momento en que otros pases vivan el apogeo del movimiento indigenista. Como acabamos de sealar, es en el marco de estos movimientos de reivindicacin cultural que ocurren los esfuerzos pioneros de registro e identificacin del PCI, as como de ejecucin de polticas estatales para su salvaguardia. Sin embargo, hasta bien entrado el siglo XX, la mayora de las iniciativas se concentran en el patrimonio tangible, en un contexto en el cual estuvo ausente lo que podramos denominar como polticas nacionales de salvaguardia del patrimonio. Esto ocurre en todos los pases considerados en el presente diagnstico, con la nica excepcin de Brasil, donde muy tempranamente, en la dcada de 1930, se instaura una poltica nacional

14 Acerca de la experiencia de la modernidad en las dcadas de trnsito entre los siglos XIX y XX, que implic el surgimiento de nuevas formas de sensibilidad en torno del pasado como material para la construccin de alternativas colectivas de futuro, resulta til revisar el clsico libro de Marshall Bermann, Todo lo slido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad (1988).

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de manejo patrimonial con base en las disposiciones de la Ley de Tombamento de 1937.15 La Convencin del 2003, entonces, no se adopta en los pases de la regin en el contexto de una situacin que podra ser descrita como una pgina en blanco en lo que respecta al manejo patrimonial por parte de los Estados y otros actores. Por el contrario, se inserta en una riqusima y variada tradicin de investigacin, registro, preservacin y difusin de expresiones patrimoniales, incluyendo en muchos casos al patrimonio intangible (sobre todo en lo que respecta a msica y folclore). Sin embargo, cabe destacar que dichas experiencias se realizaron con las excepciones ya anotadas de Brasil y Mxico en el marco de la inexistencia de polticas nacionales para la salvaguardia del patrimonio inmaterial. Entre otras razones, esto tuvo que ver con la inexistencia de una nocin integral de patrimonio, pues solo posteriormente es utilizada a nivel internacional, y adoptada paulatinamente por los Estados y comunidades acadmicas. Asimismo, se podra diagnosticar en cada uno de los pases, la influencia de factores tales como la vinculacin entre las iniciativas estatales y de sectores privados para la salvaguardia patrimonial, el nivel de desarrollo de las comunidades acadmicas interesadas en temas patrimoniales o los impactos de las vicisitudes polticas guerras civiles, dictaduras militares, entre otros sobre las tradiciones nacionales de manejo estatal del patrimonio. Estos y otros factores permitiran reconocer semejanzas y diferencias de las trayectorias nacionales de manejo del patrimonio antes de la Convencin del 2003. Ya hemos mencionado el caso de Brasil como experiencia paradigmtica de creacin de una poltica estatal temprana y continuada a la largo de dcadas. Distinta fue, por ejemplo, la situacin de un pas como Per. Fue el caso del ms acendrado indigenismo en Amrica del Sur, al amparo del cual se realizaron innumerables experiencias de promocin del patrimonio material e inmaterial, incluyendo investigacin, difusin, creacin de instancias acadmicas como las especialidades de Antropologa en las universidades, y tambin la ejecucin de diversos planes estatales de promocin y manejo patrimonial. Sin embargo, las discontinuidades en la historia contempornea del pas impidieron la formacin de una tradicin nacional de poltica cultural. El paradigma indigenista, basado en la idea de que resultaba urgente rescatar las expresiones folclricas u originarias, tuvo un importante perodo de apogeo durante las primeras dcadas15 A nivel latinoamericano, al caso brasileo habra que agregarle la experiencia de Mxico, donde tambin se implementan tempranas polticas patrimoniales, luego de la revolucin de 1910.

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del siglo XX, pero posteriormente cedi lugar a otras corrientes y prioridades que reorientaron las polticas estatales.16 En general, considerando estos antecedentes, en los pases adheridos al CRESPIAL actualmente pueden reconocerse hasta tres situaciones de polticas nacionales referidas al PCI. Situaciones que brindan el contexto preciso en el cual entra a tallar la Convencin del 2003. Estas tres situaciones seran las siguientes: a) Existencia de una poltica nacional propia de salvaguardia del PCI, que se basa en la existencia de una tradicin de polticas culturales estatales, debido a su continuidad a lo largo de dcadas. Sera el caso de Brasil, donde desde la dcada de 1930, el Estado ha adoptado mecanismos especficos para el registro y la salvaguardia de su patrimonio material e inmaterial, incluyendo la construccin de inventarios. La experiencia brasilea construida a partir de la Ley de Tombamento de 1937, no es solo una situacin pionera a nivel latinoamericano, sino en el mundo, razn por la cual ha sido justamente uno de los referentes de la definicin de polticas culturales adoptada por organismos como la UNESCO. b) La segunda situacin corresponde a los pases que muestran recientemente el surgimiento de polticas nacionales de salvaguardia del PCI. Se trata de polticas vinculadas en algunos casos a cambios constitucionales, que han implicado significativas variaciones en las polticas de Estado. Asimismo, en cierta medida, estas polticas tambin recogen la influencia de la difusin internacional de la nocin de PCI e inclusive de la misma aprobacin de la Convencin del 2003. Es el caso de pases como Colombia, Ecuador y en menor medida Bolivia, pues este pas se encuentra en pleno proceso de adopcin de las disposiciones de la ltima Constitucin, que ha cambiado la denominacin oficial del pas a la de Estado plurinacional de Bolivia. Se observan avances importantes en la legislacin boliviana en relacin al PCI y la necesidad de su salvaguardia,17 y en tal sentido puede hablarse de un momento de fundacin de una poltica nacional referida especficamente al PCI. Las experiencias de Colombia y Ecuador, en cambio, no solo muestran mayor antigedad, sino tambin mayor soli16 Sobre el caso de Per vase en el CD anexo el estudio de Zuleta (2010). Tambin otros diagnsticos elaborados a solicitud de CRESPIAL, como los de Vega Centeno (2008) y Alfaro (2005). 17 En el momento en que se escriben estas lneas, se encuentra en pleno proceso de discusin un proyecto de Ley Antirracista, que busca asegurar la igualdad de condiciones y oportunidades de acceso a derechos de ciudadana entre los bolivianos de distintos orgenes socioculturales y raciales.

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dez institucional. Durante los ltimos aos ambos pases han definido polticas nacionales que incorporan formas de atencin especfica al PCI. En el caso colombiano, cabe destacar que es a partir de la Constitucin de 1991 que ocurre un giro significativo en las polticas estatales, incluyendo la implementacin de polticas de promocin cultural, as como la adopcin de mecanismos de representacin poltica indgena en todos los niveles de gobierno. Asimismo, cabe mencionar que Colombia es el pas de la regin en el cual se aprecia, durante las ltimas dcadas, la consolidacin de una comunidad acadmica que ha influido significativamente en la adopcin de polticas patrimoniales a nivel de Estado.18 En el caso de Ecuador, la instauracin de una poltica nacional patrimonial se remonta a las dcadas de 1970 y 1980, a partir de la revaloracin del valor monumental de ciudades como Quito y Cuenca. Posteriormente, se ha ido incorporando una nocin ms amplia del patrimonio y, recin en el ao 2007, se realiza un plan de emergencia para el registro de este a nivel nacional, en el marco del decreto de emergencia del patrimonio cultural. c) La tercera situacin corresponde a pases que muestran importantes esfuerzos e iniciativas para la salvaguardia del PCI, pero en el marco de la inexistencia de polticas nacionales, si nos referimos a ellas en sentido estricto. Sera el caso actual de Per, Chile, Uruguay y Paraguay. En todos estos casos, recientemente se vienen ejecutando importantes proyectos y planes dirigidos a documentar expresiones del PCI, o bien a ejecutar acciones concretas de salvaguardia, ligados muchas veces a la instauracin de una nueva institucionalidad y a los propios impactos de la Convencin del 2003. Sin embargo, se carece an de polticas nacionales referidas al PCI, y es justamente dicha carencia el reto principal de las iniciativas estatales y privadas en el futuro cercano. En Per, se ha creado recientemente el Ministerio de Cultura, que ha pasado a asumir las funciones del anterior Instituto Nacional de Cultura, y en plazo inmediato ser importante concentrar esfuerzos en la elaboracin de polticas nacionales para el conjunto de la gestin cultural, y especficamente del PCI. El caso chileno muestra recientemente la adopcin de lineamientos de poltica cultural, que incluyen acciones de salvaguardia del PCI, pero en ausencia de una institucionalidad especfica para la salvaguardia del PCI. En los casos de Uruguay y Paraguay, el campo de las polticas culturales tiene un limitado desarrollo, pero debido al impacto de

18 Esto resulta mayormente significativo, si se toma en cuenta que Colombia es el nico pas de la regin en el cual se mantiene hasta la actualidad una situacin de guerra interna, que a lo largo de dcadas ha causando centenares de miles de muertos.

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la Convencin del 2003 se aprecian esfuerzos importantes dirigidos a mejorar la gestin del patrimonio, atendiendo adems a sus expresiones inmateriales. Para finalizar este acpite, cabe mencionar la importancia de la vinculacin entre polticas estatales y esfuerzos privados de salvaguardia del patrimonio tangible e intangible en los pases. En todos ellos, se puede reconocer que tempranamente, junto a los cambios ocurridos en los Estados, se echaron a andar esfuerzos privados sumamente meritorios, a veces previos a las propias polticas de los Estados, que fueron impulsados por Universidades, empresas, instituciones privadas e investigadores particulares. Estas experiencias han generado un importante acervo patrimonial, que constituye en muchos casos la base de las acciones de promocin del PCI realizadas desde el sector privado en la actualidad (por ejemplo, mediante actividades museogrficas, de registro, investigacin y difusin del PCI).

3.2. Marco legalEs importante realizar un balance en torno de la situacin del marco legal del PCI, porque se trata del contexto legal imprescindible para las tareas de salvaguardia. Durante los ltimos aos, en los distintos pases se han dado avances importantes que permiten hablar de un avance significativo en trminos legales. En primer lugar, en trminos constitucionales y legislativos. Pas por pas, se registra un avance importante hacia la formulacin de un cuerpo de legislacin especfica para el tratamiento del PCI. En algunos casos, la normatividad referida a la proteccin y puesta en valor del PCI es de rango constitucional, pero en otros casos se han diseado normas sectoriales que promueven la salvaguardia del PCI por su vinculacin con determinados sectores. Estos avances en la formulacin de legislacin especfica referida al PCI, conforman una novedad sobre la cual vale la pena llamar la atencin. En la historia legislativa de nuestros pases recordemos que son pases que por estos aos estn cumpliendo dos siglos de existencia republicana, aunque en varios casos se trata de sociedades milenarias es importante reconocer con toda su importancia la formulacin de instrumentos y normas para que los Estados asuman polticas especficas dirigidas a la salvaguardia del PCI.

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En este contexto es posible identificar una situacin de trnsito desde el paradigma anterior centrado en la idea de folclor, al paradigma actual sustentado en la nocin de patrimonio. Durante dcadas, los Estados estuvieron abocados a la labor de rescate de las expresiones folclricas que se pensaba se hallaban irremediablemente destinadas a desaparecer. Las acciones realizadas en ese contexto consistieron en tratar de recuperar ese folclor, conocerlo en el sentido preciso de documentarlo y evitar as que desaparezca sin dejar rastros. Desde inicios del siglo XX, en diversos pases se realiza dicha labor: una suerte de antropologa de emergencia que dej como resultado una masa muy importante de informacin, as como el registro de distintas expresiones patrimoniales, de tipo artstico, musical, artesanal, entre otros. Los esfuerzos de preservacin y rescate cultural realizados bajo el paradigma del folclore, se dirigieron por obvias razones a la documentacin y/o registro de las manifestaciones consideradas expresin genuina de las otras culturas; es decir, de aquellas culturas distintas a la propiamente nacional, occidental o moderna. Es as como los esfuerzos realizados se abocaron, sobre todo, al registro de las manifestaciones pertenecientes a las culturas indgenas, y en menor medida a otras culturas populares (por ejemplo, de grupos castellanohablantes de raigambre popular, poblaciones negras o descendientes de minoras llegadas a los pases en diversas oleadas de migrantes desde diversas partes del mundo). Solo recientemente, a partir del uso de la nocin de patrimonio cultural, ocurre el trnsito paulatino desde el paradigma del folclor al actual, basado en la idea de PCI, y que ha dado lugar al desarrollo de los avances legislativos a los cuales acabamos de referirnos. Se trata, pues, de un trnsito desde el modelo previo de rescate y preservacin del patrimonio folclrico, hacia el actual paradigma cuyo objetivo es salvaguardar el PCI por sus valores intrnsecos. Un trnsito desde la urgencia por documentar y registrar, hacia el inters por preservar las manifestaciones de la cultura viva, incluyendo sus componentes inmateriales y a sus cultores individuales y colectivos. Esto representa un avance muy importante, porque implica una valoracin distinta del patrimonio, que viene ocurriendo paralelamente a los cambios legislativos que el afn de salvaguardia del PCI est originando en los distintos pases. Como mencionamos, en la mayora de pases este avance se ha realizado a travs de cambios constitucionales, los cuales incorporan el reconocimiento explicito de la diversidad

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cultural y, en ese sentido, alientan acciones especficas destinadas a la salvaguardia del PCI. Es importante destacar que no se trata de acciones que podramos concebir como una suerte de multiculturalismo latinoamericano, o bien como resultado de la influencia del paradigma multicultural desarrollado en otros pases (por ejemplo en Canad). Ms que expresin de un multiculturalismo subregional latinoamericano, la expansin de la nocin de PCI y los cambios legislativos recientes, responden a las encrucijadas recientes vividas en el subcontinente, que han obligado a los Estados y las lites a mirar hacia adentro, redescubriendo sus propias sociedades. Procesos como la globalizacin, el colapso del modelo de crecimiento basado en la industrializacin por sustitucin de importaciones, el surgimiento de movimientos sociales que proponen cambios en los modos de gobernar los cuales van desde experiencias como los movimientos indgenas hasta el surgimiento de los llamados gobiernos progresistas en pases como Ecuador, Bolivia y Venezuela han conducido a una nueva manera de mirar hacia adentro. Ello implica revalorizar las culturas consideradas como propias. Se trata de un giro en los modos de concebir lo propiamente nacional, y de acciones sucesivas de los Estados, que vienen siendo posibles debido al uso de la nocin de PCI. Ello se refleja en una suerte de reencuentro intercultural de los Estados con sus respectivas sociedades, efectuado a travs del diseo y ejecucin de polticas de salvaguardia del PCI. La reforma de las Constituciones aparece de manera diferenciada y se concatena con las respectivas tradiciones nacionales de salvaguardia del PCI. Podemos identificar algunas situaciones. Primero, existe en algunos pases sobre todo en Brasil una larga tradicin nacional de ejecucin de polticas culturales que como hemos sealado antes se remonta a las primeras dcadas del siglo XX. En Brasil, desde la Ley del Tombamento de 1937, el Estado incorpora una nocin particular acerca del valor del PCI, y ello permite que se implementen muy tempranamente acciones de salvaguardia. En Amrica Latina, el nico paralelo es la experiencia de Mxico, con posterioridad a la revolucin de 1910. Una segunda situacin es la que corresponde a aquellos pases en los cuales antes de la Convencin de 2003 se da un importante cambio constitucional tendiente al reconocimiento de la diversidad cultural, que en algunos casos sustenta nuevas polticas de salvaguardia del PCI. Es el caso de Colombia. En este pas, el cambio constitucional del ao 1991 es bastante notable. A partir de entonces, se van manifestando una serie de novedades, que tienen que ver con la participacin de las minoras indgenas en los distintos niveles de gobierno, as como la

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implementacin de un sistema de reconocimiento y salvaguardia del patrimonio cultural a escala nacional. Igualmente, en Ecuador y en Bolivia el cambio hacia una mayor valorizacin del PCI ocurre mediante la aprobacin de nuevas Constituciones, aunque de modo ms tardo que en Colombia. En Ecuador, a partir de la Constitucin de 1998, se incorpora el reconocimiento de la diversidad cultural a mltiples niveles del funcionamiento estatal. Posteriormente, con la ltima Constitucin aprobada recientemente, durante el actual rgimen del presidente Rafael Correa, se enfatiza an ms la necesidad de preservar el PCI, como una forma de alentar el reconocimiento y la existencia de la diversidad cultural del pas. En Bolivia, tambin recientemente, con el gobierno de Evo Morales, se aprueba una nueva Constitucin que cambia el nombre del Estado mediante el reconocimiento de su carcter plurinacional. En este contexto, se redisea la estructura estatal, as como la gestin de las polticas dirigidas a la salvaguardia del patrimonio cultural, en el marco del intento de descolonizacin de la sociedad y el Estado. En ambos pases, dichos cambios ocurren como resultado de las especficas trayectorias nacionales y de la transformacin de las correlaciones internas de poder. No se trata de cambios que reflejan el impacto directo de la Convencin del 2003: se relacionan con ella, incorporan sus recomendaciones, pero se hallan, ms bien, ligados a las transformaciones intrnsecas de tipo poltico. Actualmente, como resultado de estos cambios ocurridos en los ltimos aos en Ecuador y Bolivia, en ambos pases se vienen implementando planes y polticas de salvaguardia del patrimonio que responden a lo que podemos denominar como una redefinicin de lo nacional. Esta redefinicin impulsada por los Estados, encierra sin embargo el riesgo de convertir a las polticas patrimoniales especficamente a la labor de salvaguardia del PCI- en instrumentos para la legitimacin de proyectos polticos que pugnan por una nueva manera de concebir lo nacional. Una tercera situacin es la que corresponde a aquellos pases en los cuales los cambios legislativos no se han dado necesariamente al nivel constitucional, sino a travs de la aprobacin de leyes especficas o mediante la implementacin de reformas institucionales que han incorporado el uso de la nocin de PCI para la ejecucin de las polticas culturales. Una muestra de esta situacin es el caso de Per, donde recientemente se ha creado un Ministerio de Cultura que cuenta con un Viceministerio de Patrimonio Cultural.

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3.3. InstitucionalidadUno de los cambios que ha acompaado a las reformas legislativas que han adoptado los distintos pases a fin asegurar la salvaguardia de su PCI, tiene que ver con la creacin de instancias especficas dedicadas a dicha tarea. La tendencia visible es a la creacin de instancias especficas para la gestin del PCI, en vinculacin con las reformas en la legislacin interna. Esta tendencia representa un avance muy importante, pues hasta hace pocos aos, en la mayora de los Estados no existan instancias dedicadas a la salvaguardia del PCI. De all que la creacin de Ministerios, Viceministerios y otras dependencias dedicadas expresamente al tema del PCI constituye una novedad en lo que respecta a la institucionalidad estatal. Debido a las diferencias de reformas legislativas realizadas en los pases para la incorporacin del tratamiento del PCI entre las polticas de Estado, se pueden encontrar diferencias en lo que respecta al rango de la institucionalidad estatal. Mientras que en algunos pases se han creado Ministerios de la Cultura que incluyen entre sus prerrogativas el manejo del PCI, en otros casos esta funcin ha sido adscrita a los Ministerios de Educacin o bien ha recado en dependencias de menor rango. En general, se aprecia que en relacin a la institucionalidad para el manejo del PCI, existe una transicin desde los Ministerios de Educacin hacia los actuales Ministerios de Cultura. En la mayora de pases se ha avanzado hacia la creacin de estas entidades, incluyendo una dependencia particular para la atencin estatal al patrimonio y al interior del mismo al PCI. Esto ha venido ocurriendo a la par que a nivel internacional se vienen consolidando espacios de dilogo y coordinacin de los Ministerios de Cultura.19 Como acabamos de anotar, el pas donde ms recientemente se ha creado un Ministerio de Cultura es Per, donde luego de aos de expectativa, en julio del 2010 se promulg la ley de creacin del Ministerio de Cultura, el cual incluye dos Viceministerios: el de Interculturalidad y el de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales. En otros pases, las polticas culturales siguen siendo potestad de dependencias sin rango ministerial o de los Ministerios de Educacin (ver Cuadro 1).

19 Existe, por ejemplo, la Conferencia Iberoamericana de Cultura que en su XIII versin se realiz en setiembre del 2010 en Argentina. Asimismo, este ao, el BID realiz a inicios de octubre una reunin especial para discutir con los Ministros de Cultura de 13 pases cmo las polticas culturales se vinculan con el desarrollo econmico.

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Cuadro 1 Institucionalidad para el manejo del PCI en los pases miembros del CRESPIALPases Institucionalidad para el manejo del PCI Comisin de Preservacin del Patrimonio Argentina Direccin de Patrimonio y Museos Ministerio de Culturas, rea de Patrimonio Inmaterial Bolivia Ministerio de Cultura, Unidad de Registro y Catalogacin Instituto de Patrimonio Histrico y Artstico Nacional (IPHAN) Brasil Centro Nacional de Folclore y Cultura Popular (CNFCP) Ministerio de Cultura, Direccin de Patrimonio Colombia Comit Intersectorial del PCI Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) Chile Direccin de Bibliotecas, Archivos y Museos (DBAM) Ministerio de Cultura (2007) Ecuador Ministerio Coordinador del Patrimonio Natural y Cultural (2007) Per Paraguay Uruguay Ministerio de Cultura (2010) Direccin General de Patrimonio Ministerio de Educacin y Cultura, Comisin de Patrimonio Cultural

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En este contexto, resulta necesario llamar la atencin acerca de las experiencias recientes de Bolivia y Ecuador en lo que respecta a la creacin de una institucionalidad estatal ad hoc para el desarrollo cultural. En ambos pases, se aprecia recientemente que, como parte de las reformas emprendidas por los gobiernos de Evo Morales y Rafael Correa en el marco de sus respectivos proyectos polticos,20 se han impulsado formas novedosas de diseo y ejecucin de las polticas culturales. En Bolivia, con el objetivo explcito de contribuir a la descolonizacin del pas, se ha creado un Ministerio de las Culturas que incluye un rea de Patrimonio inmaterial. En Ecuador, el 2007 se cre el Ministerio de Cultura y, ese mismo ao, se instaur el Ministerio Coordinador del Patrimonio Cultural y Natural. En el caso boliviano, la idea eje es que no puede hablarse de la cultura en singular, sino que es necesario que desde el Estado se reconozca explcitamente la existencia de culturas en plural. Este cambio en la denominacin expresa en realidad un intento de descolonizacin empujado desde el Estado, que tambin ha implicado la variacin de la denominacin oficial del Estado, pues actualmente Bolivia se considera un Estado plurinacional. En Ecuador, el nfasis es puesto en la necesidad de la transversalidad de la gestin cultural. Por ello, al mismo tiempo que se instaura un Ministerio de Cultura, se establece otro Ministerio dedicado a la coordinacin de las polticas culturales entre los diversos organismos del Estado. Entre los pases considerados en el presente diagnstico, el nico en el cual no existe una instancia especfica para la gestin del patrimonio inmaterial es Chile. Si bien se registran avances importantes en poltica cultural, y especficamente en lo que respecta a la salvaguardia del PCI, no se ha creado una dependencia especializada en el tratamiento del PCI al interior del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), organismo con rango ministerial encargado de las polticas culturales. Respecto a la institucionalidad para el manejo patrimonial, entonces, podemos reconocer que en los ltimos aos se viene conformando un mbito de gestin estatal dedicado especficamente al PCI. Se trata de un avance muy importante, que resulta paralelo a la persistencia de problemas institucionales en todos los pases, que tienen que ver con aspectos presupuestales, recursos humanos, dficit de respaldo poltico a iniciativas de gestin cultural, entre otros. Sin embargo, a pesar20 En ambos casos se trata de gobiernos que han sido catalogados como gobiernos progresistas. En el caso boliviano, se trata de un proyecto impulsado por el MAS y autodenominado como revolucin democrtica y cultural. En Ecuador, se trata de un proyecto poltico conformado por una coalicin de movimientos articulados en el partido Alianza Pas, con la autodenominacin de revolucin ciudadana.

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Cuadro 2 Ratificacin de la Convencin del 2003 en Amrica Latina y el CaribeN 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 Estados Panam Per Mxico Nicaragua Bolivia (Estado Plurinacional de) Brasil Honduras Argentina Paraguay Repblica Dominicana Guatemala Uruguay Costa Rica Venezuela (Repblica Bolivariana de) Cuba Belice Ecuador Colombia Barbados Chile Hait San Vicente y las Granadinas Fecha de depsito del instrumento 20/08/2004 23/09/2005 14/12/2005 14/02/2006 28/02/2006 01/03/2006 24/07/2006 09/08/2006 14/09/2006 02/10/2006 25/10/2006 18/01/2007 23/02/2007 12/04/2007 29/05/2007 04/12/2007 13/02/2008 19/03/2008 02/10/2008 10/12/2008 17/09/2009 25/09/2009

Fuente: http://portal.unesco.org/la/convention.asp?KO=17116&language=S

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de dichos problemas se aprecia un avance significativo en lo que respecta a la creacin de una institucionalidad dedicada al diseo y ejecucin de polticas culturales, y especficamente del PCI.

3.4. Impacto de la Convencin del 2003Desde la aprobacin de la Convencin del 2003, su impacto en los pases latinoamericanos ha sido bastante significativo. En primer lugar, se puede mencionar la rapidez del proceso de la ratificacin de la Convencin por parte de los Estados miembros. De acuerdo con lo estipulado por la Convencin, su entrada en vigencia tendra lugar a partir de la ratificacin de un trigsimo Estado, hecho que tuvo lugar el ao 2006. Actualmente, han ratificado la Convencin 131 Estados de los distintos continentes, incluyendo a 22 pases de Amrica Latina y el Caribe (ver Cuadro 2). Entre los pases que se han adherido a la Convencin del 2003, se encuentran aquellos que actualmente conforman el CRESPIAL. De hecho, la creacin de este organismo es tambin un elemento que permite apreciar el impacto de la Convencin en la regin. Actualmente, son 10 los pases integrantes de CRESPIAL y se encuentran en realizacin las negociaciones para la incorporacin de otros pases. En relacin al impacto de la Convencin en los pases, lo que puede observarse es que, en algunos casos, dicho instrumento ha fortalecido trayectorias previas de poltica estatal referida a la proteccin del PCI, mientras que en otros ha brindado un impulso importante para su consolidacin o implementacin. La primera de estas dos situaciones corresponde entre los pases integrantes de CRESPIAL a Brasil. Como ha sido mencionado, en este pas existe una poltica estatal de larga data para el manejo del patrimonio cultural, la cual se remonta a la dcada de 1930. Desde entonces, Brasil se ha caracterizado por dar continuidad a su poltica cultural, forjando una slida tradicin de gestin cultural.

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La aprobacin de la Convencin del 2003 y su ratificacin por Brasil el ao 2006, han fortalecido dicha trayectoria, incluyendo la incorporacin de aspectos puntuales, tales como el tratamiento de las lenguas en peligro de extincin, el tipo de identificacin de los portadores del patrimonio, los conceptos utilizados en la elaboracin de los inventarios nacionales, entre otros.21 En el resto de pases, el impacto de la Convencin consiste hasta la fecha en brindar un impulso muy importante para el avance en la definicin de polticas nacionales de salvaguardia del PCI. En casos como los de Colombia, Ecuador, Per, Uruguay y Chile, la Convencin ha brindado un conjunto de definiciones conceptuales y lineamientos respecto a las polticas de salvaguardia del PCI, a las cuales paulatinamente dichos Estados se vienen adecuando. Estos pases contaban, al momento de ratificar la Convencin, con antecedentes importantes de poltica cultural propia, pero que no constituan un corpus nacional propio como el brasileo. En ese sentido, la Convencin ha sido adoptada como una gua para la consolidacin de las polticas de salvaguardia del patrimonio cultural que venan ejecutndose y para la implementacin de nuevas acciones. En otros casos, como los de Bolivia y Paraguay, se viene utilizando expresamente la Convencin del 2003 como base para el diseo de las primeras acciones de salvaguardia dirigidas expresamente al PCI. Debido a la inexistencia de polticas culturales nacionales en estos pases, las disposiciones de la Convencin han brindado un sustento eficaz para la definicin de lineamientos nacionales de mediano y largo plazo, as como para la creacin de una institucionalidad dedicada especficamente a la salvaguardia del PCI. Una mencin particular en este contexto puede hacerse en relacin a los casos de Per y Ecuador. En Per, que fue junto a Panam uno de los primeros pases latinoamericanos en adherirse a la Convencin del 2003 (vase Cuadro 2), con posterioridad a dicha ratificacin se procedi a la creacin del Ministerio de Cultura, el cual tiene por delante el reto de incorporar los lineamientos de la Convencin, a fin de consolidar polticas nacionales de salvaguardia del PCI. En el caso de Ecuador, la Convencin ha permitido visibilizar fuertemente el PCI, con lo que ha contribuido

21 Como enfatiz la Dra. Celia Corsino, representante del Brasil en el taller de discusin de los avances de diagnstico realizado por CRESPIAL en la ciudad de Cusco, en julio del 2010, la Convencin del 2003 ha fortalecido la poltica nacional brasilea referida al patrimonio, a pesar de que entre ella