Evaluación de los cambios producidos con el diseño e implantación de...

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Evaluación de los cambios producidos con el diseño e implantación de una vía clínica en la gestión del proceso de atención de pacientes susceptibles de una resección transuretral Mª Francisca Tudela Urrea

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  • Evaluacin de los cambios producidos con el diseo e implantacin de una va clnica en la gestin del proceso de atencin de pacientes susceptibles de una reseccin transuretral

    M Francisca Tudela Urrea

    www.ua.eswww.eltallerdigital.com
  • 1

    UNIVERSIDAD DE ALICANTE

    DEPARTAMENTO DE ENFERMERA

    TESIS DOCTORAL

    M FRANCISCA TUDELA URREA

    PROGRAMA DE DOCTORADO DE CIENCIAS DE LA SALUD

    Director: Dr. Joaqun Urs Sells. Profesor Asociado del

    Departamento de Enfermera Comunitaria, Medicina Preventiva y

    Salud Pblica e Historia de la Ciencia.

    Evaluacin de los cambios producidos con el diseo e

    implantacin de una va clnica en la gestin del proceso de

    atencin de pacientes susceptibles de una reseccin transuretral

  • 2

    DEDICATORIA

    A mi hijo Arturo,

    A mi marido Jos Miguel,

    A mi madre,

    Y a la memoria de mi abuelo Toms

  • 3

    AGRADECIMIENTOS

    Nada ms que deseosa de que llegara este momento para escribir mis

    agradecimientos. Momento deseado pero tambin complicado. Tantos

    acontecimientos han ocurrido desde que se puso en marcha este estudio que

    me han hecho cambiar el rumbo de mi vida. El ms importante es el

    nacimiento de mi hijo Arturo, el cual ha hecho que mi vida sea totalmente

    plena. A l va dedicada principalmente la tesis, espero que le sirva como

    punto de referencia en su futuro camino formativo y profesional

    Intentar ser breve y no dejar a nadie sin su reconocido

    agradecimiento.

    Me gustara agradecerle a mi familia su apoyo incondicional, sus

    palabras de nimo y sobre todo su ayuda a nivel personal, hermanas,

    hermanos, padre y abuelos, y sobre todo a mi madre. Agradecer a mi

    madre su capacidad de hacer ver a sus hijos que todo es posible, de ver en

    ellos lo mejor y de ayudarnos a encontrar la felicidad a todos y a cada uno

    de los cinco hermanos que somos, totalmente una madre luchadora.

    Agradecer a mi marido, Jos Miguel, su paciencia y su ayuda durante

    todo el periodo de estudio. Agradecer su amor y por creer en m, el ha sido

    un punto clave en los momentos ms complicados del estudio.

    No puedo dejar de agradecer al personal del rea III del Servicio

    Murciano de Salud su ayuda y colaboracin en el estudio, direccin,

    enfermeras, mdicos, urlogos, supervisores, auxiliares, etc. Agradecerles

    el tiempo, trabajo e inters que han vertido en el desarrollo de la tesis.

    Por ltimo, y quizs ms importante agradecimiento va dirigido a mi

    tutor de tesis, Joaquin Urs. Gracias por su colaboracin, por su direccin,

    por ser el aliento de la tesis y por supuesto por tener esa capacidad humana

    y de cercana que ayuda a que todo sea ms fcil. Gracias.

  • 4

    INDICE DE CONTENIDOS

    I. INTRODUCCIN

    1. VARIABILIDAD EN LA PRCTICA ASISTENCIAL: GUAS

    PARA LA PRCTICA CLNICA Y VAS CLNICAS.

    2. VAS CLNICAS

    2.1. Generalidades de la va clnica.

    2.2. Concepto y definiciones.

    2.3. Breve Historia.

    2.4. Ventajas y limitaciones.

    2.5. Metodologa de las vas clnicas basadas en la evidencia.

    2.5.1. Criterios de seleccin del proceso.

    2.5.2. Etapas.

    2.5.3. Composicin y reclutamiento del equipo.

    2.5.4. El proceso de desarrollo de la va.

    2.5.5. Formato de la va clnica.

    2.5.6. Documentacin y anlisis de variaciones.

    2.5.7. Autonoma Versus estandarizacin.

  • 5

    3. MODELOS DE CALIDAD ASISTENCIAL Y GESTIN DE

    CUIDADOS.

    4. CALIDAD ASISTENCIAL Y CUMPLIMIENTO DE LA HISTORIA

    CLNICA.

    4.1. Introduccin.

    4.2. Definicin y archivo de las Historias Clnicas.

    4.3. Historia Clnica en el marco legal.

    4.4. Necesidad de controlar la calidad de las Historias Clnicas.

    4.5. Consentimiento informado.

    4.6. La importancia de la Historia Clnica en la va clnica de RTU.

    5. MARCO TERICO Y TRASLADO A LA PRCTICA.

    5.1. Reseccin transuretral de prstata (RTUp).

    5.2. Reseccin transuretral de vejiga (RTUv).

    5.3. Diagnsticos de enfermera para RTU.

    5.3.1. Breve historia de la clasificacin de enfermera.

    5.3.2. Diagnsticos enfermeros en la gestin.

    5.3.3. Diagnsticos enfermeros en nuestra va clnica

    6. JUSTIFICACIN.

    II. HIPTESIS Y OBJETIVOS

    III. METODOLOGA

    1. DISEO

    2. SELECCIN DE LA MUESTRA

  • 6

    3. CRITERIOS DE INCLUSIN

    4. CRITERIOS DE EXCLUSIN

    5. PUESTA EN MARCHA DE LA VA CLNICA

    6. PERIODOS DEL ESTUDIO

    7. METODOLOGA EMPLEADA PARA EL DISEO DE LA VA

    CLNICA

    8. VARIABLES A ESTUDIO

    9. REGISTRO DE DATOS

    10. METODOLOGIA PARA LA EVALUACIN DE LA VA

    CLNICA POR LOS PROFESIONALES SANITARIOS.

    11. METODOLOGIA PARA EVALUACIN DEL IMPACTO DE LA

    VA CLNICA EN LOS SERVICIOS

    12 METODOLOGIA PARA LA EVALUACIN DE LA

    CUMPLIMENTACION DE LA HISTORIA CLINICA

    13. METODOLOGIA PARA LA EVALUACIN DE LA CALIDAD

    PERCIBIDA POR LOS PACIENTES

    IV. RESULTADOS

    V. DISCUSIN

    VI. LIMITACIONES

    VII. CONCLUSIONES

    VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

    IX. ABREVIATURAS

    X. ANEXOS

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    I. INTRODUCCION.

    1. VARIABILIDAD EN LA PRCTICA ASISTENCIAL: GUAS

    PARA LA PRCTICA CLNICA Y VAS CLNICAS.

    La prctica clnica nos muestra continuamente la gran variabilidad que

    existe en la utilizacin de los recursos sanitarios que la sociedad dispone,

    siendo frecuente observar en nuestro medio como tratamos de forma

    diferente una misma patologa o como empleamos distintos medios

    diagnsticos para una misma enfermedad.

    Existe una variabilidad clara en la prctica clnica, tanto en la

    utilizacin de los recursos sanitarios, como en los resultados obtenidos,

    atribuibles a las diferencias en la oferta de servicios de los diferentes

    centros o instituciones1. No obstante, la causa ms importante de los

    diferentes resultados obtenidos se debe a la gran variabilidad en la

    prestacin de servicios de atencin a los enfermos2.

    Las compaas aseguradoras sanitarias norteamericanas no entendan

    esta variabilidad manifiesta en la atencin a un paciente afecto de una

    misma patologa en diferentes centros sanitarios, ni las grandes diferencias

    en los costes de tratamiento de una misma patologa3, y como tal plantearon

    la necesidad de utilizar metodologas destinadas a disminuir la variabilidad

    de la atencin sanitaria, ajustar la utilizacin de recursos y aumentar la

    calidad en el cuidado del paciente4.

    Durante los aos 80 aparecen, fundamentalmente en Estados Unidos,

    Canad, Inglaterra y Nueva Zelanda, los protocolos y las guas de prctica

    clnica, como elementos vehiculizadores de las mejores prcticas en las

    que, tanto clnicos como gestores sanitarios, ven como herramientas para

    realizar una atencin al paciente ms consistencia y tambin con mayor

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    eficiencia . Se trata de planteamientos, consejos y directrices que facilitan

    la toma de decisiones, y que describen el cuidado apropiado basado en la

    evidencia cientfica y el amplio consenso, actuando tambin como

    elemento de mejora de la calidad asistencial5.

    En ocasiones, el vocablo ingls clinical practice guidelines se

    traduce indistintamente por protocolo de prctica clnica o gua de

    prctica clnica.

    Las guas clnicas son documentos editados habitualmente por

    sociedades cientficas, desarrollados por consenso, apoyados en

    metaanlisis y ensayos clnicos sobre la patologa o proceso en cuestin, y

    refrendados por la mayor evidencia cientfica posible6.

    Las guas clnicas no definen detalladamente la atencin al

    paciente en el proceso diagnstico y terapetico, pues son recomendaciones

    de cmo tratar una patologa basndose en revisiones sistemticas de la

    bibliografa actual.

    El trmino protocolo se basa en el consenso de un grupo

    multidisciplinario de profesionales para llegar a acuerdos en temas de

    conflicto y discrepancias, por tanto, estrictamente, estos ltimos, si bien

    reducen la variabilidad de los cuidados, presentan el riesgo de no favorecer

    la mejor prctica clnica. No obstante a nadie sensato se le puede ocurrir

    desarrollar un protocolo sin realizar una revisin sistemtica de la

    evidencia cientfica o no tener en cuenta las guas de prctica clnica

    publicadas al respecto y de esta forma, normalmente los protocolos son

    recomendaciones de tratamiento que se basan en las guas de prctica

    clnica7,8

    .

    Las vas clnicas, implantadas por primera vez en el New England

    Medical Center de Boston por Zander en 1980, suponen una forma de

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    adaptar las guas de prctica clnica o los protocolos, a la prctica clnica

    real, siendo de este modo la versin operacional de las guas clnicas9.

    Las guas o los protocolos definen la atencin y/o cuidado que ha de

    recibir el enfermo, las vas definen cundo, cmo y en qu secuencia la

    atencin y/o cuidado se ha de proporcionar y adems especifica los

    objetivos de cada fase7.

    Las metodologas de trabajo de las vas clnicas fueron desarrolladas

    en la industria como herramientas para identificar la velocidad limitante en

    los distintos procesos de produccin. En la industria, cualquier variacin en

    el proceso de produccin es subptima10

    . Por ello, definiendo los procesos

    y tiempos necesarios, pueden identificarse las reas de produccin crticas,

    medir las variaciones de un mismo proceso y emprender las acciones de

    mejora10

    . Una vez corregida una fase para mejorar el proceso, debe

    volverse a evaluar. De cumplirse, la variacin debe disminuir, el tiempo

    empleado en el proceso ha de ser menor, los costes deben menguar y

    aumentar la calidad de produccin11

    .

    Cuando se intenta poner en prctica una va clnica la tarea no

    resulta fcil por diferentes motivos:

    - primero, porque el reconocimiento de la individualidad de la

    persona o la variabilidad en la evolucin de las enfermedades se

    opone directamente al concepto de estandarizacin,

    - segundo , porque la definicin de unos roles genricos y

    responsabilidades preestablecidas, en muchas ocasiones, no

    convencen a todo el equipo, y resulta fundamental el compromiso y

    la participacin de todos,

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    - tercero porque es preciso reconocer que, como cualquier

    herramienta, una va clnica es slo tan buena como los

    profesionales que la usan, y trabajar con vas implica desarrollar

    una serie de conocimientos, habilidades y valores, entre los que se

    han descrito: la orientacin a resultados, la habilidad para implicar

    al paciente y la familia, o la habilidad para la negociacin entre los

    distintos miembros del equipo12

    .

    Si a todo ello se aade que, como informan los expertos, a pesar de la

    gran cantidad de artculos publicados, hay una comprensin superficial

    acerca del tema, y que es tambin preciso el refuerzo continuo y el apoyo

    de los jefes de servicio, se puede entender por qu se ha calificado

    anteriormente su puesta en marcha como una tarea complicada13

    .

    En definitiva, antes de estudiar la efectividad de una va clnica

    resulta imprescindible asegurar una adecuada comprensin del tema y una

    cuidada implantacin de esta.

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    2. VAS CLNICAS

    2.1 GENERALIDADES DE LA VA CLNICA

    La gestin de procesos permite normalizar la actuacin de los

    servicios sanitarios, reducir la variabilidad de la prctica clnica, adaptarse

    a los recursos disponibles, garantizando as la eficiencia, efectividad y

    calidad de los servicios14

    . La principal herramienta de gestin de procesos

    asistenciales son las vas clnicas. Las vas clnicas tienen entre otros el

    objetivo de mejorar el trabajo multidisciplinar en equipo y operativizar la

    gestin del proceso15,16

    .

    La toma de decisiones en los hospitales ha pasado durante los

    ltimos aos de estar basada en la intuicin y la experiencia a ser algo

    basado en pruebas cientficas slidas. Este tipo resoluciones se conoce

    como prctica basada en la evidencia, sin embargo, la contina

    publicacin de nuevas pruebas y recomendaciones junto con las exigencias

    de la prctica diaria hace difcil a los profesionales de la salud mantenerse

    al da. Resulta pues necesario un instrumento que proporcione un vnculo

    entre la mejor evidencia cientfica disponible y su aplicacin a la prctica

    clnica facilitando la estandarizacin de los procedimientos en el marco de

    la gestin de procesos asistenciales.

    Surge as la va clnica (VC) como una herramienta dirigida a enlazar

    la prctica con un problema especfico de salud que busca optimizar los

    resultados del paciente y maximizar la eficacia de la atencin. Se trata de

    un instrumento que apoya la traduccin de guas de prctica clnica en

    protocolos de prctica clnica local de forma que mientras las guas clnicas

    proporcionan recomendaciones genricas, las vas clnicas dan detalles de

    la estructura local y de los sistemas y plazos de tiempo que se deben

    cumplir para abordar estas recomendaciones 17,18

    .

  • Pgina | 6

    Como ejemplo, una va clnica de un programa de ciruga cardiaca

    incluira la recomendacin de que una persona hospitalizada por esta

    ciruga asista a un programa de rehabilitacin cardaca y proporciona

    detalles acerca de los sistemas locales de referencia que deben utilizarse, el

    momento de presentar la solicitud, a quin debe ser presentado y/o quin es

    el responsable de realizar la solicitud.

    Las vas clnicas se han denominado de diversas formas: itinerarios

    integrados de atencin', vas crticas, planes de asistencia," ruta de

    atencin y mapas de atencin.

    Adems del apoyo a la prctica basada en la evidencia, las VCs se

    han propuesto como una estrategia para optimizar la asignacin de recursos

    en un clima de creciente inters por los costos junto con la tendencia

    mundial a la economizacin de la atencin a la salud19

    .

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    2.2. CONCEPTOS Y DEFINICIONES

    Las vas clnicas son herramientas que proporcionan un vnculo

    entre la mejor evidencia cientfica disponible y la prctica clnica diaria,

    estructuradas para planificar y coordinar la secuencia de procedimientos

    mdicos, de enfermera y administrativos (test diagnsticos, medicacin,

    consultas, informacin, planificacin del alta, etc.) necesarios para

    conseguir una mxima eficacia en el proceso asistencial (Mosbys Medical,

    Nursing and Allied Health Dictionary 95).

    Formalmente, se trata de estrategias para reducir la utilizacin de

    recursos manteniendo la calidad de los cuidados y como instrumento

    organizativo y multidisciplinario permite la estandarizacin de los cuidados

    para un grupo de pacientes con una misma patologa y un curso clnico

    previsible17

    .

    Tres artculos claves segn la European Pathways Association

    describen los criterios que debe cumplir una va clnica17,20,21

    .

    Una intervencin se define como va clnica si se trata de un plan de

    cuidados estructurado y multidisciplinario y al menos se cumplen tres de

    los siguientes cuatro criterios:

    1. Se debe utilizar para canalizar las directrices o pruebas hacia las

    estructuras locales.

    2. Debe detallar los pasos de un tratamiento o la asistencia en un plan,

    ruta, algoritmo, pauta u otro tipo de protocolo.

    3. Tiene que progresar por etapas sobre una estructura temporal basado

    en una serie de criterios diseados que deben cumplirse.

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    4. Se dirige a estandarizar la atencin para un problema clnico, un

    procedimiento o un episodio de atencin especfico, en una poblacin

    concreta.

    2.3. BREVE HISTORIA.

    Este mtodo, como una tcnica para la mejora continua de la calidad,

    fue inicialmente desarrollado hacia los aos 50 para su uso en la industria

    como herramienta para facilitar la coordinacin de mltiples personas y

    manejar las diferentes etapas en el proceso de produccin mediante la

    identificacin de las secuencias de sucesos claves que a travs de una lnea

    temporal se conducen durante todo el proyecto1,2,4

    .

    Su aplicacin a los temas sanitarios comienza hacia la dcada de los

    80 cuando los sistemas de pago prospectivo centran su inters en buscar

    mtodos para mejorar la eficiencia hospitalaria17

    . La mayora de las

    primeras vas fueron desarrolladas por enfermeras para aplicar solo a

    cuidados de enfermera22,23,24,25

    , pero su evolucin posterior las ha

    convertido en instrumentos multidisciplinarios que cubren todos los

    aspectos del cuidado del paciente hospitalizado26,27

    .

    El gran empuje en la puesta en marcha de las vas clnicas proviene

    de una gran presin competitiva y la continua evidencia de una gran

    variabilidad no explicada en la prctica clnica17,28

    . En Espaa el inters

    surge en la ltima dcada en respuesta a la evolucin de nuestro sistema

    sanitario cuya sostenibilidad obliga a optimizar la eficiencia.

    Las vas clnicas, sin embargo, no han incorporado las tcnicas

    formales de la industria y en general cuando se usan para planificar los

    cuidados sanitarios suelen incluir los siguientes objetivos especficos29

    :

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    1.Seleccionar la mejor prctica cuando esta varia innecesariamente.

    2. Definir estndares para la duracin esperada de la estancia hospitalaria

    y para el uso de pruebas y tratamientos.

    3. Examinar las relaciones entre las diferentes etapas y buscar formas

    para coordinar o reducir el tiempo entre ellas.

    4. Aportar a los profesionales del hospital un plan con el que

    comprender y ver sus diferentes papeles en el proceso global.

    5. Proporcionar una red de trabajo para recoger datos sobre el proceso

    que permita su anlisis crtico.

    6. Disminuir la documentacin utilizada en la prctica asistencia de

    mdicos y enfermeras.

    7. Mejorar la satisfaccin del paciente con atencin a su educacin y la de

    sus familiares sobre el plan previsto y su puesta en marcha.

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    2.4. VENTAJAS Y LIMITACIONES.

    Una rpida expansin llev a que, en los aos 90, ms del 60% de los

    Hospitales de Estados Unidos utilizaran vas clnicas para sus procesos ms

    frecuentes29

    . Se ha continuado invirtiendo grandes recursos en el

    desarrollo, implementacin y mantenimiento de vas clnicas y as, en la

    dcada actual, ms del 80% de los hospitales en Norteamrica usan vas

    clnicas durante al menos algunas de sus intervenciones15

    .

    Sin embargo, los estudios individuales sobre el impacto de VCs han

    producido resultados contradictorios y los resultados de los estudios sobre

    su aplicacin en la prctica profesional, analizando la duracin de la

    estancia o la utilizacin de recursos han variado considerablemente

    elevando dudas sobre su desarrollo, puesta en marcha y evaluacin y han

    surgido otras en relacin con sus efectos sobre los resultados de

    satisfaccin del paciente, autonoma mdica o riesgos de mala prctica.

    Se les ha atribuido capacidad de reducir estancia hospitalaria, costes,

    complicaciones, nmero de pruebas diagnsticas, mejora de la actuacin

    teraputica y satisfaccin de enfermos y profesionales aunque su primera

    limitacin es que resultan difciles de aplicar en algunos procesos

    patolgicos habituales debido a la gran heterogeneidad de estos pacientes y

    la dificultad de prever su evolucin.

    Las vas clnicas se desarrollaron y se adaptaron bien a los cuidados

    de procesos hospitalarios con un volumen elevado de casos y a

    procedimientos con alto coste y ms particularmente, en aquellos cuya

    variabilidad, debido a que difieren poco de paciente a paciente, no est

    justificada. Por poner algunos ejemplos, se han aplicado con xito a

    procesos como infarto agudo de miocardio y accidentes cerebro-vasculares.

    Sin embargo, para una gran mayora de diagnsticos, resulta difcil

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    trasladar con xito los cuidados a la va clnica debido a una mayor

    heterogeneidad de los pacientes y dificultades a la hora de prever su

    evolucin17,30

    .

    Algunas instituciones han reportado fracasos cuando las vas se usan

    en pacientes mdicos con mltiples problemas que requieren varias vas o

    no se adaptan a una va concreta30,31,32

    . A pesar de todo, las vas clnicas se

    usan en muchas instituciones para problemas mdicos como el parto31

    o la

    trombosis venosa32

    .

    Ms recientemente, algunos estudios informaron de los beneficios

    que la introduccin de VCs comport para una amplia gama de

    diagnsticos o intervenciones, incluida la gestin de tiempos33

    , por ejemplo

    reparacin de la hernia inguinal34

    , la ciruga laparoscpica35

    ,

    pancreatoduodenectoma36

    , la fractura del cuello del fmur37

    , o la

    neumona adquirida en la comunidad 38

    , pudiendo reducir la duracin de la

    estancia y los costos totales de los ingresos hospitalarios agudos, mientras

    se mantiene la calidad de la atencin, la mejora de resultados de los

    pacientes, la cooperacin interdisciplinaria y la satisfaccin del personal

    39,40,41,42,43.

    Por el contrario, hay estudios que no reportan beneficios en relacin

    con la duracin de la estancia y los costes totales. Estos incluyen algunas

    VCs implementadas para las fracturas de cuello femoral en personas

    mayores44

    , las exacerbaciones agudas de asma bronquial45

    , la

    endarterectoma carotdea46

    , el cncer de cabeza y cuello47

    , o la atencin a

    pacientes terminales48

    .

    La calidad general y el mbito de estudios sobre VCs hasta mediados

    de esta dcada no haba sido adecuadamente analizada29

    . Sus pretendidas

    ventajas, ms tericas y fundamentadas en anlisis descriptivos o en

  • Pgina | 12

    opiniones de expertos que en ensayos clnicos y los escasos trabajos sobre

    esta tcnica han adolecido de un nivel de detalle suficiente, ausencia de

    metodologa rigurosa y reproducible y grandes variaciones sobre eleccin

    de temas, formacin de equipos y la propia elaboracin, implantacin y

    evaluacin de la va17

    . Una revisin en 1996 (con el trmino clinical path

    y sus equivalentes) en Medline recogi 581 estudios de los que 528

    correspondian a opinin de expertos, 42 a estudios descriptivos y solo 11

    eran estudios controlados y aleatorizados29,38

    .

    A pesar de todo, igual que otras tecnologas clnicas, las vas clnicas

    se han diseminado antes de que se hicieran controles para evaluar su

    efectividad38,49

    . Resultaba por tanto necesaria una evaluacin rigurosa de la

    eficacia de VCs que mejorar la comprensin de las razones de su xito o

    fracaso, antes de destinar recursos adicionales al desarrollo y aplicacin de

    ms VCs.

    Una revisin en 2010 de la colaboracin Cochrane50

    sobre 27

    estudios con 11.398 participantes ha comparado las vas clnicas con los

    cuidados habituales65

    .

    En primer lugar se intent analizar la informacin disponible en los

    diferentes estudios51,52,53,54

    sobre diez de las caractersticas que presiden la

    intervencin:

    1. Estn basadas en la evidencia

    2. Adaptacin a uso local

    3. Implicacin de los profesionales clnicos en su desarrollo

    4. Utilizacin de un equipo para su puesta en marcha

    5. Identificacin, antes de su aplicacin de la brecha entre evidencia

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    6. cientfica y prctica profesional

    7. Identificacin de las potenciales barreras para el cambio

    8. Incorporacin de sistemas de recuerdo

    9. Incorporacin de auditoras y feedback en su puesta en marcha

    10. Uso de sesiones de formacin

    11. Uso de opiniones los lderes locales como parte del proceso de

    implantacin.

    Sin embargo, la presentacin de informes sobre diseo e

    implementacin de las caractersticas fue muy pobre en los estudios

    incluidos, en particular, para los siguientes tres indicadores:

    1. La identificacin de los posibles obstculos al cambio

    2. La incorporacin de sistemas de recordatorio

    3. El uso de opiniones de responsables locales.

    La conclusin de la revisin mencionada es que las vas clnicas se

    asocian con una reduccin de complicaciones y mejora de la

    documentacin sin que impacten en la duracin de las estancias o costos

    hospitalarios.

    Su verdadero potencial para la mejora de la calidad depender por un

    lado de la investigacin, a travs de estudios de mayor calidad con diseo

    controlado y aleatorizado, clarificando las ventajas reales y limitaciones, (

  • Pgina | 14

    ya que la mayora de estudios actuales son meramente descriptivos) , por

    otro del impacto de las intervenciones no puede compararse con un grupo

    control y por otro del grado de participacin de los profesionales que solo

    puede lograrse bajo la perspectiva de promover la estandarizacin con

    respeto a la autonoma del profesional en sus decisiones, creando un clima

    de dilogo y entendimiento entre clnicos y gestores que garantice el

    equilibrio entre autonoma y estandarizacin.

    Deben ser los responsables sanitarios los que promuevan el uso de

    estos instrumentos como herramienta de estandarizacin que adems de

    mejorar la calidad y la eficiencia de la asistencia sanitaria beneficie a los

    clnicos al dotarlos de mayor control sobre sus pacientes, mejorando la

    calidad y no solo reduciendo costes.

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    2.5. METODOLOGA DE LAS VIAS CLNICAS BASADAS EN LA

    EVIDENCIA

    Existen una serie de pasos que deben seguirse a la hora de la definicin y

    desarrollo de las vas clnicas basadas en la evidencia.

    2.5.1. Criterios de seleccin del proceso.

    Las vas clnicas se han aplicado a diagnsticos y procedimientos de

    elevada frecuencia y coste, especialmente en los que existan variaciones

    que comprometan la eficiencia del proceso asistencial como procesos

    tales como: ciruga coronaria, prtesis de cadera, parto, etc.

    En general se debe decidir por procesos con resultados mejorables

    que comporten un elevado riesgo y coste y que afecten a muchos pacientes

    (criterios de priorizacin de Hanlon y Wiliamson56

    ). La seleccin del

    proceso sobre el que se disea la va clnica atiende a tres criterios

    1. Nmero de pacientes afectados,

    2. Gravedad y riesgo

    3. Coste diferencial (ahorro respecto al coste actual).

    2.5.2. Etapas.

    El xito de estos instrumentos depende del cumplimiento sistemtico

    y riguroso de cada una de las siete etapas necesarias para su desarrollo:

    1. Reclutamiento del equipo multidisciplinar

  • Pgina | 16

    2. Combinar la experiencia de los profesionales con la revisin crtica de

    la experiencia externa (mtodo formal de consenso y evidencia cientfica)

    3. Responder a las preguntas clnicas mediante tcnicas de medicina

    basada en la evidencia o mtodos explcitos

    4. Disear la va clnica provisional y los indicadores para su evaluacin

    5. Realizar estudio piloto y va clnica definitiva

    6. Implantar la va clnica definitiva

    7. Medir el impacto y reevaluarla

    Dos etapas son comunes a todos los procesos de desarrollo de una va

    clnica:

    A. En la primera etapa se evala el proceso solicitando a todos los

    participantes que revisen con profundidad el proceso en su forma actual

    (actividad y tablas precedentes, flowcharts) para identificar las variaciones

    y comprender la interdependencia de las diferentes acciones, identificando

    criterios para la finalizacin y objetivos intermedios a alcanzar. La

    delimitacin de los tiempos de la va y las relaciones entre las diferentes

    actividades va ms all de la revisin de una grfica o una tormenta de

    ideas para usar una tcnica formal que debe combinar, con habilidades de

    trabajo en grupo, la experiencia profesional con la mejor evidencia

    cientfica disponible56

    .

    B. En la segunda etapa se procede a evaluar la evidencia mdica/clnica en

    la literatura y las prcticas externas. Sin embargo, para muchos equipos la

    literatura mdica tiene una importancia limitada dada la escasez de estudios

    bien controlados que den respuesta a cuestiones relacionadas con la forma

    ms efectiva de ejecutar el cuidado. Con lo que para ello las tcnicas de

    benchmarking pueden ser de ayuda.

  • Pgina | 17

    Muchas de las discusiones de vas clnicas se benefician de

    discusiones con colegas de otras instituciones o del anlisis de vas clnicas,

    ya en uso, en otros centros.

    De todas formas, aunque resulte menos costoso adoptar las vas de

    grupos de consenso o de otras instituciones, la participacin activa de

    mdicos, enfermeras y otro personal sanitario en el diseo de su propia va

    es esencial para el xito del programa31,57

    .

    2.5.3. Composicin y reclutamiento del equipo.

    El grupo organizado para desarrollar la va clnica debe ser

    multidisciplinario con el objetivo de disponer del conocimiento y

    perspectivas necesarias para ver el proceso en toda su extensin.

    Intervienen entre 10 a 12 personas entre las que debe incluirse a los

    representantes de todos los profesionales implicados en el proceso

    asistencial.

    Aunque muchas instituciones han apoyado a una enfermera como

    lder del equipo, probablemente un mdico experto permite un mayor

    soporte de la va entre los clnicos.

    La ausencia de una no implicacin activa de los profesionales se cita

    como una causa de fracaso del programa pero otro error frecuente que

    compromete la validez del instrumento es excluir a algn estamento

    implicado en la asistencia58,59

    . Sin embargo sentar alrededor de una mesa a

    mdicos, enfermeras y otro personal sanitario puede no ser suficiente para

    generar el nivel de comunicacin y trabajo en equipo necesario para el

    xito. Siendo este punto un reto importante en ocasiones, especialmente

    para mdicos educados en una tica individualista60,61

    .

  • Pgina | 18

    2.5.4. El proceso de desarrollo de la va.

    La va clnica se disea mediante una racional combinacin de la

    experiencia de los profesionales y la mejor evidencia cientfica disponible y

    requiere de un proceso de discusin y consenso del equipo multidisciplinar

    que debe seguir un riguroso mtodo de validacin que necesita varios

    meses de reuniones y un estudio piloto para corregir errores en su diseo.

    El mtodo empleado para desarrollar la va clnica es un mtodo

    formal de consenso (valora la experiencia interna) combinado con la

    revisin crtica de la evidencia cientfica (experiencia externa). El mtodo

    consiste en elegir o combinar tcnicas de trabajo en grupo como el Delphi,

    el program Evaluation and review technique o los diagramas de flujos de

    forma que se disminuye incertidumbres y aporta rigor metodolgico a las

    decisiones generando un documento que se denomina va clnica basada

    en la evidencia. Con esta estrategia es ms fcil conseguir validez interna

    relacionada con la eficacia de las intervenciones (obtencin de los objetivos

    en condiciones ideales) as como como validez externa , eficacia en la

    prctica diaria, y su eficiencia o impacto en los costes. 38,61,62,63,64

    En la prctica, las preguntas que quedan sin contestar (habitualmente

    por falta de evidencia aceptable) deben abordarse por el equipo responsable

    de la va tabulando la evidencia disponible (aunque sea de baja calidad)

    junto con las opiniones documentadas de expertos tenidas en cuenta en

    funcin de la solidez de los trabajos en que se basen, huyendo as del

    empirismo

    .

  • Pgina | 19

    2.5.5. Formato de la va clnica.

    La forma de presentacin ms comn que adaptan las vas clnicas es la

    de una matriz temporal, colocando en eje de abscisas el tiempo en

    divisiones por das o incluso horas y la ubicacin del enfermo, y en el eje

    de las ordenadas la distribucin de todas las acciones e intervenciones,

    evaluaciones y asistencias, determinaciones o test de laboratorio,

    tratamientos mdicos y cuidados de enfermera, medicacin, actividad,

    fisioterapia, dieta, informacin y apoyo al enfermo y/o familiar, as como

    criterios de ingreso o de alta.

    Tener una va que sirva como herramienta de documentacin de

    enfermera puede competir con el objetivo de involucrar a los mdicos en

    el programa. Algunas vas tratan de contabilizar casi cualquier accin que

    pueda ocurrir en el proceso de cuidado de forma que las enfermeras

    simplemente chequean la cuadrcula cuando la accin tiene lugar. Sin

    embargo, el nivel de detalle que tal documentacin necesita dificulta la

    posterior revisin diaria ya que pueden ser varios pacientes y cientos de

    tareas.

    Crear un formato que se usar como parte de los registros mdicos y que

    ser aceptado y usado por los mdicos es el principal obstculo con el que

    se enfrentan estos programas, por lo que se han diseado otros modelos en

    forma de conjunto de ordenes de tratamiento para facilitar su admisin31,32

    .

    2.5.6. Documentacin y anlisis de variaciones.

    Una dificultad aadida en el desarrollo de vas clnicas es el diseo

    de un mtodo efectivo para documentar datos de variaciones. Se trata de

    reflejar resultados en un paciente o acciones del personal sanitario que no

  • Pgina | 20

    cubren las expectativas de la va. Generalmente son omisiones pero

    tambin pueden ser acciones extra. Como las primeras vas se focalizaron

    en acelerar el ritmo de las acciones del personal sanitario, muchos sistemas

    de anlisis de variacin se plantearon analizar solo acciones o resultados

    que eran esperadas pero no ocurran en su momento30,32,59,66,67,68

    .

    Los datos de variaciones proporcionan las herramientas esenciales

    para establecer los ajustes necesarios dentro del concepto de mejora

    continua de la calidad. No obstante debe tenerse en cuenta que cualquier

    escaln en la va puede ser considerado fuente de varianza si no se

    completa o consigue dentro de los objetivos propuestos en la va y sin

    embargo, muchos de ellos no son importantes para la evaluacin final de

    resultados, satisfaccin del paciente o uso de recursos68,69

    .

    Para evitar esto se siguen diferentes estrategias que se refieren a

    continuacin 67,70,71,72,72

    .

    Las versiones informatizadas facilitan el anlisis de gran cantidad de

    datos. Y una posibilidad es medir solo los puntos de transicin o

    puertas (gateway)38

    . El fallo para atravesar la puerta en el momento

    esperado sirve como una seal de que ha sucedido una variacin

    significativa en el curso esperado y entonces el personal sanitario

    (generalmente la enfermera) lo documenta junto con las razones del mismo.

    2.5.7. Autonoma versus estandarizacin.

    Una respuesta frecuente de los mdicos en su crtica hacia las vas

    clnicas es que rechazan una metodologa que ellos sienten les dirige como

    si se tratara de recetas de cocina o de pilotos chequeando su avin (

  • Pgina | 21

    CON LA FRASE CLASICA DE Rissmilller EN 2006 Patients are not

    airplanes and doctors are not pilots1.

    Los argumentos crticos estn relacionados bsicamente con:

    1. La calidad de la evidencia en la que, los actuales protocolos de cuidado

    estndar, se basan.

    2. Las condiciones bajo las que el protocolo puede ayudar a mejorar el

    cuidado estndar

    3. La individualidad del paciente: el paciente es algo nico que requiere,

    por tanto, una respuesta individual74,75

    .

    Respecto al primer punto, los autores sealan que las guas se

    definen como un desarrollo sistemtico que ayuda a la toma de decisiones

    apropiadas en circunstancias especficas. Para la puesta en marcha de las

    guas y sus protocolos asociados, las estrategias incluyen motivacin,

    educacin del equipo y algoritmos bien definidos junto con firmes criterios

    de inclusin de pacientes, particularmente en procesos patolgicos que,

    como la sepsis grave, ponen la vida en riesgo y donde el cuidado estndar

    es subptimo. Esto permite una continua mejora de la calidad al cerrar el

    crculo mediante una evaluacin formal de los resultados y objetivos

    conseguidos76

    .

    El trabajo de Kortgen demuestra como la aplicacin de un estndar

    de trabajo: standart operating procedure, SOP, aument el nmero de

    pacientes que reciban cuidados apropiados basados en la mejor evidencia

    mientras que disminua simultneamente el gap entre diagnstico e inicio

    del tratamiento y esto se consigui al margen de considerar la unicidad del

    paciente o que el tratar un paciente puede ser un arte ms all de los

    protocolos. Los deberes son que proporcionar un mnimo de cuidado

  • Pgina | 22

    estndar como se refleja en los actuales paquetes de intervenciones de la

    campaa surviving sepsis tienen que hacerse antes de considerar un

    cuidado ms individualizado para un paciente que no entra completamente

    en una categora del protocolo. Puede aqu utilizarse la analoga del piloto

    de avin: es seguro que el mejor piloto revisar su checklist antes de

    emprender el vuelo; y desde luego no hay ninguna organizacin de

    pasajeros que solicite ms creatividad en el despegue.

    Las recomendaciones que se incluyen en los tratamientos y cuidados

    estndar estn sujetas a controversia y es obvio que deben ser revisadas

    conforme otra evidencia llega a estar disponible. Cuando se especula que la

    medicina y los cuidados son un arte no quiere decir que no sean una

    ciencia.

    Aunque las vas clnicas estimulan la estandarizacin como estrategia

    para mejorar la calidad y eficiencia, en realidad se gana mayor control del

    cuidado de los pacientes al ayudar a definir los estndares. En ausencia de

    orden, reina el caos que no beneficia a nadie ni sirve al paciente77

    . Un buen

    equipo proporcionar algo ms que solo el cuidado protocolizado y cada

    paciente debe recibir aquellos cuidados basados en los datos obtenidos a su

    ingreso permitiendo al responsable juzgar cuando las necesidades

    individuales de un paciente requieren una accin diferente para en

    cualquier momento cambiar la va o retirar por completo al paciente de la

    misma.

    As las vas deben entenderse como una herramienta para aumentar

    el control sobre los mejores cuidados al paciente antes que un instrumento

    que construye el juicio a cambio de controlar los costos84

    .

  • Pgina | 23

    3. MODELOS DE CALIDAD ASISTENCIAL Y GESTIN DE

    CUIDADOS.

    El concepto y la metodologa de la calidad se originan con el

    desarrollo industrial. En las propias empresas, la evolucin del trmino

    calidad ha sido rpida y significativa. A partir de los aos sesenta las

    funciones de calidad han pasado del control e inspeccin aplicados

    nicamente al producto, a una Gestin Total de la Calidad, tanto en

    productos como en servicios. Por ello cuando hablamos de calidad nos

    encontramos ante un concepto en continua evolucin, que ha ido

    matizndose y enriquecindose con el desarrollo industrial y social de cada

    poca, y que sin duda continuar hacindolo en paralelo al mismo.

    En el campo de la sanidad, los primeros logros en cuanto a evaluacin

    y mejora de la calidad se deben a profesionales preocupados por los

    resultados en la atencin a sus pacientes, entre los que cabe destacar

    autores como Florence Nightingale y sus estudios sobre la mejora en las

    estadsticas de mortalidad de los pacientes79

    .

    No existe una nica definicin de calidad ya que sta se puede

    definir en varios niveles: calidad en general, calidad de los servicios de

    salud, o calidad de un servicio concreto; si bien, de una forma clara y

    sencilla, podramos decir que algo es de calidad si sirve para aquello que

    est previsto que sirva. Refirindonos en concreto a la atencin sanitaria, la

    OMS define calidad como el conjunto de servicios diagnsticos y

    terapeticos ms adecuado para conseguir una atencin sanitaria ptima,

    teniendo en cuenta todos los factores y conocimientos del paciente y del

    servicio mdico, y lograr el mejor resultado con el mnimo riesgo de

    efectos iatrognicos, y la mxima satisfaccin del paciente con el proceso.

    Algunos autores incluyen tambin en esta definicin el uso adecuado de los

    recursos o eficiencia80

    .

  • Pgina | 24

    La puesta en marcha de un programa de gestin de calidad y su

    posterior desarrollo deben constituir una de las actividades prioritarias de

    los que trabajamos en la asistencia sanitaria, tanto por sus connotaciones

    ticas (correccin de errores, bsqueda de la excelencia), como por ser una

    de las acciones ms motivadoras para los profesionales sanitarios si se

    planea de forma correcta. De forma esquemtica, un proyecto de mejora

    consiste en la deteccin de los fallos existentes en el sistema, anlisis de los

    mismos, establecimiento de una serie de medidas correctoras o de mejora, y

    el diseo y realizacin de una reevaluacin, tras su puesta en marcha, para

    comprobar los resultados obtenidos.

    Los procesos de mejora no tienen xito si no son procesos dinmicos,

    flexibles y tienen un plan de seguimiento y evaluacin. La implantacin de

    un plan de mejora debe nacer, por tanto, acompaado de un sistema de

    retroalimentacin y de evaluacin. La mejora debe ser continua, producto

    del anlisis constante de los fallos y, sobre todo, de la percepcin que el

    cliente tiene de las actuaciones y de los procesos y de las expectativas que

    ste tena previamente a los mismos81

    .

    Estas son las premisas comunes que deben cumplir los distintos

    modelos de calidad, entendiendo ste como todo un proceso que va desde

    la necesidad primaria de ofrecer un producto o servicio, pasando por su

    diseo y su implementacin, hasta la prestacin ltima del mismo que

    produce o no la satisfaccin del cliente o usuario. En la actualidad

    conocemos varios modelos o sistemas de gestin de la calidad asistencial,

    entre ellos los ms implantados en nuestro sistema sanitario son: las

    normas ISO , EL MODELO EUROPEO DE EXCELENCIA EN LA

    GESTION o EFQM, (ambos basados en la gestin por procesos y con la

    perspectiva de la gestin total de la calidad) y con otro enfoque, el sistema

  • Pgina | 25

    de acreditacin de la Joint Commission on Accreditation of Healthcare

    Organizations (JCAHO)82,83,84

    .

    En ocasiones estas metodologas presentan una metodologa rgida y

    estructurada, que a veces es difcil de adaptar a la cultura de determinadas

    organizaciones sanitarias, conllevando un aumento considerable de cargas

    burocrticas y de trabajo. Sin embargo, una de las ventajas comunes es que

    las empresas, que son las que implantan el modelo de gestin de calidad a

    seguir por sus trabajadores, pueden acceder a una certificacin o

    acreditacin externa, que garantiza el cumplimiento de una serie de

    requisitos, que permiten establecer comparaciones basadas en los mismos

    criterios de evaluacin85

    .

  • Pgina | 26

    4. CALIDAD ASISTENCIAL Y CUMPLIMENTACIN DE LA

    HISTORIA CLNICA.

    4.1. INTRODUCCIN

    La historia clnica es la principal fuente de informacin en la prctica

    mdica y como tal es un instrumento clave para evaluar la calidad

    asistencial. Al analizar la adecuada cumplimentacin de la misma. Adems

    de la historia clnica, los informes de alta hospitalaria son tambin fuente

    vlida de control de calidad asistencial dado que renen la informacin mas

    significativa sobre la estancia del paciente en el hospital, los diagnsticos

    que ha tenido y los procedimientos que se han llevado a cabo en su

    ingreso74

    .

    4.2. DEFINICIN Y ARCHIVO DE LAS HISTORIAS CLNICAS

    La historia clnica est definida en el artculo 3 de la ley 41/2002 de

    14 de noviembre, como el conjunto de documentos que contienen los datos,

    valoraciones e informaciones de cualquier ndole sobre la situacin y la

    evolucin clnica de un paciente a lo largo del proceso asistencial,

    estableciendo en el artculo 1418

    :

    1. La historia clnica comprende el conjunto de los documentos

    relativos a los procesos asistenciales de cada paciente, con la identificacin

    de los mdicos y de los dems profesionales que han intervenido en ellos,

    con objeto de obtener la mxima integracin posible de la documentacin

    clnica de cada paciente, al menos, en el mbito de cada centro.

    2. Cada centro archivar las historias clnicas de sus pacientes,

    cualquiera que sea el soporte papel, audiovisual, informtico o de otro tipo

  • Pgina | 27

    en el que consten, de manera que queden garantizadas su seguridad, su

    correcta conservacin y la recuperacin de la informacin.

    3. Las Administraciones sanitarias establecern los mecanismos que

    garanticen la autenticidad del contenido de la historia clnica y de los

    cambios operados en ella, as como la posibilidad de su reproduccin futura.

    4. Las Comunidades Autnomas aprobarn las disposiciones

    necesarias para que los centros sanitarios puedan adoptar las medidas

    tcnicas y organizativas adecuadas para archivar y proteger las historias

    clnicas y evitar su destruccin o su prdida accidental.

    La historia clnica es un instrumento destinado fundamentalmente a

    garantizar una asistencia adecuada al paciente. Los profesionales

    asistenciales del centro que realizan el diagnstico o el tratamiento del

    paciente tienen acceso a la historia clnica de ste como instrumento

    fundamental para su adecuada asistencia.

  • Pgina | 28

    4.3. HISTORIA CLNICA EN EL MARCO LEGAL18.

    La Constitucin Espaola en su artculo 18.1 proclama como

    fundamental el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la

    propia imagen y en su artculo 43.1 reconoce el derecho a la proteccin de

    la salud, obrando regulado por la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de

    Sanidad, las acciones que permiten hacer efectivo el derecho a la proteccin

    de la salud.

    Esta Ley 14/1986 establece en su artculo 10.1 y 3 como derechos:

    Al respeto de la personalidad, dignidad humana e intimidad.

    Y a la confidencialidad de toda la informacin relacionada con su proceso

    y con su estancia en instituciones sanitarias.

    Y la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, completa las previsiones que

    la Ley General de Sanidad enunci como principios generales y regula los

    derechos y obligaciones de los pacientes, usuarios y profesionales, as como

    de los centros y servicios sanitarios en materia de autonoma del paciente y

    de informacin y documentacin clnica, disponiendo en su artculo 7:

    1.- Toda persona tiene derecho a que se respete el carcter confidencial de

    los datos referentes a su salud y a que nadie pueda acceder a ellos sin previa

    autorizacin amparada por la Ley.

    2.- Los centros sanitarios adoptarn las medidas oportunas para garantizar

    los derechos a que se refiere el apartado anterior y elaborarn, cuando

    proceda, las normas y procedimientos protocolizados que garanticen el

    acceso legal a los datos de los pacientes.

    Por otra parte, en proteccin del derecho a la confidencialidad de los

    datos referentes a la salud y, por tanto, del derecho a la intimidad del

    paciente aparece como medio y deber la institucin del secreto profesional,

  • Pgina | 29

    que obliga a todos los profesionales asistenciales, en especial del secreto

    mdico, que desde antiguo viene rigiendo como principio rector de

    actuacin en el conocido Juramento de Hipcrates:

    Guardar silencio sobre todo lo que en mi profesin o fuera de ella oiga o

    vea en la vida de los hombres que no deba ser pblico, manteniendo estas

    cosas de forma que no pueda hablarse de ellas.

    4.4. NECESIDAD DE CONTROLAR LA CANTIDAD DE LAS HISTORIAS

    CLNICAS

    La historia clnica es un documento esencial para la asistencia, con

    implicaciones legales y que adems desempea otras funciones: docencia,

    investigacin, evaluacin de calidad y gestin de recursos. Para ello la

    historia clnica ha de reunir una serie de caractersticas en cunto a:

    contenido informativo, ordenacin lgica, normalizacin documental y

    legibilidad, que se hallan recogidas en diversas recomendaciones, normas y

    legislacin al respecto.

    A modo de sntesis, se puede afirmar que la historia clnica debe

    contener suficiente informacin para identificar al paciente, justificar el

    diagnstico y tratamiento, y documentar los resultados de la asistencia.

    Sin embargo, la historia clnica lejos de ser un producto individual,

    es fruto de un equipo por lo que, habitualmente, en la confeccin de la

    misma intervienen diferentes y diversos profesionales (mdicos, enfermera,

    fisioterapeutas, farmacuticos, y otros). Por otra parte, la cumplimentacin

    de esta documentacin constituye una actividad derivada de la atencin al

    paciente, la cual en ocasiones se presta en circunstancias poco favorables.

  • Pgina | 30

    Todo ello da lugar a que la documentacin presente en la historia clnica no

    sea la adecuada o no se halle tan completa como sera deseable.

    Para garantizar que la historia clnica sea un medio de comunicacin

    de la informacin acerca de la atencin prestada al paciente, que sirva de

    evidencia de la evolucin de los pacientes, de sus enfermedades y

    tratamiento, para fines legales, financiacin de la asistencia, docencia,

    gestin de la calidad y por fin, proporcione datos clnicos para actividades

    administrativas, de investigacin y docencia, se debe controlar la calidad de

    la historia clnica.

    Basndonos en diferentes trabajos consultados, la Historia Clnica debe

    cumplir las siguientes caractersticas86:

    Sus registros deben ser coetneos.

    Debe contener todos los documentos (datos administrativos,

    consentimientos, informe de asistencia, protocolos especiales, etc.)

    Se deben cumplir con rigor todos los requisitos de confidencialidad

    ya que la HC es el expediente ms privado que existe en una

    persona.

    Debe ser accesible a paciente, profesionales, investigadores y jueces,

    guardando la citada confidencialidad e intimidad.

    Ser exacta, con rigor tcnico y cientfico, conteniendo datos

    objetivos, evitando, afirmaciones subjetivas que pudieran ser

    hirientes para enfermo, profesionales o institucin.

    Todos los documentos que se almacenen en ella deben tener exacta e

    inequvoca identificacin del paciente, utilizando siempre que sea

    posible etiquetas; as mismo todo personal sanitario que intervenga

    en la asistencia del paciente, debe constar su identificacin, nombre

  • Pgina | 31

    y apellidos de forma legible, rbrica y nmero de colegiado en su

    caso.

    La HC debe ser completamente legible, exenta de rectificaciones sin

    aclaraciones, en todos y cada uno de sus documentos.

    Debe estar ordenada y contener datos irrelevantes.

    Segn la Ley General de Sanidad debe ser nica.

    Por ltimo y no menos importante la HC debe ser veraz. El no

    cumplir tal requisito puede incurrir en un delito tipificado en el

    actual Cdigo Penal (falsedad documental).

    4.5. CONSENTIMIENTO INFORMADO

    La informacin a los familiares es necesaria para conseguir la

    colaboracin y participacin activa en el tratamiento del paciente, bsica

    reguladora de la autonoma del paciente y de derechos y obligaciones en

    materia de informacin y documentacin clnica desarrolla la normativa

    en cuestin de informacin y documentacin clnica. El objetivo es

    convertir a los familiares encargados del cuidado del paciente en

    colaboradores activos del tratamiento para lo cual deben conocer una

    serie de elementos y de informaciones del proceso que padece este87

    .

    Por tanto el proceso de consentimiento informado debe incluir

    conceptos tales como la voluntariedad, es decir, un proceso no

    coaccionado y no manipulado. La informacin tanto en cantidad como

    en calidad ha de ser suficiente, asumible, comprensible y adaptada a las

    peculiaridades socioculturales del paciente, evitando el lenguaje

    tecnificado, haciendo uso de lenguaje verbal y no verbal as como del

    lenguaje escrito que debe constituir una accin irrenunciable en el

    proceso del conocimiento informado. La competencia, es decir la

  • Pgina | 32

    capacidad de entender, por parte del paciente, la situacin y sus

    alternativas para, despus, tomar una decisin87

    .

    Como bien se menciona en el apartado anterior la consecucin de

    una historia clnica que recoja toda la informacin del paciente es

    importante para conseguir un buen funcionamiento del sistema y por

    supuesto para conseguir una adecuada calidad de servicio al paciente. La

    historia clnica facilitar al mdico el que pueda detectar un diagnstico

    claro y un tratamiento adecuado.

    La historia clnica, adems de constituir un importante complemento

    del deber de informar, posee un indudable carcter instrumental respecto a

    la prestacin de asistencia sanitaria89

    . Es por ello que se ha afirmado que

    en intima relacin con el deber de informar, la historia clnica constituye un

    documento de gran trascendencia a efectos probatorios, puesto que en l

    refleja todo lo relativo a la enfermedad del paciente90

    .

    La historia clnica ha sido definida como la relacin ordenada y

    detallada de todos los datos y conocimientos, tanto anteriores, personales y

    familiares, como actuales, relativos a un enfermo, que sirve de base para el

    juicio acabado de la enfermedad actual91.

    . De ah, nuestra importantsima

    labor para desarrollar una va clnica que muestre todos los datos

    relevantes, claros y precisos, del paciente recogidos en la historia clnica.

    En estudios realizados se afirma que el carcter completo y

    permanente de la historia clnica de un paciente es en la medicina moderna

    una condicin de calidad de los cuidados sanitarios o de la correcta

    asistencia sanitaria92

    .

  • Pgina | 33

    4.6. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA CLNICA EN LA VIA CLNICA DE

    RTU.

    La mayora de las vas clnicas se disean para el mbito

    intrahospitalario93,94.

    .

    Para la atencin antes, durante y despus de la

    hospitalizacin y, sobre todo, para procesos quirrgicos.

    En nuestro estudio se ha planteado realizar una va clnica que

    abarcase tambin el mbito de la atencin primaria, antes y despus del

    proceso quirrgico.

    Los datos de la historia clnica de atencin primaria que vamos a

    utilizar en nuestro estudio han sido recopilados de varios estudios que

    hemos revisado.

    Para pacientes con problemas prostticos los datos que se han de

    recoger desde atencin primaria son los siguientes95

    :

    -Primera consulta: mdico de atencin primaria.

    Anamnesis con I.P.S.S.

    Exploracin con TACTO RECTAL

    Peticin de pruebas: analtica con PSA, urea y creatinina, sedimento

    Ecografa (renal o vsico-renal).

    Una vez que el paciente acude de nuevo a consulta de atencin

    primaria y su mdico de familia decide, tras la valoracin de los resultados,

    derivar al paciente a consultas externas de atencin especializada, este ha

    de acudir con unas pruebas determinadas95

    :

    Historia clnica urolgica y general.

    Analtica de sangre y de orina (posiblemente tambin urocultivo): PSA

    libre. Relacin PSA libre / PSA total.

  • Pgina | 34

    Ecografa uro-prosttica (propia o realizada por el servicio de

    radiologa).

    Motivo de derivacin: dejando muy claro cul es el aspecto del

    problema consultado: PSA alterado, Tacto patolgico o dudoso,

    valoracin de intervencin (biopsia, RTU etc.)

    Para pacientes que son susceptibles de adenoma de cncer de vejiga los

    signos y sntomas que se requieren por norma general, segn lo

    estudiado es96

    :

    Hematuria (70%).

    Disuria.

    Tenesmo vesical.

    Poliuria.

    Molestias suprapbicas.

    Con estos datos que detectan a pacientes con posible diagnstico de

    Hiperplasia benigna de prstata y de adenocarcinoma de vejiga se ha

    realizado un anexo ( ANEXO II) en el que constan todos estos items y

    algunos ms como si se realiza hoja de interconsulta a urologa , con fecha,

    y si se realiza RX antes de acudir a consultas externas.

    Para los datos de planta de hospitalizacin utilizamos, como

    referencia, la va clnica de rtu de prstata y vejiga del servicio de urologa

    del Hospital de la Luz (SESCAM)95

    y el estudio realizado por el Hospital

    Reina Sofa de Crdoba97

    .

    La va clnica, en su desarrollo en la planta de hospitalizacin,

    incluye todos sus registros en la historia clnica del paciente. Se han

    recogido datos como si se prepara para quirfano, si se registran las

    constantes del paciente en das de ingreso,, etc. Los datos que han de

  • Pgina | 35

    seguir y cumplimentarse por el personal sanitario que est involucrado en

    el estudio se recogen a modo de esquema (anexo VI) dentro de la propia

    historia clnica del paciente, as cuando cualquier profesional sanitario

    necesite conocer informacin acerca de la evolucin, o tratamiento, lo

    conocer sin problemas, tan solo consultando la historia clnica 1,65

    .

  • Pgina | 36

    5. MARCO TERICO Y TRASLADO A LA PRCTICA.

    El Estudio se ha realizado en el rea de Salud III ( Lorca ) del

    Servicio Murciano de Salud, localizada en el sur/suroeste de la Regin de

    Murcia, prestando sus servicios a los habitantes de los municipios de

    guilas, Aledo, Lorca, Puerto Lumbreras y Totana, con una vasta

    extensin de 2413,1 km2. La poblacin cubierta a 31 de diciembre de 2010

    segn los datos de Tarjeta Sanitaria es de 180.000 habitantes.

    Se incluye el hospital comarcal y los centros de atencin primaria :

    1 Hospital: Hospital Rafael Mndez.

    8 Centros de Salud: guilas Sur, Lorca Sur, Lorca Centro, Puerto

    Lumbreras, Lorca San Diego, Totana, Lorca La Paca y guilas

    Norte.

    3 SUAP (Servicios de Urgencias de Atencin Primaria): guilas,

    Lorca y Totana.

    28 consultorios perifricos

    2 centros de Especialidades Mdicas: Santa Rosa de Lima y Casa del

    Mar de guilas.

    Servicios Centrales: ubicado en Hospital Rafael Mndez

    La Unidad de Hospitalizacin en la que se ha llevado a cabo la mayor

    parte de realizacin del trabajo es la Unidad de Enfermera UE03

    CIRUGA ESPECIALIDADES, del hospital Rafal Mndez de Lorca.

    La servicio que se lleva a cabo en esta unidad es asistir a pacientes

    quirrgicos en sus distintas fases: prequirrgica, postquirrgica y al alta

    con las especialidades de urologa, otorrinolaringologa, ginecologa y

    oftalmologa. Tambin se trata a pacientes de Medicina Interna (MI) en

    fase aguda y crnica y su preparacin al alta.

  • Pgina | 37

    Esta unidad se encuentra situada en la planta de hospitalizacin 0 del

    Hospital Rafael Mndez. Consta de 20 habitaciones, numeradas de manera

    sucesiva desde 301 a 320, en cada habitacin hay dos camas articuladas,

    sobre la cabecera de la cama se dispone de un interruptor de luz y timbre

    para avisar al personal de enfermera, toma de oxgeno y vacio. Cada

    habitacin dispone de aseo, con ducha, lavabo y WC.

    El nmero de profesionales por categoras son: 1 supervisor, 16

    enfermeros, 15 auxiliares de enfermera. Los turnos de trabajo aplicados en

    la unidad son de Maanas-Tardes y turno rodado.

    Con respecto a la unidad de mdicos especialistas en Urologa,

    comentar que consta de un equipo de 5 facultativos. La dinmica de trabajo

    del equipo de Urologa es la siguiente: el equipo rota por los distintos

    servicios que ofrecen, visita de planta, quirfanos, urgencias y consultas

    externa, dependiendo de la organizacin que se haya acordado previa

    reunin en equipo, cada uno de los urlogos se dedica a un servicio.

  • Pgina | 38

    5.1. RESECCION TRANSUTERAL DE PRSTATA (RTUp).

    La hiperplasia benigna de prstata (HBP) consiste en un crecimiento

    no maligno (no cancergeno) del tamao de la prstata (no confundir con

    hipertrofia, que indica aumento en el tamao celular). Este aumento del

    tamao de la glndula prosttica es producido por un aumento relativo de

    los estrgenos (hormonas femeninas) sobre la testosterona (hormona

    masculina), que aparece en los hombres con la edad.

    La prstata, al crecer, puede ir comprimiendo progresivamente la

    uretra provocando, por tanto, dificultad al orinar. Esto sucede porque esta

    compresin impide el flujo de la orina desde la vejiga hacia la uretra hasta

    el exterior. Las posibles consecuencias son retenciones de orina en la vejiga

    o reflujo de la orina hacia los riones y una necesidad de orinar

    frecuentemente, y si la inflamacin fuera muy grave, puede bloquearse por

    completo el sistema urinario98,99

    .

    La HBP es una enfermedad muy comn en los hombres, aunque

    generalmente comienza a partir de los 30 aos, siendo muy raro que se

    manifieste antes de los 40 aos. A los 60 aos, aproximadamente, ms del

    50% de los hombres padece HBP y entre los 70 y 80 aos hasta el 90%

    presenta alguno de los sntomas.

    El diagnstico diferencial con el adenocarcinoma de prstata se

    establece a travs de:

    -Cuantificacin de antgeno prosttico especfico (PSA) en sangre:

    cuantificndose tanto el valor total como la relacin entre PSA libre y PSA

    total.

  • Pgina | 39

    -Ecografa prosttica e ndice prosttico: valorando el tamao de la prstata

    y relacionndose con el PSA, con lo que el mayor tamao es sugestivo de

    hipertrofia benigna de prstata.

    El cncer de prstata constituye un problema de salud pblica de

    relevante importancia en Espaa , siendo la tercera localizacin tumoral

    ms frecuente en los varones y tambin la tercera causa de muerte por

    cncer (9,1% de las muertes por cncer) por detrs del cncer colorrectal y

    pulmonar.

    Desde la introduccin en la prctica clnica del antgeno prosttico

    especfico (PSA) se ha producido un incremento en el diagnstico y una

    migracin hacia estadios ms bajos. Recientemente se han publicado los

    resultados de un estudio europeo sobre el cribado poblacional del cncer de

    prstata (European Randomized Study of Screening for Prostate Cancer

    [ERSSPC]) cuyos resultados muestran que el uso del PSA para el

    diagnstico precoz del cncer de prstata reduce en torno al 20% la

    mortalidad del mismo. Sin embargo, este incremento en la deteccin de

    tumores en estadios precoces ha elevado la preocupacin en el

    sobretratamiento y el sobrediagnstico de tumores insignificantes, ya que

    en estos casos el nmero de pacientes necesarios a tratar para evitar una

    muerte por cncer de prstata oscila entre 40 y 100. Los resultados del

    ERSSPC muestran que el 29% de los tumores detectados en el cribado

    poblacional son clnicamente indolentes al diagnstico. El concepto de

    enfermedad biolgicamente indolente aplicado al cncer de prstata hace

    referencia a aquel tumor que raramente producir enfermedad metastsica o

    amenazar la vida del paciente.

    El cirujano llega a la prstata introduciendo un instrumento por la

    uretra (el canal angosto por donde la orina pasa de la vejiga al exterior del

    cuerpo). Este instrumento, llamado resectoscopio, tiene aproximadamente

  • Pgina | 40

    12 pulgadas (30.5 centmetros) de largo y media pulgada (1.3 centmetros)

    de dimetro. Contiene una luz, vlvulas que controlan el lquido de

    irrigacin y un lazo de alambre para que pueda quitar el tejido obstructivo

    por partes. Los fragmentos de tejido se llevan a la vejiga por medio de

    lquido y se retiran al final del procedimiento100

    .

    La prstata tiene el tamao aproximado de una nuez y rodea el cuello

    de la vejiga y la uretra, en el hombre. Es parcialmente muscular y

    glandular, con unos conductos que se abren en la porcin prosttica de la

    uretra, formando tres lbulos, uno central con un lbulo a cada lado de

    este101

    .

    La reseccin transuretral de la prstata normalmente se realiza para

    aliviar los sntomas de un agrandamiento de la prstata, a menudo debido a

    una hipertrofia prosttica benigna (HBP), que es una afeccin en la cual la

    prstata se puede agrandar bastante y causar dificultad para orinar102

    .

    La reseccin transuretral de la prstata (RTUp) es un procedimiento

    quirrgico que extirpa porciones de la prstata a travs de la uretra, de

    forma que la reseccin transuretral no requiere una incisin

    externa102,103,105,106

    .

    Durante la seccin transuretral se realiza la biopsia donde pueden

    encontrarse variaciones en el tamao de las clulas, en la forma del ncleo

    y los ncleos, en el grado de diferenciacin glandular, en la cantidad de

    mucina y fosfatasa cida, pero las zonas menos diferenciadas del tumor, es

    decir las de mayor malignidad histolgica son las que al parecer determinan

    su comportamiento biolgico.

    El patlogo, un mdico especialista en diagnosticar enfermedades en

    muestras biolgicas de tejido, determinar si existen clulas cancerosas en

    la biopsia, examinndola al microscopio. Este anlisis normalmente tarda

  • Pgina | 41

    de uno a tres das. Si existe cncer, el patlogo tambin asigna un grado

    (escala de Gleason).

    La clasificacin de Gleason punta de 1 a 5 el grado de

    diferenciacin de las 2 estirpes celulares ms representativas en el tumor,

    que al sumarse, dan una puntuacin sobre 10:

    Puntuacin 2-4. Tumor bien diferenciado.

    Puntuacin 5-6. Tumor medianamente diferenciado.

    Puntuacin 7-10. Tumor poco diferenciado o indiferenciado.

    A mayor puntuacin, menor diferenciacin tumoral, y por tanto mayor

    gravedad y peor pronstico.

    La biopsia de la prstata es esencial para confirmar el diagnstico, y

    est indicada cuando se descubre alguna nodularidad al realizar el tacto

    rectal, al determinar una elevacin del PSA srico o alguna alteracin en

    las pruebas de imagen, o bien cuando aparecen sntomas del tracto urinario

    inferior en un varn que no tiene causas conocidas de obstruccin.

    Debido a que los cnceres de prstata a menudo tienen reas con

    diferentes grados, al grado se le asignan dos reas que representan la

    mayora del cncer. Estos dos grados son sumandos siempre para obtener la

    puntuacin Gleason (Gleason score) entre 2 y 10. Si la puntuacin

    Gleason es muy alto, lo ms probable es que el cncer crezca y se extienda

    muy rpidamente. Las puntuaciones de 2 y 4 son siempre clasificados

    como de bajo grado, el 5 y 6 son de grado intermedio, y las puntuaciones

    de 7 a 10 se consideran de alto grado. Esta clasificacin por grados es

    reproducible y guarda correlacin con la evolucin de la enfermedad y la

    supervivencia del paciente.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Escala_de_Gleason
  • Pgina | 42

    Algunas veces, cuando el patlogo detecta clulas prostticas al

    microscopio, algunas no parecen cancerosas, pero tampoco parecen

    normales. Estos resultados a menudo son llamados sospechosos.

    Generalmente pertenecen a dos categoras:atpias o Neoplasia

    Intraepitelial Prosttica (PIN).

    La PIN se divide en bajo grado y alto grado. Muchos hombres

    desarrollan PIN de bajo grado siendo jvenes y no necesariamente

    desarrollarn un cncer de prstata. La importancia del PIN de bajo grado

    en relacin con el cncer de prstata an no est clara.

    Para hallazgos atpicos o PIN de alto grado, el cncer puede estar

    presente a la vez en alguna localizacin de la glndula prosttica. Entre el

    PIN de alto grado, existe un 30 a un 50% de probabilidad de encontrar un

    cncer en una biopsia realizada ms tarde. Por esta razn, se recomienda

    repetir la biopsia de prstata en esos casos107

    .

    Ms de la mitad de la poblacin masculina de EEUU entre los 60 y

    70 y el 90% entre los 70 y 90 tienen sntomas de HBP. Para algunos

    hombres, los sntomas pueden ser severos al punto de requerir

    tratamiento108,109,110

    .

  • Pgina | 43

    5.2. RESECCION TRANSUTERAL DE VEJIGA (RTUv).

    El carcinoma de vejiga o cncer de vejiga es un tipo de tumor

    maligno cuyos principales factores para el desarrollo incluyen una relacin

    con productos qumicos especficos del tabaco.

    El diagnstico del cncer de vejiga depende en ltima instancia del

    examen cistoscpico de la vejiga y de la evaluacin patolgica de las

    lesiones resecadas. La cistoscopia proporciona la informacin del tamao,

    localizacin y apariencia del tumor dentro de la vejiga.

    La RTU del cncer de vejiga debe realizarse con la mxima

    preservacin de la arquitectura y de las relaciones del tumor con las capas

    de la pared vesical102,112

    .

    La incidencia del cncer de vejiga est aumentado en los pases

    occidentales. En 1996, aproximadamente 53.000 personas fueron

    diagnosticadas de cncer de vejiga en los Estados Unidos, 9.000 en

    Francia, 2.000 en Suecia, 8.000 en Espaa y 1.200 en Blgica113

    .

    Los tumores vesicales constituyen el 10% de los tumores del varn.

    Afectan predominantemente a los hombres (relacin 4:1 con las mujeres).

    Aproximadamente el 75-85% de los pacientes presentan el cncer

    confinado en la mucosa (estadio Ta-Tis) o submucosa (estadio T1). El otro

    15-25% de los pacientes presentan invasin de la capa muscular o

    afectacin de los ganglios linfticos plvicos (estadio T2-T4, N+). El

    manejo del cncer superficial de vejiga tiende a ser ms complejo debido a

    diferentes opciones entre los urlogos. La mayor parte de los tumores de

    vejiga (60%) se localizan en el trgono vesical. Mas del 90% de los tumores

    vesicales son carcinomas de clulas transicionales. El resto son carcinomas

    escamosos o adenocarcinomas114

    .

  • Pgina | 44

    5.3. DIAGNSTICOS DE ENFERMERIA PARA RTU.

    5.3.1. Breve historia de la clasificacin de enfermera.

    En 1.900 se crea un listado de causas de muerte por parte de la OMS,

    listado que evoluciona y se crea una estructura donde se engloban

    diferentes clasificaciones. La clasificacin principal es la Clasificacin

    Internacional de Enfermedades (I.C.D.), otras clasificaciones son

    clasificacin de soporte para Asistencia Primaria CIAP, Adaptaciones

    basadas en la especialidad: (CIE-OE Odontologa; Estomatologa, Registro

    de Tumores para ONCO, LEXICON para Dermatologa,)y otras

    clasificaciones relacionadas con la salud. Aqu se incluira la clasificacin

    de la prctica enfermera ( ICNP, NANDA, NOC, NIC)115,116,117

    .

    Evolucin de la Enfermera como disciplina

    1900 Profesionalizacin (Florence Nigthingale)

    1950 Metodologa cientfica: Aparecen los modelos

    (V. Herdenson, H. Peplau, D. Orem, C. Roy,)

    1970 Diagnstico y razonamiento (NANDA, Carnevali, Gordon, Taner,)

    1990 Especificacin de resultados ( Vas clnicas, Gestin de

    Casos, Evidencia, Metacognicin, Investigacin,)

    2000 Informatizacin

    2008 C.I.P.E/ I.C.N. (Clasificacin Internacional de la Prctica Enfermera)

    NANDA

    Las siglas NANDA significan North American Nursing Diagnosis

    Association. La NANDA INTERNACIONAL, se encarga de la

    clasificacin de Diagnsticos enfermeros. Para identificar/definir un

    diagnstico enfermero la NANDA lo describe a travs de una etiqueta y

  • Pgina | 45

    definicin. La etiqueta pone nombre a la respuesta humana ante un

    determinado problema y la definicin explica cmo es esta respuesta, las

    caractersticas definitorias y los factores relacionados. La estructura actual

    de los diagnsticos enfermeros es de 13 dominios, 45 clases y 167

    diagnsticos. Un dominio es una esfera de actividad, estudio o inters, una

    clase es una subdivisin de un grupo mayor118

    .

    NIC

    El NIC, es la clasificacin de Intervenciones de Enfermera (CIE).

    Como intervencin se entiende todo tratamiento, basado en el

    conocimiento y el juicio clnico, que realiza un profesional de enfermera

    para favorecer un resultado en el paciente. Incluye intervenciones directas

    e indirectas. Para el NIC las actividades son el conjunto de acciones

    especficas concretas que realiza la enfermera para llevar a trmino una

    intervencin y que ayudan al paciente a conseguir el resultado esperado.

    Para realizar una intervencin es preciso una serie de actividades. El NIC

    consta de 486 intervenciones con 7 campos y 30 clases. Las agrupaciones

    representan todas las reas de la prctica enfermera.

    Cada intervencin consta de etiqueta, definicin y una serie de

    actividades. La etiqueta y la definicin forman parte del contenido

    estandarizado. La individualizacin se realiza al escoger las diferentes

    actividades. A cada intervencin de le asigna un cdigo nico de cuatro

    dgitos. Las actividades no estn codificadas.

    Los campos que trata el NIC son; fisiolgico bsico: cuidados

    relacionados con el funcionamiento fsico; fisiolgico complejo: cuidados

    relacionados con la regulacin homeosttica; conductual: cuidados

    relacionados con el funcionamiento psicosocial y facilitan los cambios en

    el estilo de vida; seguridad: cuidados relacionados con la proteccin contra

  • Pgina | 46

    los peligros; Familia: cuidados relacionados con la unidad familiar; sistema

    sanitario: cuidados relacionados con el uso eficaz de la asistencia sanitaria;

    comunidad: cuidados relacionados con la salud de la comunidad119

    .

    NOC

    El NOC es la clasificacin de Resultados de Enfermera (C.R.E.). Es

    una clasificacin global y estandarizada de los resultados del paciente que

    puede utilizarse para evaluar la calidad de las intervenciones enfermeras.

    Mide la efectividad del sistema. Los resultados pueden ser individuales,

    familiares y/o comunitarios. Pueden estar influidos por las intervenciones

    propias y/o de colaboracin. Midiendo los resultados ponemos en evidencia

    la necesidad o no de determinados intervenciones con sus actividades. El

    NOC tiene 260 resultados con etiqueta, definicin, indicadores de medida y

    escalas de puntuacin del 1 al 5119

    .

    5.3.2. Diagnsticos enfermeros en la gestin.

    Desde el inicio del movimiento sobre los diagnsticos enfermeros a

    principios de la dcada de 1970, algunas de las mejores tericas enfermeras

    se han visto atradas para apoyar su trabajo. Muchas de estas activistas eran

    docentes centradas en la clnica, investigadoras y educadoras y algunas

    eran enfermeras clnicas expertas. Es de destacar, sin embargo, que las

    enfermeras que ocupan cargos de direccin, administracin o gestin

    generalmente han sido menos activas en esta importante rea de desarrollo

    enfermera. Esto resulta sorprendente porque los diagnsticos enfermeros

    son fundamentales para brindar cuidados enfermeros de alta calidad, y sus

    beneficios son tan numerosos que parece obvio que, incluso para la lder

    enfermera ms ocupada, tendra que ser una prioridad su desarrollo y

    puesta en prctica. En una era en que tanto la contencin de los costes

  • Pgina | 47

    como la prctica basada en la evidencia son objetivos clave para las lderes

    en enfermera, es esencial clasificar, clarificar y documentar los fenmenos

    que son del mbito profesional de las enfermeras118,116

    .

    Los diagnsticos enfermeros en el entorno clnico

    La implementacin de los diagnsticos enfermeros comporta

    numerosos beneficios para el cuidado de los pacientes: una planificacin de

    cuidados mejor y ms consistente; mejora de la comunicacin enfermera-

    enfermera, enfermera-mdico y enfermera-paciente y un mejor

    reconocimiento de los fenmenos que a las enfermeras les resulta ms

    dificultoso valorar y describir, como los aspectos psicolgicos, espirituales

    y sexuales. Desde el punto de vista organizativo, los diagnsticos

    enfermeros ayudan a mejorar la organizacin clnica y el manejo del riesgo;

    y demuestran claramente el compromiso de aunar la teora, prctica y

    educacin enfermeras- en otras palabras, la enfermera basada en la

    evidencia-, y tambin ms importante, permiten a las lderes investigadoras

    enfermeras evaluar la prctica enfermera a travs de una organizacin

    consistente y que incita a la reflexin.

    Numerosos estudios, incluyendo el de Halloran y Killey (1987),

    publicados en diversas revistas profesionales entre 1985 y 1987 examinan

    la nocin completa del uso de grupos de diagnsticos relacionados (GDR)

    y sistemas relacionados que vinculan el pago a procedimientos o

    situaciones mdicas en vez de hacerlo al grado de dependencia real del

    paciente120,118

    .

    El uso de los diagnsticos enfermeros es clave para el futuro de los

    diagnsticos enfermeros profesionales basados en la evidencia. Por

    consiguiente, es preciso que se conciertan en una prioridad para todas las

    enfermeras lderes en gestin y administracin, a fin de hacer visible la

  • Pgina | 48

    prctica enfermera, lo que es vital para el futuro de nuestra profesin y nos

    permitir satisfacer las necesidades de los pacientes de manera ms

    eficiente120,121,122

    .

    5.3.3. Diagnsticos de enfermera en la va clnica de reseccin

    transuretral.

    En todo lo referente a estos aspectos en la elaboracin del trabajo se

    ha contado con la colaboracin de la Unidad de Metodologa del Hospital

    Rafael Mndez.

    Se han tenido en consideracin dos diagnsticos de enfermera,

    despus de varias reuniones con todo el equipo que forma parte del trabajo

    y que mejor pueden valorarse por el personal de enfermera que lleva a

    cabo el proceso de recogida de datos. Los diagnsticos elegidos son:

    Ansiedad y Dficit de Conocimientos.

    Estos dos diagnsticos son los ms trabajados por el personal

    sanitario cuando el paciente se ha sometido a una RTU, bien sea de prstata

    y vejiga.

    Con respecto a la ansiedad, el paciente se encuentra ansioso en los

    primeros das de la intervencin, por el dolor que tiene y por la sensacin

    extraa de ver que a travs del sondaje vesical su orina es hemtica y

    desconoce cundo volver a su actividad habitual cuando se le d de alta.

    Con respecto al dficit de conocimientos, las lagunas que se crean en

    el paciente son enormes, primero porque una de sus necesidades bsicas: la

    de miccin se encuentra limitada y otra porque desconoce cmo manejarse

    con los dispositivos y medios que se le suministran para su recuperacin.

  • Pgina | 49

    El papel del personal de enfermera, en estos casos, adems de

    administrar la medicacin pertinente y ofrecer los cuidados propios de esta

    intervencin es de apoyo y ayuda psicolgica, tanto al propio paciente

    como al familiar/cuidador.

    La valoracin de los diagnsticos se lleva a cabo diariamente por el

    personal de enfermera de la planta de ciruga de especialidades y se adjunta a

    la va clnica.

  • Pgina | 50

    ETIQUETA IDENTIFICATIVA PACIENTE

    PLAN DE CUIDADOS PARA PACIENTES PROGRAMADOS: INTERVENCIN QUIRRGICA RTU (....).

    00146 ANSIEDADVaga sensacin de malestar o amenaza acompaada de una respuesta autonmica; setimiento de aprensin causado por la anticipacin de un peligro.

    M/P (caractersticas definitorias) R/C Nerviosismo, inquietud, agitacin, desconcierto, Estrs.

    incertidumbre, angustia y aprensin. Amenaza de muerte.

    Trastorno del sueo. Amenaza cambio en el entorno ( hospitalizacin, tipos de aislamiento),

    Aumento de frecuencia cardiaca y/o respiratoria estado de salud, rol, situacin econmica.

    Voz temblorosa. ..

    ...

    RESULTADO INDICADORES Ing. Rev. Alta. INTERVENCIONES 1402 AUTOCONTROL 140204 Busca informacin para 5820 DISMINUCIN DE LA ANSIEDAD.

    DE LA ANSIEDAD. reducir la ansiedad. Actividades:

    140215 Refiere ausencia de Utilizar un enfoque sereno que d seguridad

    manifestaciones fsicas de ansiedad.

    140214 Refiere dormir de forma Proporcionar informacin objetiva respecto del

    adecuada. diagnstico, tratamiento, y pronstico.

    ..

    PUNTUACIN DEL RESULTADO: Escuchar con atencin.

    ESCALA DE VALORACIN (de 1 a 5) Crear un ambiente que facilite la confianza.

    Nunca Raramente A veces Frecuentemente. Siempre

    demostrado. demostrado. demostrado. Demostrado demostrado. Observar si hay signos verbales y no verbales

    de ansiedad.

    1 2 3 4 5 .

    ETIQUETA IDENTIFICATIVA PACIENTE

    PLAN DE CUIDADOS PARA PACIENTES PROGRAMADOS: INTERVENCIN QUIRRGICA RTU (....).

    00126 CONOCIMIENTOS DEFICIENTESCarencia o deficiencia de informacin cognitiva relacionada con un tema especfico.

    R/C M/P (caractersticas definitorias) Deterioro de la cognicin. Verbalizacin del problema.

    Falta de exposicin. Seguimiento inexacto de las instrucciones.

    Falta de memoria. ,,,,,,

    Mala interpretacin de la informacin.

    ,,,,,

    RESULTADO INDICADORES Ing. Rev. Alta. INTERVENCIONES 1803 CONOCIMIENTOS: 180302 Descripcin del proceso 5602 ENSEANZA: PROCESO DE ENFERMEDAD.

    PROCESO DE LA de la enfermedad. Actividades:

    ENFERMEDAD. 180310 Descripcin de los signos Evaluar el nivel actual de conocimientos del

    y sntomas de las complicaciones. paciente/familia relacionado con el proceso de enfermedad.

    180311 Descripcin de Describir los signos y sntomas comunes de la enfermedad,

    las precauciones para prevenir si procede.

    las complicaciones. Comentar los cambios en el estilo de vida que puedan ser

    necesarios para evitar futuras complicaciones y/o

    PUNTUACIN DEL RESULTADO: controlar el proceso de enfermedad.

    Proporcionar informacin al paciente/familia acerca de la

    ESCALA DE VALORACIN (de 1 a 5) enfermedad, si procede.

    Ninguno Escaso. Moderado. Sustancial. Extenso. Ensear al paciente/familia medidas para controlar

    el proceso de la enfermedad.

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    6. JUSTIFICACIN.

    Se seleccion la tcnica quirrgica de RTU en el proceso de

    hiperplasia benigna de prstata (HBP) y de carcinoma de vejiga, porque las

    personas que son intervenidas de este modo, habitualmente presentan un

    episodio de cuidados estable y predecible, fcil de pronosticar en su

    evolucin y, adems, con una visita previa al episodio de hospitalizacin.

    El proceso de RTU de vejiga y de hiperplasia benigna de prstata, es

    una intervencin bastante frecuente en nuestro hospital, lo que supone una

    importante carga asistencial tanto en el mbito hospitalario como desde la

    atencin primaria. En el ao 2009 se realizaron 211 RTU tanto de HBP

    como de vejiga, en el ao 2010 se realizaron 214.

    Varios son ya los hospitales que tienen puesta en marcha una va

    clnica sobre RTU, hospitales como La luz SESCAM o el hospital de La

    Paz, Madrid.

    Actualmente existe una gran variabilidad en el grado de

    cumplimiento de las recomendaciones de las vas clnicas. El problema de

    la seguridad del paciente y de la calidad de la asistencia sanitaria ha

    acaparado la atencin en la ltima dcada, afianzndose la creacin de una

    cultura de la calidad asistencial que vela, no solo por la prevencin de los

    errores sino tambin por la reduccin de la variabilidad.

    La calidad de la atencin clnica asistencial ha de cuantificarse a

    travs de los protocolos e intervenciones utilizando para ello las vas

    clnicas, y por todo ello es importante un buen seguimiento y una adecuada

    cumplimentacin de las mismas

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    Resulta de inters, por tanto, estudiar la gestin del proceso de la

    RTU a travs del desarrollo de un protocolo y la aplicacin de una va

    clnica basada en la evidencia.

    Pensando en la mejora continua de la actividad sanitaria este estudio

    analiza la influencia de la va clnica en un determinado proceso quirrgico.

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    II. HIPTESIS Y OBJETIVOS.

    1. HIPTESIS.

    La implantacin de una va clnica en los pacientes de urologa que son

    susceptibles de ser intervenidos de RTU mejora la gestin de los cuidados

    del proceso asistencial y la calidad del servicio.

    2. OBJETIVOS.

    OBJETIVO GENERAL.

    El objetivo general de la investigacin es determinar en qu medida el

    diseo, implantacin y seguimiento de una va clnica influye en la gestin

    de la atencin en pacientes susceptibles de una RTU.

    OBJETIVOS ESPECFICOS

    -Describir el proceso asistencial realizado con la gestin de los problemas

    urolgicos q